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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN THE AMERICAN BRITISH COWDRAY MEDICAL CENTER I.A.P. DEPARTAMENTO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA RELACIÓN ENTRE EL PESO PLACENTARIO, EL PESO DEL RECIÉN NACIDO Y EL INCREMENTO DE PESO MATERNO DURANTE EL EMBARAZO T E S I S D E P O S G R A D O QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD EN: GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA PRESENTA: DR. FERNANDO GALVÁN DUQUE RIVERO ASESOR DE TESIS: DR. JUAN FERNANDO GARCÍA LEÓN MÉXICO, D.F. 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ii ___________________________________________ Dr. José Halabe Cherem Jefe de la División de Enseñanza e Investigación. Centro Médico ABC. ____________________________________________ Dr. Félix Muñuzuri Íñiguez Jefe de la División de Ginecología y Obstetricia Médico Adscrito al Servicio de Ginecología y Obstetricia Centro Médico ABC. ___________________________________________ Dr. Gabriel Rojas Poceros. Profesor Adjunto al Curso de Ginecología y Obstetricia Médico Adscrito al Servicio de Ginecología y Obstetricia Centro Médico ABC ___________________________________________ Dr. Juan Fernando García León Asesor de Tesis Médico Adscrito al Servicio de Ginecología y Obstetricia Centro Médico ABC iii AGRADECIMIENTOS A todos mis maestros que durante cuatro años se empeñaron en enseñarme cada día la importancia del conocimiento y de la calidad humana en la práctica de mi profesión. A mis compañeros, internos y residentes, cuya ayuda en la recolección de datos fue elemental para el desarrollo de éste trabajo. iv DEDICATORIA A Dios, por darme la vida y permitirme conservarla para ver cumplido el primero de mis sueños. A mis Padres, por ser siempre fuente de inspiración, fortaleza y ejemplo de vida, gracias por darme las herramientas para vencer los obstáculos que se presentaron en el camino. Gracias por lo sufrido y lo llorado, espero que algún día se les sea recompensado. A Irene, mi vida, esfuerzo y dedicación siempre dedicados a ti, aún antes de conocerte. Nunca encontraré las palabras para expresar mi agradecimiento por tu paciencia, apoyo y comprensión. Te amo cada día más hoy y siempre. A mis abuelos, por siempre estar presentes en los momentos difíciles, espero algún día poderme parecer un poco a ustedes. A mi hermana, gracias por todo, nunca podré agradecer suficiente. A mis tíos, primos, amigos y cada persona que ha permitido que hoy sea capaz de cumplir una meta más en mi vida. v CONTENIDO Pág. Hoja de Firmas …………………………………………………………………………………… ii Agradecimientos ………………………………………………..….………………………...…. iii Dedicatoria …………………………………………………….….……………….…………….. iv Contenido …………………………………………………….…………………………………… v Investigadores ………………………………..…………….…………………………………….. 1 Sede ………….………………………………………….......................................................... 1 Antecedentes ……………..……………………………….…………….….……………………. 1 Marco Teórico ……………………..…………………….…………………….………….….…… 5 Pregunta de Investigación ………………………………………………………………………. 24 Justificación ………………………………………………………………………………………. 24 Objetivo ………………………………………………………………………………………….… 24 Hipótesis …………………………………………………………………………………………... 25 Diseño ………………………………………………………………………………………...…… 26 Materiales y Método ………………………………………………………………………….….. 27 Consideraciones Éticas …………………………………………………………………………. 32 Resultados …………………………………………………………………….....................…… 33 Discusión ……………………………………………………………………………………..…… 36 Conclusiones ……………………………………………………………………………...……… 39 Bibliografía ………………………………………………………………………………………... 40 Tablas …………………………………………………………………………………………..…. 47 1 PROTOCOLO DE TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA PRESENTA EL DR. FERNANDO GALVÁN DUQUE RIVERO CENTRO MÉDICO ABC TITULO. RREELLAACCIIÓÓNN EENNTTRREE EELL PPEESSOO PPLLAACCEENNTTAARRIIOO,, PPEESSOO DDEELL RREECCIIÉÉNN NNAACCIIDDOO YY EELL IINNCCRREEMMEENNTTOO DDEE PPEESSOO MMAATTEERRNNOO DDUURRAANNTTEE EELL EEMMBBAARRAAZZOO Tipo de investigación: Básica INVESTIGADORES: 2.1 Investigador Responsable: Dr. Juan Fernando García León 2.2. Investigador Principal. Dr. Fernando Galván Duque Rivero. Residente de Tercer Año. Ginecología y Obstetricia. Centro Médico ABC. SEDE. Centro Integral de Atención a la Mujer y el Niño. División de Ginecología y Obstetricia. Unidad de Tococirugía Centro Médico ABC. Campus Santa Fe. México D. F. ANTECEDENTES. Múltiples estudios se han realizado a través del tiempo para intentar corroborar la existencia de una relación entre el peso de la placenta y el peso del producto, así como con otros factores presentes durante el embarazo. En 1967, Sadlis et. al. publicaron un estudio en el que reportaron el peso de 17,000 placentas obtenidas de 13 diferentes centros hospitalarios. Aunque no se estudió la relación con el peso del recién nacido, se obtuvo la relación del peso placentario con la supervivencia del recién nacido, observando un mayor peso placentario en aquellos recién nacidos que sobrevivieron el periodo neonatal comparado con aquellos productos de óbitos o recién nacidos que murieron durante el periodo neonatal. Del mismo modo, la relación entre el peso de la placenta producto de embarazos en mujeres blancas y mujeres negras fue significativamente menor en éstas últimas, probablemente producto del difícil acceso a los servicios de salud de éstas últimas en aquellos años. 2 En forma más reciente, en 2007 fue publicado en el British Journal of Obstetrics and Gynaecology por Thompson et. al.1 un estudio realizado en Noruega utilizando el registro de todos los embarazos del país entre 1999 y 2002. Se utilizó una muestra de 198,971 embarazos, ésta muestra fue utilizada para obtener gráficas de correlación del peso de la placenta con cada edad gestacional. Se obtuvieron percentilas 3, 10, 50, 90 y 97 para cada edad gestacional comprendidas entre las 24 y las 44 semanas de gestación y se separaron de acuerdo al peso del producto. Sin embargo, no se realizado un estudio con las características mencionadas en una población latina y de las características de la población que es atendida en el Centro Médico ABC, por lo que creemos que la realización de éste estudio puede arrojar resultados diferentes al ser comparados con otras poblaciones. MARCO TEÓRICO ESTRUCTURA PLACENTARIA, IMPORTANCIA DEL CRECIMIENTO Y DESARROLLO Y SU EFECTO EN EL PESO FETAL. La placenta humana es el centro funcional del sistema materno – fetal y es responsable de las funciones respiratoria, nutricional, excretora, endócrina e inmunológica. La estructura y función placentaria conformanun factor vital para el desarrollo fetal, y se ha logrado comprobar que el crecimiento placentario anormal se asocia a alteraciones en el curso y término del embarazo.2 El crecimiento fetal es dependiente del suplemento de nutrientes y oxígeno, lo que se determina por la capacidad de la madre para adquirirlos y dirigirlos a la placenta, así como la capacidad de esta última para transportarlos al feto.3 El tamaño y la capacidad de transferencia de la placenta juegan un rol determinante en el crecimiento fetal, así como en el peso al nacer y en la viabilidad postnatal.4 La fase más importante de crecimiento placentario ocurre durante la primera mitad del embarazo mientras que el feto acumula el 80% de su masa corporal durante el tercer trimestre de la gestación. Los requerimientos fetales y placentarios de nutrientes se encuentran al máximo durante la gestación tardía por lo que no es sorprendente que la relación entre el peso fetal y el peso placentario se vuelven progresivamente más importantes conforme se acerca el momento del nacimiento.5 La información genética tanto materna como paterna influyen en el desarrollo y crecimiento tanto del feto como de la placenta, viéndose también involucrados en el paso de nutrientes. En forma general, los genes paternos incrementan el paso de nutrientes promoviendo el crecimiento fetal, mientras que los genes maternos reducen el paso de nutrientes al feto conservando los recursos maternos necesarios para etapas más avanzadas del embarazo.6 3 La aportación hereditaria al peso fetal y placentario se ha estimado de 25 a 40%. Se han propuesto a los genes Fw1 y Pw1 QTLs como los genes que contienen la información de peso fetal y placentario. Cerca del gen Fw1 (Fetal growth 1) QTL se encuentran los genes que codifican la ciclina E1, importante en la regulación del crecimiento y diferenciación celular, por otro lado, el gen Gas2 regula el desarrollo somático y el gen Igfl r se asocia a la restricción en el crecimiento intrauterino. También cerca del gen QTL que controla el peso placentario (Placental weight) Pw1 se encuentra el gen para la hormona liberadora de gonadotropina (Gnrh 1). Las gonadotropinas funcionan como reguladores centrales hipotalámico – hipofisiario y se encuentran involucrados en la adecuada función placentaria y el desarrollo fetal.7 Ha sido demostrado que alteraciones en la expresión genética en ratones son capaces de ocasionar cambios en la habilidad de la placenta para intercambiar nutrientes debido a que se altera el grosor y el área de superficie de intercambio en los tejidos placentarios.8 Es posible que la expresión genética juegue también un papel determinante en el desarrollo vascular y en el control de la expresión de los transportadores de nutrientes y controlar en forma indirecta el crecimiento y desarrollo fetal. La placenta recibe y transmite señales endócrinas entre la madre y el feto y es el sitio de intercambio de nutrientes y desechos. El área de superficie total de la placenta a término útil para intercambio es de 11 m2. En productos con restricción en el crecimiento intrauterino (RCIU) se encuentran disminuidos tanto la superficie como el volumen placentario. El adecuado crecimiento placentario es elemental para un adecuado crecimiento fetal. Los productos pequeños para la edad gestacional presentan pesos placentarios notablemente disminuídos al compararlos con productos de la misma edad gestacional con adecuados pesos y crecimiento.9 Diversos aspectos de la función placentaria son críticos para el crecimiento y desarrollo fetal, incluyendo una adecuada invasión trofoblástica, el incremento en el flujo sanguíneo uteroplacentario, transporte de nutrientes de la madre al feto y la producción y transferencia de hormonas reguladoras del crecimiento.10 El crecimiento de la placenta se encuentra directamente relacionado con su funcionalidad como la única fuente de nutrientes y oxígeno del feto. Por ejemplo, la expansión lateral de la placa coriónica marca dos aspectos funcionales de la placenta: en primer lugar, los vasos coriónicos y umbilicales soportan la carga de la transferencia de grandes volúmenes de sangre fetal desde y hacia la red capilar vellosa, la capacidad de este sistema de baja resistencia se determina por diversos aspectos tales como lo son la forma de la placa coriónica, la distancia del sitio de inserción del cordón al margen y los diámetros mayores y menores de la placa. En segundo lugar, el área de la placa coriónica mide el área de revestimiento uterino cubierto por la placenta y cuantas arteria espirales maternas son suplidores potenciales de la placenta. 4 En contraste, el grosor del disco placentario marca la extensión de la arborización de la red vellosa capilar, el verdadero sitio de intercambio de nutrientes materno – fetal, sin embargo, no se puede asumir que existe una simple correlación de la arborización con la eficiencia funcional. Las arteriolas del tallo fetal son también sitios principales de resistencia vascular placentaria, por lo tanto, contribuyen a la resistencia periférica fetal y a la exigencia cardiaca fetal. El peso placentario es a culminación del crecimiento placentario tanto de la expansión lateral de la placa coriónica como del grosor del disco, sin embargo, la expansión lateral llega a un máximo a la mitad del tercer trimestre, por lo que posteriormente incrementa en mayor medida el peso a expensas del grosor del disco entre las 30 y 32 semanas de gestación.11 Una forma anormal de la placa coriónica puede reflejar diversas patologías, como lo son atrofia patológica de las vellosidades, o bien, infartos placentarios.12 El tamaño placentario anormal es cada vez más reconocido como un predictor temprano de restricción en el crecimiento fetal y otras alteraciones en el embarazo humano.13 El dato más utilizado como parámetro de crecimiento fetal es el peso corporal, sin embargo, no provee información acerca de la proporcionalidad del crecimiento por lo que se deben tomar en cuenta otros parámetros como el grosor de la placenta y el área de la placa coriónica. Medidas multilineales de la placenta obtenidas en diversos momentos del embarazo pueden guiarnos a un mejor entendimiento de los mecanismos de adaptación fetal.2 En el estudio realizado por Baptiste-Roberts et. al. se valoró el crecimiento placentario utilizando tres parámetros del crecimiento: peso placentario, el grosor de la placenta y el área de la placa corónica. Se planteó como objetivo determinar si las características maternas influían de alguna forma en el crecimiento placentario, por lo que se tomaron en cuenta todas las características maternas tales como el nivel socioeconómico, tabaquismo, educación, edad y raza. Se tomaron en cuenta también factores obstétricos como anemia durante el embarazo, diabetes gestacional y enfermedad hipertensiva del embarazo, así como peso y altura maternas.2 En los resultados se observó que la raza negra se asoció a restricción en el crecimiento de los tres parámetros valorados con riesgos relativos variables de 1.36 a 3.22. Pacientes con enfermedad hipertensiva presentaron casi el doble de riesgo para restricción del peso placentario y el área de placa coriónica pero no para el grosor placentario. Las pacientes con menores ingresos y menos años de educación presentaron menor riesgo para restricción del crecimiento placentario, probablemente debido a que dichas pacientes cumplían menos horas laborales y se desempeñaban en empleos con menos niveles de estrés que aquellas pacientes con mayores ingresos y más años de estudio. El Índice de Masa Corporal previo al embarazo y la ganancia de peso durante el embarazo fueron protectores para restricción en el crecimiento placentario de los tres parámetros, mientras que la anemia materna también fue protector para restricción enel peso placentario y para el área de la placa coriónica. Las pacientes con diabetes gestacional, alto índice de masa corporal pregestacional, baja ingesta nutricional y pacientes con anemia presentaron mayor riesgo de hipertrofia placentaria.2 5 Una placenta desproporcionadamente pesada, sugestiva de hipertrofia placentaria, puede ser indicio de respuesta adaptativa a un ambiente intrauterino adverso. La hipertrofia placentaria puede ocurrir en presencia de diversas condiciones maternas como tabaquismo, nivel socioeconomico bajo o anemia maternal. Por otro lado, una placenta desproporcionadamente pequeña puede ser indicio de bajo suplemento de nutrientes a la placenta o hipoxia, lo que resulta en restricción de crecimiento placentario y subsecuentemente restricción en el crecimiento fetal.2 En el cerdo se ha comprobado que el radio peso fetal:peso placentario puede utilizarse como marcador de la eficiencia placentaria. La eficiencia placentaria parece estar influenciada por el tamaño y estructura. Aunque aparentemente un tamaño disminuido de la placenta se relaciona con peso bajo de la camada, la relación del peso placentario con el peso fetal no es linear sino curvilínea, ya que el peso fetal no se altera si la placenta pesa más de 200 grs. 14 La atención sobre el transporte y permeabilidad de la placenta han aumentado a través del tiempo, probablemente debido a que progresivamente han mejorado las técnicas para identificar transportes unidos a membranas específicos para aminoácidos, glucosa y ácidos grasos. Por otro lado, también ha mejorado en forma importante la medición del flujo placentario con lo que se ha mejorado el conocimiento sobre la perfusión, además, se ha logrado reportar el flujo sanguíneo en el cordón umbilical a través del embarazo con concordancia entre los estudios realizados.15 Se ha logrado demostrar que la relaxina, hormona miembro de la superfamilia de la insulina, actúa como un facto de crecimiento sobre la línea de células amnióticas similares a epitelio por medio del incremento de la transcripción de IGF 2.16 Al igual que la relaxina, el péptido placentario temprano similar a la insulina (EPIL o INSL4) forma parte de la superfamilia de la insulina, con gran homología en su estructura con las relaxinas 1 y 2 y solo el 15% de homogeneidad con la insulina17 y se expresa principalmente en tejidos embrionarios y trofoblásticos. Los altos niveles encontrados en el sincitiotrofoblasto demuestran que forma parte importante del crecimiento y desarrollo fetal. Se ha descubierto que su mecanismo de acción principal es la inhibición del crecimiento por medio de apoptosis y sus niveles incrementan en forma importante en los momentos previos al parto y enseguida del mismo, lo que incrementa la apoptosis e infartos vistos normalmente en la placenta.18 La apoptosis de la placenta forma una parte importante del proceso de desarrollo e incrementa conforme avanza el embarazo.19 El incremento de apoptosis se ha asociado en forma importante con retraso en el crecimiento tanto en embarazo únicos como en embarazos gemelares y se ha sugerido, como se mencionó previamente, que INSL4 se encuentra involucrado en forma importante dentro de este proceso.20 6 INVASIÓN TROFOBLÁSTICA Y EL FLUJO UTEROPLACENTARIO Una adecuada invasión trofoblástica es necesaria como sustento del crecimiento fetal. Cuando el blastocisto se adhiere al útero, las células del trofoblasto fetal se diferencian en células vellosas o extravellosas. La migración e invasión del citotrofoblasto extravelloso en el epitelio uterino son procesos esenciales para incrementar el flujo sanguíneo uteroplacentario conforme progresa el embarazo.21 Las arteriales espirales se transforman en vasos más grandes y de baja resistencia,22 capaces de transportar mayor cantidad de sangre a la placenta. Durante la modificación y remodelación de las arterias espirales las paredes elástica y muscular de las arterias son reemplazadas por una capa fibrinoide rodeada de trofoblasto, permitiendo un flujo intervelloso de baja presión.23 La ausencia de estos cambios inducidos por el trofoblasto en los segmentos miometrial o decidual de las arterias espirales son la base de algunos embarazos complicados por RCIU. Las células del sincitiotrofoblasto, las cuales se diferencian de las células del citotrofoblasto, son el sitio donde se producen las hormonas necesarias para mantener el embarazo, tales como estrógeno, progesterona, hCG, lactógeno placentario y GH placentaria.24 El intercambio transplacentario depende de los flujos uterino y umbilical, los cuales son dependientes de una vascularización adecuada en la interfase materno fetal,25 es decir, la eficiencia placentaria no depende únicamente del tamaño placentario, sino también del ancho de la misma ya que la conformación. Debido a esto, la insuficiencia placentaria se ha podido comprobar no únicamente en el caso de disminución de la superficie placentaria, sino también en relación a incremento en el número de productos de la gestación, es decir, a mayor número de productos mayor probabilidad de insuficiencia placentaria.14 El incremento en el flujo sanguíneo uterino es esencial para cubrir las necesidades del feto, la placenta y el útero en crecimiento. El volumen sanguíneo materno total y la expulsión cardiaca incrementan aproximadamente 40% durante el embarazo y el flujo uteroplacentario representa el 25% del total de la expulsión cardiaca.10 Se ha comprobado que el flujo uteroplacentario en pacientes con preeclampsia se encuentra disminuído hasta en un 50%,26 además, también se encuentran disminuidas las terminaciones vellosas en número y área de superficie en RCIU, lo que representa una función alterada de la vascularización en estos embarazos.27 La perfusión placentaria depende de dos sistemas independientes, la circulación uterina y la circulación umbilical. Después de prefundir la placenta la mayoría de la sangre contenida en la vena umbilical otorga perfusión al hígado fetal, de esta forma el sistema de perfusión placentaria debe ser visto como uno solo. Por ejemplo, la glutamina tiene un gran flujo placentario hacia la circulación fetal por parte de la circulación materna, al pasar la sangre umbilical al hígado fetal la glutamina es convertida en glutamato por medio de la acción de la glutaminasa y el glutamato abandona el hígado en grandes cantidades, la importante liberación de glutamato por parte del hígado fetal suple la falta de liberación de glucosa por parte del mismo durante el desarrollo fetal. 7 Lo mismo sucede con otros muchos ciclos metabólicos que comparten los sistemas materno y fetal.15 Existe una fuerte correlación entre el flujo sanguíneo absoluto de la vena umbilical y la circunferencia cefálica y abdominal con el incremento en el diámetro de la vena umbilical y la velocidad promedio a lo largo de la gestación.28 También existe un incremento exponencial en el flujo de 97 ml/min a la mitad de la gestación hasta 529 ml/min al final de la misma, sin embargo, no existe un incremento correspondiente en el flujo por kilogramo de peso fetal, lo que sugiere que el incremento del flujo conduce el incremento en el tamaño fetal en la gestación temprana. Existe también una estrecha relación entre el peso fetal, el tamaño placentario y los flujos uterino y umbilical. Vonnahme et. al. realizaron un estudio en ovejas29 se encontró poca relación entre la morfología o tamaño placentario con la vascularidad capilar e incluso con la expresión de factores angiogénicos en la oveja, sin embargo, la función placentaria si se vio afectada por el tamaño placentario más no por la morfología. En la oveja, la morfología de la placenta se clasifica de la A a la D, siendo la A y progresivamente convexas hasta la D. Se cree que el cambio de morfología se debe a unmecanismo protector con la finalidad de lograr un mejor aporte de nutrientes al feto. En el estudio mencionado, se comprobó que la morfología placentaria no afecta la vascularidad placentaria, la expresión de factores angiogénicos, la proliferación celular o la composición tisular, sin embargo, se demostró que el tamaño placentario ejerce una gran influencia en la función vascular de la placenta más allá de su morfología. LA PLACENTA COMO ÓRGANO ENDÓCRINO Y LA INFLUENCIA HORMONAL SOBRE SU CRECIMIENTO Durante el embarazo la placenta es el órgano endócrino clave, productor de hormonas esteroideas y controla el paso de hormonas y metabolitos maternos al feto.30 La adaptación endócrina materna al embarazo, la cual se coordina en parte por señales endócrinas, es básica para asegurar una función placentaria adecuada.3 La placenta representa un importante órgano endócrino durante el embarazo humano, produce numerosas hormonas incluyendo estrógenos, progesterona, hCG, variantes de GH y lactógeno placentario humano, dichas hormonas juegan un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento fetal. Estudios en madres desnutridas o anémicas han demostrado incrementos en las concentraciones de lactógeno placentario, GH e IGF-1 en comparación con madre con adecuada nutrición,31 además, existe una relación entre los niveles plasmáticos maternos de lactógeno placentario y el crecimiento fetal.32 El lactógeno placentario promueve el desarrollo embrionario temprano por medio del estímulo sobre la producción de otras hormonas tales como IGF-1 e insulina.33 La insulina fetal promueve el crecimiento del feto actuando como una señal de disponibilidad de nutrientes, la deficiencia de insulina resulta en la reducción del crecimiento fetal 8 conforme los tejidos fetales disminuyen la captura y utilización de nutrientes.34 Los niveles de insulina en sangre venosa del cordón umbilical son significativamente menores en productos pequeños para edad gestacional y se relacionan con el peso y la longitud al nacer así como con el peso placentario.35 Los niveles de insulina en plasma materno no se relacionan con el crecimiento fetal. Se ha propuesto que en respuesta a la hiperglicemia materna el feto incrementa la producción de insulina, lo que es responsable del incremento en el crecimiento y macrosomía observados en los embarazos que cursan con diabetes. El crecimiento placentario se regula, entre otros factores, por citocinas entre las que intervienen las citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α.35 Los IGFs parece que tienen un rol primario en la placentación ya que son determinantes del crecimiento fetal y se expresan en forma abundante por parte del feto de la madre en múltiples especies, así como síntesis importante de IGF-II por parte de la placenta.3 IGF-I e IGF-II son polipéptidos con una secuencia similar a la de la insulina, tienen propiedades mitogénicas induciendo crecimiento y proliferación en células somáticas,36,37 teniendo además influencia sobre el transporte de glucosa y aminoácidos a través de la placenta. Alteraciones en el eje de IGF se relaciona con RCIU. Se ha demostrado que IGF-I e IGF-II son necesarios para un crecimiento fetal y placentario adecuados,38 encontrando reducciones de hasta 60% en productos de ratones restringidos de IGF- I y de 30% en restringidos de IGF-II, además, la muerte postnatal incrementa debido principalmente a fallas respiratorias.39 En experimentos en ratones se ha logrado demostrar la importancia del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF) en el crecimiento fetal. La producción materna de IGF es estimulada por medio de hormonas derivadas de la placenta que funcionan como señalizadores, siendo las más importantes la GH placentaria y el lactógeno placentario humano las cuales estimulan la producción de IGF-I. El lactógeno placentario también es liberado en la circulación fetal donde estimula el eje de IGF, sin embargo, el lactógeno placentario es incapaz de promover el crecimiento fetal por si solo en ausencia de IGF-I. Los IGFs fetales derivan predominantemente de los tejidos fetales y son modulados por la placenta.40 Se sabe que IGF-I, IGF-II, así como las proteínas de unión del factor de crecimiento similar a la insulina (IGFBP) 1, 2, 4 y 6 son sintetizados por la placenta y específicamente la expresión de IGF-I, IGF-II, IGFBP-1 y 2 se encuentra incrementada en aquellas placentas de fetos con restricción del crecimiento.41 Debido a que las IGFs no cruzan la placenta en cantidades significativas, se incrementan los niveles circulatorios de IGF durante la primera mitad del embarazo y pueden jugar cierto papel en la adaptación materna al embarazo y modular el crecimiento placentario, desarrollo funcional y por lo tanto el resultado del embarazo.3 9 Por medio de sistemas computacionales partiendo de muestras pequeñas de DNA placentario y amplificando las mismas se ha logrado demostrar que en particular IGF-II, IGFBP-2 e IL-6 juegan un papel determinante en el crecimiento fetal y en la probabilidad de restricción en el crecimiento fetal.41 En las placentas de fetos con restricción en el crecimiento el IGF-II se encuentra elevado, probablemente como un factor protector promoviendo el crecimiento en condiciones adversas. La acción de IGF-I e IGF-II son moduladas por medio de las Proteínas Unidoras de IGF, existiendo 6 de ellas (IGFBP1-6), siendo la más importante IGFBP-1, la cual se encarga de modular la acción de IGF-I. Su producción depende de la decidua y es el principal producto de ésta,42 la gran afinidad de IGF-I a IGFBP-I resulta en una inhibición de la actividad de IGF. Las concentraciones en suero materno varían a lo largo de la gestación, incrementando a partir del primer trimestre, presentando un pico a la mitad de la gestación, se mantienen constantes hasta el nacimiento y caen después del mismo. La proteólisis de IGFBPs es un mecanismo adicional para alterar la biodisponibilidad de los IGFs durante el embarazo. La Proteína Plasmática A Asociada al Embarazo (PAPP-A) es secretada por la decidua y la placenta en la circulación materna, su principal acción es la división de IGFBP-4, el cual es un potente inhibidor de la acción de IGFs, por lo tanto, cuando se encuentran niveles disminuidos de PAPP-A la acción de IGFs está disminuida incrementando el riesgo de RCIU. Sistemas en base a metaloproteinasas existen para la proteólisis de IGFBP-1. La administración de IGF-I y II a la madre durante el segundo trimestre del embarazo incrementa el crecimiento fetal en el embarazo tardío y la sobrevida cerca del término en modelos animales, durante el embarazo temprano el tratamiento con IGF también incrementa el transporte de glucosa y aminoácidos.3 Estudios in vitro han logrado demostrar que los IGFs exógenos son capaces de promover la agiogénesis placentaria y la remodelación vascular por medio de la inducción del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), además de que parece tener cierto efecto en la captación de glucosa por parte del trofoblasto mediante un efecto en los transportadores de glucosa (GLUTs).3 La infusión de IGF-1 en la madre desde etapas tempranas del embarazo incrementa la captación placentaria de nutrientes y la transferencia de los mismos, en parte debido al incremento de la expresión de los genes transportadores incrementando el crecimiento fetal y placentario. Por otro lado, la infusión de IGF-II no parece afectar el transporte de nutrientes, especialmente a la mitad del embarazo aunque acelera el crecimiento fetal y placentario al final de la gestación. Más allá de esto, parece que un incremento en la concentración materna de IGF-I al inicio del embarazo puede ser crítica para asegurar un adecuado desarrollo placentario durante toda la gestación ya 10 que parece tener un papeldeterminante en el adecuado aporte de glucosa al feto, siendo ésta elemental para el crecimiento y que es producida en cantidades mínimas durante las etapas tempranas del embarazo. Este efecto se logra mediante el incremento en la expresión de GLUT-1.3 Otro factor elemental para el crecimiento fetal es el paso de nutrientes a través de la placenta, siendo la glucosa uno de los elementos primarios del crecimiento. En la placenta humana existen tres tipo diferentes de transportadores de glucosa, GLUT1, GLUT3 y GLUT4. GLUT1 media el transporte de glucosa tanto en la placenta como en el feto, GLUT4 se expresa únicamente en la placenta y GLUT3 se expresa solo en la cara materna de la barrera materno-fetal. Cada uno de los diferentes tansportadores de glucosa son capaces de inhibir o incrementar su expresión y se ha logrado observar que la expresión de GLUT3 y GLUT4 se encuentra disminuída en los productos con restricción en el crecimiento intrauterino.43 En estudios realizados en ganado se ha detectado GH en placenta con pico en su expresión a la mitad de la gestación, es decir, entre los días 35 a 55. La secreción de GH se da por parte del epitelio uterino materno más no se ha detectado secreción de ésta hormona en el estroma velloso ni en el trofoblasto fetal. El efecto de la hormona del Crecimiento (GH) sobre el crecimiento placentario ha sido evaluado en diversos estudios con resultados un tanto contradictorios. En el estudio realizado por Jenkinson et. al.44 se reportó un incremento en el crecimiento fetal y placentario con administración de GH exógena, sin embargo, en el estudio realizado por Wright et. al.45 el tratamiento con GH incrementó las concentraciones séricas de GH e IGF-1 10 veces en comparación con los modelos control que no recibieron tratamiento, sin embargo, el incremento de las concentraciones no influyeron de ninguna forma en el peso uterino, fetal o placentario ni en el peso de los órganos fetales. Durante el embarazo, una variante de GH es liberada en la circulación materna lo que suprime la producción de GH por parte de la hipófisis, observándose una disminución de la concentración de dicha variante en el suero materno, sin embargo, no se cree que la GH sea un regulador importante del crecimiento fetal ya que los IGFs tienen un papel dominante en el mismo. La hormona de crecimiento placentaria (PGH s.i.) es una proteína específica del embarazo producida por el sincitiotrofoblasto y el citotrofoblasto extravelloso. La concentración plasmática de PGH incrementa conforme avanza la edad gestacional y disminuye rápidamente posterior a la extracción de la placenta. Algunas de sus propiedades incluyen funciones somatogénicas, lactogénicas y lipolíticas.46 Se ha logrado comprobar que la concentración sérica de PGH incrementa en las pacientes con preclampsia severa en comparación con aquellas pacientes sanas, también se ha comprobado incremento de la concentración sérica fetal. Las concentraciones de PGH en aquellas mujeres con preclampsia y restricción del crecimiento fetal asociado a ella son menores que en aquellas pacientes con preclampsia pero sin restricción en el crecimiento intrauterino. 11 Estos hallazgos son sugestivos de un probable rol de la PGH en el mecanismo de la influencia que ejerce la placenta sobre la restricción del crecimiento fetal asociado a preeclampsia.46 PAPEL DE LA PLACENTA COMO REGULADOR DE GLUCOCORTICOIDES Y SU RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO FETAL. Los glucocorticoides son esencial en el desarrollo y maduración de los órganos fetales. Durante el embarazo humano, la concentración endógena materna de cortisol es de 5 a 10 veces mayor que la concentración fetal de cortisol, esta diferencia es mantenida por la presencia de la enzima 11β Hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 2 (11β-HSD2) en la placenta,10 la cual actúa como una barrera enzimática que cataliza el cortisol en cortisona, su forma inactiva, lo que protege en cierta forma al producto de niveles relativamente altos de glucocorticoides. Por otro lado, la isoforma 11β HSD-1 actúa en forma inversa, se expresa a través de la decidua e incrementa los niveles locales de glucocorticoides ya que aunque actúa catalizando la interconversión de cortisol y cortisona en forma bidireccional, actúa en forma primaria como una oxireductasa, convirtiendo cortisona a cortisol, esto gracias a su mayor afinidad por la cortisona.47 Se ha logrado demostrar in vitro que los niveles de 11β HSD-2 disminuyen durante los periodos de estrés, incrementando los niveles de glucocorticoides.43 Diversos estudios han demostrado que altas dosis de glucocorticoides pueden tener efectos adversos en el feto como incremento en la incidencia de reflujo gastroesofágico y modificaciones en el ritmo cardiaco fetal,48 además se ha observado una reducción en el peso al nacer en productos sometidos a múltiples dosis de glucocorticoides en comparación con aquellos productos sometidos a una sola dosis con variaciones de hasta 160 grs.49 La afección sobre el crecimiento fetal ocasionada por las dosis múltiples de glucocorticoides ha sido comprobada en diversos estudios,50 además se ha demostrado una reducción en el peso cerebral, daño neurológico y lesiones placentarias.51,52,53 Los glucocorticoides no ejercen su acción únicamente en forma directa, también causan cambios mediados por IGFs, el tratamiento con dexametasona y betametasona disminuye la concentración de IGF-I en plasma materno, es decir, ya sea en forma directa o indirecta, los glucocortocoides tienen un efecto benéfico sobre la maduración de los órganos fetales antes del nacimiento, sin embargo, también tienen el potencial de diminuir el crecimiento fetal. La 11β-HSD2 placentaria es importante para la regulación del crecimiento fetal y la reducción en su actividad se ha asociado con reducción en el crecimiento fetal. Se ha demostrado una importante disminución en la actividad de dicha enzima en placentas de productos complicados con RCIU al compararlos con productos de peso adecuado para su edad gestacional.54 12 TRANSPORTE DE NUTRIENTES A TRAVÉS DE LA PLACENTA La placenta es un órgano metabólicamente activo que extrae del 40 al 60% del suplemento total de glucosa y oxígeno aportado por la circulación uterina.55 Los nutrientes y metabolitos remanentes son transferidos al feto a través de la placenta por medio de difusión pasiva, difusión facilitada, transporte activo, endocitosis o exocitosis. La transferencia placentaria incrementa conforme avanza el embarazo. 5.5.1 Transporte de Aminoácidos. Los transportadores de aminoácidos se encuentran en las membranas fetal (basal) y materna (microvellosidades), el sistema A es un sistema dependientes de sodio, transportador activo que se encuentra mayormente en las microvellosidades y se encarga del transporte de aminoácidos neutrales como la alanina, prolina, glicina y serina, al igual que el sistema ASC el cual se encuentra en la membrana basal.56,57 El sistema L es un sistema independiente de sodio que se encarga del transporte de fenilalanina y aminoácidos de cadenas múltiples, mientras que los sistemas y+ y y+L transportan aminoácidos catiónicos tales como la arginina. Por otro lado, la placenta es capaz de metabolizar algunos aminoácidos, tal es el caso de la leucina, la cual es desaminada por la placenta y la leucina y el producto desaminado son ambos transferidos al producto. En los casos de RCIU existen alteraciones en el transporte de aminoácidos por la placenta y la recepción por el feto. Jansson et. al.57 comprobaron que existe una disminución de la captura de la lisina en la membrana basal y de la leucina tanto en la membrana basal como en las microvellosidades en los casos de RCIU, lo que sugiere una disminución en la actividad de los transportadores de aminoácidos. Además, muestrasde plasma de la mitad de la gestación en productos pequeños para la edad gestacional muestran una reducción en los aminoácidos esenciales. El feto es capaz de influenciar la expresión de transportadores de aminoácidos en respuesta a un crecimiento fetal lento como un mecanismo compensatorio que intenta mejorar el crecimiento fetal.58 5.5.2 Transporte de Glucosa. La glucosa es la fuente de energía más importante para el feto y la placenta, sin embargo, el feto produce mínimas cantidades de glucosa por lo que es necesario un transporte de glucosa desde la madre.59 El transportador de Glucosa 1 (Glut 1) se encuentra en abundancia en la membrana de microvellosidades del sincitiotrofoblasto, siendo el transportador de glucosa más importante.60 El consumo basal de glucosa en productos pretérmino con RCIU es dos veces mayor que en productos con placentas de desarrollo normal para la edad gestacional, lo que sugiere que el consumo de glucosa contribuye en las diferencias materno – fetales de las concentraciones de glucosa.61 Además, el gradiente de concentración de glucosa materno – fetal incrementa conforme incrementa la severidad clínica de la RCIU, posiblemente como un mecanismo de adaptación con tal de mantener una captación adecuada de glucosa a través de la placenta.59 13 IMPORTANCIA DE LA NUTRICIÓN MATERNA Y EL ESTRÉS SOBRE EL CRECIMIENTO PLACENTARIO. La nutrición materna impacta el crecimiento placentario y la vascularidad de la misma.62 Es necesaria una adecuada dieta con incremento en la ingesta de calorías y proteínas a partir del segundo trimestre del embarazo, la glucosa juega un papel determinante en el crecimiento fetal encontrando mayor incidencia de bajo peso para edad gestacional en productos de pacientes con bajos niveles de glucosa sérica e, inversamente, productos macrosómicos en pacientes con altos niveles de la misma. Existe una correlación positiva entre la proporción de energía total consumida y el peso fetal, peso placentario e índice ponderal.10 Se cree que la desnutrición, sobre todo en las etapas tempranas del embarazo tiene un impacto en el desarrollo vascular, así como en el desarrollo del sistema de receptores de VEGF – PIGF, necesarios para angiogénesis. En el presente estudio se estudiaron los efectos de la restricción alimentaria durante el embarazo en el crecimiento de la placenta, desarrollo vascular y expresión de factores angiogénicos en vacas.62 En un estudio realizado por Vonnahme et. al.62 realizado en vacas se encontró que en el grupo sometido a restricción del 50% de la alimentación durante los primeros 125 días de la gestación se encontró que el peso fetal, el peso del placentoma y los pesos cotiledonarios y carunculares se encontraron disminuidos y dicho peso no incrementó a pesar de la realimentación a partir de ese día. Los tejidos de vascularidad capilar no se encontraron alterados al comparar un grupo con el otro, lo que contrasta con resultados de estudios previos que habían demostrado que en vacas con nutrición restringida se presentaba una disminución de la vascularidad en el día 125. En el estudio realizado por McMullen et. al.63 se demostró que un periodo de ayuno de una semana durante la gestación desencadena una disminución en la expresión de VEGF y del peso placentario a los 90 días en cabras. Existe evidencia de múltiples estudios epidemiológicos, clínicos y experimentales que demuestran que la restricción de nutrientes materno antes o inmediatamente después de la fecundación altera el desarrollo fetal y la salud en la vida adulta.64 Además, se ha demostrado que cuando las ratas son alimentadas con una dieta baja en proteínas durante los primeros 4 días del embarazo disminuye el número de células en el blastocisto, disminuye el peso al nacer e incrementa la presión arterial en la vida adulta. Durante los años 1944 y 1945, durante la desnutrición sufrida en Alemania y Holanda durante la Segunda Guerra Mundial fue una situación única que permitió el estudio amplio de la restricción en la nutrición durante las diferentes etapas del embarazo y si existen consecuancias a 14 largo plazo. La exposición a desnutrición resultó en incremento en la intolerancia a la glucosa, obesidad, enfermedad coronaria, perfil de lípidos aterogénico y desórdenes psiquiátricos.65 En otro estudio realizado durante el mismo periodo, se sometió a los sujetos a estudio a desnutrición extrema durante 5 meses y se encontró que los individuos que fueron sometidos a la misma durante el primer trimestre presentaron un incremento en la prevalencia de enfermedad isquémica cardiaca y un índice de masa corporal mayor durante la vida adulta.66 Estos hallazgos sugieren que la restricción nutricional durante el embarazo temprano, cuando la demanda nutricional es mínima, puede tener consecuencias específicas a largo plazo. Aparentemente, el peso materno al inicio de la gestación juegan un papel determinante en el crecimiento feto – placentario en la gestación temprana. En borregos, cuando la alimentación se limita al 30% 45 días antes y 30 días después de la concepción se observa un incremento en la presión arterial y se activa el eje hipófisis – adrenal tanto en embarazos únicos como en múltiples.64 En el estudio de Greenwood et. al.67 realizado en vacas se encontró que no existe relación entre el peso de la placenta y el peso fetal al día 85, sin embargo si hay una relación significativa en el día 130 de la gestación. En este mismo estudio se demostró que el peso de la vaca en el embarazo temprano se relacionó en forma positiva con el peso de la placenta y del feto en el día 130, mientras que en los casos en los que se encontró obesidad durante el mismo periodo la relación fue inversa. En contraste, Osgerby et. al.68 encontraron mayor peso en los fetos de embarazos únicos al día 65 en vacas con obesidad, aparentemente ocasionado por el incremento en el peso de la placenta. Aunque el efecto de la desnutrición durante el embarazo ha sido estudiado desde hace mucho tiempo, no se ha estudiado ampliamente el efecto del estado y peso corporal de la madre antes del embarazo. MacLaughlin et. al.64 demostraron por primera vez que existe una importante relación entre la ganancia de peso materno durante el periodo preconcepcional y el crecimiento feto – placentario durante los primeros 56 días del embarazo, así mismo, se demostró que la restricción en el consumo nutricional o el crecimiento fetal lento durante la gestación temprana se asocia a cambios en la duración del embarazo, así como en el peso al nacer y alteraciones específicas de salud en la vida adulta. La importancia del peso de la placenta aumenta conforme avanza el embarazo, entre los días 60 – 70 de la gestación las variaciones en el peso de la placenta representan entre el 4 y 50% del peso fetal, mientras que después del día 130 las variaciones del peso de la placenta representan del 70 al 90% del peso fetal.68 15 En el estudio realizado por Kinare et. al. en la India se estudió la forma en la que el volumen placentario a la mitad de la gestación se determina por factores maternas y cómo se relaciona con el tamaño neonatal. La forma de medición placentaria fue por ultrasonido entre las 15 y 18 semanas de gestación, además se realizaron medidas antropométricas antes y durante la gestación y se obtuvieron el peso y la talla del recién nacido al momento del nacimiento. Dado que el estudio se realizó en áreas rurales, la mayoría de las mujeres fueron de bajo peso y talla con talla media de 1.52 m, peso media de 42 kg e índice de masa corporal de 18 kg/m2, además, la mayoría de los productos se presentaron de bajo peso al nacer con una media de 2648 g. El volumen placentario obtenido a la mitad de la gestación fue de 144 ml en promedio se relacionó en forma estrecha con el peso maternopregestacional (p<.001), pero fue independiente de la ganancia de peso durante el embarazo. Además, el volumen placentario a la mitad de la gestación se correlacionó con el peso de la placenta al nacimiento y el peso del producto al mismo momento, lo cual es esperable, pero no se relacionó con la talla ni el peso de la madre.69 Mairesse et. al. demostraron en ratas que la presencia de estrés de tipo emocional, ya sea de tipo ansiedad o bien transtornos de depresión durante e embarazo y sobre todo durante la segunda semana del embarazo se relaciona en forma directa con peso bajo al nacer en el producto. Se tienen dos explicaciones principales para este fenómeno, en primer lugar, la exposición exagerada del producto a glucocorticoides maternos producidos durante el periodo de estrés y en segundo lugar ciertas alteraciones placentarias que se desarrollan en estos periodos.43 El estrés gestacional provocó reducción en el crecimiento fetal, disminuyó en forma importante 11β HSD-2 y la expresión de GLUT1, disminuyendo consecuentemente los niveles de glucosa plasmática fetal, así como los niveles de GH y ACTH. Los autores de dicho estudio proponen que el estrés durante el embarazo provoca una disfunción de la unidad feto – placentaria en forma temprana que contribuye en el desarrollo de alteraciones metabólicas y de comportamiento a largo plazo.43 Se realizaron diversas medidas en los productos encontrando variaciones en el peso y desarrollo de los órganos al compararlos con el grupo testigo. RELACIÓN DE LA PLACENTA CON PATOLOGÍAS FETALES. El peso y función de la placenta se ha relacionado con diversas patologías desarrolladas durante la gestación tanto en la madre como en el feto. La restricción en el crecimiento intrauterino tiene implicadas diversas etiologías, entre ellas la alteración en el transporte de oxígeno y nutrientes al feto debido a insuficiencia placentaria, por lo tanto es necesario un mejor conocimiento de la regulación del transporte placentario que pueda proveer mayor conocimiento sobre la patofisiología de la restricción en el crecimiento intrauterino.3 Las agresiones que afectan la interacción uterino – placentaria puede desviar al feto de su potencial de crecimiento genético y determinar RCIU. 16 La relación entre patologías placentarias y la presencia de bajo peso para la edad gestacional, así como la presencia de placentas de bajo peso en estos productos, infartos o corioamnioitis se ha descrito ampliamente en la literatura,70 de ahí la importancia de realizar un estudio histopatológico adecuado en todas las pacientes. En el estudio realizado por Oliveira et. al.71 se estudió la morfología de las placentas de productos a término considerados de bajo peso para la edad gestacional a través del examen microscópico de la placenta, membranas y cordón umbilical. En dicho estudio las patologías más frecuentemente encontradas en el cordón umbilical fueron hemorragia, arteria umbilical única, trombosis de la vena umbilical y funiculitis, ninguna de ellas asociada estadísticamente al bajo peso para la edad gestacional. El estudio de las membranas reflejó que la corioamnioitis fue la patología más frecuente a éste nivel y se asoció estadísticamente al peso bajo (p<0.05). El peso placentario promedio fue de 402 ± 67.2 g y el peso medio fue de 392.5 g. El peso placentario bajo se asoció a los recién nacidos con bajo peso para la edad gestacional (p<0.00001). El peso placentario también se evaluó en relación al peso fetal por medio del radio de la placenta. El radio promedio fue de 0.15 ± 0.02 y la media fue de 0.14, los mayores radios se asociaron estadísticamente al nacimiento de productos de peso bajo para la edad gestacional (p<0.05), al igual que las placentas más pequeñas (p<0.01). En el estudio histopatológico de las placentas se comprobó la presencia de al menos una alteración histopatológica en el 95% de los casos. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la presencia de infartos placentarios y productos de bajo peso al nacer (p<0.1), así como la presencia de villitis crónica. La presencia de calcificaciones, trombosis intervellosa, inmaduridad de vellosidades y corioangiosis no se relacionó en forma estadística con productos de bajo peso. El interés de la neonatología por la patología placentaria es creciente día con día, sin embargo, aún son pocos los estudios encaminados a encontrar asociaciones entre la patología placentaria y la patologíaa en los recién nacidos y la forma en la que el ambiente intrauterino es capaz de influir en forma negativa sobre la vida adulta. El hallazgo de placentas de bajo peso en productos de bajo peso para la edad gestacional es acorde a lo reportado en la literatura internacional,72, 73, 74 así como la relación del peso bajo con la presencia de corioamnioitis, trombosis y villitis crónica. Con la capacidad de medir los flujos de la vena umbilical y de la vena hepática fetal se ha logrado determinar que en productos con restricción en el crecimiento intrauterino se encuentra reducción del flujo aún cuando se realiza la corrección por kilogramo de peso fetal, llegando a 17 encontrar reducción en el flujo de hasta 60%.15 Se ha logrado comprobar, por medio de técnicas de velocimetría Doppler, el incremento de la resistencia vascular de las arterias uterinas, lo que ocurre como resultado de una invasión anómala del trofoblasto en las arterias uterinas. Además, también se ha logrado comprobar insuficiencia placentaria al analizar la circulación fetal, en especial las ondas de la arteria umbilical.75 El flujo de la vena umbilical se encuentra disminuido en la medición por Doppler en productos con RCIU,76 representando una reducción de la perfusión de los tejidos fetales. Como se mencionó anteriormente, se ha logrado comprobar un probable rol de la PGH sobre la restricción de crecimiento intrauterino asociado a la preeclampsia, esto debido a que la Las concentraciones de PGH en aquellas mujeres con preclampsia y restricción del crecimiento fetal asociado a ella son menores que en aquellas pacientes con preclampsia pero sin restricción en el crecimiento intrauterino.77 A pesar de que es conocida la influencia del oxígeno en el desarrollo fetoplacentario y el rol de la hipoxia como causante o exacerbante de diversas patologías durante el embarazo, son pocos los estudios realizados in vivo en seres humanos sometidos a estímulos hipóxicos.78 La hipoxia materna por cualquier causa, especialmente tabaquismo y la altura sobre el nivel del mar, influyen en forma negativa el crecimiento fetal desde las 25 semanas de gestación debido a los cambios en la fisiología placentaria cuando alguno de los dos factores se encuentran presentes, llegándose a calcular un riesgo hasta tres veces mayor de bajo peso para la edad gestacional en embarazos que se desarrollan a una altitud de más de 2500 metros sobre el nivel del mar. Por otro lado, el tabaquismo aumenta el riesgo de peso bajo para la edad gestacional hasta en 3.5 veces y reduce el peso fetal de 150 a 200 grs., tanto por incremento en los niveles de bióxido de carbono que cruzan la placenta como por los efectos vasoconstrictores de la nicotina.10 En el caso de la restricción del crecimiento intrauterino, se ha comprobado que los productos no alcanzan todo su potencial de crecimiento genético a través de la vida.78 La hipoxia materna también ocasiona alteraciones en la fisiología materna, incluyendo alteraciones inmunológicas, especialmente incremento de TNF-α e IL-6, así como disminución de IL-10. Existe una interacción entre la hipoxia materna y alteraciones en los flujos uterino y placentario que puede contribuir a una reducción en el transporte de nutrientes al feto. Por otro lado, existe menor remodelación de las arterias uteroplacentarias en aquellosembarazos que se desarrollan a grandes altitudes.10 En placentas sometidas a hipoxia se encuentra incrementada la angiogénesis y se reduce la distancia del espacio intervelloso a los capilares fetales, se incrementa también la eritropoyesis materna y fetal para facilitar el transporte de oxígeno. La eritropoyesis y angiogénesis se regulan por medio de la familia de Factores Inducibles por Hipoxia (HIF s.i.), lo que implica a dicha familia 18 como un elemento crítico en la adaptación placentaria a la disminución de la presión de oxígeno. La familia HIF consiste en heterodímeros compuestos por una de tres diferentes subunidades α (HIF-1α, HIF-2α y HIF-3α), además de na subunidad β lo que lo vuelve funcional. La degradación de HIF-1α se inhibe por hipoxia por lo que se acumula en el núcleo celular donde activa genes con elementos respondedores a hipoxia. En condiciones normoxémicas, el HIF es degradado rápidamente por media de la vía protosómica que involucra al gen tumor supresor von Hippel- Lindau (VHL).78 Los niveles de expresión de HIF-1α y VHL se encuentran elevados 10 a 20 veces en placentas sometidas a grandes altitudes (3100 m) en comparación con altitudes bajas (75 m) y altitudes medias (1600 m). La elevación de VHL no se corresponde con disminución de HIF-1α como es de esperarse, sin embargo, otras acciones se relacionan con el incrmento de VHL, principalmente la proliferación citotrofoblástica, ya que el VHL juega un papel regulador en una variedad de eventos celulares incluyendo proliferación celular. Por otro lado, niveles elevados de HIF se relacionan con elevación de los niveles plasmáticos de VEGF, mientras que en embarazos normales normoxémicos los niveles de VEGF son prácticamente inexistentes.78 Por otro lado, los niveles elevados de HIF-1α en las pacientes sometidas a grandes altitudes son similares a los niveles encontrados en pacientes preeclámpticas, sin embargo, en pacientes con preclampsia los niveles de HIF-2α se encuentran igualmente elevados mientras que en las primeras los niveles de HIF-2α se encuentran disminuidos. En un estudio retrospectivo realizado por Vinnars et. al.79 se incluyeron 178 mujeres con diagnóstico de Preeclampsia severa (96) con o sin HELLP (82) entre 2000 y 2005. Todas las placentas se analizaron histopatológicamente con la finalidad de comparar diferencias patológicas entre las placentas de pacientes con HELLP y pacientes sin HELLP, además se analizó el peso del recién nacido de cada grupo. En el estudio histopatológico se valoró la maduración vellosa, arteriopatía decidual, infartos, trombosis intervellosa, desprendimiento, trombosis en vasos fetales y corioamnioitis. El peso de la placenta se clasificó como bajo (< perc 10), normal o alto (> perc 90), el peso fetal se consideró bajo para la edad gestacional cuando se encontró debajo de la 2DS. La diferencia de placentas con infarto >5% fue estadísticamente significativa (p=0.014) entre los dos grupos, siendo mayor en pacientes con preclampsia que en el grupo con HELLP, lo mismo sucedió con trombosis intervellosa (p<0.001) y desprendimiento placentario (p=0.002) (PE 41.7%, 45.3% y 29.2% mientras que HELLP 23.5%, 11.9%, 9.9% respectivamente). No se encontraron diferencias en los rubros de maduración vellosa acelerada ni en arteriopatía decidual. La presencia de arteriopatía fue más frecuente en placentas pertenecientes a productos bajos para la edad gestacional en comparación con las pertenecientes a productos de peso adecuado para la edad gestacional, aunque la diferencia no fue significativa. 19 El peso de la placenta ajustado para la edad gestacional fue mayor en el grupo de preclampsia que en el grupo de HELLP con diferencia significativa (p<0.001). Por otro lado, en el grupo de preclampsia se encontraron más productos con peso bajo para la edad gestacional en comparación con el grupo con HELLP (23.5%; p<0.001). ORIGEN FETAL DE LAS ENFERMEDADES EN EL ADULTO. Cada vez toma más fuerza el concepto de un posible origen fetal de enfermedades del adulto, considerando que cambios in utero pueden influenciar la patología adulta.41 Estudios experimentales han logrado demostrar la relación que existe entre la presencia de peso bajo al nacer y el desarrollo de desórdenes metabólicos y cardiovasculares en el adulto, en especial hipertensión arterial, enfermedad isquémica cardiaca, hiperlipidemia, resistencia a la insulina, diabetes mellitas tipo 2 y alteraciones neuroendócrinas.43 La asociación constante con riesgo aumentado de diabetes y tolerancia a la glucosa alterada en la vida adulta se debe aparentemente a resistencia a la insulina ya que la sensibilidad a la misma se relaciona en forma negativa con el tamaño al nacimiento. Sin embargo, aparentemente la resistencia a la insulina aparece en etapas tardías de la vida, ya que al momento del nacimiento de productos con bajo peso al nacer la sensibilidad a la insulina se encuentra incrementada. Por otro lado, aunque la sensibilidad a la insulina se encuentra incrementada, se observa disminución en la secreción de insulina en el periodo postnatal en productos con bajo peso al nacer y se ha detectado disminución de la disposición de insulina (relación de la secreción de insulina y la sensibilidad a la misma) en múltiples estudios en niños a diferentes edades que cursaron con bajo peso al nacer en comparación de niños con peso adecuado al nacer. Por otro lado, se ha detectado disminución de células β pancreáticas en productos con bajo peso al nacer.80 Esta disminución en las células β pancreáticas se ha observado en ratones con restricción en el crecimiento intrauterino a causa de restricción en el crecimiento placentario provocado por medio de ligamiento de las arterias uterinas, y se ha podido comprobar en dichos productos secreción alterada de insulina. En el periodo postnatal las ratas presentan datos de intolerancia a la glucosa y desarrollo de diabetes en la vida adulta. En ovejas se ha podido observar el mismo fenómeno por medio de remoción quirúrgica de la mayor parte de los sitios de imlantación placentaria en el endometrio previo al embarazo, lo que ocasiona productos hipóxicos e hipoglucemicos debido a alteración en la secreción de la insulina más no en la sensibilidad a la misma.80 Obteniendo el peso y radio placentario al nacer y por medio de cuestionarios realizados a los 30 años de edad acerca de alergias, atopias y asma autodiagnosticazos o clínicamente comprobados no mostraron relación directa del tamaño placentario con el desarrollo de alergias en la vida adulta.81 20 MEDICIÓN DE LA PLACENTA. La placenta no puede ser pesada directamente hasta después del nacimiento, sin embargo, las dimensiones de la placenta en dicho momento revelan el desarrollo de la placenta desde la concepción hasta el alumbramiento. El peso placentario es sólo uno de los varios parámetros con los que se puede caracterizar y clasificar el desarrollo placentario.82 El peso de la placenta es el resultado de la suma de diferentes dimensiones de crecimiento, incluyendo el crecimiento por expansión lateral de la placa coriónica y la arborización de las vellosidades y la superficie vascular de intercambio de nutrientes, reflejado en el grosor del disco coriónico que aumenta progresivamente. Estas medidas estándar de la placenta han sido parte del examen rutinario patológico desde los años 60, sin embargo, éstas simples medidas han tenido limitantes los crecimientos mucho más variables de las placentas de embarazos que cursan con alguna patología.83 Tener parámetros mayores o menores es ideal cuando la forma de la placenta es redonda u ovalada, sin embargo, no es adecuada cuando la forma es irregular, por lo tanto, no es una medida ideal ya que no es capaz de medir con la misma exactitud en todos los casos, éstas placentas de formasirregulares toman mayor importancia cuando se toma en cuenta que se deben de tomar como punto de partida para estudiar la hipótesis de un origen de las enfermedades del adulto en la vida fetal. Mejores formas de medición no sólo incrementarían nuestra habilidad de detectar diferencias interindividuales intrauterinas, sino que también proveerían un método con bases bioógicas para comprender y capturar la fisiología de la experiencia fetal. Leary et. al.84 describieron en su trabajo realizado en el año 2003 que no existe ninguna diferencia entre la placenta que es pesada separada de las membranas y del cordón umbilical al compararlas con las placentas que son pesadas después de ser separadas de los mismos, es decir, las diferencias entre nacimientos no varía. Este resultado es de vital importancia en el desarrollo de este trabajo ya que facilita el peso de las placentas sin necesidad de someterlas a tratamiento alguno en un laboratorio de patología. En otros estudios no se ha encontrado la relación esperada entre la placenta completa y con membranas y cordón separados, es decir, es esperado encontrar el mismo peso al sumar los productos separados, sin embargo, los pesos no correspondieron (Salafia C M, Maas E, Thorp J, Eucker B, Pezzullo J, Savitz D A. Measures of Placental Growth in Relation to Birth Weight and Gestational Age. Am J Epidemiol. 2005; 162:991- 998), esto puede deberse a otros elementos que ejercen influencia sobre el peso como lo es la sangre contenida en el cordón o en las membranas. A pesar de esto, es válido pesar las placentas completas en un estudio debido a que se facilita en gran medida el método, no es necesario personal altamente capacitado y se evitan procesos que deben de ser realizados en el laboratorio. En el estudio realizado por Salafia et. al.85 se utilizaron técnicas digitales para fotografiar y analizar la placenta y sus medidas, las cuales se obtuvieron posterior a la separación de la placa coriónica de las membranas y el cordón. Se guardaron las relaciones conforme al peso y a la edad 21 gestacional; las mayores diferencias se encontraron a menor edad gestacional, lo que denota que la contribución del crecimiento de la placa gestacional al crecimiento fetal es mayor en edades gestacionales cuando el crecimiento de la placa es más dinámico, lo que ocurre antes de la segunda mitad del tercer trimestre.86 Se ha determinado que el peso placentario se relaciona en forma más fuerte con la edad gestacional y las variaciones de peso al nacer en productos de término que entre los productos pretérmino; el principal crecimiento placentario en la gestación tardía es el grosor del disco el cual se da por medio de la elaboración de superficie vellosa en el área de intercambio. Análisis de resultados de estudios realizados con medición de placentas85 han demostrado que el crecimiento de la placa coriónica y el peso de la placenta se relacionan, sin embargo, cada una de las medidas contribuye a un cuarto del peso al nacer que es único. Por lo tanto, las medidas de la placa coriónica complementan la capacidad del peso placentario total de contribuir a las variaciones del peso del producto al momento del nacimiento. Se ha logrado comprobar que, sin tomar en cuenta el peso placentario, la expansión lateral de la placa coriónica contribuye en mayor medida al peso al nacimiento que las medidas utilizadas tradicionalmente como lo son la forma de la placa coriónica, la distancia desde el sitio de inserción del cordón y los diámetros mayor y menor de la placa coriónica, contribuyendo los diámetros hasta en 35% de las variaciones observadas en el peso al nacimiento. La medición de la placa coriónica en forma lateral se relaciona tanto a la edad gestacional como al peso al nacer, sin embargo, sus relaciones no son idénticas. Por ejemplo, tal como lo mencionado anteriormente, las variaciones en la placa coriónica contribuyen al 17% de la variación en la edad gestacional pero 35% en la variación en el peso al nacer. Estas variaciones se deben a que los parámetros de crecimiento cambian durante la gestación independientemente del ambiente, sin embargo, se especula que en el caso del parto pretérmino, por citar un ejemplo, la patología intrauterina modifica el crecimiento coriónico normal, lo que antecede al inicio del parto pretérmino. El crecimiento anormal de la placa coriónica puede funcionar como marcador de un ambiente intrauterino adverso que resulta en diversas patologías, éste es finalmente el objetivo que se debe de alcanzar, lograr la medición temprana intrauterina de los diámetros placentarios y determinar medidas estándar que permitan identificar a tiempo patologías antes de que ejerzan su efecto negativo sobre el producto. En la práctica clínica existe una gran variedad sobre cuando una placenta es enviada al estudio histopatológico. En el estudio realizado por Gersell se le preguntó a diversos patólogos sobre el porcentaje de placentas enviadas a estudio histopatológico. Lo resultados variaron en forma importante, el 34.7% de los patólogos contestaron que se analizaban de 1 a 10% de las 22 placentas, 36.4% contestaron que se analizaban del 11 al 25%, 15.4% examinaron del 26 al 50%, 7.6% contestaron que se enviaban del 51 al 99% y solo 5.9% analizaron el 100% de las placentas. Las guías de indicaciones de análisis histopatológico de la placenta fueron publicadas por el College of American Pathologists (CAP) en 1997. Estas guías fueron realizadas por un consenso de representantes de patólogos perinatales, neonatólogos y perinatólogos. Dicho consenso recomendó que todas las placentas fueran examinadas por el ginecólogo y se realizara una selección en la misma sala de expulsión. Se recomienda que las placentas con indicación clínica para ser examinadas o con alguna anomalía macroscópica sean enviadas a un examen macroscópico y microscópico detallado. Se recomendaron en total 25 indicaciones clínicas maternas, fetales o placentarias y 13 más para las que no se llegó a un acuerdo.88 Indicaciones Clínicas para el Exámen Patológico de la Placenta de Acuerdo a las Guías del Colegio Americano de Patólogos de 1997. Indicaciones Maternas para el Exámen Patológico de la Placenta. • Desórdenes sistémicos con repercusión clínica para la madre o el producto (ej. Diabetes Mellitus, Intolerancia a la Glucosa, Desórdenes Hipertensivos, Enfermedades Reumatológicas, Convulsiones, Anemia Severa). • Parto Prematuro de 34 semanas de gestación o menos. • Fiebre o Infección Puerperal. • Sangrado Inexplicable del Tercer Trimestre o Sangrado Mayor a 500 cc • Implicaciones Infecciosas durante el Embarazo (ej. Virus de Inmunodeficiencia Humana, Sífilis, Citomegalovirus, Herpes, Toxoplasma, Rubeola). • Oligohidramnios Severo. • Complicaciones Gestacionales Recurrentes o Inexplicables (Restricción en el Crecimiento Intrauterino, Óbito, Aborto Espontáneo, Parto Pretérmino). • Procedimientos Invasivos con Sospecha de Daño Placentario. • Desprendimiento Prematuro de Placenta Normoinserta. • Finalización Gestacional Involuntaria. • Meconio Viscoso. Otras Indicaciones Maternas. • Parto Pretérmino entre 34 y 37 Semanas de Gestación. • Polihidramnios Severo Inexplicable. • Historia de Toxicomanías. • Edad Gestacional Mayor a 42 Semanas de Gestación. • Trauma Materno Severo. • Ruptura de Membranas Prolongada (mayor a 24 hrs.). Indicaciones Fetales y Neonatales. • Admisión a Unidad de Cuidados Intermedios o Intensivos. • Óbito o Muerte Perinatal. • Compromiso Clínico Definido como pH de Cordón Umbilical < 7.0, Apgar < 6 a los 5 minutos, Asistencia Ventilatoria o Anemia Severa con Hematocrito menor a 35%. 23 • Hydrops Fetalis. • Peso al Nacimiento menor a la Percentila 10. • Convulsiones. • Infecció o Sepsis. • Anomalías Congénitas Mayores,Fenotipo Dismórfico o Cariotipo Anomral. • Crecimiento Gemelar Discordante con Diferencia de más de 20%. • Gestació Múltiple con Gemelos del mismo sexo y Placentas Fusionadas. Otras Indicaciones Fetales y Neonatales. • Peso al Nacimiento por Arriba de la Percentila 95 • Crecimiento Asimétrico • Gestación Múltiple sin otra Indicación • Gemelo Evanescente después del primer trimestre. Indicaciones Placentarias. • Anomalías físicas (ej. Infarto, Masas, Trombosis Vascular, Hematoma Retroplacentario, Amnios Nodoso, Coloración Anormal, Fetidez, Opacidad). • Placenta de Tamaño o Peso Disminuído o Incrementado para la Edad Gestacional. • Lesiones en el Cordón Umbilical (ej. Trombosis, torsión, Cordón Verdadero, Arteria Única, Ausencia de Gelatina de Wharton). • Longitud Total del Cordón Umbilical menor a 32 cms a Término. Otras Indicaciones Placentarias. • Anomalías en la Forma Placentaria. • Cordón Umbilical Largo (más de 100 cms). • Inserción de Cordón Umbilical Marginal o Velamentosa. Tomado de Bibliografía # 89 En el estudio realizado por Curtin et. al. se encontraron que el 37.5% de las placentas presentaron alguna indicación clínica para ser enviadas a patología utilizando los criterio del CAP de 1997, sin embargo, sólo fueron enviadas el 18.2%. Las indicaciones más comunes para el envío a patología fueron parto pretérmino menor de 34 semanas, desórdenes hipertensivos asociados al embarazo y fiebre o infección periparto.89 Se han realizado ya estudios en los que se ha realizado la medición de la placenta in vivo como el realizado por Kinare et. al.69 en la India y cuyos resultados ya fueron mencionados, sin embargo, aún son insuficientes los criterios y parámetros a medir durante la medición de acuerdo a las diferentes edades gestacionales por lo que no se ha logrado establecer una homogeneidad en las mediciones placentarias durante la vida intrauterina. 24 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN. ¿Existe una concordancia comparable entre el peso de la placenta y el peso del producto o el incremento de peso materno durante el embarazo? JUSTIFICACIÓN. Históricamente se ha establecido una relación de 6:1 entre el peso del recién nacido con el peso del producto, sin embargo, ésta relación no ha sido comprobada en nuestra población en un estudio con un diseño adecuado. En forma secundaria se intentará establecer si el peso de la placenta se ve afectado por el incremento de peso materno durante el embarazo y se realizará un seguimiento el desarrollo de enfermedades maternas durante el embarazo. OBJETIVO. PRIMARIO. Determinar si existe correlacion entre le peso de la placenta y el peso del recién nacido en población femenina atendida en ABC 2010 de oct 2009 a mayo 2010 SECUNDARIO. Se determinará si existe una correlación (relación directa) entre el peso de la placenta y el incremento del peso materno durante el embarazo en la población que se atiende en el Centro Médico ABC y si dicha relación, en caso de existir, corresponde a la mencionada en la literatura mundial. 25 HIPÓTESIS PRIMARIA H 0.- peso de la placenta no midifica el peso de la placenta. H 1.- a mayor peso de la placenta existe mayor peso del recien nacido. Se intentará comprobar que a mayor peso placentario se encontrará mayor peso del recién nacido y viceversa debido a que el peso placentario influye en el crecimiento y desarrollo del feto. HIPÓTESIS SECUNDARIA H0.- El incremento del peso materno, semanas de gestación y el número de gestas no influye en el peso de la placenta. H1.- A mayor incremento del peso materno, más semanas de gestación y el número de gestas se encontrará un mayor peso placentario. 26 DISEÑO. 1. Número de muestras a estudiar Descriptivo no comparativo. El estudio a realizar será de tipo descriptivo ya que se estudiará una sola población sin compararse con alguna otra, dicha población será conformada por todas las paciente que acudan al Centro Médico ABC para la resolución del embarazo por cualquier vía. 2. Conocimiento que tienen los investigadores de los factores del estudio. Abierto El estudio se define como abierto ya que todos los investigadores conocerán todas las variables a las que se someterá a la población a estudiar. 3. Participación del investigador. Observacional. Ya que el investigador no modifica el fenómeno ni las variables a las que se someterá el individuo. Los investigadores se limitarán a la medición de las variables y posteriormente a la evaluación de dichas mediciones. 4. Tiempo en que suceden los eventos. Prospectivo. Los datos obtenidos serán de eventos que se presenten en el futuro. 5. Relación que guardan entre sí los datos. Transversal. Será un estudio transversal debido a que las variables principales, es decir, peso placentario y el peso del recién nacido, se medirán únicamente en una ocasión. Aún cuando habrá otras variables secundarias que se medirán en más de una ocasión como lo es la estancia hospitalaria del recién nacido. 27 MATERIALES Y MÉTODO. Universo de estudio. La población será conformada por todas las pacientes que acudan al Centro Médico ABC para la resolución del embarazo por cualquier medio. Así mismo, el universo estará conformado por todos los recién nacidos en el Centro Médico ABC y que permanezcan internados en el mismo durante los primeros días de vida extrauterina. Tamaño de la muestra. Se trata de un muestreo al azar por conveniencia, por ésta razón se intentará incluir a todas las pacientes que se presenten en el Centro Médico ABC en el área de tococirugía en el periodo comprendido entre Noviembre de 2009 y Mayo de 2010. Criterios de selección: Criterios de Inclusión. Se incluirán a todas las pacientes femeninas de cualquier edad que acudan a la resolución del embarazo por cuaqluier vía, siempre y cuando se encuentren entre las 28 y 42 semanas de gestación y cuyo expediente se encuentre completo. Será indispensable que el comité de ética e investigación hayan autorizado el presente protocolo. Criterios de No Inclusión. No serán incluidas en el estudio las pacientes con las siguientes características: • Paciente con placenta previa o acretismo placentario, esto debido a que la difícil extracción placentaria de dichas patologías generalmente se lleva a cabo por partes y esto dificulta calcular en forma exacto un peso placentario. Definición de variables Variables Primarias. a. Peso Placentario. El peso quedará definido como la fuerza que ejerce la gravedad sobre la masa de un cuerpo. Se expresará en gramos y se obtendrá pesando la placenta en báscula electrónica de charola plana capaz de obtener 4 decimales. El pesaje de la placenta se realizará en la siguiente hora después 28 del alumbramiento procurando drenar la mayor cantidad de sangre posible de ella y se realizará por personal previamente estandarizado. b. Peso del Recién Nacido. Al igual que en el caso placentario, el peso se expresará en gramos y se obtendrá pesando al recién nacido en la siguiente media hora después del nacimiento, siempre y cuando esto sea posible debido al estado de salud del mismo. En caso de que no sea posible obtener el peso dentro de los primeros minutos se obtendrá antes de transcurridas las primeras 6 horas. Los pesos placentrios y neonatales se obtendrá en la misma báscula y por personal estandarizado en forma previa. Variables Secundarias. a. Edad materna. b. Incremento de peso materno en el embarazo. Se obtendrá a partir del interrogatorio directo realizado a la madre antes de la resolución del embarazo. Se expresará en gramos y se tomará como medida inicial el peso al inicio del embarazo o antes del mismo. Se obtendrá a partir