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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN PSICOLOGÍA RESIDENCIA EN NEUROPSICOLOGÍA CLÍNICA FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA RELACIÓN ENTRE OBESIDAD, MEMORIA Y FUNCIONES EJECUTIVAS EN ADULTOS MAYORES MEXICANOS TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRA EN PSICOLOGÍA PRESENTA MÓNICA RAMÍREZ ALVARADO DIRECTOR DE TESIS: DR. JUAN FELIPE SILVA PEREYRA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA COMITÉ DE TITULACIÓN DRA. MA. GUILLERMINA YÁÑEZ TÉLLEZ DR. JUAN MANUEL MANCILLA DÍAZ DRA. ADRIANA AMAYA HERNÁNDEZ DR. RODRIGO ERICK ESCARTÍN PÉREZ UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA TLALNEPANTLA DE BAZ, ESTADO DE MÉXICO, ENERO 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Agradecimientos Agradezco profundamente a mi Alma Máter, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, mi segunda casa que ha permitido crecer como ser humano y profesional. A mi adorada madre, Irma Alvarado, mi ejemplo de vida, por todo su apoyo, todas sus enseñanzas y, principalmente, su infinito amor. ¡¡¡Muchas gracias!!! A mi papá por hablarme sobre la neurociencia hace años. A mi hermana por enseñarme que el esfuerzo rinde frutos. A mis compañeras, con quienes compartí alegrías, momentos de tremendo estrés, desveladas, comidas, tristezas y un infinito etcétera. ¡Gracias por las valiosas lecciones! ¡Gracias por acompañarme! ¡Gracias, Lau! A mis supervisores de práctica, Dra. Ana Seubert, Dra. Esther Gómez y Mtra. Ana Ruth Díaz, por compartir su experiencia clínica, por su genuino interés en la formación profesional y humana de los alumnos. ¡Muchísimas gracias! Agradezco a las instituciones que me recibieron y apoyaron al realizar este trabajo: Centro de Atención Integral INAPAM, Centro Cultural San Francisco INAPAM, Universidad de la Tercera Edad (UTE) Campus Mixcoac, Unidad de Desarrollo y Educación para la Tercera Edad (UNIDE) de Tlalnepantla. ¡Gracias a los funcionarios! ¡Gracias a todos los participantes! Agradezco al Dr. Juan Felipe Silva Pereyra, asesor de este trabajo y a mis sinodales: Dra. Guillermina Yáñez Téllez, Dr. Juan Manual Mancilla Díaz, Dra. Adriana Amaya Hernández y Dr. Erick Escartín Pérez, por su apoyo durante mi proceso de titulación. Finalmente, agradezco al CONACYT por invertir en mi formación, brindándome los recursos necesarios. 3 Resumen/Abstract Introducción 1. Obesidad 1.1. ¿Qué es la obesidad? 1.2. Prevalencia de obesidad 1.3. Etiología de la obesidad 1.4. Valoración antropométrica de la obesidad 1.5. Relación entre obesidad y otras enfermedades 2. Envejecimiento 2.1. Tipos de envejecimiento 2.2. Reserva cognitiva 2.3. Estrategias para el mantenimiento cognitivo del adulto mayor 3. Obesidad y cognición 3.1. Obesidad como enfermedad del cerebro 3.2. Obesidad y cerebro 4. Obesidad, envejecimiento y cognición 5. Justificación 5.1. Objetivo 5.2. Hipótesis 5.3. Variables 6. Método 6.1. Participantes 6.2. Materiales 6.3. Instrumentos 6.4. Diseño y procedimiento 6.5. Análisis estadístico 7. Resultados 8. Discusión y conclusiones 8.1. Discusión 8.2. Limitaciones 8.3. Conclusiones 9. Referencias 4 5 6 6 7 8 9 12 13 14 14 15 16 17 19 20 27 27 28 28 32 32 32 33 34 36 37 45 45 48 50 50 4 Resumen La obesidad es una enfermedad multicausal que, debido a su magnitud, incremento y efecto negativo, es un problema de salud pública. Diversos estudios señalan una relación con un desempeño cognitivo por bajo de lo esperado, principalmente en atención, memoria y funciones ejecutivas en individuos de distintas edades. No obstante, la relación entre obesidad y desempeño cognitivo no es clara en adultos mayores ya que se han encontrado resultados contradictorios. El objetivo del presente estudio fue evaluar la relación entre obesidad, memoria y funciones ejecutivas en adultos mayores mexicanos mediante WAIS-IV, Figura compleja de Rey-Osterrieth (FCRO), TAVEC, Torre de Londres, Stroop y Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin. Se evaluó a diez adultos mayores divididos en dos grupos de acuerdo al porcentaje de grasa: con obesidad y sin obesidad. Se realizó una comparación de los desempeños mediante U de Mann Whitney. Se encontraron diferencias entre el desempeño de ambos grupos en la recuperación de material audioverbal y el tiempo de inicio perteneciente a Torre de Londres. En ambos casos los participantes con obesidad tuvieron un mejor desempeño. Palabras clave: obesidad, funcionamiento cognitivo, envejecimiento. Abstract Obesity is a multicausal disease that, due to its magnitude, increase and negative effect, is a public health problem. Several studies point a relationship with poor cognitive performance, mainly in attention, memory and executive functions in obese individuals of different ages. However, the relationship between obesity and cognitive performance is not clear in older adults since contradictory results have been found. The objective of the present study was to evaluate the relationship between obesity, memory and executive functions in Mexican elderly through WAIS-IV, Rey-Osterrieth Complex Figure (FCRO), TAVEC, Tower of London, Stroop and Wisconsin Card Classification Test. . Ten elderly adults divided into two groups were evaluated according to the percentage of fat: with obesity and without obesity. A comparison of the performances was made by U Mann Whitney. Differences were found between the performance of both groups in the recovery of audioverbal material and the start time belonging to the Tower of London. In both cases the participants with obesity had a better performance. Key words: obesity, cognitive functioning, aging. 5 Introducción La obesidad es una enfermedad multicausal que representa un problema de salud pública a nivel mundial. Su incidencia aumenta progresiva y globalmente, sin discriminar desarrollo económico, posición socioeconómica, nivel educativo, etc. Tradicionalmente las ciencias de la salud se han enfocado en la relación entre la obesidad y otras enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, el síndrome metabólico, entre otras. Sin embargo, en las últimas dos décadas se ha encontrado evidencia de cómo se relaciona con el cerebro, impactando a nivel estructural y funcional. Específicamente la neuropsicología se ha ocupado de encontrar cómo afecta a la cognición y cuáles son los mecanismos que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de dicha enfermedad. No obstante, dado que la obesidad en el adulto mayor se genera y se comporta de forma distinta, aún falta investigar qué pasa a nivel cognitivo cuando se presenta en esta edad por lo que el objetivo del presente trabajo fue evaluar la relación entre obesidad, memoria y funciones ejecutivas en adultos mayores mexicanos. 6 1. Obesidad 1.1. ¿Qué es la obesidad? El cuerpo se compone principalmente poragua, grasa, masa ósea y proteína. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2016), la obesidad es una acumulación de grasa anormal o excesiva, que puede afectar negativamente la salud de las personas que la padecen por lo que es considerada como una enfermedad (Garrow, 1989). Sin embargo, dado que la adiposidad es difícil de medir y no hay una clara división entre lo normal y anormal, generalmente se define como el exceso corporal (Salazar & Martínez, 2017). La obesidad surge fundamentalmente del desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas (Cecchini et al., 2010; Dávila-Torres, González-Izquierdo & Barrera- Cruz, 2015). Su origen se compone de múltiples factores incluyendo la susceptibilidad genética, estilos de vida y características del entorno (cultura, condición económica, educación, urbanización, etc.), impactando sobre el comportamiento individual, familiar y social (Bleich, Segal, Silson & Wang, 2013). Actualmente se considera que el tejido adiposo es una de las claves del origen de la obesidad. Pichardo (2014) distingue dos tipos de tejido adiposo: pardo y blanco. El tejido adiposo pardo (TAP) está compuesto por adipocitos pardos principalmente, células intersticiales, preadipositos y terminaciones nerviosas. Anteriormente se creía que únicamente estaba presente en recién nacidos y se sustituía por tejido adiposo blanco. En los niños se puede encontrar una mayor cantidad de TAP principalmente en el cuello, tórax y abdomen y tiene un efecto termogénico. En el caso de los adultos, se encuentra alrededor de los riñones y las glándulas suprarrenales, así como en el 7 cuello, la aorta y dentro del mediastino. Se ha vinculado con la temperatura corporal y el control de glucemia. El tejido adiposo blanco (TAB) se observa desde la etapa prenatal con evolución de cinco etapas desarrollándose en preadipocitos, que se derivan en células mesenquimatosas, las cuales se ubicarán alrededor de los vasos capilares en los adultos. La principal función del TAB es almacenar la energía de los ácidos grasos y la secreción de hormonas, factores de crecimiento y proinflamatorios. A su vez, el tejido adiposo puede distribuirse en distintos lugares del cuerpo por lo que de acuerdo a su localización Muciño, Uribe, Carrillo y Méndez-Sánchez (2013) lo clasifican en: (1) Obesidad central, androide o abdominovisceral: el tejido adiposo se concentra principalmente en la mitad superior del cuerpo (cuello, hombros, parte superior del abdomen); (2) Obesidad periférica, ginecoide o femoruglútea: el tejido adiposo predomina en los glúteos, caderas, muslos y mitad inferior del cuerpo; y (3) Obesidad homogénea: el tejido adiposo está distribuido de manera generalizada. 1.2. Prevalencia de obesidad La obesidad es una enfermedad multicausal que involucra a todos los grupos de edad, raza, clase social y nacionalidad (Hernández, 2014), la cual desde 1998 se reconoce como epidemia a nivel mundial (OMS, 2000). Actualmente es un problema de salud pública por su magnitud, el incremento acelerado a nivel mundial y el efecto negativo sobre la salud de las personas que la padecen (Dávila-Torres, González-Izquierdo & Barrera-Cruz, 2015). Los índices de sobrepeso y obesidad en las distintas encuestas nacionales evidencian un aumento alarmante a lo largo del tiempo ya que, en un periodo menor de 40 años, la población que padece obesidad y sobrepeso se ha triplicado (Salazar & Martínez, 2013). De acuerdo con la 8 Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas (ENEC; 1993) el 21.5% de la población adulta padecía obesidad (Barrera-Cruz, Rodríguez & Molina, 2013). Posteriormente en 2000, los resultados de la Encuesta Nacional de Salud indicaron que el 24% de los adultos mexicanos padecían obesidad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (ENSA, 2000) y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT, 2006), se registró un aumento mayor al 12% entre estos periodos. En 2006 se reportó una prevalencia de obesidad del 30%, concentrada en población mayor a 20 años, colocándose como uno de los países con mayor prevalencia en América. A pesar de las medidas implementadas por el sector salud en México, en el 2012 se registró una prevalencia de 32.4% (ENSANUT, 2012). De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2017) nuestro país actualmente ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad en la población adulta y el primer lugar en obesidad infantil. Se estima que para el 2050 la obesidad aumentará en todos los grupos de edad, principalmente en varones de entre 50 y 59 años de edad y mujeres mayores a 60 años de edad (Rtveladze et al., 2013). 1.3. Etiología de la obesidad El origen de la obesidad es multifactorial incluyendo la susceptibilidad genética, factores metabólicos, celulares, moleculares, el estilo de vida y del entorno (incluyendo hábitos alimenticios y actividad física), la cultura, la condición económica, la educación, la urbanización, el entorno social, entre otros (Barrera-Cruz, Rodríguez-González & Molina-Ayala, 2013). No obstante, la causa fundamental es el desequilibrio energético entre las calorías que se consumen y las gastadas. Un ejemplo sería la ingesta de alimentos ricos en grasa, sal y azúcares y carentes de vitaminas, minerales y otros nutrientes (alimentos hipercalóricos) y un estilo de vida sedentario. 9 Asimismo, la obesidad disminuye la actividad física y aeróbica lo que contribuye al aumento de grasa y menor consumo de energía. El proceso fisiopatológico de la obesidad es complejo e implica la participación del sistema motor, nervioso y endócrino acompañados de sustancias químicas como hormonas, proteínas y neurotransmisores (Schwartz et al., 2003). En el caso del sistema nervioso central las vías neurales que se activan en el desarrollo de la obesidad tienen similitud con las activadas en farmacodependencia. Se distingue la participación de proyecciones dopaminérgicas, gabaérgicas, serotoninérgicas y opiáceos incluyendo estructuras tales como cuerpo estriado, amígdala, corteza orbitofrontal, área tegmental ventral, hipocampo, hipotálamo y mesencéfalo (Navarro, Miramontes, García, Argüelles & Perillán, 2015). Se ha observado alteración de circuitos de recompensa en pacientes con obesidad (De Leeuw van Weenen et al., 2011) con una reducción de receptores dopaminérgicos (RD-2) involucrados en la regulación y estimulación del alimento, lo que sugiera que la deficiencia en estos receptores puede persistir y tener una relación con el aumento en la ingesta de alimentos para compensar que exista una menor activación de los circuitos de recompensa mediados por dopamina (Navarro et al., 2015; Wang et al, 2001). 1.4. Valoración antropométrica de la obesidad Existen diversas medidas antropométricas para medir la grasa corporal, así como índices relacionados a la grasa corporal (Katzmarzyk, 2014) que se describen a continuación: • Peso: usado para definir el tamaño corporal de una persona incluyendo la cantidad de agua corporal, tejido adiposo, tejido magro y minerales (Alemán & Pérez-Flores, 2003). El peso corporal se mide mediante una escala de balance, de preferencia con ropa ligera y realizando las mediciones a la misma hora del día, preferentemente por las mañanas. 10 • Circunferencia de cintura: es una medida que predice la acumulación del tejido adiposo en el abdomen (Muciño et al., 2017). Para calcularse, se utiliza una cinta antropométrica no elástica, la cual debe mantenerse de manera horizontal al piso y perpendicular al axis del cuerpo y alrededor del cuerpo sin comprimir la piel. La diferencia entre medidas radica en el sitio anatómico en el cual se inicia la medida ya que puede ser entre la última costilla palpable y la punta de la cresta iliaca, ombligo y la cadera mínima (OMS, 2016; en Kaztmarzyk, 2014).• Circunferencia de cadera: de manera usual se utiliza una cinta antropométrica no elástica que se coloca a nivel de la porción más amplia de los glúteos. La cinta debe quedar horizontalmente con respecto al piso y perpendicular al axis del cuerpo, sin comprimir la piel (OMS, 2016; Kazrmarzyk, 2014). • Pliegues cutáneos: estima la cantidad de grasa en el tejido subcutáneo, lo que da cuenta de las reservas de grasa corporal total (Muciño et al., 2013). Consiste en medir el espesor de una capa doble de piel y tejido adiposo subcutáneo sosteniendo un pliegue alineado perpendicularmente al cuerpo, entre el pulgar y el índice. Para esta medida, se utiliza un instrumento calibrado como el adipómetro. Los pliegues principales son tricipital, bicipital, subescapular, tricipital, suprailíaco y abdominal (WHO, 2016). Índices asociados a la obesidad: • Un indicador utilizado para definir la relación entre peso y talla es el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso de un individuo entre el cuadrado de su talla en metros (kg/m2) (OMS, 2016). Los datos se clasifican en: bajo peso, normopeso, 11 sobrepeso y obesidad (Tabla 1). En población mayor de 19 años de edad, hombres o mujeres, se considera que un IMC igual o superior a 30 es indicativo de obesidad. • Índice de cintura/cadera que indica la distribución de grasa, aunque ha mostrado una correlación más baja con las medidas de grasa (Barreira et al., 2012; Karzmarzyk, 2014). Tabla 1. Clasificación del IMC en adultos mayores de 19 años de edad de acuerdo a la OMS (2016) Clasificación IMC Bajo peso <18.5 Normopeso 18.5-24.9 Sobrepeso 25-29.9 Obesidad grado I 30-34.9 Obesidad grado II 35-39.9 Obesidad grado III >40 Nota: IMC=Índice de Masa Corporal; OMS=Organización Mundial de la Salud Asimismo, se han propuesto otras medidas como somatotipo, índice de conicidad, diámetro abdominal sagital e índice de adiposidad corporal, sin embargo, no se han utilizado frecuentemente por lo que falta evidencia sobre su relación con la grasa corporal total. Por otro lado, se distinguen métodos sofisticados como la densitometría, análisis de conteo corporal total y activación de neutrones, absorptiometría de rayos X con energía dual (DXA), entre otros (Katzmarzyk, 2014). Sin embargo, los costos de los estudios pueden ser excesivos por lo que se utilizan las medidas comunes. 12 1.5. Relación entre obesidad y otras enfermedades La obesidad está relacionada con diversos problemas de salud como diabetes, enfermedades cardiovasculares (cardiopatía y accidentes cerebrovasculares principalmente), trastornos del aparato locomotor, enfermedades pulmonares, síndrome metabólico, algunos tipos de cáncer, enfermedades hepáticas, trastornos del estado de ánimo como ansiedad y depresión, así como baja autoestima (Bersh, 2006; Cserjési, Luminet, Poncelet & Lénard, 2009) entre otras. Asimismo, la esperanza de vida se reduce en comparación con individuos de peso normal (Bray, 2004; Wang, Chan, Ren & Yan, 2016). Castro (2013) afirma que la grasa abdominal es la más dañina ya que se relaciona con un índice más alto de morbilidad. Es decir, cuando el tejido adiposo se concentra principalmente en la región intraabdominal, visceral u omental. 13 2. Envejecimiento El envejecimiento es un proceso normal en la vida de cualquier organismo. En el caso de los seres humanos, aun cuando no existen patologías subyacentes, se esperan cambios adaptativos en el sistema nervioso que inician antes de la tercera edad, incluso en edades tempranas con un desarrollo lento que se evidencia a lo largo de la vida (Foster, 2012). En una revisión realizada por Borrás y Viña (2016) se distinguen los siguientes tipos de cambios cerebrales: 1. Cambios morfológicos que implican la reducción en el peso y volumen del cerebro como en el núcleo caudado, cerebelo, hipocampo y áreas prefrontales (Raz, Ghisletta, Rodrigue, Kennedy & Linderberger, 2010), pérdida neuronal, así como el aumento de glía y neuronas atróficas (Beltrán-Campos, Padilla-Gómez, Palma, Aguilar-Vázquez & Díaz- Cintra, 2011); 2. Cambios bioquímicos con variaciones en neurotransmisores, así como de las enzimas que los sintetizan y degradan, por ejemplo, reducción en receptores dopaminérgicos (Yang, Chiu, Chen, Chen, Yeh & Lee, 2003); 3. Cambios metabólicos mediante alteraciones en la barrera hematoencefálica así como reducción de vasos sanguíneos (Moreno, Pedraza & Gallo, 2013); y 4. Cambios funcionales (1) somatosensoriales con pérdidas de sensibilidad vibratoria, táctil y discriminativa, (2) motores con menos coordinación y control muscular, que a su vez se vincula con fallas en termorregulación, control de esfínteres y ortostatismo, (3) en el sueño, al aumentar despertares nocturnos y reducir horas de sueño REM y (4) en el desempeño cognitivo al observar problemas de memoria para hechos recientes, menor velocidad de procesamiento y reducción de flexibilidad mental mientras que la memoria remota e implícita están conservadas (Craik & Salthouse, 2011). 14 2.1. Tipos de Envejecimiento Actualmente se distinguen tres definiciones principales de envejecimiento: normal, patológico y óptimo (Montes de Oca, 2010). El envejecimiento normal se refiere a aquel presente en adultos mayores sin patologías inhabilitantes, aunque pueden presentarse enfermedades crónicas y dificultades al realizar actividades instrumentales de la vida diaria tales como manejar dinero, realizar compras, utilizar medios de transporte, entre otras. El envejecimiento patológico se presenta con enfermedades crónicas y/o déficits, incluyendo deterioro cognitivo. En caso contrario, el envejecimiento óptimo se relaciona con bienestar físico, con baja posibilidad de enfermedades, así como con la presencia de un desempeño cognitivo alto y funcional. 2.2. Reserva cognitiva La reserva cognitiva es un concepto que surgió para explicar aquellos casos donde la cantidad del daño cerebral no correspondía con la presentación clínica. Se han distinguido dos modelos: pasivo y activo. El modelo pasivo generalmente se denomina “reserva cerebral” mientras que el activo se denomina “reserva cognitiva (Stern, 2002; 2006; Opdebeeck, Martyr & Clare, 2015). El modelo de reserva cerebral hace referencia a la relación entre una gran talla cerebral o cuenta neuronal, y la habilidad de sostener más patología antes de que una discapacidad clínica se observe. En contraste, el modelo de reserva cognitiva se enfoca en el papel de las experiencias como educación, ocupación y participación en actividades cognitivamente estimulantes sugiriendo que niveles mayores de educación, ocupaciones más complejas y actividades cognitivamente estimulantes podrían amortiguar los efectos del daño o patología cerebral, ayudando al individuo a hacerle frente mediante procesos compensatorios (Stern, 2009). El concepto de “envejecimiento exitoso” toma en cuenta constructos fisiológicos, de bienestar, 15 recursos personales y factores extrínsecos y reconoce que el desempeño cognitivo conservado se sostiene de la reserva cognitiva (Cosco, Prina, Perales, Stephan & Brayne, 2014; Perani & Abutalebi, 2015). 2.3. Estrategias para el mantenimiento cognitivo del adulto mayor Un estilo de vida activo es clave para el mantenimiento del rendimiento cognitivo adecuado (Lojo-Seoanem, Facal & Juncos-Rabadán, 2012; Wilson, Scherr, Schneider, Tang & Bennett, 2007; Wilson et al., 2010), con actividades que abarquen los siguientes aspectos: (1) actividades cognitivas como leer, escribir, escuchar música, escuchar programas de radio, aprender un nuevo idioma, asistir a clases sobre alguna habilidad que no se domine o un tema desconocido; (2) actividades físicas como caminar, nadar o realizar cualquier actividad que el médico autorice y monitorice; y (3) actividades sociales como participar en actividadessociales, voluntariado, entre otros. 16 3. Obesidad y Cognición Aunado a los efectos negativos sobre la salud física de las personas con obesidad, se ha encontrado evidencia que muestra la asociación de un decremento en el desempeño cognitivo con el aumento en la masa corporal y el consumo de energía tanto en modelos animales como en humanos desde la niñez hasta la adultez tardía. Por ejemplo, en un estudio realizado por Smith, Hay, Campbell y Trollor (2011) las ratas obesas tienen un desempeño pobre en tareas de aprendizaje y memoria, incluso las ratas sin obesidad con una dieta alta en grasas mostraron alteración cognitiva comparada con aquellas con una dieta normal. En el caso de los humanos la obesidad está asociada con déficits leves en el desempeño cognitivo, principalmente en atención, memoria, funciones ejecutivas (Gunstand, Lhotsky, Wenderll, Ferrucci & Zoderman, 2010), así como en tareas de fluidez verbal, evocación, memoria lógica inmediata e inteligencia (Wang et al., 2016). La obesidad se relaciona con el daño cognitivo en niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos maduros (Alosco & Gunstad, 2014), iniciando con déficits tempranos en funciones ejecutivas y atención ya que individuos sanos, quienes únicamente padecen obesidad, presentan dichas fallas (Shefer, Marcus & Stern, 2013). En una revisión realizada de 26 estudios prospectivos y transversales por Smith, Hay, Campbell y Trollor (2011), se encontraron déficits cognitivos en niños y adolescentes principalmente en funciones ejecutivas, memoria a corto plazo y habilidades verbales. En el caso de los adultos de entre 19 y 65 años de edad, se encontró una asociación negativa entre la obesidad y las funciones cognitivas con un desempeño bajo en funciones ejecutivas, memoria, lenguaje y habilidades motoras. De manera general, los déficits cognitivos se presentan en personas con obesidad en adultez temprana (18 a 35 años) y mediana (35 a 59 años de edad). 17 Asimismo, la obesidad y el sobrepeso han sido asociados con alteración cognitiva leve, demencia en la vejez y riesgo elevado para enfermedad de Alzheimer especialmente cuando se presenta en la adultez media, es decir, alrededor de los 35 a 45 años de edad (Kidd, 2008; Bocarsly et al., 2015; Whitmer et al., 2008; Hassing et al., 2009; Hassing, Dahl, Pedersen & Johansson, 2010). Por otro lado, se han realizado investigaciones sobre la relación entre la pérdida de peso en personas con obesidad y mejoría en el desempeño cognitivo. Por ejemplo, en un meta-análisis realizado por Veronese et al. (2017) de 20 estudios se observó una mejoría en dominios de atención, memoria y funciones ejecutivas en adultos al utilizar dieta y cirugía bariátrica como tratamiento de obesidad en estudios longitudinales. En el caso de ensayos clínicos, los resultados son similares e incluyen un mejor desempeño en reactivos de lenguaje. 3.1. Obesidad como enfermedad del cerebro Los factores de riesgo y enfermedades asociadas a la obesidad son aspectos claves en el desarrollo del déficit cognitivo mediante tres mecanismos principales: secreción alterada del tejido adiposo, nivel elevado de triglicéridos y déficit en la regulación de la insulina. Smith, Hay, Campbell & Trollor (2011) explican los mecanismos de la siguiente forma: 1. Secreción alterada del tejido adiposo: el tejido adiposo produce sustancias claves para el metabolismo (adipokinas) y la inflamación (cytokinas). Un nivel alto de adipokinas secretadas por el tejido adiposo puede vincularse con alteraciones estructurales en el cerebro. Aunado a esto, la inflamación sistemática es resultado de factores circulatorios productos del tejido adiposo. Esto es el caso de la leptina que produce el tejido adiposo que altera la excitabilidad neuronal del cerebro y modula la señalización de la microglia. Asimismo, los niveles altos de leptina pueden generar resistencia a la leptina, la cual se 18 relaciona con alteraciones cognitivas e incapacidad para regular el peso. En modelos animales se encontraron déficits en memoria y aprendizaje en roedores con neuroinflamación crónica, específicamente con niveles altos de cytokinas y reactividad en microglia (Pistell et al. 2010; Rosi, Pert, Ruff, McGann-Gramling & Wenk, 2005; Walker & Harrison, 2015). 2. Nivel elevado de triglicéridos: aun cuando no siempre se observa un nivel elevado de triglicéridos en personas con obesidad, se hipotetiza que el nivel de triglicéridos es mediador del efecto de la obesidad sobre el funcionamiento cognitivo. Es decir, la obesidad no afecta directamente a la cognición. Los niveles altos de triglicéridos impiden el transporte de leptina a través de la barrera hematoencefálica y afectan al sistema nervioso una vez que se degradan en ácidos grasos libres. 3. Déficit en la regulación de la insulina: la resistencia a la insulina está relacionada con alteraciones en el funcionamiento cognitivo debido a que las células son incapaces de metabolizar la insulina a glucosa por lo que se crea mayor insulina. El exceso de insulina aumenta los niveles beta-amiloides, relacionados con el desarrollo de Enfermedad de Alzheimer. Asimismo, los transportadores de glucosa median regiones temporales relacionadas con la memoria. La obesidad aumenta el nivel de estrés oxidativo, produciendo resistencia a la insulina y acelerando el decremento cognitivo (Pratchayasakul et al., 2015). En adultos mayores con resistencia a la insulina se ha observado decremento en fluidez verbal, así como menor volumen de sustancia gris en lóbulos temporales (Benedict et al., 2012; Walker & Harrison, 2015). 19 3.2. Obesidad y cerebro En las últimas dos décadas se han realizado distintas investigaciones sobre la relación entre la obesidad y los cambios estructurales en el cerebro de los adultos. Mediante el uso de resonancia magnética y tomografía, Taki et al. (2008) encontraron una asociación entre un mayor IMC y menor volumen cerebral, principalmente en corteza frontal, temporal y parietal, así como cerebelo y estructuras mediales en 1,428 individuos entre 12-81 años de edad. Asimismo, se han reportado anormalidades anatómicas como el decremento en el volumen cerebral total en personas con obesidad, principalmente en el hipocampo, córtex prefrontal y cíngulo anterior (Karlsson et al., 2013; Alosco & Gunstad, 2014; Ward, Carlsson, Trivedi, Sager & Johnson, 2005; Yau, Castro, Tagani, Tsui & Convit, 2012). Con relación a los marcadores cerebrales se encontró una asociación significativa entre un alto IMC y anormalidades en axones y/o mielina en sustancia blanca, principalmente en áreas frontales, así como daño neuronal frontal en sustancia gris con evidencias de: (1) menor concentración del marcador NAA en sustancia blanca en regiones frontales, parietales y temporales; (2) menor concentración del marcador NAA en corteza frontal; y (3) menor concentración de compuestos que contienen colina (Cho) en sustancia blanca (Gazdzinski, Kornak, Weiner & Meyerhoff, 2008). Aun cuando diversos estudios sugieren que la obesidad produce alteraciones cognitivas y atrofia cerebral, resulta sumamente complicado establecer si esto es producido por la obesidad en sí misma o por las condiciones asociadas con ésta como es el caso del síndrome metabólico, diabetes y enfermedades vasculares (Bocarsly et al., 2015). 20 4. Obesidad, envejecimiento y cognición La relación entre la obesidad y el funcionamiento cognitivo se ha investigado en distintos grupos de edad, coincidiendo en que se encuentran fallas cognitivas en niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos maduros (Alosco & Gunstad, 2014; Shefer, Marcus & Stern, 2013; Smith, Hay, Campbell y Trollor, 2011). No obstante, cuando se habla sobre la relación de la obesidad y el funcionamiento cognitivo en personas de la tercera edad los hallazgos no están claros ya quela obesidad se aborda de manera distinta en varios sentidos. En la tercera edad se llevan a cabo cambios fisiológicos que afectan el estado nutricional de los adultos mayores. En una revisión realizada por Nieblas y Gómez (2015) se distinguen factores relacionados con la obesidad en la vejez como: (1) redistribución de la masa grasa y pérdida de masa muscular, así como disminución de la masa libre de grasa (masa muscular, órganos, piel y hueso) mientras que se reduce el músculo esquelético y la densidad mineral ósea; (2) cambios hormonales, como la disminución de testosterona en hombres; (3) el estrés oxidativo; (4) enfermedades concomitantes como enfermedades cardiovasculares, artritis, caídas y fracturas que disminuyen la movilidad del adulto mayor; (5) estilo de vida, originado probablemente por el declive del gasto de energía total; (6) redistribución del tejido adiposo subcutáneo así como en el compartimiento visceral y sitios ectópicos. Usualmente las personas aumentan su peso conforme aumentan su edad, pero alrededor de los 65 y 70 años se estabilizan y se considera que la pérdida de peso sugiere que hay un riesgo de alguna enfermedad subyacente y puede estar vinculado con la probabilidad de muerte (Dahl & Hassing, 2013). 21 En cuanto a la investigación del funcionamiento cognitivo en adultos mayores con obesidad se han encontrado resultados distintos y contradictorios (ver Tabla 2). Por un lado, existe evidencia de una asociación positiva entre obesidad y desempeño cognitivo en personas mayores (Smith et al., 2014) donde el IMC es un predictor de buen desempeño cognitivo en personas de 70 o más años de edad (Gunathlake et al., 2016). En contraste, Yoon, Choi, Ha, Ryu y Park (2012), encontraron que la asociación con desempeño cognitivo pobre se presentaba en sujetos menores a 70 años, pero no en aquellos mayores a 70 años ya sea porque se debilita o desaparece (Gunathilake et al., 2016). Sin embargo, también están aquellos resultados que sugieren que no hay una asociación entre IMC y funcionamiento cognitivo en la vejez (Dahl, Starr, Pattie & Deary, 2015) ni efectos negativos sobre la cognición (Dahl, 2015). Se han encontrado fallas en el funcionamiento cognitivo general (Lu et al., 2012; Elias, Elias, Sullivan, Wolf, Agostino & Agostino, 2003) y en dominios como memoria, lenguaje (Gunstand, 2010), funciones ejecutivas (Kirton & Dotson, 2016), atención, velocidad de procesamiento y función motora (Gunstand, 2013; Trollor, 2012) en adultos mayores con un IMC alto, así como con una mayor tasa de demencia o deterioro cognitivo en presencia de mayor circunferencia de cintura (West & Haan, 2009). En contraste están aquellos resultados que sugieren que el IMC alto en la edad avanzada está asociado con un menor riesgo de demencia o deterioro cognitivo (Luchsinger, Patel, Tang, Schupf & Mayeux, 2007; Sturman et al., 2008; Yoon et al., 2012) mientras que el bajo IMC es un factor de riesgo en el desarrollo de alteraciones cognitivas en adultos mayores (Tolppanen et al., 2014; Xiang, 2015; Gunathilake et al., 2016). Incluso se encontraron diferencias entre géneros ya que a medida que aumenta la obesidad, en los hombres se observó un mejor desempeño cognitivo mientras que en las mujeres se asoció con decremento en el funcionamiento cognitivo (Han et al., 2009). Así, se distingue la paradoja de obesidad cuando se encuentra que el IMC elevado se 22 asocia con mejores resultados en adultos mayores (Fitzpatrick et al., 2009), sugiriendo que el decremento del IMC podría indicar un proceso patológico subyacente (Galioto, Alosco, Spitznagel, Stanek & Gunstad, 2013). Otro aspecto que resulta interesante de tomar en cuenta es la presencia de obesidad en la adultez mediana (a partir de los 35 años) debido a la evidencia que sugiere que la obesidad en esta etapa de la vida es un factor de riesgo para el desarrollo de Enfermedad de Alzheimer (Sheffer, Marcus & Stern, 2013). Asimismo, se encontró que tanto el sobrepeso como la obesidad en la adultez mediana predicen deterioro cognitivo leve (Laitala et al., 2011). Aunque también existen resultados que donde no existen asociaciones entre obesidad central ni global en la adultez mediana con cambios cerebrales (Driscoll et al., 2011). Tabla 2. Comparación de metodologías y resultados de artículos sobre obesidad, cognición y vejez entre 2003- 2016. R ef er en ci a Participantes Medidas cognitivas Medidas de obesidad Covariables Hallazgos principales E li a s, E li a s, S u ll iv a n , W o lf & D ’A g o st in o , 2 0 0 3 1423 adultos pertenecientes al Study Framningham Heart Study 55- 88 años Batería Neuropsicológica Kaplan-Albert IMC Edad al momento de la evaluación, nivel de ocupación y consumo de fármacos. Hipertensión. Factores de riesgo para ECV como consumo de alcohol, total de colesterol, diabetes Efectos significativos de hipertensión y obesidad en test de aprendizaje y memoria observados para hombres, no para mujeres. La obesidad y la hipertensión se asociaron con funcionamiento cognitivo bajo en adultos mayores hombres, independientemente de otro factor de riesgo para ECV. La obesidad y la hipertensión tienen efectos comunes en test específicos de memoria. S tu rm a n . M en d es d e L eo n , M o rr is , W il so n & E v a n s, 2 0 0 8 3885 participantes del Chicago Health and Aging Project 65 años o más MMSE, Test de memoria inmediata y recuerdo diferido East Boston, Test de Dígitos y Símbolos IMC Condiciones crónicas: hipertensión, enfermedad cardiaca, diabetes, historia de infartos. El peso bajo estuvo asociado significativamente con un menor desempeño en escalas de función cognitiva en comparación del peso normal. El sobrepeso y la obesidad se asociaron con la función cognitiva entre sujetos negros pero no con otras razas. El IMC se asoció con el cambio en la función cognitiva a través del tiempo como un IMC alto estuvo asociado con menos decremento en la fx cognitiva en el tiempo. H a n , A h n J o , S eo , G w o n , H ee K im , In h o J o , et .a l, 2 0 0 9 721 participantes del AGE Study en Corea 63 a 72 años CERAD-K (MMSE, Lista de palabras, praxias construccionales, recuerdo demorado de palabras, reconocimiento, recuerdo de construcción). Peso, IMC, Radio cadera-cintura, circunferencia de cintura, porcentaje de grasa corporal Hipertensión, diabetes y consumo de tabaco. Edad, sexo, escolaridad. Existe relación únicamente con los parámetros de composición corporal como IMC y porcentaje de grasa corporal y el cambio en las funciones cognitivas. El cambio en la función cognitiva es mayor tanto en medidas bajas como altas de WC. En hombres, el incremento de los parámetros de obesidad se asociaron con un cambio positivo en la función cognitiva. 23 W es t & H a a n , 2 0 0 9 1351 participantes latinos del SALSA 60-101 SMSE y Del Rec (recuerdo demorado de lista de palabras), Batería neuropsicológica Inglés Español Peso, altura, circunferencia de cintura, IMC Edad, escolaridad, antecedente de infarto, diabetes tipo II, baja densidad de lipoproteína- colesterol El IMC en línea base estuvo inversamente asociado con la tasa de demencia o deterioro cognitivo. Una gran circunferencia de cintura en la línea base se asoció con una tasa incrementada de demencia o deterioro cognitivo. W a lt h er , B ir d si ll , G li sk y & R y a n , 2 0 0 9 95 mujeres52- 92 MMSE, Vocabulario WASI, Memoria Lógica, Pares asociados verbales, reconocimiento de rostros, pares asociados visuales, test de demora larga WCST, Arirmética, fluidez verbal F, A, S, dígitos en regresión y control mental, velocidad de procesamientoIMC Alto IMC en adultez mediana está asociado con pobre desempeño cognitivo en la vejez, aún cuando se controla la hipertensión, diabetes e infarto. Puntuación más baja en FE y memoria del grupo con obesidad. No obstante se encontró mayor velocidad de procesamiento con IMC alto. H a ss in g , D a h l, P ed er se n & J o h a n ss o n , 2 0 1 0 417 Participantes del registro de gemelos sueco MLP: prose recall test, Thurstone's Picture Memory Test y Memory-in-Reality- Test MCP: Dígitos MCP: Dígitos en progresión y regresión. IVP: Dígitos y Símbolos y Perceptual Speed Test HABILIDAD VERBAL: Información y Vocabulario INFO ESPACIAL: diseño de bloques IMC, altura y peso, Hábitos de consumo de alcohol y cigrarro, actividad física, medicinas utilizadas, enfermedades padecidas, hipertensión, diabetes, infarto Un alto IMC en la adultez mediana está asociado con desempeño cognitivo pobre aún cuando se controla hipertensión, diabetes e infarto; edad, educación y actividad física. G u n st a d , L h o ts k y , R ic e, F er u cc i & Z o n d er m a n , 2 0 1 0 1703 participantes entre 91-93 años de edad MMSE, WAIS-R (digitos ), TMT, California Verbal Learning Test, Fluencia fonológica y semántica, Boston, Card Rotations IMC, circunferencia de cintura, circunferencia de cadera Fallas en funcionamiento cognitivo general, memoria y lenguaje. Fallas en FE pero no en atención. L a it a la , K a p ri o , K o sk en v u o , R ä ih a , R in n e & S il v en to in en 2 0 1 1 2602 gemelos durante 41 a 80 años Encuestas telefónicas: TELE y TICS que correlacionan fuertemente con MMSE IMC Educación, satisfacción de vida, tiempo de actividad física, consumo de alcohol y tabaco, historia de ECV, hipertensión, hipercolestimia, diabetes El sobrepeso como la obesidad en la adultez mediana predicen deterioro cognitivo leve. A l H a zz o u ri , H a a n , W h it m er , Y a ff e & N eu h a u s, 2 0 1 2 1480 participantes entre 60 a 101 años de edad seguidos por 6.2 2MSE IMC, circunferencia de abdomen Lugar de nacimiento, escolaridad, estado civil, ingreso económico Mejor funcionamiento cognitivo con niveles altos de leptina en la línea base en adultos sin obesidad central. L u , L u , W a n g , L i, L iu , Z h en g , et a l. , 2 0 1 2 1722 participantes de >40 años MMSE IMC, circunferencia de cintura y tolerancia a la glucosa Dieta, ejercicio, intervenciones farmacológicas Tolerancia a la glucosa, obesidad expresada en IMC y obesidad central en WC fueron asociados con un menor funcionamiento cognitivo. Y o o n , C h o i, Y u , H a , H o R y u & H eu m P a rk , 2 0 1 2 250 adultos de 60 años MMSE IMC, circunferencia de cintura CT scans Hipertensión, diabetes, niveles de glucosa, colesterol total, triglicéricos, dendidad de lipoproteínas Edad, sexo, educación Se encontró asociación entre un IMC alto y bajo desempeño cognitivo sólo en la vejez temprana. En adultos mayores a 70 años el IMC, WC y adiposidad subcutánea y visceral no se asociaron con el pobre desempeño cognitivo. S in g h -M a n co u x , C ze rn ic h o w , E lb a z, D u g ra v o t, S a b ia , H a g g er -J o h n so n , et a l 2 0 1 2 6401 adultos entre 39-63 años de edad IMC, estado metabólico: presión arterial, alta densidad de lipoproteina, trigiliceridos, glucosa en sangre, medicamentos. Alice Heim 4-1 para razonamiento verbal y matemático, 20-word free recall test para memoria verbal, fluidez verbal fonémica y semántica El deterioro cognitivo durante los 10 años de seguimiento fue similar entre el grupo obeso metabólicamente normal y los obesos metabólicamente anormal. Diferencias en funcionamiento cognitivo en la línea base que no incrementaron en el tiempo. 24 T ro ll o r, S m it h , A g a rs , K u a n , B a u n e, C a m p b el l, e t a l. 2 0 1 2 873 participantes entre 70-90 años Velocidad de procesamiento (Dígitos y símbolos, TMT A); motora fina (Grooved Pegboard Test); Memoria (Memoria lógica, Palabras de Rey, BVRT), lenguaje (denominación de animales, Boston) Espacial (diseño con cubos), FE (TMT B, FAS, Stroop). **Marcadores de inflamación IMC, diabetes, glucosa. Edad, sexo, escolaridad, depresión, factores cardiovasculares y metabólicos, consumo de alcohol, tabaco Mientras la inflamación aumenta, la función cognitiva disminuye. Especialmente en velocidad de procesamiento. G u n st a n d , S ta n ek , D ev li n , P a u l, S tr a in , C o h en , et . A l, 2 0 1 3 732 participantes entre 18 y 88 años IntegNeuro (computarizado) Digit span, tiempo de reacción, cambio de atención TMT, interferencia verbal stroop, FE laberintos, motora, tapping, lenguaje (fluencia fonológica, semántica), memoria lista de palabras, IMC, peso, altura BMI asociado con decremento en atención, velocidad de procesamiento, función motora. Los déficits ejecutivos pueden aumentar con la edad. S m it h , B a il ey , C ra w fo rd , S a m a ra s, B a u n e, C a m p b el l, e t a l. , 2 0 1 4 Individuos entre 74-94 años Velocidad de procesamiento (dñigitos y símbolos, TMT A); memoria (lógica, palabras de Rey, Retención Visual Benton); lenguaje (denominación de animales, boston); FE (FAS, TMT B, Stroop) IMC, circunferencia de cintura, grasa corporal y abdominal por DEXA Edad, sexo, escolaridad, síntomatología depresiva, dx de angina pectoris, infarto a miocardio, ataque isquémico, hipertensión, diabetes mielitus, colesterol alto, cambio de peso en linea base, genotipo APOE Mejor desempeño cognitivo en participantes con sobrepeso, seguidos por los individuos obesos y los peores desempeños de los normopeso. B o lz en iu s, L a id la w , C a b ee n , C o n tu ro , M cM ic h a el , L a n e, e t. a l 2 0 1 5 62 adultos mayores sanos entre 51-81 MMSE para excluir FE (TMT B, Numeros y letras), velocidad de procesamiento (TMT A), Memoria (historias, listas de palabras). IMC MRI CTI No se encontraron relaciones entre IMC y cognición. No se encontraron disfunciones cognitivas asociadas con IMC alto ni alteraciones en DTI. P a p a ch ir is to u , R a m sa y , L en n o n , P a p a co st a , Il if fe , W h in cu p , et . A l, 2 0 1 5 1570 participantes 71-92 años TYM compuesto de 10 tareas cognitivas Circunferencia de cintura, circunferencia de cadera, cifrcunferencia de músculo del brazos Función del músculo y sarcopenia Resistencia a la insulina, inflamación, proteína C- reactiva, diabetes, posición socioeconímica, educación, actividad física, consumo de alcohol y tabaco, Relación entre CC CC y funcionamiento cognitivo. Más WC WHR IMC en adultos con funcionamiento cognitivo normal. K ir to n & D o ts o n , 2 0 1 6 56 adultos sanos: un grupo de 65 años y otro de 40 Ev. Cog: VP (stroop palabras, color, TMT A) MT (WAIS NL dígitos en regresión), FE (Stroop, TMT B). IMC Reserva cogntivia por autoreporte, escala de depresión Déficits en FE relacionados con IMC Sin relación entre IMC y VP K im , K im & M in P a rk , 2 0 1 6 5125 adultos mayores a 46 años MMSE IMC Asociación protectora de obesidad con fx cognitiva en la vejez 25 Con relación a los cambios neuroanatómicos asociados con la obesidad en la vejez, Walther, Birdsill, Glisky y Ryan (2010) realizaron un estudio con mujeres entre 52 y 92 años de edad donde encontraron una asociación negativa entreel IMC y el volumen en corteza orbitofrontal y posterior derecha desde el giro parahipocampal hasta el lóbulo occipital, así como en el cerebelo derecho, aun cuando se consideró la hipertensión como covariable. Brooks et al. (2012) encontraron resultados similares con reducción del volumen cerebral, principalmente en corteza prefrontal dorsolateral bilateral, acompañado de reducción en el área motora suplementaria izquierda, giro frontal inferior izquierdo y giro postcentral izquierdo. Aunado a esto, se encontró una asociación negativa entre IMC y conectividad en córtex cingulado posterior y precuneo, aun considerando la edad, sexo y enfermedades comórbidas a la obesidad (Beyer et al., 2017). En contraste, se encontró evidencia de aumento en el volumen de sustancia blanca en lóbulos frontales, temporales, parietales y occipitales conforme el IMC aumentaba (Walther, Birdsill, Glisky & Ryan, 2010). El análisis de los resultados contradictorios en las investigaciones previas es de suma importancia ya que la prevalencia en la obesidad aumenta al igual que la población mexicana de edad avanzada. De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI (2015), se estima que la población de edad avanzada representa el 7.2% de la población. Las cifras de la ENSANUT (2012) sugieren que la población mexicana se encuentra en un envejecimiento acelerado, estimando que para 2050 los adultos mayores conformarán alrededor del 28.0% de la población. Si la obesidad en la vejez realmente está relacionada con la aceleración en el deterioro cognitivo, ambos aumentos en la prevalencia se potencializarán implicando costos económicos, sociales y en la calidad de vida de los adultos mayores. En 2015 se estimó un costo anual de 3 mil 500 millones de dólares en atención a enfermedades relacionadas con la obesidad. Para 2017 se estima que la cifra aumentará a 150 860 millones de pesos (Dávila et al., 2015). Aunado a esto, 26 no se puede perder de vista que, de acuerdo con la Secretaría de Salud Pública, el 9.2% de los casos con sobrepeso y obesidad tienen diabetes. Esto resulta importante ya que se ha encontrado que los déficits cognitivos son más evidentes ante la presencia de diabetes. Bischof y Park (2015) encontraron que los adultos mayores con obesidad tenían un desempeño cognitivo más pobre aun cuando se consideraban otras variables como la presencia de diabetes, hipertensión, consumo de alcohol y tabaco, entre otras. Sin embargo, no puede perderse de vista que tanto la obesidad como la diabetes se han reconocido como factores de riesgo para desarrollar demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer (Walker & Harrison, 2015). En los artículos revisados se encontraron algunas particularidades metodológicas que restan claridad a estas evidencias. Por ejemplo, se sabe en la vejez se pierde la densidad ósea, hay un aumento en la infiltración de grasa en el músculo, la masa de grasa aumenta y se distribuyen los depósitos de grasa por lo que el IMC puede no ser la medida más adecuada para calcular la grasa corporal (Fakhouri, Kit, Carroll, Flegal & Ogden, 2014). West y Haan (2009) proponen la circunferencia de cintura como un indicador con mayor precisión de grasa abdominal visceral, por encima de otras medidas incluyendo el IMC. En población latina se considera como obesidad más de 80 cm en mujeres y más de 90 cm en hombres (Castro-Martínez et al., 2016). Por otro lado, Dahl et al. (2016), quienes no encontraron evidencia que asocie la obesidad con el desempeño cognitivo, cuestionan la muestra recabada ya que afirman que los adultos mayores que realmente tienen alteraciones en el desempeño cognitivo no participan en estudios como éste. Además, no todos los estudios realizados utilizan criterios de exclusión adecuados, grupos controles, instrumentos estandarizados o variables tales como la depresión (Prickett, Brennan & Stowyk, 2014) lo que hace más claro la importancia de realizar más investigación sobre el tema. 27 5. Justificación La prevalencia de obesidad aumenta a la par que la población mexicana geriátrica. Por lo tanto, si la obesidad en la vejez realmente se relaciona con la aceleración en el deterioro cognitivo, se espera que aumenten las cifras de adultos mayores con fallas cognitivas. Además, la presencia de otras afecciones en personas con sobrepeso y obesidad como diabetes e hipertensión, así como el consumo de alcohol y tabaco potencializan los déficits cognitivos. En la literatura revisada se encontraron particularidades metodológicas que podrían explicar la contradicción entre resultados por lo que el presente estudio analizará esta relación mediante una medición de obesidad más precisa (porcentaje de grasa) sin excluir aspectos emocionales y del estilo de vida de los participantes. La problemática que se pretende investigar en el presente trabajo promete proveer información correlacional con la que se puedan generar programas de prevención e intervención de la obesidad en la vejez. Particularmente comprobar una asociación entre la obesidad y el funcionamiento cognitivo definiría esta variable como factor, ya sea de riesgo o protector, de deterioro cognitivo en la vejez, y así favorecer mejores condiciones de salud para que el envejecimiento implique mínimos problemas de salud, mejorando su calidad de vida. 5.1. Objetivo El presente trabajo planteó como objetivo general evaluar la relación entre obesidad, memoria y funciones ejecutivas en adultos mayores mexicanos. Adicionalmente se plantearon como objetivos específicos: (1) comparar el desempeño cognitivo entre los adultos mayores con y sin obesidad; y (2) determinar la relación entre las distintas medidas antropométricas y el desempeño cognitivo. 28 5.2. Hipótesis H0: No hay diferencias en el desempeño cognitivo entre adultos mayores mexicanos con y sin obesidad. Así como tampoco hay relación entre las medidas antropométricas y el desempeño cognitivo. H1: El desempeño cognitivo de adultos mayores mexicanos con obesidad es peor que el de adultos mayores sin obesidad. En este mismo sentido, las medidas antropométricas se asocian con el desempeño cognitivo, de manera que a mayor IMC, circunferencia de cintura y porcentaje de grasa habrá peor desempeño cognitivo. 5.3. Variables Variables independientes: índice de masa corporal, circunferencia de cintura y porcentaje de grasa. Variable dependiente: desempeño cognitivo en tareas de memoria y funciones ejecutivas. Tabla 3. Definición operacional de variables independientes y dependientes Variable Definición conceptual Definición Operacional Instrumento Medidas Obesidad Acumulación anormal o excesiva de grasa (OMS, 2016). Peso Kilogramos Índice de masa corporal Ideal: 18.5-24.9 Sobrepeso: 25-29.9 Obesidad: >30 Circunferencia de cintura Hombres Obesidad: >90 cm Mujeres Obesidad: >80 cm (Castro-Martínez et al., 2016). 29 Porcentaje de grasa Hombres Normopeso: 13-24% Obesidad: >24% Mujeres Normopeso: 24-35% Obesidad: >35% (Gallagher, et al., 2000) Coeficiente intelectual Índice global para calcular la habilidad general de inteligencia (Weschler, 2008) CIT del WAIS-IV Media: 100 D.E.: 15 Codificación Componente de la memoria que se refiere a la manera en la que la información se representa en el sistema nervioso. TAVEC V3. Total de palabras recordadas en el conjunto de los cinco ensayos (RI-AT) Baremos en puntuación Z del grupo de edad 5 (55- 64) y 6 (65-74). Memoria a corto plazo Sistema de memoria explícita disponible por pocos segundos, con capacidad limitada y vulnerable a distracciones (Miller, 1956). TAVEC V8. Recuerdo libre a corto plazo Baremos en puntuación Z del grupo de edad 5 (55- 64) y 6 (65-74). Memoria a largo plazo Sistema de memoria que almacenainformación durante un periodo largo de tiempo (Rains, 2004). TAVEC V9. Recuerdo libre a largo plazo Baremos en puntuación Z del grupo de edad 5 (55- 64) y 6 (65-74). 30 Mantenimiento Representación de la información en el sistema nervioso que está almacenada y disponible (Rains, 2004). TAVEC V10. Recuerdo con claves a corto plazo V11. Recuerdo con claves a largo plazo V23. Número de aciertos en prueba de reconocimiento V24. Número de falsos positivos en la prueba de reconocimiento. Baremos en puntuación Z del grupo de edad 5 (55- 64) y 6 (65-74). Memoria visual Sistema de memoria encargado de procesar representaciones visuales y espaciales (Ardila, et al., 2015). Figura Compleja de Rey- Osterrieth ROCF Evocación diferida Percentil inferior a 30 se considera como puntuación clínica. Planeación Organización de secuencias para ejecutar planes y llegar a una meta en un menor tiempo, esfuerzo y dispersión cognitiva (Flores, Ostrosky-Shejet & Lozano, 2012). Torre de Londres Puntuación del total de movimientos 130 Muy superior 120-129 Superior 110-110 Promedio alto 90-109 Promedio 80-89 Promedio bajo 70-79 Límite <70 Pobre Figura Compleja de Rey- Osterrieth Copia Percentil inferior a 30 se considera como puntuación clínica. Inhibición Regulación y control de respuestas impulsivas (Flores, Ostrosky-Shejet & Lozano, 2012). Stroop Palabra-color Percentiles 80-95 Máximo 40-60 Promedio 30 límite <20 deficiente Flexibilidad mental Capacidad para cambiar el pensamiento y la acción con el objetivo de percibir, procesar y responder a WSCT Respuestas perseverativas Errores perseverativos Respuestas de nivel conceptual Puntuación estándar 107 Por arriba del promedio 92-196 Promedio 77-84 Por debajo del promedio 31 situaciones de diferentes maneras (Eslinger & Grattan, 1993). Número de categorías concluídas 70-76 Levemente alterado 62-69 Moderadamente alterado 55-61 Severamente alterado Velocidad de procesamiento Habilidad para procesar una cierta cantidad de información por unidad de tiempo (Ríos-Lago, Periáñez & Rodríguez-Sánches, 2008). WAIS-IV Índice de Velocidad de Procesamiento: - Búsqueda de símbolos - Claves Índices globales: Media: 100 D. E.: 15 Puntuaciones escalares Media de 10 D.E. 3 Memoria de Trabajo Mantenimiento de la información en línea mientras es analizada, seleccionada e integrada (Flores, Ostrosky-Shejet & Lozano, 2012). WAIS-IV Índice de Memoria de Trabajo: - Retención de dígitos - Aritmética Índices globales: Media: 100 D. E.: 15 Puntuaciones escalares Media de 10 D.E. 3 32 6. Método 6.1. Participantes Se reclutaron adultos mayores voluntarios de 60 años de edad o más, divididos de acuerdo al porcentaje de grasa, con obesidad (Hombres >24%; Mujeres >35%) y sin obesidad (Hombres 13-24%; Mujeres 24-35%) pertenecientes al Centro de Atención Integral INAPAM, Centro Cultural San Francisco INAPAM, Universidad de la Tercera Edad (UTE) Campus Mixcoac, Unidad de Desarrollo y Educación para la Tercera Edad (UNIDE) de Tlalnepantla y comunidad de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Criterios de inclusión: Mujeres y hombres mayores de 60 años de edad, sin enfermedades crónico degenerativas conocidas, salvo diabetes mellitus tipo II e hipertensión pero controladas. Criterios de exclusión: Historia de patología psiquiátrica y/o neuropsicológica, trastornos en el desarrollo, patologías físicas, historia de traumas craneoencefálicos o accidentes cerebrovasculares, abuso de alcohol y de drogas. Adultos que estén en programas para bajar de peso, con placas, clavos quirúrgicos y marcapasos en el cuerpo. Asimismo, se excluyeron participantes que obtuvieron una puntuación menor a 23 puntos en MMSE, CIT menor a 85 puntos o puntaje mayor a 9 en Escala de Depresión Geriátrica Yesavage. Criterios de eliminación: participantes que no completaron la evaluación neuropsicológica y/o valoración antropométrica. 6.2. Materiales Se utilizó una cinta antropométrica de fibra de vidrio marca SECA y una báscula de bioimpedancia marca TANITA. 33 6.3. Instrumentos 1. Mini-Examen Cognoscitivo (MEC; Revillas, 2014) derivado del Mini-Mental State Exploration (MMSE; Folstein, Folstein & McHugh, 1975). Es una escala de cribado para identificar deterioro cognitivo. Actualmente el punto de corte establecido son 23 puntos. 2. Depresión Geriátrica de Yesavage (GDS30; 1986): contiene 30 preguntas dicotómicas donde el puntaje mayor a 9 se considera con depresión (Prieto-Miranda, Villanueva- Muñoz, Arias-Ponce, Jiménez-Bernardino, 2016). 3. Escala Weschler de Inteligencia para Adultos-IV (WAIS-IV; Weschler, 2008). Este instrumento se utiliza para evaluar la capacidad cognitiva entre los 16 a 90 años de edad cuyas puntuaciones en las subpruebas estiman el funcionamiento intelectual. Se compone de cuatro índices: Comprensión Verbal, Razonamiento Perceptual, Memoria de Trabajo y Velocidad de Procesamiento. Cuenta con datos normativos para la población mexicana. 4. Figura compleja de Rey-Osterrieth (FCRO; Rey, 2006). Esta prueba se diseñó para evaluar la organización perceptual y memoria visual. Es una figura dividida en 18 unidades, a las cuales se les asigna un puntaje obteniendo un total de 36 puntos tanto en la copia como la reproducción de memoria. Asimismo, se consideran errores de rotación, fallos en la localización, repeticiones, distorsiones, cambios en trazos o tamaños, omisiones, sustituciones, entre otros. Este test cuenta con datos normativos para población latinoamericana, incluyendo a México (Rivera et. al, 2015). 5. Test de Aprendizaje Verbal España-Complutense (TAVEC; Benedet & Alejandre, 1998). Se presenta una lista de aprendizaje con 5 ensayos, posteriormente se presenta una lista de interferencia, la prueba de recuerdo libre a corto plazo de la lista A y la prueba de recuerdo con claves semánticas a corto plazo de la lista A. Después de 20 minutos de interferencia, se realiza la prueba de recuerdo libre a largo plazo de la lista A seguido de la prueba de reconocimiento de la lista A. Los baremos disponibles son para población española únicamente. 6. Prueba de clasificación de tarjetas de Wisconsin (WSCT; Heaton, Chelune, Talley, Kay & Curtis, 2001). Este instrumento se desarrolló para evaluar la habilidad de modificar 34 estrategias cognitivas. El participante coloca cartas debajo de una de las cuatro tarjetas estímulo y el evaluador indica si es correcta o no. Se registran las respuestas correctas, total de errores, respuestas perseverativas, entre otras. No se cuentan con datos normativos para población mexicana. 7. Torre de Londres (TOL-DX; Culbertson & Zillmer, 1999). Este instrumentó fue diseñado para evaluar la elaboración y ejecución de estrategias para resolver problemas. Actualmente no se cuentan con baremos adecuados para la población mexicana. 8. Stroop test de colores y palabras (Golden, 2007). Esta prueba mide la capacidad de inhibición. Se compone de tres láminas, las cuales se leen en voz alta. Las dos primeras son tareas de lectura y denominación mientras que en la tercera se solicita al participante que inhiba dichas respuestas automáticas. Actualmente existen datos normativos para población mexicana (Rivera et. Al, 2015). 6.4. Diseño y procedimiento: El diseño del presente estudió fue cuasiexperimental, transversal, comparativo y multicentro. Se dividió en cuatro fases: Fase 1 Se invitó a participar a adultos mayores a 60 años pertenecientes al Centro de Atención Integral (CAI) del INAPAM, Centro Cultural San Francisco del INAPAM, Universidad de la Tercera Edad (UTE) Campus Mixcoac,Universidad de Desarrollo y Educación para la Tercera Edad (UNIDE) Campus Tlalnepantla y comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala. La invitación se realizó mediante la elaboración de carteles y visitas a salones, de acuerdo con las características de cada lugar. 35 Fase 2 Se realizó una entrevista individual con cada participante para explicar el objetivo del estudio, brindar el consentimiento informado y esclarecer cualquier duda. Asimismo, se realizó la historia clínica, la aplicación del MMSE y GDS30. En esta sesión, con duración de una hora aproximadamente, se determinó si el participante se seleccionó para formar parte de la muestra. En el caso de las personas que no cumplían los criterios de inclusión, se les explicó esto y se les informó que se les entregaría reporte de resultados de la evaluación tamiz. Fase 3 En el caso de que el participante cumpliera con los criterios de inclusión, se procedió a citarlos nuevamente para la toma de medidas antropométricas de acuerdo con las Normas Internacionales para la Valoración Antropométrica (ISAK, 2001), mediante los instrumentos previamente mencionados. Cabe mencionar que se brindó un consentimiento informado específico para el uso de la báscula de bioimpedancia ya que está contraindicada para personas con placas metálicas, clavos quirúrgicos y marca pasos por lo que se solicitó que cada participante declarara por escrito que no posee ninguno de éstos. Asimismo, se realizó la evaluación neuropsicológica por lo que generalmente esta fase consistió en dos sesiones, con duración de hora y media. Fase 4 Una vez concluida la evaluación, se realizó la devolución del reporte de resultados de forma individual y se le explicó a cada participante en qué consistían las recomendaciones. En el caso de los participantes que presentaran puntuaciones de relevancia clínica y/o antecedentes de importancia se canalizaron inmediatamente a las clínicas de la residencia de la maestría de 36 Psicología UNAM Residencia en Neuropsicología Clínica pertenecientes a la Facultad de Psicología, FES Zaragoza o FES Iztacala. 6.5. Análisis estadístico La captura y análisis de los datos se realizaron mediante el programa SPSS Statistics Versión 20, con el cual se realizaron estadísticos descriptivos para caracterizar la muestra, así como contrastes de hipótesis para identificar diferencias entre grupos mediante U de Mann Whitney con exactitud de Monte Carlo) y rho de Spearman. 37 7. Resultados Se reclutaron 60 participantes en total, de los cuales fueron excluidos 35 ya que no cumplían con los criterios de inclusión (figura 1). No obstante, 26 participantes desearon que se les aplicaran tanto el instrumento de cribado cognitivo, así como la evaluación del estado de ánimo. Figura 1. Diagrama de flujo sobre los participantes captados. Nota: TCE= Traumatismo Craneoencefálico; TNCL= Trastorno Neurocognitivo Leve; EVC= Enfermedad Cerebrovascular; P.= Padecimientos; MMSE= Mini-Examen Cognoscitivo; GDS30= Escala de Depresión Geriátrica. La muestra final se compuso de 11 participantes: 9 mujeres (%) y 2 hombres (11.1%), con un rango de edad entre 61-77 años de edad (ver Tabla 4). En cuanto a la escolaridad, la media fue de 15.36 años, correspondiente a carrera universitaria. En su mayoría, los participantes del 38 presente estudio se encontraban activos ya sea mediante actividades remuneradas o asistiendo a clases impartidas por centros culturales y/o instituciones para adultos mayores. Tabla 4 Características demográficas de la muestra Obesidad n= 5 Sin Obesidad n= 5 Características Frec. % Media D.E. Frec. % Media D.E. p Edad en años 67.40 5.68 68 6.28 .364 Años de escolaridad 18.40 4.03 14.2 1.64 .025* Sexo Hombres 1 20 0 0 Mujeres 4 80 5 100 Ocupación Jubilado 1 20 0 0 Laboralmente activo 2 40 1 20 Jubilado/asiste a clases 2 40 4 80 Ejercicio Sí 3 60 3 60 No 2 40 2 40 Diabetes Sí No 0 5 0 100 0 5 Hipertensión Sí 2 40 1 20 39 No 3 60 4 80 Estatura en centímetros 154.60 7.02 156 5.65 .365 Peso en gramos 66560 7974.83 56120 7016.9 .078 IMC 27.76 1.86 22.98 1.61 .003* Porcentaje de grasa 35.30 5.10 28.02 2.92 .048* Circunferencia de cintura 82.34 10.22 73.90 87.68 .078 Circunferencia de cadera 98.34 2.01 87.68 12.93 .132 MMSE 28.80 1.64 27.8 .44 .361 GDS 2.00 2.12 2.40 3.78 .450 CIT 111.40 4.72 107.00 10.22 .114 Nota: IMC: Índice de masa corporal; MMSE: Minimental; GDS Geriatric Deprression Scale; CIT Capacidad Intelectual Total; D.E.= Desviación Estándar; *p<.05 En cuanto al estado de salud, únicamente un participante reportó padecer diabetes con evolución de dos años y en tratamiento. Aunado a esto, cuatro participantes fueron diagnosticados con hipertensión, la cual estaba controlada mediante tratamiento farmacológico al momento de la evaluación. En cuanto a las escalas cognitivas de cribado, todos los participantes cumplieron con los puntajes mínimos requeridos por lo que las puntuaciones no varían entre participantes. Los participantes se clasificaron en dos grupos de acuerdo al porcentaje de grasa; las características antropométricas de la muestra se presentan en la Tabla 4, en las cuales se 40 encontraron diferencias significativas en años de escolaridad (p= .025), IMC (p= .003) y porcentaje de grasa (p= .048). Debido a la evidencia sobre los efectos negativos de la diabetes sobre el funcionamiento cognitivo, se eliminó al único participante con diabetes con el objetivo de comparar desempeños entre personas sin obesidad y personas con obesidad únicamente. En las tablas 5 y 6 se presentan los resultados de los contrastes de hipótesis en los cuales se encontraron diferencias marginales (p= .051) en Recuerdo Libre a Largo Plazo (RL-LP) en el cual los participantes con obesidad lograron recuperar más cantidad de palabras de forma espontánea y después de una demora de 20 minutos. En las pruebas de funcionamiento ejecutivo, se encontró una diferencia significativa entre los grupos en el Tiempo de Inicio de TOL (p= .023), en la cual el grupo con obesidad tarda más en iniciar su ejecución. Tabla 5 Comparación de puntuaciones entre grupos mediante U de Mann Whitney con Monte Carlo Obesidad n= 5 Sin Obesidad n= 5 Subprueba M (DE) M (DE) P FCRO EVOCACIÓN 46 (21.908) 23 (17.888) .072 TAVEC V3. RI-AT 1.200 (.44721) .600 (.547) .138 V8. RL-CP 1.200 (.000) .447 (1.000) .058 V9. RL-LP 1.000 (.707) -.200 (.836) .051* V10. RCL-CP 1.400 (.547) .800 (.836) .196 V11. RCL-LP 1.200 (.447) .400 (.894) .141 41 V23. RECON-AC .400 (.547) .000 (.707) .325 V25. FP -.600 (.547) -.200 (.836) .344 Nota: FCRO=Figura Compleja de Rey Osterrieth; TAVEC= Test de Aprendizaje Verbal España- Complutense; RI-AT=Total de palabras recordadas en el conjunto de los cinco ensayos; RL-CP= Recuerdo libre a corto plazo; RL-LP= Recuerdo libre a largo plazo; RCL-CP= Recuerdo con claves a corto plazo; RCL-LP= Recuerdo con claves a largo plazo; RECON-AC= Número de aciertos en la prueba de reconocimiento; FP= Número de falsos positivos en la prueba de reconocimiento. M= Media; DE= Desviación Estándar. *p<.05 42 Tabla 6 Comparación de puntuaciones entre grupos, excluyendo al participante con diabetes, en pruebas de funcionamiento ejecutivo U de Mann Whitney con ajuste de Monte Carlo Con Obesidad n= 5 Sin Obesidad n= 5 Subprueba M (DE) M (DE) p WAIS-IV RD WAIS-IV 11.20 (1.924) 10.80 (2.683) .359 AR WAIS-IV 10.00 (1.87) 9.80 (1.643) .409 BS WAIS-IV 11.20 (1.304) 12 (3.082) .585 CL WAIS-IV 11.40 (.548) 10.60 (1.673) .197 STROOPINTERF 36 (15.165) 42 (16.431) .412 FCRO FCRO COPIA 34 (11.401) 29.800 (25.984) .258 TORRE DE LONDRES NO. DE MOVIMIENTOS 105. 400 (21.702) 91.200 (13.755) .119 TOTAL CORRECTAS 103 (21.702) 90.400 (7.778) .244 TIEMPO DE INICIO 116 (17.606) 94. 400 (9.316) .013* TIEMPO DE EJECUCIÓN 99.200 (15.401) 94.400 (15.962) .316 TIEMPO TOTAL 88.200 (19.266) 85.200 (18.952) .488 VIOLACIÓN TIEMPO 95.600 (16.024) 86.800 (17.469) .329 VIOLACIÓN DE REGLA 99.600 (14.310) 90.400 (19.718) .216 WSCT NO. CAT. 13 (6.708) 16 (.000) .502 P. DE ERRORES 82.600 (21.407) 89.200 (11.410) .253 RESP. PERS. 89.600 (21.102) 97.200 (8.105) .119 ERRORES PERS. 92.800 (23.252) 95.800 (9.444) .415 Nota: WAIS-IV: Escala de Inteligencia Weschler Adultos; RD= Retención de dígitos; AR= Aritmética; BS= Búsqueda de símbolos; CL= Claves; INTERF= Interferencia; FCRO= Figura Compleja de Rey Osterrieth; WCST= Test de Clasificación de Tarjetas Wisconsin; RESP. PERS.= Porcentaje de respuestas perseverativas; ERROES PERS.= Porcentaje de errores perseverativos; M= Media; DE= Desviación Estándar. *p<.05 43 Por otro lado no se encontraron correlaciones entre las distintas medidas antropométricas (tabla 7). Tabla 7 Correlaciones de medidas antropométricas. IMC Porcentaje de grasa Circunferencia de cintura Circunferencia de cadera IMC CORRELACIÓN DE SPEARMAN SIG. (BILATERAL) 1 .491 .150 .479 .162 .628 .052 PORCENTAJE DE GRASA CORRELACIÓN DE SPEARMAN SIG. (BILATERAL) .491 .150 1 .188 .603 .354 .316 C. DE CINTURA CORRELACIÓN DE SPEARMAN SIG. (BILATERAL) .479 .162 .188 .603 1 .494 .147 C. DE CADERA CORRELACIÓN DE SPEARMAN SIG. (BILATERAL) .628 .052 .354 .316 .494 .147 1 Nota: IMC= Índice de Masa corporal; C.= Circunferencia. *p<.05 **p<.01 En cuanto a las correlaciones entre las medidas antropométicas y el desempeño cognitivo (ver Tabla 8), se encontró que el IMC correlacionó positivamente con la evocación de la FCRO (p=.049) así como con el Tiempo de Inicio en TOL (p=.042). La circunferencia de cintura y las respuestas perseverativas correlacionaron negativamentemente (p=.030) mientras que la circunferencia de cadera correlacionó con la copia de FCRO (p=.027). 44 Tabla 8. Correlaciones entre medidas antropométricas y desempeño en pruebas de memoria Variables involucradas Correlación de Spearman p MEMORIA IMC – FCRO EVOCACIÓN .634 .049* FUNCIONES EJECUTIVAS IMC – TIEMPO INICIO TOL .650 .042* C. CINTURA – RESP. PERS. WSCT -.683 .030* C. CADERA – FCRO COPIA .689 .027* Nota: : IMC= Índice de Masa corporal; C.= Circunferencia; FCRO=Figura Compleja de Rey Osterrieth; WCST= Test de Clasificación de Tarjetas Wisconsin; RESP. PERS.= Porcentaje de respuestas perseverativas; M= Media; DE= Desviación Estándar. *p<.05 45 8. Discusión y conclusiones 8.1. Discusión En nuestro país la obesidad es un problema de salud pública con consecuencias graves sobre la salud de las personas que la padecen así como costos económicos para las instituciones de salud pública. En las últimas dos decadas las neurociencias han intentado determinar el efecto, positivo o negativo, de la obesidad en la tercera edad principalmente por la relación encontrada con trastornos neurocognitivos tales como la enfermedad de Alzheimer. Debido a esto, el presente trabajo se realizó con el objetivo general de evaluar la relación entre obesidad, memoria y funciones ejecutivas en adultos mayores mexicanos. Mediante una evaluación neuropsicológica y medidas antropométricas como circunferencia de cintura, circunferencia de cadera, índice de masa corporal y porcentaje de grasa, se contrastó el desempeño de adultos mayores con y sin obesidad. El desempeño en tareas de memoria fue similar entre ambos grupos, a excepción de la variable Recuerdo Libre a Largo Plazo del TAVEC. Los participantes con obesidad tuvieron mayor número de palabras evocadas que aquellos que no tenían obesidad. Dicho hallazgo contradice los resultados de otros estudios donde los participantes con obesidad, medida por IMC, circunferencia de cintura y/o cadera, tienen un desempeño deficiente en tareas de memoria similares al TAVEC (Gunstad, 2010; Sturman et al., 2008; Walther et al., 2010). Sin embargo, hay algunos estudios como el de Smith et al. (2014) donde no encontraron diferencias entre grupos en dichas tareas. Sólo hubo una correlación sgnificativa entre la evocación de la información visual y la circunferencia de cadera (p= .049). En la literatura revisada generalmente se utiliza el modelo multialmacén (Atkinson & Shiffrin, 1968) para analizar la relación entre obesidad y memoria (Gunstand, 2010) así como instrumentos que dan un puntaje general del desempeño cognitivo (Hassing, 2010) y que incluyen puntuaciones en memoria, pero no reportan 46 relación alguna entre el desempeño en memoria visual con medidas antropométricas. En este mismo sentido, Bolzenius et al. (2015) no encontraron relaciones entre el IMC y la memoria en modalidad verbal, tanto en listas de palabras como historias. Como resultado de los contrastes de hipótesis en Funcionamiento Ejecutivo, el Tiempo de Inicio en TOL fue significativamente distinto entre grupos. Esta variable se asocia con la inhibición de respuestas automáticas así como lentificación motora (Culberston & Zilmer, 2009). Nuestro grupo con obesidad tardó más tiempo en iniciar la solución del problema, lo que sugiere que los participantes con obesidad aunque logran inhibir sus respuestas automáticas ellos muestra una lentificación con respecto a los sujetos sin obesidad. Para evaluar la inhibición en este tipo de estudios se utiliza el Test de Stroop y se ha encontrado que los adultos mayores con obesidad tienen un desempeño deficiente en este dominio (Trollor et al., 2012; Kirton & Dotson, 2016). En contraste, nuestros resultados sugieren que los participantes con obesidad no muestran ser más impulsivos que los que no tienen obesidad solo invirtieron más tiempo en generar la estrategia para resolver el problema. La relación entre obesidad e impulsividad ha sido estudiada en otros grupos de edades relacionando la impulsividad patológica con el aumento de peso (Sansone & Sansone, 2013; Campbell & Eisenberg, 2007). La obesidad está caracterizada a nivel conductual y cerebral por una sensibilidad a la recompensa y poco control inhibitorio principalemente en la vejez, que se manifesta mediante el consumo de mayor cantidad de alimentos o alimentos con mayor contenido calórico (Aiello et. Al, 2018). No obstante, las puntuaciones en la variable Violación de Regla, también incluída en TOL, no arrojó diferencias entre grupos por lo que no se puede afirmar que el desempeño de los adultos mayores con obesidad fuese impulsivo. Por otro lado, los hallazgos sobre la velocidad de procesamiento son contradictorios en adultos mayores con obesidad. Por un lado Walther, Birdsill, Glisky y Ryan (2009) encontraron 47 mayor velocidad de procesamiento así como mayor volumen de sustancia blanca cuando se tenía un IMC alto. Su hipótesis se relacionó con una mejor conectividad neuronal que se refleja como mayor velocidad de procesamiento. En contraste, Gunstand (2013) encontró decremento en velocidad de procesamiento así como en atención y función motora. En este mismo sentido, la diferencia en el tiempo de inicio de los adultos mayores con obesidad de nuestro estudio podría relacionarse con la velocidad de procesamiento, no obstante no se observaron diferencias entre grupos tanto en tiempo total de ejecución y violación de tiempo en TOL por lo que no se puede afirmar que los participantes con obesidad estén lentificados. Aunque se observaron correlaciones significativas entre medidas antropométricas y funcionamiento
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