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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONÓMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA REPRESENTACIÓN SOCIAL DEL NIÑO Y LA PROBLEMATIZACIÓN EN LA EVALUACIÓN CLÍNICA DE LA CONDUCTA INFANTIL UN ENFOQUE HISTÓRICO A TRAVÉS DE LOS ASPECTOS PSICOSOCIALES EN MÉXICO DESDE INICIOS DEL SIGLO XX. TESIS DOCUMENTAL QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTA MARÍA ANGÉLICA MONTES DE OCA NARVÁEZ DIRECTORA: LIC. ROCÍO MALDONADO GÓMEZ REVISOR: MAESTRO JOSÉ LUIS SÁNCHEZ GÁMEZ REVISOR: LIC. RAÚL TENORIO RAMÍREZ MÉXICO, D. F. 2013. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Gracias a mis hijos, Daniel y María de Jesús por ser la inspiración, la fuerza del motivo y la luz en mí camino. Gracias a mis pequeños tesoros, Emiliano y María José por llenar mi vida de alegría y renovarme la esperanza. Gracias a mis padres, Francisco ϯ y Elodia por su amor y comprensión al disculpar el tiempo que no les pude dedicar. Gracias a mis hermanas, Dianey y Lourdes por su cariño, comprensión y apoyo. Gracias a mis entrañables amigos, Pedro, Rebeca, Chuy y Javier por su apoyo, tolerancia y paciencia. Gracias a todos y cada uno de mis maestros porque con sus enseñanzas han dejado un poco de su vasto conocimiento en mi persona; sobre todo a la Dra. María del Carmen Montenegro por ser la punta de lanza en este trabajo y a la profesora Rebeca Monroy por su invaluable dirección en la práctica clínica. Gracias a los profesores: Raúl Tenorio y José Luis Sánchez por su orientación e incondicional apoyo personal, a Rocío Maldonado por su tiempo y asesoría en la dirección de éste trabajo y a los tres por ayudarme a llevarlo a un feliz término. Gracias a todas y cada una de esas personas especiales que han confiado en mí, a lo largo de mi trayectoria, con lo que hicieron que surgiera la necesidad de obtener más herramientas para brindarles un mejor servicio. Pero sobre todo: Gracias a mi Alma Mater, por darme la oportunidad de pertenecer a esta grandiosa comunidad. ¡Por Mi Raza Hablará el Espíritu! Índice: Introducción 1 Capítulo 1. Representaciones Sociales: 1.1 Definición 1.1.1 Supuestos epistemológicos 1.1.2 Objetivación y Anclaje 1.1.3 Función de las representaciones sociales 5 5 8 9 1.2 Los puentes de las representaciones sociales en: Los movimientos femeninos, los estilos de crianza y la representación social del niño en México. 14 1.3 Representación social de la infancia en México a inicios del siglo XX. 19 1.4 Inicio de la nominación de los problemas psicológicos en los niños y adolescentes México. 24 Capítulo 2. Breve historia de los estilos de crianza y del estudio de los problemas psicológicos en los niños y en los adolescentes durante el siglo XX. 2.1 Antecedentes históricos de los estilos de crianza 2.1.1 Estudios de los estilos de crianza 31 41 2.2 Etapas del sujeto pediátrico 2.3 Breve historia de los estudios de los problemas psicológicos en la niñez y en la adolescencia 49 55 Capítulo 3. Aspectos psicosociales que han contribuido en la nominación de los problemas psicológicos en la niñez y en la adolescencia en México. 3.1 Aspectos psicosociales 71 3.2 Breve análisis de las condiciones económicas y demográficas de México 75 3.3 Movimientos femeninos 78 3.4 De la familia tradicional a la familia actuales 96 3.5 La escuela y su función tradicional 107 3.6 Marco jurídico de salud mental 131 Capítulo 4. Trastornos mentales: Problemática en la evaluación clínica y la situación actual en México. 4.1 Trastorno Mental: Salud/Enfermedad 4.1.1 Normalidad y conducta sintomática 4.1.2 Manual Estadístico y de Diagnóstico de los Trastornos Mentales 4.1.3 Problemática en la definición de los trastornos mentales en los niños y en los adolescentes 139 149 153 170 4.2 Situación actual en México de los trastornos mentales 4.2.1Panorama actual para niños y adolescentes 172 177 Conclusión y Discusión 185 Bibliografía 193 “La objetividad es lo verdaderamente subjetivo. La subjetividad es lo verdaderamente objetivo. Lo más subjetivo es lo objetivo. Lo más objetivo es lo subjetivo”. Marco Eduardo Murueta. 1 Introducción Emprender el estudio de los aspectos psicosociales que han contribuido al cambio de las representaciones sociales y, cómo éstas han influido en el cambio de los estilos de crianza y en la nominación de los trastornos de la niñez y de la adolescencia a través del siglo XX, permitirá reconocer los modos y procesos de constitución del pensamiento social a este respecto y, favorecerá la aproximación en la “visión” del sentido común que la gente utiliza para actuar o tomar posición ante esta problemática. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1992), se vinculan la salud y el desarrollo reconociendo la importancia de las variables socioeconómicas en la salud de las poblaciones. En este momento histórico, parece darse un tránsito hacia una perspectiva epistemológica social y, se deja de pensar en el hombre como ser individual y exclusivamente biológico y se describe con base al paradigma social donde, las relaciones entre los individuos se convierten en el objeto de estudio ya que el discurso y la práctica se generan mutuamente (Abric, 1994). Habría que considerar que los trastornos mentales han sido nominados a través de la historia y que son diferentes, a veces, entre estratos socioeconómicos y entre las culturas. Por otra parte, si consideramos que los estilos de crianza también son propios de los ordenamientos morales de cada época -hay que tener presente que la Familia es una institución transmisora de valores- entonces podremos pensar que los trastornos emocionales son sólo una expresión de los ordenamientos sociales del momento. Los individuos se desarrollan y se relacionan con la cultura1, la cultura es la conciencia de toda sociedad, un organismo viviente con conocimientos, creencias, 1 Entiéndase por cultura: a los patrones explícitos e implícitos, y del comportamiento adquirido y trasmitido por símbolos, que constituyen el logro distintivo de los grupos humanos, incluyendo su incorporación en artefactos; la médula esencial de la cultura consiste en ideas tradicionales (v.g. derivadas y seleccionadas históricamente) y especialmente de valores que representan; los 2 artes, principios morales y toda la gama de habilidades y hábitos adquiridos por cada uno de sus miembros. La cultura es el resultado de la historia de cada nación, pero cultura y sociedad no son entidades separadas ni estáticas, son organismos dinámicos que citando al materialismo histórico basan sus fundamentos en la producción para cubrir las necesidades de cada uno de sus miembros. En todos los individuos, la salud mental, la física y la social están íntimamente relacionadas. Con el crecienteconocimiento sobre esta interdependencia, surge de manera más evidente que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de los individuos, sociedades y naciones. La OMS describe a la salud mental como: “Un estado de bienestar en el cual un individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad (OMS, 2001). En este sentido positivo, la salud mental es la base para el funcionamiento efectivo de un individuo y una comunidad. Este concepto medular es consistente en su interpretación amplia y variada en las diferentes culturas. (OMS, Ginebra 2004). Con este proceso sociocultural mediado por los procesos productivos, el siglo XX se caracterizó por un cambio acelerado en las condiciones de vida, derivando en una compleja relación de cambio y persistencia en creencias, actitudes y/o comportamientos. La familia entonces se encuentra delimitada por una serie de circunstancias e instancias macrosociales que tienen importantes efectos sobre su vida, la conducta y las relaciones privadas; aunque se destaca fundamentalmente su papel en la conformación de los complejos problemas psíquicos adquiridos durante el proceso formativo de los niños. Para entenderla habrá que ubicarlas en las redes de significado social e intrafamiliar, surgido en el ámbito de la cultura y desde el cual la acción humana cobra sentido. sistemas culturales pueden, por una parte ser considerados como producto de la acción, y por otra parte como elementos condicionantes de acciones futuras. (Kroeber y Klucckhohn, 1952). 3 Por otro lado, los estudios de la infancia llenos de enfoques, análisis y conceptos en un campo que se podría pensar esta “definido” por programas, acciones y políticas de culturización, encubren diversos grados de dominación disciplinaria, ejercida por los padres y fomentada por la escuela. Olvidando, en muchos casos, que el niño está hecho de interacción social, tantea, se equivoca o acierta, pero siempre a través de experiencias psíquicas móviles, cambiantes y constituyentes. Por lo que su psicopatología solamente puede ser entendida con plenitud desde una visión integral y evolutiva, por lo que es importante conocer el tipo de organización, que delimita el “cómo” se va construyendo su aparato mental, resultado de un proceso madurativo. Conocer los aspectos psicosociales que han influido en la nominación de los trastornos mentales en los Niños y en los Adolescentes específicamente en México, contribuirá a dilucidar la dinámica en la representación social a la cual son sujetos en esta sociedad. En el capítulo uno; se intentan explicar los supuestos epistemológicos de las representaciones sociales y los puentes que surgen del cambio de rol de la mujer y la representación social (RS) del niño desde el inicio del siglo xx, así como, describir el inicio en la RS que ha contribuido a la nominación de los problemas psicológicos en México para tratar de sustentar la dinámica de este trabajo. En el capítulo dos; se abarcan los antecedentes de los estilos de crianza y los estudios al respecto, se realiza un breve recorrido de las etapas de los sujetos pediátricos, y se hace una breve historia de los estudios psicológicos en los Niños y en los Adolescentes, con la intención de introducir al lector en la problemática que subyace en la trasformación de la RS del niño y en la nominación de los trastornos mentales. En el capítulo tres; se abarcan los aspectos psicosociales desde el inicio del siglo XX hasta la actualidad que más han influido en la generación y mantenimiento de la problemática psicológica en los Niños y en los Adolescentes, tales como: la 4 Economía-Demografía, los Movimientos Femeninos, el papel tradicional de la Escuela, el paso de la Familia Tradicional a la Actual, y la Legislación vigente en México sobre Salud Mental, con la finalidad de contextualizar la problemática que abarca este trabajo. En el capítulo cuatro; se incluye la explicación de la definición del trastorno mental en relación con la Salud/Enfermedad, la problemática de los conceptos de Normalidad y Conducta sintomática, un breve recorrido por los aspectos fundamentales del Manual Estadístico y de Diagnóstico de los Trastornos mentales (DSM) y, la problemática en la definición de los Trastornos Mentales en los Niños y en los Adolescentes. Se describe la situación actual de los Trastornos Mentales y el panorama actual para Niños y Adolescentes en México, con la intención de esclarecer la problemática en la evaluación clínica que subyace en éste país. La intención metodológica de triangular, los aspectos antes señalados, es dilucidar el “cómo” se ha ido construyendo la “realidad” social en la nominación de los Trastornos Mentales para este sector de la población en México. 5 Capítulo I Representaciones Sociales 1.1 Definición: La definición más consensuada entre investigadores del campo y que adoptaremos para este trabajo es la de Jodelet (1986): “Las Representaciones Sociales son una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido”, con un objetivo práctico que contribuye a la construcción de una realidad común a un conjunto social. 1.1.1 Supuestos epistemológicos Se parte del supuesto que los contenidos de las representaciones son heterogéneos, la escuela procesual de las representaciones sociales se orienta al significado del orden simbólico y de los contenidos de las representaciones, según Moscobici, el término cognitivo adquiere una connotación especifica al ser aplicado a los fenómenos sociales. De acuerdo con María Auxiliadora Banchs (cta. Mora –Ríos y Flores, 2010), esta perspectiva supone un abordaje hermenéutico, en el cual el ser humano es considerado como productor de significados y mediante el lenguaje, construye el mundo que le rodea centrándose en la pluralidad de significados de sentidos sociales y, en el uso de múltiples referentes teóricos provenientes de diversas disciplinas para abordar los temas de estudio lo que implica, la diversificación de las estrategias metodológicas para abarcar las dimensiones y los contenidos de las representaciones sociales a fin de dar cuenta de su amplitud y complejidad. La teoría de las representaciones sociales es una aproximación psicosociológica al estudio de estos fenómenos Moscovici, las consideró un universo de opiniones y para Denise Jodelet, constituyen una forma de conocimiento social que permite interpretar y pensar nuestra vida cotidiana. Esta teoría asume la unidad mente- 6 cuerpo, donde la salud mental cobra especial relevancia, así como el contexto social más amplio que lo rodea. El carácter simbólico en la realidad social permite su construcción subjetiva a través del leguaje (en el sentido más amplio) y a través de él se entiende él cómo del significado de la experiencia humana y ésta cobra sentido. La teoría de las representaciones sociales (TRS) permite abarcar los sentimientos, la intuición y las emociones derivadas y adquiridas dentro del mismo aprendizaje social, además de la significación y re-significación de los procesos emocionales y asumir una relación dialógica entre los agentes externos (estudios y teorías pedagógicas, médicas y psicológicas) y los agentes internos (comunidad), que ayudan a comprender la producción del conocimiento del mundo en la vida cotidiana. Provee un marco flexible que permite incorporar distintas formas de investigar, el cómo se construyen los significados alrededor de salud– enfermedad desde la perspectiva de los propios actores sociales y el impacto que tienen alrededor de los padecimientos y estados de salud mental. Triangular metodológicamente los aspectos psicosociales y la problemática subyacente a la problemática de los problemas psicológicos, permitirá una descripción más completa e integrada de los fenómenos de estudio ayudándonos a dilucidar con mayor amplitud y profundidad el cómo y por qué: han cambiado los estilos de crianza ha cambiado la representación social del niño en México. se ha problematizado cada vez más la conducta de los niños en México. desde el contexto macrosocial, los factores psicosociales han contribuido en la problematización de la salud mental en México. Las Representaciones Sociales constituyen modalidades de pensamiento práctico orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. Las RS son de algo y de alguien, en ese sentido es una 7 interpretación del sujeto inserto en un contexto determinado, constituyendo la simbolización del objeto representado, así como una forma de conocimiento social, caracterizado por las propiedades siguientes: La representación es socialmente elaborada y compartida. Apunta a un fin práctico de organización de la información, de dominio del ambiente (material, social o ideal) y de orientación de los comportamientos y las comunicaciones. Se dirige a establecer una visión de la realidad común a un conjunto social o cultural dado (Jodelet, 1991; traducido por Catalina Hidalgo). La noción de representación social nos sitúa en el punto donde se interceptan lo psicológico y lo social. Este concepto se refiere al proceso y al producto resultante de la elaboración psicológica y social de lo real. El proceso alude a la forma del cómo ha sido generada su construcción y hace alusión a los contenidos o significados que se le atribuyen al objeto representado. La representación social se refiere a las teorías ingenuas de las personas comunes. Incluyen contenidos cognitivos, afectivos y simbólicos, juegan un papel significativo para las personas en su vida privada, actúan como mediadores en la vida y la organización de los grupos en los que están inmersos los sujetos. En resumen, el origen de las RS está en el conocimiento colectivo canalizado a través del discurso y la comunicación. Los comportamientos de los sujetos o de los grupos están influenciados por la representación que ellos tienen de una situación determinada. Son procesos originados en sí mismos por la dinámica social que no pueden concebirse independientes a ésta. Las representaciones sociales parten del hecho de ser compartidas ampliamente y distribuidas dentro de una colectividad. Es decir, se caracterizan por una forma específica de pensamiento, sentimiento y actuación de los grupos sociales. 8 1.1.2 Objetivación y anclaje. Los procesos que describen el funcionamiento y la generación de las representaciones sociales son la objetivación y el anclaje. Estos procesos (objetivación y anclaje) designan la actividad social y cognitiva que permite la construcción y generación del conocimiento social. La objetivación es la operación que da imagen y estructura, sirve para materializar ideas y significados, hace corresponder cosas/ideas con las palabras, por lo que la concreción de un objeto abstracto se conforma de tres partes: La construcción Selectiva: constituye la descontextualización y selección de la información según criterios culturales. La esquematización: Construcción de una estructura conceptual, de un conjunto gráfico comprensible con la información seleccionada. La naturalización: los elementos del esquema figurativo son concretizados, adquieren estatus de evidencia, y son integrados al sentido común. El anclaje es el enraizamiento social de la representación, es decir, antes de la formación representativa, la construcción de la representación del nuevo objeto se integra a un conjunto de sentidos y saberes prexistentes, al igual que el proceso de objetivación, permite transformar lo que es extraño en familiar, lo propio de la objetivación es reducir la incertidumbre ante los objetos operando en una transformación simbólica e imaginaria sobre ellos, el proceso de anclaje permite incorporar lo extraño en lo que crea problemas, en una red de categorías y significaciones por medio de dos modalidades: La inserción del objeto de representación en un marco de referencia conocido y preexistente. La instrumentalización social es la inserción de las representaciones en la dinámica social haciéndolas instrumentos útiles de comunicación y comprensión. 9 1.2.3 Función de las representaciones sociales. “...De acuerdo con la psicología ingenua, la gente tiene un conocimiento de su entorno y de los sucesos que ocurren en él, logran este conocimiento a través de la percepción y otros procesos, se ven afectados por su ambiente personal e impersonal (…) permanecen en relación de unidad con otras entidades y son responsables de acuerdo con ciertas normas. Todas estas características determinan el papel que la otra persona juega en nuestro espacio vital y como reaccionamos ante ellas...” (Heider, 1958, cit. Perera, M., 2005) Las representaciones sociales en el sentido de conocimiento científico vulgarizado tienen funciones declarativas, instrumentales y explicativas. La función declarativa escribe y da significado al fenómeno social por lo que la ciencia popularizada aparece relevante. La función explicativa proporciona una comprensión cotidiana de sus razones subyacentes integrada en sistemas morales preexistentes, por lo que, las representaciones sociales cumplen una función de justificación añadiendo fuerza a las convicciones ideológicas. Una vez creada la representación social se vuelve visible, es decir, la estructura de imagen, pasa a ser filtro de lectura y teoría de referencia para comprender la realidad. En los procesos (objetivación y anclaje) actúan de modo simultáneo y se refuerzan entre ellos.2 En la obra de Serge Moscovici, “El psicoanálisis, su imagen y su público”, se explica la matriz de la teoría que aunque en sus inicios no produjo desdoblamientos visibles, resurge al inicio de los años 80, contrariando el paradigma dominante de la época en psicología, sintetizado por el behaviorismo,3 que contenía el imperativo experimental que establece los límites de lo que se considera científico. 2 Jodelet, Representaciones Sociales. Cátedra Seidmann http://www.altillo.com/examenes/uba/psicologia/psicosoc/psicosoc2010resjodelet.asp 3 Teoría psicológica moderna (J. B. Watson), según la cual sólo la conducta exterior o comportamiento (behaviour) y el método extrospectivo son válidos científicamente en psicología, excluyendo por subjetivo y no comprobable a la introspección o descripción de los fenómenos anímicos propios. 10 La investigación de Moscovici estaba orientada hacia los fenómenos marcados por lo subjetivo, captados directamente, cuyo estudio se basaba en metodologías, inhabituales en la psicología de la época y dependía de la interpretación del investigador. Con la teoría de las representaciones sociales (TRS) se hizo operativo un concepto para trabajar con el pensamiento social en su dinámica y en su diversidad. Partía de la premisa de que existen formas distintas de conocer y de comunicarse, conducidas por objetivos diferentes en formas que son móviles y que se definen como significativas de nuestras sociedades. Desde el universo consensual, que es el más habitual, se construye la conversación informal en la vida cotidiana, desde éste universo se construyen frecuentemente las representaciones sociales, que surgen o explicanel sentido común, es decir, es una ciencia colectiva, variable y accesible a todos. En el universo reificado se cristalizan el espacio científico o de especialistas con sus cánones y jerarquías internas, es lo que genera la “ciencia”, que retrata la realidad independientemente de la conciencia, son el estilo y estructura propios de científicos, su contenido es frío y abstracto. Moscovici (1993) señala que: “Una representación social se define como la elaboración de un objeto social por una comunidad”. Por lo que se sugiere que la representación social comprende tres conceptos importantes: la elaboración, el objeto social y la comunidad, lo que implica una importante cuestión relacionada con ella, ¿por qué y cuándo se elabora una representación social? A criterio de Frank Elejabarrieta (1995) existen tres grandes tipos de objetos capaces de originar un proceso representacional: Objetos, ideas y teorías científicas de corte utilitario en la vida cotidiana. La imaginación cultural, los elementos míticos o mágicos, que son cuestiones relevantes para los grupos sociales en un contexto dado. 11 Las condiciones sociales y acontecimientos significativos, a los que Moscovici denomina “discutibilidad social”, pues son las polémicas particularmente relevantes para grupos y contextos. Las representaciones sociales como proceso social implican puntos de vista compartidos o divergentes en diversas cuestiones, por lo que este proceso sólo se da en sociedades heterodoxas, ya que estas aceptan la posibilidad de experiencias antagónicas como base de la conversación y de la formación de la opinión pública, esto es precisamente lo que permite en las sociedades modernas el discurso colectivo o lo que se llama conocimiento ordinario o sentido común, es en esta conversación y en los medios de comunicación de masas donde se crean los objetos sociales. Entonces las RS son conjuntos dinámicos en los cuales se genera la producción de comportamientos en relación con el medio o de una acción que modifica a unos y otros; no es una reproducción, ni una reacción a un estímulo exterior determinado. Son sistemas que tienen una lógica propia y un lenguaje particular, tienen una estructura de implicaciones que se refiere tanto a valores como conceptos con un estilo de discurso propio. No se les considera como opiniones sobre, ni imágenes de, pero sí como “teorías” o como “ciencias colectivas”, sui generis, destinadas a la interpretación y la construcción de la realidad. (Moscovici & Nemeth, 1974). La elaboración de las RS se origina en los grupos reflexivos de una sociedad por medio de la comunicación, ya que sus miembros son los que elaboran colectivamente las reglas, justificaciones y razones de las creencias y conductas que son pertinentes para un grupo en particular aunque también se re-elaboran las reglas si se presenta algún conflicto o un nuevo fenómeno, reelaboración que parte del conocimiento pre-existente. En los procesos discursivos o comunicativos es donde el pensamiento individual se convierte en una práctica social al trasladarse el pensamiento individual para convertirse en el pensamiento social. 12 La RS es el conocimiento que le da identidad social a un grupo en particular porque, reserva toda la evidencia a la cual un individuo puede referirse en un consenso social o funcional, son las creencias compartidas con los otros miembros del grupo. De este modo, las representaciones sociales tienen una verdad fiduciaria que es generada por la confianza que depositamos en la información y juicios que compartimos con otras personas (Moscovici, 1988). Un consenso funcional es necesario para mantener al grupo como una unidad social reflexiva y mantener la vida del grupo en una dirección organizada, estandarizando la identidad social y la interacción de una mayoría cualificada de sus miembros, para preservar el proceso colectivo de una representación. Además explica la creación del conocimiento colectivo o social, conocimiento que se transforma con el devenir histórico, necesariamente colectivo, efímero y, con tiempos y espacios socialmente definidos. Los procesos cognitivos actúan como mediadores entre la realidad objetiva y la realidad de cada individuo, realidad que está en relación con la intersubjetividad y el lenguaje. Así, los estudios de opinión pública, representaciones colectivas, percepción y discursos, nos remiten de un modo u otro, al campo de lo cotidiano, porque hablan por los distintos colectivos sociales y de una zona de sus vivencias así, el análisis del sentido común y de lo obvio nos ayuda a ir construyendo el pensamiento colectivo cuando este no es tangible. En toda representación el núcleo central es el aspecto estructural que adquieren los contenidos de dicha representación, es la parte más estable, coherente y rígida de la estructura. La función generadora del núcleo en este trabajo se asocia con la idea de lo que es ser un niño y, es a partir de esta idea en que los otros elementos adquieren o trasforman su significado, la función organizadora que desempeña el núcleo es enlazar los elementos relacionales que se asocian a la representación por otro lado, la función consensual definirá la homogeneidad compartida por un 13 grupo en particular, estableciendo el carácter normativo de las significaciones que comporta. Los elementos periféricos a la representación protegen la estabilidad del núcleo central, son más sensibles al contexto del núcleo por lo que conducen a la adaptación de grupos e individuos a situaciones específicas y, permiten integrar las experiencias individuales, consideradas como esquemas en el sentido de la cognición social (Flament, 1989). Estos esquemas “normales” permiten que la representación funcione económicamente sin que sea necesario analizar la situación a cada instante en relación al principio organizador. Las transformaciones de las representaciones surgen de las contradicciones de la vida cotidiana, cuando esta exige o condiciona determinadas prácticas en un grupo social, estas transformaciones surgen según la magnitud del impacto que causen las prácticas contradictorias, pueden ser lentas generando esquemas extraños de comportamiento cuando se resisten a la trasformación, en estos casos el núcleo se protege y la representación puede permanecer inalterable por algún tiempo o, por la persistencia de la creencia o la multiplicación de ésta hasta que pueden llegar a trasformar el núcleo central (representación). Hay transformaciones que se producen en forma progresiva cuando las nuevas prácticas no son totalmente contradictorias con la representación original, activa los esquemas y modifica la representación por escisión o ruptura del núcleo. Dentro de la TRS se mencionan otras trasformaciones llamadas brutales, hasta ahora hipotéticas, que suceden cuando las prácticas contradictorias afectan el núcleo central de forma rápida y definitiva. En resumen: toda representación se refiere a un objeto y tiene un contenido. El “alguien” que se formula es un sujeto social inmerso en condiciones específicas de su espacio y tiempo. Las tres grandes órdenes de factores tomados en cuenta como condiciones de producción de las representaciones son: la cultura, tomada 14 tanto en el sentido amplio como en el más restringido, mediada por la comunicación y el lenguaje (intragrupo, entre grupos y de masas), la inserción socioeconómica e institucional y la educacional e ideológica.4 Una representación social encadena acción, pensamiento y lenguaje en sus funciones primordiales al volver conocido lo no-familiar y posibilita la comunicación adquiriendo control sobre el medio en que vive, ayudando a comprender el mundo y las relaciones que en él se establecen, proviene de un sujeto activo y creativo, tiene uncarácter cognitivo y autónomo, y configura la construcción social de la realidad individual, por lo que la acción y la comunicación son cuna y piso, de ellas proviene y a ellas vuelve. 1.2 Los puentes de las representaciones sociales en: Los movimientos femeninos, los estilos de crianza y la representación social del niño en México. Los movimientos femeninos son un parte-aguas en el cambio de la representación social de lo femenino y lo masculino, que han contribuido al cambio de la representación social de los estilos de crianza y de la representación social del niño, por lo que se considera necesario hacer una breve revisión de su contribución desde el enfoque de género. El proceso dinámico de la representación social se construye en la cultura, es susceptible de deconstruirse y reconstruirse de acuerdo con las necesidades y las exigencias de contexto y del propio sujeto. Los niños y las niñas aprenden tempranamente de manera progresiva, todas y cada una de las acciones de sus contrapartes adultas, en un proceso en el que el rol en función del sexo debería asumirse sin mayores contratiempos, definiendo su grado de pertenencia a una categoría específica y a su identidad personal. 4 Arruda, A. Teoría de las representaciones sociales y Teorías de Genero. Investigación Feminista p. 334 15 Este proceso estructura la vida y es utilizado para anclar muchos de los conocimientos acerca del mundo social, estableciendo el orden de las cosas y posicionándolos como personas. Las mujeres como actores sociales con identidad femenina, constituyen una categoría social que las hace singulares y parte de un sistema de género que, no puede existir separado en las prácticas sociales que producen los hombres, esta interrelación conlleva una atribución del significado con carga ideológica y afectiva en los procesos subjetivos. La representación social de género esta socialmente marcada, es decir, no se manifiesta independientemente del campo social en el cual invariablemente se inserta. En toda RS hay un metasistema constituido por las creencias ya establecidas, las normas y los valores del grupo de pertenencia. De esta manera se forman y constituyen las nuevas representaciones sociales compartidas y los sistemas que operan en las relaciones humanas. Por lo que sería lógico deducir que un cambio en el componente de un sistema derivaría como consecuencia en el cambio/resistencia de los otros componentes, así la representación social “tradicional” acerca de hombres y mujeres conllevaría un cambio en los roles tradicionalmente atribuidos y en consecuencia en la trasmisión de valores hacia sus hijos. Modificando comportamientos, conductas y cogniciones. Si un sistema representa la totalidad de los elementos ideológicos, creencias, valores y normas que constituyen las relaciones sociales, este procesamiento metodológico, exige una deconstrucción de los elementos que componen el sistema representacional analizando cada una de sus partes por separado como si se tratara de un rompecabezas, tratando de buscar la “lógica” de su propia producción en las prácticas a partir del contexto de referencia, con la idea de obtener en un segundo plano de análisis y coherencia interna, que permita la 16 reconstrucción de todos y cada uno de los elementos que constituyen dicha representación y, que otorgue sentido a la experiencia afectiva.5 Las representaciones sociales abren la puerta para indagar en la complejidad de la construcción del pensamiento colectivo y comprender el cómo la legitimidad de las normas se convierte en modelos dominantes con una fuerte carga ideológica modelada y configurada en la interacción cultural.6 En México este referente se centra en que la lucha de las mujeres, por el reconocimiento de sus derechos ha sido larga y difícil, silenciosa y pacífica, ha sido la base en el cambio de la representación social de la mujer, ellas lucharon primero, por sus derechos laborales y a la educación, después a sus derechos políticos y finalmente a los de salud. Las mujeres siguen luchando por una vida libre de violencia, por sus derechos reproductivos, por sus derechos humanos y por su dignidad, lo cual está aún en proceso en ciertos estratos sociales. Aunque, el discurso político cambio a partir de La Carta de las Naciones Unidas (1929), primer instrumento jurídico que en forma clara e inequívoca que afirmó la igualdad de todos los seres humanos y, expresamente se refirió al sexo como motivo de discriminación. México fue de los últimos siete países de América Latina en reconocer los derechos políticos de las mujeres (1952) y, con el surgimiento del movimiento llamado feminismo en México que fue tomado como orientación política, se otorga a la mujer una postura de apropiación frente a la realidad y éstas empezaron a ser sujeto y objeto de estudio, señalando las categorías de género como punto de intersección y de explicación de los comportamientos sociales de las mujeres anclados en las representaciones hegemónicas. Aunque explicar la diferencia entre sexos a partir de sus efectos es claramente una estrategia ideológica de resistencia al cambio, el poder de la historia prevalece y la fuerza de la tradición en la constitución del objeto es duradera y 5 Flores, P. (2010) Representación Social y Género. Investigación Feminista p. 344 6 cit. at. p. 345. 17 estable a este respecto, aun cuando los significados cambiaron debido entre otras cosas a la entrada masiva de las mujeres a trabajos remunerados que permitió una emergencia de nuevos sentidos en las construcciones simbólicas. Para Denise Jodelet (cit. Romero, 2004), “el objeto mirado como una realidad no pertenece a lo vivido de la conciencia: su existencia no es más que el correlato de una estructura de vivencia que se despliega en el movimiento de una experiencia afectiva”,7 es decir, en términos generales, la representación es un conocimiento socialmente elaborado y compartido en el cual el sujeto aprende una parte de esta realidad, organiza la información y la estructura, que le da cierta coherencia y crea su propia visión, que de algún modo va a condicionar su acción. El cambio en la concepción de rol de la mujer empata y explica desde el marco consensual el cambio originado en la representación social del niño, en la actuación de los roles parentales y en la clasificación de estos. Por otro lado, el surgimiento de teorías y estudios desde el plano llamémosle “científico” o universo reificado para inferir estos mismos cambios han influido en las clasificaciones sobre la salud mental de los niños. El orden impregnado de ideología patriarcal que da sustento a los roles determinados socialmente, que legitiman la permanencia de un individuo, es un juego bipolar en el que niños y niñas irán configurando su identidad en la sexualidad, el matrimonio y la vida doméstica. Entre los planteamientos de la psicología contemporánea se reconoce que es la familia quien puede promover el desarrollo personal y social en los niños y, desde el plano microsocial los padres ponen en juego los estilos de crianza que determinan en gran medida el tipo de relación padre/madre–hijo y, los niveles de desarrollo psicológico infantil en diversas habilidades y competencias. El contexto familiar se concibe entonces como un sistema que incluye vías de mutua influencia directa e indirecta entre sus integrantes. 7 Romero R. Experiencias y representaciones sociales. Atisbos y cavilaciones del devenir de cuatro décadas. 18 Los estilos de crianza paternos y los patrones de interacción familiar tienen influencia prácticamente en todos los ámbitosde la vida de un individuo en desarrollo, en sus habilidades conductuales y aspectos de personalidad, en sus formas de interacción con la comunidad e incluso en el nivel de éxito o fracaso en actividades escolares y productivas (Jiménez y Guevara, 2008). Aunque, el tipo de habilidades que van adquiriendo los niños depende de la mutua influencia entre el medio social en el que se desenvuelven y entre los que ellos mismos construyen, es decir, el individuo juega un papel activo entre las construcciones representacionales que le permitirán desarrollarse socialmente. (Damon, 1983). Los padres envían a sus hijos mensajes que dependerán del nivel de aceptación, receptividad e internalización que tengan los hijos y, éstos responderán en el mismo proceso, generando un reajuste en la respuesta del padre.8 Estas prácticas y conductas de los padres están orientadas a una meta particular, socializar al niño, e incluyen en otras cosas, monitorear el comportamiento de los hijos, alentar sus nuevas destrezas, el estilo de solución de problemas y del cómo aprenden a involucrarse positivamente o negativamente. El puente de la familia y la RS está conformado por el intercambio con los diversos ámbitos sociales porque todo cambio cultural necesariamente pasa por la familia y se refracta al ámbito social. Es en la familia donde se forman los vínculos de solidaridad y afecto, se trasmiten los valores, se inicia la estructuración del hábitus, se aprende a resolver conflictos, se forman los vínculos entre lo privado y lo público, de lo económico y lo simbólico, lo individual y lo social, de lo productivo y lo íntimo. 8 Según (Grusec, Goodnow & Kuczynski, 2000; Palacios, 1999; Tur, Mestre & del barrio, 2004). Para Darling y Steingberg (1993), el estilo de crianza es toda una constelación de actitudes que los padres asumen frente a los hijos, las cuales les son comunicadas y que, en conjunto, forman un clima emocional en el cual se ponen de manifiesto el comportamiento de los padres. De manera que las características particulares de los padres son causa y al mismo tiempo consecuencia de las características particulares de los hijos. 19 El papel de la familia, el entorno y los medios de comunicación, cambian la conformación de los valores debido a que los miembros más jóvenes se ven expuestos tempranamente, a un bombardeo de imágenes, criterios y valoraciones transmitidos por éstos, con lo cual los valores de la familia son confrontados con otros. Si bien los diversos papeles de la familia cambian con el tiempo - la familia como ámbito regulador de la emotividad en el campo afectivo prevalece- a pesar de que coexiste con sistemas ya disgregados de creencias y representaciones colectivas de valores individualizados, por lo que hay que tratar de atender al prisma a través del cual los valores son difractados. 1.3 Representación social de la infancia en México a inicios del siglo XX. El concepto de ser niño ha variado a través del tiempo y actualmente puede definirse desde varios puntos de vista: Desde punto de vista el legal la niñez es un periodo que abarca desde el nacimiento hasta cumplir los 18 años de edad o alcanzar la emancipación, en México se marca en el artículo 646 del código civil, reformado por decreto de 31 de diciembre de 1969 y, a partir de la Convención sobre los Derechos del Niño el 2 de septiembre de 1990, se reafirmó que: "se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad". Desde el punto de vista de la evolución psico-afectivo se entiende por niño o niña a: aquella persona que aún no ha alcanzado un grado de madurez suficiente para tener autonomía. Desde el punto de vista del desarrollo físico se denomina al niño como: toda criatura humana que no ha alcanzado la pubertad. Desde el enfoque sociocultural se clasifica al niño según las condiciones económicas, las costumbres y las creencias de cada cultura, por lo que el concepto de infancia puede variar así como la forma de aprender o vivir. 20 En cuanto a la representaciones sociales de la infancia P. Ariés (1962 cit. Moscovici 1999), atrae la atención sobre el hecho que la infancia tan sólo se constituye como representación distinta en la sociedad adulta hasta fecha muy reciente porque hay que esperar al siglo xix para observar sus primeras huellas. Para él en el siglo xviii con el maltusianismo y las prácticas anticonceptivas, hubo una disminución en la mortandad infantil, el niño ya no es una “pérdida inevitable” y desaparece gradualmente la idea previa del niño como "despilfarro necesario" (es decir, la idea de que es necesario procrear muchos hijos para conseguir que algunos lleguen a la edad adulta). En el siglo xix aún no había una concepción unificada de la infancia y de la educación. En la Europa continental persiste hasta la fecha la influencia del pensamiento de Rousseau que defiende la bondad natural del niño y la idea de una educación permisiva. Por el contrario en EEUU e Inglaterra, la tradición calvinista es la más influyente, es decir, el niño debe ser reformado mediante una educación autoritaria que haga uso del castigo físico y público. Es importante recordar que durante siglos hay un interés por "educar" al niño (sobre todo por razones prácticas), no por su desarrollo, y es en el siglo XVIII cuando aparecen algunos pensadores que se preocupan por adaptar la educación al niño y critican las prácticas pedagógicas tradicionales (por ej. la escolástica).9 Durante el siglo XIX surge el primer cambio representacional del hijo, éste está ahora en el centro de la familia y ya no pertenece únicamente a los suyos; se le concibe como el futuro de la nación y de la raza, productor y reproductor ciudadano y soldado del día de mañana. Sobre todo cuando el niño es pobre y se le presume incapaz por lo que su crianza y educación se deslizan a terceros, 9 La escolástica (del latín scholasticus, y éste a su vez del griego σχολαστικός [aquel que pertenece a la escuela]), es el movimiento teológico y filosófico que intentó utilizar la filosofía grecolatina clásica para comprender la revelación religiosa del cristianismo. El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, en que se fundan las universidades y surgen las órdenes mendicantes (dominicos y franciscanos, mayormente), de donde procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época http://es.wikipedia.org/wiki/Escol%C3%A1stica 21 filántropos, médicos y hombres de estado que pretenden protegerlo, educarlo y disciplinarlo (Perrot, 1987, cit. en Castillo, p.203). En esta época factores como la pobreza, la exclusión social, el trabajo infantil, la delincuencia, el abandono y, sobre todo, el altísimo grado de mortandad infantil eran cuestiones habituales, que tenían lugar preferentemente entre las clases sociales de condiciones más bajas, estos factores también eran predominantes en nuestro país y aun lo siguen siendo en algunas regiones debido en gran medida a las condiciones de inequidad social prevalecientes. En el siglo XX se conceptualiza que la infancia aún no es plena y explícitamente reconocida como periodo, se discursa sobre que tiene sus propias características y necesidades, se visualiza por primera vez como persona, con derecho a la identidad personal a la dignidad y la libertad. Este siglo fue “el siglo de los niños” tras surgir una serie legislaciones derivadas de La Declaración de los Derechos del Niño y de la Convención sobre los Derechos del Niño en la década de los 90, con lo cual se “reconocen” sus derechos civiles, sociales y económicos. Aunque en México esto aún no esaplicable a todos los niños/as sobre todo a los de los estratos sociales bajos. En México durante la época del porfiriato, por los procesos de centralización y consolidación de la hegemonía capitalina sobre el resto del territorio nacional, se gestaron las condiciones para una trasformación social y cultural más profunda del concepto de infancia y de las actitudes sociales que derivaron de éste fenómeno; una lectura predominante urbana se fue gestando en las elites y gradualmente se fue permeando a estratos más amplios. Gestación que se dio en base a dos ejes fundamentales: la educación y la medicina e higiene infantil, con alcances muy limitados en una población con el 85% aproximadamente de analfabetismo y con una mortandad infantil del 45%.10 10 Castillo, T. Moral Médica y Secularización: El cuerpo Infantil en el Discurso Médico del Porfiriato 22 Cabe señalar que el primer hospital destinado al cuidado de las madres parturientas y cuidados infantiles fue el Hospital de Maternidad e Infancia fundado por la emperatriz Carlota en 1866. En 1905 se integró en el Hospital general de México un pabellón especializado en cuidados infantiles y, finalmente en las postrimerías del profiriato, se inauguró una sala de atención a los niños en el Hospital Juárez, así fue como la pediatría y la higiene fueron construyendo sus propios referentes sobre los rasgos característicos de la etapa infantil considerándola como un periodo definido y perfectamente delimitado de la etapa adulta. En este contexto especifico, la infancia fue reconocida como una referencia fundamental que generaría una importante cantidad de conocimientos, como ejemplo se expone el siguiente extracto encontrado del discurso médico: (…) ninguna edad, ninguna época de la vida presta a la patología un contingente tan asombroso, como aquel que la infancia constituye. Esta sola consideración bastaría para hacer comprender el alto interés que la cuestión presenta, pero hay más, la mayor parte de las enfermedades infantiles están revestidas de una gravedad infinita, como lo demuestra la estadística, en que la cifra de mortalidad está representada por un cociente tan elevado.11 Poco a poco se fue consolidando una perspectiva higiénica entre los médicos y pedagogos de la época que reivindicaba la imagen de un niño con plena libertad de movimientos, el cual debería permanecer en lugares aseados y ventilados, y bañarse diariamente. Esta imagen fomentada por los médicos y complementada por los pedagogos se enfrentó con la oposición de una parte significativa de la población. El papel de la higiene escolar resulto fundamental, para complementar y difundir los nuevos valores, que resulto en la concepción de una imagen mucho más dinámica del niño con la cual se conceptualizó que: El niño tiene necesidad, ante todo, de aire, de agitación y movimiento; sus órganos e inteligencia todavía no están aptos para un trabajo fuerte y sostenido. Así, 11 Castillo, T. Moral Médica y Secularización: El cuerpo Infantil en el Discurso Médico del Porfiriato 23 imposible mantenerlos inmóviles en los bancos de la escuela; imposible imponerles silencio ni por un sólo instante (…) sería ilógico, sería irracional, sería peligroso prohibir a estos pequeños seres lo que precisamente necesitan para el regular desarrollo de su organismo y de su inteligencia. El niño nunca está quieto, sino cuando está enfermo.12 El anterior párrafo se describe a manera anecdótica, ya que se basa en la descripción de médicos de la época pertenecientes a las clases altas de la sociedad. La realidad de los grupos marginados desentrañaba un complejo drama social, los niños marginados estaban inmersos en un cuadro deprimente en que destacaban los factores psicológicos de violencia familiar, las deficientes condiciones higiénicas de ventilación de las casas pobres, y la persistencia de prácticas religiosas en el núcleo familiar entre otras cosas. Ni que decir de los niños ilegítimos a los cuales se les consideraba “viciosos” en una población en que la mayoría de uniones eran consideradas ilegitimas. Ésta concepción era apoyada por la religión y las clases pudientes. El paso a la transición en el cambio de la RS social del niño no fue lineal, fue parcial y discontinua, no se trató de una simple desaparición de conceptos religiosos o la sustitución de un código científico, fue un complejo cambio en el que las ideas religiosas fueron reinsertadas en la lógica moderna de acuerdo a sus esquemas. En esta época la salud pública retomó el concepto de moralidad familiar que llevaba implícito un código moral de los comportamientos que reafirmaban, el patriarcado, la sumisión de la mujer y la obediencia absoluta de los hijos a la voluntad del padre. La convergencia entre medicina-pedagogía y moralidad se construyó alrededor de la figura del niño antes tradicionalmente ignorada, ejemplo de ello es la cita de Justo Sierra.13 Es de José de Maistre esta idea: el pueblo no debe nombrar a sus 12 Castillo, T. Moral Médica y Secularización: El cuerpo Infantil en el Discurso Médico del Porfiriato 13 Fue varias veces diputado al Congreso de la Unión y magistrado de la Suprema Corte de Justicia. 24 representantes; basta con que la ley los nombre; ¿no lo hace así con los niños y los locos, a quienes da tutores o curadores? ¿y, el pueblo es otra cosa que un loco o niño? (…) Si: somos un pueblo de locos y de niños. Sólo una cosa nos proporciona instantes lucidos: el dolor.14 Este extracto nos permite inferir que el concepto de niño, en esta época, era equiparable al de un “loco” o ser incapaz que necesitaba mano dura porque no tenía conciencia de lo que hacía, que necesitaba dirección y corrección sin tomar en cuenta sus necesidades. En conclusión el concepto de niño giraba en torno a un ser sin voluntad ni sentimientos propios, al que se tenía que “educar” con dolor para ser un adulto lúcido. A partir de esta RS del niño se inicia en México la nominación de los problemas psicológicos en los niños y adolescentes. 1.4 Inicio de la nominación de los problemas psicológicos en los niños y en los adolescentes en México. En México a inicio el siglo XX la justificación de la desigualdad social estuvo fundamentada en el “darwinismo social”, es decir, en la teoría de la selección natural postulada por Charles Robert Darwin, según la cual se desarrollan las especies más aptas – y dentro de éstas, los individuos mejor dotados – y sucumbían los más débiles. Al aplicar esta tesis biológica a la sociedad humana, se sostenía que las desigualdades eran de origen natural y no obedecían a causas sociales y, no podían ser superadas por la voluntad de los hombres. El secretario de hacienda José Y. Limantour expresó el mismo pensamiento en 1901, cuando dijo “(…) los débiles los mal preparados, los que carecen de elementos para consumir victoriosamente la evolución, tienen que sucumbir, cediendo el campo a los más vigorosos, o que por las características de su modo Ocupó durante algunos años la cátedra de Historia en la Escuela Nacional Preparatoria. Fue uno de los directores de la Revista Nacional de letras y Ciencias (1889-1890). Ejerció una influencia muy grande en los medios intelectuales. Fue director de la antigua Secretaría de Justicia e Instrucción Pública y Bellas Artes (1905), fue designado Ministro Plenipotenciario de España. A él se debió el establecimiento del primer sistema de educación pública en México, y la reorganizaciónde la Universidad Nacional (1910). 14 Castillo, T. Moral Médica y Secularización: El cuerpo Infantil en el Discurso Médico del Porfiriato. 25 de ser lograron sobreponérseles, y pueden trasmitir a su descendencia las cualidades a las que debieron la supremacía.15 Sin embargo es en el porfiriato cuando se da un esfuerzo serio y sistemático para delinear los rasgos específicos de la infancia y delimitarla de la etapa adulta, la medicina y la higiene infantil son el parte-aguas, reconociendo la marginalidad de la infancia basándose en la reflexión de la enfermedad y la mortalidad infantil, razón por la cual los conceptos de infancia y patología constituyen un vínculo interdependiente. En esta época se contemplan por primera vez en la historia de México los derechos del niño a la vida en el proceso de salud-enfermedad, lo que más preocupaba era la higiene alimentaria, que señaló una serie de procesos que apuntaban a la individualidad infantil. Los mandatos religiosos de la época tuvieron gran influencia en la concepción de la moral médica según la cual los niños que aprendían a escribir y sentarse correctamente lograrían pensamientos y comportamientos correctos alejados de los vicios y la inmoralidad. Una idea que se incuba en esta época sobre sexualidad fue la masturbación infantil, vista como algo indebido que traía peligros físicos y morales, colectivos e individuales, por lo que su inhibición debía estar bajo la vigilancia de padres, la familia, los médicos y más tarde de los psicólogos. Además se recomendaba la circuncisión en los niños, no para evitar infecciones posteriores sino, cómo una medida para prevenir los vicios y sobre todo para evitar en la adolescencia la excitación sexual.16 La idea de que en educación era necesario que la instrucción fuera igual para todos al margen de la profesión elegida, y trabajar en conjunto para lograr un mismo fin de bienestar social, también surge en esta época. Así, Gabino Barreda propuso que todos los mexicanos recibieran la misma educación y la obligatoriedad de la primaria. Apareciendo de manera reiterada, uno de los 15 Asociación Mexicana de Pediatría 16 Asociación Mexicana de Pediatría 26 encargos o mandatos sociales que generarían las condiciones de formación de la intelligentsia mexicana,17 es decir, la idea de pertenecer a una nación, entre los valores cívicos depositados por la escuela en los niños. Retomando el binomio médico – pedagógico reinante, en el primer Congreso Internacional de Higiene Escolar (1910) realizado en París, se propuso que los maestros y maestras fueran iniciados en el conocimiento de las anomalías mentales de los escolares y en los medios prácticos para mejorar a los anormales. Dentro de las categorías que adoptaron los médicos mexicanos se encontraron, los niños retrasados escolares, que incluía a los niños impuntuales, desaplicados, inatentos, tontos y mal intencionados que tenían en común no avanzar en sus estudios y quedar constantemente rezagados. El término usado para estos niños derivado de la higiene escolar y los maestros fue: “Un niño retrasado o retardado” era aquel que no podía seguir por uno u otro motivo el desarrollo regular de los programas escolares, quedando retrasados algunos años en relación a la generalidad de sus compañeros de la misma edad. 18 Estas clasificaciones se encuentran en el libro “Los niños anormales psíquicos” de José de Jesús González (1918), en el que se designa al niño “desaplicado” como: aquel que permanece quieto e impasible con la mirada perdida y si se le interroga sobre el asunto de la lección y no contesta es un “tonto”; el niño perverso era: aquel que sólo atiende a ratos y se pasa el tiempo peleando con sus compañeros, destruye todo cuanto pasa por sus manos y no respeta a sus maestros. Estos problemas estaban relacionados con la falta de atención o inatención a la cual se le atribuían causas ligadas al medio escolar, familiar y dependientes del niño. Las causas ligadas al ambiente familiar eran: padres viciosos, demasiado mimo hacia los niños, indisciplina en el hogar, mala alimentación y trabajo infantil, las causas dependientes del niño respecto a las perturbaciones en su estado mental 17 Carrascoza, C. & Manero, R. Génesis social de la psicología en México p. 65 18 Granja, Contar y clasificar a la infancia: Las categorías de la escolarización en las escuelas primarias de la ciudad de México 27 estaban ligadas a la clasificación de: idiotas, imbéciles y débiles mentales, Distinguiendo entre retardados por psiquismo normal (retrasados pedagógicos), que incluía a los retardados nerviosos (histeria, epilepsia y neurastenia), esta clasificación constituyó el eslabón entre los normales y los anormales.19 Los cuales sólo requerían que se removieran las causas que provocará el retraso. La clasificación para los niños anormales psíquicos era: “todo aquel cuyas facultades mentales como la memoria, atención, afectividad, inteligencia, voluntad, etc., son inferiores a la media mental de los niños de su edad: son retrasados en su desarrollo mental” (González, 1918). Estos niños requerían procedimientos pedagógicos especiales. De estos niños los educables por procedimientos ordinarios eran los niños: retardados por causas sociales, por enfermedades generales, por causas sensoriales como falta de visión o audición y no ambas, y los nerviosos que no tuvieran perturbaciones profundas. Los niños educables por métodos especiales eran los niños sordos, ciegos y débiles mentales. Los niños difícilmente educables eran, los imbéciles, idiotas y los nerviosos con acentuado trastorno mental.20 Para 1921 en los reportes de Torres Quintero, el 40% de los niños estaba atrasado en la escuela en relación con su edad cronológica y que casi la mitad de los alumnos hacían sus estudios primarios en el doble de tiempo del estimado, reportando que las causas eran: 1) la vagancia y los defectos mentales, 2) por vagancia pero siendo normales y 3) los atrasados por deficiencia mental. Respecto a los factores ambientales atribuyó a la pobreza, el ausentismo escolar de niños y maestros, cambios de residencia, falta de materiales, suspensiones de clases, exceso de alumnos, enfermedades generales, inscripciones en cualquier 19 Granja, C. Contar y clasificar a la infancia: Las categorías de la escolarización en las escuelas primarias de la ciudad de México 20 Cit, ant. 28 época del año, los sueldos reducidos de los maestros y la incompetencia de los mismos (Torres, 1921)21 En este mismo años con el Primer Congreso Mexicano del Niño (1921), los niños con problemas son clasificados en “anormales psíquicos y anormales pedagógicos o retardados”, en esta última clase se encuentran aquellos que tenían problemas físicos y enfermedades generales, aunque llama la atención que en esta clase se incluyó a los niños nerviosos. En los niños anormales psíquicos, la clasificación es prácticamente la misma que en 1910, imbéciles, idiotas y débiles mentales, pero se incluyen a los anormales morales e imbéciles morales. Para 1925 el Departamento de Psicopedagogía e Higiene, con los doctores Santamarina y Gómez Robleda, adaptaron las pruebas de Binet-Simón y los Test Parciales de Lenguaje Descoeudres, Stanford Achievement, Fay, Ebbinghaus, que sirvieron para medir a los niños en las aulas de clase, en inteligencia, razonamiento, agudeza visual, etc., esto se convirtió en una práctica habitual en la cual depositaron su confianza autoridades, padres y maestros para mejorar la educación de los niños. Esta práctica tenía la intensión de clasificar a los niños para acomodarlossegún sus capacidades intelectuales, disminuir el alto número de retrasados escolares y desarrollar cursos rápidos para “nivelarlos”, aunque los criterios de clasificación de 1921 no cambian. Así la escolarización masiva impulsada por los regímenes posrevolucionarios generó un tipo de normalidad y por consiguientemente uno de anormalidad en el que cualquier desviación a lo considerado normal, generó etiquetas como infancia delincuente, infancia anormal y todo un aparato conceptual, defensivo y de protecciones, la creación del Tribunal para Menores en 1926, influyó en que las conductas antisociales y los problemas de salud mental en los niños infractores comenzaran a considerarse como un problema estatal, éstos niños se convirtieron en objetos de intervención psiquiátrica en el contexto de una especialización 21 Cit, ant. 29 jurídica y social que buscaba metodologías propias para intervenir sobre la criminalidad infantil. Para 1932 se creó el Pabellón Infantil en el Manicomio General de La Castañeda, como respuesta al contexto de preocupación generalizada por la infancia al inicio del siglo, para intentar una readaptación social que, sin olvidar las circunstancias clínicas específicas a cada caso individual, capacitaría al enfermo para la vida social y hacer de él un individuo responsable, con respeto, sumisión y capacidad para el trabajo. La Psiquiatría infantil se configuró en torno a dos grandes líneas: la protección a la infancia y el tratamiento a los anormales. El discurso sobre el niño anormal se entretejió con el discurso sobre el retrasado escolar y el niño delincuente, atribuyéndole estas causas, señaladas por la psiquiatra mexicana Rodríguez Calvo. La trascendencia de la edad puberal, etapa en la que las influencias exteriores tienen mayor resonancia en la formación del carácter. La falta de trabajo Los vicios como el alcoholismo. La desintegración de las familias La degeneración racial. Causas de orden económico. En febrero de 1933 se inauguró la Escuela para Niños Anormales anexa al pabellón Infantil para suministrar tratamiento psicopedagógico a los niños débiles y retardados mentales y los enfermos neurológicos enviados de los establecimientos educativos de la beneficencia o de las escuelas públicas, con el propósito de estimular y desarrollar sus capacidades físicas y mentales, se organizaron tres grandes grupos: los niños con trastornos orgánicos profundos, los que se podrían recuperar poco y los que se recuperaban bastante desde el punto de vista social. Para clasificar a los niños se utilizaron tests como el de Binet-Simon, adaptado para los niños mexicanos por el doctor Santamarina, o el método de perfil 30 psicológico del médico belga Guillaume Vermeylen. La clasificación seguía la terminología médica- psiquiátrica que prevalecía en la época y que dividía a los niños en idiotas, imbéciles y débiles mentales, aunque en realidad muchos de estos niños no tenían trastornos psíquicos, sino deficiencias físicas o retrasos escolares. Pero para 1945 se determinó que los niños que ingresaran al Pabellón Infantil debían tener un cociente intelectual menor a 70 y algún otro padecimiento mental o anomalía grave. La Castañeda dejo de funcionar en 1968. En los años 40, los sistemas de clasificación se agrupan en verticales y horizontales; los primeros de forma heterogénea, estaban basados en el supuesto de que los mayores ejercen una influencia benéfica sobre los menores ayudando en su desarrollo individual. La clasificación horizontal (usada hasta nuestros días) agrupa a los niños en forma homogénea, basándose en el supuesto de que el trabajo colectivo y cooperativo sólo es posible cuando existen capacidades semejantes, la clasificación depende de la edad, conocimiento y desarrollo mental, esta es la más usada actualmente con la medición del IQ o CI (cociente intelectual). 31 Capítulo 2 Breve historia de los Estilos de Crianza y del Estudio de los Problemas Psicológicos en los Niños y en los Adolescentes durante el siglo XX. 2.1 Antecedentes históricos de los estilos de crianza: A partir de los estudios de los estilos de crianza muchos de los trastornos que aparecen en los niños y los adolescentes se asocian a lo que les tocó vivir en su medio ambiente familiar y/o social, el ambiente familiar es observado como tierra fértil para que los factores predisponentes se desencadenen, por lo que desde el plano consensual la RS se enfoca en que un medio ambiente desfavorable puede provocar alteraciones en el desarrollo aunque se tenga una disposición innata adecuada. Los patrones de construcción se relacionan con la familia al adquirir todo el conjunto de expresiones emocionales, aprendiendo la forma de expresar las angustias, los miedos, las inseguridades o los ritos que al ser interiorizados parecen “normales” y no permiten ver otras posibilidades de crecimiento, generando en los niños vacío e inconformidad por lo que les fue impuesto. Las formas como se establecen los vínculos con los miembros de la familia, es el cómo se construirá la identidad. Los padres enseñan a los hijos de manera no sólo explicita sino también de forma implícita, aquello de lo cual no tienen conciencia en un lenguaje a-verbal, trasmitiendo esa herencia generacional que traspasa los límites biológicos, situándose en los aspectos culturales en los cuales las emociones están implicadas así se aprende a sentir, a manejar lo que se siente, y a expresarlo al resto de la familia y el entorno. Por lo que incluir los antecedentes de los estilos de crianza es tratar de comprender desde el campo de las RS el actuar individual y familiar, - y desde el primer postulado de la psicología Gestalt 22- sería suficiente mirar un grupo de personas conocidas para que se verifique su comportamiento porque cuando se encuentran integradas en un todo, el grupo adquiere características diferentes de 22 El todo tiene propiedades diferentes a la suma de las propiedades de sus partes. 32 la conducta normalmente exhibida en forma individual. Pero dentro de los fenómenos psicosociales habría que recordar que – segundo postulado - 23 un simple estimulo (afirmación), que puede verse radicalmente alterado en ambientes diferentes y que se encuentra determinado por el papel que desempeña en el contexto en el cual se formula. El estudio de los estilos de crianza a través de diferentes culturas y épocas nos permitirá llevar a cabo inferencias para comprender el producto humano, las formas de expresión y el comportamiento característico frente a los estímulos sociales (situacionales), que acota en gran medida la identificación en el estudio de los fenómenos psicológicos tal cómo afirmaba Ralph Linton (1945): “Aun cuando la psicología se ocupa de estudiar al individuo, la sociología de estudiar la sociedad y la antropología cultural de estudiar la cultura, la integración individuo-sociedad-cultura es tan evidente que se espera que en un futuro próximo surja una ciencia del comportamiento que sintetice a todas estas áreas de investigación”24. En la antología de Luis Ramos (1985) “La educación en la época medieval” se habla de la época del florecimiento del Tardo Imperio Romano hasta los albores de la Edad Media (siglos I-VIII), como la época del cambio de los valores grecorromanos a los valores cristianos y por ende de la elaboración de la teoría pedagógica cristiana en la que brota la necesidad de explicitar el contenido de la biblia y en particular de los escritos del nuevo testamento, este autor señala que Juan Crisóstomo enumeró una serie de condiciones para que los cristianos fueran educados en vista de serútiles a la sociedad, estas condiciones al calce dicen: La educación de un niño es como el gobierno de una ciudad; los ciudadanos necesitan de buenas leyes y de vigilancia. La ciudad tiene que tener puertas para controlar el ingreso y los sentidos también tienen que ser vigilados para revisar lo que por ellos entra. 23 La percepción de todos organizados y no solamente asociados, con todos los elementos que los constituyen interconectados en el campo perceptivo. 24 Rodríguez 1993 33 Todo lo que sale debe ser cuidadosamente examinado en la ciudad y los pensamientos que salen al exterior deben someterse a varios exámenes. Las pasiones se pueden y se deben controlar entre ellas la ira y la concupiscencia, evitando a los menores los espectáculos lascivos y proponiendo como modelos personajes que hayan sido respetuosos de los valores del cuerpo. En la ascesis -palabra griega que significa entrenamiento- la disciplina es fundamental para que el carácter del niño se fortalezca y éste pueda tener control de sí mismo. La educación es para los padres de la iglesia, una acción que comienza en los primeros años del niño y no termina hasta que el propio educando tiene que pasar a ser educador, educando se educa; el padre que educa al hijo se educa a sí mismo. La teoría pedagógica de Crisóstomo concuerda con los demás Padres de la Iglesia en cuidar de la formación intelectual y la formación moral de los educados, sobre todo en la más tierna edad, moderando y disciplinando las pasiones, para que los niños siendo adultos alcancen una vida de justicia y de felicidad. Los sentidos: el oído, el olfato, el tacto y la lengua también se disciplinan para que obedezcan a la voluntad. (Ramos, 1985) Elsa Cecilia Frost, en la Educación y la Ilustración en Europa (1986) plantea que el siglo XVIII puede caracterizarse como “La época de la filosofía”. En el cual la Ilustración fue una época de todo, se dieron de lado a lado el deísmo, el moralismo y el inmoralismo, el empirismo escéptico y el idealismo, el sistema de la naturaleza, el realismo y aun el materialismo, la prédica de todas las libertades y la doctrina del despotismo ilustrado, por lo que la seguridad en la educación era la panacea universal y la firme decisión de reservar el estudio de la filosofía a los privilegiados con el propósito de manejar a la humanidad y la desconfianza ante el pueblo como medio de control. 34 El movimiento ilustrado abarcó aproximadamente de 1685 a 1785, de Newton y Locke a Kant, tenía como común denominador el rechazo a la tradición y la fe en la razón, en este periodo surgió el entusiasmo por analizarlo todo. Lo primero era que cada individuo actuara en su propio beneficio porque se pensaba que esto redituaría en el bien colectivo. Sus postulados se basaban en: todos los hombres son iguales por la razón y todos deben tener los mismos derechos a la libertad de conciencia para hacer frente a la opresión, la explotación y la ignorancia. Sin embargo con la doctrina de laisser faire25 se pensó que bastaría con hacer ver al pueblo que tenía entendimiento y debería usarlo para que el ejercicio de la razón acabara con la pereza, el despilfarro y el fanatismo, cuidando de no traspasar los límites y dar al pueblo cultura, porque los pobres deberían estar conscientes de su condición y dejar la dirección del gobierno en manos de quienes correspondía. En Alemania e Inglaterra existía la misma convicción, la educación para los niños debería remediar, corregir y dirigir su naturaleza, la insistencia del respeto a la autoridad, por esto la formación moral se empezaría desde la cuna para hacer el espíritu dócil a la disciplina y obediente a la razón (Lucke en su ensayo sobre la educación). El Dr. Schreber (1858) escribió los principios espirituales pedagógicos pretendiendo convertir a los padres en los amos del niño para siempre, bastando sólo la mirada para controlarlo, bajo el precepto de que todo era por el bien del niño al evitarle horas de inquietud perjudiciales en su desarrollo liberándolo de los tormentos interiores. En su familia era él quien controlaba con la mirada a sus dos hijos pequeños, ambos hijos padecieron posteriormente de enfermedades mentales y manía persecutoria, de los dos hijos mayores no se tienen referencias, pero se sabe que la madre comulgaba con su esposo en esta clase de educación.26 25 Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va solo; refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención de los gobiernos 26 En Schwarse Pädagogick (“Pedagogía Negra”) de Katharina Rutschky (cita: Miller, 1998) realizó una colección de escritos pedagógicos de ésta época que describen todas las técnicas de condicionamiento temprano, usadas para que los niños no descubrieran lo que realmente les estaba pasando, aun siendo adultos. 35 En el siglo XIX, el padre sigue intentando comunicar sus gustos al niño para impedir el desarrollo de sus vocaciones naturales, debido a que la sociedad mercante o capitalista dogmatiza más la autoridad del padre, fomentando más los hábitos de trabajo para evitar la delincuencia. Empieza la tremenda lucha entre el capital y el trabajo haciendo que la mujer se incorpore al mundo laboral, lo que incide más en el descuido y abuso de los hijos, aunque se sigue viendo a la mujer como la simple sirvienta al servicio del marido. En México según Pablo Escalante en “Educación e ideología en el México antiguo” la educación de los niños estuvo siempre a cargo de sus padres. Entre la gente del pueblo los hombres heredaban a sus hijos el mismo oficio, ayudando al padre en las labores cotidianas, las niñas aprendían de su madre el oficio de serlo; los hijos de los nobles si bien eran cuidados y aconsejados por sus padres, eran encomendados a los servidores de la casa y aproximadamente a la edad de diez a quince años ingresaban a un sistema escolarizado, que reforzaba la imagen social de mayor aptitud para el mando, para hombres y mujeres por igual. En el altiplano central según relatos de Hernán Cortés, todos los hijos de las personas principales, señores y ciudadanos honrados, tenían a sus hijos en las casas religiosas desde los siete u ocho años y solo salían para casarlos. Con Bernal Díaz del Castillo, en el Tzompantli estaban recogidas las hijas como monjas hasta que se casaban, cuestión que acontecía desde los siete años. Con Diego Muños Camargo, la crianza de los hijos era con muy buenas costumbres y doctrina, que los hijos de los señores tenían ayos que los criaban y adoctrinaban instruyéndolos en el modo de hablar con los mayores posando en cunclillas sin asentarse en el suelo y sin mirar, ni alzar los ojos al señor, ni escupir ni hacer meneos y sin mirar a la cara, al despedirse el orador (señor) bajaban la cabeza y se retiraban con mucha modestia sin volver las espaldas. Fray Bernardino de Sahagún relató que en la gente noble las madres o las amas los educaban a los niños hasta los seis o siete años, los instruían para que al ir por 36 la calle no hicieran fealdad, suciedad o deshonestidad, a hablar con palabras bien criadas y buen lenguaje, a no hacer desacato a nadie y reverenciar a todos por el camino, aunque no fueran más que personas bajas, hombres o mujeres y si alguna persona, los saludara inclinándose y saludándola también. Cuando el niño llegaba a los diez o doce años se le metía a la casa del regimiento (Colmécac), ahí lo entregaban a los sacerdotes y sátrapas del templo para ser criado y enseñado. A los quince años aprendía las cosas de la guerra y a los veinte se le llevaba a la guerra. Fernando de Alva relató de la
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