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I UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLÁN. REPORTE DE REDUCCIÓN DE FRACTURAS DE HUESOS LARGOS EN CABALLOS CON PLACAS ANCHAS DCP (AUTOCOMPRESIÓN DINÁMICA) DE LOS CASOS REFERIDOS AL HOSPITAL PARA EQUINOS DE LA FES-C, DEL AÑO 2011 AL 2013. TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: MÉDICA VETERINARIA ZOOTECNISTA. PRESENTA. GUADALUPE LISET HERNÁNDEZ GRANADOS ASESOR DE TESIS. M. en C. FELIPE DE JESÚS CORTES DELGADILLO CUAUTITLÁN IZCALLI, ESTADO DE MÉXICO 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLÁN UNIDAD DE ADMINISTRACIÓN ESCOLAR DEPARTAMENTO DE EXÁMENES PROFESIONALES VmVD\'IDAD PlAC:,lo.>IAL Avl'I>f>!'\A DE M.EX~O ASUNTO: VOTO APROBATORIO M. en C. JORGE ALFREDO CUÉLLAR ORDAZ DIRECTOR DE LA FES CUAUTITLAN PRESENTE ATN: M. en A. ISMAEL HERNANDEZ MAURICIO Jefe del Departamento de Exámenes Profesionales de la FES Cuautitlán. Con base en el Reglamenlo General de Exámenes, y la Dirección de la Facultad, nos permitimos comunicar a usted que revisamos La Tesis: Reporte de casos de reducción de fracturas de huesos largos en caballos con placas anchas DCP (Autocomprensión dinámica) de los casos referidos al hospital para Equinos de la FES-C, del año 2011 al 2013. Que presenta la pasante: GUADALUPE LlSET HERNANDEZ GRANADOS Con número de cuenta: 40608782-1 para obtener el Titulo de: Médica Veterinaria Zootecnista Considerando que dicho trabajo reúne los requisitos necesarios para ser discutido en el EXAMEN PROFESIONAL correspondiente, otorgamos nuestro VOTO APROBATORIO. ATENTAMENTE "POR MI RAZA HABLARA EL EspíRITU" Cuautitlán Izcalli, Méx. a 03 de marzo de 2016. PROFESORES QUE INTEGRAN EL JURADO NOMBRE PRESIDENTE M. v.z. Luis Eduarno Arozamena MonHort VOCAL M. en C. Felipe de Jesús Cortés De!gadillo SECRETARIO I er SUPLENTE M-V.Z. Saúl Alejandro Rodriguez Zamora 2do SUPLENTE M-V.Z. WiHrido Ramirez Valadez NOTA: los sinodales suplentes están obligados el presentarse el día V hora del Examen Profesional (art. 127). En caso de que algún miembro del jurado no pueda asistir al examen profesional deberá dar aviso por (Art 127 RfP) IHM / ntm· DfPARTAMfMTÓ DE <XAAltNfS PROFESIO,VA' C( III DEDICATORIAS “Porque nadie dijo que sería fácil, sino que valdría la pena” M.V.Z. J Jesús Valdez Miranda, especialmente porque me mostró las maravillas de esta profesión y definitivamente porque sin su apoyo, dirección y conocimiento no habría dado este gran paso. IV AGRADECIMIENTOS A Francisco Hernández H. Porque el mejor homenaje a los que se han ido, es seguir viviendo y alcanzar nuestros sueños. † MAMI y PAPI por el gran amor y apoyo manifestado incondicionalmente. A Regina Granados y Armando Hernández por el apoyo y el ejemplo brindado. A mis enanos (Armando y Aiko) porque todo es posible si lo deseas. A Susana Lozada por ser incondicional. A todos los que colaboraron con el desarrollo de este trabajo y apoyaron para su materialización de alguna manera; M.V.Z. Carlos Manzo, M. en C. Moisés Valderrama, M.V.Z. Juan Ramón Ayala, Desire, Fabián, Michelle, Itzel, Rebeca, Anuar, Juan Macias. A quién me abrió las puertas a este gran mundo de los caballos M.V.Z. Ana María Ríos Mena. A aquellos que fueron mis segundos padres y un gran apoyo durante el desarrollo de mis estudios, Familia Ayala Jiménez y Familia Valdivia Lara. A la familia Hernández Zetina por todo su cariño y mensajes de aliento. A la familia Granados Martínez porque sin su apoyo y cariño no habría llegado hasta aquí. A todos los amigos que compartieron momentos de todo tipo durante estos años. MVZ Carlos Ortiz por todos sus consejos y la amistad brindada. MVZ Felipe de Jesús, por todo el apoyo brindado. V CONTENIDO. I. Resumen 1 II. Introducción 2 Fisiología ósea 2 Células óseas 3 Osificación 5 Clasificación de los huesos 7 Fractura 10 Diagnóstico de las fracturas 13 Factores causales 14 Clasificación de las fracturas 15 Reparación ósea 19 Principios de osteosíntesis 21 Tornillos 22 Placas 26 III. Objetivos 30 IV. Materiales y Métodos 31 V. Resultados 33 VI. Discusión 41 VII. Conclusiones 45 VIII. Bibliografía 46 1 RESUMEN. HERNÁNDEZ GRANADOS GUADALUPE LISET. Reporte de casos de reducción de fracturas de huesos largos en caballos con placas anchas DCP (Autocompresión dinámica) de los casos referidos al hospital para equinos de la FES-C, del año 2011 al 2013.(Bajo la dirección de: M. en C. Felipe de Jesús Cortes Delgadillo). La osteosíntesis de huesos largos en caballos representa un gran reto médico y quirúrgico, así como las complicaciones que pueden surgir alrededor de la reparación de la fractura. El propósito de esté trabajo fue evaluar el progreso y los resultados de los casos de fracturas de huesos largos que se presentaron durante tres años en el hospital para equinos de la facultad de estudios superiores Cuautitlán; dando datos acerca de la reducción con técnica quirúrgica, las complicaciones post quirúrgicas y los resultados de cada caso; por otro lado mostrar las ventajas de utilizar placas - DCP como implantes de fijación interna. Se utilizaron 8 expedientes de caballos adultos y potros; para obtener la información. El 50% de las fracturas fue del metatarso III, seguido por el 25% de radio y el resto metacarpo III. El 62% de los pacientes sobrevivió; de los cuales, el 80% regresó favorablemente a sus actividades. Las complicaciones detectadas fueron: infección de la incisión, osteomielitis, refractura, laminitis, rotura de tornillos. Las fracturas de huesos largos en los caballos siguen siendo una preocupación frecuente; sin embargo, se han logrado grandes avances en cuanto a fijación interna se refiere, obteniendo resultados favorables. 2 INTRODUCCIÓN. FISIOLOGÍA ÓSEA. En todos los vertebrados, el esqueleto es uno de los componentes más importantes del cuerpo; la unidad principal de este son los huesos. Tiene como propósito, proteger el corazón y los pulmones así como al cerebro, además de dar sostén y estructura al organismo, y permite el movimiento; es un tejido dinámico con capacidad de remodelación constante y respuesta casi inmediata a las demandas energéticas. 1,2 En términos de medicina, la osteología es la ciencia que estudia la estructura, funciones y patologías del sistema óseo; por lo que se debe entender que, la función principal del mismo se basa en el soporte, siendo un medio de locomoción en conjunto con articulaciones, tendones y ligamentos; la presentación de vínculos rígidos cinemáticos facilita la acción muscular y el movimiento. Secundariamente, no así menos importante, es una fuente dinámica de minerales, especialmente en el almacenamiento de calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y finalmente al contener médula ósea, algunos huesos apoyan la producción de células sanguíneas.3En conjunto los huesos forman la estructura indicada para cada individuo; en aquellos animales que evolucionaron con la capacidad de locomoción a alta velocidad, como los caballos, las demandas energéticas son mayores, lo que les da una estructura con capacidades específicas en las extremidades.1 Cada hueso tiene la capacidad de crecer, moldearse, repararse y remodelarse además de responder a los cambios en los procesos mecánicos de soporte en un instante y posteriormente optimizar la eficiencia energética en relación con los cambios en las demandas mecánicas (Ley de Wolff).1 Durante el proceso de maduración, se diferencian capas con distinta estructura, una de tejido compacto denominada corteza o cortical, una más profunda y hacia los extremos compuesta por placas dispuestas en forma de red porosa denominada esponjosa, alrededor de la cortical, existe una membrana que cubre el hueso excepto en las zonas articulares, y es la responsable del aumento de diámetro y que participa activamente en la reparación, 3 denominada periostio; principalmente en los huesos largos, se presenta una cavidad revestida de una membrana fibrosa denominada endostio. 4 Fig. 1 Esqueleto equino. Células óseas. El tejido está compuesto por cuatro tipos de células, cada uno con funciones específicas pero con interacciones entre ellas; coordinadas perfeccionan la morfología de los huesos en relación con las demandas mecánicas y es lo que hace tan eficiente la respuesta a las modificaciones en las demandas energéticas.2,5 Las células osteoprogenitoras dan origen a los osteoblastos bajo la acción del factor de crecimiento formador β y la proteína morfógena ósea (BPM). Sin embargo en condiciones de hipoxia, estas se convierten en células condrógenas; por consiguiente, estas células son la misma, pero expresan factores distintos de acuerdo a las condiciones de oxígeno.6 Los osteoblastos, son precursores de todos los tejidos conectivos; inicialmente son células mononucleares y aplanadas que al activarse para formar la matriz ósea modifican su forma a células redondas.2 El material osteoide se transforma en matriz ósea formando superficies donde algunos osteoblastos quedan atrapados y se convierten en osteocitos, eliminado parcialmente el ® Liset Hernández 4 citoplasma; se disponen en pequeñas cavidades llamadas lagunas, conectadas por un sistema de conductos denominados canalículos; por donde circula líquido tisular. 2 Las lagunas y los canalículos se forman por el hecho de que los osteoblastos están comunicados por prolongaciones citoplasmáticas en el momento que se deposita el material óseo; lo que provoca que las prolongaciones entre las células formen un molde para que el material óseo pueda mineralizarse; dicha estructura se denomina sistema de Havers.2,5 Los osteoblastos son los encargados de la formación de tejido óseo; mediante de la expresión de fosfatasa alcalina en la membrana celular.2 A pesar de que los osteoblastos tienen una reproducción fácil, no todos tienen la capacidad de secretar material óseo y formar hueso; aquellos incapacitados para dicha acción, se mantienen en reserva como parte del estrato osteógeno del periostio y del endostio al interior de los conductos de Havers; la función de estas células de reserva, es entrar en acción cuando se requiere la formación de nuevo hueso, como es el caso de la consolidación de las fracturas o simplemente para aumentar el tamaño de un hueso normal en desarrollo.2 La resorción y remodelación del hueso es posible por los osteoclastos; derivadas de monocitos circulantes que al activarse se ubican en una superficie irregular del hueso para aislar el entorno local entre la célula y la superficie ósea; los osteoclastos disuelven el mineral mediante la secreción de ácidos seguidos de enzimas como la fosfatasa ácida, colagenasa, catepsinas y proteasas neutras, qué digieren la matriz y permiten mantener óptima la arquitectura del hueso.2,7 En general la actividad de los osteoclastos y osteoblastos están coordinadas; por lo que la resorción estimula la formación de hueso nuevo.7 5 Osificación. El proceso se puede llevar a cabo por dos modalidades; intramembranosa o endocondral. La osificación intramembranosa se desarrolla en una membrana de mesénquima altamente vascularizado en la cual las células se diferencian en osteoblastos, los cuales constituyen una matriz intercelular fibrosa que se esparce en forma rápida y osifica fácilmente, proporcionando trabéculas que se fusionan entre sí generando tejido óseo esponjoso, sobre los que se deposita hueso adicional para formar al tejido óseo compacto.3,6 El hueso compacto se compone de células y sustancia intercelular calcificada conocida como matriz, la cual se compone en un 35 % de materia orgánica y un 65% por minerales. Dentro de los componentes de la matriz el 90 a 95% corresponde a colágeno tipo I y el resto a glucoproteínas sulfatadas y proteoglicanos, especialmente condroitin sulfato y ácido hialurónico; mientras que las sales cristalinas están compuestas por calcio y fosforo, además de magnesio, sodio, potasio y carbonato junto con hidroxiapatita.6,7 El colágeno se dispone en forma de fibras, las cuales se disponen primariamente siguiendo las líneas de fuerza de tensión de cada hueso, otorgando así la resistencia a cada estructura, distribuyendo las fuerzas de forma uniforme.6,7 Las fibras de colágeno junto con las de los tendones confieren resistencia a la tensión, mientras que las sales de calcio dan resistencia a la compresión; en conjunto estas Fig. 2 Estructura ósea. 1. Hueso cortical 2. Hueso trabecular 3. Sistema de Havers 4. Colágeno 5. Canal de Havers 6. Canal de Volkmann 7. Endostio 8. Periostio 9. Irrigación perióstica 10. Osteoclasto 11. Trabéculas 12.Cavidades Vasculares. Osteoblasto 12.Osteocito 6 propiedades más el grado de entrecruzamiento que existe entre las fibras de colágeno y los cristales, es lo que da a la estructura ósea la resistencia a la tracción y compresión. 8,9 La osificación endocondral, que determina la formación de los huesos largos y cortos, necesita un modelo de cartílago hialino que sirva de molde sobre el cual se forme el tejido óseo.6 El tejido cartilaginoso no se transforma en tejido óseo, en lugar de ello, alrededor de la región media se forma (por osificación intramembranosa) un collarete óseo subperióstico, que aumenta de espesor y de longitud.6 Los condrocitos que se encuentran en el centro del modelo se hipertrofian y resorben una parte de su matriz, con lo cual las lagunas se agrandan y confluyen entre sí; un brote perióstico invade los espacios, dónde las células osteoprogenitoras se diferencian en osteoblastos y estos últimos elaboran un revestimiento de matriz ósea sobre el cartílago calcificado.6 A medida que aumentan el espesor y la longitud, los osteoclastos resorben el complejo del tejido cartilaginoso calcificado y dejan un espacio de gran tamaño, que da lugar a la cavidad medular. Todo el proceso avanza desde el centro primario de osificación hasta que finalmente la mayor parte del modelo cartilaginoso queda reemplazada por el tejido óseo y se forma la diáfisis del hueso largo. La formación de la epífisis ocurre con algunas modificaciones de modo que pueda mantenerse la cubierta cartilaginosa sobre la superficie articular. El crecimiento de estos huesos se da mediante los discos epifisiarios que hay entre las epífisis y las diáfisis distales.6 7 Clasificación de los huesos. Los huesos, individualmente se clasifican por la forma, mediante un sistema simple: largos, cortos, planos e irregulares.4 Los huesos largos son característicos de las extremidades, tienen forma alargada, cilíndrica, con extremidades ensanchadas, en losque predomina una dimensión y están adaptados para funcionar como sostén y palancas, estos huesos crecen longitudinalmente.4 Para efecto de estudio, se dividen en cuatro porciones: epífisis, fisis, metafísis (durante el desarrollo) y diáfisis; cada una con distintas estructuras histológicas.4 Fig. 3 Clasificación de los huesos. A. Hueso largo B. Hueso corto C. Hueso plano D Hueso irregular. Fig. 4 Hueso largo y sus porciones. A. Epífisis B. Diáfisis C. Metáfisis. D. Fisis (solo durante el desarrollo) .Metáfisis A B C D 8 Las epífisis se componen de hueso esponjoso, formado por trabéculas de hueso en forma perpendicular a la superficie articular, lo que disminuye al mínimo el uso de material para proveer el máximo de fuerza y minimizar los requerimientos de energía para la locomoción.4 En las zonas diafisiarias la pared se compone de hueso compacto en forma tubular que contiene vasos sanguíneos, médula y tejido adiposo; lo que le permite soportar las energías de flexión y torsión.4 El grosor de la zona cortical en las diáfisis no es uniforme circunferencialmente, lo que refleja distintos niveles de resistencia en diferentes planos; donde las zonas convexas son más anchas que las superficies cóncavas.4 Para que todo este sistema funcione adecuadamente es necesario un flujo sanguíneo adecuado, por lo que tiene tres fuentes básicas de irrigación: 1. El sistema aferente, 2. El sistema intermedio del hueso compacto y 3. El sistema eferente. Cada uno tiene funciones específicas, donde el sistema aferente transporta sangre arterial a partir de la arteria nutricia principal, las arterias metafisiarias y las arteriolas periósticas en las adherencias de los músculos. Las arteriolas periósticas son los componentes menores del sistema aferente e irrigan a las capas más superficiales de la corteza en las cercanías de las inserciones musculares.4,5 Fig. 5 La superficie dorsal es la superficie convexa, y la superficie palmar es la superficie cóncava; mostrando grosores diferentes. 9 El sistema está compuesto por los canales corticales de Havers y Volkmann y los canalículos diminutos que transportan nutrientes a los osteocitos. El sistema eferente del hueso cortical se encuentra sobre la superficie perióstica, el flujo sanguíneo en la corteza es básicamente centrífugo, de la médula al periostio; además hay otro drenaje venoso en la cavidad medular, que se conecta con la actividad hematopoyética.3 En los huesos cortos, ninguna dimensión predomina sobre las otras; muchos de ellos se agrupan en la zona del carpo o tarso, donde la multiplicación de articulaciones permite movimientos complejos y también pueden disminuir la concusión.5 Los huesos planos están expandidos en dos direcciones, aquí se incluyen la escápula, los huesos del cinturón pélvico y la mayoría del cráneo; sus superficies anchas favorecen la inserción de grandes masas musculares dando protección a las partes blandas subyacentes.5 Los huesos irregulares son huesos impares situados en la línea media, como las vertebras y algunos huesos del cráneo, sirven de protección, sostén e inserción muscular.5 Fig. 6 A. Estructura interna de un hueso largo. B. Células componentes de hueso 10 Fractura. Los huesos están sujetos a cargas fisiológicas y no fisiológicas, estas últimas ocurren cuando en situaciones inusuales, tales como sobreesfuerzos o traumatismos, que de forma directa o indirecta, pueden exceder la resistencia del hueso provocando la fractura del mismo.3 Se define como fractura, la rotura completa o incompleta de la continuidad del hueso o cartílago causada por un traumatismo externo, tracción muscular excesiva o alguna enfermedad subyacente que debilite al hueso, donde la intensidad supera la elasticidad del hueso.3, 9, 10 Las cargas fisiológicas son aquellas generadas por el peso, contracción muscular y actividad física asociada, se transmiten al hueso a través de las articulaciones y la contracción muscular; son uniaxiales (tensión o compresión) pero también pueden dar lugar a situaciones de torsión o de flexión, no exceden por lo común la resistencia del hueso y no son responsables de fracturas óseas excepto en casos inusuales.9 Existen cuatro cargas fisiológicas: - Compresión axial - Tensión axial - Flexión - Torsión Fig. 7 Representación de las cargas ejercidas sobre los huesos de forma natural. A. Sin cargas B. Tensión C. Compresión D. Flexión E. Torsión F. Compresión y torsión combinadas. E F 11 Cada una de éstas por sí sola o en combinación da como resultado un patrón complejo de presión y esfuerzo dentro de la estructura ósea; en situaciones normales se asocian con la tensión y compresión en la superficie del corte transversal, mientras que la presión y esfuerzo de cizallamiento están dirigidos en forma oblicua o paralela a las superficies de corte transversal del hueso. Aún con una carga concéntrica sobre el hueso recto, la presión por cizallamiento está presente en algunas superficies. Después de que se produce la fractura dichas presiones y esfuerzos internos están presentes en la línea de fractura, la presión de cizallamiento interna y la presión por tensión pueden dañar tejidos adyacentes y frágiles al cruzar el espacio de la fractura; estas fuerzas pueden neutralizarse mediante dispositivos estabilizadores.9 Fig. 8 Representa las fuerzas fisiológicas sobre un hueso con fractura, las cuales deben ser consideradas antes de la fijación. A. Las fracturas transversas se caracterizan por tensión B. En la fractura oblicua se presenta compresión C. Cuando se presenta torsión, la fractura se inicia de forma paralela generando un trazo en espiral. D. En flexión, el hueso inicialmente falla generando tensión y continúa sobre los planos de corte generando una fractura en mariposa E. Cuando se presentan compresión y rotación combinadas, se generan fracturas conminutas. E 12 El estrés es la cantidad de fuerza por unidad de área que se desarrolla sobre una superficie plana como respuesta a carga externa aplicada. El estrés normal es la intensidad de la fuerza perpendicular interna de un plano a través de un punto en el cuerpo. El estrés por tensión es positivo mientras que el compresivo es negativo.9 La tensión se define como un cambio localizado en una dimensión que se desarrolla con una estructura en respuesta a cargas externas aplicadas. Los dos tipos básicos de tensión son, lineal, la cual causa modificaciones de longitud; y tensión de corte que causa cambios en la relación angular dentro de la estructura.8 Cuando la fuerza de la articulación se distribuye en forma pareja sobre la superficie articular y en línea concéntrica por la columna del hueso, se produce la compresión axial del hueso. Las presiones y esfuerzos internos resultantes son: 1. Presión por compresión sobre la superficie perpendicular a la columna del hueso, lo que provoca acortamiento; dando tensión perpendicular a la columna del hueso dando una expansión lateral, la presión oblicua a la columna del hueso causa acortamiento y desplazamiento lateral.9 El esfuerzo por tensión perpendicular que surge de la compresión axial no es clínicamente importante porque la expansión significativa del hueso es improbable; sin embargo, las fuerzas por compresión y por son significativas y causan el colapso de una fractura conminuta u oblicua si no son resistidas.9 Clínicamente los huesos sufren compresión axial, tensión axial, flexión y carga de torsión. Para el óptimo tratamiento las fracturas es importante una apreciación de las presiones, esfuerzos y tensiones normales generados por las cargas fisiológicas, unida al conocimiento de la capacidadde un implante de resistir estas presiones.9 13 Diagnóstico de las fracturas. Es importante tomar en cuenta los antecedentes, historia clínica y signos clínicos que indican la presencia de una fractura o fisura, sin embargo el uso de la radiología es esencial para la determinación precisa tanto de la fractura como del tipo. Se debe considerar realizar diversas tomas y en diversos ángulos para tener una visión completa del hueso.3 Es importante también realizar un examen físico general del paciente, un examen detallado para determinar la existencia de posibles daños en tejidos u órganos adyacentes a la fractura o en otras partes del cuerpo; determinar la inestabilidad de la fractura así como de ligamentos.3 Determinar el área de fractura y ubicar signos clínicos que pueden incluir dolor o hipersensibilidad localizada, deformidad o también en la formación de ángulos, movilidad anormal, tumefacción local, pérdida de la función y crepitación.3 Una vez ubicada la fractura se debe clasificar, existen diferentes criterios útiles para describir la fractura. Dichos criterios incluyen factores causales, la presencia de una herida superficial comunicante; ubicación, morfología, y gravedad de la fractura así como la estabilidad después de la reducción axial de los fragmentos. Fig. 9 Clasificación de las fracturas. A Fractura en espiral B. Fractura transversal C. Fractura oblicua 14 Factores causales. Traumatismo directo sobre el hueso. Estadísticamente entre el 75 y el 85% de las fracturas se dan por algún golpe entre los mismos animales en el corral o en algún momento de excitación dentro de la caballeriza, remolque, manga de manejo, pista de carreras o cualquier otro lugar donde realice su función. También pueden estar dadas por un traumatismo indirecto donde la fuerza se transmite por el hueso o un músculo hacia un punto distante donde se produce una fractura, en estos es importante considerar las fuerzas de tensión y tracción; dado que estas producen desprendimientos de fragmentos óseos dando lugar a una fractura. En el caso de las fracturas por fatiga debemos tomar en cuenta la presión repetida, aunque éstos no son muy comunes serán principalmente en caballos sometidos a un gran esfuerzo como lo es en los caballos jóvenes (por inmadurez ósea), o muy viejos dedicados a las carreras. A B C Fig. 10 Los traumatismos directos son las causas más frecuentes de fractura en equinos. 15 Clasificación de las fracturas. En cuanto o al tipo de fracturas por la forma de la línea se considera la orientación de esta con respecto al eje largo del hueso. Por lo que tenemos fracturas transversales donde la línea de fractura atraviesa al hueso en un ángulo no mayor a 30° en relación al inicio largo del mismo. Una fractura oblicua es aquella que da un ángulo mayor a 30° en relación al eje largo del hueso. Las fracturas en espiral son un tipo especial de fractura oblicua donde la línea de fractura se curva alrededor de la diáfisis. Tomando en cuenta las heridas y lesiones de los tejidos adyacentes tenemos dos tipos de fracturas aquellas donde la lesión se continúa hasta incluir la dermis y la epidermis se consideran como fracturas abiertas mientras que, las que solamente incluyen al hueso y lesión en los músculos se consideran como cerradas. En cuanto al daño sobre el hueso y los fragmentos de las mismas, tenemos fracturas incompletas que describen un trazo donde solo se incluye una corteza, también pueden ser llamadas fracturas en rama o tallo verde; exhiben líneas de fractura delgadas que penetran la corteza en dirección lineal y en el caso de los animales jóvenes o inmaduros el periostio se queda intacto a nivel esquelético. Las fracturas completas se describen como: pérdida de la continuidad circunferencial del hueso; donde toda fragmentación dada por el resultado de un defecto en el lugar de la fractura debe ser más pequeña a un tercio del diámetro del hueso luego de la reducción de la fractura. Fig. 11 Toma lateral de una rodilla con fragmentos óseos, producto de fracturas por estrés. 16 Las fracturas multifragmentarias, conocidas también como fracturas conminutas tienen uno o más fragmentos de tamaño medio, completamente separados. A su vez estos pueden tener una subdivisión para clasificarlas. Fracturas en cuña donde existe cierto contacto entre los fragmentos principales después de la reducción. Figura 12. A. Fractura transversal, B. Fractura multifragmentaria, C. Fractura oblicua, D. Fractura conminuta. Las zonas metafisiaria proximal y distal requieren una nomenclatura específica para describir una gran variedad de fracturas extraarticulares e intraarticulares que se ven en estas ubicaciones tal y como se describe a continuación. Las fracturas no articulares son aquellas donde no se fractura la superficie articular pero se separa de la diáfisis, en lo que se le conoce como fracturas metafisiaria, únicamente se ve en animales jóvenes (revisar clasificación Salter-Harris). También podemos encontrar aquí fracturas fisiarias donde la fractura o separación sucede justo en la línea de la crecimiento. A B C D 17 Fig. 13 Muestra la clasificación de la fracturas articulares. A. No articular B. Articular parcial C. Articular completa Las fracturas articulares parciales son aquellos donde solo una parte de la superficie articular esta involucrada, mientras que la porción restante aún está fijada la diáfisis un ejemplo de éstas son las fracturas condilares del 3er metacarpo o metatarso. Las fracturas articulares completas son aquellas donde se fractura la superficie articular y se separa en forma total de la diáfisis las fracturas condilares son representativas de este tipo. Algunos términos descriptivos adicionales que se aplican a ciertas fracturas son: fractura impactada donde los fragmentos óseos se unen entre sí de manera firme. Figura 14. A. Fractura de tercer metatarso, con trazo en forma de tallo verde, condilar, articular. Fractura oblicua no articular de tercer metatarso. A B A 18 Fractura por avulsión, un fragmento del hueso se separa como consecuencia de un tirón fuerte en un punto de inserción de un músculo, tendón o ligamento. Se debe tener en cuenta la estabilidad en posición anatómica normal ya que tenemos fracturas estables donde los fragmentos entrelazan y resisten las fuerzas de reducción, mientras que la fractura inestable tiene fragmentos que no se entrelazan y se deslizan unos a otros hacia fuera de la posición normal del hueso. Una vez determinado el tipo de fractura, se deben considerar las lesiones en los tejidos adyacentes empezando por el sistema vascular. La interrupción flujo sanguíneo normal a los huesos varía con la complejidad de la fractura, el sistema vascular aferente es estimulado y responde por medio de la hipertrofia; iniciando el desarrollo de un nuevo flujo sanguíneo denominado flujo sanguíneo extra óseo a partir de los tejidos blandos circundantes, esta separado de las arteriolas periósticas normales y provee sangre a los fragmentos de hueso adheridos a la corteza debilitada y a la formación del callo; es mucho más eficiente cuando se logra la estabilidad de la fractura y se repara la continuidad de la circulación medular favoreciendo las características regenerativas del flujo arterial medular, los cuales son rápidos y enormes bajo circunstancias propicias. Existen factores que pueden alterar o impedir la respuesta vascular, por lo que la reparación del hueso es más lenta, se pueden dar lesiones en los vasos principales que rodeen al hueso afectado provocadas por el mismo traumatismo, durante la manipulación quirúrgica cuando los tejidos blandos no semanejan adecuadamente, una reducción inadecuada donde los vasos se vean presionados u obstruidos como en el caso de la estabilización inadecuada. Cualquiera de los dos flujos sanguíneos del hueso puede estar comprometido en forma parcial, pero ambos deben estar presentes para un grado de curación ósea adecuado.3, 8, 11, 12, 13, 14 19 Reparación ósea. La reparación de la fractura tiene como objetivo el retorno del hueso a su estado y función original, e incluye un número significante de procesos que pueden considerar un estado embrionario del hueso. La reparación del hueso fracturado incluye tres fases, inflamatoria, reparación y remodelación.15 Existen dos tipos de reparación ósea, en ambas se llevan a cabo las tres fases; por un lado se encuentra la reparación por primera intención, donde no se desarrolla un callo óseo evidente y solo se logra mediante la fijación de los fragmentos dónde los tiempos de reparación se ven reducidos ya que al existir una separación mínima entre las estructuras estas entran en contacto con mayor facilidad; por otro lado en una reparación por segunda intención donde existe un proceso de inmovilización donde no exista la estabilidad completa de los fragmentos se forma un callo óseo evidente y no asegura la recuperación de la arquitectura original del hueso lesionado.16 Fig. 15 Miembro anterior y posterior mostrando diferentes lesiones en los tejidos blandos alrededor de la zona de fractura. 20 La fase inflamatoria es el prerrequisito crítico para la reparación del hueso, ocurre desde las 12 horas posteriores a la lesión, hasta dos o tres semanas posteriores; en esta fase se involucran numerosos procesos celulares responsables de la reparación de la fractura y de la protección de los tejidos de una infección. Varios mediadores químicos provocan dilatación, migración de leucocitos y quimiotaxis; las plaquetas funcionan como citocinas que apoyan la proliferación de células mesenquimales y la angiogénesis.16 La fase de reparación se da inmediatamente después de la fase inflamatoria, durante de esta fase el hueso es altamente susceptible a los factores mecánicos como el movimiento de los fragmentos. Esta fase puede llevar entre 2 y 12 meses, sin inmovilización el curso natural de la reparación de la fractura con la estabilización interfragmentaria dada por el periostio y la formación del callo óseo. Este proceso restaura la continuidad del hueso y la unión ocurre por una osificación endocondral e intramembranosa.15 La fase de remodelación se da durante y después de la fase de reparación; las lesiones vasculares y necróticas del hueso son remplazadas a través de la remodelación osteonal; debido a que las cargas se distribuyen correctamente, atrae osteoclastos a las superficies convexas, mientras que en los puntos cóncavos actúan los osteoblastos.16 Dentro de estas tres fases solo podemos observar dos puntos, el primero dado por la reparación del periostio y la formación del callo endocondral, formado por tejido fibrocartilaginoso inicialmente, el cual es sustituido subsecuentemente por hueso nuevo.15,16 La última fase de la reparación de la fractura es la reconstrucción del hueso cortical, ésta se da en el segundo o tercer mes posterior a la reparación de la fractura; se basa en el modelo de Havers; para que esto se dé correctamente se requieren tres cosas, que la reducción sea adecuada, exista fijación rígida y un correcto aporte sanguíneo. El desarrollo de la osteona secundaria de un fragmento a otro no requiere un contacto estrecho, puesto que aún con una reducción perfecta y fijación interna rígida existen puntos de separación en la o las líneas de fractura que derivan en huecos entre las áreas de contacto. Estos espacios se llenan en las semanas posteriores a la lesión con hueso laminar, y la osteona secundaria ocupa estas conexiones para completar la reparación del hueso.18 21 Como ya se describió, la reparación de las fracturas se puede dar por dos vías para finalmente subsanar la continuidad del hueso; la forma en que se dé esta reparación está determinada por varios factores como lo son la edad del paciente, el peso, el tipo y grado de fractura, la fijación y manejo dado a la misma, las habilidades y experiencia del cirujano.17 Principios de Osteosíntesis. El tratamiento de las fracturas en caballos sigue los mismos lineamientos que los desarrollados para humanos, y para pequeñas especies; derivando varias técnicas, pero si se habla de huesos largos en caballos la aplicación de los principios básicos es única. 19 El objetivo principal es conseguir la máxima recuperación funcional posible del segmento afectado mediante el establecimiento de condiciones que faciliten los procesos biológicos normales de consolidación en una posición adecuada de los fragmentos. Todo este sistema ha sido desarrollado desde 1956 por la “Asociación para el estudio de la Fijación Interna”, (ASIF/AO, Association for the Study of Internal Fixation/ Arbeitsgemeinschaft für Fig. 16 Imagen del proceso de formación de callo óseo sin implante y con implante. A- a. Fractura inicial b. Callo medular c. Callo cortical d. Callo medular y cortical. B- a. Clavo intramedular, el cual inhibe la formación del callo medular b. El callo cortical se forma del lado contrario a la aplicación de la placa, en el caso de las placas LC, si hay formación de callo debajo la placa. 22 Osteosynthesefragen); dirigida por Maurice E. Müller para investigar conceptos propuestos por Robert Danis. Como resultado de su trabajo, además del desarrollo de una serie de tornillos, placas, otros dispositivos y el instrumental correspondiente, la asociación es la responsable del cambio de interés por el tratamiento de las fracturas. 20 Existen técnicas de fijación externa para manejar fracturas de forma exitosa, pero considerando las características anatómicas de los caballos y de sus miembros específicamente, las técnicas para la reducción y fijación de fracturas en huesos largos se centran en la fijación interna.20 A dicha técnica se le dio importancia al inicio del siglo XX; se basa en la unión de los fragmentos por medio de la compresión, dando una reducción anatómica precisa mediante procedimientos quirúrgicos e implantes. Para llevar a cabo correctamente esta técnica se ha requerido de la creación de herramientas que favorezcan la unión de los fragmentos, por lo que se han desarrollado gran variedad de implantes metálicos como placas y tornillos que apoyan no solo la reducción de la fractura sino también la reducción de los tiempos de osteogénesis.20 Cada implante ha sido creado para coincidir con las características del hueso, así como también se han diseñado para facilitar la recuperación del mismo basándose en principios de física e ingeniería.20 Fig. 17 Imágenes de las formas correctas de aplicar un tornillo, así como las consideraciones a tomar en diversos trazos de fractura. 23 La clave para fijación interna está relacionada directamente con la fricción y estabilidad; una mayor fricción entre los fragmentos genera más lesión en los tejidos blandos y mayor inestabilidad; sin embargo, estos procesos generan mayor contacto con los implantes así como un contacto directo para su inserción lo que favorece la compresión del hueso. Tal situación induce una reparación primaria del hueso.20 Hablando de implantes usados en el tratamiento de las fracturas, ya sea individualmente o en conjunto, se incluyen tornillos, placas básicas, placas especiales y clavos. Los mejores y más utilizados son los desarrollados por ASIF.21 Tornillos. Los tornillos son dispositivos ampliamente empleados en las fijaciones internas para las reparaciones de fracturas óseas. Existe una amplia gama de los mismos, el tipo de tornillo que se elija para el tratamiento de la fractura, dependede la calidad del hueso, de la localización de la fractura, de la densidad del hueso (cortical, trabecular) y del tipo de clasificación de la fractura.21 Fig. 18 Diferentes tipos de tornillo. De izquierda a derecha: cortical, esponjosa, canulados, de esponjosa con diferente longitud de cuerda autoroscable, y autoroscable canulados. La resistencia del pullout de un tornillo en un hueso depende de su diámetro exterior, de la longitud de agarre, de la densidad del hueso y de la forma de la rosca.21 Existen tornillos de cortical, tornillos de esponjosa, tornillos canulados, tornillos autotaladrantes y autoroscables; para efectos de este trabajo, describiremos solo los referidos en las historias clínicas del presente.21 24 El tornillo de cortical (AO) quizás sea el más utilizado de los dispositivos de fijación interna. El tornillo estándar tiene un diámetro externo de 4,5 mm y un diámetro interno de 3 mm. La forma de la rosca es un estribo modificado, con un paso de rosca de 1,75 mm. La cabeza grande tiene una superficie inferior hemisférica y contiene un hueco hexagonal que se emplea para su introducción. Fig. 19 A. 1 Diámetro externo 2 Diámetro interno 3 Línea de rosca 4 cabeza del tornillo 5 Hueco para ensamblar B. Fotografía de un tornillo de 4.5 mm Se utilizan para generar compresión interfragmentaria, esto se logra haciendo dos taladrados de diferente diámetro, el primero para hacer un canal de paso, que se logra con una broca del mismo diámetro del tornillo y después utilizando un machuelo de diámetro menor se realiza un canal para que la rosca del tornillo embone con el hueso hasta la segunda corteza del hueso, de tal forma que al apretar el tronillo la rosca provocará una aproximación de los fragmentos, lo que se denomina el principio del tornillo tirafondo.22 Los tornillos autoroscables de bloqueo son aquellos que requieren solo un canal de paso previo, y con su inserción van generando su propia rosca, ya que en las primeras tres líneas de rosca poseen una línea de corte, lo que facilita su aplicación. Los tornillos convencionales pueden adoptar una cierta angulación en el hueso, sin embargo los tornillos de bloqueo solo aceptan una mínima angulación (menor a 5°).22 A B 25 Fig. 20 Imagen de un tornillo autoroscable de bloqueo. De estos existen diversos diámetros, los de 3.5 mm utilizados para fracturas de metatarso y metacarpo; los de 4.5 mm utilizados en la reparación de fracturas condilares; y los de 5.5 mm son los más fuertes y de mayor soporte para hueso esponjoso y cortical. 20 Existen también los tornillos de esponjosa, los cuales están diseñados para introducirse en el hueso trabecular, tienen un paso de rosca más ancho y un ángulo estrecho de rosca, una combinación que produce un efecto de perforación. Pueden presentar una porción proximal sin rosca y diferentes longitudes de extremo roscable; lo que les da versatilidad para ser usados como tornillos de tirafondo o de fijación para placas en las regiones metafisiarias de los huesos largos. Para su inserción se realiza un canal de paso a través de todo el hueso y con un machuelo se realiza una guía para la rosca del tornillo; se coloca el tornillo tratando de que la parte roscable esté ubicada completamente por delante de la línea de fractura, evitando una compresión exagerada en esta porción del hueso.20,21 Fig. 21 Diagrama de la estructura de la cuerda de un tornillo para esponjosa. B. Fotografías de dos tornillos para esponjosa a. Tornillo 4.5:32 b. Tornillo 4.5:16 26 Placas Las placas de osteosíntesis poseen dos funciones básicas biomecánicas: por un lado transmitir las fuerzas desde un extremo al otro del hueso y por tanto protegiendo a la zona de fractura, y por otro mantener la correcta alineación de los fragmentos durante el periodo de reparación.21,25 Las principales ventajas de las placas contra las fijaciones externas con vendajes son: se reduce la atrofia muscular, reducción de osteopenias y reducción del tiempo de inmovilización. Por el contrario presentan el inconveniente de los riesgos de la cirugía, y la necesidad, en la mayoría de los casos, de una segunda intervención para retira el implante. Existen diferentes tipos de placas. Algunas son muy ligeras y de tamaño pequeño, empleándose solo para mantener alineados los fragmentos óseos grandes, mientras que otras son pesadas y con la rigidez suficiente para reducir al mínimo la necesidad de soporte externo.24 - Placa de compresión dinámica. (DCP: Dynamic Compression Plate) Las placas más versátiles disponibles para su uso en caballos son las placas de compresión dinámica y sus variedades.24 El principio de compresión dinámica se desarrolló para mejorar la rigidez de la fijación con placa, evitando el micro movimiento que provoca una resorción en los extremos de la fractura. Este mecanismo propicia el denominado proceso de consolidación ósea primaria formándose hueso laminar directamente y desapareciendo la formación del callo óseo. La DCP aparece en 1969 y actualmente se utiliza en diversos procedimientos.24 Esta placa basa su efectividad en compresión, mediante unos orificios de contorno especial, en lugar de los orificios redondos planos para los tornillos de cortical; que se introducen de forma excéntrica; cuando los tornillos se aprietan, las cabezas de los mismos presionan la placa contra la corteza del hueso, dando así la estabilidad de los fragmentos.24 27 Se pueden utilizar con tornillos de 4.5 y 5.5 mm. Estás placas son fabricadas ya sea como placas de compresión estrecha o anchas, los orificios de las DCP estrechas están alineados en una línea de tensión, mientras que los de las placas anchas DCP se intercalan a la derecha e izquierda de la línea media de la placa. En ambos tipos de placa, los orificios están ubicados a 16 mm entre sí, excepto los dos centrales, los cuales tienen una separación de 25 mm.19,21 Fig. 22 Variedad de placas DCP. a. Placas de 4.5 con 8 orificios intercalados. b. Placa DCP 4.5 clásica. c. Placa de 6 orificios d. Placa de 6 orificios corta. Los orificios son ovalados, y su diseño se basa en el principio de deslizamiento esférico. Esto es mejor comprendido al imaginar una bola que rueda por un cilindro inclinado que se une con un cilindro horizontal del mismo tamaño. La superficie inclinada del orificio está diseñada para que la cabeza del tornillo se deslice hacia el centro y provoque tensión en la placa; debido a que la placa no se alarga, los dos extremos del hueso fracturado se acercan entre sí y se logra la compresión. Para el uso de esta placa se diseñaron dos tipos de guías para el taladrado una concéntrica y la otra excéntrica, la primera para generar el canal de paso para los tornillos centrales que generan la compresión y la otros se utiliza para aplicar los tornillos restantes. 28 Fig. 23 A, Vista del orifico DCP en un corte medial B. Representación del acercamiento de los fragmentos, tras atornillar los orificios centrales de la placa DCP. La longitud de las pacas depende únicamente de la cantidad de orificios, los cuales tienen un rango de dos hasta veintidós. Las que tienen menos de seis orificios se usan esporádicamente en caballos, mientras que la escala de 20 a 22 orificios es diseñada especialmente para caballos. Dicho implante no esta exento de algunos inconvenientes. La fricción entre la placa y la cortical ósea suelen dañar el periostio produciéndose como consecuencia una deficiente vascularización de la zona y por tanto retrasando la reparación de la fractura. Otros de los efectos indeseables son la necrosis y osteopenia que aparece tras la fijación, produciendo un descenso de la masa ósea debajo de la placa y un debilitamientode las propiedades mecánicas del hueso reparado.26 Para evitar los problemas anteriormente señalados aparecen nuevos diseños en los que se trata de crear un puente en la zona fracturada. Otra es la modificación de la DCP, basada en la reducción de la superficie de contacto entre placa y tornillo, denominada LC- DCP (Limited Contact – Dinamic Compression Plate), busca disminuir la presión de contacto entre la placa y el periostio.27 29 Fig. 24 Fotografía de una LC – DCP El objetivo principal del tratamiento de una fractura es neutralizar las fuerzas productoras de inestabilidad y con ello facilitar los procesos osteogénicos.21,28 Las fracturas en caballos han sido un gran problema no solo para ellos mismos sino también para los propietarios, entrenadores y los médicos veterinarios. Muchos caballos lesionados catastróficamente son sacrificados debido a su valor en comparación con las lesiones en el hombre, pero la evolución del éxito en el tratamiento esta en paralelo con las técnicas quirúrgicas y de instrumentación; dichas técnicas evolucionaron con el uso del sistema AO, de placas y tornillos; original de Suiza creado por la Asociación para el Estudio de la Osteosíntesis.29 Las primeras fracturas de huesos largos en caballos tratadas con éxito mediante el uso de las técnicas ASIF fueron fracturas de olecranon con una placa especial de cuchara, fabricada por el grupo suizo para su uso en el caballo.19 La mejora en los resultados del tratamiento se produjo gradualmente a medida que los cirujanos involucrados comenzaron a entender la mecánica de los dispositivos de fijación, las técnicas quirúrgicas adecuadas y enfoques de las mismas así como la capacidad para hacer frente a un paciente difícil.29 30 El hecho de que la osteosíntesis haya estado sujeta a errores y dificultades, se debió – dejando de lado la infección – principalmente a la falta de una sólida base científica.32 Por otro lado, la falta de promoción de las técnicas ortopédicas así como la publicación de los casos exitosos y no exitosos dentro del país hacen que dichos procedimientos sean aún desconocidos y rechazados por varios profesionales de la medicina equina, propietarios y entrenadores, por lo que la práctica de la eutanasia en la mayoría de los caballos lesionados hoy en día sigue siendo frecuente sobre todo cuando se trata de lesiones en huesos largos por ser estos los que dan mayor soporte al cuerpo dando como resultado una recuperación prolongada y muchas veces complicada.24,25 Empleando las técnicas apropiadas en los casos de fracturas en caballos, se puede lograr que estos se reincorporen a sus actividades con buenos resultados y en un lapso menor a que si se espera que repare solo con inmovilización.24 La publicación de información acerca de estas técnicas y sus resultados ha sido el motor del avance de la ortopedia y la osteosíntesis en los países de primer mundo, apoyados por la Asociación Mundial de Medicina Veterinaria Equina (WEVA) y la Asociación Americana de Veterinarios Especialistas en Equinos (AAEP) han hecho recomendaciones para resolver los casos de fracturas mediante el manejo quirúrgico. Elce y colaboradores, en un estudio retrospectivo en caballos de carreras, menciona que el 60% de los casos tratados quirúrgicamente volvieron a sus actividades de forma satisfactoria.26, 27, 28 Objetivos. - Presentar la información correspondiente a los casos de reducción de fracturas mediante procedimientos quirúrgicos en un periodo de dos años de un hospital dedicado a la enseñanza. - Reportar las complicaciones que se pueden presentar durante el proceso de recuperación. - Describir las ventajas de las placas DCP. 31 Materiales y métodos. El trabajo se realizó dentro de las instalaciones del Hospital para Equinos de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán; utilizando los expedientes médicos de 2011 al 2013 de pacientes con diagnóstico confirmado de fractura en huesos largos que fueron resueltos mediante procedimientos quirúrgicos. Tipo de estudio: - Descriptivo - Observacional. Criterios de selección. Criterios de inclusión. Expedientes de pacientes con diagnóstico clínico de fractura en huesos largos. Expedientes de pacientes de 18 meses a 8 años. Criterios de exclusión. Expedientes de pacientes con antecedentes de enfermedades metabólicas, expedientes de fracturas que no correspondan a huesos largos y expedientes de fracturas no resueltos mediante procedimientos quirúrgicos. Metodología. - Descripción general del estudio. - Recopilación de información de los expedientes con diagnóstico de fractura en huesos largos, que cumplan con los criterios de selección. - Los datos de cada paciente se registraron en hojas de captura, solo para su clasificación, considerando: hueso lesionado, edad, número de placas, tornillos e implantes adicionales, manejo terapéutico, tiempo de hospitalización basado en fechas de ingreso y fechas de nota de alta del hospital. 32 Basándose en las radiografías los trazos de las fracturas se clasificaron en cuatro tipos: simple (transversal u oblicua), conminuta, mariposa (con un fragmento entre dos líneas de fractura), y en tallo verde; además de determinar si eran articulares o no articulares.30,31 En los detalles de la fijación interna, solo se tomaron en cuenta el número, tamaño y posición del implante, así como la reducción y calidad de la reparación, evaluada por los estudios radiográficos postoperatorios. La reducción se categorizó en una escala de 1—3 (1: buena, 0° de desviación angular; 2: moderada, 1- 5° de desviación angular; 3: mala, >5° de desviación angular). El avance a corto plazo se evaluó con los primeros datos incluidos en las notas clínicas. Los cambios radiológicos que indican complicaciones en la reparación de la fractura incluyen falla de los implantes (tornillos rotos), reacción ósea patológica (lisis, osteopenia). Complicaciones post quirúrgicas incluyen refractura, infección de la incisión, osteomielitis, claudicación y laminitis. 32 Fig. 25 Fotografía de zona de aplicación del implante, posterior al retiro del vendaje. 33 RESULTADOS. Se consideraron expedientes de ocho caballos con fracturas en huesos largos, seis adultos y dos potros de varias razas (Cuadro 1). La población incluida se conformó por 4 machos y 4 hembras. Los individuos tenían un promedio de cinco años (rango de: 18 meses — 8 años) y un promedio de peso 370 kg (rango: 250 -500kg). El 50 % de los huesos fracturados fue el tercer metatarso (Mtlll) incluyendo el segundo y cuarto hueso metatarsiano, 25% de radio, y 25% las fracturas de metacarpo II, III y IV (Mtclll). Las fracturas fueron reparadas bajo anestesia general, en uno de los casos el paciente tuvo un paro respiratorio y murió al finalizar la cirugía. El tiempo quirúrgico promedio fue de 4,0 h. La evaluación de las notas de las radiografías intraoperatorias y post quirúrgicas reveló reducción de la fractura excelente en los 8 caballos. Fig. 26 A. Imagen del trazo de fractura. B. Toma intraoperatoria, para verificar el correcto posicionamiento del implante. C. Toma final para corroborar la reducción de la fractura. A B C 34 Cuadro1. Edad, sexo, peso, raza y año de potros y caballos adultos con fracturas de huesos largos resueltas mediante fijación interna. Identificación Adulto/ Potro Edad Sexo Raza Peso (Kg) Año 1 Po 18 meses M Español 300 2011 2* A 5 años H Cuarto de milla 500 2011 3 A 7 años M Cuarto de milla 450 2011 4* Po 18 meses M Criollo 250 2012 5 A 8 años M Cuarto de milla 470 2012 6 A 7 años H Cuarto de milla 400 20127* A 4 años H PSI 500 2012 8 A 2 años H Cuarto de milla 440 2013 *Casos no exitosos; A= adulto; Po = potro; M= macho; H= hembra. Los detalles de la reparación de la fractura, complicaciones y resultados se presentan en el cuadro 3, cabe mencionar que para la reducción de las fracturas en los huesos metacarpo y metatarso, solo se toma el hueso central, mientras que los fragmentos del II y IV metacarpo o tarso son retirados. Cuadro 2. Clasificación de la fractura, lesión de tejidos blandos. Clasificación de la fractura Tejidos blandos Identificación Hueso fracturado Tipo Piel Tejidos adyacentes 1 Metatarso II, III y IV Tallo verde, condilar No Moderado 2* Metatarso II, III y IV Simple Si Moderado 3 Metatarso II, III y IV Tallo verde, Articular No Leve 4* Metacarpo II, III y IV Tallo verde, articular Si Severo 5 Metatarso II, III y IV Tallo verde, articular No Moderado 6 Radio Simple No Leve 7* Radio Simple No Moderado 8 Metacarpo II, III y V Conminuta No Moderado *Casos no exitosos 35 Manejo post operatorio de las fracturas. La recuperación de la anestesia fue buena en 95% de los casos; en dos pacientes la recuperación se dio mediante el uso de un arnés, por la zona de la fractura. La inmovilización externa se realizó mediante vendajes de compresión cubiertos de vendas de fibra de vidrio a forma de férula, distractores de carga metálicos; en un caso se utilizó una varilla de aluminio en forma de gota invertida para evitar movimientos de abducción; se mantuvieron por un promedio de 80 días (rango: 7 - 120 días). El manejo quimioterapéutico fue mediante la administración de β- lactámicos junto con aminoglucósidos durante 10 días promedio (rango: 7 – 15 días). La analgesia se controló mediante la administración de antinflamatorios no esteroidales. Fig. 28 Miembro posterior izquierdo con férula de fibra de vidrio y distractor de carga. Fig. 27 Imágenes de los diferentes tipos de recuperación, la imagen del lado izquierdo muestra el uso de un arnés y la derecha cuerdas de apoyo. 36 Cuadro 3. Reparación de la fractura, complicaciones y hospitalización. Reparación de la fractura Complicaciones Caso Placa simple/doble Tamaño de placa. (orificios) Tornillos/ Adicionales Clínicas Falla del implante Reacciones óseas Hospitalización (Días) 1 S 12 10 tornillos Rotura de cabezas de tornillo 7 2* D 12/12 18 tornillos Infección de la incisión Osteomielitis 90 3 S 10 8 + 3 tornillos 7 4* S 10 10 tornillos Paro respiratorio 3 5 S 12 8 + 3 tornillos 110 6 S 12 12 tornillos 70 7* D 10/12 18 tornillos Refractura 45 8 S 8 8 tornillos 5 *: Casos no exitosos, S: simple, D: doble. Evaluación radiográfica. Los primeros estudios radiográficos, realizados en un promedio de 7 días posteriores a la fijación interna, mostraron trazos de fractura estables e implantes sin problema en seis de los casos restantes. Al paciente número siete se le realizaron tomas 24 horas después de la cirugía lo cual reveló un nuevo trazo de fractura debajo de la zona de aplicación de los implantes. Para el segundo conjunto de imágenes, las evidencias de formación de callo óseo y reparación de la fractura se presentaron en el 75% de los casos, en una yegua la línea de la fractura era casi imperceptible 60 días post cirugía. El 75% de los pacientes que sobrevivieron mostraban consolidación y la línea de fractura era casi imperceptible, indicando el punto clave para el alta médica entre los 70 y 120 días. 37 Fig. 29 A, Fractura en espiral de radio. B, reducción con placa ancha DCP dorsal con 12 orificios y tornillos. Complicaciones. El periodo promedio para el desarrollo de signos evidentes de complicaciones asociadas con la reparación de la fractura como infección de la herida, inestabilidad, claudicación 5/5 y laminitis fue de 40 días (rango: 35- 60 días). El promedio de peso se redujo a 300 kg (rango: 200 – 400 kg). A B C Fig. 30 Caso 2 fractura transversal de 2°, 3er, y 4° metatarso, reducción con doble placa y 18 tornillos. A B 38 Infección de la incisión: el caso número 2 presentó infección posterior a la cirugía, asociada a una lesión previa de piel. El manejo se dio mediante el drenado de la herida incluyó administración quimioterapéutica IV, perfusión regional de antibióticos, limpieza frecuente de la herida mediante la aplicación tópica de desinfectantes y cicatrizantes. No obstante el paciente murió, los exámenes de laboratorio mostraron que el paciente presentaba anemia normocitica normocrómica no regenerativa, neutrofilia sin desviación, fibrinogenemia y leucopenia; mientras que el aislamiento con antibiograma mostró una infección por Escherichia coli sensible a Amikacina, Netilmicina y Furantadina. Fig. 31 Ambas imágenes muestran a dos pacientes con infección de la incisión, la izquierda muestra secreción, inflamación y dehiscencia de tejido; mientras que la del lado derecho muestra dehiscencia del tejido, con proceso de reparación. Osteomielitis: Se presentó en el caso dos, donde la paciente desarrolló infección de la incisión, que desencadenó una osteomielitis. Se administró tratamiento sistémico IV con antibióticos de amplio espectro y la yegua presentó diarrea y colitis por antibióticos. Refractura: Se dio en una paciente con fractura de radio (caso 7), a la que se habían colocado dos implantes, la segunda línea de fractura se dio por debajo del límite inferior de las placas; se sugirió eutanasia, pero el dueño pidió la amputación del miembro. 39 Fig. 32 Yegua cuarto de milla, con fractura de radio y refractura de la misma a la cual se le realizo amputación del miembro. Laminitis: La yegua del caso número siete desarrollo laminitis en el miembro contralateral, asociada al exceso de carga, a partir de los 25, 30 y 40 días. La paciente se dio de alta por decisión del dueño y murió a los 14 días, durante la hospitalización se le administraron vasodilatadores, se recurrió al uso de plantillas, aplicaciones de hielo para reducir la inflamación y reposo. También presentó llagas por presión en zonas como codo del miembro torácico derecho y en la punta de la cadera. Falla de los implantes: En el caso número uno, se detectaron tres cabezas de tornillo libres entre la piel y la zona de lesión, las cabezas se expulsaron mediante puntos de fistulización sobre la línea de incisión, la cual no presentó complicación alguna, posterior a la limpieza de la zona. 40 En cuanto a la capacidad de movimiento y estabilidad del miembro lesionado, en los casos exitosos se sabe que el 90% sigue vivo y en actividades de paseo, mientras que un paciente, que representa el 10% murió por causas de SAA, no relacionado con el caso de la fractura. Resultados finales. De los 8 casos que presentaron fractura de huesos largos y se resolvieron mediante la fijación interna con placas DCP, sobrevivieron 5 pacientes; con un promedio de hospitalización de 60 días, un peso corporal promedio de 330 kg. Cuatro de estos regresaron favorablemente a sus actividades, una hembra se dedicó a la reproducción, mientras que un potro se dedicó al paseo. En el caso del retiro de los vendajes y la limpieza de las heridas se encontró relación baja en cuestión de aquellos pacientes que presentaron herida en la piel antes de la cirugía, donde la humedad favoreció su infección. En el caso de las fracturas cerradas el 53% resultó exitoso. En las fracturas de radio se encontró una ventaja al colocar solo una placa. En el 100% de los casos los vendajes y la inmovilización fueron un punto clave.41 DISCUSIÓN. En 1995 McKee34 reportó que la causa más común de eutanasia fueron las fracturas de extremidades en caballos de carreras entre el año 1987 y 1993; en los últimos 40 años el uso de la fijación interna como el tratamiento de las fracturas en caballos ha incrementado, junto con el desarrollo de implantes para generar compresión en el sitio de la fractura; en México el progreso más importante se ha dado en la última década, en los resultados se puede ver que actualmente se han referido más casos de fracturas a los hospitales especializados y de este modo se les da una oportunidad con grandes beneficios a los caballos para una recuperación y reintegración a sus actividades o en los casos menos favorables la oportunidad de dedicarse a un trabajo menos exigente como lo es el paseo o entrenamiento de jinetes jóvenes. Se reporta en la literatura de osteosíntesis que las fracturas más comunes en caballos son las que se dan el tercio distal del metacarpo y las falanges, en este estudio encontramos que el 50% de los huesos fracturados fue el metatarso lll, seguido del radio con un 25%; aunque la información no se puede comparar directamente por que los datos de los libros se basa en caballos de carrera de Estados Unidos, además de ser un valor no significativo estadísticamente ya que la población seleccionada es muy pequeña. Por otro lado Parking (2004)38 también menciona que en los caballos jóvenes de 3 y 4 años las fracturas más comunes son las condilares de metacarpo/metatarso por el aumento de exigencia durante las carreras y en este estudio representa un porcentaje mínimo Varios autores refuerzan la teoría de que la reducción quirúrgica de las fracturas mediante la fijación interna con placas DCP 4.5 mm son el tratamiento más indicado y con los resultados más favorables, Winberg (1999)29 reportó el 72% de éxito en caballos de carreras después de la cirugía (3/5), McClure36 en un estudio retrospectivo de 17 años de dos hospitales de enseñanza en Texas reportó el 67% de 25 casos como exitoso; Beinlich (2002)38 menciona que el 76% de los casos tratados con fijación interna usando placas DCP en la universidad de Ohio y el Hospital para Equinos Rood y Riddle; y en este estudio encontramos un 60% de resultados positivos, lo que indica un buen avance, para poder realizar un trabajo de 42 relevancia científica se tendría que continuar el estudio al menos durante diez años y considerar un número mínimo de 80 pacientes. Las placas anchas DCP favorecen la estabilidad de los fragmentos por la capacidad que tienen especialmente de compresión dada por la mecánica de los orificios, que permite ajustar los tornillos para aproximar los fragmentos a la posición anatómica, además porque permiten la colocación de los tornillos en diferentes ángulos para dar mayor soporte a los trazos de fractura; a pesar de que se menciona que su forma provoca una disminución en la densidad ósea por la compresión que genera sobre la irrigación, cuando la placa es pre moldeada para que se ajuste a la forma del hueso la irrigación se mantiene intacta y los resultados son muy positivos. A pesar de que anteriormente se sugería que en los huesos largos se colocaran dos placas para reforzar la fijación interna, en los últimos estudios se ha demostrado que una sola placa DCP colocada en la forma más adecuada a la mecánica de la fractura y la relación con las cargas de cada hueso da resultados muy favorables porque se reduce el estrés sobre las cortezas óseas favoreciendo la osteogénesis, se disminuyen la cantidad de tornillos aplicados sobre el hueso y la presión es unidireccional sobre el hueso; ya que al colocar dos placas estás debían formar un ángulo de 90°, lo cual es muy complicado, además de que la aplicación de los tornillos debía ser muy cuidada para que las líneas de paso y los tornillos tuvieran direcciones transversales. Independientemente de esto, la aplicación de la segunda placa debía ser distal a la primera provocando puntos de estrés diferentes, aunado a esto la cantidad de líneas de fractura aumenta con cada tornillo aplicado lo que debilita al hueso, favoreciendo la aparición de fracturas por debajo del límite distal de las placas lo que da probabilidades muy pobres de recuperación. En este estudio encontramos que al colocar una sola placa en fracturas de radio de forma lateral o medial según lo determine el trazo de la fractura junto con la inmovilización adecuada, el tiempo de hospitalización se reduce y el pronóstico se torna más favorable, comparado con el caso donde se utilizaron dos placas donde el desenlace del procedimiento conllevo a una segunda fractura, la cual fue más grave que la ya presentaba la paciente, lo que dificultaba un segundo procedimiento quirúrgico, 43 por lo que se sugirió la eutanasia, aunque no fue realizada por indicaciones del propietario, lo que llevó a complicaciones más severas para la paciente. En los estudios anteriores se menciona que la complicación más común era la infección de la incisión, pero en este estudio se presentó solo en un caso, donde a pesar de que el protocolo médico fue el adecuado, se demostró mediante estdios de hematología que la paciente presentaba desordenes que dificultaron el tratamiento, y al ser un problema no controlado a tiempo se desencadenó una osteomielitis, secundario a estos casos se presentan muchas complicaciones, como las endocarditis bacterianas que representan el 12.5% de problemas en caballos hospitalizados en estados unidos; colitis y diarrea por antibióticos, causada en caballos principalmente por cefalosporinas de cuarta generación, a pesar de que se recomiendan las perfusiones regionales según Laura Riggs (2012)34, Schneider (2006)35, o perlas de polimetilmetacrilato impregnadas con antibióticos en la zona de lesión según lo recomendado por Ethell (2000)40; el pronóstico es muy pobre. En el presente estudio se encontró como punto clave el uso de distractores de carga, formados con varillas de metal con porciones dobladas en forma de “S” que ayudan a que las fuerzas fisiológicas de apoyo se distribuyan uniformemente, además de que mantienen al miembro en una posición de apoyo dirigida hacia la pinza del caso reduciendo la tensión en los tendones, todo esto sobre un vendaje compresivo y de soporte como lo es el Robert- Jones y rígidos con fibra de vidrio. Además los dispositivos que impiden los movimientos de abducción en el caso de las fracturas en la porción proximal del miembro, formados por las varillas de aluminio en forma de clip o gota de lluvia invertida favorecen la estabilidad de los implantes. El caso de las laminitis se reporta comúnmente en pacientes muy pesados según Orsini y Nunamaker (1998)41, Herthel (1996)42, donde la presión sobre el miembro contralateral aumenta en un 30% o 20% dependiendo si es un miembro torácico o pelviano, favoreciendo el desarrollo de laminitis mecánicas; sin embargo, se puede prevenir con el uso anticipado de antitrombóticos como lo es el ácido acetil salicílico, vasodilatadores como la isoxuprina, y la 44 terapia de flujo frío, el uso de plantillas de soporte también ha dado buen resultado. Se asocia el desarrollo de la laminitis en pacientes de gran masa muscular o con sobrepeso, donde por cada kg por arriba de 500 kg en promedio, la probabilidad aumenta 1% de acuerdo son lo referido por García (2012)43. A pesar de que Greet (2008)44 menciona que el mayor porcentaje de problemas iniciales se da durante la recuperación de la anestesia, Bischofberger (2009)33 menciona que con las consideraciones necesarias como lo es una la aplicación de una buena férula no se tienen problemas en el 100% de los casos, mientras que en este estudio encontramos que el 95% de los casos no hubo incidentes que lamentar, el 5% restante representado por un paciente con un colapso respiratorio. Comúnmente,las fracturas de huesos largos se consolidan en 4 meses en caballos adultos y 3 meses en potros;45. La evolución más rápida se observó en una yegua adulta con una fractura cerrada de radio en forma de tallo verde, donde a los dos meses de la cirugía los trazos de fractura en los estudios radiográficos eran casi imperceptibles. En los potros se debe cuidar además de prevenir laminitis contralateral, se debe tener en cuenta la edad del paciente y que los huesos aún no concluyen su desarrollo lo que aumenta el riesgo de desarrollar desviaciones angulares en valgo o varo; por lo que se debe monitorear simultáneamente el miembro no afectado y prevenirlo con herrajes ortopédicos especializados. 45 CONCLUSIONES. Las fracturas de huesos largos, son un problema común en todas las áreas de desarrollo zootécnico de los caballos y un riesgo constante de decesos por eutanasia en la población equina por lo que el avance de las técnicas de fijación interna con placas y tornillos son una opción muy viable para que estos pacientes se reintegren a sus actividades y continúen viviendo. Las placas anchas DCP siguen siendo los mejores implantes para la reducción de las fracturas de huesos largos en caballos a pesar de que la técnica se considera muy invasiva, siendo está la que da mejor soporte y resultados favorables. El manejo adecuado y tener en cuenta todas consideraciones biomecánicas de cada caso son muy importantes para que el resultado sea exitoso, así como el manejo post quirúrgico y el seguimiento de cada caso, reduciendo así los costos de hospitalización, tiempos de recuperación y probabilidades de retorno a las funciones. A pesar de las complicaciones que se pueden desarrollar durante el proceso de la reparación de las fracturas los resultados siguen siendo muy favorables, comparado con lo pensado por la mayoría de las personas. El proceso de reparación de fracturas ha dado una gran oportunidad, tanto a médicos veterinarios, dueños, entrenadores y caballos; de crecimiento junto con la tecnología de los implantes y el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas que den más oportunidades de éxito en estos sucesos que se han considerado como catastróficos en el medio ecuestre. Considero que si como profesionales de la medicina compartimos con propietarios y entrenadores del medio ecuestre los casos de éxito, eventualmente más caballos con fracturas serán tratados medicamente de manera que las técnicas y los implantes podrán avanzar a pasos agigantados, dando lugar así a que los casos de eutanasia por estas causas sean cada vez menos. 46 BIBLIOGRAFÍA. 1. Kenneth WH, Raymond JG, Andris JK. Equine excercise physiology. 2008. 2. Frandson, RD. Anatomía y Fisiología de los animales domésticos. 3a Edición, Interamericana. 1984. 3. Brinker, Piermattei, Flo. Manual de ortopedia y Reparación de fracturas de pequeños animales. Filadelfia McGraw-Hill. 2007; 3:26-49. 4. Dyce KM. Anatomía Veterinaria. McGraw- Hill Interamericana. USA 1999; 2:1-8. 5. Guyton A. Tratado de fisiología médica. McGraw-Hill Interamericana. España 2001; 10:1081-1094 6. Gartner LP, Hiatt JL. Atlas en color y texto de histología. Editorial Médica Panamericana. España 2015; 80:104. 7. Flores GE. 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