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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES PARA LOS TRABAJADORES DEL ESTADO HOSPITAL REGIONAL “1º DE OCTUBRE” SUPERVIVENCIA DEL INJERTO RENAL Y DEL PACIENTE RECEPTOR DE TRASPLANTE RENAL EN EL HOSPITAL REGIONAL 1º DE OCTUBRE DEL ISSSTE REGISTRO INSTITUCIONAL: 094.2016 TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE ESPECIALIDAD EN NEFROLOGÍA PRESENTA: DRA. ERNESTINA GONZALEZ SEGURA ASESORES DE TESIS: DR. JULIO KAJI KIYONO DR. JOSÉ VICENTE ROSAS BARRIENTOS Ciudad de México, Agosto de 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. HOJA DE FIRMAS DR. RICARDO JUAREZ OCAÑA COORDINADOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN DR. JOSÉ VICENTE ROSAS BARRIENTOS JEFE DE INVESTIGACIÓN/ASESOR DE TESIS DRA. AMALIA GLORIA MOTA HERNÁNDEZ PROFESOR TITULAR DEL CURSO DR. JULIO KAJI KIYONO ASESOR DE TESIS DEDICATORIA A DIOS: Por hacer de mí la mujer fuerte que soy, gracias a todas las pruebas que le agrada ponerme. A MIS PADRES: Miguel Ángel y Elvira, por enseñarme el valor del estudio y trabajo honesto, como la mejor herencia para un hijo. A MIS HIJAS: Linda Ernestina Renan, Fernanda Reneé y Renata Michel por todo su amor y años de comprensión por las ausencias constantes, reconociendo que el esfuerzo fue finalmente para el bienestar de la familia. A MI FAMILIA: Renato Vega Díaz, María Elena Vega, Carlos David Najera, Guadalupe Ansaldo, Gregorio Vega, Antonio Vega y Silvia Vega por apoyar al cuidado de mis hijas en mi ausencia. A MIS HERMANOS: Miguel Angel, Mireya y Juana Leticia por estar presentes siempre que los necesito. A LOS AUSENTES: Miguel Angel González Bahena, Herlinda Díaz Aguilar, Fermín Vega González por el cariño incondicional para mí y para mis hijas por encima de cualquier diferencia. A MIS AMIGAS: Hylari Ríos, Lorena Olvera y Familia, Yeni López y Familia, Michel García, Maricela García, Susana Hernández y Lupita González por hacer del camino algo más fácil y enseñarme que el trabajo no es todo y que divertirse no está mal. AGRADECIMIENTOS A MIS MAESTROS: Dr. Julio Kaji Kiyono por todas sus enseñanzas de medicina y de la vida, con su manera simple de resolver las cosas, enseñarme que no se necesita levantar la voz para demostrar que tienes la razón, que se convierte en un tonto más grande quien quiere discutir con un tonto que no entiende razones y que el sobrenombre de “jefe” no lo da un título o un nombramiento, lo da el conocimiento sin soberbia; mi reconocimiento a su humildad que para algunos nos es difícil de emular. Así también a la Dra. Virgilia Soto, Dra. Martha Cruz, Dr. Ramón Espinoza, Dr. Jorge David Cansino, Dr. Luis Eduardo Buenrostro, Dr. Pedro López, Dr. José Guadalupe Robles y Dr. Enrique Granados por ser un ejemplo a seguir por su alto nivel de profesionalismo y entrega a su trabajo, y tener aun tiempo, paciencia y deseo de transmitir conocimiento para hacer de sus alumnos, excelentes especialistas. A MIS ASCRITOS: Dr. Juvenal Romero, Dra. Claudia Ivette Ríos, Dra. Amalia G. Mota, por transmitir su conocimiento y las herramientas para el ejercicio de la Nefrología. AL CUERPO DE ENFERMERIA DE LOS SERVICIOS DE DIALISIS Y HEMODIALISIS: Especialmente a la L.E. Noemí Eva Vera, Leticia Rangel, Martha Quezada, María Cruz Rodríguez y C. Margarita Rodríguez, solo puedo decirles Mil Gracias por todo, las quiero mucho. A MIS CONSEJEROS: Dr. Salvador Ibarra Montañez, Dr. José Vicente Rosas y Dr. Arturo Serrano López, por tratarme como un colega, tener para mí siempre un buen consejo, ofrecer su hombro cuando lo necesite y apoyarme en esta aventura. AL SERVICIO DE TRASPLANTE: Dra. Roció Xavier, C. Xóchitl Rodríguez, L.E. Virginia Becerril, L.E. Irma Navarro, por el apoyo con la información para la realización de esta tesis. A MIS COMPAÑEROS: Nora Manrique, Marcia A. Orejuela, Erik Santa Cruz, Daniel Rodríguez, por su apoyo siempre que se los pedí. Indice Resumen…………………………………………………………………………………..1 Abstract…………………………………………………………………………………….3 Introducción………………………………………………………………………………..5 Objetivo General………………………………………………………………………….16 Justificación……………………………………………………………………………….17 Material y Métodos……………………………………………………………………….18 Resultados………………………………………………………………………………...20 Discusión…………………………………………………………………………………..30 Conclusiones………………………………………………………………………………32 Referencias Bibliográficas………………………………………………………………..34 Resumen Antecedentes: El primer trasplante renal en el Hospital Regional 1º de Octubre del ISSSTE, se realizó el 6 de Octubre de 1988, Siendo los fundadores del Servicio los Doctores Julio Kaji Kiyono (jefe de nefrología) y el Dr. Ramón E. Jaramillo Politron. (Cirujano de trasplante), llevándose a cabo el protocolo y la vigilancia de los pacientes de manera conjunta hasta el año del 2005, cuando por orden superior se decidió que este programa quedara a cargo por la especialidad quirúrgica; Actualmente está encabezado por la Dra. Roció Yolanda Xavier Quintana. El programa cuenta con una historia de actividad continua y una cifra total acumulada hasta Febrero del 2015 de 433 trasplantes. Objetivo: Determinar la supervivencia del injerto y del paciente con trasplante renal realizado en el Hospital Regional 1º de Octubre ISSSTE en el periodo de 1988 a 2015 de manera global y además haciendo una comparación de la misma en los dos periodos en los que se dividió el estudio de acuerdo al servicio encargado del programa para establecer si esta se compara con la descrita en la literatura mundial y conocer las características epidemiológicas de la población en estudio. Material y Métodos: Este estudio fue de diseño cohorte histórica, retrospectiva y descriptiva, desde octubre de 1988 hasta febrero del 2015, se revisaron y analizaron los expedientes, libretas de registro del servicio de enfermería a cargo del programa, y registros del servicio de cirugía de trasplante. En el periodo de estudio se realizaron un total de 433 trasplantes renales a los que se analizó con estadística descriptiva los datos demográficos y para variables cualitativas se reportó frecuencia y porcentaje y para cuantitativas promedio y desviación estándar. La supervivencia del paciente e injerto se analizó con el método de Kaplan-Meier de 268 casos que contaban con esta información y se compararon las curvas de sobrevida con Long-Rank de los dos periodos en estudio a 1, 5 y 10 años. En programa estadístico SPSS. Adicionalmente, se realizó un análisis multivariado con regresión de Cox, para identificar los factores independientes asociados a pérdida del injerto, un valor de p < 0.0001 fue considerado estadísticamente significativo. Resultados: Del total de pacientes trasplantados (433) en el periodo de estudio 1988-2015 (periodo de estudio 28 años), solo 268 casos contaban con el dato de supervivencia tanto del donador como del injerto, tomándose entonces este subgrupo de casos para el estudio de supervivenciaglobal y la comparada de los periodos de estudio; antes del 2005 (equipo de trasplante integrado por nefrólogo y cirujanos trasplantologos) y después del 2005 (programa de trasplante a cargo de cirugía), la supervivencia general fue para el injerto a 1,5,10,15 y 20 años de 93.5, 87.4, 79.2, 80.0 y 87.5% y para el paciente de 93.3, 85.3, 82.5, 79.3 y 87.5 % respectivamente; por periodos la supervivencia para el injerto en el primer periodo fue a 1,5 y 10 años de 93.1, 91.3 y 85.9 y del segundo periodo de 94, 81.4 y 25% respectivamente, con una diferencia estadísticamente significativa entre ellos a favor del primer periodo con un Log-Rank de 0.001; con respecto a la supervivencia del paciente en el primer periodo a 1,5 y 10 años fue de 92.9, 89.4 y 90.9 %, y del segundo periodo de 93.9, 79.3 y 25 % respectivamente, con una diferencia estadísticamente significativa entre ambos periodos a favor del primer periodo con un Log-Rank de 0.0001. En este estudio de los factores independientes asociados a perdida de injerto, solo resulto estadísticamente significativo la asociación de edad del receptor con mejor supervivencia a uno y cinco años del trasplante. Conclusiones: La evaluación continua de los programas de trasplante es importante para identificar los factores que contribuyen a una menor supervivencia del injerto renal y así tratar de modificar dichos factores. Dentro de los resultados de este estudio se evidencio la disminución de la supervivencia del paciente y del injerto en el segundo periodo de estudio (programa de trasplante a cargo de cirugía), debiendo reconsiderarse por las autoridades del hospital, la importancia del clínico (nefrólogo) como parte importante del grupo multidisciplinario que debe estar vigilante de este programa, lo que incidirá directamente en aumentar la supervivencia así como disminuir y tratar oportunamente las complicaciones agudas y crónicas asociada al trasplante renal y uso de inmunosupresión, independientemente de las de origen quirúrgico. Abstract Introduction: The first kidney transplant in the Regional Hospital ISSSTE October 1, was held on October 6, 1988, being the founders of Doctors Service in July Kaji Kiyono (chief of nephrology) and Dr. Ramon E. Jaramillo Polytron. (Transplant surgeon), carrying out the protocol and monitoring of patients jointly until 2005, when higher order it was decided that this program will be in charge for the surgical specialty; It is currently headed by Dr. Roció Yolanda Xavier Quintana. The program has a history of continuous activity and total cumulative figure until February 2015 433 transplants. Objective: To determine graft survival and patient with renal transplant performed at the Regional Hospital October 1 ISSSTE in the period 1988-2015 globally and also making a comparison of the same in the two periods in which divided the study according to the service program manager to establish whether this is compared with that described in the literature and the epidemiological characteristics of the study population. Material and Methods: This study was designed historical retrospective and descriptive cohort from October 1988 to February 2015 were reviewed and analyzed the files, notebooks registration nursing service in charge of the program and service records surgery transplant. In the study period a total of 433 kidney transplants that demographic data was analyzed with descriptive statistics and qualitative variables were reported frequency and percentage and quantitative average and standard deviation were performed. The patient and graft survival was analyzed with the Kaplan-Meier of 268 cases that had this information and the survival curves with Long-Rank of the two study periods 1, 5 and 10 years were compared. In SPSS statistical program. Additionally, a multivariate Cox regression analysis was performed to identify independent factors associated with graft loss, a value of p <0.0001 was considered statistically significant. Results: Of all patients transplanted (433) in the period 1988-2015 (28 years study period) study, only 268 cases had the data survival of both the donor and graft, then taking this subset of cases for study compared overall survival and periods of study; before 2005 (transplant team composed of nephrologists and surgeons trasplantologos) and after 2005 (transplant program by surgery), overall survival was for the graft to 1,5,10,15 and 20 years of 93.5, 87.4 , 79.2, 80.0 and 87.5% and patient 93.3, 85.3, 82.5, 79.3 and 87.5% respectively; for periods for graft survival in the first period was 1.5 and 10 years of 93.1, 91.3 and 85.9 and the second period of 94, 81.4 and 25% respectively, with a statistically significant difference between them for the first period a Log-Rank 0.001; regarding patient survival in the first period to 1.5 and 10 years was 92.9, 89.4 and 90.9%, and the second period of 93.9, 79.3 and 25% respectively, with a statistically significant difference between the two periods for the first period with a Log-Rank of 0.0001. In this study of the independent factors associated with graft loss, only statistically significant association recipient age with better survival at one and five years after transplantation. Conclusions: Continuous evaluation of transplant programs is important to identify factors that contribute to reduced renal graft survival and trying to modify these factors. Among the results of this study decreased patient survival and graft in the second study period (transplant program by surgery), must be reconsidered by the hospital authorities was evident, the importance of clinical (nephrologist) as an important part of the multidisciplinary group must be vigilant of this program, which will directly affect increase survival and decrease and timely treat acute and chronic complications associated with renal transplantation and immunosuppressive use, regardless of surgical origin. Introducción El trasplante renal es el tratamiento de elección para la Enfermedad Renal Crónica, pues se ha mostrado que es una terapia costo-efectiva para los pacientes con falla renal terminal, el riesgo de muerte es menor que el de los pacientes en diálisis y mejora tanto las expectativas de vida como la calidad de vida de los receptores renales 1, 6, 30, 31, 32, 34 El trasplante de órganos está representado en la literatura mítica de numerosas culturas como un símbolo de renovación y cura de enfermedades.8 El registro histórico más antiguo está en una leyenda de la India del siglo XII (a.C.) que relata el poder de Shiva, un dios hindú que trasplantó la cabeza de un elefante en su propio hijo creando a Ganesha, el dios de la sabiduría. Ocho siglos más tarde en China, Pieu Chi’ao relata el intercambio de los corazones de dos pacientes afectados por un desequilibrio de energías. Según la leyenda después del trasplante administró a los receptores una infusión de poderosas yerbas para promover la aceptación de los injertos. 8 La era moderna de trasplante de órganos, sin embargo, comenzó a principios del siglo XX gracias al descubrimiento de nuevas técnicas de suturas. En particular los aportes de Ullman (1902) y Carrel (1914) permitieron establecer las bases de las anastomosis vasculares. En 1933 se efectuó el primer trasplante renal de humano a humano por el cirujano ucraniano Yu Yu Voronoy. 8 En 1947 Hume realizó un trasplante renal ex vivo en una paciente con insuficiencia renal postparto, anastomosando los vasos de un riñón de cadáver a los vasos braquiales del receptor. Este injerto funcionó transitoriamente y la paciente sobrevivió, lo que impulsó nuevamente el trabajo en esta área por los cirujanos de la época. 8 El primer trasplante renal realizado con éxito tuvo lugar en el año 1954 por el grupo de Joseph Murray,posteriormente ganador del premio Nobel de Medicina. Se trató de un trasplante renal de donante vivo realizado entre gemelos univitelinos, que solventó el principal obstáculo que había justificado el fracaso de trasplantes realizados con anterioridad: la disparidad del antígeno leucocitario humano entre donante y receptor y el deterioro y pérdida posterior del injerto por una agresión inmunológica aguda. Este primer trasplante renal ya puso de manifiesto una de las peculiaridades del trasplante de vivo: la frecuente relación genética entre donante y receptor, que favorece la compatibilidad antigénica.8 Inicialmente (1962), los pacientes se manejaban con doble esquema azatioprina + prednisona descrito a nivel mundial de manera anecdótica, irradiación linfoide total y drenaje de conducto torácico; posteriormente transfusiones de donador especifico en número de tres en pacientes haploidenticos, los cuales se abandonaron con la introducción de la ciclosporina en los ochentas; y en los años noventa el tacrolimus y el micofenolato de mofetilo y en el 2000 los inhibidores de mTOR (sirolimus); everolimus y belatacept en 2006.43 La terapia de inducción se inició en los noventas en trasplante de alto riesgo con anticuerpos monoclonales OKT3 y policlonales (globulina antilinfocito de caballo). En la actualidad la inducción es a base de timoglobulina de conejo y anticuerpos quiméricos y humanizados como basilixumab. El daclizumab y el OKT3 están ya fuera del mercado.43 Durante un siglo de desarrollo la tecnología de trasplante de órganos permitió transferir la mitología a una realidad terapéutica efectiva para los pacientes con insuficiencia orgánica terminal. Desde el inicio de la era clínica del trasplante renal en 1962 con el uso de azatioprina y prednisona, los resultados del TR pasaron de una supervivencia del 0% previa a 45-50% al año. En la década de los 70 se comprobó que con el TR de donante vivo los resultados eran mejores a corto y largo plazo respecto al de donante cadáver. Tras la incorporación de la ciclosporina y el anticuerpo monoclonal OKT3 a comienzos de los 80, la supervivencia del aloinjerto mejoró del 60% al 80-90% al año. De 1988 a 1996 la supervivencia del injerto se incrementó de 89 a 94% en receptores de donante vivo y de 77 a 88% en los casos de donante cadáver. 8 En los datos de la “United Network for Organ Sharing” (UNOS) del 2001, la supervivencia del injerto al año del TR de cadáver era de 89 y del 95% en el de donante vivo. Igualmente, en el registro americano “Scientific Renal Transplant Registry” (SRTR), se reportó que entre 1988 y 1995 la vida media proyectada del injerto había mejorado progresivamente de 7,9 años a 13,8 años para donante cadavérico y de 12,7 a 21,7 para receptores de donante vivo. La supervivencia de los pacientes sometidos a TR es de 98% , 96%, 91% en el primer año y 91%, 83%, 79% a 5 años y 77%, 64% y 47% a 10 años, y la supervivencia de los injertos es de 96%, 92%, y 85% a 1 año; 81%,71%, y 55% a 5 años; y 58%, 45%, 28% a 10 años según reciban un injerto proveniente de DV, DC con criterio estándar o DC con criterio expandido respectivamente. (4 –OPTN/SRTR 2008). 8 SUPERVIVENCIA COMPARADA DE INJERTOS RENALES PROCEDENTES DE DONANTES VIVOS O CADAVERICOS Y RECEPTORES SEGÚN DISTINTOS REGISTROS. ET= Eurotrasplant (registro obligatorio de la actividad de trasplante en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Austria y Eslovenia) CTS= Collaborative Transplant Study (registro europeo voluntario de la actividad de trasplantes de centros de todo el mundo) UNOS= United Network for Organ Sharing (registro obligatorio de toda la actividad de trasplante realizada en Estados Unidos con apoyo económico del gobierno) ET estimació n según datos 1980-2000 CTS estimació n según datos 1985-2000 UNOS estimació n según datos 1987-2000 SUPER- VIVENCI A Vivo idéntico n=497 Vivo no idéntico n=3107 Cadáver n=47015 Vivo idéntico n=6698 Vivo no idéntico n=37208 Cadáver n=157328 Vivo idéntico n=5077 Vivo no idéntico n=24177 Cadáver n=87535 Injerto 1 año 96,2% 89,7% 80,9% 94% 89,6% 81,8% 95,9% 92,4% 85,1% Injerto 5 años 87,1% 73,5% 62,4% 83,5% 71,8% 63,9% 86,7% 75,8% 63,8% Paciente 1 año 99% 97,4% 94,1% 97,4% 95,5% 93,4% 98,4% 97,4% 94,1% Paciente 5 años 96% 92,5% 84,1% 92,1% 87,4% 83,2% 94,8% 90,6% 82,3% En los primeros años del trasplante, la donación de vivo fue la principal fuente de órganos. La descripción de la muerte encefálica y la amplia aceptación de sus criterios diagnósticos permitieron que la donación en muerte encefálica se constituyera en su principal origen en los países occidentales. Por el contrario, en países con determinados marcos culturales, religiosos, socioeconómicos e incluso legales, en los que el establecimiento de programas de donación con donante fallecido resulta muy complejo, la donación de vivo ha continuado siendo la principal fuente. 8 El porcentaje de trasplantes de donante fallecido varía dependiendo del país y de la etapa temporal considerada. En España, país líder en trasplante renal, los porcentajes de donación cadavérica son de 99,6%, mientras que en Estados Unidos se reporta un 50%; Canadá, Australia y Suiza oscilan alrededor de 75%. En Latinoamérica, durante los últimos 15 años, la donación cadavérica no se ha incrementado como en otras regiones debido a múltiples factores entre los que se destacan la negativa de la familia a la donación, la no detección de muertes cere- brales y la falta de seguridad social. En nuestro país, se realizan actualmente más trasplantes renales de donador vivo debido a razones que son similares al resto de Latinoamérica. 22 En México, El Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS inició su actividad en trasplante renal en el año de 1963. En 2011, se informó un total acumulado de 2,019 trasplantes renales, se analizaron un total de 1544 trasplantes con una gran disparidad en el porcentaje de trasplantes de donante vivo y fallecido (82.9 vs 17.1%), con una supervivencia del paciente a 1, 5, 10, 15 y 20 años de 95.0, 91.8, 87.2, 81.1 y 70.1%, respectivamente, y supervivencia del injerto censurada para muerte con injerto funcional a 1, 5, 10, 15 y 20 años, de 93.0, 86.2, 76.2, 63.7 y 50.9%, respectivamente 43 El Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) en el 2011 realizo un estudio de cohorte retrospectivo en el que se incluyeron 1000 trasplantes consecutivos entre 1967 y Junio 2011, reportando la supervivencia del paciente a 1, 3, 5, 10,15 y 20 años fue de 94.9, 89.6, 86.8, 86.8, 76.9, 66.1, 62.2% respectivamente. La sobrevida del injerto censurada para muerte con injerto funcional a 1, 3, 5, 10,15 y 20 años fue de 93.1, 87.1, 83.5, 73.9 ,62.7 y 52.5% respectivamente. 43 En el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez de Julio de 1968 a Diciembre del 2010 se habían realizado 865 trasplantes renales reportando la supervivencia a 1,5 y 10 años de 95,85 y 60% para el injerto, respectivamente, así como de 100, 94 y 90% para el paciente, respectivamente.43 En el Hospital de Especialidades del CNM La Raza, la sobrevida del paciente y la sobrevida del injerto renal a los 12 meses de trasplante es de 90.9% y de 83.9%, respectivamente. La sobrevida del paciente y la del injerto renal a los 12 meses de trasplante de donante fallecido, fue significativamente menor a la de donante vivo.25 En la raza se inició el programa de trasplante renal en 1979; hasta diciembre de 2009 se habían realizado 1104 trasplantes renales: 1078 de donante vivo y 31 de donante fallecido. La supervivencia del injerto y del paciente en el trasplante de donante vivo es de 94% y 98%,respectivamente y son similares a los informados por otros centros a nivel nacional e internacional. No obstante, el primer trasplante renal de donante fallecido se llevó a cabo hasta 2005. 25 El Hospital Regional 1o. de Octubre del ISSSTE inicio sus labores el 1º de octubre de 1975. El servicio de trasplante inicia sus funciones en el año de 1988 con el primer trasplante de donador vivo relacionado el 6 de Octubre del mismo año. Siendo los fundadores del Servicio los Doctores Julio Kaji Kiyono (jefe de nefrología) y el Dr. Ramón E. Jaramillo Politron. (Cirujano de trasplante), llevándose a cabo el protocolo y la vigilancia de los pacientes de manera conjunta hasta el año del 2006, cuando por orden superior se decidió que este programa quedara a cargo por la especialidad quirúrgica; Actualmente está encabezado por la Dra. Roció Yolanda Xavier Quintana. En el año 2014 se realizó un trabajo de tesis de supervivencia del injerto renal en pacientes pediátricos, del 2004 al 2012; reportando supervivencia para donador vivo y donador cadavérico; al año de 97.56% y 100%, a los 3 años; 92.55% y 66.66%, a los 5 años; 92.55% y 66.6%, finalmente a los 8 años; 92.55 y 66.6%.44 En conclusión, estos resultados demuestran una mejor supervivencia de los injertos y receptores de trasplante renal de donante vivo en comparación con los receptores de donante cadavérico, así como el bajo riesgo que supone para el donante, deben incentivar a las autoridades, a los profesionales y a los pacientes a promocionar esta alternativa terapéutica mediante una información adecuada con mayor difusión. El trasplante renal de donante vivo debe contribuir junto con el trasplante cadavérico, puesto que no son opciones excluyentes, a paliar las largas listas de espera. Las enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus y la enfermedad renal crónica (ERC), han reemplazado a las enfermedades trasmisibles como la principal amenaza para la salud pública y han generado una mayor sobrecarga en los presupuestos de salud en todo el mundo. Las principales causas de Insuficiencia Renal Crónica (ERC) son la diabetes y la HTA.29 Las enfermedades crónicas explican el 72% del total de las patologías en los mayores de 30 años y se han incrementado un 17% en la última década.29 La tasa de prevalencia e incidencia de pacientes que padecen de ERC, es de alrededor de 900-1200 y 103-140 pacientes por millón de población (pmp) respectivamente en países como Francia y España. En Chile, éstas son de 857 pmp y 165 pmp respectivamente.29 En México, en 2009, un estudio con una muestra representativa de la población total de pacientes en diálisis comprobó que la cifra de pacientes en diálisis es cercana a los 65,000 (prevalencia de 300 por millón de habitantes [pmp]). Asimismo, señala que esto representa solo el 50% de las personas que requieren diálisis y/o trasplante; además, enfatiza la urgencia de enfrentar este problema con nuevas alternativas diseñadas para sobrevivir dignamente y que sean sustentables.42 En México, la población de 72,000 pacientes en diálisis que representan menos de 0.0015% de todos los asegurados en instituciones de salud, consume 15% del presupuesto destinado a la atención de la salud; un verdadero riesgo para el financiamiento de estas instituciones.42 El trasplante renal es el tratamiento de elección para la ERC terminal pues se ha mostrado que es una terapia costo-efectiva para los pacientes con falla renal terminal, el riesgo de muerte es menor que el de los pacientes en diálisis y mejora tanto las expectativas de vida como la calidad de vida de los receptores renales (1A). 6,30,31,32,34 El trasplante es el proceso por el cual se toman tejidos, células u órganos (injerto) de un ser humano (donador), para colocarlo en otro (receptor). Según su tipo inmunológico el trasplante puede ser: Alotrasplante: Trasplante entre miembros de la misma especie. Autotrasplante: Trasplante de un tejido de la misma persona. Xenotrasplante: Trasplante entre miembros de distinta especie.1 Según el tipo de donador el trasplante puede ser: Trasplante de donador vivo Trasplante de donador cadavérico. Un donador vivo es aquella persona que, estando viva y con plena facultad mental, cede uno de sus riñones. Un donador cadavérico es en cambio, una persona que diagnosticada con muerte cerebral, sus familiares aceptan la extracción de 1 o 2 de sus riñones.2 El empleo de órganos de donante vivo tiene claras ventajas frente a los de donante fallecido. La evidencia científica demuestra, que el trasplante renal proveniente de donador vivo mejora el pronóstico de vida del paciente en comparación al injerto renal de donador cadavérico, lo cual se refleja en una mayor supervivencia del primero. Esta evidencia se ha documentado en varios estudios internacionales.16 Sin embargo, la diferencia en la supervivencia del paciente y del injerto entre ambas modalidades a corto plazo, ha disminuido en los últimos años. De acuerdo con el registro del OPTN, la supervivencia a un año de paciente e injerto para trasplantes de donador fallecido es de 94.4% y 89.0% respectivamente. 21 Sin embargo, la escasez de órganos constituye el principal factor limitante de esta terapéutica y la demanda crece de manera exponencial a la vez que mejoran los resultados de supervivencia con el uso de otras terapias de remplazo.32,33 En el Informe del tercer trimestre del 2015 del CENATRA (Centro Nacional de Trasplantes) del estado actual de Receptores, Donación y Trasplantes en México, se tienen registrados 11843 receptores renales en lista espera. Al 3 de Octubre del presente en México se han realizado 741 trasplantes; de los cuales 517 han sido de donador vivo y 224 de donador cadavérico (3%). 46 El trasplante es un procedimiento que en sus inicios no tuvo mucho éxito porque la mayoría de los trasplantes se perdían por rechazo inmunológico, pero con el advenimiento de la terapia inmunosupresora la sobrevida de los riñones trasplantados ha pasado de ser de mala a exitosa.1 Cuando los donantes son parientes de primer grado del enfermo renal, las tasas de supervivencia del injerto a un año son 5 a 7% superiores que las de los injertos cadavérico.3 La supervivencia del injerto renal tiene muchos factores en juego que la determinan, estos factores se pueden clasificar como pre-operatorias, perioperatorias y post operatorias. Preoperatoriamente, influye mayormente la presencia de anemia, alteraciones en la coagulación, presencia de alteraciones electrolíticas (especialmente hipercalemia), estado hemodinámico durante la cirugía, el tiempo de isquemia caliente (periodo comprendido entre la parada circulatoria y el comienzo de la conservación fría), el tiempo de isquemia fría (periodo de conservación fría o perfusión mecánica, hasta conseguir la anastomosis arterial renal). En el periodo post operatorio influyen de sobremanera el régimen inmunosupresor, la hidratación post trasplante, el cumplimiento del tratamiento por parte del paciente, toxicidad directa de los medicamentos al riñón y las comorbilidades que posea el paciente especialmente las cardiovasculares y sistémicas.4 Debido a estos factores que interactúan a su tiempo, la supervivencia del injerto renal puede variar en sus proporciones, y mostrar distintos resultados de un país a otro y de un centro hospitalario a otro, pero por lo general la supervivencia se encuentra entre el 90% al 95% tras el primer año del trasplante renal, de 90% a 85% a los 5 años y por debajo de 80% a los 10 años en injertos provenientes de donador vivo. Los porcentajes se reducen de una manera considerable cuando se habla de donador cadavérico hablándose de 86% a 89% al año de trasplante de 70% a 80% a los 5 años y por debajo del 65% a los 10 años.5 Tomando lo anterior en cuenta, al cabo de 20 años, sólo el 20% de los injertosde ambas procedencias son todavía funcionales. La principal causa de fracaso del injerto es la Fibrosis Intersticial y la Atrofia Tubular, en cuya aparición parece influir la incidencia de rechazo agudo en los primeros tiempos del trasplante.5 Definición de supervivencia: La supervivencia, equivale al tiempo que transcurre desde que un individuo contrae una enfermedad o sucede un evento de interés, hasta que fallece, se demuestra su curación o falla, después de un seguimiento mantenido por un período de tiempo. Su estudio puede hacerse de forma global o en relación con parámetros específicos (grupos etarios, sexo, raza, localización tumoral, tipos de tratamientos, trasplantes, etcétera) en un período de tiempo determinado. Las cifras de supervivencia pueden medirse a partir del diagnóstico de la enfermedad o desde el inicio de sus síntomas, también a partir del inicio o final de un tratamiento, hasta la curación, falla del tratamiento o la muerte del enfermo. 18 La supervivencia refleja la proporción de personas vivas a un tiempo especificado luego del diagnóstico de la enfermedad en cuestión. 19 Definiendo como perdida del injerto a la disfunción de este de manera irreversible y que requiere nuevamente de terapia sustitutiva. Supervivencia del injerto es el periodo de tiempo (años) desde que se realiza el trasplante renal, hasta que se presenta la pérdida del injerto, ingresando nuevamente a un procedimiento dialítico. La supervivencia del injerto censurada, se refiere a la muerte del receptor de trasplante con injerto funcional. La supervivencia del injerto no censurada, es la muerte del receptor de trasplante con pérdida del injerto. 43,44 Cofactores que determinan la supervivencia del injerto renal En el trasplante renal la edad del donante y el tamaño del injerto son factores conocidos que condicionan la evolución del injerto a largo plazo. Edad: Estudios internacionales como el realizado en Cataluña Barcelona 2008 muestran como factores que incrementan el riesgo de pérdida del injerto, el incremento de la edad del receptor y del donante, sin duda, la edad del receptor es un factor de gran importancia en los resultados del trasplante, hay que tener en cuenta, además, que el aumento de la edad, en donante y receptor, está asociado al aumento de la patología asociada, que también es un factor de riesgo para la supervivencia del trasplante. En cambio la menor edad del receptor se asoció a mejor supervivencia del injerto. 7 La supervivencia del paciente resulta ser mejor en el caso de los trasplantados de donante vivo, pero el análisis ulterior confirma lo que repetidamente se había sospechado, que las diferencias se deben en gran medida a un mejor pronóstico basal de los receptores, especialmente por una edad más joven, un tiempo en diálisis pre-trasplante más corto y una menor morbilidad asociada en el momento del trasplante. 8 Sexo: Según un estudio realizado en Uruguay en el Instituto de Nefrología y Urología en el año 2000, resulta significativa la diferencia que se obtiene en la sobrevida del riñón en relación al sexo. El riñón de donante de sexo masculino tiene mejor resultado que el de sexo femenino, que se vincula probablemente a la mayor masa nefronal del mismo. 9 Las mujeres tienden a tener unos riñones más pequeños, con un 17% menos de nefronas que los hombres. El número de nefronas por riñón tiene una correlación positiva con el peso del riñón y negativa con la edad del individuo. Se ha descrito que el sexo femenino del donante por el menor tamaño de los riñones influye negativamente en la evolución de los injertos cuando estos son trasplantados a hombres. 10 Supervivencia del receptor del trasplante renal: En el seguimiento del trasplante renal hay que tener muy en cuenta los factores de riesgo cardiovascular y los tumores, puesto que la muerte del paciente con injerto funcionante es la segunda causa de pérdida del injerto tras el primer año del trasplante. Los factores cardiovasculares son un factor de mortalidad independiente que requerirá seguimiento y control de todas sus complicaciones para retrasar la entrada en diálisis. 11 Las tasas de mortalidad después del trasplante son más elevadas durante el primer año y directamente proporcionales a la edad: 2% entre los 18 y 34 años, 3% entre los 35 y 49 y 6.8% entre los 50 y 60 años o más.12 La supervivencia del paciente receptor tiene características diferentes de la supervivencia del injerto renal, esto es porque todo el proceso que conlleva la inmunosupresión para evitar el rechazo inmunológico al injerto, afecta la defensa del paciente contra enfermedades infecciosas oportunistas y contra tumores, lo cual hacen que el paciente muera no por la enfermedad renal en corrección sino por causas dependientes a la inmunosupresión. Es de destacar que la muerte del paciente al igual que la del injerto es variable dependiendo el centro hospitalario y el país pero en la mayoría de los estudios se refleja que la edad del paciente y el tiempo que este ha llevado en terapia de diálisis o hemodiálisis son factores determinantes en su supervivencia. 13 Consanguinidad: La compatibilidad de los Antígenos Leucocitarios Humanos puede medirse en base a la consanguinidad del receptor respecto del donante. Mientras más consanguíneo sea el paciente receptor con su donante más probabilidades tiene de tener antígenos leucocitarios humanos compatibles. Así el primer grado de consanguinidad está representado en línea directa por padres e hijos, el segundo grado de consanguinidad por hermanos y el tercer grado de consanguinidad está representado por primos, nietos y sobrinos. Esto es muy útil cuando no se tiene los recursos para establecer mediante laboratorio un grado de certeza de compatibilidad de antígenos leucocitarios humanos. Este fue el caso del Hospital Obrero en Bolivia en el 2011, donde se realizó un estudio de la sobrevida en base a la consanguinidad, en la cual se observó una mayor sobrevida a 1, 5 y 10 años del injerto proveniente de donador que poseía un primer grado de consanguinidad. 14 Trasplante renal de donante vivo y de donante cadavérico: El trasplante renal de donante vivo ofrece mejores resultados que el trasplante renal de donante cadavérico, tanto en supervivencia de injerto como en supervivencia del paciente. Esta afirmación ha sido recogida ampliamente por la literatura médica, especialmente por la que se basa en los grandes registros de pacientes. En el estudio europeo, Opelz y cols. (Collaborative Trasplant Study) llegaron a la conclusión de que la mayor supervivencia de los injertos renales y pacientes receptores se consigue con los gemelos univitelinos, seguido del donante vivo relacionado y finalmente la peor supervivencia se consigue con el trasplante renal de donante cadavérico.8 Los mejores resultados proporcionados por el trasplante renal de donante vivo, en comparación con el trasplante renal cadavérico, ha llevado incluso a plantear si el trasplante renal de vivo ha de ser la primera opción a ofertar a un paciente con insuficiencia renal avanzada. De acuerdo con los datos de la Organ Procurement Transplant Network, la supervivencia del injerto renal al año es del 89% para los trasplantes renales de donante cadavérico versus 95,1% para los efectuados con donante vivo, siendo estas diferencias aún más llamativas con un seguimiento más prolongado, con supervivencias a cinco años de 66,5% versus 79,7%, respectivamente. El trasplante renal de vivo ofrece también mejores resultados en cuanto a la supervivencia del paciente, con supervivencias al año de 95% para los trasplantes renales de donante cadavérico versus 98% para los efectuados con donante vivo y a los 5 años del 82% para los receptores de un injerto renal de donante fallecido versus 90,2% en el caso del trasplante renal de vivo. El Collaborative Transplant Study ofrece resultados similares. Cuandose analizan datos de primeros trasplantes renales realizados en Europa durante los años 1985 a 2005, la supervivencia del injerto a 20 años con muerte censurada es del 65% en el trasplante renal realizado entre gemelos antígeno leucocitario humanos idénticos, del 45% en el trasplante renal de vivo relacionado, cuando donante y receptor comparten un haplotipo y del 34% en el caso del trasplante renal cadavérico. También la supervivencia del paciente es superior, con una supervivencia a 20 años del 81% y 60%, respectivamente para los tres tipos de trasplante. 8 De acuerdo con los datos de la Organ Procurement Transplant Network de U.S, la supervivencia del injerto renal al año es del 89% para los trasplantes renales de donante cadavérico versus 95,1% para los efectuados con donante vivo, siendo estas diferencias aún más llamativas con un seguimiento más prolongado, con supervivencias a cinco años de 66,5% versus 79,7%, respectivamente. El trasplante renal de vivo ofrece también mejores resultados en cuanto a la supervivencia del paciente, con supervivencias a 5 años del 82% para los receptores de un injerto renal de donante fallecido versus 90,2% en el caso del trasplante renal de vivo. 8 A pesar de que los estudios se basan en grandes series, no queda claro que las diferencias encontradas puedan ser atribuidas en exclusiva a la mejor calidad del Injerto del donante vivo. Según el programa de trasplante renal en el Hospital San Juan de Dios de Santiago de Chile para 1999 se han realizado 150 trasplantes en receptores adultos y pediátricos. La supervivencia del injerto renal a 5 y 10 años es de 65 por ciento y 56 por ciento, respectivamente. Otro estudio en que se analizan los primeros trasplantes renales realizados en Cataluña Barcelona en el período 1990-2004 en mayores de 17 años demostró que los pacientes que han recibido un trasplante de donante vivo tienen mejor supervivencia del paciente y del injerto, la mortalidad del paciente es prácticamente nula. 15 Desde Julio 1984 hasta Julio 1998 en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad de Pemex en la ciudad de México, se realizaron 150 trasplantes renales, la supervivencia actual total a un año fue 91.3%, a 5 años de 65.3%, a 10 años de 56.0% a 14 años de 54.0%, dando mejor resultado el trasplante de donador vivo que cadavérico. 16 Según un estudio realizado en el servicio de trasplante renal del Hospital Juárez de México evaluándose las pérdidas de injerto en receptores de donador vivo vs cadavérico fueron incluidos 150 casos. Se perdieron 17 injertos siendo las principales causas rechazo inmunológico y trombosis vascular, sin diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos. La supervivencia del injerto para donador vivo fue de 98% a un año, 93.7% a tres años y 90.5% a cinco años y para el donador cadavérico 96% a un año, 91% a tres años y 89% a cinco años. 17 Estos datos muestran un sesgo por la selección de donador vivo, lo que nos ha motivado a evaluar el comportamiento inicial de la supervivencia de paciente e injerto en nuestro hospital. Con el propósito de aportar estadísticas del trasplante renal en nuestro país y particularmente en nuestro Hospital y por la importancia de los distintos factores que influyen en la sobrevida del injerto y del paciente, en el presente trabajo de forma analítica y retrospectiva se pretende medir la sobrevida a 1, 5,10,15 y 20 años del paciente receptor de trasplante renal y del injerto renal, de forma general en los 28 años del programa, y comparar los dos periodos de acuerdo al equipo de trabajo a cargo del programa a 1,5 y 10 años y además determinar en nuestra población que factores son estadísticamente significativos como la edad, sexo y numero de haplotipos compartidos, con el desenlace del trasplante renal. Objetivo General Determinar la supervivencia del injerto y del paciente con trasplante renal realizado en el Hospital Regional 1º de Octubre ISSSTE en el periodo de 1988 a 2015 para establecer si esta se compara con la descrita en la literatura mundial, además comparar la misma en los dos periodos de estudio divididos de acuerdo al servicio a cargo del programa, determinar factores que influyen en la supervivencia del injerto y conocer además las características epidemiológicas de la población en estudio. Justificación Como se ha mencionado previamente, existe una variación de la supervivencia del injerto y del paciente sometido a trasplante renal, dependiendo de diversos factores que incluyen la experiencia del centro. En nuestro Hospital Regional 1º de Octubre ISSSTE no contamos con un estudio de estas variables en nuestros pacientes del programa de trasplante renal, por lo que realizarlo nos permitirá verificar a través de métodos estadísticos válidos y sistemáticos el éxito del programa midiendo la supervivencia del injerto y del paciente sometido a trasplante renal a corto, mediano y largo plazo (según estándares internacionales de 1, 5, 10, 15 y 20 años) realizados en el periodo de 1988 – 2015 y comparar los resultados con los obtenidos internacionalmente así como comparar la supervivencia en los dos periodos que se dividió el estudio de acuerdo al equipo médico a cargo del programa. Lo que permite apoyar iniciativas y acciones que promuevan este tipo de trasplantes en el instituto, dando respuesta a la incrementada demanda de este tratamiento, lo que permitirá orientar las decisiones sobre el futuro del programa de trasplante renal en nuestro Hospital. Material y Métodos Este estudio fue de diseño cohorte histórica, retrospectiva y descriptiva, desde octubre de 1988 cuando se realizó el primer trasplante en el Hospital Regional 1º hasta febrero del 2015, donde se revisaron analizaron los expedientes que aún se encuentran en archivo clínico, solo excluyéndose a los pacientes cuya cirugía de trasplante no se realizó en nuestra unidad, a pesar de que el seguimiento lo lleven con nosotros (2 casos), ya que el estudio abarca 28 años de trasplante, hay varios expedientes que están dados de baja por defunción, cambio de adscripción o tener más de 5 años no activos en la consulta, por lo que se tuvo que tomar datos principalmente de los primeros años de los registros hechos en ese entonces por el servicio de enfermería a cargo del programa y son libretas de registro de paciente, con algunos datos recolectados también del donador y observaciones importantes del caso, también nos apoyó el servicio de Cirugía de Trasplante con sus registros desde el 2006 y la base de datos de los pacientes actualmente activos en la consulta. En el periodo de estudio se realizaron un total de 433 trasplantes renales, se utilizó estadística descriptiva para los datos demográficos, además se describieron características específicas como el tipo de donador, haplotipos compartidos, causa de insuficiencia renal, terapia sustitutiva pre y post trasplante, estado actual del receptor, causas de morbilidad como causa de perdida de injerto y mortalidad del receptor. Para el estudio de supervivencia se tomó en cuenta 268 casos para el análisis de esta ya que fueron los que contaban con el dato de supervivencia tanto del donador como del injerto, se realizó un global de la supervivencia de los pacientes en estos 28 años y también la población se separó en dos grupos: - Aquellos pacientes trasplantados de Octubre 1988 a Diciembre 2005 donde el equipo de trasplante constaba de cirujanos trasplantalogos y nefrólogo. - Y de Enero 2006 a Febrero del 2015 donde el programa quedo a cargo de cirujano trasplantalogo y urólogos. Este estudio fue sometido y aprobado por los comités de ética e investigación del Hospital Regional 1º de Octubre. Las variables a estudiar, del donador y receptor fueron: edad, genero, gruposanguíneo, tipo de donador, del receptor: terapia de sustitución renal previa al trasplante y a la que regresaron al perder el injerto, etiología de la enfermedad renal crónica, numero de haplotipos compartidos, estado actual, causa de mortalidad, morbilidad que ocasiono perdida del injerto, y la sobrevida del paciente y del injerto al año, 5, 10, 15 y 20 años. La supervivencia del paciente e injerto se analizó con el método de Kaplan-Meier y se compararon las curvas de sobrevida con Long-Rank de los dos periodos en estudio a 1, 5 y 10 años. En programa estadístico SPSS. Adicionalmente, se realizó un análisis multivariado con regresión de Cox, para identificar los factores independientes asociados a pérdida del injerto donde un valor de p < 0.0001 fue considerado estadísticamente significativo. Para variables cualitativas se reportó frecuencia y porcentaje, para cuantitativas promedio y desviación estándar. Resultados Se realizó el estudio de 28 años de trasplante renal desde octubre del año 1988 en que se realizó el primer trasplante en el HR 1º. de Octubre, hasta febrero del 2015, documentándose 433 procedimientos, los años en los que se realizaron el mayor número de trasplantes fueron 1998 y 2000 con 33 trasplantes (7.6%). Figura 1 Figura 1. Frecuencia de trasplante por año Tabla 1. Características generales de la población trasplantada Característica Donador (n=433) Receptor (n=433) Edad (años) N= 162 39 ± 11 N= 377 30 ± 14 Sexo Masculino Femenino N= 414 205 (47) 209 (48) N= 433 244 (56) 189 (44) Grupo Sanguíneo A- A+ AB B+ O- O+ N= 162 0 (0) 28 (6) 1 (1) 3 (1) 2 (1) 128 (29) N= 433 3 (1) 66 (15) 4 (1) 13 (3) 4 (1) 343 (79) 3 6 8 3 11 8 16 15 16 20 33 11 33 20 18 18 23 20 15 20 23 22 12 15 17 16 9 2 0 5 10 15 20 25 30 35 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 Frecuencia TSR previa al TR Diálisis Peritoneal Hemodiálisis Sin TSR N= 433 365 (84) 48 (11) 20 (5) TSR a la que regresaron los Pacientes al perder el injerto Diálisis peritoneal Hemodiálisis N= 102 77 (18) 25 (6) Etiología de ERC Congénito Diabetes Mellitus GMN Crónica GSFYS GMN Infecciosa Hipertensión Arterial LES Enfermedad Renal Poliquistica N= 433 5 (1) 12 (3) 384 (87) 2 (1) 8 (2) 2 (1) 12 (3) 8 (2) Tipo de Donador Cadáver Vivo Relacionado Vivo No Relacionado N= 433 22 (5) 56 (13) 355 (82) Numero de Haplotipos Compartidos 0 1 2 Se desconoce N= 433 39 (9) 102 (24) 8 (2) 284 (65) Estado Actual del Receptor Activo Defunción Desconoce N= 433 133 (31) 117 (27) 183 (42) Causa de Mortalidad del Receptor Cáncer Rechazo agudo Sepsis Desconoce N= 117 3 (3) 6 (5) 28 (24) 80 (68) Morbilidad que provoco la pérdida del injerto Falta de Adherencia Tx NCI NTA Rechazo Trombosis N= 91 1 (1) 43 (47) 6 (7) 22 (24) 19 (21) *Para variables cualitativas se reportó frecuencia y porcentaje, para cuantitativas promedio y desviación estándar. Debido a lo comentado previamente en cuanto a la perdida de información por falta de expedientes clínicos ya que por los años de estudio ya se encuentran en archivo muerto por defunción o inactividad en consulta por más de 5 años, se cambiaron de adscripción o no se encuentran en el archivo, la N de varios de los datos demográficos cambia ya que solo se tomó en cuenta los datos encontrados en los expedientes y como criterio de exclusión no se consideró no tomar en cuenta a los expedientes incompletos ya que esto reduciría sustancialmente el número de casos a estudiar. En el periodo analizado se realizaron 433 trasplantes renales, con edad promedio al momento del trasplante de 39 ± 11 para el donador con una N de 162 (Figura 2) y de 30 ± 14 para el receptor con una N de 377 (Figura 3), siendo 205 donadores (45%) del sexo masculino y receptores 244 (56%). Tabla 1 Figura 2. Porcentaje de Edad del Donador. Figura 3. Porcentaje de Edad del Receptor El Grupo Sanguíneo más frecuente de los receptores fue O positivo en 343 de los casos representando el 79%, y el menos frecuente 1% de grupo A negativo en 3 casos. Figura 4 Figura 4. Porcentaje de Grupo sanguíneo y Rh de receptor. De la terapia de sustitución renal previa al trasplante el 84 % (365 casos) se encontraban en diálisis peritoneal y solo 20 casos (5%) estaban aún en periodo de pre diálisis, ingresando a trasplante sin haber pasado por algún procedimiento dialítico. Figura 5 0 100 200 300 400 Grupo y RH receptor De la terapia a la que posterior a perder el injerto renal regresaron los paciente nuevamente es la diálisis en 77 casos (18%) la terapia de sustitución más frecuente. Figura 5. Porcentaje de terapia de sustitución renal previa al Trasplante El mayor porcentaje en cuanto a la etiología de insuficiencia renal crónica en esta unidad fue la GMN crónica en 387 pacientes (87 %) de etiología no filiada y con un 3% secundaria a DM y LES siendo las menos frecuentes las de tipo congénito en un 1%. El tipo de donador en nuestra unidad más frecuente fue el Vivo NO relacionado 355 casos (82%), vivo relacionado 53 casos (13%) y Cadavérico 22 casos en 28 años que representa solo el 5%. Y de estos compartían un haplotipo el 24% (102 casos), 39 (9%) compartían 0 haplotipos y solo 8 caso (2%) compartían 2 haplotipos. Figura 6 Figura 6. Porcentaje de Tipo de donador renal Actualmente se encuentran activos en el programa 133 pacientes (31%), esta reportada la defunción de 117 (27%) y se desconoce de 183 (42%). De los 117 casos de defunción, la causa reportada más común fue sepsis en 28 pacientes (24%), rechazo agudo en 6 casos (5%), y cáncer en 3 (3%), cifras que deberán considerarse con reserva ya que en 80 casos (68%), esta reportada defunción pero no la causa de la misma. Y de la morbilidad que finalmente llevo a la pérdida del injerto, se reportó nefropatía crónica del injerto en 43 casos (47%) sin embargo no todos demostrados por biopsia, 22 rechazos (24%), 19 trombosis (21%), 6 casos de Necrosis tubular aguda y 1 casos de perdida de injerto por falta de adherencia al tratamiento. Figura 7 Figura 7. Porcentaje de causas de morbilidad para perdida de injerto renal. Del total de pacientes trasplantados (433) en el periodo de estudio 1988-2015 (periodo de estudio 28 años), solo 268 casos contaban con el dato de supervivencia tanto del donador como del injerto, tomándose entonces este subgrupo de casos para el estudio de supervivencia y comparación de los periodos de estudio; antes del 2005 (equipo de trasplante integrado por nefrólogo y cirujanos trasplantologos) y después del 2005 (programa de trasplante a cargo de cirugía), de este subgrupo solo 210 tuvieron supervivencia para el injertopor arriba de 1 año y 216 para el paciente, con una supervivencia del paciente e injerto como se muestra en Tabla 2, Figura 7 y 8 Tabla 2. Supervivencia global de injerto y paciente incluyendo los dos periodos de estudio. SUPERVIVENCIA GLOBAL N 1 AÑO 5 AÑOS 10 AÑOS 15 AÑOS 20 AÑOS 25 AÑOS SUPERVIVENCIA DEL PACIENTE 216 93.5% 87.4% 79.2% 80.0% 87.5% 0% SUPERVIVENCIA DEL INJERTO 210 93.3% 85.3% 82.5% 79.3% 87.5% 0% Figura 7. Kaplan-Meier de la supervivencia global de injerto Figura 8. Kaplan-Meier de la supervivencia global del paciente El número de eventos por periodo de tiempo de estudio se distribuyó con 112 procedimientos en el primer periodo y 98 en el segundo, como muestra la Tabla 3. Tabla 3. Distribución de pacientes para supervivencia de acuerdo a los diferentes periodos de estudio. PERIODOS No. TOTAL No. DE EVENTOS PRIMERO: ANTES DEL 2005 112 112 SEGUNDO: DESPUES DEL 2005 98 98 GLOBAL 210 210 La Supervivencia comparando los dos periodos de estudio en los diferentes años, se reportó para el primer periodo supervivencia del injerto al 1, 5, 10, 15 y 20 años de 92.9, 89.4, 90.9, 79.3 y 87.5 % respectivamente y del segundo periodo al 1, 5 y 10 años de 93.9, 79.3 y 25 % respectivamente. Tabla 4 Tabla 4. Supervivencia del injerto renal y comparación de esta en los dos periodos de estudio. AÑOS DE SUPER VIVENCIA SUPERVIVENCIA INJERTO 1ER. PERIODO SUPERVIVENCIA INJERTO 2O. PERIODO NO TOTAL CASOS EVENTOS 1ER. PERIODO EVENTOS 2º. PERIODO CASOS CENSURADOS 1ER. PERIODO % CASOS CENSURADOS 1ER. PERIODO CASOS CENSURADOS 2º. PERIODO % CASOS CENSU RADOS 2º. PERIODO % LOG 1 92.9 93.9 210 112 98 0 0 0 0 0 .000 5 89.4 79.3 210 85 58 27 24.1 40.8 40.8 31.9 .000 10 90.9 25 210 55 8 57 50.9 90 91.8 70 .000 15 79.3 NP 210 29 0 83 74.1 98 100 86.2 . 20 87.5 NP 210 8 0 104 92.9 98 100 96.2 . 25 0 NP 210 2 0 110 98.2 98 100 99 . Prueba log – rank p< 0.0001 Chi-cuadrado gl Sig. Log Rank (Mantel-Cox) 49.746 1 .000 Prueba de igualdad de distribuciones de supervivencia para diferentes niveles de PERIODOS. Figura 9. Kaplan-Meier para supervivencia del injerto renal en los dos periodos de estudio Resultando con una diferencia estadísticamente significativa en la supervivencia del injerto renal a 1, 5 y 10 años del primer periodo con respecto al segundo periodo. Figura 9 Con respecto a la supervivencia del paciente trasplantado, se estudiaron 216 casos con este dato de los cuales 116 fueron en el primer periodo y 100 en el segundo. Tabla 2 La supervivencia en el primer periodo para el paciente a 1, 5, 10,15 y 20 años fue de 93.1, 91.3, 85.9, 80.0, 87.5 % y del segundo periodo al 1, 5 y 10 años fue de 94.0, 81.4 y 25 % respectivamente. Tabla 5 Tabla 5. Supervivencia del paciente trasplantado y comparación de esta en los dos periodos de estudio. AÑOS DE SUPER VIVEN CIA SUPERVIVENCIA PACIENTE 1ER. PERIODO SUPERVIVENCIA PACIENTE 2O. PERIODO NO TOTAL CASOS EVENTOS 1ER. PERIODO EVENTOS 2º. PERIODO CASOS CENSURADOS 1ER. PERIODO % CASOS CENSURADOS 1ER. PERIODO CASOS CENSURADOS 2º. PERIODO % CASOS CENSURADOS 2º. PERIODO % LOG 1 93.1 94 254 116 100 24 17.1 14 12.3 15 .000 5 91.3 81.4 254 92 59 48 34.3 55 48.2 40.6 .000 10 85.9 25 254 64 8 76 54.3 106 93 71.7 .000 15 80 NP 254 30 0 110 78.6 114 100 88.2 . 20 87.5 NP 254 8 0 132 94.3 114 100 96.9 . 25 0 NP 254 2 0 138 98.2 114 100 99 . Nuevamente se encontró diferencia estadísticamente significativa al año 1, 5 y 10 del primer periodo comparado con el segundo periodo. Figura 10 Figura 10. Kaplan-Meier para supervivencia del paciente trasplantado en los dos periodos de estudio. Al comparar si había alguna correlación de la supervivencia del injerto a 1, 5 y 10 años, con el número de haplotipos que compartían el donador y receptor, no se encontró resultado estadísticamente significativo para ninguno de los casos. Tabla 6 Tabla 6. Relación de número de haplotipos compartidos con supervivencia de injerto renal. AÑOS DE SUPERVIVENCIA NUMERO DE HAPLOTIPOS N RANGO Z SIG. BILATERAL 1 AÑO 2 6 4 .000 1.000 5 AÑOS 2 4 4 .000 1.000 10 AÑOS 2 0 0 .000 1.000 1 AÑO 1 66 35 .000 1.000 5 AÑOS 1 39 35 .000 1.000 10 AÑOS 1 10 35 .000 1.000 1 AÑO 0 24 13 .000 1.000 5 AÑOS 0 14 13 .000 1.000 10 AÑOS 0 1 13 .000 1.000 Igualmente al comparar supervivencia de injerto con la edad del donador a 1,5,10,15 y 20 años, del total de 268 pacientes con los datos de sobrevida, se incluyeron 112 pacientes (41.8%) que tenían el dato de edad del donador, no encontrándose relación estadísticamente significativa, en ninguno de los periodos. Tabla 7 Tabla 7. Relación de la edad del donador con la supervivencia del injerto renal AÑOS DE SUPERVIVENCIA DEL INJERTO N EDAD DEL DONADOR RANGO PROMEDIO MEDIA DESVIACION TIPICA Z SIGNIFICANCIA BILATRAL 1 107 55.8 39.3 10.4 -1.0 .300 5 67 54 38.8 10.7 .98 .323 10 18 50 37.8 9.28 -.924 .356 15 4 45.6 37.0 6.63 -.683 .495 20 1 21 28.0 10.4 -1.0 .272 Sin embargo al comparar supervivencia del injerto con edad del receptor se incluyeron del total de 268 pacientes 235 que contaban con la edad del receptor (87.7%), encontrándose correlación estadísticamente significativa de la edad del receptor con la mejor supervivencia a los 1 y 5 años del trasplante. Tabla 8, Figura 11 y 12 Tabla 8. Relación de la edad del receptor con la supervivencia del injerto renal AÑOS DE SUPERVIVENCIA DEL INJERTO N EDAD DEL RECEPTOR RANGO PROMEDIO MEDIA DESVIACION TIPICA Z SIGNIFICANCIA BILATRAL 1 208 111.2 29.8 13.1 -4.2 .000 5 146 104 28.4 13.1 -4.0 .000 10 68 113.5 30.3 13.7 -.648 .517 15 30 128 32.8 12.7 -.863 .388 20 8 144 34.8 6.2 -1.120 .263 25 2 130 32.5 9.1 -251 .802 Figura 11. Relación de la edad del receptor con la supervivencia del injerto renal al año del trasplante Figura 12. Relación de la edad del receptor con la supervivencia del injerto renal a los 5 años del trasplante Discusión Este estudio se realizó con la finalidad de reportar la supervivencia del injertos y de los pacientes sometidos a trasplante renal en el periodo comprendido de Octubre de 1988 a Febrero del 2015, con un total de procedimientos de 435, solo se excluyeron dos pacientes a los cuales a pesar de darles seguimiento en nuestra unidad, el trasplante se realizó fuera de ella. De los 433 pacientes trasplantados en nuestro hospital en este periodo de tiempo, los años en los que se realizaron el mayor número de procedimientos fueron 1998 y 2000 con 33 trasplantes (7.6%). Solo 268 casos contaban con el dato de supervivencia tanto del receptor como del injerto, tomándose entonces este subgrupo de casos para el estudio de supervivencia; de este subgrupo solo 210 tuvieron supervivencia por arriba de 1 año para el injerto y 216 para el paciente, con una supervivencia del paciente a 1, 5, 10, 15 y 20 años 93.5, 87.4, 79.2, 80.0 y 87.5 % y del injerto 93.3, 85.3, 82.5, 79.3 y 87.5 % respectivamente. La supervivencia comparando los diferentes periodos de estudio; antes del 2005 (equipo de trasplante integrado por nefrólogo y cirujanos trasplantologos) y después del 2005 (programa de trasplante a cargo de cirugía), se reportó para el primer periodo supervivencia del paciente a 1, 5, 10,15 y 20 años de 93.1, 91.3, 85.9, 80, 87.5 % y para el injerto de 92.9, 89.4, 90.9, 79.3 y 87.5 % respectivamente. Del segundo periodo para el paciente al 1, 5 y 10 años fue de94.0, 81.4 y 25 % y del injerto de 93.9, 79.3 y 25 % respectivamente. Los resultados obtenidos en cuanto a supervivencia del injerto y del paciente en la supervivencia global del programa son similares a lo reportado en la literatura mundial. 8,19,22,25,32,43 Sin embargo al dividir el análisis en los dos periodos de estudio; El primer periodo es similar a la literatura mientras el segundo periodo se encuentra disminuida la supervivencia con una diferencia estadísticamente significativa a 1,5 y 10 años, con un log-Rank de 0.0001. A diferencia de lo descrito en la literatura, en nuestro estudio no se encontró diferencia estadísticamente significativa entre el número de haplotipos compartidos y la mejor supervivencia del injerto renal ni del paciente trasplantado. 34,41,45 De acuerdo a la edad del receptor se ha descrito peores supervivencia asociada a los extremos de la edad, en nuestro estudio se demostró diferencia estadísticamente significativa a favor del receptor adulto joven y la supervivencia del injerto a 1 y 5 años. 26,34,41,44,45 La edad del donante se asocia a menor sobrevida del injerto entre mayor sea esta o si el donante es fallecido, sin embargo en nuestro estudio no se encontró diferencia estadísticamente significativa relacionada con la edad del donante y la supervivencia del injerto. 26,34,41,44,45 De acuerdo a la literatura, la Nefropatía crónica del injerto (NCI) es la segunda causa de fracaso tardío del injerto, solo precedida del fallecimiento con un riñón funcional, La Nefropatía crónica del injerto en nuestra unidad resulto la primera causa de morbilidad en el postrasplante con un 47 %. 14,45 Conclusiones La evaluación continua de los programas de trasplante es importante para identificar los factores que contribuyen a una menor supervivencia del injerto renal y así tratar de modificar dichos factores. Dentro de los resultados de este estudio se evidencio la disminución de la supervivencia del paciente y del injerto en el segundo periodo de estudio (programa de trasplante a cargo de cirugía), debiendo reconsiderarse por las autoridades del hospital, la importancia del clínico (nefrólogo) como parte importante del grupo multidisciplinario que debe estar vigilante de este programa, lo que incidirá directamente en aumentar la supervivencia así como disminuir y tratar oportunamente las complicaciones agudas y crónicas asociada al trasplante renal, independientemente de las de origen quirúrgico. Llama la atención el alto porcentaje de muerte por sepsis (24%) en el paciente trasplantado, a lo cual deberá ponerse atención y nuevamente sustenta la necesidad del grupo multidisciplinario para el manejo de las complicaciones ya no quirúrgicas sino infecciosas, inmunológicas agudas y crónicas como consecuencia del trasplante y el uso de la inmunosupresión. El mayor porcentaje en cuanto a la etiología de insuficiencia renal crónica en esta unidad fue la Glomerulonefritis crónica (87 %) de etiología no filiada, ya que siendo un hospital de referencia de tercer nivel al momento de la llegada del paciente ya se encuentra en etapas tardías de la enfermedad y aun no se cuenta establecido el estudio de biopsia renal protocolizada para determinar etiología previo a ingresar del paciente a una de las terapias de sustitución renal, o peor aún el tamaño renal al momento de ser captado el paciente, imposibilita la toma de biopsia y así el diagnostico etiológico. Esto justifica la implementación de programas de detección temprana, seguimiento y toma de biopsia oportuna para diagnóstico, e implementación de tratamiento que incluso de acuerdo a la patología podría revertir el daño renal y evitar así la necesidad de terapias sustitutivas o en caso de requerirla programarla evitando así los ingresos urgentes a diálisis o hemodiálisis e incluso si el paciente cuenta con donador renal podría protocolizarse y realizarse el trasplante en etapa pre dialítica. De acuerdo a la literatura, La Nefropatía crónica del injerto, es la segunda causa de fracaso tardío del injerto, solo precedida del fallecimiento con un riñón funcional, La NCI en nuestra unidad resulto la primer causa de comorbilidad en el post trasplante con un 47 %; sin embargo diagnosticándose esta en la mayoría de los casos por los datos clínicos y evolución de la función renal del paciente, no demostrándose por anatomía patológica mediante biopsia del injerto como debiera ser, ya que como hasta ahora se hace, se corre el riesgo de estar sobreestimando esta patología y dejando pasar por alto, cuadro de rechazo y toxicidad por calcineurinicos que finalmente lleven a la pérdida del injerto sin el adecuado manejo. Por todo lo antes comentado se considera necesario reforzar la parte clínica del programa de trasplante, así como la vigilancia del paciente en el pos trasplante inmediato, mediato y la vigilancia estrecha y búsqueda de complicaciones crónicas como rechazo, recidiva de nefropatía primaria y toxicidad por inmunosupresores. El hecho de no contar con la infraestructura para inmunohistoquimica, laboratorio para marcadores y niveles de medicamentos inmunosupresores, aunada a la falta de un nefropatólogo que apoye con el diagnostico histológico diferencial, para un tratamiento eficaz y correcto que ayude a mejorar la supervivencia del injerto renal, mermara en los resultados finales de este programa. La supervivencia del paciente e injerto se ha visto mejor en los programas de trasplante manejados por un grupo multidisciplinario, como se demuestra en los Institutos de Salud de nuestro país, donde el grupo de trasplante se compone de cirujanos de trasplante, urólogos, nefrólogos, personal de laboratorio de histocompatibilidad, inmunólogo, nefropatólogo; además de residentes, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, coordinadores de trasplante y administradores. Ahora bien la importancia de este trabajo y próximos a seguir es que al conocerse los factores de riesgo que afectan la supervivencia del injerto renal de nuestro centro hospitalario, permitirá establecer estrategias para mejorar el pronóstico de estos pacientes y sus injertos. Referencias Bibliográficas 1.-Sollinger H, D’ Alessandro A, Deierhoi H, Kabyoglu M, Kirk A, Krrechtele S, et al. Spencer S, Fischer D. Principios de Cirugía. Trasplante, 7 ed. 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