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Trastornos-temporomandibulares-consideraciones-en-su-etiologa-y-diagnostico

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FACULTAD DE ODONTOLOGÍA 
 
 
TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES, 
CONSIDERACIONES EN SU ETIOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO. 
 
 
T E S I N A 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
 
 
C I R U J A N O D E N T I S T A 
 
 
P R E S E N T A: 
 
 
MIGUEL IVÁN MARTÍNEZ ROMERO 
 
 
TUTORA: Mtra. DENIS ANAYANSI CUEVAS ROJO 
 
 
 
 
 
 
Cd. Mx. 2019 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
Agradezco a la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de 
Odontología por brindarme una formación personal y profesional de tan alta 
calidad; por enseñarme con el ejemplo, la importancia de los valores 
humanos en una sociedad y por permitirme ser un elemento más que 
conforma esta máxima casa de estudios. 
 
A mis profesores, por compartir su vasto conocimiento y experiencia, misma 
que me llena de inspiración y admiración. 
 
 
A mi tutora, la Mtra. Denis Anayansi Cuevas Rojo, por su paciencia y todo el 
apoyo que me brindó en la elaboración de este trabajo. 
 
A mi madre, Maribel Romero Belmonte por brindarme su respaldo en cada 
momento de la vida, por depositar toda su confianza en mí y por darme la 
oportunidad de continuar con este sueño que muchos consideraron 
terquedad. 
 
A mi padre, por enseñarme el valor de la responsabilidad y solidaridad. 
 
A mi compañera y guía, Mariel Barrera, por toda su paciencia, humanidad, 
solidaridad y compañía. Por mostrarme que en las adversidades se puede 
aprender y superarse. Por brindarme su amor y amistad, permitiéndome 
seguir en el mismo camino. 
 
A mis amigos y hermanos, Roberto, Daniel, José R., Carlos, Sergio y Alan, 
porque durante todo este tiempo han sido un ejemplo de admiración. 
Gracias por escucharme cuando más lo he necesitado y no permitirme caer. 
 
A Ricardo Aldana, porque su ayuda ha sido fundamental para la culminación 
de este logro. 
 
A Javier y Carlos Castilla cuya generosidad ha sido fundamental en mi 
desarrollo académico, gracias por tanto. 
 
Por mi raza hablará el espíritu.
 
 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 5 
OBJETIVO ...................................................................................................... 6 
CAPÍTULO 1 SISTEMA ESTOMATOGNÁTICO ............................................ 7 
1.1 Componentes anatómicos ..................................................................... 7 
1.2 Biomecánica del sistema masticatorio ................................................ 19 
1.3 Oclusión funcional óptima ................................................................... 21 
CAPÍTULO 2 TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES....................... 30 
2.1 Trastornos de los músculos de la masticación .................................... 34 
2.1.1 Co-contracción protectora ............................................................. 35 
2.1.2 Dolor muscular local ..................................................................... 35 
2.1.3 Espasmos musculares .................................................................. 36 
2.1.4 Dolor miofascial ............................................................................ 37 
2.1.5 Miositis .......................................................................................... 38 
2.2 Trastornos de la articulación temporomandibular ................................ 39 
2.2.1 Alteraciones del complejo cóndilo-disco ....................................... 39 
2.2.2 Incompatibilidad estructural de las superficies articulares ............ 42 
2.3 Trastornos inflamatorios de la articulación temporomandibular .......... 47 
2.3.1 Sinovitis ........................................................................................ 47 
2.3.2 Capsulitis ...................................................................................... 48 
2.3.3 Retrodiscitis .................................................................................. 48 
2.3.4 Artritis ............................................................................................ 49 
2.3.5 Tendinitis del temporal .................................................................. 50 
2.4 Hipomovilidad mandibular crónica ....................................................... 51 
2.4.1 Anquilosis ..................................................................................... 51 
2.5 Trastornos del crecimiento .................................................................. 52 
CAPÍTULO 3 EXPLORACIÓN DE LOS TRASTORNOS 
TEMPOROMANDIBULARES ....................................................................... 54 
3.1 Exploración de los músculos de la masticación .................................. 54 
3.2 Exploración de la articulación temporomandibular .............................. 57 
3.2.1 Percepción de ruidos articulares ................................................... 58 
 
 
 
CAPÍTULO 4 DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO ........................................ 60 
CAPÍTULO 5 PROTOCOLO DE ABORDAJE CLÍNICO DE LA 
ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR ............................................... 72 
CONCLUSIONES ......................................................................................... 77 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................ 78 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5 
INTRODUCCIÓN 
 
A través de los años múltiples investigaciones han reportado la naturaleza 
multifactorial de los Trastornos temporomandibulares, no obstante, sus 
manifestaciones clínicas involucran a diferentes estructuras anatómicas como 
son: músculos de la masticación, la articulación temporomandibular y 
estructuras asociadas lo que convierte a su manejo en uno de los retos más 
complejos que confronta el Odontólogo. 
 
Los trastornos temporomandibulares han sido reconocidos como una de las 
causas más comunes de dolor orofacial y, es por ello que se vuelve necesario 
el exponer maniobras basadas en evidencias literarias capaces de prevenir, 
diagnosticar y tratar estos trastornos de manera segura y eficaz. Además del 
dolor, otros síntomas que pueden manifestar estos trastornos 
temporomandibulares son: ruidos articulares, debilidad de los músculos de la 
masticación y disminución de los movimientos de la mandíbula. 
 
Para lograr un correcto diagnóstico se necesita, primero conocer la anatomía 
y función de las estructuras comprometidas en estas patologías y después 
conocer cómo realizar una correcta exploración clínica. Ésta involucra tanto 
la palpación de la musculatura y articulaciones, como la auscultación de la 
articulación temporomandibular, con la finalidad de reconocer y distinguir los 
ruidos articulares presentes, así como otros síntomas que sean indicativos de 
algún trastorno o anomalía. 
 
Los diferentes tipos de tratamientos van encaminados a la reducción o 
eliminación del dolor, así como a una restauración de la función mandibular, 
por lo cual, es importante reconocer que un aspecto determinante en el éxito 
terapéutico será la educación que demos al paciente acerca del trastorno que 
padece. 
 
 6 
OBJETIVO 
 
Describir la etiología de los diferentes trastornos temporomandibulares.7 
CAPÍTULO 1 SISTEMA ESTOMATOGNÁTICO 
 
El sistema estomatognático es la unidad funcional encargado de la 
masticación, el habla y la deglución. Además, su participación es relevante en 
la respiración y en el sentido del gusto. El sistema estomatognático está 
formado por huesos, músculos, articulaciones temporomandibulares (ATM), 
ligamentos y dientes, que de manera coordinada están regulados por el 
sistema nervioso para cumplir con dichas funciones. Los huesos, músculos y 
articulaciones conforman la base morfofuncional del sistema 
estomatognático.1 
 
1.1 Componentes anatómicos 
 
Los tres componentes esqueléticos principales que forman el sistema 
estomatognático son: el maxilar, la mandíbula y el hueso temporal. En el 
maxilar y la mandíbula respectivamente, se encuentran articulados los dientes, 
mientras que en el hueso temporal se encuentra articulada la mandíbula. 
 
El maxilar: Durante el desarrollo hay dos huesos maxilares que se fusionan 
en la línea media por la sutura intermaxilar o sutura palatina mediana. El borde 
del maxilar se extiende hacia arriba para formar el suelo de la cavidad nasal, 
así como el de las órbitas. En la parte inferior, forman el paladar y las crestas 
o apófisis alveolares, donde se encontrarán sostenidos los dientes. Los huesos 
maxilares se encuentran fusionados de manera compleja con los huesos del 
cráneo, por lo tanto, se le considera al maxilar y los dientes maxilares o 
superiores un componente fijo o estacionario del sistema estomatognático 
(fig. 1).1 
 
 
 
 
 8 
 
Fig.1 Vista lateral del Maxilar. 
 
La mandíbula es el hueso más grande y fuerte de la cara, siendo el único de 
la cara que se articula por medio de una doble diartrosis con dos huesos del 
cráneo (los huesos temporales), por lo cual es el único hueso capaz de realizar 
movimientos amplios. Es un hueso con forma de herradura que sostiene los 
dientes inferiores y constituye el esqueleto facial inferior. Asimismo, se 
encuentra unida al maxilar mediante músculos, ligamentos y otros tejidos 
blandos, que le proporcionan la movilidad necesaria para su función y 
correlación con el maxilar. 
Presenta un cuerpo y dos ramas que se extienden hacia arriba en forma de 
dos apófisis; la anterior es la coronoides y la posterior el cóndilo. El cóndilo es 
la porción de la mandíbula que se articula con el cráneo (fig. 2).1 
 
Fig.2 Mandíbula. 
 
Hueso temporal: El cóndilo mandibular se articula en la base del cráneo con 
la porción escamosa del temporal. Esta porción escamosa está formada por 
 
 9 
una fosa cóncava donde se sitúa el cóndilo, dicha fosa se denomina “cavidad 
glenoidea” o “fosa mandibular”. Justo delante de la fosa se encuentra una 
prominencia ósea convexa denominada “eminencia articular”. El grado de 
convexidad de la eminencia articular es muy variable, pero tiene importancia 
puesto que la inclinación de esta superficie dicta el camino del cóndilo cuando 
la mandíbula se coloca hacia delante. La eminencia articular está formada por 
un hueso denso y grueso, que podría tener cierta tolerancia a fuerzas intensas 
(fig. 3).1,2 
 
 
Fig.3 Cara exocraneal y endocraneal del hueso Temporal. 
 
La Articulación Temporomandibular (ATM) es un conjunto de estructuras 
que permite la relación anatómica y funcional entre el hueso temporal y la 
mandíbula. Esta articulación permite realizar los movimientos mandibulares y 
las funciones del sistema estomatognático. La ATM está compuesta por el 
cóndilo mandibular, la fosa mandibular y la eminencia articular del temporal, el 
disco articular, la membrana sinovial y la cápsula articular. En ese sentido 
tenemos que el cóndilo mandibular se ajusta a la fosa mandibular del hueso 
temporal, separadas por el disco articular que evita la articulación directa, (fig. 
4).1,3 
 
 
 
 
 
 10 
 
Fig. 4 Articulación temporomandibular. 
 
 
 
 
A la ATM se le considera una articulación compuesta debido a que el disco 
articular actúa como un hueso sin osificar que permite los movimientos 
complejos de la articulación. Técnicamente se le ha denominado articulación 
ginglimoartroidal al permitir movimientos de bisagra en un plano y movimientos 
de deslizamiento.1 
La irrigación de la articulación tiene como responsables a diversas ramas de 
la arteria maxilar y ramas de la arteria temporal superficial, adicionalmente, la 
irrigación está complementada por ramas directas de la arteria carótida 
externa (fig. 5).4,5 
 A B 
 
Fig.5 A Irrigación de la cara posterior del cóndilo mandibular. B Irrigación de la 
articulación temporomandibular. 
 
 11 
El drenaje venoso lo otorga mayoritariamente el plexo pterigoideo y las venas 
temporales superficiales; mientras que la inervación sensitiva está a cargo de 
los nervios auriculotemporal y maseterino, ramos del nervio mandibular (fig. 
6).4,5 
 
Fig.6 Drenaje venoso de la articulación temporomandibular. 
 
Cóndilo mandibular: Se divide en cabeza y cuello. La cabeza es convexa en 
todos sentidos, su superficie superior articula con el disco articular. Su eje 
longitudinal es perpendicular a la rama mandibular.6 Fig. 7 
 
 A B 
Fig.7 Cóndilo mandibular, A cara anterior, B cara posterior.1 
 
Cavidad glenoidea se encuentra en la porción escamosa del hueso temporal, 
localizada como una fosa, cuya función es ser receptora del disco y el cóndilo 
mandibular. 
 
 
 12 
Eminencia articular es un tubérculo localizado en la porción escamosa del 
hueso temporal, localizado de manera anterior respecto a la fosa mandibular 
o glenoidea; debido al leve impulso hacia delante de los músculos elevadores, 
los cóndilos se sostienen firmemente contra la eminencia (con el disco 
interpuesto).6 Fig. 8 
 
Fig.8 Fosa mandibular y Eminencia articular.1 
 
El disco articular es una estructura fibrosa, que presenta una forma cóncava-
convexa en su cara superior y cóncava en su cara inferior, dividiendo a la 
articulación en dos unidades funcionalmente diferentes. El disco es flexible y 
durante el movimiento puede adaptarse a las exigencias funcionales de las 
superficies articulares conservando su morfología a menos que se produzcan 
fuerzas destructoras o cambios estructurales en la articulación. En este caso, 
la morfología del disco puede alterarse de manera irreversible y producir 
cambios biomecánicos durante su función.1,3 
 
Por detrás, el disco articular está unido a una región de tejido conjuntivo laxo 
muy vascularizado e inervado. Conocido como tejido retrodiscal o inserción 
posterior. Por arriba está límitado por la lámina retrodiscal superior. Mientras 
que por debajo de los tejidos retrodiscales se encuentra la lámina retrodiscal 
inferior.1,6 
Las inserciones superior e inferior de la región anterior del disco se realizan en 
el ligamento capsular que rodea la mayor parte de la articulación. 
 
 13 
 La inserción superior se encuentra en el margen anterior de la superfice del 
hueso temporal, mientras que la inserción inferior se localiza en el margen 
anterior de la superficie articular del cóndilo (fig. 9).1 
 
 A B 
 
Fig.9 A) Vista lateral del disco articular. B) Vista anterior del disco articular. 
 
La cápsula articular es una cápsula fibrosa que se inserta en la parte media 
y lateral de la cavidad glenoidea del temporal llegando hasta la eminencia 
articular. 
La cápsula es laxa en su parte anterior, media y posterior, mientras que es sus 
porciones laterales está reforzado por el ligamento temporomandibular. La 
membrana sinovial tapiza la cápsula y los bordes del disco articular; esta 
membrana produce el líquido sinovial, cuya función es lubricar y nutrir la 
articulación. Este líquido se almacenaen los fondos de saco de las cavidades 
supra e infradiscal, sin embargo, durante los movimientos articulares, el líquido 
se desplaza de un sitio a otro (mecanismo conocido como lubricación límite).6 
 
Ligamentos de la ATM: La ATM tiene ligamentos principales que intervienen 
en la función de la misma articulación, y ligamentos accesorios, que por sus 
inserciones restringen en parte la proyeción anterior de la mandíbula, limitando 
los movimientos condilares. Los ligamentos principales son: ligamento 
capsular, ligamentos colaterales y ligamento temporomandibular; como 
 
 14 
ligamentos accesorios contamos con: ligamento esfenomandibular y ligamento 
estilomandibular. 
 
Ligamento capsular: Es el ligamento que rodea y envuelve a la articulación.4 
Fig. 10 
 
Fig. 10 Ligamento capsular.1 
 
 
Ligamentos colaterales: Estos ligamentos permiten al disco moverse 
pasivamente por el cóndilo, anatómicamente se distinguen un ligamento 
colateral medial y un ligamento colateral lateral.7 Fig. 11 
 
Fig. 11 Ligamentos colaterales, ligamento medial (LDM) y ligamento lateral (LDL).1 
 
 
 15 
Ligamento temporomandibular es el medio de unión más importante. Se 
dispone por fuera de la cápsula y se inserta por encima de la tuberosidad 
cigomática para terminar en la cara posterior e interna del cuello del cóndilo 
mandibular. El ligamento temporomandibular detiene a la mandibula de abrirse 
más allá de la relación céntrica. La unión del ligamento en el lado posterior del 
cuello del cóndilo frena la rotación en bisagra fija y se convierte en un fulcro 
que fuerza al cóndilo a trasladarse hacia delante conforme la mandibula se 
abre más (fig. 12).1,7 
 
Fig.12 Ligamento temporomandibular. 
 
Ligamento esfenomandibular une el proceso pterigoides del esfenoides con 
la mandíbula en su parte interna. Ligamento estilomandibular une el proceso 
estiloides del temporal con la mandíbula.5,7 Fig. 13 
Fig.13 Ligamentos accesorios, a la izquierda ligamento estilomandibular y a la 
derecha ligamento esfenomandibular.4 
 
 16 
Músculos de la masticación: Son cuatro pares de músculos que forman el 
grupo de de los músculos de la masticación: el masetero, el temporal, el 
pterigoideo interno y el pterigoideo externo. Por otro lado se encue 
 
ntran los músculos digástricos, que aunque no se consideran músculos 
masticatorios, tienen un papel importante en la función mandibular.1 
 
El masetero es un músculo formado por dos vientres con forma rectangular 
que se origina en el arco cigomático y se extiende hasta el borde inferior de la 
rama de la mandibula, desde la región del segundo molar, hasta el ángulo. 
Cuando las fibras del masetero se contraen, la mandíbula se eleva y los 
dientes contactan; su vientre superficial puede facilitar la protusión mandibular. 
Se encuentra inervado por el nervio maseterino, rama del nervio Mandibular.1,2 
Fig. 14 
Fig. 14 Vista lateral del músculo masetero.4 
 
El temporal es un músculo con forma de abanico, cuyo origen está en la fosa 
temporal y en la superficie lateral del cráneo. Cuando el músculo temporal se 
contrae, la mandibula se eleva y los dientes contactan. Dado que la angulación 
y disposición de sus fibras es variable, el temporal tiene la capacidad de 
coordinar los movimientos de cierre, siendo así, un músculo de 
posicionamiento de la mandíbula. La inervación está llevada a cabo por los 
nervios temporales profundos, ramas del nervio mandibular (fig. 15).1,2,4 
 
 17 
 
 Fig. 15 Vista lateral del músculo temporal. 
 
El músculo pterigoideo interno o medial se origina en la fosa pterigoidea y se 
inserta a lo largo de la superficie interna del ángulo mandibular. Junto al 
masetero, forma el cabestrillo muscular que soporta la mandíbula en el ángulo 
mandibular. Cuando sus fibras se contraen, la mandibula se eleva y los dientes 
contactan. Este músculo también participa en la protrusión de la mandíbula.1 
El músculo pterigoideo externo o lateral se divide e identifica como dos 
músculos distintos y diferenciados: Pterigoideo lateral superior y pteriogoideo 
lateral inferior. 
 
El pterigoideo externo superior tiene su origen en la superficie infratemporal 
del ala mayor del esfenoides y su inserción en la cápsula articular, en el disco 
y en el cuello del cóndilo. Es sumamente activo al morder con fuerza y 
mantener los dientes juntos, sin embargo se mantiene inactivo durante la 
apertura, y solo entra en función con los músculos elevadores. 
 
El pterigoideo externo inferior, se origina en la superficie externa de la lámina 
pterigoidea externa y se inserta en el cuello del cóndilo. Cuando los 
pterigoideos externos inferiores se contraen de forma simultánea, los cóndilos 
son traccionados desde las eminencias articulares, hacia abajo, produciendo 
la protrusión de la mandíbula; cuando la contracción es unilateral se origina un 
movimiento lateral de la mandíbula hacia el lado contrario.1 fig. 16 
 
 18 
 
 A 
 
 
 
 B 
 
Fig. 16 A) Vista posterior, se ubican los músculos pterigoideos medial (1) y lateral 
(2) 
B) Visión dorsal oblicua, asa muscular de músculos masticadores.4 
 
 
 
 19 
1.2 Biomecánica del sistema masticatorio 
 
La articulación temporomandibular (ATM) es demasiado compleja, por un lado, 
son dos articulaciones unidas, conectadas el mismo hueso y por el otro, cada 
articulación puede actuar simultáneamente sin la otra. 
 
La estructura y función de la ATM puede dividirse en dos sistemas distintos 
En primer lugar, tenemos a los tejidos que rodean la cavidad sinovial inferior 
(es decir, el cóndilo y el disco articular). Puesto que el disco y el cóndilo se 
unen por medio de los ligamentos discales medial y lateral (complejo cóndilo-
disco), el único movimiento fisiológico que puede producirse es “la rotación 
“del disco sobre la superficie articular del cóndilo. Este movimiento de rotación 
que se produce en el espacio articular inferior es el responsable de la apertura 
de la mandíbula los primeros 20mm. 1,6 
 
El segundo sistema está formado por el complejo cóndilo-disco que actúa 
sobre la superficie de la fosa mandibular. Debido a que el disco articular no 
está fuertemente unido a la fosa mandibular; es posible que se produzca un 
movimiento libre de desplazamiento entre estas superficies. Dicho movimiento 
denominado “traslación” se produce cuando la mandíbula se desplaza hacia 
delante (Fig. 17).1 
 A B C 
Fig. 17 A) Cóndilo en posición de reposo dentro de la fosa mandibular. B) Cóndilo rota en 
sentido anterior y el disco rota sobre el cóndilo en sentido posterior inicio de movimiento de 
apertura. C) Movimiento de traslación o desplazamiento, apertura máxima 
 
 
 20 
Las superficies articulares no tienen fijación ni unión estructural, pero es 
preciso que se mantengan constantemente en contacto para no perder 
estabilidad en la articulación. Conforme se abre la mandíbula desde la posición 
de máxima intercuspidación, el cóndilo puede rotar y de inmediato desplazarse 
hacia delante. La trayectoria condilar, sigue más o menos el contorno de la 
eminencia articular; a medida que se cierra la mandíbula, el cóndilo rota y se 
desplaza de nuevo a su posición. Mediante este movimiento, se consigue 
completar la apertura de la mandíbula.1,6 
 
La estabilidad de la articulación se mantiene gracias a la constante actividad 
muscular (principalmente la de los elevadores), que se mantienen en un 
estado de leve contracción o “tono” incluso en la posición de reposo. A medida 
que la actividad muscular aumente, el cóndilo es empujado contra el disco, lo 
que genera un aumento en la presión interarticular de las superficies 
articulares. En ausencia de dicha presión, las superficies articularesse 
separan y técnicamente se producirá una luxación.1 
 
Un tercer movimiento mandibular puede describirse como movimiento de 
trituración. En este movimiento se distingue entre el cóndilo en reposo y el 
cóndilo pendular; el cóndilo en reposo (que será a donde se dirige el 
movimiento de la mandíbula) gira alrededor de un eje casi vertical (asimismo 
un eje de rotación), mientras el cóndilo pendular equilibra y oscila hacia delante 
y hacia dentro en sentido de traslación.4 
 
La amplitud del movimiento pendular se mide en grados y se le denomina 
ángulo de Bennet. Durante la oscilación de la mandíbula se efectúa en el lado 
que trabajo una laterotrusión, y en el lado que equilibra (lado de balance) una 
mediotrusión.4 
 
 
 21 
En la biomecánica normal de la ATM debemos señalar dos hechos de interés. 
Por un lado, los movimientos adaptativos del disco durante la función articular 
dependen en gran medida de la morfología normal del disco, de manera que 
cuando ésta se modifica, la biomecánica articular se ve alterada, apareciendo 
los signos de disfunción articular. Por otro lado, los ligamentos al tratarse de 
estructuras poco elásticas actúan de forma pasiva en los movimientos de la 
ATM, restringiendo unos movimientos y permitiendo otros. Este dato es de 
gran importancia, ya que una excesiva presión sobre los mismos puede inducir 
su elongación y alterar de este modo la normal funcionalidad de la ATM 
(fig. 18).4 
 
 
 A B 
 
Fig. 18 A) Movimiento de rotación. B) Movimiento de traslación. 
 
1.3 Oclusión funcional óptima 
 
En odontología, se entiende por “oclusión funcional” la relación de los dientes 
maxilares y mandibulares cuando están en contacto funcional durante la 
actividad de la mandíbula, es decir, durante la masticación y la deglución.7 
 
 
 22 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó en el año 2000 que el 
objetivo en la salud oral debe ser la mantención de al menos 20 dientes bien 
distribuidos estética y funcionalmente, que no requieran prótesis, permitiendo 
una dentición estable en el tiempo, donde las funciones orales estén 
satisfechas para la mayoría de la población. Sin embargo, estudios indican que 
la estabilidad oclusal se ve comprometida con la falta de dientes posteriores, 
sin olvidar que la decisión debiera tomarse de acuerdo con las demandas y 
necesidades de cada paciente en particular.7 
 
El primer concepto de oclusión de relevancia que se utilizó para describir la 
oclusión óptima fue el de “oclusión equilibrada”. Este concepto defendía unos 
contactos dentarios bilaterales y equilibrados durante todos los movimientos 
de lateralidad y de protrusión.1 
 
Como se ha indicado, el sistema estomatognático es un sistema muy complejo 
e interrelacionado por sus componentes. La mandíbula, hueso unido al cráneo 
por ligamentos está suspendido por un cabestrillo muscular. Cuando los 
músculos elevadores (masetero, temporal y pterigoideo medial) entran en 
acción, su contracción eleva la mandíbula hasta que se efectúa el contacto y 
se aplica una fuerza sobre el cráneo en tres zonas: las dos articulaciones 
temporomandibulares y los dientes. Debido a que estos músculos son capaces 
de generar fuerzas intensas, las posibilidades de que se produzcan lesiones 
en estos tres lugares son altas.1 
 
Es necesario conocer y comprender el óptimo estado de funcionalidad de la 
posición articular y los contactos dentarios. El glosario de términos 
odontológicos define a la relación céntrica como: La relación maxilomandibular 
en la cual los cóndilos están en la porción más anterosuperior (no forzada) 
enfrentando a la vertiente posterior de la eminencia con la porción más 
 
 23 
delgada y avascular del disco, es independiente del contacto dentario y se 
evidencia cuando se logra un movimiento rotatorio puro en el eje transversal.7 
 
La posición articular funcional óptima, determinada por los músculos, es la que 
tiene a los cóndilos situados en su posición superoanterior máxima en las 
fosas articulares, cuando se apoyan contra las pendientes de las eminencias; 
sin embargo, esta posición óptima se alcanza hasta que los discos articulares 
estén interpuestos adecuadamente entre los cóndilos y las fosas articulares. 
 
Ésta es la posición del cóndilo cuando se da una contracción intensa de los 
músculos elevadores y sin interferencias oclusales. Esta posición es 
considerada la posición musculoesqueléticamente más estable de la 
mandíbula y es donde las superficies articulares y los tejidos de las 
articulaciones se encuentran alineados, de manera que las fuerzas aplicadas 
por la musculatura no causen ninguna lesión.1,7 Fig. 19 
 
Fig. 19 Relación céntrica.2 
 
En la articulación, las fibras horizontales del ligamento temporomandibular 
pueden soportar una fuerza aplicada a la mandíbula de adelante hacia atrás, 
por lo tanto, la posición superoposterior máxima de los cóndilos es una 
posición ligamentosa. Si este ligamento está tenso, podría haber muy poca 
 
 24 
diferencia entre la posición de máxima retrusión superior, la posición superior 
máxima (posición de Dawson) y la posición superoanterior 
(musculoesqueléticamente estable); sin embargo, si el ligamento 
temporomandibular está laxo o distendido, puede existir una amplitud de 
movimiento anteroposterior mientras el cóndilo permanece en su posición 
superior máxima. De tal forma que cuanto más posterior sea la fuerza aplicada 
a la mandíbula, mayor será el alargamiento del ligamento y más posterior será 
la posición condílea.1,2 
 
La posición más superior y posterior del cóndilo, no es una posición fisiológica 
o firme, es por eso que cuando se aplica una fuerza en ésta área, existen 
grandes posibilidades de que se produzca dolor y/o se provoque alguna lesión, 
debido a que la cara posterior del disco, la lámina retrodiscal inferior y los 
tejidos retrodiscales se encuentran altamente vascularizados y bien inervados 
por fibras nerviosas sensitivas. Por otro lado, la cara posterior de la fosa 
mandibular es bastante delgada y no parece estar destinada a soportar una 
fuerza importante. Esta característica, de nuevo pone en manifiesto que la 
posición condílea superoposterior no parece ser la posición funcional óptima 
de la articulación. 
 
 La mandíbula está en relación céntrica si se satisfacen los cinco criterios: 1) 
el disco esté alineado correctamente en ambos cóndilos, 2) los complejos 
cóndilos-discos están en el punto más alto posible contra las vertientes 
posteriores de la eminencia, 3) el polo medial de cada complejo cóndilo-disco 
es apoyado por el hueso,4) los músculos pterigoideos laterales inferiores han 
liberado la contracción y son pasivos, 5) las ATM pueden aceptar una carga 
compresiva firme sin signos de sensibilidad o tensión.1,2 
 
La posición musculoesqueléticamente estable de las articulaciones, solo 
puede mantenerse cuando está en armonía con una situación de contactos 
 
 25 
dentarios estable. Todos los movimientos de la mandíbula sean hacia delante 
o de lateralidad desde la relación céntrica, involucran siempre al músculo 
pterigoideo lateral, porque estos movimientos son realizados mediante la 
tracción de uno o ambos cóndilos hacia delante y abajo.2 
 
Así el músculo pterigoideo lateral inferior tiene la única responsabilidad de 
posicionar anteriormente la mandíbula para alinearla con el contacto 
interoclusal máximo, siempre que la relación céntrica no coincida con la 
máxima intercuspidación.2 
 
Se le denomina oclusión céntrica (posición de máxima intercuspidación), a la 
posición donde existe mayor contacto entre ambos arcos dentarios, donde las 
superficies oclusales tienen relaciones exactas entre cúspide, fosas y rebordes 
marginales, además de contener una gran fuerza de los músculos 
masticatorios, presente en lamasticación y deglución de los alimentos.8 
 
La situación oclusal estable debe permitir un funcionamiento eficaz y, al mismo 
tiempo, reducir al mínimo las lesiones de cualquiera de los componentes del 
sistema masticatorio. Los músculos tienen la capacidad de aplicar a los dientes 
una fuerza muy superior a la que se requiere para su función. Es importante 
establecer situaciones oclusales que puedan aceptar fuerzas intensas con una 
probabilidad mínima de causar lesiones y que al mismo tiempo sean 
funcionales y eficientes.1 
 
Los criterios de oclusión funcional óptima se describen cono el contacto 
uniforma y simultáneo de todos los dientes posibles cuando los cóndilos 
mandibulares se encuentran en su posición superoanterior máxima, apoyados 
contra las pendientes posteriores de las eminencias articulares, con los discos 
interpuestos adecuadamente.1 
 
 
 26 
La indicación de que los dientes deben tener un contacto uniforme y 
simultáneo no es lo bastante descriptiva para desarrollar situaciones oclusales 
óptimas, debe valorarse el patrón de contacto de cada diente, así como la 
dirección y la cantidad de fuerza real aplicada. Los tejidos óseos no toleran las 
fuerzas de presión, es decir, si se aplica una fuerza en un hueso, el tejido óseo 
tiende a presentar una resorción. Debido a que los dientes reciben 
constantemente fuerzas oclusales, existe un ligamento periodontal entre la raíz 
del diente y el hueso alveolar que ayuda a controlar dichas fuerzas. Cuando 
se aplica una fuerza en el diente, las fibras soportan esta fuerza y se crea una 
tensión en la inserción alveolar. 
 
La formación de hueso es estimulada por esta tensión (tracción); siendo así 
que, el ligamento periodontal es capaz de convertir fuerza destructiva (presión) 
en fuerza aceptable (de tensión). Además, el ligamento periodontal acepta 
diversas direcciones de la fuerza oclusal, esto dependerá de la inclinación del 
plano dónde se lleve a cabo el contacto dentario. Si un diente sufre un contacto 
que consiga que las fuerzas resultantes tengan la dirección de su eje 
longitudinal (carga axial), el ligamento periodontal es muy eficiente en la 
aceptación de las fuerzas y las lesiones son menos probables, sin embargo, si 
el contacto dentario se realiza de tal forma que se aplican fuerzas horizontales 
en las estructuras de soporte, es mayor la probabilidad la de efectos 
patológicos. La carga axial puede conseguirse por dos métodos: mediante 
contactos entre punta de la cúspide y la superficie plana, o mediante contactos 
entre planos inclinados recíprocos (tripodización).1 
 
Las articulaciones temporomandibulares y la musculatura asociada permiten 
que la mandíbula se desplace en los tres planos del espacio (sagital, horizontal 
y frontal), junto con estos movimientos pueden producirse posibles contactos 
dentarios. Se ha utilizado el término excéntrico para describir todo movimiento 
de la mandíbula que se aparte de la posición intercuspídea y provoque 
 
 27 
contactos dentarios; los tres movimientos básicos son: protrusión, laterotrusión 
y retrusión. 
 
Como ya se ha indicado, las fuerzas horizontales no son bien aceptadas por 
las estructuras de soporte y el sistema neuromuscular, sin embargo, la 
complejidad de la articulación requiere que algunos dientes soporten la carga 
de estas fuerzas consideradas inaceptables. Los caninos son los dientes más 
aptos para aceptar las fuerzas horizontales que se originan durante los 
movimientos excéntricos. Así pues, cuando la mandíbula se desplaza a la 
derecha o a la izquierda, en un movimiento de laterotrusión, los caninos 
maxilares y mandibulares son los dientes apropiados para el contacto y para 
disipar las fuerzas horizontales, al mismo tiempo que se desocluyen o 
desarticulan los dientes posteriores. Cuando esta situación está presente, se 
dice que existe “guía canina” (fig. 20).1 
 A B 
 
Fig. 20 A) Guía canina. B) Aspecto clínico, movimiento de laterotrusión. 
 
No obstante, cuando los caninos no estén en una posición apropiada para 
recibir estas fuerzas horizontales, otros dientes deberán contactar con los 
movimientos excéntricos. La alternativa más favorable a la guía canina es la 
denominada “función de grupo”. En la función de grupo varios dientes del lado 
de trabajo contactan durante el movimiento de laterotrusión. Los contactos de 
laterotrusión mediante guía canina o función de grupo, deben proporcionar una 
 
 28 
guía adecuada para la desoclusión inmediata de los dientes del lado contrario 
a la arcada (lado de mediotrusión o de balance). Los contactos mediotrusivos 
pueden ser destructivos para el sistema estomatognático debido a la cantidad 
y dirección de fuerzas que pueden aplicarse sobre la articulación y las 
estructuras dentales (fig. 21).1 
 
 
 A B 
Fig. 21 A) Función de grupo. B) Aspecto clínico, movimiento de laterotrusión 
 
Una de las razones más importantes por las que deberían evitarse los 
contactos mediotrusivos guarda relación con el efecto que pueden tener la 
carga y la estabilidad articulares.1,8 
 
Cuando la mandíbula se desplaza de atrás hacia adelante en contacto 
protrusivo, pueden aplicarse fuerzas horizontales lesivas. Al igual que ocurre 
con movimientos de lateralidad, los dientes anteriores son los más apropiados 
para recibir y disipar estas fuerzas; en consecuencia, durante la protrusión 
deben entrar en contacto los dientes anteriores, lo que causa la desoclusión 
de los dientes posteriores. Puede decirse que los dientes posteriores actúan 
de manera más eficaz como tope de la mandíbula durante el cierre, mientras 
que los dientes anteriores son más eficaces como guía de la mandíbula 
durante los movimientos excéntricos, esta situación se describe como 
“oclusión mutuamente protegida” (fig. 22).1 
 
 29 
 
 A B 
Fig. 22 A) Movimiento de protrusión con guía anterior. B) Aspecto clínico, oclusión 
mutuamente protegida 
 
Según Niles Guichet, la oclusión ideal es aquella que realiza todas sus 
funciones, al mismo tiempo que mantiene todos sus componentes en estado 
de salud. Las características que definen una oclusión ideal son: fuerza axial 
sobre las unidades dentales, fuerza distribuida simultáneamente sobre los 
dientes posteriores, sin contactar los dientes anteriores, oclusión céntrica 
coincidente con la relación céntrica, espacio libre interoclusal adecuado, guías 
caninas en los movimientos laterales, oclusión céntrica estable desde 
cualquier punto de lateralidad, contacto anterior en protrusión, función de 
grupo cuando las guías caninas no pueden obtenerse.9 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30 
CAPÍTULO 2 TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES 
 
Los trastornos temporomandibulares (TTM) abarcan un conjunto de problemas 
clínicos que comprometen diferentes estructuras anatómicas como son: 
músculos de la masticación, la ATM y estructuras asociadas. Dichas entidades 
se han detectado como una de las principales causas de dolor en la región 
orofacial de origen no dentario.11 Fig.23 
 
Fig. 23 Estructuras que componen el sistema masticatorio. 1 
 
Los TTM se han descrito con diferentes nombres: desordenes 
cráneomandibulares, síndrome de Costen (por el otorrinolaringólogo James 
Costen que fue quien sugirió por primera vez que las alteraciones en el estado 
dentario eran responsables de diversos síntomas del oído), síndrome doloroso 
por disfunción temporomandibular, lesión crónica del menisco, disfunción 
miofacial, artralgia temporomandibular, entre otros. Fue hasta que la 
Asociación Dental Americana adoptó el nombre de TTM considerando que 
este término incluye a la ATM, así como a todos los trastornos asociadoscon 
la función del aparato masticador.1,10 
 
 31 
Los trastornos Temporomandibulares se caracterizan principalmente por dolor 
en los músculos de la masticación, área preauricular o directamente en la 
articulación (usualmente agravado por la manipulación y la alteración de los 
movimientos mandibulares, principalmente debido a la limitación del 
movimiento), presencia de ruidos articulares como crepitación y chasquidos, 
alteraciones de apertura y cierre mandibular, contracción involuntaria de los 
músculos de la masticación, cefalea, dolor periodontal, dolor facial difuso, 
otalgia y tinnitus; así como cambios degenerativos como los que se observan 
en la artrosis y artritis reumatoide.10,11 
 
La hipertrofia de los músculos de la masticación no dolorosa y un desgaste 
oclusal anormal asociado con un hábito parafuncional como el bruxismo 
pueden ser problemas relacionados.11 
 
La etiología de los TTM es compleja y multifactorial. Los factores que 
aumentan el riesgo de tener un TTM se conocen como factores 
predisponentes, los factores que producen la aparición de un TTM reciben el 
nombre de factores iniciadores y los factores que favorecen el progreso del 
TTM se denomina factores perpetuanes. 
 
Entre los diversos factores que pueden ocasionar algún TTM, son cinco los 
que resaltan en la presencia de un TTM. Estos factores son: 1) condiciones 
oclusales, 2) los traumatismos, 3) el estrés emocional, 4) el dolor profundo, 5) 
las actividades parafuncionales.1,11 
 
Autores como Goldstein, mencionan que las causas de los TTM varían desde 
un trauma a un padecimiento inmunológico o hasta crecimientos neoplásicos 
o mecanismos neurobiológicos desconocidos. Numerosos investigadores 
mencionan que los factores oclusales desempeñan un papel mínimo o nulo en 
los TTM, considerando el estado mental, el estrés y la ansiedad, sumados a la 
 
 32 
tensión de los músculos de la masticación como base en la formación de los 
TTM; es por ello que autores como Shwartz y Marbach han argumentado en 
diversos artículos, que los factores psicosociales y no el estado de la oclusión, 
debería ser la base del tratamiento (fig. 24).1,12 
 
 
Fig. 24 Desgaste dental causado por bruxismo, asociado a estrés y estado emocional, como 
factores etiológicos de los TTM. 
 
El estado oclusal puede ocasionar TTM de dos maneras distintas. La primera 
consiste en la introducción de modificaciones agudas del estado oclusal, sin 
embargo, aunque los cambios agudos pueden inducir una respuesta de co-
contracción muscular que da lugar a un cuadro de dolor muscular, lo más 
frecuente es que se desarrollen nuevos engramas musculares y que el 
paciente se adopte con pocas consecuencias negativas. La segunda forma en 
que el estado oclusal puede influir en un TTM, se da en presencia de una 
inestabilidad ortopédica, esta estabilidad ortopédica debe ser importante y 
debe combinarse con cargas significativas.1,12 
Los problemas que llevan a los dientes a la posición de intercuspidación tienen 
su respuesta en los músculos; una vez que los dientes están en oclusión, los 
problemas de la carga en las estructuras de masticación tienen su respuesta 
en las articulaciones. Existe una clasificación muy completa de la American of 
Orofacial Pain (AAOP): (tabla 1).1,10 
 
 
 33 
 
 
 
. 
Tabla 1 Clasificación de los desórdenes temporomandibulares según la AAOP 
 
 
 
 Tabla 1 Clasificación de los TTM 
 
 34 
Sin embargo, Okeson plantea una clasificación diagnóstica a partir de algunas 
modificaciones a la desarrollada por el DR. Welden Bell: 
 
- Trastornos de los músculos de la masticación: Co-contracción 
protectora (rigidez muscular), Dolor muscular local, Dolor miofascial, 
Espasmos musculares, Miositis. 
- Trastornos debido a la Alteración del complejo disco-cóndilo: Alteración 
morfológica, Adherencias, incoordinación disco-condilar por 
desplazamiento o luxación discal, Subluxación (hipermovilidad), 
Luxación mandibular. 
- Trastornos inflamatorios de la ATM: Sinovitis, Capsulitis, Retrodiscitis, 
Artritis (osteoartritis, osteoartrosis y poliartritis) y Tendinitis. 
- Hipomovilidad mandibular crónica: Pseudoanquilosis, Fibrosis capsular 
y Anquilosis. 
- Trastornos del crecimiento: Óseos (agenesia, hipoplasia, hiperplasia o 
neoplasia) Musculares (hipertrofia o neoplasia).1,11,12,13 
 
2.1 Trastornos de los músculos de la masticación 
 
La interrupción de la función normal en el músculo puede deberse a múltiples 
alteraciones; estas alteraciones pueden ser locales o sistémicas. Los factores 
locales son alteraciones que modifican intensamente la percepción de los 
estímulos sensitivos o de propiocepción en las estructuras masticatorias, 
ejemplos de estos factores locales son los traumatismos, apertura máxima por 
periodos largos de tiempo, alguna interferencia oclusal, entre otros. Algunas 
situaciones sistémicas que causan la alteración de la función normal del 
músculo son el estrés, enfermedades agudas o virales, enfermedades 
autoinmunes, etc.1,11 
 
 
 35 
2.1.1 Co-contracción protectora 
 
La co-contracción protectora o rigidez muscular es la primera respuesta de los 
músculos de la masticación ante una lesión o amenaza de lesión dirigida por 
el Sistema Nervioso Central. En presencia de un estímulo nocivo la secuencia 
normal de la actividad muscular se altera para proteger a la parte amenazada 
de una mayor lesión. La co-contracción protectora no es un trastorno 
patológico, sin embargo, si se prolonga puede dar lugar a síntomas 
miálgicos.1,11 
La etiología de la co-contracción protectora puede ser cualquier alteración en 
los estímulos sensitivos o en la propiocepción. Su manifestación clínica se 
presenta como una debilidad muscular después de alguna alteración. Si el 
músculo es mantenido en estado acortado, la fibrosis y la contractura muscular 
puede durar varios meses. El dolor suele presentarse con la actividad 
muscular y aunque la apertura de la boca es limitada, se puede alcanzar una 
apertura máxima; el dolor a menudo es disminuido con el reposo muscular.1,13 
La anamnesis juega un papel muy importante debido a que la clave para su 
diagnóstico es la identificación de una alteración previa seguida por la rigidez 
muscular.1 
 
2.1.2 Dolor muscular local 
 
El dolor muscular local (mialgia) es un trastorno caracterizado por alteraciones 
en el entorno local de los tejidos musculares. Entre las causas que producen 
esta alteración local, son los traumatismos locales o el uso excesivo de los 
músculos. Este tipo de dolor muscular local suele recibir el nombre de “dolor 
muscular tardío” o “dolor muscular tras el ejercicio”. El dolor muscular local 
puede provocar una co-contracción protectora, creando así un círculo vicioso 
entre estas entidades. 
El dolor muscular local se manifiesta clínicamente por un dolor en los músculos 
a la palpación y un aumento de dolor con la función acompañado con una 
 
 36 
dificultad de apertura bucal que, a diferencia de la co-contracción protectora, 
no se consigue una apertura mayor.1 
 
2.1.3 Espasmos musculares 
 
Un mioespasmo es una contracción muscular tónica inducida por el sistema 
nervioso central, se reconocen fácilmente por la disfunción estructural que 
producen; dado que un músculo que presenta un espasmo está 
completamente contraído, se producen cambios posicionales importantes de 
la mandíbula según el músculo afectado, estas alteraciones causan 
maloclusiones agudas. Los mioespasmos también se caracterizan por unos 
músculos muy duros a la palpación. Suelen tener una duración muy corta, es 
por ello que pueden percibirse como algún calambre, se clasifican como 
“distonias” cuando estos episodios son repetitivos. Se identifica por una 
actividad electromiográfica aumentada del músculo en estado de reposo 
(fig.25).1,13 
 
 
 
Fig. 25Espasmo de músculo pterigoideo que obliga a la posición lateral. 
 
 
 
 37 
2.1.4 Dolor miofascial 
 
Es la lesión muscular más común, se caracteriza por ser un dolor regional cuya 
característica principal es la asociación con áreas sensibles (puntos de gatillo). 
El dolor miofascial tiene su origen en los puntos de gatillo, la reproducción del 
dolor a la palpación del punto de gatillo se considera diagnóstico de este tipo 
de alteración, aunque el dolor típicamente ocurra sobre el punto gatillo, puede 
remitirse a áreas distantes, por ejemplo, el dolor en el área del músculo 
temporal es referido en la región del músculo frontal y el masetero en el oído. 
 
El dolor miofascial es la causa más común de origen masticatorio. Aunque la 
etiología del dolor miofascial sea confusa, Travell y Simons han descrito ciertos 
factores locales y sistémicos que parecen estar asociados como la presencia 
de micro o macrotraumatismos en músculos debilitados, hipovitaminosis, el 
mal estado físico, la fatiga crónica y las infecciones virales; el estrés emocional 
y los estímulos dolorosos profundos parecen ser otros factores importantes 
para desencadenar esta alteración (fig.26).1,13 
 
Fig.26 El vientre muscular occipital del músculo occipitofrontal puede producir una 
cefalalgia referida detrás del ojo, a este fenómeno se conoce como punto gatillo. 
 
 
 38 
2.1.5 Miositis 
 
La miositis o mialgia de mediación central, es un trastorno doloroso muscular 
crónico y continuo que se debe predominantemente a efectos del Sistema 
Nervioso Central que se perciben a nivel periférico en los tejidos musculares. 
 
Los síntomas iniciales son similares a los de un trastorno inflamatorio del tejido 
muscular, debido a esto, en ocasiones se le conoce como “miositis”; sin 
embargo, los síntomas de este trastorno no son los clásicos de la inflamación 
(p. ej., eritema, aumento de volumen), por lo que el término adecuado para 
este trastorno es el de “inflamación neurógena”. 
 
El concepto más relevante, es que el dolor muscular que se expresa no puede 
tratarse manipulando el músculo doloroso, el tratamiento va dirigido al 
mecanismo central, situación que muchas veces puede escapar de la 
competencia del Odontólogo. 
 
La miositis es la lesión menos común y aguda, que implica la inflamación de 
músculo y tejido conectivo produciendo dolor e inflamación de la zona. No 
existen ni punto gatillo ni actividad electromiográfica aumentada. El dolor se 
caracteriza porque se intensifica con el movimiento. La causa más común de 
este trastorno es el dolor muscular prolongado o el dolor miofascial; este 
trastorno está más asociado a la continuidad del dolor muscular, que a la 
duración real. La inflamación suele producirse por una causa local como una 
infección, pericoronitis, algún traumatismo o celulitis.1,13 
 
 
 
 
 
 
 39 
2.2 Trastornos de la articulación temporomandibular 
 
Los trastornos funcionales de las ATM son quizá los que se observan con 
mayor frecuencia, se encuentran como un hallazgo debido a la gran 
prevalencia de los signos y no tanto de los síntomas. Sin embargo, cuando los 
trastornos se presentan, suelen corresponder a uno de estos tres grandes 
grupos: alteraciones del complejo cóndilo-disco, incompatibilidad estructural 
de las superficies articulares y trastornos articulares inflamatorios.1 
 
2.2.1 Alteraciones del complejo cóndilo-disco 
 
El disco está unido lateral y medialmente por los ligamentos colaterales 
discales, siendo el movimiento de translación el único que se puede producir 
entre la fosa mandibular y el complejo cóndilo disco, a su vez, el único 
movimiento que puede producirse entre el cóndilo y el disco es el movimiento 
de rotación. Estos trastornos se producen debido a que se modifica la relación 
que hay entre el cóndilo y el disco articular.1 
 
 Desplazamiento del disco acompañado de reducción articular 
Se caracteriza por el chasquido que produce el movimiento de apertura y cierre 
mandibular. El disco articular se coloca en el lado opuesto a su situación 
habitual. Este desplazamiento sólo ocurre con la boca cerrada, cuando la boca 
se abre y la mandíbula se desliza hacia delante, el disco vuelve a su posición 
produciendo un chasquido mientras lo hace. Al cierre, el disco se desliza 
nuevamente produciendo a menudo otro ruido. 
 La disfunción momentánea del disco puede ser causa de irregularidades en 
la superficie articular, degradación del líquido sinovial, descoordinación de la 
unión disco-cóndilo, aumento en la actividad muscular, o la deformación 
discal.13 
 
 40 
Como el disco se hace cada vez más disfuncional, comienza a interferir con el 
movimiento normal del cóndilo y puede ser la causa del cierre mandibular 
permanente. En ocasiones se puede generar excesiva laxitud en los 
ligamentos pudiendo originar una subluxación mandibular.13 Fig. 27 y 28 
 
 
Fig. 28 Desplazamiento del disco acompañado de reducción articular. 1 
 
 A B C 
 
Fig. 29 A) Desplazamiento del disco articular en posición de reposo. B) 
Desplazamiento del disco articular durante la traslación, acompañado de un clic. C) 
Reposición del disco articular en su posición dentro de la cavidad glenoidea, esto 
también se puede acompañar de un segundo clic.1 
 
 41 
 Desplazamiento discal sin reducción articular 
se caracteriza por una limitación en la apertura bucal al interferir el 
deslizamiento normal del cóndilo sobre el disco debido a la adherencia del 
disco, deformación o distrofia. En esta situación, la apertura se encuentra 
disminuida 20-30 mm con una desviación de la mandíbula al lado afectado que 
generalmente, situación que se acompaña de dolor. Después de que el disco 
es desplazado permanentemente, se produce una remodelación del mismo y 
una alteración ligamentosa. Cuando existe cierre mandibular permanente, se 
produce una acomodación muscular y ligamentosa que permite la apertura 
mandibular normal y la disminución del dolor. Esta adaptación articular incluye 
la remodelación de las superficies articulares. Una buena remodelación 
permite recuperar la apertura normal con el mínimo de dolor, sin embargo, se 
produce una crepitación que a menudo persiste.13 Fig. 29 
 
 Fig. 29 Desplazamiento del disco articular sin reducción.1 
 
 42 
No obstante, en ocasiones se presenta una degeneración ósea, produciendo 
una erosión severa, disminución de la dimensión vertical, cambios en la 
oclusión, dolor muscular y una función mandibular comprometida. La causa 
principal de este desplazamiento discal son las alteraciones biomecánicas 
sobre el cóndilo, así como los micro y macrotraumatismos. Cuando la única 
sintomatología es el ruido articular, la observación es el único tratamiento, sin 
embargo, el dolor, el cierre intermitente y la dificultad de realizar los 
movimientos mandibulares, requiere observación más cercana y posiblemente 
la intervención.13 Fig.30 
 
Fig. 30 En esta imagen podemos apreciar un desplazamiento anterior del disco 
articular, el cóndilo articula por completo con los tejidos retrodiscales.1 
 
2.2.2 Incompatibilidad estructural de las superficies articulares 
 
Algunas alteraciones discales se deben a problemas entre las superficies de 
las articulaciones. En una articulación sana, estas superficies son duras y lisas, 
y cuando están lubricadas por el líquido sinovial de desplazan unas sin otras 
casi sin roce. Las alteraciones pueden deberse a una lubricación insuficiente 
o a la aparición de adherencias en la superficie.1 
 
 
 
 
 
 43 
 Adherencia 
Una adherencia es una unión pasajera a las superficies articulares, sin que se 
produzcan cambios que unan físicamente los tejidos entre sí Cuando una 
articulación recibe una carga estática, una pequeña cantidad del líquido 
sinovial ya absorbido es exprimido de las superficies articulares y las lubrica 
(lubricación exudativa),en cuanto la articulación se mueve, el reservorio del 
líquido del área periférica de la articulación lubrica de nuevo las superficies 
articulares, preparándolas para una futura carga (lubricación límite). Sin 
embargo, si la carga estática persiste durante un periodo de tiempo 
prolongado, la lubricación exudativa puede agotarse y producir una adherencia 
en las superficies articulares. Al desaparecer la carga estática y el movimiento 
inicia, se percibe una sensación de rigidez, hasta que se consiga la energía 
necesaria para separar las superficies adheridas y se recupere la función 
normal (fig.31). 1 
 A B 
 
Fig. 31 Adherencia del disco con el cóndilo mandibular. A. Posición del disco 
en movimiento de rotación inhibida (debido a la adherencia); B. Posición del 
disco articular en movimiento de traslación, existe desplazamiento del disco 
sobre la fosa, pero no sobre el cóndilo. 
 
 
 44 
No obstante, si la adherencia persiste durante bastante tiempo, puede 
formarse tejido fibroso entre las superficies articulares y desarrollarse una 
verdadera adhesión. 
 
Al intentar movimiento de apertura, existirá una resistencia hasta que se 
produzca un chasquido brusco que corresponda a la separación de las 
superficies. Los chasquidos debidos a las adherencias temporales tienen lugar 
sólo después de un periodo de carga estática, posterior al único chasquido, la 
articulación no produce más ruidos durante las aperturas y cierres (fig. 32).1,11 
 A B C 
 
Fig. 32 A) Adherencia en el espacio articular inferior, B) En el movimiento de apertura 
existe desplazamiento del disco sobre la fosa, pero la rotación del disco sobre el 
cóndilo está inhibida. C) Si se liberan las adherencias se restablece el movimiento 
normal del disco. 
 
La adhesión puede producirse entre el cóndilo y el disco, así como entre la 
fosa y el disco. Las principales causas de adherencias son los micro y 
macrotraumatismos, seguidos por hemartrosis de origen traumático o 
quirúrgico.1,7 
 
 Subluxación 
Se denomina subluxación o “hipermovilidad” a ciertos movimientos de la ATM 
observados clínicamente durante la apertura amplia de la boca. La anatomía 
de algunas articulaciones no permite el desplazamiento suave del cóndilo en 
 
 45 
su traslación hacia abajo sobre la eminencia articular, las observaciones de 
algunas articulaciones revelan que, al abrir la boca en su máxima amplitud, se 
produce una pausa momentánea, seguida de un salto brusco hasta la posición 
de máxima apertura. Esto se debe a que, en la apertura máxima, en los polos 
laterales de los cóndilos se produce un salto hacia delante, lo que produce una 
depresión preauricular apreciable. 
 
En una articulación subluxada, el movimiento de rotación máxima del disco se 
alcanza antes que la traslación máxima del cóndilo. Esto produce que, al abrir 
más la boca, la última parte del movimiento de traslación se produce con un 
desplazamiento conjunto del cóndilo y el disco formando una unidad. Esta 
anormalidad provoca un salto rápido hacia delante y un ruido de golpe seco 
del complejo cóndilo-disco. 
 
 La relación real entre una subluxación y los TTM no se ha establecido, sin 
embargo, una subluxación que se produce repetidamente, puede elongar los 
ligamentos, lo que da lugar a alguna interferencia discal.1,11 
 
 Luxación espontánea 
En ocasiones, la apertura bucal rebasa su límite y la mandíbula se bloquea. 
Este fenómeno se denomina luxación espontánea o bloqueo abierto ya que el 
paciente no puede cerrar la boca. En una luxación espontánea, el disco sufre 
una rotación máxima sobre el cóndilo antes de que se produzca una traslación 
completa de éste. El final de la traslación corresponde entonces a un 
movimiento súbito del complejo cóndilo-disco formando una unidad. Si en la 
posición de apertura máxima se aplica una presión para forzar una apertura 
mayor, la fijación tensa del ligamento capsular anterior causa una rotación del 
cóndilo y el disco, desplazando a éste más hacia delante a través del espacio 
discal. El espacio discal se colapsa cuando el cóndilo pasa por los tejidos 
 
 46 
retrodiscales y esto atrapa el disco en una posición avanzada. La luxación 
espontánea puede producirse en cualquier ATM que se fuerce más allá de un 
límite máximo de apertura, sin embargo, se facilita su aparición en las 
articulaciones que anatómicamente tienen predisposición para presentar una 
subluxación (fig. 33 y fig. 34).1 
 
 
Fig. 33 A) Relación cóndilo disco en posición de reposo. B) posición de 
desplazamiento. C) luxación espontanea anterior. 
 
 
 
Fig. 34 A) relación cóndilo disco en posición de reposo. B) posición de 
desplazamiento. C) luxación espontánea posterior. 
 
La luxación espontánea es fácil de diagnosticar porque aparece 
repentinamente y el paciente queda bloqueado clínicamente a una posición 
con la boca abierta.1 Fig.35 
 
 47 
 
Fig. 35 Imagen tomográfica de una luxación espontánea, se aprecia el cóndilo 
mandibular fuera de la fosa mandibular.11 
 
2.3 Trastornos inflamatorios de la articulación temporomandibular 
 
Los trastornos inflamatorios son un grupo de alteraciones en que diversos 
tejidos que constituyen la estructura articular se inflaman como resultado de 
alguna lesión. Pueden afectar a cualquiera de las estructuras o a todas ellas. 
Los trastornos inflamatorios son: la sinovitis, la capsulitis, la retrodiscitis y la 
artritis. A diferencia de las alteraciones discales, en las que el dolor suele ser 
momentáneo y se asocia al movimiento articular, los trastornos articulares se 
caracterizan por un dolor sordo y constante que se acentúa con el movimiento 
de la articulación. Por lo general, es difícil diferenciar clínicamente los 
trastornos inflamatorios entre sí, ya que las manifestaciones clínicas son muy 
similares.1,7 
 
2.3.1 Sinovitis 
 
Se denomina así, a la inflamación de todos los tejidos sinoviales que recubren 
el fondo de saco sinovial. Este tipo de alteración se identifica por un dolor 
intracapsular constante, que se intensifica con el movimiento articular; éste 
puede deberse a un traumatismo o cualquier trastorno irritante en el interior de 
la articulación.1 
 
 48 
2.3.2 Capsulitis 
 
Es la inflamación del ligamento capsular. Por lo general se manifiesta 
clínicamente por un dolor a la palpación en el polo lateral del cóndilo, puede 
presentar dolor incluso en la posición articular estática. Se le atribuye como 
principal factor etiológico a un macrotraumatismo (sobre todo a lesiones a boca 
abierta) o bien un microtraumatismo (una presión lenta en estos tejidos por un 
desplazamiento condíleo anterior). Así pues, siempre que tenga lugar una 
elongación brusca del ligamento capsular y se observe una respuesta 
inflamatoria es probable que se identifique algún traumatismo previo. La 
capsulitis puede aparecer también como respuesta secundaria a una lesión e 
inflamación de los tejidos adyacentes. 
 
2.3.3 Retrodiscitis 
 
La rica inervación y vascularización de los tejidos retrodiscales no les permite 
tolerar una fuerza de carga importante. Si el cóndilo presiona (aplasta) al tejido, 
es posible que éste sufra una rotura e inflamación. La inflamación de los tejidos 
retrodiscales se caracteriza por un dolor sordo y constante que a menudo 
aumenta al apretar los dientes. Si la inflamación es importante, se puede 
propiciar a que el cóndilo se desplace hacia delante y hacia abajo por la 
pendiente posterior de la eminencia articular. 
 
Este desplazamiento puede causar una maloclusión que clínicamente se 
observa como un desengranaje de los dientes posteriores ipsilaterales y un 
contacto intenso de los caninos contralaterales. Los macrotraumatismos (con 
la boca abierta) son la principal causa de la retrodiscitis, esto se debe a la 
fuerza que ejerce el cóndilo sobre los tejidos retrodiscales. Cuando el disco se 
adelgaza y los ligamentosse elongan, el disco empieza a presionar sobre los 
tejidos retrodiscales, siendo la lámina retrodiscal inferior la primera en 
 
 49 
afectarse. Si la alteración continua, se produce una luxación del disco que 
fuerza todo el cóndilo a articularse con los tejidos retrodiscales. Si la carga 
continua o es demasiada elevada para ese tejido, se puede producir una 
perforación; con la perforación de estos tejidos el cóndilo llega a atravesarlos 
y se articula con la fosa.1 
 
2.3.4 Artritis 
 
Las artritis articulares representan un grupo de trastornos en los que se 
observan alteraciones de destrucción ósea. Generalmente se considera que 
es la respuesta del organismo al aumento de las cargas sobre una 
articulación.14 
 
Si se prolongan las fuerzas de carga, la superficie articular se reblandece 
(condromalacia) y empieza a reabsorberse el hueso subarticular. Una de los 
tipos de artritis de la ATM más frecuentes, es la denominada “osteoartritis” que 
se trata de un proceso destructivo en el que se alteran las superficies 
articulares óseas del cóndilo y la fosa. La osteoartritis a menudo es dolorosa y 
los síntomas se acentúan con el movimiento mandibular. La crepitación es un 
signo frecuente de este trastorno. 
 
Mientras que la osteoartritis se asocia a una luxación o una perforación del 
disco, debido a que dichas situaciones propiciarán el contacto de las 
superficies articulares, acelerando el proceso destructivo. Radiográficamente 
se aprecian a las superficies de aspecto erosionado y aplanado (fig.36).1,11 
 
 
 
 
 
 50 
 
Fig. 36 Apreciación radiográfica de la osteoartritis, superficies articulares 
“aplanadas”. 
 
2.3.5 Tendinitis del temporal 
 
El músculo temporal se inserta en la apófisis coronoides mediante un tendón 
relativamente grande; este tendón puede sufrir una inflamación, que puede 
estar ocasionada por una actividad constante y prolongada, como la generada 
en pacientes con bruxismo (fig.37).1, 11 
 
Fig. 37 Palpación del tendón del músculo temporal. 
 
 
 
 
 51 
2.4 Hipomovilidad mandibular crónica 
 
La hipomovilidad mandibular crónica es una limitación indolora y de larga 
duración de la mandíbula. Sólo se produce dolor cuando se aplica una fuerza 
para intentar una apertura más allá de la limitación existente. 
 
2.4.1 Anquilosis 
 
Se denomina anquilosis a las adherencias de las superficies intracapsulares 
que impiden los movimientos normales. Cuando existe la anquilosis, la 
mandíbula no puede realizar una traslación desde la fosa, y esto limita 
intensamente la amplitud del movimiento. La anquilosis puede deberse a 
adherencias fibrosas en la articulación o a degeneraciones fibrosas del 
ligamento capsular; en ocasiones puede producirse una anquilosis ósea en 
que el cóndilo se une realmente a la fosa.1 
 
La causa más frecuente de la anquilosis son los macrotraumatismos que 
causan una lesión tisular que da lugar a una inflamación secundaria; por otro 
lado, los traumatismos pueden producir también una hemartrosis o sangrado 
dentro de la articulación que puede construir una matriz para el desarrollo de 
una “fibrosis”. Además, se le atribuyen otros orígenes como complicaciones 
posquirúrgicas; infecciones locales como infecciones de origen dental, del oído 
medio o del proceso mastoidal; y enfermedades sistémicas como la 
espondilitis anquilosante, artritis reumatoide (6), miositis osificante, entre 
otras.16 
 
Cuando la anquilosis es unilateral hay asimetría facial, con desviación del 
mentón hacia el lado afectado y distancia interincisiva pequeña. En la 
anquilosis bilateral, la limitación de la apertura bucal es más marcada, 
prácticamente total, aunque la distancia interincisiva puede ser mayor por la 
 
 52 
rotación de la mandíbula hacia atrás. No suele haber desviación del mentón, 
pero la sínfisis está retraída, el cierre bilateral es incompleto y el perfil muestra 
retrognatismo mandibular. La anquilosis verdadera (intra-articular) debe 
diferenciarse de la pseudoanquilosis (extra-articular) (fig, 38).17,18 
 
 
 A B 
Fig. 38 Anquilosis. A) Fotografía de frente, nótese la apertura bucal mínima. B) 
Apertura oral máxima (3 mm) con desviación hacia el lado izquierdo. 
 
2.5 Trastornos del crecimiento 
 
Las alteraciones en el crecimiento pueden tener diversas etiologías. La 
alteración puede afectar a los huesos o a los músculos. Los trastornos del 
crecimiento frecuentes de los huesos son la agenesia (sin crecimiento), la 
hipoplasia (crecimiento insuficiente), la hiperplasia (crecimiento excesivo) y le 
neoplasia (crecimiento destructivo incontrolado). Las alteraciones frecuentes 
del crecimiento de los músculos son la hipotrofia (músculo debilitado), la 
hipertrofia (aumento del tamaño y la fuerza del músculo) y la neoplasia 
(crecimiento destructivo incontrolado). Las deficiencias o alteraciones del 
crecimiento suelen deberse a alteraciones del desarrollo que pueden estar 
asociadas a traumatismos o factores genéticos. 1,7 
 
 
 53 
Cualquier alteración de la función o la presencia de dolor son secundarias a 
las modificaciones estructurales, puede observarse una asimetría clínica que 
se asocia con una interrupción del crecimiento o el desarrollo y es una 
indicativa de ella; estos trastornos tienen un desarrollo a menudo lento. 
 
Las radiografías de la ATM son de extraordinaria importancia para identificar 
cualquier alteración en la estructura ósea que se haya producido.1 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 54 
CAPÍTULO 3 EXPLORACIÓN DE LOS TRASTORNOS 
TEMPOROMANDIBULARES 
 
Una vez realizada la historia clínica y la anamnesis correspondiente, se realiza 
una exploración clínica. Ésta debe identificar toda posible variación respecto 
al estado de la salud y función normal del sistema masticatorio. Para el 
diagnóstico de las patologías temporomandibulares la exploración de los 
músculos y articulaciones resulta fundamental. La exploración se basa en la 
medida del movimiento articular, en la evaluación de la función.1,13 
 
Dentro de los pasos de la exploración de la ATM, debe seguirse 
adecuadamente una palpación, donde se explorará directamente la 
articulación con movimientos de apertura, de lateralidad, así como palpación 
de músculos masticadores de forma bilateral, en reposo y durante movimiento. 
Se debe explorar la ATM en busca de ruidos articulares por medio de la 
auscultación, recordando que la articulación debe realizar todos los 
movimientos sin ruidos. Los chasquidos articulares pueden ser indicativos de 
adherencias articulares, alteraciones anatómicas intraarticulares, 
desplazamientos del disco articular o hipermovilidad mandibular. Las 
crepitaciones se asocian a degeneración de la ATM.10 
 
3.1 Exploración de los músculos de la masticación 
 
Un músculo sano no debe presentar dolor cuando esté activo, en cambio, un 
signo clínico frecuente del tejido muscular comprometido es el dolor. Durante 
la exploración muscular se determina la presencia, intensidad y la localización 
del dolor, así como la sensibilidad muscular. El músculo puede explorarse 
mediante palpación directa o mediante manipulación funcional. 
 
 
 55 
La palpación de un músculo se realiza sobre todo con la superficie palmar del 
dedo medio; el índice y el anular se utilizan para explorar las áreas adyacentes. 
Se aplica una presión suave pero mantenida durante 1 o 2 segundos a los 
músculos en cuestión. Una exploración muscular completa debe localizar no 
sólo la sensibilidad y el dolo muscular generalizado, sino también las pequeñas 
bandas hipersensibles firmes y localizadas de tejido muscular (puntos de 
gatillo) indicativas del dolor miofascial. Para que la exploración sea más 
eficiente, se palpan los músculos de ambos lados.1,13 
 
 Palpación del músculo temporal: 
El músculotemporal se divide en tres áreas (anterior, media y posterior) que 
se palpan de forma independiente. La región anterior se palpa por encima del 
arco cigomático y por delante de la ATM. La región media se palpa justo por 
encima de la ATM y del arco cigomático. La región posterior se palpa por 
encima y por detrás de la oreja (fig. 39).1 
 A B 
 C 
Fig. 39 Palpación del músculo temporal. A) Palpación de la porción anterior. B) palpación de 
la porción media. C) Palpación de la porción posterior 
 
 56 
 Palpación del músculo masetero 
El masetero se palpa bilateralmente en sus inserciones superior e inferior. 
Desde el arco cigomático hacia la inserción en el borde inferior de la mandíbula 
(fig. 40).1 
 A B 
Fig. 40 Palpación de los músculos maseteros. A) Palpación de los vientres profundos. 
B) Palpación de los vientres superficiales. 
 
 Músculo esternocleidomastoideo y cervicales posteriores 
 
Si bien estos grupos musculares no participan de manera directa en los 
movimientos mandibulares, a menudo suelen presentar síntomas en los 
trastornos temporomandibulares y la intención principal es la búsqueda de 
puntos de gatillo. La palpación se hace de modo bilateral desde el origen hasta 
las inserciones correspondientes. 
 
Los músculos pterigoideos laterales y mediales resultan casi imposibles de 
palpar, esto debido a que se encuentran en una posición profunda del cráneo. 
Es por ello que su valoración se realiza por el método de manipulación 
funcional, basado en el principio de que, cuando un músculo se fatiga y 
produce síntomas, una mayor actividad del mismo, sólo provoca más dolor. 
 
 57 
Durante la manipulación funcional, cada músculo se contrae y luego se 
distiende. Si el músculo es el origen real del dolor, ambas actividades lo 
aumentan. 
 
 Manipulación funcional del músculo pterigoideo lateral inferior 
La mejor forma de realizar la manipulación funcional es hacer que el paciente 
realice un movimiento de protrusión, puesto que éste músculo es el principal 
responsable de esta función. Si el origen del dolor es éste músculo, esta 
actividad lo incrementará. 19 
 
 Manipulación funcional de músculo pterigoideo lateral superior 
Una fuente de dolor dentro del músculo se acentuará con la máxima 
intercuspidación genera una distención, contrario a ello, al morder un objeto 
separador se producirá la contracción del músculo.19 
 
 Manipulación funcional de músculo pterigoideo medial 
Debido a que este músculo es parcialmente accesible a la palpación intraoral, 
se vuelve necesaria la manipulación funcional, una forma de realizarla es 
realizar movimientos de apertura máxima (distención), y morder con fuerza 
(contracción). si la fuente de dolor resulta ser este músculo, estos movimientos 
lo incrementarán.19 
 
3.2 Exploración de la articulación temporomandibular 
 
El dolor masticatorio que parte de las articulaciones temporomandibulares se 
denomina “artralgia masticatoria”. Existe una fuerte relación con las exigencias 
de la función masticatoria y el dolor se acentúa de forma gradual con la 
palpación manual o la manipulación funcional. Hay que señalar que la mayoría 
de artralgias están relacionadas con abusos funcionales y traumatismos.19 
 
 58 
Las ATM se exploran para detectar posibles signos y síntomas asociados con 
dolor y disfunción, pueden utilizarse las radiografías u otras técnicas de 
diagnóstico por imagen para evaluar la articulación. 
 
El dolor o la sensibilidad de las ATM se determina mediante una palpación 
digital de las dos articulaciones, cuando la mandíbula está en reposo y durante 
su movimiento dinámico. Es importante diferenciar e identificar si los síntomas 
tienen su origen en la articulación, el músculo o bien la glándula parótida, que 
anatómicamente se extiende sobre la región de la articulación (fig. 41).1, 19 
 
 A B 
 
Fig. 41 Palpación de la articulación temporomandibular. A) Palpación del polo lateral 
del cóndilo a boca cerrada; B) Palpación del polo lateral del cóndilo a boca abierta. 
 
3.2.1 Percepción de ruidos articulares 
 
Los ruidos articulares se ponen de manifiesto al palpar la articulación durante 
la repetición de movimientos de apertura, cierre y lateralidad mandibular. Estos 
ruidos son muy frecuentes en la clínica y pueden ser provocados por 
mecanismos normales o patológicos por lo que en ocasiones no requieren 
tratamiento. Las causas de estos ruidos comprenden las alteraciones del 
disco: morfológicas o funcionales, el desplazamiento del mismo, y procesos 
articulares como la osteoartritis.13 
 
 59 
Los ruidos articulares pueden ser chasquidos (clics) o crepitaciones. Un 
chasquido es un ruido único de corta duración (similar al que se hace con los 
dedos), si es bastante intenso se denomina “pop”. La crepitación es un ruido 
múltiple, como de gravilla (piedresillas), que se describe como un chirrido que 
se asocia la mayoría de las veces a alteraciones osteoartríticas de las 
superficies articulares.1,19 
 
Se ha postulado que el clic ocurre por el desplazamiento posterior del cóndilo, 
incoordinación muscular (pterigoideo lateral y temporal), recambio acelerado 
de colágeno y desplazamiento anterior del disco; siendo esta última situación 
con la que mayormente se ha asociado.19 
 
La crepitación puede ser causada por causada por anormalidades congénitas 
o del desarrollo, proliferación neoplásica, irregularidades en el disco articular 
o en las superficies articulares, por presencia de osteofitos y falta de tejido 
sinovial funcional. Este ruido articular se ha asociado con enfermedades 
degenerativas como osteoartritis y osteoartrosis. 
 
Se debe tener en cuenta que, aunque la oclusión es un factor importante para 
la aparición de ruidos articulares, no siempre es el que más influye en su 
aparición.19 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 60 
CAPÍTULO 4 DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO 
 
Para tratar eficazmente los trastornos temporomandibulares es preciso 
conocer los numerosos tipos de problemas que pueden existir y la variedad de 
etiologías que las causan. La diferenciación de estos trastornos en grupos 
comunes de síntomas y etiologías es un proceso denominado “diagnóstico”.1 
 
Con el diagnóstico adecuado de los TTM se pueden establecer de forma 
inmediata y oportuna el plan de tratamiento correcto para restaurar o limitar el 
daño de la articulación y de los elementos del aparato gnático (tabla 2).10 
 
 
Tabla 2 Signos y síntomas de los TTM 
Diagnóstico Signos y Síntomas 
Enfermedades articulares inflamatorias Limitación al movimiento 
Dolor a la laterotrusión 
Dolor a la palpación de la cápsula articular 
lateral, superior y posterior 
Enfermedades articulares crónicas 
asociadas a alteraciones funcionales 
Chasquido bilateral reproducible en apertura 
y cierre 
Crepitación final bilateral 
Desviación lateral a la apertura 
Rigidez mandibular a la manipulación 
Trastornos crónicos de la relación 
cóndilo-disco 
Chasquido bilateral reproducible en 
lateralidad 
Chasquido bilateral recíproco 
Enfermedades articulares crónico-
degenerativas 
Crepitación gruesa bilateral 
 
 
Tabla 2 Diagnóstico y cuadro clínico de los trastornos temporomandibulares. 
 
 
 61 
Parte fundamental para llegar al diagnóstico de los TTM es sin lugar a dudas 
el interrogatorio dirigido o anamnesis y la exploración física. Con respecto a la 
anamnesis debe hacerse especial hincapié en el antecedente de los 
traumatismos severos que pueden ser directos (a la zona preauricular) o 
indirectos (al mentón, trasmitido por la mandíbula a los cóndilos provocando 
una fractura condilar

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