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Violencia-en-el-noviazgo-en-jovenes-de-nivel-bachillerato

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TESIS 
 
QUE PARA OBTENER 
 
EL TÍTULO DE 
 
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
P R E S E N T A N : 
 
 MARÍA DE LOS ANGELES DÁVILA JAIME 
 ANA BERTHA OBREGÓN TORRES 
DIRECTORA DE TESIS: MTRA. MARGARITA MOLINA AVILÉS 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO. D. F. SEPTIEMBRE 2013 
 
 
 
VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO EN 
JÓVENES DE NIVEL BACHILLERATO 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS DE ANA 
 
En primer lugar agradezco a Dios por darme la vida y darme los padres que tengo y 
la familia que somos. 
 
A mis padres por orientarme y comprenderme en los momentos más difíciles de 
mi vida, porque Dios no me pudo dar otra familia mejor que la que tengo, porque 
mis padres son incansables, jamás se han cansado de luchar en todos los aspectos 
y menos en luchar por la familia para mantenernos unidos. Y eso es una gran 
enseñanza y por ello los admiro y los amo. Por el amor y apoyo moral recibido y la 
confianza que siempre me brindaron, gracias por darme la fuerza para irme 
superando. 
Ignacio Obregón Sánchez 
Virginia Torres Izazaga 
 
A mi esposo por apoyarme en todas mis decisiones, ayudándome a lograr mí meta. 
Julio Uriel Ramírez Salinas 
 
A mis hijos que han sido mi mayor motivación, para nunca rendirme en los estudios 
y ser un ejemplo para ellos ya que han sido un gran apoyo en los momentos que 
los necesito, los amo a los tres. 
Hermes Uriel, 
Zahira Irlanda y Kathya Monserrath Ramírez Obregón 
 
A mis hermanas, hermanos y sus familias por apoyar mis sueños alentándome a 
lograrlos, por sus palabras emotivas, por su amor y apoyo en todo momento, 
gracias. 
Ignacio, Hernán, Ma. de la Luz, Marcela, Olga Lilia, Aldo 
 
A mi compañera de tesis que más que ser una compañera fue una gran amiga y 
guerrera a lo largo de esta tesis, gracias por tu paciencia y tolerancia que sin ello 
no hubiéramos terminado. 
 
 
 
 
 
 
 
Debo agradecer de manera especial y sincera a nuestra directora de tesis por la 
culminación de esta meta que sin ella no hubiera sido posible, gracias a su apoyo, 
orientación, paciencia y tolerancia. 
Mtra. Margarita Molina Avilés. 
 
 
 
Por último quiero darle las gracias muy en especial a la vida que me ha dado tanto, 
porque yo volví a nacer y Dios me dio esta oportunidad de estar aquí y lograr esta 
meta gracias, Dios. 
AGRADECIMIENTOS DE ANGELES 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de México por brindarme la oportunidad de 
ésta segunda carrera, sintiéndome profundamente agradecida. 
 
 
A mis hijas por su comprensión, paciencia y tolerancia por todos los momentos que 
las prive de mi presencia. 
Andrea y Paula 
 
 
 
Deseo manifestar mi agradecimiento por la valiosa ayuda, paciencia y consejos, en 
la dirección de la presente Tesis. 
 
 
Mtra. Margarita Molina Avilés. 
 
 
 
Agradecemos a los sinodales que contribuyeron a la revisión de la tesis. 
 
 
 
Mtro. Jorge Molina Avilés 
Mtra. Yolanda Bernal Álvarez 
Mtro. Jorge Álvarez Martínez 
Lic. Mario Pérez Zuviri 
ÍNDICE 
 Página 
INTRODUCCIÓN 1 
 
CAPÍTULO I. ANTECEDENTES 
 1.1 Definición de adolescencia 3 
 1.2 Definición de noviazgo 4 
 1.3 Definición de violencia 6 
 1.4 Autoestima 7 
 1.5 Autoconcepto 11 
 1.6 Búsqueda de identidad 11 
 
CAPÍTULO 2. VIOLENCIA 
2.1 Violencia de género 14 
2.2 Causas y consecuencias de la violencia 19 
 2.3 Indicadores de vulnerabilidad a la violencia 21 
 2.4 Actitudes violentas en el noviazgo 22 
 2.5 Motivos por los que un adolescente permanece en una 
 relación violenta 24 
 2.6 ¿Cómo influyen los medios de comunicación en la violencia? 25 
 
CAPÍTULO 3. RELACIONES DE PAREJA 
3.1 Amor Constructivo y Destructivo 29 
3.2 Celos 31 
3.3 Relación de pareja 34 
3.4 Influencia de la infancia en los conflictos actuales de la pareja 36 
 
3.5 Etapas y riesgos en una relación de pareja 41 
 
CAPÍTULO 4. TRATAMIENTOS TERAPEUTICOS 
4.1 Terapia Breve 43 
4.2 El Psicoanálisis 48 
4.2.1. ¿Por qué no el Psicoanálisis? 54 
4.3 Teoría Ecológico-Sistémica 56 
4.4 Teoría de Sistemas Ecológicos 56 
4.4.1 Las redes y los sistemas de apoyo social 61 
 
CAPÍTULO 5. MÉTODO 64 
 
CAPÍTULO 6. RESULTADOS 67 
 
CONCLUSIONES 71 
 
REFERENCIAS 75 
 
ANEXO 1. CUESTIONARIO 79
1 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Un gran número de mujeres adolescentes son golpeadas, amenazadas y humilladas por 
sus novios o parejas. La violencia en el noviazgo se manifiesta por el abuso físico, 
emocional, económico o sexual. Puede ocurrir durante la primera cita o después de tres 
años de salir juntos. Sus efectos tienen un impacto destructivo en la salud física, mental y 
en la vida social de las jóvenes, quienes viven el mismo dolor, deterioro y confusión que 
las mujeres adultas maltratadas. Algunas consecuencias son: depresión, aislamiento, 
fracaso escolar, bajo rendimiento laboral. La violencia en el noviazgo puede ser el inicio 
de una vida en pareja y posteriormente en familia, marcada por el maltrato. 
 
No se ha aprendido a reconocer los diferentes rostros de la violencia ni las máscaras del 
amor. La conducta violenta no es percibida ni por las víctimas, mujeres en su mayoría, ni 
por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es confundida con 
una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. La violencia en el 
noviazgo pasa desapercibida también porque el maltrato se asocia a las parejas casadas 
y con hijos e hijas. Padres, madres, maestros y maestras no la reconocen por la 
desvalorización de las relaciones amorosas entre adolescentes, ya que son consideradas 
como exageración o “cosas de la edad”. 
 
La violencia se práctica en diversas formas. Una dificultad para reconocer sus diferentes 
rostros es su asociación con el maltrato físico, que es más fácilmente reconocible por las 
huellas visibles que deja y porque existe forma de comprobar el abuso, mientras que la 
violencia emocional se caracteriza por la sutileza. La agresión verbal es una de sus 
manifestaciones, no deja señales visibles pero puede ocasionar el mismo daño, 
sufrimiento y deterioro. 
 
Por otro lado, una mujer puede ceder a la presión del grupo en intentar cumplir con las 
prescripciones del rol de género femenino tradicional; creer que puede cambiar al hombre 
que ama, sentirse culpable por los problemas, sentirse responsable del funcionamiento de 
la relación, pensar que jamás encontrará otro novio, lo que la pondrá en riesgo de 
involucrarse en relaciones potencial o abiertamente violentas. Por su inexperiencia los y 
las adolescentes no están preparados emocionalmente para enfrentar las decisiones y 
2 
 
conflictosde las relaciones de pareja. La búsqueda de independencia del padre y la 
madre es característica de la adolescencia, si las jóvenes están involucradas en una 
relación abusiva tienden a aislarse y a no pedir apoyo a los adultos por temor a perder la 
independencia lograda. 
 
Conocer cómo se enseña a ser mujer y a ser hombre; los roles de género y sus 
prescripciones, la socialización de género y sus diferentes resultados para cada sexo 
ayudan a entender cómo se va preparando el terreno para que un muchacho maltrate a 
su novia y para que ésta permanezca en una relación violenta. 
 
El presente trabajo tiene la intención de tratar de profundizar en las condiciones que 
generan la violencia entre los jóvenes. 
 
En el primer capítulo se hace una revisión de la adolescencia, etapa en la que con 
frecuencia aparecen las conductas de maltrato y sometimiento. 
 
En el capítulo 2 se analiza el tema de la violencia, vinculándola con el noviazgo en la 
etapa adolescente. 
 
El capítulo 3 se dedica a revisar las relaciones de pareja y en el capítulo 4 se presentan 
algunos enfoques terapéuticos vigentes en la actualidad, que aborda el tema de la 
violencia en la pareja. 
 
En el capítulo 5 se desenvuelve la intervención metodológica que realizamos para 
conocer las causas de la violencia y en el capítulo 6 se presentan los resultados. 
 
 
 
 
 
3 
 
CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES 
 
1.1 Definición de adolescencia 
La adolescencia es una etapa de la vida que se caracteriza por un continuo crecimiento, 
pues es la transición entre la infancia o edad escolar y la edad adulta. La adolescencia es 
un fenómeno biológico, cultural y social y, por lo tanto, sus límites no se asocian a las 
características puramente físicas. 
A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada a los doce o trece 
años debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en 
duración en cada individuo pues está relacionada no solamente con la maduración de la 
psique del individuo, sino que depende de factores psicosociales más amplios y 
complejos, originados principalmente en el seno familiar. 
 
Es oportuno recordar el significado de la palabra adolescencia (adolescere significa 
crecer) y el crecimiento humano se prolonga hasta los 24 años. 
 
En la búsqueda de una identidad propia durante la adolescencia, cambian tanto las 
expectativas propias como las ajenas. Las y los adolescentes empiezan a sentirse 
ambivalentes con respecto a las personas que representan la autoridad (el padre, la 
madre, la maestra etc.) y a lo que estas personas esperan de ellos o ellas. Se empieza a 
dar mayor peso a las expectativas propias. Sin embargo, no es fácil librarse de la 
influencia de las expectativas de los demás, lo cual las puede convertir en una fuente de 
conflictos durante la adolescencia. Frecuentemente existen expectativas diferentes para 
los varones y las mujeres, que están relacionadas con la asignación del género femenino 
o masculino. 
Los adolescentes tienen las siguientes características: 
 No tienen experiencia para manejar los sentimientos, decisiones y conflictos que 
surgen en las relaciones. 
 Reciben presión de los o las amigas para permanecer en la relación. 
 No sabe dónde pedir ayuda. 
http://es.wikipedia.org/wiki/Infancia
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edad_escolar&action=edit&redlink=1
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edad_adulta&action=edit&redlink=1
http://es.wikipedia.org/wiki/Pubertad
4 
 
 No quiere preocupar a sus padres. 
 Se siente culpable por el problema. 
 Se siente responsable del funcionamiento de la relación. 
 Cree que jamás encontrará otro novio/a. 
 Tiene miedo de que él pueda lastimarla sí pone fin a su relación con él. 
 Teme estar sola y ser rechazada por otras personas. 
 Tiene sentimientos de desvalorización, degradación, humillación, como resultado del 
abuso que deteriora gradualmente su salud mental. 
 
1.2 Definición de noviazgo 
 
 
El noviazgo se define como “una relación romántica estable en la cual no existe vínculo 
legal ni cohabitación”, también como “la transición desde la familia de origen hacia la 
potencial familia de procreación en el ciclo vital humano” o se entiende que “es el contexto 
en el cual la pareja socializa y aprende los roles maritales futuros” (Gutiérrez, 2005). 
 
Además el noviazgo es un ritual en el que hombres y mujeres experimentan sus 
sentimientos amorosos hacia el otro sexo y es una oportunidad para aprender a 
reconocer intereses y deseos individuales, aquí lo jóvenes tratan de ensayar su identidad 
sexual y sus futuros roles. Este se inicia con la frescura de la edad, algunas veces de 
forma meditada y otras espontáneas, pero no carece de riesgos y temores para los 
jóvenes, porque expone su personalidad. Además tiene diferentes momentos, la etapa de 
atracción y encantamiento, en donde hay sentimientos de intimidad, cercanía, en donde 
se definen las normas y los alcances de la relación. El noviazgo es una relación social 
aceptada, acordada y con reconocimiento social para experimentar e intercambiar no solo 
palabras dulces, sino además el contacto corporal a través de besos, caricias y abrazos 
(Gutiérrez, 2005). 
 
5 
 
Algunos datos interesantes que explican porque ésta área ha tomado relevancia en el 
estudio de la violencia, es debido a que mundialmente la edad en que tiene lugar el 
matrimonio es mayor en la actualidad que en el resto de la historia en la adolescencia y 
juventud, y también porque se ha incrementado el porcentaje de parejas que viven juntas 
sin estar casadas, en las cuales podría suceder violencia. Cabe destacar que en la 
mayoría de los casos la conducta violenta no es percibida ni por las víctimas, mujeres en 
su mayoría, ni por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es 
confundida con una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. 
 
Incluso se podría inferir que la mayoría de las relaciones no se rompen cuando hay 
agresiones, como se podría pensar, debido a que comienza a haber una tolerancia al 
haberse establecido un vínculo con el agresor y aunque en ese momento surge un 
conflicto, las víctimas llegan a justificar la agresión y por lo tanto cuanto más tiempo pasa 
antes de que se produzca el primer episodio de violencia es más probable que la relación 
continúe a pesar de las agresiones, debido a que surge una contradicción por parte del 
agredido, ya que existe el antecedente de buenos tratos en la etapa de conquista por 
parte de la pareja. El noviazgo es un ritual en que hombres y mujeres experimentan sus 
sentimientos amorosos hacia el otro sexo y es una oportunidad para aprender a 
reconocer intereses y deseos individuales, aquí los jóvenes tratan de ensayar su identidad 
sexual y sus futuros roles. Este se inicia con la frescura de la edad, algunas veces de 
forma meditada y otras espontáneas, pero no carece de riesgos y temores para los 
jóvenes, porque expone una personalidad. Además tiene diferentes momentos, la etapa 
de atracción y encantamiento, en donde hay sentimientos de intimidad, cercanía, en 
donde se definen las normas y los alcances de la relación. El noviazgo es una relación 
social aceptada, acortada y con reconocimiento social para experimentar e intercambiar 
no solo palabras dulces, sino además el contacto corporal a través de besos, caricias y 
abrazos (Gutiérrez, 2005). 
 
 
Algunos datos interesantes que explican porque ésta área ha tomado relevancia en el 
estudio de la violencia, es debido a que mundialmente la edad en que tiene lugar el 
matrimonio es mayor en la actualidad que en el resto de la historia en la adolescencia y 
juventud, y también porque se ha incrementado el porcentaje de parejas que viven en 
unión libre, en las cuales podría haber violencia. Cabe destacar que en la mayoría de los 
6 
 
casos la conducta violenta no es percibidani por las víctimas, mujeres en su mayoría, ni 
por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es confundida con 
una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. 
 
1.3 Definición de violencia 
 
Violencia contra la mujer es definida por la ONU como: 
“Cualquier acto de violencia basado en el género que produzca o acabe produciendo 
resultados de daño físico, psíquico o sexual o sufrimiento en la mujer, incluyendo 
amenazas de tales actos, coacción o privación arbitraria de libertad, ocurriendo todo esto 
tanto en el ámbito público como en el privado” (ONU, Artículo 1 de la “Declaración sobre 
la eliminación de la violencia contra la mujer” Resolución 48/104 de 20 de diciembre de 
1993). 
Formas de Violencia contra las mujeres: 
Malos tratos: Violencia producida en el entorno familiar por personas conocidas: pareja, 
padres, hijos o hermanos. 
 Psíquicos: 
 Amenazas 
 Humillaciones 
 Obligar a la mujer a que le obedezca 
 Desprecio u ofensa hacia la mujer en público y/o en privado. 
 Control económico, laboral y/o social 
 Falta de respeto 
 Insultos 
 Aislamiento 
 Físicos: 
 Bofetadas, puñetazos, empujones, tirones de pelo, golpes, patadas, arañazos, 
quemaduras, etc. 
7 
 
 Uso de cualquier tipo de armas como cuchillos, navajas, palos… 
 Obligar a tomar medicamentos sin necesidad y/o limitación de la movilidad (no 
dejar salir de casa…) 
 Sexuales: 
 Obligar (con o sin fuerza física) a la mujer a tener cualquier tipo de relación 
sexual. 
 Si existe penetración por vagina, ano o boca se considera violación. 
 
La violencia psicológica y las agresiones verbales dejan importantes secuelas o 
traumas en las mujeres. El desprecio sufrido destruye la autoestima y la dignidad de la 
mujer, que al final acepta las críticas negativas y la violencia como “castigo” por sus faltas. 
Cuando hay violencia física, también puede existir violencia psicológica. 
 
1.4 Autoestima 
 
Autoestima es la experiencia de ser aptos para la vida y para las necesidades de la vida, 
es la vacuna de la conciencia. Es tener la confianza en nuestra capacidad de pensar y de 
afrontar los desafíos básicos de la vida. Tener confianza en nuestro derecho de ser 
felices, el sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras 
necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos. 
 
La autoestima en los adolescentes 
 
En un análisis (Ruiz, R. y Fawcett. G. (1999)) de 99 entrevistas con niñas de diferentes 
edades se vio que la confianza de las niñas en ellas mismas y su percepción del mundo 
es bastante elevada hasta los 11 o 12 años. Hasta esa edad, tienden a ser más 
perceptivas respecto a los temas de relaciones y con mentalidad abierta acerca de los 
sentimientos. Sin embargo, al llegar a la adolescencia, muchas aceptan los estereotipos 
de cómo se supone que deberían ser y reprimen sus verdaderos sentimientos. Al darse 
cuenta de que están perdiendo parte de sí mismas y de que esto les impide tener 
relaciones auténticas, su confianza se resquebraja. 
8 
 
Por el contrario, aquellas que siguen siendo honestas consigo mismas y con los demás al 
reconocer sus verdaderos sentimientos y expresarlos de manera apropiada, pueden 
mantener una relación saludable con ellas mismas y los demás. Estas chicas tienen una 
autoestima alta, se consideran competentes y es más probable que no se dediquen a 
profesiones tradicionales. 
 
En los chicos, la autoestima también desciende en la adolescencia, pero no tanto como 
en las chicas. 
 
Las virtudes o prácticas esenciales de las que depende la buena autoestima son vivir 
conscientemente, la autoaceptación, la autorresponsabilidad, la autoafirmación, vivir con 
determinación y la integridad personal, estos son los “Los seis pilares de la autoestima” 
(Virginia Satir, 2005). La autoestima es la capacidad de gustarse uno mismo, de 
afirmarse en cuanto al propio valor como persona, se saber aceptar libre y 
responsablemente las potencialidades sin falsa modestia y, aceptándolas, actuar con el 
compromiso y la responsabilidad que ello impone. La autoestima está irrevocablemente 
unida a la autoaceptación: la aceptación de nosotros mismos con todas las limitaciones y 
deficiencias que también nos conforman, sin culpas ni autorreclamaciones por no cubrir 
un ideal de perfección. Con la unión de “autoaceptación y autoestima” seremos mucho 
más aptos para pasar por circunstancias adversas sin que éstas nos conduzcan a 
autodestruirnos a través de la desvaloración, por el contrario, seremos capaces de hacer 
del sufrimiento o del dolor una riqueza para nuestro crecimiento. Conforme nos 
consideremos sujetos valiosos, buscaremos nuestro propio bien y desarrollo. La 
autoestima consiste en saber que somos lo que verdaderamente somos. 
 
Permisos inherentes a ser persona según Virginia Satir: 
 
a. Me concedo a mi mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer 
que debo esperar que otro determine donde yo debería estar o como debería ser. 
b. Me concedo a mi mismo permiso de sentir que siento, en vez de sentir lo que otros 
sentirían en mi lugar. 
c. Me concedo a mi mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de 
decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene. 
9 
 
d. Me concedo a mi mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con 
la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos. 
e. Me concedo a mi mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del 
mundo, en lugar de esperar que alguien más me de el permiso para obtenerlo. 
 
Obstáculos para el crecimiento de la autoestima: 
Se dan cuando los adultos: 
 Transmiten que el niño no es suficiente. 
 Lo castigan por expresar sentimientos inaceptables. 
 Lo ridiculizan o lo humillan. 
 Le manifiestan que sus pensamientos o sentimiento no tienen valor o importancia. 
 Intentan controlarle mediante la vergüenza o la culpa. 
 Le sobreprotegen y en consecuencia obstaculizan su normal aprendizaje y 
creciente confianza en sí mismo. 
 Educan al niño sin ninguna norma, sin una estructura de apoyo, o con normas 
contradictorias. 
 Niegan la percepción de su realidad e implícitamente la alientan a dudar de su 
mente. 
 Tratan hechos evidentes como irreales, alterando así el sentido de racionalidad del 
niño. 
 Aterrorizan al niño con violencia física o con amenazas (creando temor). 
 Tratan al niño como objeto sexual. 
 Le enseñan que es malvado, indigno o pecador por naturaleza. 
 
No existe una barrera mayor para el éxito romántico que el sentimiento profundo de que 
no se es digno de amor. El adolescente en su primera aventura amorosa que debe 
consumar con éxito en esta vida es con él mismo. Sólo entonces estará preparado para 
una relación. Sólo entonces será completamente capaz de amar, y sólo entonces estará 
preparado para dejar paso al amor, para aceptar que otra persona lo ame. Sin esa 
confianza, el amor de otra persona nunca le parecerá lo bastante real ni convincente, y en 
esa ansiedad buscará maneras de socavarlo. En el adolescente tener una autoestima 
baja, golpeada y lastimada, puede convertirlo en eterno quejumbrosos, en personas sin 
10 
 
ningún significado que nos dé un sentido en la vida, pesimistas, postergadores, anuladas, 
víctimas de las situaciones, y todo ello debido al concepto ya inconsciente de lo que 
somos y debemos esperar. Una autoestima adecuada permite un mayor contacto 
intrapersonal y un vínculo mucho más abierto y confiado con quienes nos rodean. 
 
La autoestima no puede depender de agentes externos (familia, raza, color de piel, 
posición laboral, etc.) en todo caso se estaría hablando de una “pseudoestima”. La 
pseudoestima se refiere a la ilusión de la autosuficiencia y autodignidad sin la realidad. 
Hay personas que subordinan su mente y valores a los deseos de losdemás, por su 
deseo de pertenecer y sentirse amados. La autoestima se aprende por imitación. Siempre 
tenernos dentro de nosotros mismos la posibilidad de cambiar y ser mejores. Quienes 
poseen autoestima se alegran de ser quienes son, no de ser mejores que otra persona. 
La autoestima no debe estar a merced de factores sobre los que no podemos ejercer 
ningún control. 
 
La autoestima es estar dispuestos a ser conscientes de que somos capaces de ser 
competentes para enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida y de que somos 
merecedores de felicidad. Esto está compuesto por dos ideas básicas: a)autoeficiencia, 
es decir, confianza en nuestra capacidad de pensar, aprender, elegir y tomar las 
decisiones adecuadas, y b) autorrespeto, es decir, confianza en nuestro derecho a ser 
felices. Confianza en que los logros, el éxito, la amistad, el respeto, el amor y la 
satisfacción personal son adecuados para nosotros. 
 
“Los desafíos básicos de la vida” incluyen aspectos tan fundamentales como ser capaz de 
ganarse la vida y cuidar de uno mismo; ser competente en las relaciones humanas, es 
decir, capaz de mantener relaciones mayoritariamente satisfactorias para ambas partes, y 
tener la resistencia que nos permite recuperarnos de la adversidad y preservar en 
nuestras aspiraciones. 
 
Decir que la autoestima es una necesidad básica del ser humano es lo mismo que decir 
que es esencial para el desarrollo normal y sano. Es importante para la supervivencia. Sin 
autoestima positiva, el crecimiento psicológico se ve perturbado. La autoestima positiva 
actúa, en efecto, como el sistema inmunológico del espíritu, proporcionándonos 
resistencia, fortaleza y capacidad de regeneración. Cuando el nivel de autoestima es bajo 
11 
 
se reduce nuestra resistencia ante los problemas de la vida. Tendemos a dejarnos 
influenciar más por el deseo de evitar el dolor que por el de experimentar alegría; los 
aspectos negativos tienen más poder sobre nosotros que los positivos. Si no creemos en 
nosotros mismos, en nuestra eficacia ni en nuestra bondad (así como en nuestra 
capacidad de ser amados), el universo es un lugar aterrador. 
 
1.5 Autoconcepto 
 
La tendencia actualizante está inscrita en nuestros genes, el sentido del valor propio no 
es genético, se adquiere. Así, aprendemos a compararnos y subestimarnos sintiéndonos 
menos o inadecuados con respecto a los demás, tenemos la ruptura de nuestras 
relaciones, pues parecería que el reconocimiento y la aceptación de nuestra persona es 
más un favor que un derecho propio simplemente por ser “ser humano”; por lo anterior, 
por miedo a herir los sentimientos de los demás y obtener su rechazo, nuestra 
comunicación se torna selectiva. Probablemente, coincidimos en que las partes 
moldeadas fueron la obediencia contra la rebelión; la tranquilidad contra el dinamismo, la 
bulla o la travesura; los buenos modales contra la espontaneidad; la expresión cuidada, 
filtrada, velada y siempre bien fundamentada de nuestras emociones y sentimientos 
contra la expresión abierta y sincera de los mismos. Además de las implicaciones que 
tiene el que sofoquen una parte de nuestra totalidad, está el mensaje de una aceptación y 
un afecto condicionado que persistentemente recibimos. La traducción que con 
constancia vamos realizando en nuestras interacciones es: “si quieres que te ame, harás 
lo que yo diga”, “si quieres que te acepte, no des lata”, “si quieres que te escuche, no 
sigas quejándote o enojándote y dime las cosas de buena manera”. Con el tiempo, el 
significado que le damos a los mensajes externos de ser aceptados condicionando 
nuestros valores, actitudes y conductas a la parte de la “bola” que ha sido aceptada por 
los demás; así llegamos a sacrificar nuestro yo real por un yo ideal. La autoestima sienta 
sus bases en la infancia; nos enseñan a amarnos o despreciarnos, a ser positiva o 
negativamente autocríticos. 
 
1.6 Búsqueda de identidad 
 
Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda (o más bien la 
construcción) de la propia identidad; es decir, la respuesta a la pregunta "quién soy en 
realidad". Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e 
12 
 
intereses y no sólo limitarse a repetir los de sus padres. Han de descubrir lo que pueden 
hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean sentirse amados y respetados por lo 
que son, y para eso han de saber primero quienes son. 
 
El niño logra su identidad mediante un proceso de identificación con los demás, haciendo 
suyos los valores e ideas de otros. Los adolescentes, en cambio, han de formar su propia 
identidad y ser ellos mismos. Uno de los aspectos más importantes de esta búsqueda de 
identidad consiste en decidir que profesión o carrera desean tener. La confusión de la 
identidad típica de la adolescencia, los lleva a agruparse entre ellos y a no tolerar bien las 
diferencias, como mecanismos de defensa ante dicha confusión. A veces también 
muestran su confusión actuando de maneras más infantiles e irresponsables para evitar 
resolver conflictos o actuando de manera impulsiva y sin sentido. 
 
La crisis de identidad 
 
Los adolescentes pueden entrar en una etapa de crisis de identidad. Durante esta etapa 
analizan sus opciones y buscan llegar a comprometerse con algo en lo que puedan tener 
fe. Así, un adolescente puede optar por entrar en una organización, ir a la universidad, dar 
clases de baile, hacerse vegetariano, etc. Con frecuencia, estos compromisos de carácter 
ideológico o personal ayudan a formar la identidad y moldean la vida en los años 
siguientes. El nivel de confianza que los adolescentes tengan en sus compromisos influye 
en su capacidad para resolver sus crisis de identidad. 
 
De la crisis de identidad surge la fidelidad a algo, la lealtad, la constancia o la fe y un 
sentido de pertenencia. No es raro que la crisis de la identidad pueda durar hasta cerca 
de los 30 años. 
 
Si bien durante la infancia es importante confiar en otros, sobre todo en los padres, 
durante la adolescencia es importante confiar en uno mismo. También transfieren su 
confianza de los padres a otras personas, como amigos íntimos o parejas. El amor es 
parte del camino hacia la identidad. Al compartir sus pensamientos y sentimientos con 
otra persona en quien confía, el adolescente está explorando su identidad posible, y 
viéndola reflejada en la otra persona, a través de la cual puede aclarar mejor quien es. No 
13 
 
obstante, la intimidad madura, que implica compromiso, sacrificio y entrega, no se alcanza 
hasta haber logrado una identidad estable. 
 
La autoaceptación es evitar tener una relación de enemistad o guerra consigo mismo. 
Autoaceptación no quiere decir que no se desee cambiar, mejorar y evolucionar. Todo 
cambio empieza por la autoaceptación, a medida que se empieza a aceptar la realidad de 
lo que se ha estado haciendo, de cómo se ha vivido, es como si resultara mucho más 
difícil continuar haciéndolo, es decir, seguir haciendo cosas que se desaprueban, cosas 
que son humillantes en cuanto se deja de luchar y se aceptan, comienza el cambio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
CAPÍTULO 2. VIOLENCIA 
 
2.1 Violencia de género 
Dentro de la teoría del aprendizaje social, en la agresión se toman en cuenta tres 
factores: origen, instigadores y reforzadores. El origen puede desarrollarse de tres fuentes 
de conductas agresivas: 
 
1. La influencia familiar: son los primeros modelos que aprende el niño, es decir, los 
valores que exaltan los padres en cuanto al uso de la agresión. 
2. La influencia subcultural: es el sistema social en el que se encuentra vinculada la 
familia y los valores de la utilización de la fuerza, es reforzada a través de una 
preferencia social. 
3. Modelamiento simbólico: está constituida de los medios masivos de la comunicación, 
los cuales exaltanla violencia en las relaciones interpersonales. 
 
Sexo y género parecen sinónimos, pero existe una gran diferencia entre ellos. Sexo: Sexo 
biológico de las personas: Hombre y Mujer; género: es un término social que contiene un 
conjunto de atributos asignados a personas a partir del sexo, normas de comportamiento 
que cada sociedad considera adecuadas para mujeres y hombres: Femenino y Masculino. 
 
Privilegios de género y poder 
A causa del mayor estatus que gozan los hombres en la familia y la sociedad, tienen 
mayores privilegios que las mujeres, sólo por el hecho de ser hombres. Un privilegio es la 
ventaja que se obtiene por pertenecer a un grupo, en este caso al sexo masculino. 
Algunos autores han descrito cómo estos privilegios masculinos confieren cierto poder a 
los hombre (Kaufman, 1987; Wicky y Vargas, 1991). 
 
15 
 
 Los varones son alentados para desarrollar mayor autonomía, es decir “la capacidad 
de una persona para tener poder sobre sí misma”. 
 Comparados con las mujeres, los hombres tienen mayor facilidad para salir a la calle 
de noche. 
 En el hogar, los hombres tradicionalmente han escapado a las labores domésticas. 
 Generalmente, los hombres tienen mayores recursos dentro del matrimonio (mayor 
escolaridad, edad, un trabajo mejor pagado) que sus esposas y esto les proporciona 
más poder en la relación. 
 Cuando un hombre y una mujer están involucrados en las mismas actividades, el 
trabajo del varón recibe mayor valor, por lo tanto se le proporciona mayor salario y se 
le considera el experto. Muchas personas, incluso las mujeres, prefieren a un 
profesional masculino que a una mujer. 
 
Las mujeres también disponen de privilegios, por ejemplo de ello es el trato de mayor 
consideración que reciben en situaciones de emergencia, cuando hay que poner a salvo, 
en primer lugar, “a niños, niñas y a mujeres”. Otro es la costumbre de abrirles la puerta y 
cederles el paso. Además para muchas mujeres que se dedican al hogar, se considera un 
privilegio el no tener que ser la principal proveedora de la familia. Sin embargo, se les 
otorga este tipo de privilegio a las mujeres por ser consideradas, junto con los niños y las 
niñas, en el grupo de los “débiles”. Son privilegios que no les confiere poder, exceptuando 
la influencia que ejercen en su relación con los hijos e hijas (Fabes y Lane, 1986). 
 
El proceso de socialización 
El proceso a través del cual se van desarrollando las habilidades, creencias, valores, 
características y conductas que una criatura humana requiere para adaptarse en forma 
efectiva a su ambiente, se llama socialización. Este proceso continúa a lo largo de toda 
la vida. En su mayor parte de la conducta humana llega a ser irreflexiva como si fuera 
instintiva, o natural. La familia, la escuela, el grupo de pares o los medios masivos de 
comunicación son los principales modeladores del comportamiento. Las mujeres son 
socializadas para ser pasivas y dependientes de los hombres. Son recompensadas por 
ejercer cuidados y mantener la paz y son desalentadas para expresar deseos o lastimar 
16 
 
los sentimientos de los demás. Raramente se les estimula a experimentar sexualmente. 
Los hombres, por otro lado, son socializados por medio de actividades como los deportes 
para ser agresivos y competitivos. En general, reciben mayor estímulo para tener 
experiencias sexuales y algunos son alentados para ver el sexo como un logro o trofeo 
que enaltece su masculinidad (Tikasz, 1996). 
 
Roles de género 
Los roles de género son las normas y expectativas de conducta, definidas por la sociedad 
como masculinas y femeninas y vistas como socialmente apropiadas por los varones y las 
mujeres. Por ejemplo, el rol de género masculino ubica al varón en el ámbito público, 
como proveedor de la familia. El rol de género femenino ubica a la mujer en el ámbito 
privado, en el papel de madre. Estos roles conciben a hombres y mujeres como 
fundamentalmente diferentes y opuestos. Tal diferencia organiza la vida social, incluyendo 
la asignación de actividades, modos de vestir, y formas diferentes de pensar, de expresar 
las emociones, de enamorarse, de enfermarse y de experimentar el deseo sexual (Bem, 
1993). 
 
Estereotipos de género 
 
Los roles y los estereotipos de género están íntimamente relacionados en el proceso de 
socialización. Desde la niñez, la mujer y el varón reciben influencia de los mensajes 
familiares, sociales y culturales que modelan muchos rasgos de la personalidad y modos 
de comportamiento. Estos mensajes generalmente están basados en estereotipos de 
género, es decir, creencias sociales prefijadas y etiquetas que se han utilizado para 
educar a las personas según su sexo. 
 
Las principales características que el estereotipo asigna a la personalidad de las mujeres 
las muestra como: Pasivas, tiernas, cálidas, cariñosas, simpáticas, sentimentales, 
románticas, intuitivas, comprensivas, sensibles, fieles, maternales, altruistas, ilógicas, 
irracionales, exageradas, frívolas, vanidosas, quejosas, indecisas, inseguras, temerosas, 
débiles, víctimas fáciles. 
17 
 
Las características de personalidad asignadas a los varones los muestra como: Activos, 
fuertes, deportistas, independientes, auto-suficientes, ambiciosos, decididos, inteligentes, 
exitosos, generosos, conquistadores, con mayor apetito sexual, dominantes, poco 
emotivos, insensibles, groseros, agresivos, violentos, rebeldes, irritables, torpes, 
descuidados y desordenados. 
 
Un aspecto prejudicial de estos estereotipos es que conducen a la creación de prejuicios 
y expectativas imposibles de cumplir, ya que no toman en cuenta las cualidades 
individuales de cada persona. Al etiquetar algunas características como femeninas y otras 
como masculinas, se pierde de vista al hecho de que todas son características humanas 
que cualquier persona puede poseer. Esta presentación da una imagen deshumanizada 
fomenta inhibiciones, vergüenzas y humillaciones entre hombres y mujeres. Diversas 
investigaciones realizadas han mostrado que manejarse estrictamente dentro de los 
estereotipos de género, además de ser perjudicial para la salud, también pone a las 
personas en riesgo de involucrarse en relaciones violentas con los pares, la pareja y la 
familia (Heise, 1998). 
 
Se ha mencionado que el rol de género en las mujeres acentúa la pasividad, sumisión y 
dependencia. Una mujer es vista como “más femenina” cuanto más dulce y tolerante se 
muestre. La expresión emocional de las mujeres está asociada a sentimientos como el 
amor, alegría, compasión y miedo. Se sabe que el enojo es un recurso poderoso para que 
alguien conozca sus límites, por esto es problemático cuando no se permite su expresión 
o no se reconoce su presencia en la interacción (Miller, 1978). 
 
Un obstáculo importante para expresar libremente el enojo es que a las mujeres les 
interesa preservar, en primer lugar, la relación que mantienen con otras personas. Una de 
las definiciones centrales de su rol de género son las relaciones que se establecen con 
los y las demás. Por eso el enojo, tal como el conflicto, es percibido como amenaza para 
romper esa relación. 
 
Como resultado de esta prohibición, las mujeres aprenden a expresar su enojo por vías 
indirectas como se describe a continuación: 
18 
 
 La única forma permitida a las mujeres de expresar su enojo abiertamente es en 
beneficio de otros: sobretodo sus hijos e hijas. 
 Una vía indirecta de expresión de enojo que es común entre las mujeres es el modo 
pasivo-agresivo que se caracteriza por la negación del enojo a pesar de la agresión 
hacia otras personas. 
 El chisme también es una forma velada de expresar el enojo, resentimiento y 
venganza. Cumple una función importante en la mujer que se siente desvalorizada, 
ya que decir que la otra persona está mal, la hace sentirse mejor y superior aunque 
sea en forma temporal (Lagarde, 1993). El chantaje, la manipulación de los puntos débiles, la actitud de víctima y las 
insinuaciones, también son tácticas indirectas utilizadas por las mujeres para 
expresar el enojo. 
 Las mujeres tienden a desplazar su enojo hacia otras personas que no 
necesariamente lo provocaron, esto sucede frecuentemente con los hijos e hijas. 
 También tienen a dirigir su enojo hacia adentro, provocando depresión o 
enfermedades psicosomáticas como los dolores de cabeza, espalda, colitis, 
dermatitis, asma. 
 Estas restricciones hacen que se acumule el enojo y cuando por fin la mujer lo 
expresa, con frecuencia lo hace de manera exagerada y no asertiva. Muchas veces 
culmina con el arrepentimiento y termina pidiendo disculpas. Tal expresión del enojo 
se descalifica comúnmente con la etiqueta de “vieja histérica” o “bruja”. 
 
Sentir una emoción, pero no tener “permiso” para expresarla, es decir, no poder vivir 
genuinamente la experiencia, conocerla, nombrarla, y reaccionar con las emociones que 
evoca tiene consecuencias importantes para las mujeres tanto en su salud como en su 
integridad física y emocional. Por un lado, como ya se ha mencionado, tienen mayor 
propensión a las enfermedades psicosomáticas y la depresión. Por otro lado, no aprenden 
a reconocer la invasión a sus límites corporales y emocionales, lo que las coloca en una 
situación de vulnerabilidad al maltrato. 
 
19 
 
2.2 Causas y consecuencias de la violencia 
¿Cómo empieza? 
 
Antes de la situación de violencia, la pareja pasa por situaciones conflictivas en la que la 
violencia no aparece claramente, por lo que es difícil conocer si es un comienzo de malos 
tratos. 
En las relaciones de pareja puede haber distintas formas de “machismo” que la mujer no 
entiende como tal: amenazas, control de la vida de la mujer, el hombre impone sus 
opiniones, no comparte tareas domésticas… 
Estos comportamientos suelen terminar en casos de violencia y causan en la mujer: 
 Sobrecarga emocional y física 
 Inseguridad 
 Baja autoestima 
 Sentimiento de culpa 
 Impotencia 
 Depresión 
 
En el ciclo de violencia hay una serie de fases que suelen ser repetitivas. 
Fase de tensión creciente: 
 Aumenta la violencia psíquica y las agresiones verbales (insultos, amenazas…). 
 El hombre se muestra más agresivo, pero no de forma exagerada. 
 
Fase de activación o agresión: 
 Agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales. 
 Destrucción de objetos comunes o de la propiedad de la mujer (platos, muebles, 
ropas, fotografías…). 
 
20 
 
Fase de arrepentimiento: 
 La tensión del hombre desaparece. 
 El hombre pide perdón y promete no volver a ser violento. 
 La mujer cree que el hombre cambiará y suele perdonarlo. 
En general, los ataques serán cada vez más frecuentes, más intensos y peligrosos. El 
ciclo no se para. 
Consecuencias 
 Autoestima baja. 
 Aceptación de las conductas violentas. 
 Dependencia de personas de autoridad. 
 Vivencia y transmisión de actitudes sexistas. 
 Miedo. 
 Estrés. 
 Ansiedad. 
 Depresión. 
 Incomunicación y aislamiento. 
 Sentimiento de culpa. 
 Dudas e indecisiones. 
 Desmotivación. 
 Bulimia/anorexia. 
 Trastornos del sueño. 
El maltratador: 
 Utiliza la violencia para dominar a la mujer. 
 No es enfermo mental. 
21 
 
 Fuera de casa puede ser educado, alegre, amable, seductor, solidario, atento, 
respetuoso. 
 Tiene actitudes sexistas, de discriminación hacia la mujer. 
 Dificulta o no permite a la mujer que se relacione con otras personas. 
 Critica constantemente a su pareja. 
 Utiliza diversas estrategias y/o trucos para que la mujer no se marche o vuelva a su 
lado. 
 Es muy celoso. 
 Repite su conducta violenta en sucesivas relaciones con otras mujeres. 
 Explica su conducta violenta para que parezca que lo que ha hecho es correcto. 
 Echa la culpa al trabajo, al dinero, al alcohol, etc. 
 Responsabiliza de su comportamiento violento a la mujer. 
 No asume la responsabilidad de su conducta violenta, ni considera el problema como 
propio. 
 No piensa que exista ningún problema. 
 
2.3 Indicadores de vulnerabilidad a la violencia 
El problema de la violencia en las relaciones no se limita a las parejas casadas con hijos e 
hijas. Puede ocurrir durante la primera cita o después de tres años de salir juntos, 
involucra los mismos aspectos de poder y control que la violencia conyugal. 
 
Algunas de las señales de violencia en el noviazgo se caracterizan por su sutileza, como 
las que se atribuyen al amor romántico; otras son muy evidentes como las que se 
describen a continuación (Barris, 1996 y Almacén de Recursos, 1995). Foward, (1993) 
Ferreira (1995) y Montiel (1999 y 2000), coinciden al señalar una lista de conductas o 
actitudes que pueden ser señales de alerta, las cuales se pueden detectar en el noviazgo 
y en ocasiones se presentan de manera sutil: 
22 
 
1. Controla la forma de vestir, de maquillarse, de actuar, de hablar, de pensar. 
2. Tiene celos de amigos y hasta de familiares. 
3. Critica constantemente. 
4. Todo el tiempo quiere estar con la pareja o saber qué es lo que hace. 
5. Manipula o chantajea, para lograr convencer que haga o deje de hacer cosas. 
6. Culpa de todo lo que sucede y convence de que así es. 
7. No reconoce ninguna responsabilidad sobre la relación. 
8. Hace escándalos en público y privado por lo que la pareja u otros dijeron o hicieron. 
9. No pide disculpas por nada. 
10. Induce sentimientos de lástima al justificarse o insistir con su vida desdichada o su 
infancia infeliz. 
11. Nunca aprueba ni estimula de manera auténtica los actos o cualidades de la pareja. 
 
2.4 Actitudes violentas en el noviazgo 
La violencia entre los jóvenes no es un fenómeno indiscriminado adopta dos formas 
distintas: 
 
La violencia de agresión: que se encuentra entre personas vinculadas en una relación 
de tipo simétrico, es decir igualitaria. Aquí ambos reivindican su pertenencia a un mismo 
status de fuerza y poder, independiente de la fuerza física, ya que quién domina en lo 
corporal puede no dominar en lo psicológico (Pérez, 2003). Esta agresión también 
llamada violencia simétrica se genera en situaciones de desafío en el que no trata de 
imponerse al otro; la víctima es la que suele llevar los golpes, pero no se somete, se las 
arregla para continuar la lucha, la agresión es abierta y existe el sentimiento de culpa 
(Maldonado, 2005). 
 
23 
 
La violencia complementaria (violencia de castigo): es aquella que tiene lugar entre 
personas implicadas en una relación de tipo complementario, es decir, desigualitaria. Se 
manifiesta en forma de castigos, torturas o falta de cuidados. Uno de los miembros de la 
pareja reivindica una condición superior a la del otro y a menudo el receptor está 
convencido de que tiene que conformarse con la vida que le imponen (Pérez, 2003). En 
ésta relación hay un fuerte y un débil, el fuerte se cree con derecho de castigar al débil. 
Es más oculta, se rechaza todo tipo de intervención profesional o de control social, no hay 
sentimientos de culpa y si una cierta sanción cultural que justifica la violencia del fuerte 
(Maldonado, 2005). 
 
Noviazgo violento. 
De acuerdo con Ruiz y Fawcett (1999), en un estudio realizado sobre los rostros y 
máscaras presentes en la violencia, encuentran que un gran número de mujeres 
adolescentes son golpeadas, amenazadas y humilladas por sus novios. La violencia en el 
noviazgo se manifiesta por el abuso físico, emocional, económico o sexual. Puede ocurrir 
durante la primera cita o después de años de salir juntos. Sus efectos tienen un impacto 
destructivo en la salud física, mental y en la vida social de los jóvenes, quienes viven el 
mismo dolor, deterioro y confusión que las mujeres adultas maltratadas. En donde 
algunas de las consecuencias son: depresión, aislamiento, fracaso escolar y bajo 
rendimiento laboral. La violencia en elnoviazgo puede ser el inicio de una vida en pareja y 
posteriormente en familia, marcada por el maltrato. 
 
Además la adolescencia imprime características únicas a la violencia en el noviazgo, lo 
que la hace diferente a otros tipos de violencia entre adultos. Es una etapa de propensión 
a experimentar, a rebelarse y las relaciones más importantes son las de amistad; se 
depende del grupo de amistades para descubrir la identidad personal. 
 
Un muchacho que quiera cumplir cabalmente con el rol de género masculino tradicional 
será propenso a la violencia: aparentar actividad sexual, ser quien tome las decisiones en 
la relación de pareja, dominar y controlar las actividades y comportamientos de ella, 
probar constantemente que él es “hombre” a través de actos agresivos y dureza por temor 
al estigma de la homosexualidad, esperar que la novia renuncie a sus intereses o a otras 
relaciones y dé la máxima prioridad a su relación con él. Por otro lado, una adolescente 
24 
 
puede ceder a la presión del grupo e intentar cumplir con las prescripciones del rol de 
género femenino tradicional: creer que puede cambiar al hombre que ama, sentirse 
culpable por los problemas y responsable del funcionamiento de la relación, pensar que 
jamás encontrará otro novio, lo que la pondrá en riesgo de involucrarse en relaciones 
potencial y abiertamente violentas. 
 
En este sentido Rivera (2005), menciona que cuando los varones inician la búsqueda de 
una pareja, llevan como marco de referencia la condición masculina tradicional aprendida 
durante su vida; por ejemplo: no mostrar emociones de afecto, tristeza, imponer sus ideas 
y creer que tienen la razón, golpear cosas, etc. Cuando existe un conflicto en las 
relaciones de noviazgo, las personas maniobran para que la pareja incremente el vínculo 
afectivo y el compromiso hacia ella, usando el control, con intentos de golpes en lo cual 
reaccionan diciendo: “no me digas lo que debo de hacer”, esa reacción puede ir 
acompañada con azotar la mesa, golpear la pared, levantar la mano con el intento de 
golpearla o golpear objetos. 
 
2.5 Motivos por los que un adolescente permanece en una relación violenta 
 
Diversas investigadoras de la condición de la mujer coinciden en que la principal carencia 
de las mujeres en general y de las maltratadas en particular, es una inadecuada 
autoestima (Ferreira, 1992, Lagarde, 1992). La baja autoestima es definida por Ferreira 
(1992) como las condiciones de menoscabo de la propia persona, que se encuentran 
incorporadas a la personalidad como secuela de crianza, propiciadas por un contexto 
social en que la mujer ocupa un lugar secundario. En el caso de las mujeres que sufren 
violencia, la baja autoestima representa un obstáculo enorme para que puedan salir 
adelante. Por otro lado, se han encontrado otros factores que atrapan a las mujeres en 
relaciones violentas, tales como las creencias acerca del amor, las amenazas, los efectos 
del abuso. Además, para las mujeres jóvenes influyen las características propias de la 
adolescencia. Ser menor de edad, vivir con la familia, asistir a la misma escuela, vivir en 
la misma área, formar parte del mismo grupo de amigos y amigas, confiere aspectos 
únicos a la violencia entre novios adolescentes. Por eso se puede decir que los factores 
que intervienen para que una joven permanezca en una relación abusiva son sumamente 
complejos. Una combinación de baja autoestima e ideas románticas acerca del amor 
25 
 
puede influir en que una muchacha niegue el abuso y permanezca en una relación 
violenta. 
 
Algunos de estos factores se describen con más detalle a continuación: 
 
Creencias acerca del amor 
 Interpreta equivocadamente los celos como prueba de amor. 
 Cree que el amor implica sufrimiento. 
 Ve a la relación amorosa como única alternativa para salir de un hogar represivo o 
conflictivo. 
 Cree que se puede cambiar al hombre que ama de manera romántica. 
Baja autoestima 
 Se siente culpable por el problema. 
 Se siente responsable del funcionamiento de la relación. 
 Cree que jamás encontrará otro novio. 
Amenazas 
 Recibe amenazas respecto de que él se suicidará (haciéndola sentir que la vida de él 
depende de ella). 
 Tiene miedo de que él pueda lastimarla si pone fin a la relación con él. 
 Teme estar sola y ser rechazada por otras personas. 
Efectos del abuso 
 Intenta enfocar sólo los buenos tiempos y minimiza la violencia para poder superarlo. 
 Tiene vergüenza de decírselo a alguien y trata de manejar sola el problema. 
 Tiene sentimientos de desvalorización, degradación, humillación, como resultado del 
abuso que deteriora gradualmente su salud mental. 
 
2.6 Cómo influyen los medios de comunicación en la violencia 
 
Numerosas investigaciones realizadas en los últimos años correlacionan que en los 
hogares donde se abusa de la televisión, se suele respirar un ambiente de violencia, 
26 
 
desorden, egoísmo, insolencia, malos modales, falta de creatividad y de valores que, 
lógicamente los medios de comunicación reflejan de forma general el modelo cultural en 
el que se desenvuelve nuestra sociedad y los valores que imperan en la misma. 
Lamentablemente de la violencia se habla bastante, pero la realidad es que se sabe poco, 
y se ha estudiado menos. 
 
Y por último, en nuestra sociedad de la información los medios de comunicación social 
cumplen una función trascendental como instrumentos socializadores en nuestra 
sociedad contemporánea, con un fuerte impacto en la configuración de los valores, 
creencias y actitudes de las personas que se desenvuelven en ella. 
 
Sin entrar en el debate de si la violencia y la agresividad tienen un componente fisiológico, 
parece que algunos datos apuntan a que sí, como el hecho de la aparición de 
determinado gen en las personas agresivas. O el hecho de que suele encontrarse 
también cierta predisposición a actuar agresivamente en aquellas personas con daños o 
anormalidades en los lóbulos frontales o temporales del cerebro. No se puede dejar de 
reconocer su fuerte influencia sociocultural, donde influye desde el entorno social donde 
se desenvuelve el sujeto, su familia y amistades y por supuesto los instrumentos 
culturales de la sociedad, de los cuales los medios de comunicación social, tanto los 
tradicionales, prensa, cine y televisión, como los novedosos, Internet y videojuegos, que 
son los que muestran un impacto más significativo. 
 
Las manifestaciones violentas, no todas, pero si una gran parte, tienen una influencia en 
el entramado social y familiar en el que nos desenvolvemos. 
 
Algunos estudios han llegado a estimar que los niños al terminar sus estudios han llegado 
a observar unos 8000 asesinatos y más de 100.000 actos violentos. En el caso de la 
familia, la situación es más o menos similar, de manera que aquellas familias donde los 
padres actúan de forma violenta entre sí y contra sus hijos, éstos después replicarán el 
mismo comportamiento con sus propios hijos o con sus hermanos y hermanas. 
 
27 
 
Por lo tanto, estas dos instituciones son parte determinante y responsable de las 
conductas violentas que reflejan los adolescentes, y con más significación de lo que 
podamos realizar. La violencia en los medios de comunicación es la causa directa de la 
violencia en la sociedad, causando graves perjuicios en los espectadores, especialmente 
en los niños y los adolescentes que les lleva a la realización de conductas violentas, y 
otra, los medios de comunicación lo único que hacen es reflejar la violencia de la 
sociedad. 
 
Un fuerte argumento para una de las posiciones se encuentra en los trabajos realizados 
por el psicólogo social Bandura, que demostró a través de diferentes estudios 
experimentales, que el aprendizaje vicario, es una de las formas a través de las cuales el 
ser humano aprende el comportamiento, y ello ocurre no sólo mediante la observaciónde 
modelos reales, como podrían ser los padres, sino también a través de modelos vicarios, 
como serían las películas o los programas de televisión. Los resultados de estos trabajos 
apuntaron una serie de hechos significativos, que podrían sintetizarse en el asumir que la 
exposición de los niños y adolescentes a la observación de acontecimientos violentos, 
aumenta la probabilidad de que lleguen a actuar de forma más violenta. 
 
Aunque los trabajos de Bandura aportaron una coherencia explicativa para comprender 
como se aprendían las conductas violentas. Hoy se sabe que la exposición a escenas 
violentas no afecta a todos por igual, ni siempre afecta en el mismo sentido y dirección. Y 
bajo esta perspectiva el número de actos violentos que se muestran en los programas de 
televisión son tan numerosos que perfectamente pueden ir creando un comportamiento 
agresivo en los receptores. 
 
Uno de los trabajos más serios, por lo menos en donde se conoce que se han realizado 
para el análisis de los contenidos violentos es el realizado por Federman en 1997 
"National Televison Violence Study", y de él se desprende que en la televisión en EE.UU. 
entre 1994 y 1996 entre el 58 por ciento y el 61 por 761 de la programación televisiva 
contenía escenas violentas en las que se usaba la fuerza física o se amenazaba con 
utilizarla. Según un trabajo de la "Secretaría de Estado de Seguridad de nuestro Ministerio 
del Interior" un español vio en 1996 semanalmente en la televisión: 887 homicidios, 155 
28 
 
asesinatos, 70 parricidios y 1308 violaciones. En síntesis se puede decir, que la violencia 
invade la programación, más todavía cuando los actos violentos aparecen también de 
forma embellecida y saneada. 
 
Con estos preocupantes datos, cabe ahora plantear la pregunta ¿influye la violencia 
presentada por los medios de comunicación en la violencia real mostrada por los niños y 
adolescentes? Es cierto, que hay comportamiento que los niños y adolescentes tienden a 
reproducir después de haberlos observado en las películas o los programas de televisión, 
se puede recordar el caso de un niño de 15 años en Lake City que disparó a su hermano 
de 10 años y contra su madrastra para imitar la película "Asesinos natos" de Oliver Stone. 
Este ejemplo, y otros, se llega a la conclusión que existen comportamientos del mundo 
real que pueden haber encontrado una fuerte inspiración en los medios de comunicación 
social, sobre todo en los audiovisuales y los juegos informáticos. 
 
Es también cuestión de señalar, que en la influencia de los medios de comunicación 
interviene también la maduración del receptor, de forma que los estudios realizados 
apuntan que la influencia es mucho mayor en los niños y adolescentes que en los adultos, 
lo cual es lógico también suponer por la formación de la personalidad. 
 
En cuanto a la familia, además de evitar la exposición, o sobreexposición, a los 
contenidos violentos, las medidas no deben de ir por la censura, sino más bien por la 
observación, la discusión y el análisis de los programas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
29 
 
CAPÍTULO 3. RELACIÓN DE PAREJA 
 
3.1 Amor Constructivo y Destructivo 
 
Cuando comienza a construirse un edificio, los recursos económicos desaparecen 
(literalmente) bajo tierra. Durante semanas, y en ocasiones durante meses, no se nota 
ningún avance. Los inversionistas reclaman desesperados. Llevamos varios millones 
gastados, ¿dónde están? El arquitecto debe siempre explicar: ¿Construir los cimientos del 
edificio es lo más tardado y con frecuencia lo más costoso, pero es lo más importante? 
 
Un edifico sin el soporte de buenos cimientos está condenado, tarde o temprano, a 
derrumbarse. Un árbol sin raíces sanas está destinado a secarse. Un hombre sin el 
antecedente de una buena juventud está destinado a sufrir y, en muchas ocasiones, a 
fracasar. 
 
En la adolescencia los jóvenes comienzan a experimentar reacciones a los estímulos del 
medio que antes no conocían. Al mismo tiempo descubren la existencia de ideas, anhelos 
y sentimientos exclusivos para compartir con una pareja del sexo opuesto. Ni los padres, 
ni los hermanos, ni los amigos más allegados pueden participar de esos sentimientos. Los 
jóvenes necesitan el noviazgo. La juventud es época de construir cimientos. El noviazgo 
es necesario en la juventud. El noviazgo debe ayudar a construir los cimientos. 
 
Amistad Previa 
 
La definición del noviazgo puntualiza que es un compromiso moral de trato afectivo 
adquirido entre dos excelentes amigos. Dice un viejo proverbio oriental: ¿Cásate con la 
persona que si fuera de tu mismo sexo sería tu mejor amigo?. Los cónyuges, antes que 
cónyuges, deben ser amigos, los mejores amigos. En caso contrario, su matrimonio está 
destinado a fracasar. Los novios, antes de novios, deben también, con las mismas 
connotaciones, ser excelentes amigos. 
Hay muchos amigos de sexos opuestos, incompatibles para ser novios, pues no ¿les 
nace? mantener trato afectivo. Los jóvenes buscan constantemente a la pareja adecuada. 
Con frecuencia se equivocan, se decepcionan y comienzan de nuevo. El riesgo de caer 
30 
 
continuamente es endurecerse, perder sensibilidad y, tarde o temprano, llegar a la 
soledad nociva. 
 
En cierto programa de televisión, una atractiva chica de bachillerato comentaba: ¿Tengo 
mala suerte, mis noviazgos no duran más de un mes; este año llevo diez?. El joven que 
inicia y rompe continuamente relaciones afectivas en realidad ya no se encuentra en el 
cuadro del noviazgo. Ha caído, sin percatarse, a la soledad nociva. 
 
El verdadero noviazgo, cuando termina, invariablemente conlleva a un knock out 
(confusión sexual o decepción). 
 
Hay dos enfermedades típicas: Una enfermedad del noviazgo se llama idealización. 
Algunos síntomas son: perder los estribos por alguien a quien ni siquiera conocemos bien; 
ver acercarse un cuerpo atractivo sintiendo cómo flaquean las piernas y palpita el 
corazón; imaginar que ese atractivo cascarón debe contener una esencia extraordinaria y 
empeñarse en ello. Cuando un amigo nos hace ver los defectos del ser idealizado, nos 
enfadamos y lo tildamos de mentiroso. Entonces el amigo se aleja murmurando que el 
amor es ciego. Pero el verdadero amor no es ciego. La idealización sí. 
 
La otra es estar enamorados de un cuerpo, solemos enfermar también de premura 
pasional: se despierta en nosotros un constante deseo de besar, abrazar, sentir la 
cercanía del otro. No concebimos una entrevista en la que simplemente platiquemos o 
convivamos, pues la razón principal (y única) de estar al lado de ese extraordinario cuerpo 
es encender las sensaciones del nuestro. 
 
En el noviazgo constructivo hay trato afectivo y caricias, pero no se basa en el amor de 
los cuerpos; por lo tanto, no sufre la enfermedad de idealización ni de premura pasional. 
El noviazgo constructivo se caracteriza por momentos muy intensos de crecimiento y 
ayuda recíproca, brindando, a la vez, suficiente tiempo y espacio libre para la 
individualidad de ambos. En él, los jóvenes se frecuentan moderadamente, se escriben 
cartas, se reservan detalles románticos, se comunican a nivel profundo, se sienten 
entusiasmados, alegres y motivados por la relación. Lo más importante, en los novios 
constructivos, es que hablan claro y saben establecer reglas y propósitos. Dejan por 
sentado, de mutuo acuerdo, algunos aspectos como: 
31 
 
 Los horarios y días para verse. 
 Las metas individuales y de pareja. 
 Las formas de demostrarse confianza. 
 Las actitudes de ayuda y apoyo. 
 Hasta dónde llegar en cuestión de caricias y sexo. 
 Ambos se disciplinan y se ayudan a mantener las reglas. Cuando uno falla, el otro 
está en pie, y viceversa. 
 Un noviazgo constructivo tiene reglas, ayuda al progreso individual, motiva a crecer y 
proporciona paz interior. 
 
Noviazgos destructivos: Cuando alguien no desea estudiaro trabajar lo suficiente, cuando 
no le interesa hacer deporte con disciplina ni tiene el valor para enfrentar retos 
importantes, buscará novio o novia y se aplastará a su lado evadiendo sus 
responsabilidades. 
 
Los noviazgos destructivos asfixian, acosan, restan movilidad, tiempo, libertad. Obstruyen 
y dificultan estudios, trabajos, deportes, relaciones familiares y amistades. 
 
Un novio destructivo, por ejemplo, no escribirá cartas a su novia, querrá acompañarla a 
todos lados, estará constantemente tratando de experimentar con ella besos y caricias 
profundos, buscará sólo el lado sexual de la relación, le hablará por teléfono a todas 
horas, querrá verla desde temprano y procurará despedirse ya entrada la noche; además, 
mostrará celos, amenazas y manipulación. 
 
Un noviazgo destructivo no tiene reglas, se interponen en el progreso individual, 
desmotiva, crea conflictos emocionales y quita la paz interior. 
 
 
3.2 Celos. 
 
Los celos parecen ser un tema recurrente en los vínculos interpersonales, ya sean estos 
amistosos, laborales, familiares o románticos. Esta emoción, potencialmente cegadora. 
Las publicaciones científicas sobre terapia cognitiva de los celos en la pareja no están 
muy difundidas, sobre todo en el ámbito local. 
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Para comenzar, es necesario explicar, en primer término, qué son los celos. Una posible 
definición acerca del celo romántico la dan Echeburúa y Fernández Montalvo (2001), 
quienes lo describen como “un sentimiento o una emoción que surge como consecuencia 
de un exagerado afán de poseer algo de forma exclusiva y cuya base es la infidelidad -
real o imaginaria- de la persona amada” (p. 15). Por otro lado, Buss y Smith (1993) 
entienden a los celos en términos de estrategias de afrontamiento que permiten mantener 
y consolidar las parejas. Según estos autores, la pareja sexual tiende a satisfacer dos 
necesidades humanas fundamentales: sobrevivir y procrear. Apuntalados por estas 
metas, el celo es funcional a ellas al generar dos tipos de acciones: vigilancia (i.e., control) 
y violencia (i.e., eliminación). Por su parte, Fernández Liporace (2001) explica que cuando 
los celos son moderados, revelan sabiduría emocional y funcionan como una respuesta 
anticipatoria que previene o intenta prevenir la infidelidad y la consecuente pérdida 
posible de la pareja. A su vez constituyen un estado emocional episódico, no permanente, 
una respuesta ante una amenaza que origina acciones específicas para eliminarla. 
Clanton (1998) considera que los celos son sentimientos displacenteros que expresan el 
temor a la pérdida de la pareja o el desagrado frente a una experiencia real o imaginaria 
referida a la experiencia emocional que su pareja ha tenido o tenga con una tercera 
persona. Tales experiencias evocan diferentes fases de los celos: enojo, rabia, 
humillación, ansiedad, tristeza y depresión. Se podría inferir entonces, a partir de las 
diversas definiciones expuestas, que los celos se refieren a una emoción que hace 
alusión al temor, creencia, o sospecha que algo preciado está en peligro de perderse, y a 
su vez, previene o intenta prevenir la infidelidad a partir de la percepción de que una 
relación significativa está amenazada y puede llegar a desaparecer como consecuencia 
de la acción de una tercera persona, con independencia de que dicha amenaza sea real o 
imaginaria. 
 
Los celos son tomados como una cuestión importante en las relaciones románticas: son 
clasificados como uno de los problemas más frecuentes experimentados en las relaciones 
íntimas (Zusman & Knox, 1998), constituyen probablemente la situación en la que se 
observan con mayor frecuencia, y se los adjetiva tanto como celos amorosos, sexuales o 
románticos (González Monclús, 2005). Dada la trascendencia de dicha temática y la 
escasa información de la misma, es que se inicia la recopilación, investigación y lectura 
para el estudio y una mayor comprensión del abordaje de los celos en la pareja. 
 
33 
 
Los celos patológicos presentan manifestaciones clínicas en varios niveles: en el plano 
emocional es frecuente la ansiedad y/o agresividad; en el nivel cognitivo, los 
pensamientos intrusivos relacionados con la infidelidad; y, en el nivel conductual, las 
demandas de seguridad o rituales compulsivos (motores y verbales) con el objeto de 
controlar al cónyuge (Albuquerque & Soares, 1992; Cobb & Marks, 1979; Mooney, 1965; 
Vaz Serra, 1982). 
 
La realidad es que los celos, tal como explicó en 1947 el psiquiatra Boris Sokiloff, uno de 
los primeros estudiosos del tema “no sólo están implicados en la naturaleza humana, sino 
que son la emoción más básica y omnipresente en todos los aspectos de las relaciones 
humanas”. Todos los tenemos, pero no de la misma forma, ni del mismo tipo. 
 
Clasificando los celos 
 
En 2007, los psicólogos Robert Brigle y Robert Rydell, establecieron dos categorías de 
celos que, según explicaron en un estudio publicado en la revista Social Behavior and 
Personality, deben estudiarse por separado. Por un lado están los celos reactivos y que 
parten de componentes emocionales, y por otro los celos de sospecha, que parten de 
componentes cognitivos y conductuales. 
 
Distinguir entre uno y otro tipo de celos es vital, en la medida en que los celos reactivos 
están justificados, y los de sospecha no. Los celos reactivos, según explican Bringle y 
Rydell en su estudio, son más fuertes en las parejas con fuerte interdependencia y una 
gran confianza mutua, el sentir un celo reactivo, no deja de ser algo positivo, pues 
significa que realmente sientes algo por la otra persona. 
 
Los celos de sospecha, por el contrario, aparecen sin la necesidad de que haya una 
indicación real de traición o infidelidad, y no son tanto un problema de pareja, como de la 
persona celosa, que suele tener inseguridad, ansiedad o baja autoestima. Se trata de los 
celos que deben de evitarse, en la medida en que no responden a una realidad, y son los 
más peligrosos para la pareja. Distinguir entre uno y otro es vital, en la medida en que los 
celos reactivos están justificados, y los de sospecha no. 
 
34 
 
Como es habitual en todos los temas relativos al amor, la corriente evolucionista trata de 
explicar la aparición de los celos como un mecanismo biológico orientado a la 
preservación de la especie. En un estudio publicado en julio en la revista Philosophy & 
Technology, el investigador del Oxford Uehiro Centre for Practical Ethics Brian Earp, 
asegura que “los celos cumplen una función positiva para nuestra especie, pues logran 
que las familias permanezcan unidas y los padres se centren en la crianza de los hijos”. 
Los celos, explica, liberan oxitocina, la célebre “hormona del amor”, cuya administración 
artificial podría ayudar a salvar a los matrimonios en peligro. 
 
Los celos no solo son de distinto tipo, además, aparecen por distintos motivos en hombre 
y mujeres. Los hombres son mucho más celosos respecto a la infidelidad sexual, pero no 
les importa tanto la infidelidad emocional. En las mujeres ocurre lo contrario, no soportan 
la infidelidad emocional, pero son más permisivas con la infidelidad sexual. 
 
Al margen de las teorías evolucionista –que siempre tendrán defensores y detractores-, lo 
que parece claro es que sentir celos es, en la mayoría de los casos, algo natural, y no 
necesariamente negativo. 
 
 
3.3 Relación de pareja. 
 
Una definición general de pareja puede ser: dos personas procedentes de familias 
distintas, generalmente de diferente género, que deciden vincularse afectivamente para 
compartir un proyecto común, lo que incluye apoyarse y ofrecerse cosas importantes 
mutuamente, en un espacio propio que excluye a otros pero que interactúan con el 
entorno social. 
 
En nuestra cultura es importante la condición de proceder de familias distintas, ya que se 
orienta a evitar las relaciones de parejas consanguíneas, esdecir es la base del tabú del 
incesto en nuestra cultura presente ya desde los tiempos de Edipo. La consideración del 
género tiene una importancia relativa desde el punto de vista de la reproducción, este 
tema en la actualidad con el reconocimiento de los matrimonios homosexuales y sus 
derechos de adopción está siendo revisado social y jurídicamente hablando, sin embargo 
desde un punto de vista estadístico y demográfico la mayoría de las parejas son 
heterosexual y esta es una condición necesaria para la reproducción. El elemento 
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fundamental de esta definición, es “Compartir un proyecto”, esto supone antes que 
nada compartir expectativas de futuro conjuntas; este es el ingrediente que consolida a 
una pareja y la distingue de un simple ligue. 
 
Para resumir ser pareja implicaría un intercambio en el plano relacional, orientado hacia 
el futuro, este intercambio no debería ser desigual (basado en la relación en que uno da y 
el otro recibe), es una relación que implica una cualidad de exclusividad, la pareja suele 
ser un espacio cerrado del cual deberían quedar excluidos los otros. En definitiva la 
pareja es una de las relaciones más intensas en las que se involucran los seres humanos, 
después de sus propias familias de origen, es una unidad de gran complejidad, en donde 
dos personas con sus propias historias de vida se unen aportando un enorme potencial 
de pensamientos, emociones y acciones, que no solo interactúan entre sí en el presente, 
sino que sus propios pasados los influyen e impactan en la construcción de su proyecto 
de futuro. 
 
A lo largo de la historia reciente podemos distinguir tres modelos fundamentales de “ser 
pareja”. En primer lugar tenemos la pareja patriarcal, más propia de los tiempos pre-
modernos época de matrimonios concertados por las familias, de corte más bien desigual, 
donde la división del trabajo estaba rígidamente regida por el género. El marido en esta 
pareja ocupa un lugar de superioridad era la “cabeza de familia”. Su responsabilidad 
básica era trabajar y ser sustento económico de la familia. Mientras que la mujer ocupa 
una posición jerárquica inferior, sus responsabilidades son la gestión cotidiana de los 
asuntos domésticos y especialmente la crianza y educación de los hijos. 
 
La incorporación de la mujer al mercado del trabajo, transformó la estructura de pareja. 
Hombres y mujeres progresivamente son considerados iguales en derechos, y pueden 
mirarse como iguales. La base del vinculo es el “enamoramiento”, la pasión, que apuntan 
a una fusión total en los primeros momentos de la pareja. El género pierde su papel 
regulador de la división de las responsabilidades, abriendo el campo a la negociación, las 
responsabilidades son compartidas (económicas, tareas domésticas y crianza de los 
hijos) y tienen a convivir en espacio diferenciados al resto de su familia extensa. Y en los 
últimos tiempos, se ha venido abriendo paso un nuevo modelo de “ser pareja”, fruto de los 
cambios que ha sufrido la propia sociedad. 
 
36 
 
La pareja postmoderna sienta sus bases en el hedonismo, es decir, en la búsqueda del 
placer. No se trata solo de placer sexual, aunque desde luego esta en primerísimo lugar, 
además se extendían hacia una especie de culto al “ocio”, al confort, a los viajes, las 
segundas residencias, la practicas de deportes, la cirugía plástica, etc. Al punto, que la 
llegada de los hijos se puede retrasar porque “aun tenemos mucho por disfrutar de la 
vida”. Los hijos se pueden interpretar como una interrupción en la diversión. Otra 
característica importante de la pareja de nuestros tiempos, es que la posibilidad de la 
separación está abierta desde el mismo comienzo de la vida de pareja, deja de ser 
interpretada como un “fracaso”, para convertirse en un “evento normal” en el ciclo de vida. 
En estas parejas, los espacios individuales de ocio y trabajo son de suma importancia, 
hasta el punto que la pareja puede romperse si interfiere por ejemplo en el desarrollo de 
la carrera profesional de algunos de sus miembros. Los roles de género se pueden 
invertir, o existe una gran flexibilidad para interpretarlos. 
 
La elección de pareja es un proceso cuyo primer momento es la búsqueda de una 
persona que se acerque al ideal que hemos construido; éste ideal está constituido por las 
características físicas, sociales, económicas, religiosas, psicológicas, etc., que responden 
a nuestras necesidades afectivas principalmente. 
 
 
3.4 Influencia de la infancia en los conflictos actuales de la pareja. 
 
Desde la perspectiva psicoanalítica, una premisa básica para la mayoría de los 
abordajes psicodinámicos en el tratamiento de los conflictos maritales y de familia es que 
las dificultades en la pareja y en la familia son vistas con frecuencia como síntomas de 
conflictos infantiles no resueltos. 
El éxito “relativo” de la relación marital y la manera en que se aproximan y personalizan 
las tareas de toda relación de pareja está determinado generalmente, en gran medida por 
los residuos de la internalización de los padres y de los modelos de relación de los 
mismos que contribuyen de forma significativa a la propia identidad. 
 
Desde el punto de vista de la teoría del apego, según dicen Hindy y Schwrz (1994) en 
sus investigaciones sobre los antecedentes familiares y de la infancia y la influencia de 
37 
 
éstos sobre el apego romántico ansioso en las relaciones adultas, afirman: “nuestros 
datos sugieren diferentes patrones amor romántico en los adultos. Y puede verse que los 
niños crecen dentro de estos sistemas familiares donde falta el desarrollo de unas 
expectativas estables respecto al amor y al afecto. Faltando esta internalización, ellos 
tienden al conflicto emocional, a la inflación del ego, el desvalimiento, al miedo y a 
patrones defensivos que sí encontramos en sus relaciones de amor posteriores”. 
 
En un estudio realizado en España (F. López y colaboradores, 1994), también se puede 
destacar que las dos formas inadecuadas de estilo educativo, el frío y el evitativo por 
parte del padre y de la madre se relacionan con un mayor grado de insatisfacción dentro 
de la pareja. Hay evidencia de que los patrones de conducta afectivos y relacionales se 
perpetúan desde la infancia a la edad adulta. De todo esto se deduce “la existencia de 
patrones conductuales (mediadores afectivo-sociales estables) que, conformados en la 
infancia y retroalimentados a lo largo de la vida, mediatizan y predicen las conductas 
interpersonales en la vida adulta”: (F. López, 1994). 
 
Desde un enfoque de la terapia familiar transgeneracional, observamos la repetición 
de pautas a través de las generaciones, pautas reiterativas de funcionamiento, de relación 
y de estructura familiar. Pautas que continúan muy presentes y que probablemente 
continuarán en el futuro. El reconocimiento de esas pautas ofrece la posibilidad de ayudar 
a los miembros de familia y de la pareja a modificarlas. 
 
“Las necesidades humanas operan más enérgicamente en el marco familiar, con 
conflictos de amor, odio, rechazo, gratificación y celos, que constituyen un proceso 
dinámico continuo de una generación a la siguiente. La implícita o explícita asignación 
irracional de roles en la familia, los intentos inconscientes de los padres por dominar, 
rehacer o exteriorizar sus conflictos intrapsíquicos con respecto a estas profundas 
necesidades humanas, derivadas de experiencias de relación en sus familias de origen”. 
 
En una situación donde los padres tienen una situación tormentosa, de continuas 
discusiones y agresividad manifiesta, está constelación familiar aunque afecta a todos los 
hijos transmitiéndoles sentimientos de vergüenza, miedo, rechazo, agresividad, etc, cada 
uno de los hijos puede identificarse especialmente con diferentes papeles de esa 
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situación familiar, por ejemplo, uno puede identificarse más con el rol agresivo,

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