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TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO P R E S E N T A N : MARÍA DE LOS ANGELES DÁVILA JAIME ANA BERTHA OBREGÓN TORRES DIRECTORA DE TESIS: MTRA. MARGARITA MOLINA AVILÉS CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO. D. F. SEPTIEMBRE 2013 VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO EN JÓVENES DE NIVEL BACHILLERATO FACULTAD DE PSICOLOGÍA UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS DE ANA En primer lugar agradezco a Dios por darme la vida y darme los padres que tengo y la familia que somos. A mis padres por orientarme y comprenderme en los momentos más difíciles de mi vida, porque Dios no me pudo dar otra familia mejor que la que tengo, porque mis padres son incansables, jamás se han cansado de luchar en todos los aspectos y menos en luchar por la familia para mantenernos unidos. Y eso es una gran enseñanza y por ello los admiro y los amo. Por el amor y apoyo moral recibido y la confianza que siempre me brindaron, gracias por darme la fuerza para irme superando. Ignacio Obregón Sánchez Virginia Torres Izazaga A mi esposo por apoyarme en todas mis decisiones, ayudándome a lograr mí meta. Julio Uriel Ramírez Salinas A mis hijos que han sido mi mayor motivación, para nunca rendirme en los estudios y ser un ejemplo para ellos ya que han sido un gran apoyo en los momentos que los necesito, los amo a los tres. Hermes Uriel, Zahira Irlanda y Kathya Monserrath Ramírez Obregón A mis hermanas, hermanos y sus familias por apoyar mis sueños alentándome a lograrlos, por sus palabras emotivas, por su amor y apoyo en todo momento, gracias. Ignacio, Hernán, Ma. de la Luz, Marcela, Olga Lilia, Aldo A mi compañera de tesis que más que ser una compañera fue una gran amiga y guerrera a lo largo de esta tesis, gracias por tu paciencia y tolerancia que sin ello no hubiéramos terminado. Debo agradecer de manera especial y sincera a nuestra directora de tesis por la culminación de esta meta que sin ella no hubiera sido posible, gracias a su apoyo, orientación, paciencia y tolerancia. Mtra. Margarita Molina Avilés. Por último quiero darle las gracias muy en especial a la vida que me ha dado tanto, porque yo volví a nacer y Dios me dio esta oportunidad de estar aquí y lograr esta meta gracias, Dios. AGRADECIMIENTOS DE ANGELES A la Universidad Nacional Autónoma de México por brindarme la oportunidad de ésta segunda carrera, sintiéndome profundamente agradecida. A mis hijas por su comprensión, paciencia y tolerancia por todos los momentos que las prive de mi presencia. Andrea y Paula Deseo manifestar mi agradecimiento por la valiosa ayuda, paciencia y consejos, en la dirección de la presente Tesis. Mtra. Margarita Molina Avilés. Agradecemos a los sinodales que contribuyeron a la revisión de la tesis. Mtro. Jorge Molina Avilés Mtra. Yolanda Bernal Álvarez Mtro. Jorge Álvarez Martínez Lic. Mario Pérez Zuviri ÍNDICE Página INTRODUCCIÓN 1 CAPÍTULO I. ANTECEDENTES 1.1 Definición de adolescencia 3 1.2 Definición de noviazgo 4 1.3 Definición de violencia 6 1.4 Autoestima 7 1.5 Autoconcepto 11 1.6 Búsqueda de identidad 11 CAPÍTULO 2. VIOLENCIA 2.1 Violencia de género 14 2.2 Causas y consecuencias de la violencia 19 2.3 Indicadores de vulnerabilidad a la violencia 21 2.4 Actitudes violentas en el noviazgo 22 2.5 Motivos por los que un adolescente permanece en una relación violenta 24 2.6 ¿Cómo influyen los medios de comunicación en la violencia? 25 CAPÍTULO 3. RELACIONES DE PAREJA 3.1 Amor Constructivo y Destructivo 29 3.2 Celos 31 3.3 Relación de pareja 34 3.4 Influencia de la infancia en los conflictos actuales de la pareja 36 3.5 Etapas y riesgos en una relación de pareja 41 CAPÍTULO 4. TRATAMIENTOS TERAPEUTICOS 4.1 Terapia Breve 43 4.2 El Psicoanálisis 48 4.2.1. ¿Por qué no el Psicoanálisis? 54 4.3 Teoría Ecológico-Sistémica 56 4.4 Teoría de Sistemas Ecológicos 56 4.4.1 Las redes y los sistemas de apoyo social 61 CAPÍTULO 5. MÉTODO 64 CAPÍTULO 6. RESULTADOS 67 CONCLUSIONES 71 REFERENCIAS 75 ANEXO 1. CUESTIONARIO 79 1 INTRODUCCIÓN Un gran número de mujeres adolescentes son golpeadas, amenazadas y humilladas por sus novios o parejas. La violencia en el noviazgo se manifiesta por el abuso físico, emocional, económico o sexual. Puede ocurrir durante la primera cita o después de tres años de salir juntos. Sus efectos tienen un impacto destructivo en la salud física, mental y en la vida social de las jóvenes, quienes viven el mismo dolor, deterioro y confusión que las mujeres adultas maltratadas. Algunas consecuencias son: depresión, aislamiento, fracaso escolar, bajo rendimiento laboral. La violencia en el noviazgo puede ser el inicio de una vida en pareja y posteriormente en familia, marcada por el maltrato. No se ha aprendido a reconocer los diferentes rostros de la violencia ni las máscaras del amor. La conducta violenta no es percibida ni por las víctimas, mujeres en su mayoría, ni por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es confundida con una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. La violencia en el noviazgo pasa desapercibida también porque el maltrato se asocia a las parejas casadas y con hijos e hijas. Padres, madres, maestros y maestras no la reconocen por la desvalorización de las relaciones amorosas entre adolescentes, ya que son consideradas como exageración o “cosas de la edad”. La violencia se práctica en diversas formas. Una dificultad para reconocer sus diferentes rostros es su asociación con el maltrato físico, que es más fácilmente reconocible por las huellas visibles que deja y porque existe forma de comprobar el abuso, mientras que la violencia emocional se caracteriza por la sutileza. La agresión verbal es una de sus manifestaciones, no deja señales visibles pero puede ocasionar el mismo daño, sufrimiento y deterioro. Por otro lado, una mujer puede ceder a la presión del grupo en intentar cumplir con las prescripciones del rol de género femenino tradicional; creer que puede cambiar al hombre que ama, sentirse culpable por los problemas, sentirse responsable del funcionamiento de la relación, pensar que jamás encontrará otro novio, lo que la pondrá en riesgo de involucrarse en relaciones potencial o abiertamente violentas. Por su inexperiencia los y las adolescentes no están preparados emocionalmente para enfrentar las decisiones y 2 conflictosde las relaciones de pareja. La búsqueda de independencia del padre y la madre es característica de la adolescencia, si las jóvenes están involucradas en una relación abusiva tienden a aislarse y a no pedir apoyo a los adultos por temor a perder la independencia lograda. Conocer cómo se enseña a ser mujer y a ser hombre; los roles de género y sus prescripciones, la socialización de género y sus diferentes resultados para cada sexo ayudan a entender cómo se va preparando el terreno para que un muchacho maltrate a su novia y para que ésta permanezca en una relación violenta. El presente trabajo tiene la intención de tratar de profundizar en las condiciones que generan la violencia entre los jóvenes. En el primer capítulo se hace una revisión de la adolescencia, etapa en la que con frecuencia aparecen las conductas de maltrato y sometimiento. En el capítulo 2 se analiza el tema de la violencia, vinculándola con el noviazgo en la etapa adolescente. El capítulo 3 se dedica a revisar las relaciones de pareja y en el capítulo 4 se presentan algunos enfoques terapéuticos vigentes en la actualidad, que aborda el tema de la violencia en la pareja. En el capítulo 5 se desenvuelve la intervención metodológica que realizamos para conocer las causas de la violencia y en el capítulo 6 se presentan los resultados. 3 CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES 1.1 Definición de adolescencia La adolescencia es una etapa de la vida que se caracteriza por un continuo crecimiento, pues es la transición entre la infancia o edad escolar y la edad adulta. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social y, por lo tanto, sus límites no se asocian a las características puramente físicas. A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada a los doce o trece años debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues está relacionada no solamente con la maduración de la psique del individuo, sino que depende de factores psicosociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar. Es oportuno recordar el significado de la palabra adolescencia (adolescere significa crecer) y el crecimiento humano se prolonga hasta los 24 años. En la búsqueda de una identidad propia durante la adolescencia, cambian tanto las expectativas propias como las ajenas. Las y los adolescentes empiezan a sentirse ambivalentes con respecto a las personas que representan la autoridad (el padre, la madre, la maestra etc.) y a lo que estas personas esperan de ellos o ellas. Se empieza a dar mayor peso a las expectativas propias. Sin embargo, no es fácil librarse de la influencia de las expectativas de los demás, lo cual las puede convertir en una fuente de conflictos durante la adolescencia. Frecuentemente existen expectativas diferentes para los varones y las mujeres, que están relacionadas con la asignación del género femenino o masculino. Los adolescentes tienen las siguientes características: No tienen experiencia para manejar los sentimientos, decisiones y conflictos que surgen en las relaciones. Reciben presión de los o las amigas para permanecer en la relación. No sabe dónde pedir ayuda. http://es.wikipedia.org/wiki/Infancia http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edad_escolar&action=edit&redlink=1 http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edad_adulta&action=edit&redlink=1 http://es.wikipedia.org/wiki/Pubertad 4 No quiere preocupar a sus padres. Se siente culpable por el problema. Se siente responsable del funcionamiento de la relación. Cree que jamás encontrará otro novio/a. Tiene miedo de que él pueda lastimarla sí pone fin a su relación con él. Teme estar sola y ser rechazada por otras personas. Tiene sentimientos de desvalorización, degradación, humillación, como resultado del abuso que deteriora gradualmente su salud mental. 1.2 Definición de noviazgo El noviazgo se define como “una relación romántica estable en la cual no existe vínculo legal ni cohabitación”, también como “la transición desde la familia de origen hacia la potencial familia de procreación en el ciclo vital humano” o se entiende que “es el contexto en el cual la pareja socializa y aprende los roles maritales futuros” (Gutiérrez, 2005). Además el noviazgo es un ritual en el que hombres y mujeres experimentan sus sentimientos amorosos hacia el otro sexo y es una oportunidad para aprender a reconocer intereses y deseos individuales, aquí lo jóvenes tratan de ensayar su identidad sexual y sus futuros roles. Este se inicia con la frescura de la edad, algunas veces de forma meditada y otras espontáneas, pero no carece de riesgos y temores para los jóvenes, porque expone su personalidad. Además tiene diferentes momentos, la etapa de atracción y encantamiento, en donde hay sentimientos de intimidad, cercanía, en donde se definen las normas y los alcances de la relación. El noviazgo es una relación social aceptada, acordada y con reconocimiento social para experimentar e intercambiar no solo palabras dulces, sino además el contacto corporal a través de besos, caricias y abrazos (Gutiérrez, 2005). 5 Algunos datos interesantes que explican porque ésta área ha tomado relevancia en el estudio de la violencia, es debido a que mundialmente la edad en que tiene lugar el matrimonio es mayor en la actualidad que en el resto de la historia en la adolescencia y juventud, y también porque se ha incrementado el porcentaje de parejas que viven juntas sin estar casadas, en las cuales podría suceder violencia. Cabe destacar que en la mayoría de los casos la conducta violenta no es percibida ni por las víctimas, mujeres en su mayoría, ni por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es confundida con una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. Incluso se podría inferir que la mayoría de las relaciones no se rompen cuando hay agresiones, como se podría pensar, debido a que comienza a haber una tolerancia al haberse establecido un vínculo con el agresor y aunque en ese momento surge un conflicto, las víctimas llegan a justificar la agresión y por lo tanto cuanto más tiempo pasa antes de que se produzca el primer episodio de violencia es más probable que la relación continúe a pesar de las agresiones, debido a que surge una contradicción por parte del agredido, ya que existe el antecedente de buenos tratos en la etapa de conquista por parte de la pareja. El noviazgo es un ritual en que hombres y mujeres experimentan sus sentimientos amorosos hacia el otro sexo y es una oportunidad para aprender a reconocer intereses y deseos individuales, aquí los jóvenes tratan de ensayar su identidad sexual y sus futuros roles. Este se inicia con la frescura de la edad, algunas veces de forma meditada y otras espontáneas, pero no carece de riesgos y temores para los jóvenes, porque expone una personalidad. Además tiene diferentes momentos, la etapa de atracción y encantamiento, en donde hay sentimientos de intimidad, cercanía, en donde se definen las normas y los alcances de la relación. El noviazgo es una relación social aceptada, acortada y con reconocimiento social para experimentar e intercambiar no solo palabras dulces, sino además el contacto corporal a través de besos, caricias y abrazos (Gutiérrez, 2005). Algunos datos interesantes que explican porque ésta área ha tomado relevancia en el estudio de la violencia, es debido a que mundialmente la edad en que tiene lugar el matrimonio es mayor en la actualidad que en el resto de la historia en la adolescencia y juventud, y también porque se ha incrementado el porcentaje de parejas que viven en unión libre, en las cuales podría haber violencia. Cabe destacar que en la mayoría de los 6 casos la conducta violenta no es percibidani por las víctimas, mujeres en su mayoría, ni por quienes ejercen la violencia, los varones por lo general, sino que es confundida con una expresión de interés y amor. Por “amor” se tolera el maltrato. 1.3 Definición de violencia Violencia contra la mujer es definida por la ONU como: “Cualquier acto de violencia basado en el género que produzca o acabe produciendo resultados de daño físico, psíquico o sexual o sufrimiento en la mujer, incluyendo amenazas de tales actos, coacción o privación arbitraria de libertad, ocurriendo todo esto tanto en el ámbito público como en el privado” (ONU, Artículo 1 de la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” Resolución 48/104 de 20 de diciembre de 1993). Formas de Violencia contra las mujeres: Malos tratos: Violencia producida en el entorno familiar por personas conocidas: pareja, padres, hijos o hermanos. Psíquicos: Amenazas Humillaciones Obligar a la mujer a que le obedezca Desprecio u ofensa hacia la mujer en público y/o en privado. Control económico, laboral y/o social Falta de respeto Insultos Aislamiento Físicos: Bofetadas, puñetazos, empujones, tirones de pelo, golpes, patadas, arañazos, quemaduras, etc. 7 Uso de cualquier tipo de armas como cuchillos, navajas, palos… Obligar a tomar medicamentos sin necesidad y/o limitación de la movilidad (no dejar salir de casa…) Sexuales: Obligar (con o sin fuerza física) a la mujer a tener cualquier tipo de relación sexual. Si existe penetración por vagina, ano o boca se considera violación. La violencia psicológica y las agresiones verbales dejan importantes secuelas o traumas en las mujeres. El desprecio sufrido destruye la autoestima y la dignidad de la mujer, que al final acepta las críticas negativas y la violencia como “castigo” por sus faltas. Cuando hay violencia física, también puede existir violencia psicológica. 1.4 Autoestima Autoestima es la experiencia de ser aptos para la vida y para las necesidades de la vida, es la vacuna de la conciencia. Es tener la confianza en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los desafíos básicos de la vida. Tener confianza en nuestro derecho de ser felices, el sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos. La autoestima en los adolescentes En un análisis (Ruiz, R. y Fawcett. G. (1999)) de 99 entrevistas con niñas de diferentes edades se vio que la confianza de las niñas en ellas mismas y su percepción del mundo es bastante elevada hasta los 11 o 12 años. Hasta esa edad, tienden a ser más perceptivas respecto a los temas de relaciones y con mentalidad abierta acerca de los sentimientos. Sin embargo, al llegar a la adolescencia, muchas aceptan los estereotipos de cómo se supone que deberían ser y reprimen sus verdaderos sentimientos. Al darse cuenta de que están perdiendo parte de sí mismas y de que esto les impide tener relaciones auténticas, su confianza se resquebraja. 8 Por el contrario, aquellas que siguen siendo honestas consigo mismas y con los demás al reconocer sus verdaderos sentimientos y expresarlos de manera apropiada, pueden mantener una relación saludable con ellas mismas y los demás. Estas chicas tienen una autoestima alta, se consideran competentes y es más probable que no se dediquen a profesiones tradicionales. En los chicos, la autoestima también desciende en la adolescencia, pero no tanto como en las chicas. Las virtudes o prácticas esenciales de las que depende la buena autoestima son vivir conscientemente, la autoaceptación, la autorresponsabilidad, la autoafirmación, vivir con determinación y la integridad personal, estos son los “Los seis pilares de la autoestima” (Virginia Satir, 2005). La autoestima es la capacidad de gustarse uno mismo, de afirmarse en cuanto al propio valor como persona, se saber aceptar libre y responsablemente las potencialidades sin falsa modestia y, aceptándolas, actuar con el compromiso y la responsabilidad que ello impone. La autoestima está irrevocablemente unida a la autoaceptación: la aceptación de nosotros mismos con todas las limitaciones y deficiencias que también nos conforman, sin culpas ni autorreclamaciones por no cubrir un ideal de perfección. Con la unión de “autoaceptación y autoestima” seremos mucho más aptos para pasar por circunstancias adversas sin que éstas nos conduzcan a autodestruirnos a través de la desvaloración, por el contrario, seremos capaces de hacer del sufrimiento o del dolor una riqueza para nuestro crecimiento. Conforme nos consideremos sujetos valiosos, buscaremos nuestro propio bien y desarrollo. La autoestima consiste en saber que somos lo que verdaderamente somos. Permisos inherentes a ser persona según Virginia Satir: a. Me concedo a mi mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine donde yo debería estar o como debería ser. b. Me concedo a mi mismo permiso de sentir que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar. c. Me concedo a mi mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene. 9 d. Me concedo a mi mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos. e. Me concedo a mi mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me de el permiso para obtenerlo. Obstáculos para el crecimiento de la autoestima: Se dan cuando los adultos: Transmiten que el niño no es suficiente. Lo castigan por expresar sentimientos inaceptables. Lo ridiculizan o lo humillan. Le manifiestan que sus pensamientos o sentimiento no tienen valor o importancia. Intentan controlarle mediante la vergüenza o la culpa. Le sobreprotegen y en consecuencia obstaculizan su normal aprendizaje y creciente confianza en sí mismo. Educan al niño sin ninguna norma, sin una estructura de apoyo, o con normas contradictorias. Niegan la percepción de su realidad e implícitamente la alientan a dudar de su mente. Tratan hechos evidentes como irreales, alterando así el sentido de racionalidad del niño. Aterrorizan al niño con violencia física o con amenazas (creando temor). Tratan al niño como objeto sexual. Le enseñan que es malvado, indigno o pecador por naturaleza. No existe una barrera mayor para el éxito romántico que el sentimiento profundo de que no se es digno de amor. El adolescente en su primera aventura amorosa que debe consumar con éxito en esta vida es con él mismo. Sólo entonces estará preparado para una relación. Sólo entonces será completamente capaz de amar, y sólo entonces estará preparado para dejar paso al amor, para aceptar que otra persona lo ame. Sin esa confianza, el amor de otra persona nunca le parecerá lo bastante real ni convincente, y en esa ansiedad buscará maneras de socavarlo. En el adolescente tener una autoestima baja, golpeada y lastimada, puede convertirlo en eterno quejumbrosos, en personas sin 10 ningún significado que nos dé un sentido en la vida, pesimistas, postergadores, anuladas, víctimas de las situaciones, y todo ello debido al concepto ya inconsciente de lo que somos y debemos esperar. Una autoestima adecuada permite un mayor contacto intrapersonal y un vínculo mucho más abierto y confiado con quienes nos rodean. La autoestima no puede depender de agentes externos (familia, raza, color de piel, posición laboral, etc.) en todo caso se estaría hablando de una “pseudoestima”. La pseudoestima se refiere a la ilusión de la autosuficiencia y autodignidad sin la realidad. Hay personas que subordinan su mente y valores a los deseos de losdemás, por su deseo de pertenecer y sentirse amados. La autoestima se aprende por imitación. Siempre tenernos dentro de nosotros mismos la posibilidad de cambiar y ser mejores. Quienes poseen autoestima se alegran de ser quienes son, no de ser mejores que otra persona. La autoestima no debe estar a merced de factores sobre los que no podemos ejercer ningún control. La autoestima es estar dispuestos a ser conscientes de que somos capaces de ser competentes para enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida y de que somos merecedores de felicidad. Esto está compuesto por dos ideas básicas: a)autoeficiencia, es decir, confianza en nuestra capacidad de pensar, aprender, elegir y tomar las decisiones adecuadas, y b) autorrespeto, es decir, confianza en nuestro derecho a ser felices. Confianza en que los logros, el éxito, la amistad, el respeto, el amor y la satisfacción personal son adecuados para nosotros. “Los desafíos básicos de la vida” incluyen aspectos tan fundamentales como ser capaz de ganarse la vida y cuidar de uno mismo; ser competente en las relaciones humanas, es decir, capaz de mantener relaciones mayoritariamente satisfactorias para ambas partes, y tener la resistencia que nos permite recuperarnos de la adversidad y preservar en nuestras aspiraciones. Decir que la autoestima es una necesidad básica del ser humano es lo mismo que decir que es esencial para el desarrollo normal y sano. Es importante para la supervivencia. Sin autoestima positiva, el crecimiento psicológico se ve perturbado. La autoestima positiva actúa, en efecto, como el sistema inmunológico del espíritu, proporcionándonos resistencia, fortaleza y capacidad de regeneración. Cuando el nivel de autoestima es bajo 11 se reduce nuestra resistencia ante los problemas de la vida. Tendemos a dejarnos influenciar más por el deseo de evitar el dolor que por el de experimentar alegría; los aspectos negativos tienen más poder sobre nosotros que los positivos. Si no creemos en nosotros mismos, en nuestra eficacia ni en nuestra bondad (así como en nuestra capacidad de ser amados), el universo es un lugar aterrador. 1.5 Autoconcepto La tendencia actualizante está inscrita en nuestros genes, el sentido del valor propio no es genético, se adquiere. Así, aprendemos a compararnos y subestimarnos sintiéndonos menos o inadecuados con respecto a los demás, tenemos la ruptura de nuestras relaciones, pues parecería que el reconocimiento y la aceptación de nuestra persona es más un favor que un derecho propio simplemente por ser “ser humano”; por lo anterior, por miedo a herir los sentimientos de los demás y obtener su rechazo, nuestra comunicación se torna selectiva. Probablemente, coincidimos en que las partes moldeadas fueron la obediencia contra la rebelión; la tranquilidad contra el dinamismo, la bulla o la travesura; los buenos modales contra la espontaneidad; la expresión cuidada, filtrada, velada y siempre bien fundamentada de nuestras emociones y sentimientos contra la expresión abierta y sincera de los mismos. Además de las implicaciones que tiene el que sofoquen una parte de nuestra totalidad, está el mensaje de una aceptación y un afecto condicionado que persistentemente recibimos. La traducción que con constancia vamos realizando en nuestras interacciones es: “si quieres que te ame, harás lo que yo diga”, “si quieres que te acepte, no des lata”, “si quieres que te escuche, no sigas quejándote o enojándote y dime las cosas de buena manera”. Con el tiempo, el significado que le damos a los mensajes externos de ser aceptados condicionando nuestros valores, actitudes y conductas a la parte de la “bola” que ha sido aceptada por los demás; así llegamos a sacrificar nuestro yo real por un yo ideal. La autoestima sienta sus bases en la infancia; nos enseñan a amarnos o despreciarnos, a ser positiva o negativamente autocríticos. 1.6 Búsqueda de identidad Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda (o más bien la construcción) de la propia identidad; es decir, la respuesta a la pregunta "quién soy en realidad". Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e 12 intereses y no sólo limitarse a repetir los de sus padres. Han de descubrir lo que pueden hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quienes son. El niño logra su identidad mediante un proceso de identificación con los demás, haciendo suyos los valores e ideas de otros. Los adolescentes, en cambio, han de formar su propia identidad y ser ellos mismos. Uno de los aspectos más importantes de esta búsqueda de identidad consiste en decidir que profesión o carrera desean tener. La confusión de la identidad típica de la adolescencia, los lleva a agruparse entre ellos y a no tolerar bien las diferencias, como mecanismos de defensa ante dicha confusión. A veces también muestran su confusión actuando de maneras más infantiles e irresponsables para evitar resolver conflictos o actuando de manera impulsiva y sin sentido. La crisis de identidad Los adolescentes pueden entrar en una etapa de crisis de identidad. Durante esta etapa analizan sus opciones y buscan llegar a comprometerse con algo en lo que puedan tener fe. Así, un adolescente puede optar por entrar en una organización, ir a la universidad, dar clases de baile, hacerse vegetariano, etc. Con frecuencia, estos compromisos de carácter ideológico o personal ayudan a formar la identidad y moldean la vida en los años siguientes. El nivel de confianza que los adolescentes tengan en sus compromisos influye en su capacidad para resolver sus crisis de identidad. De la crisis de identidad surge la fidelidad a algo, la lealtad, la constancia o la fe y un sentido de pertenencia. No es raro que la crisis de la identidad pueda durar hasta cerca de los 30 años. Si bien durante la infancia es importante confiar en otros, sobre todo en los padres, durante la adolescencia es importante confiar en uno mismo. También transfieren su confianza de los padres a otras personas, como amigos íntimos o parejas. El amor es parte del camino hacia la identidad. Al compartir sus pensamientos y sentimientos con otra persona en quien confía, el adolescente está explorando su identidad posible, y viéndola reflejada en la otra persona, a través de la cual puede aclarar mejor quien es. No 13 obstante, la intimidad madura, que implica compromiso, sacrificio y entrega, no se alcanza hasta haber logrado una identidad estable. La autoaceptación es evitar tener una relación de enemistad o guerra consigo mismo. Autoaceptación no quiere decir que no se desee cambiar, mejorar y evolucionar. Todo cambio empieza por la autoaceptación, a medida que se empieza a aceptar la realidad de lo que se ha estado haciendo, de cómo se ha vivido, es como si resultara mucho más difícil continuar haciéndolo, es decir, seguir haciendo cosas que se desaprueban, cosas que son humillantes en cuanto se deja de luchar y se aceptan, comienza el cambio. 14 CAPÍTULO 2. VIOLENCIA 2.1 Violencia de género Dentro de la teoría del aprendizaje social, en la agresión se toman en cuenta tres factores: origen, instigadores y reforzadores. El origen puede desarrollarse de tres fuentes de conductas agresivas: 1. La influencia familiar: son los primeros modelos que aprende el niño, es decir, los valores que exaltan los padres en cuanto al uso de la agresión. 2. La influencia subcultural: es el sistema social en el que se encuentra vinculada la familia y los valores de la utilización de la fuerza, es reforzada a través de una preferencia social. 3. Modelamiento simbólico: está constituida de los medios masivos de la comunicación, los cuales exaltanla violencia en las relaciones interpersonales. Sexo y género parecen sinónimos, pero existe una gran diferencia entre ellos. Sexo: Sexo biológico de las personas: Hombre y Mujer; género: es un término social que contiene un conjunto de atributos asignados a personas a partir del sexo, normas de comportamiento que cada sociedad considera adecuadas para mujeres y hombres: Femenino y Masculino. Privilegios de género y poder A causa del mayor estatus que gozan los hombres en la familia y la sociedad, tienen mayores privilegios que las mujeres, sólo por el hecho de ser hombres. Un privilegio es la ventaja que se obtiene por pertenecer a un grupo, en este caso al sexo masculino. Algunos autores han descrito cómo estos privilegios masculinos confieren cierto poder a los hombre (Kaufman, 1987; Wicky y Vargas, 1991). 15 Los varones son alentados para desarrollar mayor autonomía, es decir “la capacidad de una persona para tener poder sobre sí misma”. Comparados con las mujeres, los hombres tienen mayor facilidad para salir a la calle de noche. En el hogar, los hombres tradicionalmente han escapado a las labores domésticas. Generalmente, los hombres tienen mayores recursos dentro del matrimonio (mayor escolaridad, edad, un trabajo mejor pagado) que sus esposas y esto les proporciona más poder en la relación. Cuando un hombre y una mujer están involucrados en las mismas actividades, el trabajo del varón recibe mayor valor, por lo tanto se le proporciona mayor salario y se le considera el experto. Muchas personas, incluso las mujeres, prefieren a un profesional masculino que a una mujer. Las mujeres también disponen de privilegios, por ejemplo de ello es el trato de mayor consideración que reciben en situaciones de emergencia, cuando hay que poner a salvo, en primer lugar, “a niños, niñas y a mujeres”. Otro es la costumbre de abrirles la puerta y cederles el paso. Además para muchas mujeres que se dedican al hogar, se considera un privilegio el no tener que ser la principal proveedora de la familia. Sin embargo, se les otorga este tipo de privilegio a las mujeres por ser consideradas, junto con los niños y las niñas, en el grupo de los “débiles”. Son privilegios que no les confiere poder, exceptuando la influencia que ejercen en su relación con los hijos e hijas (Fabes y Lane, 1986). El proceso de socialización El proceso a través del cual se van desarrollando las habilidades, creencias, valores, características y conductas que una criatura humana requiere para adaptarse en forma efectiva a su ambiente, se llama socialización. Este proceso continúa a lo largo de toda la vida. En su mayor parte de la conducta humana llega a ser irreflexiva como si fuera instintiva, o natural. La familia, la escuela, el grupo de pares o los medios masivos de comunicación son los principales modeladores del comportamiento. Las mujeres son socializadas para ser pasivas y dependientes de los hombres. Son recompensadas por ejercer cuidados y mantener la paz y son desalentadas para expresar deseos o lastimar 16 los sentimientos de los demás. Raramente se les estimula a experimentar sexualmente. Los hombres, por otro lado, son socializados por medio de actividades como los deportes para ser agresivos y competitivos. En general, reciben mayor estímulo para tener experiencias sexuales y algunos son alentados para ver el sexo como un logro o trofeo que enaltece su masculinidad (Tikasz, 1996). Roles de género Los roles de género son las normas y expectativas de conducta, definidas por la sociedad como masculinas y femeninas y vistas como socialmente apropiadas por los varones y las mujeres. Por ejemplo, el rol de género masculino ubica al varón en el ámbito público, como proveedor de la familia. El rol de género femenino ubica a la mujer en el ámbito privado, en el papel de madre. Estos roles conciben a hombres y mujeres como fundamentalmente diferentes y opuestos. Tal diferencia organiza la vida social, incluyendo la asignación de actividades, modos de vestir, y formas diferentes de pensar, de expresar las emociones, de enamorarse, de enfermarse y de experimentar el deseo sexual (Bem, 1993). Estereotipos de género Los roles y los estereotipos de género están íntimamente relacionados en el proceso de socialización. Desde la niñez, la mujer y el varón reciben influencia de los mensajes familiares, sociales y culturales que modelan muchos rasgos de la personalidad y modos de comportamiento. Estos mensajes generalmente están basados en estereotipos de género, es decir, creencias sociales prefijadas y etiquetas que se han utilizado para educar a las personas según su sexo. Las principales características que el estereotipo asigna a la personalidad de las mujeres las muestra como: Pasivas, tiernas, cálidas, cariñosas, simpáticas, sentimentales, románticas, intuitivas, comprensivas, sensibles, fieles, maternales, altruistas, ilógicas, irracionales, exageradas, frívolas, vanidosas, quejosas, indecisas, inseguras, temerosas, débiles, víctimas fáciles. 17 Las características de personalidad asignadas a los varones los muestra como: Activos, fuertes, deportistas, independientes, auto-suficientes, ambiciosos, decididos, inteligentes, exitosos, generosos, conquistadores, con mayor apetito sexual, dominantes, poco emotivos, insensibles, groseros, agresivos, violentos, rebeldes, irritables, torpes, descuidados y desordenados. Un aspecto prejudicial de estos estereotipos es que conducen a la creación de prejuicios y expectativas imposibles de cumplir, ya que no toman en cuenta las cualidades individuales de cada persona. Al etiquetar algunas características como femeninas y otras como masculinas, se pierde de vista al hecho de que todas son características humanas que cualquier persona puede poseer. Esta presentación da una imagen deshumanizada fomenta inhibiciones, vergüenzas y humillaciones entre hombres y mujeres. Diversas investigaciones realizadas han mostrado que manejarse estrictamente dentro de los estereotipos de género, además de ser perjudicial para la salud, también pone a las personas en riesgo de involucrarse en relaciones violentas con los pares, la pareja y la familia (Heise, 1998). Se ha mencionado que el rol de género en las mujeres acentúa la pasividad, sumisión y dependencia. Una mujer es vista como “más femenina” cuanto más dulce y tolerante se muestre. La expresión emocional de las mujeres está asociada a sentimientos como el amor, alegría, compasión y miedo. Se sabe que el enojo es un recurso poderoso para que alguien conozca sus límites, por esto es problemático cuando no se permite su expresión o no se reconoce su presencia en la interacción (Miller, 1978). Un obstáculo importante para expresar libremente el enojo es que a las mujeres les interesa preservar, en primer lugar, la relación que mantienen con otras personas. Una de las definiciones centrales de su rol de género son las relaciones que se establecen con los y las demás. Por eso el enojo, tal como el conflicto, es percibido como amenaza para romper esa relación. Como resultado de esta prohibición, las mujeres aprenden a expresar su enojo por vías indirectas como se describe a continuación: 18 La única forma permitida a las mujeres de expresar su enojo abiertamente es en beneficio de otros: sobretodo sus hijos e hijas. Una vía indirecta de expresión de enojo que es común entre las mujeres es el modo pasivo-agresivo que se caracteriza por la negación del enojo a pesar de la agresión hacia otras personas. El chisme también es una forma velada de expresar el enojo, resentimiento y venganza. Cumple una función importante en la mujer que se siente desvalorizada, ya que decir que la otra persona está mal, la hace sentirse mejor y superior aunque sea en forma temporal (Lagarde, 1993). El chantaje, la manipulación de los puntos débiles, la actitud de víctima y las insinuaciones, también son tácticas indirectas utilizadas por las mujeres para expresar el enojo. Las mujeres tienden a desplazar su enojo hacia otras personas que no necesariamente lo provocaron, esto sucede frecuentemente con los hijos e hijas. También tienen a dirigir su enojo hacia adentro, provocando depresión o enfermedades psicosomáticas como los dolores de cabeza, espalda, colitis, dermatitis, asma. Estas restricciones hacen que se acumule el enojo y cuando por fin la mujer lo expresa, con frecuencia lo hace de manera exagerada y no asertiva. Muchas veces culmina con el arrepentimiento y termina pidiendo disculpas. Tal expresión del enojo se descalifica comúnmente con la etiqueta de “vieja histérica” o “bruja”. Sentir una emoción, pero no tener “permiso” para expresarla, es decir, no poder vivir genuinamente la experiencia, conocerla, nombrarla, y reaccionar con las emociones que evoca tiene consecuencias importantes para las mujeres tanto en su salud como en su integridad física y emocional. Por un lado, como ya se ha mencionado, tienen mayor propensión a las enfermedades psicosomáticas y la depresión. Por otro lado, no aprenden a reconocer la invasión a sus límites corporales y emocionales, lo que las coloca en una situación de vulnerabilidad al maltrato. 19 2.2 Causas y consecuencias de la violencia ¿Cómo empieza? Antes de la situación de violencia, la pareja pasa por situaciones conflictivas en la que la violencia no aparece claramente, por lo que es difícil conocer si es un comienzo de malos tratos. En las relaciones de pareja puede haber distintas formas de “machismo” que la mujer no entiende como tal: amenazas, control de la vida de la mujer, el hombre impone sus opiniones, no comparte tareas domésticas… Estos comportamientos suelen terminar en casos de violencia y causan en la mujer: Sobrecarga emocional y física Inseguridad Baja autoestima Sentimiento de culpa Impotencia Depresión En el ciclo de violencia hay una serie de fases que suelen ser repetitivas. Fase de tensión creciente: Aumenta la violencia psíquica y las agresiones verbales (insultos, amenazas…). El hombre se muestra más agresivo, pero no de forma exagerada. Fase de activación o agresión: Agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales. Destrucción de objetos comunes o de la propiedad de la mujer (platos, muebles, ropas, fotografías…). 20 Fase de arrepentimiento: La tensión del hombre desaparece. El hombre pide perdón y promete no volver a ser violento. La mujer cree que el hombre cambiará y suele perdonarlo. En general, los ataques serán cada vez más frecuentes, más intensos y peligrosos. El ciclo no se para. Consecuencias Autoestima baja. Aceptación de las conductas violentas. Dependencia de personas de autoridad. Vivencia y transmisión de actitudes sexistas. Miedo. Estrés. Ansiedad. Depresión. Incomunicación y aislamiento. Sentimiento de culpa. Dudas e indecisiones. Desmotivación. Bulimia/anorexia. Trastornos del sueño. El maltratador: Utiliza la violencia para dominar a la mujer. No es enfermo mental. 21 Fuera de casa puede ser educado, alegre, amable, seductor, solidario, atento, respetuoso. Tiene actitudes sexistas, de discriminación hacia la mujer. Dificulta o no permite a la mujer que se relacione con otras personas. Critica constantemente a su pareja. Utiliza diversas estrategias y/o trucos para que la mujer no se marche o vuelva a su lado. Es muy celoso. Repite su conducta violenta en sucesivas relaciones con otras mujeres. Explica su conducta violenta para que parezca que lo que ha hecho es correcto. Echa la culpa al trabajo, al dinero, al alcohol, etc. Responsabiliza de su comportamiento violento a la mujer. No asume la responsabilidad de su conducta violenta, ni considera el problema como propio. No piensa que exista ningún problema. 2.3 Indicadores de vulnerabilidad a la violencia El problema de la violencia en las relaciones no se limita a las parejas casadas con hijos e hijas. Puede ocurrir durante la primera cita o después de tres años de salir juntos, involucra los mismos aspectos de poder y control que la violencia conyugal. Algunas de las señales de violencia en el noviazgo se caracterizan por su sutileza, como las que se atribuyen al amor romántico; otras son muy evidentes como las que se describen a continuación (Barris, 1996 y Almacén de Recursos, 1995). Foward, (1993) Ferreira (1995) y Montiel (1999 y 2000), coinciden al señalar una lista de conductas o actitudes que pueden ser señales de alerta, las cuales se pueden detectar en el noviazgo y en ocasiones se presentan de manera sutil: 22 1. Controla la forma de vestir, de maquillarse, de actuar, de hablar, de pensar. 2. Tiene celos de amigos y hasta de familiares. 3. Critica constantemente. 4. Todo el tiempo quiere estar con la pareja o saber qué es lo que hace. 5. Manipula o chantajea, para lograr convencer que haga o deje de hacer cosas. 6. Culpa de todo lo que sucede y convence de que así es. 7. No reconoce ninguna responsabilidad sobre la relación. 8. Hace escándalos en público y privado por lo que la pareja u otros dijeron o hicieron. 9. No pide disculpas por nada. 10. Induce sentimientos de lástima al justificarse o insistir con su vida desdichada o su infancia infeliz. 11. Nunca aprueba ni estimula de manera auténtica los actos o cualidades de la pareja. 2.4 Actitudes violentas en el noviazgo La violencia entre los jóvenes no es un fenómeno indiscriminado adopta dos formas distintas: La violencia de agresión: que se encuentra entre personas vinculadas en una relación de tipo simétrico, es decir igualitaria. Aquí ambos reivindican su pertenencia a un mismo status de fuerza y poder, independiente de la fuerza física, ya que quién domina en lo corporal puede no dominar en lo psicológico (Pérez, 2003). Esta agresión también llamada violencia simétrica se genera en situaciones de desafío en el que no trata de imponerse al otro; la víctima es la que suele llevar los golpes, pero no se somete, se las arregla para continuar la lucha, la agresión es abierta y existe el sentimiento de culpa (Maldonado, 2005). 23 La violencia complementaria (violencia de castigo): es aquella que tiene lugar entre personas implicadas en una relación de tipo complementario, es decir, desigualitaria. Se manifiesta en forma de castigos, torturas o falta de cuidados. Uno de los miembros de la pareja reivindica una condición superior a la del otro y a menudo el receptor está convencido de que tiene que conformarse con la vida que le imponen (Pérez, 2003). En ésta relación hay un fuerte y un débil, el fuerte se cree con derecho de castigar al débil. Es más oculta, se rechaza todo tipo de intervención profesional o de control social, no hay sentimientos de culpa y si una cierta sanción cultural que justifica la violencia del fuerte (Maldonado, 2005). Noviazgo violento. De acuerdo con Ruiz y Fawcett (1999), en un estudio realizado sobre los rostros y máscaras presentes en la violencia, encuentran que un gran número de mujeres adolescentes son golpeadas, amenazadas y humilladas por sus novios. La violencia en el noviazgo se manifiesta por el abuso físico, emocional, económico o sexual. Puede ocurrir durante la primera cita o después de años de salir juntos. Sus efectos tienen un impacto destructivo en la salud física, mental y en la vida social de los jóvenes, quienes viven el mismo dolor, deterioro y confusión que las mujeres adultas maltratadas. En donde algunas de las consecuencias son: depresión, aislamiento, fracaso escolar y bajo rendimiento laboral. La violencia en elnoviazgo puede ser el inicio de una vida en pareja y posteriormente en familia, marcada por el maltrato. Además la adolescencia imprime características únicas a la violencia en el noviazgo, lo que la hace diferente a otros tipos de violencia entre adultos. Es una etapa de propensión a experimentar, a rebelarse y las relaciones más importantes son las de amistad; se depende del grupo de amistades para descubrir la identidad personal. Un muchacho que quiera cumplir cabalmente con el rol de género masculino tradicional será propenso a la violencia: aparentar actividad sexual, ser quien tome las decisiones en la relación de pareja, dominar y controlar las actividades y comportamientos de ella, probar constantemente que él es “hombre” a través de actos agresivos y dureza por temor al estigma de la homosexualidad, esperar que la novia renuncie a sus intereses o a otras relaciones y dé la máxima prioridad a su relación con él. Por otro lado, una adolescente 24 puede ceder a la presión del grupo e intentar cumplir con las prescripciones del rol de género femenino tradicional: creer que puede cambiar al hombre que ama, sentirse culpable por los problemas y responsable del funcionamiento de la relación, pensar que jamás encontrará otro novio, lo que la pondrá en riesgo de involucrarse en relaciones potencial y abiertamente violentas. En este sentido Rivera (2005), menciona que cuando los varones inician la búsqueda de una pareja, llevan como marco de referencia la condición masculina tradicional aprendida durante su vida; por ejemplo: no mostrar emociones de afecto, tristeza, imponer sus ideas y creer que tienen la razón, golpear cosas, etc. Cuando existe un conflicto en las relaciones de noviazgo, las personas maniobran para que la pareja incremente el vínculo afectivo y el compromiso hacia ella, usando el control, con intentos de golpes en lo cual reaccionan diciendo: “no me digas lo que debo de hacer”, esa reacción puede ir acompañada con azotar la mesa, golpear la pared, levantar la mano con el intento de golpearla o golpear objetos. 2.5 Motivos por los que un adolescente permanece en una relación violenta Diversas investigadoras de la condición de la mujer coinciden en que la principal carencia de las mujeres en general y de las maltratadas en particular, es una inadecuada autoestima (Ferreira, 1992, Lagarde, 1992). La baja autoestima es definida por Ferreira (1992) como las condiciones de menoscabo de la propia persona, que se encuentran incorporadas a la personalidad como secuela de crianza, propiciadas por un contexto social en que la mujer ocupa un lugar secundario. En el caso de las mujeres que sufren violencia, la baja autoestima representa un obstáculo enorme para que puedan salir adelante. Por otro lado, se han encontrado otros factores que atrapan a las mujeres en relaciones violentas, tales como las creencias acerca del amor, las amenazas, los efectos del abuso. Además, para las mujeres jóvenes influyen las características propias de la adolescencia. Ser menor de edad, vivir con la familia, asistir a la misma escuela, vivir en la misma área, formar parte del mismo grupo de amigos y amigas, confiere aspectos únicos a la violencia entre novios adolescentes. Por eso se puede decir que los factores que intervienen para que una joven permanezca en una relación abusiva son sumamente complejos. Una combinación de baja autoestima e ideas románticas acerca del amor 25 puede influir en que una muchacha niegue el abuso y permanezca en una relación violenta. Algunos de estos factores se describen con más detalle a continuación: Creencias acerca del amor Interpreta equivocadamente los celos como prueba de amor. Cree que el amor implica sufrimiento. Ve a la relación amorosa como única alternativa para salir de un hogar represivo o conflictivo. Cree que se puede cambiar al hombre que ama de manera romántica. Baja autoestima Se siente culpable por el problema. Se siente responsable del funcionamiento de la relación. Cree que jamás encontrará otro novio. Amenazas Recibe amenazas respecto de que él se suicidará (haciéndola sentir que la vida de él depende de ella). Tiene miedo de que él pueda lastimarla si pone fin a la relación con él. Teme estar sola y ser rechazada por otras personas. Efectos del abuso Intenta enfocar sólo los buenos tiempos y minimiza la violencia para poder superarlo. Tiene vergüenza de decírselo a alguien y trata de manejar sola el problema. Tiene sentimientos de desvalorización, degradación, humillación, como resultado del abuso que deteriora gradualmente su salud mental. 2.6 Cómo influyen los medios de comunicación en la violencia Numerosas investigaciones realizadas en los últimos años correlacionan que en los hogares donde se abusa de la televisión, se suele respirar un ambiente de violencia, 26 desorden, egoísmo, insolencia, malos modales, falta de creatividad y de valores que, lógicamente los medios de comunicación reflejan de forma general el modelo cultural en el que se desenvuelve nuestra sociedad y los valores que imperan en la misma. Lamentablemente de la violencia se habla bastante, pero la realidad es que se sabe poco, y se ha estudiado menos. Y por último, en nuestra sociedad de la información los medios de comunicación social cumplen una función trascendental como instrumentos socializadores en nuestra sociedad contemporánea, con un fuerte impacto en la configuración de los valores, creencias y actitudes de las personas que se desenvuelven en ella. Sin entrar en el debate de si la violencia y la agresividad tienen un componente fisiológico, parece que algunos datos apuntan a que sí, como el hecho de la aparición de determinado gen en las personas agresivas. O el hecho de que suele encontrarse también cierta predisposición a actuar agresivamente en aquellas personas con daños o anormalidades en los lóbulos frontales o temporales del cerebro. No se puede dejar de reconocer su fuerte influencia sociocultural, donde influye desde el entorno social donde se desenvuelve el sujeto, su familia y amistades y por supuesto los instrumentos culturales de la sociedad, de los cuales los medios de comunicación social, tanto los tradicionales, prensa, cine y televisión, como los novedosos, Internet y videojuegos, que son los que muestran un impacto más significativo. Las manifestaciones violentas, no todas, pero si una gran parte, tienen una influencia en el entramado social y familiar en el que nos desenvolvemos. Algunos estudios han llegado a estimar que los niños al terminar sus estudios han llegado a observar unos 8000 asesinatos y más de 100.000 actos violentos. En el caso de la familia, la situación es más o menos similar, de manera que aquellas familias donde los padres actúan de forma violenta entre sí y contra sus hijos, éstos después replicarán el mismo comportamiento con sus propios hijos o con sus hermanos y hermanas. 27 Por lo tanto, estas dos instituciones son parte determinante y responsable de las conductas violentas que reflejan los adolescentes, y con más significación de lo que podamos realizar. La violencia en los medios de comunicación es la causa directa de la violencia en la sociedad, causando graves perjuicios en los espectadores, especialmente en los niños y los adolescentes que les lleva a la realización de conductas violentas, y otra, los medios de comunicación lo único que hacen es reflejar la violencia de la sociedad. Un fuerte argumento para una de las posiciones se encuentra en los trabajos realizados por el psicólogo social Bandura, que demostró a través de diferentes estudios experimentales, que el aprendizaje vicario, es una de las formas a través de las cuales el ser humano aprende el comportamiento, y ello ocurre no sólo mediante la observaciónde modelos reales, como podrían ser los padres, sino también a través de modelos vicarios, como serían las películas o los programas de televisión. Los resultados de estos trabajos apuntaron una serie de hechos significativos, que podrían sintetizarse en el asumir que la exposición de los niños y adolescentes a la observación de acontecimientos violentos, aumenta la probabilidad de que lleguen a actuar de forma más violenta. Aunque los trabajos de Bandura aportaron una coherencia explicativa para comprender como se aprendían las conductas violentas. Hoy se sabe que la exposición a escenas violentas no afecta a todos por igual, ni siempre afecta en el mismo sentido y dirección. Y bajo esta perspectiva el número de actos violentos que se muestran en los programas de televisión son tan numerosos que perfectamente pueden ir creando un comportamiento agresivo en los receptores. Uno de los trabajos más serios, por lo menos en donde se conoce que se han realizado para el análisis de los contenidos violentos es el realizado por Federman en 1997 "National Televison Violence Study", y de él se desprende que en la televisión en EE.UU. entre 1994 y 1996 entre el 58 por ciento y el 61 por 761 de la programación televisiva contenía escenas violentas en las que se usaba la fuerza física o se amenazaba con utilizarla. Según un trabajo de la "Secretaría de Estado de Seguridad de nuestro Ministerio del Interior" un español vio en 1996 semanalmente en la televisión: 887 homicidios, 155 28 asesinatos, 70 parricidios y 1308 violaciones. En síntesis se puede decir, que la violencia invade la programación, más todavía cuando los actos violentos aparecen también de forma embellecida y saneada. Con estos preocupantes datos, cabe ahora plantear la pregunta ¿influye la violencia presentada por los medios de comunicación en la violencia real mostrada por los niños y adolescentes? Es cierto, que hay comportamiento que los niños y adolescentes tienden a reproducir después de haberlos observado en las películas o los programas de televisión, se puede recordar el caso de un niño de 15 años en Lake City que disparó a su hermano de 10 años y contra su madrastra para imitar la película "Asesinos natos" de Oliver Stone. Este ejemplo, y otros, se llega a la conclusión que existen comportamientos del mundo real que pueden haber encontrado una fuerte inspiración en los medios de comunicación social, sobre todo en los audiovisuales y los juegos informáticos. Es también cuestión de señalar, que en la influencia de los medios de comunicación interviene también la maduración del receptor, de forma que los estudios realizados apuntan que la influencia es mucho mayor en los niños y adolescentes que en los adultos, lo cual es lógico también suponer por la formación de la personalidad. En cuanto a la familia, además de evitar la exposición, o sobreexposición, a los contenidos violentos, las medidas no deben de ir por la censura, sino más bien por la observación, la discusión y el análisis de los programas. 29 CAPÍTULO 3. RELACIÓN DE PAREJA 3.1 Amor Constructivo y Destructivo Cuando comienza a construirse un edificio, los recursos económicos desaparecen (literalmente) bajo tierra. Durante semanas, y en ocasiones durante meses, no se nota ningún avance. Los inversionistas reclaman desesperados. Llevamos varios millones gastados, ¿dónde están? El arquitecto debe siempre explicar: ¿Construir los cimientos del edificio es lo más tardado y con frecuencia lo más costoso, pero es lo más importante? Un edifico sin el soporte de buenos cimientos está condenado, tarde o temprano, a derrumbarse. Un árbol sin raíces sanas está destinado a secarse. Un hombre sin el antecedente de una buena juventud está destinado a sufrir y, en muchas ocasiones, a fracasar. En la adolescencia los jóvenes comienzan a experimentar reacciones a los estímulos del medio que antes no conocían. Al mismo tiempo descubren la existencia de ideas, anhelos y sentimientos exclusivos para compartir con una pareja del sexo opuesto. Ni los padres, ni los hermanos, ni los amigos más allegados pueden participar de esos sentimientos. Los jóvenes necesitan el noviazgo. La juventud es época de construir cimientos. El noviazgo es necesario en la juventud. El noviazgo debe ayudar a construir los cimientos. Amistad Previa La definición del noviazgo puntualiza que es un compromiso moral de trato afectivo adquirido entre dos excelentes amigos. Dice un viejo proverbio oriental: ¿Cásate con la persona que si fuera de tu mismo sexo sería tu mejor amigo?. Los cónyuges, antes que cónyuges, deben ser amigos, los mejores amigos. En caso contrario, su matrimonio está destinado a fracasar. Los novios, antes de novios, deben también, con las mismas connotaciones, ser excelentes amigos. Hay muchos amigos de sexos opuestos, incompatibles para ser novios, pues no ¿les nace? mantener trato afectivo. Los jóvenes buscan constantemente a la pareja adecuada. Con frecuencia se equivocan, se decepcionan y comienzan de nuevo. El riesgo de caer 30 continuamente es endurecerse, perder sensibilidad y, tarde o temprano, llegar a la soledad nociva. En cierto programa de televisión, una atractiva chica de bachillerato comentaba: ¿Tengo mala suerte, mis noviazgos no duran más de un mes; este año llevo diez?. El joven que inicia y rompe continuamente relaciones afectivas en realidad ya no se encuentra en el cuadro del noviazgo. Ha caído, sin percatarse, a la soledad nociva. El verdadero noviazgo, cuando termina, invariablemente conlleva a un knock out (confusión sexual o decepción). Hay dos enfermedades típicas: Una enfermedad del noviazgo se llama idealización. Algunos síntomas son: perder los estribos por alguien a quien ni siquiera conocemos bien; ver acercarse un cuerpo atractivo sintiendo cómo flaquean las piernas y palpita el corazón; imaginar que ese atractivo cascarón debe contener una esencia extraordinaria y empeñarse en ello. Cuando un amigo nos hace ver los defectos del ser idealizado, nos enfadamos y lo tildamos de mentiroso. Entonces el amigo se aleja murmurando que el amor es ciego. Pero el verdadero amor no es ciego. La idealización sí. La otra es estar enamorados de un cuerpo, solemos enfermar también de premura pasional: se despierta en nosotros un constante deseo de besar, abrazar, sentir la cercanía del otro. No concebimos una entrevista en la que simplemente platiquemos o convivamos, pues la razón principal (y única) de estar al lado de ese extraordinario cuerpo es encender las sensaciones del nuestro. En el noviazgo constructivo hay trato afectivo y caricias, pero no se basa en el amor de los cuerpos; por lo tanto, no sufre la enfermedad de idealización ni de premura pasional. El noviazgo constructivo se caracteriza por momentos muy intensos de crecimiento y ayuda recíproca, brindando, a la vez, suficiente tiempo y espacio libre para la individualidad de ambos. En él, los jóvenes se frecuentan moderadamente, se escriben cartas, se reservan detalles románticos, se comunican a nivel profundo, se sienten entusiasmados, alegres y motivados por la relación. Lo más importante, en los novios constructivos, es que hablan claro y saben establecer reglas y propósitos. Dejan por sentado, de mutuo acuerdo, algunos aspectos como: 31 Los horarios y días para verse. Las metas individuales y de pareja. Las formas de demostrarse confianza. Las actitudes de ayuda y apoyo. Hasta dónde llegar en cuestión de caricias y sexo. Ambos se disciplinan y se ayudan a mantener las reglas. Cuando uno falla, el otro está en pie, y viceversa. Un noviazgo constructivo tiene reglas, ayuda al progreso individual, motiva a crecer y proporciona paz interior. Noviazgos destructivos: Cuando alguien no desea estudiaro trabajar lo suficiente, cuando no le interesa hacer deporte con disciplina ni tiene el valor para enfrentar retos importantes, buscará novio o novia y se aplastará a su lado evadiendo sus responsabilidades. Los noviazgos destructivos asfixian, acosan, restan movilidad, tiempo, libertad. Obstruyen y dificultan estudios, trabajos, deportes, relaciones familiares y amistades. Un novio destructivo, por ejemplo, no escribirá cartas a su novia, querrá acompañarla a todos lados, estará constantemente tratando de experimentar con ella besos y caricias profundos, buscará sólo el lado sexual de la relación, le hablará por teléfono a todas horas, querrá verla desde temprano y procurará despedirse ya entrada la noche; además, mostrará celos, amenazas y manipulación. Un noviazgo destructivo no tiene reglas, se interponen en el progreso individual, desmotiva, crea conflictos emocionales y quita la paz interior. 3.2 Celos. Los celos parecen ser un tema recurrente en los vínculos interpersonales, ya sean estos amistosos, laborales, familiares o románticos. Esta emoción, potencialmente cegadora. Las publicaciones científicas sobre terapia cognitiva de los celos en la pareja no están muy difundidas, sobre todo en el ámbito local. 32 Para comenzar, es necesario explicar, en primer término, qué son los celos. Una posible definición acerca del celo romántico la dan Echeburúa y Fernández Montalvo (2001), quienes lo describen como “un sentimiento o una emoción que surge como consecuencia de un exagerado afán de poseer algo de forma exclusiva y cuya base es la infidelidad - real o imaginaria- de la persona amada” (p. 15). Por otro lado, Buss y Smith (1993) entienden a los celos en términos de estrategias de afrontamiento que permiten mantener y consolidar las parejas. Según estos autores, la pareja sexual tiende a satisfacer dos necesidades humanas fundamentales: sobrevivir y procrear. Apuntalados por estas metas, el celo es funcional a ellas al generar dos tipos de acciones: vigilancia (i.e., control) y violencia (i.e., eliminación). Por su parte, Fernández Liporace (2001) explica que cuando los celos son moderados, revelan sabiduría emocional y funcionan como una respuesta anticipatoria que previene o intenta prevenir la infidelidad y la consecuente pérdida posible de la pareja. A su vez constituyen un estado emocional episódico, no permanente, una respuesta ante una amenaza que origina acciones específicas para eliminarla. Clanton (1998) considera que los celos son sentimientos displacenteros que expresan el temor a la pérdida de la pareja o el desagrado frente a una experiencia real o imaginaria referida a la experiencia emocional que su pareja ha tenido o tenga con una tercera persona. Tales experiencias evocan diferentes fases de los celos: enojo, rabia, humillación, ansiedad, tristeza y depresión. Se podría inferir entonces, a partir de las diversas definiciones expuestas, que los celos se refieren a una emoción que hace alusión al temor, creencia, o sospecha que algo preciado está en peligro de perderse, y a su vez, previene o intenta prevenir la infidelidad a partir de la percepción de que una relación significativa está amenazada y puede llegar a desaparecer como consecuencia de la acción de una tercera persona, con independencia de que dicha amenaza sea real o imaginaria. Los celos son tomados como una cuestión importante en las relaciones románticas: son clasificados como uno de los problemas más frecuentes experimentados en las relaciones íntimas (Zusman & Knox, 1998), constituyen probablemente la situación en la que se observan con mayor frecuencia, y se los adjetiva tanto como celos amorosos, sexuales o románticos (González Monclús, 2005). Dada la trascendencia de dicha temática y la escasa información de la misma, es que se inicia la recopilación, investigación y lectura para el estudio y una mayor comprensión del abordaje de los celos en la pareja. 33 Los celos patológicos presentan manifestaciones clínicas en varios niveles: en el plano emocional es frecuente la ansiedad y/o agresividad; en el nivel cognitivo, los pensamientos intrusivos relacionados con la infidelidad; y, en el nivel conductual, las demandas de seguridad o rituales compulsivos (motores y verbales) con el objeto de controlar al cónyuge (Albuquerque & Soares, 1992; Cobb & Marks, 1979; Mooney, 1965; Vaz Serra, 1982). La realidad es que los celos, tal como explicó en 1947 el psiquiatra Boris Sokiloff, uno de los primeros estudiosos del tema “no sólo están implicados en la naturaleza humana, sino que son la emoción más básica y omnipresente en todos los aspectos de las relaciones humanas”. Todos los tenemos, pero no de la misma forma, ni del mismo tipo. Clasificando los celos En 2007, los psicólogos Robert Brigle y Robert Rydell, establecieron dos categorías de celos que, según explicaron en un estudio publicado en la revista Social Behavior and Personality, deben estudiarse por separado. Por un lado están los celos reactivos y que parten de componentes emocionales, y por otro los celos de sospecha, que parten de componentes cognitivos y conductuales. Distinguir entre uno y otro tipo de celos es vital, en la medida en que los celos reactivos están justificados, y los de sospecha no. Los celos reactivos, según explican Bringle y Rydell en su estudio, son más fuertes en las parejas con fuerte interdependencia y una gran confianza mutua, el sentir un celo reactivo, no deja de ser algo positivo, pues significa que realmente sientes algo por la otra persona. Los celos de sospecha, por el contrario, aparecen sin la necesidad de que haya una indicación real de traición o infidelidad, y no son tanto un problema de pareja, como de la persona celosa, que suele tener inseguridad, ansiedad o baja autoestima. Se trata de los celos que deben de evitarse, en la medida en que no responden a una realidad, y son los más peligrosos para la pareja. Distinguir entre uno y otro es vital, en la medida en que los celos reactivos están justificados, y los de sospecha no. 34 Como es habitual en todos los temas relativos al amor, la corriente evolucionista trata de explicar la aparición de los celos como un mecanismo biológico orientado a la preservación de la especie. En un estudio publicado en julio en la revista Philosophy & Technology, el investigador del Oxford Uehiro Centre for Practical Ethics Brian Earp, asegura que “los celos cumplen una función positiva para nuestra especie, pues logran que las familias permanezcan unidas y los padres se centren en la crianza de los hijos”. Los celos, explica, liberan oxitocina, la célebre “hormona del amor”, cuya administración artificial podría ayudar a salvar a los matrimonios en peligro. Los celos no solo son de distinto tipo, además, aparecen por distintos motivos en hombre y mujeres. Los hombres son mucho más celosos respecto a la infidelidad sexual, pero no les importa tanto la infidelidad emocional. En las mujeres ocurre lo contrario, no soportan la infidelidad emocional, pero son más permisivas con la infidelidad sexual. Al margen de las teorías evolucionista –que siempre tendrán defensores y detractores-, lo que parece claro es que sentir celos es, en la mayoría de los casos, algo natural, y no necesariamente negativo. 3.3 Relación de pareja. Una definición general de pareja puede ser: dos personas procedentes de familias distintas, generalmente de diferente género, que deciden vincularse afectivamente para compartir un proyecto común, lo que incluye apoyarse y ofrecerse cosas importantes mutuamente, en un espacio propio que excluye a otros pero que interactúan con el entorno social. En nuestra cultura es importante la condición de proceder de familias distintas, ya que se orienta a evitar las relaciones de parejas consanguíneas, esdecir es la base del tabú del incesto en nuestra cultura presente ya desde los tiempos de Edipo. La consideración del género tiene una importancia relativa desde el punto de vista de la reproducción, este tema en la actualidad con el reconocimiento de los matrimonios homosexuales y sus derechos de adopción está siendo revisado social y jurídicamente hablando, sin embargo desde un punto de vista estadístico y demográfico la mayoría de las parejas son heterosexual y esta es una condición necesaria para la reproducción. El elemento 35 fundamental de esta definición, es “Compartir un proyecto”, esto supone antes que nada compartir expectativas de futuro conjuntas; este es el ingrediente que consolida a una pareja y la distingue de un simple ligue. Para resumir ser pareja implicaría un intercambio en el plano relacional, orientado hacia el futuro, este intercambio no debería ser desigual (basado en la relación en que uno da y el otro recibe), es una relación que implica una cualidad de exclusividad, la pareja suele ser un espacio cerrado del cual deberían quedar excluidos los otros. En definitiva la pareja es una de las relaciones más intensas en las que se involucran los seres humanos, después de sus propias familias de origen, es una unidad de gran complejidad, en donde dos personas con sus propias historias de vida se unen aportando un enorme potencial de pensamientos, emociones y acciones, que no solo interactúan entre sí en el presente, sino que sus propios pasados los influyen e impactan en la construcción de su proyecto de futuro. A lo largo de la historia reciente podemos distinguir tres modelos fundamentales de “ser pareja”. En primer lugar tenemos la pareja patriarcal, más propia de los tiempos pre- modernos época de matrimonios concertados por las familias, de corte más bien desigual, donde la división del trabajo estaba rígidamente regida por el género. El marido en esta pareja ocupa un lugar de superioridad era la “cabeza de familia”. Su responsabilidad básica era trabajar y ser sustento económico de la familia. Mientras que la mujer ocupa una posición jerárquica inferior, sus responsabilidades son la gestión cotidiana de los asuntos domésticos y especialmente la crianza y educación de los hijos. La incorporación de la mujer al mercado del trabajo, transformó la estructura de pareja. Hombres y mujeres progresivamente son considerados iguales en derechos, y pueden mirarse como iguales. La base del vinculo es el “enamoramiento”, la pasión, que apuntan a una fusión total en los primeros momentos de la pareja. El género pierde su papel regulador de la división de las responsabilidades, abriendo el campo a la negociación, las responsabilidades son compartidas (económicas, tareas domésticas y crianza de los hijos) y tienen a convivir en espacio diferenciados al resto de su familia extensa. Y en los últimos tiempos, se ha venido abriendo paso un nuevo modelo de “ser pareja”, fruto de los cambios que ha sufrido la propia sociedad. 36 La pareja postmoderna sienta sus bases en el hedonismo, es decir, en la búsqueda del placer. No se trata solo de placer sexual, aunque desde luego esta en primerísimo lugar, además se extendían hacia una especie de culto al “ocio”, al confort, a los viajes, las segundas residencias, la practicas de deportes, la cirugía plástica, etc. Al punto, que la llegada de los hijos se puede retrasar porque “aun tenemos mucho por disfrutar de la vida”. Los hijos se pueden interpretar como una interrupción en la diversión. Otra característica importante de la pareja de nuestros tiempos, es que la posibilidad de la separación está abierta desde el mismo comienzo de la vida de pareja, deja de ser interpretada como un “fracaso”, para convertirse en un “evento normal” en el ciclo de vida. En estas parejas, los espacios individuales de ocio y trabajo son de suma importancia, hasta el punto que la pareja puede romperse si interfiere por ejemplo en el desarrollo de la carrera profesional de algunos de sus miembros. Los roles de género se pueden invertir, o existe una gran flexibilidad para interpretarlos. La elección de pareja es un proceso cuyo primer momento es la búsqueda de una persona que se acerque al ideal que hemos construido; éste ideal está constituido por las características físicas, sociales, económicas, religiosas, psicológicas, etc., que responden a nuestras necesidades afectivas principalmente. 3.4 Influencia de la infancia en los conflictos actuales de la pareja. Desde la perspectiva psicoanalítica, una premisa básica para la mayoría de los abordajes psicodinámicos en el tratamiento de los conflictos maritales y de familia es que las dificultades en la pareja y en la familia son vistas con frecuencia como síntomas de conflictos infantiles no resueltos. El éxito “relativo” de la relación marital y la manera en que se aproximan y personalizan las tareas de toda relación de pareja está determinado generalmente, en gran medida por los residuos de la internalización de los padres y de los modelos de relación de los mismos que contribuyen de forma significativa a la propia identidad. Desde el punto de vista de la teoría del apego, según dicen Hindy y Schwrz (1994) en sus investigaciones sobre los antecedentes familiares y de la infancia y la influencia de 37 éstos sobre el apego romántico ansioso en las relaciones adultas, afirman: “nuestros datos sugieren diferentes patrones amor romántico en los adultos. Y puede verse que los niños crecen dentro de estos sistemas familiares donde falta el desarrollo de unas expectativas estables respecto al amor y al afecto. Faltando esta internalización, ellos tienden al conflicto emocional, a la inflación del ego, el desvalimiento, al miedo y a patrones defensivos que sí encontramos en sus relaciones de amor posteriores”. En un estudio realizado en España (F. López y colaboradores, 1994), también se puede destacar que las dos formas inadecuadas de estilo educativo, el frío y el evitativo por parte del padre y de la madre se relacionan con un mayor grado de insatisfacción dentro de la pareja. Hay evidencia de que los patrones de conducta afectivos y relacionales se perpetúan desde la infancia a la edad adulta. De todo esto se deduce “la existencia de patrones conductuales (mediadores afectivo-sociales estables) que, conformados en la infancia y retroalimentados a lo largo de la vida, mediatizan y predicen las conductas interpersonales en la vida adulta”: (F. López, 1994). Desde un enfoque de la terapia familiar transgeneracional, observamos la repetición de pautas a través de las generaciones, pautas reiterativas de funcionamiento, de relación y de estructura familiar. Pautas que continúan muy presentes y que probablemente continuarán en el futuro. El reconocimiento de esas pautas ofrece la posibilidad de ayudar a los miembros de familia y de la pareja a modificarlas. “Las necesidades humanas operan más enérgicamente en el marco familiar, con conflictos de amor, odio, rechazo, gratificación y celos, que constituyen un proceso dinámico continuo de una generación a la siguiente. La implícita o explícita asignación irracional de roles en la familia, los intentos inconscientes de los padres por dominar, rehacer o exteriorizar sus conflictos intrapsíquicos con respecto a estas profundas necesidades humanas, derivadas de experiencias de relación en sus familias de origen”. En una situación donde los padres tienen una situación tormentosa, de continuas discusiones y agresividad manifiesta, está constelación familiar aunque afecta a todos los hijos transmitiéndoles sentimientos de vergüenza, miedo, rechazo, agresividad, etc, cada uno de los hijos puede identificarse especialmente con diferentes papeles de esa 38 situación familiar, por ejemplo, uno puede identificarse más con el rol agresivo,
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