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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS VARIACIONES DIARIAS EN LAS CANTIDADES DE GLÍA EN EL ACOCIL ADULTO Procambarus clarkii T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: B I O L O G I A P R E S E N T A : MARÍA DE LA PAZ RODRÍGUEZ MUÑOZ DIRECTOR DE TESIS: DRA. ELSA GUADALUPE ESCAMILLA CHIMAL 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. HOJA DE DATOS DEL JURADO 1. Datos del alumno Rodríguez Muñoz María de la Paz 21 60 43 80 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Biología 304272990 2. Datos del tutor Dra. Elsa Guadalupe Escamilla Chimal 3. Datos del sinodal 1 Dra. Gertrudis Hortensia González Gómez 4. Datos del sinodal 2 Dra. María del Carmen Miñana Solís 5. Datos del sinodal 3 M en C Enrique Moreno Sáenz 6. Datos del sinodal 4 M en C Marco Antonio Martínez Ávila 7. Datos del trabajo escrito Variaciones diarias en las cantidades de glía en el acocil adulto Procambarus clarkii 67 p 2014 DEDICATORIA Dedico esta tesis de licenciatura a mis padres Alejandra Muñoz y Eduardo Rodríguez quienes incondicionalmente me han guiado en el camino, por sus consejos, motivación, llamadas de atención, cuidados y amor, por su entrega a nosotras para hacernos personas moral y profesionalmente capaces, además de los sacrificios que han hecho para darnos lo mejor. Es mucha la paciencia que han tenido para ver llegar este momento, pero finalmente aquí está, ¡Papás lo logré, los amo! A mi hermana Viridiana que con sus ocurrencias ha dado alegría a mis días y espero que estas líneas te sirvan de motivación para seguir con tus metas, concluirlas y saber que no esta sola que siempre estaré para ti, apoyándote en todo momento, te quiero. A la persona que se gana mi corazón día a día, que nunca me deja renunciar, que me motiva para ser mejor y que aún en las adversidades se mantiene fuerte para los dos. Gracias César López Torres por hacerme parte de tu vida. Te adoro. A mis abuelos adorados Paz Trejo y Agustín Rodríguez por creer en mi, por su cariño y cuidados que me tendrán a pesar de ser un adulto. AGRADECIMIENTOS Gracias a la máxima casa de estudios Universidad Nacional Autónoma de México por abrirme sus puertas, permitirme formar parte de la Facultad de Ciencias y brindarme las herramientas para mi formación como profesionista. Agradezco a mi directora la Dra. Elsa Escamilla Chimal por introducirme en la rama de la Cronobiología, hacerme participe de su proyecto, asesoría, comentarios y revisiones. En especial a la Dra. María Luisa Fanjul por cobijarme para poder llevar a cabo mi tesis en el Laboratorio de Neurofisiología Comparada. Al M. en C. Julio Prieto por el apoyo y enseñanza. Gracias a mis sinodales Dra. Gertrudis Hortensia González Gómez, Dra. María del Carmen Miñana Solís, Dra. Elsa Guadalupe Escamilla Chimal, M. en C. Enrique Moreno Sáenz y M. en C. Marco Antonio Martínez Ávila por el apoyo, revisiones, correcciones y tiempo dedicado. Agradezco al M. en C. Marco Antonio Martínez Ávila y al Instituto Nacional de Pediatría por el préstamo del microscopio confocal, así como asistencia técnica para la obtención de las imágenes presentes en este trabajo de tesis. A la Dra. María del Carmen Miñana Solís y Dra. Diana Aguilar, por todo el apoyo que me han brindado, les agradezco enormemente por compartirme los conocimientos para la elaboración de esta tesis. Gracias a Suelem Moreno por el apoyo técnico durante su estancia en la Facultad, espero la hayas disfrutado. Al M. en C. David Salinas Torres por el apoyo y compromiso con lo que demuestra el valor de un verdadero académico. Gracias. A mis amigos Esther Sánchez por no olvidarme, a todos lo que me acompañaron a lo largo de la carrera por formar parte de los momentos más importantes en este periodo académico Giovani, Melbi, Manuel, Katia, Christian por las aventuras que compartimos en las clases. A mis amigos y compañeros del laboratorio Julio, Rosy, Jani, Ale, Mariana, Erick, Fabi, en especial a Rossaura Loredo y Sra. Patty por su amistad, apoyo y confianza. ¡A todos siempre les estaré agradecida! Investigación realizada gracias al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) de la UNAM IN222211 y a CONACYT 118032. Variaciones diarias de la glía en el acocil Procambarus clarkii durante la ontogenia. Agradezco a PAPIIT-DGAPA- UNAM la beca recibida por parte del proyecto. ÍNDICE 1. Resumen………………………………………………………………………………… 4 2. Introducción…………………………………………………………………………….. 5 2.1. Ritmos biológicos……………………………………………………………………. 5 2.1.1. Ritmos circadiano……………………………………………………………….. 7 2.1.2. Maquinaria molecular del reloj en invertebrados………………………………... 9 Control molecular del reloj circadiano…………………………………………… 9 2.1.2.1. Importancia de la Proteína PERIOD (PER) en invertebrados………………11 2.2. El Acocil: Modelo de estudio………………………………………………………. 12 2.2.1. Generalidades…………………………………………………………………... 12 Clasificación taxonómica del acocil Procambarus clarkii……………………... 13 2.2.2. Sistema Nervioso Central………………………………………………………. 14 2.2.2.1. Tallos oculares............................................................................................... 15 2.2.2.2. Ganglio cerebroide…………………………………………………………. 17 2.2.2.2.1. Protocerebro............................................................................................. 17 2.2.2.2.2. Deutocerebro............................................................................................ 17 2.2.2.2.3. Tritocerebro.............................................................................................. 18 2.3. Ritmos circadianos en el acocil Procambarus clarkii……………………………... 20 2.4. Neuroglía…………………………………………………………………………… 22 2.4.1. Proteína Ácida Fibrilar Glial (GFAP)………………………………………….. 26 2.5. Ritmos biológicos y Glía…………………………………………………………… 27 3. Justificación…………………………………………………………………………… 29 4. Hipótesis……………………………………………………………………………….. 29 5. Objetivos………………………………………………………………………………. 30 6. Método…………………………………………………………………………………. 31 6.1. Obtención de Animales…………………………………………………………….. 31 6.2. Disección experimental de Procambarus………………………………………….. 31 6.3. Cuantificación de Proteínas………………………………………………………... 31 6.4. Ensayo de Inmunoabsorción Ligada a Enzima (ELISA) Indirecta para la Proteína Ácida Fibrilar Glial (GFAP)……………………………………………………………. 32 6.5. Inmunofluorescencia……………………………………………………………….. 34 6.6. Digitalización de Imágenes………………………………………………………… 35 6.7. Análisis estadístico…………………………………………………………………. 35 6.7.1. COSINOR……………………………………………………………………... 36 6.7.2. Análisis de Varianza de una vía (ANOVA)…………………………………… 36 7. Resultados……………………………………………………………………………... 38 7.1. Cuantificación de ELISA para GFAP……………………………………………… 38 7.1.1. Tallo Ocular…………………………………………………………………….39 7.1.2. Ganglio Cerebroide…………………………………………………………….. 42 7.2. Inmunofluorescencia……………………………………………………………….. 45 7.2.1. Tallo ocular…………………………………………………………………….. 45 7.2.2. Ganglio cerebroide……………………………………………………………... 47 8. Discusión………………………………………………………………………………. 49 9. Conclusiones…………………………………………………………………………... 53 10. Literatura Citada……………………………………………………………………. 54 María de la Paz Rodríguez Muñoz 4 1. RESUMEN En la naturaleza existen fenómenos cíclicos ambientales principalmente luminosos y de temperatura que influyen en los seres vivos a nivel fisiológico, celular, molecular y conductual, que se sincronizan armónicamente con el reloj interno y se expresan en el genoma. Actualmente, el estudio de la relación entre la estructura molecular del reloj biológico y la expresión de diversas proteínas, resulta de gran importancia, dadas las implicaciones fisiológicas y conductuales que muestran en los organismos. En el presente trabajo se analizaron las variaciones diarias en la cantidad de glía en la etapa adulta del acocil Procambarus clarkii, en seis diferentes horas del día en ciclos de LO 12:12 y en condiciones de oscuridad constante (OO) en las posibles estructuras marcapasos: los tallos oculares y el ganglio cerebroide. Se cuantificó la cantidad de glía mediante GFAP a partir del Ensayo de ELISA. También se realizaron cortes histológicos para la detección mediante la técnica de Inmunofluorescencia de doble marcaje para la proteína PERIOD y su identificación en diferentes regiones de las estructuras ya mencionadas y la co-localización con GFAP. Los resultados obtenidos mostraron que la cantidad de glía presenta oscilaciones circadianas y bimodales en ambas estructuras. La oscilación de los ritmos detectados bajo condiciones constantes expresaron libre corrimiento, mientras que en condiciones de sincronización en LO, se propone que la luz podría estar enmascarando el ritmo. La detección de las proteínas GFAP y PER por inmunofluorescencia mostraron que las células gliales presentan positividad a la proteína PERIOD. Lo anterior podría indicar que existe una posible influencia de estas células en la expresión de los ritmos en P. clarkii. María de la Paz Rodríguez Muñoz 5 2. INTRODUCCIÓN 2.1. Ritmos biológicos La apreciación del tiempo desde el origen de la vida hasta nuestros días para todos los seres vivos resulta de gran importancia respecto a su reproducción, migración y alimentación, entre otras necesidades fisiológicas y conductuales (tasa metabólica, síntesis de hormonas, floración, etc.) que suelen estar asociadas a variaciones periódicas ambientales. La transición entre el día y la noche y el cambio de estaciones debido a la rotación y traslación de la Tierra, son fundamentales en la percepción del tiempo, en términos de duración y predicción de fenómenos naturales para la supervivencia (Dunlap, et al., 2004). Los ritmos como respuesta adaptativa de los organismos a su entorno físico y vital, representan geofísicamente la alternancia frecuente entre periodos de actividad máxima y de reposo; y biológicamente reflejan las variaciones en los potenciales de excitabilidad de las células, latidos cardiacos, secreción de hormonas, entre otras; que son reguladas por la expresión de genes localizados en estructuras moleculares y anatómicas (genes reloj) que demuestran el proceso endógeno del ritmo, así como un mecanismo interno de temporización (reloj biológico). Lo anterior se respalda con los experimentos de apertura y cierre de hojas de Mimosa pudica durante el día y la noche respectivamente, realizados por DeMairan en 1729, Duhamel en 1758 y DeCandolle en 1832 (en Pittendrigh, 1981), esto llevó a concluir años más tarde la existencia de un zeitgeber (dador de tiempo), es decir, un agente externo (luz-oscuridad, temperatura, alimento) o interno (procesos metabólicos relacionados principalmente con el alimento) capaz de sincronizar un ritmo (Pittendrigh, 1981; Gruart, et al., 2002). Las características que describen un ritmo son las siguientes (Vega, 1993; Fig. 1): Periodo: se define como el intervalo de tiempo que ocurre entre dos sucesos similares respecto a un punto de referencia, es decir, la duración de un ciclo completo expresado en unidad de tiempo; se denomina con τ (tau) cuando se trata de un ritmo endógeno y con T cuando se refiere al periodo del ritmo manifiesto. Frecuencia: se refiere al número de veces que se repite un suceso en determinado tiempo. María de la Paz Rodríguez Muñoz 6 Mesor o media: es el promedio de todos los valores de un ciclo. Amplitud: es la magnitud de la variación de un suceso en un tiempo determinado, se obtiene de la diferencia entre el valor de la cresta y el valle; y se representa con a, en tanto que la amplitud del zeitgeber se representa con A. Fase: es el valor instantáneo de un ciclo y se simboliza φ (phi). Acrofase: es el valor máximo que alcanza un ciclo. Batifase: es el valor mínimo de un ciclo. Figura 1. Representación de una curva cosinusoidal en la que se muestran las características de un ritmo biológico. La clasificación de los ritmos, introducida en 1959 por Franz Halberg, está condicionada por el ajuste del ritmo a cualquier ciclo geofísico, es decir por el periodo, como los circadianos que se repiten con una frecuencia cercana a un día, circamareales con frecuencia cercana a la de las mareas, circalunares con frecuencia cercana al ciclo lunar y circanuales con frecuencia cercana a un año (Cardinali y Golombek, 1994). María de la Paz Rodríguez Muñoz 7 Otra clasificación de los ritmos es por su frecuencia, entre estos están los ritmos circadianos, los ultradianos que ocurren más de una vez durante el día y los infradianos que requieren más de un día para repetirse. 2.1.1. Ritmos circadianos Los ritmos que han sido ampliamente estudiados y causan gran interés son los ritmos circadianos, ritmo diario que presenta una periodicidad cercana a las 24 horas, generalmente muestran periodos de entre 20 a 28 horas. Propiedades que definen un ritmo circadiano: Son endógenos y están determinados genéticamente. Persisten en condiciones constantes. Compensan los cambios de temperatura Pueden ser sincronizados por factores ambientales con un periodo cercano a las 24 horas. El sistema circadiano está constituido por un marcapasos y varios osciladores que logran interactuar entre sí y sincronizarse al ambiente gracias a un acoplamiento interno, existen dos tipos de osciladores: primario o central, que se caracteriza por ser autosostenible, esto es, que no depende de otros para generar un ritmo biológico y cuenta con vías de sincronización con factores externos o internos; y secundarios o periféricos, los cuales dependen del primario para mantener la amplitud de su oscilación, se sincronizan y acoplan entre ellos al transmitir la información hacia los efectores, para expresar la señal fisiológica y así producir un ritmo coordinado, ver Figura 2 (Moore-Ede, et al., 1982; Herzog, 2007). Debido a que los ritmos circadianos son controlados por osciladores internos, existen ciertos criterios que comparten para definir a un oscilador: 1) actividad oscilatoria circadiana autónoma en condiciones constantes de oscuridad o luz, 2) sincronización con señales externas para ajustar su fase a la de parámetros ambientales como luz o temperatura, 3) pérdida del ritmo circadiano después de la ablación de tejidos o grupos María de la Paz RodríguezMuñoz 8 celulares específicos, 4) reactivación de la ritmicidad después del transplante de células específicas y 5) autonomía de la actividad circadiana in vitro del tejido marcapaso aislado por un lapso de tiempo razonable (Dunlap, 1999). Fig. 2. Dibujo esquemático de los elementos que componen al Sistema Circadiano (Modificado de Moore-Ede, et al., 1982). Entre los organismos en los que puede observarse este fenómeno se encuentran las plantas (con fotopigmentos asociados a células fotorreceptoras; Capel, et al., 2003), crustáceos (que poseen un tallo ocular, ganglio cerebroide, ganglio abdominal caudal; Aréchiga, et al., 1993), moluscos e insectos (a través de un tallo ocular y cerebro; Siwicki, et al., 1989), aves (mediante una glándula pineal; Cassone y Menaker, 1984) y mamíferos (por medio de un núcleo supraquiasmático; Aguilar-Roblero y Drucker-Colín, 1987), entre otros. María de la Paz Rodríguez Muñoz 9 2.1.2. Maquinaria molecular del reloj en invertebrados Control molecular del reloj circadiano La adaptación a un planeta con características periódicas marcadas, debió fijar procesos funcionales orgánicos (fisiológicos y conductuales) que se expresan en el genoma de los organismos y son modulados por un mecanismo interno (reloj biológico), capaz de generar ritmos sin necesidad de estímulos ambientales, que permite medir el tiempo (geográfico y biológico) con gran precisión. El hecho de que existan osciladores autónomos a nivel de entradas sensoriales capaces de interactuar con un oscilador central (retroalimentación), indica que existe un nivel complejo de regulación en el sistema circadiano (Golombek, 1997). La maquinaria molecular del reloj circadiano se compone de un grupo de genes llamados genes reloj cuyos productos proteicos son necesarios para la generación y regulación de los ritmos biológicos, principalmente los circadianos. En la mosca de la fruta Drosophila melanogaster esta maquinaria es ya conocida y ha sido elemental para entender los procesos celulares, bioquímicos y fisiológicos tanto en vertebrados, principalmente mamíferos, como en invertebrados, plantas, hongos y protozoos (Harmer, et al., 2001). Ocho genes reloj que componen al oscilador circadiano de Drosophila han sido identificados: period (per), timeless (tim), clock (clk), cycle (cyc), doble-time (dbt), shaggy (sgg), vrille (vri) y cryptochrome (cry), así como sus respectivas proteínas (Helfrich- Förster, 2003). La expresión de estos genes está regulada por dos asas de retroalimentación intracelulares (activación/represión transcripcional) la primera integrada por PER/TIM y la segunda por CLK/CYC (Fig. 3), ambas presentan dominios bHLH que contiene regiones de unión a ADN, específicamente a la secuencia E-box y PAS que facilitan la unión entre proteínas. En la primera de las asas, la transcripción de los genes reloj per, tim, vri y Pdp1Ɛ se activa por la unión del heteródimero CLK/CYC a una secuencia E-box para codificar sus proteínas. Posteriormente, TIM se acumula durante la noche tardía y se une al complejo formando el heterodímero PER/TIM para transportarse al núcleo. En la segunda asa, la María de la Paz Rodríguez Muñoz 10 transcripción de vri y Pdp1Ɛ empieza al inicio de la noche. VRI se acumula e inhibe a CLK, mientras Pdp1Ɛ aumenta para activar la transcripción de CLK (Hardin, 2005; Hernández-Rosas y Santiago-García, 2010). Fig. 3. Control molecular del reloj circadiano (Modificado de Hardin, 2005). María de la Paz Rodríguez Muñoz 11 2.1.2.1 Importancia de la proteína PERIOD (PER) en invertebrados PER es una proteína dominio que pertenece a la superfamilia de proteínas bHLH/PAS (factores de transcripción), actúa como un represor transcripcional al formar un heterodímero con TIM para unirse a secuencias reguladoras de ADN y regular su propia expresión a través de un asa de retroalimentación negativa como parte de la maquinaria del reloj biológico (Strauss y Dircksen, 2010). En Drosophila, se ha demostrado que PER es indispensable para la ritmicidad circadiana debido a que la mutación puede afectar cualquier ritmo desde actividad locomotora, eclosión pupal hasta latidos cardiacos (Konopka, 1987). Siwicki y colaboradores en 1989 encontraron inmunoreactividad a una región de PER altamente conservada en insectos, así como ritmos circadianos, particularmente nocturnos, en el sistema visual y nervioso de dos gasterópodos marinos Aplysia sp. y Bulla sp., principalmente en fibras del nervio óptico, pequeños cuerpos celulares del ganglio central, neurópilo de las células retinulares, citoplasma de cuerpos celulares neuronales y el ganglio accesorio en la región lateral del cerebro. Un año después en 1990, Zerr y colaboradores encontraron fluctuaciones circadianas de PER en el sistema visual y SNC de Drosophila (adulto) al utilizar mutantes del gen per mediante técnicas inmunohistoquímicas que revelaron la presencia de esta proteína en fotorreceptores, supuestas células gliales en distintos ganglios, así como algunas neuronas localizadas en regiones laterales del cerebro central. En 1998, Árechiga y Rodríguez-Sosa a través de técnicas de inmunotinción, mostraron que ciertas estructuras del tallo ocular del acocil Procambarus clarkii tienen positividad a PER tales como la lamina ganglionaris, células fotorreceptoras y células no neuronales dentro del lóbulo óptico que habían sido identificadas como células gliales (Hámori y Horridge, 1966). María de la Paz Rodríguez Muñoz 12 2.2. El Acocil: Modelo de estudio 2.2.1. Generalidades El acocil es un crustáceo decápodo de agua dulce que se localiza principalmente en la zona templada de Norteamérica, su distribución nativa es en el noreste de México y al centro-sur de Estados Unidos hacia el oeste de Texas y hacia el este de Alabama. Actualmente, los acociles se agrupan en 29 géneros y más de 500 especies incluidas en tres familias Astacidae, Cambaridae y Parastacidae. Los acociles que se localizan en el noreste de México se clasifican en 53 especies, la mayor parte de su biodiversidad corresponde al género Procambarus con 43 especies, una de ellas P. clarkii también conocido como acocil rojo (Taylor, 2002). Procambarus clarkii (Fig. 4) es un organismo bentónico de ecosistemas de agua dulce como ríos, arroyos, cuerpos de agua de cavernas, pantanos, lagunas temporales y estuarios. Es una especie de hábitos nocturnos y excavador, está adaptado para vivir en áreas alternadamente inundadas y secas. De día se oculta en madrigueras o cualquier refugio disponible y de noche se alimenta y reproduce. Es considerado politrófico, su alimento consta esencialmente de detritos de plantas, macro, microinvertebrados y peces, además de ser oportunista y presentar canibalismo (Rodríguez-Almaraz y Muñiz-Martínez, 2008). Ecológicamente, los acociles desempeñan un papel importante como transformadores de energía en la red trófica ya sea como consumidores o presas, principalmente de aves y mamíferos. Por otra parte, las adaptaciones fisiológicas que han desarrollado los acociles para sobrevivir en cualquier ambiente han provocado su propagación fuera de sus límites naturales (accidentalmente o introducidos). Lo anterior ha generado no solo la distribución propia del acocil sino también de especies nativas, así como la biodiversidad y dinámica de las comunidades invadidas; no obstante, debido a su importancia comercial, la introducción de algunas especiesde acociles aumenta el valor de su captura a través de la pesca y acuicultura debido a que su producción es de aproximadamente el 85% de los decápodos de agua dulce (Holdich, 2002). Las características primordiales que han hecho de P. clarkii un modelo experimental ideal dentro de la fisiología comparada para el estudio de los ritmos biológicos son su María de la Paz Rodríguez Muñoz 13 simplicidad en términos de anatomía, tamaño, fácil manejo en el laboratorio y amplio conocimiento de la maquinaría molecular de su reloj (Hardin, 2005) han permitido avances en distintas ramas de la biología como son neurofisiología, electrofisiología, ecofisiología entre otras. Clasificación taxonómica del acocil Procambarus clarkii (Holdich, 2002). Reino: Animalia Phylum: Arthropoda Subphylum: Mandibulata Clase: Crustacea (Brünnich, 1772) Subclase: Malacostraca (Latreille, 1802) Superorden: Eucarida (Calman, 1904) Orden: Decapoda (Latreille, 1802) Suborden: Pleocyemata (Burkenroad, 1963) Infraorden: Astacidea (Latreille, 1802) Superfamilia: Astacoidea (Latreille, 1802) Familia: Carambidae (Hobbs, 1942) Subfamilia: Carambinae (Hobbs, 1942) Género: Procambarus (Ortmann, 1905) Especie: P. clarkii (Girard, 1852) Fig. 4. Ejemplar de acocil adulto Procambarus clarkii. María de la Paz Rodríguez Muñoz 14 2.2.2. Sistema Nervioso Central El sistema nervioso central (SNC) del acocil (Fig. 5) está formado por un sistema nervioso ganglionar, compuesto por el ganglio cerebroide, también llamado supraesofágico que hacia la región anterior proyecta dos pedúnculos oculares y hacia la posterior o caudal se extiende por la cadena ganglionar, presenta tres tipos de neuronas: sensoriales, motoras e interneuronas, asociadas a tejido glíal (Sandeman, 1982). Los ganglios se encuentran organizados en el neurópilo central que incluye axones, dendritas y grupos periféricos del cuerpo celular conectados entre sí por comisuras transversales y conectivos longitudinales envueltos por el perineuro, una vaina gruesa constituida por fibras de colágeno y capas celulares. El ganglio cerebroide da origen a cinco pares de nervios que corresponden al óptico, motor ocular común, antenular, antenal, tegumentario y dos no pareados que están relacionados con la red neuronal del esófago (Holdich, 2002). A continuación se describen las estructuras que comprenden el SNC del acocil. Fig. 5. Dibujo esquemático de Sistema Nervioso Central de Procambarus clarkii (Modificado de Holdich, 2002). María de la Paz Rodríguez Muñoz 15 2.2.2.1. Tallos oculares El sistema visual del acocil está formado por dos ojos compuestos (tallos oculares) constituidos por diferentes unidades fotorreceptoras dentro de la retina llamadas omatidias. Estas se encuentran conectadas por la zona fasciculada a cinco neurópilos rodeados de neuronas periféricas organizadas dentro del lóbulo óptico: la lámina ganglionaris, tres médulas: externa, interna y terminalis, y el cuerpo hemielipsoidal; además del órgano neuroendocrino formado por el complejo órgano X glándula sinusal (OX-GS), que está constituido por un grupo de entre 150-200 células, encargado del control neuroendocrino y de la secreción de neurohormonas peptídicas. En los crustáceos, cada tallo ocular tiene movimiento a través de músculos oculomotores (Fig. 6A) (Hanström, 1924; Da Silva, et al., 2004; Durán-Lizarraga, et al., 2008). Los axones que enlazan la lámina y la médula externa, así como propiamente las médulas interna y externa, forman quiasmas. En los neurópilos ópticos de crustáceos, existe una zona de proliferación celular localizada en el par de discos ópticos, estas células crecen en tres direcciones: 1) hacia y alrededor de la superficie externa del ojo para formar la omatidia, 2) a través del ojo para formar la lámina y 3) en 90° para posteriormente dar lugar a la médula externa (Sandeman, 1982). Cada omatidia está compuesta por tres estructuras (Fig. 6B): Córnea. Cutícula formada por células epidérmicas especiales llamadas células corneágenas. Estás pueden formar células pigmentarias primarias a los lados de la omatidia. Cono cristalino. Se encuentra en el centro de cada omatidia y es producido por un grupo de células del cono cristalino y un tallo del cono cristalino. Es una estructura transparente y dura que está rodeada por células pigmentadas primarias que contienen el pigmento distal. Retina. Estructura constituida por ocho células retinulares, unidades fotosensoriales que dan lugar a las vías nerviosas sensoriales, dispuestas radialmente a lo largo del eje de la omatidia. Al conjunto de microvellosidades (rabdomos) de las células retinulares extendidas hacia el eje central de la omatidia se le llama rabdómero. Dentro del citoplasma María de la Paz Rodríguez Muñoz 16 de las células retinulares se encuentra el pigmento proximal. Por encima de la membrana basal se localizan un grupo de células llamadas células del pigmento reflector o células del tapetum. Figura 6. A) Esquema del tallo ocular de P. clarkii. Retina R; lámina ganglionaris LG; médula externa ME; glándula sinusoidal GS; médula interna MI; tracto del complejo glándula sinusal/órgano x OX-GS; médula terminalis MT; órgano x OX; cuerpo hemielipsoidal HB y tracto óptico OT. (Modificado de Escamilla-Chimal, et al., 2001). B) Diagrama de omatidios adaptados a diferentes condiciones de iluminación con sus respectivas estructuras (Modificado de Holdich, 2002). A) B) María de la Paz Rodríguez Muñoz 17 2.2.2.2. Ganglio cerebroide El ganglio cerebroide del acocil está constituido por el protocerebro, el deutocerebro y el tritocerebro (Fig. 7). Presenta grupos de cuerpos celulares denominados con números: 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17 de acuerdo con la clasificación de Sandeman y colaboradores (1982, 1992). 2.2.2.2.1. Protocerebro Es el principal responsable de los procesos de la información visual. Está constituido por cuatro grupos de cuerpos celulares: anterior (AC, por sus siglas en inglés), anterior ventral pareado (VPAC, por sus siglas en inglés), ventral medial pareado (VPMC, por sus siglas en inglés) y ventral medial (VUMC, por sus siglas en inglés) (Blaustein, et al., 1988) y está dividido en tres zonas: Lóbulo óptico: compuesto por la lámina ganglionaris, médula externa, médula interna y la médula terminalis. Protocerebro lateral: formado por dos neurópilos, la médula terminalis en donde se localizan las células neurosecretoras del sistema OX-GS y el cuerpo hemielipsoidal (Hanström, 1924). Protocerebro medio: organizado por el tracto protocerebral (PT, por sus siglas en inglés), el nervio oculomotor (OMNv, por sus siglas en inglés) dos neurópilos mediales anteriores (AMPN, por sus siglas en inglés) y dos neurópilos impares posteriores (PMPN, por sus siglas en inglés) unidos por el puente protocerebral (PB, por sus siglas en inglés), además del cuerpo central (CB, por sus siglas en inglés) (Sandeman, et al., 1992). 2.2.2.2.2. Deutocerebro Es la estructura encargada de integrar y procesar la información olfatoria, presenta tres pares de grupos de cuerpos celulares: lateral ventral pareado (VPCL, por sus siglas en inglés), lateral (LC, por sus siglas en inglés) y anterior dorsal (DAC, por sus siglas en inglés), que envían neuritas en las regiones principales de los neurópilos del deutocerebro (Blaustein, et al., 1988). Está formado por los lóbulosolfatorios (OL, por sus siglas en María de la Paz Rodríguez Muñoz 18 inglés), los neurópilos antenulares laterales (LAN, por sus siglas en inglés) y mediales (MAN, por sus siglas en inglés), los lóbulos accesorios (AL, por sus siglas en inglés), el neurópilo de la comisura deutocerebral (DCN, por sus siglas en inglés) y el neurópilo del tracto globular olfatorio (OGT, por sus siglas en inglés) (Holdich, 2002 y Sullivan, et al., 2009). Tres grupos de cuerpos celulares: posterior ventral único (VUPC, por sus siglas en inglés), posterior ventral pareado (VPPC, por sus siglas en inglés) y mediales dorsales (DMC, por sus siglas en inglés) se encuentran entre el deuto y el tritocerebro y un grupo de cuerpos celulares posteriores dorsales (DPC, por sus siglas en inglés) (Blaustein, et al., 1988). 2.2.2.2.3. Tritocerebro El Tritocerebro está compuesto por los neurópilos antenulares (AN, por sus siglas en inglés), los neurópilos tegumentarios (TN, por sus siglas en inglés), los ganglios comisurales y comisura postesofágica (OES, por sus siglas en inglés), es la región donde se unen el ganglio cerebroide con el ganglio subesofágico y la cadena ganglionar (Sandeman, et al., 1992 y Sullivan, et al., 2009). Los neurópilos antenulares reciben la información aferente primaria del nervio antenular (AiiNv, por sus siglas en inglés) en la parte lateral del tritocerebro (Blaustein, et al., 1988). María de la Paz Rodríguez Muñoz 19 Figura 7. Diagrama de la vista dorsal y ventral del cerebro del acocil Procambarus clarkii. Se muestran los grupos de cuerpos celulares y regiones principales de los neurópilos y nervios. Abreviaciones: Vista dorsal 6, 8, 11, 14, 15 y 17; vista ventral 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 16 y 17 (Grupos de cuerpos celulares AC, VPAC, LC, DAC, respectivamente), tracto protocerebral (PT), nervio oculomotor (OMNv), nervio I de la antena (AiNv), neurópilo protocerebral medio anterior (AMPN), puente protocerebral (PB), cuerpo central (CB), neurópilo de la comisura deutocerebral (DCN), nervio tegumentario (TNv), neurópilo protocerebral medio posterior (PMPN), lóbulo olfatorio (OL), tracto globular olfatorio (OGT), lóbulo accesorio (AL), neurópilo antenular (AN), neurópilo antenular lateral (LAN), neurópilos antenulares mediales (MAN), neurópilo tegumentario (TN), nervio II de la antena (AiiNv),conectivo esofágico (OES) (Modificado de Sandeman, et al., 1992). María de la Paz Rodríguez Muñoz 20 2.3. Los ritmos circadianos en el acocil Procambarus clarkii Esta especie muestra gran variedad de ritmos circadianos controlados por funciones periódicas del sistema nervioso. Hasta el momento en este organismo se han identificado sitios que funcionan como marcapasos putativos circadianos tales como la retina, el lóbulo óptico, el ganglio cerebroide y el sexto ganglio abdominal de la cadena ganglionar (Fig. 8). Se ha reportado que en este acocil se expresan ritmos de actividad locomotora (Fanjul- Moles y Prieto-Sagredo, 2003), en la amplitud del electrorretinograma (ERG) (Fanjul- Moles, et al., 1987), en la presencia de proteínas reloj como PER, TIM, CLK (Escamilla- Chimal, et al., 2010); en neurohormonas como la serotonina (o 5-hidroxitriptamina 5-HT Escamilla-Chimal, et al., 1998, 2001), en la hormona hiperglucemiante de crustáceos (CHH, por sus siglas en inglés Durán-Lizarraga, et al., 2008), en la hormona concentradora del pigmento rojo (RPCH, por sus siglas en inglés Aréchiga y Rodríguez-Sosa, 2002), por mencionar algunos. Con respecto a los tallos oculares, varios autores, han demostrado que la ablación de los estos altera los ritmos circadianos de actividad locomotora y metabólica; otros estudios sugieren que los ritmos del ERG son controlados por mecanismos neurales y neuroendocrinos dependientes del ganglio cerebroide y estructuras neurosecretoras del lóbulo óptico, específicamente del complejo OX-GS, por consiguiente, la retina presenta ritmos en respuesta a la luz y el tallo ocular ritmos de actividad neurosecretora (Aréchiga y Rodríguez-Sosa, 2002; Fanjul-Moles y Prieto-Sagredo, 2003). Por otro lado, dada la conexión de los tallos oculares con el ganglio cerebroide vía nervios ópticos, se sabe que el oscilador circadiano del ganglio cerebroide regula el ritmo de sensibilidad a la luz dependiente de los pigmentos distales, puesto que experimentos han confirmado la eliminación del ritmo de sensibilidad a la luz mediante la extirpación del ganglio cerebroide. También se ha propuesto, que el sexto ganglio abdominal de la cadena ganglionar, presenta un ritmo circadiano de actividad eléctrica neuronal y persiste aun cuando es extraído del organismo (Aréchiga, et al., 1993). Con base en todos los experimentos que se han hecho y a los resultados obtenidos sobre el sistema circadiano de P. clarkii, se cree que este sistema es de tipo multioscilatorio ya que María de la Paz Rodríguez Muñoz 21 está constituido funcionalmente por diversos osciladores que podrían presentar ritmos simultáneos con diferentes periodos (Strauss y Dircksen, 2010). Fig. 8. Diagrama esquemático del Sistema Circadiano Multioscilatorio y sus analogías funcionales en el acocil Procambarus clarkii. Se muestran los marcapasos putativos propuestos en el acocil, así como sus funciones, además de los diversos osciladores en la retina, el complejo órgano X-glándula sinusal (OX-GS), ganglio cerebroide y fotorreceptor caudal (CPR, por sus siglas en inglés). (Modificado de Strauss y Dircksen, 2010). María de la Paz Rodríguez Muñoz 22 2.4. Neuroglía El SNC además de neuronas, también incluye a la neuroglia, células que desempeñan un papel fundamental en el sistema, debido a que ayudan al desarrollo neuronal a través de soporte trófico, proveen mantenimiento y aislamiento celular y neuronal, asimismo, regulan el reciclaje de neurotransmisores y el espacio extracelular de las neuronas mediante balance iónico (Edwards y Meinertzhagen, 2010). En 2001, Da Silva y colaboradores, apoyaron la idea de que las células gliales de crustáceos decápodos interactúan metabólicamente con las neuronas mediante el intercambio de metabolitos y eliminación de catabolitos. Por otra parte, se cree que la glía puede generar potenciales de acción, estudios recientes demuestran que un subconjunto de la glía es capaz de disparar estos potenciales. Anteriormente, se sabía que las únicas células nerviosas que pueden producir estos potenciales son las neuronas, no obstante, Káradóttir y colaboradores en 2008 encontraron mediante doble inmunotinción la expresión de proteoglicano NG2+ en algunas células gliales de la materia gris y blanca en el sistema nervioso central de mamíferos, a este tipo de glía se le conoce como células precursoras de oligodendrocitos (OPC's, por sus siglas en inglés), 'polidendrocitos' y 'sinatocitos' o simplemente glía NG2+ (Otis y Sofroniew, 2008). La capacidad de estas células gliales NG2+ para generar potenciales de acción es gracias a la expresión de canales de voltaje dependientes de Na+ y lo más importante es que recibe señales de entrada sináptica excitatoria directamente de las neuronas, lo cual sugiere una función intrínseca celular como la transición inicial de las células NG2+ a oligodendrocitos mielinizados y al igual que los astrocitos, podrían garantizar la transmisión nodal en axones mielinizados (Malatesta, et al., 2003). Con base en lo anterior, ciertosestudios demuestran y sugieren que en invertebrados superiores (crustáceos), las células gliales también podrían generar potenciales de acción dadas las similitudes morfológicas que presentan estás células con las de vertebrados, particularmente de mamíferos. En crustáceos, existen tres características importantes respecto a la relación glía-neurona, una de ellas fue propuesta por Heuser y Doggenweiler en 1966. La primera es que los axones poseen una envoltura de células parecidas a las de María de la Paz Rodríguez Muñoz 23 Schwann, igualmente hay algunas especies que presentan estructuras que parecen ser homólogas a los nódulos de Ranvier, debido a esto se cree que las células parecidas a las de Schwann incrementan la velocidad de conducción, de manera análoga a la mielina en los axones de vertebrados (Fig. 9A). La segunda característica común presente en la glía tanto de vertebrados como de invertebrados, es la acumulación de glucógeno dentro de las células gliales (Da Silva, 2001). Y la tercera característica compartida en vertebrados e invertebrados, es la producción del ácido N- acetil-aspártico-glutámico o glutamato como agente químico de señalización entre axones y células gliales periaxonales en sitios no sinápticos de las fibras nerviosas del acocil y principal neurotransmisor excitatorio en sinapsis musculares de invertebrados (Buttram, et al., 2002). Lane y Abbott en 1975, observaron que los ganglios de los crustáceos tienen un perineuro que se encuentra bajo el neurilema, así como líneas de vesículas sanguíneas en el cerebro (Fig. 9B). Esta capa perineural contiene numerosas mitocondrias, estructuras de Golgi y retículo endoplásmico rugoso. Cada célula perineural está conectada a través de uniones especializadas como gap, parecidas a desmosomas y ocasionalmente estrechas. Asimismo, encontraron que los géneros Procambarus y Cambarus presentan un sistema complejo de túbulos anastomosados y canales trans-gliales, estos últimos contienen colinesterasa y podrían ser un sitio de liberación de neurotransmisores, igualmente podrían actuar como una vía rápida por la que el fluido extracelular puede ser transportado a las neuronas. María de la Paz Rodríguez Muñoz 24 Figura 9. Diagramas que muestran la relación glía-neurona en crustáceos. A) Complejo vaina-axón. Corte transversal del nervio. Las células gliales forman láminas concéntricas alrededor del axón y da lugar a la vaina, su interior está constituido por mesaxones altamente organizados, una zona de sujeción radial, análoga a una pila de desmosomas y el núcleo de la vaina localizada en la lámina más interna. B) Sistema glio-vascular en crustáceos. Las células gliales (g) se encuentran entre las células perineurales y las neuronas (n). Los vasos sanguíneos (vs) están cubiertos con células endoteliales (en) las cuales se extienden en canales cerrados rodeados por células perineurales (p), (Modificado de Heuser y Doggenweiler, 1966; Radojcic y Pentreath, 1979). En el protocerebro del cangrejo Ucides cordatus exactamente en la zona fasciculada y el tracto protocerebral, se han identificado a través de un estudio ultraestructural, dos tipos de células gliales: periaxonales electrolucentes y perineuriales electrodensas, lo cual sugiere que los procesos de células gliales contienen un material denso homogéneo que madura para actuar como una envoltura aislante para las neuronas, en comparación con la vaina de mielina en vertebrados (Allodi y Taffarel, 1999; Allodi, et al., 1999). María de la Paz Rodríguez Muñoz 25 De acuerdo con lo que reporta Hoyle en 1986, las funciones de la glía varían según el subtipo y localización en el cerebro de los invertebrados. Igualmente, Hámori y Horridge, en 1966, y Radojcic y Pentreath en 1979, señalan que las células gliales han sido clasificadas con base en ciertos criterios funcionales, morfológicos y respecto a su posición dentro del sistema nervioso en artrópodos, crustáceos, anélidos y moluscos. La clasificación de las células de la glía en insectos, está determinada por el lugar que ocupan en los diferentes compartimentos que se encuentran en el SNC tales como, la superficie ganglionar alrededor del cerebro, la corteza, entre las sinapsis en el neurópilo y ciertas regiones del lóbulo óptico (Stork, et al., 2008). Glía de la Superficie Ganglionar. Forma la capa más externa de la barrera hematoencefálica (BBB, por sus siglas en inglés). Está organizada en dos tipos de células gliales, según su localización y morfología: 1) perineural, que actúa como una capa glial apical de la BBB y 2) subperineural, componente principal de la BBB (Awasaki, et al., 2008). Glía de la Corteza Cerebral. Las células gliales de la corteza cerebral forman una capa que envuelve los cuerpos celulares de las neuronas del SNC (Awasaki, et al., 2008), también llamadas células satélite en el sistema visual, las cuales forman uniones septadas, desmosomas y uniones estrechas ocluyentes que actúan como una segunda capa de la BBB (Tix, et al., 1997). Glía del Neurópilo. Presenta dos subtipos de glía: 1) fibrosa, constituida por células de recubrimiento que aíslan compartimientos neuronales vecinos además responden a lesión axonal y 2) células parecidas a astrocitos, asociadas con los axones y sus fascículos, su función principal es proveer soporte trófico para supervivencia neuronal y modular las conexiones neuronales (Awasaki, et al., 2008; Simon, et al., 2011). Glía epitelial de la lámina del lóbulo óptico. Formada por neurópilos gliales que se extienden en la parte profunda de la lámina, son característicamente la única clase de células con núcleo en el neurópilo distal (Meinertzhagen y O'Neil, 1991). María de la Paz Rodríguez Muñoz 26 Glía de las regiones profundas del lóbulo óptico. Existen diferentes clases de glía en estas regiones: 1) en el quiasma óptico, dispuesta en filas entre vainas dorsoventrales sucesivas que entrecruzan las fibras interiores y exteriores del quiasma; 2) pequeñas células gliales del exterior del quiasma óptico asociadas a los haces de axones; 3) en la corteza de la médula (satélite medular) y el complejo lobular (satélite de la placa lobular); y 4) en el neurópilo medular (Tix, et al., 1997). En 2008, Oland y colaboradores reportaron en Drosophila que la glía del neurópilo presenta proyecciones que se extienden en tres direcciones: 1) procesos externos al neurópilo para envolver receptores neuronales olfatorios entrantes del tracto antenocerebral; 2) por fuera del lóbulo antenal para envolver axones de proyección de las neuronas a medida que se extienden hacia los centros de procesamiento de orden superior en los cuerpos fungiformes y 3) hacia dentro del neurópilo central para envolver dendritas grandes. 2.4.1. Proteína Ácida Fibrilar Glial (GFAP) La proteína ácida fibrilar glial (GFAP) es la proteína principal de filamentos intermedios gliales diferenciados en astrocitos fibrosos y protoplásmicos en el sistema nervioso central de vertebrados, en particular de mamíferos, donde se expresa en astrocitos maduros y provee estabilidad celular y estructural, también se presenta en invertebrados; además es una proteína altamente conservada en la mayoría de los organismos y es comúnmente utilizada como marcador de astrocitos in vivo e in vitro (Eng, 1985; Santos, et al., 2005). En el sistema visual de crustáceos decápodos, Da Silva y colaboradores en 2004 encontraron, mediante técnicas de inmunotinción, positividad a GFAP en células del pigmento reflejante y cuerpos celularesen las omatidias, específicamente en la retina, en la membrana basal y en la lamina ganglionaris. En el sistema nervioso del caracol Megalobulimus abbreviatus se confirmó la presencia de GFAP y se determinó su peso molecular (55 kDa aprox.) a través de técnicas de inmunoblott e inmunohistoquímica en el ganglio cerebral y la masa subesofágica, y María de la Paz Rodríguez Muñoz 27 presenta mayor la concentración en el ganglio cerebral, principalmente en las regiones corticales y medulares del adulto (Santos, et al., 2005) Se ha reportado que el cerebro adulto del acocil Cherax destructor, presenta dos zonas de proliferación, una medial y otra lateral compuestas en su mayoría por cuerpos neuronales y una pequeña cantidad de células gliales, este conjunto de células llamadas grupo 9 y 10 respectivamente, están localizados entre el lóbulo olfatorio (LO) y el lóbulo accesorio (LA) del ganglio supraesofágico y ambos muestran positividad a GFAP, lo anterior se hizo mediante técnicas de inmunocitoquímica (Sullivan y Beltz, 2005). En 2010, Chaves da Silva y colaboradores, encontraron positividad a GFAP en células gliales después de 24 horas de ablación en la región distal del tracto protocerebral del cangrejo Ucides cordatus y concluyeron que las células gliales en conjunto con hemocitos no sólo fagocitan restos neuronales sino también pueden generar un ambiente favorable para eventuales regeneraciones. 2.5. Ritmos biológicos y Glía La función y morfología de las neuronas está asociada a conductas que muestran ritmos circadianos tales como actividad locomotora, alimentación, apareamiento, entre otras, que pueden variar durante el día. Debido a su capacidad para adaptarse a condiciones cambiantes (plasticidad neuronal), también se habla de cambios circadianos respecto a la morfología de las neuronas así como ondas de asociación y disociación de sinapsis (plasticidad circadiana) que pueden ser controladas por factores internos y externos en fotorreceptores e interneuronas visuales en Drosophila. Otros estudios en este organismo indican que las células gliales son importantes en cuanto a la plasticidad neuronal (regulación en la expresión de genes, morfología y fisiología), además de exhibir sus propios ritmos circadianos (Suh y Jackson, 2007; Jackson, 2011; Mehnert y Cantera, 2011). En el sistema visual de Musca domestica, Pyza y Gorska-Andrzejak (2004) demostraron que en ciclos de luz-oscuridad (LO) existe un ritmo diurno respecto a la morfología neuronal (tamaño de axones, núcleo y dendritas), mientras que en condiciones constantes (OO) las dendritas presentan ritmo circadiano moderado, también mostraron que María de la Paz Rodríguez Muñoz 28 inhibidores metabólicos como el octanol, fluorocitrato e iodoacetato producen arritmia en células gliales y neuronas (L1 y L2) del mismo sistema. Prosser y colaboradores, llevaron a cabo estudios similares a los de la mosca, en el cerebro de mamíferos, analizaron los efectos que producen los inhibidores gliales en el ritmo circadiano neuronal del SNC y observaron que mientras el octanol suprime el ritmo, el fluorocitrato induce a la ritmicidad ultradiana (Prosser, et al., 1994). Con respecto a la glía, en Drosophila, se reportan estudios acerca de la importancia de la relación entre la proteína Ebony y las células gliales, dado que se ha demostrado que esta proteína es requerida en la glía para la regulación circadiana de la actividad locomotora en la mosca de la fruta. La proteína Ebony se localiza en células gliales del lóbulo óptico (específicamente en la glía epitelial de la lámina) y cerebro central en adultos, regiones las cuales se sabe que contienen neuronas reloj, y exhibe ritmos circadianos abundantes en células parecidas a astrocitos que son positivas a Ebony, es decir, la cercanía de estas células hacia proyecciones celulares del reloj nos habla de un control rítmico de Ebony dependiente de PER/TIM dentro de una población discreta de células gliales (Suh y Jackson, 2007). Lo anterior posiblemente sugiere que hay otras proteínas que están presentes en las células gliales y que podrían mostrar ritmos al estar relacionadas con la expresión de proteínas reloj. María de la Paz Rodríguez Muñoz 29 3. JUSTIFICACIÓN Debido a que la glía desempeña un papel fundamental dentro del SNC como proveedora de soporte trófico, aislamiento celular y neuronal, en el reciclaje de neurotransmisores e intercambio y eliminación de metabolitos y catabolitos; el estudio de su relación con los ritmos circadianos es de gran interés tanto en vertebrados como en invertebrados, particularmente en mamíferos e insectos (Prosser, et al., 1994; Jackson, 2011; Mehnert y Cantera, 2011). Diversos estudios reportan la relación entre la glía y los ritmos a través de un oscilador molecular basado en PER, proteína reloj fundamental para el control molecular circadiano en Drosophila y mamíferos (Zerr, et al., 1990 y Suh y Jackson, 2007). Sin embargo, otros organismos no han sido abordados en el estudio de esta relación. Por lo anteriormente mencionado, es relevante explorar si esta relación ocurre en crustáceos, específicamente en el acocil. La relevancia radica en que este organismo ha sido un modelo experimental de gran importancia para el estudio de las neurociencias y la cronobiología. Sus ritmos circadianos así como el funcionamiento del reloj molecular ya se han descrito sin embargo, aún faltan más estudios que integren y amplíen la neurofisiología y cronobiología de esta especie. Por lo anterior, el presente trabajo plantea investigar la presencia de GFAP en los marcapasos putativos de P. clarkii así como determinar si esta proteína muestra oscilaciones diarias y si la proteína PER, que es un componente importante del reloj circadiano, se encuentra localizada en las células gliales, en el lóbulo óptico y el ganglio cerebroide del acocil adulto Procambarus clarkii. 4. HIPÓTESIS Si la GFAP se encuentra en el tallo ocular y el ganglio cerebroide y presenta oscilaciones en sus concentraciones diarias y PER co-localiza en las células gliales de estas estructuras, entonces la glía podría formar parte del sistema circadiano del acocil adulto P. clarkii al modular la actividad neuronal en su sistema nervioso central. María de la Paz Rodríguez Muñoz 30 5. OBJETIVOS Generales 1) Determinar la presencia de ritmos circadianos en la expresión de GFAP en dos de las posibles estructuras marcapasos del acocil adulto Procambarus clarkii. 2) Identificar si la proteína PER se encuentra en las células gliales, a través de la co- localización de esta proteína con GFAP, del tallo ocular y del ganglio cerebroide de P. clarkii. Particulares 1) Determinar si la GFAP se expresa en el tallo ocular y el ganglio cerebroide. 2) Cuantificar los niveles de GFAP en diferentes horas del día, en tallo ocular y en ganglio cerebroide. 3) Determinar si los cambios de GFAP, en las dos estructuras antes mencionadas, son circadianos. 4) Localizar e identificar si hay regiones en las que co-localicen las proteínas GFAP y PER. María de la Paz Rodríguez Muñoz 31 6. MÉTODO 6.1. Animales Se utilizaron 72 acociles adultos de la especie Procambarus clarkii colectados en Delicias, Chihuahua, México; sin distinguir entre machos y hembras. Se mantuvieron en condiciones de laboratorio, en acuarios, con una temperatura de 20°C + 1 y alimento ad libitum con una dieta de camaronina(35%; Purina); se mantuvieron en ciclos de luz-oscuridad (LO) 12:12 con encendido de luz a las 7:00 h y el apagado a las 19:00 h, durante 15 días. 6.2. Disección experimental de Procambarus Después de 15 días de aclimatación a las condiciones de laboratorio, los animales fueron divididos en dos grupos de 36 animales para cada condición, el primer grupo se mantuvo en las mismas condiciones iniciales de LO y el segundo grupo en oscuridad constante (OO); los animales del grupo LO se anestesiaron (20 min en frío), y disecaron en microscopio estereoscópico (Olympus SZ514S) a diferentes ZT (tiempo del sincronizador, por sus siglas en inglés: ZT0, ZT4, ZT8, ZT12, ZT16 y ZT20) para extraer los tallos oculares y el ganglio cerebroide. Este mismo grupo se dividió en dos grupos: las de 18 animales se usaron para la técnica de Ensayo de Inmunoabsorción Ligada a Enzima (ELISA), mientras las de los 18 animales restantes fueron procesadas con la técnica de Inmunofluorescencia. Los 36 animales del segundo grupo pasaron 72 horas en oscuridad constante (OO), posteriormente fueron disecados a diferentes CT (tiempo circadiano, por sus siglas en inglés: CT0, CT4, CT8, CT12, CT16 y CT20) también fueron divididos en dos grupos de 18 animales y procesados para las mismas técnicas que los acociles de la condición LO; se sacrificaron tres acociles por cada hora para cada condición. 6.3. Cuantificación de Proteínas Los tallos oculares y cerebro fueron extraídos por separado y colocados en 50 µL de amortiguador de fosfatos (PBS) pH 7.4. Las muestras fueron homogeneizadas manualmente con un homogeneizador de plástico y centrifugados en una microcentrífuga refrigerada (LABNET) durante 20 min a 12000 x g a 4°C, se desechó el botón y se tomó el sobrenadante conservándolo a -70°C (REVCO). María de la Paz Rodríguez Muñoz 32 El método de cuantificación espectrofotométrica de proteínas que se utilizó para calcular la cantidad de muestra (tallo ocular y ganglio cerebroide) en microlitros, que se debe colocar en cada pozo de la microplaca, para tener 60 µg de proteína total para la técnica de ELISA fue el diseñado por Bradford (1976). Estandarización de Albúmina Se disolvieron 0.5mg de albúmina de suero bovino (BSA SIGMA) en 10 mL de agua desionizada y se determinó la absorbancia en un espectrofotómetro (Ultrospec 2000) a 280 nm. En cada pozo de la microplaca de poliestireno (Ultra Cruz) se agregó BSA 0.5mg/ml con Cloruro de sodio (NaCl) 0.15M, se ajustó el volumen de cada pozo a 215 µL totales con el reactivo de Bradford (Bio-Rad). Para cada dilución de BSA la absorbancia se leyó en un lector de placas a 595 nm (Biotek ELx800). 6.4. Ensayo de Inmunoabsorción Ligada a Enzima (ELISA) Indirecta para la Proteína Ácida Fibrilar Glial (GFAP) La técnica de ELISA indirecta es una técnica inmunológica que nos permite cuantificar la GFAP en tallo ocular y ganglio cerebroide del acocil adulto mediante la detección de anticuerpo (complejo antígeno-anticuerpo, ver Figura 10). Curva de Calibración de ELISA para la Proteína GFAP La curva de calibración se preparó con ocho diluciones dobles seriadas en una concentración de 0 a 50 ng /100 µL por pozo del péptido control para GFAP (generado en cabra, GeneTex) en amortiguador de fosfatos pH 6.5. Se siguió el mismo procedimiento que las muestras que a continuación se refiere. Procedimiento de las Muestras En cada pozo de la microplaca para ELISA (Ultra Cruz) se añadieron e incubaron 60 µg de proteína de cada muestra (tallo ocular y ganglio cerebroide) por triplicado, diluido en amortiguador de fosfatos pH 6.5, 1 h a 37°C y después 2 hrs a temperatura ambiente (TA), María de la Paz Rodríguez Muñoz 33 finalmente toda la noche a 4°C. Después de un lavado (200 µL PBS-Tween-20 (PBS-T) 0.05%), se agregó solución de bloqueo (100 µL PBS-T0.05% con 3% de leche descremada - Svelty 0% grasa (LDS), filtrada) por 2hrs a TA. Posteriormente se hicieron tres lavados (200 µl PBS-T0.05%) se añadió e incubó el anticuerpo primario anti-GFAP (policlonal generado en cabra GeneTex, 1:800) diluido en una solución de PBS-T con 0.1% de LDS2 hrs a TA y después toda la noche a 4°C, para permitir que se llevara a cabo la reacción con la muestra adherida al pozo. Posteriormente, después de tres lavados (200 µL PBS-T), posteriormente, se incubó con el anticuerpo secundario anti-IgG de cabra conjugado con peroxidasa de rábano (HRP, por sus siglas en inglés; policlonal generado en burro GeneTex, 1:2,500) diluido en una solución de PBS-T con 0.1% de LDS 2 hrs a TA. Por último se realizaron tres lavados (200 µl PBS-T), se añadió un sustrato para la enzima (100 µL TMB 3,3’, 5,5’-tetrametilbenzidina-1StepTM Turbo TMB-ELISA ThermoScientific durante 30 min) y la reacción se detuvo con una solución de ácido fosfórico (H3PO42 M), a continuación se leyó la densidad óptica en un lector de placas a 450 nm (Biotek ELx800). Los controles tuvieron el mismo procedimiento, no obstante, en uno se omitió el péptido control para GFAP (GeneTex), en otro se omitió el anticuerpo primario y en el último se omitió el anticuerpo secundario. Los datos promedio obtenidos de cada muestra por triplicado se utilizaron para interpolar su concentración a la curva de calibración. Fig. 10. Representación esquemática de la técnica de ELISA indirecta (Modificado de Goldsby, et al., 2004). María de la Paz Rodríguez Muñoz 34 6.5. Inmunofluorescencia La inmunofluorescencia es una técnica de inmunotinción basada en la capacidad del anticuerpo específico marcado con un fluorocromo para unirse con el antígeno y formar el complejo antígeno-anticuerpo para lograr un sustrato visible, aplicándolo a una muestra de tejido, en este caso particular, tallo ocular y ganglio cerebroide. Se utilizó para determinar la co-localización de las proteínas de interés PER y GFAP (doble inmunotinción). Se extrajeron los tejidos (tallos oculares y ganglio cerebroide) y se colocaron en fijador Bouin’s (solución de Acido pícrico 7.5 mL, formaldehído al 37% 2.5 mL y ácido acético 0.5 mL) durante 12 h a 4°C, después se deshidrataron (con alcohol al 50, 70, 96 y 100%, xilol 10 min) y se incluyeron en paraplast (Oxford Labware) durante 12 hrs en estufa (Marca FelisaR), posteriormente se montaron en moldes con paraplast y se dejaron secar por 24 hrs. Una vez que los moldes con los tejidos se secaron, se pasaron al micrótomo (Leitz 1512) para hacer los cortes histológicos de 25 micras de grosor, los cortes fueron colocados en portaobjetos, se les agregó unas gotas de alcohol y se sumergieron en baño maría (Lab Line Instruments, Inc.) con grenetina (J.T. BAKER) se dejaron secar. Se eligieron al azar las laminillas, previamente procesadas, para desparafinarlas, se colocaron en la estufa (FelisaR) a 59°C de 3 a 5 min, posteriormente se les agregó xilol y se continuó con la rehidratación en alcoholes graduales (100, 96, 70, 50% y agua destilada). Posteriormente, los cortes fueron delimitados con un marcador (PAP-Pen) para asegurar el mantenimiento de los medios de incubación en los tejidos, enseguida se colocaron en cámara húmeda, se realizaron tres lavados (PBS-T al 10% por 10 min) y se les agregó una solución de bloqueo de proteínas (Suero de cabra diluido en PBS, Blocking Reagent Background eraser BIOCARE MEDICAL) 5 gotas por 10 min, para reducir la tinción de fondo que se presenta por la inespecificidad de los anticuerpos; se incubaron con el anticuerpo primario anti-GFAP (monoclonal generado en ratón GeneTex, 1:200) y Drosophila anti-PER (policlonal generado en pollo Alpha Diagnostic, 1:50) diluidos en solución de Van Gogh (solución de amortiguadores combinadospatentados, potenciadores de tinción, estabilizantes y conservadores pH 6.0 BIOCARE MEDICAL) toda la noche a 4°C. Las laminillas fueron colocadas en la estufa (2 min, FelisaR) y se realizaron lavados María de la Paz Rodríguez Muñoz 35 (uno con PBS-T al 10% por 5 min y tres inmediatos adicionales), se agregó el anticuerpo secundario anti-ratón (generado en cabra conjugado con Cy2 GeneTex, 1:200) y anti-pollo (generado en cabra conjugado con Rodamina (TRITC), Alpha Diagnostic1:50) diluidos en solución de Van Gogh (BIOCARE MEDICAL) 2h a TA. Después de los lavados (uno con PBS-T al 10% por 5 min y tres inmediatos adicionales), se agregó DAPI (4',6-diamidino-2- fenilindol, 1:1000 con PBS-T al 10% durante 5 min) y se realizó un último lavado (uno con PBS-T al 10% por 5 min y tres inmediatos adicionales). Finalmente las laminillas se montaron con medio de montaje para fluorescencia (DAKO). Los controles fueron tratados de la misma forma, sin embargo, en uno de ellos se omitió el anticuerpo primario, mientras que el segundo fue por preadsorción de los anticuerpos primarios para GFAP y PER con sus respectivos péptidos controles para GFAP (GeneTex) y Drosophila PER (Alpha Diagnostic). 6.6. Digitalización de Imágenes Con la finalidad de identificar reactividad por inmunofluorescencia a GFAP y PER, así como la co-localización en las zonas del tallo ocular y ganglio cerebroide, se utilizó un microscopio confocal (OLYMPUS lX81) con láser (FV10-MCPSU), los flurocromos fueron visualizados con tres filtros: el primero fue Cy2 con excitación 489 nm y emisión 506 nm, el segundo fue rodamina (TRITC) con excitación 550 nm y emisión 570 nm y el tercero fue DAPI con excitación 358 nm y emisión 463 nm; y capturados con objetivo 40x mediante un sistema procesador de imágenes (cámara OLYMPUS lX2-UCB FV1000) vía una computadora con el programa de captura OLYMPUS FLUOVIEW (versión 4.0). Posteriormente las imágenes fueron analizadas con los programas Image J (versión 1.47) para Windows y Corel Photo Paint 9. 6.7. Análisis estadístico Posteriormente los resultados obtenidos de la técnica de ELISA fueron analizados con el programa de COSINOR (Menna-Barreto, et al., 1993) para determinar la presencia de ritmos de la proteína GFAP en el tallo ocular y ganglio cerebroide del acocil adulto y ANOVA de una vía con las pruebas post hoc Bonferroni y Scheffé para corroborar la significancia del ritmo. María de la Paz Rodríguez Muñoz 36 6.7.1. COSINOR Es un sistema de análisis matemático que permite determinar por el método de mínimos cuadrados la función cosenoidal ideal (Fig. 11) de un ritmo biológico al obtener el intervalo de confianza de sus principales parámetros como son el mesor, la amplitud, el periodo y la acrofase (ver Fig. 6). El análisis estadístico de Cosinor permite realizar pruebas objetivas bajo la hipótesis de que la amplitud del ritmo difiere de cero al utilizar diferentes longitudes de periodos. Se probaron distintos periodos para analizar si los ritmos observados tanto en el tallo ocular como en el ganglio cerebroide efectivamente eran circadianos. Figura 11. Se muestra la ecuación que define la función coseno tomando en cuenta que M es el valor medio de la curva, es decir, el Mesor; A es la amplitud de la curva; P es el periodo y t0 es la acrofase (Tomado de Molinero, 2006). 6.7.2. Análisis de Varianza de una vía (ANOVA) Es una prueba estadística que sirve para comparar diversos grupos en una variable cuantitativa, es una generalización del contraste de igualdad de medias para dos muestras independientes. Se utiliza para contrastar la igualdad de medias de tres o más poblaciones independientes y con distribución normal. Supuestas k poblaciones independientes, las hipótesis del contraste son: 1) H0: µ1= µ2=… =µk Las medias poblacionales son iguales 2) H1: Al menos dos medias poblacionales son distintas María de la Paz Rodríguez Muñoz 37 Suponiendo que la hipótesis nula es cierta, el estadístico utilizado en el análisis de varianza sigue una distribución F de Fisher-Snedecor con k-1 y n-k grados de libertad, al ser k el número de muestras y n el número total de observaciones que participan en el estudio. El estadístico F del ANOVA de una vía se basa en el cumplimiento de 2 supuestos fundamentales: normalidad y homocedasticidad. Esta prueba utiliza contrastes llamados comparaciones múltiples post-hoc o a posteriori para saber que media difiere de qué otra y permiten controlar la tasa de error al efectuar diversos contrastes con las mismas medias. Las pruebas post-hoc aplicadas para este estudio fueron Scheffé y Bonferroni (Bakieva, et al., 2012). María de la Paz Rodríguez Muñoz 38 7. RESULTADOS 7.1. Cuantificación de ELISA para GFAP Se realizó un ensayo de ELISA indirecta para medir las cantidades de GFAP en el tallo ocular y el ganglio cerebroide del acocil adulto Procambarus clarkii. Los resultados obtenidos de dicho ensayo se ajustaron a la curva de calibración estándar (Péptido Control de GFAP). El cual mostró un comportamiento lineal en el rango de concentraciones de 0, 0.3, 0.7, 1.5, 3.1, 6.2, 12.5, 25 y 50 ng/100µL (coeficiente de correlación R2= 0.97; pendiente 0.0081) como se observa en la Figura 12. Figura 12. Curva de calibración estándar de ELISA para GFAP. Diluciones de GFAP. Se presenta la ecuación de la recta y el coeficiente de correlación. La línea continua representa la curva de calibración del péptido control de la proteína GFAP y la línea punteada muestra el ajuste de los datos a la recta. Los datos son el promedio ± el error estándar (e.e.). Lectura a 450 nm. y=0.0081x + 0.0496 R2=0.976 María de la Paz Rodríguez Muñoz 39 7.1.1. Tallo Ocular En el tallo ocular, existe un ritmo diario en el contenido de GFAP, en la condición de LO 12:12, se encontró que la acrofase de la concentración [1.43 ng/µL] se presentó en ZT8, con un segunda acrofase en ZT0 [1.17ng/µL], mientras que la batifase [0.81 ng/µL] se presentó en ZT16 (Fig. 13). El análisis de Cosinor mostró una oscilación significativa (P<0.05) con un periodo de 11:23 y 25 horas (porcentaje de ritmicidad =10.37 y 7.36%, respectivamente, ver Tabla 1) lo cual indica la presencia de un ritmo bimodal de GFAP en esta estructura, igualmente el análisis de ANOVA con la prueba post hoc de Bonferroni reveló diferencias significativas (P<0.025) entre la acrofase y batifase antes mencionadas (ver Tabla 2). En el acocil adulto bajo condiciones de sincronización este ritmo presenta las acrofases durante el día. Figura 13. Cronograma del tallo ocular en condición LO 12:12. Se observa un ritmo bimodal de la proteína GFAP. La barra superior representa la condición experimental de fotoperiodo (la zona blanca de la barra indica la fotofase y la oscura la escotofase). Los datos graficados son el promedio ± e.e. Los resultados obtenidos por los análisis de Cosinor y ANOVA con una prueba post hoc de Bonferroni mostraron diferencias significativas (P<0.05) entre ZT8 y ZT16 (las flechas rojas muestran las ZT significativas, ver Tabla 1) (n=9 para cada hora). María de la Paz Rodríguez Muñoz 40 Bajo la condición de OO durante 72 horas, se observó la persistencia de un ritmo en la concentración de GFAP, en CT8 se presentó la batifase [0.70 ng/µL] al contrariode la condición LO. Se observó un incremento en CT16 y llegó a la acrofase [1.56 ng/µL] en CT20 (Fig. 14). El ritmo observado bajo condiciones constantes, se ajusta a una curva con periodo circadiano, confirmado por el análisis de Cosinor que es significativo (P<0.05) para la oscilación de GFAP con un periodo de 24.00 horas (ver Tabla 1). Se observó un porcentaje del ritmo de 27.50%, la amplitud de 0.34 y el mesor de 1.04, asimismo el análisis de ANOVA con la prueba post hoc de Scheffé mostró diferencias significativas (P<0.01) que corresponden a la batifase y la acrofase ya mencionadas (ver Tabla 2). Figura 14. Cronograma del tallo ocular en condición de OO durante 72 horas. Se muestra el ritmo circadiano de la proteína GFAP. La barra superior indica la condición de oscuridad constante. Los datos graficados son el promedio ± e.e. Los resultados obtenidos por los análisis de Cosinor y ANOVA con la prueba post hoc de Scheffé mostraron diferencias significativas (P < 0.05 y P < 0.01) entre la acrofase en CT20 y la batifase en CT8 (n=9 para cada hora). María de la Paz Rodríguez Muñoz 41 En la Tabla 1 se muestran los resultados de los análisis de Cosinor de la concentración de GFAP (ng/µL) para las dos condiciones experimentales (LO 12:12 y 72 horas en OO) en el tallo ocular de P. clarkii. En la Tabla 2 se muestran los resultados del análisis de varianza (ANOVA) con las pruebas post hoc Bonferroni y Scheffé que confirman los resultados obtenidos por el análisis de Cosinor en el tallo ocular de P. clarkii para las condiciones LO 12:12 y 72 horas en OO respectivamente. Tabla 1. Análisis de Cosinor de los cronogramas de la concentración de la proteína GFAP en el tallo ocular del acocil adulto. GFAP PERIODO (h) MESOR AMPLITUD ACROFASE (h) PR (%) P LO 12:12 24 25 11.23 1.06 1.05 1.06 0.13 0.21 0.25 11.05 6.18 7.04 2.85 7.36 10.31 0.284 0.036* 0.009* 72 horas en OO 24 1.04 0.34 1.25 27.50 0.001* El asterisco indica resultados significativos (P<0.05) en ambas condiciones experimentales. PR representa el porcentaje del ritmo. Tabla 2. Análisis de varianza (ANOVA) de la concentración de GFAP en el tallo ocular del acocil adulto. GFAP F Sig. Prueba Post hoc LO 12:12 3.001 0.015* Bonferroni ZT8 vs. ZT16 (P<0.025) 72 horas en OO 10.901 0.001* Scheffé CT20 vs. CT0, CT4, CT8 y CT12 (P<0.01) CT8 vs. CT16 (P<0.01) El asterisco indica resultados significativos (P<0.05) en ambas condiciones experimentales. María de la Paz Rodríguez Muñoz 42 7.1.2. Ganglio Cerebroide En la condición LO 12:12 para el ganglio cerebroide, las concentraciones de GFAP durante las ZT de muestreo no fueron significativamente diferentes (Fig. 15), de acuerdo con el análisis de Cosinor que se muestra en la tabla 3 y el análisis de ANOVA con las pruebas post hoc de Scheffé y Bonferroni, no se obtuvieron oscilaciones ni diferencias significativas para la proteína GFAP, ver Tabla 4. Figura 15. Cronograma del ganglio cerebroide en condición LO 12:12. No se observan oscilaciones de la proteína GFAP. La barra superior representa la condición experimental de fotoperiodo (la zona blanca de la barra indica la fotofase y la oscura la escotofase). Los datos graficados son el promedio ± e.e. (n=9 para cada hora). María de la Paz Rodríguez Muñoz 43 En los resultados del ganglio cerebroide bajo condiciones constantes, se observó la persistencia de los cambios rítmicos en la concentración de GFAP y se encontró que las batifases se presentaron en CT0 [0.68ng/µL] y CT12 [0.70ng/µL], con un aumento en CT8 [1.12 ng/µL], alcanzando la acrofase [1.49 ng/µL] en CT20 (Fig. 16). Cosinor confirmó el ajuste de GFAP como un ritmo bimodal que es significativo (P<0.05) en un periodo de 12 y 22.36 horas (PR=24 y 7.92%), con un mesor de 1.02 y amplitud de 0.36 y 0.20, respectivamente (ver Tabla 3), del mismo modo el análisis de ANOVA y la prueba post hoc de Scheffé mostró diferencias significativas (P<0.01) entre la acrofase y la batifase antes mencionadas (ver Tabla 2). Figura 16. Cronograma del ganglio cerebroide en condición de OO durante 72 horas. Se muestra un ritmo bimodal en la proteína GFAP. La barra superior representa la condición en oscuridad constante. Los datos graficados son el promedio ± e.e. Los resultados obtenidos por los análisis de Cosinor mostraron un ritmo y el ANOVA con la prueba post hoc de Scheffé mostraron diferencias significativas (P<0.05) entre la acrofase en CT20 y las batifases en CT0 y CT12 (las flechas rojas muestran las CT significativas, ver Tabla 3) (n=9 para cada hora). María de la Paz Rodríguez Muñoz 44 En la Tabla 3 se muestran los resultados de los análisis de Cosinor de la concentración de GFAP para las dos condiciones experimentales, LO 12:12 y 72 horas en OO en el ganglio cerebroide de P. clarkii. En la Tabla 4 se muestran los resultados del análisis de varianza (ANOVA) con las pruebas post hoc Bonferroni y Scheffé que confirman los resultados obtenidos por el análisis de Cosinor en el ganglio cerebroide de P. clarkii para las condiciones LO 12:12 y 72 horas en OO respectivamente. Los resultados indican que existen variaciones circadianas y bimodales de la proteína GFAP en el tallo ocular, mientras que en ganglio cerebroide estás variaciones solo se presentan en condiciones constantes del acocil adulto P. clarkii. La manifestación de estos Tabla 3. Análisis de Cosinor de los cronogramas de la concentración de GFAP en el ganglio cerebroide del acocil adulto. GFAP PERIODO (h) MESOR AMPLITUD ACROFASE (h) PR (%) P LO 12:12 24 0.78 0.08 12.32 1.82 0.449 72 horas en OO 24 22.36 12 1.02 1.02 1.02 0.13 0.20 0.36 2.29 7.34 1.49 3.22 7.92 24 0.241 0.028* 0.001* El asterisco indica resultados significativos (P<0.05) para la condición en oscuridad constante. PR representa el porcentaje del ritmo. Tabla 4. Análisis de varianza (ANOVA) de la concentración de GFAP en el ganglio cerebroide del acocil adulto. GFAP F Sig. Prueba Post hoc LO 12:12 0.532 0.751 72 horas en OO 6.684 0.001* Scheffé CT20 vs. CT0 y CT12 (P<0.01) El asterisco indica resultados significativos (P<0.05) para la condición en oscuridad constante. María de la Paz Rodríguez Muñoz 45 cambios ocurre en oscuridad constante. En general, parece que bajo condiciones de sincronización la luz produce un efecto de enmascaramiento en los cambios rítmicos de ambas estructuras, ya que en los tallos oculares, ocurre un cambio de tipo bimodal durante LO a un ritmo circadiano en oscuridad constante, mientras que en el ganglio cerebroide en LO no se presenta ritmo y en condiciones de oscuridad constante se manifiesta un ritmo bimodal. 7.2. Inmunofluorescencia Los datos obtenidos con inmunofluorescencia y microscopia confocal mostraron inmunopositividad a GFAP y co-localización con PER en tallo ocular y ganglio cerebroide en el acocil adulto, las diferencias en la intensidad de inmunotinción no fueron cuantificadas. 7.2.1. Tallo Ocular El lóbulo óptico, que forma parte del tallo ocular del acocil, está compuesto por cuatro neurópilos, la lamina ganglionaris (LG), la médula externa, la médula interna y la médula terminalis. El primer neurópilo,
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