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I UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA MANUAL DE MANEJO DEL LOBO MEXICANO (Canis lupus baileyi) Y SU REINTRODUCCIÓN EN MÉXICO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE MÉDICO VETERINARIO ZOOTECNISTA PRESENTA MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ JÁUREGUI DÍAZ Asesor interno: MVZ Fernando Gual Sill Asesor externo: Biol. Jesús Lizardo Cruz Romo México, Distrito Federal 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II DEDICATORIAS A mis padres, Santiago González Jáuregui Zubizarreta y Ma. del Pilar Díaz Cisneros, por todo su cariño y amor, por motivarme y darme la mano cuando sentía que el camino se terminaba y sobre todo por dejarme lograr mi sueño. A mis hermanos, Fátima y Santiago, por darme el ejemplo de que siempre se puede seguir adelante y por todo el cariño que me han brindado. A mi esposo, Jorge Andrés Cárdenas Rivera, por toda la paciencia y el amor que siempre me ha brindado, y por siempre ser mi apoyo en cualquier momento. Te amo. III AGRADECIMIENTOS A mis tutores, MVZ Fernando Gual Sill y el Biólogo Lizardo Cruz Romo, por su apoyo para la realización de esta tesis. A mis sinodales: MVZ Alberto Tejeda Perea, MVZ Ricardo Itzcóatl Maldonado Reséndiz, MVZ Carlos Esquivel Lacroix, MVZ Oscar Rico Chávez. A mis amigos: Lupita, Jessica, Fernanda, Hugo, Manuel, Jonathan, Santiago y Alberto, por las experiencias vividas estos años de carrera y por el gran equipo que formamos. A la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, por darme la oportunidad de aprender y forjarme como profesional. IV CONTENIDO Página RESUMEN 1 INTRODUCCIÓN 3 OBJETIVO 6 REVISIÓN SISTEMÁTICA 7 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 9 1. Antecedentes del programa de recuperación del lobo mexicano 9 2. Generalidades del lobo mexicano 18 2.1 Descripción de la subespecie 18 2.2 Alimentación 19 2.3 Comportamiento 20 2.4 Reproducción 22 2.5 Genética 23 2.6 Distribución 25 3. Aspectos médicos en la reintroducción del lobo mexicano 27 3.1 Medicina Preventiva 27 3.2 Alimentación 29 3.3 Instalaciones 31 3.3.1 Encierros de exhibición 32 V 3.3.2 Encierros de semi cautiverio 35 3.4 Contención y manejo 36 3.4.1 Ejemplares en vida libre 36 3.4.2 Ejemplares en cautiverio 40 3.5 Identificación de ejemplares 42 3.6 Crianza de cachorros 43 3.7 Protocolos de necropsia y toma de muestras en caso de muerte de un lobo mexicano 46 3.7.1 Consideraciones sanitarias 56 4. Conflicto Lobo - Humano 57 4.1 Envenenamiento en el lobo mexicano 57 4.1.1 Indicios clínicos característicos de las sustancias tóxicas más utilizadas en carnívoros 59 4.1.2 Tipos de sustancias químicas utilizadas para el envenenamiento 59 4.2 Depredación de ganado por carnívoros 65 4.2.1 Características de caza de los depredadores que se encuentran en el área de liberación del lobo mexicano 67 4.2.2 Procedimiento para reportar depredación de ganado por el lobo mexicano 71 4.2.3 Seguro de ataques por depredadores 74 VI 4.2.4 Uso de Tiabendazol como condicionamiento de aversión de sabores 75 4.3 Interacción lobo – perro 77 5. Conservación y beneficios ligados a la existencia del lobo mexicano en vida libre 80 5.1 Beneficios derivado del valor extrínseco de los lobos 81 5.1.1 Beneficios ecológicos y servicios al ecosistema 81 5.1.2 Especies Carroñeras 83 5.1.3 Impacto en poblaciones de otros predadores y competencia interespecifica 83 5.1.4 Mesocarnívoros 84 5.1.5 Restauración de comportamientos silvestres 84 5.1.6 Efectos de vegetación y cascadas tróficas 85 5.2 Beneficios derivados del valor intrínseco de los lobos 85 5.2.1 Transmisión genética 85 5.2.2 Éxito de la caza y eficiencia alimenticia 86 5.2.3 Supervivencia de los cachorros 86 5.2.4 Transmisión del conocimiento cultural 87 6. Medicina de la Conservación 89 VII 7. Papel del Médico Veterinario Zootecnista en el Programa de Reintroducción del Lobo Mexicano 93 8. Conclusiones 95 ANEXOS 99 REFERENCIAS 115 1 RESUMEN GONZÁLEZ JÁUREGUI DÍAZ MARÍA JOSÉ. Manual de manejo del lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y su reintroducción en México (bajo la dirección de: MVZ Fernando Gual Sill y Biol. Jesús Lizardo Cruz Romo). El tema de la conservación en México, es un tema que requiere del apoyo y la participación de la sociedad. La preocupación por la conservación de la naturaleza ha ido en aumento día con día, logrando que diversos grupos establezcan equipos de trabajo para concentrar los esfuerzos a este tema de interés mundial. Es por esto que el éxito del proyecto de recuperación del lobo mexicano se debe a importantes resultados, creando así mayor oportunidad para integrar diversas ideas que generan nuevos proyectos en beneficio de esta subespecie. La tarea de puntualizar los antecedentes del programa de recuperación del lobo mexicano, así como las generalidades de esta subespecie, tienen el objeto de que toda esta información se encuentre disponible en un solo documento para todos los interesados en su conservación. Aspectos médicos que deben ser considerados para el manejo adecuado del lobo mexicano, son descritos con base en la información obtenida de documentos realizados por expertos y con base en el proyecto de recuperación del lobo mexicano, realizado por la entonces SEMARNAP, actualmente SEMARNAT, en el 2000. Asimismo, al incluir los conflictos que se tienen entre el lobo y el humano, se puntualiza la importancia de educar a la población para evitar la matanza de las poblaciones de esta subespecie y así dar a conocer a la 2 sociedad los beneficios ligados a la existencia de especies sombrilla, como es el caso del lobo mexicano. La tarea de puntualizar la información que se tiene sobre las actividades para lograr la reintroducción del lobo mexicano en vida libre y la información que se ha logrado recabar con el paso de los años en cuanto a las experiencias obtenidas, es con el objeto de crear una fuente de consulta para las personas interesadas en el tema, así como el de actualizar y facilitar la búsqueda de dicha información. El manejo necesario para la reintroducción del lobo mexicano y el manejo que se les da a las crías nacidas en vida libre serán descritoscon base a la información obtenida en las Instituciones encargadas del proyecto y en las experiencias que se han tenido en los últimos años con la reintroducción de ejemplares en vida libre. El éxito del proyecto será rotundo cuando se logre entender que los beneficios ligados a la existencia del lobo mexicano en vida libre favorecen a todo el ecosistema que acompaña a la subespecie. 3 INTRODUCCIÓN Se sabe que los lobos fueron los animales terrestres con mayor distribución en América, después del hombre; su fuerza, inteligencia y comportamiento en jaurías lo convirtió en uno de los depredadores más exitosos distribuyéndose desde el Ártico hasta México1. En nuestro país, al igual que en otras partes del mundo, la causa principal de su extinción en su hábitat natural fue la campaña de exterminio llevada a cabo por los ganaderos, quienes veían al lobo como una amenaza debido a la depredación del ganado por parte de éstos, ya que sus presas naturales estaban desapareciendo; asimismo, por la fragmentación, degradación y destrucción de los bosques y pastizales templados donde habitaban. “Para que una especie sobreviva no sólo es importante rescatar a la propia especie, sino también el hábitat natural en el que se desarrolla”.1 Las poblaciones de lobo mexicano desaparecen casi por completo a mediados de 1950, por lo que fue necesario que México y Estados Unidos colaboraran para proteger a esta subespecie. En 1976 el lobo mexicano fue declarado como especie amenazada en el Acta de Especies en Riesgo (ESA, por sus siglas en inglés) logrando así dar inicio con el proyecto de protección del lobo mexicano. Inicialmente se capturaron ejemplares que se encontraban en vida libre para comenzar un programa de reproducción en cautiverio, para así recuperar al menos una población silvestre y establecerla dentro de una zona protegida en su área de distribución natural. Estados Unidos logra la reintroducción del lobo gris en el Parque Nacional de Yellowstone en 1995, lo que permite iniciar estudios a largo plazo, en los que se registra que “en presencia de los lobos, la diversidad de plantas y 4 bosques se recuperan, al igual que los bancos de arroyos, que pueden así contener agua suficiente y de calidad para muchas otras especies”2. Posteriormente en 1998 se realiza la primera liberación de lobos mexicanos en vida silvestre en Arizona y Nuevo México, en Estados Unidos. Fue en 2011 que en México se liberan los primeros cinco lobos mexicanos en sus antiguos territorios de la Sierra Madre Occidental. Lo que por desgracia no resulto como se esperaba, ya que cuatro de los ejemplares murieron por causas relacionadas al hombre, posible envenenamiento. El actual conflicto que se tiene en relación del lobo con el humano se debe principalmente a la falta de información en la población, a pesar de que los lobos son depredadores gregarios que cazan animales medianos y grandes y en ocasiones afectan a la población de ganado, se ha determinado que su influencia es benéfica debido a la recuperación de plantas, arroyos y al mantenimiento de diversas especies pequeñas de vertebrados. En la actualidad, el conflicto con el humano por la depredación ocasional del ganado puede ser aminorado a través de fondos de compensación para los ganaderos. Todo esto ha sido tomado en cuenta por las instituciones, organizaciones e investigadores involucrados en la conservación de los recursos naturales en nuestro país y gracias a sus esfuerzos y a la coordinación y colaboración, el proyecto sigue creciendo, logrando hasta la fecha 4 liberaciones de parejas de lobo mexicano en vida libre en México. Para que este proyecto se lleve a cabo, actualmente se habla de una conservación integrada, la cual combina y utiliza las técnicas in situ y ex situ. La conservación in situ es el hecho de preservar y mantener a las especies en su medio natural, mientras que la conservación ex situ se refiere al 5 mantenimiento de los componentes de la biodiversidad fuera de su hábitat natural, como reservas genéticas, centros de investigación o educación3. Esta conservación integrada se alcanza de una manera efectiva cuando las actividades de las instituciones están interrelacionadas conceptualmente y están estratégicamente coordinadas interna y externamente. La meta principal de la conservación integrada es la conservación de especies amenazadas o en peligro de extinción, mediante actividades encaminadas a mantener la biodiversidad, tanto si se realiza dentro o fuera del hábitat natural de la especie3. El presente trabajo intentará dar respuestas a interrogantes sobre el estado poblacional y los aspectos relacionados con la reintroducción del lobo mexicano, tomando en cuenta los factores sociales, así como los factores ecológicos relacionados con este depredador. El propósito de este trabajo es contar con la información más actual sobre la reintroducción del lobo mexicano en México, con el objeto de que constituya una fuente de consulta para las personas interesadas en conocer los esfuerzos que se realizan para conservar esta subespecie, tomando en cuenta que la conservación de una especie no se puede llevar a cabo solamente en cautiverio, sino que sólo cuando la especie se desarrolla en su hábitat natural y cumple sus funciones ecológicas y evolutivas propias dentro de su ecosistema, se puede lograr su conservación, y con ello la recuperación del medio ambiente. 6 OBJETIVO Tomando al lobo mexicano como mi tema principal; el objetivo de esta tesis es ofrecer información organizada con datos esenciales y necesarios para que se lleve a cabo la reintroducción de esta subespecie de manera exitosa en su hábitat natural dentro de nuestro país. Del mismo modo, contiene información sobre el conocimiento ecológico del lobo mexicano y se mencionan los conflictos entre la subespecie y las comunidades aledañas en las que se lleva a cabo la liberación y reintroducción a vida silvestre de esta subespecie. Estableciendo lo anterior, se podrían considerar las pautas necesarias para la conservación del lobo mexicano. 7 REVISIÓN SISTEMÁTICA El apoyo bibliográfico relacionado con el tema, es tomado como base para dar inicio a la organización del trabajo. La búsqueda de información en revistas científicas, bancos de datos en las instituciones encargadas de conservar al lobo mexicano, así como la lectura de artículos de revistas electrónicas y entrevistas personales fueron fundamentales para estructurar la información expuesta en el trabajo. La información se analizó y recolectó bajo la asesoría de los expertos en el tema, y se obtuvo principalmente de las Instituciones y Organizaciones encargadas de que la reintroducción del lobo mexicano se lleve a cabo como son la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), Naturalia A.C, la Organización de Vida Silvestre (OVIS), la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) y el United States Fish and Wildlife Service (USFWS). A su vez, se recopiló información con base en las experiencias que se han tenido anteriormente con la reintroducción de ejemplares de lobo mexicano en vida libre en los Estados Unidos. El orden de la información recopilada comienza con los antecedentes del programa del lobo mexicano, seguido de una descripción general de la subespecie, para después abarcar el tema del programa de reintroducción en vida libre, los conflictos actuales que se tienen y por último mencionar los beneficios que se tienen ligados a la existencia del lobo mexicano. Debido a que el lobo mexicano no fue estudiado en libertad antes de su extirpación, varias de las afirmaciones de este trabajo se han basado en estudios de poblaciones en cautiverio y de otras especies de lobos.8 Finalmente se integraron conclusiones referentes a los temas más relevantes relacionados con la reintroducción del lobo mexicano y recomendaciones con el objeto de que este trabajo constituya una fuente de información para consulta para todos los interesados en el tema. 9 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 1. ANTECEDENTES DEL PROGRAMA DE RECUPERACIÓN DEL LOBO MEXICANO El lobo habitaba en los bosques montañosos, relativamente húmedos y templados, así como en las regiones boscosas de los lagos alrededor de las montañas de Norte América. En estos sitios las poblaciones de ungulados eran numerosas y se encontraba agua en abundancia. Esta situación cambió radicalmente a finales de 1880 pues los europeos sustituyeron a los ungulados presentes en esa región (bisontes, venado bura, alces y venado cola blanca) por ganado. Los lobos comenzaron a alimentarse de ganado debido a la escasez de sus presas naturales, lo que dio como resultado que los ganaderos al tener semejante amenaza, dieran origen a la campaña de exterminio del lobo, con los famosos “loberos” quienes formaban parte del Control de Animales Depredadores y Roedores (PARC, por sus siglas en inglés)4. Los agentes del PARC eliminaron a todas las poblaciones de lobos viables del sureste de los Estados Unidos de América. Ya en 1942 no se registraron poblaciones residentes ni reproductivas en ese país. A mediados de los años setentas se dio la última matanza de lobos en el suroeste de Estados Unidos de América4. Los loberos fueron contratados por los ganaderos mexicanos, los cuales utilizaron el compuesto 1080 (monofluoro-acetato de sodio), sal utilizada como veneno, para eliminar prácticamente a todos los lobos en México4. En 1971 el United States Fish and Wildlife Services (USFWS) se preocupó por la población del lobo mexicano y contrató a un famoso trampero de lobos, Roy McBride, para obtener vivos al mayor número de ejemplares de 10 lobos posibles. Capturó vivos a 5 ejemplares en la región de Durango, México. Posteriormente estos ejemplares se convirtieron en pie de cría formando el “Linaje McBride”4. En 1976 el lobo mexicano fue incluido en el Acta de Especies Amenazadas, para brindarle protección. También se implementó el Plan de Recuperación del Lobo Mexicano cuyo objetivo ha sido reproducir y alcanzar una población cautiva, genéticamente saludable y numerosa capaz de reintroducirse para mantener una población silvestre de lobos mexicanos, este plan fue firmado por México y Estados Unidos de América en 1982, presentando los siguientes problemas4: Encontrar zonas o áreas adecuadas para la liberación y recolonización del lobo mexicano, ya que la mayor parte del suroeste de Estados Unidos de América estaba muy desarrollado como para permitir la liberación de lobos. Falta de fondos: las autoridades de Arizona, Nuevo México y Texas no quisieron comprometerse. En 1986 varios grupos de ambientalistas ejercieron presión y fue así que el USFWS exigió a las agencias estatales que propusieran sitios posibles para la reintroducción del lobo mexicano. Texas tenía el 97% del territorio como propiedad privada y la mayor parte de este territorio está dedicado a la ganadería, por lo que es rechazado, Arizona propuso 15 sitios pero sin hacer una evaluación para tal propósito, también fue rechazado. Nuevo México propone una porción del área “White Sands Missile Range” para llevar a cabo la reintroducción del lobo mexicano5. 11 En 1987 grupos de criadores, ganaderos y cazadores se oponen a la liberación de lobos en White Sands. Por lo que el USFWS dio por terminado el programa de reintroducción del lobo mexicano4. En 1990 el USFWS designó a David Parsons como coordinador del programa para la recuperación del lobo mexicano. En estas fechas se incorporó el proyecto a la región de Blue Range, que se encuentra en Arizona y Nuevo México4. En 1997 el Secretario del Departamento Interior firmó la aceptación del programa, después de dos años de revisión4. En Texas se ve la posibilidad de dos lugares aptos para la reintroducción4: -El Parque Nacional Big Bend -El Parque Estatal Big Bend En estos lugares no se permite la cacería y aproximadamente el 35 % del área es considerado como hábitat ideal para lobos. Tras superar años de incertidumbre y riesgo de fracaso el programa rindió frutos e integró a México, gracias a la incorporación de dos linajes que se encontraban en cautiverio, linaje Ghost Ranch y linaje San Juan de Aragón. Fueron enviadas a México tres parejas de lobos mexicanos descendientes de los capturados por McBride6. Es así que inicia en México el programa de reproducción en cautiverio, cuyo propósito era recuperar, a partir de los animales criados en cautiverio, al menos una población silvestre y alojarla dentro de una zona protegida en su área de distribución natural. Las 3 parejas provenientes de Estados Unidos de América son las siguientes4: 12 a) El macho # studbook 22 y la hembra # studbook 27 Estrella, fueron llevados a Hermosillo, Sonora. b) El macho # studbook 34 Carlos y la hembra # studbook 20 Zapita, fueron llevados a San Cayetano, Edo. de México. c) El macho #studbook 33 Cujo con la hembra # studbook 45 Sonora, fueron llevados al Zoológico San Juan de Aragón. Posteriormente se recibió otra pareja formada por el macho # studbook 56 Nacho la hembra # studbook 39 Angélica, los que fueron llevados al Zoológico de Chapultepec. En 1989 murió la pareja a) y el macho # studbook 56 Nacho. En 1991 murió la hembra # studbook 75 Josefa, hija de Zapita (# studbook 20) y Carlos (# studbook 34). En 1992 murió la hembra # studbook 20 Zapita. La única pareja exitosa fue la formada por el macho # studbook 33 Cujo y la hembra # studbook 45 Sonora, los cuales tuvieron 15 crías en 5 camadas6. La relación de parentesco es muy alta, con alta consanguinidad y muy bajos porcentajes de heterocigosis, lo que dificulta el programa de reproducción. Por otro lado los ejemplares del “Linaje Aragón” se han reproducido desde 1965 y han producido crías desde 1978. En 1981 la camada entera, 3 machos y 2 hembras, fue trasladada a la Reserva de la Biosfera “La Michilía” en Durango4. En 1994 se tuvo la certeza de pureza del “Linaje Aragón” mediante muestras de ADN. 13 En 1995 se incorporó a los ejemplares del “Linaje Aragón” al programa de supervivencia de la especie y al Studbook (libro oficial de genealogía). El objetivo de una población saludable en Estados Unidos fue alcanzado en 1998, y se procedió a iniciar con la siguiente fase del programa, que consiste en la reintroducción de grupos reproductivos al medio silvestre7. En 1997 el Gobierno Federal de México, a través de la Dirección General de Vida Silvestre, hizo público el Programa de Conservación de Vida Silvestre y Diversificación Productiva del Sector Rural 1997-2000, en el que se establecieron dos grandes estrategias de conservación: La instrumentación del Sistema de Unidades de Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (SUMA) y la estructuración de los Proyectos de Recuperación de Especies Prioritarias (PREP). Uno de los primeros proyectos de recuperación considerados en el Programa de Conservación de la Vida Silvestre de 1997, fue el del Lobo Mexicano; la composición orgánica del grupo de personas e instituciones que venían trabajando desde hacía décadas se constituyó como el Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la Recuperación del Lobo Mexicano (STCNRLM)4. Actualmente la Dirección de Especies Prioritarias para la Conservación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas conduce el Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER). El objetivo de este programa es lograr la recuperación de 30 especiesprioritarias en riesgo, por medio de la implementación de sus respectivos Programas de Acción para la Conservación de Especies (PACE)8. La Dirección de Especies Prioritarias para la Conservación ha trabajado conjuntamente con el Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la 14 Recuperación del Lobo Mexicano, empleando el PREP de Lobo Mexicano como documento guía para el desarrollo del PACE (Programa de Acción para la Conservación de la Especie), con la finalidad de establecer las acciones prioritarias para lograr la conservación y recuperación del Lobo Mexicano8. En la actualidad el programa de recuperación del lobo mexicano cuenta con la participación de 51 Instituciones, 17 en México y 34 en Estados Unidos, con un total de 289 individuos, de acuerdo al Studbook que se realizó en el periodo del 1° de Agosto del 2011 al 31 de Julio de 20129. En México las áreas con mayor probabilidad de ser receptoras de lobos se encuentran en la Sierra Madre Oriental al norte de Coahuila y en la Sierra Madre Occidental, Chihuahua, partes altas de Nuevo León, San Luis Potosí, Durango y Zacatecas4. En México, con la participación de especialistas, académicos, sociedad civil organizada y dependencias del Gobierno Federal, se han llevado a cabo estudios para la selección, evaluación ambiental y percepción social de seis sitios para la liberación del lobo mexicano a fin de determinar la viabilidad de reintroducir ejemplares de esta especie en aquellos que favorezcan su desarrollo8. Con base en los resultados de las evaluaciones realizadas en la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental, La Sierra de San Luís, en el estado de Sonora, fue seleccionada como el sitio que reúne las mejores condiciones ecológicas y sociales para llevar a cabo la liberación del primer grupo de lobos en México. Fue así que en octubre de 2011 cinco lobos mexicanos (3 hembras y 2 machos) fueron liberados en esta zona, los cuales fueron sujetos a un proceso de rehabilitación conductual en la Unidad de 15 Manejo Ambiental de la Vida Silvestre (UMA) Rancho La Mesa, en el estado de Nuevo León. En noviembre de ese mismo año se confirmó la muerte de un lobo de la manada liberada, se realizó la necropsia y las pruebas toxicológicas, en las cuales se detectó la presencia de venenos anticoagulantes. Un mes después se confirmó la muerte de otros 3 ejemplares de la manada, a los cuales se les hicieron pruebas toxicológicas, diagnosticando una muerte por intoxicación. En octubre de 2012 se liberan 2 ejemplares (1 macho y 1 hembra) en el municipio de Casas Grandes, Chihuahua, con el objeto de incrementar la población en vida libre y ampliar su variabilidad genética. Se perdió la señal satelital de la hembra y meses después se encontraron restos que podrían indicar su muerte. En abril de 2013 se liberó otra pareja en el municipio de Casas Grandes, Chihuahua. En julio de 2013, la población en vida libre en México contaba con 3 ejemplares (2 machos y 1 hembra), en julio del mismo año se encontró muerto un macho y en agosto se encontró muerto el otro macho, quedando en vida libre en México 1 hembra. En seguimiento a los acuerdos de la Reunión Binacional 2013, llevada a cabo en Hermosillo, Sonora, con los ajustes necesarios aprobados por la coordinación del Mexican Wolf Species Survival Plan (MW SSP), el 8 de diciembre de 2013 se liberó una pareja en un predio particular en el municipio de Casas Grandes, Chihuahua. En abril de 2014, se llevó a cabo una liberación más de una pareja en el municipio de Casas Grandes, Chihuahua. Por lo que, actualmente la población 16 de lobos mexicanos en su hábitat natural dentro del territorio mexicano cuenta con 5 ejemplares 3 hembras y 2 machos confirmados10. Todos los lobos mexicanos que se encuentran en México y Estados Unidos forman parte del Programa de Recuperación del lobo mexicano. Anualmente se realiza una Reunión Binacional con el propósito de intercambiar información y experiencias sobre el manejo y la investigación que desarrollan ambos países con el fin de determinar las medidas de manejo y conservación, así como seleccionar a los ejemplares con potencial de reproducción y reintroducción al medio silvestre. El objetivo estratégico de largo alcance del Programa, es la recuperación de la subespecie Canis lupus baileyi, hasta niveles que aseguren poblaciones sanas, viables y a largo plazo en números que garanticen la estabilidad demográfica, el intercambio y flujo genético, el desarrollo de patrones conductuales y de las características biológicas tales que permitan el desarrollo de los procesos ecológicos y evolutivos naturales de esta subespecie inherentes a su relación con las comunidades biológicas de las que formaron parte en el pasado, en zonas definidas dentro de las regiones de bosque templado, chaparrales de montaña, desiertos espinosos y praderas comprendidas entre las Sierras Madre Occidental y Oriental al norte del Eje Neovolcánico. De acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) la reintroducción es el movimiento intencional y la liberación de un organismo dentro de su gama nativa en la que ha desaparecido. La reintroducción tiene como objetivo restablecer una población viable de las especies focales dentro de su ecosistema11. 17 Con respecto a su estado de conservación, actualmente el lobo mexicano se ha clasificado dentro de la categoría “Probablemente extinta en el medio silvestre (E)” según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT- 2010, “Bajo Riesgo” (LC) en el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN,2008) y se encuentra dentro del Apéndice II de la Conservación sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES julio,2008) el cual especifica que el comercio de esta especie debe controlarse para evitar la utilización incompatible con su supervivencia. 18 2. GENERALIDADES DEL LOBO MEXICANO 2.1 Descripción de la subespecie El lobo mexicano pertenece al orden de los carnívoros, el cual está compuesto por 16 familias: Nandiniidae, Félidae, Prionodontidae, Viverridae, Hyaenidae, Herpestidae, Eupleridae, Canidae, Ursidae, Otariidae, Odobenidae, Phocidae, Ailuridae, Procyonidae, Mephitidae y Mustelidae12. Dentro del orden de los carnívoros el lobo gris forma parte de la familia de los cánidos, (Canidae: Orden Carnivora). El género Canis también incluye al lobo rojo (C. rufus), al perro (C. lupus familiaris), al coyote (C. latrans), a varias especies de chacales (C. aureus, C. mesomelas, C. adustus) y al dingo (C. dingo)13, en América solo se encuentran el lobo, la zorra, el coyote y el perro doméstico. La especie lupus incluye a los lobos del mundo. La subespecie Canis lupus baileyi es la más pequeña del lobo gris de Norteamérica. En cuanto a sus características físicas podemos destacar las siguientes: tiene la cabeza grande, el hocico corto y grueso con un cojinete nasal ancho, los ojos son pequeños, las orejas son cortas, redondeadas y erectas5. El pelaje es largo y generalmente de tonos cafés a grises en el dorso y más claro en el vientre y patas14. El pelo entre los hombros y la parte anterior de la espalda es más largo que el resto del cuerpo y forma una especie de melena. La garganta, muestra un collar muy marcado de color negro, ocasionado por las puntas de los pelos de color oscuro. Las poblaciones silvestres de lobo gris mexicano fueron exterminadas antes de que se estudiaran ampliamente, por lo tanto, gran parte de su historia natural queda por conocer. Los adultos de lobo gris mexicano tienen un peso promedio que va desde los 25.8 kg hasta los 36.24 kg. Las medidas corporales 19 del lobo mexicano varíanentre los 135 cm y los 165 cm de hocico a cola, más o menos la talla de un perro pastor alemán. Su altura a la cruz va de 60 a 80 cm, la cola puede llegar a medir desde 25 cm hasta 45 cm y está cubierta por pelo largo13. Los cánidos cuentan con 42 piezas dentales, 20 piezas en la mandíbula superior y 22 en la mandíbula inferior. Son muy notables los 4 dientes caninos, localizados hacia al frente de la boca, los cuales utilizan para desgarrar a su presa. Los incisivos están ligeramente curvados hacia adentro y situados entre los caninos, son utilizados para desprender de la presa piezas pequeñas de tejido. Los premolares y los molares completan la dentición de los cánidos y les sirven para romper y triturar a sus presas4. 2.2 Alimentación La dieta normal del lobo mexicano consiste principalmente en venados, pero incluye otros mamíferos nativos como son el pecarí, los antílopes, conejos y varios roedores. A veces los lobos comen algunos alimentos vegetales como son las bayas de manzanita y otras frutas, pero esta tendencia es menos marcada que en el caso de los coyotes15. En vida libre la presa habitual del lobo mexicano era el venado cola blanca (Odocoileus virginianus) al cual cazaban en pareja o individualmente. Dentro de sus presas también se encontraba el pecarí de collar (Pecari tajacu), conejos (Sylvilagus sp) y otros pequeños y medianos mamíferos. Ocasionalmente llegaban a cazar berrendos (Antilocapra americana) y borrego Cimarrón (Ovis canadensis). El lobo mexicano consume cerca de 2,800 g de carne al día, y es capaz de consumir grandes cantidades de alimento en poco 20 tiempo, los lobos en vida libre pueden ayunar durante 2 semanas o más, mientras continúan con la búsqueda de presas16. A los lobos mexicanos que son liberados dentro del proyecto de recuperación, se les proporciona una alimentación complementaria para que poco a poco se acostumbren a buscar sus presas y alimentarse de ellas, este alimento puede ser en forma de cadáveres o de animales vivos. El alimento complementario se les ofrece 2 veces a la semana, en los días intermedios mantienen una porción del cadáver sin devorar. Una vez que empiezan a cazar se ha visto que la presa que más consumen es el venado (Odocoileus sp) seguido por el conejo (Silvilagus floridanus)17. 2.3 Comportamiento Dentro de la familia de los cánidos, el lobo y el licaón son los únicos que tienen un comportamiento social definido. Sus asociaciones en manadas familiares, unidades sociales básicas, se establecen con base en relaciones jerárquicas estrictas, generalmente alrededor de una pareja reproductiva, constituida por los individuos “alfa”, quienes, a diferencia de otras especies no precisan ser los más agresivos, por el contrario, suelen ser los más amistosos y los que resuelven las peleas dentro de la manada. Son los únicos que se aparean en el grupo, siendo inhibida cualquier conducta en esta dirección para cualquier otro individuo distinto de la pareja “alfa”. El trabajo cooperativo contribuye al éxito en la reproducción de las parejas y se dice que la experiencia y la capacidad de aprendizaje son igualmente importantes en la cría de los cachorros. 21 La gran diversidad conductual del lobo mexicano ha dado pauta para su estudio sistemático. En un estudio del Dr. Jorge Servín se identifican 37 conductas, a las que agrupa en 5 categorías18: Conductas amistosas: Son exhibidas cuando los lobos se encuentran fuera de presión social o fisiológica. Se identifica por el movimiento oscilante de la cola, lamidos de cuerpo, cara y hocico, la emisión de sonidos y contactos corporales. Conductas de sumisión: Son ritualizadas y estereotipadas, se exhiben para inhibir la agresión por medio de una serie de posturas corporales. La postura típica es meter la cola entre las patas, echar las orejas hacia atrás y pegarlas a la cabeza, manteniendo el lomo arqueado y las patas traseras semiflexionadas. Conductas de juego: El juego es una forma activa de aprendizaje y desempeña un papel muy importante en el proceso de socialización. Conductas sexuales: Se exhiben con el fin de que se lleve a cabo la fertilización. Sólo se presenta una vez al año, debido a que el lobo es una especie monoéstrica. Conductas agonísticas: Involucran un conflicto de agresión y una respuesta defensiva, las cuales se desarrollan cuando existe una disputa por alimento, territorio o pareja. El lobo mexicano parece formar núcleos familiares más pequeños y cerrados que los de las manadas de lobos de América del Norte. 22 2.4 Reproducción Los miembros del género Canis tienen ciclos de reproducción con varias características inusuales como: la monogamia, el cuidado parental, son monoéstricos, tienen un proestro extendido, etapas diestro, la incorporación de los cachorros en los grupos sociales, pseudopreñez obligada en hembras subordinadas y el comportamiento de los miembros del grupo ayudando en la cría, incluyendo a los machos19. La loba se clasifica desde el punto de vista reproductivo como un animal monoéstrico estacional, debido a que presenta un solo ciclo estral al año, el cual está influenciado por estímulos ambientales tales como la duración de las horas luz, los recursos alimenticios o la temperatura ambiental. La pubertad se alcanza normalmente a los 22 meses o alrededor de 2 años, aunque algunos lobos maduran hasta los 4 años de edad20. Los apareamientos ocurren en febrero y marzo, con un período de gestación entre 60 y 63 días, por lo que el parto ocurre en abril o mayo. Las siguientes características tanto anatómicas como fisiológicas se deben tomar en cuenta para tener un mayor control sobre el aspecto reproductivo. Los genitales del macho disminuyen de tamaño en la primavera y quedan muy reducidos durante el verano, comienzan a desarrollarse al final del otoño, lo que se nota por un agrandamiento del escroto y una pérdida general de pelo en la zona escrotal. Durante el estro, la hembra puede mostrar o no un agrandamiento de los pezones y flujo vaginal que puede incluir sangre20. El número de cachorros nacidos por camada es de uno a nueve, con un promedio de 4 a 5 cachorros. El éxito reproductivo de las parejas de lobos 23 mexicanos ha sido influido por el trabajo cooperativo, el aprendizaje y la experiencia son importantes en el éxito de la cría de cachorros 20. 2.5 Genética El lobo gris es la especie de cánido que más se desplaza por lo que la fragmentación del hábitat y pérdida de éste puede afectar dramáticamente la demografía y la variabilidad genética de las poblaciones del lobo gris. Dentro de las subespecies de lobo gris con bajos niveles de variabilidad genética se encuentra el lobo mexicano y el lobo italiano, los demás, por lo general, tienen alta variabilidad21. Debido a la baja variabilidad genética causada por la gran matanza del lobo mexicano a mediados del siglo XX, las poblaciones han mostrado señales de depresión endogámica (pérdida de adaptación) la cual permite la expresión de alelos recesivos perjudiciales procedentes de ambos progenitores. La integridad genética de las poblaciones del lobo ha sido una preocupación debido a la hibridación que se da entre el lobo gris y el perro. También porque la mayoría de las poblaciones de lobo en América del Norte no han sido muy diferenciadas genéticamente y el flujo de genes entre poblaciones es alto22. Se reconocen 24 subespecies de Canis lupus en Norte América, sin embargo Nowak en 1983 realizó una profunda revisión taxonómica y de distribución geográfica de las subespecies reconocidas por Goldman en 1937, y a través de análisis multivariados de cráneos depositados en colecciones científicas de Norte América, logra hacer una reclasificación taxonómica del lobo. Reconoce 5 grandes grupos o poblaciones de lobos entre las 2424 subespecies propuestas por Goldman. Los grupos reconocidos por Nowak son23: a) Grupo del norte de Alaska: Canis lupus occidentalis. b) Grupo del este de los Estados Unidos: Canis lupus lycaon. c) Grupo del norte de Groenlandia: Canis lupus arctos. d) Grupo del centro de Estados Unidos: Canis lupus youngi. e) Grupo del suroeste de Norte América o lobo mexicano: Canis lupus baileyi. Entre 1977 y 1980, McBride capturó cinco lobos mexicanos (cuatro machos y una hembra gestante) en Chihuahua y Durango, que fueron enviados para su protección al Museo del Desierto de Arizona-Sonora en Tucson, Arizona. Con esto se dio inició al programa de reproducción en cautiverio del lobo mexicano para su reintroducción24. Para 1995, a partir de tres individuos (una hembra y dos machos), la población en cautiverio creció a 107 individuos. Pasaron 15 años para que se aceptarán dos linajes más: el linaje de Ghost Ranch y el linaje Aragón. El primero consistía en un macho del sur de Arizona atrapado en 1959 y una hembra de Sonora atrapada en 1961. El linaje Aragón consistía en dos lobos mantenidos en cautiverio de 1965 a 1995 en el Zoológico de San Juan de Aragón24. De acuerdo al Studbook más reciente sobre el lobo mexicano (Agosto 2011 a Julio 2012) la población de esta subespecie es de 289 individuos, de los cuales 229 se encuentran en Estados Unidos de América y 51 en México, en 51 instituciones, de las cuales 18 están en México8. 25 2.6 Distribución El lobo mexicano habita en lugares donde el clima es templado seco (Bsk en la clasificación de Köppen) hasta templado subhúmedo (Cwb en la clasificación de Köppen), temperaturas que oscilan entre 7º hasta 40ºC con promedios de 18ºC, alcanzando mínimas de -7ºC y máximas de 42ºC y cuenta con precipitaciones de 365 a 450 mm anuales25. Estudios realizados por Young y Goldman en 1944, mencionan que la distribución original del lobo mexicano abarcaba prácticamente toda la región suroeste de Estados Unidos, en los estados de Arizona, Nuevo México, Texas y parte de California, y se extendía por las regiones Norte y Noroeste de México, abarcando 9 estados de la República Mexicana (Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas, San Luís Potosí, Michoacán, Puebla y Oaxaca)23. Posteriormente, en 1948 estudios realizados por A.S Leopold, señalan una notable reducción en el área de distribución original del lobo mexicano, encontrando las poblaciones más significativas delimitas a los estados de Chihuahua y Durango, y en determinadas regiones de la Sierra Madre Occidental26. Para el año de 1978 la población del lobo mexicano fue estimada en 50 animales distribuidos en pequeños grupos en Chihuahua y Durango. En 1983 estudios realizados estiman una población no mayor de 30 individuos en todo el territorio nacional, existiendo en su mayoría en pareja o en individuos solitarios27. De acuerdo a la publicación sobre la distribución histórica del lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y un análisis de paisaje regional para 26 reintroducirlo en México, de Servín et al (2003) se toma el siguiente mapa, el cual muestra la distribución histórica del lobo mexicano y las áreas adecuadas para llevar a cabo su liberación28. Figura 1. En verde-amarillo se muestra la distribución histórica del lobo en México y en rojo las áreas adecuadas para su reintroducción. Tomada de Servín et al 2003. 27 3. ASPECTOS MÉDICOS EN LA REINTRODUCCIÓN DEL LOBO MEXICANO 3.1 Medicina Preventiva En el Proyecto de Recuperación del Lobo Mexicano se menciona que “el manejo médico de los lobos debe limitarse a medidas preventivas que incluyan la vacunación y la desparasitación. Se deben evitar medidas quirúrgicas, como las requeridas para reparar defecto genéticos, para que los individuos sean capaces de sobrevivir en el medio silvestre”4. En caso de cachorros que nacen en cautiverio para posteriormente ser liberados, es recomendable empezar las vacunas entre las 6 y las 8 semanas de edad y de ahí cada 2 o 4 semanas hasta la edad de 16 semanas. Se vacuna contra el moquillo, hepatitis, leptospirosis y parvovirus. A las 16 semanas de edad los cachorros deben también ser vacunados contra la rabia; es importante que se usen virus muertos; el Protocolo binacional establece que jamás habrán de utilizarse vacunas contra la rabia elaboradas con virus vivo modificado. A las 20 semanas debe aplicarse a los cachorros el refuerzo contra parvovirus. Cuadro 1. Vacunas sugeridas en lobo mexicano Fuente: Manejo médico del lobo mexicano (Canis lupus baileyi) en el Zoológico San Juan de Aragón. Primer Simposium Nacional sobre el lobo gris mexicano. INE, DDF, UNAM, México, 1994 Vacuna Previene contra Tipo de virus Refuerzo Vía de administración Parvovirosis Parvovirus canino Muerto A los 15 días Subcutánea o intramuscular Triple canina Moquillo, hepatitis y leptospirosis Vivo modificado A los 15 días Subcutánea o intramuscular Antirrábica Rabia Muerto A los 4 meses Intramuscular 28 En el procedimiento estándar de funcionamiento se indica que los lobos que son puestos en libertad se revacunarán solamente cuando sean capturados para cuestiones de manejo que involucren revisiones médicas, traslados, arreglos de collares o para colectar información para asegurar el monitoreo de los lobos en vida libre. Las desparasitaciones se harán antes de poner a los lobos en libertad y en caso de ser capturados para cuestiones de manejo. Los parásitos nematodos comunes en los lobos mexicanos pueden combatirse con los agentes antiparasitarios comunes para perros que son: Ivermectina, Pirantel y Fenbendazol, en las dosis orales comunes en los perros. En áreas donde las infecciones por parásitos son particularmente comunes, se recomienda la desparasitación frecuente, sobre todo en los cachorros, con Pirantel a dosis de 1cc por cada 4.5 kg cada 2 semanas, comenzando a las 2 semanas de edad hasta las 10 semanas4. En el caso particular de las tenias, se deben tratar con Praziquantel oral o inyectable. Para tratar a los protozooarios se utiliza Metronidazol, Fenbendazol o Albendazol4. Cuando sea capturado un lobo para manejo y se observe que el animal tenga algún tipo de ectoparásito, se colectará un número representativo de estos para su identificación, y se procederá a la colocación de agentes antiparasitarios según el criterio del médico veterinario. Como agente de espectro amplio y poder residual adecuado se sugiere el uso de Fipronil en pipeta o spray. 29 3.2 Alimentación Los lobos mexicanos que se encuentran en cautiverio alcanzan sus requerimientos de mantenimiento con una sola comida al día. Las parejas o los grupos no requieren ser separados al momento de ofrecerles el alimento, pero es conveniente que las estaciones de comida para cada ejemplar se encuentren separadas a una distancia que impida a los animales dominantes el monopolizar la comida. Los animales no deberán acostumbrarse a tener cerca a quien les da de comer; esta persona debe entrar, dejar el alimento en los contenedores de las estaciones de comida y alejarse inmediatamente. Los lobos pueden ser puestos en ayuno una vez a la semana, el ayuno no se recomienda para animales en crecimiento, hembras gestantes o amamantando; o en época de frío. Según la experiencia en varios encierros, el alimento, que se ha dado en forma de cadáveres o incluso de animales vivos, se ha suministrado con una frecuencia de 2 veces a la semana; en este caso, los animales mantienen una buena porción del cadáver sin devorar durante los días intermedios. Los lobos deben tener agua limpia en abundancia todo el tiempo. Los requerimientos nutricionales o la dieta que llevaba el lobo mexicano antes de su desaparición en vida libre, son en gran parte desconocidosdebido a que los estudios sistemáticos no se llevaron a cabo antes de que la subespecie fuera extirpada de la naturaleza. La dieta del lobo mexicano debe ser similar a la de los perros, por lo que se les ha ofrecido comida para perros domésticos, croquetas. En caso de que se les ofrezca croquetas en la dieta, la dieta no se debe basar en éstas. Se les debe proporcionar además de las croquetas, carne roja o de pollo y en el mejor de los casos cadáveres de un 30 animal que en vida libre pueda conseguir, tal es el caso de: conejos, roedores, ungulados, etc. Los requerimientos de energía metabolizable a partir del alimento para animales de tallas entre 22 kg y 32 kg, se han registrado en un promedio de 18 kcal de alimento de alta calidad por cada kg de peso del animal en cuestión, por día. En caso de solo alimentar con carne, músculos o vísceras es recomendable que se les ofrezca calcio en la dieta, ya que la carne roja produce deficiencia de este elemento por su alto contenido en fósforo y la competencia por los sitios de inserción de las moléculas correspondientes. En las dietas para hembras gestantes o lactando, que tienen requerimientos de calcio en un 30% más que otros individuos, serán suministrados huesos suaves, ya sea de aves, mamíferos pequeños o de partes delgadas (costillas, cola de equinos). En dado caso que no se pueda suministrar este tipo de huesos será necesario administrar calcio en la comida. En las condiciones de lactancia las hembras requieren de 2 a 3 veces más suministro energético que un animal en mantenimiento, y en mayor frecuencia (2 a 3 veces al día) Se procurará establecer un balanceo de la dieta y una adaptación progresiva a animales muertos y posteriormente a presas vivas. Se proporcionará un suplemento vitamínico y de minerales para las crías durante los primeros meses de vida. De todo ello se hará un reporte preciso, minucioso y puntual4. Los lobos mexicanos que se encuentran en rehabilitación, en alguna de las 2 instituciones de rehabilitación para vida libre en México, se alimentan de 31 cadáveres de animales y en algunas ocasiones se les proporciona una presa para que ellos mismos la cacen. Esto con el objetivo de que aprendan a cazar y puedan sobrevivir en vida libre. En el caso de los ejemplares que se encuentran en vida libre, se ha visto que prefieren el consumo de venado (Odocoileus sp.) con un 47.83 %, en segundo lugar consumen conejos (Sylvilagus floridanus) con un 34.78 %, en tercer lugar pecarí de collar (Pecarí tajacu) con un 13.04% y en último lugar se alimentan de ganado bovino (Bos taurus), de los cuales se ha visto que son oportunistas y ha sido demostrado que los lobos mexicanos no cazan al ganado17. 3.3 Instalaciones Uno de los factores más importantes para el éxito del Proyecto de Conservación y Recuperación del Lobo Mexicano es el proveer a los animales un ambiente de cautiverio placentero, seguro y funcional. Al diseñar un albergue adecuado para el lobo mexicano deben considerarse los siguientes requerimientos4: Privacidad y espacio suficiente para que puedan desarrollar sus comportamientos naturales. Contar con las condiciones necesarias para la observación, la captura o la inmovilización de los animales, cuando se requiera. Permitir al público visitante tener oportunidad de ver y disfrutar de los animales. 32 Los lineamientos que se mencionaran a continuación son una guía que pueda adaptarse dependiendo de la función del encierro. Hay 2 tipos de encierro: el encierro de exhibición, utilizado en los zoológicos y el encierro de reproducción y preliberación. 3.3.1 Encierros de exhibición En cuanto al tamaño del encierro, éstos deben ser tan grandes como sea posible, siempre y cuando permitan la observación y captura de los ejemplares. Una superficie mínima de 900 m2 es recomendada; sin embargo, se ha registrado la reproducción y crianza exitosa en albergues más pequeños. Cabe señalar que, así como la cantidad de espacio es importante, la calidad de éste es esencial4. Las mallas ciclónicas o barreras ideales para los encierros del lobo mexicano deben cumplir las siguientes funciones: Mantener a los animales dentro del albergue. Mantener a intrusos fuera del albergue. Limitar el acceso de visitantes para estimular la salud mental de los ejemplares. Las barreras puedan construirse con los siguientes materiales: mallas de alambre, paredes sólidas, paredes de vidrio o una combinación de estos materiales. Las mallas deben ser lo suficientemente fuertes para contener a los lobos; se recomienda la utilización de malla ciclónica calibre 9, con una separación de 3.75 cm a 5 cm para prevenir lesiones de extremidades, el escalar la malla o morderla. La utilización de malla cubierta con vinil no es recomendable ya que los animales pueden morder la malla e ingerir el vinil. 33 Debido a que algunos lobos pueden llegar a escalar con facilidad, es recomendable el proveerles de una altura de al menos 3 m con una terminal en “L” o retorno dirigido hacia el interior del albergue. Ésta debe tener un ángulo de 45º, con respecto a la tierra, y ser de un ancho mínimo de 60 cm. Estas terminales en “L” también son útiles para prevenir que objetos provenientes del público puedan entrar al albergue. Cuando se utilice malla, es recomendable colocar una barrera adicional para prevenir que el público se acerque y pueda tener contacto físico con los lobos4. Las paredes sólidas o muros pueden construirse con cemento, madera o granito; estos muros también deben tener una terminal en “L” con las mismas características que anteriormente se describieron. Los lobos mexicanos son excelentes excavadores, por lo que todas las barreras de contención deben tener un componente por debajo del suelo. Estas mallas o rodetes deben colocarse en un ángulo con respecto a la vertical del encierro, extendiéndose a una distancia mínima de 1.20 m. Los encierros deben ser diseñados de tal forma de evitar que los visitantes, los trabajadores o los vehículos tengan completo acceso al perímetro del encierro. Los animales deben contar con áreas suficientes para poder esconderse en caso de que así lo requieras. En general, es recomendable que menos del 25% del encierro sea visualmente accesible al público; es decir que al menos el 75% del encierro debe estar cubierto para ofrecer a los animales una privacidad adecuada. Otra recomendación es tener a los encierros de lobo mexicano separado de albergues que tengan a ejemplares de otras especies de carnívoros4. 34 En cuanto al sustrato y la topografía, los lobos deben ser alojados en áreas que cuenten con sustrato natural, como pasto, tierra y hierbas. Únicamente por períodos pequeños, durante tratamientos médicos o transporte, será permitido que estos ejemplares estén es superficies de concreto o cualquier material igualmente duro4. El sustrato natural promueve también la presentación de comportamientos innatos, como la construcción de madrigueras, nidos, etc. Los encierros deben ambientarse con troncos, árboles y arbustos con el objeto de proveer sombra, espacio para ocultarse y elementos para jugar. En caso de ser posible, es recomendable el proporcionar una topografía no uniforme, para que estos animales puedan establecer y defender un territorio, minimizar el aburrimiento y reducir el estrés por estar en un albergue público. Pueden proporcionarse montículos de tierra, barrancas, un pequeño riachuelo, pasto no cortado y vegetación típica del hábitat de la especie4. Como se mencionó anteriormente los animales requieren de sitios de refugio dentro del albergue, los cuales pueden colocarse dentro del albergue de exhibición o en áreas de alojamiento con el objeto de proveer refugio a la vista del público visitante o de las inclemencias del tiempo. Estos sitios puedenser naturales o construidos artificialmente. El albergue debe contar con un área de captura, el cual no debe ser el mismo que el área de crianza, ya que la hembra puede llegar a asociar el área de paradero con el sitio de manejo, lo que provoca estrés y una conducta anormal excesiva de limpieza, de morder o incluso devorar a sus crías. Las áreas de captura deben presentar acceso al área de exhibición y los lobos deben estar familiarizados con ellas, ofreciéndose allí, en ocasiones, el 35 alimento y el libre acceso, para que ellos se sientan a gusto. Estas áreas también deben facilitar la introducción de ejemplares y permitir el contacto visual y olfativo antes de acoplar a los ejemplares, para minimizar el estrés y la agresión entre ellos4. 3.3.2 Encierros de semi cautiverio Es el caso de instituciones que se encargan de la reproducción y la preliberación de los lobos mexicano. El tamaño del encierro y la privacidad deben ser mayores que en los encierros de exhibición. Las mallas, barreras, sustrato, topografía, sitios de refugio y área de captura pueden tener características similares a las descritas anteriormente para el encierro de exhibición29. Generalmente son áreas grandes, dependiendo del número de individuos que se desean mantener dentro, son zonas con poca alteración de sus componentes naturales, también deben de estar cercados con malla ciclónica y barreras naturales, los animales que se encuentran en este tipo de encierros viven en condiciones prácticamente de libertad, sin embargo, aún pueden ser sujetos al manejo aunque con menor frecuencia y la vigilancia sigue siendo importante. Deberá establecerse la revisión sistemática de la cerca del perímetro del encierro buscando por pelos, agujeros en el suelo y cualquier deterioro de la cerca. Esto debe ser realizado por personal autorizado, el cuál llevará una bitácora para dar seguimiento a cualquier problema. Se deberá tener en cuenta el aislamiento y protección del encierro contra perros, gatos, coyotes, roedores 36 y cualquier otro mamífero terrestre de la zona, pero sobre todo de cualquier intromisión humana ajena al Proyecto4. 3.4 Contención y manejo El manejo es esencial para el éxito del Proyecto de Reintroducción del Lobo Mexicano. Los lobos mexicanos son capturados físicamente o químicamente mediante inyección remota (dardos) para realizar manejos que involucran arreglos de radio collares, o para colectar información para asegurar el monitoreo de los lobos en vida libre. Los lobos también son capturados en instalaciones de cautiverio para prepararlos a la liberación, hacer revisiones médicas, recolectar datos o trasladarlos a otra zona. Cuando se lleva a cabo el manejo de estos ejemplares, todas las vacunas o medicinas necesarias son administradas y se pueden obtener muestras biológicas. 3.4.1 Ejemplares en vida libre El Protocolo Estándar de Funcionamiento (SOP, por sus siglas en inglés) del Proyecto de Reintroducción del Lobo Mexicano de Blue Range, indica las recomendaciones que se deben seguir cuando se lleve a cabo la captura de un lobo mexicano en vida libre. Algunas de las recomendaciones son las siguientes30. Durante todo el proceso de manejo, se deben registrar los fármacos que son administrados en el ejemplar, así también como los datos recolectados y cualquier otra información relevante en la hoja de proceso (Ver Anexo 1). Se debe realizar la contención del lobo lo más rápido posible para reducir la probabilidad de escape, heridas, hipotermia, hipertermia o estrés 37 relacionado a la captura. Una vez que el lobo este sujeto, se debe evaluar la condición del animal (temperatura, condición corporal, tiempo de llenado capilar, etc.), se recomienda poner al animal en una caja transportadora o kennel después del estrés inicial de la captura para que el lobo se calme antes de la anestesia. El método más recomendado para que se lleve a cabo un proceso de manejo es la contención química, la cual no se debe utilizar en hembras gestantes o lactantes, en lobos paralizados o en estado de choque o en los individuos que por alguna razón se cree que estén enfermos, esto debido a que un animal sedado hace más difícil para el médico veterinario llegar a un diagnóstico; tampoco se debe llevar a cabo en animales que se sospeche tengan hipotermia (temperaturas menores de 35.5ºC) debido a que la anestesia disminuye la temperatura corporal. La contención física es efectiva restringiendo el hocico del lobo y las 4 patas con cuerdas o trabas. No se debe dejar al lobo en una trampa o con un laza perros atado y nunca se debe desatender al lobo. Se debe asegurar que el lobo no presente ninguna dificultad al respirar y se debe monitorear para evitar el estado de choque. Los signos que nos indican que el animal está en estado de choque son los siguientes: aceleración de la frecuencia cardiaca, hiperventilación o respiración rápida, presión sanguínea baja, tiempo de llenado capilar mayor a 2 segundos, mucosas pálidas, frías y secas y extremidades frías. (Ver tratamiento de estado de choque en Anexo 2). La temperatura corporal debe medirse cada 5 minutos, para determinar si se encuentra dentro de los rangos normales del lobo mexicano (37.8º a 39.4º C), en caso de hipertermia se debe enfriar al lobo, algunas recomendaciones 38 para hacerlos son: administrar tranquilizantes, verter agua o alcohol con agua encima del animal (evitar sumergir al animal en agua ya que dificulta la contención), aplicar alcohol en los cojinetes de las patas y en la región interna de las orejas, aplicar agua en la región ventral, debajo de las piernas y en las ingles, poner al animal en la sombra, utilizar “icepacks”, administrar solución ringer lactato IV, administrar el antagonista indicado IV. En caso de hipotermia se debe calentar al lobo, usando alguno de los siguientes métodos: aplicar “heat packs” en la región ventral, envolver al lobo en una cobija, sleeping bag o algo similar para conservar el calor del cuerpo, si el manejo lo permite una recomendación es meter al lobo dentro de un vehículo con el motor encendido. La contención química es un método efectivo para restringir a un lobo por un largo periodo de tiempo y es una forma más segura para manejar al lobo, tanto para el manejador como para el lobo ya que reduce el estrés durante el proceso. Es muy importante saber las particularidades de cada fármaco empleado y las dosis adecuadas (Ver Anexo 3), se deben tener los fármacos adecuados a la mano para revertir los efectos de la inmovilización química y asegurarse que los fármacos no estén caducos. Uno de los métodos de contención química recomendado para tranquilizar al lobo mexicano es la combinación de Medetomidina y Butorfanol (IM) para procedimientos en un mismo lugar, para revertir los efectos de estos dos fármacos se utiliza Atipamezole y Naloxona, respectivamente, cuando los lobos van a ser transportados después de la captura, es recomendable el uso de Medetomidina y su antagonista Atipamezole. Se debe evitar el uso de Ketamina/Xilacina si no se tiene suficiente Yohimbina u otro antagonista alfa dos adrenérgico (Mirtazapina, Mianserina) para revertir el efecto de la mezcla. 39 Una vez que el lobo este tranquilizado se aplica un lubricante de ojos y se cubre la cabeza o el hocico del lobo. Durante todo el proceso del manejo se debe monitorear continuamente la respiración del lobo y la frecuencia cardiaca. En cuanto a la respiración, el rango normal es de 10 a 30 respiraciones por minuto, si el lobo se encuentra en estrés respiratorio, algunas recomendaciones para que la respiración regrese a sus rangos normales son: administrar el antagonista del tranquilizante, administrar Doxopram IV, colocar al lobo de lado y comprimir su pecho; en caso necesario se puede intubar al animal para proveerlerespiración artificial. La frecuencia cardiaca del lobo mexicano se encuentra entre 60 a 120 latidos por minuto, en caso de que haya una depresión cardiaca, es necesario seguir las siguientes recomendaciones: administrar el antagonista adecuado del tranquilizante, administrar atropina IV o IM, evaluar si el animal se encuentra en estado de choque, monitorear la temperatura corporal y en caso de hipotermia o hipertemia, tratarlo. El siguiente paso es evaluar a fondo al lobo, para ver si se encuentran fracturas o dislocaciones, o alguna otra condición médica. Si es necesaria la atención del médico veterinario, se coloca al lobo en una caja transportadora o kennel y se translada para su tratamiento. Se pesa al animal para obtener su peso corporal, se identifica el número de studbook del lobo para determinar si se le deben administrar vacunas o si el collar debe ser reemplazado. Se debe observar el interior de la boca del lobo para determinar si hay heridas, en caso de que haya se deben tratar. Se toman muestras de sangre del lobo para su posterior evaluación, en 2 tubos de tapa morada (con anticoagulante EDTA) y en 2 tubos de tapa roja 40 (sin anticoagulante, para la obtención de suero). Identificar los tubos con el sexo del animal, el número de lobo y la fecha. Se guardan los tubos en refrigeración hasta su procesamiento en el laboratorio. En caso que se requiera colocar un radio collar, se prueba el collar para asegurarse de que funcione, se registra la frecuencia y el número de serie del collar en la hoja de captura y de manejo. Se deben obtener las medidas del cuerpo para registrarlas, se revisa todo el cuerpo del animal para ver si hay presencia de ectoparásitos, en caso de que si haya presencia de éstos, se colectan y se registra el tipo y el número de parásitos encontrados. Se toma una muestra de heces en una bolsa de plástico, para posteriormente revisar si hay presencia de endoparásitos, se identifica la bolsa de plástico con el número de lobo y la fecha. Se toman fotografías de la cabeza del animal (frontal) y del cuerpo entero (lateral). Se administra el antagonista apropiado y se observa al animal desde una distancia segura hasta que los efectos del fármaco hayan desaparecido y el lobo se mueva del área de manejo. En caso de que el lobo se vaya a regresar a un encierro, mantener al lobo en una kennel o en el área de cuarentena, lejos de los otros lobos hasta que se haya recuperado totalmente. Por último, se llenan las hojas del proceso lo más rápido posible30. 3.4.2 Ejemplares en cautiverio Para prevenir la miopatía y el estrés cardiaco a los que son susceptibles los cánidos silvestres en condiciones de cautiverio a temperaturas ambientales mayores a los 26º C, deben seguirse las siguientes indicaciones: 41 En cuanto se observen las primeras señales, que son el excesivo babeo o la aparición de espuma blanca alrededor de la boca, el manejo deberá cesar inmediatamente hasta que se restablezca la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardiaca; si el animal ya ha sido capturado debe ser puesto en una jaula en un lugar con buena ventilación, sombreado y se deberá cubrir la visión del lobo con un paño que no le impida la ventilación pero que restrinja los estímulos visuales que puedan excitarlo. No es recomendable el suministrar algún sedante de modo rutinario para el manejo veterinario, en caso de que un animal sea muy susceptible a la excitación se puede administrar un sedante mediante inyección antes de ser puesto en la jaula de manejo. Si el animal ha sufrido mucho estrés por haber sido perseguido o acosado mucho tiempo, el uso del tranquilizante debe retrasarse por unos minutos. Una vez sedado, se debe sujetar al lobo para protección de los técnicos o asistentes durante el manejo. Todo el personal debe moverse lenta y calladamente, evitando movimientos bruscos y ruidosos, ya que el animal puede estar consciente de lo que sucede a su alrededor y estresarse debido a que se encuentra sujeto y es incapaz de moverse. En ejemplares que se encuentran en cautiverio se debe realizar un examen físico anual, éste deberá incluir una inspección visual de la condición general, orejas, ojos y dientes, así como una palpación general que incluya testículos, próstata y glándulas mamarias; además se debe pesar al ejemplar y tomar medidas morfométricas de las longitudes indicadas en el formato (Ver Anexo 4) y hacer una auscultación del corazón y pulmones. Se debe revisar que la identificación por microchip siga legible mediante los lectores electromagnéticos correspondientes, dependiendo de la marca que fue 42 utilizada para su identificación. Deben tomarse muestras de sangre y realizarse en ellas pruebas de biometría, química sanguínea y posibles pruebas de genética molecular. Estas pruebas deberán efectuarse antes de un posible traslado de los animales a otras instalaciones4. En caso de contención química, éstas deben realizarse en circunstancias muy particulares y se deberá contar con la autorización previa de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS). Las dosis recomendadas para adultos son4: Telazol: 5 – 7 mg/kg IM Ketamina: 7 – 10 mg/kg y Xilacina: 1 – 2 mg/kg IM El uso de Ketamina a 3.5 mg/kg en combinación con 70 a 80 mcg/kg de medetomidina (antagonista Atipamezol 2 a 3 mg/mg de medetomidina utilizada) es sugerido por el Dr. Gual Sill31. La mezcla Ketamina/ Xilacina se puede dejar asimilar y desechar por el metabolismo natural de los agentes anestésicos, pero también puede ser acelerada la recuperación del componente de la xilacina mediante la inyección IV de 5 mg de Yohimbina o cualquier otro antagonista alfa dos adrenérgico. La recuperación de ambos tratamientos puede acelerarse con terapia de fluidos IV a dosis entre 5 y 10 ml/kg/hra. Para procedimientos más largos pueden utilizarse agentes anestésicos inhalados como Isofluorano o Halotano para mantener a los animales durante más tiempo4. 3.5 Identificación de ejemplares A cada ejemplar de lobo mexicano se le asigna un número de identificación en el marco del Registro Genealógico de la subespecies (Mexican 43 Wolf Internacional Studbook) que se lleva en forma binacional para la población cautiva o bajo manejo en vida libre. Letras mayúsculas M=macho; F=hembra/female, que preceden al número de identificación indican el género de un ejemplar mayor a 24 meses de edad. Letras minúsculas m=macho, f= hembra, indican ejemplares menores a 24 meses de edad. La letra mayúscula “A” antes de la letra del género y el número, destacan a los lobos alfa32. A todos los ejemplares se les da seguimiento como parte de la manada en la que fueron liberados (o, en un futuro, en la que nazcan), mientras no den origen a una nueva manada. Previo a la liberación de un ejemplar de lobo mexicano, se lleva a cabo un manejo en el cual se le coloca al ejemplar un radio collar con sistema satelital. El radio collar permite ubicarlos para llevar un monitoreo de cada individuo en vida libre. Hay 2 modelos de radio collar que van en función al peso del individuo, si el lobo pesa más de 20 kg se coloca el modelo de collar 500, si pesa entre 11 y 20 kg se coloca el modelo de collar 400. En caso de colocar un collar a un cachorro, ajustar el collar al tamaño adecuado de un adulto (43 cm para hembras y 45 cm para machos). Rellenar el collar con espuma y usar una cantidad moderada de cinta eléctrica. Se asegura que el lobo no se pueda quitar el collar y que no se restrinja la respiración de éste, se corta la cinta que sobra con cuidado de no cortar la antena30. 3.6 Crianza de cachorros El manejo de los cachorros debe evitarse excepto en circunstancias extraordinarias. No obstante, el valor genético de los cachorros debe ser una 44 prioridad antes que los efectos de la domesticación inducidapor el manejo a edad temprana y la consecuente impronta. Los cachorros necesitan la alimentación de la leche materna y el calostro para recibir la inmunidad natural. De ser posible, se requiere el suministro de suero sanguíneo materno (de 3cc a 5cc para cada cachorro) por vía subcutánea; el suero puede administrarse pocos días después de que hayan recibido calostro, o bien una doble dosis durante la primera semana si el calostro no estuvo disponible. En caso necesario, los cachorros deben ser alimentados con la fórmula Esbilac (sustituto de leche para perros domésticos) sin modificar y debe ser suministrada en una cantidad de aproximadamente 20% del peso del cachorro al día, dividido en tomas iguales. Durante la primera semana de vida será necesario alimentarlo cada tres horas, posteriormente se irá aumentando el número de horas entre toma y toma a razón de una hora aumentada por semana4. Así aseguraremos el crecimiento correcto del animal durante la fase de lactancia artificial. Un biberón y chupón infantil humano normal sirven para este fin; la leche debe estar a temperatura de su cuerpo. A las 3 semanas debe suministrárseles croquetas para cachorro mojadas en leche y en cuanto acepten se debe quitar el biberón4. Hasta que los cachorros tengan al menos 21 días de nacidos, se deben mantener en un sitio a una temperatura superior a los 29º C. Su temperatura rectal debe estar entre los 37.8º C y los 38.3º C. Se debe documentar el esquema de alimentación, las cantidades de fórmula ofrecidas y las tomadas en cada sesión, la condición y los pesos diarios. 45 En cuanto a los minerales, a las crías se les debe dar calcio con vitamina D (fijador de calcio) diariamente de los 2 a los 6 meses de edad, a razón de 37 a 74 mg. A los adultos se les da concha molida de ostión en el alimento, generalmente cada tercer día, con duración de 1 a 4 meses33. Los multivitamínicos son combinaciones de minerales y vitaminas hidro y liposolubles, proporcionados diariamente en el alimento. La duración varía de una semana a 4 meses. También debe proporcionarse en época de celo, gestación y lactancia a la hembra y su camada29. Las vitaminas liposolubles al ser de administración intramuscular se aplican conjuntamente con la vacunación, así como al realizar algún manejo que implique la inmovilización de los ejemplares. Durante la lactancia la administración debe ser en forma oral33. Los cachorros recién nacidos deben ser estimulados para orinar y defecar, en caso de crianza natural esto es realizado por la madre, en la crianza artificial es necesario estimular a los cachorros mediante un masaje en la región ano genital y abdominal con un algodón o gaza húmeda, lo cual simula la acción de la lengua de la madre. Esto debe realizarse en cada toma de alimento que se realice. El reflejo de eliminación se presenta a las tres semanas de edad y en algunos cachorros se da antes34. La crianza artificial se realizará únicamente en individuos en cautiverio con el objeto de incrementar la viabilidad de crías y el decremento en la tasa de mortandad. 46 3.7 Protocolos de necropsia y toma de muestras en caso de muerte de un lobo mexicano Al hallazgo de un cadáver de lobo mexicano, la documentación de este debe ser de manera muy discreta, se deberá contactar a las instancias de monitoreo y autoridades correspondientes lo más pronto posible. Los cambios post mortem inician inmediatamente después de que el animal ha muerto. Se establece en un tiempo más o menos corto lo que se conoce como rigidez cadavérica o rigor mortis. La presencia de este cambio, en ocasiones puede dar información importante sobre el tiempo que transcurrió desde el momento de la muerte y la realización de la necropsia35. El rigor mortis se caracteriza por un endurecimiento y una contracción de la musculatura, tanto estriada como lisa. Afecta primero a los músculos de mayor actividad iniciando por el corazón. Externamente se presenta primero en los músculos de la cabeza, después en el cuello, tronco y en los miembros torácicos, por último en los pélvicos. Se establece entre 2 y 8 horas después de haber ocurrido la muerte y desaparece, en el mismo orden; entre 24 y 48 horas, por lo que si se constata de la rigidez en los músculos de la cabeza y el cuello puede deducirse que la muerte del lobo ocurrió pocas horas antes. En cambio si los miembros pélvicos están rígidos y existe cierta flacidez en los músculos de la cabeza y del cuello, esto indica que el animal murió entre 24 y 40 horas antes35. En el desarrollo del rigor mortis intervienen los siguientes factores: La temperatura del ambiente: Temperaturas altas la aceleran, las bajas la retardan, siendo la causa, modificaciones en la actividad enzimática, así como el desarrollo de bacterias de la putrefacción. 47 Estado de saludo del animal: en animales muertos en estado de caquexia, desnutrición, estrés o después de enfermedades crónicas, el rigor mortis es de poca duración. Algunas drogas como el alcohol, éter o salicitato de sodio también lo retardan. El grado de actividad muscular antes de la muerte: la rigidez aparece rápidamente en animales que tuvieron actividad muscular intensa antes de morir como en el caso de envenenamiento por causa de estricnina. La aparición del rigor mortis se explica por la formación de puentes rígidos entre los filamentos de la actina y miosina, resultando en el compuesto actinomiosina, esto también sucede en vida durante la contracción muscular, pero el organismo dispone de las fuentes de energía suficientes para sintetizar el adenosin trifosfato (ATP) necesario para desdoblar la actinomiosina nuevamente en sus 2 componentes35. Lo primero que se debe hacer al encontrar un cadáver de lobo mexicano es detallar las características de la localidad, tales como el tipo de vegetación, orografía, si hay presencia humana cerca del lugar la cual debe incluir la ubicación de asentamientos humanos (ganaderías, ranchos, ejidos) y de las actividades que involucren el uso de sustancias químicas tóxicas (áreas agrícolas, minas)36. Para la documentación, manipulación, toma de muestras y preservación de un cadáver, el material indispensable es el siguiente: 48 1) Libreta y lápiz. 2) Guantes de látex. 3) 500 ml de formol al 10%. 4) 500 ml de alcohol al 70%. 5) Cámara fotográfica. 6) 20 frascos de plástico o de vidrio de 50 ml con cierre hermético y boca ancha. 7) Estuche de disección completo. 8) Caja para las muestras. 9) Alcohol en aerosol al 96%. 10) GPS. 11) Plumón indeleble. 12) Bolsas de basura tamaño grande. 13) Caja para cadáveres. 14) Etiqueta autoadherible. 15) Contenedor para bolsa con residuos. 16) Alcohol en gel. 17) Jeringa de 5 ml. 18) Sierra o hacha. 19) Máscara o lentes de protección. El procedimiento a seguir es el siguiente36: a) Observar el escenario y/o el ambiente en donde se encontró al cadáver. Desde una distancia mínima de 10 metros se debe realizar una observación detallada del área, sustentada por fotografías. Los datos a considerar son: - Referencia geográfica 49 - Tipo de hábitat - Clima - Hora del día - Mes - Estación del año - Estado de la zona donde fue encontrado el cadáver (huellas, excretas, signos de lucha, rastros) - Cercanía con asentamientos humanos b) Aproximación al cadáver: Observar y tomar un registro fotográfico de la posición del cuerpo (sin tocarlo o moverlo). Observar si hay presencia de lesiones tales como huesos fracturados, heridas profundas, mordidas o perforaciones en la piel. Los orificios naturales se inspeccionan buscando exudados, signos de diarrea, cambios de color o lesiones en mucosas. En el ojo revisar la córnea y la mucosa ocular. Determinar el estado de descomposición (fresco, hinchado, putrefacción) el cual puede variar
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