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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACION INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO “MEDICIÓN DEL TEJIDO GRASO FETAL COMO MARCADOR PREDICTOR DE MACROSOMIA EN FETOS DE MADRES CON DIABETES GESTACIONAL” Trabajo De Investigación que presenta: DR. CARLOS RAFAEL JOSÉ ORTIZ CAMACHO . Para obtener el Diploma de la Especialidad: MEDICINA MATERNO FETAL Asesor de Tesis: DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS No. De Registro del Protocolo 736.2018 Ciudad Universitaria, Cd. Mex., 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. _ _ DR. DANIEL ANTONIO RODRÍGUEZ ARAIZA COORDINADOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN _ _ DRA. FLOR MARÍA DE GUADALUPE DRA. MARTHA EUNICE RODRIGUEZ ÁVILA FEMATT ARELLANO JEFE DE ENSEÑANZA MEDICA JEFE DE INVESTIGACIÓN _ _ DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS PROFESOR TITULAR _ DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS ASESOR DE TESIS 4 RESUMEN La diabetes gestacional es la complicación metabólica más común que afecta a las mujeres durante la gestación. Representa un problema crítico debido a las posibles complicaciones maternas y fetales. La consecuencia fetal más común es la macrosomia, con una tasa de incidencia del 26 % entre las gestantes diabéticas. Al estar asociado con morbilidad materna, perinatal y a largo plazo, enfatiza la necesidad de un método de despistaje preciso y adecuado. La medida de la grasa fetal abdominal en la pared anterior, es una medida simple que puede ser tomada al mismo tiempo que se mide la circunferencia abdominal. Ésta ha mostrado ser altamente reproducible con buena variabilidad inter e intra observador y a su vez ser de valor en la detección de fetos macrosómicos cerca del término de la gestación. Objetivo: Medir el tejido graso fetal, como predictor de macrosomia en fetos de madres con diagnóstico de diabetes gestacional en las pacientes que acuden a la consulta del Servicio de Medicina Materno fetal en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos en el periodo comprendido entre abril 2018 y abril 2019. Métodos: Estudio de cohorte, prospectivo, observacional, analítico y de corte longitudinal, que incluyó 48 pacientes con diabetes gestacional y 48 pacientes como grupo control. Las pacientes se dividieron según el tipo de tratamiento recibido: cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios) o tratamiento farmacológico (sensibilizador a la insulina vía oral, insulinoterapia o ambas). Se les realizó ultrasonido a las 34 semanas de gestación para medir el grosor de la grasa abdominal fetal, además de las medidas biométricas habituales para estimar el peso fetal por ultrasonografía. Posteriormente se evaluó el peso al nacer y se comparó con el peso estimado previo por ultrasonido y con el grosor de la grasa fetal. Resultados: La media de grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas fue 4,01 ± 0,67 mm, mientras que, en pacientes controles fue 3,36 ± 0,47 mm, evidenciándose diferencia estadística entre dichas medidas. En la presente investigación el punto de corte del grosor de la grasa fetal relacionado con diabetes gestacional fue > 3,90 mm, De 48 pacientes diabéticas, 30 presentaron grosor de grasa fetal > 3,90 mm mientras que, ésta medida solo la presentaron 8 de las 48 pacientes en el grupo control. Al comparar la media de peso fetal estimada por ultrasonido respecto a la valoración obtenida de peso real al nacer; el peso estimado por US fue 3096 ± 336 gramos mientras que, el peso al nacer promedio fue 3180 ± 323, siendo una diferencia significativa promedio de 84 gramos. Conclusión: Incorporar la medida de la grasa fetal en el tercer trimestre de la gestación, podría ayudar a predecir la presencia de macrosomia fetal, y si bien, no necesariamente fetos de 4 kilos o más, también variaciones en el peso fetal que nos indiquen que existe sobrecrecimiento y de ésta manera jugar un rol importante a la hora de tomar decisiones clínicas en las diabéticas gestacionales. Palabras claves: macrosomía, diabetes, grasa fetal, peso fetal, ultrasonido 5 ABSTRACT Gestational diabetes is the most common metabolic complication that affects women during pregnancy. It represents a critical problem due to possible maternal and fetal complications. The most common fetal consequence is macrosomia, with an incidence rate of 26% among diabetic pregnant women. Being associated with maternal, perinatal and long-term morbidity, it emphasizes the need for an accurate and adequate screening method. The measurement of abdominal fetal fat in the anterior wall is a simple measure that can be taken at the same time that the abdominal circumference is measured. This has been shown to be highly reproducible with good inter and intra-observer variability and at the same time to be of value in the detection of macrosomic fetuses near the end of gestation. Objective: To measure the fetal fatty tissue, as a predictor of macrosomia in fetuses of mothers diagnosed with gestational diabetes in the patients who come to the Service of Maternal Fetal Medicine at the Adolfo López Mateos Regional Hospital during the period between April 2018 and April 2019. Methods: Cohort, prospective, observational, analytical and longitudinal study, which included 48 patients with gestational diabetes and 48 patients as a control group. The patients were divided according to the type of treatment received: changes in lifestyle (diet and exercise) or pharmacological treatment (oral insulin sensitizer, insulin therapy or both). Ultrasound was performed at 34 weeks of gestation to measure the thickness of fetal abdominal fat, in addition to the usual biometric measurements to estimate fetal weight by ultrasonography. Subsequently, the birth weight was evaluated and compared with the estimated weight previously by ultrasound and with the thickness of the fetal fat. Results: The average thickness of fetal fat in diabetic patients was 4.01 ± 0.67 mm, while, in control patients, this measure was 3.36 ± 0.47 mm, evidencing statistical difference between these measures. In the present investigation, the cut-off point for fetal fat thickness related to gestational diabetes was> 3.90 mm. Of 48 diabetic patients, 30 had fetal fat thickness> 3.90 mm, whereas this measure only showed 8 of the 48 patients in the control group. When comparing the mean fetal weight estimated by ultrasound with respect to the assessment obtained of real weight at birth; the estimated weight per US was 3096 ± 336 grams whereas, the average birth weight was 3180 ± 323, with an average significant difference of 84 grams. Conclusion: Incorporating the measurement of fetal fat in the third trimester of pregnancy, could help predict the presence of fetal macrosomia, and although not necessarily fetuses of 4 kilos or more, also variations in fetal weight that indicate that there is overgrowth and in this way play an important role when making clinical decisions in gestational diabetics. Key words: macrosomia, diabetes, fetal fat,fetal weight, ultrasound 6 AGRADECIMIENTOS A Dios, porque soy su instrumento y es mi guía para tomar el camino correcto. A mi familia, ya que su apoyo es incondicional. Al Dr. Eduardo Mejía Islas, por ser mi mentor, por creer en mí y haberme dado la valiosa oportunidad de formar parte de este curso. Le estaré eternamente agradecido. A cada paciente, por sus enseñanzas diarias, profesionales y humanas. Al Hospital Regional Adolfo López Mateos por ser mi casa de estudio, y abrirme sus puertas. 7 INDICE RESUMEN .................................................................................. 4 INTRODUCCIÓN ........................................................................ 8 MARCO TEORICO ..................................................................... 10 MÉTODOS .................................................................................. 15 RESULTADOS ............................................................................ 21 DISCUSIÓN ................................................................................ 28 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................... 31 ANEXOS ..................................................................................... 33 8 INTRODUCCIÓN La diabetes gestacional es la complicación metabólica más común que afecta a las mujeres durante la gestación. Representa un problema crítico debido a las posibles complicaciones maternas y fetales. La consecuencia fetal más común es la macrosomia, con una tasa de incidencia del 26 % entre las gestantes diabéticas. Al estar asociado con morbilidad materna, perinatal y a largo plazo, enfatiza la necesidad de un método de despistaje preciso y adecuado. 1 Independientemente del manejo de la diabetes gestacional, la probabilidad de macrosomia fetal y otros problemas durante la gestación y el parto, permanecen significativamente altos en comparación con la población general. 1 Los fetos macrosómicos tienen riesgo de un rango de complicaciones al nacer, incluyendo distocia de hombros, baja puntuación de Apgar, disminución de la glucosa postnatal y dificultades para el control de la temperatura corporal. Por tanto, ésta condición se asocia tanto con complicaciones maternas como fetales, entre las que se pueden mencionar: aumento de la tasa de cesáreas, lesiones del canal de parto, lesiones del plexo braquial fetal, asfixia, lesión del nervio facial y muerte fetal intraútero. 2,3,4 La estimación ultrasonográfica del peso fetal, es parte integral del cuidado obstétrico. Por muchos aspectos de la perinatología, es importante asegurar que la tasa de crecimiento fetal sea apropiada para la edad del feto. El crecimiento fetal anormal puede causar complicaciones prenatales y postnatales, asociados con incremento en la morbilidad y mortalidad perinatal; por esto la evaluación del crecimiento intrauterino por ultrasonido es aconsejable. 3,5 La ecografía permite una medición precisa y confiable de la longitud del hueso y la circunferencia del cuerpo fetal; por lo que, la ecografía prenatal parece ser más adecuada que los métodos clínicos para realizar estimaciones de peso antes del nacimiento. Sin embargo, esta situación sigue siendo problemática ya que el feto tiene un cuerpo tridimensional irregular de densidad y composición tisular variable. 2 La anormalidad del crecimiento fetal, está asociada a cambios en la masa del tejido blando, el cual disminuye en el crecimiento fetal restringido y aumenta en la macrosomia.6 El crecimiento intrauterino es el resultado del potencial genético, disponibilidad de sustrato y regulación endocrina que determinará la trayectoria de crecimiento durante la vida intrauterina. La mayor parte del peso fetal es ganado durante la segunda mitad de la gestación, cuando el crecimiento fetal es acompañado por un gran y exponencial depósito de tejido graso. 7 Un hallazgo interesante es que el índice ponderal del neonato (peso/talla), lo cual representa una descripción de su estado nutricional, demuestra mayor habilidad que el peso al nacer para predecir asfixia neonatal, acidosis, hipoglicemia e hipotermia durante la restricción del crecimiento fetal. La evaluación del estado nutricional intraútero, estimando la composición corporal fetal, podría mejorar la predicción del riesgo perinatal específico en condiciones de restricción o sobrecrecimiento fetal. 7 A pesar de los avances recientes en obstetricia, la predicción del peso fetal, especialmente en los extremos del crecimiento, permanece cambiando. El peso fetal estimado forma parte importante de las decisiones clínicas en el manejo de grupos de alto riesgo. En particular la estimación del peso fetal resulta importante en los hijos de madres diabéticas, por el riesgo de macrosomia y las complicaciones asociadas ya mencionadas, que no solo se limitan al momento del nacimiento, ya que los infantes macrosómicos están predispuestos a obesidad en la infancia y a morbilidad futura en la edad adulta, incluyendo: incremento en la resistencia a la insulina, hipertensión y diabetes. 8,9 Un rango de parámetros ultrasonográficos antropométricos son utilizados para determinar el crecimiento fetal normal. 5,9 El peso fetal se suele estimar utilizando mediciones antropométricas derivadas de ultrasonido y tablas de crecimiento poblacional. De éstos, la circunferencia abdominal fetal o el cálculo del 9 peso fetal usando una combinación de parámetros como diámetro biparietal, circunferencia abdominal y longitud del fémur son comúnmente utilizados.5,10,11 Sin embargo; éstas medidas antropométricas habituales tienen sensibilidad y especificidad limitada y no son indicadores confiables de macrosomia o complicaciones periparto. En la estimación del peso fetal, incluso ultrasonografistas con experiencia pueden estimar un peso que puede diferir del peso fetal real en un 10 a 15 % y cuando se trata de extremos en el peso fetal, ésta variación puede ser hasta de un 20 %. Otros reportan que el porcentaje de error de éstos métodos de estimación del peso fetal, puede ser tan alto como del 25 %.5,8,10,11 Por tanto, es bien reconocido que existe una gran variación entre el peso intrauterino y el peso al nacer. 9 La circunferencia abdominal es considerada tradicionalmente como el parámetro fetal más sensible para detectar anormalidades del crecimiento intrauterino. Pero se debe tomar en cuenta que se ha reportado, que la determinación ultrasonográfica de la circunferencia abdominal es capaz de predecir solo el 78 % de los fetos macrosómicos. 5,7,11 Las medidas antropométricas ultrasonográficas indicativas de composición corporal fetal de fetos normales, han mostrado un patrón de crecimiento exponencial único durante la segunda mitad de la gestación, ambas masa magra y grasa, lo que sugiere que la medida de la grasa fetal podría ser un marcador más sensible y específico de crecimiento fetal anormal. 7 En la diabetes mellitus gestacional, aumenta el crecimiento intrauterino y el depósito de grasa fetal, lo que resulta de efectos combinados de incremento en la disponibilidad de nutrientes y el ambiente de hiperinsulinemia fetal. La masa grasa neonatal, estimada por la medida del grosor del pliegue cutáneo, es significativamente alta en infantes de madres con diabetes mellitus y diabetes gestacional. 7,12 Por lo anteriormente mencionado, se ha investigado la utilidad de otros marcadores ultrasonográficos (ya sea solos o combinados con las medidas convencionales), denominados marcadores de tejido blando en un rango de localizaciones de la anatomía fetal como: grosor del tejido celular subcutáneo, circunferencia del brazo o del muslo, utilizados para predecir el peso fetal en útero y adicionalmente evaluar si los niveles de glucosa maternos están dentro de la normalidad. Hallazgos indican que el incremento del grosor del tejido graso fetal, puede ser unnuevo criterio para estimar el estatus metabólico fetal, en vez de la evaluación indirecta tradicional basada en las concentraciones de glucosa materna. 5,6,12 La medida de la grasa fetal abdominal en la pared anterior, es una medida simple que puede ser tomada al mismo tiempo que se mide la circunferencia abdominal. Ésta ha mostrado ser altamente reproducible con buena variabilidad inter e intra observador y a su vez ser de valor en la detección de fetos macrosómicos cerca del término de la gestación. 8,10 El grosor del tejido celular subcutáneo abdominal es un parámetro ultrasonográfico, que puede funcionar como factor independiente en predecir recién nacidos grandes para la edad gestacional y más aún cuando se apoya con otros parámetros.6 El crecimiento desproporcionado es usualmente evidente en fetos durante el tercer trimestre y la evaluación del grosor del tejido blando, puede ser útil en determinar apropiadamente incrementos en la dosis de insulina, si se trata de la expresión del control metabólico materno inadecuado. Al mismo tiempo, es bien conocido, la importancia del control metabólico en las madres diabéticas, desde el segundo trimestre de la gestación, porque incluso grados menores de hiperglicemia pueden ser responsables de diferencias antropométricas en el feto.12 Entonces, tomando en cuenta lo anterior, el grosor de la grasa abdominal fetal, puede ayudar en la predicción de macrosomia si se adiciona a las medidas de rutina. Se considera un método de bajo costo, efectivo, fácil, no invasivo, sin necesidad de herramientas de alto nivel, que puede ser de mucha utilidad para evaluar las consecuencias de la hiperglicemia materna. Además, puede brindarnos la capacidad de detectar en tiempo real el sobrecrecimiento y la desproporción, 10 resultando potencialmente en la detección temprana de éstas alteraciones y en la reducción de la morbilidad fetal. 1,2 MARCO TEÓRICO La diabetes mellitus, se define como la intolerancia a la glucosa o a los carbohidratos de grados variables con inicio, o primer reconocimiento, durante el embarazo. La definición es aplicable independientemente del uso de insulina como tratamiento o de que la condición persista luego de la gestación. Esto no excluye la posibilidad de que existiera intolerancia a la glucosa no reconocida previa al embarazo. 13,14,15 La prevalencia de la diabetes en el embarazo se ha ido incrementando en los Estados Unidos. La mayoría es de tipo gestacional, mientras que el resto es preexistente: diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. El aumento de la diabetes gestacional y diabetes tipo 2 en paralelo con la obesidad, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo, es motivo de especial preocupación. 15 La diabetes gestacional complica cerca del 14 % de todas las gestaciones, resultando aproximadamente en 200000 casos anuales en los Estados Unidos. Es la principal causa de morbilidad y mortalidad perinatal, así como morbilidad materna a largo plazo. 14 En general, los riesgos específicos de diabetes no controlada en el embarazo incluyen aborto espontáneo, anomalías fetales, preeclampsia (desde un 5-7 % a 15-20 %, influenciada por la severidad de la diabetes, el control glucémico y el índice de masa corporal previo a la gestación), muerte fetal, macrosomia, hipoglucemia neonatal e hiperbilirrubinemia neonatal, entre otros. Además, la diabetes en el embarazo puede aumentar el riesgo de obesidad y de diabetes tipo 2 en los hijos más adelante en su vida. Las mujeres con diabetes gestacional, tienen incremento del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, más adelante en su vida, con una probabilidad entre el 20 y 80 %. 13, 15 Los infantes de madres con diabetes gestacional tienen riesgo incrementado de muerte neonatal, alteraciones del crecimiento, trauma al nacer y alteraciones metabólicas y electrolíticas:13 Las anomalías congénitas y los abortos espontáneos se asocian en mayor medida con la diabetes pregestacional. Sin embargo; debido a la alta tasa de diabetes mellitus tipo 2 no diagnosticada previa al embarazo (10 %), se debe hacer un esfuerzo en descartar la presencia de anomalías congénitas. Varios estudios muestran un incremento de 4 veces la mortalidad perinatal en hijos de madres con diabetes gestacional. La macrosomia y sus complicaciones relacionadas (mayor índice de cesáreas, distocia de hombros, lesión del plexo braquial) son los resultados perinatales más estudiados en los recién nacidos de madres con diabetes gestacional. La tasa global de macrosomia en la población diabética es de un 7 a 9 %, alcanzando un 20 a 45 % en la diabetes gestacional; lo que está principalmente asociado al control de glucosa materno. La hipoglucemia neonatal ocurre en 25 % de los recién nacidos y depende del control glucémico materno al momento del parto. La hipocalcemia neonatal es reportada en 10 a 20 % de los infantes y está relacionado con la severidad de la diabetes materna. La policitemia neonatal ha sido reportada en 5 % de los infantes de madres con diabetes gestacional, la cual también está asociada con la presencia de hiperbilirrubinemia. El distrés respiratorio neonatal es más frecuentemente encontrado en estos neonatos y es causado principalmente por el síndrome de distrés respiratorio, pero también debido a taquipnea transitoria del recién nacido, síndrome por aspiración de meconio, policitemia y cardiomiopatía hipertrófica. El hijo de madre con diabetes gestacional, tiene incremento de riesgo de intolerancia a la glucosa, obesidad y disminución de la capacidad neuroconductual. 11 El término macrosomia describe recién nacidos con peso excesivo al nacer, indicativo de sobrecrecimiento fetal. La macrosomia se define típicamente como un peso al nacer por encima del percentil 90 para la edad gestacional o > 4,000 g. Sin embargo; otros utilizan 4500 gramos como punto de corte. No existe un acuerdo nacional o internacional que establezca el límite de peso para definir macrosomía. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda definirlo como el peso mayor o igual a 4500 gramos, porque con éste peso incrementan las tasas de complicaciones maternas y fetales. 2,13 Incluso, sin tener un consenso en la detección de macrosomía, la definición más común es peso al nacer mayor o igual a 4000 gramos, que ocurre en 1 al 10 % de todas las gestaciones. Aproximadamente 10 % de todos los recién nacidos tienen peso al nacer mayor o igual a 4000 gramos y 1.5 % mayor o igual a 4500 gramos. 2,4 Aproximadamente entre el 15 y el 45% de los recién nacidos que nacen de madres diabéticas pueden tener macrosomia, que es una tasa 3 veces mayor en comparación con las mujeres que tienen normoglucemia. Al igual que la hiperglucemia materna, la obesidad materna tiene un efecto fuerte e independiente en la macrosomía fetal. La edad gestacional al momento del parto, el índice de masa corporal materno antes del embarazo, el aumento de peso durante el embarazo, la estatura materna, la hipertensión y el consumo de cigarrillos también tienen un impacto significativo. 13 Los resultados de estudios de diabetes en el embarazo temprano indican que el peso al nacer fetal se correlaciona mejor con los niveles de glucosa postprandial en el segundo y tercer trimestre y no con los niveles de glucosa en ayunas o medios. Cuando los valores de glucosa postprandial tienen un promedio de 120 mg / dl o menos, se puede esperar que aproximadamente el 20% de los bebés sean macrosómicos, y si los valores de glucosa son tan altos como 160 mg / dl, la tasa de macrosomia puede alcanzar hasta el 35%.13 A su vez, la macrosomia se asocia con tasas excesivas de morbilidad neonatal. Los neonatos macrosómicos tienen tasas 5 veces más altas de hipoglucemia grave y un aumento doble de la ictericia neonatal en comparación con los bebés de madres sin diabetes. 15 Los mecanismos exactos detrás de la diabetes mellitusgestacional siguen sin estar claros. La unidad fetal-placentaria juega un papel importante en el desarrollo de ésta patología. Durante el embarazo, a medida que avanza la edad gestacional, aumenta el tamaño de la placenta. Hay un aumento en los niveles de hormonas asociadas al embarazo como el estrógeno, la progesterona, el cortisol y el lactógeno placentario en la circulación materna, acompañado por un aumento de la resistencia a la insulina. Esto suele comenzar entre las 20 y 24 semanas de gestación.13 Cuando se produce el parto, la producción de hormonas placentarias se detiene, y también lo hace en la mayoría de los casos la diabetes gestacional, lo que sugiere fuertemente que estas hormonas causan la intolerancia a los carbohidratos durante la gestación. El lactógeno placentario humano aumenta aproximadamente 10 veces en la segunda mitad del embarazo. Estimula la lipólisis, lo que conduce a un aumento de los ácidos grasos libres para proporcionar un combustible diferente a la madre y conservar la glucosa y los aminoácidos para el feto. A su vez, el aumento en los niveles de ácidos grasos libres interfiere directamente con la entrada de glucosa a las células dirigida por la insulina. Por lo tanto, el lactógeno placentario humano se considera un potente antagonista de la acción de la insulina durante el embarazo.13 El tejido adiposo también desempeña un rol en la génesis de la diabetes gestacional, ya que produce adipocitocinas, incluidas la leptina, la adiponectina, el factor de necrosis tumoral-α (TNF- α) y la interleucina-6, así como la recientemente descubierta, visfatina y apelina. Las funciones de las adipocitocinas y las concentraciones elevadas de lípidos en el embarazo también se han asociado con los cambios en la sensibilidad a la insulina en mujeres no embarazadas. La evidencia sugiere que una o más de estas adipocinas pueden alterar la señalización de la insulina y causar resistencia a la insulina. Específicamente, el TNF-α tiene un papel potencial en la disminución de la sensibilidad a la insulina. 13 La fisiopatología de la macrosomia se puede explicar en base a la hipótesis de Pedersen donde la hiperglucemia materna conduce a una hiperinsulinemia fetal, una mayor utilización de la 12 glucosa y, por lo tanto, un aumento del tejido adiposo fetal. Cuando el control glucémico materno se ve afectado y el nivel de glucosa sérica materna es alto, la glucosa atraviesa la placenta. Sin embargo, la insulina derivada de la madre o administrada de forma exógena no atraviesa la placenta. Como resultado, en el segundo trimestre, el páncreas fetal, que ahora es capaz de secretar insulina, comienza a responder a la hiperglucemia y a segregar la insulina de manera autónoma, independientemente de la estimulación de la glucosa. Esta combinación de hiperinsulinemia (la insulina es una hormona anabólica importante) y la hiperglucemia (la glucosa es un combustible anabólico importante) conduce a un aumento en las reservas de grasa y proteínas del feto, lo que resulta en macrosomía. 13 Los fetos macrosómicos en embarazos con diabetes, desarrollan un patrón único de sobrecrecimiento, que implica el depósito central de grasa subcutánea en las áreas abdominal e interescapular. Tienen mayor circunferencia de hombros y extremidades, una disminución de la relación cabeza-hombro, grasa corporal significativamente mayor y pliegues cutáneos más gruesos en las extremidades superiores. Debido a que el tamaño de la cabeza del feto no aumenta, pero la circunferencia abdominal y del hombro se puede aumentar notablemente, el riesgo de parálisis de Erb, distocia del hombro y traumatismo del plexo braquial es más común. Sin embargo, el crecimiento esquelético no se ve afectado en gran medida. 13 La evaluación del peso fetal intraútero conduce a mejorar el manejo de éste tipo de gestaciones, definidas como de alto riesgo. El peso fetal es sin duda uno de los factores determinantes de la supervivencia neonatal. El ultrasonido obstétrico, es una modalidad diagnóstica que nos ayuda a predecir el peso fetal con cierto grado de precisión. 6 Además de los factores conocidos que pueden afectar la precisión del peso fetal estimado por ultrasonografía, tales como hábitos maternos, cirugías previas, feto grande cercano al término, la sombra provocada por la calcificación de los huesos en fetos maduros, la posición de la cabeza fetal en la pelvis materna y disminución del volumen del líquido amniótico, los errores en la estimación del peso fetal pueden relacionarse con las diferencia en la densidad de la composición corporal fetal al termino ya que la grasa es más ligera que la masa magra. 3 Se ha podido comprobar que la reducción del peso al nacer, resulta de una reducción del grosor del tejido subcutáneo del feto, en vez de la masa magra, por lo que se puede asumir que la macrosomia fetal es causada por aumento del tejido celular subcutáneo. 9 El contenido de grasa se relaciona directamente con las reservas de energía y la grasa y la masa corporal magra se utilizan a menudo en la evaluación nutricional de un individuo. La grasa constituye el 12-14% del peso normal al nacer, pero se ha demostrado que representa el 46% de su varianza. Como tales, las estimaciones de grasa fetal generadas por ultrasonido pueden ser útiles en la evaluación de las anomalías del crecimiento fetal.11 El despistaje ultrasonográfico para evaluar biometría y anormalidades fetales es ampliamente practicado, por lo que se han definido marcadores sonográficos de diabetes gestacional que incluyen:12 Macrosomia asimétrica, resultante de la hiperinsulinemia fetal Engrosamiento del septum cardiaco interventricular fetal y de las paredes ventriculares, atribuido a la proliferación e hipertrofia de los cardiomiocitos estimulados por la hiperinsulinemia fetal, más común en el tercer trimestre. Incremento del tejido adiposo subcutáneo debido a la hiperinsulinemia fetal Intensificación de los movimientos respiratorios fetales debido a la influencia de la hiperglicemia en los centros respiratorios del feto Polihidramnios, con una relación lineal entre el índice de líquido amniótico, el percentil de crecimiento fetal y pacientes con descontrol metabólico. Incremento del grosor placentario, como mecanismo de adaptación para reducir la hipoxemia fetal secundaria al incremento del metabolismo oxidativo en la diabetes gestacional. Apariencia inmadura de la placenta causada por incremento del depósito de glucógeno placentario. 13 Como se ha mencionado, la grasa fetal y la masa corporal magra tienen perfiles de crecimiento peculiares y como resultado de una tasa acelerada de crecimiento en la gestación tardía, la medición de la grasa fetal proporcionará un marcador más sensible y específico de crecimiento fetal anormal en comparación con los valores de índice de masa corporal magra. Un índice de grasa como predictor de morbilidad puede aplicarse ampliamente en los neonatos.11 La medida del grosor de la grasa abdominal fetal, se realiza en un corte axial del abdomen fetal, en la pared anterior (no en el cuadrante que incluye la columna), con adecuada magnificación (que la circunferencia abdominal ocupe la mayor parte de la pantalla). Se realiza lo más vertical posible, colocando los calipers de la parte interna a la externa del tejido hiperecogénico que rodea el abdomen fetal.10 Investigadores han evaluado el papel de esta medida en la evaluación de fetos con restricción del crecimiento intrauterino y su capacidad para predecir macrosomia en la población general.8 Una medida del grosor de la pared abdominal fetal mayor de 3.5 mm a las 30 semanas; 4.5 mm a las 33 semanas y de 5.6 mm o más entre las 36 y 39 semanas de gestación, debe alertar al obstetra de la posibilidad de macrosomia.8 Este patrón se mantiene incluso en gestaciones tempranas, con alteración ya sea en la circunferencia abdominal o en el grosorde la pared abdominal, teniendo una sensibilidad de 77% a las 30 semanas (comparado con un 68% cuando se utiliza la circunferencia abdominal aislada); lo que permite que el tratamiento médico del embarazo en mujeres diabéticas pueda ser más estricto, para reducir el riesgo de macrosomia y sus complicaciones asociadas. 8 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA ¿Es posible utilizar la medición del tejido graso fetal como marcador predictor de macrosomia en fetos de madres con diabetes gestacional? JUSTIFICACIÓN Utilizar la medida del tejido graso fetal como marcador predictor de macrosomia en fetos de madres con diabetes gestacional, podría ser de gran utilidad ya que las medidas biométricas tradicionales, muestran disminución durante la segunda parte de la gestación. Sin embargo; la circunferencia abdominal incluyendo la medida del tejido graso, además de ser reproducible y fácil de obtener, muestra un crecimiento más lineal y es un tejido sensible a la insulina, por lo que podría ser un parámetro más fiable para predecir el crecimiento fetal. Así mismo, no existen estudios sobre éste tema en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos y sería relevante contar con investigaciones propias y así mismo comparar si los puntos de corte ya establecidos para el tejido graso fetal y su relación con macrosomia en la población mexicana (y en particular la población tratada en el Hospital), coinciden con los que refiere la literatura de la población mundial. Reconocer el crecimiento fetal anormal y las alteraciones en la composición corporal fetal pueden ayudar a evitar intervenciones innecesarias en gestaciones de bajo riesgo e intensificar el control y la terapia en aquellas gestaciones que muestran alteración del crecimiento fetal. 14 OBJETIVO GENERAL Medir el tejido graso fetal, como predictor de macrosomia en fetos de madres con diagnóstico de diabetes gestacional en las pacientes que acuden a la consulta del Servicio de Medicina Materno fetal en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Correlacionar la medida del tejido graso fetal con el peso al nacer Determinar el punto de corte a partir del cual la medida del tejido graso fetal se relaciona con macrosomia Comparar las medidas obtenidas del tejido graso fetal con el tratamiento que recibe la paciente. HIPÓTESIS La medición del grosor de la grasa fetal en la pared abdominal del feto en desarrollo, resulta ser un marcador de macrosomia precoz, que aumenta incluso antes que el peso fetal estimado cuando se toman en cuenta sólo las medidas antropométricas fetales tradicionales. 15 MATERIALES Y MÉTODOS Se trata de un estudio de cohorte, prospectivo, observacional, analítico y de corte longitudinal, que se realizó en el servicio de Medicina Materno Fetal del Hospital Regional. Lic. Adolfo López Mateos ISSSTE entre abril de 2018 y abril 2019. Se incluyó un grupo de 48 pacientes con diabetes gestacional, diagnosticadas mediante curva de tolerancia a la glucosa realizada entre las 14 y 28 semanas de gestación (basado en los criterios de la Asociación Americana de Diabetes y posteriormente haciendo la diferenciación entre diabetes gestacional y pregestacional, mediante los niveles de hemoglobina glucosilada). Estas pacientes y sus respectivas historias clínicas fueron evaluadas, con la finalidad de reconocer si cumplían con los criterios de inclusión y exclusión de la presente investigación. Previa firma de consentimiento informado, las pacientes con diagnóstico establecido de diabetes gestacional, se organizaron en dos grupos: las que solo utilizan como medida terapéutica cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios); y las que reciben tratamiento farmacológico, ya sea metformina, insulinoterapia o ambas. Se determinó el grosor del tejido graso fetal (en el tercio anterior de un corte axial del abdomen, desde el borde externo del tejido subcutáneo ecogénico que rodea el abdomen, evitando el dorso fetal) a las 34 semanas de gestación, y se realizó con equipo de ultrasonido TOSHIBA. Genesys Aplio xg Ultrasound 2009:2010, junto con la realización de la biometría fetal básica (a las 34 semanas de gestación). Las medidas mencionadas también se realizaron en gestantes sanas que acuden a su control prenatal en la institución, quienes representan el grupo control, también constituido por 48 pacientes. La medida obtenida del tejido graso de cada feto a las edades gestacionales mencionadas (expresada en milímetros), se llevó a una tabla de forma ordenada, se comparó posteriormente con el peso al nacer (expresado en kilogramos) y se estableció cual medida se relacionó con fetos grandes para la edad gestacional. TAMAÑO DE LA MUESTRA Para estimar una sensibilidad de 85% y especificidad del 90%, con una prevalencia de macrosomia del 5%, teniendo en cuenta un nivel de significación del 5% y un poder estadístico de 80% para una razón de asignación de 1, fueron necesarias como mínimo 47 pacientes por grupos. Se incluyó una muestra de 48 pacientes con diabetes gestacional y 48 pacientes en el grupo control. 16 DEFINICIÓN DE LAS UNIDADES DE OBSERVACIÓN La unidad de observación estuvo representada por las pacientes embarazadas con diagnóstico de diabetes gestacional y sus fetos en crecimiento que se evaluaron ultrasonográficamente. Luego, estuvo representada por los recién nacidos de esas madres, en quien se determinó el peso al nacer y su relación con el tejido graso fetal. El grupo control estuvo conformado por gestantes sanas, que acudieron a su control prenatal respectivo en el Servicio de Obstetricia del Hospital Regional Adolfo López Mateos. CRITERIOS DE INCLUSIÓN Pacientes que pertenecían al servicio de Medicina Materno Fetal del “Hospital Regional. Lic. Adolfo López Mateos” ISSSTE Pacientes con diagnóstico de diabetes gestacional, diagnosticadas mediante curva de tolerancia a la glucosa realizada entre las 14 y 28 semanas Recibiendo o no insulina o sensibilizador de insulina vía oral (Metformina) Con embarazo único y edad gestacional entre 30 y 37 semanas establecida por ultrasonido antes de las 16 semanas. Gestantes sanas, sin ningún tipo de patología, quienes representaron el grupo control. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN Pacientes que presentaron alguna condición que pudo afectar el crecimiento fetal como enfermedades autoinmunes, endocrinas, hipertensión arterial crónica o inducida por el embarazo o inserción placentaria anormal Pacientes con gestaciones múltiples Sin diagnóstico de diabetes gestacional Pacientes con fetos con anomalías (malformaciones) o cariotipo anormal. CRITERIOS DE ELIMINACIÓN Pacientes que no continuaron su control prenatal en el servicio de Medicina Materno Fetal del “Hospital Regional. Lic. Adolfo López Mateos” ISSSTE Que se demostró no tenían derechohabiencia. Pacientes en las que su embarazo no llegó a la edad gestacional requerida en la que se realizó el estudio ecográfico respectivo. 17 DEFINICIÓN DE VARIABLES Y UNIDADES DE MEDIDA VARIABLE TIPO UNIDAD DE MEDIDA TIPO NOMINAL UNIDAD DE MEDIDA Grasa Fetal Cuantitativa Milímetros Tratamiento Cualitativa SI / NO Peso fetal estimado por ultrasonido Cuantitativa Gramos Peso del recién nacido Cuantitativa Kilogramos SELECCIÓN DE LAS FUENTES, MÉTODOS, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN Las 48 pacientes con diabetes gestacional, se organizaron en dos grupos: las que solo utilizaban como medida terapéutica cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios) y las que recibían tratamiento farmacológico: metformina, insulina o ambas. Se determinó el grosor del tejido graso fetal, junto con la realización de la biometría fetal básica a las 34 semanas de gestación. Las medidas mencionadastambién se realizaron en gestantes sanas que acudieron a su control prenatal en la institución, quienes representaron el grupo control, también constituido por 48 pacientes. La medida obtenida del tejido graso de cada feto a las edades gestacionales mencionadas (expresada en milímetros), se llevó a una tabla de forma ordenada, y se comparó posteriormente con el peso al nacer (expresado en kilogramos) y se estableció cual medida se relacionó con fetos grandes para la edad gestacional. DEFINICION DEL PLAN DE PROCESAMIENTO Y PRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN ANÁLISIS ESTADÍSTICO Se calculó el promedio y la desviación estándar de las variables continuas; en el caso de las variables nominales, se calculó su frecuencia y porcentaje. La comparación de promedios entre pacientes diabéticas y controles, se evaluó con la prueba t de Student para muestras independientes, en el caso de las diferencias entre promedio de peso fetal estimado por US y al nacer, se aplicó la prueba t de Student para muestra dependiente. La estimación del punto de corte diagnóstico de grosor fetal se realizó usando el procedimiento ROC. 18 La relación dicotomizada del punto diagnóstico de grosor de grasa fetal y diabetes, se hizo con la prueba chi-cuadrado de Pearson. Se consideró un valor de contraste como estadísticamente significativo si p < 0,05. Los datos fueron analizados con R-Studio versión 1.2.324 para Windows. CONSIDERACIONES ETICAS Este Trabajo de investigación, se realizó en el Servicio de Medicina Materno Fetal del Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos; el procedimiento del trabajo se llevó a cabo bajo la autorización y consentimiento de las autoridades de dicho servicio, siguiendo las normas, correcciones y sugerencias necesarias para el desarrollo del mismo. Se explicó detalladamente a las gestantes con diabetes gestacional, el objetivo, desarrollo y finalidad del estudio y las que estuvieron de acuerdo firmaron el consentimiento informado. Por tanto, se utilizaron sus datos, reportados en las historias clínicas, respetando el principio de autonomía, mediante dicho consentimiento. A cada una de las gestantes incluidas en el estudio se les realizó ultrasonido para evaluar el crecimiento y bienestar fetal, así como su control metabólico, cumpliendo así con el principio de beneficencia, sin utilizar ningún tratamiento o procedimiento que comprometiera la salud de la paciente, ya que el ultrasonido obstétrico y la toma de glucemias capilares, representan métodos inocuos, practicando el principio de no maleficencia. Esta investigación fue dirigida a todas las mujeres gestantes con diagnóstico de diabetes gestacional sin ninguna distinción de clase social, raza, religión, ideología, cumpliendo con el principio de justicia social. A su vez, los resultados permitieron dilucidar si la medición de la grasa fetal a nivel del abdomen, puede utilizarse como marcador precoz de macrosomia. 19 PROGRAMA DE TRABAJO Período 2018 – 2019 Actividad A M J J A S O N D E F M A Elaboración del Proyecto x x X x x Recolección de la información x x X x x x x X x x x x Análisis de la Información x x Elaboración del Informe técnico x RECURSOS HUMANOS Dr. Carlos Rafael José Ortiz Camacho: Médico Residente de segundo año de Medicina Materno Fetal. Presentador de tesis y responsable de la recolección de datos. Dr. Eduardo Ernesto Mejía Islas: Profesor Titular del servicio de Medicina Materno Fetal. Asesor clínico de tesis. Servicio de Medicina Materno Fetal Hospital Regional “Licenciado Adolfo López Mateos” ISSSTE: Médicos residentes (Realización de historia clínica y ultrasonidos) 20 RECURSOS MATERIALES Hoja de recolección de datos Computadora Expediente Clínico Ultrasonido TOSHIBA. Genesys Aplio xg Ultrasound 2009:2010 RECURSOS FINANCIEROS Ninguno DIFUSIÓN Realizar sesiones clínicas con los resultados obtenidos en el Servicio de Medicina Materno Fetal del Hospital Regional “Licenciado Adolfo López Mateos” ISSSTE 21 RESULTADOS La muestra consistió en 96 pacientes, dispuestos en 2 grupos de 48 pacientes cada uno, el primer grupo de pacientes diabéticas y el segundo conformado por pacientes control o sanas. En la tabla 1, se observaron las características generales de la muestra, cuyas edades oscilan entre los 35±4 años y 34±4 años, en cuanto a las diabéticas gestacionales y el grupo control respectivamente. Al evaluar el tratamiento recibido el 31.3% de las pacientes, lograron control metabólico sólo con cambios en el estilo de vida: dieta y ejercicios y un 68.8 % recibían tratamiento farmacológico, ya sea sensibilizador de insulina vía oral, insulina o ambos. (Grafico 1) De la misma manera, se evaluó las diferencias de la edad y presencia de diabetes, observándose que no hubo diferencias significativas al comparar éstas (p = 0,453). En el caso del peso al nacer, si bien se evidenció diferencia significativa (p = 0,001) esta se consideró un atributo propio de la naturaleza del problema evaluado, ya que las madres diabéticas, tienen muy alta probabilidad de gestar bebes con peso más alto en comparación con las mujeres que no presentan dicho trastorno metabólico. Tabla 1. Características basales según grupo de estudio. Variables Diabéticas Control N 48 48 Edad (años)(*) 35 ± 4 34 ± 4 Tratamientos Dieta 15 31,3% - Ejercicio 15 31,3% - Farmacológico 33 68,8% - Peso (*) Por US 3096 ± 48 3096 ± 48 Peso al nacer 3180 ± 323 2867 ± 278 (*) media ± desviación estándar Edad: p = 0,453 Peso al nacer: p = 0,001 22 Gráfico 1. Distribución de pacientes según tratamientos. Se comparó la media del grosor de grasa fetal, entre pacientes diabéticas y controles. La media de grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas fue 4,01 ± 0,67 mm, mientras que, en pacientes controles, dicha medida fue 3,36 ± 0,47 mm, y se evidenció que hubo diferencia estadística entre dichas medidas (t = 5,453; p = 0,001). Con un intervalo de confianza del 95% la diferencia fue 0,41 a 0,88 mm. (Tabla 2. Gráfico 2) Tabla 2. Comparación de las medias de grosor de grasa fetal según grupos. Grupos N Mínimo Máximo Media DE Diabéticas 48 2,70 5,40 4,01 0,67 Control 48 2,00 4,40 3,36 0,47 t = 5,453 (p = 0,001) Diferencia de medias: 0,65 mm (IC-95%: 0,41 a 0,88 mm) 23 Gráfico 2. Diagrama de barras del grosor de grasa fetal según grupos. En el mismo orden de ideas, se evaluó si el grosor de grasa fetal > 3,90 mm se asoció a diabetes. Se debe aclarar que, el punto de corte mencionado se estimó por el procedimiento ROC (receiver operating characteristic o característica operativa del receptor), el rendimiento de dicho grosor se determinó mediante el valor de área bajo la curva, siendo que este fue ACU = 0,78 y estadísticamente significativo (p = 0,001), mucho mayor al valor referencia de AUC = 0,50. Siendo así, de 48 pacientes diabéticas, 30 presentaron grosor de grasa fetal > 3,90 mm mientras que, ésta medida solo la presentaron 8 de las 48 pacientes en el grupo control, lo que fue una relación estadísticamente significativa ( 2 = 21,082; p = 0,001). Por otro lado, se estimó que hubo 3,75 (IC-95%: 1,92 a 7,32) veces más probabilidad de diabetes en madres cuyo grosor de grasa fetal esta aumentado, que aquellas donde no lo está. (tabla 3. Grafico 3) 24 Tabla 3. Relación de aumento de grasa fetal y diabetes. Grasa fetal Diabéticas Control Total > 3,90 mm 30 8 38 ≤ 3,90 mm 18 40 58 Total 48 48 96 2 = 21,082 (p = 0,001) RR = 3,75 (IC-95%: 1,92 - 7,32) AUC = 0,78 (p = 0,001) Gráfico 3. Diagrama ROC del grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas. AUC: 0,781 (p = 0,001)Punto de corte > 3,90 mm 25 Por su parte en la tabla 4 se resumió las medidas diagnósticas del grosor de grasa fetal, así, la sensibilidad de este parámetro fue 62,5 (IC-95: 47,8 a 77,2) que tuvo un valor predictivo positivo de 79,0 (IC-95%: 64,7 a 93,2); en el mismo orden de ideas, la especificidad del grosor de grasa fetal, fue 83,3 (IC-95%: 71,8 a 94,9) que se asoció a un valor predictivo negativo de 69,0 (IC- 95%: 56,2 a 81,7). Se calculó hubo 3,75 veces más probabilidad de diabetes en pacientes con aumento del grosor de grasa fetal que aquellas pacientes cuyo grosor de grasa fetal estaba disminuido, así, solo hubo 0,45 veces más probabilidad de tener un valor de grosor de grasa fetal aumentada, cuando la paciente no es diabética. El índice de validez, que informa sobre cuál es la probabilidad como correctamente positivo o negativo de acuerdo al aumento de grosor de grasa fetal, fue 72,9%. Tabla 4. Valores diagnósticos de grasa fetal en pacientes diabéticas Parámetros Valores IC - 95% Sensibilidad 62,5 47,8 77,2 Especificidad 83,3 71,8 94,9 Índice de validez 72,9 63,5 82,3 VPP 79,0 64,7 93,2 VPN 69,0 56,2 81,7 Prevalencia 50,0 39,5 60,5 RVP 3,75 1,92 7,32 RVN 0,45 0,31 0,66 26 La tabla 5, comparó la media de peso fetal estimada por ultrasonido respecto a la valoración obtenida de peso real al nacer, así, el peso estimado por US fue 3096 ± 336 gramos mientras que, el peso al nacer promedio fue 3180 ± 323, siendo una diferencia promedio de 84 gramos y está fue una diferencia significativa (p = 0,001). (Grafico 5) Tabla 5. Variación del peso al nacer en comparación con el peso estimado por ultrasonido. Parámetros Peso por US Peso al nacer N 48 48 Mínimo 1986 2000 Máximo 3666 3800 Media 3096 3180 Desviación estándar 336 323 t = 3,771 (p = 0,001) Diferencia media: 84 gramos Grafico 4. Variación del peso al nacer en comparación con el peso estimado por ultrasonido 27 En la tabla 6, se evaluó si el aumento de grasa fetal en relación con el peso al nacer, así en pacientes con grasa fetal aumentada (> 3,90 mm) la media de PAN fue 3129 ± 414 gramos y en pacientes con grasa fetal disminuida (≤ 3,90 mm) la media de PAN fue 2955 ± 259 gramos y al comparar éstas, resultó una diferencia estadísticamente significativa (t = 2,301; p = 0,025). (Grafico 5) Tabla 6. Relación de peso al nacer y grosor de grasa fetal. Grasa fetal n Mínimo Máximo Media DE > 3,90 mm 38 2000 3800 3129 414 ≤ 3,90 mm 58 2200 3500 2955 259 t = 2,301 (p = 0,025) Diferencia media: 173 gramos Gráfico 5. Relación del grosor de grasa fetal y peso al nacer. 28 DISCUSIÓN El crecimiento anormal durante la vida intrauterina, no solo está asociado con incremento de la morbilidad y mortalidad perinatal, sino que también tiene marcados efectos en la salud neonatal y en la vida adulta. En particular, el incremento de la masa grasa fetal, puede ser pronóstico en el ámbito de la diabetes gestacional, ya que se ha demostrado que predispone a obesidad y diabetes tipo 2 en la vida adulta.7 Es bien conocido que el grosor del tejido adiposo y del pliegue cutáneo es mayor en los recién nacidos de madres con diabetes gestacional, cuando se comparan con los hijos de madres con adecuado metabolismo de los carbohidratos.1 En los recién nacidos, aunque solo el 14 % del peso al nacer se debe al almacenamiento de grasa, 46 % de la variación en el peso al nacer puede ser explicado por la masa grasa. 1 Nuestra evaluación del grosor del tejido graso abdominal fetal, mostró una diferencia significativa entre gestantes con diabetes gestacional y gestantes sanas; siendo de mayor grosor en hijos de madres con diabetes gestacional. Dicho resultado coincide con el encontrado por Chen y colaboradores, donde reportan que la medida ultrasonográfica del tejido adiposo fetal puede ser un indicador confiable del estado metabólico materno.5 De la misma manera, la evaluación prenatal del peso fetal no siempre es precisa, especialmente en los fetos con macrosomía.4 Investigadores han mostrado que la ultrasonografía, es un predictor pobre del peso al nacer en fetos macrosómicos. La sobreestimación del peso al nacer está asociada con altas tasas de cesáreas, y por otro lado subestimar el peso fetal está asociado con trauma perineal y neonatal al momento del nacimiento; por esto, mejorar las herramientas para predecir el peso al nacer puede beneficiar a las gestantes y a sus potenciales neonatos grandes.16,17 En relación a lo mencionado anteriormente; en esta serie, si bien no obtuvimos recién nacidos macrosómicos, al comparar la media de peso fetal estimada por ultrasonido respecto a la valoración obtenida de peso real al nacer, evidenciamos una diferencia significativa, lo que quizás muestra la falta de precisión ultrasonográfica a la hora de estimar el peso fetal; sin embargo, se debe recordar que esto es un procedimiento operador dependiente y la habilidad, así como la técnica y cortes fetales adecuados realizados por el ultrasonografista, juegan un papel muy importante para acercarse con mayor exactitud al peso fetal real. Elessawy y colaboradores, han podido determinar que los neonatos nacidos de madres con diabetes gestacional, tienen gran porcentaje corporal de masa grasa, con disminución en la densidad de la masa magra, lo que podría de alguna manera explicar los errores en la estimación del peso fetal, relacionado a las diferencias en la densidad de varios tejidos.2 En la presente investigación se observó una relación directa entre el grosor de la grasa fetal y el peso al nacer; teniendo mayor peso los recién nacidos cuya medida de grasa fetal era mayor a 3.9 mm. Sin embargo; debe mencionarse que no se obtuvieron recién nacidos macrosómicos; es decir, con peso mayor a 4 kilogramos, lo que podría estar relacionado con el estricto control que se maneja en el servicio de Medicina Materno Fetal, en el cual se llevó a cabo el estudio. En dicho servicio las pacientes son seguidas de forma frecuente, por lo que se realizan modificaciones pertinentes en el estilo de vida y en el tratamiento farmacológico (según sea el caso) ante cualquier alteración metabólica encontrada y la mayoría cumple con las medidas indicadas. Al hacer estas intervenciones de forma oportuna, las complicaciones se reducen y en este caso el índice de macrosomía. Estos hallazgos, aunque no de forma exacta, pueden tener relación con los encontrados en el estudio realizado por Maruotti y colaboradores4, donde encontraron que el grosor del tejido graso fetal puede ayudar a predecir la presencia de macrosomia. En nuestro caso no detectó macrosomia (por lo explicado anteriormente), pero la medida de la grasa fetal fue directamente proporcional con el peso obtenido al nacer (a mayor medida, mayor peso). 29 Ahora bien, uno de los intereses fundamentales del estudio, era encontrar un punto de corte en el cual la medida del grosor de la grasa fetal, mostrara relación con recién nacidos grandes o macrosómicos. Aunque no obtuvimos recién nacidos macrosómicos, hallamos que el grosor de la grasa fetal mayor a 3.9 mm, a las 34 semanas de gestación, estuvo presente en la mayoría de las mujeres con diabetes gestacional, y se asoció directamente con recién nacidos de mayor peso, no siendo así en el grupo control, donde la medida estuvo por debajo de dicha cifra, así como el peso de los recién nacidos fue significativamente menor. Este punto de corte en la presente investigación, difiere de los mencionados en otras series. Higgins, et al; indican que una medida de la grasa fetal en la pared abdominal anterior de 3.5 mm a las 30 semanas de gestación; 4.5 mm a las 33 semanas y 5.7 mm al término, debe alertar al obstetra sobre la posibilidad de macrosomia. 8 Por su parte, Bath et al; hallaron una correlación positiva entre el tejido graso fetal mayor a 6.25mm y la predicción de recién nacidos grandes, con alto valor predictivo negativo.6 Bethune y colaboradores10; mostraron que una medida en la grasa fetal mayor a 5 mm, resultó ser más útil, que la medida de la circunferencia abdominal, como predictor de macrosomia en 90 gestaciones afectadas con diabetes gestacional, e igual a nuestra investigación realizaron una sola medida, pero entre las 28 y 34 semanas. Quizás realizar mediciones en diferentes momentos de la gestación, puede resultar ventajoso para tener puntos de corte según las semanas de embarazo, lo que puede considerarse en futuras investigaciones relacionadas con este tema. El peso al nacer ha sido generalmente utilizado como un indicador del crecimiento intrauterino; sin embargo, existen distintos patrones de crecimiento para el peso y la talla del feto, con posibles diferencias en las curvas de crecimiento entre masa grasa y magra.7 Se seguirá trabajando en la posibilidad de obtener, de formas seguras y reproducibles, parámetros de la composición corporal in útero, cuyo objetivo es mejorar la identificación de fetos con riesgo de sobrecrecimiento o déficit del mismo y actuar de manera oportuna para evitar las complicaciones. 30 CONCLUSIÓN Este estudio sugiere la posibilidad de utilizar la medida ultrasonográfica de la grasa fetal, como un criterio adicional para distinguir a mujeres con alto riesgo para desarrollar diabetes gestacional; es decir, agregar la medida del grosor de la grasa fetal a los parámetros biométricos habituales. La evaluación del mencionado parámetro es fácilmente reproducible, con poca variabilidad intra e inter observador, no invasivo y con la capacidad de detectar en tiempo real el sobrecrecimiento fetal, lo que podría resultar en la detección temprana de alguna alteración, evaluar las consecuencias fetales de la hiperglucemia materna y reducir de esta manera la morbilidad fetal. En el mismo orden de ideas, incorporar la medida del tejido graso fetal, nos puede proveer información acerca del estado metabólico materno de forma precoz, en los casos de diabetes gestacional no controlada. En conclusión, incorporar la medida de la grasa fetal en el tercer trimestre de la gestación, podría ayudar a predecir la presencia de macrosomia fetal, y si bien, no necesariamente fetos mayores de 4 kilos, también variaciones en el peso fetal que nos indiquen que existe sobrecrecimiento y de ésta manera jugar un rol importante a la hora de tomar decisiones clínicas en las diabéticas gestacionales. 31 BIBLIOGRAFÍA 1) Tantanasis T, Daniilidis A, Giannoulis C, Tzafettas M, Dinas K, Loufopoulos A, et al. Sonographic assessment of fetal subcutaneous fat tissue thickness as a indicator of gestational diabetes. Eur J Obstet Gynaecol Reprod Biol 2010; 152: 157-162. 2) Elessawy M, Harders C, Kleinwetcher H, Demandt N, Abu G, Maass N, et al. Measurement and evaluation of fetal fat layer in the prediction of fetal macrosomia in pregnancies complicated by gestational diabetes. Arch Gynecol Obstet 2017; 296(3):445-453 3) Gibson K, Stetzer B, Catalano P, Myers S. Comparison of 2-and 3- dimensional sonography for estimation of birth weight and neonatal adiposity in the setting of suspected fetal macrosomia. J Ultrasound Med 2016; 35: 1123-1129. 4) Maruotti G, Saccone G, Martinelli P. Third trimester ultrasound soft-tissue measurements accurately predicts macrosomia. J Matern Fetal Neonatal Med, 2017; 30(8): 972–976 5) Cheng L, Wu J, Chen X, Cao L, Wu Y, Zhu L, et al. Measurement of fetal abdominal and subscapular subcutaneous tissue thickness during pregnancy to predict macrosomia: A pilot study. Plos One, 2014; 9 (3): 1-5 6) Bhat R, Nathan A, Akhila A, Adiga P, Bhat P, Kumar P. Correlation of fetal Abdominal Subcutaneous tissue thickness by ultrasound to predict birth weight. JCDR 2014; 8(4): 9-11 7) De Santis N, Taricoo E, Radaelli T, Spada E, Rigano S, Ferrazzi E, et al. Growht of fetal lean mass and fetal fat mass in gestational diabetes. 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HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO H.R. LICENCIADO ADOLFO LÓPEZ MATEOS SERVICIO DE MEDICINA MATERNO FETAL REGLAMENTO DE LA LEY GENERAL DE SALUD Norma Oficial Mexicana NOM-168-SSAI-1998. Diario Oficial de la Federación 7 DIC 98 CARTA DE CONSENTIMIENTO BAJO INFORMACIÒN DE PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS, MEDICOS Y QUIRÙRGICOS PACIENTE _______________________________________________________ Apellido paterno Apellido materno Nombre (s) CÉDULA: EDAD: _ DOMICILIO _______________________________________________________ AL PACIENTE: Usted como paciente, tiene el derecho de ser informado acerca de su condición y del procedimiento médico y de diagnóstico que se usará en su caso, de modo que puede tomar la decisión de someterse o no al procedimiento, una vez conocidos todos los riesgos y peligros a los que estará expuesto. Esta información no tiene el propósito de atemorizarlo o alarmarlo, sino que se trata simplemente de que usted esté bien informado, de manera que se pueda dar o negar su autorización para que se efectúe el procedimiento. Yo voluntariamente, acepto participar en el proyecto de investigación titulado: “MEDICIÓN DEL TEJIDO GRASO FETAL COMO MARCADOR PREDICTOR DE MACROSOMIA EN FETOS DE MADRES CON DIABETES GESTACIONAL” Registrado en el comité local de investigación médica con el número 736.2018. Mi participación consistirá en la autorización para la realización del estudio de ultrasonido, que se realizará en una ocasión y posteriormente evaluar a través del expediente clínico de pediatría el peso del recién nacido. Declaro que se me ha informado en forma clara y amplia sobre los objetivos del estudio. El investigador DR. CARLOS RAFAEL JOSÉ ORTIZ CAMACHO, se ha comprometido a darme información oportuna sobre cualquier duda que se genere durante el transcurso de la investigación, así como los beneficios relacionadoscon la misma. Entiendo que se me da seguridad de que no se mostrará mi identificación en las presentaciones y/o publicaciones que deriven de este estudio y de que los datos relacionados con mi privacidad serán manejados de forma confidencial. Así mismo, entiendo que puedo dejar de participar en el estudio en el momento que yo así lo decida, sin que por ello se modifique la atención que me corresponde como derechohabiente del ISSSTE. 34 Ciudad de México a _ de del 2018 Firma de la paciente: _ _ _ Firma del médico investigador: Testigo: _ _ 35 ANEXO 2. HOJA DE RECOLECCIÓN DE DATOS Expediente Edad Tratamiento Medida de grasa fetal (milímetros) Semana 34 Peso por ultrasonido (gramos) Peso al nacer Portada Resumen Índice Texto Conclusión Bibliografía
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