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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACION 
INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES 
DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“MEDICIÓN DEL TEJIDO GRASO FETAL COMO MARCADOR PREDICTOR DE 
MACROSOMIA EN FETOS DE MADRES CON DIABETES GESTACIONAL” 
 
 
 
 
 
 
 
Trabajo De Investigación que presenta: 
 
 
DR. CARLOS RAFAEL JOSÉ ORTIZ CAMACHO 
. 
 
Para obtener el Diploma de la Especialidad: 
MEDICINA MATERNO FETAL 
 
Asesor de Tesis: 
DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS 
 
No. De Registro del Protocolo 
736.2018 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Cd. Mex., 2019 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DR. DANIEL ANTONIO RODRÍGUEZ ARAIZA 
COORDINADOR DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DRA. FLOR MARÍA DE GUADALUPE DRA. MARTHA EUNICE RODRIGUEZ 
ÁVILA FEMATT ARELLANO 
JEFE DE ENSEÑANZA MEDICA JEFE DE INVESTIGACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS 
PROFESOR TITULAR 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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DR. EDUARDO ERNESTO MEJIA ISLAS 
ASESOR DE TESIS 
4 
RESUMEN 
 
La diabetes gestacional es la complicación metabólica más común que afecta a las mujeres 
durante la gestación. Representa un problema crítico debido a las posibles complicaciones 
maternas y fetales. La consecuencia fetal más común es la macrosomia, con una tasa de 
incidencia del 26 % entre las gestantes diabéticas. Al estar asociado con morbilidad materna, 
perinatal y a largo plazo, enfatiza la necesidad de un método de despistaje preciso y adecuado. 
La medida de la grasa fetal abdominal en la pared anterior, es una medida simple que puede ser 
tomada al mismo tiempo que se mide la circunferencia abdominal. Ésta ha mostrado ser 
altamente reproducible con buena variabilidad inter e intra observador y a su vez ser de valor en 
la detección de fetos macrosómicos cerca del término de la gestación. 
Objetivo: Medir el tejido graso fetal, como predictor de macrosomia en fetos de madres con 
diagnóstico de diabetes gestacional en las pacientes que acuden a la consulta del Servicio de 
Medicina Materno fetal en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos en el periodo 
comprendido entre abril 2018 y abril 2019. 
Métodos: Estudio de cohorte, prospectivo, observacional, analítico y de corte longitudinal, que 
incluyó 48 pacientes con diabetes gestacional y 48 pacientes como grupo control. Las pacientes 
se dividieron según el tipo de tratamiento recibido: cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios) 
o tratamiento farmacológico (sensibilizador a la insulina vía oral, insulinoterapia o ambas). Se les 
realizó ultrasonido a las 34 semanas de gestación para medir el grosor de la grasa abdominal 
fetal, además de las medidas biométricas habituales para estimar el peso fetal por 
ultrasonografía. Posteriormente se evaluó el peso al nacer y se comparó con el peso estimado 
previo por ultrasonido y con el grosor de la grasa fetal. 
Resultados: La media de grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas fue 4,01 ± 0,67 mm, 
mientras que, en pacientes controles fue 3,36 ± 0,47 mm, evidenciándose diferencia estadística 
entre dichas medidas. En la presente investigación el punto de corte del grosor de la grasa fetal 
relacionado con diabetes gestacional fue > 3,90 mm, De 48 pacientes diabéticas, 30 presentaron 
grosor de grasa fetal > 3,90 mm mientras que, ésta medida solo la presentaron 8 de las 48 
pacientes en el grupo control. Al comparar la media de peso fetal estimada por ultrasonido 
respecto a la valoración obtenida de peso real al nacer; el peso estimado por US fue 3096 ± 336 
gramos mientras que, el peso al nacer promedio fue 3180 ± 323, siendo una diferencia 
significativa promedio de 84 gramos. 
Conclusión: Incorporar la medida de la grasa fetal en el tercer trimestre de la gestación, podría 
ayudar a predecir la presencia de macrosomia fetal, y si bien, no necesariamente fetos de 4 kilos 
o más, también variaciones en el peso fetal que nos indiquen que existe sobrecrecimiento y de 
ésta manera jugar un rol importante a la hora de tomar decisiones clínicas en las diabéticas 
gestacionales. 
 
Palabras claves: macrosomía, diabetes, grasa fetal, peso fetal, ultrasonido 
5 
ABSTRACT 
 
 
Gestational diabetes is the most common metabolic complication that affects women during 
pregnancy. It represents a critical problem due to possible maternal and fetal complications. The 
most common fetal consequence is macrosomia, with an incidence rate of 26% among diabetic 
pregnant women. Being associated with maternal, perinatal and long-term morbidity, it 
emphasizes the need for an accurate and adequate screening method. The measurement of 
abdominal fetal fat in the anterior wall is a simple measure that can be taken at the same time 
that the abdominal circumference is measured. This has been shown to be highly reproducible 
with good inter and intra-observer variability and at the same time to be of value in the detection 
of macrosomic fetuses near the end of gestation. 
Objective: To measure the fetal fatty tissue, as a predictor of macrosomia in fetuses of mothers 
diagnosed with gestational diabetes in the patients who come to the Service of Maternal Fetal 
Medicine at the Adolfo López Mateos Regional Hospital during the period between April 2018 and 
April 2019. 
Methods: Cohort, prospective, observational, analytical and longitudinal study, which included 
48 patients with gestational diabetes and 48 patients as a control group. The patients were divided 
according to the type of treatment received: changes in lifestyle (diet and exercise) or 
pharmacological treatment (oral insulin sensitizer, insulin therapy or both). Ultrasound was 
performed at 34 weeks of gestation to measure the thickness of fetal abdominal fat, in addition to 
the usual biometric measurements to estimate fetal weight by ultrasonography. Subsequently, the 
birth weight was evaluated and compared with the estimated weight previously by ultrasound and 
with the thickness of the fetal fat. 
Results: The average thickness of fetal fat in diabetic patients was 4.01 ± 0.67 mm, while, in 
control patients, this measure was 3.36 ± 0.47 mm, evidencing statistical difference between 
these measures. In the present investigation, the cut-off point for fetal fat thickness related to 
gestational diabetes was> 3.90 mm. Of 48 diabetic patients, 30 had fetal fat thickness> 3.90 mm, 
whereas this measure only showed 8 of the 48 patients in the control group. When comparing the 
mean fetal weight estimated by ultrasound with respect to the assessment obtained of real weight 
at birth; the estimated weight per US was 3096 ± 336 grams whereas, the average birth weight 
was 3180 ± 323, with an average significant difference of 84 grams. 
Conclusion: Incorporating the measurement of fetal fat in the third trimester of pregnancy, could 
help predict the presence of fetal macrosomia, and although not necessarily fetuses of 4 kilos or 
more, also variations in fetal weight that indicate that there is overgrowth and in this way play an 
important role when making clinical decisions in gestational diabetics. 
 
 
Key words: macrosomia, diabetes, fetal fat,fetal weight, ultrasound 
6 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A Dios, porque soy su instrumento y es mi guía para tomar el camino correcto. 
A mi familia, ya que su apoyo es incondicional. 
Al Dr. Eduardo Mejía Islas, por ser mi mentor, por creer en mí y haberme dado la valiosa 
oportunidad de formar parte de este curso. Le estaré eternamente agradecido. 
 
A cada paciente, por sus enseñanzas diarias, profesionales y humanas. 
 
Al Hospital Regional Adolfo López Mateos por ser mi casa de estudio, y abrirme sus puertas. 
7 
INDICE 
RESUMEN .................................................................................. 4 
INTRODUCCIÓN ........................................................................ 8 
MARCO TEORICO ..................................................................... 10 
MÉTODOS .................................................................................. 15 
RESULTADOS ............................................................................ 21 
DISCUSIÓN ................................................................................ 28 
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................... 31 
ANEXOS ..................................................................................... 33 
8 
INTRODUCCIÓN 
 
La diabetes gestacional es la complicación metabólica más común que afecta a las mujeres 
durante la gestación. Representa un problema crítico debido a las posibles complicaciones 
maternas y fetales. La consecuencia fetal más común es la macrosomia, con una tasa de 
incidencia del 26 % entre las gestantes diabéticas. Al estar asociado con morbilidad materna, 
perinatal y a largo plazo, enfatiza la necesidad de un método de despistaje preciso y adecuado. 
1 
 
 
Independientemente del manejo de la diabetes gestacional, la probabilidad de macrosomia fetal 
y otros problemas durante la gestación y el parto, permanecen significativamente altos en 
comparación con la población general. 1 
 
Los fetos macrosómicos tienen riesgo de un rango de complicaciones al nacer, incluyendo 
distocia de hombros, baja puntuación de Apgar, disminución de la glucosa postnatal y dificultades 
para el control de la temperatura corporal. Por tanto, ésta condición se asocia tanto con 
complicaciones maternas como fetales, entre las que se pueden mencionar: aumento de la tasa 
de cesáreas, lesiones del canal de parto, lesiones del plexo braquial fetal, asfixia, lesión del nervio 
facial y muerte fetal intraútero. 2,3,4 
 
La estimación ultrasonográfica del peso fetal, es parte integral del cuidado obstétrico. Por muchos 
aspectos de la perinatología, es importante asegurar que la tasa de crecimiento fetal sea 
apropiada para la edad del feto. El crecimiento fetal anormal puede causar complicaciones 
prenatales y postnatales, asociados con incremento en la morbilidad y mortalidad perinatal; por 
esto la evaluación del crecimiento intrauterino por ultrasonido es aconsejable. 3,5 
 
La ecografía permite una medición precisa y confiable de la longitud del hueso y la circunferencia 
del cuerpo fetal; por lo que, la ecografía prenatal parece ser más adecuada que los métodos 
clínicos para realizar estimaciones de peso antes del nacimiento. Sin embargo, esta situación 
sigue siendo problemática ya que el feto tiene un cuerpo tridimensional irregular de densidad y 
composición tisular variable. 2 
 
La anormalidad del crecimiento fetal, está asociada a cambios en la masa del tejido blando, el 
cual disminuye en el crecimiento fetal restringido y aumenta en la macrosomia.6 El crecimiento 
intrauterino es el resultado del potencial genético, disponibilidad de sustrato y regulación 
endocrina que determinará la trayectoria de crecimiento durante la vida intrauterina. La mayor 
parte del peso fetal es ganado durante la segunda mitad de la gestación, cuando el crecimiento 
fetal es acompañado por un gran y exponencial depósito de tejido graso. 7 
 
Un hallazgo interesante es que el índice ponderal del neonato (peso/talla), lo cual representa una 
descripción de su estado nutricional, demuestra mayor habilidad que el peso al nacer para 
predecir asfixia neonatal, acidosis, hipoglicemia e hipotermia durante la restricción del 
crecimiento fetal. La evaluación del estado nutricional intraútero, estimando la composición 
corporal fetal, podría mejorar la predicción del riesgo perinatal específico en condiciones de 
restricción o sobrecrecimiento fetal. 7 
 
A pesar de los avances recientes en obstetricia, la predicción del peso fetal, especialmente en 
los extremos del crecimiento, permanece cambiando. El peso fetal estimado forma parte 
importante de las decisiones clínicas en el manejo de grupos de alto riesgo. En particular la 
estimación del peso fetal resulta importante en los hijos de madres diabéticas, por el riesgo de 
macrosomia y las complicaciones asociadas ya mencionadas, que no solo se limitan al momento 
del nacimiento, ya que los infantes macrosómicos están predispuestos a obesidad en la infancia 
y a morbilidad futura en la edad adulta, incluyendo: incremento en la resistencia a la insulina, 
hipertensión y diabetes. 8,9 
 
Un rango de parámetros ultrasonográficos antropométricos son utilizados para determinar el 
crecimiento fetal normal. 5,9 
 
El peso fetal se suele estimar utilizando mediciones antropométricas derivadas de ultrasonido y 
tablas de crecimiento poblacional. De éstos, la circunferencia abdominal fetal o el cálculo del 
9 
peso fetal usando una combinación de parámetros como diámetro biparietal, circunferencia 
abdominal y longitud del fémur son comúnmente utilizados.5,10,11 
 
Sin embargo; éstas medidas antropométricas habituales tienen sensibilidad y especificidad 
limitada y no son indicadores confiables de macrosomia o complicaciones periparto. En la 
estimación del peso fetal, incluso ultrasonografistas con experiencia pueden estimar un peso que 
puede diferir del peso fetal real en un 10 a 15 % y cuando se trata de extremos en el peso fetal, 
ésta variación puede ser hasta de un 20 %. Otros reportan que el porcentaje de error de éstos 
métodos de estimación del peso fetal, puede ser tan alto como del 25 %.5,8,10,11 
 
Por tanto, es bien reconocido que existe una gran variación entre el peso intrauterino y el peso 
al nacer. 9 
 
La circunferencia abdominal es considerada tradicionalmente como el parámetro fetal más 
sensible para detectar anormalidades del crecimiento intrauterino. Pero se debe tomar en cuenta 
que se ha reportado, que la determinación ultrasonográfica de la circunferencia abdominal es 
capaz de predecir solo el 78 % de los fetos macrosómicos. 5,7,11 
 
Las medidas antropométricas ultrasonográficas indicativas de composición corporal fetal de fetos 
normales, han mostrado un patrón de crecimiento exponencial único durante la segunda mitad 
de la gestación, ambas masa magra y grasa, lo que sugiere que la medida de la grasa fetal podría 
ser un marcador más sensible y específico de crecimiento fetal anormal. 7 
 
En la diabetes mellitus gestacional, aumenta el crecimiento intrauterino y el depósito de grasa 
fetal, lo que resulta de efectos combinados de incremento en la disponibilidad de nutrientes y el 
ambiente de hiperinsulinemia fetal. La masa grasa neonatal, estimada por la medida del grosor 
del pliegue cutáneo, es significativamente alta en infantes de madres con diabetes mellitus y 
diabetes gestacional. 7,12 
 
Por lo anteriormente mencionado, se ha investigado la utilidad de otros marcadores 
ultrasonográficos (ya sea solos o combinados con las medidas convencionales), denominados 
marcadores de tejido blando en un rango de localizaciones de la anatomía fetal como: grosor del 
tejido celular subcutáneo, circunferencia del brazo o del muslo, utilizados para predecir el peso 
fetal en útero y adicionalmente evaluar si los niveles de glucosa maternos están dentro de la 
normalidad. Hallazgos indican que el incremento del grosor del tejido graso fetal, puede ser unnuevo criterio para estimar el estatus metabólico fetal, en vez de la evaluación indirecta 
tradicional basada en las concentraciones de glucosa materna. 5,6,12 
 
La medida de la grasa fetal abdominal en la pared anterior, es una medida simple que puede ser 
tomada al mismo tiempo que se mide la circunferencia abdominal. Ésta ha mostrado ser 
altamente reproducible con buena variabilidad inter e intra observador y a su vez ser de valor en 
la detección de fetos macrosómicos cerca del término de la gestación. 8,10 
 
El grosor del tejido celular subcutáneo abdominal es un parámetro ultrasonográfico, que puede 
funcionar como factor independiente en predecir recién nacidos grandes para la edad gestacional 
y más aún cuando se apoya con otros parámetros.6 
 
El crecimiento desproporcionado es usualmente evidente en fetos durante el tercer trimestre y la 
evaluación del grosor del tejido blando, puede ser útil en determinar apropiadamente incrementos 
en la dosis de insulina, si se trata de la expresión del control metabólico materno inadecuado. Al 
mismo tiempo, es bien conocido, la importancia del control metabólico en las madres diabéticas, 
desde el segundo trimestre de la gestación, porque incluso grados menores de hiperglicemia 
pueden ser responsables de diferencias antropométricas en el feto.12 
 
Entonces, tomando en cuenta lo anterior, el grosor de la grasa abdominal fetal, puede ayudar en 
la predicción de macrosomia si se adiciona a las medidas de rutina. Se considera un método de 
bajo costo, efectivo, fácil, no invasivo, sin necesidad de herramientas de alto nivel, que puede 
ser de mucha utilidad para evaluar las consecuencias de la hiperglicemia materna. Además, 
puede brindarnos la capacidad de detectar en tiempo real el sobrecrecimiento y la desproporción, 
10 
resultando potencialmente en la detección temprana de éstas alteraciones y en la reducción de 
la morbilidad fetal. 1,2 
 
 
MARCO TEÓRICO 
 
La diabetes mellitus, se define como la intolerancia a la glucosa o a los carbohidratos de grados 
variables con inicio, o primer reconocimiento, durante el embarazo. La definición es aplicable 
independientemente del uso de insulina como tratamiento o de que la condición persista luego 
de la gestación. Esto no excluye la posibilidad de que existiera intolerancia a la glucosa no 
reconocida previa al embarazo. 13,14,15 
 
La prevalencia de la diabetes en el embarazo se ha ido incrementando en los Estados Unidos. 
La mayoría es de tipo gestacional, mientras que el resto es preexistente: diabetes tipo 1 y 
diabetes tipo 2. El aumento de la diabetes gestacional y diabetes tipo 2 en paralelo con la 
obesidad, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo, es motivo de especial 
preocupación. 15 
 
La diabetes gestacional complica cerca del 14 % de todas las gestaciones, resultando 
aproximadamente en 200000 casos anuales en los Estados Unidos. Es la principal causa de 
morbilidad y mortalidad perinatal, así como morbilidad materna a largo plazo. 14 
 
En general, los riesgos específicos de diabetes no controlada en el embarazo incluyen aborto 
espontáneo, anomalías fetales, preeclampsia (desde un 5-7 % a 15-20 %, influenciada por la 
severidad de la diabetes, el control glucémico y el índice de masa corporal previo a la gestación), 
muerte fetal, macrosomia, hipoglucemia neonatal e hiperbilirrubinemia neonatal, entre otros. 
Además, la diabetes en el embarazo puede aumentar el riesgo de obesidad y de diabetes tipo 2 
en los hijos más adelante en su vida. Las mujeres con diabetes gestacional, tienen incremento 
del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, más adelante en su vida, con una probabilidad 
entre el 20 y 80 %. 13, 15 
 
Los infantes de madres con diabetes gestacional tienen riesgo incrementado de muerte neonatal, 
alteraciones del crecimiento, trauma al nacer y alteraciones metabólicas y electrolíticas:13 
 
 Las anomalías congénitas y los abortos espontáneos se asocian en mayor medida con 
la diabetes pregestacional. Sin embargo; debido a la alta tasa de diabetes mellitus tipo 2 
no diagnosticada previa al embarazo (10 %), se debe hacer un esfuerzo en descartar la 
presencia de anomalías congénitas. 
 Varios estudios muestran un incremento de 4 veces la mortalidad perinatal en hijos de 
madres con diabetes gestacional. 
 La macrosomia y sus complicaciones relacionadas (mayor índice de cesáreas, distocia 
de hombros, lesión del plexo braquial) son los resultados perinatales más estudiados en 
los recién nacidos de madres con diabetes gestacional. La tasa global de macrosomia 
en la población diabética es de un 7 a 9 %, alcanzando un 20 a 45 % en la diabetes 
gestacional; lo que está principalmente asociado al control de glucosa materno. 
 La hipoglucemia neonatal ocurre en 25 % de los recién nacidos y depende del control 
glucémico materno al momento del parto. 
 La hipocalcemia neonatal es reportada en 10 a 20 % de los infantes y está relacionado 
con la severidad de la diabetes materna. 
 La policitemia neonatal ha sido reportada en 5 % de los infantes de madres con diabetes 
gestacional, la cual también está asociada con la presencia de hiperbilirrubinemia. 
 El distrés respiratorio neonatal es más frecuentemente encontrado en estos neonatos y 
es causado principalmente por el síndrome de distrés respiratorio, pero también debido 
a taquipnea transitoria del recién nacido, síndrome por aspiración de meconio, 
policitemia y cardiomiopatía hipertrófica. 
 El hijo de madre con diabetes gestacional, tiene incremento de riesgo de intolerancia a 
la glucosa, obesidad y disminución de la capacidad neuroconductual. 
11 
El término macrosomia describe recién nacidos con peso excesivo al nacer, indicativo de 
sobrecrecimiento fetal. La macrosomia se define típicamente como un peso al nacer por encima 
del percentil 90 para la edad gestacional o > 4,000 g. Sin embargo; otros utilizan 4500 gramos 
como punto de corte. No existe un acuerdo nacional o internacional que establezca el límite de 
peso para definir macrosomía. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda 
definirlo como el peso mayor o igual a 4500 gramos, porque con éste peso incrementan las tasas 
de complicaciones maternas y fetales. 2,13 
 
Incluso, sin tener un consenso en la detección de macrosomía, la definición más común es peso 
al nacer mayor o igual a 4000 gramos, que ocurre en 1 al 10 % de todas las gestaciones. 
Aproximadamente 10 % de todos los recién nacidos tienen peso al nacer mayor o igual a 4000 
gramos y 1.5 % mayor o igual a 4500 gramos. 2,4 
 
Aproximadamente entre el 15 y el 45% de los recién nacidos que nacen de madres diabéticas 
pueden tener macrosomia, que es una tasa 3 veces mayor en comparación con las mujeres que 
tienen normoglucemia. Al igual que la hiperglucemia materna, la obesidad materna tiene un 
efecto fuerte e independiente en la macrosomía fetal. La edad gestacional al momento del parto, 
el índice de masa corporal materno antes del embarazo, el aumento de peso durante el 
embarazo, la estatura materna, la hipertensión y el consumo de cigarrillos también tienen un 
impacto significativo. 13 
 
Los resultados de estudios de diabetes en el embarazo temprano indican que el peso al nacer 
fetal se correlaciona mejor con los niveles de glucosa postprandial en el segundo y tercer 
trimestre y no con los niveles de glucosa en ayunas o medios. Cuando los valores de glucosa 
postprandial tienen un promedio de 120 mg / dl o menos, se puede esperar que 
aproximadamente el 20% de los bebés sean macrosómicos, y si los valores de glucosa son tan 
altos como 160 mg / dl, la tasa de macrosomia puede alcanzar hasta el 35%.13 
 
A su vez, la macrosomia se asocia con tasas excesivas de morbilidad neonatal. Los neonatos 
macrosómicos tienen tasas 5 veces más altas de hipoglucemia grave y un aumento doble de la 
ictericia neonatal en comparación con los bebés de madres sin diabetes. 15 
 
Los mecanismos exactos detrás de la diabetes mellitusgestacional siguen sin estar claros. La 
unidad fetal-placentaria juega un papel importante en el desarrollo de ésta patología. Durante el 
embarazo, a medida que avanza la edad gestacional, aumenta el tamaño de la placenta. Hay un 
aumento en los niveles de hormonas asociadas al embarazo como el estrógeno, la progesterona, 
el cortisol y el lactógeno placentario en la circulación materna, acompañado por un aumento de 
la resistencia a la insulina. Esto suele comenzar entre las 20 y 24 semanas de gestación.13 
 
Cuando se produce el parto, la producción de hormonas placentarias se detiene, y también lo 
hace en la mayoría de los casos la diabetes gestacional, lo que sugiere fuertemente que estas 
hormonas causan la intolerancia a los carbohidratos durante la gestación. El lactógeno 
placentario humano aumenta aproximadamente 10 veces en la segunda mitad del embarazo. 
Estimula la lipólisis, lo que conduce a un aumento de los ácidos grasos libres para proporcionar 
un combustible diferente a la madre y conservar la glucosa y los aminoácidos para el feto. A su 
vez, el aumento en los niveles de ácidos grasos libres interfiere directamente con la entrada de 
glucosa a las células dirigida por la insulina. Por lo tanto, el lactógeno placentario humano se 
considera un potente antagonista de la acción de la insulina durante el embarazo.13 
 
El tejido adiposo también desempeña un rol en la génesis de la diabetes gestacional, ya que 
produce adipocitocinas, incluidas la leptina, la adiponectina, el factor de necrosis tumoral-α (TNF- 
α) y la interleucina-6, así como la recientemente descubierta, visfatina y apelina. Las funciones 
de las adipocitocinas y las concentraciones elevadas de lípidos en el embarazo también se han 
asociado con los cambios en la sensibilidad a la insulina en mujeres no embarazadas. La 
evidencia sugiere que una o más de estas adipocinas pueden alterar la señalización de la insulina 
y causar resistencia a la insulina. Específicamente, el TNF-α tiene un papel potencial en la 
disminución de la sensibilidad a la insulina. 13 
 
La fisiopatología de la macrosomia se puede explicar en base a la hipótesis de Pedersen donde 
la hiperglucemia materna conduce a una hiperinsulinemia fetal, una mayor utilización de la 
12 
glucosa y, por lo tanto, un aumento del tejido adiposo fetal. Cuando el control glucémico materno 
se ve afectado y el nivel de glucosa sérica materna es alto, la glucosa atraviesa la placenta. Sin 
embargo, la insulina derivada de la madre o administrada de forma exógena no atraviesa la 
placenta. Como resultado, en el segundo trimestre, el páncreas fetal, que ahora es capaz de 
secretar insulina, comienza a responder a la hiperglucemia y a segregar la insulina de manera 
autónoma, independientemente de la estimulación de la glucosa. Esta combinación de 
hiperinsulinemia (la insulina es una hormona anabólica importante) y la hiperglucemia (la glucosa 
es un combustible anabólico importante) conduce a un aumento en las reservas de grasa y 
proteínas del feto, lo que resulta en macrosomía. 13 
 
Los fetos macrosómicos en embarazos con diabetes, desarrollan un patrón único de 
sobrecrecimiento, que implica el depósito central de grasa subcutánea en las áreas abdominal e 
interescapular. Tienen mayor circunferencia de hombros y extremidades, una disminución de la 
relación cabeza-hombro, grasa corporal significativamente mayor y pliegues cutáneos más 
gruesos en las extremidades superiores. Debido a que el tamaño de la cabeza del feto no 
aumenta, pero la circunferencia abdominal y del hombro se puede aumentar notablemente, el 
riesgo de parálisis de Erb, distocia del hombro y traumatismo del plexo braquial es más común. 
Sin embargo, el crecimiento esquelético no se ve afectado en gran medida. 13 
 
La evaluación del peso fetal intraútero conduce a mejorar el manejo de éste tipo de gestaciones, 
definidas como de alto riesgo. El peso fetal es sin duda uno de los factores determinantes de la 
supervivencia neonatal. El ultrasonido obstétrico, es una modalidad diagnóstica que nos ayuda 
a predecir el peso fetal con cierto grado de precisión. 6 
 
Además de los factores conocidos que pueden afectar la precisión del peso fetal estimado por 
ultrasonografía, tales como hábitos maternos, cirugías previas, feto grande cercano al término, 
la sombra provocada por la calcificación de los huesos en fetos maduros, la posición de la cabeza 
fetal en la pelvis materna y disminución del volumen del líquido amniótico, los errores en la 
estimación del peso fetal pueden relacionarse con las diferencia en la densidad de la composición 
corporal fetal al termino ya que la grasa es más ligera que la masa magra. 3 
 
Se ha podido comprobar que la reducción del peso al nacer, resulta de una reducción del grosor 
del tejido subcutáneo del feto, en vez de la masa magra, por lo que se puede asumir que la 
macrosomia fetal es causada por aumento del tejido celular subcutáneo. 9 
 
El contenido de grasa se relaciona directamente con las reservas de energía y la grasa y la masa 
corporal magra se utilizan a menudo en la evaluación nutricional de un individuo. La grasa 
constituye el 12-14% del peso normal al nacer, pero se ha demostrado que representa el 46% 
de su varianza. Como tales, las estimaciones de grasa fetal generadas por ultrasonido pueden 
ser útiles en la evaluación de las anomalías del crecimiento fetal.11 
 
El despistaje ultrasonográfico para evaluar biometría y anormalidades fetales es ampliamente 
practicado, por lo que se han definido marcadores sonográficos de diabetes gestacional que 
incluyen:12 
 
 Macrosomia asimétrica, resultante de la hiperinsulinemia fetal 
 Engrosamiento del septum cardiaco interventricular fetal y de las paredes ventriculares, 
atribuido a la proliferación e hipertrofia de los cardiomiocitos estimulados por la 
hiperinsulinemia fetal, más común en el tercer trimestre. 
 Incremento del tejido adiposo subcutáneo debido a la hiperinsulinemia fetal 
 Intensificación de los movimientos respiratorios fetales debido a la influencia de la 
hiperglicemia en los centros respiratorios del feto 
 Polihidramnios, con una relación lineal entre el índice de líquido amniótico, el percentil 
de crecimiento fetal y pacientes con descontrol metabólico. 
 Incremento del grosor placentario, como mecanismo de adaptación para reducir la 
hipoxemia fetal secundaria al incremento del metabolismo oxidativo en la diabetes 
gestacional. 
 Apariencia inmadura de la placenta causada por incremento del depósito de glucógeno 
placentario. 
13 
Como se ha mencionado, la grasa fetal y la masa corporal magra tienen perfiles de crecimiento 
peculiares y como resultado de una tasa acelerada de crecimiento en la gestación tardía, la 
medición de la grasa fetal proporcionará un marcador más sensible y específico de crecimiento 
fetal anormal en comparación con los valores de índice de masa corporal magra. Un índice de 
grasa como predictor de morbilidad puede aplicarse ampliamente en los neonatos.11 
 
La medida del grosor de la grasa abdominal fetal, se realiza en un corte axial del abdomen fetal, 
en la pared anterior (no en el cuadrante que incluye la columna), con adecuada magnificación 
(que la circunferencia abdominal ocupe la mayor parte de la pantalla). Se realiza lo más vertical 
posible, colocando los calipers de la parte interna a la externa del tejido hiperecogénico que rodea 
el abdomen fetal.10 
 
Investigadores han evaluado el papel de esta medida en la evaluación de fetos con restricción 
del crecimiento intrauterino y su capacidad para predecir macrosomia en la población general.8 
 
Una medida del grosor de la pared abdominal fetal mayor de 3.5 mm a las 30 semanas; 4.5 mm 
a las 33 semanas y de 5.6 mm o más entre las 36 y 39 semanas de gestación, debe alertar al 
obstetra de la posibilidad de macrosomia.8 
 
Este patrón se mantiene incluso en gestaciones tempranas, con alteración ya sea en la 
circunferencia abdominal o en el grosorde la pared abdominal, teniendo una sensibilidad de 77% 
a las 30 semanas (comparado con un 68% cuando se utiliza la circunferencia abdominal aislada); 
lo que permite que el tratamiento médico del embarazo en mujeres diabéticas pueda ser más 
estricto, para reducir el riesgo de macrosomia y sus complicaciones asociadas. 8 
 
 
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA 
 
¿Es posible utilizar la medición del tejido graso fetal como marcador predictor de macrosomia en 
fetos de madres con diabetes gestacional? 
 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
Utilizar la medida del tejido graso fetal como marcador predictor de macrosomia en fetos de 
madres con diabetes gestacional, podría ser de gran utilidad ya que las medidas biométricas 
tradicionales, muestran disminución durante la segunda parte de la gestación. 
 
Sin embargo; la circunferencia abdominal incluyendo la medida del tejido graso, además de ser 
reproducible y fácil de obtener, muestra un crecimiento más lineal y es un tejido sensible a la 
insulina, por lo que podría ser un parámetro más fiable para predecir el crecimiento fetal. 
 
Así mismo, no existen estudios sobre éste tema en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López 
Mateos y sería relevante contar con investigaciones propias y así mismo comparar si los puntos 
de corte ya establecidos para el tejido graso fetal y su relación con macrosomia en la población 
mexicana (y en particular la población tratada en el Hospital), coinciden con los que refiere la 
literatura de la población mundial. 
 
Reconocer el crecimiento fetal anormal y las alteraciones en la composición corporal fetal pueden 
ayudar a evitar intervenciones innecesarias en gestaciones de bajo riesgo e intensificar el control 
y la terapia en aquellas gestaciones que muestran alteración del crecimiento fetal. 
14 
OBJETIVO GENERAL 
 
Medir el tejido graso fetal, como predictor de macrosomia en fetos de madres con diagnóstico de 
diabetes gestacional en las pacientes que acuden a la consulta del Servicio de Medicina Materno 
fetal en el Hospital Regional Licenciado Adolfo López Mateos. 
 
 
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 
 Correlacionar la medida del tejido graso fetal con el peso al nacer 
 Determinar el punto de corte a partir del cual la medida del tejido graso fetal se relaciona 
con macrosomia 
 Comparar las medidas obtenidas del tejido graso fetal con el tratamiento que recibe la 
paciente. 
 
 
HIPÓTESIS 
 
La medición del grosor de la grasa fetal en la pared abdominal del feto en desarrollo, resulta ser 
un marcador de macrosomia precoz, que aumenta incluso antes que el peso fetal estimado 
cuando se toman en cuenta sólo las medidas antropométricas fetales tradicionales. 
15 
MATERIALES Y MÉTODOS 
 
Se trata de un estudio de cohorte, prospectivo, observacional, analítico y de corte longitudinal, 
que se realizó en el servicio de Medicina Materno Fetal del Hospital Regional. Lic. Adolfo López 
Mateos ISSSTE entre abril de 2018 y abril 2019. Se incluyó un grupo de 48 pacientes con 
diabetes gestacional, diagnosticadas mediante curva de tolerancia a la glucosa realizada entre 
las 14 y 28 semanas de gestación (basado en los criterios de la Asociación Americana de 
Diabetes y posteriormente haciendo la diferenciación entre diabetes gestacional y 
pregestacional, mediante los niveles de hemoglobina glucosilada). Estas pacientes y sus 
respectivas historias clínicas fueron evaluadas, con la finalidad de reconocer si cumplían con los 
criterios de inclusión y exclusión de la presente investigación. Previa firma de consentimiento 
informado, las pacientes con diagnóstico establecido de diabetes gestacional, se organizaron en 
dos grupos: las que solo utilizan como medida terapéutica cambios en el estilo de vida (dieta y 
ejercicios); y las que reciben tratamiento farmacológico, ya sea metformina, insulinoterapia o 
ambas. Se determinó el grosor del tejido graso fetal (en el tercio anterior de un corte axial del 
abdomen, desde el borde externo del tejido subcutáneo ecogénico que rodea el abdomen, 
evitando el dorso fetal) a las 34 semanas de gestación, y se realizó con equipo de ultrasonido 
TOSHIBA. Genesys Aplio xg Ultrasound 2009:2010, junto con la realización de la biometría fetal 
básica (a las 34 semanas de gestación). Las medidas mencionadas también se realizaron en 
gestantes sanas que acuden a su control prenatal en la institución, quienes representan el grupo 
control, también constituido por 48 pacientes. 
 
La medida obtenida del tejido graso de cada feto a las edades gestacionales mencionadas 
(expresada en milímetros), se llevó a una tabla de forma ordenada, se comparó posteriormente 
con el peso al nacer (expresado en kilogramos) y se estableció cual medida se relacionó con 
fetos grandes para la edad gestacional. 
 
 
TAMAÑO DE LA MUESTRA 
 
Para estimar una sensibilidad de 85% y especificidad del 90%, con una prevalencia de 
macrosomia del 5%, teniendo en cuenta un nivel de significación del 5% y un poder estadístico 
de 80% para una razón de asignación de 1, fueron necesarias como mínimo 47 pacientes por 
grupos. 
Se incluyó una muestra de 48 pacientes con diabetes gestacional y 48 pacientes en el grupo 
control. 
16 
DEFINICIÓN DE LAS UNIDADES DE OBSERVACIÓN 
 
La unidad de observación estuvo representada por las pacientes embarazadas con diagnóstico 
de diabetes gestacional y sus fetos en crecimiento que se evaluaron ultrasonográficamente. 
Luego, estuvo representada por los recién nacidos de esas madres, en quien se determinó el 
peso al nacer y su relación con el tejido graso fetal. 
 
El grupo control estuvo conformado por gestantes sanas, que acudieron a su control prenatal 
respectivo en el Servicio de Obstetricia del Hospital Regional Adolfo López Mateos. 
 
 
CRITERIOS DE INCLUSIÓN 
 
 Pacientes que pertenecían al servicio de Medicina Materno Fetal del “Hospital Regional. 
Lic. Adolfo López Mateos” ISSSTE 
 Pacientes con diagnóstico de diabetes gestacional, diagnosticadas mediante curva de 
tolerancia a la glucosa realizada entre las 14 y 28 semanas 
 Recibiendo o no insulina o sensibilizador de insulina vía oral (Metformina) 
 Con embarazo único y edad gestacional entre 30 y 37 semanas establecida por 
ultrasonido antes de las 16 semanas. 
 Gestantes sanas, sin ningún tipo de patología, quienes representaron el grupo control. 
 
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 
 
 Pacientes que presentaron alguna condición que pudo afectar el crecimiento fetal 
como enfermedades autoinmunes, endocrinas, hipertensión arterial crónica o 
inducida por el embarazo o inserción placentaria anormal 
 Pacientes con gestaciones múltiples 
 Sin diagnóstico de diabetes gestacional 
 Pacientes con fetos con anomalías (malformaciones) o cariotipo anormal. 
 
CRITERIOS DE ELIMINACIÓN 
 
 Pacientes que no continuaron su control prenatal en el servicio de Medicina Materno 
Fetal del “Hospital Regional. Lic. Adolfo López Mateos” ISSSTE 
 Que se demostró no tenían derechohabiencia. 
 Pacientes en las que su embarazo no llegó a la edad gestacional requerida en la que 
se realizó el estudio ecográfico respectivo. 
17 
DEFINICIÓN DE VARIABLES Y UNIDADES DE MEDIDA 
 
 
 
VARIABLE 
 
TIPO 
 
UNIDAD DE MEDIDA 
 
TIPO NOMINAL 
UNIDAD DE MEDIDA 
 
Grasa Fetal 
 
Cuantitativa 
 
Milímetros 
 
 
Tratamiento 
 
Cualitativa 
 
SI / NO 
 
Peso fetal estimado 
por ultrasonido 
 
Cuantitativa 
 
Gramos 
 
 
Peso del recién 
nacido 
 
Cuantitativa 
 
Kilogramos 
 
 
 
 
SELECCIÓN DE LAS FUENTES, MÉTODOS, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DE 
RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN 
 
 
Las 48 pacientes con diabetes gestacional, se organizaron en dos grupos: las que solo utilizaban 
como medida terapéutica cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios) y las que recibían 
tratamiento farmacológico: metformina, insulina o ambas. Se determinó el grosor del tejido graso 
fetal, junto con la realización de la biometría fetal básica a las 34 semanas de gestación. Las 
medidas mencionadastambién se realizaron en gestantes sanas que acudieron a su control 
prenatal en la institución, quienes representaron el grupo control, también constituido por 48 
pacientes. 
La medida obtenida del tejido graso de cada feto a las edades gestacionales mencionadas 
(expresada en milímetros), se llevó a una tabla de forma ordenada, y se comparó posteriormente 
con el peso al nacer (expresado en kilogramos) y se estableció cual medida se relacionó con 
fetos grandes para la edad gestacional. 
 
DEFINICION DEL PLAN DE PROCESAMIENTO Y PRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO 
Se calculó el promedio y la desviación estándar de las variables continuas; en el caso de las 
variables nominales, se calculó su frecuencia y porcentaje. La comparación de promedios entre 
pacientes diabéticas y controles, se evaluó con la prueba t de Student para muestras 
independientes, en el caso de las diferencias entre promedio de peso fetal estimado por US y al 
nacer, se aplicó la prueba t de Student para muestra dependiente. La estimación del punto de 
corte diagnóstico de grosor fetal se realizó usando el procedimiento ROC. 
 
 
 
18 
La relación dicotomizada del punto diagnóstico de grosor de grasa fetal y diabetes, se hizo con la 
prueba chi-cuadrado de Pearson. Se consideró un valor de contraste como estadísticamente 
significativo si p < 0,05. Los datos fueron analizados con R-Studio versión 1.2.324 para Windows. 
 
CONSIDERACIONES ETICAS 
 
Este Trabajo de investigación, se realizó en el Servicio de Medicina Materno Fetal del Hospital 
Regional Licenciado Adolfo López Mateos; el procedimiento del trabajo se llevó a cabo bajo la 
autorización y consentimiento de las autoridades de dicho servicio, siguiendo las normas, 
correcciones y sugerencias necesarias para el desarrollo del mismo. 
 
Se explicó detalladamente a las gestantes con diabetes gestacional, el objetivo, desarrollo y 
finalidad del estudio y las que estuvieron de acuerdo firmaron el consentimiento informado. Por 
tanto, se utilizaron sus datos, reportados en las historias clínicas, respetando el principio de 
autonomía, mediante dicho consentimiento. 
 
A cada una de las gestantes incluidas en el estudio se les realizó ultrasonido para evaluar el 
crecimiento y bienestar fetal, así como su control metabólico, cumpliendo así con el principio de 
beneficencia, sin utilizar ningún tratamiento o procedimiento que comprometiera la salud de la 
paciente, ya que el ultrasonido obstétrico y la toma de glucemias capilares, representan métodos 
inocuos, practicando el principio de no maleficencia. 
 
Esta investigación fue dirigida a todas las mujeres gestantes con diagnóstico de diabetes 
gestacional sin ninguna distinción de clase social, raza, religión, ideología, cumpliendo con el 
principio de justicia social. A su vez, los resultados permitieron dilucidar si la medición de la grasa 
fetal a nivel del abdomen, puede utilizarse como marcador precoz de macrosomia. 
19 
PROGRAMA DE TRABAJO 
 
 
Período 2018 – 2019 
 
 
Actividad A M J J A S O N D E F M A 
Elaboración 
del 
Proyecto 
 
x 
 
x 
 
X 
 
x 
 
x 
 
Recolección 
de la 
información 
 
x 
 
x 
 
X 
 
x 
 
x 
 
x 
 
x 
 
X 
 
x 
 
x 
 
x 
 
x 
 
Análisis de 
la 
Información 
 
x 
 
x 
Elaboración 
del Informe 
técnico 
 
x 
 
 
 
RECURSOS HUMANOS 
 Dr. Carlos Rafael José Ortiz Camacho: Médico Residente de segundo año de Medicina 
Materno Fetal. Presentador de tesis y responsable de la recolección de datos. 
 
 Dr. Eduardo Ernesto Mejía Islas: Profesor Titular del servicio de Medicina Materno Fetal. 
Asesor clínico de tesis. 
 
 Servicio de Medicina Materno Fetal Hospital Regional “Licenciado Adolfo López Mateos” 
ISSSTE: Médicos residentes (Realización de historia clínica y ultrasonidos) 
20 
RECURSOS MATERIALES 
 
 
 Hoja de recolección de datos 
 Computadora 
 Expediente Clínico 
 Ultrasonido TOSHIBA. Genesys Aplio xg Ultrasound 2009:2010 
 
 
RECURSOS FINANCIEROS 
Ninguno 
 
 
DIFUSIÓN 
Realizar sesiones clínicas con los resultados obtenidos en el Servicio de Medicina Materno Fetal 
del Hospital Regional “Licenciado Adolfo López Mateos” ISSSTE 
21 
RESULTADOS 
La muestra consistió en 96 pacientes, dispuestos en 2 grupos de 48 pacientes cada uno, el primer 
grupo de pacientes diabéticas y el segundo conformado por pacientes control o sanas. 
En la tabla 1, se observaron las características generales de la muestra, cuyas edades oscilan 
entre los 35±4 años y 34±4 años, en cuanto a las diabéticas gestacionales y el grupo control 
respectivamente. Al evaluar el tratamiento recibido el 31.3% de las pacientes, lograron control 
metabólico sólo con cambios en el estilo de vida: dieta y ejercicios y un 68.8 % recibían 
tratamiento farmacológico, ya sea sensibilizador de insulina vía oral, insulina o ambos. (Grafico 
1) 
De la misma manera, se evaluó las diferencias de la edad y presencia de diabetes, observándose 
que no hubo diferencias significativas al comparar éstas (p = 0,453). En el caso del peso al nacer, 
si bien se evidenció diferencia significativa (p = 0,001) esta se consideró un atributo propio de la 
naturaleza del problema evaluado, ya que las madres diabéticas, tienen muy alta probabilidad 
de gestar bebes con peso más alto en comparación con las mujeres que no presentan dicho 
trastorno metabólico. 
 
 
Tabla 1. 
Características basales según grupo de estudio. 
 
 
 
Variables Diabéticas Control 
N 48 48 
Edad (años)(*) 
 
35 ± 4 34 ± 4 
Tratamientos 
 
Dieta 15 31,3% - 
Ejercicio 15 31,3% - 
Farmacológico 33 68,8% - 
 
Peso (*) 
 
Por US 3096 ± 48 3096 ± 48 
Peso al nacer 3180 ± 323 2867 ± 278 
(*) media ± desviación estándar 
Edad: p = 0,453 
Peso al nacer: p = 0,001 
22 
Gráfico 1. 
Distribución de pacientes según tratamientos. 
 
 
 
 
 
Se comparó la media del grosor de grasa fetal, entre pacientes diabéticas y controles. La media 
de grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas fue 4,01 ± 0,67 mm, mientras que, en pacientes 
controles, dicha medida fue 3,36 ± 0,47 mm, y se evidenció que hubo diferencia estadística entre 
dichas medidas (t = 5,453; p = 0,001). Con un intervalo de confianza del 95% la diferencia fue 
0,41 a 0,88 mm. (Tabla 2. Gráfico 2) 
 
 
Tabla 2. 
 
 
Comparación de las medias de grosor de grasa fetal según grupos. 
 
Grupos N Mínimo Máximo Media DE 
Diabéticas 48 2,70 5,40 4,01 0,67 
Control 48 2,00 4,40 3,36 0,47 
 
t = 5,453 (p = 0,001) 
Diferencia de medias: 0,65 mm (IC-95%: 0,41 a 0,88 mm) 
23 
 
Gráfico 2. 
Diagrama de barras del grosor de grasa fetal según grupos. 
 
 
 
 
 
 
 
En el mismo orden de ideas, se evaluó si el grosor de grasa fetal > 3,90 mm se asoció a diabetes. 
Se debe aclarar que, el punto de corte mencionado se estimó por el procedimiento ROC (receiver 
operating characteristic o característica operativa del receptor), el rendimiento de dicho grosor 
se determinó mediante el valor de área bajo la curva, siendo que este fue ACU = 0,78 y 
estadísticamente significativo (p = 0,001), mucho mayor al valor referencia de AUC = 0,50. 
Siendo así, de 48 pacientes diabéticas, 30 presentaron grosor de grasa fetal > 3,90 mm mientras 
que, ésta medida solo la presentaron 8 de las 48 pacientes en el grupo control, lo que fue una 
relación estadísticamente significativa ( 2 = 21,082; p = 0,001). Por otro lado, se estimó que hubo 
3,75 (IC-95%: 1,92 a 7,32) veces más probabilidad de diabetes en madres cuyo grosor de grasa 
fetal esta aumentado, que aquellas donde no lo está. (tabla 3. Grafico 3) 
24 
Tabla 3. 
Relación de aumento de grasa fetal y diabetes. 
 
Grasa fetal Diabéticas Control Total 
> 3,90 mm 30 8 38 
≤ 3,90 mm 18 40 58 
Total 48 48 96 
2 = 21,082 (p = 0,001) 
RR = 3,75 (IC-95%: 1,92 - 7,32) 
AUC = 0,78 (p = 0,001) 
 
 
 
 
 
Gráfico 3. 
 
 
Diagrama ROC del grosor de grasa fetal en pacientes diabéticas. 
 
AUC: 0,781 (p = 0,001)Punto de corte > 3,90 mm 
25 
Por su parte en la tabla 4 se resumió las medidas diagnósticas del grosor de grasa fetal, así, la 
sensibilidad de este parámetro fue 62,5 (IC-95: 47,8 a 77,2) que tuvo un valor predictivo positivo 
de 79,0 (IC-95%: 64,7 a 93,2); en el mismo orden de ideas, la especificidad del grosor de grasa 
fetal, fue 83,3 (IC-95%: 71,8 a 94,9) que se asoció a un valor predictivo negativo de 69,0 (IC- 
95%: 56,2 a 81,7). 
Se calculó hubo 3,75 veces más probabilidad de diabetes en pacientes con aumento del grosor 
de grasa fetal que aquellas pacientes cuyo grosor de grasa fetal estaba disminuido, así, solo 
hubo 0,45 veces más probabilidad de tener un valor de grosor de grasa fetal aumentada, cuando 
la paciente no es diabética. El índice de validez, que informa sobre cuál es la probabilidad como 
correctamente positivo o negativo de acuerdo al aumento de grosor de grasa fetal, fue 72,9%. 
 
 
 
Tabla 4. 
Valores diagnósticos de grasa fetal en pacientes diabéticas 
 
 
 
Parámetros Valores IC - 95% 
Sensibilidad 62,5 47,8 77,2 
Especificidad 83,3 71,8 94,9 
Índice de validez 72,9 63,5 82,3 
VPP 79,0 64,7 93,2 
VPN 69,0 56,2 81,7 
Prevalencia 50,0 39,5 60,5 
RVP 3,75 1,92 7,32 
RVN 0,45 0,31 0,66 
26 
La tabla 5, comparó la media de peso fetal estimada por ultrasonido respecto a la valoración 
obtenida de peso real al nacer, así, el peso estimado por US fue 3096 ± 336 gramos mientras 
que, el peso al nacer promedio fue 3180 ± 323, siendo una diferencia promedio de 84 gramos y 
está fue una diferencia significativa (p = 0,001). (Grafico 5) 
 
 
Tabla 5. 
Variación del peso al nacer en comparación con el peso estimado por ultrasonido. 
 
 
 
Parámetros Peso por US Peso al nacer 
N 48 48 
Mínimo 1986 2000 
Máximo 3666 3800 
Media 3096 3180 
Desviación estándar 336 323 
t = 3,771 (p = 0,001) 
Diferencia media: 84 gramos 
 
 
Grafico 4. 
Variación del peso al nacer en comparación con el peso estimado por 
ultrasonido 
 
 
 
27 
En la tabla 6, se evaluó si el aumento de grasa fetal en relación con el peso al nacer, así en 
pacientes con grasa fetal aumentada (> 3,90 mm) la media de PAN fue 3129 ± 414 gramos y en 
pacientes con grasa fetal disminuida (≤ 3,90 mm) la media de PAN fue 2955 ± 259 gramos y al 
comparar éstas, resultó una diferencia estadísticamente significativa (t = 2,301; p = 0,025). 
(Grafico 5) 
 
 
 
 
Tabla 6. 
Relación de peso al nacer y grosor de grasa fetal. 
 
 
 
Grasa fetal n Mínimo Máximo Media DE 
> 3,90 mm 38 2000 3800 3129 414 
≤ 3,90 mm 58 2200 3500 2955 259 
 
t = 2,301 (p = 0,025) 
Diferencia media: 173 gramos 
 
 
Gráfico 5. 
Relación del grosor de grasa fetal y peso al nacer. 
 
28 
DISCUSIÓN 
 
El crecimiento anormal durante la vida intrauterina, no solo está asociado con incremento de la 
morbilidad y mortalidad perinatal, sino que también tiene marcados efectos en la salud neonatal 
y en la vida adulta. En particular, el incremento de la masa grasa fetal, puede ser pronóstico en 
el ámbito de la diabetes gestacional, ya que se ha demostrado que predispone a obesidad y 
diabetes tipo 2 en la vida adulta.7 
 
Es bien conocido que el grosor del tejido adiposo y del pliegue cutáneo es mayor en los recién 
nacidos de madres con diabetes gestacional, cuando se comparan con los hijos de madres con 
adecuado metabolismo de los carbohidratos.1 
 
En los recién nacidos, aunque solo el 14 % del peso al nacer se debe al almacenamiento de 
grasa, 46 % de la variación en el peso al nacer puede ser explicado por la masa grasa. 1 
 
Nuestra evaluación del grosor del tejido graso abdominal fetal, mostró una diferencia significativa 
entre gestantes con diabetes gestacional y gestantes sanas; siendo de mayor grosor en hijos de 
madres con diabetes gestacional. Dicho resultado coincide con el encontrado por Chen y 
colaboradores, donde reportan que la medida ultrasonográfica del tejido adiposo fetal puede ser 
un indicador confiable del estado metabólico materno.5 
 
De la misma manera, la evaluación prenatal del peso fetal no siempre es precisa, especialmente 
en los fetos con macrosomía.4 
 
Investigadores han mostrado que la ultrasonografía, es un predictor pobre del peso al nacer en 
fetos macrosómicos. La sobreestimación del peso al nacer está asociada con altas tasas de 
cesáreas, y por otro lado subestimar el peso fetal está asociado con trauma perineal y neonatal 
al momento del nacimiento; por esto, mejorar las herramientas para predecir el peso al nacer 
puede beneficiar a las gestantes y a sus potenciales neonatos grandes.16,17 
 
En relación a lo mencionado anteriormente; en esta serie, si bien no obtuvimos recién nacidos 
macrosómicos, al comparar la media de peso fetal estimada por ultrasonido respecto a la 
valoración obtenida de peso real al nacer, evidenciamos una diferencia significativa, lo que quizás 
muestra la falta de precisión ultrasonográfica a la hora de estimar el peso fetal; sin embargo, se 
debe recordar que esto es un procedimiento operador dependiente y la habilidad, así como la 
técnica y cortes fetales adecuados realizados por el ultrasonografista, juegan un papel muy 
importante para acercarse con mayor exactitud al peso fetal real. 
 
Elessawy y colaboradores, han podido determinar que los neonatos nacidos de madres con 
diabetes gestacional, tienen gran porcentaje corporal de masa grasa, con disminución en la 
densidad de la masa magra, lo que podría de alguna manera explicar los errores en la estimación 
del peso fetal, relacionado a las diferencias en la densidad de varios tejidos.2 
 
En la presente investigación se observó una relación directa entre el grosor de la grasa fetal y el 
peso al nacer; teniendo mayor peso los recién nacidos cuya medida de grasa fetal era mayor a 
3.9 mm. Sin embargo; debe mencionarse que no se obtuvieron recién nacidos macrosómicos; 
es decir, con peso mayor a 4 kilogramos, lo que podría estar relacionado con el estricto control 
que se maneja en el servicio de Medicina Materno Fetal, en el cual se llevó a cabo el estudio. En 
dicho servicio las pacientes son seguidas de forma frecuente, por lo que se realizan 
modificaciones pertinentes en el estilo de vida y en el tratamiento farmacológico (según sea el 
caso) ante cualquier alteración metabólica encontrada y la mayoría cumple con las medidas 
indicadas. Al hacer estas intervenciones de forma oportuna, las complicaciones se reducen y en 
este caso el índice de macrosomía. 
 
Estos hallazgos, aunque no de forma exacta, pueden tener relación con los encontrados en el 
estudio realizado por Maruotti y colaboradores4, donde encontraron que el grosor del tejido graso 
fetal puede ayudar a predecir la presencia de macrosomia. En nuestro caso no detectó 
macrosomia (por lo explicado anteriormente), pero la medida de la grasa fetal fue directamente 
proporcional con el peso obtenido al nacer (a mayor medida, mayor peso). 
29 
Ahora bien, uno de los intereses fundamentales del estudio, era encontrar un punto de corte en 
el cual la medida del grosor de la grasa fetal, mostrara relación con recién nacidos grandes o 
macrosómicos. Aunque no obtuvimos recién nacidos macrosómicos, hallamos que el grosor de 
la grasa fetal mayor a 3.9 mm, a las 34 semanas de gestación, estuvo presente en la mayoría de 
las mujeres con diabetes gestacional, y se asoció directamente con recién nacidos de mayor 
peso, no siendo así en el grupo control, donde la medida estuvo por debajo de dicha cifra, así 
como el peso de los recién nacidos fue significativamente menor. 
 
Este punto de corte en la presente investigación, difiere de los mencionados en otras series. 
Higgins, et al; indican que una medida de la grasa fetal en la pared abdominal anterior de 3.5 mm 
a las 30 semanas de gestación; 4.5 mm a las 33 semanas y 5.7 mm al término, debe alertar al 
obstetra sobre la posibilidad de macrosomia. 8 
 
Por su parte, Bath et al; hallaron una correlación positiva entre el tejido graso fetal mayor a 6.25mm y la predicción de recién nacidos grandes, con alto valor predictivo negativo.6 
 
Bethune y colaboradores10; mostraron que una medida en la grasa fetal mayor a 5 mm, resultó 
ser más útil, que la medida de la circunferencia abdominal, como predictor de macrosomia en 90 
gestaciones afectadas con diabetes gestacional, e igual a nuestra investigación realizaron una 
sola medida, pero entre las 28 y 34 semanas. 
 
Quizás realizar mediciones en diferentes momentos de la gestación, puede resultar ventajoso 
para tener puntos de corte según las semanas de embarazo, lo que puede considerarse en 
futuras investigaciones relacionadas con este tema. 
 
El peso al nacer ha sido generalmente utilizado como un indicador del crecimiento intrauterino; 
sin embargo, existen distintos patrones de crecimiento para el peso y la talla del feto, con posibles 
diferencias en las curvas de crecimiento entre masa grasa y magra.7 
 
Se seguirá trabajando en la posibilidad de obtener, de formas seguras y reproducibles, 
parámetros de la composición corporal in útero, cuyo objetivo es mejorar la identificación de fetos 
con riesgo de sobrecrecimiento o déficit del mismo y actuar de manera oportuna para evitar las 
complicaciones. 
30 
CONCLUSIÓN 
 
Este estudio sugiere la posibilidad de utilizar la medida ultrasonográfica de la grasa fetal, como 
un criterio adicional para distinguir a mujeres con alto riesgo para desarrollar diabetes 
gestacional; es decir, agregar la medida del grosor de la grasa fetal a los parámetros biométricos 
habituales. 
 
La evaluación del mencionado parámetro es fácilmente reproducible, con poca variabilidad intra 
e inter observador, no invasivo y con la capacidad de detectar en tiempo real el sobrecrecimiento 
fetal, lo que podría resultar en la detección temprana de alguna alteración, evaluar las 
consecuencias fetales de la hiperglucemia materna y reducir de esta manera la morbilidad fetal. 
 
En el mismo orden de ideas, incorporar la medida del tejido graso fetal, nos puede proveer 
información acerca del estado metabólico materno de forma precoz, en los casos de diabetes 
gestacional no controlada. 
 
En conclusión, incorporar la medida de la grasa fetal en el tercer trimestre de la gestación, podría 
ayudar a predecir la presencia de macrosomia fetal, y si bien, no necesariamente fetos mayores 
de 4 kilos, también variaciones en el peso fetal que nos indiquen que existe sobrecrecimiento y 
de ésta manera jugar un rol importante a la hora de tomar decisiones clínicas en las diabéticas 
gestacionales. 
31 
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33 
ANEXO 1. HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO 
 
 
INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL 
ESTADO 
H.R. LICENCIADO ADOLFO LÓPEZ MATEOS 
SERVICIO DE MEDICINA MATERNO FETAL 
REGLAMENTO DE LA LEY GENERAL DE SALUD 
 
 
Norma Oficial Mexicana 
NOM-168-SSAI-1998. Diario Oficial de la Federación 7 DIC 98 
CARTA DE CONSENTIMIENTO BAJO INFORMACIÒN DE PROCEDIMIENTOS 
DIAGNÓSTICOS, MEDICOS Y QUIRÙRGICOS 
 
 
PACIENTE _______________________________________________________ 
Apellido paterno Apellido materno Nombre (s) 
CÉDULA: EDAD: _ 
DOMICILIO _______________________________________________________ 
 
 
AL PACIENTE: Usted como paciente, tiene el derecho de ser informado acerca de su condición 
y del procedimiento médico y de diagnóstico que se usará en su caso, de modo que puede tomar 
la decisión de someterse o no al procedimiento, una vez conocidos todos los riesgos y peligros 
a los que estará expuesto. Esta información no tiene el propósito de atemorizarlo o alarmarlo, 
sino que se trata simplemente de que usted esté bien informado, de manera que se pueda dar o 
negar su autorización para que se efectúe el procedimiento. 
Yo voluntariamente, acepto participar en el proyecto de investigación titulado: 
“MEDICIÓN DEL TEJIDO GRASO FETAL COMO MARCADOR PREDICTOR DE 
MACROSOMIA EN FETOS DE MADRES CON DIABETES GESTACIONAL” 
Registrado en el comité local de investigación médica con el número 736.2018. 
Mi participación consistirá en la autorización para la realización del estudio de ultrasonido, que 
se realizará en una ocasión y posteriormente evaluar a través del expediente clínico de pediatría 
el peso del recién nacido. 
Declaro que se me ha informado en forma clara y amplia sobre los objetivos del estudio. El 
investigador DR. CARLOS RAFAEL JOSÉ ORTIZ CAMACHO, se ha comprometido a darme 
información oportuna sobre cualquier duda que se genere durante el transcurso de la 
investigación, así como los beneficios relacionadoscon la misma. 
Entiendo que se me da seguridad de que no se mostrará mi identificación en las presentaciones 
y/o publicaciones que deriven de este estudio y de que los datos relacionados con mi privacidad 
serán manejados de forma confidencial. 
Así mismo, entiendo que puedo dejar de participar en el estudio en el momento que yo así lo 
decida, sin que por ello se modifique la atención que me corresponde como derechohabiente del 
ISSSTE. 
34 
Ciudad de México a _ de del 2018 
Firma de la paciente: _ _ _ 
Firma del médico investigador: 
Testigo: _ _ 
35 
ANEXO 2. HOJA DE RECOLECCIÓN DE DATOS 
 
 
 
 
Expediente Edad Tratamiento Medida de 
grasa fetal 
(milímetros) 
Semana 34 
Peso por 
ultrasonido 
(gramos) 
Peso al 
nacer 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	Portada 
	Resumen 
	Índice 
	Texto 
	Conclusión 
	Bibliografía

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