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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM IZTACALA "Mi mundo a través del tuyo: Construcción social del autismo" T E s s QUE PARA OBTENER EL TITULO DE L I e E N e I A D o EN PSI e o L o G I A P R E s E N T A Luis Adrian Rosales Sanchez Directora: Lic. Arcelia Lourdes Solís Flores Dictaminadores: Lic. Gerardo Abel Chaparro Aguilera Mtra. Araceli Silverio Cortés Los Reyes Iztacala, Edo de México, 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 ÍNDICE Resumen….…….…………………………………………………………………………….4 Introducción………………………………………………………………………………….5 I. La construcción social de lo corporal 1.1. La globalización………………………………………………………………………….8 1.2. Construcción social individual de lo corporal……………………………..…….....11 1.3. Concepciones del cuerpo………………………………………………………….….16 1.4. Teoría del Yin Yang y de los cinco agentes…………..……………………………18 2. Aproximaciones al autismo 2.1. Antecedentes…………………………………….…………………………………….29 2.2. Líneas que han abordado el autismo………………………………………………..30 2.3. Estadísticas…………………………………………………………………………….38 2.4. Explicación……………………………………………………………………………...41 2.5. Evaluación……...………………………………………………………………………45 2.6. Diagnóstico diferencial……………………………………………………….…….….46 2.7. Tratamiento………………………………………………………………….…………49 2.8. Otras intervenciones………………………………………………………….……….56 2 3. Construcción social corporal del autismo 3.1. Justificación metodológica……………………………………………………………58 3.2. Descripción de la metodología……………………………………………………….62 3.3. Vaciado de la información…………………………………………………………….65 3.4. Redacción del caso……………………………………………………………………76 3.5. Análisis de resultados……………………………………..………………………..121 3.6. Conclusiones……………………………………………..………………………….136 3.7. Reflexión……………………………………………..………….…………………….143 4. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………..………………….151 3 Agradecimientos Para mi fue de gran satisfacción concluir el siguiente trabajo porque me ha dejado un buen sabor de boca… Sin embargo, esto no hubiese sido posible sin el apoyo de mis padres Aarón y Felix, ya que siempre me han apoyado a pesar de mis errores y han estado conmigo en momentos difíciles. El apoyo de mi familia, como Tía Mary, mis primos que siempre me han echado la mano y mis sobrinos que siempre me reciben con alegría. También a mi hermana Brenda porque siempre me escucha y puedo confiar ciegamente en ella. A Jesús, Marco y Saúl porque es bueno platicar con ellos y me dan otra perspectiva de la vida y eso muchas veces me daba fuerzas para seguir. Quiero agradecer a Liz por darle luz a mi vida, por estar conmigo al igual que mi familia en las buenas y las malas y por “nuestro amor”. Sin duda alguna, un apoyo especial fue el que me brindo el biólogo Alejandro Montes al asignarme un horario laboral que me permitió estudiar y lograr esto. A todas estas personas les agradezco su apoyo, confianza, amistad, cariño y amor que me brindaron para que pudiera realizar este sueño. Finalmente, hago un agradecimiento especial a mi Tía Mercedes por su apoyo y cariño, por su confianza y por volver a creer en mi, a mi Tío Vicente porque se que me quisiste y siempre me apoyaste, eres mi ejemplo a seguir como hombre y te agradezco que seas una estrella más en mi cielo y donde quiera que estés ten presente que tu recuerdo brilla en mi. 4 Mi mundo a través del tuyo. Construcción social corporal del autismo. RESUMEN El objetivo general de este trabajo fue analizar el proceso de construcción corporal del autismo en un menor de nueve años, partiendo de una epistemología que permita concebir al cuerpo como un microcosmos, una unidad en equilibrio y mutua relación con su entorno. Para esto, fue de gran utilidad la historia de vida, ya que, al ser de corte cualitativo, nos permitió ir más allá y entender la función que desempeñan las emociones en el estado de salud enfermedad del cuerpo. Desde esta perspectiva podemos entender el autismo como un proceso de construcción más que una enfermedad, pues los resultados muestran que algunas características de este padecimiento ya las presentaba la madre, aunado a esto, la emoción dominante es la tristeza, que finalmente se reflejo en estados depresivos, principalmente en el embarazo, lo que repercutió en el desarrollo fetal, ya que, esta comprobado que, los estados emocionales como la ira, ansiedad o depresión pueden alterar los niveles de serotonina, la cual se transporta por medio de la sangre, lo que significa que, esta fue la herencia genética y a la vez social que la madre dio a su hijo durante su estancia en el vientre materno. La relación órgano emoción nos permitió ver la ruta de construcción del padecimiento que se concretizo en el autismo de “D”, y rastrear la emoción dominante y su relación con los sabores de preferencia, asimismo, podemos ver reflejado como nos cruza la cultura, la sociedad y un sistema de consumo que influye y condiciona a los individuos a partir de la construcción de los deseos que llegan a forjar estilos de vida, actitudes y desbordar emociones que culminan con la gestación de un padecimiento crónico degenerativo 5 INTRODUCCIÓN En la actualidad, la sociedad mexicana se ha olvidado de sus raíces, se ha dejado en el abandono y el conformismo y ha caído en una dinámica competitiva que alimenta el desprendimiento del hombre con su interior. Esto ha dado como resultado el surgimiento de nuevas enfermedades o padecimientos crónico degenerativos, ante los cuales no se tienen soluciones por parte del modelo biomédico de la medicina debido a que la fragmentación del cuerpo no permite concebirlo como una unidad, por ello, para su atención y cuidado es dividido y, bajo esta lógica, el padecimiento se reduce a un simple síntoma que se ataca con medicamentos. Sin embargo, la industria farmacéutica han comercializado el cuerpo, y para su cuidado y salud pone a la venta medicamentos que tienen efectos secundarios adversos y son poco eficaces, pues no busca dar respuestas a las problemáticas de salud, sino acumular capital y, mientras tanto, la sociedad mexicana está viviendo una epidemia de padecimientos crónico degenerativos, que se han complejizado y demandan una solución por parte del Sector Salud. Ante esta problemática la respuesta de las políticas públicas de salud no están encaminadas a la prevención, sino a legislar leyes, como la de “salud para todos”, sin embargo, estono es suficiente cuando la problemática va en aumento y la medicina no encuentra respuestas ni explicaciones que permitan dar soluciones. Tal es el caso del Autismo, un trastorno generalizado del desarrollo que afecta 1 de cada 1000 niños, según las estadísticas, sin embargo, no hay una explicación acerca del origen de este padecimiento; las teorías que han estudiado el autismo han obtenido resultados importantes como el papel de los padres en cuanto a herencia genética, las alteraciones de los niveles de serotonina y el desarrollo anormal del cerebro. Sin embargo, aun falta mucho por saber, ya que los procesos de diagnóstico y evaluación se han estandarizado dando por sentado que en todos los casos es igual. Por otro lado, la administración de fármacos no es la adecuada, pues utilizan medicamentos para la esquizofrenia, anticonvulsivos y antisicóticos, los cuales tienen 6 efectos secundarios como alteración del peso, alteración de los estados de sueño, disminución de la conciencia, mareos, entre otros. Al abordar este trastorno desde una lógica que fragmenta al cuerpo no se han encontrado respuestas acerca de su origen, sólo a algunas características del mismo, sin embargo, al conceptualizar al cuerpo como una unidad, como un microcosmos que esta integrado a un macrocosmos se pudo dar respuesta a un caso específico de autismo en un menor de nueve años. Partiendo de la teoría del Yin Yang y de la relación órgano emoción y teniendo como base metodológica la historia de vida, el objetivo general de la presente investigación fue: Analizar el proceso de construcción corporal del autismo. Para esto se tomaron como referencia seis objetivos específicos que se mencionan a continuación: 1. Explicar el autismo a partir de la historia de vida de la madre. 2. Explicar la relación entre las emociones más dominantes de la madre y su sintomatología orgánica. 3. Analizar los factores médicos y emocionales que se presentan durante el embarazo y su efecto en el nacimiento. 4. Explicar el proceso alimenticio y su efecto en el desarrollo. 5. Analizar la relación madre hijo, cuando este último es autista 6. Analizar la relación afectiva del niño autista. Para dar cuenta de los objetivos, a partir de los resultados obtenidos, se presenta este trabajo, compuesto por tres capítulos que se describen a continuación. Capitulo I. Este capítulo inicia con el proceso de globalización y su impacto en los distintos sectores sociales, asimismo, retoma el proceso histórico de la sociedad mexicana y como impacta en las familias e individuos. Sigue con la construcción social del cuerpo a partir de las distintas concepciones filosóficas, la oriental que parte del cuerpo como unidad y la occidental que lo fragmenta. Finalmente se desarrolla la teoría del Yin Yang y de los cinco agentes como propuesta para explicar la construcción corporal del autismo, 7 Capítulo 2. Aproximación al Autismo: en este capítulo se abordan los antecedentes históricos, así como las diferentes líneas que han tratado de dar una explicación del autismo, tal es el caso de la psicoanalítica y la genética. Se mencionan estadísticas de autismo en la sociedad mexicana y su aparente incremento en los últimos años. Se retoman las explicaciones desde diversas perspectivas y se cierra el capítulo con los procesos de evaluación, diagnóstico y tratamiento. Capítulo 3. Construcción social corporal del autismo: inicia con la justificación de utilizar la historia de vida como herramienta metodológica, describe paso a paso la metodología empleada en el proceso de recopilación de información, así como el manejo de ésta para el vaciado de los datos en el cuadro, el cual, fue útil en el análisis de resultados. Este capítulo finaliza con la conclusión, reflexión y referencias. 8 I. CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LO CORPORAL 1.1. La globalización La globalización es un proceso que no ha sido ajeno a nuestro país, y debido a esto, en la actualidad, se busca formar personas competitivas con el fin de lograr mantener una política económica que responde a un solo objetivo, la acumulación de capital. Es por esto que actualmente hay una diversificación en cuanto a carreras profesionales que buscan satisfacer las necesidades de la sociedad, tales como: nuevas tecnologías, nuevos fármacos, dar respuestas a problemas sociales, etcétera, y cada una de ellas está designada a una cierta parte de la estructura social, si es el caso de las carreras de ciencias y humanidades ó físico-matemáticas, pero en el caso de las carreras enfocadas a la salud, estas se dividen el cuerpo, y cada una de ellas se encarga de cierta parte de éste reflejando así, la división mente- cuerpo como dos cosas separadas la una de la otra. Debido a lo anterior, la educación se ha modificado para responder a las necesidades de la globalización, un ejemplo de esto son las competencias y el desarrollo de estándares profesionales basados en el constructivismo, los cuales buscan formar profesionales altamente especializados que desarrollen a lo largo de su vida académica las habilidades y herramientas necesarias para incursionar satisfactoriamente en el campo laboral, pero esto parece contradictorio, ya que las posibilidades de encontrar un empleo son cada vez más escasas. En la actualidad, aparentemente se brindan mejores oportunidades de estudio, con horarios flexibles y con la esperanza de “una vida mejor”; dentro de estas oportunidades están los intercambios estudiantiles, la educación virtual y a distancia, pero si los niveles educativos no responden ó no son adecuados a la lógica de alto rendimiento quedan descartados. Por lo anterior, la psicología no debe perder de vista el contexto en el que se desarrolla y cómo éste se apropia de las nuevas tecnologías para dar respuestas a las demandas del mismo, y aunado a esto, su proceso histórico por el cual ha atravesado y que, en tiempo presente, las viejas políticas siguen estando latentes. 9 Tal es el caso de la sociedad mexicana, que a pesar de tener más de 200 años de independencia sigue presentando los mismos problemas que en aquella época, como son: la desigualdad entre clases, la educación elitista, la corrupción por parte de los servidores públicos, la discriminación por género, el descuido de las comunidades indígenas, el analfabetismo, la mala organización en cuanto planes y modelos educativos etcétera. Remontándonos al siglo XIX con Porfirio Díaz y el proceso de industrialización que inicia en México, podemos rescatar grandes avances en cuanto a la creación del drenaje profundo, hospitales, vías férreas, la llegada de nuevas teorías del extranjero, la implantación como tal del modelo capitalista, etcétera; por otro lado también encontramos las consecuencias de este proceso, como por ejemplo la gestación de nuevas enfermedades, la contaminación, el descuido del campo, la mala organización en cuanto a educación, la falta de oportunidades para la clase trabajadora, entre otras, y éstas siguen siendo problemáticas que nos aquejan actualmente, y que a lo largo de la historia se ha pretendido dar respuestas y soluciones sin tener éxito alguno. Uno de los aspectos que es de gran preocupación en la actualidad es el relacionado con la salud, ya que cómo consecuencia de un modelo capitalista que exige ser competitivo y la falta de oportunidades para aspirar a una vida digna, se han generado nuevas enfermedades, las denominadas psicosomáticas, que en la actualidad van en aumento, y se espera que en los próximos diez años sean un problema totalmente fuera de control, y esto se debe principalmente a dos aspectos: primero, la fragmentación del cuerpo y a la filosofía positivista que predomina en la educación, derivado de esto, el modelo de la medicina aceptado es el biomédico, el cual reduce al cuerpo a suestado puramente biológico, descartando así al aspecto social y cómo influye éste en la enfermedad ó la salud; y en segundo lugar, la forma de enfrentar estas problemáticas, empezando desde la psicología, que al adoptar y adaptar teorías ajenas al contexto, no dan respuesta ni soluciones a dichas problemáticas, por lo que, en concordancia con López Ramos (2006), la psicología debe desarrollarse y plantearse metas sobre el principio de un profesional que pueda 10 suscribirse a una realidad cada vez más compleja en sus interpretaciones y procesos psicológicos. Retomando lo anterior, la psicología debe considerar que el aspecto social influye de forma determinante y condiciona al individuo a actuar de determinada forma, tal es el caso del hombre contemporáneo, que compra y acumula objetos, aparatos electrónicos, ropa, etcétera, cada vez más novedosos, que pasan rápidamente de moda pero que se acumulan como si se tratara de una forma de llenar un vacio existencial. Pero además, se puede decir que estamos en la era “cibernética”, ya que, con el desarrollo de las nuevas tecnologías la situación se complejiza aun más y se generaliza a casi la mayor parte de la población. Cuando el individuo no esta satisfecho con su cuerpo, con sus bienes materiales, con sus relaciones interpersonales, con su entorno social y familiar, cuando está frustrado porque no puede satisfacer “sus necesidades” (pero que estas son apropiadas por él desde lo social), ó cree que lo hace y en determinado punto de su vida se da cuenta que no es así, esto trae como consecuencias la gestación de enfermedades, las cuales se pueden presentar a corto, mediano ó largo plazos. También se debe de tener presente que a partir del siglo XIX, la sociedad mexicana se ha complejizado en la construcción y la manifestación de los padecimientos, que surgieron a partir de la industrialización, y que a consecuencia de ello la mortalidad, en especial la materna y la infantil aumento, así mismo, las enfermedades infecciosas y parasitarias son resultado de la desnutrición, mal saneamiento y mal manejo de las políticas de salud. Aunado a esto, el avance de la ciencia aplicada es cada vez más acelerado; la vida cada vez se simplifica más con la invención de aparatos cuya finalidad es simplificar la vida humana, esto ha modificado las dinámicas familiares, al grado de que en la actualidad ambos padres tienen que trabajar para satisfacer las necesidades del hogar lo que deriva en el descuido de los hijos. 11 1.2. Construcción social individual de lo corporal Las interpretaciones que existen del cuerpo humano han sido resultado de un tiempo y un espacio socio-histórico, y podemos identificar cuatro concepciones filosóficas: a) La filosofía positivista busca la objetividad, por lo que, hace la exclusión del cuerpo humano del proceso socio-histórico, lo que le interesa es la veracidad de los datos y su generalización, apegándose al principio de leyes universales; b) La influencia de los físicos de la teoría de la relatividad particular y general se empezaron a cuestionar los conceptos de realidad, materia, átomo y los de tiempo y espacio. El cuerpo humano no será un elemento al que hay que dividir en partes, es una parte del todo; c) La visión de los chinos, los japoneses, los hindúes, fue otra concepción que sostiene que hay una relación del cosmos con el cuerpo; el ser humano es un microcosmos con formas de vivir que incluyen sistemas alimentarios, formas de respirar, expresión de sentimientos y el sistema de trabajo; d) Y la representada por la antropología física, que partió del principio de la medición de la forma corporal, es decir de la antropometría y la osteometría (López, S., 2006). Como podemos ver la concepción del cuerpo ha cambiado a lo largo de la historia, enfocándonos en la historia mexicana; en un primer momento ubicamos la conquista, ya que ésta no fue sólo territorial, sino cultural y espiritual, así mismo repercutió en la alimentación, con la llegada del chivo, el cerdo, el caballo, el trigo, etcétera, así como la gestación de nuevas enfermedades. En el aspecto espiritual, se nos implanto una religión que castiga al cuerpo y lo reprime porque se conceptualiza como la tentación que ínsita al pecado, es decir, el control de la sexualidad, principalmente la femenina desde el dogma religioso que implanta la culpa. En un segundo momento ubicamos el proceso de industrialización del siglo XIX, ya que esto trajo consigo nuevas problemáticas a nivel social, como lo son la contaminación ambiental, el crecimiento acelerado de la población, nuevas enfermedades, la división de clases, el descuido del campo, así como la pedagogía del cuerpo (el catecismo del padre Ripalda) que dictaba cómo sentir y cómo vivir las emociones, pero sobre todo el castigo al cuerpo en el nombre de Dios, porque el cuerpo es pecaminoso. 12 En la cultura cristiano-católica la noción de cuerpo sustenta la de persona, ello significa que la persona se constituye y es reconocida como tal cuando controla su parte sensible y no racional, porque el cuerpo es entendido como el componente material de lo humano, por lo que se percibe como un obstáculo para la salvación y perfección del alma. Los argumentos que sustentan estos discursos parten del reconocimiento de una dicotomía esencial entre alma y cuerpo en la naturaleza de los hombres, y la asignación al segundo de imágenes ligadas a lo bestial, material, terrenal, mutable y, en tanto tal, corruptible (Araya, A., 2006). La mayoría de las veces, por no decir todas, los juicios doctrinales emitidos por la jerarquía en este campo adoptan una actitud condenatoria hacia comportamientos sexuales no relacionados con la reproducción, como la masturbación, la contracepción, las actividades pornográficas o las relaciones afectivas y sexuales entre personas del mismo sexo. Las enseñanzas de la Iglesia oficial descalifican y condenan tales prácticas, vinculándolas al pecado, la culpa o la enfermedad. Desde sus orígenes milenarios y hasta nuestros días, la Iglesia, utilizando una fuente de legitimación teológica, ha venido consolidando un cuerpo de creencias, valores y prácticas que regula la esfera del pensamiento y condiciona la acción de quienes profesan la fe. Estos patrones de comportamiento inculcados a los creyentes no se limitan a un conjunto de orientaciones de tipo espiritual, sino que se extienden también a los diferentes ámbitos en los que se construye la identidad personal y se desenvuelven las relaciones humanas: desde la familia, el mundo del trabajo, la política y la educación hasta aspectos concernientes a las esferas de la salud y la sexualidad (Aguiló, A., 2003). Es por esto que la religión encontró en la ética y la moral una herramienta adecuada para controlar, ya que a partir de éstas se define lo que es bueno y malo, lo que debe ser y no ser, y no se nos da la opción de elegir, por lo que no se define la vida, sino los intereses personales. Además, la ética se limita exclusivamente a la humanidad, al respeto por la vida humana, dejando de lado la vida de otros organismos que tienen un papel importante en el equilibrio natural del planeta, y es 13 aquí donde encontramos una de las grandes diferencias entre la ética y la bioética, para la cual, la vida merece respeto y toda la dedicación de los individuos y de la sociedad con el fin de conseguir la plenitud de la existencia, demandando procesos políticos, económicos y sociales que tengan como proyecto la vida de los seres vivos. Pero no sólo la religión influye en la forma de vivir y concebir el cuerpo, sino que los significados y los simbolismos de una geografía en particular (en la que el cuerpo se desarrolla) también lo cruzan, tal como lo menciona Campos, J. (2011), una significación de la realidad se expresa en los estilos de vida y las accionesconcretas que encuentran sentido en el interior de los grupos sociales; el cuerpo humano no escapa a este proceso, su movimiento interior se da según cómo se cultiva la vida dentro de la familia, por un lado, y hacia afuera con la normatividad de la vida social, por el otro. Partiendo de que somos seres que vivimos en sociedad, nuestro cuerpo interactúa con otros cuerpos, y a partir de ello se establecen las formas de vivir y sentir, es decir, las relaciones establecidas dentro del cuerpo social se harán extensas en el cuerpo individual, al igual que las relaciones que se establecen dentro de la familia marcaran el cuerpo del individuo, pero no lo determinan, pues, cuando el individuo es consiente de que la forma en como actúa, como piensa, como siente no es la de él mismo, sino una continuación de un estilo de vida familiar tiene la oportunidad de dirigir la mirada al interior y retomar el movimiento normal de su cuerpo. Así, el trabajo con nuestro cuerpo es el camino que mueve cosas y abre la memoria corporal, y en este sentido, la solución de algún problema orgánico y/o emocional no se encuentra afuera; aunque condicionada por la geografía y la época, la solución se trabaja en el cuerpo humano, al dirigir la mirada hacia nuestro paisaje interior para entender como se está cultivando la vida. Sin embargo, nuestro cuerpo es vivido como algo ajeno que se mueve mecánicamente, como una máquina cuya evolución esta programada y cualquier 14 descompostura, de cualquiera de sus partes, puede ser reparada con medicamentos, o con el reemplazo de las mismas, pues lo importante es la funcionalidad. Por otro lado, desde el paradigma cartesiano, se concibe una dualidad del mismo, pues una cosa es la maquinaria corporal y otra muy distinta es el pensamiento racional; como lo señala Campos, J. (2011), en este sentido el pensamiento racional se ha convertido en un alien de nuestra corporalidad, se considera con vida propia y tiene la ilusión o la aspiración de vivir independientemente del cuerpo humano. Esta concepción dualista del cuerpo se ha hecho carne en nosotros como individuos y altera la relación órgano-emoción, por lo que descuidamos el paisaje interior y sólo damos prioridad a que la operatividad de la maquinaria corporal funcione adecuadamente suministrándole agua, comida, medicamentos y todo aquello que garantiza su buen funcionamiento, pero esto nos lleva a tener un vacio emocional, puesto que el cuerpo es una unidad indisoluble de órgano-emoción. Las emociones son una nueva realidad que lucha por el control del cuerpo humano; alimentar la racionalidad y lo orgánico no sólo crea la ilusión de conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo, tiene consecuencias más complejas, las rutas normales de enlace de los procesos corporales se estancan porque el órgano no vive sin la emoción (Ibid). Cuando una emoción rompe el equilibrio y la relación con el órgano correspondiente se fragmenta e inicia un recorrido por el cuerpo, primero busca apoderarse del órgano, después su lucha será con las otras emociones por instalarse en algún órgano, ante esta situación podemos decir que se está gestando un proceso crónico-degenerativo. Pero esta disolución de órgano-emoción se debe a la concepción mecanicista del cuerpo, pues degradó la aparición de las emociones a una realidad independiente, es decir, se nos negó la posibilidad de sentir y con ello surge la crisis espiritual. Esta crisis surge a partir del momento en que nos sentimos ajenos a nosotros mismos, cuando dejamos de vivir y sentir nuestro cuerpo, es decir, somos ajenos a la naturaleza y al cosmos, ya que vivimos y sentimos como seres racionales, tal como lo menciona Campos, J. (2011), la crisis emocional radica en el abandono corporal y 15 en la ilusión de sentirnos con otra naturaleza, la pérdida del verdadero “Yo” que nos lleva a preguntarnos quién soy o por qué a mi. Y es aquí, dónde la psicología debe tener presente que un cuerpo se construye a partir del contexto en que nace, se reproduce y muere, a su vez, el entrono social, cultural, ético, moral y político lo cruzan, determinando en éste una forma de ser y sentir de acuerdo a lo aceptado; tampoco se debe perder de vista que el concebir al cuerpo cómo una máquina y fragmentarlo a sus partes mínimas, no da respuestas a las problemáticas de salud que el proceso de globalización ha gestado en el cuerpo, y que hace falta una lectura de lo corporal que incluya todos los procesos sociales, políticos y culturales, así cómo el papel que juegan las emociones en la pérdida de la homeostasis. Actualmente, la concepción de cuerpo deriva dos vertientes: la primera que sostiene que somos sólo un organismo compuesto de carne y huesos, y que a partir de conocer su estructura fisiológica podemos tratarlo, lo que da como resultado buscar leyes universales para todos los seres humanos. Esta concepción corporal tiene una historia de 300 años, la cual se ha consolidado en la sociedad mexicana y ha generado un estilo de explicación y tratamiento. La segunda vertiente sostiene que el ser humano es producto de un proceso social y político, así como cultural y moral, que establece maneras de sentir y funcionar de los órganos; visto así, el cuerpo, es el resultado de la relación que incluye a la familia, la nutrición, la moral, la ética, la relación intersubjetiva y que da como resultado un nuevo proceso en el interior y exterior del cuerpo. Pero cómo es sabido, es mejor tener un cuerpo fragmentado, para así poder comercializarlo, sin importar las consecuencias que esto tenga, y a pesar de que los problemas mentales, psicológicos, psiquiátricos y psicosomáticos van en aumento debido a diversos factores de índole social, político y económico no hay respuestas óptimas. 16 1.3. Concepciones del cuerpo Es necesario que, al dar cuenta de los padecimientos se haga referencia a una epistemología que nos permita incluir al cuerpo del individuo, a la sociedad y a la cultura, ya que, un padecimiento es la expresión corporal compleja de un individuo, y estos pueden ir creciendo, estancarse ó hacerse más complejos y establecerse en el cuerpo con una expansión casi sin control, lo que significa que los mecanismos internos pueden ser alterados por un factor exógeno ó endógeno, incluso con una emoción ó sentimiento (López Ramos, 2006). El ser humano se construye a través del estado, la familia y como ser individual, y en este último también entra en juego la red interna de los órganos, ya que esta se conjuga con los procesos emocionales del individuo en una relación reciproca, y esta relación se va articulando con las formas y estilos de vida del individuo, es por eso que los alcances de una emoción no se deben tomar como algo ligero, ya que alteran la red de cooperación (el equilibrio interno de los órganos) y sus repercusiones son de dimensiones profundas en cuanto a las maneras en que se instalan en el cuerpo. El identificar la noción de nosotros mismos en un ser integrado por cuerpo, razón e intuición, nos da la posibilidad de terminar con el mito de la dualidad de la vida y escuchar el canto de la imaginación inspirado por la energía del cuerpo hacía una relación con el cosmos, concibiéndolo con su dinamismo interno y externo que nos permita abandonar la rigidez que le otorga el símbolo dualista cartesiano (Duran, 2004). Sí el cuerpo es visto como un todo, encontramos que, la mente y el cuerpo se influyen mutuamente, por tal circunstancia uno no puede estar bajo la supremacía del otro, ya que, visto como un cosmos, la capacidad que tiene un ser humano de ser un ente individual unido al mismo tiempo a los otros y a lo que le rodea, la otorga el corazón (Ibid). El cuerpo integrado como unidad, es la vía por la cual podemos ingresar los valores del cosmos y la naturaleza del ser humano, es decir, podemos experimentarnuevamente en nuestro cuerpo esa condición de vida, para ello es necesario 17 escuchar a nuestro cuerpo con el corazón, ya que sólo así nos articulamos a nuestro origen, el fuego, el cual representa el espacio universal y envolvente dentro del cual crecemos y nos expándenos; el bazo es el órgano que se identifica con la energía de la tierra porque es el abastecedor constante, en donde el cuerpo se renueva, la energía que se genera en el bazo se acopla a la del estómago, la energía en cooperación, desencadenada del movimiento entre el bazo y el estómago, tiene efectos directos en nuestra psique; el pulmón limpia la sangre infundiéndole oxígeno y eliminando de ella el dióxido de carbono, este órgano es el intermediario entre lo interno y lo externo; el intestino grueso nos ayuda a configurar lo que ya no queremos, lo que es ajeno a nuestro sí mismo; el riñón consolida y almacena la energía que inicia y sostiene el crecimiento de la vida y de nuestro cuerpo, conserva lo que es esencial; el hígado almacena y distribuye la sangre, con este proceso de regulación determina la cantidad y presión de la misma en el cuerpo; la vesícula biliar infunde el poder para la toma de decisiones en el ser humano (Duran, 2004). Los órganos no sólo se relacionan en términos de creación, sino que también establecen una relación que puede llamarse de dominación o control: la energía del corazón domina al pulmón; la energía del pulmón domina a la del hígado; la energía del hígado domina al bazo y la energía del bazo al riñón, en pocas palabras, existe una red de cooperación entre los órganos, y así mismo una relación entre órgano y emoción, de la cual se debería partir para dar soluciones más satisfactorias a los padecimientos psicosomáticos. Es por eso que la explicación de la salud y la enfermedad no se debe limitar al factor biológico, se debe considerar al cuerpo como un microcosmos, y a partir de esta nueva concepción dar cuenta de los padecimientos, y cómo es que una emoción puede derivar sintomatologías, cuya lectura conduce a una enfermedad que no se puede tratar con el esquema médico. Y de esto se trata la nueva epidemiología, de un proceso que implique la construcción de lo corporal, que incluya no sólo el deterioro del cuerpo, sino también el predomino de las emociones en el funcionamiento de los órganos. 18 1.4. Teoría del Yin-Yang y de los cinco Agentes Para profundizar más en el punto anterior tomare como base el libro “El Problema Epistemológico de lo Corporal” de Juan Elías Campos, y a partir de éste describiré la teoría del Yin-Yang y de los cinco Agentes, puesto que, a partir de estas teorías surge la nueva propuesta epistemológica para trabajar con el cuerpo. Relación órgano emoción Esta teoría está basada en el texto de medicina china más antiguo, el Su Wen, ya que éste contiene una noción de cuerpo, naturaleza y cosmos diferente a la mecanicista; esta concepción ve al cuerpo como un microcosmos, no separa al hombre de la naturaleza, puesto que cuerpo, naturaleza y cosmos son una unidad, la diferencia radica en la complejidad, orden y concreción de sus procesos particulares que expresan diversos niveles de elaboración del qi (Campos, J., 2011). La propuesta epistémica del Su Wen parte de las maneras de sentir y pensar con nuestro cuerpo. En la acupuntura, las categorías conceptuales hacen referencia a sensaciones sutilmente distintas, es decir, la distinción conceptual no se da por la mente, sino que hace referencia a un trabajo corporal, el cual se entiende como una práctica que revela la unidad al interior del cuerpo humano. Al conceptualizar el cuerpo humano como una máquina unida a la mente por la gracia divina, es necesario un creador que regule toda actividad del universo y lo que en él se encuentre, incluyendo el cuerpo humano, pero si el cuerpo es visto como una unidad, un microcosmos, necesitamos encontrar qué es lo que permite su unidad, lo cual nos lleva a mirar hacia su interior, ya que es un espacio que se forma y trasforma porque se mueve. El cambio como proceso regulador del cosmos, la naturaleza y el cuerpo humano nos permite entender la realidad como un proceso, cuyo conocimiento se obtiene al observar los distintos movimientos del qi, es decir, el acceso a la realidad 19 no se da mediante el pensamiento, sino en el encuentro interior, de ahí que el encuentro con la realidad tenga sentido si se preserva la unidad en nuestro interior. La teoría del Yin-Yang es la acción manifiesta y un modelo para ordenar el cambio, propuesta de conocimiento fruto de una práctica corporal que cultiva una relación de interdependencia entre nuestras sensaciones y nuestros conceptos, nos presenta una unidad en la manera de conocer (Campos, J., 2011). Comúnmente, esta teoría se nos presenta distinguiendo las cosas en dos categorías, las cuales son contrarias las unas con las otras, lo que significa interdependencia, es decir, no puede existir la una sin la otra, debe de haber un equilibrio. En este caso el Yang representa las propiedades de calor, dureza, actividad; por su parte el Yin representa las propiedades de frio, suavidad, pasividad. De esta forma podemos entender el Yin-Yang, como dos categorías que son opuestas, pero eso no significa pensarlos como una dualidad, en este sentido el qi se desplaza de uno a otro en ciclos continuos y no hay precedencia de alguno de ellos, pues ambos se mueven conjuntamente. Es por esto que no se puede pensar en lo perdurable, porque la vida es un movimiento. Cada cosa debe fluir y completar un ciclo cósmico, el movimiento designa la propiedad definitoria de la vida y establece un patrón común para todo lo vivo. El cambio es un movimiento espontaneo que se cultiva a través del tiempo, y cada espacio es responsable de cómo lo mueve; el qi al bifurcarse abre espacios, en el interior de cada uno de éstos el movimiento se hace singular, lo que permite establecer su identidad. Cada espacio cultiva el qi de manera única siguiendo un curso normal, es decir, aunque hay un camino la manera de caminarlo es diferente (Campos, J., 2011). Para entender la conceptualización de cambio, retomare la definición de Campos, J. (2011): el cambio es la acción creativa que elabora y abre espacios, y permite que las cosas sean lo que son y no puedan ser de otra manera, definiendo las rutas de los procesos, su organización y sus niveles de concreción. 20 Partiendo de lo anterior, podemos ver que uno de los grandes “errores” de la ciencia y de la psicología se encuentra en dejar de lado todos los procesos que un individuo ha vivido a lo largo de su existencia y tratar de dar una explicación lógica a partir de relaciones causales, tal como señala Campos, J. (2011), las relaciones están ahí, en el pasado inmediato, en la memoria del cosmos, la naturaleza y el cuerpo humano; es su historia que se prolonga en su presente, aunque no lo determina; no hay causalidad inmediata, sino un suceso significativo que establece una condicionalidad que reelabora nuevas conexiones. Nuevamente debemos señalar que las maneras de curar el cuerpo en la actualidad son inadecuadas, pues al considerar y atacar sólo al síntoma se dejan de lado otros factores que influyen y en muchas ocasiones determinan la salud o la enfermedad, pero al vivir y concebir un cuerpo fragmentado, esto se hace carne en el cuerpo y así nos apropiamos de él, no somos consientes de que la realidad puede ser distinta, pues nos han educado para “pensar”, para producir y ser competitivos, y cada vez somos más ajenos al mundo que nos rodea, como si no fuéramos parte de él; esta separación del hombre-naturaleza se ha arraigado tanto en nosotros que no respetamos la vida de otros seres vivos y el vacio existencial crece en nuestro interior, pues no comprendemos lo que nuestro cuerpo quiere decirnos. Retomandoel aspecto del cambio, se dice que hay dos procesos: transformación y mutación. La primera nos indica el nacimiento de las cosas, mientras que la segunda hace referencia a su desarrollo: Al moverse el qi se diversifica, algunas energías confluyen en un tiempo, abriendo un espacio, en su interior las energías siguen moviéndose, creando y recreando un patrón de movimiento, este patrón se hace espontaneo, estableciendo una unidad e identidad. El qi se ha transformado. El qi se sigue moviendo, las energías necesitan cooperar entre si para mantener su espacio abierto y hacerlo crecer, elaborando nuevas redes y consolidando actividades; esta organización puede modificarse según como se cultive y alimente el qi, llevándolo a lograr distintos niveles de desarrollo. El qi ha mutado (Campos, J., 2011). Este es el curso normal de los acontecimientos, sin embargo, el cosmos, la naturaleza y el cuerpo humano pueden mutar en sentido contrario; al ser alteradas las 21 energías, se alteran las redes de cooperación interna, entonces los procesos se enganchan a una condicionalidad, lo que lleva a buscar nuevas rutas de conexión para que perdure la vida, lo cual nos permite entender que la última opción que tiene la naturaleza o el cuerpo humano para prolongar la vida es mediante un desastre natural o una enfermedad, es decir, son los últimos recursos para mantener la alternancia entre el Yin-Yang. También al referirnos al Yin-Yang debemos mencionar las relaciones que establecen, a saber son cuatro: 1. La relación de oposición: mantiene la armonía de energías durante el proceso de cambio. No debemos entender la oposición como un dominio o una competencia de otra energía, sino como una relación de cooperación para mantener estable ese espacio abierto por el qi. 2. La relación de interdependencia: significa que cada uno de los dos aspectos es una condición para la existencia del otro y que ninguno de ellos puede existir aisladamente. También nos permite evitar el planteamiento del problema mente-cuerpo, siendo el cuerpo humano un microcosmos lo mental y lo orgánico son actividades distintas que confluyen dentro de nuestro espacio para cultivar la vida. 3. Decremento-incremento: el decrecimiento o crecimiento del Yin-Yang afecta inevitablemente el cambio de Yang o de Yin por la relación de interoposición e interdependencia de ambos. Distinguir el movimiento de crecimiento y decremento nos permite observar el curso normal de elaboración de un espacio; las propiedades se entrelazan, estableciendo conexiones singulares en un momento identificable durante el proceso: son sus rutas de enlace. 4. La intertransformación: la intertransformación del Yin y Yang significa que bajo ciertas circunstancias cada uno de los dos aspectos Yin y Yang dentro de una cosa se transforma por sí mismo en su opuesto, esta transformación depende de que exista la posibilidad de cambio en la cosa misma. Esta relación es fundamental para que un espacio se cultive, si yin no cambia a yang y yang no 22 cambia a yin el espacio se diluye, no hay continuidad en el proceso, uno tiene que transformarse en el otro. Cabe mencionar que en la teoría del Yin Yang ésta es sólo la parte Yang del modelo explicativo de la acupuntura, la parte Yin concierne a la teoría de los cinco agentes. Teoría de los cinco agentes Se dice que un espacio ha alcanzado un nivel de desarrollo cuando su movimiento elabora redes de cooperación según su actividad interna y con su alrededor. Debido a la relación de intertransformación del Yin-Yang, el qi al moverse presenta propiedades distintas, sin por ello fragmentarse; en este sentido, los cinco agentes no son entidades ajenas al yin-yang, sino que son el cambio que se ha complejizado, ordenado y concretado en otro nivel de desarrollo. Como ya se menciono en la teoría del yin-yang, existen cuatro procesos de cambio, pero existe un quinto proceso que hace referencia al momento donde el yin y el yang están equilibrados y se transforman en su opuesto: el centro. Su importancia radica en que éste es el punto donde se concreta la unidad yin-yang. La posición más favorable en la situación del cambio es conocida como el centro. El centro significa el medio entre el máximo grado de expansión y el máximo grado de contracción (Campos, J., 2011). El centro es el punto de encuentro que permite la armonía, no hay exceso ni deficiencia de ninguno de los dos; el centro denota el momento en que el yin y el yang confluyen en igualdad y se hacen plenos, entonces, el qi alcanza un punto de perfección: es un paso a otro nivel de existencia o desarrollo (Campos, J., 2011). Siguiendo con los cinco movimientos antes mencionados, estos son fruto de la alternancia entre el yin y el yang y pueden entenderse como agentes que actúan según se encuentren en el cielo o la tierra, es decir, si resaltamos su naturaleza yin 23 hacemos referencia a su actividad terrestre, por el contrario, si queremos resaltar su naturaleza yang, hacemos referencia a su actividad celeste; sin embargo, aunque podamos hacer esta distinción, esto no significa que puedan presentarse solas, pues no debemos olvidar que están interrelacionadas y que la una no puede existir sin la otra. Para ser más explícitos, el primer agente, la condición se refiere al cambio caracterizado por las cualidades del viento y la madera; en el segundo, la condición se refiere al cambio caracterizado por las cualidades del calor y el fuego; el tercer agente, la condición se refiere al cambio caracterizado por la humedad y la tierra; en el cuarto agente, la condición se refiere al cambio caracterizado por la sequedad y el metal, finalmente, en el quinto agente, la condición se refiere al cambio caracterizado por el frio y el agua (Campos, J., 2011). En este sentido, la actividad y las propiedades de los cinco agentes las podemos observar mediante un encuentro vivencial, es decir, debemos ser entrenados para poder encontrar las diferencias y no buscar en el cambio una secuencia causal, sino encontrar la correlación del movimiento en lo profundo y lo superficial, es por esto que se habla de condicionalidad. El binomio causalidad- determinismo hace que el desarrollo personal y social de una enfermedad no sea advertida, y por tanto, la enfermedad se vive como algo ajeno a nosotros; se dice que es un estado natural del cuerpo humano (Campos, J., 2011). Por eso es importante identificar y diferenciar el sentido del cambio, ya que, permite una lectura de los diversos procesos naturales y corporales que nos ayuda a prevenir un curso normal. El trabajo corporal no solo nos pone en contacto con nuestro cuerpo y su proceso de cambio, también nos ayuda a encontrar las relaciones que se elaboran en la naturaleza. Al encontrar las rutas de elaboración se pueden romper con las condicionalidades, es decir, armonizar los espacios particulares al interior y al exterior del cuerpo y recuperar su curso normal de elaboración. 24 Relaciones entre los cinco agentes Hay tres tipos de relaciones que se observan entre los cinco agentes, a saber: intergeneración, interdominancia y contradominancia, éstas regulan la producción de las redes de cooperación interna en los seres vivos. La relación de intergeneración expresa el flujo del cambio; los agentes son momentos de cambio, lo que hace necesario que haya orden en la integración y la continuidad no debe romperse, lo que significa que, la relación de intergeneración establece un movimiento continuo del cambio. La relación de interdominancia implica control mutuo e inhibición mutua, es decir, cada elemento puede ser dominante y a la vez dominado siguiendo el mismo orden de la integración: madera domina a la tierra, tierra domina al agua, agua domina al fuego, fuego domina al metal y el metal domina a la madera. La relación de interdominancianos permite conocer las rutas de enlace por donde viaja el qi, entretejiendo actividades y produciendo propiedades, de modo que una alteración en el proceso no es local, sino contextual, redefiniendo otras rutas de viaje que aceleran o retrasan los tiempos de actividad y producción de propiedades, entonces decimos que se ha establecido una condicionalidad. Cabe decir que esta alteración es una respuesta interna para restablecer el orden, de alguna manera; al haber una ruptura o bloqueo en las rutas de enlace, el espacio deberá elaborar o crear otras redes de cooperación interna que puedan restablecer las rutas normales del proceso, pero si la ruptura no se une o desbloquea, el espacio emprenderá un proceso irreversible (Campos, J., 2011). La relación de contradominancia es irregular porque es la última opción que el espacio tiene para continuar con su proceso de elaboración que preserva la unidad; en la contradominancia el proceso se invierte, lo que lleva a un proceso degenerativo. La contradominancia es una alteración del orden, ahora la madera contradomina al metal, el metal contradomina al fuego, el fuego contradomina al agua, el agua contradomina a la tierra y la tierra contradomina a la madera. 25 La ruta degenerativa en la tercera relación compromete la calidad de cada agente, esto es, un agente se mueve, por un lado, internamente según su calidad y cantidad de qi, por el otro, externamente en relación con cada uno de los agentes. Las relaciones que se establecen entre los cinco agentes nos propone entender que nada en nuestro planeta está aislado, que los procesos de cambio en el interior de la tierra son interdependientes, se mueven como un solo cuerpo (Campos, J., 2011). Por lo anterior, la propuesta epistémica de la acupuntura no solo apela a la interrelación del cosmos con el cuerpo, sino a una manera de conocer; así, las relaciones que se elaboran en el cosmos y la naturaleza están en el cuerpo humano: para los taoístas la realidad no esta más allá, se encuentra en nuestro cuerpo. Es necesario entender al cuerpo humano como un microcosmos, como un espacio vital; como tal, la única manera de conocerlo esta en la mirada interior: nuestros conceptos explicativos necesitan brotar desde nuestro movimiento interior (Campos, J., 2011). Viaje de una emoción en el cuerpo Las emociones pueden desbordar el cuerpo cuando el individuo entra en una fase de tensión o estrés, por lo que puede desarrollar mecanismos de defensa que le permitan conservar la vida. Existen diversos factores por los cuales las emociones son vividas y significadas por los individuos dentro de un contexto social como son: el ámbito familiar, los procesos de trabajo, la ética y la moral que contribuyen a formas de sentir y emocionarse. Las emociones son parte de la condición humana por lo que son la expresión de un tiempo, espacio y una geografía en la que los cuerpos crecen y se apropian de formas concretas de significarlas y sentirlas de acuerdo a una estructura social que dicta formas de ser ó como señala López Ramos, (2011), en las maneras de organizar la vida emocional de las diferentes culturas, encontramos relaciones humanas de acuerdo con el proceso de relacionar los sentimientos y la religión, esto 26 significa que no se puede generalizar una emoción, menos si los mecanismos con que se instituye se deben a los intereses de quien desea dominar o someter a los otros. En las sociedades actuales los cuerpos son sometidos a diferentes niveles de tensión y estrés y como los individuos se han apropiado de una forma de vivir en la “apariencia” ocultan sus preocupaciones y esa tensión se desplaza a alguna parte del cuerpo, esta emoción contenida viajara a través de éste de acuerdo a los niveles de ansiedad y a la diversidad de opciones que ha construido el sujeto en sus relaciones intersubjetivas, sin embargo no podemos decir que exista una regla para el viaje de las emociones en el cuerpo, ya que éstas pueden ir desde el cerebro, el estómago o algún otro órgano. Como se mencionó anteriormente, la diversidad de rutas de viaje esta en función de la historia del cuerpo, la cultura, la geografía y la herencia cultural familiar que le dan un estatus al individuo que le permite mover su característica interior. La historia de las emociones en la familia está vinculada con el proceso de una sociedad educada de tal manera, e implica que los individuos pueden ser parte de un proceso que no se articula con lo que otros desean solamente; es decir, se construyen maneras de ser y sentir y las significaciones cobran sentido en el cuerpo (López Ramos, 2011). Lo anterior significa que, dentro del ámbito familiar puede predominar una emoción, dependiendo el contexto social, cultural y político, por lo tanto habrá dominio de un órgano, por lo regular el padre puede ser hígado y la madre corazón o riñón. Por eso la emoción se debe explicar en función de su historia familiar a partir de la historia de vida del sujeto, de que se ha enfermado a lo largo de ella, cual es el sabor dominante, sus deseos y frustraciones y por supuesto la emoción que lo domina. Esto significa que la emoción se ha de instalar, pero en ese proceso lleva su ruta de viaje y podrá hacer destrozos o malestares dependiendo del tiempo que tenga el sujeto de vivirla y, sobre todo, de lo que haga para trabajarla (López Ramos, 2011). 27 Sin embargo, los sujetos que viven bajo presiones familiares, laborales, sociales, no tienen un espacio de tranquilidad en su cuerpo por lo que éste tiende a equilibrar las emociones y es cuando comienza a haber manifestaciones como insomnio, falta de apetito o preferencia por algún sabor en especial, enfermedades estomacales o de las vías respiratorias, dolores de cabeza o estados somnolientos en el día, etcétera; por lo que el sujeto se ve en la necesidad de consumir medicamentos que prometen “curar” los síntomas de sus padecimientos y lo único que hacen es “adormecer” o mitigar el dolor o la molestia pero no solucionan el problema. La emoción continua su viaje de manera silenciosa y asintomática mientras la racionalidad del sujeto le indica que no tiene nada. Un cuerpo que vive este proceso mandará muchos mensajes para darse a entender, pero el sujeto no sabe o no puede escucharlo, por lo que el último recurso que tiene es iniciar un proceso crónico degenerativo con el fin de defender el principio de vida. En este punto se ha roto la armonía entre los órganos y las emociones y, por lo tanto las relaciones de intergeneración e interdominación se ven afectadas y comienza una relación de contradominancia entre los órganos; sin embargo se pueden agregar otros elementos como la alimentación, el trabajo y la sexualidad. Cuando el sujeto elabora racionalmente su padecimiento no le da un lugar preciso a la emoción y la va moviendo por lo que el desgaste de energía es considerable y la emoción se cruza con otros órganos; en este punto el sujeto pasa de un padecimiento a otro. Por eso los cambios que hacen las emociones se consideran un proceso irreversible, pero si trabajamos para ubicar la ruta de viaje es posible darle seguimiento, detenerlas o cambiar su curso para evitar que pongan en riesgo el sistema (López Ramos, 2011). La complejidad de esta relación emocional no puede comprenderse sin la lectura de los meridianos y su relación con el sistema endócrino; por lo regular el sujeto guarda estas emociones de destrucción o muerte, por lo que la información puede ir de un meridiano a otro hasta que se instala en un lugar en el que puede en realidad destruir el cuerpo. La construcción de redes de cooperación interna es el principio básico que permite el viaje de la emoción. Los puntos de intersección al 28 interior del cuerpo son clave para comprender que una emoción no sólo es la sensación, mueve gran parte delcuerpo y tiene desde luego un camino particular donde detiene o continua su viaje hasta quedarse quieta, dependiendo de lo que haga el sujeto en su entorno (López Ramos, 2011). 29 2. APROXIMACIONES AL AUTISMO 2.1. Antecedentes El término autismo, proviene del griego autos que significa sí mismo, y refiere a la expresión de “ausente o perdido”. Fue utilizado por primera vez por Bleuler en 1911 para referirse a un trastorno del pensamiento que aparece en algunos pacientes esquizofrénicos y que consiste en la continua auto-referencia que hacen de estos sujetos a cualquier suceso que ocurre. Sin embargo, este síntoma, tal y como lo acuñó Bleuler, no es posible aplicarlo al autismo infantil porque describía a adultos que tenían regresiones a un nivel psíquico inferior, por lo que un niño en el inicio de su vida no vive las regresiones descritas por este autor. Por este motivo, aunque otros autores tiempo atrás habían observado conductas autistas en niños, se considera a Kanner (1957) el pionero en la literatura existente sobre este trastorno infantil. Kanner realizó observaciones en niños que sufrían alteraciones extrañas, las cuales no estaban descritas en ningún sistema nosológico; estas conductas eran coincidentes entre sí y diferentes del resto de los niños con alteraciones psicopatológicas. Kanner considera el autismo como un síndrome comportamental que se manifiesta por una alteración del lenguaje, de las relaciones sociales y los procesos cognitivos en las primeras etapas de la vida. Para este autor la sintomatología radica en la alteración del contacto socio-afectivo, lo que supuso que en las dos décadas posteriores la mayor parte de las investigaciones identificaran al autismo con trastornos emocionales, enfoque que ha desarrollado profusamente la escuela psicoanalítica. A partir de los años sesenta comienzan a diversificarse las líneas de investigación, conduciendo a una visión más compleja del autismo. La investigación de Kanner es fundamental, ya que hasta su descripción el síndrome adquiere el nombramiento como categoría diagnóstica en 1943. Desde entonces el concepto ha sufrido innumerables modificaciones según el abordaje que se le otorga y todavía en la actualidad este punto resulta controversial. 30 2.2. Líneas que han abordado el autismo. Antes de que se acuñara el término “autismo” para referirse a un conjunto de conductas desde el ámbito médico, éstas fueron leídas desde otros sectores con poder para construir y asignar sentido. En Autismo. Hacia una explicación del enigma, Uta Frith (1998) menciona una serie de casos históricos que presentan características similares a lo que hoy se conoce como autismo. Dicho autor comenta, entre otros, los casos del “niño salvaje de Aveyron” y de los “idiotas benditos”. El primero se trata de un niño de aproximadamente 12 años que fue encontrado en los bosques de la región central de Francia a finales del siglo XVIII. El suceso fue pensado desde una perspectiva político-filosófica, a partir de una preocupación central de la época: el hombre en estado salvaje ¿era un ser carente de moral o revelaba las virtudes humanas en estado puro? Uta Frith afirma que es posible que se tratara de un niño autista a partir de relatos de la época cuyas descripciones podrían ser pensadas desde lo que hoy la autora denomina “soledad autista” que es la incapacidad para comprender los estados mentales de otros. En el segundo caso, los “idiotas benditos” de la Vieja Rusia, la autora encuentra importantes semejanzas entre la descripción realizada por el especialista en historia rusa Horace Dewey y los criterios actuales de diagnóstico del autismo. En este caso la interpretación y asignación de sentido a las conductas que hoy se asocian al autismo estuvo dada desde una óptica religiosa. Teniendo en cuenta estos dos ejemplos y en un intento de aproximarnos a la constitución del autismo como enfermedad, podemos remitirnos a la caracterización de la desviación realizada por Conrad y Schneider (1985) como un juicio social sobre la conducta. Justamente por ser una definición social no es inherente al individuo o a la conducta sino que resulta de una construcción, por la formulación y aplicación de reglas. De esta manera, a lo largo del proceso de medicalización no es la conducta la que se ha modificado pasando a formar parte del campo médico, sino que son las definiciones mismas las que han sufrido transformaciones (Conrad y Schneider 1985). 31 En los casos mencionados, las conductas asociadas a lo que hoy se define como autismo dentro del campo de la medicina fueron pensadas en otras épocas desde las preocupaciones político-filosóficas del momento o leídas desde una óptica religiosa. La primera mención del autismo como término médico para designar ciertas conductas fue realizada por Bleuler (1993 [1911]), quién lo entendió como una forma de esquizofrenia. A partir de ese momento el concepto de autismo no ha dejado de modificarse, pasando por su distinción como una entidad clínica independiente realizada por Kanner (1943), los estudios neurológicos y neurobiológicos (Rutter y Bartak 1971), las terapias conductuales (Lovaas 1987), la teoría cognitiva (Baron- Cohen et al. 1985), el retorno a teorías socio-afectivas (Hobson 1984) y los estudios genéticos (Dougherty 2000), hasta las recientes formulaciones ligadas a los tratamientos biomédicos. Bleuler, en su obra titulada La demencia precoz o el grupo de las esquizofrenias presentaba al autismo como una de las manifestaciones posibles en casos de esquizofrenia . Durante las décadas de 1920 y 1930 se produjo cierto consenso al englobar el autismo bajo el término esquizofrenia infantil (aplicado por primera vez por Howard Potter). Aunque ya en estos momentos algunos autores manifestaron sus dudas acerca de la posibilidad de una distorsión de la personalidad en la niñez (Cuxart i Fina y Jané i Ballabriga 1998). A partir del trabajo publicado por Leo Kanner en 1943 el autismo comenzó a distinguirse de la esquizofrenia y a constituirse como una entidad clínica independiente. Kanner basó su artículo titulado “Trastornos autistas del contacto afectivo” en el estudio de 11 niños; utilizó en su descripción el término “autismo infantil” y estableció tres rasgos principales: el deseo de preservar la invariancia del ambiente, que implica un comportamiento repetitivo, rígido y limitado en sus propósitos; la soledad autista, que se refiere a la incapacidad de relacionarse normalmente con otras personas y situaciones; y subordinado a este punto, el déficit en la comunicación y el lenguaje, por su ausencia, uso literal o ecolalia. 32 En 1944 el médico vienés Hans Asperger, quien desconocía el trabajo de Kanner, publicó un estudio sobre niños con “psicopatía autista”. Asperger describió características similares a las mencionadas por Kanner (1943), sin embargo los niños con los que él trabajó no presentaron trastornos del lenguaje tan profundos. Además él se interesó por la intervención educativa como forma de tratamiento. La investigación de Asperger no fue tan difundida como la de Kanner y recién fue traducida al inglés en 1991. En los años posteriores a la publicación del trabajo de Kanner (1943) primaron concepciones psicoanalíticas, las cuales se inclinaban a considerar el autismo como un producto de una defectuosa comunicación y falta de entendimiento entre los adultos y el bebé en sus primeros momentos de vida; asimismo desde esta postura se plantean distintas concepciones en cuanto a las causas y a la estructura en juego. El psicoanálisis muestra algunas limitaciones e insuficiencias para la atención de los niños autistas, pero ha ido desarrollando junto a un mayor conocimiento de estas enfermedades, nuevas modalidades técnicas para su tratamiento.Algunas consideraciones importantes las aporta Bettelheim (1977), psicoanalista austriaco, para quien los niños que sufren autismo se encuentran detenidos en un período inicial de su desarrollo intelectual y emocional; considerando el autismo como una reacción ante un extremo aislamiento afectivo combinado con experiencias interpretadas como amenazadoras para su existencia. Uno de los conceptos centrales de su teoría es el concepto de sí mismo, que explica como los niños autistas se han retirado del mundo para volverse hacia sí mismos, de aquí, la tarea del terapeuta es ayudarlos a invertir el proceso psicótico creando un mundo diferente del abandonado a causa de la desesperación, lo cual implica una escucha constante, un acompañamiento del niño en sus fantasmas y el respeto de sus síntomas y comportamientos. Este autor ofrece una perspectiva interesante para comprender el “interior” de los niños autistas y la desesperación de que son víctimas; esta angustia les hace buscar seguridad evitando el contacto, y pueden inclusive no reconocer su hostilidad, por esta razón sus defensas hacia el mundo externo amenazador fallan, y lo único 33 que los protege es el no actuar; el niño se insensibiliza tanto hacia el exterior como hacia su psiquismo. De aquí la importancia de la relación madre-hijo. Bettelheim (ibid) describe al autismo como un trastorno de la comunicación, donde el niño interpreta mal las señales que el mundo y la madre le envían, y esta persistencia del fracaso en enviar y recibir mensajes son los determinantes de la gravedad de la perturbación. Esto genera para el niño una angustia agobiante, va rompiendo lazos con la realidad exterior y la posición autística es el supremo esfuerzo por salvar la existencia, pero destruye el sí mismo. Debido a esta teoría, al autor se le ha culpado de promover la idea de la maternidad como responsable del autismo; sin embargo, otros autores atribuyen estas críticas al desconocimiento de su obra, donde uno de sus aportes fue precisamente reconocer la importancia de los factores paternos (Delgado, 1996). Como reacción ante esta orientación se pueden citar las investigaciones acerca del apego, principalmente la de Capps, Sigman y Mundy (1994), citados en (Sánchez, 1996), quienes señalan que una muestra representativa de niños entre los 3 y los 6 años desarrollaron lo que ellos llaman “apego seguro”, no aparente a primera vista, lo cual señala la existencia de una madre responsiva y afectuosa en algún momento. Por tanto, las conductas de apego aunque se manifiesten de forma desorganizada, son símbolo de un vínculo emocional. Respecto a este último aspecto es importante destacar la posición de Frith (1993), quien dice que “los autistas no están fuera del alcance de las relaciones afectivas” lo cual viene a desmitificar la idea de que estos niños son seres aislados de la realidad y del contacto con otras personas, aunque parezca que huyen del contacto afectivo con otros, sí lo viven y experimentan pues son capaces de sentir y vincularse, solo que de una manera especial, ya que su expresión se les dificulta y aún a su modo se relacionan con aquellos que le son significativos. Esta autora argumenta que hay abundantes ejemplos de niños que han recibido rechazo y deprivación sin que ninguno derive en autismo. Se concluye entonces que no se 34 puede considerar el daño del vínculo materno como la única causa del autismo, sino que puede tener un peso importante en convergencia con otros factores. Pérez de Plá (1996) de la Asociación Mexicana para el Estudio del Retardo Mental y Psicosis Infantil, argumenta que estas críticas “probablemente representan intentos de negar aspectos dolorosos de la teoría tales como el lugar de la familia en la instalación del padecimiento”. Para ella el campo autista se caracteriza por la “tendencia al desierto psíquico, desierto del aislamiento precoz de todo vínculo que impide el proceso de humanización”, caracterizando a los autistas como incapaces de vincularse. A pesar de las variantes, el punto central de los autores psicoanalíticos es la incidencia de los factores psicológicos y sociales, donde destaca con especial importancia, el vínculo materno que tiene la función de contención del pequeño y es el que guía los primeros pasos hacia otros vínculos y al desarrollo de las capacidades mentales y es, en el diagnóstico del autismo, un signo patognomónico innegable: la incapacidad para establecer un vínculo afectivo como lo hacen los otros niños. Desde esta postura se afirmaba que la falta de un vínculo, o su carácter inadecuado, entre padres –principalmente la madre- e hijos era la razón del autismo. Esta teoría fue dominante en el ámbito internacional durante los años 50´s y principios de los años 60´s. Al contrario de la teoría psicógena, la teoría biogénica adquirió mayor aceptación debido a que propone que los síntomas se presentan en etapas tempranas del desarrollo (Paluszny, 1991). De acuerdo con la teoría biogénica, en el autismo existen una o varias anomalías en el cerebro, las cuales son producidas por uno o varios factores biológicos tales como los genes, las complicaciones durante el embarazo o el parto y/o las infecciones virales. Algunos de los más importantes factores que han sido identificados son los aspectos neurológicos y ciertos trastornos médicos (tales como la epilepsia). Considerar a los aspectos biológicos como causantes del autismo, se encuentra sustentado, también, por el hecho de que el autismo aparece aproximadamente con 35 la misma frecuencia en distintas culturas, lo cual hace pensar que las influencias sociales (afectivo-familiares) son una causa muy improbable de éste (Baron-Cohen y Bolton, 1998). Desde la perspectiva conductual, deja de ser tan relevante el conocimiento de la causa real de la condición del niño, es más importante identificar la conducta del niño en relación con su medio (Paluszny, 1991), es decir, cómo se está comportando con relación a los estímulos externos y el manejo de contingencias que aplican los padres, educadores o cuidadores. A partir de ello y a diferencia de manipulaciones genéticas, médicas o farmacológicas, la aproximación conductual se enfoca en el comportamiento e implica manipulaciones en el entorno para promover el cambio conductual (Martin y Pear, 1999). Desde mediados de los 60´s y durante la década de 1970 se realizaron avances en la investigación genética y neurobiológica. A partir de estudios con familias adoptivas y gemelos se afirmó cierta incidencia genética en el desarrollo del autismo y se propuso que en los familiares de personas autistas aumenta la frecuencia de alteraciones cognitivas y lingüísticas. De esta manera surgió una hipótesis alternativa a la psicoanalítica en lo que respecta al vínculo padres-hijos, se planteó que el autismo podía ser un caso extremo de la herencia genética de un rasgo de personalidad observado en los padres (Dougherty 2000; Rivière 2001). Las investigaciones tendientes a encontrar alguna anomalía bioquímica como origen del autismo han estado enfocadas hacia el papel que cumplen determinados neurotransmisores, mayormente la serotonina. La administración de fármacos con el fin de disminuir sus niveles puede reducir las conductas agresivas. En la década del 1970 Michael Rutter discrepó con lo planteado por Kanner en lo referente al contacto afectivo como rasgo primario y las alteraciones lingüísticas como síntoma secundario, afirmando la incapacidad de la alteración emocional para explicar por sí sola el autismo (Rutter 1978). Dicho autor también realizó una importante contribución en lo que respecta a delimitar el uso del término y a establecer los criterios de clasificación, ya que se continuaba utilizando autismo, autismo infantil o psicosis infantil de manera indistinta. 36 Si bien su propuestaha recibido varias críticas, se constituyó en una de las bases para la creación de los criterios de diagnóstico que se formularían una década más tarde y que se utilizarían a nivel internacional (Cuxart i Fina y Jané i Ballabriga 1998; Rivière 2001). Desde la década de 1970 en adelante se han implementado terapias basadas en la modificación de la conducta; el principal exponente de esta corriente es Lovaas en Estados Unidos. Si bien el modelo conductista no propone una teoría de las causas del autismo, debemos mencionarlo porque instala una modalidad: la intervención terapéutica-educativa (retomando en cierta manera la línea propuesta por Asperger) que se mantiene hasta el presente y es considerada en el plano internacional como la más efectiva (Lovaas 1987; Rivière 2001). En un intento por generar consenso en las formas de diagnóstico, desde la emisión del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría 1980 (DSM-III) se establecieron una serie de criterios para diagnosticar el autismo a partir de síntomas observables y se lo categorizó como un Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD). Se ha continuado esta línea en las clasificaciones posteriores, CIE-10 (Clasificación de Trastornos Mentales de la Organización Mundial de la salud 1987) y DSM-IV (1994). La clasificación de autismo como un TGD resalta su distinción de la esquizofrenia u otros tipos de psicosis, destacando además que el autismo no afecta sólo los primeros años de vida y que sus características pueden modificarse a lo largo del desarrollo. A mediados de la década de 1980 comenzaron a desarrollarse en Inglaterra explicaciones provenientes de corrientes cognitivas. La teoría de la meta representación de Baron-Cohen hace referencia a los déficits que tendrían las personas autistas en la capacidad de inferir los estados mentales de los demás. Frith es otra autora representativa de la corriente, que en 1989 publicó Autism. Explaning the enigma. En este libro Frith avanza en el desarrollo de la teoría de la mente formulando la teoría del déficit en la coherencia central, que señala las dificultades en la integración y sugiere anomalías cognitivas y vías de procesamiento alternativo. 37 En estos años se da cierta tendencia a pensar el autismo como un déficit generalizado en las diferentes áreas del desarrollo cognitivo, sin embargo no faltaron autores que afirmaron que los trastornos cognitivos no pueden explicar los problemas socio-afectivos. En esta línea, Hobson (1984) retoma la teoría socio-afectiva de Kanner y propone que la alteración en la comunicación que sufren los niños autistas es primariamente afectiva. Si bien en los años 60´s se desencadenó un proceso de cuestionamiento a la biomedicina, desde la década siguiente en adelante se reforzaron algunos caracteres básicos del modelo médico, particularmente su biologismo a través de la investigación genética (Menéndez 1994). Las últimas formulaciones de los partidarios de enfoques biomédicos acerca de las causas metabólica, inmunológica y bioquímica, tratamientos-dietas, suplementos vitamínicos y quelaciones del autismo pueden pensarse en consonancia con este marco general. Estos enfoques se encuentran actualmente en pleno crecimiento y vienen acompañados de nuevos replanteos en el terreno de las clasificaciones. Desde esta línea se propone un continum entre Trastornos de Déficit de Atención (TDA), Trastornos del Aprendizaje (TA) y TGD. Los cambios comentados han implicado, en un primer momento, la distinción del autismo de otras patologías y, en un segundo momento, la discriminación en distintos subtipos al interior de lo que se consideraba autismo. No solo el concepto mismo ha generado largos debates que aún no han concluido, también las hipótesis sobre las causas son múltiples y ninguna por sí sola logra dar cuenta del fenómeno; en estrecha vinculación con esto proliferan las alternativas terapéuticas. Tal como afirma Conrad (1982), la definición de un conjunto de conductas como problema médico obliga a darles un tratamiento y en el caso del autismo se produce el reemplazo, en términos de Grimberg (2003), del modelo síntoma-diagnóstico- tratamiento-cura por la incertidumbre, que evidencia un saber médico en construcción. Se presenta una relación similar a la que plantea Menéndez (1990) entre las dificultades de definición y diagnóstico, por un lado, y el eclecticismo en la atención, por otro. 38 2.3. Estadísticas Los estudios del CDC (Centro para el Control y la Prevención de la enfermedad en Estados Unidos) muestran que 1 de cada 150 niños están viviendo en Estados Unidos con trastorno del espectro autista (ASD). De acuerdo al CDC, la prevalencia muestra que se puede estimar que si 4 millones de niños nacen en los Estados Unidos cada año, aproximadamente 24.000 serán eventualmente diagnosticados con ASD (Dodd & Harrison, 2009). Una explicación de las razones del aumento en la prevalencia del ASD la realizan Newschaffer, Falb y Gurney (2005), cuando analizan el hecho de cómo las tendencias de prevalencia del retraso mental y de las categorías concernientes a los problemas de discurso y lenguaje, no han presentado una tendencia similar. Según este equipo de investigadores, esto es de particular interés debido a que se ha especulado que los niños que en años anteriores habían sido incluidos en alguna de estas categorías, ahora están siendo valorados bajo el diagnóstico de autismo. Los autores advierten además que no hay ninguna indicación de una disminución en una u otra de estas categorías correlacionadas. Otro estudio de prevalencia realizado recientemente, citado por Spreckley y Boyd (2009), se realizó en el Sureste de Inglaterra y reportó un índice de 38.9 por cada 10.000 niños. En el 2002 Chakrabarti y Fombonne muestran cómo el aumento de ASD puede ser debido a un cambio en el criterio diagnóstico, además de las mejoras en los sistemas de detección (Screening) y la detección temprana. No obstante, resulta necesario anotar también algunos estudios epidemiológicos que se han realizado anteriormente. La cifra estadística que más frecuentemente se ha hallado para prevalencia de ASD es la de 4.5 por 10.000 niños, desde que Lotter (1966) comenzó la investigación epidemiológica. Otros estudios cifran la prevalencia de 2 a 4 autistas por 10.000 niños en la población de 8 a 10 años. (Riviere,1993, en Canal,1993). En cuanto a la diferencia de género, de forma más consistente se ha encontrado una proporción niño-niña de 4:1 (Lotter, 1966,1978; Rutt & Oxford,1971) (Belloch et al.,1995). 39 En México, en la actualidad poco menos de 40 mil niños y un número no definido de adultos padecen autismo; sin embargo, la Secretaría de Salud (Ssa) sólo atiende a 250 menores. De acuerdo con expertos, el desconocimiento y la falta de información sobre el padecimiento se convierten en una grave dificultad para que las familias puedan atender a los menores. La Clínica Mexicana de Autismo (Clima) calcula que existe un niño autista por cada 150 nacimientos, lo que indica que el problema es más frecuente que el cáncer infantil, la diabetes y el SIDA. La falta de información y la limitada atención oficial fueron temas destacados en el congreso “El autismo habla al mundo”, inaugurado por Margarita Zavala, presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del DIF, quien hizo un llamado a empresarios para que apoyen investigaciones en materia de salud, a fin de avanzar en la atención y conocimiento de padecimientos como el autismo. La subsecretaria de Innovación y Calidad de la Ssa, Maki Ortiz, sostuvo que en México hay un niño autista por cada 500 nacimientos. Señaló que desde 1980 se ha registrado una incidencia mayor del padecimiento en el país, por lo que desde entonces se creó el Servicio de Terapia Ambiental para la atención integral
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