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Perfil-sociodemografico-del-cuidador-del-adulto-mayor-y-frecuencia-de-sobrecarga-del-cuidador

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR Nº 94 
 
 
“PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DEL CUIDADOR 
DEL ADULTO MAYOR Y FRECUENCIA DE 
SOBRECARGA DEL CUIDADOR” 
 
 
 
TESIS 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR 
PRESENTA: 
Gloria García Angeles. 
 
Residente de la Especialidad de Medicina Familiar 
Matrícula: 99366370 
Email: mollin2007@ hotmail. com 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
Dr. Raúl Arrieta Pérez 
Unidad de Medicina Familiar Nº 94 del IMSS 
Matrícula: 8320616 
E-mail: drarrieta01@yahoo.com 
 
 
 
MÉXICO, D.F. 2009.
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Autorizaciones 
Tesis autorizada por el Comité Local de Investigación (3515) de la Unidad de 
Medicina Familiar Nº 94 del IMSS, con registro institucional R-2008-3515- 03 
 
 
 
 
 
 
 
__________________________________________ 
DRA. AGUSTINA ELENA VILCHIS GUIZAR 
Coordinador Delegacional de Investigación en Salud 
 
 
 
 
 
 
 
_________________________________________ 
DRA. YOLANDA SOTO GONZÁLEZ 
Coordinador Delegacional de Educación en Salud 
 
 
 
 
 
 
__________________________________________ 
DR. MARCO ANTONIO PAGOLA MARTÍNEZ 
Director Unidad de Medicina Familiar Nº 94 del IMSS 
 
 
 
 
 
 
_________________________________________ 
DRA. PATRICIA OCAMPO BARRIO 
Coordinador Clínico Educación e Investigación en Salud 
Unidad de Medicina Familiar Nº 94 del IMSS 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
 
 
A mis padres, por enseñarme que lo que uno se propone se puede lograr con dedicación y 
esfuerzo. 
 
A mis hermanas: Juani, May, Elvi, Bishow, Mepets, Chabeli y Chivo, por ser un claro 
ejemplo a seguir, por su apoyo incondicional que siempre me han brindado, pero sobre todo por 
su cariño que me demuestran día con día. 
 
A mis hermanos: (Toño, Ranas y Kinworth), porque siempre están cuando los necesito. 
 
A mis otros hermanos: (Dani, Mis, Lucy y Enri), por darme la fuerza y el valor necesario, 
para seguir luchando, porque son mi mayor motivación para salir adelante y superarme. 
 
A mi sobrino Alito, por su apoyo y cariño. 
 
A Mario, por tu ayuda en la recopilación y traducción de artículos, así como por el tiempo 
dedicado a este proyecto. 
 
A mis amigos y compañeros: Lupita, Virma, Carmen, Alex, y Cesar, pues gracias a su amistad 
y a todos los momentos en que compartimos nuestras alegrías y tristezas hicieron más fácil la 
residencia. 
 
Al Dr. Raúl Arrieta, pues sin sus conocimientos y paciencia no habría culminado esta tesis. 
 
A la Dra. Patricia Ocampo y Lidia Bautista, por ser parte importante en mi formación 
profesional, y por su apoyo moral que me brindaron, cuando las necesité. 
 
A todos y cada uno de mis médicos adscritos, principalmente al Dr: Daniel Martínez y a la 
Dra. Alicia González, por transmitirme un poco de sus muchos conocimientos, además de 
hacerme más amenas mis guardias. 
 
A la Psicóloga y Catedrática Guadalupe García Angeles, por su ayuda en la redacción y 
corrección ortográfica, y por su valioso tiempo invertido. 
 
 
“PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DEL CUIDADOR DEL ADULTO MAYOR Y 
FRECUENCIA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR” 
 
Arrieta Pérez RT*, García Ángeles G**. 
 
 RESUMEN 
Antecedentes: La carga del cuidador se valora de acuerdo a los efectos del 
cuidado sobre el cuidador. Diversos estudios revelan que el perfil demográfico del 
cuidador es: mujer, edad: promedio de 55 años, casada, ama de casa, con 
preparatoria, hija, madre, hermana o esposa del enfermo dependiente, quien 
padece vejez, discapacidad y/o enfermedad crónico degenerativa. 
 
 Objetivo: Describir el perfil sociodemográfico del cuidador del adulto mayor con 
enfermedad crónico-degenerativa, adscritos a la UMF 94 del IMSS y señalar la 
frecuencia con que se presenta la sobrecarga del cuidador en los cuidadores de 
estos pacientes. 
 
Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo, prolectivo, transversal, en 
60 cuidadores de adultos mayores, con enfermedad crónico degenerativa de la 
UMF 94 del IMSS. Se evaluó la sobrecarga del cuidador con la escala de Zarit y el 
perfil sociodemográfico mediante interrogatorio directo. Se analizaron los datos 
con estadística descriptiva aplicando medidas de tendencia central, dispersión y 
porcentajes de acuerdo al tipo de variable. 
 
Resultados. El perfil sociodemográfico del cuidador fue: mujeres (78.3%), hijas 
(58.3), amas de casa (63.3%), casadas (68.3%), católicas (95%), con un promedio 
de 6 años de cuidado. Se encontró un predominio de no sobrecarga en un 87%; 
sobrecarga leve 5%; e intensa 8%. 
 
Conclusiones: no existió colapso del cuidador, se detectó sobrecarga en un 13%, 
siendo el tiempo de cuidado un factor que influye en la presencia de sobrecarga 
del cuidador, requiriendo un mayor número de casos para verificar la frecuencia de 
colapso del cuidado. 
 
 
 
Palabras clave: adulto mayor, sobrecarga, cuidador. 
 
 
* Arrieta Pérez Raúl Tomás. Médico Familiar adscrito a la Unidad de Medicina 
Familiar Nº 94 IMSS. Tutor de tesis. 
***García Angeles Gloria. Médico Residente de Medicina familiar de la Unidad de 
Medicina Familiar Nº 94 IMSS. 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
 
Marco teórico 1
Antecedentes científicos 17
Planteamiento del problema 20
Objetivos del estudio 21
Expectativa empírica 23
Identificación de las variables del estudio 23
Diseño del estudio 23
Universo de trabajo 23
Población de estudio 23
Muestra de estudio 24
Determinación estadística del tamaño de muestra 24
Tipo de muestreo 24
Criterios de selección de la muestra 24
Procedimiento para integrar la muestra 25
Hoja de recolección de la información 25
Descripción del instrumento 26
Análisis estadístico de la información 29
Consideraciones éticas 29
Resultados 32
Análisis de resultados 34
Conclusiones 37
Sugerencias 37
Bibliografía 38
Anexos 42
Anexos gráficos y cuadros 53
 
 
 
 
 
 
1 
 
MARCO TEÓRICO 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El ser humano se caracteriza por ser un individuo que vive en sociedad, motivo 
por el que ha sido capaz de desarrollar sus conocimientos y dominar la 
naturaleza. La sociedad es un sistema dinámico y abierto, dentro del cual 
existen subsistemas poblacionales que interactúan entre sí. Uno de estos 
subgrupos es el integrado por los adultos mayores (a partir de los 60 años de 
edad) y aunque en la historia siempre había sido escaso, hoy es cada vez 
mayor. El marco de relación entre los subsistemas puede ser de 
enfrentamiento o colaboración. 
 
Los adultos mayores constituyen el grupo de población que está en mayor 
crecimiento, con significativo avance tecnológico para el cuidado de la salud y 
cambios demográficos y epidemiológicos presentes a nivel mundial. Esto ha 
llevado a un envejecimiento progresivo de la población con implicaciones en los 
sistemas de salud, educación, seguridad social en los campos social y 
económico. Como resultado de lo anterior, las personas podrán tener una 
mayor expectativa de vida, por tanto va a ser mucho más frecuente encontrar 
ancianos con múltiples enfermedades crónicas que afectan los aspectos 
físicos, psicológicos, sociales y económicos. En consecuencia, se deteriora la 
funcionalidad y por esta razón, necesitarán mayor atención y cuidado, que en la 
mayoría de lassituaciones, los ofrecerán los familiares (1). En los ancianos 
esta interdependencia puede ser compleja y conflictiva ya que puede presentar 
un grado de dependencia hacia otros segmentos sociales. Entre los individuos 
en sociedad, se producen interacciones como el amor, la cooperación, la 
competitividad y la rivalidad, jugando todas ellas un papel importante. 
 
La familia, en el entorno mexicano, es el núcleo en el cual los individuos se 
identifican como personas importantes, resaltando en ella todo tipo de 
sentimientos (amor, responsabilidad, superación, etc.). Además de que la 
familia es el sistema de apoyo social más importante y muchas veces el único 
 
2 
 
para el adulto mayor. Este sistema le proporciona una infinidad de servicios 
como apoyo emocional, económico, toma de decisiones, y asistencia 
instrumental cuando es necesario cuidarlo; el cuidado y la preocupación surgen 
de compromisos emocionales sólidos, basados en valores culturales con un 
sentido de solidaridad familiar y conciencia de grupo que busca el bienestar de 
todos sus integrantes; el cuidado de éstos en la enfermedad, es fundamental 
para la sobrevivencia, sin embargo, cuando los adultos mayores presentan una 
invalidez o enfermedad crónica, llega a ser el punto de apoyo para las 
necesidades de cuidado físico y emocional. El cuidado de personas que han 
perdido su independencia, ya sea por longevidad o enfermedad, implica 
acciones como: aseo personal, alimentación adecuada, cumplimiento de 
indicaciones médicas, atención de las necesidades inmediatas que puedan 
surgir, además del manejo de relaciones afectivas y emocionales, es decir, 
cuidar pudiera entenderse como la ejecución de una serie de tareas que 
acarrea costos económicos, psíquicos y físicos (2). 
 
La familia ampliada que encontrábamos en el medio rural, integrada por tres o 
cuatro generaciones, con valores y tradiciones sólidas, el amor, la solidaridad, 
la convivencia, tolerancia, paciencia y el intercambio de servicios, con roles de 
cuidado y atención a los viejos, son actitudes y valores que están cambiando 
con el proceso de migración hacia el medio urbano. 
 
Especialmente en las grandes ciudades, las condiciones de vida y trabajo han 
impuesto un nuevo estilo de vida cada vez más deshumanizado: La familia 
nuclear, las condiciones de vivienda pequeña, en donde sólo hay espacio para 
una generación. Las distancias entre el domicilio de los hijos adultos y de los 
padres envejecidos son enormes. La mujer se incorpora al mercado de trabajo, 
hay un incremento en el número de mujeres solas que se convierten en jefes 
de familia. 
 
Cuando los padres envejecen y además presentan una o más enfermedades 
crónicas e invalidantes se requiere de hacer cambios en la vida personal, 
reorganizar la vida y encontrar el tiempo para ayudarlos en ciertas tareas como 
compras, pagos, manejo de finanzas, transportación al médico y tratamientos, 
 
3 
 
diversión y labores dentro del hogar como limpieza, elaboración de alimentos, 
asistencia en higiene personal, administración de medicamentos, movilización. 
Algunas enfermedades requieren vigilancia y supervisión en tiempos cortos o a 
distancia vía telefónica, sin embargo hay algunos casos, en que los cambios 
tienen que ser más drásticos, hay que mudar a los padres envejecidos a la 
casa de los hijos adultos o viceversa. Las familias pequeñas cuentan con 
menos integrantes para hacerse cargo de la invalidez. 
 
Los elementos más determinantes de dependencia durante el periodo de 
vejez, provienen de las condiciones de degradación de la salud por 
enfermedades crónicas degenerativas, las cuales son entidades que requieren 
de cuidadores (3). 
 
EL CUIDADOR 
 
El término cuidador, designa en geriatría a toda persona que cuida a un 
paciente adulto mayor, cualquiera que sea su estatus profesional o social y se 
usa en forma indistinta a femenino o masculino. 
 
Por definición, el cuidador es la persona que da asistencia y cuidados al adulto 
mayor enfermo, con especial insistencia en los aspectos humanitarios; por ello, 
el cuidador puede ser cualquier miembro de la familia o alguna persona ajena a 
ésta. El enfermo es casi siempre un individuo con pérdida de las funciones de 
la vida diaria, como las instrumentadas, y cuando menos con un diagnóstico 
gerontogeriátrico. (4) 
 
El cuidador primario, es decir la persona a cargo del cuidado y apoyo del 
adulto mayor, es generalmente una persona del género femenino por 
complejas razones de la índole social, quien ve por el anciano para suplirle 
todas aquellas necesidades, que requiera para mantener su independencia o 
funcionalidad geriátrica; este sujeto por lo tanto, cubre un rol determinado y 
puede o no tratarse de un familiar, ya que puede ser un individuo remunerado 
(5). El cuidador primario asume la total o mayor responsabilidad de los 
cuidados del enfermo en forma voluntaria o involuntaria; con posibilidad de 
 
4 
 
tomar decisiones por el paciente. Es responsable de cubrir necesidades 
básicas de éste, determinando cuándo, cómo y dónde tiene que atenderse. 
Estas condiciones guardan relación con la etapa de ciclo de vida, así como a 
las circunstancias de cada familia. El cuidador es un individuo de vital 
importancia que desarrolla una función activa para procurar a sus familiares 
cuidados mediante su integración al entorno, el estímulo de sus funciones y su 
independencia. La mayoría de sus actividades las realiza en el hogar, y son de 
índole instrumental, educativa, social, familiar y afectiva. Los principales 
beneficiarios de los cuidados, son enfermos temporales o crónicos, 
discapacitados, personas dependientes con trastornos mentales e hijos con 
algún retraso en su desarrollo o con alguna condición discapacitante. Gran 
parte de los cuidadores asumen la responsabilidad por razones afectivas o 
morales (6). 
 
Existe por parte de los cuidadores, una gran responsabilidad por el bienestar 
de sus enfermos y en ellos recae el peso de verlos mejorar y empeorar 
originando un desequilibrio por la carga social y familiar además de la psico-
afectiva en la cual se ve inmersa. Esta carga implica la demanda de mucho 
afecto, desgaste físico por parte del miembro de la familia encargado del 
cuidado, lo que puede dar como resultado agobio o colapso del cuidador 
primario, y en ocasiones crisis familiares (5). 
 
Las variables consideradas para definir el perfil del cuidador son: edad, género, 
promedio de horas diarias dedicadas al cuidado, horas de recreación, 
parentesco, ocupación, y síntomas presentados, igualmente se considera el 
tipo de patología presentada en el paciente dependiente. 
 
En la mayoría de los casos, los cuidadores tienen edades que van de los 16 
hasta los 60 años encontrándose el mayor porcentaje entre 51 y 60 años; 
regularmente pertenecientes al género femenino hasta en un 86%; el estado 
civil más frecuente fue casados con 40%; en su mayoría hijas 72%; 
desempleados en un 36%; y en cuanto a ocupación amas de casa 48%. (4) 
 
 
5 
 
Con respecto a las enfermedades más comunes de los pacientes 
dependientes: el 86% presenta depresión; 68% osteoartrosis; 58% 
hipertensión; 52% diabetes tipo 2. En cuanto a enfermedades más comunes de 
los cuidadores: 96% tiene depresión, 76% ansiedad, 54% dolor crónico, 24% 
colapso del cuidador, 20% maltrato al cuidador, 8% estrés y 6% algún tipo de 
adicción (alcoholismo y marihuana). (4) 
 
LA CARGA DEL CUIDADOR 
 
Como resultado de la función que desempeña el cuidador, éste puede 
presentar un conjunto de problemas físicos, mentales y socioeconómicos, a los 
que generalmente se les denomina carga, la cual puede ser objetiva o 
subjetiva. 
 
La carga objetiva se refiere a la disrupción de la vida social del cuidador, a la 
cantidad de tiempo y dinero invertido en los cuidados del enfermo, así como a 
los problemas conductuales queéste presenta; mientras que la carga subjetiva 
es la percepción que tiene el cuidador de la repercusión emocional de las 
demandas o problemas relacionados con el acto de cuidar. Este tipo de carga 
tiene mayor incidencia sobre la vida del paciente y sus familiares. (7) 
 
La carga es un concepto clave en la investigación de repercusiones del cuidado 
de las personas mayores sobre la familia. Desde su aparición ha sido 
profusamente utilizado en la investigación gerontológica sobre el proceso de 
cuidar y sus efectos. Así, el sentimiento de carga del cuidador se ha revelado 
como un importante factor tanto en la utilización de servicios de larga estancia 
como en la calidad de vida de los cuidadores. Evaluar la carga del cuidador 
puede ser tan importante como una evaluación extensa de las incapacidades 
de la persona mayor, precisando que, más importante que mejorar el estado 
funcional y promover la independencia para retrasar o evitar la 
institucionalización, es el apoyo social, principalmente de la familia, y las 
percepciones de la familia al dispensar los cuidados.(8) 
 
COLAPSO DEL CUIDADOR 
 
6 
 
 
Existe una gran variación en la frecuencia de presentación del colapso o 
sobrecarga del cuidador. De acuerdo con la bibliografía consultada y el lugar 
de realización del estudio, en Colombia el 47% de los cuidadores presentan 
sobrecarga (9), en México la frecuencia varía del 6 al 46 % (1, 4, 10). 
 
El término colapso del cuidador engloba un síndrome que representa el costo 
físico, psicológico, emocional, social y económico que puede experimentar la 
familia o el cuidador primario de un paciente discapacitado o con una 
enfermedad crónica. Aunque el cuidar no es una enfermedad en sí, es un 
problema que requiere adaptación, es de tal complejidad que es deber del 
médico conocerlo a profundidad como parte de la enfermedad misma para 
desarrollar empatía. Hablamos de colapso del cuidador cuando éste ha estado 
sometido a un agotamiento por la sobrecarga de su capacidad y recursos. (3). 
 
Existen algunos factores que influyen en el agotamiento del cuidador estos son: 
la cantidad de estrés que causan las demandas del paciente, la manera en que 
el cuidador maneja y afronta el stress, la cantidad de ayuda social-familiar que 
el cuidador recibe, el nivel de interacción social negativa y cantidad de 
actividades suspendidas, (11) el desconocimiento de las características clínicas 
y evolutivas de la enfermedad, historia de vida del enfermo y el entorno familiar, 
la percepción del agotamiento del propio cuidador y resentimiento que esto 
cause, la presencia de personalidad optimista y la propia percepción de la 
calidad de relación que existe entre el cuidador y el paciente. (12) 
 
Es importante recalcar el papel del cuidador en pacientes que presentan 
demencias, o enfermedades psiquiátricas como es el caso de la esquizofrenia, 
el desconocimiento de las características clínicas y evolutivas de la 
enfermedad, las familias tiene dificultades para entender y manejar la conducta 
y los síntomas, deben enfrentarse a sus propias creencias sobre la 
enfermedad, la evolución y el desenlace, así como a la eficacia del tratamiento. 
Y a los problemas comunes de otros cuidadores de pacientes crónicos y 
dependientes, se les suman otros problemas más específicos como la culpa, el 
duelo, la estigmatización o el aislamiento, lo que trae consecuencias negativas 
 
7 
 
en la vida del cuidador. (13)Más que la alteración cognitiva per se o la 
dependencia física/ deterioro funcional, los síntomas psicológicos y 
conductuales de las demencias inducen la mayor proporción de carga sobre el 
cuidador. 
 
Es frecuente que los profesionales de salud dirijan su atención y recursos al 
manejo de las enfermedades del paciente, sin tener en cuenta el contexto 
familiar donde se generan un sinnúmero de cambios, algunos nocivos para la 
salud de quienes desempeñan las funciones de cuidadores de pacientes de 
discapacitados. (9)Por eso, cuando el cuidador es un familiar, sufre un gran 
impacto social sobre todo cuando se designa por “sorpresa” al cuidador ante la 
invalidez del anciano que se presentó en forma súbita, lo que altera el ritmo 
habitual de la vida, la familia inicia un cambio del funcionamiento interno, tanto 
en las tareas como en los roles establecidos ya que adquieren nuevas 
responsabilidades, lo que repercute también en el cuidado del adulto mayor 
enfermo, se centra la atención en él y se descuida el trabajo, con merma en la 
eficiencia y en el caso de trabajo renumerado, muchas veces tiene que 
abandonarlo con la consecuente repercusión económica que junto con los 
gastos originados por la enfermedad, rebasan con creces el presupuesto 
familiar. En muchas ocasiones el resto de la familia deja solo al cuidador sin 
prestarle atención a su conflictiva emocional que lo lleva a “perder las fuerzas” 
para seguir adelante, dejan de comer, dormir, lloran con facilidad, no 
descansan y desatienden su propia salud con deterioro en el cuidado del 
enfermo, con impacto negativo para llevar las cargas del cuidado, por lo que se 
presenta el colapso (10). 
 
MANIFESTACIONES CLÍNICAS 
 
Según McCullagh los síntomas de sobrecarga del cuidador se presentan 
posteriores a los 3 meses de ser cuidadores, siendo frecuente la ansiedad, y al 
año de ser cuidador suele presentarse depresión. (14) Según Shulz y col. es 
más frecuente que se presente la depresión hasta en un 34% en los cuidadores 
informales que en la población en general. (15) Hay que considerar otros 
factores para el inicio de presentación de estos y otros síntomas, es decir el 
 
8 
 
estado físico, psicológico, social, financiero y estrés emocional del cuidador, 
además de considerar la fase de la enfermedad en que se encuentre el 
paciente. (16) Sin olvidar tomar en cuenta el grado de capacidad de realizar sin 
dificultad o ayuda, las siguientes funciones básicas: bañarse, vestirse, usar el 
sanitario, trasladarse dentro del hogar y alimentarse. (17) Algunos de los 
signos y síntomas que presenta el cuidador son los siguientes: 
 
Agresividad constante contra los demás, porque siguen su vida, porque son 
capaces de ser felices a pesar del problema que hay en casa. 
 
Gran tensión contra los cuidadores auxiliares porque “todo lo hacen mal”, no 
saben mover al enfermo, no le han dado a la hora correcta la medicación, etc”. 
 
Aislamiento progresivo y tendencia a encerrase en uno mismo. 
 
Depresión, cansancio, ansiedad. Toda esta situación obliga al cuidador 
principal a tomar mayor tiempo de ocio, cubriendo esas horas con ayuda de la 
familia o la de una asistenta domiciliaria. 
 
Sentimientos de miedo a perder el control y la dignidad. 
 
Vergüenza al observar que las condiciones del enfermo no mejoran a pesar de 
sus cuidados. 
 
Sentimientos de enojo y culpabilidad por la enfermedad y la creencia que no 
están cuidando adecuadamente al enfermo. 
 
Una entidad que juega un rol significativo, es la presencia de duelos ante el 
fracaso anterior del cuidado de un familiar con un padecimiento similar al del 
que requiere cuidados actualmente con la presencia de negación, ira, 
negociación, depresión y aceptación. Lo que genera en muchas ocasiones un 
duelo anticipado ante la falta de apoyo familiar y social. (18) 
 
 
9 
 
Además de identificar afección física como lumbalgia. En la mayoría de los 
cuidadores no reflejan cambios de apetito o peso, pero sí presentan insomnio 
hasta en un 42%, según Pérez Trullen y cols., señalan que la mayor 
repercusión en el cuidador es psíquica. En estudio realizado por González y 
Ortiz advierten que un alto porcentaje de las personas cuidadoras refirieron 
estar tranquilas, motivadas y sin cambios de carácter; por el contrario, 
solamente el 55% declaró encontrarse en el límite de sus fuerzas, similar al que 
reportó apreciar ocasionalmente su vida. (6) 
 
Numerososestudios han demostrado que las personas sanas tienen algún 
síntoma aislado, que no requiere tratamiento, pero en el momento de 
convertirse en cuidador, con aumento del estrés, se exacerba el síntoma o 
signo, haciéndose una enfermedad somática y psiquiátrica. (4) Frustración, 
depresión, ansiedad, estrés y culpa son algunas de las secuelas asociadas al 
cuidador y su función al lado de un paciente. Estas manifestaciones 
emocionales se manifiestan con alteraciones de la conducta, carácter y 
perturbaciones psicosomáticas (angustia, alergias, afecciones de la piel, 
lumbalgias, alteraciones gastrointestinales). El avance de este cuadro se 
relaciona con una vulnerabilidad psicofísica que determina un derrumbe 
psicosomático del cuidador, con la pérdida de su equilibro psicofisiológico, 
aumento de la fatiga e incremento de la sensación de impotencia, definiendo 
entonces el denominado Síndrome del cuidador quemado. En la generación de 
este cuadro es la sobrecarga percibida, la que tiene una repercusión mayor 
sobre la vida del paciente que está siendo cuidado. (19) 
 
 
RECONOCIMIENTO TEMPRANO Y DIAGNÓSTICO 
 
La carga de los cuidadores de enfermos se sabe que está relacionada con su 
nivel de ansiedad, preparación, calidad de vida, capacidad funcional del 
enfermo, nivel de ansiedad del mismo o la necesidad de ayuda domiciliaria 
especializada, pero no se ha descrito relación alguna entre la carga que 
soporta el cuidador y el desarrollo de actitudes violentas hacia el personal 
sanitario (20). 
 
10 
 
 
Consideramos, por lo tanto, que en una familia con miembro dependiente es 
indispensable identificar a las personas que fungen como cuidadores, ya que 
alguno de ellos puede estar agotado o en riesgo importante de colapsarse. 
 
Cuando encontramos que el cuidador primario de la familia está en riesgo de 
colapsarse, por lo general su queja principal es que “nadie le ayuda” y no 
cuenta con el apoyo de los otros miembros de la familia. 
 
Esta situación es importante valorarla, ya que de ser cierta, se deberán 
proponer otras alternativas para aliviar la carga del cuidador. La primera acción 
será evaluar los recursos con que la propia familia cuenta. Con el sólo hecho 
de informar directamente a todos los miembros acerca de la enfermedad, suele 
notarse un notable cambio de actitud. Sin embargo, pueden suscitarse diversas 
situaciones defensivas como las siguientes: 
 
El cuidador familiar, de manera inconsciente, no permite que otros lo ayuden, 
pues es el “único” que sabe hacer bien las cosas. Lo anterior puede deberse a 
varias circunstancias a la vez, como la existencia de conflictos familiares 
previos no resueltos que conllevan a sentimientos de culpa, resentimientos y 
rencores. La lucha por el control, o el poder, puede llevar a un tipo de 
personalidad con tendencia a la victimatización y a culpar a los demás. Por otro 
lado, puede existir una tendencia a la negación o evasión ante la presencia de 
conflictos, lo que favorece que algunos miembros de la familia se “desatiendan” 
del problema. 
 
Cuando las situaciones antes descritas son crónicas o se vuelven más rígidas, 
estamos ante una familia disfuncional, la cual requiere de un manejo familiar 
profesional específico. Sin embargo en muchos casos, la realidad es que la 
carga del cuidado del enfermo recae sobre una sola persona y que ésta 
muchas veces, no cuenta con ningún otro apoyo. (21) 
 
Muchos cuestionarios se han desarrollado para cuantificar la sobrecarga del 
cuidador. A través de preguntas, se exploran las siguientes áreas: salud 
 
11 
 
mental, apoyo social-familiar, recursos, manejo de problemas de conducta del 
paciente y capacidad para hacerle frente y manejo a problemas. 
 
El cuestionario utilizado para identificación de sobrecarga del cuidador 
(interrogatorio para identificación y estudio longitudinal de agotamiento del 
cuidador) del Dr. Steven H. Zarit, efectuado por primera vez en 1980 es el que 
se emplea más. (8) El instrumento original consistía en un cuestionario de 29 
elementos diseñado para evaluar la carga subjetiva asociada al cuidado, 
teniendo en cuenta: salud física y psicológica, área económica y laboral, 
relaciones sociales y relación con la persona mayor receptora de los cuidados. 
Las repuestas a los elementos se sumaban para obtener un índice único de 
carga, fue revisado en 1987 y evolucionó de 29 reactivos a los 22 que 
actualmente se utilizan. (8) Las puntuaciones de carga se correlacionan 
significativamente con síntomas psicopatológicos en el cuidador, con el estado 
de ánimo y la salud física de éste, así como la calidad de la relación entre el 
cuidador y el paciente. En dicha escala se observa la presencia de tres 
factores: impacto del cuidado (factor 1), interpersonal (factor 2), y expectativas 
de autoeficacia (factor 3). 
 
El factor 1, impacto del cuidado, hace referencia a aquellas cuestiones 
relacionadas con los efectos que la prestación de cuidados a un familiar mayor 
tiene para el cuidador: falta de tiempo libre, falta de intimidad, deterioro de la 
vida social, sensación de pérdida de control sobre su vida, deterioro de salud, 
etc. El factor 2, interpersonal está representado por aquellos elementos 
referidos a la relación que el cuidador mantiene con la persona mayor cuidada, 
deseo de delegar el cuidado en otros, sentimientos de vergüenza, enfado o 
tensión hacia su familiar o sentimientos de indecisión acerca del cuidado. El 
factor 3, expectativas de autoeficacia, refleja creencias del cuidador sobre su 
capacidad para cuidar a su familiar, el deber de hacerlo, la falta de recursos 
económicos para poder cuidar a su familiar adecuadamente o la expectativa de 
no poder seguir prestando los cuidados por mucho más tiempo. (21) 
 
 
12 
 
El entrevistado debe señalar la frecuencia con la que se siente identificado. 
Cada respuesta se clasifica como nunca = 0, rara vez =1, algunas veces: 02, 
mucha = 03 extremada: 04. 
 
Se deben de sumar todos los puntos para el resultado. No existen normas o 
puntos de corte establecidos. Se considera sin sobrecarga un puntaje 22-46 
puntos, sobrecarga leve entre 47 y 55 puntos y sobrecarga intensa 56-110 
puntos. (22) 
 
Sin embargo se ha encontrado en literatura escalas reducidas que valoran la 
sobrecarga del cuidador, como es la “escala de sobrecarga de familiares de 
pacientes psiquiátricos realizada en Brasil la cual sólo valora a los familiares de 
los pacientes adultos mayores que sufrían demencia y sólo evaluaban el 
aspecto subjetivo de sobrecarga y provee sólo un resultado global de 
sobrecarga (23), la escala reducida de sobrecarga de Japón que consta de 11 
Items, es específica de la población japonesa y no se ha utilizado en México. 
(24) 
 
En España, se realizó un estudio, teniendo como objetivo determinar la escala 
de Zarit reducida que diera mejores resultados para poder evaluar la 
sobrecarga del cuidador, las cuales fueron: l) Escala de Zarit versión de 
cuidados paliativos; 2) Escala de Zarit de Bédard reducida; 3) Escala de Zarit 
de Bédard Screening; 4) Escala de Zarit Japonesa reducida; teniendo como 
conclusión que la escala reducida que mejor se comporta en cuidadores 
principales de pacientes dependientes en atención primaria es la Escala de 
Zarit reducida de cuidados paliativos. Esta escala reducida nos permite 
identificar a todos los cuidadores con sobrecarga únicamente con 7 preguntas 
(25), sin embargo esta escala no ha sido utilizada en México, por lo que en el 
proyecto utilizaremos la escala tradicional de 22 Items. 
 
 
PROPUESTAS PROFILÁCTICAS Y TERAPEÚTICAS 
 
 
13 
 
El cuidador colapsado está en riesgo de desarrollar dependencia de las 
situaciones y actividades como cuidador, creando una simbiosis que pone al 
cuidador en un alto riesgo de desarrollar trastornos afectivos. (3). Para el 
manejo adecuado de esta compleja entidad, es necesariouna excelente 
relación entre el equipo médico y la familia, y enfatizar la necesidad de educar 
a los cuidadores en mecanismos saludables, flexibles y dinámicos que 
favorezcan la relación paciente-cuidador-familia. (3) 
 
Una vez que se identifica un cuidador con altos niveles de agotamiento o con 
datos francos de ansiedad o depresión, debe de considerarse la aplicación de 
asesoría individual y familiar. Se recomienda que el cuidador primario reciba 
terapia individual hasta lograr una mejoría en su calidad de vida, posterior a 
esto se podrá recomendar que ingrese a grupos de apoyo especializados para 
cuidadores. 
 
Si el cuidador no está teniendo de manera frecuente ayuda para poder brindar 
una completa atención al adulto mayor, el médico puede orientarlo en la 
búsqueda de más recursos formales o informales. Esto no es fácil para el 
cuidador, ya que le es difícil delegar parte del trabajo, creando así una fuerte 
dependencia de éste hacia el anciano. (3) 
 
QUE HACER CON LOS PROPIOS SENTIMIENTOS 
 
El cuidador la mayoría de las veces se siente atrapado, confuso, en sus propias 
emociones y no le son de gran ayuda los consejos que le den sus familiares, 
por lo que debe de buscar ayuda profesional. Ya que si se comprenden las 
propias emociones se va a contribuir a dominar satisfactoriamente los 
problemas binomio paciente cuidador. Existen algunas reacciones emocionales 
del cuidador, como consecuencia de convivir, atender, y querer a su familiar 
enfermo, que pueden llegar a afectarlo. Algunas de las emociones que 
experimentan los cuidadores pueden ser: 
 
Tristeza 
 
 
14 
 
A pesar de lo doloroso de la situación, el cuidador no debe de abandonarse a la 
tristeza. La melancolía le empañará la vida y no le permitirá disfrutar de otros 
momentos felices. La tristeza es lógica, pero no puede vivirse como un 
sentimiento único o prioritario. 
 
 
15 
 
Preocupación 
 
Frecuentemente le preocupa el futuro. El cuidador debe procurar serenarse. Es 
inevitable que se encuentre preocupado, pero hay que vivir el presente, sin 
dejarse abrumar por un futuro incierto. 
 
Soledad 
 
Es vital no sentirse solo. Debe de buscar amigos y compañía, vecinos, centros 
recreativos, asociaciones, practicar ejercicio, con el fin de evitar el aislamiento. 
 
Irritabilidad 
 
Porque está cansado de hacerse cargo del enfermo, porque nadie le ayuda, o 
así lo siente, porqué esta sacrificando sus aficiones. Por lo que debe de 
organizar su tiempo, descansar y dormir lo suficiente. 
 
Culpabilidad 
 
Culpabilidad por sus propios errores o inadecuaciones en la tarea de cuidador. 
Debe asumirlos como inevitables y tratar de mejorar, dentro de lo que cada uno 
puede dar. Procurar estar bien informado sobre la enfermedad y evolución de 
su familiar, para comprenderla y cuidar mejor a su familiar, previniendo su 
institucionalización. (2) 
 
El cuidado de los enfermos no se debe considerar un problema, sino una 
responsabilidad a planificar por todos los miembros de la familia con la finalidad 
de ocuparse de las necesidades del enfermo de manera responsable, por lo 
que se deben de adoptar medidas que contribuyan a una distribución de la 
responsabilidad de los cuidados y un reparto más equitativo de dicha 
responsabilidad. (2) 
 
Se debe promover la valoración y el seguimiento de los cuidadores, el soporte 
educativo, técnico y emocional. Los programas de formación, las estrategias de 
 
16 
 
planificación de cuidados con ayuda de redes de apoyo formales e informales, 
con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los cuidadores y 
garantizar continuidad en su función. Es importante mencionar que cuando se 
tiene una buena relación entre el cuidador y el paciente previo a la enfermedad 
del mismo, será menor el riesgo de presentar sobrecarga (26). 
 
17 
 
ANTECEDENTES CIENTÍFICOS 
Montorio y col., realizaron en España en el año de 1998 un estudio con el objetivo 
de identificar las dimensiones subyacentes al concepto de carga del cuidador. La 
muestra estaba compuesta por 62 cuidadores de personas mayores dependientes 
y 45 personas receptoras de estos cuidados. Evaluaron, además de la carga del 
cuidador, diversos aspectos referentes a condiciones estresantes en el cuidado 
(tiempo de cuidado y calidad de la relación cuidador-persona cuidada, capacidad 
funcional, estado mental y problemas de conducta de la persona que recibe los 
cuidados) así como efectos del cuidado sobre el cuidador (salud percibida, 
utilización de los servicios de salud y bienestar subjetivo). Sus resultados 
mostraron elevada frecuencia de situaciones tales como: Insuficiente tiempo 
propio 30%; agobio por intentar compatibilizar responsabilidades 28%; miedo por 
el futuro de su familiar 20%; pensar que el familiar depende de él o ella 55.9%; 
falta de intimidad 21.7%; afectación en la vida social 25%; o pensar que le 
considera la única persona que le puede cuidar 56%; mientras que, por el 
contrario, situaciones tales como sentirse avergonzado por su familia 1.7%; 
sentirse enfadado cerca de él o ella 3.3%; sentir afectada la vida familiar 3.4%; 
problemas económicos 1.7%; desear dejar a otra persona el cuidado 1.7%; 
sentirse indeciso sobre que hacer con el familiar 1.7% o pensar en que debería 
hacer más.(8) 
En el año 2003 González y col., realizaron un estudio en derechohabientes de una 
unidad de primer nivel en la Ciudad de México con el objetivo de identificar el perfil 
del cuidador en los aspectos físico, emocional, económico y social. Se aplicó un 
instrumento de 58 variables a 68 cuidadores primarios. Como resultado 
encontraron que el perfil demográfico del cuidador es el siguiente: mujer (84%); 
edad: mínima 20 años, máxima 84 años y promedio de 55 años; casada 63%; 
ama de casa 37%; con preparatoria 50%; hija 24%; madre 13%; hermana o 
esposa del enfermo dependiente 1%; quien padece vejez, discapacidad y/o 
enfermedad crónico degenerativa 76%. (6). En este mismo año, Ramírez y col., 
realizaron un estudio a 50 cuidadores para determinar la incidencia del colapso 
18 
 
del cuidador en el servicio de Geriatría del Hospital General de México, en 
pacientes hospitalizados en el servicio de Geriatría del Hospital General de México 
y sus cuidadores, aplicaron la escala del cuidador de Zarit y una de maltrato al 
cuidador. Encontrando una incidencia del 6% de sobrecarga del cuidador, no hubo 
casos de colapso del cuidador, el perfil encontrando fue el siguiente: 68% eran 
hijos, de los cuales el 80% eran mujeres, no se encontraron menores de edad. La 
edad promedio fue de 60 años; 68% casados; 84% católicos; vivienda propia 40%; 
50% era económicamente independientes con ingreso mensual menor del salario 
mínimo el 34%; 50% tenían más de un año de cuidar al paciente y el 52% 
dedicaba más de 40 horas a la semana al cuidado. El 38% refirió problemas de 
sueño. El 16% tenían patología agregada; y el 6% presentó una enfermedad 
discapacitante. Se encontró además una incidencia de tabaquismo en el 14%. De 
35 cuidadores, se detectaron 3 cuidadores con sobrecarga lo que corresponde al 
6% y no se detectó colapso del cuidador. (10). Para el 2004 Hernández y col., 
realizan un estudio con la finalidad de conocer las características y las 
enfermedades del cuidador y las de los adultos mayores que acuden a la Unidad 
de Atención Diurna (Hospital de día), del Hospital General de México. La 
información se obtuvo de 164 expedientes clínicos, de los cuales sólo 50 
cumplieron con los criterios de inclusión, los cuidadores fueron personas de edad 
media entre 51 y 60 años; 60% sin pareja; 86% mujeres; 56% desocupados, 48% 
dedicados al hogar, 66% con escolaridad primaria o menos, 72% hijas; 
predominaron las enfermedades psiquiátricas (depresión 96% y ansiedad 76%). 
Las enfermedades más comunes de los pacientes fueron: depresión 84%; 
osteoartrosis 68%; e hipertensiónarterial sistémica 58%. (4). En el 2006, Dueñas y 
col., realizan un estudio con el propósito de describir la prevalencia del síndrome 
del cuidador y las características psicosociales de los cuidadores de adultos 
mayores discapacitados. Se diseñó un estudio piloto de casos y controles, donde 
hubiese familias que tuvieran enfermos de ambos sexos discapacitados, atendidos 
por un miembro de la familia sin ninguna remuneración, y otro miembro de la 
familia pero sin asumir directamente el cuidado del enfermo. Se utilizó: Apgar 
familiar, escala de Goldberg y escala de Zarit. Se estudiaron 102 familias en su 
19 
 
mayoría de nivel socioeconómico bajo (75.3) con una duración de la 
discapacidad media de 4 años (rango 1-60). Se observó una mayor proporción de 
depresión (81.3% vs. 53.9, p<0.01); una mayor proporción de ansiedad (85.2% vs. 
45%, p<0.001); y una mayor proporción de disfunción familiar severa (26.5% vs. 
10.8%) (p=0.004) en los cuidadores en relación con los no cuidadores. De los 
cuidadores principales 47% presentaron el síndrome del cuidador que se asocia 
con ansiedad (96%, p=0.01) y con depresión (100%, p<0.0001); 85.3 de los 
cuidadores habían presentado enfermedades previas; en comparación con 63.7 
de los no cuidadores (p=0.00004). (9) 
 En el 2007, Ocampo y col., realizan un estudio con el fin de determinar la 
frecuencia y los factores que se asocian con la sobrecarga para el cuidado de 
ancianos dependientes en Colombia. Se evaluaron 35 pacientes adultos mayores 
(>60 años) residentes en la comunidad de Buenaventura. Consideraron variables 
socio-demográficas y biomédicas en el anciano y en el cuidador. Se aplicó la 
prueba minimental de Folstein, la escala de depresión geriátrica de Yesavage, en 
la valoración social se aplicó la escala de Apgar familiar, y para determinar la 
carga del cuidador la escala de Zarit. De 35 pacientes estudiados Se observó 
mayor proporción de mujeres tanto en calidad de pacientes como de cuidadoras, 
con relación a la carga en el cuidado en el 54.2 % no había sobrecarga; 40% 
presentaban sobrecarga leve y el resto presentaba una sobrecarga intensa. Se 
observó asociación significativa entre el grado de dependencia en las actividades 
básicas cotidianas en el aspecto físico con la presencia de sobrecarga para el 
cuidado. (1) 
 
 
 
20 
 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
El aumento en la esperanza de vida ha registrado algunos cambios demográficos, 
lo que trae consigo que existan más adultos mayores, y por ende las 
enfermedades crónicas degenerativas son las principales causas de morbilidad y 
mortalidad. El impacto de este nuevo patrón epidemiológico, es la frecuencia cada 
vez mayor de personas que sufren algún grado de dependencia o invalidez, lo que 
trae repercusiones tanto en la familia como en la sociedad. Dichas repercusiones 
pueden ser a diferentes niveles: la carga económica que implica, la necesidad de 
mayor número de servicios médicos hospitalarios y la afectación directa a la 
familia por las demandas de atención y cuidados que tiene el paciente 
dependiente. Es así como surge el llamado cuidador informal, el cual por lo regular 
es un miembro de la familia que se encarga de asistir en sus actividades de la vida 
diaria, a la persona enferma en este caso del adulto mayor con enfermedades 
crónico degenerativas. Es importante señalar que el médico familiar se ocupa del 
enfermo crónico degenerativo y se olvida que existe el cuidador informal, el cual 
no tiene un conocimiento del proceso de envejecimiento originándole un impacto 
a diferentes niveles como son: físico, emocional, social, económico, lo que le 
puede originar el síndrome de colapso del cuidador. Es importante señalar que en 
ocasiones este tipo de experiencias se tienen en la familia y que a pesar de que 
uno como personal de salud tiene el conocimiento médico, al enfrentarse a este 
tipo de situaciones no sabe como manejarlas, lo que hace que uno se sienta 
impotente y con falta de conocimiento para enfrentar la enfermedad de un familiar 
cercano, es así como surge la inquietud de conocer con que frecuencia se 
presenta la sobrecarga de cuidado de pacientes ancianos en el cuidador informal, 
así como el perfil sociodemográfico del mismo, para así poderlos orientar y tomar 
en cuenta su salud pues según Ocampo, mientras el cuidador tenga salud, va a 
ser más fácil llevar a cabo su papel como cuidador, consideramos que es un 
estudio que se puede llevar a cabo en la UMF 94, pues la población de adultos 
mayores es elevada, además de que no se requiere de recursos materiales con 
21 
 
alto costo y no se contrapone a las políticas institucionales por lo que nos 
planteamos la siguiente: 
 
PREGUNTA DE INVESTIGACION. 
 
¿Cuál es el perfil sociodemográfico del cuidador de pacientes adultos mayores 
portadores de enfermedad crónico-degenerativa que acuden a la unidad de 
medicina familiar No. 94 del IMSS y con qué frecuencia presentan sobrecarga del 
cuidado? 
 
OBJETIVOS: 
 
Generales 
Describir el perfil sociodemográfico del cuidador de pacientes adultos mayores con 
enfermedad crónico-degenerativa. 
 
Señalar la frecuencia con que se presenta la sobrecarga del cuidado en 
cuidadores de pacientes adultos mayores con enfermedad crónico-degenerativa, 
adscritos a la UMF 94 del IMSS. 
 
 
Específicos 
 
Determinar las características demográficas de los cuidadores de pacientes 
adultos mayores portadores de enfermedad crónico-degenerativa adscritos a la 
UMF 94 del IMSS. 
 
Determinar las características sociales de los cuidadores de pacientes adultos 
mayores con enfermedad crónico-degenerativa adscritos a la UMF 94 del IMSS. 
 
22 
 
Identificar la presencia y frecuencia de sobrecarga del cuidador (Aplicar la escala 
de Zarit) a los cuidadores de los pacientes adultos mayores portadores de 
enfermedad crónico-adscritos a la UMF 94 del IMSS. 
 
 
 
EXPECTATIVA EMPÍRICA 
 
Los cuidadores de los pacientes adultos mayores portadores de enfermedades 
crónico-degenerativas adscritos a la UMF 94 del IMSS son en su mayoría: 
mujeres adultas, hijas del paciente, amas de casa, con escolaridad de primaria 
o menos, casadas, con un ingreso mensual familiar menor a dos salarios 
mínimos, quienes presentan una frecuencia de sobrecarga del cuidado en un 
30%. 
 
 
IDENTIFICACIÓN DE LAS VARIABLES DE ESTUDIO 
 
1. Perfil sociodemográfico del cuidador 
2. Carga del cuidador 
Ver anexo 1 
 
DISEÑO DEL ESTUDIO 
 
Observacional, descriptivo, prolectivo, transversal. 
 
UNIVERSO DE TRABAJO 
 
Cuidadores de pacientes ancianos portadores de enfermedad crónico-
degenerativa 
 
POBLACIÓN DE ESTUDIO 
 
Cuidadores de pacientes adultos mayores con enfermedad crónico- 
degenerativa, adscritos a la UMF 94 del IMSS. 
 
24 
 
 
MUESTRA 
 
Cuidadores de pacientes adultos mayores con enfermedad crónico- 
degenerativa, adscritos a la UMF 94 del IMSS que acudan a la consulta de 
medicina familiar durante el periodo de marzo a junio del 2008. 
 
 
DETERMINACIÓN ESTADÍSTICA DEL TAMAÑO DE MUESTRA 
 
Con ayuda del programa para computadora EPI info versión 6 utilizando la 
fórmula para el cálculo de una muestra para encuesta poblacional con una 
población total de 29, 193 adultos mayores adscritos a la unidad de los cuales 
el 47% requiere de un cuidador. Y considerando la prevalencia de la 
sobrecarga del cuidador en un 47% con un peor esperado del 24% obtuvimos 
un cálculo de muestra de 51 cuidadores; considerando las posibles pérdidas 
concluimos en un tamaño de muestra de 60 cuidadores. 
 
TIPO DE MUESTREO 
 
No Probabilístico por conveniencia 
 
 
CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LA MUESTRA 
 
Criterios de inclusión: 
 
1. Cuidadores de adultos mayores con enfermedad crónico-
degenerativa, que acudieron a consulta a la UMF 94 del IMSS de 
marzo a junio del 2008. 
2. Que dedicaban más de 8 horas diariasal cuidado del paciente. 
3. Que aceptaron participar en el estudio. 
 
Criterios de no inclusión: 
25 
 
1. Cuidadores portadores de sordera aparente o trastorno del habla. 
 
Criterios de exclusión: 
 No aplicaron. 
 
25 
 
PROCEDIMIENTO PARA INTEGRAR LA MUESTRA 
 
Una vez aprobado el proyecto de investigación por el comité local número 3515 
con sede en la UMF 94 del IMSS el investigador responsable informó directamente 
a los jefes de departamento clínico el inicio del trabajo de campo con la finalidad 
de obtener su anuencia para tener acceso a los registros de pacientes en los 
consultorios. 
 
Se identificaron a todos los pacientes adultos mayores portadores de 
enfermedades crónico- degenerativas entre los asistentes a la consulta externa de 
medicina familiar de la unidad, la patología presentada se corroboró en el 
expediente del paciente, seleccionando aquellos que tuvieron un cuidador, al cual 
se le solicitó su participación en el estudio, confirmando la misma mediante la 
firma de consentimiento informado. 
 
HOJA DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN 
 
Para la captura de la información se diseñó una hoja, en la que se registraron los 
siguientes datos: folio, edad, sexo, estado civil, religión, grado de escolaridad, 
ingreso mensual familiar, tiempo de cuidado, tipo de relación del cuidador con el 
dependiente de cuidados. 
Ver anexo 1 
 
26 
 
DESCRIPCIÓN DEL INSTRUMENTO 
 
El instrumento de medición, consistió en un cuestionario de 22 reactivos que a 
través de preguntas exploran las áreas de: salud mental, apoyo social-familiar, 
recursos, manejo de problemas de conducta del paciente y capacidad para 
hacerle frente y manejo a problemas. Dichos aspectos se engloban en tres 
factores: El factor 1, impacto del cuidado, hace referencia a aquellas 
cuestiones relacionadas con los efectos que la prestación de cuidados a un 
familiar mayor tiene para el cuidador: falta de tiempo libre, falta de intimidad, 
deterioro de la vida social, sensación de pérdida de control sobre su vida, 
deterioro de salud, etc. El factor 2, interpersonal está representado por aquellos 
elementos referidos a la relación que el cuidador mantiene con la persona 
mayor cuidada, deseo de delegar el cuidado en otros, sentimientos de 
vergüenza, enfado o tensión hacia su familiar o sentimientos de indecisión 
acerca del cuidado. El factor 3, expectativas de autoeficacia, refleja creencias 
del cuidador sobre su capacidad para cuidar a su familiar, el deber de hacerlo, 
la falta de recursos económicos para poder cuidar a su familiar adecuadamente 
o la expectativa de no poder seguir prestando los cuidados por mucho más 
tiempo. 
 
Los ítems que valoran estos factores son: 
 
FACTOR 1. IMPACTO DEL 
CUIDADO 
2. Insuficiente tiempo propio. 
12. Vida social afectada 
negativamente. 
22. Grado de carga experimentado 
globalmente. 
8. Considera al familiar como muy 
dependiente. 
3. Intentos de compatibilizar 
responsabilidades. 
10. Deterioro de la salud. 
11. Falta de intimidad. 
27 
 
13. Distanciamiento de las amistades. 
1. El familiar pide más ayuda de la 
necesaria. 
14. Es considerada como único 
cuidador posible. 
17. Pérdida de control sobre su vida. 
7. Miedo por el futuro de su familiar 
 
FACTOR 2. INTERPERSONAL 19. Se siente indeciso sobre su 
familiar. 
9. Se siente tenso cerca de su 
familiar. 
5. Se siente enfadado cerca de su 
familiar. 
4. se siente avergonzado por su 
familiar. 
18. Desea dejar el cuidado a otra 
persona. 
6. Vida familiar afectada 
negativamente 
FACTOR 3. EXPECTATIVAS DE 
AUTOEFICACIA 
21. Podría Cuidar mejor a su familiar. 
20. Debería hacer más por su familiar.
15. Problemas económicos para 
cuidar. 
16. Incapacidad para cuidar mucho 
más tiempo. 
 
El entrevistado señaló la frecuencia con la que se sintió identificado. Cada ítem 
se valoró así: 
Puntuación de cada ítem (sumar todos para el resultado):
Frecuencia Puntuación 
Nunca 0 
Casi nunca 1 
28 
 
A veces 2 
Bastantes veces 3 
Casi siempre 4 
 
Se sumaron todos los puntos para el resultado. No existen normas o puntos de 
corte establecidos. Se consideró sin sobrecarga un puntaje 22-46 puntos, 
sobrecarga leve entre 47 y 55 puntos y sobrecarga intensa 56-110 puntos. 
 
El instrumento fue de auto aplicación. 
 
29 
 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA INFORMACIÓN 
 
Para realizar el análisis estadístico de los datos sociodemográficos del cuidado, se 
utilizó la estadística descriptiva con el empleo del software SPSS, dado que en el 
estudio sólo se describió el comportamiento de las variables, es decir, no se 
pretendió establecer una relación entre variables, ni comparación entre grupos; 
por tanto sólo se emplearon las medidas de tendencia central y dispersión en las 
variables de tipo cuantitativo así como porcentajes en las de tipo cualitativo. 
 
 
CONSIDERACIONES ÉTICAS 
 
El presente trabajo se consideró una investigación sin riesgo, ya que empleó 
métodos y técnicas documentales, y no se realizó ninguna intervención o 
modificación intencionada de las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de 
los individuos que participaron en él. 
 
Se trató a los cuidadores con respeto a su autonomía, sus decisiones, 
protegiéndolos del daño, esforzándose en asegurar su bienestar. Se dio a conocer 
a los cuidadores cual era su participación en el estudio, en este caso, sólo tuvo 
que aportar los datos solicitados por el investigador, así como a la aplicación de la 
escala de Zarit, y se le explicó que en el momento en que él lo deseara se podía 
retirar del estudio o no contestar las preguntas que no considerara convenientes. 
Además los datos aportados por el participante fueron manejados en forma 
confidencial y codificados de forma tal que no se permitió la identificación de él o 
su paciente. Lo anterior basado en los reglamentos y artículos siguientes: 
 
I.- Reglamento del Instituto Mexicano del Seguro Social en materia de 
investigación. 
II.- De acuerdo a la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial en 
su 52ª Asamblea General en el 2000. Entre los principios que se aceptan de 
30 
 
manera general en nuestra tradición cultural, tres de ellos son particularmente 
relevantes para la ética de la experimentación con seres humanos: Los principios 
de respeto a las personas, de beneficencia y de justicia. Se tomaron en cuenta los 
siguientes puntos: el no 20 y 22 que establecen participación libre e informada. 
III.- Basado en el reglamento federal y la ley general de salud en Materia de 
Investigación: 
ARTÍCULO 3º. La investigación para la salud comprende el desarrollo de acciones 
que contribuyan: 
I. Al conocimiento de los procesos biológicos y psicológicos en los seres humanos. 
ARTÍCULO 13. En toda investigación en la que el ser humano sea sujeto de 
estudio, deberá prevalecer el criterio del respeto a su dignidad y la protección de 
sus derechos y bienestar. 
ARTÍCULO 14. Se aplican los principios científicos y éticos para el beneficio de 
los participantes, ya que cuenta con la aprobación del Comité Local de 
Investigación y subcomité de ética de la Unidad. 
ARTÍCULO 16. En las investigaciones en seres humanos se protegerá la 
privacidad del individuo sujeto de investigación, identificándolo sólo cuando los 
resultados lo requieran y éste lo autorice. 
ARTÍCULO 17. Se considera como riesgo de la investigación a la probabilidad de 
que el sujeto de investigación sufra algún daño como consecuencia inmediata o 
tardía del estudio. Para efectos de este Reglamento, las investigaciones se 
clasifican en las siguientes categorías: 
I.- Investigación sin riesgo: son estudios que emplean técnicas y métodos de 
investigación documental retrospectivos y aquellos en los que no se realiza 
ninguna intervención o modificación intencionada de las variables fisiológicas, 
psicológicas y sociales de los individuosque participan en el estudio, entre los que 
se consideran cuestionarios, entrevistas, revisión de expedientes clínicos y otros. 
31 
 
ARTÍCULO 18. El investigador principal suspenderá la investigación de inmediato, 
al advertir algún riesgo o daño a la salud del sujeto en quien se realice la 
investigación. Asimismo, será suspendida de inmediato cuando el sujeto de 
investigación así lo manifieste. 
 
32 
 
RESULTADOS 
 
Durante los meses de mayo y junio del 2008 se realizó trabajo de campo, 
localizando un total de 60 cuidadores de pacientes que acudieron a la consulta 
externa de la unidad en ese periodo. Todos los cuidadores detectados 
aceptaron participar en el estudio firmando el consentimiento bajo información. 
 
Las características sociodemográficas de los cuidadores se observan en el 
cuadro 1, en él destacan los siguientes datos: 
La media de edad fue de 55.63 años (s=15.2), con un mínimo de 26 años y 
máximo de 87. Predominó el sexo femenino. En su mayoría casados. 
Concerniente a la escolaridad, la mayor frecuencia correspondió a la primaria 
incompleta y la menor a licenciatura con un solo caso. En cuanto a la religión, 
el mayor porcentaje dijo ser católico. Respecto a la ocupación, la más 
frecuente, fue amas de casa. Correspondiente al ingreso mensual la mayoría 
refirió percibir de uno a dos salarios mínimos. En cuanto a la relación con el 
paciente, las más frecuentes, fueron el de hijas y esposas. Finalmente para el 
tiempo de cuidado medido en años, se obtuvo una media de 5.20, (s=5.06), 
con un mínimo de 1 y un máximo de 25 años. 
La figura uno muestra la frecuencia de sobrecarga observada en los cuidadores 
participantes en el estudio en los cuales predominó la no sobrecarga en (52 
cuidadores). Llama la atención que en los participantes portadores de 
sobrecarga predominó la sobrecarga intensa (5 cuidadores), y sobrecarga leve 
(3 cuidadores). 
En el análisis de las características de los participantes con sobrecarga 
observamos que: En lo que respecta a la edad, hubo un predominio en la edad 
de 71-75 años con un 25% (2 casos), con una p=.807. Con relación al sexo, la 
mayoría fueron mujeres con 87.5% (7 casos), con una p=0.43. En lo que 
corresponde al estado civil, predominó el estado de casados, con un 62.5% (5 
casos) con una p=0.234. Concerniente a la escolaridad, la puntuación más alta 
correspondió a la no escolaridad con un 37.5% (3 casos), con una p=0.121. En 
cuanto a la religión, todos dijeron ser católicos con un 100% (8 casos), con una 
33 
 
p=0.998. Respecto a la ocupación, la más frecuente, fue amas de casa, 62.5% 
(5 casos), con una p=0.059. Correspondiente al ingreso mensual todos dijeron 
recibir de uno a dos salarios mínimos con un 100% (8 casos), con una p=315. 
En cuanto a la relación con el paciente, las más frecuentes, fueron el de hijas 
62.5% (5 casos), con una p=0.854. Finalmente para el tiempo de cuidado 
medido en años, el promedio fue de 6 años con un 37.5% (3 casos), con una 
p=0.002. El análisis estadístico se realizó comparándolos con los participantes 
sin sobrecarga. (Cuadro 2) 
 
34 
 
ANÁLISIS DE RESULTADOS 
 
El perfil sociodemográfico de los cuidadores corresponde a una edad promedio de 
55 años, con un mínimo de 26 y un máximo de 87años, mujeres, casadas, con 
escolaridad primaria incompleta, católicas, amas de casa, hijas con un tiempo 
promedio de cuidado medido en años de 6 años. Un perfil similar fue el 
encontrado por Hernández (2004) quien encontró que en su mayoría los 
cuidadores tienen edades que van de los 16 hasta los 60 años encontrándose el 
mayor porcentaje entre 51 y 60 años; regularmente pertenecientes al género 
femenino; el estado civil más frecuente fue casado; en su mayoría hijas; 
desempleados; y en cuanto a ocupación amas de casa. (4). Estas similitudes 
quizá sean debidas a que ambos estudios se realizaron en población mexicana 
que habita en el Distrito Federal. 
 
Una de las principales razones para que los cuidadores en su mayoría sean 
mujeres es que, debido a la educación recibida y los mensajes que transmite la 
sociedad, se favorece la concepción de que la mujer está mejor preparada que el 
hombre para el cuidado, ya que tiene más capacidad de abnegación, de 
sufrimiento y es más voluntariosa. (27). El trabajo de cuidar y atender a las 
personas con dificultades para realizar por sí mismas las actividades de la vida 
diaria entra en la esfera del trabajo reproductivo y pertenece a la mujer, la vejez es 
femenina y el cuidado es femenino, es por tanto, un fenómeno social de género. 
(28) 
 
La edad que con mayor frecuencia se presentó en los cuidadores fue de 51 y 60 
años, es de esperarse puesto que si hablamos que las personas a las que se 
cuidan son adultos mayores, y los cuidadores son sus hijas, entonces las edades 
van en relación a las edades de los adultos mayores. (7) La mayoría de los 
cuidadores son personas casadas, característica que refleja que aparte de 
desempeñarse como madres y esposas también hay que desempeñar el papel de 
35 
 
cuidadoras lo que lleva a menor tiempo de atención para el mismo cuidador y su 
familia. 
 
En promedio, la no escolaridad predominó en los cuidadores, seguido de primaria 
incompleta. Este aspecto es relevante puesto que el cuidador con menor 
educación casi siempre lleva a seguimientos erróneos al paciente. El cuidador con 
mayor grado de escolaridad enfrenta mejor las enfermedades, tiene mayor 
facilidad de acceso a la información y hace que se reduzca la angustia en el 
momento de resolver algún problema. 
 
La frecuencia de sobrecarga varía de un estudio a otro, en nuestro estudio 
encontramos que sólo 8 de los 60 cuidadores presentaron algún tipo de 
sobrecarga, Ramírez y col., en un estudio realizado en este mismo país obtuvieron 
una frecuencia aún menor, registrando sólo tres casos de sobrecarga en un total 
de 50 cuidadores, al igual que en nuestro estudio estos autores no observaron 
colapso del cuidador, esto se explica por que el sentimiento que mejor define la 
experiencia de cuidar, es el de la ambivalencia emocional, calificamos así los 
dilemas de conciencia que experimentan las mujeres al asumir el cuidado. No 
todas desean cuidar, ni están preparadas para ello, pero, ninguna se niega, ni 
puede hacerlo, se asume con gran coste personal el “debe ser” normativo y se 
realiza con cariño y afecto. Debido a esto las mujeres no perciben el cuidar como 
sobrecarga, sino como algo que debe de ser de acuerdo al género. (28) Con 
respecto al parentesco, los hijos asumen los cuidados de sus padres, convivan o 
no con ellos, atendiendo a su responsabilidad como descendientes, matizada por 
el amor filial propio de nuestras familias mexicanas y por los valores que de ella 
emanan. Además se trata de familias que en su mayoría son tradicionales en 
donde sólo trabaja el hombre y la mujer se encarga de las labores del hogar esto 
explica que las cuidadoras sean en su mayoría amas de casa. 
 
Así mismo de estos 8 cuidadores que presentaron sobrecarga, hubo un 
predominio de mujeres, esto se justifica en los hallazgos encontrados en nuestro 
36 
 
estudio en la que en su mayoría los cuidadores fueron mujeres, con edad de 71-75 
años, casados, sin escolaridad, católicos, amas de casa, ingreso mensual de 1-2 
salarios mínimos, hijas, con un promedio de 6 años de cuidado. De las 
características observadas, el tiempo de cuidado fue estadísticamente 
significativo, en contraste con el estudio realizado por García CM y cols., en donde 
las características de las cuidadoras y el contexto en que se desarrollan los 
cuidados son los que influyen en el nivel de sobrecarga. (29). (Figura de la 2 a la 
8) 
 
37 
 
 
CONCLUSIONES 
 El perfil sociodemográfico de los cuidadores corresponde a mujeres, 
con edad promedio de 55 años, casadas, con escolaridad primaria 
incompleta, católicas, amas de casa, hijas con un tiempopromedio 
de cuidado medido en años de 6 años. 
 El perfil del cuidador con sobrecarga fue mujeres, con edad 
promedio de 72 años, casadas, sin escolaridad, católicas, amas de 
casa, hijas, con ingreso mensual de 1-2 salarios mínimos, con un 
promedio de años de cuidado de 6. 
 La frecuencia del colapso del cuidador fue nula en este estudio. 
 Se detectó sobrecarga del cuidador en un porcentaje de 13%. 
 El tiempo de cuidado mostró ser un factor que influye en la presencia 
de sobrecarga del cuidador. 
 Se requiere un mayor número de casos para verificar la frecuencia 
de colapso del cuidador. 
 
SUGERENCIAS 
 
Es importante que para futuros estudios se tomen en cuenta también 
características sociodemográficas del paciente cuidado, además que tipo de 
patologías presenta, así como que tanta dependencia se tiene en las actividades 
cotidianas, para con esto ver si existe una relación entre el tipo de patología, y el 
grado de dependencia influyen o no para que se presente la sobrecarga del 
cuidador, y también sería recomendable valorar el apoyo que el cuidador recibe 
por parte de su familia, y buscar estrategias para que se tenga una buena calidad 
de vida tanto del paciente al cuidado como del cuidador. 
 
 
 
38 
 
BIBLIOGRAFÍA: 
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servicio de Geriatría del Hospital General de México. Archivo geriátrico 2004; 5: 
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39 
 
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40 
 
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Caregiver Burden in Dementia Caregivers. J Geriatr Psychiatry Neurol. 2007; 
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27.- ¿Quiénes son los cuidadores de personas mayores dependientes. 
Disponible en URL: www.imsersomayores.csic.es/slud/cuidadores/pyr/quien 
cuida. 
 
28.-Dependencia y cuidado: implicaciones y repercusiones en la mujer 
cuidadora. Disponible en URL: 
www.inizares/centors/eues/html/archivos/temporales/Extra.Ais 
 
 
29.- García CM, Mateo RI, Eguiguren AP. El sistema informal de cuidado en 
clave de desigualdad. Gac Sanit 2004; 18 (1): 132-9. 
 
 
41 
 
 
 
42 
 
 
 
 
 
 
 
43
ANEXO 1 
 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR 94 
COORDINACIÓN DE EDUCACIÓN EN SALUD 
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA FAMILIAR 
 
 
HOJA DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN 
 
Folio: _____________ 
 
01. SEXO: 
 
 1. MUJER 
2. HOMBRE 
 02. EDAD(años): 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
03. ESTADO CIVIL: 
 
 1. SOLTERO 
2. CASADO 
3. VIUDO 
4. UNION LIBRE 
5. DIVORCIADO 
6. SEPARADOS 
7 OTROS 
 
 
 04. ESCOLARIDAD: 
 
1. NINGUNA 
2. PRIMARIA INCOMPLETA 
3. PRIMARIA COMPLETA 
4. SECUNDARIA INCOMPLETA 
 5. SECUNDARIA COMPLETA 
6. BACHILLERATO ó EQUIVALENTE 
7. LICENCIATURA 
8. POSTGRADO 
9. OTRO 
 
 
 
05. RELIGIÓN: 
 
1. CATÓLICO 
2. CRISTIANO 
3. TESTIGO DE JEHOVÁ 
4. NINGUNA 
5. OTRO 
 
 06. OCUPACIÓN: 
 
1. PROFESIONAL 
2. EMPLEADO 
3. EVENTUAL 
4. AMA DE CASA 
5. ESTUDIANTE 
6. DESEMPLEADO 
 
 
 
07. INGRESO MENSUAL 
FAMILIAR: 
 
 08. TIPO DE RELACIÓN CON EL PACIENTE: 
 
 
 
 
44 
 
1. 1-2 SALARIOS MÍNIMOS 
2. 3-4 SALARIOS MÍNIMOS 
3. 5-6 SALARIOS MÍNIMOS 
4. MÁS DE 6 SALARIOS 
MÍNIMOS 
 
 1. ESPOSA (O) 
2. HIJA (O) 
3. SOBRINA (O) 
4. HERMANOS (AS) 
5. AMIGOS 
6. OTRO 
 
 
 
 
 
09. TIEMPO DE CUIDADOS 
 
 
 
 
.10.- SOBRECARGA DE CUIDADO: 
Puntuación en escala de Zarit 
1. NO SOBRECARGA 
2. SOBRECARGA LEVE 
3. SOBRECARGA INTENSA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
45
ANEXO 2 
 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR 94 
COORDINACIÓN DE EDUCACIÓN EN SALUD 
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA FAMILIAR 
 
 
ESCALA DE ZARIT 
1.- ¿Piensa que su familiar le pide más ayuda de la que realmente 
necesita? 
0 1 2 3 4 
2.- ¿Piensa que debido al tiempo que dedica asu familiar no tiene 
suficiente tiempo para usted? 
0 1 2 3 4 
3.- ¿Se siente agobiado por intentar compatibilizar el cuidado de 
su familiar con otras responsabilidades (trabajo, familia)? 
0 1 2 3 4 
4.- ¿Siente vergüenza por la conducta de su familiar? 0 1 2 3 4 
5.- ¿Se siente enfadado cuando está cerca de su familiar? 0 1 2 3 4 
6.- ¿Piensa que el cuidar de su familiar afecta negativamente la 
relación que usted tiene con otros miembros de la familia? 
0 1 2 3 4 
7.- ¿Tiene miedo por el futuro de su familiar? 0 1 2 3 4 
8.- ¿Piensa que su familiar depende de usted? 0 1 2 3 4 
9.- ¿Se siente tenso cuando esta cerca de su familiar? 0 1 2 3 4 
10.- ¿Piensa que su salud ha empeorado debido a tener que 
cuidar de su familiar? 
0 1 2 3 4 
11.- ¿Piensa que no tiene tanta intimidad como le gustaría debido 
a tener que cuidar de su familiar? 
0 1 2 3 4 
12.- ¿Piensa que su vida social se ha visto afectada 
negativamente por tener que cuidar a su familiar? 
0 1 2 3 4 
13.- ¿Se siente incomodo por distanciarse de sus amistades 
debido a tener que cuidar a su familiar? 
0 1 2 3 4 
14.- ¿Piensa que su familiar le considera a usted la única persona 
que le cuidar? 
0 1 2 3 4 
15.- ¿Piensa que no tiene los suficientes ingresos económicos 0 1 2 3 4 
 
46 
 
para los gastos de tener que cuidar de su familiar, además de sus 
otros gastos? 
16.- ¿Piensa que no será capaz de cuidar a su familiar por mucho 
más tiempo? 
0 1 2 3 4 
17.- ¿Siente que ha perdido el control de su vida desde que 
comenzó la enfermedad de su familiar? 
0 1 2 3 4 
18.- ¿Desearía poder dejar el cuidado de su familiar a otra 
persona? 
0 1 2 3 4 
19.- ¿Se siente indeciso sobre quehacer con su familiar? 0 1 2 3 4 
20.- ¿Piensa que debería hacer más por su familiar? 0 1 2 3 4 
21.- ¿Piensa que podría cuidar mejor a su familiar? 0 1 2 3 4 
22.- ¿Globalmente qué grado de carga experimenta por el hecho 
de cuidar a su familiar? 
0 1 2 3 4 
 
 
Cada item se valora así: 
Puntuación de cada item (sumar todos para el resultado):
Frecuencia Puntuación 
Nunca 0 
Casi nunca 1 
A veces 2 
Bastantes veces 3 
Casi siempre 4 
Los diferentes grados de sobrecarga en función de la puntuación 
obtenida: ausencia de sobrecarga (<47), sobrecarga ligera (47-55) y 
sobrecarga intensa (>55) 
 
47 
 
 
ANEXO 4 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR 94 
COORDINACIÓN DE EDUCACIÓN EN SALUD 
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA FAMILIAR 
 
 
CUADRO DE VARIABLES 
 
Nombre de la 
variable 
Definición conceptual Definición 
operacional 
Indicadores de la 
variable 
Tipo de variable Escala de medición Categorías 
Perfil 
sociodemográfico 
del cuidador 
 
 
 
Características 
sociales y 
demográficas que 
identifican a una 
persona de otra 
Características 
referidas por el 
cuidador de 
acuerdo a los 
indicadores 
establecidos 
 
 
 
 
 
 
SEXO 
De acuerdo a las 
características 
fenotìpicas del 
sujeto 
 
EDAD 
Años de vida 
cumplidos referidos 
por el sujeto 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
 
 
 
Cuantitativa 
Discreta 
Nominal 
 
 
 
 
 
Nominal 
Dicotómica 
 
 
 
Razón 
De acuerdo al tipo 
de indicador 
 
 
 
 
1. Hombre 
2. Mujer 
 
 
 
De acuerdo a los 
años referidos por 
el sujeto 
 
48 
 
 . 
 
 
 
ESTADO CIVIL 
Estado legal 
referido por el 
participante 
 
 
 
ESCOLARIDAD 
Grado de estudios 
escolarizados 
referidos por el 
participante 
 
 
 
 
RELIGIÓN 
La referida por el 
participante en el 
momento del 
interrogatorio 
 
 
OCUPACIÓN 
Actividad referida 
por el participante 
de la cual obtiene 
su sustento. 
 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
 
Nominal 
Categórica 
 
 
 
 
Ordinal 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nominal 
Categórica 
 
 
 
 
 
Nominal 
Categórica 
 
1. Soltero 
2, casado 
3. Viudo 
4. Unión libre 
5. Otro 
 
1.-ninguna 
2.-primaria 
3.-secundaria 
4. Bachillerato ó 
equivalente 
5 .licenciatura 
6.-postgrado 
 
 
1.-católico 
2.-cristiano 
3.-testigo de 
Jehová 
4.-ninguna 
5.-otros 
 
 
1.-profesional 
2.-empleado 
3.-eventual 
4.-ama de 
Casa 
 
49 
 
INGRESO 
MENSUAL 
FAMILIAR. 
Sueldo mensual en 
base a número de 
salarios mínimos en 
el momento actual 
 
 
 
TIPO DE 
RELACION CON 
EL PACIENTE. 
Vínculo o lazo de 
unión referido por el 
participante con el 
sujeto receptor de 
sus cuidados. 
 
TIEMPO DE 
CUIDADO. 
Número de horas 
que el cuidador 
dedica al receptor 
de cuidados 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuantitativa 
discreta 
Ordinal 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nominal 
Categórica 
 
 
 
 
 
 
 
Razón. 
1.- Uno a dos sala-
rios mínimos 
2.- Tres a cuatro 
sala-rios mínimos 
3.- Cinco a seis 
salarios mínimos 
4.- Más de 6 
salarios mínimos 
 
 
1.-esposa (o) 
2.-hija (o) 
3.-Sobrina (o) 
4.-Hermanos (as) 
5.-Amigos 
6.-Cuidadora 
remunerada. 
 
 
De acuerdo a las 
horas referidas por 
el sujeto. 
SOBRECARGA 
DEL CUIDADOR 
Conjunto de 
problemas físicos, 
mentales y 
socioeconómicos 
como resultado de la 
función que 
desempeña al 
realizar el cuidado, 
la cual puede ser 
objetiva o subjetiva 
Nivel de carga 
subjetiva asociada 
al cuidado obtenida 
de la aplicación de 
la escala de Zarit 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. Impacto del 
Cualitativa 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuantitativa 
Ordinal 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Razón 
1.-No sobrecarga, 
(<47 puntos) 
 
 2.Sobrecarga 
Leve, (47-55 
puntos) 
 
3.-Sobrecarga 
intensa, (>55 
puntos) 
 
 
 
 
50 
 
cuidado 
 
2. Factor 
interpersonal 
 
3. Expectativas de 
auto-eficacia 
 
 
Cuantitativa 
 
 
Cuantitativa 
 
 
Razón 
 
 
Razón 
 
0 a 48 puntos 
 
 
0 a 24 puntos 
 
 
0 a 16 puntos 
 
 
51 
 
ANEXO 5 
 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR 94 
COORDINACIÓN DE EDUCACIÓN EN SALUD 
CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA FAMILIAR 
 
CONSENTIMIENTO INFORMADO: PARA PARTICIPACIÓN EN PROYECTOS DE 
INVESTIGACIÓN. 
Por medio de la presente acepto participar en el proyecto de investigación titulado: 
“PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DEL CUIDADOR DEL ADULTO MAYOR Y 
FRECUENCIA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR”, registrado ante el Comité 
Local de Investigación médica con el número 3515. El objetivo de este estudio es 
describir el perfil sociodemográfico del cuidador de pacientes ancianos con 
enfermedad crónico-degenerativa y señalar la frecuencia con que se presenta la 
sobrecarga de cuidado en cuidadores de pacientes adultos mayores, con 
enfermedad crónico-degenerativa, adscritos a la UMF 94 del IMSS. 
Se me ha explicado que mi participación será en responder unas preguntas para 
identificar los datos buscados. 
Declaro que se me ha informado ampliamente sobre los posibles riesgos e 
inconvenientes derivados de mi participación en el estudio que son los siguientes: 
Riesgos: ninguno. 
Inconvenientes: inversión de tiempo para responder el instrumento aplicado por el 
investigador. 
El investigador principal se ha comprometido a darme información sobre los datos 
relacionados con este estudio, así como responder a cualquier pregunta y aclarar 
cualquier duda que le plantee acerca de los procedimientos que se llevaron a 
cabo. 
 
52 
 
Entiendo que conservo el derecho de la confidencialidad de los datos y me 
comprometo a decir verdad sobre lo que se me pregunta sin que ello afecte la 
atención médica que recibe en el instituto la persona a mi cuidado. 
El investigador me ha dado seguridades que no se me identificará en las 
presentaciones o publicaciones que deriven de este estudio y que los datos 
relacionados con mi privacidad serán manejados en forma confidencial. 
 
_______________________ 
__________________________________ 
Nombre y firma del paciente Nombre, matricula y firma del 
investigador 
 
 
 
 __________________________ 
TESTIGO 
 
 
LUGAR Y FECHA: ______________________ 
 
 
53

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