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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO F AC U L T AD D E M E D I C I N A DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO PLACA VOLAR EN EL TRATAMIENTO DE FRACTURAS DE RADIO DISTAL EN PACIENTES JÓVENES: ESTUDIO COMPARATIVO TRABAJO DE INVESTIGACIÓN QUE PRESENTA: DR. SAMUEL SEBASTIAN CASTAÑON PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD: ORTOPEDIA ASESOR DE TESIS: DRA. GRACIELA FONTAINE GUEVARA NO. DE REGISTRO DE PROTOCOLO: 156.2010 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ___________________________________ DR. FÉLIX OCTAVIO MARTÍNEZ ALCALA COORDINADOR DE CCAPADESI __________________________________ DR. GUILEBALDO PATIÑO CARRANZA JEFE DE ENSEÑANZA _________________________________ DRA. MARTHA EUNICE RODRÍGUEZ ARELLANO JEFE DE INVESTIGACIÓN ___________________________________ DR. JORGE NEGRETE CORONA TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA ___________________________________ DRA, GRACIELA FONTAINE GUEVARA ASESOR DE TESIS AGRADECIMIENTOS A DIOS POR LA FAMILIA QUE ME HA DADO, POR PERMITIRME SER Y POR LA OPORTUNIDAD DE CONTINUAR UN CAMINO HACIA LA SUPERACIÓN A MIS PADRES Alicia y Joel por su apoyo incondicional y que a pesar de todo han permanecido al pendiente de mi vida. No tengo palabras para agradecer lo que me han dado. A MIS HERMANOS Joel, Patricia y Edna, con mucho afecto y agradeciendo su apoyo y ánimo. A MI NOVIA Paola, quién me ha alentado a seguir hacia una meta y comparte mis días. A MIS MAESTROS Por enseñarme y agradeciendo la paciencia de mi aprender: Dr. Negrete Corona, Dr. García Gómez, Dr. Jiménez Aquino, Dr. Delgado Cedillo, Dr. Alvarado Soriano, Dr. Miranda Almanza, Dra. Fontaine Guevara, Dr. Alcántar Heredia, Dra. Cruz Sánchez. En especial al Dr. Negrete, mi maestro y amigo, por darme la oportunidad de aprender de él el mundo de la medicina en Ortopedia. A MIS AMIGOS Y en este tiempo hermanos, mayores y menores: Everardo, Luis Miguel, Salomón, Becquer, Moisés, Francisco, Federico, Evelyn, Salvador, Javier, César, Ricardo, Paul, Jorge, Areli, José Antonio, Luis Alberto, Servando, Alejandro, Daniel y Erick. Con mayor o menor jerarquía siempre trate de darles algo de mí. Sin olvidar a mis amigos que impulsan desde afuera: Oswaldo y Abraham, pero que nunca se olvidaron de mí. ÍNDICE I. TITULO E INVESTIGADOR X II. COORDINACIÓN Y JEFATURA DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN XI III. TITULAR DEL CURSO Y ASESOR DE TESIS XII IV. AGRADECIMIENTOS XIII V. ÍNDICE XIV VI. RESUMEN XV VII. SUMMARY OR ABSTRACT XVI INTRODUCCIÓN XVII 1. MARCO TEÓRICO 1.1 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA 1.2 HIPÓTESIS 2. ANTECEDENTES 2.1 DEFINICIÓN 2.2 EPIDEMIOLOGÍA 2.3 DIAGNÓSTICO Y CLASIFICACIÓN 2.4 TRATAMIENTO 3. OBJETIVO GENERAL: 3.1 JUSTIFICACIÓN 4. MATERIAL Y METODOS. 4.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 4.2 DISEÑO 4.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN 4.4 GRUPO DE ESTUDIO Y TAMAÑO DE LA MUESTRA 4.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN 4.6 CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 4.7 CRITERIOS DE ELIMINACIÓN 4.8 CÉDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS. 4.9 DESCRIPCIÓN GENERAL DEL ESTUDIO 5. ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 5.1 PROGRAMA DE TRABAJO 5.2 ANÁLISIS DE DATOS 6. RECURSOS 6.1 RECURSOS HUMANOS 6.2 RECURSOS MATERIALES 7. FINANCIAMIENTO 8. ASPECTOS ÉTICOS 9. AUTORIZACIONES 10. RESULTADOS 11. CONCLUSIONES 12. BIBLIOGRAFIA RESUMEN La fractura del radio distal en sus diferentes grados se presenta como una de las patologías de mayor frecuencia en la práctica ortopédica. Las fracturas del radio distal son una afección que se caracteriza por la discapacidad potencial que puede existir en caso de un inadecuado o subóptimo tratamiento por lo que el ortopedista debe echar mano de una serie de recursos terapéuticos en busca de un mejor desenlace clínico del paciente lesionado con fractura del radio distal (1). La población joven, por debajo de los 50 años es la población económicamente más activa y la cual debe considerarse como objetivo en su tratamiento la rápida e indolora reincorporación a su actividad laboral (5). En una revisión prospectiva, longitudinal, descriptivo y observacional tipo serie de casos para evaluar los resultados clínicos de pacientes con diagnóstico de fractura de radio distal, con edades comprendidas entre 20 y 50 años de edad, se comparó la efectividad del tratamiento abierto con colocación de placa volar y la fijación externa con reducción cerrada, siendo encontrada una mayor frecuencia de fracturas clasificadas como tipo 8 de Fryckman, siendo el 28.99% de los casos. Este estudio se realizó mediante la aplicación de un formato de recolección de datos a los pacientes del Servicio de Ortopedia del HRLALM postoperados con dicho diagnóstico entre el primero de marzo de 2007 hasta el 1 de marzo de 2009, tomando datos del protocolo quirúrgico y con datos por encuesta directa del dolor por la Escala Visual Análoga del Dolor (EVA) y de la Escala de Funcionalidad de McDermid y cols, para el posterior análisis con el programa de análisis de datos en salud SPSS versión 15.0 y tabulación y graficación en Excel versión 2007. La población evaluada fue de 39 pacientes presentó una media de edad de 39.6 años, todos operados por cirujanos con al menos 10 años de experiencia. El 46.3% de la población era de sexo femenino y el 17.39% de la población presentaba alguna comorbilidad, siendo las más frecuentes Diabetes mellitus e hipertensión. 32 de los pacientes correspondieron al grupo de reducción abierta y fijación interna (grupo P) y 37 pacientes al grupo de reducción cerrada y fijación externa. Se evaluó de forma independiente el uso de fijación intrafocal en ambos grupos, la cual se utilizó en el 8.7% de los casos del grupo P en contraste con el 23.1% de los casos del grupo F. El principal hallazgo fue la evolución similar en ambos grupos, pues los arcos de movilidad fueron muy parecidos en grados de movimiento. Se encontró una diferencia estadísticamente significativa al comparar el tiempo anestésico entre los dos grupos, con un promedio de 71.5 minutos del grupo P por 50.7 del grupo F, con una p de 0.14. Las principales complicaciones fueron el desalojo de material en ambos grupos (1.45% cada una), sin embargo en el grupo F se encontraron 2 complicaciones más: infección y consolidación viciosa. La mejoría del dolor según McDermid presentó un promedio de 6.2 puntos para el grupo P y de 5.7 para el grupo F, y la de la escala funcional un promedio de 5.3 y 4.2 respectivamente, con u global de 11.6 y 9.9. La p global corresponde a .742 Se clasificaron como buenos resultados un 88% de los casos y malos un 12% con puntuación mayor a 20 de disfunción, traducido en aumento del dolor y disminución de la función. El tratamiento del grupo P se correlaciona con menor posibilidad de complicación con una disminución absoluta de riesgo de -0.05, con un NNDpara el grupo placa de 0.095, NND para fijador de 0.05 y NNT global de 20, en contraste con un NND de 25. Aún cundo la p global es de .716 no significativa, los mejores resultados con reducción abierta y fijación interna son sugestivos para preferenciar su uso en casos selectos. SUMMARY OR ABSTRACT The distal radius fracture in different degrees is presented as one of the most frequent diseases in orthopedic practice. Distal radius fractures are a condition characterized by the potential that can be disabled if an inadequate or suboptimal treatment is given so the orthopaedist must draw on a range of treatment resources in the search of a better outcome of the injured patient with distal radius fracture (1). The young population below 50 years is the most economically active population which should be considered as an objective in the treatment quick and painless return to their work activity (5). In a review of prospective, longitudinal, descriptive, observational case series type study to evaluate the clinical outcomes of patients with distal radial fracture, aged between 20 and 50 years of age, compared the effectiveness of open treatment with placement of volar plate and external fixation with closed reduction, it was found an increased frequency of fractures classified as Fryckman type 8, being 28.99% of the total cases. This study was conducted by implementing a data collection form for patients of Orthopedic Department of postoperative HRLALM with this diagnosis from first March 2007 until March 1, 2009, taking data of the surgical protocol and data by direct survey of the pain by Visual Analog Pain Scale (VAS) and McDermid et al Disability Scale, for the further analysis with the program of health data analysis SPSS version 15.0 and tabulation and charting in Excel 2007 version . The population studied was 39 patients had a mean age of 39.6 years, all operated by surgeons with at least 10 years of experience. 46.3% of the population were female and 17.39% of the population had some comorbidity, the most frequent were Diabetes mellitus and hypertension. 32 patients corresponded to the group of open reduction and internal fixation (group P) and 37 patients to the group of closed reduction and external fixation. Was evaluated independently using intrafocal fixation in both groups, which was used in 8.7% of the cases in group P as opposed to 23.1% of the cases in group F. The main finding was similar evolution in both groups, since the range of movement were very similar in degrees of movement. There was a statistically significant difference when comparing the anesthetic time between the two groups, averaging 71.5 minutes in the P group by 50.7 in F Group, with p value of 0.14. The main complications were the material removal from both groups (1.45% each), however in group F were two complications: infection and malunion. The improvement in pain as McDermid had a mean of 6.2 points for group P and 5.7 for the group F, and the functional scale an average of 5.3 and 4.2 respectively, with overall of 11.6 and 9.9. The global p value corresponds to .742 Good results were classified as 88% of cases and poor in 12% with a Disability Score above 20, resulting in increased pain and decreased function. Treatment P group is correlated with less chance of complications with an absolute reduction in risk of -0.05, with a NND value in the plate group of 0.095, NND for external fixator of 0.05 and overall NNT of 20, in contrast to an NND of 25 . Yet there is growing global p value of .716 wich is not significant, the best results with open reduction and internal fixation are suggestive for preference its use in select cases. INTRODUCCIÓN Las lesiones fracturarios del radio distal son una patología que se observa comúnmente en la consulta de ortopedia y traumatología, donde el paciente acude por la deformidad manifiesta, el dolor severo y por la incapacidad funcional asociada a estos(1). El estudio de la naturaleza de esta lesión fue atendido por distintos cirujanos en distinas épocas pero es en 1814 Abraham Colles quién de forma definitiva desmitifica y da un aire científico a dicho estudio (2), cuando describió un artículo sobre la no existencia de una llamada luxación carpiana y reconoce la existencia de una fractura como tal. Ya por 1830 Malgaigne realiza de forma concienzuda una incidencia de fracturas y confirma de forma fehaciente que la frecuencia de las fracturas es por mucho mayor a la luxación, reportando cero casos en su casuística. Además de la lesión de la porción extraarticular en sus diferentes grados de severidad, las lesiones articulares asociadas en pacientes con alto grado de exigencia funcional son variadas, se observa la presencia de lesiones de tejidos blandos tales como lesión del fibrocartílago triangular y de los distintos ligamentos estabilizadores y por tanto debemos de conocer a fondo esta patología pues de ello depende el tratamiento de los pacientes jóvenes en edad funcional y laboral que de no conocer en la práctica diaria la compleja e intrincada red de factores predictores de un mal resultado que pueden condicionar un inadecuado desenlace clínico (19) y producir dolor en el sustrato más importante de la medicina: el paciente(6). El tratamiento de la fractura del radio distal presenta múltiples opciones dependiendo estas de sus características, siendo muchas de ellas controvertidas como lo son el tratamiento apoyado en la visualización artroscópica o el uso de distintos tipos de injerto óseo y coadyuvantes de la consolidación, pasando de lo más clásico y usado, desde el simple molde de yeso hasta los modernos fijadores internos y las miniplacas de bajo contacto, todas estas siendo distintas herramientas que el cirujano ortopedista tiene para echar mano y proporcionar al paciente objeto de su tratamiento el mejor pronóstico posible (24). Un conocimiento más completo, entendido y analizado de las lesiones que se encuentran comúnmente en nuestra población atendida, permitirá prestar una mejor atención y un mejor manejo de los recursos. El presente estudio y revisión de la literatura pretende evaluar la efectividad global del tratamiento de las fracturas distales de radio en el centro hospitalario Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”, lo cual permite dilucidar el panorama actual del tratamiento de esta lesión así como contrastar 2 opciones de tratamiento y verificar cual de las opciones debe ser privilegiada, sin embargo se reconoce la importancia de los criterios de manejo de la literatura, los cuales se encuentran ya fuertemente establecidos. 1. MARCO TEORICO 1.1 DEFINICION DEL PROBLEMA ¿El tratamiento con placa volar es más afectivo comparado con fijador externo en pacientes jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluándose a un mínimo de 1 año? 1.2 HIPÓTESIS Se propone conocer que método de tratamiento es superior en nuestro medio para el tratamiento de las fracturas del radio distal en pacientes jóvenes (comprendidos entre 20 y 50 años), comparando el manejo con reducción abierta y placa volar vs. Reducción cerrada y fijación externa. Igualmente permitirá conocer la funcionalidad del paciente mediante la aplicación de un test validado. El resultado esperado es que la placa volar sea un tratamiento más eficaz dada la reducción anatómica de los fragmentos de la superficie articular por tanto el resultado funcional, tomando en cuenta rangos de movilidad y analgesia postoperatoria será superior en relación al obtenido mediante la reducción cerrada y fijación externa. 2. ANTECEDENTES 2.1 DEFINICIÓN Las fracturas del radio distal han sido analizadas en la bibliografía desde hace más de 200 años, sin embargo su descripción y estudio datan desde las épocas más antiguas, siendo un ejemplo las descripciones clásicas de Hipócrates, aunque también son mencionadasen los escritos de Galeno, Palladius, Celsus, entre otros. La mayoría está dispuesto a reconocer a Abraham Colles(1) como el individuo responsable de dirigir a la atención hacia la naturaleza fundamental de estas lesiones, sin embargo fue J.L. Petit quien a comienzos del siglo XVIII sugirió que las dislocaciones carpiana en algunos casos eran realmente fracturas del extremo distal del radio. Sin embargo sus escritos no pasan de sugerir la naturaleza fracturaria sin embargo a finales del mismo siglo XVIII fue Claude Poteau quien sin duda reconoció la lesión como fractura del extremo distal del radio con desplazamiento dorsal del fragmento distal. En un trabajo publicado póstumamente en 1783 Poteau señalo el error casi universal en el diagnóstico de estas fracturas como dislocaciones carpianas(2). Afirmó “estas fracturas son tomadas en la mayoría de los casos como contusiones o luxaciones incompletas, o como la separación entre el radio y el cúbito en su unión cerca de la muñeca”. Fig. 1. Fractura en consolidación viciosa y sus cambios una vez remodelado el tejido óseo Poteau en su momento atribuyó la solución de continuidad distal del radio a una contracción brusca y enérgica del músculo pronador cuadrado y describió un cuadro clínico que a su ver era conforme a las lesiones y también propuso diversos esquemas de tratamiento. Posteriormente no hubo mayor mención en la literatura científica de la época sobre este proceso patológico, pensándose que pudiera ser una especie de dislocación articular. Un autor, Desault hizo mención de la combinación de una fractura y una dislocación, pero no hizo distinción entre ambas entidades y tampoco realizo una propuesta en lo que a tratamiento se refiere. Es posterior a esto, en 1814, que el ahora célebre Abraham Colles realiza un estudio formal de esta lesión, y si bien nunca realizo una distinción por grupos en si muestra y bajo la perspectiva de la investigación actual su documentación podría ser cuestionable, si ofrece la suficiente solidez para llamar la atención de la comunidad médica por descubrir la verdadera naturaleza de esta lesión traumatológica. Fue tal el revuelo de sus afirmaciones que tuvo que mesurar su hallazgo y mitigar las opiniones al afirmar: “la lesión a la que deseo dirigir la atención, no ha sido, que yo sepa, descrita por ningún autor. Justamente la forma de la extremidad carpiana del radio preferiría nos inclinara a la posibilidad de que esta guarda relación con una fractura. La ausencia de crépito y otros síntomas comunes de fractura, junto con la crepitación, la cual instantáneamente aumenta, como en otras lesiones de la muñeca, genera la dificultad de cerciorarse de la naturaleza real de este caso verdaderamente considerable.” Y aclaró: “Mientras la ausencia de crépito y de otros síntomas usuales de fractura produjeron un diagnóstico considerablemente difícil; una remembranza de la firmeza superior y el espesor de esta parte del radio, unida a la movilidad de su articulación con el carpo y con el cúbito, me inclinaron más a la cuestión que planteaba la posibilidad de que una fractura tuviera lugar en esta parte del hueso” y aún más para concluir, a manera de presentación de esta lesión dijo: “No puedo concluir estas observaciones sin advertir que esas opiniones fueron esbozadas a partir de los casos que sólo me sucedieron a mí debo considerar ésta como una de las lesiones más comunes a las que están expuestas la muñeca o la extremidad carpiana del radio y la ulna. Durante los últimos tres años, no he encontrado un solo caso de la dislocación de Desault”, del extremo inferior del radio, pero sí he tenido la oportunidad de ver un gran número de fracturas del extremo inferior de este hueso”. Por último, y en referencia al tratamiento y pronóstico esbozo: ”solo queda un consuelo, que la articulación en algún periodo remoto disfrutará de nuevo de perfecta libertad en todos sus movimientos y estará completamente exenta de dolor: la deformidad, sin embargo, permanecerá sin merma por toda la vida” Sin embargo, fueron 2 cirujanos, Malgaigne por un lado y Goyrand por otro, ambos de origen francés, quienes terminarían por completo con la discusión de la llamada dislocación carpal, ya que Malgaigne, al estar en el Hotel Dieu (hospital francés de gran renombre en su época), realizó una estadística en relación a la frecuencia de dichas lesiones. Además realizó una lista de los tipos de fracturas que resultaban de las caídas sobre la palma de la mano. La comprensión de la naturaleza de la lesión por parte de este cirujano fue fuera de lo común e identificó diversas lesiones en términos de su experiencia propia(2). Fig. 2. Incidencia de fracturas de radio en el Hotel Dieu (Francia) entre 1818 y 1830 Fig. 3. Experiencia de Malgaigne, mostrando ausencia de luxación del radio. Goyrand por su parte, en 1832, afirmó que estas lesiones eran en realidad fracturas, y que la mayoría de fracturas del fragmento distal se desplazaban dorsalmente; además observó que en algunos casos el desplazamiento podía ser en dirección volar o palmar. Posteriormente otros cirujanos entre ellos Smith y Barton describieron la mayoría de las fracturas distales de radio antes del advenimiento de la radiografía. Poco después de la introducción de la radiografía Hutchinson describió una fractura que ocurría a menudo en conductores, hoy reconocida como fractura de la estiloides del radio. Alrededor de 1930, los autores empezaron a describir distintos tratamientos, además de férulas y moldes de yeso, para las fracturas distales del radio. Anderson y O´Neil describieron la utilización de una barra situada externamente y sujeta al hueso mediante agujas proximales y distales a la fractura. Este simple fijador a persistido en diversas formas como un método para neutralizar las fuerzas que de otra manera conducirían al acortamiento del radio distal tras la reducción. Por la misma época Cole y Obletz describieron un método alternativo utilizando agujas y yeso. Estos métodos se prolongaron cerca de 30 años, subsistiendo hasta nuestros días debido a la reproductibilidad y relativa sencillez de la técnica quirúrgica, hasta que la reducción directa y la fijación interna llegaron a ser comúnmente aceptadas para el tratamiento de las fracturas desplazadas e inestables del radio distal. En 1965, Ellis describió la colocación de una placa de sostén volar para fracturas conocidas previamente como fracturas de Barton. Se observó que estas fracturas se desplazaban tras una reducción cerrada, debido a su localización intraarticular así como por la inestabilidad del lugar de la fractura, que era difícil de controlar utilizando un molde de yeso y/o una fijación externa. La placa resistía las fuerzas deformantes de la fractura y su superioridad en cuanto a lograr la estabilización llegó a aceptarse rápidamente. Posteriormente en los artículos de los 80 y 90´s se describió la utilidad de la fijación interna con o sin neutralización externa (18), clarificando como una combinación de tratamientos puede proporcionar estabilidad y una mejoría de resultado s funcionales en las fracturas más inestables del radio distal. Posteriormente se ha abogado por abordajes de reducción directa de forma limitada, sin embargo el tratamiento de las fracturas distales de radio continua en evolución, siempre siendo necesario evaluarlos resultados con los diferentes métodos de fijación. Asimismo el papel de la rehabilitación en el tratamiento de estas fracturas cobra cada vez mayor énfasis siendo parte integral del tratamiento de estas lesiones (19). Al día de hoy en los grandes centros hospitalarios traumatológicos, se prefiere cada vez más el uso de la reducción abierta y fijación interna, debido a la evolución que han presentado las placas (16), las cuales presentan orificios de autobloqueo, sin embargo, en las revisiones de las experiencias de los maestros del tema, los clavos colocados bajo visióndirecta aún son una técnica más que vigente para el manejo de estas fracturas, y por el contrario, se recomienda de forma sistemática(11). 2.2 EPIDEMIOLOGIA Las estadísticas en relación a la fractura distal de radio son variables, sin embargo se calcula que estas lesiones representan alrededor de la sexta parte del total de las fracturas atendidas en un servicio de traumatología ordinario. Se calcula una incidencia global de aprox. 10.000 habitantes/año de los cuales 16 son hombres y 37 casos son mujeres(26). Si se cuentan únicamente las fracturas de antebrazo como un global, estas fracturas representan el 74.5% ya que son de la porción metafisiaria o epifisiaria del radio. Su pico de incidencia más elevado se observa en gente adulta mayor, entre los 40 a 59 años, lo cual se relaciona con osteopenia, esto a su vez derivado del aumento de la expectativa general de vida no sólo en nuestro país, sino en el mundo(25). Existe la estadística en la cual las personas de raza blanca mayores de 50 años que viven en Estados Unidos o Europa tiene un riesgo aproximado de 2% para los hombres y 15% de las mujeres para sufrir una fractura del radio distal a lo largo de su vida. Es clara la predominancia del sexo femenino en esta patología dada la alta actividad hormonal y metabólica (14), lo cual, consecuencia de la conjunción de varios factores, conlleva a una mayor incidencia de osteoporosis en el grupo femenino. No se ha correlacionado en ningún estudio relación alguna entre la edad y sexo y el tipo de fractura, dado que el mecanismo fundamental es básicamente el mismo: caída desde su altura con impacto con la muñeca en extensión forzada con apoyo del peso total del cuerpo. 2.3 DIAGNOSTICO Y CLASIFICACIÓN El diagnóstico clínico se suele basar en la historia clínica y la sintomatología que suele presentar el paciente, la cual en la mayoría de pacientes se presenta como una deformidad en “dorso de tenedor”, tal como lo describió Colles. La sintomatología variará en relación al grado inicial de desplazamiento, la edad del paciente, la turgencia de la piel, la condición coagulatoria así como el grado de inflamación. Otros factores son la condición cutánea, la función motora previa en general así como el estado previo de hombro y dedos, los cuales influyen sobre la floridez del cuadro. SIGNOS Y SINTOMAS La variación de los síntomas puede ser vasta en esta patología, sin embargo son constantes el antecedente de traumatismo, generalmente caída sobre la mano extendida, con impacto en la región tenar e hipotenar, el severo dolor en la región del radio y ulna distal así como la deformidad con desplazamiento dorsal, clásicamente descrita como “dorso de tenedor”, con severo dolor a la palpación y movilización, además de edema localizado en dicha región. La crepitación ósea puede estar presente o ausente debido a la fragmentación de dicha fractura. La fuerza no suele ser valorable debido al agudo dolor que presenta el paciente. El dolor puede ser sin embargo variable en paciente con una neuropatía de base (3). Rockwood (1) recomienda la valoración de los siguientes puntos en la valoración inicial: 1. Condición de la piel en el área lesionada 2. Condición de la función de los nervios, tendones y flujo vascular 3. Revisión de radiografías laterales y posteroanteriores sin yeso u otro material interferente 4. Revisión de las radiografías tras reducción y tracción. 5. Condición de la unción tendinosa y nerviosa tras tracción. 6. Minimización de las obstrucciones al retorno venoso. Los estudios radiográficos de rutina son las proyecciones anteroposterior (AP) de muñeca, lateral de muñeca y proyecciones oblicuas, las cuales nos permitirán la valoración de el desplazamiento y la afectación intraarticular del radio distal. El objetivo de esta serie radiográfica será determinar de forma fiable la dirección y extensión del desplazamiento inicial. En caso de realizarse cualquier manipulación con miras a una reducción temporal o definitiva se deberán tomar nuevas proyecciones completas para valorar nuevamente la deformidad residual y el grado de conminución (20). Los valores más importantes a valorar en una serie radiográfica de trauma de muñeca son (26): - Angulación radial, desviación radial dorsal o dorsal tilt: en la muñeca con anatomía normal, la región distal del radio en su cara anterior presenta una clara concavidad anterior y la superficie articular está un poco inclinada hacia abajo. Se denomina angulación volar y se mide en grados, el rango normal varía entre los 1 y 21 grados, con una media aceptada de 11 grados. Después de una fractura de Colles el fragmento distal se desplaza y esta inclinación se pierde hacia atrás. Desde el punto de vista funcional se ha observado que la inclinación residual hacia dorsal que puede existir posterior a una fractura tiene un claro efecto negativo en la amplitud de rangos d movilidad de la muñeca, ya que limita la flexión volar y palmar de la misma, asimismo disminuye la fuerza de prensión u oposición. Aún así, aunque existen reportes con desviaciones con angulación neutra (inexistente), la mayoría de los autores concuerdan que las desviaciones que se encuentren dorsales, pero por debajo de los 10 grados no tiene impacto significativo sobre la función, no así cuando dicha angulación supera esos 10 grados, pues pierde un 34% de función y por arriba de los 30 grados aparecen signos de inestabilidad radiocarpiana. El estrés radiocarpiano indica que la angulación dorsal creciente desplaza la dirección de cargas hacia dorsal, desde la posición fisiológica, que es más palmar. Es por tanto que la angulación mayor a 30 grados se asocia significativamente a un aumento de la incidencia de artrosis degenerativa radiocarpiana. Fig. 4. Esquema de proyección lateral mostrando la desviación radial. - Inclinación radial: Se mide en la proyección anteroposterior con la porción más prominente de la apófisis estiloides radial medida contra la porción basal de la columna media de la muñeca. Esta diferencia nos da un resultado en grados, lo cual se puede ver afectado por la impactación y la desviación radial del fragmento distal. El rango normal varía entre 13 y 30 grados, con una media de 23°. Posterior a un fractura de Colles este ángulo decrece. En un alto porcentaje la desviación radial se conjunta con rotación de un fragmento distal el cual se encuentra en supinación. Se menciona por la bibliografía que una desviación radial anormal no afecta el resultado funcional final, sin embargo también se hace la mención de resultados insatisfactorios en casos con mediciones angulares por debajo de los 5 grados. Fig. 5. Parámetros radiográficos en la proyección AP: 1. Inclinación radial, 2. Altura radial y, 3 desplazamiento radial. - Altura o acortamiento radial: Es la combinación de impactación, pérdida de la inclinación interna y la reabsorción de hueso en el lugar de la fractura en su última fase. El acortamiento radial, y consecuentemente con la pérdida de inclinación radial es también causa de resultados deficientes por sus efectos limitantes sobre los arcos de movilización en el eje latero-lateral de la mano y la muñeca, lo cual puede ser causal de dolor en la vertiente cubital de la muñeca y dificultar la rotación del antebrazo, así como deformidad cosmética por la tendencia a incrementar la desviación radial. El acortamiento radial es el índice radiológico que más alteración produce de la cinemática carpiana y mayor distorsión crea del fibrocartílago triangular. Esto es, al tiempo que aumenta el acortamiento radial, el resultado funcional empeora, lo cual se agrava si lo anterior se da en conjunción con algún grado de angulación dorsal, por lo tanto, algunos autores hacen énfasis en este índice como el factor más importante en la recuperación de la movilidad y de la fuerza. - Alteraciones de la articulación radiocubital distal: en una muñeca sana, la integridad dela articulación radiocubital distal se mantiene por la indemnidad del fibrocartílago interóseo o triangular, el cual va desde el margen distal de de la fosa cubital del radio a la base de la apófisis estiloides cubital. En las fracturas de Colles, las cuales nos sirven como modelo teórico, la rotura de la porción distal del radio impactada y desplazada hacia el margen dorsal elonga o fuerza el fibrocartílago triangular debido al desplazamiento de la cabeza cubital. Hay 2 factores que intervienen para prevenir la ruptura de este ligamento en esta lesión. El primero es la avulsión en la región posteromedial del fragmento distal del radio que contiene la fosa lunar, donde se ancla la inserción de base del fibrocartílago. El segundo factor es la avulsión de la porción basal de la estiloides cubital la cual ancla la otra inserción del complejo ligamentario. Los 2 tipos de avulsión previos dan lugar a una subluxación de la ARCD. La ruptura del fibrocartílago puede diagnosticarse cuando la integridad de la ARCD se pierde y ninguno de estos tipos de fractura esta presente. - Escalón articular: Es e criterio intraarticular más importante. Para definir congruencia e incongruencia articular hablamos cuando en presencia de una factura encontramos un escalón articular de 0 a 1 mm. Por el contrario se habla de incongruencia articular si dicho escalón es mayor de 2 mm. Dicho criterio fue establecido por el Dr. Júpiter. Esto basado en la ausencia de pruebas de artrosis postraumática en fracturas las cuales consolidan con escalón articular de 1 mm o menos. Por el otro lado, más del 90% de las muñecas que curan con cualquier grado de escalón articular y en el 100% de las fracturas con incongruencia articular de 2 mm o mayor, se desarrolla un artrosis radiocarpiana, radiocubital distal y se refleja en malos resultados funcionales en una media de tiempo de entre 6 a 7 años. Es por tanto que de aquí surge la necesidad imperiosa de reducción anatómica de las superficies articulares y por tanto un escalón articular mayor de 2 mm es una indicación para su reconstrucción quirúrgica. - Vacío articular: En algunas fracturas, el grado de conminución es el foco de fractura puede provocar un “vacío esponjoso o articular”. Es un signo radiográfico traduce inestabilidad y es indicativo de la necesidad de fijación intrafocal complementaria o de reposición de masa ósea mediante injerto, pues de otra manera se puede manifestar con un desplazamiento secundario a base de falta de sustento y/o consolidación. La superficie articular del radio distal es difícil de valorar en un radiografía simple de muñeca, en cualquier proyección por lo que la medición del escalón articular, los cuales fueron descritos por Catalano y cols. debe ser evaluada en la tomografía axial computada. La tomografía axial computada es una herramienta útil para valorara la multifragmentación así como la superficie articular y su congruencia en los diferentes cortes. De ordinario la resonancia magnética no se usa en esta patología, pues es poca la información que proporciona a nivel de hueso, sin embargo es útil para evaluar la presencia de lesiones de tejidos blandos. Es por tanto que como objetivo quirúrgico se debe tener la reducción anatómica de una fractura, especialmente con afectación articular, con restitución de los índices ya mencionados, sin embargo cabe mencionar que si bien los resultados clínicos y anatómicos generalmente se correlacionan, esta aunado al mal resultado estético, no siembre van pareados a la perfección, pues existen pacientes los cuales tendrán un buen resultado funcional a pesar de tener mal resultado anatómico y viceversa. Por tanto, a fin de englobar las recomendaciones en relación a los objetivos del tratamiento quirúrgico, Gartland y Werley los resumieron en 4 puntos: - Restauración de la inclinación volar normal del radio distal - Restauración de la longitud - Restauración del desplazamiento radial - En el caso de fracturas intraarticulares, lograra la reducción precisa de la superficie articular La clasificación usada con el fin de este trabajo es la de Fryckman (2), aun cuando existen diversas clasificaciones. Normalmente un buen sistema de clasificación debe tener 3 características: debe describir las fracturas (tipo y gravedad de la misma), tener un valor predictivo de su evolución (13) (esto quiere decir, establecer un pronóstico y una orientación en relación a su tratamiento) y por último establecer un lenguaje claro y universal entre las diferentes personas que la utilicen. En relación a las fracturas de radio existe el problema que hay numerosas clasificaciones publicadas, dada la amplia variedad de tipo de trazo de fractura así como su involucro articular. Por lo tanto algunas se basan en el mecanismo de lesión, otras más en referencias anatómicas y unas cuantas más en relación a la afectación o el desplazamiento o angulación propias de la fractura (13). Históricamente Ehalt (1935) fue el primeo en realizar una clasificación comprensiva de las fracturas del radio distal, sin embargo describe 54 tipos de fracturas distintas y su complejidad hace que su uso haya sido científicamente nulo. Posteriormente Gartland y Werley en 1951 describieron de forma simplista 3 rubros: - Tipo 1: Fracturas extraarticulares - Tipo 2: Fracturas intraarticulares no desplazadas - Tipo 3: Fracturas articulares desplazadas Ya para 1964 Castaing propone una clasificación basada en el mecanismo de fractura, el desplazamiento de la extremidad distal del radio y el número de fragmentos distales. Aunque tiene una antigüedad de más de 40 años, actualmente sigue siendo referente para la escuela francesa de traumatología, pues su relativa simpleza y reproductibilidad le confiere un lado práctico. Es Fryckman en 1967 quién propone una clasificación de mayor uso generalizado, dando como criterio la afectación de las superficies articulares radiocapianas y radiocubitales. A manera de índice adicional de la gravedad de la lesión se utiliza la afectación o indemnidad de la apófisis estiloides cubital. Resultan de ello cuatro grandes grupos con 2 tipos de fractura cada uno, según la presencia de daño cubital o no. Los tipos I y II no muestran ninguna afectación de las superficies articulares, siendo trazos puramente metafisiarios, los tipo III y IV muestran afectación radiocarpiana, los tipos V y VI muestran afectación de la articulación radiocubital y los tipos VII y VIII de ambas superficies articulares. Las ventajas de este sistema consisten en la simplicidad y en las conclusiones fiables sobre el pronóstico. Tiene el inconveniente de no evaluar la conminución, no mide el desplazamiento dorsal o palmar de los fragmentos, solo sirve para los modelos descritos en dicha clasificación y no establece una relación con las indicaciones de tratamiento. Los modelos y conclusiones de Fryckman están basados en el estudio del mecanismo de producción de las fracturas de radio distal en experimentos estáticos y dinámicos en modelos cadavéricos. Fig. 6. Clasificación de Fryckman con sus 8 estadíos (1967) Melone en 1984 realiza una clasificación que refleja el mecanismo de lesión y el grado de afectación del radio distal (excluyendo el cúbito distal). Además sirve para orientar el tratamiento, sin embargo su aceptación es limitada. Fig. 7. Clasificación de Melone (1984) De las últimas clasificaciones en boga se encuentra la clasificación de Fernandez, la cual basa su clasificación en el entendimiento del mecanismo de producción de las fracturas antes que en sus características radiológicas. Basado en dichos mecanismos específicos dividieron las fracturas del radio distal en 5 tipos: - Tipo I: fractura por doblamiento o flexión - Tipo II: Fractura de corte de la superficie articular (fracturas de Barton y Barton invertido, estiloides radial) - Fracturas de compresión de la superficie articular - Fracturas por avulsión - Fracturas pormecanismos combinados Es igualmente importante recalcar la importancia de las lesiones de la articulación radiocubital distal (ARCD). Ya que el resultado final después dela unión de la fractura depende de forma primordial de la estabilidad articular residual y la presencia o ausencia de artritis postraumática, los parámetros de clasificación se basan en la presencia o ausencia de subluxación de la ARCD o la dislocación de la cabeza cubital, debido a la ruptura concomitante del complejo fibrocartílago triangular y los ligamentos capsulares y al grado de envolvimiento de la superficie articular (fractura intraarticular de la escotadura sigmoide o de la cabeza cubital). Se han estadificado tres tipos de lesión básica de la articulación radiocubital distal, esto es dependiente de la estabilidad residual de la misma posterior a la reducción de la fractura de radio distal, habiendo sido ya estabilizada de la forma más conveniente. Por tanto, esta da significancia a que las relaciones anatómicas de una escotadura sigmoide con la cabeza ulnar han sido restauradas a través de una adecuada recuperación de la longitud radial y la inclinación frontal y sagital del fragmentos distal del radio. Los tipos de lesiones se pueden clasificar en 3 tipos (24): - Tipo I: Lesiones de la ARCD estables: La ARCD es clínicamente estable y la radiografía muestra que la articulación radiocubital es congruente. Los estabilizadores primarios de la articulación, incluyendo el complejo fibrocartílago triangular y los ligamentos capsulares, están intactos. Estas lesiones incluyen avulsión de la punta de la apófisis estiloides cubital y fractura estable del cuello cubital. - Tipo II: Lesiones inestables de la ARCD: La ARCD está dislocada o subluxada. Existen un desgarro masivo de substancia del complejo fibrocartílago triangular o una fractura avulsión de la base de la estiloides cubital. - Tipo III: lesiones inestables en potencia.: Este tipo de lesiones refleja la ruptura esquelética de las superficies articulares de radio y cúbito en la escotadura sigmoidea o en cabeza ulnar. Por último, la clasificación más difundida es la clasificación del grupo AO, la cual tiene la ventaja de brindar un vendaje universal de comunicación entre cirujanos traumatólogos. Las fracturas del segmento distal del antebrazo corresponden a la numeración 23 (2 correspondiente a antebrazo y 3 a su porción distal) y su subclasificación como se enumera a continuación (4): 23 – A1: Fracturas extraarticulares del cúbito distal, permaneciendo el radio intacto. 23 – A2: Fracturas extraarticulares del radio distal de trazo simple e impactada 23 – A3: Fracturas extraarticulares del radio distal, multifragmentaria 23 – B1: Fractura articular parcial del radio, en el plano sagital. 23 – B2: Fractura articular parcial del radio, fragmento dorsal en el plano frontal 23 – B3: Fractura articular parcial del radio, fragmento palmar en el plano frontal 23 – C1: Fractura articular completa del radio, articular y metafisiaria simple 23–C2: Fractura articular simple completa del radio, articular simple, metafisiaria multifragmentaria 23 – C3: Fractura articular completa del radio, multifragmentaria Fig. 8. Esquema de la clasificación del grupo AO Todos los estudios sobre clasificaciones descritas revelan poca reproductibilidad interobservador tanto como intraobservador. Ninguna de ellas garantiza que pueda servir como referente para comparar distintos estudios ni aporta la seguridad necesaria para encaminar el tratamiento y el pronóstico. Sin embargo, no cambia la base del conocimiento de la clasificación en general, que es el dominio de la anatomía del as fracturas distales del radio, lo cual guiará a una correcta comprensión lesional y una adecuada planificación terapéutica. Es importante señalar que todas las clasificaciones tienen tanto ventajas como desventajas (9). Para algunos autores la tomografía axial computada (TAC) es una herramienta indispensable ya que aumenta la sensibilidad para medir el escalón y el vacío articular, aumenta la precisión para detectar la conminución y la afectación de la articulación radiocubital. 2.4 TRATAMIENTO El tratamiento del radio distal puede ser realizado por distintos medios, y su fundamento es la merma funcional que causa la alteración mecánica. El acortamiento radial experimental, aun cuando pueda ser considerado mínimo (entre 2 a 3 mm), origina cambios en la biomecánica y en la transmisión de la carga a la fosa semilunar, la porción distal del cúbito y el complejo fibrocartílago triangular. Se ha demostrado experimentalmente que un acortamiento radial de 10 mm se traduce en una merma funcional de la pronación del 47% y en una disminución de la supinación del 27%. Varios autores hacen énfasis en la correlación entre el acortamiento radial relativamente pequeño (entre 3 a 6 mm) y una evolución clínica desfavorable, teniendo manifestaciones tales como la reducción de la rotación del antebrazo, la disminución de la fuerza de prensión, el impacto carpiano del cúbito y el dolor de la cara cubital de la muñeca (18). Una vez más se subraya la importancia del acortamiento radial como la medición extraarticular de mayor importancia pronóstica correlacionada con un resultado clínico desfavorable. La incongruencia articular residual durante la consolidación de la fractura guarda una estrecha relación con la aparición de artrosis, que con frecuencia da paso a una sintomatología notable. Algunos estudios han demostrado un aumento de las fuerzas de contacto adyacentes al escalón articular. En estudios experimentales se ha puesto de manifiesto una menor capacidad de remodelar las incongruencias cuando el tamaño del escalón articular excede del grosor del cartílago articular local (20). Es derivado del artículo pionero de 1986 de Knirk y Jupiter (20), donde se confirma la necesidad imperiosa de reducir los escalones intraarticulares hasta menos de 2 mm. Es por tanto que al momento de valorar el tratamiento, es necesario poner en la balanza las posturas contrarias defendidas por diversos autores en la que se ha encontrado una escasa correlación entre la recuperación anatómica y el resultado funcional final. Las opciones terapéuticas abarcan la inmovilización con yeso, manipulación y enclavamiento percutáneo, fijación externa reducción abierta limitada y fijación interna, reparación guiada por artroscopia y reducción abierta y fijación interna, opciones que se analizarán, sin embargo se hará mayor énfasis en la reducción cerrada y fijación externa y la reducción abierta y fijación interna dado que son motivo del estudio objeto de la presente tesis. La inmovilización con escayola de yeso siguen siendo el tratamiento primario de la mayor parte de fracturas del radio distal, sea con manipulación o sin ella (22). En general se recomienda dicha inmovilización por encima del codo, con el antebrazo en pronación neutra o ligera y la muñeca en flexión leve y desviación cubital. Posteriormente, en el tratamiento sucedáneo se aplica un yeso antebraquipalmar, con un periodo total de inmovilización de alrededor de 6 semanas. Se han publicado series de estudio comparando un yeso por encima del codo, una ortesis funcional en supinación, una variedad de ortesis que permiten la movilización rápida de la muñeca o distintas posiciones de la muñeca, sin embargo sin llegar a ninguna notable superioridad de un método sobre otro, por el contrario, no se ha demostrado la superioridad de esos elementos frente a un yeso antebraquial simple. Aún así no es discutible la marcada tendencia de estas fracturas a perder su posición una vez reducidas. Las fuerzas musculares que actúan a través de la fractura tienden a crear lo que Cooney y cols. han denominado “impulsión carpiana proximal” la cual se traduce en nuevo desplazamiento hacia la posición postraumática original. De hecho, en series amplias en pacientes ancianos con diversos gradosde osteopenia, el desplazamiento secundario puede representar hasta 60%. Por tanto si existe una sensación de pesimismo al evaluar la capacidad del yeso o una ortesis para mantener la alineación después de la manipulación en pacientes de edad avanzada. Una idea en principio sería la remanipulación, sin embargo estudios no han mostrado beneficio alguno, por lo quela remanipulación en general no constituye un método satisfactorio para impedir la pérdida de reducción, en especial en las personas ancianas. Los factores predictivos de inestabilidad es el desplazamiento inicial, la conminución dorsal, afectación intraarticular extensa, edad y la calidad de la reducción original. OPCIONES DE TRATAMIENTO Manipulación y enclavamiento percutáneo: el enclavado percutáneo seguido de la colocación de un aparato de yeso o una ortesis resulta una opción atractiva ya que es una forma mínimamente cruenta para tratar diversas fracturas de gravedad intermedia. Entre ellas las fracturas extraarticulares con conminución unicortical, fracturas intraarticulares sin desplazamiento, y las fracturas intraarticulares con 2 fragmentos grandes. Ha sido demostrado que la fijación simple con 2 agujas tipo K proporciona resultados buenos o excelentes en un elevado numero de pacientes. Cabe la posibilidad de añadir más agujas a la fijación, Otra opción atractiva es la adición de una aguja dorsomedial cruzada. Naidu y cols. averiguaron que la adición de dicha aguja cruzada a dos agujas transestiloideas proporciona una estructura significativamente más rígida que la lograda solo con estas últimas. Fijación externa: es un principio biomecánico de tratamiento y es la base del tratamiento de las fracturas del radio distal consideradas inestables. Con al fijación externase ejecuta ligamentotaxis en el foco fracturado, se neutralizan así las fuerzas de compresión y se evita el aplastamiento. A fechas recientes se han introducido modificaciones técnicas que aumentan las posibilidades de recuperación de la superficie articular así como de la inclinación palmar, aspectos que normalmente no se tienen bajo control mediante la fijación externa. Durante los años ochenta se presentó la preocupación por diversas complicaciones relacionadas al uso de fijadores externos, pudiendo dividirse dichas complicaciones en tres grandes grupos: problemas relacionados con las agujas, rigidez de los dedos y de la muñeca e imposibilidad de mantener una reducción satisfactoria. Dichas complicaciones se han disminuido de forma sustancial mediante mejoras técnicas. A diferencia de las heridas por punción, los abordajes abiertos limitados evitan el contacto con los tendones y con el nervio radial y facilitan el centraje de la aguja en el radio y el metacarpo. El taladro previo y la utilización de agujas de mayor tamaño en el radio aumentan de forma notable la fuerza de tracción y la rigidez. La ligamentotaxia no basta para recuperar la inclinación palmar dado que los ligamentos palmares cortos y gruesos están tensos antes de aplicar ninguna fuerza los ligamentos dorsales. Si es empleada la tracción manual, puede manipularse el fragmento distal hasta recuperar la angulación anterior (mediante técnica cerrada o percutánea), fijarlo con agujas y posteriormente colocar un fijador externo. Se ha recomendado el empleo de injerto óseo a discreción para rellenar los defectos metafisiarios y apuntalar la superficie articular realineada. Parece ser que esto acelera el proceso de consolidación de la fractura y resulta posible extraer el fijador posterior a solo 3 semanas sin que se pierda la alineación. La distracción adecuada será la suficiente para permitir una adecuada tensión de los ligamentos e impedir la contractura. La distracción excesiva y las posiciones no fisiológicas de flexión extrema y desviación cubital limitan la flexión activa y pasiva de los dedos y determinan en el largo plazo una compresión del nervio mediano, lo cual es una complicación conocida de la posición de Cotton-Loden. La fijación externa de forma prolongada repercute en los resultados, sin embargo diversos autores han reportado buenos resultados al mantener el fijador externo entre 6 a 8 semanas. Existe un gran interés por dinamizar los fijadores externos para otorgar una movilización precoz al paciente. Dienst y cols. describieron la dinamización de estos dispositivos y comenzaron la flexión entre 10 a 14 días, sin embargo en diversas series no han demostrado ninguna ventaja, igualmente se ha reportado perdida del reducción, por el momento no se considera la dinamización del fijador externo como una medida. Durante la última década ha surgido interés por el uso de fijadores externos sin ponteo de la articulación radiocarpiana, fijando las agujas distales al fragmento distal del radio y no al metacarpiano. Por lo general, esta técnica se ha utilizado para las fracturas extraarticulares con 6 a 10 mm de cortical intacta detectadas en el fragmento distal. Bishay y cols. extendieron su uso a las fracturas intraarticulares y emplearon agujas de Schanz de 2.5 mm para reducir y mantener los fragmentos. McQueen observo resultados más favorables con la fijación sin ponteo que con ponteo. Sin embargo si esta técnica se limita a las fracturas extraarticulares, la aplicación de este procedimiento se ve reducido a una muy pequeña porción de las fracturas. Reducción abierta limitada y fijación interna: en las fracturas de radio a menudo no basta con la ligamentotaxia para recuperar la congruencia articular. En caso de un patrón fracturario relativamente simple, se utilizará una vía de abordaje limitado (percutáneo o a través de una pequeña artrotomía) para levantar los fragmentos deprimidos y realinearla superficie articular. Con una técnica limitada se limita la disección de tejidos blandos así como la desvascularización de los pequeños fragmentos óseos y se impide que los dispositivos metálicos lesionen los tendones extensores. Cuando se fractura la apófisis estiloides, se fija con agujas a la diáfisis y se utiliza como plantilla para la posterior reconstrucción de la articulación. Los fragmentos mediales se elevan, se comprimen con unas pinzas y se fijan de modo transversal con agujas. Se añade injerto óseo a discreción. Por lo general puede requerir cierta fijación externa para conseguir una adecuada neutralización. Reparación guiada por artroscopia: El empleo de la artroscopia ofrece ciertas ventajas. Desde una perspectiva diagnóstica puede ayudar a valorar con exactitud las lesiones de tejidos blandos, tales como la lesión de los ligamentos intercarpianos. Igualmente las regiones que no se visualizan de forma adecuada radiográficamente, pueden evaluarse con precisión mediante artroscopia. Desde el punto de vista terapéutico, es posible eliminar los restos fracturarios de la articulación, desbridar los colgajos de tejido blando y conformar una recuperación satisfactoria de la congruencia de la articulación. En varias series se ha demostrado una incidencia de rotura del fibrocartílago triangular de entre 30 a 45%. Sin embargo a medida que los patrones fracturarios se complican la dificultad técnica aumenta de forma sustancial. No existe ningún dato que confirme que la reducción contralada por artroscopia mejore los resultados. Reducción abierta y fijación interna: muchos atores opinan que el tratamiento óptimo de determinados patrones fracturarios es la reducción abierta y fijación interna, entre ellas las fracturas tipo 4 de Melone (con el fragmento medial desplazado y rotado), las fracturas desplazadas de Barton y las conminutas de Smith, la conminución de las articulaciones radicarpiana y radiocubital inferior y os traumatismos complejos de alta energía (tipo C3 de la AO, tipo 5 de Melone y grupo combinado de Fernandez). El fragmento medial palmar se fija con una placa pequeña (2.7 mm) y se emplea el abordaje dorsal para la reconstrucción de la superficie articular y el injerto óseo. Deordinario se precisa fijación interna de neutralización. En cuanto a las fracturas palmares de Barton y las conminutas de Smith se emplea una vía de acceso anterior más amplia y se fijan con una placa en T oblicua de soporte palmar. Las fracturas complejas de lata energía conforman un grupo diverso y exigen un tratamiento individualizado. En general al principio se accederá a la fractura desde el lado de mayor desplazamiento. Aun cuando se apliquen placas, suele ser necesaria la fijación externa para aumentar la estabilidad. Se recomienda el uso sistemático de injertos óseos. El empleo de placas dorsales da origen a un nuevo interés. La placa pi se sirve de tornillos pequeños 2.4 mm o agujas de soporte de 1.8 mm para apuntalar los pequeños fragmentos distales en la superficie articular. Puede moldearse in situ. A pesar de que los primeros resultados fueron satisfactorios, actualmente preocupan complicaciones tales como la ruptura de tendones extensores. Aunque las placas dorsales son ventajosas por que permiten la movilización precoz, la sido preciso extraerlas en un elevado porcentaje de casos debido a las prominencias e irritación a los tendones. También se debe cuestionar si las placas dorsales pueden controlar los pequeños fragmentos articulares en las fracturas muy conminutas. En determinados traumatismos no se logra una fijación satisfactoria. Cuando la superficie articular se fragmenta en más de 5 piezas, es muy improbable que se consiga su alineación anatómica, no obstante, como destacaron Fernandez y Geissler, aun cuando no sea posible salvar la articulación radiocarpiana es imprescindible tratar la articulación radiocubital inferior y alinear la mano con el antebrazo. TÉCNICA QUIRURGICA DE REDUCCIÓN ABIERTA Y FIJACIÓN INTERNA La reducción abierta y fijación interna para colocación de placa volar (3) se recomienda igualmente para las fracturas oblicuas cortas desplazadas volarmente o con fragmentos die-punch cubitales rotados, este abordaje debe ser volar. La incisión inicial palmar se realiza directamente sobre el tendón del músculo palmar mayor, posteriormente se lleva a través de los tejidos subcutáneos y se controlan los vasos hemorrágicos con bisturí eléctrico. La vaina del tendón del palmar mayor se incide longitudinalmente exponiéndose el tendón del flexor largo del pulgar. Este flexor y la arteria radial con sus venas acompañantes se reflejan radialmente. El nervio mediano y los tendones flexores intrínsecos se reflejan hacia cubital para exponer el pronador cuadrado. La inserción del pronador cuadrado se incide longitudinalmente a lo largo del borde radial palmar del radio distal en su inserción dejando un pequeño manguito de tejido, que puede suturarse durante el cierre. En este punto son útiles un clavo K, un elevado dental, o un clamp de reducción para completar de forma adecuada la reducción de la fractura. Un intensificador de imagen o artroscopia pueden se útiles también. Una vez realizada dicha reducción, se emplean clavos de Kirschner para la fijación provisional. Se sitúa entonces la placa palmar en T de pequeños fragmentos. Se coloca el primer tornillo en el agujero elíptico de la placa cerca de la unión del vástago y lavase. Esto permite alguna libertad de ajustar la palca tras la aplicación del primer tornillo. Si es necesario se puede moldear la placa, asegurando una adecuada coaptación entre la placa y la fractura reducida. El agujero proximal del talo de la placa T se alinea y se asegura con un tornillo. Los tornillos pueden colocarse a través de la base de la placa, aunque esto no es siempre necesario. Los tornillos más cercanos a la fractura estarán angulados lejos de la fractura para asegurar más fijación. Para fragmentos die-punch volares cubitales desplazados o volteados, suelen ser útiles placas de minifragmentos de 2.7 o placas anguladas. Una vez completada la fijación se retira isquemia y se valora el llenado capilar. La herida se lava copiosamente con solución salina estéril. Se puede realizar la reinserción del pronador cuadrado, sin embargo algunos autores como Wiss prefieren dejarlo únicamente sobre el lecho operatorio sin suturar, sin encontrar problemas con ello, a fin de evitar sufrimiento vascular muscular. Se coloca en la profundidad del abordaje un drenaje a succión y se saca en proximidad y en profundidad por una incisión aislada. Para reaproximar los tejidos se emplean suturas finas reabsorbibles. La fascia profunda no se repara a fin de evitar dificultades neurovasculares. Se sutura piel con material no absorbible o grapas. TÉCNICA QUIRURGICA DE REDUCCIÓN CERRADA Y FIJACIÓN EXTERNA La fijación externa (1) se aplica de forma más segura mediante un abordaje limitado y abierto. Se realiza una incisión dorsoradial de 2.5 cm de longitud en la base del metacarpiano del índice protegiendo las ramas sensoriales del nervio radial y exponiendo el tubérculo en la base del metacarpiano del índice. Se identificará el espacio libre dorsal entre el primer y segundo interóseo dorsal y se realizará una incisión mediante bisturí. El primer músculo interóseo dorsal se retira, evitando cuidadosamente cualquier lesión y se expondrá el tubérculo en la base del metacarpiano del índice y la diáfisis metacarpiana. Utilizando el intensificador de imágenes como guía se taladrarán las bases de los metacarpianos índice y medio y medio así como la diáfisis carpiana del índice. Los agujeros producidos por el taladro se sustituirán mediante agujas de fijación autoterrajantes de tamaño adecuado. Se realiza una incisión más proximal, unos 10 cm por encima de la apófisis estiloides radial a lo largo del borde radial del antebrazo. Por debajo de esta incisión, en el tejido subcutáneo, podrán encontrarse las ramas terminales del nervio cutáneo antebraquial lateral, que deberá apartarse y protegerse. La fascia subyacente contiene la unión del braquiorradial con el extensor carporradial largo. A medida que se realiza la incisión en la fascia que cubre el espacio entre estos dos tendones, el tronco del nervio radial sensorial se verá aparecer por debajo del braquiorradial. Este podrá ser fácilmente retraído y protegido al tiempo que se visualizará directamente por debajo de una clara zona que corresponderá a la diáfisis radial. Bajo visión directa, se taladrarán agujeros en el radio para su relleno subsecuente con los tornillos autoterrajantes correspondientes. De esta forma podrá asegurarse la colocación de las agujas en su centro y se evitará con certeza la compresión de nervios y tendones. La elección del método de fijación externa es muy variable. Tras revisar la longitud total y el alineamiento mediante el intensificador de imágenes, especialmente asegurando que la alineación durante la rotación sea satisfactoria se efectuará un alineamiento fino de los fragmentos mediante la inserción percutánea de aguas de alambre en el lugar de la fractura y nivelar o unir los fragmentos en su correcto alineamiento. Si se nota un vacío en la metáfisis del hueso, deberá considerarse la colocación de un injerto o la sustitución ósea. El tratamiento postoperatorio se adecúa para ambos procedimientos, iniciando la movilización casi inmediata en la medida que lo permita el dolor en los pacientes con reducción abierta y fijación interna con placa volar y cuidando de forma sistemática el estado neurológico y vascular de la extremidad. COMPLICACIONES Las complicaciones en las fracturas distales de radio pueden deben ser evitadas en lo máximo mediante una concienzuda evaluación de cada caso en particular, ya que se reflejara en dolor posterior a la consolidación y una limitación funcional en grado variable, dependiente de la población sujeto de la lesión. Entre las distintas complicaciones se incluyen: - Lesiones nerviosas: Los nervios mediano y cubital pueden sufrir mecanismos de compresión en sus respectivos túneles al entrar a la mano. Se calcula una incidencia global de aproximadamente 6%en las fracturas de Colles (rangos de 0.2 al 17%). Cabe señalar que entre mayor sea el entrenamiento especializado en mano, mayor incidencia de diagnóstico de lesión neurológica se observa, lo cual indica que el traumatólogo en general puede pasar por alto el diagnóstico d esta lesión. La clínica de un fenómeno compresivo aparece al poco tiempo después de la fractura, sin embargo hasta en 25% de los casos la sintomatología puede no manifestarse sino hasta los 3 meses. Los pacientes mayores, las fracturas intraarticulares, conminutas, inestables o con separación entre fragmentos y un desplazamiento dorsal mayor a 12 grados están asociados a un mayor incidencia de compresión del nervio mediano. La mayoría de los casos son tratados adecuadamente con manejo conservador. Los casos los cuales no presentan mejoría con manejo conservador pueden tener buenos resultados con neurólisis, aunque la compresión del nervio puede estar dada a nivel proximal del túnel osteofibroso del carpo, debido a la extensión del hematoma a nivel del foco de fractura, factor a tomar en cuenta a la hora de realizar una liberación abierta. El atrapamiento y compresión del nervio cubital ocurre en aproximadamente el 0.8% de las fracturas. - Lesiones a trayectos tendinosos: existe la posibilidad de rupturas tendinosas que aun cuando tiene una baja incidencia pueden ser factor de discapacidad para el paciente. La ruptura del tendón extensor largo del pulgar sucede en alrededor de 1%, siendo su mayor incidencia (58%) en las fracturas no desplazadas. El 80% de los casos se presentan dentro de las primeras 8 semanas (65 a 93%). Se ha asociado a una vascularización tendinosa pobre. Los tendones del extensor común raramente se rompen de forma tardía. Puede haber atrapamiento de los tendones flexores profundos, siendo mayor su frecuencia en los dedos anular y medio en las fracturas desplazadas. La ruptura de los tendones flexor largo del pulgar y el flexor largo del índice también han sido descritos en la naturaleza, sin embargo no es una entidad frecuente. - Artrosis postraumática: Existe una gran variación en cuanto a los reportes de artrosis posterior a una fractura, y varía el grado esperado de la misma al variar el grado de afectación articular y la afectación en correlación a los índices radiológicos ya antes comentados, sin embargo se calcula una frecuencia global de 12%. Después de un seguimiento más largo, a 5 años se encuentra artrosis en aproximadamente 24% de los casos. Es preciso mencionar que no se ha podido demostrar que haya un aumento de la incidencia de cambios degenerativos a mayor periodo de seguimiento. La incidencia es más alta en pacientes los cuales padecieron fracturas intraarticulares y si se producen en pacientes adultos jóvenes (57 a 65%). Dicha incidencia de artrosis se aumenta a mas de 90% si el escalón articular es mayor a 2 mm. La presencia de un fragmento tipo “die punch” imposibilita la reducción de la fractura siendo el responsable de los pobres resultados clínicos y radiográficos. Un factor importante es que la calidad de la reducción en trazos extraarticulares parece tener poca correlación con los resultados finales. Finalmente, sólo el 30% de pacientes con signos radiológicos de osteoartritis eran sintomáticos o tenían resultados funcionales clasificados como regulares o malos. - Enfermedad de Dupuytren o tenosinovitis estenosante: la presencia de nódulos ocurre en 4.2% en pacientes a 3 meses de seguimiento, aumentando a 11%a os 6 meses. Aparece sólo en 1.2% de las fracturas en pacientes mayores de 55 años. - Inestabilidad radiocarpiana y consolidación viciosa: La respuesta inevitable del carpo a la alteración mecánica causada por la consolidación en desviación dorsal es un patrón de inestabilidad en la flexión dorsal, lo cual a su vez condicionará la calidad de función final. La inestabilidad proximal del carpo, especialmente de origen escafosemilunar, puede presentarse en una fractura mal consolidada hasta en un 7%. Los pacientes los cuales presentan una consolidación viciosa, los cuales presentan un cuadro clínico de dolor, deformidad y disminución de la movilidad pueden ser tratados mediante osteotomías correctoras con buenos resultados hasta en 75% de los casos. - Pseudoartrosis radial y de la estiloides cubital: la pseudoartrosis en una fractura de tipo Colles es muy rara y en caso de presentarse se resuelve bien mediante la aplicación de de un aplaca más injerto corticoesponjoso en la cara volar. La pseudoartrosis de la estiloides cubital suele ser asintomática, pero la pseudoartrosis hipertrófica frecuentemente es dolorosa. La escisión subperióstica del fragmento no unido aliviará el dolor. Los estudios randomizados en los que se ha aplicado los criterios de medicina basada en evidencias no muestran la superioridad definitiva sobre cuál es el mejor tratamiento de las fracturas del radio distal en los adultos (Cocharane 2003). No se ha conseguido hasta el momento demostrar mediante evidencia la superioridad del tratamiento quirúrgico frente al conservador en fracturas con desplazamiento dorsal y radial. 3.-OBJETIVO GENERAL: Determinar que la placa volar colocada mediante reducción abierta y fijación interna es un método de tratamiento más efectivo en pacientes jóvenes con fractura distal de radio tratados en el hospital Lic. Adolfo López Mateos en relación a los pacientes tratados con reducción cerrada y fijación externa, evaluándose a un mínimo de 1 año, toda vez que ofrece la ventaja de reducción anatómica de la superficie articular de la porción distal del radio y permite la movilización precoz, lo cual es un factor pronostico de importancia para el desenlace clínico del paciente. 3.1 JUSTIFICACIÓN Existe discusión en la literatura en relación a que método es el ideal en el tratamiento de las fracturas de radio distal, con ventajas y desventajas conocidas de cada manejo, sin embargo, dado que la reducción abierta permita teóricamente la reducción anatómica, con un restablecimiento al 100% de la superficie articular, el resultado funcional evaluado a 1 año como mínimo será superior tomando en cuenta analgesia, arcos de movilidad así como satisfacción general del paciente del paciente. La justificación de este estudio es determinar la efectividad global así como radio de riesgo de la reducción abierta y fijación interna con placa volar en los pacientes jóvenes (por debajo de los 50 años) con diagnóstico de fractura distal de radio y comparar dicha efectividad con el tratamiento consistente en reducción cerrada y fijación externa. Las fracturas de radio son de las fracturas más frecuentes en nuestro medio dado el aumento de la esperanza de vida y la proliferación de actividades deportivas. Actualmente se considera que abarcan el 74% de todas las fracturas del antebrazo y un sexto del total de las fracturas vistas en el serbio de urgencias ortopédicas. 50% de los casos tienen compromiso de la articulación radiocarpal o radiocubital. Aun a pesar de ser una de las fracturas mas tratadas en nuestro medio, la literatura muestra disparidad en relación a las recomendaciones de tratamiento, ya que si bien la tendencia antigua era el tratamiento cerrado, aun con las técnicas modernas de reducción abierta y fijación estable, no es posible garantizar un resultado optimo, aunado a que el siguiente factor pronóstico es la rehabilitación. Existen series de casos las cuales favorecen a la fijación interna, los estudios más recientes, sin embargo no ha caído en desuso la fijación externa, por el contrario, sigue siendo de uso extensivo en nuestro centro hospitalario. No existe hasta el momento una evaluación objetiva del tratamiento otorgado a pacientes con este diagnóstico en esta unidad por arriba de los 6 meses de evolución, con una evaluación integral que incluya tanto el grado de satisfacción del paciente, su limitación para la realización de sus actividades cotidianas, como una verificaciónclínica de sus arcos de movilidad. Es una lesión que desde el punto de vista epidemiológico es muy frecuente y con alto impacto en la funcionalidad y capacidad laboral del paciente, por lo tanto el resultado funcional traducido en una menor discapacidad para la vida laboral y cotidiana, así como la ausencia de complicaciones determinan un impacto económico en cuanto a la actividad remunerada se refiere. Por tanto este estudio permitirá conocer los factores asociados a resultados desfavorables y otorgar el mejor método de tratamiento, lo cual traduce un menor número de consultas postoperatorias, rápido retorno a la actividad laboral con funcionalidad mejorada y disminuye costos intra y extrahospitalarios relacionados a la atención postoperatoria del paciente en cuestión. Todo ello se traduce en una mejoría de la relación costo beneficio en la atención estándar del paciente. De igual forma el estudio de estas patologías permitirá comparar la literatura y los resultados obtenidos y revisar de tal manera los conocimientos a este respecto, donde las opiniones son controvertidas y abiertas a discusión según las experiencias individuales. 4. MATERIAL Y METODOS. 4.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1. Determinar la efectividad de tratamiento con reducción abierta y fijación interna con placa volar, en pacientes jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluado a 1 año como mínimo. 2. Determinar la efectividad de tratamiento con reducción cerrada y fijación externa, en pacientes jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluado a 1 año como mínimo. 3. Comparar la efectividad de ambos tratamientos y determinar que tratamiento ha resultado más efectivo en nuestro medio. 4. Establecer el grado de funcionalidad objetiva de los pacientes tratados de ambos grupos, mediante un test validado. 5. Establecer el grado de funcionalidad general de los pacientes con un seguimiento a 1 año como mínimo. 6. Estimular futuros estudios en relación a nuevas técnicas de tratamiento moderno de fracturas del radio distal. 7. Determinar de forma estadística el radio de riesgo (R-R) y NNT y NND (número necesario a tratar y numero necesario a dañar) 4.2 DISEÑO Se realizó un estudio clínico no aleatorizado de forma longitudinal prospectivo y comparativo y abierto, previa aprobación del comité de ética en investigación para evaluar los resultados funcionales y de satisfacción de los pacientes jóvenes con fractura de radio distal tratados con reducción abierta y fijación interna en relación a los tratados con reducción cerrada y fijación externa, tratados en el servicio de Ortopedia del Hospital Lic. Adolfo López Mateos, siendo atendidos entre 2007 y 2008. Dicho estudio no se aleatorizó dado que no existen condiciones para el ciego tanto en investigador como en paciente, toda vez que se trata de pacientes ya tratados y se evalúa el resultado de dicho tratamiento. Con objeto de este estudio se considero a pacientes jóvenes como aquellos comprendidos estrictamente entre las edades de 20 y 50 años. Se dividirá a los paciente en 2 grupos, siendo el grupo P tratado con reducción abierta y fijación interna con placa volar y el grupo F tratado mediante reducción cerrada y fijación externa, con o sin fijación intrafocal. Cada grupo constará de 50 pacientes, a quienes se solicitará llenar un formulario previo consentimiento informado y abarcará desde el tipo de lesión que tuvo (basado en la clasificación de Fryckmann) y el desenlace clínico midiéndose tanto los rangos de movilidad de forma clínica (mediante un solo investigador mediante goniómetro graduado) y la aplicación de un test de funcionalidad validado para la articulación de la muñeca, dichos datos fueron sometidos a validación estadística mediante el programa SPSS. 4.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN Investigación observacional, longitudinal, prospectiva, comparativa, abierta, aplicada y biomédica. 4.4 GRUPO DE ESTUDIO Y TAMAÑO DE LA MUESTRA Se trata de pacientes postoperados por el diagnóstico de fractura de radio distal los cuales se comprenden entre las edades de 20 a 50 años, tratados mediante reducción abierta y fijación interna o reducción cerrada y fijación externa con o sin fijación intrafocal en el Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos entre las fechas de marzo de 2007 a marzo de 2009 con la factibilidad de realizar el procedimiento de tratamiento indicado en su situación. Tamaño de la muestra de 69 pacientes. De ellos un número de 32 pacientes fueron tratados mediante reducción abierta y fijación interna con colocación de placa volar con o sin fijación intrafocal y 37 fueron tratados mediante reducción abierta y fijación externa con o sin fijación intrafocal, denominándose así el grupo de reducción abierta y fijación interna como grupo P y los tratados mediante reducción cerrada y fijación externa como grupo F. 4.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN Pacientes con derechohabiencia del ISSSTE atendidos en el Hospital “Lic. Adolfo López Mateos”. Pacientes con edad entre 20 y 50 años con diagnóstico de fractura de radio distal tratados con reducción cerrada y fijación externa y reducción abierta y fijación interna con placa volar. Pacientes con evolución postquirúrgica mayor a un año. Pacientes operados entre marzo de 2007 y marzo de 2009 en HRLALM Pacientes con expediente clínico completo. Pacientes que acepten acudir a cita de evaluación postquirúrgica. Pacientes con expediente radiográfico completo y con control postquirúrgico reciente. Pacientes que autoricen mediante su firma en un formato ex profeso su inclusión en el estudio 4.6 CRITERIOS DE EXCLUSION Pacientes con edades menor a 20 años o mayor a 50 años. Pacientes tratados quirúrgicamente con sistemas diferentes a reducción cerrada y fijación externa y reducción abierta y fijación interna con placa volar. Pacientes que no acepten acudir a cita de revaloración o que por alguna razón deciden no ser incluidos en el estudio. 4.7 CRITERIOS DE ELIMINACION Pacientes con expediente clínico incompleto, que no especifiquen por alguna razón el tipo de fractura o el manejo otorgado, en cuyo caso se consideraran como fracaso en el análisis final del estudio. Pacientes que en cualquier momento manifiesten su deseo de salir del análisis del estudio. 4.8 CEDULA DE RECOLECCION DE DATOS. Se realizó la recolección de datos con una encuesta aplicada a todos los pacientes que fueron llamados en base al censo interno del servicio de Ortopedia del Hospital “Lic. Adolfo López Mateos”, de dicho número total de pacientes acudieron a la cita de estudio un total de 69 pacientes los cuales desearon ser incluidos en el estudio, previo consentimiento informado firmado, asi como una encuesta realizada por el investigador donde se recaban datos generales del paciente asi como datos concernientes a su diagnóstico y procedimiento. Se completo la encuesta obteniendo datos de la evolución de los pacientes con la Encuesta Visual Análoga del Dolor (EVA) y la aplicación del test de disfunción de muñeca publicado por McDermid James y Richards (27). Esto basado en el artículo ”Pain and disability reported in the year following a distal radius fracture: a cohort study”, publicado en 2003 en la revista BMC Musculoskeletal disorders, tomo 4 volumen 24 Se anexan los formatos de recolección de datos. Formato de recolección de datos Nombre: ____________________________________________ Cédula: _____________________________________________ Sexo:____________________ Edad: _______________ Actividad laboral:_________________________ Comorbilidad: Si No Cual? __________________________________ (anotar todas) Había presentado alguna lesión previa en esa muñeca? Si No Tipo de Fractura (Fryckman): 1 2 3 4 5 6 7 8 Fecha de tratamiento quirúrgico: tipo de anestesia: Tipo de tratamiento: RAFI RCFE
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