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Placa-volar-en-el-tratamiento-de-fracturas-de-radio-distal-en-pacientes-jovenes

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UNIVERSIDAD NACIONAL 
AUTONOMA DE MÉXICO 
F AC U L T AD D E M E D I C I N A 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO 
E INVESTIGACIÓN 
 
INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS 
TRABAJADORES DEL ESTADO 
 
PLACA VOLAR EN EL TRATAMIENTO DE FRACTURAS DE RADIO 
DISTAL EN PACIENTES JÓVENES: ESTUDIO COMPARATIVO 
 
 TRABAJO DE INVESTIGACIÓN QUE PRESENTA: 
 DR. SAMUEL SEBASTIAN CASTAÑON 
 
 PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD: 
ORTOPEDIA 
 
ASESOR DE TESIS: 
DRA. GRACIELA FONTAINE GUEVARA 
 
NO. DE REGISTRO DE PROTOCOLO: 
156.2010 
 
2010 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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___________________________________ 
DR. FÉLIX OCTAVIO MARTÍNEZ ALCALA 
COORDINADOR DE CCAPADESI 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
__________________________________ 
DR. GUILEBALDO PATIÑO CARRANZA 
JEFE DE ENSEÑANZA 
_________________________________ 
DRA. MARTHA EUNICE RODRÍGUEZ 
ARELLANO 
JEFE DE INVESTIGACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
___________________________________ 
DR. JORGE NEGRETE CORONA 
TITULAR DEL CURSO DE ORTOPEDIA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
___________________________________ 
DRA, GRACIELA FONTAINE GUEVARA 
ASESOR DE TESIS 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A DIOS POR LA FAMILIA QUE ME HA DADO, POR PERMITIRME SER Y POR LA 
OPORTUNIDAD DE CONTINUAR UN CAMINO HACIA LA SUPERACIÓN 
 
A MIS PADRES 
Alicia y Joel por su apoyo incondicional y que a pesar de todo han permanecido al pendiente de mi 
vida. No tengo palabras para agradecer lo que me han dado. 
 
A MIS HERMANOS 
Joel, Patricia y Edna, con mucho afecto y agradeciendo su apoyo y ánimo. 
 
A MI NOVIA 
Paola, quién me ha alentado a seguir hacia una meta y comparte mis días. 
 
A MIS MAESTROS 
Por enseñarme y agradeciendo la paciencia de mi aprender: Dr. Negrete Corona, Dr. García 
Gómez, Dr. Jiménez Aquino, Dr. Delgado Cedillo, Dr. Alvarado Soriano, Dr. Miranda Almanza, Dra. 
Fontaine Guevara, Dr. Alcántar Heredia, Dra. Cruz Sánchez. 
En especial al Dr. Negrete, mi maestro y amigo, por darme la oportunidad de aprender de él el 
mundo de la medicina en Ortopedia. 
 
A MIS AMIGOS 
Y en este tiempo hermanos, mayores y menores: Everardo, Luis Miguel, Salomón, Becquer, 
Moisés, Francisco, Federico, Evelyn, Salvador, Javier, César, Ricardo, Paul, Jorge, Areli, José 
Antonio, Luis Alberto, Servando, Alejandro, Daniel y Erick. Con mayor o menor jerarquía siempre 
trate de darles algo de mí. Sin olvidar a mis amigos que impulsan desde afuera: Oswaldo y 
Abraham, pero que nunca se olvidaron de mí. 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
I. TITULO E INVESTIGADOR X 
II. COORDINACIÓN Y JEFATURA DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN XI 
III. TITULAR DEL CURSO Y ASESOR DE TESIS XII 
IV. AGRADECIMIENTOS XIII 
V. ÍNDICE XIV 
VI. RESUMEN XV 
VII. SUMMARY OR ABSTRACT XVI 
INTRODUCCIÓN XVII 
1. MARCO TEÓRICO 
1.1 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA 
1.2 HIPÓTESIS 
2. ANTECEDENTES 
2.1 DEFINICIÓN 
2.2 EPIDEMIOLOGÍA 
2.3 DIAGNÓSTICO Y CLASIFICACIÓN 
2.4 TRATAMIENTO 
3. OBJETIVO GENERAL: 
3.1 JUSTIFICACIÓN 
4. MATERIAL Y METODOS. 
4.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 
4.2 DISEÑO 
4.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN 
4.4 GRUPO DE ESTUDIO Y TAMAÑO DE LA MUESTRA 
4.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN 
4.6 CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 
4.7 CRITERIOS DE ELIMINACIÓN 
4.8 CÉDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS. 
4.9 DESCRIPCIÓN GENERAL DEL ESTUDIO 
5. ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 
5.1 PROGRAMA DE TRABAJO 
5.2 ANÁLISIS DE DATOS 
6. RECURSOS 
6.1 RECURSOS HUMANOS 
6.2 RECURSOS MATERIALES 
7. FINANCIAMIENTO 
8. ASPECTOS ÉTICOS 
9. AUTORIZACIONES 
10. RESULTADOS 
11. CONCLUSIONES 
12. BIBLIOGRAFIA 
 
 
RESUMEN 
 
La fractura del radio distal en sus diferentes grados se presenta como una de las 
patologías de mayor frecuencia en la práctica ortopédica. Las fracturas del radio distal son una 
afección que se caracteriza por la discapacidad potencial que puede existir en caso de un 
inadecuado o subóptimo tratamiento por lo que el ortopedista debe echar mano de una serie de 
recursos terapéuticos en busca de un mejor desenlace clínico del paciente lesionado con fractura 
del radio distal (1). La población joven, por debajo de los 50 años es la población económicamente 
más activa y la cual debe considerarse como objetivo en su tratamiento la rápida e indolora 
reincorporación a su actividad laboral (5). 
 En una revisión prospectiva, longitudinal, descriptivo y observacional tipo serie de casos 
para evaluar los resultados clínicos de pacientes con diagnóstico de fractura de radio distal, con 
edades comprendidas entre 20 y 50 años de edad, se comparó la efectividad del tratamiento 
abierto con colocación de placa volar y la fijación externa con reducción cerrada, siendo 
encontrada una mayor frecuencia de fracturas clasificadas como tipo 8 de Fryckman, siendo el 
28.99% de los casos. 
Este estudio se realizó mediante la aplicación de un formato de recolección de datos a los 
pacientes del Servicio de Ortopedia del HRLALM postoperados con dicho diagnóstico entre el 
primero de marzo de 2007 hasta el 1 de marzo de 2009, tomando datos del protocolo quirúrgico y 
con datos por encuesta directa del dolor por la Escala Visual Análoga del Dolor (EVA) y de la 
Escala de Funcionalidad de McDermid y cols, para el posterior análisis con el programa de análisis 
de datos en salud SPSS versión 15.0 y tabulación y graficación en Excel versión 2007. 
La población evaluada fue de 39 pacientes presentó una media de edad de 39.6 años, 
todos operados por cirujanos con al menos 10 años de experiencia. El 46.3% de la población era 
de sexo femenino y el 17.39% de la población presentaba alguna comorbilidad, siendo las más 
frecuentes Diabetes mellitus e hipertensión. 32 de los pacientes correspondieron al grupo de 
reducción abierta y fijación interna (grupo P) y 37 pacientes al grupo de reducción cerrada y fijación 
externa. Se evaluó de forma independiente el uso de fijación intrafocal en ambos grupos, la cual se 
utilizó en el 8.7% de los casos del grupo P en contraste con el 23.1% de los casos del grupo F. El 
principal hallazgo fue la evolución similar en ambos grupos, pues los arcos de movilidad fueron 
muy parecidos en grados de movimiento. Se encontró una diferencia estadísticamente significativa 
al comparar el tiempo anestésico entre los dos grupos, con un promedio de 71.5 minutos del grupo 
P por 50.7 del grupo F, con una p de 0.14. 
Las principales complicaciones fueron el desalojo de material en ambos grupos (1.45% 
cada una), sin embargo en el grupo F se encontraron 2 complicaciones más: infección y 
consolidación viciosa. La mejoría del dolor según McDermid presentó un promedio de 6.2 puntos 
para el grupo P y de 5.7 para el grupo F, y la de la escala funcional un promedio de 5.3 y 4.2 
respectivamente, con u global de 11.6 y 9.9. La p global corresponde a .742 
Se clasificaron como buenos resultados un 88% de los casos y malos un 12% con 
puntuación mayor a 20 de disfunción, traducido en aumento del dolor y disminución de la función. 
El tratamiento del grupo P se correlaciona con menor posibilidad de complicación con una 
disminución absoluta de riesgo de -0.05, con un NNDpara el grupo placa de 0.095, NND para 
fijador de 0.05 y NNT global de 20, en contraste con un NND de 25. Aún cundo la p global es de 
.716 no significativa, los mejores resultados con reducción abierta y fijación interna son sugestivos 
para preferenciar su uso en casos selectos. 
 
 
 
SUMMARY OR ABSTRACT 
 
The distal radius fracture in different degrees is presented as one of the most frequent diseases in 
orthopedic practice. Distal radius fractures are a condition characterized by the potential that can be 
disabled if an inadequate or suboptimal treatment is given so the orthopaedist must draw on a 
range of treatment resources in the search of a better outcome of the injured patient with distal 
radius fracture (1). The young population below 50 years is the most economically active population 
which should be considered as an objective in the treatment quick and painless return to their work 
activity (5). 
 
In a review of prospective, longitudinal, descriptive, observational case series type study to evaluate 
the clinical outcomes of patients with distal radial fracture, aged between 20 and 50 years of age, 
compared the effectiveness of open treatment with placement of volar plate and external fixation 
with closed reduction, it was found an increased frequency of fractures classified as Fryckman type 
8, being 28.99% of the total cases. 
 
This study was conducted by implementing a data collection form for patients of Orthopedic 
Department of postoperative HRLALM with this diagnosis from first March 2007 until March 1, 2009, 
taking data of the surgical protocol and data by direct survey of the pain by Visual Analog Pain 
Scale (VAS) and McDermid et al Disability Scale, for the further analysis with the program of health 
data analysis SPSS version 15.0 and tabulation and charting in Excel 2007 version . 
 
The population studied was 39 patients had a mean age of 39.6 years, all operated by surgeons 
with at least 10 years of experience. 46.3% of the population were female and 17.39% of the 
population had some comorbidity, the most frequent were Diabetes mellitus and hypertension. 32 
patients corresponded to the group of open reduction and internal fixation (group P) and 37 patients 
to the group of closed reduction and external fixation. Was evaluated independently using intrafocal 
fixation in both groups, which was used in 8.7% of the cases in group P as opposed to 23.1% of the 
cases in group F. The main finding was similar evolution in both groups, since the range of 
movement were very similar in degrees of movement. There was a statistically significant difference 
when comparing the anesthetic time between the two groups, averaging 71.5 minutes in the P 
group by 50.7 in F Group, with p value of 0.14. 
 
The main complications were the material removal from both groups (1.45% each), however in 
group F were two complications: infection and malunion. The improvement in pain as McDermid 
had a mean of 6.2 points for group P and 5.7 for the group F, and the functional scale an average of 
5.3 and 4.2 respectively, with overall of 11.6 and 9.9. The global p value corresponds to .742 
 
Good results were classified as 88% of cases and poor in 12% with a Disability Score above 20, 
resulting in increased pain and decreased function. Treatment P group is correlated with less 
chance of complications with an absolute reduction in risk of -0.05, with a NND value in the plate 
group of 0.095, NND for external fixator of 0.05 and overall NNT of 20, in contrast to an NND of 25 . 
Yet there is growing global p value of .716 wich is not significant, the best results with open 
reduction and internal fixation are suggestive for preference its use in select cases. 
 
 
 
 
 
 INTRODUCCIÓN 
 
 Las lesiones fracturarios del radio distal son una patología que se observa comúnmente en 
la consulta de ortopedia y traumatología, donde el paciente acude por la deformidad manifiesta, el 
dolor severo y por la incapacidad funcional asociada a estos(1). 
 
 El estudio de la naturaleza de esta lesión fue atendido por distintos cirujanos en distinas 
épocas pero es en 1814 Abraham Colles quién de forma definitiva desmitifica y da un aire científico 
a dicho estudio (2), cuando describió un artículo sobre la no existencia de una llamada luxación 
carpiana y reconoce la existencia de una fractura como tal. Ya por 1830 Malgaigne realiza de 
forma concienzuda una incidencia de fracturas y confirma de forma fehaciente que la frecuencia de 
las fracturas es por mucho mayor a la luxación, reportando cero casos en su casuística. 
 
Además de la lesión de la porción extraarticular en sus diferentes grados de severidad, las 
lesiones articulares asociadas en pacientes con alto grado de exigencia funcional son variadas, se 
observa la presencia de lesiones de tejidos blandos tales como lesión del fibrocartílago triangular y 
de los distintos ligamentos estabilizadores y por tanto debemos de conocer a fondo esta patología 
pues de ello depende el tratamiento de los pacientes jóvenes en edad funcional y laboral que de no 
conocer en la práctica diaria la compleja e intrincada red de factores predictores de un mal 
resultado que pueden condicionar un inadecuado desenlace clínico (19) y producir dolor en el 
sustrato más importante de la medicina: el paciente(6). 
 
El tratamiento de la fractura del radio distal presenta múltiples opciones dependiendo estas 
de sus características, siendo muchas de ellas controvertidas como lo son el tratamiento apoyado 
en la visualización artroscópica o el uso de distintos tipos de injerto óseo y coadyuvantes de la 
consolidación, pasando de lo más clásico y usado, desde el simple molde de yeso hasta los 
modernos fijadores internos y las miniplacas de bajo contacto, todas estas siendo distintas 
herramientas que el cirujano ortopedista tiene para echar mano y proporcionar al paciente objeto 
de su tratamiento el mejor pronóstico posible (24). 
 
 Un conocimiento más completo, entendido y analizado de las lesiones que se encuentran 
comúnmente en nuestra población atendida, permitirá prestar una mejor atención y un mejor 
manejo de los recursos. 
 
 El presente estudio y revisión de la literatura pretende evaluar la efectividad global del 
tratamiento de las fracturas distales de radio en el centro hospitalario Hospital Regional “Lic. Adolfo 
López Mateos”, lo cual permite dilucidar el panorama actual del tratamiento de esta lesión así como 
contrastar 2 opciones de tratamiento y verificar cual de las opciones debe ser privilegiada, sin 
embargo se reconoce la importancia de los criterios de manejo de la literatura, los cuales se 
encuentran ya fuertemente establecidos. 
 
 
 
1. MARCO TEORICO 
1.1 DEFINICION DEL PROBLEMA 
 
¿El tratamiento con placa volar es más afectivo comparado con fijador externo en pacientes 
jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluándose a un mínimo de 1 año? 
 
 
1.2 HIPÓTESIS 
 
Se propone conocer que método de tratamiento es superior en nuestro medio para el 
tratamiento de las fracturas del radio distal en pacientes jóvenes (comprendidos entre 20 y 50 
años), comparando el manejo con reducción abierta y placa volar vs. Reducción cerrada y fijación 
externa. Igualmente permitirá conocer la funcionalidad del paciente mediante la aplicación de un 
test validado. 
El resultado esperado es que la placa volar sea un tratamiento más eficaz dada la 
reducción anatómica de los fragmentos de la superficie articular por tanto el resultado funcional, 
tomando en cuenta rangos de movilidad y analgesia postoperatoria será superior en relación al 
obtenido mediante la reducción cerrada y fijación externa. 
 
 
2. ANTECEDENTES 
 2.1 DEFINICIÓN 
 
Las fracturas del radio distal han sido analizadas en la bibliografía desde hace más de 200 
años, sin embargo su descripción y estudio datan desde las épocas más antiguas, siendo un 
ejemplo las descripciones clásicas de Hipócrates, aunque también son mencionadasen los 
escritos de Galeno, Palladius, Celsus, entre otros. 
La mayoría está dispuesto a reconocer a Abraham Colles(1) como el individuo responsable 
de dirigir a la atención hacia la naturaleza fundamental de estas lesiones, sin embargo fue J.L. Petit 
quien a comienzos del siglo XVIII sugirió que las dislocaciones carpiana en algunos casos eran 
realmente fracturas del extremo distal del radio. Sin embargo sus escritos no pasan de sugerir la 
naturaleza fracturaria sin embargo a finales del mismo siglo XVIII fue Claude Poteau quien sin 
duda reconoció la lesión como fractura del extremo distal del radio con desplazamiento dorsal del 
fragmento distal. En un trabajo publicado póstumamente en 1783 Poteau señalo el error casi 
universal en el diagnóstico de estas fracturas como dislocaciones carpianas(2). 
Afirmó “estas fracturas son tomadas en la mayoría de los casos como contusiones o 
luxaciones incompletas, o como la separación entre el radio y el cúbito en su unión cerca de la 
muñeca”. 
 
Fig. 1. Fractura en consolidación viciosa y sus cambios una vez remodelado el tejido óseo 
Poteau en su momento atribuyó la solución de continuidad distal del radio a una 
contracción brusca y enérgica del músculo pronador cuadrado y describió un cuadro clínico que a 
su ver era conforme a las lesiones y también propuso diversos esquemas de tratamiento. 
Posteriormente no hubo mayor mención en la literatura científica de la época sobre este proceso 
patológico, pensándose que pudiera ser una especie de dislocación articular. Un autor, Desault 
hizo mención de la combinación de una fractura y una dislocación, pero no hizo distinción entre 
ambas entidades y tampoco realizo una propuesta en lo que a tratamiento se refiere. 
Es posterior a esto, en 1814, que el ahora célebre Abraham Colles realiza un estudio 
formal de esta lesión, y si bien nunca realizo una distinción por grupos en si muestra y bajo la 
perspectiva de la investigación actual su documentación podría ser cuestionable, si ofrece la 
suficiente solidez para llamar la atención de la comunidad médica por descubrir la verdadera 
naturaleza de esta lesión traumatológica. 
Fue tal el revuelo de sus afirmaciones que tuvo que mesurar su hallazgo y mitigar las 
opiniones al afirmar: “la lesión a la que deseo dirigir la atención, no ha sido, que yo sepa, descrita 
por ningún autor. Justamente la forma de la extremidad carpiana del radio preferiría nos inclinara a 
la posibilidad de que esta guarda relación con una fractura. La ausencia de crépito y otros 
síntomas comunes de fractura, junto con la crepitación, la cual instantáneamente aumenta, como 
en otras lesiones de la muñeca, genera la dificultad de cerciorarse de la naturaleza real de este 
caso verdaderamente considerable.” Y aclaró: “Mientras la ausencia de crépito y de otros síntomas 
usuales de fractura produjeron un diagnóstico considerablemente difícil; una remembranza de la 
firmeza superior y el espesor de esta parte del radio, unida a la movilidad de su articulación con el 
carpo y con el cúbito, me inclinaron más a la cuestión que planteaba la posibilidad de que una 
fractura tuviera lugar en esta parte del hueso” y aún más para concluir, a manera de presentación 
de esta lesión dijo: “No puedo concluir estas observaciones sin advertir que esas opiniones fueron 
esbozadas a partir de los casos que sólo me sucedieron a mí debo considerar ésta como una de 
las lesiones más comunes a las que están expuestas la muñeca o la extremidad carpiana del radio 
y la ulna. Durante los últimos tres años, no he encontrado un solo caso de la dislocación de 
Desault”, del extremo inferior del radio, pero sí he tenido la oportunidad de ver un gran número de 
fracturas del extremo inferior de este hueso”. 
Por último, y en referencia al tratamiento y pronóstico esbozo: ”solo queda un consuelo, 
que la articulación en algún periodo remoto disfrutará de nuevo de perfecta libertad en todos sus 
movimientos y estará completamente exenta de dolor: la deformidad, sin embargo, permanecerá 
sin merma por toda la vida” 
Sin embargo, fueron 2 cirujanos, Malgaigne por un lado y Goyrand por otro, ambos de 
origen francés, quienes terminarían por completo con la discusión de la llamada dislocación carpal, 
ya que Malgaigne, al estar en el Hotel Dieu (hospital francés de gran renombre en su época), 
realizó una estadística en relación a la frecuencia de dichas lesiones. Además realizó una lista de 
los tipos de fracturas que resultaban de las caídas sobre la palma de la mano. La comprensión de 
la naturaleza de la lesión por parte de este cirujano fue fuera de lo común e identificó diversas 
lesiones en términos de su experiencia propia(2). 
 
 
Fig. 2. Incidencia de fracturas de radio en el Hotel Dieu (Francia) entre 1818 y 1830 
 
 
Fig. 3. Experiencia de Malgaigne, mostrando ausencia de luxación del radio. 
Goyrand por su parte, en 1832, afirmó que estas lesiones eran en realidad fracturas, y que 
la mayoría de fracturas del fragmento distal se desplazaban dorsalmente; además observó que en 
algunos casos el desplazamiento podía ser en dirección volar o palmar. 
Posteriormente otros cirujanos entre ellos Smith y Barton describieron la mayoría de las 
fracturas distales de radio antes del advenimiento de la radiografía. Poco después de la 
introducción de la radiografía Hutchinson describió una fractura que ocurría a menudo en 
conductores, hoy reconocida como fractura de la estiloides del radio. Alrededor de 1930, los 
autores empezaron a describir distintos tratamientos, además de férulas y moldes de yeso, para las 
fracturas distales del radio. Anderson y O´Neil describieron la utilización de una barra situada 
externamente y sujeta al hueso mediante agujas proximales y distales a la fractura. Este simple 
fijador a persistido en diversas formas como un método para neutralizar las fuerzas que de otra 
manera conducirían al acortamiento del radio distal tras la reducción. Por la misma época Cole y 
Obletz describieron un método alternativo utilizando agujas y yeso. Estos métodos se prolongaron 
cerca de 30 años, subsistiendo hasta nuestros días debido a la reproductibilidad y relativa sencillez 
de la técnica quirúrgica, hasta que la reducción directa y la fijación interna llegaron a ser 
comúnmente aceptadas para el tratamiento de las fracturas desplazadas e inestables del radio 
distal. 
En 1965, Ellis describió la colocación de una placa de sostén volar para fracturas 
conocidas previamente como fracturas de Barton. Se observó que estas fracturas se desplazaban 
tras una reducción cerrada, debido a su localización intraarticular así como por la inestabilidad del 
lugar de la fractura, que era difícil de controlar utilizando un molde de yeso y/o una fijación externa. 
La placa resistía las fuerzas deformantes de la fractura y su superioridad en cuanto a lograr la 
estabilización llegó a aceptarse rápidamente. 
Posteriormente en los artículos de los 80 y 90´s se describió la utilidad de la fijación interna 
con o sin neutralización externa (18), clarificando como una combinación de tratamientos puede 
proporcionar estabilidad y una mejoría de resultado s funcionales en las fracturas más inestables 
del radio distal. Posteriormente se ha abogado por abordajes de reducción directa de forma 
limitada, sin embargo el tratamiento de las fracturas distales de radio continua en evolución, 
siempre siendo necesario evaluarlos resultados con los diferentes métodos de fijación. Asimismo el 
papel de la rehabilitación en el tratamiento de estas fracturas cobra cada vez mayor énfasis siendo 
parte integral del tratamiento de estas lesiones (19). Al día de hoy en los grandes centros 
hospitalarios traumatológicos, se prefiere cada vez más el uso de la reducción abierta y fijación 
interna, debido a la evolución que han presentado las placas (16), las cuales presentan orificios de 
autobloqueo, sin embargo, en las revisiones de las experiencias de los maestros del tema, los 
clavos colocados bajo visióndirecta aún son una técnica más que vigente para el manejo de estas 
fracturas, y por el contrario, se recomienda de forma sistemática(11). 
 
2.2 EPIDEMIOLOGIA 
 
Las estadísticas en relación a la fractura distal de radio son variables, sin embargo se 
calcula que estas lesiones representan alrededor de la sexta parte del total de las fracturas 
atendidas en un servicio de traumatología ordinario. Se calcula una incidencia global de aprox. 
10.000 habitantes/año de los cuales 16 son hombres y 37 casos son mujeres(26). 
Si se cuentan únicamente las fracturas de antebrazo como un global, estas fracturas 
representan el 74.5% ya que son de la porción metafisiaria o epifisiaria del radio. Su pico de 
incidencia más elevado se observa en gente adulta mayor, entre los 40 a 59 años, lo cual se 
relaciona con osteopenia, esto a su vez derivado del aumento de la expectativa general de vida no 
sólo en nuestro país, sino en el mundo(25). 
Existe la estadística en la cual las personas de raza blanca mayores de 50 años que viven 
en Estados Unidos o Europa tiene un riesgo aproximado de 2% para los hombres y 15% de las 
mujeres para sufrir una fractura del radio distal a lo largo de su vida. Es clara la predominancia del 
sexo femenino en esta patología dada la alta actividad hormonal y metabólica (14), lo cual, 
consecuencia de la conjunción de varios factores, conlleva a una mayor incidencia de osteoporosis 
en el grupo femenino. No se ha correlacionado en ningún estudio relación alguna entre la edad y 
sexo y el tipo de fractura, dado que el mecanismo fundamental es básicamente el mismo: caída 
desde su altura con impacto con la muñeca en extensión forzada con apoyo del peso total del 
cuerpo. 
 
2.3 DIAGNOSTICO Y CLASIFICACIÓN 
 
El diagnóstico clínico se suele basar en la historia clínica y la sintomatología que suele 
presentar el paciente, la cual en la mayoría de pacientes se presenta como una deformidad en 
“dorso de tenedor”, tal como lo describió Colles. La sintomatología variará en relación al grado 
inicial de desplazamiento, la edad del paciente, la turgencia de la piel, la condición coagulatoria así 
como el grado de inflamación. Otros factores son la condición cutánea, la función motora previa en 
general así como el estado previo de hombro y dedos, los cuales influyen sobre la floridez del 
cuadro. 
SIGNOS Y SINTOMAS 
La variación de los síntomas puede ser vasta en esta patología, sin embargo son 
constantes el antecedente de traumatismo, generalmente caída sobre la mano extendida, con 
impacto en la región tenar e hipotenar, el severo dolor en la región del radio y ulna distal así como 
la deformidad con desplazamiento dorsal, clásicamente descrita como “dorso de tenedor”, con 
severo dolor a la palpación y movilización, además de edema localizado en dicha región. La 
crepitación ósea puede estar presente o ausente debido a la fragmentación de dicha fractura. La 
fuerza no suele ser valorable debido al agudo dolor que presenta el paciente. El dolor puede ser 
sin embargo variable en paciente con una neuropatía de base (3). 
Rockwood (1) recomienda la valoración de los siguientes puntos en la valoración inicial: 
1. Condición de la piel en el área lesionada 
2. Condición de la función de los nervios, tendones y flujo vascular 
3. Revisión de radiografías laterales y posteroanteriores sin yeso u otro material interferente 
4. Revisión de las radiografías tras reducción y tracción. 
5. Condición de la unción tendinosa y nerviosa tras tracción. 
6. Minimización de las obstrucciones al retorno venoso. 
Los estudios radiográficos de rutina son las proyecciones anteroposterior (AP) de muñeca, 
lateral de muñeca y proyecciones oblicuas, las cuales nos permitirán la valoración de el 
desplazamiento y la afectación intraarticular del radio distal. El objetivo de esta serie radiográfica 
será determinar de forma fiable la dirección y extensión del desplazamiento inicial. En caso de 
realizarse cualquier manipulación con miras a una reducción temporal o definitiva se deberán 
tomar nuevas proyecciones completas para valorar nuevamente la deformidad residual y el grado 
de conminución (20). 
Los valores más importantes a valorar en una serie radiográfica de trauma de muñeca son (26): 
- Angulación radial, desviación radial dorsal o dorsal tilt: en la muñeca con anatomía normal, 
la región distal del radio en su cara anterior presenta una clara concavidad anterior y la 
superficie articular está un poco inclinada hacia abajo. Se denomina angulación volar y se 
mide en grados, el rango normal varía entre los 1 y 21 grados, con una media aceptada de 
11 grados. Después de una fractura de Colles el fragmento distal se desplaza y esta 
inclinación se pierde hacia atrás. Desde el punto de vista funcional se ha observado que la 
inclinación residual hacia dorsal que puede existir posterior a una fractura tiene un claro 
efecto negativo en la amplitud de rangos d movilidad de la muñeca, ya que limita la flexión 
volar y palmar de la misma, asimismo disminuye la fuerza de prensión u oposición. Aún 
así, aunque existen reportes con desviaciones con angulación neutra (inexistente), la 
mayoría de los autores concuerdan que las desviaciones que se encuentren dorsales, pero 
por debajo de los 10 grados no tiene impacto significativo sobre la función, no así cuando 
dicha angulación supera esos 10 grados, pues pierde un 34% de función y por arriba de los 
30 grados aparecen signos de inestabilidad radiocarpiana. El estrés radiocarpiano indica 
que la angulación dorsal creciente desplaza la dirección de cargas hacia dorsal, desde la 
posición fisiológica, que es más palmar. Es por tanto que la angulación mayor a 30 grados 
se asocia significativamente a un aumento de la incidencia de artrosis degenerativa 
radiocarpiana. 
 
Fig. 4. Esquema de proyección lateral mostrando la desviación radial. 
- Inclinación radial: Se mide en la proyección anteroposterior con la porción más prominente 
de la apófisis estiloides radial medida contra la porción basal de la columna media de la 
muñeca. Esta diferencia nos da un resultado en grados, lo cual se puede ver afectado por 
la impactación y la desviación radial del fragmento distal. El rango normal varía entre 13 y 
30 grados, con una media de 23°. Posterior a un fractura de Colles este ángulo decrece. 
En un alto porcentaje la desviación radial se conjunta con rotación de un fragmento distal el 
cual se encuentra en supinación. Se menciona por la bibliografía que una desviación radial 
anormal no afecta el resultado funcional final, sin embargo también se hace la mención de 
resultados insatisfactorios en casos con mediciones angulares por debajo de los 5 grados. 
 
Fig. 5. Parámetros radiográficos en la proyección AP: 1. Inclinación radial, 2. Altura radial y, 3 
desplazamiento radial. 
- Altura o acortamiento radial: Es la combinación de impactación, pérdida de la inclinación 
interna y la reabsorción de hueso en el lugar de la fractura en su última fase. El 
acortamiento radial, y consecuentemente con la pérdida de inclinación radial es también 
causa de resultados deficientes por sus efectos limitantes sobre los arcos de movilización 
en el eje latero-lateral de la mano y la muñeca, lo cual puede ser causal de dolor en la 
vertiente cubital de la muñeca y dificultar la rotación del antebrazo, así como deformidad 
cosmética por la tendencia a incrementar la desviación radial. El acortamiento radial es el 
índice radiológico que más alteración produce de la cinemática carpiana y mayor distorsión 
crea del fibrocartílago triangular. Esto es, al tiempo que aumenta el acortamiento radial, el 
resultado funcional empeora, lo cual se agrava si lo anterior se da en conjunción con algún 
grado de angulación dorsal, por lo tanto, algunos autores hacen énfasis en este índice 
como el factor más importante en la recuperación de la movilidad y de la fuerza. 
 
- Alteraciones de la articulación radiocubital distal: en una muñeca sana, la integridad dela 
articulación radiocubital distal se mantiene por la indemnidad del fibrocartílago interóseo o 
triangular, el cual va desde el margen distal de de la fosa cubital del radio a la base de la 
apófisis estiloides cubital. En las fracturas de Colles, las cuales nos sirven como modelo 
teórico, la rotura de la porción distal del radio impactada y desplazada hacia el margen 
dorsal elonga o fuerza el fibrocartílago triangular debido al desplazamiento de la cabeza 
cubital. Hay 2 factores que intervienen para prevenir la ruptura de este ligamento en esta 
lesión. El primero es la avulsión en la región posteromedial del fragmento distal del radio 
que contiene la fosa lunar, donde se ancla la inserción de base del fibrocartílago. El 
segundo factor es la avulsión de la porción basal de la estiloides cubital la cual ancla la otra 
inserción del complejo ligamentario. Los 2 tipos de avulsión previos dan lugar a una 
subluxación de la ARCD. La ruptura del fibrocartílago puede diagnosticarse cuando la 
integridad de la ARCD se pierde y ninguno de estos tipos de fractura esta presente. 
 
- Escalón articular: Es e criterio intraarticular más importante. Para definir congruencia e 
incongruencia articular hablamos cuando en presencia de una factura encontramos un 
escalón articular de 0 a 1 mm. Por el contrario se habla de incongruencia articular si dicho 
escalón es mayor de 2 mm. Dicho criterio fue establecido por el Dr. Júpiter. Esto basado en 
la ausencia de pruebas de artrosis postraumática en fracturas las cuales consolidan con 
escalón articular de 1 mm o menos. Por el otro lado, más del 90% de las muñecas que 
curan con cualquier grado de escalón articular y en el 100% de las fracturas con 
incongruencia articular de 2 mm o mayor, se desarrolla un artrosis radiocarpiana, 
radiocubital distal y se refleja en malos resultados funcionales en una media de tiempo de 
entre 6 a 7 años. Es por tanto que de aquí surge la necesidad imperiosa de reducción 
anatómica de las superficies articulares y por tanto un escalón articular mayor de 2 mm es 
una indicación para su reconstrucción quirúrgica. 
 
- Vacío articular: En algunas fracturas, el grado de conminución es el foco de fractura puede 
provocar un “vacío esponjoso o articular”. Es un signo radiográfico traduce inestabilidad y 
es indicativo de la necesidad de fijación intrafocal complementaria o de reposición de masa 
ósea mediante injerto, pues de otra manera se puede manifestar con un desplazamiento 
secundario a base de falta de sustento y/o consolidación. La superficie articular del radio 
distal es difícil de valorar en un radiografía simple de muñeca, en cualquier proyección por 
lo que la medición del escalón articular, los cuales fueron descritos por Catalano y cols. 
debe ser evaluada en la tomografía axial computada. 
La tomografía axial computada es una herramienta útil para valorara la multifragmentación así 
como la superficie articular y su congruencia en los diferentes cortes. De ordinario la resonancia 
magnética no se usa en esta patología, pues es poca la información que proporciona a nivel de 
hueso, sin embargo es útil para evaluar la presencia de lesiones de tejidos blandos. Es por tanto 
que como objetivo quirúrgico se debe tener la reducción anatómica de una fractura, especialmente 
con afectación articular, con restitución de los índices ya mencionados, sin embargo cabe 
mencionar que si bien los resultados clínicos y anatómicos generalmente se correlacionan, esta 
aunado al mal resultado estético, no siembre van pareados a la perfección, pues existen pacientes 
los cuales tendrán un buen resultado funcional a pesar de tener mal resultado anatómico y 
viceversa. 
Por tanto, a fin de englobar las recomendaciones en relación a los objetivos del tratamiento 
quirúrgico, Gartland y Werley los resumieron en 4 puntos: 
- Restauración de la inclinación volar normal del radio distal 
- Restauración de la longitud 
- Restauración del desplazamiento radial 
- En el caso de fracturas intraarticulares, lograra la reducción precisa de la superficie 
articular 
La clasificación usada con el fin de este trabajo es la de Fryckman (2), aun cuando existen diversas 
clasificaciones. Normalmente un buen sistema de clasificación debe tener 3 características: debe 
describir las fracturas (tipo y gravedad de la misma), tener un valor predictivo de su evolución (13) 
(esto quiere decir, establecer un pronóstico y una orientación en relación a su tratamiento) y por 
último establecer un lenguaje claro y universal entre las diferentes personas que la utilicen. 
En relación a las fracturas de radio existe el problema que hay numerosas clasificaciones 
publicadas, dada la amplia variedad de tipo de trazo de fractura así como su involucro articular. Por 
lo tanto algunas se basan en el mecanismo de lesión, otras más en referencias anatómicas y unas 
cuantas más en relación a la afectación o el desplazamiento o angulación propias de la fractura 
(13). 
Históricamente Ehalt (1935) fue el primeo en realizar una clasificación comprensiva de las fracturas 
del radio distal, sin embargo describe 54 tipos de fracturas distintas y su complejidad hace que su 
uso haya sido científicamente nulo. Posteriormente Gartland y Werley en 1951 describieron de 
forma simplista 3 rubros: 
- Tipo 1: Fracturas extraarticulares 
- Tipo 2: Fracturas intraarticulares no desplazadas 
- Tipo 3: Fracturas articulares desplazadas 
Ya para 1964 Castaing propone una clasificación basada en el mecanismo de fractura, el 
desplazamiento de la extremidad distal del radio y el número de fragmentos distales. Aunque tiene 
una antigüedad de más de 40 años, actualmente sigue siendo referente para la escuela francesa 
de traumatología, pues su relativa simpleza y reproductibilidad le confiere un lado práctico. 
Es Fryckman en 1967 quién propone una clasificación de mayor uso generalizado, dando como 
criterio la afectación de las superficies articulares radiocapianas y radiocubitales. A manera de 
índice adicional de la gravedad de la lesión se utiliza la afectación o indemnidad de la apófisis 
estiloides cubital. Resultan de ello cuatro grandes grupos con 2 tipos de fractura cada uno, según 
la presencia de daño cubital o no. Los tipos I y II no muestran ninguna afectación de las superficies 
articulares, siendo trazos puramente metafisiarios, los tipo III y IV muestran afectación 
radiocarpiana, los tipos V y VI muestran afectación de la articulación radiocubital y los tipos VII y 
VIII de ambas superficies articulares. Las ventajas de este sistema consisten en la simplicidad y en 
las conclusiones fiables sobre el pronóstico. Tiene el inconveniente de no evaluar la conminución, 
no mide el desplazamiento dorsal o palmar de los fragmentos, solo sirve para los modelos 
descritos en dicha clasificación y no establece una relación con las indicaciones de tratamiento. 
Los modelos y conclusiones de Fryckman están basados en el estudio del mecanismo de 
producción de las fracturas de radio distal en experimentos estáticos y dinámicos en modelos 
cadavéricos. 
 
Fig. 6. Clasificación de Fryckman con sus 8 estadíos (1967) 
Melone en 1984 realiza una clasificación que refleja el mecanismo de lesión y el grado de 
afectación del radio distal (excluyendo el cúbito distal). Además sirve para orientar el tratamiento, 
sin embargo su aceptación es limitada. 
 
Fig. 7. Clasificación de Melone (1984) 
De las últimas clasificaciones en boga se encuentra la clasificación de Fernandez, la cual basa su 
clasificación en el entendimiento del mecanismo de producción de las fracturas antes que en sus 
características radiológicas. Basado en dichos mecanismos específicos dividieron las fracturas del 
radio distal en 5 tipos: 
- Tipo I: fractura por doblamiento o flexión 
- Tipo II: Fractura de corte de la superficie articular (fracturas de Barton y Barton invertido, 
estiloides radial) 
- Fracturas de compresión de la superficie articular 
- Fracturas por avulsión 
- Fracturas pormecanismos combinados 
Es igualmente importante recalcar la importancia de las lesiones de la articulación radiocubital 
distal (ARCD). Ya que el resultado final después dela unión de la fractura depende de forma 
primordial de la estabilidad articular residual y la presencia o ausencia de artritis postraumática, los 
parámetros de clasificación se basan en la presencia o ausencia de subluxación de la ARCD o la 
dislocación de la cabeza cubital, debido a la ruptura concomitante del complejo fibrocartílago 
triangular y los ligamentos capsulares y al grado de envolvimiento de la superficie articular (fractura 
intraarticular de la escotadura sigmoide o de la cabeza cubital). 
Se han estadificado tres tipos de lesión básica de la articulación radiocubital distal, esto es 
dependiente de la estabilidad residual de la misma posterior a la reducción de la fractura de radio 
distal, habiendo sido ya estabilizada de la forma más conveniente. Por tanto, esta da significancia a 
que las relaciones anatómicas de una escotadura sigmoide con la cabeza ulnar han sido 
restauradas a través de una adecuada recuperación de la longitud radial y la inclinación frontal y 
sagital del fragmentos distal del radio. 
Los tipos de lesiones se pueden clasificar en 3 tipos (24): 
- Tipo I: Lesiones de la ARCD estables: La ARCD es clínicamente estable y la radiografía 
muestra que la articulación radiocubital es congruente. Los estabilizadores primarios de la 
articulación, incluyendo el complejo fibrocartílago triangular y los ligamentos capsulares, 
están intactos. Estas lesiones incluyen avulsión de la punta de la apófisis estiloides cubital 
y fractura estable del cuello cubital. 
- Tipo II: Lesiones inestables de la ARCD: La ARCD está dislocada o subluxada. Existen un 
desgarro masivo de substancia del complejo fibrocartílago triangular o una fractura 
avulsión de la base de la estiloides cubital. 
- Tipo III: lesiones inestables en potencia.: Este tipo de lesiones refleja la ruptura esquelética 
de las superficies articulares de radio y cúbito en la escotadura sigmoidea o en cabeza 
ulnar. 
Por último, la clasificación más difundida es la clasificación del grupo AO, la cual tiene la ventaja de 
brindar un vendaje universal de comunicación entre cirujanos traumatólogos. 
Las fracturas del segmento distal del antebrazo corresponden a la numeración 23 (2 
correspondiente a antebrazo y 3 a su porción distal) y su subclasificación como se enumera a 
continuación (4): 
23 – A1: Fracturas extraarticulares del cúbito distal, permaneciendo el radio intacto. 
23 – A2: Fracturas extraarticulares del radio distal de trazo simple e impactada 
23 – A3: Fracturas extraarticulares del radio distal, multifragmentaria 
23 – B1: Fractura articular parcial del radio, en el plano sagital. 
23 – B2: Fractura articular parcial del radio, fragmento dorsal en el plano frontal 
23 – B3: Fractura articular parcial del radio, fragmento palmar en el plano frontal 
23 – C1: Fractura articular completa del radio, articular y metafisiaria simple 
23–C2: Fractura articular simple completa del radio, articular simple, metafisiaria multifragmentaria 
23 – C3: Fractura articular completa del radio, multifragmentaria 
 
Fig. 8. Esquema de la clasificación del grupo AO 
 Todos los estudios sobre clasificaciones descritas revelan poca reproductibilidad interobservador 
tanto como intraobservador. Ninguna de ellas garantiza que pueda servir como referente para 
comparar distintos estudios ni aporta la seguridad necesaria para encaminar el tratamiento y el 
pronóstico. Sin embargo, no cambia la base del conocimiento de la clasificación en general, que es 
el dominio de la anatomía del as fracturas distales del radio, lo cual guiará a una correcta 
comprensión lesional y una adecuada planificación terapéutica. Es importante señalar que todas 
las clasificaciones tienen tanto ventajas como desventajas (9). 
Para algunos autores la tomografía axial computada (TAC) es una herramienta indispensable ya 
que aumenta la sensibilidad para medir el escalón y el vacío articular, aumenta la precisión para 
detectar la conminución y la afectación de la articulación radiocubital. 
 
2.4 TRATAMIENTO 
 
 El tratamiento del radio distal puede ser realizado por distintos medios, y su fundamento es 
la merma funcional que causa la alteración mecánica. El acortamiento radial experimental, aun 
cuando pueda ser considerado mínimo (entre 2 a 3 mm), origina cambios en la biomecánica y en la 
transmisión de la carga a la fosa semilunar, la porción distal del cúbito y el complejo fibrocartílago 
triangular. Se ha demostrado experimentalmente que un acortamiento radial de 10 mm se traduce 
en una merma funcional de la pronación del 47% y en una disminución de la supinación del 27%. 
Varios autores hacen énfasis en la correlación entre el acortamiento radial relativamente pequeño 
(entre 3 a 6 mm) y una evolución clínica desfavorable, teniendo manifestaciones tales como la 
reducción de la rotación del antebrazo, la disminución de la fuerza de prensión, el impacto carpiano 
del cúbito y el dolor de la cara cubital de la muñeca (18). Una vez más se subraya la importancia 
del acortamiento radial como la medición extraarticular de mayor importancia pronóstica 
correlacionada con un resultado clínico desfavorable. La incongruencia articular residual durante la 
consolidación de la fractura guarda una estrecha relación con la aparición de artrosis, que con 
frecuencia da paso a una sintomatología notable. Algunos estudios han demostrado un aumento 
de las fuerzas de contacto adyacentes al escalón articular. En estudios experimentales se ha 
puesto de manifiesto una menor capacidad de remodelar las incongruencias cuando el tamaño del 
escalón articular excede del grosor del cartílago articular local (20). 
 Es derivado del artículo pionero de 1986 de Knirk y Jupiter (20), donde se confirma la 
necesidad imperiosa de reducir los escalones intraarticulares hasta menos de 2 mm. Es por tanto 
que al momento de valorar el tratamiento, es necesario poner en la balanza las posturas contrarias 
defendidas por diversos autores en la que se ha encontrado una escasa correlación entre la 
recuperación anatómica y el resultado funcional final. 
Las opciones terapéuticas abarcan la inmovilización con yeso, manipulación y 
enclavamiento percutáneo, fijación externa reducción abierta limitada y fijación interna, reparación 
guiada por artroscopia y reducción abierta y fijación interna, opciones que se analizarán, sin 
embargo se hará mayor énfasis en la reducción cerrada y fijación externa y la reducción abierta y 
fijación interna dado que son motivo del estudio objeto de la presente tesis. 
La inmovilización con escayola de yeso siguen siendo el tratamiento primario de la mayor 
parte de fracturas del radio distal, sea con manipulación o sin ella (22). En general se recomienda 
dicha inmovilización por encima del codo, con el antebrazo en pronación neutra o ligera y la 
muñeca en flexión leve y desviación cubital. Posteriormente, en el tratamiento sucedáneo se aplica 
un yeso antebraquipalmar, con un periodo total de inmovilización de alrededor de 6 semanas. Se 
han publicado series de estudio comparando un yeso por encima del codo, una ortesis funcional en 
supinación, una variedad de ortesis que permiten la movilización rápida de la muñeca o distintas 
posiciones de la muñeca, sin embargo sin llegar a ninguna notable superioridad de un método 
sobre otro, por el contrario, no se ha demostrado la superioridad de esos elementos frente a un 
yeso antebraquial simple. Aún así no es discutible la marcada tendencia de estas fracturas a 
perder su posición una vez reducidas. Las fuerzas musculares que actúan a través de la fractura 
tienden a crear lo que Cooney y cols. han denominado “impulsión carpiana proximal” la cual se 
traduce en nuevo desplazamiento hacia la posición postraumática original. 
De hecho, en series amplias en pacientes ancianos con diversos gradosde osteopenia, el 
desplazamiento secundario puede representar hasta 60%. Por tanto si existe una sensación de 
pesimismo al evaluar la capacidad del yeso o una ortesis para mantener la alineación después de 
la manipulación en pacientes de edad avanzada. Una idea en principio sería la remanipulación, sin 
embargo estudios no han mostrado beneficio alguno, por lo quela remanipulación en general no 
constituye un método satisfactorio para impedir la pérdida de reducción, en especial en las 
personas ancianas. Los factores predictivos de inestabilidad es el desplazamiento inicial, la 
conminución dorsal, afectación intraarticular extensa, edad y la calidad de la reducción original. 
OPCIONES DE TRATAMIENTO 
 Manipulación y enclavamiento percutáneo: el enclavado percutáneo seguido de la 
colocación de un aparato de yeso o una ortesis resulta una opción atractiva ya que es una 
forma mínimamente cruenta para tratar diversas fracturas de gravedad intermedia. Entre 
ellas las fracturas extraarticulares con conminución unicortical, fracturas intraarticulares sin 
desplazamiento, y las fracturas intraarticulares con 2 fragmentos grandes. Ha sido 
demostrado que la fijación simple con 2 agujas tipo K proporciona resultados buenos o 
excelentes en un elevado numero de pacientes. Cabe la posibilidad de añadir más agujas 
a la fijación, Otra opción atractiva es la adición de una aguja dorsomedial cruzada. Naidu y 
cols. averiguaron que la adición de dicha aguja cruzada a dos agujas transestiloideas 
proporciona una estructura significativamente más rígida que la lograda solo con estas 
últimas. 
 Fijación externa: es un principio biomecánico de tratamiento y es la base del tratamiento de 
las fracturas del radio distal consideradas inestables. Con al fijación externase ejecuta 
ligamentotaxis en el foco fracturado, se neutralizan así las fuerzas de compresión y se 
evita el aplastamiento. A fechas recientes se han introducido modificaciones técnicas que 
aumentan las posibilidades de recuperación de la superficie articular así como de la 
inclinación palmar, aspectos que normalmente no se tienen bajo control mediante la 
fijación externa. Durante los años ochenta se presentó la preocupación por diversas 
complicaciones relacionadas al uso de fijadores externos, pudiendo dividirse dichas 
complicaciones en tres grandes grupos: problemas relacionados con las agujas, rigidez de 
los dedos y de la muñeca e imposibilidad de mantener una reducción satisfactoria. Dichas 
complicaciones se han disminuido de forma sustancial mediante mejoras técnicas. A 
diferencia de las heridas por punción, los abordajes abiertos limitados evitan el contacto 
con los tendones y con el nervio radial y facilitan el centraje de la aguja en el radio y el 
metacarpo. El taladro previo y la utilización de agujas de mayor tamaño en el radio 
aumentan de forma notable la fuerza de tracción y la rigidez. La ligamentotaxia no basta 
para recuperar la inclinación palmar dado que los ligamentos palmares cortos y gruesos 
están tensos antes de aplicar ninguna fuerza los ligamentos dorsales. Si es empleada la 
tracción manual, puede manipularse el fragmento distal hasta recuperar la angulación 
anterior (mediante técnica cerrada o percutánea), fijarlo con agujas y posteriormente 
colocar un fijador externo. Se ha recomendado el empleo de injerto óseo a discreción para 
rellenar los defectos metafisiarios y apuntalar la superficie articular realineada. Parece ser 
que esto acelera el proceso de consolidación de la fractura y resulta posible extraer el 
fijador posterior a solo 3 semanas sin que se pierda la alineación. La distracción adecuada 
será la suficiente para permitir una adecuada tensión de los ligamentos e impedir la 
contractura. La distracción excesiva y las posiciones no fisiológicas de flexión extrema y 
desviación cubital limitan la flexión activa y pasiva de los dedos y determinan en el largo 
plazo una compresión del nervio mediano, lo cual es una complicación conocida de la 
posición de Cotton-Loden. La fijación externa de forma prolongada repercute en los 
resultados, sin embargo diversos autores han reportado buenos resultados al mantener el 
fijador externo entre 6 a 8 semanas. Existe un gran interés por dinamizar los fijadores 
externos para otorgar una movilización precoz al paciente. Dienst y cols. describieron la 
dinamización de estos dispositivos y comenzaron la flexión entre 10 a 14 días, sin embargo 
en diversas series no han demostrado ninguna ventaja, igualmente se ha reportado 
perdida del reducción, por el momento no se considera la dinamización del fijador externo 
como una medida. Durante la última década ha surgido interés por el uso de fijadores 
externos sin ponteo de la articulación radiocarpiana, fijando las agujas distales al 
fragmento distal del radio y no al metacarpiano. Por lo general, esta técnica se ha utilizado 
para las fracturas extraarticulares con 6 a 10 mm de cortical intacta detectadas en el 
fragmento distal. Bishay y cols. extendieron su uso a las fracturas intraarticulares y 
emplearon agujas de Schanz de 2.5 mm para reducir y mantener los fragmentos. McQueen 
observo resultados más favorables con la fijación sin ponteo que con ponteo. Sin embargo 
si esta técnica se limita a las fracturas extraarticulares, la aplicación de este procedimiento 
se ve reducido a una muy pequeña porción de las fracturas. 
 Reducción abierta limitada y fijación interna: en las fracturas de radio a menudo no basta 
con la ligamentotaxia para recuperar la congruencia articular. En caso de un patrón 
fracturario relativamente simple, se utilizará una vía de abordaje limitado (percutáneo o a 
través de una pequeña artrotomía) para levantar los fragmentos deprimidos y realinearla 
superficie articular. Con una técnica limitada se limita la disección de tejidos blandos así 
como la desvascularización de los pequeños fragmentos óseos y se impide que los 
dispositivos metálicos lesionen los tendones extensores. Cuando se fractura la apófisis 
estiloides, se fija con agujas a la diáfisis y se utiliza como plantilla para la posterior 
reconstrucción de la articulación. Los fragmentos mediales se elevan, se comprimen con 
unas pinzas y se fijan de modo transversal con agujas. Se añade injerto óseo a discreción. 
Por lo general puede requerir cierta fijación externa para conseguir una adecuada 
neutralización. 
 Reparación guiada por artroscopia: El empleo de la artroscopia ofrece ciertas ventajas. 
Desde una perspectiva diagnóstica puede ayudar a valorar con exactitud las lesiones de 
tejidos blandos, tales como la lesión de los ligamentos intercarpianos. Igualmente las 
regiones que no se visualizan de forma adecuada radiográficamente, pueden evaluarse 
con precisión mediante artroscopia. Desde el punto de vista terapéutico, es posible eliminar 
los restos fracturarios de la articulación, desbridar los colgajos de tejido blando y conformar 
una recuperación satisfactoria de la congruencia de la articulación. En varias series se ha 
demostrado una incidencia de rotura del fibrocartílago triangular de entre 30 a 45%. Sin 
embargo a medida que los patrones fracturarios se complican la dificultad técnica aumenta 
de forma sustancial. No existe ningún dato que confirme que la reducción contralada por 
artroscopia mejore los resultados. 
 Reducción abierta y fijación interna: muchos atores opinan que el tratamiento óptimo de 
determinados patrones fracturarios es la reducción abierta y fijación interna, entre ellas las 
fracturas tipo 4 de Melone (con el fragmento medial desplazado y rotado), las fracturas 
desplazadas de Barton y las conminutas de Smith, la conminución de las articulaciones 
radicarpiana y radiocubital inferior y os traumatismos complejos de alta energía (tipo C3 de 
la AO, tipo 5 de Melone y grupo combinado de Fernandez). El fragmento medial palmar se 
fija con una placa pequeña (2.7 mm) y se emplea el abordaje dorsal para la reconstrucción 
de la superficie articular y el injerto óseo. Deordinario se precisa fijación interna de 
neutralización. En cuanto a las fracturas palmares de Barton y las conminutas de Smith se 
emplea una vía de acceso anterior más amplia y se fijan con una placa en T oblicua de 
soporte palmar. Las fracturas complejas de lata energía conforman un grupo diverso y 
exigen un tratamiento individualizado. En general al principio se accederá a la fractura 
desde el lado de mayor desplazamiento. Aun cuando se apliquen placas, suele ser 
necesaria la fijación externa para aumentar la estabilidad. Se recomienda el uso 
sistemático de injertos óseos. El empleo de placas dorsales da origen a un nuevo interés. 
La placa pi se sirve de tornillos pequeños 2.4 mm o agujas de soporte de 1.8 mm para 
apuntalar los pequeños fragmentos distales en la superficie articular. Puede moldearse in 
situ. A pesar de que los primeros resultados fueron satisfactorios, actualmente preocupan 
complicaciones tales como la ruptura de tendones extensores. Aunque las placas dorsales 
son ventajosas por que permiten la movilización precoz, la sido preciso extraerlas en un 
elevado porcentaje de casos debido a las prominencias e irritación a los tendones. 
También se debe cuestionar si las placas dorsales pueden controlar los pequeños 
fragmentos articulares en las fracturas muy conminutas. En determinados traumatismos no 
se logra una fijación satisfactoria. Cuando la superficie articular se fragmenta en más de 5 
piezas, es muy improbable que se consiga su alineación anatómica, no obstante, como 
destacaron Fernandez y Geissler, aun cuando no sea posible salvar la articulación 
radiocarpiana es imprescindible tratar la articulación radiocubital inferior y alinear la mano 
con el antebrazo. 
TÉCNICA QUIRURGICA DE REDUCCIÓN ABIERTA Y FIJACIÓN INTERNA 
La reducción abierta y fijación interna para colocación de placa volar (3) se recomienda 
igualmente para las fracturas oblicuas cortas desplazadas volarmente o con fragmentos die-punch 
cubitales rotados, este abordaje debe ser volar. La incisión inicial palmar se realiza directamente 
sobre el tendón del músculo palmar mayor, posteriormente se lleva a través de los tejidos 
subcutáneos y se controlan los vasos hemorrágicos con bisturí eléctrico. La vaina del tendón del 
palmar mayor se incide longitudinalmente exponiéndose el tendón del flexor largo del pulgar. Este 
flexor y la arteria radial con sus venas acompañantes se reflejan radialmente. El nervio mediano y 
los tendones flexores intrínsecos se reflejan hacia cubital para exponer el pronador cuadrado. La 
inserción del pronador cuadrado se incide longitudinalmente a lo largo del borde radial palmar del 
radio distal en su inserción dejando un pequeño manguito de tejido, que puede suturarse durante el 
cierre. En este punto son útiles un clavo K, un elevado dental, o un clamp de reducción para 
completar de forma adecuada la reducción de la fractura. Un intensificador de imagen o artroscopia 
pueden se útiles también. Una vez realizada dicha reducción, se emplean clavos de Kirschner para 
la fijación provisional. Se sitúa entonces la placa palmar en T de pequeños fragmentos. Se coloca 
el primer tornillo en el agujero elíptico de la placa cerca de la unión del vástago y lavase. Esto 
permite alguna libertad de ajustar la palca tras la aplicación del primer tornillo. Si es necesario se 
puede moldear la placa, asegurando una adecuada coaptación entre la placa y la fractura reducida. 
El agujero proximal del talo de la placa T se alinea y se asegura con un tornillo. Los tornillos 
pueden colocarse a través de la base de la placa, aunque esto no es siempre necesario. Los 
tornillos más cercanos a la fractura estarán angulados lejos de la fractura para asegurar más 
fijación. Para fragmentos die-punch volares cubitales desplazados o volteados, suelen ser útiles 
placas de minifragmentos de 2.7 o placas anguladas. Una vez completada la fijación se retira 
isquemia y se valora el llenado capilar. La herida se lava copiosamente con solución salina estéril. 
Se puede realizar la reinserción del pronador cuadrado, sin embargo algunos autores como Wiss 
prefieren dejarlo únicamente sobre el lecho operatorio sin suturar, sin encontrar problemas con 
ello, a fin de evitar sufrimiento vascular muscular. Se coloca en la profundidad del abordaje un 
drenaje a succión y se saca en proximidad y en profundidad por una incisión aislada. Para 
reaproximar los tejidos se emplean suturas finas reabsorbibles. La fascia profunda no se repara a 
fin de evitar dificultades neurovasculares. Se sutura piel con material no absorbible o grapas. 
TÉCNICA QUIRURGICA DE REDUCCIÓN CERRADA Y FIJACIÓN EXTERNA 
La fijación externa (1) se aplica de forma más segura mediante un abordaje limitado y 
abierto. Se realiza una incisión dorsoradial de 2.5 cm de longitud en la base del metacarpiano del 
índice protegiendo las ramas sensoriales del nervio radial y exponiendo el tubérculo en la base del 
metacarpiano del índice. Se identificará el espacio libre dorsal entre el primer y segundo interóseo 
dorsal y se realizará una incisión mediante bisturí. El primer músculo interóseo dorsal se retira, 
evitando cuidadosamente cualquier lesión y se expondrá el tubérculo en la base del metacarpiano 
del índice y la diáfisis metacarpiana. Utilizando el intensificador de imágenes como guía se 
taladrarán las bases de los metacarpianos índice y medio y medio así como la diáfisis carpiana del 
índice. Los agujeros producidos por el taladro se sustituirán mediante agujas de fijación 
autoterrajantes de tamaño adecuado. Se realiza una incisión más proximal, unos 10 cm por encima 
de la apófisis estiloides radial a lo largo del borde radial del antebrazo. Por debajo de esta incisión, 
en el tejido subcutáneo, podrán encontrarse las ramas terminales del nervio cutáneo antebraquial 
lateral, que deberá apartarse y protegerse. La fascia subyacente contiene la unión del 
braquiorradial con el extensor carporradial largo. A medida que se realiza la incisión en la fascia 
que cubre el espacio entre estos dos tendones, el tronco del nervio radial sensorial se verá 
aparecer por debajo del braquiorradial. Este podrá ser fácilmente retraído y protegido al tiempo que 
se visualizará directamente por debajo de una clara zona que corresponderá a la diáfisis radial. 
Bajo visión directa, se taladrarán agujeros en el radio para su relleno subsecuente con los tornillos 
autoterrajantes correspondientes. De esta forma podrá asegurarse la colocación de las agujas en 
su centro y se evitará con certeza la compresión de nervios y tendones. La elección del método de 
fijación externa es muy variable. Tras revisar la longitud total y el alineamiento mediante el 
intensificador de imágenes, especialmente asegurando que la alineación durante la rotación sea 
satisfactoria se efectuará un alineamiento fino de los fragmentos mediante la inserción percutánea 
de aguas de alambre en el lugar de la fractura y nivelar o unir los fragmentos en su correcto 
alineamiento. Si se nota un vacío en la metáfisis del hueso, deberá considerarse la colocación de 
un injerto o la sustitución ósea. 
El tratamiento postoperatorio se adecúa para ambos procedimientos, iniciando la 
movilización casi inmediata en la medida que lo permita el dolor en los pacientes con reducción 
abierta y fijación interna con placa volar y cuidando de forma sistemática el estado neurológico y 
vascular de la extremidad. 
COMPLICACIONES 
Las complicaciones en las fracturas distales de radio pueden deben ser evitadas en lo máximo 
mediante una concienzuda evaluación de cada caso en particular, ya que se reflejara en dolor 
posterior a la consolidación y una limitación funcional en grado variable, dependiente de la 
población sujeto de la lesión. Entre las distintas complicaciones se incluyen: 
- Lesiones nerviosas: Los nervios mediano y cubital pueden sufrir mecanismos de 
compresión en sus respectivos túneles al entrar a la mano. Se calcula una incidencia 
global de aproximadamente 6%en las fracturas de Colles (rangos de 0.2 al 17%). Cabe 
señalar que entre mayor sea el entrenamiento especializado en mano, mayor incidencia de 
diagnóstico de lesión neurológica se observa, lo cual indica que el traumatólogo en general 
puede pasar por alto el diagnóstico d esta lesión. La clínica de un fenómeno compresivo 
aparece al poco tiempo después de la fractura, sin embargo hasta en 25% de los casos la 
sintomatología puede no manifestarse sino hasta los 3 meses. Los pacientes mayores, las 
fracturas intraarticulares, conminutas, inestables o con separación entre fragmentos y un 
desplazamiento dorsal mayor a 12 grados están asociados a un mayor incidencia de 
compresión del nervio mediano. La mayoría de los casos son tratados adecuadamente con 
manejo conservador. Los casos los cuales no presentan mejoría con manejo conservador 
pueden tener buenos resultados con neurólisis, aunque la compresión del nervio puede 
estar dada a nivel proximal del túnel osteofibroso del carpo, debido a la extensión del 
hematoma a nivel del foco de fractura, factor a tomar en cuenta a la hora de realizar una 
liberación abierta. El atrapamiento y compresión del nervio cubital ocurre en 
aproximadamente el 0.8% de las fracturas. 
- Lesiones a trayectos tendinosos: existe la posibilidad de rupturas tendinosas que aun 
cuando tiene una baja incidencia pueden ser factor de discapacidad para el paciente. La 
ruptura del tendón extensor largo del pulgar sucede en alrededor de 1%, siendo su mayor 
incidencia (58%) en las fracturas no desplazadas. El 80% de los casos se presentan dentro 
de las primeras 8 semanas (65 a 93%). Se ha asociado a una vascularización tendinosa 
pobre. Los tendones del extensor común raramente se rompen de forma tardía. Puede 
haber atrapamiento de los tendones flexores profundos, siendo mayor su frecuencia en los 
dedos anular y medio en las fracturas desplazadas. La ruptura de los tendones flexor largo 
del pulgar y el flexor largo del índice también han sido descritos en la naturaleza, sin 
embargo no es una entidad frecuente. 
- Artrosis postraumática: Existe una gran variación en cuanto a los reportes de artrosis 
posterior a una fractura, y varía el grado esperado de la misma al variar el grado de 
afectación articular y la afectación en correlación a los índices radiológicos ya antes 
comentados, sin embargo se calcula una frecuencia global de 12%. Después de un 
seguimiento más largo, a 5 años se encuentra artrosis en aproximadamente 24% de los 
casos. Es preciso mencionar que no se ha podido demostrar que haya un aumento de la 
incidencia de cambios degenerativos a mayor periodo de seguimiento. La incidencia es 
más alta en pacientes los cuales padecieron fracturas intraarticulares y si se producen en 
pacientes adultos jóvenes (57 a 65%). Dicha incidencia de artrosis se aumenta a mas de 
90% si el escalón articular es mayor a 2 mm. La presencia de un fragmento tipo “die 
punch” imposibilita la reducción de la fractura siendo el responsable de los pobres 
resultados clínicos y radiográficos. Un factor importante es que la calidad de la reducción 
en trazos extraarticulares parece tener poca correlación con los resultados finales. 
Finalmente, sólo el 30% de pacientes con signos radiológicos de osteoartritis eran 
sintomáticos o tenían resultados funcionales clasificados como regulares o malos. 
- Enfermedad de Dupuytren o tenosinovitis estenosante: la presencia de nódulos ocurre en 
4.2% en pacientes a 3 meses de seguimiento, aumentando a 11%a os 6 meses. Aparece 
sólo en 1.2% de las fracturas en pacientes mayores de 55 años. 
- Inestabilidad radiocarpiana y consolidación viciosa: La respuesta inevitable del carpo a la 
alteración mecánica causada por la consolidación en desviación dorsal es un patrón de 
inestabilidad en la flexión dorsal, lo cual a su vez condicionará la calidad de función final. 
La inestabilidad proximal del carpo, especialmente de origen escafosemilunar, puede 
presentarse en una fractura mal consolidada hasta en un 7%. Los pacientes los cuales 
presentan una consolidación viciosa, los cuales presentan un cuadro clínico de dolor, 
deformidad y disminución de la movilidad pueden ser tratados mediante osteotomías 
correctoras con buenos resultados hasta en 75% de los casos. 
- Pseudoartrosis radial y de la estiloides cubital: la pseudoartrosis en una fractura de tipo 
Colles es muy rara y en caso de presentarse se resuelve bien mediante la aplicación de de 
un aplaca más injerto corticoesponjoso en la cara volar. La pseudoartrosis de la estiloides 
cubital suele ser asintomática, pero la pseudoartrosis hipertrófica frecuentemente es 
dolorosa. La escisión subperióstica del fragmento no unido aliviará el dolor. 
Los estudios randomizados en los que se ha aplicado los criterios de medicina basada en 
evidencias no muestran la superioridad definitiva sobre cuál es el mejor tratamiento de las 
fracturas del radio distal en los adultos (Cocharane 2003). No se ha conseguido hasta el 
momento demostrar mediante evidencia la superioridad del tratamiento quirúrgico frente al 
conservador en fracturas con desplazamiento dorsal y radial. 
3.-OBJETIVO GENERAL: 
 
Determinar que la placa volar colocada mediante reducción abierta y fijación interna es un método 
de tratamiento más efectivo en pacientes jóvenes con fractura distal de radio tratados en el 
hospital Lic. Adolfo López Mateos en relación a los pacientes tratados con reducción cerrada y 
fijación externa, evaluándose a un mínimo de 1 año, toda vez que ofrece la ventaja de reducción 
anatómica de la superficie articular de la porción distal del radio y permite la movilización precoz, 
lo cual es un factor pronostico de importancia para el desenlace clínico del paciente. 
3.1 JUSTIFICACIÓN 
 
Existe discusión en la literatura en relación a que método es el ideal en el tratamiento de las 
fracturas de radio distal, con ventajas y desventajas conocidas de cada manejo, sin embargo, dado 
que la reducción abierta permita teóricamente la reducción anatómica, con un restablecimiento al 
100% de la superficie articular, el resultado funcional evaluado a 1 año como mínimo será superior 
tomando en cuenta analgesia, arcos de movilidad así como satisfacción general del paciente del 
paciente. La justificación de este estudio es determinar la efectividad global así como radio de 
riesgo de la reducción abierta y fijación interna con placa volar en los pacientes jóvenes (por 
debajo de los 50 años) con diagnóstico de fractura distal de radio y comparar dicha efectividad con 
el tratamiento consistente en reducción cerrada y fijación externa. Las fracturas de radio son de las 
fracturas más frecuentes en nuestro medio dado el aumento de la esperanza de vida y la 
proliferación de actividades deportivas. Actualmente se considera que abarcan el 74% de todas las 
fracturas del antebrazo y un sexto del total de las fracturas vistas en el serbio de urgencias 
ortopédicas. 50% de los casos tienen compromiso de la articulación radiocarpal o radiocubital. Aun 
a pesar de ser una de las fracturas mas tratadas en nuestro medio, la literatura muestra disparidad 
en relación a las recomendaciones de tratamiento, ya que si bien la tendencia antigua era el 
tratamiento cerrado, aun con las técnicas modernas de reducción abierta y fijación estable, no es 
posible garantizar un resultado optimo, aunado a que el siguiente factor pronóstico es la 
rehabilitación. Existen series de casos las cuales favorecen a la fijación interna, los estudios más 
recientes, sin embargo no ha caído en desuso la fijación externa, por el contrario, sigue siendo de 
uso extensivo en nuestro centro hospitalario. No existe hasta el momento una evaluación objetiva 
del tratamiento otorgado a pacientes con este diagnóstico en esta unidad por arriba de los 6 
meses de evolución, con una evaluación integral que incluya tanto el grado de satisfacción del 
paciente, su limitación para la realización de sus actividades cotidianas, como una verificaciónclínica de sus arcos de movilidad. Es una lesión que desde el punto de vista epidemiológico es 
muy frecuente y con alto impacto en la funcionalidad y capacidad laboral del paciente, por lo tanto 
el resultado funcional traducido en una menor discapacidad para la vida laboral y cotidiana, así 
como la ausencia de complicaciones determinan un impacto económico en cuanto a la actividad 
remunerada se refiere. Por tanto este estudio permitirá conocer los factores asociados a resultados 
desfavorables y otorgar el mejor método de tratamiento, lo cual traduce un menor número de 
consultas postoperatorias, rápido retorno a la actividad laboral con funcionalidad mejorada y 
disminuye costos intra y extrahospitalarios relacionados a la atención postoperatoria del paciente 
en cuestión. Todo ello se traduce en una mejoría de la relación costo beneficio en la atención 
estándar del paciente. De igual forma el estudio de estas patologías permitirá comparar la literatura 
y los resultados obtenidos y revisar de tal manera los conocimientos a este respecto, donde las 
opiniones son controvertidas y abiertas a discusión según las experiencias individuales. 
 
4. MATERIAL Y METODOS. 
4.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 
 
1. Determinar la efectividad de tratamiento con reducción abierta y fijación interna con placa 
volar, en pacientes jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluado a 1 año 
como mínimo. 
2. Determinar la efectividad de tratamiento con reducción cerrada y fijación externa, en 
pacientes jóvenes con diagnostico de fractura de radio distal, evaluado a 1 año como 
mínimo. 
3. Comparar la efectividad de ambos tratamientos y determinar que tratamiento ha resultado 
más efectivo en nuestro medio. 
4. Establecer el grado de funcionalidad objetiva de los pacientes tratados de ambos grupos, 
mediante un test validado. 
5. Establecer el grado de funcionalidad general de los pacientes con un seguimiento a 1 año 
como mínimo. 
6. Estimular futuros estudios en relación a nuevas técnicas de tratamiento moderno de 
fracturas del radio distal. 
7. Determinar de forma estadística el radio de riesgo (R-R) y NNT y NND (número necesario 
a tratar y numero necesario a dañar) 
 
 
4.2 DISEÑO 
 
Se realizó un estudio clínico no aleatorizado de forma longitudinal prospectivo y comparativo y 
abierto, previa aprobación del comité de ética en investigación para evaluar los resultados 
funcionales y de satisfacción de los pacientes jóvenes con fractura de radio distal tratados con 
reducción abierta y fijación interna en relación a los tratados con reducción cerrada y fijación 
externa, tratados en el servicio de Ortopedia del Hospital Lic. Adolfo López Mateos, siendo 
atendidos entre 2007 y 2008. Dicho estudio no se aleatorizó dado que no existen condiciones para 
el ciego tanto en investigador como en paciente, toda vez que se trata de pacientes ya tratados y 
se evalúa el resultado de dicho tratamiento. 
Con objeto de este estudio se considero a pacientes jóvenes como aquellos comprendidos 
estrictamente entre las edades de 20 y 50 años. Se dividirá a los paciente en 2 grupos, siendo el 
grupo P tratado con reducción abierta y fijación interna con placa volar y el grupo F tratado 
mediante reducción cerrada y fijación externa, con o sin fijación intrafocal. Cada grupo constará de 
50 pacientes, a quienes se solicitará llenar un formulario previo consentimiento informado y 
abarcará desde el tipo de lesión que tuvo (basado en la clasificación de Fryckmann) y el desenlace 
clínico midiéndose tanto los rangos de movilidad de forma clínica (mediante un solo investigador 
mediante goniómetro graduado) y la aplicación de un test de funcionalidad validado para la 
articulación de la muñeca, dichos datos fueron sometidos a validación estadística mediante el 
programa SPSS. 
 
4.3 TIPO DE INVESTIGACIÓN 
 
Investigación observacional, longitudinal, prospectiva, comparativa, abierta, aplicada y biomédica. 
 
4.4 GRUPO DE ESTUDIO Y TAMAÑO DE LA MUESTRA 
 
Se trata de pacientes postoperados por el diagnóstico de fractura de radio distal los cuales 
se comprenden entre las edades de 20 a 50 años, tratados mediante reducción abierta y 
fijación interna o reducción cerrada y fijación externa con o sin fijación intrafocal en el 
Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos entre las fechas de marzo de 2007 a marzo de 
2009 con la factibilidad de realizar el procedimiento de tratamiento indicado en su 
situación. 
 
Tamaño de la muestra de 69 pacientes. De ellos un número de 32 pacientes fueron 
tratados mediante reducción abierta y fijación interna con colocación de placa volar con o 
sin fijación intrafocal y 37 fueron tratados mediante reducción abierta y fijación externa con 
o sin fijación intrafocal, denominándose así el grupo de reducción abierta y fijación interna 
como grupo P y los tratados mediante reducción cerrada y fijación externa como grupo F. 
 
 4.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN 
 
Pacientes con derechohabiencia del ISSSTE atendidos en el Hospital “Lic. Adolfo López Mateos”. 
Pacientes con edad entre 20 y 50 años con diagnóstico de fractura de radio distal tratados con 
reducción cerrada y fijación externa y reducción abierta y fijación interna con placa volar. 
Pacientes con evolución postquirúrgica mayor a un año. 
Pacientes operados entre marzo de 2007 y marzo de 2009 en HRLALM 
Pacientes con expediente clínico completo. 
Pacientes que acepten acudir a cita de evaluación postquirúrgica. 
Pacientes con expediente radiográfico completo y con control postquirúrgico reciente. 
Pacientes que autoricen mediante su firma en un formato ex profeso su inclusión en el estudio 
 
4.6 CRITERIOS DE EXCLUSION 
 
Pacientes con edades menor a 20 años o mayor a 50 años. 
Pacientes tratados quirúrgicamente con sistemas diferentes a reducción cerrada y fijación externa y 
reducción abierta y fijación interna con placa volar. 
Pacientes que no acepten acudir a cita de revaloración o que por alguna razón deciden no ser 
incluidos en el estudio. 
 
4.7 CRITERIOS DE ELIMINACION 
 
Pacientes con expediente clínico incompleto, que no especifiquen por alguna razón el tipo de 
fractura o el manejo otorgado, en cuyo caso se consideraran como fracaso en el análisis final del 
estudio. 
Pacientes que en cualquier momento manifiesten su deseo de salir del análisis del estudio. 
 
 
4.8 CEDULA DE RECOLECCION DE DATOS. 
 
Se realizó la recolección de datos con una encuesta aplicada a todos los pacientes que fueron 
llamados en base al censo interno del servicio de Ortopedia del Hospital “Lic. Adolfo López 
Mateos”, de dicho número total de pacientes acudieron a la cita de estudio un total de 69 pacientes 
los cuales desearon ser incluidos en el estudio, previo consentimiento informado firmado, asi como 
una encuesta realizada por el investigador donde se recaban datos generales del paciente asi 
como datos concernientes a su diagnóstico y procedimiento. Se completo la encuesta obteniendo 
datos de la evolución de los pacientes con la Encuesta Visual Análoga del Dolor (EVA) y la 
aplicación del test de disfunción de muñeca publicado por McDermid James y Richards (27). Esto 
basado en el artículo ”Pain and disability reported in the year following a distal radius fracture: a 
cohort study”, publicado en 2003 en la revista BMC Musculoskeletal disorders, tomo 4 volumen 24 
Se anexan los formatos de recolección de datos. 
Formato de recolección de datos 
Nombre: ____________________________________________ 
Cédula: _____________________________________________ Sexo:____________________ 
Edad: _______________ Actividad laboral:_________________________ 
Comorbilidad: Si No Cual? __________________________________ (anotar todas) 
Había presentado alguna lesión previa en esa muñeca? Si No 
Tipo de Fractura (Fryckman): 1 2 3 4 5 6 7 8 
Fecha de tratamiento quirúrgico: tipo de anestesia: 
Tipo de tratamiento: RAFI RCFE

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