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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE SONORA “FACTORES DE RIESGO EN ESTRABISMO” TESIS QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA EN LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRIA PRESENTA: DRA. DORA ALICIA RAMOS ARCE. HERMOSILLO, SONORA JULIO 2011 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE SONORA “FACTORES DE RIESGO EN ESTRABISMO” TESIS QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA EN LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRIA PRESENTA: DRA. DORA ALICIA RAMOS ARCE DR. LUIS ANTONIO GONZALEZ RAMOS DR. VICTOR MANUEL CERVANTES VELAZQUEZ DIRECTOR DE LA DIVISIÓN DE ENSEÑANZA, DIRECTOR GENERAL DEL HOSPITAL INFANTIL INVESTIGACIÓN Y CALIDAD HIES DEL ESTADO DE SONORA DR. RAMIRO ALBERTO GARCIA ALVAREZ PROFESOR TITULAR CURSO UNIVERSITARIO DIRECTOR DE TESIS DR. OSWALDO ADEMIR ROJAS RODRIGUEZ HERMOSILLO, SONORA JULIO 2011 AGRADECIMIENTOS. A mis padres: gracias por esa responsabilidad al proporcionarme una familia donde he encontrado paz, bienestar, comprensión y compañía en todos los momentos de mi vida, gracias porque a pesar de la lejanía siempre tuve cerca apoyo, consejos y palabras de aliento, durante mi residencia, para alcanzar una de las metas más importantes de mi existir. A mi hermano, gracias por convertirse en el amigo leal y sincero que me apoyo a lo largo de estos 3 años. A mi director de tesis Dr. Rojas, gracias por el apoyo incondicional en la realización de este trabajo. A mi amiga Cynthia, mi compañera durante estos 3 años, juntas hemos logrado una de nuestras metas más importantes. A mi novio Rodolfo A. por su apoyo incondicional en esta etapa de mi realización profesional a pesar de la distantica. Gracias. INDICE Introducción 4 Resumen 5 Planteamiento del problema 6 Marco teórico 7 Objetivos 24 Hipótesis 25 Justificación 26 Material y métodos 27 Resultados 29 Discusión 40 Conclusiones 44 Bibliografía 45 INTRODUCCION. El estrabismo es un padecimiento oftalmológico frecuente que afecta entre 2 y 4% de la población infantil. Provocando una desviación del globo ocular, alteración de movimientos oculares y en algunos casos, posición anómala de la cabeza, también afecta el área sensorial induciendo supresión, ambliopía y diplopía. Es uno de los principales diagnósticos que observamos en la consulta externa de oftalmología, por la preocupación de los familiares del defecto estético y las consecuencias de los defectos de agudeza visual que pueda causar a futuro esta patología. Además de ser una etiología importante dentro de la oftalmología, dentro de las últimas investigaciones se ha relacionado varios factores de riesgo con respecto a esta entidad, como son la edad materna, alcoholismo y tabaquismo materno, prematurez, bajo peso al nacer, asfixia perinatal, exposición a altas concentraciones de oxigeno, entre otras. En el presente trabajo analizaremos ciertos factores de riesgo y su relación con el estrabismo, con la finalidad de, al detectar estos factores de riesgo, llevar un seguimiento más estricto de estos pacientes y así poder prevenir las complicaciones del estrabismo tales como la ambliopía, entre otros. RESUMEN. Introducción: El estrabismo es un padecimiento frecuente que afecta el 2-4% de la población infantil y es motivo importante de consulta en el servicio de oftalmología en nuestro hospital. Objetivo: Documentar los factores de riesgo para esta patología como son edad materna, alcoholismo y tabaquismo durante la gestación, edad gestacional y peso al nacer, y conocer el número de veces que se incrementa el riesgo de estrabismo al presentar los factores antes mencionados. Material y métodos: Se documentaron, los pacientes que acudieron a consulta de oftalmología de primera vez con diagnostico de estrabismo, y que cumplieran con los criterios de inclusión mencionados, se recabaron 225 pacientes, 119 sexo masculino y 106 pacientes femeninos, se incluyeron pacientes desde el mes de edad hasta los 11 años, todos ellos con diagnostico de estrabismo, clasificados en endotropia y exotropia, además clasificados en aquellos que presentaron factores de riesgo y en los que no se documento ningún factor predisponente. Los pacientes se agruparon en una hoja de cálculo Excel y posteriormente fueron analizados los datos en el programa NCSS versión 7, y mediante un análisis de Chi 2, y razón de Momios se obtuvo el número de veces que se incrementa el estrabismo en pacientes con factores de riesgo. Resultados: Los pacientes hijos de madres fumadoras durante la gestación o que consumieron bebidas alcohólicas en algún trimestre de su embarazo tuvieron un riesgo más elevado de padecer algún tipo de estrabismo, que abarca desde 0.85 hasta 1.18 dependiendo del sexo. Conclusiones: En nuestro Hospital, logramos documentar que los pacientes con factores de riesgo estudiados aumentan el riesgo de padecer estrabismo. Palabras clave: endotropia, exotropia, factores de riesgo, alcoholismo, tabaquismo. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. El estrabismo es un padecimiento oftalmológico frecuente que afecta entre el 2-4% de la población infantil, que además de las consecuencias estéticas, entraña importantes alteraciones en la agudeza visual y en la visión binocular. Es muy importante su diagnostico y tratamiento precoz, ya que cuanto más tardío es su comienzo y más rápido el tratamiento mejor será el pronóstico sensorial y viceversa. El pediatra debe realizar siempre una exploración oftalmológica sencilla para detectar este trastorno y remitirlo lo más pronto posible al oftalmólogo para su estudio y tratamiento. Se debe de tener igualmente presente que todo niño aparentemente normal, debe realizarse unaexploración oftalmológica completa antes de los 4 años de edad. Actualmente en la población femenina se han incrementado hábitos como el tabaquismo y alcoholismo; existen estudios aunque son pocos en la literatura, que documentan estos como factores de riesgo predisponentes al estrabismo, aunado a edad materna y prematurez. Por lo que es de vital importancia conocer la asociación de estos factores con la patología anteriormente mencionada, para poder llevar un seguimiento más estricto de estos pacientes, prevenir la patología y en caso de presentarse lograr un tratamiento oportuno. Teniendo en cuenta que la complicación más frecuente del estrabismo es la disminución de la agudeza visual, y por consiguiente tener afecciones futuras tales como bajo rendimiento escolar y baja autoestima secundario al defecto estético. Al determinar estos factores de riesgo, se puede llevar un seguimiento del paciente desde el nacimiento hasta llegar a la edad media de presentación del estrabismo y tratarlo de manera eficaz y oportuna. 7 MARCO TEORICO. La prevalencia de las disfunciones acomodativas y binoculares en niños de 6 meses a 5 años es de 9.7 veces mayor que la prevalencia de patologías oculares. Teniendo en cuenta este dato es lógico pensar que nos vamos a encontrar más niños con disfunciones acomodativas y binoculares que con patologías. (Adan-Hurtado, 2009). Para entender e identificar cabalmente las alteraciones visuales presentes en los niños es necesario tener un conocimiento general acerca de las etapas del desarrollo normal de la función visual en ellos. La adquisición de una binocularidad normal, requiere, como condición, que exista un buen desarrollo de ambas fóveas; lo anterior se produce en el llamado periodo crítico de desarrollo visual, que va desde el nacimiento hasta los nueve años en la vida del niño. (Bruce, 1997). En dicho periodo la corteza visual permanece lo suficientemente lábil como para adaptarse a las influencias derivadas de la experiencia o el ambiente. Al nacer, la fóvea esta inmadura desde el punto de vista anatómico, pero de todas maneras es visualmente superior al resto de la retina. Las vías visuales están parcialmente mielinizadas y la corteza visual es rudimentaria. En esta etapa, los movimientos oculares serán una combinación de reflejos propioceptivos, y de reflejos optomotores, (nistagmus optoquinetico), cuya alteración nos puede alterar sobre alguna patología. La agudeza visual de un recién nacido es alrededor de 20/400. Un recién nacido de termino normal esta alerta al medio, ensancha la fisura palpebral frente a una cara presentada a 30centimetros, mantiene contacto visual momentáneo y realiza seguimientos breves. El parpadeo a la luz, no implica necesariamente la presencia de visión. (Gallegos- Duarte 2005). 8 El niño de un mes es capaz de girar la cabeza frente a una luz difusa, parpadea cuando se le acerca un objeto y realiza seguimientos oculares breves, horizontales. En forma mas tardía y menos evidente, puede realizar seguimientos verticales. A los dos meses, posee una fijación normal. Es decir, es capaz de fijar su visión en un objeto. Además, puede seguir a una persona que se mueve a un metro de distancia. (Aguirre-Aquino 2000). Mantiene contacto visual prolongado y aparece la sonrisa social. El niño de tres meses se mira sus manos, observa objetos en ellas y aparece la coordinación viso-motora. Su agudeza visual aumenta a niveles de 20/200. Entre los cuatro y cinco meses alcanza a ver bolitas presentadas a 30 centímetros, y sonríe espontáneamente al ver un adulto familiar. El niños de cinco a seis meses ya sonríe frente a su imagen en el espejo y sus movimientos de seguimiento están totalmente desarrollados. A los siete y ocho meses recoge bolitas u objetos pequeños frente a él y se sienta; entre los ocho y nueve meses atiende detalles y mira a través de huecos y a los nueves meses toma objetos con los dedos en pinza y gatea. Se supone que la mayoría de los recién nacidos tienen una forma innata de visión binocular, basada en niveles subcorticales, que mantiene el alineamiento binocular mientras se produce la maduración de la vía visual y de la corteza cerebral. (Robaei, 2006). Los requerimientos fundamentales para el desarrollo visual normal en el niño son: a) Imagen retinal clara en cada ojo. b) Agudeza visual igual o muy semejante en ambos ojos. c) Alineamiento ocular preciso. 9 Si alguno de estos requisitos falla, se produce lo que conocemos como ambliopía. La ambliopía es la disminución unilateral o bilateral de la agudeza visual, sin una causa orgánica detectable y que se produce durante el periodo sensible o critico del desarrollo de la visión, por alteración de este. (Sheiman,1996). Para poder decir que un niño tiene ambliopía deben de cumplirse los siguientes criterios diagnósticos: a) Agudeza visual menor 20/30 en ambos ojos, en los casos de ambliopía bilateral o dos líneas menos de visión de tablero en el ojo afectado, en relación al otro, en los casos de ambliopía unilateral, todo esto evaluado con la corrección óptica adecuada, de acuerdo con la refracción del niño. b) Ausencia de otras patologías orgánicas que expliquen la mala agudeza visual. c) Aparición durante el periodo crítico de desarrollo de la agudeza visual. La importancia de la ambliopía radica en que se trata de una condición altamente prevalente, estimándose que el 4% de la población general la padece. En ellos hay un mayor riesgo de ceguera, por contar con un solo ojo útil, cuando la ambliopía es unilateral. La ambliopía no solo tiene un impacto sobre la agudeza visual. (Mohney,2007). Además; se pierde la visión binocular, predispone al desarrollo de estrabismo, produce limitaciones laborales y, quizás lo más dramático es totalmente prevenible y tratable durante el periodo crítico del desarrollo de la visión. (Nixon, 2005). Las causas más frecuentes de ambliopía son de mejor a peor pronóstico: a) Ametropía bilateral: es decir la presencia de un vicio refractivo en ambos ojos. La ambliopía es más frecuente en las hipermetropías altas (mayores a +4.0 dioptrías), o astigmatismos mayores a 3 dioptrías. 10 b) Estrabismo: en esta patología la fóvea de un ojo es estimulada por una imagen, y la del otro ojo, por una imagen distinta, produciéndose, por ello, mecanismo adaptativos que llevan a la supresión de la imagen del ojo desviado, y la consiguiente ambliopía de ese ojo, debido a la interacción binocular anormal. c) Anisometropia: cuando el vicio refractivo está presente en un solo ojo, o bien en ambos, pero de diferente magnitud si no lo corregimos adecuadamente con anteojos, se producirá ambliopía del ojo con la ametropía mayor, ya que el cerebro preferirá el ojo sano. d) Deprivación visual: al privarse al cerebro de la visión nítida de las formas, este elige el ojo a través del cual recibe las imágenes más claras, y suprime aquellas que provienen del ojo enfermo. Esto ocurre en casos de alteración de la transparencia de los medios oculares, como por ejemplo, cataratas, opacificaciones cornéales y hemorragias en el vítreo, entre otras. Si un niño presenta ambliopía, su pronóstico visual dependerá de la etiología de ella, de la edad de aparición (mientras más precoz más severa), de la duración de esta y de la edad de inicio del tratamiento. (Greenberg, 2008). Este último punto es crítico, puesto que a mayor edad de inicio del tratamiento, menores son las posibilidades de recuperación visual, debido a la menor plasticidad en el sistema visual del niño. Pasados los nueve años, es muy difícil poder tratarla. De ahí la importancia de la toma de conciencia, en la comunidad médica de la necesidad de derivar a todo niños a su primer examen oftalmológico a los cuatro años de edad, aunqueno se observe patología evidente.(Govidan, 2005). Una manera sencilla de poder evaluar, en forma gruesa, si un pequeño (menor de tres años) tiene problemas visuales, es cubriéndole cada ojo por separado, y observar luego su conducta; si se muestra irritable y 11 rechaza la oclusión de un ojo, o si no logra fijar un objeto cercano, nos hará sospechar de la existencia de una mala agudeza visual en el ojo destapado. Los reflejos pupilares en los niños son difíciles de objetivar, ya que el niño no es capaz de mantenerse mirando lejos por mucho tiempo cuando se intenta hacer el examen. Sin embargo, es siempre conveniente intentar su evaluación. Otro examen útil es la observación del rojo pupilar. Con un oftalmoscopio sencillo se iluminan las pupilas del niño; el rojo debe ser simétrico. Si en un ojo este es más brillante, nos hará sospechar una ametropía, en caso de ser más opaco o no existir nos orientara hacia una opacidad de medios. (Ludwing, 2003). Si sospechamos un estrabismo en un niño pequeño, podemos determinar el alineamiento de los ojos con el teste de Hirchberg; este es una simple prueba que consiste en iluminar ambas corneas, simultáneamente, desde el frente y ver si los reflejos lumínicos cornéales caen en la mismo zona de ellas, en ambos ojos. (Yu CBO,2002). Si en uno de los ojos el reflejo corneal cae al centro, y en el otro no, la posición del reflejo desplazado nos indicara la desviación de ese ojo. En el niño mayor de 3 años existen tablas especiales de reconocimiento de figuras para determinar la agudeza visual; si el niño colabora se puede recurrir a los test anteriores. En los niños entre los 3 y 4 años se utilizan cartillas visuales con la E en línea y en el caso de que sepan las letras, se utiliza la cartilla de Snellen.(Riancho, 2000). Una vez detectada la ambliopía en un niño debe de ser tratada. Para eso, primero se debe corregir la causa que lo produce. Un ejemplo sencillo: si un niño nace con una catarata unilateral debemos operarla lo antes posible para eliminar la causa de su mala visión. Una vez realizada la corrección quirúrgica, comenzara todo el proceso de rehabilitación visual. Si en otro escenario nos encontramos ante un niño que a los dos meses de vida tiene un estrabismo 12 manifiesto, debe ser operado antes del año y medio de vida, para intentar algún grado de desarrollo de visión binocular y manejar la ambliopía que ya se produjo en el ojo desviado. En términos generales, ya sea un vicio refractivo la causa de la ambliopía u otra patología, debemos lograr, desde un comienzo, siempre la mejor agudeza visual posible. Esto implica una refracción y corrección visual optima y el tratamiento de alguna causa especifica como la ptosis palpebral, por mencionar un ejemplo. En el cálculo del vicio refractivo de un niño, debemos siempre considerar que, dada la constante acomodación cristalina de ellos, la medición exacta de su problema refractivo solo es posible paralizando temporalmente los músculos ciliares, responsables del enfoque. (Sheiman, 1996). Esta cicloplejia, se logra mediante fármacos tópicos, como el ciclopentolato, con lo que se paraliza el musculo ciliar, evitando así dicha acomodación. De esta manera, se puede obtener la real magnitud de su vicio refractivo, en caso que lo tenga. Junto con dar a cada ojo las mejores condiciones ópticas para la visión, otro pilar fundamental en el manejo de esta patología, consiste en estimular al máximo el trabajo visual del ojo ambliope, de la forma de lograr su mayor desarrollo. (Prakash,2005) El termino estrabismo deriva de la palabra griega strabismos que significa “bizquear o mirar oblicuamente”. El estrabismo constituye una de las principales causas de ambliopía en el niño, así como de pérdida de la visión binocular, debido a la ausencia del paralelismo de los ojos. (Mohney, 2007). Si bien el estrabismo lo podemos clasificar desde muchos puntos de vista, una manera práctica es clasificarlo de acuerdo al sentido de la desviación en: 13 a) Desviaciones horizontales: donde se ven afectados los músculos recto lateral y/o medial; dentro de estas distinguimos, la endotropia donde el ojo se desvía hacia dirección nasal, la exotropia, donde el ojo se desvía hacia la región temporal. Tanto la endotropia como la exotropia pueden ser intermitentes, es decir, el ojo no se desvía siempre, habiendo periodos en que se mantiene alineado. Las desviaciones de este tipo son de mejor pronostico que las permanentes. b) Desviaciones verticales: donde se ven afectados los músculos de acción vertical: recto inferior, recto superior, oblicuo superior y oblicuo inferior. (Gallegos-Duarte, 2005). En este grupo distinguimos a: la hipermetropía, en que el ojo se desvía hacia arriba, la hipotropia en que el ojo se desvía hacia abajo. A veces, el desbalance oculomotor afecta a más de un musculo, produciendo desviaciones complejas, es decir, una combinación de desviaciones horizontales y verticales. Otra manera de clasificar el estrabismo es dependiendo de la edad de aparición. Así se llamara congénito si aparece antes de los 6 meses de vida, o adquirido si aparece después de esa edad, generalmente a los 2 o 3 años. (Bruce, 1997). La importancia de esta distinción radica en que las características clínicas y el pronóstico difieren en uno u otro caso, siendo el primero mencionado de peor pronóstico, si no se trata antes de los 18 meses a 24 meses. Las endotropias conforman el 70% de los estrabismos, otro 20% corresponde a las exotropias y un 10% a los estrabismos verticales. En la mayoría de los pacientes, la causa de las desviaciones oculares radicaría en un desbalance entre las fuerzas musculares que rigen los movimientos de ambos ojos, ya sea en 14 casos esporádicos o como parte de un patrón familiar de herencia determinado. Se conoce que en general, el estrabismo responde a una forma de transmisión poligénica. (Chew, 1994). Sin embargo en algunas situaciones, es posible determinar en forma más precisa que es lo produjo. Se puede poner como ejemplo la parálisis de VI nervio craneano, que se manifiesta como una endotropia, de comienzo agudo en el niño o el adulto y que debe ser investigada de inmediato por sus implicancias neurológicas. Su etiología más frecuente es la tumoral, seguida por el traumatismo craneoencefálico, hipertensión endocraneana y diabetes mellitus entre otras. (Bueno, 2007). Si bien existen otras causas de endotropias de comienzo agudo en los niños, como por ejemplo las desviaciones secundarias a una conmoción fuerte o a una virosis, la parálisis del VI nervio craneano debe ser siempre sospechada y, por ende, descartada. La parálisis del III par craneal es otra causa de estrabismo secundario. En este caso, el paciente se presenta con ptosis palpebral, y una exotropia, debido a la parálisis del recto medial. (Hunter,1999). Se observa en general, una severa limitación de los movimientos oculares, y solo podrá mover el ojo hacia fuera, por acción del musculo recto lateral (inervado por el VI nervio) y hacia abajo, por acción del musculo oblicuo superior (inervado por el IV nervio).(Sheiman, 1996). Un punto crítico, y de gran valor semiológico, en los casos de parálisis del III nervio, es determinar el estado pupilar, si hay midriasis del ojo afectado, se sospechara una causa compresiva, mientras que, de haber isocoria y reflejo pupilar conservado, se sospechara una causa metabólica de la parálisis.(Romero-Apis, 2000). La explicación de esto radica en que, en el III nervio, las fibras parasimpáticas, que regulan la función pupilar, se encuentran en la periferia del nervio y, por lo tanto, serán las primeras en afectarse si existe una compresión externa. La causa más frecuente de la parálisis del III nervio la constituyen los aneurismas intracraneanos,seguido, en orden de frecuencia por 15 diabetes mellitus, tumores intracraneanos, traumatismos craneoencefálicos y otros.(Tobias, 2010). La parálisis del IV nervio por otro lado, se manifiesta como un estrabismo vertical. El ojo con la parálisis mostrara una hipermetropía, ya que predominara la acción del oblicuo inferior, sobre el oblicuo superior paretico (que lleva el ojo hacia abajo). La causa más frecuente es el traumatismo craneoencefálico, seguido por cisticercosis, tumores intracraneanos, diabetes mellitus y otros.(Nusz, 2005). Otra causa conocida y corregible de estrabismo, es el caso particular de pacientes que comienzan, alrededor de los 3-4 años de edad a desarrollar una endotropia cuando miran objetos de cerca y de lejos y que, en la evaluación oftalmológica, evidencian tener una gran hipermetropía (promedio: +4.75). Este tipo de estrabismo es el llamado endotropia acomodativa pura o refractiva. (Mohney, 2003). La corrección de su hipermetropía, mediante adecuados lentes, puede corregir totalmente la desviación. Las fracturas del piso orbitario son otra causa de estrabismo secundario. En ellas, se produce hipotropia por inclusión de los músculos inferiores (recto inferior y oblicuo inferior), en el rasgo de fractura. Estos casos deben resolverse antes de la formación del callo óseo, ya que después del abordaje quirúrgico se hace muy difícil. El momento ideal para la reparación es a los dos o tres semanas de ocurrido el accidente, una vez que el edema inicial ha disminuido. La miopatía endocrina es también un factor de alteración del alineamiento ocular. En ella se afectan con más frecuencia el musculo recto interno, seguido del recto medial.(Hatt, 2008). 16 El compromiso inflamatorio y fibrotico de los músculos genera una limitación restrictiva al movimiento ocular, que es la causa del estrabismo. El tratamiento será el de la patología de base, junto al manejo oftalmológico pertinente, en caso de no haber mejoría espontáneamente. Otras etiologías, menos frecuentes involucradas en la génesis de estrabismo, son síndromes inespecíficos como el síndrome de Duane, síndrome de Brown, oftalmoplejia externa progresiva, strabismus fixus, como parte de las craneosinostosis (síndrome de Crouzon, síndrome de Apert, entre otros). (Aguirre-Aquino, 2000). Dentro de las consecuencias del estrabismo, la ambliopía es la consecuencia más importante y tiene un tratamiento relativamente fácil, si se hace de una forma correcta y en una época adecuada. En las alteraciones sensoriales se encuentra la diplopía, un fenómeno binocular que consiste en la visión doble de un objeto. Ocurre al proyectarse la imagen del objeto fijado en la fóvea del ojo fijador y en un punto extrafoveal del ojo desviado. Se percibe fácilmente a partir de los 4 años de edad. La confusión es otra de las alteraciones sensoriales secundaria a estrabismo, siendo un fenómeno binocular que consiste en la localización el mismo punto del espacio de 2 objetos. Se produce ya que la fóvea del ojo fijador recibe la imagen del objeto fijado, pero en la fóvea del ojo desviado se recibe otra imagen. (Hatt, 2008). Como ambas fóveas tienen el mismo valor de localización espacial, se ven superpuesto ambos objetos. Para evitar estas anomalías sensoriales, en los niños menores de 6-8 años de edad (debido a su plasticidad cerebral) se ponen en macha los mecanismos cerebrales de adaptación: a) Supresión: consiste en la inhibición de las áreas de la retina del ojo desviado, en las que se desarrolla la diplopía y la confusión: es decir, en el área extrafoveal que recibe la imagen del objeto fijado (supresión anti diplopía) y en la fóvea (supresión anti 17 confusión). De forma que el cerebro deja de percibir la imagen del ojo desviado. Aparece solo en visión binocular. Sin embargo, si se produce siempre en el mismo ojo, puede originar también una alteración en visión monocular, provocando una disminución de la agudeza visual o ambliopía. Es la alteración más importante del estrabismo y tiene un tratamiento relativamente fácil. b) Correspondencia retiniana anómala: consiste en una nueva correspondencia espacial de la fóvea del ojo fijador, con el punto extrafoveal del ojo desviado en el que proyecta la imagen fijada por la fóvea, de forma que ambos adquieren el mismo valor de localización. Aparece solo en visión binocular. Aunque la mayoría de los estrabismo cursan con fijación fóveal o fijación inestable, en algunos casos otro punto retiniano del ojo desviado adquiere la función de fijación y proyección, manifestándose en visión monocular; es la fijación excéntrica. (Mohney, 2007). Existe también la patología conocida como pseudoestrabismo, caracterizada por el falso aspecto de desviación convergente o divergente cuando están alineados con precisión ambos ejes visuales. Las pseudoendotropias son bastante frecuentes; y generalmente se deben a epicantos o a telecantus. Con el crecimiento el puente nasal se hace más prominente, desplaza los pliegues epicanticos y el niño supera este aspecto. (Mohney, 2003). Las pseudoexotropias son muy poco frecuentes. Generalmente se deben a hipertelorismo o a descentramiento nasal del reflejo luminoso corneal por ángulos de kappa positivos. Como hay casos de pseudoestrabismo que también tienen estrabismo, siempre hay que explorar al paciente. Además, como estos pacientes pueden desarrollar más tarde una tropia verdades, son necesarias valoraciones repetidas si no mejora la supuesta desviación.(Ocampo, 2010). 18 En nuestro medio las endotropias predominan sobre las exotropias, en proporción aproximada de 10/1. Las más frecuentes son las endotropias no acomodativas, la acomodativa y la congénita, y las describiremos brevemente. (Adan-Hurtado, 2009). La endotropia congénita es de aparición precoz, habitualmente alternante y con fijación cruzada. Se denomina así al estrabismo convergente que aparece en los primeros 6 meses de vida; generalmente entre los 2 y 4 meses de edad (rara vez desde el nacimiento). Es frecuente encontrar antecedentes familiares de estrabismo. (Arroyo-Illanes, 2007). Su incidencia es más elevada en niños con parálisis cerebral, hidrocefalia y otros trastornos neurológicos. Las características clínicas se distinguen por ser niños que habitualmente alternan de forma espontanea su fijación, por lo que no desarrollan ambliopía. (Bueno, 2007). Suelen presentar fijación cruzada, con sus ojos en aducción, empleando el ojo derecho para mirar hacia la izquierda y el izquierdo para mirar hacia la derecha. Algunos desarrollan preferencia por un ojo, existiendo ambliopía en el ojo desviado. Suele existir siempre dificultad de abducción en ambos ojos (salvo en las formas monoculares, que ocurre solo en el ojo desviado) y nistagmos en su intento, simulando una parálisis congénita del VI par (para hacer el diagnostico diferencial, podemos provocar la abducción mediante la maniobra oculocefalica tras la oclusión temporal del otro ojo con un parche). (Govidan, 2005). Esta dificultad de abducción, determina el tortícolis horizontal tan característica de estos niños: cabeza rotada hacia el lado del ojo fijador. El ángulo de desviación suele ser bastante grande en posición primaria, acentuándose en las miradas laterales en relación con el grado de dificultad de abducción. (Pakrash, 2005). Los errores de refracción son semejantes a los de los niños no estrabicos de la misma edad. Es frecuente la hiperfunción de los oblicuos inferiores. Existe una alta 19 incidencia de desviación vertical disociada: consiste en el movimiento lento de elevación de un ojo espontáneamente o tras oclusión. Suele ser bilateral y asimétrica. Estos niños pueden mostrar también un tortícolis con la cabeza inclinada hacia el hombro del ojofijador. Habitualmente se asocia con nistagmos latente, que se desencadena al ocluir cualquier ojo.(Robaei, 2006). El tratamiento consiste en corrección de las ametropías y tratamiento de la ambliopía. Tratamiento de la dificultad de abducción: si es alternante, con oclusión total simétrica o gafas con sectores binasales, para que realicen movimientos de abducción. Toxina botulínica: antes del año de edad, si no existen alteraciones verticales evidentes. Cirugía la cual suele ser necesaria en casi todos los casos con finalidad exclusivamente estética y son frecuentes las re intervenciones.(Mac Neer, 1994). Existen diferentes criterios en cuanto a la edad óptima: se prefiere operar a partir de los 2 años de edad, excepto en niños con ojos fijos en aducción, gran dificultad de abducción y nistagmos desde la posición primaria, que realizo cirugía. Un buen resultado es obtener una microendotropia; que, sin embargo, puede favorecer el desarrollo de ambliopía, incluso en casos con alternancia espontanea previa; por lo que estos niños deben controlarse periódicamente hasta los 8-12 años de edad. La endotropia acomodativa es aquella en la que el ángulo de desviación varia con el esfuerzo acomodativo y desaparece o disminuye tras la corrección de la hipermetropía. Y se clasifica en acomodativa pura y parcialmente acomodativa. (Nusz, 2005) La acomodativa pura es aquella endotropia en la que el niño desvía sus ojos únicamente cuando utiliza la 20 acomodación. La edad de comienzo es muy variable desde los 6 meses hasta los 7 años de edad, con una media de presentación de 2-3 años cuando se comienza a realizar esfuerzos acomodativos). Son frecuentes igualmente los antecedentes familiares. Las características clínicas son: comienza como un estrabismo intermitente al fijar, especialmente de cerca, un objeto pequeño; con el tiempo se hace constante, aunque suele ser mas manifiesto de cerca que de lejos.(Romero-Apis,200). Habitualmente es monocular, siendo frecuente la ambliopía (normalmente ligera-media). Si existe ambliopía profunda, descartaremos una microtropia descompensada por hipermetropía, salvo que su inicio haya sido temprano y no se haya tratado al paciente. Cuando el niños esta en ortoforia existe una visión binocular normal. Cuando desvía, salvo al comienzo que puede haber diplopía, existe supresión. El ángulo de desviación suele ser menor de 20º, aunque puede variar desde microestrabismos a 30º; suelen presentar hipermetropía baja o media, aunque puede ser mayor o no existir. (Ocampo, 2010). El tratamiento tiene como objetivo desarrollar visión binocular normal: corrección total de la hipermetropía y tratamiento de la ambliopía, en muchos casos es suficiente, desapareciendo la desviación de lejos y de cerca. (Sheiman, 1996). Si la desviación desaparece de lejos, pero persiste de cerca sobre todo al fijar objetos pequeños prescribimos lentes bifocales tipo ejecutivo, si tras probar la adición de 2 cristales de +3 D desaparece totalmente la desviación de cerca, acomodando el test mas pequeño y disociando con el cover alterno. (Ludwing, 2003). A veces, con las gafas quedan microestrabismos con supresiones que se tienen que tratar para conseguir la ortoforia y la visión binocular normal. El tratamiento quirúrgico únicamente está indicado: si existe ortoforia y la visión binocular normal de lejos con la corrección total de la hipermetropía y persiste endotropia de cerca incluso tras adición de 2 cristales de +3D; en endotropias acomodativas puras descompensadas.(Mohney, 2007). 21 La endotropia parcialmente acomodativa es aquella endotropia en la que no toda la desviación depende de la acomodación. Se produce con frecuencia cuando hay retraso entre el inicio de la endotropia acomdativa y el tratamiento, o cuando se mal prescribe al principio una hipo corrección hipermetropica. El tratamiento consiste en la corrección total de la hipermetropía y tratamiento de la ambliopía, disminuye la endotropia, persistiendo un ángulo de desviación residual. La cirugía se realiza si el ángulo residual es importante desde el punto de vista estético; actuando solo sobre el componente no acomodativo. (Mohindra, 2001). La endotropia no acomodativa es en la que ángulo de desviación no varía con el esfuerzo acomodativo. Es la forma más frecuente de estrabismo y tiene una alta incidencia familiar. Suele comenzar entre los 12 mese y los 4 años de edad, aunque puede ser mas tarde, pero en su mayor parte antes de los 6-7 años. (Mohney, 2007). El comienzo puede ser brusco o insidioso con un ángulo de desviación que va aumentando en magnitud y frecuencia hasta que se hace constante. No es infrecuente que, al comienzo, el niño manifieste diplopía, habitualmente es monocular con ambliopía de grado variable en el ojo no fijador aunque puede ser alternante. El ángulo de desviación suele ser inferior a 20-25º, aunque puede haber hipermetropía, no suele ser alta y su corrección no influye en la desviación. Puede haber disfunción de los músculos oblicuos. La cirugía tiene como finalidad la estética y la visión binocular normal. (Robaei, 2010). La microtropia es una endotropia de pequeño ángulo de desviación, puede ser primaria o secundaria a cirugía de estrabismo. Las características clínicas es ser monocular con gran tendencia a desarrollar ambliopía en el ojo desviado. Dicha ambliopía presenta una alta tendencia a la recidiva. En todo niño la ambliopía en un ojo sin causa aparente, descartaremos un microestrabismo con fijación excéntrica. La frecuencia de la fijación excéntrica es alta, el 22 ángulo de desviación es inferior a 5º. Puede permanecer como tal toda la vida o, en algún momento transformarse en una endotropia de mayor ángulo. El tratamiento es la corrección de las ametropías y de la ambliopía, previniendo su frecuente recidiva. Por último la endotropia sensorial debida a la amaurosis o ambliopía profunda en un ojo es aquel estrabismo convergente causado por una reducción unilateral de la agudeza visual que dificulta o impide la fusión. Aparece en ojos con amaurosis o ambliopía profunda, debido a alteraciones orgánicas. El cuadro clínico suele ser moderado con gran tendencia a la hipercorrección quirúrgica o a la exotropia espontanea. (Romero-Apis, 2000). El tratamiento es la corrección de las ametropías y tratamiento de la ambliopía el cual solo se consigue si no existe lesión orgánica, o esta es curable; siempre que el diagnostico y el tratamiento sean precoces. El objetivo de la cirugía en su mayor parte suele ser cosmético. Son frecuentes las re intervenciones, ya que al ser un ojo que no ve, va a dar siempre la impresión de que no está bien y va a tener como característica la inestabilidad angular.(Riancho, 2000). Existen pocos estudios sobre los factores de riesgo para estrabismo, pero en los que existen se ha demostrado una asociación positiva entre el tabaquismo materno y las endotropias y exotropias. Igualmente se ha reportado que niños nacidos con síndrome de alcoholismo fetal se tiene una incidencia más alta de estrabismo.(Tobias, 2010). En un estudio de Dinamarca publicado en el 2010 (Chew, 2010) se demostró que no hubo diferencia significativa entre las madres fumadoras durante el primer trimestre y aquellas que no fumaron, en contraste con aquellas que se documento tabaquismo en los dos primeros trimestres y durante todo el embarazo tuvieron 43% y 35% incrementado el riesgo de estrabismo comparado con las niños de madres no fumadoras. 23 Madres con alcoholismo durante el embarazo igualmente se ha demostrado una asociación positiva para el riesgo de estrabismo en los productos, comparado con aquellas madres que no consumieron alcohol durante el embarazo. Estos factores de riesgo se consideran dentro de los másimportantes para desarrollar estrabismo primario, otros incluyen la prematurez, edad materna. (Tobias, 2010). El trabajo que se presenta a continuación, hace una recopilación de pacientes en un periodo de dos años para documentar en nuestro hospital la asociación de estos factores de riesgo con estrabismo. OBJETIVO. Como objetivo principal, tenemos el determinar el número de veces que se incrementa el estrabismo en hijos de madres fumadoras, alcoholismo durante el embarazo, madres añosas, prematurez y peso menor al 1,500 gr. Así mismo este estudio nos dará oportunidad de cumplir con otros objetivos entre los cuales tenemos: a) Determinar la prevalencia de estrabismo en la población que acudió al servicio de oftalmología en el periodo mencionado. b) Conocer la edad media de estos pacientes al momento de acudir a la consulta. c) Contribuir con datos estadísticos de esta patología para compararla con la de otros hospitales. d) Fomentar la consulta oftalmológica de rutina en pacientes en los cuales se documenten los factores de riesgo previamente enlistados. HIPOTESIS. Los pacientes con las siguientes características: a) Alcoholismo durante el embarazo. b) Tabaquismo durante el embarazo. c) Edad materna mayor a 35 años. d) Peso al nacer menor de 1,500gr. e) Edad gestacional menor a 37 semanas. Presentan un riesgo más elevado de padecer estrabismo que aquellos que no cumplen con estas características. JUSTIFICACION. Es de nuestro interés el observar y documentar, cuales son los factores de riesgo asociados a estrabismo, siendo una de las patologías oftalmológicas más frecuentes en la niñez y causa importante de visita a la consulta de oftalmología. Con importantes implicaciones, como la disminución de la agudeza visual, el defecto estético y secundariamente bajo aprovechamiento escolar debido a una agudeza visual pobre. Así mismo nos permitirá compararlo con estadísticas de otras poblaciones, incluyendo las reportadas por otros autores en nuestro país. Sabemos que en México no contamos con un sistema estadístico que nos permita obtener información de cualquier patología. Por lo tanto consideramos de importancia empezar a reportar cambios que se hayan observado en esta patología, documentar los factores de riesgo previamente mencionados, compararlo con otros estudios y valorar cuales han sido factores que han sido implicados en estos cambios. Es decir al conocer los factores de riesgo antes mencionados se podrá realizar una detección oportuna, un mejor manejo y como consecuencia mejor pronostico en este tipo de pacientes. Llevar un control prenatal más apegado, insistiendo en evitar tanto el tabaquismo y el alcoholismo materno haciendo hincapié a las madres sobre las consecuencias negativas de estos factores en el producto, no solo el estrabismo que es la patología que aquí nos enfocamos sino en todo lo que conlleva estos hábitos durante el embarazo. 26 MATERIAL Y METODOS. A) Diseño del estudio: Retrospectivo, descriptivo, casos y controles. B) Universo de trabajo: Se revisaron expedientes que comprendieron el periodo de enero de 2008 al mes de diciembre de 2010, de pacientes que acudieron por primera vez al servicio de consulta externa de oftalmología, del Hospital Infantil del Estado de Sonora; como causa de consulta estrabismo. Se documentaron la edad, sexo, diagnostico de consulta, antecedentes perinatales como edad materna, alcoholismo y tabaquismo durante el embarazo, peso al nacer, semanas de gestación por Capurro y clasificación de estrabismo (endotropia y exotropia). CRITERIOS DE INCLUSION. Todos los pacientes que acudieron por primera vez al servicio de consulta externa de pediatría del Hospital Infantil del Estado de Sonora, en el periodo mencionado anteriormente y documentado como motivo de consulta estrabismo. Además de cumplir con los siguientes requisitos: contar con historia clínica neonatal, edad materna y clasificación del estrabismo en endotropia y exotropia. CRITERIOS DE EXCLUSION. Se excluyeron aquellos expedientes que aun con contar con historia clínica neonatal no se especificaba las características descriptivas de hábitos como el alcoholismo y tabaquismo (cantidad y frecuencia). 27 Descripción general del estudio: todos los datos se registraron en una hoja de cálculo de Microsoft Excel. Para la captura de datos se tomaron en cuenta las variables antes mencionadas, la edad, el sexo, edad materna, dentro de los antecedentes perinatales edad gestacional, tabaquismo durante el embarazo y se especifica en que trimestre, al igual que el alcoholismo, peso al nacer y la clasificación del estrabismo en endotropia y exotropia. Se analizaron con el programa NCCS versión 7 y mediante Chi 2 y razón de Momio se obtuvieron los datos que nos proporcionaron las veces que se incrementa el riesgo de padecer estrabismo en los pacientes con los factores anteriormente mencionados. RESULTADOS. Se incluyeron 225 pacientes que cumplieron rigurosamente con los criterios de inclusión, de los cuales 109 pacientes sexo femenino (48.44%), y 116 sexo masculino (51.56%), se capturaron pacientes desde un mes de edad hasta 11 años, con una moda de 1 año de edad equivalente al 12.44% de los pacientes y una media de 2.12 años. La edad materna incluyo pacientes desde los 16 años hasta los 43 años de edad, con una moda de 18 años (11.11%), y una media de 25.2 años. Se registro al tabaquismo materno con una numero de 49 pacientes fumadoras durante el embarazo 21.78%, del total de los 225 pacientes capturados, a su vez para poder realizar un análisis estadístico lo dividimos en fumadoras en algún trimestre del embarazo y durante toda la gestación para analizar si existe predisposición a estrabismo. El alcoholismo igualmente se incluyo como factor de riesgo documentándose 60 pacientes con alcoholismo en el transcurso del embarazo 26.67%, del total de 225 pacientes estudiados. La edad gestacional incluyo pacientes desde las 33 semanas de gestación hasta la semana 42, siendo la moda 38 semanas con un 16.89%, y una media de 38.6 SDG. El estrabismo se clasificó en 2 tipos: endotropia y exotropia, siendo más frecuente la endotropia en 141 pacientes correspondiente al 62.67%, y las exotropias 84 pacientes el 37.33%. Posteriormente se agruparon todos los pacientes que presentaron algún factor de riesgo predisponente a estrabismo 83 pacientes 36.89% del total de 225, y a su vez clasificados en exotropias 29 pacientes y endotropias 54, con un total de 83 pacientes, recordando que estos pacientes son únicamente los que presentaron algún factor de riesgo de los anteriormente mencionados. De los pacientes con estrabismo pero sin factores de riesgo los dividimos en exotropias y endotropias con un resultado de 87 pacientes con endotropia y 55 con exotropia. Endotropia Exotropia Factor de riesgo 54 29 Sin factor de riesgo 87 55 La tabla que se muestra en la parte superior de esta página nos muestra nuestro total de pacientes 225 divididos en 4 grupos básicamente los que tienen endotropia sin ningún factor de riesgo, los pacientes con endotropia con factores de riesgo, los pacientes con exotropia sin factor de riesgo y los pacientes con exotropia sin factores de riesgo, se documento que los factores de riesgo estudiados (edad materna >35 años, prematurez, alcoholismo y tabaquismo durante el embarazo), aumenta 1.18 veces más la posibilidad de endotropia. Esto se obtuvo mediante un análisis de Chi2, y una razón de Momios para2 proporciones para Mantel y Haenszel, y se aumenta un 0.85 veces más la posibilidad de exotropias en los pacientes con factores de riesgo. También se analizo cada factor de riesgo individualmente tanto para los pacientes con endotropia como exotropias. Del total de pacientes con estrabismo tipo endotropia se documento alcoholismo en 39 pacientes (27.66%), de un total de 141 pacientes con endotropia. El tabaquismo en 33 pacientes (23.4%), del mismo total. La edad materna se documento una edad media de 25 años, y la edad al momento del diagnostico fue al año de edad. Predominando el sexo masculino en 72 pacientes (51.06%). Del total de pacientes con estrabismo tipo exotropia se documento alcoholismo en 21 pacientes (25%), de un total de 84 pacientes, tabaquismo en 16 pacientes (19.05%). La edad materna promedio fue 19 años, y la edad al momento del diagnostico fue de 5 meses de edad, predominando el sexo masculino en 44 (52.38%) pacientes. Se realizo análisis de momios para cada factor de riesgo de manera individual, se documento que el alcoholismo incrementa 1.15 veces más la probabilidad de estrabismo tipo endotropia. El tabaquismo incrementa 1.3 veces más el riesgo de endotropia. En pacientes del sexo masculino se incrementó 1.05 veces más el riesgo de padecer estrabismo. De los 85 pacientes que presentaron factores de riesgo también fueron agrupados, 46 pacientes del sexo femenino (55.42%), 37 pacientes masculinos (44.58%), y 142 pacientes sin factores de riesgo, 63 pacientes sexo femenino y 79 sexo masculino documentándose un riesgo 0.64 veces más en el sexo masculino de padecer algún riesgo de estrabismo y un 1.05 veces más de endotropia. DISCUSION. Se sabe que hay distintos factores de riesgo para la predisposición al estrabismo, de los cuales se encuentran reportados en la literatura el alcoholismo y el tabaquismo materno, el consumo de café y té durante el embarazo; en la investigación realizada en nuestro hospital se estudiaron además del alcoholismo y tabaquismo materno, otros factores de riesgo como la edad materna, edad gestacional, peso al nacer, además de esto nos permitió clasificar el estrabismo en endotropia y exotropia y compararlos individualmente con los factores de riesgo estudiados, algo que no se encuentra documentado aun en la literatura, a pesar de ser el estrabismo una de las patologías oftalmológicas más frecuentes en pacientes pediátricos. Tobias-Torp en un meta-análisis realizado en el 2010, estudio el alcoholismo y tabaquismo materno, además de la ingesta de té y café durante el embarazo, observando que el riesgo de estrabismo se aumenta dependiendo el numero de cigarrillos fumados al dia durante el embarazo y que el efecto del tabaquismo fue similar para ambos tipos de estrabismo tanto endotropia como exotropia, además de el tabaquismo propiamente dicho, también estudio el uso de reemplazo con nicotina el cual no se demostró como un factor de riesgo predisponente para estrabismo. En nuestra investigación se documento que el hecho de fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de padecer estrabismo 1.18 veces más para endotropia que es el tipo más frecuente y 0.85 veces más para exotropia. En comparación con otros estudios reportados en la literatura, se documenta la cantidad de tabaquismo y alcoholismo necesario para ser un factor de riesgo importante, sin embargo en nuestro hospital no fue posible realizar este análisis ya que en las historias clínicas del recién nacido no se especifica la cantidad de cigarrillos o la cantidad de onzas de alcohol consumidas durante el embarazo, pero si se clasifico según el trimestre en el que se documento alcoholismo y tabaquismo, divido en 2 grupos las que fumaron durante toda la gestación y las que fumaron algún trimestre, y se encontró un aumento estadísticamente significativo en las pacientes que fumaron durante todo su embarazo, en comparación con el estudio de Tobias-Torp en el cual se documento que el fumar de 5 a 10 cigarrillos al día en el último trimestre del embarazo aumenta 0.95 veces más el riesgo de padecer estrabismo, y más de 10 cigarrillos aumenta 1.9 veces más el riesgo de estrabismo, en relación con las madres no fumadoras, siendo más significativo en las pacientes que fumaron en los dos últimos trimestres de gestación, en comparación con aquellos que se documento únicamente tabaquismo en el primer trimestre. La terapia con reemplazo con nicotina no aumenta de manera significativa el riesgo de padecer estrabismo. El alcoholismo igualmente en nuestra investigación también se clasifico en dos grupos las mujeres que ingirieron alcohol durante todo el embarazo y las pacientes que solo tomaron en algún trimestre del embarazo, en contraste con lo que se reporta en la literatura, donde se documenta la cantidad de alcohol consumida durante el embarazo. En el estudio de Chew de 1994 se documento que el alcoholismo aumenta el riesgo de estrabismo, posteriormente Tobias-Torp en el 2010 demostró que el alcoholismo incrementa el 14% el riesgo de padecer estrabismo en aquellas que consumieron 1 oz como máximo de alcohol por semana, el 23% en las cuales se documento de 1 a 3 onzas de alcohol por semana y un 36% en las que consumieron más de 5 onzas por semana en comparación con las madres no bebedoras. En nuestro hospital igualmente coincidimos con estos resultados ya documentados previamente en la literatura, donde se demuestra con una p< 0.05 que el alcoholismo durante algún periodo de la gestación aumenta un 1.15 veces más el riesgo de endotropia. Siendo estadísticamente más significativo el alcoholismo durante toda la gestación en comparación con alcoholismo durante algún trimestre de la gestación. En cuanto al tipo de estrabismo en la literatura se documenta que el estar expuesto a tabaquismo y alcoholismo durante la gestación aumenta el riesgo de endotropia congénita, seguido de endotropia acomodativa, y por ultimo de exotropia. En lo recabado en nuestro hospital se documento que el hecho de presentar factores de riesgo aumenta 1.18 veces más el riesgo de endotropia y 0.85 veces más el riesgo de exotropia, coincidiendo con lo reportado en la literatura. En este estudio retrospectivo se observo que el riesgo de estrabismo se incrementa con los factores mencionados, principalmente alcoholismo y tabaquismo, y se encuentran directamente relacionados con la duración de este, siendo más elevado el riesgo en aquellas madres que fumaron o consumieron bebidas alcohólicas en el transcurso de todo su embarazo. En el estudio de Chew et al. De 39,277 niños se observo que el riesgo de estrabismo se aumenta según la intensidad del tabaquismo, variable que no pudimos estudiar en nuestra investigación ya que en la historia clínica de nuestros pacientes no se documento este dato. Se menciona en este mismo estudio que el tabaquismo predispone en su mayoría a estrabismo tipo endotropia, mismo que nosotros logramos corroborar en el presente trabajo. Nuestros resultados coinciden con un estudio de l980 de Mohney donde documentan que el tabaquismo durante el embarazo se asocia con endotropia congénita. Si el tabaquismo compromete el desarrollo optimo de la visión binocular únicamente por escasos mecanismos, nosotros esperaríamos encontrar una diferencia importante según el periodo de gestación en el que se documento el tabaquismo y coincidiendo con lo publicado en la literatura, el tabaquismo materno durante todo el embarazo o en los dos últimos trimestres, incrementa aun más el riesgo de estrabismo, en comparación con pacientes que fumaron únicamente en el primer trimestre únicamente. Estos resultados sugieren que el tabaquismo en los últimos meses de gestación es cuando ejerce su efecto en el producto, sin embargo la interpretación de el tabaquismoen algún trimestre del embarazo es complicado debido a que es, la minoría de las embarazadas, que fumaron en el segundo y tercer trimestre sin haber fumado en el primer trimestre de gestación. Es particularmente interesante, que la endotropia y la exotropia se relacionen con el tabaquismo materno, siendo que estas no están presentes al momento del nacimiento, en contraste con la endotropia congénita, presente desde el nacimiento. Con estos resultados nosotros suponemos que el tabaquismo materno afectando el desarrollo del sistema nervioso central, responsable de la visión binocular, entre otros factores determinen el tipo de estrabismo que se manifestara posteriormente. La asociación entre el alcoholismo durante la gestación y el riesgo de estrabismo fueron previamente investigados en un pequeño estudio de casos y controles, de endotropia congénita (47 casos). En este estudio Mohney et al. Reporto que el riesgo de padecer estrabismo en madres que consumieron alcohol durante su embarazo no era tan elevado como se creía, demostrando en su publicación que el alcohol en poca cantidad (menor 5oz), aumenta el 17% el riesgo de estrabismo comparado con las madres en las que no se documento alcoholismo durante el embarazo. A pesar de que al recabar nuestros datos de alcoholismo y tabaquismo, fue realizado en un interrogatorio directo es probable que varios casos hayan sido subregistrados. Sin embargo nuestro estudio fue concluyente con resultados estadísticamente significativos que demuestran que el tabaquismo y alcoholismo materno aumentan de manera importante el riesgo de padecer estrabismo especialmente tipo endotropia. 41 CONCLUSIONES. Como se ha mencionado a lo largo de este trabajo el estrabismo es una de las patologías más frecuentes de la consulta de oftalmología, en pacientes pediátricos, de ahí la inquietud por este tema y analizar los factores de riesgo predisponentes a esta patología. En conclusión analizando este estudio retrospectivo que incluyo 225 pacientes, logramos identificar que el tabaquismo es el mayor factor de riesgo predisponente para estrabismo, seguido del alcoholismo materno que igualmente se corrobora como factor de riesgo importante para esta patología, también se documento que la edad materna, edad gestacional y peso al nacer conforman factores de riesgo que predisponen a esta patología no tan contundente como el alcoholismo o tabaquismo, pero aun por esto no dejan de ser menor importantes. Lo que nos orienta a poder prevenir esta patología, desde el periodo gestacional, informando a las madres los efectos adversos del alcoholismo y tabaquismo durante la gestación, ya que como se menciona anteriormente el estrabismo no es solo una patología estética sino que su mayor complicación es la disminución de agudeza visual. Por eso la importancia de detectarlo a tiempo para poder ofrecer un tratamiento optimo. Esperando que el presente trabajo sirva como base para continuar el estudio de esta patología tan importante dentro de la oftalmología. 42 BIBLIOGRAFIA. 1. Adan-Hurtado, Arroyo-Illanes, 2009, Frecuencia de los diferentes tipos de estrabismo, Revista Mexicana Oftalmología. 83(6), 340-348. 2. Aguirre-Aquino BI, Villaseñor Solares J. 2000, Resultados quirúrgicos en la exotropia intermitente en los diferentes grupos de edades. Revista mexicana de oftalmología. 74(2): 87-89. 3. Arroyo Illanes ME, Osorio Gonzalez DI, Perez-Perez JF. 2007. 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