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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala La práctica de Mindfulness en el ámbito psicológico y su eficacia en el contexto educativo Quien para obtener el título de LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A Pamela Flores Ordóñez Dra. Norma Coffin Cabrera Mtra. María de Lourdes Jiménez Rentería Lic. Francisca Bejar Nava Los Reyes Iztacala, Edo. de México, 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Se necesita una determinada forma de excavar, un cierto tipo de arqueología interna, para llegar a descubrir nuestra totalidad, aunque esté muy bien cubierta bajo capas de opiniones, de cosas que nos gustas y nos disgustan y por la densa niebla de los pensamientos y hábitos inconscientes y automáticos, por mencionar el dolor Jon Kabat-ZInn Los sentimientos van y vienen como las nubes en un cielo ventoso. La respiración consciente es mi ancla Thich Nhat Hanh Hay que ser conscientes de que lo que nos provoca malestar o ansiedad no son los eventos, sino como vinculamos las emociones a éstos Jonathan García- Allen No te creas todo lo que piensas. Los pensamientos no son más que eso: pensamientos Allan Lokos Responde; no reacciones. Escucha; no hables. Piensa; no asumas Raji Lukkoor La peor agresión a nosotros mismos, la peor de todas, es permanecer ignorante por no tener el valor y el respeto de tratarnos a nosotros mismos con honestidad y ternura Pema Chödrön Somos lo que pensamos, todo lo que somos se levanta con nuestros pensamientos. Con ellos, creamos el mundo. Buda Todos los actos incorrectos vienen de la mente. Si la mente cambia, ¿cómo podrían permanecer esos actos? Buda Dedicatorias A todas las niñas y niños del mundo que sin saberlo saben cómo disfrutar del momento presente y hacer siempre de este mundo aún un lugar de misterio, y espontaneidad Agradecimientos A mi padre por su hermosa paciencia que sin ella este recorrido habría sido doblemente difícil, a su amor y apoyo incondicional, porque nunca puso ni ha puesto una duda o un “pero” en mis logros, metas y planes a futuro. Por siempre ser y estar presente. A mi mamá por su apoyo y calidez. A mis profesoras y profesores que formaron parte de este proyecto, y que nunca dudaron de mí ni de brindarme su apoyo. A mi tío Nacho por sus valiosas observaciones y apoyo presente en el trabajo. A mis amigas, en especial a Jimena por escucharme siempre que la he necesitado, y cuando emocionalmente me sentía preocupada por este proyecto ya finalizado. A Miguel por ser y estar presente, por apoyarme, por confiar, animarme, y compartirme una forma distinta y natural de entender la vida. A esas personas que nunca dudaron de mí esfuerzo para lograr terminar este proyecto, y que siempre me animaron en los momentos más difíciles. A mi alma mater la UNAM que por ser pública y gratuita, tuve la oportunidad de ser parte de su comunidad y que me formara. Índice Introducción 1 Capítulo 1. Mindfulness 4 1.1 Mindfulness como teoría 5 1.2 Mindfulness como práctica 9 1.3 Mindfulness como proceso psicológico 13 1.4 Mindfulness y Neuroanatomía 24 Capítulo 2. Mindfulness y las terapias de tercera generación 40 2.1 Terapia de Activación Conductual 43 2.2 Psicoterapia Analítico Funcional 46 2.3 Terapia Conductual Dialéctica 48 2.4 Terapia de Aceptación y Compromiso 50 2.5 Terapia Integral de Pareja 53 2.6 Terapia Cognitiva basada en la Atención Plena 55 Capítulo 3. Mindfulness en el contexto escolar 61 3.1 Mindfulness y emociones en niños 61 3.2 Mindfulness y aprendizaje de los niños en la escuela 65 3.3 Mindfulness y profesores 82 Conclusión 86 Bibliografía 90 INTRODUCCIÓN La mayoría de las personas que acuden a terapia, buscan ayuda para aliviar algún malestar emocional que no saben cómo manejar. Usualmente ocurre porque la forma en que han aprendido a responder y relacionarse con sus sentimientos, las ha llevado a experimentar mayores dificultades, sin embargo, la práctica de Mindfulness ha demostrado ser una opción ante este malestar, expandiendo sus beneficios hasta el campo educativo, por lo tanto, el presente trabajo tratará sobre la relación que existe entre Mindfulness en Psicología y su inserción en la educación. Para ello, en el presente trabajo, se delimitará a los últimos diez años, es decir, del año 2006 al 2016; para lograr los propósitos, se utilizará bibliografía actualizada y de relevante importancia, asimismo, con excepción de aquellostextos que sean de notable valor, pero su año de publicación anteceda a los propuestos; se llevarán a cabo una serie de estrategias como la investigación documental –bibliográfica, hemerográfica y electrónica-. Los trabajos seleccionados que serán de utilidad para la presente investigación se elegirán de acuerdo al grado de importancia que pudieran tener para el tema Mindfulness en psicología y su eficacia en el campo educativo, haciendo énfasis en aquéllos que utilizan las técnicas del programa de reducción del estrés basado en atención plena (MBRS). Para encontrar dichos archivos se usarán las palabras clave: Mindfulness, psicología, terapias de tercera generación, atención plena, Mindfulness y educación, Mindfulness y neurociencias, Mindfulness in elementary school. Dentro de la investigación, en el Capítulo 1 se abordará primeramente lo que es Mindfulness a partir de tres aspectos: teórico, práctico y como proceso psicológico. Así como su funcionamiento en el cerebro cuando se practica. Posteriormente en el Capítulo 2, se hablará sobre sus inicios dentro de la Psicología, para ello se abordarán algunas de las terapias de tercera generación dentro de las cuales se utiliza, y una breve explicación de sus antecesoras, con el objetivo de comprender de qué manera está relacionada la práctica de Mindfulness con la Psicología, y su importancia dentro de ésta. 2 Dentro de las terapias de tercera generación en el capítulo 2, revisaremos la terapia cognitiva basada en Mindfulness (TCBM) de Segal, Williams y Teasdale (2002); la terapia de aceptación y compromiso (TAC), de Hayes, Strosahl, et al., (1999); y la terapia conductual dialéctica (TCD) de Linehan (1993), por ser las que hacen uso de algunas de las técnicas del programa de reducción del estrés basado en Mindfulness (MBSR por sus siglas en inglés), de Jon Kabat-Zinn, (1990), ya sea de manera general o sólo en algunos aspectos (Cebolla i Martí & Miró, 2008), debido a su relación en cuanto a sus objetivos. Finalmente, en el Capítulo 3 se podrá hablar sobre Mindfulness en el ámbito educativo; para ello, debido a que la atención plena en la Psicología influye en ciertos aspectos de las funciones cognitivas y en el procesamiento emocional, será a partir de ahí donde se analizará su relación con la educación de niños de preescolar y primaria, además de considerar el papel de los profesores como otro aspecto fundamental de Mindfulness en la educación. En este sentido, en el capítulo 3 primero se hablará sobre atención plena en el manejo de las emociones de los niños, ya que de este modo podremos comprender el papel de Mindfulness en el campo educativo, para entender de qué manera se relaciona con el aprendizaje. Ya que, si la forma de relacionarse con las emociones implica salud mental y emocional, entonces esto influye en la forma en que se puede aprender dentro de un salón de clases, además de contribuir al entrenamiento o desarrollo de habilidades necesarias para el aprendizaje como lo es la capacidad de atención. Por lo tanto, la hipótesis sobre la cual el trabajo se basará plantea que, si un estudiante de educación temprana logra aprender a desarrollar Mindfulness dentro del aula, esto le permitirá desarrollarse con mayor éxito en la escuela y en sus relaciones sociales. Para ello, el objetivo del presente trabajo fue analizar la influencia que tiene en los menores la enseñanza de Mindfulness en el ámbito educativo sobre el manejo de sus emociones, y su desarrollo académico y socia. Finalmente, el presente trabajo pretende dar una aportación a la Psicología y sobre todo, a la Psicología Educativa, ya que si bien se ha hablado y estudiado 3 sobre los beneficios de Mindfulness en el ámbito terapéutico; aquí se presenta un análisis psicológico de su eficacia en el ámbito educativo con niños, y profesores en la mejora del rendimiento académico, en las relaciones interpersonales y el manejo de las emociones de manera que logren tener una buena salud emocional y mental, no sólo dentro del aula si no también, fuera de ésta. 4 1. MINDFULNESS Para conocer en términos teóricos y en su aplicación la técnica de Mindfulness, es necesario explicarla en sus diversas partes que la componen, esto es: en su teoría, en su práctica, como proceso psicológico, y en su funcionamiento cerebral. Mindfulness es la traducción al inglés de la palabra sati en la lengua pali, que incluye el significado de conciencia, atención y recuerdo, y proviene de las enseñanzas del budismo theravada del Buda Siddartha Gautama Sakyamuni (563 a.C.), desde hace más de dos mil quinientos años (Moñivas, García & García, 2012). Por otro lado, y de acuerdo con Parra, Montañés, Montañés y Bartolomé (2012), los referentes más sobresalientes del Mindfulness en occidente son el médico Jon Kabat- Zinn, quien lo introdujo en el campo de salud como estrategia de regulación del estrés; el monje budista Thich Nhat Hah, quien por medio de sus libros y escritos clarificó su significado y su definición, así como la explicación de su práctica; asimismo, Segal, William y Teasdale (2002), quienes de acuerdo con Cebolla (2012) le dieron un modelo psicológico a partir de la terapia cognitiva basada en atención plena TCAP. En el siglo XXI, Mindfulness, está teniendo presencia; su teoría y su práctica en el campo de la psicología, la psicoterapia y la medicina como consecuencia de factores como: la globalización, los avances de la psicología cognitiva para la que es de interés el modo en que el entrenamiento en Mindfulness ha permitido el desarrollo de la atención y la conciencia y sus efectos positivos de desarrollarla para la salud mental, como en algunas terapias psicológicas de la tercera ola, y finalmente los avances tecnológicos en las neurociencias en especial los relacionados con la neurociencia afectiva y cognitiva, que estudian la relación del cerebro con las emociones, los pensamientos y cómo funciona durante estos procesos en la práctica de Mindfulness (Simón, 2006). Asociado con esto, también se ha desarrollado el estudio de la relación que guarda la práctica de la atención consciente en las relaciones interpersonales, por medio de la observación de sus efectos en zonas específicas del cerebro, a partir de la neurobiología interpersonal nombrada así por Siegel (2001 citado en Simón, 2006). Dichos avances han permitido una nueva forma de trabajar los problemas por los cuales el paciente 5 atraviesa a partir del conocimiento que se tiene sobre la relación que existe entre los fenómenos mentales y el funcionamiento cerebral (Simón, 2006). Por otro lado, se puede hablar de Mindfulness como teoría, como práctica y como un estado y proceso mental en la psicología y la ciencia, esto tomando en cuenta a Germer (2011 citado en Moñivas, García-Diex & García-De-Silva, 2012), quien plantea que Mindfulness se puede usar para referirse a un constructo teórico, a una práctica y a un proceso psicológico. Por lo que se comprende en su origen y sus principios filosóficos así como en lo que la caracteriza o define; en las técnicas utilizadas para practicarlo y llegar a él y en su estado a través de su funcionamiento psicológico y mental a nivel cerebral, sin embargo, su significado no varía del que fue propuesto por Kabat Zinn: “(…)centrar la atención de un modo intencional: en un objeto en el momento presente, y sin juzgar” (Kabat-Zinn, 1990 comentado en Cebolla i Martí & Miró, 2008, p. 259), por lo que se puede decir que Mindfulness es teoría para entender de qué se habla, práctica para saber cómo llevarlo a cabo y desarrollarlo, y experiencia para reconocerlo en uno mismo. 1.1 Mindfulness como teoría Hablar de Mindfulness como teoría implica hacer referencia a las múltiples definiciones que se hanrealizado por varios autores como: Simón, 2007; Germer, 2005; Brown y Ryan, 2003; Kabat-Zinn, 1990, Dimidjian & Linehan, 2003 (citados en Parra, Montañés, Montañés, & Bartolomé, 2012) sin embargo, en el presente trabajo se hablará de la teoría a partir de su origen y algunos de sus principios y conceptos más relevantes que lo caracterizan, y que son descritos a continuación. Uno de ellos se refiere a que los humanos se caracterizan por tener tres cualidades (impermanencia, aceptación del sufrimiento, conciencia del No-Yo), que les permiten comprender de manera sabia y consciente la existencia humana, sin embargo, suelen ser distorsionadas por percepciones y pensamientos fuera de la realidad, por lo que la examinación paciente y constante de estos procesos permiten la comprensión de la existencia de estas cualidades en su máxima expresión, a) la impermanencia (anicca), que se refiere a que todo suceso es 6 condicionado por episodios de actividad cognitiva o física pero que en cualquier momento pueden cambiar o desaparecer, y son los que conforman la experiencia subjetiva de la mente; b) el sufrimiento (dukkha), además de referirse a la aceptación de la inevitabilidad del dolor que caracteriza a cualquier ser vivo, detalla también a la desesperación que surge ante la inevitabilidad del dolor y del deseo por conseguir lo que uno quiere y no tenerlo, así como la confusión de deseos contradictorios; c) el No-Yo (anatta), precisa como las personas buscan un sentimiento de identidad que los defina y les dé un “yo” pero a partir de la proyección de pensamientos, sentimientos, emociones los cuales, sin embargo, son sólo patrones de comportamiento mal adaptativos, que llevan a dificultades y al sufrimiento psicológico (Mañas, Franco & Faisey, 2009). Otro principio plantea que las causas de este sufrimiento, son debido a tres comportamientos automáticos a través de los cuales las personas reaccionan obteniendo resultados desfavorables como la conducta de la avidez, que explica cómo las personas viven aferrándose a lo que desean; el odio se refiere a una conducta que se caracteriza por ser aversiva, por buscar alejamiento, por atacar o negar lo que se experimenta como desagradable; la ilusión corresponde a la conducta de actuar con ignorancia a los hechos que no se quieren ver tal y como son (Mañas et al., 2009). Sin embargo, existe un principio que plantea que existen cuatro verdades, que cuando se aceptan y comprenden ayudan a responder al sufrimiento: la primera es saber que toda existencia está caracterizada por el sufrimiento pues cualquier causa natural como la muerte, el dolor, lo deseable e indeseable lo produce; la segunda, es saber que el origen del sufrimiento, se debe a un desequilibrio constante cuando lo que se experimenta es contrario a lo que se desea, por lo que, también proviene de la ilusión, del odio y de la ambición; la tercera, sirve para saber que el cese del sufrimiento sólo se logra eliminando el deseo, liberándose del apego, y cambiando el comportamiento de resistencia hacia lo desagradable y la actitud de aferramiento a lo agradable; y finalmente, señala que para responder al sufrimiento se deberá seguir el noble camino óctuple que consiste en una serie de estrategias para liberarse de él (Mañas et al,. 2009). 7 Dicho camino consiste en el principio del seguimiento de ocho guías para vivir la vida que son: el recto ver o comprensión correcta que significa ver las cosas tal y como son sin engañarse; la recta intención o pensamiento correcto que significa no dejarse llevar por los deseos ni por los sentimientos de odio; el recto hablar o palabra correcta es no hablar más de lo necesario, no mentir, o hablar por simplemente tener un tema de conversación; la recta acción o correcta acción es comportarse de acuerdo a un código moral, que respete a todas las personas y seres vivos; el recto sustento u ocupación correcta es vivir a partir de un oficio o actividad que no haga daño a los demás; el recto esfuerzo es esforzarse en cosas encaminadas a algo positivo y encaminar las que estaban dirigidas a algo negativo; el recto Mindfulness o atención correcta, es atender de manera consciente a cada suceso externo e interno, así como vivir del mismo modo cada instante de la vida; y la recta concentración, es practicar la meditación como actividad de la vida diaria con intenciones positivas hacia uno mismo y los demás (Mañas et al., 2009). Para poder llegar a los puntos mencionados es necesaria la práctica del principio de “los cuatro fundamentos de Mindfulness (o los cuatro fundamentos de la atención)” (Mañas et al., 2009, p. 10): 1) Mindfulness del cuerpo, implica estar consciente de éste, a partir de sus movimientos y las sensaciones corporales que se desprenden de estos, o de su estado de quietud que permite reconocer y sentir cada parte del cuerpo, recorriéndolo junto con los movimientos que provoca la respiración; 2) Mindfulness de las sensaciones, es ser consciente de éstas a partir de lo que se experimenta sin aferrarse o rechazar junto con el seguimiento de la respiración, ya sean agradables, desagradables o neutras, es decir, que ambas se experimenten sin juzgarlas simplemente prestando atención a su forma en cuanto a cómo se presentan; 3) Mindfulness de la mente, es ser conscientes de cómo se van formando ideas, imágenes y pensamientos dentro de la mente, y ser capaces de reconocer cuando éstas no permiten ver de manera clara las cosas tal y como son, como cuando la mente se pierde en ideas vagas y salta de un pensamiento; 4) Mindfulness de los objetos mentales, es ser consciente de lo que se evoca en la mente al momento de estar experimentando algunas sensaciones, emociones, 8 para saber sobre qué o quién éstas se están experimentando, en general, es aquel que se realiza cuando observamos lo que surge en nuestra mente respecto a un fenómeno que estemos advirtiendo (Mañas et al., 2009). Lo curioso es que por medio de la meditación de la atención consciente se logra desarrollar el principio que el Buda llamó las cuatro cualidades del corazón: la bondad (metta) que se entiende como “(…)amor incondicional a todos los seres (…)” (Mañas et al., 2009 p. 12); la compasión (karuna), que es preocuparse y actuar para que todos los seres vivos puedan vivir libres del sufrimiento; el júbilo (mudita), que es responder con alegría a los logros de los demás, y la ecuanimidad (upekkha), que es responder de manera abierta a cualquier experiencia sea agradable o desagradable, es decir, sin aferramiento, deseo o rechazo (Mañas et al., 2009). En la práctica de Mindfulness, existe lo que se conoce como las siete actitudes mentales que provienen del budismo y que son otros de los principios de éste, y que se deben tener durante su desarrollo, mismas que a su vez han sido adaptadas por varios autores como Kabat-Zinn (2003 citado en Mañas, 2009), donde la atención y el compromiso son fundamentales, y se caracterizan de acuerdo con Parra et al. (2012), y Stahal y Goldstein (2010) por: No juzgar, consiste en dejar la mente en un estado de aceptación que permita la observación de los pensamientos, sentimientos y sensaciones, tal y como son sin ponerles etiquetas de correctos o incorrectos, o todo lo que implique calificarlos dentro de lo positivo y/o negativo; la paciencia, consiste en aceptarse tal y como se es sin juzgarse, o castigarse simplemente aceptándose y llevando un sentimiento de amor propio; mente de principiante, consiste en ver las cosas como si siempre tuvieran algo nuevo, algo que aún hay por conocer y aprender, ver las cosas como nuevas; la confianza permite en la observación de la experiencia diferenciar entre lo que es objetivo y subjetivo; no forzarse consiste en no tratar de huir de lo que se está experimentando en el momento presente, a pesar de que pueda serdoloroso; la aceptación que permite reconocer las cosas tal y como son; y el ceder que permite acercarse a la experiencia de vivir las cosas como son en el momento 9 presente, dejando a un lado la constante mente evaluativa, sin dejar de lado lo que está ocurriendo. 1.2 Mindfulness como práctica Existe una terapia basada en Mindfulness por medio del programa de Terapia de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (REBAP), implementada por John Kabat-Zinn (1990 citado en Moreno, 2015), quien es profesor de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, y trajo consigo las enseñanzas del budismo aplicadas a un modelo médico (Jon Kabat-Zinn, 2009), el cual se caracteriza, de acuerdo con la Sociedad de Mindfulness y Salud (2016), por ser un proceso terapéutico de ocho clases semanales con una duración cada una de dos horas, y una clase en sábado a partir de la sexta o séptima semana, que dura todo un día. Durante el programa se realizan: prácticas guiadas de meditación Mindfulness, ejercicios de flexibilidad corporal realizados con Mindfulness, diálogos de exploración para integrar la práctica en la vida diaria, instrucciones específicas y personalizadas para cada participante, diálogos y exploraciones grupales, tareas diarias para la casa y tres CDs con práctica guiada y un cuaderno de tareas. En general, se practica la Atención a la Respiración, Meditación Mindfulness y los Ejercicios de Flexibilidad Corporal. Durante la práctica Mindfulness la persona va reconociendo cómo son sus pensamientos habituales, cómo van cambiando y surgiendo, de esta manera, puede hacerles frente relacionándose de otra forma a la habitual, de igual manera que sucede con las sensaciones que se perciben con el cuerpo o el tono emocional, pero para ello se necesita prestar atención consciente, la cual se puede desarrollar con la práctica de Mindfulness. Como se puede ver, la práctica de Mindfulness no sólo consiste o se trata de llevar consigo las actitudes mentales que anteriormente han sido descritas, sino que también es un conjunto de técnicas que provienen de la meditación vipassana desarrolladas por el Buda Siddartha, por lo que Mindfulness también ha sido la traducción que se le da a su práctica. Utilizada en occidente para aprender a responder por medio de la consciencia a los procesos mentales que pudieran 10 llegar a producir diversos trastornos psicológicos, y problemas de comportamiento (Bishop et.al. 2004, citado en Mañas, et al., 2009), mediante el cultivo de la atención consciente a partir de la atención en uno mismo, las sensaciones corporales, emociones, pensamientos y lo que ocurre alrededor (Bodhi, 2000; Germer, 2005; Germer et al., 2005; Gunaratana, 2002; Wallace, 2001; Young, 1997 citados en Davis & Hayes, 2011). Por lo tanto, la meditación vipassana es la principal técnica usada para desarrollar la atención consciente, como se muestra en el siguiente esquema (véase la Figura 1). 11 Figura 1. Diferencias y similitudes entre la meditación de concentración y la meditación vipassana. Fuente: Elaboración propia basada en Mañas et al. (2009), Kabat-Zinn, (1994; Linehan, 1993b citado en Baer, 2003) y Moñivas et al. (2012). 12 De acuerdo con Siegel (2012), Mindfulness se puede practicar de manera formal o informal, y en donde en la práctica formal, antes de aprender a realizar Mindfulness, se enseña a ejecutar la meditación de concentración para estabilizar la mente mediante la concentración en un estímulo específico; en este caso, con la respiración se excluye otro estímulo que se quiera hacer presente para volver a prestar atención al estímulo original. Posteriormente, se pasa a la meditación vipassana, en donde se pretende reconocer cualquier pensamiento o sensación que se presente durante la meditación sin ignorarlos o intentar ahuyentarlos, más bien observarlos como son y permitir que se vayan como surgieron. Este tipo de meditación permite dar cuenta de cómo reacciona y opera la mente habitualmente, y acercarse a lo que le molesta para conocerlo (meditación insight); posteriormente, se trae de nuevo la atención a la respiración hasta lograr una completa concentración centrada en lo que ocurre en el momento presente. Como puede observarse, la meditación vipassana es una complementación de ambas meditaciones para el desarrollo de la atención consciente con aceptación, centrándose en todo momento en cómo se experimenta la atención consciente a través del cuerpo. Asimismo, se ha buscado una forma de entender Mindfulness como una conducta, de acuerdo con Bishop et al. (2004 citado en Mañas et al., 2009), consiste en dos componentes que constituyen su práctica y que de hecho son descritos o explicados en el esquema anterior que explica la práctica de la atención consciente. Estos son la autorregulación de la atención que la caracteriza el mantenimiento, la redirección de la atención y la selección de los estímulos sobre los cuales se va a centrar la atención, paso que ayuda a reconocer los procesos mentales que suceden en el momento presente. El segundo componente, consiste en orientarse hacia la experiencia, dicha orientación implica reconocer el tipo de relación que se da en cómo la persona se acerca o responde (curiosidad, apertura y aceptación) ante lo experimentado en el momento presente. Lo que permite conocer cómo se reacciona y aprender a responder de manera no automática. 13 1.3 Mindfulness como proceso psicológico Hablar de Mindfulness como proceso psicológico implica abordar dos teorías en específico, y un concepto: la mentalización, teoría de la mente, y la fenomenología de Hurssel que permiten dar cuenta de la relación que tiene con la psicología, sobre todo, a través de cómo éstas han tratado el tema de la atención consciente y su relación con los estados emocionales y mentales, mismas que a su vez permiten un acercamiento a la comprensión y funcionamiento de Mindfulness, así como la forma en que surge y cómo se experimenta cuando se lleva a cabo. Asimismo, entender que no se trata de la práctica de una religión (Budismo Theravada), o de una simple técnica terapéutica, pues de acuerdo con Simón (2010) tiene que ver con algo que forma parte del ser humano. Y por lo mismo, forma parte (de alguna manera) de las teorías psicológicas que han abordado el tema de lo que implica no ser consciente de los propios pensamientos, ni de la forma en que estos se van construyendo frente a un evento; de las ventajas del pensamiento automático para la sobrevivencia. Pero también de sus desventajas, para responder de diferente manera a lo habitual, que en muchas ocasiones causa problemáticas en cuanto a la forma de sentir y pensar sobre uno mismo y los demás; de las ventajas de una atención controlada o consciente, para diferenciar las ideas propias de las de los demás, esto es no poner ideas o creencias personales sobre lo que uno cree están pensando otros, y mejor observar lo que en realidad ocurre cuando éstas están presentes; así, como las diferencias entre un pensamiento subjetivo, y otro que procura observar las características de un evento objetivamente, y no desde uno mismo (entre otras), pero en general de las ventajas de ser consciente de las elaboraciones mentales que se construyen y de la forma habitual de responder ante ciertos eventos, así como la manera en que las personas se relacionan. Por lo que, Mindfulness es una cualidad o característica humana, que cualquiera ha llegado a aplicar en algún momento de su vida cuando es consciente de sus contenidos mentales o sobre cómo experimenta diversas sensaciones y realiza actividades en un momento presente. Pero, a pesar de ser una capacidad humana muchas personas no suelen ser conscientes de lo que 14 están pensando, sintiendo, y haciendo cuandola mente se encuentra yendo de un lugar a otro, divagando entre recuerdos, ideas, pensamientos o planes a futuro sin llegar a un lugar específico o encontrar respuesta alguna en caso de estarla buscando (Simón, 2006; Simón 2010). Sin embargo, Buda descubrió una forma de practicarla (Simón, 2006) de manera más constante y lograr llevarla a cada momento de la vida diaria, en respuesta al sufrimiento que caracteriza al ser humano. Por lo tanto, en la actualidad la práctica de esta cualidad parece novedosa ante tanto ajetreo de la vida cotidiana, cuando sólo es una forma de practicarla, para aprender a responder con ella como seguramente en otros momentos lo ha sido, y conocer sus grandes beneficios que trae a la salud sobre todo la emocional. Para entender mejor lo hasta ahora expresado, es necesario explicar brevemente la Teoría de la Mente (ToM) ya que es una forma de comprender lo que naturalmente sucede cuando se aprende a responder de manera natural por medio de interpretaciones y creencias formadas a lo largo de la vida sobre las demás personas, desde una explicación cognitiva. Posteriormente, se hablará sobre el concepto de mentalización, el cual de acuerdo con Lanza (2011) tiene su base teórica en la ToM, pero también considera la teoría del afecto la cual influye para que dicho proceso (ToM) cuando no funciona de manera adecuada afecte las relaciones de las personas, en cuanto a su manera de interpretar conductas y eventos mentales en los demás. Por otro lado, contiene la explicación de lo que implica el uso de la atención consciente o controlada en los estados mentales con los cuales se observa o experimenta un suceso determinado, sobre todo en lo que respecta a las relaciones interpersonales. Finalmente, se hablará de la fenomenología de la escuela Husserliana que tiene puntos en común en cuanto a los principios de Mindfulness, la comprensión y explicación de los estados subjetivos de la experiencia humana y su funcionamiento, desde una explicación psicológica que expone la forma en que se experimenta y que da cuenta de Mindfulness como capacidad básica de los seres humanos más allá de su relación con la tradición budista y su práctica terapéutica (Goldstein, 2005; Kabat-Zinn, 2003, citados en Brown & Cordon, 2011). 15 La Teoría de la Mente (ToM), es una capacidad humana evolutiva, que consiste en poder interpretar las expresiones corporales, faciales y el tono de voz de las personas y a partir de ellas hacer una “teoría de la mente” de lo que la otra persona pueda estar sintiendo o pensando. Asimismo, atribuye acciones, motivaciones e ideas de otros, por lo que por medio de ésta, uno puede suponer, imaginar lo que los otros sienten y piensan. Este proceso, se posee a determinada edad y constantemente se va desarrollando y mejorando a partir de las experiencias, por lo que, algunas personas poseen una mejor teoría de la mente que otras, aunque también depende del contexto. Cabe mencionar, que las personas llevan esta capacidad a todas las actividades de su vida y sin darse cuenta de ello, les ayuda a relacionarse con las demás personas (Odisea, 2013). Por otro lado, la ToM ayuda a reducir la incertidumbre del entorno, al hacer uso de las funciones ejecutivas que permiten hacer predicciones a partir de soluciones imaginadas, siempre que se presenta un problema novedoso a enfrentar; predice y comprende la conducta de otras personas; esto es intuir o advertir otro sistema cognitivo distinto al propio. Asimismo, las regiones cerebrales de mayor activación son la corteza prefrontal, específicamente la del hemisferio derecho, que participa en el reconocimiento facial de emociones, donde la amígdala tiene que ver con las emociones de miedo o asco, la cual también dota de un valor emocional y social a los estímulos percibidos, en el procesamiento de las creencias de primer y segundo orden, en la empatía y juicio moral, en la expresión emocional a través de la mirada, en el procesamiento de las mentiras como piadosas o no piadosas, y en la ironía. Cada uno encuentra su procesamiento en diferentes zonas del cerebro particularmente las del lado derecho y de la amígdala. Por lo tanto, se trata de un proceso que percibe, procesa y evalúa los estímulos (Tirapu-Ustárroz, Pérez-Sayes, Erekatxo-Bilbao & Pelegrín-Valero, 2007). Sin embargo, a pesar de tener ventajas para la sobrevivencia humana y ser parte de lo que diferencia a los seres humanos de algunas especies, también puede ser un ejemplo de lo que podría ocurrir si en ciertos momentos de la vida diaria no se es consciente de la forma en que procesamos esos pensamientos o teoría de la mente, pues a veces es necesario 16 hacer un alto a la forma habitual de pensar o interpretar ciertas cosas, ya que no siempre son las más adecuadas o saludables (Lanza, 2011; Brown & Cordon, 2011). Lo cual se puede lograr por medio de Mindfulness. Por lo mismo, surge la terapia de la mentalización la cual tiene su base teórica en la teoría de la mente a la cual se integran los aspectos emocionales que se generan durante los primeros años entre el individuo y sus cuidadores, en la cual se describe la mentalización como una actividad mental preconsciente, intuitiva y emocional, en la mayoría de las veces, y en la minoría reflexiva y controlada, que ayuda a comprender el propio comportamiento y el de los demás, a través de estados y procesos mentales propios, que deberían además de ayudar a regular las emociones y a establecer relaciones interpersonales sanas, solo que de no estar bien trabajada esta actividad mental, es difícil conseguirlo (Lanza, 2011) trayendo consigo diversas patologías. De igual manera, se puede definir como un conjunto de operaciones psicológicas que incluyen capacidades representacionales para interpretar y predecir los comportamientos, mediante la atribución de estados mentales intencionales (Gergely, 2003 citado en Lanza, 2011). Por otro lado, la mentalización se caracteriza por tres componentes y cuatro polaridades. Los componentes incluyen diversas habilidades cognitivas específicas, determinados conocimientos, y un sistema representacional específico (Lanza, 2011). Dentro de las habilidades están las que reciben una consideración especial: la atención y la imaginación. La primera, debido a que la mentalización depende de imaginar lo que los demás puedan pensar, sentir, idear, etc. Pues sin ella, entonces se respondería sin saber cómo la otra persona podría reaccionar, lo cual sería más difícil al momento de relacionarse o entender a los demás. La segunda, se ve como una habilidad que permite ya sea inhibir otros procesos mentales o facilitarlos para mejorar alguna tarea que se pretende llevar a cabo (Allen, Fonagy & Baterman, 2008 citado en Lanza, 2011). Asimismo, plantea que prestar atención a los estados mentales es mentalizar, lo que permite la posibilidad de reflexionar acerca de ellos. Para prestar atención a los estados mentales y su posible reflexión se llevan a cabo tres 17 variedades de la atención: selectiva, sostenida y de control atencional (Burin, Drake & Harris, 2007 citado en Lanza, 2011). La atención selectiva consiste en seleccionar de entre una cantidad de estímulos, aquellos necesarios para el objetivo presente pero manteniéndose con atención, aunque no de manera relevante a estímulos nuevos que pudieran llegar a presentarse. La atención sostenida busca mantener la atención en dicho objetivo durante un tiempo determinado. El control atencional incluye los dos niveles de atención anteriores para realizar tareas que necesitan la inhibición de respuestas automáticas. Cabe señalar que la forma en que la mentalización infiere sobre los estados mentales, igualmente tiene que ver con los conocimientos que interfieren en este proceso: los generales y los específicos. Los primeros son conocimientos basadosprincipalmente en experiencias, y también relacionados con el desarrollo mental en que se encuentre la persona; los segundos, dependen de qué tanto se conoce a la otra persona para entender su comportamiento, estados mentales y funcionamiento mental. Al mismo tiempo se necesita de un sistema representacional específico para poder analizar, y reflexionar sobre los estados mentales (Lanza, 2011). Por lo tanto, la mentalización se puede llevar de manera automática o controlada, en donde la primera se caracteriza principalmente por un procesamiento rápido y simultáneo de diversos estímulos, por no ser consciente y tampoco reflexiva; mientras que la segunda, es lo contrario, pues es consciente y reflexiva; se caracteriza por la atención controlada, y lleva un procesamiento serial y pausado, que permite reflexionar sobre los propios estados mentales para lograr un distanciamiento psicológico respecto a estos y la realidad, lo que permite reconocer otros puntos de vista o alternativas diferentes a las que se han creado o tomado por diferentes situaciones (Lanza, 2011). Asimismo, los estados afectivos influyen en la manera en que se realiza la mentalización de los estados mentales propios o de las otras personas, a través de la intuición de sus sentimientos (Bateman & Fonagy, 2006 citado en Lanza, 2011). Por lo que ambos suelen presentarse en conjunto en el proceso de mentalización (Fonagy, Gergely, Jurist & Target, 2002 citados en Lanza, 2011). 18 Además de los procesos mentales que se basan en lo externo (acciones, reconocimiento visual de las emociones, intenciones perceptibles a partir del rostro y la postura) y en lo interno (empatía, autorreflexión, memoria, emociones, etc), en el self y en el otro, para determinar qué es lo que la otra persona puede estar sintiendo o pensando. Cuando sucede la focalización en el otro se activan las neuronas espejo que activan los mismos circuitos cerebrales que se activarían cuando uno mismo realiza las actividades que observa en otra persona, lo mismo que sucede cuando uno se imagina realizando alguna actividad, mientras que otra forma de procesar sucede cuando la focalización se puede realizar en ambos pero diferenciando los procesos mentales propios y los del otro, lo que permite focalizarse en uno o en el otro, aunque, es más difícil que esto suceda en el primer procesamiento pues éste se comporta de manera automática e imitativa. Por otro lado, ambos procesos se pueden presentar en un mismo momento, por lo tanto, no se habla de ellos como separados, y pueden ir de uno a otro, lo que hace que la relación entre ambas personas se desarrolle de diferentes maneras (Lanza, 2011). Como se puede ver, la mentalización comparte muchas similitudes con el Mindfulness, sin embargo, existen diferencias en el sentido de que en Mindfulness, se aprende a ser consciente de estos procesos y a ser capaz de ver estos estados mentales como lo que son, sin juzgarlos, o aferrarse a ellos y dejar que surjan como parte de la experiencia, asimismo aprender a diferencias los propios pensamientos, sentimientos o emociones de los de las demás personas, incluso Willin (2007, citado en Davis & Hayes, 2010) ha sugerido que Mindfulness puede ayudar al proceso de mentalización gracias a que éste fomenta la capacidad de receptividad en las personas. De igual manera, la intersubjetividad (Benjamin, 1990, citado en Davis & Hayes, 2010) es un constructo que también es compartido y desarrollado por Mindfulness el cual implica un sentimiento de conexión con los otros (Thompson, 2001, citado en Davis & Hayes, 2010) o lo que es llamado interbeing por Thich Nhat Hanh (1987, citado en Davis & Hayes, 2010), y se refiere al hecho de que por estar conectados con el momento presente, es más fácil experimentar lo que ocurre y así como sentir la experiencia de los demás (Hanh, 19 1987, citado en Davis & Hayes, 2010). Mientras que el insight por otra parte, puede ser un proceso que se consigue mediante la atención consciente, que sería tomar conciencia de nuestras acciones y pensamientos, aunque Siegel (2007b, 2009, citado en Davis & Hayes, 2010) ha propuesto una base neurológica de la conexión que existe entre insight y Mindfulness. Por último, Hurssel (citado en Brown & Cordon, 2011), explicaba que existían dos modos con los cuales se experimenta la realidad cuando se procesa lo que llega a la conciencia por medio de los sentidos o de la mente, el primero puede ser a partir de una actitud natural que lleva a experimentar los eventos de manera subjetiva, lo cual implica realizar operaciones cognitivas, para lograr dar una explicación o interpretación clara de aquello que se está viviendo. Este modo de procesar de acuerdo con Brown y Cordon (2011), se caracteriza por ser evaluativo, lo que quiere decir es que la persona da una interpretación positiva, negativa o neutra a un evento, desde su propia experiencia o bien, en la mayoría de las veces, a partir de un tono afectivo de desagrado o agrado; también se caracteriza por una asociación que se hace en la memoria a partir del recuerdo de eventos pasados con el suceso presente, por tener similitudes con éste; o bien la experiencia se va asimilando a partir de operaciones cognitivas y esquemas cognitivos ya desarrollados anteriormente. Sin embargo, este modo de procesamiento a pesar de sus ventajas: la facilidad para responder, dar una orden y una relación a los acontecimientos que pueden ayudar a realizar un objetivo o meta, también se caracteriza por sus consecuencias poco ventajosas al momento de reconocer o dar cuenta de un evento, pues de acuerdo con Bargh y Chartrand (1999, citados en Brown & Cordon, 2011) las personas tienden a responder de manera condicional y habitual, ante éste con base en conceptos, etiquetas, planear, comparar y juicios que se han formado, por lo que la realidad puede ser experimentada de manera poco real u objetiva y ser distorsionada, incompleta y superficial junto con un tono emocional que la hace aún más subjetiva. Por lo que, se experimenta a partir de sí mismo, sin ver como es realmente la naturaleza del objeto o acontecimiento. 20 El otro modo de procesamiento consciente propuesto por Husserl (Brown & Cordon, 2011) es la actitud fenomenológica mediante la cual se presta atención a las cosas pero sin proyectar en ellas las emociones, sentimientos, y/o creencias que se tienen; además, se es consciente de cómo esas posibles proyecciones operan y la forma en la que se expresan y experimentan sin agregar más características de las que los componen. Por otra parte, implica que cuando se presta atención se está en contacto directo con el momento presente, lo cual permite estar en la realidad tal cual es, incluso con aquellas reacciones psicológicas con las cuales se suele responder de manera automática ante cualquier evento de la vida diaria; y en vez de actuar a partir de ellas se vuelven parte de la observación, de la experiencia presente. Cuando se dejan a un lado las elaboraciones cognitivas de aquello que se experimenta, permite conectarse realmente con la experiencia emocional, ya que se es consciente de ésta, y no se está respondiendo a eventos cognitivos propios que alejan a la persona de dicha emoción (Varela & Shear, 1999 citados en Brown & Cordon, 2011). La ventaja de esto, es que de acuerdo con Husserl la conciencia es intencional, lo que implica poder llevarla a cualquier experiencia presente, fijarse en si se está, o no, prestando atención, conocer la forma en que va cambiando el nivel atencional, dependiendo de los estímulos que se presenten. Esto permite tener mayor conocimiento de sí mismo en cuanto a la forma de pensar, sentir y actuar, dando libertad para elegir cómo responder ante la experiencia, así como la oportunidad de vivir más alegremente (Thompson & Zahavi, 2007 citado en Brown &Cordon, 2011). Por lo tanto, Mindfulness como proceso psicológico se caracteriza por ser consciente de los propios pensamientos y sensaciones, a través de lo cual se puede controlar y predecir la conducta tomando una postura diferente a la habitual. Del mismo modo, se caracteriza por ser un estado mental mediante el cual solo se trata de darse un momento para percibir el cuerpo y sus sensaciones, así, como lo que ocurre a su alrededor en el momento presente, más allá de sus pensamientos. Dicho proceso implica salir del llamado piloto automático, es decir, de responder o 21 actuar de manera consciente, controlada y libre, más que a reaccionar de manera inconsciente, inmediata y condicionada (Moñivas et al., 2012). Asimismo, debido a que es una capacidad humana también se ha encontrado a Mindfulness como estado y Mindfulness como rasgo de acuerdo con Brown y Cordon (2011), el primero se relaciona, con estudios realizados en el laboratorio de manera inducida, mientras que el segundo, se relaciona con lo que se ha mencionado respecto a una habilidad humana, y se refiere a la capacidad que la persona pueda ya tener en su vida diaria. Ambos han sido estudiados para investigar la correlación que tiene su práctica o el estar en ese estado para la salud física y mental. Desde ambos se analiza la forma en que la experiencia emocional se vive y cómo ésta varía entre las personas, tanto en su práctica, como en lo que se refiere a capacidad coesencial. Es importante reconocer la relación que tiene con la regulación emocional, ya que la emoción se caracteriza por tener un contenido subjetivo de las sensaciones agradables o desagradables además, de que como mencionan Barret et al. (2007 citado en Brown & Cordón, 2011), se caracteriza por dar un significado relacional y situacional que definan la emoción como causa o consecuencia de éstas. De acuerdo con Brown y Cordón (2011), la importancia de relacionar Mindfulness con la regulación emocional, es que a través de su práctica por su naturaleza subjetiva, ayuda a detener las influencias conceptuales que por lo general juzgan, evalúan y califican algo como positivo o negativo, lo cual sólo hace que el estado emocional se vuelva más difícil de sobrellevar; por otro lado, permite responder de manera más objetiva y natural ante situaciones difíciles que por lo general se vuelven más caóticas debido a las distorsiones negativas que se hacen de ellas; por lo mismo, permite vivir la experiencia afectiva y subjetiva, de manera menos elaborada, asimismo, debido a que implica atención abierta y fija hacia cualquier experiencia interna o externa, sin juzgarla, permite que las características desagradables o agradables de ésta no aumenten, sino todo lo contrario, aumenta la proximidad hacia la experiencia pero con la capacidad de verla tal y como es, sin huir por medio de elaboraciones mentales, lo que también de acuerdo con Barret y Gross (2001 citado en Brown & Cordón, 2011), ayuda a la 22 expresión de las emociones que se ha relacionado con una mejora en su regulación. De la misma manera, Siegel (2012), menciona que las personas que se han dedicado a agrupar dentro de la psicología los problemas psicoemocionales concluyen, que en general a todos los caracteriza el evitar de manera consciente o inconsciente el sufrimiento psicológico mediante la evitación experiencial como: bloquear, evitar, negar, o librarse de cualquier manera de las incomodidades. Como se puede ver, dichas particularidades en común, son las que se pretenden superar mediante la práctica de Mindfulness, las cuales se ven en el aislamiento como consecuencia de la evitación experiencial cuando algo resulta molesto, y se lleva a cabo de diferentes maneras, creyendo que de esta forma se encontrarán mejor, lo cual puede ser cierto momentáneamente, pero la lucha contra la situación dolorosa puede ser más difícil si se está escapando constantemente. La manera en que se reacciona para evitar o eliminar todo lo que resulte molesto o doloroso depende de la persona, por ejemplo: las drogas, el alcohol, encasillarse en actividades específicas para distraerse o intentar olvidarse de pensamientos o sensaciones desagradables, como puede ser, el ver la televisión, hacer deporte en exceso, ir de compras, comer demasiado etc. Es decir, se busca distracción para evitar la experiencia de lo que se está viviendo como desagradable. Otra forma de evitación, es el aislamiento, al evitar situaciones o actividades que considera la harán sentirse incómoda; la persona prefiere no realizarlas y/o enfrentarlas haciendo que sus dificultades para afrontarlas sean todavía más difíciles de realizar, es decir, el evitar aquello que se teme trae más consecuencias negativas a largo plazo. Por ende, el aprender a convivir con dichas situaciones por medio de la plena consciencia, permite relacionarse con el momento difícil y prestar atención a cómo operan los pensamientos, las sensaciones, las emociones, y las conductas, que en pensar cómo evitarla o simplemente reaccionar sin ni siquiera ser consciente de cómo están operando; es decir, perder de vista lo que está sucediendo en el momento presente. De esta forma se logra ser más tolerante a las situaciones difíciles, y se aprende a responder de otra manera a la habitual; permite la diferenciación entre el dolor y el sufrimiento, a partir de que la 23 persona observa cómo la forma en que responde al dolor la lleva al sufrimiento, debido a la manera en que intenta evitarlo por medio de racionalizaciones, justificaciones y conductas. El autor sostiene que la práctica puede ser personalizada para trabajar un problema en específico (dolor y enfermedad, estrés, entre otros), o en grupo. La importancia de la conciencia plena, radica en que se puede aprender a responder de otra manera ante diversas situaciones de la vida a las que se ha aprendido a reaccionar de manera condicionada, y que solo provoca que las personas se olviden de lo que acontece en el momento presente, sobre todo cuando este acontecimiento está teniendo resultados placenteros o no los tiene como sucede con el dolor, la forma de afrontar eventos estresantes de la vida, o alguna situación difícil ante la cual aprendemos a reaccionar de manera habitual. Por lo mismo, esta relación de la psicología con Mindfulness, se encuentra en la explicación que hacen algunos autores como: Linehan (1993); Hayes (1999); y Segal, Williams y Teasdale (2012) de algunas de las terapias de tercera generación: terapia conductual dialéctica, terapia de aceptación y compromiso, y terapia cognitiva basada en Mindfulness, respectivamente, sobre los mecanismos utilizados para obtener los beneficios desarrollados mediante la práctica de la atención consciente con aceptación respecto a la reducción de los síntomas y el cambio conductual. Dichos mecanismos son: la exposición, que consiste, en que cuando una persona esté ante una sensación dolorosa, responda observándola sin juzgarla; esto provoca que la persona esté relacionada de manera directa con el dolor, lo cual no significa que por ello vaya a sufrir más, sino que precisamente la disminución de la reactividad emocional permite que el sufrimiento o el malestar desaparezcan, dejando sólo a la sensación dolorosa que también podría verse disminuida (Kabat-Zinn, 1982 citado en Baer 2003); también consiste en la observación de emociones o pensamientos que surgen ante el dolor sin evitarlos o escapar de ellos, lo cual irá gradualmente disminuyendo los estados emocionales negativos (Linehan, 1993a, 1993b, citado en Baer, 2003). 24 A su vez, el autocontrol, de acuerdo con Linehan (1993b citado en Baer, 2003) se caracteriza porque la persona sea capaz de manera consciente, de observar objetivamente las consecuencias de sus conductas impulsivas y mal adaptativas, para que de este modoresponda de otra forma, como el hecho de redirigir su atención a otras actividades. En cambio, la relajación debido a que generalmente es producida por la meditación, se ha utilizado con este propósito, a pesar de que éste no sea el fin de la práctica de la atención plena, pues existen otras estrategias que son utilizadas para inducir la relajación, mientras que la aceptación permite que el dolor, los sentimientos, y los pensamientos no se vean como amenazadores, sino que su presencia sea aceptada, sin juzgarlos. 1.4 Mindfulness y Neuroanatomía En esta situación, ¿qué ocurre en el cerebro que hace que las personas se sientan mejor cuando lo practican, ya sea durante o después? Pues es ahí donde encontramos que la práctica de Mindfulness, se relaciona con la activación de ciertas partes del cerebro, que a continuación se explicarán, lo que permitirá entender dicha relación. Primeramente, sabemos que gracias al cerebro, logramos percibir las sensaciones de tacto, temperatura, presión, dolor, etcétera. Una de las razones por las cuales Mindfulness ha sido de eficacia para aliviar el dolor crónico, o para relacionarnos de otro modo con nuestro cuerpo, es debido a lo que sucede en el cerebro cuando se practica. Ya que el cerebro cuenta con una parte llamada corteza cerebral, la cual es una capa circunvolucionada conformada por neuronas; dichas circunvoluciones en forma de surcos, se dividen por áreas llamadas lóbulos, cada uno corresponde a diferentes funciones (Boeree, s.f.). En este caso, el lóbulo frontal se encarga de las funciones ejecutivas, del razonamiento y la resolución de problemas, en él se encuentra una zona llamada córtex motor que controla los movimientos voluntarios y tiene un mapa que corresponde a las diferentes partes del cuerpo de la persona, lo cual significa que 25 permite saber qué partes del cuerpo se mueven o movemos de manera voluntaria e involuntaria (Boeree, s.f.). Mientras tanto el lóbulo parietal, entre otras cosas, procesa las sensaciones corporales de tacto, dolor, presión y temperatura, que al igual que el lóbulo frontal, incluye un córtex llamado somatosensorial que también tiene un mapeo corporal de las partes del cuerpo de las personas (Boeree, s.f.). Lo anterior permite que por medio de los centros de recepción y de procesamiento se reciban las diferentes sensaciones a través de receptores y neuronas sensoriales, como cuando un estímulo específico como el calor entra en contacto con el cuerpo (por ejemplo). Por lo que, cuando alguna parte del cuerpo es estimulada, inmediatamente se recibe y uno logra saber que está siendo tocado por algo, sin necesidad de tener conocimiento previo o ver el estímulo que lo provocó (Kabat – Zinn, 2012). Este conocimiento nos permite comprender lo que sucede cuando se practica Mindfulness en el cuerpo, o por su nombre en inglés, body scan, pues por lo general las personas no prestan atención a lo que perciben, y cuando se practica Mindfulness y se es consciente de lo que el cuerpo experimenta, se está en contacto de manera más directa con el mapa corporal ubicado en la corteza somatosensorial, pues usualmente, no prestamos tanta atención a nuestras sensaciones corporales (Kabat – Zinn, 2012) como cuando nos quedamos sentados escribiendo en la computadora, o recostados en el sofá, a menos que comencemos a sentir gran incomodidad por la postura. En caso contrario, sentimos un dolor que aunque es molesto, lo hacemos más extremo por medio de quejas o pensamientos catastrofistas, cuando en realidad no lo es, y si sólo observáramos cómo es el dolor en realidad sería menos difícil sobrellevarlo. Lo que permite ir desarrollando mayor sensibilización en cuanto a la forma de percibir las sensaciones corporales, lo cual se irá reflejando en la manera en que las personas perciben su mundo y lo que experimentan, ya que el centrar la atención en la sensación dolorosa sin pensamientos que lo etiqueten, permitirá ver el dolor como realmente lo es, lo que puede ser más favorable en cuanto a la disminución del sufrimiento que se experimente (Kabat – Zinn, 2012). 26 Lo interesante de esta forma de responder en el cuerpo, es que de hecho, los mapas corporales se caracterizan por tener plasticidad, lo que quiere decir que “(…) tienen la capacidad de adaptarse a los cambios provocados por la experiencia (…)” (Kabat-Zinn, 2012, p. 374). Por otro lado, existe relación con el procesamiento emocional y cognitivo de orden superior, el cual se lleva a cabo en la corteza cerebral mediante los hemisferios izquierdo y derecho; donde se sabe que la activación de determinadas regiones de la corteza frontal y prefrontal izquierda, se asocia con la expresión de emociones positivas y la aproximación orientada al placer, mientras que las del lado derecho con la expresión de emociones difíciles (Simón, 2006). Por lo tanto, Simón (2006) plantea que una de las posibles razones por las cuales Mindfulness ha sido relevante para el restablecimiento del equilibrio emocional en la psicología clínica, es debido a sus efectos en la actividad cerebral como se muestra en el estudio de Davidson et al. (2003, citado en Simón 2006), en donde se encontró que existía mayor actividad cerebral del hemisferio izquierdo en las zonas medias y anteriores, durante la práctica de la meditación, zona que como se ha mencionado, está relacionada con los afectos positivos y de aproximación. A su vez, dichos resultados cuentan con apoyo experimental de otros estudios (Simón, 2006), que demuestran la relación de la actividad cerebral izquierda con estados afectivos positivos y la actividad cerebral derecha con predominios de estados afectivos negativos (i.e., como se muestra en la Tabla 1). Esto significa que durante la práctica de Mindfulness se activan las mismas partes del cerebro relacionadas con afectos positivos. 27 Tabla 1. Tipo de predominio de estados afectivos dependiendo el lado prefrontal del cerebro. Fuente: Simón (2006). Asimismo, Davidson et al. (2003 citado en Kabat-Zinn, 2012), utilizaron el programa de reducción del estrés basado en atención plena, para conocer cómo influía la práctica de la meditación en el cerebro, el ajuste temperamental, y sus posibles efectos en la salud y bienestar, luego de la aplicación del programa. Los participantes fueron voluntarios aparentemente sanos de una empresa, que durante cuatro horas fueron sometidos a pruebas de laboratorio para 28 determinar su nivel de funcionamiento cerebral en diversos aspectos, y al mismo tiempo eran expuestos a estímulos emocionales a través de tareas placenteras y/o estresantes; posteriormente, se asignaron al azar a dos grupos diferentes, en el primero (grupo otoño), se aplicó el programa con ocho semanas de duración y en el segundo (grupo primavera), se designó después de aproximadamente seis meses. Una vez que ambos ya habían recibido el programa, volvieron a ser sometidos a la misma batería de pruebas de laboratorio, siendo el grupo primavera el grupo control. Entre las situaciones estresantes ante las cuales se expuso a ambos grupos, fue asistir obligatoriamente a un laboratorio en tres ocasiones durante cuatro horas cada sesión, en ayunas, sin haber ido al baño, sentarse en una habitación a oscuras y ponerse el casco electroencefalógrafo, mientras eran sometidos a pruebas estresantes y emocionalmente provocadoras, para ver el modo en que reaccionaba su cerebro. Antes de la aplicación del programa, no se encontró diferencia significativa en la activación cerebral de ambos grupos, pero luego de ocho semanas de entrenamiento atencional, el grupo otoño mostró una activación significativamente mayor del hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que el grupo control presentó mayor activación del lado derecho, lo cual se interpretó como resultadode estar expuestos constantemente a situaciones estresantes en el laboratorio. La activación de la región frontal izquierda de la corteza cerebral, se presentaba tanto en situaciones de descanso como de estrés, un cambio que se interpretó como el desarrollo de una tendencia a expresarse con emociones más positivas, y responder de manera más eficaz a las emociones difíciles, en situaciones estresantes. El cambio se siguió manteniendo hasta cuatro meses luego de haber finalizado el programa, lo que no sucedió con el grupo primavera. Dichos resultados, propusieron que el ajuste temperamental no era determinante en el temperamento de las personas, sino que podía ser modificado, por ejemplo, con la práctica constante de la meditación. Por otro lado, los hallazgos encontrados en el cambio de funcionamiento cerebral luego de haber terminado el programa, y después de cuatro meses de seguimiento, coincidieron 29 con los informes de los participantes en cuanto a experimentar menor ansiedad, y estrés, que cuando iniciaron el programa. Por ende, se concluyó que el programa de reducción del estrés basado en atención plena, y su aplicación en la vida diaria, ayuda a la salud física y mental que podría ayudar a las personas que se enfrentan a situaciones estresantes. Otros resultados de acuerdo con Kabat-Zinn (2012) confirman los anteriormente mencionados, como el que se obtuvo a partir de una investigación con lamas y monjes tibetanos orientales y occidentales, quienes mostraron diferencias significativas en la relación izquierda/derecha del cerebro, que en algunos casos se intensificó durante la práctica de la meditación. Éste cambio de dirección cerebral en los lamas, era la misma que se activaba y tenía lugar en las mismas regiones cerebrales de la corteza frontal de las personas que comienzan la práctica regular de la meditación. Por lo que, sugieren que el entrenamiento constante de la meditación, puede cambiar los circuitos cerebrales que responden al procesamiento de las emociones, y al mismo tiempo demuestra la capacidad de neuroplasticidad del cerebro. Saber que existen otras formas de responder, implica poder llevar a cabo un nuevo aprendizaje que pueda contribuir en la plasticidad cerebral y en la relación cuerpo y cerebro, de tal forma que la meditación contribuye al desarrollo de las regiones cerebrales poco usadas frecuentemente de manera consciente, como la corteza somatosensorial, cuando se realiza Mindfulness con el cuerpo (Kabat – Zinn, 2012). Con lo que respecta a la forma en que se perciben las cosas, Simón (2006), plantea que la razón por la cual la práctica de Mindfulness permite una forma de responder flexible, paciente y abierta, es debido al cambio cerebral que se hace al momento de procesar información externa e interna, pues usualmente la información percibida a través de los estímulos sensoriales es procesada del modo “arriba abajo” mencionado así por Engel, Frines y Singer (2001, citado en Simón, 2006). Dicho procesamiento consiste en que los estímulos sensoriales llegan a la corteza cerebral, y por medio de la vía córtico-cerebral la información se filtra al tálamo, que funciona como interconector y determina qué información 30 continúa y cuál no, debido a su capacidad para identificar qué rasgos de ésta son similares con la información adquirida de aprendizajes previos; de este modo, sólo aquella con la que se haga la asociación sigue siendo procesada, mientras que la que se considera como novedosa o poco relevante es eliminada, lo que implica no experimentar en realidad toda la información, sino sólo una parte de ella (Simón, 2006). Este modo de procesamiento, permite la toma de decisiones rápidas para actuar ante situaciones que lo requieran, mediante la predicción de posibles sucesos de un evento. Sin embargo, no siempre es necesario responder de esta manera, pues esto implica no conocer toda la experiencia, dar todo por hecho y responder de manera similar, lo que en ocasiones también puede llevar a dificultades cuando se responde del mismo modo (evitando, enojándose, estresándose, entre otros), relacionando siempre igual las cosas, en vez de ver las cosas, con lo que Kabat Zinn (1990, 2003 citado en Simón, 2006 p. 10) menciona una “mente de principiante”, por lo que el procesamiento de abajo arriba procesa la información primaria del momento presente y se caracteriza por ocho sentidos o corrientes de información sensorial, así nombradas por Siegel (2007 citado en Simón, 2006) y que consisten en: los cinco órganos de los sentidos, la interocepción, la comprensión de la mente propia y de los otros, y la resonancia o disonancia en las relaciones interpersonales. Estas corrientes proveen información más allá de la que sólo es observada, de manera que cuando se presta atención a alguna de ellas, junto con la ayuda de la auto observación, la forma de responder se hace consciente y con la alternativa de actuar diferente a lo habitual (Simón, 2006). Además, el hecho de prestar atención a la información sin hacer clasificaciones implica llevar una mente de principiante que dificulta el procesamiento de “arriba abajo” permitiendo la llegada de mayor información a los lóbulos frontales activando la corteza prefrontal (Simón, 2006). Hacer esto constantemente, implica lograr observar la forma en que se ha aprendido a actuar ante determinadas situaciones de la vida diaria, con la posibilidad de cambiar. Lo que de acuerdo con Simón (2006) es tratar de ver la realidad desde su 31 profundidad y sinceridad, dándonos cuenta de cómo la distorsionamos cuando la tenemos que afrontar. Esto implica aprender a conocerse a sí mismo en cuanto a la identidad, la cual se caracteriza por una forma de ser, actuar, pensar y/o ver las cosas. No obstante, la atención plena permite reconocer la manera habitual con la que se responde a partir de ellas, ante las diferentes circunstancias de la vida diaria, lo que permite darse cuenta de que son solamente capas que dificultan conocer el verdadero “yo” que hay debajo de ellas, lo que nos permitiría reconocer aquello que nos da miedo, lo que nos produce ansiedad, lo que nos causa enojo y comprender el porqué de ello (Simón, 2006). Otra forma de aprender a responder que tiene que ver con el modo en que procesamos la información de abajo arriba, es el principio de la aceptación a la incertidumbre, que consiste en procesar la información como novedosa y responder sin predisposiciones a lo que ocurrirá, y sin angustia (Simón, 2006). Como es el caso de la ecuanimidad, que se caracteriza por una actitud que implica saber responder de manera abierta e igualitaria a las emociones negativas, y no verlas como algo amenazante, a la cual se puede responder con estados afectivos positivos que permiten hacerles frente y no huir de ellas, dicha actitud de ecuanimidad y aceptación por lo tanto, implica no aferrarse a ninguna de las sensaciones, ya sean desagradables o agradables (Simón, 2006). Por lo tanto, es importante explicar brevemente la forma en que las emociones operan en nuestra mente y su relación con la forma en que respondemos frente a múltiples situaciones. De acuerdo con Mack y Williams (2011), su explicación se encuentra en lo que Darwin expone en su libro sobre la expresión de las emociones en el hombre y los animales, en donde la existencia de éstas tienen un origen evolutivo, que permitió a nuestros antecesores sobrevivir; cada una tiene funciones específicas que nos permiten reaccionar de forma inmediata conforme cambia la situación en que nos encontramos, por lo que funcionan como indicadores, ante la presencia novedosa de estímulos externos. Asimismo, las emociones se caracterizan por dos cualidades: por un lado, surgen inmediatamente, en respuesta a una posible amenaza externa u otra situación que requiera de su acción, porotro, desaparecen cuando los estímulos 32 dejan de ser amenazantes, y ya no es necesario mantenerse en el mismo estado emocional (Mack & Williams, 2011). Sin embargo, estas respuestas emocionales se pueden regular por medio de la regulación emocional, que de acuerdo con Grossman (citado en Stein, Ives- Deliperi & Thomas, 2008) consiste en dos estrategias: centrarse en el antecedente por medio de la continua reformulación cognitiva y permanencia de procesos mentales que analizan constantemente cómo se debía modificar la situación; dos, las estrategias enfocadas en la respuesta, que incluyen la eliminación del estímulo y el escape experiencial de éste. Sin embargo, las emociones también se pueden mantener en los seres humanos, toda vez que la situación amenazante ha terminado, debido a la misma capacidad que tienen de construir modelos mentales y procesar simbólicamente para que la solución de problemas, tareas y situaciones sea menos difícil a como lo fue en un inicio (Sanford & Garrod, 1994 citados en Mark & Williams) pero aunque esta capacidad para representar el pasado y el futuro tenga grandes ventajas, es la misma que se utiliza cuando se está con estados de ánimo bajo, reactivando recuerdos del pasado, que refuerzan aún más el estado profundo de tristeza, los cuales son evaluados por medio de las neuronas primitivas que permiten que sean vistos como una amenaza real y actual; se puede decir que, esto es causa de trastornos emocionales como la depresión donde las situaciones son evaluadas, ya sea como negativas o positivas a partir del tono emocional de las personas, por lo tanto, el tratamiento cognitivo no solo se enfoca en la expresión de las emociones primarias, sino también en las elaboraciones mentales que se crean en torno a éstas ya que provocan que los efectos se mantengan, cuando de otro modo podrían haber desaparecido (Mark & Williams, 2011). Por lo tanto, la forma de evaluar los estímulos puede ser de dos maneras: la sensoperceptual y la conceptualverbal (Mark & Williams, 2011) (véase la Figura 2) cuando uno se suele quedar en esta última surgen mayores dificultades. 33 Figura 2. Modo en que se pueden evaluar los estímulos Fuente: Mark y Williams, (2011). Traducción propia. Cuando la información del medio ambiente (imágenes, olores, sonidos, sabores, tacto, estímulos del mundo externo e interno) llega al cerebro, la mente puede maniobrar de dos maneras: una a través del procesamiento sonsoperceptual, donde la información opera a través de la vista, el tacto, el olfato, el olor, de la interocepción visceral y la propiocepción, y dos, a través del procesamiento conceptual: etiquetando, elaborando, analizando, juzgando, estableciendo metas, planificando, comparando, recordando, imaginando sucesos y autoreflexionando (Mark & Williams, 2011). Mark y Williams (2011), refieren a Sanford y Garrod (1994), quienes mencionan que dicha forma mental de operar (verbal/conceptual) es necesaria para el proceso simbólico, que ayuda en el seguimiento de tareas, solución de problemas y situaciones. Asimismo, la manera en que operan regularmente es automática, hacen uso de la anticipación sobre el futuro, y se basan en información del pasado para resolver problemas del presente, e incluir la información que sea necesaria en la memoria de trabajo e inhibir o evitar la que no 34 se requiere (Duncan, 1993; Duncan, Emslie, Williams, Johnson, & Freer, 1996 citado en Mark & Williams, 2011). Este modo de responder se conoce como “el modo hacer” (doing) y es necesario para la vida diaria (Mark & Williams, 2008 citado en Mark & Williams, 2011). Sin embargo, dicho modo puede acarrear problemas en algunos casos cuando se utiliza con el fin de recrear una experiencia emocional o suprimirla, ya que la persona termina centrándose en ésta situación lo cual le puede generar más que un efecto tranquilizador una situación de riesgo en su salud emocional (Mark & Williams, 2011). Sin embargo, por medio de Mindfulness, se busca entrenar la atención para ver en qué momento las reacciones naturales ante situaciones que se experimentan como desagradables o como neutras, comienzan a ser sustituidas por la evitación por medio de elaboraciones y las simulaciones mentales, características del modo doing. Por lo que, el entrenamiento en Mindfulness, busca cultivar otro modo de responder, por medio del cual las personas presten atención a los estímulos externos e internos que se presenten momento a momento, así como a las reacciones y relaciones que se tienen ante éstos, especialmente las que se caracterizan por querer que los estados emocionales duren, que los estados negativos terminen y que los estados emocionales neutros no se experimenten como aburridos, permitiendo ver las situaciones u objetos como son realmente, más allá de lo que se piensa sobre ellas. Lo que admite ir diferenciando las emociones de los procesos mentales adicionales (Mark & Williams, 2011). El proceso de meditación, por medio del cual se puede lograr lo anterior se muestra en la siguiente imagen (véase la Figura 3). 35 Figura 3. Fases de la meditación. Fuente: Mark y Williams, (2011). Traducción propia Explicado mediante la meditación basada en body scan, compuesta por dos ciclos que se repiten durante 50 minutos, cada uno con cuatro componentes: en el primero, 1) la atención se lleva de una parte del cuerpo a otra, 2) sosteniendo la atención en cada parte del cuerpo, 3) hasta permanecer en un lugar para explorar las sensaciones que puedan surgir ahí, 4) la atención se cambia hacia otra parte del cuerpo, y el ciclo se vuelve a repetir (Mark & Williams, 2011). Durante este proceso, las personas pueden notar cuándo la mente comienza a divagar y redirigir la atención para volver al momento presente cada que sea necesario, con una actitud de curiosidad, y compasión, más que una actitud de comparación, de juzgamiento o análisis, que es justo lo que sucede en el modo hacer o doing. Este proceso ayuda poco a poco a incrementar la atención sostenida, a diferenciar entre los pensamientos que se hacen sobre las sensaciones y la experiencia directa de éstas, y ver claramente de qué manera se caracterizan los estados mentales como el de aburrimiento y la inquietud. Además 36 de que permite observar cómo se construyen las propias ideas sin juzgarlas y verlas como eventos mentales, más que como verdades absolutas que deben ser asumidas tal y como son para responder a ellas (Mark & Williams, 2011). Por otra parte, de acuerdo con Simón (2006), la práctica de Mindfulness implica el desarrollo de la empatía. En la meditación budista se nombra como metta palabra pali que en inglés se traduce como loving-kidness, y en español se entiende como un estado en el cual se genera amor propio hacia uno mismo y los demás, y durante la meditación metta se fomentan sentimientos de compasión y preocupación por todos los seres vivos y uno mismo (Salzberg, 1995; Brahm, 2006 citado en Simón, 2006), para comprender por qué, es necesario conocer bajo qué mecanismos cerebrales funciona y la relación de estos durante la meditación. Por lo que, lo anterior tiene que ver con las llamadas neuronas en espejo, que en los actos motores permiten indagar la intención, los estados mentales ligados a la acción a partir de lo que se observa que una persona está realizando, debido a que se activan los mismos circuitos motores y sensoriales que se activarían si la misma conducta fuera realizada por el observador (Gallese, 2003 citado en Simón, 2006). Esto, de acuerdo con la teoría de la mente permite indagar los estados mentales de los otros. Dicho proceso puede ser consciente o inconsciente y deriva también de la memoria que se tiene de las propias acciones, a través de las cuales se pueden indagar las intenciones
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