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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA “LA MUJER: POLVO DE GALLINA NEGRA, UNA VENTANA A LA COTIDIANIDAD MEXICANA”. T E S I S PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: BETSABÉ PIÑA MORALES DIRECTOR: PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLIEB MÉXICO, D.F. 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS | 2 A las infinitas enseñanzas y oportunidades que me ha brindado la Universidad Nacional Autónoma de México desde que tuve la fortuna de integrarme a ella. A la Facultad de Psicología que me permitió formarme en esta profesión dentro de sus aulas, brindándome una experiencia invaluable. Gracias a los profesores por su dedicación y a mis compañeros por vivir juntos esta experiencia. A los profesores que aceptaron formar parte de este proyecto: Mtra. Olga Bustos, Mtra. Patricia Paz de Buen, Lic. Inda Saenz y Lic. Isabel Martínez les agradezco infinitamente las aportaciones que realizaron a este trabajo, así como su gran amabilidad y calidez; de manera muy especial, al Dr. Pablo Fernández, por enriquecer este trabajo y haberme dejado un profundo aprendizaje a partir de sus escritos y palabras. Quiero agradecer al grupo Polvo de Gallina Negra, su obra ha sido tema y fuente de inspiración para este trabajo, a Mónica Mayer por las atenciones e información brindada que fueron indispensables y enriquecedoras. A mis amigos cercanos y mi pareja, gracias por las retroalimentaciones a este escrito, así como las útiles palabras de aliento, que me llenaron de paciencia y fortaleza. A mi familia, quien me ha brindado un apoyo y amor infinito; gracias por compartir y ser parte de este camino. AGRADECIMIENTOS | 3 A las mujeres de mi vida: Eloisa, Titi y Ana ÍNDICE | 4 INTRODUCCIÓN 5 PARTE UNO 8 8 9 16 21 PARTE DOS POLVO DE GALLINA NEGRA 29 40 40 52 ÍNDICE | 5 59 59 66 79 79 CONCLUSIONES 96 BIBLIOGRAFÍA 99 | 6 Las tradiciones y las costumbres se constituyen por la repetición de actos que los individuos experimentan al contacto con el exterior. Estos actos son moldeados en la educación y reproducidos en la vida cotidiana, constituyendo costumbres creadas varios siglos atrás y enmascarando la necesidad más profunda: la sociedad. Wundt, por ejemplo, distingue el gesto como una función meramente social, que se ha conformado a lo largo de una historia mental; entonces, “el gesto que emplea un primer individuo tiene que ser reproducido, en algún sentido, a modo de provocar la misma idea en su espíritu1” (Mead, 1993, pp. 91), y esta idea se encuentra en la colectividad. Para lograr reproducir el gesto es necesaria una inercia que interaccione con la sociedad generando y regenerando actitudes o formaciones sociales. Así, los individuos, los contactos interpersonales y las sociedades generan una unidad, Simmel muestra como la sociedad forma parte de un todo en el que: …la producción de fenómenos por la vida social, y concretamente por el sentido doble, por la contigüidad de individuos que interactúan, que producen en cada uno, y por la sucesión de generaciones cuyas herencias y tradiciones se funden indisolublemente con la adquisición individual y que hacen que el ser humano social, al contrario de toda vida no humana, no sólo es descendiente sino heredero (2002, pp. 37). 1 Para George Mead la concepción de espíritu se explica “en términos de comunicación y experiencia social” (pp. 92). La palabra espíritu es utilizada para referirse a la psicología colectiva, psicología de los pueblos o psicología del alma –que se ha utilizado por diversos autores en diferentes momentos- denominando al pensamiento y sentimiento de la sociedad. la palabra espíritu, al igual que alma, comparten la misma raíz epistemológica que Psicología (Véase Fernández, 2006, pp. 45). INTRODUCCIÓN | 7 La sociedad es el producto del entrelazamiento de conformaciones que han sido creadas en diferentes tiempos y espacios. Por un lado, el tiempo no es lineal, podemos pensar en el tiempo como “la cantidad las actividades y movimientos que se superponen sobre una cosa o un lugar” (Fernández, 2004, pp. 139), se caracteriza por tener profundidad, la cual en la sociedad se puede ubicar en las historias, los recuerdos, los cuentos. El espacio, por otro lado, es aquel que se puede llenar por objetos, sentimientos y aire; el espacio instaura una estructura que le proporciona soporte. Al sobreponerse, tiempo y espacio, generan forma: …puede decirse que una forma es un espacio temporalizado y que es un tiempo espacializado, pero no que tiempo y espacio, observador y objeto, cultura y realidad, son dos cosas distintas y separadas… una forma es aquello que es tiempo y espacio al mismo tiempo (Fernández, 2006 pp. 170). De tal suerte que si cuestionamos la manera en que se realizan ritos, se conciben objetos, se generan historias y se hace política estamos cuestionando e indagando en las formas colectivas elaboradas por normas y elementos sociales. El presente trabajo indaga en los cuestionamientos y concepciones que giran en torno a la mujer, el cual, como mencionábamos, está conformado por una serie de proposiciones que se han ido internando en la colectividad hasta poder ser expuestas, sentidas, asimiladas y reestructuradas. En este proceso, el arte, por sus características propias, interviene y genera una mirada propia de la mujer. El arte –al igual que la ciencia, las creencias, las instituciones- no crea la realidad, ni muestra una idea individualizada o ajena a la sociedad, y tampoco a la inversa, es decir, el arte no se crea pensando en representar o interpretar a la realidad; aparece no sólo en el mundo de los objetos, ni como un cuestionamiento o una respuesta, sino disolviéndose entre estos, abarcándolos y formando su propia unión con la sociedad. Es importante aclarar que el escenario para la unión de las formaciones simbólicas acontece en la vida cotidiana. INTRODUCCIÓN | 8 Los planteamientos de la Psicología Colectiva nos permitirán abordar dichas concepciones de la cotidianidad y formación de la vivencia social. En este trabajo, estos planteamientos serán presentados en la primer parte, lo que nos permitirá entender los cuestionamientos propuestos por esta postura y el modo de proceder en el resto del trabajo. Posteriormente, en la segunda parte, se revisarán, en primer lugar, las normatividades históricas que se han permeado en el pensamiento a partir de conformaciones sociales como el mito, las festividades y el vestuario; en segundo lugar, se plantea la normatividad conformada en los espacios, desde la ciudad, los objetos, la música, la moda y el sentir; por último, se plantea el discurso sensible y simbólico y la manera en la que se instauran en la normatividad social. Así, el interés principal de estainvestigación es entender como el arte, lo cotidiano, los planteamientos feministas pertenecen a la sociedad e influyen en la conformación de la conceptualización de la mujer mexicana. PARTE UNO | 9 ¿Qué es la sociedad y cómo la estudiamos desde nuestra disciplina? ¿Esta pregunta está presente, o debería de estarlo, en las concepciones que se realizan dentro de la Psicología? La respuesta a estos cuestionamientos no puede ser tomada a la ligera e intentar responder de manera inmediata no sólo sería precipitado sino presuntuoso. En un inicio, identificamos que, los cuestionamientos anteriores giran en torno al planteamiento que nuestra disciplina realiza para comprenderse y comprender el plano social. Sabemos que se han generado diferentes perspectivas y métodos dentro del pensamiento psicosocial, este espacio no pretende ahondar en cada uno de ellos, pero si debemos puntualizar que el estudio y conceptualización de lo psicosocial corre el riesgo de alejarse de los vínculos sensibles que se generan dentro de las colectividades y caer en los extremos teóricos y metodológicos: Siempre está el peligro de que el análisis cultural, en busca de las tortugas que se encuentran más profundamente situadas, pierda contacto con las duras PARTE UNO | 10 superficies de la vida, con las realidades políticas y económicas dentro de las cuales los hombres están contenidos siempre, y pierda contacto con las necesidades biológicas y físicas en las que se basan esas duras superficies. La única defensa contra este peligro y contra el peligro de convertir así el análisis cultural en una especie de esteticismo sociológico, es realizar un análisis de esas realidades y esas necesidades en primer término (Geertz, 1973, pp. 40). El planteamiento de este autor no pretende generar estudios que consideren los datos duros como el método adecuado para estudiar a la sociedad, señala que, es apropiado abordar las dimensiones simbólicas de la acción social2, las cuales, lejos de evadir las evaluaciones emocionales, permiten ahondar en la problemática de lo social a partir de la interpretación de las respuestas proporcionadas por la propia colectividad, no de las respuestas encontradas por los investigadores. Las diferentes implicaciones de estas dimensiones simbólicas nos han llevado a plantear la necesidad de estudiar dentro de la psicología los vínculos que se generan o que generan al individuo dentro de cierta colectividad. Así, podemos entender como sociedad, en un primer acercamiento, al vínculo o a la relación que existe entre ambos, no al individuo o a la institución por separado, que se compone de símbolos significativos. Herbert Read, en su libro Imagen e idea, plantea que “la teoría del arte ha sido, y es todavía, el instrumento esencial en el desarrollo de la conciencia humana” (1965, pp. 11). El autor muestra que las ideas se conforman de las representaciones y las imágenes que se han creado por el hombre a lo largo de la historia. Podemos pensar, en un inicio, que el arte crea imágenes que pertenecen a la realidad, así como las calles pertenecen y permiten transitar dentro de la cuidad, construyendo y formando el modo de sentir, de entender, de ver. 2 Entendemos estas dimensiones simbólicas de acción social como aquellas formaciones culturales que proporcionan una realidad a sus integrantes, Geertz (1973) ejemplifica dentro de esta concepción al arte, la religión, la ideología, la ciencia, la ley, la moral y el sentido común. PARTE UNO | 11 | EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD Clifford Geertz, antropólogo norteamericano, plantea lo siguiente: …el hombre es un animal inserto en tramas de significación, que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones (1973, pp. 20). En esta primera aproximación a la conformación social; Geertz propone una búsqueda de significados que permitan explicar e interpretar las culturas a partir de un análisis que consiste “en desentrañar las estructuras de significación…y en determinar su campo social y su alcance” (Ibid, pp. 24), lo cual sólo puede lograrse si el estudio se involucra en una lectura profunda de los actos y componentes de una cultura determinada; lo anterior describe su metodología llamada descripción densa, ya que “la conducta humana es vista como una acción simbólica” (Idem), en vez de ser vista como una acción de actos medibles. Retomando el ejemplo del propio Geertz, la descripción densa consiste en internarnos en la observación para poder distinguir cuando una contracción rápida del párpado del ojo derecho es provocada por un tic involuntario, un guiño de conspiración dirigido a un amigo, la parodia que alguien realiza de la persona que tiene el tic, el engaño de una persona que aparenta tener un tic e innumerables razones por lo que alguien contrae su párpado. Pero estas innumerables razones no pueden ser explicadas con un estudio en el que únicamente nos interesa la variable: contracción rápida del ojo derecho. Para entender la razón de la acción necesitamos comprender el significado del guiño, el cual adquiere sentido cuando se comparte el significado, es decir, cuando el significado es público y esto únicamente sucede en el contexto de lo cotidiano. En este sentido, la aplicación de encuestas y selección de contenido –que admite y elimina significados- estará realizando cierto tipo de análisis, PARTE UNO | 12 generalmente dentro de estudios cuantitativos, que, difícilmente nos permitirán utilizar herramientas para obtener explicaciones de cómo se construyen experiencias en donde se plasman los sistemas simbólicos que, como acabamos de mencionar, forman parte de una negociación pública, a partir de la cual, se crea un consenso que permite estas conformaciones sociales. Acorde a esto, Jerome Bruner describe la Revolución Cognitiva que tuvo lugar a mediados del siglo pasado. Detalla que, a pesar de que el objetivo principal estaba permeado por la idea de “recuperar la mente humana después de un prolongado y frío invierno de objetivismo” (1991, pp. 19), la psicología cognitiva, se vio envuelta en una teoría reduccionista principalmente al adoptar algunas concepciones que tenían como base teórica el procesamiento de la información que derivaba de adquirir metáforas computacionales debido a los avances tecnológicos de la época. El autor ejemplifica algunos efectos de esta postura: La mente, en sentido subjetivo, era un epifenómeno que surgía del sistema computacional bajo determinadas condiciones, en cuyo caso no podía ser causa de nada, o no era más que una manera en que la gente hablaba sobre la conducta después de haber ocurrido (es decir, otra salida del sistema), en cuyo caso era una conducta más, que simplemente necesitaba un grado mayor de análisis lingüístico (Ibid, pp. 25). En esta reflexión, Bruner sostiene que es necesario concebir una totalidad en la que se encuentran plasmados los sistemas simbólicos que comparten los individuos y que dan paso a las relaciones tradicionales que permiten la convivencia o “la cultura humana” (Ibid, pp. 28). ¿Por qué la cultura sería importante para la Psicología que generalmente basa sus preceptos en concepciones individualistas? Bruner menciona tres razones substanciales: no se puede concebir la construcción del hombre aislado de la cultura, sino al contrario, el hombre se conforma acorde a sus concepciones sociales; si la conformación de significados se concibe como un convenio público, la psicología debe ser congruente con la cultura que está generando conceptualizaciones paraser capaz PARTE UNO | 13 de transmitir y negociar sus construcciones significativas; y por último, considera que la psicología “debe de ocuparse de la naturaleza, las causas y consecuencias de aquellos estados intencionales –creencias, deseos, intenciones, compromisos-” (Ibid, pp. 29-30) a diferencia de lo que se realiza en la psicología científica de tal forma que la psicología popular3 se genera en “las transacciones de la vida cotidiana” (Ibid, pp. 30). Bruner difunde una psicología que retoma el significado y la acción humana dentro de su cultura como punto de partida, la cual no puede reducirse a “unos cuantos parámetros que explique la aparición de variaciones locales en las leyes universales de la conducta” (Ibid, pp. 35), el significado que las personas adquieren en la vivencia propia y en la cotidianidad está claramente ligado a una cohesión cultural. Con esto entendemos que las acciones de los individuos únicamente adquieren sentido al encontrarse con lo colectivo, o más bien, lo colectivo brinda sentido a todo lo que está dentro de ella, y bien, podemos afirmar que la sociedad no se ha preocupado por generar respuestas a las encuestas, fórmulas, parámetros o modelos creados, se ha ocupado de crear vida cotidiana que permite adquirir significaciones a los actos que se realizan dentro de ella, y su importancia radica en esto: cada gesto de la sociedad quedará resguardado en los gestos de la vida cotidiana. Cuando nos preguntamos qué es la vida cotidiana, nos resulta complicado conceptualizar sobre ella. Pablo Fernández la ilustra como “ésa de diario y de todos, de ir al súper y de tomar café, de bostezar los lunes y entrometerse en algún chisme, de saludar a la vecina y recorrer distancias metido en el metro” (2006, pp. 98). Podríamos plantear que, la importancia de abordar lo cotidiano desde la psicología se debe a que permite indagar en estas relaciones que constituyen a la sociedad, pues este es el escenario en donde se intercambian los actos, los sentimientos adquieren una significación pública. Las relaciones, o 3 Mejor conocida como Folk Psichology. PARTE UNO | 14 vínculos como anteriormente se había planteado, parecen ser acciones ejercidas entre los objetos, agentes o fuerzas que constituyen la cultura, y como tal, no sólo son ejercidas entre objetos físicos o materiales, sino en objetos no materiales, como los espacio o las ideas o los pensamientos; logrando que el vínculo genere una fuerza que une los tejidos significativos de la cultura; Fernández se refiere a esto como interacción: …una sociedad no es la que se ve materialmente, sino una materia intersticial que no se ve positivamente pero que si actúa como vínculo y que la psicología colectiva va a denominar interacción y va a hacer de ella su santo y seña y su objeto de estudio. Puede decirse que, para la psicología colectiva, la interacción es el pensamiento, y quien piensa es la sociedad … De esta interacción puede decirse que, en primer lugar, es la sustancia activa fundamental de la sociedad; en segundo lugar, es una sustancia pública en el sentido estricto de que los individuos no son nunca lo que son por dentro, sino que son siempre lo que pongan fuera de sí mismo, lo que cedan al dominio común de las relaciones sociales, lo que donen a la materia intersticial y que por eso ésta no es propiedad de nadie sino que le pertenece a la sociedad… (2006, pp.76). Y cuando pensamos en una sociedad, no sólo pensamos en los individuos, sino en las casas, las tradiciones, los colores de la vestimenta, es decir, la sociedad abarca cada rincón convirtiéndose además en una sola entidad. La interacción permite la cohesión e integración debido a que, y como se acaba de mencionar, pertenece al dominio público. A partir de la cohesión o atracción de las interacciones, la sociedad se agrupa o se conforma de una manera determinada; esta aseveración tiene dos implicaciones importantes: primero, la sociedad adquiere una forma específica de acuerdo a las fuerzas ejercidas dentro ella, cualquier cambio de fuerzas que crean atracción implica una nueva conformación de la forma; y segundo, cualquier cosa que este contenida en la sociedad adquiere características propias de la misma formación colectiva. PARTE UNO | 15 Esta concepción es una herramienta que nos permite, al igual que la interacción, hacer énfasis en las situaciones, los sentimientos, los argumentos y las cosas, pensamiento que surge de la doctrina formalista, la cual, “atiende única o principalmente a lo formal, entendido éste como forma opuesta a contenido concreto o a materiales singulares” (Recaséns, 1978, pp. 12). George Simmel, quien pertenece a esta ideología, desarrolla que “las formas sociales son los modos de interacción que engendran una unidad” (ibid, pp. 32) y para Fernández la forma se compone de “su materia, sus componentes y su propio contenido” (2004b, pp. 37). De acuerdo con este último autor, podemos enumerar algunas cualidades de la forma: por un lado, la forma se compone por imágenes no por palabras o suposiciones; la forma se crea de un momento a otro, no por estructuras que se van armando paulatinamente, sino que es un complejo que aparece en un momento no determinado; la forma no adquiere el carácter de real por ser comparado con algo más, es real por sí mismo, y es que no tiene partes y por lo tanto no depende de algo más para asegurar su efectividad; es absoluta y total, no hay algo más que no abarque la forma; la forma es colectiva y por lo tanto impregna toda la realidad contenida en ella; lo que la forma representa está dicho por lo que expresa y lo que muestra no por la interpretación de lo que quiso expresar o mostrar; la forma no está compuesta por objetos, personas, etc., sino que todo se disuelve dentro de ella; la forma no se da por la explicación de algo más, ella tiene su significado completo; la forma no tiene componentes ni tampoco realidades diferentes ya que todo está disuelto en ella y, por último, la forma es el conocimiento que está en la realidad sin que tengamos que explicarlo4. El ser humano pertenece a la forma dada de su sociedad. Simmel plantea que el hombre no se incorpora a su sociedad sin antes cuestionarla, y como fuerza contraria, la sociedad lo cuestiona también; como efecto de la anterior: 4 Véase, Fernández, 2004b, pp. 46-48. PARTE UNO | 16 El espíritu forja innumerables creaciones, que existen en una curiosa autonomía, independientes dentro de la psique que las adoptan o rechazan. Así, el sujeto se ve ante el arte como ante el derecho, la religión, la técnica, la ciencia o la moral, no sólo atraído o rechazado por su contenido, fundido con ellos como una parte de su yo o distanciado de ellos en extrañeza e inasequibilidad, sino que es la forma de la solidez, del estar fraguado, de la existencia inerte, con la que el espíritu, así convertido en objeto, se opone a la vitalidad que fluye, a la autorresponsabilidad interior, a las tensiones cambiantes de la psique subjetiva … (Simmel, 1999, pp. 139). De esta manera, el hombre y la sociedad se perpetúan en una acción recíproca, en un espacio en el que ambos conviven sin delimitaciones particulares. Es necesario para lo colectivo “superar el objeto como tal creándose a sí mismo como objeto para, a través del enriquecimiento por esta creación, volver a sí mismo” (Simmel, 1999, pp. 173). De igual forma que el espíritu se objetiva al mismo tiempo que se crea la sociedad, el entramado de la cultura se va construyendo a partir de parámetros que dan significado: los parámetros culturales no son fortuitos ni azarosos, la sociedad está normada. La normatividad envuelve a lo colectivo, todo lo que ella abarca respondea determinados parámetros: rebeldes, locos, excéntricos y activistas que luchan en contra de lo establecido están pensados por la sociedad5. Hay que aclarar que no nos estamos refiriendo a las normas morales o las leyes establecidas en tratados o constituciones, la normatividad se crea como producto de la historia de las culturas y de la cohesión o formación social. En el libro El espíritu de la calle (2004), el autor narra que dentro de los espacios y formaciones sociales se transmite y construye la comunicación; esto implica que, a partir de las formaciones podemos entender los pensamientos y los sentimientos culturales y la comunicación que transita en diversos discursos 5 Las comparaciones de la sociedad con las obras de teatro, en donde existen escenarios, personajes que tienen una vestimenta, lenguaje, problemática según la escena o situación que enfrentan, resultan un buen ejemplo que ya ha sido mencionado por otros autores (Goffmam, 1959; Harré, 1979 en Fernández, 2006, pp. 103). PARTE UNO | 17 normados en donde la realidad se almacena en la memoria colectiva; el autor menciona que el espíritu colectivo se da como: … un juego entre lo público y lo privado, entre hablar y callar; pensar y sentir, juntar y aislar, reunir y fragmentar, mostrar y ocultar; pero lo que se puede notar al cabo de la historia, es que ya no hay demarcación clara entre lo público y lo privado, sino que ambos están en todas partes, y todas partes tiene sus decretos y sus secretos; cada parte tiene su publicidad y su privacidad… …el espíritu colectivo piensa, siente y se mueve actualmente con las contradicciones, distribuciones y ocupaciones de los espacios creados poco a poco. De la misma manera que hoy pensamos con lo que recordamos y que los recuerdos están depositados en las cosas que traen recuerdos, así la vida contemporánea está hecha de memoria; las ideas, estilos, humores que se usan en la actualidad nacen en algún emplazamiento de la memoria colectiva. La gente, en general, está hecha de todos estos espacios… (Fernández, 2004, pp. 38) Recapitulando, la normatividad social, se construye del entretejimiento significativo de una sociedad la cual genera vínculos, interacciones y formas; al internarnos en esta concepción podríamos ver, estudiar, sentir, conceptualizar la realidad distinguiendo conformaciones objetivas y subjetivas dentro lo social: el arte, la religión, la ciencia, la filosofía, las cuales nos dan la pauta para observar y entender nuestra sociedad. En este estudio observaremos la aprehensión de la comunicación o discurso social en sus imágenes y creaciones artísticas. | EL DISCURSO DE LA SOCIEDAD Cuando se piensa en discurso se conciben oraciones, expresiones coloquiales, narraciones o discursos políticos. En este sentido, el discurso es la conformación de frases que sirven para manifestar lo que se piensa o siente, mostrando la parte racional y organizada de la mente humana. Los estudios que se generan dentro del marco psicológico retoman los significados de las palabras PARTE UNO | 18 con objetivos diversos: desde entender sus propiedades inconscientes, hasta hallar las implicaciones que contiene lo que alguien enuncia en las relaciones sociales, pasando por la cuantificación y cualificación de palabras o frases de un grupo encuestado. El discurso aparece de manera lineal, adquiere relación con las oraciones anteriores y genera ideas ordenadas y entendibles para poder ser transmitidas: lenguaje oral y escrito. El discurso tiene el objetivo de transmitir y comunicar –recordemos que, lo que existe en la sociedad son significados- y por lo tanto, el discurso también incluye los gestos, los modos de vestir, las distribuciones de las ciudades, las sensaciones que se produce al estar en un lugar determinado –ya sea por los colores, la organización de los muebles, o los espacios al aire libre-, las ciencias y sus maneras de cuestionarse y responderse. En la época clásica, Foucault idéntica que las palabras adquirieron una representación equivalente a toda la concepción del pensamiento social, pues la realidad buscaba un reflejo de sí, el cual fue más un desdoblamiento equivalente a las representaciones sociales: El lenguaje clásico está mucho más cercano de lo que se cree al pensamiento que está encargado de manifestar; pero no es paralelo a él; está cogido en su red y entretejido en la trama misma que desarrolla. No es en efecto exterior al pensamiento, sino pensamiento en sí mismo (Foucault, 1968, pp. 83). Surge, entonces, el estudio de la gramática general como un estudio complejo y en todos sus niveles, el cual busca el “orden verbal en su relación con la simultaneidad que está encargado de representar” (Foucault, 1968, pp. 88). Con el paso del tiempo y el cambio de concepción de la realidad, “el Texto se borra, y con él todo el fondo inextinguible de las palabras cuyo ser mudo estaba inscrito en las cosas; lo único que permanece es la representación que se desarrolla en los signos verbales que la manifiestan y que se convierte, por ello, en discurso” (Foucault, 1968, pp. 84). PARTE UNO | 19 Al parecer, existe una logofilia6 que, junto con una anarquía positivista, generó que el discurso se simplificara al análisis gramatical o a la definición de palabras, en donde usualmente se afirma que “los discursos están formados por signos, pero lo que hacen es más que utilizar signos para indicar cosas. Es ese más lo que los vuelve irreductibles a la lengua y a la palabra. Ese más el que hay que rebelar y hay que describir” (Foucault, 1983, pp. 81). Parece que podemos diferenciar un discurso que tienen un orden gramatical y otro que adquiere un orden social. El orden de la gramática indica que un enunciado debe estar compuesto por un sujeto, verbo y complemento, básicamente, se generan oraciones como El árbol es frondoso; para el discurso social el orden no es gramatical se transmite a través de sus cualidades como: verde, tronco, grandes hojas, etc. y se percibe de súbito, sin separación de las cualidades y del significado de dicho árbol; este patrón se puede ejemplificar en cualquier elemento que aparezca en la sociedad, como las tradiciones, las pinturas, los paisajes citadinos. A partir de estructuras gramaticales, los individuos transmiten ideas realizando similitudes y comparaciones con otros objetos para poder transmitir sus ideas, enuncian aproximaciones de lo que sienten, saben, o ven; es un sistema de notas y a través de estas marcas, los individuos, “pueden recordar las representaciones, ligarlas, disociarlas y trabajar con ellas” (Foucault, 1968, pp. 87). El discurso social no necesariamente se da a partir de las oraciones estructuradas, es más un discurso no verbal que surge, se explica, y se transmite sin preámbulos: un grito, por ejemplo, el cual es necesario para entender la idea completa de que alguien se atemorizó ante algo. En un guión teatral, el orden gramatical son los diálogos que los actores deben memorizar y pronunciar; mientras que, el discurso social lo encontramos en las acotaciones escritas en el guión, indicando el vestuario, la estructura del escenario, la iluminación, las expresiones faciales de los actores, la atmósfera en la escena, cuándo y por qué aparece un diálogo. 6 Foucault (2002) se refiere a está cuando observa un raro temor a hablar de él y que le permite al discurso dominar o ser dominado por el sonido o la palabra escrita. PARTE UNO | 20 Todo cuanto se ve, se siente y se percibe alrededor, y no sólo el pronunciamiento del lenguaje o su producción escrita, conforman el discurso social; sin embargo, hay que puntualizar, que el lenguaje escrito u oral no se está excluyendo o desechando. Elenunciado “no consiste en analizar las relaciones entre el autor y lo que ha dicho (o querido decir, o decirlo sin quererlo), sino en determinar cuál es la posición que puede y debe ocupar todo individuo para ser su sujeto” (Foucault, 1983, pp. 160) y que genera, adquiere y perpetúa el sentido de sus actos en lo social. Geertz (1973) concluye que, en un fenómeno lo que se debe observar, no son sólo las características y comportamientos del fenómeno, sino la forma que adquiere junto con los individuos implicados, quienes descubren su temperamento y al mismo tiempo el temperamento de su sociedad; para indagar en esto Geertz observa “la cultura de un pueblo como un conjunto de textos…mirar tales formas como que “dicen algo de algo” y lo que dicen a alguien significa por lo menos la posibilidad de un análisis que llegue a la sustancia de dichas formas” (1973, pp. 372). Entender en este aspecto el discurso social nos permite vislumbrar el juego de lo normativo: cómo dicho discurso es permitido, limitado y determinado. Foucault (2002) propone que, por un lado, la sociedad utiliza procedimientos de exclusión a partir de los cuales hay cosas en una sociedad que son admitidas y excluidas. La sociedad utiliza el tabú, los rituales y los privilegios de quien puede articular algo. Lo que se expresa debe ir acorde con el lugar, habrá quien pueda pronunciar y quien sea rechazado, anticipadamente. Por otro lado, la necesidad de acceder a la verdad también se presenta como un procedimiento de exclusión que rige y autoriza a los sistemas de creencia y conocimiento que se maneja en una cultura. Lo que se expresa debe ser congruente, por lo tanto, el discurso ejerce un control interno que le permite dominar el azar y lo que le acontece. Las narraciones o los estilos que se repiten a través de los años permiten la cohesión y congruencia de la sociedad, pues a partir del comentario cotidiano, que es cambiante e impreciso, se logra que las ideas se actualicen constantemente y, al mismo tiempo, estén llenas de variedad logrando que algunas expresiones PARTE UNO | 21 generen una continuidad, en donde “lo nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno” (Foucault, 2002, pp. 29) evitando que existan discursos casuales. Dentro de las diferentes disciplinas el comentario se produce junto con un autor, el cual no es entendido como el escritor de un texto, sino “como principio de agrupación del discurso, como unidad y origen de sus significaciones, como foco de su coherencia” (Ibid, pp. 30). El autor es tutelado por la disciplina a la que pertenece, que establece parámetros que marcan lo verdadero, la cual produce soporte y validación al discurso. Ahora bien, como hemos mencionado, el discurso sólo puede ser expresado en circunstancias y condiciones determinadas. Por ello existen protocolos, guiones o rituales que demarcan las exigencias de la normatividad y que va de la mano con la educación que se recibe, la cual, no sólo está conformada por los conocimientos que se imparten en la enseñanza institucionalizada, sino que es una adecuación social del discurso que implica la libertad o sumisión de lo que se crea y pronuncia. De esta manera, las dimensiones simbólicas producidas en la sociedad podrán enunciarse –u objetivarse- siendo coherentes o significativas con la normatividad colectiva, la cual se desenvuelve en la vida cotidiana. Entender el discurso en estos términos es intentar entender el juego de la normatividad que aparece en una situación dada. En la actualidad podemos describir una civilización con autos, marchas, ciencias, iluminaciones, caminos, modas y reservas ecológicas, a través de los cuales se expresa y crea un discurso que evocan lo que son la sociedad y los individuos: La cuidad…contiene gente con todo y lo que la gente tiene, además contiene obras, distancias, funciones, trazado y una historia, que rebasan cualquier conocimiento de todos los ciudadanos juntos, aunque sean dieciocho u ochenta millones. Así, para entender a la sociedad civil, parece más indicado tratar de pensar y sentir como piensan las ciudades… Cada vez que pensamos y sentimos, es en realidad la ciudad la que nos está pensando y sintiendo, porque las ideas y PARTE UNO | 22 los afectos que nosotros utilizamos nacieron y se desarrollan conforme nacieron y se desarrollan las ciudades (Fernández, 2004, pp. 3). El estudio de la sociedad va encaminado a atender la sutileza de los enunciados que se instauran en las situaciones, los hechos, los objetos y las actitudes cotidianas. Se trata de entender al discurso como la red que se entrelaza con la sociedad en donde, los hilos que contiene, se comportan y conforman gracias a su totalidad o unidad, y a partir de esto generar un lenguaje sobre este discurso, reconociendo la utilización, limitación, transmisión y aceptación del discurso que moldea y refleja lo colectivo. | EL ARTE Y LA SOCIEDAD MEXICANA El arte es una dimensión simbólica que se establece en las formas normativas de lo colectivo. Plantear un estudio del arte a partir de la psicología es intentar acercarnos a “cuál o cómo es el pensamiento sensible7 de la sociedad” (Fernández, 2006, pp. 179), como propone la Psicología Colectiva. El arte marca las formas de interrelación validas tomando en cuenta las costumbres o normas de la sociedad pero renunciando a ellas. Se instauran necesidades e imágenes de una realidad alterna que sólo es posible formular dentro del campo del arte. El arte 7 “El pensamiento sensible es aquel que no es el pensamiento racional, lógico, discursivo, o como decían los clásicos, el pensamiento claro y distinto, esto es, que puede distinguir las diferentes partes y objetos del pensamiento y asimismo que se puede secuenciar de varias maneras y que, en general, es lo que se reconoce como pensamiento propiamente y que se identifica con el discurso y lógica. El pensamiento sensible, decían los clásico, es el pensamientos que está confuso, indiferenciado, borroso, donde no puede distinguirse bien a bien una cosa de la otra y por ello se presenta como una misma unidad, es decir, como una forma que es la manera de pensar que tienen los sentimientos. Y además, es el tipo de pensamiento que subyace, sostiene, modula, “da forma” a los pensamientos más puntillosos y elaborados de la racionalidad lingüística y sin el cual perderían su base” (Fernández, 2006, pp.179). PARTE UNO | 23 feminista, por ejemplo, refleja8 las necesidades y las formaciones culturales alrededor de la mujer. El arte feminista está impregnado por el movimiento de este mismo nombre que surge en los años 70´s, es producto del espíritu de su tiempo, toma voz y demanda las necesidades e injusticias percibidas, refleja su pensamiento y su sentimiento del que las mujeres son receptoras en su sociedad. ¿En qué sentir y pensar se encontraba la sociedad en la que se desenvuelve este movimiento? ¿La influencia de los diferentes factores vividos en la sociedad permite que, a pesar de la larga historia de sometimiento condescendiente, el surgimiento del momento adecuado para el reconocimiento, exposición y exigencia de necesidades igualitarias inunde la vida cotidiana de las mujeres? Antes del siglo XVIII las mujeres acudían, sin poner en tela de juicio, a sus labores designadas, escasas son excepciones que realizan un ejercicio de reflexión de su sociedad. Es a partir del movimiento de Ilustración en el que surge la necesidad de explicar y enjuiciar los sistemas de dominación, inevitablemente surge también la necesidad de clarificar las diferencias que a lo largo de la historia se ha generado entre hombres y mujeres. Y a partir de esto surgen varias críticas y demandas. Brotan los primeros movimientos sufragistas, y es en 1848, en Estados Unidos,seguido Inglaterra en 1866, que se aprueba el derecho de votar a la mujer. Esta lucha no sólo invocaba la necesidad de participar políticamente en su país, intentaba ser una lucha que modificara los juicios que atacaban la condición femenina y redefinir su condición humana. Sin embargo, es importante hacer la reflexión de la necesidad de los políticos por obtener mayores votos aunque sea de las minorías sociales, entre estas al grupo femenino, lo cual les permite ampliar 8 Pensar en el arte como un simple reflejo de lo social es una idea sencilla a la que por el momento nos podemos acercar, pero como Read aclara: “las artes han sido los medios por los cuales el hombre ha podido comprender paso a paso la naturaleza de las cosas. El arte nunca ha sido un intento de aprehender la realidad como un todo… no ha sido siquiera un esfuerzo por representar la totalidad de las apariencias, sino que más bien ha sido el reconocimiento fragmentario y la fijación paciente de lo significativo en la experiencia humana” (1965, pp. 12-13). Al mostrar este argumento parece que estamos yendo demasiado rápido, sin embargo nos permite contemplar el arte desde un principio con una concepción más cercana a lo que se revisará a lo largo del trabajo. PARTE UNO | 24 su democracia9. De igual forma la integración de la mujer al área laboral, la cual surge en la instauración del capitalismo como nuevo sistema económico y su adquisición de mano de obra barata. Existen diferentes escritos y pensamientos en México desde principios y a lo largo del siglo XX que denunciaban el estado precario y dominio patriarcal de la mujer, sobre todo de la mujer rural; su interés y participación en los movimientos revolucionarios, en el campo laboral se exigían condiciones más prósperas e igualitarias con respecto a las del hombre. Paulatinamente van legislándose derechos de igualdad como salarios justos y equitativos al de los hombres, el derecho de votar y ser votadas, penalización a la agresión sexual a la mujer, apertura a la educación y libertad de expresión. Se crean organizaciones impulsadas por mujeres, conferencias, encuentros en donde tratan temas de igualdad de género; exposiciones, debates y revistas feministas. Se lucha por la despenalización del aborto y derecho a la libertad sexual. En suma se planteaba la dignificación de la mujer “a partir del reconocimiento de su capacidad intelectual y su derecho a la educación, e igualdad de retribución, jurídica y política” (Barbosa, 2000, 126). En el movimiento del 6810, se demanda la necesidad de participación activa de las minorías en el país, se busca elevar la democracia ante el autoritarismo del régimen político, lo que parece provocar el principio de un cambio social y que trae consigo la reflexión e intervención de diversos grupos sociales. “La década de los setenta es vista hoy –no sin nostalgia- como el momento de aparición de nuevos movimientos históricos y nuevos sujetos sociales que, desde distintas perspectivas, impugnaban y criticaban al sistema y plantean nuevas utopías” (Barbieri, 1996, pp. 3). Junto con estos movimientos, minorías étnicas, pacifistas, ecologistas, resurge el movimiento feminista, denominado en esa década como “el feminismo de la nueva ola, concibiendo la liberación de la 9 Se puede ahondar más en la discusión sobre el sufragio femenino dentro de: Tuñón, Enriqueta. (1998). El otorgamiento del sufragio femenino. En Historias, Número 41, octubre-diciembre. Pp. 91-112. 10 En este movimiento la mujer tiene una participación activa, pero delimitada, por lo que su colaboración parece no ser reconocida, pues no se les permite tomar lugar en las decisiones ni en la historia oficial. PARTE UNO | 25 mujer sobre todo, como un cambio de conciencia que propone revolucionar la esfera de la vida cotidiana y cuestionar las relaciones mujer/hombre más allá de las cuestiones simplemente de igualdad legal” (Barbosa, 2000, 132). Este resurgimiento se da con una mayor crítica social a los problemas instaurados en la sociedad además de una participación militante e integración activa en el ámbito político, sin embargo, el incumplimiento de la legislación de la equidad entre hombres y mujeres provoca la agrupación y movimientos feministas, que estaban fuera del ámbito político pero que externaban su desacuerdo ante la sociedad. Estos movimientos dan lugar a la Coalición de Mujeres Feministas en 1976 y que sus principales demandas eran: la maternidad voluntaria, que implica el derecho a la educación sexual, al uso de anticonceptivos y al aborto; la lucha contra la violencia sexual, y la libre opción sexual (Tarrés, 2007, pp. 128). Bajo estas premisas se realizaron diferentes manifestaciones, conferencias y cursos. Es así como la mujer a lo largo de la historia se ve en la necesidad de abogar por derechos igualitarios ante el hombre, para otorgar reconocimiento a su actividad intelectual, laboral y doméstica. Surge un momento histórico de reflexión y apertura. Reflexión sobre las jornadas de trabajo que se tenían que cumplir, la inexistencia de mujeres en puestos de mando y que se relacionaba con la falta de un nivel académico alto, el exceso del trabajo doméstico que tenían que realizar además del trabajo laboral, la conceptualización del cuerpo femenino y su utilización en la mercadotecnia. A partir de estas demandas y de la búsqueda de expresión surge el arte feminista, un arte militante, un arte que experimenta, un arte que transmite y muestra su solidaridad con las personas involucradas y preocupadas. Las artistas se ven impactadas en esa época al notar como su arte, su talento, su inteligencia eran percibidos como inferiores al de los hombres debido a que su creatividad se limitaba por las cuestiones biológicas propias de su género. Si indagamos en la historia de la plástica mexicana se encuentran muchos nombres de artistas mujeres. Tan sólo en los catálogos de exposiciones que PARTE UNO | 26 organizó la Academia de San Carlos aparecen más de 200 nombres que enviaron diversos trabajos y que aparecen también en los catálogos de la exposición del Pabellón de la Mujer en Filadelfia en 1876, en donde se expusieron casi 1500 mujeres de 13 países, y en el proyecto Woman´s Building en Chicago en 1893 que abarcaban la acción plástica de la mujer a lo largo de la historia11. Existen diferentes factores que permiten que estas mujeres artistas sean poco nombradas y que sus trabajos sean, de igual forma, poco conocidos; razones que provocan que en la década de los 80´s, que incluye motivos políticos y militantes, aparezcan artistas con consciencia de género y que proclaman un Arte Feminista. La ideología que únicamente permitía a las señoritas acomodadas acceder a clases privadas de arte, que les prohibía obtener clases fundamentales como las de desnudo en las academias y que no eran vistas como artistas profesionales si no como mujeres que realizan una actividad propia de entretenimiento en sus ratos de placer, imperaba aún en el siglo pasado. Sin embargo, en recopilaciones y exposiciones que permiten el reconocimiento de mujeres artistas, no sólo se encuentran nombres, sino grandes talentos que crean y renuevan el arte en diferentes estilos. Es a principios del siglo pasado que se da un incremento de alumnas en las academias de arte en México, por un lado, se debe a que algunos profesores, que acarreaban una visión más abierta y consciente de la pasión y talento artístico, promovían la aceptación de los trabajos tanto de hombres como de mujeres; por otro lado, la legislación del voto y otras acciones de demandas sociales a favor de la mujer proliferaban, permitiendo que en la década de los 70´s el número de mujeres integrado a la actividad artística se incremente notablemente,aumentando con ello la posibilidad de acceder a exposiciones y a la academia, y que no fuese sólo una actividad íntima, desarrollada en el hogar y prontamente suplida por necesidades con mayor prioridad, como el cuidado del marido y los hijos –aunque esto no signifique que dejase de acontecer. 11 Véase Lozano, [et al.] (1997). PARTE UNO | 27 A mediados de los años setenta se dio la conformación de grupos que se distinguió por sus trabajos colectivos e interdisciplinarios y por su concepción social del arte. El objetivo común era desarrollar –como en los años veinte con el muralismo mexicano- un arte público, salir a las calles, comprometerse con la realidad social del país. Se utilizaron más frecuentemente los performance, los happenings y al arte conceptual como medios de expresión. El movimiento del 68 en México, marca una ruptura en la forma en la que se piensa y asimila el papel que juega el individuo en la sociedad, los artistas muestran su inconformidad rechazando tanto los valores sociales como las formas estéticas convencionales. La década de los setenta se distingue por el surgimiento del arte social “mediante una eficaz práctica de la corriente conceptualista alimentada con presupuestos semióticos, desarrollada por los grupos de trabajo colectivo” (Conde, 1994, pp. 46 en Barbosa, 2008, pp. 49). Diferentes artistas cuestionaban la concepción de la mujer y asumían una postura feminista, “la conciencia crítica feminista en el arte inicia cuando las creadoras se asumen como artistas feministas” (Barbosa, 2008, pp. 79). Este tipo de expresión surge como un arte militante, un arte con demandas y denuncias a la sociedad. Es parte de un discurso que se da en las calles, en la vida cotidiana y que esta normado y regulado pues el arte se presenta en una sociedad determinada. La obra expresa el sentir ante su sexualidad, su cuerpo, el aborto, el maltrata físico, la maternidad. A principios de los ochenta surgen los grupos de arte de lo femenino. Este fenómeno fue impulsado por artistas feministas que habían pertenecido al movimiento militante, que estaban deseosas de presentar su punto de vista, de externar su deseo como mujer de ser tomadas en cuenta. Mónica Mayer fue una importante pionera de estas conformaciones pues su formación y consciencia de género la impulsaron a compartir estos ideales, impulsando cursos, investigaciones y las formaciones de los propios grupos. Entre los más destacados se encuentran Tlacuilas y Retrateras, Polvo de Gallina Negra y Bio-Arte creados en 1983. Sus motivaciones principales giraban alrededor de: ahondar en el estudio de la participación de las mujeres artistas a lo largo de la historia promoviendo la PARTE UNO | 28 investigación, publicación, creación de obras; fomentar en el arte un espacio para las mujeres artistas que generaran reflexiones invitando al espectador a una tarea similar; realizar un análisis de los estereotipos de la mujer en el arte y en la sociedad y proponer una alternativa visual de la cultura en torno a la mujer. Observamos que el arte puede identificarse como foco de sensaciones y experiencias de los individuos en sociedad, Herbert Read propone: La naturaleza esencial del arte no reside ni en la producción para satisfacer unas necesidades prácticas, ni la expresión de unas ideas religiosas o filosóficas, sino en la capacidad del artista de crear un mundo sintetizado y consciente de sí mismo, el cual no es ni el mundo de los deseos y necesidades prácticos, ni el de los sueños y la fantasía, sino un mundo compuesto de esas contradicciones, es decir, una representación convincente de la totalidad de la experiencia, una manera, pues, de afrontar la percepción que el individuo tiene de algún aspecto de la verdad universal (Read, 1977, pp.14). En la amplia gama de creaciones estéticas, el arte presenta a una serie de posibilidades para su interpretación; entre estas creaciones se muestra lo Informal: “una categoría crítica… formas abiertas del arte de hoy, cuyos parámetros orgánicos a veces no parece encuadrarse en la noción tradicional de forma” (Eco, 1985, pp. 193) y que Eco también las nombra como Obra abierta, que, por un lado, dirige a la obra plástica al movimiento dentro de la obra, y no significa sólo que la obra plástica adquiera movilidad, sino que el signo que transcurre en la sociedad lo hace; y, por otro lado, la función de la obra abierta como metáfora12: …en un mundo en el cual la discontinuidad de los fenómenos puso en crisis la posibilidad de una imagen unitaria y definitiva, está sugiere un modo de ver aquello en que se vive, y viéndolo, aceptarlo, integrándolo a la propia sensibilidad. 12 Read (1965) también menciona que el arte por sí mismo es una actividad metafórica “que encuentra símbolos nuevos para significar áreas nuevas de la sensibilidad” (pp. 160). PARTE UNO | 29 Una obra abierta afronta de lleno la tarea de darnos una imagen de la discontinuidad: no la narra, es ella. A través de la categoría abstracta de la metodología científica y la materia viva de nuestra sensibilidad, ésta aparece como una especie de esquema trascendental que nos permite comprender nuevos aspectos del mundo (Eco, 1985, pp.202). Por otro lado, Jean Baudrillard genera otra propuesta entorno al arte, aunque más que generar una teoría del arte propio, la concepción de este autor es acerca de lo social. El autor expresa que una característica intrínseca del arte es exacerbar las condiciones cotidianas de la sociedad, adquirir cualidades propias de la cultura en la que se encuentra y, a su vez, actuar para recrearse adquiriendo sus propios recursos. Pues, “se trata de una parodia, y al mismo tiempo de una palinodia del arte y de la historia del arte, una parodia de la cultura en sí misma en forma de venganza, característica de la desilusión radical” (2006, pp. 12), y más adelante menciona: La abstracción de nuestro mundo se estableció hace mucho tiempo, y todas las formas de arte de un mundo indiferente llevan los estigmas de indiferencia. Esto no es una negativa ni una condena, es el estado de las cosas: una pintura actual auténtica debe ser tan indiferente a ella misma como pasó a serlo el mundo una vez desvanecidas las apuestas esenciales (Baudrillard, 2006, pp. 21-22). Identificamos, entonces que el arte convive con la realidad social y las implicaciones que esto tenga, pero produce y genera su propia realidad; y para Baudrillard, el arte de nuestros tiempos está dentro de la simulación13, resaltando lo aparente de nuestra realidad. Retomando las concepciones colectivas y artísticas anteriores, este estudio se centra en las creaciones artísticas feministas generadas por Polvo de Gallina Negra para, como habíamos mencionado anteriormente, realizar una reflexión sobre el pensamiento sensible de lo colectivo. 13 Para este autor la simulación “no corresponde a un territorio, a una referencia, a una sustancia, sino a la generación de los modelos de algo real sin origen ni realidad: lo hiperreal” (Baudrillard, 2002, pp. 9). PARTE DOS | 30 Polvo de Gallina Negra fue uno de los grupos más representativos del arte feminista, tenían establecidos claramente sus objetivos, lo que provocó que se conformara como un grupo congruente, tanto en sus propósitos, su estética, su ideología y su forma de pensar la sociedad, lo que se reflejaba en sus obras que fueron creadas a lo largo de 10 años de estar integradas como asociación. PARTE DOS | 31 Esta sociedad14, conformada por dos artistas plásticas, creaba un arte que, como se describió en el capítulo anterior, surgía, se influenciabay formaba parte de una sociedad con inquietudes y necesidades de modificar y reflexionar sobre las construcciones e interacciones entre hombres y mujeres de su sociedad. Los objetivos del grupo estaban planteados por las artistas de la siguiente forma: “defender las condiciones de vida y los derechos de la mujer en esta sociedad patriarcal” (Bustamante, 2008, pp. 146), “analizar la imagen de la mujer en el arte y en los medios de comunicación, estudiar y promover la participación de la mujer en el arte y crear imágenes a partir de la experiencia de ser mujer en el sistema patriarcal, basadas en una perspectiva feminista y con miras a transformar el mundo visual y así alterar la realidad” (Mayer, 2004, pp. 38). Originalmente estaba constituido por Maris Bustamante, Mónica Mayer y Herminia Dorsal, quien permaneció en el grupo poco tiempo pues sus intereses artísticos no concordaban con el resto del grupo. Pero entonces, ¿quiénes eran estas artistas? ¿qué intereses estéticos tenían? ¿por qué se integran a un movimiento de arte feminista? ¿será qué ellas son parte de estos intereses estéticos y contraculturales los cuales están permeados en toda la sociedad en la que se relacionan? ¿su obra es resultado de ellas? o más bien, ¿son estas influencias sociales las que permiten la creación y consolidación de la obra como tal? Maris Bustamante se diferenció por una clara búsqueda de estructuras narrativas que mostraran alternativas no convencionales en su arte, lo que la llevo a soportes no-tradicionales de expresión e inclinación por el arte no-objetual15, en 14 Pues la Psicología colectiva acepta la premisa de que la sociedad es una entidad psíquica y también a la inversa, la entidad psíquica es un sociedad, y por lo tanto “un individuo aislado, un grupo, una ciudad, una emoción, una pieza musical, una casa o un evento cualquiera, siendo entidades psíquicas, tienen todos la forma de una sociedad” (Fernández, 2004b, pp. 27). 15 “…a los no-objetualismos les es inherente un anti-ilusionismo que los obliga no sólo a renunciar a la representación de la realidad visible, sino que también condiciona toda representación de realidades pictóricas para que produzca los mayores efectos conceptuales… Porque el anti-ilusionismo es por naturaleza anti-formalista y, en consecuencia, los no-objetualismos renuncian a la presentación de realidades por sus formas. Renuncian con la intención de acentuar los conceptos y acciones humanas de la realidad presentada, PARTE DOS | 32 suma, por una necesidad clara de encontrar nuevas formas de representar la realidad y las artes visuales. Dentro de su necesidad de concebir una realidad diferente al racionalismo europeo, de explicar las cosas bajo parámetros más amplios o con otra perspectiva, su dedicación en el arte se permea por una búsqueda incansable de elementos que provocaran una desestructuralización en el espectador utilizando estos soportes no-tradicionales de expresión. Observaba que los artistas de su generación -la llamada generación de la ruptura- no creaba rupturas sustanciales con nuevas formas de expresión, sino sólo se fomentaba la necesidad de pertenecer al mercado de arte16. En esta búsqueda de formas para crear arte se integra a la llamada generación de los Movimientos de Grupos en los 70´s, participando en No Grupo (1977-1983) y, posteriormente en el grupo de arte feminista Polvo de Gallina Negra (1983-1993). Las actividades que realizó con No Grupo, el cual se consolidó por cuatro artistas, estaban estimuladas por encontrar formas de expresión que rompieran con lo establecido para poder explicar su entorno. Se conformaron como un grupo que utilizaba diferentes técnicas del arte no-objetual, entre estas performances, se apoyaban en algunas técnicas del teatro para realizar algunas escenas que presentaban fugazmente, montajes e instalaciones, escritos y fotografías, junto con el humor y la ironía que eran elementos esenciales en sus creaciones. Además de No-Grupo, Maris Bustamante continuó presentando su trabajo como artista independiente que conllevaba la constante crítica a las estructuras sociales. En 1982 se presentó en un evento llamado ¡Caliente-caliente! en el Museo de Arte Moderno en la Cuidad de México. Expuso una foto en donde aparece la artista con un falo ocupando su nariz: la artista hace alusión a la teoría freudiana que limita y juzga los actos de la mujer. Para el evento, Maris Bustamante elaboró una serie de máscaras –para que el público las portara- en las cuales aparece denominada o significada. Como resultado, el arte toma posición ante los mecanismos del conocimiento, los cuestiona, así como pone en tela de juicio las relaciones de la percepción con el lenguaje o idioma. La necesidad de ir hacia las realidades más concretas y asirlas en sus efectos sensitivos e ideológicos deja atrás la mimesis como móvil y resultado artístico. El realismo se instaura entonces en timonel de las transformaciones artísticas. Pero este realismo no se dirige a lo matérico ni a lo objetual, sino a las prácticas sociales que objetivan los conceptos y comportamientos artísticos” (Acha, 1979, pp. 140). 16 Véase Bustamante, 2008, pp. 134-15. PARTE DOS | 33 también la imagen de la artista con “nariz de falo” y una etiqueta que decía “instrumento de trabajo”, la artista explica: Ya decía que este Freud es gacho, porque él decía que siempre las mujeres andábamos envidiando el pene. Siempre que queríamos echarle a la labor intelectual andábamos envidiando el pene. Científicamente estaba demostrado que no la hacíamos y queríamos hacerla, por eso me puse el “pito” en la nariz, una “verga” en la nariz con esa cosa que decía “no es que quiera ser hombre, es un instrumento de trabajo”. Si para hacerla me la tengo que poner para que me acepten, pues me la pongo y es un instrumento de trabajo” (Vázquez, 1994 en Barbosa, 2008, pp. 53). Su intención era que, al usar esas máscaras, el público se involucrará en el sentir de una mujer que es rechazada y limitada en diferentes áreas. “En su alegoría freudiana sobre la envidia del pene, Bustamante consigue resaltar con la sinécdoque el símbolo del “falo” como el significante por antonomasia del privilegio del poder del varón en la sociedad falocéntrica” (Barbosa, 2008, pp.56). La sexualidad, la pornografía y el erotismo femenino fueron temas a los que la artista recurrió constantemente criticándolos y abordándolos en su obra, proponiendo siempre una práctica a la reflexión de los estereotipos que se siguen en la sociedad, principalmente estereotipos sexistas y machistas, intentando siempre romper con lo convencional en el arte y en el espectador. PARTE DOS | 34 Mónica Mayer (1977) “A veces me dan miedo mis pensamientos, mis fantasías”. Archivo persona de la artista. La segunda integrante del grupo, Mónica Mayer, tiene una clara identificación con el movimiento feminista desde sus inicios. Se vuelve parte de uno de los principales grupos feministas – Movimiento Feminista Mexicano- integrando una necesidad y una visión militante a su obra. Mayer participó en una muestra en la que también se encontraban Rosalba Huerta y Lucy Santiago, era la primera muestra formal de arte feminista: Collage íntimo17. Esta aconteció en 1977 en la Casa del Lago de la UNAM. Destacó la obra de Mónica titulada A veces me dan miedo mis pensamientos, mis fantasías, que recibía a los visitantes en la exposición, en donde mostraba un cuadro cubierto por unas cortinas, al abrir la cortina se podían ver los pensamientos de una mujer: aparecían un pene y un pubis; estos pensamientos y fantasías causaban granimpacto en los espectadores. En 1978 llevó a cabo una instalación, en la exposición Nuevas tendencias en el Museo de Arte Moderno, denominada: El tendedero, en el que realizó una estructura rectangular que le permitía formar hileras de donde, sujetos por pinzas para tender ropa, colgaban “papelitos rosas caligrafiados: “Como mujer, lo que más detesto de la ciudad es: [ ]”, que previamente Mónica había repartido por las calles de la ciudad de México a mujeres de distintas clases sociales, edades y ocupaciones, para que escribieran lo que más execraban de la cuidad. La mayoría coincidió en deplorar la violencia sexual callejera” (Barbosa, 2008, 81). 17 El collage, al que hace alusión el título de esta exposición, como técnica plástica se refiere “a las alteraciones materiales a que es sometida la superficie pictórica tradicional por elementos de todo tipo que la invaden… con el fin de ampliar las posibilidades expresivas y constructivas de la pintura, dentro del realismo inherente a los materiales” (Acha, 1979, pp. 129) puntualizando nuevamente esta tendencia por la búsqueda de nuevos recursos que les permita ampliar las formas de expresar la realidad. PARTE DOS | 35 En esta exposición se integró la necesidad de crear vínculos con la experiencia y vida cotidiana de las mujeres, de denunciar el maltrato y la agresión sexual e integrar al espectador en un arte sociológico. Mayer identifica la necesidad de crear arte feminista en México, ya que no había información ni apertura por realizarlo libremente, por lo que en 1978 se integra en el Woman´s Building -una de la más importantes organizaciones que promovieron el arte femenino, se constituyó como un espacio que apoyaba a las artistas promoviendo su arte, además de promoverse como un centro educativo, logrando una integración y asimilación del arte feminista realizado en Estados Unidos. Evidentemente, al regresar a México con la ideología de la que se había empapado de este grupo, promueve movimientos, exposiciones y grupos comprometidos con estos ideales, sin embargo, la tarea no fue tan sencilla debido a la falta de conocimiento e interés en el país, pero promovió el beneficio y aceptación del arte feminista en varias mujeres que participaban en la plástica mexicana. A través de diferentes obras que Mayer presenta, declara: Considero que mi trabajo tiene un contenido claramente político en contra del sexismo y, además, pienso que representa una contribución para empezar a crear una cultura propiamente feminista (Bartra, 1980 en Zamora, 2007, pp. 38). Sus obras contenían la imagen de vírgenes y trazos que hacían alusión a falos erectos y testículos, vaginas, cuestionan la idea del patriarcado, la violación, el maltrato hacia la mujer y los roles sexuales. La formación de grupos feministas en México fue, de alguna forma, impulsados por talleres que Mónica Mayer impartía en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en donde ella misma estudió Artes Visuales. Se logra a partir de la experiencia de estas artistas la conformación del grupo Polvo de Gallina Negra, con una larga trayectoria y vasta producción artística. La invención del nombre, que nos retorna a las prácticas oscuras que provocaban, PARTE DOS | 36 desde el siglo XIV, el castigo a aquellos que estuviesen involucrados en prácticas de hechicería, y que llevó a verdaderas cacerías de brujos, la mayoría brujas. Berta Hiriart rescata en este sentido a la mujer que transforma, cura y adivina, pero que además encuentra la fuerza de unión con las otras; y la identifica como la bruja contemporánea. ¿Qué es lo que trama? “Al igual que sus antecesoras, buscan nuevas formas de comprender el mundo, de habitarlo, de relacionarse con sus otras criaturas; inventan modos de aliviar los dolores del parto y de impedir embarazos que no se desean; tejen redes para apoyar a las demás desvalidas y para pasar la voz de preguntas y respuestas que no corresponden a la lógica predominante” (Hiriart, 1987, pp. 2). Polvo de Gallina Negra, nos permite una reflexión desde su nombre al recordarnos cuál es el papel y el sentir que ha tenido la mujer en la historia; y así como las brujas en ese momento requerían una protección ante las declaraciones y castigos, las integrantes del grupo también sintieron la necesidad de una protección para las mujeres feministas ante su sociedad: El nombre es un remedio contra el mal de ojo, pues consideramos que era difícil ser artista en esta sociedad, más aún ser mujer artista, pero además atrevernos a decir que éramos artistas feministas requeriría de una protección que nos convenía llevar desde el nombre (Mayer, 1997b en Barbosa, 2008, pp. 114). Y en esta práctica, no sólo se busca tener una protección para las artistas, sino encontrar verdaderas formas que permitan una reflexión en el espectador a partir de sus obras y en primera instancia nos interesa internarnos en otros detalles que nos permitan entender los recursos18 que utilizaban ante el espectador. 18 Es necesario hacer un espacio en este momento y analizar el recurso que se utiliza en esté primer discurso de presentación. Pablo Fernández (1994), en La psicología colectiva un fin de siglo más tarde, muestra características femeninas y masculinas que fueron atribuidas desde la época griega, en la aparición de los espacios, de la retórica que fundan la cultura occidental. Lo público, la oratoria pertenece a lo masculino, su PARTE DOS | 37 Gran parte de sus intervenciones se realizaron en escenarios que se mezclaban en acciones político-plástica claramente como son: marchas feministas contra la penalización de la violación sexual a la mujer, a favor de la legalización del aborto; mediaciones en instituciones educativas; publicación y difusión en la comunidad artística y prensa, así como la presentación televisiva para divulgar ante el público –seguramente un público con menos acceso a las creaciones y acciones contraculturales- los temas controversiales y críticos que proponía el grupo; exposiciones autodenominados feministas. Los espacios19 elegidos por las artistas les daban la oportunidad de plantear una enorme gama de posibilidades de expresiones alternativas. Los soportes no tradicionales, o lo que Maris Bustamante identifica como PIAS: performance, instalaciones y ambientaciones, son idóneos para el objetivo y definición del grupo. cuerpo es un relleno repleto, dinámico y por lo tanto lo inestable, lo que produce conocimiento lingüístico, estabilidad, fijeza y duración de las palabras y los símbolos, da seguridad y garantiza lo público. Lo femenino es privado, silencioso, fijo, inmóvil, es un espacio completo al igual que su cuerpo, el cual, es estable y genera lo volátil, lo etéreo, como los sentimientos, los sueños y los significados. Tal vez con este principio Polvo de Gallina Negra sabía que requería una protección que les asegurase permanecer, conjuntar espacio y tiempo, que con el sólo nombre les evocará silencio y significados dentro de los espacios públicos, los cuales son los que les brindan dicha protección. Aunque este trabajo no pretende realizar una clasificación de lo masculino y lo femenino, tomar en cuenta este cuestionamiento nos permite ir teniendo un panorama más amplio para internarnos en los siguientes capítulos. 19 Los espacios, principalmente las plazas públicas, fueron creadas para generar conocimiento, el cual debe ser público: “todo pensamiento era producto del ágora, pensado en público” (Fernández, 1994, pp. 329), el espacio por lo tanto produce un sentir colectivo y como se ha mencionado hay discursos que sonpermitidos y otros a los que se les niega e impide expresarse, existen por lo tanto interacciones sociales que pueden manejar ciertos discursos. En este caso el arte que no sólo refleja lo que acontece en su sociedad, sino que crea significados que le dan el poder de articular un discurso. Notamos ahora que existe una lucha por apoderarse, si recordamos la propuesta de Michel Foucault (2005) en donde a partir de la Historia de la sexualidad ubica que el discurso de lo sexual ha sido clausurado, la posibilidad o el pronunciamiento de este norman, y quien lo posee tiene, por lo tanto, la capacidad de normar, tiene poder. PARTE DOS | 38 Intervención, Polvo de Gallina Negra. Archivo personal de Mónica Mayer. Frecuentemente, Polvo de Gallina Negra realizó performances; la ejecución, que tiene una gran aceptación a partir de la década de los 70´s aunque surge de una larga tradición en todo el siglo XX. Se diferencia del teatro debido a que sus actuaciones no están marcadas por una historia, por escenas que crea un director y un escritor llevadas a cabo por un intérprete; la acción no significa una representación, sino que la interpretación es el artista en sí que se implanta y se disuelve en ese momento, en ese tiempo, en su realidad, no imitándola, sino interviniéndola, cuestionándola. Se utilizan libremente diferentes artefactos, pueden crearse instalaciones y ambientaciones, tecnologías, pero principalmente, su cuerpo y su expresión se mueven libremente en la improvisación, mezclando su experiencia propia en los actos que se realizan. PARTE DOS | 39 El performance ha sido considerado una manera de dar vida a muchas ideas formales y conceptuales en las cuales se basa la creación del arte. Los gestos vivos se han utilizado constantemente como un arma contra las convenciones del arte establecido… La historia del performance art en el siglo XX es la historia de un medio permisivo y sin límites fijos con interminables variables, realizados por artistas que habían perdido la paciencia ante las limitaciones de las formas de arte establecidas, y decidieron llevar su arte directamente al público… el performance escapa de una definición exacta o sencilla más allá de la simple declaración que es arte vivo hecho por artistas (Goldberg, 1996, pp. 7-9). Las acciones, como punto central de la creación artística, se muestran de forma enigmática, presentando temas controversiales, al igual que las acciones que surgen en estas presentaciones. El performance no contiene limitantes de expresión, se crea a partir de la ruptura de las formas establecidas en el arte; ni límites de espacio, no es necesario estar en una galería pues la calle, el metro o un bar pueden presenciarlo; ni límites de tiempo, puede durar minutos u horas; ni límites de planeación, el artista puede improvisar o ensayarlo a la perfección antes de la presentación, que además puede tener replicas o no. Surge como la muestra clara de que el arte no es un producto que pueda ser comprado o vendido. Esta técnica provoca que la obra deje de estar plasmada materialmente, fuera del artista; la interacción en un performance provoca que el artista se coloque, se traslape, se vuelva la obra. El 7 de octubre de 1983, poco después de establecerse como grupo, se realizó la primera intervención artística ante una multitud que acudió al Hemiciclo a Juárez a manifestarse en contra de la violencia hacia la mujer. Se tituló El respeto al derecho al cuerpo ajeno es la paz. El momento plástico, que nos da un acercamiento a la obra del grupo, se dividió en dos partes, en la primera se presentó una serie de imágenes que incitaban a la mujer a exigir respeto ante su cuerpo, además de la atención institucional y familiar a la mujer violada, pues es usual que este sea un tema difícil de abordar por los hondos sentimientos de negación y humillación de la víctima ante la sociedad. También invitaban a la reflexión acerca del papel que la mujer y su cuerpo ocupa en la publicidad. En la PARTE DOS | 40 segunda parte, el grupo preparó una pócima que les provocaba “mal de ojo” a los violadores y fue repartida en sobres entre los espectadores para que pudieran usarla, la pócima contenía los siguientes ingredientes: 2 decenas de ojos y corazones de mujer que se acepte como tal. 20 kilogramo [sic] de rayos y centellas de mujer que se enoja cuando la agrede. 1 tonelada de músculos de acero de mujer que exige respeto a su cuerpo. 3 lenguas de mujer que no se somete aun cuando fue violada. 1 sobre de grenetina de mujer, sabor espinaca, que comprende y apoya a una mujer que fue violada. 30 gramos de voces que desmitifique la violación. 7 gotas de hombres que apoyen la lucha contra la violación. 1 pizca de legisladores interesados en los cambios que demandamos las mujeres. Unas cuantas cucharadas de familias y escuelas que no promuevan roles tradicionales. 3 docenas de mensajes de comunicadores responsables que dejen de producir imágenes que promueven la violación. 3 pelos de superfeministas. 2 colmillos de militante de partido de oposición. ½ orejas de espontáneo y curioso. 20 Se ha intentado dar un esbozo muy general de los elementos culturales en donde se desarrollo Polvo de Gallina Negra, el feminismo y el arte feminista, las ideas que movilizaron a estos grupos, las características esenciales de Polvo de Gallina Negra y de sus integrantes, así como la ideología de su obra y los elementos que utilizaban para llevarlos a cabo. Sin embargo, lo que se propone en este trabajo es que Polvo de Gallina Negra no es cada una de las características anteriores, ni las artistas, ni la idea de movilización del feminismo, ni los elementos histórico-culturales que existen en torno al grupo; se platea un estudio en donde Polvo de Gallina Negra es por sí mismo un pensamiento total, que interactúa con diversos elementos de la normatividad psicosocial, pero que genera un sentir 20 Esta receta fue publicada en la revista Fem en el año 1984, vol. IX, núm. 33, pp. 52. PARTE DOS | 41 público manifestado en un plano simbólico transmitido a partir de elementos artísticos. Las formas e interacciones del pensamiento sensible surgen y retoma la normatividad histórico colectivo, que se plasma en los mitos y en las tradiciones, la normatividad objetiva y cotidiana que adquiere forma en las cosas y en las ciudades; y la normatividad subjetiva, formada en las imágenes sociales. | LA FIESTA DE QUINCE AÑOS PARTE DOS | 42 “La fiesta de quince años”, Gaceta UNAM (1984). Archivo personal de Mónica Mayer. La fiesta de quince años fue un evento organizado por el grupo Tlacuilas y Retrateras, grupo igualmente de arte feminista que surgió a partir de las reflexiones e influencias planteadas en el curso impartido por Mónica Mayer en la Academia de San Carlos sobre arte feminista. Este grupo se conformó en 1983 por Ana Victoria Jiménez, Patricia Torres, Nicola, Elizabeth Valenzuela, Lorena Loaiza, Ruth Albores, Karen Cordero, Marcela Ramírez, Isabel Restrepo y Consuelo Almeda; eran artistas plásticas y fotógrafas, críticas e historiadoras de arte. Su trabajo se caracterizó por realizar una investigación crítica de los hechos que acontecían a la mujer inmersa en su cultura, así como el ambiente en el que se desenvolvía la mujer artista y su problemática. Pretendían realizar acciones de investigación y difusión, así como talleres que permitieran la concientización y sensibilización de la sociedad. La fiesta fue organizada en la Academia de San Carlos en agosto de 1984 y acudieron 2 000 personas. Se pretendía que a partir de este evento se lograra una reflexión sobre las tradiciones
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