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1 LESION DE VIA BILIAR EN CIRUGÍA ABIERTA Y LAPAROSCOPIA. ENCUESTA NACIONAL UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE MEDICINA HOSPITAL GENERAL DE MEXICO SERVICIO DE CIRUGIA GENERAL T E S I S PARA OBTENER EL TITULO DE: CIRUJANO GENERAL PRESENTA: DRA. DIANA XOCHITL SANCHEZ CANO TUTOR: Dr. Eduardo E. Montalvo Javé UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 HOJA DE FIRMAS DE AUTORIZACION JEFE DE SERVICIO CIRUGIA GENERAL PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE POSGRADO HOSPITAL GENERAL DE MEXICO O.D. Dr. César Athie Gutiérrez _____________________________________________________ TUTOR DE TESIS JEFE DE SERVICIO CIRUGIA GENERAL 304 HOSPITAL GENERAL DE MEXICO O.D. Dr. Eduardo E. Montalvo Javé ____________________________________________ AUTOR DE TESIS RESIDENTE DE CIRUGIA GENERAL Dra. Diana Xóchitl Sánchez Cano ____________________________________________ 3 INDICE Página 1. Introducción 4 2. Planteamiento del problema 4 3. Antecedentes 3.1 Epidemiología 5 3.2 Definición 6 3.3 Etiología 6 3.4 Clasificación de las lesiones de la vía biliar 7 3.5 Auxiliares de Diagnóstico 9 3.6 Tratamiento 12 3.7 Prevención 15 4. Justificación 16 5. Objetivos 17 6. Material y métodos 6.1 Tipo y Diseño del Estudio 17 6.2 Población y Tamaño de la Muestra 18 6.3 Criterios de Inclusión, Exclusión y Eliminación 18 6.4 Variables 18 7. Fuentes de Información 18 8. Análisis Estadístico 19 9. Procedimiento 19 10. Anexo: Hoja de Encuesta “Lesión de Vía Biliar” 20 11. Resultados 23 12. Gráficas 36 13. Análisis de Resultados 59 14. Discusión 65 15. Conclusiones 68 16. Referencias 69 4 INTRODUCCION Las lesiones de la vía biliar, son un tema de gran importancia en cirugía. Existen varios estudios enfocados tanto en la incidencia y prevalencia de dicho padecimiento, como las opciones de tratamiento y pronóstico de la misma. Sin embargo no existe una estadística nacional con datos relevantes de dicho padecimiento en bases de datos de las instituciones. Es un padecimiento el cuál se encuentra estigmatizado simplemente al preceder la palabra “lesión”. Tan es así, que en el manual CIE-10 de diagnósticos no se encuentra un rubro para poder categorizar y realizar estadística formal. La mayoría de las cifras en cuanto a incidencia, prevalencia, costos de la enfermedad etc, se encuentran dadas por estudios de investigación. La mayoría no nacionales. La importancia del estudio a realizar se deriva principalmente de la necesidad de conocer en México datos de la lesión de vía biliar que sean aportados por cirujanos encuestados, así como una visión que permita asociar factores relacionados con el ambiente en el que se desenvuelve el cirujano así como sus conocimientos y métodos disponibles para él. De ello podría generarse información importante que permite enriquecer un estudio que pueda ser publicado a nivel internacional y que provea métodos a través del análisis de resultados que permitan disminuir la incidencia de lesión de la vía biliar. El estudio que se desarrolla a continuación, se basa en una encuesta nacional, en la cuál se presentan distintos datos que nos permitirán obtener información importante en cuanto a la frecuencia de la lesión de la vía biliar, así como las lesiones más frecuentes y las situaciones de riesgos que los cirujanos consideran causas para las lesiones involucradas; entre otra información obtenida. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La colecistectomía laparoscópica, es el procedimiento de elección para el tratamiento de las enfermedades de la vesícula biliar. Se ha documentado una mayor incidencia en lesiones de la vía biliar con el advenimiento de ésta técnica. Aunque existe controversia en los datos obtenidos en diversos estudios. La tendencia del tratamiento de las enfermedades de la vesícula biliar es a ser tratadas de forma quirúrgica por el método de mínima invasión, como lo es la cirugía laparoscópica, motivo por el cuál es necesario analizar los factores de riesgo asociados a ésta práctica, así como una estimación de su frecuencia y tipos de lesiones más frecuentes en la población mexicana. 5 ANTECEDENTES Epidemiología La colecistectomía laparoscópica es la cirugía del aparato digestivo que se realiza más frecuentemente. Muchos estudios han reportado el incremento de la colecistectomía después de la introducción de la laparoscopía. 1 La primera colecistectomía en 1882 fue realizada por Langenbuch. En 1987 Mouret llevó a cabo la primera colecistectomía laparoscópica. 2 Concomitantemente, ha sido bien establecido que mientras la colecistectomía laparoscópica ganaba popularidad, el número de lesiones de vía biliar incrementó. 3 Entre 1991 y 1997, la experiencia en colecistectomía laparoscópica de los residentes incrementó 64%, mientras la frecuencia de colecistectomías abiertas realizadas disminuyó un 63%. 4 Las lesiones quirúrgicas de la vía biliar se presentan con una frecuencia constante y constituyen la complicación grave más frecuente de la colecistectomía abierta y laparoscópica. El incremento de la indicación de colecistectomía, ha hecho que aún cuando la frecuencia de lesiones se conserve estable, el número de ellas se ha incrementado. Las operaciones de la vía biliar están entre los procedimientos abdominales más ordinarios que se realizan en Estados unidos con aproximadamente 650 000 colecistectomías cada año. Hoy en día, el tratamiento de elección para la litiasis vesicular sintomática es la colecistectomía laparoscópica, la cuál se realiza en un 85-90% de los casos. La tasa de conversión a cirugía abierta se aproxima del 2-5% . 2 La frecuencia aproximada de las lesiones de conductos biliares principales es de 1 a 5 en 1000. Es posible que la frecuencia sea el doble por vía laparoscópica en comparación con el procedimiento abierto, sin embargo no hay una diferencia estadísticamente significativa. 5 En un estudio realizado, el número de reparaciones por lesión de la vía biliar casi se triplicó entre 1988 y 1992. 6 En la década de los 90, la prevalencia en lesiones de la vía biliar varió entre 0.3 a 1.3% y en años recientes se reporta alrededor de 0.4 a 0.86%. 40 En respuesta al incremento de la lesión de vía biliar durante la experiencia temprana de los cirujanos con la colecistectomía laparoscópica se acuñó el término “curva de aprendizaje”. En un estudio norteamericano de encuesta nacional, se observó que el evento de lesión se presentó después de 200 colecistectomías en alrededor del 30% loscasos. (Archer y col, 2001) En este mismo sentido, en una encuesta realizada en Canadá, se encontró que alrededor del 50 al 70% de aquellos cirujanos con al menos una lesión de la vía biliar ocurrió después de haber realizado 100 colecistectomías laparoscópicas. Archer y colaboradores realizó un estudio que muestra que el entrenamiento en colecistectomía laparoscópica durante la residencia está asociada con menos lesiones de la vía biliar durante la cursa de aprendizaje pero no tiene efecto sobre lesiones que ocurren después de más de 200 colecistectomías realizadas. 7 Las lesiones de la vía biliar durante la colecistectomía laparoscópica, comparado con la cirugía abierta, están más asociadas a: fuga biliar, lesiones generalmente más altas sobre la vía biliar, y de reconocimiento posterior al procedimiento quirúrgico causal. 8 Es posible que el porcentaje de lesiones se incremente 10 veces más. Las fístulas pequeñas, manifestadas por acumulaciones biliares subhepáticas, que se drenan por vía percutánea ( o incluso quirúrgica), en muchas series no son comunicadas y por tanto su frecuencia es infravalorada. 2 6 Definición La lesión de las vías biliares es una de las complicaciones más graves de la colecistectomía. Las lesiones han sido reconocidas desde 1882, cuando se realizó el primer procedimiento hasta el inicio del siglo XXI, donde el acceso laparoscópico ha mostrado beneficios para el paciente, con menos inhabilidad posoperatoria.9 La definición de la lesión de vía biliar es amplia y compleja; su espectro comprende desde una pequeña fuga de bilis por un conducto pequeño en el lecho vesicular hasta la total ablación de la vía biliar extrahepática, así como lesiones de aparición tardía que se manifiestan como estenosis de la vía biliar extrahepática (es decir, lesiones isquémicas) sin que haya ocurrido solución de continuidad de la vía biliar. Para fines prácticos se define como toda consecuencia sobre los conductos biliares, intrahepáticos o extrahepáticos, resultante de la extirpación de la vesícula biliar y comprenden las fístulas biliares o la estenosis, o ambas (parciales o totales) del los conductos biliares. Las fístulas, estenosis, pérdida de sustancia relacionada con exploración quirúrgica o endoscópica de las vías biliares, la colocación incorrecta de sondas en T y endoprótesis que eventualmente produce estenosis debe considerarse dentro de las lesiones yatrógenas. 10 Etiología La lesión de la vía biliar produce un episodio patológico y costoso, ocasionalmente letal. Algunos de éstos pacientes requieren de trasplante hepático, después de varios intentos de derivación biliodigestiva y generación de cirrosis biliar consecutiva a la obstrucción crónica.2 Los pacientes con lesiones biliares tiene una expectativa de vida más corta, y un riesgo tres veces mayor de muerte a largo plazo en comparación con pacientes con antecedentes de colecistectomía.11 Las lesiones de vías biliares ocurren en todo tipo de situaciones y son independientes de la experiencia del cirujano, tanto en la cirugía abierta como en la laparoscópica. Se ha corroborado que aún superada la curva de aprendizaje, las lesiones se producen.12 Es probable, que en el momento actual, la frecuencia de lesión en los procedimientos abierto y laparoscópico se encuentren en convergencia. Esto puede explicarse por dos situaciones; la frecuencia “estable” de lesiones con el laparoscopio, donde ya los residentes tienen enseñanza del procedimiento como parte del currículum académico de la residencia, y la probabilidad de que los casos más complejos (inflamación) se lleven a cabo por acceso abierto. 13,14 De acuerdo a Moosa y cols15, las lesiones a las vias biliares principales se producen, por las siguientes razones: 1. Oclusión o transección de conducto erróneamente identificado. 2. Oclusión de la luz del conducto hepatocolédoco al ocluir el conducto cístico. 3. Afección de la circulación del conducto por disección excesiva. 4. Lesión interna del conducto por exploración y manipulación forzada. 5. Lesión por aplicación de energía térmica o eléctrica o ambas. El 70% de las lesiones ocurre por interpretación errónea de la anatomía. Hecho que es más habitual en la cirugía laparoscópica, ya que la imposibilidad de obtener imágenes tridimensionales y la de palpar el hilio son parte del procedimiento. La identificación errónea del conducto cístico, por el hepatocolédoco, constituye una 7 de las causas más frecuentes de lesión. 16 La hemorragia al nivel del hilio hepático es una de las causas frecuentes de lesión de conductos. No se debe hacer intento alguno de hemostasia sin identificación plena de las estructuras.17 La obesidad se ha involucrado en factores de riesgo, dado que la infiltración grasa del hilio dificulta la disección de los elementos. Esto no es una regla, dado que algunos pacientes con obesidad tienen el hilio libre y lo opuesto también puede encontrarse. Las variantes anatómicas que se observan entre 10-15% de los pacientes y que son difíciles de detectar en el preoperatorio pueden predisponer a las lesiones. 18 La estructura normal del hilio y el triángulo de Calot puede alterarse por un proceso inflamatorio y uno cicatricial relacionados con los episodios de colecistitis. Los extremos de estas posibilidades son el síndrome de Mirizzi y la vesícula escleroatrófica. Ambas anomalías pueden predisponer a la lesión biliar en la colecistectomía por ambos accesos.19 Los errores de interpretación son inherentes a la condición mental humana, donde por retroalimentación incorrecta el cirujano se convence que está en lo correcto. Way cols, concluyen que éstos errores de deben a percepción errónea y no a falta de destreza, conocimiento o juicio. La percepción errónea es de tal magnitud que el cirujano no la reconoce y aunque encuentra variantes, no ocurre retroalimentación correctiva, lo cuál es característico del pensamiento humano. Los autores sugieren que se puede incide con entrenamiento y vigilancia para disminuir de modo sustancial la posibilidad de lesión. 19 Algunas veces las lesiones de vías biliares se vinculan con elementos del hilio hepático. La lesión vascular más frecuente es la de la arteria hepática derecha. Las lesiones de vasos principales se presentan en menos de 5% de los casos, no obstante la lesión de la arteria hepática derecha se ha documentado hasta en cerca de 50% de las lesiones complejas.18 Desde su introducción hace más de 70 años, ha sido siempre debatido si debe utilizarse la colangiografía de manera sistemática o no. La mayoría de los cirujanos la considera un procedimiento demandante y no la realizan de modo sistemático. Expertos en el área como Soper, la recomiendan constantemente. Estudios recientes demuestran una incidencia menor , aunque no significativa, de lesiones de conductos biliares cuando se hace colangiografía sistemática.21 Way y Stewart han comunicado lesiones de vías biliares por intento de colangiografía. La postura de los autores es llevar a cabo colangiografía de modo selectivo y fundamentalmente indicada en sospecha de coledocolitiasis. También en los casos de escape biliar oscuro, aunque los metanálisis han encontrado menor incidencia de lesión, la diferencia no es significativa, y por este hecho, no hay evidencia suficiente que justifique su realización en todos los casos.19 Clasificación de las lesiones Se han creado múltiples clasificaciones, sobre todo después de la era laparoscópica, ya que los mecanismos de lesión son distintos aunque el resultado sea el mismo que en el acceso abierto, en la mayoría de los casos. 2 A juicio de ésta revisión, la clasificación más completa para describir las lesiones laparoscópicas es la de Strasberg. Utiliza cinco grupos clasificados por letras en orden alfabético, donde en el quinto grupo (E ) se encuentran comprendidas las lesiones referidas en la clasificación de Bismuth (la cuál probablementecontinúe 8 siendo la más utilizada). De las lesiones que el grupo de autores ha estudiado, sólo una, la lesión aislada del conducto hepático izquierdo, no ha sido posible incluirla dentro de ésta clasificación. 22 En esencia, las lesiones son individuales para cada paciente y depende de muchos factores el resultado final. En muchas ocasiones, una lesión no compleja se convierte en compleja en el primer intento fallido de reparación. En otras, un proceso inflamatorio o infeccioso, o ambos, del hilio hepático, produce lesión alta, que hace migrar la clasificación de la lesión. 2 Clasificación de Strasberg (Fig 1)22 Lesión Descripción A Fuga biliar de muñón cístico o de conducto accesorio. Se conserva continuidad con la vía biliar. B Conducto accesorio dividido y sin continuidad con vía biliar. C Fuga de conducto que no mantiene comunicación con vía biliar. D Lesiones laterales del conducto. E Sección completa de vía biliar. Se subclasifica E1-E5 (igual que la clasificación de Bismuth). E5 lesión de la confluencia en relación con la de un conducto accesorio. Figura 1 (Clasificación de Strasberg) Clasificación de Stewart-Way: 20 Se basan en el mecanismo y la estructura de la lesión. (Fig. 2) Lesión Descripción Clase I Incisión o transección incompleta del conducto sin pérdida de sustancia del mismo. 5% lesión de a hepática derecha. Confusión del cístico con el conducto o extensión de la apertura del cístico al intentar colangiografía. Clase II Lesión lateral del conducto hepático que produce estenosis o fístula, o ambas. Por colocación de grapas o daño térmico por cauterio. Incluye la colocación inadecuada de una sonda T. Clase III (61%) Sección completa del conducto. IIIa Conducto común remanente; IIIb sección a nivel de la confluencia; IIIc ausencia de confluencia y IIId lesiones más altas. Lesión de arteria hepática en 27% de los casos. Clase IV (10%) Producidas sobre el conducto hepático derecho principal (68%) o accesorio (28%) y con lesión de arteria hepática derecha en 60% de los pacientes. En un 4% puede estar agregada una lesión del conducto principal a nivel de la confluencia. 9 Figura 2 (Clasificación de Stewart-Way) Clasificación de Corlette-Bismuth (Fig. 3) 23 Lesión Descripción Tipo I Lesión baja del conducto principal con longitud del muñón mayor de 2 cms. Tipo II Lesión a nivel medio, con longitud menor de 2 cms. Tipo III Lesión alta, sin conducto hepático común viable o disponible, pero con confluencia preservada. Tipo IV La confluencia participa, no hay comunicación entre los conductos derecho e izquierdo; hay una placa fibrosa entre ambos. Figura 3 (Clasificación de Corlette-Bismuth) Auxiliares de Diagnóstico En la obstrucción biliar, se incrementa la bilirrubina directa, con conservación de los valores de la indirecta. 24 AST y ALT se incrementan de dos a tres veces el valor y la oclusión aguda aumenta las transaminasas entre 200 y 400 unidades, aunque este incremento puede ser mayor.25 La fosfatasa alcalina siempre se encuentra incrementada en las lesiones de vía biliar; y en general, la cifra está condicionada por el grado de obstrucción. Los aumentos de fosfatasa alcalina en suero aún con 10 leves obstrucciones del flujo biliar ocurren antes de que haya ictericia. 26 La Gamma-glutamil-transpeptidasa aumenta aún con daños mínimos a la membrana del hepatocito, así como con colestasis mínima, lo cual la hace más sensible en enfermedad hepatobiliar y, en contraposición con la fosfatasa alcalina, no se incrementa en embarazo ni enfermedad ósea, así como en la pubertad. La GGT es seis veces más sensible que la fosfatasa alcalina, aunque su especificidad es baja. Aunque el aumento de ambas de forma conjunta aumenta la probabilidad de ser por causa hepatobiliar.27 El tiempo de protrombina, que mide los factores I, II, V, VII y X (vitamina K dependiente) no se afectan de inicio en las lesiones de vía biliar, y con seguridad se corregirán en el posoperatorio, una vez reparada la vía biliar. Sin embargo en obstrucción crónica, que no reaccionan a vitamina K, significa que hay daño hepático, probablemente cirrosis biliar secundaria. La ligadura del conducto produce una rápida disminución de la síntesis de albúmina, cuando los procesos de peritonitis o fístulas, o ambas, que se manifiestan en estado catabólico hacen que los valores se reduzcan. 2 La Colangiorresonancia magnética (Fig 4) tiene una sensibilidad alta de cerca de 90% en las series que analizan el diagnóstico de enfermedades biliares en comparación con colangiografía retrógrada. Tiene la ventaja de mostrar dilataciones de vía biliar y de la vía biliar no dilatada y no sensible a opacificación por la colangiografía retrógrada por estenosis completa. Una de las ventajas de la colangiografía endoscópica (Fig 5) diagnóstica es la posibilidad de obtener biliar para cultivo y medición de marcadores tumorales como CEA, Ca 19-9, fibronectina, mutaciones K-ras o p53, así como especímenes para estudio citológico, ya que posee sensibilidad de 20 a 60% y de 70% en citologías repetidas. 28 El ultrasonido es el método de elección e inicio de estudio para las lesiones de vía biliar. En la lesión aguda, no es de gran utilidad dado que en muchas ocasiones no muestra cambios. A las 48 a 96 horas posoperatorias llega a mostrar pequeñas acumulaciones perihiliares. Un ultrasonografista (Fig. 6) experimentado acaso puede observar ensanchamiento de conductos comparados con estudios preoperatorios, si están disponibles. Sin embargo es capaz de detectar, líquido libre en el posoperatorio, perihepático o distribuido en todo el abdomen; lo cuál debe alertar definitivamente al cirujano. En estenosis tardía posoperatoria, pone de manifiesto la dilatación de la vía biliar, inclusive extrahepática, así como la dilatación y probable litiasis secundaria obstructiva de las derivaciones biliodigestivas. La tomografía axial computarizada (Fig. 7) constituye el mejor método para realizar funciones guiadas con colocación de catéteres; puede detectar dilatación de vías biliares aunque no mejor que el ultrasonido. La colangiografía intravenosa requiere que la bilirrubina tenga concentración menor de 2mg/dl para que el medio de contraste pueda eliminarse. Hoy en día ha sido sustituida por el ultrasonido, la colangiorresonancia y la colangiografía retrógrada. 2 11 Figura 4 (Colangiorresonancia Magnética con Derivación Biliodigestiva) Figura 5 (Colangiografía retrógrada endoscópica con dilatación de la vía biliar). Figura 6 (Ultrasonido de Hígado y Vías Biliares que demuestra una colección). Figura 7 (Tomografía axial computada de hígado que muestra una colección) 12 La colangiografía percutánea (Fig. 8) constituye una buena opción para pacientes en los cuáles es imposible opacificar la vía biliar con la colangiografía retrógrada, para delinear el árbol biliar, con excelente definición para evaluar la extensión de la lesión de la vía biliar y con la oportunidad de establecer drenado preoperatorio o colocación de catéteres, o ambas como guía para la intervención. Existe el riesgo en algunos casos de biliperitoneo, ya que puede ocurrir fuga incluso cuando se utilizan agujas pequeñas. 29 Figura 8 (Colangiografía percutánea con estenosis del colédoco y colocación de catéter de derivación biliar mixta) Tratamiento Son múltiples las situaciones y los estados en los que un paciente puede evaluarse, desde la lesión reciente hasta una lesión identificada tiempo después. Las lesiones identificadas en el transoperatorio son sensibles a reparación inmediata, dado que se identifica la vía biliar lesionada y es posible realizar una anastomosis por arriba de la lesión. Se calcula que en los Estados Unidos, solo el 15% de los cirujanos que lesionan una vía biliar es capaz de realizar la reparación. Si no hay un cirujano capaz disponible es preferiblecolocar drenajes de calibre adecuado, para cerrar la pared y referir al paciente a un sitio con toda la infraestructura técnica y humana para realizar la reparación. No es recomendable ligar el conducto con propósito de que “se dilate”. Ya que además del dolor, en las primeras 24 a 72 hrs se manifiesta la insuficiencia hepática. No es aconsejable realizar una anastomosis primaria del conducto aunque sea posible colocar una férula, ya que los muñones generalmente presentan isquemia y puede ocurrir una dehiscencia o una estenosis tardía. La mayoría de las anastomosis termino-terminales de la vía biliar fracasa. Así como la anastomosis al duodeno es riesgosa debido a la tensión que se genera. La mejor opción es realizar una hepatoyeyunoanastomosis en Y de Roux con asa desfuncionalizada, con o sin férula transhepática o transanastomótica. Las anastomosis deben efectuarse altas, para asegurar el buen estado circulatorio de los conductos. En las lesiones detectadas en los primeros días, el dolor y/o el íleo posoperatorio son la primera manifestación de la mayoría de las lesiones. La fiebre posoperatoria, producida por una atelectasia pulmonar, puede encontrarse asociada. En las primeras horas hay datos de disfunción hepática con aumento de las bilirrubinas a expensas de directa, aumento de la fosfatasa alcalina y la GGT y disminución de la albúmina. En un principio los tiempos de coagulación no se alteran. El ultrasonido, es el método más sensible para detectar líquido peritoneal libre. La única contraindicación formal para no llevar a cabo la intervención quirúrgica es la presencia de sepsis o la disfunción orgánica múltiple. 2 La colangiografía transendoscópica tiene gran utilidad diagnóstica, junto con la potencial ventaja terapéutica. Sobre todo en las lesiones más frecuentes (Strasberg 13 A, que es del 65%), la cuál puede tratarse con esfinterotomía con o sin colocación de endoprótesis para disminuir la presión del conducto y reducción en consecuencia y cierre de la fístula. El drenaje de la fuga biliar hacia la cavidad abdominal puede resolverse por vía percutánea o abierta. Cuando se ha producido una lesión completa de la vía biliar, el estudio colangiográfico endoscópico tiene poca utilidad.30 La colangiografía percutánea delimita de manera adecuada la estructura biliar, el sitio probable de obstrucción o fuga o ambas, y da la posibilidad de colocar catéteres intrahepáticos que puedan servir para el drenaje de la vía biliar y así reducir la presión intraductal. La colocación de catéteres transhepáticos es necesaria para delinear la anatomía completa, descomprimir la vía biliar y planear la cirugía electiva.2 En las lesiones identificadas en el posoperatorio tardía, la ictericia obstructiva es la principal manifestación. Hay algunos casos en los que solo se encuentra una fístula biliar externa.31 En los casos de lesiones de aparición tardía, casi siempre hay un proceso estenótico de la vía biliar, o bien un intento de reparación fallido. Estos casos pueden tener daño hepático por obstrucción crónica. Uno de los aspectos mas discutidos en la reconstrucción de vías biliares es el uso de férulas transhepáticas o transanastomóticas o ambas. Existen varias posibilidades de uso: a) Férula transhepatica. Colocada generalmente de forma percutánea, se ubica a través de la superficie hepatica y en un conducto biliar sin llegar a la anastomosis. b) Férula transhepática transanastomótica. Además de cumplir con los requisitos de la anterior, pasa a través del asa intestinal. c) Férula transanastomótica. No atraviesa el parénquima, solo queda en la luz del conducto o bien puede emerger como una yeyunostomía hacia el exterior, extrayéndolo a una distancia variable de la anastomosis d) Sondas transhepáticas transanastomóticas sin fin. Se introduce por la superficie hepática, transcurre de manera tranasanastomótica, pasa por la luz del intestino y emerge al exterior. Ambos extremos quedan por fuera de la piel. Cumplen varias funciones como son el control de la presión del conducto y del asa intestinal, lo cual permite el drenaje externo y evita dehiscencias; cicatrización epitelial de la mucosa sobre la férula para conservar el diámetro anastomótico; instrumentación posoperatoria, con o sin guía radiográfica y control radiográfico de la anastomosis. Las ventajas es que no se ha probado que sean indispensables; su tiempo de estancia es azaroso, funcionan como cuerpos extraños y sitios de formación de cálculos. El material de la sonda es también motivo de controversia.2 En cuanto al papel de la radiología en las lesiones de vías biliares, cumplen con definir el sitio y la causa de la lesión, sirven como drenaje percutáneo de acumulaciones, así como obstrucción de la vía biliar; drenaje y terapéutica paliativa de pacientes que no están en un estado adecuado para cirugía reconstructiva en un momento dado. Además de la identificación anatómica y de variantes en pacientes idoneos para reconstrucción. 2 14 En cuanto a vías de acumulación y perpetuación, la fistulografía es de gran utilidad para investigar el tamaño de la cavidad y los potenciales sitios de comunicación y/o escape.32 Cuando el drenaje no es suficiente para el control de la acumulación, es útil la colocación de endoprótesis por vía endoscópica.33 Las estenosis de anastomosis biliodigestivas pueden tratarse de forma percutánea con dilatación con balones, sin embargo el éxito es mayor en anastomosis en comparación con las estenosis isquémicas (sin anastomosis). 34 La radiología invasora hoy en día constituye una estrategia alterna a la intervención quirúrgica en sujetos seleccionados; la decisión de intentar el tratamiento radiográfico, se basa en la demostración de continuidad biliodigestiva, ya sea la lesión parcial de la vía biliar o bien por un intento previo de reconstrucción biliodigestiva.2 La colangiografía endoscópica, es el primer estudio que se debe realizar, ya que además de diagnosticar la lesión, tiene amplia posibilidad terapéutica en la más común de las lesiones (Tipo A Strasberg). El estudio identifica el sitio de fuga y mediante la colocación de endoprótesis (Figura 9), permite el tratamiento de un gran número de casos. El drenaje percutáneo de acumulaciones en combinación con el procedimiento endoscópico constituyen el método de elección para las fugas biliares. Uno de los requisitos para que el tratamiento sea eficaz tanto endoscópico como radiográfico, es la continuidad de la vía biliar. Los defectos parciales de la vía biliar (sin escapes con vía biliar íntegra) deben considerarse como lesiones complejas y requieren tratamiento quirúrgico. Un defecto de calibre considerable , que presenta menor resistencia al paso de la bilis que por la papila (abierta y ferulizada) se perpetuará y por esto es probable que no se cure con métodos endoscópicos convencionales. Las lesiones lineales del conducto pueden ser consideradas fugas y son sensibles de beneficiarse con la terapéutica endoscópica. 35,36,37 Figura 9 (Endoprótesis biliares para endoscopía). 15 Figura 9 (Endoprótesis biliar de plástico) Prevención La prevención de las lesiones de la vía biliar se basa en recomendaciones, aúnque solo se minimiza el riesgo, en realizada la prevención inicia al indicar correctamente una colecistectomía. Recomendaciones de Rossi a) Obtener máxima tracción cefálica de la vesícula, lo cual elimina los pliegues al nivel de la bolsa de Hartmann y el infundíbulo, y logra mejor exposición del triángulo de Calot. b) Tracción lateral e inferior de la bolsa de Hartmann. c) Inicio de la disección en el cuello de la vesícula con dirección medial, el ganglio cístico es una buena referencia. La disección se conserva cerca de la vesícula. d) Movilización medial de la bolsa de Hartmann, de tal modo que pueda retirarse el peritoneo de la cara posterior del triángulo de Calot. e) Liberación del cuello vesiculardel lecho para visualizar en toda su circunferencia la unión del cuello de la vesícula con el conducto cístico. f) Liberación completa e identificación de la estructura a la que se colocará la grapa. Si el cístico es corto quizá sea mejor utilizar una sutura. g) Colangiografía transoperatoria. h) Una vez divididos, la arteria y el conducto cístico; se conserva la disección cerca de la vesícula, lo cuál evita el uso excesivo del electrocauterio cerca del hilio. i) Conversión en caso de duda. Reglas de Stewart-Way I Imágenes ópticas. II a) Disección del triángulo de Calot, con tracción del infundíbulo para abrir el triángulo. b) Disecar la cara medial del infundíbulo. c) Certeza de que el cístico tiene continuidad completa con la vesícula. d) Abertura de cualquier plano entre la vesícula y lo que se tiene identificado como cístico 16 III Factores que sugieren confusión de conductos (cístico por colédoco): a) No se incluye completamente en la grapa común (9mm) b) Todo conducto que se dirige hacia atrás del duodeno es sospechoso de ser colédoco. c) Aparición inesperada de éste conducto. d) Una arteria de buen calibre retroductal (hepática derecha proveniente de la mesentérica). e) Exceso de estructuras linfáticas y vasculares. f) Falta de opacificación del conducto en la colangiografía. IV Colangiografía: a) Estructura confusa. b) Disección difícil. c) Sospecha de anomalía biliar (anatómica). Pensar en confusión con estructura normal antes de atribuir a una variante. V Evitar lesiones de conductos: a) Colocar grapas en estructuras totalmente disecadas y movilizadas; la punta de la grapa no debe tener tejido. b) No utilizar grapas en exceso (es decir, más de ocho). Sugiere colocación anormal (indica conversión). c) Necesidad de transfusión (indica conversión). d) Estructura oscura por hemorragia o inflamación, o ambas. VI Ilusión heurística. Convencimiento ilusorio de que se está en posición correcta y difícil de retroalimentar y corregir. La experiencia, el conocimiento y las habilidades técnicas por desgracia no protegen de lesiones. Strasberg ha creado la teoría de la visión crítica de las estructuras, al sustituir la teoría infundibular, lo cuál de alguna manera ha disminuido la frecuencia de errores heurísticos. La teoría infundibular de disección señala que al disecar el conducto cístico, el ensanchamiento de la vesícula indica la transición segura del conducto hacia el infundíbulo y por ende, asegura que sea el conducto cístico. La tracción del conducto cístico al nivel de la bolsa de Hartmann quizá produzca confusiones, dado que la vía biliar principal puede dar ésta misma imagen. La teoría de la visión crítica implica la disección completa del triángulo de Calot, asegura la disección del conducto y la arteria cística, con lo cuál se aprecia el inicio del lecho vesicular, y asegura que no se trata de la vía biliar principal o del conducto accesorio o de ambos. 38,39 JUSTIFICACION El presente estudio, permitirá obtener un panorama más claro acerca de la frecuencia de lesión de la vía biliar en los cirujanos mexicanos. Analizar los factores que pueden asociarse directamente con la lesión de vía biliar. Así a partir del análisis estadístico poder aportar información que pueda sugerir nuevas formas de aprendizaje y capacitación continua en cirugía laparoscópica, así como sugerencias para disminuir la incidencia de la lesión de vía biliar. Representa un 17 reporte preliminar de una encuesta nacional realizada en un congreso nacional de cirugía; en base a lo anterior, se ajustarán las preguntas y formato para realizarla en una mayor población de cirujanos y residentes de cirugía y obtener datos sobre ésta patología. OBJETIVOS 1. Obtener información acerca de la preparación en cirugía laparoscópica de los cirujanos que integran la Asociación Mexicana de Cirugía General. 2. Obtener un estimado de cirujanos con experiencia en lesiones de vía biliar y su manejo. 3. Presentar una evaluación circunstancial desde el punto de vista del cirujano, acerca de las lesiones de vía biliar obtenido por encuesta nacional a los cirujanos generales del país, con la finalidad de complementar un plan de medidas preventivas. 4. Estimar el tipo de lesión de la vía biliar más frecuentemente observada. 5. Estimar el momento de ocurrencia de lesión de vía biliar en relación con la experiencia del cirujano que la presenta. 6. Establecer los problemas, circunstancias concomitantes o predisponentes con las que a sentir del cirujano, más frecuentemente causaron la lesión de vía biliar. 7. Conocer la frecuencia de realización de la colangiografía transcística y transcolecística y circunstancia secundaria a lesión de vía biliar. MATERIAL Y METODOS Se realizó una encuesta en formato escrito, a cirujanos generales durante la realización del XXXIV Congreso Internacional de Cirugía General 2010, y en la reunión anual del Consejo Mexicano de Cirugía general. La encuesta consiste en contestar 21 preguntas en un tiempo aproximado de 10 minutos, de manera anónima y voluntaria. Se preguntará sí, previamente en alguna otra instancia ha respondido la encuesta, para evitar duplicación. La definición de lesión de vía biliar se incluirá al principio de la encuesta. Los resultados de la encuesta serán recolectados e ingresados a una base de datos para su análisis. Tipo y Diseño del Estudio Tipo Encuesta (Observacional, descriptivo, prospectivo y transversal ). La encuesta se divide en dos secciones: La introducción, donde se incluye preguntas relacionadas con los datos demográficos de los encuestados (años de práctica, tipo de hospital donde laboran, volumen de procedimientos, educación en cirugía laparoscópica, etc). La segunda parte del cuestionario son los datos relacionados a la lesión de la vía biliar, encaminada a conocer si el cirujano ha 18 tenido experiencia en lesión de la vía biliar, así como preguntas relacionadas con la lesión. Población y Tamaño de la Muestra El tamaño de la muestra fue de 320 cirujanos generales encuestados, provenientes de toda la Republica Mexicana, sin embargo fueron excluidas 94 encuestas ya que se encontraban incompletas (no fueron contestadas en su totalidad). Por lo tanto solo fueron analizadas 226 encuestas. Criterios de Inclusión, Exclusión y Eliminación a) Criterios de Inclusión: Médicos mexicanos, que cursen la residencia en cirugía general o médicos cirujanos titulados. b) Criterios de Exclusión: Estudiantes o médicos ajenos a la especialidad de cirugía general. c) Criterios de Eliminación: Encuestas que no sean contestadas en su totalidad. Variables I. Datos demográficos: Año de finalización de residencia (antes de 1992, después de 1992 o residente), tipo de práctica (privada, institucional, ambas), institución, tipo de hospital, número de camas en el hospital (más de 100, menos de 100), certificado por Consejo de Cirugía General, existencia de residencia en su hospital. II. Datos relacionados con lesión de la vía biliar: Colangiografía transcística en cirugía abierta y laparoscópica, colangiografía transcolecística en cirugía abierta y laparoscopica, número de colecistectomías abiertas y laparoscópicas en su experiencia como cirujano y previo a la lesión de la vía biliar, tipo de lesión según la clasificación de Strasberg, indicación de la cirugía donde tuvo lugar la lesión de la vía biliar, si se realizó colangiografía transoperatoria y que tipo, si ayudó a detectar la lesión, días aproximados cuando se detectó la lesión, la lesión se realizó en el momento o se refirió, quién realizó la reparación, y si tuvo seguimiento; razón según percepción que influyó en la lesión de la vía biliar. Fuentes de Información - Pubmed - Ovid - HINARI - Cochrane - Scielo - Redalyc - MD Consult - Imbiomed 19 ANALISIS ESTADISTICO El análisis estadístico se realizarácon prueba de Chi cuadrada (X2) para las variables categóricas. Y se utilizarán porcentajes para las variables cuantitativas. PROCEDIMIENTO El estudio será basado en la recolección de datos de la encuesta realizada a una muestra representativa de la población de cirujanos generales del país. Anexo: Encuesta 20 Hoja de Encuesta: Lesiones de la vía biliar Se define la lesión quirúrgica como la obstrucción (ligadura, clipado o estenosis cicatrizal) sección parcial o total de la vía biliar principal o de conductos aberrantes que drenan un sector o segmento hepático. I. DATOS DEMOGRAFICOS: 1. Año en que finalizó la residencia de cirugía general: Antes de 1992 ( ) Después de 1992 ( ) Residente ( ) 2. Tipo de práctica: Privada ( ) Institucional ( ) Ambas ( ) 3. Si su práctica es Institucional pertenece a: IMSS ( ) ISSSTE ( ) SSA ( ) Servicio Estatal de Salud ( ) 4. En que tipo de hospital labora: Instituto ( ) Hospital General ( ) Clínica ( ) 5. Si es hospital general, indique el número de camas con el que cuesta el mismo: Más de 100camas ( ) Menos de 100 camas ( ) 6. ¿Está certificado por el Consejo de Cirugía General? Sí ( ) No ( ) 7. En su unidad, ¿existe residencia en Cirugía General? Sí ( ) No ( ) 8. El entrenamiento que recibió en cirugía laparoscópica fue en: (Marque mas de una si fuera el caso). Residencia ( ) Cursos ( ) Tutorial ( ) Autodidacta ( ) II. DATOS RELACIONADOS CON LESION DE VIA BILIAR: Favor de responder lo más sincero y aproximado posible las siguientes preguntas: 1. En la colecistectomía abierta, ¿realiza colangiografía transcística? (En cístico) De forma rutinaria ( ) Cuando tiene duda ( ) Nunca ( ) 2. En la colecistectomía laparoscópica, ¿realiza colangiografía transcística? (En cístico) De forma rutinaria ( ) Cuando tiene duda ( ) Nunca ( ) 3. En la colecistectomía abierta, ¿realiza colangiografía transcolecística? (En vesicula) De forma rutinaria ( ) Cuando tiene duda ( ) Nunca ( ) 4. En la colecistectomía laparoscópica, ¿realiza colangiografía transcolecística? (En vesícula) 21 De forma rutinaria ( ) Cuando tiene duda ( ) Nunca ( ) 5. Cuantas colecistectomías ABIERTAS ha realizado en su experiencia como cirujano? Menor de 100 ( ) Mayor de 100 ( ) Mayor de 200 ( ) 6. Cuantas colecistectomías LAPAROSCOPICAS ha realizado en su experiencia como cirujano? Menor de 100 ( ) Mayor de 100 ( ) Mayor de 200 ( ) 7. Ha tenido en su practica quirúrgica, alguna lesión de la via biliar durante una colecistectomía ABIERTA (como cirujano)? Si ( ) No ( ) 8. Ha tenido en su practica quirúrgica, alguna lesión de la via biliar durante una colecistectomía LAPAROSCOPICA (como cirujano)? Si ( ) No ( ) SI NUNCA HA TENIDO UNA LESIÓN DE LA VÍA BILIAR EN SU PRACTICA QUIRURGICA, HA TERMINADO LA ENCUESTA. 9. ¿Cuántas colecistectomías ABIERTAS había realizado en su experiencia como cirujano, previo a la lesión biliar? Mayor de 200 ( ) Mayor de 100 ( ) Menor de 100 ( ) 10. ¿Cuántas colecistectomías LAPAROSCOPICAS había realizado en su experiencia como cirujano, previo a la lesión biliar? Mayor de 200 ( ) Mayor de 100 ( ) Menor de 100 ( ) 11. Identifique, según la clasificación de Strasberg; el tipo de lesion que presentó, en la L si fue por laparoscopía y en la A si fue por cirugía abierta. A un lado anotar el número de lesiones. 22 12. La indicación de la cirugía donde tuvo la lesión de la vía biliar fue: Urgencia ABIERTA( ) Electiva ABIERTA( ) Urgencia LAPAROSCOPICA ( ) Electiva LAPAROSCOPICA ( ) 13. Realizo colangiografia transoperatoria durante el evento quirúrgico ante la sospecha de una lesión o la realizo de rutina? Sospecha ( ) Rutina ( ) No realizo ( ) 14. Que tipo de colangiografia realizo? Transcistica ( ) Transcolecistica ( ) 15. ¿Le ayudó a detectar la lesión? Sí ( ) No ( ) 16. Días aproximados en que se detectó la lesión: Durante la intervención ( ) Después (¿cuantos días después?:_________) 23 17. La reparación de lesión se realizó en… En el momento ( ) Se refirió a otro centro ( ) 18. Si se realizó en el momento, ¿quien realizó la reparación? Usted ( ) Otro cirujano ( ) 19. Tuvo seguimiento del paciente. Sí ( ) No ( ) 20. Si lo dio de alta, ¿cuanto tiempo después de la lesión? _______________ 21. ¿Cuál es la razón, que usted percibe, más influye o influyó en la lesión de la vía biliar? Marque más de una si fuera el caso. ( ) Conducto cístico corto y anómalo, ( ) Inflamación aguda, ( ) Dificultad de identificar los planos de disección, ( ) Variante anatómica, ( ) Exposición inadecuada, ( ) Sangrado, ( ) Problemas de equipo, ( ) Problemas de asistente, ( ) Condición clínica del paciente, ( ) Desconocido u otro Cual:_______________________________________________________________________ HA TERMINADO LA ENCUESTA. GRACIAS POR SU PARTICIPACION. LOS DATOS SERAN CONFIDENCIALES. RESULTADOS Se realizaron en total 320 encuestas. De las cuales 94 fueron excluidas por qué no cumplían con los criterios para la realización de éste estudio. La causa de la exclusión fue el incumplimiento con el llenado total de la encuesta en caso de que se tratara de lesión de vía biliar o incongruencias en su llenado. El estudio se divide en Datos demográficos y datos relacionados con la lesión de vía biliar. I. Datos Demográficos En el resultado final de analizaron 226 encuestas, las cuáles se dividieron en 3 grupos comparativos. Tomando en cuenta la fecha de inicio de la residencia, en relación al año de la introducción de la laparoscopía, por lo tanto la primera pregunta que se realizaba en dicha encuesta se refiere al año de inicio de la residencia. Arrojando los siguientes resultados. Se entrevistaron a 48 cirujanos que iniciaron su residencia antes de 1992 (21.24%), al cual llamaremos Grupo A, 95 cirujanos iniciaron su residencia después de 1992 (42.03%), al que nos referiremos como Grupo B, y además se entrevistaron a 83 residentes (36.73%) que será el Grupo C. (Gráfica no. 1) En cuanto al tipo de práctica que realizan dichos cirujanos, el 100% de los residentes contestó institucional. De el grupo A, 11 (22.9%) se dedica únicamente a la práctica privada, y 37 (77.1%) tienen tanto práctica privada como institucional. El grupo B el 7.37% (7 cirujanos) se dedica únicamente a la práctica privada, 18.95% (18 cirujanos) exclusivamente a la práctica institucional y el 73.68% (70 cirujanos) a ambas. (Gráfica no. 2) 24 En cuanto a los cirujanos que se desenvuelven en instituciones; el 54% (20 cirujanos) del Grupo A, 43.18% (38 cirujanos) del Grupo B y el 32.53% (27 cirujanos) del Grupo C trabajan en el IMSS. En el ISSSTE el 21.6% (8 cirujanos)del Grupo A, 15.9% (14) del Grupo B y 8.43% (7 cirujanos) del Grupo C. En la SSA, el grupo A labora el 29.7% (12 cirujanos), del grupo B labora el 56.81% (50 cirujanos), en el Grupo C el 53.01% (44 cirujanos). El servicio estatal de salud, cuenta con un 5.4% (2 cirujanos) de los encuestados del grupo A, 9.09% (8 cirujanos) del grupo B y 6.03% (5 cirujanos) del grupo C. Cabe mencionar que tanto en los grupos A y B algunos cirujanos cuentan con más de 2 trabajos, por lo tanto algunos laboran tanto en medicina privada, como en 2 instituciones a la vez. (Gráfica no. 3) En cuánto al tipo de hospital en el que se labora el 14.6% (7 cirujanos) del grupo A, el 20% (19 cirujanos) del grupo B y el 32.53% (27 residentes) del grupo C laboran en institutos. En clínicas laboran el 31.2% (15 cirujanos) del grupo A, el 7.37% (7 cirujanos) del grupo C y el 6.03% (5 residentes) del grupo C. (Gráfica no. 4 ) En cuanto a los cirujanos que laboran en hospitales generales; el grupo A cuenta con el 54.02% (26 cirujanos) de su población, de los cuáles el 76.9% (20 encuestados) de éstos cuentan con mas de 100 camas y el 23.1 % (7 encuestados) cuenta con menos de 100 camas. El grupo B cuenta con 78 cirujanos (82.1%) del total, de éstos el 53.84% (42 encuestados) tiene más de 100camas y el 46.16% (36 encuestados) menos de 100. Del grupo C el 67.47% (56 residentes) laboran en un hospital general, los cuáles tienen más de 100camas el 92.86% (52 hospitales) y el 7.14% menos de 100 (4 hospitales). (Gráfica no. 5) De los cirujanos del grupo A, el 91.67% (44 cirujanos) están certificados por el Consejo de Cirugía General. Del grupo B el 75.79% (72 cirujanos). El grupo C fue excluido de ésta pregunta ya que requiere se cirujano titulado para estar certificado. (Gráfica no.6 ) En cuanto a la presencia de residentes dentro del lugar en el que labora el cirujano, del grupo A el 58.33% (28 cirujanos) cuentan con residentes y del grupo B el 55.79% (53 cirujanos). (Gráfica no.7 ) El tipo de entrenamiento laparoscópico recibido, en el grupo A el 82.6% recibió entrenamiento por medio de cursos (38 cirujanos), de forma tutorial el 36.95% (17 cirujanos) y el 17.4% han sido autodidactas (8 cirujanos). Es importante mencionar que la mayoría se han involucrado tanto en cursos como en el resto de tipos de entrenamientos. 2 cirujanos encuestados no realizan laparoscopía y nunca han recibido entrenamiento (el 4.2% de la población total del grupo A encuestada). En el grupo B el 55.5% (50 cirujanos) recibió entrenamiento durante la residencia, así como un 77.11% de cursos (64 encuestados), el 25.55% de forma tutorial (23 cirujanos) y el 10% (9 cirujanos) también de forma autodidacta. En éste grupo 5 cirujanos no realizan laparoscopía y no han recibido entrenamiento alguno de la misma (5.26% del total de la población del grupo B). En cuanto al grupo de residentes (Grupo C) el 98% (81 residentes) reciben el entrenamiento laparoscópico dentro de la residencia, el 23.46% (19 cirujanos) han asistido a cursos, el 13.58% (11 cirujanos) reciben entrenamiento tutorial y el 4.93% (4 cirujanos) de forma autodidacta. 2 residentes no realizan cirugía laparoscópica y no han recibido ningún tipo de entrenamiento (2.4% del total de la población del grupo C). (Gráfica no. 8) II. Datos Relacionados con Lesión de Vía Biliar En cuanto al uso de la colangiografia, el estudio lo dividió en colangiografía transcística o transcolecística tanto en cirugía abierta como laparoscópica, arrojando los siguientes resultados en los 3 grupos: (Gráficas no.9- 12) 25 En el Grupo A: La colangiografía transcística en colecistectomía abierta el 8.4% (4 cirujanos) lo realiza de forma rutinaria, el 77% (37 cirujanos) solo en caso de duda y el 14.6% (7 cirujanos) nunca realiza el estudio. En cuanto a la colecistectomía laparoscópica el 2.17% (1 cirujano) lo realiza de forma rutinaria, el 73.91% (34 cirujanos) en caso de duda y el 23.92% (11 cirujanos) nunca lo realiza. En cuanto a la colangiografía transcolecística en colecistectomía abierta ninguno lo realiza de forma rutinaria, el 23% (11 cirujanos) solo en caso de duda y el 77% (37 cirujanos) nunca lo realiza. Durante la colecistectomía laparoscópica en 2.18% (1 cirujano) lo realiza de forma rutinaria, el 28.26% (13 cirujanos) en caso de duda, y el 69.56% (32 cirujanos) nunca lo realizan. En el Grupo B: La colangiografía transcística en colecistectomía abierta, el 3.16% (3 cirujanos) lo realiza de forma rutinaria, y el 76.84% (73cirujanos) solo en caso de duda y el 20% (19 cirujanos) nunca lo realiza. En una colecistectomía laparoscópica el 2.22% (2 cirujanos) la realiza de forma rutinaria, el 73.33% (66 cirujanos) en caso de duda y el 24.45% (22 cirujanos) nunca la realiza. En cuanto a la colangiografía transcolecística en colecistectomía abierta ninguno lo realiza de forma rutinaria, el 25.26% (24 cirujanos) en caso de duda y el 74.74% (71 cirujanos) no la realiza. En una colecistectomía laparoscópica, el 1.11% (1 cirujanos) lo realiza de forma rutinaria, el 33.33% (30 cirujanos ) en caso de duda y el 65.56% (59 cirujanos) nunca lo realiza. En el grupo C: La colangiografía transcística en colecistectomía abierta no la realizan de forma rutinaria, el 80.72% (67 residentes) la realiza solo en caso de duda, y el 19.28% (16 residentes) no la realiza nunca. En la colecistectomía laparoscópica, el 1.23% (1 residente) la realiza de forma rutinaria, el 65.43% (53 residentes) en caso de duda y el 33.34% (27 cirujanos) nunca la realiza. En cuanto a la colangiografía transcolecística en colecistectomía laparoscópica, no se realiza de forma rutinaria, el 28.39% (23 residentes) solo en caso de duda y el 71.61%(58 residentes) nunca la realiza. En la colecistectomía abierta, no se realiza de forma rutinaria, el 26.50% (22 residentes) en caso de duda y el 73.5% (61 residentes) nunca la realiza. En cuanto a la experiencia de los cirujanos encuestados, se basó en el número de colecistectomías realizadas. En relación a esto se recolectaron los siguientes datos: número de colecistectomías abiertas realizadas como cirujano el grupo A contestó que mayor a 100 en un 14.58% (7 cirujanos) y el resto (85.42% o 41 cirujanos) más de 200 cirugías realizadas. El grupo B, el 4.21% (4 cirujanos) contestó que menor de 100, el 30.53% (29 cirujanos) mayor de 100 y el 65.26% (62 cirujanos) mayor de 200. El grupo C el 74.7% (62 cirujanos) ha realizado menos de 100, el 22.89% (19 cirujanos) mas de 100 y el 2.41% (2 cirujanos) más de 200. (Gráfica no. 13) En relación al número de colecistectomías laparoscópicas, el grupo A el 23.93% (11 cirujanos) ha realizado menos de 100 colecistectomías laparoscópicas, el 21.73% (10cirujanos) más de 100 y el 54.34% (25 cirujanos) más de 200; del grupo B el 33.33% (30 cirujanos) ha realizado menos de 100, el 25.55% (23 cirujanos) mas de 100 y el 41.12% más de 200 (37 cirujanos); y en el grupo C el 91.36% (74 cirujanos) a realizado menos de 100, el 4.94% (4 cirujanos) más de 100 y el 3.7% (3 cirujanos) más de 200. (Gráfica no. 14) En cuanto al número cirujanos que han presentado lesiones de vía biliar en colecistectomías abiertas (Gráfica no. 15): El 62.5%(30 cirujanos de 48 ) de los cirujanos 26 del grupo A han presentado al menos una lesión de la vía biliar (cabe mencionar que en las encuestas algunos cirujanos contaron hasta con 5 lesiones de vía biliar). De ellos, el 43.33%(13 cirujanos) había realizado más de 200 colecistectomías abiertas previa a la lesión de la vía biliar, el 20% (6 cirujanos) más de 100 y el 36.67% (11 cirujanos) menos de 100. En el grupo B el 43.16% (41 cirujanos de 95) ha presentado al menos una lesión de vía biliar y de ellos el 26.82% (11 cirujanos) la presentó después de haber realizado más de 200 colecistectomías abiertas, el 43.92% (18 cirujanos) más de 100 y el 29.26% (12 cirujanos) menos de 100. En el grupo C el 9.64% (8 residentes de 83) presentaronal menos una lesión de la vía biliar, de éstas el 25% (2 residentes) la presentó después de más de 100 colecistectomías abiertas realizadas y el 75% (6 residentes) menos de 100. (Gráfica no. 16) En relación al número de cirujanos que han presentado lesiones de vía biliar en colecistectomía laparoscópica (Gráfica no. 17): Del grupo A el 43.48% (20 cirujanos de 46) lo ha presentado, y de ellos el 40% (8 cirujanos) después de 200 colecistectomías realizadas, el 15% (3 cirujanos) en más de 100 y el 45%(9 cirujanos) en menos de 100. El grupo B reportó un 41.12% (37cirujanos de 90) de cirujanos y de ellos el 16.21% (6 cirujanos) tenía más de 200 colecistectomías laparoscópicas realizadas, el 51.35%(19 cirujanos) más de 100 y el 32.44% (12 cirujanos) menos de 100. En el grupo C el 12.34% (10 residentes de 81) ha presentado al menos una lesión, de ellos el 10% (1 cirujano) la presentó después de 100 colecistectomías y el 90% (9 cirujanos) en menos de 100. (Gráfica no. 18) Es importante mencionar que en los 3 grupos en cuanto a las lesiones en cirugía laparoscópica, el porcentaje de cirujanos se realizó excluyendo al número de cirujanos que no la practican. Se sumaron el total de lesiones de la vía biliar por colecistectomía abierta en los 3 grupos, encontrando 79 lesiones en total (43.8%), y el total de las lesiones por colecistectomía laparoscópica, encontrando 67 lesiones (30.87%). El total de lesiones tanto abiertas como laparoscópicas fue de 146 lesiones en los 226 encuestados con un porcentaje de 64.6%. Se calculó la Xi Cuadrada (X2) para valorar si había diferencia significativa en cuanto a las lesiones de vía biliar en la colecistectomía abierta; al comparar los 3 grupos encontramos una X2 de46.46 con una p=0.00001. Así mismo se excluyo el grupo C (residentes) encontrando una X2 de 4.8096, con una p=0.0283. Siendo más frecuente en el grupo A. Se realizó el cálculo de Xi Cuadrada para lesión de vía biliar en colecistectomía laparoscópica comparando a los 3 grupos, encontrando una X2 de 20.8724 con una p=0.00001. Al excluir al grupo C se encontró una X2 de 0.0700 con una p=0.7914. Al analizar el comportamiento, en cuanto al número de colecistectomías realizadas previas a la lesión, se busca la diferencia significativa en colecistectomía abierta comparando los 3 grupos así como el número de colecistectomías (menos de 100, más de 100 y 200), encontrando una X2 de 8.29 con una p=0.00813. a favor del grupo C, Al excluir al grupo C se encontró una X2 de 3.84, con una 0=0.146. Se realizó el mismo estudio para colecistectomía laparoscópica, al comparar los 3 grupos se encontró una X2 de 18.82, con una p= 0.0009; a favor del grupo C, al excluir el grupo C se encontró una X2 de 7.99, con una p= 0.0184. Posteriormente se analizaron en cuanto al tipo de lesión según la clasificación de Strasberg en relación al porcentaje de cirujanos que las reportaron; con los siguientes resultados: (Gráfica no. 19-21) 27 En las colecistectomías abiertas: La lesión tipo A en el grupo A reportaron un 6.67% de frecuencia, en el grupo B un 14.63% y en el C un 50 %. La lesión tipo B en el grupo A reportaron un 16.67% de frecuencia, en el grupo B un 9.76% y en el C un 25%. La lesión tipo C en el grupo A reportaron un 10% de frecuencia, en el grupo B un 17.07 % y en el C un 0%. La lesión tipo D en el grupo A reportaron un 16.67% de frecuencia, en el grupo B un 19.52% y en el C un 0%. La lesión tipo E1,E2 en el grupo A reportaron un 30% de frecuencia, en el grupo B un 24.39% y en el C un 0%. La lesión tipo E3 en el grupo A reportaron un 10% de frecuencia, en el grupo B un 4.87% y en el C un 12.5%. La lesión tipo E4 en el grupo A reportaron un 6.67% de frecuencia, en el grupo B un 7.32% y en el C un 0%. La lesión tipo E5 en el grupo A reportaron un 3.32% de frecuencia, en el grupo B un 2.44% y en el C un 12.5%. En las colecistectomías Laparoscópicas: La lesión tipo A en el grupo A reportaron un 10% de frecuencia, en el grupo B un 18.91% y en el C un 30 %. La lesión tipo B en el grupo A reportaron un 20% de frecuencia, en el grupo B un 10.82% y en el C un 20%. La lesión tipo C en el grupo A reportaron un 30% de frecuencia, en el grupo B un 16.22 % y en el C un 0%. La lesión tipo D en el grupo A reportaron un 10% de frecuencia, en el grupo B un 21.62% y en el C un 20%. La lesión tipo E1,E2 en el grupo A reportaron un 5% de frecuencia, en el grupo B un 16.22% y en el C un 20%. La lesión tipoE3 en el grupo A reportaron un 5% de frecuencia, en el grupo B un 10.81% y en el C un 0%. La lesión tipo E4 en el grupo A reportaron un 5% de frecuencia, en el grupo B un 2.7% y en el C un 0%. La lesión tipo E5 en el grupo A reportaron un 15% de frecuencia, en el grupo B un 2.7% y en el C un 10%. En relación a la indicación de cirugía por la cuál tuvo lugar la lesión de la vía biliar, se consideraron si era urgencia o electiva tanto en laparoscópica como en cirugía abierta. (Gráfica no. 22) 28 En el grupo A en referencia a la colecistectomia abierta el 53.33% (16 lesiones) fue secundaria a una urgencia y el 46.67% (14 lesiones) secundaria a una cirugía electiva. En la laparoscópica el 25%(5 lesiones) fue por urgencia y el 75%(15 lesiones) fue como electiva. En el grupo B en referencia a la colecistectomía abierta el 60.97% (25 lesiones) fue secundaria a urgencia y el 39.03%(16 lesiones) en electiva. En la laparoscópica, el 37.83% (14 lesiones) fue por urgencia y el 62.17%(23 lesiones) en cirugía electiva. En el grupo C en cuanto a la colecistectomía abierta el 87.5%(7 lesiones) fue por urgencia y el 12.5% (1 lesión) por electiva y en relación a la colecistectomía laparoscópica el 50% (5 lesiones) fue por urgencia y el otro 50% (5 lesiones) como electiva. Se evaluó si había diferencia significativa entre la urgencia y la cirugía electiva en cuanto al riesgo de lesionar la vía biliar. Encontrando al comparar la colecistectomía abierta electiva y de urgencia una X2 de 3.0940 con una p=0.2129. Al excluir el grupo C se encontró una X2 de 0.4141 con una p= 0.5199. Al evaluar la colecistectomía laparoscópica electiva contra la de urgencia se encontró una X2 de 1.9811 con una p=0.3714. Al excluir el grupo C se encuentra una X2 de 0.9876 con una p=0.3203. En cuanto al evento, la realización de la colangiografía (Gráfica no. 23-26): el 48% (24 cirujanos) del grupo A lo realizó de forma transcística por sospecha, el 6% (3 cirujanos) como rutina y el 46% (23 cirujanos) no lo realizó. El 100% (50 cirujanos) no realizó colangiografía transcolecística. La colangiografía transcística ayudó al 62.96% (17 de 27cirujanos) a detectar la lesión. El grupo B en relación a la colangiografía durante el evento. El 19.23% (15 cirujanos) la realizó de forma transcística por sospecha y el 6.41% (5 cirujanos) de forma rutinaria, el 74.36% (58 cirujanos) no la realizó. El 5.12%(4 de 78 cirujanos) la realizó de forma transcolecística por sospecha y el resto no la realizó. De la colangiografía transcística ayudo al 85% (17 cirujanos) a detectar la lesión y de la transcolecística al 100% (4 de 4 cirujanos). En el grupo C el 33.33% (6 de 18 cirujanos) realizó colangiografía transcística así como transcolecística por sospecha, el resto no realizó ninguna. De ellas la colangiografía transcística les ayudó al 100% (6 de 6 cirujanos) a detectar la lesión, en tanto que al 83.33% (5 de cirujanos) de las transcolecística fue de ayuda en el detección. En cuanto al momento en que se detectó la lesión (Gráfica no. 27-30), en el grupo A el 72% (36 encuestados) fue durante la intervención y de éstos el 52% (26 encuestados) se realizó en el momento y el 48% (24 encuestados) se refirió a otro centro, la reparación fue hecha por el mismo cirujano en un 76.2% (20 encuestados) y el resto por otro cirujano; el 92% (46 de 50 lesiones) de los pacientes tuvieron seguimiento. El 28% (14 encuestados) de laslesiones se detectaron después de la intervención. En el grupo B el 71.79% (56 de 78 lesiones) se detectó durante la intervención, éstos mismos se repararon en el momento y de ellos el 91.07% (51 cirujanos) por el mismo cirujano y el resto por otro cirujano. El 82.05%(64 lesiones) de los pacientes tuvieron seguimiento. El 28.21% (22 lesiones) de las lesiones se detectaron después de la intervención. En el grupo C el 72.22% (13 lesiones) de las lesiones se detectaron durante la intervención y el 27.78% (5 lesiones) después. De los que se detectaron durante la intervención ese mismo porcentaje se reparó en el momento, sin embargo el 7.69% (1 cirujano) fue 29 reparado por el cirujano (residente) y el 92.31%(12 cirujanos) por otro cirujano. El 100% de los pacientes contó con seguimiento. En cuanto a las causas o circunstancias relacionadas con la lesión de vía biliar, la mayoría reporta más de una causa (Gráfica no. 31-46) . En los siguientes cuadros se representan por tipo de lesión y grupo (A, B y C) y sus diversas causas. Cada lesión cuenta con un número adyacente que indica el número de lesiones registradas por cada tipo. Lesiones en Colecistectomías Abiertas / Grupo A A 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (100%) 1 (50%) 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (100%) 2 (100%) 1 (50%) 1 (50%) B 5 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (40%) 2 (40%) 2 (40%) 1 (20%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (20%) 1 (20%) 1 (20%) C 3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (33.3%) 1 (33.3%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (33.3%) 1 (33.3%) D 5 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (20%) 3 (60%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (20%) 1 (20%) 1 (20%) 1 (20%) E1, E2 9 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (11.1%) 5 (55.55%) 2 (22.22%) 1 (11.1%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 4 (44.4%) 2 (22.22%) E3 3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (33.3%) 1 (33.3%) 1 (33.3%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (33.3%) 1 (33.3%) 30 E4 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (50%) 1 (50%) E5 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) Lesiones en Colecistectomías Abiertas / Grupo B A 6 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (16.66%) 2 (33.33%) 2 (33.33%) 1 (16.66%) 1 (16.66%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (33.33%) 2 (33.33%) 1 (16.66%) B 4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 3 (75%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (50%) 1 (25%) 1 (25%) C 7 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 3 (42.85% 2 (28.57%) 1 (14.28%) 1 (14.28%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 4 (57.14%) 3 (42.85% 3 (42.85% 1 (14.28%) D 8 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (12.5%) 1 (12.5%) 4 (50%) 1 (12.5%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 3 (37.5%) 2 (25%) 1 (12.5%) 3 (37.5%) E1, E2 10 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 3 (30%) 1 (10% 1 (10%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 6 (60%) 2 (20%) 1 (10% 1 (10% E3 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 31 INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (50%) 1 (50%) E4 3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (33.33%) 1 (33.33%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (66.66%) 1 (33.33%) E5 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) 1 (100%) Lesiones en Colecistectomías Abiertas / Grupo C A 4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (25%) 1 (25%) 2 (50%) 1 (25%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 3 (75%) 1 (25%) 2 (50%) B 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (100%) 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (100%) 1 (50%) C CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO D CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO E1, E2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 32 INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO E3 1CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) 1 (100%) E4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO E5 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) 1 (100%) Lesiones en Colecistectomía Laparoscópica / Grupo A A 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (100%) 2 (100%) 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (100%) 2 (100%) 1 (50%) 1 (50%) B 4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 4 (100%) 1 (25%) 1 (25%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (50%) 2 (50%) 1 (25%) C 6 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (16.66%) 2 (33.33%) 3 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (33.33%) 3 (50%) 1 (16.66%) D 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (50%) 1 (50%) 33 INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (50%) 1 (50%) E1, E2 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) E3 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) E4 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) E5 3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (66.66%) 1 (33.3%) 1 (33.3%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (66.66%) 1 (33.3%) 1 (33.3%) Lesiones en Colecistectomía Laparoscópica / Grupo B A 7 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (14.28%) 1 (14.28%) 1 (14.28%) 1 (14.28%) 1 (14.28%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 4 (57.14%) 1 (14.28%) 1 (14.28%) B 4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (25%) 2 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (25%) 1 (25%) C 6 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (16.66%) 2 (33.33%) 3 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 34 3 (50%) 2 (33.33%) 1 (16.66%) 1 (16.66%) D 8 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (12.5%) 4 (50%) 3 (37.5%) 1 (12.5%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 3 (37.5%) 1 (12.5%) 2 (25%) 3 (37.5%) E1, E2 6 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 3 (50%) 3 (50%) 3 (50%) 2 (33.33%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 5 (83.33%) 3 (50%) 3 (50%) 4 (66.66%) E3 4 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 3 (75%) 3 (75%) 1 (25%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (25%) 3 (75%) 2 (50%) E4 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) E5 1 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (100%) 1 (100%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (100%) Lesiones en Colecistectomía Laparoscópica / Grupo C A 3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (33.33%) 2 (66.66%) 1 (33.33%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (66.66%) B 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 2 (100%) 0 INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (50%) 2 (100%) 35 C CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO D 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 2 (100%) E1, E2 2 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE 1 (50%) 1 (50%) 1 (50%) INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO 1 (50%) E3 CONDUCTO CISTICO CORTO Y ANOMALO DIFICULTAD PARA IDENTIFICAR PLANOS EXPOSICION INADECUADA PROBLEMAS DE EQUIPO CONDICION DEL PACIENTE INFLAMACION AGUDA VARIANTE ANATOMICA SANGRADO PROBLEMAS DE ASISTENTE DESCONOCIDO
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