Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA EN INSTITUCIONES ACADÉMICAS DE NIVEL SUPERIOR T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: FERNANDO ESCUDERO GARZA DIRECTORA DE LA TESINA: LIC. NOEMÍ BARRAGÁN TORRES Ciudad Universitaria, D.F. Abril, 2013. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE INTRODUCCIÓN 1 CAPÍTULO UNO. LA EVALUACIÓN 5 1. Evaluación: concepto, funciones y tipos 5 1.1. Calificación y evaluación 8 1.1.1 Ámbitos de la evaluación 10 1.2. Tipos de evaluación 10 1.2.1 Según su finalidad y función 11 1.2.2 Según su extensión 12 1.2.3 Según los agentes evaluadores 12 1.2.4 Según el momento de aplicación 14 1.2.5 Según el criterio de comparación 15 1.2.6 Según la política institucional 17 CAPITULO DOS. EVALUACIÓN EDUCATIVA 18 2.1. Concepto y definición de evaluación educativa 19 2.2. Tipos de evaluación educativa (diagnostica, formativa y sumaria) 23 2.3. Características de la evaluación educativa 25 2.4. Objetivo de la evaluación educativa 28 2.5 Fases de la evaluación educativa 29 2.5.1 Planificación 29 2.5.2 Ejecución (implementación) 32 2.5.3 Conclusiones 33 2.5.4 Metaevaluación 34 2.6 Funciones de la evaluación educativa 36 2.6.1 Elemento de formación 37 2.6.2 Elemento de capacitación 38 2.6.3 Elemento de adiestramiento 39 2.6.4 Elemento de valoración y toma de decisiones 40 CAPITULO TRES. EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 3.1. Concepto y definición de evaluación diagnóstica 42 3.2 Fases de la evaluación diagnóstica 45 3.2.1. Planeación 46 3.2.2 Aplicación 46 3.2.3 Resultados 47 3.3. Funciones de la evaluación diagnóstica: 47 3.3.1 Indicador de articulación V. S. Indicador de desarticulación 48 3.3.2 Indicador de retroalimentación 48 3.3.3 Indicador de toma de decisiones 48 3.4. El docente y su actitud ante la evaluación diagnóstica 49 3.4.1 Actitud negativa ante la evaluación diagnóstica 51 3.4.2 Simulación, improvisación o reproducción 52 3.4.3 Actitud positiva ante el reto de una evaluación continua 53 PROPUESTA DE INTERVENCIÓN TALLER DE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 54 Justificación 54 Objetivos del Taller 56 Población a la que va dirigida la Propuesta 56 Lugar o Escenario 56 Procedimiento 57 DISCUSIÓN 71 REFERENCIAS 73 1 INTRODUCCIÓN El ámbito educativo en la actualidad, es cambiante y desafiante, éste requiere de una serie de actividades orientadas a la excelencia, calidad y pertinencia que el contexto social demanda. Uno de los retos de la educación superior, se sustenta en la calidad de la formación continua, la capacitación y la actualización de sus recursos humanos, que den respuesta a las demandas de la globalización (proceso multidimensional que abarca aspectos económicos de ciencia y tecnología, las comunicaciones, la política y por sobre todas las cosas, la educación). Este proceso ha estado relacionado al desarrollo social de la ciencia, la técnica, la investigación y la práctica, soportes ligados a la competitividad que encuentren respuesta en las instituciones de educación superior que trabajan de manera comprometida y en interacción con la sociedad. Uno de los desafíos que las instituciones de la educación superior presentan, es el de contar con personal docente involucrado y comprometido con el ejercicio de su práctica, que fomente la creatividad de sus alumnos en sus aprendizajes, orientados hacia la excelencia académica, como elemento de mayor importancia en la educación superior. La excelencia académica se encuentra totalmente ligada a las actividades de acreditación y a los procesos de la evaluación. Los resultados de los procesos de enseñanza aprendizaje, necesariamente tienen que ser analizados en términos cognoscitivos y operativos, para dar respuesta a las demandas que la sociedad necesita a través de las instituciones. El personal docente tiene un papel protagónico de vital importancia para contribuir a la formación de futuros profesionistas de calidad y de excelencia en su participación y/o desempeño profesional. Su participación responsable, comprometida y actualizada en el proceso de evaluación, específicamente en el de la evaluación diagnostica, estará contribuyendo a la motivación de los alumnos, respecto a su crecimiento académico y social, con actitud, destreza y conocimientos de emprendedor. Es un hecho que la práctica evaluativa en todo ámbito escolar, aporta elementos de reflexión fundamentales para la toma de decisiones con objeto de que constantemente surjan aportes de depuración y de mejora de la enseñanza en beneficio del alumnado, con una visión de competencia y de calidad. 2 La evaluación educativa demuestra de parte de los alumnos sus logros en sus diferentes asignaturas y en consecuencia, proyecta la labor de los docentes quienes contribuyen con su dedicada participación a la calidad educativa y a la imagen de su institución. Uno de los elementos óptimamente empleado que contribuye a ese logro, lo es la evaluación diagnóstica, ya que una de sus características es el de verificar el aquí y el ahora, solo hace falta que los docentes del nivel superior identifiquen y justifiquen su importancia como elemento concatenador de eficiencia en el aprendizaje. La educación tradicional, también identificada como educación formal, es la que hasta nuestros días se imparte en escuelas, colegios e instituciones de enseñanza superior. La educación propuesta obedece a una sistematización de planes y programas, un tratamiento didáctico que incluye objetivos, dinámicas grupales, recursos materiales, mobiliario, un tiempo determinado, un facilitador y lo que da fe del aprendizaje de los alumnos, la evaluación en sus diferentes modalidades, formativa, sumaria y en la que se sustenta la presente propuesta, la evaluación diagnóstica. En esta educación formal, el facilitador asume un papel central en las instituciones de enseñanza superior y para desarrollarlo con efectividad, se le demanda que sea un especialista en su campo de conocimientos para dar respuesta a uno de los cuestionamientos de su práctica docente ¿qué va a enseñar?; una segunda que debe contestar ¿con qué pretende enseñar?, es decir con qué dinámicas grupales, técnicas y con qué recursos didácticos; ¿para qué va a enseñar? y ¿a quiénes pretende enseñar?, ¿cuándo y con qué demostrar que se ha aprendido? Cuando emplea los tres tipos de evaluación que se tratan en cada uno de los siguientes capítulos, dándole mayor importancia a la evaluación diagnóstica. En la actualidad no se recurre a la teoría que le da fundamento a la evaluación diagnóstica y solo se emplea como una tarea que da respuesta a los intereses de la burocracia institucional, es decir su reproducción,desconociendo su importancia y trascendencia en la formación de las nuevas generaciones. De igual forma es el de identificar en su práctica educativa del facilitador la pobreza en el empleo de la evaluación diagnóstica, reflejando su indiferencia hacia la misma, la que merma en las instituciones de educación superior sus pretensiones, es decir la búsqueda de la excelencia en sus alumnos. 3 Por lo que es necesario centrar la atención en la evaluación diagnóstica, identificada ésta como una de las tres que todo docente debe conocer y operar con suficiencia. Es evidente que en la educación formal los tres tipos de evaluación se emplean en instituciones de educación superior, siendo el interés principal del presente trabajo, las aportaciones teóricas y los elementos que dan fundamento a la evaluación diagnóstica, ya que su empleo debidamente sustentado, provee al docente de la retroalimentación necesaria para la toma de decisiones oportuna para depurar y actualizar el plan o programa a desarrollar en beneficio de los alumnos. En el presente trabajo, no solo se analizará y/o evaluará el concepto de la evaluación y sus alcances. Lo trascendente de la presente propuesta es reflexionar, analizar, evaluar, enriquecer y actualizar la evaluación diagnostica, concluyendo en la importancia y papel que esta juega en el fenómeno educativo Por consiguiente, sensibilizar al docente de las instituciones de educación superior en el análisis, la reflexión y valoración de los elementos que conforman la evaluación diagnóstica, es el objeto del Taller que se propone para que se logre una mayor participación involucrada y comprometida. La presente tesina se construye en: Capitulo Uno Comprende la sustentación teórica de la evaluación, incluye el concepto y definiciones de autores contemporáneos, las funciones de la evaluación y sus diferentes tipos, orientados a contribuir en la conformación de una cultura de la evaluación que reflejen tanto productos de aprendizaje como procesos de aprendizaje de los alumnos, estimulados por el docente facilitador a través de su práctica educativa. La tarea de evaluar forma parte de toda institución educativa en relación al proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que debe de ser sistemática, con objeto de tomar decisiones. Sus resultados muestran la labor del docente y los alcances del programa empleado, en constante búsqueda de la calidad del proceso educativo y de la competitividad de los alumnos. Se abordan los diferentes tipos de evaluación, la finalidad de estos y sus funciones, su extensión; así como a los agentes evaluadores, el momento óptimo de su aplicación para cada uno de los diferentes tipos de evaluación, 4 así como de los criterios de promoción estimulante para la vida académica o el de tareas de recuperación en caso de fracaso. Capitulo Dos Aborda el concepto y la definición de la evaluación educativa y de manera explicita los tres tipos de evaluación educativa, sus características, su objetivo, con una orientación hacia la eficacia respaldada en una planificación como recurso de implementación y una valoración para establecer conclusiones y dar garantía de calidad de la evaluación, acorde a principios éticos del evaluador. Se desglosan las funciones de la evaluación educativa, identificando una función general orientada a conocer cualitativamente y cuantitativamente los aprendizajes que se han producido en los alumnos como resultado de la participación del docente en base a un programa de estudio, conduciéndola hacia el éxito de su labor en base a un respaldo de actividades de formación, capacitación, adiestramiento con las que el docente propone la toma de decisiones. Capitulo Tres Presenta la propuesta medular del campo de interés del presente trabajo, rescata con objetividad el concepto y definición de la evaluación diagnóstica, incluyendo sus diferentes fases como la planeación, su aplicación y sus resultados, sus funciones, su articulación o desarticulación y aporte fundado en una retroalimentación que enriquece la toma de decisiones. Estimula e identifica la actitud del docente, ya sea negativa o de devaluación hacia la evaluación diagnostica, una actitud de simulación o de indiferencia y la actitud que se pretende en la presente propuesta, una actitud positiva y un gran reto en su perfil, el de una actualización continua. 5 CAPÍTULO UNO LA EVALUACIÓN 1. Evaluación: conceptos, funciones y tipos. La evaluación de acuerdo a Santos (1995), es un fenómeno habitualmente circunscrito al aula, referido a los alumnos y limitado al control de los conocimientos adquiridos a través de pruebas de diverso tipo. La evaluación es uno de los tópicos que más se emplea en el contexto educativo, y no porque se trate de un tema del que recientemente se esté investigando, sino que es un tema de interés de directivos escolares, docentes, alumnos y de la sociedad en general, quienes actualmente son más participativos y comprometidos en la trascendencia y aportaciones del proceso de evaluar o de ser evaluado. En 1995; Santos mencionó que la evaluación es asumir una disposición orientada a la comprobación del aprendizaje de los alumnos. Quizá exista un mayor compromiso e involucración de logro y calidad educativa que demande un mayor esfuerzo y trabajo, como el de dedicarle más tiempo al uso adecuado de los diversos recursos empleados en el proceso de aprendizaje, orientado al logro de nivel de competencias tanto en las instituciones como en sus individuos. De la misma manera, todos estos factores conducen a conformar una cultura de la evaluación que no es de uso exclusivo de las instituciones educativas sino que abarca múltiples contextos de participación humana. En México, el conocimiento relacionado a los logros y beneficios de la evaluación que reflejan no sólo productos de aprendizaje sino procesos de aprendizaje de los alumnos, conducidos, estimulados y facilitados a través de la práctica docente, muestran al sistema educativo en general en años recientes, un 6 escenario depurado, actualizado y modernizado para ejercer las prácticas evaluativas en todos los niveles académicos de manera trascendental. En general, uno de los objetivos prioritarios de los alumnos es satisfacer las exigencias de los "exámenes". En palabras de A. de la Orden (2000) La evaluación, al prescribir realmente los objetivos de la educación, determina, en gran medida lo que los alumnos aprenden y cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan, los contenidos y los métodos; en otras palabras, el producto y el proceso de la educación querámoslo o no, de forma consciente o inconsciente, la actividad educativa de alumnos y profesores está en algún grado canalizada por la evaluación (p 385). Todos estos factores han llevado a una "cultura de la evaluación" que no se limita a la escuela sino que se extiende al resto de las actividades sociales. Concretamente, la ampliación del ámbito de la evaluación desde los resultados y procesos del aprendizaje de los alumnos hasta el propio currículo (en sus distintos niveles de concreción), la práctica docente, los centros, el sistema educativo en su conjunto, etc., ha dibujado en los últimos años un nuevo escenario para las prácticas evaluativas, que se han desarrollado a todos los niveles de manera muy importante. Las universidades, instituciones y/o escuelas, son los lugares por excelencia donde la actividad de evaluar, se emplea con más frecuencia en los alumnos. Por lo anterior, es un recurso del docente y de las academias como indicador de aprendizaje. El criterio del docente en el diseño, aplicación y resultados de la evaluación, llega a ser un proceso de rutina, que deja al margen la calidad del proceso de 7 enseñanza aprendizaje cuando no se cuentancon elementos de contrastación del proceso de evaluación. En contraste con lo anterior, la evaluación educativa, independientemente que se deba a un contexto como lo es el escolar, su ámbito de empleo es amplio, ya que éste como herramienta, justifica la labor del docente frente a grupo en relación al aprendizaje de los alumnos y en consecuencia al nivel de calidad de las instituciones. La actividad de evaluar alumnos involucra diversos elementos interrelacionados, no es recomendable estudiarlos de manera aislada. Identificarlos y reflexionar su génesis, aportará al docente elementos que depurarán su práctica. Para evaluar es necesario "comprender”, dice Stenhouse (1984), por lo que se requiere un proceso de enseñanza aprendizaje, que sin duda reporte beneficios a la Institución, a los alumnos y a los docentes, ya que contribuye de manera constante a mejorar la práctica educativa. Su empleo reporta en consecuencia una retroalimentación al docente y al alumno, ya que el aprendizaje obtenido o mejor dicho respuesta a sus expectativas, activándose de manera inmediata nuevos retos de logro en relación a nuevos aprendizajes, es decir, la evaluación educativa motiva al alumno y al docente en el reto de nuevos aprendizaje. Por añadidura, el empleo de la evaluación educativa, sus resultados reportan elementos de juicio al docente con los que identifica a los alumnos con dificultades de aprendizaje, situación que contribuye a una revisión de planes y programas de estudio, con objeto de implementar una jerarquización que exponga los contenidos de mayor importancia o relevancia. Asimismo es una herramienta que en su fase de planeación, se hace uso de la flexibilidad ya que en su aplicación se le reconoce como un medio que aporta información que orienta la actividad educativa. 8 De acuerdo a Rosales (1997), el proceso de evaluación trata de una función que ha sido denominada también preactiva, por constituir un punto de apoyo para el perfeccionamiento de la enseñanza. Por lo anterior la evaluación educativa es una actividad que escudriña y establece el estado actual del proceso de enseñanza aprendizaje, con lo que se reconsideran las metas y propósitos y se identifica su importancia en todo contexto académico de la evaluación. Resumiendo, es difícil pensar en el proceso de enseñanza aprendizaje sin tomar en consideración la importancia de la evaluación educativa. 1.1. Calificación y evaluación. Es importante, antes de abordar el contenido de evaluación, distinguir algunos conceptos fundamentales, tales como evaluación calificación y medida. El concepto de evaluación es el más amplio de los tres, aunque los dos últimos son consecuencia del primero. Se puede decir que es una actividad inherente a toda actividad humana intencional, por lo que debe ser sistemática, y que su objetivo es determinar el valor de algo (Popham, 1990). El término calificación esta referido exclusivamente a la valoración de la conducta de los alumnos (calificación escolar). Calificar, por tanto, es una actividad más restringida que evaluar. La calificación será la expresión cualitativa (apto/no apto) o cuantitativa (10, 9, 8) del juicio de valor que emitimos sobre la actividad y logros del alumno. En este juicio de valor se suele querer expresar el grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y habilidades del alumno, como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o proceso. Se evalúa siempre para tomar decisiones. No basta con recoger información sobre los resultados del proceso educativo y emitir únicamente un tipo de calificación, si no se toma alguna decisión, no existe una auténtica evaluación. 9 Así pues, la evaluación es una actividad o proceso sistemático de identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con el objetivo de valorarlos primero y, sobre dicha valoración, tomar decisiones (García, 1989). La evaluación por tanto, se caracteriza como: Un proceso que implica recogida de información con una posterior interpretación en función del contraste con determinadas instancias de referencia o patrones de deseabilidad, para hacer posible la emisión de un juicio de valor que permita orientar la acción o la toma de decisiones. Una actividad proyectiva que refleja el éxito o fracaso de proyectos institucionales, de programas de estudio, de aprendizaje en el alumnado, y de la práctica docente frente a grupo. Una actividad sistemática, planeada con objeto de rastrear si hubo o no cambios o modificaciones en el aprendizaje de los alumnos durante la vivencia de un programa y/o después de la aplicación del mismo, en el que se fundamente que efectivamente el aprendizaje en los alumnos se debió al programa aplicado. Un proyecto que refleja a la evaluación como un sinónimo de éxito, cuando ésta abarca los diferentes elementos en que se sustenta y los efectos de un programa en el aprendizaje de los alumnos. Una tarea de sustento que facilita la toma de decisiones, ya que su resultado, muestra la labor docente y los alcances del programa empleado y la necesaria retroalimentación que orienten los cambios, ajuste o modificaciones que conduzcan al éxito pretendido. Presenta una función selectiva, que fundamentada en criterios, normas y modelos, identifica el perfil planeado y reporta el grado de presencia del aprendizaje de los alumnos. 10 En otras palabras, la evaluación es el reflejo del empleo de un programa orientado a la búsqueda de la calidad del proceso educativo y en la competitividad de los alumnos. Resumiendo, la evaluación es una actividad de investigación y valoración de manera objetiva y precisa, del proceso de emitir juicios con objeto de fundamentar la efectividad de planes y programas de estudio, su aplicación por parte del docente, la calidad del aprendizaje del alumno, el nivel de competencia alcanzado y de su relevancia social. 1.1.1.Ámbitos de la evaluación Tradicionalmente, la evaluación se ha venido aplicando casi con exclusividad al rendimiento de los alumnos, a los contenidos referidos a conceptos, hechos, principios, etc., adquiridos por ellos en los procesos de enseñanza. A partir de los años sesenta, la evaluación se ha extendido a otros ámbitos educativos: actitudes, destrezas, programas educativos, materiales curriculares didácticos, la práctica docente, los centros escolares, el sistema educativo en su conjunto y la propia evaluación. Esta extensión de la evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados Unidos a finales de los años 50 debido a circunstancias tales como: la crítica a la eficacia de las escuelas públicas, la gran inversión dedicada a la educación que exigía una rendición de cuentas, mayor responsabilidad entre otros aspectos.. Por tanto, el campo de aplicación de la evaluación se extiende a alumnos, profesores, directivos, instituciones, la administración, es decir, a todos los participantes del proceso educativo. Y va a ser, precisamente, a raíz de la extensión del ámbito evaluador cuando van a surgir una serie de modelos de evaluación de gran relevancia. 1.2. Tipos de evaluación Esta clasificación atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en función del propósito de la evaluación, a los impulsores o ejecutores de la 11 misma, a cada situación concreta, a los recursos con los que se cuenta, a los destinatarios del informe evaluador y a otros factores más. 1.2.1.- Según su finalidad y función De acuerdo a sus fines ha sido clasificada como evaluación diagnóstica, formativa y sumativa, las cuales son entendidas como: a) Función diagnóstica Se utiliza fundamentalmente con el propósito de ubicar el nivel de información previa, es decir, permite ubicar desde dónde se parte. b) Función formativa: La evaluación se utiliza preferentemente como estrategiade mejora y para ajustar sobre la marcha, los procesos educativos de cara a conseguir las metas u objetivos previstos. Es la más apropiada para la evaluación de procesos, aunque también es formativa la evaluación de productos educativos, siempre que sus resultados se empleen para la mejor de los mismos. Suele identificarse con la evaluación continua. b) Función sumativa: Suele aplicarse más en la evaluación de productos, es decir, de procesos terminados, con realizaciones precisas y valorables. Con la evaluación no se pretende modificar, ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino simplemente determinar su valía, en función del empleo que se desea hacer del mismo posteriormente. 12 1.2.2.- Según su extensión a) Evaluación global: Se pretende abarcar todos los componentes o dimensiones de los alumnos, del centro educativo, del programa, etc. Se considera el objeto de la evaluación de un modo holístico, como una totalidad interactuante, en la que cualquier modificación en uno de sus componentes o dimensiones tiene consecuencias en el resto. Con este tipo de evaluación, la comprensión de la realidad evaluada aumenta, pero no siempre es necesaria o posible. El modelo más conocido es el CIPP de Stufflebeam. (Contexto, entrada "input", proceso y producto). De acuerdo a González, Pisonero, Pérez y Echebarrena (2006), el CIPP, proviene del mundo educativo, hace referencia a aspectos habituales dentro del sistema de evaluación en relación con la naturaleza del objeto a evaluar, su fundamentación, contexto, puesta en funcionamiento, los recursos puestos a disposición y los resultados o productos logrados. Es un modelo integral que combina la perspectiva por fases y áreas con la perspectiva global y que aporta como novedad a modelos evaluativos anteriores a su propuesta de evaluar el proceso, lo cual permite observar cómo las organizaciones llegan a alcanzar sus objetivos, aunque tiende a fijarse es aspectos de tipo psicosocial. b) Evaluación parcial: Pretende el estudio o valoración de determinados componentes o dimensiones de un centro, de un programa educativo o de rendimiento de un alumno. 1.2.3.- Según los agentes evaluadores Según Casanova (s/f), este tipo de evaluación se realiza según las personas que en cada caso la llevan a la práctica. 13 a) Evaluación interna: Es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios integrantes de un centro, un programa educativo, etc. A su vez, la evaluación interna ofrece diversas alternativas de realización: autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación. * Autoevaluación: los evaluadores evalúan su propio trabajo (un alumno su rendimiento, un centro o programa su propio funcionamiento, etc.). Los roles de evaluador y evaluado coinciden en las mismas personas. * Heteroevaluación: evalúan una actividad, objeto o producto, evaluadores distintos a las personas evaluadas (el Consejo Escolar, Colegio de profesores, un profesor a sus alumnos, etc.) * Coevaluación: es aquella en la que unos sujetos o grupos se evalúan mutuamente (alumnos y profesores mutuamente, unos y otros equipos docentes, el equipo directivo al Consejo Escolar y viceversa). Evaluadores y evaluados intercambian su papel alternativamente. b) Evaluación externa: Se da cuando agentes no integrantes de un centro escolar o de un programa evalúan su funcionamiento. Suele ser el caso de la "evaluación de expertos". Estos evaluadores pueden ser inspectores de evaluación, miembros de la administración, investigadores, equipos de apoyo a la escuela, entre otros. Estos dos tipos de evaluación son necesarios y se complementan mutuamente. En el caso de la evaluación de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del "asesor externo", que permite que el propio centro o programa se evalúe a sí mismo, pero le ofrece su asesoría técnica y cierta objetividad por su no implicación en la vida del centro. 14 1.2.4.- Según el momento de aplicación a) Evaluación diagnóstica o inicial: Se realiza antes de iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje o del inicio de un curso u actividad académica, de la implantación de un programa educativo, del funcionamiento de una institución escolar, con el propósito de conocer el nivel de aprendizaje o desconocimiento de los alumnos en relación al programa y objetivos que se pretenden lograr, con objeto de predisponer al docente a establecer actividades y contenidos adecuados al nivel de exigencia de los alumnos. Consiste en el acopio de datos en la situación de partida. Es imprescindible para iniciar cualquier cambio educativo, establecer un pronóstico, para decidir los objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de un proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios. Su empleo es de carácter preventivo, ya que ésta guarda unión con el pronóstico a futuro de la participación de los alumnos en su participación escolar. El propósito de utilizar la evaluación diagnóstica, reporta al docente, el nivel de inicio a un nuevo proceso y si tal nivel es óptimo; identificar lagunas de conocimientos que no permitan la concatenación en el logro de novedosos aprendizajes, y el reporte de nivel de inicio que facilite ajustes al programa o cambios en el mismo. “De manera generalizada se reconoce que la evaluación diagnóstica evalúa los conocimientos previos antes de comenzar una etapa de aprendizaje con el propósito de realizar la planeación del curso” (Aguirre, 2009 p.23) Al implementar el proceso de enseñanza aprendizaje, es fundamental que el docente conozca a su población de alumnos, labor que en gran medida permite la evaluación diagnóstica, su aplicación exhibe el perfil que estos presentan al 15 pretender iniciar un nuevo proceso de aprendizaje y las posibles causas de sus deficiencias. b) Evaluación procesual: Consiste en la valoración a través de la recogida continua y sistemática de datos, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo, del proceso de aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del periodo de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación procesual es de gran importancia dentro de una concepción formativa de la evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha. La función formativa de la evaluación cuya denominación se debe a Scriven (1967), se proyecta no sobre los resultados, sino sobre el proceso didáctico. Sirve para determinar la naturaleza del desarrollo del mismo y constituye el punto de partida para decisiones de mejoramiento. Se trata de una función evaluadora que ha sido nominada también preactiva, por constituir un punto de apoyo para el perfeccionamiento de la enseñanza (Rosales, 1997 p. 34). c) Evaluación final: Consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar un periodo de tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo, un curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos. 1.2.5.- Según el criterio de comparación Cualquier valoración se hace siempre comparando el objeto de evaluación con un patrón o criterio. En este sentido, se pueden distinguir dos situaciones distintas: 16 a) En caso de que la referencia sea el propio sujeto (sus capacidades e intereses, las metas que se había propuesto alcanzar, considerando el tiempo y el esfuerzo invertidos por el sujeto, y teniendo en cuenta sus aprendizajes previos) o cualquier otro objeto de la evaluación en sí mismo (las características de partida de un programa, los logros educativos de un centro en el pasado, etc.), estaremos empleando la AUTOREFERENCIA como sistema b) En el caso de que las referencias no sean el propio sujeto, programa la escuela, lo que se conoce como HETEROREFERENCIA, aquí nos encontramoscon dos posibilidades: Referencia o evaluación criterial: Aquella en las que se comparan los resultados de un proceso educativo cualquiera con los objetivos previamente fijados, o bien con unos patrones de realización, con un conjunto de situaciones deseables y previamente establecidas. Es el caso en el que se compara el rendimiento del alumno con los objetivos que debería haber alcanzado en un determinado plazo de tiempo, o los resultados de un programa de educación compensatoria con los objetivos que éste se había marcado, y no con los resultados de otro programa. Referencia o evaluación normativa: El referente de comparación es el nivel general de un grupo normativo determinado (otros alumnos, centros, programas o profesores). Lo correcto es conjugar siempre ambos criterio para realizar una valoración adecuada, aunque en el caso de la evaluación de alumnos, nos parece siempre más apropiada la evaluación que emplea la autorreferencia o la evaluación criterial. El empleo de uno u otro tipo de evaluación dependerá siempre de los propósitos de la evaluación y de su adecuación al objeto de la evaluación. 17 1.2.6 Según la política institucional Promoción La decisión de promoción es la que, con más frecuencia, debe enfrentar el profesor, desde las promociones formales (curso a curso) hasta las promociones diarias (de una tarea a otra, cuando se considera que se ha alcanzado un nivel de conocimientos suficiente). Por tanto, la evaluación puede resultar un elemento estimulante para la educación en la medida en que pueda desembocar en decisiones de promoción positivas, y para ello es preciso que el sistema educativo sea público y coherente, ofreciendo la información precisa para ofrecen la dificultades que puedan surgir. Para ello, es necesaria una definición clara de los objetivos previos y una recuperación inmediata en caso de fracaso. En caso de que el fracaso sea reiterado, se hace imprescindible la utilización de procesos diagnósticos, incluso terapéuticos. Por tanto, lo deseable es la promoción tanto desde el punto de vista del aprendizaje como desde el punto de vista del desarrollo armónico de la persona. 18 CAPITULO DOS EVALUACIÓN EDUCATIVA La evaluación es parte integrante de la vida diaria de la humanidad, ya sea en contextos de actividad laboral, actividad deportiva, actividad cultural, actividad educativa, entre otros. Cada uno de nuestros actos es posible evaluarlos. Al concluir una jornada de trabajo, una clase en la escuela, un evento deportivo, una convivencia familiar, una película cinematográfica, una nota periodística; es decir en cada evento del acontecer cotidiano, puede ser analizado sintetizado y evaluado. Con objeto de dar respuesta a interrogantes cómo: ¿qué se hizo? ¿por qué se hizo?, ¿para qué se hizo?, ¿cómo se hizo?. Esto sucede en cada uno de los rubros del devenir cotidiano. El ámbito escolar no es ajeno a un proceso de evaluación, ya que planear una clase, su organización, está orientada a garantizar aprendizaje en los sujetos de educación, desde la educación básica como en la educación superior, el mejor proceso de demostración se llama evaluación. Ejercer la responsabilidad de trabajar frente a grupo, demanda de docentes profesionales no improvisados que valoren su profesión y que centren su interés en el alumno desde la planeación de clase que incluya a la evaluación no como una lista de chequeo, sino como una oportunidad de transformación durante los diferentes momentos del proceso de enseñanza aprendizaje, su aplicación continua aporta información del desempeño tanto de alumnos como del mismo docente respecto a la teoría o teorías del aprendizaje empleadas y los recursos didácticos utilizados. La evaluación del docente, es un indicador de los procedimientos de enseñanza empleados, con objeto de que se establezcan en caso de ser necesarias, las adecuaciones que se consideren pertinentes en relación a las características de los alumnos, y en consecuencia, las expectativas de los docentes. Operar la evaluación educativa es una actividad compleja en relación a los elementos en que sustenta su configuración, pero es una labor propia de todo docente y necesaria en su marco laboral. 19 2.1 Concepto y definición de evaluación educativa El concepto evaluación es un término que se viene usando mucho en las últimas décadas y que en la actualidad está cargado de nuevos significados. Esta apreciación nos debe permitir flexibilizar nuestra mente para ser capaces de captar lo que hoy se entiende por ella. Antiguamente se entendía por evaluación, o se hablaba de ella en términos de corrección, de examen, de “cambio de nivel”, del grado de ajuste a unas normas o criterios. En épocas más recientes, la evaluación se ha aplicado más al producto y a los resultados que a los procesos; ha sido más comprendida como medida y cuantificación; se ha polarizado en exceso en el alumno y su rendimiento más que en cualquier otro factor del proceso de enseñanza-aprendizaje y se ha usado para comparar y clasificar la escuela de hoy (Alcudia et al., 2006). “En muchos momentos, la evaluación educativa es entendida como fuente de mejora. Podemos afirmar que sin evaluación no hay mejora posible y que sólo evaluando de continuo es como lograremos mejorar progresivamente. La evaluación nos permite conocer lo que sucede en la escuela, valorarlo y actuar más eficazmente la escuela de hoy” (Alcudia et al., 2006). El concepto de evaluación no solamente implica o significa mejora, ya que tiene diversas orientaciones es decir, es ... polisémico porque éste se impone o no en la práctica según las necesidades mismas de la evaluación y en función de las diferentes formas de concebirla (puede significar estimar, calcular, valorar, apreciar, etc.). Así como en el lenguaje cotidiano, conviene considerar la evaluación desde este enfoque multidimensional: la evaluación hace referencia a un proceso por medio del cual alguna o 20 varias características (de un alumno, de un grupo de estudiantes o un ambiente educativo, objetivos, materiales, profesores, programas, etc. Reciben la atención de quien evalúa, se analizan y se valoran sus características y condiciones en función de parámetros de referencia para emitir un juicio que sea relevante para la educación (Imbemón, 1993, p. 15). La evaluación educativa no es una práctica improvisada, es una de las actividades del docente involucrado, participativo y consciente de su responsabilidad y que de acuerdo a Rosales (1989), “la evaluación es un proceso sistemático de reflexión sobre la práctica”. La evaluación representa una responsabilidad profesional e institucional que considera el análisis comparativo de los métodos de evaluación. Es todo un campo de estudio y práctica que se diferencia de otros afines como la administración, la planificación y la investigación, de sus aportes, se logran hacer serios cuestionamientos a los modos de enfocar y realizar la evaluación, tanto en sus aspectos instrumentales como en su ejecución a los resultados. (Stufflebeam, 1995). El proceso de evaluar implica el asignar un valor a algo, de entre muchas definiciones de evaluación, resalta la formula Tenbrink (1981, pág.19): “evaluación es el proceso de obtención de información y de su uso para formular juicios que a su vez se utilizarán para tomar decisiones”. La evaluación ha de entenderse según Antúnez (2004) como un proceso de “reflexión crítica, individual, colectiva y permanente de los sujetos y participantes en el proceso educativo sobre la teoría y práctica del conocimiento humano con miras a la transformación individual y social” y para Inbernón (2003) como 21 instrumento de investigación del profesorado que, a través de la identificación, recogida y tratamiento de datos,permite comprobar las hipótesis de acción con el fin de confirmarlas o de introducir modificaciones en ellas. Mateo (2006), expone que la evaluación es una finalidad, no un medio y lo identifica como un proceso de valorar lo que se aprende durante un determinado tiempo, después de conocer la realidad en la que se actúa (socioeducativa), las posibilidades de los alumnos, los materiales utilizados y los conocimientos previos. Por lo tanto, la evaluación educativa, es un instrumento de empleo racional métrico (psicopedagógico de aprendizajes) orientado a la calificación de alumnos que favorece la cooperación o la competencia, según sea el caso (Díaz-Barriga, 1999). De acuerdo a un enfoque socio-pedagógico, la evaluación educativa en el contexto del proceso de enseñanza aprendizaje llega a presentar dos orientaciones, la primera de reproducción mientras que la segunda orientado a la creatividad. En otras palabras, la evaluación educativa no es una actividad simple de las diversas actividades de los docentes, en suma, constituye una tarea necesaria de la actividad frente a grupo. En palabras de Santos (1993) “La evaluación es un instrumento de diálogo, comprensión y mejora de la práctica educativa”. Dentro del proceso de enseñanza aprendizaje, la evaluación educativa no solo está orientada al aprendizaje, de modo similar logra estar orientada a la acción del docente, es decir las actividades de enseñanza, a la propuesta educativa en los planes y programas de estudio, a las propuestas institucionales, incluyendo el contexto físico. Lo que aquí se propone abordar es la evaluación educativa en el ámbito del proceso de enseñanza aprendizaje; actividad compleja ya que demanda del docente un compromiso de conocimiento, comprensión, análisis, síntesis y evaluación de diversos autores y propuestas psicopedagógicas, teórico 22 prácticas, filosófico institucionales, administrativo institucional, incluso sociocultural (Santos, 1993). Asumir la responsabilidad de desempeñar funciones frente a grupo en alguna institución educativa, cualquier docente debe contar con herramientas como el qué enseñar, con qué enseñar, conocimientos elementales de las teorías del aprendizaje que le de fundamento al cómo enseñar y del cómo se aprende, del mismo modo del cómo, cuándo, por qué y para qué evaluar. Es un hecho que la evaluación educativa es parte integral de todo proceso de enseñanza aprendizaje, su empleo abarca los distintos momentos del proceso mencionado, lo que hace más complejo y mas fina la actividad evaluativa, lo que permite un acercamiento real, objetivo y fructífero en su análisis y perfeccionamiento. Un enfoque integral encuentra su justificación en razones de índole epistémicas y de la propia práctica evaluativa. (González, 2000) La posición que se asume en el presente trabajo es la de un enfoque integral de la evaluación y abarcador de los distintos momentos o procesos mencionados, lo que, sin duda, hace más compleja la actividad evaluativa, pero permite un acercamiento más real, rico y fructífero en su análisis y perfeccionamiento. Un enfoque integral encuentra su justificación en razones de índole epistémicas y de la propia práctica evaluativa. La evaluación educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje, es una actividad necesaria y trascendental, ya que no es posible concebir ninguna actividad de enseñanza sin la evaluación educativa. Proporciona información con el fin de guiar el proceso de toma de decisiones y facilitar los informes de rendición de cuentas. (II Congreso Internacional) De acuerdo a lo anterior, la evaluación educativa será definida como: "…una actividad que debe realizarse tomando en cuenta no solo el aprendizaje de los alumnos, sino también las actividades de enseñanza que realiza el docente y su relación con dichos aprendizajes" (Coll & Martín, 1996 p. 80). 23 2.2. Tipos de evaluación educativa (diagnostica, formativa y sumaria) En palabras de (Delgado, 1996) “La evaluación valora críticamente los logros de la acción educativa y los factores que influyen en ella. Para esto recoge información sobre el proceso educativo antes, durante y después de su desarrollo, con la finalidad de mejorarlo y ayudar en el aprendizaje de los estudiantes. La propuesta de clasificar a la evaluación en lo que respecta al proceso de enseñanza aprendizaje, es aquella que durante décadas ha ocupado parte primordial de la actividad docente y que hasta la fecha ha contribuido en forma significativa a dar respuesta al qué, al cómo, al por qué, al cuándo, al con qué y a quienes evaluar (Castillo & Cabrerizo, 2003). La presente clasificación distingue tres tipos de evaluación identificadas como: diagnóstica, formativa y sumaria, que en conjunto son complementarias, ya que de manera integral y objetiva valoran el proceso de enseñanza aprendizaje (Castillo & Cabrerizo, 2003). El empleo de cada una de ellas tiene que ver con diferentes momentos o situaciones, aportan elementos valiosos para la toma de decisiones de quién las diseña y aplica. - Evaluación diagnóstica: La finalidad de éste tipo de evaluación, es el de aportarle al profesor un conocimiento real del perfil de entrada de cada uno de sus alumnos, antes de iniciar la propuesta del nuevo proceso o plan educativo. ... ese conocimiento es fundamental, ya que le permitirá al profesor diseñar sus estrategias didácticas y acomodar su práctica docente a la realidad de todos y cada uno de sus alumnos, desde el punto de vista de (Castillo & Cabrerizo, 2003). Su empleo debe operarse antes de que inicie el plan o programa planeado; su aplicación previa y sus resultados le aportarán al profesor la realidad educativa de sus alumnos. 24 - Evaluación formativa: Su finalidad está orientada a una mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje. ... sirve como estrategia de mejora para ajustar y regular sobre la marcha los procesos educativos, de cara a conseguir las metas u objetivos previstos. (Castillo & Cabrerizo, 2003). … es un término introducido en el año de 1967 por M. Scriven para referirse a los procedimientos utilizados por los profesores con la finalidad de adaptar su proceso didáctico a los progresos y necesidades de aprendizaje observado en sus alumnos. (Ballester, 2008). … se caracteriza por tener un propósito regulador permitiendo la reorientación del proceso de E-A a través de la retroalimentación. Tiene un carácter más auscultador de lo que ocurre durante el mismo, por lo cual permite identificar las fallas y errores que pudieran estar incidiendo en la buena marcha del proceso, sin tener que esperar hasta el final para identificarlos y atenderlos, hecho que de concretarse así se dificultaría al no estar en condiciones de detectar a tiempo las causas del problema. (Villaruel, s/f) - Evaluación sumaria: Su finalidad está orientada a identificar y valorar los resultados obtenidos por el alumno al finalizar el proceso de enseñanza aprendizaje de un curso, asignatura, diplomado incluso, una carrera. . Permite reorientar, modificar, regular, reforzar, comprobar y reafirmar a lo largo de un curso, del aprendizaje de los alumnos poniendo en relieve, las diferencias 25 individuales de los mismos. Esta afirmación tiene relación con la propuesta de autores como Lawson (1973), quien la define como la posibilidad de modificación en función de los logros obtenidos. Por su parte Bloom (1975) la considera como la orientación y reorientación de los aprendizajes. Laforcade (1985), menciona que su finalidad es comprobar de modo sistemático en que medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se hubieran especificado con antelación. Moreno (2004), destaca que dadas sus características, el tiempo apropiado para llevarla a cabo, será al fin de una unidad o de todo un curso escolar.Por medio de ella se trata de corroborar lo que ha sido alcanzado. También califica a la evaluación sumaria como un proceso que pretende valorar la conducta o conductas finales que se observan en el educando al final del proceso, certificar que se han alcanzado los objetivos propuestos, hacer una recapitulación o integración de los contenidos de aprendizaje sobre lo que se ha trabajado a lo largo de todo el curso, integrar en uno solo, los diferentes juicios de valor que se han emitido sobre una persona a través del curso. En vísperas del empleo de los tres tipos de evaluación, hay que evaluar, para demostrar y exhibir el aprendizaje de los alumnos y consecuentemente, se evalúa para verificar que los procesos propuestos (mejorados), funcionan. 2.3. Características de la evaluación educativa De acuerdo a Santos (1993), identifica las siguientes características: Independiente y comprometida: …“se refiere a una evaluación no neutra, sino comprometida con unos principios, con unos valores. El educador debe ser imparcial, pero no significa que sea aséptico”. Una postura desinteresada, no comprometida, distanciada del mundo cotidiano y de sus valores es moralmente deficiente (House, 1990). 26 Cualitativa y no totalmente cuantificable: En cuanto a…”los procesos que analiza, cuando se trata de programas educativos, son enormemente complejos y al reducirlos a números suele simplificar y desvirtuar la parte mas sustantiva de los mismos”. Práctica y no sólo cuantificable: La evaluación de la que habla…”no tiene por finalidad producir conocimiento académico, realizar informes para publicaciones especializadas y ni siquiera elaborar un conocimiento teórico sobre las experiencias. Tiene por finalidad la mejora de programas a través de su comprensión, a través del conocimiento de su naturaleza, funcionamiento y resultados”. Democrática y no autocrática: La evaluación es parte integral de las instituciones y centros educativos; su ejercicio estará fundamentado en una orientación democrática que propone Segone (1998) en su concepto de democracia “como una visión del mundo, una manera de pensar, sentir y actuar para practicarla y vivirla, una perspectiva para comprender y mejorar las relaciones humanas y sociales, entonces la evaluación democrática es una nueva manera de abordar la función evaluativa, en la cual las metas son comprender, aprender, responder ante sí mismo, y mejorar nuestro propio desempeño, eficiencia y eficacia; y también es un proceso de empoderamiento, en el cual los interesados tienen pleno conocimiento y control de su evaluación, en el cual ellos son los evaluadores que planifican, efectúan, internalizan y hacen el seguimiento de los resultados de la evaluación, las lecciones aprendidas y las recomendaciones. Una evaluación democrática es un proceso de evaluación muy participativo y empoderador (ganar poder) centrado en las personas, el cual da a los interesados la capacidad de comprender y realizar su propia autoevaluación para mejorar su condición de vida, estableciendo una postura negativa ante la autocrática o poder personal sino más bien colectivo, propio de su participación en su entorno social. 27 Procesual, no meramente final: “La evaluación que propone se realiza durante el proceso y no una vez terminado el programa. Por que es durante el mismo cuando se puede conocer lo que en él sucede. Y por que durante su desarrollo se puede modificar y mejorar. Realizada al final del mismo, como una apostilla, como un apéndice, pierde la capacidad de generar comprensión de lo que realmente va sucediendo. Y aunque al final se analice todo el proceso, la perspectiva está adulterada por el gradiente de la meta. Participativa, no mecanicista: …”da voz a los participantes, no se realiza a través de pruebas externas y de análisis ajenos a la opinión de los protagonistas. Son ellos los que emiten su valoración sobre el programa, aunque no sea ésta la única voz y la única perspectiva que se tiene en cuenta”. Colegiada, no individualista: “Es un tipo de evaluación que asume en equipo y no solo un individuo. No porque la que se realiza bajo la responsabilidad única de una persona sea deficiente sino porque la realizada por un equipo goza del aval del contraste, de la pluralidad de los enfoques, de una mayor garantía de rigor, de una diversificación estratégica de acceso y actuación. Externa, aunque de iniciativa interna: …“es decir son los propios participantes y usuarios los que demandan, y para realizarla requieren la colaboración exterior, por considerar que desde fuera puede tomarse una perspectiva complementaria y puede trabajarse en unas condiciones favorables para conseguir una información veraz”. 28 2.4. Objetivos de la evaluación educativa De acuerdo a Casanova “los objetivos que permiten perseguir la aplicación de un modelo evaluador cualitativo, formativo y continuo, adaptado convenientemente a los procesos de enseñanza aprendizaje, no se limitan ya a comprobar lo aprendido por el alumnado cada cierto tiempo, sino que amplían sus expectativas y posibilidades y cubren un campo más extenso, más completo, pues la evaluación se incorpora, desde el principio, al camino de aprender y enseñar, y ofrece, en consecuencia, mayores aportaciones y apoyos al conjunto del proceso que transcurre. En conclusión, los objetivos que pretende la evaluación educativa son: 1.- Detectar la situación de partida general para dar comienzo a un proceso de enseñanza y aprendizaje. 2.- Facilitar la elaboración de la programación idónea y adecuada para los alumnos y alumnas, en función del diagnóstico realizado en el paso anterior. 3.- Durante la aplicación de cada unidad didáctica: a) Conocer las ideas previas del alumnado. b) Adaptar el conjunto de elementos de la unidad a la situación de grupo. c) Regular el proceso de enseñanza aprendizaje reforzando los elementos positivos, eliminando los elementos negativos, adaptando las actividades a las posibilidades de cada alumno, superando las dificultades surgidas. d) Controlar los resultados obtenidos. e) Mantener los objetivos no alcanzados, incorporándolos a unidades siguientes. 4.- Confirmar o reformular la programación en función de los datos obtenidos con el desarrollo de la unidades didácticas que la componen. 5.- Orientar al alumnado para futuros estudios o salidas profesionales. 6.- Elaborar informes descriptivos acerca del proceso de aprendizaje que sigue cada uno de los alumnos. 29 7.- Regular y mejorar la organización y actuación docente, tanto en su perspectiva con respecto al centro como para su actividad en el aula. 8.- Controlar el rendimiento general del alumnado, para su oportuna promoción o titulación. 9.- Seleccionar los recursos didácticos y programas específicos para su operatividad. El disponer de permanente información sobre el proceso educativo que está teniendo lugar y, también, acerca de los resultados últimos conseguidos o de la idoneidad mayor o menor de ciertos programas o recursos, permite claramente conseguir los objetivos señalados. 2.5. Fases de la evaluación educativa Una vez identificada la intencionalidad de la evaluación educativa y su posible operatividad, se define un proceso o fases: 2.5.1 Fase de planificación. Planificar demanda de quien realiza esta tarea, una actividad creativa implícita en cuanto a lluvia de ideas, organización de las mismas y proponerlas en un producto o programa. Planificar es una tarea individual que proyecta creatividad…”sabiendo de antemano que siempre será una acción falaz, modificable y recreable” (Bixio, 2004). En palabras de Bixio (2004), la planificación es un instrumento de trabajo indispensable para su labor cotidiana, por lo que se hace indispensable pensar de manera tal que facilite dichalabor”. Es a su vez un elemento de articulación que aporta secuencia y congruencia del proceso de enseñanza aprendizaje en donde se aplica la libertad de cátedra que complementa y enriquece el proceso en forma dinámica y flexible. 30 La planificación es una actividad del docente en donde pone en práctica el análisis y síntesis de su práctica académica es decir, es un espacio de reflexión donde surgen situaciones conflictivas o de desajuste, donde el docente participa con objeto de resolverlos. En toda actividad propuesta a un futuro deseado, se debe definir con precisión qué es lo que se pretende o a donde se quiere llegar, así como el de analizar con que recursos humanos y materiales se cuenta, espacios físicos, procedimientos y metodología, así como tiempo estimado de logro. La respuesta se obtiene de una planificación, ya que lo que se pretende a futuro desde el presente, será una realidad conforme a una postura prospectiva. Existen elementos o criterios, entre otros que, de acuerdo a Gago (2002), son relevantes y que respecto a su empleo complementan la planificación y forman parte de todo programa educativo, estos son: - La eficiencia, entendida como los recursos de todo tipo disponibles y su empleo racional con objeto de lograr un objetivo predeterminado, y - La Eficacia, que demanda en todo programa la elaboración y diseño de propósitos, objetivos y metas enunciadas con antelación en la idea de lograrlos, con el mínimo de recursos disponibles y de un tiempo razonable. Toda actividad y en específico las actividades educativas, antes de iniciarlas, predisponen al profesor a cuestionarse: ¿en dónde se está?, ¿qué se pretende?, ¿con qué se cuenta? y de ¿qué tiempo se dispone? para alcanzar su logro. Seguramente, las actividades relacionadas con el proceso de enseñanza aprendizaje, demandan de una tarea de planeación, así como del diseño de la propuesta de evaluación, que por añadidura, demanda se incluyan los indicadores establecidos en la eficiencia y en la eficacia, ya que estos son convenientes por sus posibilidades operativas y fácil comprensión con la finalidad de que se logre lo planeado y en 31 consecuencia emitir los juicios, las decisiones potenciales que habrán de tomarse, así como las audiencias que habrán de atenderse; definir el objeto de la evaluación y las fuentes de información, delimitar los procedimientos, definir los agentes que operarán la evaluación y establecer su calendarización (Gago ,2002). Ejes Orientadores de la planificación (Bixio, 2004): 1.- Toda planificación implica contradicciones y desajuste que la propuesta o secuencia didáctica pretende resolverlos. 2.- Los conocimientos no se “adquieren”, se construyen. El docente organiza y propone actividades donde el alumno contará con situaciones de construcción del conocimiento. 3.- Todo conocimiento supone nociones y esquemas previos; estos son el soporte o eslabón de secuencia de los nuevos conocimientos. 4.- En la construcción de conocimientos existen secuencias que se reiteran o se articulan. 5.- Todo contenido de un programa, reconoce o están vinculados con otros contenidos, su referencia es la base de congruencia con los nuevos contenidos. 6.- La planificación tiene un sentido orientador y formador es decir, presenta una intencionalidad 7.- Articula lo que se pretende (propósitos u objetivos) con coherencia explicita. 8.- Instrumento de trabajo flexible que sirve de guía y que permite ajustes y adecuaciones. 9.- En la planificación, se espera que el docente no sea un improvisado y que cuente con conocimiento de causa de como se “forman, desarrollan, transmiten y transforman los productos simbólicos que 32 constituyen la cultura y como son reproducidos, asimilados y recreados por los individuos y grupos” (Pérez, 1999). El ciclo PHRA Planificar, significa hacer planes de mejoramiento en las prácticas actuales a partir de datos sólidos. Hacer significa la aplicación del plan. Revisar significa ver si se ha producido la mejoría deseada. Actuar significa prevenir la recurrencia o institucionalizar el mejoramiento como una nueva práctica para mejorar. Por lo tanto, todo docente debe estar predispuesto a asumir una postura crítica de su actividad, específicamente en su tarea de evaluación con objeto de estar mejorando la calidad de sus acciones. Participar de esta manera, es hacer conciencia de que un proceso de planeación en torno a la evaluación educativa, predispone a identificar un problema, esto es: ¿qué procesos se pueden desarrollar para afrontar dicha problemática?, este cuestionamiento implícitamente motiva a la tarea de proponer ideas o procesos para resolverlo y superarlo. (Casanova, 1994) “Uno de los pasos más importantes en un proceso de mejoramiento de la calidad es el monitoreo de los procesos. Monitorear significa revisar que los procesos están cambiando”. Es decir todo proceso siempre debe ser perfectible u actualizado. 2.5.2 Fase de ejecución (implementación) La presente fase implica su aplicación, así como el acopio y tratamiento de la información obtenida, una vez ejecutada la evaluación, con objeto de establecer el registro, su codificación, análisis y elaboración de los primeros resultados (Mateo ,2006). 33 El objetivo principal de esta fase es el de recoger toda la información necesaria en la que posteriormente se sustentarán los juicios de valor consecuentes. Esta fase, es en esencia el eje rector de toda investigación en lo que a evaluación se refiere, lo que dependerá del rigor con que se ejecuten cada uno de sus pasos, lo que conllevará a un alto grado de confiabilidad y veracidad de la información obtenida y en consecuencia, la validez de sus conclusiones. 2.5.3 Fase de conclusiones Fase en la que se formulan juicios con el soporte de una contrastación, de la que se obtiene una interpretación, toma de decisiones y exposición de resultados (Mateo, 2006). Todo proceso de evaluación requiere de un mecanismo que conduzca a establecer una serie de reflexiones con objeto de que se establezcan de manera objetiva conclusiones las que de acuerdo a la Metodología de la evaluación, estas deberán ser justificadas de forma explicita, para que las audiencias puedan valorarlas. La naturaleza y extensión de las conclusiones aportadas, constituyen el reporte del informe final; éste variará en función del alcance y finalidad que se persiga. Ferreres & González (2006) establecen que el objetivo principal de esta fase es el de recoger la información necesaria sobre la que se sustentaran los juicios de valor consecuentes. Es el eje esencial de todo estudio de evaluación: de mayor a menor rigor con que se ejecuten todos sus pasos, dependerá la fiabilidad y veracidad de la información y en consecuencia, la validez de las conclusiones. Es el último momento del proceso de evaluación, en el que tiene lugar la formulación de juicio o de juicios de valor sobre el objeto de la evaluación. 34 2.5.4 Fase de metaevaluación El término “metaevaluación” fue acuñado por Scriven (1967), y hace referencia a la incorporación, en la práctica evaluativa, de la reflexión respecto a la calidad de la propia evaluación efectuada; por lo que la evaluación es el objeto de estudio del metaevaluador Stufflebeam (1981), (1987); Scriven (1967), (1991) Es decir, la metaevaluación de acuerdo a García (2009) ha sido y es comúnmente considerada como aquella investigación sistemática cuyo objetivo es emitir un juicio acerca de la calidad o los méritos de la evaluación es una fase en la que se somete a una valoración el proceso de la evaluación educativa (evaluación de la evaluación). García (2009), por analogía con el término evaluación, la metaevaluación ha sido y es comúnmente considerada como aquella investigación sistemáticacuyo objetivo es emitir un juicio de la calidad o los méritos de una evaluación. La evaluación se convierte de esta forma, en el objeto de estudio del metaevaluador. Al efectuar el proceso de metaevaluación, se debe determinar que aspectos se pretenden evaluar y de manera conjunta establecer los criterios o normas que actúen como referencia. Es menester tomar en cuenta las normas y los criterios establecidos en Metodología de la evaluación, por el Comité Conjunto de Estándares para la Evaluación Educativa (CCEEE) - Joint Committe on Standars for Educational- Ferreres, V. & González, A. (2006), organismo que aborda los principios éticos profesionales de los evaluadores, en los cuales se define cuatro características básicas: - La utilidad: Todo evaluador no sólo debe estar familiarizado con su campo de conocimiento, sino que también con el proceso de evaluación, así como con el tipo de alumnos de quienes identifique y comprenda sus necesidades; diseñen evaluaciones que den respuesta a esas necesidades con objeto de que la evaluación trascienda. - La factibilidad: Toda evaluación educativa debe realizarse en un contexto real y con un costo asequible, que estime tiempos, recursos 35 humanos y materiales, estimación de tiempo razonable en el que se empleen procedimientos prácticos, viabilidad y una relación de costo- producto ajustado. Por lo tanto toda evaluación tiene que ser realista, prudente y económica. - La legitimidad: Toda evaluación educativa, afecta a los sujetos evaluados de diferente manera, por lo que es recomendable y necesario ejercer el principio de ética y de respeto a todos los participantes en la evaluación. - La precisión: Ante toda evaluación educativa, es menester reflexionar si ésta ha aportado información adecuada al emplear técnicas apropiadas y la aportación de juicios sustentados en una relación lógica con los datos. Por otra parte, pretende asegurar que una evaluación se ha realizado con una forma técnicamente adecuada, por tal razón, el evaluador debe cuestionarse si las preguntas de evaluación han sido enunciadas con claridad; si los datos y el acopio de éstos son confiables y válidos y si son correctos los procesos empleados para inferir las conclusiones a partir de los datos. En conjunto, estas cuatro características básicas proponen un trabajo metodológico sistematizado del quehacer evaluativo, el cual implícitamente conlleva a una calidad del trabajo de evaluación. La naturaleza de la evaluación predispone a un análisis metodológico de la misma, ya que es una actividad no improvisada, ésta se sustenta en una práctica de investigación, que en grado significativo, se llega a omitir. En palabras de García (2009) “la tarea que habrá de centrar la atención del metaevaluador y que éste habrá de valorar será la capacidad explicativa de la investigación evaluativa que pretenda analizar. La determinación de los criterios que sirvan de referencia para la metaevaluación se realizará en función de los objetivos de la investigación y de la perspectiva de la que parta el analista” ó el docente involucrado. 36 Schwandt & Halpern (1988) concluyen que “no resulta posible establecer unos estaándares universalmente válidos para la realización de metaevaluaciones: dichos estándares dependerán de lo que el investigador estime que es calidad en evaluación.” El investigador al reconsiderar su práctica de planeación, necesariamente reconsiderará no solo los criterios de eficiencia y eficacia, también agregará la pertinencia que de acuerdo a Gago ( s/f ), éstos utilizados conjuntamente permiten un escrutinio razonablemente sólido, aunque no son suficientes para efectuar una evaluación cabal 2.6. Funciones de la evaluación educativa Como concluyeron Castillo & Cabrerizo (2003) las funciones se diversifican en relación de las necesidades de cada momento a lo largo del desarrollo del proceso; mientras que Casanova (1992) afirma que: “en concordancia con la funciones que en cada caso asignemos a la evaluación con las necesidades que sea preciso cubrir en los diferentes momentos de la vida de un centro o con los componentes que se hayan seleccionado, procede utilizar las modalidades o tipos de evaluación que resulten más apropiados para el objeto de estudio, de la investigación o del trabajo que se emprende”. La función general es conocer cuantitativamente y cualitativamente los aprendizajes que se han producido en los estudiantes como resultado de un programa de estudios, así como también: - Determinar la eficiencia del programa de estudios y de cada uno de los bloques que lo forman. - Localizar los aspectos positivos y negativos que permitan corregir y superar constantemente el programa (técnica y estrategias didácticas). - Identificar las eficiencias de los estudiantes para determinar su capacidad ante el trabajo - Detectar las deficiencias en el aprendizaje para corregirlas - Estimular el interés por el aprendizaje al informar los resultados de la evaluación (retroalimentación). 37 2.6.1 Elemento de formación La evaluación educativa está presente en el proceso histórico de todo ser humano en su formación académica, desde la educación elemental hasta el posgrado, con objeto de validar el conocimiento, habilidades y destrezas del campo de conocimiento que el futuro profesionista haya elegido. La Formación conjuntamente con la evaluación tiene entre otros, un objetivo principal en el sujeto de aprendizaje y es el de que mejore de manera constante su desempeño profesional. (Santillana, (1999):217) que las actividades de formación en el ámbito de la actualización se cumplirán… “a través de un curso, taller, conferencia y diplomado” por lo que la formación consiste ante todo en un proceso cuya intencionalidad implica una actualización continua en la profesión o profesiones de un contexto. Las instituciones educativas tienen un objetivo en común que consiste en estar forman do profesionistas que la sociedad demanda. La profesión como unidad estructural de la sociedad moderna, condensa procesos y elementos de la realidad social, política e ideológica en la que se circunscribe, encontrándose formalmente establecida y legitimada por el sector social que las ha constituido como tales. Fernández (2001). La formación profesional consiste en un conjunto de procesos sociales de preparación y conformación del sujeto, referido, a fines precisos para un posterior desempeño en el ámbito laboral; las instituciones educativas en las que los alumnos cursan una carrera, pretenden que éstos logren los conocimientos, habilidades, actitudes, valores culturales y éticos que conforman un perfil profesional de acuerdo a los requerimientos para un determinado ejercicio de una profesión. No basta concluir una licenciatura o un posgrado ya que es de vital importancia mantenerse actualizado para esta vigente en su profesión. En palabras de Marín, (1997) es imprescindible estudiar el desarrollo histórico de la formación profesional para contribuir a su modificación, por lo que un compromiso de la formación se encuentra ligada a la educación continua con 38 objeto de responder con suficiencia a las demandas y exigencias de desarrollo del momento social. Cumplir con un perfil de formación profesional al término de una carrera y mantenerse vigente en la profesión elegida asumiendo responsabilidades de educación continua, el proceso de la evaluación educativa aportará el dictamen del nivel de competencia de quienes de manera comprometida asumen tal responsabilidad. 2.6.2 Elemento de capacitación En toda organización a diferencia de las instituciones educativas, le caracteriza ser una fuente de trabajo, cuya importancia, aparte de la productividad de bienes y servicios, presenta proyección a futuro. La actividad de evaluar no es una tareaexclusiva de las unidades o centros educativos, ya que ésta se presenta en diferentes ámbitos, uno de ellos tiene que ver con los centros de trabajo identificados como organizaciones, donde la responsabilidad del instructor, facilitador o responsable de la capacitación, está orientada hacia los procesos de aprendizaje de los participantes y de su reacción hacia los programas de capacitación. La evaluación aplicada en el contexto laboral pretende mostrar la efectividad de los programas empleados y el nivel de competencia de los participantes, estableciendo con la práctica de la evaluación, el costo beneficio de los programas empleados. Resa (2007), propone una línea de evaluación en el contexto laboral que se orienta hacia la reacción de los participantes en relación a las actividades de capacitación, si éstas cumplen con satisfacción y conducen al éxito el programa, curso o actividades de capacitación, incluyendo habilidades y destrezas del instructor. La evaluación del aprendizaje, en las actividades de capacitación cumple con el fin de detectar el grado de los aprendizajes de los participantes y de su éxito, así como el costo beneficio de los programas empleados, lo que permite 39 verificar conforme a la evaluación, si las actividades realizadas fueron pertinentes. En este contexto, Resa (2007) señala que la capacitación consiste en formar profesionalmente al personal de la empresa, de tal manera que esté en posibilidad de apoyar el alcance de los objetivos organizacionales que le proporciona su razón de existir. En resumen, la filosofía de la capacitación en las organizaciones, pretende desarrollar integralmente al individuo, no solo para mejorar su actuación en sus responsabilidades de trabajo, sino para hacerlo partícipe consciente en la vida social, económica y cultural, donde la evaluación cobra un papel trascendental. 2.6.3 Elemento de adiestramiento El adiestramiento es un recurso de toda organización cuyo empleo pretende que los recursos humanos aprendan o perfeccionen conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, para facilitarles el desempeño de su puesto de trabajo. Se refiere, según Siliceo (2004) al hecho de “hacer diestro, enseñar, instruir” a una persona o conjunto de sujetos. Esta actividad de enseñanza en gran medida es empleada en el ámbito militar; su significado actual está asociado de manera integral a los recursos humanos en las Organizaciones. En este contexto, Barquero (2005) propone que el adiestramiento brinda información sobre técnicas, procedimientos, doctrinas e instrumentos de trabajo, aspectos que contribuyen al cambio de actitudes y aptitudes en los empleados y a incrementar la eficiencia de la Organización. La evaluación en relación al adiestramiento pretende demostrar que el participante se desempeñe en el ámbito laboral de manera efectiva,...“logrando con ello sustanciales incrementos en los niveles de calidad y productividad en la empresa y en la excelencia personal” (Resa, 2007). 40 La mejor manera de ejemplificar la evaluación al término de un programa de adiestramiento es que el empleado ponga en práctica lo aprendido. 2.6.4 Elemento de valoración y toma de decisiones Los resultados de la evaluación educativa parten de un principio metodológico, desde el primer paso, éste consiste en fijar parámetros, también llamados criterios con los que se establecen medidas o grado de aprendizaje y su relación con el nivel alcanzado respecto a la intencionalidad establecida en el proceso de enseñanza aprendizaje. La valoración de la evaluación educativa, se concreta en el establecimiento de conclusiones generales, las cuales son objetivas, claras y puntuales, acompañado del soporte que la evidencia encontrada y utilizada proporcionó. (Villaruel, s/f) El proceso de evaluación no es una actividad aislada, ya que va acompañada de un sistema de recolección y análisis de información. Se concibe como un medio para el aprendizaje, la retroalimentación permanente y la cualificación de los procesos de toma de decisiones. Evaluar, según Pérez & García (1989) …“es un acto de valorar una realidad, que forma parte de un proceso cuyos momentos previos son los de fijación de características de la realidad a valorar, y de recogida de información sobre la misma, y cuyas etapas posteriores son la información y la toma de decisiones en función del juicio emitido”. Como se observa, la evaluación, según este autor es un proceso continuo de la evaluación educativa en el que se identifican tres etapas o momentos y que son: a) Una obtención o recogida de información. b) La valoración de esta información mediante la formulación de juicios, y c) Una toma o adopción de decisiones. 41 Hay numerosas formas de mirar a la evaluación, derivadas de las conceptualizaciones que se tienen de ella. Varios son los autores que tratan el tema y muchos de ellos establecen la postura de que la evaluación debe estar asociada a la idea de valoración. Así Pérez & Martínez (1992), Stuffebeam (1993), Barbier (1993) o House (1994) miran a la evaluación como la valoración de algo o el establecimiento del valor o mérito de algo en una realidad determinada. Ardolno (1996) la ve como una “actitud filosófica basada en cuestión de valor”. González (2004) identifica a la evaluación como “un proceso sistemático de recogida de información respecto del sistema general de actuación educativa, en relación con unos criterios o referencias para formar juicios de valor acerca de una determinada situación y tomar decisiones”. 42 CAPITULO TRES EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 3.1 Concepto y definición de evaluación diagnóstica. La evaluación diagnóstica, también identificada como inicial, de acuerdo a Santillana Docentes, “es la que se realiza antes de empezar el proceso de enseñanza aprendizaje, con el propósito de verificar el nivel de preparación de los alumnos para enfrentarse a los objetivos que se espera logren”. Su empleo por parte del docente pretende la obtención del conocimiento, habilidades y destrezas de manera detallada del alumno, con objeto de implementar las adecuaciones que resulten pertinentes en relación al plan o programa en su diseño psicológico (teorías del aprendizaje, motivación, métodos y técnicas), y en su diseño pedagógico (objetivos, actividades y sistema de enseñanza), acorde a los intereses de grupo, incluso de la propia individualidad del sujeto de aprendizaje. La evaluación diagnóstica, su empleo, en la educación formal en Instituciones educativas, presenta una intencionalidad, que es la obtención de un pronóstico que delimite una acción preventiva, situación que reporta elementos de juicio de valor de tipo personalizado a futuro sobre la actuación de los alumnos. La evaluación diagnóstica busca reconocer e identificar las características de la población a la que va dirigida la instrucción. Una vez identificadas las características de los alumnos, el docente establecerá los ajustes pertinentes para un desarrollo óptimo de su planeación. Su fin consiste en contribuir en el mejoramiento del aprendizaje de los alumnos, una vez aplicada, sus resultados pueden llegar a mostrar lagunas en el conocimiento, es decir desarticulación, razón más que suficiente de que el docente tome decisiones para establecer adecuaciones o modificaciones al programa por aplicar 43 El docente interesado en tener como objetivo único la calidad educativa y el centro donde labora, la promueve, aplicando una constante depuración en el ejercicio de implementar y aplicar la evaluación diagnóstica, está contribuyendo al logro de una constante actualización. El centro cumple con su labor de estar capacitando y actualizando al docente que está en busca constante de contribuir o incrementar la calidad educativa.
Compartir