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Importancia-de-la-evaluacion-diagnostica-en-instituciones-academicas-de-nivel-superior

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
 
IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA EN 
INSTITUCIONES ACADÉMICAS DE NIVEL SUPERIOR 
 
T E S I N A 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA 
 
P R E S E N T A: 
FERNANDO ESCUDERO GARZA 
 
 
DIRECTORA DE LA TESINA: 
LIC. NOEMÍ BARRAGÁN TORRES 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ciudad Universitaria, D.F. Abril, 2013. 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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ÍNDICE 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
1 
 
CAPÍTULO UNO. LA EVALUACIÓN 
 
 
5 
1. Evaluación: concepto, funciones y tipos 
 
5 
1.1. Calificación y evaluación 
 
8 
1.1.1 Ámbitos de la evaluación 
 
10 
1.2. Tipos de evaluación 
 
10 
1.2.1 Según su finalidad y función 
 
11 
1.2.2 Según su extensión 
 
12 
1.2.3 Según los agentes evaluadores 
 
12 
1.2.4 Según el momento de aplicación 
 
14 
1.2.5 Según el criterio de comparación 
 
15 
1.2.6 Según la política institucional 
 
17 
 
CAPITULO DOS. EVALUACIÓN EDUCATIVA 
 
 
 18 
 2.1. Concepto y definición de evaluación educativa 
 
 19 
2.2. Tipos de evaluación educativa (diagnostica, formativa y 
sumaria) 
 
 23 
2.3. Características de la evaluación educativa 
 
 25 
2.4. Objetivo de la evaluación educativa 28 
 
2.5 Fases de la evaluación educativa 
 
 29 
2.5.1 Planificación 
 
 29 
2.5.2 Ejecución (implementación) 
 
 32 
2.5.3 Conclusiones 
 
 33 
 
 
2.5.4 Metaevaluación 
 
 34 
2.6 Funciones de la evaluación educativa 
 
 36 
 2.6.1 Elemento de formación 
 
 37 
 2.6.2 Elemento de capacitación 
 
 38 
 2.6.3 Elemento de adiestramiento 
 
 39 
 2.6.4 Elemento de valoración y toma de decisiones 
 
 40 
 
CAPITULO TRES. EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 
 
3.1. Concepto y definición de evaluación diagnóstica 42 
3.2 Fases de la evaluación diagnóstica 45 
3.2.1. Planeación 46 
3.2.2 Aplicación 46 
3.2.3 Resultados 47 
3.3. Funciones de la evaluación diagnóstica: 47 
3.3.1 Indicador de articulación V. S. Indicador de 
desarticulación 
 
 
 48 
3.3.2 Indicador de retroalimentación 48 
3.3.3 Indicador de toma de decisiones 48 
3.4. El docente y su actitud ante la evaluación diagnóstica 49 
3.4.1 Actitud negativa ante la evaluación diagnóstica 51 
 3.4.2 Simulación, improvisación o reproducción 52 
3.4.3 Actitud positiva ante el reto de una evaluación continua 53 
 
 
 PROPUESTA DE INTERVENCIÓN 
 TALLER DE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 54 
Justificación 54 
Objetivos del Taller 56 
Población a la que va dirigida la Propuesta 56 
Lugar o Escenario 56 
Procedimiento 57 
DISCUSIÓN 71 
REFERENCIAS 73 
 
1 
 
INTRODUCCIÓN 
El ámbito educativo en la actualidad, es cambiante y desafiante, éste requiere 
de una serie de actividades orientadas a la excelencia, calidad y pertinencia 
que el contexto social demanda. 
Uno de los retos de la educación superior, se sustenta en la calidad de la 
formación continua, la capacitación y la actualización de sus recursos 
humanos, que den respuesta a las demandas de la globalización (proceso 
multidimensional que abarca aspectos económicos de ciencia y tecnología, las 
comunicaciones, la política y por sobre todas las cosas, la educación). Este 
proceso ha estado relacionado al desarrollo social de la ciencia, la técnica, la 
investigación y la práctica, soportes ligados a la competitividad que encuentren 
respuesta en las instituciones de educación superior que trabajan de manera 
comprometida y en interacción con la sociedad. 
Uno de los desafíos que las instituciones de la educación superior presentan, 
es el de contar con personal docente involucrado y comprometido con el 
ejercicio de su práctica, que fomente la creatividad de sus alumnos en sus 
aprendizajes, orientados hacia la excelencia académica, como elemento de 
mayor importancia en la educación superior. 
La excelencia académica se encuentra totalmente ligada a las actividades de 
acreditación y a los procesos de la evaluación. Los resultados de los procesos 
de enseñanza aprendizaje, necesariamente tienen que ser analizados en 
términos cognoscitivos y operativos, para dar respuesta a las demandas que la 
sociedad necesita a través de las instituciones. 
El personal docente tiene un papel protagónico de vital importancia para 
contribuir a la formación de futuros profesionistas de calidad y de excelencia en 
su participación y/o desempeño profesional. Su participación responsable, 
comprometida y actualizada en el proceso de evaluación, específicamente en 
el de la evaluación diagnostica, estará contribuyendo a la motivación de los 
alumnos, respecto a su crecimiento académico y social, con actitud, destreza y 
conocimientos de emprendedor. 
Es un hecho que la práctica evaluativa en todo ámbito escolar, aporta 
elementos de reflexión fundamentales para la toma de decisiones con objeto 
de que constantemente surjan aportes de depuración y de mejora de la 
enseñanza en beneficio del alumnado, con una visión de competencia y de 
calidad. 
 
2 
 
 La evaluación educativa demuestra de parte de los alumnos sus logros en 
sus diferentes asignaturas y en consecuencia, proyecta la labor de los 
docentes quienes contribuyen con su dedicada participación a la calidad 
educativa y a la imagen de su institución. 
 Uno de los elementos óptimamente empleado que contribuye a ese logro, lo 
es la evaluación diagnóstica, ya que una de sus características es el de 
verificar el aquí y el ahora, solo hace falta que los docentes del nivel superior 
identifiquen y justifiquen su importancia como elemento concatenador de 
eficiencia en el aprendizaje. 
 La educación tradicional, también identificada como educación formal, es la 
que hasta nuestros días se imparte en escuelas, colegios e instituciones de 
enseñanza superior. La educación propuesta obedece a una sistematización 
de planes y programas, un tratamiento didáctico que incluye objetivos, 
dinámicas grupales, recursos materiales, mobiliario, un tiempo determinado, un 
facilitador y lo que da fe del aprendizaje de los alumnos, la evaluación en sus 
diferentes modalidades, formativa, sumaria y en la que se sustenta la presente 
propuesta, la evaluación diagnóstica. 
 En esta educación formal, el facilitador asume un papel central en las 
instituciones de enseñanza superior y para desarrollarlo con efectividad, se le 
demanda que sea un especialista en su campo de conocimientos para dar 
respuesta a uno de los cuestionamientos de su práctica docente ¿qué va a 
enseñar?; una segunda que debe contestar ¿con qué pretende enseñar?, es 
decir con qué dinámicas grupales, técnicas y con qué recursos didácticos; 
¿para qué va a enseñar? y ¿a quiénes pretende enseñar?, ¿cuándo y con qué 
demostrar que se ha aprendido? Cuando emplea los tres tipos de evaluación 
que se tratan en cada uno de los siguientes capítulos, dándole mayor 
importancia a la evaluación diagnóstica. 
 En la actualidad no se recurre a la teoría que le da fundamento a la 
evaluación diagnóstica y solo se emplea como una tarea que da respuesta a 
los intereses de la burocracia institucional, es decir su reproducción,desconociendo su importancia y trascendencia en la formación de las nuevas 
generaciones. De igual forma es el de identificar en su práctica educativa del 
facilitador la pobreza en el empleo de la evaluación diagnóstica, reflejando su 
indiferencia hacia la misma, la que merma en las instituciones de educación 
superior sus pretensiones, es decir la búsqueda de la excelencia en sus 
alumnos. 
3 
 
 Por lo que es necesario centrar la atención en la evaluación diagnóstica, 
identificada ésta como una de las tres que todo docente debe conocer y operar 
con suficiencia. 
 Es evidente que en la educación formal los tres tipos de evaluación se 
emplean en instituciones de educación superior, siendo el interés principal del 
presente trabajo, las aportaciones teóricas y los elementos que dan 
fundamento a la evaluación diagnóstica, ya que su empleo debidamente 
sustentado, provee al docente de la retroalimentación necesaria para la toma 
de decisiones oportuna para depurar y actualizar el plan o programa a 
desarrollar en beneficio de los alumnos. 
 En el presente trabajo, no solo se analizará y/o evaluará el concepto de la 
evaluación y sus alcances. Lo trascendente de la presente propuesta es 
reflexionar, analizar, evaluar, enriquecer y actualizar la evaluación diagnostica, 
concluyendo en la importancia y papel que esta juega en el fenómeno 
educativo 
 Por consiguiente, sensibilizar al docente de las instituciones de educación 
superior en el análisis, la reflexión y valoración de los elementos que 
conforman la evaluación diagnóstica, es el objeto del Taller que se propone 
para que se logre una mayor participación involucrada y comprometida. 
 La presente tesina se construye en: 
Capitulo Uno 
 Comprende la sustentación teórica de la evaluación, incluye el concepto y 
definiciones de autores contemporáneos, las funciones de la evaluación y sus 
diferentes tipos, orientados a contribuir en la conformación de una cultura de la 
evaluación que reflejen tanto productos de aprendizaje como procesos de 
aprendizaje de los alumnos, estimulados por el docente facilitador a través de 
su práctica educativa. 
 La tarea de evaluar forma parte de toda institución educativa en relación al 
proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que debe de ser sistemática, con 
objeto de tomar decisiones. Sus resultados muestran la labor del docente y los 
alcances del programa empleado, en constante búsqueda de la calidad del 
proceso educativo y de la competitividad de los alumnos. 
 Se abordan los diferentes tipos de evaluación, la finalidad de estos y sus 
funciones, su extensión; así como a los agentes evaluadores, el momento 
óptimo de su aplicación para cada uno de los diferentes tipos de evaluación, 
4 
 
así como de los criterios de promoción estimulante para la vida académica o el 
de tareas de recuperación en caso de fracaso. 
Capitulo Dos 
 Aborda el concepto y la definición de la evaluación educativa y de manera 
explicita los tres tipos de evaluación educativa, sus características, su objetivo, 
con una orientación hacia la eficacia respaldada en una planificación como 
recurso de implementación y una valoración para establecer conclusiones y dar 
garantía de calidad de la evaluación, acorde a principios éticos del evaluador. 
 Se desglosan las funciones de la evaluación educativa, identificando una 
función general orientada a conocer cualitativamente y cuantitativamente los 
aprendizajes que se han producido en los alumnos como resultado de la 
participación del docente en base a un programa de estudio, conduciéndola 
hacia el éxito de su labor en base a un respaldo de actividades de formación, 
capacitación, adiestramiento con las que el docente propone la toma de 
decisiones. 
Capitulo Tres 
 Presenta la propuesta medular del campo de interés del presente trabajo, 
rescata con objetividad el concepto y definición de la evaluación diagnóstica, 
incluyendo sus diferentes fases como la planeación, su aplicación y sus 
resultados, sus funciones, su articulación o desarticulación y aporte fundado en 
una retroalimentación que enriquece la toma de decisiones. 
 Estimula e identifica la actitud del docente, ya sea negativa o de 
devaluación hacia la evaluación diagnostica, una actitud de simulación o de 
indiferencia y la actitud que se pretende en la presente propuesta, una actitud 
positiva y un gran reto en su perfil, el de una actualización continua. 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
CAPÍTULO UNO 
LA EVALUACIÓN 
1. Evaluación: conceptos, funciones y tipos. 
La evaluación de acuerdo a Santos (1995), es un fenómeno habitualmente 
circunscrito al aula, referido a los alumnos y limitado al control de los 
conocimientos adquiridos a través de pruebas de diverso tipo. 
La evaluación es uno de los tópicos que más se emplea en el contexto 
educativo, y no porque se trate de un tema del que recientemente se esté 
investigando, sino que es un tema de interés de directivos escolares, docentes, 
alumnos y de la sociedad en general, quienes actualmente son más participativos 
y comprometidos en la trascendencia y aportaciones del proceso de evaluar o de 
ser evaluado. 
En 1995; Santos mencionó que la evaluación es asumir una disposición 
orientada a la comprobación del aprendizaje de los alumnos. 
Quizá exista un mayor compromiso e involucración de logro y calidad 
educativa que demande un mayor esfuerzo y trabajo, como el de dedicarle más 
tiempo al uso adecuado de los diversos recursos empleados en el proceso de 
aprendizaje, orientado al logro de nivel de competencias tanto en las instituciones 
como en sus individuos. 
De la misma manera, todos estos factores conducen a conformar una 
cultura de la evaluación que no es de uso exclusivo de las instituciones educativas 
sino que abarca múltiples contextos de participación humana. 
En México, el conocimiento relacionado a los logros y beneficios de la 
evaluación que reflejan no sólo productos de aprendizaje sino procesos de 
aprendizaje de los alumnos, conducidos, estimulados y facilitados a través de la 
práctica docente, muestran al sistema educativo en general en años recientes, un 
6 
 
escenario depurado, actualizado y modernizado para ejercer las prácticas 
evaluativas en todos los niveles académicos de manera trascendental. 
En general, uno de los objetivos prioritarios de los alumnos es satisfacer las 
exigencias de los "exámenes". En palabras de A. de la Orden (2000) 
La evaluación, al prescribir realmente los objetivos de la 
educación, determina, en gran medida lo que los alumnos aprenden y 
cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan, 
los contenidos y los métodos; en otras palabras, el producto y el 
proceso de la educación querámoslo o no, de forma consciente o 
inconsciente, la actividad educativa de alumnos y profesores está en 
algún grado canalizada por la evaluación (p 385). 
Todos estos factores han llevado a una "cultura de la evaluación" que no se 
limita a la escuela sino que se extiende al resto de las actividades sociales. 
Concretamente, la ampliación del ámbito de la evaluación desde los 
resultados y procesos del aprendizaje de los alumnos hasta el propio currículo (en 
sus distintos niveles de concreción), la práctica docente, los centros, el sistema 
educativo en su conjunto, etc., ha dibujado en los últimos años un nuevo escenario 
para las prácticas evaluativas, que se han desarrollado a todos los niveles de 
manera muy importante. 
Las universidades, instituciones y/o escuelas, son los lugares por 
excelencia donde la actividad de evaluar, se emplea con más frecuencia en los 
alumnos. Por lo anterior, es un recurso del docente y de las academias como 
indicador de aprendizaje. 
El criterio del docente en el diseño, aplicación y resultados de la evaluación, 
llega a ser un proceso de rutina, que deja al margen la calidad del proceso de 
7 
 
enseñanza aprendizaje cuando no se cuentancon elementos de contrastación del 
proceso de evaluación. 
En contraste con lo anterior, la evaluación educativa, independientemente 
que se deba a un contexto como lo es el escolar, su ámbito de empleo es amplio, 
ya que éste como herramienta, justifica la labor del docente frente a grupo en 
relación al aprendizaje de los alumnos y en consecuencia al nivel de calidad de las 
instituciones. 
La actividad de evaluar alumnos involucra diversos elementos 
interrelacionados, no es recomendable estudiarlos de manera aislada. 
Identificarlos y reflexionar su génesis, aportará al docente elementos que 
depurarán su práctica. 
Para evaluar es necesario "comprender”, dice Stenhouse (1984), por lo que 
se requiere un proceso de enseñanza aprendizaje, que sin duda reporte beneficios 
a la Institución, a los alumnos y a los docentes, ya que contribuye de manera 
constante a mejorar la práctica educativa. 
Su empleo reporta en consecuencia una retroalimentación al docente y al 
alumno, ya que el aprendizaje obtenido o mejor dicho respuesta a sus 
expectativas, activándose de manera inmediata nuevos retos de logro en relación 
a nuevos aprendizajes, es decir, la evaluación educativa motiva al alumno y al 
docente en el reto de nuevos aprendizaje. 
Por añadidura, el empleo de la evaluación educativa, sus resultados 
reportan elementos de juicio al docente con los que identifica a los alumnos con 
dificultades de aprendizaje, situación que contribuye a una revisión de planes y 
programas de estudio, con objeto de implementar una jerarquización que exponga 
los contenidos de mayor importancia o relevancia. 
Asimismo es una herramienta que en su fase de planeación, se hace uso 
de la flexibilidad ya que en su aplicación se le reconoce como un medio que aporta 
información que orienta la actividad educativa. 
8 
 
De acuerdo a Rosales (1997), el proceso de evaluación trata de una función 
que ha sido denominada también preactiva, por constituir un punto de apoyo para 
el perfeccionamiento de la enseñanza. 
Por lo anterior la evaluación educativa es una actividad que escudriña y 
establece el estado actual del proceso de enseñanza aprendizaje, con lo que se 
reconsideran las metas y propósitos y se identifica su importancia en todo contexto 
académico de la evaluación. 
Resumiendo, es difícil pensar en el proceso de enseñanza aprendizaje sin 
tomar en consideración la importancia de la evaluación educativa. 
1.1. Calificación y evaluación. 
Es importante, antes de abordar el contenido de evaluación, distinguir 
algunos conceptos fundamentales, tales como evaluación calificación y medida. El 
concepto de evaluación es el más amplio de los tres, aunque los dos últimos son 
consecuencia del primero. Se puede decir que es una actividad inherente a toda 
actividad humana intencional, por lo que debe ser sistemática, y que su objetivo es 
determinar el valor de algo (Popham, 1990). 
El término calificación esta referido exclusivamente a la valoración de la 
conducta de los alumnos (calificación escolar). Calificar, por tanto, es una 
actividad más restringida que evaluar. La calificación será la expresión cualitativa 
(apto/no apto) o cuantitativa (10, 9, 8) del juicio de valor que emitimos sobre la 
actividad y logros del alumno. En este juicio de valor se suele querer expresar el 
grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y habilidades del 
alumno, como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o proceso. 
Se evalúa siempre para tomar decisiones. No basta con recoger 
información sobre los resultados del proceso educativo y emitir únicamente un tipo 
de calificación, si no se toma alguna decisión, no existe una auténtica evaluación. 
9 
 
Así pues, la evaluación es una actividad o proceso sistemático de 
identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos 
educativos, con el objetivo de valorarlos primero y, sobre dicha valoración, tomar 
decisiones (García, 1989). 
La evaluación por tanto, se caracteriza como: 
Un proceso que implica recogida de información con una posterior 
interpretación en función del contraste con determinadas instancias de referencia 
o patrones de deseabilidad, para hacer posible la emisión de un juicio de valor que 
permita orientar la acción o la toma de decisiones. 
Una actividad proyectiva que refleja el éxito o fracaso de proyectos 
institucionales, de programas de estudio, de aprendizaje en el alumnado, y de la 
práctica docente frente a grupo. 
Una actividad sistemática, planeada con objeto de rastrear si hubo o no 
cambios o modificaciones en el aprendizaje de los alumnos durante la vivencia de 
un programa y/o después de la aplicación del mismo, en el que se fundamente 
que efectivamente el aprendizaje en los alumnos se debió al programa aplicado. 
Un proyecto que refleja a la evaluación como un sinónimo de éxito, cuando 
ésta abarca los diferentes elementos en que se sustenta y los efectos de un 
programa en el aprendizaje de los alumnos. 
Una tarea de sustento que facilita la toma de decisiones, ya que su 
resultado, muestra la labor docente y los alcances del programa empleado y la 
necesaria retroalimentación que orienten los cambios, ajuste o modificaciones que 
conduzcan al éxito pretendido. 
Presenta una función selectiva, que fundamentada en criterios, normas y 
modelos, identifica el perfil planeado y reporta el grado de presencia del 
aprendizaje de los alumnos. 
10 
 
En otras palabras, la evaluación es el reflejo del empleo de un programa 
orientado a la búsqueda de la calidad del proceso educativo y en la competitividad 
de los alumnos. 
Resumiendo, la evaluación es una actividad de investigación y valoración 
de manera objetiva y precisa, del proceso de emitir juicios con objeto de 
fundamentar la efectividad de planes y programas de estudio, su aplicación por 
parte del docente, la calidad del aprendizaje del alumno, el nivel de competencia 
alcanzado y de su relevancia social. 
1.1.1.Ámbitos de la evaluación 
Tradicionalmente, la evaluación se ha venido aplicando casi con 
exclusividad al rendimiento de los alumnos, a los contenidos referidos a 
conceptos, hechos, principios, etc., adquiridos por ellos en los procesos de 
enseñanza. A partir de los años sesenta, la evaluación se ha extendido a otros 
ámbitos educativos: actitudes, destrezas, programas educativos, materiales 
curriculares didácticos, la práctica docente, los centros escolares, el sistema 
educativo en su conjunto y la propia evaluación. 
Esta extensión de la evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados 
Unidos a finales de los años 50 debido a circunstancias tales como: la crítica a la 
eficacia de las escuelas públicas, la gran inversión dedicada a la educación que 
exigía una rendición de cuentas, mayor responsabilidad entre otros aspectos.. Por 
tanto, el campo de aplicación de la evaluación se extiende a alumnos, profesores, 
directivos, instituciones, la administración, es decir, a todos los participantes del 
proceso educativo. Y va a ser, precisamente, a raíz de la extensión del ámbito 
evaluador cuando van a surgir una serie de modelos de evaluación de gran 
relevancia. 
1.2. Tipos de evaluación 
Esta clasificación atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u 
otro en función del propósito de la evaluación, a los impulsores o ejecutores de la 
11 
 
misma, a cada situación concreta, a los recursos con los que se cuenta, a los 
destinatarios del informe evaluador y a otros factores más. 
1.2.1.- Según su finalidad y función 
De acuerdo a sus fines ha sido clasificada como evaluación diagnóstica, 
formativa y sumativa, las cuales son entendidas como: 
a) Función diagnóstica 
Se utiliza fundamentalmente con el propósito de ubicar el nivel de 
información previa, es decir, permite ubicar desde dónde se parte. 
b) Función formativa: 
La evaluación se utiliza preferentemente como estrategiade mejora y para 
ajustar sobre la marcha, los procesos educativos de cara a conseguir las metas u 
objetivos previstos. Es la más apropiada para la evaluación de procesos, aunque 
también es formativa la evaluación de productos educativos, siempre que sus 
resultados se empleen para la mejor de los mismos. Suele identificarse con la 
evaluación continua. 
b) Función sumativa: 
Suele aplicarse más en la evaluación de productos, es decir, de procesos 
terminados, con realizaciones precisas y valorables. Con la evaluación no se 
pretende modificar, ajustar o mejorar el objeto de la evaluación, sino simplemente 
determinar su valía, en función del empleo que se desea hacer del mismo 
posteriormente. 
 
 
 
 
12 
 
1.2.2.- Según su extensión 
a) Evaluación global: 
Se pretende abarcar todos los componentes o dimensiones de los alumnos, 
del centro educativo, del programa, etc. Se considera el objeto de la evaluación de 
un modo holístico, como una totalidad interactuante, en la que cualquier 
modificación en uno de sus componentes o dimensiones tiene consecuencias en 
el resto. Con este tipo de evaluación, la comprensión de la realidad evaluada 
aumenta, pero no siempre es necesaria o posible. El modelo más conocido es el 
CIPP de Stufflebeam. (Contexto, entrada "input", proceso y producto). 
De acuerdo a González, Pisonero, Pérez y Echebarrena (2006), el CIPP, 
proviene del mundo educativo, hace referencia a aspectos habituales dentro del 
sistema de evaluación en relación con la naturaleza del objeto a evaluar, su 
fundamentación, contexto, puesta en funcionamiento, los recursos puestos a 
disposición y los resultados o productos logrados. Es un modelo integral que 
combina la perspectiva por fases y áreas con la perspectiva global y que aporta 
como novedad a modelos evaluativos anteriores a su propuesta de evaluar el 
proceso, lo cual permite observar cómo las organizaciones llegan a alcanzar sus 
objetivos, aunque tiende a fijarse es aspectos de tipo psicosocial. 
b) Evaluación parcial: 
Pretende el estudio o valoración de determinados componentes o 
dimensiones de un centro, de un programa educativo o de rendimiento de un 
alumno. 
 
1.2.3.- Según los agentes evaluadores 
Según Casanova (s/f), este tipo de evaluación se realiza según las 
personas que en cada caso la llevan a la práctica. 
 
13 
 
a) Evaluación interna: 
Es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios integrantes de 
un centro, un programa educativo, etc. 
A su vez, la evaluación interna ofrece diversas alternativas de realización: 
autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación. 
* Autoevaluación: los evaluadores evalúan su propio trabajo (un alumno 
su rendimiento, un centro o programa su propio funcionamiento, etc.). 
Los roles de evaluador y evaluado coinciden en las mismas personas. 
* Heteroevaluación: evalúan una actividad, objeto o producto, 
evaluadores distintos a las personas evaluadas (el Consejo Escolar, 
Colegio de profesores, un profesor a sus alumnos, etc.) 
* Coevaluación: es aquella en la que unos sujetos o grupos se evalúan 
mutuamente (alumnos y profesores mutuamente, unos y otros equipos 
docentes, el equipo directivo al Consejo Escolar y viceversa). 
Evaluadores y evaluados intercambian su papel alternativamente. 
b) Evaluación externa: 
Se da cuando agentes no integrantes de un centro escolar o de un 
programa evalúan su funcionamiento. Suele ser el caso de la "evaluación de 
expertos". Estos evaluadores pueden ser inspectores de evaluación, miembros de 
la administración, investigadores, equipos de apoyo a la escuela, entre otros. 
Estos dos tipos de evaluación son necesarios y se complementan 
mutuamente. En el caso de la evaluación de centro, sobre todo, se están 
extendiendo la figura del "asesor externo", que permite que el propio centro o 
programa se evalúe a sí mismo, pero le ofrece su asesoría técnica y cierta 
objetividad por su no implicación en la vida del centro. 
 
14 
 
1.2.4.- Según el momento de aplicación 
a) Evaluación diagnóstica o inicial: 
Se realiza antes de iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje o del inicio 
de un curso u actividad académica, de la implantación de un programa educativo, 
del funcionamiento de una institución escolar, con el propósito de conocer el nivel 
de aprendizaje o desconocimiento de los alumnos en relación al programa y 
objetivos que se pretenden lograr, con objeto de predisponer al docente a 
establecer actividades y contenidos adecuados al nivel de exigencia de los 
alumnos. 
Consiste en el acopio de datos en la situación de partida. Es imprescindible 
para iniciar cualquier cambio educativo, establecer un pronóstico, para decidir los 
objetivos que se pueden y deben conseguir y también para valorar si al final de un 
proceso, los resultados son satisfactorios o insatisfactorios. 
Su empleo es de carácter preventivo, ya que ésta guarda unión con el 
pronóstico a futuro de la participación de los alumnos en su participación escolar. 
El propósito de utilizar la evaluación diagnóstica, reporta al docente, el nivel 
de inicio a un nuevo proceso y si tal nivel es óptimo; identificar lagunas de 
conocimientos que no permitan la concatenación en el logro de novedosos 
aprendizajes, y el reporte de nivel de inicio que facilite ajustes al programa o 
cambios en el mismo. 
“De manera generalizada se reconoce que la evaluación diagnóstica evalúa 
los conocimientos previos antes de comenzar una etapa de aprendizaje con el 
propósito de realizar la planeación del curso” (Aguirre, 2009 p.23) 
Al implementar el proceso de enseñanza aprendizaje, es fundamental que 
el docente conozca a su población de alumnos, labor que en gran medida permite 
la evaluación diagnóstica, su aplicación exhibe el perfil que estos presentan al 
15 
 
pretender iniciar un nuevo proceso de aprendizaje y las posibles causas de sus 
deficiencias. 
b) Evaluación procesual: 
Consiste en la valoración a través de la recogida continua y sistemática de 
datos, del funcionamiento de un centro, de un programa educativo, del proceso de 
aprendizaje de un alumno, de la eficacia de un profesor, etc. a lo largo del periodo 
de tiempo fijado para la consecución de unas metas u objetivos. La evaluación 
procesual es de gran importancia dentro de una concepción formativa de la 
evaluación, porque permite tomar decisiones de mejora sobre la marcha. 
La función formativa de la evaluación cuya denominación se debe a 
Scriven (1967), se proyecta no sobre los resultados, sino sobre el 
proceso didáctico. Sirve para determinar la naturaleza del desarrollo del 
mismo y constituye el punto de partida para decisiones de 
mejoramiento. Se trata de una función evaluadora que ha sido 
nominada también preactiva, por constituir un punto de apoyo para el 
perfeccionamiento de la enseñanza (Rosales, 1997 p. 34). 
c) Evaluación final: 
Consiste en la recogida y valoración de unos datos al finalizar un periodo de 
tiempo previsto para la realización de un aprendizaje, un programa, un trabajo, un 
curso escolar, etc. o para la consecución de unos objetivos. 
1.2.5.- Según el criterio de comparación 
Cualquier valoración se hace siempre comparando el objeto de evaluación 
con un patrón o criterio. En este sentido, se pueden distinguir dos situaciones 
distintas: 
16 
 
a) En caso de que la referencia sea el propio sujeto (sus capacidades e 
intereses, las metas que se había propuesto alcanzar, considerando el tiempo y el 
esfuerzo invertidos por el sujeto, y teniendo en cuenta sus aprendizajes previos) o 
cualquier otro objeto de la evaluación en sí mismo (las características de partida 
de un programa, los logros educativos de un centro en el pasado, etc.), estaremos 
empleando la AUTOREFERENCIA como sistema 
b) En el caso de que las referencias no sean el propio sujeto, programa la 
escuela, lo que se conoce como HETEROREFERENCIA, aquí nos encontramoscon dos posibilidades: 
 Referencia o evaluación criterial: 
Aquella en las que se comparan los resultados de un proceso educativo 
cualquiera con los objetivos previamente fijados, o bien con unos patrones de 
realización, con un conjunto de situaciones deseables y previamente establecidas. 
Es el caso en el que se compara el rendimiento del alumno con los objetivos que 
debería haber alcanzado en un determinado plazo de tiempo, o los resultados de 
un programa de educación compensatoria con los objetivos que éste se había 
marcado, y no con los resultados de otro programa. 
 Referencia o evaluación normativa: 
El referente de comparación es el nivel general de un grupo normativo 
determinado (otros alumnos, centros, programas o profesores). Lo correcto es 
conjugar siempre ambos criterio para realizar una valoración adecuada, aunque en 
el caso de la evaluación de alumnos, nos parece siempre más apropiada la 
evaluación que emplea la autorreferencia o la evaluación criterial. El empleo de 
uno u otro tipo de evaluación dependerá siempre de los propósitos de la 
evaluación y de su adecuación al objeto de la evaluación. 
 
 
17 
 
1.2.6 Según la política institucional 
Promoción 
La decisión de promoción es la que, con más frecuencia, debe enfrentar el 
profesor, desde las promociones formales (curso a curso) hasta las promociones 
diarias (de una tarea a otra, cuando se considera que se ha alcanzado un nivel de 
conocimientos suficiente). 
Por tanto, la evaluación puede resultar un elemento estimulante para la 
educación en la medida en que pueda desembocar en decisiones de promoción 
positivas, y para ello es preciso que el sistema educativo sea público y coherente, 
ofreciendo la información precisa para ofrecen la dificultades que puedan surgir. 
Para ello, es necesaria una definición clara de los objetivos previos y una 
recuperación inmediata en caso de fracaso. 
En caso de que el fracaso sea reiterado, se hace imprescindible la 
utilización de procesos diagnósticos, incluso terapéuticos. Por tanto, lo deseable 
es la promoción tanto desde el punto de vista del aprendizaje como desde el punto 
de vista del desarrollo armónico de la persona. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
 
CAPITULO DOS 
EVALUACIÓN EDUCATIVA 
La evaluación es parte integrante de la vida diaria de la humanidad, ya sea en 
contextos de actividad laboral, actividad deportiva, actividad cultural, actividad 
educativa, entre otros. Cada uno de nuestros actos es posible evaluarlos. Al 
concluir una jornada de trabajo, una clase en la escuela, un evento deportivo, 
una convivencia familiar, una película cinematográfica, una nota periodística; es 
decir en cada evento del acontecer cotidiano, puede ser analizado sintetizado y 
evaluado. Con objeto de dar respuesta a interrogantes cómo: ¿qué se hizo? 
¿por qué se hizo?, ¿para qué se hizo?, ¿cómo se hizo?. Esto sucede en cada 
uno de los rubros del devenir cotidiano. El ámbito escolar no es ajeno a un 
proceso de evaluación, ya que planear una clase, su organización, está 
orientada a garantizar aprendizaje en los sujetos de educación, desde la 
educación básica como en la educación superior, el mejor proceso de 
demostración se llama evaluación. 
Ejercer la responsabilidad de trabajar frente a grupo, demanda de docentes 
profesionales no improvisados que valoren su profesión y que centren su 
interés en el alumno desde la planeación de clase que incluya a la evaluación 
no como una lista de chequeo, sino como una oportunidad de transformación 
durante los diferentes momentos del proceso de enseñanza aprendizaje, su 
aplicación continua aporta información del desempeño tanto de alumnos como 
del mismo docente respecto a la teoría o teorías del aprendizaje empleadas y 
los recursos didácticos utilizados. La evaluación del docente, es un indicador de 
los procedimientos de enseñanza empleados, con objeto de que se establezcan 
en caso de ser necesarias, las adecuaciones que se consideren pertinentes en 
relación a las características de los alumnos, y en consecuencia, las 
expectativas de los docentes. 
Operar la evaluación educativa es una actividad compleja en relación a los 
elementos en que sustenta su configuración, pero es una labor propia de todo 
docente y necesaria en su marco laboral. 
19 
 
 
2.1 Concepto y definición de evaluación educativa 
El concepto evaluación es un término que se viene usando mucho en las últimas 
décadas y que en la actualidad está cargado de nuevos significados. Esta 
apreciación nos debe permitir flexibilizar nuestra mente para ser capaces de 
captar lo que hoy se entiende por ella. 
Antiguamente se entendía por evaluación, o se hablaba de ella en términos de 
corrección, de examen, de “cambio de nivel”, del grado de ajuste a unas normas 
o criterios. 
En épocas más recientes, la evaluación se ha aplicado más al producto y a los 
resultados que a los procesos; ha sido más comprendida como medida y 
cuantificación; se ha polarizado en exceso en el alumno y su rendimiento más 
que en cualquier otro factor del proceso de enseñanza-aprendizaje y se ha usado 
para comparar y clasificar la escuela de hoy (Alcudia et al., 2006). 
“En muchos momentos, la evaluación educativa es entendida como fuente de 
mejora. Podemos afirmar que sin evaluación no hay mejora posible y que sólo 
evaluando de continuo es como lograremos mejorar progresivamente. La 
evaluación nos permite conocer lo que sucede en la escuela, valorarlo y actuar 
más eficazmente la escuela de hoy” (Alcudia et al., 2006). 
El concepto de evaluación no solamente implica o significa mejora, ya que tiene 
diversas orientaciones es decir, es 
... polisémico porque éste se impone o no en la práctica según 
las necesidades mismas de la evaluación y en función de las 
diferentes formas de concebirla (puede significar estimar, calcular, 
valorar, apreciar, etc.). Así como en el lenguaje cotidiano, conviene 
considerar la evaluación desde este enfoque multidimensional: la 
evaluación hace referencia a un proceso por medio del cual alguna o 
20 
 
varias características (de un alumno, de un grupo de estudiantes o 
un ambiente educativo, objetivos, materiales, profesores, programas, 
etc. Reciben la atención de quien evalúa, se analizan y se valoran 
sus características y condiciones en función de parámetros de 
referencia para emitir un juicio que sea relevante para la educación 
(Imbemón, 1993, p. 15). 
La evaluación educativa no es una práctica improvisada, es 
una de las actividades del docente involucrado, participativo y 
consciente de su responsabilidad y que de acuerdo a Rosales 
(1989), “la evaluación es un proceso sistemático de reflexión sobre 
la práctica”. 
La evaluación representa una responsabilidad profesional e institucional que 
considera el análisis comparativo de los métodos de evaluación. Es todo un 
campo de estudio y práctica que se diferencia de otros afines como la 
administración, la planificación y la investigación, de sus aportes, se logran hacer 
serios cuestionamientos a los modos de enfocar y realizar la evaluación, tanto en 
sus aspectos instrumentales como en su ejecución a los resultados. 
(Stufflebeam, 1995). 
El proceso de evaluar implica el asignar un valor a algo, de entre muchas 
definiciones de evaluación, resalta la formula Tenbrink (1981, pág.19): 
“evaluación es el proceso de obtención de información y de su uso para formular 
juicios que a su vez se utilizarán para tomar decisiones”. 
La evaluación ha de entenderse según Antúnez (2004) como un proceso de 
“reflexión crítica, individual, colectiva y permanente de los sujetos y participantes 
en el proceso educativo sobre la teoría y práctica del conocimiento humano con 
miras a la transformación individual y social” y para Inbernón (2003) como 
21 
 
instrumento de investigación del profesorado que, a través de la identificación, 
recogida y tratamiento de datos,permite comprobar las hipótesis de acción con 
el fin de confirmarlas o de introducir modificaciones en ellas. 
Mateo (2006), expone que la evaluación es una finalidad, no un medio y lo 
identifica como un proceso de valorar lo que se aprende durante un determinado 
tiempo, después de conocer la realidad en la que se actúa (socioeducativa), las 
posibilidades de los alumnos, los materiales utilizados y los conocimientos 
previos. 
Por lo tanto, la evaluación educativa, es un instrumento de empleo racional 
métrico (psicopedagógico de aprendizajes) orientado a la calificación de alumnos 
que favorece la cooperación o la competencia, según sea el caso (Díaz-Barriga, 
1999). 
De acuerdo a un enfoque socio-pedagógico, la evaluación educativa en el 
contexto del proceso de enseñanza aprendizaje llega a presentar dos 
orientaciones, la primera de reproducción mientras que la segunda orientado a la 
creatividad. 
En otras palabras, la evaluación educativa no es una actividad simple de las 
diversas actividades de los docentes, en suma, constituye una tarea necesaria 
de la actividad frente a grupo. 
 En palabras de Santos (1993) “La evaluación es un instrumento de diálogo, 
comprensión y mejora de la práctica educativa”. 
Dentro del proceso de enseñanza aprendizaje, la evaluación educativa no solo 
está orientada al aprendizaje, de modo similar logra estar orientada a la acción 
del docente, es decir las actividades de enseñanza, a la propuesta educativa en 
los planes y programas de estudio, a las propuestas institucionales, incluyendo el 
contexto físico. Lo que aquí se propone abordar es la evaluación educativa en el 
ámbito del proceso de enseñanza aprendizaje; actividad compleja ya que 
demanda del docente un compromiso de conocimiento, comprensión, análisis, 
síntesis y evaluación de diversos autores y propuestas psicopedagógicas, teórico 
22 
 
prácticas, filosófico institucionales, administrativo institucional, incluso 
sociocultural (Santos, 1993). 
Asumir la responsabilidad de desempeñar funciones frente a grupo en alguna 
institución educativa, cualquier docente debe contar con herramientas como el 
qué enseñar, con qué enseñar, conocimientos elementales de las teorías del 
aprendizaje que le de fundamento al cómo enseñar y del cómo se aprende, del 
mismo modo del cómo, cuándo, por qué y para qué evaluar. 
Es un hecho que la evaluación educativa es parte integral de todo proceso de 
enseñanza aprendizaje, su empleo abarca los distintos momentos del proceso 
mencionado, lo que hace más complejo y mas fina la actividad evaluativa, lo que 
permite un acercamiento real, objetivo y fructífero en su análisis y 
perfeccionamiento. Un enfoque integral encuentra su justificación en razones de 
índole epistémicas y de la propia práctica evaluativa. (González, 2000) 
La posición que se asume en el presente trabajo es la de un enfoque integral de 
la evaluación y abarcador de los distintos momentos o procesos mencionados, lo 
que, sin duda, hace más compleja la actividad evaluativa, pero permite un 
acercamiento más real, rico y fructífero en su análisis y perfeccionamiento. Un 
enfoque integral encuentra su justificación en razones de índole epistémicas y de 
la propia práctica evaluativa. 
La evaluación educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje, es una 
actividad necesaria y trascendental, ya que no es posible concebir ninguna 
actividad de enseñanza sin la evaluación educativa. Proporciona información 
con el fin de guiar el proceso de toma de decisiones y facilitar los informes de 
rendición de cuentas. (II Congreso Internacional) 
De acuerdo a lo anterior, la evaluación educativa será definida como: "…una 
actividad que debe realizarse tomando en cuenta no solo el aprendizaje de los 
alumnos, sino también las actividades de enseñanza que realiza el docente y su 
relación con dichos aprendizajes" (Coll & Martín, 1996 p. 80). 
 
23 
 
2.2. Tipos de evaluación educativa (diagnostica, formativa y sumaria) 
En palabras de (Delgado, 1996) “La evaluación valora críticamente los logros 
de la acción educativa y los factores que influyen en ella. Para esto recoge 
información sobre el proceso educativo antes, durante y después de su desarrollo, 
con la finalidad de mejorarlo y ayudar en el aprendizaje de los estudiantes. 
La propuesta de clasificar a la evaluación en lo que respecta al 
proceso de enseñanza aprendizaje, es aquella que durante décadas ha 
ocupado parte primordial de la actividad docente y que hasta la fecha ha 
contribuido en forma significativa a dar respuesta al qué, al cómo, al por 
qué, al cuándo, al con qué y a quienes evaluar (Castillo & Cabrerizo, 
2003). 
La presente clasificación distingue tres tipos de evaluación 
identificadas como: diagnóstica, formativa y sumaria, que en conjunto 
son complementarias, ya que de manera integral y objetiva valoran el 
proceso de enseñanza aprendizaje (Castillo & Cabrerizo, 2003). 
El empleo de cada una de ellas tiene que ver con diferentes momentos o 
situaciones, aportan elementos valiosos para la toma de decisiones de quién las 
diseña y aplica. 
- Evaluación diagnóstica: La finalidad de éste tipo de evaluación, es el de 
aportarle al profesor un conocimiento real del perfil de entrada de cada uno de 
sus alumnos, antes de iniciar la propuesta del nuevo proceso o plan educativo. 
... ese conocimiento es fundamental, ya que le permitirá al 
profesor diseñar sus estrategias didácticas y acomodar su práctica 
docente a la realidad de todos y cada uno de sus alumnos, desde 
el punto de vista de (Castillo & Cabrerizo, 2003). 
Su empleo debe operarse antes de que inicie el plan o programa planeado; su 
aplicación previa y sus resultados le aportarán al profesor la realidad educativa 
de sus alumnos. 
24 
 
 - Evaluación formativa: Su finalidad está orientada a una mejora continua 
del proceso de enseñanza aprendizaje. 
... sirve como estrategia de mejora para ajustar y regular 
sobre la marcha los procesos educativos, de cara a conseguir las 
metas u objetivos previstos. (Castillo & Cabrerizo, 2003). 
… es un término introducido en el año de 1967 por M. 
Scriven para referirse a los procedimientos utilizados por los 
profesores con la finalidad de adaptar su proceso didáctico a los 
progresos y necesidades de aprendizaje observado en sus 
alumnos. (Ballester, 2008). 
… se caracteriza por tener un propósito regulador 
permitiendo la reorientación del proceso de E-A a través de la 
retroalimentación. Tiene un carácter más auscultador de lo que 
ocurre durante el mismo, por lo cual permite identificar las fallas y 
errores que pudieran estar incidiendo en la buena marcha del 
proceso, sin tener que esperar hasta el final para identificarlos y 
atenderlos, hecho que de concretarse así se dificultaría al no estar 
en condiciones de detectar a tiempo las causas del problema. 
(Villaruel, s/f) 
- Evaluación sumaria: Su finalidad está orientada a identificar y valorar los 
resultados obtenidos por el alumno al finalizar el proceso de enseñanza 
aprendizaje de un curso, asignatura, diplomado incluso, una carrera. . 
Permite reorientar, modificar, regular, reforzar, comprobar y reafirmar a lo largo 
de un curso, del aprendizaje de los alumnos poniendo en relieve, las diferencias 
25 
 
individuales de los mismos. Esta afirmación tiene relación con la propuesta de 
autores como Lawson (1973), quien la define como la posibilidad de modificación 
en función de los logros obtenidos. Por su parte Bloom (1975) la considera como 
la orientación y reorientación de los aprendizajes. 
Laforcade (1985), menciona que su finalidad es comprobar de modo sistemático 
en que medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se 
hubieran especificado con antelación. 
Moreno (2004), destaca que dadas sus características, el tiempo apropiado para 
llevarla a cabo, será al fin de una unidad o de todo un curso escolar.Por medio 
de ella se trata de corroborar lo que ha sido alcanzado. También califica a la 
evaluación sumaria como un proceso que pretende valorar la conducta o 
conductas finales que se observan en el educando al final del proceso, certificar 
que se han alcanzado los objetivos propuestos, hacer una recapitulación o 
integración de los contenidos de aprendizaje sobre lo que se ha trabajado a lo 
largo de todo el curso, integrar en uno solo, los diferentes juicios de valor que se 
han emitido sobre una persona a través del curso. 
 En vísperas del empleo de los tres tipos de evaluación, hay que evaluar, 
para demostrar y exhibir el aprendizaje de los alumnos y consecuentemente, se 
evalúa para verificar que los procesos propuestos (mejorados), funcionan. 
 
2.3. Características de la evaluación educativa 
De acuerdo a Santos (1993), identifica las siguientes características: 
 Independiente y comprometida: 
 …“se refiere a una evaluación no neutra, sino comprometida con unos 
principios, con unos valores. El educador debe ser imparcial, pero no significa 
que sea aséptico”. Una postura desinteresada, no comprometida, distanciada del 
mundo cotidiano y de sus valores es moralmente deficiente (House, 1990). 
 
26 
 
Cualitativa y no totalmente cuantificable: 
 En cuanto a…”los procesos que analiza, cuando se trata de programas 
educativos, son enormemente complejos y al reducirlos a números suele 
simplificar y desvirtuar la parte mas sustantiva de los mismos”. 
 Práctica y no sólo cuantificable: 
 La evaluación de la que habla…”no tiene por finalidad producir 
conocimiento académico, realizar informes para publicaciones especializadas y 
ni siquiera elaborar un conocimiento teórico sobre las experiencias. Tiene por 
finalidad la mejora de programas a través de su comprensión, a través del 
conocimiento de su naturaleza, funcionamiento y resultados”. 
 Democrática y no autocrática: 
La evaluación es parte integral de las instituciones y centros educativos; su 
ejercicio estará fundamentado en una orientación democrática que propone 
Segone (1998) en su concepto de democracia “como una visión del mundo, una 
manera de pensar, sentir y actuar para practicarla y vivirla, una perspectiva para 
comprender y mejorar las relaciones humanas y sociales, entonces la evaluación 
democrática es una nueva manera de abordar la función evaluativa, en la cual 
las metas son comprender, aprender, responder ante sí mismo, y mejorar 
nuestro propio desempeño, eficiencia y eficacia; y también es un proceso de 
empoderamiento, en el cual los interesados tienen pleno conocimiento y control 
de su evaluación, en el cual ellos son los evaluadores que planifican, efectúan, 
internalizan y hacen el seguimiento de los resultados de la evaluación, las 
lecciones aprendidas y las recomendaciones. Una evaluación democrática es un 
proceso de evaluación muy participativo y empoderador (ganar poder) centrado 
en las personas, el cual da a los interesados la capacidad de comprender y 
realizar su propia autoevaluación para mejorar su condición de vida, 
estableciendo una postura negativa ante la autocrática o poder personal sino 
más bien colectivo, propio de su participación en su entorno social. 
 
27 
 
Procesual, no meramente final: 
 “La evaluación que propone se realiza durante el proceso y no una vez 
terminado el programa. Por que es durante el mismo cuando se puede conocer 
lo que en él sucede. Y por que durante su desarrollo se puede modificar y 
mejorar. Realizada al final del mismo, como una apostilla, como un apéndice, 
pierde la capacidad de generar comprensión de lo que realmente va sucediendo. 
Y aunque al final se analice todo el proceso, la perspectiva está adulterada por el 
gradiente de la meta. 
 
Participativa, no mecanicista: 
 …”da voz a los participantes, no se realiza a través de pruebas externas 
y de análisis ajenos a la opinión de los protagonistas. Son ellos los que emiten 
su valoración sobre el programa, aunque no sea ésta la única voz y la única 
perspectiva que se tiene en cuenta”. 
 
Colegiada, no individualista: 
 “Es un tipo de evaluación que asume en equipo y no solo un individuo. No 
porque la que se realiza bajo la responsabilidad única de una persona sea 
deficiente sino porque la realizada por un equipo goza del aval del contraste, de 
la pluralidad de los enfoques, de una mayor garantía de rigor, de una 
diversificación estratégica de acceso y actuación. 
 
Externa, aunque de iniciativa interna: 
 …“es decir son los propios participantes y usuarios los que demandan, y 
para realizarla requieren la colaboración exterior, por considerar que desde fuera 
puede tomarse una perspectiva complementaria y puede trabajarse en unas 
condiciones favorables para conseguir una información veraz”. 
 
28 
 
2.4. Objetivos de la evaluación educativa 
 De acuerdo a Casanova “los objetivos que permiten perseguir la 
aplicación de un modelo evaluador cualitativo, formativo y continuo, adaptado 
convenientemente a los procesos de enseñanza aprendizaje, no se limitan ya a 
comprobar lo aprendido por el alumnado cada cierto tiempo, sino que amplían 
sus expectativas y posibilidades y cubren un campo más extenso, más completo, 
pues la evaluación se incorpora, desde el principio, al camino de aprender y 
enseñar, y ofrece, en consecuencia, mayores aportaciones y apoyos al conjunto 
del proceso que transcurre. En conclusión, los objetivos que pretende la 
evaluación educativa son: 
 1.- Detectar la situación de partida general para dar comienzo a un 
proceso de enseñanza y aprendizaje. 
 2.- Facilitar la elaboración de la programación idónea y adecuada para los 
alumnos y alumnas, en función del diagnóstico realizado en el paso anterior. 
 3.- Durante la aplicación de cada unidad didáctica: 
a) Conocer las ideas previas del alumnado. 
b) Adaptar el conjunto de elementos de la unidad a la situación de grupo. 
c) Regular el proceso de enseñanza aprendizaje reforzando los elementos 
positivos, eliminando los elementos negativos, adaptando las actividades 
a las posibilidades de cada alumno, superando las dificultades surgidas. 
d) Controlar los resultados obtenidos. 
e) Mantener los objetivos no alcanzados, incorporándolos a unidades 
siguientes. 
4.- Confirmar o reformular la programación en función de los datos 
obtenidos con el desarrollo de la unidades didácticas que la componen. 
5.- Orientar al alumnado para futuros estudios o salidas profesionales. 
6.- Elaborar informes descriptivos acerca del proceso de aprendizaje que 
sigue cada uno de los alumnos. 
29 
 
7.- Regular y mejorar la organización y actuación docente, tanto en su 
perspectiva con respecto al centro como para su actividad en el aula. 
8.- Controlar el rendimiento general del alumnado, para su oportuna 
promoción o titulación. 
9.- Seleccionar los recursos didácticos y programas específicos para su 
operatividad. El disponer de permanente información sobre el proceso educativo 
que está teniendo lugar y, también, acerca de los resultados últimos 
conseguidos o de la idoneidad mayor o menor de ciertos programas o recursos, 
permite claramente conseguir los objetivos señalados. 
 
2.5. Fases de la evaluación educativa 
 Una vez identificada la intencionalidad de la evaluación educativa y 
su posible operatividad, se define un proceso o fases: 
2.5.1 Fase de planificación. 
Planificar demanda de quien realiza esta tarea, una actividad 
creativa implícita en cuanto a lluvia de ideas, organización de las mismas y 
proponerlas en un producto o programa. 
Planificar es una tarea individual que proyecta 
creatividad…”sabiendo de antemano que siempre será una acción falaz, 
modificable y recreable” (Bixio, 2004). 
En palabras de Bixio (2004), la planificación es un instrumento de 
trabajo indispensable para su labor cotidiana, por lo que se hace 
indispensable pensar de manera tal que facilite dichalabor”. Es a su vez 
un elemento de articulación que aporta secuencia y congruencia del 
proceso de enseñanza aprendizaje en donde se aplica la libertad de 
cátedra que complementa y enriquece el proceso en forma dinámica y 
flexible. 
30 
 
La planificación es una actividad del docente en donde pone en 
práctica el análisis y síntesis de su práctica académica es decir, es un 
espacio de reflexión donde surgen situaciones conflictivas o de desajuste, 
donde el docente participa con objeto de resolverlos. 
En toda actividad propuesta a un futuro deseado, se debe definir 
con precisión qué es lo que se pretende o a donde se quiere llegar, así 
como el de analizar con que recursos humanos y materiales se cuenta, 
espacios físicos, procedimientos y metodología, así como tiempo estimado 
de logro. La respuesta se obtiene de una planificación, ya que lo que se 
pretende a futuro desde el presente, será una realidad conforme a una 
postura prospectiva. 
Existen elementos o criterios, entre otros que, de acuerdo a Gago 
(2002), son relevantes y que respecto a su empleo complementan la 
planificación y forman parte de todo programa educativo, estos son: 
- La eficiencia, entendida como los recursos de todo tipo disponibles 
y su empleo racional con objeto de lograr un objetivo predeterminado, y 
- La Eficacia, que demanda en todo programa la elaboración y 
diseño de propósitos, objetivos y metas enunciadas con antelación en la 
idea de lograrlos, con el mínimo de recursos disponibles y de un tiempo 
razonable. 
Toda actividad y en específico las actividades educativas, antes de 
iniciarlas, predisponen al profesor a cuestionarse: ¿en dónde se está?, 
¿qué se pretende?, ¿con qué se cuenta? y de ¿qué tiempo se dispone? 
para alcanzar su logro. 
Seguramente, las actividades relacionadas con el proceso de 
enseñanza aprendizaje, demandan de una tarea de planeación, así como 
del diseño de la propuesta de evaluación, que por añadidura, demanda se 
incluyan los indicadores establecidos en la eficiencia y en la eficacia, ya 
que estos son convenientes por sus posibilidades operativas y fácil 
comprensión con la finalidad de que se logre lo planeado y en 
31 
 
consecuencia emitir los juicios, las decisiones potenciales que habrán de 
tomarse, así como las audiencias que habrán de atenderse; definir el 
objeto de la evaluación y las fuentes de información, delimitar los 
procedimientos, definir los agentes que operarán la evaluación y 
establecer su calendarización (Gago ,2002). 
 Ejes Orientadores de la planificación (Bixio, 2004): 
1.- Toda planificación implica contradicciones y desajuste que la 
propuesta o secuencia didáctica pretende resolverlos. 
2.- Los conocimientos no se “adquieren”, se construyen. El docente 
organiza y propone actividades donde el alumno contará con situaciones 
de construcción del conocimiento. 
3.- Todo conocimiento supone nociones y esquemas previos; estos 
son el soporte o eslabón de secuencia de los nuevos conocimientos. 
4.- En la construcción de conocimientos existen secuencias que se 
reiteran o se articulan. 
5.- Todo contenido de un programa, reconoce o están vinculados 
con otros contenidos, su referencia es la base de congruencia con los 
nuevos contenidos. 
6.- La planificación tiene un sentido orientador y formador es decir, 
presenta una intencionalidad 
7.- Articula lo que se pretende (propósitos u objetivos) con 
coherencia explicita. 
8.- Instrumento de trabajo flexible que sirve de guía y que permite 
ajustes y adecuaciones. 
9.- En la planificación, se espera que el docente no sea un 
improvisado y que cuente con conocimiento de causa de como se “forman, 
desarrollan, transmiten y transforman los productos simbólicos que 
32 
 
constituyen la cultura y como son reproducidos, asimilados y recreados 
por los individuos y grupos” (Pérez, 1999). 
El ciclo PHRA 
Planificar, significa hacer planes de mejoramiento en las prácticas 
actuales a partir de datos sólidos. 
Hacer significa la aplicación del plan. 
Revisar significa ver si se ha producido la mejoría deseada. 
Actuar significa prevenir la recurrencia o institucionalizar el 
mejoramiento como una nueva práctica para mejorar. 
Por lo tanto, todo docente debe estar predispuesto a asumir una 
postura crítica de su actividad, específicamente en su tarea de evaluación 
con objeto de estar mejorando la calidad de sus acciones. Participar de 
esta manera, es hacer conciencia de que un proceso de planeación en 
torno a la evaluación educativa, predispone a identificar un problema, esto 
es: ¿qué procesos se pueden desarrollar para afrontar dicha 
problemática?, este cuestionamiento implícitamente motiva a la tarea de 
proponer ideas o procesos para resolverlo y superarlo. 
(Casanova, 1994) “Uno de los pasos más importantes en un 
proceso de mejoramiento de la calidad es el monitoreo de los procesos. 
Monitorear significa revisar que los procesos están cambiando”. Es decir 
todo proceso siempre debe ser perfectible u actualizado. 
 
2.5.2 Fase de ejecución (implementación) 
La presente fase implica su aplicación, así como el acopio y 
tratamiento de la información obtenida, una vez ejecutada la evaluación, 
con objeto de establecer el registro, su codificación, análisis y elaboración 
de los primeros resultados (Mateo ,2006). 
33 
 
El objetivo principal de esta fase es el de recoger toda la 
información necesaria en la que posteriormente se sustentarán los juicios 
de valor consecuentes. Esta fase, es en esencia el eje rector de toda 
investigación en lo que a evaluación se refiere, lo que dependerá del rigor 
con que se ejecuten cada uno de sus pasos, lo que conllevará a un alto 
grado de confiabilidad y veracidad de la información obtenida y en 
consecuencia, la validez de sus conclusiones. 
 
2.5.3 Fase de conclusiones 
Fase en la que se formulan juicios con el soporte de una 
contrastación, de la que se obtiene una interpretación, toma de decisiones 
y exposición de resultados (Mateo, 2006). 
Todo proceso de evaluación requiere de un mecanismo que 
conduzca a establecer una serie de reflexiones con objeto de que se 
establezcan de manera objetiva conclusiones las que de acuerdo a la 
Metodología de la evaluación, estas deberán ser justificadas de forma 
explicita, para que las audiencias puedan valorarlas. 
La naturaleza y extensión de las conclusiones aportadas, constituyen 
el reporte del informe final; éste variará en función del alcance y finalidad 
que se persiga. 
Ferreres & González (2006) establecen que el objetivo principal de 
esta fase es el de recoger la información necesaria sobre la que se 
sustentaran los juicios de valor consecuentes. Es el eje esencial de todo 
estudio de evaluación: de mayor a menor rigor con que se ejecuten todos 
sus pasos, dependerá la fiabilidad y veracidad de la información y en 
consecuencia, la validez de las conclusiones. 
Es el último momento del proceso de evaluación, en el que tiene 
lugar la formulación de juicio o de juicios de valor sobre el objeto de la 
evaluación. 
 
 
 
34 
 
2.5.4 Fase de metaevaluación 
El término “metaevaluación” fue acuñado por Scriven (1967), y hace 
referencia a la incorporación, en la práctica evaluativa, de la reflexión 
respecto a la calidad de la propia evaluación efectuada; por lo que la 
evaluación es el objeto de estudio del metaevaluador Stufflebeam (1981), 
(1987); Scriven (1967), (1991) Es decir, la metaevaluación de acuerdo a 
García (2009) ha sido y es comúnmente considerada como aquella 
investigación sistemática cuyo objetivo es emitir un juicio acerca de la 
calidad o los méritos de la evaluación es una fase en la que se somete a 
una valoración el proceso de la evaluación educativa (evaluación de la 
evaluación). 
 García (2009), por analogía con el término evaluación, la 
metaevaluación ha sido y es comúnmente considerada como aquella 
investigación sistemáticacuyo objetivo es emitir un juicio de la calidad o 
los méritos de una evaluación. La evaluación se convierte de esta forma, 
en el objeto de estudio del metaevaluador. 
 Al efectuar el proceso de metaevaluación, se debe determinar que 
aspectos se pretenden evaluar y de manera conjunta establecer los criterios 
o normas que actúen como referencia. Es menester tomar en cuenta las 
normas y los criterios establecidos en Metodología de la evaluación, por el 
Comité Conjunto de Estándares para la Evaluación Educativa (CCEEE) -
Joint Committe on Standars for Educational- Ferreres, V. & González, A. 
(2006), organismo que aborda los principios éticos profesionales de los 
evaluadores, en los cuales se define cuatro características básicas: 
- La utilidad: Todo evaluador no sólo debe estar familiarizado con su 
campo de conocimiento, sino que también con el proceso de evaluación, 
así como con el tipo de alumnos de quienes identifique y comprenda sus 
necesidades; diseñen evaluaciones que den respuesta a esas 
necesidades con objeto de que la evaluación trascienda. 
- La factibilidad: Toda evaluación educativa debe realizarse en un 
contexto real y con un costo asequible, que estime tiempos, recursos 
35 
 
humanos y materiales, estimación de tiempo razonable en el que se 
empleen procedimientos prácticos, viabilidad y una relación de costo-
producto ajustado. Por lo tanto toda evaluación tiene que ser realista, 
prudente y económica. 
- La legitimidad: Toda evaluación educativa, afecta a los sujetos 
evaluados de diferente manera, por lo que es recomendable y necesario 
ejercer el principio de ética y de respeto a todos los participantes en la 
evaluación. 
- La precisión: Ante toda evaluación educativa, es menester 
reflexionar si ésta ha aportado información adecuada al emplear técnicas 
apropiadas y la aportación de juicios sustentados en una relación lógica 
con los datos. 
Por otra parte, pretende asegurar que una evaluación se ha 
realizado con una forma técnicamente adecuada, por tal razón, el 
evaluador debe cuestionarse si las preguntas de evaluación han sido 
enunciadas con claridad; si los datos y el acopio de éstos son confiables y 
válidos y si son correctos los procesos empleados para inferir las 
conclusiones a partir de los datos. 
En conjunto, estas cuatro características básicas proponen un 
trabajo metodológico sistematizado del quehacer evaluativo, el cual 
implícitamente conlleva a una calidad del trabajo de evaluación. 
La naturaleza de la evaluación predispone a un análisis 
metodológico de la misma, ya que es una actividad no improvisada, ésta 
se sustenta en una práctica de investigación, que en grado significativo, se 
llega a omitir. En palabras de García (2009) “la tarea que habrá de centrar 
la atención del metaevaluador y que éste habrá de valorar será la 
capacidad explicativa de la investigación evaluativa que pretenda analizar. 
La determinación de los criterios que sirvan de referencia para la 
metaevaluación se realizará en función de los objetivos de la investigación 
y de la perspectiva de la que parta el analista” ó el docente involucrado. 
36 
 
Schwandt & Halpern (1988) concluyen que “no resulta posible 
establecer unos estaándares universalmente válidos para la realización de 
metaevaluaciones: dichos estándares dependerán de lo que el 
investigador estime que es calidad en evaluación.” 
El investigador al reconsiderar su práctica de planeación, 
necesariamente reconsiderará no solo los criterios de eficiencia y eficacia, 
también agregará la pertinencia que de acuerdo a Gago ( s/f ), éstos 
utilizados conjuntamente permiten un escrutinio razonablemente sólido, 
aunque no son suficientes para efectuar una evaluación cabal 
 
2.6. Funciones de la evaluación educativa 
 Como concluyeron Castillo & Cabrerizo (2003) las funciones se diversifican 
en relación de las necesidades de cada momento a lo largo del desarrollo del 
proceso; mientras que Casanova (1992) afirma que: “en concordancia con la 
funciones que en cada caso asignemos a la evaluación con las necesidades que 
sea preciso cubrir en los diferentes momentos de la vida de un centro o con los 
componentes que se hayan seleccionado, procede utilizar las modalidades o tipos 
de evaluación que resulten más apropiados para el objeto de estudio, de la 
investigación o del trabajo que se emprende”. 
 La función general es conocer cuantitativamente y cualitativamente los 
aprendizajes que se han producido en los estudiantes como resultado de un 
programa de estudios, así como también: 
- Determinar la eficiencia del programa de estudios y de cada uno de los 
bloques que lo forman. 
- Localizar los aspectos positivos y negativos que permitan corregir y 
superar constantemente el programa (técnica y estrategias didácticas). 
- Identificar las eficiencias de los estudiantes para determinar su 
capacidad ante el trabajo 
- Detectar las deficiencias en el aprendizaje para corregirlas 
- Estimular el interés por el aprendizaje al informar los resultados de la 
evaluación (retroalimentación). 
 
 
37 
 
2.6.1 Elemento de formación 
La evaluación educativa está presente en el proceso histórico de todo ser 
humano en su formación académica, desde la educación elemental hasta el 
posgrado, con objeto de validar el conocimiento, habilidades y destrezas del 
campo de conocimiento que el futuro profesionista haya elegido. La Formación 
conjuntamente con la evaluación tiene entre otros, un objetivo principal en el 
sujeto de aprendizaje y es el de que mejore de manera constante su desempeño 
profesional. (Santillana, (1999):217) que las actividades de formación en el 
ámbito de la actualización se cumplirán… “a través de un curso, taller, 
conferencia y diplomado” por lo que la formación consiste ante todo en un 
proceso cuya intencionalidad implica una actualización continua en la profesión o 
profesiones de un contexto. 
 Las instituciones educativas tienen un objetivo en común que consiste en 
estar forman do profesionistas que la sociedad demanda. La profesión como 
unidad estructural de la sociedad moderna, condensa procesos y elementos de 
la realidad social, política e ideológica en la que se circunscribe, encontrándose 
formalmente establecida y legitimada por el sector social que las ha constituido 
como tales. Fernández (2001). 
 La formación profesional consiste en un conjunto de procesos sociales de 
preparación y conformación del sujeto, referido, a fines precisos para un posterior 
desempeño en el ámbito laboral; las instituciones educativas en las que los 
alumnos cursan una carrera, pretenden que éstos logren los conocimientos, 
habilidades, actitudes, valores culturales y éticos que conforman un perfil 
profesional de acuerdo a los requerimientos para un determinado ejercicio de 
una profesión. 
 No basta concluir una licenciatura o un posgrado ya que es de vital 
importancia mantenerse actualizado para esta vigente en su profesión. En 
palabras de Marín, (1997) es imprescindible estudiar el desarrollo histórico de la 
formación profesional para contribuir a su modificación, por lo que un 
compromiso de la formación se encuentra ligada a la educación continua con 
38 
 
objeto de responder con suficiencia a las demandas y exigencias de desarrollo 
del momento social. 
 Cumplir con un perfil de formación profesional al término de una carrera y 
mantenerse vigente en la profesión elegida asumiendo responsabilidades de 
educación continua, el proceso de la evaluación educativa aportará el dictamen 
del nivel de competencia de quienes de manera comprometida asumen tal 
responsabilidad. 
2.6.2 Elemento de capacitación 
 En toda organización a diferencia de las instituciones educativas, le 
caracteriza ser una fuente de trabajo, cuya importancia, aparte de la 
productividad de bienes y servicios, presenta proyección a futuro. 
La actividad de evaluar no es una tareaexclusiva de las unidades o centros 
educativos, ya que ésta se presenta en diferentes ámbitos, uno de ellos tiene que 
ver con los centros de trabajo identificados como organizaciones, donde la 
responsabilidad del instructor, facilitador o responsable de la capacitación, está 
orientada hacia los procesos de aprendizaje de los participantes y de su reacción 
hacia los programas de capacitación. 
 La evaluación aplicada en el contexto laboral pretende mostrar la 
efectividad de los programas empleados y el nivel de competencia de los 
participantes, estableciendo con la práctica de la evaluación, el costo beneficio 
de los programas empleados. 
 Resa (2007), propone una línea de evaluación en el contexto laboral que 
se orienta hacia la reacción de los participantes en relación a las actividades de 
capacitación, si éstas cumplen con satisfacción y conducen al éxito el programa, 
curso o actividades de capacitación, incluyendo habilidades y destrezas del 
instructor. 
 La evaluación del aprendizaje, en las actividades de capacitación cumple 
con el fin de detectar el grado de los aprendizajes de los participantes y de su 
éxito, así como el costo beneficio de los programas empleados, lo que permite 
39 
 
verificar conforme a la evaluación, si las actividades realizadas fueron 
pertinentes. 
 En este contexto, Resa (2007) señala que la capacitación consiste en 
formar profesionalmente al personal de la empresa, de tal manera que esté en 
posibilidad de apoyar el alcance de los objetivos organizacionales que le 
proporciona su razón de existir. 
En resumen, la filosofía de la capacitación en las organizaciones, pretende 
desarrollar integralmente al individuo, no solo para mejorar su actuación en sus 
responsabilidades de trabajo, sino para hacerlo partícipe consciente en la vida 
social, económica y cultural, donde la evaluación cobra un papel trascendental. 
 
2.6.3 Elemento de adiestramiento 
 El adiestramiento es un recurso de toda organización cuyo empleo 
pretende que los recursos humanos aprendan o perfeccionen conocimientos, 
habilidades, destrezas y actitudes, para facilitarles el desempeño de su puesto 
de trabajo. 
 Se refiere, según Siliceo (2004) al hecho de “hacer diestro, enseñar, 
instruir” a una persona o conjunto de sujetos. Esta actividad de enseñanza en 
gran medida es empleada en el ámbito militar; su significado actual está 
asociado de manera integral a los recursos humanos en las Organizaciones. 
 En este contexto, Barquero (2005) propone que el adiestramiento brinda 
información sobre técnicas, procedimientos, doctrinas e instrumentos de trabajo, 
aspectos que contribuyen al cambio de actitudes y aptitudes en los empleados y 
a incrementar la eficiencia de la Organización. 
 La evaluación en relación al adiestramiento pretende demostrar que el 
participante se desempeñe en el ámbito laboral de manera efectiva,...“logrando 
con ello sustanciales incrementos en los niveles de calidad y productividad en la 
empresa y en la excelencia personal” (Resa, 2007). 
40 
 
 La mejor manera de ejemplificar la evaluación al término de un programa 
de adiestramiento es que el empleado ponga en práctica lo aprendido. 
 
2.6.4 Elemento de valoración y toma de decisiones 
 Los resultados de la evaluación educativa parten de un principio 
metodológico, desde el primer paso, éste consiste en fijar parámetros, también 
llamados criterios con los que se establecen medidas o grado de aprendizaje y 
su relación con el nivel alcanzado respecto a la intencionalidad establecida en el 
proceso de enseñanza aprendizaje. 
 La valoración de la evaluación educativa, se concreta 
en el establecimiento de conclusiones generales, las cuales son 
objetivas, claras y puntuales, acompañado del soporte que la 
evidencia encontrada y utilizada proporcionó. (Villaruel, s/f) 
 El proceso de evaluación no es una actividad aislada, ya que va 
acompañada de un sistema de recolección y análisis de información. Se concibe 
como un medio para el aprendizaje, la retroalimentación permanente y la 
cualificación de los procesos de toma de decisiones. 
 Evaluar, según Pérez & García (1989) …“es un acto de valorar una 
realidad, que forma parte de un proceso cuyos momentos previos son los de 
fijación de características de la realidad a valorar, y de recogida de información 
sobre la misma, y cuyas etapas posteriores son la información y la toma de 
decisiones en función del juicio emitido”. Como se observa, la evaluación, según 
este autor es un proceso continuo de la evaluación educativa en el que se 
identifican tres etapas o momentos y que son: 
a) Una obtención o recogida de información. 
b) La valoración de esta información mediante la formulación de juicios, y 
c) Una toma o adopción de decisiones. 
41 
 
Hay numerosas formas de mirar a la evaluación, derivadas de las 
conceptualizaciones que se tienen de ella. Varios son los autores que tratan el 
tema y muchos de ellos establecen la postura de que la evaluación debe estar 
asociada a la idea de valoración. Así Pérez & Martínez (1992), Stuffebeam 
(1993), Barbier (1993) o House (1994) miran a la evaluación como la valoración 
de algo o el establecimiento del valor o mérito de algo en una realidad 
determinada. Ardolno (1996) la ve como una “actitud filosófica basada en 
cuestión de valor”. 
González (2004) identifica a la evaluación como “un proceso sistemático de 
recogida de información respecto del sistema general de actuación educativa, en 
relación con unos criterios o referencias para formar juicios de valor acerca de una 
determinada situación y tomar decisiones”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
42 
 
CAPITULO TRES 
 EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA 
 
3.1 Concepto y definición de evaluación diagnóstica. 
La evaluación diagnóstica, también identificada como inicial, de acuerdo a 
Santillana Docentes, “es la que se realiza antes de empezar el proceso de 
enseñanza aprendizaje, con el propósito de verificar el nivel de preparación de 
los alumnos para enfrentarse a los objetivos que se espera logren”. 
Su empleo por parte del docente pretende la obtención del conocimiento, 
habilidades y destrezas de manera detallada del alumno, con objeto de 
implementar las adecuaciones que resulten pertinentes en relación al plan o 
programa en su diseño psicológico (teorías del aprendizaje, motivación, métodos 
y técnicas), y en su diseño pedagógico (objetivos, actividades y sistema de 
enseñanza), acorde a los intereses de grupo, incluso de la propia individualidad 
del sujeto de aprendizaje. 
La evaluación diagnóstica, su empleo, en la educación formal en Instituciones 
educativas, presenta una intencionalidad, que es la obtención de un pronóstico 
que delimite una acción preventiva, situación que reporta elementos de juicio de 
valor de tipo personalizado a futuro sobre la actuación de los alumnos. 
La evaluación diagnóstica busca reconocer e identificar las características de la 
población a la que va dirigida la instrucción. Una vez identificadas las 
características de los alumnos, el docente establecerá los ajustes pertinentes 
para un desarrollo óptimo de su planeación. 
Su fin consiste en contribuir en el mejoramiento del aprendizaje de los 
alumnos, una vez aplicada, sus resultados pueden llegar a mostrar lagunas en 
el conocimiento, es decir desarticulación, razón más que suficiente de que el 
docente tome decisiones para establecer adecuaciones o modificaciones al 
programa por aplicar 
43 
 
El docente interesado en tener como objetivo único la calidad educativa y el 
centro donde labora, la promueve, aplicando una constante depuración en el 
ejercicio de implementar y aplicar la evaluación diagnóstica, está contribuyendo 
al logro de una constante actualización. El centro cumple con su labor de estar 
capacitando y actualizando al docente que está en busca constante de 
contribuir o incrementar la calidad educativa.

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