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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
 
 INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA 
 ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
 Infecciones Perinatales por Chlamydia trachomatis 
En Recién Nacidos Del Instituto Nacional de Perinatología 
Isidro Espinosa de los Reyes. 
 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
MÉDICO ESPECIALISTA EN: 
INFECTOLOGIA 
 
PRESENTA: 
DR. LUIS VASQUEZ SANTIAGO 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
DR. JESUS ROBERTO VILLAGRANA ZESATI 
 
 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACION: 
DR. ENRIQUE SEGURA CERVANTES 
 
 
 
 
MÉXICO, D. F. FEBRERO 2015 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
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INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
AUTORIZACION DE TESIS 
 
 Infecciones Perinatales por Chlamydia trachomatis 
En Recién Nacidos del Instituto Nacional de Perinatología 
Isidro Espinosa de los Reyes. 
 
 
 
 
 
 
________________________________________________ 
DR. ENRIQUE ALFONSO GOMEZ SÀNCHEZ 
DIRECTOR DE ENSEÑANZA 
INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
 
 
 
___________________________ 
DR. ENRIQUE SEGURA CERVANTES 
PROFESOR TITULAR DE LA ESPECIALIDAD EN INFECTOLOGIA 
INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
 
 
 
_______________________________ 
DR. JESUS ROBERTO VILLAGRANA ZESATI 
DIRECTOR DE TESIS 
PROFESOR ADJUNTO DE LA ESPECIALIDAD EN INFECTOLOGIA 
INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
 
 
 
2015 
 
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INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
 
ÍNDICE 
 
 
AGRADECIMIENTOS 4 
TÍTULO 5 
IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA 6 
MARCO TEÓRICO 7 
JUSTIFICACIÓN 14 
HIPÓTESIS 15 
OBJETIVO GENERAL 15 
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 15 
TIPO DE ESTUDIO 15 
DISEÑO 
DEFINICIÓN DEL UNIVERSO 16 
CRITERIOS DE INCLUSIÓN, NO INCLUSION 16 
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 16 
METODOLOGIA 17 
RESULTADOS 18 
DISCUSIÓN 24 
CONCLUSIONES 26 
REFERENCIAS 27 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
 
 
 
A Dios y a Mi Madre por Darme la Vida 
 
 
A mi amada Esposa Betssy por su Cariño, Amor y Apoyo Incondicional 
 
 
A mi hermano Julio Cesar por el Ánimo, Alegria y Apoyo Moral 
 
 
Al Dr. Roberto Villagrana por su imprecindible apoyo para la elaboración 
de la presente 
 
 
A mis Profesores de Infectologia por su orientación y enseñanzas 
 
 
A mis compañeros por su siempre valioso apoyo y compañerismo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
I. TÍTULO 
Infecciones Perinatales por Chlamydia trachomatis en Recién Nacidos 
Del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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II. IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA 
 
La infección por Chlamydia trachomatis durante el embarazo ha retomado importancia ante 
la relación con diversos resultados perinatales adversos, entre los que por su relevancia 
tenemos a la neumonía y conjuntivitis en los recién nacido y lactantes, especialmente en 
aquellos pacientes en condición de prematurez. 
 
Existen pocos trabajos realizados y publicados al respecto en años recientes, los datos 
que se obtienen de ellos son diversos, y variables de acuerdo al tipo de población estudiada. 
En nuestro país existen pocos trabajos publicados en los que se han realizado importantes 
observaciones al respecto, por lo tanto no existen criterios específicos que denoten al 
paciente de riesgo, que describan el cuadro clínico, y los resultados de los tratamientos 
empleados. 
 
Gran parte del problema radica en el desconocimiento por parte de los médicos respecto a 
la magnitud de las morbilidades relacionadas, la escasa información disponible en cuanto 
al agente microbiológico como etiología de infecciones perinatales, así como de las 
complicaciones que se presentan en ellos, es un problema importante que se encuentra 
sub estimado, sub-diagnosticado, y que en muchas ocasiones a pesar de realizar el 
diagnostico no indican tratamiento adecuadamente, llevando a las complicaciones que 
afectan la calidad de vida de nuestros pacientes; el presente trabajo pretende realizar el 
análisis descriptivo de los pacientes con infección neonatal por Chlamydia trachomatis y la 
relación que puede existir con infección durante el embarazo en nuestra población. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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III. MARCO TEÓRICO 
 
En 1911, Lindner y colaboradores identificaron inclusiones intracitoplasmicas en lactantes 
con una forma no gonocócica de oftalmia neonatorum a la que llamaron “conjuntivitis de 
inclusión del recién nacido”, a las madres de los lactantes afectados les hallaron inclusiones 
en las células del epitelio cervical, a los padres de esos lactantes también les hallaron 
inclusiones en células uretrales, y así fue revelada la epidemiologia de las infecciones de 
transmisión sexual por clamidias. 
 
Cincuenta años después fueron desarrollados procedimientos para poder aislar a las 
clamidias, y los estudios demostraron que Chlamydia trachomatis forman parte de los 
agentes etiológicos de las conjuntivitis en recién nacidos, y que el canal de parto es su 
reservorio. 
 
A finales de 1970, un reporte de Beem y Saxon, describió la colonización del tracto 
respiratorio, y un síndrome neumónico distinto, en lactantes infectados por Chlamydia 
trachomatis. 
 
La infección por esta bacteria es el trastorno de transmisión sexual más notificado en 
Estados Unidos, se observan altos índices en adolescentes y adultos jóvenes sexualmente 
activos, a diferencia de nuestro país donde no contamos con estadísticas al respecto. La 
prevalencia en embarazadas en Estados Unidos se ha reportado en 6 a 12% en casi todas 
las poblaciones, pero puede ser de apenas 2% hasta 37% en adolescentes (2012). 
 
La Chlamydia trachomatis es una bacteria intracelular obligada que tiene como mínimo 18 
variedades serológicas (serovariedades), que a su vez tiene las variantes biológicas 
(biovariedades): oculogenitales (serovariedades A – K), y LGV (serovariedades L1, L2, y 
L3). Su periodo de incubación es variable, según el tipo de infección, pero es de una 
semana como mínimo2. 
 
Las serovariedades oculogenitales de Chlamydia trachomatis (A – K) se transmiten de las 
madres infectadas, a su neonato. El contagio ocurre en cerca del 50% de los productos que 
nacen por vía vaginal de mujeres infectadas o en algunos incluso extraídos por cesárea con 
membranas intactas. El riesgo de conjuntivitis va del 25 al 50%, y el de neumonitis de 5 a 
20%2. 
 
Según lo reportado por el Libro Rojo (Red Book) de la Academia Americanade Pediatría 
(AAP) el sitio anatómico que con mayor frecuencia se infecta es la nasofaringe. Se ha 
considerado incluso la infección asintomática que se contagia al nacer el producto y que 
puede llegar a persistir hasta tres años. Hasta el momento no se ha documentado que la 
infección sea transmisible entre lactantes y niños. Se desconoce el grado de contagiosidad 
de enfermedades pulmonares, pero aparentemente es pequeño2. 
 
 
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La infección de genitales en adolescentes y adultos se transmite por mecanismos sexuales. 
En pre púber se debe considerar la posibilidad de abuso sexual. Las biovariedades del 
linfogranuloma venéreo tienen distribución mundial y prevalencia particularmente en áreas 
tropicales y subtropicales, en este caso la infección a menudo es asintomática en mujeres 
y es rara la transmisión perinatal. El linfogranuloma venéreo es infectante en la fase activa 
de la enfermedad, que puede durar de varias semanas e incluso años2. 
 
 
INFECCIONES PERINATALES 
 
● Conjuntivitis neonatal de inclusión: 
 
Antes de la introducción de la profilaxis ocular perinatal de la gonorrea, estaba aceptado 
que todos los casos de conjuntivitis neonatal eran de origen gonocócico. Sin embargo, 
incluso después de dicha introducción, la conjuntivitis neonatal continuó produciéndose y 
en los raspados conjuntivales de recién nacidos con conjuntivitis se observó la presencia 
de células con inclusiones citoplasmáticas idénticas a las que se apreciaban en afectados 
de tracoma ocular. Posteriormente, las inclusiones se observaron en células procedentes 
del cérvix de la madre y de la uretra del padre de un lactante infectado y en los raspados 
uretrales de varones afectados por Uretritis No Gonocócica2. 
 
La infección del lactante suele ser adquirida durante el paso a través de un canal del parto 
infectado. De manera excepcional, también se dan casos de lactantes que parecen haber 
adquirido la infección de forma perinatal a pesar de haber nacido por cesárea4 y de lactantes 
que se infectan posnatalmente por contacto mano-ojo con un cuidador infectado. Entre el 
22% y el 44% de los lactantes nacidos de mujeres infectadas desarrollan conjuntivitis 
neonatal, aunque el porcentaje de los que presentan signos serológicos de infección 
asciende a un 60%5. 
 
El período de incubación habitual es de 5 a 12 días después del nacimiento, aunque el 
proceso puede manifestarse por primera vez incluso hasta en la sexta semana de vida6. Es 
característica la aparición de una secreción ocular acuosa, que se hace cada vez más 
purulenta. Los párpados se inflaman y la conjuntiva se vuelve eritematosa y engrosada. Al 
nacer, la conjuntiva carece de capa linfoide y los folículos no se desarrollan en una fase 
inicial, aunque se hacen patentes al cabo de 3 a 6 semanas. 
 
La progresión de la enfermedad es muy similar a la descrita para los adultos, con remisión 
espontánea transcurridos entre 3 y 12 meses en la mayor parte de los casos no sometidos 
a tratamiento7. No obstante, una infección leve o subclínica puede perdurar durante varios 
años2y se registran secuelas como cicatrices y lesiones corneales en una reducida 
proporción de los casos8. 
 
La conjuntivitis va acompañada con frecuencia de rinitis mucopurulenta y, en niñas 
lactantes, de vulvovaginitis. El principal diagnóstico diferencial en un neonato es la oftalmia 
 
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gonocócica, que no es frecuente en niños que reciben profilaxis ocular al nacer, pero de la 
que aún se producen algunos casos9. No parece que la profilaxis ocular resulte eficaz contra 
la infección por C. trachomatis aun cuando se aplica eritromicina o tetraciclina por vía 
tópica9. 
 
 
● Neumonía del lactante: 
 
Entre el 11% y el 20% de los lactantes nacidos de madres infectadas desarrollan neumonía 
producida por C. trachomatis10. Los lactantes infectados suelen presentar los primeros 
síntomas a las 8 semanas de edad, con obstrucción y/o secreción nasal, taquipnea y tos11. 
La presentación para recibir asistencia médica tiene lugar generalmente entre las 4 y las 11 
semanas, y es característico el hecho de que los lactantes hayan presentado síntomas 
desde tres semanas antes de la presentación o más. En su mayor parte, los afectados 
presentan un estado de enfermedad moderada y sin fiebre12. 
 
Alrededor de la mitad de los lactantes presentan antecedentes de conjuntivitis, mientras 
que las alteraciones del oído medio están presentes en más de la mitad11. A veces se 
registran episodios paroxísticos de tos (en staccato) que interfieren en el sueño y la 
alimentación. La auscultación puede poner de manifiesto crepitantes dispersos, aunque los 
ruidos respiratorios suelen ser buenos y las sibilancias están en general ausentes. 
 
Las radiografías de tórax muestran infiltrados intersticiales bilaterales con hiperinsuflación11. 
Son característicos la eosinofilia periférica, la hipoxemia arterial y los niveles elevados de 
inmunoglobulinas séricas11-13. C. trachomatis puede aislarse de forma habitual en muestras 
de frotis nasofaríngeo, con títulos elevados de IgM anticlamidia10. 
 
Si no se somete a tratamiento, la evolución de la enfermedad se prolonga, a menudo 
durante semanas o meses12. Especialmente en los lactantes de menor edad, las 
manifestaciones respiratorias iniciales de la infección por C. trachomatis pueden ser graves 
e incluir episodios de apnea o insuficiencia respiratoria14, 15. 
 
Aunque algunos informes que han sido publicados hacen hincapié en la gravedad de la 
enfermedad, es probable que la mayor parte de los lactantes afectados puedan tratarse en 
régimen ambulatorio, a menudo sin confirmación del diagnóstico por el laboratorio. No 
obstante, el seguimiento de hasta 8 años de duración de niños con neumonía por clamidia 
en sus 6 primeros meses de vida, ha puesto de manifiesto una incidencia superior a lo 
normal de enfermedad obstructiva de la vías respiratorias (mediante pruebas de función 
pulmonar) y de asma diagnosticada por el médico16-17. En consecuencia, las secuelas 
respiratorias a largo plazo pueden resultar significativas. 
 
 
 
 
 
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En México, Guerra – Infante y su grupo de trabajo en el Instituto Nacional de Perinatología 
han publicado desde el 2007, que también existe la posibilidad de infección intrauterina por 
Chlamydia trachomatis, al observar a recién nacidos obtenidos por cesárea que 
desarrollaron neumonía, sin la presencia de ruptura de membranas, y que incluso puede 
existir la presencia de manifestaciones clínicas de neumonía desde las primeras horas de 
vida18. En el mismo año documentaron el caso clínico de un recién nacido de termino que 
falleció a los 14 días de vida extrauterina por Síndrome de Dificultad Respiratoria, con 
eosinofilia de moderada a severa y cultivo positivo para Chlamydia trachomatis en muestra 
de aspirado bronquial, identificando además DNA de Chlamydia trachomatis en diferentes 
órganos (corazón, riñón y pulmón)18. 
 
En el mismo año, fueron reportados eventos similares por Gorbunov y colaboradores, ellos 
hallaron 23 casos de Chlamydia trachomatis identificados en autopsias perinatales, 
descubriendo diversos tejidos infectados, pero en especial el riñón19. 
 
Todo esto sugiere que Chlamydia trachomatis es capaz de causar infección generalizada a 
los recién nacidos, y que posiblemente la transmisión pueda ocurrir in útero. 
 
En el 2011, Rours y colaboradores demostraron una elevada proporción de placentas (25%) 
de mujeres con parto pre término (todas con < 32 SDG) con DNA de Chlamydia trachomatis, 
asociadas con evidencia histológica de inflamación placentaria20. Estos resultados sugieren 
que estas bacterias ascienden y colonizan la placenta, causando una respuesta inflamatoria 
que puede llevar al parto pre terminó, retraso en el crecimiento intrauterino opreclampsia. 
La habilidad de estas bacterias para infectar células del trofoblasto y sincitiotrofoblasto se 
ha reportado tanto en modelos de ratón como en humanos21, 22. El mecanismo de daño 
celular es inducido por apoptosis22. Estos resultados apoyan la idea respecto a la capacidad 
de Chlamydia trachomatis para infectar la placenta. 
 
Aún no está bien establecido el mecanismo especifico a través del cual el neonato puede 
adquirir la infección a través de la placenta. Sin embargo a pesar de ello, Guerra-Infante y 
su grupo de investigación ha proporcionado evidencia suficiente de la capacidad de 
Chlamydia trachomatis para infectar muchos y diversos órganos del recién nacido. En uno 
de sus trabajos recientes, realizaron un estudio doble ciego, cuyo objetivo fue detectar estas 
bacterias en recién nacidos con muerte neonatal temprana. Fueron analizados casos de 
mortalidad en recién nacidos que fallecieron por diversas causas, los resultados 
demostraron la presencia de DNA de Chlamydia trachomatis en aquellos que padecieron 
sepsis y cuyo agente etiológico no fue identificado, demostrando que esos pacientes fueron 
invadidos por Chlamydia trachomatis en tejidos tales como hígado, riñón, pulmón y 
cerebro23. 
 
 
 
 
 
 
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METODOS DIAGNÓSTICOS 
 
Respecto a los métodos diagnósticos, el definitivo se confirma al aislar a Chlamydia 
trachomatis en cultivo tisular y por amplificación de ácidos nucleicos. Las especies de 
Chlamydia son intracelulares obligadas por lo que las muestras para cultivo deben incluir 
células epiteliales, y no solo exudado3. 
 
Los métodos de amplificación de ácido nucleico (nucleic acid amplification tests, NAAT) 
como las Reacciones en Cadena de Polimerasa (PCR) y cadena de Ligasa, son más 
sensibles que el cultivo celular, la sonda de DNA, los métodos de anticuerpos fluorescentes 
directos (direct fluorescent antibody, DFA), o los inmunoanalisis enzimáticos (enzyme 
inmunoassays, EIA), aunque su especificidad es variable3. 
 
Los métodos para detectar el antígeno de Chlamydia trachomatis (EIA, DFA), las pruebas 
de DNA y NAAT son útiles para el estudio de muestras de material uretral de varones 
obtenidas con aplicador, muestras endocervicales obtenidas con la misma técnica en 
mujeres, y muestras de secreción conjuntival en lactantes (aunque no todos los métodos 
en cuestión han sido aprobados por la Food and Drug Administration para tal fin)3. 
 
Las reacciones en cadena de Polimerasa y Ligasa son útiles para evaluar las muestras 
urinarias de ambos sexos. No se recomiendan métodos que no incluyan cultivos para 
detectar Chlamydia trachomatis en muestras uretrales de mujeres adolescentes 
posmenarquicas y adultas, obtenidas y muestras vaginales obtenidas con aplicador. 
Además no se recomienda realizar NAAT en el caso se muestras rectales y faríngeas 
obtenidas con aplicador. EIA y DFA no deben utilizarse en el estudio de muestras de 
material rectal, vaginal, o uretral de lactantes y niños, ante la escasa sensibilidad y 
especificidad3. 
 
Respecto a Linfogranuloma Venéreo (LGV), el incremento en el cuádruple del título por 
inmunofluorescencia a antígenos de LGV o un título de fijación de complemento >ó= 1:32 
más la presencia de signos clínicos sugieren el diagnostico3. 
 
La conjuntivitis por Chlamydia trachomatis en neonatos se diagnostica por tinción con 
técnica Giemsa del material obtenido mediante raspado de la conjuntiva. El signo 
diagnóstico es la identificación de inclusiones intra-citoplasmaticas teñidas de azul dentro 
de las células epiteliales. La sensibilidad del estudio varía de 22 a 95%, según la técnica 
usada para obtener la muestra y la experiencia del examinador3. 
 
Con respecto a la neumonía por Chlamydia trachomatis, las concentraciones de 
anticuerpos séricos son difíciles de valorar, y solo pocos laboratorios realizan dicha técnica. 
En niños con neumonía tiene valor diagnostico el título de Inmunoglobulina M (IgM) sérica, 
de forma aguda, por microinmunofluorescencia de >ó=1:32. 
 
 
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Las pruebas indirectas de Neumonía por Chlamydia trachomatis incluyen hiperinflación e 
infiltrados difusos bilaterales en las radiografías, eosinofilia de 0.3 a 0.4 x 109 /L (300 a 400 
eosinofilos/µL) o una cifra mayor en el recuento de sangre periférica, y mayores 
concentraciones totales de IgG séricas (>ó = 5g/L (500mg/100ml)) e IgM (> ó = 1.1g/L 
(110mg/100ml)). Sin embargo no tener tales signos no descarta el diagnostico3. 
 
 
TRATAMIENTO 
 
Según la American Academy of Paediatrics (AAP), los lactantes pequeños con conjuntivitis 
y neumonía por Chlamydia deben ser tratados con Eritromicina base oral o etilsuccinato de 
eritromicina (50mgKgDia dividida en 4 dosis diarias) durante 14 días. Los datos limitados 
sobre la terapia con azitromicina para el tratamiento de infecciones por Chlamydia 
trachomatis en bebes sugieren que una dosificación de 20mgKgDia en dosis única diaria 
por 3 días podría ser eficaz. En los pacientes que no toleran la eritromicina sugieren el uso 
de sulfonamidas por vía oral. El tratamiento tópico es ineficaz. Como la eficacia de la terapia 
con eritromicina es de aproximadamente un 80%, es posible que sea necesaria una 
segunda ronda, y se recomienda el seguimiento de los bebés, así mismo se debe tratar a 
la madre y a su pareja(s) sexual(es). Sin embargo podríamos evitar la necesidad de tratar 
a los bebés evaluando a las mujeres embarazadas para detectar y tratar la infección antes 
del parto3. 
 
Existe la asociación de eritromicina administrada por vía oral y la estenosis hipertrófica del 
píloro en lactantes menores a 6 semanas de edad. El riesgo de presentar estenosis 
hipertrófica del píloro después del tratamiento con otros macrólidos (azitromicina y 
claritromicina) se desconoce, existen algunos reportes que la asocian con azitromicina3. 
 
Los lactantes nacidos de madres con infección conocida por Chlamydia trachomatis sin 
tratar, tienen un elevado riesgo de infección, no obstante no está indicado el tratamiento 
antimicrobiano profiláctico porque se desconoce la eficacia del mismo3. 
 
El tratamiento en la mujer embarazada que recomiendan en la AAP es Azitromicina (1g vía 
oral dosis única) o Amoxicilina (1.5g/día dividida en 3 dosis diarias) durante 7 días. La 
eritromicina base (2g/día dividida en 4 dosis diarias) durante 7 días es un régimen 
alternativo. Las tetraciclinas y las quinolonas están contraindicadas en el embarazo3. 
 
 
MEDIDAS DE CONTROL 
 
Éstas comprenden desde un escrutinio anual especial para Chlamydia trachomatis, a todas 
las mujeres en edad reproductiva y con vida sexual activa, con énfasis a los adolescentes, 
mujeres menores a 26 años, y a sus respectivas parejas, incluso aunque no exista 
sintomatología y a pesar de que usen métodos anticonceptivos de barrera. 
 
 
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Durante el embarazo la identificación y el tratamiento de mujeres con infección del tracto 
genital con Chlamydia trachomatis puede evitar que el recién nacido se contagie y por tanto 
contraiga enfermedad. Algunos expertos recomiendan la realización de pruebas en forma 
rutinaria al primer y tercer trimestre de la gestación, en especial para aquellas con alto 
riesgo de infección, como lo son las menores de 25 años, con nuevas o múltiples parejas 
sexuales3. 
 
En lo que respecta a las medidas de prevención contra Conjuntivitis neonatal por Chlamydia 
trachomatis no está recomendada la profilaxis tópica con eritromicina o tetraciclina debido 
a que ésta no es efectiva3. 
 
Sin embargo a los contactos de recién nacidos y lactantes con conjuntivitis y/o neumonía 
por Chlamydia trachomatis está indicado brindar tratamiento (madres de pacientes 
infectados y a sus parejas)3. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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IV. JUSTIFICACIÓN 
 
Durante los últimos años la transmisión perinatal de bacterias consideradas atípicas ha 
tomado nuevamente relevancia en el ámbito de las infecciones neonatales, esto debido al 
espectro clínico de enfermedades que pueden causar a los recién nacidos, en especial 
prematuros, en los que se han documentado la relación entre conjuntivitis y neumonía que 
se desarrolla después de la segunda semana de vida extrauterina, y que algunos autores 
han asociado con una mayor dependencia de oxígeno, por tanto con un incremento en la 
incidencia con Displasia Broncopulmonar, así como los días de estancia intrahospitalaria. 
En el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” (INPer) se ha 
documentado en los últimos meses un incremento en la incidencia de infecciones 
perinatales causadas por Chlamydia trachomatis, sin embargo hasta hoy en día no 
contamos con uniformidad en los criterios de apoyo diagnóstico, que nos orienten hacia la 
posible etiología de estas bacterias. 
Por este motivo realizamos un estudio, observacional y descriptivo, en donde a través de 
una serie de casos documentamos las características clínicas de los pacientes, el cuadro 
infeccioso, los hallazgos paraclínicos de importancia, y resultados al tratamiento empleado 
en los recién nacidos con infección por Chlamydia trachomatis, identificando así mismo la 
relación con infección por Chlamydia trachomatis durante el embarazo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
V. OBJETIVO GENERAL 
 
a) Identificar las características clínicas y hallazgos paraclínicos de los recién nacidos 
en el Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes (INPer) a 
quienes durante su estancia hospitalaria tuvieron infección perinatal por Chlamydia 
trachomatis, 
 
 
VI. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
 
a) Identificar las principales infecciones perinatales por Chlamydia trachomatis en el 
Instituto Nacional de Perinatología. 
b) Describir las características demográficas y clínicas de los recién nacidos quienes 
presentaron infección perinatal por Chlamydia trachomatis. 
c) Identificar los principales hallazgos paraclínicos que presentaron los recién nacidos 
que padecieron infección perinatal por Chlamydia trachomatis 
d) Registrar el o los tratamientos empleados, su duración en días y su evolución o 
respuesta clínica. 
e) Identificar la presencia de los siguientes antecedentes maternos: presencia o 
ausencia de cultivo cervicovaginal especial con búsqueda intencionada de 
Chlamydia trachomatis durante el control prenatal, así como su posible tratamiento 
y su duración, presencia de ruptura de membranas, vía de nacimiento, embarazo 
gemelar ó múltiple. 
 
 
 
VII. TIPO DE ESTUDIO 
TIPO DE ESTUDIO. 
● Por el diseño de investigación: Observacional 
● Por la participación del investigador en el estudio: Descriptivo. 
● Por la medición del evento en el tiempo: Retrospectivo. 
● Por la ubicación de la población en estudio: Unicentrico 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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INSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGIA ISIDRO ESPINOSA DE LOS REYES 
 
VIII. DISEÑO 
 
a. DEFINICIÓN DEL UNIVERSO 
 
Recién Nacidos en el INPer quienes durante su hospitalización tuvieron infección perinatal 
cuya etiología correspondió a Chlamydia trachomatis. 
 
 
 
CRITERIOS 
 
Criterios de inclusión: 
● Fueron incluidos los recién nacidos en el INPer a quienes se les realizó el 
diagnóstico de Infección perinatal por Chlamydia trachomatis, con etiología 
confirmada por aislamiento microbiológico en cultivo tisular y/o realizando prueba 
confirmatoria con Reacción en Cadena de Polimerasa. 
 
 
Criterios de no inclusión: 
● Recién Nacidos con sospecha de infección por Chlamydia trachomatis, a los que no 
fue posible identificar dicho agente etiológico en el respectivo cultivo tisular o 
mediante Reacción en Cadena de Polimerasa. 
 
Criterios de exclusión: 
1. Pacientes que no contaron con expediente clínico completo, en los que no se pudo 
documentar algún dato que pudiese influir en los resultados. 
2. Pacientes que fueron referidos a otras unidades hospitalarias al no poder dar un 
seguimiento adecuado. 
3. Pacientes egresados por alta voluntaria solicitada por los padres. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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IX. METODOLOGÍA 
 
Fueron seleccionados en las bases de datos del departamento de Inmunología e 
Infectología del INPer de Enero del 2009 a Marzo de 2013, todos los recién nacidos que 
cursaron con infección perinatal por Chlamydia trachomatis confirmada mediante cultivo 
tisular y/o Reacción en Cadena de Polimerasa. Se obtuvieron los datos demográficos: sexo, 
edad semanas de gestación al nacimiento y edad gestacional corregida al momento del 
diagnóstico, peso en relación a la edad gestacional, vía de nacimiento, fase de ventilación, 
determinación de eosinofilia en sangre periférica al momento del diagnóstico, así como los 
hallazgos clínicos y paraclínicos, antecedente de ruptura de membranas, corioamnioitis, 
estudios especiales para búsqueda intencionada de Chlamydia trachomatis en la madre 
durante el embarazo, el tratamiento empleado y su duración, 
 
LUGAR DE REALIZACIÓN. 
Servicios de Neonatología: Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Unidad de 
Cuidados intermedios del Recién Nacido; y Departamento de Infectología e inmunología 
del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes 
 
POBLACION DE ESTUDIO: (MUESTREO CONSECUTIVO NO PROBABILISTICO) 
Recién nacidos de los servicios de Neonatología del Instituto Nacional de Perinatología 
Isidro Espinosa de los Reyes, del Enero del 2009 a Marzo de 2013, a quienes se les realizó 
aislamiento microbiológico de Chlamydia trachomatis en cultivos tisulares (raspado 
conjuntival, aspirado nasofaríngeo, trans-traqueal o bronquial) y confirmados con Reacción 
en Cadena de Polimerasa. 
 
RECOLECCION DE LA INFORMACION: 
Microsoft Office 2010 – Word y Excel, Sistema Operativo Windows 7. 
Se concentraron reactivos, al mismo tiempo se utilizaron porcentajes y se elaboraron 
gráficos. 
 
XVI. CONSIDERACIONES ÉTICAS 
Con base en lo establecido en la Ley General de Salud en el Titulo Segundo (de los 
aspectos éticos en la investigación en seres humanos), de acuerdo a las características del 
estudio este se clasificó: 
● De acuerdo a Escala de Medición: 2 = Ningún problema ético. 
 
 
 
18 
 
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XVIII. RESULTADOS 
 
Un total de 224 neonatos presentaron infección por Chlamydia trachomatis, de éstos, 184 
tuvieron neumonía (123 nacieron por cesárea y 61 por parto), 40 tuvieron conjuntivitis (20 
nacieron por cesárea y 20 por parto). A continuación se describen por apartados los 
resultados de acuerdo al cuadro infeccioso 
NEUMONIA: 
● GENERO 
 
El 57% de los pacientes correspondieron al género masculino, mientras que el 43% al 
femenino. (Figura 1) 
 
 
● EDAD EN DIAS DE VIDA EXTRAUTERINA 
 
El rango de edad de nuestros pacientes al momento del diagnóstico fue de 11 a 99 días de 
vida extrauterina, correspondió a un promedio de 35.5 días. (Tabla 1) 
 
Tabla 1. DIAS DE VIDA EXTRAUTERINA (VEU) AL MOMENTO DEL DIAGNOSTICO 
 
< ó = 14 DIAS VEU 
 
13 % 
 
15 – 28 DIAS VEU 
 
30 % 
 
29 – 60 DIAS VEU 
 
44 % 
 
60 DIAS > 
 
13 % 
 
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● EDAD GESTACIONAL AL NACIMIENTO 
 
Todos los casos documentados de Neumonía por Chlamydia trachomatis correspondieron 
a recién nacidos con antecedente de prematurez, el rango registrado fue de 25.5 SDG a 
34.4 SDG, con un promedio de 29SDG. (Figura 2) 
 
 
 
 
 
● EDAD GESTACIONAL CORREGIDA AL MOMENTO DEL DIAGNOSTICO 
 
Ésta correspondió a un rango de 28 SDG hasta40 SDG Corregidas, el promedio fue 34 
SDG. (Tabla 2) 
SDG CORREGIDAS AL MOMENTO DEL DIAGNOSTICO 
 
28 – 32 SDG 
 
30 % 
 
32.1 – 36.6 SDG 
 
44 % 
 
37 ó > 
 
26 % 
 
 
● PESO PARA LA EDAD GESTACIONAL 
 
El 83% de los pacientes que presentaron Neumonía por Chlamydia trachomatis se 
encontraban con un peso adecuado para su edad gestacional corregida al momento del 
diagnóstico, tuvieron peso bajo para edad gestacional el 17% de los pacientes. (Figura 3) 
 
20 
 
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Fueron registrados y agrupados los pacientes de acuerdo a su peso en gramos al momento 
del diagnóstico. (Tabla 3) 
 
Tabla 3. PESO DE LOS PACIENTES AL MOMENTO DEL DIAGNOSTICO 
 
< 1000g 
 
4 % 
 
1000 – 1500g 
 
49 % 
 
1500 – 2500g 
 
30% 
 
>2500g 
 
17 % 
 
 
● CESAREA vs PARTO 
 
EL 66% de los pacientes nacieron por cesárea. 
 
 
● RUPTURA PREMATURA DE MEMBRANAS 
 
Ésta fue documentada en el 8% de los pacientes. 
El tiempo promedio transcurrido desde la ruptura hasta la interrupción gestacional fue de 
12 horas. 
El 92% de las madres de los pacientes que presentaron neumonía por Chlamydia 
trachomatis tenían las membranas integras. 
 
 
 
 
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● ADOLESCENCIA Y EMBARAZO 
 
El 17% de las madres de los pacientes estudiados eran adolescentes de entre 15 y 16 años, 
con embarazos de producto único. 
 
● EMBARAZOS MULTIPLES 
 
El 35% de los pacientes tenían el antecedente de ser producto de un embarazo múltiple, 
de ellos correspondieron el 30% a embarazos gemelares, el 5% a trillizos; de forma 
relevante todos los casos eran biamnioticos. 
 
 
● ANTECEDENTE DE CULTIVOS ENDOCERVICALES DURANTE LA GESTACION 
 
A 96% de las pacientes no les fueron realizados cultivos endocervicales específicos con 
búsqueda intencionada de Chlamydia trachomatis durante la gestación. Solo en el 4% de 
los casos hubo el antecedente de cultivo endocervical con búsqueda intencionada de 
Chlamydia trachomatis y que resultó positivo, sin embargo las madres no recibieron 
tratamiento. 
 
● EOSINOFILIA Y NEUMONIA POR Chlamydia trachomatis 
 
Fue determinado el porcentaje de eosinofilos en sangre periférica a todos los pacientes a 
quienes se les realizó el diagnóstico de neumonía por Chlamydia trachomatis, y fue 
calculada la cuenta absoluta a partir del número absoluto de leucocitos/ml de sangre. El 
87% de los pacientes contaba con >300 eosinofilos en sangre periférica. (Tablas 4 y 5) 
 
Tabla 4. EOSINOFILOS EN SANGRE PERIFERICA EN NUMEROS ABSOLUTOS 
 
Rango 
 
82 – 2730 eosinofilos/mm3 
 
Promedio 
 
809 eosinofilos/mm3 
 
 
Tabla 5. EOSINOFILOS EN SANGRE PERIFERICA EN PORCENTAJES 
 
Rango 
 
1 – 21% 
 
Promedio 
 
7% 
 
 
 
 
 
22 
 
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● REQUERIMIENTO DE VENTILACION MECANICA Y DEPENDENCIA DE 
OXIGENO 
 
Todos los pacientes requerían de oxigeno suplementario al momento en el que se realizó 
el diagnostico, fueron agrupados en porcentajes de acuerdo a la fase de ventilación en la 
que se encontraban. La Fase I correspondió a Puntas Nasales (PN), Fase II a la Presión 
Positiva Continua de la Vía Aérea (CPAP Nasal) y a la Ventilación Nasofaríngea (VNF), y 
Fase III al Apoyo Mecánico Ventilatorio (AMV) mediante Intubación Oro traqueal (IOT) 
(Tabla 6) 
Tabla 6. FASE DE VENTILACION REQUERIDA AL MOMENTO DEL DIAGNOSTICO 
 
Fase I (P.N) 
 
22% 
 
Fase II (CPAPn y VNF) 
 
22% 
 
Fase III (AMV – mediante IOT) 
 
56% 
 
 
● ALTERACIONES RESPIRATORIAS 
 
Éstas fueron agrupadas en clínicas y radiológicas, el cuadro clínico consistió en deterioro 
respiratorio, caracterizado por: taquipnea (75% de los casos), Apneas de repetición (30% 
de los casos), regresión en la modalidad de fase ventilatoria en el 80% de los pacientes (de 
fase I a Fase II, o de fase II a fase III), incremento en el aporte de Fracción Inspirada de 
Oxigeno (FIO2) para mantener Saturación Arterial de Oxigeno (Sat O2) de 88 a 92%, y que 
estuvo presente en el 90% de los casos; en cuanto a los hallazgos radiológicos existió 
imagen radiológica de Atelectasia en el 30% de los casos, Hiper-insuflación de ambos 
hemitorax presente en el 30% de los casos, e Infiltrados Reticulares Bilaterales en el 40% 
de nuestros pacientes. (Tabla 7) 
 
Tabla 7. ALTERACIONES RESPIRATORIAS: 
CLINICAS RADIOLOGICAS 
 
Taquipnea 
 
75% 
 
Atelectasia 
 
30% 
 
Apneas 
 
30% 
 
Hiper-insuflacion 
 
30% 
 
Regresión Ventilat. 
 
80% 
 
Infiltrados 
reticulares 
Bilaterales 
 
40% 
 
Incremento en FIO2 
 
90% 
 
Desaturación 
 
90% 
 
 
 
23 
 
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● SINDROME DE RESPUESTA INFLAMATORIA SISTEMICA 
 
En ninguno de los pacientes se documentó presencia de distermias, ni alteraciones en la 
cuenta leucocitaria, así mismo la determinación de Proteína C Reactiva en todos los 
pacientes se reportó negativa (<6mg/L). 
 
● TRATAMIENTO 
 
Fue indicada y administrada Claritromicina a todos los pacientes a los que se les realizó el 
diagnóstico de neumonía por Chlamydia trachomatis, en todos los casos la dosis fue de 
15mgKgDia; en el 61% de los pacientes la duración del tratamiento fue de 14 días, y el 
restante 39% recibió 21 días de claritromicina; de este grupo a diez pacientes fue indicado 
un segundo ciclo de tratamiento de 21 días. 
 
● DISPLASIA BRONCOPULMONAR Y RETINOPATIA DEL PREMATURO 
 
El 39% de los pacientes ya contaban con diagnóstico de Displasia Broncopulmonar y 30% 
con Retinopatía del Prematuro cuando se obtuvo la identificación de Chlamydia 
trachomatis, y por lo tanto también previo al inicio del tratamiento con claritromicina. 
 
CONJUNTIVITIS DE INCLUSIÓN 
Respecto a los pacientes que tuvieron conjuntivitis por Chlamydia trachomatis, obtuvimos 
los siguientes resultados: 
 
● 50% de los pacientes fueron masculinos y mismo porcentaje de femeninas. 
 
● El 50% de los pacientes fueron recién nacidos pre término. 
 
● El inicio del cuadro fue variable, correspondió a un rango de 16 a 62 días (entre las 
semanas 3 a 8 de vida extrauterina), y en promedio 44 días. 
 
● Al iniciar el cuadro clínico todos recibieron tratamiento empírico con cloranfenicol, 
evolucionando favorablemente en el 75% de los casos de forma inicial, y el 25% 
restante se mostró sin respuesta clínica y recibió tratamiento con tobramicina. 
 
● CONJUNTIVITIS Y NEUMONIA 
 
Se documentó la presencia de ambos cuadros infecciosos con etiología por Chlamydia 
trachomatis en el 17% de los casos. Fueron resueltos con la administración de 
Claritromicina en forma sistémica una vez que se obtuvo la identificación de Chlamydia 
trachomatis. 
 
 
24 
 
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XIX. DISCUSIÓN 
 
En la embarazada el rastreo de Chlamydia trachomatis es controvertido. En algunas series 
como la publicada en los Anales de Pediatría de Barcelona por Martins y colaboradores, se 
reporta que la colonización asintomática ocurre en el 2 – 20%, y que del 40 al 70% de los 
recién nacidos son infectados24. La prevalencia en nuestro país es desconocida, la infección 
es subdiagnósticada y la enfermedad es subestimada. En la serie de casos que realizamos, 
identificamos que durante la gestación solo a 4% de las madres les fueron realizados 
cultivos especiales con búsqueda intencionada para microorganismos atípicos, con 
resultado positivo a Chlamydia trachomatis, sin embargo éstas no recibieron tratamiento 
debido a que ingresaron al servicio de urgencias con trabajo de parto pre término y el 
resultado del cultivo fue obtenido posterior a la resolución obstétrica. 
 
En el Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes, la búsqueda 
intencionada de Chlamydia trachomatis, Ureaplasma urealyticum y Mycoplasma hominis no 
se realiza en forma rutinaria, a pesar de habersedemostrado la asociación de colonización 
cervicovaginal por estos microorganismos con parto pre término, documentados en 
diversos estudios como el publicado en el 2006 por Kataoka y colaboradores en la revista 
Internacional de Microbiología Clínica, quienes confirmaron la asociación de parto pre 
término con colonización cervico-vaginal por Mycoplasmas25. En el 2010 Aydin y 
colaboradores documentaron la asociación entre infección cervical por dichos 
microorganismos con colonización del peritoneo durante el embarazo, reportando una 
incidencia elevada de infección por Chlamydia trachomatis, Ureaplasma urealyticum 
durante la gestación26. En 1998 fue publicado en la revista internacional de Ginecología y 
Obstetricia la asociación de colonización vaginal por Mycoplasma con bajo peso al 
nacimiento. Incluso existen publicaciones en otros países latinoamericanos como la 
publicada en 1997 por Ovalle-Salas en Chile, donde describe una amplia variedad de 
espectros clínicos en la mujer en edad reproductiva causados por Chlamydia trachomatis27. 
 
En el 2011, fue publicado en la revista Europea de Epidemiologia un estudio de cohorte – 
prospectivo que reportó la asociación de Infección por Chlamydia trachomatis durante el 
embarazo con Parto Pre-Término, confirmando una mayor incidencia en partos de 32 a 35 
SDG, haciendo una observación que no se había documentado antes, la mayor proporción 
de estos partos pre término en embarazos gemelares28. En el estudio que realizamos en el 
INPer observamos que de las infecciones perinatales por Chlamydia trachomatis el 35% de 
los pacientes correspondían a embarazos gemelares y triples. 
 
Respecto a los hallazgos clínicos y paraclínicos, está documentado por la Academia 
Americana de Pediatría a través de uno de sus medios de comunicación (Red Book) y los 
Seminarios de Enfermedades Infecciosas en Pediatría, la eosinofilia en sangre periférica 
300 – 400celulas/µL o mayor, así como los datos de atrapamiento aéreo e infiltrados 
reticulares bilaterales difusos en las radiografías de tórax, como datos indirectos pero útiles 
de neumonía por Chlamydia trachomatis29; lo cual pudimos observar en la serie de casos 
que describimos, donde encontramos que el 87% de los recién nacidos con neumonía 
 
25 
 
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contaban con eosinofilia en sangre periférica al momento de realizar la toma de muestras 
buscando la etiología del cuadro neumónico, de igual forma observamos que en conjunto 
el 70% de los pacientes mostraban cambios radiológicos sugerentes, el 40% tenían 
infiltrados reticulares bilaterales difusos y el 30% datos de atrapamiento aéreo o 
hiperinflación de ambos hemitorax. 
 
En lo que al tratamiento corresponde, diversas publicaciones actuales continúan 
recomendando el uso de eritromicina base o etilsuccinato de eritromicina, así como la 
Claritromicina para el tratamiento de las infecciones perinatales por Chlamydia trachomatis 
2, 24, 29, 30. Existe la preocupación por la relación que existe entre el uso de la eritromicina en 
recién nacidos y el posterior desarrollo de Estenosis Hipertrófica del Píloro; en el Instituto 
Nacional de Perinatologia Isidro Espinosa de los Reyes el tratamiento empleado es 
Claritromicina, no identificamos relación entre Claritromicina con Estenosis Hipertrófica del 
Píloro. Recientemente, en algunos paises se ha agregado Azitromicina al manejo de las 
infecciones perinatales por Chlamydia trachomatis, sin embargo aún no hay estudios 
realizados en forma exclusiva en recién nacidos, que puedan avalar su uso sin efectos 
adversos o indeseables. 
 
Respecto a la duración del tratamiento, se recomienda proporcionar 14 días de eritromicina 
o Claritromicina a los recién nacidos y lactantes infectados por Chlamydia trachomatis, y se 
especifica que de ser necesario, se puede brindar un segundo ciclo de tratamiento con 
dichos fármacos2, 24, 29, 30 de acuerdo a la respuesta clínica y/o la persistencia del agente 
etiológico en cultivo tisular. Sin embargo no existen publicaciones que apoyen el tratamiento 
durante 21 días, así mismo no hay estudios que confirmen la utilidad de brindar un nuevo 
ciclo de tratamiento por otros 21 días. Observamos que el 61% de los pacientes que 
describimos respondieron favorablemente con 14 días de tratamiento, sin embargo al 39% 
fue necesario extender la duración del tratamiento a 21 días, e incluso a diez de ellos les 
fue suministrado un segundo ciclo ante la mala respuesta clínica a la terapéutica. 
 
Actualmente aún existen dudas en algunos neonatologos respecto a la utilidad de la 
Reacción en Cadena de Polimerasa para la detección de infección por Chlamydia 
trachomatis, sin embargo Choe H.S., y colaboradores validó la técnica para 6 agentes 
causantes de infecciones de transmisión sexual: Neisseria gonorrhoeae, Trichomonas 
vaginales, Mycoplasma hominis, Mycoplasma genitalium, Ureaplasma urealyticum, 
Ureaplasma parvum, y Chlamydia trachomatis, a través de PCR multiplex en tiempo real 
(sensibilidad del 96.8% y especificidad del 99.4% para Chlamydia trachomatis), lo cual 
avala su excelente confiabilidad32. Asi mismo las últimas publicaciones realizadas por 
Guerra-Infante avalan la Reacción en Cadena de Polimerasa como una herramienta útil 
para el diagnóstico de infecciones perinatales por Chlamydia trachomatis, mediante la 
detección de ADN en cultivos tisulares a partir de aspirados nasofaríngeos, bronquiales, 
secreción conjuntival, leucocitos de sangre periférica, e incluso en biopsias, mediante 
muestras de tejido desparafinadas18, 33. 
 
 
 
26 
 
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XX. CONCLUSIONES 
 
 
● La neumonía fue la infección perinatal por Chlamydia trachomatis más frecuente 
(82%), la conjuntivitis se documentó en el 18% restante. 
 
● No hubo un predominio por alguno de los géneros. 
 
● Todos los neonatos con neumonía tenían antecedente de prematurez, el 82% de los 
casos fue menor a 32 SDG al nacimiento, 
 
● La Neumonía fue diagnosticada de la segunda a la décimo cuarta semana de vida 
extrauterina. 
 
● El cuadro clínico en general se caracterizó por aumento en el esfuerzo respiratorio, 
con incrementos graduales en los requerimientos de oxigeno suplementario, 
llevando a los pacientes a regresión en la fase de ventilación y desaturaciones 
constantes. 
 
● Un parámetro indirecto sugestivo de neumonía por Chlamydia trachomatis fue la 
presencia de eosinofilia en sangre periférica, misma que se registró por arriba de 
400 eosinofilos/mm3 en el 87% de los casos. 
 
● Ninguno de los pacientes presentó datos de Respuesta Inflamatoria Sistémica 
 
● Radiológicamente el 40% de los pacientes tuvo imágenes de infiltrados reticulares 
bilaterales difusos, la tercera parte tuvo atelectasia, y misma proporción 
hiperinflación o atrapamiento aéreo. 
 
● El 35% de los pacientes eran producto de embarazo gemelar o trillizos. 
 
● 96% de las madres no los pacientes no tuvieron el antecedente de haberles 
realizado cultivo endocervical con búsqueda intencionada de Chlamydia trachomatis 
 
● Solo 4% de las madres tuvieron antecedente de ruptura prematura de membranas. 
 
● La conjuntivitis de inclusión, fue diagnosticada a partir de la tercera semana de vida, 
 
● 50% de los pacientes que tuvieron conjuntivitis fueron prematuros. 
 
● 17% de los casos tuvieron neumonía y conjuntivitis de forma simultánea 
 
● Todos los casos simultáneos de neumonía y conjuntivitis fueron recién nacidos pre 
término, y recibieron tratamiento sistémico con Claritromicina por 14 días. 
 
 
 
 
 
 
27 
 
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	Portada
	Índice
	Titulo 
	Identificación del Problema 
	Marco Teórico 
	Justificación 
	Objetivo General Objetivos Específicos Tipo de Estudio 
	Diseño 
	Metodología Consideraciones Éticas 
	Resultados
	Discusión 
	Conclusiones 
	Referencias Bibliográficas

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