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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CON 
 INCORPORACIÓN A LA UNAM CLAVE 3315-25 
 
 
 
 
 
“INFLUENCIA DE LOS ESTILOS DE CRIANZA EN LA CONDUCTA 
DELICTIVA EN ADOLESCENTES TARDÍOS” 
 
 
 
 T E S I S 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
 L I C E N C I A D A E N P S I C O L O G Í A 
 
 
 P R E S E N T A 
 
 
 
 Presenta C. MARIANA GRISSEL DOMÍNGUEZ LÓPEZ 
 
 
 
 
 ASESORA: MAESTRA MARIA EUGENIA PATLAN LÓPEZ 
 
 
 
 
 
 
 
 MEXICO, D.F. 2013 
 
UNIVERSIDAD 
INSURGENTES 
PLANTEL XOLA 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero, si prestamos 
atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que 
solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si no usamos este milagro hoy, se perderá. 
Este milagro esta en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras 
confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada. No 
podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque todos los días son diferentes. Presta atención a 
todos los momentos, porque la oportunidad, el "“instante mágico", está a nuestro alcance.” 
 
Paulo Coelho 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
La realización del presente estudio no hubiera sido posible sin el apoyo desinteresado de 
diversas personas a quienes deseo expresarles mi más sincero y eterno agradecimiento: 
 
 Mi más sincero agradecimiento a la asesora de tesis la Maestra María Eugenia Patlan 
López, por sus valiosos conocimientos, sus sugerencias, su colaboración y su guía 
durante la elaboración de este trabajo. Gracias. 
 
 Agradezco a la Dra. Rebeca Oñate Galván y Dr. Briam Limón González, por su 
tiempo y conocimientos aportados, mi sincero agradecimiento no sólo por la formación 
académica, la cual sin duda fue muy importante, sino también por su ejemplo de trabajo y 
dedicación. 
 
 A la Lic. Verónica Marcial Unzueta, por su tiempo y apoyo en el proceso estadístico. 
 
 A los profesores que apoyaron como jueces en el proceso de validez del instrumento 
empleado. 
 
 Al Instituto Nacional de Capacitación Penitenciaria, por permitirme el acceso al 
Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. 
 
 Al personal del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente que siempre estuvo en la mejor 
disposición para la aplicación del instrumento. 
 
 Agradezco a mis amigas por permitirme conocerlas en estos años de universidad y por 
dejarme aprender de ellas. Gracias Paola, Ivon , Adriana y Magy. 
 
Gracias a todas las personas que ayudaron directa e indirectamente en la realización de este 
trabajo. 
 
 
 
 
 
DEDICATORIAS 
 
 
Dedico esta Tesis a: 
 
 
Mis Padres, porque creyeron en mí y porque me sacaron adelante, dándome ejemplos de 
superación y entrega, porque en gran parte, gracias a ustedes, hoy puedo ver alcanzada mí 
meta, ya que siempre estuvieron impulsándome. Gracias por los sacrificios y la paciencia que 
demostraron todos estos años. Gracias Tere y Clemen. 
 
 
A ti Irais por tu apoyo y cariño incondicional y por el ejemplo profesional que has sido para mí a 
lo largo de todo este proceso. Gracia por enseñarme lo valiosos de tener una hermana como tú. 
 
 
Erick motivo de inspiración para trabajar en este tema, al cual quiero agradecerle cada uno de 
sus comentarios los cuales ayudaron a la culminación de este proyecto , demostrándole que 
todo en esta vida se puede aunque a veces no es tan fácil el camino por recorrer. 
 
 
Una persona especial en mi vida la cual ha sido un apoyo fundamental cuando creía que todo 
iba mal. Por demostrarme que a largo de once años lo que mantiene el amor es la confianza, 
comunicación y respeto, por estar conmigo en las tristezas y alegrías, así como en los éxitos y 
fracasos. Gracias Gibran. 
 
 
 
CON CARIÑO MARIANA 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
Resumen……………………………………………………………………………... ii 
Introducción………………………………………………………………………….. iii 
 
I. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………….. 
 
8 
 
CAPITULO 1. LA FAMILIA 8 
1.1. La Familia…………………………………………………………………… 8 
1.2. Orígenes de la Familia…………………………………………………….... 9 
1.3. Tipos de Familia…………………………………………………………....... 12 
1.4. Familia y Sociedad………………………………………………………… 14 
1.5. Familia y Salud Mental…………………………………………………….... 16 
1.5.1. Familia Funcional………………………………………………................... 17 
1.5.2. Familia Disfuncional………………………………..................................... 18 
 
CAPITULO 2. ESTILOS DE CRIANZA 21 
2.1. Funciones de los Padres en la Crianza de los Hijos……………............. 21 
2.2. Importancia de la Crianza………………………………………………… 26 
2.3. Estilos de Crianza………………………………………………................... 28 
2.3.1. Estilo de Crianza Autoritativo………………………………………………. 28 
2.3.2. Estilo de Crianza Autoritario o Autocrático……………............................ 31 
2.3.3. Estilo de Crianza Permisivo…………………………………….................. 34 
 
CAPITULO 3. ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LAS PERSONAS QUE 
COMETEN EL DELITO DE ROBO. 
39 
3.1. Importancia de la Familia en la Delincuencia…………………………… 39 
3.2. Orígenes de la Delincuencia……………………………………………… 42 
3.3. Factores que Predisponen la Delincuencia…………………..…………… 45 
3.3.1. El Síndrome de Privación Materna……………………............................. 45 
3.3.2. Importancia de la Figura Materna y Paterna………………..................... 47 
3.3.3. Clima Familiar…………………………………........................................... 48 
3.3.4. El Tamaño Familiar………………………………………........................... 51 
3.3.5. Hogar Roto……………………………………............................................ 52 
3.3.6. El Afecto ………………………………………………………….................. 53 
3.4 . Explicación Psicoanalítica de la Criminalidad…………………………… 55 
3.4.1. Dominio del Principio del Placer ……………………………..................... 56 
3.4.2. Formación del Superyó………………………………………….………….. 57 
3.4.3. Formación del Grupo Familiar………………………………….................. 58 
 
CAPITULO 4. ADOLESCENCIA TARDÍA 60 
4.1. Adolescencia………………………………………………………………..... 60 
 
 
4.2. Crecimientos y Cambios Físicos……………………….………………… 63 
4.3. Desarrollo Psicológico……………………………………………………… 65 
4.4.Desarrollo Social….………………………………………………………… 69 
4.5. Desarrollo Cognitivo…………………………………………………………. 74 
4.6. Etapas de la Adolescencia………………………………………………… 77 
4.6.1. Adolescencia Tardía…………………..…………………………………….. 78 
4.6.2. Postadolescencia……………………………………………………………. 80 
 
II. METODO INVESTIGACIÓN 84 
1. Planteamiento del Problema………………………………………………….. 84 
2. Objetivo General…………...…………………………………………………... 84 
2.1 Objetivo Específico……………………………………………….................... 84 
3. Hipótesis………………………………………………………………………… 84 
4. Variables………………………………………………………………………… 85 
4.1 Definición Conceptual de Variables…………………………………........... 85 
4.2 Definición Operacional de Variables…………………………...................... 86 
5. Población y Muestra ………………………………………………………….. 86 
5.1. Criterio de Inclusión……………………………………………………………. 86 
5.2. Criterios de Exclusión…………………………………………………………. 87 
6. Instrumento…………………………………………………………………….. 87 
7. Tipo de Estudio……………………………………….................................... 87 
8. Diseño de Investigación………………………………………………………. 88 
9. Procedimiento………………………………………………………………… 88 
10. Tratamiento Estadístico……………………………………………………..... 89 
 
III. RESULTADOS ………………………………………..………………………… 90 
 
IV. DISCUSIÓN DE RESULTADOS…………………………………………….... 97 
 
V. CONCLUSIONES………………………………………………………………... 110 
 
REFRENCIAS……………………………………………………………………..... 115 
 
ANEXO……...................................................................................................... 121 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
 
 
El objetivo principal de estudio fue Identificar si existe un Estilo de Crianza 
adoptado por los padres, que influya para generar una conducta delictiva en la 
etapa de la Adolescencia Tardía. Se revisan los temas teóricos de estilos de 
crianza, la familia, aspectos psicológicos de las personas que cometen los delitos 
de robo y la etapa de la adolescencia. Se trabajó con una muestra de 100 sujetos 
que se encuentran en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente del D.F., de sexo 
masculino, cuyo rango de edad va de acuerdo a la etapa de la Adolescencia 
Tardía de 19 a 23 años. En el estudio transversal, descriptivo y ex post-facto que 
se llevó a cabo, se aplicó un cuestionario con respuestas tipo Lickert; para 
identificar el estilo de crianza predominante según la percepción del sujeto, con un 
total de 30 reactivos, 10 para cada estilo de crianza: autoritario o autocrático, 
permisivo y autoritativo. Se utilizó un análisis estadístico descriptivo y se encontró 
que existe relación significativa entre el estilo de crianza autoritario o autocrático y 
la conducta delictiva en la etapa de la adolescencia tardía. También se encontró 
que el delito que más se comete en esa etapa de la adolescencia tardía es el 
delito de robo. En cuanto el estado civil de los padres, el porcentaje que 
predomino fue el de casados y separados con 37% cada uno. Los resultados 
obtenidos muestran que la percepción del adolescente tardío en relación al estilo 
de crianza establecidos por sus padres, es predominantemente el estilo autoritario 
o autocrático, pero con inconsistencias al reportar ser criados con todos los 
estilos, Autoritario o Autocrático, Autoritativo y Permisivo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
 
La presente tesis es una investigación que tiene por objetivo Identificar si el Estilo 
de Crianza adoptado por los padres, influye en la generación de una conducta 
delictiva en la etapa de la Adolescencia Tardía. 
 
Actualmente se considera que la familia aporta bienestar y favorece el desarrollo 
de los hijos, pasando por un momento crítico coincidente con la adolescencia de 
cada uno de ellos. Una característica de la familia que ha enraizado y que ha sido 
frecuentemente relacionada con el bienestar y el desarrollo posterior de los hijos, 
es su capacidad para generar una arquitectura de relaciones basadas en el afecto 
y la expresión libre de los sentimientos, a través de los diferentes estilos de 
crianza que llegan adoptar los padres. 
 
Al hablar de estilos de crianza hay que referirse a las tendencias globales de 
comportamiento y a las prácticas más frecuentes ya que con ello no se pretende 
decir que los padres utilicen siempre los mismo estilos con todos sus hijos ni en 
todas las situaciones, sino que los padres dentro de un continuo, más o menos 
amplio de estilos, selecciona con mayor generalidad determinadas pautas 
educativas Rodrigo & Palacios (1998). 
 
Los autores Mussen, Conger & Kagan (1990), muestran de manera completa las 
predisposiciones generales que los padres utilizan como Estilo de Crianza, que 
ayudan a favorecer el desarrollo de los adolescentes u obstaculizar su sano 
crecimiento; estos estilos de crianza poseen diferentes dimensiones de autoridad y 
control en oposición a libertad y autonomía. Cada estilo de crianza es adoptado 
 
 
por los padres de manera permanente, creyendo ser la mejor forma de educar a 
sus hijos, ¿Pero qué estilo de crianza es el mejor para el desarrollo emocional del 
adolescente: el estilo de crianza autoritativo, el estilo autoritario o autocrático o el 
estilo permisivo? 
 
Hay que recordar que lo más importante en la familia, sobre todo si este cuenta 
con un integrante adolescente en la etapa tardía, es la comunicación, el cariño, 
reglas firmes pero a la vez flexibles, un ambiente en donde haya confianza, 
respeto, pero sobre todo que el adolescente sienta el cariño y respaldo de sus 
padres. Es por ello las hipótesis planteadas en esta investigación: El estilo de 
Crianza Permisivo, Autoritativo, Autoritario o Autocrático predomina en los 
adolescentes tardíos con conducta delictiva. 
Sin lugar a dudas la delincuencia en la etapa de la adolescencia tardía es uno de 
los fenómenos sociales más importantes en nuestras sociedades y es uno de los 
problemas criminológicos internacionalmente investigados del siglo pasado. 
 
Existen diferentes estadísticas oficiales sobre el número de jóvenes que integran 
las filas del crimen organizado, pero la sexta encuesta nacional sobre inseguridad 
publicada en el 2009 por el INEGI, dice que el 4% de los jóvenes comienzan a 
delinquir antes de los 18 años y el mayor número de los delincuentes tienen entre 
18 y 25 años. 
 
En Anuario de estadísticas por entidad federativa 2011 (Instituto Nacional de 
Estadística y Geografía [INEGI], 2011) se señala que en el año 2009 los 
procesados registrados en los juzgados era de un total de 20 311, de los cuales 
18010 eran hombres y 2 301 mujeres. De éstos; 2251 se encontraban en un rango 
de edad de 18 a 19 años; de 20 a 24 años, 4 630; de 25 a 29 años, 3 868 
individuos y 9562 restantes en un rango de edad de los 30 a 60 años o más. En el 
Distrito Federal de lo 20 311 delitos cometidos, 14 121 (70%) son por robo. 
 
 
 
En 2011 se registraron 25 mil 997 personas de los cuales 21 mil 058 procesados 
recibieron sentencia. Casi la mitad de los procesados (50.9%) y de los 
sentenciados (52.2%) son jóvenes de 18 a 29 años de edad. Cabe señalar que 
nueve de cada diez jóvenes procesados o sentenciados son hombres. 
 
Todas estas cifras son de suma importancia ya que permite ver cómo ha ido en 
crecimiento la delincuencia sobre todo en jóvenes que se encuentran en la etapa 
de la Adolescencia tardía, pero además permite indagar sobre los múltiples 
factores que pueden desencadenar una conducta delictiva, teniendo mayor 
impacto las relaciones familiares. 
 
La estructura de la familia y las actividades desplegadas por ella contribuyen 
esencialmente para determinar o no una conducta delictiva. La familia es uno de 
los escenarios en donde los fenómenos de las clases sociales cobran expresión. 
En otras palabras, a través de la interacción desarrollada en el marco concreto de 
las situaciones familiares se aprenden, en parte al menos, los valores profesados 
por la clase social a la que pertenecenlos individuos. 
 
Es importante tratar la delincuencia en adolescentes tardíos de hoy como posible 
delincuencia adulta mañana, por tal motivo esta investigación fue de gran interés 
pues se tomó en cuenta uno de los factores que pueden englobar el problema, la 
familia y su forma de criar a los hijos. 
 
En el fundamento teórico de este trabajo se analizó a la familia en el capítulo I, los 
orígenes desde los antepasados, cómo era que llevaban a cabo la crianza de sus 
hijos y las repercusiones que esto tenía, los tipos de familia que actualmente 
existen en nuestro país, la familia en la sociedad y cómo repercute en la salud 
mental del individuo. 
 
 
 
Dentro del capítulo II, se retoma los estilos de crianza, ahondando en la función de 
los padres en la crianza y la importancia que tiene para el desarrollo físico y 
mental del individuo, para posteriormente enfocarnos en los estilos de crianza más 
comunes mencionados por los autores Mussen, Conger y Kagan (1990), sin dejar 
de mencionar los estudios realizados por Baumnrid. 
 
En el capítulo III se habla acerca de los aspectos psicológicos de las personas 
que cometen algún delitos, enfocado la cuestión familiar y psicológica; se cita a 
Hilda Marchiori (1990), la cual nos habla de qué es lo que lo motiva a cometer un 
acto delictivo, así mismo los factores que predisponen a la delincuencia y la 
explicación en un enfoque más profundo, el psicoanalítico. 
 
Para finalizar el marco teórico del presente trabajo de investigación, se retoma en 
el Capítulo IV, el tema general de la adolescencia, los cambios físicos, 
psicológicos, sociales y cognitivos por los que pasa el individuo, así como las 
etapas de la adolescencia (Adolescencia Tardía y Postadolescencia) para ello se 
toma en cuenta las etapas descritas por Bloss citado por González en 1986; 
poniendo mayor énfasis en la etapa de la Adolescencia Tardía que es de los 19 a 
los 21 años de edad, siendo este el rango de edad para poder realizar nuestra 
investigación en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, en el Distrito Federal. 
 
En el tema II se desglosa el método utilizado en la investigación, posteriormente 
se muestran tablas y gráficas de los resultados obtenidos con la descripción de 
ello; se plantea la discusión de resultados y conclusiones, así como también al 
final de este reporte se encontrará el listado de referencias y el cuestionario 
aplicado a los sujetos, en el apartado de anexos. 
 
 
 
 
8 
 
 
 
I. MARCO TEORICO 
CAPITULO 1. LA FAMILIA. 
 
 
1.1. LA FAMILIA 
 
 
La palabra "familia" proviene de la raíz latina famulus, que significa sirviente o 
esclavo doméstico. En un principio, la familia agrupaba al conjunto de esclavos y 
criados propiedad de un solo hombre. En la estructura original romana la familia 
era regida por el pater, quien condensaba todos los poderes, incluidos el de la vida 
y la muerte, no sólo sobre sus esclavos sino también sobre sus hijos (Engels, 
1973). 
 
Actualmente se considera a la familia como un conjunto natural de individuos, que 
a través del tiempo ha elaborado modelos de interacción, éstos constituyen la 
estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la 
familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca. 
 
La familia necesita de una estructura confortable la cual va apoyar en la 
individuación proporcionando un sentimiento de pertenencia en cada uno de sus 
miembros, permitiendo una maduración cognitiva, emocional y conductual en los 
individuos, teniendo como resultado la formación de personalidad (Minuchin,1994). 
 
Para Leclercq (1979, p.30), en su libro “La Familia: Según El Derecho Natural”, 
menciona que para “la mayoría de los hombres, la familia es el factor esencial de 
la integridad y de la felicidad, primero en la etapa de la infancia, a lo largo de su 
9 
 
desarrollo y posteriormente en la edad adulta, en el hogar que ellos fundan. La 
familia es por excelencia el principio de la continuidad social y de la conservación 
de las tradiciones humanas, constituye el elemento conservador de la civilización”. 
 
Delval (1994) a través de sus múltiples investigaciones y estudios, llegó a la 
conclusión de que la familia humana tiene una serie de características peculiares 
que la diferencian de la de otros animales, entre las que destacan su permanencia 
y estabilidad, aspectos ligados a la larga duración de la infancia y a la conducta 
sexual humana que presenta también algunas características diferenciales con 
respecto a otros animales. 
 
Por otro lado González, Cortes & Padilla (1996), refieren que la familia, conocida 
como la unidad social o como célula social de la sociedad, es un grupo natural 
primario, que a lo largo de la humanidad ha tomado diversas formas, estas 
diversas formas cambian según la época y la cultura. Las teorías más 
tradicionales de la familia están citadas en la Biblia y afirma que la primera familia 
consistió en una pareja monógama de padres e hijos. 
 
 
1.2. ORIGENES DE LA FAMILIA 
 
 
La familia es la unión estable del padre, la madre y los hijos, ésta inicia con el 
matrimonio y debería perdurar hasta la madurez física, emocional y social de los 
hijos, cumpliendo de esta forma con el ciclo vital, en el cual la familia logra un 
equilibrio a lo largo de esta travesía. 
 
Cabe mencionar que la familia se constituyó después de la evolución primitiva, en 
donde la familia era muy rudimentaria, vivían bajo el régimen de simple 
recolección de alimento y una caza menor, y de la civilización primaria donde la 
10 
 
familia tuvo grandes procesos económicos debido a su instrumentable trabajo, 
teniendo diferentes tipos de gobierno. Se dice que la civilización de caza mayor y 
de pastoreo, eran patriarcales, mientras que la civilización del pequeño cultivo era 
matriarcal (Engels, 1973). 
 
Este autor define a la civilización patriarcal como aquella donde la figura paterna 
es quien tiene el mando y el poder, siendo éste una figura de respeto; dirigidas 
generalmente por el varón de más edad, basado en la poligamia, donde los 
hombres podían estar casados con varias mujeres al mismo tiempo. Por otro lado 
la civilización matriarcal es cuando la figura materna toma un mayor peso siendo 
ésta la autoridad en la familia, restándole importancia a la figura paterna, la mujer 
es la que se encarga de la distribución de los bienes, el alimento y el trabajo en el 
campo. El matriarcado fue el sistema de gobierno más antiguo que rigió la 
humanidad y después le fue cedida al patriarcado. 
 
Anteriormente en las primeras costumbres de los grupos indígenas de México, la 
edad para que una persona pudiera casarse era a partir de los veinte años, la 
razón por la cual no lo hiciera antes era porque si no se debilitaría en su 
desarrollo. En este mismo tiempo el matrimonio estaba prohibido entre hermanos, 
ascendientes, descendientes y los que llegaban a desobedecer esta ley eran 
penados con la muerte. 
 
Ballesteros (1964, en González, et al., 1996) menciona lo que era la familia entre 
los aztecas: “Un núcleo eficaz y activo de la vida social, que desempeñaba real y 
positivamente su misión en la sociedad. El respeto filial y el amor paterno 
encontraron amplio campo de acción en sus costumbres y el hogar era un centro 
de educación en el que se formaba el carácter de los hijos, aprovechando todo 
acontecimiento para ilustrar su conciencia por medio de discursos y pláticas con 
los que se pretendía grabar en el corazón de los niños las máximas de moral y las 
normas de conducta” (p.20). 
11 
 
 
Las relaciones familiares se entendían no solo entre padres e hijos sino que 
abarcaban también a los tíos y demás parientes, quienes, a medida que 
envejecían, causaban mayor influencia dentro de la vida familiar. 
 
Por otra parte, la estructura familiar del criollo se presenta de forma diferente,el 
criollo siempre tuvo ante sus ojos a un padre fuerte, que lo impulsaba a 
defenderse y a identificarse con los privilegios obtenidos, no solo lo lanza a ser lo 
que él había sido, sino a identificarse con lo que él quería ser. El padre criollo 
siempre trataba de enorgullecerse del hijo y trataba de darle aquello de lo que el 
careció: ropa, lujo, comodidades; son técnicas mediante las cuales reparaba la 
historia de sus frustraciones pasadas. 
 
Actualmente las familias en México, se dan en dos diferentes tipos de familia, ya 
sean las urbanas y ruralizadas, las cuales cumplen una función diferente teniendo 
en común la misma meta la estabilidad de cada uno de sus miembros. 
 
Gomezjara (1978; en González, et al., 1996) hace una clasificación de la familia 
rural y urbana, definiendo a la familia rural como un tipo de familia que posee una 
fuerte cohesión interna, así como un gran número de miembros, estas familias 
generalmente se rigen por un gobierno patriarcal al que a partir de la revolución de 
1910 ha resentido bruscos cambios en su organización. 
 
Asimismo, este tipo de familia se caracteriza por la miseria en los hogares, siendo 
éste el principal fenómeno de la emigración a las grandes ciudades y la 
desorganización familiar, por otro lado la falta de conocimiento por parte de las 
personas que emigran tiene como resultado la explotación de los hombres y la 
prostitución o el servicio doméstico en las mujeres. 
 
 
12 
 
La estructura de las familias mexicanas sigue siendo la misma que la de algunos 
años anteriores, en donde el patriarcado es lo que prevalece, aunque hoy en día 
esto está quedando como historia ya que actualmente, en algunas familias la 
mujer es quien lleva la dirección de cada uno de los miembros de su núcleo 
familiar, restándole peso a la figura paterna. 
 
Independientemente de los estilos de gobiernos que han existido, lo primordial y el 
objetivo final de la familia, es proporcionar la estabilidad a los miembros que la 
conforman, teniendo como resultado una buena salud mental en el individuo. 
 
Esto nos permite ver que la estructura familiar es dinámica y evoluciona conforme 
evoluciona la sociedad, con el tiempo los papeles se enriquecen y cambian, pero 
su función se mantiene, favoreciendo la salud en el individuo y una formación de 
individuación mucho más fructífera. 
 
 
1.3. TIPOS DE FAMILIA 
 
 
La familia es una institución que evoluciona y es flexible, dando lugar a diferentes 
tipos de familia según la época histórica y cultura a la que se refiera; sea el tipo de 
familia que sea todas cumplen con un mismo objetivo, el desarrollo de la persona, 
la cual depende de ella para su supervivencia y crecimiento. 
 
Sandoval (1988) sostiene que en la actualidad y en México se establecen dos 
tipos de familias: 
 
 La Familia Nuclear: Es la unidad Familiar básica, que se compone de, 
padre, madre e hijos. 
 
13 
 
 La Familia Extendida: Esta Familia incluye además de la familia nuclear, 
un número de parientes consanguíneos, que se extiende más allá de dos 
generaciones. 
 
En la Familia Nuclear encontramos dos tipos de familia, muy bien diferenciadas: 
 
 La Familia Diádica: Independientemente de que exista o no físicamente el 
padre o la madre, la relación fuerte es, o bien entre los padres, la madre y 
los hijos, o el padre y los hijos. 
 
 La Familia Triangular: Se da un equilibrio relativo en las relaciones entre 
padre, madre e hijos. Este tipo de relación debe de ser cambiantes sin 
provocar celos e inseguridad ente los miembros. 
 
De ahí cuestionarse si la falta de relación equitativa entre los miembros de la 
familia origina consecuencias positivas o negativas. Rodrigo y Palacios (1998) 
coinciden en que si en una familia no existe una relación equitativa, en donde se 
pueda distinguir los diferentes roles de los miembros, esto conlleva a 
consecuencias negativas en el individuo, una de ellas es adoptar conductas 
desadaptativas o el consumo de alguna droga. 
 
Es por ello que la estructura de la personalidad depende en gran medida de la 
organización y el núcleo familiar de donde proviene, ya que esta es la primera 
institución escolar en donde se intróyectan las normas y valores sociales, los 
cuales si se dieron de una forma adecuada, van a permitir al individuo tener una 
adecuada adaptación social. 
 
 
 
 
14 
 
 
 
 
1.4. LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD 
 
 
La familia es la más compleja de todas las instituciones, aunque en nuestra 
sociedad muchas de sus actividades tradicionales han pasado parcialmente a 
otras, todavía quedan sociedades en las que la familia continúan ejerciendo la 
funciones educativas, religiosas, protectoras, recreativas y reproductivas. 
 
Arés (2002) explica que la familia es el grupo de intermediación entre el individuo y 
la sociedad. Constituye el núcleo primario del ser humano, en ella el hombre 
inscribe sus primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora las 
principales pautas de comportamiento, y le da un sentido a su vida. 
 
Conforme pasa cada época van cambiando los estilos de familia, los modelos de 
paternidad y maternidad, así como las formas de convivencia, pero a pesar de 
ello, esta sigue siendo el núcleo más importante, en el cual el individuo va a 
desarrollarse y a formar una personalidad, para posteriormente interactuar en la 
sociedad. 
 
Cibanal (2006) menciona que la socialización de los miembros de la familia es 
especialmente importante en el periodo del ciclo vital que transcurre desde la 
infancia hasta la etapa del adolescente y edad adulta, entre sus objetivos se 
encuentran, la protección y continuación de la crianza, la enseñanza del 
comportamiento e interacción con la sociedad y la conformación de la identidad 
personal, familiar y social. 
 
15 
 
Nardone, Giannotti & Rocchi (2003) refieren que la comunicación es de suma 
importancia entre los padres e hijos, ya que si existe una buena comunicación las 
reglas de interacción para la convivencia social serán de forma positiva. De esta 
forma la familia provee de experiencias significativas para comunicarse 
efectivamente con otros y enfrentar las distintas situaciones difíciles que se le 
pueden presentar al individuo a lo largo de la vida, no provocando un desequilibrio. 
 
Isaac (1971; en Padilla, 2004) menciona los fines sociales que cumple la familia: 
 
 Protección Física. Satisfacción de necesidades físicas y materiales, 
protección ante peligros externos, esto se da mediante las condiciones de 
equipo y cooperación social. 
 Protección Social. Da base a la Provisión Social, dentro de los vínculos de 
las relaciones familiares. 
 Identidad. Proporcionar la integridad y fuerza psíquica para enfrentarse a 
experiencias nuevas. 
 Identidad Psicosexual. Permite el moldeamiento de los roles sexuales y 
prepara el camino para la maduración y realización sexual. 
 Practica Social. Integrarse a los roles sociales y generar un grado de 
responsabilidad que esto conlleva. 
 Aprendizaje. Para generar practica de la creatividad e iniciativa individual. 
 Unión y Solidaridad En la Familia. Generar un Sentimiento de unidad 
basado en metas o intereses comunes. 
 
Satir (1991) menciona que los papás son los responsables de la socialización de 
cada uno de sus miembros a fin de favorecer el desarrollo de valores, normas y 
patrones de conductas que sean aceptables y necesarios para la convivencia 
dentro de un grupo social particular, adaptando de esta forma, la necesidad 
individual a las necesidades sociales y viceversa. 
 
16 
 
Es por ello que la familia es un campo de entrenamiento donde la persona 
adquiere practica y cada vez mayor destreza para cumplir con una amplia 
variedad de roles sociales. 
 
 
 
1.5. LA FAMILIA Y LA SALUD MENTAL 
 
 
Ackerman (1988) define a la familia como “la unidad básica de desarrollo y 
experiencia,de realización y fracaso, siendo también la unidad básica de la 
enfermedad y la salud”. 
 
La atmósfera familiar está llena de cambios y desvíos bruscos, pueden surgir 
profundos sentimientos de frustración, acompañados inevitablemente de 
resentimiento y hostilidad. El intercambio de sentimientos entre miembros de la 
familia gira fundamentalmente alrededor de esta oscilación entre el amor y el odio. 
 
El clima emocional de la familia evoluciona constantemente. Para mantener una 
unión emocional saludable entre madre e hijo es contingente una saludable 
separación del yo individual del niño. 
 
Este mismo autor señala que la experiencia cotidiana de la vida familiar representa 
un factor central en la estabilización e incremento de su salud mental, mejora la 
satisfacción personal, promueve el éxito en la integración social y estimula un 
nuevo desarrollo de su personalidad. 
 
Una crisis en la vida de la familia puede tener efectos profundos y de gran alcance 
entre sus miembros. Es por ello que al individuo hay que analizarlo desde su 
17 
 
esfera social y familiar, y no como un ser aislado, para así poder determinar su 
grado de funcionalidad. 
 
Ackerman (1988) menciona que las relaciones del individuo con el grupo familiar, y 
la acomodación de la personalidad a las exigencias del rol, representa un papel 
importante en el mantenimiento de la salud mental, o en la precipitación de la 
enfermedad; cuando no se compensa el conflicto familiar o restablecer el equilibrio 
de los roles familiares a continuación de una perturbación, aparece la 
consecuencia inevitable de discordia, ruptura de comunicación, frustración de las 
necesidades y asilamiento interpersonal. 
 
 
1.5.1. Familia Funcional 
 
 
Para que una familia sea considerada como funcional, es indispensable que exista 
una homeostasis. Ritvo & Glick (2003) hace referencia al término de homeostasis 
en la familia, como un sistema diseñado para mantener un estado relativamente 
equilibrado, esto se refiere a que si existe una inestabilidad por parte de un 
miembro de la familia, todo el sistema sufrirá este desequilibrio, y la única forma 
de volver a encontrar la homeostasis es retroalimentando lo sucedido para 
encontrar una solución y de esta forma el sistema vuelva a funcionar de forma 
equilibrada. 
 
Una Familia Funcional procura a sus miembros una sensación de pertenencia y 
aceptación que contribuye a desarrollar la identidad personal y la autonomía de las 
personas que lo conforman. Sus vínculos emocionales son generalmente estables 
y sólidos, sobre todo en el caso de necesitarse para enfrentar una dificultad o 
amenaza y, al mismo tiempo, les permiten la libertad e independencia necesarias 
para que cada uno busque su propio camino. 
18 
 
 
Estos autores refieren que las familias que son funcionales es donde los roles de 
todos los miembros están establecidos sin que existan puntos críticos de 
debilidades asumidas y sin mostrar posiciones de predominio, por ninguno de los 
miembros; y donde todos laboran, trabajan, contribuyen y cooperan igualmente 
por el bienestar colectivo, teniendo como resultado una homeostasis familiar . 
 
Sandoval (1988) señala que en una familia saludable, el cambio siempre es bien 
aceptado o, por lo menos, considerado como un aspecto inevitable de la vida; la 
familia acepta adaptaciones continuas a la vez que sus integrantes pasan por 
distintos ciclos de vida. En el mismo sentido Satir (1995) describe que la familia 
funcional o saludable, es aquella que acepta los cambios, ya sean, de forma 
positiva o negativa, viendo esto como un crecimiento familiar, por el cual tiene que 
pasar el ciclo vital de la familia. En cambio la familia disfuncional, tienden a 
desequilibrarse, no aceptando cambios en su núcleo familiar ya sean de forma 
positiva o negativa, teniendo como resultado frustración y ansiedad en cada uno 
de los miembros. 
 
 
1.5.2. Familia Disfuncional 
 
 
En las Familias Disfuncionales existe una incapacidad para reconocer y satisfacer 
las necesidades emocionales básicas de cada uno de sus miembros; aunque 
pueda existir el deseo de encargarse y proteger a los niños, no se sabe o no se 
entiende claramente cómo hacerlo en una forma natural y espontánea. 
 
La comunicación defectuosa, lleva a un deterioro en la relación de sus miembros, 
que provoca discusiones, frustraciones, hostilidades. También podemos encontrar 
http://www.monografias.com/trabajos16/espacio-tiempo/espacio-tiempo.shtml
19 
 
como manifestación típica de estas familias, la confusión de roles dentro de la 
misma. 
 
Minuchin (1974; en Ritvo & Glick, 2003) describe a un familia patológica o 
disfuncional, como aquella que “ante el estrés incrementa la rigidez de sus pautas 
y limites transaccionales, y evita o se resiste a explorar cualquier opción”. 
 
Lo adecuado para determinar el grado de salud mental en la familia, seria 
identificar, el modo en que cada grupo familiar logra la homeostasis de acuerdo 
con su personalidad, esto permite que se establezca un equilibrio de fuerza entre 
los miembros lo que les lleva a asignar roles y funciones de cada uno, esto se 
consigue mediante un mutuo acuerdo entre sus miembros de cómo lograr sus 
metas familiares e individuales. 
 
Bowen (1983; en Cusinato, 1992) menciona los indicadores que favorecen una 
salud familiar: 
 
 Conexión con las Habilidades. 
Enseñar a las parejas, padres y familias técnicas para resolver conflictos, una 
buena comunicación, el aprecio mutuo y el intercambio. 
 Dimensiones Espirituales y Religiosas. 
La influencia de una imagen religiosa para la resolución de conflictos y solución de 
problemas emocionales. 
 Uso adecuado de Indicadores y de las informaciones sobre el bienestar. 
Utilizar de forma adecuada que garantice éxito en la propia vida familiar. 
 Interdependencia entre la Familia y los Recursos Externos. 
Utilizar los recursos que la comunidad ofrece para un bienestar familiar. 
 El Bienestar Familiar no es Ideológico. 
Que no se interprete el bienestar familiar como una causa de un grupo político, 
social o religioso. 
20 
 
 
Un ambiente Familiar óptimo permitir un sano desarrollo en el individuo, 
estableciendo relaciones intrafamiliares de afecto, permitiendo una conducta social 
adaptable la cual va a cumplir con las características de autocontrol y 
autodirección, el cual nos habla de una salud mental favorable. 
 
Todo lo expuesto indica de forma clara que, a pesar de los cambios en las 
relaciones entre padres e hijos que tienen lugar durante las diferentes épocas, la 
familia continúa constituyendo una importante influencia para el desarrollo y el 
ajuste del individuo; así como la importancia de establecer un estilo de crianza que 
ayude a generar relaciones saludables entre la familia e individuo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
21 
 
 
 
 
CAPITULO 2. ESTILOS DE CRIANZA 
 
 
2.1. FUNCIONES DE LOS PADRES EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS 
 
 
El rol de ser padres es algo complejo, es un rol que implica comportamientos 
distintos dependiendo el ciclo vital en donde se encuentre el niño. Es un rol que va 
cambiando a medida que los niños crecen; Elsner, Montero, Reyes & Zegers 
(2001) mencionan lo siguiente: “Cuando los padres aprendieron al fin a ser padres 
de un preescolar, debe empezar hacer de un escolar, y cuando empieza a 
descubrir cómo tratar a este, se encuentra de pronto con un adolescente que lo 
enfrenta en nuevas situaciones” (p.74). 
 
En cada etapa del ciclo vital los papás tienen como función y objetivo final el 
desarrollo integral del niño, el cual abarca características físicas, psicológicas, 
sociales y espirituales, para ello los niños necesitan de la protección y cuidados 
de los padres para cubrir estas diferentes características las cuales se van a 
presentar desde la completa dependenciay seguirán hasta la autonomía del 
individuo. El proceso de maduración del niño únicamente tiene lugar si existe un 
contacto afectivo, entre padres e hijos y si las figuras de autoridad proporcionan 
modelos sanos y constructivos (Izquierdo, 2003). 
 
Cuando se habla de una característica física que debe cubrir la familia, se refiere a 
la satisfacción de las necesidades primarias, como es la alimentación, vivienda, 
abrigo, y el cuidado a ciertos peligros a los cuales se enfrenta. El aspecto 
psicológico, es importante para favorecer el desarrollo de un niño seguro, con 
22 
 
buen concepto de si mismo sintiéndose satisfecho con lo que es, para ello los 
padres deben proporcionar un mundo relativamente estable, normas claras, 
figuras significativas más o menos permanentes, que demuestren confianza y 
afecto. Lo social, como ya se ha mencionado con anterioridad, es ayudar al niño a 
incorporarse y desenvolverse en los grupos sociales adecuados a su edad, así 
como la proyección de normas y valores sociales, es por eso que los padres son 
los responsables de la socialización primaria de sus hijos y de incorporarlos en los 
sistemas de socialización formal. 
 
Desde un principio y hasta la actualidad, la figura paterna es el proveedor familiar, 
el encargado de proporcionar los recursos económicos para la satisfacción de 
necesidades, mientras que la figura materna se encarga de administrarlos y la 
labor de satisfacer directamente estas necesidades; se considera que ella es la 
responsable de la crianza de los hijos y de introducirlos al mundo social. 
 
La figura materna es la principal cuidadora del niño, ya que ella es la que lo 
amamanta estableciendo una relación afectiva muy importante entre la madre y el 
hijo. Pero sin embargo, la figura paterna puede satisfacer y entablar un lazo 
afectivo con el niño alimentándolo con un biberón. Elsner, et al. (2001) refieren 
que el niño no siente afecto por la persona u objeto que les de la leche, sino más 
bien por la persona que les ofrece un contacto confortable; es por ello que la figura 
paterna puede asumir las mismas funciones que la figura materna. 
 
Existen casos en el que el padre ayuda a crear y mantener un sistema familiar del 
cual el niño forma parte, desempeñando una contribución indispensable a la 
creación de la red de relaciones que el niño internalizará, cuando se presenta el 
caso de una separación por parte de los padres, el sentido de cohesión familiar 
para el niño pierde sentido, surgiendo una ruptura intergeneracional. Esto muchas 
veces conlleva a la rebeldía, transgrediendo las normas y reglas sociales, ya que 
la figura de soporte se aleja del niño. 
23 
 
 
Berdichevsky, Olguín y Silvia (1999; en Elsner, et al., 2001) mencionan que la 
figura paterna tiene un peso muy importante en el sexto a octavo mes del niño, ya 
que este va ayudar al proceso de individuación emocional de la madre y el hijo, 
ayudando a romper la relación simbiótica. 
 
Satir (1995) describe tres tipos de padres: el jefe, que es el padre autoritario, que 
castiga y que forma hijos inseguros de sí mismos; el camarada, es el padre 
irresponsable, el que dice ser el mejor amigo de su hijo, cuando lo que necesita su 
hijo es un padre y no un amigo, y por último, el guía, es el padre amable, firme 
pero comprensivo, que dirige, buscando lo que es mejor para el niño de acuerdo a 
su criterio. 
 
La postura que adopte el padre va a ser determinante para el desarrollo 
psicológico del niño, siendo este su patrón a seguir, ya que el niño pequeño 
aprende a través de un aprendizaje vicario. Muchas veces en la edad adulta ya 
cuando han formado su núcleo familiar secundario, ya sea que repitan el mismo 
patrón conductual o que utilicen a su núcleo secundario para resolver los conflictos 
no resueltos en su núcleo primario. 
 
Aunque varios autores le dan mayor peso a la figura materna, se puede apreciar 
que la figura paterna, también tiene un papel importante en la crianza de los hijos, 
este va a ser el que va a terminar de pulir, el área moral, emocional, conductual y 
cognitiva del niño, que anteriormente había formado la figura materna. 
 
Sigmund Freud (1973; en Arranz, 2004) otorga un peso fundamental a la 
interacción familiar en el proceso de desarrollo psicológico, es el primer autor que 
le da importancia a las relaciones familiares, poniendo especial atención en la 
interacción con la madre. Freud define el proceso de cambio psicológico como un 
conflicto entre la naturaleza y la cultura; y este conflicto acontece en el ámbito 
24 
 
familiar, donde los padres transmiten a los hijos normas y valores de una cultura 
determinada, a través de las diferentes etapas por las que atraviesa el ser humano 
en su vida. 
 
Por otro lado Melanie Klein (1978; en Arranz, 2004) hace hincapié en el 
predominio de las experiencias positivas en el ámbito familiar, ya que esto 
permitirán la integración de un yo sano, esto se da a partir de una adecuada 
relación entre madre e hijo, lo cual permitirá al niño que esa madre de afuera, que 
satisface las necesidades físicas y emocionales, la internalice, es decir, que ante 
la ausencia de la madre el niño mantenga la confianza y seguridad de sentirse 
amado porque la lleva dentro de él. 
 
Bowlby (1986) habla acerca de la vinculación afectiva en la infancia, de la cual 
surgió la Teoría del Apego, la cual habla del vinculo emocional reciproco y 
duradero entre el bebe y la persona la cual este a cargo de sus cuidados, que 
generalmente es la figura materna, el cual proporcionará adaptación al bebe, 
asegurando sus necesidades psicológicas y físicas. Ainsworth (1970; en Bowlby 
1993) a través de diferentes estudios, encuentra tres tipos de apego: Apego 
Seguro, Evasivo, Ambivalente o Resistente. 
 
En el caso del Apego Seguro, los bebés lloran o protestan cuando la figura 
materna se ausenta y expresan felicidad cuando regresa. Utilizan a la madre como 
base segura; es decir, se alejan de ella para explorar, regresando ocasionalmente 
para asegurarse, de que todavía sigue allí. 
 
En cuanto al Apego Evasivo, los bebés rara vez lloran cuando se va la madre y la 
evitan cuando regresa. Se mantienen apartados de ella incluso cuando la 
necesitan y tienden a disgustarse con facilidad. 
 
25 
 
Y por último el Apego Ambivalente o Resistente, en donde los bebes se muestran 
ansiosos incluso antes de que la madre se vaya, y se ponen muy alterados 
cuando se marcha. Cuando ella vuelve demuestran su ambivalencia porque 
buscan el contacto con ella pero al mismo tiempo patean y chillan. 
 
Lo más importante en el desarrollo del niño, es que alcance una individuación 
sana la cual se desarrollará a través del vínculo afectivo seguro que se establece 
entre la mamá y el hijo; en donde el bebé confía en que la madre estará ahí para 
cubrir sus necesidades y la considerará como una base segura. Cuando el niño 
sabe que cuenta con esa base segura, es capaz de alejarse de ella a explorar el 
mundo que le rodea, esta libertad les permite intentar y aprender cosas nuevas, 
afrontar problemas y sentirse más tranquilos ante las situaciones nuevas o 
desconocidas y es así como logra una individuación sana. 
 
El tipo de apego que se establezca entre la mamá y el hijo va a depender en gran 
medida del estilo de crianza que manejen los papás, ya que dependiendo el estilo 
que se maneje, es la forma en cómo van a establecer ese vinculo afectivo, ya sea 
de forma cálida o indiferente; esto va a favorecer la competencia emocional, social 
y cognitiva, lo cual lleva a la conclusión que entre más seguro sea el apego y el 
estilo de crianza de un niño con el adulto que lo cría, mas fácil es que el niño se 
independice de ese adulto, permitiendo tener más interacciones positivas con sus 
pares teniendo probabilidad de ser aceptados. En cambio cuando el apego es 
inseguro y el estilo de crianza indiferentemuestra más emociones negativas 
(enojo, frustración, temor) presentan hostilidad hacia sus pares y dependencia 
durante sus años escolares (Papalia, 1987). 
 
 
 
 
 
26 
 
 
2.2. IMPORTANCIA DE LA CRIANZA 
 
 
La crianza de los hijos es una función principal de las familias, que consiste en dar 
protección física, educación afectiva y socialización. La crianza de los hijos es 
sumamente importante para determinar la forma en cómo socializará el individuo, 
así como tener su propio criterio para la toma de decisiones. 
 
La vida familiar del niño en la época de la Edad Media se consideraba en el marco 
de un entorno socioeconómico – agrícola y de un grupo familiar en el que 
convivían varias generaciones, lo que se denomina familia extensa (Arranz, 2004). 
La crianza adecuada de un niño dependía de si iba a convertirse en una fuerza 
productiva para la familia extensa en la que nacía. Mc Laughlin (1974; en Arranz, 
2004) menciona que la calidad de la crianza familiar durante esta época dependía 
de las presiones materiales de una sociedad que vivía al borde de la subsistencia 
y que se veía obligada a practicar el infanticidio o el aborto por medios 
inadecuados y pocos eficaces, en este contexto se puede hablar de crianza de los 
niños únicamente en las familias acomodadas pertenecientes a la nobleza. 
 
En esa época el criterio de crianza en el que se ponía más énfasis era en la leche 
materna, porque se pensaba que la leche afectaba el desarrollo físico y al 
desarrollo personal, por ello una leche materna de baja calidad, producía las 
peores enfermedades. 
 
Actualmente no hay un acuerdo común sobre cómo deberían llegar a ser los hijos, 
inclusive el estilo de crianza que llegan a utilizar los padres debería de ser 
dinámico, dependiendo la etapa de desarrollo en la que se encuentre el hijo; 
teniendo en cuenta que la crianza es muy diferente entre culturas y grupos dentro 
de una misma sociedad. 
27 
 
 
Según un estudio de Whiting y Whiting (1975; en Arranz, 2004) las sociedades 
que tienen una organización económica simple, que se dedican abastecer sus 
alimentos por su propia mano, definen claramente los roles de los hombres, las 
mujeres y los niños, enfatizando la cooperación para lograr sobrevivir; mientras 
que en las sociedades económicamente complejas, basadas en el individualismo, 
con un sistema de clases y un gobierno centralizado se enfatiza en la 
competitividad de roles, estando en cierta disputa por el poder. 
 
Las sociedades de estructura simple enseñan la reciprocidad entre familiares y 
vecinos, se ofrece ayuda mutua, se evitan la dominancia y la atención excesiva 
sobre un individuo, se enseña a los niños a responsabilizarse desde pequeños. 
Las sociedades más complejas favorecen la personalidad dominante y la 
búsqueda de atención hacia uno mismo, porque así aumentan las posibilidades de 
obtener un estatus elevado, la ayuda y el apoyo hacia él u otras personas se 
considera contraproducente; de esta forma se enseña a los niños a ser 
autónomos. 
 
Independientemente del tipo de sociedad en donde se crié a un hijo, lo importante 
y lo más fundamental es que la crianza de los hijos tenga resultados positivos 
dentro de la sociedad, que fomente la salud mental del individuo y que no 
conflictue su ciclo vital, esto va a ayudar a mantener una homeostasis entre el 
individuo y la sociedad . 
 
Levin (1957; en Arranz, 2004) propone tres objetivos universales en la crianza de 
los hijos, que se dan en todas las culturas: 
 
 Asegurar la salud física y la supervivencia. 
 Desarrollar en los hijos la capacidad de ser autosuficientes 
económicamente. 
28 
 
 Enseñarles comportamientos que maximicen valores de su cultura, como la 
moralidad, el prestigio o el logro. 
 
Estos objetivos permiten una buena calidad de vida en los individuos así como 
una adaptación socialmente aceptada, en donde el equilibrio es lo que va a 
permitir a la persona contar con una buena salud mental, ajuste emocional, 
conductual y cognitivo. 
 
 
2.3. ESTILOS DE CRIANZA 
 
 
Existen diferentes autores que proponen su propia clasificación de estilos de 
crianza. Baumrind (1967; en Berk, 1999) a través de diferentes estudios realizados 
sobre la interacción de los padres con los hijos preescolares, determino tres estilos 
de crianza: Democrático, Autoritario y Permisivo. 
 
Sin embargo, Mussen, Conger y Kagan (1990) muestran los estilos más comunes 
de crianza; mostrando de manera más completa las predisposiciones generales de 
los padres con respecto a las dimensiones de autoridad y control en oposición a 
libertad y autonomía: 
 
 
 
2.3.1 .Estilo de Crianza Autoritativo. 
 
 
Baumrind (1978; en Alonso & Román, 2003) comprueba a través de diferentes 
estudios y observaciones, que el estilo autoritativo parece dar lugar a unos hijos 
29 
 
más maduros, asertivos, responsables, con una elevada autoestima, autocontrol y 
recompensas a largo plazo. 
 
Estos padres respetan la individualidad del niño aunque hacen énfasis en los 
valores sociales. Dirigen las actividades de sus hijos de un modo racional, 
respetando los intereses, las opiniones y la personalidad de sus hijos, aunque 
también los guían. Son cariñosos y respetan las decisiones independientes de sus 
hijos, aunque se muestran firmes para mantener las normas e imponen castigos 
limitados. Explican a los hijos los motivos de sus opiniones o de las normas y 
favorecen el intercambio de opiniones. 
 
Oñate (2009) define este estilo de crianza como los padres que escuchan a los 
hijos, donde existe un dialogo, los deja decidir cuándo de acuerdo a su edad y 
situación ya es algo que pueden hacer sin exponer su bienestar y desarrollo. 
Cuando la situación indica que el hijo no está listo para decidir se dialoga, pero la 
última palabra es del padre o la madre. 
 
De acuerdo con Agrelo (2005) las familias con este tipo de estilo, propician la 
diferenciación e individuación de sus miembros, respetando las características 
propias de cada uno de ellos, en donde estos resultados se obtienen en un clima 
familiar de seguridad y confianza. Este tipo de familia presenta una adaptación 
ante los cambios que se le presenten, teniendo la capacidad para manejar las 
crisis o retos de su estabilidad a lo largo del ciclo vital. 
 
Los padres del estilo de crianza Autoritativo ayudan a que sus miembros tengan 
una adaptación social y una personalidad adecuada, que ayudará a la 
participación en los procesos de socialización, moldeando así la conducta de 
acuerdo a las normas sociales del grupo en el que se desenvuelvan, presentando 
cierta flexibilidad en sus opiniones y puntos de vista (Alonso & Román, 2003). 
 
30 
 
En edad preescolar, los hijos de estos padres tienden a confiar más en sí mismos 
y a controlarse, manifiestan interés por explorar y se muestran satisfechos. Estos 
efectos positivos se extienden a la etapa de la adolescencia, esto ayuda a 
mantener la autoestima elevada y favorece la madurez moral, esto ayuda a reducir 
la probabilidad de adoptar una conducta desadaptativa y el consumo de drogas. 
 
Kokko y Plukkinen (2000; en Valdés, 2007) descubrieron que los jóvenes que 
tuvieron una crianza de estilo autoritativo consistente, disminuyen la probabilidad 
de cometer conductas antisociales y parasociales en la vida adulta, ya que desde 
pequeños existió una buena proyección e introyección de normas y valores 
sociales. 
 
De acuerdo con Satir (1978; en Suares, 2002) este tipo de crianza corresponde a 
las familias que ella denomina como Nutridoras, ya que sus funciones son el 
equilibrio y la salud mental del individuo, debido a que se caracteriza por tener un 
límite claro que permite permeabilidad del mundo interno y externo de sus 
miembros. 
 
Elsner, et al., (2001) hacen referencia a que se trata de una familia flexible, con 
límites claros entre sus miembros,donde existe un respeto por la experiencia, 
sentimientos y pensamientos de las demás personas. Es fácil una expresión 
abierta de afecto, ternura, calidez y esperanza, existiendo un tono emocional 
positivo dentro del núcleo familiar, el cual permite comunicar necesidades de 
forma libre y clara sabiendo que existirá una respuesta de los demás miembros 
para satisfacerla. 
 
Mussen, et al., (1990) mencionan que el establecer prácticas educativas 
autoritativas en donde se manejan las explicaciones en cuestión a las reglas y 
expectativas, fomentan la independencia responsable. En muchas ocasiones los 
padres menos proclives al fomento de la independencia utilizan estrategias de 
31 
 
control psicológico, como la inducción de culpa o la retirada de afecto cuando el 
adolescente muestra un comportamiento que ellos no aprueban, características 
del estilo de crianza autoritario. 
 
 
 
2.3.2. Estilo de Crianza Autoritario o Autocrático. 
 
 
Este estilo de crianza existe desde hace mucho tiempo, en donde surgían una 
clara división de los papeles entre el marido, que tenía el poder y respeto, y la 
mujer, que era ama de casa y por lo tanto se encargaba de la satisfacción y 
cuidados de la familia. 
 
A pesar del tiempo este estilo sigue vigente, ya que los padres repiten patrones 
que fueron usados con ellos, ya que desean tener el mismo resultado que 
obtuvieron sus figuras paternas; sin embargo, la cultura y la sociedad cambian y la 
forma de criar a los hijos cada vez es mucho más flexible y dinámica. 
 
La vida familiar del estilo Autoritario, está marcada por el sentido de la disciplina y 
el deber, así como el control de las propias necesidades y deseos. Son padres los 
cuales no aceptan opiniones de los hijos ni respetan sus propias decisiones, la 
última palabra la tienen ellos y no permiten cuestionamientos, y si esto llega a 
suceder, recurren a la fuerza y el castigo, por actuar en forma contraria a sus 
estándares (Berk, 1999). 
 
Este estilo esta caracterizado por el uso de soluciones restrictivas, por la ausencia 
de comunicación, por la ausencia de relación lógica entre el castigo y el hecho de 
ser castigado, por la desconfianza en la capacidad del niño por responder de 
forma autónoma y en algunos casos, por las amenazas, culpabilizaciones y uso 
32 
 
del castigo físico. Oñate (2009) menciona que es un estilo de crianza en donde los 
padres ordenan e imponen al hijo su opinión y mandato sin tomar en cuenta, las 
necesidades, opiniones, emociones del hijo. Esto tiene como resultado reacciones 
de hostilidad a causa de la elevada frustración que presentan, así como 
dependencia y miedo a realizar tareas desafiantes, a causa de la mínima 
capacidad de iniciativa y creación que presentan, por lo cual se aíslan 
afectivamente y generan vivencias emocionales de soledad. 
 
Este tipo de familia presenta rigidez y autoritarismo que no permiten una 
vinculación afectiva entre padres e hijos, lo cual lleva al aislamiento de los 
diferentes subsistemas, teniendo como resultado un apego inseguro, en donde 
presentan dependencia hacia las figuras de autoridad, necesitando siempre del 
reconocimiento y aceptación de las mismas. 
 
En la etapa de la adolescencia los jóvenes criados con este estilo son menos 
ajustados que los de estilo autoritativo, sin embargo esto les ayuda a tener 
conductas apropiadas y calificaciones buenas en la escuela, así como es menos 
probable que participen en actos antisociales, en comparación con padres los 
cuales no son lo suficientemente exigentes. 
 
Agrelo (2005) hace una tipificación de la familia autoritaria en: Familias Obsesivas 
y Familias Rígidas. Se refiere a una familia obsesiva, cuando el cumplimiento de 
reglas y normas es riguroso, manteniendo unas pautas de interacción prefijadas e 
inmóviles, de esta forma limita el desarrollo personal de los miembros de la familia, 
atentando contra la estabilidad familiar. Es una familia que se defiende del mundo 
externo mediante la estrategia de realización de determinados ritos o rituales que 
preserven sus barreras protectoras. 
 
Por el otro lado están las familias rígidas, en donde se manifiesta la repetición de 
los modelos de interacción de generación en generación, en donde los papás, 
33 
 
creen obtener por medio de la rigidez y el castigo resultados positivos en el niño, 
formándolo como una persona madura y responsable de sus conductas, cuando 
en realidad, este tipo de familia lo que hace es formar personas ansiosas, con un 
desarrollo personal muy pobre (Nardone, et al., 2003). 
 
Los resultados de un estilo de crianza Autoritario o Autocrático, se ve reflejado en 
la edad adulta, cuando existe cierta obsesión porque las cosas queden bien, sino 
salen como él quería aumenta la frustración a causa de no reconocer los errores 
que llegue a cometer, creyendo que todo lo que hace o dice está perfecto. O por 
otro lado tienden a ser sumisos, con poca iniciativa, que no se cuestionan mucho, 
que tienen una actitud poco crítica frente a la realidad y que aceptan todo lo que 
se les impone. 
 
El estilo de crianza Autoritario cuenta con consecuencias positivas y negativas en 
el desarrollo del niño. Las consecuencias de tipo negativas son que el niño actúa 
como un modelo violento a imitar y poco a poco estimula mayor agresividad en él, 
provocando que al niño le cueste entender el sentido de las normas y obedece 
sólo por miedo, mostrando una conducta pasiva y temerosa en la familia, pero 
cuando las figuras de su núcleo familiar primario no están presentes, muestran 
una conducta desafiante y agresiva en las demás esferas sociales en las que se 
desenvuelven. 
 
Dentro de las ventajas positivas es que de una forma u otra tiene una introyección 
de normas y valores sociales, el ayudará a ir armando su entorno, además de 
evitar la presencia de conductas parasociales y antisociales, así como el consumo 
de sustancias toxicas. 
 
 
 
 
34 
 
 
2.3.3. Estilo de Crianza Permisivo 
 
 
Este estilo de crianza carece de jerarquías dentro del núcleo familiar, así como de 
la distinción entre los diferentes roles que deberían de existir. 
 
Estos padres cuidan de los hijos, aceptando las decisiones y puntos de vista que 
ellos presentan a una edad en la que no son capaces y no existe la madurez 
cognitiva emocional y conductual para hacerlo, teniendo como resultado 
consecuencias negativas en el desarrollo del individuo. 
 
Los padres permisivos se sienten inseguros con su rol como padres, teniendo 
poco control y no considerando necesario el castigo, el niño es el que tiene el 
control y los padres se doblegan ante sus caprichos. Un ejemplo de ello es que 
pueden comer e ir a la cama cuando les apetece, y ver tanta televisión como 
quieran, no tiene que aprender a ser educados y mucho menos hacer alguna tarea 
domestica (Berk, 1999). 
 
Estos padres no ejercen su función de líderes en los que dispongan de reglas y 
normas que brindan cuidado y contención al hijo para un bienestar y desarrollo 
adecuado (Oñate, 2009). Confunden la jerarquía que todo padre posee frente a 
sus hijos con distanciamiento afectivo o, prefieren desligarse de ciertas decisiones 
relacionadas con el poner límites, esta incapacidad de poner límites deriva en una 
relación horizontal, es decir, en la que padres e hijos son iguales o se encuentran 
a la misma altura. 
 
Baumrind (1967; en Berk, 1999) encontró que los hijos de padres permisivos eran 
muy inmaduros, teniendo cierta dificultad para controlar sus impulsos, siendo 
desobedientes rebeldes cuando se les pedía que hicieran algo, que entraba en 
35 
 
conflicto con sus deseos en ese momento, además, presentan cierta dependencia 
de los adultos. 
 
En la etapa de edad preescolar los niños tienden a ser inmaduros, con menor 
capacidad de autocontrol y menor interés en explorar. En la Adolescencia, la 
indulgenciapaternal continua relacionada al poco control, este tipo de 
adolescentes están menos implicados en el aprendizaje escolar, y tienden a caer 
en el consumo de drogas y conductas antisociales, en comparación con los padres 
que comunican normas claras para la conducta, no emitiendo un doble mensaje, 
como los padres permisivos. 
 
De acuerdo con Satir (1978; en Suares, 2002) este tipo de familia presentan 
normas poco claras y también una resistencia al cambio, los limites dentro de 
estas familias son o indefinidos o se encuentran sin conexión entre los 
subsistemas. En este tipo de familias podemos hablar de dos tipos de interacción 
que son: los estilos despegados y los entretejidos (Elsner, et al., 2001). El 
despegado se hace evidente, pues los miembros se mueven en órbitas asiladas, 
sin resonancia entre sí, interesándose más en sí mismos que en la relación que 
podrían establecer con otros, teniendo como resultado una ausencia de clima 
afectivo y cálido. 
 
Este estilo entretejido, existe la falta de diferenciación clara entre la pareja y la 
unidad padres e hijos, debido a conexiones demasiado fuertes produciendo 
debilitamiento entre los límites, lo que impide que los sistemas puedan 
relacionarse eficientemente. Presenta una dificultad para el desarrollo del proceso 
de individuación, teniendo como resultado una falta de maduración, poca 
tolerancia a la frustración, ideas infantiles, en pocas palabras una personalidad 
débil, con mayores posibilidades de adoptar conductas desadaptativas debido a la 
poca capacidad de juicio e introyección de normas y valores sociales, ya que no 
existió una figura de autoridad y si la hubo no estaba bien delimitado su rol. 
36 
 
 
De acuerdo a los diferentes autores citados, se puede determinar que el estilo de 
crianza más sano que promueve el desarrollo óptimo de los hijos es el Autoritativo, 
en el cual los padres son capaces de poner límites con cariño y firmeza, porque 
entienden que ambas cosas son sumamente necesarias para el desarrollo del 
niño; en donde las normas, son fácilmente incorporadas, cargadas de sentido y no 
impuestas desde afuera arbitrariamente, teniendo como resultado conductas 
socialmente aceptadas, capacidad de empatía y relaciones estrechas entre sus 
pares. 
 
Existen diferentes estudios donde señalan que el equilibrio más eficaz entre 
responsabilidad, confianza, autonomía se produce cuando el estilo de crianza es 
flexible, firme y consistente, además mencionan que la disciplina es benéfica 
cuando se aplica solo en interés exclusivo del niño en vez de ser una necesidad 
de dominio o expresión de hostilidad de los padres (Elsner, et al., 2001). 
 
Valdés (2007) refiere que la efectividad de un estilo de crianza va a depender de 
las fuerzas o subsistemas externos de la familia como son la sociedad, las 
características económicas y culturales, ya que estos enfatizan o limitan el impacto 
del estilo educativo que establezca la familia. 
 
Lo más importante de las ideas previas de la forma de educar de los padres es la 
adaptación de la familia hacia el exterior y de la familia misma en su dinámica 
diaria existiendo flexibilidad, logrando que no se caiga en confusión en excesivos 
cambios debido a que la autora de esta investigación afirma que el ajuste 
psicosocial es lograr un contexto de crianza consistente, que genere seguridad y 
permita que los hijos establezcan claras relaciones entre su propia conducta y las 
contingencias asociadas a la crianza familiar. 
 
37 
 
Kohn (1963; en McKinney, 1982) menciona que una de las dimensiones en las 
que varían las prácticas de crianza infantil es la dimensión del nivel 
socioeconómico, en donde los efectos de la clase social sobre las relaciones entre 
padres e hijos son simplemente un ejemplo concreto de los efectos que tiene la 
estructura social en general sobre la conducta. 
 
Es dentro de la familia donde se debe experimentar la personalidad de cada 
individuo, reforzándola y no limitándola porque simplemente se salga de lo 
tradicional o de la norma impuesta en la familia, ya que recordemos que esta es la 
primera institución, en donde aprendemos y nos capacitamos, para después 
introducirnos en la sociedad para poner en práctica lo aprendido en nuestro núcleo 
familiar primario. 
 
Agrelo (2005) hace hincapié en que el clima familiar está directamente relacionado 
en como expresen sus emociones las figuras primarias, en este sentido, el 
ambiente familiar puede estar cargado de mensajes positivos o por el contrario, de 
mensajes negativos y perjudiciales, lo que lleva a los integrantes de la familia a 
expresar conductas de reproches o criticas. 
 
Complementado esto, es importante mencionar que la autoestima que representan 
los padres es trascendental ya que ésta influye directamente en los hijos; si se 
quieren y están bien consigo mismos transmitirán esto implícitamente al hijo 
(Elsner, et al., 2001). La autoestima y su propia historia personal de los padres 
como hijos determinarán sus actitudes frente al mundo, sus formas de percibir y 
reaccionar ante la realidad, la interacción mutua que establezcan, la estimulación, 
el presentar una actitud positiva hacia los hijos, la calidez, la aceptación y el apoyo 
emocional seguirán siendo factores predominantes para un adecuado desarrollo 
psicológico del niño (Papalia, 2005). 
 
38 
 
Si esa primera fuente de amor falla en alguna de sus funciones básicas, entonces 
en el niño o niña irá desarrollándose una inseguridad afectiva que no le facilitará 
establecer relaciones objetivas y estables, será desconfiado y no logrará un 
acercamiento firme hacia otras personas por temor al rechazo; convirtiéndose en 
una persona en constante búsqueda de afecto, insatisfechos de amor, logrando un 
desequilibrio en la personalidad. 
 
Para un óptimo desarrollo del ser humano es necesario que cuente con un 
ambiente agradable, si la relación con los padres es armoniosa y proveen al hijo lo 
necesario para su bienestar físico, emocional y mental, si cubren sus necesidades 
de caricias y de reconocimiento; entonces le estarán facilitando las bases de una 
personalidad estable, madura. Si por el contrario la relación entre los padres es 
inarmónica y llena de tensiones, si descuidan al niño en sus necesidades físicas y 
emocionales, entonces los hijos crecerán en un ambiente tenso, absorbiendo la 
angustia de una relación inadecuada y disfuncional, se llenarán de culpas y 
estarán propensos a desarrollar toda una serie de conductas alteradas, cargadas 
de agresión y de temores irracionales (Harris, 1992). 
 
Es importante mencionar que hay ocasiones en que los padres no tienden a 
pertenecer a un sólo estilo de crianza, sino que tiene aspectos de todos los estilos, 
con uno más predominante; podríamos decir que estos padres pueden favorecer 
un desarrollo adecuado en el niño ya que no presentan siempre un estilo de 
crianza , sino utilizan el que más les convenga de acuerdo a la etapa de desarrollo 
del niño o la situación que se esté presentando. Si bien poner límites a los hijos es 
un tema complicado, empezar a reflexionar acerca de esto es un primer paso para 
mejorar las relaciones existentes entre padres e hijos y que esto no repercuta a lo 
largo de su desarrollo; lo importante es aprender a distinguir qué normas son las 
importantes, por qué es necesario poner límites y cuáles son las formas más 
adecuadas de aplicar sanciones a los niños, sin llegar al punto de generar 
emociones negativas de formas permanentes en el niño. 
39 
 
 
 
 
 
CAPITULO 3. ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LAS PERSONAS QUE 
COMETEN EL DELITO DE ROBO. 
 
 
3.1. IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN LA DELINCUENCIA 
 
 
El núcleo familiar primario tiene un fuerte peso en el desarrollo del niño, ya que la 
calidad de la relación padres e hijos depende la primera visión del niño, esta 
puede ser agradable, gratificante, interesante,o, por el contrario hostil, extraña, 
aterrorizante, aburrida (Rodríguez, 1997). 
 
Es vital en la formación de la personalidad de un individuo, la primera etapa de la 
vida, ya que en esta se establecerá la relación madre e hijo y posteriormente 
padre-madre-hijo, la cual será la base para la formación de la personalidad. 
 
Este mismo autor refiere que en México, estas relaciones están fuertemente 
acentuadas a diferencia de otros países; ya que en la familia mexicana se 
caracteriza por una mayor unión, dándole el peso y mayor importancia a la figura 
materna ya que esta es la que educa y satisface las necesidades primarias del 
niño, por lo tanto es menor el abandono de hogar ya que existe una fuerte 
influencia de la religión y costumbres. 
 
El niño mexicano en sus primeros meses de vida, vivirá en un mundo maravilloso, 
siempre al lado de la madre, la cual se encargará de satisfacer sus necesidades y 
caprichos del bebé; si es indígena será portado en la espalda de la madre todo el 
40 
 
tiempo, mientras que en la clase media estará continuamente a la vista de la 
mamá en comparación con las clases altas en donde ponen a una persona 
extraña a cargo del bebé; no importando la clase social a la que pertenezca el 
niño, este siempre contará con una identificación femenina la cual es de suma 
importancia para un sano desarrollo físico y psicológico. 
 
Freud (Papalia, 2005) creyó que la personalidad se forma en los primeros años de 
vida, cuando los niños manejan conflictos entre sus necesidades biológicas, 
relacionadas con la sexualidad y los requerimientos de la sociedad, proponiendo 
tres partes hipotéticas de la personalidad: ello, yo y superyó. Los recién nacidos 
están gobernados por el ello una fuente de motivos y deseos presentes al nacer, 
buscando la satisfacción inmediata bajo el principio del placer. El Yo representa la 
razón o el sentido común, se desarrolla en algún momento durante el primer año 
de vida y opera bajo el principio de la realidad, la meta del yo es encontrar medios 
reales para gratificar al ello. Cuando el niño se identifica con el padre del mismo 
sexo, se desarrolla el superyó, que incluye la consciencia e incorpora los “se debe” 
y los “no se debe” socialmente aprobados, dentro del propio sistema de valores 
del niño. 
 
Cuando llega a formar un superyó defectuoso a causa de la introyección de figuras 
inseguras y ambivalentes, lo más seguro es que este niño en un futuro llegue a 
delinquir, ya que no cuenta con normas y reglas claras y bien establecidas, por lo 
tanto no hay prohibición ni capacidad de espera para la satisfacción de 
necesidades, ya que no toleran un nivel alto de frustración. 
 
El niño capta desde pequeño que la figura femenina es minimizada, se da cuenta 
que las figuras a representar están muy bien determinadas, en donde la figura 
paterna tiene la razón, es superior, es fuerte, y debe imponerse, y por otro lado, la 
figura materna debe aceptar y estar callada. Tiene a identificarse con el padre, 
volviéndose agresivo, cruel, y para demostrar que es “macho” despreciará a las 
41 
 
mujeres, se juntará siempre con hombres y al llegar a la adolescencia, tomará 
todas las actitudes “masculinas”, como beber, fumar, pelear ; todas estas actitudes 
producidas por el machismo son un indicador de generación de conductas 
delictivas (Rodríguez, 1997). 
 
Para este autor el “machismo” es una de las causas psicológicas más frecuente en 
la realización del delito, no es el único mecanismo criminógeno en México, pero si 
es uno de los principales que hay que considerar para determinar si en realidad el 
individuo realizó la conducta delictiva. 
 
El “machismo” como actitud psicológica consiste en demostrar que se poseen 
aquellas características que la cultura juzga como masculinas, la cual permite la 
negación de características femeninas; el “machismo” como la misma expresión lo 
dice tiene más de instintivo animal, que de humano y racional, y como tal es la 
exaltación de todas aquellas características primitivas. 
 
Esta es una de las razones por la cual la delincuencia femenina es menor en 
México, en relación con la masculina, ya que la mujer esta educada en un sentido 
de pasividad y condicionada a resistir una gran cantidad de frustración, por lo que 
la agresividad está reprimida, aunque en muchas ocasiones fallan los mecanismo 
de defensa y es cuando las mujeres llegan a cometer actos delictivos, que en 
muchas ocasiones son mayores el homicidio hacia su conyugue que un robo 
simple. 
 
Para Rodríguez (1997) el problema de la delincuencia implica un problema de 
adaptación y menciona que “no todo inadaptado llega a ser delincuente, pero si el 
delincuente presenta conductas de inadaptación” (p.109). 
 
De acuerdo con este autor el terminó de inadaptación se considera a partir de 
diferentes puntos como son: 
42 
 
 
 Incapacidad del individuo de adaptar su conducta al medio en el que se desarrolla. 
 Incapacidad del individuo de enfrentarse a las exigencias de su medio. 
 Como una nueva creación de progreso y cultura que pugna con los medios 
tradicionales. 
 Adopción de conductas, las cuales se apartan de una vida y convivencia social 
armoniosa y constructiva. 
 
Tocaven (1990) considera la inadaptación, como una forma de conducta, que 
afecta a las sanas relaciones interpersonales del sujeto con su medio ambiente; 
por otro lado, considera a un individuo adaptado como aquel que desarrolla sus 
posibilidades individuales al máximo sin que las relaciones interpersonales que 
mantiene con su medio se vean perturbadas de alguna forma. 
 
Para considerar a una persona con inadaptación social es importante tomar en 
cuenta su historia familiar, las relaciones madre-hijo-padre, la cultura, costumbres, 
los soportes de su entorno y las carencias afectivas y emocionales las cuales 
deterioran de manera considerable el normal desarrollo personal y social del 
individuo. 
 
 
 
 
3.2. ORIGENES DE LA DELINCUENCIA 
 
 
La personalidad de cada individuo es única en los procesos de formación y 
evolución, es decir los procesos bio-psico-sociales que conforman una 
personalidad son diferentes en cada persona. 
 
43 
 
La delincuencia involucra un doble fracaso, por una parte desde un enfoque 
individual, es el fracaso de los mecanismos de defensa psíquicos que controlan 
los impulsos agresivos que están presentes en todo individuo, pero que en el caso 
del delincuente se proyectan realmente de un modo destructivo (Marchiori, 1990). 
 
Este mismo autor menciona que la conducta agresiva, en este caso el delito, es la 
expresión de la psicopatología particular del individuo, de su alteración psicológica 
y social, por lo tanto el delincuente no solo es un individuo enfermo sino que es el 
resultado de un núcleo familiar enfermo en el que el individuo traduce a través de 
la agresión, las ansiedades y conflictos que se viven en el grupo familiar. 
 
El conflicto de la delincuencia presenta una historia personal caracterizada por un 
inadecuado control familiar debido a la falta de uno de los padres o el abandono, 
lo cual conlleva a la privación de necesidades externas, es decir falta de un hogar, 
ropa, alimentación, cuidados; pero también y fundamentalmente de privaciones 
afectivas, como son la protección y transmisión de afecto de los padres a los hijos, 
en donde se ve afectado primordialmente el desarrollo psíquico y social. 
 
Estas características de historia personal de los delincuentes, se presenta cuando 
existe una permanencia dentro de ciertos y determinados contextos de 
comportamiento, pero hay ocasiones en donde no hay antecedentes de conductas 
antisociales, ya que desarrollaron un modo de vida “aparentemente adaptado” sin 
una marcada agresividad, con una vida laboral y familiar estable y sin embargo 
llegan a irrumpir de manera repentina con el modo de vida de este individuo, pero

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