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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
Facultad de Psicología 
División de Estudios Profesionales 
 
Psicología y Música 
 Hacia un estado del arte de 
la rehabilitación neuropsicológica 
en pacientes afásicos a través de la música. 
 
T E S I S 
Que para obtener el título de 
Licenciado en Psicología. 
P R E S E N T A 
 
Lily Denisse Jiménez Dabdoub 
 
Directora de Tesis: Mtra. María Concepción Morán Martínez 
Revisora: Dra. María Dolores Rodríguez Ortiz 
Jurado: 
Dra. Dolores Mercado Corona 
Dr. Julio Espinosa Rodríguez 
Dra. María Susana Ortega Pierres 
 
México, D.F. Agosto 2014. 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
	
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   3	
  
Agradecimientos 
 
 
A mi querida casa de estudios, porque siempre ha sido parte de mi vida. Gracias a mis 
padres universitarios, maestros y compañeros orgullosos de ser parte de esta máxima casa 
de estudios. Gracias UNAM por buscar formar mentes con motivación al cambio, por 
fomentar la verdadera academia. 
A Concpeción, no hay palabras para agredecer toda la entrega que tiene hacia sus 
alumnos. Porque para mí, no fuiste sólo mi asesora, buscaste ser guía en mis estudios y 
en mi vida. Por preocuparte y ocuparte de aconsejarme con sabiduría. Te quiero, gracias 
siempre. 
A Lolita Rodríguez por la gran paciencia y el apoyo. A Lolita Mercado por sus 
valiosísimos comentarios y cariño. A Julio Espinosa por sus amables comentarios. A 
Susana Ortega por acceder gustosa. A todos, gracias por darse el tiempo de conocer y leer 
mi trabajo. 
A mis grandes amigas y hermanas, porque siempre están allí; Andrea, Ale, Karla, Tania y 
Paty. 
A mi padres por adentrarme en el mundo académico y fomentar el enamoramiento hacia 
la cultivación intelectual y cultural. 
A mi familia en especial a Arturo porque también estás allí y me apoyas, aunque disfrutes 
debatir incansablemente. Y a mi tía Mary Lou, por apoyarme. 
A mi mommy porque siempre serás más que una madre, porque has sido guía, amiga y 
confidente. Mi heroína siempre. 
 
 
 
	
   4	
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	
   5	
  
 
 
 
 
 
 
A mi verdadera alma gemela, de ti vengo y hacia ti voy, siempre. Te amo 
Mommy. 
 
 
 
 
 
 
 
	
   6	
  
	
   7	
  
ÍNDICE. 
 
RESUMEN.................................................................................................................................................. 9	
  
ABSTRACT..............................................................................................................................................11	
  
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................13	
  
CAPÍTULO	
  I.	
  	
  FUNDAMENTACIÓN...................................................................................................19	
  
1.1	
  Aproximaciones a la evolución del lenguaje y la música................................... 21	
  
1.2 Aproximaciones a los trastornos del lenguaje: afasia........................................ 24	
  
1.3 Importancia del estudio psicología y música. Afasia y su tratamiento a través 
de la música. ................................................................................................................ 27	
  
CAPÍTULO	
  II.	
  LENGUAJE	
  Y	
  MÚSICA.................................................................................................35	
  
2.1 Desarrollo histórico desde las ciencias cognitivas hasta las neurociencias...... 39	
  
2.2 Biolingüística ......................................................................................................... 41	
  
2.2.1	
  Evolución.	
  Lenguaje	
  y	
  la	
  música...................................................................................47	
  
2.2.2	
  Neurofisiología.	
  Lenguaje	
  y	
  música. ...........................................................................54	
  
2.2.3	
  Cognición.	
  Lenguaje	
  y	
  música. ......................................................................................62	
  
CAPÍTULO	
  III.	
  TRASTORNOS	
  NEUROLÓGICOS	
  DEL	
  LENGUAJE.	
  AFASIA	
  Y	
  SU	
  
TRATAMIENTO. ....................................................................................................................................69	
  
3.1 ¿Qué es un trastorno neurológico?...................................................................... 71	
  
3.2 ¿Qué es una afasia?............................................................................................... 72	
  
3.2.1	
  Panorama	
  histórico	
  de	
  las	
  clasificaciones	
  de	
  las	
  afasias. ..................................74	
  
3.3 Diagnósticos y evaluaciones ................................................................................. 79	
  
3.4 Tratamientos ......................................................................................................... 80	
  
CAPÍTULO	
  IV.	
  METODOLOGÍA. ........................................................................................................83	
  
4.1 ¿Qué es un estado del arte?.................................................................................. 85	
  
4.2 Criterios del estudio.............................................................................................. 87	
  
	
   8	
  
4.3 Artículos encontrados por base de datos ........................................................... 89	
  
4.4 Origen de las publicaciones.................................................................................. 90	
  
CAPÍTULO	
  V.	
  RESULTADOS...............................................................................................................93	
  
5.2 Año de publicación de los estudios revisados ..................................................... 97	
  
5.3 Tabla de contingencia de los 41 artículos revisados ........................................ 100	
  
5.4 Clasificación de los artículos seleccionados ...................................................... 110	
  
5.4.1	
  Tipo	
  de	
  estudio .................................................................................................................111	
  
5.4.2	
  Tipo	
  de	
  intervención	
  musical .....................................................................................113	
  
5.4.3	
  Mediciones	
  para	
  la	
  obtención	
  de	
  resultados .......................................................117	
  
5.4.4	
  Resultados	
  referentes	
  a	
  los	
  cambios	
  logrados	
  en	
  los	
  pacientes..................119	
  
5.4.5	
  Resultados	
  	
  referentes	
  a	
  los	
  cambios	
  fisiológicos	
  en	
  los	
  pacientes ...........120	
  
CAPÍTULO	
  VI.	
  DISCUSIÓN	
  Y	
  CONCLUSIONES............................................................................ 127	
  
6.1 Mecanismos de recuperación neurofisiológica................................................. 130	
  
6.1.1	
  Recuperación	
  neurofisiológica ..................................................................................132	
  
6.1.2	
  Efectividad	
  de	
  la	
  MIT .....................................................................................................1396.1.3	
  Candidatura	
  para	
  MIT....................................................................................................143	
  
6.2 Otras observaciones. Aspectos psicológicos...................................................... 144	
  
6.3 Otras observaciones. Aspectos socioculturales................................................. 148	
  
6.4 Propuestas............................................................................................................ 150	
  
APÉNDICES.......................................................................................................................................... 155	
  
REFERENCIAS.	
  MARCO	
  TEÓRICO. ................................................................................................ 164	
  
REFERENCIAS.	
  ESTADO	
  DEL	
  ARTE	
  (N=	
  41).............................................................................. 170	
  
 
	
   9	
  
 
 
	
  
 
	
  
 
 
RESUMEN 
El lenguaje es una herramienta de cognición que nos distingue de otras 
especies. En ocasiones, éste puede verse afectado debido a diferentes 
trastornos como las afasias, que son un resultado común de traumas 
craneoencefálicos. Las investigaciones sobre tratamientos 
neuropsicológicos han mostrado la eficacia de la música para la 
recuperación de habilidades del lenguaje en los pacientes afásicos. En el 
presente trabajo se examina, desde una perspectiva holística, la 
interacción entre las neurociencias y la rehabilitación neuropsicológica. 
Se exploró el estado del arte sobre la utilización de la música en el 
tratamiento de la afasia y se revisó la forma en que este campo de 
investigación y su aplicación han evolucionado. Se seleccionaron 41 
artículos que cumplieron con una serie de criterios y se llegó a la 
conclusión de que el método preferido para tratar pacientes afásicos es 
la Melodic Intonation Therapy (MIT o Terapia de Entonación Musical). Se 
hace hincapié en la importancia de un trabajo interdisciplinario donde la 
mirada se dirija más allá de la rehabilitación neurológica del paciente, de 
modo que sea inclusiva y proporcione, tanto al paciente como a su 
entorno social, las mejores herramientas para su reinserción y su 
autoaceptación. 
 
 
PALABRAS CLAVE 
 
Psicología, Música, Estado del Arte, Afasia, Rehabilitación 
Neuropsicológica, Terapia de Entonación Musical. 
 
	
   10	
  
	
   11	
  
 
 
 
ABSTRACT 
 
Language is a cognitive skill that distinguishes human beings from other 
species. Sometimes language may be affected by different disorders like 
aphasia, which commonly results from crane-encephalic trauma. New 
research in neuropsychological treatments has showed the efficacy of 
music therapy for the recovery of certain linguistic skills in aphasic 
patients. In the present work, we offer a holistic view of the interaction 
between Neurosciences and neuropsychological rehabilitation. A state-
of-art review was done to explore the implementation of music to treat 
aphasia and the way in which this field of research and its application 
have evolved. 41 articles were selected following a series of criteria and 
they led to the conclusion that the preferred intervention method was 
MIT. The importance of interdisciplinary work is pointed out, one in which 
the perspective goes beyond the mere neurological rehabilitation of the 
patient; instead, it should be inclusive and provide patients, as well as 
theirso his social environment, with the best tools for their reintegration 
and self-acceptance. 
 
 
KEY WORDS 
 
Psychology, Music, State-of-Art, Aphasia, Rehabilitation, 
Neuropsychology, Melodic Intonation Therapy. 
 
	
   12	
  
	
   13	
  
INTRODUCCIÓN 
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
	
  
“Pour ce qui est des connaissances non-écrites qui se trouvent dispersées 
parmi les hommes de différents professions, je suis persuadé qu’ils passent 
de beaucoup tant à l'égard de la multitude que de l'importance, tout ce qui 
se trouve marqué dans les livres, et que la meilleure partie de notre trésor 
n'est pas encore enregistrée.” 
Gottfried Wilhelm Leibniz 
	
   14	
  
 
	
   15	
  
INTRODUCCIÓN 
 
“Neuroscience is essentially the liberal arts of modern society”. 
Chuck Niederriter 
 
El lenguaje es una habilidad cognitiva que nos distingue de otras especies y lo 
mismo ocurre con la música. Nettl (2000) incluso propone que el lenguaje y la 
música nos definen como humanos. Por esto, en el presente trabajo se busca 
encontrar todas aquellas investigaciones donde la relación lenguaje-música se 
ha concebido como dos procesos cognitivos interdependientes. En las últimas 
décadas, más allá del estudio de la plena apreciación estética en las artes, se ha 
encontrado que éstas son un gran recurso para los programas de rehabilitación 
neuropsicológica. El enfoque del presente trabajo consiste en mostrar una visión 
integral (holística) de la interacción entre las neurociencias y la investigación en 
rehabilitación neuropsicológica de los pacientes afásicos por medio de la música. 
Dentro de una perspectiva modular, el procesamiento del lenguaje ocurre 
en el hemisferio izquierdo (especialmente en las áreas de Wernicke y Broca); se 
considera, en cambio, que la música es procesada por el hemisferio derecho, el 
“sensible” a las emociones (Bowers et al., 1993). Sin embargo, es importante 
tomar en cuenta que el procesamiento de la información, musical y lingüística, se 
da de forma paralela y en ciertas tareas lingüísticas se comparten componentes 
de análisis donde se emplean ambos hemisferios. Dentro de la neurolingüística, 
se ha abierto el debate sobre esta visión y la opuesta, donde se ve al cerebro 
como más que un conjunto de gabinetes separados (Modelo Localizacionista) y 
donde también existe la posibilidad de la plasticidad generada por experiencias 
socioculturales (Modelo Holístico). 
La música puede llegar a ser una gran herramienta para ayudarnos a 
comprender el lenguaje, debido a que a través de ella las personas son capaces 
de expresar sus emociones y establecer un medio comunicativo. 
	
   16	
  
 El objetivo general del presente trabajo consiste en generar un panorama 
claro donde se puedan apreciar las diferentes aproximaciones metodológicas y 
teóricas utilizadas en el tratamiento de pacientes afásicos a través de la música, 
ésta empleada como recurso terapéutico. Por esto, para llegar a comprender los 
resultados mostrados en el capítulo IV, el desarrollo del marco teórico parte de la 
siguiente manera: 
Capítulo I. Fundamentación. Se provee al lector de una perspectiva 
general sobre el enfoque del presente estudio, explicándolo a manera de 
ensayo o resumen extendido. 
Capítulo II. Lenguaje y música. Se desarrolla la historia del nacimiento de 
la biolingüística y su progreso, desde las de ciencias cognitivas hasta las 
neurociencias. Se explica cómo, a partir de este desenvolvimiento, 
también se inicia el interés por estudiar a la música desde una mirada 
evolutiva comparativa con respecto al lenguaje. Así, el capítulo va 
postulando la interdependencia lenguaje-música y sus sustratos 
evolutivos, biológicos, fisiológicos y cognitivos. 
Capítulo III. Trastornos neuropsicológicos del lenguaje. Afasia y su 
tratamiento. Se describen, de forma muy general, los trastornos 
neuropsicológicos del lenguaje y las clasificaciones de los modelos del 
lenguaje; posteriormente, se explica lo que es la afasia y sus 
clasificaciones. 
Capítulo IV. Metodología. Se explica cómo se realizó el estado del arte, 
criterios de inclusividad y exclusividad, método y las bases de datos 
empleadas para la búsqueda bibliográfica. 
Capítulo V. Resultados. Principalmente, se muestra una tabla de 
contingencia donde se comparan los 41 artículos que componen el estado 
del arte. 
Capítulo VI. Discusiones y conclusiones. Se discuten los resultados 
encontrados a mediante la comparaciónde los 41 artículos antes 
	
   17	
  
presentados y se examina el alcance de la música en la rehabilitación 
neuropsicológica. 
Apéndices. Se muestra una serie de tablas complementarias a la 
investigación realizada, donde se pueden apreciar los laboratorios 
interesados en investigar cognición musical y lenguaje, los investigadores 
encargados de éstos y algunas de las publicaciones de divulgación sobre 
música, mente y cerebro. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
	
   18	
  
	
   19	
  
CAPÍTULO I. FUNDAMENTACIÓN 
 
 
 
 
“One good thing about music, when it hits you, you feel no pain”. 
Bob Marley 
 
	
   20	
  
	
   21	
  
CAPÍTULO I. FUNDAMENTACIÓN. 
 
“La musique exprime ce qui ne peut être dit et sur quoi il est impossible de rester 
silencieux.” 
Victor Hugo 
 
Con el objeto de facilitar la lectura del presente trabajo y conducir al lector hacia 
la comprensión de la importancia que tiene el uso de la música dentro de los 
estudios de las neurociencias y la rehabilitación neuropsicológica, en este 
capítulo se presenta una perspectiva global a manera de ensayo o resumen 
extendido. 
 
1.1 Aproximaciones a la evolución del lenguaje y la música. 
	
  
La psicología evolutiva busca dar un sentido al posible origen de nuestros 
procesos cognitivos. Principalmente, busca estudiar cuáles son los atributos 
humanos que han evolucionado como herramientas psicológicas para una 
buena adaptación y supervivencia. Sin embargo, se han ignorado rasgos como 
la creatividad, uno de los “disparadores” (sino es que el más importante) del 
crecimiento del ser. Aun cuando la teoría de las inteligencias múltiples de 
Howard Gardner ha guiado la creciente investigación sobre el potencial de la 
creatividad en los seres humanos, estas posturas se han dejado de lado desde 
las miradas de la antropología, la sociología e incluso la psicología evolutiva. 
Las “presiones selectivas” (Eals y Silverman, 1992) pudieron llegar a ser un 
componente para la generación de especificidad en cuanto a las diferencias 
entre las habilidades cognitivas en hombres y mujeres. Aun cuando ambos 
poseen la capacidad del lenguaje, existen diferencias en el uso de las 
habilidades específicas que cada uno le da; así, se ha descrito que las mujeres 
pueden llegar a “hablar más” e incluso a manejar más léxico debido a que son 
las encargadas de transmitir y enseñar el lenguaje a sus críos. Jaeger, 
Kansakum, Yamaura y Kitazawa (2000) han mostrado que las mujeres, más que 
	
   22	
  
los hombres, utilizan ambos hemisferios al llevar a cabo tareas de tipo lingüístico 
(en Pinel, 2007: 447). 
Sommer y colaboradores (2004) realizaron el análisis de 24 estudios 
sobre lateralización, donde los datos más relevantes mostraron que las 
diferencias en la lateralización del lenguaje entre hombres y mujeres no son 
significativas. Sin embargo, en los estudios efectuados con poblaciones 
pequeñas sí revelaban diferencias. 
Dumbar (2004) se preocupa por el cómo surgió el lenguaje más que por 
el cuándo. Plantea que éste surgió debido a las necesidades de comunicarse y 
de generar vínculos sociales por medio del “chisme”, tal como la función que el 
grooming1 tiene en los primates. 
De igual manera, el sentido estético y la necesidad de expresar el 
pensamiento por medio de las artes se remonta a tiempos prehistóricos. Incluso 
recientemente se han encontrado instrumentos musicales tan antiguos como los 
primeros hombres. Un ejemplo de esto son las flautas de hueso, cuya 
antigüedad data de más de 35 000 años, encontradas en Alemania por el equipo 
de arqueólogos de la Universidad de Tübingen liderado por Conrad. 
Las teorías e investigación sobre el lenguaje visto como producto de la 
evolución han sido debatidas desde el siglo XIX. La Société de Linguistique de 
Paris (1866) prohibió ideas evolucionistas sobre el desarrollo del lenguaje. Esto 
dio un retroceso en el proceso de la cimentación teórica del futuro campo de la 
biolingüística. 
Los debates sobre el cómo surgió el lenguaje y si éste es un producto de 
la selección natural o una propiedad emergente generada por el crecimiento del 
cerebro aún continúan. Pinker (1994) arguye que el lenguaje es como un 
instinto, lo cual le ha generado críticas severas sobre la calidad científica de su 
pensamiento y sus afirmaciones (en Jenkins, 2002). Al considerar el lenguaje 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
1	
  “Grooming”	
  o	
  acicalamiento	
  es	
  una	
  forma	
  de	
  comunicación	
  que	
  tienen	
  los	
  primates	
  
como	
  medio	
  para	
  reforzar	
  vínculos	
  sociales.	
  La	
  conducta	
  refuerza	
  vínculos	
  como	
  la	
  
confianza.	
  	
  
	
   23	
  
como un instinto, plantea que éste está conectado primariamente con la 
capacidad del razonamiento lógico. Con respecto a la música, dice: “en lo que 
concierne a la causa biológica y su efecto, la música es inútil” (Pinker, 1997: 
528). 
Myklebust (1960) afirma que el lenguaje “es un comportamiento 
simbólico, que incluye la capacidad de abstraer, dar significado a las palabras y 
emplear éstas como símbolos del pensamiento, expresión de ideas, objetos y 
sentimientos” (en Myers y Hammill, 1982). 
La comunicación no sólo se da entre los humanos, sino también en 
distintas especies. En cambio, la habilidad para producir un discurso (lenguaje) 
es únicamente humana (Nettl, 2000). Se trata de un proceso funcional complejo, 
considerado como una de las habilidades cognitivas superiores que distinguen a 
los humanos lo mismo que la música. El lenguaje ocurre gracias a una 
integración multimodal que toma lugar en distintas zonas corticales. El 
procesamiento de la música, por su parte, se da de igual manera mediante una 
integración multimodal de redes neuronales. 
En 1862, Paul Broca identificó un área en el lóbulo frontal, donde 
aparentemente el lenguaje era producido y procesado. Algunos años después, 
en 1873, Carl Wernicke describió otra área del lenguaje localizada en el lóbulo 
temporal izquierdo. Dicho lóbulo, si sufre algún daño, tiene repercusiones en la 
comprensión del lenguaje, lo cual se conoce como afasia receptiva. En el caso 
de la música, el daño cerebral también puede producir alteraciones en la 
expresión o apreciación musical (amusia). 
El procesamiento del lenguaje se explica a través del modelo Wernicke-
Geschwind. En él se propone el involucramiento de siete áreas cerebrales: la 
corteza visual primaria, el giro angular, la corteza auditiva primaria, el área de 
Wernicke, el fascículo arcuado, el área de Broca y la corteza primaria motora. 
Los sustratos fisiológicos del lenguaje serán explicados con mayor profundidad 
en el siguiente capítulo. 
 
	
   24	
  
 
1.2 Aproximaciones a los trastornos del lenguaje: afasia. 
	
  
Algunos de los trastornos y enfermedades que afectan el habla son: embolias, 
parálisis cerebral, corea de Huntington, Parkinson, sordera, autismo, deficiencia 
o retraso mental y afasia. 
La afasia es un trastorno neurológico que produce la inhabilidad adquirida 
de comunicarse, ya sea por medio de la escritura o del lenguaje hablado (incluso 
la pérdida ocurre en las personas mudas). “La afasia es una condición 
caracterizada por la pérdida parcial o total para la habilidad de comunicarse” 
(Schlaug et al., 2009: 1). La afasia ha pasado por innumerables clasificaciones; 
sin embargo, se ha llegado a la brevedad de clasificarla en dos grandes rubros, 
conforme a la fluencia del discurso. Las dos categorías más generales son: 
afasia fluente y afasia no fluente; a pesar de este intento por simplificar la 
clasificación de las afasias, existe una tercera categoría: afasia de conducción. 
La afasiano fluente afecta al lóbulo frontal posterior izquierdo (área de 
Broca). Los pacientes con este tipo de afasia son capaces de comprender el 
lenguaje, pero incapaces de producirlo. La afasia fluente se genera tras una 
lesión en la región posterior superior del lóbulo temporal (área de Wernicke). Los 
pacientes con este trastorno logran tener un lenguaje relativamente fluido, pero 
padecen de un déficit de comprensión. Por último, la afasia de conducción 
ocurre cuando se afecta el fascículo arcuado. Los pacientes tienen una 
incapacidad para repetir frases y/o palabras. 
Las afasias son un conjunto de trastornos del lenguaje, que no solamente 
afectan la capacidad comunicativa de las personas; la afección es tan grave y 
profunda que llega a dañar diversas esferas cognitivas y psicológicas como la 
social, la emocional, la física y la familiar. 
El procesamiento auditivo es un proceso integrador. Aun cuando la 
investigación ha encontrado resultados interesantes en relación con la música y 
	
   25	
  
el lenguaje, no es sorprendente que la música pueda ser empleada como 
herramienta para la recuperación neuropsicológica. La localización del sistema 
auditivo hace posible la bilateralidad de la integración de la información de los 
lóbulos frontales con los parietales. 
Dick y sus colegas (2010) proponen que existen diversas regiones 
perisilvianas que usualmente muestran activación preferente ante el lenguaje 
hablado y otros sonidos complejos. “Estos efectos ‘selectivos-de-discurso’ 
pueden ser regidos por regiones intrínsecas encausadas para el procesamiento 
de las propiedades acústicas o informativas del discurso. Alternativamente, 
dicha selectividad en el lenguaje puede emerger a través de una experiencia 
extensiva de percepción y producción de sonidos discursivos.” (Dick et al., 2010: 
1) 
El procesamiento auditivo integra la información proveniente de las 
vibraciones moleculares como la amplitud, la frecuencia y la complejidad de 
percibir volumen, timbre y tono. Pero cuando se escucha lenguaje, existe más 
información que procesar, como lo son las claves visuales. En 2003, Patel 
señaló que “como el lenguaje, la música es un universal humano que involucra 
perceptualmente elementos discretos organizados en estructuras jerárquicas 
secuenciadas. La música y el lenguaje, por tanto, pueden servir como bloques la 
una para el otro en el estudio de los mecanismos cerebrales subyacentes al 
procesamiento de sonidos complejos” (Patel, 2003: 674). 
Los resultados de las investigaciones de Patel (2003) han puesto en 
descubierto que “la sintaxis lingüística y la musical comparten el procesamiento 
sintáctico (instado en zonas cerebrales sobrelapadas) que aplica en diferentes 
regiones representantes de sintaxis de dominio-específicas en las regiones 
posteriores del cerebro” (Patel, 2003: 679). Después de haber realizado un 
estudio con resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés), 
Tillman y sus colaboradores (2003) descubrieron que el procesamiento de la 
	
   26	
  
armonía2 involucra tanto el área de Broca como la de Wernicke (en Patel, 2003). 
Estos descubrimientos muestran que los caminos de procesamiento de la 
música comparten ciertas áreas de procesamiento del lenguaje. 
El procesamiento auditivo es un proceso perceptual de gran complejidad, 
donde amplitud, frecuencia, intensidad, tono y timbre son parte de los pequeños 
módulos de información que se ha de analizar. Las regiones asociadas con el 
análisis auditivo fino, la categorización del discurso, la integración audiomotora y 
el procesamiento de la secuencia auditiva son la corteza superior temporal 
derecha (la parte más posterior) y algunas regiones más pequeñas de la corteza 
superior temporal izquierda. 
El discurso no está compuesto solamente por inflexiones, entonaciones, 
tiempo y ritmo; también posee melodía. “El acto de cantar involucra 
inspiraciones relativamente fuertes y rápidas, seguido por expiraciones 
regulares. Es importante hacer una distinción entre la melodía en el discurso y la 
musical. A diferencia de la melodía musical, la del discurso no está construida 
por una serie de intervalos de tono” (Patel, 2008), a excepción de las lenguas 
tonales (las cuales nos dan un caso excepcional sobre el procesamiento 
melódico). 
Es allí donde encuentro un vínculo sustancial entre el lenguaje y la 
música, la relación y diferenciación entre el tono. De acuerdo con Welch (2006), 
los bebes producen vocalizaciones que pueden considerarse precursores 
musicales y de entonación del discurso (en Wan et al., 2010). La idea de la 
capacidad de interpretar el ritmo desde una edad tan temprana señala que el 
precursor del lenguaje podría ser la musicalidad. 
 
 
 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
2	
  Armonía	
  es	
  cuando	
  el	
  sonido	
  se	
  percibe	
  de	
  manera	
  tal	
  que	
  los	
  acordes	
  se	
  
sobrelapan	
  creando	
  un	
  sonido	
  unificado	
  (melódico).	
  	
  
	
   27	
  
1.3 Importancia del estudio psicología y música. Afasia y su tratamiento a 
través de la música. 
	
  
¿Cuál es la importancia del lenguaje y su relación con la música? Ya Friederich 
Nietzsche, el filósofo alemán, había postulado que “escuchamos la música con 
los músculos” (en Sacks, 2007). El escuchar la música involucra un 
procesamiento sumamente complejo donde no sólo el procesamiento perceptual 
del sonido se ve involucrado en la integración de la información, sino también 
otros procesos cognitivos e incluso emocionales. El lenguaje no está compuesto 
simplemente por inflexiones, entonaciones, tiempo y ritmo, sino que además 
posee melodía. Siendo esto parte del vínculo con la música. Dick y sus 
colaboradores descubrieron que las regiones perisilvianas muestran actividad 
durante lenguaje hablado y los sonidos complejos (Dick et al., 2011: 938). 
En 2011, Zatorre explica que la música nos permite investigar la 
organización cerebral. De acuerdo con Patel, los afásicos con problemas de 
comprensión sintáctica del lenguaje también muestran un déficit musical 
sintáctico. Es decir, no logran activar el conocimiento implícito en las relaciones 
armónicas (Patel, 2005: 67). 
En las últimas décadas, ha habido creciente investigación que evidencia 
el uso potencial de la música en la medicina. “Muchos estudios han encontrado 
que el escuchar música puede aumentar las funciones emocionales y cognitivas 
en los pacientes afectados con distintas condiciones neurológicas” (Wan et al., 
2010: 287). Uno de los primeros científicos en encontrar esto fue Luria. 
En su artículo revolucionario, “Afasia en un compositor”, Luria (1965) 
expone cómo un compositor sufre de afasia tras un trauma craneoencefálico sin 
perder ninguna de sus habilidades musicales. Luria y sus colegas observaron al 
paciente durante tres años. Exploraron cómo había conservado sus habilidades 
musicales (evaluaron la prosodia y la organización de las elocuciones), aun 
cuando hubo daño en las áreas temporal e inferior parietal. Estas observaciones 
establecieron la base del continuo y creciente interés por la música como una 
	
   28	
  
herramienta de apoyo terapéutico en los pacientes con daños en su capacidad 
para el procesamiento del lenguaje. 
Geschwind también notó que los niños que habían pasado por 
tratamientos tan invasivos como la completa extirpación del hemisferio izquierdo 
lograban la “recuperación de las habilidades del lenguaje” al cantar (Sacks, 
2008). 
Generalmente, cuando un desorden neurológico se presenta, la ciencia 
busca su tratamiento mediante el uso de fármacos que estimulen síntesis de 
neurotransmisores, hormonas, etc. Por tanto, hay mayores presupuestos para la 
investigación sobre psicofarmacología,cuyo enfoque hacia un nivel biomolecular 
es cada vez mayor. Sin embargo, desde la neuropsicología se busca encontrar 
vías alternativas y métodos menos invasivos, con mayor eficacia y con menos 
efectos colaterales para el tratamiento de estos padecimientos. 
La música ha llegado a ser vista como un prelenguaje que se relaciona 
con accesos espacio-temporales y de razonamiento espacio-temporal. Incluso 
existen antropólogos, como Conrad (2009), que plantean que probablemente la 
música surgió antes que el lenguaje. Brown (2000) postula la hipótesis de que 
el lenguaje y la música surgieron de un precursor evolucionario en común que 
llamó “musilanguage” (se podrá leer con más detalle sobre esta postura en el 
siguiente capítulo en la sección 2.2.1). Un ejemplo del prelenguaje como una 
forma premusical es el balbuceo de los bebés; éstos comienzan el aprendizaje 
del lenguaje por medio de vocalizaciones sencillas y distintas entonaciones e 
incluso de melodías. 
Welch (2006) dice que las vocalizaciones de los bebés son precursores 
de la musicalidad y la entonación del lenguaje. Cuando usamos la música para 
comunicarnos, hay un uso mayor del lenguaje proposicional que del automático 
(en Wan et al., 2010). 
Lerdahl (2001) plantea la teoría “Tonal Pitch Space”, del mismo nombre 
que su libro, donde postula que la sintaxis lingüística y la musical comparten 
procesos sintácticos. 
	
   29	
  
El ritmo es una de las herramientas fundamentales para la producción 
vocal. La música y el lenguaje poseen sustratos neuronales semejantes: ambos 
comparten parámetros de modulación acústica; componentes periódicos y 
aperiódicos; ruido; frecuencia y amplitud (Zatorre, 2011). Esto ha llevado a Patel 
(2008) a postular que la música debe ser vista como un lenguaje. Parece ser 
que la música “lenguaje” usa vías semejantes a las que funcionan en el lenguaje 
hablado, por lo que al estar dañadas estas últimas, puede ser que, mediante la 
estimulación de la “musicalidad”, la capacidad de plasticidad retome las vías 
musicales para restablecer el lenguaje. 
“El estudio de dicha experiencia musical implica la interrelación de 
diferentes áreas o esferas de conocimiento, entre las que se encuentran las 
ciencias cognitivas: psicología, filosofía, lingüística, antropología, neurociencia e 
inteligencia artificial” (Morán, 2010). “La música sobretodo está en nuestra 
cultura. Nos acompaña en nuestras vidas cotidianas […] para fines terapéuticos 
es una de las formas más antiguas en la humanidad. (Lecourt, 2005: 7) 
 
“La emoción es un aspecto íntegro de la experiencia musical.” 
Robert Zatorre, 2011 
 
La música penetra no sólo nuestro sentido auditivo; llega por medio de 
vibraciones a cada parte de nuestros cuerpos. Esto no sólo lo sienten los 
músicos más experimentados; incluso las personas que “se mueven” con una 
pieza musical refieren sensaciones de “escalofríos”, vibraciones, 
estremecimiento, etc. La universalidad de la sensibilidad musical sugiere que es 
una característica humana innata. De acuerdo con la American Music Therapy 
Association (AMPTA, 1999), desde Platón y Aristóteles se creía en los “poderes 
curativos” de la música. 
En Estados Unidos, la musicoterapia (MT) se desarrolló después de la 
Segunda Guerra Mundial al usarla para el tratamiento de veteranos. Comenzó 
como una tendencia dentro de la psicología humanista. Hoy en día, existen 
	
   30	
  
distintos enfoques terapéuticos sobre la musicoterapia. Así, en Estados Unidos 
el enfoque más empleado ha sido el conductista musicoterapéutico. 
A través de la musicoterapia se han observaron mejoras en cuanto a 
emociones, cogniciones y estados psicológico y fisiológico. Gaston decía: “La 
música es un medio de comunicación no verbal, derivando en un potencial de 
ese significado no verbal”. 
Accordino y colaboradores (2006) determinan que existen cinco tipos de 
musicoterapia: 
1. Receptiva: El paciente escucha la música seleccionada o tocada por el 
terapeuta. Un subtipo sería la Music o Melodic Intonation Therapy (MIT), 
usada para desordenes de comunicación, como el autismo no verbal. 
2. Compositiva: Involucra la creación de una pieza original por parte del 
pacientee. 
3. Improvisación: Se motiva al paciente a crear música espontáneamente. 
4. Recreativa: El paciente aprende cómo tocar un instrumento. 
5. Actividad: Juegos musicales propuestos por el terapeuta. 
Schmidt (2000) dice que “la musicoterapia es un proceso bien definido, 
planeado, orientado por metas de interacción e intervención; basado en la 
evaluación de las necesidades específicas, debilidades, fortalezas del cliente, en 
las cuales las experiencias musicales o la música (canto, tocar un instrumento, 
movimiento, escuchar música, creación, discusión sobre canciones y música), 
son específicamente prescritos […] para influenciar los cambios positivos en una 
condición individual, habilidades, pensamiento, sentimientos y conductas” 
(Schmidt, 2000: 172). 
“La música de la vida corre el riesgo de perderse en la música de la voz.” 
Mahatma Gandhi 
 
El cantar requiere de una regulación de la respiración de manera tal que 
se sostengan las notas. Así, el canto también resulta de una intensidad vocal 
mayor (Tonkinson, 1994) y un control vocal (Natke, Donath y Karlveram, 2003 en 
	
   31	
  
Wan et al., 2010; 288). Realizar una tarea tan compleja como el canto hace que 
los pacientes afásicos desarrollen una conciencia de sus habilidades motoras 
del lenguaje. 
Actualmente, existe un fuerte énfasis en la investigación sobre la 
corporeización y la integración multisensorial dentro de las ciencias cognitivas. 
Naturalmente somos una especie lingüística, pero el lenguaje no es sólo la 
producción y comprensión del habla; va más allá donde se ve como un proceso 
perceptivo complejo donde participa la integración motora, visual y auditiva de la 
información. 
Los pacientes afásicos pueden aprender las palabras de las letras de las 
canciones, repetir secuencias o series como los días de la semana, etc. Sacks 
dice: “Uno podría esperar el pareamiento o correlación de las habilidades 
musicales con las lingüísticas, especialmente con aquellas que confieren 
mediante el aprendizaje de acentos, inflexiones y la prosodia de un lenguaje 
nuevo” (Sacks, 2007:15). 
En 1914, Déjérine observó una capacidad superior para cantar en los 
pacientes afásicos. Consecuentemente, más investigadores comenzaron a 
reportar datos con relación a pacientes con grave daño neurológico y poca 
capacidad de lenguaje espontáneo, pero con buenas capacidades para articular 
palabras al cantar canciones familiares que habían aprendido antes del trauma 
(Cohem y Ford, 1995; Gerstman, 1964; Hébert, Racette, Gagnot y Peretz, 2003; 
Racette, Bard y Peretz, 2006; Straube, Schultz, Gipel, Mentzel y Miltner, 2008). 
De acuerdo con Schlaug y colaboradores (2010), por más de 100 años se 
han reportado casos de pacientes con afasia no fluente severa, que mostraron 
ser mejores para el canto que para articular las palabras de las mismas 
canciones. Esta observación hizo posible el desarrollo de la Terapia de 
Entonación Musical (MIT, por sus siglas en inglés, Albert et al., 1973). La 
mayoría de los estudios sobre rehabilitación de pacientes afásicos por medio de 
la música hacen uso de esta terapia como herramienta metodológica para 
	
   32	
  
estimular la recuperación del lenguaje. En 1973, Martin Albert y sus colegas 
describieron y comenzaron a utilizar la MIT. 
En la MIT, el uso del tamborileo con la mano izquierda puede ser que esté 
estimulando vías sensoriomotoras. También se han encontrado fascículos 
superordenados que comparten sustratos neuronales con los movimientos de la 
mano y los orofaciales (Schlaug et al., 2009; Norton et al., 2009). Se ha 
encontrado que el uso de la MIT en los pacientes afásicos genera la producción 
de palabras articuladas alcantar (Wan et al., 2008). 
Existen análisis que han revelado que las terapias musicales pueden 
llevar a un efecto mesurable la intervención, tanto a nivel de intensidad como de 
temporalidad (largo plazo), incluso cuando la eficacia de la terapia del habla ha 
sido demostrada en numerosos meta-análisis (Wan et al., 2008). Norton y 
colegas (2009) investigaron sobre la MIT y concluyeron que los casos de los 
pacientes constituyen la prueba de que tras una lesión en el lóbulo 
temporoparietal en el hemisferio izquierdo, genera una disociación entre el 
procesamiento fonético y el musical (percepción y memoria, respectivamente). 
“El incremento en la mejoría de los pacientes después y antes de la 
terapia se ha mostrado por la detección de un incremento en las fibras del 
fascículo arcuado” (Wan et al., 2008: 294). De la misma forma, “la MIT resultó en 
el incremento del número de fibras y volumen en el fascículo arcuado del 
hemisferio derecho” (Wan et al., 2009: 291). 
Sin embargo, también se ha argumentado que éste no es un resultado 
consistente; debido a falta de una correlación fuerte, es también posible que el 
elemento melódico de la MIT involucre el hemisferio derecho, particularmente el 
lóbulo temporal derecho, más que las terapias que no hacen uso de la melodía. 
Otra revisión de la MIT fue realizada por Heâbert y sus colaboradores 
(2003), quienes se enfocaron en explicar cómo un paciente con afasia expresiva 
(Wernicke) preservó sus habilidades para comprender y memorizar el lenguaje. 
A partir de este resultado, proceden a demostrar que la producción verbal, tanto 
en el canto como en el habla, deriva de los mismos mecanismos operantes. De 
	
   33	
  
manera interesante, los resultados mostraron que “la articulación de las palabras 
es gobernada por mecanismos que son insensitivos a la expresividad emocional, 
tanto en el canto como en el habla” (Heâbert et al., 2003: 1848). 
De forma más general, se considera también que la estimulación musical 
en pacientes afásicos tiene repercusiones en estructuras fisiológicas. Se estima 
que hay estimulación de regiones periféricas a la zona afectada, y estimulación 
del hemisferio opuesto al afectado. 
En el presente trabajo, se busca consolidar una revisión bibliográfica 
donde se comparará el trabajo que se ha hecho en los tratamientos de 
rehabilitación neuropsicológica para pacientes afásicos a través de la música. 
Los datos serán analizados de manera tal que se busque generar un estado del 
arte, donde se podrán encontrar los paradigmas actuales de las neurociencias 
hacia la rehabilitación neuropsicológica de los pacientes afásicos a través de la 
música. 
El estado del arte generado se delimitará en buscar todos los reportes 
publicados desde el año 1973, año en que se realizó el primer reporte sobre la 
MIT y su utilización para la recuperación de pacientes afásicos, hasta el 2012. 
Los criterios y las bases de datos empleados para la búsqueda serán descritos 
en la metodología. 
El presente estudio se realizó bajo la consideración de que es de suma 
importancia generar un panorama donde se englobe qué es lo que está pasando 
en el campo de estudios de las neurociencias y la música, si es que se están 
investigando trastornos neurológicos como la afasia bajo esta mirada y cómo es 
que se está investigando, a través de las aplicaciones de la música como 
tratamiento. 
Se describirán bases teóricas, métodos, sustentos filosóficos, fisiológicos 
y psicológicos, discusiones y conclusiones a las que han llegado las 
investigaciones. También se discutirán las diferencias metodológicas y el tipo de 
población empleada en las mismas. 
	
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CAPÍTULO II. LENGUAJE Y MÚSICA 
	
  
	
  
	
  
	
  
“La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la 
tristeza y vida y alegría a todas las cosas.” 
Platón 	
  
	
  
 
	
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CAPÍTULO II. LENGUAJE Y MÚSICA 
 
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.” 
Ludwig Wittgenstein 
 
Wittgenstein propone una visión muy cognitivista sobre los límites del lenguaje; y 
es muy cierto, el lenguaje moldea nuestra percepción del mundo. Una 
perspectiva más holística para ver cómo el mundo se moldea desde la mente es 
considerar más bien al potencial creador del hombre como su límite. Así, si 
redireccionamos la perspectiva de Wittgenstein hacia una visión menos filosófica 
y más evolutiva podemos caer en cuenta que los límites del ser humano se han 
ido rompiendo al traspasar sus propios límites y necesidades creadoras. Como 
se mencionó en la introducción, la necesidad de expresar el pensamiento y las 
emociones se remonta a tiempos prehistóricos, donde los hombres comenzaban 
a plasmar ideas en pintura y a expresarse rítmicamente con instrumentos. 
En el presente capítulo, se abordará el tema del lenguaje desde un marco 
histórico, donde las visiones psicobiológica, lingüística y cognitiva han guiado el 
desarrollo teórico de éste. Así, de manera muy general, se buscará aproximarse 
a la descripción de lo que es el lenguaje por medio de la genética y la evolución, 
la neurofisiología, la cognición y los procesos de adquisición del lenguaje. Las 
explicaciones psicoevolutivas se abordarán con el fin de explicar los orígenes 
de la música y el lenguaje. 
La psicología evolutiva busca dar un sentido al posible origen de nuestros 
procesos cognitivos. Principalmente, busca estudiar cuáles son los atributos 
humanos que han evolucionado como herramientas psicológicas para una 
buena adaptación y supervivencia (Cartwright, 2008). Sin embargo, se han 
ignorado rasgos como la creatividad (pensamiento flexible, capacidad de 
innovación y adaptación), la cual ha sido uno de los “disparadores”, sino es que 
el más importante, del crecimiento del ser. 
Hauser, Chomsky y Fitch (2002) dicen que los lingüístas y los biólogos, 
junto con otros investigadores de las ramas de la psicología y la antropología, 
	
   38	
  
podrían pasar del debate teórico “improductivo” a uno más colaborativo, donde 
la investigación sea empíricamente orientada y comparativa, con un programa 
destinado a descubrir componentes (homólogos o análogos), únicos de la 
facultad del lenguaje. 
La biolingüística ofrece una perspectiva más o menos enfocada a lo que 
sugieren Hauser, Chomsky y Fitch. Ésta estudia el lenguaje desde una 
perspectiva biológica y evolutiva. Basándose en la obra de Lenneberg, Jenkins 
(2002) propone que el estudio de la biolingüística debe abarcar las siguientes 
cuestiones: 1. Conocimiento del lenguaje. 2. Adquisición del lenguaje. 3. Uso del 
lenguaje. 4. Mecanismos cerebrales. 4. Evolución. Por esto, en el presente 
capítulo se busca abordar los temas anteriores en la descripción de la genética y 
la evolución del lenguaje y la música; la neurofisiología del lenguaje y la música; 
los procesos cognitivos del lenguaje y la cognición musical, y la adquisición del 
lenguaje y la música. 
Incorporar las explicaciones sobre la música a la par de cada subtema, 
tiene el propósito de llevar al lector al mundo del estudio de la música dentro de 
la concepción de que ésta es, al igual que el lenguaje, una función superior 
única de nuestra especie. 
El estudio de la relación entre estas dos entidades (música y lenguaje) 
data del siglo XIX; a pesar de la falta de estudios, investigadores como 
Oppenheimer (1888) ya hablaban de la importancia de examinar esos 
fenómenos para comprenderlos. Gamer (1892) estudió el ruido animal y la voz 
humana y transformó estos sonidos para ser emitidos por instrumentos 
musicales como el piccolo y otras flautas. Así, investigaciones más recientes y 
por medio de tecnologías más sofisticadas (como potenciales evocados, 
tomografía por emisión de positrones y resonancia magnética funcional), han 
estudiado elementos perceptuales de la música y el lenguaje para obtener 
informaciónfuncional y neuronal sobre la arquitectura de ambos dominios 
(Brown, Martínez y Parsons, 2006; Jeffries, Fritz y Braun, 2003 y Patel, 2003 en 
Hurkmans et al., 2012: 2). 
	
   39	
  
Jenkins describe que el uso de términos como “instinto de lenguaje” o 
“dotación genética” no son incompatibles con la teoría biolingüística, sino en 
cambio, una manera sintáctica de describir grosso modo lo que ésta se encarga 
de estudiar. De acuerdo con su libro, Biolingüística, ésta es una forma de 
sintetizar todo aquello que engloba a los procesos mentales del lenguaje, con 
una mirada psicobiosociocultural. 
Antes de desarrollar cada tema, se debe conocer un poco sobre la historia 
y los cimientos de las ciencias cognitivas que sentaron las bases para lo que 
ahora son las neurociencias en cuanto al estudio del lenguaje. 
 
2.1 Desarrollo histórico desde las ciencias cognitivas hasta las 
neurociencias 
“We cannot clearly be aware of what we possess till we have the means of 
knowing what others possessed before us. We cannot really and honestly rejoice in the 
advantages of our own time if we know not how to appreciate the advantages of former 
periods.” 
Johann Wolfgang von Goethe. 
 
Johann Wolfgang von Goethe consideraba a la historia como el camino 
adecuado para disponer los logros científicos en una perspectiva apropiada. Es 
por esto que en el presente estudio se busca, tanto mediante la investigación 
descrita para el marco teórico como por medio del estado del arte, disponer la 
literatura enmarcada en su contexto histórico. 
En 1985, Howard Gardner publicó The Mind’s New Science: A History of 
the Cogntive Revolution. Con “New Science” o nueva ciencia se refería a las 
ciencias cognitivas, las cuales definió como “un esfuerzo contemporáneo basado 
en la evidencia empírica para responder preguntas epistemológicas de vigencia 
perenne, particularmente aquellas interesadas en la naturaleza del 
conocimiento, sus componentes, sus fuentes, su desarrollo y su despliegue” 
(Gardner, 1985: 5). 
	
   40	
  
Durante los años setenta, se comienza a consolidar lo que una década 
antes se comenzó a vislumbrar en cuanto a los horizontes del estudio de la 
cognición humana y sus alcances. De acuerdo con Howard Gardner, se 
considera que el Simposio de Hixon, celebrado en 1958, es el momento en el 
cual nacen las “ciencias cognitivas”; dentro de este interés por delimitar e 
integrar trabajos de manera interdisciplinaria, nace la biolingüística (Jenkins, 
2002). Tiempo después, “bajo los auspicios del Centro Royaumont para una 
Ciencia del Hombre (con financiación de la Fundación Volkswagen) y organizado 
por Piatelli-Almarini, se celebró un encuentro interdisciplinario sobre lenguaje y 
biología en Endictt House, Dedham, Massachusetts, en mayo de 1974. Este 
encuentro formaba parte de un proyecto piloto del Centro Royaumont titulado 
Comunicación Animal y Comunicación Humana y se organizó para explorar, 
entre otros temas, ‘las relaciones entre la estructura cerebral y el lenguaje, un 
tema de estudio recomendado por primera vez por Salvaror E. Luria y Noam 
Chomsky’. Luria, Chomsky y diversos participantes de los campos de la biología, 
la neurofisiología, la etología, la biofísica y las matemáticas se reunieron para 
discutir las posibilidades de colaborar en los diversos temas propuestos” (en 
Jenkins, 2002: 23-24). 
Después del encuentro del Centro Royaumont, Chomsky, Luria, 
Changeaux, Mehler, Scherer, Danchin y Petito desarrollaron el proyecto 
Comunicación y Cognición. Al parecer, la consolidación de la nueva rama 
“biolingüística” se dio tras el congreso Modelos Ontogenéticos y Filogenéticos 
del Desarrollo Cognitivo (1975), que tuvo lugar en la abadía de Royaumont en 
Francia. El congreso contó con la presencia de destacados biólogos como 
Changeux, Monod y Jacob, entre otros. Después de estos encuentros, se formó 
un Grupo de Trabajo sobre Biología del Lenguaje en el MIT (Jenkins, 2002). 
Por otro lado, en las neurociencias no se tiene claro desde qué momento 
el término se consolidó como una ciencia. Sin embargo, a partir de los estudios 
de Santiago Ramón y Cajal, quien dio nombre a la neurona, se ubica el 
nacimiento de la neurociencia moderna. Así, en las últimas dos décadas, gracias 
a los avances tecnológicos en la neuroimagenología, esta ciencia se ha 
	
   41	
  
popularizado. Actualmente la neurociencia se ha ampliado hacia un estudio más 
interdisciplinario de todo aquello que concierne al sistema nervioso, donde 
desde biólogos, psicólogos y médicos hasta ingenieros se involucran en el 
quehacer científico. 
 
2.2 Biolingüística 
	
  
En 1980, dentro del laboratorio naciente de biolingüística en la HMS (Harvard 
Medical School), Geschwind y Galaburda realizan las primeras investigaciones 
interdisciplinarias donde neurólogos tocan temas de biología molecular y 
lingüística. 
Seidenberg critica la que él denomina teoría estándar de la lingüística y 
sugiere un marco teórico alternativo, basado en restricciones probabilísticas. 
Con teoría estándar, Seidenberg quiere decir biolingüística o lingüística 13. 
Enumera específicamente cinco cuestiones básicas sobre el lenguaje: 1. 
conocimiento; 2. adquisición; 3. uso; 4. representación cerebral, y 5. evolución. 
Seindenberg se opone a la teoría estándar, ya que ésta sólo pretende describir 
la adquisición del lenguaje dejando de lado muchos aspectos que lo engloban. 
Aquí encuentro un punto en común con las críticas que se le llegan a hacer a la 
visión innatista de Pinker. Existe un momento donde las críticas se ven sólo 
desde la perspectiva del que critica y deja de ver con claridad la premisa de la 
teoría, posición y/o paradigma del otro. 
 
“Ni el papel de la selección natural ni las leyes de la física se pueden olvidar: juntas, son 
responsables del desarrollo y la evolución.” 
 John Tyler Bonner 
 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
3	
  	
  Lingüística	
  1	
  es	
  lo	
  que	
  Chomsky	
  también	
  llama	
  Gramática	
  Universal	
  o	
  GU.	
  	
  
	
   42	
  
En Jenkins (2002), se puede apreciar un fuerte sentido de claridad contra 
las visiones ”minimalistas” en el estudio del lenguaje. De la misma forma, se 
aprecia cómo surge la necesidad de explicar que incluso Darwin nunca propuso 
una mirada tan reduccionista. Señala que Darwin niega haber afirmado alguna 
vez que la selección natural sea la fuente exclusiva de la modificación evolutiva. 
En la última edición de El origen de las especies, Darwin escribe: “En la primera 
edición de esta obra y en ediciones posteriores, situé en una posición muy 
notoria —a saber, al final de la introducción—, las siguientes palabras: ‘Estoy 
convencido de que la selección natural ha sido el principal, aunque no el único, 
medio de modificación’. Esto no ha servido de nada. Grande es el poder de la 
continua tergiversación’” (en Jenkins, 2002: 244). Darwin pone en claro que la 
selección natural se “deriva de…”; por tanto, la variación proviene de algo y no, 
como muchos malinterpretan la teoría, es un factor único. 
Luria (1973) decía que “para el biólogo tiene un evidente sentido pensar 
que, tanto para la estructura del lenguaje como para las estructuras lógicas, 
existen en el cerebro patrones de conexión genéticamente determinados que 
han sido seleccionados por la evolución como instrumentos eficaces para 
enfrentarse a los acontecimientos de la vida” (en Jenkins; 2002: 17). 
Por todo lo anterior, Jenkins propone que lo que uno se debe preguntar es 
“¿qué tipos de factores y restricciones del desarrollo genético, físico y selectivo 
interactúan en la evolución?” (Jenkins, 2002: 241). Raff (1996) menciona que 
existen aspectos de orden interno en los organismos quecontrolan los procesos 
evolutivos y éstos, a su vez, sobre el desarrollo. 
“¿Cómo evoluciona este conocimiento (en la especie)?” (Jenkins, 2002: 
92). Jenkins (2002) hace este cuestionamiento para explicar que para estudiar 
la evolución de un sistema biológico se necesita saber acerca de las 
propiedades del sistema que ha evolucionado. Así, dice que para encontrar (o 
descubrir) las propiedades abstractas de un sistema el primer paso es la 
comprensión de los mecanismos evolutivos. 
	
   43	
  
En 1981, ante los nuevos postulados sobre biología y lenguaje, el 
pensamiento de Lorenz se vuelca a una visión más genética sobre el 
aprendizaje. “La etología humana ha recibido un firme respaldo de un área 
inesperada de los estudios lingüísticos; Noam Chomsky y su escuela han 
demostrado que la estructura del pensamiento lógico —que es idéntica a la del 
lenguaje sintáctico— está anclada en un programa genético. El niño no aprende 
a hablar, sólo aprende el vocabulario de la lengua particular correspondiente a la 
tradición cultural en la que ha nacido.” (Lorenz en Jenkins; 2002: 25) 
Un año antes, Zaidel también se pregunta qué pasa con aquello de 
considerar la “gramática universal” como un determinante genético. Sostiene 
también que el hecho de que las segundas lenguas puedan tener sustratos 
neurológicos diferentes de las primeras (quizá incluso las primeras lenguas entre 
sí) “perturba el firme concepto de que existe una gramática universal 
biológicamente determinada, en el sentido de que las diferentes lenguas pueden 
estar representadas por mecanismos biológicamente (corticalmente) distintos” 
(en Jenkins; 2002: 106). La discusión comienza a volverse circular y fuera de un 
cuestionamiento propiamente holístico. 
En las primeras páginas de El pasado de la mente, 
Gazzaniga observa: ‘No obstante, la nueva tesis, planteada por 
Chomsky, de que el lenguaje es un rasgo biológico y universal de 
nuestro cerebro que se ha asentado, Steven Pinker la ha ampliado, 
sosteniendo con éxito que el lenguaje es un instinto, como 
cualquier otra adaptación […] la sintaxis no se aprende mediante 
sistemas asociativos skinnerianos; por el contrario, podemos 
comunicarnos mediante el lenguaje porque todos los miembros de 
nuestra especie tienen una capacidad innata para manipular 
símbolos en un código temporal que proyecta sonidos en 
significado” (Gazzaniga, 1998:7). 
 
Sin embargo, el innatismo de Pinker ha sido severamente criticado, e 
incluso, la gran divulgación de su trabajo le ha costado la aceptación dentro del 
rigor científico. “Es una falacia lógica el hablar de la selección natural como 
único factor de diseño en la evolución, como hace a menudo Pinker.” (Jenkins, 
2002: 244) 
	
   44	
  
Los teóricos de la biolingüística se contraponen a las teorías de 
aprendizaje, remontándose al innatismo. Sin embargo, también Jenkins señala 
que ya desde Timeberg y Lorenz se había discutido el reduccionismo del 
innatismo y ellos mismos plantearon el concepto de mecanismos 
desencadenantes de la conducta4 para explicar que esto no es algo que ocurre 
por un solo “estímulo”. Aun así, Chomsky se refiere al entorno como un 
“modelador parcial” y activador (Jenkins, 2002). 
“La biolingüística, como la genética mendeliana, plantea 
propiedades epi(genéticas) abstractas de los mecanismos 
internos del organismo. La genética mendeliana afirma que hay 
‘factores’ abstractos y principios abstractos como la Segregación 
y la distribución independiente que explican hechos hereditarios 
observados. La biolingüística afirma que hay principios 
lingüísticos abstractos y codificados en el genoma que guían el 
crecimiento de las lenguas I, permitiendo cierta variación 
paramétrica durante la epigénesis.” (Jenkins; 2002: 51) 
 
Goldsmish encontró que a partir del estudio del tono lingüístico (fonología) 
se han revelado “principios de organización que parecen tener un significativo 
componente genético” (Goldsmish, 1995 en Jenkins, 2002: 99). A finales de los 
noventas del siglo XX y comienzos del año 2000 surgió un gran interés por el 
descubrimiento del “gen del habla”, SPCH1; sin embargo, es sólo un factor de 
traslocación que influye en ciertas deficiencias del lenguaje, más no es un 
determinante único. 
Ya desde 1974, Geschwind considera que “el método ‘localizacionista’ en 
genética tiene en buena medida los mismos problemas que el método 
localizacionista de las funciones superiores […] Está claro que no es razonable 
esperar que todas las características que se puedan nombrar tengan una 
localización cromosómica o cortical. Pero esto no significa que no se pueda 
demostrar que otros aspectos del comportamiento dependen de un gen 
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
4	
  	
  Mecanismo	
  desencadenante	
  de	
  donducta	
  es	
  un	
  detonador	
  filogenético,	
  el	
  cual	
  
genera	
  una	
  o	
  una	
  serie	
  de	
  respuestas	
  (conductas)	
  ante	
  una	
  condición	
  especial.	
  
Ejemplo:	
  las	
  gaviotas	
  picotean	
  un	
  “pico	
  amarillo	
  con	
  un	
  punto	
  rojo”	
  en	
  búsqueda	
  de	
  
comida.	
  El	
  término	
  fue	
  postulado	
  por	
  Lorenz,	
  K.	
  	
  	
  
	
   45	
  
específico o de un lugar específico en el sistema nervioso” (en Jenkins; 2002: 
102). “Todo este trabajo converge en la conclusión de que el lenguaje humano, 
como cualquier otros sistema biológico, es el resultado de una interacción entre 
factores genéticos y ambientales” […]. “Todas las teorías lingüísticas son 
dependientes de la experiencia, al contrario de lo que los autores parecen creer” 
(Jenkins, 2002: 137). Por lo tanto, la postura de Jenkins y Geschwind, provee 
de una mirada holística, fuera del reduccionismo. Así, concuerdo en que, como 
organismos complejos, es esencial considerar a la experiencia como uno de los 
factores clave en el desarrollo cognitivo. 
Considero que una buena interpretación del innatismo sería decir que el 
organismo tiende a ser. Me parece que llegar a conclusiones reduccionistas, 
como que el código genético pueda devenir la enciclopedia de la estructura del 
ser, demerita el aspecto socialcultural que ha guiado el desarrollo evolutivo del 
ser humano. 
La suposición de que el lenguaje es poligénico parece razonable, aun 
cuando se desconoce el número exacto de genes implicados en especificar las 
vías nerviosas del lenguaje (al igual que se desconoce el número de genes que 
afectan a la altura, o incluso el número de ellos que hay en el genoma humano, 
por ejemplo). Luria proporciona una suposición respecto a la magnitud del 
número de genes que afectan al lenguaje. Luria (1973) decía que: 
“para el biólogo tiene un evidente sentido pensar que, tanto para 
la estructura del lenguaje como para las estructuras lógicas, 
existen en el cerebro patrones de conexión genéticamente 
determinados que han sido seleccionados por la evolución como 
instrumentos eficaces para enfrentarse a los acontecimientos de 
la vida” (en Jenkins; 2002: 17). 
 
“En cualquier caso, es probable que la base genética del lenguaje 
humano implique no a uno o a unos cuantos genes, sino a miles” (Luria 1975, 50 
en Jenkins, 2002: 181). 
	
   46	
  
Bishop (1997) describió en el “New and Views” de Nature un estudio de 
Wright y colegas donde se realizó una revisión sobre un déficit perceptivo de tipo 
auditivo en niños. Allí, Bishop anuncia la desaparición de la idea de que: 
 “el lenguaje está genéticamente determinado, y se desarrolla 
de acuerdo con el programa biológico [….]. Nuevos estudios 
sobre niños con una ‘deficiencia específica del lenguaje’ (DEL) 
indican que, de hecho, no existen sistemas especializados de 
aprendizaje lingüísticos, sino que el lenguaje se desarrolla a 
partir de otros procesos perceptualeso cognitivos más 
generales” (en Jenkins, 2002: 156). 
 
“Bishop (1997) llega incluso a decir que no debemos ser fatalistas 
respecto al hecho de que el lenguaje esté ‘atado a los genes’. Deberíamos algún 
día poder intervenir ‘bioquímicamente’ en estos ‘trastornos genéticos’ y quizá 
incluso obtener algún ‘fármaco lingüístico’ para quienes padecen deficiencias del 
lenguaje” (en Jenkins, 2002:159); con esto Jenkins parte a una discusión circular 
donde ya ha criticado las visiones reduccionistas de los genetistas. Y sin 
embargo, parece concordar con la idea de los “programas lingüísticos” que tanto 
Chomsky como Bishop y muchos más han propuesto. 
“Por otra parte, no cabe duda de que el lenguaje es claramente 
adaptativo, en el sentido de que está claramente al servicio de la reproducción 
[…] Accedemos al poder, manipulamos a la gente, encontramos pareja, 
conservamos la pareja, ganamos amigos e influimos sobre la gente mediante el 
lenguaje.” (Pinker, 1995: 218 en Jenkins, 2002: 236) 
En 1988, Chomsky planteó la posibilidad de que la facultad del lenguaje 
surja como subproducto de algo diferente. Aquí, sería interesante cuestionar a 
Chomsky sobre qué es aquel producto diferente del cual proviene la facultad del 
lenguaje; podría ser… ¿la música? Además, ha sugerido que la facultad 
numérica puede haber surgido como subproducto de la facultad lingüística. 
Tanto como para explicar la evolución del lenguaje como el de la música, 
las teorías se han separado en dos grandes rubros, uno sobre la concepción 
“adaptacionista” y otro sobre la “constructivista”. 
	
   47	
  
 
2.2.1 Evolución. Lenguaje y la música. 
	
  
De acuerdo con Hauser, Chomsky y Fitch (2002), existen al menos tres 
perspectivas teóricas para el estudio evolutivo del lenguaje: 1) distinción entre 
compartido vs. único, 2) evolución gradual vs. saltacional y 3) continuidad vs. 
expansional. Con esto, sugieren que el desafío para determinar cuál fue el 
generador de una divergencia con nuestros ancestros comunes hace seis 
millones de años es determinar cuáles fueron las presiones selectivas que 
condujeron a cambios adaptativos y qué restricciones canalizaron hacia el 
proceso evolutivo (Hauser, Chomsky y Fitch, 2002). 
En 2001, Amaducci y colaboradores consideran que en ocasiones se 
piensa que la música y el lenguaje son dos lados de la misma moneda 
intelectual. Sin embargo, la investigación en daño cerebral ha demostrado que la 
pérdida de funciones verbales del lenguaje, como la afasia, no está 
necesariamente acompañada de la pérdida de habilidades musicales, como la 
amusia. Así, también se han descrito casos inversos, de amusia sin afasia. De 
acuerdo con Amaducci y colaboradores (2001), esta doble disociación indica 
autonomía funcional de estos procesos mentales. A pesar de esto, los deterioros 
en las habilidades musicales y del lenguaje usualmente se acompañan. Maess y 
colaboadores (2001), a través de un estudio de magnetoencefalografía, 
demostraron que ante el procesamiento sintáctico musical se activa la region 
frontal inferior (área de Broca), que ya sabemos, se activa durante el 
procesamiento sintáctico del lenguaje. 
El primero en hablar sobre la evolución de la música fue Darwin (1871), 
en cuyo libro, The Descent of Man, ofrece una teoría adaptacionista sobre los 
orígenes de la música basándose en principios de selección sexual. Darwin 
especulaba que las canciones de cortejo (sin palabras), anteriores a las 
habilidades lingüísticas, eran un andamio para que el lenguaje evolucionara. 
	
   48	
  
(Patel, 2010). Con esta idea de la música como protolenguaje, muchos 
investigadores, como Brown (2000), Mithen (2005) y Fitch (2010), se vieron 
influenciados en el desarrollo de sus propuestas evolutivas sobre un origen en 
común del lenguaje y la música. 
Dentro del libro The Orgins of Music, Brown (2000) en su capítulo “The 
‘Musilanguage’ Model of Music Evolution” propone que existen dos tipos de 
versiones o modelos para explicar el origen de la música; uno es el conjunto de 
modelos estructurales y el otro, el de modelos funcionales. Brown (2000) 
considera su teoría dentro de los modelos estructurales al ver a “la música y al 
lenguaje como especializaciones recíprocas de un precursor comunicativo 
referencial de naturaleza dual, por el que la música enfatiza el sonido como 
significativo emotivo y el lenguaje enfatiza el sonido como significado referencial” 
Brown, 2000: 271). 
Así, Brown (2000) propone que el “musilenguaje” (musilanguage) es dicho 
precursor. En la siguiente figura se muestran cinco tipos de modelos sobre los 
orígenes del lenguaje y la música. 
	
   49	
  
 
Fig. 2.2.1 Cinco Modelos de las propiedades compartidas del lenguaje y la música. 
Adaptado de Brown (2000) en Origins of Music. 
 
En el Modelo de Paralelismo, se plantea que tanto música como lenguaje 
tuvieron un sustrato independiente “proto” y se piensan como procesos 
completamente independientes. El Modelo de Encuadernación es más o menos 
similar, excepto que propone la evolución de un proceso evolutivo de 
encuadernación para conferir de manera recíproca propiedades lingüísticas 
hacia la música y propiedades musicales hacia el lenguaje. Ninguno de los dos 
modelos anteriores propone la existencia de rasgos ancestrales; en cambio los 
tres siguientes modelos sí. En el Modelo de Extensión Musical, se piensa que la 
música evolucionó de un precursor lingüístico; mientras que en el Modelo de 
Extensión del Lenguaje, se considera que el lenguaje evolucionó de un 
precursor musical. Finalmente, el Modelo Musilenguaje es otro modelo de 
	
   50	
  
extensión, en donde las propiedades de la música y el lenguaje son atribuidas a 
un precursor común en una etapa de musilenguaje. (Brown, 2000: 276) 
A través de su investigación, Brown (2000) reflexiona que el lenguaje y la 
música tienen sustratos biológicos similares y adicionalmente diferencias 
sumamente fuertes. Con esto, plantea que el punto de convergencia es la 
combinación de la sintaxis y el fraseo entonacional; también el fraseo expresivo 
es usado en ambas tareas, música y lenguaje. El modelo evolutivo de 
“musilenguaje” satisface los criterios evolutivos de “propiedades estructurales y 
expresivas en común (las características ancestrales compartidas), y un 
andamio evolutivo en el que la música y el lenguaje pudieron evolucionar 
después de un período de una divergencia y diferenciación” (Brown, 2000: 278). 
Brown (2000) sustenta su modelo en diversos puntos como en el que la 
música y el lenguaje tienen demasiadas semejanzas importantes como para que 
sean producto del azar. Poder explicar una función cognitiva desde un modelo 
de extensión no sólo permite compartir las características debido a un 
surgimiento ancestral común, sino también de representación redundante en el 
cerebro de funciones similares, en virtud de los eventos de divergencia y 
diferenciación que llevaron a dicha extensión (Brown, 2000). 
 
“La música y el lenguaje se diferencian sobre todo en su 
énfasis, no en su naturaleza fundamental, de tal manera que el 
lenguaje hace hincapié en referencia al sonido; mientras minimiza 
su aspecto emocional del sonido visto que el modo acústico de la 
música destaca la emoción del sonido, mientras que resta la 
importancia del aspecto referencial,” (Brown, 2000: 278) 
 
Patel dice que desde una perspectiva evolutiva, “el lenguaje y la música 
son un fenómeno peculiar, ya que sólo están presentes en una especie: Homo 
sapiens” (Patel, 2008: 355). Sin embargo, en otras especies también se 
presentan ciertas características de ambos, como lo sería la capacidad del 
“canto” en los pájaros para establecer una comunicación con las hembras y 
reproducirse. 
	
   51	
  
Así que, buscando ejemplos de cómo otras especies usan “proto-música”, 
podríamos encontrar que muchas especies usan estas herramientas no sólo 
para alcanzarun objetivo adaptativo como la reproducción, sino también como 
un medio para comunicarse con sus semejantes y establecer cohesión en el 
grupo. “El lenguaje como comúnmente comprendemos el término es exclusivo 
de los seres humanos.” (Patel, 2008:355) 
Existen diferencias entre las “canciones” (de los animales como los 
pájaros y las ballenas) y la música de los humanos. Patel (2008) enumera las 
siguientes: 
1. Las canciones son generalmente producidas por los machos, como medio 
para atraer a sus parejas o para competir con otros machos sobre el 
territorio. (Cross, 2001; Hauser & McDermott, 2003). 
2. Los cambios hormonales y neuronales en determinar las temporadas 
‘pico’ del canto (aviar) (Dloniak & Deviche, 2001), sugiriendo al canto 
como un acto no estético, sino biológico reproductivo. 
3. Las especies aprenden el canto de los adultos, pero existen ciertas 
limitaciones en el aprendizaje. Los pájaros aprenden mejor las canciones 
de su propia especie que las de otras (Marler, 1997). 
4. Las canciones animales no son tan bastas en significado como las 
humanas; por ejemplo, advierten prontitud para apareo, posesión 
territorial y estatus social (Marler, 2000). 
Carroll (2003) dice que “dada la universalidad y unicidad del lenguaje y la 
música en nuestra especie, es claro que estas habilidades reflejen cambios en el 
cerebro que han tomado lugar en nuestro linaje divergente desde nuestros 
ancestros en común con los chimpancés hace seis millones de años” (en Patel, 
2008:356). 
Patel (2008) propone la cuestión de si la música no es una adaptación 
evolutiva, entonces… ¿por qué es universal? Pinker le respondería que la 
música no tiene ninguna característica útil que haga al humano más apto, 
diciendo que ésta es como el “pastel de queso”, imprescindible. No obstante, 
	
   52	
  
ambos consideran de cierta manera que la música es un “byproduct” del 
lenguaje (Zatorre, 2011). No he llegado a conocer a una sola persona que no 
acompañe al menos una buena parte de su día con música. Siempre la tenemos 
presente e incluso diría que es totalmente imprescindible. 
“A veces el pensamiento sobre la 'modularidad' indica 
que la selección natural ha dado forma a las partes del 
cerebro para llevar a cabo las funciones musicales. De hecho, 
la modularidad para el procesamiento de la música en los 
adultos es ortogonal a la cuestión de la selección para la 
habilidad musical. Esto se debe a que los módulos pueden ser 
un producto del desarrollo, en lugar de reflejar la 
especialización innata especifica del cerebro.” (Patel, 2008: 
357) 
 
De acuerdo con Patel (2008) un segundo argumento que sugiere el 
surgimiento evolutivo de la música, puede ser que existen individuos con 
“sordera para los tonos” (tone deafness). Ya desde 1980, Kalmus y Fry habían 
encontrado que este padecimiento es genético, al detectarlo en líneas familiares. 
Desde una perspectiva evolutiva, lo que se busca es llegar a conocer si 
la selección formó parte de la formación de los mecanismos de adquisición del 
lenguaje. Esto parece ser un cuestionamiento considerablemente complejo, a 
pesar de lo simple del planteamiento. Es una cuestión de considerar el cómo es 
que el lenguaje se fue volviendo “necesario” para la supervivencia de lo que 
llegaría a ser el homo sapiens. 
Patel (2008) denomina “Adaptacionistas del lenguaje” a los investigadores 
que consideran que la selección ha tenido un rol directo en la adquisición del 
lenguaje. Opuesto —y complementario— a estos argumentos, Dunbar (2002) 
propone la evolución del lenguaje como un mecanismo de cohesión social. 
Dunbar (2004) considera que el lenguaje se desarrolló como una herramienta 
para mantener la comunicación dentro del grupo; así “el chisme” fue necesario 
para establecer vínculos entre el grupo. 
Retomando la idea de Dunbar (2002) sobre el lenguaje como un 
mecanismo desarrollado para fortalecer la cohesión social, se podría considerar 
	
   53	
  
una perspectiva semejante sobre el origen de la música. Molino (2000) incluso 
considera que si la música y el lenguaje son vistos como artefactos culturales, 
estudiados desde un punto de vista de la semiótica evolutiva o la memética, 
existe una serie de módulos comunes: melodía, ritmo y semántica afectiva. El 
lenguaje por sí mismo no es sólo la sucesión de palabras en un orden adecuado, 
sino también tiene inflexiones, entonación, tiempo, ritmo, y melodía. La música y 
el lenguaje, ambos dependen del sistema fonatorio y articulatorio, rudimentario 
en otros primates (Sacks, 2007). 
Lenguaje Música 
Entonación 
 
 
Inflexión 
 
Ritmo 
Tiempo 
 
Sintaxis 
Beat 
Fig. 2.2.1 Elementos comunes entre el lenguaje y la música 
En la tabla anterior, en la columna de en medio se muestran los 
elementos que tienen en común el lenguaje y la música. Patel (2008) define el 
ritmo como un patrón sonoro sistemático en términos de tiempo, acentuación y 
agrupamiento. El tiempo hace referencia a la velocidad con la que se ejecuta la 
tarea, ya sea lingüística o musical. La sintaxis es el ordenamiento y/o relación de 
las palabras o las notas musicales. El procesamiento de la sintaxis en el 
lenguaje y la música ha sido profundamente estudiado por Patel desde 1998, 
como se mencionó anteriormente. Patel (2003) considera que existen 
propiedades neuronales compartidas para el procesamiento sintáctico de la 
música y el lenguaje. 
La armonía también se podría considerar un aspecto que comparten la 
música y el lenguaje; sin embargo, la armonía en el ámbito musical sólo se 
estudió en la música occidental,ya que ésta posee polifonía. 
Con esto, en la siguiente sección se abordarán las bases 
neurofisiológicas de la percepción auditiva, el lenguaje y la música, y se 
explicará un poco más sobre los elementos del sonido. 
 
	
   54	
  
2.2.2 Neurofisiología. Lenguaje y música. 
	
  
Debido a que el sistema auditivo es la primera puerta de entrada al 
procesamiento del lenguaje y la música, se comenzará por describir este 
sistema. Es importante tener presente la concepción sobre los sistemas 
complejos de Capra (1998), como se mencionó anteriormente, ya que desde el 
inicio de los procesos perceptuales del lenguaje y la música están presentes 
procesos físicos como la trasmisión de ondas. 
El sistema auditivo está encargado de la percepción del sonido. Por 
sonido entendemos las vibraciones que producen las moléculas del aire. “Los 
seres humanos oímos sólo las vibraciones moleculares que oscilan entre 20 y 
20.000 hertzios (ciclos por segundo) […] La amplitud, frecuencia y complejidad 
de las vibraciones de las moléculas del aire se perciben respectivamente como 
volumen, tono y timbre.” (Pinel, 2007: 183) 
La amplitud es la distancia máxima entre el punto más alejado de una 
onda y el punto de equilibrio o medio; en el estudio de la acústica, la amplitud de 
onda se mide en decibeles. Por lo tanto, el volumen se ha definido como la 
percepción subjetiva que tenemos sobre la potencia de un determinado sonido. 
Es importante distinguirlo de la sonoridad, la cual también es una percepción 
subjetiva, pero de la intensidad. 
De acuerdo con Shiffman (2001), el tono es la sensación auditiva o 
atributo psicológico de los sonidos; la característica de la percepción en cuanto 
a distinguirlos como agudos o graves está en función de la frecuencia. 
El timbre es el matiz que caracteriza al sonido; de acuerdo con la altura 
de la nota, puede ser agudo o grave. Lo que el timbre produce es la capacidad 
de diferenciar, perceptualmente, dos sonidos de igual frecuencia (un ejemplo 
puede ser distinguir entre la voz de un cantante a y la de un cantante b). 
	
   55	
  
El proceso de la percepción auditiva es un proceso de integración de las 
ondas sonoras a través del oído. El oído se divide en tres partes (generales): 
interno, medio y externo. 
“Las ondas sonoras viajan a través del conducto auditivo

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