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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Psicología División de Estudios Profesionales Psicología y Música Hacia un estado del arte de la rehabilitación neuropsicológica en pacientes afásicos a través de la música. T E S I S Que para obtener el título de Licenciado en Psicología. P R E S E N T A Lily Denisse Jiménez Dabdoub Directora de Tesis: Mtra. María Concepción Morán Martínez Revisora: Dra. María Dolores Rodríguez Ortiz Jurado: Dra. Dolores Mercado Corona Dr. Julio Espinosa Rodríguez Dra. María Susana Ortega Pierres México, D.F. Agosto 2014. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 3 Agradecimientos A mi querida casa de estudios, porque siempre ha sido parte de mi vida. Gracias a mis padres universitarios, maestros y compañeros orgullosos de ser parte de esta máxima casa de estudios. Gracias UNAM por buscar formar mentes con motivación al cambio, por fomentar la verdadera academia. A Concpeción, no hay palabras para agredecer toda la entrega que tiene hacia sus alumnos. Porque para mí, no fuiste sólo mi asesora, buscaste ser guía en mis estudios y en mi vida. Por preocuparte y ocuparte de aconsejarme con sabiduría. Te quiero, gracias siempre. A Lolita Rodríguez por la gran paciencia y el apoyo. A Lolita Mercado por sus valiosísimos comentarios y cariño. A Julio Espinosa por sus amables comentarios. A Susana Ortega por acceder gustosa. A todos, gracias por darse el tiempo de conocer y leer mi trabajo. A mis grandes amigas y hermanas, porque siempre están allí; Andrea, Ale, Karla, Tania y Paty. A mi padres por adentrarme en el mundo académico y fomentar el enamoramiento hacia la cultivación intelectual y cultural. A mi familia en especial a Arturo porque también estás allí y me apoyas, aunque disfrutes debatir incansablemente. Y a mi tía Mary Lou, por apoyarme. A mi mommy porque siempre serás más que una madre, porque has sido guía, amiga y confidente. Mi heroína siempre. 4 5 A mi verdadera alma gemela, de ti vengo y hacia ti voy, siempre. Te amo Mommy. 6 7 ÍNDICE. RESUMEN.................................................................................................................................................. 9 ABSTRACT..............................................................................................................................................11 INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................13 CAPÍTULO I. FUNDAMENTACIÓN...................................................................................................19 1.1 Aproximaciones a la evolución del lenguaje y la música................................... 21 1.2 Aproximaciones a los trastornos del lenguaje: afasia........................................ 24 1.3 Importancia del estudio psicología y música. Afasia y su tratamiento a través de la música. ................................................................................................................ 27 CAPÍTULO II. LENGUAJE Y MÚSICA.................................................................................................35 2.1 Desarrollo histórico desde las ciencias cognitivas hasta las neurociencias...... 39 2.2 Biolingüística ......................................................................................................... 41 2.2.1 Evolución. Lenguaje y la música...................................................................................47 2.2.2 Neurofisiología. Lenguaje y música. ...........................................................................54 2.2.3 Cognición. Lenguaje y música. ......................................................................................62 CAPÍTULO III. TRASTORNOS NEUROLÓGICOS DEL LENGUAJE. AFASIA Y SU TRATAMIENTO. ....................................................................................................................................69 3.1 ¿Qué es un trastorno neurológico?...................................................................... 71 3.2 ¿Qué es una afasia?............................................................................................... 72 3.2.1 Panorama histórico de las clasificaciones de las afasias. ..................................74 3.3 Diagnósticos y evaluaciones ................................................................................. 79 3.4 Tratamientos ......................................................................................................... 80 CAPÍTULO IV. METODOLOGÍA. ........................................................................................................83 4.1 ¿Qué es un estado del arte?.................................................................................. 85 4.2 Criterios del estudio.............................................................................................. 87 8 4.3 Artículos encontrados por base de datos ........................................................... 89 4.4 Origen de las publicaciones.................................................................................. 90 CAPÍTULO V. RESULTADOS...............................................................................................................93 5.2 Año de publicación de los estudios revisados ..................................................... 97 5.3 Tabla de contingencia de los 41 artículos revisados ........................................ 100 5.4 Clasificación de los artículos seleccionados ...................................................... 110 5.4.1 Tipo de estudio .................................................................................................................111 5.4.2 Tipo de intervención musical .....................................................................................113 5.4.3 Mediciones para la obtención de resultados .......................................................117 5.4.4 Resultados referentes a los cambios logrados en los pacientes..................119 5.4.5 Resultados referentes a los cambios fisiológicos en los pacientes ...........120 CAPÍTULO VI. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES............................................................................ 127 6.1 Mecanismos de recuperación neurofisiológica................................................. 130 6.1.1 Recuperación neurofisiológica ..................................................................................132 6.1.2 Efectividad de la MIT .....................................................................................................1396.1.3 Candidatura para MIT....................................................................................................143 6.2 Otras observaciones. Aspectos psicológicos...................................................... 144 6.3 Otras observaciones. Aspectos socioculturales................................................. 148 6.4 Propuestas............................................................................................................ 150 APÉNDICES.......................................................................................................................................... 155 REFERENCIAS. MARCO TEÓRICO. ................................................................................................ 164 REFERENCIAS. ESTADO DEL ARTE (N= 41).............................................................................. 170 9 RESUMEN El lenguaje es una herramienta de cognición que nos distingue de otras especies. En ocasiones, éste puede verse afectado debido a diferentes trastornos como las afasias, que son un resultado común de traumas craneoencefálicos. Las investigaciones sobre tratamientos neuropsicológicos han mostrado la eficacia de la música para la recuperación de habilidades del lenguaje en los pacientes afásicos. En el presente trabajo se examina, desde una perspectiva holística, la interacción entre las neurociencias y la rehabilitación neuropsicológica. Se exploró el estado del arte sobre la utilización de la música en el tratamiento de la afasia y se revisó la forma en que este campo de investigación y su aplicación han evolucionado. Se seleccionaron 41 artículos que cumplieron con una serie de criterios y se llegó a la conclusión de que el método preferido para tratar pacientes afásicos es la Melodic Intonation Therapy (MIT o Terapia de Entonación Musical). Se hace hincapié en la importancia de un trabajo interdisciplinario donde la mirada se dirija más allá de la rehabilitación neurológica del paciente, de modo que sea inclusiva y proporcione, tanto al paciente como a su entorno social, las mejores herramientas para su reinserción y su autoaceptación. PALABRAS CLAVE Psicología, Música, Estado del Arte, Afasia, Rehabilitación Neuropsicológica, Terapia de Entonación Musical. 10 11 ABSTRACT Language is a cognitive skill that distinguishes human beings from other species. Sometimes language may be affected by different disorders like aphasia, which commonly results from crane-encephalic trauma. New research in neuropsychological treatments has showed the efficacy of music therapy for the recovery of certain linguistic skills in aphasic patients. In the present work, we offer a holistic view of the interaction between Neurosciences and neuropsychological rehabilitation. A state- of-art review was done to explore the implementation of music to treat aphasia and the way in which this field of research and its application have evolved. 41 articles were selected following a series of criteria and they led to the conclusion that the preferred intervention method was MIT. The importance of interdisciplinary work is pointed out, one in which the perspective goes beyond the mere neurological rehabilitation of the patient; instead, it should be inclusive and provide patients, as well as theirso his social environment, with the best tools for their reintegration and self-acceptance. KEY WORDS Psychology, Music, State-of-Art, Aphasia, Rehabilitation, Neuropsychology, Melodic Intonation Therapy. 12 13 INTRODUCCIÓN “Pour ce qui est des connaissances non-écrites qui se trouvent dispersées parmi les hommes de différents professions, je suis persuadé qu’ils passent de beaucoup tant à l'égard de la multitude que de l'importance, tout ce qui se trouve marqué dans les livres, et que la meilleure partie de notre trésor n'est pas encore enregistrée.” Gottfried Wilhelm Leibniz 14 15 INTRODUCCIÓN “Neuroscience is essentially the liberal arts of modern society”. Chuck Niederriter El lenguaje es una habilidad cognitiva que nos distingue de otras especies y lo mismo ocurre con la música. Nettl (2000) incluso propone que el lenguaje y la música nos definen como humanos. Por esto, en el presente trabajo se busca encontrar todas aquellas investigaciones donde la relación lenguaje-música se ha concebido como dos procesos cognitivos interdependientes. En las últimas décadas, más allá del estudio de la plena apreciación estética en las artes, se ha encontrado que éstas son un gran recurso para los programas de rehabilitación neuropsicológica. El enfoque del presente trabajo consiste en mostrar una visión integral (holística) de la interacción entre las neurociencias y la investigación en rehabilitación neuropsicológica de los pacientes afásicos por medio de la música. Dentro de una perspectiva modular, el procesamiento del lenguaje ocurre en el hemisferio izquierdo (especialmente en las áreas de Wernicke y Broca); se considera, en cambio, que la música es procesada por el hemisferio derecho, el “sensible” a las emociones (Bowers et al., 1993). Sin embargo, es importante tomar en cuenta que el procesamiento de la información, musical y lingüística, se da de forma paralela y en ciertas tareas lingüísticas se comparten componentes de análisis donde se emplean ambos hemisferios. Dentro de la neurolingüística, se ha abierto el debate sobre esta visión y la opuesta, donde se ve al cerebro como más que un conjunto de gabinetes separados (Modelo Localizacionista) y donde también existe la posibilidad de la plasticidad generada por experiencias socioculturales (Modelo Holístico). La música puede llegar a ser una gran herramienta para ayudarnos a comprender el lenguaje, debido a que a través de ella las personas son capaces de expresar sus emociones y establecer un medio comunicativo. 16 El objetivo general del presente trabajo consiste en generar un panorama claro donde se puedan apreciar las diferentes aproximaciones metodológicas y teóricas utilizadas en el tratamiento de pacientes afásicos a través de la música, ésta empleada como recurso terapéutico. Por esto, para llegar a comprender los resultados mostrados en el capítulo IV, el desarrollo del marco teórico parte de la siguiente manera: Capítulo I. Fundamentación. Se provee al lector de una perspectiva general sobre el enfoque del presente estudio, explicándolo a manera de ensayo o resumen extendido. Capítulo II. Lenguaje y música. Se desarrolla la historia del nacimiento de la biolingüística y su progreso, desde las de ciencias cognitivas hasta las neurociencias. Se explica cómo, a partir de este desenvolvimiento, también se inicia el interés por estudiar a la música desde una mirada evolutiva comparativa con respecto al lenguaje. Así, el capítulo va postulando la interdependencia lenguaje-música y sus sustratos evolutivos, biológicos, fisiológicos y cognitivos. Capítulo III. Trastornos neuropsicológicos del lenguaje. Afasia y su tratamiento. Se describen, de forma muy general, los trastornos neuropsicológicos del lenguaje y las clasificaciones de los modelos del lenguaje; posteriormente, se explica lo que es la afasia y sus clasificaciones. Capítulo IV. Metodología. Se explica cómo se realizó el estado del arte, criterios de inclusividad y exclusividad, método y las bases de datos empleadas para la búsqueda bibliográfica. Capítulo V. Resultados. Principalmente, se muestra una tabla de contingencia donde se comparan los 41 artículos que componen el estado del arte. Capítulo VI. Discusiones y conclusiones. Se discuten los resultados encontrados a mediante la comparaciónde los 41 artículos antes 17 presentados y se examina el alcance de la música en la rehabilitación neuropsicológica. Apéndices. Se muestra una serie de tablas complementarias a la investigación realizada, donde se pueden apreciar los laboratorios interesados en investigar cognición musical y lenguaje, los investigadores encargados de éstos y algunas de las publicaciones de divulgación sobre música, mente y cerebro. 18 19 CAPÍTULO I. FUNDAMENTACIÓN “One good thing about music, when it hits you, you feel no pain”. Bob Marley 20 21 CAPÍTULO I. FUNDAMENTACIÓN. “La musique exprime ce qui ne peut être dit et sur quoi il est impossible de rester silencieux.” Victor Hugo Con el objeto de facilitar la lectura del presente trabajo y conducir al lector hacia la comprensión de la importancia que tiene el uso de la música dentro de los estudios de las neurociencias y la rehabilitación neuropsicológica, en este capítulo se presenta una perspectiva global a manera de ensayo o resumen extendido. 1.1 Aproximaciones a la evolución del lenguaje y la música. La psicología evolutiva busca dar un sentido al posible origen de nuestros procesos cognitivos. Principalmente, busca estudiar cuáles son los atributos humanos que han evolucionado como herramientas psicológicas para una buena adaptación y supervivencia. Sin embargo, se han ignorado rasgos como la creatividad, uno de los “disparadores” (sino es que el más importante) del crecimiento del ser. Aun cuando la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner ha guiado la creciente investigación sobre el potencial de la creatividad en los seres humanos, estas posturas se han dejado de lado desde las miradas de la antropología, la sociología e incluso la psicología evolutiva. Las “presiones selectivas” (Eals y Silverman, 1992) pudieron llegar a ser un componente para la generación de especificidad en cuanto a las diferencias entre las habilidades cognitivas en hombres y mujeres. Aun cuando ambos poseen la capacidad del lenguaje, existen diferencias en el uso de las habilidades específicas que cada uno le da; así, se ha descrito que las mujeres pueden llegar a “hablar más” e incluso a manejar más léxico debido a que son las encargadas de transmitir y enseñar el lenguaje a sus críos. Jaeger, Kansakum, Yamaura y Kitazawa (2000) han mostrado que las mujeres, más que 22 los hombres, utilizan ambos hemisferios al llevar a cabo tareas de tipo lingüístico (en Pinel, 2007: 447). Sommer y colaboradores (2004) realizaron el análisis de 24 estudios sobre lateralización, donde los datos más relevantes mostraron que las diferencias en la lateralización del lenguaje entre hombres y mujeres no son significativas. Sin embargo, en los estudios efectuados con poblaciones pequeñas sí revelaban diferencias. Dumbar (2004) se preocupa por el cómo surgió el lenguaje más que por el cuándo. Plantea que éste surgió debido a las necesidades de comunicarse y de generar vínculos sociales por medio del “chisme”, tal como la función que el grooming1 tiene en los primates. De igual manera, el sentido estético y la necesidad de expresar el pensamiento por medio de las artes se remonta a tiempos prehistóricos. Incluso recientemente se han encontrado instrumentos musicales tan antiguos como los primeros hombres. Un ejemplo de esto son las flautas de hueso, cuya antigüedad data de más de 35 000 años, encontradas en Alemania por el equipo de arqueólogos de la Universidad de Tübingen liderado por Conrad. Las teorías e investigación sobre el lenguaje visto como producto de la evolución han sido debatidas desde el siglo XIX. La Société de Linguistique de Paris (1866) prohibió ideas evolucionistas sobre el desarrollo del lenguaje. Esto dio un retroceso en el proceso de la cimentación teórica del futuro campo de la biolingüística. Los debates sobre el cómo surgió el lenguaje y si éste es un producto de la selección natural o una propiedad emergente generada por el crecimiento del cerebro aún continúan. Pinker (1994) arguye que el lenguaje es como un instinto, lo cual le ha generado críticas severas sobre la calidad científica de su pensamiento y sus afirmaciones (en Jenkins, 2002). Al considerar el lenguaje 1 “Grooming” o acicalamiento es una forma de comunicación que tienen los primates como medio para reforzar vínculos sociales. La conducta refuerza vínculos como la confianza. 23 como un instinto, plantea que éste está conectado primariamente con la capacidad del razonamiento lógico. Con respecto a la música, dice: “en lo que concierne a la causa biológica y su efecto, la música es inútil” (Pinker, 1997: 528). Myklebust (1960) afirma que el lenguaje “es un comportamiento simbólico, que incluye la capacidad de abstraer, dar significado a las palabras y emplear éstas como símbolos del pensamiento, expresión de ideas, objetos y sentimientos” (en Myers y Hammill, 1982). La comunicación no sólo se da entre los humanos, sino también en distintas especies. En cambio, la habilidad para producir un discurso (lenguaje) es únicamente humana (Nettl, 2000). Se trata de un proceso funcional complejo, considerado como una de las habilidades cognitivas superiores que distinguen a los humanos lo mismo que la música. El lenguaje ocurre gracias a una integración multimodal que toma lugar en distintas zonas corticales. El procesamiento de la música, por su parte, se da de igual manera mediante una integración multimodal de redes neuronales. En 1862, Paul Broca identificó un área en el lóbulo frontal, donde aparentemente el lenguaje era producido y procesado. Algunos años después, en 1873, Carl Wernicke describió otra área del lenguaje localizada en el lóbulo temporal izquierdo. Dicho lóbulo, si sufre algún daño, tiene repercusiones en la comprensión del lenguaje, lo cual se conoce como afasia receptiva. En el caso de la música, el daño cerebral también puede producir alteraciones en la expresión o apreciación musical (amusia). El procesamiento del lenguaje se explica a través del modelo Wernicke- Geschwind. En él se propone el involucramiento de siete áreas cerebrales: la corteza visual primaria, el giro angular, la corteza auditiva primaria, el área de Wernicke, el fascículo arcuado, el área de Broca y la corteza primaria motora. Los sustratos fisiológicos del lenguaje serán explicados con mayor profundidad en el siguiente capítulo. 24 1.2 Aproximaciones a los trastornos del lenguaje: afasia. Algunos de los trastornos y enfermedades que afectan el habla son: embolias, parálisis cerebral, corea de Huntington, Parkinson, sordera, autismo, deficiencia o retraso mental y afasia. La afasia es un trastorno neurológico que produce la inhabilidad adquirida de comunicarse, ya sea por medio de la escritura o del lenguaje hablado (incluso la pérdida ocurre en las personas mudas). “La afasia es una condición caracterizada por la pérdida parcial o total para la habilidad de comunicarse” (Schlaug et al., 2009: 1). La afasia ha pasado por innumerables clasificaciones; sin embargo, se ha llegado a la brevedad de clasificarla en dos grandes rubros, conforme a la fluencia del discurso. Las dos categorías más generales son: afasia fluente y afasia no fluente; a pesar de este intento por simplificar la clasificación de las afasias, existe una tercera categoría: afasia de conducción. La afasiano fluente afecta al lóbulo frontal posterior izquierdo (área de Broca). Los pacientes con este tipo de afasia son capaces de comprender el lenguaje, pero incapaces de producirlo. La afasia fluente se genera tras una lesión en la región posterior superior del lóbulo temporal (área de Wernicke). Los pacientes con este trastorno logran tener un lenguaje relativamente fluido, pero padecen de un déficit de comprensión. Por último, la afasia de conducción ocurre cuando se afecta el fascículo arcuado. Los pacientes tienen una incapacidad para repetir frases y/o palabras. Las afasias son un conjunto de trastornos del lenguaje, que no solamente afectan la capacidad comunicativa de las personas; la afección es tan grave y profunda que llega a dañar diversas esferas cognitivas y psicológicas como la social, la emocional, la física y la familiar. El procesamiento auditivo es un proceso integrador. Aun cuando la investigación ha encontrado resultados interesantes en relación con la música y 25 el lenguaje, no es sorprendente que la música pueda ser empleada como herramienta para la recuperación neuropsicológica. La localización del sistema auditivo hace posible la bilateralidad de la integración de la información de los lóbulos frontales con los parietales. Dick y sus colegas (2010) proponen que existen diversas regiones perisilvianas que usualmente muestran activación preferente ante el lenguaje hablado y otros sonidos complejos. “Estos efectos ‘selectivos-de-discurso’ pueden ser regidos por regiones intrínsecas encausadas para el procesamiento de las propiedades acústicas o informativas del discurso. Alternativamente, dicha selectividad en el lenguaje puede emerger a través de una experiencia extensiva de percepción y producción de sonidos discursivos.” (Dick et al., 2010: 1) El procesamiento auditivo integra la información proveniente de las vibraciones moleculares como la amplitud, la frecuencia y la complejidad de percibir volumen, timbre y tono. Pero cuando se escucha lenguaje, existe más información que procesar, como lo son las claves visuales. En 2003, Patel señaló que “como el lenguaje, la música es un universal humano que involucra perceptualmente elementos discretos organizados en estructuras jerárquicas secuenciadas. La música y el lenguaje, por tanto, pueden servir como bloques la una para el otro en el estudio de los mecanismos cerebrales subyacentes al procesamiento de sonidos complejos” (Patel, 2003: 674). Los resultados de las investigaciones de Patel (2003) han puesto en descubierto que “la sintaxis lingüística y la musical comparten el procesamiento sintáctico (instado en zonas cerebrales sobrelapadas) que aplica en diferentes regiones representantes de sintaxis de dominio-específicas en las regiones posteriores del cerebro” (Patel, 2003: 679). Después de haber realizado un estudio con resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés), Tillman y sus colaboradores (2003) descubrieron que el procesamiento de la 26 armonía2 involucra tanto el área de Broca como la de Wernicke (en Patel, 2003). Estos descubrimientos muestran que los caminos de procesamiento de la música comparten ciertas áreas de procesamiento del lenguaje. El procesamiento auditivo es un proceso perceptual de gran complejidad, donde amplitud, frecuencia, intensidad, tono y timbre son parte de los pequeños módulos de información que se ha de analizar. Las regiones asociadas con el análisis auditivo fino, la categorización del discurso, la integración audiomotora y el procesamiento de la secuencia auditiva son la corteza superior temporal derecha (la parte más posterior) y algunas regiones más pequeñas de la corteza superior temporal izquierda. El discurso no está compuesto solamente por inflexiones, entonaciones, tiempo y ritmo; también posee melodía. “El acto de cantar involucra inspiraciones relativamente fuertes y rápidas, seguido por expiraciones regulares. Es importante hacer una distinción entre la melodía en el discurso y la musical. A diferencia de la melodía musical, la del discurso no está construida por una serie de intervalos de tono” (Patel, 2008), a excepción de las lenguas tonales (las cuales nos dan un caso excepcional sobre el procesamiento melódico). Es allí donde encuentro un vínculo sustancial entre el lenguaje y la música, la relación y diferenciación entre el tono. De acuerdo con Welch (2006), los bebes producen vocalizaciones que pueden considerarse precursores musicales y de entonación del discurso (en Wan et al., 2010). La idea de la capacidad de interpretar el ritmo desde una edad tan temprana señala que el precursor del lenguaje podría ser la musicalidad. 2 Armonía es cuando el sonido se percibe de manera tal que los acordes se sobrelapan creando un sonido unificado (melódico). 27 1.3 Importancia del estudio psicología y música. Afasia y su tratamiento a través de la música. ¿Cuál es la importancia del lenguaje y su relación con la música? Ya Friederich Nietzsche, el filósofo alemán, había postulado que “escuchamos la música con los músculos” (en Sacks, 2007). El escuchar la música involucra un procesamiento sumamente complejo donde no sólo el procesamiento perceptual del sonido se ve involucrado en la integración de la información, sino también otros procesos cognitivos e incluso emocionales. El lenguaje no está compuesto simplemente por inflexiones, entonaciones, tiempo y ritmo, sino que además posee melodía. Siendo esto parte del vínculo con la música. Dick y sus colaboradores descubrieron que las regiones perisilvianas muestran actividad durante lenguaje hablado y los sonidos complejos (Dick et al., 2011: 938). En 2011, Zatorre explica que la música nos permite investigar la organización cerebral. De acuerdo con Patel, los afásicos con problemas de comprensión sintáctica del lenguaje también muestran un déficit musical sintáctico. Es decir, no logran activar el conocimiento implícito en las relaciones armónicas (Patel, 2005: 67). En las últimas décadas, ha habido creciente investigación que evidencia el uso potencial de la música en la medicina. “Muchos estudios han encontrado que el escuchar música puede aumentar las funciones emocionales y cognitivas en los pacientes afectados con distintas condiciones neurológicas” (Wan et al., 2010: 287). Uno de los primeros científicos en encontrar esto fue Luria. En su artículo revolucionario, “Afasia en un compositor”, Luria (1965) expone cómo un compositor sufre de afasia tras un trauma craneoencefálico sin perder ninguna de sus habilidades musicales. Luria y sus colegas observaron al paciente durante tres años. Exploraron cómo había conservado sus habilidades musicales (evaluaron la prosodia y la organización de las elocuciones), aun cuando hubo daño en las áreas temporal e inferior parietal. Estas observaciones establecieron la base del continuo y creciente interés por la música como una 28 herramienta de apoyo terapéutico en los pacientes con daños en su capacidad para el procesamiento del lenguaje. Geschwind también notó que los niños que habían pasado por tratamientos tan invasivos como la completa extirpación del hemisferio izquierdo lograban la “recuperación de las habilidades del lenguaje” al cantar (Sacks, 2008). Generalmente, cuando un desorden neurológico se presenta, la ciencia busca su tratamiento mediante el uso de fármacos que estimulen síntesis de neurotransmisores, hormonas, etc. Por tanto, hay mayores presupuestos para la investigación sobre psicofarmacología,cuyo enfoque hacia un nivel biomolecular es cada vez mayor. Sin embargo, desde la neuropsicología se busca encontrar vías alternativas y métodos menos invasivos, con mayor eficacia y con menos efectos colaterales para el tratamiento de estos padecimientos. La música ha llegado a ser vista como un prelenguaje que se relaciona con accesos espacio-temporales y de razonamiento espacio-temporal. Incluso existen antropólogos, como Conrad (2009), que plantean que probablemente la música surgió antes que el lenguaje. Brown (2000) postula la hipótesis de que el lenguaje y la música surgieron de un precursor evolucionario en común que llamó “musilanguage” (se podrá leer con más detalle sobre esta postura en el siguiente capítulo en la sección 2.2.1). Un ejemplo del prelenguaje como una forma premusical es el balbuceo de los bebés; éstos comienzan el aprendizaje del lenguaje por medio de vocalizaciones sencillas y distintas entonaciones e incluso de melodías. Welch (2006) dice que las vocalizaciones de los bebés son precursores de la musicalidad y la entonación del lenguaje. Cuando usamos la música para comunicarnos, hay un uso mayor del lenguaje proposicional que del automático (en Wan et al., 2010). Lerdahl (2001) plantea la teoría “Tonal Pitch Space”, del mismo nombre que su libro, donde postula que la sintaxis lingüística y la musical comparten procesos sintácticos. 29 El ritmo es una de las herramientas fundamentales para la producción vocal. La música y el lenguaje poseen sustratos neuronales semejantes: ambos comparten parámetros de modulación acústica; componentes periódicos y aperiódicos; ruido; frecuencia y amplitud (Zatorre, 2011). Esto ha llevado a Patel (2008) a postular que la música debe ser vista como un lenguaje. Parece ser que la música “lenguaje” usa vías semejantes a las que funcionan en el lenguaje hablado, por lo que al estar dañadas estas últimas, puede ser que, mediante la estimulación de la “musicalidad”, la capacidad de plasticidad retome las vías musicales para restablecer el lenguaje. “El estudio de dicha experiencia musical implica la interrelación de diferentes áreas o esferas de conocimiento, entre las que se encuentran las ciencias cognitivas: psicología, filosofía, lingüística, antropología, neurociencia e inteligencia artificial” (Morán, 2010). “La música sobretodo está en nuestra cultura. Nos acompaña en nuestras vidas cotidianas […] para fines terapéuticos es una de las formas más antiguas en la humanidad. (Lecourt, 2005: 7) “La emoción es un aspecto íntegro de la experiencia musical.” Robert Zatorre, 2011 La música penetra no sólo nuestro sentido auditivo; llega por medio de vibraciones a cada parte de nuestros cuerpos. Esto no sólo lo sienten los músicos más experimentados; incluso las personas que “se mueven” con una pieza musical refieren sensaciones de “escalofríos”, vibraciones, estremecimiento, etc. La universalidad de la sensibilidad musical sugiere que es una característica humana innata. De acuerdo con la American Music Therapy Association (AMPTA, 1999), desde Platón y Aristóteles se creía en los “poderes curativos” de la música. En Estados Unidos, la musicoterapia (MT) se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial al usarla para el tratamiento de veteranos. Comenzó como una tendencia dentro de la psicología humanista. Hoy en día, existen 30 distintos enfoques terapéuticos sobre la musicoterapia. Así, en Estados Unidos el enfoque más empleado ha sido el conductista musicoterapéutico. A través de la musicoterapia se han observaron mejoras en cuanto a emociones, cogniciones y estados psicológico y fisiológico. Gaston decía: “La música es un medio de comunicación no verbal, derivando en un potencial de ese significado no verbal”. Accordino y colaboradores (2006) determinan que existen cinco tipos de musicoterapia: 1. Receptiva: El paciente escucha la música seleccionada o tocada por el terapeuta. Un subtipo sería la Music o Melodic Intonation Therapy (MIT), usada para desordenes de comunicación, como el autismo no verbal. 2. Compositiva: Involucra la creación de una pieza original por parte del pacientee. 3. Improvisación: Se motiva al paciente a crear música espontáneamente. 4. Recreativa: El paciente aprende cómo tocar un instrumento. 5. Actividad: Juegos musicales propuestos por el terapeuta. Schmidt (2000) dice que “la musicoterapia es un proceso bien definido, planeado, orientado por metas de interacción e intervención; basado en la evaluación de las necesidades específicas, debilidades, fortalezas del cliente, en las cuales las experiencias musicales o la música (canto, tocar un instrumento, movimiento, escuchar música, creación, discusión sobre canciones y música), son específicamente prescritos […] para influenciar los cambios positivos en una condición individual, habilidades, pensamiento, sentimientos y conductas” (Schmidt, 2000: 172). “La música de la vida corre el riesgo de perderse en la música de la voz.” Mahatma Gandhi El cantar requiere de una regulación de la respiración de manera tal que se sostengan las notas. Así, el canto también resulta de una intensidad vocal mayor (Tonkinson, 1994) y un control vocal (Natke, Donath y Karlveram, 2003 en 31 Wan et al., 2010; 288). Realizar una tarea tan compleja como el canto hace que los pacientes afásicos desarrollen una conciencia de sus habilidades motoras del lenguaje. Actualmente, existe un fuerte énfasis en la investigación sobre la corporeización y la integración multisensorial dentro de las ciencias cognitivas. Naturalmente somos una especie lingüística, pero el lenguaje no es sólo la producción y comprensión del habla; va más allá donde se ve como un proceso perceptivo complejo donde participa la integración motora, visual y auditiva de la información. Los pacientes afásicos pueden aprender las palabras de las letras de las canciones, repetir secuencias o series como los días de la semana, etc. Sacks dice: “Uno podría esperar el pareamiento o correlación de las habilidades musicales con las lingüísticas, especialmente con aquellas que confieren mediante el aprendizaje de acentos, inflexiones y la prosodia de un lenguaje nuevo” (Sacks, 2007:15). En 1914, Déjérine observó una capacidad superior para cantar en los pacientes afásicos. Consecuentemente, más investigadores comenzaron a reportar datos con relación a pacientes con grave daño neurológico y poca capacidad de lenguaje espontáneo, pero con buenas capacidades para articular palabras al cantar canciones familiares que habían aprendido antes del trauma (Cohem y Ford, 1995; Gerstman, 1964; Hébert, Racette, Gagnot y Peretz, 2003; Racette, Bard y Peretz, 2006; Straube, Schultz, Gipel, Mentzel y Miltner, 2008). De acuerdo con Schlaug y colaboradores (2010), por más de 100 años se han reportado casos de pacientes con afasia no fluente severa, que mostraron ser mejores para el canto que para articular las palabras de las mismas canciones. Esta observación hizo posible el desarrollo de la Terapia de Entonación Musical (MIT, por sus siglas en inglés, Albert et al., 1973). La mayoría de los estudios sobre rehabilitación de pacientes afásicos por medio de la música hacen uso de esta terapia como herramienta metodológica para 32 estimular la recuperación del lenguaje. En 1973, Martin Albert y sus colegas describieron y comenzaron a utilizar la MIT. En la MIT, el uso del tamborileo con la mano izquierda puede ser que esté estimulando vías sensoriomotoras. También se han encontrado fascículos superordenados que comparten sustratos neuronales con los movimientos de la mano y los orofaciales (Schlaug et al., 2009; Norton et al., 2009). Se ha encontrado que el uso de la MIT en los pacientes afásicos genera la producción de palabras articuladas alcantar (Wan et al., 2008). Existen análisis que han revelado que las terapias musicales pueden llevar a un efecto mesurable la intervención, tanto a nivel de intensidad como de temporalidad (largo plazo), incluso cuando la eficacia de la terapia del habla ha sido demostrada en numerosos meta-análisis (Wan et al., 2008). Norton y colegas (2009) investigaron sobre la MIT y concluyeron que los casos de los pacientes constituyen la prueba de que tras una lesión en el lóbulo temporoparietal en el hemisferio izquierdo, genera una disociación entre el procesamiento fonético y el musical (percepción y memoria, respectivamente). “El incremento en la mejoría de los pacientes después y antes de la terapia se ha mostrado por la detección de un incremento en las fibras del fascículo arcuado” (Wan et al., 2008: 294). De la misma forma, “la MIT resultó en el incremento del número de fibras y volumen en el fascículo arcuado del hemisferio derecho” (Wan et al., 2009: 291). Sin embargo, también se ha argumentado que éste no es un resultado consistente; debido a falta de una correlación fuerte, es también posible que el elemento melódico de la MIT involucre el hemisferio derecho, particularmente el lóbulo temporal derecho, más que las terapias que no hacen uso de la melodía. Otra revisión de la MIT fue realizada por Heâbert y sus colaboradores (2003), quienes se enfocaron en explicar cómo un paciente con afasia expresiva (Wernicke) preservó sus habilidades para comprender y memorizar el lenguaje. A partir de este resultado, proceden a demostrar que la producción verbal, tanto en el canto como en el habla, deriva de los mismos mecanismos operantes. De 33 manera interesante, los resultados mostraron que “la articulación de las palabras es gobernada por mecanismos que son insensitivos a la expresividad emocional, tanto en el canto como en el habla” (Heâbert et al., 2003: 1848). De forma más general, se considera también que la estimulación musical en pacientes afásicos tiene repercusiones en estructuras fisiológicas. Se estima que hay estimulación de regiones periféricas a la zona afectada, y estimulación del hemisferio opuesto al afectado. En el presente trabajo, se busca consolidar una revisión bibliográfica donde se comparará el trabajo que se ha hecho en los tratamientos de rehabilitación neuropsicológica para pacientes afásicos a través de la música. Los datos serán analizados de manera tal que se busque generar un estado del arte, donde se podrán encontrar los paradigmas actuales de las neurociencias hacia la rehabilitación neuropsicológica de los pacientes afásicos a través de la música. El estado del arte generado se delimitará en buscar todos los reportes publicados desde el año 1973, año en que se realizó el primer reporte sobre la MIT y su utilización para la recuperación de pacientes afásicos, hasta el 2012. Los criterios y las bases de datos empleados para la búsqueda serán descritos en la metodología. El presente estudio se realizó bajo la consideración de que es de suma importancia generar un panorama donde se englobe qué es lo que está pasando en el campo de estudios de las neurociencias y la música, si es que se están investigando trastornos neurológicos como la afasia bajo esta mirada y cómo es que se está investigando, a través de las aplicaciones de la música como tratamiento. Se describirán bases teóricas, métodos, sustentos filosóficos, fisiológicos y psicológicos, discusiones y conclusiones a las que han llegado las investigaciones. También se discutirán las diferencias metodológicas y el tipo de población empleada en las mismas. 34 35 CAPÍTULO II. LENGUAJE Y MÚSICA “La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas.” Platón 36 37 CAPÍTULO II. LENGUAJE Y MÚSICA “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.” Ludwig Wittgenstein Wittgenstein propone una visión muy cognitivista sobre los límites del lenguaje; y es muy cierto, el lenguaje moldea nuestra percepción del mundo. Una perspectiva más holística para ver cómo el mundo se moldea desde la mente es considerar más bien al potencial creador del hombre como su límite. Así, si redireccionamos la perspectiva de Wittgenstein hacia una visión menos filosófica y más evolutiva podemos caer en cuenta que los límites del ser humano se han ido rompiendo al traspasar sus propios límites y necesidades creadoras. Como se mencionó en la introducción, la necesidad de expresar el pensamiento y las emociones se remonta a tiempos prehistóricos, donde los hombres comenzaban a plasmar ideas en pintura y a expresarse rítmicamente con instrumentos. En el presente capítulo, se abordará el tema del lenguaje desde un marco histórico, donde las visiones psicobiológica, lingüística y cognitiva han guiado el desarrollo teórico de éste. Así, de manera muy general, se buscará aproximarse a la descripción de lo que es el lenguaje por medio de la genética y la evolución, la neurofisiología, la cognición y los procesos de adquisición del lenguaje. Las explicaciones psicoevolutivas se abordarán con el fin de explicar los orígenes de la música y el lenguaje. La psicología evolutiva busca dar un sentido al posible origen de nuestros procesos cognitivos. Principalmente, busca estudiar cuáles son los atributos humanos que han evolucionado como herramientas psicológicas para una buena adaptación y supervivencia (Cartwright, 2008). Sin embargo, se han ignorado rasgos como la creatividad (pensamiento flexible, capacidad de innovación y adaptación), la cual ha sido uno de los “disparadores”, sino es que el más importante, del crecimiento del ser. Hauser, Chomsky y Fitch (2002) dicen que los lingüístas y los biólogos, junto con otros investigadores de las ramas de la psicología y la antropología, 38 podrían pasar del debate teórico “improductivo” a uno más colaborativo, donde la investigación sea empíricamente orientada y comparativa, con un programa destinado a descubrir componentes (homólogos o análogos), únicos de la facultad del lenguaje. La biolingüística ofrece una perspectiva más o menos enfocada a lo que sugieren Hauser, Chomsky y Fitch. Ésta estudia el lenguaje desde una perspectiva biológica y evolutiva. Basándose en la obra de Lenneberg, Jenkins (2002) propone que el estudio de la biolingüística debe abarcar las siguientes cuestiones: 1. Conocimiento del lenguaje. 2. Adquisición del lenguaje. 3. Uso del lenguaje. 4. Mecanismos cerebrales. 4. Evolución. Por esto, en el presente capítulo se busca abordar los temas anteriores en la descripción de la genética y la evolución del lenguaje y la música; la neurofisiología del lenguaje y la música; los procesos cognitivos del lenguaje y la cognición musical, y la adquisición del lenguaje y la música. Incorporar las explicaciones sobre la música a la par de cada subtema, tiene el propósito de llevar al lector al mundo del estudio de la música dentro de la concepción de que ésta es, al igual que el lenguaje, una función superior única de nuestra especie. El estudio de la relación entre estas dos entidades (música y lenguaje) data del siglo XIX; a pesar de la falta de estudios, investigadores como Oppenheimer (1888) ya hablaban de la importancia de examinar esos fenómenos para comprenderlos. Gamer (1892) estudió el ruido animal y la voz humana y transformó estos sonidos para ser emitidos por instrumentos musicales como el piccolo y otras flautas. Así, investigaciones más recientes y por medio de tecnologías más sofisticadas (como potenciales evocados, tomografía por emisión de positrones y resonancia magnética funcional), han estudiado elementos perceptuales de la música y el lenguaje para obtener informaciónfuncional y neuronal sobre la arquitectura de ambos dominios (Brown, Martínez y Parsons, 2006; Jeffries, Fritz y Braun, 2003 y Patel, 2003 en Hurkmans et al., 2012: 2). 39 Jenkins describe que el uso de términos como “instinto de lenguaje” o “dotación genética” no son incompatibles con la teoría biolingüística, sino en cambio, una manera sintáctica de describir grosso modo lo que ésta se encarga de estudiar. De acuerdo con su libro, Biolingüística, ésta es una forma de sintetizar todo aquello que engloba a los procesos mentales del lenguaje, con una mirada psicobiosociocultural. Antes de desarrollar cada tema, se debe conocer un poco sobre la historia y los cimientos de las ciencias cognitivas que sentaron las bases para lo que ahora son las neurociencias en cuanto al estudio del lenguaje. 2.1 Desarrollo histórico desde las ciencias cognitivas hasta las neurociencias “We cannot clearly be aware of what we possess till we have the means of knowing what others possessed before us. We cannot really and honestly rejoice in the advantages of our own time if we know not how to appreciate the advantages of former periods.” Johann Wolfgang von Goethe. Johann Wolfgang von Goethe consideraba a la historia como el camino adecuado para disponer los logros científicos en una perspectiva apropiada. Es por esto que en el presente estudio se busca, tanto mediante la investigación descrita para el marco teórico como por medio del estado del arte, disponer la literatura enmarcada en su contexto histórico. En 1985, Howard Gardner publicó The Mind’s New Science: A History of the Cogntive Revolution. Con “New Science” o nueva ciencia se refería a las ciencias cognitivas, las cuales definió como “un esfuerzo contemporáneo basado en la evidencia empírica para responder preguntas epistemológicas de vigencia perenne, particularmente aquellas interesadas en la naturaleza del conocimiento, sus componentes, sus fuentes, su desarrollo y su despliegue” (Gardner, 1985: 5). 40 Durante los años setenta, se comienza a consolidar lo que una década antes se comenzó a vislumbrar en cuanto a los horizontes del estudio de la cognición humana y sus alcances. De acuerdo con Howard Gardner, se considera que el Simposio de Hixon, celebrado en 1958, es el momento en el cual nacen las “ciencias cognitivas”; dentro de este interés por delimitar e integrar trabajos de manera interdisciplinaria, nace la biolingüística (Jenkins, 2002). Tiempo después, “bajo los auspicios del Centro Royaumont para una Ciencia del Hombre (con financiación de la Fundación Volkswagen) y organizado por Piatelli-Almarini, se celebró un encuentro interdisciplinario sobre lenguaje y biología en Endictt House, Dedham, Massachusetts, en mayo de 1974. Este encuentro formaba parte de un proyecto piloto del Centro Royaumont titulado Comunicación Animal y Comunicación Humana y se organizó para explorar, entre otros temas, ‘las relaciones entre la estructura cerebral y el lenguaje, un tema de estudio recomendado por primera vez por Salvaror E. Luria y Noam Chomsky’. Luria, Chomsky y diversos participantes de los campos de la biología, la neurofisiología, la etología, la biofísica y las matemáticas se reunieron para discutir las posibilidades de colaborar en los diversos temas propuestos” (en Jenkins, 2002: 23-24). Después del encuentro del Centro Royaumont, Chomsky, Luria, Changeaux, Mehler, Scherer, Danchin y Petito desarrollaron el proyecto Comunicación y Cognición. Al parecer, la consolidación de la nueva rama “biolingüística” se dio tras el congreso Modelos Ontogenéticos y Filogenéticos del Desarrollo Cognitivo (1975), que tuvo lugar en la abadía de Royaumont en Francia. El congreso contó con la presencia de destacados biólogos como Changeux, Monod y Jacob, entre otros. Después de estos encuentros, se formó un Grupo de Trabajo sobre Biología del Lenguaje en el MIT (Jenkins, 2002). Por otro lado, en las neurociencias no se tiene claro desde qué momento el término se consolidó como una ciencia. Sin embargo, a partir de los estudios de Santiago Ramón y Cajal, quien dio nombre a la neurona, se ubica el nacimiento de la neurociencia moderna. Así, en las últimas dos décadas, gracias a los avances tecnológicos en la neuroimagenología, esta ciencia se ha 41 popularizado. Actualmente la neurociencia se ha ampliado hacia un estudio más interdisciplinario de todo aquello que concierne al sistema nervioso, donde desde biólogos, psicólogos y médicos hasta ingenieros se involucran en el quehacer científico. 2.2 Biolingüística En 1980, dentro del laboratorio naciente de biolingüística en la HMS (Harvard Medical School), Geschwind y Galaburda realizan las primeras investigaciones interdisciplinarias donde neurólogos tocan temas de biología molecular y lingüística. Seidenberg critica la que él denomina teoría estándar de la lingüística y sugiere un marco teórico alternativo, basado en restricciones probabilísticas. Con teoría estándar, Seidenberg quiere decir biolingüística o lingüística 13. Enumera específicamente cinco cuestiones básicas sobre el lenguaje: 1. conocimiento; 2. adquisición; 3. uso; 4. representación cerebral, y 5. evolución. Seindenberg se opone a la teoría estándar, ya que ésta sólo pretende describir la adquisición del lenguaje dejando de lado muchos aspectos que lo engloban. Aquí encuentro un punto en común con las críticas que se le llegan a hacer a la visión innatista de Pinker. Existe un momento donde las críticas se ven sólo desde la perspectiva del que critica y deja de ver con claridad la premisa de la teoría, posición y/o paradigma del otro. “Ni el papel de la selección natural ni las leyes de la física se pueden olvidar: juntas, son responsables del desarrollo y la evolución.” John Tyler Bonner 3 Lingüística 1 es lo que Chomsky también llama Gramática Universal o GU. 42 En Jenkins (2002), se puede apreciar un fuerte sentido de claridad contra las visiones ”minimalistas” en el estudio del lenguaje. De la misma forma, se aprecia cómo surge la necesidad de explicar que incluso Darwin nunca propuso una mirada tan reduccionista. Señala que Darwin niega haber afirmado alguna vez que la selección natural sea la fuente exclusiva de la modificación evolutiva. En la última edición de El origen de las especies, Darwin escribe: “En la primera edición de esta obra y en ediciones posteriores, situé en una posición muy notoria —a saber, al final de la introducción—, las siguientes palabras: ‘Estoy convencido de que la selección natural ha sido el principal, aunque no el único, medio de modificación’. Esto no ha servido de nada. Grande es el poder de la continua tergiversación’” (en Jenkins, 2002: 244). Darwin pone en claro que la selección natural se “deriva de…”; por tanto, la variación proviene de algo y no, como muchos malinterpretan la teoría, es un factor único. Luria (1973) decía que “para el biólogo tiene un evidente sentido pensar que, tanto para la estructura del lenguaje como para las estructuras lógicas, existen en el cerebro patrones de conexión genéticamente determinados que han sido seleccionados por la evolución como instrumentos eficaces para enfrentarse a los acontecimientos de la vida” (en Jenkins; 2002: 17). Por todo lo anterior, Jenkins propone que lo que uno se debe preguntar es “¿qué tipos de factores y restricciones del desarrollo genético, físico y selectivo interactúan en la evolución?” (Jenkins, 2002: 241). Raff (1996) menciona que existen aspectos de orden interno en los organismos quecontrolan los procesos evolutivos y éstos, a su vez, sobre el desarrollo. “¿Cómo evoluciona este conocimiento (en la especie)?” (Jenkins, 2002: 92). Jenkins (2002) hace este cuestionamiento para explicar que para estudiar la evolución de un sistema biológico se necesita saber acerca de las propiedades del sistema que ha evolucionado. Así, dice que para encontrar (o descubrir) las propiedades abstractas de un sistema el primer paso es la comprensión de los mecanismos evolutivos. 43 En 1981, ante los nuevos postulados sobre biología y lenguaje, el pensamiento de Lorenz se vuelca a una visión más genética sobre el aprendizaje. “La etología humana ha recibido un firme respaldo de un área inesperada de los estudios lingüísticos; Noam Chomsky y su escuela han demostrado que la estructura del pensamiento lógico —que es idéntica a la del lenguaje sintáctico— está anclada en un programa genético. El niño no aprende a hablar, sólo aprende el vocabulario de la lengua particular correspondiente a la tradición cultural en la que ha nacido.” (Lorenz en Jenkins; 2002: 25) Un año antes, Zaidel también se pregunta qué pasa con aquello de considerar la “gramática universal” como un determinante genético. Sostiene también que el hecho de que las segundas lenguas puedan tener sustratos neurológicos diferentes de las primeras (quizá incluso las primeras lenguas entre sí) “perturba el firme concepto de que existe una gramática universal biológicamente determinada, en el sentido de que las diferentes lenguas pueden estar representadas por mecanismos biológicamente (corticalmente) distintos” (en Jenkins; 2002: 106). La discusión comienza a volverse circular y fuera de un cuestionamiento propiamente holístico. En las primeras páginas de El pasado de la mente, Gazzaniga observa: ‘No obstante, la nueva tesis, planteada por Chomsky, de que el lenguaje es un rasgo biológico y universal de nuestro cerebro que se ha asentado, Steven Pinker la ha ampliado, sosteniendo con éxito que el lenguaje es un instinto, como cualquier otra adaptación […] la sintaxis no se aprende mediante sistemas asociativos skinnerianos; por el contrario, podemos comunicarnos mediante el lenguaje porque todos los miembros de nuestra especie tienen una capacidad innata para manipular símbolos en un código temporal que proyecta sonidos en significado” (Gazzaniga, 1998:7). Sin embargo, el innatismo de Pinker ha sido severamente criticado, e incluso, la gran divulgación de su trabajo le ha costado la aceptación dentro del rigor científico. “Es una falacia lógica el hablar de la selección natural como único factor de diseño en la evolución, como hace a menudo Pinker.” (Jenkins, 2002: 244) 44 Los teóricos de la biolingüística se contraponen a las teorías de aprendizaje, remontándose al innatismo. Sin embargo, también Jenkins señala que ya desde Timeberg y Lorenz se había discutido el reduccionismo del innatismo y ellos mismos plantearon el concepto de mecanismos desencadenantes de la conducta4 para explicar que esto no es algo que ocurre por un solo “estímulo”. Aun así, Chomsky se refiere al entorno como un “modelador parcial” y activador (Jenkins, 2002). “La biolingüística, como la genética mendeliana, plantea propiedades epi(genéticas) abstractas de los mecanismos internos del organismo. La genética mendeliana afirma que hay ‘factores’ abstractos y principios abstractos como la Segregación y la distribución independiente que explican hechos hereditarios observados. La biolingüística afirma que hay principios lingüísticos abstractos y codificados en el genoma que guían el crecimiento de las lenguas I, permitiendo cierta variación paramétrica durante la epigénesis.” (Jenkins; 2002: 51) Goldsmish encontró que a partir del estudio del tono lingüístico (fonología) se han revelado “principios de organización que parecen tener un significativo componente genético” (Goldsmish, 1995 en Jenkins, 2002: 99). A finales de los noventas del siglo XX y comienzos del año 2000 surgió un gran interés por el descubrimiento del “gen del habla”, SPCH1; sin embargo, es sólo un factor de traslocación que influye en ciertas deficiencias del lenguaje, más no es un determinante único. Ya desde 1974, Geschwind considera que “el método ‘localizacionista’ en genética tiene en buena medida los mismos problemas que el método localizacionista de las funciones superiores […] Está claro que no es razonable esperar que todas las características que se puedan nombrar tengan una localización cromosómica o cortical. Pero esto no significa que no se pueda demostrar que otros aspectos del comportamiento dependen de un gen 4 Mecanismo desencadenante de donducta es un detonador filogenético, el cual genera una o una serie de respuestas (conductas) ante una condición especial. Ejemplo: las gaviotas picotean un “pico amarillo con un punto rojo” en búsqueda de comida. El término fue postulado por Lorenz, K. 45 específico o de un lugar específico en el sistema nervioso” (en Jenkins; 2002: 102). “Todo este trabajo converge en la conclusión de que el lenguaje humano, como cualquier otros sistema biológico, es el resultado de una interacción entre factores genéticos y ambientales” […]. “Todas las teorías lingüísticas son dependientes de la experiencia, al contrario de lo que los autores parecen creer” (Jenkins, 2002: 137). Por lo tanto, la postura de Jenkins y Geschwind, provee de una mirada holística, fuera del reduccionismo. Así, concuerdo en que, como organismos complejos, es esencial considerar a la experiencia como uno de los factores clave en el desarrollo cognitivo. Considero que una buena interpretación del innatismo sería decir que el organismo tiende a ser. Me parece que llegar a conclusiones reduccionistas, como que el código genético pueda devenir la enciclopedia de la estructura del ser, demerita el aspecto socialcultural que ha guiado el desarrollo evolutivo del ser humano. La suposición de que el lenguaje es poligénico parece razonable, aun cuando se desconoce el número exacto de genes implicados en especificar las vías nerviosas del lenguaje (al igual que se desconoce el número de genes que afectan a la altura, o incluso el número de ellos que hay en el genoma humano, por ejemplo). Luria proporciona una suposición respecto a la magnitud del número de genes que afectan al lenguaje. Luria (1973) decía que: “para el biólogo tiene un evidente sentido pensar que, tanto para la estructura del lenguaje como para las estructuras lógicas, existen en el cerebro patrones de conexión genéticamente determinados que han sido seleccionados por la evolución como instrumentos eficaces para enfrentarse a los acontecimientos de la vida” (en Jenkins; 2002: 17). “En cualquier caso, es probable que la base genética del lenguaje humano implique no a uno o a unos cuantos genes, sino a miles” (Luria 1975, 50 en Jenkins, 2002: 181). 46 Bishop (1997) describió en el “New and Views” de Nature un estudio de Wright y colegas donde se realizó una revisión sobre un déficit perceptivo de tipo auditivo en niños. Allí, Bishop anuncia la desaparición de la idea de que: “el lenguaje está genéticamente determinado, y se desarrolla de acuerdo con el programa biológico [….]. Nuevos estudios sobre niños con una ‘deficiencia específica del lenguaje’ (DEL) indican que, de hecho, no existen sistemas especializados de aprendizaje lingüísticos, sino que el lenguaje se desarrolla a partir de otros procesos perceptualeso cognitivos más generales” (en Jenkins, 2002: 156). “Bishop (1997) llega incluso a decir que no debemos ser fatalistas respecto al hecho de que el lenguaje esté ‘atado a los genes’. Deberíamos algún día poder intervenir ‘bioquímicamente’ en estos ‘trastornos genéticos’ y quizá incluso obtener algún ‘fármaco lingüístico’ para quienes padecen deficiencias del lenguaje” (en Jenkins, 2002:159); con esto Jenkins parte a una discusión circular donde ya ha criticado las visiones reduccionistas de los genetistas. Y sin embargo, parece concordar con la idea de los “programas lingüísticos” que tanto Chomsky como Bishop y muchos más han propuesto. “Por otra parte, no cabe duda de que el lenguaje es claramente adaptativo, en el sentido de que está claramente al servicio de la reproducción […] Accedemos al poder, manipulamos a la gente, encontramos pareja, conservamos la pareja, ganamos amigos e influimos sobre la gente mediante el lenguaje.” (Pinker, 1995: 218 en Jenkins, 2002: 236) En 1988, Chomsky planteó la posibilidad de que la facultad del lenguaje surja como subproducto de algo diferente. Aquí, sería interesante cuestionar a Chomsky sobre qué es aquel producto diferente del cual proviene la facultad del lenguaje; podría ser… ¿la música? Además, ha sugerido que la facultad numérica puede haber surgido como subproducto de la facultad lingüística. Tanto como para explicar la evolución del lenguaje como el de la música, las teorías se han separado en dos grandes rubros, uno sobre la concepción “adaptacionista” y otro sobre la “constructivista”. 47 2.2.1 Evolución. Lenguaje y la música. De acuerdo con Hauser, Chomsky y Fitch (2002), existen al menos tres perspectivas teóricas para el estudio evolutivo del lenguaje: 1) distinción entre compartido vs. único, 2) evolución gradual vs. saltacional y 3) continuidad vs. expansional. Con esto, sugieren que el desafío para determinar cuál fue el generador de una divergencia con nuestros ancestros comunes hace seis millones de años es determinar cuáles fueron las presiones selectivas que condujeron a cambios adaptativos y qué restricciones canalizaron hacia el proceso evolutivo (Hauser, Chomsky y Fitch, 2002). En 2001, Amaducci y colaboradores consideran que en ocasiones se piensa que la música y el lenguaje son dos lados de la misma moneda intelectual. Sin embargo, la investigación en daño cerebral ha demostrado que la pérdida de funciones verbales del lenguaje, como la afasia, no está necesariamente acompañada de la pérdida de habilidades musicales, como la amusia. Así, también se han descrito casos inversos, de amusia sin afasia. De acuerdo con Amaducci y colaboradores (2001), esta doble disociación indica autonomía funcional de estos procesos mentales. A pesar de esto, los deterioros en las habilidades musicales y del lenguaje usualmente se acompañan. Maess y colaboadores (2001), a través de un estudio de magnetoencefalografía, demostraron que ante el procesamiento sintáctico musical se activa la region frontal inferior (área de Broca), que ya sabemos, se activa durante el procesamiento sintáctico del lenguaje. El primero en hablar sobre la evolución de la música fue Darwin (1871), en cuyo libro, The Descent of Man, ofrece una teoría adaptacionista sobre los orígenes de la música basándose en principios de selección sexual. Darwin especulaba que las canciones de cortejo (sin palabras), anteriores a las habilidades lingüísticas, eran un andamio para que el lenguaje evolucionara. 48 (Patel, 2010). Con esta idea de la música como protolenguaje, muchos investigadores, como Brown (2000), Mithen (2005) y Fitch (2010), se vieron influenciados en el desarrollo de sus propuestas evolutivas sobre un origen en común del lenguaje y la música. Dentro del libro The Orgins of Music, Brown (2000) en su capítulo “The ‘Musilanguage’ Model of Music Evolution” propone que existen dos tipos de versiones o modelos para explicar el origen de la música; uno es el conjunto de modelos estructurales y el otro, el de modelos funcionales. Brown (2000) considera su teoría dentro de los modelos estructurales al ver a “la música y al lenguaje como especializaciones recíprocas de un precursor comunicativo referencial de naturaleza dual, por el que la música enfatiza el sonido como significativo emotivo y el lenguaje enfatiza el sonido como significado referencial” Brown, 2000: 271). Así, Brown (2000) propone que el “musilenguaje” (musilanguage) es dicho precursor. En la siguiente figura se muestran cinco tipos de modelos sobre los orígenes del lenguaje y la música. 49 Fig. 2.2.1 Cinco Modelos de las propiedades compartidas del lenguaje y la música. Adaptado de Brown (2000) en Origins of Music. En el Modelo de Paralelismo, se plantea que tanto música como lenguaje tuvieron un sustrato independiente “proto” y se piensan como procesos completamente independientes. El Modelo de Encuadernación es más o menos similar, excepto que propone la evolución de un proceso evolutivo de encuadernación para conferir de manera recíproca propiedades lingüísticas hacia la música y propiedades musicales hacia el lenguaje. Ninguno de los dos modelos anteriores propone la existencia de rasgos ancestrales; en cambio los tres siguientes modelos sí. En el Modelo de Extensión Musical, se piensa que la música evolucionó de un precursor lingüístico; mientras que en el Modelo de Extensión del Lenguaje, se considera que el lenguaje evolucionó de un precursor musical. Finalmente, el Modelo Musilenguaje es otro modelo de 50 extensión, en donde las propiedades de la música y el lenguaje son atribuidas a un precursor común en una etapa de musilenguaje. (Brown, 2000: 276) A través de su investigación, Brown (2000) reflexiona que el lenguaje y la música tienen sustratos biológicos similares y adicionalmente diferencias sumamente fuertes. Con esto, plantea que el punto de convergencia es la combinación de la sintaxis y el fraseo entonacional; también el fraseo expresivo es usado en ambas tareas, música y lenguaje. El modelo evolutivo de “musilenguaje” satisface los criterios evolutivos de “propiedades estructurales y expresivas en común (las características ancestrales compartidas), y un andamio evolutivo en el que la música y el lenguaje pudieron evolucionar después de un período de una divergencia y diferenciación” (Brown, 2000: 278). Brown (2000) sustenta su modelo en diversos puntos como en el que la música y el lenguaje tienen demasiadas semejanzas importantes como para que sean producto del azar. Poder explicar una función cognitiva desde un modelo de extensión no sólo permite compartir las características debido a un surgimiento ancestral común, sino también de representación redundante en el cerebro de funciones similares, en virtud de los eventos de divergencia y diferenciación que llevaron a dicha extensión (Brown, 2000). “La música y el lenguaje se diferencian sobre todo en su énfasis, no en su naturaleza fundamental, de tal manera que el lenguaje hace hincapié en referencia al sonido; mientras minimiza su aspecto emocional del sonido visto que el modo acústico de la música destaca la emoción del sonido, mientras que resta la importancia del aspecto referencial,” (Brown, 2000: 278) Patel dice que desde una perspectiva evolutiva, “el lenguaje y la música son un fenómeno peculiar, ya que sólo están presentes en una especie: Homo sapiens” (Patel, 2008: 355). Sin embargo, en otras especies también se presentan ciertas características de ambos, como lo sería la capacidad del “canto” en los pájaros para establecer una comunicación con las hembras y reproducirse. 51 Así que, buscando ejemplos de cómo otras especies usan “proto-música”, podríamos encontrar que muchas especies usan estas herramientas no sólo para alcanzarun objetivo adaptativo como la reproducción, sino también como un medio para comunicarse con sus semejantes y establecer cohesión en el grupo. “El lenguaje como comúnmente comprendemos el término es exclusivo de los seres humanos.” (Patel, 2008:355) Existen diferencias entre las “canciones” (de los animales como los pájaros y las ballenas) y la música de los humanos. Patel (2008) enumera las siguientes: 1. Las canciones son generalmente producidas por los machos, como medio para atraer a sus parejas o para competir con otros machos sobre el territorio. (Cross, 2001; Hauser & McDermott, 2003). 2. Los cambios hormonales y neuronales en determinar las temporadas ‘pico’ del canto (aviar) (Dloniak & Deviche, 2001), sugiriendo al canto como un acto no estético, sino biológico reproductivo. 3. Las especies aprenden el canto de los adultos, pero existen ciertas limitaciones en el aprendizaje. Los pájaros aprenden mejor las canciones de su propia especie que las de otras (Marler, 1997). 4. Las canciones animales no son tan bastas en significado como las humanas; por ejemplo, advierten prontitud para apareo, posesión territorial y estatus social (Marler, 2000). Carroll (2003) dice que “dada la universalidad y unicidad del lenguaje y la música en nuestra especie, es claro que estas habilidades reflejen cambios en el cerebro que han tomado lugar en nuestro linaje divergente desde nuestros ancestros en común con los chimpancés hace seis millones de años” (en Patel, 2008:356). Patel (2008) propone la cuestión de si la música no es una adaptación evolutiva, entonces… ¿por qué es universal? Pinker le respondería que la música no tiene ninguna característica útil que haga al humano más apto, diciendo que ésta es como el “pastel de queso”, imprescindible. No obstante, 52 ambos consideran de cierta manera que la música es un “byproduct” del lenguaje (Zatorre, 2011). No he llegado a conocer a una sola persona que no acompañe al menos una buena parte de su día con música. Siempre la tenemos presente e incluso diría que es totalmente imprescindible. “A veces el pensamiento sobre la 'modularidad' indica que la selección natural ha dado forma a las partes del cerebro para llevar a cabo las funciones musicales. De hecho, la modularidad para el procesamiento de la música en los adultos es ortogonal a la cuestión de la selección para la habilidad musical. Esto se debe a que los módulos pueden ser un producto del desarrollo, en lugar de reflejar la especialización innata especifica del cerebro.” (Patel, 2008: 357) De acuerdo con Patel (2008) un segundo argumento que sugiere el surgimiento evolutivo de la música, puede ser que existen individuos con “sordera para los tonos” (tone deafness). Ya desde 1980, Kalmus y Fry habían encontrado que este padecimiento es genético, al detectarlo en líneas familiares. Desde una perspectiva evolutiva, lo que se busca es llegar a conocer si la selección formó parte de la formación de los mecanismos de adquisición del lenguaje. Esto parece ser un cuestionamiento considerablemente complejo, a pesar de lo simple del planteamiento. Es una cuestión de considerar el cómo es que el lenguaje se fue volviendo “necesario” para la supervivencia de lo que llegaría a ser el homo sapiens. Patel (2008) denomina “Adaptacionistas del lenguaje” a los investigadores que consideran que la selección ha tenido un rol directo en la adquisición del lenguaje. Opuesto —y complementario— a estos argumentos, Dunbar (2002) propone la evolución del lenguaje como un mecanismo de cohesión social. Dunbar (2004) considera que el lenguaje se desarrolló como una herramienta para mantener la comunicación dentro del grupo; así “el chisme” fue necesario para establecer vínculos entre el grupo. Retomando la idea de Dunbar (2002) sobre el lenguaje como un mecanismo desarrollado para fortalecer la cohesión social, se podría considerar 53 una perspectiva semejante sobre el origen de la música. Molino (2000) incluso considera que si la música y el lenguaje son vistos como artefactos culturales, estudiados desde un punto de vista de la semiótica evolutiva o la memética, existe una serie de módulos comunes: melodía, ritmo y semántica afectiva. El lenguaje por sí mismo no es sólo la sucesión de palabras en un orden adecuado, sino también tiene inflexiones, entonación, tiempo, ritmo, y melodía. La música y el lenguaje, ambos dependen del sistema fonatorio y articulatorio, rudimentario en otros primates (Sacks, 2007). Lenguaje Música Entonación Inflexión Ritmo Tiempo Sintaxis Beat Fig. 2.2.1 Elementos comunes entre el lenguaje y la música En la tabla anterior, en la columna de en medio se muestran los elementos que tienen en común el lenguaje y la música. Patel (2008) define el ritmo como un patrón sonoro sistemático en términos de tiempo, acentuación y agrupamiento. El tiempo hace referencia a la velocidad con la que se ejecuta la tarea, ya sea lingüística o musical. La sintaxis es el ordenamiento y/o relación de las palabras o las notas musicales. El procesamiento de la sintaxis en el lenguaje y la música ha sido profundamente estudiado por Patel desde 1998, como se mencionó anteriormente. Patel (2003) considera que existen propiedades neuronales compartidas para el procesamiento sintáctico de la música y el lenguaje. La armonía también se podría considerar un aspecto que comparten la música y el lenguaje; sin embargo, la armonía en el ámbito musical sólo se estudió en la música occidental,ya que ésta posee polifonía. Con esto, en la siguiente sección se abordarán las bases neurofisiológicas de la percepción auditiva, el lenguaje y la música, y se explicará un poco más sobre los elementos del sonido. 54 2.2.2 Neurofisiología. Lenguaje y música. Debido a que el sistema auditivo es la primera puerta de entrada al procesamiento del lenguaje y la música, se comenzará por describir este sistema. Es importante tener presente la concepción sobre los sistemas complejos de Capra (1998), como se mencionó anteriormente, ya que desde el inicio de los procesos perceptuales del lenguaje y la música están presentes procesos físicos como la trasmisión de ondas. El sistema auditivo está encargado de la percepción del sonido. Por sonido entendemos las vibraciones que producen las moléculas del aire. “Los seres humanos oímos sólo las vibraciones moleculares que oscilan entre 20 y 20.000 hertzios (ciclos por segundo) […] La amplitud, frecuencia y complejidad de las vibraciones de las moléculas del aire se perciben respectivamente como volumen, tono y timbre.” (Pinel, 2007: 183) La amplitud es la distancia máxima entre el punto más alejado de una onda y el punto de equilibrio o medio; en el estudio de la acústica, la amplitud de onda se mide en decibeles. Por lo tanto, el volumen se ha definido como la percepción subjetiva que tenemos sobre la potencia de un determinado sonido. Es importante distinguirlo de la sonoridad, la cual también es una percepción subjetiva, pero de la intensidad. De acuerdo con Shiffman (2001), el tono es la sensación auditiva o atributo psicológico de los sonidos; la característica de la percepción en cuanto a distinguirlos como agudos o graves está en función de la frecuencia. El timbre es el matiz que caracteriza al sonido; de acuerdo con la altura de la nota, puede ser agudo o grave. Lo que el timbre produce es la capacidad de diferenciar, perceptualmente, dos sonidos de igual frecuencia (un ejemplo puede ser distinguir entre la voz de un cantante a y la de un cantante b). 55 El proceso de la percepción auditiva es un proceso de integración de las ondas sonoras a través del oído. El oído se divide en tres partes (generales): interno, medio y externo. “Las ondas sonoras viajan a través del conducto auditivo
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