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Puncion-arterial-y-arterioclisis

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FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
INSTITUTO NACIONAL DE PEDIATRIA 
 
 
PUNCION ARTERIAL Y ARTERIOCLISIS 
 
 
 
TESIS 
PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN 
PEDIATRIA 
 
 
 
PRESENTA 
DR. GIBERT MAZA RAMOS 
 
 
 
TUTOR DE TESIS : 
DR. EDUARDO CAZARES RAMIREZ 
 
 
 
MÉXICO, D.F., 2014 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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PUNCION ARTERIAL Y ARTERIOCLlSIS 
TITULAR DEL CURSO DE 
ESPECIALlZACION EN PEDIATRIA 
JEFE L DEPARTAMENTO DE PRE Y POSGRADO 
DR. EDUJ-\liU~ 
Índice 
1. Punción Arterial 
1.1. Indicaciones 
1.2. Contraindicaciones 
1.3. Complicaciones 
1.4. Selección del sitio de punción 
1.5. Circulación colateral 
1.6. Equipo 
1.7. Técnica 
1.8. Conservación de la muestra 
2. Arterioclisis 
2.1. Indicaciones 
2.2. Contraindicaciones 
2.3. Elección del sitio 
2.4. Equipo 
2.4.1. La canulación 
2.4.2. Monitorización 
2.5. Técnica 
2.5.1. Guía metálica 
2.5.2. Punción directa 
2.6. Complicaciones 
2.6.1. Independientes del sitio 
2.6.2. Complicaciones sitio-especifica 
 
2.7. Monitorización de la presión arterial 
2.8. Curvas de presión arterial y su interpretación 
3. Referencias 
1. Punción Arterial 
Es el procedimiento que permite extraer sangre arterial a través de una punción en 
la piel, directa al lumen de la arteria elegida. Los exámenes de sangre arterial 
muestran la composición de la sangre, antes de que sus elementos constituyentes 
sean utilizados por los tejidos del cuerpo. La punción arterial permite la medición 
de gases arteriales y provee información esencial para el seguimiento y manejo de 
pacientes críticamente enfermos, y con enfermedad pulmonar. 
En consecuencia es necesario el conocimiento adecuado de las indicaciones 
técnica y posibles complicaciones del procedimiento por el personal médico en 
contacto con pacientes críticamente enfermos. 
1.1. Indicaciones 
a. Evaluación precisa del estado ácido-base1 
b. Evaluación de la oxigenación 
c. Correlación de medidas arteriales con métodos no invasivos p. e. Oximetría de 
pulso, Capnometría2 
d. Obtener muestra sanguínea, cuando la punción venosa es infructuosa 
1.2. Contraindicaciones 
a. Resultado negativo de la prueba de circulación colateral. Esto es indicativo del 
suministro inadecuado de sangre a la extremidad, por lo que se deberá 
seleccionar otra extremidad para la punción.1 
b. Presencia de datos sugestivos de infección o enfermedad vascular, en la piel 
suprayacente al sitio de punción. 
c. La punción arterial no debe realizarse a través de una lesión o por medio o 
distal a una derivación quirúrgica (por ejemplo, fístula arterio-venosa). 
d. Terapia de anticoagulación, coagulopatía, con contraindicaciones relativas para 
la punción arterial. 
1.3. Complicaciones 
a. Hematoma3 
b. Hemorragia 
c. Espasmo arterial transitorio 
d. Anafilaxia al anestésico local 
e. Menos frecuentes: Traumatismo vascular, embolia gaseosa o tromboembo-
lismo, respuesta vasovagal, pseudoaneurismas4. 
1.4. Selección del sitio de punción 
No hay evidencia de que un sitio sea superior a otro, sin embargo el sitio de 
punción utilizado con mayor frecuencia es la arterial radial, en su porción distal, 
debido a la accesibilidad y facilidad para probar la circulación colateral de su 
territorio de irrigación. Además, el riesgo de complicaciones por punción de la 
arteria radial es menor, comparado con la punción femoral y braquial56. 
Las alternativas a la arterial radial incluyen las arterias tibial posterior, dorsal del 
pie, braquial y femoral, de estas, puede verificarse la circulación colateral del 
territorio de la arteria dorsal del pie. En relación con la arteria braquial debido a la 
alta tasa de complicaciones, el relativo calibre pequeño del vaso (en comparación 
con otros vasos) y falta de circulación colateral, resulta una mala opción para 
punción, por lo que deberán preferirse las otras alternativas sobre la braquial. 
1.5. Circulación colateral 
A los pacientes sometidos a punción de la arteria radial o arteria dorsal del pie 
debe evaluarse el flujo colateral antes de la punción, a pesar de que estudios han 
encontrado precisión variable asociada con dichas evaluaciones.7,8 Esto con base 
en la idea de que la evaluación se puede realizar de forma rápida al pie de la 
cama sin costo y con poco riesgo, pero tiene un importante potencial benéfico. 
Para valorar el flujo colateral de la arterial radial se realiza la prueba de Allen9. 
Para dicho efecto, se eleva la mano del paciente, se cierra firmemente el puño, 
seguido de la oclusión simultánea de las arterias radial y cubital. La mano se baja 
entonces, el puño se abre, y se libera la presión de la arteria cubital, en una 
primera ocasión, se repiten los pasos anteriores con liberación de la arteria radial 
en la segunda ocasión.10 
El color debe volver a la mano dentro de los seis segundos siguientes, lo que 
indica que la permeabilidad de la arteria cubital y la integridad del arco palmar 
superficial. La prueba se considera anormal si transcurren diez o más segundos 
antes de que vuelva el color a la mano. 
Para los pacientes sometidos punción de la arteria dorsal del pie la circulación 
colateral puede comprobarse con la oclusión de la arteria dorsal del pie seguida 
por la compresión del lecho ungueal del primer dedo y la evaluación de la rapidez 
con que el color retorna al lecho ungueal después de la liberación de la presión. 
1.6. Equipo1,5 
a. Solución antiséptica y gasa estéril, o apositos antisépticas preenvasadas. 
b. Guantes, preferentemente estériles. 
c. Jeringa de 3 cc y aguja 25G con 1 ml de Lidocaína sin epinefrina 1%. 
d. Bolsa con hielo o refrigerante en gel. 
e. Aguja de mariposa de una pulgada o jeringa preenvasada para gases en 
sangre. Si se utiliza una aguja de mariposa, el médico tendrá que preparar una 
jeringa heparinizada mediante la elaboración de 1 ml de solución salina 
heparinizada (1000 UI de heparina/1 ml solución fisiológica 0.9%), echándose 
hacia atrás el émbolo para cubrir el cilindro, y luego empujar hacia fuera a través 
de la aguja de mariposa y la tubería. Es importante para expulsar rápidamente 
toda la solución de heparina para evitar mediciones inexactas de pCO2. El tamaño 
de aguja adecuado es un medio importante para evitar la trombosis del vaso, en 
general una aguja calibre 23G es adecuada, sin embargo tratándose de pacientes 
menores de 10 kilogramos se sugiere el uso de agujas calibre 25G.11 
1.7. Técnica1 
Utilice una técnica limpia o estéril durante todo el procedimiento. 
1. Descartar signos de infección en el sitio seleccionado 
2. Comprobar la circulación colateral adecuada (radial y dorsal del pie). 
3. En pacientes conscientes, coloque un anestésico tópico sobre el sitio o, 
alternativamente, se infiltran en la piel con lidocaína amortiguada al 1% y espere 
30 a 60 segundos para que la lidocaína tenga efecto.12 
4. Usando los dedos índice y medio enguantados de la mano no dominante 
localizar la porción más fácilmente palpable de la arteria. Dependiendo del lugar 
elegido, coloque en posición de la extremidad para llevar la arteria más cerca de 
la superficie (Cuadro 1) 
5. Usando una aguja mariposa de calibre23G o una jeringa para gases en sangre 
preenvasada, puncionar la piel en un ángulo de 30 a 45 grados de la horizontal y 
avance hacia el pulso arterial hasta obtener flujo de sangre. El ángulo de entrada 
para la punción arterial con éxito puede estar más cerca de 30 grados en lugar de 
45 grados, especialmente en lactantes y niños pequeños. 
6. Si no se obtiene sangre no tire del émbolo, retire lentamente la aguja hasta que 
quede justo debajo de la piel y vuelva a intentar el procedimiento. 
7. Si una aguja de mariposa se utiliza, conecte el concentrador a una jeringa para 
gases estándar o jeringa heparinizada después de obtener el flujo de sangre. 
8. Obtener un mínimo de 0.3 ml de sangre en una jeringa de gas comercial o 1 a 3 
ml de sangre en una jeringa que contiene una pequeña cantidad de heparina. 
9. Retire la jeringa y aplique presión sobre el sitio de punción durante al menos 5 
minutos, mientras tanto elimine cualquier burbuja de aire, tape la jeringa y coloque 
la muestra en hielo para su transporte al laboratorio clínico y el análisis dentro de 
15 minutos. 
 
1.8. Conservación de la muestra 
Independientemente del método utilizado para la toma de muestra de sangre 
arterial, varias cuestiones deben ser considerados antes de enviar la muestra al 
laboratorio: 
Cuadro 1 Sitios de punción 
Arteria Dónde se palpa mejor Posición ideal para punción 
Radial Entre el radio distal y el tendón 
del flexor radial del carpo 
Estabilizar la mano y la muñeca del 
paciente. 
Colocar la muñeca a una extensión de 30 
a 45 grados. 
Para obtener la muñeca en esta posición, 
el brazo debe estar posicionado en una 
placa para brazo con la palma hacia 
arriba, y un gran rollo de gasa debe ser 
colocado entre la muñeca y la placa para 
brazo en una posición que extiende la 
muñeca. 
Femoral Por debajo del punto medio del 
ligamento inguinal, con la extre- 
midad inferior extiendida 
Precaución: nervio femoral 
(lateral a la arteria) y la vena 
femoral (medial a la arteria), así 
como la cabeza femoral. 
Colocar la pierna en rotación externa y 
flexionarla hacia la rodilla 
Tibial 
posterior 
Entre el maleolo interno y el 
tendón de Aquiles 
Pie en dorsiflexión 
Dorsal del 
pie 
Porción dorsal del medio pie 
Lateral al tendón del extensor 
largo del dedo gordo 
Pie en flexión plantar media 
Axilar Región axilar con el brazo en 
abducción y rotación externa 
Precación: plexo braquial 
Colocar al paciente de supino 
Brazo a 90 grados en abducción 
Dorso de la mano en la mesa 
exploradora 
Braquial Medial al tendón del bíceps en 
la fosa antecubital con el brazo 
en extensión y el antebrazo en 
supinación 
No se debe de utilizar de rutina ya que 
cuenta con poca circulación colateral. 
Temporal Cualquier parte de su trayecto 
La difusión del gas a través de la jeringa de plástico es una fuente potencial de 
error. Sin embargo, parece que el significado clínico de este error es mínimo si la 
muestra se pone en hielo y se analiza dentro de 15 minutos.13,14,15,16 El uso de 
jeringas de vidrio evitarán este error. 
La heparina que se añade a la jeringa como anticoagulante puede disminuir el pH 
si se utiliza heparina ácida. También se puede diluir la PaCO2, resultando en un 
valor falsamente bajo.13,17 Así, la cantidad de solución de heparina debe 
minimizarse y obtener por lo menos 2 ml de sangre. Otra forma de reducir el error, 
es utilizando heparina estandarizada de litio, que altera en menor proporción el pH 
de la solución.18 
Las burbujas de aire que excedan al 2% del volumen de la sangre puede causar 
una PaO2 falsamente alta y PaCO2 falsamente baja.18 La magnitud de este error 
depende de la diferencia en las tensiones de gases entre la sangre y el aire, la 
superficie de exposición (que se incrementa por agitación), y el tiempo de recogida 
de muestras para análisis. El significado clínico de este error se puede disminuir 
removiendo suavemente las burbujas sin agitación y analizando la muestra tan 
pronto como sea posible.14,19 
La sangre arterial se debe colocar en hielo durante el transporte al laboratorio y 
analizarse lo más rápidamente posible. Esto reduce el consumo de oxígeno por 
los leucocitos que puede causar una PaO2 falsamente baja.20 Este efecto es más 
pronunciado en pacientes cuya leucocitosis es profunda. Además, se reduce la 
probabilidad de que el error debido a la difusión del gas a través de la jeringa de 
plástico o burbujas de aire será clínicamente significativo. 
2. Arterioclisis 
La arterioclisis o canalización arterial, consiste en la colocación de un catéter en la 
luz de un vaso arterial, fue descrito por primera vez durante la década de los 
cincuentas y su uso es frecuente en unidades de cuidados intensivos pediátricos. 
Sin embargo la inserción de un catéter arterial es un procedimiento invasivo por lo 
que no se encuentra exento de complicaciones.11 
2.1. Indicaciones 
a. Monitorización precisa de la presión arterial: Como en casos de choque, cirugía 
mayor, emergencia hipertensiva o tratamiento con vasopresores. Particularmente 
en pacientes en estado de choque con resistencias vasculares periféricas 
elevadas puede haber una discrepancia significativa entre la presión obtenida por 
auscultación, palpación y la medición invasiva. 
b. Obtención de numerosas muestras arteriales: Como en el caso de insuficiencia 
respiratoria aguda. Algunos autores sugieren la instalación de una línea arterial en 
todo paciente al que se le vayan a analizar los gases arteriales al menos 4 veces 
en un periodo de 24 horas. 
c. Infusión intraarterial de fármacos: angiografías o determinados procedimientos 
quirúrgicos. 
d. Monitorización hemodinámica en cirugía con circulación extracorpórea, 
neurocirugía, cirugía en la que es espera sangrado abundante, cirugía con 
hipotermia o hipotensión deliberada. 
2.2..Contraindicaciones 
a. Resultado negativo de la prueba de circulación colateral. Esto es indicativo del 
suministro inadecuado de sangre a la extremidad por lo que se deberá seleccionar 
otra extremidad como sitio de punción.1 
b. Presencia de datos sugestivos de infección o enfermedad vascular, en la piel 
suprayacente al sitio de punción. 
c. La canalización arterial no debe realizarse a través de una lesión o por medio o 
distal a una derivación quirúrgica (por ejemplo, fístula arterio-venosa). 
d. Terapia de anticoagulación, coagulopatía, puede ser una contraindicación 
relativa para la punción arterial. 
e. Las alteraciones anatómicas que dificulten la técnica, se considera una 
contraindicación relativa, que puede ser superada, con guía ultrasonográfica. 
2.3. Elección del sitio 
No existen datos que den preferencia para la elección de un sitio en particular, 
pero los sitios comúnmente canalizados incluyen las arterias radial, femoral, dorsal 
del pie, o axilares. En la población pediátrica, las arterias temporales y umbilical 
también pueden utilizarse. En todo paciente a quien se canalizará la arteria radial 
o dorsal del pie se debe verificar la permeabilidad de la circulación colateral. 
2.4. Equipo 
El equipo mínimo necesario para la cateterización arterial podemos dividirlo en dos 
segmentos el que será utilizado propiamente para canulación y el necesario para 
la monitorización de la presión arterial 
2.4.1. La canulación 
a. Guantes estériles 
b. Equipo de desinfección local de la piel 
c. Máximas precauciones de barrera estéril (sábana, bata, mascarilla, guantes y 
gorra; lavado de manos antiséptico). 
d. Catéter intravascular. En general se recomienda el uso de catéteres de teflón o 
poliuretano, de un diámetro máximo de 18G para las arterias femorales y axilares y 
20G para el resto de las arterias con una longitud de 3 a 5 cm para las arterias de 
pequeño calibre (radial y pedia). 21 
e. Alambre guía apropiado para el sitio arterial 
f. Solución de lidocaína (1%) y la jeringa 
g. Material de sutura 
h. Materiales para inmovilizar de formasegura y exponer el sitio arterial (por 
ejemplo, placa para brazo, cinta) 
2.4.2. Monitorización 
a. Extensión rígida, llena con solución heparinizada y conectada a llaves de paso. 
b. Transductor y domo. 
c. Dispositivo de lavado constante. 
d. Conexión de cable. 
e. Monitor con amplificador. 
2.5. Técnica 
Los catéteres arteriales deben colocarse bajo condiciones estériles y deben 
tenerse todas las precauciones de barrera, incluida protección ocular. 
1. Descartar signos de infección en el sitio seleccionado. 
2. Comprobar la circulación colateral adecuada (radial y dorsal del pie). 
3. Preparar y cubrir el sitio de acceso con campos estériles y técnicas estándar. 
4. En pacientes conscientes, colocar un anestésico tópico sobre el sitio o, 
alternativamente, infiltrar la piel con lidocaína sin epinefrina al 1% y esperar 30 a 
60 segundos para que la lidocaína tenga efecto.22,23 
5. Localizar con los dedos índice y medio enguantados de la mano no dominante 
la porción más fácilmente palpable de la arteria. Dependiendo del lugar elegido, 
coloque en posición la extremidad para llevar la arteria más cerca de la superficie 
(Cuadro 1) 
6. En pacientes con piel gruesa, realizar dermatotomía para evitar que un tapón de 
piel ocluya la aguja al momento de la inserción y así evitar dañar los componentes 
de plástico del catéter. Si se realiza una dermatotomía, es obligatoria la analgesia 
local. 
7. Insertar el catéter ya sea por punción directa o usando guía metálica, esta 
última se prefiere para la canalización de las arterias femoral y axilar. 
2.5.1. Guía metálica: 
1. Insertar el catéter y la aguja en un ángulo de 30 a 45 grados hasta la obtención 
de sangre pulsátil. 
2. Avanzar el catéter ligeramente hasta que cese el retorno de sangre, esto es 
debido a que el retorno de sangre inicial comienza tan pronto como la aguja entre 
en la luz, pero sin que el catéter exterior lo haga. 
3. Estabilizar el catéter intravascular con la mano no dominante, y retirar la aguja 
del catéter con la mano dominante. 
4. Si se observa retorno sanguíneo pulsátil después de retirar la aguja, avanzar el 
cable de guía a través del catéter exterior. En caso contrario, el catéter externo se 
retira suavemente hasta obtener retorno sanguíneo pulsátil, y en ese momento 
avanzar el cable guía a través del catéter exterior. 
5. Avanzar el cable guía hasta que su extremo distal se encuentre dentro de la luz 
del vaso. 
6. Avanzar el catéter exterior dentro de la arteria sobre el cable guía y retirar la 
guía. 
7. Asegurar el catéter, ya sea con puntos de sutura o con un dispositivo de fijación. 
2.5.2. Punción directa: 
1. Insertar la aguja intravascular en un ángulo de 30 a 45 grados. 
2. Avanzar lentamente la aguja hasta obtener retorno de sangre pulsátil. 
3. Avanzar el catéter exterior dentro de la arteria directamente de la aguja. 
De estos se recomienda el uso de guía, pues hay estudios que demuestran que la 
punción directa tiene menos probabilidad de éxito, toma más tiempo para su 
colocación, se utilizan más catéteres y requiere más punciones que los métodos 
con guía. 24 
2.6. Complicaciones 
La incidencia general de complicaciones oscila entre 15 y 40%, sin embargo 
aquellas clínicamente relevantes son poco frecuentes y representan el 5 % del 
total o incluso menos. La mayoría son independientes del sitio de inserción del 
catéter. 25 
2.6.1. Independientes del sitio 
Trombosis. Es la más frecuente, se presenta hasta en el 25% de los pacientes, 
aunque la trombosis clínicamente significativa se presente en menos del 1% de los 
pacientes.26 Es más frecuente en pacientes del genero femenino, esto 
probablemente relacionado con el calibre menor de sus arterias. El riesgo de 
trombosis tiene una relación directamente proporcional con el tiempo de duración 
del catéter insertado. Otros factores asociados a trombosis son el material del 
catéter (el poliuretano es más trombogénico que el teflón), el calibre de las arterias 
canulada (a menor calibre mayor riesgo de trombosis), estados hemodinámicos de 
bajo flujo (choque o colapso circulatorio), enfermedad arterial periférica, 
enfermedades autoinmunes, hiperlipidemias, estados de hipecoagulabilidad.27 
Estudios controlados han demostrado reducción en el riesgo de trombosis 
utilizando solución heparinizada (50-100 UI heparina sódica/100 ml solución salina 
0.9%)28, 29 en infusión continúa para la permeabilización del catéter. La mayoría de 
las veces recanalizan espontáneamente a las 3 semanas. Suelen ser 
asintomáticas y de poca repercusión global. El tratamiento consiste en el retiro del 
catéter y si persiste con datos clínicos, el uso de trombolíticos o embolectomía. 
Embolismo. Es debido al desprendimiento de residuos de trombos o placas de 
ateroma por el catéter. Las características clínicas dependerán de la circulación 
colateral y del tamaño del émbolo. Lo más frecuente es la presencia de isquemia 
distal al sitio de inserción del catéter aunque cuando la embolización es en el 
mismo sitio de inserción se observarán datos en zonas más proximales de la 
extremidades. Se ha demostrado al posibilidad de flujo retrogrado, 30 por lo que los 
catéteres colocados en la proximidad de la arteria carótida puede causar embolia 
cerebral. Es importante evitar los lavados de alta presión para evitar la 
embolización retrograda. La prevención consiste en el manejo cuidadoso del 
sistema, de las conexiones y evitando perfusiones rápidas con jeringas. 
Infección. Se estima que hasta el 20% de los catéteres arteriales se complican 
con infecciones locales, es decir del sitio de inserción, aproximadamente 10% se 
colonizan sin bacteriemia demostrable y 0.4 a 5% desarrolla sepsis o bacteriemia. 
Se ha identificado diversos factores de riesgo para el desarrollo de infecciones 
asociadas a catéter arterial entre estos la duración, se ha visto mayor frecuencia 
de infecciones en catéteres de 4 o más días de inserción, este hallazgo se apoya 
con la obtención de cultivos semicuantitativos positivos a las 72-96 horas 
posteriores a la inserción.31 Existe poca evidencia con respecto a las medidas más 
adecuadas para la prevención de bacteriemias por arterioclisis, por lo que se han 
extrapolado datos obtenidos de los estudios en catéteres venosos centrales. Los 
catéteres arteriales no son rutinariamente cambiados, en su lugar son cambiados 
a un nuevo sitio, efecto para el cual la valoración clínica es suficiente para prevenir 
el riesgo de infección asociada a catéter.32 El cambio del transductor y equipo 
utilizado para infusión continua, cada 96 horas, es otra estrategia útil para 
disminuir el riesgo de bacteriemia, de acuerdo con lo descrito en estudios de 
impacto del cambio de los dispositivos de infusión de líquidos a través de 
catéteres venosos centrales. 33 
Embolia de aire. Burbujas de aire en la solución de lavado de un catéter arterial 
puede embolizar de forma anterógrada o retrógrada y causar daño isquémico a los 
órganos como el cerebro, la médula espinal, corazón, y piel. Las embolias 
gaseosas son más probables en paciente pequeños en posición sedente. Es 
importante mencionar que el aire introducido en la circulación arterial tiene mayor 
riesgo de desarrollar secuelas adversas que el aire introducido en la circulación 
venosa porque el aire en esta última se desplazará a los capilares pulmonares y 
se filtrará. 
Pérdida de sangre iatrogénica. La toma de muestra sanguíneas a través del 
catéter no solo requiere la obtención de la muestra a ensayar, sino de un adicional 
de hasta 12 ml para evitar la contaminar de la muestra con solución salina o 
heparina, esta pérdida puede resultar considerable si es necesaria la toma 
frecuente de muestras. Para evitar esta pérdida iatrogénica se puede utilizar el 
puerto más cercano a la inserción de catéter o utilizar un sistema de extracción de 
sangre cerrado que permita la reinfusión desangre no utilizada. Considerando que 
el principal estudio realizado con sangre obtenida del catéter es el de gases en 
sangre el uso de sistemas de monitorización intraarterial de gases minimizará la 
pérdida de sangre iatrogénica.34, 35 
Espasmo arterial. Para revertirlo puede usarse el calentamiento del miembro 
contralateral que causa una vasodilatación refleja (esto también puede emplearse 
en caso de trombosis para aumentar el flujo). También se puede emplear una 
infusión lenta de 0.1 ml de lidocaína al 1% en 0.9 ml de suero salino. Si no se 
resuelve el espasmo, el catéter debe ser retirado. Otra medida terapéutica que 
puede disminuir la lesión distal secundaria al espasmo arterial es el uso de 
pentoxifilina 100-500 mcg/kg/día, esto por el efecto hemorriológico de la 
pentoxifilina que ayuda a mejorar la entrega de oxígeno distal al sitio del espasmo, 
es importante aclarar que la pentoxifilina no tiene efecto directo sobre el espasmo 
arterial. 
2.6.2. Complicaciones sitio-específicas 
Arterial Radial. La complicación más común es la oclusión (35%) y la presencia 
de hematoma, que puede generar daño permanente en la mano. Otras 
complicaciones incluyen embolización cerebral por flujo retrógrado y neuropatía 
periférica36. 
Arteria Femoral. La complicación más frecuente (6%) es la presencia de 
hematoma, que cuando presenta extensión retroperitoneal su diagnóstico es más 
difícil y esto puede retrasar su detección. Otras complicaciones incluyen 
pseudoaneurismas, fístula arteriovenosa y perforación intestinal. 
Arteria Axilar. Se ha asociado a embolización cerebral y plexopatía braquial 
Arteria braquial. Por la relación anatómica que conserva con el nervio mediado la 
complicación sitio específica reportada es el daño del mismo durante la inserción 
del catéter o por compresión en los casos que desarrollan hematoma. 
2-7. Monitorización de la Presión Arterial 
La medición directa a través un catéter intraarterial es el estándar de referencia 
para medir la presión sanguínea, siempre que el transductor de presión esté libre 
de problemas técnicos. Esto, por las ventajas que ofrece sobre otros métodos de 
monitorización, entre ellos, la obtención continua de datos, en tiempo real y 
potencialmente más exacta que otras medidas de presión, además permite 
calcular otros índices relacionados con la estabilidad hemodinámica del paciente. 
En general, las mediciones de presión sistólica serán discretamente mayores y las 
diastólicas menores, entre 5 y 10 mmHg, respecto a las mediciones no invasivas. 
Esto es resultado de la alteración en la conducción de la onda de presión, 
conforme esta se desplaza periféricamente. La parte ascendente de la onda se 
hace más pronunciada, y la lectura sistólica se hace mayor al tiempo que, la 
medición diastólica por lo general es menor, lo que lleva a una presión arterial 
media sin cambios con respecto a la medida por esfingomanometría. 
El principio básico es proporcionar una conexión sólida a través de una columna 
de líquido hasta un transductor de presión, en donde la onda del pulso se 
convierte en una señal eléctrica, esta señal es procesada amplificada y convertida 
en una imagen por un microprocesador. De acuerdo con la ley de Pascal un 
transductor de presión detectará la misma presión que la obtenida en el extremo 
distal de una extensión llena con líquido en tanto ambos se encuentren al mismo 
nivel. 
Los componentes del sistema de monitorización directa de la presión arterial son 
acoplamiento hidráulico, transductor, microprocesador y mecanismo de calibración 
y llevar a cero (Fig. 1). 
Figura 1 
Sistema de monitorización 
 
 
Acoplamiento hidráulico. La cánula está conectada a un sistema desechable de 
tubos, que entrega una infusión constante de solución salina 0.9% o heparinizada, 
entregado a una velocidad de 2-4 ml/h. Esto ayuda a prevenir la oclusión de la 
cánula por un trombo. El líquido de infusión se mantiene a presión para asegurar 
un flujo constante en el sistema arterial. Para una correcta representación de la 
forma de onda y para controlar la amortiguación y la resonancia, el catéter debe 
ser razonablemente rígido y recto y no debe contener burbujas de aire. El catéter 
termina en el domo del transductor, un dispositivo desechable que contiene una 
membrana flexible, cosa que se sentaba en una proximidad muy cercana al 
diafragma.37 
Transductor. Un transductor es un dispositivo que convierte una forma de energía 
a otra. Los transductores para monitorización de presión arterial, constan de un 
diafragma flexible con una corriente eléctrica aplicada a través de él.38 El líquido 
dentro del acoplamiento hidráulico se encuentra en contacto con el diafragma del 
transductor, que se mueve en respuesta a la presión transmitida en forma de 
onda. Cuando se aplica esta presión al diafragma, este se estira y cambia su 
resistencia, alterando la salida eléctrica del sistema. Los transductores utilizados 
son transductores de presión diferencial y así debe ser calibrado con respecto a la 
presión atmosférica antes de su uso.39 
Microprocesador. Los transductores de presión transmiten la señal eléctrica a 
través de un cable a un microprocesador donde es filtrada, amplificada, analizada 
y visualizada en una pantalla, de una forma gráfica y numérica, como una onda de 
presión en función del tiempo. Latido a latido, la presión arterial puede ser vista y 
analizada, ya sea clínicamente, mirando a la forma característica de la forma de 
onda, o con sistemas computarizados. 
Mecanismo de calibración y llevada a cero. Antes de iniciar la monitorización 
del paciente, el transductor de presión debe ser puesto a cero, calibrado, y 
nivelarse a la posición adecuada en el paciente. El paso inicial en este proceso es 
exponer el transductor de presión atmosférica mediante la apertura de la llave de 
paso adyacente al aire, presionando el botón de presión cero en el monitor, 
estableciendo así, el valor de referencia de presión cero. Con este procedimiento 
se asigna al transductor la referencia contra la cual medirá todas las presiones 
intravasculares. Este proceso es llamado "reducción a cero del transductor", 
aunque el transductor está realmente expuesto a la presión atmosférica. Para ser 
precisos, es esta interfaz aire-líquido en el nivel de la llave de paso la que 
determina la posición cero en el transductor. Este punto debe ser alineado a la 
altura de la aurícula derecha del paciente para asegurar que el nivel correcto del 
transductor. Cuando se produce un cambio significativo en la presión, el cero 
referencia puede volver a ser evaluado rápidamente por la apertura de la llave de 
paso y observando que el valor de la presión en el monitor de cabecera es todavía 
cero. Ocasionalmente, defectos en el transductor, el cable, o del monitor, pueden 
causar alteración de la línea de base cero y aunque poco frecuente, con 
componentes de vigilancia modernos, este artefacto debe ser identificado para 
evitar errores diagnósticos.40 
Históricamente, la calibración del transductor fue el siguiente paso después de la 
reducción a cero. La calibración es un ajuste de la ganancia del sistema para 
asegurar la medición precisa del transductor con relación a un valor de presión 
conocido de referencia. Aunque tradicionalmente los transductores eran calibrados 
contra un manómetro de mercurio, los actuales cumplen con los estándares de 
exactitud establecidos por la Advancement of Medical Instrumentation, The 
American National Standards Institute,41 y la Food and Drug Administration,44 
como resultado, ya no es necesaria la calibración del transductor al pie de la 
cama. Sin embargo, en raras ocasiones, a pesar de la reducción a cero del 
transductor, los valores de presión arterial medidos parecen erróneas, y debe 
sospecharse mal funcionamiento de un transductor de presión, cable o monitor y 
tendrá que remplazarse40. 
Causas deerror. A pesar de la superioridad de la medición directa de la presión 
arterial algunos problemas técnicos pueden ser causa de errores, entre estos 
tenemos la respuesta dinámica del sistema, determinada por la resonancia y 
amortiguamiento; y mala posición del transductor. 
La resonancia es la frecuencia natural a la que oscila un sistema cuando se 
estimula. Las ondas fisiológicas arteriales tiene una frecuencia fundamental de 3-5 
Hz, sin embargo algunos componentes pueden oscilar hasta 20 Hz, por lo que el 
sistema utilizado para monitorización directa de la presión arterial debe tener una 
resonancia superior a los 20 Hz a fin de evitar el rebasamiento sistólico. 
El coeficiente de amortiguamiento es la medida de la rapidez con la que un 
sistema oscilante queda en reposo43. Un sistema con un coeficiente de 
amortiguación alto, absorbe la energía mecánica y así provoca una disminución en 
la forma de onda transmitida. 
El coeficiente de amortiguamiento y la frecuencia de resonancia de un sistema de 
monitoreo puede ser evaluada junto a la cama por la prueba de alineación rápida 
(Fig. 2). Esta prueba se realiza mediante una breve apertura y cierre de la válvula 
en el dispositivo de lavado continuo, que produce una onda cuadrada en el 
monitor, seguida por un repique (es decir, variación rápida alrededor de la línea de 
base), y un retorno a los valores basales. Si no hay repique el sistema, está sobre-
amortiguando la transmisión de la onda, por el contrario si el repique es 
persistente el sistema subamortigua la onda. Las causas comunes de 
subamortiguamiento incluyen tubos de conexión con llaves de paso, longitud 
excesiva de la tubería, y los factores del propios del paciente, como taquicardia y 
estados de hiperdinamia. Una causa común de sobre-amortiguamiento son 
burbujas de aire en el tubo de conexión. 
La posición del transductor debe comprobarse de manera rutinaria cada seis u 
ocho horas, esto puede hacerse, girando la llave de tres vías desde el sistema de 
acoplamiento hidráulico hacia abierto al aire, ajustando la altura del transductor 
para alinearse con el nivel de la aurícula derecha, y ajustar el monitor para mostrar 
cero. 
Figura 2 
Prueba de alineación rápida 
 
2.8. Curvas de presión arterial y su interpretación 
La adecuada valoración de los datos proporcionados por la forma de onda de la 
presión arterial directa requiere una comprensión completa de los componentes de 
onda normal, su relación con el ciclo cardiaco, y las diferencias en las formas de 
onda registrado en sitios diferentes en el cuerpo. 
La forma de la onda de presión arterial (Fig 3) es resultado de la eyección de 
sangre desde el ventrículo izquierdo hacia la aorta durante la sístole, seguido por 
la flujo de la sangre a través de los vasos durante la diástole. Los componentes 
sistólicos siguen la onda R del Electrocardiograma y consisten en una elevación 
súbita, pico y declive y corresponden al período de eyección sistólica del ventrículo 
izquierdo. La pendiente de la curva de presión arterial se ve interrumpido por la 
muesca dicrótica, y luego continúa su descenso durante la diástole después de la 
onda T del ECG, y alcanza su punto más bajo en la telediástole. La muesca 
dicrótica grabada directamente de la aorta central se denomina la incisura, y es 
producto del cierre de la válvula aórtica39. La onda arterial periférica generalmente 
muestra una muesca dicrótica más tardía y suave que sólo se aproxima el 
momento de cierre de la válvula aórtica y depende más de las propiedades de la 
pared arterial. 
 
 
 
 
Figura 3 
Forma de la onda de presión Arterial 
 
Una de las características más importantes de la forma de onda de la presión 
arterial es el fenómeno de la amplificación de pulso distal. Las formas de las de 
presión registradas simultáneamente desde diferentes arterias tienen morfologías 
diferentes, debido a las características físicas del árbol vascular, es decir, la 
impedancia y resonancia armónica.44,45 A medida que la onda de presión arterial 
se desplaza desde la aorta central hacia la periferia, la elevación súbita se hace 
más pronunciada, el pico sistólico se hace mayor, la muesca dicrótica aparece 
tardíamente, la onda diastólica se torna más prominente, y la presión diastólica 
final se hace menor. A pesar de las diferencias morfológicas entre las ondas 
periféricas y centrales, la presión arterial media en la aorta y en la arteria radial es 
muy semejante. 
Las características de la curva de presión arterial se determinan en mayor medida 
por el volumen sistólico y la distensibilidad del árbol arterial y en menor medida por 
el carácter de la eyección sistólica. Una curva espiculada con una muesca 
dicrótica prominente en el contexto de una presión arterial baja sugiere la 
disminución del volumen intravascular. Un aumento agudo del volumen sistólico 
con una presión de pulso prominente es característico de un circuito vascular no 
distensible.46 
El examen detallado de las características morfológicas de formas de onda 
individuales de presión arterial pueden proporcionar importantes datos de 
diagnóstico para una variedad de condiciones patológicas. 
En casos de obstrucción fija en la salida del ventrículo izquierdo, como la 
estenosis aórtica, el resultado es la reducción del volumen de eyección por lo que 
la onda de presión de forma lentamente, con picos sistólicos tardíos y de pequeña 
amplitud. 
En la regurgitación aórtica, la onda de presión arterial muestra un elevación súbita, 
presión del pulso amplia y la presión diastólica baja como resultado del flujo de 
sangre desde ventrículo izquierdo y la periferia durante la diástole. Debido a la 
gran volumen sistólico eyectado desde el ventrículo izquierdo en esta condición, la 
presión arterial del pulso puede tener dos picos sistólicos. 
En los casos de miocardiopatía obstructiva, la onda de presión arterial asume una 
forma peculiar bífida denominada "punta-domo". Después de la elevación inicial de 
presión, la presión arterial cae rápidamente a medida que se desarrolla la 
obstrucción del flujo ventricular izquierdo a mitad de la sístole y es seguido por una 
onda sistólica tardía creando de ese modo la característica imagen de doble pico. 
La observación de patrones de forma de onda arterial más latidos consecutivos 
proporciona un conjunto adicional de datos diagnóstico. 
El pulso paradójico es una caída exagerada de la presión arterial sistólica que 
supera 10 a 12 mmHg durante la inspiración en una respiración tranquila47,48. El 
pulso paradójico es una exageración de la disminución normal inspiratorio de la 
presión arterial. El pulso paradójico es un hallazgo característico, casi universal en 
el taponamiento cardíaco que se produce en muchos pacientes con constricción 
pericárdica. Sin embargo puede producirse por cualquier condición caracterizada 
por grandes fluctuaciones en la presión intratorácica 
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