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DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN FACULTAD DE MEDICINA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA ESPAÑOLA, I.A.P. HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO FRACTURAS DE HÚMERO PROXIMAL: VALORACIÓN CLÍNICA Y RESULTADO FUNCIONAL EN PACIENTES CON OSTEONECROSIS DE LA CABEZA HUMERAL. TESIS DE POSGRADO QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD EN: ORTOPEDIA PRESENTA: DR. JUAN GABINO GÓMEZ MONT LANDERRECHE ASESOR: DR. FÉLIX GIL ORBEZO JEFE DE SERVICIO DE ORTOPEDIA HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO, D. F. 2011 S E HOSPITAL ESPAÑOL B UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II Validación de Tesis ____________________________________________________ Dr. Manuel Álvarez Navarro Jefe de Enseñanza e Investigación ____________________________________________________ Dr. Félix Gil Orbezo Asesor de Tesis Jefe del Servicio de Ortopedia ____________________________________________________ Dr. Cesáreo Ángel Trueba Davalillo Titular del Curso de Ortopedia ____________________________________________________ Dr. Juan Gabino Gómez Mont Landerreche III Agradecimientos A todos aquellos que hicieron posible la realización de este trabajo, en cada una de sus etapas. Desde lo más esencial hasta lo más elaborado. Gracias totales. Agradeciendo de antemano a todos los profesores y maestros que han contribuido a la obtención de conocimientos, experiencias y enseñanzas para finalizar este proceso. En especial al Dr. Félix Gil Orbezo asesor de esta tesis, maestro y sobretodo amigo, que con su ejemplo ha logrado despertar el entusiasmo y dedicación en esta profesión. También al Dr. Cesáreo Trueba quien con sus exigencias siempre nos llevo por el camino del estudio y la superación. El Dr. Carlos Díaz González por las muestras de confianza. También agradecer a otros grandes maestros y profesores como el Dr. Jorge Pino, Dr. Juan F. Valles, Dr. Guillermo García Félix, Dr. Mario Navarrete, Dr. Manuel Antunez, Dr. Christopher Carrillo, Dr. Fernando Pasos, Dr. Basilio Fernández, Dr. Pedro Pablo De Juambelz y muchos otros que siempre serán recordados y a quienes agradezco sus enseñanzas. No se puede dejar de lado el agradecer a excelentes amigos quienes de diversas formas han logrado el crecimiento profesional y personal desde el inicio hasta el final, médicos que han vivido una residencia y han hecho de esta más agradable y más exitosa como son el Dr. Manuel Villazón, Dr. Racob García, Dr. Alex Flores. También cabe agradecer a mis compañeros residentes, Cesar, Caleti, Andrea, Axa, Efraín, Clara, Mariana, Carlos, Claudia, Gilberto, Jorge, Mónica, Reguera, Chucho, Rodrigo, Gregory, Ozcar y Héctor que en mayor o menor cantidad han contribuido a mi formación. A todos los médicos y residentes del Hospital Español que han demostrado su amistad y sobretodo confianza para poder atender de manera conjunta a nuestros pacientes. IV A mi madre por darme un ejemplo de vida, perseverancia, amor y todos los demás valores que me han forjado a la fecha. A mi padre por forjar mi carácter y por sus enseñanzas. A mis hermanos Felipe, Santiago, Pablo y Gonzalo por su incondicional apoyo a lo largo de mi vida, por su inmenso cariño y por depositar su confianza en mi. A María De La Concha quien siempre ha tenido la paciencia y sobretodo el cariño de seguirme en esta travesía. A mi familia Gómez Mont en especial a María y a Luis por contagiar el amor por la vida de los demás, a Miguel y Becky por estar siempre apoyando y siempre dispuestos a dar la mano, a Eugenia, Fernando y a mis primos Mariana, Rodrigo, Miguel, Mau, Inés, Ana y todos los demás para no dejar de mencionar a todos. A mi familia Landerreche muy en especial a Pablo Kuri por enseñarme su creatividad y su maestría en el desarrollo de nuestros proyectos, a Lichos y Lidia que no han dejado de estar ni por un minuto y a todos mis tíos y primos que siempre me han dado muestras de confianza. A todos los pacientes por dejar su salud a nuestro criterio y que con trabajo y empeño les retribuimos el regalo de la confianza otorgada. Este trabajo marca una etapa de superación, crecimiento y dedicación, sin embargo abre las puertas para una vida de nuevas etapas y retos por conquistar. Gracias. V Índice Marco Teórico Antecedentes Históricos �…�…�…�…�…�….. 1 Anatomía Desarrollo �…�…�…�…�…�….. 6 Anatomía Descriptiva �…�…�…�…�…�….. 6 Humero �…�…�…�…�…�….. 7 Inserciones Musculares �…�…�…�…�…�….. 12 Anatomía Vascular �…�…�…�…�…�….. 14 Biomecánica Superficies articulares �…�…�…�…�…�….. 17 Medios de unión �…�…�…�…�…�….. 18 Mecanismo de Acción �…�…�…�…�…�….. 21 Movimientos �…�…�…�…�…�….. 22 Complejo Articular del Hombro �…�…�…�…�…�….. 25 Fracturas de Húmero Proximal Epidemiología �…�…�…�…�…�….. 26 Mecanismo de lesión �…�…�…�…�…�….. 27 Clasificación �…�…�…�…�…�….. 28 Tratamiento �…�…�…�…�…�….. 31 Complicaciones �…�…�…�…�…�….. 33 Necrosis Avascular �…�…�…�…�…�….. 33 VI Análisis Estadístico Objetivos �…�…�…�…�…�….. 38 Justificación �…�…�…�…�…�….. 38 Hipótesis �…�…�…�…�…�….. 39 Diseño del estudio �…�…�…�…�…�….. 40 Material y Método �…�…�…�…�…�….. 40 Evaluación �…�…�…�…�…�….. 41 Variables �…�…�…�…�…�….. 42 Demografía �…�…�…�…�…�….. 43 Resultados �…�…�…�…�…�….. 47 Comprobación de Hipótesis �…�…�…�…�…�….. 50 Discusión �…�…�…�…�…�….. 52 Conclusiones �…�…�…�…�…�….. 57 Bibliografía �…�…�…�…�…�….. 62 1 Marco Teórico Antecedentes La articulación del hombro es una de las más complejas de la anatomía humana, el balance óseo, muscular, ligamentario y tendinoso juega un papel fundamental en la biomecánica y la funcionalidad de este sistema. Cuando existe una alteración en cualquiera de estos elementos, el balance funcional pierde su estructura y capacidad para realizar actividades esenciales. Entre esta perdida de sustancia, las fracturas del húmero proximal, ocupan una importante cantidad de casos con resultados funcionales inadecuados. Antecedentes Históricos La primera descripción que se reporta de las fracturas del extremo proximal del húmero es en el año 460 a.C. por Hipócrates, quien hace referencia a esta patología y su tratamiento inicial. Posteriormente se realizan múltiples descripciones de patrones de fractura así como sus tratamientos, sin llegar a ningún consenso1. Hasta que finalmente en 1896 un médico alemán Emil Theodor Kocher introdujo la primera clasificación anatómica que carecía de un valor pronóstico terapéutico 2. Durante los años siguientes, existieron múltiples autores como De Bernardi 3 que propusieron clasificaciones sin lograr unificar los criterios. Gibbons en 1909 presentó su trabajo sobre fracturas de la tuberosidad mayor del humero y propuso la fijación de dichos fragmentos 4,mientras que Gordon en 1931 reveló la primera serie con seguimiento de pacientes con fracturas de humero proximal con resultados funcionales variables 5. 2 En 1934, un cirujano de la Universidad de Masachusetts, de apellido Codman, publico su libro titulado �“The Shoulder�” donde expone por primera vez la teoría de las cuatro partes de la extremidad proximal del humero. (Fig. 1 y Fig. 2). Fig. 1. Portada Original publicación 1934 Codman Fig. 2. Teoría 4 partes de Codman Esta teoría divide al húmero proximal en cuatro partes básicas siguiendo las líneas de división epifisiaria. Estas consisten en cabeza, troquín, troquiter y diáfisis. La teoría descrita por Codman dio pie a la clasifiación realizada por Neer en 1970. De igual manera dividía en cuatro partes la porción proximal del humero. La clasificación de Neer es un sistema completo que integra la anatomía, la biomecánica y el desplazamiento de las fracturas. Actualmente sigue siendo el método de elección para clasificar y dar pronóstico en las fracturas de humero proximal6. Las fracturas de humero proximal son un reto diagnóstico y terapéutico para los cirujanos de trauma. 3 Para comentar sobre el tratamiento idóneo para estas fracturas, hay que mencionar la diferencia entre fracturas cerradas o abiertas. Esta separación pronóstico terapéutica se realizó desde el papiro de Edwin Smith hace 5 mil años, se explicaba que mientras las fracturas abiertas generalmente eran fatales, las fracturas cerradas eran tratadas con un vendaje e inmovilización de por vida. Posteriormente y bajo la legislación de la inquisición, el tratamiento de estas fracturas quedo en desuso por los médicos, por lo que la manipulación quedaba a cargo de gente con teorías empíricas7. El tratamiento no quirúrgico ha sido utilizado en todas las épocas y se han descrito métodos variados de diferentes corrientes. Dentro de las técnicas utilizadas están la tracción, la manipulación, inmovilización rígida, yesos colgantes, ortésis, entre otros8,9,10. Posteriormente se analizó la necesidad de reestablecer la función del hombro para evitar artrosis y otras complicaciones, siendo esta última teoría el camino de mayor éxito en el tratamiento. Se observó que una rehabilitación precoz y ejercicios de amplitud de movimiento conllevan un pronóstico mejor y mayor capacidad de recuperación11. En su estudió, Keene 12 fue el primero en realizar una correlación entre la deformidad angular, la consolidación de la fractura y el pronóstico funcional, el encontró que pacientes con una angulación mayor de 55° o un desplazamiento mayor a 1.5 cm no tenían un buen pronóstico biomecánico ni funcional posterior al tratamiento conservador. Dentro del tratamiento no quirúrgico existen procedimientos para tratar de aumentar la estabilidad entre los trazos de fractura. La reducción por manipulación se ha probado con diversas técnicas. Al principio se creía que la cabeza humeral aparecía con frecuencia abducida y la diáfisis debía ser abducida para reducir la fractura del cuello desplazada13. Posteriormente se considero que la reducción se debía de hacer en aducción ya que facilitaba el procedimiento y vencía las cargas 4 musculares. Se encontró que la aducción, permitía la reducción por relajación de la tracción medial del pectoral mayor14. La fijación interna de estas fracturas ha demostrado ser el tratamiento de elección en lesiones inestables con riesgo de complicaciones. Los primeros casos registrados de fijación interna en las fracturas de humero proximal, se encuentran en 1770 cuando realizaban fijaciones percutáneas sin protocolos quirúrgicos de asepsia y antisepsia. Estas prácticas continuaron hasta 1906 cuando Lambotte15 utilizó una aguja intramedular para la fijación de fracturas del cuello quirúrgico. Siendo este el primer escalón para los procedimientos quirúrgicos, se han desarrollado posteriormente múltiples tipos de fijación, grapas, placas, tornillos, clavos, fijadores externos, cerclajes, alambres16. Muchas veces las fracturas se asocian a luxaciones glenohumerales, en estos casos, el tratamiento es diferente. En un principio se creía que la luxación se debía dejar sin reducir para permitir la adecuada consolidación del cuello. Posteriormente se pensó que al obtener deliberadamente una articulación falsa funcional se sustituía la articulación no reducida. En 1970, Stemen fue el primero en realizar una artrotomía abierta para reducir una fractura luxación glenohumeral, pero no fue hasta 1894 que McBurney utilizó material específico para reducir la luxación17. A principios de la década de los años 70, el tratamiento quirúrgico de estas fracturas presenta un cambio radical al publicar la primera versión del Manual AO para el tratamiento de las fracturas y la fijación interna con placas y tornillos18,19. Al mismo tiempo, se proponen diferentes técnicas con suturas especiales y bandas a tensión con buenos resultados. Se instaura la movilización precoz posquirúrgica lo que conlleva a la obtención de resultados favorables y prevenir las adherencias y la fibrosis secundaria. 5 Las fracturas complejas de tres y cuatro partes, así como las fracturas luxaciones resultan un reto terapéutico para los cirujanos. Diversas técnicas se han utilizado con resultados variables. No ha sido hasta la introducción de la sustitución protésica, que el tratamiento de estas fracturas llego a un algoritmo adecuado. Con la artoplastía protésica muchos médicos notaron que el alivio del dolor era bueno, sin embargo la movilidad y la función no demostraron resultados favorables 20 . Sin embargo después de 1990, la introducción de modelos con mayor relación anatómica así como materiales con mejor integración y una pronta rehabilitación, incrementó el éxito de estos procedimientos siendo el tratamiento óptimo en las fracturas complicadas en pacientes funcionales21. Los pacientes con fracturas de humero proximal siempre deben de ser individualizados tomando en cuenta la complejidad de la fractura, la edad del paciente, la calidad ósea, la funcionalidad y las actividades del mismo. Todas la fracturas por su complejidad con llevan complicaciones neuromusculares, óseas, metabólicas y biomecánicas. Así mismo ningún tratamiento quirúrgico es inocuo y se deben de tomar en cuenta todas estas variables para poder decidir el tratamiento idóneo de cada paciente. Anatomía La articulación glenohumeral esta formada por la cabeza humeral y la cavidad glenoidea de la escápula. Esta articulación tiene un gran rango de movimiento dado por la escasa relación de las superficies articulares de estas dos estructuras. La relación anatómica directa entre estas dos estructuras es de 4:1, siendo esto que la cavidad glenoidea cubre únicamente el 25% de la cabeza humeral. Esto conlleva a una perdida de la inestabilidad inherente de la articulación. La estabilidad de esta articulación se debe en gran parte a la relación anatómico funcional que tienen las estructuras blandas como ligamentos y músculos. 6 Desarrollo El desarrollo perinatal de la cintura escapular esta dividido en los periodos embrionario, fetal y postnatal. Los períodos embrionario y fetal son aquellos que se producen dentro de la vida uterina. El período embrionario comprende el tiempo de desarrollo, diferenciación y formación de las estructuras anatómicas desde la cuarta semana hasta la duodécima semana, cuando las estructuras formadas entran al período fetal y presentan las últimas fases de crecimiento y de diferenciación22 (Fig. 3). Fig. 3.23 Humero humano a las 7 semanas de gestación diferenciando los complejos óseos y ligamentarios Anatomía Descriptiva El hombro tiene una anatomía sumamente compleja, y es de vital importancia conocerlapara poder entender las características patológicas. La función de la articulación glenohumeral esta dada por la alineación y la interacción de las estructuras anatómicas. 7 El hombro, posee una amplitud de movimiento circunferencial casi global siendo la articulación con mayor movilidad de la economía. El grado de movilidad de esta articulación se debe a la interacción de la cabeza humeral con la cavidad glenoidea, siendo esta ultima de poca profundidad y que cubre solo el 25% de la superficie articular del humero (Fig. 4). Fig. 4. 24 Articulación glenohumeral con cobertura del 25-30% de la cabeza humeral por la cavidad glenoidea El hombro es una articulación cuya estabilidad depende en mayor parte de la cápsula, los ligamentos y los músculos, siendo las estructuras óseas las encargadas de la estabilidad secundaria en menor parte. Humero El humero corresponde al primer hueso largo de cefálico a caudal de la anatomía humana. Consta de una superficie articular proximal, una diáfisis y una superficie articular distal. La superficie articular proximal del humero en el hombro forma una esfera, con un radio de curvatura de 2.25 cm25. Hacia el humero distal, en el eje de la esfera, se forma un anillo de uniones óseas para los ligamentos y músculos, que esta formado por dos tuberosidades, el surco trans tuberositario y la superficie medial del cuello humeral. 8 La retroversión promedio del húmero es de 14°, siendo importante para las referencias anatómicas y quirúrgicas. El surco intertubercular pasa 1 cm lateral respecto a la línea media del húmero. El eje de la cabeza humeral atraviesa el troquiter a 9 mm por detrás del surco bicipital26. El troquin es anterior y el troquiter es posterolateral. El cuello anatómico del húmero corresponde al espacio entre el cartilago articular y las uniones ligamentosas y tendinosas del húmero. Su anchura va desde 1 cm medial, anterior y posterior hasta 0.3 mm en la superficie superior. El tuberculo menor es el lugar de inserción del tendón subescapular y en el tuberculo mayor se inserten el tendón del supraespinoso, infraespinoso y redondo menor. El tuberculo mayor prolonga el brazo de palanca del supraespinoso conforme la elevación aumenta por encima de 30°, también actúa como polea incrementando el brazo de palanca del deltoides por debajo de los 60°. Debajo del nivel de los tubérculos el húmero se estrecha en una región denominada cuello quirúrgico del húmero27,28 (Fig. 5). Fig. 5. 29 Retroversión y distribución de tuberosidades del humero 9 Los límites del surco intertubercular o bicipital lo forman el troquin y troquiter. A través de este surco pasa la porción larga del bíceps braquial desde su origen en el labio superior de la glenoides. Este surco esta limitado por el ligamento transversal del humero que sostiene el tendon bicipital (Fig. 6). Secundariamente el ligamento coracohumeral en �”V�” funciona como estabilizador evitando la luxación de este tendón30,31. Fig. 6.32 Variantes anatómicas del surco bicipital. El surco intertubercular va disminuyendo de profundidad en la parte distal, pero los bordes continúan actuando como inserciones musculares. El labio medial del surco es el lugar de inserción del doral ancho y el redondo mayor, siendo la inserción del dorsal ancho anterior el suelo del surco. El pectoral mayor se inserta en el labio lateral del surco. En el extremo superior, actúa como entrada de la irrigación de la cabeza, la rama ascendente de la arteria circunfleja humeral anterior. Cuerpo El cuerpo es casi rectilíneo, algo retorcido sobre su eje, con un canal llamado canal de torsión o canal radial. Irregularmente cilíndrico en su parte superior, en su mitad inferior adopta la forma de un prisma triangular Se consideran en él tres caras y tres bordes: 10 Regiones Cara externa: la cara externa presenta, en su parte superior, una doble cresta rugosa en forma de �“V�” de vértice inferior, la impresión deltoidea, destinada a prestar inserción al músculo deltoides y por su labio inferior al músculo braquial anterior. Por debajo se encuentran las inserciones del braquial anterior. Cara interna: la cara interna presenta generalmente en su parte media el conducto nutricio del hueso. Por encima del mismo se observa una superficie rugosa, destinada a la inserción inferior del músculo coracobraquial. Por encima, en el tercio medio, la cara interna del humero está en relación con los tendones del dorsal ancho y del redondo mayor. Enfrente de estos dos tendones, se observa un canal profundo denominado canal bicipital. Por debajo de la inserción del coracobraquial se insertan los fascículos internos del braquial anterior. Cara posterior: en la parte situada por encima del canal de torsión se inserta la porción media del tríceps o músculo vasto externo. En la parte situada por debajo se inserta la porción menor del mismo músculo o vasto interno. Por entre los dos vastos corren la arteria humeral profunda y el nervio radial Bordes Borde anterior: el borde anterior, o línea áspera, rugoso por arriba, en donde se confunde con el labio externo de la corredera bicipital, se convierte en obtuso y redondeado en su parte inferior. Por abajo se bifurca para comprender entre sus dos ramas terminales la cavidad coronoides. Bordes interno y externo: los bordes interno y externo son tanto más acentuados cuanto más se aproximan a la extremidad inferior del hueso. Uno y otro prestan inserción a las aponeurosis que separan los músculos anteriores del brazo de los músculos posteriores. 11 Extremos Extremo superior: la parte superior, una superficie articular redondeada y lisa se denomina cabeza. La porción rugosa y más o menos estrecha que limita el perímetro de la cabeza humeral recibe el nombre de cuello anatómico. Por fuera de la mitad superior del cuello anatómico se distinguen dos eminencias: la mas pequeña situada en la parte anterior, lleva el nombre de troquin y presta inserción al músculo subescapular; la más voluminosa, se llama troquiter. Esta presenta en su parte posterosuperior tres carillas donde se insertan el tendón del supraespinoso, y los músculos infraespinoso y redondo menor. Entre el troquín y el troquiter existe un canal de dirección vertical, destinado a alojar el tendón de la porción larga del bíceps, llamado canal o corredera bicipital Se da el nombre de cuello quirúrgico, en oposición al cuello anatómico, a la porción del húmero que une el cuerpo del hueso a su extremidad superior. Se sitúa inmediatamente por debajo del troquín y del troquiter. Extremo inferior: el húmero en su extremo inferior se aplana de delante hacia atrás, al mismo tiempo que se ensancha transversalmente: destinado a articularse con el antebrazo, este extremo inferior presenta una superficie articular y, a cada lado de esta superficie articular y un poco por encima de ella, dos eminencias voluminosas, las eminencias supraarticulares, la epitróclea y el epicóndilo La superficie articular está en relación a la vez con el radio y con el cúbito, muestra las siguientes partes; el cóndilo del húmero, que corresponde a la cúpula del radio, la tróclea humeral (con sus dos bordes y la garganta) y el canal condilotroclear. 12 Inserciones musculares Se insertan en el humero 25 músculos (Fig. 7): Extremo superior: Troquiter o Supraespinoso o Infraespinoso o Redondo mayor Troquín o Subescapular Cuerpo Cara interna. o Dorsal ancho o Redondo mayor o Coracobraquial o Braquial anterior Cara externa o Deltoides o Braquial anterior Cara posterior o Vasto interno del tríceps o Vasto externo del tríceps Borde anterior o Pectoral mayor o Braquial anterior 13 Borde interno o Braquial anterior o Coracobraquialo Vasto interno Borde externo o Braquial anterior o Vasto interno o Vasto externo o Supinador largo o Primer radial externo Fig. 7. 14 Anatomía Vascular La importancia de la circulación en la extremidad proximal del húmero, radica en su complejidad y las probables complicaciones relacionadas a las lesiones de la misma. La irrigación de la extremidad comienza con la arteria subclavia que termina en el borde lateral de la primera costilla. Posteriormente se divide en tres porciones en relación a la inserción del músculo escaleno anterior. La arteria vertebral se origina en la primera porción, y los troncos costocervicales y tirocervical salen de la segunda. La primera rama importante de la arteria subclavia es la arteria vertebral, que irriga la parte proximal del plexo braquial. La arteria mamaria interna es rama de la arteria vertebral. El tronco tirocervical da dos ramas la arteria cervical transversa y la arteria supraescapular. La arteria escapular dorsal es la arteria normal que irriga al romboides y proviene de la subclavia. 1ª Porción Subclavia Vertebral: Se origina de la cara postero superior de la Subclavia. Asciende ingresando por el 6to agujero transversos hasta llegar al 1° (del hueso atlas). En su recorrido emite ramas que irrigan a los músculos pre-vertebrales e incluso llegan al canal vertebral donde irrigan a la medula espinal y las meninges a nivel cervical. Después de atravesar el agujero transverso de C1 recorre un surco medialmente en su cara superior para posteriormente ingresar al interior del cráneo por el agujero occipital. Asciende por delante del bulbo raquídeo (medula oblonga) y cuando llega a la protuberancia anular se une con su homologo del otro lado formado la arteria Basilar. Torácica Media: (Mamaria interna) Se origina inferiormente en la primera parte de la subclavia 15 A unos 2 cm. del extremo esternal de la clavícula frente a la raíz del tronco Tirocervical esciende por detrás de los 6 primeros cartílagos costales aproximadamente 1 cm. del borde esternal externo; a la altura del 6to espacio intercostal se divide en sus ramas terminales: Musculofrénica y Epigástrica superior. Tronco Tirocervical: (Tronco Tiro-bicervico-escapular) Corta y ancha, originada en la parte anterior de la primera parte de la Subclavia, cerca del borde medial del Escaleno anterior 2ª Porción Subclavia Tronco Costocervical: En lado derecho se origina posteriormente de la 2da parte de la Subclavia, mientras que la izquierda se origina de su primera porción. Es corta en su longitud y se arquea hacia atrás sobre la Pleura cervical hasta el cuello de la primera costilla. 3ª Porción Subclavia Dorsal de la Escápula: También llamada Escapular descendente; se origina de la 3ra parte de la Subclavia (a veces de la segunda parte), pasa lateralmente atravesando el plexo braquial por delante del músculo escaleno medio y luego por debajo del angular de la escápula hasta el ángulo superior de este hueso. Desciende con el nervio dorsal de la escápula bajo el romboides a los largo del borde medial de la escápula hasta su ángulo inferior. (Es frecuente su origen de la cervical transversa del Tronco Tirocervical). Es continuación de la Arteria Subclavia a nivel del tercio medio y borde posterior de la clavícula, y con el borde externo de la primera costilla. 16 Su trayecto es oblicuo de arriba hacia abajo y de adentro hacia afuera, a nivel de su tercio medio transita por detrás del músculo pectoral menor. Termina nivel del borde inferior del músculo pectoral mayor continuándose como arteria braquial Ramas 1. Torácica Superior.- primera rama, con frecuencia sale de la arteria Acromiotoracica, es de pequeño tamaño; se dirige hacia a la jaula torácica irrigando a la estructuras del primera espacio intercostal y anastomosándose con la arteria Intercostal anterior (rama de la Torácica medial), además con la arteria intercostal posterior (rama de la intercostal superior (rama de la arteria costocervical). 2. Acromio-torácica.- es de corta longitud, se dirige hacia arriba y hacia afuera, atraviesa la fascia clavipectoral, emitiendo sus ramas: Pectorales (irrigan a los músculos Pectorales mayor y menor) Clavicular, irriga al músculo subclavio y el ligamento coracoclavicular. Acromial, irrigan la irrigación acromioclavicular. Deltoidea, trayecta por el surco delto-pectoral (en sentido contrario a la vena Cefálica), irriga parcialmente al músculo Deltoides. 3. Torácica lateral (mamaria externa), de mayor longitud a las anteriores, irriga al músculo Pectoral mayor y Serrato mayor, transita por la jaula torácica a nivel del 2° y 3° espacio intercostal irrigando a las estructuras adyacentes, termina anastomosandose con las 2° y 3°arterias intercostales anteriores (ramas de la Torácica medial). irriga además a la Glándula mamaria. 17 4. Subescapular (Escapular inferior), es la arteria de mayor calibre, se dirige hacia abajo, emite ramas para los músculos Subescapular y Redondo mayor; se divide en dos ramas terminales: Circunfleja escapular, se dirige hacia atrás acompañada por sus venas satélites), irriga al músculo Infraespinoso. forma parte del circuito periescapular (con las arterias Dorsal de l Escapula y Supraescapular que son ramas de la Arteria Subclavia) Toracodorsal..- se dirige hacia abajo para irrigar al músculo Dorsal ancho (Latisimo dorsi), además irriga al musculo serrato mayor (serrato anterior). 5. Circunfleja Humeral posterior.- es de mayor calibre que la Circunfleja humeral anterior (CHA), transita por detrás del cuello quirúrgico del Humero, atravesando el ¨cuadrilatero humerotricipital¨, termina irrigando los músculos redondo menor y deltoides. en ocasiones nace de un tronco en común con la CHA. 6. Circunfleja Humeral anterior.- transita por delante del cuello quirúrgico el humero, irriga el músculo Deltoides, se anastomosa con la CHP. Biomecánica del Hombro Superficies Articulares Cabeza del húmero: Representa la tercera parte de una esfera de 30 mm de radio, ligeramente más extensa en sentido vertical que anteroposterior. Está revestida por una capa uniforme de cartílago de 2mm de espesor aproximadamente. La cabeza humeral está orientada hacia arriba, hacia dentro y hacia atrás; su eje forma con el del cuerpo un ángulo de 130 aproximadamente. 18 Cavidad glenoidea de la escápula: Su superficie es menor a la de la cabeza humeral. Está orientada hacia fuera, hacia delante y ligeramente hacia arriba.es cóncava en ambos sentidos (vertical y transversal), pero su concavidad es irregular y menos acentuada que la convexidad de la cabeza. La cavidad está recubierta por cartílago siendo este más grueso en su parte inferior y más delgado en la parte central. Rodete glenoideo: Se trata de un anillo fibrocartilaginoso que se aplica sobre el contorno de la cavidad glenoidea y que aumenta su profundidad, mejorando así la congruencia (coincidencia) de las superficies articulares. Presenta tres caras: Una cara interna: que se inserta en el contorno glenoideo. Una cara periférica: donde se insertan algunas fibras de la cápsula. Una cara central (o axial): cuyo cartílago es una prolongación de la glenoide ósea, y que contacta con la cabeza humeral. Medios De Unión Cápsula articular: Presenta la forma de un manguito fibroso muy laxo, que permite una separación de las superficies articulares de hasta 2 o 3 cm. La inserción escapular de la cápsula se realiza sobre la cara periférica del rodete glenoideo y se extiende hasta la parte próxima del reborde óseo de la cavidad glenoidea. En la parte superior contornea el tendón de la porción larga del bíceps braquial y alcanza la base de la apófisis coracoides. En la parte inferior se fusionacon el tendón de la porción larga del tríceps. La inserción humeral se efectúa en casi todo el contorno de la cabeza del húmero. En la mitad superior la inserción tiene lugar en el cuello anatómico, y en la mitad inferior en el cuello quirúrgico. 19 Membrana sinovial: la membrana sinovial recubre la cara profunda de la cápsula articular hasta sus inserciones óseas, desde donde se refleja hasta el límite del revestimiento cartilaginoso de las superficies articulares. El tendón de la porción larga del bíceps braquial se encuentra normalmente libre dentro de la cavidad articular; el tendón se halla completamente envuelto por la membrana sinovial. Bolsas sinoviales periarticulares: Existen algunas bolsas sinoviales (serosas) entre la cápsula y los músculos periarticulares. Las más importantes son: 1. Bolsa subtendinosa del subescapular, situada entre la cápsula y la parte superior del tendón del subescapular. 2. Bolsa sinovial bicipital, que envuelve el tendón de la porción larga del bíceps braquial en su surco intertubercular. 3. Bolsa subacromial, situada entre la parte superior de la articulación inferiormente y la bóveda acromiocoracoidea y el deltoides superiormente. 4. Bolsa sinovial subcoracoidea, situada entre la base de la apófisis coracoides y la parte vecina de la cápsula articular por un lado, y el musculo subescapular por el otro. 5. Bolsa subtendinosa del infraespinoso, que a menudo se halla ausente. Se encuentran también otras bolsas sinoviales como las del coracobraquial - pectoral mayor - dorsal ancho - redondo mayor. 20 Ligamentos pasivos: refuerzan a la cápsula y son: a) Ligamento coracohumeral o superior: se inserta, por un lado en la apófisis coracoides, y por otro, en el troquiter del húmero. b) Ligamento glenohumeral superior: se inserta por un lado en el rodete glenoideo, y por otro, en el cuello anatómico del húmero. ya cerca del húmero este ligamento está unido al ligamento coracohumeral por medio de unas fibras transversales que van desde el troquiter al troquín. Estas fibras forman el ligamento humeral transverso de Brodieque pasa sobre la corredera bicipital formando un túnel por donde pasa el tendón de la porción larga del bíceps braquial.(porción intraarticular). c) Ligamento glenohumeral medio: se inserta por un lado en el rodete glenoideo, y por otro, en el troquín. Entre este ligamento y el superior queda un espacio triangular que se llama ojal del subescapular o foramen oval de Weitbrecht. Este foramen es obliterado por el tendón del subescapular, pero es el punto más débil de la cápsula y es por donde se suele luxar la cabeza humeral. Hay otro punto débil de la cápsula, entre los ligamentos glenohumerales medio e inferior, que es el foramen oval de Rouviére. d) Ligamento glenohumeral inferior: se inserta por un lado en el borde de la cavidad glenoidea, y por otro, en el cuello quirúrgico del húmero. Es el más fuerte de los tres. Ligamentos activos: Los músculos periarticulares transversales, verdaderos ligamentos activos de la articulación, aseguran la coaptación de las superficies articulares. Por delante: el músculo subescapular Por detrás: los músculos redondo menor e infraespinoso (forman el manguito rotador del hombro conjuntamente con el supraespinoso y el subescapular). Por arriba: el músculo supraespinoso y el tendón de la porción larga del bíceps braquial. 21 Mecanismo de acción del hombro Puesto que existe un contacto perfecto entre las superficies articulares, la cabeza del húmero puede moverse en torno a una gran variedad de ejes, produciéndose por lo tanto los más variados movimientos, que se dividen en cuatro tipos principales: movimientos de flexión y extensión, de abducción y aducción, de rotación interna y externa, y de circunducción. Músculos Del Hombro (Tabla 1). Músculos Inserción proximal Inserción distal Función Inervación Pectoral mayor Borde anterior de la clavícula Cara anterior del esternón Cartílagos de las 6 primeras costillas Aponeurosis del oblicuo mayor del abdomen. Labio externo de la corredera bicipital del húmero. Punto fijo húmero: es accesorio en la inspiración. Punto fijo en tórax: flexor, aductor y rotador interno del hombro. Nervio del pectoral mayor y menor. Supraespinoso Fosa supraespinosa del omóplato. Parte superior del Troquiter. Abeductor de hombro. Nervio supraescapular. Infraespinoso Fosa infraespinosa del omóplato. Parte media del troquiter. Rotador externo del hombro. Nervio supraescapular. Redondo menor Borde axilar omóplato. Parte inferior del troquiter. Rotador externo del hombro. Nervio circunflejo. Redondo mayor Borde axilar, ángulo inferior del omóplato. Labio interno de la corredera bicipital del húmero. Rotador interno del hombro. Nervio redondo mayor. Subescapular Fosa subescapular del omóplato. Troquín. Rotador interno del hombro. Nervios subescapulares superior e inferior. Deltoides Haz anterior: borde anterior, tercio externo de la clavícula. Haz medio: borde externo del acromion. Haz posterior: borde posterior, parte inferior de la espina del omóplato. Cara externa del húmero, en la v deltoidea. Abductor del hombro. Nervio circunflejo. Dorsal ancho Apófisis espinosas de las 7 ultimas vertebras dorsales y en las 5 lumbares. Cresta sacra. Cresta ilíaca. Cara externa de las 3 ultimas costillas. Labio interno de la corredera bicipital del húmero. Punto fijo húmero: eleva el tronco. Punto fijo inserciones centrales: extensión, aducción posterior y rotación interna del hombro. Nervio del dorsal ancho. Tabla 1. 22 Movimientos del Hombro El hombro es la articulación más móvil de toda la anatomía. Posee tres grados de libertad lo que permite orientar el miembro superior en los tres planos principales: Eje transversal, vertical y anteroposterior. El eje transversal permite los movimientos de flexo extensión en el plano sagital. Por su parte el eje anteroposterior permite los movimientos de abducción y aducción en un plano frontal. Finalmente el eje vertical dirige los movimientos de flexo extensión horizontal. El eje longitudinal del humero permite la rotación interna o externa del brazo y del miembro superior de dos formas distintas: - Rotación adjunta de McConail o rotación voluntaria o adjunta: Que utiliza el tercer grado de libertad previamente comentado y se debe a la contractura de los músculos rotadores. - Rotación automática o conjunta: Aparece sin acción voluntaria en las articulaciones de dos ejes. También conocida comp. Paradoja de Codman (Fig. 8). Fig. 8.33 Paradoja de Codman Los movimientos de flexo extensión se efectúan en el plano sagital en torno a un eje transversal: La extensión es un movimiento de poca amplitud de 45 a 50°. Mientras que la flexión es un movimiento de gran amplitud de 180°. 23 Abducción La amplitud de la abducción alcanza los 180°. A partir de los 90° la abducción aproxima el miembro superior al plano de simetría del cuerpo, convirtiéndose en sentido estricto en aducción. La posición final de la abducción de 180° también puede alcanzarse con un movimiento de flexión de 180°. En cuanto a las acciones musculares y el juego articular la abducción pasa por tres etapas: - Abducción 0-60° que puede efectuarse en la únicamente en la articulación glenohumeral. - Abducción de 60-120° que necesita la participación de la articulación escapulo torácica. - Abducción de 120-180° que incluye las dos articulaciones y la inclinación del lado opuesto del tronco Rotación Rotación externa: La amplitud máxima es de 80° y generalmente no se utiliza en la posición con el brazo vertical a lo largo del cuerpo. La rotación externa más empleada y funcionales el sector comprendido entre la posición anatómica fisiológica con rotación interna 30° y la posición anatómica clásica con rotación interna 0°. Rotación interna: Su amplitud es de 100 a 110°. Para lograr el grado máximo, se requiere que el antebrazo pase por detrás del tronco. 24 Flexo Extensión Horizontal Es el movimiento en el plano horizontal en torno al eje vertical en la articulación glenohumeral y escapulotorácica. Posición anatómica: El miembro superior está en abducción de 90° en el plano frontal. Con la acción muscular del deltoides, supraespinoso, trapecio y serrato anterior. Flexión Horizontal: Movimiento que asocia la flexión y la aducción de 140° de amplitud utilizando los músculos deltoides, subescapular, pectoral mayor, menor y serrato anterior Extensión Horizontal: Movimiento que asocia la extensión y la aducción de menor amplitud 30-40° y utiliza los siguientes músculos deltoides, supraespinoso, infraespinoso, redondo mayor, menor, romboides, trapecio, dorsal ancho. Circunducción La Circunducción combina los movimientos elementales en los tres ejes. Cuando se completa el ciclo se conoce como el cono de circunducción. Los tres planos de referencia perpendiculares entre si se cruzan en el centro del hombro (Fig. 9). - Plano sagital A: Parasagital, que es el plano de flexo extensión - Plano frontal B: Paralelo al plano de apoyo coronal. Es el plano de aducción abducción - Plano transversal C: Perpendicular al eje del cuerpo. Se trata del plano de flexo extensión horizontal. Fig. 9.34 Cono de Circunducción 25 Complejo Articular del Hombro El hombro esta constituido por cinco articulaciones que conforman el complejo articular del hombro. Estas cinco articulaciones se clasifican en dos grupos Primero grupo: - Articulación glenohumeral: verdadera articulación con contacto entre dos superficies cartilaginosas en deslizamiento. Articulación verdadera - Articulación subdeltoidea: Es una articulación fisiológica entre dos superficies que se deslizan entre si. Esta mecánicamente unida a la articulación glenohumeral. Articulación falsa Segundo grupo: - Articulación escapulo torácica: Es una articulación fisiológica y necesita actuar conjuntamente con el resto de las articulaciones. Articulación falsa - Articulación acromioclavicular: Localizada en el extremo distal de la clavícula. Articulación verdadera - Articulació esternoclavicular: Localizada en el extremo medial de la clavícula. Articulación verdadera Fracturas del Húmero Proximal Se considera extremidad superior del húmero al segmento óseo entre la superficiearticular proximal y la inserción del pectoral mayor, redondo mayor y dorsal ancho.Son fracturas muy frecuentes, ( 4-5% de todas las fracturas). Son dos veces másfrecuentes enla mujeres que en los hombres y el 75% de los casos se producen por encima de los 50años, ya que es una fractura ligada a la osteoporosis35. La rica cubierta que tiene la extremidad proximal de húmero de inserciones musculares(manguito de los rotadores, subescapular, redondo mayor, pectoral mayor y dorsalancho) con sus expansiones aponeuróticas, así como el tendón largo del bíceps, haceque gran número de estas fracturas no tengan desplazamiento. 26 Los traumatismos del miembro superior representan un reto para los médicos, por la compleja estructura que existe en todas sus articulaciones, así como las afectaciones vasculo nerviosas existentes. Existen resultados funcionales variables y los tratamientos deben de estar enfocados en la individualidad y la personalidad de la lesión. Epidemiología Como se comento previamente, las fracturas de humero proximal son lesiones comunes sobre todo en poblaciones mayores de 60 años. La incidencia actual a nivel mundial es del 4 al 6% de todas las fracturas. En países desarrollados donde la expectativa de vida ha ido en aumento, la incidencia de fracturas del extremo proximal del húmero en mayores de 65 años se incrementa hasta en un 9% de acuerdo a los estudios de Berret y Lind en Suecia y Dinamarca36. Las fracturas de humero proximal ocupan la segunda posición entre las más frecuentes de la extremidad superior después de las fracturas del radio distal, también ocupan la tercera posición en frecuencia entre todas las fracturas en mayores de 65 años37. Por las características de la población afectada, así como por los mecanismos de lesión y las estructuras musculares dañadas, solo el 20% de las fracturas son candidatas a tratamiento quirúrgico38. En relación a las lesiones del humero, se ha observado que las fracturas de la porción proximal son las más frecuentes con el 45%. En adultos mayores la incidencia de estas fracturas aumento hasta el 76%39. Las fracturas diafisarias y distales del humero son más frecuentes en pacientes jóvenes y se asocian a traumatismos de alta energía. Se correlaciono con mayor frecuencia las fracturas con la edad y con el sexo, con una relación de 2:1 con predominio por el sexo femenino. 27 En diversos estudios en Estados Unidos, se correlacionó que las fracturas proximales de húmero se dan a casi el 70% del índice de fracturas proximales de fémur. Se concluyó que la mayor parte de las fracturas del humero proximal son ocasionadas por la osteoporosis y al igual que las fracturas proximales del fémur, son una importante causa de morbilidad en la población anciana. Se observó que existe una gran similitud en la frecuencia y el patrón de estos dos tipos de fracturas40,41. Mecanismos de Lesión Las fracturas de humero proximal se producen con mayor frecuencia después de una caída sobre la mano extendida desde la propia altura del individuo afectado. En la mayoría de los casos no se presenta un traumatismo intenso o violento ya que son lesiones asociadas a la osteoporosis. En pacientes jóvenes, los mecanismos de alta energía y traumatismos violentos son la principal causa de lesión. Generalmente las fracturas vienen acompañadas de luxaciones y de lesiones musculares y ligamentarias extensas. En estos pacientes son frecuentes múltiples lesiones, motivo por el cual de primera instancia existe la posibilidad de que se pasen por alto las fracturas del humero al enfocarse a otras regiones durante la evaluación inicial. Codman42 al estudiar la biomecánica del hombro tanto en su estado anatómico normal como su estado patológico traumático, observó que existe otro mecanismo de lesión asociado a estas fracturas. Describió que al presentarse una rotación excesiva de la articulación del hombro, acompañada de un movimiento en abducción, la cabeza del humero quedaba atrapada con el acromion y el hueso y los complejos musculares eran incapaces de soportar las solicitaciones por lo que se producía una fractura compleja (Fig. 10). 28 Las fracturas aisladas de las tuberosidades del humero por lo general son el resultado de una contusión directa en el hombro y son lesiones por lo general estables. Existen otros mecanismos como son las sacudidas por choques eléctricos o por crisis convulsivas, sin embargo estos mecanismos no son tan frecuentes y producen patrones de fractura inusuales. Fig.10.43 Inserciones musculares y desplazamientos de los componentes del humero proximal en fracturas Clasificación Para todas las patologías traumáticas existen sistemas de clasificación de acuerdo a las diferentes variables que otorgan las características a la fractura. Para que estas clasificaciones sean útiles deben de otorgar un valora pronóstico y terapéutico. En el caso de las fracturas de humero proximal esta situación no cambia. 29 Con el paso del tiempo se han realizado múltiples clasificaciones para valorar estas fracturas. El primero en describir las características anatómicas de estas lesiones fue Kocheren 189644. El desarrollo una fractura que se basaba en los diferentes niveles anatómicos de la región proximal del humero que incluía el cuello anatómico, la región epifisaria y el cuello quirúrgico. La poca aceptación de este sistema se dio porque no incluía múltiples fragmentos y desplazamientos de los mismos. Posteriormente Watson-Jones45 incluyó la posición de los fragmentos en relación a la abducción y aducción así como la posición del humero al momento de tomar la radiografía con rotación interna o externa46. El siguiente intento de clasificar estas fracturas fuer realizado por De Mourges47 en 1965, el describió su clasificación de acuerdo al patrón luxatorio de la diáfisis con la unión cervico troquiteriana, sin embargo no tuvo éxito ya que no incluya fracturas complejas ni un adecuada valora pronóstico de estas. En 1934 Codman48 fue el primero en describir los cuatro fragmentos esenciales que comprenden la región proximal del húmero, así como el desplazamiento por las inserciones musculares que se presentan al fracturarse estos cuatro elementos. Los cuatro fragmentos principales descritos son la cabeza anatómica, el troquin, el troquiter y la diáfisis. El explicaba que por las inserciones musculares estos fragmentos pueden desplazarse o mantenerse reducidos. Esta clasificación fue la base para que en 1970 se desarrollara la clasificación que actualmente es conocida como el estándar de este tipo de fracturas. La clasificación de Neer es un sistema de cuatro partes que toma en cuenta la biomecánica del hombro, el desplazamiento de las fracturas y otorga un valor pronóstico y terapéutico específico con estas características49. En la clasificación de Neer se observan los cuatro fragmentos descritos por Codman, la superficie articular o cabeza, las dos tuberosidades y la diáfisis. Como se mencionó previamente en diversos estudios se observó que del 60 al 80% de las fracturas de humero proximal se presenta un mínimo desplazamiento. Esto es de gran importancia porque la clasificación de Neer involucra el numero d fragmentos así como su desplazamiento, esto en relación alas probables complicaciones siendo la más significativa la osteonecrosis avascular de la cabeza humeral. 30 Cuando cualquiera de estos cuatro segmentos se encuentra desplazado mas de 10 mm o se angula en cualquiera de los planos más de 45° se conoce como desplazada. Algunas fracturas poseen la característica de que alguno de los cuatro elementos básicos se encuentre fragmentado, al no encontrarse desplazados estos fragmentos por sus inserciones musculares, no deben considerarse como fragmentos aislados. La forma de entender la clasificación se basa en el desplazamiento de los fragmentos. En una fractura de dos partes, uno de los fragmentos se desplaza en relación con los otros tres. En una fractura de tres partes, dos de los fragmentos se desplazan en relación con el otro y con los otros dos fragmentos no desplazados. En una fractura de cuatro partes los cuatro fragmentos se encuentran desplazados y la cabeza se encuentra desplazada de la cavidad glenoidea 50 . En este tipo de fracturas los fragmentos se separan de las tuberosidades y la diáfisis y se pierde la irrigación de la cabeza. Dentro de esta clasificación se incluyen las fracturas luxaciones. Este término se acuña a aquellas lesiones en las cuales la cabeza humeral se desplaza por fuera de la cavidad glenoidea y se asocia a una fractura el extremo proximal del humero. En general las fracturas luxaciones se clasifican según su dirección anterior o posterior y la clasificación de los fragmentos correspondientes de la fractura. Existen otras lesiones asociadas a las fracturas de los cuatro fragmentos esenciales como son las fracturas de la superficie articular, el sistema para clasificar estas lesiones se basa en el porcentaje de impresión de de la superficie articular afectada, del 20%, 45% y más del 45%. A pesar de que la clasificación de Neer ha demostrado una gran utilidad y sobre todo valor y reproducibilidad intraobservador, se ha establecido de forma universal el uso de la clasificación alfa numérica de la AO. Esta clasificación nace en 1984 al querer unificar todos los sistemas de clasificación. Jakobs realizó la valoración de las fracturas de humero proximal basándose en la importancia de la irrigación 31 de la cabeza humeral y su valor pronóstico para presentar osteonecrosis de la misma51. El sistema de clasificación se basa en la severidad de la lesión. En las fracturas tipo A no existe compromiso vascular y existe un riesgo bajo de presentar necrosis de la cabeza humeral, además son extracapsulares y comprenden dos de los cuatro fragmentos principales. El tipo B comprende tres de los cuatro fragmentos, es parcialmente intracapsular y articular y conlleva un riesgo intermedio de osteonecrosis. Finalmente las tipo C tienen un aislamiento completo del segmento articular con interrupción completa de la vascularidad con un alto riesgo de necrosis. Este sistema esta diseñado para poder establecer la severidad de las fracturas así como su pronóstico y terapéutica52. Tratamiento El tratamiento de estas fracturas depende de la personalidad de la fractura, en seguida se indican los criterios para el tratamiento específico de las fracturas. No Quirúrgico53 - Fractura no desplazada o Desplazamiento <5mm superior o 10 mm posterior del troquiter en pacientes activos o Desplazamiento <10mm superior en brazo no dominante de pacientes sedentarios - Fracturas del cuello QX o Cualquier contacto óseo en ancianos. o En pacientes jóvenes activos desplazamiento menor al 50% del diámetro de la diáfisis y <45 grados de angulación en brazo dominante - Baja demanda funcional: Pacientes dispuestos a aceptar hombro rígido. - Patologías añadidas: Pacientes incapaz de soportar cirugía o anestesia. - Mal candidato a rehabilitación: Débiles o con problemas cognoscitivos. 32 El principio implicado en el tratamiento de las fracturas mínimamente desplazadas es la protección precoz combinada con la movilización gradual. Cabestrillo de 10- 15 días, movimiento de mano, muñeca y codo precoz. Inicio de ejercicios de amplitud de movimientos pendulares (10 días). Estiramientos máximos y ejercicios resistidos ligeros (6 semanas)54. Quirúrgico 55 Tipo de Fractura Abordaje Técnica Dos partes desplazadas troquiter Superior (div deltoides) Deltopectoral Conminuta o peq fragmentos: Sutura, cerclaje Dos partes desplazada cuello QX Reducible y Estable Cerrado Reducción cerrada e inmovilización Dos partes desplazada cuello QX Reducible Inestable Cerrado Reducción cerrada y agujas percutaneas Dos partes desplazada cuello QX Irreducible Deltopectoral Sutura en banda de tensión o alambre con o sin clavos intramedulares Dos partes desplazadas troquin Deltopectoral Tornillos y/o suturas Dos partes cuello anatómico Deltopectoral Tornillos, SCH ancianos Tres partes Deltopectoral Buen hueso: sutura en banda de tensión o alambre Hueso blando: SCH Cuatro partes clásica Deltopectoral SCH. En jovenes y activos RAFI Cuatro partes impactada en valgo (reciente, buen hueso) Cerrado Agujas percutaneas, agujas y sutura, injerto Cuatro partes impactada en valgo (Cronica, mal hueso) Deltopectoral SCH División de la cabeza Deltopectoral SCH Impresión en la cabeza >40% Deltopectoral SCH aloinjerto Tabla 2.1 1 SCH: Sustitución de cabeza humeral, RAFI Reducción abierta y fijación interna 33 Complicaciones Complicaciones más frecuentes 56 Complicación Factores Asociados Tratamiento Inestabilidad Fractura de gleoides, manguito rotador, atonia muscular RAFI de glenoides, reparación del manguito, ejercicios isometricos Consolidación defectuosa DX incorrecto, mala reducción, fijacióninadecuada Liberación de adherencias con o sin osteotomía frente a recorte de prominencias Seudoartrosis Movilización precoz, hueso de mala calidad Cabeza preservada: RAFI Cabeza Cavitada: SCH Necrosis avascular Fractura de 4 partes SCH Infección Deterioro inmunitario, perdida extensa de tejidos blandos Retirada de material de sintesis y desbridamiento Lesión Neurovascular Fractura en 4 partes con cabeza en la axila Angiografia en caso de alto riesgo, cirugía vascular Artritis Material de osteosinteis penetrando en la articulación SCH o total de hombro Hombro de Charcot desapercibido Siringomelia, DM Evitar TX QX Tendinitis del Biceps Fractura de la corredera, tendinitis previa Tenodesis Desgarro del manguito rotador Fractura de la tuberosidad Reparación Tabla 3. Necrosis Avascular Las fracturas del humero proximal complejas que involucran tres y cuatro fragmentos, tienen un elevado riesgo de presentar necrosis de la cabeza humeral. Las fracturas estables de uno o dos fragmentos o complejas no desplazadas también llevan riesgo de presentar alteraciones vasculares que conlleven a una necrosis, sin embargo la probabilidad de una necrosis es mucho menor. La definición de la necrosis de la cabeza humeral, consiste en la muerte in situ del hueso de la cabeza humeral secundaria a una interrupción del flujo sanguíneo57. 34 La enfermedad puede ser primaria espontánea o idiopática en la cual no existe una clara etiología, o secundaria a causas medicas y farmacológicas y lo más común, a trauma58. La incidencia de necrosis avascular en fracturas de tres partes va del 3 al 14% mientras que las fracturas de cuatro partes va desde el 13 al 34%59. El humero es el segundo sitio mas frecuente de osteonecrosis solo después del fémur. Las primeras descripciones de esta patología en el humero fueron hechas por Heiman y Freiberg en 1960 y por Cruess en 196860,61. La osteonecrosis se puede clasificar como postraumática o no traumática. En este estudio se hace referencia a la necrosis secundaria a fracturas del humero proximal. Sin embargo es importante reconocer también las causas no traumáticas de la enfermedad. En la siguiente tabla se incluyen las causas de necrosis avascular del humero62 Causas de necrosis avascular del humero Primaria Postraumática Fractura / Luxación Terapia con Corticoesteroides Hemoglobinopatías Anemia de células falciformes Toxicomanías OH, Tabaquismo Disbarismo Enfermedad Gaucher Otras Necrosis séptica Enfermedades de tejido conectivo Estados hipercoagulabeles Quimioterapia Lupus Enfermedad vascular periférica Hiperlipidemia Dialisis Enfermedad de Cushing Embarazo Hiperuricemia Mixedema Radiación Pancreatitis Tabla 4. 35 Además de la gravedad de la fractura y el desplazamiento de los fragmentos, otro factor importante que contribuye a la necrosis es la disección extensa de los tejidos blandos. En un estudio de pacientes con tratamiento quirúrgico con placa en T, Sturzengger observó que el 34% presento datos compatibles con osteonecrosis de la cabeza humeral. Lo que concluyeron fue que la necesidad de desbridar de forma extensa los tejidos para fijar la placa, contribuyo a la perdida de flujo sanguino y secundariamente a la necrosis63. Como se expuso previamente, el riesgo de que un paciente presente necrosis es directamente proporcional con el número de fragmentos, el desplazamiento de los mismos y la localización de los trazos. En 1978 se describió la primera clasificación radiográfica que se usa en la actualidad. La clasificación de CRUESS modificada por Ficat �– Arlet divide la osteonecrosis en cinco grupos64 (Fig. 11): I. Sin cambios radiográficos. Solo se observan en RMN II: Esclerosis en la porción superior central de la cabeza humeral III. Colapso del hueso subcondral y adelgazamiento leve IV. Colapso significativo de la superficie articular del humero V. Enfermedad articular degenerativa. Fig. 11. 65 Clasificación CRUESS modificada por Ficat Arlet 36 Radiográficamente existen parámetros de evaluación de las fracturas que establecen un riesgo pronóstico para desarrollar necrosis avascular de la cabeza humeral. El primer paso para establecer el estado o compromiso vascular de la cabeza humeral es el uso de los criterios radiográficos de Hertel66. En estos criterios la extensión metafisaria de la cabeza humeral de <8 mm y la disrupción del eje medial > 2mm fueron buenos predoctores de isquemia. La combinación de estos pronósticos asociado a una fractura del cuello anatómico resulto en un valor positivo predictivo de 97% para isquemia de la cabeza humeral. (Fig. 12)67. Fig. 12.68 Criterios de Hertel para predicción de necrosis avascular. 37 Para valorar el riesgo de que una fractura del humero proximal presente osteonecrosis, se estableció el sistema de evaluación del NAPT (Necrosis Avascular Post Traumática) que comprende seis parámetros a evaluar como se observa en la siguiente tabla69 (Tabla 5). Edad Menos de 40 0 puntos 40-61 años 1 punto Más 61 años 2 puntos Componente luxatorio No 0 puntos SI 2 puntos Desplazamiento fragm Neer No 0 puntos SI 2 puntos Calidad ósea Buena 0 puntos Regular 1 punto Mala 2 puntos No. Fragmentos 2 partes 1 punto 3 partes 2 puntos 4 partes 3 puntos Trazo en cuello QX No 0 puntos Si 2 puntos Tabla 5. La interpretación del puntaje obtenido con esta valoración se obtiene con la sumatoria de los mismos para poder pronosticar el riesgo de necrosis. Un puntaje menor a 4 puntos conlleva a un riesgo de necrosis menor al 5%. Un puntaje que se encuentra entre los 5 y 8 puntos se interpreta como un riesgo de 50% de presentar osteonecrosis. Finalmente cuando se obtienen más de 8 puntos se ha observado que existe un riesgo de presentar necrosis mayor al 80%70. 38 Análisis Estadístico Objetivos Objetivo primario o principal 1. Observar el comportamiento biomecánico y funcional de pacientes con necrosis de la cabeza humeral postraumática en pacientes ancianos mayores de 60 años utilizando diferentes escalas de valoración. Objetivos secundarios o específicos 1. Comparar los resultados funcionales en pacientes con necrosis postraumática del humero proximal 2. Determinar la validación estadística entre escalas funcionales DASH y Constant Score en pacientes con fracturas de húmero proximal y necrosis de la cabeza humeral 3. Determinar el valor pronóstico del tratamiento conservador en pacientes mayores de 6 años con fracturas del húmero proximal 4. Realizar una evaluación retrospectiva del tratamiento conservador en nuestra institución en fracturas de humero proximal 5. Comparar los resultados estadísticos y funcionales de nuestra población con el resto de los reportes existentes. Justificación Las fracturas de húmero proximal ocupan el tercer lugar en frecuencia en los pacientes mayores de 60 años después de las fracturas del extremo distal del radio y el extremo proximal del fémur. 39 La perdida fisiológica de la densidad ósea asociada a la edad, la perdida de la movilidad, la hipotrofia muscular, las patologías concomitantes, son factores que incrementan el riesgo de estas fracturas. Conforme los avances de la medicina continúan prolongando la calidad de vida de los pacientes, el número de complicaciones traumáticas y ortopédicas también aumenta. Esto aunado al bajo cuidado con el que cuentan la mayoría de los pacientes mayores, integra una entidad de difícil manejo en esta población. Se han realizado diversos estudios referentes al tratamiento de las fracturas de humero proximal y la mayoría de ellos van encaminados a reestablecer al funcionalidad y disminuir las complicaciones. De acuerdo a diferentes estudiosen medicina basada en evidencia existe una base insuficiente para una adecuada toma de decisiones, no esta claro que el tratamiento quirúrgico, incluso en tipos específicos de fracturas produzca mejores resultados a largo plazo71. El AO Journal Group72 en 2005 observó que no existen resultados significativos en la literatura que sugieran un tratamiento sobre el otro, así como una gran cantidad de sesgos en los grupos de cohortes73, motivo por el cual se debe de seguir tratando individualmente a estos pacientes y siguiendo la personalidad de la fractura como criterio principal. Hipótesis - Generalmente las fracturas de humero proximal requieren tratamiento quirúrgico para recuperar la biomecánica normal del hombro. Sin embargo los pacientes mayores de 60 años, los cuales tienen requerimientos funcionales de menor demanda, pueden ser tratados de forma conservadora con buenos resultados independientemente de que la gran mayoría presentara necrosis avascular 40 Diseño del Estudio Se revisaron fracturas de húmero proximal en pacientes mayores de 60 años con tratamiento conservador en un período comprendido entre enero 2004 a noviembre 2009. Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo con seguimiento de 6 meses y 1 año en pacientes mayores de 60 años con fracturas de húmero proximal para poder evaluar el resultado funcional sin tratamiento quirúrgico con 2 escalas de valoración funcional. Se realizó una primera evaluación funcional de ambos brazos con escalas DASH y Constant Score a los 6 meses y luego al primer año, posteriormente se realizó la validación estadística de las escalas y se realizó el análisis. Metodología Material y métodos El estudio se realizo con características y propiedades estadísticas, siendo observacional, retrospectivo, transversal, descriptivo y analítico para evaluar el resultado funcional en pacientes mayores de 60 años con fractura de humero proximal y necrosis avascular de la cabeza humeral sin tratamiento quirúrgico con seguimiento a 6 meses a 1 año. Lugar: Hospital Español de la Ciudad de México Servicio de Urgencias y Servicio de Ortopedia y Traumatología. 41 Criterios Inclusión - Pacientes mayores de 60 años - Fractura de humero proximal sin tratamiento quirúrgico con una evolución de 6 meses a 1 año - Presentar necrosis avascular de la cabeza humeral postraumática CRUESS 1 a 4 - Pacientes atendidos desde el inicio en el Hospital Español de la Ciudad de México Criterios de exclusión - Comorbilidades discapacitantes importantes - Tratados con sustitución protésica de la cabeza humeral - Fracturas de tuberosidades aisladas - Poli fracturados - Paresias o plejias previas - <60 años con funcionalidad completa - Pacientes incapaces de contestar las escalas funcionales - Pacientes atendidos inicialmente en otra institución Evaluación Evaluación inicial Se analizaron las características de los pacientes que presentaron lesiones dentro de nuestro estudio. Se incluyo el genero, edad de los pacientes, así como el mecanismo de lesión y la energía en el trauma. Se clasificaron las fracturas de acuerdo a la AO y la clasificación de Neer, de acuerdo a lo observado en los estudios radiográficos en el primer contacto de atención de los pacientes. Se realizaron mediciones radiométricas para clasificar y pronosticar las lesiones. Se realiza tratamiento conservador que consistió en inmovilización con férula en U e inmovilizador de hombro de manera inicial. 42 Evaluación Subsecuente El diseño del protocolo se realizo en base a la aplicación de un cuestionario posterior al tratamiento de 6 meses a 1 año en la consulta de seguimiento. Se realiza cuestionario DASH y cuestionario Constant Score asi como exploración física, en pacientes dentro del grupo de estudio. Se analizaron las radiografías del momento de la fractura para estatificar de acuerdo a la clasificaron de Neer y AO. Posteriormente se analizaron los estudios radiográficos de seguimiento para clasificar el grado de necrosis avascular de acuerdo a la clasificación Cruess. No se realizaron mediciones radiométricas. Análisis Estadístico Se obtuvieron los expedientes de los pacientes seleccionados, los datos obtenidos se ingresaron a una base de datos. Los pacientes que no cumplieran con los criterios se dieron de baja. Variables Las variables predictivas: - Edad: por decenas - Lado afectado: Cualitativa - Lado dominante: Cualitativa - Género 43 - Clasificación i. Neer ii. AO - Necrosis Avascular i. CRUESS - Escalas de valoración funcional i. Constant ii. Score La descripción de los parámetros iniciales y de seguimiento fue utilizando estadísticas descriptivas. En cuanto a las variables continuas, se utilizaron medias, desviaciones y rangos. Los valores de P < 0.05 fueron considerados como significativos. Demografía. (Tabla 6) Al ser un estudio retrospectivo y lineal, se analizaron casos de pacientes desde Enero 2004 hasta Marzo 2009. Posterior a realizar una base de datos y retirar a aquellos pacientes que no cumplieran con criterios de inclusión, se reclutaron 122 pacientes, de los cuales 12 pacientes se perdieron en el seguimiento, quedando una población final de 110. La edad del grupo promedio fue de 71.02 años con rangos de 60-92 años, una mediana de 72 años y una moda de 67 años. En cuanto al género el 63%(69) fueron mujeres mientras que el 37%(41) hombres. En cuanto al lado dominante, el 72%(80) de los pacientes eran diestros mientras que el 28%(30) eran zurdos. En cuanto al lado afectado el lado derecho 55%(60) mientras que el 45%(50) el lado izquierdo. 44 110 PX Sexo Masc 37% Fem 63% Edad Rango 60-92 años Promedio 71.02 años Mediana 72 años Moda 67 años Lado FX Der 55% Izq 45% Lado Dominante Der 72% Izq 28% Tabla 6 De acuerdo con la clasificación de Neer 19%(21) eran tipo 4, 36%(40) tipo 3 y 45%(49) tipo 2. De acuerdo a la clasificación AO 56%(62) fueron tipo A, 29%(32) tipo B y 15%(16) tipo C. Gráfico 1 y 2) Clasifiación de Neer 36% ,40 19% ,21 45% ,49 Gráfico 1. Clasificación de Neer 45 Clasifiación AO AO A, 62AO B, 32 AO C, 16 Gráfico 2. Clasificación AO Los pacientes dentro del estudio presentan algún grado de necrosis avascular de la cabeza humeral de acuerdo a los estadios de CRUESS. El grupo más frecuente fue el estadio 2 con 37%(41), seguido del estadio 3 con 36%(39), el estadio 1 con 23%(25) y finalmente el 4 con 4%(5) (Gráficos 3 al 6). 0 10 20 30 40 50 1 2 3 4 NAV 1 2 3 4 Gráfica 3. Grados de Necrosis Avascular (NAV) de la cabeza humeral 46 NAV 1 23% 2 37% 3 36% 4 4% 1 2 3 4 Gráfico 4. Proporción NAV EDAD / NAV 10 22 23 1 4 15 13 0 10 4 3 21 0 1 10 5 10 15 20 25 1 2 3 4 NAV No . 60-69 70-79 80-89 90-95 Gráfico 5. Relación Edad vs Necrosis Avascular humeral 47 Resultados Todos los pacientes dentro del estudio presentaron necrosis avascular de la cabeza humeral. Se observó que el mayor número de pacientes con necrosis avascular se encontró dentro del grupo de edad de 60-69 años con necrosis avascular tipo 2 o 3. No. Fragmentos / NAV 15 21 13 0 7 16 17 0 3 4 10 4 0 5 10 15 20 25 1 2 3 4 2 Fragm 3 Fragm 4 Fragm Gráfico 6. Relación número de fragmentos con Necrosis Avascular humeral Se aplicaron los cuestionarios DASH y Constant Score. El cuestionario DASH se considero como resultado bueno <30, regular de 30-44 y malo >45. Mientras que el Constant Score se tomo bueno >56, regular 40-55 y malo <39. Se realiza la evaluación al miembro torácico sano y al miembro torácico con necrosis avascular post traumática de la cabeza humeral (Gráfico 7 y 8).48 DASH Pre / Post 0 10 20 30 40 50 60 70 80 0 20 40 60 80 100 120 PX D A SH DASH Post DASH pre Gráfico 7. Valores DASH pre y post Constant Pre /Post 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0 20 40 60 80 100 120 PX C on st an t Constant Pre Constant Post Gráfico 8. Valores Constant Score pre y post Posteriormente se realizó una validación estadística entre las escalas del DASH y del Constant Score con un Coeficiente de Correlación de 0.80 siendo estadísticamente significativo y mostrando una similar valoración de dichas escalas. 49 Como base, los pacientes presentaban una función en la escala de DASH, de 0 a 30 antes de la lesión o en la extremidad no afectada. El cambio mínimo con valor estadístico significativo fue de 30 puntos, mientras que la diferencia mínima clínica para ser estadísticamente significativa es de 20 puntos. Entre 6 a 12 meses se aplicaron las evaluaciones del DASH y Constant Score. En el primero, el DASH previo a la lesión o contralateral tuvo un promedio de 26.22 y posterior a la lesión fue de 32.66 con una variabilidad de 1.83. Mientras que en el segundo el promedio fue de 69.09 en el lado sano y de 63.87 en el lado afectado con una variabilidad de 1.57. Los cambios funcionales de las extremidades afectadas y las extremidades sanas se correlacionaron con la variabilidad en las escalas. De acuerdo al rango de porcentaje de variabilidad se obtuvieron los resultados. En caso del DASH la variabilidad pre y post fue mayor de 0-10% con 49 pacientes, disminuyendo de forma progresiva. En el caso del Constant Score no existió variabilidad mayor de 50%, coincidiendo con la escala previa en el porcentaje de mayor variabilidad 0-5% con 69 pacientes y observando la misma tendencia en la disminución de las cifras (Gráfico 9 y 10). DASH 0 10 20 30 40 50 60 0-10 11-20 21-30 31-40 41-50 51-60 61-70 71-80 81-90 91- 100 >100 No. Pacientes Constant 0 10 20 30 40 50 60 70 80 0-5 6-10 11-15 16-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-45 46-50 >50 No. Pacientes Gráfico 9. Variabilidad DASH Gráfico 10. Variabilidad Constant 50 Comprobación de Hipótesis - Una complicación frecuente de los pacientes mayores de 60 años con fractura del humero proximal es la necrosis avascular de la cabeza humeral, sin embargo con un tratamiento conservador y adecuada terapia pueden recobrar la funcionalidad de la extremidad afectada En nuestro estudio se incluyeron pacientes desde 60 a 92 años de edad, dichos pacientes presentan limitaciones funcionales de las extremidades torácicas secundarias a los procesos degenerativos músculoesqueléticos. Como se observó en los resultados del estudio, los pacientes dentro de esta demografía que presentan fracturas del humero proximal son candidatos a un tratamiento no invasivo y conservador ya que la capacidad funcional, biomecánica de la articulación y de la extremidad en general, puede recuperarse con una estrecha vigilancia y terapia física precoz. La principal complicación de este tipo de fracturas es la necrosis avascular de la cabeza humeral. En nuestra muestra todos los pacientes presentaban algún dato de esta patología. En el estudio se pudo observar que el comportamiento de las articulaciones con necrosis en pacientes de esta edad es similar a aquellas articulaciones sin necrosis postraumática. Se observó que la clasificación y gravedad de la fractura y la edad del paciente son factores pronósticos para desarrollar necrosis avascular de la cabeza humeral, sin embargo no representan ninguna significancia estadística en relación a la funcionalidad de dichos pacientes. 51 La edad como una variable independiente en relación al estado degenerativo usual de las articulaciones esta relacionada con la evaluación inicial de estos pacientes. Como se observó en el estudio, estos pacientes ya presentaban algún grado de limitación funcional esquematizado en las valoraciones empleadas. Es por este motivo que no son aplicables los resultados de este estudio a una población de menor edad. Sin embargo se demostró que las diferentes escalas de valoración funcional utilizadas en este estudio, tenían una adecuada correlación clínica y estadística, lo que representa valoración funcional. En pacientes con una anatomía y biomecánica normal y completamente funcional la restitución inmediata es de vital importancia para la preservación funcional de la articulación afectada. En pacientes con una limitante previa, la estabilidad y conservación de las estructuras biomecánicas importantes permiten una movilización precoz y regreso a la funcionalidad previa. Es importante comentar que la vigilancia estrecha así como la disciplina de los pacientes es parte fundamental para el éxito del tratamiento no quirúrgico. La inmovilización y seguimiento clínico radiográfico contribuyen a una adecuada consolidación y una terapia precoz contribuye al educado resultado clínico. Como se observo en el estudio, estos pacientes presentan necrosis avascular, sin embargo se demostró que a pesar de presentar grados severos de necrosis avascular, la funcionalidad posterior a un adecuado tratamiento y rehabilitación, es similar a aquella función previa o contralateral. 52 Discusión Las fracturas de húmero proximal son patologías que requieren una evaluación integral del paciente y las características específicas de cada individuo. El objetivo final es restaurar la función articular y evitar complicaciones secundarias al traumatismo en si o al tratamiento quirúrgico o inmovilización. Al enfrentar este tipo de lesiones es de vital importancia realizar una adecuada clasificación y estadificación pronostica para poder dictaminar la terapéutica a seguir. Como sabemos las fracturas de humero proximal se acompañan de lesiones complejas tendinosas y capsulo ligamentarias que requieren una minuciosa valoración y seguimiento. Es importante conocer las características radiográficas que expresan de forma indirecta los desplazamientos musculares así como las mediciones radio métricas indicativas de tratamientos quirúrgicos o conservadores. La valoración más sutil y específica con sistemas de valoración radiométrica son importantes para clasificar las fracturas y pronosticar los resultados a pequeño, mediano y largo plazo. Por este motivo cada paciente debe de ser observado y tratado de manera individual para poder ofrecer el tratamiento más específico y que mejor se adapte a las necesidades funcionales y biomecánicas de cada paciente. Las fracturas de humero proximal son las terceras más frecuentes en pacientes ancianos y las segundas mas frecuentes en la extremidad superior después de las fracturas de cadera y de las fracturas de metáfisis distal del radio74 Dependiendo del tipo de fractura y las características del individuo, el tratamiento siempre esta enfocado a la estabilización y a la movilización temprana. 53 Gaebler et al75 en un estudio prospectivo de 507 fracturas no desplazadas y Zyto et al76 en un estudio retrospectivo de fracturas en pacientes mayores de 65 años encontraron que una adecuada reducción no quirúrgica y una adecuada inmovilización permitían una adecuada función de la articulación en un período de tiempo prolongado77. Koval et al78 realizaron un metanálisis en el cual concluían que los pacientes con disminución de la capacidad funcional de la extremidad, fracturas mínimamente desplazadas y fracturas impactadas tienen un buen pronóstico funcional y biomecánico con el tratamiento conservador. Como se ha mencionado en este estudio, el tratamiento conservador debe ser reservado solo en pacientes que cumplan con las características necesarias. En la mayoría de los pacientes jóvenes funcionales y fracturas complejas el tratamiento
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