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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN HOSPITAL GENERAL “DR. MANUEL GEA GONZÁLEZ” TÍTULO DEL PROYECTO: FRECUENCIA DE RESISTENCIA A LA INSULINA Y COMPLICACIONES MICROVASCULARES EN PACIENTES CON DIABETES TIPO 1 DEL HOSPITAL GENERAL DR. MANUEL GEA GONZÁLEZ TÉSIS: PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA PRESENTA: MARIA GUADALUPE HURTADO AVILES ASESOR: JESUS GUILLERMO MENDOZA GARCIA MÉDICO ADSCRITO DE MEDICINA INTERNA DEL HOSPITAL GENERAL “DR. MANUEL GEA GONZÁLEZ” CIUDAD DE MÉXICO FEBRERO 2020 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. HOSPITAL GENERAL "DR. MANUEL GEA GONZÁlEZ" AUTORIZACIONES Dr. Héctor Manuel Prado Calleros Director de Enseñanza e Investigación. OSPITAL GENERA L DA. MANUEL GEA GONZALEz Camdillo SUBD/RECC/ON Dr. Jesús Guillermo Mendoza García Asesor de Tesis Médico Adscrito de M edicina Interna VEST/GACION Este trabajo de tesis con número de registro: 14-69-2019 presentado por la ESPECIALIDAD DE MEDICINA INTERNA Y se presenta en forma con visto bueno por el tutor principal de la tes is DR. JESUS GUillERMO MENDOZA GARCIA con fech a 23 de julio 2019 para su impresión fina l. Subdirector de Investigación Biomédica Residente cuarto año de Medicina Interna "Frecuencia de resistencia a la insulina y complicaciones microvasculares en pacientes con Diabetes Tipo 1 del Hospital General Dr. M anuel Gea González" Este trabajo fue rea li za do en el Hospital General IIDr. Manuel Gea Gonzá lezlJ en la División de Medicina Interna bajo la dirección del Dr. Jesús Guillermo Mendoza García con el apoyo de la Dra. Erika I<arina Tenorio Aguirre y adscritos de la División qu ienes orientaron y aportaron a la conclus ión de este trabajo. COLABORADORES: Dr. Jesús Guillermo Mendoza García Investigador Principal Dr. María Investigador Asociado Principal AGRADECIMIENTOS Se agradece al departamento de Medicina Interna del Hospital General Dr. Manuel Gea González que me abrió las puertas para incorporarme al servicio, por las grandes enseñanzas que me dejo este hospital, por los conocimientos adquiridos del gran equipo médico y también agradezco la compañía y el apoyo incondicional de mi familia. ÍNDICE 1. RESUMEN 2. INTRODUCCIÓN 3. MATERIALES Y MÉTODOS 4. RESULTADOS 5. DISCUSIÓN 6. CONCLUSIÓN 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 8. TABLAS Y FIGURAS RESUMEN Mendoza Guillermo, Hurtado María INTRODUCCIÓN: La Diabetes Tipo 1 es causada la gran mayoría de las veces por la deficiencia de insulina después de la destrucción de las células beta pancreáticas productoras de insulina, sin embargo, la resistencia a la insulina también puede desempeñar un papel fisiopatológico en algunos casos. El control glucémico deficiente también contribuye a la resistencia a la insulina en la diabetes tipo 1 a través de la deficiente producción de glucosa hepática y se ha visto que las personas con diabetes tipo 1 con resistencia a la insulina tienen un mayor riesgo de complicaciones microvasculares. Uno de los principales problemas que enfrenta el médico al evaluar la resistencia a la insulina en estos pacientes es cómo cuantificarla, la resistencia a la insulina se considera cuando los requerimientos diarios de insulina exceden 1 UI/kg. Se ha investigado una herramienta clínica que muestra una estrecha correlación con la resistencia a la insulina determinada por el método del clamp glucémico (gold estándar para determinar la resistencia a la insulina), que es la tasa de eliminación de glucosa (eGDR) estimada, esta es fácil de calcular y se han encontrado que tasas de eliminación de glucosa estimada bajas indican una resistencia a la insulina elevadas y se asocia con un mayor riesgo de nefropatía, retinopatía y enfermedad vascular periférica. MATERIAL Y MÉTODOS: Se realizó un estudio observacional descriptivo, retrospectivo y transversal, se incluyeron 36 expedientes clínicos de pacientes con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 de la Consulta Externa de Medicina Interna. Los criterios de inclusión fueron expedientes de pacientes con Diabetes Tipo 1 mayores de 16 años, de cualquier sexo atendidos en la consulta externa u hospitalización del servicio de Medicina Interna del Hospital General Dr. Manuel Gea González en el periodo comprendido desde el 1 de marzo de 2017 al 31 de marzo de 2019. RESULTADOS: Se evaluaron 36 expedientes de pacientes con Diabetes tipo 1. La edad promedio de los pacientes fue de 26.9 años (DE= 6.79) con un mínimo de 16 años y un máximo de 50 años, con un total de 21 mujeres (58.3%) y 15 hombres (41.7%). El índice de masa corporal promedio fue de 23.53 kg/m2 (DE= 4.36). El tiempo de evolución de la Diabetes Tipo 1 fue de 8.9 años (DE= 8.26). Con respecto a las comorbilidades la más frecuente fue enfermedades autoinmunes (25 %), seguida de dislipidemias (11.1%), hipertensión arterial sistémica (8.3%) y enfermedades infecciosas (2.8 %). La mitad de los pacientes (n= 18) fueron hospitalizados por cetoacidosis diabética en algún momento del cuso de la enfermedad, con un promedio 6.67 días (DE= 3.85) de estancia hospitalaria. En 7 (19.4%) pacientes se encontró anticuerpos Anti-GAD 65 positivos. La resistencia a la insulina determinada por la tasa de eliminación de glucosa (eGDR en 6.70 mg/kg/min) fue de 30.6%. Se compararon los pacientes con eGDR menor vs mayor de 6.70 mg/kg/min, los primeros tuvieron un índice de masa corporal de 25.579 kg/m2 (DE= 3.9) vs 22.53 kg/m2 (DE = 4.32). El perímetro abdominal de los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min fue de 89 cm (DE= 8) vs 82 cm (DE= 7). El 27.3% (n= 3) de los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min tenían hipertensión arterial. No se reportó esta comorbilidad en pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min. En cuanto al tratamiento, los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min utilizaban en promedio 37 UI/día de insulina Glargina y 67 UI/día de insulina NPH, en comparación con aquellos pacientes con eGDR mayor de 6.7 mg/kg/min que utilizaban 23 UI/día y 43 UI/día respectivamente. Los niveles de hemoglobina glucosilada en los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min fueron de 11.4 % (DE= 3.2) vs 9% (DE= 2.2). Con respecto a las complicaciones microvasculares, los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min el 36.4 % (n= 4) tuvieron neuropatía, el 36.4% (n=4) tuvieron retinopatía y el 36,4 % (n= 4) tuvieron nefropatía. En comparación con los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min, únicamente 4 % (n= 1) de los pacientes presentaron neuropatía, 12 % (n= 3) retinopatía y 16% (n=4) nefropatía. CONCLUSIÓN: La frecuencia de la tasa de eliminación de glucosa baja medida por parámetros clínicos y de laboratorio en pacientes con Diabetes tipo 1 fue del 30.6%. En este estudio las complicaciones microvasculares tales como neuropatía, nefropatía y retinopatía, se observaron con más frecuencia en pacientes contasas de eliminación de insulina bajas. Palabras clave: Diabetes Tipo 1, tasas de eliminación de glucosa, resistencia a la insulina, complicaciones microvasculares. INTRODUCCIÓN La Diabetes Tipo 1 es causada por la deficiencia de insulina después de la destrucción de las células beta pancreáticas productoras de insulina, esta sigue siendo la forma más común de diabetes en la infancia, representa aproximadamente dos tercios de los nuevos diagnósticos de diabetes en pacientes ≤ 19 años en los Estados Unidos, sin embargo, una cuarta parte de los casos se diagnostica en la edad adulta (1,2). El diagnóstico de Diabetes Tipo 1 en los niños y adolescentes generalmente es sencillo y no requiere ningún examen especializado. La mayoría de los niños y adolescentes se presentan con una historia de varias semanas de poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso, con hiperglucemia, glucosuria, cetonemia y cetonuria (3). La glucosuria sola, puede ser causada por un bajo umbral de glucosa renal (4). Por lo tanto, se debe documentar una concentración elevada de glucosa en la sangre para diagnosticar la diabetes. Por otro lado, la aparición de la Diabetes Tipo 1 puede ser más variable en los adultos que pueden presentarse con los síntomas clásicos de la diabetes; al inicio de la enfermedad pueden aparecer dificultades para distinguir el tipo de diabetes en todos los grupos de edad, la distinción se hace más evidente con el tiempo por los requerimientos de insulina (5). En la Diabetes Tipo 1, la desaparición y disfunción de las células beta va ocurriendo en varias etapas, lo cual está menos definido en la Tipo 2, pero la secreción de insulina deficiente, en el contexto de la resistencia a la insulina, parece ser el común denominador (6). EPIDEMIOLOGIA La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 exploró el estado de diversas enfermedades crónicas en México. Entre ellas, la diabetes en la población mexicana mayor de 20 años. Se encontró que la prevalencia de diabetes en general en el país pasó de 9.2% en 2012 (7) a 9.4% en 2016. La Federación Internacional de Diabetes estimó que en el 2010, México ocupó la décima posición y la novena en el 2011 entre los países con el mayor número de personas con diabetes (6.8 millones) (8). La Diabetes es la primera causa de muerte en el país y su contribución a la mortalidad general ha aumentado 16 puntos en seis años (9). Estudios epidemiológicos reportan que es más frecuente en el medio urbano (63%) que en el rural (37%) y mayor en mujeres que hombres (10). Aunque todas las enfermedades son importantes, la diabetes y sus principales factores de riesgo son una verdadera emergencia de salud pública, ya que ponen en riesgo la viabilidad del sistema de salud. Las complicaciones reportadas por los adultos diabéticos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 fueron: visión disminuida (54.5%), daño en la retina (11.2%), pérdida de la vista (9.9%) y úlceras o pie diabético (9.1%) en una de cada 10 personas diagnosticadas. (11). GENERALIDADES DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 1 La Diabetes Tipo 1 puede presentarse con síntomas que van desde la glucosuria incidental hasta la Cetoacidosis Diabética (CAD) que representa una amenaza para la vida (12). En un niño prepuberal delgado, uno puede asumir con confianza el diagnóstico. Sin embargo, en el adolescente y adulto joven con sobrepeso, diferenciarla de la Diabetes Tipo 2 puede ser difícil clínicamente y es en ellos en quienes la medición de autoanticuerpos puede ser útil (13), ya que el tratamiento a largo plazo difiere, A pesar de la fuerte predisposición genética, la gran mayoría de los individuos que desarrollan la diabetes tipo 1 (90%), no tiene un familiar de primer grado con diabetes. La mayoría de los pacientes con Diabetes Tipo 1 muestran signos de autoinmunidad con la presencia detectable de autoanticuerpos anti-islote (ICA), autoanticuerpos frente a insulina (IAA), decarboxilasa de ácido glutámico (GAD65), antígeno 2 de insulinoma (IA-2) y transportador de zinc ZnT (15). La diabetes inmune comúnmente ocurre en la infancia y la adolescencia, pero puede ocurrir a cualquier edad, incluso en las octava y novena décadas de la vida. La tasa de destrucción de células B es bastante variable, siendo rápido en algunos individuos (principalmente bebés y niños) y lento principalmente adultos. Los niños y adolescentes pueden presentar Cetoacidosis Diabética (CAD) como la primera manifestación de la enfermedad. Otros tienen hiperglucemia en ayunas modesta que puede cambiar rápidamente a hiperglucemia grave y / o CAD con infección o asociada a otro estrés; los adultos pueden conservar suficiente función de la célula B para prevenir la CAD por muchos años; tales individuos eventualmente se vuelven dependientes de la insulina para sobrevivir y están en riesgo de CAD (16). En esta última etapa, hay poca o ninguna secreción de insulina, como se manifiesta por niveles bajos o indetectables de péptido C en plasma. Además, las personas con este tipo de Diabetes son propensos a otros trastornos autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad de Graves, la enfermedad de Addison, la enfermedad celíaca, el vitíligo, la hepatitis autoinmune, la miastenia Gravis y anemia perniciosa (14). CLASIFICACIÓN DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 1 En la Diabetes Tipo 1 la deficiencia de insulina resulta más comúnmente de la destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas y se conoce como Diabetes Tipo 1A (85%). Los pacientes con características clínicas de Diabetes Tipo 1 pero sin autoanticuerpos detectables se clasifican como Diabetes Tipo 1B (15%) (17). En estos pacientes, no hay evidencia de destrucción autoinmune de células beta y no se ha identificado ninguna otra causa. FISIOPATOLOGÍA Aunque como se menciona arriba en la gran mayoría de las veces la Diabetes Tipo 1 se debe a la destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas, la resistencia a la insulina también puede desempeñar un papel fisiopatológico en algunos casos, esto se ha estudiado ya hace varios años (18). Se ha demostrado que varios factores contribuyen a la resistencia a la insulina en la Diabetes Tipo 1, incluido el transporte reducido de glucosa del músculo esquelético (19), la disminución del flujo sanguíneo al músculo esquelético (20) y la producción excesiva de glucosa hepática. El control glucémico deficiente también contribuye a la resistencia a la insulina en la Diabetes Tipo 1 a través de la supresión deficiente de la producción hepática de glucosa (21). En varios estudios se ha demostrado que un adecuado control glucémico mejora la resistencia a la insulina (22). El cerebro tiene una necesidad obligada de glucosa y es responsable del 50% de la utilización de la glucosa en condiciones basales o en ayunas. Esta demanda de glucosa se satisface principalmente por la producción de glucosa por el hígado y, en menor medida, por los riñones (24). En sujetos con resistencia a la insulina y diabéticos tipo 2 la tasa de producción hepática de glucosa basal aumenta y por lo tanto aumenta la concentración plasmática de glucosa en ayunas. Esta sobreproducción de glucosa por el hígado ocurre en presencia de niveles plasmáticos de insulina en ayunas que aumentan de 2.5 a 3 veces, lo que indica una resistencia severa al efecto supresor de la insulina en la tasa de producción hepática de glucosa. El aumento en la tasa de producción hepática de glucosa basal se explica por un aumento en la gluconeogénesis hepática (25). Usando la técnica del clamp glucémico (26) un método para cuantificar la secreción y la resistencia a la insulina, se han demostrado que los individuos con Diabetes Tipo 2 magros son muy resistentes a la insulina en comparación con los sujetos de control emparejados poredad, peso y sexo (27). Empleando cateterismo femoral arterial y venoso en combinación con el camp euglucémico, se ha demostrado que la resistencia a la insulina de los músculos podría explicar más del 85-90% del deterioro en la eliminación de glucosa corporal total en sujetos diabéticos (25). Se ha documentado la presencia de múltiples defectos intramiocelulares en la acción de la insulina, incluidos el transporte deficiente de glucosa y defectos de la fosforilación (23), la síntesis reducida de glucógeno y disminución de la oxidación de la glucosa (28). Para que la insulina funcione, primero se debe unir y luego activar el receptor de insulina mediante la fosforilación de residuos clave de tirosina. Esto resulta en la translocación del sustrato del receptor de insulina 1 (IRS-1) a la membrana plasmática, donde interactúa con el receptor de insulina y también experimenta la fosforilación de la tirosina. Esto conduce a la activación de la vía de señalización del fosfatidilinositol 3-quinasa y la proteína AKT, lo que resulta en el transporte de glucosa a la célula, la activación de la enzima óxido nítrico sintasa con vasodilatación arterial y la estimulación de múltiples procesos metabólicos intracelulares. Se ha demostrado que la capacidad de la insulina para fosforilar la tirosina IRS-1 está gravemente afectada en individuos diabéticos tipo 2 magros. Este defecto en la señalización de la insulina conduce a una disminución en el transporte de glucosa, a una alteración en la liberación de óxido nítrico con disfunción endotelial ya múltiples defectos en el metabolismo intramiocelular de la glucosa (29). En contraste con el grave defecto en la activación de sustrato del receptor de insulina 1, se ha demostrado que la ruta de la proteína quinasa activada por nitrógeno (MAP), responde normalmente a la insulina (30). La vía de la MAP quinasa, cuando se estimula, conduce a la activación de varias vías intracelulares involucradas en la inflamación, la proliferación celular y la aterosclerosis (31). Esto explica la fuerte asociación entre la resistencia a la insulina y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica en individuos tanto diabéticos como no diabéticos. DIAGNOSTICO Los niños y adultos con Diabetes Tipo 1 suelen ser delgados y con frecuencia tienen una historia reciente de la pérdida de peso, aunque hasta el 25 % tienen sobrepeso (32). La obesidad no debe excluir el diagnóstico. Hasta el 10% de los pacientes con Diabetes Tipo 1 tienen un familiar cercano afectado, por otro del 75 al 90 % de los pacientes con Diabetes tipo 2 tienen un familiar cercano afectado, se considera una enfermedad poli genética (33). El diagnóstico requiere poca o ninguna prueba especializada. La mayoría de los niños y adolescentes presentan un historial de varias semanas de poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso, y se encuentra evidencia de laboratorio de hiperglucemia, glucosuria, acetonemia y cetonuria. El descubrimiento incidental de hiperglucemia en ausencia de síntomas clásicos no necesariamente indica diabetes de nueva aparición, especialmente en niños pequeños con enfermedad aguda, aunque el riesgo de desarrollar diabetes puede aumentar en tales niños (3). Las pruebas de laboratorio que suelen ser útiles para diferenciarla de la Diabetes Tipo 2, en algún caso atipico es la presencia de autoanticuerpos pancreáticos circulantes, los más estudiados: anticuerpos contra la descarboxilasa del ácido glutámico (GAD65), el fragmento 40K de tirosina fosfatasa (IA2), insulina y / o transportador de zinc 8 (ZnT8) (34). Aunque la ausencia de estos autoanticuerpos pancreáticos no descarta la posibilidad de Diabetes Tipo 1, y se conoce como Diabetes Tipo 1B o idiopática. Hasta el 30% de los individuos con la apariencia y presentación clásica de Diabetes Tipo 2 tienen autoanticuerpos positivos y pueden tener un tipo de diabetes autoinmune de progresión lenta (35). Independientemente de la edad los criterios para diagnosticar la diabetes según las guías de la Asociación Americana de Diabetes 2019 (14) son los siguientes: • Glucosa plasmática en ayuno > 126 mg / dL. • Glucosa plasmática después de 2 h de ayuno > 200 mg / dL durante la curva de tolerancia oral a la glucosa. (La prueba debe realizarse como lo describe la OMS, utilizando una carga de glucosa que contenga el equivalente a 75 g de glucosa anhidra disuelta en agua). • Hemoglobina glucosilada A1C > 6.5%. • Glucosa plasmática aleatoria > 200 mg / dL en un paciente con síntomas clásicos de hiperglucemia o crisis de hiperglucemia. Los niveles altos de insulina y péptido C en ayunas sugieren Diabetes Tipo 2. Los niveles son inapropiadamente bajos o en el rango normal en relación con la concentración de glucosa en plasma son relacionados con Diabetes Tipo 1. En la presentación aguda, los niveles de insulina y péptido C pueden ser suprimidos por hiperglucemia severa, por ejemplo, en caso de alguna enfermedad infecciosa concomitante, por lo que, es mejor evaluar estos niveles después de que el paciente recién diagnosticado se haya recuperado de una enfermedad aguda (36). RESISTENCIA A LA INSULINA Y COMPLICACIONES VASCULARES El concepto de Resistencia a la insulina entre los individuos con Diabetes Tipo 1 no es nuevo, la resistencia a la insulina puede alterar los perfiles de riesgo en estos pacientes, de modo que las personas con Diabetes Tipo 1 con mayor resistencia a la insulina tienen un mayor riesgo de complicaciones microvasculares. Es conocido que la resistencia a la insulina y la Diabetes Tipo 2 son más comunes entre ciertos grupos raciales o étnicos (37). En poblaciones con altas tasas de diabéticos tipo 2 y obesidad, como la población mexicana, las personas con Diabetes Tipo 1 pueden compartir factores genéticos y ambientales que resultan en una reducción de la sensibilidad a la insulina (38). Uno de los principales problemas que enfrenta el médico al evaluar la resistencia a la insulina en pacientes con Diabetes Tipo 1 es cómo cuantificarla, las herramientas como el modelo de homeostasis no son aplicables en estos pacientes debido a su incapacidad para sintetizar la insulina. Además, el método del clamp glucémico es demasiado invasivo y consume mucho tiempo para su uso a nivel de población y se limita a fines de investigación (39). En vista de estas dificultades, en la práctica clínica, la resistencia a la insulina en pacientes con Diabetes Tipo 1 se considera a menudo cuando los requerimientos diarios de insulina exceden 1 UI / kg (40). La tasa estimada de eliminación de glucosa (eGDR), un método basado en parámetros clínicos que incluyen hipertensión, hemoglobina glucosilada y perímetro abdominal, se determina mediante la siguiente formula: eGDR (mg/kg/min) = 21.158 + (-0.09 * WC) + (-3.407 * HTN) + (-0.551 * HbA1c) Donde HTN es la presencia de hipertensión (0 = no, 1 = sí), WC es la circunferencia de la cintura y HbA1c es hemoglobina glucosilada, se utiliza en pacientes con Diabetes Tipo 1 para determinar el grado de sensibilidad a la insulina. Es fácil de calcular y se ha estudiado que muestra una estrecha correlación con la resistencia a la insulina determinada por el método del clamp glucémico (39). Usando esta fórmula, se han encontrado que tasas de eliminación de glucosa bajas indican alta resistencia a la insulina y se asocia con un mayor riesgo de complicaciones microvasculares como nefropatía, enfermedad vascular periférica y enfermedad coronaria (42). Las enfermedades cardiovasculares son la causa más común de muerte en el mundo. La Diabetes es altamente prevalente y duplica el riesgo de enfermedad cardíaca (43). El aumento de la concentración de glucosa e insulina puede ser pro-aterogénico (44) por los factores fisiopatológicos arriba mencionados. La resistencia a la insulina participa en las etapas iniciales y avanzadas de la aterosclerosis. La hiperglucemiadesempeña un papel importante en las primeras etapas de la aterosclerosis (45) y la resistencia a la insulina modifica el efecto de la insulina en la pared vascular, es decir, hay un efecto anti-aterogénico en el estado sensible a la insulina y un efecto pro- aterogénico en el estado resistente a la insulina (46). Existe una amplia evidencia clínica de que la resistencia a la insulina aumenta el riesgo de enfermedad arterial coronaria incluso en ausencia de hiperglucemia (18). Algunos estudios mostraron que entre las personas con Diabetes Tipo 1 que tienen tasas más altas de resistencia a la insulina, el riesgo de enfermedad coronaria es mayor (47). Las altas concentraciones de insulina y de glucosa, son consecuencia directa de la resistencia a la insulina. La inflamación del estado procoagulante, la disfunción endotelial, la hiperuricemia, la actividad simpática aumentada, la actividad del sistema nervioso, la reabsorción tubular renal de sodio, el aumento de la incidencia de obesidad y las proteínas de fase aguda, los cambios en los niveles de adiponectina, la interferencia en la síntesis de óxido nitrico son otros de los factores que contribuyen al desarrollo de enfermedad arterial coronaria (48). Por lo tanto, las enfermedades cardiovasculares pueden ser una consecuencia de la resistencia a la insulina en lugar de ser causadas por efectos tóxicos de altas concentraciones de insulina o glucosa (49). La enfermedad arterial de las extremidades inferiores que se centra en eventos clínicos como claudicación, ulceración y amputación y cuya patogénesis involucra componentes neuropáticos y enfermedad arterial periférica, representa una de las afecciones que llevan a discapacidad, hospitalización prolongadas, accidente cerebrovascular y mortalidad temprana en los pacientes con diabetes, y sus principales factores de riesgo son la resistencia a la insulina, aunque se encontró que la hemoglobina glucosilada fue un predictor individual importante de la enfermedad arterial de las extremidades inferiores (50). La retinopatía es la complicación más común de la Diabetes Tipo 1, afecta del 70–100% de todos los pacientes (51). La única medida preventiva comprobada es el estricto control glucémico (52), que por sí solo no es totalmente satisfactorio porque la retinopatía aun así se desarrolla en el 12% de los pacientes diabéticos tratados intensivamente, el principal factor de riesgo para desarrollar retinopatía diabética es el descontrol glucémico, sin embargo la duración de la diabetes, el nivel de triglicéridos en ayunas y la proporción cintura-cadera, ambos marcadores de resistencia a la insulina, están fuertemente relacionados con la incidencia de retinopatía (53). La nefropatía diabética manifiesta conlleva un alto riesgo de mortalidad en la diabetes tipo 1, no solo por derecho propio, sino también por ser un factor de riesgo para la enfermedad arterial coronaria (54). La asociación se explica en gran parte, por factores de riesgo de enfermedad vascular congénita alterada, especialmente presión arterial, lípidos / lipoproteínas, marcadores inflamatorios y tabaquismo (55). Los lípidos y la presión sanguínea en la sangre predicen la incidencia de microalbuminuria y esta es una etapa temprana, a veces reversible, de nefropatía diabética (56). La resistencia a la insulina, que también está relacionada con la elevación de la presión arterial, el metabolismo alterado de los lípidos y la enfermedad arterial periférica (57) y una tasa de eliminación de la glucosa reducida en pacientes microalbuminuria, son importantes factores de riesgo para nefropatía diabética (58). MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo y transversal, se incluyeron 36 expedientes clínicos de pacientes con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 del Servicio de Medicina interna. Los criterios de inclusión fueron expedientes de pacientes igual o mayor a 16 años, de cualquier sexo, atendidos en la consulta externa u hospitalización del servicio de Medicina Interna del Hospital General Dr. Manuel Gea González en el periodo comprendido desde el 1 de marzo de 2017 al 31 de marzo de 2019. Los criterios de exclusión fueron expedientes de pacientes que no contaron con los datos requeridos para estudio. Se realizó el análisis mediante estadística descriptiva con medidas de tendencia central (medias y desviación estándar) en las variables cuantitativas, así como frecuencias y porcentajes en variables cualitativas. RESULTADOS Se solicitaron 239 expedientes de pacientes registrados con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 en la base de datos de consulta externa y hospitalización. Se incluyeron datos únicamente de 36 expedientes que cumplieron con los criterios de inclusión. (Diagrama de flujo 1.) La edad promedio de los pacientes fue de 26.9 años (DE= 6.79) con un mínimo de 16 años y un máximo de 50 años, con un total de 21 mujeres (58.3%) y 15 hombres (41.7%). El peso de los pacientes en promedio fue de 62kg (DE= 13). El índice de masa corporal (IMC) promedio fue de 23.53kg/m2 (DE= 4.36), el IMC mínimo fue de 16.038 kg y el máximo de 33.48 kg/m2. El tiempo de evolución de la Diabetes Tipo 1 fue en promedio de 9 años (DE= 8). Con respecto a las comorbilidades las más frecuentes fueron enfermedades autoinmunes (hipotiroidismo) (25 %), seguida de Dislipidemia (11.1%), hipertensión arterial sistémica (8.3%), enfermedades infecciosas (2.8 %). La mitad de los pacientes fueron hospitalizados por Cetoacidosis Diabética en algún momento del cuso de la enfermedad, con un promedio 6.67 (DE= 3.85) días de estancia hospitalaria. En el 19.4 % (n= 7) de los pacientes se encontró anticuerpos Anti-GAD 65 en el expediente clínico, los cuales se reportaron positivos, el resto no cuentan con evidencia de anticuerpos en el expediente. De los 7 pacientes con anticuerpos positivos, 4 tenían otras enfermedades autoinmunes. La media de hemoglobina glucosilada fue de 9.7% (DE= 2.7). En cuanto al tratamiento para la Diabetes Tipo 1, todos los pacientes utilizaban esquemas de insulina basal bolo, con un promedio de unidades de insulina Glargina de 29 UI/día (DE= 14), NPH 46 UI/día (DE= 15) y de insulina rápida 18 UI/día (DE= 12). La resistencia a la insulina se determinó con la fórmula de tasa de eliminación de glucosa estimada, se tomó como valor de corte de la eGDR en 6.70 mg/kg/min, por ser el valor que se encontró con mayor frecuencia en los hispanos en el artículo de Epstein Et al. La eGDR promedio fue de 7.78 mg/kg/min (DE= 1.74). Al dividir a los pacientes con eGDR mayor y menor de 6.70 mg/kg/min la prevalencia de los pacientes con tasa de eliminación de glucosa estimada menores de 6,7 mg/kg/min fue de 30.56% (Tabla 1 y Figura 1). Los pacientes con eGDR menores de 6,7 mg/kg/min en su mayoría eran mujeres 81.8% (n= 9), con una edad media de 28 años (DE= 8). Por otro lado, de los pacientes con eGDR mayor de 6.7 mg/kg/min un 52% (n= 13) fueron hombres, con una edad media de 26 años (DE= 6). En cuanto a los valores antropométricos, los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min tuvieron un índice de masa corporal de 25.579 kg/m2 (DE= 3.9), en comparación con los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min que tuvieron un IMC de 22.53 kg/m2 (DE= 4.32). El perímetro abdominal de los primeros fue de 89 cm (DE= 8) vs 82 cm (DE= 7). Con respecto a las comorbilidades, en los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min, un 18.2% (n=2) no tuvieron comorbilidades, 27.3% (n= 3) tenían hipertensión arterial, 27.3% (n= 3) tenían enfermedades autoinmunes y 18,2% (n= 2) tenían Dislipidemia. En los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min el 52% (n= 13) no tuvieron comorbilidades, ninguno tenía hipertensión arterial, 24% (n= 6) tenían enfermedades autoinmunes y 8% (n= 2) tenían Dislipidemia, 4% (n= 1) tenía enfermedades infecciosas. En cuanto al tratamientocon Insulina, los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min utilizaban 37 UI/día (DE= 13 UI/día) de Insulina Glargina o 67 UI/día(DE= 2 UI/día) de Insulina NPH y 17 UI/día (DE= 8 UI/día) de Insulina rápida. Por otro lado, los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min utilizaban 23 UI/día (DE= 12 UI/día) de Insulina Glargina o 43 UI/día (DE= 13 UI/día) de Insulina NPH y 19 UI/día (DE= 14 UI/día) de Insulina rápida. Con respeto a la evolución de la enfermedad, los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min tenían en promedio 13 años de diagnóstico (DE= 11), en cambio, los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min tenían 7 años (DE= 7). Los niveles de hemoglobina glucosilada en los pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min fueron de 11.4 % (DE= 3.2%) y en los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min fueron de 9% (DE= 2.2%). De las complicaciones microvasculares, aquellos pacientes con eGDR menor de 6.70 mg/kg/min el 36.4 % (n= 4) tuvieron neuropatía, el 36.4% (n=4) tuvieron retinopatía y el 36,4 % (n= 4) tuvieron nefropatía; en comparación a los pacientes con eGDR mayor de 6.70 mg/kg/min, únicamente 4 % (n= 1) de los pacientes presentaron neuropatía, solo 12 % (n= 3) de los pacientes tuvieron retinopatía y 16% (n=4) tuvieron nefropatía. (Figuras 2,3 y 4) DISCUSIÓN En este estudio se encontró que la edad promedio de pacientes con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 fue de 26.9 años (DE= 6.7947), con un predominio de mujeres (n= 21, 58.3%), tal como se reporta en estudios epidemiológicos la frecuencia es mayor en mujeres que hombres (10), de igual forma la edad promedio de los pacientes con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 es en adolescentes y adultos jóvenes. Los pacientes con diabetes tipo 1 generalmente tienen peso normal (32), como los hallazgos de nuestro estudio donde el índice de masa corporal promedio fue de 23.53 kg/m2 (DE= 4.36) que indica peso normal. El diagnóstico de la diabetes es clínico, muchas veces los pacientes debutan con cetoacidosis diabética por la abrupta disminución de la secreción de insulina debido a la destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas, es así como la Diabetes Tipo 1 se clasifica en Tipo 1A (autoinmune) y Tipo 1B (idiopática). La diabetes Tipo 1A en algunas ocasiones puede asociarse a otras enfermedades autoinmunes (14), en este estudio se observó que el 19.4 % (n= 7) de los pacientes con anticuerpos Anti-GAD 65 positivos y de estos 7 pacientes con anticuerpos Anti-GAD-65 positivos, 4 tenían otras enfermedades autoinmunes. La resistencia a la insulina, que es característica de la Diabetes Tipo 2, también se ha demostrado en los pacientes con Diabetes Tipo 1 (37). Sin embargo, en estos pacientes no es fácil medir la resistencia a la insulina y el método del clamp glucémica que es el gold estándar para medir la resistencia a la insulina, no es una herramienta útil en la práctica clínica, por lo que se han investigado métodos para medirla, como la tasa de eliminación de glucosa que muestra una buena correlación para medir la resistencia a la insulina comparada con el clamp glucémico (41). Los niveles de eGDR para definir resistencia a la insulina varían dependiendo del autor, sin embargo, en nuestro estudio se tomó en cuenta el valor más frecuente reportado por Epsein Et al (39). para pacientes hispanos, que fue un eGDR menor de 6.70 mg/kg/min. Con este punto de corte se encontró una prevalencia de resistencia a la insulina de 30.56%. En varios estudios se ha demostrado que los valores de la tasa de eliminación de glucosa estimada bajos se relacionan con una mayor prevalencia de complicaciones microvasculares, principalmente retinopatía, nefropatía y neuropatía (42), así como enfermedad arterial periférica, esto concuerda con los hallazgos de este estudio, donde se encontró que los pacientes con eGDR bajos tenían mayores porcentajes de complicaciones microvasculares en comparación con los pacientes con eGDR altos. Los requerimientos de insulina, se considera un parámetro tradicional para evaluar la resistencia a la insulina en pacientes con Diabetes Tipo 1, a mayor requerimiento de insulina mayor resistencia a la insulina (40). En este estudio se demostró que los pacientes con eGDR bajos tenían altos requerimientos de insulina basal a diferencia de los pacientes con eGDR elevados, cuyos requerimientos de insulina Glargina fueron menores, lo cual concuerda con los hallazgos del estudio de Pambianco Et al. (40). El control glucémico deficiente también contribuye a la resistencia a la insulina en la diabetes tipo 1 a través de la supresión deficiente de la producción de glucosa hepática (21). En el estudio de Williams et al (41). se analizaron como predictores de resistencia a la insulina los niveles de hemoglobina glucosilada, una herramienta clínica que se utiliza para observar el control glucémico en la evolución de los pacientes con diabetes. En este estudio, los pacientes con eGDR bajos tuvieron niveles de hemoglobina glucosilada que representan una diabetes descontrolada, en comparación a los pacientes con eGDR altos cuyos valores de hemoglobina glucosilada fueron ligeramente menores. Los resultados de nuestro estudio y de los previamente citados refuerzan la utilidad de la evaluación de la tasa de eliminación de glucosa en pacientes con Diabetes Tipo 1, para evaluar la resistencia a la insulina y con evidencia ofrecer medidas terapéuticas para mejorar la sensibilidad a la insulina con la finalidad de mejorar el control glucémico evidenciado por una hemoglobina glucosilada alta y prevenir o retrasar las complicaciones asociadas. La limitante más importante de nuestro trabajo es el tamaño de la población con diagnóstico de Diabetes Tipo 1 en nuestro hospital resulto ser baja, aunque se sabe que en general la prevalencia de esta enfermedad a nivel mundial es baja, representando solo el 5% de los pacientes diabéticos. CONCLUSIONES La presencia una tasa de eliminación de glucosa baja medida por parámetros clínicos y de laboratorio en pacientes con Diabetes Tipo 1 fue del 30.56%. Las complicaciones microvasculares tales como neuropatía, nefropatía y retinopatía, se observaron con más frecuencia en pacientes con tasas de eliminación de glucosa estimadas bajas. Los pacientes con requerimientos de insulina basal (Glargina y NPH) elevados tienen tasas de eliminación de glucosa bajas, altos requerimientos de insulina son un parámetro tradicional para evaluar la resistencia a la insulina en pacientes con diagnóstico de Diabetes tipo 1. BIBLIOGRAFÍA 1. Lipton RB, Obesity at the onset of diabetes in an ethnically diverse population of children: what does it mean for epidemiologists and clinicians? Pediatrics 2005; 115(5): 553-60. 2. Fagot-Campagna A, Pettitt DJ, Engelgau MM, et al. Type 2 diabetes among North American children and adolescents: an epidemiologic review and a public health perspective. 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Estimated Glucose Disposal Rate in Assessment of the Metabolic Syndrome and Microvascular Complications in Patients with Type 1 Diabetes. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. 2009;94(9):3530-4. TABLAS Y FIGURAS Diagrama de Flujo 1. Selección de expedientes Expedientes solicitados (n=239) Expedientes excluidos (n= 203) No se encontró el expediente solicitado (n=27) No cumplen con los criterios de inclusión • Menores de 16 años (n=1) • Diagnóstico de Diabetes Tipo 2 (n=157) • Diagnostico de artritis reumatoide (n = 10) • Diagnóstico de Hipotiroidismo (n= 8) Expedientes revidados (n=236) Tabla 1. Relación de pacientes con eGDR menor de 6.7mg/kg/min y mayor de 6.7 mg/kg/min eGDR <6.70 mg/kg/min >6.70 mg/kg/min Hombre o Mujer Masculino n(%) 2 (18.2%) 13 (52.0%) Femenino n(%) 9 (81.8%) 12 (48.0%) Edad (años) 28 + 8 26 + 6 Talla (metros) 1.59 + 0.9 1.65 + 0.11 Peso (kg) 65 + 12 61 + 13 IMC (kg/m2) 25.57 + 3.90 22.63 + 4.32 Perímetro Abdominal (cm) 89 + 8 82 + 7 Comorbilidades n(%) Ninguna 2 (18.2%) 13 (52%) Hipertensión arterial 3 (27.3%) 0 (0%) Enf. autoinmunes 3 (27.3%) 6 (24%) Dislipidemia 2 (18.2%) 2 (8%) Enf. infecciosas 0 (0%) 1 (4%) Otras 1 (9.1%) 3 (12%) HbA1c % 11.4 + 3.2 9 + 2.2 Glargina (Unidades) 37 + 13 23 + 12 NPH (Unidades) 67+ 2 43 + 13 Rápida (Unidades) 17 + 8 19 + 14 Años de diagnóstico (años) 13 + 11 7 + 7 AntiGAD65 n(%) 2 (18.2%) 5 (20%) Neuropatía n(%) 4 (36.4%) 1 (4.0%) Retinopatía n(%) 4 (36.4%) 3 (12.0%) Nefropatía n(%) 4 (36.4%) 4 (16.0%) Figura 1. Prevalencia de resistencia a la insulina definida por eGDR Figura 2. Porcentaje de Neuropatía definida por eGDR Figura 3. Porcentaje de Retinopatía definida por eGDR Figura 4. Porcentaje de nefropatía definida por eGDR Portada Índice Resumen Texto Conclusiones Bibliografía
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