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Frecuencia-de-salvamento-de-extremidad-y-de-amputacion-en-pacientes-con-pie-diabetico-hospitalizados-del-Hospital-Espanol-en-el-periodo-marzo-2015-a-febrero-del-2018

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE MEDICINA 
 
 
FRECUENCIA DE SALVAMENTO DE EXTREMIDAD Y DE AMPUTACIÓN 
EN PACIENTES CON PIE DIABÉTICO HOSPITALIZADOS DEL HOSPITAL 
ESPAÑOL, EN EL PERIODO DE MARZO DEL 2015 A FEBRERO DEL 2018 
 
 
 
TESIS 
 
 
 PARA OBTENER LA ESPECIALIDAD DE: 
 CIRUGÍA GENERAL 
 
P R E S E N T A: 
 
 
KETZALKOATL TECOMAHUA ROMÁN 
 
 
 
 
 
 
 
DIRECTOR DE TESIS: 
 
DR. VENANCIO PÉREZ DAMIAN 
 
CIUDAD UNIVERSITARIA, CIUDAD DE MÉXICO, 2019 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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AGRADECIMIENTOS 
 
Agradezco por poder consagrar mi vida a mi pasión, la cirugía y seguir en este 
camino con impetu y vocación. 
De la misma manera a las personas que hicieron posible este momento. A mi 
familia, con especial enfásis, a aquella que siempre me ha y sigue impulsando, así 
como enseñarme a luchar por mis metas, mi Madre; a mi hermana Malinalli, por 
ser mis compañera y unos ejemplos de fortaleza, a mi Padre por mostrarme lo que 
significa la responsabilidad y la mejora continua como persona. 
Agradecimiento especial a Maria Jose por mostrarme que todos podemos 
aprender y enseñarme que no basta solo ser bueno en lo que haces, también se 
tiene que ser compasivo, asi como su apoyo. 
A mis Maestros y Guías Dr. Jorge Fernandez Alvarez, Dr. Jose Manuel Gomez 
López y a mi tutor el Dr. Venancio Pérez Damian; Predicare con su ejemplo. Asi 
mismo al Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Español por su 
apoyo en la elaboarion de este material; Dra. Paola Rojas Güevara, Dr. Sergio 
Benites Palacios, Dr. Alejandro Cortina Nascimento y el Dr. Isidoro Barrios 
Cedrún. 
Y por último, pero no menos importante a todos los pacientes que permitieron que 
aprendiera este fino arte a través ellos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
INDICE 
 
I. Resumen 4 
II. Marco Teórico 5 
III. Planteamiento del Problema 28 
IV. Justificación 28 
V. Objetivos 
V.I Objetivo general 
V.II Objetivos específicos 
29 
29 
29 
VI. Metodología 
VI.I Diseño de investigación 
VI.II Hipótesis 
VI.IIIPoblanción de estudio 
VI. IVMuestra 
VI.VCriterios de selcción 
 
29 
29 
29 
29 
29 
30 
VII. Análisis Estadístico 
 
30 
VIII. Definición operacional de variables 30 
IX. Consideraciones éticas 33 
X. Resultados 34 
XI. Discusión 37 
XII. Conclusiones 38 
XIII. Tablas y Gráficos 39 
XIII. Bibliografía 46 
 
4 
 
 
I. RESUMEN 
 
Introducción: En México la población de personas con diabetes fluctúa entre 6.5 
y 10 millones en individuos de 20 a 69 años, de este total dos millones de sujetos 
no están diagnosticados. Los tratamientos están basados en antimicrobianos, 
antidiabéticos orales, insulina, analgésicos, determinaciones frecuentes de 
pruebas de laboratorio y estudios de gabinete; finalmente se agrega el tratamiento 
quirúrgico conservador en los casos que es posible salvar la extremidad, el 
tratamiento quirúrgico radical consistente en amputaciones mayores. Esto la 
convierte en una de las patologías de mayor costo hospitalario 
 
Objetivo: Identificar la frecuencia de salvamento de extremidad y de amputación 
en pacientes con pie diabético en paciente hospitalizados del Hospital Español, en 
el periodo de marzo del 2015 a febrero 2018 
Diseño: se realizó un estudio observacional, transversal, retrospectivo en 
pacientes hospitalizados en el Hospital Español de México de marzo al 2015 a 
febrero del 2018. 
Instrumento: se realizó revisión manual de los censos clínicos de cirugía vascular 
del Hospital Español de México de los años comprendidos de marzo del 2015 a 
febrero del 2018. 
 
Resultados: Con base en los criterios de inclusión, exclusión y eliminación antes 
comentados, se obtiene un total de muestra de 48 pacientes. Del total de 
pacientes 31 pacientes correspondían al sexo masculino y 17 pertenecían al sexo 
femenino. La media de edad del total de la muestra fue de 61.83 años. reingresan 
12 pacientes representando el 25 % de los pacientes. 32 pacientes representando 
el 66% del total de los pacientes tienen antecedentes heredofamiliares de diabetes 
mellitus tipo 2. La media de años con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 es de 
15.87 años. 62.5% del total de pacientes presentan como diagnóstico comórbido 
hipertensión arterial sistémica, 22.9% Enfermedad renal crónica, 14.5% alguna 
Cardiopatía, 8.3% Eventos vasculares cerebrales. 52% de la población ya contaba 
con diagnóstico previo de pie diabético. 47% de los pacientes fueron sometidos a 
una amputación, 47.8% de estos se sometieron a amputación de un ortejo, 21.7% 
se amputo mas de un ortejo, 13% a una amputación infracondilea, 13% a 
amputación supracondilea, 4.3% una amputación de Lisfranc. Del total de la 
muestra sólo 12.5% de los pacientes fueron sometidos a amputación mayor. Los 
microoganismos mas comunes en ulceras infectadas fueron Staphylococcus 
aureus en el 16% de la población yEscherichia coli en el 16% de la población. 
 
 
 
 
 
 
Palabras calve: pie diabético, salvamento de extremidad, amputación mayor. 
 
5 
 
 
II. MARCO TEÓRICO 
 
Se estima que para el año 2035 la prevalencia mundial de la diabetes mellitus se 
elevará a casi 600 millones, y alrededor del 80% de estas personas viven en 
países en desarrollo.1 La diabetes es la principal causa de patología del pie, y 
causa ulceraciones en el pie por neuropatía, infección e isquemia.2 
 
El pie diabético (PD) es una complicación de la diabetes mellitus asociada al 
padecimiento de úlceras en el pie producidas por traumatismos externos o 
internos asociados a diferentes estadios de neuropatía diabética y enfermedad 
vascular periférica. Las lesiones en el pie constituyen una de las mayores causas 
de morbilidad e incapacidad en las personas con diabetes.3 
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al pie diabético (PD) como la 
infección, ulceración y destrucción de tejidos profundos de la extremidad inferior, 
asociadas con alteraciones neurológicas y diversos grados de enfermedad 
vascular periférica; secundarios al efecto de la hiperglucemia crónica.4 
La complicacion más grave del padecimiento de una úlcera del pie diabético es la 
amputación mayor o menor. En los Estados Unidos, hasta un 15% tiene úlceras 
activas y 1 de cada 4 tiene un riesgo de por vida de desarrollar una úlcera del pie 
diabético.5 
 
La infección ocurre en aproximadamente la mitad de las úlceras del pie diabético. 
Las complicaciones relacionadas con úlceras son la principal causa de 
hospitalización para pacientes diabéticos.6 
Hay un creciente riesgo de amputación entre pacientes diabéticos, el 85% de los 
pacientes que presentan una úlcera de pie están en riesgo de una amputación 
posterior.7 
 
El deterioro de la calidad de vida produce estrés cardiovascular y un mayor riesgo 
de mortalidad en comparación con la población general. Los pacientes con úlcera 
de pie diabético tienen una tasa de mortalidad anual cercana al 10%, con un 
aumento del 20% anual si se realiza una amputación. Los pacientes diabéticos 
que se someten a amputación tienen una incidencia de mortalidad de 27 meses 
después de la operación, en comparación con 47 meses entre los pacientes no 
diabéticos con amputación.8 
 
Entre los pacientes que se someten a unaamputación mayor de la extremidad 
inferior, hasta un 40% se someterán a la amputación de la extremidad 
contralateral en 3 años.9 La amputación mayor se ha relacionado con una pérdida 
en la esperanza de vida de estos pacientes que los sitúa en tasas de mortalidad 
cercanas y a veces superiores al cáncer de colón, próstata, mama o enfermedad 
de Hodking.10 Cada año, más de 1 millón de personas con diabetes pierden al 
menos una parte de su pierna como consecuencia de las complicaciones de la 
diabetes. Esto se traduce en la estimación de que cada 20 segundos se pierde 
una extremidad inferior por diabetes en algún lugar del mundo.11 
6 
 
 
Etiología: 
La etiología de la ulceración del pie diabético es un proceso multifactorial y 
complejo, derivado de la neuropatía, la insuficiencia vascular y el riesgo de 
infección. Los principales factores de riesgo asociados con la formación de úlceras 
del pie diabético son la neuropatía periférica diabética y la enfermedad arterial 
periférica (PAD), que actúan de forma aislada o concurrente. 
12 
La neuropatía diabética, que se define como la presencia de sín- tomas o signos 
de disfunción del sistema nervioso periférico en el paciente diabético, una vez 
excluidas otras causas. Es una de las complicaciones microvasculares más 
frecuentes en la pobla- ción diabética, aumenta su prevalencia y gravedad 
conforme se incrementa el tiempo de evolución de la diabetes, la edad, la 
hiperglucemia y su duración. Constituye el factor de riesgo más importante 
asociado a la presencia de úlceras en los pies. Afecta a fibras nerviosas 
sensitivas, motoras y autonómicas del sistema nervioso periférico de comienzo 
predominantemente distal y lento, es asintomática en más del 85% de los casos. 
 
En cuanto a la afectación de las fibras sensitivas, la pérdida o la disminución de la 
sensibilidad térmica, algésica, vibratoria y propioceptiva propicia la aparición de 
lesiones inducidas por una manipulación inadecuada de los pies, por el uso de 
calzado ina- propiado y por hábitos higiénicos peligrosos. Pasa desapercibida y se 
mantiene en el tiempo debido a la pérdida del reflejo defensivo doloroso. El primer 
síntoma suele ser una úlcera en la mayoría de los casos. 
 
Por otro lado, las fibras motoras son las encargadas de mantener de forma 
correcta la posición de las articulaciones del pie, lo que permite una distribución 
adecuada de las presiones. Cuando estas se alteran, se puede producir una 
atrofia muscular que induce deformidad ósea y modifica la biomecánica de la 
marcha y la redistribución de las presiones. La formación de callos en los puntos 
anómalos de presión, junto con un adelgazamiento de la cabeza metatarsiana, 
incrementa la presión plantar y, por último, induce el desarrollo de la úlcera. 
La pérdida de las fibras autonómicas produce una alteración en la regulación del 
flujo sanguíneo y una disminución de la sudo- ración; como consecuencia, la piel 
está seca y aparecen fisuras.13 
 
La enfermedad vascular periférica, caracterizada por una afectación distal al 
territorio infrapoplíteo, en ocasiones bilateral y multisegmentaria. Si aparece 
calcificación de la media se aso- cia a la presencia de neuropatía. 
La enfermedad arterial contribuye al desarrollo del 50% de las úlceras del pie 
diabético y desempeña un papel en el 70% de la mortalidad entre los pacientes 
diabéticos.14 Puede estar presente de forma aislada o en combinación con 
enfermedad neuropática en hasta el 45% de las ulceraciones de las extremidades 
inferiores. 
 
7 
 
Las alteraciones biomecánicas, caracterizadas por modificar los puntos de apoyo 
durante la marcha o en posición estática, lo que induce la aparición de 
callosidades y/o úlceras por presión. 
 
Una vez que la piel está ulcerada, es susceptible de infectarse, un problema 
médico urgente. Solo dos tercios de las úlceras del pie finalmente sanarán y hasta 
un 28% puede resultar en alguna forma de amputación de extremidades 
inferiores.15 
 
La amputación del pie o de la pierna se produce fundamentalmente por eventos 
relacionados con la isquemia o la infección, siendo esta última la causa principal.16 
 
Factores precipitantes o desencadenantes: 
 
Sobre el pie de riesgo desarrollado por los factores predisponentes, para que se 
inicie una lesión, deben actuar los de tipo precipitante o desencadenante, siendo 
el más frecuente el traumatismo mecánico cuando actúa de forma mantenida, 
provocando la rotura de la piel y la úlcera o la necrosis secundaria. 
Ambas se producen, pues, por la interacción anormal y mantenida en un 
determinado período evolutivo, entre un estrés ambiental, que puede ser de 
mínima magnitud, y la respuesta de unos tejidos condicionados en su adaptación 
al mismo. 
 
Si en un pie neuropático con sensibilidad alterada se aplica un estrés de tipo 
normal y moderado, pero reiterativo en un intervalo evolutivo prolongado y 
concentrado sobre una zona de aumento de la presión plantar condicionada por 
una deformidad como puede ser el hallux valgus o una callosidad, el proceso va a 
determinar la autolisis inflamatoria seguida de necrosis, al no existir una respuesta 
dolorosa defensiva. En un pie isquémico, la capacidad de los tejidos para resistir el 
fracaso es menor, y un estrés ligero y mantenido, como puede ser el de un zapato 
mal ajustado, es suficiente para iniciar la lesión. 
 
Los factores desencadenantes pueden ser de tipo extrínseco o intrínseco. 
 
Factores extrínsecos: 
 
Son de tipo traumático, y pueden ser mecánicos, térmicos o químicos. 
El traumatismo mecánico se produce habitualmente a causa de calzados mal 
ajustados, y constituye el factor precipitante más frecuente para la aparición de 
úlceras, sean neuroisquémicas o neuropáticas, correspondiendo el 50% de las 
mismas a zonas afectadas por callosidades en los dedos. 
 
El traumatismo térmico es directo y lesiona la piel. Habitualmente se produce al 
introducir el pie en agua a temperatura excesivamente elevada; utilizar bolsas de 
agua caliente; descansar muy cerca de una estufa o radiador; andar descalzo por 
arena caliente o no proteger adecuadamente el pie de temperaturas muy bajas. El 
8 
 
traumatismo químico suele producirse por aplicación inadecuada de agentes 
queratolíticos. Por ejemplo, con ácido salicílico. 
 
Factores intrínsecos: 
 
Cualquier deformidad del pie, como los dedos en martillo y en garra; el hallux 
valgus; la artropatía de Charcot, o la limitación de la movilidad articular, 
condicionan un aumento de la presión plantar máxima en la zona, provocando la 
formación de callosidades, que constituyen lesiones preulcerosas, hecho 
confirmado por la práctica clínica, porque en estas zonas es donde la mayoría de 
los enfermos desarrollan las lesiones ulcerosas. 
 
Factores agravantes: 
 
Aunque de una forma secundaria, la infección es determinante en el desarrollo de 
la úlcera, y adquiere un papel relevante en el mantenimiento de esta. 
No es responsable del inicio de la úlcera, excepto en aquellas situaciones en que 
la ruptura de la piel es causada de forma directa por infecciones fúngicas, pero sí 
interviene en la evolución de las mismas una vez iniciadas. 
Cuando se asocia a la isquemia, la infección es el factor que va a establecer el 
pronóstico evolutivo de la lesión. En este sentido, se puede afirmar que no existen 
úlceras infecciosas en el PD, sino infectadas. 
. 
La mayor sensibilidad a la infección en los enfermos diabéticos se debe a 
diferentes causas, entre las que cabe mencionar como más prevalentes, la 
ausencia de dolor, que favorece el desarrollo insidioso de una celulitis extensa o 
de un absceso; la hiperglucemia, que altera los mecanismos inmunitarios, 
fundamentalmente la inmunidad celular y la isquemia, que compromete la 
perfusión arterial y el aporte de oxígeno. La alteración sensitiva interviene 
demorando la percepción de la lesión y,por tanto, es un factor coadyuvante de la 
instauración de la infección. 
 
Las úlceras neuropáticas y neuroisquémicas suelen estar sobreinfectadas por 
microorganismos diversos, que en su mayoría son saprófitos (estafilococos, 
estreptococos), aunque también pueden detectarse aerobios y anaerobios 
facultativos (E. coli) o anaerobios estrictos (Bacterioides y Clostridium perfringens) 
si las úlceras son profundas. 
 
Tales microorganismos, favorecidos por la alteración de las condiciones 
homeorreológicas, pueden llegar a invadir los tejidos profundos progresando hasta 
las estructuras óseas. De todas las infecciones observadas en el PD, las 
bacterianas (básicamente las causadas por estafilococos y estreptococos) y las 
micóticas (candidiasis, dermatofitosis, cromoblastomicosis) son las más 
frecuentes. 
 
Las úlceras más frecuentes son las neuropáticas: de entre un 45% y un 60%. Las 
9 
 
neuroisquémicas suponen entre un 25%, y un 45% y las puramente isquémicas, 
entre un 10% y un 15%. 
 
 Por tanto, la neuropatía está implicada en un 85%-90% de las úlceras del PD. 
La polineuropatía simétrica distal, que es la forma más frecuente de ND, afecta a 
las fibras nerviosas sensitivas, motoras y autónomas. 
 
En definitiva, pues, el trastorno sensitivo se caracteriza por disminución de la 
sensación de dolor y temperatura, y posteriormente de la sensibilidad vibratoria y 
de la sensorial superficial. Los defectos de los nervios motores pueden provocar 
atrofia de los músculos intrínsecos del pie dando lugar a deformidades del pie 
como dedos en martillo o en garra. 
 
Las consecuencias de la neuropatía autonómica incluyen pérdida de sudoración, 
fisuras secas en la piel e inestabilidad vasomotora, con incremento de la 
derivación del flujo arterial por los shunts arterio-venosos, implicando situaciones 
de isquemia capilar. 
 
La conjugación de todos estos factores y en los estadios más avanzados 
determina la neuroartropatía de Charcot. También existe un aumento de la presión 
plantar en zonas de úlceras plantares previas y en zonas de limitación de la 
movilidad articular, aspecto que condiciona que se mantenga un estrés repetido en 
la zona, provocando la autolisis inflamatoria y el hematoma subqueratósico, que 
conducen a la necrosis tisular. 
 
Si existe macroangiopatía asociada, se produce una disminución del flujo 
sanguíneo y de la presión de perfusión en la circulación distal. En este contexto, y 
cuando las lesiones arteriales estenosantes u obliterantes alcanzan el punto crítico 
de afectar a la presión parcial de oxígeno tisular y el aporte de sustancias 
nutrientes requeridas por la microcirculación para mantener el metabolismo basal 
tisular, se establece la situación clínica denominada isquemia crítica. 
 
Esta secuencia de situaciones fisiopatológicas, asociadas a las alteraciones 
hemorreológicas de la DM, implica que la acción de uno o varios de los factores 
desencadenantes descritos pueda provocar una necrosis tisular, que suele 
complicarse además por la disminución de la sensibilidad por la neuropatía 
generalmente asociada. La isquemia, asimismo, provoca una disminución de la 
capacidad de cicatrización. Sea cual sea la causa de la lesión, la pérdida de la 
protección cutánea favorece la infección, que puede agravarse por la propia 
isquemia, en función de la disminución del aporte de oxígeno, que actúa 
condicionando, por un lado, la difusión de la infección y el crecimiento de 
gérmenes anaerobios y, por otro, la neuropatía, con pérdida de sensibilidad.17 
 
Exploración física: 
 
El examen físico del pie diabético debe incluir evaluaciones dermatológicas, 
neurológicas, vasculares y musculoesqueléticas. Debe incluir la adecuada 
10 
 
inspección, palpación, y determinación de la profundidad de la úlcera, evaluar 
compromiso óseo, la existencia de celulitis o abscesos, crepitación, secreción o 
necrosis.18 
 
Las pruebas sensoriales utilizando un monofilamento Semmes-Weinstein (10 g) es 
una prueba predictiva y fácilmente reproducible para evaluar el riesgo neuropático 
de ulceración y amputación del pie en pacientes diabéticos. La falla del paciente 
para percibir más de cuatro o más de los 10 sitios de prueba se ha asociado con 
un aumento de 15 veces en el riesgo de ulceración plantar.19 
 
La úlcera diabética debe inspeccionarse visualmente para detectar la presencia de 
tejido viable, drenaje, purulencia, olor y eritema circundante.20 
 
Se han desarrollado sistemas de clasificación de úlceras del pie diabético y se han 
utilizado con fines clínicos y de investigación. La Clasificación Wagner es el primer 
sistema de este tipo y se desarrolló inicialmente para heridas por presión en lugar 
de úlceras diabéticas. Tiene sensibilidad y especificidad limitadas, así como una 
aplicación clínica limitada.21 
 
El Sistema de clasificación de la Universidad de Texas y la clasificación de la 
úlcera PEDIS se desarrollaron posteriormente para correlacionar las 
características de la herida con los resultados clínicos.22 
 
El sistema de clasificación WIfI (Wound, Ischemia, foot Infection) defendido por la 
Society for Vascular Surgery es el sistema más reciente de estadificación de la 
úlcera del pie que ha sido clínicamente validado por varios investigadores.23 
 
Grado Características 
0 Sin lesión del pie abierta 
1 Presencia de úlcera superficial, espesor parcial o total 
2 La úlcera se extiende a los ligamentos, tendones, cápsula articular o fascia profunda sin 
abscesos u osteomielitis 
3 Presencia de úlcera profunda con absceso, osteomielitis 
4 Gangrena localizada en el antepié o el talón 
5 Extensiva 
Sistema de Clasificación de Wager para Ulcera de Pie Diabético. 
 
Grado Características 
0 Presencia de preulcerización o epitelización postulcerosa 
1 Úlcera superficial que no penetra en el tendón, el hueso o la articulación 
2 Úlcera que penetra hasta el tendón o la cápsula 
3 Úlcera que penetra en el hueso o la articulación 
A Úlcera no infectada y no isquémica 
B Infección presente 
C Isquemia presente 
D Isquemia e infección presente 
11 
 
Sistema de Clasificación de Texas para Ulcera de Pie Diabético. 
 
Resumen del sistema de clasificación 
de la infección del pie diabético por el grupo de trabajo internacional sobre la infección del pie diabético(PEDIS) 
Grado Signos clínicos de infección 
1 Ninguna 
2 Proceso local que involucra piel y tejido subcutáneo 
Eritema (si está presente) <2 cm 
No hay signos de infección sistémica 
3 Proceso local más profundo que la piel y el tejido subcutáneo 
Eritema> 2 cm 
Absceso local, osteomielitis, artritis séptica, fascitis. 
No hay signos de infección sistémica. 
4 Signos de infección sistémica (> 2 de los siguientes); 
Temperatura> 38 ° C, o, <36 ° C 
Frecuencia cardíaca> 90 lpm 
Frecuencia respiratoria> 20 respiraciones / min tcPO2 <32 mm Hg 
WBC> 12, o,> 10% de bandas 
Signos de infección local; hinchazón, induración, eritema, ternura, calor, secreción purulenta. 
 
Los tratamientos están basados en antimicrobianos, antidiabéticos orales, insulina, 
analgésicos, determinaciones frecuentes de pruebas de laboratorio y estudios de 
gabinete; finalmente se agrega el tratamiento quirúrgico conservador en los casos 
que es posible salvar la extremidad, y el tratamiento quirúrgico radical, consistente 
en amputaciones mayores. Esto la convierte en una de las patologías de mayor 
costo hospitalario. 
 
La decisión de tratar una úlcera del pie diabético de forma ambulatoria o como un 
paciente interno en el hospital a menudo depende del estado clínico actual del 
paciente. Los pacientes sépticos con heridas gravemente infectadas requieren 
ingreso para tratamiento quirúrgico urgente para limitar la propagación de la 
infección y la destrucción del tejido. Los pacientes con problemas crónicos y 
estables se pueden manejar en el entorno ambulatorio para ello se requiere 
control dela infección y la inflamación, equilibrio de la humedad y los puntos de 
presión.24 
 
Tipos de manejo: 
 
Desbridamiento de herida: 
 
Consiste en alterar el entorno de la herida y promover la curación mediante la 
eliminación tejido anormal, como epidermis hiperqueratósica y tejido necrótico, 
desechos extraños y bacterias.25 Convierte una herida estancada en una herida 
cicatrizante aguda al liberar los factores de crecimiento plaquetario, inhibir las 
proteinasas y limitar la acción del biofilm bacteriano.26 Las diferentes modalidades 
para desbridar una herida incluyen quirúrgica, enzimática, autolítica, mecánica e 
12 
 
intraoperatoria con ultrasonido y dispositivos hidroquirúrgicos, hasta lograra el 
cierre de la herida.27 
 
Entre desbridamientos, las heridas deben cubrirse con apósitos húmedos, 
apósitos que contengan plata o cremas, o tratarse con terapia de presión 
negativa.28 
 
Descarga de presión: 
 
 El pie también debe descargarse para minimizar la presión sobre la herida y evitar 
que las úlceras vuelvan a aparecer. La probabilidad de curación aumenta con la 
efectividad de la descarga y el cumplimiento del paciente.29 
 
Educación del paciente: 
 
Debido al curso inicial indolente de las úlceras del pie diabético pero sus 
complicaciones potencialmente devastadoras, es aconsejable educar a los 
pacientes y sus familias sobre la naturaleza de la enfermedad para maximizar la 
probabilidad de cumplimiento con la optimización médica y el cuidado de la 
herida.24 
 
Manejo de las úlceras de pie diabético: 
 
Considerando que las úlceras de pie diabético son crónicas, es necesario hacer la 
distinción entre colonización e infección: la colonización es la multiplicación de 
microorganismos sin provocar una reacción en el huésped; la infección es la 
respuesta inflamatoria del huésped al daño provocado por la multiplicación de los 
microorganismos. Las úlceras de pie diabético infectado en general presentan 
exudado de mal olor, induración de tejido, eritema alrededor de la úlcera, calor 
local y edema. El dolor, la fiebre y el aumento de los glóbulos blancos se asocian 
con infección y no con colonización. 
 
Las infecciones del pie constituyen la infección de partes blandas más frecuente 
en el diabético y pueden llevar a una osteomielitis, amputación o a la muerte. La 
presencia de inflamación local, exudado o crepitación indica infección, pero su 
ausencia no fue descartada y puede observarse osteomielitis bajo una úlcera no 
inflamatoria. Por otra parte, la existencia de signos inflamatorios en un pie no 
ulcerado puede corresponder a una artropatía de Charcot. Síntomas sistémicos 
como fiebre o calofríos, al igual que leucocitosis, solo se presentar en un tercio de 
los casos de infección. La hiperglicemia en cambio en común. 
 
La neuropatía predispone a la infección al permitir puertas de entrada como 
úlceras plantares. En ausencia de úlceras, el 60% de las infecciones comienza en 
los espacios interdigitales, seguido de la región periungueal en 30% y el restante 
10% en otras zonas. 
 
13 
 
En las infecciones de pie diabético, los agentes de las mujeres por tratarse de una 
infección superficial o profunda. Las infecciones superficiales agudas adquiridas 
en la comunidad y el tratamiento antibacteriano son generalmente provocadas por 
estafilococos aureus o estreptococos spp y no siempre requieren uso de 
antimicrobianos. Las infecciones profundas y / o crónicas son polimicrobianas en 
más del 50% de los casos, con participación de dos o 3 agentes como promedio. 
En ellas debe intentarse siempre un diagnóstico bacteriológico preciso a través de 
cultivos. 
La cronicidad y la repetición de los tratamientos antibióticos llevan a la selección 
de flora bacteriana el porcentaje de gramos negativos y gramos positivos 
multirresistentes. 
 
El objetivo básico del manejo de las úlceras del pie diabético infectadas es 
removedor todo el material extraño y eliminar el tejido esfacelado o necrótico. 
En el manejo avanzado de las úlceras de pie diabético se recomienda realizar una 
curación diaria y evaluar cada 24 horas las condiciones generales y locales del 
paciente. Realizar un lavado amplio y efectivo y utilizar como cobertura un apósito 
interactivo, bioactivo o mixto, dependiendo de la cantidad y calidad del exudado y 
de las características del tejido (granulatorio, esfacelado o necrótico). 
 
Recomendaciones: 
 
• Realizar la curación cada 24 h. Si el exudado de la úlcera ha extravasado la 
cobertura, cambiarla de inmediato. 
• No se recomienda el uso tópico de medicamentos porque la mayoría son 
citotóxicos, una excepción del metronidazol al 0.8% que permite el control de las 
colonias. 
• Nunca uses apósitos transparentes como cobertura secundaria por el riesgo de 
aumentar la infección, principalmente con anaerobios. 
• En úlceras sucias con tierra, pus u otros elementos, efectuando un lavado con 
jabón, utilizando clorhexidina jabonosa al 2% o jabón de glicerina farmacéutica. 
Hay que recordar que el lavado se efectúa con movimientos rotatorios, 
produciendo una espuma abundante, y que, una vez terminado el procedimiento, 
es necesario lavar abundantemente solución. Esta técnica puede ser repetida por 
un máximo de tres días, considerando que 
el emoliente del jabón es un producto químico que afecta al tejido de granulación. 
• Solo utilizar la solución fisiológica, el ringer lactato agua bidestilada para efectuar 
el arrastre mecánico. 
• El apósito hiperosmótico se cambia diariamente por un período no superior a 3 
días, ya que, por su gran capacidad de absorción, se corre el riesgo de resecar la 
herida. 
 
Coberturas. 
 
En la curación avanzada de las úlceras de pie diabético se utilizan apósitos 
interactivos, bioactivos y mixtos como apósitos primarios. En algunas ocasiones 
14 
 
los interactivos también se pueden usar como coberturas secundarias. Los 
apósitos pasivos se utilizarán exclusivamente como secundarios. 
 
Manejo avanzado de heridas: 
 
El manejo avanzado de heridas o método de curación no tradicional es una 
práctica mundialmente reconocida, iniciada en 1962 con los trabajos de Winter 
Etal, que comprobadamente trae grandes beneficios clínicos al paciente, 
reflejados en menor número de curaciones, menos dolorosas y con una tasa 
menor de complicaciones. Consiste en manejo de heridas con injertos de células 
cultivadas, aloinjertos, xenoinjertos de colágeno y membranas amnióticas. Existen 
pruebas para respaldar el uso de estos productos para las heridas que han 
demostrado una disminución en la tasa de curación, pero la calidad de la 
evidencia es variable, y la elección del producto a menudo se basa en la 
preferencia del profesional.24 
 
Terapia con presión negativa: 
 
Esta modalidad de tratamiento utiliza "Succión subatmosférica continua o 
intermitente, realizada sobre la herida quirúrgica, mediante una esponja de 
poliuretano y sellada con un plástico adherente transparente" para conseguir la 
cicatrización de la herida. La hipótesis subyacente a su desarrollo es que la 
presión negativa extrae el líquido extracelular y el exudado, reduciendo el edema y 
mejorando el flujo sanguíneo local, elimina las moléculas que impiden la 
cicatrización correcta (Metaloproteasas). 
 
Esto hace que la provisión de oxígeno y nutrientes en la zona lesionada, 
eliminando además el sustrato de crecimiento de los microorganismos y 
promoviendo en última instancia la aceleración de la cicatrización. Promueve la 
cicatrización en ambiente húmedo. La presión negativa estimula y acelera la 
formación de tejido de granulación y promueve la angiogénesis, pudiendo jugar un 
papel en el aumento de la proliferación celular y de la síntesis proteica. 
 
Zhang y colegas informaron que la terapia de presión negativa tiene más 
probabilidades de reducir o curar úlceras en comparación con la terapia estándar y 
en un período de tiempo más corto.18 
 
Existen 3 tipos de esponjas: 
 
- Negra: con poros de entre 400 y 600 micras y compuesta de poliuretano,aplicándose en el interior de la herida. Es hidrófoba y fácilmente colapsable, 
utilizándose ante la necesidad de estimular la granulación y la contracción de la 
herida. 
- Blanca: con poros de aproximadamente 250 micras y compuesta de 
polivinilalcohol, se aplica sobre la herida cuando existe escaso tejido de 
granulación y se requiere fuerza de tensión. Es hidrófila y necesita más presión 
para colapsarse, cuando se presenta cuando el tejido que cubre es friable. 
15 
 
- Con plata: La plata metálica microaleada se distribuye uniformemente a través 
de todo el espacio, lo que proporciona una plata efectiva después del 
dimensionamiento como una barrera eficaz contra la penetración bacteriana. 
Los iones de plata protectores reducen las bacterias aerobias, gram negativas y 
gram positivas, y pueden ayudar a reducir las infecciones en las heridas. 
 
Indicaciones: 
 
Es recomendable usar en las heridas que el tratamiento convencional no se redujo 
al menos el 50% de su tamaño en el período de una mes. Es imprescindible que el 
paciente esté hemodinámicamente estable y tenga intacta la capacidad de 
cicatrización: Pie diabético, Ulceras por presión, Fijación de injerto de piel, 
Quemaduras, Dehiscencia de sutura esternal o abdominal, Exposición de tendón y 
traumatismo de Extremidades inferiores, Fístulas, Zona donante , Hidrosadenitis 
supurativa, Heridas de fasciotomía, Mordeduras de animales, Congelación, 
Heridas columna vertebral, Osteomielitis. 
 
Contraindicaciones: 
 
Este tipo de tratamiento está contraindicado en el caso de las heridas debidas a 
neoplasias o de componente neoplásico, osteomielitis no tratada, fístulas a 
órganos o cavidades, exposición de venas o arterias, existencia de tejido 
necrótico, mal estado nutricional del paciente o previsible fallecimiento en los 
siguientes seis meses. También se aconseja utilizar con precaución cuando exista 
un sangrado activo o si el paciente sigue con tratamiento anticoagulante. 
 
Complicaciones: 
 
Las más habituales son las siguientes: 
 
Sangrado en el momento de cambiar la esponja debido al exceso de crecimiento 
de tejido de granulación, sobre todo si la esponja estuvo colocada durante más de 
48 o 72 horas. Problemas por el olor que se desprende, necesitando en ocasiones 
descartar la presencia de una infección activa. Reacciones alérgicas al material 
utilizado (esponjas, apósitos, etc.). Necrosis de los márgenes de la herida. 
Infección, habiéndose observado incluso por gérmenes anaerobios y síndrome de 
shock tóxico. Depleción de líquidos, descrito en edad extrema, que perdía gran 
cantidad de líquido por las lesiones. Dolor, sobre todo durante los cambios de la 
esponja y al reiniciar la presión negativa por el cambio. Tiene buena respuesta a la 
analgesia. 
 
Cirugía de tejidos blandos: 
 
Los pacientes diabéticos con ulceraciones del pie, abscesos, cambios 
gangrenosos húmedos, gas en el tejido en radiografías simples o signos 
sistémicos de sepsis requieren atención quirúrgica urgente. Se debe realizar una 
incisión profunda y drenaje de abscesos o vías infecciosas en el quirófano, junto 
16 
 
con una exploración adecuada de los compartimentos fasciales y las capas del 
pie, porque los abscesos que provienen de la úlcera del pie pueden seguir hasta el 
tobillo o la parte inferior de la pierna. La amputación de dígitos o partes del pie 
puede ser necesaria debido a la gangrena o para limitar el avance de la infección. 
Después de tratar la infección del pie, el enfoque de la atención debe dirigirse 
hacia la necesidad de revascularización y el cierre de la herida primaria o 
secundaria. La fisiología alterada de estas heridas, así como a problemas 
sistémicos adicionales en pacientes diabéticos, provocan un cierre de la herida 
lento y con frecuencia se requieren intervenciones múltiples, con buen se han 
reportado tasas de cierre de hasta 80%. Los principios que definen el cierre 
exitoso de la herida incluyen el control de la infección, el desbridamiento de la 
herida, la perfusión adecuada, la descarga de presión y el equilibrio de la 
humedad. Las pequeñas heridas superficiales pueden sanar sin intervención 
adicional o con la aplicación de materiales basados en células como Dermagraft, 
Apligraft o aloinjertos de queratinocitos.30 
 
flaps tisulares locales: 
 
Los colgajos locales para el cierre de la herida deben diseñarse de acuerdo con el 
suministro de sangre real del pie. La ventaja significativa de usar flaps de piel 
locales es el concepto reemplazar defectos con piel similarmente especializada. 
La desventaja de los colgajos locales es la cantidad limitada de piel especializada 
disponible para cerrar heridas, lo que limita el tamaño de las heridas que se 
pueden manejar de esta manera. Se deben de manejar la s prominecias oseas 
para mejorar los índices de curación. En pacientes seleccionados pueden ser muy 
exitosos. También se pueden diseñar colgajos de rotación plantar doble a cada 
lado del defecto para el cierre de pequeñas (<2 cm) úlceras plantares centrales en 
el antepié.24, 30 
 
Colgajos libres: 
 
Los colgajos libres suministran una gran cantidad de tejido y pueden permitir un 
desbridamiento agresivo porque el tamaño de la herida es menos restrictivo que 
con los colgajos pediculados. El colgajo no debe alterar el suministro vascular del 
pie, por lo que las anastomosis arteriales de extremo a lado son una mejor opción 
que las anastomosis de extremo a extremo para mantener el flujo en la circulación 
nativa. 
 
Las transferencias microvasculares con frecuencia requieren procedimientos 
secundarios tales como citorreducción y reintroducción de tejido para mejorar la 
estética y la función. Las series exitosas informan que se requiere desbridamiento 
agresivo de tejido no viable, revascularización cuando es necesario, control de 
problemas médicos, soporte de peso gradual protegido, corrección de 
anormalidades óseas subyacentes antes o durante el procedimiento de colgajo y 
control de infección. Los pacientes con problemas médicos múltiples y mal 
controlados se tratan mejor con opciones locales de cierre del tejido.24, 30 
 
17 
 
Prevención de los defectos recurrentes de los tejidos blandos: 
 
La prevención de la recurrencia de la herida es tan importante como el cierre 
inicial de la herida. Desafortunadamente, el riesgo de ulceración recurrente sigue 
siendo alto a pesar de las mejoras en el manejo del pie diabético. La presencia 
continua de aquellos factores que conducen a la formación de úlceras iniciales, 
como la neuropatía o la enfermedad arterial, contribuye significativamente a esta 
tasa de recurrencia. La ulceración de la superficie plantar se correlaciona con el 
aumento de las presiones de la planta y el mediopié con la deambulación. El 
acortamiento del tendón de Aquiles por contracción o rigidez crónica puede 
contribuir significativamente al aumento de la presión del pie plantar. Los niveles 
elevados de glucosa pueden conducir a una reticulación anormal entre las fibrillas 
de colágeno y aumentar la rigidez del tendón. Los pacientes que no pueden 
dorsiflexionar el tobillo o tienen presiones aumentadas en el antepié se consideran 
en mayor riesgo de ulceración recurrente. El alargamiento del tendón de Aquiles a 
menudo se puede realizar por vía percutánea para lograr un punto neutro o dentro 
de los 5 grados de dorsiflexión en un esfuerzo por prevenir la ulceración recurrente 
del pie.24, 30 
 
Amputaciones: 
 
Cuando no es posible el cierre de la herida, debido al tamaño y la extensión de la 
herida, la ubicación o la isquemia irreversible, puede ser necesaria alguna variante 
de la amputación del pie. La elección adecuada y el rendimiento óptimo de la 
amputación, como las amputaciones parciales o completas de ortejos, 
transmetatarsianas y del mediopié, son componentes fundamentales del 
tratamiento del pie diabético. Con los avances actuales en revascularización y 
tratamientos de cuidado de heridas, una amputación parcial del pie puede ser 
posible dondeanteriormente se hubiera pensado que una amputación por debajo 
o por encima de la rodilla era más probable. Aunque las amputaciones con 
frecuencia conllevan un estigma social y se asocian con un sufrimiento psicológico 
significativo para el paciente, dan como resultado una curación rápida, 
hospitalizaciones más cortas, menor riesgo de reinfección o recurrencia de una 
herida y un resultado funcional aceptable. Una vez sanado el sitio de amputación 
del paciente, el objetivo del tratamiento debe ser la prevención de la recurrencia 
de la úlcera en el sitio de la amputación mediante la descarga adecuada y la 
educación del paciente.24 
 
La amputación, con independencia de su nivel, es una intervención de técnica 
compleja y en la que, para minimizar las complicaciones locales y sistémicas, es 
fundamental seguir una serie de principios básicos generales: 
 
a) La antibioticoterapia debe utilizarse siempre. Si existe infección previa, debe 
prolongarse en el postoperatorio hasta confirmar la evolución clínica correcta del 
muñón. Esta situación es la más habitual en el PD, pero en aquellos casos en que 
no existan signos clínicos de infección, debe utilizarse de forma profiláctica, 
iniciando la pauta previamente a la intervención y retirándola a las 48 horas. Los 
18 
 
antibióticos utilizados tienen que cubrir los gérmenes gram-positivos, gram-
negativos y anaerobios. 
 
b) La hemostasia debe ser muy rigurosa, ya que la formación de hematoma 
implica necrosis o infección. 
 
c) Los bordes cutáneos deben aproximarse sin tensión, y hay que evitar el exceso 
de manipulación y los traumatismos de los tejidos blandos por la utilización de 
pinzas u otros instrumentos. 
d) Debe realizarse la tracción de los trayectos nerviosos con la finalidad de que su 
sección reste más proximal que el resto de los tejidos, consiguiendo así su 
retracción y evitando el posible desarrollo de neurinomas en la cicatriz. 
e) De igual forma debe procederse con los tendones y con los cartílagos 
articulares, ya que son tejidos sin vascularización, que pueden interferir en la 
formación de tejido de granulación. 
f) No dejar esquirlas óseas en la herida, ni rebordes cortantes.24 
 
Amputaciones Menores: 
 
Son aquellas que se limitan al pie. 
Amputaciones distales de los dedos: 
Están indicadas cuando la lesión necrótica se circunscribe a las zonas acras de 
los dedos. 
Es necesario extirpar todos los tejidos desvitalizados, resecando de forma total o 
parcial las falanges hasta que queden bien recubiertas por tejido blando, y 
eliminando las carillas articulares que permanezcan al descubierto. En presencia 
de infección, se deja abierta para que cierre por segunda intención. 
 
Amputación transfalángica. 
 
La resección de tejido es mínima y no precisa de rehabilitación, ya que después 
de la misma el pie se mantiene con una buena funcionalidad. 
Indicaciones: 
 
En las lesiones localizadas en la falange media y la distal, siempre que en la base 
del dedo reste una zona de piel lo suficientemente extensa como para recubrir la 
herida. El tipo de lesión suele ser una gangrena seca bien delimitada, ulceraciones 
neurotróficas u osteomielitis. 
 
Contraindicaciones: 
 
- Gangrena o infección que incluye el tejido blando que recubre la falange 
proximal. 
- Artritis séptica de la articulación metatarsofalángica. 
- Celulitis que penetra en el pie. 
- Afección del espacio interdigital. 
- Dolor en reposo de los dedos y antepié. 
19 
 
 
Amputación digital transmetatarsiana 
 
Este tipo de amputación tiene la ventaja, sobre las más proximales, de que la 
deformidad del pie es mínima, mantiene su funcionalidad y que no precisa 
rehabilitación. 
Indicaciones: 
 
Lesiones necróticas de los tejidos que recubren la falange proximal con 
indemnidad del espacio interdigital, del pliegue cutáneo y de la articulación 
metatarso-falángica. 
 
Contraindicaciones: 
- Artritis séptica de la articulación metatarsofalángica. 
- Celulitis que penetra en el pie. 
- Afección del espacio interdigital. 
- Lesiones de varios dedos del pie. 
 
En este último caso, es recomendable realizar de primera intención una 
amputación transmetatarsiana, ya que la amputación de dos o más dedos suele 
conllevar la sutura a tensión, y el pie queda con una alteración importante en la 
transmisión normal de la carga, lo que ocasionará, en un futuro, nuevas lesiones 
por roce o el desarrollo de un mal perforante plantar. 
La técnica supone la exéresis del dedo, de la articulación metatarso-falángica y de 
la parte distal del metatarsiano. Sin embargo, existen variaciones dependiendo del 
dedo que se ampute: 
 
Amputación del segundo, tercero y cuarto dedos. 
 
La incisión se inicia en la base del dedo por sus caras interna y externa, dejando 
algunos milímetros de piel en la falange proximal para facilitar el cierre de la herida 
sin tensión. Se prolonga en su cara dorsal hasta converger sobre el eje 
metatarsiano a unos cuatro centímetros de la base del dedo. En la cara plantar se 
realiza la misma incisión. Los tejidos blandos son extirpados con bisturí. Se abre la 
cápsula de la articulación metatarso-falángica y se desarticula el dedo, para 
posteriormente resecar la cabeza del metatarsiano. 
 
Amputación del primero y quinto dedos. 
 
La incisión cutánea se inicia sobre su cara lateral en la base del metatarsiano, en 
forma de raqueta que incluye todo el dedo y transcurriendo por el espacio 
interdigital. Se deja el borde inferior algo más extenso que el superior para que 
recubra la herida quirúrgica, ya que el tejido subcutáneo plantar, al estar formado 
por tejido graso y tabiques fibrosos más resistentes a la infección y a la necrosis, 
proporciona una mejor protección. 
 
20 
 
 Cuando existe una ulceración sobre la articulación metatarso-falángica del quinto 
dedo, debe realizarse una incisión en la piel en forma de ojal, sobre la cara lateral 
externa de la articulación, incluyendo los tejidos lesionados, y proceder a la 
apertura de la cápsula articular y a la resección de la cabeza del metatarsiano y de 
la base de la falange proximal, con la finalidad de suturar la piel sin tensión. 
La ventaja que aporta esta técnica sobre la clásica de amputación total del dedo 
es que el traumatismo tisular es mínimo, aspecto importante en este tipo de 
enfermos, que tienen una vascularización distal muy deficiente. Puede seguirse el 
mismo procedimiento en el caso de la ulceración de un hallux valgus. 
 
Amputaciones atípicas. 
 
Son aquellas circunscritas al pie y técnicamente menos estandarizadas. Están 
indicadas cuando existe una infección o una gangrena no estabilizada, en función 
de salvaguardar el apoyo plantar del pie y, sobre todo, el del primer dedo, que 
tiene un papel muy importante en la dinámica del mismo. 
Suponen la extirpación de toda la piel, tejidos necróticos y estructuras óseas 
afectadas. El límite de la sección ósea debe situarse en la parte proximal de los 
metatarsianos, ya que una amputación más posterior no consigue un pie funcional 
y en esta situación, la mejor opción es una amputación reglada a un nivel más 
proximal. 
 
Generalmente, se deja abierta para que la cicatrización se haga por segunda 
intención. 
 
Amputaciones transmetatarsianas: 
 
Se basa en la resección de la totalidad de las falanges y de la epífisis distal de los 
metatarsianos. Se consigue una aceptable funcionalidad del pie y no precisa de 
rehabilitación compleja. 
 
Indicaciones: 
 
- Lesión que incluya varios dedos y sus espacios interdigitales. 
- En los procesos que afectan al dorso del pie, en su tercio anterior, sin 
sobrepasar el surco metatarso- falángico en la planta del mismo. 
 
Contraindicaciones: 
 
- Infección profunda del antepié. 
- Lesiones que afecten a la planta del pie. 
 
Deben evitarse los hematomas mediante una hemostasia cuidadosa, ya que 
son motivo de infección e impiden el acoplamiento del colgajo. 
Se han descrito otras amputaciones, en zonas más posterioresdel pie, como 
son las de Lisfranc y Chopart.(Figura 1.) La primera consiste en la 
21 
 
desarticulación tarsometatarsiana, y en la segunda la sección se realiza a nivel 
mediotarsiano. 
 
Son amputaciones con un importante grado de inestabilidad, que se traduce por 
equinismo o equino-varo, y por estas razones, habitualmente no se practican. 
 
 
 
 
 
Figura 1. 
 
Transmetatarsal Lisfranc Chopart 
 
Amputaciones Mayores: 
 
Amoutación de Syme. (Figura 2) 
 
Descrita por este autor en 1842, se realiza a nivel de la articulación del tobillo. Se 
consigue un buen muñón de apoyo, restando espacio suficiente entre el extremo 
del muñón y el suelo, para la adaptación de la prótesis que supla sus funciones. 
 
Indicaciones: 
 
- Fracaso de la amputación transmetatarsiana. 
- Gangrenas o úlceras bien delimitadas del antepié, tanto dorsales como 
plantares, que imposibiliten la realización de una amputación transmetatarsiana. 
 
Contraindicaciones: 
 
- Lesiones próximas al tobillo y que no permitan el espacio suficiente para 
realizarla. 
- Isquemia, ulceraciones o infecciones del talón. 
- La presencia de un pie neuropático con ausencia de sensibilidad en el talón es 
una contraindicación relativa. 
 
Amputación de Pirogoff. (Figura 2) 
 
Técnicamente es similar a de Syme, difiriendo únicamente en la conservación de 
una porción del hueso calcáneo como zona de apoyo. 
22 
 
 
Se extirpa la parte anterior del mismo, dejando la posterior con la inserción del 
tendón de Aquiles para, a continuación, rotar su tuberosidad con el fin de 
afrontarlo con la superficie seccionada de la tibia y del peroné. 
 
Tiene el inconveniente de que el muñón pierde poca altura con respecto al suelo, 
lo que impide el acoplamiento posterior de una prótesis a nivel de la articulación 
del tobillo, y por este motivo es necesario colocar un alza correctora en la otra 
extremidad. 
 
Amputación Infracondilea: 
 
Tiene la ventaja, sobre la supracondílea, de preservar la articulación de la rodilla, 
lo que facilita la prótesis de aquellos enfermos en los que, por sus condiciones 
físicas, no sería posible realizarla en el caso de amputaciones más proximales. 
 
El tipo de muñón resultante no es de carga. El peso no lo soporta el muñón sino el 
extremo proximal de la tibia, siendo importante conservar el peroné porque 
proporciona una estructura piramidal al muñón que le procura una buena 
estabilidad. 
 
Indicaciones: 
 
- Fracaso de la amputación transmetatarsiana. 
- Gangrena de pie que invade la región metatarsiana e impide realizar una 
amputación a este nivel. 
 
Contraindicaciones: 
 
- Gangrena extensa de la pierna. 
- Articulación de la rodilla en flexión irreductible de más de veinte grados. 
- Enfermos a que, por sus condiciones generales, no va a ser fácil colocar una 
prótesis. 
 
Existen muchas variantes técnicas de la amputación infracondílea, que se 
diferencian entre sí por la construcción de los colgajos miocutáneos. 
 
Amputación Supracondilea. 
 
En este tipo de amputación se pierde la articulación de la rodilla y la carga 
protésica se concentra en la zona isquiática y no directamente sobre el muñón, 
como sucede en la desarticulación de la rodilla. 
 
Un aspecto fundamental, por las consecuencias que posteriormente va a suponer 
sobre la prótesis, es la correcta longitud del muñón, que facilite un brazo de 
palanca adecuado para la movilización de la prótesis y del mecanismo de la rodilla 
23 
 
protésica, que debe quedar situada al mismo nivel de la rodilla de la extremidad 
contralateral. 
 
Una longitud excesiva significa una asimetría antiestética, perceptible cuando el 
enfermo está sentado, y un muñón excesivamente corto dificultades en la prótesis, 
ya que funcionalmente es equivalente a la desarticulación de la cadera. 
 
Indicaciones 
- Fracaso de cicatrización en la amputación infracondílea. 
- Contractura de los músculos de la pantorrilla con flexión en la articulación de la 
rodilla. Contraindicaciones 
- Extensión de la gangrena o la infección a nivel del muslo. 
 
Figura 2. 
 
Symes Pirogoff 
 
 
La amputación es una intervención compleja, cuyas complicaciones constituyen a 
menudo el fracaso de la intervención y repercusiones sistémicas graves. Las 
principales son: 
 
- El hematoma, cuyas consecuencias son el incremento de la presión interna del 
muñón, la isquemia secundaria y la infección. 
- La infección, que es una complicación muy grave y que en la mayor parte de los 
casos hace fracasar la amputación y deteriora gravemente la situación general 
del enfermo. Generalmente, se manifiesta en forma de dolor en el muñón y 
suele ir acompañada por fiebre y leucocitosis. 
- Fracaso en la cicatrización como consecuencia de una inadecuada elección del 
nivel de amputación. Son heridas que, en el curso del postoperatorio, presentan 
necrosis marginales en los bordes cutáneos y escaras. 
- Percepción de la extremidad amputada — síndrome del "miembro fantasma"— 
que consiste en la sensación expresada por el paciente de seguir percibiendo 
físicamente no sólo la parte de extremidad amputada, sino además con la 
sintomatología del dolor isquémico pre-operatorio. Se advierte con mayor 
frecuencia en las amputaciones supracondíleas. 
- Contractura en flexión de la articulación de la rodilla o cadera por dolor en el 
muñón.24 
 
 
24 
 
Enfermedad Arterial periférica en el pie diabético: 
 
Para que las úlceras diabéticas cicatricen, ha sido de importancia restablecer el 
flujo sanguíneo pulsátil hacia el pie. Aunque el segmento arterial femoropoplíteo 
se ve comúnmente afectado en los diabéticos, la enfermedad oclusiva de la arteria 
tibial es la distribución clásica en pacientes diabéticos, lo que lleva a una isquemia 
que pone en peligro las extremidades. En el pasado, se razonó que, debido a que 
la etiología de la enfermedad arterial diabética era secundaria a la oclusión de la 
circulación microvascular, la cirugía de derivación no mejoraría el flujo dentro de la 
microcirculación y sin duda fallaría. Sin embargo, la revascularización de las 
extremidades inferiores con intervenciones abiertas o endovasculares puede 
contribuir de manera significativa a la preservación de las extremidades en esta 
población de pacientes. Las indicaciones para tratar la enfermedad oclusiva 
arterial en diabéticos son similares a las de los pacientes no diabéticos: 
claudicación limitante del estilo de vida, dolor en reposo y pérdida de tejido que se 
asocia con úlceras que no cicatrizan y cambios gangrenosos.31 
 
Laboratorio Vascular: 
 
Los pacientes diabéticos con pérdida de tejido o úlceras que no cicatrizan sin 
pulsos de pedal palpables deben someterse a más pruebas para detectar la 
enfermedad arterial subyacente. Las mediciones del índice tobillo-brazo (ITB) son 
poco confiables en diabéticos debido a la calcinosis medial de los vasos tibiales. 
Sin embargo, las arterias digitales a menudo se libran de la gran calcificación que 
se produce en las arterias tibiales, y sus mediciones de flujo reflejan con mayor 
precisión la perfusión del pie. Como tal, las mediciones del índice medio pie-
braquial pueden ser más útiles en pacientes diabéticos con una supuesta ITB 
falsamente elevada, el cual mayor que 0.6 es predictivo de curación de tejido. 
Las pruebas alternativas que también podrían ser útiles en el estudio de las 
úlceras del pie diabético incluyen las tomas de volumen de pulso, la 
fotopletismografía, la tensión de oxígeno transcutánea y la presión de perfusión 
cutánea. 
 
Imágenes no invasivas, como Angiotomografía computarizada (CTA) y 
Angioresonancia magnética (MRA), son a menudo el siguiente paso para las 
imágenes arteriales basadas en la evaluación del laboratorio vascular.Se 
requieren detalles finos y definición de las arterias tibiales y de las pedias para 
planificar la revascularizacióndiabética; por lo tanto, a menudo se obtienen 
arteriografíaspara ayudar con la planificación operativa, con la angiografía de CO2 
considerada en el contexto de insuficiencia renal. Las imágenes de un CTA o MRA 
pueden permitir un abordaje arteriográfico enfocado que a menudo se puede 
combinar con una intervención terapéutica endovascular si es apropiado. Ocurre 
en aproximadamente el 60% de los estudios arteriográficos realizados para la 
conservación de extremidades diabéticas. 
 
 
25 
 
Las intervenciones endovasculares continúan desempeñando un papel cada vez 
más prominente en el tratamiento de los pacientes con úlcera del pie diabético. Sin 
embargo, la enfermedad oclusiva de la arteria tibial sigue siendo un desafío para 
un enfoque basado en el manejo con catéter. Varios autores han demostrado 
resultados comparables después de la revascularización endovascular en 
diabéticos y no diabéticos, con menores tasas de permeabilidad primaria a largo 
plazo en pacientes diabéticos, pero permeabilidad secundaria equivalente y tasas 
de preservación de la extremidad. La recanalización arterial puede ser un factor 
importante para determinar la eficacia de las intervenciones endovasculares. Los 
pacientes diabéticos sometidos a angioplastia tibial con falta de una arteria tibial 
incrementan el índice de amputación a 62%, en comparación con el 1,7% en 
pacientes con al menos una arteria patente en el pie. 
 
Hay diferentes modalidades disponibles para la revascularización, incluida la 
angioplastia tibial estándar con cables dedicados, balones estándar y balones 
liberadores de fármacos, así como la reconstrucción del arco del pedal con la 
técnica del "loop pedio". La técnica del loop pedio consiste en atravesar lesiones 
en el arco del pedal para establecer un flujo sanguíneo hacia el pie de forma 
prograda o retrógrada.24 
 
Los datos sobre el papel de las tecnologías de stenting y elución de fármacos en 
la revascularización de la arteria tibial siguen siendo limitados. Aunque un estudio 
informó que el stent infrapoplíteo puede ser exitoso, con tasas de reestenosis de 
20% a 1 año y más de 70% de permeabilidad primaria, la preservación de la 
extremidad funcional fue mejor para los pacientes sometidos a angioplastia debajo 
de la rodilla proximal en comparación con la colocación de stent tibial.32 
 
La revascularización ayuda para asegurar la cicatrización en aquel PD en el que, 
una causa de un proceso infeccioso, se ha realizado una exéresis quirúrgica más 
o menos extensa y que inicialmente no presentaba una buena perfusión. En el 
mayor porcentaje de estas situaciones, si la revascularización no es viable o 
fracasa, la amputación es la única alternativa. 
 
En la patología isquémica de las extremidades inferiores se ofrece de las 
siguientes cuatro opciones técnicas de revascularización: 
 
- By-pass. 
- Endarteriectomía. 
- Cirugía endovascular. 
- Simpatectomía. 
 
Obviamente, no difieren en su aplicación con respecto a las medidas en el 
enfermo isquémico no diabético, pero sí características morfológicas de la 
arterioesclerosis en el enfermo diabético, como la plurisegmentariedad lesional, la 
afectación prevalente de los troncos tibiales y la calcificación, introducción 
importante y valorable elementos diferenciales tanto en la estrategia quirúrgica 
como en los resultados de permeabilidad, inmediata y tardía. 
Margarita
Texto escrito a máquina
Intervenciones endovasculares: 
26 
 
 
Sector aorto-ilíaco. 
 
Las opciones de revascularización en este sector incluyen: 
- Eludir aorto-femoral (bi o uni). 
- El by-pass extra-anatómico (axilo-femoral, fémoro-femoral). 
- La endarteriectomía. 
- La cirugía endovascular en el sector ilíaco. 
El by-pass aorto-femoral es una técnica que aporta resultados satisfactorios con el 
nivel de evidencia, en el que su tasa de permeabilidad a los cinco años se sitúa en 
el 85% -90%, con una morbilidad del 8% y una mortalidad inferior al 5%. 
 
En cuanto a la morfología lesional de la arterioesclerosis obliterante en este 
sector, la situación más prevalente en el enfermo diabético es la que viene 
significada por estenosis difusas, extensas y que afectan a ambos ejes ilíacos, 
sobre las que existe un consenso absoluto en cuanto a que la técnica de 
revascularización debe ser el by-pass aorto-bifemoral, mediante prótesis 
bifurcadas de Dacron, Velour o PTFE. 
 
Las principales variables identificadas como causa tardía de obliteración en el by-
pass son la hiperplasia intimal en la zona anastomótica femoral y la propia 
progresión de la enfermedad en los segmentos distales a la misma, que se 
comportan comprometiendo el flujo de salida -out-flow. 
 
Sector Fpmoro-Popltteo-Tibial. 
 
Es el sector más afectado en la DM y su prevalencia en los trastornos isquémicos 
oscila entre el 47% y el 65%. En los enfermos diabéticos, las lesiones en el sector 
fémoro-poplíteo-tibial son las determinantes en el 75% de los casos de las 
manifestaciones clínicas de isquemia, y únicamente en el 25% de éstas, las 
lesiones en el sector aorto-ilíaco, únicas o asociadas a las del sector fémoro-
poplíteo-tibial son determinantes de las mismas. 
 
Un aspecto diferencial entre ambos es que las lesiones en el enfermo no diabético 
se localizan en la arteria femoral superficial y primer segmento de la arteria 
poplítea —canal de Hunter— y es poco frecuente que se extienda a la totalidad de 
esta última, mientras que en el enfermo diabético la lesión se extiende también a 
la arteria poplítea y los vasos distales. 
 
La técnica revascularizadora de elección en este sector es el by-pass, interpuesto 
entre la arteria femoral común y el primer o tercer segmento de la arteria poplítea 
—supragenicular o infragenicular— o los troncos tibio-peroneos. 
Las características lesionales de la arterioesclerosis en el enfermo diabético hacen 
especialmente conflictivo el primer aspecto, y con mucha más frecuencia se 
impone realizar anastomosis distales a troncos tibio-peroneos a nivel maleolar, 
como única opción de asegurar un buen flujo de salida. 
27 
 
 
La angioplastia del sector fémoro-poplíteo en situación de isquemia crítica, y en 
enfermos con un riesgo quirúrgico elevado o con escasas posibilidades de 
revascularización, puede aportar incrementos en la presión de perfusión, que aún 
no solucionando el problema isquémico de forma definitiva, permiten, 
coyunturalmente, la cicatrización de las heridas y el tratamiento de la infección.24 
 
 
 
Bypass quirúrgico: 
 
Para que las úlceras diabéticas cicatricen, se requiere restablecer el flujo 
sanguíneo pulsátil hacia el pie. Aunque el segmento arterial femoropoplíteo se ve 
comúnmente afectado en diabéticos, la enfermedad oclusiva de la arteria tibial es 
la distribución clásica en pacientes diabéticos, lo que lleva a una isquemia que 
amenaza la extremidad. Aproximadamente el 25% de los pacientes con isquemia 
que amenaza la extremidad, presentan heridas importantes y pérdida de tejido se 
tratan mejor con bypass quirúrgico como método inicial de revascularización. 
Hemos encontrado que los diabéticos con una pérdida de tejido más extensa (> 2 
cm2) sanan más rápido y más completamente después del bypass, en 
comparación con la terapia endovascular. 
 
Debido a la preponderancia de la afectación de la arteria tibial, los objetivos 
distales pueden incluir las ramas plantares medial y lateral y otras arterias 
inframaleolares. Debido a la distribución tibial en el paciente diabético, a menudo 
se puede considerar un bypass poplíteo-distal debido a que el árbol arterial 
proximal se salva de la enfermedad oclusiva que limita el flujo. El uso de la arteria 
poplítea para el flujo de entrada limita la longitud del bypass para optimizar la 
permeabilidad a largo plazo, así como la longitud del conducto autógeno necesario 
para el bypass. 
 
Varios investigadores han establecido la superioridad del bypass de las 
extremidades inferiores con la vena autógena en comparación conotros 
conductos. Si la vena se puede utilizar como un conducto para el bypass en 
pacientes diabéticos, se puede obtener una tasa de permeabilidad y recuperación 
de la extremidad similar a la de los pacientes no diabéticos. Se a informado una 
permeabilidad primaria del 57% y 38% a los 5 y 10 años, respectivamente. Hasta 
el 30% de los pacientes diabéticos no tienen vena safena adecuada para 
derivación a los objetivos tibiales distales. En pacientes reoperativos, esta cifra 
aumenta al 50%. En tales pacientes, se deben considerar los conductos 
alternativos para derivación, como la vena safena menor, vena del brazo, venas 
compuestas y un injerto de politetrafluoroetileno (PTFE) con un parche de vena 
distal con o sin una fístula arteriovenosa distal. Además, aunque estos conductos 
alternativos no son equivalentes a la vena safena interna intacta para el bypass 
tibial, pueden ser efectivos para la preservación de la extremidad. 
 
28 
 
Los bypass de extremidades inferiores en pacientes diabéticos no están exentos 
de riesgo. Existe una cierta morbilidad perioperatoria asociada con la cirugía de 
bypass que se acerca al 20%, con una tasa de complicación incisional del 10% 
para los injertos venosos. Las complicaciones pulmonares, cardíacas y renales 
pueden retrasar la recuperación y aumentar la estancia hospitalaria y el costo. De 
hecho, aunque la diabetes no es un factor de riesgo para la falla del injerto 
venoso, se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad a largo plazo y pérdida 
de extremidades en pacientes con isquemia crítica de extremidades en 
comparación con pacientes no diabéticos.33 
 
Salvamento de Extremidad: 
 
Una de las estrategias más importantes para el manejo del pie diabético es 
prevenir complicaciones que pueden requerir una amputación mayor de un 
miembro. Incluso con el tratamiento adecuado, algunos pacientes deben 
someterse a una amputación mayor o una operación de salvamento de la 
extremidad.34 Estas operaciones no son solo una enorme carga emocional y social 
para los pacientes debido a un impedimento físico, sino también una carga 
financiera.35 El rescate exitoso de la extremidad, definido como un muñón 
adecuado para la ambulación funcional, está principalmente determinado por el 
nivel de amputación. Se ve afectado principalmente por la preservación del 
astrágalo y el calcáneo porque minimiza la discrepancia en la longitud de las 
extremidades y preserva la almohadilla del talón.36 El nivel de amputación de 
Chopart es el más proximal entre las ubicaciones de amputación de miembros 
inferiores que preservan el astrágalo y el calcáneo. Aunque discutible, la 
amputación de Chopart se ha definido como un salvamento exitoso de las 
extremidades.37,38 
 
Los cirujanos deben preservar la mayor cantidad de extremidades como sea 
posible. Es importante evitar la reamputación, ya que es una riesgo quirúrgico 
importante para los pacientes diabéticos, que por lo general ya están en una 
codiones deficientes y enfrentan dificultades financieras. 
 
 
III. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
¿Cuál es la frecuencia de salvamento de extremidad y de amputación en 
pacientes con pie diabético en paciente hospitalizados del Hospital Español, en el 
periodo de marzo del 2015 a febrero 2018? 
 
IV. JUSTIFICACIÓN 
 
El presente estudió hace énfasis en la necesidad de abrir otras líneas de 
investigación referente a la selección de pacientes con pie diabético que podrían 
beneficiarse de diferentes formas de prevención e intervenciones para lograr el 
salvamento de extremidad y así disminuir la morbimortalidad de dichos pacientes. 
Actualmente existen medicamentos, apósitos, equipo avanzado y cirugías que 
29 
 
intentan preservar la funcionalidad del miembro inferior con los cuales podemos 
disminuir las secuelas de esta patología así como mejorar la calidad de vida y 
reincorporar a su vida productiva a estos pacientes. 
 
V. OBJETIVOS 
 
V.I OBJETIVO GENERAL 
• Identificar la frecuencia de salvamento de extremidad y de amputación en 
pacientes con pie diabético en paciente hospitalizados del Hospital Español, en el 
periodo de marzo del 2015 a febrero 2018 
 
V.II OBJETIVOS ESPECÍFICOS 
• Describir las características de las úlceras del pie diabético mediante la 
escala de Texas y Wagner. 
• Describir la severidad de infecciones del pie diabético mediante la escala de 
la IDSA. 
• Describir las características demográficas (sexo, edad) de la población de 
estudio. 
• Describir los estudios de laboratorio (hemoglobina glucosilada y 
microbiología) 
• Describir las comorbilidades de la población de estudio 
(Hipertensión arterial, cardiopatía, nefropatía, eventos cerebrovascualres). 
• Contabilizar las intervenciones encaminadas al restablecimiento o 
mejoramiento de la circulación (intervenciones endovasculares) 
• Esquematizar el número de amputaciones con diagnóstico de pie diabético 
en el Hospital Español de México 
• Conocer la frecuencia de amputación infracondilea en pacientes con 
diagnóstico de pie diabético en el Hospital Español de México 
 
VI. METODOLOGÍA 
 
VI.I DISEÑO DE IVESTIGACIÓN 
Observacional, Transversal y Retrospectivo 
 
VI.II HIPÓTESIS 
La frecuencia de salvamento de extremidad y amputación mayor en 
pacientes con pie diabético será similar a la reportada en la literatura 
Internacional. 
 
VI.III POBLACIÓN DE ESTUDIO 
Pacientes con diagnóstico de pie diabetico con manejo quirúrgico en el 
Hospital Español. 
 
30 
 
Se calculara una muestra representativa a partir de pacientes 
hospitalizados en el Hospital Español con diagnóstico de pie diabetico de 
marzo 2015 a febrero 2018. 
 
VI.V CRITERIOS DE SELECCIÓN 
 
Criterios de inclusión: 
• Pacientes hospitalizados con diagnóstico de pie diabético 
• Pacientes hospitalizados en el periodo marzo 2015 a febrero 2018 
• Menejo quirúrgico del pie diabetico durante su hospitalización 
• Pacientes del Hospital Español 
 
 
 Criterios de exclusión: 
• Pacientes no canditados para realizar procedimiento quirúrgico 
• Pacientes tratados unicamente con medicamentos 
• Pacientes sin Diabetes Mellitus 
• Pacientes hemodinamicamente inestables 
• Pacientes finados previo al procedimiento quirúrgico 
• Pacidentes con heridas en los pies secuandarias a otra patología 
 
Criterios de eliminación: 
• Pacientes que firmaron alta volutaria 
• Pacientes que se negaron al tratamiento quirúrgico y seguimiento 
 
Calculo del Tamaño de muestra: 
Se revisará el cien por ciento de expedientes de la población calculada. 
 
VII. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 
El análisis estadístico se realizó a través del programa SPSS. Del total de casos 
obtenidos, los datos se agruparon por grupos los cuales se expresaron en 
porcentajes. La agrupación de las variables como edad, género, tiempo de 
evolución de diabetes, los tratamientosse expresó a través de la media con su 
respectiva desviación estándar además de la moda y mediana. 
VIII. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES 
 
Nombre de 
variable 
Definición operacional Tipo de variable Fuente de 
variable 
Edad Años cumplidos en 
números enteros en 
febrero del 2108 
 
Cuantitativa 
discreta 
Secundario 
Sexo 1 = Masculino 
2 = Femenino 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Margarita
Texto escrito a máquina
VI.IV MUESTRA 
31 
 
Días de estancia 
intrahospitalaria 
Días cumplidos en 
números enteros en 
febrero del 2108 
 
Cuantitativa 
discreta 
Secundario 
Reingreso Números de ingresos 
posterior al primer 
ingreso 
Cuantitativa 
discreta 
Secundario 
Tabaquismo 1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Antecedente 
heredofamiliar de 
diabetes mellitus 
tipo 2 
1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Evolución 
diabetes mellitus 
tipo 2 
Años cumplidos con 
diagnóstico de diabetes 
mellitus 
Cuantitativa 
discreta 
Secundario 
Hipertensión 
arterial sistémica 
1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Enfermedad 
renal crónica 
1 = positivo0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Cardiopatía 
isquémica 
1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Evento vascular 
cerebral 
1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Diagnóstico de 
pie diabético 
previo 
1 = positivo 
0= negativo 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Angioplastia 
previa 
1 = Se realizó 
angiosplastía 
0= 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Amputación 
previa 
1 = Amputacion de 1 
ortejo 
2 = Amputacion >1 de 
un ortejo 
3 = Amputacion 
transmetatarsal 
4 = Lisfranc 
5 = Chopart 
6 = Symes 
7 = Infracondilea 
8 = Supracondilea 
9 = Desarticulacion 
 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Lavado// 
debridación 
Previa 
1 = Se realizó lavado 
0= No se realizó 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
32 
 
Escala Wagner 0, 1, 2, 3, 4, 5 Cualitativa 
ordinal 
Secundario 
Escala Texas 0A, 0B, 0C, 0D 
1A, 1B, 1C, 1D 
2A, 2B, 2C, 2D 
3A, 3B, 3C, 3D 
 
Cualitativa 
ordinal 
Secundario 
Escala Pedis 1, 2, 3, 4 Cualitativa 
ordinal 
Secundario 
Amputación 
realizada durante 
estancia 
hospitalaria 
1 = Amputacion de 1 
ortejo 
2 = Amputacion >1 de 
un ortejo 
3 = Amputacion 
transmetatarsal 
4 = Lisfranc 
5 = Chopart 
6 = Symes 
7 = Infracondilea 
8 = Supracondilea 
9 = Desarticulacion 
 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Remodelación 
durante estancia 
hospitalaria 
1 = Se realizó 
remodelación 
0= No se realizó 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Angioplastia 
durante estancia 
hospitalaria 
0 = No se realizó 
angioplastia 
1 = Femoral común 
2 = Femoral superficial 
3 = Poplitea 
4. = Tibial anterior 
5 = Tibial posterior 
6 = Peronea 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Lavado// 
debridación 
durante estancia 
hospitalaria 
1 = Se realizó lavado 
0= No se realizó 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Presión negativa 
durante estancia 
intrahospitalaria 
1 = Se realizó presión 
negativo 
0= No se realizó 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Curaciones 
durante la 
estancia 
intrahospitalaria 
1 = Si se realizó 
curaciones 
0= No se realizó 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
Microbiología 
durante la 
0 = sin crecimiento 
1 = pseudomonas 
Cualitativa 
nominal 
Secundario 
33 
 
estancia 
intrahospitalaria 
aeuriginosa 
2 = enterococcus 
faecalis 
3 = staphylococcus 
aureus 
4 = escherichia coli 
5 = proteus vulgaris 
6 = klebsiella 
pneumoniae 
7 = streptococcus 
agalactiae 
8 = proteus mirabilis 
9 = staphylococcus 
epidermidis 
10 = morganella 
morganii 
11.= staphylococcus 
hominis 
Hemoglobina 
glucosilada 
durante la 
estancia 
intrahospitalaria 
Porcentaje de 
hemoglobina 
glucosilada durante el 
internamiento 
Cuantitativa 
continua 
Secundario 
 
 
IX. CONSIDERACIONES ETICAS 
 
El presente trabajo de investigación se llevará conforme a los aspectos éticos que 
origen toda investigación: el Código de Núremberg promulgado en 1947, siendo la 
principal disposición del código que “es absolutamente esencial el consentimiento 
informado voluntario del sujeto humano”. 
 
En 1974 en Estados Unidos de Norteamérica se estableció la Comisión Nacional 
para la protección de sujetos humanos en la investigación biomédica y conductual, 
y en 1978 la comisión presento su informe titulado Informe Belmont principios 
éticos y pautas para la protección de sujetos humanos de la investigación, el 
informe establece los principios éticos fundamentales subyacentes a la realización 
aceptable de la investigación en seres humanos. 
 
En 1964 la asociación Médica Mundial adoptó la Declaración de Helsinki, cuya 
revisión más reciente tuvo lugar en 1989, y que estableció las pautas éticas para 
la investigación en seres humanos. En 1966 la Asamblea General de las Naciones 
Unidas adoptó el acuerdo internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, que 
entró en vigor en 1976 y que estipula lo siguiente: Nadie será sometido a torturas 
ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En especial, nadie será 
sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o será sometido sin 
su libre consentimiento a experimentos médicos o científicos. 
34 
 
 
El Consejo Internacional de las Ciencias Médicas (CIOMS) público en 1982, el 
documento; Propuesta de Pautas Internacionales para la Investigación Biomédica 
en Seres Humanos, el cual tiene como objetivo indicar como podrían aplicarse 
eficazmente los principios éticos fundamentales que guían la investigación 
biomédica en seres humanos, tal como se establece en la Declaración de Helsinki 
de Asociación Médica Mundial, especialmente en los países en desarrollo, 
teniendo en consideración su cultura, sus circunstancias socioeconómicas, sus 
leyes nacionales y sus disposiciones ejecutivas y administrativas. 
 
 
 
X. RESULTADOS 
 
Se realiza revisión manual de los censos clínicos de cirugía vascular del Hospital 
Español de México de los años comprendidos de marzo del 2015 a febrero del 
2018. Con base en los criterios de inclusión, exclusión y eliminación antes 
comentados, se obtiene un total de muestra de 48 pacientes. 
 
En cuanto a los datos sociodemográficos del total de la muestra, 31 pacientes 
correspondían al sexo masculino y 17 pertenecían al sexo femenino. La media de 
edad del total de la muestra fue de 61.83 años, del sexo masculino fue de 58.87 y 
del sexo femenino fue de 67.23 años cumplidos. La media de estancia 
intrahospitalaria fue de 11.54 días. Se observa que presentan hábito tabáquico 26 
pacientes, de los cuales 22 son del sexo masculino y 4 son del sexo femenino. 
 
Durante los años de seguimiento se obtiene que reingresan 12 pacientes 
representando el 25 % de los pacientes. De los cuales 2 reingresan en 4 
ocasiones, 1 en 3 ocasiones, 1 en tres ocasiones y ocho reingresan en una 
ocasión. 
 
Del total de la muestra se divisa que 32 pacientes representando el 66% del total 
de los pacientes tienen antecedentes heredofamiliares de diabetes mellitus tipo 2. 
De estos 32 pacientes 20 son pacientes del sexo masculino y 12 pacientes 
pertenecen al sexo femenino, representando 62.5% y 37.5% de esa población 
respectivamente. 
 
La media de años con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 es de 15.87 años. De 
estos la media en el sexo masculino es de 14.29 años y en el sexo femenino 18.76 
años con el diagnóstico. 
 
De las comorbilidades medidas en el estudio (hipertensión, enfermedad renal 
crónico, cardiopatía y evento vascularcerebral) se tienen los siguientes resultados: 
 
Del total de la muestra 32 pacientes (62.5% del total de pacientes) presentan 
como diagnóstico comórbido hipertensión arterial sistémica (18 pacientes del sexo 
masculino y 14 del sexo femenino). Enfermedad renal crónica es presentada por 
35 
 
11 pacientes 22.9% (7 pacientes del sexo masculino y 4 pacientes del sexo 
femenino). Cardiopatía previa al ingreso es presentado por 7 pacientes 14.5%, de 
los cuales 4 presentaban antecedente de infarto al miocardio (3 del sexo 
masculino y 1 del sexo femenino) y 3 insuficiencia cardiaca (2 del sexo femenino y 
1 del sexo masculino). Por último evento vascular cerebral eran presentados por 4 
pacientes 8.3% (3 el sexo masculino y 1 del sexo femenino). 
 
De los pacientes con presencia de diagnóstico previo de pie diabético, fueron un 
total de 25 pacientes. (18 del sexo masculino, 7 del sexo femenino). 
 
Centrándonos en procedimientos previos: 
 
Del total de la muestra 3 pacientes presentan manejo con angioplastia previa, de 
los cuales los 3 son del sexo masculino. La media de edad de estos pacientes es 
de 72.3 años. Tiene una media de evolución de la diabetes mellitus tipo 2 de 18.66 
años. Todos los pacientes presentan antecedentes de tabaquismo, antecedentes 
herodofamiliares de diabetes mellitus tipo 2, así como hipertensión arterial 
sistémica, siendo sólo uno quien presenta enfermedad renal crónica. 
 
Del total de pacientes 33 pacientes no presentan el antecedente de amputación 
previa, siendo 15 pacientes los que la presentan. De estos 15 pacientes (10 
pacientes masculinos,

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