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Funcionalidad-familiar-en-pacientes-adultos-jovenes-y-su-asociacion-con-drogadiccion-en-la-UMF-94

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No 94 
 
 
 
FUNCIONALIDAD FAMILIAR EN PACIENTES ADULTOS JOVENES Y SU 
ASOCIACION CON DROGADICCION EN LA UMF # 94 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR 
PRESENTA: 
 
Dr. Carlos Salas Mercado 
 
 
 
 
 
 
 
Asesor : 
Dra. Esther Azcárate García 
 
 
 
 
 
 
 
 
MEXICO D.F., NOVIEMBRE 2015 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
INDICE 
 
 
Introducción ………………………………………………………….3 
Marco teorico ………………………………………………………...3 
Marco legal …………………………………………………………..4 
Fases del proceso adictivo …………………………………………...5 
Aspectos neurobilogicos …………………………………………….6 
Tratamiento ………………………………………………………….7 
Factor de Riesgo, Factor de Protección y Resiliencia………………9 
Resiliencia familiar…………………………………………………..11 
Codependencia ………………………………………………………13 
Antecedentes científicos……………………………………………..14 
Planteamiento del problema ………………………………………...16 
Justificación………………………………………………………….16 
Objetivos……………………………………………………………..17 
Hipótesis ……………………………………………………………..17 
Identificación de variables …………………………………………..18 
Diseño de estudio…………………………………………………….18 
Universo del estudio……………………………………………....…18 
Población de estudio………………………………………………....18 
Muestra del estudio………………………………………………......18 
Tamaño de la muestra …………………………………………….....18 
Criterios de selección………………………………………………...18 
Procedimiento para integrar la muestra………………………….......19 
Procedimiento para recolectar la información ………………………19 
Análisis estadístico de la información ………………………………19 
Programa de trabajo……………………………………………..........22 
Recurso ……………………………………………………………….23 
Difusión de estudio…………………………………………………...23 
Aspectos éticos………………………………………………………..23 
Bibliografía …………………………………………………………...24 
Anexo 1………………………………………………………………..27 
Anexo 2………………………………………………………………..28 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
 
INTRODUCCION 
 
La historia de las adicciones va unida a la historia del hombre. Fumar cigarrillos, 
beber alcohol, mascar hojas de coca, el uso del opio para el dolor, etc., son ejemplos 
bien conocidos de algunas de las sustancias que el hombre ha usado a través de la 
historia o sigue consumiéndolas. Mas actualmente a las anteriores y sus derivados 
industriales o químicos, destacan las nuevas adicciones. Unas están derivadas de 
sustancias como la heroína, la cocaína, las drogas de diseño y otras son adicciones 
comportamentales, sin sustancia, como por ejemplo el internet, redes sociales, 
compras, sexo, etc. 
 
Por ello en los últimos años se incluyen distintas conductas bajo la denominación 
genérica de adicciones o conductas adictivas. 
Una característica común y central a las conductas adictivas, es la pérdida del 
control. La persona con una conducta adictiva no tiene control sobre dicha conducta, 
además de que la misma produce dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia 
y una incidencia negativa muy importante en su vida, que va a ser en muchos casos 
la causa de que acuda en busca de tratamiento o le fuercen a buscarlo. 
 
Gossop (l989) definió elementos característicos de una adicción: 1) el fuerte deseo 
o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular 2) la 
capacidad deteriorada para controlar la conducta 3) malestar y estado de ánimo 
alterado cuando la conducta es impedida o la deja de hacer 4) persistir en la 
conducta a pesar de la clara evidencia de que le está produciendo graves 
consecuencias a la persona. 1 
 
 
MARCO TEORICO 
 
DEFINICION 
 
Por uso de una droga se entiende como el consumo de una sustancia que no 
produce consecuencias negativas en una persona o este no las aprecia. Este tipo 
de consumo es el más habitual cuando se usa una droga de manera esporádica. El 
abuso se da cuando hay un uso continuo a pesar de las consecuencias negativas 
que este causa. La dependencia surge como el uso excesivo de una sustancia, que 
genera consecuencias negativas significativas. 
Por dependencia o síndrome de abstinencia, según la CIE-10, se entiende un 
conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el 
cual el consumo de una droga, o un tipo de ellas, adquiere la máxima prioridad para 
el individuo, mayor incluso que cualquier otro tipo de comportamiento de lo que en 
el pasado tuvieron el valor más alto. La manifestación característica del síndrome 
de dependencia es el deseo, a menudo fuerte y a veces insuperable de ingerir 
sustancias psicoactivas ilegales o legales, aun cuando hayan sido prescritas por el 
médico. La recaída en el consumo de una sustancia después de un periodo de 
4 
 
abstinencia, lleva a la instauración más rápida de los síntomas de la dependencia, 
en comparación con lo que sucede en individuos no dependientes. 
Otro concepto importante es el de potencial adictivo de una droga, entendido por el 
mismo la tendencia que posee una sustancia de producir dependencia en las 
personas que la consumen. 
En 1982, la OMS definió dependencia como un síndrome que implica un esquema 
de comportamiento en el que se establece una gran prioridad para el uso de una o 
varias sustancias psicoactivas determinadas, frente a otros comportamientos 
4considerados habitualmente como más importantes. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1999), define droga como “toda 
sustancia que, al ser introducida en un organismo vivo y actuar sobre su sistema 
nervioso central, puede modificar una o varias de sus funciones físicas y psíquicas” 
En materia de adicciones, el término droga se refiere al concepto de sustancia 
psicoactiva o psicotrópica, es decir, una sustancia que altera algunas funciones 
mentales y a veces físicas, que al ser consumida reiteradamente tiene la 
posibilidad de dar origen a una adicción. Estos productos incluyen las sustancias, 
estupefacientes y psicotrópicos clasificados en la Ley General de Salud (mariguana 
y sus derivados, cocaína y sus derivados, heroína y derivados del opio); aquéllas 
de uso médico, las de uso industrial, las derivadas de elementos de origen natural, 
las de diseño, así como el tabaco y el alcohol. 2,3,4 
 
MARCO LEGAL 
 
El artículo 244 de la Ley General de Salud señala que se considera sustancias 
psicotrópicas a las que determine específicamente el Consejo de Salubridad 
General, así como otras sustancias naturales o sintéticas, depresoras o 
estimulantes del sistema nervioso central que por su acción farmacológica, pueden 
inducir a la farmacodependencia. 
Los psicotrópicos se clasifican en cinco grupos (articulo245): 
1. Los que por ser susceptibles de uso indebido y abuso crean un problema, 
especialmente en materia de Salud Publica 
2. Los que tienen algún valor terapéutico, pero que constituyen un problema 
grave de salud pública y están regulados por las disposiciones relativas a 
estupefacientes, conforme a lo dispuesto en el artículo 259 de la Ley General 
de Salud. 
3. Los que tienen valor terapéutico y crean problemas de salud pública, y que 
requieren para su venta y suministro, receta médica para su expedición, que 
con el respectivo número de cedula profesional, según lodispuesto en el 
artículo 251 de la Ley General de Salud. 
4. Los que tienen amplios usos terapéutico y son un problema menor para la 
salud pública, y, que también requieren receta médica, contendiendo número 
de cedula profesional del médico que la expidió y que podrá surtirse hasta 
por tres veces con una vigencia de seis meses a partir de la fecha de 
5 
 
expedición de la receta, de acuerdo con el artículo 252 de la Ley General de 
Salud. 
5. Las que carecen de valor terapéutico y se utilizan, generalmente en la 
industria.4 
 
FASES DEL PROCESO ADICTIVO: 
 
Para el DSM-IV-IR (American Psychiatric Association La dependencia a sustancias 
psicoactivas conlleva a un patrón desadaptativo de consumo que se manifiesta en 
un deterioro o malestar clínicamente importantes, expresado por tres o más de los 
síntomas siguientes en algún momento de un periodo continuado de doce meses: 
1. Tolerancia 
a) Necesidad de aumentar la dosis de la sustancia para conseguir el efecto 
deseado. 
b) El efecto disminuye aun consumiéndola constantemente 
2. Abstinencia 
a) El síndrome de abstinencia característico de la sustancia (ansiedad, 
temblores, convulsiones, etc.) 
b) Se administra la misma sustancia o similar para evitar o disminuir la 
sintomatología de abstinencia. 
3. La sustancia es administrada con frecuencia en cantidades mayores o por un 
periodo más largo. 
4. Se continúa administrando la sustancia a pesar de tener conciencia de los 
efectos psicológicos o físicos persistentes. 
5. Reducción de actividades sociales, laborales, familiares o recreativas debido 
al consumo de la sustancia 
6. Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el 
consumo de la sustancia. 
 
Algunas personas son más susceptibles a la adicción que otras. Son susceptibles a 
ella las personas que no saben cómo establecer relaciones saludables. 
Toda adicción comienza como un acto voluntario, probablemente comience como 
una actividad socializante que pronto decide repetir por agrado al efecto causado 
por el consumo de alguna sustancia lo cual depende de la influencia de su espacio 
social, familiar y su capacidad de sublimación, se detendrá, lo restringirá para 
momentos especiales o continuara la escalada toxica convirtiéndose el consumo en 
algo cada vez menos controlable. 
Esa actividad pasa a ser un hábito, la actividad se comienza a realizar con mayor 
frecuencia e intensidad, el cuerpo crea tolerancia y pasa a ser un vico y cuando se 
pierde la capacidad de controlar cierta actividad entonces ya se incorporó una 
adicción.5 
 
6 
 
ASPECTOS NEUROBIOLOGICOS: 
 
Los psicoestimulantes son sustancias capaces de reducir los umbrales de alerta o 
de vigilia, de modo que el individuo responde con más facilidad o prontitud a los 
estímulos exógenos o endógenos. Los antidepresivos también elevan la capacidad 
de respuesta de la persona, aunque lo hacen sólo en aquellas cuyo humor y 
vitalidad se encuentran previa y patológicamente deprimidos. 
Los efectos subjetivos de todos los psicoestimulantes dependen de la personalidad 
del individuo, el medio en el cual se administran, la dosis y la vía de administración. 
Por ejemplo, en una persona normal, dosis moderadas de anfetamina (10- 20 mg) 
producen euforia, una sensación de energía y alerta aumentada, anorexia, insomnio 
y una mejoría en la conducta de tareas repetitivas. Si la dosis aumenta, estos 
síntomas se hacen más marcados y la influencia del medio ambiente es menos 
pronunciada.6 
La importancia de la drogadicción a psicoestimulantes en el mundo lo pone de 
manifiesto el informe de la Organización de las Naciones Unidas de 2005 sobre 
consumo de drogas, que estima unos 200 millones de adictos en el mundo, de los 
cuales 52 millones son adictos a los psicoestimulantes. Éstos producen una fuerte 
dependencia, en el grado 3 de la clasificación de la Organización Mundial de la 
Salud. 
Hay diversos tipos de psicoestimulantes, que se clasifican en tres grandes familias: 
anfetamínicos, alcaloides naturales y metilxantinas . Tanto la anfetamina como la 
cocaína producen efectos similares sobre el estado de ánimo, provocan toxicidad 
crónica y poseen un alto potencial de abuso y dependencia. 
Las metilxantinas son sustancias energizantes con menor riesgo y potencial de 
abuso.7 
 
La exposición repetida a psicoestimulantes induce un aumento progresivo de la 
actividad motora en numerosas especies, incluido el ser humano. Este fenómeno 
se denomina ‘sensibilización conductual’, y se asocia a cambios plásticos en 
circuitos nerviosos que, por otra parte, incrementan el valor motivacional de las 
drogas y además subyacen al fenómeno de ansia de droga (craving) una vez que 
se abandona el consumo. Estos cambios plásticos neuronales son motivo de 
intenso estudio. El proceso adictivo consta de una fase de inducción, durante el 
consumo inicial de la droga, y otra de expresión, durante la consolidación de la 
adicción. Ambos fenómenos constan de mecanismos neuroquímicos y moleculares 
diferentes. En la inducción participa de modo crítico el circuito mesocorticolímbico, 
y en ella se establecen cambios bioquímicos que fundamentan la sensibilización y 
facilitan el aprendizaje adictivo. En la expresión, destaca el bucle 
corticoestriatoamigdalino, y en esta fase se desarrollan los cambios bioquímicos que 
generan el hábito adictivo, como conducta patológica consolidada. Además, se 
consolida la sensibilización y también aparecen fenómenos de tolerancia. Uno de 
los efectos directos de los psicoestimulantes es el incremento de la transmisión 
dopaminérgica en el circuito mesocorticolímbico, que nace en el área tegmental 
ventral y se dirige a áreas limbicomotoras. Este efecto está mediado por la inhibición 
de la recaptación de dopamina con aumento de su disponibilidad en la biofase 
neuronal, y este fenómeno se asocia claramente a la sensibilización a 
7 
 
psicoestimulantes, tanto durante la fase de inducción como la de expresión.7 Sin 
embargo, el proceso sensibilizador es más complejo que el simple cambio en una 
vía de neurotransmisión, y los resultados de cientos de experimentos indican que la 
sensibilización se debe a la interacción de diversos neurotransmisores, 
neuropéptidos, factores neurotróficos, sus receptores y sus vías de señalización 
intracelular. 
Hasta la fecha, la interacción entre dopamina y glutamato en el área tegmental 
ventral durante la fase de inducción a la sensibilización ha sido la más estudiada.8 
 
TRATAMIENTO: 
 
FAMILIA Y DROGAS 
 
Si hablamos que la familia es el primer elemento socializador, en cuyo seno se 
educa y forma al individuo, para que sus miembros sean capaces de desarrollarse 
y ser personas autónomas, que puedan enfrentarse e integrarse a la vida, entonces 
debemos enfocar nuestra atención en ella como primer ámbito de prevención e 
intervención. 
La familia es un sistema complejo, a la vez viviente y humano, en interacción 
permanente con su medio ambiente (escuela, iglesia, familia extendida). Posee una 
estructura organizada y jerarquizada, y presenta una organización tridimensional: 
biológica, social y psicológica, así mismo tiene que hacer frente a las diferentes 
etapas del ciclo vital. 
 
Minuchin establece que la estructura, organización de la familia y los patrones de 
transacción del sistema familiar condicionan el comportamiento de sus miembros. 
Así el individuo que presenta síntomas específicos en la familia, está cumpliendo 
una función dentro de ella, como eje para mantener las relaciones prescritas por la 
dinámica estructural de la misma, o como escape a la tensión que ésta experimenta. 
Estos síntomas sirven para perpetuar un patrón sistémico específico de 
transacciones en la familia. 
Asimismo plantea que las familias tienen que hacer frente a tareas que se agrupan 
en: 
· Tareas básicas, que involucra problemas instrumentales como los de proveer 
alimentos, vestido, dinero, etc. 
· Tareas del desarrollo, que incluye las tareas que se van logrando con eltiempo, 
éste desarrollo se conceptualiza como una secuencia de estadios y tiene que ver 
con las crisis tanto a nivel individual como familiar. 
· Tareas riesgosas, que se refiere al manejo de la crisis que se dan como 
consecuencia de enfermedades, pérdida de trabajo, accidentes, etc. 
 
Las familias que no tienen habilidades para enfrentar efectivamente estas tareas, 
tienen probabilidades de desarrollar clínicamente problemas significativos o de mala 
adaptación crónica en sus miembros. 
Las familias con hijos adolescentes empiezan a sentir un desequilibrio en la 
organización de las pautas establecidas en la familia, ya que la adolescencia trae 
8 
 
temas que los confrontan y demanda reacomodos y adaptaciones de ella, es decir 
una reestructuración en las relaciones. 
Para el adolescente el grupo de pares adquiere mucho poder, lo aleja de la familia; 
la autonomía que ostenta y su control necesita ser renegociados; las nuevas ideas 
y valores que sustentan acerca del sexo, política, vestimenta, estilos de vida, 
perspectivas del futuro y drogas requieren de un diferente interlocutor. 
Si los cambios no se suceden puede aparecer en el adolescente el síntoma droga, 
como una solución inadaptativa de la familia. 
Cuando hay problemas en la familia, éstas generalmente identifican al adolescente, 
por la naturaleza crítica y transicional de su etapa, como el paciente enfermo de la 
familia. 
En el caso de familias con integrantes de tendencia drogadicta, las relaciones 
familiares cumplen un importante papel. Las perturbaciones de la individuación 
relacional se manifiestan en los drogadictos sobre todo en dos ámbitos: 
 
· En su menguada capacidad para hacer suyos determinados sentimientos 
desagradables y convivir con ellos, sobre todo con enojos, soledad y aburrimiento 
prolongados. 
· Guiarse a sí mismos con responsabilidad propia y orientados hacia el futuro. 
Esta perturbación de la individuación, casi siempre se ve acompañada de una 
correspondiente perturbación del sistema familiar. 
 
Los modos de interacción que se encuentran pueden estar caracterizados tanto por 
una ligazón extrema cuanto por una expulsión 
Algunos jóvenes drogadictos, son expulsados temprana y duramente, les falta la 
experiencia de ser necesitados por los demás y de ser importantes para ellos. Tales 
jóvenes buscan en las drogas un poco de ese calor y esa seguridad que no se les 
brindó en sus familias. 
En ciertas circunstancias tienden a “parentificar” a jóvenes de su misma edad, lo 
cual representa una exigencia adicional para éstos y los expone a ellos mismos a 
conflictos graves. 
Weidman, va en ese sentido, cuando indica que el uso compulsivo de drogas es la 
manifestación de una dinámica de la constelación familiar muy particular. Señala 
que la farmacodependencia sucede cuando los conflictos que rodean la subfase del 
proceso de separación-individuación no son adecuadamente superados. Este 
proceso implica la diferenciación y separación sin sacrificar la intimidad familiar. 
 
Neuburger (1983), a su vez señala, que la farmacodependencia implicaría que los 
adictos se separan sólo en apariencia de sus familias de origen. Estas familias no 
permiten la movilización en varios niveles lógicos y la creatividad es paradojal y 
suele convertirse en doble vínculo. 
Si analizamos desde la perspectiva de la delegación familiar, muchos jóvenes que 
abusan de las drogas son víctimas y ejecutores de encargos y conflictos familiares, 
que los sobreexigen de manera grave, y a lo que tratan de corresponder de manera 
heroica. 
Y finalmente, desde el punto de vista de legado y mérito plurigeneracional, ésta está 
determinada en muchos drogadictos por el legado de una autodestructividad 
9 
 
crónica, la cual se ha ido formando a lo largo de varias generaciones y que ahora 
aparece de manera radical. 
En 1972, Seldin, llevó a cabo una revisión de trabajos relacionados con la familia 
del adicto. Encontró una alta incidencia de familias de origen quebrantadas, bien 
fuese por divorcio, separación o una patente hostilidad entre los padres. Los 
matrimonios de adictos repetían la dinámica de sus familias de origen. 
En el periodo 1975-1980 aparecieron muchos trabajos de terapeutas familiares con 
hipótesis acerca del rol que puede tener la familia en la génesis y el mantenimiento 
de la tóxico dependencia en un hijo, donde prevalece la concepción del síntoma 
como funcional a la estabilidad de la pareja conyugal. 
Se estableció una clasificación detallada y sistemática de las adicciones, 
describiendo cuatro categorías en las que se puede inscribir el síntoma de 
drogodependencia: 
 
Tipo A. Toxicomanías traumáticas, en las que prevalecen las problemáticas 
subjetivas, ligadas al sufrimiento personal derivado de un trauma psíquico de 
elevada entidad: duelo, enfermedad, separación en la familia, decepción 
sentimental, política, laboral, etc. 
Tipo B. Toxicomanías del área neurótica, en las que el síntoma sirve para evitar la 
manifestación de un conflicto doloroso y peligroso para todos los miembros de la 
familia. Se trata, en particular, de aquellas situaciones en que el hijo es triangulado 
en una coalición transgeneracional negada, con debilidad de los confines entre los 
subsistemas familiares. 
Tipo C. Toxicomanías de transición, en las que la droga representa un caso de 
cobertura de estados neuróticos propiamente dichos o psicóticos (estadio del espejo 
roto), con la presencia de antiguos y continuos pequeños traumas verificables ya en 
los primeros años de vida y una implicación de ambos padres en la vida y en el 
sistema del hijo. 
Tipo D. Toxicomanías sociopáticas, caracterizada por una historia de abandonos 
prematuros , institucionalizados, comportamientos antisociales y dificultades 
escolares en sujetos pertenecientes a familias inadecuadas e inconsistentes, en la 
que los padres pueden presentar síntomas psiquiátricos y alcoholismo.10 
 
Factor de Riesgo, Factor de Protección y Resiliencia 
 
Factor de riesgo 
 
En principio las aproximaciones preventivas tomaron en cuenta la multicausalidad 
del fenómeno de las drogas, desde una perspectiva de riesgo, determinando de esta 
manera la actuación sobre estos factores para reducir la posibilidad de aparición del 
problema. 
Este aporte biomédico, relacionado tradicionalmente con resultados adversos, 
mensurables y en términos de mortalidad, amplió su conceptualización con la 
epidemiología social, que permitió reconocer la existencia de una trama compleja 
de hechos psico-sociales, alguno de los cuales se asocian con daño social. 
Se entiende entonces por Factor de Riesgo, a cualquier circunstancia o evento de 
naturaleza biológica, psicológica o social, cuya presencia o ausencia modifica la 
10 
 
probabilidad de que se presente un problema determinado en una persona o 
comunidad. 
Los factores de riesgo se entremezclan y organizan de modo muy dinámico, su 
importancia dentro del sistema de causas también es variable: la relevancia de un 
factor de riesgo puede cambiar de un grupo a otro y de un individuo a otro. 
Este enfoque de riesgo trae dos conceptos: el de vulnerabilidad, que es el potencial 
de que se produzca un riesgo o daño, ya que se observó que las probabilidades de 
padecer daños pueden surgir de sujetos que concentran en sí los factores de riesgo, 
constituyéndose en individuos de alto riesgo y el de conducta o comportamiento de 
riesgo, aspecto que reside en las personas generadoras de riesgo, como la de 
adolescentes que buscan o generan situaciones de riesgo, a través de 
comportamientos que aumentan reiteradamente. 
Se dice que un evento es Factor de Riesgo para determinado problema cuando se 
ha logrado demostrar asociación estadística y relación de antecedencia entre 
ambos, sin embargo, no siempre tenemos estudios epidemiológicos adecuados 
para identificar los factores de riesgo de un problema concreto ante el cual 
deseamos intervenir. 
Estos factores no pueden ser considerados factores causales, en un sentido 
determinista,del consumo nocivo de drogas, sino como factores potencialmente 
influyentes, que pueden favorecer dicho consumo. 
Los modelos explicativos de los factores de riesgo para el consumo de drogas, tales 
como el de Salud Pública, de Pandina y col., el de Foster, y el de Edwards, han 
determinado factores de riesgo a nivel individual, familiar, grupo de pares, social, 
educativo. Todos los autores mencionados coinciden en señalar que los factores de 
riesgo a nivel familiar están relacionados con la desorganización familiar, poca 
relación con la familia, presencia de problemas afectivos en el hogar, ausencia de 
los padres, etc. 
 
Hawkins, señala como factores de riesgo en la familia cuando hay presencia de: 
· Problemas en el manejo de la familia 
- Expectativas no claramente definidas en relación a las conductas esperadas. 
- Falta de control 
- Disciplina inconsistente o dura 
- Falta de relaciones fuertes y de cariño 
- Conflictos matrimoniales 
· Aprobación del uso del alcohol o de la droga 
· Abuso del tabaco, el alcohol o de otras drogas por parte de los 
Padres 
Se han realizado estudios donde se han determinado diversos factores de riesgo en 
la familia: 
· El estudio fenomenológico descriptivo de 120 pacientes dependientes 
principalmente a PBC, realizado por Martín establece que: 
 
- El entorno familiar y social son percibidos por los usuarios como facilitadores de 
su conducta adictiva, por la alienación psicosocial, la decadencia de la escala de 
valores, la fácil disponibilidad de drogas o la presión amical entre otras. 
11 
 
- En la etapa experimental, la familia presenta indicadores de alto riesgo: modelos 
educativos inadecuados, alienación sociocultural, trastornos de la comunicación, 
inmadurez de las figuras significativas, simbiosis, desafecto; así como fácil 
disponibilidad de dinero, liberalismo excesivo, ausencia de medidas de control 
social y de alerta contra el uso de drogas. 
- La habituación o dependencia de drogas lícitas y/o ilícitas, especialmente PBC, en 
el entorno familiar, se presentó en el 44.2 % de la población. 
- Es común, tanto en los usuarios como en su entorno familiar, la presencia de un 
amplio espectro de mitos, tabúes, prejuicios, creencias y actitudes erróneas que 
obstaculizan la comprensión cabal y el enfoque correcto del fenómeno que los 
afecta. 
- En general, la ausencia física de los padres aumenta el riesgo de iniciarse en el 
consumo de drogas. 
Los huérfanos de uno de los padres tienen un 60% mayor de riesgo de consumirlas 
que sus homólogos que tienen a sus padres vivos y que viven con ellos, pero es 
curioso que en los huérfanos de ambos padres la probabilidad es la misma que en 
éstos últimos. 
- La separación o el divorcio es un factor que aumenta el riesgo en un 36%. 
- Asociado con la ausencia de los padres se advierte que cuando el estudiante fue 
criado en la niñez por otros parientes, el riesgo relativo de consumo es 69% más 
alto que cuando lo fue por ambos padres. La probabilidad es elevada sobre todo en 
la prevalencia de cocaína e inhalantes. 
 
Resiliencia familiar 
 
McGubbin, definieron la resiliencia familiar como “las características, dimensiones 
y propiedades de las familias que ayudan a las familias a ser resistentes frente a la 
desorganización, el cambio y la adaptación que plantean las situaciones de crisis”. 
Silliman (1994), la define la como “la capacidad familiar para cultivar fortalezas que 
posibilitan encarar positivamente los desafíos de la vida”. Como vemos, el concepto 
de resiliencia familiar va, más allá del punto de vista contextual de la resiliencia 
individual, hacia una valoración e intervención del nivel de sistema familiar, 
focalizado en la resiliencia relacional en la familia como una unidad funcional. La 
perspectiva de los sistemas familiares nos habilita para entender la influencia 
mediatizada de los procesos familiares en remontar la crisis o la adversidad 
prolongada. 
La resiliencia familiar debe entenderse como un proceso de interacciones múltiples 
a través del tiempo, que fortalece el vigor o la energía, tanto individual como familiar, 
dentro de particulares contextos ecológicos y de desarrollo. 
 
1. En el contexto social, valoriza el funcionamiento familiar con relación a las 
variadas demandas que éste exige, situando a la familia en relación con sus 
particulares desafíos, restricciones y recursos. Desafíos como la jubilación, el 
divorcio, segundas nupcias con la misma u otra pareja, pérdida súbita del trabajo, 
etc. McCubbin y Patterson, también enfatizaron acerca de la importancia de encajar 
y balancear la adaptación, de la unidad familiar y de los miembros individuales, con 
el fin de lograr un nivel de funcionamiento que promueva el desarrollo de ambos. 
12 
 
2. En el punto de vista de desarrollo, considera cómo los procesos de resiliencia 
relacional varían con las diferentes fases de adaptación y el paso del ciclo de la 
vida. Este paso no es casi nunca una trayectoria tranquila, ya que en cada transición 
la familia debe calibrarse y reajustarse. 
 
Según Mayer (2010) las características de la familia en las últimas décadas han 
sufrido modificaciones de importancia que se han dado esencialmente por la pérdida 
de la organización patriarcal y un mayor papel del mujer como centro de esta, 
disminución en el número de miembros, menor duración de los matrimonios e 
incremento de las familia monoparentales, esto junto a que algunas de las funciones 
de la familia han pasado al estado y a la comunidad. Esto condiciona cambios en 
su organización y dinámica para dar solución a sus funciones básicas, la familia 
constituye un sistema de abasto, en términos de ciclo vital y satisfacción de las 
necesidades económicas y sociales, lo que permite llevar a las nuevas 
generaciones a desempeñarse satisfactoriamente como adultos. 
Kalina propone que no hay un trastorno de personalidad o condición psicopatológica 
per se, especifica en la base de las adicciones, pero también plantea la existencia 
de algunas características que él llama “constelación preadictiva”. En el perfil de 
adicto hay que buscar los modelos familiares que complementan los factores 
predisponentes al desarrollo de esta enfermedad. 
Explica que a través de mensajes verbales y no verbales la familia se encarga de 
mostrar al niño una serie de conductas adictivas que tienen que ver con el uso y 
abuso de medicamentos, en especial psicofármacos, tabaco, café, trabajo, etc. Con 
estas conductas está dando un mensaje de cómo enfrentar las vicisitudes de la vida, 
lo que unido a otras condiciones externas va a generar la adicción futura. 
Nin y Alonso plantean que existe una multiplicidad de factores a la hora de abordar 
el tema de las adicciones: la fragmentación o desintegración de las familias, las 
cuestiones sociales, económicas y culturales así como el cambio de valores. 
La disfuncionalidad aumentada de familias nucleares donde también se observa 
una incongruencia jerárquica y en donde el adolescente se coloca en el papel del 
conductor, que abandonaron los padres fomentando todo esto, a trastornos de 
conductas. 
 
Decimos que las familias son las células de la sociedad no sólo porque al vincularse 
entre sí forman comunidades, es decir, son el principio del tejido social, sino también 
porque son el núcleo vital donde nacen y se desarrollan los miembros de la 
sociedad. Según sea la calidad de las familias, será la calidad de los ciudadanos 
del mundo. En la medida en que las familias no cumplen sus funciones básicas, 
surgen de ellas individuos con más carencias sociales, emocionales, morales, 
intelectuales y hasta físicas. 
 
 
En relación con el consumo de marihuana, la estructura familiar influye en el 
consumo de esta sustancia, de modo que los jóvenes con padres divorciados tienen 
más probabilidades de consumir marihuana durante el 2009 se llevó a cabo un 
estudio con 18 adolescentes con alto riesgo de consumo de cannabis y señalaron 
que el 75% de los adolescentes que vivían en familiasreconstituidas presentaban 
13 
 
dependencia del cannabis. En esta misma línea, otros estudios señalan que el 
consumo de cannabis es mayor en familias reconstituidas o monoparentales que en 
familias intactas; en el 2006 estudiaron en una muestra de 15.455 jóvenes de 
Montana (Estados Unidos) el papel que jugaba la estructura familiar y la tensión 
dentro de la unidad familiar en su consumo de marihuana. El principal hallazgo de 
este estudio fue que, independientemente del nivel de conflicto en casa, los hijos 
que vivían con ambos padres tenían menos probabilidades de consumir marihuana. 
 
Dos estudios que empleaban a jóvenes estudiantes o de la población general, 
emplean muestras de jóvenes delincuentes sexuales y consumidores de inhalantes. 
En uno, Mio et al. En 1986 analizaron en siete varones adolescentes delincuentes 
sexuales el consumo de sustancias. Estos autores encontraron que todos eran 
consumidores de drogas y que sólo uno de ellos pertenecía a una familia intacta, 
mientras que en los demás casos los padres estaban divorciados o separados. Por 
otra parte, Jansen en 1990 analizó distintos factores sociales en 22 niños que 
habían consumido pegamento por vía intranasal. 
Los resultados del estudio señalaron que en el 64% de los casos la familia había 
sufrido la muerte o abandono de uno de los padres (normalmente el padre) y habían 
introducido un padrastro que trataba mal al niño o lo rechazaba completamente. Si 
bien, hay que notar que en estos dos estudios las muestras son pequeñas y ello 
exige una replicación con muestras mayores para comprobar si se obtienen los 
mismos resultados. 
 
 
Las familias monoparentales tienden a tener menores ingresos que otros tipos de 
familias y una mayor deprivación económica hace que la supervisión y el apoyo 
parental sean más difíciles, incrementando así la probabilidad de consumo de 
drogas, lo que resulta en un incremento de la influencia del grupo de iguales y en la 
aceptación de las conductas desviadas como el consumo de alcohol o drogas. 
Además, los hijos que viven en familias monoparentales sólo están expuestos a la 
conducta de uno de los padres, mientras que en las familias con ambos padres la 
conducta de uno de ellos podría ser magnificada o amortiguada por la conducta del 
otro. 11 
 
Codependencia: 
 
La misma forma de negación usada por la persona adicta se puede utilizar por sus 
seres queridos que no se dan cuenta que existe un problema serio. Familiares de la 
persona adicta a menudo sufren de una condición conocida como “codependencia.” 
En muchos casos los pensamientos y las sensaciones de esposas, hijos y hermanos 
son controlados por el comportamiento y las emociones del adicto y esto causa la 
destrucción de la unidad familiar. Los miembros de la familia pueden sentirse 
responsables por el problema, ya que puede darles esperanza equivocada que ellos 
pueden “curar” a su ser querido. 
La codependencia se revela en muchas formas. La adicción puede hacer que la 
familia oculte el problema, quizás no permitiendo a visitantes en el hogar o 
prohibiendo discusiones sobre la enfermedad entre miembros de la familia.13 
14 
 
Cuando la persona adicta está intoxicada, los familiares pueden intentar proteger a 
su ser querido diciéndole al jefe de la persona adicta que el adicto no puede ir a 
trabajar ese día porque está enfermo/a cuando en realidad está intoxicado. Otro 
problema relacionado a la codependencia se presenta cuando un miembro de la 
familia intenta controlar el comportamiento del adicto, ocupando su tiempo libre, de 
tal modo atentando impedir que él o ella beban alcohol o consuman drogas. 
 
Los niños tampoco son inmunes a la codependencia. Ellos pueden revelar cólera o 
pueden intentar lograr metas muy altas en la escuela o en deportes para desviar la 
atención de la familia lejos de la adicción. Los niños de personas adictas también 
pueden determinarse a alcanzar metas poco realistas. Estas metas pueden 
promover la depresión o una adicción en el niño. Algunos niños se aíslan de su 
familia y amigos como modo de enfrentar el problema.14 
Al principio el codependiente esta tan obsesionado con ayudar a su adicto, que 
necesita apoyo para poder enfocarse en sí mismo y comenzar su proceso de 
recuperación. Pronto será evidente para el codependiente, que sólo puede ayudar, 
si él mismo está en recuperación, pues esta enfermedad afecta a toda la familia. La 
codependencia se caracteriza por un sentido de urgencia por el control de la 
conducta de otros, especialmente hacia el adicto. Por esto una de las primeras 
metas a trabajar en la recuperación de la familia, es el desarrollo del 
desprendimiento emocional. Este desprendimiento se hace a través del cambio de 
formas de pensar y de actuar que vienen con la recuperación. El codependiente se 
desprende de su obsesión por el control, y de los patrones de conducta 
compulsivos, que le causan dolor.12,13 
 
 
ANTECEDENTES CIENTIFICOS 
 
Minuchin (1979), señala que sus miembros a través de interacciones redundantes 
se agrupan en subsistemas: parental, conyugal, fraternal, etc. Estos sistemas están 
separados por fronteras simbólicas y cada uno de ellos contribuye al funcionamiento 
de la familia manteniendo su identidad, a través del ejercicio de roles, funciones y 
de las tareas necesarias del conjunto. 
Según el modelo Mac Master (Epstein, Bishop, 1973), establece como base del 
funcionamiento familiar que las partes de la familia están interrelacionadas, por lo 
que una parte de la misma no puede ser entendida de manera aislada del resto del 
sistema, ni el funcionamiento de la familia puede ser entendido totalmente por el 
simple proceso de comprensión de cada una de las partes.14, 15, 16 
 
Durante mucho tiempo se ha intentado clasificar la desorganización familiar, sin 
embargo aún es una clasificación ambigua por lo que basado en los múltiples 
estudios entenderemos por desorganización familiar a aquellas familias en las que 
alguno de los padres presente una psicopatología o enfermedad mental (Caton et 
al., 1994; Coulter, 1948; Geismar, Lasorte y Ayres, 1962; González, 2000; Herrera 
y Avilés, 2000; Tyler, 2006), haya un solo padre (familias monoparentales) debido 
al divorcio o muerte u otras circunstancias de alguno de los padres (Carlson et al., 
2009; Carman, 1981; Coulter, 1948; Geismar et al., 1962; González, 2000; Guilbert 
15 
 
y Torres, 2001; Herrera y Avilés, 2000; Komarovsky y Willard, 1945; Locke, 1940; 
Sprey, 1966; Yabiku, Dixon et al., 2007; Zucker et al., 1997) o que los padres sean 
consumidores de sustancias (Caton et al., 1994; Coulter, 1948; Herrera y Avilés, 
2000; Tyler, 2006).17, 18, 19 
 
Los estudios revisados indican que el consumo de alcohol y drogas de los padres 
influye en el consumo de estas sustancias en los hijos. En concreto, Mio, 
Nanjundappa, Verleur y de Rios (1986) analizaron el abuso de sustancias en una 
muestra de jóvenes delincuentes sexuales y encontraron que todos los jóvenes eran 
consumidores de drogas y admitían que sus familiares también lo eran. Neisen 
(1993) también encontró que el abuso de drogas por parte de los padres era uno de 
los mejores predictores del consumo de drogas por vía parenteral en una muestra 
de varones homosexuales. 20, 21 
 
Weintraub (1990) planteó que esto podía ser debido a que en el funcionamiento 
familiar en estas familias con un padre alcohólico los niveles de conflicto y 
desorganización son elevados mientras que los niveles de calor y cohesión familiar 
son bajos. 
Los adolescentes que viven en hogares monoparentales o con padrastros tienen 
más probabilidades de consumir drogasen comparación con adolescentes que 
viven con sus dos padres. 
 
Broman et al. (2008) propusieron que la relación entre consumo de drogas de los 
hijos y estructura familiar estaría mediada por otras variables como la crianza, el 
consumo de drogas de los iguales, la religiosidad y los problemas en el vecindario. 
 
Hoffman en 1995 señalo que la ruptura familiar o la reconstituciónson 
acontecimientos estresantes que pueden llevar a relaciones con iguales 
consumidores de drogas si los vínculos familiares son débiles, pero que puede 
evitarse si el afecto por parte de los padres sigue siendo fuerte. De hecho, se ha 
indicado que después de la disolución marital de matrimonios altamente conflictivos 
o volátiles, los hijos informan de sentimientos de alivio y menores niveles de estrés, 
depresión y ansiedad por lo que las dinámicas monoparentales se convierten en un 
ambiente preferible para el hijo y les lleva a un menor riesgo en el desarrollo de 
problemas emocionales o disfuncionales como puede ser el consumo de drogas.22, 
23 
 
 
 
 
 
 
 
 
Planteamiento del problema 
 
16 
 
El uso y abuso de drogas se ha vuelto un importante problema en salud pública, sin 
respetar género, estratos ni edades el cual causa daños físicos y psicológicos así 
como problemas en la funcionalidad familiar y ruptura de lazos familiares 
 
Los estudios epidemiológicos, tanto nacionales como internacionales demuestran 
que este fenómeno es variable y se presenta con mayor frecuencia en jóvenes y 
con sustancias más nocivas. Se observa además un incremento en el uso y abuso 
de drogas en la mujer, tanto legal como ilegal 
 
Con respecto a la ocupación, el 28.7% eran estudiantes y el 25% tenían un trabajo 
estable de los cuales el 11.3% fueron despedidos por el alto ausentismo. El nivel 
socioeconómico de la mayoría fue medio bajo. 
 
A nivel mundial la drogadicción es una de las causas más comunes de ausentismo 
laboral, así como de accidentes laborales lo que causa una gran pérdida económica 
para instituciones públicas y empresas privadas. 
 
 Por lo anterior planteo la siguiente pregunta de investigación: 
 
¿Cómo es la funcionalidad familiar en pacientes de 18 a 34 años y su asociación 
con drogadicción en la UMF # 94? 
 
 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
La drogadicción, constituye uno de los problemas de salud pública en la actualidad, 
que se presenta tanto a nivel nacional como internacional. Este fenómeno de salud 
afecta, sin distinción de género, incidiendo principalmente en niños y adolescentes, 
de cualquier estrato social y de todas las regiones de nuestro país. 
 
Se ha trabajado arduamente en las escuelas de educación básica en la detección 
oportuna de niños en riesgo, por medio de la aplicación de una prueba de detección 
y tamizaje (POSIT); con este estudio se logra detectar casos de consumo de drogas 
incipientes o en situación de riesgo. Los casos que se detectan se refieren a los 
“Centros Nueva Vida” para su atención. 
 
En el 2011, se crearon la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CONADIC), 
entidad que tiene a su cargo la elaboración y vigilancia de las políticas públicas, la 
coordinación intersectorial y la observancia de los compromisos internacionales y 
el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (CENADIC), 
que tienen como propósito brindar la calidad de los servicios de atención y 
tratamiento de las Adicciones. 
 
En el país, desafortunadamente aún no se cuenta con una encuesta nacional actual 
en estudiantes. No obstante, el trabajo con diferentes estados ha permitido contar 
con encuestas en estudiantes de nivel medio y medio superior en Nuevo León 
17 
 
(2006), Jalisco y Estado de México (2009), así como en la Ciudad de México, que 
cuenta con mediciones periódicas (cada 3 años). Hay otro grupo de encuestas en 
esta población que han sido reportadas en la Encuesta Nacional de Adicciones del 
2008. 
 
Las mediciones de 2006 y 2009 realizadas en la Ciudad de México permiten analizar 
la evolución del consumo de drogas. Así, el consumo de cualquier droga alguna vez 
aumentó de 17.8% a 21.5%. En los hombres pasó de 19.1% a 22.6%, mientras que 
el mayor incremento se observó en las mujeres que aumentaron su consumo de 
16.5% a 20.5%. Por sexo, las drogas de preferencia de hombres en 2006 y 2009 
fueron la mariguana (11.2% y 14.0%) e inhalables (7.3% y 10.8%), con un 
incremento significativo en esta última medición. En las mujeres, las drogas de 
preferencia en 2006 fueron en primer lugar la mariguana (6.4%) seguida de los 
inhalables (6.2%) y en 2009 el orden de preferencia se invirtió, apareciendo 
principalmente los inhalables (10.0%) seguidos de la mariguana (8.8%) 
 
Por perfil sociodemográfico, la mayor demanda de tratamiento fue por parte de los 
hombres (77.2%). 
Quienes acudieron principalmente, fueron jóvenes de 15 a 19 años de edad (31.9%) 
seguidos por los de 35 años o más (20.9%). En cuanto al estado civil, la mayor 
parte eran solteros (62.2%) y tenían estudios de nivel secundaria (45%). 
 
 
OBEJETIVO GENERAL 
 
Evaluar la funcionalidad familiar en los pacientes con problemas de drogadicción. 
 
OBEJTIVOS ESPECIFICOS: 
 
Identificar el tipo de droga más frecuente. 
Identificar el género más afectado. 
Identificar el grupo de edad más afectado. 
 
 
 
 
HIPOTESIS: 
 
La funcionalidad familiar estará severamente afectada en el 70% de los pacientes 
 
 
 
 
Identificación de variables: 
 
 Variable de estudio: Funcionalidad familiar de los pacientes con drogadicción de la 
UMF 94. 
18 
 
 
 
DISEÑO DEL ESTUDIO 
 
Transversal, descriptivo, prolectivo. 
 
UNIVERSO DEL ESTUDIO 
 
Pacientes adictos a sustancias nocivas y sus familias. 
 
POBLACION DE ESTUDIO 
 
Pacientes adictos a sustancias nocivas derechohabientes del IMSS 
 
MUESTRA DE ESTUDIO 
 
Pacientes con adicción a sustancias nocivas derechohabientes del IMSS adscritos 
a la UMF # 94 
 
TAMAÑO DE LA MUESTRA 
 
No probabilístico por conveniencia. 
 
 
CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LA MUESTRA 
 
CRITERIOS DE INCLUSION 
 
- Pacientes adictos a sustancias nocivas 
- Pacientes derechohabientes 
- Edad 18 a 34 años 
- Ambos géneros 
 
CRITERIOS DE NO INCLUSION 
 
- Pacientes que no son adictos a sustancias nocivas 
- Pacientes no derechohabientes del IMSS 
- Pacientes mayores de 34 años y menores de 18 años 
 
 
 
PROCEDIMIENTO PARA INTEGRAR LA MUESTRA 
 
El alumno del curso de especialización de Medicina Familiar con ayuda de la 
asistente médica buscaran en la agenda electrónica y contactará a pacientes 
19 
 
adictos, posteriormente el residente involucrado en el estudio localizara a los 
candidatos en la fecha y horario que se concerté para invitarlos a participar en el 
estudio así como a sus familias, previa firma de consentimiento informado. 
En un horario de 8 a 20 horas, se les aplicara cuestionario que evaluará la 
funcionalidad familiar. Se les aplicara el instrumento para dicho fin. 
 
PROCEDIMIENTO PARA RECOLECTAR LA INFORMACION 
 
Una vez que el paciente haya aceptado participar en el estudio, y previa firma del 
consentimiento informado, el residente elegirá un lugar tranquilo en la sala de 
espera para aplicar el instrumento de Funcionamiento Familiar de McMaster el cual 
proporciona una descripción clara de lo que es una familia “normal” por medio de 
seis dimensiones: resolución de problemas, comunicación, roles, involucramiento 
afectivo, respuestas afectivas y control de conducta. 
 
 
ANALISIS ESTADISTICO DE LA INFORMACIÓN. 
 
 Para el manejo de variables universales se propone chi-cuadrada la cual se utiliza 
para comparar proporciones independientes de estudios con variables cualitativas, 
también informa si la diferencia observada es estadísticamente significativa. 
 
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR. 
 
Este cuestionario realizado por Raquel Atri y Zetune y validado por la Universidad 
de las Américas. 
 
El objetivo de este cuestionario es la Evaluación del Funcionamiento Familiar (EFE), 
es un instrumento que evalúa la percepción que un miembro de la familia tiene 
acerca de su funcionamiento familiar. 
 
Se debe de señalar la lectura cuidadosa de las instrucciones antes de iniciar el 
cuestionario, posteriormente se presentan una serie de enunciados los cual se pide 
sean contestados de la manera más sincera y espontánea, se le informaal 
encuestado que la información que se brinde será totalmente confidencial. 
 
Todos los enunciados se refieren a aspectos relacionados con la familia que vive 
actualmente. 
Se solicita no dejar espacios en blanco y se indica que la manera de contestar es 
marcando con una X el número que mejor se adecue a su respuesta, con base en 
la siguiente escala: 
 
 
Totalmente de acuerdo 5 
De acuerdo 4 
Ni de acuerdo ni en desacuerdo 3 
20 
 
En desacuerdo 2 
Totalmente en desacuerdo 1 
 
Forma de calificación del cuestionario de Evaluación del Funcionamiento Familiar: 
 
Para obtener la calificación es necesario: 
 
a.- Seleccionar los reactivos que pertenecen a cada factor 
b.- Sumar la calificación de los puntajes (1, 2, 3, 4 ó 5) dados por el encuestado. 
c.- El puntaje obtenido es la calificación de cada factor 
d.- Comparar el puntaje con el punto medio o punto de corte, tomando en cuenta 
también el puntaje máximo que podemos obtener, así como el mínimo. 
 
Para saber si la calificación de cada factor tiende hacia la categoría o definición de 
ese factor, habrá de obtenerse el punto medio del puntaje, también llamado punto 
de corte, que es diferente en cada factor. Este punto de corte o punto medio se 
obtiene multiplicando el número total de reactivos de cada factor por 3, que en la 
escala Likert es el puntaje medio. Digamos que si una persona contesta en todos 
los reactivos con el número 3, significará que no está de acuerdo ni en desacuerdo 
con cada una de las preguntas, es decir, que no tiene una tendencia positiva ni 
negativa. Por ello al obtener el punto medio o punto de corte, ya se puede evaluar 
si la persona está por encima o por debajo de éste. 
Para obtener el puntaje máximo se multiplica el número total de reactivos de cada 
factor por 5, que en la escala de Likert es el puntaje más alto, y para obtener el 
puntaje mínimo es multiplica el número total de reactivos de cada factor por 1, que 
en la escala Likert es el puntaje más bajo asignado. 
 
Factor 1: Involucramiento afectivo funcional 
 
Reactivos: 
1, 2, 4, 10, 11, 12, 13, 18, 19, 20, 21, 24, 26, 29, 33, 35 y 38. 
Total: 17 reactivos 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
17 x 3 = 51 (punto de corte o punto medio) 
 
La suma de los puntajes por arriba de 51 puntos indica el nivel de involucramiento 
afectivo funcional. 
El máximo de puntaje a obtener es de 85 y el mínimo de 17 
 
Factor 2: Involucramiento afectivo disfuncional 
 
Reactivos: 3, 6, 7, 14, 15, 22, 30, 32, 34, 37 y 39. 
Total: 11 reactivos 
 
21 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
11 x 3 = 33 (punto de corte o punto medio) 
 
La suma de los puntajes por arriba de 33 puntos indica el nivel de involucramiento 
afectivo disfuncional. 
El máximo de puntaje a obtener es de 55 y el mínimo de 11. 
 
Factor 3: patrones de comunicación disfuncionales 
 
Reactivos: 5, 16, 25 y 27 
Total: 4 reactivos 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
4 x 3 = 12 (punto de corte o punto medio) 
 
La suma de los puntajes por arriba de 12 puntos indica el grado de patrones de 
comunicación disfuncionales. 
El máximo de puntaje a obtener es de 20 y el mínimo de 4. 
 
Factor 4: patrones de comunicación funcionales 
 
Reactivos: 8, 36 y 40 
Total: 3 reactivos 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
3 x 3 = 9 (punto de corte o punto medio) 
 
La suma de los puntajes por arriba de 9 puntos indica el grado de patrones de 
comunicación funcionales. 
El máximo de puntaje a obtener es de 9 y el mínimo de 3. 
 
Factor 5: Resolución de problemas 
 
Reactivos: 17, 23 y 31 
Total: 3 reactivos 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
3 x 3 = 9 (punto de corte o punto medio) 
22 
 
 
La suma de los puntajes por arriba de 9 puntos indica el grado de resolución de 
conflictos. 
El máximo de puntaje a obtener es de 9 y el mínimo de 3 
 
Factor 6: Patrones de control de conducta. 
 
Reactivos: 9 y 28 
Total: 2 reactivos 
 
Se calificará de la siguiente manera: 
Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y 
comparar con el punto de corte: 
2 x 3 = 6 (punto de corte o punto medio) 
 
La suma de los puntajes por arriba de 6 puntos indica el grado de patrones de 
control de conducta. 
El máximo de puntaje a obtener es de 6 y el mínimo de 2. 
 
 
 
PROGRAMA DE TRABAJO 
 
- Selección del tema a investigar 
- Investigación bibliográfica 
- Construcción de Protocolo 
- Solicitud de registro de protocolo 
- Integración de la muestra 
- Recolección de la información 
- Elaboración de la base de datos 
- Análisis de los resultados 
- Elaboración de tesis y escrito médico 
 
 
 
RECURSOS 
 
Humanos: Investigadores involucrados 
Físicos: Instalaciones de la UMF 
Materiales: Artículos de papelería 
Tecnológico: Equipo de cómputo 
Financieros: Aportados por el Investigador. 
 
DIFUSIÓN DEL ESTUDIO 
 
23 
 
El presente trabajo se proyectará como sesión médica de la unidad y en artículo de 
revista médica indexada. 
 
ASPECTOS ÉTICOS ( Ver consentimiento informado) 
 
En la elaboración de este proyecto se considerarán los fundamentos éticos 
internacionales (Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias 
Médicas y la Organización Mundial de la Salud Ginebra 2002) y nacionales (Ley de 
salud e instructivos del IMSS) vigentes en materia de investigación humana. Este 
trabajo se considera de riesgo mínimo y se cubrirán los requisitos de 
confidencialidad, privacidad, se realizará una revisión del expediente clínico de los 
pacientes participantes y se utilizará el consentimiento informado y la participación 
libre y voluntaria, respetando la autonomía de la participante, así como de los 
médicos tratantes que estén involucrados en la atención de salud primaria de los 
pacientes participantes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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27 
 
 INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
DELEGACIÓN NORTE DEL DF. 
UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No. 94 
JEFATURA DE EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN EN SALUD 
CARTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO 
 
Lugar y fecha_____________________________________________________ 
 
Por medio del presente acepto participar en el protocolo de investigación titulado: 
“FUNCIONALIDAD FAMILIAR EN PACIENTES DE 18 A 34 AÑOS Y SU ASOCIACIÓN 
CON DROGADICCIÓN EN LA UMF # 94 
” Registrado ante el Comité Local de Investigación No. _______ _____El objetivo 
del estudio Identificar la funcionalidad familiar de los pacientes con adicción en la 
UMF #94. 
__Se me ha explicado que mi participación consistirá en: llenar un cuestionario en 
el cual se evaluara la funcionalidad familiar y la asociación con mi problema de 
adicción, así también se podrá accesar a mi expediente clínico con la finalidad 
recolectar cualquier información necesaria. 
Declaro que se me ha informado ampliamente sobre los posibles inconvenientes, 
molestias y beneficios derivados de mi participación en el estudio que son los 
siguientes: 
Riesgo: Ninguno. 
Inconvenientes: No saber leer y/o escribir. 
Beneficios: Recibiré un informe verbal de mi resultado. 
El investigador responsable se ha comprometido a darme información oportuna, 
así como a responder cualquier pregunta y aclarar cualquier duda que le plantee 
acerca de los procedimientos que se llevaran a cabo, los riesgos, beneficios o 
cualquier otro asunto relacionado con la investigación o con mi tratamiento (en su 
caso). 
Entiendo que conservo el derecho de retirarme del estudio en el momento en que 
lo considere conveniente, sin que ello afecte la atención médica que recibo el IMSS. 
El investigador responsable me ha dado seguridades de que no se me identificara 
en las presentaciones o publicaciones que deriven de este estudio y de que los 
datos relacionados con mi privacidad serán tratados en forma confidencial. 
 
 Dra. ESTHER AZCARATE GARCIA. 99362280 
___________________________________ _________________________________________ 
 Nombre y firma del participante Nombre, firma y matricula del Investigador Responsable 
_________________________________________ ________________________________________ 
 Nombre y firma del Testigo Nombre y firma del Testigo 
Número telefónico para comunicarse en caso de dudas o preguntas relacionadas con el estudio comunicarse 
con la Dra. Esther Azcárate García al tel. 5767 29 77 ext. 2140 
 
 
ANEXO 2 
28 
 
 
 
1. Mi familia me escucha 1 2 3 4 5 
2. Si tengo dificultades, mi familia estará en la mejor 
disposición de ayudarme 
1 2 3 4 5 
3. En la familia ocultamos lo que nos pasa 1 2 3 4 5 
4. En mi familia tratamos de resolver los problemas 
entre todos 
1 2 3 4 5 
5. No nos atrevemos a llorar frente a los demás 
miembros de la familia 
1 2 3 4 5 
6. Raras veces converso con la familia sobre lo que 
pasa 
1 2 3 4 5 
7. Cuando se me presenta algún problema, me paralizo 1 2 3 4 5 
8. En mi familia acostumbramos discutir nuestros 
problemas 
1 2 3 4 5 
9. Mi familia es flexible en cuanto a las normas 1 2 3 4 5 
10. Mi familia me ayuda desinteresadamente 1 2 3 4 5 
11. En mi familia expresamos abiertamente nuestras 
emociones 
1 2 3 4 5 
12. Me siento parte de mi familia 1 2 3 4 5 
13. Cuando me enojo con algún miembro de la familia, se 
lo digo 
1 2 3 4 5 
14. Mi familia es indiferente a mis necesidades afectivas 1 2 3 4 5 
15. Las tareas que me corresponden sobrepasan mi 
capacidad para cumplirlas 
1 2 3 4 5 
16. Cuando tengo algún problema se lo digo a mi familia 1 2 3 4 5 
17. En mi familia nos ponemos de acuerdo para repartir 
los quehaceres de la casa 
1 2 3 4 5 
29 
 
18. En mi familia expresamos abiertamente nuestro 
cariño 
1 2 3 4 5 
19. Me siento apoyado(a) por mi familia 1 2 3 4 5 
20. En casa acostumbramos a expresar nuestras ideas 1 2 3 4 5 
21. Me duele ver sufrir a otro miembro de la familia 1 2 3 4 5 
22. Me avergüenza mostrar mis emociones frente a mi 
familia 
1 2 3 4 5 
23. Si falla una decisión, intentamos una alternativa 1 2 3 4 5 
24. En mi familia hablamos con franqueza 1 2 3 4 5 
25. En mi casa mis opiniones no son tomadas en cuenta 1 2 3 4 5 
26. Las normas familiares están bien definidas 1 2 3 4 5 
27. En mi familia no expresamos abiertamente los 
problemas 
1 2 3 4 5 
28. En mi familia, si una regla no se puede cumplir, la 
modificamos 
1 2 3 4 5 
29. Somos una familia cariñosa 1 2 3 4 5 
30. En casa no tenemos un horario para comer 1 2 3 4 5 
31. Cuando no se cumple una regla en mi casa, sabemos 
cuáles son las consecuencias 
1 2 3 4 5 
32. Mi familia no respeta mi vida privada 1 2 3 4 5 
33. Si estoy enfermo, mi familia me atiende 1 2 3 4 5 
34. En mi casa, cada quien se guarda sus problemas 1 2 3 4 5 
35. En mi casa nos decimos las cosas abiertamente 1 2 3 4 5 
36. En mi casa logramos resolver los problemas 
cotidianos 
1 2 3 4 5 
37. Existe confusión acerca de lo que debemos hacer 
cada uno de nosotros dentro de la familia 
1 2 3 4 5 
30 
 
38. En mi familia expresamos la ternura que sentimos 1 2 3 4 5 
39. Me molesta que mi familia me cuente sus problemas 1 2 3 4 5 
40. En mi casa respetamos nuestras reglas de conductas. 1 2 3 4 5 
 
 
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