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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO DELEGACIÓN NORTE DEL DF. UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No 94 FUNCIONALIDAD FAMILIAR EN PACIENTES ADULTOS JOVENES Y SU ASOCIACION CON DROGADICCION EN LA UMF # 94 QUE PARA OBTENER EL TITULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR PRESENTA: Dr. Carlos Salas Mercado Asesor : Dra. Esther Azcárate García MEXICO D.F., NOVIEMBRE 2015 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 INDICE Introducción ………………………………………………………….3 Marco teorico ………………………………………………………...3 Marco legal …………………………………………………………..4 Fases del proceso adictivo …………………………………………...5 Aspectos neurobilogicos …………………………………………….6 Tratamiento ………………………………………………………….7 Factor de Riesgo, Factor de Protección y Resiliencia………………9 Resiliencia familiar…………………………………………………..11 Codependencia ………………………………………………………13 Antecedentes científicos……………………………………………..14 Planteamiento del problema ………………………………………...16 Justificación………………………………………………………….16 Objetivos……………………………………………………………..17 Hipótesis ……………………………………………………………..17 Identificación de variables …………………………………………..18 Diseño de estudio…………………………………………………….18 Universo del estudio……………………………………………....…18 Población de estudio………………………………………………....18 Muestra del estudio………………………………………………......18 Tamaño de la muestra …………………………………………….....18 Criterios de selección………………………………………………...18 Procedimiento para integrar la muestra………………………….......19 Procedimiento para recolectar la información ………………………19 Análisis estadístico de la información ………………………………19 Programa de trabajo……………………………………………..........22 Recurso ……………………………………………………………….23 Difusión de estudio…………………………………………………...23 Aspectos éticos………………………………………………………..23 Bibliografía …………………………………………………………...24 Anexo 1………………………………………………………………..27 Anexo 2………………………………………………………………..28 3 INTRODUCCION La historia de las adicciones va unida a la historia del hombre. Fumar cigarrillos, beber alcohol, mascar hojas de coca, el uso del opio para el dolor, etc., son ejemplos bien conocidos de algunas de las sustancias que el hombre ha usado a través de la historia o sigue consumiéndolas. Mas actualmente a las anteriores y sus derivados industriales o químicos, destacan las nuevas adicciones. Unas están derivadas de sustancias como la heroína, la cocaína, las drogas de diseño y otras son adicciones comportamentales, sin sustancia, como por ejemplo el internet, redes sociales, compras, sexo, etc. Por ello en los últimos años se incluyen distintas conductas bajo la denominación genérica de adicciones o conductas adictivas. Una característica común y central a las conductas adictivas, es la pérdida del control. La persona con una conducta adictiva no tiene control sobre dicha conducta, además de que la misma produce dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y una incidencia negativa muy importante en su vida, que va a ser en muchos casos la causa de que acuda en busca de tratamiento o le fuercen a buscarlo. Gossop (l989) definió elementos característicos de una adicción: 1) el fuerte deseo o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular 2) la capacidad deteriorada para controlar la conducta 3) malestar y estado de ánimo alterado cuando la conducta es impedida o la deja de hacer 4) persistir en la conducta a pesar de la clara evidencia de que le está produciendo graves consecuencias a la persona. 1 MARCO TEORICO DEFINICION Por uso de una droga se entiende como el consumo de una sustancia que no produce consecuencias negativas en una persona o este no las aprecia. Este tipo de consumo es el más habitual cuando se usa una droga de manera esporádica. El abuso se da cuando hay un uso continuo a pesar de las consecuencias negativas que este causa. La dependencia surge como el uso excesivo de una sustancia, que genera consecuencias negativas significativas. Por dependencia o síndrome de abstinencia, según la CIE-10, se entiende un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el cual el consumo de una droga, o un tipo de ellas, adquiere la máxima prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier otro tipo de comportamiento de lo que en el pasado tuvieron el valor más alto. La manifestación característica del síndrome de dependencia es el deseo, a menudo fuerte y a veces insuperable de ingerir sustancias psicoactivas ilegales o legales, aun cuando hayan sido prescritas por el médico. La recaída en el consumo de una sustancia después de un periodo de 4 abstinencia, lleva a la instauración más rápida de los síntomas de la dependencia, en comparación con lo que sucede en individuos no dependientes. Otro concepto importante es el de potencial adictivo de una droga, entendido por el mismo la tendencia que posee una sustancia de producir dependencia en las personas que la consumen. En 1982, la OMS definió dependencia como un síndrome que implica un esquema de comportamiento en el que se establece una gran prioridad para el uso de una o varias sustancias psicoactivas determinadas, frente a otros comportamientos 4considerados habitualmente como más importantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1999), define droga como “toda sustancia que, al ser introducida en un organismo vivo y actuar sobre su sistema nervioso central, puede modificar una o varias de sus funciones físicas y psíquicas” En materia de adicciones, el término droga se refiere al concepto de sustancia psicoactiva o psicotrópica, es decir, una sustancia que altera algunas funciones mentales y a veces físicas, que al ser consumida reiteradamente tiene la posibilidad de dar origen a una adicción. Estos productos incluyen las sustancias, estupefacientes y psicotrópicos clasificados en la Ley General de Salud (mariguana y sus derivados, cocaína y sus derivados, heroína y derivados del opio); aquéllas de uso médico, las de uso industrial, las derivadas de elementos de origen natural, las de diseño, así como el tabaco y el alcohol. 2,3,4 MARCO LEGAL El artículo 244 de la Ley General de Salud señala que se considera sustancias psicotrópicas a las que determine específicamente el Consejo de Salubridad General, así como otras sustancias naturales o sintéticas, depresoras o estimulantes del sistema nervioso central que por su acción farmacológica, pueden inducir a la farmacodependencia. Los psicotrópicos se clasifican en cinco grupos (articulo245): 1. Los que por ser susceptibles de uso indebido y abuso crean un problema, especialmente en materia de Salud Publica 2. Los que tienen algún valor terapéutico, pero que constituyen un problema grave de salud pública y están regulados por las disposiciones relativas a estupefacientes, conforme a lo dispuesto en el artículo 259 de la Ley General de Salud. 3. Los que tienen valor terapéutico y crean problemas de salud pública, y que requieren para su venta y suministro, receta médica para su expedición, que con el respectivo número de cedula profesional, según lodispuesto en el artículo 251 de la Ley General de Salud. 4. Los que tienen amplios usos terapéutico y son un problema menor para la salud pública, y, que también requieren receta médica, contendiendo número de cedula profesional del médico que la expidió y que podrá surtirse hasta por tres veces con una vigencia de seis meses a partir de la fecha de 5 expedición de la receta, de acuerdo con el artículo 252 de la Ley General de Salud. 5. Las que carecen de valor terapéutico y se utilizan, generalmente en la industria.4 FASES DEL PROCESO ADICTIVO: Para el DSM-IV-IR (American Psychiatric Association La dependencia a sustancias psicoactivas conlleva a un patrón desadaptativo de consumo que se manifiesta en un deterioro o malestar clínicamente importantes, expresado por tres o más de los síntomas siguientes en algún momento de un periodo continuado de doce meses: 1. Tolerancia a) Necesidad de aumentar la dosis de la sustancia para conseguir el efecto deseado. b) El efecto disminuye aun consumiéndola constantemente 2. Abstinencia a) El síndrome de abstinencia característico de la sustancia (ansiedad, temblores, convulsiones, etc.) b) Se administra la misma sustancia o similar para evitar o disminuir la sintomatología de abstinencia. 3. La sustancia es administrada con frecuencia en cantidades mayores o por un periodo más largo. 4. Se continúa administrando la sustancia a pesar de tener conciencia de los efectos psicológicos o físicos persistentes. 5. Reducción de actividades sociales, laborales, familiares o recreativas debido al consumo de la sustancia 6. Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia. Algunas personas son más susceptibles a la adicción que otras. Son susceptibles a ella las personas que no saben cómo establecer relaciones saludables. Toda adicción comienza como un acto voluntario, probablemente comience como una actividad socializante que pronto decide repetir por agrado al efecto causado por el consumo de alguna sustancia lo cual depende de la influencia de su espacio social, familiar y su capacidad de sublimación, se detendrá, lo restringirá para momentos especiales o continuara la escalada toxica convirtiéndose el consumo en algo cada vez menos controlable. Esa actividad pasa a ser un hábito, la actividad se comienza a realizar con mayor frecuencia e intensidad, el cuerpo crea tolerancia y pasa a ser un vico y cuando se pierde la capacidad de controlar cierta actividad entonces ya se incorporó una adicción.5 6 ASPECTOS NEUROBIOLOGICOS: Los psicoestimulantes son sustancias capaces de reducir los umbrales de alerta o de vigilia, de modo que el individuo responde con más facilidad o prontitud a los estímulos exógenos o endógenos. Los antidepresivos también elevan la capacidad de respuesta de la persona, aunque lo hacen sólo en aquellas cuyo humor y vitalidad se encuentran previa y patológicamente deprimidos. Los efectos subjetivos de todos los psicoestimulantes dependen de la personalidad del individuo, el medio en el cual se administran, la dosis y la vía de administración. Por ejemplo, en una persona normal, dosis moderadas de anfetamina (10- 20 mg) producen euforia, una sensación de energía y alerta aumentada, anorexia, insomnio y una mejoría en la conducta de tareas repetitivas. Si la dosis aumenta, estos síntomas se hacen más marcados y la influencia del medio ambiente es menos pronunciada.6 La importancia de la drogadicción a psicoestimulantes en el mundo lo pone de manifiesto el informe de la Organización de las Naciones Unidas de 2005 sobre consumo de drogas, que estima unos 200 millones de adictos en el mundo, de los cuales 52 millones son adictos a los psicoestimulantes. Éstos producen una fuerte dependencia, en el grado 3 de la clasificación de la Organización Mundial de la Salud. Hay diversos tipos de psicoestimulantes, que se clasifican en tres grandes familias: anfetamínicos, alcaloides naturales y metilxantinas . Tanto la anfetamina como la cocaína producen efectos similares sobre el estado de ánimo, provocan toxicidad crónica y poseen un alto potencial de abuso y dependencia. Las metilxantinas son sustancias energizantes con menor riesgo y potencial de abuso.7 La exposición repetida a psicoestimulantes induce un aumento progresivo de la actividad motora en numerosas especies, incluido el ser humano. Este fenómeno se denomina ‘sensibilización conductual’, y se asocia a cambios plásticos en circuitos nerviosos que, por otra parte, incrementan el valor motivacional de las drogas y además subyacen al fenómeno de ansia de droga (craving) una vez que se abandona el consumo. Estos cambios plásticos neuronales son motivo de intenso estudio. El proceso adictivo consta de una fase de inducción, durante el consumo inicial de la droga, y otra de expresión, durante la consolidación de la adicción. Ambos fenómenos constan de mecanismos neuroquímicos y moleculares diferentes. En la inducción participa de modo crítico el circuito mesocorticolímbico, y en ella se establecen cambios bioquímicos que fundamentan la sensibilización y facilitan el aprendizaje adictivo. En la expresión, destaca el bucle corticoestriatoamigdalino, y en esta fase se desarrollan los cambios bioquímicos que generan el hábito adictivo, como conducta patológica consolidada. Además, se consolida la sensibilización y también aparecen fenómenos de tolerancia. Uno de los efectos directos de los psicoestimulantes es el incremento de la transmisión dopaminérgica en el circuito mesocorticolímbico, que nace en el área tegmental ventral y se dirige a áreas limbicomotoras. Este efecto está mediado por la inhibición de la recaptación de dopamina con aumento de su disponibilidad en la biofase neuronal, y este fenómeno se asocia claramente a la sensibilización a 7 psicoestimulantes, tanto durante la fase de inducción como la de expresión.7 Sin embargo, el proceso sensibilizador es más complejo que el simple cambio en una vía de neurotransmisión, y los resultados de cientos de experimentos indican que la sensibilización se debe a la interacción de diversos neurotransmisores, neuropéptidos, factores neurotróficos, sus receptores y sus vías de señalización intracelular. Hasta la fecha, la interacción entre dopamina y glutamato en el área tegmental ventral durante la fase de inducción a la sensibilización ha sido la más estudiada.8 TRATAMIENTO: FAMILIA Y DROGAS Si hablamos que la familia es el primer elemento socializador, en cuyo seno se educa y forma al individuo, para que sus miembros sean capaces de desarrollarse y ser personas autónomas, que puedan enfrentarse e integrarse a la vida, entonces debemos enfocar nuestra atención en ella como primer ámbito de prevención e intervención. La familia es un sistema complejo, a la vez viviente y humano, en interacción permanente con su medio ambiente (escuela, iglesia, familia extendida). Posee una estructura organizada y jerarquizada, y presenta una organización tridimensional: biológica, social y psicológica, así mismo tiene que hacer frente a las diferentes etapas del ciclo vital. Minuchin establece que la estructura, organización de la familia y los patrones de transacción del sistema familiar condicionan el comportamiento de sus miembros. Así el individuo que presenta síntomas específicos en la familia, está cumpliendo una función dentro de ella, como eje para mantener las relaciones prescritas por la dinámica estructural de la misma, o como escape a la tensión que ésta experimenta. Estos síntomas sirven para perpetuar un patrón sistémico específico de transacciones en la familia. Asimismo plantea que las familias tienen que hacer frente a tareas que se agrupan en: · Tareas básicas, que involucra problemas instrumentales como los de proveer alimentos, vestido, dinero, etc. · Tareas del desarrollo, que incluye las tareas que se van logrando con eltiempo, éste desarrollo se conceptualiza como una secuencia de estadios y tiene que ver con las crisis tanto a nivel individual como familiar. · Tareas riesgosas, que se refiere al manejo de la crisis que se dan como consecuencia de enfermedades, pérdida de trabajo, accidentes, etc. Las familias que no tienen habilidades para enfrentar efectivamente estas tareas, tienen probabilidades de desarrollar clínicamente problemas significativos o de mala adaptación crónica en sus miembros. Las familias con hijos adolescentes empiezan a sentir un desequilibrio en la organización de las pautas establecidas en la familia, ya que la adolescencia trae 8 temas que los confrontan y demanda reacomodos y adaptaciones de ella, es decir una reestructuración en las relaciones. Para el adolescente el grupo de pares adquiere mucho poder, lo aleja de la familia; la autonomía que ostenta y su control necesita ser renegociados; las nuevas ideas y valores que sustentan acerca del sexo, política, vestimenta, estilos de vida, perspectivas del futuro y drogas requieren de un diferente interlocutor. Si los cambios no se suceden puede aparecer en el adolescente el síntoma droga, como una solución inadaptativa de la familia. Cuando hay problemas en la familia, éstas generalmente identifican al adolescente, por la naturaleza crítica y transicional de su etapa, como el paciente enfermo de la familia. En el caso de familias con integrantes de tendencia drogadicta, las relaciones familiares cumplen un importante papel. Las perturbaciones de la individuación relacional se manifiestan en los drogadictos sobre todo en dos ámbitos: · En su menguada capacidad para hacer suyos determinados sentimientos desagradables y convivir con ellos, sobre todo con enojos, soledad y aburrimiento prolongados. · Guiarse a sí mismos con responsabilidad propia y orientados hacia el futuro. Esta perturbación de la individuación, casi siempre se ve acompañada de una correspondiente perturbación del sistema familiar. Los modos de interacción que se encuentran pueden estar caracterizados tanto por una ligazón extrema cuanto por una expulsión Algunos jóvenes drogadictos, son expulsados temprana y duramente, les falta la experiencia de ser necesitados por los demás y de ser importantes para ellos. Tales jóvenes buscan en las drogas un poco de ese calor y esa seguridad que no se les brindó en sus familias. En ciertas circunstancias tienden a “parentificar” a jóvenes de su misma edad, lo cual representa una exigencia adicional para éstos y los expone a ellos mismos a conflictos graves. Weidman, va en ese sentido, cuando indica que el uso compulsivo de drogas es la manifestación de una dinámica de la constelación familiar muy particular. Señala que la farmacodependencia sucede cuando los conflictos que rodean la subfase del proceso de separación-individuación no son adecuadamente superados. Este proceso implica la diferenciación y separación sin sacrificar la intimidad familiar. Neuburger (1983), a su vez señala, que la farmacodependencia implicaría que los adictos se separan sólo en apariencia de sus familias de origen. Estas familias no permiten la movilización en varios niveles lógicos y la creatividad es paradojal y suele convertirse en doble vínculo. Si analizamos desde la perspectiva de la delegación familiar, muchos jóvenes que abusan de las drogas son víctimas y ejecutores de encargos y conflictos familiares, que los sobreexigen de manera grave, y a lo que tratan de corresponder de manera heroica. Y finalmente, desde el punto de vista de legado y mérito plurigeneracional, ésta está determinada en muchos drogadictos por el legado de una autodestructividad 9 crónica, la cual se ha ido formando a lo largo de varias generaciones y que ahora aparece de manera radical. En 1972, Seldin, llevó a cabo una revisión de trabajos relacionados con la familia del adicto. Encontró una alta incidencia de familias de origen quebrantadas, bien fuese por divorcio, separación o una patente hostilidad entre los padres. Los matrimonios de adictos repetían la dinámica de sus familias de origen. En el periodo 1975-1980 aparecieron muchos trabajos de terapeutas familiares con hipótesis acerca del rol que puede tener la familia en la génesis y el mantenimiento de la tóxico dependencia en un hijo, donde prevalece la concepción del síntoma como funcional a la estabilidad de la pareja conyugal. Se estableció una clasificación detallada y sistemática de las adicciones, describiendo cuatro categorías en las que se puede inscribir el síntoma de drogodependencia: Tipo A. Toxicomanías traumáticas, en las que prevalecen las problemáticas subjetivas, ligadas al sufrimiento personal derivado de un trauma psíquico de elevada entidad: duelo, enfermedad, separación en la familia, decepción sentimental, política, laboral, etc. Tipo B. Toxicomanías del área neurótica, en las que el síntoma sirve para evitar la manifestación de un conflicto doloroso y peligroso para todos los miembros de la familia. Se trata, en particular, de aquellas situaciones en que el hijo es triangulado en una coalición transgeneracional negada, con debilidad de los confines entre los subsistemas familiares. Tipo C. Toxicomanías de transición, en las que la droga representa un caso de cobertura de estados neuróticos propiamente dichos o psicóticos (estadio del espejo roto), con la presencia de antiguos y continuos pequeños traumas verificables ya en los primeros años de vida y una implicación de ambos padres en la vida y en el sistema del hijo. Tipo D. Toxicomanías sociopáticas, caracterizada por una historia de abandonos prematuros , institucionalizados, comportamientos antisociales y dificultades escolares en sujetos pertenecientes a familias inadecuadas e inconsistentes, en la que los padres pueden presentar síntomas psiquiátricos y alcoholismo.10 Factor de Riesgo, Factor de Protección y Resiliencia Factor de riesgo En principio las aproximaciones preventivas tomaron en cuenta la multicausalidad del fenómeno de las drogas, desde una perspectiva de riesgo, determinando de esta manera la actuación sobre estos factores para reducir la posibilidad de aparición del problema. Este aporte biomédico, relacionado tradicionalmente con resultados adversos, mensurables y en términos de mortalidad, amplió su conceptualización con la epidemiología social, que permitió reconocer la existencia de una trama compleja de hechos psico-sociales, alguno de los cuales se asocian con daño social. Se entiende entonces por Factor de Riesgo, a cualquier circunstancia o evento de naturaleza biológica, psicológica o social, cuya presencia o ausencia modifica la 10 probabilidad de que se presente un problema determinado en una persona o comunidad. Los factores de riesgo se entremezclan y organizan de modo muy dinámico, su importancia dentro del sistema de causas también es variable: la relevancia de un factor de riesgo puede cambiar de un grupo a otro y de un individuo a otro. Este enfoque de riesgo trae dos conceptos: el de vulnerabilidad, que es el potencial de que se produzca un riesgo o daño, ya que se observó que las probabilidades de padecer daños pueden surgir de sujetos que concentran en sí los factores de riesgo, constituyéndose en individuos de alto riesgo y el de conducta o comportamiento de riesgo, aspecto que reside en las personas generadoras de riesgo, como la de adolescentes que buscan o generan situaciones de riesgo, a través de comportamientos que aumentan reiteradamente. Se dice que un evento es Factor de Riesgo para determinado problema cuando se ha logrado demostrar asociación estadística y relación de antecedencia entre ambos, sin embargo, no siempre tenemos estudios epidemiológicos adecuados para identificar los factores de riesgo de un problema concreto ante el cual deseamos intervenir. Estos factores no pueden ser considerados factores causales, en un sentido determinista,del consumo nocivo de drogas, sino como factores potencialmente influyentes, que pueden favorecer dicho consumo. Los modelos explicativos de los factores de riesgo para el consumo de drogas, tales como el de Salud Pública, de Pandina y col., el de Foster, y el de Edwards, han determinado factores de riesgo a nivel individual, familiar, grupo de pares, social, educativo. Todos los autores mencionados coinciden en señalar que los factores de riesgo a nivel familiar están relacionados con la desorganización familiar, poca relación con la familia, presencia de problemas afectivos en el hogar, ausencia de los padres, etc. Hawkins, señala como factores de riesgo en la familia cuando hay presencia de: · Problemas en el manejo de la familia - Expectativas no claramente definidas en relación a las conductas esperadas. - Falta de control - Disciplina inconsistente o dura - Falta de relaciones fuertes y de cariño - Conflictos matrimoniales · Aprobación del uso del alcohol o de la droga · Abuso del tabaco, el alcohol o de otras drogas por parte de los Padres Se han realizado estudios donde se han determinado diversos factores de riesgo en la familia: · El estudio fenomenológico descriptivo de 120 pacientes dependientes principalmente a PBC, realizado por Martín establece que: - El entorno familiar y social son percibidos por los usuarios como facilitadores de su conducta adictiva, por la alienación psicosocial, la decadencia de la escala de valores, la fácil disponibilidad de drogas o la presión amical entre otras. 11 - En la etapa experimental, la familia presenta indicadores de alto riesgo: modelos educativos inadecuados, alienación sociocultural, trastornos de la comunicación, inmadurez de las figuras significativas, simbiosis, desafecto; así como fácil disponibilidad de dinero, liberalismo excesivo, ausencia de medidas de control social y de alerta contra el uso de drogas. - La habituación o dependencia de drogas lícitas y/o ilícitas, especialmente PBC, en el entorno familiar, se presentó en el 44.2 % de la población. - Es común, tanto en los usuarios como en su entorno familiar, la presencia de un amplio espectro de mitos, tabúes, prejuicios, creencias y actitudes erróneas que obstaculizan la comprensión cabal y el enfoque correcto del fenómeno que los afecta. - En general, la ausencia física de los padres aumenta el riesgo de iniciarse en el consumo de drogas. Los huérfanos de uno de los padres tienen un 60% mayor de riesgo de consumirlas que sus homólogos que tienen a sus padres vivos y que viven con ellos, pero es curioso que en los huérfanos de ambos padres la probabilidad es la misma que en éstos últimos. - La separación o el divorcio es un factor que aumenta el riesgo en un 36%. - Asociado con la ausencia de los padres se advierte que cuando el estudiante fue criado en la niñez por otros parientes, el riesgo relativo de consumo es 69% más alto que cuando lo fue por ambos padres. La probabilidad es elevada sobre todo en la prevalencia de cocaína e inhalantes. Resiliencia familiar McGubbin, definieron la resiliencia familiar como “las características, dimensiones y propiedades de las familias que ayudan a las familias a ser resistentes frente a la desorganización, el cambio y la adaptación que plantean las situaciones de crisis”. Silliman (1994), la define la como “la capacidad familiar para cultivar fortalezas que posibilitan encarar positivamente los desafíos de la vida”. Como vemos, el concepto de resiliencia familiar va, más allá del punto de vista contextual de la resiliencia individual, hacia una valoración e intervención del nivel de sistema familiar, focalizado en la resiliencia relacional en la familia como una unidad funcional. La perspectiva de los sistemas familiares nos habilita para entender la influencia mediatizada de los procesos familiares en remontar la crisis o la adversidad prolongada. La resiliencia familiar debe entenderse como un proceso de interacciones múltiples a través del tiempo, que fortalece el vigor o la energía, tanto individual como familiar, dentro de particulares contextos ecológicos y de desarrollo. 1. En el contexto social, valoriza el funcionamiento familiar con relación a las variadas demandas que éste exige, situando a la familia en relación con sus particulares desafíos, restricciones y recursos. Desafíos como la jubilación, el divorcio, segundas nupcias con la misma u otra pareja, pérdida súbita del trabajo, etc. McCubbin y Patterson, también enfatizaron acerca de la importancia de encajar y balancear la adaptación, de la unidad familiar y de los miembros individuales, con el fin de lograr un nivel de funcionamiento que promueva el desarrollo de ambos. 12 2. En el punto de vista de desarrollo, considera cómo los procesos de resiliencia relacional varían con las diferentes fases de adaptación y el paso del ciclo de la vida. Este paso no es casi nunca una trayectoria tranquila, ya que en cada transición la familia debe calibrarse y reajustarse. Según Mayer (2010) las características de la familia en las últimas décadas han sufrido modificaciones de importancia que se han dado esencialmente por la pérdida de la organización patriarcal y un mayor papel del mujer como centro de esta, disminución en el número de miembros, menor duración de los matrimonios e incremento de las familia monoparentales, esto junto a que algunas de las funciones de la familia han pasado al estado y a la comunidad. Esto condiciona cambios en su organización y dinámica para dar solución a sus funciones básicas, la familia constituye un sistema de abasto, en términos de ciclo vital y satisfacción de las necesidades económicas y sociales, lo que permite llevar a las nuevas generaciones a desempeñarse satisfactoriamente como adultos. Kalina propone que no hay un trastorno de personalidad o condición psicopatológica per se, especifica en la base de las adicciones, pero también plantea la existencia de algunas características que él llama “constelación preadictiva”. En el perfil de adicto hay que buscar los modelos familiares que complementan los factores predisponentes al desarrollo de esta enfermedad. Explica que a través de mensajes verbales y no verbales la familia se encarga de mostrar al niño una serie de conductas adictivas que tienen que ver con el uso y abuso de medicamentos, en especial psicofármacos, tabaco, café, trabajo, etc. Con estas conductas está dando un mensaje de cómo enfrentar las vicisitudes de la vida, lo que unido a otras condiciones externas va a generar la adicción futura. Nin y Alonso plantean que existe una multiplicidad de factores a la hora de abordar el tema de las adicciones: la fragmentación o desintegración de las familias, las cuestiones sociales, económicas y culturales así como el cambio de valores. La disfuncionalidad aumentada de familias nucleares donde también se observa una incongruencia jerárquica y en donde el adolescente se coloca en el papel del conductor, que abandonaron los padres fomentando todo esto, a trastornos de conductas. Decimos que las familias son las células de la sociedad no sólo porque al vincularse entre sí forman comunidades, es decir, son el principio del tejido social, sino también porque son el núcleo vital donde nacen y se desarrollan los miembros de la sociedad. Según sea la calidad de las familias, será la calidad de los ciudadanos del mundo. En la medida en que las familias no cumplen sus funciones básicas, surgen de ellas individuos con más carencias sociales, emocionales, morales, intelectuales y hasta físicas. En relación con el consumo de marihuana, la estructura familiar influye en el consumo de esta sustancia, de modo que los jóvenes con padres divorciados tienen más probabilidades de consumir marihuana durante el 2009 se llevó a cabo un estudio con 18 adolescentes con alto riesgo de consumo de cannabis y señalaron que el 75% de los adolescentes que vivían en familiasreconstituidas presentaban 13 dependencia del cannabis. En esta misma línea, otros estudios señalan que el consumo de cannabis es mayor en familias reconstituidas o monoparentales que en familias intactas; en el 2006 estudiaron en una muestra de 15.455 jóvenes de Montana (Estados Unidos) el papel que jugaba la estructura familiar y la tensión dentro de la unidad familiar en su consumo de marihuana. El principal hallazgo de este estudio fue que, independientemente del nivel de conflicto en casa, los hijos que vivían con ambos padres tenían menos probabilidades de consumir marihuana. Dos estudios que empleaban a jóvenes estudiantes o de la población general, emplean muestras de jóvenes delincuentes sexuales y consumidores de inhalantes. En uno, Mio et al. En 1986 analizaron en siete varones adolescentes delincuentes sexuales el consumo de sustancias. Estos autores encontraron que todos eran consumidores de drogas y que sólo uno de ellos pertenecía a una familia intacta, mientras que en los demás casos los padres estaban divorciados o separados. Por otra parte, Jansen en 1990 analizó distintos factores sociales en 22 niños que habían consumido pegamento por vía intranasal. Los resultados del estudio señalaron que en el 64% de los casos la familia había sufrido la muerte o abandono de uno de los padres (normalmente el padre) y habían introducido un padrastro que trataba mal al niño o lo rechazaba completamente. Si bien, hay que notar que en estos dos estudios las muestras son pequeñas y ello exige una replicación con muestras mayores para comprobar si se obtienen los mismos resultados. Las familias monoparentales tienden a tener menores ingresos que otros tipos de familias y una mayor deprivación económica hace que la supervisión y el apoyo parental sean más difíciles, incrementando así la probabilidad de consumo de drogas, lo que resulta en un incremento de la influencia del grupo de iguales y en la aceptación de las conductas desviadas como el consumo de alcohol o drogas. Además, los hijos que viven en familias monoparentales sólo están expuestos a la conducta de uno de los padres, mientras que en las familias con ambos padres la conducta de uno de ellos podría ser magnificada o amortiguada por la conducta del otro. 11 Codependencia: La misma forma de negación usada por la persona adicta se puede utilizar por sus seres queridos que no se dan cuenta que existe un problema serio. Familiares de la persona adicta a menudo sufren de una condición conocida como “codependencia.” En muchos casos los pensamientos y las sensaciones de esposas, hijos y hermanos son controlados por el comportamiento y las emociones del adicto y esto causa la destrucción de la unidad familiar. Los miembros de la familia pueden sentirse responsables por el problema, ya que puede darles esperanza equivocada que ellos pueden “curar” a su ser querido. La codependencia se revela en muchas formas. La adicción puede hacer que la familia oculte el problema, quizás no permitiendo a visitantes en el hogar o prohibiendo discusiones sobre la enfermedad entre miembros de la familia.13 14 Cuando la persona adicta está intoxicada, los familiares pueden intentar proteger a su ser querido diciéndole al jefe de la persona adicta que el adicto no puede ir a trabajar ese día porque está enfermo/a cuando en realidad está intoxicado. Otro problema relacionado a la codependencia se presenta cuando un miembro de la familia intenta controlar el comportamiento del adicto, ocupando su tiempo libre, de tal modo atentando impedir que él o ella beban alcohol o consuman drogas. Los niños tampoco son inmunes a la codependencia. Ellos pueden revelar cólera o pueden intentar lograr metas muy altas en la escuela o en deportes para desviar la atención de la familia lejos de la adicción. Los niños de personas adictas también pueden determinarse a alcanzar metas poco realistas. Estas metas pueden promover la depresión o una adicción en el niño. Algunos niños se aíslan de su familia y amigos como modo de enfrentar el problema.14 Al principio el codependiente esta tan obsesionado con ayudar a su adicto, que necesita apoyo para poder enfocarse en sí mismo y comenzar su proceso de recuperación. Pronto será evidente para el codependiente, que sólo puede ayudar, si él mismo está en recuperación, pues esta enfermedad afecta a toda la familia. La codependencia se caracteriza por un sentido de urgencia por el control de la conducta de otros, especialmente hacia el adicto. Por esto una de las primeras metas a trabajar en la recuperación de la familia, es el desarrollo del desprendimiento emocional. Este desprendimiento se hace a través del cambio de formas de pensar y de actuar que vienen con la recuperación. El codependiente se desprende de su obsesión por el control, y de los patrones de conducta compulsivos, que le causan dolor.12,13 ANTECEDENTES CIENTIFICOS Minuchin (1979), señala que sus miembros a través de interacciones redundantes se agrupan en subsistemas: parental, conyugal, fraternal, etc. Estos sistemas están separados por fronteras simbólicas y cada uno de ellos contribuye al funcionamiento de la familia manteniendo su identidad, a través del ejercicio de roles, funciones y de las tareas necesarias del conjunto. Según el modelo Mac Master (Epstein, Bishop, 1973), establece como base del funcionamiento familiar que las partes de la familia están interrelacionadas, por lo que una parte de la misma no puede ser entendida de manera aislada del resto del sistema, ni el funcionamiento de la familia puede ser entendido totalmente por el simple proceso de comprensión de cada una de las partes.14, 15, 16 Durante mucho tiempo se ha intentado clasificar la desorganización familiar, sin embargo aún es una clasificación ambigua por lo que basado en los múltiples estudios entenderemos por desorganización familiar a aquellas familias en las que alguno de los padres presente una psicopatología o enfermedad mental (Caton et al., 1994; Coulter, 1948; Geismar, Lasorte y Ayres, 1962; González, 2000; Herrera y Avilés, 2000; Tyler, 2006), haya un solo padre (familias monoparentales) debido al divorcio o muerte u otras circunstancias de alguno de los padres (Carlson et al., 2009; Carman, 1981; Coulter, 1948; Geismar et al., 1962; González, 2000; Guilbert 15 y Torres, 2001; Herrera y Avilés, 2000; Komarovsky y Willard, 1945; Locke, 1940; Sprey, 1966; Yabiku, Dixon et al., 2007; Zucker et al., 1997) o que los padres sean consumidores de sustancias (Caton et al., 1994; Coulter, 1948; Herrera y Avilés, 2000; Tyler, 2006).17, 18, 19 Los estudios revisados indican que el consumo de alcohol y drogas de los padres influye en el consumo de estas sustancias en los hijos. En concreto, Mio, Nanjundappa, Verleur y de Rios (1986) analizaron el abuso de sustancias en una muestra de jóvenes delincuentes sexuales y encontraron que todos los jóvenes eran consumidores de drogas y admitían que sus familiares también lo eran. Neisen (1993) también encontró que el abuso de drogas por parte de los padres era uno de los mejores predictores del consumo de drogas por vía parenteral en una muestra de varones homosexuales. 20, 21 Weintraub (1990) planteó que esto podía ser debido a que en el funcionamiento familiar en estas familias con un padre alcohólico los niveles de conflicto y desorganización son elevados mientras que los niveles de calor y cohesión familiar son bajos. Los adolescentes que viven en hogares monoparentales o con padrastros tienen más probabilidades de consumir drogasen comparación con adolescentes que viven con sus dos padres. Broman et al. (2008) propusieron que la relación entre consumo de drogas de los hijos y estructura familiar estaría mediada por otras variables como la crianza, el consumo de drogas de los iguales, la religiosidad y los problemas en el vecindario. Hoffman en 1995 señalo que la ruptura familiar o la reconstituciónson acontecimientos estresantes que pueden llevar a relaciones con iguales consumidores de drogas si los vínculos familiares son débiles, pero que puede evitarse si el afecto por parte de los padres sigue siendo fuerte. De hecho, se ha indicado que después de la disolución marital de matrimonios altamente conflictivos o volátiles, los hijos informan de sentimientos de alivio y menores niveles de estrés, depresión y ansiedad por lo que las dinámicas monoparentales se convierten en un ambiente preferible para el hijo y les lleva a un menor riesgo en el desarrollo de problemas emocionales o disfuncionales como puede ser el consumo de drogas.22, 23 Planteamiento del problema 16 El uso y abuso de drogas se ha vuelto un importante problema en salud pública, sin respetar género, estratos ni edades el cual causa daños físicos y psicológicos así como problemas en la funcionalidad familiar y ruptura de lazos familiares Los estudios epidemiológicos, tanto nacionales como internacionales demuestran que este fenómeno es variable y se presenta con mayor frecuencia en jóvenes y con sustancias más nocivas. Se observa además un incremento en el uso y abuso de drogas en la mujer, tanto legal como ilegal Con respecto a la ocupación, el 28.7% eran estudiantes y el 25% tenían un trabajo estable de los cuales el 11.3% fueron despedidos por el alto ausentismo. El nivel socioeconómico de la mayoría fue medio bajo. A nivel mundial la drogadicción es una de las causas más comunes de ausentismo laboral, así como de accidentes laborales lo que causa una gran pérdida económica para instituciones públicas y empresas privadas. Por lo anterior planteo la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo es la funcionalidad familiar en pacientes de 18 a 34 años y su asociación con drogadicción en la UMF # 94? JUSTIFICACIÓN La drogadicción, constituye uno de los problemas de salud pública en la actualidad, que se presenta tanto a nivel nacional como internacional. Este fenómeno de salud afecta, sin distinción de género, incidiendo principalmente en niños y adolescentes, de cualquier estrato social y de todas las regiones de nuestro país. Se ha trabajado arduamente en las escuelas de educación básica en la detección oportuna de niños en riesgo, por medio de la aplicación de una prueba de detección y tamizaje (POSIT); con este estudio se logra detectar casos de consumo de drogas incipientes o en situación de riesgo. Los casos que se detectan se refieren a los “Centros Nueva Vida” para su atención. En el 2011, se crearon la Comisión Nacional Contra las Adicciones (CONADIC), entidad que tiene a su cargo la elaboración y vigilancia de las políticas públicas, la coordinación intersectorial y la observancia de los compromisos internacionales y el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (CENADIC), que tienen como propósito brindar la calidad de los servicios de atención y tratamiento de las Adicciones. En el país, desafortunadamente aún no se cuenta con una encuesta nacional actual en estudiantes. No obstante, el trabajo con diferentes estados ha permitido contar con encuestas en estudiantes de nivel medio y medio superior en Nuevo León 17 (2006), Jalisco y Estado de México (2009), así como en la Ciudad de México, que cuenta con mediciones periódicas (cada 3 años). Hay otro grupo de encuestas en esta población que han sido reportadas en la Encuesta Nacional de Adicciones del 2008. Las mediciones de 2006 y 2009 realizadas en la Ciudad de México permiten analizar la evolución del consumo de drogas. Así, el consumo de cualquier droga alguna vez aumentó de 17.8% a 21.5%. En los hombres pasó de 19.1% a 22.6%, mientras que el mayor incremento se observó en las mujeres que aumentaron su consumo de 16.5% a 20.5%. Por sexo, las drogas de preferencia de hombres en 2006 y 2009 fueron la mariguana (11.2% y 14.0%) e inhalables (7.3% y 10.8%), con un incremento significativo en esta última medición. En las mujeres, las drogas de preferencia en 2006 fueron en primer lugar la mariguana (6.4%) seguida de los inhalables (6.2%) y en 2009 el orden de preferencia se invirtió, apareciendo principalmente los inhalables (10.0%) seguidos de la mariguana (8.8%) Por perfil sociodemográfico, la mayor demanda de tratamiento fue por parte de los hombres (77.2%). Quienes acudieron principalmente, fueron jóvenes de 15 a 19 años de edad (31.9%) seguidos por los de 35 años o más (20.9%). En cuanto al estado civil, la mayor parte eran solteros (62.2%) y tenían estudios de nivel secundaria (45%). OBEJETIVO GENERAL Evaluar la funcionalidad familiar en los pacientes con problemas de drogadicción. OBEJTIVOS ESPECIFICOS: Identificar el tipo de droga más frecuente. Identificar el género más afectado. Identificar el grupo de edad más afectado. HIPOTESIS: La funcionalidad familiar estará severamente afectada en el 70% de los pacientes Identificación de variables: Variable de estudio: Funcionalidad familiar de los pacientes con drogadicción de la UMF 94. 18 DISEÑO DEL ESTUDIO Transversal, descriptivo, prolectivo. UNIVERSO DEL ESTUDIO Pacientes adictos a sustancias nocivas y sus familias. POBLACION DE ESTUDIO Pacientes adictos a sustancias nocivas derechohabientes del IMSS MUESTRA DE ESTUDIO Pacientes con adicción a sustancias nocivas derechohabientes del IMSS adscritos a la UMF # 94 TAMAÑO DE LA MUESTRA No probabilístico por conveniencia. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LA MUESTRA CRITERIOS DE INCLUSION - Pacientes adictos a sustancias nocivas - Pacientes derechohabientes - Edad 18 a 34 años - Ambos géneros CRITERIOS DE NO INCLUSION - Pacientes que no son adictos a sustancias nocivas - Pacientes no derechohabientes del IMSS - Pacientes mayores de 34 años y menores de 18 años PROCEDIMIENTO PARA INTEGRAR LA MUESTRA El alumno del curso de especialización de Medicina Familiar con ayuda de la asistente médica buscaran en la agenda electrónica y contactará a pacientes 19 adictos, posteriormente el residente involucrado en el estudio localizara a los candidatos en la fecha y horario que se concerté para invitarlos a participar en el estudio así como a sus familias, previa firma de consentimiento informado. En un horario de 8 a 20 horas, se les aplicara cuestionario que evaluará la funcionalidad familiar. Se les aplicara el instrumento para dicho fin. PROCEDIMIENTO PARA RECOLECTAR LA INFORMACION Una vez que el paciente haya aceptado participar en el estudio, y previa firma del consentimiento informado, el residente elegirá un lugar tranquilo en la sala de espera para aplicar el instrumento de Funcionamiento Familiar de McMaster el cual proporciona una descripción clara de lo que es una familia “normal” por medio de seis dimensiones: resolución de problemas, comunicación, roles, involucramiento afectivo, respuestas afectivas y control de conducta. ANALISIS ESTADISTICO DE LA INFORMACIÓN. Para el manejo de variables universales se propone chi-cuadrada la cual se utiliza para comparar proporciones independientes de estudios con variables cualitativas, también informa si la diferencia observada es estadísticamente significativa. CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR. Este cuestionario realizado por Raquel Atri y Zetune y validado por la Universidad de las Américas. El objetivo de este cuestionario es la Evaluación del Funcionamiento Familiar (EFE), es un instrumento que evalúa la percepción que un miembro de la familia tiene acerca de su funcionamiento familiar. Se debe de señalar la lectura cuidadosa de las instrucciones antes de iniciar el cuestionario, posteriormente se presentan una serie de enunciados los cual se pide sean contestados de la manera más sincera y espontánea, se le informaal encuestado que la información que se brinde será totalmente confidencial. Todos los enunciados se refieren a aspectos relacionados con la familia que vive actualmente. Se solicita no dejar espacios en blanco y se indica que la manera de contestar es marcando con una X el número que mejor se adecue a su respuesta, con base en la siguiente escala: Totalmente de acuerdo 5 De acuerdo 4 Ni de acuerdo ni en desacuerdo 3 20 En desacuerdo 2 Totalmente en desacuerdo 1 Forma de calificación del cuestionario de Evaluación del Funcionamiento Familiar: Para obtener la calificación es necesario: a.- Seleccionar los reactivos que pertenecen a cada factor b.- Sumar la calificación de los puntajes (1, 2, 3, 4 ó 5) dados por el encuestado. c.- El puntaje obtenido es la calificación de cada factor d.- Comparar el puntaje con el punto medio o punto de corte, tomando en cuenta también el puntaje máximo que podemos obtener, así como el mínimo. Para saber si la calificación de cada factor tiende hacia la categoría o definición de ese factor, habrá de obtenerse el punto medio del puntaje, también llamado punto de corte, que es diferente en cada factor. Este punto de corte o punto medio se obtiene multiplicando el número total de reactivos de cada factor por 3, que en la escala Likert es el puntaje medio. Digamos que si una persona contesta en todos los reactivos con el número 3, significará que no está de acuerdo ni en desacuerdo con cada una de las preguntas, es decir, que no tiene una tendencia positiva ni negativa. Por ello al obtener el punto medio o punto de corte, ya se puede evaluar si la persona está por encima o por debajo de éste. Para obtener el puntaje máximo se multiplica el número total de reactivos de cada factor por 5, que en la escala de Likert es el puntaje más alto, y para obtener el puntaje mínimo es multiplica el número total de reactivos de cada factor por 1, que en la escala Likert es el puntaje más bajo asignado. Factor 1: Involucramiento afectivo funcional Reactivos: 1, 2, 4, 10, 11, 12, 13, 18, 19, 20, 21, 24, 26, 29, 33, 35 y 38. Total: 17 reactivos Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 17 x 3 = 51 (punto de corte o punto medio) La suma de los puntajes por arriba de 51 puntos indica el nivel de involucramiento afectivo funcional. El máximo de puntaje a obtener es de 85 y el mínimo de 17 Factor 2: Involucramiento afectivo disfuncional Reactivos: 3, 6, 7, 14, 15, 22, 30, 32, 34, 37 y 39. Total: 11 reactivos 21 Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 11 x 3 = 33 (punto de corte o punto medio) La suma de los puntajes por arriba de 33 puntos indica el nivel de involucramiento afectivo disfuncional. El máximo de puntaje a obtener es de 55 y el mínimo de 11. Factor 3: patrones de comunicación disfuncionales Reactivos: 5, 16, 25 y 27 Total: 4 reactivos Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 4 x 3 = 12 (punto de corte o punto medio) La suma de los puntajes por arriba de 12 puntos indica el grado de patrones de comunicación disfuncionales. El máximo de puntaje a obtener es de 20 y el mínimo de 4. Factor 4: patrones de comunicación funcionales Reactivos: 8, 36 y 40 Total: 3 reactivos Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 3 x 3 = 9 (punto de corte o punto medio) La suma de los puntajes por arriba de 9 puntos indica el grado de patrones de comunicación funcionales. El máximo de puntaje a obtener es de 9 y el mínimo de 3. Factor 5: Resolución de problemas Reactivos: 17, 23 y 31 Total: 3 reactivos Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 3 x 3 = 9 (punto de corte o punto medio) 22 La suma de los puntajes por arriba de 9 puntos indica el grado de resolución de conflictos. El máximo de puntaje a obtener es de 9 y el mínimo de 3 Factor 6: Patrones de control de conducta. Reactivos: 9 y 28 Total: 2 reactivos Se calificará de la siguiente manera: Hacer la suma de los puntajes obtenidos en los reactivos de este factor y comparar con el punto de corte: 2 x 3 = 6 (punto de corte o punto medio) La suma de los puntajes por arriba de 6 puntos indica el grado de patrones de control de conducta. El máximo de puntaje a obtener es de 6 y el mínimo de 2. PROGRAMA DE TRABAJO - Selección del tema a investigar - Investigación bibliográfica - Construcción de Protocolo - Solicitud de registro de protocolo - Integración de la muestra - Recolección de la información - Elaboración de la base de datos - Análisis de los resultados - Elaboración de tesis y escrito médico RECURSOS Humanos: Investigadores involucrados Físicos: Instalaciones de la UMF Materiales: Artículos de papelería Tecnológico: Equipo de cómputo Financieros: Aportados por el Investigador. DIFUSIÓN DEL ESTUDIO 23 El presente trabajo se proyectará como sesión médica de la unidad y en artículo de revista médica indexada. ASPECTOS ÉTICOS ( Ver consentimiento informado) En la elaboración de este proyecto se considerarán los fundamentos éticos internacionales (Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas y la Organización Mundial de la Salud Ginebra 2002) y nacionales (Ley de salud e instructivos del IMSS) vigentes en materia de investigación humana. Este trabajo se considera de riesgo mínimo y se cubrirán los requisitos de confidencialidad, privacidad, se realizará una revisión del expediente clínico de los pacientes participantes y se utilizará el consentimiento informado y la participación libre y voluntaria, respetando la autonomía de la participante, así como de los médicos tratantes que estén involucrados en la atención de salud primaria de los pacientes participantes. BIBLIOGRAFIA: 1. Manual de adicciones para psicólogos especialistas en psicología clínica en formación.Becoña, Elisardo.Barcelona. 2011 24 2. CONADIC. Conceptos básicos sobre las adicciones 3. Ley General de Salud 4. Clasificación Internacional de Enfermedades 10°. CIE-10 5. Manual de Diagnóstico DSM-IV-TR 6. THE NEUROBIOLOGY OF PSYCHOSTIMULANT ADDICTION,2006; 43 (3): 147-154 7. Stephenson CP, Hunt GE, Toplle AN, McGregor IS. The distribution of 3,4- methylenedioxymetamphetamine ‘ecstasy’-induced c-fos expression in rat brain. Neuroscience 1999; 92: 1011-23. 8. Ritz MC, Lamb RJ, Goldberg SR, Kuhar MJ. Cocaine receptors on dopamine transporters are related to self-administration of cocaine. Science 1987; 237: 1219-23. 9. La terapia familiar en el tratamiento de las adicciones, apuntes de psicología, 2009, J.A. Marcos, Garrido 10. Kalivas PW, Duffy P. Repeated cocaine administration alters extracellular glutamate in the ventral tegmental area. J Neurochem 1998; 70:1497-502 11. La familia como factores de riesgo, protección y resiliencia en la prevención del abuso de drogas en adolescentes, Rosa Ugarte, 2010 12. La relación afectiva y vincular de los adictos con la familia en la infancia y adolescencia, universidad iberoamericana, 2010. 13. Stefano, Berrini, Cambiaso, Mazza. La familia del toxicodependiente. Barcelona: Paidós. 1999 14. Hospital Foundation Riverside Care, Inc. 15. La reeducación de la familia en el proceso de rehabilitación de los trastornos adictivos, Dr. Humberto Guajardo Sainz 25 16. “Curso de planificación del recursofísico en salud” C.A. BS.AS. 2009, Buenos Aires 17. How does family disorganization influence children’s drug use? A review, ELISARDO BECOÑA et cols. European Institute of Studies on Prevention (IREFREA), España 18. Declaración de la Ciudad de México, Principios básicos, III Congreso Mundial de Familias (Marzo 2004) 19. Walsh, F. Family Resilience: A Concept and its Aplication The Concept of Family Resilience: Crisis and Challenge. Family Process, 1996. 20. Suh, T., Shütz, C. G. y Johanson, C. (1996). Family structure and initiating non-medical drug use among adolescents. Journal of Child & Adolescent Substance Abuse. 21. Ritter, J., Stewart, M., Bernet, C., Coe, M. y Brown, S. A. (2002). Effects of childhood exposure to familial alcoholism and family violence on adolescent substance use, conduct problems, and self-esteem. Journal of Traumatic Stress. 22. Thompson, R. G., Lizardi, D., Keyes, K. M. y Hasin, D. S. (2008). Childhood or adolescent parental divorce/separation, parental history of alcohol problems, and offspring lifetime alcohol dependence. Drug and Alcohol Dependence. 23. Weintraub, S. A. (1990). Children and adolescents at risk for substance abuse and psychopathology. International Journal of the Addictions. 24. Mio, J. S., Nanjundappa, G., Verleur, D. E. y de Rios, M. D. (1986). Drug abuse and the adolescent sex offender: A preliminary analysis. Journal of Psychoactive Drugs 25. Jansen, P., Richter, L. M., Griesel, R. D. y Joubert, J. (1990). Glue sniffing: A description of social, psychological and neuropsychological factors in a 26 group of South African “street children”. South African Journal of Psychology. 27 INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DELEGACIÓN NORTE DEL DF. UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR No. 94 JEFATURA DE EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN EN SALUD CARTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO Lugar y fecha_____________________________________________________ Por medio del presente acepto participar en el protocolo de investigación titulado: “FUNCIONALIDAD FAMILIAR EN PACIENTES DE 18 A 34 AÑOS Y SU ASOCIACIÓN CON DROGADICCIÓN EN LA UMF # 94 ” Registrado ante el Comité Local de Investigación No. _______ _____El objetivo del estudio Identificar la funcionalidad familiar de los pacientes con adicción en la UMF #94. __Se me ha explicado que mi participación consistirá en: llenar un cuestionario en el cual se evaluara la funcionalidad familiar y la asociación con mi problema de adicción, así también se podrá accesar a mi expediente clínico con la finalidad recolectar cualquier información necesaria. Declaro que se me ha informado ampliamente sobre los posibles inconvenientes, molestias y beneficios derivados de mi participación en el estudio que son los siguientes: Riesgo: Ninguno. Inconvenientes: No saber leer y/o escribir. Beneficios: Recibiré un informe verbal de mi resultado. El investigador responsable se ha comprometido a darme información oportuna, así como a responder cualquier pregunta y aclarar cualquier duda que le plantee acerca de los procedimientos que se llevaran a cabo, los riesgos, beneficios o cualquier otro asunto relacionado con la investigación o con mi tratamiento (en su caso). Entiendo que conservo el derecho de retirarme del estudio en el momento en que lo considere conveniente, sin que ello afecte la atención médica que recibo el IMSS. El investigador responsable me ha dado seguridades de que no se me identificara en las presentaciones o publicaciones que deriven de este estudio y de que los datos relacionados con mi privacidad serán tratados en forma confidencial. Dra. ESTHER AZCARATE GARCIA. 99362280 ___________________________________ _________________________________________ Nombre y firma del participante Nombre, firma y matricula del Investigador Responsable _________________________________________ ________________________________________ Nombre y firma del Testigo Nombre y firma del Testigo Número telefónico para comunicarse en caso de dudas o preguntas relacionadas con el estudio comunicarse con la Dra. Esther Azcárate García al tel. 5767 29 77 ext. 2140 ANEXO 2 28 1. Mi familia me escucha 1 2 3 4 5 2. Si tengo dificultades, mi familia estará en la mejor disposición de ayudarme 1 2 3 4 5 3. En la familia ocultamos lo que nos pasa 1 2 3 4 5 4. En mi familia tratamos de resolver los problemas entre todos 1 2 3 4 5 5. No nos atrevemos a llorar frente a los demás miembros de la familia 1 2 3 4 5 6. Raras veces converso con la familia sobre lo que pasa 1 2 3 4 5 7. Cuando se me presenta algún problema, me paralizo 1 2 3 4 5 8. En mi familia acostumbramos discutir nuestros problemas 1 2 3 4 5 9. Mi familia es flexible en cuanto a las normas 1 2 3 4 5 10. Mi familia me ayuda desinteresadamente 1 2 3 4 5 11. En mi familia expresamos abiertamente nuestras emociones 1 2 3 4 5 12. Me siento parte de mi familia 1 2 3 4 5 13. Cuando me enojo con algún miembro de la familia, se lo digo 1 2 3 4 5 14. Mi familia es indiferente a mis necesidades afectivas 1 2 3 4 5 15. Las tareas que me corresponden sobrepasan mi capacidad para cumplirlas 1 2 3 4 5 16. Cuando tengo algún problema se lo digo a mi familia 1 2 3 4 5 17. En mi familia nos ponemos de acuerdo para repartir los quehaceres de la casa 1 2 3 4 5 29 18. En mi familia expresamos abiertamente nuestro cariño 1 2 3 4 5 19. Me siento apoyado(a) por mi familia 1 2 3 4 5 20. En casa acostumbramos a expresar nuestras ideas 1 2 3 4 5 21. Me duele ver sufrir a otro miembro de la familia 1 2 3 4 5 22. Me avergüenza mostrar mis emociones frente a mi familia 1 2 3 4 5 23. Si falla una decisión, intentamos una alternativa 1 2 3 4 5 24. En mi familia hablamos con franqueza 1 2 3 4 5 25. En mi casa mis opiniones no son tomadas en cuenta 1 2 3 4 5 26. Las normas familiares están bien definidas 1 2 3 4 5 27. En mi familia no expresamos abiertamente los problemas 1 2 3 4 5 28. En mi familia, si una regla no se puede cumplir, la modificamos 1 2 3 4 5 29. Somos una familia cariñosa 1 2 3 4 5 30. En casa no tenemos un horario para comer 1 2 3 4 5 31. Cuando no se cumple una regla en mi casa, sabemos cuáles son las consecuencias 1 2 3 4 5 32. Mi familia no respeta mi vida privada 1 2 3 4 5 33. Si estoy enfermo, mi familia me atiende 1 2 3 4 5 34. En mi casa, cada quien se guarda sus problemas 1 2 3 4 5 35. En mi casa nos decimos las cosas abiertamente 1 2 3 4 5 36. En mi casa logramos resolver los problemas cotidianos 1 2 3 4 5 37. Existe confusión acerca de lo que debemos hacer cada uno de nosotros dentro de la familia 1 2 3 4 5 30 38. En mi familia expresamos la ternura que sentimos 1 2 3 4 5 39. Me molesta que mi familia me cuente sus problemas 1 2 3 4 5 40. En mi casa respetamos nuestras reglas de conductas. 1 2 3 4 5 Portada Índice Texto Bibliografía
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