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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
 
 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
 COLEGIO DE HISTORIA 
 
 
 
 
 
 
 
 EL HISTORIADOR COMO DOCENTE EN EL 
 NIVEL BÁSICO SECUNDARIA. 
 
 
 
 
 INFORME ACADÉMICO DE ACTIVIDAD 
 PROFESIONAL (DOCENCIA) 
 QUE PARA OPTAR POR EL TITULO DE 
 LICENCIADO EN HISTORIA 
 P R E S E N T A: 
 OSCAR SUÁREZ VELÁZQUEZ 
 
 
 
 
 
 
 ASESORA: DRA. ANDREA SÁNCHEZ QUINTANAR. 
 
Facultad de Filosofía MÉXICO, D.F., JUNIO DE 2007. 
 y Letras 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
Se dice que cuando un profesionista escribe demasiado en sus 
agradecimientos, lo hace porque jamás volverá a publicar algo. No 
obstante, espero éste sea el comienzo de muchos otros trabajos de 
carácter serio en mi andar como historiador docente. 
 En estas líneas me gustaría plasmar, el infinito 
agradecimiento a todos aquellos que de alguna forma estuvieron 
presentes de manera directa o indirecta en la realización de este 
trabajo. Algunos transmitiendo sus consejos en torno a la 
problemática de análisis, otros tantos, por sus palabras de apoyo y 
aliento incondicional para la culminación de dicha investigación. 
 En primera instancia, quiero agradecer a Dios la dicha de 
ayudarme a realizar profesionalmente en lo que es mi pasión: la 
Historia. 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, por darme la 
oportunidad de prepararme en sus aulas, no sólo como profesional, 
sino también como ser humano. 
A mi padre Bulmaro Suárez Martínez, por encaminarme 
sabiamente a la conclusión de esta carrera, por sus consejos y por 
enseñarme que en esta vida todo se puede conseguir a base de 
esfuerzo, constancia y perseverancia. Aunque hayas partido desde 
hace tiempo, siempre estarás presente en mi corazón, ¡te amo 
papá! 
A mi madre Herlinda Velázquez de Suárez, por su infinito 
amor, apoyo, comprensión y consejos brindados a lo largo de mi 
vida. Gracias por hacer de mí una mejor persona, por brindarme tu 
mano en todo momento y por haber sido mi mamá. Eres uno de los 
regalos más grandes que Dios pudo mandarme sobre la tierra. 
A mi hermana Alma Mariele Suárez Velázquez, compañera de 
juegos, travesuras, sueños, alegrías, tristezas, éxitos y fracasos. 
Por ser mi cómplice y crecer conmigo, por creer en mí y por ser uno 
de los pilares que sostienen mi vida. Sabes que te amo y que te 
admiro como a nadie. 
 A Hortensia Rivas Rivas por enseñarme el significado de la 
palabra amor, la cual va más allá de cualquier otra cosa. Gracias 
por aparecer en mi vida y por ser esa compañera que siempre 
busqué. Te amo flaca. 
 A mis tíos Emilio, María, Jairo, Elías, José, Irene y Eliseo 
Suárez Martínez. Fidel, Elías, Betuel, Celia, Guillermina y María del 
Carmen, Silvia y Santos Velázquez Soto por estar al pendiente de 
mi crecimiento personal y profesional, por sus palabras de apoyo en 
todo momento y por una que otra llamada de atención cuando ha 
sido necesario, gracias. 
A mis primos: Betzabeth, José Luís, Angélica, Liliana, Yení, 
Jessica, Juan Manuel, Rubí, Fernando, Elías, Israel, Ulises, Yoselín, 
Beto, Judith, Jaíro, Ame, Roy, Bere, Sinahí, Eliseo, Mayte, Jesús, 
Rosalba, Marisol, Hugo, María, Sara, Sebastián y César, por los 
buenos y divertidos momentos que hemos pasado juntos toda la 
vida y en diferentes lugares. Saben que ocupan un lugar muy 
importante en mi corazón, gracias por estar ahí siempre. 
A mis mejores amigos: Elvira Ceballos, Paulina Domínguez, 
Carlos Arzate, Laura Torres, Ángeles Vanegas y Sonia Servín. Por 
hacer que la palabra amistad trascienda en mi vida y cobre forma, 
por ir creciendo conmigo, por sus palabras de aliento cuando algo 
sale mal, por sus regaños cuando hago alguna tontería, por sus 
carcajadas cuando ha sido mucha la alegría y por ser los hermanos 
que uno se da el lujo de escoger. 
A mis amigos: Fernando Arenas, Diana Pérez, Gabriela Márquez, 
José Luís Santos, Yeni Avendaño, Martha Miranda, Gabriela 
Míreles, Francisco Javier Pérez, Martha Rodríguez y Arturo Tello, 
por sus enseñanzas en mi formación como historiador, por los 
divertidos momentos que hasta la fecha hemos pasado juntos y por 
los constantes viajes y aventuras que vivimos en nuestra estancia 
como estudiantes. 
A mis demás amigos y no por ello menos importantes, pero 
encontrados en diferentes momentos y lugares: Alicia Alcántara, 
Anabel Sierra, María Teresa Ovalle, Aída Lobato, César Castillo, 
Gilda Martínez, Francisco Robles, Sonia Cruz, Fátima Camacho, 
Magali Anduaga, Álvaro Ruiz, Sandra Méndez, Nohely Pérez, 
Xochitl García, Liliana German, Andrea Lozano, Eric Castro, Beatriz 
Rivas, Griselda Yerena, Magali Bonilla, Patricia Gómez, Germán 
Sandoval, Judith García, Noemí Ortuño, Mario Ramírez, Alejandra 
Cuevas, Alma Delia Camacho, Liliana Vega, Elvira Merino y Eva 
Reyes. Gracias por los buenos consejos y grandes pláticas a lo 
largo de estos diez años como profesor. 
Al Ingeniero Alfonso Torres Saavedra por creer en mí y darme 
la oportunidad de desempeñarme como docente en la Escuela 
Secundaria Técnica No 100. A la Jefa de Enseñanza y amiga, María 
del Carmen Madrazo, por los consejos y sugerencias para mejorar 
día a día mi práctica profesional. A la Lic. María de Lourdes 
Hernández por sus comentarios y confianza depositada en mi 
persona. 
A la Lic. Rosa Virginia Hernández, directora general del 
Colegio Leopoldo Kíel, a las maestras Melva, Ninfa y Rosa María 
Hernández Yarahuan, fundadoras del mismo; a las directoras 
técnicas Lic. María de Lourdes Martínez y María Guadalupe 
Dueñas: gracias por su amistad y por permitirme desarrollar mi 
potencial como profesionista en otros niveles y áreas del saber. 
A mis alumnos por enseñarme a ser docente y por motivarme 
a renovar mis conocimientos, técnicas y métodos didáctico-
pedagógicos. Gracias a todos ustedes por permitirme crecer como 
profesional, con sus comentarios, sugerencias, preguntas y el 
excelente sentido del humor que caracteriza a los adolescentes y 
estudiantes de este nivel. 
A mis sinodales Dra. Margarita Moreno Bonet, Mtro. Ricardo 
Gamboa Ramírez, Dra. Vera Valdez Lawkovskí y a la Mtra. Carmen 
de Luna Moreno, por sus observaciones y tiempo brindado para 
encaminar esta investigación, gracias. 
Quiero agradecer de manera especial y particular, a la 
Doctora Andrea Cecilia Sánchez Quintanar, por haberme apoyado 
de principio a fin en la elaboración de este trabajo, por su paciencia 
y sabios consejos, pero sobre todo, por despertar más aún en mí, el 
interés, gusto, dedicación y compromiso que tiene el historiador 
como docente en el ámbito educativo mexicano. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INFORME ACADÉMICO 
 
 
 
Índice: 
 
 
Introducción 
 
Capitulo I ASPECTOS CONCEPTUALES 
1.1 Concepto de Historia 
1.2 Concepto de Educación 
1.3 El sentido de la enseñanza de la Historia 
 
CapituloII ASPECTOS EDUCATIVOS 
2.1 Breve historia del nivel Secundaria 
 2.1.1 La Reforma educativa de 1993 
2.1.2 Análisis de la institución en general y de la Escuela Secundaria 
Técnica No. 100 
2.2 Breve historia de la Escuela Secundaria Técnica No 100 “Dr. 
Guillermo Masseau Helguera.” 
 2.3 Análisis del factor educador 
 2.4 Autoevaluación 
 2.5 Análisis del factor educando 
2.6 Técnicas de enseñanza 
2.7 Recursos auxiliares didácticos 
2.8 Formas de evaluación 
 
Capitulo III ASPECTOS HISTÓRICOS Y ANÁLISIS DEL PROGRAMA 
 3.1 El historiador como docente en el nivel básico secundaria 
3.2 La subvaloración del historiador docente en el nivel secundaria 
3.3 Análisis comparativo de los planes de estudio de la Licenciatura en 
Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México y la 
Licenciatura en Educación Secundaria con especialidad en Historia de 
la Escuela Normal Superior de México 
 3.4 La apatía por la Historia en los alumnos del nivel Secundaria 
 3.5 Análisis del programa de Historia Universal II 
 3.5.1 Organización de contenidos 
3.6 Desarrollo de la unidad cinco: La Primera Guerra Mundial y la 
Revolución Rusa 
 
 
Conclusiones 
 
Bibliografía 
 
Anexos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Al terminar mis estudios de la licenciatura en Historia me fue 
imposible realizar la tesis inmediatamente por diferentes razones: 
en primer lugar, por la carga excesiva de trabajo y de grupos a los 
que atendía en la Escuela Secundaria Técnica No. 100 y por el 
temor que me provocaba pensar en hacer el examen profesional. 
¿Quién al estar frente a los sinodales no sentiría pánico de cometer 
algún error al contestar las interrogantes de los mismos o de ser 
traicionado por los nervios? 
 Recuerdo que al ser aún estudiante de la carrera, al pasar 
frente al salón asignado para los exámenes profesionales, mis 
compañeros y yo veíamos tan lejano el día para presentar el propio, 
que la idea tan sólo de estar en su interior nos parecía tan ajena y 
aterradora. Sin embargo, mi perspectiva en torno a lo difícil que era 
presentar ésta última prueba, cambió considerablemente al conocer 
a la Dra. Andrea Sánchez Quintanar, quien a pesar de no haber 
sido mi profesora en la carrera, decidió apoyarme y asesorarme en 
la elaboración de este trabajo que hoy presento, haciéndome ver el 
examen profesional no como un sacrilegio o sala de tortura, sino 
como un trabajo de investigación serio que hay que elaborar para 
obtener el titulo de Licenciado en Historia. 
 La Dra. Sánchez Quintanar me invitó a participar en el 
Seminario de Investigación y Tesis de Historia a su cargo, que 
dentro del Programa de Titulación para Profesores del Bachillerato 
de la UNAM, coordinó el Lic. Fausto Hernández Murillo, por poco 
más de veinte años en las instalaciones de la Facultad de Filosofía 
y Letras de ésta casa de estudios, con asistencia sabatina. 
Dentro del seminario me encontré con un sinnúmero de 
historiadores de edad adulta realizando el mismo trabajo que yo. 
Los motivos por los cuales dejaron pasar tanto tiempo para titularse 
eran muy similares a los míos; sin embargo, hallamos en él la 
oportunidad de concluir totalmente nuestra carrera. La mayoría de 
ellos se encontraban realizando informes académicos para su 
titulación. A mi en particular se me hacia demasiado fácil y nada 
significativo el titularse bajo esa modalidad, por tal motivo, opté por 
la elaboración de una tesis inicialmente. 
Con el paso del tiempo, comencé a entender el objetivo e 
importancia, que hoy en día, tienen este tipo de trabajos, por lo que 
me di a la tarea de investigar un poco más sobre los mismos, pues 
me comenzaba a resultar atractivo e interesante este tipo de 
proyectos enfocados mayormente al quehacer y práctica del 
historiador como docente, actividad que me atañe desde hace poco 
más de nueve años y que me ha permitido desempeñarme 
profesionalmente y obtener grandes satisfacciones. 
Al adentrarme un poco más en lo que son los informes 
académicos, me pude percatar que se trata en sí, de un trabajo al 
que se le tiene que dedicar el mismo tiempo, compromiso, entrega e 
investigación que el de una tesis, por lo cual decidí cambiar de 
proyecto con la aprobación y supervisión de la Dra. Sánchez 
Quintanar. Los informes académicos “son aquellos escritos 
formulados principalmente para presentar los detalles más 
importantes sobre algún asunto técnico, la exposición y/o 
descripción de un acontecimiento, la interpretación sistemática de 
un hecho, el análisis de un problema y la solución de éste, una 
comunicación escrita con propósito previamente determinado, por 
que existe un interés común en el documento, en general 
especializado que comunica y canaliza la información exhaustiva 
para alcanzar un objetivo y, en fin, un documento en el cual se 
estudia un problema con el objetivo de transmitir información, 
presentar conclusiones, ideas, y a veces, recomendaciones.”1 
Otra de las razones por las que decidí optar por el mismo, fue 
por la poca importancia que la sociedad le da a nuestra labor, pues 
muchas personas consideran que la impartición y/o enseñanza de 
la Historia en éste u otro nivel no tienen sentido ni utilidad en la 
formación y preparación académica y personal de los adolescentes. 
Circunstancia que me llevó a trabajar en dicho proyecto, con la 
intención de señalar la trascendencia que tiene la docencia como 
uno de los campos de trabajo más amplios, completos y dinámicos 
que tiene el historiador al desempeñar su quehacer como 
profesionista. 
Actualmente, estoy por dar inició al que será mi décimo ciclo 
escolar en este plantel, y desde el primer año en el mismo como 
maestro de Historia, me he preparado en los diferentes cursos taller 
de actualización que se imparten año con año en la SEP en el 
Distrito Federal; también he acudido a tres cursos de nivelación 
pedagógica, los cuales me han permitido desarrollar habilidades, 
técnicas y métodos psicopedagógicos en el interior del aula, lugar 
en el que puedo aplicar los conocimientos adquiridos. 
 
1 Loera Franco, Rafael, Los informes técnicos y académicos: una redacción moderna, México, 
Porrúa, 2001, pág. 8. 
 
Pese a haber tomado un vasto número de sesiones sobre la 
enseñanza de la Historia, me he percatado que la elaboración de 
este informe académico me ha permitido reflexionar y mejorar más 
mi práctica como historiador docente en el nivel básico secundaria, 
hacer una autocrática de mi labor, papel y desempeño como 
profesor, analizar mis fortalezas y debilidades como profesionista y 
trabajar en distintas estrategias y soluciones para mejorar y 
enriquecer dicha actividad día a día. 
Por lo ya señalado y con base en el aprendizaje derivado no 
sólo de los cursos de actualización a los que he acudido y de mi 
preparación como historiador en la Facultad de Filosofía y Letras de 
la UNAM, sino también, de la retroalimentación generada en el 
interior del aula con mis alumnos, me surgen las siguientes 
interrogantes: ¿Por qué los alumnos de secundaria ven con apatía 
la materia de historia al llegar a este nivel?, ¿en realidad la historia 
no tiene ninguna importancia en la enseñanza básica secundaria?, 
¿será una materia de relleno para cubrir un número de créditos a 
este nivel?, ¿es el profesor normalista la persona más apta para la 
impartición de esta asignatura?, ¿contarán los historiadores con las 
tablas psicopedagógicas necesarias y adecuadas para la 
enseñanza de la historia?, ¿la labor del historiador como docente en 
secundaria no tiene importancia ni trascendencia alguna?, ¿realizo 
mi función acertadamente en el interior del aulacomo profesor? 
Éstas son sólo algunas de las preguntas que me llevaron a 
elegir ésta modalidad de titulación y tema, las cuales serán 
contestadas en el desarrollo de la investigación. El tema central de 
este trabajo es “El historiador como docente del nivel básico 
secundaria”. La investigación fue segmentada en tres capítulos: el 
capítulo I se refiere a los aspectos conceptuales de Historia y 
educación, además de la importancia y utilidad de la enseñanza de 
Clío en secundaria; particularidades que todo aquel historiador 
dedicado a la docencia debe analizar para entender, mejorar y 
enriquecer su práctica. 
El capítulo II aborda los aspectos educativos que me 
competen como historiador docente, pues en él se hace una breve 
historia del nivel secundaria y de la Escuela Secundaria Técnica No. 
100, Dr. Guillermo Massieu Helguera, se comentan las 
características de la planta docente y de la estudiantil, así como las 
condiciones, infraestructura, carencias, materiales y metodología 
utilizada para la impartición de la materia en el segundo grado. 
En el capítulo III analizo la parte medular de mi investigación, 
que es el papel que desempeña el historiador en el nivel básico 
secundaria, la subvaloración por la que atraviesa este gremio 
educativo en la sociedad actual y hago una comparación entre los 
planes de estudio de la Licenciatura en Historia en la Universidad 
Nacional Autónoma de México y la Licenciatura en Educación 
Secundaria con especialidad en Historia de la Escuela Normal 
Superior de México; lo mismo que el análisis del programa Historia 
Universal II y el desarrollo de la unidad cinco, con título la Primera 
Guerra Mundial y la Revolución Rusa. 
 Por último, hago un balance de lo analizado en esta 
investigación exponiendo mis reflexiones finales, posibles 
soluciones y conclusiones del mismo; de igual manera incluyo una 
serie de anexos y la bibliografía utilizada para la elaboración de este 
trabajo. 
 
 
 1
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPITULO I 
 
Aspectos Conceptuales 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 “Todas las ciencias son interesantes. 
 Pero cada sabio solo encuentra 
 una cuyo cultivo le divierte”. 
 Marc Bloch 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 2
CAPÍTULO I 
ASPECTOS CONCEPTUALES 
 
1.1 EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN 
 
A través de los años, la educación ha jugado un importante papel 
en cualquier tipo de espacio y tiempo. Tratar de definir dicho 
concepto nos adentraría en las diversas tendencias filosóficas de la 
pedagogía que día a día se acrecientan. Sin embargo, para este 
apartado, he decidido reproducir sólo aquellas de las cuales se 
pueda extraer la información más nutritiva para llevar a cabo esta 
investigación. 
La educación, en términos generales, “es un proceso social 
condicionado por el desarrollo económico y político de los pueblos 
para que un grupo humano transmita a las nuevas generaciones su 
cultura y sus ideales”. 2 En este proceso intervienen principalmente 
dos actores: el factor educando y el factor educador. 
El factor educando es el que con el correr del tiempo va 
adquiriendo a través de la experiencia el llamado método de 
aprendizaje, del cual Arnold J. Toynbee hace esta referencia: el 
método de aprendizaje será “el aprender, en cualquier campo, por 
la observación, la convivencia y la imitación de otras personas que 
saben más que el aprendiz”.3 
El factor educador por tanto será aquel que enseñe lo que 
sabe a su aprendiz de una manera precisa, objetiva, formativa, 
informativa y significativa, ya sea de forma hablada, actuada, escrita 
 
2 Myers, Edward D., La Educación en la perspectiva de la Historia, Breviarios del Fondo de 
Cultura Económica, México, 1986, pág. 36. 
3 Ibidem. pág.40. 
 3
o realizada indirectamente, es decir, sin tener la intención de 
enseñarla pero que será copiada o imitada por el educando. 
Por tanto, entendamos que la educación tiene como principal 
objetivo la transmisión de conocimientos, ideas, costumbres, formas 
de vida, hábitos, valores, creencias, habilidades e ideologías, 
difundidas de generación en generación para perpetuarse dentro de 
una sociedad y adquirir con ello una identidad. 
Se dice vulgarmente que “la educación se mama,” es decir, 
que los primeros indicios de educación se adquieren dentro del 
seno familiar y que más tarde se transformarán, cambiarán y se 
reafirmarán, de acuerdo a las condiciones en las cuales el hombre 
viva, ya que como individuo que interactúa y crece dentro de una 
sociedad, se ve obligado a aprender las normas y parámetros 
culturales que dicha sociedad establezca. 
Por consiguiente, se sabe de antemano que los primeros 
maestros en la vida de todo ser humano, son los padres. De ellos, 
los hijos aprenderán los elementos claves para su supervivencia, 
tales como: el lenguaje, las costumbres, los hábitos, las ideas, los 
valores e idiosincrasias, que sin duda son parte fundamental de la 
etapa formativa del mismo. 
No obstante, la idea tradicional de pensar que la educación 
se adquiere exclusivamente en la escuela es obsoleta, pues los 
primeros educadores en la vida de un ser humano son en definitiva 
los padres de éste y en consecuencia los hijos se convierten en el 
factor educando. “No son sólo el maestro o la escuela los que 
educan, educa también el ambiente social”. 4 
 
4 Cerna, Manuel, La personalidad del maestro, México, Oasis, 1989, pág. 38. 
 
 4
Uno de los elementos claves en la educación del individuo es sin 
lugar a dudas la palabra. Entiéndase palabra como: “La señal de 
señales por excelencia, la cual por medio del lenguaje el individuo 
modifica su actitud frente a las cosas y se modifica también a sí 
mismo. En esta forma, modifica también las reacciones y actitudes 
de sus congéneres sin que previamente hayan vivido la 
experiencia”. 5 
Desde épocas primitivas, en las que el hombre adquiere la 
capacidad de comunicarse con sus semejantes, lo hace a través 
del lenguaje, es decir, su enseñanza fue desde sus inicios 
totalmente oral y visual. De estas dos, fue la primera la que logró 
cobrar mayor trascendencia en la vida cotidiana de los hombres. 
Gracias a la difusión oral, las sociedades de ese tiempo 
lograron transmitir de una generación a otra lo que querían seguir 
difundiendo a las generaciones posteriores. Considero que la 
tradición oral se convierte en una especie de fuerza viva, 
alentadora, creadora, transformadora y educadora para cualquier 
sociedad, si es que ésta tiene la firme intención de perpetuarse en 
el tiempo y en el espacio. 
 La palabra es un instrumento que “si se usa bien, educa bien” 6 
al momento de ser utilizada por el hombre. Por tanto, todos 
aquellos que hacen uso de la misma para educar tienen la 
obligación de reflejar una realidad social en el educando de manera 
objetiva, precisa, clara y digerible, para que éstos la asimilen y 
utilicen en el momento que deseen, sintiéndose con ello parte 
 
5 Merani, Alberto. Psicología genética, Grijalvo, México,1982, pág.187. 
6 Cerna, Manuel, Op.Cit. pág. 35. 
 
 5
importante del contexto histórico donde se desarrollan, interactúan, 
participan y crecen como integrantes de una sociedad. 
Al respecto, Esopo, el gran fabulista griego, comenta lo 
siguiente: “Al dar Esopo, a su amo Janto una orden de que fuera al 
mercado y trajese lo mejor que hubiera, no compró más que 
lenguas y las hizo aderezar de diferentesmodos. No tardaron en 
cansarse de ellas los convidados ¿Pues qué cosa puede haber 
mejor que la lengua?, respondió Esopo: es el lazo de la vida civil, la 
clave de las conciencias, el órgano de la verdad y de la razón; con 
su auxilio se construyen las ciudades y se les civiliza e instruye; con 
ella se persuade y se reina en las asambleas, y cumplo con el 
primero de los deberes, que es alabar a los dioses. Pues bueno, 
contestó Janto, figurándose que le iba a poner en un aprieto, tráeme 
mañana lo peor que haya. Al día siguiente no hizo servir Esopo más 
que lenguas, diciendo que era la lengua la peor de las cosas: es la 
madre de todas las discusiones y pleitos, el origen de las divisiones 
y las guerras, lo es igualmente del error y la calumnia.” 7 
Como se puede apreciar, la palabra es en esencia el código 
de la comunicación entre las masas y suele ser tan fuerte, 
maleable, comprometida, convencedora, audaz, tenaz, 
comprometedora y educadora como el hombre la quiera utilizar, ya 
sea para bien o para mal o bajo cualquier circunstancia donde se le 
utilice. 
Coincido totalmente con Paulo Freire, quien argumenta lo 
siguiente:”Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la 
palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión. Más si decir la 
palabra verdadera, que es trabajo, que es praxis, es transformar el 
 
7 Ibidem. pág. 36-37. 
 
 6
mundo, decirla no es privilegio de algunos hombres, sino derecho 
de todos los hombres”. 8 
Por lo anterior, queda claro que no sólo la palabra, la familia y 
la escuela educan, también lo hace la propia sociedad, el entorno 
donde se crece, el tipo de institución religiosa a la que se acude, los 
factores políticos que determinan el papel que juega cada individuo 
como ciudadano en algún lugar, el factor económico que éste y el 
Estado posean y por qué no decirlo, hoy en día también educan de 
forma indirecta, los llamados medios de comunicación, algunos en 
beneficio o perjuicio del pueblo, como: la televisión, radio, los 
medios impresos y hasta la propia Internet; en general todos y cada 
uno de los organismos que conforman una nación, aportan algún 
elemento educativo a sus semejantes. 
Sin embargo, de todos estos factores, actores y lugares que 
se sabe también educan, es la escuela el lugar donde la sociedad 
hace recaer el mayor peso del factor educacional. Entiéndase por 
escuela a la institución donde se refleja fielmente la cultura de una 
sociedad de forma sistemática y de manera más formal en el 
proceso educativo, ya que ésta trabaja con uno de los sectores más 
significativos en número, presencia y acción de cualquier país: su 
juventud. Por ende, la escuela es el sitio donde los estudiantes 
obtendrán el mayor número de conocimientos que les facilitará su 
presencia en este mundo, pues éstos se encargarán de abrirles 
paso en su entorno y les proporcionarán las habilidades, actitudes, 
hábitos, valores, ideas y tendencias políticas necesarias para su 
andar a futuro. 
 
8 Freire, Paulo, La pedagogía del oprimido, traducción: Jorge Mellado, 39ª edición, México, 
Siglo XXI editores, 1988, pág.100-101. 
 
 
 
 7
Independientemente de que los jóvenes utilicen o no los 
conocimientos adquiridos en las instituciones educativas públicas o 
privadas del país, éstas serán el organismo encargado de 
despertar en ellos el sentido crítico, reflexivo y analítico de las cosas 
y del medio en el cual se hacen presentes, puesto que proporcionan 
a cada individuo el desarrollo de sus capacidades físicas, 
intelectuales, artísticas, espirituales, políticas e ideológicas. 
Sin embargo, no siempre la escuela se preocupó por 
desarrollar las actividades y capacidades ya descritas en sus 
alumnos, pues con el transcurrir del tiempo las cosas han ido 
cambiando paulatinamente en este sentido. Hoy en día existen un 
sinnúmero de debates, controversias y discusiones en torno al 
papel que desempeña como institución educativa, ya que se duda 
que esté cumpliendo del todo con sus objetivos y propósitos a 
realizar. 
Por lo ya señalado, coincido con la definición de la Dra. 
Andrea Sánchez Quintanar: “La educación se percibe como un 
proceso humano, vital, socialmente condicionado y por lo tanto 
cambiante, complejo y contradictorio que se produce como 
interrelación entre un factor educando y un factor educador, que 
consiste en: enseñar, aprender, transmitir, proyectar, difundir, 
orientar, liberar, introyectar, descubrir, apoyar, desenajenar, 
desestereotipar, un conjunto de conocimientos, valores, habilidades, 
aptitudes, actitudes, ideas, ideologías, patrones de conducta, 
nociones, ideales, anhelos, todo lo cual produce cambios, 
transformaciones, en los dos más importantes factores de la 
educación, pero principalmente en el educando, en el sentido de 
ampliar sus posibilidades de elección, para tomar decisiones 
 8
conscientes y destinadas hacia la superación en el desarrollo de su 
vida social”.9 
Queda perfectamente entendido, con dicho concepto de la 
Dra. Sánchez Quintanar que la educación es un proceso en 
constante evolución, que cambia, se transforma y modifica, de 
acuerdo a las necesidades que la misma sociedad le impone y que 
no necesariamente se halla tan sólo en la escuela, sino por el 
contrario la encontramos en todo lugar y en todo momento. 
La educación es retroalimentatitiva, puesto que el proceso de 
enseñanza aprendizaje no es exclusivo del alumno, sino también 
del docente mismo. Al momento de que el profesor se encuentra 
enseñando un conocimiento previo al estudiante, se da una especie 
de intercambio no sólo de conocimientos, sino también de 
perspectivas, experiencias, asimilación de contenidos, puntos de 
vista diferentes o similares y de aportaciones de nuevas ideas que 
enriquezcan en toda su dimensión lo analizado. 
Este intercambio de informaciones o conocimientos, nutren y 
hacen única la labor educativa, puesto que propician algo más que 
un diálogo entre los sujetos que intervienen en el llamado método 
de enseñanza-aprendizaje, es decir, “El educador ya no es sólo el 
que educa, sino aquel, que en tanto educador, es educado a través 
del diálogo con el educando, quien al ser educado, también 
educa”.10 
Como se puede apreciar en este apartado, el término 
educación cuenta con un sinnúmero de connotaciones, pese a ello, 
 
9 Sánchez, Andrea, Reflexiones en torno a una teoría sobre la enseñanza de la Historia, tesis 
para optar por el grado de Maestría, México, UNAM, 1993, pág.47. 
10 Freire, Paulo, Op.Cit., pág. 86. 
 
 
 9
será la educación escolar la que trabajaré a detalle, pues cabe 
recordar que ésta será una de las partes medulares de mi 
investigación. 
Desde el punto de vista social, la escuela es vista como un 
centro educativo, formativo e informativo, en el cual la sociedad ha 
depositado su fe, miedos, creencias, esperanzas, oportunidades e 
ideales para que sus hijos logren obtener un mejor resultado que el 
de los padres. Por ende, es común escuchar en la actualidad: “que 
no hay mejor herencia para los hijos que la escuela misma”. 
La sociedad y las naciones en general consideran que la 
educación es una pieza clave para el buen funcionamiento de las 
mismas, entiéndase por buen funcionamiento, al avance 
económico, social, cultural y tecnológico que éstas puedan alcanzar 
en un determinado momento. 
¿Acaso la educación de calidad será la solución a todos los 
problemas por los que atraviesa la República Mexicana?, ¿dicha 
actividad permitirá salir de su estancamiento a los países del tercer 
mundo?, ¿la riqueza y hegemonía política que una nación de primer 
mundo alcanza en la actualidad son el resultado de una buena 
educación? 
La educación en México ha ido evolucionando deacuerdo a 
las necesidades que el mismo pueblo le ha ido demandando en las 
diferentes épocas en las que se hace participe. En las primeras 
décadas del siglo XX, el alumno era tratado como un objeto, en el 
cual había que vaciar todo tipo de conocimientos, sin importar las 
estrategias, métodos y técnicas de enseñanza que los profesores 
utilizaran. Por tanto, el alumno sólo asimilaba los contenidos de 
forma temporal, es decir, memorizaba temporalmente los 
 10
conocimientos para aprobar un examen, pero no emitía un juicio 
lógico de lo que “supuestamente” aprendía y mucho menos, 
sometía al conocimiento a una fase de análisis, crítica o de 
reflexión. 
La educación escolar limitaba en todo aspecto a sus 
educados, pues sólo eran receptores de un conocimiento abstracto, 
burdo, sin sentido y en ocasiones hasta inútil. Coincido con la 
opinión de la Lic. María Teresa Poncelis: “El hecho de haber llegado 
incluso a considerar a los estudiantes como objetos y no como 
sujetos, receptores y no actores del proceso enseñanza-
aprendizaje, semejar aún estudiante con formas vacías de 
contenido, recipientes que es necesario llenar y rellenar a fin de 
legitimar su acción en la sociedad, recipientes que una vez llenos, 
habrán de desempeñar un rol determinado, que habrán de ejercer 
una función especifica con el propósito de integrarse en esa 
sociedad que se ha encargado de formarlos, es una idea que debe 
desaparecer”.11 
Queda claro que los profesores que participaban en el 
proceso de enseñanza-aprendizaje, se dedicaban única y 
exclusivamente a vaciar en los alumnos una excesiva y poco 
funcional información, lo que Paulo Freire en su obra llama 
“educación bancaria”. Es decir, “información que el educador aporta 
a los educandos y éstos pacientemente, memorizan y repiten; 
teniendo como único margen de acción el recibir estos depósitos, 
guardarlos y archivarlos. Actividad que sólo les permite ser 
coleccionistas o fichadores de cosas que archivan”. 12 
 
11 Poncelis, María, El papel del historiador como docente. Tesis para otorgar el grado de 
Licenciado en Historia, México, UNAM, 1989, pág. 14. 
12 Freire Paulo, Op.Cit. pág. 72. 
 
 11
Una educación que no permite ir más allá a los alumnos de la 
simple asimilación de conocimientos, los condena el día de mañana 
a ser prisioneros de su propia ignorancia, pues no logra despertar 
en ellos una conciencia crítica y reflexiva de las cosas que van 
asimilando y viviendo en su entorno. Este tipo de formación reprime 
a los estudiantes y no los prepara para actuar como seres 
concientes, analíticos, independientes y útiles de la sociedad que 
integran. 
Por consiguiente, este tipo de educación se convierte en un 
acto opresivo, pues el docente es sólo el que participa en dicho 
proceso, el cual más que formar, informa, más que desarrollar 
habilidades de razonamiento y crítica en los alumnos, los limita, 
acorta, trunca e inclusiva mata; pues no propicia una interacción 
entre el factor educador y el factor educando. Por el contrario, los 
alumnos pasan a ser sujetos pasivos y no activos en dicho 
procedimiento, son espectadores y no actores de su propia práctica. 
La educación debe construirse a la par, es decir, debe 
transformarse en lo que Freire ha llamado educación “liberadora y 
problemátizadora,”13 donde tanto el profesor como su alumnado 
tienen los mismos derechos y obligaciones de llevar a efecto su 
cátedra, generando con ello el diálogo, la participación, libertad de 
expresión y un mejor entendimiento de lo analizado por ambos 
participantes. 
La educación por tanto debe propiciar en su alumnado la 
libertad de expresión, el fomento de actitudes, aptitudes, 
habilidades y no limitarlo tan sólo a ser un contenedor de 
conocimientos. “La educación es praxis, reflexión y acción del 
 
13 Ibidem pág.85. 
 
 12
hombre sobre el mundo para transformarlo. La educación es un 
acto de amor, de coraje, es una práctica de libertad dirigida a la 
realidad. La educación fomenta el diálogo, el cual se define como: el 
encuentro de los hombres que pronuncia el mundo. Es un acto 
creador”.14 
El artículo tercero constitucional de los Estados Unidos 
Mexicanos establece lo siguiente: “todo individuo tiene derecho a 
recibir educación. El Estado, Federación y Municipios, impartirán 
educación preescolar, primaria y secundaria. La educación primaria 
y secundaria son obligatorias”.15 Debe quedar perfectamente 
entendido que el Estado es el encargado de proporcionar los 
recursos económicos para el funcionamiento de la educación en el 
país. Por consiguiente, la educación deberá proporcionar en los 
individuos un desarrollo total e integral en los aspectos materiales, 
espirituales e intelectuales. Dicho desarrollo debe fomentar en los 
alumnos capacidades y habilidades que les permitan asumir sus 
responsabilidades y sentirse parte importante del proceso educativo 
nacional. 
A medida que el paso del tiempo sigue su andar, la educación 
se va transformando y va adquiriendo día a día nuevos matices y 
elementos que la hacen única y diferente en las distintas épocas 
donde se presenta. En México, dicha educación ha atravesado por 
un sinnúmero de modificaciones que van desde una educación 
autoritaria y receptora, hasta la educación interactiva es decir, el 
proceso de comunicación permanente entre profesores y alumnos, 
 
14 Ibidem pág.101 
15 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México, Ediciones jurídicas Red, 
1994, pág. 3. 
 
 
 13
dinámico y transformador, libre en práctica, decisiones, puntos de 
vista e inclusive para los educadores libre en cátedra. 
Se sabe de antemano, que la educación logra alcanzar 
grandes beneficios individuales, puesto que cumple cabalmente con 
las expectativas de vida planteadas por unos cuantos, es decir, por 
los que desean alcanzar con ella satisfacciones personales, 
superaciones académicas o aspiraciones profesionales (que van 
desde lo económico hasta el saberse estudiado). 
Sin embargo, los beneficios colectivos son escasos, ya que 
vivimos en una sociedad opresora. En la cual, la superación no es 
alcanzada por todo aquel que la desee, sino por unos cuantos. 
Estos últimos terminan por convertirse en dominantes y los primeros 
en dominados, ya que al no realizar sus expectativas de vida, se 
transforman en la mano de obra de los opresores, generándose con 
ello, lo que Freire llama “lucha entre opresores y oprimidos”.16 
 El Estado minimiza los verdaderos objetivos y alcances que la 
educación tiene con la sociedad. Ya que mientras el primero la 
visualiza como la solución a todos sus problemas, ésta se limita tan 
sólo a tratar de cumplir con su propósito: alcanzar la calidad 
educativa. Pese a esto, la educación se convierte en la esperanza 
de sectores populares, políticos y de los grupos dominantes. 
Considero que la educación por sí misma no es la solución a 
los problemas económicos, culturales, políticos y sociales que 
aquejan a los diferentes sectores de una nación. Por lo cual, tal 
disposición debe ser replanteada por el Estado y por la sociedad en 
general, a partir del análisis específico de las causas que originan 
tales problemas en cualquiera de sus ámbitos. 
 
16 Freire, Paulo, Op. Cit. pág.33. 
 
 14
Esta idea surge por la contradicción existente del sistema educativo 
mexicano y del pueblo, al idealizar esta actividad como la solución a 
todos sus males. Dicho en otras palabras, lo que se plantea como 
solución es sin lugar a dudas una utopía, ya que la educación logra 
cubrir ciertas aspiraciones y metas pero no garantiza salvaguardar, 
proteger y solucionar las dificultades intereses, miedosy 
esperanzas del Estado y de la sociedad en general. Por tanto 
también debemos aclarar que la riqueza de una nación tampoco la 
garantiza la educación, sino los demás sectores que procuran, 
administran, suministran, cuidan, establecen e imponen las 
condiciones óptimas que regulan el buen o mal funcionamiento de 
los países. 
Cabe resaltar que nos movemos bajo un sistema neoliberal, 
el cual promueve la preeminencia del mercado y la libre 
competencia entre los hombres. Por ende, todos los sectores 
productivos del mundo se ven afectados por dicho sistema y es el 
magisterial en particular uno de los más aquejados y dolientes ante 
la crisis económica mundial que abruma a las sociedades en 
general y al sistema educativo mexicano de manera particular. 
Por todo lo ya señalado, puedo constatar que la educación es 
un proceso cambiante, transformador, enriquecedor y generador de 
actitudes, bases, hábitos, conocimientos, valores, e idiosincrasias 
en la vida de los seres humanos; los cuales, no sólo aprenden en el 
interior del aula, sino también con las propias experiencias, 
problemáticas y acciones por las que atraviesan cotidianamente en 
la sociedad que habitan. Sin embargo, este tipo de aprendizaje 
involuntario no es suficiente para el desarrollo pleno de los 
individuos. Por consiguiente, la educación escolar se convierte en 
 15
la herramienta más útil y funcional de las generaciones actuales, 
debido a que mientras más preparados se encuentren, mejores 
oportunidades y ofertas laborales tendrán en el futuro. 
Los estudiantes de hoy en día demandan una formación 
académica de calidad, interactiva, dinámica y útil, en la que los 
profesores son tan sólo guías y/o facilitadores de conocimientos; 
ubicándose así, como protagonistas activos del proceso de 
enseñanza aprendizaje. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 16
1.2 EL CONCEPTO DE HISTORIA 
 
A lo largo del tiempo, tanto historiadores como estudiosos de otras 
áreas y disciplinas, han tratado de explicar ¿qué es la Historia?, 
¿cuál es el objetivo de su estudio?, ¿para qué sirve?, ¿cuál es su 
utilidad práctica? o simplemente, ¿para qué estudiamos Historia? 
Han surgido diferentes definiciones en torno a la misma, lo 
cual ha complicado también el poder explicar no sólo en la teoría, si 
no en la práctica, su utilidad y beneficios para la sociedad. 
El abordar cada una de estas definiciones sería una labor 
exhaustiva, que además de implicar mucho tiempo, nos desviaría 
parcialmente de nuestro tema de estudio. Por tal motivo, me 
limitaré tan sólo a reproducir algunas de ellas, las cuales considero 
de mayor aportación para nuestra investigación, reflexionando en 
torno a las mismas y así rescatar la importancia, el objetivo y 
función de esta ciencia histórica. 
La Historia es por tanto “la ciencia que estudia el pasado del 
hombre, a través del tiempo”.17 A partir de este concepto se 
entiende que el hombre, es el ente de estudio para la Historia y que 
por tanto las acciones del mismo repercutirán en gran medida en la 
transformación de su entorno. 
Con base en el estudio del transcurrir del tiempo, tenemos 
“que la historia consiste esencialmente en ver el pasado por los ojos 
del presente y a la luz con los problemas del ahora”.18 Como se 
puede apreciar, para entender nuestro presente, es necesario 
 
17 Brom, Juan, Para comprender la historia, traducción Pablo González Casanova y Max Aub, 4ª ed., 
México, F.C.E., 2002 (breviarios), pág. 23. 
18 Carr, Edward, ¿Qué es la Historia?, México, Ariel, 1987, pág. 28. 
 17
analizar el pasado del cual sin duda formamos parte, ya que éste es 
el que nos da una identidad dentro de la sociedad en un 
determinado espacio y tiempo. 
La historia nos permite conocer el proceso social, es decir, la 
forma como vivieron los hombres de otras épocas, los 
acontecimientos que protagonizaron y la manera como influyeron en 
la conformación de la sociedad. Cabe resaltar que la Historia 
rescata las acciones, las consecuencias y los hechos provocadas 
por el hombre en su devenir histórico, pues no sólo se trata de 
recopilar los hechos, sino de hacer una selección de los mismos de 
manera objetiva y precisa, para así generar un nuevo aporte a la 
misma. Bien lo dice Henri Pirenne: “si yo fuera un anticuario, sólo 
me gustaría ver las cosas viejas. Pero soy un historiador y por eso 
amo la vida”. 19 
La historia en gran medida, se convierte en la memoria de la 
humanidad, en la herramienta o instrumento que permite al hombre 
saber: ¿cómo fue?, ¿cómo es?, y ¿cómo se transforma su entorno 
con el paso del tiempo?. Gracias a ella es posible comprender el 
pasado y entender nuestro presente. 
El vínculo existente entre el hombre y el pasado, permite al 
historiador reconstruir el hecho histórico que va a seleccionar, para 
someterlo a la luz de la razón, interrogar al mismo en su totalidad, y 
obtener de éste, la información más nutritiva que le permita dar una 
interpretación del mismo. El hecho histórico por tanto “trata acerca 
de las relaciones existentes entre los individuos en el seno de la 
sociedad y acerca de las fuerzas sociales que determinan, 
 
19 Bloch, Marc, introducción a la historia, trad. Pablo González Casanova y Max Aub, 4ª ed., 
México, F.C.E., 2002 (breviarios), pág. 47. 
 
 
 18
partiendo de las acciones individuales, resultados a menudo 
distintos, y a veces contrarios, a los que se proponían alcanzar 
aquéllos”. 20 
Dada la circunstancia, el historiador debe ordenar los hechos 
en el tiempo detalladamente, seleccionar los que puedan favorecer 
más aún su investigación, puesto que puede perderse en el mar de 
información existente y no cumplir con los propósitos planteados en 
sus estudios. “Los datos, hayan sido encontrados o no, tienen que 
ser elaborados por el historiador, antes de que él pueda hacer uso 
de ellos: y el uso que hace de ellos es precisamente un proceso de 
elaboración”.21 Al cumplir ya con este requisito, el 
historiador podrá analizar, reflexionar e interpretar los hechos 
históricos y difundirlo dentro de la sociedad en la cual se hace 
participe también como hombre. “La Historia consiste en un cuerpo 
de hechos verificados. Los hechos los encuentra el historiador en 
los documentos, en las inscripciones, etc., lo mismo que los 
pescados sobre el mostrador de una pescadería. El historiador los 
reúne, se los lleva a casa, donde los guisa y los sirve como a él más 
le apetece.” 22 
El historiador procura ser imparcial al momento de hacer 
historia, sin embargo, la mayor parte de las veces de forma 
inconsciente, no logra ser del todo objetivo, ya que como hombre 
que habita, crece e interactúa dentro de un complejo social, es difícil 
dejar de lado los elementos que lo constituyen como ser humano: 
las condiciones en las que escribe, su educación, cultura, religión, la 
 
20 Ibidem pág. 69. 
21 Ibidem pág. 22. 
22 Ibidem pág. 12. 
 
 19
postura política e ideológica que sustenta, el nivel socio-económico 
en el que se encuentra y desde luego, sus experiencias personales. 
Juega a ser exigente consigo mismo, trata de ser objetivo y 
hábil para no caer en la parcialidad al momento de hacer una 
investigación histórica, lo cual le hace involucrar sus sentimientos, 
debilidades y pasiones al trabajar. Con lo anterior el historiador 
corre el riesgo de contaminar los hechos históricos con el virus de la 
subjetividad y elaborar una historia trillada, pues presentará tan sólo 
su peculiar punto de vista, pero nunca reflejará la realidad histórica 
verídica y precisa. 
 En el circulo de los historiadores es muy común escuchar lo 
siguiente: “Hay que escoger los datos por su importancia, explicarlos acontecimientos como fueron realmente, y no dejarse influir por 
las simpatías personales”.23 ¿Acaso ser imparcial en una 
investigación, es del todo malo para un historiador?, ¿En los 
trabajos de un investigador, valen más los resultados de una 
persona imparcial que de una parcial? ¿lo idóneo para un trabajo 
histórico, es ser imparcial? Según Juan Brom: la parcialidad es 
inevitable y está no se encuentra peleada con la objetividad y 
veracidad del hecho histórico, es decir, “El historiador, ciertamente, 
no puede ser imparcial; pero esto no le impide ver y analizar los 
hechos, sus relaciones mutuas, sus causas y sus efectos”.24 
El historiador no debe presentar los hechos históricos tal cual 
como los encontró, debe trabajarlos, clasificarlos, seleccionarlos, 
ordenarlos en el espacio y en el tiempo; teniendo también como 
obligación interpretarlos y difundirlos a la luz pública, “los hechos 
 
23 Brom, Juan, Op. Cit. pág. 39. 
24 Ibidem. pág. 41. 
 
 20
sólo hablan cuando el historiador apela a ellos: él es quién decide a 
qué hechos se da paso y en que orden y contexto hacerlo.”25 
La Historia no es tan sólo un gran cúmulo de hechos muertos 
registrados en los documentos, que rescatan los acontecimientos 
más importantes de la sociedad. “Sin embargo, la Historia ofrece a 
cada individuo la posibilidad de trascender de su vida personal a su 
vida en grupo. Al hacerlo le otorga un sentido y a la vez, le ofrece 
una forma de perdurar en la comunidad que lo trasciende, la historia 
es una lucha contra el miedo, forma extrema de la muerte.” 26 
Por tanto, entendamos que la historia analizará los hechos, 
las acciones y las consecuencias generadas por el ser humano en 
el tiempo, convirtiendo al mismo en un ser trascendente, dándole 
así su carácter histórico y salvándolo del inevitable olvido. 
La función del historiador no se centra tan sólo en la 
elaboración de la historia, no es un comunicólogo, pero si difunde lo 
que ha investigado, no es un sacerdote, pero si escucha y absuelve 
los errores del pasado e invita al hombre a no repetirlos. “Podría 
decirse que el historiador es el hombre a quien se le ha 
encomendado la tarea de disculpar ante sus contemporáneos la 
manera de vida de las generaciones pasadas. Su misión consiste 
en dar explicaciones por los muertos, no en regañarlos, entre otras 
poderosas razones por que no puedo imaginar un empeño más 
vano”27 
Tampoco es un arquitecto pero sí construye la realidad 
histórica de las sociedades; teniendo como cimiento al hecho 
histórico que es el que detiene la estructura y el que le da forma al 
 
25 Carr, Edward, Op. Cit. pág. 5. 
26 Ibidem. pág. 5. 
27 O´Gorman, Edmundo, Crisis y porvenir de la ciencia histórica, tesis para obtener el grado de 
Doctor en Historia, México, UNAM, 1947, pág. 10. 
 21
pasado, para así entenderlo en nuestro presente. El historiador no 
es espiritista, pero si pone en contacto al pasado, mundo de los 
muertos, con el presente mundo de los vivos. Este proceso que 
vincula al pasado y presente de ser bien trabajado por el historiador, 
y dará como resultado una proyección a futuro. 
Como ya mencioné, el historiador, tiene la tarea de divulgar a 
los otros, sus aportaciones generadas en la investigación histórica. 
Pero no sólo se trata de pregonar dicha contribución a ciertos 
sectores de la sociedad, pues de lo contrario limitaría su trabajo al 
autoconsumo, es decir, escribir tan sólo para los historiadores. 
Para no caer en el autoconsumo, el historiador debe utilizar un 
lenguaje claro y digerible, que le permita dar a entender lo que 
quiere comunicar, tanto a doctos en la materia como ha cualquier 
tipo de persona ajena a esta actividad. “El investigador puede 
desempeñar su papel en muchas formas, válidas todas ellas. 
Deberá procurar siempre, para ser eficaz, utilizar un lenguaje 
adecuado al público receptor; éste puede ser un grupo 
especializado en un aspecto muy determinado, el gremio de los 
historiadores en general, al estudiante de la especialidad, el alumno 
que ve la historia como una materia de cultura general, o también el 
público que la recibe en forma de libro u otro tipo de exposición.” 28 
El campo de trabajo del historiador, parecerá muy limitado, 
porque tan sólo se centra en tres vertientes: la investigación, la 
docencia y la difusión. Las tres, se encuentran estrechamente 
relacionadas entre sí, pues para poder divulgar el hecho histórico, 
es necesario investigarlo y transmitirlo primero de una manera 
 
28 Villoro, Luís, El sentido de la historia en: Carlos Pereira, Historia ¿para qué?, México, Siglo 
XXI, 1998 pág. 86. 
 
 
 22
objetiva y veraz, posteriormente se debe dominar a la perfección el 
tema del cual se va a hablar y por último manejar un lenguaje 
comprensible para el tipo de personas al cual se quiere comunicar 
lo ya analizado. 
Sin embargo, a pesar de sólo ser tres áreas de trabajo en las 
que el historiador puede hacerse participe, es sin duda la 
investigación, la que resulta más atractiva para éste, ya que trabaja 
directamente con los documentos que son el alma y esencia de la 
historia misma y de su quehacer como profesionista. En ellos, se 
encuentran registrados los hechos históricos de un determinado 
lugar y tiempo, pero sólo cobraran vida estos, cuando el historiador 
decida apelar por ellos y difundir su verdad histórica a la sociedad. 
Algunos otros historiadores prefieren la actividad docente para 
ejercer su oficio. En ella, encuentran un amplio desarrollo no sólo a 
nivel académico, sino también a nivel personal. La enseñanza de la 
historia tiene la posibilidad de acercar al historiador a la comunidad 
en la cual se encuentra inmerso; pues trata directamente con los 
educandos de la sociedad y es con ellos con quien tiene la 
obligación de fomentar la conciencia histórica, es decir, formar 
alumnos críticos, analíticos y reflexivos, capaces de entender su 
presente a través del vinculo que existe con su pasado. 
La difusión es un área que todo historiador desea alcanzar, ya 
sea de forma escrita o narrada. La primera suele ser la más 
ambiciosa y atractiva; siendo la meta que todo historiador desea 
obtener: ser publicado y leído en diferentes lugares y por que 
no, en distintos idiomas. La segunda, aunque no es la finalidad 
de todos los historiadores, va acompañada de una buena 
 23
información en el ámbito de la investigación y en la constante 
práctica de la enseñanza de la historia. 
Ya que hablamos de los documentos, es importante 
puntualizar que el historiador se ve obligado a verificar la 
autenticidad de los mismos, “para ello puede valerse de muchos 
auxiliares, como la determinación de la antigüedad del escrito con 
métodos químicos, la radioactividad, grafológicos, estratigráficos, 
otros”.29 No obstante, coincido con Juan Brom, en que el hecho de 
saber la autenticidad del documento, no garantiza que la 
información contenida en éste, sea verdadera. 
Existen dos tipos de documentos, que proporcionan 
información al historiador: las fuentes directas o intencionales y 
las indirectas o no intencionales 30. Las directas son las que 
fueron elaboradas con el propósito de informar o comunicar un 
hecho trascendental a la posteridad y aunque algunas son difíciles 
de encontrar, las existentes y al alcance del historiador, nutren más 
la información que éste quiera recabar de ellas. 
Las fuentes indirectas: carecen de intención, es decir, no 
tienen como finalidad tratar de proporcionar información. Pero a 
pesar de ello logran transmitirla, por consiguiente, permiten al 
investigador reconstruir la realidad histórica. 
Algunas corresponden al periodo en el que se suscita el 
acontecimiento, por lo cual son consideradasprimarias, por 
ejemplo: cartas, memorias, inscripciones, diarios, libros, periodicos, 
etc. Las secundarias, pueden ser consultadas en ausencia de las 
primeras, ya que aunque no se hayan elaborado en el tiempo 
 
29 Brom Juan, Op.Cit. pág. 31. 
30 Ibidem. pág. 41. 
 24
mismo del proceso histórico, logran aportar información para la 
investigación histórica. Algunas se encuentran de forma escrita, 
otras tantas, se recopilan a través de la narración. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 25
1.3 EL SENTIDO DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 
 
 
Hablar de Historia y del sentido útil que tiene en la actualidad, nos 
remonta a las constantes respuestas que dan los alumnos en los 
distintos niveles escolares en general: “no me gusta”, “es aburrida”, 
“soy malo para las fechas y los personajes”, “no sirve de nada”, “no 
tiene sentido ni utilidad”. 
 Para abordar este apartado debo partir de las siguientes 
interrogantes, las cuales se responderán a lo largo del mismo. 
¿Para qué estudiar Historia? ¿Cuál es el sentido de la misma? ¿Por 
qué es importante cursarla? 
 En primera instancia considero que el alumno al llegar al nivel 
secundaria, cuenta ya con una visión o idea equivocada de lo que 
es esta ciencia. Debido a que en el nivel básico primaria, es el 
normalista el encargado de impartir esta asignatura y otras tantas 
como las matemáticas, español, geografía, civismo e inclusive las 
de carácter artístico y deportivo, (esta situación se presenta tanto en 
el sector educativo público como en el privado en gran parte de la 
Republica Mexicana). 
 Con tantas asignaturas y programas que cubrir y desarrollar, 
¿será capaz el normalista de despertar en el interés y gusto por la 
Historia o por alguna otra asignatura en los alumnos a tan temprana 
edad? 
 Yo no creo que se cubra del todo este cometido, pues son 
tantos los temas que analizar, las materias que estudiar, los 
conocimientos significativos que dejar en los alumnos, demasiados 
jóvenes en el aula para el profesor, tan pocas las horas de clase, 
 26
tan baja la paga y tan escaso el reconocimiento para el profesorado 
de este nivel, que el incentivo por permanecer en la práctica 
magisterial día a día se reduce y, por ende el gusto por la Historia o 
por alguna otra asignatura es vago. 
 Por tanto, considero que el nivel básico primaria es de gran 
importancia, pues de éste dependerá en gran manera, el gusto o el 
rechazo no sólo por la Historia sino, también por cualquier otra 
asignatura o disciplina en sus egresados. 
 Con esta problemática queda por entendido que si al llegar al 
siguiente nivel educativo secundaria, no hay un especialista que le 
imparta esta asignatura para que le interese, incentive e inclusive 
motive al alumnado en general en el ámbito histórico, los 
estudiantes seguirán viendo a la Historia como una materia de 
relleno, es decir, una asignatura que se debe cubrir 
obligatoriamente en un plan de estudios para aprobar el nivel en 
curso. Decía Jesús Hurtado Tinajero, alumno del 2º G (generación 
2000-2003 de este plantel), que hoy es nuestro objeto de estudio: 
“la Historia no me va a resolver ningún problema que yo tenga en 
mi casa o en la escuela, pero sí me va a dar una calificación para 
salir de la misma y con ello conseguir trabajo, seguro que la 
estudio”. 
He aquí la importancia que considero tiene el historiador como 
docente en este nivel, puesto que puede cambiar en los alumnos 
esta visión errónea y burda con la que ingresan acerca de la 
Historia. Haciéndola atractiva, objetiva, viva y útil en la vida de los 
mismos; bien lo dice Marc Bloch “los historiadores debemos 
reflexionar, porque es posible que si no nos ponemos en guardia, la 
 27
llamada historia mal entendida acabe por desacreditar a la historia 
mejor comprendida”. 31 
Por lo anterior, queda claro que uno de los factores principales 
que contribuyen a formar el gusto o disgusto de cualquier disciplina 
en los educandos es el profesor. Ya que si éste domina la materia y 
la imparte con distintas técnicas o metodologías, logrará atrapar a 
sus alumnos en el proceso de enseñanza aprendizaje, fomentando 
el gusto e interés por la misma. 
 Cabe resaltar que el nivel secundaria es una de las etapas 
más significativas en la vida académica de los jóvenes, por tanto, es 
el momento clave para generar en ellos una conciencia crítica y 
reflexiva del mundo, su presente y del proyecto de vida que tengan 
para el futuro. 
 ¿Por qué estudiar Historia en secundaria? Porque permite al 
alumno conocer el proceso social, es decir, saber cuáles son los 
factores y causas que han transformado su entorno, al mundo y a 
las sociedades en un determinado tiempo y espacio; permitiéndole 
analizar a su vez las consecuencias de lo que hoy en día es su 
país, lugar en el cual vive, interactúa y forma parte. 
 ¿Cuál será entonces el sentido de la enseñanza de la Historia 
en los alumnos de secundaria? Que a través del estudio del 
pasado, adquieran una identidad cultural, ideológica y social, 
respecto al papel que juegan como integrantes de una comunidad, 
de la manera más responsable y consciente, para convertirse en 
individuos críticos, reflexivos y analíticos, capaces de enfrentarse a 
 
31 Bloch, Marc, Op. Cit., pág. 10. 
 
 
 28
cualquier problema en estos tiempos tan vertiginosos de cambio, 
violencia, confusión, globalización y deshumanización. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPITULO II 
 
Aspectos Educativos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 “Para adolescentes actuales, para 
 aquellos que viven un mundo lleno 
 de inseguridades, de acomodos, de 
 parapetos materiales que sus 
 mayores han legado, la historia es 
 el relato tedioso de una batalla que 
 no es la suya, la relación de 
 penalidades que otros sufrieron y 
 que ellos no padecen”. 
 Justo Serna 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO II 
ASPECTOS EDUCATIVOS 
 
2.1 BREVE HISTORIA DEL NIVEL SECUNDARIA 
 
La segunda década del siglo XX trajo importantes cambios, no sólo 
en la vida política, económica y social de la nación mexicana, sino 
también en el ámbito cultural. Este importante cambio fue de 
carácter educativo y dio inicio después de una revolución que dejó 
devastado materialmente al país. 
 El régimen Porfirista creó escuelas primarias y normales con 
la intención de modernizar a México. Su política favoreció 
notablemente a las clases medias y altas y abandonó totalmente a 
los sectores populares. Sin embargo, al reorganizarse el país, se da 
un giro significativo en el ámbito de la política educativa. Debido a 
que el gobierno del general Álvaro Obregón dio continuidad al 
proyecto educativo de Díaz, su mandato permitió la primera reforma 
social cuyo objetivo fue federalizar la educación.1 
Esta reforma tomó en cuenta a todos los sectores sociales del 
país sin excluir ninguno. El encargado de desempeñar dicha función 
fue José Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional de Méxicoen esa época. Durante su cargo, el estado posrevolucionario 
pretendía consolidarse y desarrollar un proyecto económico, lo cual 
sólo sería posible mediante la creación de un modelo educativo que 
impulsara el desarrollo de la población, pues en ese periodo en el 
país imperaba el analfabetismo; tan sólo para el año de 1920 se 
estima aproximadamente que 85% de la población era iletrada.2 
 El 3 de septiembre de ese mismo año, se creó la Secretaría 
de Educación Pública con el propósito de superar el atraso 
educativo de millones de mexicanos. A través de este organismo 
 
1 Latapi, Pablo, Un siglo de educación en México, México, CONACULTA, 1998, pág. 115. 
2 Ibidem pág. 111. 
federal, el Estado aplicaría en todas las instituciones educativas 
oficiales los principios de laicismo y gratuidad. Otro de los objetivos 
centrales que tuvo la SEP en esta época fue “ salvar a los niños, 
educar a los jóvenes, redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir 
una cultura ya no de castas, sino de todos los hombres”. 3 
Con la apertura de la SEP, dio inició la llamada educación 
popular en México. La década de los veintes también se 
caracterizó por la creación de nuevas instituciones educativas 
como: la Escuela Rural, el Instituto Nacional del Magisterio de 
Segunda Enseñanza, la Escuela Nacional Preparatoria, etc., todas 
con el propósito de brindar sus servicios a los sectores sociales que 
conformaban al país en ese periodo. 4 
El 29 de agosto de 1925 se creó por decreto presidencial la 
Educación Secundaria, como ciclo intermedio entre la primaria y la 
preparatoria. De acuerdo con la Constitución, (artículo tercero 
constitucional y la ley general de educación), la educación básica 
abarca un año de preescolar (antes jardín de niños) seis de primaria 
y tres de secundaria.5 
La educación primaria y secundaria son un derecho para los 
mexicanos y es obligación del Estado ofrecerla a todos los 
residentes del país en edad de asistir y los padres tienen la 
obligación de enviar a sus hijos a la escuela, según el artículo 
treinta y uno de la Constitución.6 En este mismo año se expidió otro 
decreto presidencial por el cual se creó la Dirección de Educación 
 
3 Ibidem pág. 115. 
4 Ibidem pág. 118. 
5 ley Federal de educación, 1993. Cámara de Diputados XLIX legislatura. 195 Págs. Cap. I, 
Art. 3º pág. 07. 
6 Latapi, Pablo, Op. Cit pág. 114. 
Secundaria, para administrar y organizar el nivel en forma propia.7 
Las escuelas secundarias pretendían estar al servicio de la 
adolescencia, el servicio buscaba ofrecer la oportunidad a todo 
aquel que tuviera aspiraciones de superarse, abriéndose tan sólo 
cuatro escuelas secundarias en la Ciudad de México. 
Para el mejoramiento y desarrollo de la educación secundaria, 
se fundaron dos institutos: el de Preparación y Perfeccionamiento 
de los Maestros de Escuelas Secundarias y el Nacional del 
Magisterio de Segunda Enseñanza.8 Posteriormente en los años 
cuarentas, se hizo la distinción entre la Secundaria General y la 
especial. En el año de 1958, se creó la Subsecretaria de 
Enseñanza Técnica Superior y la Dirección General de Enseñanza 
Tecnológica Industrial y Comercial 9 
En ese mismo año se introdujo por vez primera el concepto de 
Secundaria Técnica, el cual tenía como propósito, además de la 
formación en las áreas científicas y humanísticas, desarrollar 
actividades tecnológicas de aprendizaje que proporcionaran un 
adiestramiento para incorporarse al mercado de trabajo, en caso de 
no continuar sus estudios. 
 El 2 de septiembre de 1966, se inició un plan experimental de 
Telesecundaria en circuito cerrado. Fue el curso de segunda 
enseñanza encaminado a satisfacer los requerimientos de aquellas 
localidades en donde no era posible por su pequeña población que 
llegaran a establecer servicios formales. 
 
7 Domínguez, Aída, “Educación media básica, evaluación y alternativas”. En: Revista del 
Consejo Nacional Técnico de la Educación. No. 37., (Julio-Septiembre 1997), México, 
FLACSO, 1997, pág. 106. 
8 Ibidem. pág.103. 
9 Ibidem. pág. 102. 
 
 En 1975, se pone en marcha un proyecto experimental de 
acreditación de estudios abiertos, dirigidos a los mayores de 15 
años: así surgió la Escuela Secundaria Abierta y la Secundaria para 
Trabajadores. Creándose más tarde en el año de 1978 las 
Direcciones Generales de Educación para Adultos, de Acreditación 
y Certificación. 
 En enero de 1981, la Subsecretaria de Educación Básica se 
dividio en dos importantes dependencias con el fin de administrar, 
controlar y evaluar mejor los servicios escolarizados de la misma, 
éstas son: la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) y 
la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST), 
sin olvidar por supuesto, la unidad de Telesecundaria. 
 Queda claro que a partir de la década de los veintes en 
México, fue la SEP el organismo encargado de monopolizar la 
llamada educación básica en las diferentes modalidades: la 
Secundaria General, Secundaria Técnica, la Secundaria para 
Trabajadores o Abierta y la Telesecundaria, labor que en un inició 
llevaba acabo la Universidad. 
Ya he hablado del nivel básico secundaria y de algunas de las 
aspiraciones y metas que éste busca. Sin embargo, ¿Qué se 
entiende por nivel básico secundaria? ¿Qué elementos 
característicos lo complementan? ¿Cuáles son los objetivos que 
busca dicho nivel? 
La educación secundaria es parte del sistema educativo 
mexicano. Conjuntamente con la primaria y preescolar proporcionan 
una educación básica que pretende formar integralmente al 
educando y prepararlo para que participe positivamente en la 
transformación de la sociedad. Como ya se mencionó, el servicio va 
dirigido a jóvenes y adultos egresados de la educación primaria; los 
primeros tienen la oportunidad de cursar sus estudios de forma 
escolarizada y los segundos en el sistema abierto. El tiempo de 
duración es de tres años, en los cuales se analizarán una serie de 
contenidos programáticos de gran importancia y trascendencia, no 
sólo para la vida académica de los alumnos, sino también para su 
vida cotidiana. 
 La Escuela Secundaria General prepara al alumno para 
ingresar a niveles posteriores, tiene una duración de tres años y 
generalmente atiende a grupos de jóvenes en edades que van de 
los 12 a los 16 años. Las escuelas se encuentran ubicadas 
principalmente en comunidades urbanas con un alto índice 
demográfico. Su plan de estudios puede encontrarse por materias 
hoy en día, aunque en la reforma de 1975 su plan de estudios optó 
por las áreas; regresando de nueva cuenta en 1993 a la impartición 
de conocimientos por materias; cuenta con maestros 
especializados, talleres y laboratorios.10 
La Escuela Secundaria Técnica, además de preparar al 
estudiante para continuar sus estudios en el nivel medio superior, le 
ofrece la oportunidad de incorporarse al mercado de trabajo, a 
través de una formación tecnológica de carácter propedéutico y / o 
terminal. Las especialidades que se imparten son muy diversas 
como: tecnología industrial en computación, soldadura y forja, 
construcción, industria del vestido, tejido mecánico, carpintería, 
mecanografía, etc. Atiende de igual manera que las secundarias 
generales, adolescentes en edades de 12 a 16 años y su duración 
es de tres años también. Es en ésta donde se ubica nuestro objeto 
de estudio y lo analizaré más detalladamente en otro apartado. 
 
10 Ibidem. pág.106. 
 
 La Telesecundaria es la institución educativa que ofrece a los 
jóvenes su instrucción a través de la televisión y de diversos 
materiales didácticos impresos. Cada grupo es atendido por un 
maestro quecoordina las actividades complementarias y cuida el 
aspecto formativo de los educandos. Este organismo se ubica 
principalmente en las zonas rurales, su duración es de tres años y 
los egresados pueden optar por ingresar al nivel medio superior. 
 La población adulta puede cursar sus estudios en dos 
diferentes tipos de establecimientos: la secundaria abierta y la 
secundaria para trabajadores. 
 La Secundaria Abierta se ofrece a través de las unidades de 
servicio de educación básica y se basa principalmente en el 
autodidactismo. Para este nivel los estudiantes cuentan con libros 
especializados para este sistema; su duración dependerá del propio 
estudiante, también pueden ingresar al nivel medio superior. 
 La Secundaria para Trabajadores es la educación que se 
imparte a los jóvenes y adultos mayores de 15 años que cuentan ya 
con algún empleo y que hayan concluido con sus estudios de 
primaria; los alumnos deben presentar una constancia de trabajo, 
generalmente se ofrece en turnos nocturnos en escuelas 
secundarias generales. Se caracteriza por no contener en sus 
planes de estudios actividades tecnológicas ni talleres, su duración 
es de tres años.11 
Los objetivos de la educación media básica han cambiado con 
el paso del tiempo, pero en esencia siguen siendo los mismos en 
las constantes reformas por las cuales ha atravesado la educación 
en México. A continuación reproduciré los más importantes: 
 
11 Ibidem pág. 109. 
 
1.- Propiciar que se cumplan las finalidades de la educación, de 
acuerdo con la filosofía social derivada de nuestra Constitución y de 
la Ley Federal de Educación. 
2.- Proseguir la labor de la educación primaria en relación con la 
formación del carácter, el desenvolvimiento de la personalidad 
crítica y creadora, y el fortalecimiento de actitudes de solidaridad y 
justicia social. 
3.- Estimular el conocimiento de la realidad del país para que el 
educando al valorarla esté en condiciones de participar en forma 
consciente y constructiva en su transformación. 
4.- Inculcar en el educando el amor y el respeto al patrimonio 
material y espiritual de la nación, capacitándolos para que lo 
aprovechen en forma racional y justa. 
5.- Lograr una formación humanística, científica, técnica y artística 
que permita al educando afrontar las situaciones de la vida con 
espontaneidad, seguridad en sí mismo y economía de esfuerzo. 
6.- Proporcionar una sólida formación moral que propicie el sentido 
de responsabilidad, servicio, y el respeto a otras manifestaciones 
culturales a los derechos de los demás y a la dignidad humana. 
7.- Promover las actividades encaminadas a la formación de hábitos 
y actitudes deseables respecto de la conservación de la vida, la 
salud física y mental del educando. 
8.- Propiciar al educando las bases de una educación sexual 
orientada hacia la paternidad responsable y la planeación familiar, 
con respeto a la dignidad humana y su menoscabo de la libertad. 
9.- Ofrecer los fundamentos de una formación general de ingreso al 
trabajo y para el acceso al nivel superior. 
10.- Profundizar en el conocimiento y el seguimiento del educando 
en cuanto a su desarrollo integral y a su adaptación al ambiente 
familiar, escolar y social, para orientar sus capacidades, intereses e 
inclinaciones y ayudarlo a lograr su plena realización. 
11.- Intensificar la formación del educando en cuanto a la 
significación auténtica de los problemas demográficos, a la urgente 
necesidad de contribuir a mantener el equilibrio ecológico. 
12.- Desarrollar en el educando la capacidad de aprender para que 
esté en posibilidad de participar mejor en su propia formación, 
considerada ésta como un proceso permanente a lo largo de su 
vida.12 
 
 
 
 
 
2.1.1 LA REFORMA EDUCATIVA DE 1993 EN LOS PLANES Y 
PROGRAMAS DE ESTUDIO DEL NIVEL SECUNDARIA. 
 
La secundaria comenzó a considerarse parte de la educación 
básica mexicana en el programa de modernización educativa del 
entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), 
adquiriendo su carácter legal en 1993, al modificarse el artículo 
tercero constitucional con el objetivo de que se integrara junto a la 
primaria un ciclo de educación básica obligatoria de nueve grados, 
tres años después, de los seis de primaria. Así se intentaba poner 
fin a viejos debates sobre la definición de este ciclo educativo, que 
desde su surgimiento en 1925 se encontró ante una disyuntiva: ser 
el hilo conductor entre la educación primaria y la educación media 
superior. 
 
12 Ley Federal de educación. Op. Cit. pág. 53. 
Esta reforma es de gran importancia, debido a que por 
muchos años, este nivel ha sido descuidado por la planeación 
educativa y por el Estado mismo, encasillándolo únicamente como 
el puente a cruzar entre los niveles bajos y altos. Por lo cual, a 
partir de este año, las autoridades y el país enfocaron sus miradas 
en el mismo, reflexionando y valorando más la importancia 
sustancial que esta esfera educativa presenta desde que inició en la 
década de los veinte, obteniendo así, su reconocimiento individual, 
autónomo y trascendental en la sociedad mexicana. 
El plan de estudios de la educación secundaria y los 
programas que lo constituyen son resultado de un largo proceso de 
consulta, diagnóstico y elaboración iniciado en 1989, en el cual 
fueron incluidos de manera conjunta los niveles de educación 
preescolar, primaria y secundaria. En estas actividades, se contó 
con la participación de distintos órganos sociales como: maestros, 
directivos escolares, padres de familia, centros de investigación, 
representantes de organismos sociales y del Sindicato Nacional de 
Trabajadores de la Educación. 
Para la elaboración de este Plan Nacional de Desarrollo de 
1989-1994, se realizaron los estudios necesarios para determinar 
los principales problemas de educación, las alternativas y/o 
soluciones a los mismos y las estrategias, prioridades y posturas 
definidas por el gobierno y las autoridades de educación del país. 
El Programa para la Modernización educativa 1989-1994 
resultó de esta etapa de consulta; estableció como prioridad la 
renovación de los contenidos y los métodos de la enseñanza, el 
mejoramiento de la formación de maestros y la articulación de los 
niveles educativos que conforman la educación básica. 
Para lograr la reconstrucción de los mismos, la Secretaría de 
Educación Pública, inició la evaluación de los planes y programas 
de estudio, considerando simultáneamente los niveles de educación 
primaria y secundaria. Como una primera propuesta, en 1990, 
fueron elaborados planes y programas experimentales para ambos 
niveles, que fueron aplicados dentro del programa denominado 
“Prueba Operativa” en un número limitado de planteles, con objeto 
de probar su pertinencia y viabilidad. 
Esta prueba piloto, echada a andar a principios de la década 
de los noventas, generó un sinnúmero de discusiones e 
inconformidades entre los propios actores de la educación. Y para 
poder calmar las turbias aguas, las autoridades federales y de la 
SEP, consideraron pertinente llevar a efecto una consulta para su 
aprobación final en el interior del gremio educativo. 
Los principales temas a discusión fueron: el fortalecimiento en 
primaria y secundaria de las asignaturas de Español y Matemáticas, 
debido a que la primera ayuda a los alumnos a desarrollar la 
capacidad de expresarse oralmente y por escrito de forma precisa y 
clara; y a la comprensión de textos en sus diferentes 
presentaciones: informativos, prácticos y literarios. La segunda 
contribuye a la aplicación de la aritmética, álgebra y geometría en el 
planteamiento y resolución de problemas en la vida cotidiana de los 
individuos que cursan este nivel y para entender y organizar 
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