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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE HISTORIA EL HISTORIADOR COMO DOCENTE EN EL NIVEL BÁSICO SECUNDARIA. INFORME ACADÉMICO DE ACTIVIDAD PROFESIONAL (DOCENCIA) QUE PARA OPTAR POR EL TITULO DE LICENCIADO EN HISTORIA P R E S E N T A: OSCAR SUÁREZ VELÁZQUEZ ASESORA: DRA. ANDREA SÁNCHEZ QUINTANAR. Facultad de Filosofía MÉXICO, D.F., JUNIO DE 2007. y Letras UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS Se dice que cuando un profesionista escribe demasiado en sus agradecimientos, lo hace porque jamás volverá a publicar algo. No obstante, espero éste sea el comienzo de muchos otros trabajos de carácter serio en mi andar como historiador docente. En estas líneas me gustaría plasmar, el infinito agradecimiento a todos aquellos que de alguna forma estuvieron presentes de manera directa o indirecta en la realización de este trabajo. Algunos transmitiendo sus consejos en torno a la problemática de análisis, otros tantos, por sus palabras de apoyo y aliento incondicional para la culminación de dicha investigación. En primera instancia, quiero agradecer a Dios la dicha de ayudarme a realizar profesionalmente en lo que es mi pasión: la Historia. A la Universidad Nacional Autónoma de México, por darme la oportunidad de prepararme en sus aulas, no sólo como profesional, sino también como ser humano. A mi padre Bulmaro Suárez Martínez, por encaminarme sabiamente a la conclusión de esta carrera, por sus consejos y por enseñarme que en esta vida todo se puede conseguir a base de esfuerzo, constancia y perseverancia. Aunque hayas partido desde hace tiempo, siempre estarás presente en mi corazón, ¡te amo papá! A mi madre Herlinda Velázquez de Suárez, por su infinito amor, apoyo, comprensión y consejos brindados a lo largo de mi vida. Gracias por hacer de mí una mejor persona, por brindarme tu mano en todo momento y por haber sido mi mamá. Eres uno de los regalos más grandes que Dios pudo mandarme sobre la tierra. A mi hermana Alma Mariele Suárez Velázquez, compañera de juegos, travesuras, sueños, alegrías, tristezas, éxitos y fracasos. Por ser mi cómplice y crecer conmigo, por creer en mí y por ser uno de los pilares que sostienen mi vida. Sabes que te amo y que te admiro como a nadie. A Hortensia Rivas Rivas por enseñarme el significado de la palabra amor, la cual va más allá de cualquier otra cosa. Gracias por aparecer en mi vida y por ser esa compañera que siempre busqué. Te amo flaca. A mis tíos Emilio, María, Jairo, Elías, José, Irene y Eliseo Suárez Martínez. Fidel, Elías, Betuel, Celia, Guillermina y María del Carmen, Silvia y Santos Velázquez Soto por estar al pendiente de mi crecimiento personal y profesional, por sus palabras de apoyo en todo momento y por una que otra llamada de atención cuando ha sido necesario, gracias. A mis primos: Betzabeth, José Luís, Angélica, Liliana, Yení, Jessica, Juan Manuel, Rubí, Fernando, Elías, Israel, Ulises, Yoselín, Beto, Judith, Jaíro, Ame, Roy, Bere, Sinahí, Eliseo, Mayte, Jesús, Rosalba, Marisol, Hugo, María, Sara, Sebastián y César, por los buenos y divertidos momentos que hemos pasado juntos toda la vida y en diferentes lugares. Saben que ocupan un lugar muy importante en mi corazón, gracias por estar ahí siempre. A mis mejores amigos: Elvira Ceballos, Paulina Domínguez, Carlos Arzate, Laura Torres, Ángeles Vanegas y Sonia Servín. Por hacer que la palabra amistad trascienda en mi vida y cobre forma, por ir creciendo conmigo, por sus palabras de aliento cuando algo sale mal, por sus regaños cuando hago alguna tontería, por sus carcajadas cuando ha sido mucha la alegría y por ser los hermanos que uno se da el lujo de escoger. A mis amigos: Fernando Arenas, Diana Pérez, Gabriela Márquez, José Luís Santos, Yeni Avendaño, Martha Miranda, Gabriela Míreles, Francisco Javier Pérez, Martha Rodríguez y Arturo Tello, por sus enseñanzas en mi formación como historiador, por los divertidos momentos que hasta la fecha hemos pasado juntos y por los constantes viajes y aventuras que vivimos en nuestra estancia como estudiantes. A mis demás amigos y no por ello menos importantes, pero encontrados en diferentes momentos y lugares: Alicia Alcántara, Anabel Sierra, María Teresa Ovalle, Aída Lobato, César Castillo, Gilda Martínez, Francisco Robles, Sonia Cruz, Fátima Camacho, Magali Anduaga, Álvaro Ruiz, Sandra Méndez, Nohely Pérez, Xochitl García, Liliana German, Andrea Lozano, Eric Castro, Beatriz Rivas, Griselda Yerena, Magali Bonilla, Patricia Gómez, Germán Sandoval, Judith García, Noemí Ortuño, Mario Ramírez, Alejandra Cuevas, Alma Delia Camacho, Liliana Vega, Elvira Merino y Eva Reyes. Gracias por los buenos consejos y grandes pláticas a lo largo de estos diez años como profesor. Al Ingeniero Alfonso Torres Saavedra por creer en mí y darme la oportunidad de desempeñarme como docente en la Escuela Secundaria Técnica No 100. A la Jefa de Enseñanza y amiga, María del Carmen Madrazo, por los consejos y sugerencias para mejorar día a día mi práctica profesional. A la Lic. María de Lourdes Hernández por sus comentarios y confianza depositada en mi persona. A la Lic. Rosa Virginia Hernández, directora general del Colegio Leopoldo Kíel, a las maestras Melva, Ninfa y Rosa María Hernández Yarahuan, fundadoras del mismo; a las directoras técnicas Lic. María de Lourdes Martínez y María Guadalupe Dueñas: gracias por su amistad y por permitirme desarrollar mi potencial como profesionista en otros niveles y áreas del saber. A mis alumnos por enseñarme a ser docente y por motivarme a renovar mis conocimientos, técnicas y métodos didáctico- pedagógicos. Gracias a todos ustedes por permitirme crecer como profesional, con sus comentarios, sugerencias, preguntas y el excelente sentido del humor que caracteriza a los adolescentes y estudiantes de este nivel. A mis sinodales Dra. Margarita Moreno Bonet, Mtro. Ricardo Gamboa Ramírez, Dra. Vera Valdez Lawkovskí y a la Mtra. Carmen de Luna Moreno, por sus observaciones y tiempo brindado para encaminar esta investigación, gracias. Quiero agradecer de manera especial y particular, a la Doctora Andrea Cecilia Sánchez Quintanar, por haberme apoyado de principio a fin en la elaboración de este trabajo, por su paciencia y sabios consejos, pero sobre todo, por despertar más aún en mí, el interés, gusto, dedicación y compromiso que tiene el historiador como docente en el ámbito educativo mexicano. INFORME ACADÉMICO Índice: Introducción Capitulo I ASPECTOS CONCEPTUALES 1.1 Concepto de Historia 1.2 Concepto de Educación 1.3 El sentido de la enseñanza de la Historia CapituloII ASPECTOS EDUCATIVOS 2.1 Breve historia del nivel Secundaria 2.1.1 La Reforma educativa de 1993 2.1.2 Análisis de la institución en general y de la Escuela Secundaria Técnica No. 100 2.2 Breve historia de la Escuela Secundaria Técnica No 100 “Dr. Guillermo Masseau Helguera.” 2.3 Análisis del factor educador 2.4 Autoevaluación 2.5 Análisis del factor educando 2.6 Técnicas de enseñanza 2.7 Recursos auxiliares didácticos 2.8 Formas de evaluación Capitulo III ASPECTOS HISTÓRICOS Y ANÁLISIS DEL PROGRAMA 3.1 El historiador como docente en el nivel básico secundaria 3.2 La subvaloración del historiador docente en el nivel secundaria 3.3 Análisis comparativo de los planes de estudio de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México y la Licenciatura en Educación Secundaria con especialidad en Historia de la Escuela Normal Superior de México 3.4 La apatía por la Historia en los alumnos del nivel Secundaria 3.5 Análisis del programa de Historia Universal II 3.5.1 Organización de contenidos 3.6 Desarrollo de la unidad cinco: La Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa Conclusiones Bibliografía Anexos INTRODUCCIÓN Al terminar mis estudios de la licenciatura en Historia me fue imposible realizar la tesis inmediatamente por diferentes razones: en primer lugar, por la carga excesiva de trabajo y de grupos a los que atendía en la Escuela Secundaria Técnica No. 100 y por el temor que me provocaba pensar en hacer el examen profesional. ¿Quién al estar frente a los sinodales no sentiría pánico de cometer algún error al contestar las interrogantes de los mismos o de ser traicionado por los nervios? Recuerdo que al ser aún estudiante de la carrera, al pasar frente al salón asignado para los exámenes profesionales, mis compañeros y yo veíamos tan lejano el día para presentar el propio, que la idea tan sólo de estar en su interior nos parecía tan ajena y aterradora. Sin embargo, mi perspectiva en torno a lo difícil que era presentar ésta última prueba, cambió considerablemente al conocer a la Dra. Andrea Sánchez Quintanar, quien a pesar de no haber sido mi profesora en la carrera, decidió apoyarme y asesorarme en la elaboración de este trabajo que hoy presento, haciéndome ver el examen profesional no como un sacrilegio o sala de tortura, sino como un trabajo de investigación serio que hay que elaborar para obtener el titulo de Licenciado en Historia. La Dra. Sánchez Quintanar me invitó a participar en el Seminario de Investigación y Tesis de Historia a su cargo, que dentro del Programa de Titulación para Profesores del Bachillerato de la UNAM, coordinó el Lic. Fausto Hernández Murillo, por poco más de veinte años en las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras de ésta casa de estudios, con asistencia sabatina. Dentro del seminario me encontré con un sinnúmero de historiadores de edad adulta realizando el mismo trabajo que yo. Los motivos por los cuales dejaron pasar tanto tiempo para titularse eran muy similares a los míos; sin embargo, hallamos en él la oportunidad de concluir totalmente nuestra carrera. La mayoría de ellos se encontraban realizando informes académicos para su titulación. A mi en particular se me hacia demasiado fácil y nada significativo el titularse bajo esa modalidad, por tal motivo, opté por la elaboración de una tesis inicialmente. Con el paso del tiempo, comencé a entender el objetivo e importancia, que hoy en día, tienen este tipo de trabajos, por lo que me di a la tarea de investigar un poco más sobre los mismos, pues me comenzaba a resultar atractivo e interesante este tipo de proyectos enfocados mayormente al quehacer y práctica del historiador como docente, actividad que me atañe desde hace poco más de nueve años y que me ha permitido desempeñarme profesionalmente y obtener grandes satisfacciones. Al adentrarme un poco más en lo que son los informes académicos, me pude percatar que se trata en sí, de un trabajo al que se le tiene que dedicar el mismo tiempo, compromiso, entrega e investigación que el de una tesis, por lo cual decidí cambiar de proyecto con la aprobación y supervisión de la Dra. Sánchez Quintanar. Los informes académicos “son aquellos escritos formulados principalmente para presentar los detalles más importantes sobre algún asunto técnico, la exposición y/o descripción de un acontecimiento, la interpretación sistemática de un hecho, el análisis de un problema y la solución de éste, una comunicación escrita con propósito previamente determinado, por que existe un interés común en el documento, en general especializado que comunica y canaliza la información exhaustiva para alcanzar un objetivo y, en fin, un documento en el cual se estudia un problema con el objetivo de transmitir información, presentar conclusiones, ideas, y a veces, recomendaciones.”1 Otra de las razones por las que decidí optar por el mismo, fue por la poca importancia que la sociedad le da a nuestra labor, pues muchas personas consideran que la impartición y/o enseñanza de la Historia en éste u otro nivel no tienen sentido ni utilidad en la formación y preparación académica y personal de los adolescentes. Circunstancia que me llevó a trabajar en dicho proyecto, con la intención de señalar la trascendencia que tiene la docencia como uno de los campos de trabajo más amplios, completos y dinámicos que tiene el historiador al desempeñar su quehacer como profesionista. Actualmente, estoy por dar inició al que será mi décimo ciclo escolar en este plantel, y desde el primer año en el mismo como maestro de Historia, me he preparado en los diferentes cursos taller de actualización que se imparten año con año en la SEP en el Distrito Federal; también he acudido a tres cursos de nivelación pedagógica, los cuales me han permitido desarrollar habilidades, técnicas y métodos psicopedagógicos en el interior del aula, lugar en el que puedo aplicar los conocimientos adquiridos. 1 Loera Franco, Rafael, Los informes técnicos y académicos: una redacción moderna, México, Porrúa, 2001, pág. 8. Pese a haber tomado un vasto número de sesiones sobre la enseñanza de la Historia, me he percatado que la elaboración de este informe académico me ha permitido reflexionar y mejorar más mi práctica como historiador docente en el nivel básico secundaria, hacer una autocrática de mi labor, papel y desempeño como profesor, analizar mis fortalezas y debilidades como profesionista y trabajar en distintas estrategias y soluciones para mejorar y enriquecer dicha actividad día a día. Por lo ya señalado y con base en el aprendizaje derivado no sólo de los cursos de actualización a los que he acudido y de mi preparación como historiador en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, sino también, de la retroalimentación generada en el interior del aula con mis alumnos, me surgen las siguientes interrogantes: ¿Por qué los alumnos de secundaria ven con apatía la materia de historia al llegar a este nivel?, ¿en realidad la historia no tiene ninguna importancia en la enseñanza básica secundaria?, ¿será una materia de relleno para cubrir un número de créditos a este nivel?, ¿es el profesor normalista la persona más apta para la impartición de esta asignatura?, ¿contarán los historiadores con las tablas psicopedagógicas necesarias y adecuadas para la enseñanza de la historia?, ¿la labor del historiador como docente en secundaria no tiene importancia ni trascendencia alguna?, ¿realizo mi función acertadamente en el interior del aulacomo profesor? Éstas son sólo algunas de las preguntas que me llevaron a elegir ésta modalidad de titulación y tema, las cuales serán contestadas en el desarrollo de la investigación. El tema central de este trabajo es “El historiador como docente del nivel básico secundaria”. La investigación fue segmentada en tres capítulos: el capítulo I se refiere a los aspectos conceptuales de Historia y educación, además de la importancia y utilidad de la enseñanza de Clío en secundaria; particularidades que todo aquel historiador dedicado a la docencia debe analizar para entender, mejorar y enriquecer su práctica. El capítulo II aborda los aspectos educativos que me competen como historiador docente, pues en él se hace una breve historia del nivel secundaria y de la Escuela Secundaria Técnica No. 100, Dr. Guillermo Massieu Helguera, se comentan las características de la planta docente y de la estudiantil, así como las condiciones, infraestructura, carencias, materiales y metodología utilizada para la impartición de la materia en el segundo grado. En el capítulo III analizo la parte medular de mi investigación, que es el papel que desempeña el historiador en el nivel básico secundaria, la subvaloración por la que atraviesa este gremio educativo en la sociedad actual y hago una comparación entre los planes de estudio de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México y la Licenciatura en Educación Secundaria con especialidad en Historia de la Escuela Normal Superior de México; lo mismo que el análisis del programa Historia Universal II y el desarrollo de la unidad cinco, con título la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Por último, hago un balance de lo analizado en esta investigación exponiendo mis reflexiones finales, posibles soluciones y conclusiones del mismo; de igual manera incluyo una serie de anexos y la bibliografía utilizada para la elaboración de este trabajo. 1 CAPITULO I Aspectos Conceptuales “Todas las ciencias son interesantes. Pero cada sabio solo encuentra una cuyo cultivo le divierte”. Marc Bloch 2 CAPÍTULO I ASPECTOS CONCEPTUALES 1.1 EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN A través de los años, la educación ha jugado un importante papel en cualquier tipo de espacio y tiempo. Tratar de definir dicho concepto nos adentraría en las diversas tendencias filosóficas de la pedagogía que día a día se acrecientan. Sin embargo, para este apartado, he decidido reproducir sólo aquellas de las cuales se pueda extraer la información más nutritiva para llevar a cabo esta investigación. La educación, en términos generales, “es un proceso social condicionado por el desarrollo económico y político de los pueblos para que un grupo humano transmita a las nuevas generaciones su cultura y sus ideales”. 2 En este proceso intervienen principalmente dos actores: el factor educando y el factor educador. El factor educando es el que con el correr del tiempo va adquiriendo a través de la experiencia el llamado método de aprendizaje, del cual Arnold J. Toynbee hace esta referencia: el método de aprendizaje será “el aprender, en cualquier campo, por la observación, la convivencia y la imitación de otras personas que saben más que el aprendiz”.3 El factor educador por tanto será aquel que enseñe lo que sabe a su aprendiz de una manera precisa, objetiva, formativa, informativa y significativa, ya sea de forma hablada, actuada, escrita 2 Myers, Edward D., La Educación en la perspectiva de la Historia, Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México, 1986, pág. 36. 3 Ibidem. pág.40. 3 o realizada indirectamente, es decir, sin tener la intención de enseñarla pero que será copiada o imitada por el educando. Por tanto, entendamos que la educación tiene como principal objetivo la transmisión de conocimientos, ideas, costumbres, formas de vida, hábitos, valores, creencias, habilidades e ideologías, difundidas de generación en generación para perpetuarse dentro de una sociedad y adquirir con ello una identidad. Se dice vulgarmente que “la educación se mama,” es decir, que los primeros indicios de educación se adquieren dentro del seno familiar y que más tarde se transformarán, cambiarán y se reafirmarán, de acuerdo a las condiciones en las cuales el hombre viva, ya que como individuo que interactúa y crece dentro de una sociedad, se ve obligado a aprender las normas y parámetros culturales que dicha sociedad establezca. Por consiguiente, se sabe de antemano que los primeros maestros en la vida de todo ser humano, son los padres. De ellos, los hijos aprenderán los elementos claves para su supervivencia, tales como: el lenguaje, las costumbres, los hábitos, las ideas, los valores e idiosincrasias, que sin duda son parte fundamental de la etapa formativa del mismo. No obstante, la idea tradicional de pensar que la educación se adquiere exclusivamente en la escuela es obsoleta, pues los primeros educadores en la vida de un ser humano son en definitiva los padres de éste y en consecuencia los hijos se convierten en el factor educando. “No son sólo el maestro o la escuela los que educan, educa también el ambiente social”. 4 4 Cerna, Manuel, La personalidad del maestro, México, Oasis, 1989, pág. 38. 4 Uno de los elementos claves en la educación del individuo es sin lugar a dudas la palabra. Entiéndase palabra como: “La señal de señales por excelencia, la cual por medio del lenguaje el individuo modifica su actitud frente a las cosas y se modifica también a sí mismo. En esta forma, modifica también las reacciones y actitudes de sus congéneres sin que previamente hayan vivido la experiencia”. 5 Desde épocas primitivas, en las que el hombre adquiere la capacidad de comunicarse con sus semejantes, lo hace a través del lenguaje, es decir, su enseñanza fue desde sus inicios totalmente oral y visual. De estas dos, fue la primera la que logró cobrar mayor trascendencia en la vida cotidiana de los hombres. Gracias a la difusión oral, las sociedades de ese tiempo lograron transmitir de una generación a otra lo que querían seguir difundiendo a las generaciones posteriores. Considero que la tradición oral se convierte en una especie de fuerza viva, alentadora, creadora, transformadora y educadora para cualquier sociedad, si es que ésta tiene la firme intención de perpetuarse en el tiempo y en el espacio. La palabra es un instrumento que “si se usa bien, educa bien” 6 al momento de ser utilizada por el hombre. Por tanto, todos aquellos que hacen uso de la misma para educar tienen la obligación de reflejar una realidad social en el educando de manera objetiva, precisa, clara y digerible, para que éstos la asimilen y utilicen en el momento que deseen, sintiéndose con ello parte 5 Merani, Alberto. Psicología genética, Grijalvo, México,1982, pág.187. 6 Cerna, Manuel, Op.Cit. pág. 35. 5 importante del contexto histórico donde se desarrollan, interactúan, participan y crecen como integrantes de una sociedad. Al respecto, Esopo, el gran fabulista griego, comenta lo siguiente: “Al dar Esopo, a su amo Janto una orden de que fuera al mercado y trajese lo mejor que hubiera, no compró más que lenguas y las hizo aderezar de diferentesmodos. No tardaron en cansarse de ellas los convidados ¿Pues qué cosa puede haber mejor que la lengua?, respondió Esopo: es el lazo de la vida civil, la clave de las conciencias, el órgano de la verdad y de la razón; con su auxilio se construyen las ciudades y se les civiliza e instruye; con ella se persuade y se reina en las asambleas, y cumplo con el primero de los deberes, que es alabar a los dioses. Pues bueno, contestó Janto, figurándose que le iba a poner en un aprieto, tráeme mañana lo peor que haya. Al día siguiente no hizo servir Esopo más que lenguas, diciendo que era la lengua la peor de las cosas: es la madre de todas las discusiones y pleitos, el origen de las divisiones y las guerras, lo es igualmente del error y la calumnia.” 7 Como se puede apreciar, la palabra es en esencia el código de la comunicación entre las masas y suele ser tan fuerte, maleable, comprometida, convencedora, audaz, tenaz, comprometedora y educadora como el hombre la quiera utilizar, ya sea para bien o para mal o bajo cualquier circunstancia donde se le utilice. Coincido totalmente con Paulo Freire, quien argumenta lo siguiente:”Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión. Más si decir la palabra verdadera, que es trabajo, que es praxis, es transformar el 7 Ibidem. pág. 36-37. 6 mundo, decirla no es privilegio de algunos hombres, sino derecho de todos los hombres”. 8 Por lo anterior, queda claro que no sólo la palabra, la familia y la escuela educan, también lo hace la propia sociedad, el entorno donde se crece, el tipo de institución religiosa a la que se acude, los factores políticos que determinan el papel que juega cada individuo como ciudadano en algún lugar, el factor económico que éste y el Estado posean y por qué no decirlo, hoy en día también educan de forma indirecta, los llamados medios de comunicación, algunos en beneficio o perjuicio del pueblo, como: la televisión, radio, los medios impresos y hasta la propia Internet; en general todos y cada uno de los organismos que conforman una nación, aportan algún elemento educativo a sus semejantes. Sin embargo, de todos estos factores, actores y lugares que se sabe también educan, es la escuela el lugar donde la sociedad hace recaer el mayor peso del factor educacional. Entiéndase por escuela a la institución donde se refleja fielmente la cultura de una sociedad de forma sistemática y de manera más formal en el proceso educativo, ya que ésta trabaja con uno de los sectores más significativos en número, presencia y acción de cualquier país: su juventud. Por ende, la escuela es el sitio donde los estudiantes obtendrán el mayor número de conocimientos que les facilitará su presencia en este mundo, pues éstos se encargarán de abrirles paso en su entorno y les proporcionarán las habilidades, actitudes, hábitos, valores, ideas y tendencias políticas necesarias para su andar a futuro. 8 Freire, Paulo, La pedagogía del oprimido, traducción: Jorge Mellado, 39ª edición, México, Siglo XXI editores, 1988, pág.100-101. 7 Independientemente de que los jóvenes utilicen o no los conocimientos adquiridos en las instituciones educativas públicas o privadas del país, éstas serán el organismo encargado de despertar en ellos el sentido crítico, reflexivo y analítico de las cosas y del medio en el cual se hacen presentes, puesto que proporcionan a cada individuo el desarrollo de sus capacidades físicas, intelectuales, artísticas, espirituales, políticas e ideológicas. Sin embargo, no siempre la escuela se preocupó por desarrollar las actividades y capacidades ya descritas en sus alumnos, pues con el transcurrir del tiempo las cosas han ido cambiando paulatinamente en este sentido. Hoy en día existen un sinnúmero de debates, controversias y discusiones en torno al papel que desempeña como institución educativa, ya que se duda que esté cumpliendo del todo con sus objetivos y propósitos a realizar. Por lo ya señalado, coincido con la definición de la Dra. Andrea Sánchez Quintanar: “La educación se percibe como un proceso humano, vital, socialmente condicionado y por lo tanto cambiante, complejo y contradictorio que se produce como interrelación entre un factor educando y un factor educador, que consiste en: enseñar, aprender, transmitir, proyectar, difundir, orientar, liberar, introyectar, descubrir, apoyar, desenajenar, desestereotipar, un conjunto de conocimientos, valores, habilidades, aptitudes, actitudes, ideas, ideologías, patrones de conducta, nociones, ideales, anhelos, todo lo cual produce cambios, transformaciones, en los dos más importantes factores de la educación, pero principalmente en el educando, en el sentido de ampliar sus posibilidades de elección, para tomar decisiones 8 conscientes y destinadas hacia la superación en el desarrollo de su vida social”.9 Queda perfectamente entendido, con dicho concepto de la Dra. Sánchez Quintanar que la educación es un proceso en constante evolución, que cambia, se transforma y modifica, de acuerdo a las necesidades que la misma sociedad le impone y que no necesariamente se halla tan sólo en la escuela, sino por el contrario la encontramos en todo lugar y en todo momento. La educación es retroalimentatitiva, puesto que el proceso de enseñanza aprendizaje no es exclusivo del alumno, sino también del docente mismo. Al momento de que el profesor se encuentra enseñando un conocimiento previo al estudiante, se da una especie de intercambio no sólo de conocimientos, sino también de perspectivas, experiencias, asimilación de contenidos, puntos de vista diferentes o similares y de aportaciones de nuevas ideas que enriquezcan en toda su dimensión lo analizado. Este intercambio de informaciones o conocimientos, nutren y hacen única la labor educativa, puesto que propician algo más que un diálogo entre los sujetos que intervienen en el llamado método de enseñanza-aprendizaje, es decir, “El educador ya no es sólo el que educa, sino aquel, que en tanto educador, es educado a través del diálogo con el educando, quien al ser educado, también educa”.10 Como se puede apreciar en este apartado, el término educación cuenta con un sinnúmero de connotaciones, pese a ello, 9 Sánchez, Andrea, Reflexiones en torno a una teoría sobre la enseñanza de la Historia, tesis para optar por el grado de Maestría, México, UNAM, 1993, pág.47. 10 Freire, Paulo, Op.Cit., pág. 86. 9 será la educación escolar la que trabajaré a detalle, pues cabe recordar que ésta será una de las partes medulares de mi investigación. Desde el punto de vista social, la escuela es vista como un centro educativo, formativo e informativo, en el cual la sociedad ha depositado su fe, miedos, creencias, esperanzas, oportunidades e ideales para que sus hijos logren obtener un mejor resultado que el de los padres. Por ende, es común escuchar en la actualidad: “que no hay mejor herencia para los hijos que la escuela misma”. La sociedad y las naciones en general consideran que la educación es una pieza clave para el buen funcionamiento de las mismas, entiéndase por buen funcionamiento, al avance económico, social, cultural y tecnológico que éstas puedan alcanzar en un determinado momento. ¿Acaso la educación de calidad será la solución a todos los problemas por los que atraviesa la República Mexicana?, ¿dicha actividad permitirá salir de su estancamiento a los países del tercer mundo?, ¿la riqueza y hegemonía política que una nación de primer mundo alcanza en la actualidad son el resultado de una buena educación? La educación en México ha ido evolucionando deacuerdo a las necesidades que el mismo pueblo le ha ido demandando en las diferentes épocas en las que se hace participe. En las primeras décadas del siglo XX, el alumno era tratado como un objeto, en el cual había que vaciar todo tipo de conocimientos, sin importar las estrategias, métodos y técnicas de enseñanza que los profesores utilizaran. Por tanto, el alumno sólo asimilaba los contenidos de forma temporal, es decir, memorizaba temporalmente los 10 conocimientos para aprobar un examen, pero no emitía un juicio lógico de lo que “supuestamente” aprendía y mucho menos, sometía al conocimiento a una fase de análisis, crítica o de reflexión. La educación escolar limitaba en todo aspecto a sus educados, pues sólo eran receptores de un conocimiento abstracto, burdo, sin sentido y en ocasiones hasta inútil. Coincido con la opinión de la Lic. María Teresa Poncelis: “El hecho de haber llegado incluso a considerar a los estudiantes como objetos y no como sujetos, receptores y no actores del proceso enseñanza- aprendizaje, semejar aún estudiante con formas vacías de contenido, recipientes que es necesario llenar y rellenar a fin de legitimar su acción en la sociedad, recipientes que una vez llenos, habrán de desempeñar un rol determinado, que habrán de ejercer una función especifica con el propósito de integrarse en esa sociedad que se ha encargado de formarlos, es una idea que debe desaparecer”.11 Queda claro que los profesores que participaban en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se dedicaban única y exclusivamente a vaciar en los alumnos una excesiva y poco funcional información, lo que Paulo Freire en su obra llama “educación bancaria”. Es decir, “información que el educador aporta a los educandos y éstos pacientemente, memorizan y repiten; teniendo como único margen de acción el recibir estos depósitos, guardarlos y archivarlos. Actividad que sólo les permite ser coleccionistas o fichadores de cosas que archivan”. 12 11 Poncelis, María, El papel del historiador como docente. Tesis para otorgar el grado de Licenciado en Historia, México, UNAM, 1989, pág. 14. 12 Freire Paulo, Op.Cit. pág. 72. 11 Una educación que no permite ir más allá a los alumnos de la simple asimilación de conocimientos, los condena el día de mañana a ser prisioneros de su propia ignorancia, pues no logra despertar en ellos una conciencia crítica y reflexiva de las cosas que van asimilando y viviendo en su entorno. Este tipo de formación reprime a los estudiantes y no los prepara para actuar como seres concientes, analíticos, independientes y útiles de la sociedad que integran. Por consiguiente, este tipo de educación se convierte en un acto opresivo, pues el docente es sólo el que participa en dicho proceso, el cual más que formar, informa, más que desarrollar habilidades de razonamiento y crítica en los alumnos, los limita, acorta, trunca e inclusiva mata; pues no propicia una interacción entre el factor educador y el factor educando. Por el contrario, los alumnos pasan a ser sujetos pasivos y no activos en dicho procedimiento, son espectadores y no actores de su propia práctica. La educación debe construirse a la par, es decir, debe transformarse en lo que Freire ha llamado educación “liberadora y problemátizadora,”13 donde tanto el profesor como su alumnado tienen los mismos derechos y obligaciones de llevar a efecto su cátedra, generando con ello el diálogo, la participación, libertad de expresión y un mejor entendimiento de lo analizado por ambos participantes. La educación por tanto debe propiciar en su alumnado la libertad de expresión, el fomento de actitudes, aptitudes, habilidades y no limitarlo tan sólo a ser un contenedor de conocimientos. “La educación es praxis, reflexión y acción del 13 Ibidem pág.85. 12 hombre sobre el mundo para transformarlo. La educación es un acto de amor, de coraje, es una práctica de libertad dirigida a la realidad. La educación fomenta el diálogo, el cual se define como: el encuentro de los hombres que pronuncia el mundo. Es un acto creador”.14 El artículo tercero constitucional de los Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente: “todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado, Federación y Municipios, impartirán educación preescolar, primaria y secundaria. La educación primaria y secundaria son obligatorias”.15 Debe quedar perfectamente entendido que el Estado es el encargado de proporcionar los recursos económicos para el funcionamiento de la educación en el país. Por consiguiente, la educación deberá proporcionar en los individuos un desarrollo total e integral en los aspectos materiales, espirituales e intelectuales. Dicho desarrollo debe fomentar en los alumnos capacidades y habilidades que les permitan asumir sus responsabilidades y sentirse parte importante del proceso educativo nacional. A medida que el paso del tiempo sigue su andar, la educación se va transformando y va adquiriendo día a día nuevos matices y elementos que la hacen única y diferente en las distintas épocas donde se presenta. En México, dicha educación ha atravesado por un sinnúmero de modificaciones que van desde una educación autoritaria y receptora, hasta la educación interactiva es decir, el proceso de comunicación permanente entre profesores y alumnos, 14 Ibidem pág.101 15 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México, Ediciones jurídicas Red, 1994, pág. 3. 13 dinámico y transformador, libre en práctica, decisiones, puntos de vista e inclusive para los educadores libre en cátedra. Se sabe de antemano, que la educación logra alcanzar grandes beneficios individuales, puesto que cumple cabalmente con las expectativas de vida planteadas por unos cuantos, es decir, por los que desean alcanzar con ella satisfacciones personales, superaciones académicas o aspiraciones profesionales (que van desde lo económico hasta el saberse estudiado). Sin embargo, los beneficios colectivos son escasos, ya que vivimos en una sociedad opresora. En la cual, la superación no es alcanzada por todo aquel que la desee, sino por unos cuantos. Estos últimos terminan por convertirse en dominantes y los primeros en dominados, ya que al no realizar sus expectativas de vida, se transforman en la mano de obra de los opresores, generándose con ello, lo que Freire llama “lucha entre opresores y oprimidos”.16 El Estado minimiza los verdaderos objetivos y alcances que la educación tiene con la sociedad. Ya que mientras el primero la visualiza como la solución a todos sus problemas, ésta se limita tan sólo a tratar de cumplir con su propósito: alcanzar la calidad educativa. Pese a esto, la educación se convierte en la esperanza de sectores populares, políticos y de los grupos dominantes. Considero que la educación por sí misma no es la solución a los problemas económicos, culturales, políticos y sociales que aquejan a los diferentes sectores de una nación. Por lo cual, tal disposición debe ser replanteada por el Estado y por la sociedad en general, a partir del análisis específico de las causas que originan tales problemas en cualquiera de sus ámbitos. 16 Freire, Paulo, Op. Cit. pág.33. 14 Esta idea surge por la contradicción existente del sistema educativo mexicano y del pueblo, al idealizar esta actividad como la solución a todos sus males. Dicho en otras palabras, lo que se plantea como solución es sin lugar a dudas una utopía, ya que la educación logra cubrir ciertas aspiraciones y metas pero no garantiza salvaguardar, proteger y solucionar las dificultades intereses, miedosy esperanzas del Estado y de la sociedad en general. Por tanto también debemos aclarar que la riqueza de una nación tampoco la garantiza la educación, sino los demás sectores que procuran, administran, suministran, cuidan, establecen e imponen las condiciones óptimas que regulan el buen o mal funcionamiento de los países. Cabe resaltar que nos movemos bajo un sistema neoliberal, el cual promueve la preeminencia del mercado y la libre competencia entre los hombres. Por ende, todos los sectores productivos del mundo se ven afectados por dicho sistema y es el magisterial en particular uno de los más aquejados y dolientes ante la crisis económica mundial que abruma a las sociedades en general y al sistema educativo mexicano de manera particular. Por todo lo ya señalado, puedo constatar que la educación es un proceso cambiante, transformador, enriquecedor y generador de actitudes, bases, hábitos, conocimientos, valores, e idiosincrasias en la vida de los seres humanos; los cuales, no sólo aprenden en el interior del aula, sino también con las propias experiencias, problemáticas y acciones por las que atraviesan cotidianamente en la sociedad que habitan. Sin embargo, este tipo de aprendizaje involuntario no es suficiente para el desarrollo pleno de los individuos. Por consiguiente, la educación escolar se convierte en 15 la herramienta más útil y funcional de las generaciones actuales, debido a que mientras más preparados se encuentren, mejores oportunidades y ofertas laborales tendrán en el futuro. Los estudiantes de hoy en día demandan una formación académica de calidad, interactiva, dinámica y útil, en la que los profesores son tan sólo guías y/o facilitadores de conocimientos; ubicándose así, como protagonistas activos del proceso de enseñanza aprendizaje. 16 1.2 EL CONCEPTO DE HISTORIA A lo largo del tiempo, tanto historiadores como estudiosos de otras áreas y disciplinas, han tratado de explicar ¿qué es la Historia?, ¿cuál es el objetivo de su estudio?, ¿para qué sirve?, ¿cuál es su utilidad práctica? o simplemente, ¿para qué estudiamos Historia? Han surgido diferentes definiciones en torno a la misma, lo cual ha complicado también el poder explicar no sólo en la teoría, si no en la práctica, su utilidad y beneficios para la sociedad. El abordar cada una de estas definiciones sería una labor exhaustiva, que además de implicar mucho tiempo, nos desviaría parcialmente de nuestro tema de estudio. Por tal motivo, me limitaré tan sólo a reproducir algunas de ellas, las cuales considero de mayor aportación para nuestra investigación, reflexionando en torno a las mismas y así rescatar la importancia, el objetivo y función de esta ciencia histórica. La Historia es por tanto “la ciencia que estudia el pasado del hombre, a través del tiempo”.17 A partir de este concepto se entiende que el hombre, es el ente de estudio para la Historia y que por tanto las acciones del mismo repercutirán en gran medida en la transformación de su entorno. Con base en el estudio del transcurrir del tiempo, tenemos “que la historia consiste esencialmente en ver el pasado por los ojos del presente y a la luz con los problemas del ahora”.18 Como se puede apreciar, para entender nuestro presente, es necesario 17 Brom, Juan, Para comprender la historia, traducción Pablo González Casanova y Max Aub, 4ª ed., México, F.C.E., 2002 (breviarios), pág. 23. 18 Carr, Edward, ¿Qué es la Historia?, México, Ariel, 1987, pág. 28. 17 analizar el pasado del cual sin duda formamos parte, ya que éste es el que nos da una identidad dentro de la sociedad en un determinado espacio y tiempo. La historia nos permite conocer el proceso social, es decir, la forma como vivieron los hombres de otras épocas, los acontecimientos que protagonizaron y la manera como influyeron en la conformación de la sociedad. Cabe resaltar que la Historia rescata las acciones, las consecuencias y los hechos provocadas por el hombre en su devenir histórico, pues no sólo se trata de recopilar los hechos, sino de hacer una selección de los mismos de manera objetiva y precisa, para así generar un nuevo aporte a la misma. Bien lo dice Henri Pirenne: “si yo fuera un anticuario, sólo me gustaría ver las cosas viejas. Pero soy un historiador y por eso amo la vida”. 19 La historia en gran medida, se convierte en la memoria de la humanidad, en la herramienta o instrumento que permite al hombre saber: ¿cómo fue?, ¿cómo es?, y ¿cómo se transforma su entorno con el paso del tiempo?. Gracias a ella es posible comprender el pasado y entender nuestro presente. El vínculo existente entre el hombre y el pasado, permite al historiador reconstruir el hecho histórico que va a seleccionar, para someterlo a la luz de la razón, interrogar al mismo en su totalidad, y obtener de éste, la información más nutritiva que le permita dar una interpretación del mismo. El hecho histórico por tanto “trata acerca de las relaciones existentes entre los individuos en el seno de la sociedad y acerca de las fuerzas sociales que determinan, 19 Bloch, Marc, introducción a la historia, trad. Pablo González Casanova y Max Aub, 4ª ed., México, F.C.E., 2002 (breviarios), pág. 47. 18 partiendo de las acciones individuales, resultados a menudo distintos, y a veces contrarios, a los que se proponían alcanzar aquéllos”. 20 Dada la circunstancia, el historiador debe ordenar los hechos en el tiempo detalladamente, seleccionar los que puedan favorecer más aún su investigación, puesto que puede perderse en el mar de información existente y no cumplir con los propósitos planteados en sus estudios. “Los datos, hayan sido encontrados o no, tienen que ser elaborados por el historiador, antes de que él pueda hacer uso de ellos: y el uso que hace de ellos es precisamente un proceso de elaboración”.21 Al cumplir ya con este requisito, el historiador podrá analizar, reflexionar e interpretar los hechos históricos y difundirlo dentro de la sociedad en la cual se hace participe también como hombre. “La Historia consiste en un cuerpo de hechos verificados. Los hechos los encuentra el historiador en los documentos, en las inscripciones, etc., lo mismo que los pescados sobre el mostrador de una pescadería. El historiador los reúne, se los lleva a casa, donde los guisa y los sirve como a él más le apetece.” 22 El historiador procura ser imparcial al momento de hacer historia, sin embargo, la mayor parte de las veces de forma inconsciente, no logra ser del todo objetivo, ya que como hombre que habita, crece e interactúa dentro de un complejo social, es difícil dejar de lado los elementos que lo constituyen como ser humano: las condiciones en las que escribe, su educación, cultura, religión, la 20 Ibidem pág. 69. 21 Ibidem pág. 22. 22 Ibidem pág. 12. 19 postura política e ideológica que sustenta, el nivel socio-económico en el que se encuentra y desde luego, sus experiencias personales. Juega a ser exigente consigo mismo, trata de ser objetivo y hábil para no caer en la parcialidad al momento de hacer una investigación histórica, lo cual le hace involucrar sus sentimientos, debilidades y pasiones al trabajar. Con lo anterior el historiador corre el riesgo de contaminar los hechos históricos con el virus de la subjetividad y elaborar una historia trillada, pues presentará tan sólo su peculiar punto de vista, pero nunca reflejará la realidad histórica verídica y precisa. En el circulo de los historiadores es muy común escuchar lo siguiente: “Hay que escoger los datos por su importancia, explicarlos acontecimientos como fueron realmente, y no dejarse influir por las simpatías personales”.23 ¿Acaso ser imparcial en una investigación, es del todo malo para un historiador?, ¿En los trabajos de un investigador, valen más los resultados de una persona imparcial que de una parcial? ¿lo idóneo para un trabajo histórico, es ser imparcial? Según Juan Brom: la parcialidad es inevitable y está no se encuentra peleada con la objetividad y veracidad del hecho histórico, es decir, “El historiador, ciertamente, no puede ser imparcial; pero esto no le impide ver y analizar los hechos, sus relaciones mutuas, sus causas y sus efectos”.24 El historiador no debe presentar los hechos históricos tal cual como los encontró, debe trabajarlos, clasificarlos, seleccionarlos, ordenarlos en el espacio y en el tiempo; teniendo también como obligación interpretarlos y difundirlos a la luz pública, “los hechos 23 Brom, Juan, Op. Cit. pág. 39. 24 Ibidem. pág. 41. 20 sólo hablan cuando el historiador apela a ellos: él es quién decide a qué hechos se da paso y en que orden y contexto hacerlo.”25 La Historia no es tan sólo un gran cúmulo de hechos muertos registrados en los documentos, que rescatan los acontecimientos más importantes de la sociedad. “Sin embargo, la Historia ofrece a cada individuo la posibilidad de trascender de su vida personal a su vida en grupo. Al hacerlo le otorga un sentido y a la vez, le ofrece una forma de perdurar en la comunidad que lo trasciende, la historia es una lucha contra el miedo, forma extrema de la muerte.” 26 Por tanto, entendamos que la historia analizará los hechos, las acciones y las consecuencias generadas por el ser humano en el tiempo, convirtiendo al mismo en un ser trascendente, dándole así su carácter histórico y salvándolo del inevitable olvido. La función del historiador no se centra tan sólo en la elaboración de la historia, no es un comunicólogo, pero si difunde lo que ha investigado, no es un sacerdote, pero si escucha y absuelve los errores del pasado e invita al hombre a no repetirlos. “Podría decirse que el historiador es el hombre a quien se le ha encomendado la tarea de disculpar ante sus contemporáneos la manera de vida de las generaciones pasadas. Su misión consiste en dar explicaciones por los muertos, no en regañarlos, entre otras poderosas razones por que no puedo imaginar un empeño más vano”27 Tampoco es un arquitecto pero sí construye la realidad histórica de las sociedades; teniendo como cimiento al hecho histórico que es el que detiene la estructura y el que le da forma al 25 Carr, Edward, Op. Cit. pág. 5. 26 Ibidem. pág. 5. 27 O´Gorman, Edmundo, Crisis y porvenir de la ciencia histórica, tesis para obtener el grado de Doctor en Historia, México, UNAM, 1947, pág. 10. 21 pasado, para así entenderlo en nuestro presente. El historiador no es espiritista, pero si pone en contacto al pasado, mundo de los muertos, con el presente mundo de los vivos. Este proceso que vincula al pasado y presente de ser bien trabajado por el historiador, y dará como resultado una proyección a futuro. Como ya mencioné, el historiador, tiene la tarea de divulgar a los otros, sus aportaciones generadas en la investigación histórica. Pero no sólo se trata de pregonar dicha contribución a ciertos sectores de la sociedad, pues de lo contrario limitaría su trabajo al autoconsumo, es decir, escribir tan sólo para los historiadores. Para no caer en el autoconsumo, el historiador debe utilizar un lenguaje claro y digerible, que le permita dar a entender lo que quiere comunicar, tanto a doctos en la materia como ha cualquier tipo de persona ajena a esta actividad. “El investigador puede desempeñar su papel en muchas formas, válidas todas ellas. Deberá procurar siempre, para ser eficaz, utilizar un lenguaje adecuado al público receptor; éste puede ser un grupo especializado en un aspecto muy determinado, el gremio de los historiadores en general, al estudiante de la especialidad, el alumno que ve la historia como una materia de cultura general, o también el público que la recibe en forma de libro u otro tipo de exposición.” 28 El campo de trabajo del historiador, parecerá muy limitado, porque tan sólo se centra en tres vertientes: la investigación, la docencia y la difusión. Las tres, se encuentran estrechamente relacionadas entre sí, pues para poder divulgar el hecho histórico, es necesario investigarlo y transmitirlo primero de una manera 28 Villoro, Luís, El sentido de la historia en: Carlos Pereira, Historia ¿para qué?, México, Siglo XXI, 1998 pág. 86. 22 objetiva y veraz, posteriormente se debe dominar a la perfección el tema del cual se va a hablar y por último manejar un lenguaje comprensible para el tipo de personas al cual se quiere comunicar lo ya analizado. Sin embargo, a pesar de sólo ser tres áreas de trabajo en las que el historiador puede hacerse participe, es sin duda la investigación, la que resulta más atractiva para éste, ya que trabaja directamente con los documentos que son el alma y esencia de la historia misma y de su quehacer como profesionista. En ellos, se encuentran registrados los hechos históricos de un determinado lugar y tiempo, pero sólo cobraran vida estos, cuando el historiador decida apelar por ellos y difundir su verdad histórica a la sociedad. Algunos otros historiadores prefieren la actividad docente para ejercer su oficio. En ella, encuentran un amplio desarrollo no sólo a nivel académico, sino también a nivel personal. La enseñanza de la historia tiene la posibilidad de acercar al historiador a la comunidad en la cual se encuentra inmerso; pues trata directamente con los educandos de la sociedad y es con ellos con quien tiene la obligación de fomentar la conciencia histórica, es decir, formar alumnos críticos, analíticos y reflexivos, capaces de entender su presente a través del vinculo que existe con su pasado. La difusión es un área que todo historiador desea alcanzar, ya sea de forma escrita o narrada. La primera suele ser la más ambiciosa y atractiva; siendo la meta que todo historiador desea obtener: ser publicado y leído en diferentes lugares y por que no, en distintos idiomas. La segunda, aunque no es la finalidad de todos los historiadores, va acompañada de una buena 23 información en el ámbito de la investigación y en la constante práctica de la enseñanza de la historia. Ya que hablamos de los documentos, es importante puntualizar que el historiador se ve obligado a verificar la autenticidad de los mismos, “para ello puede valerse de muchos auxiliares, como la determinación de la antigüedad del escrito con métodos químicos, la radioactividad, grafológicos, estratigráficos, otros”.29 No obstante, coincido con Juan Brom, en que el hecho de saber la autenticidad del documento, no garantiza que la información contenida en éste, sea verdadera. Existen dos tipos de documentos, que proporcionan información al historiador: las fuentes directas o intencionales y las indirectas o no intencionales 30. Las directas son las que fueron elaboradas con el propósito de informar o comunicar un hecho trascendental a la posteridad y aunque algunas son difíciles de encontrar, las existentes y al alcance del historiador, nutren más la información que éste quiera recabar de ellas. Las fuentes indirectas: carecen de intención, es decir, no tienen como finalidad tratar de proporcionar información. Pero a pesar de ello logran transmitirla, por consiguiente, permiten al investigador reconstruir la realidad histórica. Algunas corresponden al periodo en el que se suscita el acontecimiento, por lo cual son consideradasprimarias, por ejemplo: cartas, memorias, inscripciones, diarios, libros, periodicos, etc. Las secundarias, pueden ser consultadas en ausencia de las primeras, ya que aunque no se hayan elaborado en el tiempo 29 Brom Juan, Op.Cit. pág. 31. 30 Ibidem. pág. 41. 24 mismo del proceso histórico, logran aportar información para la investigación histórica. Algunas se encuentran de forma escrita, otras tantas, se recopilan a través de la narración. 25 1.3 EL SENTIDO DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA Hablar de Historia y del sentido útil que tiene en la actualidad, nos remonta a las constantes respuestas que dan los alumnos en los distintos niveles escolares en general: “no me gusta”, “es aburrida”, “soy malo para las fechas y los personajes”, “no sirve de nada”, “no tiene sentido ni utilidad”. Para abordar este apartado debo partir de las siguientes interrogantes, las cuales se responderán a lo largo del mismo. ¿Para qué estudiar Historia? ¿Cuál es el sentido de la misma? ¿Por qué es importante cursarla? En primera instancia considero que el alumno al llegar al nivel secundaria, cuenta ya con una visión o idea equivocada de lo que es esta ciencia. Debido a que en el nivel básico primaria, es el normalista el encargado de impartir esta asignatura y otras tantas como las matemáticas, español, geografía, civismo e inclusive las de carácter artístico y deportivo, (esta situación se presenta tanto en el sector educativo público como en el privado en gran parte de la Republica Mexicana). Con tantas asignaturas y programas que cubrir y desarrollar, ¿será capaz el normalista de despertar en el interés y gusto por la Historia o por alguna otra asignatura en los alumnos a tan temprana edad? Yo no creo que se cubra del todo este cometido, pues son tantos los temas que analizar, las materias que estudiar, los conocimientos significativos que dejar en los alumnos, demasiados jóvenes en el aula para el profesor, tan pocas las horas de clase, 26 tan baja la paga y tan escaso el reconocimiento para el profesorado de este nivel, que el incentivo por permanecer en la práctica magisterial día a día se reduce y, por ende el gusto por la Historia o por alguna otra asignatura es vago. Por tanto, considero que el nivel básico primaria es de gran importancia, pues de éste dependerá en gran manera, el gusto o el rechazo no sólo por la Historia sino, también por cualquier otra asignatura o disciplina en sus egresados. Con esta problemática queda por entendido que si al llegar al siguiente nivel educativo secundaria, no hay un especialista que le imparta esta asignatura para que le interese, incentive e inclusive motive al alumnado en general en el ámbito histórico, los estudiantes seguirán viendo a la Historia como una materia de relleno, es decir, una asignatura que se debe cubrir obligatoriamente en un plan de estudios para aprobar el nivel en curso. Decía Jesús Hurtado Tinajero, alumno del 2º G (generación 2000-2003 de este plantel), que hoy es nuestro objeto de estudio: “la Historia no me va a resolver ningún problema que yo tenga en mi casa o en la escuela, pero sí me va a dar una calificación para salir de la misma y con ello conseguir trabajo, seguro que la estudio”. He aquí la importancia que considero tiene el historiador como docente en este nivel, puesto que puede cambiar en los alumnos esta visión errónea y burda con la que ingresan acerca de la Historia. Haciéndola atractiva, objetiva, viva y útil en la vida de los mismos; bien lo dice Marc Bloch “los historiadores debemos reflexionar, porque es posible que si no nos ponemos en guardia, la 27 llamada historia mal entendida acabe por desacreditar a la historia mejor comprendida”. 31 Por lo anterior, queda claro que uno de los factores principales que contribuyen a formar el gusto o disgusto de cualquier disciplina en los educandos es el profesor. Ya que si éste domina la materia y la imparte con distintas técnicas o metodologías, logrará atrapar a sus alumnos en el proceso de enseñanza aprendizaje, fomentando el gusto e interés por la misma. Cabe resaltar que el nivel secundaria es una de las etapas más significativas en la vida académica de los jóvenes, por tanto, es el momento clave para generar en ellos una conciencia crítica y reflexiva del mundo, su presente y del proyecto de vida que tengan para el futuro. ¿Por qué estudiar Historia en secundaria? Porque permite al alumno conocer el proceso social, es decir, saber cuáles son los factores y causas que han transformado su entorno, al mundo y a las sociedades en un determinado tiempo y espacio; permitiéndole analizar a su vez las consecuencias de lo que hoy en día es su país, lugar en el cual vive, interactúa y forma parte. ¿Cuál será entonces el sentido de la enseñanza de la Historia en los alumnos de secundaria? Que a través del estudio del pasado, adquieran una identidad cultural, ideológica y social, respecto al papel que juegan como integrantes de una comunidad, de la manera más responsable y consciente, para convertirse en individuos críticos, reflexivos y analíticos, capaces de enfrentarse a 31 Bloch, Marc, Op. Cit., pág. 10. 28 cualquier problema en estos tiempos tan vertiginosos de cambio, violencia, confusión, globalización y deshumanización. CAPITULO II Aspectos Educativos “Para adolescentes actuales, para aquellos que viven un mundo lleno de inseguridades, de acomodos, de parapetos materiales que sus mayores han legado, la historia es el relato tedioso de una batalla que no es la suya, la relación de penalidades que otros sufrieron y que ellos no padecen”. Justo Serna CAPÍTULO II ASPECTOS EDUCATIVOS 2.1 BREVE HISTORIA DEL NIVEL SECUNDARIA La segunda década del siglo XX trajo importantes cambios, no sólo en la vida política, económica y social de la nación mexicana, sino también en el ámbito cultural. Este importante cambio fue de carácter educativo y dio inicio después de una revolución que dejó devastado materialmente al país. El régimen Porfirista creó escuelas primarias y normales con la intención de modernizar a México. Su política favoreció notablemente a las clases medias y altas y abandonó totalmente a los sectores populares. Sin embargo, al reorganizarse el país, se da un giro significativo en el ámbito de la política educativa. Debido a que el gobierno del general Álvaro Obregón dio continuidad al proyecto educativo de Díaz, su mandato permitió la primera reforma social cuyo objetivo fue federalizar la educación.1 Esta reforma tomó en cuenta a todos los sectores sociales del país sin excluir ninguno. El encargado de desempeñar dicha función fue José Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional de Méxicoen esa época. Durante su cargo, el estado posrevolucionario pretendía consolidarse y desarrollar un proyecto económico, lo cual sólo sería posible mediante la creación de un modelo educativo que impulsara el desarrollo de la población, pues en ese periodo en el país imperaba el analfabetismo; tan sólo para el año de 1920 se estima aproximadamente que 85% de la población era iletrada.2 El 3 de septiembre de ese mismo año, se creó la Secretaría de Educación Pública con el propósito de superar el atraso educativo de millones de mexicanos. A través de este organismo 1 Latapi, Pablo, Un siglo de educación en México, México, CONACULTA, 1998, pág. 115. 2 Ibidem pág. 111. federal, el Estado aplicaría en todas las instituciones educativas oficiales los principios de laicismo y gratuidad. Otro de los objetivos centrales que tuvo la SEP en esta época fue “ salvar a los niños, educar a los jóvenes, redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir una cultura ya no de castas, sino de todos los hombres”. 3 Con la apertura de la SEP, dio inició la llamada educación popular en México. La década de los veintes también se caracterizó por la creación de nuevas instituciones educativas como: la Escuela Rural, el Instituto Nacional del Magisterio de Segunda Enseñanza, la Escuela Nacional Preparatoria, etc., todas con el propósito de brindar sus servicios a los sectores sociales que conformaban al país en ese periodo. 4 El 29 de agosto de 1925 se creó por decreto presidencial la Educación Secundaria, como ciclo intermedio entre la primaria y la preparatoria. De acuerdo con la Constitución, (artículo tercero constitucional y la ley general de educación), la educación básica abarca un año de preescolar (antes jardín de niños) seis de primaria y tres de secundaria.5 La educación primaria y secundaria son un derecho para los mexicanos y es obligación del Estado ofrecerla a todos los residentes del país en edad de asistir y los padres tienen la obligación de enviar a sus hijos a la escuela, según el artículo treinta y uno de la Constitución.6 En este mismo año se expidió otro decreto presidencial por el cual se creó la Dirección de Educación 3 Ibidem pág. 115. 4 Ibidem pág. 118. 5 ley Federal de educación, 1993. Cámara de Diputados XLIX legislatura. 195 Págs. Cap. I, Art. 3º pág. 07. 6 Latapi, Pablo, Op. Cit pág. 114. Secundaria, para administrar y organizar el nivel en forma propia.7 Las escuelas secundarias pretendían estar al servicio de la adolescencia, el servicio buscaba ofrecer la oportunidad a todo aquel que tuviera aspiraciones de superarse, abriéndose tan sólo cuatro escuelas secundarias en la Ciudad de México. Para el mejoramiento y desarrollo de la educación secundaria, se fundaron dos institutos: el de Preparación y Perfeccionamiento de los Maestros de Escuelas Secundarias y el Nacional del Magisterio de Segunda Enseñanza.8 Posteriormente en los años cuarentas, se hizo la distinción entre la Secundaria General y la especial. En el año de 1958, se creó la Subsecretaria de Enseñanza Técnica Superior y la Dirección General de Enseñanza Tecnológica Industrial y Comercial 9 En ese mismo año se introdujo por vez primera el concepto de Secundaria Técnica, el cual tenía como propósito, además de la formación en las áreas científicas y humanísticas, desarrollar actividades tecnológicas de aprendizaje que proporcionaran un adiestramiento para incorporarse al mercado de trabajo, en caso de no continuar sus estudios. El 2 de septiembre de 1966, se inició un plan experimental de Telesecundaria en circuito cerrado. Fue el curso de segunda enseñanza encaminado a satisfacer los requerimientos de aquellas localidades en donde no era posible por su pequeña población que llegaran a establecer servicios formales. 7 Domínguez, Aída, “Educación media básica, evaluación y alternativas”. En: Revista del Consejo Nacional Técnico de la Educación. No. 37., (Julio-Septiembre 1997), México, FLACSO, 1997, pág. 106. 8 Ibidem. pág.103. 9 Ibidem. pág. 102. En 1975, se pone en marcha un proyecto experimental de acreditación de estudios abiertos, dirigidos a los mayores de 15 años: así surgió la Escuela Secundaria Abierta y la Secundaria para Trabajadores. Creándose más tarde en el año de 1978 las Direcciones Generales de Educación para Adultos, de Acreditación y Certificación. En enero de 1981, la Subsecretaria de Educación Básica se dividio en dos importantes dependencias con el fin de administrar, controlar y evaluar mejor los servicios escolarizados de la misma, éstas son: la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) y la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST), sin olvidar por supuesto, la unidad de Telesecundaria. Queda claro que a partir de la década de los veintes en México, fue la SEP el organismo encargado de monopolizar la llamada educación básica en las diferentes modalidades: la Secundaria General, Secundaria Técnica, la Secundaria para Trabajadores o Abierta y la Telesecundaria, labor que en un inició llevaba acabo la Universidad. Ya he hablado del nivel básico secundaria y de algunas de las aspiraciones y metas que éste busca. Sin embargo, ¿Qué se entiende por nivel básico secundaria? ¿Qué elementos característicos lo complementan? ¿Cuáles son los objetivos que busca dicho nivel? La educación secundaria es parte del sistema educativo mexicano. Conjuntamente con la primaria y preescolar proporcionan una educación básica que pretende formar integralmente al educando y prepararlo para que participe positivamente en la transformación de la sociedad. Como ya se mencionó, el servicio va dirigido a jóvenes y adultos egresados de la educación primaria; los primeros tienen la oportunidad de cursar sus estudios de forma escolarizada y los segundos en el sistema abierto. El tiempo de duración es de tres años, en los cuales se analizarán una serie de contenidos programáticos de gran importancia y trascendencia, no sólo para la vida académica de los alumnos, sino también para su vida cotidiana. La Escuela Secundaria General prepara al alumno para ingresar a niveles posteriores, tiene una duración de tres años y generalmente atiende a grupos de jóvenes en edades que van de los 12 a los 16 años. Las escuelas se encuentran ubicadas principalmente en comunidades urbanas con un alto índice demográfico. Su plan de estudios puede encontrarse por materias hoy en día, aunque en la reforma de 1975 su plan de estudios optó por las áreas; regresando de nueva cuenta en 1993 a la impartición de conocimientos por materias; cuenta con maestros especializados, talleres y laboratorios.10 La Escuela Secundaria Técnica, además de preparar al estudiante para continuar sus estudios en el nivel medio superior, le ofrece la oportunidad de incorporarse al mercado de trabajo, a través de una formación tecnológica de carácter propedéutico y / o terminal. Las especialidades que se imparten son muy diversas como: tecnología industrial en computación, soldadura y forja, construcción, industria del vestido, tejido mecánico, carpintería, mecanografía, etc. Atiende de igual manera que las secundarias generales, adolescentes en edades de 12 a 16 años y su duración es de tres años también. Es en ésta donde se ubica nuestro objeto de estudio y lo analizaré más detalladamente en otro apartado. 10 Ibidem. pág.106. La Telesecundaria es la institución educativa que ofrece a los jóvenes su instrucción a través de la televisión y de diversos materiales didácticos impresos. Cada grupo es atendido por un maestro quecoordina las actividades complementarias y cuida el aspecto formativo de los educandos. Este organismo se ubica principalmente en las zonas rurales, su duración es de tres años y los egresados pueden optar por ingresar al nivel medio superior. La población adulta puede cursar sus estudios en dos diferentes tipos de establecimientos: la secundaria abierta y la secundaria para trabajadores. La Secundaria Abierta se ofrece a través de las unidades de servicio de educación básica y se basa principalmente en el autodidactismo. Para este nivel los estudiantes cuentan con libros especializados para este sistema; su duración dependerá del propio estudiante, también pueden ingresar al nivel medio superior. La Secundaria para Trabajadores es la educación que se imparte a los jóvenes y adultos mayores de 15 años que cuentan ya con algún empleo y que hayan concluido con sus estudios de primaria; los alumnos deben presentar una constancia de trabajo, generalmente se ofrece en turnos nocturnos en escuelas secundarias generales. Se caracteriza por no contener en sus planes de estudios actividades tecnológicas ni talleres, su duración es de tres años.11 Los objetivos de la educación media básica han cambiado con el paso del tiempo, pero en esencia siguen siendo los mismos en las constantes reformas por las cuales ha atravesado la educación en México. A continuación reproduciré los más importantes: 11 Ibidem pág. 109. 1.- Propiciar que se cumplan las finalidades de la educación, de acuerdo con la filosofía social derivada de nuestra Constitución y de la Ley Federal de Educación. 2.- Proseguir la labor de la educación primaria en relación con la formación del carácter, el desenvolvimiento de la personalidad crítica y creadora, y el fortalecimiento de actitudes de solidaridad y justicia social. 3.- Estimular el conocimiento de la realidad del país para que el educando al valorarla esté en condiciones de participar en forma consciente y constructiva en su transformación. 4.- Inculcar en el educando el amor y el respeto al patrimonio material y espiritual de la nación, capacitándolos para que lo aprovechen en forma racional y justa. 5.- Lograr una formación humanística, científica, técnica y artística que permita al educando afrontar las situaciones de la vida con espontaneidad, seguridad en sí mismo y economía de esfuerzo. 6.- Proporcionar una sólida formación moral que propicie el sentido de responsabilidad, servicio, y el respeto a otras manifestaciones culturales a los derechos de los demás y a la dignidad humana. 7.- Promover las actividades encaminadas a la formación de hábitos y actitudes deseables respecto de la conservación de la vida, la salud física y mental del educando. 8.- Propiciar al educando las bases de una educación sexual orientada hacia la paternidad responsable y la planeación familiar, con respeto a la dignidad humana y su menoscabo de la libertad. 9.- Ofrecer los fundamentos de una formación general de ingreso al trabajo y para el acceso al nivel superior. 10.- Profundizar en el conocimiento y el seguimiento del educando en cuanto a su desarrollo integral y a su adaptación al ambiente familiar, escolar y social, para orientar sus capacidades, intereses e inclinaciones y ayudarlo a lograr su plena realización. 11.- Intensificar la formación del educando en cuanto a la significación auténtica de los problemas demográficos, a la urgente necesidad de contribuir a mantener el equilibrio ecológico. 12.- Desarrollar en el educando la capacidad de aprender para que esté en posibilidad de participar mejor en su propia formación, considerada ésta como un proceso permanente a lo largo de su vida.12 2.1.1 LA REFORMA EDUCATIVA DE 1993 EN LOS PLANES Y PROGRAMAS DE ESTUDIO DEL NIVEL SECUNDARIA. La secundaria comenzó a considerarse parte de la educación básica mexicana en el programa de modernización educativa del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), adquiriendo su carácter legal en 1993, al modificarse el artículo tercero constitucional con el objetivo de que se integrara junto a la primaria un ciclo de educación básica obligatoria de nueve grados, tres años después, de los seis de primaria. Así se intentaba poner fin a viejos debates sobre la definición de este ciclo educativo, que desde su surgimiento en 1925 se encontró ante una disyuntiva: ser el hilo conductor entre la educación primaria y la educación media superior. 12 Ley Federal de educación. Op. Cit. pág. 53. Esta reforma es de gran importancia, debido a que por muchos años, este nivel ha sido descuidado por la planeación educativa y por el Estado mismo, encasillándolo únicamente como el puente a cruzar entre los niveles bajos y altos. Por lo cual, a partir de este año, las autoridades y el país enfocaron sus miradas en el mismo, reflexionando y valorando más la importancia sustancial que esta esfera educativa presenta desde que inició en la década de los veinte, obteniendo así, su reconocimiento individual, autónomo y trascendental en la sociedad mexicana. El plan de estudios de la educación secundaria y los programas que lo constituyen son resultado de un largo proceso de consulta, diagnóstico y elaboración iniciado en 1989, en el cual fueron incluidos de manera conjunta los niveles de educación preescolar, primaria y secundaria. En estas actividades, se contó con la participación de distintos órganos sociales como: maestros, directivos escolares, padres de familia, centros de investigación, representantes de organismos sociales y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Para la elaboración de este Plan Nacional de Desarrollo de 1989-1994, se realizaron los estudios necesarios para determinar los principales problemas de educación, las alternativas y/o soluciones a los mismos y las estrategias, prioridades y posturas definidas por el gobierno y las autoridades de educación del país. El Programa para la Modernización educativa 1989-1994 resultó de esta etapa de consulta; estableció como prioridad la renovación de los contenidos y los métodos de la enseñanza, el mejoramiento de la formación de maestros y la articulación de los niveles educativos que conforman la educación básica. Para lograr la reconstrucción de los mismos, la Secretaría de Educación Pública, inició la evaluación de los planes y programas de estudio, considerando simultáneamente los niveles de educación primaria y secundaria. Como una primera propuesta, en 1990, fueron elaborados planes y programas experimentales para ambos niveles, que fueron aplicados dentro del programa denominado “Prueba Operativa” en un número limitado de planteles, con objeto de probar su pertinencia y viabilidad. Esta prueba piloto, echada a andar a principios de la década de los noventas, generó un sinnúmero de discusiones e inconformidades entre los propios actores de la educación. Y para poder calmar las turbias aguas, las autoridades federales y de la SEP, consideraron pertinente llevar a efecto una consulta para su aprobación final en el interior del gremio educativo. Los principales temas a discusión fueron: el fortalecimiento en primaria y secundaria de las asignaturas de Español y Matemáticas, debido a que la primera ayuda a los alumnos a desarrollar la capacidad de expresarse oralmente y por escrito de forma precisa y clara; y a la comprensión de textos en sus diferentes presentaciones: informativos, prácticos y literarios. La segunda contribuye a la aplicación de la aritmética, álgebra y geometría en el planteamiento y resolución de problemas en la vida cotidiana de los individuos que cursan este nivel y para entender y organizar información
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