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FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
LA ESTRUCTURA DEL CUENTO MARAVILLOSO
EN TRES OBRAS DE CARMEN ríN GAITE
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T E S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN LETRAS nrsrÁNICAS
P R E S E N T A
KARLA RICHTERICH SUÁREZ
CIUDAD UNIVERSITARIA, MEXICO D.F. 2005
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ASESOR: JOSE MARÍA vitiARiAS: ZUGAZAGOITIA
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La estructura
del cuento maravilloso
en tres obras
de Carmen Martín Gaite
Karla Richterich Suárez
A sabios y monstruos
que hicieron posible
la conformación
de este héroe
Me miras y me convierto en dragón y
mariposa
cuando sólo soy un pez y nadar puedo
en los aires.
Llegas a creer que vuelo cuando
nado ...
Pero siempre nos encon tramos en el
anda r de la luna
o en un guisado de faisán relleno de
trucha.
Quien sabe a lo mejor soy un pez con
cara de hombre...
K.
ÍNDICE
Introducción
1. La novela en España: desde el fin de la Guerra Civil a la actualidad 5
1.1. La novela de la posguerra y la generación de medio siglo 6
1.2. La novela de la transición (1975-1981) 10
1.3. La novela de la democracia (1981- la actualidad) 12
1.4. La novela escrita por mujeres 15
2. Carmen Martín Gaite 21
2.1. Detrás de las letras: vida y obra 21
3. Las novelas-cuento de Carmen Martín Gaite 44
3.1. 'La morfología del cuento ' de Vladimir Propp 45
3.1.1. Vladimir Propp ante la critica 45
3.1.2. 'La morfología del cuento' y otras investigaciones 47
3.1.3. La función de los personajes 50
3.2. Definición de novela-cuento 52
3.4. Las historias 53
3.4.1. 'Dos cuentos maravillosos ' 54
3.4.2. Las dos 'Reinas de las Nieves' 57
3.4.3. Las dos 'Caperucitas' 62
3.5. Comparación estructural de las historias 66
3.5.1. 'Dos cuentos maravillosos ' 67
3.5.2. Las dos 'Reinas de las Nieves' y las dos 'Caperucitas' 72
Conclusiones 83
Introducción
LA ESTRUCTURA DEL CUENTO MARAVILLOSO EN TRES OBRAS
DE CARMEN MARTfN GAITE
Introducción
Carmen Martín Gaite , escritora española, ganadora de múltiples premios literarios, es
considerada como una autora sobresaliente en el mundo cultural español. Ha obtenido
no sólo el reconocimiento de sus compatriotas sino a nivel mundial, particularmente en
Estados Unidos donde impartió algunos seminarios.
Su lenguaje conversacional -como 10 denominan algunos críticos-: simple, cla-
ro y poético , permite que sus obras fusionen de manera sublime la narrativa con la poe-
sía. De modo que sus historias alcanzan niveles más allá de lo racional, invadiendo ám-
bitos emotivos que enriquecen la lectura .
Perteneciente a la generación de medio siglo, Martín Gaite es una autora que ere-
ce con su tiempo, y que se preocupa principalmente por 10 que sucede al interior del in-
dividuo. Su temática gira en torno a la búsqueda de la identidad, la libertad y de un inter-
locutor al cual dirigirse. El tiempo de su escritura es pausado y la riqueza no se encuen-
tra en la variedad de sucesos que se entremezclan , sino en el hilar las historias hasta ob-
tener un tejido -visión global- que permite contar con una noción más amplia y personal
de los hechos . Pero en este proceso, en verdad secundario, profundizamos en los deseos
íntimos de los personajes , en su problemática y sobre todo en su concepción del mundo
cargada de imágenes y poesía que hacen de la lectura una experiencia inigualable.
En torno a la obra de Martín Gaite se han realizado múltiples estudios desde los
más diversos puntos de vista, entre los cuales se encuentran el de Emma Martinell',
I Ver Emma Martinell. El mundo de los objetos en la obra de Carmen Martin Gaite. Cáceres: Universidad de
Extremadura, 1996. 285 pp. Y Martinell. Hilo a la cometa. La visión, la memoria y el sueño. Madrid: Espasa
Calpe, 1995. 243 pp.
Introducción 2
principal investigadora de la obra de la autora y a quien citaré también en este trabajo.
Su estudio resalta la importancia de los objetos y los símbolos, con lo que confirma la
preocupación de la autora por el interior del individuo. Interesada en la intimidad de sus
personajes, sus obras necesariamente se llevan a cabo en espacios interiores en donde
los objetos adquieren una importancia por la carga de sucesos que ellos mismos guar-
dan. De modo que memoria, sueño, espejo y ventana adquieren un significado a través
de toda su obra en cuyos símbolos encuentran respuesta los mismos personajes.
José Jurado', por su parte, realiza un estudio cronológico de la obra de Martín
Gaite basado en tres etapas históricas de España: la posguerra, la época de transición y
la democracia, obteniendo como resultado un análisis de las consecuencias históricas
que se reflejan en la obra de la autora en "los temas, los personajes y locaciones tem-
porales o los marcos espaciales elegidos [que] varían en dependencia directa de la so-
ciedad que los hace nacer y los ha de acoger").
Ahora bien, a pesar de que la narrativa de Carmen Martín Gaite no sufre jamás
cambios bruscos, sí parece evidente que en los ochenta y noventa dedica gran parte de
su tiempo a la creación de textos infantiles de inspiración tradicional-clasificación pro-
puesta por José Jurado-, y cuyas bases se sitúan en la narrativa de corte folclórico. Es-
to se refleja de forma evidente en las siguientes novelas -o novelas-cuento como las de-
nomino-: Dos cuentos maravillosos, Caperucita en Manhattan y La Reina de las Nie-
ves, a las que se ceñirá este trabajo'.
Este estudio pretende demostrar cómo y hasta qué punto se encuentran elemen-
tos de la literatura tradicional en las obras antes mencionadas. Para 10 cual haré una se-
2José Juardo . La trayectoria narrativa de Carmen Martín Gaite . Madrid : Gredos, 2003. 537 pp.
) Ibídem, p. 12
, La elección de estas obras se basa en la evidente estructura de cuento maravilloso presente desde el título en:
Dos cuentos maravillosos y en la posibilidad de hacer la comparación entre los cuentos originales y maravillo-
sos de Caperucita Roja y La Reina de las Nieves con las adaptaciones hechas por la autora. Sin embargo, con
esto no queda descartada la posibilidad de que el análisis pudiera aplicarse a otras de sus obras como Lo raro es
vivir. Carmen Martín Gaite. Barcelona: Anagrama, 1996. 229 pp., que pareciera tener algunos elementos más su-
tiles pero presentes de la estructura tradicional: la revelación del nombre de la protagonista casi al finalizar la his-
toria, la presencia del cuento de hadas en la vida de la protagonista, etcétera .
Introducción 3
rie de análisis utilizando La morfología del cuento de Vladimir Propp como base. La
presencia de la figura del héroe en un mundo contemporáneo dio respuesta a algunas
dudas existenciales posmodemas propias, razón por la cual surgió el interés en descu-
brir cómo se mantenía o no la función de los personajes de los cuentos originales -en el
caso de Caperucita en Manhattan y La Reina de las Nieves- y si los Dos cuentos ma-
ravillosos respetaban la estructura tradicional.
Cabe mencionar también que Lissette Rolón-Collazo' en su tesis de maestría ti-
tulada Figuraciones analiza los cuentos de hadas, considerandocomo tales a las mis-
mas obras a las que se ciñe esta tesis, con la intención de estudiar la función femenina
en los mismos, haciendo una comparación entre los modelos tradicionales y la nueva
propuesta establecida por Martín Gaite . Aunque su principal preocupación no se centra
en estas obras en particular sino en que hay puntos de contacto entre las representacio-
nes femeninas de Carmen Martín Gaite y las revistas femeninas, así como la revista Ho-
la, su investigación enriquece este trabajo con su visión culturalista, la cual le permite
afirmar que: "[ ...] los modos representacionales de la escritora salmantina no confor-
man un asentimiento absoluto , como ya se ha indicado, a lo posmodemo. [...] Los per-
sonajes en la obra de C.M.G . subvierten la anti-historia, apatía y crisis de la mímesis
posmodernista'".
El tercer capítulo de esta investigación, por tanto, se refiere al análisis puntual
de cada obra mencionada con anterioridad para saber si realmente las funciones -o ac-
ciones- de los personajes se mantienen y de qué modo. Todo esto basado también en
La morfología del cuento.
Ahora bien, éste es el último de los tres capítulos que conforman este estudio.
El primero trata de una consideración general de la novela española, partiendo de la
posguerra y llegando hasta la actualidad. De esta forma, resulta posible tener una visión
general de la novela española y de Carmen Martín Gaite en su contexto literario.
s Lisselte Rolón-Collazo. Figuracion es. Mujeres en Carmen Martín Gaite, r evistas fe meninas y ¡Hala!
Madrid: Iberoamericana, 2002 . 2 I4 pp.
• Ibidem , p. 195.
Introducción 4
Asimismo, hago una consideración específica de la novela escrita por mujeres ,
ya que la producción literaria femenina ha tenido un auge en los últimos tiempos y per-
mite hacer ciertas consideraciones de género.
Finalmente, el segundo capítulo se centra en Carmen Martín Gaite, en su tra-
yectoria literaria, estilo y obras en general, tomando en cuenta características importan-
tes, como su concepción de la literatura infantil, rasgo particularmente interesante, si
partimos de que las obras analizadas mantienen un estrecho vínculo con este mundo.
Lanovela en España ...
1. LANOVELA EN EsPAÑA: DESDE EL FIN DE LA GUERRA CML A LA ACTUALIDAD
El final de la Guerra civil española con el triunfo de Franco frente a los liberales en
1939, dio inicio a la época de posguerra : tiempo desolado, ambiguo, después de tres
años de lucha entre hermanos, de historias de traición, de exilio, de familias divididas
por sus creencias, dejando además camino abierto a un regimen totalitario, rígido y ce-
rrado a cualquier ideología que interfiriera con la suya. España se declaraba entonces
como núcleo ideológico independiente al resto de Europa, el desarrollo cultural estaría
regido principalmente por los valores exaltados en esta época: el catolicismo. Cual-
quier propuesta que pudiera atentar contra esto fue censurada. Y de este modo hubo un
retomo a esa inquisición devastadora, a esa censura del conocimiento para resaltar va-
lores en los cuales los roles de género estarían fuertemente establecidos: la mujer "pu-
ra", abnegada, dedicada al hogar y el hombre como proveedor de la casa, como autori-
dad, con mayor libertad'.
Asimismo, había un desequilibrio social, la separación radical entre la burgue-
sía y el proletariado: las desigualdades y la falta de educación propiciaban la existen-
cia de mundos tan dispares, tan restringidos y sin horizonte alguno, puesto que la edu-
cación estaba limitada por esa ideología que no permitía mayor desarrollo .
Los autores de posguerra se verían influidos por este ambiente de desolación
y sus obras, por tanto, estarían directamente cargadas de un realismo social como pro-
testa de lo que eran testigos. Sin embargo, no sólo toma esta dirección la novela de en-
tonces, algunos escritores no pueden evitar presentar lo que al interior del hombre su-
cede, olvidando un poco el contexto en el que se ven inmersos . Carmen Martín Gaite
es una de estas escritoras para quienes el mundo intimista no queda enterrado en el am-
biente general.
7
En el resto de Europa comenzaba a aflorar un pensamiento en el cual la mujer podia y quería obtener una edu-
cación para después considerar el desarrollo profesional como camino.
Lanovela en Espafía...
La novela de posguerra, así, está sujeta a los cambios políticos que influyen
en el hombre español. La muerte de Franco en 1975 determina el curso de la historia
de España y abre dos épocas: la de la transición (1975-1981) y la democrática (1982-
en adelante).
1.1. LA NOVELA DE LA POSGUERRA Y LA GENERACIÓN DE MEDIO SIGLO
Aunque resulta difícil catalogar el estilo de un grupo de autores por su generación, es
evidente en este caso, que efectivamente hay algunos elementos que los unen y que
permiten ubicarlos como entidad. "Los niños de la guerra' " o la generación de medio
siglo comparten principalmente su fecha de nacimiento, 1924 y 1925. Fecha de impor-
tancia puesto que presencian la Guerra civil cuando eran niños, y los recuerdos de ella
los marcan para siempre. Son la generación de "los que no hicieron la guerra, pero
asistieron a su acontecer y sufrieron las consecuencias de aquellos sucesos históri-
COS"9: una España aislada y una fuerte censura a cualquier forma de expresión . Ade-
más se trata de una generación que poco después de haber vivido la Guerra civil se en-
contraría inmersa en el ambiente de la Segunda Guerra mundial cuando apenas eran
unos adolescentes. No resulta, pues, extraña la denuncia social y el realismo con el cual
están cargadas sus obras literarias, su realidad había sido directamente atacada por pro-
blemas políticos y este estilo literario les permitía sugerir cambios por medio de la de-
nuncia. Sin embargo, no había entre ellos ningún tipo de consigna literaria; ni un ma-
nifíesto que delimitara su forma de escritura , tampoco existía una conciencia genera-
cional que los uniera ; la amistad, como dice Martín Gaite (1925-2000) en la entre-
vista de Teresa Rosenvinge, era lo que los unía: "Éramos un grupo de amigos unidos
un poco a Ignacio Aldecoa, que sufríamos las mismas carencias, y que no teníamos
8 Ver Josefina Aldecoa . Los niños de la guerra. Madrid : Ediciones Generales Anaya. 1983. 170 pp.
9 Pilar Samaniego. La narrativa breve de Carmen Martín Gaite. Salamanca : Plaza Universitaria, 1994. p. 25.
Lanovela en España...
tantos parecidos literarios como se nos han atribuido; y si los teníamos era porque
leíamos las mismas cosas'?".
Algunos de ellos se encontraron cuando estudiaban Letras en Salamanca: Ig-
nacio Aldecoa, Josefina Rodriguez, Rafael Sánchez Ferlosio , Alfonso Sastre, Medardo
Fraile, entre otros; algunos más coincidieron en su andar literario o ya como contem-
poráneos literarios: Ana María Matute, Carlos Barral, Juan Goytisolo y Juan Marsé.
Para Carmen Martín Gaite fue determinante tanto profesional como personal-
mente el encuentro en Salamanca con Ignacio Aldecoa y su grupo: ahí conocería a Sán-
chez Ferlosio, con quien compartiría muchos años de su vida; asimismo, serían quie-
nes la introdujeran al mundo literario extranjero, intercambiando algunas pocas traduc-
ciones que conseguían. Y aunque la mayoría de ellos nunca terminaría la licenciatura,
no abandonaron, sin embargo, su vocación de voceadores.
Todos ellos viven, pues, una atmósfera histórica cruda, una situación social de-
plorable y una precaria vida cultural. Sus obras entonces reflejan estos hechos : los es-
critores no pueden deslindarse de la realidad y presentan una crítica de aquello que mi-
ran. El realismo social revive en sus letras . Así, pues, es ésta la dirección principal que
toman sus publicaciones. Su papel ante la sociedad viene a reemplazar al del periodis-
ta, como afirma Carlos Luis Álvarez : "[la novela] venía a sustituir al periodismo , inca-
paz por varias razones de una descripción veraz de la realidad española'?', y aunque pa-ra Eugenio G. de Nora" no haya mayor aportación pues es un estilo ya utilizado con
anterioridad, para otros críticos: "sobrepasa la observación costumbrista mediante el
testimonio objetivo y social a favor del proletariado y en contra de la burguesía, y se
orienta hacia estados y conflictos en crisis a los que urge presentar una solución?" ,
lO Teresa Rosenvige. "Carmen Martín Gaite", Diario 16, 15 de octubre de 1988, citado en lbidem, p. 24.
11 Carlos Luis Álvarez. España perspectiva 1968, Madrid, 1969, p. 204, citado en lbidem, p. 16.
12 Eugenio G. de Nora . La novela española contemporánea. Madrid: Gredos. 436 pp.
13 Samaniego. Op.cit., p. 13.
Lanovela en España...
De modo que ésta es la esencia que toma la novela de posguerra aunque hay
tres grandes corrientes que la determinan:
La primera data de los años cuarenta, la llamada "novela existencial", cuya
temática se centra en la incertidumb re a la cual está expuesto el individuo. Los prin-
cipales autores son Camilo José Cela, Miguel Delibes y Carmen Laforet pertenecien-
tes, sin embargo, a la generación de "la inmediata posguerra" como el mismo Delibes
La "novela social", por otra parte, de principios de los años cincuenta está
considerada como la segunda dirección . Básicamente se trata de una novela que de-
nuncia todo lo que se experimenta socialmente en esos momentos. Rafael Sánchez
Ferlosio", Jesús Fernández Santos y Juan Goytisolo son los principales representan-
tes de este estilo.
Finalmente la tercera, "la novela dialéctica" o "nueva novela" , que se preo-
cupa por el conocimiento del individuo a través del análisis de su conciencia, así co-
mo del contexto social en el que está inmerso. Influida por la crítica formalista rusa,
por corrientes psicoanalíticas modernas y por el surrealismo , en ella se destacan auto-
res como: Luis Martín Santos, Juan Benet y Juan Goytisolo, que publican en los años
sesenta y setenta.
José Jurado, entre otros críticos, propone una categorización distinta en la
cual la novela de posguerra está igualmente dividida en tres: el realismo social, la no-
vela neorrealista y la metafisica. En la primera, la preocupación principal son los pro-
blemas sociales y siguen elementos estilísticos generales como: "planteamientos es-
tructurales esquemáticos y maniqueos, la presencia de personajes-clase y la pretensión
de concienciación social del lector?". La segunda, la neorrealista, sirve como cimiento
1<Delibes dice al respecto que su gene ración "viaja ba del brazo con 'l os niños de la guerra ' . Ver Miguel Deli-
bes. España 1936-1950: Muert e y resurrección de la nove la. Barcelona: Destino. 2004. p. 19.
" Esposo de Carmen Martín Gaite por casi veinte años y padre de sus dos hijos.
16 Jurado. La trayectoria.... op. cit .• p. 46.
Lanovela en España...
para las otras dos y conjuga la actitud testimonial y la pretensión espiritual. Mientras
que la metafisica se preocupa por las consecuencias espirituales que tiene la inserción
del hombre en la sociedad.
Cada crítico establece un poco los límites de la clasificación de cada autor y
las categorías. Mientras que para Jurado, Martín Gaite es parte del neorrealismo, pa-
ra Pilar Samaniego, la novelista salmantina no puede estar clasificada en ninguna de
las direcciones antes planteadas . Para ella, su literatura es por demás singular e inde-
pendiente a la generación del 50, tanto temática como estilísticamente. Su forma de
manifestar la realidad se encuentra en las profundidades de la conciencia del ser hu-
mano, de sus anhelos y deseos, con una voz más personal e intimista. Aunque en rea-
lidad es cierto que en su propia búsqueda de un estilo personal escribió algunas obras
(Entre visillos y La hermana pequeña) que podrían cumplir con las características de
su generación.
Uno de los factores aglutinantes de esta generación más allá de su estilo son
algunas editoriales, premios y revistas. En Madrid, la Revista española surge como es-
pacio para que aquellos autores comenzaran a publicar sus primeras obras. Fundada por
el entonces director de la editorial Castalia, Antonio Rodríguez Moñino -quien dejó la
dirección y redacción de la publicación a cargo de Aldecoa, Sánchez Ferlosio y Sastre-
, significó para esta generación un medio importante de reunión y expansión: sus pri-
meros cuentos y ensayos se darían a conocer en ella. La intención de esta publicación
era promover la creación literaria, ofrecer a los lectores textos con suma independen-
cia y estimular al pueblo español a expresar la frustración mediante el arte. Sus seccio-
nes fijas contemplaban muchas áreas artísticas como: música, arte, teatro y cine. Cada
una fue desarrollada por un autor y las colaboraciones enriquecieron su contenido dan-
do a conocer incluso entre la generación misma a sus propios contemporáneos. Con una
permanencia de año y medio -el primer número salió en junio de 1953 y el último en
Lanovela en Espafia... 10
febrero de 1955-, la Revista española implicó un espacio de expresión y compromiso
antes no ofrecido y aunque pocos fueron los números vendidos, su contenido ha sido
analizado por los criticos debido a la riqueza e implicaciones que tuvieron en la litera-
tura de la época.
La apertura que ofrecían este tipo de producciones permitieron a los autores
realizar traducciones de aquellas obras extranjeras por las cuales estaban más influen-
ciados, y que según Martín Gaite determinaban su escritura: la narrativa americana de
la lost generation: Dos Passos, Faulkner, Cadwell, Hammet, Hemingway, Steinbeck,
así como su generación contemporánea : McCul1ers, Styron y Capote; la literatura fran-
cesa de posguerra: Alain Robbe-Gril1et, Michael Butor, Marguerite Duras y Nathalie
Sarraute; y el neorrealismo italiano: Pratolini , Vittorini, Pavese y Silone.
Por otra parte, en Barcelona seria la revista Layle la que ofreceria este espacio
de expresión tan útil para autores que apenas comenzaran a publicar.
Finalmente, la generación de medio siglo busca y logra enriquecer su acervo
con el pensamiento y el estilo de autores ajenos a una situación política franquista. El
cine neorrealista italiano también se encuentra dentro de las grandes influencias de la
época, de manera que la novela encuentra nuevos caminos conforme la historia va per-
mitiendo nuevas formas de organización social y de enriquecimiento cultural.
1.2. LA NOVELA DE LA TRANSICiÓN (1975-1981)
La muerte de la dictadura se vislumbraba mientras Franco se hacía más viejo y nadie
parecía querer continuar en ese mismo estado de encierro. Con esa perspectiva se fue
consiguiendo una prensa menos censurada , más libertad política y sobre todo un cam-
bio paulatino en la forma de pensar de los ciudadanos. Algunos partidos políticos in-
cluso comenzaban a diseñar un nuevo proyecto de nación y la estrategia para poder to-
mar el poder. Por tanto, esta etapa no comienza necesariamente con la muerte de Fran-
co, sino que fue un proceso anterior a la caída del franquismo.
La novela en España...
Sin embargo, esta época de transición sufrió dos etapas: una de euforia ante la
liberación y la otra de desencanto; puesto que algunos pensaban que vivían peor que
durante el franquismo. Efectivamente los partidos políticos no tenían experiencia algu-
na en cuanto a democracia se trataba, lo cual causó confusiones políticas . Aunque po-
co a poco los españoles fueron acostumbrándose a la democracia y a los beneficios que
consigo traía.
La novela de la transición, por su parte, rompió con el realismo tan caracterís-
tico de sus narraciones para adentrarse más en los caminos del experimentalismo. Aun-
que esto no se consolidó como una tendencia en sí misma sino como mera novela de
transición en analogía con la situación política . Sin embargo, si la Guerra civil tuvo un
claro efe~to en la literatura -el realismo social antes mencionado- , la transición demo-
crática no definió de manera tan tajante una etapa de la otra, puesto que fue un proce-
soanterior a la muerte de Franco.
En el ámbito literario había también expectativas muy fuertes en cuanto a la
producción artística que se llevaría a cabo después de la apertura, seguida, claro, por
un desencanto, ya que los resultados no fueron tan impactantes como los de La familia
de Pascual Duarte de Camilo José Cela. Los efectos de esta liberación fueron paulati-
nos, los escritores poco a poco fueron abandonando los temas sociales y políticos para
incursionar en otros ámbitos como el lúdico, imaginativo, liberal, entre otros. Dentro
de los resultados de dicha escritura experimental se encuentran: Cerbero son las som-
bras de Juan José Millás (1974), Más la ciudad sin ti ... de Javier Mina (1986), Escue-
la de mandarines de Miguel Espinosa (1974) y Larva de Julián Ríos (1983).
De la tendencia del experimentalismo retomaron los escrítores años después la
novela tradicional "sin olvidar las nuevas técnicas, como la del contrapunto y las ac-
ciones paralelas? ". Técnicas como la secuencia, la intertextualidad y el montaje derí-
vados de la influencia del cine, video y la televisión, enriquecieron los elementos vi-
17 Román Gudarrama Cortés . La cultura del norte de México en la novela 'La reina del sur ' de Arturo Pérez
-Reverte. Tesis de maestría en Letras españolas en la UNAM: México, El autor, 2004. p. 11.
Lanovela en España... 12
suales de las narraciones. Así, el realismo se vio enriquecido tanto por el tratamiento
psicológico de los personajes como por la trama y la elaboración de estructuras más
complejas. Algunos autores importantes son: Eduardo Mendoza, Juan José Millás y Jo-
sé María Merino. De igual manera hubo un impulso a la novela histórica: motivada por
la curiosidad que causó el pasado sin olvidar los hechos verídicos : El himno de Riego
de José Esteban (1984), Las naves quemadas de Juan José Armas Marcelo (1982), Don
Manuela la agricultura de Bernardo V. Carande (1976) y El retrato oval de Juan Gil-
Albert (1977) son ejemplo de este género .
Finalmente, también en esta época de transición hubo una producción que unía
a la literatura con el reportaje cuyas obras características son: Los invitados de Alonso
Grosso (1978), El crimen de Cuenca de Salvador Maldonado (1979) y algunas obras
de autores como Rosa Montero , Manuel Leguineche y Ricardo Cid Cañaveral.
El surgimiento de los bestsellers y con ellos de la escritura superficial por en-
cargo resulta característico. Pero también aparecen múltiples premios literarios antes
escasos que fomentan la existencia y modus vivendi de muchos escritores de calidad .
1.3. LA NOVELA DE LA DEMOCRACIA (1982- A LA ACTUALIDAD)
Para 1985 el gobierno de Felipe González había logrado que España fuera miembro de
la Comunidad Europea -con todos los derechos y obligaciones que eso implicaba-, es-
to después de cuatro años de luchar contra el desempleo, problemas sociales, económi-
cos y culturales; así como con el aislamiento de la propia España. A diferencia de la po-
lítica de aislamiento que España había mantenido por siglos, en 1985 abría sus puertas
a la modernización. Consecuencia de esto son las olimpiadas de Barcelona en 1992 y
el nombramiento de Madrid como Capital de la Cultura Mundial, en el mismo año.
La novela, por su parte, contaba con una variedad de estilos -característicos de
la modernidad- e incluso con rasgos posmodernos. A este respecto encontramos m últi-
Lanovela en Espafía...
pIes interpretaciones de 10 que la posmodernidad trajo consigo a la literatura: "Además
de identificar lo posmoderno con la ironía, Eco 10relaciona con lo ameno?", mientras
que teóricos norteamericanos consideran que la novela posmoderna "consiste en supe-
rar contradicciones entre realismo e irrealismo, entre forma y contenido, entre literatu-
ra pura y literatura comprometida, entre narrativa de élites y narrativa de masas?",
El hombre posmoderno vive y actúa en un mundo fragmentado en el cual resul-
ta dificil tener una unión global del mundo. El sentido del destino queda difuso, el futu-
ro resulta tan incierto que el individuo se aferra al presente. Así, la noción de absoluto,
de completo o extremo queda sustituida por 10 fragmentario y relativo. Asimismo,
"hay una desconfianza hacia toda formulación sistemática de la realidad, [el
hombre posmoderno] se resiste a pensar en opciones alternativas" [oo .] "La
función narrativa pierde sus functores [sic], al gran héroe , los grandes peli-
gros , los grandes periplos y el gran propósito"?' '.
La temática de la novela de la democracia se sumerge en la búsqueda de iden-
tidad que sufre el individuo inserto en una sociedad que tampoco tiene muy claro su
rumbo. La confusión entre realidad y sueño es común, propiciada también por la tec-
nología (la saturación de información, así como la mult iplicidad de realidades posibles
provocan justamente este sentido de una realidad poco tangible o incluso el propio
cuestionamiento de la misma).
La novela de esta época -inmersa en la posmodernidad- tiene como caracterís-
tica principal la libertad temática y formal, así como la carencia de proyectos colecti-
is Ibidem, p. 15.
19 Idem.
20 G. Navajas. "Posmodernidad-Posmodernisrno, Critica de un paradigma", en Ínsula , núm. 570-571, junio-
julio de 1994, pp. 22-26, en Jurado. La trayector ia, op.cit ., p. 266, y Lyotard, La condición posmoderna .
Madrid: Cátedra, 1984, p. lO, en Ibidem, p. 267.
La novela en España... )4
vos y, por tanto, una consecuencia de todo ello, es la dificultad de reunir las obras en
grupos definidos, como sí ocurre en etapas anteriores.
Vasta fue la producción en los ochenta de autores jóvenes como: Alejandro
Gándara, Paloma Díaz-Mas, Ignacio Martínez de Pisón , Crist ina Fernández Cubas ,
Enrique Vila-Matas, entre otros . Algunos otros, procedentes del ámbito periodístico,
como Arturo Pérez-Reverte y de otros ámbitos como el universitario, en el caso de
Fernando Savater.
Los escritores a quienes hacíamos mención en un principio, pertenecientes a
la generación de medio siglo o incluso los de "la inmediata posguerra", continúan con
su producción . Sus obras cuentan ya con una larga trayectoria y tienen un claro estilo
desarrollado a través de los años. Aunque incursionan en distintos géneros y pasan por
distintas etapas, sobre todo ya no sufren de las condiciones históricas de la posguerra
española. Entre los más renombrados se encuentran Camilo José Cela, Miguel Delibes,
Carlos Barral , Juan y Luis Goytisolo , Juan Benet, Juan Marsé, Ana María Matute y
Carmen Martín Gaite.
Finalmente la producción de la época de la democracia está constituida tanto
por los escritores jóvenes como por los anteriores. Y la temática, según Guadarrama gi-
ra en tomo a:
La libertad imaginativa que permite 10 lúdico, 10 fantástico , 10placentero; el
regreso al relato, a la trama ; el cosmopolitismo o exotismo ; cierto aligera-
miento ideológico y literario que la emparenta con la literatura light: y el pos-
modernismo: la ironía y la parodia sirven para cuestionar no sólo los presu-
puestos de la modernidad sino de todos los aspectos culturales del mundo",
Carmen Martín Gaite es una de esas escritoras que comienzan a publicar en la
posguerra, pero cuyo pensamiento se va adaptando a su tiempo, encontrando en la pos-
21 Guadarrama Cortés . La cultura..., op. cit., p. 24
Lanovela en España... 15
modernidad una fonna de expresión que se adecua al pensamiento del hombre en bús-
queda de su identidad. De modo que sus primeros personajes encerrados detrás de los
visillos y dominados por el pensamiento masculino van evolucionando hasta convertir-
se en mujeres en busca de independencia e identidad, más aIlá de ser madres o esposas
e incluso plantean problemáticas como la de Leonardo -en La Reina de las Nieves-,
quien trata de desentrañar los más terribles secretos de su existencia, inmerso en un
mundo en el que la realidad parece dudosa o juguetona. Martín Gaite es entonces una
escritora que conoce su tiempo y su problemática yque no se anquilosa a una ideolo-
gía, puesto que avanza ante los conflictos a los que se enfrenta el individuo con los
cambios sociales.
1.4. LA NOVELA ESCRITA POR MUJERES
Las voces femeninas en la literatura de pronto tienen auge en el siglo xx, la razón prin-
cipal quizá se encuentre en la propia liberación femenina. Lo que le permite al género
tener presencia paulatina en todos los ámbitos profesionales y con eIlo en la misma es-
critura. Con lo cual no se niega la presencia de las escritoras a través de la historia, pues
Safo, Sor Juana Inés de la Cruz y muchas otras lograron en sus tiempos y a pesar de la
adversidad tener injerencia hasta la actualidad; sin embargo, eran pocos y raros los ca-
sos. Y así de la escasez y singularidad de los textos escritos por mujeres , en el siglo
xx, la pluralidad de los mismos permite a los críticos hacer consideraciones generales.
y por supuesto muchas veces vinculados al propio papel denunciador de la situación
social experimentada - no olvidemos que la transición de la mujer encerrada en el in-
terior de su casa al de la mujer como miembro activo del exterior es dificil y paulati-
na-o De modo que aunque algunos críticos desvalorizan la literatura escrita por muje-
res denominándola "literatura femenina" -t érmino erróneo puesto que en realidad se
Lanovela escrita por mujeres
refiere a las escritoras de novela rosa-, la intención justamente es conocer de qué manera
se ha visto enriquecida la producción literaria con estas nuevas voces y perspectivas .
En España , especialmente, el fenómeno de publicación de novelas escritas por
mujeres resulta más significativo, puesto que las circunstancias a las que la mujer se en-
frentaba eran de mayor atraso en comparación al resto de Europa . Razón por la cual qui-
zá resulte sorprendente la proliferación de escritoras en el último siglo : circunstancias
meramente sociales , políticas y demás que se han logrado vencer y que permiten hoy
día un enriquecimiento literario.
Partiremos pues de las novelistas de posguerra, pertenecientes a la generación
de medio siglo, quienes comenzaron sus primeras publicaciones con un tono de realis-
mo social que algunas superaron y otras prefirieron. Entre ellas se encuentra Carmen
Martín Gaite, quien renuncia a la visión costumbrista después de Entre visillos y a quien
se ciñe este trabajo. De ella y de Ana María Matute resulta peculiar desde el inicio un
estilo independiente a su generación: la escritura intimista, así como la construcc ión de
mundos fantásticos. Ana María Matute especialmente "ha oscilado entre la realidad his-
tórica, la recreación imaginativa y la profundización en varios temas recurrentes: la in-
justicia, el paso de la infanc ia a la adolescencia y la denuncia social'?' . Su obra más re-
conocida es Olvidado rey Gudú, en la cual construye de manera magistral todo un mun-
do mítico ; también cont inúa historias infantiles como El verdadero final de la Bella
Durmiente partiendo del "y vivirán felices para siempre". De este modo , rompe con al-
gunas ilusiones sociales y presenta la problemática a la que se enfrentan los personajes
después del matrimonio de manera , además, sumamente ingeniosa.
Por su parte , Josefina Rodríguez o Aldecoa -después de su matrimonio con Ig-
nacio Aldecoa-, mantiene un estilo reali sta y de denuncia social. En Historia de una
maestra queda claramente dibujada la situación de la educación rural , la miseria e in-
22 Cris tina Aparicio . www literaturas com/escrjt orasCrjstjnaAllar jcio lnm., p. 2
La novela escrita por mujeres
justicia a la que se enfrentan los maestros y habitantes de los pueblos en la posgue-
rra. Su intención es de denuncia y su estilo ágil y agradable, sin embargo , parece que
no trasciende más allá de su momento histórico . Es decir, que aunque su lectura enri-
quezca los conocimientos sobre la vida en el franquismo, la temática misma se limita
a esa época.
Las novelistas de la transición resultan familiares incluso a los no tan asiduos
lectores, sobre todo Rosa Montero cuya novela La hija del caníbal ha formado parte, de
las carteleras de los cines el último año. La temporalidad del periodismo se refleja en
su escritura. Hecho evidente en El corazón del tártaro, novela en la cual la tensión se
mantiene y la expectativa del lector es continua y permanece hasta el último momento.
El lector se vuelve cómplice y participa activamente al ir atando cabos con la informa-
ción que va encontrando en cada detalle que la autora presenta sugerentemente . El títu-
lo incluso representa una serie de claves que el lector desentraña. El tártaro "era, según
los griegos, la región más profunda y desesperada del infierno, el tenebroso lugar de los
castigos, allí donde penaron los Titanes'?' , y su corazón como lo indica el título, es la
oscuridad de los sentimientos de Zarza y su familia, del desgarrador dolor que crea un
mundo sin salida: "La infancia es el lugar en el que habitas el resto de tu vida'?•. Exce-
lente narradora que logra cautivar al lector con sus construcciones complejas y de cons-
tante pesquisa. Asimismo, Soledad Puértolas, ganadora del Premio Sésamo en 1979 con
El bandido doblemente armado y del Premio Planeta por Queda la noche. es conside-
rada una escritora representativa dentro del género intimista. Aunque ha tenido algunas
obras no tan magistrales como La rosa de plata , en general parece que es tan sólo un
intento fallido en la vida de un buen autor. Su historia académica es curiosa, comenzó
a estudiar ciencias políticas en Madrid, pero lo dejó por motivos políticos ; después es-
tuvo en la Facultad de Economía en Bilbao y finalmente termina la carrera de periodis-
23 Rosa Montero. El corazón del tártaro. Madrid: Espasa Calpe , 2001. p. 189.
2' Ibidem. p. 173.
La novela escritapor mujeres
mo. Se casó a los 21 años y viajó junto con su marido a California en donde hizo una
maestría en Lengua y literaturas española y portuguesa. Al regresar a Madrid comenzó
a escribir y ahora está considerada dentro de los escritores de renombre en España.
Dentro de las novelistas de la democracia, es decir, aquellas que tienen actualmen-
te alrededor de cuarenta años, se encuentran múltiples escritoras. La razón quizá radique
en la educación que recibieron, en la libertad de expresión, en la igualdad de géneros. Lo
cierto es que se han multiplicado, obtenido premios y reconocimientos, y escrito en to-
dos los estilos y sobre cualquier temática. El erotismo resulta evidente en las páginas de
Almudena Grandes, principalmente en Las edades de Lulú , cuyo personaje cae en la vo-
rágine de los deseos peligrosos y así entra en un mundo oscuro y perverso que la arrastra
hasta el límite de la vida. Modelos de mujer también de la misma autora, por su parte, es
una clara denuncia a los estereotipos publicitarios que limitan el desarrollo de algunas
mujeres obsesionadas por su fisico El título lo dice todo: esquematizaciones, categoriza-
ción, la mujer gorda y fea, bonita y tonta, la exigencia social cada vez mayor por una per-
fección fisica, vacía, que vuelca toda la angustia de la vida en la comida y el placer. En
fin, podría decirse que Almudena Grandes escribe desde el cuerpo, desde las sensaciones
y las frustraciones que le afectan.
Las historias de Ángeles Caso, en cambio, giran en torno al destino de las mu-
jeres que quedaron solas después de la guerra. En El peso de las sombras, así como en
otras de sus novelas , se trata el tema de la de soledad, contando la historia de Mariana,
la cual tiene que construir mundos alternos, con amigas imaginarias que la acompañan
por sus paseos soleados para sobrevivir el aislamiento que su madre ha creado a su al-
rededor en espera de su esposo. La imagen de la madre melancólica, sentada al pie de
la ventana, bordando, esperando el regreso de su amor, impide que la hija se desenvuel-
va normalmente, que crezca inserta en la sociedad, lo cual resulta contraproducente en
su vida futura.Una historia de emociones, de soledad y de abandono que representa la
vida cotidiana de una sociedad, recuerda a Orgullo y prejuicio de Jane Austen o a Cum-
Lanovela escrita por mujeres
bres borrascosas de Charlotte Bronté, en esa caracterización de la sociedad , de los ri-
tos que acompañan a la relación hombre-mujer, sin embargo , también muestra las más
oscuras perversiones del hombre; el incesto , el miedo-deseo por la muerte , etcétera .
A su vez, Elvira Lindo se dedica a la escritura infantil creando a un protagonis-
ta singular: Manolito Gafotas . Este niño ingenuo y, sobre todo, niño, hace los cuestio-
namientos más peculiares sobre la vida y su entorno . Las historias son tan ocurrentes
que el lector, aunque adulto , no puede evitar cargar el libro por doquier para seguir la
historia del niño que revoluciona su casa, cómplice del abuelo y quien cuestiona ince-
sablemente a sus padres .
Otras de las escritoras de la democracia y de renombre son Mercedes Abad, cu-
ya temática pricipal son las complicadas relaciones madre-hija con bastante humor y
Juana Salabert , enfocada a la tragedia de los sefarditas durante la Guerra civil españo-
la, para señalar sólo algunos temas peculiares de estas dos novelistas.
Dentro de la generación de la nueva novela , es decir, de las escritoras que co-
mienzan a publicar en la actualidad se encuentran: Lucía Exteberría y Laura Espido
Freire. La primera ganadora del Premio Nadal de 1998, con Beatriz y los cuerpos ce-
lestes, aunque dudoso resulta dicho premio pues su narrativa no alcanza , a mi parecer,
los estándares que sí cumplen otras de las escritoras premiadas . Su calidad literaria qui-
zá dependa más de sus relaciones, de políticas y demás. Mientras que Espido Freire lo-
gra un manejo extraordinario de la perspecti va en su novela Irlanda .
Haciendo pues una presentación general de las escritoras españolas más renom-
bradas en España resalta , en primer , lugar la multiplicidad de estilos que caracteriza a
los textos actuales y las consecuencias que tiene la libertad de expresión: el único lí-
mite temático ahora es la imaginación. Asimismo, resulta evidente que la educac ión
basada en la igualdad de géneros tiene como resultado mayor número de escritoras que
publican.
La novela escrita por mujeres
Sin embargo , fuera de estas características que las catalogan como mujeres es-
critoras españolas actuales no creo que existan otras, o, quizá se puedan encontrar ana-
logías y similitudes entre el estilo , la temática, la escuela a la que fueron o el novio al
que alguna vez besaron. Es cierto que si que las escritoras de medio siglo son las "re-
presentantes de las mujeres ilustradas de su generación, el1as fueron de las primeras es-
pañolas que accedieron a la universidad durante el franquismo ; lIevaron con naturali-
dad pantalones, fumaron y se separaron'?' . En el1as son frecuentes los personajes feme-
ninos en busca de independencia, porque es la situación histórica que les toca vivir, son
las madres de mujeres que se divorcian, son quienes viven el cambio social más direc-
tamente . Mientras más se acerca el proceso de igualdad a la realidad , menor es la capa-
cidad de catalogar a la líteratura por géneros. Evidentemente resulta dificil que un es-
critor desarrolle un personaje femenino cuyo lenguaje y percepción de las cosas sea
convincente y viceve rsa, pero a mi parecer eso no es suficiente como para decir que hay
una novela actual femenina y otra masculin a. Ya que sí se tratara de distinguír el arte
por géneros hoy día habría más que estilos : homosexuales, travestís , hombres enamo-
radas , mujeres sexualmente satisfechas y no, pederastas y cantidad de otras categorías
que prefiero omitir.
251nmaculada de la Fuente. "Voces de mujer, retratos de una época", en Mujeres de posgue rra. De Carmen
Laforet a Rosa Chacel: historia de una generación. Barcelona: Planeta, 2002. 509 pp.
Carmen Martín Gaite 21
2. CARMEN MARTfN GAITE
2.1. DETRÁS DE LAS LETRAS: VIDA Y OBRA DE CARMEN MARTíN GAlTE
Semblanza biográfica·
Nacida en Salamanca el 8 de diciembre de 1925, Carmiña -como la llamaban sus ami-
gos-, vivió una historia singular, con una independencia radical que no concordaba con
su tiempo , al menos no para la mujer española.
Su padre, abogado de ideas liberales, se rehusó a que sus hijas fueran educadas
por frailes y monjas, por lo que tuvieron tutores, ocupando él mismo un papel impor-
tante en su educación. Sin embargo, su postura liberal causó que la infancia de Carmen
Martín Gaite se viera sumergida en un estado de tensión continuo durante la Guerra ci-
vil; "toda la guerra la pasamos en Salamanca, con bastante miedo , debido a las ideas
liberales de mi padre y de todos sus amigos 't". Pero gracias a esta libertad patemalle
fue permitido ir becada por un verano a la Universidad de Coimbra, estando ya matri-
culada en la Universidad de Salamanca en la licenciatura de Filología Románica:
"Viajé por primera vez al extranjero. Y además yo sola, cosa que me ilusionaba mucho,
porque entonces no era costumbre que una chica viajara sin compañía,,27
En 1948 después de terminar su licenciatura obtuvo una beca para ir a Cannes
en donde:
.Conocí por primera vez, a mis veintidós años, el sabor auténtico de la libertad.
Asistí a bailes en boites, a batallas de flores, jugué a la ruleta. Me relacioné con
estudiantes de otros países, exentos de prejuicios, me acosté a las tantas y decidí
que no quería seguir viviendo en Salamanca",
Son estas estancias en el extranjero las que le dan otra visión del mundo por de-
más contrastante con el periodo durante el cual estudió en el instituto femenino de Sa-
26Carmen Martín Gaite . Agua pasada. Barcelona: Anagrama , 1993. p. 15.
27 lbidem, p. 17.
2'ldem.
Carmen Martín Gairc 22
lamanca -antes de la universidad- y tan bien caracterizada en su novela Entre visillos;
en la cual las mujeres no tenían mayor ambición que la de encontrar un marido para
formar una familia. No resulta extraño entonces que un año después de su estancia en
Francia buscara una ciudad un poco más cosmopolita para hacer su doctorado: Madrid,
en donde viviría sola por algunos meses antes de que su familia la alcanzara.
Tardó muchos años en terminar sus estudios ya que múltiples acontecimientos
personales interfirieron. En 1953 se casó con Rafael Sánchez Ferlosio, con quien tuvie-
ra dos hijos: el primero, Miguel, que fallecería al tener unos meses; y la segunda, Mar-
tha, a quien también enterraría aunque ya siendo su hija adulta.
Sin embargo, a pesar de todo el dolor que su vida personal le pudo haber pre-
sentado, de la separación en 1970 de su esposo, Carmen Martín Gaite siempre estuvo
acompañada por esos mundos de ficción que continuamente creaba. Muchos años los
dedicó a la investigación , incluso cuando su hija era pequeña aprovechaba las noches
para escapar a la biblioteca y trabajar. De estos esfuerzos surgieron importantes ensa-
yos como El proceso de Macanaz, Usos amorosos de la posguerra española y Usos
amorosos del dieciocho en España; este último fue el tema de su tesis doctoral y, al pu-
blicarse, recibió el Premio de Ensayo Anagrama.
Su producción literaria empezó a ser reconocida cuando en 1957 ganó el Pre-
mio Nadal con Entre visillos, a lo que le siguieron múltiples premios y reconocimien-
tos (Premio Café Gijón -1957-, Premio Nacional de Literatura -1978- , el de Anagra-
ma de Ensayo -1987-, Premio Príncipe de Asturias de Letras -1988- , Premio de Casti-
lla y León de las Letras -1992-, y el Premio Nacional de las Letras -1994-). Fama que
después se propagó por el mundo entero teniendo una especial aceptación en Estados
Unidos: país que la invitara a participar en coloquios y seminarios y en donde fueran
concebidas algunas de sus obras (Caperucita en Manhattan e Irse de casa) .
Su colaboración en la prensa española fue constante así como la publicación de
sus libros; participaba en el mundo de la farándula, con mirada pizpiretay boina de lado
Carmen Martín Gaire 23
El afecto y el entendimiento sólo pueden
nacer del roce y del trato de unas personas
con otras.
Carmen Martín Gaire, Cuadernosde todo.
Canniña formaba parte activa del mundo cultural español, adaptándose además de ma-
nera sorprendente a los cambios que la posmodernidad le iba presentando.
La muerte le alcanzó en el 2000 cuando ella escribía Los parentescos, obra que
dejó inconclusa y que a mi parecer es una de las más sublimes por el manejo de la me-
táfora y el símbolo.
Su legado literario es múltiple, no sólo escribió novela y cuento sino también
ensayo, teatro, poesía, adaptaciones teatrales, guiones televisivos, y tradujo del portu-
gués, francés e inglés al español.
Carmen Martín Gaire 24
BIBLIOGRAFíA DE LA AUTORA29:
Narrativa:
El balneario (1955). Premio Café Gijón.
Entre visillos (1958) . Premio Nadal.
Las ataduras (1960)
Ritmo lento (1963)
Retahílas (1974)
Fragmentos de interior (1976)
El cuarto de atrás (1978). Premio Nacional de Literartura.
Cuentos completos (1978)
El castillo de las tres murallas (1981 )30
El pastel del diablo (1985)
Caperucita en Manhattan (1990)
Nubosidad variable (1992)
Cuentos completos y un monólogo (1994)
La Reina de las Nie ves (1994)
Lo raro es vivir (1996)
Ir se de casa (1998)
Los parentescos (2001)
Ensayo:
El proceso de Macanaz. Historia de un empape lamiento ( 1970)
La búsqu eda de interlocutor y otras búsquedas (1973)
Usos amorosos del dieciocho en España (1974 )
El conde de Guadalhorce, su época y su labor (1976)
El cuento de nunca acabar (1983)
Usos amorosos de la postguerra española ( 1987)
Desde la ventana (1987)
Agua pasada (1993)
Esperando el porvenir (1995)
Charlar y dialogar (1998)
29 Información retomada de: Julián Moreiro. Carmen Martín Gaite, Traer a cuento. León: Edilesa, 2002. p. 7.
30 Ambos cuentos, tanto éste como el siguiente, compilados en Carmen Martin Gaite. Dos cuentos maravillosos.
Madrid: Siruela, 1990. 163 pp.
Carmen Manín Gaite -1L
Poesía:
A rachas (1976)
Todo es un cuento roto en Nueva York (l986)
Teatro:
A palo seco (l987)
La hermana pequeña (1999)
Adaptaciones teatrales :
Don Duardos (l979), de Gil Vicente .
El burlador de Sev illa (1998), de Tirso de Molina.
El marinero (l990) , de Fernando Pessoa.
Guiones:
Serie de televisión Entre visillos (1971). Dirigida por Miguel Picazo.
Guión en colaboración con Juan Tebar de la película Emilia, parada y f onda (1976) y de
la serie televisiva sobre Fragmentos de interior en colaboración con Francisco Abad.
Serie de televisión Teresa de Jesús (1983). En colaboración con Víctor García de la
Concha), dirigida por Josefina Molina.
Serie de televisión Celia (1993). Basada en cuentos de Elena Fortún, dirigida por José
Luis Borau.
Algunos autores traducidos:
Italiano: Ignacio Silone, Italo Svevo, Primo Levi, Natalia Ginsburg.
Portugués: E9a de Queiroz.
Francés: Flaubert, Perrault.
Inglés: Virginia Woolf, Williams Charles Williams, Emily Bronté, C.S. Lewis.
Carmen Mart ín Gaite 26
Su obra
Una de sus principales preocupaciones literarias fue siempre la búsqueda de interlocu-
tor, que comenzó con la publicación de sus primeras obras y culminó en su ensayo ti-
tulado de la misma forma" , En el cual ella misma dice:
Toda búsqueda de aprecio, de identidad, de afirmación o de confrontación con
el mundo se reducen en definitiva, a una búsqueda de interlocutor [... ] y cuan-
do no es posible encontrarlo o tenerlo, los personajes lo sueñan o lo inventan,
como hace Leonardo Villalba en La Reina de las Nieves".
Su estilo, denominado por varios críticos como "conversacional", deriva justa-
mente de este imaginar a quién se dirige para utilizar un lenguaje ligero y simple que no
le impiden a la vez una gran poeticidad. Julián Moreiro define a la perfección su estilo:
Estamos ante una escritora que entregó su vida a una pasión menos extendida
de lo que debiera: el amor por la palabra que se da y se toma, que se empeña
en la conversación y en el trato amoroso, que brilla frente a la tentación del
hastío, la desesperanza o la violencia y que, en fin, se derrama sobre la pági-
na en blanco para tejer una historia de intimidades y de rebuscas de la identi-
dad a través del recuerdo".
y por medio de este lenguaje , Martín Gaite alcanza un mundo sensorial y emo-
tivo característico de la novela lírica. Para lo cual también resulta necesario un lector
activo, es decir, un individuo que esté dispuesto a hacer un ejercicio de decodificación
constante, de vinculación tanto con el texto como con su propia experiencia. La cons-
tante metafori zación es uno de esos signos que dan mayor profundidad y sentido a la
lectura, su pluralidad semántica sirve de espejo al hombre, ya que uno decodifica en la
medida en que el background cognoscitivo lo permita; en las asociaciones que se ha-
31 Ver Carmen Martín Gaite . En busca de interlocutor. Barcelona: Anagrama, 2000 . 223 pp.
32 Ibidem, p. 22.
33 More iro. Carmen Martín .... op. cit., p. 7.
Carmen Mart ín Gaite 27
gan en ese momento. Proceso que, por tanto, tiene que ver por un lado con 10 racional
y por el otro con 10 intuitivo; así la novela lírica es también espejo para el lector, ya que
a pesar de seguir una historia, constantemente, por medio de la metáfora, involucra su
propio Yo al darle sentido a la lectura.
De este modo, por una parte la novela de Martín Gaite está constituida por los
elementos de una novela, en la cual usualmente el lector se identifica con los persona-
jes y se involucra en la acción misma de la ficción y por la otra, por los de la poesía en
la cual hay una redescripción del mundo , una mímesis , situando al lector en un plano
mucho más visual y sensorial, como mencionábamos con anterioridad, mucho más in-
tuitivo . Virginia Woolf, considerada una de las grandes escritoras de la novela lírica, di-
ce a propósito:
La ficción lírica ha estado acompañada por una genuina concentración sobre la
vida interna y en su decantamiento en formas espirituales o estéticas . El héroe
pasivo, recreando sus percepciones simbólicamente, domina el mundo de las
imágenes por cuya existencia es responsable",
Así, el lirismo que presen tan la mayoria de los personajes principales de las
obras de Carmen Martín Gaite tiene gran fuerza , manifestándose de distintas maneras:
en Los parentescos, es Balti quien con su visión infantil exacerba elementos de la rea-
lidad para transportarlos a un mundo fictic io, quasi mítico; o son capítulos epistolares
creados por Sofia Montalvo en Nubosidad variable en los cuales las sensaciones son
transmitidas por medio de imágenes a veces ingenuas; otras, surrealistas; o es un jue-
go entre hermanos mantenido hasta la adultez como en Irse de casa y manifestado en
un guión cinematográfico; o etapas alucinatorias de un personaje con desequilibrios
emocionales como Leonardo en La Reina de las Nieves.
34 Ralph Freedman. La novela lírica. Barcelona : Barral. 1971. p. 241.
Carmen Marrín Gaite
La poesía aparece de distintas formas; sin embargo, el resultado para el lector es
el mismo: la más sublime combinación de sensaciones. El mundo racional - Ia trama- no
importa en ese momento, ya que el ingreso al mundo intuitivo implica un salto al mundo
del no tiempo. Sus personajes viven un presente aglomerado por quienes han sido y de-
sean ser, manifestado en el presente absoluto de su propia realidad. Sin embargo, de al-
gún modo esto invade el espacio del propio lector y ambas experiencias se disuelven has-
ta conformar una obra única: la que construye Carmen Martín Gaite y el lector.
El proceso narrativo de la autora resulta también interesante y complejo. Martín
Gaite utiliza frecuentemente una pluralidad de puntos de vista : fragmentos de espejo
para que el lector pueda construir una imagen general de la historia, diría ella. Entre vi-
sillos, Nubosidad variable o La Reina de las Nieves son un claro ejemplo de este pro-
ceso. Así es también constante la narración en primera persona, pues:
La ambigüedad que resulta de esa quiebra de la realidad por el asomo de lo irra-
cional domina a casi todos los personajes, que son siempre complejos. Para
adentrarse en su mundo interior, lleno de contradicciones, la escritora opta mu-
chas veces por narrar en primera persona".
Parece entonces que como en la obra de cualquier otro autor, en la de Carmen
Martín Gaite hay ejes temáticos y estructurales que se mantienen. Sus mayores preocu-
paciones se centran en temas como la identidad , la libertad y la búsqueda de interlo-
cutor. Para lo cual, utiliza algunos símbolos también constantes : el espejo, la memoria ,
el sueño, la ventana, los espacios dentro/fuera. Acompañados por múltiples acertijos y
juegos de palabras que fomentan la agilidad mental tanto del personaje en cuestión co-
mo del lector, introduciéndolo también a un mundo en el cual el lenguaje es el vehícu-
lo para llegar a esos lugares insólitos y poéticos que tanto la caracterizan.
J3 Jurado. La trayectoria .... op. cit., p. 427.
Carmen Mart ín Gaite 29
El tiempo de las narraciones es subjetivo: el de los recuerdos , los sueños y las
esperanzas, tiempo por tanto de dificil medición, ya que éste no pasa sino que enmar-
ca el presente, resulta experiencia acumulada que caracteriza al individuo, lo define,
por así decirlo. La mayor problemática para todo narrador en este sentido es poder rom-
per de manera natural el tiempo externo y el interno, es decir, el de dentro y el de fue-
ra. Proceso que Martín Gaite logra de forma singular puesto que sus mundos son prin-
cipalmente interiores pero inmersos en el mundo real intercambiando uno y otro sin
que el lector se extravíe en el camino.
El espacio se centra en interiores; en primer lugar, en el propio interior de los
personajes y en segundo, en el plano "real", en espacios cerrados. En general sus no-
velas carecen de escenas al aire libre , o son pocas y la descripción del paisaje es li-
mitada en comparación con la descripción detallada que puede haber de los objetos
del interior..Emma Martinell hace un análisis amplio en este sentido en su libro El
mundo de los objetos , en el cual menciona:
Existe la descripción detallada de algo cuya visión retrocede al personaje a otro
momento de su vida o lo remite a un momento futuro [.. .] otro tipo de elemen-
tos descritos son aquellos que, al ser mirados o evocados en sueños por un per-
sonaje, se ven transformados en otros" ,
Las primeras descripciones a que hace referencia Martinell son portadoras de
valor simbólico. La ventana es la frontera con el exterior y los visillos, el obstáculo que
le impide a las mujeres de Entre visillos formar parte activa del mundo masculino, es
decir, el exterior, ya que su mundo se remite al de la casa. Los muebles y demás uten-
silios, por otra parte -en otras de sus novelas-, son aquellos objetos cargados de recuer-
dos que permiten al personaje evocar ciertos sucesos. Los espejos, tan presentes en su
36 Emma Martinell. El mundo ..., op.cit., p.l3.
Carmen Martín Gaite 30
obra, reafirman la imagen del personaje. No resulta extraño entonces que Sofia Mon-
talvo en Nubosidad variable quiera pegar los fragmentos de espejo roto cuando cruza
por una crisis de identidad, como tampoco resulta rara la frase que emite Balti cuando
admite que su hermana le sirvió de modelo de identidad durante su infancia:
[...] Hacer memoria uno solo de cosas donde entraron muchos, a veces, te lo ju-
ro, es un martirio chino. Como mirarse a una pared donde en tiempos habia un
espejo y ya no queda más que la marca. Acabas volviéndote pared sin darte
cuenta. Tú fuiste mi espejo, Lola [.. .]37.
o los diálogos que tiene Sorpresa consigo misma, en medio de su aventura por
la Casa Grande - en El pastel del diablo-, en el salón de los espejos en los cuales se
alentaba frente a la imagen que tenia: la suya. A lo que Emma Martinell explica: "en
el deseo de afianzar su personalidad, el personaje busca el reflejo de su imagen en los
otros. De ahí las constantes alusiones a los espejos en los textos de C.M.G."JI.
De este modo confirmamos cómo en el interior los personajes encuentran solu-
ción a sus propios conflictos internos, es en cada detalle de sus espacios, en cada obje-
to en donde localizan los recuerdos necesarios para reconstruir su historia y así su pro-
pio espejo. De este modo, la identidad, tema primordial en la obra de la autora está es-
trechamente vinculada con este símbolo: el espejo.
La importancia del espacio dentro del cual se llevan a cabo tanto las reflexiones
del personaje mismo, como su cotidianidad, resulta primordial para las narraciones. Es-
te entorno enmarca al individuo, en cuyos rincones se esconde cada recuerdo y junto
con ellos las sensaciones que evocan los hechos. No resulta extraño entonces que Leo-
nardo -personaje principal de La Reina de las Nieves- añore la Quinta Blanca, su casa
de infancia, y que sea ahí en donde finalmente su locura encuentre fin. Bachelard dice
al respecto:
37 Martín Gaite, Los parentescos. Barcelona : Anagrama. 2001. p. 83.
JI MartineJl. El mundo.... op.cit.• p. lO\.
Carmen Martín Gaire
i Los espacios que amamos no quieren quedarse encerrados siempre ! Se des-
pliegan . Diríase que se transportan fácilmente a otra parte, a otros tiempos , en
planos diferentes de sueños y recuerdos [. .. ] Habitar onírícamente la casa natal,
es más que habitarla por el recuerdo, es vivir la casa desaparecida como lo ha-
bíamos soñado".
Asimismo Balti evoca "la casa de papel", refugio infantil que le permite aislar-
se del barullo general de su casa. Y así los hijos de Sofía Montalvo tienen también su
"refu", casa que heredan de la abuela y en donde Sofía misma encuentra resguardo des-
pués de pelearse con Ernesto, su marído. Son estos espacios cobijo , no tan sólo por su
característica de techo y piso que resguarda, sino por los recuerdos y las imágenes que
permiten ser evocadas, que emanan de sus paredes y pasillos . Y así las voces del pasa-
do resurgen y el encuentro con personajes que ya viven en el más allá es posible , per-
mitiendo a muchos personajes recordar frases o pensamientos que les fueran dichos de
niños y encontrando la clave que les ayudará a resolver el conflicto en cuestión. Sofía
Montalvo ve a su madre y el abuelo de Águeda , en Lo raro es vivir, la confunde con
su hija; asimismo Leonardo entabla conversaciones con su difunta abuela.
La memoria resulta entonces un puente para los personajes a través del cual vi-
sitan sensaciones y emociones del pasado que les permiten reconocerse para poder uni-
ficarse y así actuar. La problemática de los personajes encuentran solución justo a tra-
vés de este medio: la memoria. No es extraño entonces que la función de las descrip-
ciones detalladas de los interiores se vinculen directamente a este remembrar, puesto
que es por esta razón que son mencionados: por su carga emotiva.
Así pues , la narrativa de la autora por este simbolismo constante y metaforiza-
ción resulta de una riqueza inigualable. Sus mensajes son tantos , tan sublimes y sim-
pies a la vez que difícilmente el lector rehusará su lectura. Detrás de cada protagonis-
ta hay resquicios de la infancia, de esta visión cuya lógica es distinta a la de los adul-
39 Gastón Bachelard. La poética del espacio . México: FCE. 1997. p. 86 Y42.
Carmen Martín Gaire 32
tos. Mundo quasi mítico en el cual el niño busca explicaciones a lo que le rodea y que
puede tener los resultados más maravillosos. Las imágenes entonces son múltiples: pa-
ra Sofia Montalvo el encuentro con Mónica, su amiga de infancia, la lleva a evocar
imágenes casi surreales: "Seguro que me despierto y las dos nos reímos sentadas en el
suelo que se convierte en hierba, y el retrete en un manzano frondoso, y las manchas
del techo en nubes movedizas?"; asimismo Serena -en El castillo de las tres mural/as-
se queja de que el sol se vaya y dice: "Me gustaria tener alas en los pies y seguirlo y
conocer todas las casas donde semete?", mientras que Leo en un estado primitivo o in-
fantil exacerbado, es decir delirante, describe la luna: "pensando que es plana, o que
es un globo o que es un hueco por el que se entra. Ahora la estaba viendo como un hue-
co, y es cuando más me gusta, porque tira de mí, como si fuera a sorberme?",
La visión infantil es justificada bien por un encuentro con algún personaje impor-
tante de dicha etapa, por ser el locutor un niño, o por momentos de locura semejantes
justamente a la visión infantil en la cual el delirio constituye una etapa normal del ser
humano, ya que hay una apropiación del medio. Sin embargo, la razón no importa ya
que el resultado es el mismo: un manejo del lenguaje extraordinario, casi mítico que
acerca la lectura a momentos poéticos, como mencionaba con anterioridad.
Ahora bien, Carmen Martín Gaite ha sido catalogada con frecuencia por algu-
nos criticos como escritora femenina -término en principio extraño puesto que jamás se
ha escuchado de escritores masculinos o travestis, aun cuando sus personajes sean
siempre masculinos o de sexualidad dudosa-o Aunque es cierto que en su obra se refle-
ja de manera extraordinaria la forma en que el papel de la mujer fue cambiando a tra-
vés del tiempo, no era ésta una de sus preocupaciones principales . No con ese tono fe-
minoide con que pretenden clasificarla; síno que la libertad y la identidad necesaria-
mente tenían como resultado el que se presentara la situaci ón de la mujer en contraste
40 Carmen Martln Gaite. Nubosidad variable. Barcelona: Anagrama, 1992. p. 14.
'1 Martín Gaite , Dos cuentos...• op. cit., p. 37.
'2 Carmen Martln Gaite. La Reina de las Nieves. Barcelona: Anagrama, 1994. p. 33.
0.=,. Mm'. Gaire~
con la del hombre español. El que sus personajes mejor logrados sean femeninos está
relacionado con que su perspectiva del mundo es femenina y que en realidad pocos son
los autores que logran representar con exactitud a un personaje del género opuesto al
propio. Lo que no elimina a los protagonistas masculinos de la obra de Martín Gaite:
David en Ritmo lento, Leonardo en La Reina de las Nieves y Balti en Los parentescos
son claros ejemplos de ello. Aunque ciertamente mantienen ciertas características fe-
meninas: sentimentalismo y reflexiones exhaustivos, entre otras características. Tam-
bién es cierto que en La Reina de/as Nieves la estructura de novela rosa acerca a su au-
tora a ese mundo intimista y sentimentalista al cual quizá se refieran estos críticos. Lec-
tora asidua de la novela de folletín -lecturas por cierto, constantes en las adolescentes
de su época-, Martín Gaite utiliza algunas características de dicho género: los títulos o
capítulos sugestivos, el tema basado en alguna historia trágica , el mundo maniqueo, el
sentimentalismo, el final feliz, entre otras. Sin embargo, no olvidemos que la novela
de folletín hereda su estructura de la del cuento de hadas, y que en esta novela de la
autora la presencia del cuento de Andersen remite también a dicha estructura. La com-
plejidad de la misma, así como la fusión que hay entre la obra de Andersen -titulada
de la misma manera- y la obra creada por Martín Gaite, unido a su gran manejo del
lenguaje y a 1<1 constante presencia poética la alejan mucho de lo que podría conside-
rarse novela femenina (entendiendo por tal a la novela de autoras como Corín Tellado
y Concha Linares, ambas autoras cuyas novelas se remiten a la misma temática: la mu-
jer en busca de marido).
Entre visillos, una de las primeras novelas de Martín Gaite -ganadora del Pre-
mio Nadal 1957-, refleja esta situación pero desde una perspectiva costumbrista y no
sentimentalista. La intención de la autora es denunciar la situación femenina de la épo-
ca, justamente por el vacío que invade su existencia al ceñirla a la presencia masculi-
na. Por tanto, aunque la temática pudiera ser igual a la de las autoras antes menciona-
Carmen Martín Gaire 34
das, el tratamiento del tema no se acerca en lo más mínimo. Entre visillos se aproxima
más a la corriente de realismo social de los cincuenta, en la que sus autores quieren dar
una visión objetiva de lo que en su momento sucede para hacer conscientes a sus lec-
tores . Por tanto la clasificación de Martín Gaite dentro de la novela femenina resulta
ilógica, su calidad .literaria supera por mucho a las autoras de dicho "subgénero".
Carmen Martín Gaite fue testigo de múltpiles cambios tanto políticos como so-
ciales. La historia de España sufrió bruscos cambios; desde una guerra civil, una dicta-
dura hasta llegar finalmente a una democracia, lo cual tuvo cierto impacto en su escri-
tura. Julián Moreiro divide su escritura en tres etapas: la primera sería a la que hacía-
mos mención con anterioridad: la aproximadamente realista y más cercana a la genera-
ción del cincuenta, como Entre visillos . En la que desde un principio mantuvo un tono
intimista y con una perspectiva principalmente enfocada a los interiores. La siguiente
etapa sería la de narraciones de corte experimental considerando a Ritmo lento y Reta-
hílas como las principales novelas de dicho momento. Y, finalmente , la etapa de madu-
rez, en la cual "se sitúa en un terreno fronterizo entre la realidad y la fantasía?". La di-
visión categórica de la obra de Martín Gaite, sin embargo, depende del crítico que la
realice. José Jurado" hace a su vez una división vinculada a la historia, es decir: Mar-
tín Gaite en la posguerra, en la época de transición y en la democracia. En la primera
etapa resalta la actitud existencialista, el discurso nacional católico y el tradicionalis-
mo tomando como ejemplos a Entre visillos y Ritmo lento. En la segunda ya está pre-
sente la importancia de la palabra, la memoria y la fantasía como vía para la construc-
ción de la persona: elementos que se mantendrán durante su obra. Retahílas, Fragmen-
tos de interior y El cuarto de atrás son el modelo de análisis de esta etapa. Y, finalmen-
te, la tercera dividida a su vez en dos: la narrativa de inspiración tradicional , en la que
se presenta problemáticas como la libertad como realización personal , la imaginación
como clave de la existencia y la reivindicación de los sentimientos; y la narrativa inti-
4lMoreiro. Carmen Martín ..., op. cit., p.18.
.. Ver Jurado. La trayectoria...• op. cit.
Carmen Martín Gaire 35
mista con elementos como la rememoración del pasado, la soledad y reflexión, así co-
mo la presencia de juegos y la defensa del mundo interior. De la primera son ejempla-
res El castillo de las tres murallas, El pastel del diablo, Caperucita en Manhattan y La
Reina de las Nieves, mientras que de la segunda: Nubosidad variable, Lo raro es vivir,
Irse de casa y Los parentescos.
El análisis de esta tesis se centrará en la narrativa de inspiración tradicional -cla-
sificación propuesta por Jurado-, cuyas bases se sitúan en la narrativa de corte folclóri-
co. En los setenta surge en España la intención de renovar la literatura, por lo que algu-
nos autores recurren a recursos más tradicionales. A pesar de que la narrativa de Martín
Gaite no sufre jamás de cambios bruscos, sí parece evidente que en los ochenta y no-
venta dedica gran parte de su tiempo a la creación de textos infantiles de inspiración
tradicional y que se refleja justamente en las siguientes novelas -o novelas-cuento co-
mo las denomino-:Dos cuentos maravillosos, Caperucita en Manhattan y La Reina de
las Nieves.
La intención de este trabajo es analizar cómo y hasta qué punto se encuentran
elementos de la literatura tradicional en las obras antes mencionadas. Para lo cualha-
brá una serie de análisis a diferentes niveles de acuerdo con la complejidad y estructu-
ra de la obra. .
2.2. LA IMPORTANCIA DEL CUENTO INFANTIL PARA CARMEN MARTfN GAITE
El auge de la literatura infantil en España entre los años setenta y ochenta concuerda
con la publicación de El pastel del diablo , El castillo de las tres murallas, Caperucita
en Manhattan y La Reina de las Nieves.Sin embargo, el interés que la autora tiene por
este género literario también aparece en reflexiones que hace en El cuento de nunca
acabar y en algunos otros ensayos. Lissette-Rolón Collazo dice al respecto:
Carmen Martín G.¡"1
Para Martín Gaite escapar a los mundos alternativos de la creación es una
estrategia para habitar la soledad y poder sobrellevar la propia vida carente de
alicientes [...] Particularmente, los cuentos de hadas propician la huida del
contexto inmediato por medio de la imaginación y de la escritura".
La participación de Martín Gaite en antologías infantiles, así como en traduc-
ciones de cuentos le hacen estar aún más inserta en este ámbito literario. De modo que
sus cuentos infantiles tienen una solidez estructural y del lenguaje que cautivan tanto
a niños como a adultos.
Sin embargo, no todos los autores de literatura infantil han tenido el conoci-
miento que la autora tiene del mismo 7"" y especialmente del cuento de hadas. Las in-
vestigaciones sobre la historia de la literatura infantil son pocas hasta ahora y resulta
dificil incluso para los estudiosos del tema establecer cuándo es que surge, puesto que
está estrechamente vinculada con la literatura folclórica. En el siglo XVI, la educación
de los hijos de la nobleza condujo a varios artistas a escribir para los "niños". Aunque
en esos textos no hay una distinción clara en el lenguaje ni en la temática de dicha li-
teratura en comparación con la de los adultos , ya que se consideraba que los infantes .
tenían las mismas posibilidades de comprensión que el resto de la población. Para el si-
glo XVII, La Fontaine y Perrault desarrollan sus temas con mayor claridad , sin ernbar-
go, no logran liberarse de sus fuentes tradicionales. Por tanto, entonces el público in-
fantil y popular eran sinónimo. Además, la intención de la literatura era moralizante por
lo que todos los elementos estaban dirigidos más que a la creación de mundos fantásti-
cos a una aplicación real y directa. No es sino hasta el siglo XIX, con el progreso del
siglo de las luces y las leyes escolares, cuando hay una especie de fusión entre este pú-
blico popular y el infantil. De modo que lo fantástico -novelas de caballería y cuentos
de hadas- parece dirigirse a dicho público pues el intelectual prefería la lectura de en-
sayos más reales y filosóficos .
45 RoI6n-Collazo. Figuraciones ..., op. cit., p. 150Y151.
Carmen Martín Gaire 37
Con el surgimiento del psicoanálisis en el siglo XX fueron analizadas cada una
de las etapas de la infancia del ser humano, lo cual permitió un mayor conocimiento de
las necesidades del niño, así como de su perspectiva. Lo que fomenta el surgimiento de
la literatura infantil dividida en cuentos de acuerdo a la capacidad cognitiva de cada una
de las edades -en España, en los ochenta, incluso surgieron colecciones como "El Bar-
co de Vapor" que distinguía por colores las edades para las cuales estaba dirigida cada
lectura-o Sin embargo, la estructura del cuento maravilloso o de hadas -de origen fol-
clórico- sigue vigente hasta la fecha, por el éxito que tiene como forma de enseñanza a
los lectores.
Saber contar -y el niño , sea de campo o de ciudad, lo ha detectado siempre-
es lo más prestigioso; entrega las llaves de un amplio e indefinible reino don-
de las fortalezas de la atención ajena se rinden ante el aplomo que sólo confie-
re la sabiduría",
Para Martín Gaite, el niño adquiere argumentos de estas historias que utilizará
para llamar la atención de los demás al construir sus propios relatos. Sin embargo, tam-
bién le interesa que sus oyentes le crean en la medida de lo posible. Y la preocupación
principal de Martín Gaite ya aparece en el ser humano desde temprana edad: la búsque-
da de interlocutor. Porque el niño es consciente de su situación de incomprendido, de
ser sometido a una serie de reglas pero al que rara vez se le escucha, por eso sueña con
que alguien le pida alguna vez la narración de un relato .
Resulta interesante para Martín Gaite la forma en que el niño se acerca a la lec-
tura y lo que ésta representa en su crecimiento. Ya que no sólo el contenido tiene im-
portancia sino también la identidad de quien lo narra. De modo que el niño además de
encontrar "argumentos y material" para crear sus propias fantasías y así escapar del
46 Carmen Martín Gaite. El cuento de nunca acabar. Barcelona : Anagrama , 1998. p. 122.
Carmen Martín Gaite 38
mundo de los adultos lleno de normas y reglas, recibe atención y cariño de quien está
narrando la lectura. Por esta razón la atención y entusiasmo de su narrador generarán en
medida de lo anterior el interés del niño en las historias.
Por tanto, para un niño un cuento es particular, tanto por los elementos que le
dan a su imaginación para transformar el mundo como por el momento mismo en el que
es narrado. El espacio de ficción rompe con todas las reglas establecidas a las que el
niño está sujeto en la cotidianidad, los: "No corras por la casa" o "no grites tanto" y de-
más, no forma parte directa de la narración, por lo que el niño encuentra una ventana
de descanso en la que lo único que debe hacer es imaginar, a veces formando parte di-
recta: "entonces la princesa no va a aceptar la moneda de la bruja", o realizando refle-
xiones sobre el comportamiento de los personajes: "si yo fuera ella no la hubiera acep-
tado". De este modo, "empieza a no bastarle con que le cuenten, [oo .]; ya quiere contar
algo él también, echar cuento a espadas, pasar de acólito a protagonista?". Es de esta
manera como el cuento se convierte en un gran "maestro", ya que hay un gran apren-
dizaje en él ya no impuesto por un discurso directo sino en el que el niño elabora sus
propias conclusiones que le servirán en su comportamiento:
Porque la primera cosa que constataron es que el verdadero héroe siempre está
solo y acomete la lucha contra el entorno a contrapelo de los obstáculos, o bien
sacando recursos de su inventiva y de su fortaleza o bien meditando sobre su in-
capacidad de hacerlo. [oo .] En el momento en que comprendemos esto, ya esta-
mos a disposición para agarrar las riendas de nuestra vida y empezarla a prota-
gonizar. Es el comienzo de la narración egocéntrica",
y Martín Gaite en las novelas antes mencionadas rescata esta estructura, de ori-
gen folclórico , para construir sus historias. En el caso de La Reina de las Nieves , Leo-
47 Martín Gaite . El cuento..., op. cit. p. 96.
48 Ibidem, p. 67.
Carmen Martín Gaite 39
nardo, el protagonista, es lector de la obra titulada del mismo modo que la de Ander-
sen. Lo cual permite que como lectores presenciemos lo que con anterioridad citaba:
que hay un aprendizaje esencial en los cuentos de hadas que puede ser aplicado a la vi-
da real. En Caperucita en Manhattan, Sara Allen tiene las características de héroe al
igual que las protagonistas de las otras obras -Pastel del diablo y El castillo de las tres
murallas-, en cuyos casos somos nosotros, lectores, quienes nos apropiamos del cono-
cimiento que estos cuentos de hadas nos transmiten.
Sin embargo, en estas novelas siempre hay una reflexión directa sobre la estruc-
tura del cuento de hadas que sirve de apoyo al protagonista antes de llevar a cabo al-
guna acción y que refuerza lo antes mencionado:
En los cuentos a poco de aparecer ese personaje [el acompañante mágico], es re-
conocido como tal. Al menos por el lector, cuya atención no está enturbiada y
contempla la trama desde fuera. Pero en mi caso, claro, hace ya mucho tiempo,
demasiado, que el lector de cualquier situación catastrófica no soy más que yo
mismo",
En otras de sus obras, las protagonistas también tienen conocimiento de la es-
tructura del cuento de hadas, que de algún modo refleja la intervención directa del pen-
samiento de la propia autora :
Pero en seguida se acordó [Sorpresa] de que, en los cuentos, al héroe nadie le
explica nada demasiado claramente y acaba teniendo él solo que resolver los
misterios, vencer los peligros y encontrar

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