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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ESCUELA NACIONAL DE ARTES PLÁSTICAS “REFLEXIONES MUSEOGRÁFICAS RESPECTO AL MONTAJE DE LA EXPOSICIÓN: MÉXXICO EN EL DISEÑO GRÁFICO: LOS SIGNOS VISUALES DE UN SIGLO” T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL P R E S E N T A ITZEL ADRIANA LÓPEZ NIETO DIRECTOR DE TESINA LIC. JOSÉ FRANCISCO VILLASEÑOR BELLO MÉXICO, D.F., 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A mis padres por que no hay palabras que describan mi eterno agradeci- miento por creer en mi y ser ante todo amigos, mecenas e incondicionales. Los amo | A mi hermano, por compartir recuer- dos, risas y enojos, presente y futuro | A Kevin, por regalarme su risa | A toda mi familita, por alentarme y estar al pendiente de mis logros | A Laurita y Camel | A Ale por ser mi luz, mil gracias por existir para mi | A mis amigos, profesores y a todos los que sin quererlo me han dejado gran- des enseñanzas | A Chevito, Chorchi y Celes, porque los llevo simpre en la mente y en el corazón | INTRODUCCIÓN | 5 PRIMERA PARTE 1. MUSEOLOGÍA, MUSEOGRAFÍA Y MUSEOS (ORIGEN Y TIPOLOGÍA) | 8 1.1. Museología | 1.2. Museografía | 1.3. Museo | 1.3.1. Reseña histórica del coleccionismo | 1.3.2. Clasificación de los museos | 1.4. Exposiciones | 1.5. Niveles de comunicación | 2.ELEMENTOS DEL MUSEO Y SU RELACIÓN CON EL DISEÑO | 15 2.1. Público | 2.2. Planificación | 2.3. Contenido | 2.4. Continente | SEGUNDA PARTE | 1. REFLEXIONES MUSEOGRÁFICAS EN LA EXPOSICIÓN MÉXXICO EN EL DISEÑO GRÁFICO, LOS SIGNOS VISUALES DE UN SIGLO | 18 1.1. Planificación | 1.2. Público | 1.3. Información en relación a los contenidos | 1.4. Continente | ÍNDICE DE CONTENIDOS 2. APOYOS EDITORIALES EN EL DISCURSO MUSEOGRÁFICO | 36 2.1. Cédulas | 2.2. Folletos de mano | 2.3. Rótulos y letreros | 2.4. Hojas de sala | 2.5. Catálogos | 2.6. Carteles | 2.7. Invitaciones | CONCLUSIONES | 43 ANEXOS | 1. Apoyos al proyecto: MÉXXICO EN EL DISEÑO GRÁFICO, LOS SIGNOS VISUALES DE UN SIGLO | 45 1.1. Investigación sobre cédulas museográficas | 1.2. Características de la escritura en el periodo antecedente al siglo XX | 1.3. Línea del tiempo: medios de impresión | 2. Relación de reportes realizados | BIBLIOGRAFÍA | 53 EL PRESENTE TRABAJO FUE DESARROLLADO DENTRO del proyecto de investi- gación México en el diseño gráfico, los signos visuales de un siglo, amparado dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México y llevado a cabo en Escuela Nacional de Artes Plásticas; su realización partió de la inquietud del Maestro Vicente Rojo de efectuar una profunda indagación e interpretación sobre la historia del diseño gráfico en nuestro país durante el siglo XX. De esta idea, surge la necesidad de hacer presente la intervención de alumnos y profesores para la realización de una revisión histórico-gráfica de los productos de diseño gráfico que se han generado en este lapso. La primera fase de este proyecto que consistió en la recopilación documental ha sido concluida. En esta segunda etapa el trabajo se basó en compilar, seleccionar y catalogar productos de diseño en base a los criterios de clasificación por el tipo de discurso (publicitario, educativo y cultural), por su género (editorial, paraeditorial, ex- traeditorial, informativo e indicativo, ornamental, narrativo lineal, narrativo no lineal) y por la clase de medio (libros, volantes, carteles, identidades corporativas, sistemas de señalización, ilustraciones, historietas, viñetas, sistemas museográficos, publica- ciones electrónicas, etc.). Dicha selección se realizó por cada periodo en el que se dividió el siglo XX para su estudio: Antecedentes; De las técnicas tradicionales del arte a los tipos móviles (1900- 1919); Fotograbado, rotativa y offset (1920-1939); Plumilla, regla, compás y tiralíneas (1940-1959); Plásticos transferibles, rapidógrafos y galeras (1960-1979); y Del restira- dor al desktop y del lápiz al ratón (1980-2000). Finalmente como parte de los objetivos de esta segunda etapa, el trabajo se versó sobre el montaje de la exposición en las instalaciones de la Escuela Nacional de Artes Plásticas dentro de sus dos planteles (Academia y Xochimilco). Es pues, en este contexto en el que esta tesina fue desarrollada. Motivada por el montaje de ésta exposición, se propició el interés por una reflexión sobre la labor del diseñador dentro del ámbito museográfico, que, de manera personal, como recién egresada de la carrera de Diseño y Comunicación Visual, significó dilucidar un campo posible de trabajo, que antes no había considerado. INTRODUCCIÓN 5 Por otro lado, este trabajo pretende dar cuenta de dicha labor en el caso específico de la exposición que nos atañe: México en el diseño gráfico, los signos visuales de un siglo, haciendo algunas reflexiones sobre la manera en la que se presentó la exposi- ción. La tesina se divide en dos partes, la primera de ellas procura introducir al tema de los museos, sus antecedentes, la definición de su ciencia, su tipología y sus elemen- tos. La segunda parte, contiene aspectos que deben considerase al realizar el montaje de una exposición, mostrando ejemplos en base a lo que se presentó como parte del proyecto ya mencionado. En la praxis, nuestro quehacer dentro del proyecto fue encausado hacia la investi- gación sobre Museografía, lo que nos ofreció una visión más amplia de su práctica que, consideré conveniente aplicar respecto a la exposición de la que ya se ha ha- blado. Por un lado a manera de advertir la importancia de la actividad museística; y en otro sentido, justificando ciertos aspectos del montaje basados en ensayos museo- lógicos probados; pero sobre todo, mostrando al diseñador como parte importante de la configuración del discurso museográfico para qué este comunique de manera eficaz lo que se ha planeado decir, y con ello, tener en mente los alcances de conocer y reflexionar sobre los aciertos y errores del trabajo que se presenta en las galerías de nuestra Escuela Nacional de Artes Plásticas, para que junto con el conocimiento de la teoría museística, se pueda generar en la misma, el ambiente propicio para la realización de exposiciones eficientes en cuanto a técnica, y en la manera de mostrar los contenidos. 6 PRIMERA PARTE | EL MONTAJE de cualquier exposición responde por lo general a la necesidad de una institución de mostrar a un público determinado ciertos obje- tos que dotan de valor (histórico, cultural, artesa- nal, social, etc.) algún aspecto de nuestra vida. Necesidad, función, práctica y reflexión de dicha actividad es compartida en la propia definición, origen, tipología, práctica y re- flexión del museo. Por lo antes señalado, me permito comenzar este trabajo hablando del museo, ya que los aspectos que lo caracterizan nos dan un panorama que en la práctica, de igual modo se aplican en lo que pretende ser el tema central de esta tesina: las exposiciones. 1.1. Museología Como ciencia del museo, opera sobre los datos museográficos, analizándolos, ampliándolos y transformándolos. Se refiere a la parte planifi- cadora teórica y normativa. Para el diseñador son los aspectos que debe im- plicar la reflexión previa a la propuesta de diseño. El motor del museo es la cienciamuseológica; si la museografía es exposición y fenómeno, la mu- seología es la profundización del fenómeno. “[…] la Museología es la ciencia que trata del museo (esencia) y su meta primordial es hacer accesible a todo el mundo (sujeto) el testi- monio conservado de la humanidad (objeto) valiéndose del estudio científico (medios auxi- liares) y de la selección razonada de las obras (sentido estético y educativo)”1 La Museología es sustento teórico del museo que se presenta como continua autocrítica bus- cando siempre mejorar la efectividad en su co- municación con el público; llevando su reflexión hacia sus recursos, problemas, realidades y posi- bilidades de transformación para llegar a impactar al público. La Museología nace en el siglo XX ante la necesidad de plantearse al museo como un si- tio con alcances educativos, informativos y no necesariamente aburrido. Por esta razón se con- siderarán las posibilidades perceptivas del objeto ante el receptor; los criterios de presentación de las obras considerando el empleo de elementos contextuales (ambientación, ornamentación, de- coración, etc.); el uso de aspectos técnicos en el montaje (luz, fondos, diseño de las cédulas, etc.); el análisis de puntos de vista del receptor con respecto a la obra; los soportes y medios factibles de presentación de la información (videos, inte- ractivos, maquetas, etc); entre muchas otras más consideraciones. Como diseñadores la Museología nos presenta argumentos sobre el quehacer museográfico, que son factibles de adaptarse para solucionar un pro- blema específico; a su vez, con su misma existen- cia nos advierte de la necesidad de reflexionar so- bre ciertos aspectos que sin duda nos permitirán una comunicación efectiva con el receptor. 1. MUSEOLOGÍA, MUSEOGRAFÍA Y MUSEOS (ORIGEN Y TIPOLOGÍA) 1 Aurora León, Teoría, praxis y utopía, Madrid, 1995, Ediciones Cátedra, pág. 104 8 9 1.2. Museografía A diferencia de la Museología surgida apenas en el siglo pasado, la Museografía siempre ha acompañado al hombre, su práctica se remonta al momento en el que el ser humano comienza a co- leccionar y a ordenar objetos, la manera en cómo se colocarán en una sala, en una vitrina o en un espacio determinado, como mera ornamentación que muestra la estética del momento. En la actualidad este campo sigue siendo parte de la vida cotidiana, y esto se refleja en la medida en la que se consumen y coleccionan objetos a los que les damos un valor (artístico, sentimental, etc.) y son usados por lo general para ornamen- tación de casas particulares como muestra de un status político, social, económico, etc. En el ám- bito comercial, la acción museográfica amplía su acción a escaparates y displays. Dentro del museo, el fenómeno museográfico implica la descripción de todo elemento concer- niente al mismo: involucra aspectos del lugar (ar- quitectura y construcción del edificio), problemas técnicos de ubicación, exposición, conservación de las piezas. Su desarrollo es práctico y adapta- ble a cada problema específico; la ambientación, la distribución del espacio, la acción de la luz sobre el objeto, le atañen. “Como disciplina, el objeto de la Museografía es el estudio sistemático, la clasificación orde- nada y seleccionada y la exposición clara y precisa de los fondos del museo, adaptando el edificio a las necesidades museográficas e introduciendo métodos más eficaces para su comprensión. Tomada en su dimensión artís- tica, ofrece uno de los puntos más esenciales para la estética, el arte, la sensibilidad y la Mu- seología. […] no solo manipula sobre el cam- po artístico sino que sus objetos más primarios tienden a la inspiración, a la creación interpre- tativa, a la educación de la sensibilidad, a la promoción de nuevas vivencias y emociones a través de unos métodos expositivos concer- nientes a tales fines.”2 Para un diseñador la Museografía, implica el trabajo práctico, que necesariamente conlleva la reflexión y el análisis que la Museología brinda. 1.3. Museo Para definir lo que es el museo, es necesario mencionar el papel del coleccionismo y la acu- mulación de objetos, actividades que se han practicado a lo largo de la historia. Esta actividad es el antecedente del museo; su evolución tanto en el sentido práctico, conceptual y contextual, dieron las pautas para lo que hoy conocemos como museo. “Al cabo de su larga evolución, es posible definir el museo actual como institución que obtiene financiamiento gubernamental, priva- do o mixto, creada con el fin de que contri- buya al desarrollo de la sociedad al preservar, reunir, conservar, estudiar, interpretar, exhibir, divulgar, por medio de exposiciones y de un conjunto de actividades paralelas, evidencia material (tangible e intangible), cultural y 2 Ibid. p.p. 109-110 3 Rodrigo Witker, Los Museos, México, 2001, CONACULTA, pág. 7 natural, artística y científica (animada o inani- mada), histórica y tecnológica, de la evolución del hombre y de la naturaleza.”3 En el caso de la exposición que por ahora nos compete: MéXXico en el Diseño Gráfico, los signos visuales de un siglo, me parece que atiende a los mismos fines que cualquier museo, si bien no con la complejidad con la que estos se manejan, si se pretende contribuir con la divulgación, la interpretación y la exhibición de información y ejemplares que muestren precisamente los avan- ces que esta investigación ha proporcionado. 1.3.1. Reseña histórica del coleccionismo Durante el desarrollo de la cultura griega, el coleccionismo da un gran paso, Grecia abre las puertas al comercio artístico romano; obras depo- sitadas en santuarios se custodiaban con carácter religioso en los tesauroi, dichos objetos de tipo religioso fabricados con fines laicos exaltaban la realeza y manifestaban la fastuosidad y el poder de la monarquía, se colocaban en los palacios para ser admirados como propaganda. En el si- glo V el objeto pasa de ser objeto-usual-religioso a objeto-admiración por su calidad y firma del artista. Con el helenismo se reafirma el gusto por el arte y la colección artística, aunque el colec- cionismo helenístico será reemplazado por su desarrollo en la cultura romana. En Roma, la imagen lo era todo; el comercio además de las producciones nacionales se basó en la exportación, el despojo con violencia de obras y botines de guerra. Esta reseña histórica es retomada de la que hace Rodrigo Witker en su libro Los museos. Los grandes saqueos, especial- mente el de Siracusa y Corintio en el 212 y 146 a.C. respectivamente, permitieron a los romanos llenar sus templos de obras griegas. Tal acto sentó las bases para el futuro desarrollo del coleccio- nismo romano. Durante la Edad Media, la instauración del cristianismo, amplía y diversifica los valores de los objetos que componen las colecciones, por ejemplo, las reliquias y los objetos milagrosos. La fundación del antiquarium por el papa Sixto IV, es un ejemplo de la actividad a la que dedicaron algunas familias reales. Sin embargo, es en esta época también, que la fuerza moral y política del Cristianismo se manifiesta como derivación del arte romano pero con metas pedagógicas más definidas: el arte como educación moral. Solo en la época de Constantino persiste el arte del colec- cionista por esmero. En el Renacimiento se crean studios, gallerias y gabinettos; lo que ofrece al museo nuevos cami- nos de evolución. Estos lugares se dedicaron al estudio, la observación y sobre todo el ordena- miento de objetos que pretendían la reconstruc- ción de un microcosmos que permitiera entender la tierra y el cosmos. A finales del siglo XV además del incremento en los objetos de las colecciones reales; los gabi- netes se transformaban en espacios donde la cla- sificación de objetos era cada vez más especiali- zada, de ahí surgen las wonderkammer –cámara de las maravillas- y las kunstkammer –cámara de las artes-. Para el siglo XVIII grandes colecciones sonexhibidas al público, por lo que para esta 10 época se definirían dos componentes básicos de todo museo: colecciones y visitas públicas. En el siglo XX, los estilos se proyectan en sitios originales y modernistas. En este mismo siglo, se reflexiona y discute la definición y función de los museos. En los años setentas surgen nuevas propuestas de concebir a los museos, mismas que resultan clave para redefinir el papel social y cultural del mismo, atribuyendo a su vez especial importancia a sus mensajes y exposiciones. Si bien para efectos prácticos, la muestra que se está realizando no es un museo como tal, esta muy general revisión histórica del origen del museo nos permite reconocer esta necesidad del hombre por comprender y aprehender objetos que permitan entender su mundo y su pasado para dar significado a su presente. En esta misma línea y desde el punto de vista que nos concierne como diseñadores, esta implicación innata del hombre dota de sentido el trabajo de investiga- ción y montaje de la presente exposición, pues permite un acercamiento al trabajo de produc- ción visual y gráfico que se fue generando durante los cien años del siglo XX. Esta muestra pretende presentar un contexto específico en nuestro país, en el que se originaron propuestas, estilos, discur- sos visuales que caracterizaron cada momento de nuestra historia. 1.3.2. Clasificación de los museos • Clasificación por tema de sus colecciones: Museos de Arte. Más que la historia de la crea- ción artística, muestra los gustos y las políticas culturales vigentes de cada época. Esta misma categoría se subdivide en: -De bellas artes, que muestra conjunto de obras ordenadas en estilos, corrientes y cronología o en grupos temáticos. -De artes aplicadas, expone obras con la idea de demostrar sus usos, materiales y técnicas de construcción. -De artes populares que presenta creaciones mas bien ligadas a la artesanía, sus autores y procesos. Museos de Antropología. Sus colecciones se centran alrededor del hombre y su evolución his- tórica y cultural. Este tipo se subdivide en: -De historia, aborda el pasado del hombre y de sus sociedades. -De arqueología que se orienta a investigar ves- tigios de antiguas civilizaciones. Algunos de este tipo de museos son los llamados in situ, los cuales son creados en el mismo lugar en el que son en- contrados los restos. -De etnografía, presenta los rasgos característi- cos de grupos humanos ya sea de la misma raza, religión o lengua. Museos de Ciencias. Disponen de colecciones argumentadas en teorías, leyes y procedimien- tos de hechos y fenómenos que involucran los paradigmas del conocimiento científico. Dentro de esta categoría entran los museos de historia natural que se preocupan principalmente por los bienes de la naturaleza. Museos generales. Esta clase de museos guar- dan memoria y patrimonio de diversas esferas de 11 la vida social que no siempre son consideradas en las temáticas de otros museos, pero que confor- man ejemplos de apropiación y rescate de bienes culturales y naturales. • Clasificación por el tipo de recursos de los que dependen: Públicos. Estriban del presupuesto de los gobier- nos, ya sean federales, estatales, o municipales. Privados. Dependen de recursos provenientes de capitales privados (empresas culturales) que contemplan su propia mercadotecnia y autofi- nanciamiento. Mixtos. Son financiados con recursos públicos y privados, recurren a patronatos, fideicomisos y sociedades amigos de los museos. Universitarios. Pueden ser a su vez, dependien- do del tipo de institución a la que pertenezcan, públicos o privados. Su temática se relaciona con los programas de estudio de la universidad y las áreas de investigación que se desarrolla ahí mismo. Comunitarios. Su operación y manutención son responsabilidad de la propia comunidad aunque con apoyo del Estado. • Clasificación por el sitio en el que se ubican: Nacionales. Presentan la versión oficial de as- pectos relevantes de la cultura de un país. Regionales. Presentan la versión oficial de as- pectos relevantes que definen un área. Locales o comunitarios. Muestran de manera no oficial valores propios de una localidad. De sitio. Destaca aspectos importantes del lugar donde residen. • Clasificación por el público que atienden: Museos para público en general. Ostentan un discurso y una temática muy flexible. Museos para público especializado. La informa- ción que muestran es más precisa. Museos para público infantil. Se dirigen a los niños, se valen del juego, la interacción y la vin- culación de los contenidos. • Clasificación por el tipo de exposición: De circulación dirigida. Se trata de museos que son adaptados a edificios cuyos usos y funciones originales se han alterado. Al aire libre. Se asocian con la idea de ecomu- seo, no está delimitado por muros. Interactivos. Su discurso museográfico ofrece al usuario la oportunidad de elegir libremente usos y lecturas de las exposiciones. Aunque esta clasificación atañe específica- mente a los museos, la exposición MéXXico en el Diseño Gráfico, los signos visuales de un siglo, podría ubicarse dentro de esta tipología como una exposición tendiente a mostrar las artes como artes aplicadas por la misma naturaleza del di- seño gráfico; con recursos universitarios por ser un proyecto realizado dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México; de tipo nacional por ubicar su contenido en el contexto específico de México durante un siglo. La importancia de ubicar la exposición dentro de esta clasificación, es que permite delimitar aspectos generales como lo es el tipo de público al que está dirigida la exposición, con ello, se podrá pensar en los recursos gráficos que se van 12 a proponerse para el mismo; al saber que tipo de exposición será, se podrá saber si existen elemen- tos en el recinto en el que se va a presentar la exposición para apoyar el concepto de la misma o si bien es necesario y/o factible realizar algún tipo de modificación en el lugar; si sabemos de que tipo de recursos dependemos, es claro con qué contamos; lo importante, me parece es que entre más completa sea la información que se tenga, el diseñador tendrá más armas para realizar su trabajo. 1.4. Exposiciones Las exposiciones son interpretaciones basadas en investigaciones científicas que realiza un mu- seo sobre diversos temas o colecciones de objetos que pone a consideración del público. La exhi- bición es la demostración de los valores propios de los bienes culturales, su funcionamiento y sus cualidades estéticas, históricas o constructivas. Según la tipología que realiza Rodrigo Witker, las exposiciones se pueden clasificar en: -Exposiciones sistemáticas. Seleccionan, orga- nizan y ubican físicamente los objetos y elemen- tos museográficos de acuerdo a argumentos cla- sificatorios universal y científicamente aceptados. Ej.: taxonomías, botánicas, etc. -Exposiciones temáticas. Disponen los obje- tos y los elementos museográficos a manera de complemento de una narración, crean escenas o escenarios de una breve historia; respetan ciertos ejes cronológicos. -Exposiciones especiales. Ofrecen oportuni- dades únicas de ver colecciones especiales en tiempos relativamente cortos, no necesitan guar- dar relación con las exposiciones permanentes; son especiales por la forma en la que abordan la temática. -Exposiciones internacionales. De carácter efímero, se caracterizan por mostrar acervos o colecciones de un país extranjero, se montan en instalaciones ex profeso; se suelen convertir en eventos masivos, generalmente aluden a la alta tecnología. -Exposiciones itinerantes o móviles. Muestran ciertos temas y colecciones generalmente anima- das por un afán de divulgación, sirven de enlace con otros museos y facilitan el intercambio de acervos. -Exposiciones manipulables. Consienten y pro- pician la intromisión física del visitante sobre los elementos museográficosdel discurso. -Exposiciones interactivas. Ofrecen al público la decisión sobre los caminos y las actividades que puede tomar, propiciando la selección de opciones que hagan probarse a si mismo sus ha- bilidades y formarse sus propias conclusiones. -Exposiciones contemplativas. “Prohibido to- car” es su lema, son las exposiciones más tradi- cionales. En este caso, la exposición (lo es porque es re- sultado del análisis de una investigación) que se presenta sobre el proyecto MéXXico en el Diseño Gráfico, los signos visuales de un siglo, no es una ini- ciativa de un museo sino de la institución (Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM). 13 1.5. Niveles de comunicación Para la exposición de cualquier tema en un espacio determinado, la Museología propone tres niveles de comunicación dis- cursiva: emotivo, didáctico y lúdico. Nivel emotivo o ritual: se relaciona con la producción de emociones en el espectador, en el plano estético o evocativo. Se trata de desencadenar ambientes casi teatrales que reproduzcan escenarios y situaciones expresivas y sugerentes. Nivel didáctico: en este nivel se propor- ciona la público información jerarquizada y abreviada por medios como diagramas, gráficas, ilustraciones, fotografías, cedula- rios, etc. Inducen una lectura determinada por el orden y la secuencia. Nivel lúdico o de juego: trata de implicar al visitante a que participe, se involucre y descubra que aprender es también una ex- periencia divertida. Los medios de los que se vale este tipo de nivel son, los espacios interactivos que incitan al público a inter- venir en actividades que pueden generar acciones físicas no definidas que, producen proceso y experiencias diversas en cada individuo. 14 Para Aurora León, los elementos esenciales del museo son la sociedad, la planificación museís- tica, el continente (arquitectura) y el contenido (fondos del museo). En base a estos, se tratará el papel del diseñador. 2.1. Público El público es el la razón de ser del museo, con el se cierra el círculo de comunicación del discur- so museográfico, cada individuo genera para sí su propia experiencia museográfica; esta dependerá de varios factores, su edad, su condición social, su acercamiento a otras experiencias extramuseo- gráficas, el interés en el tema, etc. Para el diseñador es el receptor de su trabajo por lo que el objeto diseñado tendrá que resolver problemas de comunicación visual tomando en cuenta sus necesidades. Del diseñador depende en gran parte la imagen que se lleve el receptor con respecto a la exposición y la comprensión que haya tenido de la misma, pues dentro de sus funciones, lo esencial es ocuparse de la legibili- dad de textos para la deseable comprensión de la información. Los apoyos gráficos, de ambienta- ción, de esquemas, también son responsabilidad y trabajo del mismo. 2.2. Planificación La planificación implica en primera instancia, analizar científicamente los datos suministrados por la realidad del museo y las metas que se pretendan alcanzar. Es de la mayor importancia el que los encargados de la exposición sean conscientes de la necesidad de sistematizar y organizar sus actividades con base en principios motores de la disciplina museológica. La adqui- sición y conservación de obras para su función social y educativa, la manera en la que se presen- tará el material, la publicidad, el uso de medios audiovisuales, la catalogación de obras, etc., son aspectos implícitos en la planificación que ha es- tudiado la Museología. Dentro de la planificación, curadores, investi- gadores y especialistas organizan la información y seleccionan los objetos que se presentarán. Es aquí dónde el diseñador también desarrolla parte de su trabajo pues a él se le proporciona el con- cepto de la exposición, a partir del cual generará propuestas de la imagen: la gráfica, de la cual de- rivará también la decisión del color, texturas, luz, diseño de las cédulas, la realización de interac- tivos , maquetas (si son necesarias), publicidad, posible equipamiento, etc. 2.3. Contenido El contenido (fondos del museo), implica la selección cuidadosa y obligada de lo que se ex- pondrá, por otro lado involucra también tomar en cuenta los criterios de presentación de las mismas pues de esto depende que el objeto pueda dar de sí, extraerse el mayor contenido del mismo o 2. ELEMENTOS DEL MUSEO Y SU RELACIÓN CON EL DISEÑO 15 simplemente quedar aislado dentro de la sala. Lo que se presentará en la exposición es con- secuencia de la elección de los objetos del fondo con el que se cuenta; en este sentido, la labor del diseñador se preocupará por la manera en la que se presentarán tanto objetos como información. Para el diseñador, significa el uso de códigos, morfológicos, cromáticos y tipográficos que apo- yen la asimilación de los contenidos por parte del receptor; la aplicación de estudios de la Museo- logía proporciona también elementos para lograr eficacia en la comprensión del discurso museo- gráfico. “Las obras necesitan respirar, expresarse, contestar, sugerir, mostrarse vivas, […] Para obtenerlo hay que estudiar un plan en el que concurran los factores principales y reales del museo: público, obras y espacios disponibles, poner en juego esos elementos y dotarlos de la máxima capacidad comunicativa.”4 2.4. Continente El continente es propiamente el espacio físico en el que se presentará la exposición, este puede ser de tres tipos: espacio o edificio adaptado, ex profeso o mixto. En el primero, las funciones ori- ginales del lugar no son precisamente las de un museo por lo que el inmueble es adaptado para tales fines; en el segundo, se trata de un espacio previamente estudiado y realizado para los fines expositivos, en este plan se han ya tomado en cuenta los debidos espacios para los servicios que se requieren: servicios al público, áreas de investigación y almacenamiento, espacios de ex- posición y áreas de administración, operación y mantenimiento; en el último caso, se trata por lo general de inmuebles adaptados en los que se lo- gra rescatar el valor histórico y estético del inmue- ble y en los que tales adaptaciones no interfieren con el discurso museográfico de las exposiciones que ahí se presentan. Continente y contenido for- man la trama museológica para el espectador. Sobre este espacio, el diseñador realizará las decisiones de distribución de los elementos y su colocación, circulación y equipamientos. Es conveniente para el diseñador en este sentido entender su área de trabajo como un espacio tri- dimensional en el que debe suponer las distintas perspectivas desde diferentes ángulos; y a su vez considerar que, tanto materiales y formas serán tangibles en un espacio real. 4 Aurora León, Teoría, praxis y utopía, Madrid, 1995, Ediciones Cátedra, pág. 88 16 SEGUNDA PARTE | 1. REFLEXIONES MUSEOGRÁFICAS EN LA EXPOSICIÓN MÉXXICO EN EL DISEÑO GRÁFICO, LOS SIGNOS VISUALES DE UN SIGLO COMO YA SE VIÓ EN LA PRIMERA PARTE, son varios los elementos que conforman un museo, éstos mismos son aplicables a las exposiciones por lo que a continuación se dará cuenta de ellos, con las respectivas consideraciones que el diseñador no debe perder de vista en el montaje; más específicamente en el caso del montaje co- rrespondiente al proyecto MéXXico en el Diseño Gráfico, los signos visuales de un siglo. 1.1. Planificación La planificación implica tener en claro: -La tesis (teoría), que plantea las intenciones y pretensiones de la exhibición -El proceso (desarrollo), en el que se esbozan los posibles medios para transmitir lo que se planteó en la tesis; implicará aspectos como la informa- ción, la circulación, los medios, la estética, etc. -Finalidad (intencionalidad), que determina la sensación que se procurará en el visitante (si solo se pretende una visión estética, educativa, contra- dictoria u otra). La descripción del proyecto es solo una parte de la planificación, loque seguirá, en el plano práctico es relacionar el estudio del público, de los contenidos y del continente para determinar los alcances museográficos en base a estos ele- mentos. Por ahora solo describiremos el proyecto para entender el origen y sus pretensiones: MéXXico en el Diseño Gráfico, los signos visuales de un siglo, es una iniciativa para la realización de un proyecto de investigación interdisciplinario que, permita el trabajo de docentes y alumnos para la realización de una revisión histórico-gráfica de los productos de diseño gráfico que se han generado en nuestro país durante el siglo XX. El proyecto tiene como finalidad presentar a los diseñadores gráficos del país, una serie de textos que contengan una revisión histórica de los prin- cipales discursos, géneros y medios desarrollados durante el siglo XX, así como sus principales ex- ponentes. Los objetivos centrales del proyecto son: -Presentar el panorama histórico del diseño grá- fico en México durante el siglo XX -Establecer el aparato crítico en el que se susten- tará la investigación, correspondiente a los diver- sos discursos, géneros y medios del diseño gráfico -Estudiar las influencias de las vanguardias artís- ticas en el corpus del diseño gráfico -Mostrar cómo el desarrollo de la ciencia y la tecnología, marcaron la pauta del quehacer del diseño gráfico Para seguimiento de estos propósitos, se realiza- rán diversas actividades y productos académicos, entre ellos se encuentra el montaje de una expo- sición en las instalaciones de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (Xochimilco y Academia), en noviembre de 2005; la publicación de su catálogo; y posteriormente la elaboración de cinco libros, en los que se divide el panorama histórico del di- 18 seño gráfico, en dos décadas por cada libro para abarcar todo el siglo XX. Se realizará un libro más sobre el periodo antecedente; una recopilación de diseñadores gráficos mexicanos correspondientes al siglo XX y un compendio bibliográfico particular de la disciplina. Entendidos pues los fundamentos del proyecto, se propone el montaje de la exposición no como la parte fundamental del trabajo de investigación, sino como un medio de presentar tanto a la co- munidad de la ENAP como a la de diseñadores gráficos en general, el trabajo que se está gestan- do dentro del proyecto. Por ello, se pretenden mostrar productos de diseño de cada periodo histórico, basados a par- tir de los criterios de clasificación por discursos (publicitario, educativo y cultural); por géneros (editorial, paraeditorial, extraeditorial, informa- tivo e indicativo, ornamental, narrativo lineal, narrativo no lineal); y por medios (libros, volantes, carteles, identidades corporativas, sistemas de se- ñalización, sistemas museográficos, ilustraciones, historietas, viñetas, comunicaciones multimedia, páginas y publicaciones electrónicas entre otros). Se definirá lo que es el diseño y se tratará lo que es el lenguaje visual. Con esta muestra se intenta además que di- señadores gráficos y comunicadores visuales (principalmente) generen una reflexión hacia la importancia de conocer y reconocer la historia del diseño gráfico en nuestro país, a través de la exposición de dichos ejemplos. Se puede hablar entonces, de una exposición con finalidad estética por que pretende con sus ejemplos, dar generalidades de estilos de cada época, y educativa en tanto que se intente gene- rar esta reflexión en el visitante. Una vez que se tienen claros el concepto y los objetivos, debe realizarse el programa de trabajo; le sucede la producción y gestión del proyecto, el diseño, instalación y montaje y el análisis y la evaluación. 1.2. Público “El elemento más importante en todo espacio museográfico es el visitante. Hacia el está orientado –o debería estarlo- el esfuerzo de planeación, diseño, producción y evaluación que acompaña a todo proyecto museográfico. Sin su presencia y participación, un espacio museográfico es un espacio virtual que no tiene razón de ser”.5 Ya se ha insistido mucho en la necesidad de definir al público, porque será quien interprete el discurso museográfico y es al que está dirigido la producción y el diseño. Para éste están pensados los modos de presentación del discurso. Como di- señadores, hay que procurar que cualquier nivel de comunicación que se decida utilizar, estimule el propio tiempo en el plano cognoscitivo y afec- tivo, para que la exposición realmente impacte y cause un efecto real en el visitante. Debe pensarse también en cuestiones técnicas como las dimensiones del espacio en relación a la capacidad y el número de asistentes que se esperan, además de las posibles medidas de se- guridad que se requieran. 5 Lauro Zavala, La recepción museográfica, entre el ritual y el juego en Posibilidades y Límites de la Comunicación Museográfica, México, 1993, UNAM, p. 55 19 El público al que está dirigida esta exposición es sin duda, la comunidad de diseñadores, artistas y demás gente que de algún modo se relacionan con esta disciplina; y como tales, comprenden la importancia de la revisión histórico-gráfica. A sa- biendas de esto, es importante tomar en cuenta que la mayoría de dicho público, ya tiene cierto nivel de conocimiento con respecto a la materia por lo que su grado de identificación con el tema y las obras que se presentan puede llegar a ser muy significativo. Por lo general, por lo que implica el estudio y la práctica del diseño gráfico y disciplinas afines, se suele tener siempre un ojo que analiza con más cuidado y detenimiento la configuración de los mensajes visuales; ello supone que las expectativas de los visitantes son altas con respecto a los conte- nidos y al propio diseño de la exposición. 1.3. Información en relación a los contenidos La selección cuidadosa de las obras que se presentarán lleva implícito concretar con exacti- tud los datos sobre las mismas, no solo desde el punto de vista de su conservación, de su correcta iluminación, etc.; sino también considerando el espacio respecto al espectador para que éste pueda disfrutar la obra. Por ejemplo, al tratarse de un objeto tridimensional, se debe considerar su entorno, su relación con la información y la forma de proteger al mismo. A su vez, se debe también precisar toda la infor- mación que se dará al visitante, cómo y con qué medios, tomando en cuenta las expectativas del mismo y el presupuesto. Si bien la información no depende directamen- te del diseñador, si es importante que éste trabaje Espectadores de la exposición MéXXico en el diseño gráfico, los signos visuales de un siglo. 20 en la mejor manera de presen- tarla, configurando la informa- ción según códigos cromáticos, tipográficos y morfológicos, atendiendo a algunos aspectos que afectan a su ubicación en relación al objeto y a su estructura respecto al espacio: Sobre la información Al tratarse de la información, debe estudiarse sus características semánticas y técnicas. -Las características semánticas implican la can- tidad y el lenguaje: El control de la cantidad de información que acompañará a la exposición es muy importante, los textos deben ser lo más cortos y concretos posible, para dar los datos que se requieran sin excederse innecesariamente. Es también de gran importancia la relación del tamaño de las letras, los símbolos, las imágenes y los planos en propor- ción a la distancia en la que serán leídos. Se deberá evitar lenguaje rebuscado y muy científico o técnico, se recomienda un lenguaje habitual y sencillo. -Las características técnicas: A este aspecto corresponde todo estudio de per- cepción visual realizado en textos y documentos que propicien su legibilidad –evitar la densidad de la mancha tipográfica, comprobación de ta- maños de letras, intercalar imágenes y diagramas guardando proporción y armonía, etcétera-. Para que la información cumpla todos los re- quisitos técnicos de su cometido,debe comple- mentarse con la formalización de la tipografía, que dependerá del formato (si se presentará como cédula, qué tipo de cédula, su ubicación, si es pendón o mural, etc.), de los sistemas técnicos utilizados (gráfico, medios lumínicos y visuales, etc.) y de la creatividad del diseñador (color, ma- terial de soporte, textura, etc.). El estudio de la iluminación es también parte de las aplicaciones técnicas, su misión será apoyar la claridad de la información. En cualquier caso, la funcionalidad antecede a la estética. En el aspecto técnico cabe mencionar que la información que se presentó fue a través de una cédula introductoria o temática que daba una pe- queña reseña de lo que trataría la sala; el hilo con- ductor de la exposición fue la línea del tiempo con la que se ubicó el contexto histórico, los avances en ciencia y tecnología, las vanguardias artísticas del momento, el diseño gráfico internacional y el diseño gráfico mexicano; se utilizaron también cé- Presentación de la información en la exposición dentro de las salas de Academia de San Carlos; se puede ver la disposición de las cédulas introduc- torias, la línea del tiempo y las vitrinas / ENAP plantel Academia 21 dulas de objeto para la identificación de las obras; y en algunas salas, cédulas temáticas que durante el recorrido apoyaban a comprender el discurso. La forma en la que se decidió presentar las cé- dulas introductorias permitió identificar en todas la salas cuáles eran éstas: por el formato, por su ubicación, por la decisión de mantener la relación entre el periodo y el color en el fondo de cada cédula, por el acomodo tipográfico de los títulos y fechas de cada periodo, por la pleca que identifica cada lapso, y por la diferencia en la capitular que caracteriza cada época de acuerdo a ciertos estilos tipográficos comunes en cada momento. En el sentido semántico, la cantidad de infor- mación que se presentó en la línea del tiempo fue rica en contenido. Y aunque muy concisa se dificultaba su lectura total, sin embargo resulta útil cuando el visitante toma la decisión de buscar información muy concreta; por su ubicación y ta- maño es factible de ser consultada varias veces y a su vez ser relacionada con las obras que tiene a su alrededor. Considero que el principal problema fue el as- pecto técnico, aunque los tipos elegidos para la composición de la información fueron sin remate (que permite mayor legibilidad), la lectura de los bloques resulta fatigosa por el tamaño del tipo. El lenguaje lejos de ser muy rebuscado es sen- cillo, esto facilitó la comprensión de los textos. La utilización del folleto de mano, permite a su vez, la mejor comprensión de la exposición. La presentación de las cédulas introduc- torias era similar, sin embargo, se dife- renciaban unas de otras por el color, la pleca de la izquierda y las capitulares que mostraban el caracter estílistico de cada época. Información en la línea del tiempo / ENAP plantel Academia 22 Sobre la ubicación de la información, la estructura del montaje La ubicación de la información no debe alterar la dinámica de la vista, debe evitar inclinaciones y movimientos fatigosos del cuerpo, giros y circu- laciones contrarias, cambios bruscos de sentido, etc.; esto cansa la experiencia. La decisión de la ubicación se toma anticipa- damente pues debe prever cómo quiere darse la información al público, pueden considerar- se estas opciones: -Concentrada: La información se expone junta componiendo una unidad expositiva indepen- diente. El visitante accede a ella como una explicación o aclaración de un proceso integral. Puede situarse: -al principio: a modo de instrucción, se utiliza en exposiciones muy complejas -al final: como conclusión y afirmación de cier- tos puntos conflictivos -principio y final: aquí se recalca la hipótesis (en el antes) y su demostración (al final). - Parcial: se da solo en una parte de la exposición y/o en puntos muy concretos. Aclara determina- das fases del discurso. -Paralela: se coloca a lo largo de toda la exposi- ción para que el visitante pueda acceder en cual- quier momento a la información. Esta forma tiene a su vez dos posibilidades, unida espacialmente y separada espacialmente. En la primera, su vi- sualización es obligatoria, siempre está ahí; en el segundo caso, para acceder a la información el visitante debe de tomar la iniciativa. -Mixta según las necesidades. Además deben contemplarse espacios para descansos y otros usos. La ubicación que se utilizó para mostrar el grue- so de la información fue mixta: Paralela: La ubicación de la línea de tiempo se ubicó en la parte central de la sala, a su alrededor las obras permitiendo que se pudiera saltar de la obra al contexto las veces que fuera necesario. Su forma fue separada espacialmente, pues para ac- ceder a ella, el visitante debe tomar la iniciativa. Parcial: Porque la ubicación concreta de las cé- dulas introductorias definió las fases del discurso museográfico; se ubicaron en puntos concretos en los que permitieron el cambio al lapso consecu- tivo. Esto fue más evidente en el espacio de San Carlos que compartía tres períodos en dos salas: la ubicación de las cédulas, aunado al código cro- mático que diferenció cada época, permitió que la lectura no se confundiera, ayudó a dilucidar las obras correspondientes a cada etapa aunque compartieran el mismo espacio. La estructura en el montaje se presenta en paralela, esto implica la ineludible relación entre la infor- mación y las obras que se encuentran a su alredor / ENAP plantel Academia 23 Las cédulas temáticas (en el caso especialmente de la galería 2 en Xochimilco), se colocaron en ciertos puntos para aclarar el discurso. Sobre la relación del objeto con la información Es de tomarse en cuenta tres aspectos cuando se requiere una información directa con respecto al o a los objetos: colocación, diseño y tamaño. Al final combinarán. -Colocación: de acuerdo al soporte (si se trata del suelo, de la pared, el techo, etc.) se consi- deran las inclinaciones para obtener la mejor visión; la forma de sujeción (si será atornillado, pegado, colgado, etc.). Se debe pensar también, en la obra, si se considerará como un elemento aislado o en un grupo, o si se trata de un objeto tridimensional. -Diseño: será de acuerdo a los criterios del dise- ñador (tipografía, forma, color, etc.). -Tamaño: siempre en función de la distancia. Colocación: Aquí se presentan algunos ejem- plos de las soluciones a las que se llegó para resol- ver problemas sobre la información que convenía estar sujeta en la pared, la que debía estar colgada o la que necesitaba presentar un objeto tridimen- sional. En el caso de la la revista, se reflexionó sobre la comodidad para el visitante aunque no fuese el equipo más deseable. Los ejemplos más claros de la relación entre in- formación y objeto se pueden ver con el acomodo de las cédulas de objeto con respecto a la obra, en este sentido se pueden ver muchos casos en los que la lectura de cédulas con respecto al objeto es muy clara, sin embargo también se detectan algu- nas otras que dificultan la relación entre objeto e información. Diseño y tamaño: La decisión de diseño que caracterizó a las cédulas de objeto fue el uso del código cromático que relaciona la obra con el co- lor determinado para cada época. Por otro lado, la forma es rectangular con disposición horizontal que resultó óptimo pues esta forma ofrece un Al definir la información que se presen- tará, es importante también considerar aspectos técnicos que implican la co- locación de la misma de acuerdo a su ubicación y la relación que tengan con el objeto. 24 Relación legible entre obra e información por su colocación Relación confusa entre obra e información por su colocación margen visual satisfactorio. La tipografía fue palo seco con variantes en itálicas. El tamaño de las cedulas de objeto no fue lo masdeseable, me parece debieron ser más grandes; esta consideración debe contemplarse tomando en cuenta la relación de la distancia con respecto al espectador. Existe otro tipo de información que es conve- niente tomar en cuenta: Sobre la señalización Las señales que solemos ver en las instalaciones de los museos y galerías, son por lo general picto- gramas -representaciones gráficas que evocan un objeto naturalista o esquemas- o textos muy cortos (por ejemplo el nombre de la sala) que proporcio- nan información al visitante sobre su ubicación en el espacio, sobre seguridad y servicios. Si bien no es más que una información obliga- toria y normada en la mayoría de los casos, no podemos pasar desapercibidas sus características especiales: su grafismo (por norma establecida), su ubicación (en lugares muy específicos) y su ta- maño (pues debe ser perfectamente visible desde cualquier distancia). Además de la señalización de servicios y de se- guridad, éste sistema pueden aplicarse de manera particular a la propia exposición para aclarar las circulaciones diseñadas. El uso del código cromático incluso en las cédulas de objetos para determinar cada periódo permitió que aunque compartieran un mismo espacio, se identificara a qué periódo pertenecían. En la tercera foto, se puede observar la relación de tamaño entre obra y cédula. La señalización dentro del espacio museográfico es de dos tipos: la de servicio y seguridad, y la que aclara las circulaciones que se han diseñado. Esta segunda debe atender en su configuración a ser parte de la imagen de la exposición. 26 Para efectos prácticos, lo cierto es que no hay mucha atención en este respecto en las galerías de la ENAP (tanto en Academia como en Xochimilco). Solo en Academia hay algunos señalamientos de seguridad. Poco se tomó en cuenta la señalización que podía haber ayudado a clarificar los recorridos, en realidad pienso que pudo haber sido muy útil en esta exposición dada la complejidad que implicó la ubicación de las salas. Sobre la información exterior Pocas veces se da importancia a las posibilida- des que un análisis sobre la información exterior puede significar. Definitivamente la información exterior tiene que ir en la misma línea que lo que se va a presentar en la exposición, sin embargo puede no solo limitarse a introducir el tema que se tratará; su diseño puede ampliar sus horizon- tes para crear sorpresa y curiosidad mediante fachadas falsas, trucajes y transformaciones de la arquitectura exterior, u otro tipo de estructuras. En cualquier caso esto debe contribuir a llamar la atención del público. El diseño de la información exterior sin duda va en la misma línea de la imagen de la exposición, en realidad solo se sacó provecho del tamaño de la misma; ésta se presentó tanto en el exterior de la Academia de San Carlos como en la explanada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas en Xo- chimilco. Un punto importante para decidir el lugar dónde se colocará este La colocación de pendones y mampa- ras implica un análisis en terminos de su ubicación para su eficaz reconoci- miento desde distintos puntos de vista / ENAP, plantel Xochimilco Información exterior / ENAP plantel Academia 27 tipo de información, es pensar en el visitante y en los posibles puntos de vista desde dónde dicha publicidad se puede ver, para evitar en lo posible obstáculos en su percepción. Sobre la difusión y publicidad Dada la variedad de exposiciones y museos que se presentan al público como posible apuesta cultural5, las exhibiciones entran a un contexto de consumo en el que la difusión y su publicidad son elementos esenciales para que dicha apuesta sea atractiva con respecto a las demás. En este senti- do podemos mencionar tres etapas que van desde el anuncio tradicional hasta llegar a la publicidad de más alto nivel. -Difusión tradicional: uso de invitaciones insti- tucionales o personales, carteles en determinados puntos y pequeñas reseña en medios más espe- cializados, en ocasiones alguna pequeña rueda de prensa. -Medios masivos de comunicación: con la 5 La apuesta cultural del visitante es la decisión que éste toma al invertir su tiempo en una experiencia cultural concreta. Las expectativas y los gustos personales posibilitan el establecimiento de una relación dialógica con perspectivas diferentes de la propia, y no solamente la necesidad de reafirmar la propia visión, o de adquirir información o ungirse del acto mismo de visitar un museo. Lauro Zavala, La recep- ción museográfica, entre el ritual y el juego en Posibilidades y Límites de la Comunicación Museográfica, México, 1993, UNAM, p. 35 El tipo de difusión que se realizó fue tradicional, esto de ninguna manera implicó que sus alcances no fueran los esperados. 28 presentación de exposiciones itinerantes y macro exposiciones temporales desarrolladas en medios nacionales e internacionales; la difusión de las mismas recurrió a medios de mayor alcance (pe- riódico, radio y a veces televisión). -Marketing y publicidad: en este caso la difu- sión de las exposiciones echa mano de sistemas provenientes del mundo de consumo, en el que se analizan y delimitan estrategias para el éxito de la exhibición. Al respecto actos que van desde la colocación de publicidad en puntos estratégicos de determinado entorno, la transformación del medio para alertar la llegada de dicha exposi- ción, hasta difusión y comentarios en programas de medios con gran audiencia e inauguraciones espectaculares. La difusión fue tradicional, echó mano en gran medida de la publicidad exterior (pendones), de carteles colocados en Xochimilco y Academia, de postales, de publicidad en la propia página de la ENAP y difusión en la Gaceta UNAM. Si bien el presupuesto nunca es suficente, la rea- lización de invitaciones vía mail fue un gran acierto por economía en tiempo y costos. Presupuesto Se debe considerar todo lo referente al aspecto económico que viabilizará la muestra, el costo dependerá del diseño de la misma, del equipo con que se cuente, el que se requiera, de materia- les y costos de impresión. Como en la mayoría de los proyectos univer- sitarios, el presupuesto es casi nulo por lo que siempre es de reconocer el esfuerzo que se hace en estos espacios, en este caso, se aprovechó lo que se podía hacer dentro del departamento de Publicaciones de la ENAP (la impresión de carteles, algunos facsimilares, cédulas y publicidad). Tam- bién se utilizaron las piezas supletorias con las que contaba la escuela. Equipamiento con el que se cuenta en las galerias de la ENAP, plantel Xochimilco. 29 1.4. Continente En este aspecto, se contempla el análisis del espacio para poder sacar el mejor provecho del mismo, de ahí que se tiene que considerar qué tipo de sala es, su capacidad, sus posibilidades espaciales, materiales, colores, texturas, etc. Al mismo tiempo, es de considerar la informa- ción técnica con respecto a las necesidades de las piezas –iluminación, seguridad, climatización, etc.-. Una vez analizados estos puntos, el continente será el espacio de diseño en el que se plantearán circulaciones y movimientos. Identificando el tipo de sala y alcances expositivos El primer punto a analizar es el tipo de sala con que contamos, ésta puede ser ex profesa o especializada para exhibiciones o en su defec- to, ser un espacio residual, es decir, un espacio temporalmente adaptado para tal actividad. Si se tratara de un edificio histórico, es necesario tam- bién considerar las posibles adaptaciones que se puedan hacer sin dañar el inmueble. La galería Nishizawa y la galería 2 de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, son un espacio expro- feso para el montaje de exposiciones. En San Car- los se utilizaron la sala 1, 2, 3 y Roberto Garibay. Todas estas salas sirven para fines expositivos. Hasta el momento, la ENAP tiene siete salas abietas para ex- posiciones en el plantel Academia, mientras queen el plantel Xochimilco se cuenta con tres oficiales y la galería autónoma / En las imágenes, se muestra una de las salas de Academia (izq.) y la sala Nishizawa en Xochimilco. 30 Es importante ubicar en el espacio: accesos para el público, determinar si el recorrido es directo o muy largo; accesos para las obras y ma- teriales, en relación a la distancia entre el exterior y el almacén, así como dimensiones de espacios por los que la obra tendrá que pasar (giros y áreas angostas, escaleras y cualquier espacio que pue- da crear problemas para transportar la obra); y el equipo técnico con el que se cuenta para con- templar el que se tiene que suplir. Conocer la capacidad del espacio permite tener las medidas de alturas, secciones y planos, pare- des, suelos y techos para su aprovechamiento en el montaje. Los elementos supletorios disponibles para su uso y el manejo de las instalaciones técnicas, es información que también deben de tenerse definida. El equipo técnico que se utilizó fueron vitrinas, mamparas e instalaciones de iluminación con que ya contaban las salas. En cuanto a la circulación definitivamente no fue directa entre sala y sala, primero, se utilizaron 4 salas en San Carlos y 2 en Xochimilco. En San Carlos hubo un poco de confusión al de- terminar en que sala se comenzaba la exposición, sin embargo una vez dentro de las salas el reco- rrido lo marcaba la cédula introductoria, la línea del tiempo y el código cromático de las cédulas de objeto. En realidad se optó por un recorrido muy senci- llo que no generó problemas de circulación salvo en las salas que compartían más de dos épocas, dónde la única guía fue el color. Información técnica de las piezas Si bien este aspecto no es como tal problema del continente, es importante que se determinen las especificaciones técnicas de las piezas a ex- ponerse, las condiciones deseables para su con- servación (luz, climatización y seguridad), sus di- mensiones, etc. Con estos datos, se sacará mayor provecho de las instalaciones y piezas supletorias Se debe definir las instalaciones y el equipamiento con el que se cuenta / ENAP, plantel Xochimilco. Es importante considerar las especificaciones técnicas de las piezas (material, antigüedad, es- tado en el que se encuentran, etc.), pues de ello dependen las medias de seguridad y conservación que sean requeridas. 31 con las que se cuente, y a su vez se concretarán las que hagan falta. La mayor parte de las obras que se presentaron fueron reproducciones digitales, sin embargo si se expusieron algunas páginas de libros que datan del siglo XVII y algunas revistas que aunque son del siglo pasado por el tipo de materiales con el que están hechos, deben cuidar su condición de iluminación, de humedad, etc. Incluso deben con- siderarse medidas de seguridad de las mismas pie- zas. Las vitrinas y espacios deseables para su expo- sición, también deben considerarse anteponiendo la seguridad y el mejor trato para el objeto. Relación obra-espacio Esta relación sin duda es fundamental para la exposición, de su mejor solución depende defi- nitivamente su resultado. Uno de los primeros problemas a los que se enfrenta esta relación es la distinción entre lo principal y lo secundario, para lo cual se consideran tres etapas de análisis: - La utilización de una manera circunstancial para conseguir otros fines –simetría, solución de la luz, etc.- - La racionalización del concepto, en el que la relación de principal y secundario es regida por el concepto, donde se entiende que es un tema de mucha utilidad expositiva. - Su aplicación por el mercado de consumo. La colocación de la obra principal con respecto a la secundaria hablando en términos espaciales, se pueden disponer: Separadas espacialmente. Visualmente no tie- nen ningún contacto, pasar de una a otra queda en el criterio del visitante. Pueden acomodarse: - En ejes paralelos: es la solución más común, en un discurso lineal de un lado se enfrentan por un lado las obras principales y por el otro la o las secundarias - En situación previa: en donde en un discurso lineal de galería o de sucesión de salas es frecuen- te disponer primero de una antecedente que con- tiene la obra secundaria para llegar al lugar dónde la obra principal se expone con preferencia. Relación directa: No existe separación espacial, comparten su visibilidad aunque su colocación depende de otros factores: Continua: una obra detrás de otra siguiendo simplemente un itinerario expositivo, es ideal cuando el discurso museográfico requiere que para entender a llegar la obra principal se de un recuento de las obras secundarias o viceversa. Simultánea: obra principal y secundaria son percibidas al mismo tiempo, el receptor no tiene que saltar de una a otra. Este tipo de montaje se Dentro de la exposi- ción, no hubo pre- ferencia entre obras principales y secun- darias; en conjunto dieron el panorama de cada periodo. 32 realiza cuando ambas obras tienen una relación muy estrecha, la consulta ha de ser continua. Indirecta: el receptor no tiene que desplazarse físicamente pero si tiene que elegir una u otra pues no se encuentran en su mismo campo vi- sual. Alternativa: el espectador debe moverse física- mente para ver una u otra, ninguna se encuentra en su mismo campo visual. Dada la naturaleza del discurso, en realidad no se diferencía entre una obra principal de una secundaria, cada obra expuesta pretende a su manera ejemplificar y complementar el discurso de cada momento histórico. El acomodo podría clasificarse como de rela- ción directa entre una y otra obra; y su colo- cación en los muros, respondió a conceptos de simetría. Circulaciones Las circulaciones son parte fundamental del montaje por lo que al plantearlas es necesario considerar algunos aspectos: los visitantes no siempre siguen el circuito previsto; dejan muchas partes sin ver pues suelen utilizar un recorrido principal de una manera lineal; no dedican el tiempo necesario a determinadas unidades expositivas; la señalización suele se- guir criterios más estéticos que funcionales –en su diseño como ubicación-; ciertos elementos que interrumpen físicamente el recorrido apar- tan la visión de una pieza; el análisis de la colocación y subordinación de las obras, ayu- dan a mejorar la circulación; una minoría de los visitantes leen los textos, aunado a ello, éstos no son formados por especialistas (diseñadores edi- toriales); el público suele salir de la exposición por la primera salida que tiene a su alcance; la circulación es propuesta pero el público dispone; si la circulación es clara, el público la seguirá; ante una disyuntiva de recorrido, el visitante opta por el que le parece más atractivo; el o los ele- mentos colocados en el recorrido principal tienen El planteamiento de las circulaciones es elemental para alentar al visitante a continuar con el recorrido. más posibilidad de ser atendidos con respecto a los que se encuentran en recorridos secundarios; el espectador se mantendrá dentro del recorrido mientras no se le de la oportunidad de escapar. Cuando se planea el recorrido, es importante la atención a las áreas de descanso, que permiten al visitante reponerse de esfuerzos físicos, visuales y psicológicos que generan la visita a la exposi- ción. La manera y el motivo por el que se pueden presentar como descanso físico son: -Por dinámica o cansancio físico; espacialmen- te se planea intermitentemente –a lo largo de toda la exposición-, o puntualmente –en zonas determinadas-. -Según la obra, genera una visión prolongada de cierta pieza o separa una parte expositiva de otra. -Por estrategia, dónde otros usos expositivos son compartidos –video, interactivos, etc.- Como descanso visual puede ser una vista exte- rior, paisajes, etc. Este tipo de descanso es nece- sario cuando el espectador ha recorrido un área de mucha concentración y necesita recuperarse sensitivamente.El descanso psicológico es forzoso tras el cansancio cerebral que genera lo copioso de la información. Me parece importante tomar en cuenta estas consideraciones sobre la circulación, es cierto que el público al final de cuentas es quien decide cómo va a acercarse y a moverse dentro del espa- cio museográfico; sin embargo es responsabilidad del diseñador de la exposición proponerle de la manera más clara el camino que debe tomar, guiarlo. De la misma manera es también importante re- cordar que no todos los visitantes leen los textos de la exposición por lo que es importante exami- nar posibilidades y tratar de brindar la información lo mas clara y sintetizada posible. Dentro de la exposición que nos atañe, la sala de Antecedentes, ¿Qué es el diseño? y Lenguaje Visual, no representaron ningún problema de cir- culación pues fue un recorrido muy lineal, sin con- fusiones; a mi parecer las que generaron un poco de problemas fueron las que compartían más de un periodo (1900-1919, 1920-1939, 1940-1959 y 1960-1979, 1980-2000), no obstante como ya se mencionó, la circulación fue mas o menos aclara- da por el código cromático. Al colocar un objeto, se debe evitar también, obstáculos físicos, por lo que el diseño de la circulación debe tomar en cuenta los distintos puntos de vista por los que el espectador puede tomar una u otra decisión de ver o no cierta obra. El análisis más profundo de la decisión de ubica- ción de cada obra, permitirá mayor eficacia en la percepción de estos. Iluminación La naturaleza o condiciones del espacio causan impacto sobre un determinado plan de ilumina- ción. El equipamiento y las fuentes lumínicas que el mismo espacio tiene, son elementos que deben La circulación debe de resolver problemas de visibilidad y de relación entre una y otra obra; para lo que evitar obstáculos y cansancio en el espectador debe ser primordial. 34 considearse para su aprovechamiento en la ilu- minación de la exposición. Las cualidades y calidades de la luz afectan la percepción y la conservación de los objetos: la distancia del foco lumínico, la intensidad y la duración de la exposición lumínica deben ser controlados para evitar que sean mal aprecia- dos los objetos y para evitar su deterioro. Sin embargo también se puede sacar provecho de las calidades de la luz, para crear ambientes que generen sensaciones en los visitantes y permitan ser medio de expresión y consolidación de las ideas que la exposición trate. El estudio de la luz puede generar posibilida- des expresivas y comunicativas; sin embargo, si estas no son explotadas, lo mejor que puede hacerse es conisderar sus efectos básicos sobre las obras contemplando las instalaciones que se tengan. Evitar en la medida de lo posible reflejos no deseados que dificultan la apreciación de la obra e iluminarla para dilucidar sus texturas, formas y colores; o para darle protagonismo; son posibili- dades que las galerías de la Escuela Nacional de Artes Plásticas nos dan y que pueden apoyar la claridad perceptiva de las obras expuestas. El estudio de la luz, sus cualidades y calidades son factores que proyectan ambientes propios del es- pacio; su observación y análisis permiten formas de expresión que pueden ser aprovechadas en favor del discurso museográfico. 35 Para hablar del diseño y comunicación visual (o gráfica) dentro del entorno museográfico, es conveniente entender primero lo que en esencia es nuestro trabajo: “La comunicación gráfica es la acción creativa que realiza un diseñador para integrar y fijar conscientemente en un medio las capacidades discursivas de aquellos signos cuya manifesta- ción implica la mediación de la percepción visual; su resultado, un objeto tangible: lo diseñado, es consecuencia del proceso de reflexión que el diseñador hace frente a una necesidad específica de comunicación cuya mejor respuesta sólo es un texto visual.[…] El diseño gráfico es la disciplina proyectual orien- tada hacia la resolución de problemas de co- municación visual que el hombre se plantea en su continuo proceso de adaptación al medio y según sus necesidades físicas y espirituales”6 La resolución de problemas en términos de comunicación visual es en esencia nuestro cam- po de acción. Dentro del área de los museos, el trabajo del diseñador puede generarse en varios sentidos. Por un lado en el espacio museográfico en dónde se consideran aspectos y conceptos de diseño tridimensional (principalmente en la ade- cuación del equipo y en el análisis del los objetos para su presentación). Apoyos audiovisuales y multimedia también pueden implicarse como apoyos al discuso museográfico. El diseño editorial es también utilizado en este ámbito. La elaboración de folletos de mano, cé- dulas museográficas, hojas de sala, catálogos, invitaciones, carteles, rótulos y en sí cualquier apoyo visual que implique textos son problemas que el diseñador editorial puede resolver. Por cuestiones de mi propia orientación de diseño editorial dentro de la carrera de Diseño y Comunicación Visual, me parece conveniente describir de manera general algunos apoyos en los que el diseñador editorial puede desarrollarse, algunos de éstos basados en la tesis profesional Los apoyos escritos en la planeación de exposi- ciones, escrita por Armando Torres Michua Ruiz. Cédulas La cédula es el principal medio utilizado en las exposiciones de los museos para transmitir y com- 2. APOYOS EDITORIALES EN EL DISCURSO MUSEOGRÁFICO 6 Luz del Carmen Vilchis, Diseño universo de conocimiento. Centro Juan Acha A.C. México, 2002. pág. 9 y 35. Cédulas temáticas e introductoria en la galería Luis Nishizawa / ENAP, plantel Xochimilco. 36 plementar la información sobre lo exhibido. Las cédulas deben ser consideradas como parte del desarrollo del diseño general de la exhibi- ción. La interrelación del texto debe ser funcional aunque no significa que no sea estético. El texto y los otros componentes de la exposición deben trabajar en conjunto para hacer el discurso mu- seográfico más efectivo, deben estimular ideas sobre las maneras en que las cosas pueden ser expuestas. El cedulario, su contenido, su estilo y diseño deberían ser considerados como una parte vital de los sistemas de comunicación y orientación de los museos. La función mas importante que debe cumplir la cédula, es la de animar al espectador a com- prender y a reaccionar de una forma positiva ante lo que ha observado, son significativas en lel rol educacional de los museos. Mediante una secuencia lógica y explicaciones adecuadas, el visitante puede sumergirse en el espíritu y la atmósfera de la exposición que la sola vista de los objetos no lo permitiría. Pueden ser utilizadas para: -Informar, para dar una clara presentación de los hechos. -Instruir, para mostrar a los visitantes cómo ope- ra la exhibición. -Explicar, por que cierta cosa es como es. -Entretener, para hacer una visita agradable. En el caso de la exposición, el cedulario informa para dar una clara presentación de los hechos, e instruye en la medida que las cédulas introducto- rias sirvan para dar coherencia al discurso museo- gráfico. La fuente de datos para el cedulario, es el guión científico. Éste es el resultado del trabajo conjun- to del curador y los especialistas en la materia que redactarán los textos pertinentes. A partir de lo cual se indicará que títulos se requieren, qué cédulas generales son necesarias y qué tipo de información deberá revelarse en las cédulas parti- culares. El guión museográfico establece la canti- dad de cédulas y sugiere su ubicación espacial. La redacción debe ser clara, concisa, didáctica y sencilla. Debe contener explicaciones sintéticas que permitan al visitante comprender fácilmente el carácter y el sentido de la exposición. Hay que tener en cuenta las necesidades informativas, educativas y estéticas de los visitantes. La información escrita de una exposición se divide entres tipos de acuerdo a su contenido y colocación, por orden de importancia: 1.-Cédula introductoria: se explican los pro- pósitos de la exposición (de 50 a 150 palabras). Suelen ubicarse en la entrada de la sala de exhi- bición. 2.-Cédula temática: ofrecen desarrollado el grueso de la información a manera de capítulos de un libro, consignan datos específicos de deter- Cédula introductoria, cédulas de objeto y cédula temática. 37 minados tópicos, especifican las ambientaciones y los conjuntos de aparatos u objetos (de 100 a 250 palabras). Se colocan al inicio de un sector determinado. 3.-Cédulas de objetos: Se detalla o se describe en particular cada objeto expuesto (de 40 a 50 palabras). Se ubican junto al objeto. En este caso el guión científico lo conforma la investigación que se supone en la primera etapa del proyecto fue desarrollada, a partir de esta; lo siguiente fue la decisión de cómo presentar la información. De esta cuestión derivó la solución en la que se contemplan ocho salas: seis pertene- cientes a la presentación de veinte años por cada sala, y dos que explican la definición de Diseño y de lenguaje visual. El guión museográfico debió plantear la presen- tación de una cédula introductoria y una línea del tiempo, por cada sala que abarcara cada periodo. La cédula introductoria contendría el título con el que ya se había designado cada época y se colo- caría al inicio de cada sala. Por las características de esta cédula, puede considerase mas bien como cédula temática pues en realidad explica el grueso de la información que caracteriza al conjunto de obras que se ven en la sala, además el número de palabras es mucho mayor al de una cédula introductoria; sin embargo funciona como cédula introductoria por su colocación al inicio de cada sala (salvo estas consideraciones, nos referiremos a ellas como cédulas introductorias). En las salas de Diseño y Lenguaje visual, se uti- lizarían cédulas temáticas para explicar las obras que ejemplifican los conceptos que se pretenden explicar en dichos espacios. También se debieron estimar las cédulas de ob- jeto. La relación que se guardó en los tres tipos fue de tipo cromática, así, el color que la cédula intro- ductoria dio la pauta para que cédulas de objeto y temáticas, tuvieran correspondencia con el mismo color que representaba la época. No existen reglas específicas para el diseño de cédulas, sin embargo es claro que la legibilidad y la síntesis son puntos esenciales para la efec- tividad de éstas. En lo competente al diseño, se pueden mencionar aspectos importantes y com- probados para la realización de éstas: -Se recomienda que la forma de la cédula sea rectangular con una disposición horizontal. La forma rectilínea de los rótulos recuerda fácilmen- te la de muchas aplicaciones dentro de las expo- siciones, como son las vitrinas. -Es conveniente que la ubicación de las cédu- las sea coherente en toda la exposición, de forma que el espectador sepa hacia dónde mirar cuando busca información. -El tamaño de la cédula debe estar en relación al objeto expuesto, y de acuerdo a las exigencias funcionales de la misma. -La cédula en negro sobre fondo blanco es más comprensible que una blanca sobre fondo negro. -Los tipos sin remates o sans serif son más legi- bles para los niños y para los lectores con poca vista. No es recomendable utilizar tipos de dis- play pues reducen la legibilidad. -En la elección del tipo a utilizar es importante tomar en cuenta las variantes que este nos pro- porciona (negrita, normal, cursiva y condensada) para facilitar la información codificada. -Las letras minúsculas agilizan el ritmo de lec- 38 tura en comparación con las mayúsculas que lo reducen y ocupan un mayor espacio que una composición convencional. -La interlínea debe permitir al lector distinguir entre una línea y otra; y seguir una lectura en donde el ojo cambie con facilidad de una línea a la siguiente, sin que esto represente alguna dificultad. -La longitud óptima de una línea es aquella que incluye entre diez y doce palabras, es decir entre 60 y 70 caracteres aproximadamente. -El tamaño de los tipos se designa en base a la distancia de lectura, a su correcta apreciación y la jerarquía de la cédula. -Es importante crear uniformidad en el diseño de las cédulas, dadas por constantes de diseño (plecas, diagramación, ideogramas, pictogramas, etc.). En términos generales para satisfacer las ne- cesidades del espectador las cédulas deben: identificar al objeto de una forma sencilla y en palabras comprensibles, poner en contexto dan- do información general, llamen la atención sobre características especiales o comparaciones posi- bles y sobre todo que hagan que la experiencia resulte interesante, estimulante y que provoque reacciones posteriores. Todas las cédulas fueron rectangulares; su ubi- cación fue coherente en la mayoría de los casos (ya se ejemplificaron algunas salvedades en el apartado del capítulo anterior “Sobre la relación del objeto respecto a la información”). Por la es- tructura del montaje, el visitante ubica fácilmente los puntos en dónde se concentra la información, por lo que es muy explícito en ese sentido. La elección de su relación cromática entre cédulas y la elección de un tipo sin remate como lo es la familia Gill Sans permite legibilidad de la informa- ción, que no siempre implicó “leibilidad”, en un principio puede leerse sin dificultad, sin embargo se torna fatigoso por el tamaño del tipo. En las cédulas introductorias, la redacción ayudó en mucho a que se entendiera la explicación de la sala, sin embrago, la composición del texto resultó con líneas muy largas que también cansan la vista. El diseño de las cédulas convino a bien retomar elementos como constantes, que permitieron distinguir la identificación de cada tipo de cédu- la, distinguir su jerarquía, y reconocerlas a su vez como parte de la imagen de la exposición. Folletos de mano Dependiendo del objetivo que quieran satisfa- cer, su concepción puede ser muy diferente; sin embargo, lo deseable es que ofrezca información sobre el contenido de la muestra o de las salas de exhibición, se trata de una forma sintética para informar generalidades del museo, de la expo- Primera, cuarta de forros e interiores del folleto de mano realizado para la exposición. 39 sición o de las actividades, de forma sencilla y orientadora. En el caso de ser un folleto para una exposición, debe funcionar como un catálogo de mano en el que se explique de manera breve, sencilla y con lenguaje directo: la finalidad de la exposición, cómo está dividida, e incluso sus pretensiones. En su diseño, debe resolver problemas de ima- gen, el folleto debe incorporarse al concepto grá- fico de la exposición. Considero que el folleto de mano que se realizó, cumplió cabalmente con las funciones que este tipo de apoyos debe dar para la comprensión de la exposición. Dio información de la muestra, planteó el origen del proyecto (con ello sus pretensiones) y determinó cómo está distribuida la exposición. Además, se incorporó perfectamente al concepto gráfico de la exposición. Rótulos y letreros La función de rótulos y letreros es apoyar la organización de la exposición pues facilitan al espectador la identificación de cada parte que conforma la muestra. Dan orden a la exposición pues separan los contenidos, temas o partes de la misma. Evitan la repetición de información (en cédulas de objeto, por ejemplo). Si se compararan con un libro, los rótulos serían los títulos y subtítulos que de un vistazo guían al lector y permiten dilucidar el sentido del contenido. En cuestiones técnicas y de diseño, estos apo- yos no deben estar compitiendo con la muestra, su diseño debe subordinarse a ella. Considerar el tamaño del rótulo y el tipo como forma de jerar- quizar la información evita fatiga y confusión al visitante, lo orienta y facilita su lectura. Los títulos que encontramos
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