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RELIGIOSIDAD, FANTASÍA Y PASIÓN EN UNA 
SELECCIÓN DE PERSONAJES FEMENINOS DE 
BENITO PÉREZ GALDÓS 
TESIS DE MAESTRÍA 
DE 
LIC. BLANCA MONTOYA 
[; ~ • .j , f!. 
l!I!ITUDIUe., /.',,"," "'De 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
2006 
 
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íNDICE 
INTRODUCCIÓN 1 
1. ASPECTOS FUNDAMENTALES 
DE LA VIDA Y EL PENSAMIENTO 
DEGALDÓS 31 
2. RELIGIOSIDAD 127 
3. FANTASíA 202 
4. PASIÓN 247 
CONCLUSIONES 296 
BmLIOGRAFÍA 328 
Autorizo 8 II DIrección General de Blbllotecal de la 
UNAM • difundir .n formato electrónico e Impnllo el 
contenido de mi trB~aJo reC8pclonal. 
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INTRODUCCIÓN 
Benito Pérez Galdós es uno de los escritores espafi.oles más 
prolíficos del siglo XIX. Su obra es una completa, diversa y 
profunda historia de la vida y la gente de Espafi.a: novelas, 
episodios nacionales, obras de teatro, crónicas, poemas y 
hasta unas memorias escribió Galdós. El inter6s por los seres 
humanos y su afición a la vida cotidiana lo conducían a la 
observación profunda de su entorno, y por ello supo crear 
personajes entrañables. Su comprensión del carácter espafi.ol 
le permitió configurar personajes con un perfil psicológico 
susceptible de ser analizado científicamente y encontrar en 
ellos no sólo una congruencia ejemplar sino la posibilidad de 
estudiarlos para realizar hallazgos que aporten al 
entendimiento de la psicología femenina de su época. 
Sigmund Freud realizó diversos análisis de obras de arte 
encontrando en ellos material psicológico importante no sólo 
en cuanto a la relación de éstas con sus autores sino a una 
vertiente de conocimiento sobre los procesos del 
1 
pensamiento y el sentimiento del individuo. l Freud expuso 
que en psicología, los escritores aventajan por mucho el 
conocimiento cienúfico sobre el ser humano. Basta saber, no 
sólo que la relación edfpica fue expresada siglos antes de que 
la ciencia diere cuenta de sus mecanismos psicológicos, sino 
que el creador del psicoanálisis se basó en la literatura para 
descubrir o confirmar algunos de los procesos psicológicos 
que encontramos descritos en sus teorías. Sea pues este 
trabajo, como dice Galdós en su novela La familia de Le6n 
Roch, parte del "eterno homenaje tributado por la ciencia al 
arte, y al que éste debe corresponder alumbrándose en su 
glorioso camino con la inextinguible luz de la verdad"l. 
El hecho de que Galdós haya estado rodeado siempre de 
mujeres, ya que no sólo vivió con sus hermanas gran parte 
de su vida sino que tuvo muchas relaciones amorosas, fue 
quizás lo que permitió que sus personajes femeninos sean 
una representación fiel del carácter intrínseco de las mujeres 
I Voáse: Un recuerdo ir¡fantil de Goethe en Poes(a y verdad, La cabeza de 
Medusa, Dostoyevski y el parricidio, El Moisls de Miguel Angel en sus 
Obras Completas. 
2Benlto P6rez Galdós, La/ami/la de úón Roch, Biblioteca Virtual Miguel 
de Cervantes, 2000. pág. 139. 
2 
-, 
pertenecientes a diversas clases sociales de la Espana del 
siglo XIX. 
La inquietud por realizar este trabajo viene precisamente del 
profundo conocimiento que sobre la mujer tuvo Galdós y del 
inter6s de aplicar a algunos de sus personajes femeninos un 
filtro psicoanalítico que permita una mayor comprensión del 
proceso de los mecanismos psicológicos de las mujeres de la 
época, asimismo analizar 10 que el autor percibía en ellas y 
cual era el destino que les deparaba considerando no sólo su 
personalidad, su vida y la realidad particular en la que 
estaban inmersas, sino la realidad social, biográfica y 
psicológica del autor. 
En las obras de Freud encontramos el análisis que realizó 
sobre un libro de poca relevancia que apareció en 1903 con 
el título de "Gradiva" de W. Jensen3 en el cual analiza los 
suefios del protagonista y demuestra que un escritor de 
mediano talento tiene, sin embargo, el saber suficiente para 
3 S. Freud, El delirio y los suefIos en la Gradlva de W. Jensen, Obras 
Completas del Profesor, Ed. Iztaccihuatl, M6xico, 196.5, pp. 28.5-390. 
3 
,,'. 
exponer las leyes del inconsciente y los mecanismos que 
rigen el estado onírico en relación con el mundo interno y 
externo, mientras que al científico le ha tomado mucho 
tiempo y esfuerzo definirlos.· Un artista de la estatura de 
Galdós, a través de la perspectiva psicoanalftica, puede 
mostramos aspectos no analizados de personajes femeninos5 
que confrontados con una realidad social revelan más 
profundamente su naturaleza. 
Probablemente este trabajo no interese a los crfticos que 
desprecian la jerga científica como herramienta de análisis 
de una novela y consideran que la crftica literaria debe 
efectuarse utilizando sus propias t6cnicas, posición tan 
4SU trabajo sobro la interprotación de los suenos se ha visto especialmente 
retroalimentado por los suenos descritos en novelas y cuentos, los cuáles 
obedecen y confirman las reglas que emanan de su tesis sobre los 
parámetros del inconsciente y la elaboración de los suenas. P6rez Oaldós 
fue especialmente prolffico en la creación de lo que suenan sus personajes 
y el análisis de estos suenas se ajusta a la interpretaciÓn de los suenos bajo 
el esquema psicoanalítico; cabe notar que Oaldós escribió sus novelas 
antes de que se publicara dicho trabajo. 
~En el siglo XIX hubo una especial preocupación por los personajes 
femeninos en Europa, debido en parte, a que el rigor y el puritanismo de la 
I!poca victoriana ocultaba la naturaleza femenina de tal forma que 
provocaba de manera reactiva el interés por develar el "misterioso" mundo 
interno de las mujeres. 
4 
respetable como la de quienes emplean instrumentos de otras 
disciplinas para abordar distintos aspectos del saber sobre el 
ser humano expuestos en la literatura ya que los artistas 
"beben en fuentes que no hemos logrado hacer accesibles a 
la ciencia"6. 
El mayor reto ha sido que resultando tan vasta su obra, el 
estudio de todos los personajes femeninos de su obra 
excedería el tiempo, amplitud y conocimientos que una 
servidora tiene para realizar este trabajo. De tal forma se ha 
optado por elegir de su obra novelística a algunos de ellos 
que parecieran de los más representativos. 
OBJETIVO Y MÉTODO 
El objetivo de este trabajo es analizar la religiosidad, la 
fantasía y la pasión en la psicodinamia de ciertos personajes 
femeninos en algunas novelas de Benito Pérez GaldÓs. 
6ldem. P. 287. 
5 
La mayoría de los críticos coinciden en que la novela de 
Galdós tiene un fuerte contenido psicológico; para Sherman 
Eoff, consiste en la historia de un personaje profundamente 
arraigado en su entorno social y la forma en que 6ste 
evoluciona a partir de su experiencia; por otra parte, 
menciona que la concepción de la naturaleza humana de 
Galdós, esencialmente percibida a través de la realidad social 
de la época, tiene connotaciones metapsicológicas mediante 
las cuáles sus personajes se liberan del contexto social y 
permiten una perspectiva universal8; a partir de esta premisa, 
la comprensión que el autor tenía del ser humano y su 
destino, según las relaciones de su esencia ontogen6tica y su 
contexto histórico, económico y social, ofrece posibilidadesde estudio sobre la mujer dentro de la sociedad espaiiola del 
siglo XIX de la cual el autor es singularmente crítico, para 
plantear el origen, los elementos estructurales y la 
psicodinamia de su comportamiento. 
7Shennan Eoff, "Oaldós in nlneteenth-century perspective", Ana/es 
Galdosianos, Afio 1, Nl1m. University of Pittsburg, Pennsylvania, 1966. p. 
3 -7. 
8Lo cual es parte del pensamiento evolucionista del siglo XIX y el6nfasis 
general en los conceptos de adaptación, cambio y el crecimiento 
mencionado por Shennan Eoff. 
6 
La fecunda imaginación creadora de Galdós se revela con los 
más de cien títulos de su obra, de manera que hacer una 
selección de personajes femeninos parecía una tarea 
compleja. Se empezó por contemplar solamente a los 
personajes que aparecen en su obra novelística, ya que es en 
este género en el que encontramos más elementos y el 
material idóneo para anali~_ar personajes, como lo sef'iala 
Boumeuf: 
Aunque sea difícil situar con precisión, dentro de la 
evolución del g6m!l'0, el nacimiento de la novela 
enteramente abocada a sugerir la vida psicológica, 
puede afirmarse que el análisis psicológico es tan 
viejo como la novela9• 
Galdós es, principalmente, un autor de personajes porque en 
sus novelas éstos no son concebidos como partes del 
argumento sino que existen independientemente de éste y la 
acción se subordina a ellos; tienen un valor social, en tanto 
reproducen el contraste entre la apariencia y la realidad, a 
9 Roland Boumeouf, La Novela, Ed. Ariel, Barcelona. 1975, pág. 193. 
7 
partir de c6mo las personas se presentan ante la sociedad, 
c6mo son percibidas dentro de ésta y c6mo realmente son. 
Los personajes femeninos de Gald6s que se seleccionaron 
para su análisis son: 
DaBa Perfecta, Rosario y Remedios en Dofla Perfecta (1876) 
Gloria y Serafina en Gloria (1877) 
Marianela en Marianela (1878) 
Isidora en La desheredada (1881) 
Amparo Sánchez Emperador en Tormento (1884) 
Rosalfa en La de Bringas (1884) 
Fortunata y Jacinta en Fortunata y Jacinta (1886) 
Tristana en Tristana (1892) 
Halma en Halma (1895) 
Benigna en Misericordia (1897) 
La selecci6n se ajusta a los siguientes criterios: 
a) Al contemplar las limitaciones de extensi6n de este 
trabajo se eligieron entonces diez novelas que ostentaran 
como título el nombre o la característica principal de un 
8 
personaje femenino, lo cual de alguna manera establece 
que el autor lo coloca como eje central de la novela 
otorgándole una importancia que no deja lugar a dudas 
sobre el interés que tiene de ponerlo en categoría 
principal de su creación y de dedicarle una 
concentración sustancial a las cualidades que lo 
comprenden, además de que no existe dentro de su obra 
una novela que titulada bajo estas características no 
tenga una mujer dentro ~e los principales personajes. 
b) En tanto la novela de Galdós es expansiva en el sentido 
de que a partir del personaje se expande una 
circunferencia ideal que es la imagen de la sociedad, se 
eligieron personajes representativos de ese espacio móvil 
y viviente; cada uno de ellos no deja de ocupar su lugar 
cuando otro aparece, coexisten permanentemente, 
contemporáneamente y aunque tengan su lugar en 
diferentes novelas pensamos en ellos dentro de un 
mismo universo, el galdosiano. 10 
'O&iwin Muir. The structure 01 the novel , Ghatto & Windus, London, 
1957, pp. 59-87. 
9 
c) La presentación de estos personajes es mixta, es decir, lo 
mismo tiene origen en el interior que en el exterior de la 
misma narración ll • La voz narrativa de Oaldós es 
diversa, sin embargo. por lo general en estas novelas l2 
nos comunica omniscientemente todo lo que atafle a sus 
personajes: pensamientos, sentimientos, conducta, 
diálogos, entorno, fisonomía, sueflos, su percepción de 
ellos, la de sí mismos, así como la de otros personajes, 
como si una conciencia inmersa en ese mundo lo 
percibiera todo: personajes, objetos, acciones y 
situaciones de manera tal que tenemos acceso a un vasto 
material en lo que a los personajes, objeto de este 
análisis, concierne. 
d) La focalización variable que utiliza Galdós en 6stas 
novelas permite no sólo entender la visión de los 
personajes respecto al fenómeno que viven sino que nos 
brinda una dimensión psicológica CI ideológica que son 
susceptibles de análisis en las que se pone de relieve la 
"Roland Boumeouf, Op. cil pág. 227. 
12Salvo en La de Brlngas • en la que tambi6n aparece como narrador 
testigo. 
10 
ideología de los personajes así como la que se deduce de 
la historia. 13 
e) Atendiendo a las categorías de Souriau, quien percibe la 
situación dramática como una figura estructural en la 
cuál se dibuja un siste,l11a de fuerzas encamadas en los 
principales personajes y "de oposiciones o de 
atracciones, de convergencias en una colisión de orden 
moral o de explosión_, destructora, de alianzas o 
divisiones hostiles ... "14, los personajes seleccionados 
representan varias de las 'seis clasificaciones establecidas 
por dicho autor. De tal forma estos personajes femeninos 
se muestran en diversas funciones y significan distintas 
fuerzas, 10 cual nos permite conocerlos a trav6s de 
distintas perspectivas dentro de la historia: 
DaBa Perfecta, Gloria, Marianela, Isidora, Amparo, 
Rosalía, Fortunata, Jacinta, Tristana, Halma y Benigna 
')Rosalfa Baena Molina, Nadlne Gordimer: perspectiva. Imaginación, 
identidad, Salamanca, Ed. Colegio de Espafla, 1998. p. 1:1. 
I'Etienne Souriau, Les deux cent mil/e sltuations dramatlques 
Flammarion, París, 19:10, pág. 55. 
11 
son protagonistas en tanto son personajes cuyo conflicto 
comunican a la acción su "primer impulso dinámico", 
denominado por Souriau "fuerza temática"; Dona 
Perfecta es también antagonista ya que se opone al 
propósito de otros personajes que dan sentido a la 
historia; Serafina es la antagonista en el caso de Gloria, 
Rosalía en el caso de Tormento; y Remedios está aliada 
a la fuerza antagónica de dofta Perfecta; Fortunata y 
Jacinta, independientemente de ser protagonistas se 
desempeilan tambi6n como antagonistas, una de la otra; 
doila Perfecta, Rosario, Gloria, Isidora, Amparo, 
Fortunata, Jacinta, Tristana, Halma y Benigna aparecen 
tambi6n como objetos deseados o temidos: son la 
"representación del valor" porque constituyen en un 
momento dado el objetivo propuesto o la causa del 
temor; dolla Perfecta, Remedios, Serafina, Amparo, 
Rosalfa, Fortunata, Jacinta, Halma y Benigna intervienen 
también como destinadores en tanto ejercen una 
influencia que producen, desarrollan o resuelven la 
situación conflictiva; Rosario, Gloria, Marianela, 
Isidora, Amparo, Rosalía, Fortunata, Jacinta, Tristana, 
12 
Halma y Benigna son destinatarios en tanto obtienen el 
objeto deseado o temido. Como adyuvantes tenemos a: 
Remedios, en tanto ayuda a dofta Perfecta a conseguir su 
fin, y Serafina, en cuanto a que opera como "espejo" del 
padre de Gloria quien funge como el primer antagonista 
de ésta. 
f) Las novelas seleccionadas están dentro del período 
novelístico que va de 1876 a 1897, de manera que 
podemos comprobar qué tanta consistencia tienen los 
rasgos de personalidad y el comportamiento de los 
personajes femeninos y/o la transformación que éstos 
van experimentando en el transcurso de los ailos. La 
distinción habitual entre las novelas de la primera época 
y las novelas contemporáneas no tendrá en este trabajo 
mayor significación en cuanto a la forma o valfa literaria 
ni en el sentido de que, según lo ha expuesto Ricardo 
Gullónl~, Dofta Perfecta, Gloria y Marianela, son 
personajes femeninos de las novelas de la primera época 
15Ricardo Gullón, GaúMs, novelista moderno , Biblioteca Románica 
Hispánica, Ed. Gredos, Madrid 1973, pág. 139. 
13 
que tienen "la carga de la obsesión de la tesis de 
Galdós", de lo que pretende demostrar; porque como 
Gullón mismo seBala no dejan de tener la esenciagaldosiana que es 10 que a este trabajo compete. 
En cuanto al estudio de los procesos psicológicos de estos 
personajes femeninos, observamos que "la psicología ha sido 
definida sucesivamente como la 'ciencia del alma', de la 
'vida mental', del 'comportamiento' o incluso como los 
rasgos de carácter de un individuo o de un grupo"16, 10 cuál 
nos remite a dos tipos de psicologfa una que atiende al 
estudio de la vida interior considerada en sí misma y otra a 
las acciones, el discurso oral y la conducta manifiesta. En 
realidad, como 10 explicaba Pierre Janet: 
El fenómeno psicológico no es espiritual, ni 
corporal; acontece en el hombre entero, ya que se 
trata de la conducta de ese hombre tomada en 
conjunto. Un sentimiento no es más localizable en el 
alma que en el vientre: nos enfrentamos con una 
modificación del conjunto de la conducta. 17 
16 Roland Boumeouf, Op. cit pág. 188. 
I? Pierre Janet, De l'angoisse a l'extase. 11, Alean, París, 1928, pág. 36. 
14 
Actualmente sabemos que en realidad la sola introspección 
no explica la vida psfquica, así como la conducta no puede 
explicarse por sí misma sino como el resultado de algo que 
ocurre en el interior cuando el individuo se enfrenta a la 
realidad, es la relaciÓn entre el mundo interior y el exterior el 
que nos da un significado, como bien decía Merleau-Ponty: 
Si trato de estudiar el amor o el odio por medio de la 
pura observación interior, no encuentro sino muy 
pocas cosas que describir: algunas angustias, algunas 
palpitaciones, es decir, trastornos triviales que no 
revelan el sentido del amor ni del odio. Cada vez que 
consigo un resultado interesante es porque no me he 
contentado con coincidir con mi sentimiento, porque 
he logrado estudiarlo como una conducta es decir 
como una modificación de mis relaciones con los 
otros y con el mundo, o porque he llegado a pensar 
en 61 como pienso en el comportamiento de otra 
persona del que soy testigo. 18 
De tal forma que de la relación entre la psicología 
introspectiva de la primera persona y la psicología de la 
tercera persona basada en la observación de la conducta 
18 Maurice Merleau-Ponty, Sens et non sens, Ángel, París, 1948, págs. 93-
94. 
15 
surge una psicología de la segunda persona, constituida por 
una síntesis de las primeras dos que considera al individuo 
como objeto y sujeto al mismo tiempo. 19 Sartre se refiere a 
esta segunda persona como el otro mediador entre el "yo y 
yo mismo", esa presencia del otro permite emitir un juicio 
sobre el sí mismo como si se tratara de un objeto ya que es 
como objeto tal como uno se revela ante los demás.lO 
Tanto si se trata de analizar psicológicamente un discurso de 
pasiones, los rasgos de carácter, la conducta o el 
inconsciente, sus formas de aparición en la novela son la 
sugerencia de la vida interior y su análisis. 
Dentro de las corrientes psicológicas actuales, el 
psicoanálisis constituye la herramienta más idónea para este 
tipo de estudio ya que su objeto es descubrir lo latente 
debajo de lo manifiesto, lo cual no sólo nos permite 
encontrar las relaciones entre el mundo interior y el exterior 
sino que su acervo teórico explica y, como ya se ha 
19 Roland Bourneouf, Op. cit., pág. 192-193. 
:ro lean Paul Sartre, L 'ltre elle niant, Gallimard, París, 1943, pág. 276. 
16 
mencionado, puede retroalimentarse de la obra literaria para 
exponer el origen de los sentimientos y la conducta de los 
personajes. Cómo 10 sefiala Bourneouf': 
... el psicoanálisis puede proporcionar mucha luz al 
estudio del personaje de la novela, más de la que 
ningún otro método es capaz de aportar, y ello 
porque no cede a la tentación de un determinismo 
fácil y 10 utiliza un 'int6rprete' que domina 
plenamente sus recursos pero que es lo bastante 
humilde para ponerse en el lugar del analizado. 
Por tanto, este análisis utiliza dos m6todos: 
1) el recuento de las acciones, pensamientos, 
sentimientos y palabras del personaje, es decir 
su conducta manifiesta, y 
2) el psicoanálisis como teoría y como método de 
investigación de la vida interior para interpretar 
el punto anterior. 
21 Op. cito pág. 200. 
17 
El personaje de la novela tiene que vérselas con su 
problemática interior ante el mundo al cual está integrado y 
puede concebírsele como una proyección de su autor en 
cuanto a sus relaciones con la sociedad de su época. Aunque 
no está dentro de los objetivos de esta tesis utilizar el 
psicoanálisis para asociar deseos, fantasías, frustraciones, 
sueftos o recuerdos de Oaldós, lo cual implicaría entrar en la 
controversia de la autonomía de los personajes versus el 
sometimiento de éstos a los antecedentes de su creador, se 
inicia con una amplia exposición biográfica porque ello nos 
dará cierta luz sobre la forma en que Galdós se relacionaba 
con las mujeres, las experiencias que tuvo con ellas, como 
las percibía, como las trataba, así como las ideas 
fundamentales de su pensamiento y el entorno social en el 
que se encontraba inmerso, y ello nos permite una mayor 
comprensión sobre este aspecto de su obra. Sabemos que las 
afirmaciones insistentes sobre la autonomía y el poder de 
atracción de los personajes no han sido obstáculo para que la 
crítica prosiga sus investigaciones genéticas e intente seguir 
la evolución del pensamiento de los creadores a través de sus 
18 
criaturas22• Así mismo permitirá no dejar de lado y 
comprender mejor la tarea que Galdós desempefia en sus 
personajes femeninos ya que como novelista se extiende en 
ellas, las critica, las exalta, las pinta, las ama, las comprende, 
les habla, habla de ellas, muestra sus errores, sus grandezas y 
miserias, dejándonos ver en el fondo una función social que 
consiste en amarlas y en el deseo de mejorarlas.23 De tal 
forma, aún fuera del propósito fundamental de este trabajo 
quisiera dejar abierta al lector asociaciones a este respecto y 
darle un panorama más amplio de la fuente en el que el autor 
bebió para conocerlas, sirva ello de disculpa al abuso de 
extensión del primer capítulo. 
Este trabajo tampoco pretende aplicar el psicoanálisis para 
extraer una historia cHnica de los personajes femeninos sino 
que se limita, por una parte, a) a investigar sus relaciones 
con la religión, el tipo de carga libidinal puesta en ella y la 
influencia que ésta tuvo en sus vidas; b) a analizar la fantasía 
desde el punto de vista topográfico y el significado de los 
II Roland Boumeouf, Op. cit., pág. 19.5. 
23 Agnes y Gennán Oullón, Teorfa de la Novela ,Tauros, 1974, Espat1a, 
pág. 302. 
19 
símbolos en el caso de las fantasías inconscientes; y, c) a 
explicar la dinámica de las conductas pasionales de acuerdo 
a la teoría de los impulsos, todo ello, dentro del marCo 
estructural. 
Analizar la religiosidad, la fantasía y la pasión de los 
personajes femeninos de Galdós, requiere, no sólo realizar 
un recuento de su conducta manifiesta, lo cuál en términos 
psicoanalfticos incluye el pensamiento y el sentimiento, sino 
comprender los procesos e impulsos inconscientes, las 
estructuras psicológicas, la economía y la dinámica de estas 
mujeres sin dejar de lado el contexto en el que se mueven. 
Las asociaciones y los sueftos nos permiten penetrar en el 
mundo inconsciente para entender como está organizado el 
imaginario y cuáles son los códigos simbólicos que cada 
quien utiliza. 
La sensibilidad de Galdós a las sutilezas de la comunicación 
verbal y la disposición a dar significados bajo la superficie 
del sentido combinados con el talento de la metáfora y el 
símbolo constituyen la materia prima de las interpretaciones 
20 
que a la luz del psicoanálisis pueden dar cuenta de los 
procesos psicológicos que mueven a sus personajes. 
El psicoanálisis es una teoría determinista, el principio de la 
determinación psicológica de toda la conducta ha sido su 
piedra fundamental, de tal forma, la comprensión de la 
personalidad bajo estemodelo nos explica el porqué estos 
personajes son como son y porqué se comportan como 10 
hacen. Las valiosas aportaciones de Erikson al psicoanálisis 
freudiano facilitan la comprensión de la psiquis 
contemplando las crisis de la vida dentro de la sociedad y la 
cultura otorgándole una identidad individual y cultural, la 
identidad según este autor es; 
... un sentirse vivo y activo, ser uno mismo, la 
tensión activa y confiada y vigorizante de sostener lo 
que me es propio; es una afirmación que manifiesta 
una unidad de identidad personal y cultural. 24 
:z.< Erik Erikson, "Infancia y Sociedad", Editorial Paidos, Buenos Aires, 
1950. pág. 233. 
21 
De acuerdo con este psicoanalista, podríamos comprender 
que la identidad de estos personajes son el resultado de tres 
procesos: biológico, psicológico y social: 
La Oestalt o conformación de identidad refleja la 
agrupación de elementos representativos de las 
fuerzas sociales al interior del individuo, así como la 
identidad explica en cierta forma cómo se 
construyen los valores que conforman la cultura. ~ 
Es precisamente en este sentido que Oaldós construye sus 
personajes y coincide con la tesis psicoanalítica que concibe 
la conducta como producto de un curso epigenético regulado 
tanto por las leyes intrínsecas del organismo como por la 
experiencia acumulativa en el entorno social en el que se 
genera. 
El psicoanálisis contempla al instinto como una cualidad 
biológica del individuo, continente de una energía que 10 
impele a actuar desde su propia naturaleza y en relación con 
el medio. Independientemente del instinto de conservación 
2.'1 Erik Erikson, "Identidad, Juventud y Crisis", Editorial Paidos, Buenos 
Aires, 1968. pág. 43. 
22 
existen dos tipos: el instinto de vida (Eros) y el instinto de 
muerté6• De estos se derivan los impulsos que motivan al 
individuo a comportarse de una u otra forma. El impulso que 
procede del instinto de vida es el impulso sexual o amoroso 
y el que sucede al instinto de muerte es el impulso agresivo O 
destructiv027. Aunque los instintos sean condición necesaria 
para la conducta manifiesta y latente del sujeto, no son 
suficientes para explicar las tendencias y orientaciones del 
comportamiento de las personas, depende también de las 
estructuras y la carga libidinal depositada en ellas para 
comprender los procesos psicodinámicos de la persona: 1) el 
ello, como parte inconsciente del aparato psíquico en el que 
básicamente se encuentran los instintos, el principio del 
placer y las pasiones; 2) el yo, como parte consciente e 
inconsciente del aparato psíquico en el que se encuentran las 
percepciones de la realidad, la razón, la reflexión y la 
ejecutividad en su primera instancia y los mecanismos de 
26Sigmund Freud, "Los instintos y sus destinos", 
Biblioteca Nueva, Madrid, 1973, pp. 2039-2052. 
271dem. 
Obras Completas , 
23 
defensa en la segunda28; y 3) el súper yo, como parte 
inconsciente del aparato psíquico en el que se encuentran las 
reglas morales y el ideal del yo, introyectados en la temprana 
infancia.29 
Como se ha mencionado, los personajes de Oaldós se 
construyen mediante lo que dicen y lo que hacen según las 
situaciones en las que se encuentran, de tal forma que hay 
múltiples posibilidades de construcción, según los diversos 
contextos en que habitan. Es decir, se van construyendo de 
manera fragmentada de acuerdo con la división que Freud 
hace de la psique humana, consciente e inconsciente, y ello, 
yo y súper yo. Los personajes de Galdós apuntan a que 
"nadie es libre para hacer cualquier cosa. Cada uno es libre 
para hacer 'determinadas' cosas, aquellas que su realidad 
suscita"30. Dentro de su concepción del determinismo 
psíquico, el psicoanálisis afirma que lo que escogemos está 
28Sigmund Freud, "El yo y el ello", Obras Completas, Biblioteca Nueva, 
Madrid, 1973, pp. 2708-2716. 
29 Sigmund Freud, "El yo y el sl1per yo (ideal del yo)", Obras Completas, 
Biblioteca Nueva, Madrid, 1973, pp. 2716-272l. 
JI) Carlos Castilla del Pino, Dial/ctica de la persona, dialéctica de la 
situación (Barcelona: Península, 1968), p. 34. 
24 
limitado desde el inconsciente, de tal forma nos dota de 
cierta consistencia. Los conflictos psíquicos de la persona 
determinan cómo va a reaccionar ante las posibilidades que 
la vida le ofrece sin que se percate de ello.31 En los 
personajes de Galdós resulta claro que 10 que hacen tiene 
una motivación consciente y otra inconsciente, es decir, 
plantea al personaje visto por los demás pero nos revela 
tambi6n su auténtica intimidad. Siempre hay algo dentro que 
se opone a lo de afuera. Oaldós construye sus personajes a 
partir de 10 que ha observado, y luego 10 filtra a través de su 
propia experiencia sensible; como menciona Norman 
Holland "perception is a constructive act in which we 
impose schemata from our minds on the data of our 
senses .. 32• Galdós construye a sus personajes a través de las 
mismas operaciones y mediante los mismos conocimientos 
preexistentes que se utilizan para conocer a las personas 
J'Carroll Johnson, "La construcción del personaje en Cervantes", 
Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America: 8-32, University 
of California, 1995. 
)2Norn3an N. Holland, "Re-covering The Purlolned utter "en Susan R. 
Suleiman y Inge Crosman, eds., The Reader in the Text. Essays on 
Audience lnterpretation, Princeton: Princeton University Press, 1986, p. 
364. 
25 
reales como 10 seftala Hochman "the full congruity between 
the way we perceive people in literature and the way we 
perceive them in life,,33. En este sentido, el lector de Galdós 
conoce a sus personajes de la misma forma que conoce a las 
personas reales porque como lo seiiala Tzvetan Todorov: 
"there does not seem to be a big difference between 
construction based on a literary text and construction 
based on a referential but nonliterary text ... The 
construction of characters from nonliterary material 
is analogous to the reader's construction from the 
text of a novel. 'Fiction' is not constructed any 
differently from reality .. 34. 
Los personajes de Galdós están construidos: a) desde sí 
mismos, en el sentido de percibir una identidad que les falta 
y a la que aspiran y convertir todo su existir en un intentar 
llegar a ser ese deseado personaje, b) desde los demás, que 
emiten juicios y opiniones entre ellos y, c) desde el propio 
Galdós cuya sensibilidad le ha permitido percatarse de que el 
JJBaruch Hochman, "Character in Litemture",lthaca, Comell University 
Press, 1985, p. 44. 
~zvetan Todorov, "Reading as Construction", en Sulelman y Cros, The 
Reader in the Text, p. 80. 
26 
individuo se debate en una dialéctica entre su proyecto 
existencial y la presiones ejercidas en contra por los demás 
personajes, por las instituciones sociales, políticas y 
económicas de su entorno. 
El segundo capítulo versa sobre la religiosidad exponiendo 
las acciones, pensamientos, sentimientos y discurso que se 
vinculan con ésta y citando los textos pertinentes para 
relacionarlos con las estructuras y la psicodinamia de cada 
uno de los personajes seleccionados. El concepto de 
religiosidad en este trabajo se contempla como una cualidad 
religiosa que consiste en poner en práctica y esmerarse por 
cumplir las obligaciones y los preceptos de la religión que se 
practica. Constituye una de las variables sociales que 
intervienen en el desarrollo de la identidad de tales 
personajes de acuerdo con la realidad espaiíola del siglo 
XIX. ¿Cómo interviene la religiosidad en el comportamiento 
de los personajes femeninos y cuál es el significado de ésta 
dentro de su vida psíquica? 
27 
En el tercer capítulo se exponen las fantasías conscientes 
expuestas en el texto o en los diálogos, así como, las 
fantasías inconscientes que asoman en las asociaciones libres 
y los suenos, haciendo tambi6n referencia a la pscodinamia y 
a la parte estructuralen la que se inscriben. La fantasía en 
este trabajo está contemplada como facultad que tiene el 
ánimo de reproducir en el pensamiento imágenes de cosas 
pasadas o lejanas, de representar los ideales en forma 
sensible o de idealizar las reales y como un grado superior de 
imaginación en tanto inventa y produce lo que no es real. Es 
necesario tomar en cuenta que dichas fantasías no sólo 
dependen del mundo interior sino que están alimentadas por 
los valores sociales y culturales del entorno. ¿Cuáles son las 
fantasías de los personajes femeninos y qu6 deseos 
conscientes e inconscientes están significando? 
El cuarto capítulo hace referencia a las pasiones que mueven 
a los personajes y cómo éstas, originándose en los instintos 
determinan derroteros según se manifiestan en la estructura y 
según qu6 impulsos predominan en el inconsciente; así 
mismo donde se deposita la carga libidinal que deviene de 
28 
éstos. La pasión se define como la acción de padecer, como 
aficiÓn vehemente a algo o alguien y como exacerbación del 
afecto; acción, afición o afecto que va a depositarse en un 
objeto. Como se ha mencionado, ésta deviene del instinto de 
donde toma su fuerza genéticamente establecida, a 10 cual se 
le conoce como temperamento, y se convierte en acción por 
medio del impulso. ¿Qué pasiones dominan a los personajes 
femeninos y de qué forma éstas conforman sus destinos 
atendiendo a su estructura psíquica? 
Posteriormente se integra lo expuesto en los capítulos 
anteriores en conclusiones que nos proveen de un panorama 
más completo de la psicodinamia que mueve a los personajes 
a emitir conductas que van construyendo y determinando sus 
vidas para obtener el perfil de la mujer espaBola de la época 
que nos ofrece Galdós, y como ésta va evolucionando, para 
dejar abierto a posterior investigación qué cualidades 
podrían generalizarse en términos de género y cÓmo éstas 
interactúan con el entorno social y la época. Para ello habría 
que, por un lado, ampliar la muestra de personajes 
femeninos, y por otro, realizar un estudio comparativo en el 
29 
cuál se analizaran en este mismo sentido a los personajes 
masculinos. 
30 
1. ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA VIDA Y 
EL PENSAMIENTO DE GALDÓS 
Benito Pérez Galdós nació el 10 de mayo de 1843 en Las 
Palmas de Gran Canaria, hijo de Sebastián Pérez Macias, 
teniente coronel del Ejército, veterano del Batallón de 
Granaderos Canarios que hizo la Guerra de la 
Independencia, y de Dolores Oaldós Medina, hija de un 
antiguo secretario de la Inquisición llegado a Canarias 
procedente de Azpeitia. Fue el más pequef'io de cuatro 
hermanos y seis hermanas. Su infancia y su adolescencia 
transcurrieron dentro de una familia matriarcal de 
costumbres piadosas y puritanas35, bajo el dominio benévolo 
pero severo de su madre.36 La adversa situación económica 
endureció el carácter autoritario de su madre y su 
constitución enfermiza le valió ser el que más estuvo bajo la 
tutela materna rígida y moralista que sembró en él sus 
expectativas de triunfo, dinero y honor.37 Fue bautizado en 
l~W. H, Shoemaker, Estudios "¿Cómo era Oaldós?" , Anales Galdosianos, 
Ano VIII, 1973, pp. 5-6 
:lófdem, 
17Carmen Men~ndez Onrubia, Jaeques Beyrie, "Oaldós et son rnythe ,-1: 
Libéralisme et christianisme cm Espagne au XIX~me siecle (1843-1873). 
31 
la iglesia de San Francisco en las Palmas, el tan tan de sus 
campanas era uno de los recuerdos fijados en su memoria: 
"su son... [que] no lo confundiría con ninguno. Lo 
distinguiría entre cien que tocasen a un tiempo."3B Desde 
temprana edad tuvo inclinaciones hacia el dibujo, la música 
y la literatura: ..... Aficiones literarias las tuve desde el 
principio, pero sin saber por dónde había de ir. .. "39. 
Caridad Galdós, su sobrina nieta, cuenta que sus hermanas, 
Manuela y Tomasa lo mimaban mucho, le compraron un 
escritorio para que dibujara. y le ensenaban a hacer el punto 
de cruz. Sus dibujos y un pueblito medieval que realizó con 
trocitos de madera a los nueve aftos40 son muestra de una 
inquietud creativa manifiesta desde la primera infancia. 
11: Romantlsme et sources vives du «Naturaliame» galdosien (1860-1880). 
III: Notes. TMse présent6e devant l'Universlt6 de Toulouse 11 le 30 janvler 
1976. Paris, Libreirie Honoré Champion, 1980.1: 402 pp. 11: 386 pp.lII: 
343 pp. Anales Galdosianos, Afio XVII, 1982, p. 140. 
:IIIEI Bachiller Corchuelo [Enrique González Flolj, "Nuestros grandes 
prestigios I Benito P6rez Galdós", Por Esos Mundos, Afio XI, Vol. XXI. 
Julio, 1910, R. 45. 
311.,eopoldo Alas, Benito Pirez Galdós: estudio cr(tico-blográflco 
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes p. 12. 
~ntrevista de Caridad Galdós en Biblioteca Vlnual Miguel de Cervantes. 
32 
En el Colegio de San Agustín en Las Palmas cursó la 
primera y segunda ensefianza. No le gustaba la escuela, ni 
estudiar, pero sí le entusiasmaba leer libros amenos. Se 
sentía orgulloso de coleccionar estampas y cromos. 
Posteriormente, "en el Instituto fui bastante 
aprovechado ,,41 , declara en una carta a Clarín. 42 En las artes 
plásticas fue un autodidacta, recibió una Mención Honorífica 
en una Exposición provincial en el afio 186243• No solamente 
destacaron sus dibujos sino que pintó acuarelas y óleos con 
singular maestría. En la música tuvo una formación desde la 
juventud en el Colegio de San Agustín en Las Palmas y llegó 
a tocar el piano, el órgano y el armonium, además de ser 
crítico musical. La pintura y la música fueron actividades 
que llevó a cabo durante toda su vida, sus amigos pensaban 
que Galdós hubiera sido tan buen pintor o músico como 10 
era escritor. 
41Se refiere al Instituto La Laguna donde se graduó de Bachiller en Artes. 
42Leopoldo Alas, Benito Nrez Galdós; estudio crft/co-blogrdflco 
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. pp. 11-12. 
4JIAntonio Maum), en BolRAE, VIII, 135. 
33 
El primer amor del que tenemos referencia fue su prima 
Sisita, hija natural del tío José María Galdós y de Adriana 
Tate, viuda de Hurtado y Mendoza y suegra de su hermano 
Domingo y de la hermana mayor Carmen, quien vivía en 
Cuba. Sisita fue con su madre a vivir a Las Palmas para 
escándalo de la familia y Benito se enamoró de ella. Para su 
madre, Sisita era hija del pecado de tal forma que el 
separarlo de ella fue uno de los motivos que tuvo la madre 
para enviarlo, a los diecinueve aftas, a Madrid para estudiar 
leyes.44 Y a Sisita la mandaron de regreso a Cuba para un 
matrimonio de conveniencia. 
Entre los anos 1857 y 1862 se dedicó a la pintura y realizó 
sus primeros escritos en el periódico El Ómnibus, escribió el 
drama Quien mal hace, bien no espere, y funda el periódico 
escolar La Antorcha. 
En 1862 llegó Oaldós a Madrid para estudiar en la Facultad 
de Derecho de la Universidad Central y encontró un 
ambiente de represión, de crisis en aumento, ante el cual 
""w. H. Shoemaker, op. cito p. 15. 
34 
reaccionó como muchos de los jóvenes de la época. 
Frecuentó los sitios en los que se reunían los liberales -
cafés, clubes, el Ateneo -, se informó y participó en sus 
actividades. Asistía con frecuencia al café Universal y a la 
Tertulia Canaria. Su postura fue en contra de la ignorancia, 
la mala educación, la pobreza, la corrupción en todos los 
órdenes, moral, político o religioso. Pronto encontró un 
espacio de expresión en La Nación y El Debate Católico, 
diarios en los que criticó el tradicionalismo reaccionario y 
pugnó por la renovación, el avance de la ciencia y los 
valores. Conoce a Francisco Gíner de los Ríos, fundador de 
la Institución Libre de EnseBanza, quien lo alentó a escribir y 
lo orientó hacia el krausismo - "en su afán de encontrar y 
Oaldós a su llegada 
a Madrid. 
TomaBa. hennana 
de 0a1d6s. 
I¡¡nacio, hennWlo 
mililllr de OaIdÓ8. 
35 
fonnar hombres que salvasen a Espafta de su decadencia". 4~ 
El krausismo era una corriente del pensamiento que se 
origina en las ideasde Hegel, pasa a Fichte y a Krauze de 
quien toma su nombre. En Espafta el exponente más 
importante del krausismo era el doctor Julián Sanz del Río. 
Los seguidores de estas ideas filosóficas de tipo pedagógica 
formaban un grupo minoritario. Vestían de color oscuro, 
usaban barba y tenían una especie de apariencia pedagógica. 
Eran libres pensadores, creían en un Dios abstracto, y 
formaban parte del pensamiento neo-idealista. Eran 
partidarios de la libertad de expresión, de pensamiento y 
enseftanza¡ liberales y tolerantes, enemigos de la autoridad 
dogmática pero había en ellos algo de puritanismo, lo cual 
llevó a considerar que el núcleo de esta filosofía era confusa. 
Pertenecían al grupo de los regeneracionistas que deseaban 
recuperar el terreno perdido de progreso en España. Creían 
en las instituciones pero pensaban que éstas tenían que 
progresar. Apoyaban la educación laica y la igualdad de la 
mujer y estaban en contra de los prejuicios. Pensaban que la 
4IJDenah Lida, "Sobre el krausismo de Oaldós". Anales Galdosianos, Afto 
11, 1967. p. 1. 
36 
educación no sólo debía contener instrucción sino que 
tambi6n debía ser formativa.46 
Galdós, según Denah Lida, - "no forma parte de la llamada 
escuela krausista ... sino que escoge de las doctrinas y 
declaraciones de unos y otros lo que más responda a sus 
fines artfsticos .. 47• Sin embargo, varios autores 10 refieren 
como krausista. 
No fue Galdós muy asiduo a la Facultad, en realidad su 
escuela fueron las calles de Madrid, las reuniones en el 
Ateneo y los cafés, la lectura de los clásicos europeos y los 
viajes que hacía al interior y al extranjero.48 Durante los 
primeros ailos de su estancia en Madrid frecuentó 
redacciones y teatros. En el 68 abandonó la Universidad para 
realizar su segundo viaje a Parfs, y en el 69 la dejó 
definitivamente: "Tengo una idea vaga de que en los tres o 
46Luis V¡dort Schuch, Lafilosofla espaflola actual. El krauslsrrw (1866) 
Biblioteca Filosofía en espaftol, Oviedo 2000. 
47Denah Lida, "Sobre el krausismo de Galdós", Anales Galdosianos, Afio 
n, 1967.p. 2 
48Joaquín Casalduero, Vida y Obra de Galdós. Gredos, Madrid, 1943, (S' 
Edición, 1974). 
37 
cuatro anos que precedieron a la revolución del 68 se me 
ocurrían a mi unas cosas muy raras". En el 67 se le ocurrió 
escribir La Fontana de Oro, libro costumbrista pero según 61 
mismo reconoce con cierta tendencia revolucionaria: 
Lo empecé aquí y 10 continué en Francia; al volver a 
Espaiía, hallándome en Barcelona, estalló la 
revolución, que acogí con entusiasmo. Despu6s 
estuve algún tiempo como atortolado, sin saber qué 
dirección tomar, bastante desanimado y triste (no 
siendo exclusivamente literarias las causas de esta 
situación de espíritu). En aquel tiempo (del 68 al 72) 
era yo punto fijo en el Ateneo viejo, pero me trataba 
con poca gente; apenas hablaba con dos o tres 
personas.49 
El primer decenio de su estancia en Madrid, Galdós fue un 
trasnochador y como todo joven llevó una vida intensa en la 
que se interesaba por la política, el arte y seguramente las 
mujeres, aunque la referencia sobre ello es a partir de 
deducciones posteriores según se avanza en la investigación 
biográfica y de la importancia que, según sus biógrafos y él 
mismo declara, tenían las mujeres en su vida. 
4l1eopoldo Alas, op. cit. p. 19. 
38 
En 1870 murió Domingo, su hermano mayor, y su viuda y 
dos hermanos se instalaron con él en Madrid. Al afio 
siguiente murió su padre. Por este tiempo conoció a don José 
María de Pereda en ocasión de un viaje que hizo a Santander 
para evitar el calor de Madrid. Santander sería, anos después, 
su segundo lugar de residencia. En su carta a Clarín, don 
José María de Pereda nos brinda una semblanza de Galdós 
que resulta muy interesante ya que fue uno de sus mejores 
amigos: 
El no había publicado más que La Fontana de Oro 
(1870) Y algunos artículos literarios que a mí me 
gustaban mucho, muchísimo. Yo era a sazón padre 
de la patria, y había echado al mundo las dos series 
de Escenas montanesas, muy conocidas de Galdós. 
Un día de verano de 71, esperaba yo en el vestíbulo 
de una fonda de esta ciudad a que bajara un amigo 
mío a quien había avisado que le esperaba allí. 
Maquinalmente me puse a ver la lista de huéspedes 
que tenía delante, y vi que uno de ellos era don 
Benito Pérez Oaldós. Con ánimo de visitarle 
pregunté por él inmediatamente a un camarero que 
pasaba. 'Ahí le tiene usted', me respondió sefialando 
a un joven vestido de luto que salía del comedor. Me 
hice cruces mentalmente, porque no podía 
39 
imaginarme yo que tuviera menos de cuarenta aftos 
un hombre que se firmaba Pérez Oaldós, y además 
Benito, hablaba de los tiempos de Ramón de la Cruz 
y de la Fontana de Oro como si los hubiera 
conocido. Yo tenía entonces treinta y ocho aftoso 
Hablando, hablando, resultó que nos sabíamos 
mutuamente de memoria, y desde aquel punto quedó 
arraigada entre nosotros una amistad más que fntima, 
fraternal, que por mi parte considero indestructible, 
cuando lejos de entibiarse con las enormes 
diferencias polfticas y religiosas que nos dividen, 
más la encienden y estrechan a medida que pasan los 
aftoso Yo me explico este fenómeno por la 
admiración idolátrica que siento por el novelista y 
por la fndole envidiable de su carácter dulcísimo; 
pero ¿cómo explica 61 la fidelidad que me guarda? 
En fin que no acabarla si me pusiera a escribir sobre 
este tema. Todos los veranos nos vemos aquf (en 
Santander). En algunos de ellos me ha 
proporcionado el regaladísimo placer de pasar unos 
cuantos días conmigo en Polanco. Nuestra 
correspondencia epistolar ha sido frecuentfsima 
durante algunos inviernos, y muy rara la carta en que 
hemos tratado en serio cosa alguna; tanto de esas 
correspondencias como de nuestras conversaciones 
fntimas, he deducido siempre, que fuera de la 
política y de ciertas materias religiosas, en todas las 
cosas del mundo, chicas y grandes, estamos los dos 
perfectamente de acuerdo. ¿Será 6ste el vínculo que 
más nos une y estrecha? Un detalle curioso: Galdós, 
40 
que sería capaz de quedarse en cueros vivos por mí, 
no me regala sus obras cuando las publica, sin duda 
por no tomarse la molestia de empaquetar los 
ejemplares y mandarlos al correo ... 
"En el afta 1873" - dice Galdós en la carta a Clarín que 
aparece en su Estudio cr(tico- biográfico - "escribí 
Trafalgar, sin tener aún el plan completo de la obra; después 
fue saliendo lo demás. Las novelas se sucedían de una 
manera ... inconsciente. Doffa Perfecta la escribí para la 
Revista de Espaf'ia, por encargo de León y Castillo, y la 
comencé sin saber cómo habfa de desarrollar el asunto. La 
escribí a empujones, quiero decir, a trozos, como iba 
saliendo, pero sin dificultad, con cierta afluencia que ahora 
no tengo"w. 
Galdós leía vorazmente. Cervantes, Balzac, Shakeaspeare, 
Dickens, Dumas, Eurípides, Lope de Vega, Zola, Dostoievki, 
Tolstoi y Turgueniev fueron autores que no sólo le 
prodigaron el placer de la lectura, que tanto le gustaba, sino 
que algunos de ellos tuvieron influencia en su obra. Como 
~opoldo Alas, op. cit. p. 23. 
41 
Balzac, Galdós cuenta con un universo de personajes 
relacionados entre sí que van apareciendo a 10 largo de sus 
distintas obras. Así como de niflo contruyó un pueblo, de 
adulto construyó una sociedad y escribió sobre los 
individuos que la conformaban. 
Gloria fue una de las novelas que mayor gloria le dio a 
Galdós, la que 10 puso a la altura de los mejores novelistas 
en el concepto de la mayoría: 
Gloria fue obra de un entusiasmo de quince días. Se 
me ocurrió pasando por la Puerta del Sol, entre la 
calle de la Montera y el caf6 Universal; y se me 
ocurrió de golpe, viendo con claridad toda la primera 
parte. La segunda es postiza y tourmentée. ¡ Ojalá no 
la hubiera escrito! X ... tuvo la culpa de que yo 
escribiera esa segunda parte, porque me dijo 
(¡demonio de críticos!) que debíasacar las 
consecuencias de la tesis y apurar el tema:H 
Clarín seflala tambi6n que Galdós no le ha dicho nada de 
cómo nació Marianela, pero sí que "desde La desheredada 
~I ídem p. 29. 
42 
acá ha ido advirtiendo que cada vez le cuesta más trabajo, sin 
duda por ser más reflexivo ... ~2 .. 
Galdós fue desde el principio periodista y militó desde 
joven, del modo que su carácter, género de vida y aficiones 
se lo consintieron. En la obra citada Clarín nos menciona que 
no fue amigo de exhibiciones, ni reclamos, "se retira 
temprano, no va a el teatro, que le da jaqueca; ni tampoco 
frecuenta 10 que llamamos el gran mundo, auque tiene 
buenas relaciones en las clases más altas .. Y". 
Ignacio fue el hermano con quien más jugaba y compartía 
sus proyectos cuando eran nif'ios. "A Benito le gustaría ser 
militar y mandar a miles de soldados. A Ignacio, de natural y 
tranquilo, le interesan más los seres, uno a uno, en sus 
miserias y sus alegrías. Y como son dos nií'l.os que están 
jugando, el Destino decide jugar con ellos y trunca 
deliberadamente sus suefios ... "~ Ignacio fue nombrado 
~2 ídem p. 29. 
~~ ídem p. 30. 
J4 En Galdós. Los Gigantes, Madrid, Editorial Prensa Espaftola, 1972. p. 
10. 
43 
Gobernador Militar de Santander (1879), Benito estaba ya de 
lleno entregado a la literatura, sin embargo, la política logró 
atraerlo a sus huestes y en 1886 fue designado diputado por 
Guayama (Puerto Rico) por Sagasta. Posteriormente fue 
elegido diputado republicano a Cortes por Madrid (1907) y 
obtuvo la victoria en su candidatura de la conjunción 
Republicano Socialista por Madrid (1910), que lo convirtió 
en líder de los derechos del obrero. Una idea de su talla 
política y de cómo fue homenajeado nos la da su carta del 10 
de agosto de 1910 a Teodosia Gandarias: 
El domingo tarde pasaron por estos barrios en 
imponente manifestación con banderas, y largo rato 
estuvieron delante de esta casa, dando voces, gritando 
y cantando la Marsellesa. Fué un tarde espléndida, de 
gran regocijo para toda la población. 55 
Yen 1914 fue elegido diputado republicano por Las Palmas. 
Hubo momentos en que el mismo Galdós se lamentaba del 
tiempo que le quitaba a su labor literaria su compromiso 
~~Phoebe Porter, "La correspondencia de Galdós con Teodosia 
Oandarias", Anales Galdosianos, Af1.o XXVI, 1991. Carta a Teodosla 
Gandarlas de fecha 16 de agosto de 1910. 
44 
político, refiri6ndose a ello escribe: " ... porque el tiempo es 
oro, y dejar de trabajar unos días me retrasa semanas porque 
se escapan las ideas, y cuesta trabajo volver a traerlas al 
aposento cerebral."56 
La política de Galdós sufrió varias transformaciones, aunque 
fue siempre de carácter liberal mantenfa relaciones con otras 
facciones y partidos debido a su tolerancia. En 1902 fue 
recibido por Isabel 11 en Francia, porque deseaba que le 
refiriese "cosas y menudencias de su reinado, haciendo la 
historia que suena después de haber hecho la historia que 
palpita ... ,,~7; en 1907 luchó y se consagró a la difícil tarea de 
unir a los dispersos republicanos para 10 cual gastó en balde 
muchas de sus energías y de su tiempo. Ante su 
imposibilidad y no queriendo traicionar sus ideas, ni ahondar 
diferencias en los partidos extremos, se retiró de la poIftica. 
Curiosamente al final de su vida le entusiasmaba que el rey 
Alfonso XIII se interesara por él. Af'ios más tarde le 
preguntaron: "¿Por qué ha sido usted diputado?" - Se quedó 
~fdem. Carta a Teodosia Oondarias de fecha 21 de agosto de 1910. 
~7En Galdós, Los Gigantes ,Madrid, Editorial Prensa Espaf\ola, 1972. p. 
19. 
45 
pensando un instante y contestó: "Para darme cuenta de que 
Espafta no tiene enmienda"j8. 
Clarín conoció a GaIdós en el Ateneo, el viejo, el de Moreno 
Nieto y Revilla; en el salón de retratos: 
Vi ante mi un hombre alto, moreno, de fisonomía 
nada vulgar. Si por la tranquilidad, cabal y seria 
honradez que expresa su fisonomía poco dibujada 
puede creerse que se tiene enfrente a un benemérito 
comandante de la Guardia Civil, con su bigote 
ordenancista; en los ojos y en la frente se lee algo 
que no suele distinguir a la mayor parte de los 
individuos de las armas generales ni de las 
especiales. La frente de Oaldós habla de genio y de 
pasiones, por lo menos imaginadas, tal vez 
contenidas, los ojos, algo plegados los párpados, son 
penetrantes y tiene una singular expresión de ternura 
apasionada y reposada que se mezcla con un acento 
de malicia ... la cual mirando mejor se ve que es 
inocente, malicia de artista. No viste maL .. ni bien. 
Viste como deben hacerlo todas las personas 
formales, para ocultar el desnudo, que ya no es arte 
de la época. No habla mucho y se ve luego que 
J8 ídem. p. 28 
46 
prefiere oír, pero guiando a su modo, por preguntas, 
la conversación.~9 
En efecto, Galdós hacía gala de que se ponía ropa usada. 
"Un sombrero blando, un abrigo de paño grueso, la bufanda 
o un pañuelo blando al cuello, chalina y un grueso bastón. 
Desalif\ado y escasa renovación de trajes. Así es su 6poca: 
modesta, sencilla, vulgar ... ,,(,(j Clarín escribe: 
No es un sabio, pero sí un curioso de toda clase de 
conocimientos, capaz de penetrar en lo más hondo 
de muchos de ellos, si le importa y se 10 propone. Se 
conoce que una de las disciplinas que menos le 
agradan a este literato ... es la retórica. Es todo 10 
contrario de esos hombres de letras que en su vida 
han hablado en sus papeles más que de papel 
impreso o manuscrito, es de los artistas que no aman 
el material por el material. Si hubiera modo de ser 
novelista por señas, lo sería ... Galdós escribe ... 
como viste, sin asomos ni pretensiones, y porque no 
hay más remedio que escribir para explicarse. Su 
conversación no tira a ser chispeante, pero pocas 
veces deja de insinuar, si se trata de asuntos de 
importancia, algo que, si de pronto no brilla ni 
~9 Leopoldo Alas, op. cit. p. 32 
6OJoaquín Casalduero, Vida y obra de Galdós (J 843-1920), Editorial 
Losada, S. A., Buenos Aires, 1943, págs. 35-37. 
47 
impresiona mucho, se va haciendo camino en 
nuestro espíritu y se hace recordar mucho después. 
[ ... ] Galdós, fiel a su espíritu inglés, hasta para la 
religión prefiere el lado práctico de las cosas; y así, 
dofta Perfecta y Gloria, particularmente, y el mismo 
León Roch, en general tratan de la cuestión de las 
cuestiones, la religiosa, como interés humano, como 
asunto sociológico. Igual tendencia lleva a la 
filosofía, que también es claro, anda a cada paso por 
sus novelas, con los disfraces de la poesía, 
indispensables para que pueda transigir con ella en el 
arte. La filosofía de Oaldós no es positivista, pero sí 
positiva, en el sentido de referirse a sus elementos 
éticos, políticos y físicos principalmente. La 
especulación por la especulación, el ensuefto poético 
filosófico no son de su gusto; la ciencia la quiere 
Gald6s para algo práctico; el interés en la filosofía 
está en su aplicación a la conducta de los hombres ... 
¿Y el amor? 
El único dios pagano que queda y que tanto tiene 
que ver, bien sentido, con filosofías y aspiraciones 
religiosas, el amor, ¿qué es de él en este novelista? 
Pues sólo puedo decir que yo no sé si en la vida tuvo 
novia mi ilustre amigo, que me ha contado muchas 
cosas ... de otros, pero jamás sus primeros amores, ni 
los demás de la serie, si la hubo. Y en este terreno 
las conjeturas pecarían contra la prudencia. Sin 
embargo, diré que si pudiera ser ley psicológica del 
artista que a la larga su fantasía fuera a reproducir 
los sueftos de sus preferencias, la mujer que más le 
48 
gusta a Galdós acaso la que vive en su recuerdo, y 
no sé si en algo más que el recuerdo, es la que se 
parece a María Egipciaca por la hermosura del 
rostro, pero más a Camila y a Fortunata por el 
espíritu; mujer espanola, de rompe y rasga hasta 
cierto punto, honrada por temperamento, suelta de 
modales, sin que lleguen a libres, la mujer más 
lejana [ ... ]; Siguiendo elorden de 10 que llaman en 
la escuela los fines racionales, viene después del 
amor (con que la escuela no cuenta), el arte ... ¿Qué 
opina y siente Galdós del arte? Pues opina que se les 
debe dejar a los artistas [ ... ] no admite de buen 
grado a los críticos en el santuario, y en esto hace 
mal, pues deben entrar en él también los que además 
de críticos, sean artistas, como, v. gr., Menéndez y 
Pelayo.61 
El juicio anterior de Clarín nos habla de la discreción de 
Gald6s respecto a su relación con las mujeres, ahora 
sabemos que Don Benito era bastante mujeriego. 62 Y en 
cuanto a la religión, podía a veces considerarla útil en tanto 
alimentaba la espiritualidad y el hacer el bien a los 
semejantes, o bien, como un instrumento fatídico y fuente de 
desgracias para la sociedad. Probablemente 10 disciplinado, 
61Leopoldo Alas, op. cito p. 36-37. 
t\2Pedro Ortiz- Annengol, autor de 
Biblioteca Virtual Cervantes. 
Vida dI! Galdós , en entrevista, 
49 
10 ordenado de sus costumbres, la prudencia, la tolerancia, la 
discreci6n y la espiritualidad de su carácter pudieron darle 
un halo religioso, pero Gald6s no acostumbraba ir a la iglesia 
a pesar de que sus hermanas sí lo hacían, fue un crítico de la 
iglesia y se le conocía como anticlerical. En su discurso de 
ingreso en la Real Academia EspaHola, el 6 de febrero de 
1897, confiesa que siempre ha visto sus convicciones 
oscurecidas por sombras misteriosas, que hacen que su 
espíritu se muestre turbado e inquieto. Lo mismo le había 
expuesto a Pereda el 6 de junio de 1877: "En mí está tan 
arraigada la duda de ciertas cosas, que nada me la puede 
arrancar. Carezco de fé, carezco de ella en absoluto. He 
procurado poseerme de ella y no 10 he podido conseguir,,63. 
Aunque unos días más tarde le dice que "el catolicismo es la 
más perfecta de las religiones positivas", aunque la considera 
perjudicial por su influencia en la política. El pensamiento 
de Gald6s tenía una visi6n del universo que implica una 
armonía integradora entre los varios elementos que 
constituyen el mundo total del hombre: entre el mundo 
tl3pablo Beltrán de Heredia, "EspaJ\a en la muerte de Galdós", Anales 
Galdosianos, Afto VI, 1971, p. 97. 
50 
sensible y el mundo espiritual, y entre el hombre y el cosmos 
y la sociedad en que se halla situado.64 
En su estudio-biográfico, Clarín expone la cercanía de 
Galdós con el arte: 
A la música ha sido, y creo que es todavía, muy 
aficionado nuestro Autor, cuando era estudiante, y 
tal vez algún tiempo después era punto fijo, como él 
dice, en el Real, probablemente en el Paraíso, del 
cual conservan recuerdos sus obras, singularmente 
M i a u, un apodo creado en aquellas· altas y 
filarmónicas regiones. En La Desheredada hay todo 
un himno de grandiosa y vehemente poesía a una de 
las obras maestras de la música clásica; y por último, 
el obispo Lantigua de Gloria es el símbolo de los 
aficionados de corazón y sin oído, de la divina 
Euterpe: el pánfilo de la música, porque la adora sea 
como sea; manera de entenderla que tiene su 
filosofía y que tal vez se da la mano con el 
wagnerismo de los últimos wagneristas, los que 
dicen que Wagner no lo era. Respecto a la pintura, 
baste decir que Galdós dibuja más que 
medianamente, que él mismo ha ilustrado algunos de 
sus Episodios Nacionales, y que hace algunos aHos, 
640ustavo Correa, "Gald6s y el platonismo", Anales Galdosianos, Afto 
VII, 1972 p. 4. 
51 
allá en Santander, por el verano, tomó en serio el 
hacer acuarelas con todas las reglas y todos los 
chismes del arte." Sigue diciendo Clarín: "Opina que 
la política es una perdición, desde el príncipe o 
capitán general altivo hasta el que pesca en ruin 
barca, o sea un cacique de campanario, pero aftade 
Galdós que desde que ve la política espaftola de 
cerca se ha convencido de que, si esta manifestación 
de la actividad anda mal y tiene grandes vicios, no 
está peor que otras muchas manifestaciones. 
Galdós era un hombre muy modesto, la modestia en Galdós, 
dice Clarín está arraigada en el temperamento "se parece a la 
vergüenza de los niftos ensimismados", le era muy difícil 
hablar en público, para dar las gracias en una asamblea que 
le aclama tiene que sacar del bolsillo un papel en el que 
consta que vivirá eternamente agradecido. 
Con Pereda emprendió un viaje a Portugal viajando 
de incógnitos, no vieron a nadie, no los vio nadie, 
supieron que en Lisboa varios literatos insignes 
jugaban al tresillo en cierto Circulo: 'Bueno, pues 
que jueguen'; ellos, como dos comisionistas 
siguieron adelante, ni vistos ni oídos. Así viajó 
también repetidas veces por Inglaterra, Francia, 
Alemania, Italia, etc ... 6.5 
6'ILeopoldo Alas, op. cit., p. 7. 
52 
Cuando viaja a Roma le escribe una carta a Clarín en donde 
le anuncia que no habfa más que preparativos y prevenciones 
contra las visitas e impertinencias de los admiradores y 
partidarios de su novela, que habían de procurar asaltarle por 
esos mundos. 
Como lo menciona Cladn, Galdós, en su madurez, era un 
hombre alto y robusto que daba la impresión de ser muy 
fuerte, sin embargo no fue así, aunque no tenía enfermedades 
serias, sufrfa de constantes jaquecas, vivía bajo el r6gimen de 
comer poco y beber casi nada aunque sí fumaba, mascaba o 
chupaba puros uno tras otro. Vivía temporadas en Madrid, al 
principio en la calle de Serrano, mlmero 38 y luego en un 
amplio piso de la plaza de Colón y temporadas en Santander, 
donde al principio tuvo varios cambios de domicilio 
asesorado por su amigo José María Pereda quien le 
conseguía lugares agradables que no fueran muy costosos 
para que se alojara con su familia hasta que se construyó la 
casa de San Quintín, la cual él mismo disefió y gastó un 
53 
dineral para disponer de ella en 1892. Dos hogares en los 
que lo cuidaban y lo mimaban sus hermanas Concha, soltera, 
dofia Carmen, la mayor, viuda, su cUfiada, Madrina, tambi6n 
viuda, su sobrino José, hijo de Carmen, Rafaelita y varios 
criados leales y compafteros a quienes trataba como sus 
familiares, uno de ellos: 
Victoriano Moreno, que le atendía principalmente en 
Madrid, era, según el Bachiller Corchuelo, "el 
depositario de sus secretos, una de sus afecciones 
predilectas, ... su ayuda de cámara», compenetrado 
de alma con Oaldós, de quien no se separaba en 
excursiones y viajes, en estrenos y meetings, ni en 
«ninguna solemnidad a que concurra el insigne 
maestro".66 Manuel Rubín era qui6n lo atendía en 
Santander, "su jardinero y mayordomo'.67, y quién 
acampanaba a Galdós, "en busca de aventuras", 
viajando "en tercera, sin ninguna comodidad, en 
contacto con gentes humildes y sencillas ... ,,68 Paco 
Martín fue el cochero, amanuense a veces, 
confidente y siempre criado fiel como nadie, a quien 
don Benito dejó "una importante manda".69 Rafaelita 
6tlCuadernos hispanoamericanos, Madrid, ntlms. 250-252, octubre 1970-
enero 1971, pp. 727-736. 
67Ram6n Oómez de la Serna, ''Pérez Oe1d6s ", en Nuevos retratos 
contempordneos, Buenos Aires [19451, p. 208. 
68Morote, Heraldo de Madrid, 31-VIII-03. 
(W"La muerte de don Benito Pérez Gald6s", Mundo Gráfico, enero, 1920. 
54 
era hija natural del diestro cordob6s Machaquito y 
ahijada del sobrino de Galdós. Desde muy nifia fue 
como de la familia; de haber sido hija de Oaldós, no 
la habría podido querer más. Federico Gil Asensio 
ha escrito que era "una preciosa morenita de ojos 
negros que miran intensamente", una "linda y 
simpática criatura" y el "vivo retrato" de su padre, y 
que don Benito "goza más cuando la supone 
contenta y la adivina jugueteando por la terraza".70 
Llevaba una vida sin pretensiones, disciplinada, ordenada y 
de costumbres sencillas. Se levantaba temprano y trabajaba 
mucho, despu6s de la comida saIfa y regresaba a las diez de 
la noche. 71 Era aquélla una vida tranquila, cómoda, de 
ambiente carifioso que no perturbaba la regularidad de sus 
costumbres ni provocaba en él deseo de casarse. Estaba 
rodeadoprincipalmente de mujeres. Su participación en las 
tertulias era generalmente como oyente, no hablaba mucho y 
cuando lo hacía era sobre la política y la literatura, nunca 
cuestiones personales, su voz era débil lo cual enfatizaba aún 
más su timidez. Para darnos una idea de ello se cuentan 
10 W. H. Shoemaker , "¿Cómo em Galdós? ". Anales Galdosianos, VIII, 
1973. p. 12. 
71 Pedro Ortlz- Armengol, autor de Vida de Galdós ,En entrevista, 
Biblioteca Virtual Cervantes. 
55 
algunas anécdotas: 
En cierta ocasión en que sus admiradores le 
ofrecieron un homenaje, Oaldós trató de escapar. 
Fue encontrado camino de Toledo, llevado más tarde 
a la mesa de los comensales. En otra, se hallaba tan 
embargado de emociones que no pudo pronunciar 
más palabras que «gracias», y despu6s de una pausa: 
"Muchas gracias", para volver a sentarse, 
defraudando, aunque sin sorprender a los 
congregados72• 
En el famoso banquete doble de 1883 con que fue 
homenajeado después del 6xito de su novela El 
doctor Centeno, Oaldós nada pudo decir en el 
primero; en el segundo circuló entre los asistentes 
una hoja impresa, que era una carta de gracias, la 
cual fue leída después en voz alta no por el autor, 
sino por un comensal.73 
Un cuarto de siglo más tarde, en su época activa de 
republicano, se vefa con frecuencia a Galdós en la 
plataforma de las reuniones del partido; 61 mismo 
preparaba muchos discursos, que eran leídos casi 
siempre por algún otro correligionario que poseía 
72 V6ase Ramón Pérez de AyRia, "Don Benito el escritor", ABe, 18-XI-
48. 
7) Cf. los números de El imparcial yElliberal del 27-I1I-83. 
56 
más VOZ. 74 
Enrique de la Serna, al hablar de la modestia y la timidez a la 
vez de Galdós, insiste en que "senda muy hondo", que en 
realidad no tenía "nada de frfo ni seco" y que había leído en 
1897 su discurso de ingreso en la Real Academia Espai'íola, 
"porque no tenfa más remedio que leerlo .... ¡Pero, de qué 
manera! No lo hubiese hecho peor un chico de la escuela"?' 
A Jacinto Grau le llamó la atención "su acento canario, su 
dejo débil y suave". 76 Ramón Pérez de Ayala le explicó a 
Shoemaker que Galdós hablaba con cierto "arrastrillo 
andaluz canario".77 A pesar de la debilidad de su voz, 
Galdós poseía una gran fuerza en sus cinco sentidos, tenfa 
una aguda percepción visual y auditiva, aunados a una 
prodigiosa memoria.78 
7'''Esto nos explica la existencia cm la prensa de Madrid y de provincias de 
un gran número de textos galdosianos -de tema político pero siempre de 
un contenido idealista y de altas miras ideológicas y patrióticas. Merecen 
recogerse y salvarse del olvido." En W. H. Shoemaker, "¿Cómo era 
Oaldós?", Anales Galdosianos, VIII, 1973. 
7~"Los personajes de Oaldós", Estampa, 22-X-29. 
76<'EI teatro de Galdós", Cursos y conferencias, Buenos Aires, oct.-dic., 
1943, Ano XII, t. XXIV, núm. 139-141, p. :53. 
T/W. H. Shoemaker, op. cit. p. 7. 
7Iltdem. 
57 
Galdós poseía una voluntad recia, "mansa", pero "poderosa", 
que se veía siempre en sus costumbres de escritor. Su 
tenacidad e insistencia, su perseverancia en el trabajo 
pasmaban. Solía escribir con lápiz, en una mesa grande o, a 
veces, de pie en un pupitre cerca del balcón; según Bello, 
producía once cuartillas diarias en 1900. Un decenio más 
tarde, don Benito se lamentaba de no poder producir tanto. 
"Ahora, hay día", le dice al Bachiller Corchuelo, "que sólo 
hago una cuartilla, cuando más, escribo cuatro. He llegado a 
escribir doce en un día, y creo que una vez compuse veinte". 
Las correcciones o los cambios que hizo Oaldós, tanto en sus 
manuscritos como en las pruebas de imprenta, eran 
numerosas, según el testimonio de muchos críticos y el 
escrutinio del que ahora escribe. El poder de concentración 
mental y voluntaria en el trabajo, el de no dejarse distraer, 
era extraordinario en Galdós. Según dijo al Bachiller 
Corchuelo, "la máxima Age quod agis debían llevarla 
58 
grabada los jóvenes en el cerebro. No se puede dedicar la 
atención a varios asuntos a la vez".79 
Oaldós estuvo constantemente al tanto del mundo artístico 
de su época, como se mencionó su afición a la pintura y a la 
música 10 acompafiaron siempre: 
El mismo don Benito confesó a José María Carretero 
[El Caballero Audaz]' en 1901, que "sentía vocación 
por la música y por la pintura ... yo he sido gran 
pianista. Todavía me atrevo a interpretar todo el 
repertorio de Beethoven. En pintura he hecho cosas 
muy bonitas ... Para escribir me resulta [el arte 
gráfico] un complemento, porque antes de crear 
litemriamente los personajes de mis obras, los dibujo 
con el lápiz, para tenerlos después delante mientras 
hablo de ellos. Es muy curioso. Tengo dibujados a 
lápiz todos los personajes que he creado".80 
En el orden económico, Oaldós fue de los pocos espafioles 
que pudieron vivir con relativa holgura de lo que escribían; 
fue generoso con los necesitados, espléndido con su hija, se 
dejaba sablear por sus amigos bohemios y a veces gastaba 
79 ídem. 
80 ídem. 
59 
más de 10 conveniente; en ello también tuvieron que ver las 
mujeres. A raíz de un pleito con su editor, en 1897 fundó una 
editorial de la obra de Galdós. No se sabe si llegó a vender 
un millón de las cerca de cien obras que escribió. Sin 
embargo, al final de su vida se vio en ciertos aprietos 
económicos al grado que tuvo que vender San Quintín con 
todo en 250,000 ptas. Este rasgo de esplendidez y 
generosidad puede verse en varios de sus personajes aunque 
él mismo les depara destinos de pobreza por no saber 
administrar el dinero. Sus libros, sobre todo la edición 
ilustrada de los Episodios le dieron razón para viajar por 
toda Espafta. "Gald6s prefiere Santander para el verano, a 
Zaragoza para los días heroicos y a Sevilla para siempre y 
para softar con ella ... y a San Sebastián para maltratarlo 
como buen santanderino de verano. ,,81 
Benito Madariaga nos cuenta que como buen canario era 
aficionado al mar y disfrutaba mucho de Santander, iba a las 
tertulias de marineros pues en aquella época como dice en 
Fortunata y Jacinta "no había tienda sin tertulia". En su casa 
81LeOpoldo Alas. op.clt. pp. 38-39. 
60 
de San Quintín tenia un torreón en el cual izaba la bandera 
cada vez que un barco entraba al puerto para darle la 
bienvenida y como nif\o se alegraba de que éste le contestara 
con tres toques de sirena. La amistad con Jos6 María de 
Pereda que era carlista y muy católico, la que tuvo con 
Menéndez Pelayo que era espada de la iglesia y pertenecía al 
partido de Cánovas y el haber sido respetado por la derecha 
nos habla de su extremada tolerancia. A las tertulias de San 
Quintín asistían los liberales - Azorfn entre ellos - y a las de 
Pereda los conservadores, sin embargo don Benito era 
admitido en estas últimas. 
La mayoría de las amigas y amantes de don Benito han 
quedado en la penumbra, sepultadas en un intencionado 
01vido.82 Sin embargo, Sáinz de Robles no tiene duda de que 
en la vida de Galdós hubo amores y amorfos y muchos -
.. .10 afirman sus amigos más íntimos. Lo confirman 
8lMarfa Teresa Le6n, en Una mujer de Gald6s que no estd en sus novelas , 
Cursos y Conferencias, 24, 1943, p. 92, se refiere a "las manchas 
vulgares ... [del] paternal Gald6s del simoncete que al vencerse la tarde iba 
a la casa de sus amantes". 
61 
sus familiares. Lo corrobora la fama ... los hubo. A 
docenas. Galdós fue hombre normal y, cuenta la 
fama, bastante faldero. Hasta en sus últimos anos ... 
[Pero] un misterio más en su vida. Como el de sus 
relaciones familiares. ¿Cuándo amó? ¿Cómo amó? 
¿A quién amó? Y debemos contestar: amó muchas 
veces, amó epid6rmicamente, amó a mujeres de 
nombres cualesquiera y de condiciones sociales 
distintas.83 
Marino Gómez Santos menciona que Galdós fue "algunas 
mañanas y algunas noches" al Caf6 Gijón para sentarse 
delante del reloj, en espera de una "cita amorosa".84 Luis de 
Oteyza refiere un encuentro en la calle deMontera entre 
Galdós y una mujer a quien parece que había seducido y 
abandonado. Hubo insultos y amenazas; Galdós y el amigo 
que iba con él esperaban: 
.. .la puftalada, el vitriolo o los araftazos por lo 
menos... Pero en el ánimo enfurecido de aquella 
mujer pesó 10 que la Prensa decía del ilustre autor de 
los Episodios . Y refrenand.o su justa cólera con el 
8lEn su introducción a las Obras completas de Don Benito Pérez Gald6s , 
Madrid, AguiJar, 1,1941, pp. xli, xlii. 
84 Crónica del Café Gijón, Madrid, Biblioteca Nueva, 1955, pp. 35,65) 
(N. del E.) 
62 
tributo de admiración de los periódicos, le dejó pasar 
indemne, diciendo: v Si no fueses una gloria 
nacional. 85 
Blasco Ibáf'lez refiere otro suceso como 6ste en el que se 
mezclan la admiración y el coraje por haber terminado una 
relación: 
'" un día hizo una conquista y la damisela 
conquistada se quejaba de un vicio que la ayudaba 
con muy poco y la obligaba a darle chocolate por las 
tardes, cuando al entrar en el gabinete de la quejosa 
vio el retrato de Galdós sobre la chimenea y 
preguntó: «¿Y tú por qué tienes este retrato? v Ese es 
el viejo. vcontestó ella. 86 
De su primer amor, Sisita, se sabe que se casó en Cuba y 
tuvo un hijo a quien Galdós le regaló un reloj. Juanita Lund 
fue uno de sus amores, y si acaso el único con quien Oaldós 
coqueteó con la idea de casarse, aunque estaba cauto e 
indeciso, a los tres anos de conocerla, antes que se decidiera 
8~López de Ayala o elfigurón polltico- literario, Madrid, Espasa-Calpe, 
1932, pp. 178-179. 
B6Ramón Oómez de la Serna, op. cit., p. 207. 
63 
a pedir su mano, la seftorita se casó con otro.S? Shoemaker 
supone que ella fue la que sirve como modelo para la 
protagonista de Gloria. El Bachiller Corchuelo cuenta que 
Galdós de "una moza alta, guapetona, de muchas carnes", 
que pasaba por la calle, despu6s de echarle "una ojeada de 
esas que son un cálculo rápido de encantos y atractivos, 
exclamó desdeftosamente: -¡Bah! Es muy basta. Parece un 
rosbif mal asado». Y «de otra muy delgada, pinturera y 
bonita», comentó - Ya me había fijado en ella. Es una 
angula". Y que cuando Fiol le dijo que se veía que era 
"hombre de gusto muy delicado en la elección de mujeres» y 
que tenía «fama en ese particular", Oaldós "se ruborizó 
como un colegial, y me miró azoradísimo. -No diga usted 
nada de eso- me pidió. - ¿Por qué? - Porque luego me sale 
una erupción de admiradoras, y tengo que emigrar". 88 
Entre las cualidades que otorga a Jacinto Benavente en su 
discurso de 1905 destaca "su creación de tipos de mujer". Y 
117WaIter T. Pattison, Benito Pire;. Gaidós ami the Creatil'e Process, 
University of Minnesota Press, Minneapolis, 1954, pp. 35-36, 65-66. 
fl8Por Esos Mundos, Vol. XX, pp. 799, 801. 
64 
a continuación, dijo no sólo lo que significaba la mujer para 
el arte, sino lo que representaba para él, desde sus amores 
más hondos hasta los amoríos temporales e incluso 
epidérmicos: 
Sin mujeres no hay arte; como que en ellas está el 
principio y fundamento de toda expresión est6tica ... 
Ellas son el encanto de la vida, el estímulo de las 
ambiciones grandes y pequefias; origen son y 
manantial de donde proceden todas las virtudes. 
Debemos a la parte bella y débil de nuestro linaje los 
altos ejemplos de abnegación y de heroísmo, y 
reservándonos los móviles del desorden moral y la 
responsabilidad de todas las formas de pecado. Obra 
de ellas son los más gloriosos triunfos del bien; obra 
nuestra las privadas desdichas y las públicas 
catástrofes. Es destino ineludible de ellas amar al 
hombre, y 6ste debe consagrarles toda su inteligencia 
y su corazón entero. 89 
Se ha supuesto que Oaldós tuvo hijos naturales, y que éstos y 
sus madres fueron una de las razones de la casi ruina 
financiera que experimentó en 1897, y en 1916, cuando se 
~9"Discurso de P6rez Oaldós» en el «Homenaje a BenaventCl», El 
Imparcial, 21-XII-05. V&lse tambi6n mi La Crftlca literaria de Gald6s , 
en prensa, Cap. 11, mlm. CCXII, y Cap. I1I, 1 b. 
65 
organizó una subscripción nacional para sacarle de los 
apuros de la pobreza. 90 Francisco Lucientes cita al antiguo 
criado-amigo Victoriano: 
En 10 que más he danzado ha sido en asuntos de 
dinero. D. Benito vivió a rastras de los 
prestamistas ... no vivía más que para la obsesión 
sensual, que le quemaba. ¡No he conocido hombre 
más faldero! Aquí un lío, allí otro. Si no trajo al 
mundo diez o doce hijos naturales, no trajo ninguno. 
Nombra varios usureros que habían perseguido a Galdós y 
comenta: "Si no hubiese sido por las faldas, y por la usura, 
¡qué vida tan grande!,,91 
Benito Madariaga refiere que cuando terminaba sus 
relaciones Galdós se preocupaba porque ellas fueran 
independientes económicamente, muchas veces les regalaba 
una máquina de coser, un medio de trabajo para que no 
WYicente Sánchez-Ocaí1a, "Los descendientes de los hombres famosos del 
siglo XIX / La hija y los nietos de Don Benito P~rez Gald6s", Heraldo de 
Madrld,l6-VII-21. 
91"Rueda el tiempo,lecci6n de humildad" El Sol, 31-11-32. 
66 
tuvieran que depender.92 Se entusiasmaba con la 
participación poHtica de las mujeres, en una carta a Teodosia 
Gandaria, escribe: 
- Vinieron 150 mujeres, algunas bien [ilegible], 
jóvenes y bien vestiditas. La entrada del mujerío en 
la población con los estandartes fue un cuadro 
hermoso. Yo las vi cuando entraron en el lugar del 
mitin con las damas viejas de aquí. [ ... ] Dijeron tus 
paisanos que Bilbao es liberal y revolucionario, que 
los jesuitas han perdido mucho terreno, y que si 
andan en bromas, irán todos de cabeza a las aguas 
del Nervión. 93 
Benito Madariaga en su biografía santanderina refiere sus 
relaciones con Emilia Pardo Bazán, cuando ésta se separa de 
su esposo, viajan juntos, y ella le orienta hacia la novelística 
rusa y de la influencia mutua que hubo en su quehacer 
literario. 
92 Benito Madariaga, en entrevista en Imágenes de la 
Biblioteca Virtual Cervantes. 
93 Phoebe Porter, "La correspondencia de Oaldós con 
Teodosia Oandarias" Anales Galdosianos, Afio XXVI, 1991. 
Biblioteca Virtual Miguel de Cervontes. Carta de agosto de 1910. 
67 
Walter Pattison94 rescata tres cartas de Emilia Pardo Bazán 
de 1889 publicadas en noviembre de 1974 en el diario 
Excélsior en las cuales ella busca reanudar sus relaciones 
íntimas con 61. En la primera de ellas dice: "Cada tarde que 
salgo por esas calles de Dios, regularmente sin objeto y [con] 
pretexto de alguna tienda, echo de menos aquellas salidas 
misteriosas en busca de las dulzuras de nuestra intimidad, en 
busca del asilito nuestro, del tugurio encantador." En la 
segunda: "Carifto: Ya que estás ahí, busca el asilo, porque no 
tardar6 en confiar mis piaras al hipogrifo violento para 
ponerme a la tu vera." Y en la tercera: "En tu carta me 
seftalas el sitio en que hemos de vemos, sea en el asilo, sea 
en Palma-Strasses." 
De dichas cartas y la investigación de Pattison se desprende 
que don Benito y Pardo Bazán tuvieron relaciones 
clandestinas y que se veían secretamente en Madrid. "Yo 
necesito mi propia estimación, perdida desde hace afto y 
medio. [ ... ] que murmure de mí el universo entero, pero que 
94 Walter Pattison, " Two women in thelife of Oald6s", Anales 
Galdosianos, VIII, 1973. p. 23 
68 
yo me juzgue bien. Y el caso es que cada día también te 
quiero más". Parece ser que viajaron por el Rhin: 
Hoy le dijo a mi marido no sé quien ni donde, que tú 
andabas por el Rhin y que no se tenían noticias 
tuyas. Al participármelo af'iadi6 una broma diciendo 
que sin duda seguías mis huellas. Te 10 advierto, 
para que haya, cuando del caso se trate, cuidado en 
retrasar la fecha tuya y en variar el itinerario. Creo 
que muchas cosas son fáciles con un poco de 
habilidad. Tambi6n sería conveniente, para prevenir 
toda contingencia, que al enviar las pruebas de 
Realidad pienses una carta maquiav6lica, contando 
el viaje por Colonia y Schaffhouse y pidi6ndome

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