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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE DERECHO LA NEOEUGENESIA: IMPLICACIONES ÉTICO JURÍDICAS TE S IS QU E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E L IC E N C I A D A E N D E R E C H O P R E S E N T A : ERÉNDIRA CALDERÓN SUÁREZ ASESOR: MTRA. MA. DEL P ILAR LEÓN URIBE. C I U D A D U N I V E R S I T A R I A , 2 0 0 6 . UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A mis padres, Sr. Gonzalo Calderón y Sra. Silvia Suárez, porque les debo el haberme fomentado una educación cimentada en convicciones, así como por su inquebrantable apoyo y permanente amor. A Gabriela por alentarme siempre en el camino y ser elemental en mi vida, entrañable hermana. A toda mi familia, mis abuelos Sres. Juan, Melesio, Dolores y Thelma, mis tíos y primos por ser siempre el cauce que orienta la trayectoria de mi sendero. A mis amistades universitarias, incondicionales compañeros en la vida. GRACIAS a la Universidad Nacional Autónoma de México, máxima institución educativa del país, por acogerme y abrirme las puertas del estudio y del conocimiento, y darme la gran oportunidad de asumir con orgullo, el nombre y lema de mi Alma Máter. De manera especial, manifiesto mi agradecimiento a la Mtra. Ma. del Pilar León Uribe, por la amable atención y dedicación brindada a mi persona, al otorgarme un espacio de su tiempo para asesorarme y llegar así, al logro de esta investigación. ““LLAA NNEEOOEEUUGGEENNEESSIIAA:: IIMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS ÉÉTTIICCOO JJUURRÍÍDDIICCAASS”” 1. ANTECEDENTES, CONCEPTUALIZACIÓN, Y TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ARTIFICIAL: LA NEOEUGENESIA. 1.1. Antecedentes Históricos. 1.1.1 Desarrollo histórico de las prácticas eugenésicas en el ámbito internacional. 1 1.1.2.Precedentes históricos en México y América Latina. 12 1.2. Conceptualización. 1.2.1. Concepto de Manipulación Genética. 16 1.2.2. Eugenesia. 18 1.2.3. Eugenesia Positiva y Negativa. 19 1.2.4. Neoeugenesia. 20 1.3. Técnicas de Reproducción Artificiales: la neoeugenesia. 1.3.1. Inseminación Artificial. 22 1.3.2. Fecundación In Vitro. 25 1.3.3. Procreaciones con manipulación genética. 27 1.3.3.1. La nueva eugenesia. 27 2. LA FIGURA DE LA EUGENESIA EN LAS DIVERSAS LEGISLACIONES. 2.1. Legislación Nacional. 2.1.1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 29 2.1.2. Ley General de Salud. 35 2.1.3. Código Civil para el Distrito Federal. 37 2.1.4. Código Penal para el Distrito Federal. 38 2.1.5. Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud. 41 2.2. Legislación Extranjera. 2.2.1. Francia. 45 2.2.2. Inglaterra. 48 2.2.3. Alemania . 50 2.2.4. España. 53 2.2.5. Latinoamérica. 57 3. IMPLICACIONES ÉTICO-FILOSÓFICAS DE LA NEOEUGENESIA 3.1. Naturaleza humana. 63 3.1.2. La irrepetibilidad del ser humano. 68 3.1.3. La indivisibilidad e individualidad del ser humano. 70 3.1.4. La inalterabilidad del patrimonio genético o “carga hereditaria”. 71 3.1.5 Dignidad de la persona. 73 3.2. Derecho Natural. 75 3.3. Filosofía Antigua. 76 3.4. Ontología. 80 3.5. Axiología. 83 3.5.1. Bienes; Vida y Salud. 84 3.5.2. Bienes; Integridad física y Derecho de procreación. 87 3.5.3. Interés Privado e Interés del desprotegido. 88 3.5.4. Interés Científico e Interés de la humanidad. 90 4. IMPLICACIONES JURÍDICAS DE LAS MODERNAS TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN NEOEUGENÉSICAS. 4.1. Persona física o individual y estatuto del nascituro. 91 4.2. Personalidad Jurídica del nascituro. 94 4.3. Razones y fundamentos por las que el nascituro es titular de Derechos Subjetivos. 100 4.4. Derecho a la Vida. 105 4.5. Derecho a la Identidad Genética Personal. 115 4.6. Derechos humanos y discriminación genética. 120 4.7. Derecho a la Investigación Científica en el ámbito de estudio de la Ciencia Genética. 124 4.7.1. Desde el punto de vista científico. 126 4.7.2. Desde el punto de vista de la biomédica. 127 4.7.3. Desde el punto de vista del Derecho. 128 CONCLUSIONES OBRAS CONSULTADAS Bibliografía Hemerografía Legislación Sitios en la red INTRODUCCIÓN El proyecto de investigación que se presenta se denomina “La Neoeugenesia: Implicaciones Ético-Jurídicas”, siendo nuestro objetivo analizar con la luz natural de la razón, las repercusiones ético-jurídicas y filosóficas que parten de esta nueva figura, como lo son; la concretización de las consecuencias en el estatuto jurídico y personalidad del nascituro, su capacidad legal, su dignidad e integridad como ser humano, sus derechos subjetivos, los límites jurídicos de la investigación científica, entre otras. Asimismo, de manera particular, pretendemos plantear el papel que desempeñan algunos de los principios ético-filosóficos más importantes, que tienen relación con nuestro tópico, tales como; los principios de irrepetibilidad, unicidad e indivisibilidad del ser humano, como base y fundamento ético para apoyar no sólo el desarrollo de nuestro trabajo sino también nuestras conclusiones. En lo personal, me gustaría manifestar que el tema que a continuación se propone es apasionante porque a través del análisis, nos permite reflexionar acerca de lo que somos en esencia, lo que queremos y anhelamos llegar a ser, y nos remite también, al estudio de conceptos y planteamientos trascendentes relativos a nuestra existencia, como el de la vida, que en sí, y paradójicamente, encierra el presupuesto de nuestra propia muerte. En la vida fáctica nos percatamos que en el amplio mundo de la ciencia, en particular de la biomédica, están aconteciendo diversos fenómenos de gran trascendencia para la humanidad; uno de ellos es que se ha dejado atrás la pretérita noción de la eugenesia, disciplina del bien engendrar, para dar paso a la ahora designada neoeugenesia. Al respecto, Carlos María Romeo Casabona, quien es un experto en el tema, nos dice en su libro “El derecho ante el genoma humano”, que “por neoeugenesia se entiende, los análisis genéticos preconceptivos, preimplantatorios y prenatales tendientes al mejoramiento de la raza, o dirigidos hacia la prevención de ciertas enfermedades o disfunciones genéticas.” Aunque el empleo de las técnicas neoeugenésicas todavía no se encuentra regulado expresamente en nuestra legislación, de la lectura del artículo 154, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, se desprende que aunque las manipulaciones genéticas no están permitidas se puede hacer una excepción con finalidades terapéuticas, pues se establece pena de prisión e inhabilitación a quien manipule genes humanos de manera que se altere el genotipo con finalidad distinta a la eliminación de enfermedades graves y fecunden óvulos humanos con cualquier fin distinto al de la procreación humana. De ahí nuestra preocupación por plantear las consecuencias no sólo jurídicas, sino también ético-filosóficas de dicha problemática. Por la trascendencia de lo anterior, desde el principio de la investigación afirmamos que dentro del ámbito científico, como en todos los demás, siempre debe prevalecer el criterio de respeto a la dignidad humana del nascituro como principio general del derecho. Es oportuno mencionar que para fundamentar jurídicamente lo que expresamos, hemos tomado como referencia el artículo 22, del Código Civil para el Distrito Federal, que a la letra dice ”La capacidadjurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente código”, pues a través de este precepto legal se le otorga protección jurídica al nascituro. En este tenor de ideas, vamos a considerarle ser humano, independientemente de la etapa de gestación en que éste se encuentre. Debido a que las prácticas neoeugenésicas repercuten indiscutiblemente en el concebido no nacido, creemos que deben establecerse los lineamientos jurídicos que lo protejan de posibles agresiones o negligencias, y para ello nos apoyaremos en la Ética, ciencia del deber ser, porque así estaremos en aptitud de difundir los principios racionales que tiendan al respeto del bien individual y al perfeccionamiento integral de la persona. Por otra parte, es menester señalar la relación que tiene la Ciencia Jurídica con el tema propuesto, pues como sabemos, la realidad siempre supera al Derecho, debido a que en la praxis, primero se crea el fenómeno social, y como resultado se hace necesaria la formulación de una hipótesis normativa, que en un caso concreto, se adecue a la conducta prescrita y determinada, para que posteriormente sea observada de manera general o aplicada a través de un juicio normativo, de ahí la importancia de la Ciencia Jurídica. El tópico en cuestión tiene relación con el Derecho, porque se refiere a técnicas de reproducción artificiales, que son conductas externas del hombre, y surgen en el seno de la sociedad, y como el Derecho es una Ciencia Social, nos corresponde entonces a nosotros el análisis jurídico de dicha problemática. Pero si el Derecho es necesario para el estudio integral del tema, lo es igual o más aún la Filosofía, pues pretender reducir nuestro estudio a las prácticas neoeugénesicas como una simple conducta externa del hombre, derivaría en un relato de legislación y ese no es nuestro objetivo. Como la Filosofía es una Ciencia humana que se considera parte de las humanidades sapienciales, deberemos remitirnos a sus primeros principios, para así, poder hacer uso de ellos como herramientas y soporte para encauzar los motivos y consecuencias de la neoeugenesia, de tal manera que sus resultados no afecten el desenvolvimiento integral de las personas, ni de la humanidad y mucho menos, degraden la vida humana. Así, la Filosofía del Derecho nos ayudará a descubrir la validez y fundamentos éticos de los postulados jurídicos que tienen relación con nuestro tema y nos va a permitir dar un fundamento ético y objetivo sustentado en la razón al contenido sustancial de nuestro estudio. Respecto al cuerpo del trabajo, primeramente desarrollaremos un capítulo de contenido histórico y conceptual, con la finalidad de ubicar el tema en un espacio geográfico a través de los tiempos. En la última parte de este primer capítulo hacemos uso del método deductivo, pues primero exponemos y explicamos las diversas técnicas de reproducción artificiales que existen en la actualidad, y a partir de este contexto, llegamos a la Neoeugenesia. En el capítulo segundo realizamos un estudio legislativo acerca de los diferentes ordenamientos jurídicos existentes a nivel nacional e internacional, que regulan el tema en cuestión; dicho capítulo se designa “La figura de la Eugenesia en las diversas legislaciones”. Cabe destacar, que en algunos países, como en España por ejemplo, ya se cuenta con instrumentos legales que constituyen intentos por regular la problemática planteada, y es preciso que en nuestro país también se fomente el conocimiento y estudio de la misma. En el subsecuente capítulo que lleva por nombre “Implicaciones ético-filosóficas de la neoeugenesia”, explicamos los principios éticos afectados por la figura de la neoeugenesia, como lo son; la dignidad e integridad humana, los principios de irrepetibilidad, unicidad e indivisibilidad del ser humano, inalterabilidad del patrimonio genético y los fundamentos ontológicos y axiológicos de nuestro estudio. En el cuarto y último capítulo, designado “Implicaciones jurídicas de las modernas técnicas de reproducción eugenésicas”, pretendemos dar respuesta a los cuestionamientos jurídicos que parten de la figura de la eugenesia, como son: ¿el nascituro es titular de derechos subjetivos? ¿tiene personalidad y capacidad jurídica? ¿cuál es su identidad? ¿qué papel desempeñan los derechos humanos en este caso particular? y ¿qué limitantes y prerrogativas tienen los investigadores de la ciencia genética?, etc. Y para culminar el proceso de elaboración de tesis, encontramos las conclusiones, en las que de manera objetiva, exponemos diversos razonamientos, entre los cuales, podemos destacar; que la neoeugenesia constituye un peligro para la supervivencia y continuidad de la especie humana, pues si no se sustenta en principios éticos puede ser motivo de abusos, como por ejemplo, la discriminación racial, y también que el nascituro, como ser independiente, que se autoconfigura y autoconforma como tal, es sujeto de protección legal, y por lo tanto, es titular de derechos inherentes a su calidad de ser humano, y apoyándonos también en la tesis jurisprudencial 13/2002 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, podemos reafirmar que él es titular de derechos subjetivos como cualquier otra persona. Dichos planteamientos serán argumentados en el transcurso de la investigación y en términos generales, plantearemos posibles soluciones que den respuesta a las controversias que se suscitan con la irrupción de la neoeugenesia en la práctica biomédica. LA NEOEUGENESIA: IMPLICACIONES ÉTICO JURÍDICAS 1. ANTECEDENTES, CONCEPTUALIZACIÓN, Y TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ARTIFICIAL: LA NEOEUGENESIA 1.1. Antecedentes históricos La importancia de la historia radica en que partiendo del estudio de acontecimientos humanos pasados, nos permite llegar al análisis de la realidad presente. Respecto al tema que nos ocupa, la historia ha jugado un papel decisivo en la evolución de las ideas eugenésicas pues el origen de éstas, se remonta a la Antigüedad y no como muchos piensan, a partir de la ascensión del gobierno Nazi en Alemania. Podemos encontrar vestigios del pensamiento neoeugenésico en diferentes culturas en el transcurso de los tiempos, como la civilización indú, china, celta, y la griega, las cuales, esgrimieron estrategias estatales con vista a la diferenciación de estirpes fundadas primordialmente en la búsqueda de caracteres supra raciales. En la primera parte del presente capítulo, retomaremos los aspectos históricos más trascendentes que dieron lugar al fenómeno de la “Eugenesia”, en el marco internacional y también, en el ámbito específico de América Latina, con la finalidad de exponer los principios y las causas que sirvieron como punto de partida, para lo que en la actualidad se denomina en la práctica de la biogenética, y en la doctrina, “Neoeugenesia”. 1.1.1. Desarrollo histórico de las prácticas eugenésicas en el ámbito internacional Mucho tiempo antes de que se escuchara hablar de la eugenesia, como la ciencia del bien nacer, ya habían surgido en la historia diversos acontecimientos que podemos considerar precedentes directos de las prácticas eugenésicas actuales. Primeramente, podemos esbozar que desde que el hombre empezó a vivir en sociedad, a relacionarse con otros hombres semejantes y reproducirse, se percató que de entre las variadas uniones que se daban en el seno de la comunidad, algunas de ellas, daban como resultado, la procreación de personas distintas a la generalidad. Así, encontramos que en muchos núcleos humanos del pasado, se acostumbraba a segregar o eliminar a aquellos individuos que no cumplieran con las características de fortaleza física y desarrollo psico-mentalcomparable al de la media de la población. Como consecuencia de lo anterior, se hizo frecuente en algunas sociedades, el aniquilamiento de aquellos individuos que tuvieran alguna deformación en su cuerpo, les faltara algún miembro externo, o sufrieran alguna enfermedad contagiosa o crónica. Con el paso del tiempo, surgió la idea de evitar tales nacimientos, y para ello se establecieron algunas medidas tendentes a evitar la unión sexual de aquellas parejas que potencialmente fueran susceptibles de concebir hijos con características indeseables, pues no sólo eran considerados como una carga para la familia, sino también para el Estado. Así, lo que al principio fueron simples lineamientos para rehuir la mala procreación, con el paso de los años, se convirtieron en una especie de manuales para el mejoramiento de la raza, en los cuales se plasmaban consejos para tener hijos saludables y fuertes. Asimismo, el hecho de que nacieran humanos más capaces e inteligentes que otros, siempre fue motivo de anhelo y preocupación, no sólo de los integrantes de las diferentes sociedades que han poblado la tierra, sino también del poder público, que poco a poco fue tomando injerencia en el asunto, como lo veremos más adelante, hasta llegar al punto del establecimiento de verdaderas políticas eugenésicas, que en su gran mayoría, terminaron convirtiéndose en leyes de observancia general. Podemos empezar nuestro estudio denotando los antecedentes más remotos que tenemos de la eugenesia, éstos los encontramos en la India con los brahamanes, que como nos comenta Luis Jiménez de Asúa1 solían matar o abandonar en la selva a los niños que después de transcurridos dos meses de su nacimiento, no se les considerara viables, también se tiene noticia de que en la comunidad celta, (ancestros de los sajones), se acostumbraba abandonar a los recién nacidos con alguna deformidad. En la historia de la eugenesia también sobresalen las Leyes de Manú, pues según Roberto Mac-Lean Estenós2, a través de ellas se prohibía el matrimonio con mujeres que fueran enfermizas, así como las pertenecientes a familias atacadas por epilepsia o lepra blanca. También dice que en las Leyes de Licurgo se hace referencia a costumbres que tenían como finalidad el perfeccionamiento físico y moral de los consortes, para lograr un perfeccionamiento óptimo de la descendencia. El mismo autor nos comenta, que Pitágoras aconsejaba no procrear en estado de embriaguez y siguiendo la misma línea, Plutarco agregó que los niños concebidos de esta manera, estaban propensos a sufrir alucinaciones mentales. La élite intelectual griega no estaba de acuerdo con los matrimonios “por interés”, y en cambio, deseaba que se demandara la excelencia física y moral de los cónyuges. En cuanto a los griegos, podemos afirmar que el más importante precedente de la eugenesia que se tiene registrado, es el mismo Platón, que en “La República” planteó algunos principios de esterilización. Una muestra del pensamiento de Platón, en cuanto a la selección de individuos, la encontramos en el siguiente fragmento extraído de la obra de Jiménez de Asúa: “... La patria griega tiene como vértice la doctrina de Platón, que llega a comparar el género humano con los animales irracionales, pues del mismo modo que para tener buenas crías o buenos ejemplares se seleccionan aquellos, para dar hijos robustos y útiles al Estado … deben procurar los magistrados seleccionar los 1 JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. Libertad de Amar y Derecho a Morir, Ed. Depalma, España, 1984, pp. 5. 2 MAC-LEAN ESTENÓS, Roberto. La eugenesia en América Latina, Ed. Instituto de Investigaciones Sociales de la U.N.A.M, México, 1952, pp. 7, 8. hombres y mujeres, procurando (sic) que los enlaces de los mejores sujetos de uno y otro sexo sean más frecuentes y, al contrario, los de los peores, muy escasos.”3 En esta cita del maestro Jiménez de Asúa, podemos observar que Platón, desde la época de oro de la Filosofía Antigua, daba gran importancia al hecho de cuidar que la descendencia de la prole griega fuera saludable, por el bien de la polis, y para ello, pugna por la intervención de la autoridad estatal. Platón afirmaba que los consortes antes de pensar en sí mismos, debían buscar la utilidad colectiva, el bien del Estado griego. Es en este punto de la historia cuando podemos considerar que las ideas eugenésicas surgieron formalmente con el propósito de establecerse como parte de un régimen sanitario público. Siguiendo con el transcurso de los años, es importante apuntar que durante casi toda la Edad Media no se registra un gran desarrollo del pensamiento eugenista, debido a que en este periodo, la sociedad estaba más preocupada en asuntos religiosos que en cualquier otro tema. De hecho, se valoraba a las prácticas eugenésicas como algo inherente a la cultura pagana, como una cuestión ya superada por el Cristianismo. Es del conocimiento general, que durante aquella etapa de oscurantismo, era acto consuetudinario que los miembros de la nobleza se casaran con integrantes de la misma familia, lo que dio como resultado que nacieran muchos herederos al trono, con gran cantidad de enfermedades congénitas. Fue hasta que se hicieron evidentes las repercusiones genéticas del incesto y de dichas relaciones consanguíneas, cuando se reconsideró dicha conducta. Una vez terminada la Edad Media, y en los albores del Renacimiento, entre las clases más acomodadas empezaban a perder popularidad las antiguas creencias de que lo más apropiado eran los enlaces matrimoniales “acordados por interés y desde un punto de vista puramente económico” y en cambio, se empezó a hablar 3 Op. Cit. JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. pp. 6 de matrimonio entre personas sanas, para que de esta manera, la descendencia saludable de las incipientes naciones estuviera asegurada. Cabe puntualizar que esta nueva tendencia no surge de la nada: lo que en realidad estaba sucediendo, era que con motivo de los numerosos matrimonios que se dieron entre los mismos integrantes de las monarquías europeas, resultó que muchos nobles padecían enfermedades congénitas, como la hemofilia y el prognatismo. A esta preocupación se sumaban las terribles epidemias que amenazaban toda Europa, y que en ocasiones causaban la desaparición de comunidades enteras. Así fue como algunas voces se levantaron para propugnar no por vínculos “arreglados” en pos de acrecentar o proteger la riqueza y las herencias, sino más bien enlaces pensados en la búsqueda de la salud de la futura progenie. De alguna forma, una nueva luz del pensamiento empezó a florecer en distintos ámbitos del conocimiento; en las artes plásticas, la pintura, la literatura, la filosofía, etc. y todas esas nuevas ideas influyeron para que emergiera una nueva sociedad más revolucionaria, que poco a poco se fue alejando de las pretéritas y tradicionales concepciones religiosas que prevalecieron en el mundo occidental durante casi un milenio. Subsecuentemente, algunos integrantes de las clases ilustradas de Europa, aquellos que en lugar de dedicarse a los negocios familiares, dirigieron sus esfuerzos al estudio y búsqueda del conocimiento, se concentraron en las universidades más prestigiadas para desarrollar su saber. En Francia, Inglaterra y Alemania, entre otros países europeos, se dio lugar a un inminente desarrollo de la ciencia, las artes, y la enseñanza, que desarraigados de los tabúes religiosos, permitieron la evolución de las ideas. Producto del emergimiento de universidades, las ciudades se convirtieron en verdaderas cosmopólitas, en las cuales, estos nuevos intelectuales que no pertenecían al clero, se congregaban para deliberar, discutir y analizar los fenómenos que les interesaban, como ejemplo tenemos París, Cambridge, Florencia, Padua, entre otras. Sin embargo, fue hasta finales del siglo XVIII, cuando los científicos se preocuparon más ampliamentede la herencia humana y empezaron a aplicar conocimientos menos empíricos y más experimentativos. Ya entrado el siglo XIX, Gregorio Mendel, un sacerdote y botánico austriaco, efectúa una serie de experimentos, que como resultado, dieron origen a la ciencia genética. Dichos experimentos comprobaban que existe una relación directa entre los caracteres que tienen los padres y los que se transmiten a los descendientes. Estos nuevos descubrimientos coincidían con las teorías evolucionistas de Charles Darwin, y poco a poco fueron difundidas en amplios sectores de la sociedad. Como sabemos, Darwin es el creador del principio de selección natural y es quien estableció la “Teoría de la Evolución de las Especies Biológicas”. En su obra más importante, “El Origen de las Especies por la Selección Natural”, expone la aparición y extinción de especies como resultado de la evolución y de la selección natural, la cual, se basa en la desaparición de los seres menos fuertes y la permanencia de los más adaptados. No obstante lo anterior, fue otro destacado científico, el inglés Francis Galton, quien realiza la primera teoría de mejoramiento del linaje humano, y lo más importante para nosotros, es que de manera unánime, se le ha proclamado como el padre de la Eugenesia, porque es a partir de él que se le da a aquella el rango de ciencia, además de que es el creador del término. A partir de este periodo podemos hablar científica y técnicamente de Eugenesia, porque es hasta entonces cuando toman un valor metodológico todos los mecanismos que desde antaño habían venido practicándose con el objetivo de mejorar la raza de los pueblos. Con Galton, las costumbres eugénicas, pasan a ser parte de “prácticas científicas”. En otras palabras, con dicho personaje termina el empirismo y surge la era científica de la eugenesia. Francis Galton, quien por cierto, era primo de Charles Darwin, elaboró la teoría eugenésica y le proporcionó una denominación a la nueva ciencia retomando la etimología griega eu (bien), y gene (engendrar), es decir, la ciencia del bien engendrar o “eugenesia”. Definiéndola así por primera vez en el año de 1883, Galton estructura no sólo un nuevo ámbito del conocimiento, sino también una doctrina basada en probabilidades estadísticas. Por principio, Francis Galton pugna por la intervención directa del hombre, en la búsqueda del mejoramiento de la raza, pero también expresaba que el Estado debía promover la unión matrimonial entre los individuos pertenecientes a la mejor clase, pues al reproducirse y tener hijos, se perfeccionaría la composición de la sociedad. En esos tiempos, en los Estados Unidos de Norteamérica, las ideas biológicas del evolucionismo de Darwin estaban en pleno apogeo, y surgió la idea de que con las numerosas inmigraciones, se estaba degenerando la raza, y es cuando comienza la preocupación por la depuración de la sociedad en dicho país; las ideas eugenésicas habían empezado a difundirse en todo el territorio angloamericano. No obstante lo anterior, es en Alemania, bajo el régimen Nazi, cuando la historia de la eugenesia toma un tinte verdaderamente escalofriante. Adolfo Hitler propuso la “purificación de la sociedad”, basándose en la supuesta superioridad de la raza aria. En Alemania sucedieron los acontecimientos más estremecedores en relación a la eugenesia, pues con el nacional socialismo de Hitler, pasa de ser una disciplina incipiente, a una política de salubridad estatal impuesta con la finalidad de aniquilar por completo algunos sectores de la sociedad. Consideramos pertinente una nota que oportunamente realiza Glenn McGee, quien es un escritor reconocido en el campo de la bioética y además es profesor del Centro de Bioética de la Universidad de Pennsylvania: “En Alemania, sin embargo, la eugenesia floreció desde 1904, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. El Dr. Alfred Ploetz creó los Archivos de la Teoría Racial y la Biología Social en 1904, y la Sociedad Alemana de Higiene Racial en 1905. El Instituto de Antropología, Herencia Humana y Eugenesia Emperador Guillermo se fundó en 1927. Las leyes alemanas de esterilización se proclamaron en 1933 y exigían la esterilización obligatoria “para la prevención de la descendencia con defectos hereditarios en los casos de “defectos mentales congénitos, esquizofrenia, psicosis maniacodepresiva, epilepsia hereditaria (...) y alcoholismo severo”4 Al respecto podemos decir que el fenómeno ocurrido en Alemania, fue el resultado de un largo proceso en el cual, paulatinamente se fueron estableciendo lineamientos e instituciones capaces de imponer coactivamente la doctrina eugenésica. Cabe mencionar que la Ley de 1933, a que se refiere la cita textual, fue denominada como la “Eugenic Sterelization Law” y fue muy trascendental no sólo en el ámbito médico, sino también, político de la Alemania nazi, pues en ella se oficializaron de una forma brutal y primitiva las prácticas eugenésicas. Sin un sustento ético y mucho menos filosófico, se implantaron reglas que denigraban la especie humana, por supuesto, exceptuando a los pertenecientes a la raza aria, que supuestamente era la minoría destinada a gobernar al mundo. Gracias a esta Ley, no sólo se exterminaron a cientos de miles de personas (ancianos, dementes, retardados, discapacitados, opositores políticos, gitanos y judíos), también autorizó que se llevaran a cabo experimentos de selección de raza, escogiendo premeditadamente a determinadas mujeres blancas para soldados o personas de sexo masculino de la raza aria. Glenn McGee5 nos informa que durante el régimen nazi las personas que eran consideradas como incapaces, eran enviadas por los médicos a los Tribunales de 4 McGEE, Glenn. El bebé perfecto, Ed. Gedisa, Barcelona, España, 2003, pp. 28. 5IBIDEM. Salud Hereditaria, que eran instituciones especialmente creadas para determinar qué personas no eran aptas para la labor de procreación. Se dice también, que las decisiones del Tribunal Supremo de Eugenesia podían apelarse, pero el fallo que de él emanaba, era definitivo e incluso se hacía ejecutar a la fuerza, como consecuencia, en tan sólo tres años se esterilizaron a trescientas veinticinco mil personas. De lo anterior, se desprende que los indebidamente llamados “incapaces” y todos aquellos que encuadraran en los supuestos de la ley nazi, se encontraban en un verdadero estado de indefensión ante todo el sistema jurídico establecido. Todos sabemos que el régimen nazi ascendió al poder de manera legítima, debido a que el pueblo alemán apoyó desde sus inicios al Reich, sin embargo, nos permitimos hacer aquí un paréntesis para preguntarnos, cómo fue que una nación y el resto del mundo permitieron que se suscitaran tales acontecimientos. De ahí que no todo sistema jurídico-político establecido legítimamente, sea justo y equitativo para todos los gobernados. El poder público alemán cimentó toda su estructura, en un sistema jurídico carente de principios éticos. Por ello se dice que en la Alemania de los treintas y cuarentas, lo que era considerado legal, no siempre tenía que ver con la justicia y los fines fundamentales del Derecho. Hitler logró despertar en el pueblo alemán sentimientos no sólo de supremacía racial, sino también, de melancolía por el pasado glorioso de su gente y de odio hacia los extranjeros (particularmente hacia los judíos, que en ese tiempo eran dueños de gran parte del comercio). Las políticas eugenistas de Adolfo Hitler llevaron a la detención de millones de judíos y gitanos, (sin contar los miles de alemanes ciegos, mancos, locos, cojos, y retardados mentales), y culminaron con los exterminios en los campos de concentración, deportaciones masivas y en los laboratorios médicos, en los cuales, se llevaban a cabo experimentos infrahumanos con los detenidos. Cabe señalar que en otras culturas occidentales también se aplicaronpolíticas eugenésicas con el fin de control de los defectuosos por medio de la esterilización, como en el caso de los países escandinavos, pero llevadas a cabo con mayor discreción. El tema es inacabado y sólo para mostrar algunos datos estadísticos, según Ascensión Cambrón,6 en los Estados Unidos de Norteamérica, anualmente se realizaban en los años noventa 800, 000 esterilizaciones voluntarias y en Inglaterra 46,000. Además de que según el autor en mención, se tienen datos de que hasta 1950 se habían efectuado 3.4 millones de esterilizaciones en todo el mundo y desde 1950 a 1977 se contaba ya con 80 millones en todo el mundo. Como consecuencia de la experiencia nazi, durante medio siglo el mundo prefirió olvidarse de la eugenesia y ningún gobierno se atrevió a tocar el tema abiertamente. Sin embargo, la historia de las prácticas eugenésicas no terminaría ahí, y a finales de la década de los setenta y principios de los ochentas cuando resurgen nuevamente estas ideas, y es precisamente en los Estados Unidos donde este fenómeno toma lugar. Una fecha que marcó una nueva etapa en la historia de la biogenética, fue el día 25 de julio de 1978, cuando los periódicos anunciaron el nacimiento de una niña de nombre Louise Brown, concebida “in vitro”. A partir de este acontecimiento histórico nacieron en todo el mundo niños probeta (concebidos en un recipiente de laboratorio por medios artificiales), y el uso de las técnicas de reproducción artificial, también se generalizó a lo largo y ancho de todo el planeta. Por supuesto que los primeros en llevar a cabo estos procedimientos fueron los países industrializados, pues primeramente se necesitaba un equipo con tecnología de punta, y médicos altamente especializados. Todo lo anterior, resultaba muy caro, y en pocos hospitales se practicaba, sin embargo esta situación duró poco tiempo, pues con la gran difusión que hubo en todos los medios de comunicación, dio como resultado que en miles de clínicas se fuera perfeccionando la técnica original. 6 CAMBRÓN, Ascensión. Acerca de la esterilización de deficientes, Revista Derechos y Libertades, Madrid, España, 1995, Año II, Nº 5, pp. 414. De esta manera, hoy sabemos que existen en el mundo muchísimas personas que fueron concebidas de esta manera y el éxito obtenido en cuanto a la aplicación de la ciencia en el ámbito reproductivo es evidente. Con la utilización de nueva tecnología de punta y los descubrimientos sobre la composición del material genético humano, se experimentó un gran auge en los métodos de reproducción artificial, los que se diversificaron para la satisfacción de millones de parejas que querían procrear y la demanda de estos servicios también fue en aumento, de tal manera que con el tiempo se fue convirtiendo en una práctica habitual en muchos países. En medio de este contexto, la eugenesia sufrió una importante transformación, la cual radica en lo siguiente: de ser considerada como una política pública de salubridad, como fue apreciada a principios de siglo en Europa y en Estados Unidos de América, pasó a encuadrarse en el ámbito particular, en el cual, los individuos deciden por sí mismos lo que quieren hacer con su material genético- reproductivo, y para ello escogen a un médico o clínica que les auxilian para lograr sus fines. Tal vez por ello, ya no se piensa en la eugenesia como una amenaza para la sociedad, sino como un paso más al desarrollo de la ciencia médica. Únicamente nos resta adicionar que la neoeugenesia que se plantea en el ámbito mundial responde a la evolución de todo un pensamiento que ha sido caracterizado en sus diversas etapas como políticas de sanidad o condiciones prenupciales, en fin, en el mundo occidental, los griegos y posteriormente los romanos encontraron en la eugenesia no solo la respuesta al mejoramiento de la estirpe, sino también fue considerada como una vía conducente a la búsqueda de la perfección humana. Asimismo, en la Edad Media, el pensamiento eugenista se vio desplazado por las creencias religiosas, y una gran cantidad de tabúes impidieron el desarrollo del conocimiento científico y es hasta el Renacimiento cuando nuevamente se escucha hablar de medidas eugenésicas, y de ahí hasta el presente no se había hablado públicamente de esta problemática, y cabe mencionar que es en la década de los setentas y ochentas cuando en los medios de comunicación se empiezan a difundir éstas prácticas. De alguna manera, ahora hay una gran apertura en cuanto a la información y a la manifestación de ideas, por ello es tiempo de debatir la pertinencia de los diferentes métodos de reproducción, entre ellos, la neoeugenesia. Así es como la eugenesia ha evolucionado y sufrido transformaciones, de modo que en ocasiones ya no sabemos si esta figura conserva coincidencias con las prácticas masivas que de antaño se realizaron sobre todo en Alemania y Estados Unidos o si estamos en presencia de un concepto nuevo. Nuestra tarea será desentrañar el verdadero sentido de estas prácticas científicas, para poder analizar su conveniencia o no, en el ámbito humano. Este capítulo nos ha permitido conocer los antecedentes de la neoeugenesia, y lo hemos abordado como un fenómeno que ha evolucionado, y por lo tanto, ha cambiado a lo largo del tiempo. Tal es el motivo que en lo particular, estimamos que no estamos tratando un tema que se haya originado recientemente, por el contrario en este trabajo vamos a considerar a la neoeugenesia como inevitable consecuencia del desarrollo de las técnicas eugenésicas primigenias, porque como veremos más adelante, ambas figuras tienen el mismo fundamento y sustento en el cual se basa todo su pensamiento. A continuación estudiaremos los antecedentes del tema que nos ocupa, en el ámbito regional. 1.1.2. Precedentes históricos en México y América Latina Hemos visto la manera en que la eugenesia evolucionó y se desarrolló en diferentes culturas a lo largo de los siglos, ahora nos corresponde el estudio de la misma, pero en el contexto latinoamericano. Podemos empezar señalando que aunque la experiencia en América Latina no ha sido tan abrumadora como en las naciones abordadas con antelación, sí contamos con antecedentes significativos que nos permiten analizar la concepción que se ha tenido de la misma en los últimos tiempos, así como también, cómo ha sido la aplicación de manera regional de las prácticas eugenésicas. De la etapa precolombina únicamente podemos citar una antigua referencia que hallamos en la cultura Inca. Conocemos que existían estrategias eugenésicas llevadas a la práctica entre los incas, en lo tocante podemos citar lo que nos comenta Roberto Mac-Lean Estenós: “Bajo el esplendor del Incanato, determinadas prácticas deportivas, que engalanaban su premio a los triunfadores, permitiéndoles escoger por esposas entre las acllas.”7 Observamos que este pensamiento tiene un significado muy similar a las antiguas creencias griegas de la Época Clásica, en la cual, a los mejores atletas, se les premiaba con las mujeres más bellas y más sanas, con la finalidad de que la prole que entre ellos surgiera, fuera de la mejor estirpe. En realidad, el pensamiento eugenista científico se desarrolló tardíamente en Latinoamérica, y pasó mucho tiempo para que por primera vez, las obras de Francis Galton y sus seguidores europeos, se dieran a conocer. El auge eugenésico en Latinoamérica, surge a principios de siglo XX, para lograr gran repercusión social a mediados de los años treinta. En este periodo es cuando florecieron diferentes corrientes y agrupaciones eugenésicas en algunos países de América Latina, entre los cuales podemos mencionar a Argentina, Brasil, México y Perú, entre otros. En México dicho pensamiento se originó desde tiempos del Porfiriato, en el cual, los científicos positivistas se encargaron de difundir las máximas eugenésicas que estabande moda en Europa, principalmente en Francia. Algunos de los intelectuales que participaron activamente en el desarrollo de dichas ideas fueron Emilio Rabasa y Justo Sierra, el primero sostenía que la sociedad se componía de integrantes capaces e incapaces, y que éstos eran los pertenecientes a la raza indígena, el segundo decía que era necesaria la estratificación de la sociedad 7 MAC-LEAN ESTENÓS, Roberto. La eugenesia en América Latina, Ed. Instituto de Investigaciones Sociales de la U.N.A.M, México, pp. 19. pues los no aptos demostraban ser los indígenas por haber sido vencidos por los españoles. Muchos intelectuales positivistas exclamaban que debían implementarse medidas eugenésicas para evitar que la estirpe indígena débil, proliferara sobre la criolla y mestiza. Una vez que triunfó el constitucionalismo, como nos relata la Dra. Laura Suárez8 catedrática de la clase de Filosofía de la Biología, en la Facultad de Ciencias de la U.N.A.M, el nacionalismo se implantó y se trató de enaltecer el mestizaje planificado, en dicha tarea participaron grandes intelectuales como José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Gabino Barreda y Antonio Caso. Así como en Argentina se fundó una asociación eugenésica, en México se constituyó la Sociedad Mexicana de Eugenesia, que entre otras cosas, organizaba labores de divulgación y organizaba las Semanas Mexicanas de Eugenesia, ambas asociaciones realizaban tareas similares y tenían fines comunes, como el de difundir entre los miembros de la sociedad, las ventajas de las políticas eugenésicas en pos del bienestar de la comunidad. En México no se llevaban a cabo grandes investigaciones, solamente se escribía acerca del tema para darlo a conocer. Un aspecto importante es la publicación de la revista “La eugenesia en México”, que logró captar la atención de estudiosos de la materia. El surgimiento de sociedades y asociaciones eugenésicas, nos da una idea clara del gran interés que empezó a despertar el tema entre diferentes sectores de la sociedad en los países latinoamericanos. Poco a poco se empezaron a difundir gran cantidad de libros y artículos que buscaban el convencimiento de los grupos conservadores en pro de la eugenesia aplicada en México. 8 SUÁREZ Y LÓPEZ GUANZO, Laura. Eugenesia y racismo en México, Ed, Dirección de estudios de posgrado de la U.N.A.M, México D,F, 2005, pp. 94. En esta época es cuando, algunos extremistas pensaron que las comunidades indígenas, significaban no sólo una carga económica para el Estado, sino también un retraso para el desarrollo social del país. Como no se podía aniquilar a toda la gran cantidad de indígenas existentes en nuestro país, se pensó que la mejor opción era el mestizaje con la raza blanca (lo cual, en sí, resultaba bastante difícil pues la gran cantidad de mexicanos eran y somos en su mayoría mestizos). En la década de los treintas, la Sociedad Mexicana de Eugenesia para el Mejoramiento de la Raza, había ya ganado gran cantidad de adeptos en el ámbito científico y político, se llevaron a cabo una gran cantidad de campañas dedicadas no sólo a la educación sexual y control de natalidad, sino también a difundir información en la cual se consideraba a la raza indígena como inferior. Sin embargo, el ideario nacionalista de los estudiosos mexicanos, era completamente contrario al pensamiento eugenista europeo, pues mientras ellos proclamaban la pureza de la raza, los mexicanos estaban de acuerdo en la heterogeneidad y en la hibridación de razas en busca de una mezcla mejor. De ahí, que la eugenesia mexicana, encontraba en sí misma, una gran contradicción, que tarde o temprano la llevaría a desaparecer. Un aspecto esencial que vale la pena señalar, es que a mediados de la década de los veintes, no sólo en México, sino también en gran parte de países en desarrollo, se cuestionaba la posibilidad de establecer un sistema de exámenes prenupciales que previnieran el contagio de enfermedades entre los cónyuges, o el nacimiento de seres con enfermedades crónicas o malformaciones. Así fue como se incluyó la obligatoriedad del certificado médico prenupcial en el Código Civil de 1928. En el contexto específico de México, el Código Civil señaló como impedimento para la celebración del matrimonio, que alguno de los cónyuges sufriera de alguna enfermedad crónica, incurable o contagiosa registrada en el certificado. La validez del certificado puede ser visto desde diferentes enfoques, en realidad podemos afirmar que si bien surgió como propuesta de sociedades eugénicas como instrumento para mejorar la estirpe de la prole, también ha sido empleado como un mecanismo eficiente para la prevención de enfermedades hereditarias y contagiosas. Después de todo, el fin que se persigue es garantizar la concientización de los consortes en cuanto al bienestar integral de la familia que están por constituir. A manera de conclusión, nos gustaría agregar, que curiosamente la paradójica experiencia mexicana con la eugenesia, consistió en retomar el aspecto que de manera intrínseca negaba el pensamiento eugenésico europeo: el mestizaje de la clase indeseable con la dominante. Es decir, mientras en los antecedentes mundiales encontramos una aversión clara respecto a la mezcla de razas (las estimadas inferiores y superiores), en nuestro contexto geográfico la eugenesia se ubicó como factor determinante para la optimización del mestizaje, buscando que la raza blanca europea sobresaliera en la conformación de la sociedad y tratando de diluir a la indígena. Con certeza podemos afirmar que el fracaso de la Sociedad Mexicana de Eugenesia y de todo el pensamiento eugenista mexicano, se debió a la imposibilidad de blanquear al grueso de la población. Pues finalmente se reconoció que la cantidad de gente blanca era mínima, insuficiente para lograr uniones con los mestizos e indígenas. Como vemos, la historia de la eugenesia, tuvo matices diferentes dependiendo de la zona geográfica en la que se estableció. Asimismo, el principio de mejoramiento de la estirpe, fue el factor constante en todas las directrices tendentes a la causa señalada. Verificamos finalmente, que la evolución de la eugenesia no ha concluido, pues desde la idea primigenia de supervivencia y preservación de la estirpe, hasta la neoeugenesia, ha persistido en la historia como mecanismo innovador en la búsqueda permanente del perfeccionamiento humano. 1.2. Conceptualización En la segunda parte del presente capítulo, expondremos brevemente los conceptos biocientíficos esenciales que nos son necesarios para abordar el tema de la neoeugenesia, nuestro propósito es introducir dichos términos de la técnica médica porque los emplearemos recurrentemente a lo largo del trabajo de investigación. 1.2.1. Manipulación genética Analizar el concepto de manipulación genética es importante debido a que la neoeugenesia implica una forma de intervención génica, a contrario sensu, de lo que podría considerarse una concepción natural. Dentro del ámbito de la biogenética, el objeto de manipulación es el material genético de seres humanos, dicha transformación afecta la esencia más significativa de un individuo, y se justifica con motivos de mejoramiento de la raza, o de prevención de ciertos males o enfermedades. Aquí hacemos una respetuosa reserva, únicamente para remarcar que el hombre es un todo, no la suma de sus partes, y debe tratarse con cautela todo lo relacionados con estas manipulaciones, en el sentido de que se degenera la estructura original del ser. Primeramente, por el término de manipulación ordinariamente entendemos que se refiere a todo aquello que puede ser maleable o corrompido por las manos del hombre. En materia de bioética, J. A. Calabuig Gisbert, dilucida que dicho vocablo tiene un sentido peyorativo en el sentido de su valor semántico, y lo analoga con el de ingenieríagenética, que no es más que “el conjunto de técnicas capaces de actuar directamente sobre el material genético y sobre las estructuras y mecanismos moleculares responsables de transmitir los caracteres hereditarios”.9 El citado autor menciona además que gracias a estas técnicas es posible la introducción de un gen para que la célula sea capaz de corregir su anomalía, y la 9 CALABUIG GISBERT, J.A. et al. Revista Mexicana de Justicia, Nueva época, Número 10, P.G.R., México, 2000, pp. 213. modificación o sustitución del gen mismo. Nosotros no estimamos que sea más oportuno el término de ingeniería genética, pues finalmente el de manipulación es el que mejor describe la conducta que se realiza cuando se llevan a cabo cualquier tipo de terapias genéticas. También hallamos la aportación de L. Gracia Martin, quien realiza una estructuración de la manipulación genética partiendo de la idea de que está constituída “por una gran variedad de complejas técnicas y procedimientos que permiten la manipulación de células humanas; somáticas o germinales, de embriones humanos, y de individuos a través de la eugenesia positiva y negativa”. 10 Esta postura va acorde con el sentido que se plasma en la presente investigación en tanto que estima a las manipulaciones genéticas como instrumento directo en la modificación del código genético de las personas particularmente, solamente estimamos oportuna la manipulación genética cuando se trata de eugenesia positiva en algunos aspectos, como lo veremos más adelante. Finalmente, podemos sugerir a manera personal, que manipulación genética es toda intervención que afecte el material genético de las células, las cuales pueden ser; germinales, totipotentes, somáticas, o el producto de la concepción, con el objetivo de modificar la herencia biológica de un ser humano. 1.2.2. Eugenesia La eugenesia es el antecedente directo de la neoeugenesia, etimológicamente proviene de las voces griegas: eu, que quiere decir “bueno” y 10 GRACIA MARTÍN, Luis. Et al. Comentarios al código penal, parte especial, Tomo I, Ed. Tirant lo blanch, Valencia, España, 1997, pp. 665. genesia, que deriva de genes, y en su conjunto significa bien engendrar, o bien concebir. De su etimología podemos desentrañar el objetivo de las prácticas eugenésicas, y este tiene que ver con la preocupación por la calidad y características que deben reunir los individuos, para ello se proponen medidas de prevención tendentes al mejoramiento de las aptitudes que estos puedan desarrollar y de eliminación de caracteres indeseables. Como lo señalamos en el capítulo anterior, el término eugenesia fue acuñado por Francis Galton, quien la definió como “la ciencia que trata de todos los factores que mejoran las cualidades propias de la raza humana, incluídas las que se desarrollan de forma óptima”. Esta última parte no es más que la afirmación de las conclusiones de sus trabajos; la identificación de características favorables con aquellas relativas a la raza predominante inglesa. Cabe recordar que en diversos pueblos la eugenesia siempre fue vista como un asunto de salubridad y como mencionábamos con anterioridad, constituía un asunto de carácter público a diferencia de lo que es en la actualidad. En nuestros días hay muchas personas que todavía relacionan a la eugenesia con las toscas y brutales técnicas del Nazismo, pues las viejas doctrinas eugenésicas se identifican más con dicho régimen, que con la nueva eugenesia. Lo actual, hoy en día, es la neoeugenesia, que es aquella eugenesia modernizada que con el uso de técnicas especializadas, tecnología de punta y laboratorios altamente calificados, puede lograr lo que hace unas décadas se consideraba imposible; la selección de seres humanos, desde antes, o después de su concepción. 1.2.3. Eugenesia positiva y negativa Con el tiempo la eugenesia se dividió en dos grandes ramas: la eugenesia negativa y la positiva. Ambas guardan una importante vinculación entre sí. En pocas palabras, la eugenesia negativa estriba en la supresión de los individuos incapaces y la segunda en la maximización de potencialidades y aptitudes de los mismos. La eugenesia negativa tiene como finalidad evitar una descendencia que sufra de enfermedades. Uno de los supuestos en que se concretiza la eugenesia negativa, se da cuando se esteriliza a personas, que por su condición racial, económica, cultural, o por padecer enfermedades físicas o psíquicas, se estima como no recomendable su reproducción. La eugenesia negativa también radica en evitar el nacimiento de hombres y mujeres con aspectos raciales o genéticos determinados. En el lado opuesto, la eugenesia positiva, está destinada a la selección de características genéticas deseadas. Tal es el caso de los llamados, bebés por catálogo, ello implica que los padres puedan predeterminar las características físicas y psicológicas que tendrán sus hijos. Por ejemplo, una madre puede escoger tener un hijo o una hija, rubio o moreno, inteligente y astuto, por medio de estas técnicas. Un dato importante al respecto, es un comunicado de la Unión Europea en relación al tema, que quedó plasmado en la nota informativa N°.12/2000 de la Dirección General de Investigación del Parlamento Europeo, que dice que “la eugenesia negativa pretende prevenir ciertas enfermedades graves (aunque con frecuencia no está claro qué es una enfermedad grave), puede acabar siendo sólo un paso hacia la eugenesia positiva, que tiene como objetivo la expresión de ciertos caracteres aparentemente deseables como la inteligencia o el color de piel, etc.”11 Como observamos, la línea divisoria entre la eugenesia positiva y la negativa, es muy delgada, pues podemos pasar de una a otra, sin darnos cuenta. La eugenesia negativa que previene el nacimiento de niños con deficiencias mentales, enfermedades crónicas o con deformaciones, es a nuestro particular punto de vista, la antesala de la eugenesia positiva, que pugna por la concepción y alumbramiento de seres humanos perfectos con características fisiológicas consideradas como propias de la mejor estirpe. Los principios eugenésicos no se contraponen en una y otra rama de la eugenesia, únicamente se ordenan y clasifican, conservando así el mismo fundamento para ambas: el mejoramiento de la raza. 1.2.4. Neoeugenesia La eugenesia tradicional, con el paso del tiempo sufrió diferentes transformaciones debido en gran parte, al avance tecnológico y los nuevos instrumentos científicos al alcance de los biogenetistas. Desatada la lucha en la carrera de las innovaciones en la biotecnología poco a poco se verificaron avances significativos hasta llegar al día de hoy, en que no sólo tenemos miles o tal vez millones de bebés probeta, a lo largo y ancho de todo el mundo, sino que además contamos con un gran número de técnicas de reproducción artificial que sustituyen todo el proceso natural de procreación. Ahora es posible científicamente (aunque ética y jurídicamente sea cuestionable), determinar y escoger las características que puede tener la descendencia; los concebidos ya son susceptibles de ser sujetos de manipulaciones genéticas in vitro con la finalidad de sustraer o adicionar información genética determinada. 11 Boletín del Parlamento Europeo, Sección Dirección General, Unión Europea, 2000, pp. 5. La nueva eugenesia o neoeugenesia, es la manifestación última del pensamiento eugenista original evolucionado con la ayuda de diversos mecanismos tecnológicos y se vincula con el progreso científico y en el mejoramiento de la calidad de vida. El concepto más completo que encontramos en la doctrina consultada, pertenece a un especialista en la materia, que por cierto acaba de visitar nuestro país, para dar una serie de conferencias en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la U.N.A.M., Carlos M. Romeo Casabona. Este autor, como nosotros en lopersonal, estima que las intervenciones genéticas son instrumento eugenésico, exterioriza su postura de cautela, en tanto que todavía no se conocen los efectos que se derivan de la neoeugenesia y nos explica que “por neoeugenesia se entiende, los análisis genéticos preconceptivos, preimplantatorios y prenatales tendientes al mejoramiento de la raza, o dirigidos hacia la prevención de ciertas enfermedades o disfunciones genéticas”12. El concepto es claro y para su análisis, podemos desmembrarlo de la siguiente manera; Análisis genéticos preconceptivos: se refiere a todos aquellos estudios que se realizan en los gametos humanos con la finalidad de modificar la información genética que éstos contengan para después lograr la concepción humana. Preimplantatorios: los análisis que se efectúan pueden ser efectuados sobre embriones concebidos in vitro, de esta manera, se pueden hacer modificaciones a su código genético, hasta antes de su implantación en el seno materno. Prenatal: a través de una terapia de esta naturaleza se trataría de evitar que el concebido in útero, no desarrolle ciertas enfermedades o deficiencias físicas o mentales. Tendientes al mejoramiento de la raza: finalidad primordial de la eugenesia, y ahora de la neoeugenesia, siempre ha sido el mejorar la 12 ROMEO CASABONA, Carlos M. Del gen al Derecho, Ed. Universidad Externado de Colombia, Colombia, 1996, pp. 236. estirpe de la prole, por lo que no nos asombra que esta finalidad sea una constante en la historia de la eugenesia. Este es el principio de la eugenesia positiva. Dirigidos hacia la prevención de ciertas enfermedades o disfunciones genéticas: aquí vemos plasmado el principio de la eugenesia negativa y se refiere a que como seres libres podemos determinar la aplicación de prácticas dirigidas a la prevención de posibles enfermedades y disfunciones genéticas que pudieran afectar a los seres que están por nacer. Todo lo anterior, encuadra perfectamente en el amplio contexto eugenésico, y podemos aseverar que esta nueva tendencia es el resultado de la preocupación por evitar el nacimiento de individuos que no cumplan con ciertos cánones para ser aceptados en la sociedad, y por otra parte, es consecuencia de la búsqueda constante del hombre para implementar acciones que se dirijan al mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Lo que es objeto de meditación no es el hecho de que sea posible la neoeugenesia, sino los motivos y los fundamentos éticos de esta figura, pues, como reza el principio biogenético “no todo lo que se puede realizar, es éticamente aceptable”. 1.3. Técnicas de reproducción artificiales: La Nueva Eugenesia Consideramos significativo ubicar a la neoeugenesia dentro del marco científico general al cual pertenece, porque para su implementación se requiere de diversos mecanismos que necesitamos revelar. Por tal motivo, utilizaremos el método deductivo, empezando por el razonamiento de temas referentes a los dispositivos empleados más comunes para posteriormente llegar a lo particular, que en este caso es lo referente a selección de gametos y embriones por su composición genética. 1.3.1. Inseminación artificial La inseminación artificial en el ámbito humano, es un conjunto de técnicas llevadas a cabo con la finalidad de lograr la concepción de un ser humano pero excluyendo la cópula entre el varón y la mujer, es decir, con medios artificiales se logra que un espermatozoide consiga fecundar al óvulo. El tema de la inseminación artificial es sumamente delicado en el ámbito de la neoeugenesia, pues es presupuesto para su implementación, sobre todo cuando se plantea el uso del método preconceptivo, ya que se requiere del análisis previo de los gametos, ello hace necesario que en ocasiones la procreación no natural se lleve a cabo por ésta vía. Efectivamente, la neoeugenesia tiene una relación directa con la inseminación artificial porque para poner en práctica los métodos preconceptivos y preimplantatorios, se necesita estudiar los gametos femenino y masculino, para fecundarlos de manera que con la ayuda de la técnica se consiga el efecto programado. Como ya lo expusimos con anterioridad, una manera de efectuar las técnicas neoeugenésicas, es seleccionando la información genética de las células germinales, para después efectuar la I.A o inseminación artificial. Sin embargo, en este supuesto, no todos los fines son de selección, pues los métodos de reproducción artificial o también llamados técnicas de reproducción asistida, algunas veces surgen como consecuencia de problemas particulares de esterilidad. La incapacidad procreativa masculina o femenina, ha sido una preocupación por todos aquellos que sin poder lograrlo, desean perpetuar su estirpe. De tal forma que algunas sociedades han considerado a la imposibilidad de reproducción como un problema de salubridad social. Ahora, esta figura ha cambiado la historia de la bioética, practicándose en todo el orbe, por ello convendría que en México se efectuaran foros en los cuales se trataran los aspectos médicos, científicos y filosóficos del tópico, y en los que participaran especialistas capacitados para exponer sus ponencias. Con ello se evitaría que el problema se politizara, como generalmente ocurre Para profundizar en el tema, podemos remitirnos al libro de Ramón Lucas13, quien al respecto nos dice que se entiende por inseminación artificial “el conjunto de técnicas dirigidas a conseguir una concepción humana fuera de su proceso natural en la unión sexual del hombre y la mujer”. Respecto a esta definición podemos advertir que como nosotros, el autor considera que evidentemente hay una diferencia entre la concepción de un ser humano, como consecuencia de una unión sexual entre un hombre y una mujer, y aquella que se realiza a través del uso de mecanismos e instrumentos artificiales. Por otra parte, el renombrado autor Ernesto Gutiérrez y González,14 nos expone su concepción acerca de la inseminación artificial, y transcribimos a continuación su idea: “el encuentro del espermatozoo y el óvulo, en el genital adecuado de la hembra -útero- por la introducción del esperma del macho. Con el empleo de medios mecánicos, esto es, sin necesidad de coito”. A primera vista la definición anterior me pareció generalista, pero posteriormente me percaté que es un supuesto, en el cual, encuadran perfectamente los casos de inseminación en todos los seres, animales y humanos. En ella, el citado jurista nos expresa que la inseminación artificial es aquella en la cual se utilizan medios mecánicos, excluyéndose el acceso carnal para la fecundación. Una perspectiva más es la que tiene la autora María Cárcaba15, que establece que la inseminación artificial “es aquella que se produce al margen de la cohabitación sexual; se pretende con ella conseguir la fecundación sin la existencia de relación sexual, o sea la unión entre el espermatozoide y el óvulo fuera del coito”. 13 LUCAS LUCAS, Ramón. Bioética para todos, Ed. Trillas, México, 2003, pp. 47. 14 GUTIÉRREZ y GONZÁLEZ, Ernesto. Derecho Civil para la Familia, Ed. Porrúa, México, 2004, pp. 553. 15 CÁRCABA FERNÁNDEZ, María. Los problemas planteados con las nuevas técnicas de reproducción humana, Ed. Bosh, España, pp. 15. La especialista citada manifiesta también que para que se pueda hablar de inseminación artificial, debe presuponerse la no existencia de unión sexual entre la pareja y la fecundación por medios extracorpóreos. Aquí cabe mencionar que disentimos con la idea que tiene esta autora, de que la fecundación siempre es natural, independientemente de que la inseminación sea natural (convencional), o por medios artificiales. Ella señala que hay un problema de término porque únicamente será artificial la inseminación, más no así la fecundación. Sustentando lo anterior extraemos de su libro lo siguiente: “... Espor ello que la inseminación artificial no tiene de artificial más que la manera en que es realizada, puesto que son unos espermatozoides completamente naturales a los que la técnica ayuda a fecundar conforme a la naturaleza de unos óvulos no menos naturales”.16 Por principio, estando en el supuesto de que el proceso de procreación va a ser iniciado de manera no convencional, obviamente habrá repercusiones directas en todo el proceso. Con lo anterior, quiero mostrar que con la realización de una inseminación artificial, tenemos el primer elemento de anormalidad en la concepción, como resultado, nos da una fecundación también artificial, puesto que se está atendiendo a la manera en cómo se lleva a cabo, no a la cualidad de los gametos que en ella intervienen. Consecuentemente, concluimos que si se lleva a cabo una inseminación artificialmente, también será artificial la fecundación. Así pues, como la mayoría de los autores consideran la importancia que tiene la procreación, y la necesidad de preservarla cuando se presentan obstáculos como el de la esterilidad u otras disfunciones, así como cuando se requiere el empleo de mecanismos artificiales para evitar el surgimiento de enfermedades en el producto. 1.3.2. Fecundación In Vitro 16 IBIDEM. CÁRCABA FERNÁNDEZ, María. La fecundación in vitro, consiste en la fecundación de un óvulo por el espermatozoide en un recipiente de laboratorio, para que posteriormente sea implantado el producto de la concepción en el útero materno. La diferencia entre la inseminación artificial y la fecundación in vitro, es que mientras en la inseminación artificial (I.A.), la fecundación del óvulo por el espermatozoide se puede realizar dentro del cuerpo de la mujer, en la fecundación in vitro siempre ocurre fuera de él, es decir, en un laboratorio. Retrocediendo un poco en el tiempo, se sabe que desde el siglo XIX se conocía la fertilización artificial, pero es hasta la década de los cuarentas cuando se practicó la fecundación in vitro, como ahora la conocemos. Es también en la década de los cincuentas cuando se tiene registro de una fecundación lograda con éxito de manera artificial, aunque no se consiguió que se implantara en el seno materno. Se dice que la mayoría de los experimentos realizados se llevaron a cabo en Inglaterra y en Estados Unidos. Como verificamos, los resultados de las investigaciones finalmente logran su punto culminante con el nacimiento de la Louise Brown, el primer ser humano concebido in vitro. Según Xavier Hurtado Oliver,17 los doctores que se encargaron del caso Brown, fueron los investigadores Edwards y Steptoe, quienes mucho tiempo después declararon que el sobrante de embriones fue una constante en el proceso de fertilización y aunque actualmente el porcentaje y probabilidades de que no se logre el embarazo son menores, todavía se pierden un gran número de embriones en el intento por lograr su implantación en el útero. En general, los procedimientos que se siguen para la implantación del embrión en el claustro materno no son fáciles, pues primeramente es fecundado el óvulo por el espermatozoide, se prosigue a congelarlo en un recipiente idóneo que le permite sobrevivir en lo que tarda en realizarse su anidación. Después se realiza su inserción en la cavidad uterina de la mujer, se calcula que varios óvulos deben 17 HURTADO OLIVER, Xavier. El derecho a la vida ¿y a la muerte? Ed. Porrúa, México, D.F., 2000, pp. 31. ser fecundados, pues como hemos apuntado con anterioridad, no todos logran implantarse. Esta técnica es riesgosa para el embrión, pues primeramente se extrae el óvulo y el espermatozoide, posteriormente se practica la fecundación, pasa un periodo entre este momento y aquel en el que se inserta, para finalmente ser implantado en el útero. Personalmente, estos procedimientos me parecen radicales, pues a veces para su realización se desperdician embriones, y dónde queda la dignidad y el respeto que todos aseguramos a la vida humana? 1.3.3.1. Procreación con manipulación genética Podemos señalar que dentro de las procreaciones con manipulación genética, se encuentra la neoeugenesia, pues para su realización se modifica el contenido genético de gametos, embriones o cigotos. Con estos mecanismos no sólo se consigue la fecundación, o implantación de un nuevo ser, sino que además se cambia el código genético con finalidades que pueden ser de diferente índole. En el contexto propio de la neoeugenesia, la procreación con manipulación genética puede ser de tinte positivo, tendente a la búsqueda del mejoramiento de la estirpe, o negativo, con la finalidad de eliminar caracteres que impliquen el desarrollo de enfermedades congénitas o consideradas como graves. 1.3.3.2. La Nueva Eugenesia Se debe denotar que los nuevos procedimientos de procreación eugenésicos son una modalidad de las denominadas técnicas de reproducción no naturales, pues los nacimientos obtenidos por medio de estos procedimientos, no se pueden dar espontáneamente de otra manera, sino que se requiere forzosamente del empleo de alguno de los análisis artificiales citados. Como parte del amplio contexto de las intervenciones genéticas van a desmembrase aquellas que tienen como finalidad tintes eugenésicos en lo particular, de ahí proviene justamente la neoeugenesia como mecanismo de manipulación genética reproductiva. María Cruz Díaz de Terán, especialista en el tema nos señala que la neoeugenesia, como todas las inseminaciones artificiales, se enfoca principalmente a la selección de gametos y de embriones, presuponiendo la eliminación de aquellos que no posean las cualidades solicitadas.18 También explica que la selección de embriones se lleva a cabo a través del diagnóstico o análisis preimplantatorio, y la de gametos se realiza vía el análisis preconceptivo. Observamos que en cualquiera de las hipótesis anteriores, se está transformando el fenotipo del individuo que será transferido al seno materno de acuerdo a los intereses de terceros, dependiendo también de la concepción que éstos últimos tengan de lo que es normal y anormal, y sujetando la existencia a cuestiones contingentes extrañas a sí. Es cierto que por principio supremo, la neoeugenesia enaltece las características genéticas consideradas positivas, pero también encontramos el aspecto negativo, que consiste en la supresión de aquellos que no cumplen con esos cánones, tal como lo señala en su definición citada Romeo Casabona.19 Por lo anterior, debemos detenernos a analizar las consecuencias que puede tener su realización y proponer soluciones ético-jurídicas a esta realidad que nos rebasa. 18 DÍAZ DE TERÁN, María Cruz, Derecho y la nueva eugenesia, Ed. Eunsa, Pamplona, España, 2005, pp. 66. 19 ROMEO CASABONA, Carlos María. Del gen al Derecho, Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogotá, Colombia, 1996, pp. 242. 2. LA FIGURA DE LA EUGENESIA EN LAS DIVERSAS LEGISLACIONES En el siguiente capítulo se expondrá la manera en que se regulan todos aquellos aspectos relacionados con la neoeugenesia en México, así como también, en el derecho comparado, con la finalidad de presentar un marco legislativo global. Primeramente, abordaremos lo concerniente a la legislación mexicana, y cabe mencionar que aunque en México todavía no contamos con una ley especial, que regule de manera determinada la neoeugenesia, podemos remitirnos a algunos lineamientos establecidos en nuestro derecho positivo, que nos asisten para circunscribir la práctica de dichas manipulaciones en supuestos hipotéticos de derecho. Por otro lado, para el desarrollo de la segunda parte del presente capítulo, en la cual hacemos alusión a las leyes extranjeras, hemos acudido a diversas fuentes que nos dan la oportunidad de conocer la manera en que la figura en cuestión se contempla en otras regiones del planeta, y la forma en que esto se ha plasmado en códigosy leyes de observancia general. 2.1. Legislación Nacional Comenzaremos el análisis correspondiente partiendo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para después tratar lo relativo a la Ley General de Salud, su Reglamento, el Código Civil, y el Código Penal para el Distrito Federal, que son los ordenamientos legislativos en los que vamos a encontrar algunos aspectos relacionados con la neoeugenesia. 2.1.1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Para nosotros es indispensable iniciar con el análisis de los principios constitucionales referentes a nuestro tema, porque la Constitución es la Ley Suprema del Estado Mexicano, y en ella descansa no sólo la máxima manifestación de los derechos individuales de todos los mexicanos, sino también, de ella emana toda la estructura del sistema jurídico-político de nuestra sociedad. De la Constitución, se desprende una gran cantidad de principios que son reglamentados en leyes ordinarias jerárquicamente inferiores, de ahí la valía de estudiar lo que en ella se establece. Como sabemos, el Principio de Supremacía Constitucional, a que hacemos referencia, lo encontramos contemplado en el artículo 133 de la Ley Suprema, en el cual, se dice: “Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella, y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes, tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las constituciones o leyes de los Estados”. Del artículo citado se desprende que la Constitución Federal es el máximo ordenamiento jurídico del Estado mexicano, y por lo tanto, ninguna de las demás legislaciones, sean éstas federales o locales, podrán contraponerse a lo que en ella se encuentra establecido. Dicho en otras palabras, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es la Ley Suprema del país, y la norma fundamental se encuentra por encima de las demás disposiciones, por lo que todas éstas deben sujetarse a lo ordenado a través de los preceptos constitucionales. Explicado lo anterior, ahora proseguimos al estudio de los preceptos constitucionales relacionados con el tema de la neoeugenesia. En primer lugar, el artículo 1° de la Constitución declara lo siguiente, “En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece”. Con lo anterior, lo que se dice es que cualquier persona, sea ciudadana o no, tendrá derecho a las garantías proclamadas en la Constitución, exceptuándose únicamente en aquellos supuestos que en ella se determinan. La protección constitucional se extiende a toda la población que conforma a la nación mexicana. Sin embargo, dichas prerrogativas no son exclusivas de los mexicanos, (a excepción de las garantías políticas), pues con el simple hecho de que un extranjero se encuentre en la República Mexicana, basta para convertirse en un ente sujeto de derechos (tanto en la legislación nacional, como en el derecho internacional), y como cualquier ser humano, es objeto de protección constitucional. Relacionado con nuestro tema, el artículo 1° establece que todo individuo tiene derechos consagrados constitucionalmente, y ahí radica el derecho de igualdad constitucional. Por lo anterior, los sujetos que intervienen en las prácticas eugenésicas serán titulares de los derechos y obligaciones que de la Constitución se puedan desprender, y que tengan alguna clase de vínculo con la figura de la manipulación genética y por lo tanto, de la neoeugenesia. Los sujetos que intervienen en la neoeugenesia, son entes de derecho, y en el caso particular que nos ocupa, no sólo los padres, progenitores y donantes tienen garantías constitucionales, sino también el sujeto pasivo en quienes se realizan las prácticas neoeugenésicas, es decir, el nascituro. Por otra parte, el artículo 4º constitucional, en su párrafo tercero, establece que “Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”. Este principio es muy importante para nosotros porque declara que todas las personas podrán decidir de manera individual, cuántos hijos van a tener, y sin ninguna restricción, se les da la oportunidad de planear el número con el cual van a conformar una familia. La garantía constitucional plasmada en este precepto no es un derecho universalmente reconocido, pues en algunos países orientales este tipo de disposiciones las reglamenta el Estado de manera restringida, y es éste quien decide el número de hijos y espaciamiento que debe haber entre ellos, por lo tanto dicha prerrogativa se encuentra condicionada a determinados factores, generalmente económicos. A través de este artículo, la Constitución da la potestad a los gobernados de decidir sobre el número y la descendencia que deseen procrear. Es necesario abrir aquí un paréntesis para mencionar que algunos autores en la doctrina internacional, han debatido y comparado este principio con el denominado Derecho a tener hijos. Se ha planteado en numerosos foros si es una opción viable que el Estado proclame o nó un derecho a tener hijos consanguíneos para aquellos que de manera natural no pueden procrearlos. Las personas a las cuales se les ha diagnosticado esterilidad permanente o padecimiento de enfermedad crónica, se dicen titulares del Derecho a tener hijos, y postulan que debido a las diversas causas que ocasionan su imposibilidad para gestar, el Estado tiene la obligación de destinar recursos humanos y económicos que permitan el desarrollo de las técnicas de reproducción artificial y consecuentemente se dé alivio a la enfermedad (se analoga dicha esterilidad como una enfermedad que debe ser tratada y curada como las de carácter ordinario). En relación a esto, Mary Warnock1, quien es filósofa de la Universidad de Oxford, plantea en uno de sus libros la duda de si realmente existe un derecho universal a tener hijos. La autora se cuestiona si los métodos de reproducción asistida, o artificial, deberían estar al alcance de todos e incluso si deberían ser gratuitos como parte de una prerrogativa reconocida por el poder público. Analizando el fondo de la controversia, la autora en cuestión, plantea la pregunta de si la procreación es una necesidad básica, como por ejemplo la nutrición, y llega a la conclusión de que no lo es, puesto que una persona puede sobrevivir sin tener descendencia y por lo tanto, no existe obligación alguna para que se satisfaga su necesidad de tener hijos, pues para ella es diferente querer tenerlos a necesitarlos. 1 WARNOCK, Mary. Fabricando bebés, ¿Existe un derecho a tener hijos?. Ed. Gedisa, España. 2004, pp. 35. En efecto, puede darse el caso de que una persona enferma quiera tener hijos y no pueda, no significa que pueda hacer invocar el derecho a tenerlos, ni asemejarlo a la garantía individual reconocida, por la cual se permite que los individuos decidan sobre su paternidad. La relación que guarda este precepto constitucional con nuestro tema, es que algunos lo invocan para la realización de técnicas de reproducción artificial, cuando no se puede llevar a cabo una concepción natural. El papel que desempeña la neoeugenesia en este caso, es que cuando ésta se realiza, se lleva a cabo un juicio valorativo de los padres, o progenitores, a través del cual, deciden si desean que se efectúe una inseminación artificial con la extracción únicamente de gametos saludables. Por otra parte, el derecho natural y legal de tener hijos lo encontramos en el Código Civil para el Distrito Federal, en su
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