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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE DERECHO SEMINARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y AMPARO LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA ELECCIÓN DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS T E S I S PARA OBTENER EL TÍTULO DE: L I C E N C I A D O E N D E R E C H O P R E S E N T A : JUAN GERARDO VÁSQUEZ JUÁREZ ASESOR: LIC. ADIN DE LEÓN GÁLVEZ MÉXICO, D. F. 2008 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 A MIS PADRES. Sra. María Herlinda Juárez Villanueva; Sr. Juan Marcelo Vásquez Santiago. Dedico este trabajo a mis padres, quienes por la gracia de Dios, me dieron la oportunidad de vivir, a ellos, por su paciencia, educación y comprensión. Gracias por su amor. LOS AMO. 3 AGRADECIMIENTOS A DIOS. Por enseñarme el camino de la fe. A MIS HERMANAS: LIDIA, ELENA Y MA. DEL ROSARIO. Por su apoyo y comprensión. Las quiero. A MI FAMILIA. En especial a Dieguito y a Jorgito; así como a mis tías Lucila y Ana; a mi primo Jorge y, a Victoriano Zamora. por el apoyo que me han brindado. A LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, A LA FACULTAD DE DERECHO Y SUS PROFESORES. Por el honor y el orgullo de formar parte de estas dos grandes instituciones y, por la enseñanza que recibo, alimentando en mí, el espíritu de superación y excelencia. AL LIC. ADÍN DE LEÓN GALVEZ. Por sus consejos y dedicación que me ha brindado a lo largo del tiempo en la supervisión de mi tesis. 4 A MI PUEBLO, SANTA MARÍA TUTLA, OAX. un rincón de la Mixteca Oaxaqueña que me impulsó a buscar la superación en la Universidad. A CONSULTORES ABOGADOS S. C. Porque ahí conocí a un gran maestro; Lic. Andrés Adolfo Rojas Corona. con cariño, admiración y respeto. A CUEVAS ABOGADOS S. C. Al Lic. Armando Arturo Cuevas Licea Pliego, por creer en mí y brindarme la oportunidad de colaborar en su despacho. A ELLA Por el apoyo incondicional que me brindó, por compartir conmigo momentos inolvidables. Gracias. A todas aquéllas personas que, a pesar de las circunstancias, en todo momento me han brindado su amor, apoyo, confianza y cariño., en especial a Amezcua Eduardo, Barón Isaura, Bernardo Concepción, Céspedes Gloria, Cisneros María, Flores David, García Ángeles, García Sandy, Gómez David, Guzmán Graciela, Lemus Irma, León Erika, Morales Laura E., Ramírez María, Ramírez Rocío, Rodríguez Mili, Sánchez Analy, Soriano Olga, Torres Araceli, Valencia Jesús, Vallarino Mary Carmen. ¡GRACIAS! 5 LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL Y SUS IMPLICACIONES EN LA ELECCIÓN DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS INTRODUCCIÓN-------------------------------------------------------------------------------------I CAPÍTULO PRIMERO------------------------------------------------------------------------------3 GOBIERNO Y ELECCIONES---------------------------------------------------------------------3 1.1 Concepto de Democracia---------------------------------------------------------------------3 1.2 Formas de democracia------------------------------------------------------------------------9 1.2.1 Democracia directa-------------------------------------------------------------------------10 1.2.2 Democracia semidirecta------------------------------------------------------------------ 14 1.2.3 Democracia indirecta---------------------------------------------------------------------- 16 1.3 Concepto de elecciones---------------------------------------------------------------------18 1.3.1 Importancia y funciones de las elecciones-------------------------------------------22 1.3.2 Legalidad de las elecciones--------------------------------------------------------------24 1.3.3 Legitimidad de las elecciones----------------------------------------------------------- 27 CAPÍTULO SEGUNDO---------------------------------------------------------------------------32 SISTEMAS ELECTORALES Y SISTEMAS DE PARTIDOS POLÍTICOS-----------32 2.1 Concepto de sistema electoral----------------------------------------------------------- 32 2.1 Concepto de sistema de partidos---------------------------------------------------------35 2.3 Clasificación de los sistemas electorales-----------------------------------------------40 2.3.1 Sistemas electorales mayoritarios---------------------------------------------------- 41 2.3.1.1 Mayoría absoluta-------------------------------------------------------------------------41 2.3.1.2 Mayoría relativa------------------------------------------------------------------------- 43 2.3.2 Sistemas electorales proporcionales--------------------------------------------------47 2.3.3 Sistemas electorales mixtos-------------------------------------------------------------54 2.4 El sistema electoral mexicano-------------------------------------------------------------57 CAPÍTULO TERCERO---------------------------------------------------------------------------63 LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL-------------------------------------------------------63 3.1 Concepto de segunda vuelta electoral--------------------------------------------------64 3.2 Antecedentes----------------------------------------------------------------------------------66 3.2.1 Francia----------------------------------------------------------------------------------------68 3.2.2 Argentina-------------------------------------------------------------------------------------70 3.2.3 Brasil------------------------------------------------------------------------------------------72 3.2.4 Costa Rica-----------------------------------------------------------------------------------74 3.2.5 Chile-------------------------------------------------------------------------------------------76 3.3 La segunda vuelta electoral en México-------------------------------------------------80 3.3.1 Regulación a nivel local------------------------------------------------------------------86 6 3.3.2 San Luis Potosí----------------------------------------------------------------------------87 3.3.2.1 Análisis de los procesos electorales con segunda vuelta en San Luis Potosís------------------------------------------------------------------------------90 CAPÍTULO CUARTO-----------------------------------------------------------------------------99 LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL Y SUS IMPLICACIONES---------------------99 4.1.1 Implicaciones económicas--------------------------------------------------------------100 4.1.2 Implicaciones políticas-------------------------------------------------------------------106 4.1.3 Implicaciones sociales-------------------------------------------------------------------115 4.2 Iniciativas de reformas presentadas por los partidos políticos-------------------120 4.2.1 Partido Acción Nacional-----------------------------------------------------------------121 4.2.2 Partido RevolucionarioInstitucional--------------------------------------------------125 4.2.3 Partido de la Revolución Democrática-----------------------------------------------129 4.2.4 Partido Convergencia--------------------------------------------------------------------133 4.3 La pertinencia de la segunda vuelta en la elección del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos-----------------------------------------------------------136 PROPUESTA--------------------------------------------------------------------------------------140 CONCLUSIONES--------------------------------------------------------------------------------145 BIBLIOGRAFÍA-----------------------------------------------------------------------------------149 7 I N T R O D U C C I Ó N Como exponemos en nuestra definición de democracia, ésta no solo consiste en procesos electorales libres a través del cual se nombran a los representantes, sin embargo, la democracia actual es inconcebible sin la práctica de elecciones libres y legítimas, es decir, unas elecciones en las que la mayoría de los electores designen a quien los gobierne. En efecto, las elecciones son la designación de representantes en una sociedad para ocupar algún cargo o empleo, pero son también fuente de legitimación de un sistema democrático, por lo que, un gobierno se reconoce como legítimo y democrático si surge de elecciones libres y legítimas. En este orden de ideas, el triunfo que obtuvo el Partido Acción Nacional en las últimas elecciones federales, las del año 2006, fue cuestionado principalmente por su legitimidad, al igual que las elecciones federales de 1988, dejaron una incertidumbre en un sector importante de la población. La diferencia del .58% que separó a los dos candidatos que alcanzaron más votos, nos obliga a pensar en la viabilidad de unas segundas elecciones entre los dos candidatos más votados, dotando así de una mayor legitimidad al triunfador. La segunda vuelta electoral o ballottage, es una forma de elección que busca otorgar una mayoría absoluta, al tiempo que dota de una mayor legitimidad a uno de los dos candidatos ganadores, quienes originariamente partieron de un primer acto electoral. Si bien es cierto que, respecto al candidato triunfador, la última palabra la tiene el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la aceptación del 8 candidato ganador podría ser mayor cuando los mismos electores lo legitimen con su voto, un mecanismo que podría ayudar, es la segunda vuelta electoral. La segunda vuelta electoral, es una forma de elección contemplada por muchos países, entre otros, Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Francia, etcétera. Como se expone en esta tesis, en cada uno de los países anteriormente señalados, la figura de la segunda vuelta electoral, tiene una regulación propia. Cada una de las Constituciones Políticas de estos países establecen las reglas para que se lleve a cabo la segunda vuelta, sin embargo, en la mayoría de ellos, la segunda vuelta electoral tiene como una de sus características principales, dotar de legitimidad al gobernante. En nuestro País, solo San Luis Potosí tuvo una experiencia con este sistema electoral, tema que se aborda en la presente tesis. A lo largo de este trabajo, surgen diversas interrogantes respecto a la necesidad de implementar una segunda vuelta electoral en el sistema político mexicano, por ejemplo, ¿qué ventajas y desventajas trae consigo este tipo de sistema?, ¿qué garantiza una segunda vuelta electoral?, ¿vendría una segunda vuelta a legitimar una elección?, el sistema político mexicano actual, ¿no resuelve cuestiones de legitimidad?. En esta tesis, se abordan las respuestas a las interrogantes anteriormente planteadas y, para una mayor explicación, esta tesis se divide en cuatro capítulos en los que tratamos de responder a tales inquietudes. Para fines didácticos, encontramos en el primer capítulo conceptos generales de democracia, gobierno y elecciones, formas de democracia y qué son unas elecciones legítimas y unas elecciones legales. En el capítulo segundo encontramos clasificación y concepto de sistemas electorales y de partidos, así como un breve estudio del sistema electoral mexicano. 9 En el tercer capítulo se aborda el tema de la segunda vuelta electoral, su concepto y antecedentes, así como su regulación en países como Francia, Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica. En nuestro País, sólo el Estado de San Luis Potosí la ha implementado a nivel municipal. Se hace un estudio comparativo de su aplicación en los años que estuvo vigente. Finalmente, en el capítulo cuarto se hace un balance de todas las ventajas y desventajas que una segunda vuelta electoral trae consigo. De manera semejante, se analizan las distintas iniciativas federales que sobre el tema están pendientes, así como la pertinencia de la segunda vuelta en la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Por lo anterior, el objetivo de esta tesis, es presentar la viabilidad de una segunda vuelta electoral en la elección del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, subrayando las considerables ventajas que este sistema podría traer a la democracia mexicana. 3 CAPÍTULO PRIMERO GOBIERNO Y ELECCIONES 1.1 Concepto de democracia Al hablar de democracia, encontramos distintas definiciones, desde unas muy simples hasta otras muy complejas, sin que haya una precisa y universal. Las mismas circunstancias políticas, sociales y económicas prevalecientes, así como factores históricos, tradicionales y culturales de una sociedad, dan la forma específica a la democracia en un país. A través del tiempo, muchos pensadores se han preocupado por definir a la democracia y, no obstante los diversos significados que de democracia existen, es necesario abordar una definición que nos permita un mejor análisis respecto al tema a desarrollar, una segunda vuelta electoral. Y toda vez que la segunda vuelta debe realizarse en un sistema de elecciones libres y democráticas, consideramos que es necesario en primer lugar el estudio de la democracia y de las elecciones. La palabra democracia proviene del griego demokratia, de demos, pueblo y, Kratos autoridad (también fuerza o poder), tal como se advierte de las siguientes definiciones: El Diccionario Jurídico Mexicano define a la democracia: (Del griego demos, pueblo y, kratos, fuerza, poder, autoridad). Como la doctrina política según la cual la soberanía pertenece al conjunto de los ciudadanos, principio que enuncia la frase célebre: el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; régimen político caracterizado por la participación de los ciudadanos en la organización del poder público y en su ejercicio. 4 En acepción moderna y generalizada, democracia es el sistema en que el pueblo en su conjunto ejerce la soberanía y, en nombre de la misma, elige a sus gobernantes1. Como bien lo define el Diccionario Electoral del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL), el origen etimológico de la palabra (Demos = pueblo; Kratos = gobierno), que nos define a la democracia como el gobierno del pueblo, es importante para iniciar la comprensión del sentido del concepto, sin embargo es insuficiente para su caracterización completa. La idea de democracia como gobierno del pueblo, resulta esencial para la comprensión de sus elementos, no obstante, no alcanza para definir la democracia constitucional moderna, ya que los conceptos de pueblo y gobierno de la mayoría han cambiado con el transcurso de los siglos, además de que hoy la idea de la democracia está unida indefectiblemente a lo que es el estado de derecho, a la igualdad jurídica de todos los hombres, al reconocimiento de los derecho humanos de todos los individuos y al preciso y necesario reconocimiento de los derechos de todas lasminorías2. La palabra democracia, según el Diccionario de la Lengua Española significa: “Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado”3. Sobre el concepto, Francisco Nitti señala que en la antigüedad, la democracia era “aquella forma de gobierno en que todos los ciudadanos tenían igualdad de derechos, y todos los ciudadanos, sin distinción de clases sociales, de nacimiento o de 1 Diccionario Jurídico Mexicano. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Quinta edición. México, Editorial Porrúa, 2001, pp. 892-894. 2 Véase Diccionario Electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Primera edición, CAPEL Costa Rica 1989. pp. 200-201. 3 Diccionario de la Lengua Española. Tomo I. Vigésima primera edición. Madrid, Real Academia Española, 1992, p. 678. 5 fortuna, expresan mediante el sufragio, su soberana voluntad y tienen iguales derechos de participación en la vida pública”4. Así, de las investigaciones que diversos estudiosos han hecho del tema, tenemos que en un principio se entendió a la democracia en su significado elemental, como una forma de gobierno ejercida por el pueblo; tal como se advierte del siguiente párrafo: “...Tenemos una República que no sigue las leyes de las otras ciudades vecinas y comarcanas, sino que da leyes y ejemplo a los otros, y nuestro gobierno se llama democracia, porque la administración de la República no pertenece ni está en pocos sino en muchos. Por lo cual cada uno de nosotros, de cualquier estado o condición que sea, si tiene algún conocimiento de virtud, tan obligado está a procurar el bien y honra de la ciudad como los otros, y no será nombrado para ningún cargo, ni honrado, ni acatado por su linaje por pobre y de bajo sueldo que sea, con tal que pueda hacer bien y provecho a la República, ni será excluido de los cargos y dignidades Públicas...”5. A través de la historia, diversas teorías elaboraron distintos conceptos de democracia, para la teoría clásica o aristotélica, la democracia se entendió como el gobierno del pueblo, de todos los ciudadanos, o de todos aquellos que gozan de ser ciudadanos, comparada con la monarquía en donde gobierna uno solo, o bien de la aristocracia, en donde gobiernan pocos. En la teoría medieval se toma en cuenta la soberanía popular y, aquí podemos hablar ya de un gobierno que surge del pueblo y puede ser representativo, o bien de un gobierno que deriva del príncipe y se transmite por delegación del superior al inferior. La teoría moderna, identifica dos formas esenciales de gobierno, la monarquía y la república, ésta como sinónimo de 4 NITTI, Francisco. La democracia Tomo I, primera edición, Editorial M. Aguilar, 1932, p.14. 5 TUCÍDEDES. Guerra del Peloponeso Capítulo VII. Discurso de Pericles en loor de los muertos. México, Secretaría de Educación Pública 1945. Tomo 76 de la Biblioteca Enciclopédica popular de la Secretaría de Educación Pública, pp. 27-28. 6 democracia, pues el periodo revolucionario transforma ideales democráticos, en ideales republicanos6. Ahora bien, al mismo tiempo que se elaboran conceptos de democracia, se les incorporan otros elementos en su definición, por lo que la definición originaria de democracia como gobierno ejercido por el pueblo no es suficiente, tal como podemos advertir de las siguientes definiciones: El maestro Andrés Serra Rojas, define a la democracia como un sistema de gobierno en el cual intervienen la mayoría de los ciudadanos en la organización del poder público y, como sistema de organización social y política, como el tipo de organización en que todo pueblo participa de manera activa y efectiva en todos los procesos que tienen lugar en la sociedad7. A su vez, el maestro Ignacio Burgoa Orihuela menciona que la democracia como forma de gobierno, es “una estructura jurídicamente sistematizada en cuanto se crea y organiza por el orden fundamental de derecho o Constitución, cuyo origen, contenido y finalidad, es el pueblo”8. Explica el maestro que es toda una combinación de diversos principios que reunidos forman un orden jurídico fundamental del Estado, instituciones jurídico- políticas, demarcaciones normativas al poder público y a los fines estatales a cuyo servicio éste se ejercita9. 6 Véase BOBBIO, Norberto, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. Diccionario de política, séptima edición, México. Editorial siglo XXI, 1991, pp. 440-441. 7 SERRA ROJAS, Andrés. Diccionario de Ciencia Política. Segunda edición. México. Editorial Fondo de Cultura Económica. 1998, pp. 319-324. 8 BURGOA, Ignacio. Diccionario de derecho constitucional, garantías y amparo. Séptima edición. México. Editorial Porrúa 2003, p. 110. 9 Ídem 7 Como podemos observar, las normas jurídicas, las reglas de la costumbre, el sufragio, los procesos electorales, la inclusión de las minorías, por ejemplo, son parte de una democracia. Sobre el tema, resulta de importancia lo señalado por Alain Touraine en el entendido de que la democracia, “va más allá de unos procedimientos o unas instituciones; ya que es la fuerza social y política que se empeña en transformar el Estado de derecho en un sentido que corresponda a los intereses de los dominados”10. Es decir, la democracia tiene entre otros fines, la creación de un Estado que atienda los derechos y las necesidades de la población en general. De igual modo señala que un poder popular no puede llamarse democrático si no se acuerda y reemplaza por una libre elección y, tampoco hay democracia si una parte importante de los gobernados no tiene derecho al voto, por lo que la democracia existe cuando se crean espacios políticos que protegen los derechos de los ciudadanos contra la omnipotencia del Estado11. En este orden de ideas, de conformidad con lo señalado por Raymundo Pérez Gándara, una democracia no puede entenderse como tal, si no se constituye de las siguientes reglas fundamentales: • La regla de la mayoría. Base sobre la cual se apoyan las decisiones colectivas; • La regla del derecho a participar directa o indirectamente en la toma de decisiones colectivas; • La regla de la garantía de los derechos políticos: libertad de expresión, libertad de reunión, libertad de asociación, libertad de sufragio, libertad de 10 TOURAINE, Alain. ¿Qué es la democracia?. Primera reimpresión de la segunda edición, México, Editorial Fondo de Cultura Económica, p. 36. 11 Ibíd. p. 43 8 voto pasivo y activo, libertad de oposición y libertad de disenso, es decir, todas aquellas condiciones indispensables sin las cuales no es posible el ejercicio democrático; • La garantía de la alternancia en el poder; • La garantía de las minorías • La garantía del respeto a las normas jurídicas y a las reglas no escritas de la costumbre política12. En este contexto y, como lo expresa Giovanni Sartori,13 “el problema de la democracia es complejo, desde siempre, el término democracia ha indicado una entidad política, una forma de Estado y de gobierno, y así ha permanecido como la acepción primaria del término”. No obstante las diversas democracias14 de las que actualmente se habla, en primer lugar, abordaremos la democracia constitucional. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 39, nos dice que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Es decir, el pueblo dice “el cómo” y el “para qué” de su organización política,por lo que en el artículo 40 de la Carta Magna se señala que, es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal compuesta de Estados libres..., a su vez, el artículo 3 constitucional considera a la democracia no 12 Véase PÉREZ GÁNDARA, Raymundo. Democracia y representación como presupuestos del derecho electoral en Apuntes de Derecho Electoral. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. México, 2000. pp. 55-56. 13 SARTORI Giovanni. ¿Qué es la democracia? 1ra. reimpresión 2004 de la 1ra edición. México Editorial Taurus 2003, p.24. 14 Democracia social, democracia económica, democracia representativa, democracia política, democracia socialista, entre otros. 9 solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. En este sentido, el maestro Andrés Serra Rojas, indica que la democracia constitucional, “es la forma de gobierno que se asienta sobre una distribución del poder entre los diferentes participantes en el mismo. Se trata de establecer un equilibrio entre las diferentes fuerzas pluralistas que se encuentran compitiendo dentro de la sociedad estatal, siendo garantizada la debida esfera para el libre desarrollo de la personalidad humana. Todos estos principios se recogen en la Constitución”15. A partir de lo anterior, encontramos elementos afines que nos permiten la siguiente definición de democracia: La forma de gobierno jurídicamente sistematizado y organizado en base a normas jurídicas y, a reglas de la costumbre y la política imperantes en un Estado de derecho, en la que la mayoría del pueblo en igualdad de condiciones, a través del sufragio, participa en procesos electorales libres y nombra a sus representantes, reservando un espacio para la expresión de las minorías y, para la alternancia en el poder. 1.2 Formas de democracia En el apartado anterior, vimos el significado de democracia y, nuestra definición, en términos generales abarca a la democracia directa, a la democracia semidirecta y a la democracia representativa, ya que las tres formas de democracia se refieren a un sistema político y de gobierno basado en la expresión mayoritaria del pueblo, sin embargo, es necesario el estudio de cada una de estas formas de democracia por el uso que de ellas se hace, incluyendo las diferencias y ventajas que contienen. 15 SERRA ROJAS, Andrés. Ob. Cit. p. 319. 10 A partir de lo anterior es importante la explicación que hace la maestra María del Carmen Alanís Figueroa, en el sentido de que democracia directa y democracia representativa son conceptos que no obstante sus similitudes, guardan entre sí profundas diferencias; mismas que han generado la creencia equívoca de que son términos antagónicos. Y de acuerdo con lo que señala, la democracia directa está relacionada con la participación directa en asambleas populares de los miembros que constituyen un pueblo. Por su parte, la democracia participativa, se refiere al mecanismo sobre el cual descansa fundamentalmente la democracia moderna: el sufragio universal, basado a su vez en los valores democráticos de igualdad y libertad16. Las primeras democracias en el mundo fueron las ciudades-estado de la antigua Grecia, en las cuales los ciudadanos adultos votaban directamente sobre los asuntos importantes. Como esto implicaba demasiado consumo de tiempo y era complicado para una población completa reunirse cada vez que debía tomarse una decisión, se dio el paso de una democracia directa a una democracia representativa, en la cual un pequeño número de personas son elegidas para actuar en nombre de otras. En este contexto, por lo que a esta tesis se refiere, analizaremos tres tipos de democracia. 1.2.1 Democracia directa. El maestro Andrés Serra Rojas define a la democracia directa como “el modelo de gobierno en que el pueblo, esto es, la totalidad de aquellos que según la costumbre o la ley están considerados como ciudadanos dotados de todos los derechos, se reúne en asambleas o en comités para llevar a cabo la función de tomar decisiones políticas y ejercer el control político, así como para participar en la ejecución de la decisión tomada o en la reparación si la decisión ha sido violada”17. 16 Cfr. ALANÍS FIGUEROA, Ma. del Carmen. Sistema representativo y democracia semidirecta. Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, primera edición, México Editorial Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2002, p. 33. 17 SERRA ROJAS, Andrés. Ob. Cit. p. 320. 11 No obstante la definición propuesta por el tratadista citado, para él la democracia directa solo existe en teoría, ya que por meros impedimentos físicos, en la práctica no puede existir. De manera semejante, Raymundo Pérez señala que por democracia directa, se entiende al régimen político en el que los ciudadanos ejercen por sí mismos los poderes del Estado, sin intermediarios o representantes. En el entendido de que tal función estatal, se refiere a los aspectos legislativos, ya que es material y lógicamente imposible que tanto las funciones ejecutivas como las judiciales fuesen desempeñadas por todos y cada uno de los ciudadanos. Esta posibilidad de democracia directa sólo es posible aplicarse en comunidades pequeñas. Es la forma en la que el pueblo, reunido en asamblea, toma personalmente todas y cada una las decisiones estatales18. En adición a lo anterior, Giovanni Sartori19 define a la democracia directa como: “una democracia sin representantes y sin representación” es inmediatez de interacciones señala. Democracia directa es una relación directa cara a cara entre verdaderos participantes. Dadas las anteriores definiciones, tenemos que los antiguos, sobre todo los griegos, apostaron a la democracia directa, en donde el pueblo reunido en asamblea, ejercía el poder supremo directamente y, cualquier forma de autoridad tenía origen en él y estaba controlada por él de un modo continuo y metódico, con tal asiduidad, que las magistraturas o funciones ejercidas por delegación no perdían nunca contacto con la fuente de la cual emanaban. En los primeros tiempos, las asambleas se celebraron en el ágora o plaza del mercado, punto central de la ciudad al que convergía toda actividad humana y, donde concurrían los habitantes de las más diversas ocupaciones. El sentimiento democrático del pueblo ateniense no se compagina muy bien con un respeto absoluto hacia la 18 Véase PÉREZ GÁNDARA Raymundo, Apuntes de Derecho Electoral. Ob. Cit. p. 58. 19 SARTORI Giovanni. Ob. Cit. p 120. 12 majestad, porque cada ciudadano se consideraba en condiciones de desempeñar el cargo temporalmente y exigir a los demás igual obediencia que la que él debía prestarle. Como podemos observar, en una democracia directa, las principales decisiones políticas, se toman por los ciudadanos reunidos en asambleas, sin intermediario alguno. Al mismo tiempo se aprecian dos elementos fundamentales en las democracias directas. La igualdad y la libertad. La primera es básica en las democracias antiguas, por lo que en una democracia directa, todos los ciudadanos tiene los mismos derechos. Ahora bien, si la libertad y la igualdad son bases fundamentales de toda democracia, cuanto más completa sea esta igualdad en los derechos políticos, estaremos en mayores posibilidades de mantener una democracia más pura. Vemos así, que la llamada democracia directa, la que es ejercida por el propio pueblo, se ha conservado en algunos lugares y regiones del mundo, aunque es una forma de gobierno que no puede serimplementada fácilmente, sobre todo si se toma en cuenta la cantidad de habitantes de un país. En México por ejemplo, con sus más de 100 millones de habitantes, qué difícil sería gobernarse con esta forma de gobierno, en la que todos tomen las decisiones. Simplemente resulta complicado, no obstante, esta forma de democracia se practica en algunas regiones municipales, sobre todo en aquellas que se rigen por usos y costumbres. Dicho lo anterior, y en el entendido de que la democracia directa por excelencia, es la democracia clásica, la surgida y practicada en la antigüedad, coincidimos con David Held20 en el siguiente resumen: Principios justificativos 20 HELD, David. Modelos de democracia. Primera edición. España, Alianza Editorial, 1992, p. 50. 13 • Los ciudadanos deben disfrutar de la igualdad política para que puedan ser libres para gobernar y ser a su vez gobernados. Características fundamentales • Participación directa de los ciudadanos en las funciones legislativa y judicial. • La asamblea de ciudadanos ejerce el poder soberano. • El ámbito de acción del poder soberano incluye todos los asuntos comunes de la ciudad. • Existen múltiples métodos de selección de los cargos públicos (elección directa, sorteo, rotación). • No existen distinciones de privilegio entre los ciudadanos ordinarios y los que ocupan puestos públicos. • Con excepción de los puestos relacionados con el ejército, el mismo puesto no puede ser ocupado dos veces por el mismo individuo. • Mandatos breves para todos los puestos. • Los servicios públicos están remunerados. Condiciones generales • Ciudad-estado pequeña. • Economía de esclavitud, que deja tiempo libre para los ciudadanos. • Trabajo doméstico, es decir, el trabajo de la mujer, que libera a los hombres para los deberes públicos. • Restricción de la ciudadanía a un número relativamente pequeño. 14 1.2.2 Democracia semidirecta. Como se observa en el apartado anterior, por sus propias características, la democracia directa resulta difícil de aplicar, sin embargo existen modalidades que en principio conservan algunas características de la democracia directa y, que combinadas con la democracia representativa dan origen a la democracia semidirecta. Lo común es que el poder político se ejerza normalmente por los representantes del electorado, solo que en determinados momentos y, bajo ciertas circunstancias, pueden participar los ciudadanos de una manera directa a través de la iniciativa popular, la revocación popular, el veto popular, el referéndum y el plebiscito, siendo estos dos últimos los más comunes. A la combinación de la democracia directa con la democracia representativa, se le llama democracia semidirecta21. Sobre el tema, la Carta Democrática Interamericana reafirma que el ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del Estado de derecho y los regímenes constitucionales de los estados miembros de la Organización de los Estados Americanos. Pero permite que esta democracia representativa se refuerce con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía dentro del marco del orden constitucional de cada país y, la considera como un derecho de participar en las decisiones relativas a su propio desarrollo, es decir, se permite el establecimiento de la democracia semidirecta a través de las modalidades que en la definición anterior quedaron establecidas. En este contexto, autores como Luis Aguilar de Luque señala que la democracia semidirecta que mejor se practica existe en la Confederación Helvética, sin embargo no es más que una combinación de las distintas modalidades de participación, por lo que nada tiene de especial, simplemente es la práctica de estos procedimientos con mayor tiempo22. 21 Cfr. PÉREZ GÁNDARA, Raymundo. Apuntes de Derecho Electoral. Ob. Cit. p. 59 22 Cfr. AGUILAR de LUQUE, Luis. Democracia directa y estado constitucional, primera edición. España, Editorial de Derecho Reunidas, 1977, p. 51. 15 Así pues, tanto el plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular son, en su sentido original procedimientos de democracia semidirecta. Resulta de importancia la característica señalada por Marco Justo López23 sobre la democracia semidirecta, una base representativa a la que se le agregan o adicionan, de tal manera que modifican la naturaleza propia del régimen representativo, diversas modalidades. En esencia, las formas semidirectas configuran en realidad un régimen representativo modificado o, si se quiere, un régimen representativo no puro. Y como bien lo menciona, las formas semidirectas consisten en diversos mecanismos o procedimientos mediante los cuales el cuerpo electoral participa directamente en la función constituyente o legislativa realizada por los órganos representativos, o adopta decisiones acerca de sus integrantes o de decisiones políticas fundamentales sobre determinados problemas. Se precisa que tales formas semidirectas no deben confundirse con la democracia directa. La diferencia esencial radica en que a través de las primeras actúa el cuerpo electoral (órgano de la democracia representativa) y no la asamblea popular, lo cual significa un modo diferente de actuación: en un caso, cada ciudadano vota aisladamente; en el otro, la votación se hace en reunión. Ahora bien, de atender puntualmente a estos mecanismos de la democracia, pueden ser medios importantes para el control del poder y de la clase política. Todas las formas semidirectas tienen su importancia especial y, varias constituciones latinoamericanas han aceptado estos mecanismos, por lo que en atención a su contenido democrático y a su utilidad, es conveniente mantenerlas y ponerlas a funcionar de acuerdo a las condiciones y posibilidades de cada país. 23 JUSTO LÓPEZ, Marco. Manual de derecho político. Ob. Cit. p. 469. 16 1.2.3 Democracia indirecta. Por lo que respecta a la democracia indirecta, también llamada representativa, el maestro Andrés Serra Rojas24 la define como “un sistema político en que se dice que es el pueblo el que gobierna, a través de representantes que son elegidos periódicamente. Como la democracia directa no puede funcionar, la única forma posible de que funcione la democracia es con la democracia indirecta o representativa”, como lo vimos anteriormente, se acude a algunos mecanismos para tratar de acercar la indirecta a la directa y éstos son: el referéndum, el plebiscito, la iniciativa de ley reconocida a cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos. Etimológicamente el vocablo representación proviene del latín representatio y éste de repraesento (hacer presente, poner ante los ojos, representar, reproducir); a su vez repraesento, en clásica concepción, deriva de repraesum (estar delante, estar al frente de), que se divide en prae, con origen en la raíz sánscrita pra que refuerza la significación del verbo sum, lo mismo que la expresión colectividad25. De idéntica forma, Marco Justo López señala que “la acción de representar es la relación establecida entre los miembros de un grupo humano jurídicamente organizado (representado) con un órgano (representante), en virtud de la cual la voluntad de este último se considera como expresión de la voluntad de aquéllos”26. Cabe destacar que la representación dispone de elementos básicos fundamentales como son: elecciones libres, legales y legítimas, separación de poderes, jerarquía de normas. 24 SERRA ROJAS, Andrés. Ob. Cit. p. 320. 25 Véase International Encyclopedia of the Social Sciences. Representational Systems, vol. 13. The Free Press. Nueva York, 1968, p. 465. cit, por. PÉREZGÁNDARA, Raymundo. Apuntes de derecho electoral. Ob. Cit. p. 63. 26 JUSTO LÓPEZ, Marco. Manual de derecho político. Ob. Cit. p. 428. 17 En consonancia a lo anterior Miguel de la Madrid señala que la “representación democrática comprende a toda autoridad judicial, ejecutiva o legislativa, cuya legitimidad consiste en ser y actuar como una representación del pueblo. En sentido estricto, se reserva el nombre de representantes para aquellos que han sido designados por elección popular, la idea de representación queda vinculada a la elección. Para que haya representación democrática debe ofrecerse alternativa al elector, es decir, debe haber pluralidad de candidaturas o libertad para presentarlas”27. Entendido así, las democracias actuales en todo caso han sido indirectas o representativas, puesto que la democracia directa como se observó en el apartado anterior, es difícil de practicarse y la representación resulta el medio más idóneo en prácticas de democracia masiva. En opinión de Miguel de la Madrid, “una democracia moderna requiere ser representativa, es decir, basarse en el principio de la representación política, para lo cual hace uso de la técnica electoral. El pueblo –los ciudadanos en su conjunto- no elige, de hecho, bajo este principio, las políticas a seguir o las decisiones a tomar sino que elige a representantes que serán los responsables directos de tomar la mayoría de las decisiones de gobierno”28 Concluyendo, la democracia representativa o indirecta es en el mejor de los casos, un sustituto imperfecto de la participación individual y uno de sus objetivos es asegurar que las opiniones y deseos del pueblo estén representados adecuadamente, es decir, la representación debe ser proporcional al peso de cada corriente de opinión29. 27 DE LA MADRID HURTADO, Miguel. Sistema representativo y democracia semidirecta. Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, primera edición, México Editorial Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2002, p. 430. 28 Ibídem. p. 599. 29 Véase ARBLASTER, Anthony. Democracia, primera edición, España, alianza editorial, 1992, p. 127. 18 1.3 Concepto de elecciones Tomando en consideración que las elecciones son el medio que tienen los electores para expresar su voluntad respecto a la conformación y dirección de su gobierno y, que en combinación con un sistema electoral adecuado, otorgan una legitimidad indiscutible al gobernante que triunfa en la competencia, abordamos en este apartado, el estudio de las elecciones. El Diccionario de la Lengua Española define la palabra elección (Del latín. Electio-onis). Acción y efecto de elegir. Como el nombramiento que regularmente se hace por votos, para algún cargo, comisión, etcétera. Deliberación, libertad para obrar. Emisión de votos para elegir cargos políticos30. La palabra elegir.- (Del latín. eligere). Escoger, preferir a una persona o cosa para un fin. Nombrar por elección para un cargo o dignidad31. A su vez, el Diccionario Jurídico Mexicano señala que para efectos de estructurar un sistema democrático representativo se requiere crear los canales necesarios para traducir la opinión de los ciudadanos acerca de quienes deben ser sus representantes y de que manera debe ser gobernado el país. Ello implica la organización de elecciones que se celebren en intervalos de relativa frecuencia. De aquí que las elecciones vengan a significarse como el procedimiento a través del cual la ciudadanía determina, por medio del voto, quienes de los candidatos participantes deben ocupar los cargos de elección popular en los tres niveles de poder que integran la república federal mexicana: federación, estados y municipios32. 30 Diccionario de la Lengua Española. Tomo II. Vigésima primera edición. Real Academia Española. Madrid 1992, pp. 795-796. 31 Ídem. 32 Véase Diccionario Jurídico Mexicano. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Segunda edición. México, Editorial Porrúa, 2001, pp. 1244-1245. 19 En opinión de Rogelio Moreno Rodríguez, elección “es el método de designación de representantes o dirigentes de un grupo social generalmente mediante el voto de sus miembros”33. De idéntica forma, José Alberto Garrone menciona que elección es un método común de designar la preferencia que muchas personas dan a otra para desempeñar un oficio, empleo, o cargo cuyo nombramiento les corresponde colectivamente. Elecciones, señala, es la base del sistema representativo y fundamento para que los triunfadores, ejerzan legítimamente el poder, en virtud de la ley de las mayorías34. Aunque más que fundamento, podemos señalar que las elecciones son una fuente de legitimación de un sistema democrático. En términos parecidos, encontramos en la política, de Juan Ontza, que elección es el nombramiento de una o más personas a través del sistema de votos para desempeñar un cargo, así, las elecciones constituyen un sistema democrático de votación, con el cual los electores eligen a las personas destinadas para la administración del estado y, para la representación de los mismos electores35 De conformidad con los conceptos anteriores, tenemos que elección es una designación de representantes en una sociedad para ocupar un cargo o empleo, generalmente se hace por votos. En efecto, todos los conceptos que anteriormente quedaron descritos, se refieren en un primer término a la designación o nombramiento que los electores hacen respecto a las personas que los gobernará y representará, sin embargo, como lo mencionamos anteriormente, las elecciones son también una fuente de legitimación de un sistema 33 MORENO RODRÍGUEZ, Rogelio. Diccionario Jurídico, segunda edición, Argentina, Editorial de Derecho y Economía, Talleres Gráficos de la ley, 1998, p. 295. 34 Cfr. GARRONE, José Alberto. Diccionario Jurídico Abeledo-Perrot, Tomo II, primera edición, Argentina, Editorial Abeledo-Perrot, 1986, pp. 16-17. 35 Véase ONTZA, Juan (director). La política. Madrid, ediciones mensajero, 1983, pp. 211-212. 20 democrático, porque un gobierno se reconoce como legítimo y democrático si surgió de elecciones libres y universales. Dieter Nohlen indica que, al mismo tiempo que legitiman un sistema democrático, las elecciones son un medio de participación para los electores en el proceso político, de tal manera que sin participación política no hay legitimidad36. Es decir, debe haber una participación libre y oportuna de los electores para ejercer el sufragio, de lo contrario no es posible la conformación de gobiernos legítimos y democráticos. En este orden de ideas, siguiendo a José Antonio Crespo, unas elecciones democráticas tienen las siguientes características: a) Las oportunidades de triunfo deben ser iguales para todos los contendientes, de modo que sean sus propios méritos políticos los que decidan el veredicto. Esto, evidentemente, es un ideal a alcanzar, pues en ningún régimen la equidad es completa. Sin embargo, sí es posible determinar si las ventajas de que pueda gozar un partido, típicamente el partido en el gobierno, son o no decisivas en el resultado; b) El triunfo, sólo se podrá disfrutar por un tiempo determinado, pasado el cual se volverá a disputar en nuevas elecciones. Es decir, las elecciones deben guardar cierta periodicidad más o menos fija, de modo que quienes pierden en una ronda tengan la oportunidad de ganar el premio mayor en la siguiente; c) En estas condiciones, queda abierta la oportunidad para que la oposición se convierta en gobierno y, las minorías en mayorías, lo cual ayuda a que los perdedores desconozcan el resultado. Ya que si el poder se disputara una vez y36 Véase NOHLEN, Dieter. Sistemas electorales y partidos políticos, tercera edición, México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 14. 21 para siempre, el desconocimiento vendría de facto, así pues, la periodicidad electoral tiene también sentido en términos de hacer políticamente responsables a los gobernantes; d) El ganador que triunfa en una ronda, tiene el derecho de ejercer el poder durante el periodo fijado, pero no brinda el de obtener ventajas formales en la siguiente ronda electoral. Si esto fuera así, se rompería de manera definitiva la equidad de oportunidades, vulnerándose la posibilidad de que la oposición pueda convertirse en algún momento en gobierno. Por eso mismo, una regla fundamental de la democracia consiste en que el partido en el poder no podrá echar mano de los recursos del Estado para promover su reelección en las siguientes elecciones, añadiríamos nosotros, ceder el espacio reservado a la alternancia. e) El vencedor en cada ronda electoral no tendrá derecho a ocupar todos los puestos y niveles del poder, sino sólo algunos de los más importantes. La oposición tendrá derecho a ocupar algunos otros puestos menores de poder, tales como escaños en el congreso, gubernaturas y alcaldías. Esta regla contribuye a mantener el equilibrio entre las fuerzas políticas y, f) Hay una sanción específica para el partido o candidato que, tras resultar perdedor en una elección competitiva, intente desconocer el veredicto por cualquier medio y, en particular, por la fuerza. De este modo, el desconocimiento del veredicto implicará cierto riesgo para quien lo intente y, en caso de fracasar, un fuerte costo político, con esto se pretende disuadir a los actores de cualquier intento de pasar por encima de un veredicto desfavorable, sin fundamentos para ello y por la vía extralegal37. 37 Véase CRESPO, José Antonio. Elecciones y democracia. Primera edición. México IFE 1995 pp. 25-27. 22 1.3.1 Importancia y funciones de las elecciones. Sobre este tema, Arturo Núñez Jiménez señala que, “en las democracias las elecciones constituyen el medio por excelencia para designar a los gobernantes, concretan la relación entre quienes concurren a las urnas a seleccionar a los representantes y los que aspiran a serlo. Como medio para vincular a gobernantes y gobernados, las elecciones representan tanto un método como una técnica de designación. En ambos casos implican un procedimiento formal, establecido generalmente en la legislación electoral”38. De acuerdo con lo que Arturo Núñez Jiménez señala, una auténtica elección dependerá de las reglas establecidas en todas y cada una de las leyes creadas para tal efecto, pero también de las condiciones políticas prevalecientes en cada país y, tomando como referencia la definición anterior, podemos considerar que las elecciones son el principal medio con el que cuentan los electores para que las mayorías expresen su participación política, pero también una fuente de legitimación derivada del consentimiento mayoritario expresado por los electores. A mayor abundamiento, Dieter Nohlen señala que dependiendo del criterio de la libertad y de la oportunidad de elegir que el ciudadano efectivamente tiene, es posible distinguir entre: • Elecciones competitivas: • Elecciones semicompetitivas, y • Elecciones no competitivas. Cuando los electores ejercen el sufragio libremente entre dos opciones distintas, se dice que se trata de elecciones competitivas. 38 NUÑEZ JIMÉNEZ Arturo. El sistema electoral mexicano, México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 1998, pp. 42-43 23 Si no existen para el ciudadano la oportunidad y la libertad de elegir o simplemente no están al alcance de todos, se habla de unas elecciones no competitivas y, cuando estos dos criterios se ven limitados, estamos ante unas elecciones semicompetitivas39. Ahora bien, las funciones40 más importantes de una elección son: • Producir representación, • Producir gobierno y, • Ofrecer legitimación. Producen representación porque a través de las elecciones se designa a quienes formarán parte de los órganos de representación, A través de las elecciones se produce gobierno, toda vez que se nombra a autoridades encargadas de aplicar programas políticos ofrecidos durante las campañas electorales. La legitimación que una elección ofrece, es porque a través de ellas se expresa la voluntad libre y mayoritaria del pueblo. En virtud de lo anterior y de acuerdo con el maestro Adín de León Gálvez41, consideramos de importancia reproducir los siguientes elementos: • Mediante las elecciones, los ciudadanos eligen a quienes integrarán los órganos de representación por un periodo determinado; 39 Véase NOHLEN, Dieter. Sistemas electorales y partidos políticos, tercera edición, México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 12-13. 40 NUÑEZ JIMÉNEZ Arturo. Ob Cit, p. 43 41 DE LEÓN GÁLVEZ, Adín. La organización de las elecciones en apuntes de Derecho Electoral. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. México 2000. pp. 296-297. 24 • El desarrollo de una elección conlleva la ejecución de un procedimiento o conjunto de actos que preparan los recursos humanos y materiales que hacen posible el ejercicio del derecho al voto; y • El diseño del método o procedimiento que hace posible el desarrollo de una elección, está a cargo de una organización o autoridad que cuenta con una estructura propia. En este orden de ideas, son trascendentes las condiciones en que se realicen las elecciones, observar que se cumpla con la imparcialidad, la limpieza y conforme a los ordenamientos que las regulen y, en el entendido de que son también una fuente de legitimación, la legitimidad derivada del consentimiento mayoritario expresado por los electores es importante. 1.3.2 Legalidad de las elecciones. En el apartado precedente, quedó asentado que a través de las elecciones se designan a representantes en una sociedad para ocupar algún cargo o empleo público, designaciones que generalmente se hacen a través de votaciones, subrayando que en todo este proceso deben observarse entre otras cuestiones, la de legalidad y legitimidad. Dicho lo anterior, en este y los siguientes párrafos, nos avocamos al estudio de los conceptos de legalidad y legitimidad. Legalidad, menciona el maestro Serra Rojas es calidad de legal y, en complemento señala que es un régimen político estatuido por la ley fundamental del Estado. Así, un gobierno legal es aquel que se ha establecido de acuerdo con las 25 normas de la Constitución, porque legalidad es el modo de obrar con arreglo a lo que estatuyen las leyes42. Martínez Siclona y Sepúlveda Consuelo, señala que la noción de legalidad se evidencia como el nuevo principio que inspira y disciplina, al menos intencionalmente, la actuación del Estado, esto, a partir del último tercio del siglo XVIII. La legalidad desplaza a la legitimidad, precisamente en el momento en que ciertas construcciones teóricas descubrieron que lo importante desde el punto de vista de la necesariedad del Estado no era de donde proviniera el poder, ni menos aún los límites materiales de las normas emanadas de la organización estatal, sino el justificar las decisiones de la persona o personas que formaban parte de la legislatura, Más que “personas” cabría hablar de “voluntades”, porque a partir de entonces la norma deja de ser entendida como un acto de prudencia para ser considerada como un acto de voluntad43. Como podemos observar, tanto la legitimidad como la legalidad son importantes en una elección, pues en la medida que se respeten las leyes y la voluntad de la mayoría, podremoshablar de un consenso general y, éste sólo existe si la legalidad y legitimidad se respetan conjuntamente. Con una verdadera legitimidad, las posibilidades de que los gobiernos logren sacar adelante proyectos que se proponen a lo largo de su administración son mayores . Así, con legalidad y legitimidad real, la presión de los diferentes factores del poder es menor, por el consenso mayoritario que existe entre los electores respecto al representante triunfador de la elección. En opinión de Luis Legaz y Lacambra44 legalidad significa, en el sentido más amplio y general, “la existencia de leyes y sometimiento a las mismas de los actos de quienes les están sometidos. Por eso hemos dicho que el derecho cristaliza en un sistema de legalidad, 42 Véase SERRA, ROJAS Andrés. Diccionario de Ciencia Política Tomo II, primera edición. México, Editorial Más Actual Mexicana de Ediciones, S.A. de C. V., 1997, p. 186. 43 Cfr. MARTÍNEZ SICLONA y SEPÚLVEDA Consuelo. Legalidad y legitimidad, la teoría del poder, primera edición. España, Editorial Actas, 1991,pp. XIV, XV Introducción. 44 Véase L. Legaz y Lacambra, Filosofía del derecho, Ed. Bosch, 5ª ed., Barcelona, 1978, pág. 598. Cit. por MARTÍNEZ SICLONA y SEPÚLVEDA Consuelo. Legalidad y legitimidad, la teoría del poder, Ob. Cit. p. 2. 26 con lo cual queremos expresar simplemente, que la legalidad es una forma manifestativa (sic) del Derecho, la forma por la cual éste se hace patente al jurista. Lo cual es lo mismo que decir que el Derecho consta de normas”. De modo más directo, en el campo de la política, Bobbio entiende por legalidad un atributo y un requisito del poder, por lo que se dice que un poder es legal o actúa legalmente o tiene carácter de legal, cuando se ejerce en el ámbito o de acuerdo con las leyes establecidas o de algún modo aceptadas. Ya que no siempre se distingue en el uso común y, con frecuencia tampoco en el uso técnico, entre legalidad y legitimidad. Se puede emplear la legalidad a propósito del ejercicio del poder y la legitimidad a propósito de la titularidad: un poder legítimo es un poder cuyo título está fundado jurídicamente, un poder legal es un poder que se ejerce de acuerdo con las leyes45. En este orden de ideas, si el poder es el que se adquiere con el nombramiento que la sociedad hace de sus representantes a través de votaciones, unas elecciones cumplen con el requisito de legalidad si se desarrollan de acuerdo a las leyes establecidas. Respecto de lo anterior, siguiendo el análisis de Consuelo Martínez, tenemos que para Bobbio, “legitimidad” como “legalidad” es un atributo del poder. El primer problema de una teoría de la legitimidad es la distinción entre los dos términos. En el lenguaje de los juristas se utilizan a menudo como sinónimos y sirven para indicar ambos lo que es conforme con las leyes establecidas, pero los juristas saben que hay que tener siempre presente dos condiciones para que se pueda decir que una acción es conforme con las leyes establecidas: 1) el sujeto tiene el derecho de realizarla; 2) el sujeto que tiene el derecho de realizarla, la realiza dentro de los límites preestablecidos. Lo que equivale a decir que hay siempre dos vías distintas a través de las cuales se puede discutir la conformidad de una acción con las leyes establecidas: o se demuestra 45 BOBBIO, Norberto, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. Diccionario de política, séptima edición, México. Editorial siglo XXI, 1994, p. 860. 27 que el sujeto ha actuado sin tener el derecho de actuar o bien que el sujeto tenía el derecho de actuar pero no ha respetado las reglas prescritas para esa acción46. En una redefinición de los términos y de su diferencia podría ser oportuno tener en cuenta la sugerencia proveniente del uso lingüístico. De tal modo que, considerando “legitimidad” y “legalidad”, como términos que indican dos distintos requisitos del poder, de ahí derivaría que “legitimidad” es el requisito de la titularidad y “legalidad” el requisito del ejercicio del poder, o, en otras palabras, considerando los dos requisitos como dos modos distintos de justificar (o de no justificar) el poder, el primero vendría utilizado para justificar el título del poder y el segundo su ejercicio47. 1.3.3 Legitimidad de las elecciones Por cuanto atañe a este apartado, es preciso convenir sobre la importancia que adquiere la legitimidad en unas elecciones democráticas y no basta la legalidad en la que se desarrollen, pues se requiere que también sean legítimas, es decir, debe existir un consenso mayoritario que garantice obediencia hacia el gobernante en turno. A partir de lo anterior, tenemos las siguientes reflexiones respecto a la legitimidad: El Diccionario Jurídico Mexicano, define a la legitimidad como vocablo proveniente de legítimo que a su vez, deriva del latín legitimus, el adjetivo latino legitimus en el lenguaje común, significa conforme con las reglas bien construido. En la literatura jurídica, legitimus significa: conforme a derecho, justo, en el discurso en que ius y iustitia aparecen como equivalentes. 46 MARTÍNEZ SICLONA y SEPÚLVEDA Consuelo. Legalidad y legitimidad, la teoría del poder, Ob. Cit. pp. 157-169. 47 ídem. 28 De legitimus deriva el adverbio legitime que significa: jurídicamente, con arreglo a derecho, justamente, correctamente. En un principio, como se sigue de su etimología y de su significado originario, quien dice legitimidad quiere decir conforme a derecho y éste es el significado primordial y persistente de legalidad48. En lo conducente, el maestro Andrés Serra Rojas, define a la legitimidad como “cualidad de legítimo. Se ha definido a la legitimidad como la justificación o conformidad del poder, por su fuente y la naturaleza de su organización, por el origen, aceptado por un consenso general”49. En complemento a lo anterior, el Diccionario de Términos Jurídicos de Ricardo Villa-Real y Miguel Angel del Arco, define a la legitimidad “(del latín. legitimitas, atis, de legitimus) cualidad de legítimo, y señalan, legitimidad es la capacidad que tiene un poder para conseguir obediencia, sin tener que recurrir a la fuerza”50. A su vez, Norberto Bobbio señala que podemos definir a la legitimidad como el atributo del estado que consiste en la existencia en una parte relevante de la población de un grado de consenso tal que asegure la obediencia sin que sea necesario, salvo en casos marginales, recurrir a la fuerza. Por lo tanto, todo poder trata de ganarse el consenso para que se le reconozca como legítimo, transformando la obediencia en adhesión. La creencia en la legitimidad es, pues, el elemento integrante de las relaciones de poder que se desarrollan en el ámbito estatal51. 48 Véase Diccionario Jurídico Mexicano. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Segunda edición, México, Editorial Porrúa, 1987. p. 1941. 49 SERRA ROJAS, Andrés. Diccionario de ciencia política. Ob. Cit. p. 187. 50 VILLA-REAL MOLINA, Ricardo. y DEL ARCO TORRES, Miguel. Angel. Diccionario de Términos Jurídicos. Ob. Cit. p. 284. 51 Cfr. BOBBIO Norberto, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino. Diccionario de política. Ob. Cit. p. 862. 29 En efecto, como bien apunta Consuelo Martínez52, el punto de partida de la legitimidad es el consenso y el acuerdo entre los integrantes de una sociedad. El consenso implica principios, valores y normas, por lo que vez logrado el consenso y delegada la autoridad en aquellos capaces de mantenerlo, lo importante es que la comunidad política crea en la legitimidad de los acuerdos. Así, en el plano de las normas la condición indispensable de la legitimidad es su vínculo con la legalidad.Ahora bien, cuando los ciudadanos gozan de una facultad libre respecto a la conformación de su gobierno, es más fácil aceptar su legitimidad que si fueran designados por otros a partir de cualquier otro criterio distinto al de la voluntad popular y, la legitimidad de los gobernantes electos directamente por los ciudadanos contribuye además, a mantener la estabilidad política, pues la conformidad y aceptación de los individuos suele ser mayor. Los procesos electorales constituyen, pues, una fuente de legitimación de las autoridades públicas. La legitimidad política puede entenderse, en términos generales, como la aceptación mayoritaria, por parte de los gobernados, de las razones que ofrecen los gobernantes para detentar el poder. En este orden de ideas, el ejercicio del poder a favor del interés colectivo y popular se convierte en la fuente fundamental de legitimidad, por lo que la única fuente de legitimidad aceptada es la asunción al poder por vía de la competencia frente a otros grupos y candidatos, bajo reglas previamente establecidas y, aplicadas en condiciones de igualdad, pues sólo así se podrá contener el poder del gobierno y limitar su acción dentro de fronteras convenientes y seguras para los gobernados. Cuando se ha llegado a esa conclusión, las elecciones democráticas se erigen en una fuente fundamental e imprescindible de legitimidad política y de gobernabilidad. 52 Véase Legalidad y legitimidad, la teoría del poder MARTÍNEZ SICLONA Y SEPÚLVEDA Consuelo. Ob Cit. pp. 4-6. 30 Por lo tanto, el tipo de elecciones, las reglas y condiciones en que se celebren adquieren un papel fundamental, se necesita así de una contienda con reglas definidas e igualitarias, de modo que quienes pierdan en el juego político tengan pocos o ningún incentivo para desconocer el veredicto y, se conformen con el resultado. Así, las reglas de la democracia electoral se han diseñado con este propósito específico: hacer más aceptable y tolerable la derrota. De lo anterior se colige que la legitimidad tiene su base en una simple aceptación del poder, que, a su vez, se justifica en cuanto las instituciones políticas actúan dentro del ordenamiento jurídico. En este sentido, la legitimidad se reduce a la legalidad, la legitimidad por sí misma no tiene razón de ser, y para que unas elecciones sean válidas y democráticas deben gozar de estos atributos, legalidad y legitimidad. En conclusión tenemos, que si bien la forma específica de la democracia en un país está condicionada por circunstancias políticas, sociales y económicas vigentes, así como por factores históricos, tradicionales y culturales de una sociedad, también es cierto que esta reflexión siempre será en un sentido lato, pues es de observarse que hay democracias desarrolladas y otras que son incipientes, por lo que enfatizamos aquí, la perfectibilidad que puede hacerse de las democracias. Así entonces, si democracia es una forma de gobierno jurídicamente sistematizado y organizado en base a normas jurídicas y a reglas de la costumbre y la política imperantes en un Estado, en donde la mayoría del pueblo en igualdad de condiciones a través del sufragio, participa en procesos electorales libres y nombra a sus representantes, reservando un espacio para la expresión de las minorías y, para la alternancia en el poder, se recalca que la perfectibilidad de las democracias se alcanza en la medida que los mecanismos de elección de representantes son diseñados de tal forma que permiten la competencia por el poder en condiciones de igualdad y con un respaldo mayoritario de los electores. 31 Como puede observarse, en nuestra definición de democracia se habla además de representantes nombrados, es decir, los ciudadanos no ejercen por sí mismos el control político ni toman decisiones directamente, ya que el uso de la democracia directa, actualmente no es fácil y, se necesita de intermediarios o representantes. En este orden de ideas, nuestro sistema político permite la designación de representantes para ocupar un cargo o empleo público por medio de las elecciones, pero tales elecciones, además de garantizar la oportunidad y la libertad de elegir, se deben desarrollar en un proceso legal y legítimo, es decir deben cumplir con lo establecido por la Constitución y, desarrollarse con arreglo a lo que ordenen las leyes. La legitimidad de las elecciones, se refiere a la simple aceptación que hacen los ciudadanos respecto de quien logra el triunfo electoral, sin que sea necesario recurrir a la fuerza, ya que dicho triunfo se encuentra justificado en un consenso mayoritario y de acuerdo a lo establecido por la ley. De todo lo anterior, se recalca la perfectibilidad que puede hacerse de la democracia en base a mecanismos de elección, uno de ellos puede ser las segundas vueltas electorales. 32 CAPÍTULO SEGUNDO SISTEMAS ELECTORALES Y SISTEMAS DE PARTIDOS POLÍTICOS Una vez estudiados los conceptos de democracia y de elecciones, así como las condiciones en que éstas deberán desarrollarse, en el entendido de que el uso de la democracia directa es difícil actualmente y, que es la democracia indirecta o representativa la que se utiliza, la cual necesita de métodos que permitan una verdadera representación de los ciudadanos en los órganos representativos, es menester el análisis de los sistemas electorales y de los sistemas de partidos. Cabe hacer mención, que cada país tiene un sistema electoral distinto, unos quizá más convenientes que otros, todo depende del tipo de Estado y la forma de gobierno imperante en esa sociedad, así como de los resultados que con los mismos se obtengan. En tal tesitura, cuando por las condiciones políticas y sociales de un país, un sistema no permite un resultado claro respecto al triunfador en unas elecciones, estamos ante un sistema decadente o rebasado el cual puede actualizarse o sustituirse por uno que se adecue a las condiciones actuales. Bajo esta premisa, en este capítulo abordaremos el estudio de los sistemas más comunes. 2.1 Concepto de sistema electoral El Diccionario Electoral del Centro Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) señala que, sistema electoral se refiere “al principio de representación que subyace al procedimiento técnico de la elección, y al procedimiento mismo, por medio del 33 cual los electores expresan su voluntad política en votos que a su vez se convierten en escaños o poder público”53. Un sistema electoral como variable potencialmente influyente en los sistemas democráticos es de gran importancia, sobre todo en la representación política y en la conformación de los sistemas partidarios54. A su vez, Javier Orozco Gómez menciona que, “como sistema electoral generalmente se conoce a todo el conjunto de normas jurídicas referentes al proceso de elección popular o bien, al grupo de instituciones o instrumentos electorales que intervienen en el proceso electivo y finalmente, a los procedimientos técnico-jurídicos establecidos para elegir representantes”55. Sobre el particular, Felipe de Jesús Domínguez señala que, sistemas electorales “son el conjunto de medios a través de los cuales la voluntad de los ciudadanos se transforma en órganos de gobierno o de representación política. Las múltiples voluntades que en un momento determinado se expresan mediante la simple marca de cada votante en una boleta, forman parte de un complejo proceso político regulado jurídicamente y que tiene como fin establecer con claridad el o los triunfadores de la contienda, para conformar los poderes políticos de una nación”56. De manera semejante, Vicente Magallanes indica que, sistemas electorales “son técnicas que buscan encontrar las fórmulas que hagan lo más perfecta posible la representación de los gobernados al interiorde los órganos representativos del Estado, es decir, ellos permiten determinar las personas y las funciones que ellas realizarán en el seno de 53 Diccionario electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Primera edición, CAPEL Costa Rica 1989, p. 636. 54 Ibíd. p. 637. 55 Véase OROZCO GÓMEZ, Javier. Estudios electorales, primera edición, México, Editorial Porrúa, 1999, p. 13. 56 DOMÍNGUEZ MUÑOS, Felipe de Jesús. Encuentro nacional de estudios sobre legislación electoral y democracia, primera edición, México, 1997, p.10. 34 los órganos estatales, sobre la base de los votos válidamente emitidos por los ciudadanos en una elección a favor de los diversos partidos políticos y corrientes de opinión”57. En opinión de Dieter Nohlen, los sistemas electorales “contienen, desde el punto de vista técnico, el modo según el cual el elector manifiesta por medio del voto el partido o el candidato de su preferencia, y según el cual esos votos se convierten en escaños. Los sistemas electorales regulan ese proceso mediante el establecimiento de la distribución de las circunscripciones, de la forma de la candidatura, de los procesos de votación y de los métodos de conversión de votos en escaños”58. Como podemos observar, lo que se determina a través de un sistema electoral es la cuestión relacionada con la representación política, el principio que la definirá, principio mayoritario o proporcional o mixto y de entre las diversas técnicas disponibles para alcanzar uno de esos principios, el procedimiento que se prefiere aplicar. Los reglamentos técnicos que incluye un sistema electoral abarcan todo el proceso electoral: la subdivisión del territorio nacional en circunscripciones electorales, la forma de la candidatura, el procedimiento de votación propiamente dicho y el procedimiento de asignación de los votos computados, lo que supone establecer la regla decisoria, el ámbito de adjudicación de los escaños, el método de cómputo y la barrera o umbral mínimo inicial59. En efecto, todas las definiciones anteriormente descritas, tienen en común, la forma de distribuir la democracia representativa, distribución que se logra a través de competencias, sea de candidatos o partidos políticos, generalmente es de partidos políticos, y como bien se menciona en la obra costos y beneficios del ballotage en 57 MAGALLANES, Vicente Manuel (coordinador).Sistemas electorales, acceso al sistema político y sistema de partidos, primera edición, Venezuela, Editorial Publicaciones del Consejo Supremo Tribunal, 1987, p. 20. 58 Véase NOHLEN, Dieter. Sistemas electorales y partidos políticos, tercera edición, México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 34. 59 Cfr. Diccionario Electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos Ob. Cit. p. 636. 35 México, Los sistemas electorales son importantes para el proceso de formación de voluntad política y para la transferencia del poder, ya que a través de ellos se orientan las actitudes y los resultados electorales60. En este contexto, podemos definir al sistema electoral como el conjunto de instituciones que, interrelacionadas participan en la regulación jurídica de las votaciones que expresan los ciudadanos, hacia los partidos políticos o candidatos electorales de su preferencia, con el objetivo de lograr una representación de sus intereses en una democracia representativa. 2.2 Concepto de sistema de partidos El Diccionario Electoral del Centro Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral señala que, “es el conjunto de partidos en un determinado Estado y los elementos que caracterizan su estructura: cantidad de partidos, las relaciones entre sí, tanto respecto a la magnitud de ellos como a sus fuerzas relacionales y en tercer lugar, las ubicaciones mutuas, ideológicas y estratégicas, como elementos para determinar las formas de interacción; las relaciones con el medio circundante, con la base social y el sistema político”61. Dieter Nohlen,62 define al sistema de partidos como “la composición estructural de la totalidad de los partidos políticos en un Estado”, cuyos elementos constitutivos son los siguientes: • El número de partidos; • El tamaño de los partidos; • La distancia ideológica entre ellos; • Sus pautas de interacción; 60 Véase Costos y beneficios del ballotage en México. Revista del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, Centro de Capacitación Judicial Electoral, 1999, p. 16. 61 Diccionario electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos Ob. Cit. p. 631. 62 NOHLEN, Dieter. Sistemas electorales y partidos políticos, Ob. Cit. p. 41. 36 • Su relación con la sociedad o con grupos sociales y, • Su actitud frente al sistema político. Al respecto, Leonardo Valdés apunta que, “es el espacio de competencia leal entre los partidos, orientado hacia la obtención y el ejercicio del poder político”63. Por su parte, Bernardino Esparza señala que, los sistemas de partidos son un fenómeno relativamente reciente en el mundo político occidental, la relativa juventud de los sistemas de partidos como objeto de estudio de la ciencia política está vinculada con la también relativa juventud de los propios partidos políticos. Estos surgieron en sus formas incipientes durante la segunda mitad del siglo XIX, logrando su desarrollo hasta después de la segunda guerra mundial. Es decir, a partir de esta época se consolidan como instrumento privilegiado de organización política, de comunicación entre gobernados y gobernantes y, de conformación de la representación política ciudadana64. Efectivamente, lo anterior lo corroboramos en nuestra actual democracia, el sistema de partidos que existe juega un papel importante y, su participación como factor de poder es indiscutible en la conformación del poder mismo, tal como se corroboró en las elecciones del año dos mil seis, en donde un sistema básicamente tripartidista compitió por el poder, logrando el Partido Acción Nacional al final de la contienda, su permanencia en el gobierno. En este contexto, Norberto Bobbio señala que es importante saber cuáles son las funciones desarrolladas por los distintos sistemas de partidos en los respectivos sistemas políticos, además del estudio de las relaciones entre sistema de partido y sociedad, considerando el sistema de partido como variable interviniente entre una 63 VALDÉS ZURITA, Leonardo. Sistemas electorales y de partidos, primera edición, México, Editorial Instituto Federal Electoral, 1995, p. 27. 64 Véase ESPARZA MARTÍNEZ, Bernardino. Partidos Políticos, primera edición, México, Editorial Porrúa, 2003. p. 16. 37 sociedad y un sistema político. Evidentemente no se puede expresar un juicio absoluto sobre la funcionalidad de los distintos partidos: el juicio va ante todo ligado a los problemas que un determinado sistema político está llamado a resolver. En tal razón, la valoración de un sistema de partidos la hace en primer lugar, en base al grado de homogeneidad o heterogeneidad integrantes del sistema: cuando más heterogéneos son los partidos, menos integrado será el sistema y cuanto mayores sean las tensiones, más probable será el mal funcionamiento del sistema, es decir, no expresarán un gobierno responsable y una oposición equilibrada y creíble. En los sistemas bipartidistas la norma es que los partidos tiendan a parecerse en la medida en que la competencia política está orientada hacia el centro del esclarecimiento político, donde se encuentran los electores indecisos. La competencia se desarrolla de modo similar también en los sistemas de multipartidismo limitado o moderado, aún cuando cada partido “cuida” en mayor
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