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La-situacion-juridica-y-social-de-la-mujer-en-Mexico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
 
 
 
 
 
FACULTAD DE DERECHO 
 
 
 
 
 
LA SITUACION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER EN 
MEXICO. 
 
 
 
 
 
 
 TESIS PROFESIONAL 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE 
LICENCIADO EN DERECHO 
 P R E S E N T A : 
MARIA BELEM RODRIGUEZ GONZALEZ 
 
 
 
 
… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MEXICO DISTRITO FEDERAL 2006. 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
A Dios por permitirme llegar a este momento 
tan importante de mi vida y por todo lo que 
me ha dado, en especial: Mi familia. 
 
 
 
A mi Universidad, por todos los conocimientos 
que me dio y por darme la oportunidad de 
pertenecer a la mejor escuela: la Facultad 
de Derecho. 
 
 
 
Al Doctor Alejandro Carrillo Castro, por su tiempo, 
sabiduría y gran calidad humana. 
 
 
 
A mis mejores amigos Gaby y Erwino, 
por haberlos conocido y por todo su apoyo. 
 
 
 
A Luchita, por apoyarme en éste trabajo y por 
estar conmigo siempre en los momentos en que 
más la he necesitado. 
 
 
 
A todos aquellos que de alguna manera me han ayudado 
a llegar a este momento de mi vida. 
 
 
 
Mil Gracias. 
 
 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
 
A la memoria de Mis Abuelitas Sebastiana 
y Angelita, por ser las mujeres más valientes, 
invencibles y fuertes que he conocido y que 
son mi ejemplo para no darme por vencida 
ante nada. 
 
 
 
A la memoria de mi Hermano Marco Antonio, quien 
vivió poco tiempo entre nosotros pero intensamente. 
 
 
 
A mi madre, Susana González, por su amor, 
lealtad y apoyo incondicional en todo lo que 
me he propuesto a lo largo de mi vida. 
 
 
 
A mi padre, José Rodríguez, por darme los mejores 
principios y valores de mi vida. 
 
 
A mis hermanos Daniel y Juan por todo su 
cariño y compañía. 
 
 
 
A mi esposo Juan Mijares, por quererme, apoyarme, 
hacerme sonreír y por todos estos años juntos. 
 
 
 
A mis hijos, Lissset, Juan Alberto y Montserrat, 
por ser la razón de mi vida. 
 
 
LA SITUACION JURIDICA Y SOCIAL DE LA MUJER EN 
MEXICO. 
 
 
INDICE GENERAL. 
 
 
AGRADECIMIENTOS. 
 
INTRODUCCION 
 
CAPITULO I. LA MUJER EN LA EPOCA PREHISPANICA Y AL INICIO DE LA 
LLEGADA DE LOS ESPANOLES (1400-1700). 
 
a) La estructura social y el papel de la mujer en la época prehispánica......................... 6 
b) La llegada de la mujer española y la formación de las primeras familias.................. 32 
c) La legislación y el Derecho Indiano. ..................................................................... 45 
 
CAPITULO II. LA MUJER EN LA ÚLTIMA ETAPA DE LA NUEVA ESPAÑA (1700-
1810). 
a) El papel de la mujer en la nueva sociedad española. ............................................ 58 
b) El proceso social de integración de la mujer a la vida social y política de la nueva 
sociedad mexicana. ........................................... ............................................... 63 
 
CAPITULO III. LA MUJER EN LA EPOCA INDEPENDIENTE (1810-1910). 
 
a) La mujer en la participación de la lucha de Independencia. ................................... 67 
b) La mujer en la lucha Insurgente. .......................................................................... 72 
c) La Legislación Política Insurgente. La Constitución Política de 1857 y los Derechos 
 de la mujer. ....................................................................................................... 84 
 
CAPITULO IV. LA MUJER EN LA VIDA POST-REVOLUCIONARIA (1910-1980). 
 
a) La mujer del Campo y la ciudad. ........................................................................ 89 
b) Algunas reflexiones sobre el papel de la mujer en la conformación de 
la identidad cultural del México Post-Revolucionario. ......................................... 93 
 
CAPITULO V. LA MUJER EN EL MEXICO DE FINALES DEL SIGLO XX. (1980-2000). 
 
a) La mujer y el Derecho al Voto................. .......................................................... 103 
b) La manifestación política de la mujer en la vida económica 
 del México Moderno. ………………………………………………………..........….... 111 
c) La estructura económica y familiar del México Moderno. (El acceso a la 
educación, la influencia extranjera en la ideología mexicana)................................ 115 
d) El Movimiento de Liberación Femenina. .............................................................. 118 
CAPITULO VI. EL PAPEL DE LA MUJER EN LA ESTRUCTURA SOCIAL DEL 
MEXICO CONTEMPORANEO. 
 
a) La mujer en la familia. ......................................................................................... 122 
b) La mujer en el trabajo. ......................................................................................... 138 
c) La mujer en la política. ......................................................................................... 143 
d) La mujer en la vida religiosa. .................................. ........................................... 157 
e) La mujer indígena y el Derecho Consuetudinario. .................................................. 163 
 
CAPITULO VII. LA PROTECCION JURÍDICA DE LA MUJER Y PROPUESTAS PARA 
EL MEJORAMIENTO DE LA CONDICION JURÍDICA ACTUAL DE LA MUJER EN EL 
AMBITO ECONÓMICO Y SOCIAL EN MEXICO. 
 
a) Protección Jurídica a la mujer en la Constitución Política de los Estados Unidos 
Mexicanos. .................................. ..................................................................... 172 
b) Creación del Instituto Nacional de la Mujer. .................................. ...................... 179 
c) Acciones Normativas de la Organización Internacional del Trabajo en torno al 
 nivel socioeconómico, encaminadas a mejorar sus condiciones de trabajo........ 182 
d) Medidas legales y prácticas destinadas a mejorar sus condiciones de 
trabajo.................................................................................................................... 185 
e) Medidas legales y prácticas destinadas a mejorar sus condiciones de vida 
social…………………………………………………………………………………...... 191 
 
 
CONCLUSIONES...................................................................................................... 193 
 
BIBLIOGRAFIA. ....................................................................................................... 195 
 
 
 
 
 
I N T R O D U C C I Ó N 
 
 
 La situación histórica de la mujer en México ha ido transformándose a medida 
que las condiciones económicas, políticas y sociales van modificando las relaciones de 
convivencia en nuestro país. 
 
De esta manera, el análisis que pretendo desarrollar a lo largo de este trabajo se 
relaciona directamente con la búsqueda de respuestas y posibles proposiciones para la 
solución de problemas que tienen que ver con el papel que la mujer ha desempeñado 
en el proceso histórico de configuración de las relaciones sociales y jurídicas. 
 
Partiendo del supuesto que la mujer en la actualidad no cuenta con los 
suficientes recursos legales que garanticen su protección y aún su desarrollo dentro de 
la sociedad mexicana, mi propósito inmediato será ir descubriendo por medio del 
análisis histórico y sociológico, el papel que ha desempeñado la mujer en el proceso de 
transformación de la sociedad mexicana desdesu etapa naciente hasta nuestros días. 
Posteriormente formularé propuestas que permitan tanto el reconocimiento y respeto al 
papel fundamental que corresponde a la mujer como individuo social y político, así 
como su continua inserción en los diferentes planos de la sociedad sin que sea objeto 
de violencia o discriminación a su persona. 
 
Considerando este hecho, el proceso histórico de la sociedad mexicana es el 
resultado de la superposición de estructuras sociales originadas desde el siglo XVI, a la 
llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Particularmente en México, la red de 
relaciones sociales que comenzaron a trazarse en torno a la figura de la mujer, no 
cambió en nada la situación de privilegio que disfrutaron los varones prehispánicos, y 
que continuaron bajo las estructuras gubernamentales del virreinato. 
 
De esta manera, la preservación de muchas de las estructuras sociales 
prehispánicas sirvió de base para la política novo hispana basada en el poder absoluto 
de las decisiones masculinas. Así como el viejo feudalismo europeo acudía a la 
constante figura del Rey, la sociedad novo hispana recurrió a ésta para seguir 
promoviendo entre los conquistados la idea del mito y el poder de dominación a través 
de la ideología cristiana y la idea de un ser absoluto de género masculino. 
 
La descripción de lo ocurrido a lo largo de la etapa prehispánica nos remite 
invariablemente a la revisión de las condiciones sociopolíticas en que vivían estos 
grupos sociales, emparentados todos ellos por linajes y clanes, y que pronto, lograron 
un plano de desarrollo tan importante que comenzaron a absorber a otros grandes 
grupos del México antiguo. 
 
La ley y el derecho indiano del Virreinato son claros ejemplos de discriminación 
hacia el indígena, y por ende, de la mujer, cuyo único fin era la procreación, el cuidado 
de los hijos y la difusión entre ellos de la religión cristiana. La llegada de la encomienda 
durante el siglo XVII y más tarde la de la Hacienda durante todo este período, reforzó a 
experiencia del pasado español en torno a las estructuras sociales de la Nueva España. 
 De esta manera, la sucesión legal del poder radicó en la nobleza y en la lucha 
por las nuevas posiciones culturales resultado del proceso del mestizaje. 
 
A partir del siglo XVII y principios del siglo XVIII, la incipiente sociedad 
novohispana comenzó a adquirir conciencia sobre los niveles de la explotación por el 
trabajo, la usura y la ambición por la riqueza y el poder político. Nuevos eventos y 
sublevaciones desembocaron en la idea de una nueva estructura social y política; se 
vislumbraba el primer episodio importante de la historia de México: su lucha por la 
Independencia hacia 1810. 
 
En esta lucha, los criollos y peninsulares tomaron en sus manos decisiones que 
empujaron hacia una participación activa de la mujer en cuanto a los planes de 
insurrección para establecer una nueva idea de nación. La lucha por alcanzar su 
reconocimiento tomó caminos insospechados con la participación de las primeras 
caudillas del movimiento independiente. Figuras como Josefa Ortiz de Domínguez y 
Leona Vicario entre muchas otras, comenzaron a poner en juicio su posición ideológica 
frente a las leyes creadas por los hombres. 
 
La idea de un nacionalismo basado en la igualdad y el derecho fueron los 
motivos en los períodos anteriores, para la promulgación de los Sentimientos de la 
Nación evocando una nueva organización social que más tarde sería la base de la 
filosofía política que adoptaría nuestra Carta Magna. 
 
Nuevos elementos sociales fueron tomando su camino en la lucha por la 
Independencia. A pesar del derrocamiento del poder absoluto del Rey de España, la 
figura de los Habsburgo y más tarde, la de Iturbide, culminaron en la ya conocida 
página imperial de la historia de nuestra nación mexicana. Traición, lucha y guerra civil 
fueron los elementos distintivos en la conformación del estado mexicano. El país 
carecía de una directriz política y legal que propiciara la reconciliación de los intereses 
públicos, llegando entonces hacia los primeros intentos por proclamar una ley general 
cuyo producto fue dado hasta el año de 1824 con la primera Constitución Política de la 
Nación Mexicana. ¿Qué papel ha correspondido a la mujer durante este período? 
 
A lo largo de este estudio trataré de analizar los diferentes procesos de lucha 
por la reivindicación de sus derechos. Durante este período, entre la Revolución y la 
Reforma surgen las figuras políticas de Santa Anna y Juárez, hasta el advenimiento de 
la modernidad y el positivismo representado por Porfirio Díaz. Hasta entonces y, luego 
del movimiento revolucionario de 1910, la mujer siguió siendo básicamente un 
instrumento al servicio del mundo del hombre. Figuras como la Güera Rodríguez y doña 
Carmen Serdán, al lado de las “Adelitas” son sólo apariciones en la historia de México, 
registradas las más de las veces en crónicas o bien, en los corridos de la Revolución. 
 
El movimiento revolucionario encabezado por Francisco I. Madero y José María 
Pino Suárez fue un movimiento de reivindicación de la sociedad mexicana en contra de 
los positivistas. En este sentido, el movimiento revolucionario trajo consigo cambios 
significativos en la participación política de la sociedad y el augurio de una mayor vida 
democrática. Las diferentes sublevaciones en el norte y el sur del país, trajeron no sólo 
un cúmulo de procesos de desintegración social, sino además un fraccionamiento de la 
idea de nación que trató de procurar el espíritu republicano de 1857. 
 
La caída de Madero, la usurpación de Huerta y los subsecuentes episodios en 
los que participó una élite militarizada, trajo nuevos cambios en la vida política del país 
pero no incidió en una mayor participación política de la mujer en la esfera de las 
decisiones nacionales. Los movimientos campesinos y las cicatrices de las invasiones 
extranjeras habían dejado honda huella en el proceso de reivindicación de una nueva 
nación basada en el sufragio y la participación colectiva. 
 
No es sino hasta entrado el siglo XX con la figura del General Lázaro Cárdenas 
que la mujer logra adquirir nuevos compromisos con su género. Hacia 1935 se genera 
la Liga de Mujeres Independientes de México y con ello, una incipiente participación en 
la vida política del país. El voto es ahora una herramienta de reivindicación de la mujer 
por sus propios intereses. Pero sólo queda en buenas intenciones puesto que la 
Constitución política no recogió los cambios ya aprobados por el Congreso de la Unión 
en 1937. 
 
Los diferentes estudios y análisis de la participación de la mujer en la vida social 
y política del país suelen ser, en su mayoría, parciales o muchas veces, cargados de 
prejuicios y desacuerdos, como si la mujer vista desde su propio género, no esperara 
realmente un cambio en su condición social. 
 
En esta perspectiva desearía abordar el papel de la mujer no solo como ente 
social encargado del cuidado del hogar, la familia o la procuración de la especie. La 
mujer sufre muchas condiciones de desigualdad en la sociedad moderna que lejos de 
ofrecerle garantías para su desarrollo, las aleja más de las oportunidades ofrecidas solo 
a los hombres. 
 
Sería una falacia tratar de calificar este trabajo solo como un reclamo feminista y 
falto de rigor sociológico y jurídico, sin embargo, creo que a lo largo del mismo trataré 
de descubrir los hilos conductores de la participación de la mujer en la conformación de 
la nación mexicana, tarea ambiciosa, pero que me permitirá abrir un campo de 
investigación en materia de leyes y reglamentaciones que han promovido la protección 
y desarrollo de la mujer maltratada, así como del hogar, de que trabaja fuera de su casa 
o muchas de las mujeres “comunes y corrientes” que laboran en el territorio nacional. 
 
Al analizar estos y otros temas que tienen que ver con la legislación política de 
protección de la mujer, trataréde proponer nuevas formas de normar una vida digna 
para nosotras las mujeres y para aquellas que en el futuro enfrentarán los retos que 
impone una sociedad en la que aun prevalece la cultura machista del hombre 
mexicano. 
 
 
 
CAPITULO I.- LA MUJER EN LA EPOCA PREHISPÁNICA Y AL INICIO DE LA 
LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES. (1400-1700). 
a) La estructura social y el papel de la mujer en la época prehispánica. 
Para situar las condiciones de la mujer en la época prehispánica, es necesario precisar 
que las características primarias de las sociedades indígenas establecidas en 
Mesoamérica estaban basadas en el mito, el gobierno teocrático y la guerra, como forma 
de expansión y de conquista. 
 
La civilización azteca es conocida par su extraordinaria empresa imperial en los siglos 
XV y principios del XVI, y por su repentina derrota a manos de un ejército español en 
1519-1521. 
Los pueblos indígenas del siglo XVl entendían su propia historia primitiva a través de una 
serie de narraciones tribales. Sus divisiones originales en grupos o tribus y el 
desplazamiento de esas tribus a través de caminos registrados, eran temas de agudo 
interés histórico para ellos. Cada tribu tenía su punto de partida tradicional, Cada una 
había tropezado con dificultades en la migración, y cada una se había establecido en el 
valle solo después de esfuerzo y dificultades. 
La mezcla de razas fue un factor de poca importancia en la historia anterior a la 
conquista y se hicieron esfuerzos determinados por conservar las afiliaciones tribales. 
Hubo numerosas migraciones internas y movimientos de refugiados, así como 
introducción de practicas culturales y administrativas de pueblos de una tribu en el 
ámbito de otra. El resultado fue la formación de enclaves, no mezclas de poblaciones. 
La peregrinación sociocultural de la tribu de los mexicas concluye con la visión, como 
señal, de un águila devorando una serpiente sobre una planta de nopal que crecía sobre 
un islote. Fue así como se funda la ciudad de México-Tenochtitlan el 8 de junio de 1325. 
Sobre el poderío mexica se asentaron complejos arquitectónicos cuyas fuentes de 
mantenimiento fueron la petición del tributo, el sometimiento por la guerra y el sacrificio 
humano, coma sinónimo de redención y consolidación del gobierno teocrático. 
El Templo Mayor era una doble pirámide dedicada a los dioses Tláloc (dios del agua y la 
lluvia, base del ciclo agrícola) y Huitzilopochtli (dios de la guerra, patrocinador de 
conquistas y tributos). Otros templos notables eran los dedicados a Quetzalcóatl (héroe-
dios portador de la civilización) y Tezcatlipoca (dios que hace y cambia las cosas y los 
destinos) o el templo de Ehecatl (dios del viento). 
La concepción del mundo en el pensamiento mesoamericano, no difiere de otras, es 
decir, no aceptaba la idea de seres puros, todo lo que existía era el resultado de una 
mezcla de esencias de lo femenino y lo masculino, y era el predominio de una de ellas lo 
que determinaba su clasificación y el grado de pertenencia de cada ser. Así, lo femenino 
estaba vinculado a la oscuridad, a la tierra, a lo bajo, a la muerte, a la humedad y a la 
sexualidad. Lo masculino, era la luz, el cielo, lo superior, la vida, la sequedad y la gloria. 
 6
Cabe mencionar, que todos los dioses se fundían en una u otra de las dos particiones 
del cosmos para integrar las figuras del Gran Padre y la Gran Madre, y que la pareja 
suprema, a su vez, se fundía en la Divinidad Única, poseedoras de ambas esencias. Si 
la división era vertical, lo femenino quedaba abajo y lo masculino arriba, si era horizontal, 
lo masculino quedaba al este y lo femenino al oeste. 
Aún hoy en día, las diferentes etnias que componen nuestro país y diferentes segmentos 
de la sociedad mexicana, conservan muchos de los sistemas clasificatorios 
mesoamericanos y dividen a todos los seres que componen su cosmografía 
dependiendo de los dos principios complementados femenino-masculino: lo celeste y el 
inframundo, lo luminoso y lo oscuro, lo húmedo y lo seco, lo alto y lo bajo, lo caliente y lo 
frío, entre otros. 
Lo mas notorio del sistema clasificatorio mesoamericano hace patente que este sistema 
fue producto de sociedades agrícolas, "en donde el hombre elevó el maíz y su ciclo 
temporal a la categoría de arquetipos y equiparo su propia existencia a los procesos de 
la planta y ciñó el dualismo cósmico a la alternancia de las temporadas de lluvias y 
secas" 1 
 
En este contexto surgieron las Diosas madres más importantes para la cultura mexica, 
muchas de ellas vinculadas y representadas con las serpientes (coatl): Cihuacóatl 
Cuauhcíhuatl, Cihuacóatl Quilaztlí (la diosa Madre), Cihuacóatl (la que anuncia la 
desgracia de la cultura mexica), Coatlicue (la diosa de la tierra y madre de Huitzilopochtli) 
y Chicomecóatl (la diosa del maíz). 
 
Como lo sugiere Scott Peterson, la historia de la Diosa Madre entre los mexicas surge de 
la confrontación mítica entre lo sagrado y lo profano, aduciendo en este caso al 
nacimiento de Huitzilopochtli. A pesar de que existen muchas versiones de este evento 
decisivo en la historia azteca, una versión mítica: 
 
“… sostiene que el conflicto comenzó con una mujer de nombre Coatlicue. Más que una 
simple mujer, era la diosa de la Tierra y la madre de los dioses. Un día, mientras limpiaba 
el templo, encontró flotando en el aire un ovillo de plumas sagradas que escondió en su 
pecho. Se dice de esta forma quedo embarazada. 
 
Coatlicue era la madre de los cuatrocientos sureños, que representaban a todas las 
estrellas del cielo, y de Coyolxauhqui, que era la diosa de la luna. Sus hijos, enojados por 
la deshonra que ese embarazo traería a la familia, increparon a su madre. Entonces 
Coyolxauhqui instó a sus hermanos a que mataran a su madre y al niño ilegítimo que 
habría de nacer. 
 
De acuerdo con el mito, una hermana de uno de los cuatrocientos informó al feto de los 
planes de Coyolxauhqui. Por lo tanto, para salvarle la vida, Huitzilopochtli brotó del 
vientre de su madre preparado para la guerra. 
 
1 López Austin, Alfredo. "Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas". IIA /UNAM, México, 
3a. ed.,2 vols. 1990, p. 52. 
 
 7
Atacó a Coyolxauhqui, le arrancó la cabeza, que dejo abandonada en las colinas de 
Coatepetl. El cuerpo de Coyolxauhqui cayó rodando y en el camino se fue 
desmembrando, en diferentes lugares quedaron las manos, las piernas, el cuerpo. 
Entonces Huitzilopochtli se rebeló, persiguió a los cuatrocientos sureños, los hostigó y 
los obligó a huir 
 
La disputa por el dominio, que históricamente tuvo lugar entre dos facciones de 
aztecas, s e convirtió en una batalla mítica librada entre dioses. Dado que Huitzilopochtli 
representa al sol del mediodía, el mito hacía referencia a la naturaleza y se 
comprobaba con solo observar el curso natural de la vida. Al nacer el sol destruye a la 
luna y persigue a las estrellas con sus rayos. Sin embargo, cada vez que se narraba la 
historia de Huitzilopochtli, que emergió del vientre de su madre, asesinó a su hermana, 
le cortó la cabeza y la hizo rodar por la colina, se acentuaba la naturaleza salvaje del 
pueblo azteca. 
 
De la madre de Huitzilopochtli, Coatlicue, la madre de todos los dioses, se creía que ella 
creaba toda la vida y recibía a los muertos nuevamente en su cuerpo. Pero, lejos de ser 
una divinidad bondadosa y fuente de vida venerada por otras culturas Coatlicue fue un 
poder terrorífico... " 2 
 
En este contexto social y religioso, la influencia de este hecho en la educación formal 
influyó para que tanto hombres como mujeres recibieran instrucción sobre los deberes 
en la sociedad prehispánica, por lo que se implementaron instituciones de estricto 
sentido formativo dedicados al servicio de los dioses. 
 
Esos recintos fueron del tipo sacerdotal y civil para nobles como el Calmécac (para la 
clase sacerdotal) y el Telpochcalli (para los guerreros). Como un ejemploevidente fue la 
erección del Templo Mayor que representaba no solo la marca visible de un vasto 
conjunto, sino el centro cósmico de un universo que requería sacrificios humanos para 
mantenerlo. 
 
En toda la nación mesoamericana existían centros, por lo cual los niños en edad escolar 
podían y debían acudir a recibir la educación en el calmécac o en el telpochcalli (lo que 
no esta muy preciso es si la educación era la misma para hombres y mujeres, si el 
tiempo escolar era igual para damas y varones, si la conformación de los grupos era 
mixto y si las escuelas eras conformadas de acuerdo a los sexos). Según el Códice 
florentino el ingreso podía ser en cualquiera de ellas, de acuerdo a la elección de la 
divinidad protectora que hiciera el padre: Quetzalcóatl o Tezcatlipoca. 
"Cuando un niño nacía, lo ponían sus padres o en el calmécac o en el telpochcalli. 
Prometían al niño con un don, y lo llevaban o al Calmécac, para que llegara a ser sacerdote, 
o al Telpochcalli, para que fuera un guerrero”. 3 
 
2 Peterson Scott. Trofeclas de los indios americanos": Tikai Ed., España, 1990, pp. 25 y 26. 
3 Las Casas, Bartolomé, fr. "Los indios de México y Nueva España". Ed. Porrúa, México, [Sepan cuantos... Num. 57], 
1966, p.70. 
 8
De acuerdo a la posición social de los padres, los niños podían asistir al calmécac, al 
telpochcalli y a las cuicacalli. En los calmécac los tlamatinime (sabios) transmitían 
conocimientos de tipo intelectual, la palabra, la poesía. En los telpochcalli, en cambio, 
enseñaban las habilidades, las destrezas para las artes de la guerra y la caza; y en las 
cuicacallilos cantos, la música y las danzas. 
"De manera formal, los propósitos educativos mas generales eran que la niñez conociera 
su historia, su cultura, respetara a sus dioses, a los ancianos y a los padres, para que se 
cumpliera con los deberes de amar la verdad y la justicia” . 4 
 
De acuerdo con los testimonios de algunos de los misioneros, en los centros de 
enseñanza, se aprendían los cantares divinos, la interpretación de los códices, los 
conocimientos calendáricos, la historia y las tradiciones, la memorización de textos, entre 
otras cosas. Dichos conocimientos eran impartidos por los sabios (tlamatinime) y los 
sacerdotes (temachliani), a quienes socialmente se les tenía muy alto aprecio. Hasta 
donde se sabe, en Tenochtitlan y al parecer en Mesoamérica, en general, todos los 
niños debían acudir a cualquiera de los centros educativos. 
Calmécac 
 
De acuerdo a los cronistas españoles de la conquista, los calmécac ("en la hilera de 
casas") eran escuelas en las que se educaban los tlamacazque. Su principal población 
era de jóvenes hijos de los grupos de poder; estaban dedicados a Quetzalcóatl 
('"serpiente de pluma rica", "gemelo precioso"; dios del viento, de la generación y del 
amanecer), uno de los nombres del dios supremo. Acudían los hijos de los grupos 
sociales dominantes para aprender la profesión sacerdotal, ahí como quienes solo 
recibían la educación religiosa y civil. Asistían al calmécac a adquirir un rostro sabio y 
corazón recio. Tal era el fin, profundamente humanista, a que se pretendía llegar con la 
educación. 
 
La edad para entrar a estudiar a los calmécac era sumamente variable. Según las 
fuentes históricas podía ser entre los 9 y 18 años. El ingreso se hacia con rituales míticos 
y religiosos. 
 
Cuando los padres Ilevaban al mancebo, ofrecían copalli (resina usada en el culto a los 
dioses), como ofrenda a los muertos y como medicina, muy aromática, maxtli (prenda de 
vestir varonil que consistía en una banda de tela que pasaba sobre la cintura y entre las 
piernas para cubrir los órganos genitales y el ano), sartales de oro y plumas ricas y 
piedras preciosas ante el ídolo del dios, como gente que era principal y pudiente. 
Recibían al mancebo con músicas y cantares, y luego le teñían el rostro y cuerpo de 
negro con el ulli (hule; pelota de hule) sagrado. 
 
Para el desempeño de sus actividades los calmécac contaban con tierra que era 
laborada por los educandos para su sustento; todos los alumnos participaban en las 
diversas actividades como: barrer, limpiar los templos y las casas, traer leña para las 
 
4 lbidem, p. 74. 
 
 9
hogueras, buscar púas de maguey para los sacrificios, construir canales para conducir el 
agua, reparar el edificio, Ilevar comida a los que estaban trabajando en las labores 
agrícolas. En la tarde se ocupaban del culto, de los ejercicios de penitencia y de los 
conocimientos. La disciplina a su interior era muy estricta y rigurosa. 
 
A los alumnos se les enseñaba a hablar bien y a comportarse de acuerdo a su rango 
social, a tratar a las personas de acuerdo a su posición social; les transmitían los 
cantares sagrados y las leyendas que guardaban la historia; los adiestraban en 
aritmética, cronología y astrología judiciaria (observar el curso de los astros, a medir el 
tiempo), el manejo de las armas y en la participación directa en las guerras para que 
aprendieran a "pelear por un dios y por su patria" (los aleccionaban en los secretos de la 
guerra y en los ejercicios de los guerreros), a hablar y recitar bien, a ser buenos 
narradores, a ser "artistas del labio y boca", para que de ella "broten flores": 
 
"Se les enseñaba con esmero a hablar bien, se les enseñaban los cantares, los que se 
decían cantares divinos, siguiendo los códices. Y se les enseñaban también con cuidado, 
la cuenta de los días, el libro de los sueños (temicámatl) y e/ libro de los años”.5 
 
Según las narraciones de los cronistas que Ilegaron con los españoles, la educación en 
los calmécac preparaba a los educandos para la guerra y el sacerdocio: hacer hombres 
sufridos y acostumbrados a todas las molestias y todos los dolores; habituarlos a un 
trabajo rudo y continuo y a padecer todo sufrimiento y derramar su sangre 
constantemente por sus dioses; instruirlos en cuanto había alcanzado aquella 
civilización. 
 
En cambio, los alumnos que no serian sacerdotes salían de los calmécac a los 20 años 
de edad, podían entonces casarse y ocupar los altos puestos administrativos. A decir de 
Sahagún: 
 
"...del calmécac salían los señores, senadores y gente noble, los que poseen los 
estrados y sillas de la república y los que están en los oficios militares que tienen poder 
de matar y derramar sangre..." 6 
 
Telpochcallí 
 
El telpochcalli ("casa de los jóvenes") era el Centro educativo donde se educaba a los 
telpopochtin o jóvenes. Su principal población era de jóvenes plebeyos provenientes de 
los calpullis, de los barrios. Estaba dedicado a Tezcatlipoca ("el humo del espejo"), 
nombre del dios supremo. 
 
En ellos se trasmitían los elementos fundamentales de la religión, la moral y se les 
adiestraba en el arte de la guerra. Los enseñaban a cantar, a danzar, a ser bien criados, 
a tener reverencia y amor por los mayores, a servir, a obedecer; a como tirar y manejar 
 
5 Ibidem, p. 66-73. 
6 Sahagún, Bernardino, fr. "Historia General de las cosas de la Nueva España" CONACULTA, México, [Col. Cien de 
Mexico], 2000, p. 334. 
 
 10
con puntería las flechas, las rodelas, la espada. Les predicaban a vivir castamente, a 
ayunar, a beber y comer templadamente, con reposo y mesura, no apresuradamente. 
Los que tenían inclinación hacia el arte de la guerra, podían convertirse en soldados o 
capitanes; quienes se interesaban por la religión los apartaban (bien al iniciar o 
posteriormente) de los soldados y los pasaban a otras casas de ceremonias y cultos, 
Ilamadas tlamacazcalli ("Casa de los mancebos ya en la perfecta edad de su juventud"). 
 
La instrucción general en el telpochcalli constaba de tres especies de grados: el alumno 
de recién ingreso recibía cursos para tiacatiacach "instructor", el segundo era de 
tetpuchtlatlo "Jefe de instructores" y el tercero de tlacatecatl "director de un telpochcalli". 
 
“Cuandohan comido comienzan otra vez a enseñarles: a unos como usar las armas, a 
otros como cazar, como hacer cautivos en la guerra, como han de tirar la cerbatana, o 
arrojar la piedra. Todos aprendían a usar el escudo, la macana, cómo lanzar el dardo y la 
fecha, mediante la tiradora y el arco, También como se caza con la red y como se caza 
con cordeles. Otros eran enseñados en las variadas artes de los toltecas... " 7 
 
Cuicacalli o Cuicacalco 
 
No está preciso si las cuicacalli ('"casas de canto", baile y música) eran escuelas 
autónomas o eras anexas a los calmécac. López Austin, por ejemplo, refiere que el 
calmécac y el telpochcalli eran las escuelas mas comunes pero no las únicas y que la 
cuicacalli era el lugar donde se enseñaban los cantos y a la que acudían los estudiantes 
a recibir instrucciones para el trabajo comunal, y en la noche acudían para cantar y 
bailar; establece la idea de que las cuicacalli formaban parte de los calmécac, al afirmar 
que los estudiantes (hombres y mujeres) aprendían a cantar y danzar en ésta. 
 
"Así, mancebos y mozas hijos de los señores principales recibían la educación 
sacerdotal, y éstas adquirían ahí también las galas de su sexo aprendiendo a cantar y a 
danzar..." 8 
 
Miguel León-Portilla se refiere a ellas como los centros donde se enseñaba todo lo 
relacionado al canto, la danza, la música, los himnos y otras artes, pero no hace 
referencia si eran autónomas o formaban parte de algunas de las más comunes, o si 
eran de las diversas escuelas mas especializadas y de mas corta duración. 
 
Fray Bernardino de Sahagún y Fray Bartolomé de las Casas hacen una amplia 
descripción de las cuicacalli y las ubica como escuelas independientes de las otras, que 
existían en los diversos lugares (él habla de las de Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba) a las 
que los y las jóvenes eran obligados a asistir para aprender el canto y el baile; de no 
asistir se hacían acreedores a penas pues se ofendía al dios del baile. Había ancianos y 
ancianas responsables de vigilar que los jóvenes asistieran a las clases de canto y baile. 
 
 
7 Ibid. p.332. 
8 López Austin, Op. Cit., p. 342. 
 
 11
 “Después de recogidos los mozos de cada barrio, echaban los viejos por delante, y 
venían con ellos a la casa de canto. Lo mismo hacían aquellas amas viejas, que cada 
una venía con sus mozas por delante. Estos viejos y viejas tenían grandísima cuenta de 
volver los mozos a los colegios donde servían y deprendían crianza o a casa de sus 
padres, y ellas a las mozas muy guardadas y miradas, teniendo gran cuenta en que entre 
ellos no hubiese ninguna deshonestidad ni burla, ni señal de ella, porque si en alguno o 
en alguna la sentían, los castigaban ásperamente" 9 
 
Si bien la enseñanza era de carácter universal, lo era en cuanto a oportunidades, pero 
no por ello dejaba de reproducir las desigualdades sociales, pues si bien, según las 
fuentes de los cronistas españoles, podían ingresar a los calmécac los hijos de los 
macehualli ("hombre del pueblo"; "plebeyo"), cuando lo común era la entrada de hijos de 
los grupos dominantes, al ser un fenómeno o fenómenos excepcionales, socialmente no 
cambiaba nada. 
 
En todo este complejo contexto histórico y social conviene plantearse ¿cuál habría sido 
la participación de las mujeres en la conformación de la sociedad mexica después?. 
 
Las crónicas que hasta hoy prevalecen nos dan noticia incipiente de este hecho en 
donde la mujer figura participando apenas en actividades del hogar y el cuidado de los 
hijos; además de las condiciones organizativas y sociales entre los mexicas, la relación 
de parentesco (linaje) cumplía una función primordial en la distribución de las tareas de 
fortalecimiento de la sociedad. El mismo Fray Bernardino de Sahagún nos describe las 
condiciones de parentesco entre los naturales y la posición que ocupaba la mujer en 
esta clasificación, así como algunas de las condiciones especificas del papel de la mujer 
en esta sociedad: 
 
DE LAS CALIDADES Y CONDICIONES DE LAS PERSONAS 
CONJUNTAS POR PARENTESCO 10 
 
EL PADRE. Es la primera raíz y cepa del parentesco. La propiedad del padre es ser 
diligente, cuidadoso, que con perseverancia rija su casa y la sustente. El buen padre cría 
y mantiene a sus hijos, y dales buena crianza y doctrina, y ríñelos y dales buenos 
ejemplos y buenos consejos, y hace tesoro para ellos, y guarda. Tiene cuenta con e/ 
gasto de su casa, y regla a sus hijos en el gasto, y provee las cosas de adelante. La 
propriedad del mal padre es ser perezoso, descuidado, ocioso. No se cura de nadie. 
Dexa por fluxura de hacer lo que es obligado. Pierde el tiempo en balde. 
 
LA PROPIEDAD DE LA MADRE es tener hijos y darles leche. La madre virtuosa [sic] es 
vigilante, ligera, no se para, diligente, veladora, solicita, congoxosa. Cría a sus hijos. 
Tiene continuo cuidado de ellos. Tiene vigilancia en que no les falte nada. Regálalos. Es 
como esclava de todos los de su casa. Congóxase por la necesidad de cada una. De 
ninguna cosa necesaria en casa se descuida. Es guardadora. Es laboriosa o trabajadora. 
 
9 Las Casas, Op. Cit., pp. 70-75. 
10 Sahagún, Bernardino, fr. "Historia General de las cosas de Nueva España" CNCA, México, 3a.ed., [col. Cien de 
México], 2000, pp. 859-862. 
 
 12
LA MADRE MALA es boba, necia, dormilona, perezosa, desperdiadora, persona de mal 
recaudo, descuidada de su casa. Dexa perder las cocas por pereza o por enojo. No cura 
de las necesidades de su casa. No mira por las cosas de su casa. No corrige las culpas 
de los de su casa, y por eso cada día se empeora. 
 
HAY ENTRE ESTA GENTE HIJOS LEGÍTIMOS E HIJOS BASTARDOS. 
 
HIJO BIEN ACONDICIONADO O VIRTUOSO. El hijo bien acondicionado es obediente, 
humilde, agradecido, reverente. Imita a sus padres en las costumbres y en el cuerpo. Es 
semejante a su padre a su madre. 
 
HIJO VICIOSO. El mal hijo es travieso, rebelde o desobediente, loco, travieso, no 
acogido a buen consejo. Echa a las espaldas la buena doctrina con desdén. Es 
desasosegado, desbaratado, fanfarrón, vanaglorioso, malcriado, bobarrón o tosco. No 
recibe ninguna buena doctrina. Los buenos consejos de su padre y de su madre por una 
oreja le entran y por la otra le salen. Aunque le azoten y aunque apaleen, no por eso se 
enmienda. 
 
HIJA VIRTUOSA. La moza o hija que se cría en casa de su padre estas propiedades 
buenas tiene: es virgen de verdad, nunca conocida de varón; es obediente, recatada, 
entendida, hábil, gentil mujer honrada, acatada, bien criada, doctrinada, enseñada de 
persona avisada, avisada, guardada. 
 
HIJA VICIOSA. La hija mala o bellaca es mala de su cuerpo, disoluta, lozana, puta, 
polida. Anda pompeándose. Ataviase curiosamente. Anda callejeando. Dase al vicio 
de la carne. Ándase a la flor del berro. Su vida y su placer es andar a la flor del berro. 
Anda hecha loca. 
 
HIJO O HIJA REGALADOS. Muchacho o muchacha que sale a los suyos de generación 
noblejo generoso o generosa, hija delicada, regalada, tierna, hermosa. Hija mayor, 
primogénita; hija segunda; hija tercera; hija postrera. No se debe ofender el lector 
prudente en que se ponen solamente vocablos y no sentencias en lo arriba puesto, y en 
otras partes adelante, porque principalmente se pretende en este tratado aplicar el 
lenguaje castellano al lenguaje indígena para que se sepan hablar los vocablos propios 
de esta materia, de viciis et virtutibus. 
 
MUCHACHO O MUCHACHA VIRTUOSAS. El muchacho o muchacha de buena 
condición es diligente, vivo y agudo, ligero y comedido, y discreto y obediente, que hace 
de buena gana lo que le mandan. 
 
MUCHACHO VICIOSO. El muchacho bellaco tiene estas propiedades; es perezoso, 
pesado, gordinflón, bobo, necio, tosco, indiscreto, que entiende las cosas al revés, hace 
las cosas al revés, inhábil, sisón, alocado, loco, que siempre anda de casa en casa, de 
lugar en lugar, bellaco, fino o enfermo de todos las enfermedades.13
TÍO. El tío tenían por costumbre estos naturales de dexarle por, curador o tutor de sus 
hijos y de su hacienda, y de su mujer, y de toda la casa. El tío fiel tomaba a su cargo la 
casa de su hermano y mujer como la propia suya. 
 
TÍO VIL. La propiedad de mal tío es ser desperdiciador, desbaratado. Es aborrecedor y 
despreciador. 
 
TIA. La tía suele ser sustentadora y bandeadora de sus sobrinos. La buena tía es 
piadosa. Favorece a los suyos. Tiene continuo cuidado de los suyos. Tiene real 
condición. Es congoxosa en buscarlo necesario para los suyos. 
 
TIA VIL.- La tía que es mal acondicionada es brava, carienojada, rostrituerta, nadie se 
halla bien con ella, es desapegada, siempre mira con ojeriza, a todos estima en basura, 
mira con desden o menosprecio. 
 
SOBRINO O SOBRINA. De una manera llaman los hombres a sus sobrinos, y de otra 
manera los Ilaman las mujeres. Los hombres dicen al sobrino nómach, y las mujeres 
dicen al sobrino nopilo, nopilotzin. La condición del buen sobrino es comedirse a hacer lo 
que conviene, sin que nadie se lo mande. Lo que le mandan una vez no es menester 
decírselo otra vez. Las condiciones de sobrino vicioso, que se cría sin padre ni madre 
entre sus tíos y tías, que no tienen cuidado de castigarle, entiéndense de todo muchacho 
vicioso o travieso. 
 
ABUELO. El abuelo tiene las propiedades que se siguen: tiene el cuerpo duro y correoso; 
tiene los cabellos canos, cabeza blanca; es impotente, inútil o infructuoso; es como niño; 
esta ensanterido o hecho sancto. El buen abuelo tiene las propiedades del buen padre. 
Véanse allí. Demás desto es caduco, de poco seso. 
 
ABUELA. La abuela tiene hijos, nietos y tartaranietos. La condición de la buena abuela: 
reprende a sus hijos y nietos, ríñelos y doctrínalos, y castígalos; enséñalos como han de 
vivir. Las condiciones de la mala abuela son estas: es vieja, boba o tocha, de mal 
concierto y de mal recaudo, desperdiciadora y de mal exemplo. 
 
BISABUELO. El bisabuelo es decrépito. Es otra vez niño; pero bisabuelo que tiene buen 
seso es hombre de buen exemplo y de buena doctrina, de buena fama, de buena 
nombradía. Dexa obras de buena memoria en vida, en hacienda, en generación, escritas 
como un libro. El bisabuelo malo es como muradal, como rincón, como escuridad, digno 
de ser menospreciado, digno de ser reprendido o reñido, digno de ser escamecido, digno 
que los viven le murmuren donde está el Infierno, le escarnecen y escupen todos. Da 
pena o enojo su memoria o su vista. 
 
BISABUELA. La bisabuela es de edad decrépita. Es coma niña en la condición. La 
bisabuela buena es digna de ser loada, digna que se le agradezca el bien que hizo a sus 
descendientes. Glórianse los descendientes de nombrarla por su bisabuela. Es principio 
de generación o linaje. La mala bisabuela es aborrecible. Nadie oye de buena gana su 
nombre. Su presencia o su memoria provoca a nausea o asco. Da enojo. 
 
 14
TARTARABUELO. Tartarabuelo y tartarabuela. Tiémblale la cabeza y el cuerpo. Anda 
siempre tosiendo. Anda azcadillando de flaqueza. Ya esta en lo último de vejez. El buen 
tartarabuelo o tartarabuela es en lugar de padre y madre de sus descendientes. Es como 
preciosa raíz o fundamento. El mal tartarabuelo o tartarabuela es viejo ruin, raíz ruin y 
desechada. Hizo mala vida. Dexa desabridos a los suyos. 
 
NIETO O NIETA. El nieto o nieta es amado, es querido, es estimado. Precede de sus 
antepasados coma las espinas en que nacen, o como el ripio de la piedra que se labra, o 
como los hijos de la mazorca ahijada que se llama cacámatl, mendrugo vivo, preciado 
como piedra preciosa, como pluma rica, imitador de los suyos en gesto y en obras. El 
buen nieto sigue los buenos exemplos de los suyos. Es imagen viva de los suyos. Da 
honra a los suyos con su buena vida. Brota como flor entre los suyos. El nieto travieso 
deshonra a los suyos. Empulvoriza la honra de los suyos. Es disoluto y absoluto. No 
toma parecer de nadie en que ha de decir. Rígese a si mesmo como quiere. Juzgase 
coma le antoja. Es fino, bellaco y grandísimo. 
 
DE LOS GRADOS DE AFINIDAD 11 
 
SUEGRO. El suegro es aquel que tiene yerno o nuera vivos. Si son muertos, Ilámase 
miccamontatli. El suegro busca la mujer para su hijo, y casa a sus hijas, y tiene cuidado 
de sus nietos. El buen suegro tiene cuidado de dar lo que han menester a su yerno y a 
su nuera, ponerlos en su casa. El mal suegro siembra odio entre su nuera o su hijo, entre 
su hija y su yerno. A nadie quiere tener en su casa. Es escaso, avariento. 
 
SUEGRA. La suegra hace de su parte para con sus hijos todo lo que se dixo del suegro. 
La buena suegra guarda a su nuera y célala con discreción. La mala suegra huelga que 
su nuera de mala cuenta de si. Es desperdiciadora de lo suyo y de lo ajeno. Es infiel a su 
nuera. 
 
PADRE DEL SUEGRO. El padre señor o padre de suegro, tiene todas las condiciones 
que se dixerion del suegro. El buen señor es rico. Tiene muchas que con su trabajo ha 
ganado. El ruin padre señor es pobre, es mezquino, es de saprovec liado. Nunca sale de 
laceria. 
 
MADRE DEL SUEGRO 0 SUEGRA. La madre señora, madre del suegro o suegra, tiene 
las condiciones de la suegra. La buena madre señora es vieja honrada, amable, 
venerable. La ruin madre señora daña y perjudica así, y a los suyos dexa deudas hechas 
que después paguen sus sucesores. 
 
YERNO. El yerno es mancebo casado. Es esento de la orden de os tlamacazques y 
telpuchtles. El buen yerno es honrado y reverenciador y amador de sus suegros. El ruin 
yerno es desvergonzado, arañador o codicioso. Hurta de la casa de su suegro lo que 
puede. Es amancebado. 
 
11 lbidem, P. 863-864. 
 
 15
NUERA. La nuera es pedida. Es mujer legítima. La buena nuera no es parlera ni 
vocinglera. Es callada; es sufrida. Recibe en paciencia las reprensiones. Ama y regala y 
halaga a su marido, y apacíguale. La nuera mal acondicionada es respondona y 
enterriada, corajuda, colérica, brava. Es furiosa, envidiosa. Enójase, entérriase, 
embráveze. 
 
CUÑADO. Cuñado. Debe ser de condición blanda, suave. ganador, trabajador, oficial, 
benigno y llano. Cuñado mal acondicionado es envidioso, rencoroso, encorájase, 
entérriase. El cuñado tiene cuñado y cuñada, tiene suegro y suegra, tiene parientes y 
parientas. El mal cuñado amancébase con la cuñada y amancébase con su suegra. Es 
importuno para que lo den alguna hacienda. La cuñada tiene hermano o hermanos 
mayores tiene hermano o hermanos menores. La buena cuñada es mansa, benigna. Es 
ayudadora. Pone paz entre su hermano y su cuñado. La mala cuñada, siembra reñillas o 
discordias entre su cuñado y hermano. La mujer dice a su cuñada mohuezhui. Es 
persona que tiene parientes. Es hermana mayor o menor. Es regalada o generosa. La 
buena cuñada es agradecida. La mala cuñada sisa y es enteresal. 
 
HERMANO MAYOR El hermano mayor lleva, toda la casa de padre. Doctrina a sus 
hermanos menores. Relévalos del trabajo hasta que sean de edad para trabajar 
 
PADRASTRO. Et padrastro es que se casa con mujer de otro marido que murió, dexó 
hijos o hijas, los cuales toma por andados andadas. Es perseverante en los trabajos. Ef 
mal padrastro aborrece a sus andados. No los puede ver; deséalos la muerte. 
 
MADRASTRA. La madrastra es aquella que se casó con algún hombre que tiene hijos de 
otra mujer. La madrastra de buena condición trata con amor y con gracia a sus andados, 
y regálalos. La madrastra mal acondicionada es brava, rencorosa, mal encarada. 
Siempre mira con ojos irados. 
 
ANTENADOS. Entenado o entenada o andado o andada, es aquella o aquel que le saltó 
de su padre o de su madre, y que esta en poder de su padrastro o de su madrastra. El 
buen entenado o entenada es humilde, recogido. Tiene acatamiento y reverencia. El 
entenado travieso y bellaco es atrevido. Es presumptuoso. Hace del grave cuando le 
mandan, o achácase. Es murmurador y detraedor; a todos menosprecia y tiene en poco." 
 
DE LAS PERSONAS QUE DIFIEREN POREDAD Y DE SUS CONDICIONES 
BUENAS Y MALAS 12 
 
VIEJOS. El viejo es cano. Tiene la carne dura. Es antiguo de muchos días. Es esperto. 
Ha esperimentado muchas cosas, Ganó muchas cosas por sus trabajos. El buen viejo 
tiene fama y honra. Es persona de buenos consejos y castigos. Cuenta las cosas 
antiguas, persona de buen exemplo. El mal viejo finge mentiras. Es mentiroso, borracho 
y ladrón. Es caduco, fanfarrón. Es tocho. Miente, finge. 
 
 
12 lbidem, p. 866 
 16
VIEJAS. La vieja está siempre en casa. Es casera. Es guarda de la casa. La vieja 
honrada manda a los de la casa lo que han de hacer. Es lumbre, es espejo, es dechado. 
La vieja ruin es como rincón, como escuridad. Engaña y deshonra. 
 
MANCEBOS. El varón es fuerte, es recio, fornido, esforzado. El buen varón es 
trabajador, ligero, diligente. El ruin varón es perezoso, pesado, fofo, fluxo, pedazo de 
carne con dos ojos. Hurta, asconde. Traidor, robador. 
 
MUJER MOZA. La mujer de media edad tiene hijos y hijas; tiene marido, es casada. La 
buena mujer es diestra en la obra de texer y labrar, Es buena maestra de guisar la 
comida y bebida. Labra y trabaja. Es diligente y discreta. La ruin mujer es tonta a inútil. 
 
HOMBRE DE PERFECTA EDAD. El hombre de perfecta edad es de robusto corazón. Es 
esforzado, es prudente; es entendido; es vivo. El buen varón de perfecta edad es 
trabajador, es sufrido en los trabajos. El mal varón de perfecta edad es mal mandado, es 
atronado, es atinado. 
 
MUJER DE PERFECTA EDAD. La mujer de perfecta edad es honrada, digna de ser 
reverenciada, grave, mujer de su casa. Nunca reposa. Vividora. Esfuérzase a trabajar. La 
mala mujer de perfecta edad es bellaca, es deshonesta, es mala mujer. Putea. Atavíase 
curiosamente. Es desvergonzada y atrevida y borracha. 
 
MANCEBILL0. El mancebo de bien es gentil hombre. Es bien dispuesto. Es ligero, suelto, 
gracioso en hablar, donoso..El mancebo bien acondicionado es obediente; es pacifico, es 
cuidadoso y diligente. Obedece, trabaja. Es canto. Vive avisadamente y cuerdamente. 
 
MOZUELA. La doncella buena es gentil mujer Es hermosa. Es bien dispuesta. Es 
avisada. Presume de honra para guardalla. No consiente que nadie se burle con ella. La 
doncella virtuosa es esquiva. Es ascondida y celosa de sí misma. Es casta; guardase; 
tiene mucho cuidado de su honra y de su fama; no consiente que nadie se burle con ella. 
La doncella deshonesta hace buen barato de su cuerpo, Es desvergonzada. Es loca, 
presumptuosa. Tiene mucho cuidado de lavarse y de bañarse. Tiene andar deshonesto, 
requebrado y pomposo. 
 
MUCHACHO. El muchacho bien afortunado es delicado. Tiene madre y padre. Es amado 
dellos, bien como único hijo. Tiene hermanos mayores y menores. Es docible. Es bien 
mandado. El muchacho bien acondicionado es obediente; es bien mandado; tiene 
reverencia a los mayores; es humilde. El muchacho bellaco es travieso; es incorregible; 
mal inclinado y de mal corazón. Es fugitivo. Es ladrón. Es mentiroso. 
 
NIÑO O NIÑA. El infante o infanta es delicado, bien dispuesto, sin tacha corporal. Es 
hermoso, bien criado, sin enfermedad ninguna del cuerpo. Es generoso. Criase 
delicadamente, con mucho cuidado_ El infante travieso que no cura de su generosidad 
es feo, desgraciado, mal acondicionado. Es enfermo y apasionado de diversas, 
pasiones; manco de los pies o de las manos, y bocquín. El niño de cinco o seis años, 
bonito y bien acondicionado. Es alegre. Es risueño. Es gracioso, Es regocijado. Salta y 
 17
corre. El muchacho de esta edad mal acondicionado llora y encorájase. Es encorajado y 
emberrecado". 
 
DE LOS ATAVIOS DE LAS SEÑORAS 13 
 
Usaban las señoras vestirse los huipiles labrados y texidos de muy muchas maneras de 
labores, como van aquí declarado en la lengua. 
 
Usaban las señoras de poner mudas en la cara con color colorado o amarillo o prieto, 
hecho de encienso quemado con tinta. Y también untaban los pies con el mesmo color 
prieto, y también usaban traer los cabellos largos hasta la cinta. Y otras traían los 
cabellos hasta las espaldas; y otras traían los cabellos largos en una parte y otra de las 
sienes y orejas, y toda la cabeza tresquilada; y otras traían los cabellos torcidos con hilo 
prieto de algodón, y los tocaban a la cabeza, y ansí lo usan hasta agora, haciendo dellos 
coma unos cornezuelos sobre la frente; y otras tienen mas largos los cabellos y cortan 
igualmente al cabo de los cabellos por hermosearse, y entorcéndolos y atándolos 
parecen ser todas iguales; y otras tresquilaban toda la cabeza. 
 
Usan también la mujeres teñir los cabellos con lodo prieto, o con una yerba verde que 
se llama xiuhquílitl por hacer relucientes los cabellos a manera de color morado. Y 
también limpian los dientes con color colorado o grana. 
 
Usaban también pintar las manos con todo el cuello y pecho. También las señoras 
usaban de bañarse y enjabonarse [Y en] señábanlas a ser vergonzosas y hablar con 
reverencia y tener acatamiento a todos, y ser diestras y diligentes en las cosas 
necesarias a la comida y bebida, etcétera”. 
 
DE LOS EXERCICIOS DE LAS SEÑORAS 14 
 
Las señoras usan tener muy muchas maneras de alhajas e instrumentos Para sus oficios 
de hilar y ordir y texer y labrar y cardar algodones y tener otras cosas necesarias 
tocantes a los exercicios de sus labores, como se van aquí declarando en la lengua. 
Mas, son obligadas a hacer y guisar la comida y bebida delicadamente, y tienen amas 
que las guardan y crían. Mas, tienen criadas, corcovadas y coxas y enanas, las cuales 
por pasatiempo y recreación de las señoras cantan y tañen tamboril pequeño, que se 
llama huéhuetl." 
 
DE LAS MUJERES NOBLES 15 
 
La mujer noble es muy estimada, digna de honra y reverencia, y por su virtud y nobleza 
en todo da favor y amparo a los que acuden a ella. Y la tal, si es buena, tiene estas 
propiedades: que debaxo de sus alas se amparan los pobres, y los ama y los trata muy 
 
13 Ibidem. p. 761 
14 Ibidem. p. 764. 
15 Ibidem. pp. 884-887. 
 
 
 18
bien, amparándolos. Y si no es tal, es apasionada de malas entrañas; no tiene en nada a 
los otros, por ser soberbia y presumptuosa. 
 
La mujer hidalga es muy estimada y querida de todos, honrada y reverenciable, grave y 
esquiva. La tal, si es buena, sabe bien regir a su familia, y mantenella, y por su bondad a 
todos muestra amor y benevolencia, dando a entender ser noble y ahidalgada. Y si no es 
tal, es mal acondicionada, de malas entrañas mica con ojeriza y desden; es austera y 
mal encarada, y corajuda, pesada y mal contentadiza. 
 
La señora que mantiene familia es generosa, digna de ser obedecida, y muy cabal, por 
tener términos y partes de las buenas y nobles señoras; ni hace cosa indigna de su 
persona. Y gentil mujer, muy honrada, grave y brava. La tal, si es buena, es muy honrada 
y de buena fama y de mucha estima, piadosa, a todos los ama; a nadie tiene en poco, 
sino que a todos los regala como si fuesen sus hijos. Y si es mala, es brava y de mala 
digestión, enojadiza, desabrida o desgraciada, inquieta, acelerada o súpita, y de no nada 
se corre: todo le da pena. 
 
La mujer principal rige muy bien su familia y la sustenta, por lo cual merece que le 
obedezcan, le teman y le sirvan, y gobierna varonilmente, amiga de fama y honra. La tal, 
si es buena, es sufrida; es mansa, humana, constante y varonil, bien acondicionada, y 
gobierna también como cualquier principal, en paz y concordia. Y si es mala, es arrojada, 
alborotadora o desasosegadora, y tal que por no nada suele amenazar y poner a todos 
gran miedo y espanto; y es tan feroz que parece que quería comer vivos a los otros. 
 
La señora principal gobierna y manda como el señor. La tal, si es buena, rige muy bien 
sus vasallos y castiga a los malos. A ella se tiene repecto; pone leyes y da orden en lo 
que conviene, y es obedecida en todo. La que es mala, es descuidada y floxa; dexa 
perder las cosas por negligencia,y es exageradora, y en todo da mal exemplo, y pone 
las cosas a peligro y riesgo, y muy escandalosa. 
 
La infanta o la doncella generosa tienen la crianza del palacio. Bien acondicionada, digna 
que sea amada y bien tratada de todos, La que es buena es generosa y de ilustre y 
limpio linaje, de buena vida, mansa, amorosa, pacifica, humilde y bien criada en todo. La 
que es mala, es vil, plebea y soberbia; al fin, hace obras de macegual; mujer perdida, 
descuidada y amancebada. 
 
La doncella dedicada es de buen linaje y de buenos y honrados padres. La tal, si es 
buena, es de buena vida y de vergüenza, celosa de si misma, considerada y discreta. 
Siempre se anima a los buenos y les sirve, humillándose y repectando a todos. Y la que 
es mala, no sabe guardar secreto. Es muy precipitada en sus cosas, e por no nada se 
altera e se enoja fácilmente, menospreciando a los otros, no respectando a nadie. 
 
La hija de claro es de buena parte, honrada e amada de todos, o estimada. La que es 
buena quiere bien a todos, y sabe agradecer por el bien que se le hace, muy mirada en 
sus cosas. La que es mala es muy loca, incorregible, torpe, desvergonzada, que 
fácilmente afrenta y deshonra a su linaje. 
 
 19
La hija noble de buen linaje es hidalga. La que es buena responde bien a su linaje, en 
cosa ninguna deshonra a sus padres; resucita la buena fama de sus antepasados. Y la 
que es mala afrenta a su linaje; es devil o baxa condición, y desvergonzada, 
presumptuosa, disoluta y absoluta, y no tiene en nada a los otros. 
 
La mujer de buena ralea desciende de caballeros. Y la que es buena sigue las pisadas 
de sus padres y los imita en virtudes, e da buen exemplo, siguiendo lo bueno y evitando 
lo malo. Y la que es mala, ella misma se deshonra, amiga de cosas baxas, mentirosa, 
por lo cual es aborrecible a todos. 
 
La doncella de buen solar es gloria y reliquia de sus padres. La que es buena es Pacifica, 
noble; amorosa, y tiene respecto a todos. La que es mala es atrevida, que ni teme ni 
debe, a todos menosprecia, soberbia y fantástica. 
 
La mujer noble de buena estima es de buena parte. Y si es buena es mansa y no es 
brava. Y la que es mala es mal acondicionada, alocada e precipitada en todo. 
 
La mujer descendiente de nobles es noble y magnífica, y en todo muestra su nobleza, y 
ansí obra y vive conforme su genealogía, y cuanto hace todo corresponde a su linaje la 
que no es tal es vil, torpe, y sus malas obras la hacen baxa y vil, por ser tosca, soberbia, 
fantástica y necia. 
 
La mujer noble de solar conocido no hace cosa que no deba, sino que en todo es buena, 
honesta y dispuesta. La tal, si es buena es humilde, pacifica y de apacible conversaci6n 
a todos, y muy agradecida a sus bienhechores. La que es mala es mal criada, 
deshonesta e incorregible, muy entonada y fanfarrona, desbaratadora y alocada. 
 
La mujer de buena parentela es noble, y de buena ralea. La que es buena es enemiga de 
vanos loores entre las gentes, y de ser muy estimada y nombrada. La que es mala es 
muy presumptuosa, y ella mesma se jacta de su linaje. 
 
La mujer que desciende de buenos tiene buena fama y buena nombradía; honrada y 
estimada entre todos. La tal, si es buena, es compasiva cerca de los aflictos, y mas suele 
ser agradecida y reverente a todos, no menospreciando a los pobres, sino ayudándolos y 
amándolos. La que es mala es desagradecida, codiciosa de honra y riquezas. 
 
La mujer noble de limpia sangre es bien acondicionada y de noble corazón. La que es 
buena es elocuente, blanda y sosegada en el hablar, y cuanto hace, todo lo hace en paz 
o quietud. La que es mala es avillanada, de malas entrañas y corajuda, comilona y 
bebedora, y insaciable, mujer para no nada y tosca en todo. 
 
La mujer de noble sangre es del linaje de caballeros, ora sea legitima, ore bastarda. La 
que es buena tiene vergüenza y empacho de todo lo malo, y cuanto hace lo hace con 
entera voluntad. La que es mala es desvergonzada, atrevida y borracha, y alocada, que 
parece que ha comido cosas que suelen sacar al hombre de su juicio, como es la yerba 
llamada rníxitl y los malos hongos. 
 
 20
La mujer de buen parentesco es de muy buena casta, venerable a amable a todos, digna 
de ser bien tratada, buena y gentil mujer, dispuesta y bien hecha, delgada, no muy 
gorda, de mediana estatura, grave y severa, y bien agestada. 
 
La que es buena, es de buenas entrañas y amorosa a todos; ni hace cosa digna de 
represión o tacha; grave, temerosa, y por descender de buenos caballeros es muy 
estimada, y ansí es comparada a pumas ricas y piedras preciosas, y en ella se hallan, 
fuera de la nobleza, piedad, humanidad y amor, y todas /as gracias que hacen parecer 
bien al alma y al cuerpo, cabal y muy cumplida en sus cosas. La que es mala es mal 
acondicionada, avillanada, torpe y fea, muy desbaratada, soberbia, fanfarrona, luxuriosa, 
desasosegadora, balandrona, borracha y, por otra parte, muy bocal, torpe y boba, 
desvergonzada y tonta; es de buen parecer solamente, y no es para nada". 
 
DE LAS CONDICIONES Y OFICIOS 
DE LAS MUJERES BAXAS 16 
 
La mujer popular de buenas fuerzas es trabajadora y de media edad: recia, fornida, 
diligente, animosa e varonil e sufrida. La que desta jaez es buena, vive bien y 
castamente, y ninguna cosa reprensible obra, sino que cuanto hace es de buena y 
honrada mujer, y bien dispuesta, y por esto es estimada como una piedra preciosa. Y la 
que destas es mala, es mal mirada y real criada, atrevida y atontada, precipitada en sus 
cocas y mal considerada, que no mira bien lo que hace. 
 
La mujer honrada es cabal y cuerda. La tal, si es buena, es constante y firme, y que no 
vuelve atrás en sus obras, y tal, que con animo de varón sufre cualquier mal que le viene, 
y aun hace fuerza a si mesma por no ser vencida de algún infortunio, sino que todo lo 
que se ofrece adverso lo sufre con grande y mucha paciencia. La que déstas no es tal, 
es flaca y vil mujer, que hace caer las alas a los otros. Ni da animo ni esperanza de 
alguna cosa; muy desconfiada, que fácilmente se cansa por nada; mala en todo e de 
mala fama y vida. 
 
La texedora de labores tiene por oficio texer mantas labradas galanas y pintadas. La que 
es buena deste oficio es entendida y diestra en su oficio, y ansí sabe matizar los colores 
y ordenar las bandas en las mantas; al fin, hacellas galanas y labradas de diversas 
colores. También tiene por oficio saber hacer orillas de mantas, saber hacer la labor del 
pecho del huipil, y hacer mantas de tela rata como es la toca; y por el contrario, hacer las 
gruesas de hilo gordazo o grueso, a manera de colonia de Castilla. La que es mala es 
incapaz deste oficio, torpe y hace mala labor, y echa a perder cualquier tela. 
 
La hilandera tiene por oficio hacer lo siguiente, conviene a saber; saber escarmenar 
sacudir bien lo escarmenado. La que es buena hilandera sabe hilar delgado, parejo e 
igual, y ansi tiene buena mano y es diestra en el hilar. También sabe hacer buena 
mazorca en el huso y devanar o hacer ovillo, y saber concertar el hilo que está en la 
devanadera para la ordiembre, y saber triplicar los kilos, e saber hilar hilo grueso y floxo. 
 
16 Ibidem, p. 888-890. 
 21
La que no es tal hace tramoxas, y es floxa y perezosa, y tal que de pura perezosa no ve 
la hora para dexar lo que hace. 
 
La costurera sabe coser y labrar y echar buena labor en todo lo que labra. La que es 
buena costurera es buena oficiala de su oficio, y echa labores trazando bien primero lo 
que ha de hacer. La que no es tal, echa puntos largos y manosea lo que cose; hace mala 
labor en todo, y burla y engaña a los dueños de la obra que se le encomienda. 
 
La mujer que sabe bien guisar tiene por oficio entender en las cosas siguientes, conviene 
a saber hacer bien de comer, hacer tortillas, amasar bien, saber echar la levadura, para 
todo lo cual es diligente y trabajadora. Y sabe hacer tortillas llanas y redondas, y bien 
hechas, y por el contrario,hacellas prolongadas o hacellas delgadas, o hacellas con 
pliegues o hacellas enrolladas con axí; y saber echar masa de frisoles cocidos en la 
masa de los tamales, y hacer tamales de carne como empanadillas, y pacer bollos 
redondos de masa, y saber hacer tortas anchas; saber guisar de comer y hacer potaje 
del zumo de pepitas. 
 
La que es buena en este oficio sabe probar los guisados si están buenos o no, y es 
diestra y esperimentada de todo el genero de los guisados, entendida y limpia en su 
oficio, y hace finos y sabrosos guisado. La que no es tal no se le entiende bien el oficio; 
es penosa y modesta, porque guisa mal, sucia y puerca; comilona, gulosa; y las tortillas 
cuécelas mal; y los guisados de su mano están ahumados o salados o acedos a las 
veces, y tal que en todo es grosera y tosca. 
 
La medica es buena conocedora de las propiedades de yerbas, raíces, árboles, piedras y 
en conocellas tiene mucha esperiencia, no ignorando muchos secretos de la medicina. 
La que es buena médica sabe bien curar a los enfermos, y por el beneficio que les hace 
casi vuélvelos de muerte a vida, haciéndoles mejorar o convalecer con las curas que 
hace. Sabe sangrar, dar la purga, echar melecina y untar el cuerpo, ablandar palpando lo 
que parece duro en alguna parte del cuerpo y flotarlo con la mano; concertar los huesos; 
jasar y curar bien las Ilagas y la gota y el mal de los ojos, y cortar la camaza dellos. 
 
La que es mala medica usa de la hechicería supersticiosa en su oficio, y tiene pacto con 
el Demonio, y sabe dar bebedizos con que mata a los hombres. Y por no saber bien las 
curas, en lugar de sanar enferma y empeora, y aún pone en peligro de la vida a los 
enfermos, y al cabo los mata. 
 
Y ansí engaña a las gentes con su hechicería, soplando a los enfermos, atando y 
desatando sutilmente a los cordeles, mirando en el agua, echando los granos gordos del 
maíz que suele usar en su superstición, diciendo que por ello entiende y conoce las 
enfermedades. Y para mostrar bien su superstición, da a entender que de los dientes 
saca gusanos, y de las otras partes del cuerpo, papel, pedernal, navaja de la tierra, 
sacando todo lo cual dice que sana a los enfermos, siendo ello falsedad y superstición 
notoria. 
 
 
 
 22
DE MUCHAS MANERAS DE MALAS MUJERES 17 
 
La puta es mujer pública y tiene lo siguiente: que anda vendiendo su cuerpo; comienza 
desde moza, y no lo pierde siendo vieja, y anda como borracha y perdida. Es mujer 
galana y polida, y con esto muy desvergonzada, y a cualquier hombre se da y le vende 
su cuerpo, por ser muy luxuriosa, sucia y sin vergüenza, ambladora, y muy viciosa en el 
acto carnal. 
 
Púlese mucho, y es tan curiosa en ataviarse que parece una rosa después de muy bien 
compuesta, y para aderezarse muy bien primero mirase en el espejo, bañase, levase 
muy bien y refrescase para más agradar. Suélese también untarse con ungüento amarillo 
de la tierra, que llaman axí, para tener buen rostro y luciente, y a las veces se pone 
colores o afeites en el rostro, por ser perdida y mundanal, Tiene también de costumbre 
teñir los dientes con la grana y soltar los cabellos para más hermosura, y a las veces 
tener la mitad dellos sueltos, y la otra mitad sobre la oreja o sobre el hombro, y tranzarse 
los cabellos, y venir a juntar las puntas sobre la mollera como cornezuelos. Y después 
andarse pavoneando muy erguida, al fin, como mala mujer, desvergonzada, disoluta e 
infame. 
 
Tiene también de costumbre sahumarse con algunos sahumerios olorosos y andar 
mascando el tzictli para limpiar los dientes, lo cual tiene por gala, y al tiempo de mascar 
suenan las dentalladas como castañetas. Es andorra o andariega, callejera y placera. 
Ándase paseando, buscando vicios, anda reyéndose; nunca para, y es de corazón 
desasosegado, y por los deleites en que anda de continuo sigue el camino de las 
bestias. Júntase con unos y con otros. 
 
Tiene también de costumbre llamar haciendo señas con la cara, hacer del ojo a los 
hombres, hablar guiñando del ojo, llamar con la mano, volver el rostro asquereando, 
andarse reyendo para todos, escoger al que mejor le parece, y querer que la codicien; 
engañar a los mozos o mancebos y querer que le paguen bien, y andar alcagüeteando 
las otras para otros, e andar vendiendo a otras mujeres. 
 
La adultera es tenida por alevosa, o es traidora, por lo cual no es tenida en alguna 
reputación. Viva muy deshonrada y cuéntase como por muerta, por cuanto tiene perdida 
la honra. Tiene hijos bastardos, y con bebedizos se provoca a móvito y mal parir, y por 
ser tan luxuriosa, con todos se echa y hace traición a su marido; engáñale en todo y le 
trae ciego. 
 
La mujer que tiene dos sexos o la que tiene natura de hombre y natura de mujer, la cual 
se llama hermafrodita, es mujer monstruosa, la cual tiene supinos y tiene muchas amigas 
y criadas, gentil cuerpo. Como hombre habla, y anda como varón, y vellosa. Usa de 
entrambas naturas; suele ser enemiga de hombres, porque, usa del sexu masculino. 
 
 
17 lbidem, p. 892-893. 
 
 23
La alcagüeta, cuando usa alcagüetería, es como un diablo y trae forma dél, y es como 
ojo y oreja del Diablo; al fin, es como mensajera suya. Este tal mujer suele pervertir el 
corazón de las otras y las trae a su voluntad, a lo que ella quiere, muy retórica en cuanto 
habla, usando unas palabras sabrosas para engañar, con las cuales, como unas rosas, 
anda convidando a las mujeres, y ansí trae con sus palabras dulces a los hombres 
abobados y embelesados". 
 
En la sociedad mesoamericana la acción educativa comprendía tanto la que se 
transmitía en el seno familiar como la que se impartía en las escuelas. En náhuatl el acto 
educativo se expresaba como tlacahuapahualiztli o "arte de criar y educar a los 
hombres". 
 
La del hogar era responsabilidad educativa de los padres; comprendía los primeros 7 ú 8 
años de la vida infantil, iniciándose entre los 3 y los 4 años, mediante exhortaciones los 
padres transmitían a los hijos la idea de la fortaleza y el control de si mismos; se 
comunicaban los conocimientos que se relacionaban con los aspectos de la vida 
cotidiana: el trabajo, la división sexual de las labores de subsistencia, el matrimonio, la 
religión, los valores morales, entre otros. La misión educadora del padre es resaltada por 
los aborígenes de la siguiente forma: 
 
"El padre de gentes: raíz y principio de linaje de hombres. Bueno es su corazón, recibe 
las cosas, compasivo, se preocupa, de él es la previsión, es apoyo, con sus manos 
protege. Cría, educa a los niños, los enseña, los amonesta, les enseña a vivir Les pone 
delante un gran espejo, un espejo agujereado por ambos lados, una gruesa tea que no 
ahúma" 18 
Los padres como educadores en el hogar no solo criaban a sus hijos atendiendo el aspecto 
asistencial, su misión era instruirlos y advertirlos. Mediante largos discursos se daban 
consejos a los hijos para que adquiriesen el conocimiento por medio de privaciones a la 
que debían someterse, y les inculcaban aquello que necesitaban para comprenderse y 
para las labores al llegar a ser mayores. 
PLATICA O EXHORTACIÓN QUE HACIA UN PADRE A SU HIJO: 
Hijo mío, criado y nacido en el mundo por Dios, en cuyo nacimiento nosotros tus padres y 
parientes pusimos los ojos. Has vivido y salido coma el pollito del cascarón, y creciendo 
como él, te ensayas al vuelo y ejercicio temporal. No sabemos el tiempo que Dios querrá 
que gocemos de tan preciosa joya. Vive, hijo, con tiento, y encomiéndate al Dios que te 
crió, que te ayude, pues es tu padre, que te ama más que yo. Sospira a El de día y de 
noche, y en El pon tu pensamiento. Sírvele con amor, y hacerte ha mercedes, y librarte ha 
de peligros… A todos honra, y más a tus padres, a los cuales debes obediencia, servicio y 
reverencia. .. Ama y honra a todos, y vivirás en paz y alegría... Si no fuera de tu oficio, o no 
tuvieras cargo de hablar, calla, y si lo tuvieras, habla, pero cuerdamente, y no como boboque presume, y será estimado lo que dijeras… No salgas ni entres delante los mayores... 
No hables primero que ellos, ni atravieses por delante, porque no seas notado por 
 
18 De las Casas, Op. Cit., p. 165 
 24
malcriado. No comas ni bebas primero, antes sirve a los otros... Si te fuere dado algo 
(aunque sea de poco valor) no lo menosprecies... No tomes ni llegues a la mujer ajena, ni 
por otra vía seas vicioso... Si tú casar te quisieres, danos primero parte de ello, y no te 
atrevas a hacerlo sin nosotros. Mira, hijo, no seas ladrón, ni jugador porque caerás en gran 
deshonra, y afrentamos has, debiéndonos dar honra. 
Trabaja de tus manos y come de lo que trabajares, y vivirás con descanso... No murmures 
ni digas mal de alguno... No mientas, ni te des a parlerías…Vive limpiamente, porque no 
se vive esta villa dos veces, y con trabajo se pasa, y todo se acaba y fenece- No ofendas a 
alguno, ni le quites ni tomes su honra... Toma, hijo, lo que te dieran y da las gracias... Mira, 
no presumas mucho aunque tengas machos bienes, ni menosprecies a los que no tuvieran 
tanto... Con estos avisos te ciño y fortifico, y te hago misericordia. Mira, hijo, que no los 
olvides, ni de ti los deseches. 
RESPUESTA DEL HIJO: 
Padre mío, mucho bien y merced habéis hecho a mi, vuestro hijo... Es así lo que decís, 
que con esto cumplís conmigo; y que no tendré excusa si en algún tiempo hiciere lo 
contrario de lo que me habéis aconsejado. No será cierto, a vos imputado, padre mío, ni 
será vuestra la deshonra, pues me avisáis, sino mía. 
Pero ya veis que aun soy muchacho, y como un niño que juega con la tierra y con las 
tejuelas, y aun no se limpiarme las narices... vuestra carne y sangre soy, por lo cual 
confío que otros consejos me daréis... Cuando yo no los tomare como me los habéis 
dicho, tendréis razón de dejarme como si no fuese vuestro hijo, Ahora, padre mío, con 
estas palabras poquitas que apenas se decir, respondo a lo que me habéis propuesto, 
Yo os doy las gracias, y estéis en buena hora, y reposad.”19 
 
EXHORTACIÓN QUE HACIA UNA MADRE A SU HIJA: 
Hija mía de mis entrañas nacida, yo te parí y te he criado y puesto por crianza en 
concierto, como linda cuenta ensartada; y como piedra fina o perla, te ha pulido y 
adornado tu padre. Si no eres la que debes, ¿cómo vivirás con otros, o quien te querrá 
como mujer? Cierto, con mucho trabajo y dificultad se vive en este mundo, hija, y las 
fuerzas se consumen; y gran diligencia es menester para alcanzar lo necesario, y los 
bienes que los dioses nos envían, pues amada hija, no seas perezosa ni descuidada, 
antes diligente y limpia, y adereza tu casa. Sirve y da aguamanos a tu marido, y ten 
cuidado de hacer bien el pan. 
Las cosas de casa ponlas como conviene, apartadas cada cual a su lugar, y no como 
quiera mal puestas... Por donde, hija, fueres, ve con mesura y honestidad, no apresurada, 
ni riéndote... responde cortésmente siendo preguntada, y no seas muda o como boba. 
Tendrás buen cuidado de la hilaza y de la tela y de la labor, y serás querida y amada, y 
merecerás tener lo necesario para comer y vestir, y así podrás tener segura la vida, y en 
todo vivirás consolada... Oye bien lo que te fuere encomendado, y no lo olvides, mas hazlo 
 
19 De las Casas; Op. Cit., pp. 165-167. 
 25
bien hecho... No sigas tu corazón porque te harás viciosa, y te engañarás y ensuciaras, y a 
nosotros afrentaras, No te envuelvas en maldades, como se envuelve y enturbia el agua... 
Cuando te casaras y tus padres te dieren marido, no le seas desacatada; mas en 
mandándote hacer algo, óyelo y obedece, y hazlo con alegría. Si tu marido fuera simple o 
bobo, avísale como ha de vivir, y ten cuidado entonces del mantenimiento y de lo 
necesario a toda tu casa... No te descuides ni andes perdida de acá para allá, porque así 
ni tendrás casa ni hacienda. Si tuvieres bienes temporales, no los disipes... Si hicieres, hija, 
lo que te tengo dicho, serás tenida en mucho y amada de todos, y mas de tu marido. con 
esto me descargo, hija, de la obligación que como madre tengo... 
AGRADECIMIENTO DE LA HIJA A LA MADRE: 
Madre mía, mucho bien y merced me has hecho a mi, vuestra hija... Harto mal sería para 
mi si no sintiese que sois mi madre y yo vuestra hija, por quien ahora tomáis mas trabajo 
del que tomaste en me criar niña al fuego, teniéndome en los brazos fatigada de sueño… 
Con vuestros sudores me criaste y mantuviste, y aun no me olvidáis ahora dándome aviso. 
¿Con que os lo pagaré yo, madre mía, o como os lo servire, o con que os daré algún 
descanso?, porque aun soy muchacha y juego con la tierra y hago otros niñerías, y no me 
se limpiar las narices. ¡Oh! tuviese Dios por bien que mereciese yo tomar algo de tan 
buenos consejos, porque siendo yo la que vos deseáis, hayáis vos parte de los bienes que 
Dios me hiciere. Y os lo agradezco mucho. Consolaos, madre mía...20 
 
En resumen, se puede decir que los propósitos educativos mas generales eran que la 
niñez conociera su historia, su cultura, respetara a sus dioses, a los ancianos y a los 
padres, para que se cumpliera con los deberes de amar la verdad y la justicia. Cabe 
hacer notar que las instrucciones y la educación formal de las niñas se daba en función 
de la formación de los varones, y que de acuerdo con Fray Bartolomé de las Casas, se 
dio de la siguiente manera: 
"EDUCACIÓN DE LOS HIJOS DE LOS 
SEÑORES” 21 
Otro argumento asaz claro de la prudencia gubemativa y policía ordenada y señalado use 
de razón destas naciones, y loables costumbres, quiero aquí traer, por el cual se igualaron 
con las mas políticas que antiguamente hobo, y a infinitas otras con excesiva ventaja 
sobrepujaron, y este fue Ia suma diligencia y no poco fatigable cuidado que tuvieron en la 
disciplina y honesta y racionabilísima crianza de sus hijos. En habiendo hijos los reyes y 
señores, como tenían munchas mujeres como es dicho, lo primero que ordenaban era que 
los criasen sus mismas madres, y esto era por la mayor parte, y cuando la madre por estar 
por ventura indispuesta no lo criaba, escogían una ama que tuviese muy buena leche. Por 
buena leche tenían si, echadas unas gotas en la una, no corría por ser espesa. 
 
20 ibidem, pp. 164-172. 
21 Ibidem, p. 153 
 26
Ponían muncha diligencia en que los hijos de los señores se criasen comiendo solo un 
manjar, y que la madre o el ama no mudase otro manjar del que comía cuando a criarla 
criatura comenzaba. Algunas comían carne, otras pan solo caliente, con sal y algunas 
frutas sanas, en especial una que se llama tómatl. Dábanles cuatro años leche, y son tan 
amigas de sus hijos y críanlos con tan entrañable amor y solicitud que, por no dejar de dar 
leche tanto tiempo al hijo, y porque no le acaezca algún mal, huyen todo aquel tiempo del 
ayuntamiento de sus maridos por no se empreñar, Si enviudan y quedan con hijo no del 
todo criado, por ninguna cosa se torna a casar hasta que el niño de la crianza de la madre 
no tenga necesidad, y es vituperada como de gran traición si el contrario hace. 
En llegando los hijos a los cinco años, mandaba el señor que sus hijos varones fuesen 
llevados al templo a servir a los dioses, y allí fuesen doctrinados en la religión, para que 
supiesen muy bien las ceremonias y todo lo que tocaba al servicio, reverencia y culto 
dellos. Allí eran criados y doctrinados con muncho cuidado, disciplina y castigo, y estos 
eran los primeros que se hallaban en todo lo concemiente a los ritos, sacrificios y religión y 
atavió de los tempos. Estaban allí pasta que se casaban, de donde también salían para ir a 
las guerras, si eran señalados en miembros y fuerzas. 
Las hijas de los señores y principales, mayormente de los reyes y grandes señores, cuya 
casa, por excelencia, se dice tecpan, que quiere decir palacio, eran criadas con gran 
solicitud y continua disciplina y estrecha honestidad, que

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