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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 
 
 
 
 
 
 
LOS CAMBIOS Y DESAFÍOS DEL MUNDO EN EL 
SIGLO XXI: 
CONTRADICCIONES ENTRE LA DIVERSIDAD 
CULTURAL Y EL CAPITALISMO GLOBAL 
 
 
 
 
 
T E S I S 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 LICENCIADO EN RELACIONES INTERNACIONALES 
PRESENTA: 
 
R O C Í O A R R O Y O B E L M O N T E 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
DOCTORA GRACIELA ARROYO PICHARDO 
 
MÉXICO, D.F. ABRIL 2004 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
CAPÍTULO I 
 
 
 
Acercamiento conceptual a la diversidad cultural 
y Al capitalismo global 
 
 
 
 
No hay valor para pensar el todo, porque se 
duda en poder transformarlo, se trata de 
seguir intentando. 
T. Adorno
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO II 
 
 
LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL 
mundo CON EL FIN DE LA GUERRA FRÍA Y 
SUS IMPACTOS EN LA DIVERSIDAD 
CULTURAL Y EL CAPITALISMO GLOBAL 
 
Las sociedades no mueren de la cúspide a la 
base, sino de la base a la cúspide. 
Henry George 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO III 
 
 
 
 
Características Y CONSECUENCIAS DE LAS 
CONTRADICCIONES ENTRE LA 
DIVERSIDAD CULTURAL Y EL 
CAPITALISMO GLOBAL 
 
 
No quiero que mi casa quede totalmente 
rodeada de murallas, ni que mis ventanas 
sean tapiadas. Quiero que la cultura de todos 
los países sople sobre mi casa tan libremente 
como sea posible. Pero no acepto ser 
derribado por ninguna ráfaga. 
Mahatma Gandhi 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO IV 
 
 
 
LOS PRINCIPALES RETOS PARA LA 
SOCIEDAD INTERNACIONAL EN EL SIGLO 
xxi 
 
 
No son las insurrecciones de la ignorancia 
las peligrosas, sino las rebeliones de la 
inteligencia. 
J.R. Lowell 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DEDICATORIAS 
 
 
 
 
A la Universidad Nacional Autónoma de 
México... simple y sencillamente por todo lo 
que soy. 
 
 
 
 
A mis padres, Javier Arroyo y Esperanza 
Belmonte, y a mis hermanas, Miriam y Laura... 
por ser los cimientos en mi vida y pilares de esta 
construcción. 
 
 
 
 
A mis profesores... por colaborar en este 
arte esencial que es la transmisión del 
conocimiento, especialmente a la Dra. 
Graciela Arroyo y al Mto. José Gpe. 
Martínez. 
 
 
 
 
 
A los amigos y familiares que alentaron mi 
marcha, en especial a la familia Arroyo Morales. 
 
 
 
 
 
A Baruch Loredo... por acompañarme en 
este proceso y brindarme siempre respaldo 
en lo que hago. 
I 
LOS CAMBIOS Y DESAFÍOS DEL MUNDO EN EL SIGLO XXI: CONTRADICCIONES 
ENTRE LA DIVERSIDAD CULTURAL Y EL CAPITALISMO GLOBAL 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN......................................................................................................... 
 
 
 
 
 
CAPITULO I “ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA DIVERSIDAD CULTURAL Y AL 
CAPITALISMO GLOBAL” 
 
1.1. Cultura.................................................................................................................. 
1.2.Diversidad cultural............................................................................................... 
1.1.1. Nivel individual-local......................................................................................... 
1.1.2. Nivel mundial................................................................................................... 
1.3.Capitalismo global............................................................................................... 
 
 
 
 
CAPÍTULO II “LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL MUNDO CON EL FIN DE 
LA GUERRA FRÍA Y SUS IMPACTOS EN LA DIVERSIDAD CULTURAL Y EL 
CAPITALISMO GLOBAL” 
 
2.1. Los cambios con el fin de la Guerra Fría y el capitalismo global: su 
condensación en ideología capitalista y la aceleración de su expansión................
2.1.1. Cultura global como sustento ideológico capitalista de la posguerra fría.............
2.1.2. Los móviles de expansión de la cultura global: tecnología y medios de 
comunicación................................................................................................ 
 
2.2. Los cambios con el fin de la Guerra Fría y la diversidad cultural: evidencia 
de su presencia.......................................................................................................... 
 
2.2.1. El modelo político: el fracaso del Estado centralista soviético y la crisis del 
Estado nación occidental................................................................................
2.2.2. El modelo económico: el fracaso de la economía planificada y las 
contradicciones del liberalismo económico....................................................... 
2.2.3. El modelo social: la caída de la ideología socialista y el cuestionamiento del 
nacionalismo................................................................................................. 
 
 
 
CAPÍTULO III “CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS DE LAS 
CONTRADICCIONES ENTRE LA DIVERSIDAD CULTURAL Y EL CAPITALISMO 
GLOBAL” 
 
3.1. Contradicciones entre la diversidad cultural y el capitalismo y cultura 
globales en los niveles culturales.............................................................................. 
 
3.1.1. Nivel individual-local: crisis de identidad.......................................................... 
3.1.2. Nivel mundial: exacerbación de las diferencias................................................. 
 
3.2. Contradicciones entre la diversidad cultural y el capitalismo y cultura 
globales en los diferentes ámbitos de las relaciones entre grupos......................... 
3.2.1. La regulación de los conflictos (jurídico)......................................................... 
3.2.2. El aseguramiento de la toma de decisiones colectivas (política)........................ 
3.2.3. La satisfacción de las necesidades (economía)................................................ 
3.2.4. La interacción con la naturaleza..................................................................... 
3.2.5. Las formas de comunicación y aprendizaje (lengua y educación)...................... 
3.2.6. La tecnología................................................................................................ 
3.2.7. La explicación de la realidad (ciencia, creencias y valores)............................... 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO IV “LOS PRINCIPALES RETOS PARA LA SOCIEDAD INTERNACIONAL 
EN EL SIGLO XXI ” 
 
4.1. Los principales retos para la sociedad internacional........................................ 
4.1. Los fenómenos más desafiantes en el siglo XXI................................................... 
4.2. Lista de los principales conflictos entre grupos sociales, derivados de las 
contradicciones entre la diversidad cultural y el capitalismo global..................... 
 
 
 
 
CONCLUSIONES......................................................................................................... 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................... 
 
 
 
ANEXO......................................................................................................................... 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El presente trabajo de investigación pretende entender la esencia clave de los principales 
retosy desafíos sociales del mundo actual. El racismo, la xenofobia, las desigualdades 
económicas, conflictos étnicos, crisis de identidad, genocidio, refugiados, y demás 
fenómenos sociales que dominan hoy en la escena mundial, son los síntomas de un mal 
común: el desconcierto ante lo nuevo, ante lo diferente, la sensación de incertidumbre 
ante lo que nos era ajeno. Se trata de esta difícil transición hacia nuevos referentes, hacia 
nuevas formas adaptativas de nuestra realidad, el replantamiento de los patrones 
tradicionales... un reajuste hacia un nuevo orden. 
 
A partir del fin de la Guerra Fría, y su estigmatización en la caída del muro de Berlín 
el 19 de noviembre de 1989, se hizo patente que el mundo sufría un fuerte cambio. De un 
mundo categóricamente dividido en dos bloques, se pasó a un mundo marcado por el 
triunfo del capitalismo, el cual presentaba nuevas modalidades, principalmente una 
globalización más evidente y consistente. Este nuevo capitalismo global, engendra una 
cultura que se enfrenta a una tendencia de exacerbación de la diversidad de culturas. De 
tal manera, no es un secreto que estos dos procesos, existiendo simultáneamente, 
causen una serie de contradicciones que se extrapolan a todos los ámbitos de la vida en 
sociedad. 
 
La cultura del capitalismo global presenta mayor aceleración y expansión en gran 
medida gracias a la implementación de nuevas tecnologías y a su contenido. 
Paradójicamente, este mismo aumento en cantidad y velocidad de las interacciones, ha 
dado lugar a una mayor conciencia de que los grupos sociales son diferentes, que existen 
diversas formas de ver el mundo. 
 
El problema que se prevé en esta tesis es, entonces, que las contradicciones 
generadas entre la diversidad cultural y la cultura del capitalismo en su faceta de 
globalización crean obstáculos importantes para el desarrollo de la sociedad internacional. 
Por el hecho de que estas contradicciones se han tratado como fenómenos aislados sin 
conexión aparente, es necesario analizarlos a profundidad como parte de un proceso más 
general en miras a buscar su solución. La pregunta clave que se trata de resolver con 
esta investigación es simple en planteamiento pero compleja en resolución: ¿Podemos y 
debemos mantener la diversidad cultural en un contexto de globalización cultural? 
 
La importancia de estudiar el fenómeno se debe a que representa un peligro para el 
mantenimiento de la paz mundial por provocar una crisis general de la sociedad 
internacional, la cual se debate en fluctuación y caos. Sumado a lo anterior, las relaciones 
internacionales enfrentan un reto impostergable: integrar como categoría de estudio la 
cultura, la diversidad cultural y la cultura del capitalismo global. A pesar de que las 
ciencias sociales siguen apoyándose en cánones referidos a la sociedad de los Estados 
nacionales, en un futuro las relaciones internacionales pueden no girar más en torno a 
ésta figura; pues finalmente las relaciones sociales se dan ahora entre actores de 
diversas culturas que deben y necesitan reconocerse y aceptarse como partes 
importantes de la sociedad. Posiblemente en un futuro no muy lejano nos topemos ante la 
necesidad de abordar las relaciones interculturales en complemento de las relaciones 
internacionales. 
 
 1
El objetivo general del trabajo es analizar las consecuencias para la sociedad 
internacional de la conjunción entre la diversidad cultural y el proceso cultural del 
capitalismo global. Los objetivos específicos son: brindar una aproximación conceptual a 
las categorías de diversidad cultural y cultura del capitalismo global; analizar los cambios 
que estos fenómenos experimentaron con el fin de la Guerra Fría; determinar y analizar 
las características de las contradicciones entre la diversidad cultural y la cultura del 
capitalismo global en sus diferentes ámbitos y las reacciones que ello genera. 
 
Las hipótesis que se manejan son que: la diversidad cultural es una realidad 
inherente a la naturaleza humana y nos refiere a un grupo social en un tiempo y espacio 
determinados, mientras que la cultura del capitalismo global es una faceta y etapa del 
capitalismo que hoy presenta nuevas características en contenido, así como una mayor 
expansión. A partir del fin de la Guerra Fría se ha hecho más patente la existencia de una 
diversidad cultural que, simultáneamente, se contrapone a un mayor impulso de la cultura 
del capitalismo global; y, la conjunción de la diversidad cultural y la cultura del capitalismo 
global en un mismo escenario genera diversas contradicciones que se convierten en un 
reto para la sociedad internacional. 
 
Este fenómeno puede ser analizado desde varias perspectivas teóricas. Por ello, 
tomamos como marco teórico el estudio del fenómeno desde un punto de vista 
multidisciplinario, optando por diferentes corrientes que brindan herramientas para la 
comprensión del objeto estudiado que va, desde la teoría de sistemas hasta el relativismo 
y el universalismo cultural. Lo que se busca es no encasillar el estudio en una sola 
corriente de pensamiento, sino proponer una nueva forma de entender la realidad. De 
manera implícita o explícita, las controversias finalmente se refieren al individuo y a la 
sociedad, enfocados en términos de relaciones, procesos y estructuras. Lo que implica 
dar vuelta la mirada al individuo, la humanización de las ciencias sociales, entender ya no 
sólo la relación entre Estados naciones, sino su origen en la relación entre el individuo y 
su grupo cultural y las relaciones entre diferentes grupos culturales. Como parte central de 
este intento, se replantea el concepto de cultura para integrarlo al análisis de las 
relaciones sociales. 
 
El trabajo se estructura en un primer Capítulo que busca un acercamiento 
conceptual de las variables de análisis: cultura, diversidad cultural y cultura del 
capitalismo global. Es un asunto complicado llegar a un concepto de estos fenómenos por 
la variación de sus concepciones y la falta de consenso en su percepción. Veremos que la 
cultura es un término que ha variado asombrosamente de contenido a lo largo de la 
historia y se ha dispersado en varias especialidades sin vínculo aparente entre sí. Se 
trata, en consecuencia, de tener una visión más amplia y funcional de este término. Salir 
del encuadramiento de las especialidades y conformar un concepto de cultura que incluya 
no sólo tradiciones, creencias, valores, sino actos económicos, políticos, jurídicos, 
artísticos, y toda la gama de manifestaciones culturales del hombre. 
 
 En cuanto a la diversidad cultural, su reciente uso como una categoría de análisis, 
provoca que no exista bien a bien un concepto que la explique. Para llegar a él se 
propone entender que es un fenómeno inevitable y consustancial a la naturaleza humana. 
Pues el hombre, en su interrelación con la naturaleza, ha desarrollado una diversidad de 
formas y maneras de responder a sus necesidades básicas. Así, la diversidad cultural se 
expresa primeramente en una localidad y se extiende al plano mundial. Con un sello 
históricamente negativo, la diversidad es ahora un hecho evidente que debe considerarse 
como una realidad que debe aceptarse e, inclusive, valorarse. 
 2
 
La cultura del capitalismo global es un término muy difícil de conceptuar. Se trata 
de las expresiones del capitalismo (en su actual etapa de globalización) contenidas en 
una cultura, nos enfrentamos en realidad a un conjunto de procesos, a veces 
contradictorios, que caracterizan el estado actual del capitalismo. 
 
Por otro lado, en el Capítulo II analizamos cómo el fin de la Guerra Fría marcó 
cambios importantes tanto en la cultura del capitalismo global, como en la diversidad 
cultural. En la cultura del capitalismo global provocó cambios sustanciales en su 
expansión gracias a la tecnología en los medios de comunicación y al condensarse en 
una ecuación simplificada llamada cultura global, la cual en realidad no es más que un 
sustentoideológico compuesto de pensamientos neoliberales que justifica y sostiene al 
capitalismo mismo. La cultura global puede estudiarse como una cultura 
desterritorializada; compuesta por un conjunto de bienes estandarizados; sustentada en 
una serie de valores e intereses generalizados; y, promovida como un discurso y 
pensamiento único de significación. 
 
El fin de la Guerra Fría también marcó cambios considerables en la diversidad 
cultural al evidenciar su presencia, pues fue una causa y efecto de los cambios 
estructurales sucedidos. Políticamente en el sistema socialista la diversidad estalla ante el 
fracaso del Estado centralista; mientras que en el sistema capitalista el Estado nación 
también obstruye la diversidad al tratar de unificarla, entrando en crisis. Económicamente, 
el socialismo y su economía planificada subyugan la diversidad cultural y tratan de 
homogeneizarla dentro de categorías meramente económicas; mientras que el liberalismo 
económico capitalista agudiza las desigualdades entre los diversos grupos propiciando 
mayores conflictos. En la organización social el socialismo deja de ser una ideología 
compartida dispersándose en todo una gama de posturas y visiones; mientras que por su 
parte en el capitalismo, los diversos grupos sociales comienzan a cuestionar a la nación 
como referente de la colectividad. 
 
En el Capítulo III se entra de lleno a estudiar las características y consecuencias 
de las contradicciones entre la diversidad cultural y la cultura del capitalismo, las cuales 
se vuelven nuevos retos en el siglo XXI. Aquí se explican las contradicciones en el nivel 
individual-local que culminan en una crisis de identidad y en un cuestionamiento de la 
categoría de identidad colectiva dominante, a saber la nación. En el plano mundial se 
presenta una exacerbación de las diferencias entre culturas. 
 
 Por lo complejo del fenómeno, las contradicciones entre la diversidad cultural y la 
cultura del capitalismo global pueden estudiarse en varios ámbitos diferentes pero 
profundamente relacionados entre sí: 
 
• Regulación de conflictos (jurídico). En este ámbito las contradicciones entre 
diversidad cultural y cultura del capitalismo global provocan en general una serie 
de dilemas respecto a la forma de regular este fenómeno con miras a armonizar la 
diversidad y la globalización sin supeditaciones. Los conflictos y retos más 
importantes son la inexactitud de conceptos y de las cualidades de los derechos y 
obligaciones a otorgar. 
• Aseguramiento de las decisiones colectivas (política). En este punto las 
contradicciones entre diversidad cultural y globalización de la cultura provocan en 
general una reestructuración lenta y tortuosa de los principales mecanismos 
políticos de aseguramiento de las decisiones colectivas. Hay un cuestionamiento 
 3
más encarnizado que en otros ámbitos respecto a la capacidad de detener y 
conducir en forma efectiva estas contradicciones. Los principales desafíos son la 
crisis del Estado nacional, así como la crisis de sus elementos constitutivos. 
• Satisfacción de las necesidades (economía). La economía es un punto 
considerado neurálgico por la importancia de los contactos intergrupales que aquí 
se realizan y por la mercantilización de la cultura y sus manifestaciones. Aquí las 
contradicciones pueden estudiarse en diferentes fases: producción; gestión; 
distribución y comercialización; y, consumo. En todos los puntos se observa que 
las estructuras económicas por un lado, aceptan la diversidad cultural (por ejemplo 
en el aumento del comercio mundial de bienes y servicios culturales) pero, por 
otro, la entiende simple y sencillamente en términos de mercancía. Este desfase 
entre el trato de la cultura como mera mercancía o como poseedora de contenido 
significativo, es el punto neurálgico de la polémica internacional, que se ha 
llamado la “excepción cultural”. Todo esto tiene que ver en realidad con un 
reposicionamiento de los actores en el nuevo escenario de la globalización 
económica. 
• Interacción con la naturaleza. En esta área, las contradicciones entre diversidad 
cultural y globalización cultural se desarrollan principalmente en la propiedad de la 
tierra; las fronteras; y, el deterioro ambiental. Tenemos, grosso modo, que la 
diversidad de perspectivas en torno a la relación con el ambiente es un importante 
punto de discordia que puede fácilmente desencadenar conflictos. Aunque no se le 
suela dar importancia, la interacción con la naturaleza es primordial porque, aún 
con los espacios virtuales, los vínculos entre la cultura y la locación nunca se 
eliminan por completo, la localidad continúa ejerciendo su influencia en nosotros, 
como el espacio donde se desenvuelve nuestra vida. Por tanto, la disparidad de 
opiniones no puede significar el final de la localidad, sino su transformación en un 
espacio cultural más complejo. 
• Las formas de comunicación y aprendizaje. En esta situación, las contradicciones 
entre diversidad cultural y la cultura del capitalismo global se concretan en la 
tendencia de ésta última por imponer una forma uniforme y estandarizada de 
comunicación y aprendizaje. Ello, a través de la lengua y la educación. 
Eminentemente por ser áreas claves de la preservación de la distinción entre 
culturas, históricamente se ha buscado el dominio en estos puntos. Esta es una de 
las principales áreas donde la globalización cultural tiene mayor empuje, pero 
también un valuarte clave para la conservación de la diversidad. 
• La tecnología. Las contradicciones entre diversidad cultural y cultura del 
capitalismo global aquí emanan, más que de las diferencias de contenido, de las 
diferencias de acceso. La tecnología es, a su vez, un móvil e impulsor del 
capitalismo cultural global y un evidenciador de las distinciones que aún existen 
dentro de las oportunidades para los diversos grupos culturales. Al concretarse la 
tecnología en un mayor impacto en los medios de comunicación e información y la 
producción, se comprueba que esta ilusión de ver en la tecnología un unificador 
del mundo, aún se disipa por la diversidad cultural, pues no se accede igual a ella 
y no impacta de manera equitativa en todos los grupos ni en todos los niveles. La 
tecnología está lejos de significar conectividad real. Una medida del éxito de la 
globalización será cuánto corresponde a la superación de la distancia física la 
superación de la distancia cultural. 
• La explicación de la realidad. Se abordan las contradicciones entre diversidad 
cultural y cultura del capitalismo global en la explicación de la realidad a través de 
la ciencia; y, las creencias y valores. Aquí la oposición manifiesta es entre un 
sistema de globalización cultural que se cree hegemónico y homogéneo a través 
 4
de la cultura global, fracasando por la diferenciación de visiones y explicaciones 
del mundo. El mundo de las ideas es más susceptible a otros puesto que es la 
clave central de nuestros actos, no obstante, la diversidad cultural presenta aquí 
su mayor evidencia a pesar de los intentos de uniformidad. 
 
Finalmente, se estudia cómo todo lo anterior configura una serie de problemas que se 
transforman en desafíos para la sociedad internacional en el siglo XXI, dentro de los 
cuales destacan la asimilación, la exclusión, las minorías, la tolerancia, los estereotipos, el 
etnocidio, la xenofobia, el racismo, la migración, los refugiados y desplazados, los 
movimientos nacionalistas y fundamentalismos. Todo se ejemplifica con una lista de los 
principales conflictos entre grupos culturales distintos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
 
Capítulo I 
 
ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA DIVERSIDAD CULTURAL Y AL 
CAPITALISMO GLOBAL 
 
1.1 Cultura 
Uno de los términos fundamentales para la comprensión de la diversidad cultural y la 
globalización de la cultura es el de cultura, el cual tiene sin duda, un contenido conceptual 
sumamente complejoy controvertido en las ciencias sociales. Ello debido a varias 
razones, podemos englobarlas en dos principales: la variación de connotaciones en su 
uso a través de la historia; y, la dispersión de visiones sobre su contenido en las 
diferentes ciencias. 
 
En su origen, el término cultura proviene etimológicamente del latín cultūra que 
significa cultivo (agrícola), del cual se derivan otras significaciones como culto / cultivado 
(que tiene formación, instruido), culto (veneración a lo sobrenatural), o colonia (posesión 
cultivada).1 La expresión nace asociada a la acción de transformar la naturaleza por 
medio de una organización social que se puede transmitir y legar en el tiempo. 
Inicialmente el uso del término cultura entre los griegos y los romanos hacía referencia a 
la formación, desarrollo o perfeccionamiento, no sólo de las técnicas de adaptación al 
medio natural, sino de las facultades intelectuales y morales del hombre. A sí mismo se 
llamaba cultura al producto de tal actividad; al conjunto de maneras de pensar y de vivir 
“cultivadas”. Esta visión predominó por mucho tiempo en el uso del término cultura, 
reservándolo siempre a ciertas personas, grupos y actividades humanas. 
 
En la Edad Media, la cultura mantuvo su carácter selectivo, sin embargo el más 
notorio e importante cambio fue el objetivo último de la “preparación” del hombre que, de 
haber sido la adaptación al medio y el engrandecimiento del espíritu, pasó a ser el 
cumplimiento de los deberes religiosos, idea que posteriormente se interrumpiría con la 
entrada de la Edad Moderna, cuando la cultura pasó a sufrir una especie de laicización y 
se convirtió en el “cultivo” de la conciencia racional y en un medio de expresión, 
perfeccionamiento del pensamiento y de refinamiento del gusto estético. Esta visión, 
obviamente restringida, se afirma en detrimento de ciertos grupos sociales. Esta 
persistencia del concepto con un sentido aristocrático lleva a la escisión del individuo 
“cultivado” del resto de la comunidad a la que pertenece. 
 
El siguiente gran paso en la evolución del concepto de cultura, y que fungió como 
parteaguas en las ciencias sociales, fue en el periodo de la colonización, cuando al tratar 
de explicarse la existencia de los nuevos grupos sociales “descubiertos”, se replantea el 
término cultura para darle un sentido más complejo y referirlo, ya no solamente a las 
actividades humanas consideradas eruditas, sino a los “otros” grupos culturales y sus 
expresiones. Es la Antropología la que intenta atrapar esta diversidad con un concepto 
que llegue a dar cuenta de la multiplicidad de grupos humanos desde una visión holística. 
El resultado de este nuevo uso conceptual de cultura, marca en la palabra un fuerte sesgo 
eurocentrista y una atomización en su contenido, causando, entre otras cosas, su 
confusión con otros términos antropológicos y sociales tales como etnia, tribu, nación, etc. 
 
1 Diccionario Latín-Español, Editorial Sopena, España, 1980, p. 169. 
 6
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
 
Otra dificultad en el esclarecimiento de la definición de cultura está precisamente en 
la división del saber humano en ciencias especializadas pues ha propiciado un 
acotamiento en su conceptualización integral y su remisión a áreas concretas. Una 
prueba de lo anterior está en los diversos conceptos de cultura en la literatura de las 
ciencias sociales. Revisemos a continuación los más representativos de las principales 
ciencias y disciplinas sociales. 
 
Sociología → La cultura es considerada un objeto de estudio básico de la 
Sociología, por lo que encontrar un concepto representativo de cultura en esta ciencia 
impone la necesidad de hacer un breve recuento de su evolución. 
Tradicionalmente la Sociología consideraba la cultura como un fenómeno derivado 
de la estructura social, es decir, una variable dependiente. La cultura quedaba 
reducida así a meras superestructuras, ideologías, sentimientos o ideas “irreales”. 
Después de eso, los estudios de la cultura que desde la Sociología se han realizado, 
pueden clasificarse en tres grandes grupos: 1) la teoría cultural europea (representada 
por autores como Habermas, Foucault, Braudillard, Derrida, Lévi-Strauss, que utilizan 
en sus estudios una combinación de Filosofía y Sociología, llegando a un debate 
sobre todo político y ambicioso que no identifica causas ni efectos, por lo que se 
queda en un plano teórico); 2) los estudios culturales británicos (representados por 
autores como Stuart Hall, Tony Jefferson, Dick Hebdige y Paul Wills que, basándose 
en las teorías de Gramsci, realizan estudios interdisciplinarios pero con carácter 
político, analizando la cultura desde la estructura social y llegando a propuestas de 
alcance medio); y, 3) la sociología cultural estadounidense (con autores como 
Edward Shilld, Robert Bellah, Jeffrey C. Alexander y Philip Smith que realizan estudios 
más sociales que políticos, abogando por una “esfera cultural” y tratando de analizar 
causas y efectos del fenómeno, llegan a explicaciones multidimensionales enraizadas 
en la estructura social o en los actores individuales).2
En síntesis, el concepto sociológico de cultura más usado, al menos en 
Relaciones Internacionales, es el que mezcla la estructura social y la participación 
individual dentro de un espacio y tiempo determinados. Un concepto sociológico 
representativo de esta visión dicta que la cultura es “la organización social de 
significados interiorizados por los sujetos sociales y encarnados en formas simbólicas 
para ser aplicados posteriormente en contextos históricamente específicos y 
socialmente estructurados.”3 
 
Antropología → La cultura es también objeto central de estudio en la 
Antropología en su rama social. La antropología surgió como campo diferenciado de 
estudio a mediados del siglo pasado. En Estados Unidos, el fundador de dicha 
disciplina fue Lewis Henry Morgan, quien llegó a una teoría general de la evolución 
cultural como progresión gradual desde el estado salvaje hasta la barbarie. En 
Europa, su fundador fue Edward Burnett Tylor, para quien la cultura era vista como un 
determinante del comportamiento humano y como un resultado natural de su vida en 
sociedad, la expresión de sus creencias, valores, tradiciones, lengua, 
arte,instituciones, etc. Esta tendencia sufre una modificación con la escuela 
funcionalista antropológica con Bronislaw Malinowski, quien afirmaba que las 
organizaciones humanas debían ser examinadas en el contexto de su cultura, para él, 
 
2 Antonio Martín Cabello, “Sociología de la cultura y sociología cultural”, s/p, 2003, bajado en 
http://www.universidadalfonsox.com.es. 
3 Ibídem, s/p. 
 7
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
la noción de contexto e interdependencia de los hechos sociales son fundamentales 
para el estudio de las culturas. 
En la década de los 50, tratando de recopilar todas las definiciones de cultura en 
la Antropología, Kroeber y Cluckhoholm llegan a otra concepción más acabada que en 
síntesis considera a la cultura como un fenómeno externo a los individuos que la 
viven, desafortunadamente el ser humano aparece más como objeto de la cultura, que 
como el sujeto que la crea, resultando esta concepción un “molde cultural” muy rígido 
en el que los individuos, una vez formados, difícilmente pueden escapar. Esta rigidez 
teórica trató de ser superada en otro momento de la Antropología, principalmente por 
Ward Goodenough quien traslada la cultura al interior de la mente y la considera como 
la construcción o representación simbólica aprendida por los individuos en la 
sociedad. Esta posición fue atacada por ser más psicología social carente de bases y 
de contexto. Así, llegamos al concepto actual de cultura con Clifford Geertz y la 
hermenéutica antropológicadonde nuevamente se propugna por una interacción entre 
el individuo y el contexto, pues se considera a “la cultura como un proceso o red de 
significados en un acto de comunicación entre los procesos mentales que crean los 
significados (la cultura en el interior de la mente) y un medio ambiente o contexto 
significativo (el ambiente exterior que se convierte en significativo para la cultura 
interior)”.4 
 
Filosofía → La Filosofía de la cultura es la rama que se ha encargado 
básicamente de analizar la evolución histórica de ésta y su impacto en la concepción 
del ser humano. Más que responder a la pregunta de qué es la cultura, se ha tratado 
de saber ¿Por qué existe? ¿Cuál es su necesidad? Por tanto, las etapas del estudio 
filosófico de la cultura coinciden con el cambio de perspectivas en su uso. 
Básicamente, antes existía una visión unilateral de la realidad (basada en conceptos 
únicos como hombre, conciencia, razón). Otro aporte muy importante fue el 
pensamiento socialista que ha criticado, desde sus orígenes, a la burguesía por 
apropiarse de los bienes culturales de la sociedad. Filósofos marxistas como György 
Lukács, Theodor Adorno, Herbert Marcuse o Louis Althusser han estudiado cómo la 
sociedad capitalista favorece el desarrollo de una cultura de clase. Cada clase o 
estrato social mantiene actitudes, comportamientos y modos de vida peculiares que 
dan como resultado formas y valores culturales propios. 
Hoy, en la Filosofía, la cultura se vuelve un nuevo horizonte de transformación 
integral y fundamental que atañe a los sentidos y a los valores, a los motivos y fines 
de la existencia, a las formas concretas con las que los seres humanos hacemos y 
rehacemos cotidianamente nuestro ser. Así, los estudios filosóficos de la cultura se 
centran en la capacidad creadora y autocreadora del hombre. Una de las definiciones 
más representativas de esta corriente y más actual es que la cultura “es creación, 
invención, formación. El reino de la cultura (la técnica, el arte, el conocimiento, la 
filosofía, la ética y la interacción social) es el reino en el que se despliega aquel ser, el 
hombre, que tiene por misión autoformarse, hacerse a sí mismo: darse una 
naturaleza, constituirse –en una interacción continua con lo que hay- en un ser 
propio.”5 
 
 
4 Tomás R. Austin Millán, “El problema de definir la cultura. Los cambios de significados de la cultura en la 
Antropología”, en Revista UNAP Educación y Desarrollo, Año 1, No. 1, marzo de 2000, pp.13-18. 
5 Mario Teo Ramírez, “La cultura como autoformación del hombre” en O´Gorman, et al, Filosofía de la 
cultura, FF-UNAM, 1995, México, p. 42. 
 8
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
 
Economía → En su analítica formal, la ciencia económica dominante ha tendido a 
desechar las influencias culturales, tratando el comportamiento humano como una 
manifestación de características universales que se pueden reproducir plenamente en 
el modelo individualista, de elección racional y maximización de la utilidad, y 
considerando el equilibrio de mercado relevante para todas las circunstancias, 
independientemente del contexto cultural. De hecho, cuando la creación de modelos 
neoclásicos intentan explicar la cultura, sólo pueden hacerlo dentro de sus propios 
términos, es decir, interpretan la cultura como un fenómeno social que entra en las 
funciones la eficiencia, como un factor de producción. Sin embargo, desde hace 
mucho tiempo hay un interés surgido en diversas escuelas de pensamiento 
económico por examinar el papel de la cultura como una influencia significativa sobre 
el curso de la historia económica. Quizás la contribución más celebrada al campo fue 
el análisis de Max Weber sobre la influencia de la ética protestante del trabajo en el 
ascenso del capitalismo. 
Últimamente, el interés en el tema se concentra en la llamada Economía Cultural, 
que centra sus estudios en la producción y el consumo de la cultura (principalmente 
las artes). En este enfoque se asume la conversión de cultura como mercancía. Los 
orígenes de esta subdisciplina están firmemente plantados sobre la idea de desarrollo 
a través de las manifestaciones culturales. Los primeros escritos modernos sobre 
economía y cultura corren a cargo de autores como Kenneth Galbraith, Baumol y 
Bowen. La Economía Cultural se puede ver ahora establecida como un área de 
especialización dentro de las ciencias económicas, con su propia asociación 
internacional, congresos y revistas.6 A pesar de todo, no existe un consenso sobre el 
concepto de cultura en la Economía. 
 
Concretamente en las Relaciones Internacionales, el retomar conceptos de otras 
ciencias ha sido constantemente un problema. Con la categoría de cultura no hay 
excepción, pues suele confundírsele con otros términos. Sumado a ello, en la práctica, el 
distinguir una cultura, ó una nación, nacionalidad, minoría, tribu, comunidad, etnia, 
civilización, sociedad o pueblo, o si ninguna de estas etiquetas corresponde, ha llegado a 
convertirse en una cuestión política más que un procedimiento de investigación científica. 
 
En este trabajo planteamos que es necesario basarnos en un concepto de cultura 
más amplio para hacerlo más integral en todos sus sentidos. Para ello, proponemos dejar 
de considerar la cultura como una dimensión aislada de la realidad. Habitualmente, 
cuando se habla de cultura, se hace referencia a aspectos intelectuales, folklóricos o de 
valores, lo que conlleva a que ésta sea reducida a una dimensión entre otras de la 
realidad, al lado de la economía, la política, la religión, la organización social, la ciencia, el 
sistema jurídico, etc. No podemos por más tiempo considerar la cultura como un aspecto 
más entre otros, pues en los hechos, no hay acto político, económico, científico, religioso, 
jurídico, artístico, folklórico, etc. que no sea cultural, es decir, expresión de un grupo social 
particular. 
 
De tal manera, un concepto base podría ser el propuesto por la UNESCO que dice 
que: "La cultura es el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, 
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social que abarca, 
 
6 David Throsby, Economía y cultura, Cambridge University Press, España, 2001, pp. 23-27. 
 9
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los 
sistemas de valores, las tradiciones y las creencias".7 
 
Este cometido no es tan sólo una simple cuestión semántica, sino un cambio de 
perspectiva, orientada hacia el pleno reconocimiento del potencial y capacidades de cada 
cultura humana en todos los ámbitos de la realidad, ello con el pleno conocimiento de que 
superar la concepción de cultura como simple dimensión, nos obliga a reorientar todo el 
debate de la investigación en las ciencias sociales. 
 
1.2. Diversidad cultural 
Definir la diversidad cultural conlleva, al igual que la cultura, a diferentes problemas. El 
principal es no determinar su contenido y cuáles son sus causas. El uso de la diversidad 
cultural, tal cual, como categoría de estudio es muy reciente y aún es difuso su concepto. 
Actualmente está de moda hablar de diversidad cultural, pero no se sabe exactamente lo 
que implica. Por nuestra parte, revisaremos brevemente el origen del término diversidad 
cultural, para posteriormente buscar sus causas y características primordiales, así como 
su trato en Relaciones Internacionales. 
 
Básicamente la etimología del término “diversidad” proviene del latín divertere, que 
significa ser diferente, apartarse, desviarse, separarse, ir por distintos caminos.8 Se 
observa su original connotación dirigida a comparar la supremacía del llamado occidente 
sobre otros grupos culturales, por lo que no es extraño que el diferente,el distinto, el 
diverso, era el que se alejaba de la forma de vida occidental. Así, la diversidad había sido 
tratada hasta hace poco como algo negativo que detenía el desarrollo y la modernidad, 
como un límite hacia la universalidad idealizada. Si a ello sumamos la dificultad respecto 
al término cultura, entenderemos la complejidad de llegar a un concepto básico de 
diversidad cultural. 
 
Por su parte, la diversidad cultural como fenómeno puede tener múltiples orígenes. 
En general, la diversidad se refiere a las diferencias de formas de vida, las diferentes 
formas de satisfacer necesidades entre núcleos culturales por causas geográficas, 
históricas, u otras. De tal forma, la frontera que separa a un grupo cultural de otro está 
difusamente marcada. En realidad, vivimos juntos pero a la vez fusionados y separados, 
lo que David Riesman llama una “muchedumbre solitaria”.9 Ahora que los grupos 
culturales se están reagrupando en el mundo, muchos quisieran saber cómo se originaron 
tales diversidades culturales y cuál es su dinámica. 
 
Existen varias corrientes que nos pueden auxiliar en explicar el por qué de la 
diversidad cultural, siguiendo a Antonio Pérez10 todas estas corrientes pueden agruparse 
en 3 bloques: 
 
 
 
7 Nuestra Diversidad Creativa. Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, UNESCO, París, 
1996, p. 7. 
8 Alfonso Sánchez, “El hombre diverso y universo”, en Cid, Ileana (Comp.), Diversidad cultural, economía y 
política en un mundo global, UNAM-FCPyS, México, 2001, p. 49. 
9 Citado en Alain Touraine, ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes, Fondo de Cultura Económica, 
México, 1997, p. 11. 
10 Antonio Pérez, “Diversidad cultural y mercado universal” en Antropología. Revista de pensamiento 
antropológico y estudios etnográficos, No. 14, México, octubre de 1997, pp. 74-77. 
 10
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
• Bloque determinista → Para estas corrientes, la cultura es inherente al hombre y 
no varía, lo que es diverso son los factores externos y la forma en que cada cultura lo 
afronta. 
El problema de explicar la diversidad en cuanto a respuesta del medio natural es 
que frecuentemente se tiende a reducir las culturas a una cuestión de simple racionalidad: 
todo lo que una cultura es, es tan solo el resultado de un cálculo racional con el fin último 
de responder a los desafíos materiales. En esta perspectiva se busca comprender y 
captar las culturas, en toda su complejidad, tan solo desde un punto de vista racional, 
esperando encontrar una coherencia lógica y racional a todo el conjunto. 
Dentro de este bloque podemos englobar también una teoría biológica, difundida por 
mucho tiempo para explicar la diversidad, que afirma que la diversidad de “razas” es 
causante de la dispersión en las culturas. Las discusiones científicas han puesto de 
manifiesto cómo el ser humano evolucionó en distintas razas, después de su aparición en 
África, dispersándose posteriormente por el Oriente Próximo y Lejano, y por Europa. Los 
racistas interpretan esto como una indicación de que existen diferencias históricas entre 
las “razas”, término con el que están sustituyendo cultura, como objeto inamovible. Sin 
embargo, la diversidad cultural no está causada por la diversidad biológica por el simple 
hecho de que: 1) existen más culturas que razas, 2) la diversidad cultural puede ser más 
grande entre pueblos de la misma raza que entre pueblos de razas diferentes; 3) la 
diversidad genética entre individuos de una misma raza no es menos que la existente 
entre dos individuos de razas distintas; 4) las razas no responden a un criterio biológico 
objetivo, sino que son una creación cultural.11
 
 
• Bloque difusionista → Estas corrientes reducen la diversidad cultural a una sola 
monocultura de la que el resto son sus derivadas. Así, se percibe cierta dosis de 
determinismo donde las culturas secundarias necesariamente están obligadas a aceptar 
la manifiesta supremacía social y política de la cultura primordial. La principal hipótesis 
que representa este bloque de corrientes sostiene que, hace muchos años, los hombres 
se separaron en pequeños grupos regionales, con distintos niveles de intercambio 
genético. En otras palabras, algunos se mezclaron más que otros. 
 
• Bloque comprehensivista → Definen a la occidental como la Cultura Absoluta y 
Universal que comprehende a todas las demás, “las otras” son porciones de la dominante.
A las culturas se les trata de someter a los tiempos, criterios y variables de la cultura 
occidental. La idea de una civilización universal humana está obligada a tratar las 
diferencias culturales como una etapa transitoria o un fenómeno secundario en la historia 
del género humano. 
 
 
Lo que es un hecho es que la diversidad estuvo siempre presente en los albores de 
la vida humana. Así, que sin temor se puede afirmar que el hombre es diverso por 
naturaleza. La disposición a constituir culturas o modos de vida diferentes parece ser 
universal y primordial en el ser humano. 
 
En este sentido, es preciso tener en cuenta que todas las culturas son fruto del 
mestizaje, en palabras de Octavio Paz “toda cultura nace de la mezcla, del encuentro, de 
los choques. E, inversamente, las civilizaciones mueren a causa del aislamiento, de la 
 
11 Ignasí Álvarez Dorronso, Diversidad cultural y conflicto nacional, Ediciones Talasa, Madrid, 1993, p. 113. 
 11
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
obsesión de la pureza”12 Hay que considerar que este mestizaje no se produce de 
manera única y homogénea, sino diversa y plural, por el hecho mismo de que cada 
situación de contacto entre culturas es distinta y particular. Allí, donde las culturas se han 
entremezclado durante muchas generaciones, las diferencias entre ellas se marcarán 
según quién, por qué y dónde se hayan de especificar. Entonces, las diferencias se 
marcan no horizontalmente, entre culturas coexistentes, sino también verticalmente, ya 
que los grupos de culturas pueden pertenecer a áreas culturales más amplias. No se 
trata, pues, de convertir la realidad objetiva del mestizaje en una ideología orientada a 
superar las diferencias culturales, puesto que las diferencias en si no son una realidad 
que haga falta superar, sino más bien una realidad que es preciso aceptar. No debemos 
buscar “la armonía a pesar de nuestras diferencias, sino gracias a nuestras diferencias”.13
 
Ahora bien, en Relaciones Internacionales también es importante analizar el 
fenómeno de la diversidad cultural, si bien no es preciso llegar a una definición única y 
absoluta, es menester considerarlo en los estudios internacionales pues, además de que 
la diversidad cultural se tiende a circunscribir en la figura del Estado nación, cada vez más 
se vuelve un factor decisivo en las características de las relaciones sociales. 
 
La propuesta en esta tesis es que para entender la diversidad cultural se debe partir 
de dos premisas básicas: la interrelación hombre-medio; y, el origen de las relaciones 
culturales y, por ende, de la diversidad por niveles. 
 
La interrelación hombre y medio, como mencionamos en el concepto de cultura, es 
básica y aplicable para entender la diversidad cultural, puesto que esta interrelación es la 
base del despliegue de las formas de vida distintas. Al referirnos al medio no hablamos 
solamente del medio físico, sino del contexto social en el cual se nace. Podemos afirmar 
también que los humanos parecen sí tener necesidades básicas afines (comer, dormir, 
reproducción, etc.), pero lo distinto, lo diferente, lo diverso, son las maneras de satisfacer 
esas necesidades. No se debe caer ni el universalismo ni en el relativismo. Las maneras 
específicas de un grupo dominante de cubrir sus necesidades no deben convertirse 
automáticamente en valores universales(universalismo). Ni tampoco se puede a firmar 
que las maneras de satisfacción de necesidades sean únicas y exclusivas a cada grupo 
sin que lleguen a tener nada en común unos con otros (relativismo). 
 
Ahora bien para comprender cabalmente la diversidad cultural debe analizarse el 
origen de la misma que parece avanzar y comprenderse por niveles, distinguiéndose: el 
nivel individual-local; y, el nivel nacional-mundial. 
 
 
1.2.1. Nivel individual-local 
El origen de la diversidad cultural comienza cuando un individuo tiene una relación social, 
la cual inicia primeramente con individuos de su misma sociedad (nivel local), para 
posteriormente desplegarse con individuos de otros grupos sociales, en un mismo Estado 
nación (nivel nacional) para así formar en su totalidad la diversidad del mundo (nivel 
mundial). 
 
El nivel individual-local. Se entiende con el llamado fenómeno de la alteridad que 
dicta que “todo individuo; mediante el proceso de ‘categorización’, ordena su entorno a 
 
12 Octavio Paz, Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo, Seix Barral, Barcelona, 1991, p. 140. 
13 Informe Mundial de Cultura. Cultura, creatividad y mercados, UNESCO, Madrid, 1999, p. 19. 
 12
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
través de categorías, agrupando a las personas, cosas u hechos que tengan alguna 
característica similar, en cuanto que son relevantes para el sujeto. A partir de la 
categorización, el sujeto estructura y simplifica el entorno social. Al categorizar el 
‘endogrupo’, el individuo minimiza las diferencias con los miembros del mismo; pero al 
categorizar el ‘exogrupo’, tenderá a resaltar las diferencias con él mismo.”14 
 
En síntesis el individuo se reconoce a sí mismo en la medida en que puede 
compararse con otro diferente; es decir, el yo no existe sin el otro. Aquí el contexto juega 
un papel primordial, el individuo se desarrolla en una cierto ambiente que determina en 
gran medida sus características. 
 
Las relaciones al interior de un grupo cultural, en una localidad, se constituyen por 
una comunidad que establece su identidad colectiva a lo largo de un proceso que 
involucra los siguientes elementos: 
 
• La autoperpetuación biológica. 
• El compartir valores culturales fundamentales. 
• Integrar una arena de comunicación e interacción. 
• Constituir un grupo claramente distinguible de otros del mismo orden.15 
 
La diversidad cultural se origina en el plano individual-local porque los humanos 
definen y construyen el “yo”, el “nosotros” y el “ellos”, como una experiencia propia 
basada en sus interrelaciones más próximas. Quién está a cada lado de la divisoria y qué 
actitud adopta una categoría frente a la otra es algo variable en cada cultura y depende 
de muchas circunstancias. 
 
 
1.2.2. Nivel mundial 
La diversidad cultural se da finalmente a escala mundial, donde las culturas tienen una 
relación ya no al interior de ellas mismas sino con otras culturas distintas. La historia de 
estas relaciones suele tener una alternancia, cuando una trata de imponerse detiene el 
desarrollo de la otra pero la diversidad persiste. 
 
En este nivel, el concepto de diversidad cultural alude a una relación social, a las 
formas de articulación específicas que se dan entre grupos cuya conciencia de identidad 
se finca en aspectos de orden cultural. Las diferencias, que los grupos culturales perciben 
entre sí, pueden estar enfocadas a algún aspecto específico, como podría ser una lengua 
diferente o una variable dialectal de la misma lengua, o pueden ser de orden más denso y 
abarcar un conjunto amplio de elementos culturales diferenciados como religión, 
fisonomía, género, nivel económico, etc. 
 
A nivel mundial se puede decir que la diversidad cultural es vista como “distintos 
modos de ser, arraigados en diferentes patrimonios socioculturales, en las diversas 
posibilidades de la praxis humana.”16 En realidad la diversidad mundial no es la suma de 
sus miembros individuales, sino una “comunión” o una interacción grupal que produce en 
sí misma distintas culturas o “maneras de ser”. 
 
 
14 Ángel Aguirre, et al, Identidad cultural y social, Ediciones Bardenas, España, 1999, p. 17. 
15 Citado en Aquiles Chihú Amparán, Sociología de la identidad, UAM, México, 2002, p.9. 
16 Octavio Ianni, La sociedad global, Siglo XXI, México, 1998, p. 40. 
 13
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
Varios estudios sociales (Huntington, Arnold Toynbee) concentran sus análisis 
sometiendo a la diversidad a aspectos u áreas específicas de la cultura, tal como la raza, 
la lengua, la religión, la nacionalidad, etc. El problema de estos estudios es que “aíslan” la 
diversidad a un mero factor y variable de la realidad. 
 
La diversidad cultural debe tomarse en cuenta en las relaciones internacionales, 
pero no sólo en su carácter general, sino también en situaciones concretas, específicas 
en tiempo, espacio y modalidad. Con esto, queremos dejar sentado que en las relaciones 
internacionales sería positivo considerar las relaciones entre los grupos humanos a partir 
de situaciones concretas. 
 
En la praxis, la situación de conflicto entre grupos diversos, (que curiosamente 
parece ser la única es capaz de llamar la atención en nuestra disciplina), se puede 
desenvolver a partir de hechos variables. En muchos casos el conflicto puede abarcar 
varios niveles de confrontación, no obstante, el análisis concreto del contexto del conflicto 
a estudiar es el único que puede permitirnos la comprensión cabal de cada situación.17
 
La diversidad cultural es un hecho, inclusive circunscrita al interior o exterior del 
Estado nación. Al interior, los Estados nacionales homogéneos son la minoría de los 
existentes actualmente. Al exterior, las diferencias son aún mayores, por ejemplo, en el 
mismo mundo árabe, a pesar de los fuertes lazos de unión y similitud, prevalece una 
distinción entre grupos nacionales (iraní, saudí, egipcio, jordano, etc.), y religiosos (shiítas 
y sunítas), etc. 
 
 En realidad, no es la existencia o la ausencia de heterogeneidad cultural lo que 
distingue a unos Estados de otros, sino la importancia que se otorgan en cada caso a las 
diferencias culturales. Por ello, los problemas que conlleva la diversidad cultural en las 
relaciones internacionales no residen tanto en las diferencias mismas como en el hecho 
de que algunas de esas diferencias son consideradas relevantes y políticamente 
significativas, en detrimento de otras; o peor aún, implican una jerarquía económica que 
marca una desigualdad de oportunidades. 
 
Históricamente, en el mundo las diversidades suelen resumirse en jerarquía, 
dominación y conflicto. Desgraciadamente, se ha tendido a ver en qué somos diferentes y 
diversos y no al revés, peor aún el interés actual por la diversidad parece más una moda 
que una intención real por comprender el fenómeno, se debe evitar caer en la explotación 
puramente comercial de la diversidad cultural. Pues al fin de cuentas, coincidiendo con 
Alfonsí Álvarez, la diversidad cultural “puede contemplarse como algo simplemente 
inevitable, puede defenderse como un derecho, e incluso puede valorarse como una 
fuente de enriquecimiento.”18
 
 
1.3. Capitalismo global 
El capitalismo global hace referencia al conjunto de procesos que se desarrollan en la 
sociedad de hoy, emanados del sistema económico-social del capitalismo en su actual 
curso de mayor globalización. El objetivo de abordar el capitalismo global es abordar más 
 
17 José de Val, “Entender y comprender al otro” en Diversidad Cultural y Tolerancia, Gobierno del D.F. – 
Delegación Coyoacán, México, 2000, pp. 53-54. 
18 Ignasí Alvarez Dorronsoro, Diversidad cultural y conflicto nacional, Talasa Ediciones, Madrid, 1993, p. 
103. 
 14
CAPÍTULOI Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
ampliamente la tendencia de “homogeneización cultural”, pero sin desenraizarla de sus 
orígenes, del proceso principal del cual emana, de sus características esenciales, del 
sistema económico-social en el cual se desarrolla. Para entender el capitalismo global 
analizaremos las principales características del capitalismo, en general, para ligarla 
posteriormente al aspecto de la globalización. 
 
Es de común aceptado que existen muchas acepciones del capitalismo y sus 
características culturales. El término kapitalism fue acuñado a mediados del siglo XIX por 
el economista alemán Karl Marx. Otras expresiones que se han usado como sinónimos de 
capitalismo son sistema de libre empresa y economía de mercado, que se utilizan para 
referirse a aquellos sistemas socioeconómicos no comunistas. En general, se acepta que 
el capitalismo es un modo de producción material y de valores, una forma de organizar la 
vida y el trabajo, así como un proceso de expansión continua y reiterada; un sistema 
organizado económicamente en base a la institución de la propiedad privada y la 
producción de mercancías, y fundado en las relaciones de intercambio. 
 
El capitalismo es una formación socio-económica que tiene manifestaciones en 
todas las esferas de la vida humana. De acuerdo al concepto de cultura que hemos 
desarrollado, ésta es un espacio de poder y control en tanto simboliza cuáles son las 
necesidades, quién debe acceder a determinados recursos, quién debe ser reconocido y 
legitimado socialmente. El capitalismo se presenta como un sistema que influye en todos 
los niveles de las relaciones sociales. 
 
En el plano individual, la peculiaridad central del capitalismo es la ética de 
acumulación ilimitada como fin y no como medio: 
 
Al hombre lo domina el hacer dinero, adquirir cosas como meta final de su vida. 
La adquisición económica ya no está subordinada al hombre como el medio para la 
satisfacción de sus necesidades materiales. Esta inversión de la relación de lo que 
podríamos llamar la relación económica natural [...], es evidente y definitivamente un 
principio rector del capitalismo, que es extraño a todos los pueblos no sometidos a la 
influencia capitalista.19
 
Para Daniel Bell, el principio axial de la cultura del capitalismo es la expresión y 
remodelación del “yo” para lograr la autorrealización. Y en esta búsqueda, hay una 
negación de todo límite o frontera puestos a la experiencia. Es una captación de toda 
experiencia; nada está prohibido, y todo debe ser explorado.20
 
Ahora bien, en los niveles local y mundial hay quienes afirman que en el capitalismo 
las relaciones se reducen a relaciones de producción (Gramsci, Althusser, Adorno). El 
argumento principal de este dogma es que la internacionalización de los fenómenos 
económicos, ha ido avanzando supeditando los cambios en las relaciones culturales. Sin 
embargo, delimitar los cambios y relaciones culturales al intercambio comercial es 
circunscribir la cultura a su ámbito económico, por lo que es mejor decir que aunque una 
relación económica es una relación cultural, no toda relación cultural es solamente 
económica. 
 
En su actual etapa, al igual que en otras fases, el capitalismo se ha desplegado de 
tal manera que genera contradicciones en su sistema mismo. Por ejemplo, por una parte 
 
19 Alan Macfarlane, La cultura del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, México, 1993, p. 229 
20 Daniel Bell, Las contradicciones culturales del capitalismo, Editorial Alianza, Madrid, 1977, p. 11 
 15
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
se conduce con la búsqueda del liberalismo económico para la expansión del capital, lo 
que implica una eliminación de fronteras, apertura de mercados, etc. Mientras que por 
otra parte, necesita también de una organización política que se encargue de las 
funciones básicas de ordenamiento, distribución, etc. para su funcionamiento, a saber, el 
Estado nación; por lo que las características de centralización política de éste último, no 
concatenan hoy día con el liberalismo económico. 
 
Es interesante mencionar que muchos autores coinciden en que las contradicciones 
del capitalismo contemporáneo, derivan del aflojamiento de los hilos que antaño 
mantenían unidas la política y la economía. El argumento más acabado al respecto lo 
ofrece Daniel Bell, quien afirma que la sociedad tiene tres ámbitos: la economía 
(eficiencia); el orden político (igualdad); y la cultura (autorrealización). Para él, la 
disyunción entre estos tres ámbitos ha provocado las tensiones y conflictos sociales, pues 
la división de una estructura económica que es burocrática y jerárquica, y un orden 
político que se cree formalmente igualitario, está en disfunción con una estructura social 
organizada fundamentalmente en base a roles y a la especialización, y una cultura que se 
interesa por el reforzamiento y la realización del yo y de la persona.21 
 
Por su parte, Samir Amin nos dice que el capitalismo es incapaz de superar la 
reciente contradicción entre su gestión económica, en un espacio cada vez más 
mundializado, y su gestión político y social, que sigue siendo local y enmarcada en el 
Estado nación.22
 
En lo que respecta a la cultura del capitalismo y su influencia en la diversidad 
cultural, podemos hablar de que sus impactos más esenciales son: 
 
• constantes y periódicos impulsos de expansión que revoluciona las condiciones 
materiales y mentales de todos los grupos; 
• crea y recrea fuerzas productivas y relaciones de producción (culturales) que 
crean tecnología, sofistican la división de trabajo y la especialización de la fuerza 
de trabajo; 
• concentra y centraliza el capital en escala mundial ocasionando jerarquización 
cultural. 
 
El capitalismo de hoy, más visiblemente después del fin de la Guerra Fría, está 
marcada por un aspecto crucial: la globalización. El término “globalización”, que hace 
referencia a global, proviene del latín globus, que significa globo, bola, esfera. También 
relativo a pelotón, tropa, multitud. El globo, históricamente simboliza la totalidad jurídica 
de un poder absoluto; por eso, en las ecuaciones del poder, reyes, emperadores, 
pontífices y dioses llevan el globo en una de sus manos.23 El término globalización ha sido 
usado para referirse a la difusión ó la expansión de algo en el mundo entero. Si bien es 
cierto que la globalización no es un fenómeno reciente, ni exclusivo del capitalismo, sí se 
presenta hoy con mayor evidencia y avance, tanto en contenido como en extensión.
 
 
21 Ibídem, p. 26. 
22 Samir Amin, El capitalismo en la era de la globalización, Editorial Paidós, España, 1999, p. 57. 
23 Citado en Raúl Béjar y Héctor Rosales, “La identidad nacional mexicana como problema político y 
cultural”, en Raúl Béjar y Héctor Rosales (coord.), La identidad nacional mexicana como problema político y 
cultural, UNAM-CRIM, México, 1999, p. 32. 
 16
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
Explicar la globalización es un trabajo sumamente complejo, ni siquiera existe un 
consenso generalizado respecto a sí debe ser considerado como un proceso, fenómeno, 
etapa ó paradigma. Pese a haber numerosas investigaciones al respecto, no es posible 
mencionar aquí todas las ideas existentes, lo que sí es posible es mencionar sus variables 
explicativas más constantes. La globalización, como categoría de estudio, ha sido más 
analizada en los fenómenos económicos, pues se cree que de ahí devienen sus causas y 
se manifiestan sus consecuencias. En este punto los autores coinciden en que la 
globalización se caracteriza por: 
 
• Ser un nuevo régimen de producción del espacio y el tiempo, que modifica las 
formas de circulación y consumo de la producción; 
• un aumento delcomercio internacional, sobre todo de bienes y servicios, más 
visiblemente en las corrientes financieras a través de transferencias de capitales; 
• un consecuente aumento de la interrelación económica que diluye 
progresivamente las fronteras (por lo menos al comercio); 
• un incremento en densidad y complejidad de las interacciones entre actores 
sociales que, de ser simples vínculos, pasan a convertirse en una red de 
conexiones; 
• una revolución tecnológica constante que acelera los cambios. 
 
Tratando de entender de dónde surge la globalización cultural, una tesis interesante 
es propuesta por Brünner, para quien la globalización cultural es la expresión de cuatro 
fenómenos interrelacionados:, 1) la universalización de los mercados y el avance del 
capitalismo postindustrial; 2) la difusión de un modelo democrático como forma ideal de 
organización de la polis; 3) la revolución de las comunicaciones que lleva a la sociedad de 
la información; y, 4) la creación de un clima cultural de época, usualmente llamado de la 
posmodernidad. La globalización de la cultura es la manifestación de las contradicciones, 
tensiones, desajustes y cambios a que dan lugar las interrelaciones e interacciones entre 
los cuatro procesos.24 
 
Sin la intención de entrar en el empantanado debate sobre lo que es y no es la 
globalización, en síntesis ésta puede entenderse como un fenómeno crónico dentro de la 
historia del desarrollo de la humanidad, un proceso resultado de una continua evolución 
que ha llevado a una interconexión más profusa y evidente del mundo. La globalización es 
un proceso muy complejo y desigual en tiempo y en espacio, acordamos con Canclini en 
considerar a la globalización “... más que un orden social o un único proceso, el resultado 
de múltiples movimientos, en parte contradictorios, con resultados abiertos, que implican 
diversas conexiones ‘local-global y local-local”25 
 
Los cambios globalizadores han modificado la absolutización del concepto 
totalizante, reeducativo y sistemático de cultura, y ha abierto el espacio a la alteridad, la 
irreductibilidad y la diferencia de los individuos y sus distintas manifestaciones culturales. 
 
La globalización en el capitalismo significa básicamente la creación de un espacio 
simbólico unificado, para la interacción entre personas geográficamente aisladas y el 
intercambio de mercancías en todo el mundo. Fenómeno resumido en una frase de 
 
24 José Joaquín Brünner, Globalización cultural y posmodernidad, Fondo de Cultura Económica, Chile, 1999, 
p.7. 
25 Néstor García Canclini, La globalización imaginada, Paidós, México, 1999, p. 20. 
 17
CAPÍTULO I Acercamiento conceptual a la diversidad cultural y el capitalismo global 
Featherstone: el desplazamiento de múltiples realidades por una intensamente 
simplificada.26
 
Las repercusiones culturales de la globalización son difíciles de determinar con 
exactitud. El problema más frecuente es distinguir entre lo que la globalización cultural 
debería ser y lo que realmente es, por lo que se convierte en un proceso altamente 
idealizado que a su vez repercute en su significado real. Sin embargo, podemos decir que 
la globalización cultural se presenta como un conjunto de procesos de homogeneización 
y, a la vez, de fragmentación articulada del mundo, que reordena, evidencia o agudiza las 
diferencias culturales, sin suprimirlas. 
 
Es interesante el enunciado de Tomlinson de que la globalización cultural sólo es la 
hibridez de las culturas híbridas, lo distintivo es que es una “hibridez internacional”, un 
despliegue deliberado en las formas lingüísticas y en otras formas culturales de una 
mezcla dirigida, a conmocionar, transformar, cuestionar, revitalizar o trastocar por medio 
de fusiones deliberadas y previstas de diferentes lenguajes e imágenes sociales.27 
 
En realidad no existe una cultura homogénea y absoluta del capitalismo en su fase 
de globalización, pero existe una ecuación simplificadora que la abarca llamada cultura 
global, la cual ha tenido mayor auge después del fin de la Guerra Fría como veremos en 
el próximo capítulo. 
 
Finalmente, con mucha facilidad se combina la idea de la globalización cultural con 
la occidentalización e incluso con el predominio de ciertos Estados-nación, sobre todo 
Estados Unidos (americanización). Esto en realidad, consideramos, es parte de un mismo 
proceso en el que el capitalismo global sólo puede ser el resultado de la convergencia de 
culturas diversas; no obstante, la desigual relación de fuerzas imperante en la sociedad 
internacional, basada en el grado de poder de los protagonistas, jerarquiza la diversidad 
cultural. 
 
El capitalismo global, más visiblemente con el fin de la Guerra Fría, ha modificado 
cuantitativa y cualitativamente las relaciones culturales, desplegando toda una gama de 
cambios que pueden llegar a evidenciar, exaltar u oponerse a la diversidad cultural, 
generando una serie de contradicciones en todas las áreas de la vida humana y 
provocando visibles desafíos para la sociedad internacional, tal como lo veremos a 
continuación. 
 
 
 
 
26 Mike Featherstone (Edit.), Global Culture. Nationalism, globalization and modernity, SAGE Publications, 
United Kingdom, 1990, p. 120. 
27 John Tomlinson, Op. Cit., pp. 171-172. 
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CAPÍTULO II Los cambios estructurales en el mundo con el fin de la Guerra Fría y sus impactos 
 
Capítulo II 
 
LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL MUNDO CON EL FIN DE LA GUERRA FRÍA 
Y SUS IMPACTOS EN EL CAPITALISMO GLOBAL Y LA DIVERSIDAD CULTURAL 
 
2.1. Los cambios con el fin de la Guerra Fría y el capitalismo global: su 
condensación en ideología capitalista y la aceleración de su expansión. 
 
Los numerosos cambios visibles con el fin de la Guerra Fría tienen como innegable 
resultado el triunfo del sistema capitalista sobre el socialismo soviético y, con ello, un 
nuevo dominio, no solamente en el aspecto económico, sino también en el sistema de 
pensamiento, patrones de vida, organización política y social, en pocas palabras, en la 
cultura. Respecto a las modificaciones de esto en el capitalismo tenemos, además de su 
globalización y expansión que ya explicamos, la configuración de una nueva ideología que 
es reflejo de los cambios en el capitalismo por su nueva conducción: la cultura global. 
 
Analicemos cuál es la función ideológica de la cultura global y cuál es su 
contenido, así como el papel de la tecnología en los medios de comunicación como móvil 
agilizador de todo este proceso. 
 
2.1.1. Cultura global como sustento ideológico capitalista de la posguerra fría 
El capitalismo, en una histórica mutación, presenta nuevas características con el fin de la 
Guerra Fría. Su triunfo y eventual expansión acelerada a niveles globales, configuran y 
enmarcan una serie de procesos que se condensan en la cultura global como sustento 
ideológico. La cultura global es una ideología puesto que es una forma particular de 
entender y percibir la realidad; a la vez que justifica un status quo para el mantenimiento 
en curso del capitalismo. 
 
Existen muchas ideas acerca de por qué y para qué existen las ideologías, todas 
afirman en común que la ideología es la manera en que el significado de las cosas sirve 
para establecer y sostener las relaciones de dominación. La ideología es un conjunto de 
dogmas, un código específico que, al ser una forma de explicación o percepción de la 
realidad, se convierte en un modo de asegurar la adhesión al orden social, reforzando la 
disciplina o los controles sociales.1 Es decir, mantener el capitalismo en su curso y forma 
actual. Más que tratarse de un control con medios coercitivos, es un control social 
consensuado a través de la imposición de necesidades, gustos, ideas, etc. 
 
Las tesis del fin de la ideología (Raymond Aron, Daniell Bell, Seymour Lipset y 
Edward Shils) son hasta cierto punto acertadas, puescon el fin de la Guerra Fría se 
engendra una nueva forma de explicar al mundo. La cultura global surge como una 
ideología que trata de sobreponerse a otras y que, al ser un reflejo del modelo inacabado 
del capitalismo, es dinámica y cambiante. 
 
Es interesante señalar que la formación misma de una ideología suele hacerse en 
base “al otro”, como un mecanismo de autodefensa para justificarnos. La mayoría de las 
ideologías dominantes tienden a tomar un “enemigo” como referente de la antítesis de sus 
postulados, los bárbaros vs. los civilizados, oriente vs. occidente, imperialismo vs. los 
 
1 John B. Thompson, Ideología y cultura moderna, UAM, México, 1993, p. 173. 
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CAPÍTULO II Los cambios estructurales en el mundo con el fin de la Guerra Fría y sus impactos 
colonizados, el centro vs. la periferia, socialistas vs. capitalistas, etc. La cultura global 
curiosamente parece no encontrar esa figura oponente que afiance su razón de ser, 
mientras que para unos el enemigo parece estar en el terrorismo, otros auguran que los 
fundamentalistas islámicos son el adversario. 
 
Respecto al contenido de la cultura global, básicamente debemos tener claro que es 
una mezcla de características históricas del capitalismo mismo, además de significativas 
adhesiones del enfoque y política particular dominante en el fin de la Guerra Fría: el 
neoliberalismo. Lo que está sucediendo es la concentración creciente del poder en manos 
de ciertos grupos que, sin formar una clase social en el sentido que le daba Marx, 
constituyen una capa privilegiada y multifacética agrupada por intereses comunes y una 
visión convergente del universo, y portadora, por lo tanto, de una nueva ideología. 
 
Para tratar de entender a fondo el contenido de la cultura global y su expansión con 
el fin de la Guerra Fría, debemos considerar que la cultura global opera en varios niveles 
simultáneamente y que presenta diversas facetas, desplegándose como: una cultura 
aparentemente desterritorializada; basada en la producción de bienes estandarizados; 
sustentada en una serie de valores e intereses generalizados; y, promovida como un 
discurso y pensamiento único de significación.2
 
 La cultura global como manifestación de una cultura aparentemente 
desterritorializada, hace referencia a la producción de una cultura de tipo internacional 
que no proviene directamente de un lugar específico, por lo que no se ubica con exactitud 
su territorio de procedencia, sin embargo sus impactos sí suelen tener un ámbito de 
acción. No podemos considerar a la cultura global, como generalmente se hace, como 
una especie de “etnocentrismo particular generalizado”,3 puesto que la cultura global es 
una mezcla de elementos, (tanto locales como nacionales -principalmente 
norteamericanos-, e inclusive globales en sí mismos). 
 
La cultura global basada en la producción de bienes estandarizados se entiende 
como la transformación de la cultura en mercancías producidas bajo un mismo estándar, 
y, por ende, conocidas mundialmente. La cultura global como bienes estandarizados es la 
producción masiva, así como la distribución y consumo de productos como Coca cola, Mc 
Donalds, películas de Hollywood, pantalones Levis, etc. Todos estos bienes son 
consumidos mundialmente desplazando o entrando en choque con productos locales o 
particulares de ciertos grupos culturales. El poder de la cultura global como bienes, radica 
en su materialización y su capacidad de, con la fabricación en masa y el apoyo de los 
medios de comunicación, llegar a imponer necesidades y generar su propia expansión 
mundial. Sin embargo, estos bienes sufren modificaciones y están aún supeditados a 
leyes del mercado, normas regulatorias estatales, etc, que no deben hacernos pensar en 
su máximo poder sobre el comercio. Esto lo analizaremos con mayor detenimiento en el 
Capítulo III. 
 
La cultura global como serie de valores humanos e intereses generalizados es la 
idea más difundida sobre este fenómeno en las ciencias sociales (Barber y Ritzer -
 
2 En base a Roland Axtmann, “Collective identity and the Democratic nation-State in the Age of 
Globalization” en Cuetkovich, Ann y Kellner, Douglas (editors), Articulating the global and the local, 
globalization and cultural studies, Westview Press, USA, 1997, p. 36. 
3 Michel Maffesoli “Tribalismo posmoderno. De la identidad a las identificaciones” en Chihú Aquiles, Op. 
Cit., p. 233. 
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CAPÍTULO II Los cambios estructurales en el mundo con el fin de la Guerra Fría y sus impactos 
Mcdonalización-; Francisco del Buey -cultura euronorteamericana-; Latouche -
occidentalización cultural-; Howes -Coca-colonización-). Aquí, se circunscribe la cultura 
global al resultado directo del “modernismo”, de la “occidentalización”, de la 
“americanización” ó uno de sus fetiches. El principal debate es si estos valores globales 
se han formado sobre la base de una especie de conjunción de la diversidad del mundo, o 
bien son valores particulares difundidos a escala mundial. 
 
 En realidad la cultura global como un conjunto de valores se gesta en la historia del 
capitalismo, veíamos ya la implicación capitalista en el individuo y su relación con la 
sociedad. Además de la propiedad privada y la acumulación, la cultura global actual se 
fundamenta en los viejos postulados sociológicos weberianos que cobran fuerza con el 
neoliberalismo. Para Dámaso Morales, “se fue construyendo una nueva cultura que 
mezclaba las máximas del utilitarismo, individualismo y economía liberal, junto con una 
ética tradicional, preferentemente protestante”4 Así, la cultura global asegura que todo 
aquello que responde al bienestar material y cuantitativo humano es correcto, lo que 
origina una cultura individual, racional y mecánica, que aboga por la difusión de valores 
como la democracia, la igualdad, los derechos humanos, el liberalismo económico, el 
monolingüismo, etc. 
 
Es una concepción según la cual hay una única racionalidad, y los seres humanos 
que se comportan racionalmente deben llegar a las mismas conclusiones y ejecutar 
acciones similares en circunstancias semejantes. Y quienes no se comportan 
racionalmente están equivocados y deben ser corregidos por quienes sí saben hacerlo.5
 
En este punto, la cultura global, más moralista que pragmática, se transforma en una 
técnica neoliberal por medio de la cual las mentes trabajan al estar presente en el modo 
en que los individuos y las colectividades se informan, se divierten, ocupan su tiempo 
libre, piensan en los problemas reales y en los imaginarios. Esta peculiaridad le hace 
aparentar una esencia plural al abogar por la libertad de conciencia y opinión, mientras en 
realidad reivindica la libertad de su propia conciencia y opinión, para después ser 
intolerante frente a las opiniones y creencias ajenas. 
 
La cultura global como discurso científico de significación, nos remite al empleo de la 
cultura global como concepto científico explicativo de la realidad. Lo más claro en las 
cuantiosas y cada vez más numerosas investigaciones al respecto, es que existen tres 
corrientes básicas explicativas de la cultura global: 1) la idealista, 2) la pesimista y 3) la 
escéptica. 
 
1) La corriente idealista: la cara utópica de la cultura global 
En la corriente idealista se trata de mantener la acepción de que la cultura global es 
resultado inherente de la globalización económica, lo que inevitablemente llevará al 
mundo a la homogeneidad cultural, que finalmente pondrá fin a las diferencias entre 
los hombres. El máximo corolario de esta corriente es la aspiración a ser ciudadano 
del mundo, formando el llamado melting pot6. Así, la cultura global o cosmopolitismo 
 
4 Dámaso Morales, “La desmitificación de la cultura global en el desarrollo humano”, en Cid, Ileana, Op. Cit., 
p. 87 
5 León Rogelio Olivé Moret, “Modelos de multiculturalismo”

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