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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN “LOS ESTEREOTIPOS DE LA MUJER EN LA PUBLICIDAD TELEVISIVA”. ANÁLISIS SEMIÓTICO. TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN: COMUNICACIÓN Y PERIODISMO PRESENTA: AARÓN EZEQUIEL MARTÍNEZ RODRÍGUEZ ASESORA: LIC. LETICIA ELISABET SANTA MARÍA GALLEGOS. MÉXICO 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. “La esperanza es el último amparo donde se refugia el hombre para creer que la vida tiene sentido” A los que sembraron en mí la confianza, y a los que nunca me la brindaron: Gracias. ÍNDICE INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 1 CAPÍTULO 1 LA PUBLICIDAD TELEVISIVA ............................................. 7 1.1 Principales características del mensaje publicitario............ 9 1.2 Estructura del mensaje publicitario ........................................ 15 1.2.1 Imagen y discurso lingüístico del mensaje publicitario ................. 18 1.2.1.1 Iconicidad del mensaje publicitario .................................. 21 1.2.1.2 El discurso lingüístico dentro del mensaje publicitario .... 25 CAPÍTULO 2 LA MUJER Y SUS ESTEREOTIPOS EN LA PUBLICIDAD TELEVISIVA …........................................................................ 31 2.1 El Estereotipo .............................................................................. 33 2.1.1 Representación de la realidad .................................................... 36 2.1.2 Percepción e interpretación ......................................................... 39 2.2 Valoración de la publicidad televisiva como formador de creencias e ideologías……............................................................................ 43 2.3 Ética del discurso en el mensaje publicitario .......................... 50 2.4 Asociaciones de identificación en la publicidad televisiva .. 54 2.5 La imagen de la mujer en la publicidad actual ...................... 57 2.5.1 Estereotipia de la mujer en la publicidad televisiva ..................... 61 2.5.1.1 Tipos características y descripción de estereotipos femeninos .................................................................................... 65 CAPÍTULO 3 ANÁLISIS SEMIÓTICO DE LOS MENSAJES SELECCIONADOS (POND’S’, LA COSTEÑA, SUBURBIA) ........... 68 3.1 La mujer bella (POND’S’) ..................................................... 70 3.1.1 Maternal, casada, joven, saludable, blanca, delgada...¿Qué hace a una mujer bella? ............................................................................. 72 3.1.2 ¿Belleza? Virtud o necesidad en la mujer. Manipulación del lenguaje .............................................................................................. 83 3.2 La mujer doméstica (La Costeña) ...................................... 97 3.2.1 Breve cronología de la mujer al servicio de la cocina ........... 99 3.2.2 La mujer en los siglos de tradición mexicana .........................111 3.3 La mujer consumidora de moda (Suburbia)..................… 117 3.3.1 De la tristeza a la euforia; el efecto del consumo ................ 119 3.3.2 La mujer; amante de las compras o víctima del tentaciones. 130 CONCLUSIONES ...................................................................................... 142 FUENTES DE CONSULTA ……………………………………………….. 149 1 INTRODUCCIÓN Conforme han avanzado los sistemas publicitarios en lo que se refiere a su alcance mediático a través de la invasión de espacio en los distintos medios de comunicación (televisión, radio, internet), también se han desarrollado nuevas estrategias que hacen cada vez más versátil la construcción de una auténtica profesión de la publicidad. Como podemos apreciar, en la actualidad la mejor manera de presentar y hacer de conocimiento público cualquier cosa es por medio del mensaje publicitario bien estructurado. El desgastante debate de si es tan importante la publicidad como para hacer de ella un objeto de análisis ha quedado atrás. El notable poderío de las nuevas tecnologías en sistemas de comunicación, deben en gran medida lo que son a la publicidad, ya sea como una forma sustentable de financiamiento o como una herramienta eficiente de convencimiento y mejoramiento de imagen. Como quiera que sea, la publicidad se ha convertido en un fenómeno tan complejo como lo podría ser la política o la economía. Igualmente, la televisión como parte de los medios contemporáneos de comunicación, tal vez el más completo y poderoso, es proveedora inacabable de publicidad casi continua. Su carácter audiovisual y masivo convierte a la televisión en una reformadora indiscutible del mensaje publicitario. Además, a este medio se le ha considerado como elemento educador; es decir, interfiere en el desarrollo educativo de las personas, dando de hecho que todo lo que aparezca en ella recaerá en el criterio, percepción y estructura de nuestro conocimiento. En particular, dentro de la publicidad se han usado frecuentemente modelos estereotipados de grupos sociales ya sea como tema o contenido, que se adecuan a objetivos ya predispuestos por los emisores. En el caso de la mujer, a ésta se le ha visto ejemplificada o representada de distintos modos y circunstancias dentro de la 2 publicidad televisiva, es decir, se le estereotipa para lograr ese sentimiento de identificación y posterior consumo dentro del receptor. Las variantes del mensaje publicitario que presenta la televisión son numerosas, ya que no basta con dar imaginativamente las cualidades del objeto (producto, servicio, organización o empresa) sino que se captan ideas plasmadas en discursos, imágenes en movimiento y representaciones de la sociedad, todos estos con determinados objetivos. Es entonces cuando se considera que la publicidad tergiversa planteamientos de la realidad añadiéndoles puntos de vista e ideologías cargadas de intención, tal como es el caso de los roles femeninos: el ama de casa, la mujer fácil, la chica superficial, etc. Asimismo, se considera que la totalidad del discurso publicitario posee una constitución cualitativa; es decir, tiene rasgos distintivos y significativos que no son de ninguna manera explícitos, y mucho menos por medio de una observación superficial, ya que éste requiere de una profundización analítica. Para ello, la semiótica sirve en esta investigación, como instrumento teórico para el análisis de seria introspección que se busca. A través de tres spots televisivos previamente seleccionados, el presente análisistrata de hacer notar la construcción del mensaje publicitario y el uso que hace de estereotipos socialmente identificados, reinterpretándolos y adoptándolos a temáticas mercadotécnicas. Los modelos estereotípicos que aparecen en dichos spots pertenecen a roles femeninos fácilmente reconocibles, además de ser de los más comunes dentro de la publicidad actual: la mujer bella, ama de casa y la mujer consumidora de moda. La selección dependió de observar en cuál de toda la infinidad de spots que existe, son más claros y expresos los tres estereotipos ya mencionados. El primero, el de “la mujer bella”, se encuentra representado en un mensaje publicitario de la marca POND’S dedicada a la fabricación de cosméticos, el cual hace explícitamente alusión a 3 la belleza de la mujer. Por su parte, el segundo spot perteneciente a la marca La costeña, proyecta lo que de manera visual se puede identificar como el modelo del “ama de casa mexicana” a lo largo de la historia. Y por último, las tiendas de ropa Suburbia, hacen manifiesto el sentimiento de consumo de la mujer y su adoración por la ropa y la moda. Un segundo criterio utilizado para la selección de las muestras, es la forma en que está construido cada uno de los spots. Las diferencias que existen entre estos tres mensajes publicitarios aportan variedad al análisis. Ejemplo de esas diferencias es ver que La Costeña enfoca su spot al anuncio de un producto determinado, mientras POND’S lisonjea a la mujer para prestigiar su marca y Suburbia se enfoca al anuncio de un evento. Otro de los elementos que distingue a los tres spots es la forma de expresar los rasgos estereotípicos; POND’S se enfoca en el discurso lingüístico, La Costeña lo proyecta principalmente en las imágenes y Suburbia lo manifiesta simbólicamente en la parte emocional. Así, con la semiótica, a pesar de las diferencias existentes entre cada uno de los spots, se hace posible una fragmentación parcial de los distintos tipos de discurso que utilizan las publicidades, en la medida en que ésta hace uso de recursos lingüísticos, retóricos y de interpretación de imagen, abarcando de manera general todos los recursos discursivos del mensaje publicitario. Son las unidades de análisis que ofrece la semiótica (plano de la expresión, plano del contenido, anclaje, relevo, funciones lingüísticas, figuras retóricas, tipos de signos, etc.) las que permiten realizar la segmentación de la publicidad, a la vez que ayudan a dilucidar en forma separada cada una de sus partes sin perder la conexión y el sentido. Se trata de ver cómo la actividad publicitaria maneja discursos ocultos o interpretativos, tal como sucede en el discurso literario, científico o cotidiano, y cómo hace uso de algunos estereotipos de la mujer, que en muchos de los casos son representaciones que difieren de la realidad, así como ideologías tergiversadas para la efectividad del mensaje que pueden derivar en daños sociales como: distorsión de la 4 realidad, denigración de conceptos humanos, discriminación, etc., sin tomar en cuenta el papel de la televisión como elemento educador. Para cumplir con lo anterior, como primer paso, argumento con base en la investigación documental , la importancia que tiene la publicidad actualmente dentro de la sociedad. Varios autores como lo son José Saborit, Santos Zunzuegui, George Péninou, han señalado a la publicidad como un fenómeno carente de beneficio social, que en cambio, en muchos de los casos engaña, tergiversa y actúa irresponsablemente sin ningún tipo de impedimento. Pero para poder llevar a cabo ese tipo de enjuiciamientos, debe existir el elemento analítico que corrobore las opiniones dadas. Los anteriores autores han aportado dentro de sus trabajos nuevos elementos al análisis de la imagen publicitaria iniciado por Roland Barthes, mismos que ahora retomo para sentar las bases del presente análisis. En particular, el trabajo de George Péninou en Semiótica de la publicidad, en gran parte han inspirado este trabajo ya que considero que el punto de vista en su modelo de análisis se acerca mucho a los objetivos propuestos, ya que conserva la neutralidad en cuanto a la visión de la publicidad y la supuesta influencia que posee. La participación de los estereotipos de la mujer dentro de la publicidad está argumentada aquí como un hecho incuestionable del pasado y el presente, que se repite interminablemente. Para ubicar al tipo de estereotipo femenino plasmado dentro de cada publicidad, antes hay que reconocer sus características y los conceptos que los identifican. Aunque el análisis no aborda todos los estereotipos adjudicados a la mujer, sí hago la mención de gran parte de ellos, reformulando la enorme posibilidad de encontrar inmiscuido uno dentro de cada publicidad televisiva. Las perspectivas sociológicas y sicológicas acerca de la mezcla entre televisión y publicidad también son abordadas, pero desde el punto de vista del orden del sentido. Lo anterior significa que su mención sólo sirve para llevar a cabo las 5 interpretaciones culturales e ideológicas de los mensajes y sub-mensajes, así como antecedentes. Asimismo, también hago notar la estructura funcional del mensaje publicitario, desde el cómo está constituido hasta sus características más sobresalientes. Esos aspectos tanto sociológicos como psicológicos a los que hago referencia, son la percepción y la interpretación de la imagen y la lengua. El elemento cognoscitivo de la percepción forma, en gran medida, parte del sentido que se le dé al discurso, reconociéndose que el emisor no tiene control total del mensaje y éste puede connotarse de distinta forma. Tomando en consideración que no existen las copias fieles de la realidad en publicidad, se hace menester conocer parte de la acción perceptiva más general del receptor común con el fin de una interpretación más verosímil. Otra de las partes importantes tomadas en cuenta dentro del presente análisis es la cuestión de la estructura lingüística del mensaje publicitario. El discurso, tanto oral como escrito, son indicativos de la parte ideológica expresada dentro de comercial televisivo. Gran parte de la forma y fondo, así como la especulación de mensajes alternos dentro del mensaje publicitario, se encuentran dentro de esta estructura lingüística. La identificación de los recursos retóricos empleados es otro de los aspectos del análisis, ya que constituyen la estética del mensaje publicitario. El uso de la retórica o expresión poética es casi una regla general dentro de toda publicidad, teniendo como funciones principales la identidad de la marca, la connotación de signos lingüísticos e icónicos, la transformación de sentidos e ideas, entre otras funciones. Por otra parte, el tercer capítulo está enfocado al análisis concreto de tres spots televisivos. Este análisis se constituye de una descripción detallada de cada una de las publicidades, donde se separa al discurso icónico del discurso lingüístico del spot, volviéndolos a unir al momento de la interpretación. En resumen, el análisis está 6 basado en todas las interpretaciones hechas de los mensajes obtenidos dentro del discurso lingüístico y del discurso icónico, mismas que derivan en una interpretación general. Por último, cabe mencionar que la premisa principal del presente análisis es que todo está ligado, si bien, el mensaje publicitario posee diversas unidades dentro de su estructura, así como la semiótica posee sus propias unidades de análisis, ninguna de ellas es independiente ni trabaja por sí sola. Con base en esto, la mezcla de las unidades de teoría y análisis es permanente dentro de este trabajo. Sin embargo, sí le es dado un orden estructural al trabajo en función de una mejor lectura, sin dejar de considerar al análisis semiótico como una unidad integral.7 CAPÍTULO 1. LA PUBLICIDAD TELEVISIVA Actualmente, la televisión, debido a su gran abanico de recursos técnicos como música, imagen, sonido, movimiento, etc, ha podido atribuir a la publicidad una calidad informativa que muchas veces dentro de otros medios de comunicación no se logra consolidar. La publicidad se define como la extensión de información con el claro objetivo de excitar el consumo dentro del receptor, calibrar las ideas expuestas en el mensaje a fin de la comprensión, cumpliendo objetivos ya impuestos con anterioridad como la propia acción del consumo o la permanencia de la marca dentro del receptor. Para dichos objetivos y metas particulares, la publicidad o mejor dicho los publicistas, encuentran a la televisión como el mejor medio para lograr resultados. Otra característica que hace de la televisión el medio más viable para hacer efectiva una publicidad es su alcance masivo. La publicidad entonces, tiene la obligación de adaptarse al medio televisivo y, además, crear dentro de si misma una estructura que acompañe y explote todos los recursos que se le están proporcionando. Esta unión hace del mensaje publicitario un sistema cada vez más complejo dentro del cual al receptor se le bombardea con una serie de datos e información dentro de un mínimo de tiempo que en su mayoría no logra digerir, que permanece en su mente y que no alcanza a razonar ni criticar. En muchos de los casos, al transmitirse un spot televisivo nos quedamos con la pregunta ¿Qué me habrán querido decir?, se sabe de antemano que el objetivo o la razón por la cual estamos viendo el comercial es porque nos quieren anunciar o vender algo, pero siempre quedan lagunas en cuanto al contenido o la forma en que hacen público el producto o servicio. Lo anterior es importante ya que la publicidad también es una forma de comunicación que pocas veces se analiza a profundidad y metódicamente, la consideramos como una parte insignificativa dentro de la programación televisiva, sin considerar que en muchos casos, la programación está hecha para la publicidad y no al revés. 8 Si bien, dentro de la publicidad no todo es imagen, sí gran parte de la significado del mensaje proviene de la parte visual. Sin embargo, el elemento auditivo es esencial como guía de acompañamiento en cuanto a la secuencia. Dos elementos primordiales que integran, no sólo el mensaje publicitario, sino muchos otros tipos de mensajes son el discurso lingüístico y el discurso icónico. A partir de estos dos elementos es posible interpretar de forma más sólida las información que está enviando el mensaje publicitario plasmado en las muestras (los spots) seleccionadas. El objetivo de este primer capítulo es dar a conocer los elementos y las unidades que integrarán el posterior análisis semiótico que se aplicará dentro de las muestras, resaltando las características que los integran así como sus principales funciones. 9 1.1 Principales características del mensaje publicitario en la actualidad Varias son las características distintivas que posee el mensaje publicitario dentro de la televisión. Se trata de una evolución dentro de su estructura basada en adaptaciones complejas que varían conforme a épocas y visiones del mundo. Sin quedarse atrás, la publicidad avanza conforme a los distintos grupos sociales en donde se presente sin alterar sus objetivos prioritarios: el convencimiento y el consumo. Anteriormente una buena publicidad en televisión bastaba con contener adulaciones del producto y supuestos atributos por medio de slogans metafóricos susceptibles a la identificación del receptor. Ahora, en la actualidad y por diversos motivos, entre ellos el alto costo del espacio en televisión, los publicistas deben concretar la idea esencial del mensaje en un mínimo de tiempo, con una clara comprensión de lo que se quiere decir. La noción moderna de la publicidad se define, esencialmente, como una sicología aplicada con un objetivo utilitario. Deriva su razón de ser y su sustancia de los fines pragmáticos que le impone la economía, al paso que por sus aspiraciones, sus técnicas y sus métodos de trabajo es tributaria de los conocimientos psicológicos y sociológicos, compartiendo con ellos su parte de imponderables.1 Infinidad de implementaciones estratégicas son las que a lo largo de la historia publicitaria se han ido añadiendo, mientras que otras tantas se incrementan. En el caso de la televisión y su publicidad, cuestiones ideológicas, así como de 1 Cadet, André, Cathelat, Bernard, La publicidad: del instrumento económico a la institución social, Barcelona, Ed. Hispano Europea, 1971, p. 21. 10 orden social y económico, han influido en características más definitorias que distinguen a la publicidad televisiva actual. Por lo cual y debido a lo anterior expuesto, resaltaré tres condiciones importantes que denota a simple vista el mensaje publicitario en la televisión actualmente: la aceleración, la representatividad (la realidad como referencia veraz) y la estética (elaboración compleja del discurso y la imagen) Como primer término tenemos a la aceleración, que consiste en la saturación de imágenes en un tiempo aproximado de 20 segundos, lo que atribuye a la publicidad televisiva variadas interpretaciones significativas más allá de la idea principal. Pueden ser intencionales o no pero, de igual manera se pueden relacionar con el objeto anunciado, aunque sea indirectamente. Con la aceleración del mensaje publicitario, debido a la ya mencionada limitación del tiempo, se generan efectos normalmente incontrolados por el emisor, significaciones notorias y significaciones desconocidas, que pasan inadvertidas debido a la velocidad de su secuencia. Contrariamente a lo que sucede con la fotografía fija donde a pesar de su iconicidad los detalles son más perceptibles para el ojo común y ser sometidos a observaciones menos complejas. La publicidad televisiva entrelaza imágenes secuenciales tan rápido (1.8 planos/seg) que en una primera visión son imposibles de describir, no así su idea principal. La publicidad televisiva, inmersa tanto en el medio electrónico como en las estructuras económicas que la generan, modifica los hábitos perceptivos de la recepción audiovisual, altera los mensajes y contagia a los demás medios audiovisuales; desde su privilegiado espacio televisivo, prolonga sus modos al resto de la programación, y modifica especialmente el lenguaje...2 La rápida sucesión de imágenes trae consigo también una atracción perceptiva involuntaria en el espectador. Con la densa saturación iconográfica en 2Saborit, José, La imagen publicitaria en televisión, Madrid, Ed. Cátedra Signo e Imagen, Segunda edición, 1992, p.31. 11 tan sólo 20 segundos, el televidente es inducido a no separar la vista de la pantalla para impedir la perdida de la secuencia. Pero no sólo eso, sino a continuar viéndola (la televisión) aún sin un interés natural. Otra consecuencia que deriva de la indigesta producción de imágenes en el mensaje publicitario, y que más confiere a este análisis, es la falta de crítica a partir de la pérdida de voluntad. Al no tener una voluntad propia para observar la televisión, automáticamente todo lo emitido en ella será digerido sin ningún tipo de análisis previo, lo cual vuelve susceptible al espectador de adoptar actitudes influenciadas que van más allá del consumo del producto. La afirmación de que la publicidad televisiva actual tiende a influir intensamente en el receptor se sustenta en el poderío que han ido acumulando los medios de comunicación, sobresaliendo el televisivo, en los últimos 50 años. Así describe José Saborit, la ventaja publicitariaque otorga la televisión con respecto a los demás medios: debido a las características más visuales de su materialidad, los mensajes audiovisuales, y especialmente el cine y la televisión, al enunciar los fragmentos más prominentes de nuestro entorno, inciden en cualquier forma de percepción visual y diseñan la estructura de nuestro conocimiento...3 Aunado a lo anterior, y volviendo a hacer referencia el tema de lo caro que suele ser el tiempo televisivo, una segunda característica son las temáticas usadas para la efectividad del mensaje publicitario. Se debe condensar el mensaje para decir todo en un mínimo de tiempo, por lo que la ejemplificación de situaciones reales suele ser bastante cómoda y efectiva en la fabricación de publicidad. Saborit argumenta que la publicidad usa la representación como herramienta efectiva para hacer veraz el mensaje, y por lo tanto creíble. Dentro de 3Ibidem, pp. 13-14. 12 dicha representación se pueden hacer afirmaciones tanto verdaderas como falsas en cierto grado, pero siempre prevaleciendo el discurso verosímil, hecho que puede incurrir en una falta de ética interna al alterar una verdad o maquillar una mentira. Al mismo tiempo, según Saborit, la función referencial debe adecuarse al contexto o entorno en que se divulga el mensaje, para posteriormente lograr la identificación por parte del televidente. A lo que se refiere Saborit es que el descontrol ético del mensaje publicitario actual se debe a la concepción que toma el emisor de la verdad, dotándolo de un poder autoconcedido. La publicidad puede hacer uso de cualquier fenómeno social, en pos de una representación verosímil (creíble), con ayuda de la alteración de imágenes y embellecimiento del discurso. Cierto es que dentro del mensaje publicitario actúan tres factores esenciales: el objeto publicitado, las cualidades atribuidas a éste y por último el contexto situacional. Ejemplos de este tipo de representaciones son las siguientes: -Familias felices -Estilos de vida ricos y lujosos -Sueños y Fantasías -Romances de éxito y amor -Celebridades, expertos y gente importante -Lugares con glamour -Éxito en la carrera o trabajo -Arte, cultura e historia4 Estas representaciones llevan implícitos estereotipos, ideas generalizadas acerca de modelos de conducta o apariencia en distintos grupos de personas, encasilladas al mismo tiempo en diversas categorías (sexo, color de piel, personalidad, estrato social, edad, nacionalidad, etc), por ahora basta comprender 4 Ibidem, p. 38. 13 que con este tipo de clasificaciones el entendimiento del discurso se facilita para la posterior relación mensaje publicitario-espectador. ...un emisor profesional cuya intención comunicativa, a pesar de estar estereotipada por necesidad, no es menos inferible aún a riesgo de error o de aproximación; canales de propagación mass-mediáticos con propiedades cada vez mejor delimitadas; y una colectividad de destinatarios que una tecnología de emisión cada vez más y más perfeccionada intenta transformar en receptores efectivos.5 Esta segunda característica del mensaje publicitario, referida a la representación de la realidad y los estereotipos se verá detalladamente un poco más adelante, ya que es preciso definir ampliamente su estructura como estrategia publicitaria. Una tercera característica en la publicidad televisiva actual es la carga estética con que es adornado el mensaje para su mayor aprehensión en la memoria del televidente. Si bien, esta característica no es nada nueva, si se ha perfeccionado de manera considerable. Tanto el desarrollo tecnológico como ideológico de la publicidad han contribuido a que dicha estética esté por encima de la simple persuasión y apelación del destinatario. Esta estética siempre está presente en el registro visual, sonoro y enfoque retórico. Más concretamente, tanto en el anclaje como en el relevo, mientras que en el discurso se hace uso de varias formas retóricas como la metáfora o la metonimia, en la imagen se utilizan atractivos visuales (bellos escenarios, mujeres y hombres atractivos o famosos, artículos lujosos, etc). Orlando C. Aprile, llama inclusividad a la introducción de la estética y el arte en la publicidad. Al respecto señala: 5 Peninou, Georges, Semiótica de la publicidad, Barcelona, Ed. Gustavo Gill, 1972, p 17. 14 Esto implica que los publicitarios echan mano y aprovechan de todo cuanto les viene bien para sus tareas y alcanzar su cometido...La utilización de géneros literarios como la metáfora, o de técnicas cinematográficas como el primerísimo primer plano, son evidentes y abundantes en el discurso publicitario. Asimismo...la semiología para las construcciones simbólicas.6 Incluso, se debe mencionar que la publicidad actual se ha ganado un espacio dentro del terreno de la estética visual, tanto por su complejidad subliminal como por la importancia en los sectores económicos de las grandes corporaciones empresariales. Se han creado una serie de premios, concursos y cumbres internacionales donde se halaga la estética publicitaria considerándola, ya no como un oficio o actividad profesional, sino como un verdadero arte. el publicitario...introduce la estética en la imagen publicitaria; con frecuencia es una estética que no guarda relación con el producto, sino con la asociación que se lleva a cabo en el mensaje publicitario. La estética publicitaria algunas veces recurre al arte tradicional, es decir, utiliza la reproducción de un cuadro o bien, ofrece una ilustración gráfica abstracto surrealista7. Lo anterior establece que se ha dejado atrás la alusión objetiva o subjetiva del producto anunciado, y se le da más relevancia a la estructura del mensaje, a su estética por así decirlo. Lo que no cambia es la estimulación hacia el consumo, que de una u otra manera siempre está presente. 6Aprile, Orlando C., La publicidad puesta al día, Buenos Aires, Ed. La Crujía, 2003, p.22. 7 Cadet, André, Cathelat, Bernard, op.cit., p. 6. 15 1.2 Estructura del mensaje publicitario Como parte de un fenómeno social, el mensaje publicitario posee una independencia relativa con respecto a las estructuras lingüísticas. Esto es parcial en el sentido de que mantiene características similares de lenguaje correspondiente al contexto social en donde se desenvuelve. Este tipo de mensaje posee discursos sistemáticamente característicos, elaborados por medio de una selección del lenguaje hecha por el publicista y aplicada a favor de esa estética publicitaria ya antes mencionada. El discurso⎯como “modalidad privilegiada y específica de la aplicación de lenguajes diferentes”⎯ responde a unas prácticas enunciativas concretas y a unos procesos de producción social y culturalmente determinados.8 Lo anterior explica, por una parte la similitud entre una y otra publicidad, que al margen de concentrarse en ofrecer distintas cosas, mantienen una línea paralela entre sí, referente a su estructura interna. Por otro lado, la repetida práctica del uso de elementos sociales característicos puestos en representaciones efímeras y exageradas para agrado y comprensión del espectador. 8 Perez Tornero, J.M., La semiótica de la publicidad, Barcelona, Ed. Mitre, 1982, p.26. 16 Tan complejo como un sistema de lenguaje propio de una tribu, el mensaje publicitario se construye con una metodología casi base, además de poseer una estructura gramatical y visual que controla cada una de sus unidades discursivas y simbólicas. Se trata, como retoma Tornerode Barthes, de una asociación de enunciados, una organización de mensajes asociados o connotados. Volviendo a la premisa de que “todo está ligado”, el mensaje publicitario organiza cada uno de sus signos proyectados, en pos de una significación literal, aparentemente ecuánime y directa; es decir, no va más allá del objeto específico de vender. Contrario a esto, mi trabajo será ver más allá de la forma e ir al fondo por medio de la semiótica, analizar e interpretar con base en un criterio cultural el contenido del mensaje publicitario. Para llevar a cabo lo establecido en el párrafo anterior, parto de la premisa de que el mensaje publicitario constituye una serie de eslabones interrelacionados creados con la materia prima de la imagen (anclaje) y el discurso (relevo). Tan importante el uno como el otro, son proyectados en diferentes sustancia dentro de la televisión. Mientras que el lenguaje puede aparecer en forma escrita, oral o corporal, la imagen puede sufrir diferentes transgresiones de origen, como la ausencia de fidelidad en la representación y las alteraciones estéticas (estas últimas también impuestas en el discurso). Barthes anexa tanto al discurso como a la imagen mensajes diferentes, pero aplicables al mismo mensaje publicitario en sí: 1.- Mensaje lingüístico. Corresponde a los componentes textuales (lenguaje articulado, escrito). Puede, en algunos casos, formar parte de la misma imagen o estar a la margen de ella. 2.- Mensaje icónico simbólico (o mensaje icónico codificado). Está formado por agrupaciones de determinados elementos de la figura que 17 producen significación al activar o actualizar ciertos “saberes” culturales. Este mensaje se halla codificado en (o por) la cultura y está formado por signos discontinuos. 3.- Mensaje icónico literal (o mensaje icónico no codificado). Es anterior al simbólico. pero se apoya también en la imagen. Está compuesto por signos discontinuos cuyos significados son los “objetos reales de la escena” y los significantes “estos mismos objetos pero fotografiados (en este caso representados).9 Aunque los tres tipos de mensajes diferentes agrupan las características más importantes del mensaje publicitario, lo hacen de manera general. Existen dentro de estos mismos mensajes unidades simbólicas y signos interpretativos y específicos que, como ya lo había mencionado, pertenecen a un estilo o estructura general de los distintos tipos de publicidades. Así como existe la función representativa y la acción de identificación, hay otras propiedades semánticas del lenguaje y la imagen que apoyan a la función del mensaje publicitario. En el caso de la parte discursiva del “lenguaje publicitario” (la palabra escrita, hablada o gesticular ), se hace uso de la forma poética o más profesionalmente, la retórica, la cual, ya apelada en páginas anteriores, da una estética de fondo al mensaje publicitario, en tanto sea comprensible y manejable ante el conocimiento básico del espectador. Lo anterior lo reitero haciendo alusión a la compleja estructura sintáctica de la poética, claramente rebajada en la publicidad. Tanto la metáfora como la metonimia, y algunas otras unidades retóricas del lenguaje, son constantes en la publicidad, incluyendo la televisiva. Éstas poseen singularidades aptas para el embellecimiento del lenguaje, no obstante, su facilidad de interpretación que engloba significados fácilmente decodificables. 9 Barthes, Roland. Citado por: Ibidem. 18 1.2.1 Imagen y discurso lingüístico del mensaje publicitario Una de las características más importantes de la televisión es el acercamiento a la realidad reflejada a través de los monitores, principalmente por medio de la imagen en movimiento. Ésta, además de proyectar imágenes les agrega realismo, ya sea en forma de relato o simple discurso (ésta última con la ayuda de la parte lingüística). Ese acercamiento a la realidad se debe a que es posible presentar eventos y retransmitirlos tal y como sucedieron en otro tiempo y espacio. Por otra parte, el movimiento le da la capacidad de relatar acontecimientos sin necesidad del apoyo lingüístico, aunque sin despreciarlo nunca, ya que de algún modo siempre se encuentra presente. La imagen dentro del contexto semiótico implica la esencia de la interpretación profunda e igualmente variada, es una forma expresiva multifuncional que simplifica las palabras y en general el lenguaje. Por otro lado, se considera manipulable cuando se concreta a dar un mensaje en común; es decir, tiene una intencionalidad. 19 Peninou y posteriormente Pérez Tornero clasifican a la imagen en dos distintos tipos, una es la imagen literal, que se concreta a la expresión nítida del mensaje, una interpretación cercana a la unilateralidad, o dicho de otra forma, a una denotación no codificada, que independientemente de las posibles interpretaciones que se le puedan dar, no se aleje al objetivo común del mensaje en particular. Lo literal forma parte de un primer nivel del lenguaje que puede llamarse denotado en la medida en que la relación significante-significado que en él se establece es casi automática y natural.10 En el caso de la publicidad televisiva, la imagen literal constituye el razonamiento no indagatorio del televidente. Se generalizan las imágenes transmitidas durante los 20 segundos del spot en una sola imagen perceptible, que se puede considerar como una valorización mediocre de la información obtenida, esto por parte del receptor, mientras que para el publicista o los emisores en general, resulta efectiva a sus propósitos. Existen publicidades televisivas o spots que son más complejos en cuanto a su estructura comunicativa, sin embargo, en el caso de la publicidad representativa, por lo general se hace uso de imágenes con sentido literal que engloban al mensaje en sí. No obstante, posee otros tipos de imágenes internas, se puede decir casi imperceptibles o poco decodificables si no se les analiza, que constituyen a esa misma imagen literal. El otro tipo de imágenes tiene que ver con una connotación o interpretaciones relacionadas con ligaduras de conceptos, a las que se le denominan imágenes simbólicas. Éstas llevan un proceso de decodificación semántica, que se relacionan con el contexto cultural en el que se desarrollan, así como con sus motivaciones, 10 Ibidem. p. 38. 20 formas y elementos que la apoyan (imágenes anexas e internas de la misma: color, desarrollo situacional, etc.). Lo simbólico es fruto del acoplamiento de un segundo lenguaje (el de lo codificado y lo cultural) al primer lenguaje denotado.11 La imagen simbólica debe interpretarse por medio de una lectura interna, basada en los límites de un código (reglas semánticas, gramaticales, etc). Contraria a la imagen literal, ésta debe interpretarse por encima de la percepción natural y relacionarse con un nivel cultural ya poseído por el receptor, además de un lenguaje específico. Barthes denomina al campo cultural como eje semántico y léxicos a la propiedad del lenguaje. El eje semántico actúa como elemento codificador (emisión) y decodificador (recepción) del mensaje publicitario, delinea los paradigmas más adecuados para la percepción y posterior interpretación del receptor. Por otro lado, los léxicos integrarán el lenguaje de la imagen, la parte de identificación entre mensaje y receptor, el entendimiento base en el que se comunica el emisor con el receptor (publicista-televidente). En resumen, Barthes expresa que “Los léxicos por un lado y los ejes semánticos por otro llegan a constituir el sistema sobre el cual se construye la imagen, la ‘lengua’ de la imagen “12. En lo que se refiere al códigode la imagen dentro de la publicidad televisiva, ésta puede encontrarse en la representación situacional, el supuesto lado en común de quienes aparecen en la imagen televisiva y el televidente. Ejemplo de ello puede ser el caso de la mujer situada en su papel de consumidora de moda, sin expresar en concreto que la mujer por naturaleza tiene gusto por comprar, la publicidad emite un ambiente agradable o una manía inofensiva del consumo poniendo como hábitat de las mujeres a los centro comerciales. 11 Ibid. 12 Barthes, Roland. Citado por: Ibidem. p. 40. 21 Pero como ya había mencionado antes, el mensaje publicitario posee ciertas unidades que deben analizarse por separado, sin dejar a un lado la interacción que existen entre éstas. Dos de la las unidades más generales que se disgregarán aquí serán el de la parte icónica , integrada por todas aquellas imágenes representativas que aparezcan dentro de los spots sometidos a análisis, llámense estereotipo femenino, logotipo, set de ambientación, etc. Y por otro lado, se encuentra la parte lingüística, la cual puede presentarse en forma escrita o verbal. A su vez, estas dos partes del mensaje publicitario, la verbal y la escrita, tiene sus propias características, categorías y unidades que a continuación se discutirán. 1.2.1.1 Iconicidad del mensaje publicitario Doy prioridad de orden a la parte icónica del mensaje publicitario televisivo debido a las fuertes relaciones de representatividad, basadas en imágenes estereotípicas de la mujer con respecto al entorno social. Esos iconos estereotípicos de la mujer a los que me he referido con anterioridad, engloban en gran parte la funcionalidad del mensaje publicitario, así mismo de la posterior identificación del receptor y su posible efectividad. Un signo icónico, dentro de la semiótica planteada por Peirce, es aquel que tiene las mismas propiedades que su denotata; es decir, que sean estos signos auténticos dobles de los objetos significados. Sin embargo, como ya hice notar en un esquema anterior basado en las etapas de distorsión de imágenes, dentro de estos signos existen niveles o escalas que permiten una variabilidad distinta a la rígida reproducción del signo en su forma original. 22 Eco reformula lo anterior de la siguiente forma: Los signos icónicos tendrían la propiedad de estimular una estructura perceptiva semejante a la que estimularía el objeto representado por el signo, a través de una selección de estímulos que permiten construir una estructura perceptiva que presenta idéntico significado que la experiencia real denotada por el icono.13 En este caso, el, o los iconos que utiliza la publicidad televisiva son los estereotipos femeninos. Los cuales son transgredidos de su significado natural, a otro que enmascara la agresividad lógica de su representatividad y reproducción, dentro de los medios de comunicación. Siendo utópicamente éticos, las labores del hogar deberían ser compartidas entre los distintos miembros de una familia indistintamente de su sexo, sin embargo, en la mayoría de las familias vemos únicamente a la mujer llevar a cabo éste tipo de actividades dentro de nuestra sociedad. Posteriormente ese icono de la mujer dentro del hogar es representado por la publicidad televisiva que da crédito a dicha aberración y la ennoblece por medio de superlativos, imágenes amables y configuraciones retóricas, conservando el significado y justificándolo. Lo anterior es precisamente lo que el espectador común no identifica, acostumbrado a la rápida sucesión de imágenes y el poco o casi nulo espacio entre spots y programación supuestamente no publicitaria, lo que percibe es una simple narración, discurso o historia centrífuga con el simple ánimo de convencer y vender la imagen literal. Aunque también existe esa otra imagen, la simbólica, que posee distintas interpretaciones debido a sus variaciones significativas a través del proceso de 13 Eco, Humberto. Citado por: Zunzunegui, Santos, Pensar la imagen, Madrid, Ed. Cátedra, 1995, p. 63-64. 23 interpretación iniciado en primer lugar por el publicista. Aquí abro un paréntesis, ya que es preciso mencionar que el proceso de interpretación es un circulo multidireccional que no tiene principio, ni fin, y que no es concreto, por lo que mi referencia se remite al pequeño proceso comunicativo del spot-televidente. La parte icónica del mensaje, como signo dentro de la función semiótica, posee lo que llama Peirce expresión y contenido14. La expresión se refiere a la significación material inmediata de la imagen proyectada, aislada de una connotación cultural del icono supuesto. El contenido por otra parte, tiene que ver más con un marco contextual más profundo y dinámico (lenguaje corporal, cromatismos, movimiento, formas, simbologías alternas, etc.) que dentro del razonamiento de la función semiótica, da significados alternos al de la expresión. Respecto a lo anterior, diré que dentro del mensaje de la publicidad televisiva, continuamente nos muestran distintos tipos de mujeres en situaciones diversas, hacen una representación definida y delimitada en cada uno de los spots, dentro de la cual se está expresando al mismo tiempo, puntos de vista respecto a diferentes cuestiones. Dentro del plano de la expresión y el contenido, una representación (sea precisamente estereotípica o no), puede evaluarse de la siguiente forma: En un spot aparece el rostro de una mujer mayor con la piel ligeramente desgastada en un fondo blanco. En una breve secuencia de no más de 4 segundos, la piel del rostro rejuvenece. Se sabe que anuncia una determinada crema de cierta marca, pero enfocándonos a la secuencia del rostro, los planos se pueden interpretar así: 14 Cuando un código asocia los elementos de un sistema trasmisor con los de un sistema transmitido, el primero se convierte en la EXPRESIÓN del segundo, el cual, a su vez, se convierte en el CONTENIDO del primero. Un signo está constituido por uno (o más) elementos de un PLANO DE LA EXPRESIÓN colocados convencionalmente en correlación con uno (o más) elementos de un PLANO DEL CONTENIDO. Eco, Humberto. Tratado de semiótica general. España, Ed. Lumen, 5ª. Edición, 1976, p. 83. 24 TEMÁTICA REPRESENTACIÓN EXPRESIÓN CONTENIDO El cuidado de la piel en mujeres mayores de 50 años Una mujer mayor rejuveneciendo de la piel. El rejuveneci- miento de la piel en la mujer. 1. El uso continuo de cierta crema garantiza el rejuvenecimiento de la piel. 2. Aparentar ser más joven significa mejorar es satisfactorio. En el hipotético ejemplo anterior, se muestra cómo tanto expresión como contenido, son correlativos de empíricas interpretaciones. En el caso de la expresión suelen ser regularmente obvias, mientras que el plano del contenido se tiene que argumentar con semánticas de contextos culturales para dar significados a su interpretación (en este caso solo se dieron dos). Gran parte de esos contextos semánticos se desarrollan a partir del código, el lenguaje con el cual interactúa con el receptor el mensaje publicitario más allá de la simple comunicación. En base al código, según la teoría semiótica, se le da sentido pertinente tanto a la expresión como al contenido, y ya dentro del mensaje publicitario, establece los límites del contenido para con el receptor. La maleabilidad del código con respecto a la producción de diversos mensajes dentro un mismo mensaje (el spot televisivo), obliga a utilizar, al respectivo productor del mensaje (el publicista) un lenguaje específico. En el caso concreto de la publicidad, uno que cumpla con los objetivospropuestos. Por ello, la publicidad se arma de determinadas técnicas del lenguaje, como la retórica para, 25 más que hacer comprensible su mensaje, adornarlo y, desde mi punto de vista, maquillar el sentido de algunas concepciones éticas del sentido común (la imagen de los estereotipos femeninos). Para llevar a cabo el análisis del código y sus discursos dentro de los spots previamente seleccionados, partiré de la parte lingüística que conforma el mensaje publicitario. 1.2.1.2 El discurso lingüístico dentro del mensaje publicitario A pesar de la multifuncionalidad de la imagen en movimiento, característica primordial de la televisión, el discurso lingüístico, también llamado lenguaje verbal, juega un papel importante dentro de la estética publicitaria. Si bien, como dice el dicho “una imagen dice más que mil palabras”, para la publicidad sólo deben actuar 26 unas cuantas dentro de su mensaje, las necesarias y especificas que cumplan con sus objetivos, como ya se mencionó: las pertinentes. Una buena secuencia de imágenes en movimiento, en publicidad, pueden dar sentido y llevar a cabo la captación del mensaje, delimitar su contenido y dar la significación deseada. Sin embargo, el lenguaje verbal posee características particulares que añadidas a la imagen proyectada dan un orden definido. Partiré del hecho de que por naturaleza la imagen es polisémica; es decir, posee diversas significaciones y que los antiguos esquemas del mensaje publicitario televisivo en donde se presentaba el producto y sus atributos por medio de un interlocutor, es sustituido por otro tipo de mensajes con estructuras más complejas y discontinuas. Por lo tanto es necesario una guía o código que encamine al receptor hacia un sentido más definido en cuanto a la significación del mensaje. Es entonces cuando el mensaje lingüístico cumple con la función de precisar la significación de la imagen. En un primer nivel, el denotado, el texto facilita la identificación de la escena, y ayuda a elegir un buen nivel de percepción. Por otro lado, a nivel connotado, ayuda a interpretar la escena, es decir a precisar su significación simbólica. A la primera de las funciones Barthes la hace llamar “anclaje”, la cual orienta el sentido de las imágenes, particularmente cuando son fijas, mientras que a la segunda función le da el nombre de “relevo”, que se presenta con más regularidad en la producción de imágenes continuas. En resumen, el mensaje lingüístico ayuda a dar sentido a la totalidad del mensaje publicitario. Pero al igual que la imagen, éste posee un nivel de expresión, el cual se puede ubicar mediante la lectura literal del mensaje verbal, el sentido normal de la gramática, y del nivel de contenido que pueden ser todas aquellas interpretaciones a partir de una retórica expuesta dentro del mismo mensaje. 27 Dentro del mensaje publicitario, todo aquello que modifique la forma natural de comunicación, y sufra una pequeña alteración, se le puede considerar retórica: Será retórica todo aquello que violara alguna forma del lenguaje propio (habitual). Pero esta violación, al ser advertida por el receptor, sería neutralizada en su posible función contestataria...en definitiva.15 La importancia de la retórica dentro del mensaje publicitario, y esencialmente en el presente análisis, se deriva de la asociación de retórica-ideología, donde ésta segunda se descifra a partir de las connotaciones derivadas de la primera. La retórica, tanto de la imagen como la del lenguaje verbal, guiará la interpretación de significados dentro de los diferentes niveles del mensaje (expresión, contenido, denotación, connotación, anclaje, relevo), en general del mensaje simbólico principalmente. Si admitiésemos que un texto se va engendrando gracias a la superposición de niveles, cada uno de los cuales acarrea diferentes operaciones , habrá que decir que la retórica es uno más de ellos, precisamente el que se ocupa de manifestar la ideología de los mensajes.16 La ideología, según Barthes, es ese universo de significados que depende de los connotadores, y por ende de la retórica, siendo más que una operación, un resultado. Ese resultado en este análisis significaría la comprobación del uso de estereotipos femeninos dentro de la publicidad televisiva. Cabe mencionar también, que como bien dice Barthes, el mensaje publicitario no está constituido únicamente por el plano de la ideología, sino que mantiene la existencia de una expresión literal, ávida del objetivo único de comunicar en base a 15 Pérez Tornero, J.M. op. cit. p. 121. 16 Ibidem. 28 su referente ubicado principalmente dentro de la imagen, y que Tornero llama código de la representación. Por parte del mensaje lingüístico, la denotación también existe pero es mínima, ya que la imagen ha aportado características suficientes del referente para poder llevar el proceso de identificación, dejando al lenguaje verbal la función embellecedora del mensaje publicitario, la representación no natural y por lo tanto de dubitativa confianza. El contenido retórico del mensaje publicitario confiere un lenguaje y estilo poético conformados por varios elementos, entre los que se pueden señalar: construcciones gramaticales, imágenes poéticas, figuras del lenguaje, nuevas acepciones de palabras, arcaísmos, neologismos, etc. Tales elementos cumplen diferentes funciones, mismas que corresponden con diferentes figuras, de las cuales destacan dentro de la publicidad, de acuerdo con Tornero, la metáfora, aquella que nombra a una cosa con el nombre de otra semejante y la metonimia, que nombra una cosa que es anterior con otra que es posterior con estrecha relación. A su vez, menciona que mientras una actúa sobre lo paradigmático, la segunda lo hace sobre lo sintáctico17. Sin embargo, a pesar de ser tanto la metáfora como la metonimia, dos de las principales figuras retóricas del mensaje publicitario, existen otras más que Durand18 clasifica de la siguiente forma: 1) La opresión en que se basan para modificar el lenguaje propio. A) Adjunción. 17 Ibid. p. 124. 18 Ibid. 29 B) Supresión. C) Sustitución. D) Intercambio. 2) La relación que se establece entre elementos variantes. A) Identidad. B) Similaridad. C) Oposición. D) Diferencia. De la combinación de ambos criterios Tornero obtiene el siguiente cuadro: Relación entre elementos variables A Adjunción B Supresión C Sustitución D Intercambio 1. Identidad Repetición Elipsis Hipérbole Inversión 2. Similaridad Formal De contenido Rima Comparación Circunlocución Alusión Metáfora Hendíadis Homología 3. Diferencia Acumulación Suspensión Metonimia Asíndenton 4. Oposición Formal De contenido Anacronismo Antítesis Dubitación Reticemcia Perífrasis Eufemismo Anacoluto Quiasmo CUADRO 1. Por otra parte, Péninou reitera la necesidad de encontrar la especificidad del discurso lingüístico con base en sus funciones. Cada parte del discurso lingüístico expresado dentro de la publicidad tiene una finalidad independiente, así como en el lenguaje las partes de una oración conllevan a una función determinada, también en la estructura del lenguaje publicitario, cada una de sus partes posee una función más allá de la simpleza gramatical. 30 Péninou, adapta las funciones lingüísticas al fenómeno publicitario con el fin de tener una perspectiva más definida de la construcción de la publicidad. Las funciones son las siguientes: - La función referencial: está centrada en el objeto de la comunicación, establece la relación entre el mensaje y el objeto a queéste se refiere. Mediante su aplicación, el mundo se inscribe en el mensaje. - La función emotiva: se centra en el emisor, ilustra la relación entre el mensaje y su enunciación. Operadora de la subjetividad, informa acerca del productor de la producción, e inscribe el yo del anunciante en el mensaje. - La función conativa: se centra en el destinatario, ilustra la relación entre el mensaje y el receptor. Función de la implicación inscribe al destinatario en el mensaje. - La función poética (o artística): se centra en el mensaje, define la relación entre el mensaje y la expresión. Inscribe el arte en el mensaje y da cuenta del trabajo realizado sobre los signos mismos en el sentido etimológico del termino. - La función fática: se centra en el contacto, define la relación entre el emisor y el canal de emisión. Su consecuencia es transformar en destinatario en receptor. - La función metalingüística: se centra en el código , pone en relación el mensaje con la lengua. Función de la inteligibilidad, ilustra en otro plano la transferencia del mensaje emitido, la captación de ese mensaje mediante la glosa.19 19 Péninou, Georges. op. cit.,p. 82-83. 31 CAPÍTULO 2. LA MUJER Y SUS ESTEREOTIPOS EN LA PUBLICIDAD TELEVISIVA Como mencioné en el capítulo anterior, cada una de las publicidades que nos rodean y que continuamente llega a nosotros tienen el fin de comunicar un mensaje o varios en un mínimo de tiempo a través de un lenguaje detalladamente estructurado. Por otra parte, la publicidad debe seleccionar el material y la temática sobre la cual se va a basar para hacer “comprensible” el mensaje, debe escoger un grupo social al cual se va a dirigir, así como también seleccionar el o los personajes que la integrarán. Nos es lo mismo anunciar comida que un cosmético, un automóvil o unas toallas femeninas, para cada producto debe poseer la publicidad un contenido distinto que defina la información concretamente y no se confunda o se malinterprete. Si observamos cierta cantidad de mujeres con distintos roles en la mayoría de los anuncios televisivos, no es coincidencia ni casualidad, existe una intencionalidad dentro de este suceso que queda por analizar. Sin embargo, también hemos de notar que se presentan distintos tipos de mujeres con diferentes características. Lo que se observa es una propuesta de identidad femenina propuesta dentro del mensaje publicitario que abarca diversos tipo y modos de vida, así como funciones que se consideran propias del sexo femenino dentro de una sociedad. En muchos de los casos, esta selección e interpretación de personajes dentro de la publicidad televisiva está vinculada a una clasificación explicita de roles sociales que gira en torno a lo que se conoce como estereotipo, un concepto que desarrollaré más específicamente en este capítulo. La utilización de estos estereotipos, en este caso “femeninos”, facilitan de alguna forma la comunicación con los televidentes ya que poseen ciertas características que permiten la identificación entre la imagen proyectada y con el receptor, ya sea consigo mismo o con su alrededor. El ejemplo más particular y cotidiano que podemos ver casi en 32 cualquier parte el estereotipo del ama de casa, un rol estrictamente femenino que durante mucho tiempo ha servido para anunciar inmensidad de productos: detergentes, alimentos, electrodomésticos, etc, todos ellos asociados con la mujer. Aunado a lo anterior, otros de los factores que se deben considerar, y que aquí pretendo retomar, es la forma en que es representado el estereotipo, el nivel de percepción que el televidente o receptor común puede tener con respecto a los mensajes contenidos y el estereotipo representado, y las posibilidades de interpretación que se pueden manejar una vez recibida la información. Por otra parte, a pesar de que el objetivo principal del presente análisis no se enfoca al ámbito sociológico, sí se toma en cuenta el aspecto ético e ideológico con el fin de argumentar algunas de las probables interpretaciones obtenidas del discurso publicitario, abriéndose así una visión más clara dela intencionalidad ¿Qué quiso decir? En tal o cual enunciado. 33 2.1 El estereotipo El concepto de estereotipo generalmente se vincula a una asociación de ideas adoptadas para representar ciertos entes con características definidas, idealizadas, influenciadas y construidas con base en rasgos distincionales que los simbolice. Pero más allá de precisar una definición exacta acerca de “estereotipo”, a continuación expongo algunas definiciones impuestas a este concepto con el fin de sobresaltar sus características más importantes. 1. El estereotipo como una generalización realizada sobre un grupo y concerniente a la atribución de un rasgo que el observador considera injustificada1. Lo que se plantea en este primer concepto es que los estereotipos contienen una creencia simple, parcialmente incorrecta de determinado grupo social según el punto de vista del observador. Están basados en un proceso de razonamiento equívoco disfuncional, es decir; no sustentable. Richard Bourhis, como principal promotor de esta tendencia, se refiere no tanto a que la imagen del grupo estereotipado esté mal, sino que carece de un conocimiento inmediato, que a pesar de que nunca se ha tratado el ente, ya se le atribuye una imagen determinada. Partiendo de lo anterior, se puede decir que el estereotipo es una idea que en parte es imprecisa al no considerar todas las características del objeto representado y que se generaliza por medio de la herencia o representaciones 1 Bourhis, Richard Y, Leyens, Jacques-Philippe, Estereotipos, discriminación y relaciones entre grupos, España, Ed. Mc. Graw-Hill, 1996, p.121. 34 que se hacen del ambiente. Estas representaciones se constituyen sobre juicios informales, no obstante, pueden ser eficaces a costa de la inexactitud. Así, el proceso de formación de estereotipos, o estereotipia en el mensaje publicitario, se refiere a la reafirmación de estas ideas a través del mismo discurso. La información que se obtiene de determinado grupo en forma progresiva, lleva el fin de la identificación y el convencimiento del contenido publicitario hacia el receptor. Los estereotipos serán pues, fácilmente percibidos como categorías naturales cuando los grupos puedan definirse sobre la base de características físicas como el sexo, la edad, los atributos físicos visibles, etc...los observadores considerarían la categorización del sujeto o grupo evaluado como reflejo de su verdadera identidad, su verdadera naturaleza2. Por otro lado, dentro del mensaje publicitario existen cierto tipo de categorizaciones basadas en ideas estereotipadas que tienen una intencionalidad y fines específicos. Mercedes Charles, relaciona el concepto de estereotipo como una forma manipulada de relacionar e identificar los distintos grupos sociales incluyendo a nosotros mismos: 2. El estereotipo como una mayoría de elementos que se entretejen para configurar la manera como vivimos como: la relación con otras personas, el medio social en el que nos desenvolvemos, el grupo al que pertenecemos (sociales, profesionales, religiosos) y las instituciones con las que tenemos contacto (familia iglesia, partido político, medios de comunicación).3 A diferencia de lo expuesto por Bourhis, Mercedes C. define al estereotipo como una forma efectiva de identificación, que más allá de su cerrada información 2 Ibidem, p. 123. 3 Charles, Mercedes. “Construcción de la identidad de género en la comunicación masiva”, en: Estudios de género y feminismo II, México, Ed. FONTARAMAUNAM, 1993, p.357. 35 en las ideas estereotipadas, son efectivas socialmente para crearnos correlativamente una identidad. La información con la que se construyen los estereotipos es provista por todo aquello con lo que nos relacionas o tenemos contacto, cualquier cosa que nos provea de algún tipo de conocimiento tiene la posibilidad de influir en nosotros para dar paso una configuración mental de ciertos personajes sociales. A través de estas relaciones se difunden imágenes del ser y deber ser, que no sólo se mueven en un nivel simbólico sino que también se manifiestan en multitud d acciones concretas.4 Lo anterior refuerza de algún modo el trabajo analítico de esta tesis, ya que se reafirma que efectivamente el estereotipo es una forma, tal vez de dudosa confianza, en la que podemos identificar e identificarnos propiamente, estableciendo una identidad. Así, no es de extrañarse que la publicidad proyectada por el medio televisivo haga uso de estereotipos sociales para facilitar y conseguir la comunicación necesaria con el receptor. No obstante, existen un gran número de estereotipos y clasificaciones sociales, y aunque aquí ya se tenga definido el grupo social al que está enfocado el análisis, es decir, la mujer, es necesario mencionar que también dentro de cada grupo social, o estereotipo, existen clasificaciones, tipos y características, las cuales a continuación expondré algunas. 4 Ibidem, pp. 357-358. 36 2.1.1 Representación de la realidad La publicidad posee la más fina técnica de representar. Tiene la capacidad de mostrar los aspectos de la vida cotidiana acomodados sus intereses, a la vez que satisface los deseos del consumidor. Presenta idealizaciones veraces de lo que podría suceder, hacer o crear con su objeto anunciado, exagera el sentido de la realidad con base en la retórica, lo cual transforma al ente publicitado en algo muy engañoso, aunado a otro tipo de ideas que se presentan en el mismo. Tan presente está la publicidad, que se ha convertido, como declara Orlando Aprile, en una realidad cotidiana, que bien puede inundar los canales de televisión, como neutralizar las malas noticias que aparecen en los periódicos, hasta inducir a los chicos pequeños a descifrar las marcas de Coca-Cola antes de poder leer.5 Pero lo que distingue más al anuncio publicitario, es su capacidad para apelar a ciertos valores latentes en el espectador por medio de la atribución de ideales materializados en una realidad totalmente subjetiva. D. Ogilvy y P.H. Michael, definen dos tipos de publicidad, basados en la misma función de presentar un detalle de la vida cotidiana, la publicidad referencial y la oblicua, respectivamente: 5 Aprile, Orlando C., op. cit., p.18. 37 La publicidad referencial es la de D. Ogilvy. Se trata de una publicidad de la verdad, concebida como una adecuación a la “realidad”, como casi- restitución...Se trata de reproducir un trozo de la vida, para que el consumidor se diga in petto,: efectivamente es eso, está bien, se habla de la realidad.6 En este tipo de publicidad se intenta dar credibilidad al mensaje publicitario mediante su más acercada forma de presentar la realidad, aunque no por ello es completamente verdadero lo que se presenta, en el sentido de que toda publicidad manipula la imagen y el discurso, aunque a ésta se le acredita una exageración mínima, al contrario de la oblicua: Una campaña que proceda de la publicidad oblicua será apreciada según el tipo de manipulación aceptada, buscada, puesto que constituye la apuesta de una verdadera modificación de tipo eufórico de la percepción de la visión que tenemos de las cosas. 7 La publicidad oblicua es distintivamente fantasiosa a primera vista, aunque, como toda literatura, está basada en la realidad de una u otra forma, tiene un exagerado uso de la retórica tanto dentro del discurso como en la imagen. El único punto en donde no pierde el sentido de lo real o veraz, o intenta no dejarlo, es con respecto a los atributos del objeto anunciado, ya que perdería credibilidad. La diferencia básica entre las dos clasificaciones anteriores es que, mientras la publicidad referencial debe basarse en un hecho cotidiano o simplemente verídico para validar la efectividad de tal producto sin basarse tanto en la estética, la publicidad oblicua puede tergiversar el sentido de la realidad con un gran número de valores estéticos para adornar el mensaje. 6 Floch, Jean-Marie, Semiótica, marketing y comunicación: Bajo los signos de la estrategia, Barcelona, Ed. Paidos Comunicación, 1993, p.209-210. 7 Ibidem. p. 213. 38 Sin embargo, las dos definiciones anteriores se alejan mucho de una descripción específica del mensaje publicitario y su acción representativa. Lo importante es captar la significación de ese mundo proyectado en la publicidad televisiva, que no es independiente de captar también el sentido que la constituye. Zunzunegui plantea la representación como la forma más sencilla de identificación y codificación en una estructura expresiva cargada de signos y significaciones intencionales8. Sin embargo, la representación es adjudicada principalmente a la imagen, obviamente acompañada de la palabra. Representación se identifica con evocar por descripción, retrato e imaginación, con situar semejanzas de algo ante la mente o los sentidos.9 Agrega Zunzunegui: La representación como sustitución precisa dos condiciones: que la forma autorice el significado con el que se le inviste y que el contexto fije el significado de manera adecuada.10 Es decir, las descripciones deben tener tanto sentido como significado en quien lo transmite como en quien lo recibe, incluso dentro del mensaje. Las unidades significativas deben actuar en correlación para lograr esa forma y sustancia que hacen al mensaje publicitario efectivo, veraz y coherente, independientemente que éste mienta o sea un absurdo lógico. Lo cuestionable es lo afirmado por Gauthier, acerca de que la reproducción debe ir más allá del orden de la física, dándole privilegio al orden del sentido (interpreto que sea el sentido común o la razón ética) o por lo menos a la afectividad, suponiendo que en ese nivel se pueden dar las tres cosas y provocar 8 Zunzunegui, Santos, op. cit., p 57. 9 Ibidem 10 Ibid. p. 58. 39 evocaciones comunes de convenciones sociales. En síntesis, mejorar las convenciones sociales y lograr el mismo efecto. La utilización de estereotipos para la ejemplificación o representación de situaciones reales, justificadas por el simple hecho pertenecer a una realidad social ya existente, se desmorona al encontrar que la significación de las palabras y, más en general, el lenguaje, no se encuentra en el diccionario sino en el uso o desuso de los conceptos, tema que se expondrá más adelante. 2.1.2 Percepción e interpretación Es importante observar el proceso comunicativo que lleva a cabo el mensaje publicitario dentro del receptor ya que este no queda guardado. El sólo hecho de que sea enviado en forma simultánea al público masivo posibilita que sus contenidos sean tema de plática, discusiones o comentarios, mismos que permiten cambiar significados, reconsiderar lo visto, leído o escuchado relacionándolo con otra información. La forma en que se perciben e interpretan los signos emitidos durante el spot reincidirá en las ideas y concepciones que desarrollé el receptor para posteriormente ponerlas en práctica en distintas formas. La percepción por su parte, se considera como el acto de aprehender la realidad por mediode los datos recibidos por los sentidos. Más complejo que esto, nuestra percepción depende, como mencioné en temas anteriores, de una cadena 40 consecutiva de codificaciones generales, que en ocasiones suceden de manera tan simultánea, que no llegamos a comprender detalladamente lo que se presenta a nuestro alrededor. La percepción es un proceso sumamente complejo, mediante el cual nos entendemos a nosotros mismos, a los demás y a nuestro entorno... Cuando percibimos un fenómeno participamos en al menos tres actividades fundamentales: selección, organización e interpretación. Cada una de estas actividades se relaciona con nuestra percepción de las personas y de los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor.11 Parte de las teorías de Judy C. Pearson y compañía, en Comunicación y Género, me ayudarán a explicar el papel de la percepción dentro del fenómeno comunicativo producido por la publicidad y los estereotipos que representa. Como ya antes mencioné, la percepción mantiene un proceso complejo de entendimiento el cual conlleva a tres etapas, o semiprocesos fundamentales, comenzando por el de la selección. La actividad de seleccionar se lleva acabo por distintos factores, uno de ellos es la concentración parcial de la mente en los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor, debido a la imposibilidad de estar al tanto de todo lo que percibimos. Somos selectivos en lo que se refiere a la concentración, por lo tanto nuestra atención debe ser seducida, es decir, aludir a nuestros intereses primordiales, o al menos hacerlos ver así, quienes intenten llamar nuestra atención. En segundo lugar se encuentra la organización, la cual lleva a cabo el trabajo de ordenar adecuadamente la información de acuerdo con nuestros conocimientos y capacidades racionales. Cada una de las informaciones percibidas deben acomodarse en un orden correspondiente a nuestras costumbres e intereses, 11 Fernández, Juan, Género y sociedad, Madrid, Ed. Pirámide, 1998, p. 57. 41 tal como lo hace una computadora, que archiva datos y después los organiza de distintas formas. Por último, se encuentra la interpretación, acción que dentro de este análisis posee gran envergadura a partir de que ésta es la resultante del proceso codificador. En la interpretación se depende en gran parte del aspecto cultural, individual y social del interpretante, ya que será la base para crear esa imagen acústica que se adaptará a gran parte de los signos que se le presenten. Retomando el análisis semiótico barthiano, respectivo a la publicidad, relacionaré la interpretación con una literal denotación resultante de mensaje icónico no codificado. Digo no codificado por que se trata del simple reconocimiento de imágenes, apoyadas por la parte lingüística, del spot publicitario con la pura finalidad de la comprensión del mensaje publicitario en general, más no de una interpretación individual de los signos participantes. De lo anterior deduzco que la publicidad, cualquiera que sea su estructura, debe ser inteligible, entrar en nuestro sentido cognoscitivo. En este aspecto retomo a Umberto Eco quien recurre a tres aspectos fundamentales o reglas subyacentes, para que la cosa materialmente presentada, en este caso la estereotipia de la mujer dentro de la publicidad, represente otra cosa al destinatario. a) La cosa representada no tiene por qué existir ni sustituir de hecho en el momento en que el signo sustituto significante de otra cosa la represente. b) El acto de significación es autónomo con respecto a cualquier acto potencial de comunicación. c) Debe existir un código que establezca esa correspondencia entre lo que el signo representa y lo representado.12 Los tres puntos anteriores planteados por Eco, establecen reglas fundamentales para el proceso de significación dentro del mensaje, al mismo tiempo 12 Eco, Humberto. Citado por: Zunzunegui, Santos, op. cit., p. 59. 42 que ayuda a comprender nuestra percepción efectiva y natural ante la publicidad. Si bien el mensaje, es un acto comunicativo por esencia, no declina el hecho de que dentro de ese mensaje existen propiedades significativas que ayudan al proceso de comunicación, pero sí muestra que, vistas de manera individual, representan ideas autónomas que también entran en la percepción y la interpretación, mas no en el hecho comunicativo natural. El objeto representado, como la mujer en sus distintos roles, no necesariamente tiene que representar una cosa diferente, sino una percepción diferente; es decir, en este caso, hacer ver la “subordincación social de la mujer” como algo natural, y no en realidad lo que representa. Se puede decir que la participación de la publicidad televisiva, dentro de nuestra percepción, gira en torno a las varias significaciones de sus representaciones, ya que “los significados se identifican con unidades culturales, con determinados aspectos de nuestra organización del mundo”. Por lo tanto, las ideas atribuidas por parte de la publicidad televisiva a los roles femeninos en la sociedad, ya significan por sí mismas un estereotipo, existente de momento en nuestra mente o no; una interpretación del significante “mujer”. Es necesario agregar que existe una etapa intermedia entre la percepción y la interpretación, la cual es tomada en cuenta por los publicistas para mejorar la efectividad de su spot:: la identificación. En esta etapa se establece un código elaborado en parte por el intérprete (el publicista), el cual utilizará un lenguaje ya existente que se adecue mejor al proceso de identificación con el interpretante. Esa identificación refiere la utilización de imágenes, discursos y contextualizaciones específicas que se hallan dentro del mensaje publicitario, unidas intrínsecamente con la ya mencionada percepción e interpretación, pero que se originan en el sistema de códigos. 43 2.2 Valoración de la publicidad televisiva como formador de creencias e ideologías. Gran parte de la información que poseemos y desarrollamos a través de nuestra vida es trasmitida por medio de la televisión, la cual nos acerca a lugares, momentos y circunstancias que de cualquier otra manera sería imposible experimentar para algunos. Por otro lado, la supuesta representación de la realidad 44 a través de la publicidad forma parte, en cierto modo, del conocimiento adquirido por medio de la televisión. En pocas palabras, considerando que la televisión es uno de los elementos educadores de la actualidad, se puede decir que, de igual forma, la publicidad televisiva interfiere nuestro desarrollo como seres sociales, tal como lo plantea Gómez de Liaño: desde hace medio siglo, la educación “vital de las masas”, la modelación de su carácter, la implantación en sus espíritus de normas de conducta y sus pautas de comportamiento, le son filtradas a través de industrias tan poderosas como las del cine, la televisión..., medios en los que se activan mecanismos psicológicos de proyección-identificación.13 Aunado a lo anterior, hay que tomar en cuenta, hablando de la publicidad en general, que ésta es el lugar donde se forjan símbolos e ideas que, probablemente, acabarán convirtiéndose en cultura. En el caso de la televisión, ésta ha consolidado una publicidad cada vez más emotiva y espectacular en detrimento de ser informativa y racional. Por otra parte, Mercedes Labero menciona que el 90% de lo trasmitido en televisión es publicidad, por lo cual, será esa misma publicidad la que nos provea de ideologías, actitudes y comportamientos a falta proyectos y programas verdaderamente enfocados a la formación educativa. Sin embargo, a lo que Labero llama
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