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UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 LA JUSTICIA ¿Qué diosa eres?—La Justicia—¿Por qué te ves con ese aterrador aspecto?—Porque hago caso omiso al llanto, a las lágrimas, o a las súplicas o al dinero. —¿De qué linaje eres?—De los dioses.— ¿Quién es tu padre?—La equidad.—¿Quién es tu madre?—La confianza—¿Quién es tu nodriza? —La pobreza—¿Quién protege al niño en el regazo de su madre?—La prudencia—¿Por medio de quién conoces los crímenes que se te presentan?—Por el juicio.— ¿Por qué en tu mano derecha llevas una espada?¿Por qué tu izquierda una balanza?—Esta examina las causas, aquélla castiga a los culpables.—¿Por qué te presentan los casos más singulares?—Porque son pocos los casos honestos.—¿Cuál es tu asidua compañera?—La simplicidad.—¿Por qué tienes un oído descubierto y el otro cubierto? —Este es sordo a las injusticias, el otro hace caso a los honestos. —¿Por qué siempre se te da tan poca importancia? —El que desea ser justo siempre tendrá pocos honores. 3 A mi MAMÁ. María Guadalupe Ramos Mercado Por su valioso ejemplo, apoyo incondicional y lucha atemporal en todas las etapas de mi vida, en las buenas y malas. A mi PAPÁ Saúl Manuel Mercado Solís Por su insistencia, ejemplo constante y apoyo. A mi HERMANA y a KATITA. Por sus valiosos comentarios de las esporádicas lecturas a mi texto, y a Katita también por todos los momentos en que estuvo apoyando, ayudando y luchando conmigo para que esta tesis se lograra. . A mi maestro el Profesor Angel ZARAZÚA Por aceptar dirigir este trabajo y permitirme desarrollar las ideas que en el plasmo. Así como por las clases que recibí que si bien sencillas, siempre esenciales. Al Licenciado Joel BOSQUES. Por su ayuda, comentarios y por los coscorrones de redacción que me dio, así como por su paciencia. A la Universidad Nacional Autónoma de México, a mi Prepa 5, a mi Facultad de Derecho, a todos mis maestros, de los que tomé una parte y la absorbí, a mis amigos y compañeros y que siempre tendré en mente, por que todos ellos siempre serán parte de una etapa muy importante en mi vida y porque en el futuro siempre seguirán en mi mente y corazón. Saúl Manuel Mercado Ramos 361 ÍNDICE PRÓLOGO ................................................................................................................Error! Bookmark not defined. INTRODUCCIÓN.....................................................................................................Error! Bookmark not defined. CAPÍTULO I. ............................................................................................................Error! Bookmark not defined. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL VOTO ....................................................Error! Bookmark not defined. 1.1 Generales .............................................................................................Error! Bookmark not defined. 1.2 Nacionales ............................................................................................Error! Bookmark not defined. 1.3 Voto de la mujer..................................................................................Error! Bookmark not defined. 1.4 Sufragio Universal ..............................................................................Error! Bookmark not defined. CAPÍTULO II............................................................................................................Error! Bookmark not defined. LA CIUDADANÍA Y LA NACIONALIDAD EN EL DERECHO MEXICANOError! Bookmark not defined. 2.1 Nacionalidad........................................................................................Error! Bookmark not defined. 2.2 Ciudadanía ..........................................................................................Error! Bookmark not defined. 2.2.1 Derechos......................................................................................Error! Bookmark not defined. 2.2.2 Obligaciones................................................................................Error! Bookmark not defined. 2.3 Cómo se contempla en la legislación Mexicana ................................Error! Bookmark not defined. 2.3.1 Preceptos Constitucionales ..........................................................Error! Bookmark not defined. 2.3.2 Precepto legal ..............................................................................Error! Bookmark not defined. 2.4 Algunos casos relevantes en materia de protección a nacionales....Error! Bookmark not defined. 2.4.1 Guerra de los Pasteles..................................................................Error! Bookmark not defined. 2.4.2 Cláusula Calvo y evolución.........................................................Error! Bookmark not defined. 2.4.3 Caso Nottebohm. .........................................................................Error! Bookmark not defined. CAPÍTULO III. .........................................................................................................Error! Bookmark not defined. EL VOTO EN MÉXICO...........................................................................................Error! Bookmark not defined. 3.1 Generalidades del voto. ......................................................................Error! Bookmark not defined. 3.2 Marco Constitucional. ........................................................................Error! Bookmark not defined. 3.3 Marco legal. .........................................................................................Error! Bookmark not defined. 3.3.1 Ley Sustantiva. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE). ..............................................................................................................Error! Bookmark not defined. 3.3.2 Ley Adjetiva. Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral (LGSMIME).........................................................................................Error! Bookmark not defined. 3.3.3. Reglamento Interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (RITEPJF) ..............................................................................................................Error! Bookmark not defined. 3.4 Criterios Jurisprudenciales................................................................Error! Bookmark not defined. 3.5 Criterios Doctrinales...........................................................................Error! Bookmark not defined. CAPÍTULO IV ..........................................................................................................Error! Bookmark not defined. VOTO DE MEXICANOS RESIDENTES EN EL EXTRANJERO......................Error! Bookmark not defined. 4.1 Residente permanente. .......................................................................Error! Bookmark not defined. 4.2 Residente temporal. ............................................................................Error! Bookmark not defined. 4.3 Ilegal.....................................................................................................Error! Bookmark not defined. 4.4 Trabajador eventual. ..........................................................................Error!Bookmark not defined. 4. 5 Mexicanos casados con extranjeros..................................................Error! Bookmark not defined. 362 CAPÍTULO V............................................................................................................Error! Bookmark not defined. EFECTOS SOCIALES DERIVADOS DEL VOTO DE LOS MEXICANOS EN EL EXTRANJERO. Error! Bookmark not defined. 5.1 En la conciencia nacional ...................................................................Error! Bookmark not defined. 5.1.1 Manipulación de la Opinión Pública ...........................................Error! Bookmark not defined. 5.1.2 Relativismo cultural ....................................................................Error! Bookmark not defined. 5.2 Control social.......................................................................................Error! Bookmark not defined. 5.2.1 Intereses creados..........................................................................Error! Bookmark not defined. 5.2.2 Tipo de socialización de los votantes ..........................................Error! Bookmark not defined. 5.2.3 En la elección del gobierno. ........................................................Error! Bookmark not defined. 5.2.4 Integración cultural de los mexicanos residentes en el extranjero en nuestra sociedad.......Error! Bookmark not defined. 5.2.5 Integración cultural de los mexicanos residentes en los Estados Unidos a tal sociedad......Error! Bookmark not defined. 5.3 Incertidumbre en la certeza de la elección........................................Error! Bookmark not defined. 5.3.1 Formas de restricción del voto.....................................................Error! Bookmark not defined. 5.3.2 En el ejercicio efectivo del poder ................................................Error! Bookmark not defined. CAPÍTULO VI ..........................................................................................................Error! Bookmark not defined. PROBLEMAS DERIVADOS DEL VOTO DE LOS MEXICANOS EN EL EXTRANJERO................ Error! Bookmark not defined. 6.1 Abstencionismo ...................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.1.1 Causas..........................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.1.2 Consecuencias .............................................................................Error! Bookmark not defined. 6.1.3 Opinión personal .........................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2 En las campañas políticas...................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.1 Partidos Políticos.........................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.2 Presupuesto..................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.3 Convocatoria ...............................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.4 Preparación..................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.5 Campañas ....................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.2.6 Control efectivo del poder ...........................................................Error! Bookmark not defined. 6.3 Delitos electorales................................................................................Error! Bookmark not defined. 6.3.1 En la financiación de partidos políticos.......................................Error! Bookmark not defined. 6.3.2 En las campañas políticas............................................................Error! Bookmark not defined. 6.3.3 Durante la elección......................................................................Error! Bookmark not defined. CONCLUSIONES .....................................................................................................Error! Bookmark not defined. APÉNDICE I. EL RETO DE LA INMIGRACIÓN...............................Error! Bookmark not defined. APÉNDICE II. RESULTADOS ELECTORALES 2 DE JULIO DE 2006Error! Bookmark not defined. BIBLIOGRAFÍA. ......................................................................................................Error! Bookmark not defined. HEMEROGRAFÍA. ..................................................................................................Error! Bookmark not defined. ÍNDICE ............................................................................................................................................................... 361 4 PRÓLOGO La presente tesis, así como la investigación y el estudio que se elabora durante el desarrollo de la misma, a fin de enmarcar los efectos sociales y los problemas que la regulación del voto en el extranjero presenta en nuestro país, surge a consecuencia de relacionarlos con los derechos político-electorales ejercidos desde el extranjero y la legitimidad o no que ello puede tener, ya que la política y los derechos que la misma implica no son derechos innatos al individuo en su existencia personal, sino que se circunscriben a un determinado lugar en el cual desarrolla sus actividades y la forma en que tal vínculo convierte el derecho ciudadano de votar en una obligación inherente a una comunidad. La existencia de múltiples detractores e impulsores del voto desde el extranjero, configuraron un debate en torno a la factibilidad y legitimidad de otorgar dicha prerrogativa; lo que a su vez sirvió para crear modificaciones a las leyes electorales mexicanas; hecho lo anterior y una vez superado el aspecto relativo a conceder o no el voto a los mexicanos en el extranjero; tales estudios y razonamientos deben ser retomados a fin de buscar perfeccionar el sistema que se adoptó para el voto desde el extranjero; por ello el presente trabajo toma en consideración muchos aspectos señalados por los doctrinarios para hacer una propuesta propia que muestre la concepción que tenemos respecto del voto foráneo, mostrando los aspectos fuertes que vemos y analizando ciertas deficiencias que observamos en la estructura de la legislación, consecuencia de las deficiencias que tiene la legislación y que produjo un derecho que no parece ser lo que debió ser, lo que parece demostrar que los detractores tenían razón. Así, temas tan discutidos y observados como el tema del voto de los mexicanos en el extranjero, permite hacer múltiples análisis y consideraciones; de esta manera, el presente enfoque, que busca centrar su estudio en aspectos sociales, pretende ser uno más de los realizados, a fin de que se tenga una 5 concepción más amplia del tema, pero sobre todo que sirva como base a probables modificaciones a realizarse en un futuro, mismas que consideramos también tendrán que surgir, con la finalidad de que el voto de los mexicanos en el extranjero se convierta en una figura que fortalezca la democracia mexicana y no que la debilite o bien que muestre que el voto desde el extranjero no debió surgir en nuestra democracia. De esta manera, la presente tesis no sólo recoge elementos legales o puramente sociales, sino que busca integrar ambos y mostrar las inquietudes que nos surgieron, desde el momento en que escuchamos que las reformas que durante tantos años se habían estado discutiendo y sin las cuales se carecía de factibilidad para votar desde el extranjero fuera superada y que a partir de las elecciones de 2006, derivado de las reformas al COFIPE, el voto desde el extranjero es una realidad política y social. Asimismo, la presente disertación no sólo busca mostrar lisa y llanamente las inquietudes que han surgido y que hemos considerado, sino que, conlas posibles limitantes que la misma pudiera tener, trata de mostrar vías de solución a tales problemas y, por el lado de los efectos, mostrar que han sido consecuencia inmediata de la estructura legal del voto foráneo. Ello a fin de que el presente trabajo sirva para la elaboración de nuevas propuestas que faciliten la organización para el ejercicio del voto de los mexicanos en el extranjero, disminuyendo la problemática que ha presentado el mismo y permita que el voto desde el extranjero no sólo se convierta en una ampliación del padrón electoral, sino que realmente se convierta en una forma de vinculación y participación social de todos los ciudadanos mexicanos, independientemente del lugar en que se ubiquen o bien su eliminación. En este orden de ideas, el voto desde el extranjero, así como toda actividad humana, incluyendo la presente tesis, indudablemente son perfectibles, 6 por lo que se le pueden encontrar errores y buscar corregirlos; de esta manera, esperamos que las propuestas que hacemos y las mejoras que creemos factibles al voto foráneo, se tomen en consideración y que, al menos, sean tomadas en cuenta en el estudio que se haga a partir de ahora, ante la nueva configuración del sistema electoral mexicano y de la legislación en la materia. Ciudad Universitaria, México, Distrito Federal Agosto de 2006 7 INTRODUCCIÓN El derecho al voto de los mexicanos residentes en el extranjero, no es un tema de reciente aparición, sin embargo, conforma un tema que cobró especial relevancia en los últimos años, sobre todo el año pasado, mismo en el que se acabó de conformar la legislación para el sufragio en el extranjero que se había venido discutiendo durante varios años; atento a lo anterior, es menester hacer una breve relación de los acontecimientos que dieron origen a esta clase de sufragio. De esta forma, ya desde las Constituciones de 1857 se estableció que el derecho al voto era una obligación que debía ejercerse en el distrito electoral que le correspondiera, pues no era posible establecer distritos fuera de nuestras fronteras, de esta manera, los ciudadanos mexicanos que se encontraran residiendo en el extranjero se encontraron con un límite geográfico que les impedía ejercer su derecho-obligación de sufragar en las elecciones nacionales. Limitación que empezó a ser cuestionada, sobre todo por los mexicanos que entre 1920 y 1929 cruzaron la frontera norte buscando trabajo y que conformaron grandes centros México-americanos en ciudades como Los Ángeles, San Antonio, Houston y Chicago, mismas que desarrollaron organizaciones y medios de expresión independientes, quienes empezaron a proponer por primera vez la necesidad de que los migrantes mexicanos conservaran el derecho al voto en su país de origen, quienes centraban su solicitud en el desorden social, la censura y la supresión religiosa de los generales revolucionarios, por lo que era necesario que los migrantes gozaran del ejercicio pleno de sus derechos políticos, a fin de que influyeran en los cambios necesarios a realizarse y poder regresar a su país, una vez que ello haya ocurrido. 8 Sin embargo, el número de mexicanos en el extranjero, siguió aumentando sobre la base de los programas de braceros que en los cuarentas y principios de los cincuenta se llevaron a cabo, quienes en su mayor parte, se quedarían a residir en el extranjero, en específico en los Estados Unidos de América, por lo que la presión al respecto del voto foráneo aumentó, cobrando mayor importancia en los sesenta y setentas, quienes con mayor fuerza solicitaron al gobierno mexicano la posibilidad de participar en los comicios electorales al sur de la frontera, sin que ello se les concediera. Esta negativa se extendió hasta finales de la década de los ochentas, cuando ésta demanda fue tomada en consideración en las agendas de los partidos políticos, sobre todo en relación con las elecciones federales de 1988 que motivó un gran activismo político de los mexicanos en el extranjero, formándose numerosos grupos de apoyo al Frente Democrático Nacional, quienes mostraban simpatía a Cuauhtémoc Cárdenas en su lucha por la Presidencia de la República, retomándose también la búsqueda para obtener el derecho al voto ejercido desde el extranjero. No obstante lo anterior, el gobierno mexicano no accedió a ello afirmando que se trataba de una propuesta con enormes problemas logísticos y que además podía poner en riesgo la ya difícil relación con los Estados Unidos, por lo que las elecciones de 1988 no contaron con el voto foráneo, provocando también que posteriormente el Partido de la Revolución Democrática (PRD) adoptara como una de sus principales banderas la lucha por el sufragio de los mexicanos residentes en el exterior, ya que ello conllevaba la posibilidad de formar un capital político cuya intervención podría ser decisiva en elecciones futuras. Ésta participación activa del PRD en conjunto con los grupos de migrantes en el extranjero, tampoco obtuvo resultados y, las elecciones de 1994, tampoco contaron con la participación de los residentes en el extranjero. 9 Sería hasta que la crisis llamada como el “error de diciembre" forzó la negociación de un gran Acuerdo Político Nacional, mismo que contenía un paquete de reformas constitucionales en materia electoral, mismas que se aprobaron, publicándose en el Diario Oficial de la Federación el 22 de agosto de 1996, las cuales modificaron la estructura del Instituto Federal Electoral y la conformación de las cámaras de Diputados y Senadores, así como la aparición de la elección del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, e introdujeron nuevas reglas de fiscalización y transparencia, así como la instauración del control de la constitucionalidad de los actos en materia electoral. Pero la más importante reforma en el tema que tratarémos adelante fue la “pequeña” modificación a la fracción III del artículo 36 constitucional que hizo constitucionalmente posible el voto en el extranjero, de esta manera, el 22 de agosto de 1996 entró en vigor el texto vigente de la fracción III del artículo 36 constitucional, que dispone como obligación ciudadana “votar en las elecciones populares en los términos que señale la ley”. No obstante la reforma constitucional, legalmente se necesitaban modificaciones, así es que en noviembre del mismo año se publicaría en el Diario Oficial un decreto de reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, en cuyo artículo octavo transitorio se definieron los pasos a seguir para hacer efectivo el voto de los mexicanos en el extranjero, estableciendo que el Consejo General del Instituto Federal Electoral designaría una comisión de especialistas en diversas disciplinas relacionadas con la materia electoral, para que realizara los estudios conducentes, para proponer las reformas legales correspondientes, una vez que se encontrara integrado y en operación el Registro Nacional Ciudadano y se hayan expedido las cédulas de identidad ciudadana, hecho éste último que a la fecha no ha ocurrido. 10 Lo anterior a fin de que los ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero puedan ejercer el derecho al sufragio en las elecciones de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con lo que la instrumentación para llevarlo a cabo no formó parte de tales reformas. El siguiente obstáculo que fue removido y que, muchos argumentan sólo sirvió durante varios años para negar la posibilidad de ejercer sus derechos políticos a los ciudadanos mexicanos en el extranjero, fue la publicación en el Diario Oficial de la Federación el 20 de marzo de 1997 las reformas a los artículos 30, 32 y 37 de la Constitución, que sentaron las bases para que los mexicanos por nacimiento pudiesen adquirir una segunda nacionalidad, al adoptarel principio de que ningún mexicano por nacimiento podrá ser privado de su nacionalidad, pero tal hecho no sólo acarreó la doble nacionalidad, sino también la doble o múltiple ciudadanía, como veremos en el desarrollo del presente trabajo, también acarreará dificultades al conceder esa doble ciudadanía. Continuando con este resumen introductorio acerca de cómo es que surgió el derecho al voto desde el extranjero para los ciudadanos mexicanos, y recordando que las reformas de 1996, no regularon la logística del voto foráneo, debemos señalar que fue hasta el 30 de junio del año próximo pasado que se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto por el que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones del COFIPE relativas al ejercicio del voto de los mexicanos residentes en el extranjero, mismas que reformaron los artículos 1, 9, y los incisos c), d) y e) del párrafo 1 del artículo 250 y modificó la denominación del Libro Sexto para intitularse “Del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero”, adicionándose los artículos 273 a 300 al Código, reformas que entraron en vigor el pasado 1 de julio de 2005. Asimismo, se dieron varias modificaciones para lograr que el voto desde el extranjero fuera una realidad, tales como la creación de la Unidad Técnica 11 llamada Coordinación del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero y se aprobaron modificaciones y adiciones a las Políticas y Programas Generales del Instituto Federal Electoral correspondientes a 2005 y 2006 y las adiciones al Plan Integral del Proceso Electoral Federal 2005-2006 con motivo de la aprobación del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero, así como la aprobación de las asignaciones presupuestarias necesarias durante el ejercicio fiscal de 2005 y 2006 para atender las disposiciones del Libro Sexto del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales en Materia del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero. De esta manera, el presente trabajo, denominado Efectos Sociales y Problemas Derivados del Voto de los Mexicanos en el Extranjero, es la aportación que realizamos a un tema que, como ya hemos visto no es nuevo, sin embargo, si es de reciente regulación, toda vez que las reformas que finalmente abrieron la posibilidad para que los ciudadanos mexicanos sufragaran desde el extranjero, son apenas del año pasado y, además el primer ejercicio electoral en que se llevará a cabo, será en los comicios de este año. Por lo anterior, estimamos importante el manejo de los efectos sociales y los problemas que vemos, sobre todo ante la mínima regulación que se creó, ya que la única legislación que se modificó fue el COFIPE, por lo cual nos enfrentaremos a las primeras elecciones con votantes desde el extranjero con una reforma mínima e incompleta, como en el desarrollo de esta tesis se pretende mostrar. En este tenor, la presente tesis se enmarca en seis capítulos, el primero de ellos trata acerca de los antecedentes del sufragio desde la antigüedad y la forma en que el mismo se ha concebido en las distintas épocas a través de las cuales ha atravesado la historia de la democracia, por lo menos la concepción de la democracia occidental a la cual pertenece nuestro sistema electoral, la manera en que se desarrolló la facultad para votar y decidir por parte de los ciudadanos e 12 intervenir en la vida política de su país, en el caso mexicano, la forma en que después de la época prehispánica, las ideas independentistas y posteriormente las revolucionarias darían, entre otros resultados, uno tan importante como el sufragio universal. El segundo de los capítulos en comento se intitula la ciudadanía y la nacionalidad en el derecho mexicano, el cual pretende establecer la clara diferencia existente entre ambos conceptos y que, en muchas ocasiones, ha sido confundida, asimismo planteamos los problemas que tal confusión puede traer a la participación política, por otra parte, pero en este mismo orden de ideas, el tercero de los presentes capítulos habla del desarrollo del Voto en México, y la forma en que el mismo se regula actualmente en el país, desde las características básicas del sufragio, hasta los requisitos que para su ejercicio impone la legislación mexicana. El siguiente de los capítulos que conforman el desarrollo del presente trabajo alude expresamente a la regulación que tiene el voto de los mexicanos desde el extranjero, estableciendo nichos poblacionales que consideramos tienen la posibilidad de sufragar en las elecciones mexicanas, sin embargo, también analizamos que tan legítimo puede ser o no su concesión respecto de su circunstancia especial, tratando de dar propuestas que restrinjan la amplitud del voto concedido. Por otro lado, en los capítulos quinto y sexto mostramos los efectos sociales y los problemas que advertimos de la regulación del voto de los mexicanos residentes en el extranjero, analizando aspectos tales como los efectos en la conciencia nacional, o en el control social, analizando como último punto restricciones que consideramos necesarias así como los problemas que advertimos, producto de la carente legislación con la que se enfrentará el IFE en la elección del año 2006, desde la dificultad en la preparación del mismo, los problemas en las campañas políticas hasta la probable comisión de delitos electorales. 13 Finalmente, sólo quiero hacer notar que el presente trabajo de tesis se recibió en el Seminario de Sociología Jurídica una vez que el mismo se concluyó de manera definitiva para su revisión final previo a la celebración de los comicios del dos de julio de dos mil seis en nuestro país, por lo que su revisión y estudio se concluyó una vez que los mismos concluyeron; como consecuencia de ello y a sugerencia del Director del Seminario, el Profesor Mario Ayluardo Saúl, se incluyen como apéndices al final del presente trabajo un resumen respecto del reto que conlleva la migración para nuestro país, y del creciente número de inmigrantes mexicanos hacia los Estados Unidos, basándonos en la conferencia impartida por la Doctora Deborah Anker el 26 de Junio de 2006, y los resultados finales del número de electores desde el extranjero; de esta forma, el primero de los anexos en comento pretende mostrar que el voto de los mexicanos en el extranjero no parece ser una medida que proteja sino más bien una forma de subsanar medianamente deficiencias que nuestro país no ha sabido solventar, como la falta de oportunidades en México, que obliga en muchas ocasiones dicha migración; y el segundo de los anexos solo tiene fines estadísticos y como último punto sólo deseamos manifestar que esperamos que la lectura del presente trabajo resulte amena para todo aquél que pueda llegar a leerlo, esperando que el mismo les sea benéfico. 14 14 CAPÍTULO I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL VOTO 1.1 Generales El voto, como lo concebimos el día de hoy, ha sido producto del desarrollo de las instituciones públicas, mismas que han evolucionado a través de la lucha de los pueblos por una participación dentro de su Estado; entre las primeras civilizaciones de las que se puede obtener un conocimiento más claro, está el caso de la gens romana, considerada como “ese grupo que se jacta de constituir una descendencia común y que está unido por ciertas instituciones sociales y religiosas formando una comunidad particular”1, en esta gens uno de los derechos que tenían era el de poder elegir, así como deponer a sus jefes, convirtiéndolos casi en un municipio con lazos de sangre, a excepción de los esclavos u otras personas que formaban parte de ese grupo, sin tener dichos lazos. Sin embargo, esta clase de organización, estuvo alejada de la concepción que en la actualidad tenemos de los derechos de un ciudadano entre los cuales seencuentra el derecho de votar, pues no debemos olvidar que aquella forma de organización, fue constituida en el período monárquico de la Roma antigua; de esta manera, a pesar de que entre ellos tenían ese derecho de “elegir” a sus jefes, la gens formaba parte de un grupo mayor, entre los que encontramos también a los patricios, quienes eran integrantes de las curias, es decir, aquellos que integraban los tribunales contenciosos, empleados de la procuración de justicia, sin embargo, también podían formar parte del senado y participar en los comicios, asimismo, tenemos a la plebe, quienes “constituían una multitud de hombres cada vez más creciente y que no formaban parte de ninguna familia, …no tenían participación en el 1 Ventura Silva, Sabino. Derecho Romano. 16ª ed. Porrúa, 2000, pp. 4. 15 gobierno; estaba prohibido su acceso a las funciones públicas y no podían contraer matrimonio legítimo con los patricios.”2 De esta manera su constitución política, se conformaba por el rey, quien se encontraba al frente de la ciudad, asesorado por el senado, a quien el rey debía consultar todas las cuestiones que interesaran al Estado y, por otra parte, se encuentran los comicios, de los cuales formaban parte los patricios. El comicio, convocado por el rey servía para anunciar a los ciudadanos, los acontecimientos de mayor interés público, con la intención de aprobar sus propuestas o acuerdos, pues recordemos que los plebeyos no tenían injerencia en el gobierno y no tenían acceso a las funciones públicas, de esta manera, el comicio era considerado una asamblea popular cuyas decisiones eran tomadas por la mayoría de curias, no de votos, por lo tanto, la unidad del voto era la curia, aunque se votaba por cabeza en cada curia para obtener la opinión de la misma.3 Así, cada tribu romana se encontraba dividida en diez curias (treinta curias en total), que en principio eran subdivisiones político-administrativas y religiosas de la ciudadanía, de esta manera, los comicios de ciudadanos estaban organizados en curias en cuyo frente había un jefe denominado curio, de esta manera como en los comicios los votos se contaban por curias, como ya lo señalamos, no por los ciudadanos votantes en éstas; por consiguiente, como aquellas eran treinta (diez por cada tribu), las decisiones requerían un mínimo de dieciséis votos. De esta forma se organizaba política y socialmente el imperio romano, en consecuencia, podemos advertir que su organización política coincidía con su organización social, aquellas personas que formaban parte de un grupo como los patricios, podían ser escuchados y participar de las decisiones, por el otro lado encontramos a la plebe, quien era el grupo que únicamente se dedicaba al comercio, 2 Ventura Silva, Sabino. Ob.cit., pp.7. 3 Ibíd. pp. 9. 16 en virtud de poseer ese derecho, sin poder ser escuchados ni participar de las decisiones. Sin embargo, esta situación, entre otras tantas como el despotismo con el cual se comportaba Lucio Tarquino, provocó el descontento del pueblo, quienes al encontrarse hartos de dicho comportamiento y situaciones, derrocó al que sería último rey de Roma, Lucio Tarquino “el Soberbio”, abriendo con ello un período republicano que duraría desde dicho momento hasta aproximadamente el año 27 a. C. Así, una vez que llega la República, aproximadamente en el año 510 a.C., el rey tiene que dejar el poder, para que en su lugar existan dos magistrados patricios, conocidos como cónsules, siendo esta nueva etapa considerada como “una supermagistratura militar, creada, según se cree, para impedir la vuelta de los tarquinos a Roma y evitar la consolidación en la ciudad de un régimen militar y, por añadidura vitalicio y extranjero."4; pues debemos recordar que Lucio era etrusco. En esta misma etapa, Servio Tulio busca establecer una nueva división del pueblo romano basada en la fortuna, buscando equiparar, hasta cierto punto, a los grupos sociales, es decir, intenta establecer una “igualdad” entre los patricios y los plebeyos, por lo anterior, la nobleza que anteriormente se trataba puramente de la sangre, pierde su importancia y deja paso a una nobleza de aquellos que poseían fortuna, que en pocas palabras, le pertenecía a aquellos encargados de los cargos públicos y a la nobleza del dinero o clase de los caballeros; en consecuencia, todas las riquezas que comenzaron a llegar a Roma, derivaron en la creación de una nueva élite poderosa y cerrada. Para lograr el objetivo anterior, Servio Tulio creó el censo, el cual consistía en un registro en el cual los “pater familiae” debían inscribirse, declarando bajo juramento el nombre de su mujer, el de sus hijos y la cantidad de los bienes que 4 Ventura Silva Sabino. Ob. cit, pp. 11. 17 poseían, es decir, la fortuna que poseían, este censo servía para conocer la población de Roma y la fortuna de sus ciudadanos, de esta manera, basados en las riquezas, se formaron las llamadas centurias, quedando la población dividida de la siguiente manera: SOLDADOS CLASES CENTURIAS RIQUEZA (Según el Censo) Equites 18 Census maximus Pedites 1ª 80 100,000 ases. Pedites 2ª 20 75,000 ases. Pedites 3ª 20 50,000 ases. Pedites 4ª 20 25,000 ases. Pedites 5ª 30 11,000 ases. ó 12,000 ases. 5 Obreros-Ingenieros (Fabritignarii et Aerarii)…………………………………………. 2 Músicos (corcines et tubicines)…................. 2 Portadores del bagaje (ascensi ve- lati)……………………………………………… 1 TOTAL……………………………………….. 193 Visto lo anterior, debemos mencionar que esta etapa, derivó en una nueva forma de tomar las decisiones, sin embargo, observamos que la distribución de las centurias es bastante iniquitativa, pues si bien es cierto, permite que tanto patricios y plebeyos sean representados, sigue dejando de lado la opinión de los más pobres; debido al mantenimiento de la hegemonía de los patricios, ya que al corresponder votar en primer término a las dieciocho centurias de caballero y a las ochenta de la primera clase, ambas hacían la mayoría; además como eran llamados a votar en primer término y el acto se interrumpía cuando se había llegado a un pronunciamiento mayoritario de noventa y siete votos, podía ocurrir que ni siquiera la segunda clase fuera requerida para el voto. 5 Ibidem., pp. 13. 18 En consecuencia, una vez que las determinaciones eran tomadas por las centurias, las mismas debían ser sancionadas por el senado a fin de que éstas tuvieran obligatoriedad. En este orden de ideas; los caballeros, componentes de las dieciocho primeras centurias, conformadas por los ciudadanos más pudientes, se convirtieron en la aristocracia del dinero, quienes a su vez se convirtieron en la segunda fuerza social y en consecuencia política; únicamente detrás de aquellos encargados de los cargos públicos. Este sistema organizacional que incluye a los plebeyos, tampoco integró en la toma de decisiones a los mismos, puesto que aunque pertenecían a una centuria, las medidas, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera requerían de la participación de la segunda clase, en consecuencia, es de advertirse que el poder seguía siendo detentado por los más ricos, los más poderosos o por aquellos que poseían ambas “características”. Ante esta situación, la lucha de clases comenzó a tomar forma, misma que se prolongó por más de dos siglos, basados principalmente en tres aspectos, como lo sostiene Kovaliov, “Las causas de los movimientos fueron distintas en cada período, pero en general se pueden sintetizar en tres cuestiones esenciales: igualdadde derechos políticos, legislación sobre deudas y derecho de acceso a la tierra demanial”6, de esta manera, “aunque ciudadanos, los plebeyos no participaban en la vida política de la ciudad…”7. Derivado de ello, aproximadamente en el año 494 a.C, la situación en Roma se encontraba tensa a causa de la guerra con los ecuos y los sabinos; “los plebeyos toman una resolución y se retiran al monte Aventino para fundar una ciudad nueva”8, con la amenaza de convertirse en una ciudad rival por tanto, ante esta manifestación 6 Kovaliov. S. I. Historia de Roma. 3ª ed. Ed. Akal, 1979, pp. 84. 7 Pirenne, Jacques. Historia Universal. Las Grandes Corrientes de la Historia., Vol. I, 11ª ed. Ed. Cumbre, pp. 162. 8 Ventura Silva Sabino. Ob. cit, pp. 14. 19 de inconformidad, los patricios observando que los plebeyos se niegan a participar con ellos y a fin de mantener la capacidad combativa de su ejército, deciden concederles tierras que son tomadas del erario público e integrarlos a la vida pública del estado Romano. La integración de los plebeyos a la vida política de Roma se daría a través de la institución de una nueva figura, los magistrados plebeyos o tribunos de la plebe, los cuales eran, en principio, solo dos, cifra que llegaría a diez, y a cada uno “no se le concedió imperium, sino un poder limitado especial (potestas) para ayudar a los plebeyos contra los actos concretos de un magistrado patricio…; él convocaba la asamblea de la plebe y los invitaba a adoptar resoluciones”9 a los cuales se les reconocieron dos derechos principales, el ius auxilli, que consistía en la facultad de intervenir a favor de cualquier ciudadano que se lo solicitara en virtud de haber sido reclamado por un magistrado, el segundo era la sacrosanctitas, que era la protección con la cual éste contaba, que le permitía que todo aquél que le hiciera algún daño, pudiera ser matado por cualquier ciudadano que así lo quisiera. Una vez establecidos los derechos que posee el tribuno de la plebe, recordemos que también tiene la potestad para convocar a las asambleas, la cual él preside, de esta manera, al convocar a una asamblea, en la que se toman decisiones únicamente por parte de los plebeyos, a estas resoluciones se les denominó plebiscitos, a fin de distinguirlas de aquellas que eran tomadas por las centurias, sin embargo esto provocó confusiones respecto de la ley aplicable, además del conflicto que provocó el hecho de que para que un plebiscito fuera obedecido por los patricios, este plebiscito debía ser sometido a discusión por parte de los comicios centuriados, de esta manera, con la llegada de la Ley Hortensia, las decisiones que se tomen por parte de los plebeyos serán obligatorias para los patricios, de esta manera, como un punto importante y producto de la decisión por parte de las asambleas de la plebe, de terminar de una vez por todas con las injusticias por parte de los magistrados patricios surge la Ley de las XII Tablas. 9 Barrow. R.H. Breviarios del Fondo de Cultura Económica. Los Romanos. 7ª reimpr, FCE, México, pp. 49. 20 Finalmente, tocaremos el siguiente nivel de la participación del pueblo en su conjunto, y del poder de elegir y de decidir, que el pueblo romano fue desarrollando a través de las instituciones que hasta aquí hemos señalado brevemente; esta figura se le nombra como “Comicios por tribus”; los que encontramos en forma paralela a los comicios centuriados, éstas “representaban la forma más democrática de la asamblea popular, ya que en ellos intervenían todas las categorías de ciudadanos sin distinción”10; de esta manera, como lo señala Robert Còmbes, “los comicios por tribus, se convierten en la fuente principal de la legislación romana durante los siglos siguientes a aquél en que fue creado, dividiendo a los ciudadanos en función de su domicilio y no de su riqueza, permitiendo compensar a aquellos que habían tachado de iniquitativos e injustos los comicios centuriados…(sic)”11 Por lo que hasta este punto hemos visto, podemos señalar que el proceso democrático del pueblo romano en busca de la posibilidad de votar por parte de los ciudadanos, a fin de tomar parte en las decisiones que les interesaban, fue un largo camino que les llevó varios siglos, cuyo máximo exponente de ello es la ley decenviral y la ley canuleia, la cual permitía el matrimonio entre plebeyos y patricios, con lo cual se logró mayor fusión del pueblo romano, sin embargo, tales avances se vieron detenidos principalmente porque los patricios, que detentaban el poder, no les permitían participar en las decisiones, en la forma en que ellos hubieran deseado, sin embargo, ante tales circunstancias y las contraposiciones por parte de los plebeyos, que ya hemos visto, desarrollaron instituciones que les permitieron participar a todos e inclusive lograr que la institución creada por los plebeyos fuera la base de toda la estructura legislativa de la civilización romana; como lo hemos estudiado brevemente en los párrafos que anteceden. Así, continuando con este análisis de las formas de participación política que, con el transcurso del tiempo sucedieron para llegar finalmente al sufragio como hoy en día lo conocemos, es necesario revisar ahora a la Edad Media. 10 Kovaliov. S. I. Ob.cit, pp. 119. 11 Còmbes, Robert. La Republique a Rome (509 av. J.C). Ed. Presses Universitaires de France, 1972, pp 44. 21 De esta manera, comenzaremos señalando que esta etapa fue un estadio de bastante inestabilidad política, económica y de consecuencia social, pues debemos recordar que en la citada época es la consecuencia más directa no sólo de la caída del Imperio Romano de Occidente, sino también como producto de la previa división del Imperio Romano en Oriente y Occidente a la muerte del emperador Teodosio, la expansión y obtención de gran poder por parte de la Iglesia, de las invasiones de los pueblos germánicos derivadas de dicha división, así como las realizadas por los suevos, vándalos, alanos, anglos, jutos y sajones; el surgimiento del Imperio Bizantino y la aparición en el mapa del mundo musulmán, quienes, liderados por Mahoma y con una gran convicción practicaban la guerra santa para la conversión de los infieles a la nueva fe, con lo cual también se dio una nueva configuración política en el mundo del medioevo. En este sentido, una vez que hemos señalado muy esquemáticamente los cambios que sufrió el mundo antiguo para dar paso a la época medieval, pasemos a ver cómo se veían los derechos de los ciudadanos en esta época y cómo eran ejercidos éstos, para lo cual debemos comenzar diciendo que todo el funcionamiento político giraba alrededor de que “la autoridad política era la expresión de la justicia.”12 También debemos señalar que, durante la temprana Edad Media, así como durante todo el desarrollo de la misma, se continuó con lo que ya había sido asentado en la comunidad Romana, es decir, que el pueblo era quien seguía gozando de la auctoritas (autoridad) y de la potestas (poder) y, en consecuencia, cuando éste elegía a su gobernante estas facultades eran transferidas al mismo, con lo cual las decisiones que éste tome no son más que la voluntad de la comunidad en su conjunto, esto es así, toda vez que el poder del gobernante era concedido a través de la voluntad de la comunidad y por lo tanto, todas y cada una de las leyes que creaba convenían a los intereses de la comunidad, encontrándose él mismo, sujeto a las leyes producto de su creación. 12 Carlyle, A.J. La libertad Política. 1ª reimpr, FCE, México, 1982, pp. 23. 22 En consecuencia y en la parte que nos interesa, podemos decir que todo el sistema político noera más que una serie de costumbres ejercidas por parte de la comunidad y que eran sancionadas por el gobernante que ellos mismos eligieran; de esta manera, como lo sostiene Carlyle en su libro La Libertad Política, el principio de que toda autoridad meramente humana es limitada y provenía directa e inmediatamente de su antecedente inmediato (sic), el derecho romano, teniendo su máxima importancia en el pensamiento y en el sentimiento del medioevo, porque significaba que no había ni podía haber nada semejante a una autoridad política absoluta13; puesto que ésta autoridad era meramente producto de las decisiones tomadas por la comunidad en su conjunto, basada en las costumbres que poseían, es decir, su derecho consuetudinario. Esta representación, que no solamente servía para las pequeñas ciudades sino para aquellos Estados que comenzaban a conformarse, fue muy importante, toda vez que tales sistemas de representación eran necesarios para el adecuado funcionamiento de dichas comunidades y para el mantenimiento de la paz y el orden. En este sentido, “la libertad política en la Edad Media significaba pues, en primer lugar, la supremacía del derecho, derecho que era la expresión de los hábitos de vida de la comunidad y también de la voluntad de la misma; pero no era sólo esto. Porque en la Edad Media se había ido desarrollando una forma o método para expresar la voluntad de la comunidad, a saber, el sistema de representación adaptado no sólo a las ciudades pequeñas, sino también a los estados nacionales que estaban tomando forma lentamente. (sic)”14 Ante ello, podemos señalar que la forma en que se daba la participación política por parte de los individuos en la etapa medieval no era más que el resultado del conocimiento por parte de los mismos de su derecho consuetudinario, por lo tanto, las decisiones que tomara el rey deberían estar fundadas en el derecho 13 Carlyle, A.J, Ob.cit., pp. 23. 14 Ibíd. pp. 32. 23 consuetudinario, el cual una vez que se consultaba a la comunidad y más adelante en una corte feudal, éstas no fueran más que los deseos y aspiraciones de la sociedad medieval; ahondando en lo anterior, podemos señalar que “...la concepción originaria y normal del derecho de la Edad Media era, pues, muy diferente de la concepción normal del emperador romano. No era primordialmente la expresión de la voluntad y el mandato del rey o príncipe, sino de los hábitos de vida de la comunidad, y es muy importante observar que la determinación de lo que constituía o no derecho consuetudinario era asunto que había de decidir, no el rey o señor, sino la comunidad, o, en la corte feudal, los vasallos.”15 Sin embargo, esta forma que parece elogiable, ya que no era una sola persona quien tomaba las decisiones, sino que se consultaba a la comunidad y las mismas no eran más que el producto de su derecho consuetudinario, o “costumbre” y en la cual se logró un buen desarrollo de estas comunidades, muy pronto se vio mermado hasta el punto de desaparecer; debido a la forma en la que se fue desarrollando, pues como se puede advertir, las decisiones que en un principio eran tomadas por la totalidad de la comunidad, como elegir a un gobernante, no siempre era la mejor decisión y, por otra parte, el gobernante no siempre acataba las disposiciones o los acuerdos tomados por la comunidad, lo anterior, provocó que en muchas ocasiones, los gobernantes prefirieron obtener beneficios para sí mismo y para aquellos allegados a él, que velar por el bien común, pensando en aquellos que los eligieron. Así, con esta manera de actuar por parte de los gobernantes, aunado a los grandes procesos invasivos, motivados por la mentalidad imperialista que comenzaron a desarrollarse en esta misma época en toda la Europa, las grandes extensiones de tierra que eran tomadas a la fuerza se vieron pronto transformadas, convirtiendo a los hombres que trabajaban dichas tierras (cuya principal actividad era la agricultura) en siervos de aquellos que tomaron por la fuerza las mismas, con lo 15 Ibid. pp.26. 24 cual dicho mundo se transformó y pronto comenzó a aparecer la estructura social que hoy en día conocemos como feudalismo. En esta época, la forma en la que se desarrolló el sistema económico político y social, fue a base de contratos establecidos entre el señor y sus barones o vasallos, donde el señor concedía un feudo, es decir, proporcionaba una porción de sus tierras (recientemente obtenidas) para ser trabajadas recibiendo como pago servicios militares y apoyo político; este contrato se sellaba con un juramento de fidelidad que el vasallo hacía para con el señor feudal y a su vez, los nobles podrían ceder parte de sus feudos a otros caballeros de menor rango, quienes también concedían juramento de fidelidad; la importancia de éste juramento dependía de la cantidad de tierra que fuera concedida; el feudalismo alcanzó su madurez en el siglo XI pero su máximo apogeo fue en los siglos XII y XIII, este último a partir del cual comenzó su decadencia. Derivado de esta nueva estructura social, la participación política de los hasta entonces hombres libres se vio mermada de manera definitiva, surgiendo las relaciones de vasallaje típicas de esta época. De esta manera, ”una de las peculiaridades de ésta asociación es la vinculación directa entre la propiedad de la tierra y el poder político, consistente en qué propietario, en mayor o menor grado, ejerce el poder sobre la población de su posesión y, ante todo, sobre la clase avasallada y productora, la de los campesinos siervos.”16 La división, que a partir de entonces comenzaría a regir la vida de la población se fundaba en las relaciones de vasallaje creando con ello una división entre superiores e inferiores, por lo que la constante lucha de clases se daría ahora entre los feudales y la masa de trabajadores que les servía. Al mismo tiempo que ello ocurría, la religión pasó a ocupar un lugar preponderante, sirviendo de sustento a todas las teorías que permitieron que los 16 Pokrovski V. S. y otros. Historia de las ideas políticas. Ed. Grijalbo, México, 1966, pp. 95. 25 gobernantes y no así los gobernados decidieran las cuestiones relativas al gobierno; es decir, la participación política que durante varios siglos habían obtenido los ciudadanos libres (entiéndase hombres libres no así las mujeres) se viera severamente afectado. En estos tiempos, lo que definió el sistema no fue la participación ciudadana, sino la constante lucha que se da entre la Iglesia y el Estado por la obtención de mayor poder y control de la mayoría trabajadora; la Iglesia, abusando de la opresión que sufría el vasallaje, apoyados en diversas teorías teocráticas como la del Sol y la Luna (considerándose como el Sol que ilumina con su luz a la Luna caracterizada por el Estado) o la de Las dos espadas (en la que Dios había entregado a la Iglesia las dos espadas y ésta a su vez entregaba al Estado una de ellas como símbolo de poder y mando); “trataban de presentarse como defensores del pueblo en contra de la violencia y arbitrariedades de los “tiranos”.17 En consecuencia, la participación en las elecciones de gobernantes o en la toma de decisiones por parte de la mayoría de los ciudadanos de los Estados existentes en el feudalismo se vió vulnerada, desapareciendo todas las facultades que en esta materia tenían y que se sustentaba en el Derecho, en su modalidad de prácticas consuetudinarias, pues no existía nada escrito en lo que pudiera basarse. Así, “la Iglesia Católica romana dirige sus esfuerzos a suprimir la dependencia del clero con respecto al poder secular, a subordinar toda la sociedad a aquel, y a establecer la autoridadpapal ilimitada, tanto en los asuntos eclesiásticos como en los seglares.”18 Evidentemente, la transformación que continuó dándose en la era feudal, no acabaría pronto, ya que se puede decir que la lucha que inicio entre el Estado y la Iglesia por el poder, siendo esta última la “vencedora”, empezó a manejar a su gusto 17 Ibid. pp. 98. 18 Ibid. pp. 97. 26 a la sociedad feudal, manifestando que todo aquél que la contrariara sería considerado como hereje. Sin embargo, el feudalismo como forma de organización social empezaría a decaer a partir del siglo XIII, pero sobre todo como estructura política, pues la forma en que se pretendía dar unidad a las recién formadas comunidades a través del pacto de fidelidad, el cual debían guardar los vasallos para con sus señores, pasó a segundo término ya que los siervos comenzaron a pagar esta clase de beneficios con dinero, sin que ello terminara con la falta de participación política por parte de la mayoría de la comunidad. Es durante todo este tiempo, que la falta de participación política fundada en el feudalismo y sustentado por la Iglesia, comienza a ser atacada, sin embargo, toda vez que la idea feudal encontraba un fuerte sustento en las ideas religiosas, el afán combativo comienza por ese frente, provocando que aquellos que se encontraban descontentos con el régimen bajo el que se encontraban, comenzaron por atacar a la Iglesia, es decir, convertirse en “herejes”. Por tanto, las primeras participaciones políticas que surgieron en este sentido fueron consideradas todas y cada una (al menos en ese momento) como herejías y aquellos que se atrevieran a pronunciarlas, como obvia consecuencia, sufrían condena por parte de la Iglesia. Inclusive Tomás de Aquino, quien era monje católico, se manifestó como defensor de las ideas feudales que “los campesinos y los habitantes urbanos que ganan sus medios de subsistencia mediante la agricultura, constituyen el grupo inferior de la población. Son “asalariados” y “gente oscura”, predestinados a ejecutar una labor inferior; no pueden tomar parte en la dirección del Estado. No forman parte de él, pese a que su existencia es necesaria para la economía, ya que sólo son un complemento de los otros elementos del Estado. A este grupo pertenecen también los pequeños artesanos. La clase media comprende a los guerreros, jueces, 27 administradores, científicos, sacerdotes y nobles; la clase superior, es la gobernante. La nobleza tiene inclinación hacia la virtud.”19 Con lo anterior, puede decirse válidamente que la participación política de los habitantes se redujo únicamente al ataque que los llamados herejes realizaban en contra de las determinaciones tomadas por la Iglesia en primer término y en segundo lugar contra el Estado; de esta manera, atacaban el servicio militar, la pena de muerte y, todo aquel derramamiento de sangre realizado por el Estado. Como resultado de estas “sublevaciones”, así como por la aparición en la mayoría de los Estados Europeos de una nueva burguesía, las cuales se encontraban en los municipios, que eran “ciudades autónomas situadas fuera de la jurisdicción de los señores feudales y de los obispos o para compartir el poder con éstos… administrado por un cuerpo de magistrados elegidos”20, va allanándose el camino para que aproximadamente entre los siglos XIII y XIV comenzaran a surgir teorías en las cuales se pretende que se instauren monarquías representativas, en las que el poder secular así como el poder eclesiástico se vea limitado y que los habitantes de las comunidades recuperen su posibilidad de decidir, de votar por aquellas medidas que les convenían y rechazar aquellas que consideraran vulneraban sus derechos. Ante tales cambios, durante todo el siglo XIV así como en la mayor parte del siglo XV, la aparición de municipios desvinculados de los feudos cobra mayor relevancia; por lo que comienza a tener una mayor participación en los asuntos de la ciudad aquellos que conocen los problemas, es decir la burguesía, por tanto, ejemplificando lo anterior, transcribimos lo que establece Maurice Duverger con relación al tema, en su libro Instituciones políticas y Derecho Constitucional, el cual señala lo siguiente: 19 Pokrovski V S y otros.; Ob. cit, pp. 103. 20 Duverger, Maurice. Instituciones Políticas y Derecho Constitucional. 1ª reimpr. Ed. Ariel, México, 1986, pp.44. 28 “A lo largo del siglo XIV, la representación de la burguesía se eleva del plano municipal al plano nacional, con el desarrollo en toda Europa de las “asambleas de estado”. No se trata tanto de una institución nueva como de la transformación de la vieja institución feudal, de los grandes consejos, de la corte del rey, de los “campos de Marte”, etc. La novedad consiste en la adición de un nuevo elemento: la burguesía de las ciudades. Las asambleas así constituidas adoptan diversos nombres según los países: Estados Generales, Cortes, Dieta, Parlamento, etc.”21 Es a partir del siglo XVI en que la decadencia del feudalismo llega a un punto terminal, primero por la creación de los municipios y el poder de decisión que los mismos tienen y por otra parte el comercio toma una mayor importancia; “el crecimiento de la producción mercantil, …significó la desintegración de la economía natural, dan lugar a lazos económicos cada vez más amplios y estrechos…, y conducen finalmente a la formación de mercados nacionales.”22 Ante estas circunstancias en las que por un lado la burguesía comenzaba a surgir a partir de una nueva estructura económica y política, que en lo económico se estaba transformando en un mercado con mayor apertura y políticamente los municipios habían obtenido su facultad de autodeterminarse y, por otro lado, la consecuencia del ataque a las teorías de la Iglesia, configuran una nueva etapa de participación ciudadana que en una sola palabra se define como Renacimiento, dado que se trata no sólo del surgimiento de una nueva estructura económica, social o política sino también de un regreso a las ideas de construcción de la participación política; el redescubrimiento de que no tenían porque estar sujetos y la impotencia ante la Iglesia con su cómplice el Estado, que si bien es cierto se entendía que eran rivales en la lucha por el poder, realmente ambos buscaban lo mismo y cuando convenía a sus intereses no dudaban en aliarse en contra de la comunidad. Es así que el Renacimiento se extendió también al terreno del pensamiento político. “La burguesía no pudo aceptar la injerencia de la Iglesia feudal en la vida 21 Ibidem, pp. 44. 22 Pokrovski V S y otros; Ob. cit, pp. 142. 29 política... El desarrollo de las relaciones capitalistas…, la centralización del Estado. Se promueve y se defiende la reivindicación de un Estado netamente mundano, con independencia con respecto de la Iglesia (sic); de un poder estatal único y centralizado.”23 En el mismo período surgen tres personajes que tratan de cambiar el sistema político a fin de modificar la estructura social: Nicolás Maquiavelo, Juan Bodin y Tomás Moro, estos tres personajes analizan la estructura social y establecen teorías en las que se busca un cambio en los gobernantes, el primero de ellos opta por un Estado nacional centralizado, dividiendo en dos las formas del estado: Monarquía y República y “otorga decididamente su preferencia a la segunda. Considera que la mejor es aquella en la que en el ejercicio del poder participan simultáneamente,… representantes del pueblo, los de la nobleza y un jefe de Estado elegido.”24 Ya que busca generar una igualdad, aunada a la libertad. Bodin es un claro defensor del absolutismo, sostiene la importancia superior del poder dentrode la sociedad y concede una importancia mayúscula a la familia, incluso define al Estado como un conjunto de familias y sostiene la teoría de la “soberanía indivisible”, por lo que de ninguna manera puede ser compartida entre el rey y el pueblo; agregando que “la soberanía es un poder, libre de subordinación a las leyes, ejercido sobre los ciudadanos y los súbditos”25, sosteniendo la incapacidad del pueblo para llegar a establecer una decisión correcta así como obtener un juicio claro, en síntesis, su teoría es una postura fija a favor de la monarquía absoluta. Finalmente, Tomás Moro cree que el poder del Estado debe estar organizado democráticamente, que los ciudadanos deben elegir a sus gobernantes, además sostiene la teoría del socialismo, en la que considera que el principal problema que tienen las comunidades de su tiempo es la propiedad privada, que ésta es la culpable y que por tanto debe ser destruida; afirma una política de igualdad entre hombres y 23 Ibid. pp. 44. 24 Ibid. pp. 146. 25 Ibid. pp.158, citando a Bodin en su libro Acerca del Estado, libro I, cap. VIII. 30 mujeres y únicamente deben liberarse de él los científicos y aquellas personas que tienen un cargo en el cual cumplen deberes sociales. Sin embargo, como suele ocurrir, la teoría que finalmente predominó y que fue la base en la cual se concibió la libertad de los ciudadanos para expresarse, fue la teoría propuesta por Bodin, aunque con honrosas excepciones como las teorías expuestas por Hooker en Inglaterra y Juan Altusio en Alemania, quienes fundamentaban sus teorías en la dignidad del hombre. En el análisis que hemos desarrollado respecto de la participación de los ciudadanos o del pueblo como también se le ha denominado, toca el turno del análisis de dos de las revoluciones que presentaron mayores cambios en el pensamiento político y el derecho al voto de la actualidad. Comenzaremos señalando que la concepción de la libertad que daría origen a estas revoluciones provendría desde comienzos del siglo XVIII, basados en “el principio del restablecimiento de la autoridad de la comunidad”.26 Y fundadas en las teorías de Voltaire y de Montesquieu, sustentadas el primero en el análisis de la historia inglesa y sosteniendo que su lucha había logrado la consecución de su libertad y el control de sus reyes mediante la resistencia, logrando que su gobierno procurara hacer el bien, apoyando y consultando a su pueblo y, el segundo en el establecimiento de un Estado basado en el principio de legalidad como hoy lo conocemos, permitiendo que los hombres libres así como el gobierno pudieran hacer únicamente lo que las leyes les permitieran y el principio de la división de poderes. Por otra parte, debemos señalar a la Revolución Americana o Independencia de las Trece Colonias, cuya lucha estaba basada fundamentalmente en las concepciones políticas liberales de los siglos anteriores, así como de principios de siglo, (debemos recordar que dicha revolución se dio en el año 1776 con la 26 Carlyle A.J. Ob.cit. pp. 192. 31 Declaración de Independencia y “culminaría” en el año 1787 con el nombramiento de Washington como presidente de los Estados Unidos). En este tenor, debemos señalar que la posibilidad del pueblo americano a partir de dichas concepciones y la obtención de su libertad por parte de Inglaterra redundaría en una libertad de los ciudadanos protegida por un poder superior electo por ellos, en el cual tendrían intervención y que además les protegería; aunado a ello establecieron la igualdad de todos los hombres como principio básico para el mantenimiento del orden y la paz. Así también tenemos a la Revolución Francesa, que comenzó en el año de 1789 y culminó en el año 1801, es la segunda en tiempo pero no por ello menos importante, sublevación que cambiaría la ideología europea desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Ésta insurrección fue producto inmediato de retomar las ideas que ya se habían iniciado en la época medieval en relación a la supremacía del Derecho y el de la igualdad entre los hombres, en busca de “recobrar esa libertad política que se había perdido en Francia durante los siglos precedentes, pero que nunca había sido totalmente olvidada”27, sin embargo únicamente señalaremos lo que consideramos más importante en relación a dicha revolución y que sin duda es lo que Condorcet estableció en los años de 1786 y 1789, esto es; los Derechos del Hombre y los Derechos de la Nación, que a continuación enunciamos. Como derechos del hombre, manifestaba los siguientes: Primero: La seguridad de su persona, frente a la violencia y en el ejercicio de sus facultades. Segundo: El libre goce de su propiedad y seguridad de la misma. Tercero: La incorporación a las leyes generales de las penas que deben imponerse a los hombres 27 Carlyle A.J. Ob.cit. pp. 226. 32 Cuarto: El derecho de los hombres a tomar parte, directamente o por medio de representantes, en la legislación y en todos los actos realizados en nombre de la sociedad. Por otro lado señalaremos los Derechos de la Nación, mismos que se hacen consistir en: Primero: La autoridad legislativa debe corresponder a la Nación. Segundo: La libertad personal individual de los ciudadanos, de esta forma, el derecho debe proteger la libertad. Tercero: Nadie puede ser juzgado salvo con arreglo a derecho y por jueces legítimos, que no puedan modificar el derecho, ni siquiera por su interpretación. Cuarto: La Nación debe tener el control de la imposición y de la manera de emplear su producto, por medio de los representantes elegidos por las provincias. Quinto: Los ministros son responsables y pueden ser juzgados en tribunales adecuados. Sexto: La reunión periódica y fija de los estados generales, ya que si la autoridad reside en la Nación, ésta debe tener el derecho a reunirse cuándo y dónde lo desee. Así abandonamos los antecedentes internacionales de la participación política y sus teorías dejando como corolario de lo hasta aquí expuesto los anteriores derechos del hombre y de la Nación, los primeros como antecedente de la Revolución Francesa y, los segundos, consecuencia de ésta, los que hasta la fecha siguen teniendo validez. Así, pasemos al análisis de los antecedentes de la participación política y su desarrollo en nuestro país. 33 1.2 Nacionales En nuestro país las cosas han sido relativamente diferentes, por lo menos durante la época prehispánica, en la cual la sociedad se encontraba perfectamente organizada, aunque no podía hablarse de una participación por parte del pueblo en las decisiones del gobierno, era un sistema que funcionaba bastante bien, sobre todo debido a que, se trataba de una monarquía que respetaba a su pueblo, y además, por si esto no fuera suficiente, tenían castigos bastante severos para quienes realizaran lo contrario, como la pena de muerte aplicada a funcionarios inmorales. Iniciaremos señalando que el conocimiento certero de la vida de los pueblos prehispánicos es difícil de conocer en todos sus aspectos, principalmente porque el ataque y destrucción que los españoles realizaron contra las antiguas culturas existentes en nuestro país trató de terminar por completo con las ideas y con el funcionamiento que estos pueblos tenían; sin embargo, de los vestigios que sobreviven y gracias a diversos historiadores es posible recrear una idea más que básica en nuestro pensamiento. En este orden de ideas, comenzaremos señalando que la principal organización que estos pueblos tenían, eran los calpullis, mismos que la base de su estructura social, económica y política, misma que “era gobernada por un consejo de ancianos, mismo que era presididopor el teáchcauch.”28 y, la unión de diversos calpullis formaba lo que denominaban como tlatocáyotl o altépetl, dirigido por el tlatoani, quien era el “gobernante vitalicio con poder político, judicial, militar y religioso”29, cuyo máximo ejemplo es el de la Triple Alianza o Imperio Mexica o Azteca, conformado por Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan. En estas breves líneas, podemos advertir un punto que fue la base en la que se sustentó el poder político y, en consecuencia, la poca injerencia que tenían las clases sociales que no pertenecían al gobierno, es decir, la actividad política se 28 Soberanes, José Luis. Historia del Derecho Mexicano, 8ª ed, Ed. Porrúa, México, 2001, pp. 32. 29 Ibíd., citando a López Austin, pp.32. 34 destinaba únicamente a aquellas personas que, ya fuera por su linaje o porque habían tenido ciertos logros militares (los cuales eran sumamente importantes), pertenecían a dicha clase social. Esta división social que hemos planteado estaba representada por los pipiltin, quienes eran los dirigentes y quienes cargaban sobre sus hombros las decisiones que debían ser tomadas para todo el pueblo; inmediatamente después encontramos a los macehualtin, entre quienes se encontraban los comerciantes los que en virtud de su movilidad y conocimiento del comercio y el constante contacto con los demás pueblos, eran sumamente importantes en esta organización, “debido a su actividad no sólo mercantil sino diplomática y de espionaje”.30 Finalmente, dentro de esta estructura encontramos a los “tlatacotin, especie de esclavos, aunque no exactamente, los mamaltin o cautivos de guerra y los teccaleque, algo así como siervos de la gleba.” 31 Se puede manifestar que la sociedad prehispánica, era una sociedad bastante unida, porque si bien es cierto, no existía un derecho a voto o alguna forma por parte del pueblo para elegir a aquellos que les parecían mejor como gobernantes, se puede señalar que la inclusión de los diferentes estratos sociales en los órganos de mando y control, que, a causa de los logros que los individuos tenían en las guerras o bien, en el sacerdocio, podían acceder a mejores posiciones e inclusive convertirse en nueva nobleza, lo cual permitió bastante tranquilidad, por lo menos al interior de cada pueblo, pues sabemos que las luchas por el control de otros pueblos para la imposición de tributos era una actividad constante. De esta manera, en el libro Historia General de México, elaborado por el Colegio de México, podemos encontrar que en relación al tema relativo a la movilidad social y el acceso al poder público, se señala que: 30 Soberanes, José Luis. Ob.cit., pp. 33. 31 Ibíd. pp.33 35 “La movilidad social era de suma importancia, dentro del estamento superior consistía en el paso de uno a otro de los rangos de la nobleza y el logro de los puestos políticos. Igualmente entre la gente común había posibilidades de subir de categoría y alcanzar puestos de dirigentes dentro de las organizaciones de plebeyos, como los barrios, y aún de obtener puestos públicos reservados a gente de origen común y llegar a constituir el inicio de nuevas familias nobles.” 32 En especial, estos logros se conseguían ya sea en el tepochcalli o en el calmecac, en el primero de ellos, los jóvenes se preparaban para ser guerreros y para realizar obras públicas, empezando por cuidar el propio tepochcalli, hasta que, con el paso del tiempo podían ser escuderos en las batallas de los grandes combatientes y ser finalmente guerreros, en base a sus logros en la guerra y la captura de enemigos; por el otro lado, en el calmecac se preparaban los sacerdotes quienes también podían ir a la guerra y elevar su categoría militar, logrando inclusive, con el desempeño que tuvieran en las guerras conseguir puestos para ser jueces y formar parte de los consejos supremos. De este modo, se desarrollaron las instituciones políticas de la época prehispánica, la participación del pueblo en las decisiones políticas no era realizado mediante la emisión de un sufragio para elegir a alguien o a varios en los puestos de mando; la organización de estas culturas hacia factible que la participación política se diera a través del desarrollo en sus diferentes actividades, lo que les permitía acceder a mejores posiciones, logrando con ello la participación activa en la política comunal; y si bien es cierto, existían diferentes clases sociales y que era prácticamente imposible que un macehual accediera al trono y se convirtiera en Tlatoani, no es menos cierto que la participación política era bastante incluyente. Así, se desarrolló la cultura hasta el año de 1519, cuando en el mes de abril del mismo año, en las costas de Zempoala, cerca del puerto de Veracruz arribaran las tropas de Hernán Cortés y, a partir de ese momento comenzaría la conquista y en consecuencia, también habría cambios en la participación del pueblo indígena en los asuntos gubernamentales, comenzando trescientos años de dominación por parte de 32 Historia General de México. Obra preparada por el Centro de Estudios Históricos, 1ª ed. Colegio de México, México, 2000, pp. 177. 36 la Corona Española, época que se le denomina de Colonia y la cual desarrollaremos enseguida, en el tema que nos interesa, la participación política de los habitantes de estas tierras. Empezaremos señalando que el proceso de conquista se realizó en base a una copia del sistema que ya existía en el Imperio Azteca, mantuvo su status de ciudad conquistadora, los españoles habían conquistado un imperio y lo más conveniente era mantenerlo, “Cortés llegó a la conclusión de que la infraestructura política y económica creada por los mexicas no era como para menospreciarse, ni mucho menos su aura imperial, de modo que los españoles reales en México, en su centro mismo, conservando hasta el nombre de la ciudad.”33 En este sentido, podemos decir que el primer paso que los españoles tomaron a fin de cambiar el orden político, fue la sustitución, eliminando las figuras del tlatoani creando la figura de los cabildos en lugar de los calpullis los que eran base de la estructura no sólo política sino también económica y social, de esta manera estos cabildos, en el pueblo español se encargaban a dos personas el alcalde y el regidor, pudiendo incluir a más de un regidor. Sin embargo, “la historia de los cargos municipales desempeñados por indígenas empieza no con los cabildos sino con la creación de lo que los indios llamaban gobernadoryotl”34, colocando en esa posición a su tlatoani, sin embargo dicho cargo empezó a tener ciertas diferencias e inclusive fue uno de los símbolos que desacreditaron la jerarquía de los tlatoanis, los Aztecas deseaban continuar con la vieja costumbre que poseían, pues ellos conocían la jerarquía de dicho cargo y que éste se heredaba a aquel que en base a su estamento fuera el adecuado, sin embargo, esta costumbre trató de ser desaparecida por los españoles pues no podían permitir que existiera un poder por encima del de ellos. 33 Ibid. pp. 243. 34 Gibson, Charles. Los Aztecas bajo el dominio español. 11ª ed. Ed. Siglo XXI, México, 1991, pp. 169. 37 Así, las dinastías comenzaron a desaparecer, facilitando la imposición por parte de los conquistadores de nuevos gobernadores, bajo los cuales someterían al pueblo, en consecuencia, la participación política con tales actos se eliminó, lo cual era más que conveniente para los intereses españoles, el efecto de tales actos fue la desaparición en el gobierno de los verdaderos mexicas, los cargos que antes les pertenecían les fueron arrebatados y en su lugar, les fueron impuestas figuras que si
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