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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ECONOMÍA ECONOMÍA Y POLÍTICA DEL AGUA EN MÉXICO SECTOR AGRÍCOLA 1926-2000 T E S I S Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : L I C E N C I A D O E N E C O N O M Í A P R E S E N T A : Á L V A R O M E N D O Z A R O D R Í G U E Z ASESOR: M. EN C. JOSÉ GUILLERMO DOMÍNGUEZ YÁÑEZ M É X I C O , D . F . A G O S T O 2 0 0 8 Neevia docConverter 5.1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 ÍNDICE RESUMEN..........................................................................................................................5 INTRODUCCIÓN.............................................................................................................6 CAPÍTULO 1 UNA VISIÓN CONCEPTUAL DE UNA POLÍTICA DE IRRIGACIÓN 1.1. Una visión conceptual de la política de irrigación……………………………………11 1.1.1. El problema…………………………………………………………………… 11 1.1.2. Modelo de acumulación y la irrigación………………………………………..12 1.2. Corrientes teóricas que han influido en la política económica en México…………...15 1.2.1. La escuela neoclásica…………………………………………………………..15 1.2.2. La corriente keynesiana………………………………………………………..18 1.2.3. Escuela de la CEPAL……………………...………………………………….. 18 1.3. Interacción entre economía y naturaleza……………………………………………. 20 1.4. Surgimiento de nuevos paradigmas…………………………………………………. 22 1.5. Enfoque de la economía clásica……………………………………………………... 23 1.6. Enfoque neoclásico………………………………………………………………….. 24 1.6.1. La economía del bienestar………………………..……….…………………... 24 1.6.2. El costo social…………………………………...……….……………………. 25 1.6.3. El óptimo de Pareto…………………………………………………………….26 1.6.4. Enfoque de la teoría económica de gestión de los recursos no renovables…….26 1.6.5. La regla de H. Hotelling…………………………………………………...….. 26 1.6.6. La regla de extracción de Gray………………………….…………………...... 27 1.6.7. Consideraciones de la visión neoclásica………………….………………...…. 27 1.7. Enfoque ecológico…………………………………………………………………… 30 1.8. Enfoque crítico ecológico de la economía política………………………………….. 34 1.8.1. Mercancía y naturaleza……………………………………………………….. 34 1.9. La teoría a utilizar…………………………………………………………………… 36 1.9.1. El modelo de acumulación y las políticas públicas………...…….…………... 36 1.9.2. La interrelación de la economía y la naturaleza……………………………… 37 1.9.3. Modelo de acumulación y la irrigación……………………………………….. 38 Neevia docConverter 5.1 3 CAPÍTULO 2 RECURSOS HIDRÍCOS E INFRAESTRUCTURA HIDROAGRÍCOLA 2.1. El agua……………………………………………………….……………………… 42 2.1.1 Tipo de climas……………………………………………………………….. 42 2.2. Sistema hidrológico………………………………………….……………………… 43 2.2.1. Regiones hidrológico-administrativas………………………………………. 43 2.2.2. Disponibilidad natural media de agua………………………………………. 44 2.2.3. Precipitación pluvial……………………………….………………………… 45 2.2.4. Aguas superficiales………………………………..………………………… 46 2.2.5. Aguas subterráneas………………………………..………………………… 50 2.2.6. Aguas salobres, estuarinas y costeras……………..………………………… 52 2.3. Usos del agua………………..…………………………………………………….. 53 2.3.1 Uso agrícola………….…………………………….……………………….. 54 2.4. Infraestructura hidráulica……..…………………………………………………… 54 2.4.1. Principales presas de México………………………..…………………….. 55 2.4.2. Infraestructura hidroagrícola………………………..……………………… 58 2.4.2.1 Distritos de riego……………………………….…..……………………… 59 2.4.2.2 Unidades de riego…………………………………..…………………….. 61 2.5. El uso del agua en la agricultura……….……………….………………………… 62 2.6. Infraestructura hidroagrícola………………………….………………………….. 63 CAPÍTULO 3 EVOLUCIÓN DE LAS POLÍTICAS HIDROAGRÍCOLA EN MÉXICO 3.1. Modelo de acumulación y política hidroagrícola…………………..………………… 65 3.2. El riego durante el porfiriato……………………………………….……………….. 66 3.3 La formación del Estado-nación y su espacio económico………….……………….. 67 3.4. Las clases sociales y la Reforma Agraria…………………………………………… 69 3.4.1. Las clases sociales en el campo……………………………………………. .. 71 3.4.1.1 Ejidatarios……………………………………………………………………. 71 3.4.1.2. Minifundistas privados……………………………………………………… 72 3.4.1.3. Propietarios medianos………………………………………………………. 72 3.4.1.4. Grandes terratenientes………………………………………………………. 73 3.4.1.5. Jornaleros agrícolas…………………………………………………………. 73 3.4.1.6. Una visión de conjunto……………………………………………………… 74 3.5. Reforma agraria……………………………………………………………………… 76 3.6. Planeación del desarrollo nacional………………..………….…………………… 78 Neevia docConverter 5.1 4 3.7. Fase preparatoria de la expansión económica………………..………………….. 79 3.8. Las primeras acciones de irrigación. 1920-35……..……………………………. 80 3.9. El Cardenismo……………………………………...……………………………. 83 3.10. La obra de irrigación en el periodo 1940-1970………………………………….. 85 3.10.1. Creación de las comisiones por cuenca…………..….…….…………….. 88 3.10.2. Los problemas de la vejez………………………....…………………….. 90 3.10.3. La crisis agrícola y la irrigación…………………....……………………. 90 3.10.4. El capitalismo en la agricultura y la irrigación…....…………………….. 93 3.10.5. Un recuento………………………………………....……………………. 94 3.11. Crisis del modelo de acumulación sustitutivo de importaciones y la irrigación…... 97 3.12. Del milagro mexicano al desencanto generalizado…………………………….. . 101 3.13 El modelo de acumulación neoliberal y la irrigación………………………….… 103 3.14. Balance de las diversas políticas hidroagrícolas en México………………….…. 105 3.15. Política de tarifas del agua y la crisis de la política hidroagrícola………...….… 107 3.16. El neoliberalismo y la política hidroagrícola…………………………………… 110 3.16.1. Las reformas neoliberales en el sector hidráulico……………………… 112 3.16.2. La visión tecnócrata de las reformas en el sector hidroagrícola…...….. 113 3.17. Desarrollo de la política hidroagrícola actual……..…………………………… 116 3.18. Saldo de la primera fase del sector hidroagrícola, 1926-47……………………. 119 3.19. Saldo de la segunda fase del sector hidroagrícola, 1947-75……...……………. 120 3.20. Saldo de la tercera fase del sector, 1975-1982/88………………...……………. 121 3.21. Los saldos de la cuarta fase neoliberal, 1982/88- 2000…………..……………. 122 3.21.1. La inversión (privada y pública)………………………………..……... 123 3.21.2. Superficie incorporada al riego………………………………..……… 125 3.21.3. Transferencia de los distritos de riego a los usuarios…….….……….. 126 3.21.4. La inversión para la conservación……………………….….………… 127 3.21.5. La producción agrícola………………………………….….…………. 129 3.21.6. Uso sustentable del agua en la agricultura………………..…………… 130 CONCLUSIONES....................................................................................................... 132 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….. 143 Neevia docConverter 5.1 5 RESUMENLa presente investigación tiene como objeto analizar la naturaleza y características de las diversas políticas de irrigación que ha experimentado el país desde 1926 en que se constituyó la Comisión Nacional de Irrigación, hasta la actual política de orientación neoliberal, para esto se hizo el análisis a partir del modelo de acumulación, tratando de establecer el tipo y forma de nexos de estos dos aspectos. Una parte central del trabajo es analizar la forma de cómo han afectado a los distritos de riego (DR) y la unidades de riego (UR), las medidas que comprende el modelo de acumulación de corte neoliberal que desde la década de los ochenta se viene aplicando, así como tratar de acercarnos a las posibles perspectivas que se presentan en el mediano plazo para este sector. Es de interés especial en el trabajo analizar la actual situación de la irrigación en el país, sobre todo cuando se enfrentan dos situaciones que podrían generar un cada vez peor futuro para el país en cuanto a su capacidad de producción agrícola, me refiero a la dificultad para reactivar la capacidad de producción agrícola ante una cada vez mayor población, lo que nos lleva aún a una mayor vulnerabilidad económica ante las fluctuaciones del comercio internacional, pues por otro lado están las reformas estructurales que reducen la participación del Estado en la promoción activa del desarrollo económico sectorial, misma que nos orilla a una mayor dependencia económica y alimentaría con países desarrollados sobre todo con los Estados Unidos de Norteamérica. En el análisis del impacto real que ha generado el modelo de acumulación neoliberal en la actual política de irrigación se abordan en la parte final de esta investigación los siguientes aspectos, mismos que nos dan una mejor idea de la situación y sus perspectivas; a) la superficie bajo riego, b) la inversión, c) los distritos de riego, y d) la producción en el sistema de riego. En este trabajo, como queda establecido más arriba, el hilo conductor que se pretende desarrollar a largo de la tesis es la naturaleza que adoptan los diversos nexos entre el modelo de acumulación y las políticas de irrigación, de tal forma que al final se establecen algunos elementos propositivos que creo bien podrían mejorar la situación del sector agrícola en el país en relación con la irrigación nacional. Neevia docConverter 5.1 6 INTRODUCCIÓN De unos años para acá, se viene hablando insistentemente de los graves problemas acerca del agua, como son: la sobreexplotación de los acuíferos, contaminación del agua, baja calidad de las aguas subterráneas y superficiales, un limitado y deficiente tratamiento de las aguas residuales, baja eficiencia de las obras de riego, y una cada vez mayor escasez de este recurso natural. Todos estos problemas se vienen agudizando en tanto más uso se hace de este recurso, al grado de que se considera por algunos sectores de la sociedad como un obstáculo para el desarrollo económico del país, sin embargo, contradictoriamente también se manejó hasta antes de expresarse claramente el agotamiento del modelo de acumulación basado en la sustitución de importaciones en 1982, presuntamente lo grande que era nuestra obra hidráulica construida lo largo de los últimos 60 años, e incluso el lugar privilegiado de este sector a nivel mundial. De esta referencia contradictoria me surgió el interés por estudiar más de cerca sobre lo que ha sido la política de irrigación en el país, su impacto en el desarrollo económico, sus características, y sobre todo su real estado en que hoy se encuentra el subsector hidroagrícola. Para esto a continuación hago un breve y somero recuento de algunos aspectos relacionados con la problemática, a fin de contextualizar la investigación. Terminada la Revolución Mexicana, la agricultura y las obras hidráulicas están prácticamente rezagadas y destruidas, si comparamos los niveles alcanzados antes de ese movimiento social, por lo cual se emprendieron diversas acciones en el terreno organizativo y de la infraestructura por el Estado, impulsándose la Reforma Agraria y la creación de la Comisión Nacional de Irrigación en 1926, con la cual oficialmente y desde el poder público se da inicio a la construcción de los distritos de riego. A partir de los años cuarenta el desarrollo económico del país se basó en el impulso de la industrialización, misma que fue apoyada por el Estado a través de la creación de la infraestructura y la producción de algunos insumos estratégicos, generalmente a precios subsidiados. Y es también, cuando se constituye la Secretaria de Recursos Hidráulicos en 1947, dependencia a la que se le encomienda no sólo el apoyo a la agricultura, sino además en un orden prioritario el impulso de la industrialización y la creciente urbanización del país. Las tres primeras décadas de la posguerra se caracterizaron por un elevado y sostenido crecimiento de la producción del país, con una tasa anual en promedio del PIB de 6.3%, basado en el dinamismo industrial. El crecimiento de este sector, casi exclusivamente orientado a los mercados de consumo final, hizo que se polarizara hacia unas cuantas regiones, propiciando un acelerado proceso de urbanización que, aunado a una elevada tasa de crecimiento poblacional generó un desarrollo regional desigual. A partir de 1940 la producción agrícola comenzó a acelerarse rápidamente, con una tasa de crecimiento de 5.7% por año en promedio, y de ese modo durante los siguientes 25 años continuó. Sobresaliendo en esa expansión la producción de cultivos básicos como el Neevia docConverter 5.1 7 maíz y el fríjol ante la creciente demanda de la población, representando en ese momento el 80% del área bajo cultivo. La producción agrícola en las áreas de riego creció a un ritmo mayor, la superficie irrigada pasó de 1.2 millones de hectáreas en 1959 a poco más de 5 millones de hectáreas en 1982, aportando el 54% de la producción agrícola nacional.1 Para 1982, en las áreas de temporal, dedicadas principalmente al cultivo de granos básicos se registró una expansión menor. En 1982 participaron con el 73.4% de la superficie total cosechada y aportaron el 46% de la producción agrícola. Entre las décadas de los cincuentas y sesenta la rápida expansión de la economía, multiplica los requerimientos de agua, ante lo cual se trató de cubrir con la construcción de nuevas obras hidráulicas sin que se definieran las normas para aprovechar el recurso y al mismo tiempo proteger los acuíferos del país, lo cual con el paso del tiempo desembocó en problemas de escasez, desperdicio y creciente contaminación. A mediados de los setentas el modelo de desarrollo económico seguido hasta entonces, empieza a dejar de responder a la realidad nacional e internacional. Las condiciones favorables del mercado petrolero mundial se revierten, y al agudizarse la vulnerabilidad externa de la economía mexicana, desencadenan en 1982 una crisis caracterizada por una excesiva y onerosa deuda externa, elevados déficit fiscal y de balanza de pagos, además de fuertes presiones inflacionarias como reflejo de profundos desequilibrios macroeconómicos estructurales. Con los efectos de la crisis, los recursos financieros se fueron haciendo cada vez más insuficientes, que aunados a la política de reducción del déficit fiscal, los programas de ampliación de la infraestructura hidráulica fueron afectados notablemente, la política en este sector tomaba un giro drástico cuando a partir de 1982 empezó a enfocarse principalmente al mantenimiento y conservación de la obras existentes y a promover un uso más eficiente del agua. Es decir, se iniciaba el retiro de las políticas de fomento económico del Estado.2 En los años ochenta se inicia una serie de cambios en el modelo económico del país, con los cuales también se inicia una serie de reformas en el rumbo de la política hidráulica, en particularla orientada a la agricultura, destacando entre otros la reducción notable de tareas de construcción estratégica, situación que motiva esta investigación, toda vez que según estimaciones del ingeniero Adolfo Orive Alba, a inicios de los de los años setenta del 100% de la superficie posible de convertir el superficie con riego en el país, sólo el 30% se había logrado construir, significando entonces que el otro 70% quedaría a la deriva o en manos de la iniciativa privada, situación que nos expondría en un futuro no muy lejano a mayores dificultades en el sector agrícola del país.3 1 SARH, “Programa Nacional de Aprovechamiento del agua 1991-1994”, Diario Oficial de la Federación, México, 5 de diciembre de 1991, pp. 21-22. 2 SARH, Op. cit., p. 22. 3 Orive Alba, Adolfo. La irrigación en México. México, Grijalbo, 1970, p. 235. Neevia docConverter 5.1 8 Esto último contrasta con opiniones como las del mismo Banco Mundial (BM), cuando éste alerta sobre el debilitamiento de la infraestructura básica nacional, con la reducción del gasto público.4 En síntesis, el planteamiento anterior contiene dos aspectos que en la investigación pretendo explorar, por un lado el impacto que la nueva política hidráulica de orientación neoliberal está generando en la agricultura del país, y en segundo lugar contar con los elementos que permita llegar a caracterizar las diversas políticas hidráulicas. La revisión de las políticas hidroagrícolas, que planeo realizar en el periodo que va de 1926 al 2000, para encontrar los vasos comunicantes entre el desarrollo económico y social con las políticas hidroagrícolas en el país, considerando que es en 1926 cuando se inicia institucionalmente los trabajos de estudio, planeación, organización y ejecución de las obras hidráulicas más importantes del siglo XX. Este estudio considera a la política hidroagrícola seguida en el país, como resultado del proyecto nacional surgido de la Constitución de 1917, pero además en íntima relación con las diversas etapas del desarrollo capitalista del país. En la década de los ochenta, en plena reforma del modelo de acumulación keynesiano, el sector hidráulico queda en manos de un organismo desconcentrado denominado Comisión Nacional del Agua (CNA) desapareciendo así la Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), con lo que se inicia con esta reforma administrativa una nueva etapa de la política de irrigación, de la que resalta entre otros aspectos la reducción de la inversión en obras en este sector, y como ejemplo está el hecho de que en 1991 la inversión estuvo en un nivel de 878.9 millones de pesos, y para el 2000 se redujo a 339.8 millones de pesos.5 El agotamiento del modelo de acumulación seguido hasta los ochenta, y la transición a un nuevo modelo de corte neoliberal, viene generando un giro en la política hidroagrícola, concentrada en el impulso de la descentralización, desregulación y privatización, aspectos que son de mi interés conocer más de cerca y motivo de esta investigación, pues son cada vez más insistentes los comentarios en el sentido de que esas nuevas orientaciones neoliberales están empujando a una riesgosa situación de debilitamiento y vulnerabilidad del subsector hidroagrícola. El estudio que a continuación expongo está planteado a fin de ubicar las distintas fases históricas en las que se ha desenvuelto la irrigación en el país, conocer su dinámica y su interrelación con el modelo de acumulación, sus etapas, sus características sus avances y obstáculos. Un segundo elemento que manejo en este trabajo, tiene la clara intención de retomar la parte política de la economía, al considerar que el desarrollo nacional no es una 4 La Jornada, 3 de febrero de 2001, p. 18. 5 Sexto Informe del Gobierno Federal, México, 2000, p. 163. Neevia docConverter 5.1 9 aspiración general y absoluta, una aspiración abstracta, sino que obedece a la aspiración de los hombres y mujeres de un periodo histórico, por lo cual admitiendo la existencia de la lucha de clases como una realidad vigente, entonces implícitamente considero el espacio en que se da el uso y la gestión del agua en la actividad agrícola como un espacio de conflicto y lucha por su aprovechamiento y control. Es decir, esta investigación intenta pensar la economía como economía política, volviendo a las preguntas básicas como son ¿qué se produce?, ¿cómo se produce? y ¿para quién se produce? Y en este sentido, el análisis que hago del periodo de esta investigación, contiene algunas referencias a los conflictos sociales que en el espacio del uso y la gestión de agua se han presentado. Objetivos: Sobre la base de las anteriores consideraciones, esta investigación contiene los siguientes objetivos: 1.- Estudiar las diferentes políticas hidroagrícolas, que se han llevado cabo desde 1926 al 2000 en México, sus características, sus fines, resultados y obstáculos. 2.- Conocer las características del sector hidráulico en el período neoliberal y sus perspectivas. 3.- Identificar los elementos o los factores a través de los cuales un modelo de acumulación se interrelaciona con una política de irrigación. 4.- Analizar la viabilidad de que la superficie posible de convertir en área con riego, que es algo parecido a 6 millones de hectáreas, se logre mediante el actual modelo neoliberal. 5.- Estudiar el impacto económico del sector hidroagrícola neoliberal en país. 6.- Indagar los resultados de la transferencia de los distritos de riego. La hipótesis que se plantea en el trabajo, es que las diversas políticas hidroagrícolas impulsadas por el Estado mexicano entre 1926 y el 2000 han generado diferentes resultados, por un lado, un crecimiento vertiginoso de la agricultura nacional entre los años treinta y los sesenta, pero por otro ha ocasionado en forma acumulativa diversos problemas que han dado lugar a una crisis crónica de la agricultura a partir de mediados de los sesenta, así como una crisis en el subsector hidroagrícola, con un déficit en la construcción de la infraestructura en el sector, un severo deterioro de lo construido, subutilización de muchas otras obras, desigual distribución de las obras de riego en la geografía nacional, un excesivo gasto estatal en la administración y operación de las obras de riego; todo causado por tres factores fundamentales aunque posiblemente con un peso específico diverso: a) en primer lugar, por la característica que asumió el desarrollo del capitalismo en nuestro país, como tardío y dependiente; b) en segundo lugar por las características de los modelos de acumulación seguidos desde los años veinte, las que considero han influido para que las Neevia docConverter 5.1 10 políticas públicas como son las de irrigación adopten una orientación y dinámicas específicas. En tercer lugar, por la presión política y económica de algunos grupos sociales, que al actuar a favor o en contra de ciertas políticas de irrigación, éstas se desenvuelven discrecionalmente. El presente trabajo comprende tres capítulos y un apartado de conclusiones, los cuales pretenden aportar los elementos que ayuden a alcanzar los objetivos establecidos, en el primer capítulo titulado “Una visión conceptual de una política de irrigación”, se pretende lograr una base teórica que permita abordar el estudio de una política pública específica, así como del modelo de desarrollo o acumulación, así también, en este capítulo intento una aproximación a un enfoque conceptual que me permita establecer con claridad los nexos o vasos comunicantes entre la esfera de la economía y la naturaleza , aspecto que por cierto, fue lo que más tiempo me llevó desarrollar. En el segundo capítulo, se integran una serie de datos acerca de los recursos hídricos y de la infraestructura hidroagrícola con los que cuenta el país.En el tercer capítulo hago una revisión histórica de la irrigación, desde la etapa porfirista hasta el año 2000. En este capítulo intento resolver cada una de las interrogantes que motivaron la investigación, así por ejemplo trato de establecer la interrelación entre el modelo de desarrollo primario exportador y las políticas de irrigación en 1926, de igual forma para el caso del modelo de acumulación basado en la sustitución de importaciones (1940-1982)y el neoliberal. En el mismo capítulo presento las fases que considero se han dado en el sector hidroagrícola, así como los criterios para establecer estas fases. Un elemento adicional en el capítulo es la forma en que se ha desenvuelto el modelo de acumulación neoliberal, así como los saldos de este en el sector hidroagrícola. Finalmente, en el último apartado se sintetizan las principales conclusiones y resultados del estudio, al mismo tiempo que presento algunas opiniones y propuestas que considero serían validas para el sector hidroagrícola y para el país. Neevia docConverter 5.1 11 CAPÍTULO 1 UNA VISIÓN CONCEPTUAL DE UNA POLÍTICA DE IRRIGACIÓN 1.1. Una visión conceptual de la irrigación Intentar presentar un marco teórico y conceptual para fundamentar un análisis de la política hidroagrícola seguida en el país, presenta una serie de dificultades, principalmente porque el objeto de estudio es un fenómeno que en los últimos años interrelaciona dos sistemas, el económico y el ecológico, y este tipo de fenómenos son de reciente integración para su análisis en el campo de la ciencia económica, lo cual implica escaso y diferenciado desarrollo teórico para abordar este tipo de problemas. Por esta razón, antes de presentar una aproximación de marco teórico, expondré en forma resumida el problema que motivó esta investigación, a fin de esclarecer lo más posible, la naturaleza del marco teórico necesario, para abordar este tipo de fenómenos. 1.1.1. El problema En los años ochenta se inicia un cambio en el modelo de acumulación en México, con el cual se inauguran también una serie de reformas en la política hidráulica, en particular la orientada al sector agrícola, destacando entre otros la reducción notable de la inversión pública en infraestructura y la privatización del sistema de riego nacional, situación que contrasta con el hecho de que del 100% de la superficie posible de ser de riego en el país, sólo el 40% se había logrado irrigar para fines de los años noventa, significando entonces que el otro 60% quedaría a la deriva o en manos de la iniciativa privada, situación que nos expone en un futuro inmediato a mayores dificultades en el sector agrícola y un gran impacto negativo para lograr el desarrollo nacional. Planteado así el problema, implica dos planos teóricos para poder abordar este tema, por un lado, el relativo a la relación, modelo de acumulación y el Estado, y por otro la relación entre economía y recursos naturales. Estos dos planos están presentes en la medida en que el objeto de este estudio compromete el análisis de la interrelación de la forma del uso y gestión del agua en la agricultura en un contexto de un modelo de acumulación específico. El presente trabajo se realizó para poder conocer la dinámica y las características de la política hidroagrícola que en el país ha aplicado, sobre todo la que se viene desarrollando actualmente. Para esto, se realizó una revisión histórica de la política hidroagrícola pasada, pues muchos de los cambios que se llevaron a cabo en la década de los años ochenta, fueron resultado del estado en que se encontraba todo lo realizado con anterioridad. Como puede observarse entonces, analizar la política hidroagrícola o la forma del uso y la gestión del agua en el sector agrícola, nos lleva sobre todo actualmente a un punto en que el recurso natural (el agua) es asumido como un recurso cada vez más escaso y contaminado, por lo cual el problema adopta un perfil en que la política hidroagrícola debe verse en un perspectiva de sustentabilidad, entendiendo con esto como la ruta del progreso Neevia docConverter 5.1 12 humano que satisfacen las necesidades y aspiraciones de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades6, por esto, el marco teórico entonces no sólo deberá sostener un estudio de simple desarrollo sin adjetivos sino de desarrollo sustentable. Por esto, el problema central de este trabajo obliga a integrar los planos teóricos, por un lado el referido a la teoría que dan cuenta de la dinámica del modelo de acumulación y de las teorías que han influido en las políticas económicas y por otro las teorías que intentan explicar la relación metabólica entre la economía y los recursos naturales. México, como casi todos los países latinoamericanos, ha vivido la influencia del pensamiento económico de corte neoclásico. Así, en la década de los treinta y cuarenta del siglo XX se disponía sólo del neoclasicismo y el keynesianismo para fundamentar la política económica. Siendo hasta finales de los cuarenta que surgió la corriente económica impulsada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que se propuso desarrollar una teoría acorde a la realidad latinoamericana para superar el subdesarrollo. Así, para la década de los ochenta, un nuevo conjunto de teorías que tienen en común el rechazo a la intervención estatal en la economía, la idea del hombre racional y la confianza en el carácter asignador del mercado, nuevamente se imponen como la corriente principal, a fin de superar los obstáculos que a la acumulación de capital se le presentan, es decir, el neoliberalismo cuyo eje teórico, el monetarismo, es quien está conduciendo la política económica en países como el nuestro. 1.1.2. Modelo de acumulación y la irrigación Al inicio de esta investigación, me propuse analizar las políticas hidroagrícolas en México, partiendo de éstas mismas, pero al ir avanzando me saltaba a cada rato la imperiosa necesidad de analizar y con ello aclararme lo relativo a las políticas públicas, como es el caso de las políticas de irrigación, lo cual implicaba contextualizar su existencia, y esto al final me llevó al concepto de modelo de acumulación, es decir, para abordar el fenómeno de la irrigación en un momento y lugar especifico, si es que quiero apropiarme de mi objeto de estudio, necesariamente implica ampliar el estudio a un nivel que contemple el modelo de acumulación, pues solo a partir de este sería posible aclararme el marco en que se da la génesis y evolución de las políticas de irrigación. Así entonces en las siguientes líneas presento una visión conceptual del modelo de acumulación, y su relación orgánica con las políticas de irrigación que de aquel se desprenden. Por principio, parto de una visión mas totalizadora, una visión del sistema mundo, en tanto que como dice el investigador Héctor Guillén Romo en su libro Orígenes de la crisis en México 1940-1982. Existe un proceso productivo mundial del cual las economías nacionales forman parte. Este proceso estructurado y jerarquizado, resultado de la acumulación de capital a escala mundial, implica la evolución de dos polos y realiza dos tipos de desarrollo: uno en el centro dominante y otro en la periferia dominada. 6 Gómez, Carlos Mario. Desarrollo sostenible y Gestión eficiente de los Recursos Naturales en Análisis económico y Gestión de Recursos Naturales. España, Alianza Economía, 1994, p. 73 Neevia docConverter 5.1 13 No nos cansaremos de repetir que la génesis del subdesarrollo se explica por la integración de las economías precapitalistas al proceso de desarrollo capitalista a escala mundial. El subdesarrollo de estas economías sólo es el resultado de esta integración. Luego entonces, todo intento de explicar el subdesarrollo por sí mismo, separándolo dela evolución de la economía mundial y de las necesidades de los centros dominantes, no llegará nunca a captar su génesis.7 Con este enfoque, hablar del modelo de acumulación capitalista, en tanto motor de la economía en un nivel de totalidad, nos permite llegar a comprender la naturaleza de sus dos lógicas o dos articulaciones, por un lado la articulación interna, en la que se interrelacionan las diferentes franjas que dan su naturaleza a la economía nacional, me refiero a las franjas capitalistas y las no capitalistas, y por otro, a la articulación global mundial, esto es, a la interrelación de países del centro dominante y a los países periféricos dominados en el sistema mundial.8 Con esta visión conceptual del modelo de acumulación que reflexiona José C. Valenzuela Feijóo, ubicamos que entonces un patrón o modelo de acumulación es: … una forma históricamente delimitada de la reproducción capitalista, lo que supone una unidad específica entre formas específicas de acumulación, producción y realización de la plusvalía y (en América Latina) una articulación específica del polo dominante interno con las formas precapitalistas (y capitalistas) subordinadas, y también una articulación determinada con los centros capitalistas dominantes. 9 Con esto no sólo estaríamos tratando de ubicar un modelo de acumulación en un proceso histórico sino demás espacial o geográfico. Véase el siguiente modelo: Modelo 1 Articulación de sus componentes. Modelo de acumulación Articulación global, centro-periferia. Fuente: Valenzuela Feijóo, José. ¿Qué es un patrón de acumulación?, México, UNAM, 1990, pp. 64-65. Bajo esta concepción, el modelo de acumulación nos lleva entonces a una mayor especificidad con la actuación de esos dos niveles, mismos que vamos a encontrar articulados bajo la dinámica de la acumulación del capital, el cual podemos muy bien representar por el ciclo del capital dinero, desarrollado por Marx en el tomo II de El Capital, y que podemos ver de la siguiente forma: 7 Guillén Romo, Héctor. Orígenes de la Crisis en México 1940-1982. México, ERA, 1985, p. 83 8 Valenzuela Feijóo, José ¿Qué es un patrón de acumulación?, México, UNAM, Facultad de Economía, 1990 p. 65 9 Valenzuela Feijóo, José. ¿Qué es…Op. cit., p.65. Neevia docConverter 5.1 14 Modelo 2 FT D-M- …P…-M’-D’ MP Este nivel de representación de la dinámica de la acumulación nos haría llegar a la forma más concreta en que se da la producción, cuando la misma teoría marxista nos da las claves para apropiarnos de los componentes sectoriales de la producción misma e incluso de aquello componentes adicionales necesarios para realizar la acumulación de capital, me refiero al sector improductivo, como se puede observar en el siguiente modelo: Modelo 3 Departamento I Sectores productivos medios de producción Departamento II Modelo de Bienes de consumo acumulación comercio Sectores improductivos financiero Estatal Fuente: Valenzuela Feijóo, José. ¿Qué es un patrón de acumulación?, México, UNAM, 1990, p. 70 Uno de los meritos de la corriente del pensamiento económico de la CEPAL, como más arriba lo vimos, es el hecho de intentar desarrollar líneas de reflexión sobre el desarrollo de los países de América Latina a partir de las particularidades que encierran estos países, pues para estos el desarrollo capitalista clásico es imposible, cuando el momento de la inserción de los mencionados países a la orbita del capitalismo mundial se da cuando los países más desarrollados están transitando la fase monopolista e imperialista, de tal forma que a unos le va tocar ser parte del centro dominantes y a otros la periferia dominada. Por todo esto, vamos a asumir que países como México, han transitado por tres modelos de acumulación, en primer lugar está el primario-exportador (1870-1935/40), en segundo lugar el modelo basado en la sustitución de importaciones (1940 -1982). Y por último el modelo secundario exportador en su variante neoliberal (que inicia en 1982).10 10 Valenzuela Feijóo, José. El Capitalismo mexicano en los ochenta. México, ERA, 1986, p. 28. Neevia docConverter 5.1 15 Con la anterior visión conceptual establezco entonces que en cada uno de los modelos acumulación que el país ha experimentado, se ha presentado una forma específica de política hidroagrícola, así es el caso en que, cuando el modelo de acumulación es el primario exportador, el periodo 1870-1920 en que el desarrollo económico es asumido como un proceso espontáneo y por tanto al que no se debe prestar atención, dada la concepción de que el mercado es el instrumento ordenador y el que da equilibrio al sistema económico. De ahí que durante el porfiriato, la gestión del agua en la agricultura se dejó en manos de los particulares, los hacendados latifundistas, y de igual forma cuando en los primeros intentos posrevolucionarios de llevar a cabo las políticas de irrigación, estas se orientan en continuar apoyando la producción agrícola para reactivar el modelo de acumulación primario exportador, aunque más claramente tendiente a la industrialización con la CNI (1926). En este momento al agua se le concibe como un bien comunal. Fue la crisis económica del 29, y los desequilibrios que generó posteriormente junto con la II Guerra Mundial, que el modelo anterior se colapsa y deja su lugar para el arribo de un nuevo modelo de acumulación, cuya dirección claramente de industrialización se fue articulando en una dinámica de sustitución de importaciones y amplia participación del Estado, tanto en la conducción como en la participación en diversos sectores de la economía nacional, para esto, la CNI se transforma en la Secretaria de Recursos Hidráulicos (1947) aspecto no casual, pues al final la industrialización obligaba que la política hidráulica estuviese en concordancia con ello. En la fase final del agotamiento de modelo de acumulación basado en la sustitución de importaciones, el sector agrícola está en profunda crisis desde mediados de la década de los sesenta, por lo cual, una a una de las funciones que venia jugando este sector, se van colapsando, así por ejemplo, el sector deja de proveer de alimentos e insumos a las urbes e industrias, por lo que se inicia una creciente importación de esto productos, y con ello, la generación de divisas también entra en una tendencia a reducirse. En este contexto los grupos de poder en un intento por reactivar al sector agrícola y con ello a la economía en su conjunto, para 1977 la (SRH) se transforma en la Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) teniendo como antecedente diversos intentos por desarrollar planes hidráulicos regionales y nacionales. De alguna forma este será el último intento por llevar a cabo medidas estatistas para reactivar y recomponer el rumbo de la política hidroagrícola, que en mucho fue la causa de la profunda crisis del sector agrícola del país. La crisis del modelo de acumulación basadoen la sustitución de importaciones (1976-82), paulatinamente va dejando su lugar a uno nuevo que es caracterizado como secundario exportador en su variante neoliberal y, como se señaló más arriba, con este nuevo modelo también se produce una nueva política de irrigación, ahora conducida por una nueva institución, la Comisión Nacional del Agua (CNA). 1.2. Corrientes teóricas que han influido en la política económica en México 1.2.1. La Escuela neoclásica El nacimiento de la Escuela Neoclásica se da en el último tercio del siglo XIX. Siendo tres los teóricos más importantes de esta Escuela, León Walras (1834-1910), Neevia docConverter 5.1 16 Stanley Jevons (1835-1882), Alfred Marshall ( y Carl Menger (1840-1921), estos autores aparecen como los fundadores de la corriente neoclásica, mismos que rompen con la escuela clásica, representada por Adam Smith (1723-1790) y David Ricardo (1772-1823), mientras estos ponían el acento en los problemas de la acumulación de capital, el crecimiento y el porvenir general del sistema económico, los neoclásicos, por el contrario partían a menudo del supuesto de una oferta dada de factores de producción, estudian cómo los agentes económicos pueden proceder a la mejor utilización posible de tal factor de producción disponible en cantidad fija. Así, el objetivo esencial del estudio es la asignación óptima a usos alternativos de un factor determinado. La teoría clásica es remplazada por un razonamiento en términos de equilibrio general dentro de un cuadro esencialmente estático donde el problema es encontrar modalidades de asignación de los factores raros. La escasez se vuelve el concepto económico fundamental y se viene abajo la hipótesis de reproducción de un sistema propia del análisis clásico, que se situaba en una perspectiva temporal diferente.11 Es decir, definen a la economía como la ciencia de la asignación óptima de recursos escasos, mismos que había que expresar en precios. Además, esta ciencia debería ser libre de valores normativos, para ello la economía debería ser deductiva, partir de axiomas (por ejemplo, el concepto de hombre racional) deducir teoremas y ser aplicadas a la realidad, pero no para verificar sino para decir a los hombres las deficiencias de su acción no racional. En esta lógica, parten del supuesto del actor racional, del supuesto de que los hombres buscan siempre maximizar sus beneficios, para lo cual deben contar con la información completa del mercado, y de las intenciones de los otros agentes. Otra diferencia que vale la pena traer a este espacio es en cuanto a la concepción del valor. Para los clásicos, el valor de un bien deriva de sus características intrínsecas, objetivas (teoría objetiva del valor). Para los neoclásicos, el valor de un bien se fundamenta en la aptitud que tiene éste para satisfacer las necesidades de los individuos (teoría subjetiva del valor). Con el marginalismo, se negó al trabajo como única fuente del valor, pasando a considerar a ese valor como utilidad en primera instancia, utilidad subjetiva por parte de los valores de uso, vinculados a un precio según su capacidad de satisfacer necesidades subjetivas cuyo reflejo se daría en el mercado según la oferta y la demanda. Es decir, el objeto de la economía pasó del proceso de producción a centrarse en el mercado. Esto de alguna manera es explicado por la poca importancia que la economía política le había dado al valor de uso y al mercado, sin embargo, esta corriente por su concepción se paso al otro extremo, a la exclusión del campo de la producción. En esta escuela se constituyeron tres variantes que desarrollaron diversos aspectos de la teoría, así la escuela de Viena representada por Menger, desarrolla la teoría de la unidad marginal, entendida como el suplemento de utilidad o satisfacción que aporta a un individuo dado una unidad suplementaria del bien que consume. La escuela de Lausana representada por León Walras y Wilfredo Pareto, desarrolla la teoría del equilibrio general, en la cual se analiza cómo en un sistema económico complejo con diversos agentes, factores y mercados de diferentes bienes, puede haber una 11 Guillén Romo, Héctor. Orígenes de la Crisis en México 1940-1982, México, ERA, 1985, pp. 19-23. Neevia docConverter 5.1 17 determinación simultánea de las diferentes variables económicas, tanto de precios como de cantidades. Y por otro lado, la escuela de Cambridge, representada por Alfredo Marshall, quien desarrolla la teoría del equilibrio parcial, en la cual se analiza cómo una perturbación inicial se difunde al resto de la economía, suponiendo que los efectos de retroalimentación son débiles y pueden ser ignorados.12 Todos estos son fervientes promotores del liberalismo y, en general defensores del capitalismo, pero fue F. A. Hayek, perteneciente a la escuela de Viena, quien fue el principal enemigo intelectual de Keynes. Después de la Segunda Guerra Mundial y en base a la concepción de Hayek se desarrolla una nueva corriente que va ser conocida después como monetarista, cuyas elaboraciones van a estar en contra de la proposiciones centrales del análisis neokeynesiano. Esta corriente monetarista, critica el segundo lugar que a la moneda le dan los modelos neokeynesianos. Según los monetaristas, en los modelos keynesianos la moneda no tiene importancia, lo cual rechazan, pues éstos consideran que la moneda tiene importancia extrema y más particularmente, cuando para los monetaristas la inflación es un fenómeno esencialmente monetario que tiene su origen en el crecimiento de la masa monetaria. Para ellos hay una relación directa entre la variación del stock de moneda y la variación del nivel general de precios. A partir de ello la moneda se vuelve la variable estratégica de la coyuntura. Las fluctuaciones cíclicas de la producción son una resultante de la modificación de la cantidad de moneda. Los monetaristas cuestionan la eficacia de la política presupuestal, piensan que conduce únicamente a efectos que se compensan entre el sector público y el sector privado. Dicho de otra manera, piensan que el aumento de gastos públicos será acompañado de una disminución de la demanda privada. Por el contrario, la política monetaria considerada como la modificación del stock de moneda es un instrumento extremadamente poderoso para actuar sobre la coyuntura. A este respecto, hay que señalar que Milton Friedman, principal teórico de la escuela monetarista, es hostil a cualquier intervención política sobre la coyuntura. El profesor de Chicago preconiza que la tasa de crecimiento de la cantidad de moneda debe ser tan próxima como sea posible a la tasa de crecimiento prevista del producto nacional bruto real, con el fin de evitar todo cambio artificial de los precios y, por lo tanto, toda inflación y toda deflación. Anotándose aquí un argumento de imprecisión. Otro punto de diferencia entre monetaristas y keynesianos es sobre la inestabilidad o estabilidad de la economía capitalista, pues los monetaristas rechazan la tesis de la inestabilidad de la economía capitalista. Piensan, por el contrario, que el sistema es muy estable y capaz de absorber bien los choques exógenos que tendrían tendencia a alejarlo de su posición de equilibrio de pleno empleo. Los monetaristas afirman que si el funcionamiento del sistema no es contrariado, tiene tendencia a regresar espontáneamente al equilibrio de pleno empleo a más o menos largo plazo, es decir, el sistema regresa a la situación de equilibrio general, definido como el equilibrio simultáneo en todos los mercados, sin excluir el mercado del empleo. Los monetaristas niegan la capacidad del Estado para regular la coyuntura. Por el contrario, piensan que la acción del Estado sobre la coyuntura está el origen de numerosos desequilibrios. 12 Guillén Romo, Héctor. Orígenes… Op. Cit.,pp. 20-21. Neevia docConverter 5.1 18 Conviene recordar que el monetarismo de Friedman ha conocido dos etapas, en la primera, predicó la política monetaria contra la presupuestal. En la segunda etapa, los monetaristas asumieron una mayor actitud hostil a la intervención del Estado, para ellos, el arma monetaria es demasiado poderosa y hay el riesgo de que se vuelva desequilibrante. La política de regulación en sí misma es concebida no sólo como inútil sino como peligrosa y contraria a las reglas más elementales de una economía liberal. Según Friedman la acción del Estado debe reducirse a definir una norma de progresión del stock de moneda compatible con el crecimiento de la producción y respetarla siempre. La economía privada, cuando se desenvuelve sola, es fundamentalmente estable. 1.2.2. La corriente keynesiana La crisis de los años treinta del siglo XX fue violenta, caracterizándose por ser de sobreproducción, pues ante un desarrollo rápido de la productividad del trabajo después de la Primera Guerra Mundial, el modo de vida de los asalariados no cambiaba con relación al siglo XIX, se hablaba de un exceso de producción con respecto a la demanda solvente. Se había generado un exceso de producción en un contexto de compresión de la demanda y de propensión a consumir cuyo resultado fue un desequilibrio importante que afectó a la inversión neta. Del diagnóstico se deducía directamente el remedio; aumentar la propensión a consumir gracias a una reactivación de la demanda global. Esta fue una de las más importantes proposiciones de John Maynard Keynes (1883-1946), quien dota al Estado de una función de regulación macroeconómica, es decir, de una función de regulación global.13 Keynes admite e impulsa la intervención del Estado, ya que reconoce una falla de los mecanismos del mercado para la regulación global, la determinación del nivel de inversión y del empleo. Pero limita el papel del Estado a la regulación global, ya que supone que los mecanismos del mercado no fracasan para resolver el problema de la asignación de los recursos. Para Keynes, la intervención del Estado es una excepción necesaria al buen funcionamiento de la economía, cuya iniciativa privada es aún la regla directriz. El Estado debe suplir la deficiencia de la iniciativa privada, incapaz de asegurar un nivel de inversión global que conduzca al pleno empleo. Sin embargo, una vez que, gracias a una generalización bastante completa de las inversiones, se llegue al pleno empleo o casi, la teoría neoclásica recuperará todos sus derechos. El enfoque keynesiano, que supone que la economía capitalista tiende a la inestabilidad, es decir, a un exceso o a una insuficiencia de demanda global según el caso, el Estado debe intervenir practicando políticas presupuestales de estabilización para intentar alcanzar el nivel de demanda compatible con el pleno empleo sin inflación, enfoque contra el cual siempre se ha manifestado la ortodoxia neoclásica. 1.2.3. Escuela de la CEPAL En los momentos en que se desarrolla el keynesianismo, en América Latina se constituye una corriente de pensamiento económico cuya intención es intentar analizar la 13 Guillén Romo, Héctor. Orígenes…Op. cit., p. 17. Neevia docConverter 5.1 19 causa de la inflación en los países latinoamericanos, pues por principio esta corriente rechaza la tesis de que la inflación latinoamericana es resultado de un desorden financiero y monetario (déficit fiscal, déficit de la balanza de pagos, expansión monetaria), los cuales son considerados como faltas o vicios de la conducta económica y financiera del gobierno. Para los economistas de la CEPAL la causa de la inflación no debe buscarse en el dinero que sale del Banco Central ni en las decisiones tomadas por el ministerio de finanzas, sino a factores estructurales. Si es verdad que la inflación para materializarse y propagarse requiere la implementación de una cierta política económica, esto no quiere decir que en esta última se encuentren todas las causas que explican por qué los gastos del gobierno superan a su ingreso, por qué la demanda de divisas supera la oferta y cuál es la razón de los diferentes desequilibrios que están en el origen de la inflación.14 Raúl Prebisch, uno de los más importantes representantes de la CEPAL, señala que en la realidad latinoamericana hay factores estructurales muy poderosos que conducen a la inflación y para luchar contra estos factores la política monetaria (disminución del ingreso global, disminución del ritmo de crecimiento) es completamente impotente. Pues considera que esas políticas ortodoxas de estabilización dejan de lado los fenómenos de vulnerabilidad estructural que caracteriza a las economías latinoamericanas. Juan F. Loyola, padre del estructuralismo latinoamericano, al igual que Raúl Prebich, considera que la inflación no es un fenómeno monetario, sino un desequilibrio de carácter real del funcionamiento de la economía, un problema de origen estructural, pues para Loyola la inflación …es un problema específico y diferente en cada país latinoamericano, incluso si se pueden encontrar rasgos comunes en todos los países. Para analizarla, hay que tomar en consideración todos los elementos que sea capaces de originar desequilibrios en el sistema económico. Estos elementos pueden ser de naturaleza estructural (distribución de la población por ocupación y diferencias de productividad entre sectores de la economía), dinámica (diferentes ritmos de crecimiento entre los sectores productivos) e institucional (comportamiento del sector público y privado). Noyola combina estos elementos en un pequeño esquema en el cual distingue dos hechos diferentes: las presiones inflacionistas fundamentales y los mecanismos de propagación. Las presiones inflacionistas fundamentales tienen su origen a menudo en desequilibrios de crecimiento situados casi siempre en dos sectores: el comercio exterior y la agricultura. Los mecanismos de propagación pueden ser variados pero de costumbre se reduce a tres tipos: el mecanismo fiscal, el mecanismo de crédito y el mecanismo de reajuste de precios e ingresos.15 Esta corriente económica asume su posición respecto a la inflación así: 1. Si la alternativa a la inflación es el estancamiento o el desempleo, hay que escoger la primera, es decir, la inflación. 2. Lo más grave de la inflación no es el aumento de precios en sí mismo, sino sus consecuencias sobre la distribución del ingreso y las distorsiones que origina entre la estructura productiva y la estructura de la demanda. 14 Guillén Romo, Héctor. Orígenes… Op. cit., p. 24. 15 Guillén Romo, Héctor. Orígenes… Op. cit., P. 25. Neevia docConverter 5.1 20 3. Se debe luchar contra la inflación gracias a diferentes instrumentos de política económica (política fiscal progresiva, control de precios, aprovisionamiento, etcétera) más bien que con la política monetaria.16 Un merito importante de esta Escuela es el hecho de que buscó desarrollar una teoría a partir de la realidad latinoamericana, evitando seguir con el enfoque de “importar” los modelos sobre la inflación. 1.3. Interacción entre economía y naturaleza El problema económico que se presenta al observar la interacción entre la economía y el medio ambiente, asume el escenario de la posibilidad de que al continuar el desarrollo económico (en este caso agrícola) haciendo un uso y gestión del agua para ello, como se ha venido haciendo hasta ahora, puede hacer llegar a un punto en que ya no sólo la escasez sino la ausencia del recurso natural (el agua) limite el desarrollo económico, por tal razón este problema que al final asume una dimensión mundial, ha generado una nueva situación que en los últimos años ha adoptado la intencionalidad de lograr un desarrollo sustentable, es decir, un desarrollo económico que haciendouso de los recursos naturales, asimismo asegure que las generaciones futuras también gocen de sus beneficios. Ahora bien este problema, en nivel y ámbito que en este trabajo interesa, que es el relativo al uso y gestión del agua en la agricultura, a continuación presento los elementos básicos del diagnóstico que de este asunto tienen los círculos oficiales en el país. Para que de ahí, podamos ir con más claridad a las referencias teóricas posibles u existentes. Como parte de los cambios estructurales que se vienen llevando desde los años ochenta, me refiero a la aplicación del modelo de desarrollo de corte neoliberal, Fernando Sánchez Ugarte miembro de los grupos que en el país vienen diseñando las reformas neoliberales en los distintos sectores y áreas, presenta un diagnostico del problema económico que desde su punto de vista tiene el uso y la gestión de las aguas nacionales. El cual señala que contiene tres aspectos: 1. El relativo a la escasez del agua y su asignación al uso más eficiente, 2. El asociado al financiamiento de las obras de infraestructura, y 3. El de la contaminación. El mencionado autor, desde un inicio dice que los problemas señalados son porque en México todo el sistema institucional está mal orientado: No existen mecanismos institucionales que asignen eficientemente los derechos de propiedad del agua, así como tampoco un sistema de precios que garanticen la explotación eficiente de este recurso y que dé los incentivos suficientes para que se invierta óptimamente en la explotación, la distribución y la conservación del agua.17 Como se puede observar, para este autor y representante de la corriente neoliberal, estos problemas se podrían resolver mediante la privatización del recurso natural, la 16 Guillén Romo, Héctor. Orígenes…Op. cit., pp. 25-26. 17 Sánchez Ugarte, Fernando. La utilización eficiente del agua y los derechos de propiedad. México, Trimestre Económico, Lecturas No. 70, México, Fondo de Cultura Económica, 1991, p. 96. Neevia docConverter 5.1 21 conformación de un sistema de precios y con ello un mercado del agua, de tal forma que con esto el que contamina paga y, el que quiera agua debe pagar. Planteado así el problema, veamos algunas referencias teóricas, que nos aclaren el panorama de la interacción economía y medio ambiente. De unos años para acá se viene hablando insistentemente de los graves problemas que encierra el uso y la gestión del agua, sobre todo en su relación con el desarrollo económico como es, la sobreexplotación de los acuíferos, la contaminación del agua, la baja calidad de las aguas subterráneas y superficiales, limitado y deficiente tratamiento de las aguas residuales, baja eficiencia de las obras de riego y en cuanto al financiamiento de las obras de infraestructura hidráulica, la nula recuperación de la inversión pública. Ahora bien, las referencias teóricas para abordar este tipo de problemas, después de una búsqueda, me encontré con dos perspectivas teóricas, por un lado, si mi interés era sólo analizar la participación del Estado en cuanto la construcción de la obra de infraestructura hidráulica, entonces sólo debería asumir el análisis del modelo de desarrollo o desarrollo a secas, lo cual me llevaría a la rediscusión sobre el papel que debería jugar el Estado en un modelo alternativo de desarrollo. Pero como el problema ahora integra la interacción de la economía y naturaleza, esto me obliga a un acercamiento a lo que se le ha llamado desarrollo sustentable. Para esto, considero que las referencias teóricas generales las ubico en dos grandes campos; 1. La concepción ortodoxa de la racionalidad económica, con su método tradicional para la toma de decisiones como el análisis de costo beneficio, que como señala José Manuel Naredo en su trabajo Hacia una ciencia de los recursos naturales; …la economía se afana en extender una y otra vez la vara de medir del dinero sobre este o aquel elemento de un medio ambiente que se presupone azaroso y desordenado para someterlo a su lógica decisional del costo-beneficio. Se trata así de implantar la propiedad y el mercado sobre los bienes medioambientales en litigio. O bien de simular dicho mercado mediante la imputación de valores teóricos a estos bienes, a partir de cálculos de costos de oportunidad, precios sombra, valores de contingencia, etc., que sirvan de guía para la gestión.18 En este campo podemos ubicar a algunos teóricos que en la intención de resolver las dificultades que presentan para la gestión de los recursos naturales, la presencia de lo que se les ha llamado externalidades, como son el libre acceso, el descuento del futuro, la incertidumbre, la irreversibilidad, me refiero a economistas que están inscritos en las diversas escuelas de la teoría neoclásica, como Cecil Arthur Pigou (1877-1959), Ronald H. Coase (1960) , asimismo Vilfredo Pareto (1848-1923) entre otros. 2. La concepción ampliada del análisis económico que en su afán de avanzar por resolver la interacción economía y naturaleza, están en un proceso de construcción teórica y conceptual, que con la ayuda de los principios de la termodinámica, sobre todo de la entropía, están tratando de integrar diversos campos de la ciencia, como es la ecología, la economía, la termodinámica y las ciencias empíricas según la gestión de cada recurso natural. 18 Naredo, José Manuel. Hacia una ciencia de los recursos naturales. España, Siglo XXI, 1993, p. XII. Neevia docConverter 5.1 22 En este campo podemos considerar a los que vienen desarrollando las diversas escuelas de economía ecológica, la crítica ecológica de la economía política, y esfuerzos por integrar una nueva ciencia. 1.4. Surgimiento de nuevos paradigmas En los años sesenta surgió la preocupación entre biólogos y otros científicos, así como entre algunos sectores de la población y gobiernos, acerca de los fenómenos económicos en su relación con el medio ambiente global. En la perspectiva de que podía la naturaleza cobrarse el excesivo deterioro que la industrialización le ha ocasionado, limitando el crecimiento económico y sobretodo con la creciente duda de que aún y la capacidad tecnológica y social se pudiera enfrentar este fenómeno. Se sabía que siempre había existido la contaminación de los recursos naturales; se percibía que con la Revolución industrial la contaminación se había incrementado, pero es hasta mediados de los sesenta en que se intuía que nos acercábamos al punto en que esa contaminación entrañaría peligro para la humanidad. En algunos países se toma conciencia del fenómeno y de ello empiezan a surgir propuestas más o menos estructuradas de conservacionismo, que con su presión logran que algunos países sobre todo desarrollados lleven a cabo las primeras reuniones intergubernamentales para conocer y proponer medidas a los problemas ambientales. Tal es el caso de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente Humano que se llevó a cabo en Estocolmo en agosto de 1972. Un poco antes, en 1968, organizaciones no gubernamentales de distintos países hacen lo propio llevando a cabo una reunión conocida como el Club de Roma, la cual se ocupa en considerar las dimensiones y naturaleza de lo que llamaría “problemática global”. De esta reunión surgen los primeros informes técnicos en los cuales dejan claro que si las tendencias del uso de los recursos naturales y de la producción siguen como hasta ahora, se generaría un riesgo de escasez de los recursos naturales, mismos que frenarían el crecimiento económico. Este proceso de atención inicial a la problemática ambiental, paulatinamente generó los primeros programas internacionales para revertir algunos aspectos contaminantes, como es el caso del Programa de la Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA) de 1972, y el protocolode Montreal de 1990, con lo cual los países firmantes se comprometían a suspender de inmediato la producción de los clorofluorocarbonos (CFC), sustancia utilizada en los aerosoles, refrigeradores y otros procesos, que con su presencia adelgazan la capa de ozono del planeta misma que controla el paso de los rayos ultravioleta. El PNUMA es de los primeros programas en adoptar conceptos nuevos que intentan caracterizar la problemática ambiental, como es la del ecodesarrollo, y el concepto del desarrollo sustentable. Las catástrofes naturales así como la presión social, empujó a los gobiernos a hacer un mayor esfuerzo por conocer y tomar medidas para enfrentar la problemática ambiental, de tal forma que para 1992, se convoca, a partir de diversos estudios que dieron lugar al informe conocido como Nuestro Futuro Común, a la Conferencia de la Naciones sobre el medio ambiente y desarrollo (conocida como la cumbre de Río), en la cual se presenta el Neevia docConverter 5.1 23 concepto de desarrollo sustentable mismo que es incorporado a la Declaración de Río y adoptado como un nuevo paradigma para encausar los esfuerzos nacionales, en lo económico y lo social, para asegurar a las generaciones futuras, por medio de la protección ambiental y la equidad, el acceso a los recursos naturales y a mejorar las condiciones de vida que hasta ahora sólo ha disfrutado una pequeña parte de la humanidad. Víctor L. Urquidi, hace un breve repaso del origen de este nuevo paradigma, del desarrollo sustentable, sobre todo en su concepción ortodoxa de la racionalidad económica, cuando indica puntualmente el contenido de la concepción de la cumbre de Río, al mencionar que la llamada agenda 21 contiene un capítulo referente al empleo de instrumentos económicos como precios reales, impuestos ecológicos, incentivos financieros y fiscales, mecanismos de emisión de permisos comerciales y otras medidas como complemento de la reglamentación en que se habían basado desde los años setenta las políticas ambientales en la mayoría de los países. El modelo imperante se aferra a un supuesto principio de que quien contamina paga, para lo cual se ha implantado sistemas administrativos de normas y castigos que fijan los límites de contaminación por empresa productiva que deberán observarse, so pena de pagar multas y someterse en su caso, a la clausura de la actividad económica respectiva.19 La problemática ambiental en interrelación con la economía, vista bajo la idea de la sustentabilidad, es relativamente reciente, sin embargo, en razón del tema que aquí abordo, es pertinente hacer una breve exposición de los distintos enfoques y teorías. 1.5. Enfoque de la economía clásica El nacimiento de la economía como ciencia se da en un contexto en que la realidad exigía, conocer las leyes que regían al modo de producción capitalista, confrontándose para esto con las concepciones mercantilistas y fisiócratas, pues un aspecto central a la se dedicaron los primeros teóricos como A. Smith y David Ricardo fue en descubrir el origen o la generación de la riqueza, llegando a la conclusión de que es en el proceso de producción en donde se genera el valor, por lo que entonces refutan que sea en la esfera de la circulación como decían los mercantilistas, ni en la agricultura como decían los fisiócratas, de ahí que el concepto central de la economía política clásica haya sido el de valor trabajo, concebido sintéticamente como cantidad de trabajo incorporado a las mercancías. El valor de uso o la utilidad de la mercancía aparece de manera marginal en la teorización, de igual forma el efecto de la oferta y la demanda sobre los precios es considerada, pero no como aspecto esencial en la determinación del valor. La economía política clásica dejaba fuera de su análisis el mundo físico, pues al final el problema de la contaminación y la escasez, aún estaba lejos de ser un problema para el modo de producción capitalista. 19 Urquidi, Víctor L. Economía ambiental una aproximación. México, Comercio Exterior. Vol. 48, No. 12, 12 de diciembre de 1998, p. 952. Neevia docConverter 5.1 24 1.6. Enfoque neoclásico La corriente neoclásica nace a finales del siglo XIX, rompiendo con el enfoque de los clásicos, por principio escindiéndose de las otras ciencias sociales, al plantear su objeto de estudio independiente de las otras y escoger la perspectiva del individualismo metodológico.20 Esta corriente adoptó el modelo del consumidor racional y consideró como criterio de cientificidad la capacidad de formalizar matemáticamente sus proposiciones y cuantificar sus conceptos. Esta línea que condujo primero a los neoclásicos, después a los neoliberales de primera generación, luego los monetaristas. En esta corriente el objetivo principal es el crecimiento económico, más que la sustentabilidad, pues al igual que los clásicos, estos se encerraron en los márgenes de un sistema de valores mercantiles, este enfoque asume la economía como un circuito cerrado entre productores y consumidores, donde las empresas venden bienes de producción final, y con esto remuneran los factores de producción (tierra, trabajo y capital). La teoría neoclásica en el momento de su aparición, considera a la naturaleza como un cúmulo de recursos ilimitados y sustituibles debido al progreso tecnológico, por otro lado, a los consumidores los consideran como las figuras centrales, ya que su concepción subjetivista se reduce a la visión básica de los gustos y preferencias de éstos, de tal forma que no se ocupan ni preocupan en un inicio por la relación entre la economía y los recursos naturales. Sin embargo, una vez que el capitalismo desencadena las fuerzas productivas, al desarrollar la industrialización, generándose la crisis ambiental mundial en la década de los sesenta del pasado siglo XX, la economía neoclásica tuvo que reconocer la importancia de estudiar la relación metabólica de la economía con la naturaleza. Para esto, concibió el discurso de la economía ambiental cuyo tema central es la asignación de precio a los recursos naturales, asimismo analiza también el control de la contaminación, la gestión de los residuos sólidos y el impacto de la actividad económica y humana sobre la calidad de los recursos ambientales.21 1.6.1. La economía del bienestar Arthur Cecil Pigou, economista británico, es entre otros quien desarrolla la economía del bienestar, cuyo objetivo era la asignación eficiente de los recursos en la sociedad, a lo que llamó bienestar social. Pigou es quien, en el funcionamiento del mercado, detectó que había una serie de situaciones (externalidades; cuando las empresas o los individuos imponen costos o beneficios a otros sin que éstos reciban el pago apropiado o paguen los costos apropiados) que no permitían alcanzar el óptimo social, por lo que era conveniente la intervención del Estado, toda vez que éste tenía la capacidad de impulsar o restringir de manera importante las actividades generadoras de externalidades. A esta externalidad la definió como un accidente en el normal funcionamiento del sistema de mercado competitivo. Por tanto, las externalidades negativas o deseconomías 20 De la Garza Toledo, Enrique. El Concepto de economía y su transformación. en Ciencia Económica (Transformación de conceptos). México, Siglo XXI-UNAM, 1998, p. 8. 21 Urquidi, Víctor L. Economía ambiental una aproximación, Op. cit., p. 952. Neevia docConverter 5.1 25 externas eran producto de la actividad económica desarrollada por individuos o empresas que generan un efecto perjudicial no deseado sobre terceros, por lo que estos últimos no son compensados y por tanto, los costos privados de dicha actividad serán menores que los costos sociales. Algunas formas de corregir la falla del mercado consistían en establecer acuerdos voluntarios entre laspartes afectadas, las subvenciones por parte del Estado y el pago de primas o impuestos por parte de las empresas contaminantes. De esta manera, existía un claro perjudicado y un responsable de la externalidad, por ejemplo, si una fábrica realizaba emisiones dañinas que afectaban a los habitantes de su entorno, existían un claro responsable: la empresa contaminante, causante del efecto externo que debe hacer frente unilateralmente a algún tipo de penalización.22 Cuando los costos de arreglo son excesivamente altos como normalmente ocurre en el caso de las externalidades ambientales y el número de personas involucradas es muy elevado, se cierra el camino de la negociación y por tanto, resulta imposible alcanzar por esa vía la combinación óptima de derechos que permitiría corregir el efecto externo. Por tanto, a la hora de tomar decisiones los tribunales intentan valorar lo que se ganaría y lo que se perdería por evitar acciones perjudiciales. El teorema fundamental de la economía del bienestar dice que, el bienestar individual conduce de manera natural al bienestar colectivo. En una economía sin externalidades el óptimo paretiano es casi natural. En cambio cuando existen externalidades se viola una parte fundamental de la economía del bienestar, es decir, que no está cumpliendo con el óptimo y para restaurarlo se realiza a través de los mecanismos de mercado para cotizar las externalidades negativas sobre los bienes ambientales y naturales, por lo tanto, el óptimo de Pareto existiría cuando resulte imposible aumentar los excedentes de algunas personas sin disminuir o afectar los de otros, es decir, cuando los precios se igualan al costo marginal y en competencia perfecta esta condición maximiza los beneficios de las empresas. 1.6.2. El costo social Ronald H. Coase plantea el problema de que la externalidad debe abordarse tomando en cuenta al causante como al receptor de la contaminación y no únicamente al primero ya que en realidad la externalidad es bidireccional y no unidireccional como lo establece Pigou. Este autor plantea que el papel otorgado a la intervención estatal debía dejar de ser considerada como última alternativa directa e incuestionable cuando el mercado actuaba de forma defectuosa. Esta crítica no iba contra la intervención pública en la corrección de la externalidad, sino contra la forma de concebir el problema, es decir, a través de un modelo a-institucional. El teorema de Coase afirma que bajo competencia perfecta los costos privados y sociales son iguales. Las críticas al planteamiento de Coase se centran en enfatizar la difícil variabilidad de la solución de mercado para corregir problemas de externalidades ambientales. La 22 Azqueta, Diego. La Problemática de la gestión óptima de los recursos naturales, aspectos institucionales en Análisis económico y gestión de recursos naturales. Madrid, Alianza económica, 1994, p. 54. Neevia docConverter 5.1 26 propuesta de Coase de los acuerdos voluntarios solo sería válida para impactos medioambientales localizados y reversibles, sin embargo, esta lejos de adecuarse a las grandes catástrofes medioambientales, cuyos efectos son difusos. Por ejemplo, la contaminación del agua de un pequeño río es generado por múltiples fuentes. Por tanto, resulta demasiado caro identificar por separado a los agentes contaminantes y establecer relaciones causa-efecto. Otro problema es quién (organismo, grupo de interés, etc.) tiene la capacidad para determinar el contenido, los criterios y los objetivos del marco institucional. La diferencia entre Coase y Pigou es de carácter conceptual. Y reside en la forma de enfocar el problema, el primero es institucional y el segundo a-institucional. Es precisamente el enfoque institucional lo que permite a Coase abordar con flexibilidad la cuestión de las externalidades, ya que el autor menciona que antes de pasar a la acción hay que comparar acuerdos sociales alternativos. En vez del tratamiento de forma a- institucional y rígido propio de Pigou. 1.6.3. El óptimo de Pareto Wilfredo Pareto (1848-1923) economista y sociólogo, describe el óptimo de Pareto así; como el medio ambiente es fuente de recursos naturales y receptáculo de los residuos producidos durante el proceso de producción y de consumo es necesario incorporar los costos del medio ambiente en los costos del proceso productivo a través de algunos instrumentos como los impuestos ambientales y los permisos de emisión negociable, es decir, que el agente contaminador pague un costo social equivalente a la deseconomía externa que éste genere. Estas externalidades constituyen la principal amenaza al medio ambiente a la calidad de vida. 1.6.4. Enfoque de la teoría económica de gestión de los recursos no renovables El tema central de este enfoque es el estudio de la naturaleza como proveedora de materias primas. Un recurso natural le viene dado al hombre por la naturaleza, es un activo de cuya existencia y disfrute se derivan rendimientos y servicios en forma de ingreso o de utilidad. La biosfera es un sistema complejo de sustentación de toda las manifestaciones del la vida humana, animal y vegetal. Los sistemas y procesos que operan en el ambiente físico proporcionan a la sociedad una gama de servicios. 1.6.5. La regla de H. Hotelling La tesis central de este enfoque (contenida en la regla de Hotelling), formula que, a la hora de jugarse la toma de decisiones en torno al manejo de los recursos naturales, la pauta óptima de su explotación y comercialización se caracteriza porque, en el curso del Neevia docConverter 5.1 27 tiempo, éstas generen beneficios marginales que se acrecienten a la par y con el mismo ritmo que la tasa de interés.23 1.6.6. La regla de extracción de Gray Este autor propuso una regla que establecía que el propietario de un recurso no renovable va a mantener una renta actualizada como diferencia entre el precio y el costo marginal de cada periodo, es decir, el propietario de un recurso no renovable tiene que cubrir el costo de oportunidad debido a la reducción del stock existente de su activo. En equilibrio, este costo de oportunidad indicará que el valor de extraer una unidad más de recurso es igual al valor que tiene dejarla en la tierra. El modelo de Gray se construye sobre un conjunto de supuestos iniciales bastante restrictivos. A continuación se enumeran estos supuestos: 1. Los costos marginales de extracción crecen con la cantidad extraída en cada periodo, a la vez que el precio de mercado del mineral en términos reales se mantiene constante. 2. El propietario del recurso reconoce exactamente sus reservas, y a su vez, todas estas son de la misma calidad. Para que se cumpla la regla las cantidades extraídas deben disminuir con el tiempo, de manera que el costo marginal de cada periodo sea menor y el beneficio marginal nominal crezca a la tasa adecuada. Dadas las condiciones iniciales cuando no se cumple algunos de los supuestos el modelo no se puede aplicar. 1.6.7. Consideraciones de la visión neoclásica Como señalé más arriba, la economía neoclásica en su primer momento de existencia, al no tener enfrente la problemática del medio ambiente, como factor limitante al desarrollo económico, esta corriente asumió a este medio físico como un cúmulo de bienes susceptibles de ser usados en la producción y el consumo, pero estos bienes, la gran mayoría de ellos de libre acceso y por lo tanto ajenos al pensamiento económico, sobre todo por que esos bienes naturales, que se dan en condiciones que no son susceptibles de apropiación, de valoración, de intercambio o de circulación comercial. Por eso, cuando algunos teóricos del pensamiento neoclásico, se muestran interesados en su estudio, utilizando su enfoque y arsenal teórico, se dan cuenta que existe una serie de obstáculos que dificultan su integración, siendo esas dificultades
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