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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIO DE POSGRADO HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ “ARTRITIS IDIOPÁTICA JUVENIL VARIEDAD SISTÉMICA REVISIÓN DE 10 AÑOS EN EL HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ” TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO EN LA ESPECIALIDAD EN: PEDIATRÍA MÉDICA PRESENTA: DR. CARLOS RAFAEL BAÑUELOS ORTIZ TUTORES DR. ROBERTO CARREÑO MANJARREZ DRA ROCIO MALDONADO VELAZQUEZ Departamento de Reumatología del HIMFG MÉXICO, D. F. 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIO DE POSGRADO HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ “ARTRITIS IDIOPÁTICA JUVENIL VARIEDAD SISTÉMICA REVISIÓN DE 10 AÑOS EN EL HOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO FEDERICO GÓMEZ” TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO EN LA ESPECIALIDAD EN: PEDIATRÍA MÉDICA PRESENTA: DR. CARLOS RAFAEL BAÑUELOS ORTIZ TUTORES DR. ROBERTO CARREÑO MANJARREZ DRA ROCIO MALDONADO VELAZQUEZ Departamento de Reumatología del HIMFG MÉXICO, D. F. 2006 AGRADECIMIENTOS Agradezco a mis Padres el apoyo que me han brindado durante toda mi existencia Me han dado su vida y su amor Por eso son irremplazables Y el mejor regalo que he recibido jamás Dedicado a mis hermanos cuyo amor y afecto me ha permitido seguir adelante ayudándome a cumplir mis metas Para que ellos cumplan las suyas A mis tutores, cuyo empeño, determinación, sabiduría y regaño logró llevar a buen término este trabajo INDICE Pg. 1. MARCO TEÓRICO 1 2. ANTECEDENTES 1 3. DEFINICION Y CLASIFICACION 2 4. INCIDENCIA Y PREVALENCIA 3 5. ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA 4 6. SUBTIPOS DE ARTRITIS IDIOPÁTICA JUVENIL 5 5.1 AIJ Oligoarticular 5 5.2 AIJ Poliarticular 6 5.3 Artritis relacionada a Entesitis 6 5.4 Artritis Psoriática 7 5.5 AIJ Sistémica 7 7. EVOLUCIÓN DE LA AIJ SISTÉMICA 10 8. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN 12 9. OBJETIVOS 13 10. HIPÓTESIS 13 11. MÉTODOS 14 12. PLAN DE ANÁLISIS ESTADÍSTICO 14 13. LIMITACIONES 14 14. VARIABLES 15 15. RESULTADOS 16 16. DISCUSIÓN 21 17. CONCLUSIONES 23 18. BIBLIOGRAFÍA 24 MARCO TEÓRICO La artritis idiopática juvenil (AIJ) es una entidad que incluye a un grupo de trastornos caracterizados por artritis crónica. Se trata de la enfermedad reumática más común de la infancia, además de representar una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la niñez y una causa importante de discapacidad a corto y largo plazo. ANTECEDENTES En 1846, Cornill describió el caso de una mujer de 29 años que presentó artritis crónica inflamatoria desde los 12 años de edad. Diamant-Berger revisó el tema en 1890, reportando 35 casos con inicio agudo de la enfermedad, con predominio de las grandes articulaciones, y un curso caracterizado por exacerbaciones y remisiones, con repercusión en el crecimiento normal y generalmente de buen pronóstico. (1, 2, 3) En 1897, Still publicó la clásica descripción de la artritis crónica de la infancia trabajando en el Hospital for Sick Children Great Ormond Street, en Londres. Still describió que la enfermedad iniciaba casi siempre antes de la segunda dentición, de inicio insidioso y de manera más frecuente en niñas. Describió 12 casos que presentaban linfadenopatías, esplenomegalia y fiebre; era común la presencia de serositis, caracterizada por pleuritis y pericarditis. El exantema no fue descrito. La columna cervical se encontraba afectada en la mayoría de los casos. Still sugirió que la artritis de la infancia podría tener una etiología distinta de la artritis reumatoide o que podría incluir más de una enfermedad. (1,4) En 1901, Hirschprung confirmó las observaciones de Still, describiendo una enfermedad articular crónica asociada a linfadenopatía, esplenomegalia y hepatomegalia(5). En 1939, Atkinson publicó una revisión de 118 casos de la enfermedad de Still, 86 de ellos con artritis severa, linfadenopatías y esplenomegalia(6). Edstrom describió 65 casos, de los cuales solo 3 presentaban linfadenopatías y esplenomegalia(7), mientras Bille no encontró datos de la enfermedad de Still en 65 pacientes con artritis crónica juvenil(8). En 1946, Coss y Boots formularon que la enfermedad de Still no era una entidad clínica independiente y propusieron el término de artritis reumatoide juvenil para todos los casos de artritis idiopática(9). Antes que Colver publicara el primer reporte de seguimiento de la ARJ en 1937, se consideraba que la enfermedad tenía mal pronóstico(1,10). Estudios subsecuentes mostraban que la recuperación era completa en la mayoría de los pacientes, con una mortalidad entre el 7% y 9%. En el estudio de Edstrom, 87% de los pacientes vistos de manera temprana y 65% de los vistos posterior al primer o segundo año de la enfermedad experimentaron una buena recuperación funcional. En este mismo estudio se encontró que un periodo largo e ininterrumpido de enfermedad activa se asociaba significativamente a un mal pronóstico, mientras que solo 6% cuya enfermedad se volvió inactiva en los primeros 4 años desarrolló alguna incapacidad severa. (1,10) Sury identificó 151 pacientes de 1920 a1948 los cuales presentaban una forma crónica de artritis con inicio antes de los 15 años. Treinta y nueve por ciento de estos pacientes y 19% de niños originarios de Copenhagen presentaban discapacidad severa. En 100 niñas estudiadas, la edad de inicio fue entre los 2 y 4 años, y en 8 de los 51 niños inició en el primer año de vida. (11) DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN De acuerdo a la definición propuesta por la Liga Internacional de Asociaciones para Reumatología (ILAR) en 1997 su diagnóstico se basa en la presencia de artritis (definida como inflamación o limitación del movimiento de una articulación acompañado de rubor, calor y dolor) en un niño menor de 16 años por al menos 6 semanas de duración, excluyendo otras causas12. En la actualidad existen 3 sistemas de clasificación: • Colegio Americano de Pediatría (ACR) • La Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) • La Liga Internacional de Asociaciones para la Reumatología (ILAR) El problema con estos sistemas es que ninguno es perfecto ya que algunos pacientes cumplen criterios para más de un subtipo de AIJ, mientras que a otros es difícil clasificarlos en algún subgrupo. Los distintos esquemas de clasificación se muestran a continuación: ACR (1977) ARJ EULAR (1978) ACJ ILAR (1997) AIJ Sistémica Poliarticular Pauciarticular Sistémica Poliarticular Artritis Reumatoide Juvenil Pauciarticular Artritis Psoriática Juvenil Espondilitis Anquilosante Sistémica Poliarticular FR negativo Poliarticular FR positivo Oligoarticular Persistente Extendida Psoriática Relacionada a entesitis Otros El primero solo reconoce 3 tiposde inicio de la enfermedad, el segundo 6 y el último 7. Los 3 especifican que la edad de inicio debe ser menor a los 16 años y la duración de la artritis mayor de 6 semanas por lo menos. La clasificación de la ILAR se desarrolló con el propósito de identificar clínicamente de manera homogénea los subtipos de AIJ facilitando así la comunicación con respecto a epidemiología, terapéutica y evolución entre los médicos. La ventaja del sistema de la ILAR es que incluye los subtipos: espondilitis anquilosante juvenil, la artritis psoriática juvenil y la enfermedad inflamatoria intestinal, además es la única que incluye dentro de sus criterios el curso de la enfermedad. (12,14) Debido a lo anterior es el sistema que tiende a utilizarse más comúnmente y será sobre el que se basará este trabajo. INCIDENCIA Y PREVALENCIA A pesar de que el inicio antes de los 6 meses es inusual, la edad de inicio es muy joven, con una mayor frecuencia entre el primer y tercer año de vida(1). Esta distribución por edades es más evidente en la forma oligoarticular y menos en la poliarticular. En la sistémica no hay un aumento en la frecuencia en alguna edad en particular. En revisiones históricas, 2.7% a 5.2% de todos los pacientes con artritis reumatoide tuvieron inicio antes de los 15 años de edad. La AIJ se ha descrito en todas las razas y áreas geográficas; sin embargo, su incidencia y prevalencia varía considerablemente en todo el mundo. (1, 13, 16) La incidencia varía de 1 a 22 por cada 100,000 con una prevalencia de 8-150 por cada 100,000(14). La incidencia más baja (9.2%) ha sido reportada en Michigan, E.U.A. de 1960 a 1970(1,15). En Finlandia, Laaksonen reporta una incidencia de 6-8 por cada 100,000(16), mientras que por otro lado Kunnamo y colegas refieren una incidencia de 18.2 por 100,000 (oligoarticular 11.8 y sistémica 0.8). Sin embargo, 42% de estos niños eran HLA-B27 positivos(17). Un estudio reciente en la Clínica Mayo, en Minnesota, reporta que la frecuencia de la AIJ ha ido disminuyendo de 15 por 100,000 de 1960 a 1968 a 7.8 por 100,000 de 1980 a 1993(1,19). Esta misma tendencia no se observó en un estudio realizado en Canadá(20). La prevalencia basada en el criterio de la ACR varía de 16 a 150 casos por 100,000 personas(1). Bywaters reporta una prevalencia de la “Enfermedad de Still” en los niños escolares ingleses de aproximadamente 65 por cada 100,000(21). La prevalencia acumulada de 10 años en Michigan fue de 46 niñas y 19 niños(15), mientras que en Suecia fue de 86.3 por cada 100,000(22,23). La prevalencia más alta se reporta en Noruega, de 148.1 por 100,000(18) y en Australia, de 400 por cada 100,000(24). Dos encuestas nacionales de salud en E.U.A. y una en Canadá estimaron la prevalencia de la AIJ de 220, 121 y 1300 por 100,000 personas en riesgo(1, 25-27). Por sexo, hay una relación 2:1 de niñas sobre niños. En los de inicio oligoarticular se incrementa a 3:1; siendo aún mayor en niños con uveítis: 5:1 a 6.6:1. En aquellos de inicio poliarticular es de 2.8:1. En contraste, la AIJ de inicio sistémico ocurre con la misma frecuencia en ambos sexos. (1,15) La mayor parte de estos datos provienen de población blanca de E.U.A. y Europa, aunque hay estudios que sugieren diferencia interracial. Se reportan observaciones de Hanson y Cassidy que sugieren que hay menor población negra con AIJ que blanca. Algunos otros reportes sugieren que la AIJ es menos frecuente en poblaciones africanas que europeas, por ejemplo, el inicio oligoarticular es el subtipo menos frecuente en África y población negra en niños en Norteamérica(1,83). Oen y colaboradores notaron una alta incidencia de AIJ (23.6 por 100,000), además de una alta frecuencia de espondiloartropatías, en niños Inuit del norte de Canadá, sin embargo el número de pacientes en el estudio fue bajo(29). ETIOLOGIA Y FISIOPATOLOGIA A pesar de que no se ha establecido una causa o causas para AIJ, se ha observado que se trata de una alteración compleja que involucra efectos de múltiples genes relacionados con inmunidad e inflamación. Algunas de las teorías manejadas en relación al inicio de la enfermedad mencionan que la artritis se presenta en individuos genéticamente predispuestos, lo cual es iniciado o desencadenado por diversos estímulos como estrés psicológico, alteraciones hormonales, trauma a la articulación o infecciones virales o bacterianas. Algunos estudios han implicado a la rubéola y al parvovirus B19 como posibles causas ya que el virus de la rubéola permanece en los linfocitos y establece un foco de infección persistente en el sinovio, resultando en inflamación crónica(30). Sin embargo, estos estudios no han podido ser replicados. Se ha documentado además un aumento en la incidencia de AIJ posterior a una epidemia de influenza A. También se ha visto un aumento de la frecuencia de artritis crónica en niños con deficiencias de inmunoglobulinas y componentes del complemento. Por otra parte, se han asociado algunos antígenos HLA clase I y II con un aumento en el riesgo de AIJ. El antígeno HLA clase I HLA-A2 se ha asociado con artritis oligoarticular de inicio temprano en niñas. Los antígenos clase II HLA-DRB1*08 y *11, DQA1*04 y *05 y DQB1*04 se han asociado con AIJ oligoarticular persistente y extendida. HLA-DRB1*08 aumenta el riesgo para poliartritis con factor reumatoide negativo y HLA-DRB1*11 aumenta el riesgo para AIJ variedad sistémica. HLA- DRB1*04 se asocia a un riesgo elevado para artritis poliarticular factor reumatoide positivo. (14,32) Existe evidencia que sugiere una alteración inmunitaria asociado a la presencia de AIJ; esto fundamentado en la presencia de activación y consumo del complemento lo que promueve inflamación, además de encontrarse niveles elevados de complejos inmunes circulantes en la enfermedad activa. Además 40% de los pacientes presentan anticuerpos antinucleares (ANA), especialmente niñas pequeñas con enfermedad pauciarticular y 5 a 10% de los pacientes con AIJ son factor reumatoide positivo. (14,30,33) La respuesta inmune se encuentra mediada por linfocitos T y células mononucleares predominantes en el líquido sinovial. Se cree que alteraciones en la función supresora de los linfocitos T se encuentre involucrado en la patogénesis de la AIJ, permitiendo una sobreproducción de autoanticuerpos(1). Morimoto y colaboradores encontraron un decremento de células CD4 con un incremento en las células CD8 en el suero de pacientes con AIJ activa. Algunos han encontrado incremento de linfocitos T CD8 en niños con AIJ de inicio poliarticular y sistémico, mientras que otros han notado decremento de estas células, particularmente en la enfermedad de inicio sistémico. En contraste, el número de células B se encuentra incrementado en estos niños. Los pacientes con AIJ presentan niveles séricos elevados de interleucinas 1,2,6 y receptor IL-2, con IL-1β, IL-6 e IL-2R elevados en líquido sinovial, sugiriendo un patrón Th1. Los niveles séricos de IL-6, IL-1 y TNF-α se encuentran elevados en la AIJ variedad sistémica, la primera particularmente en el compartimiento vascular y en el líquido sinovial; observándose su elevación previo a cada pico febril, lo cual se correlaciona con enfermedad activa, artritis y elevación de reactantes de fase aguda. Las alteraciones en la regulación de IL-6 son también responsables del deterioro en el crecimiento lineal, la trombocitosis y la anemia microcítica. (1, 14, 31, 34, 35, 36) SUBTIPOS DE AIJ La clasificación de la ILAR incluye 7 subtipos(12,14): Subtipo Cassidy1 Literatura14 HIM* Oligoarticular 44.4% 50-60% 14% Poliarticular 23.5% 30-35% 42% FR Positivo FR Negativo Variedad Sistémica 11.2% 10-20% 44% Artritis Psoriática Juvenil 5.2% 2-15% NID Relacionadas a Entesitis 4.6% 1-7% NID Otras 10.4% *Fuente Dr. Roberto Carreño Manjarez. Departamento de Reumatología HIM Federico Gómez Laenfermedad se clasifica en base a las características clínicas en los primeros 6 meses. Dentro de las características clínicas que nos ayudan a clasificarla están la presencia de entesitis (inflamación de los sitios de inserción a hueso de ligamentos, tendones o fascia), dactilitis, dolor inflamatorio lumbosacro, sacroileitis, psoriasis, fiebre, exantema y serositis. AIJ Oligoarticular Se define como aquella artritis que afecta 4 o menos articulaciones durante los primeros 6 meses de enfermedad. Hay tendencia a afectación de las grandes articulaciones de las extremidades inferiores como son rodillas y tobillos. Es común un inicio monoarticular afectando exclusivamente a la rodilla, lo cual es visto en la mitad de los pacientes. Usualmente los pacientes no se quejan de dolor. Estos pacientes presentan un alto riesgo de desarrollar uveítis, principalmente las niñas con ANA positivos. (14,37) Se reportan 2 subtipos: la forma persistente, en la cual la artritis permanece confinada en menos de cuatro articulaciones durante todo el transcurso de la enfermedad y la forma extendida en la cual el paciente desarrolla artritis en cinco o más articulaciones posterior a los seis primeros meses de la enfermedad. Cerca del 50% de los pacientes puede desarrollar la forma extendida de la enfermedad, y 30% la desarrolla en los dos primeros años. Los factores de riesgo identificados para desarrollar enfermedad extendida son artritis de muñeca o tobillo, enfermedad de la mano, artritis simétrica, artritis de 2-4 articulaciones y títulos de ANA y VSG elevados. Un estudio evaluó retrospectivamente la evolución de pacientes con AIJ durante una media de 16.5 años y encontró una remisión de la enfermedad del 12% en pacientes con AIJ oligoarticular extendida contra un 75% en pacientes con AIJ oligoarticular persistente(38). AIJ Poliarticular Se considera a la artritis que afecta a cinco o más articulaciones durante los primeros seis meses de la enfermedad, afectando generalmente de 10 a 20 articulaciones. Incluye dos subtipos: niños con factor reumatoide negativo (20-30%) y factor reumatoide positivo (5-10%). Este último debe ser corroborado por dos o más determinaciones con tres meses de diferencia. (30) Ambos subtipos son más frecuentes en niñas que en niños. Los pacientes FR negativo usualmente desarrollan la enfermedad en la infancia temprana, mientras que aquellos con FR positivo lo hacen en la infancia tardía y adolescencia. Estos niños usualmente desarrollan atrofia en los grupos musculares involucrados con las articulaciones afectadas. (14) Los pacientes con FR positivo usualmente son niñas adolescentes con afectación simétrica de pequeñas articulaciones con enfermedad erosiva severa. Pueden desarrollar nódulos subcutáneos (5-10%), los cuales consisten en lesiones duras, no dolorosas que se presentan sobre puntos de presión o tendones. Las asociaciones con los HLA son la expresión temprana de esta enfermedad(14). Usualmente hay afectación de las articulaciones de manos y pies, aunque la columna vertebral, principalmente a nivel cervical y la articulación temporomandibular pueden estar afectadas. En estos casos el cuello se encuentra rígido y doloroso, y aparece rápidamente una disminución de la extensión y rotación del mismo. La afectación de la articulación temporomandibular lleva a limitación de la mordida y a micrognatia. Asimismo, son comunes las deformidades tipo Boutonniere y en cuello de cisne (10-45% de los niños presentan afectación de las articulaciones interfalángicas distales), observándose en este subtipo la uveítis en forma menos frecuente (5% o menos de los pacientes afectados); siendo la evolución mucho más prolongada ya que un estudio en Cincinati indica que 45% de los pacientes con enfermedad poliarticular aún presenta enfermedad activa después de 10 años del inicio(39,46). Artritis relacionada a entesitis (ERA) Se define como la presencia de artritis y/o entesitis con al menos dos de lo siguiente: • Historia de dolor inflamatorio lumbosacro y/o de la articulación sacroiliaca • Presentación de HLA-B27 • Inicio de la artritis en un masculino posterior a los 6 años de edad • Uveítis anterior aguda • Historia de espondilitis anquilosante, enfermedad inflamatoria intestinal con sacooileitis, síndrome de Reiter o uveítis anterior en la familia de primer grado. Esta variedad presenta una prevalencia de 12 a 33 por cada 100,000 y es común en niños mayores de 8 años. Las características principales de la enfermedad son dolor, rigidez y eventual pérdida de la movilidad de la espalda. Se debe sospechar de ERA en cualquier niño con artritis crónica del esqueleto axial o periférico, entesitis (inflamación del sitio de inserción de los tendones) y seronegatividad para FR y ANA. La artritis periférica usualmente precede a la afectación axial. Los cambios radiográficos de la articulación sacroiliaca incluyen disminución del espacio articular, erosión, esclerosis, osteoporosis de la pelvis y fusión. (14,47) La artropatía relacionada a la enfermedad inflamatoria intestinal representa un reto diagnóstico, ya que puede presentarse sola sin otros datos asociados. Algunas manifestaciones asociadas incluyen síntomas gastrointestinales, pérdida de peso, falta de crecimiento y alteraciones mucocutáneas como son eritema nodoso, estomatitis aftosa y pioderma gangrenoso. Hay dos formas de esta enfermedad: la forma poliarticular aguda que va de la mano de la actividad de la enfermedad intestinal y la segunda forma en la cual el curso de la artritis es independiente de la enfermedad intestinal. (14) Las manifestaciones extraarticulares incluyen uveítis anterior, insuficiencia aórtica, aortitis, debilidad muscular y fiebre de bajo grado. La uveitis aguda, la cual se distingue de la forma crónica de la enfermedad oligo y poliarticular, se presenta hasta en un 27% de los casos, siendo unilateral y recurrente, manifestándose como un ojo rojo, doloroso, fotofóbico, frecuentemente sin secuelas. (14) Artritis Psoriática Definición: Artritis y psoriasis, o artritis y al menos dos de las siguientes: • Dactilitis • Onicolisis • Psoriasis en un paciente de primer grado Se trata de una artritis asimétrica que frecuentemente afecta rodillas, tobillos y pequeñas articulaciones de la mano y el pie. Se afectan tanto las articulaciones interfalángicas proximales, distales y el tendón, resultando en inflamación difusa del dedo, conocido como dedo en salchicha. (48) Las manifestaciones extraarticulares incluyen exantema, cambios ungueales y uveítis. Un tercio de los pacientes con artritis psoriática desarrollan exantema a los 15 años. Los ANA pueden ser positivos. (14) AIJ Sistémica Es el único subtipo sin una edad de inicio en particular, género o asociación HLA. En etapas iniciales predominan las manifestaciones extraarticulares tales como exantema, fiebre, linfadenopatías, hepato-esplenomegalia y serositis, confirmándose el diagnóstico al aparecer la artritis. Spiegel et al refieren que es el subtipo con peor evolución de todas las AIJ(42). Se define como la presencia de artritis en una o más articulaciones con o precedida de fiebre de dos semanas de duración, la cual se presenta diariamente por al menos tres días y se acompaña por una o más de las siguientes manifestaciones: • Exantema eritematoso no fijo • Linfadenopatía generalizada • Hepato o esplenomegalia • Serositis Se menciona que 10% de los pacientes pueden presentar solo manifestaciones extraarticulares y pueden no desarrollar artritis por varios meses(14). Lo anterior hace que esa enfermedad represente un verdadero reto diagnóstico, Fantini et al reportan una media de 1.5 años entre el inicio de la enfermedad y la referencia a un tercer nivel para su estudio y manejo(53). Las manifestaciones agudas de la AIJ sistémica, son de duración variable, persistiendo de meses a años, tendiendo a recurrir durante los primerosaños de la enfermedad, usualmente asociado a periodos de exacerbación de la artritis. Usualmente los pacientes se presentan con dos semanas de fiebre elevada, con dos picos al día hasta de 39º C o más, presentándose generalmente por la tarde, noche o en las primeras horas de la mañana, pudiéndose acompañar de escalofríos y malestar general, que desaparecen al remitir la fiebre. El exantema se caracteriza por ser migratorio y evanescente, aparece durante los picos de fiebre y desaparece al remitir ésta. Consiste en pequeñas máculas de color salmón, circunscritas de 2 a 10mm de diámetro que pueden estar rodeadas por un halo de palidez o en lesiones grandes, ésta puede desarrollarse de manera central. Histológicamente hay un infiltrado de linfocitos que rodea los capilares y vénulas en la dermis. En las lesiones más grandes podemos encontrar una perivasculitis neutrofílica. Las lesiones se presentan comúnmente en el tronco y región proximal de las extremidades, incluyendo axilas e ingles, así como en áreas de presión. El estrés o el calor pueden exacerbar el exantema, el cual raramente es pruriginoso, pudiéndose presentar el fenómeno de Koebner, una línea eritematosa al rascar la piel. (39) Generalmente la artritis es de presentación poliarticular y se manifiesta dentro de los primeros seis meses de la enfermedad. Se afectan tanto grandes como pequeñas articulaciones. (40) La esplenomegalia, la cual ocurre en la cuarta parte de los niños afectados, se presenta con mayor frecuencia durante el primer año de la enfermedad. A nivel hepático podemos observar una colección periportal de células inflamatorias así como hiperplasia de las células de Kupffer. El crecimiento ganglionar usualmente es simétrico, afectando las áreas axilar, cervical e inguinal y al igual que la esplenomegalia es secundaria a una hiperplasia folicular no específica. Se puede desarrollar una serositis fibrosa no específica que se caracteriza por dolor, exudación y derrames. La pericarditis usualmente es subclínica y casi nunca precede al desarrollo de la artritis; cada episodio persiste por una semana hasta algunos meses. Otras manifestaciones extraarticulares raras incluyen fibrosis pulmonar intersticial difusa y enfermedad del SNC. (39) Dentro de los hallazgos de laboratorio encontramos anemia (la cual puede llegar a ser severa), leucocitosis, trombocitosis, elevación de enzimas hepáticas y de reactantes de fase aguda. Los ANA raramente son positivos. (40) Estos pacientes presentan un curso de la enfermedad variable. Un aspecto importante a destacar, es que la información varía y cambia de acuerdo al estudio y zona geográfica estudiada. Weiss reporta que la enfermedad de inicio sistémico presenta un curso variable, de los cuales 60-85% presentan remisión de la enfermedad y que el 37% desarrollan una forma crónica, destructiva de la enfermedad(14). La duración media de la actividad de la enfermedad es de 6 años(41). Mientras que Kimura y Pinho reportan que un 80% de los pacientes presentan un curso persistente crónico o polifásico de la enfermedad, con un 50% de pacientes con pobre evolución funcional, con un incremento en el riesgo de muerte (2.8-14%). Por otra parte, el 40-50% de los pacientes eran refractarios al manejo estándar. (54) Entre tanto, Fantini y Gattinara reportan una incidencia de la AIJ de inicio sistémico de 12.8%, con inicio a los 6 años y una duración media de la enfermedad de 10.9 años; con una relación por sexos de 46.6% hombres y 53.4% mujeres, donde el 65.9% de los pacientes no presentaban remisión. (53) Los factores de mal pronóstico son la edad menor de 6 años al diagnóstico, duración de la enfermedad mayor a 5 años, persistencia de síntomas sistémicos (definido como fiebre prolongada o necesidad de tratamiento sostenido con esteroides) y la presencia de trombocitosis (>600,000) por 6 meses dentro del curso de la enfermedad. (42) Schneider estudió prospectivamente a 45 pacientes con AIJ sistémica de 1.3 a 15.3 años de edad (media 4.8 años); 19 pacientes tuvieron un curso monofásico, esto es un episodio de enfermedad activa con duración máxima de 24 meses; tres pacientes tuvieron un curso policíclico (periodos de actividad de la enfermedad intercalados con periodos de inactividad) y 23 pacientes un curso persistente (más de 24 meses de evolución). Se observó que la presencia de fiebre y artritis activa a los 3 meses y una velocidad de sedimentación globular (VSG) mayor a 26mm/hora y uso de esteroides a los 6 meses era predictivo de un curso no monofásico; además, los que presentaron una forma oligoarticular al inicio de la enfermedad presentaron un menor tiempo a la remisión. Un menor tiempo a la remisión se asoció con la ausencia de artritis activa, una velocidad de sedimentación globular menor a 26mm/hora y la ausencia de uso de esteroide a los 3 meses. Schneider y cols concluyeron que estos datos pueden ayudar a identificar a los pacientes de alto riesgo para una pobre evolución funcional, lo que podría facilitar una intervención terapéutica pronta y adecuada para limitar el daño a la articulación y la discapacidad de estos pacientes. (55) Aquellos pacientes con variedad sistémica tratados de manera inadecuada tienen un incremento de la incidencia de amiloidosis (1.4-9%). La mortalidad se reporta menor al 0.3% en series norteamericanas, donde la mayoría de las muertes son secundarias al síndrome de activación macrofágica, infecciones secundarias a la inmunosupresión o por complicaciones cardiacas. (38,41,43) El síndrome de activación macrofágica (SAM) es una complicación rara que se caracteriza por un incremento de la activación y demostración de histiofagocitosis en la médula ósea. Los desencadenantes incluyen una enfermedad viral y la adición o cambio en los medicamentos, usualmente AINEs, inyecciones intramusculares de oro, sulfasalazina, y etanercept(14). Los pacientes usualmente están muy enfermos presentando hepatoesplenomegalia, linfadenopatías, púrpura y sangrado de mucosas y pueden desarrollar falla orgánica múltiple. Son comunes la presencia de pancitopenia, prolongación de los tiempos de coagulación, aumento de los productos de degradación de la fibrina, hiperferritinemia e hipertrigliceridemia. La VSG es baja debido a hipofibrinogenemia secundaria a coagulopatía por consumo y disfunción hepática. Dentro de la patogénesis de este síndrome pueden estar involucrados alteraciones en la actividad citotóxica de las células NK y linfocitos CD8, niveles bajos de perforinas y activación endotelial. En este caso el manejo incluye metilprednisolona y ciclosporina A. Los pacientes refractarios pueden responder a dexametasona y etopósido. (14,44,45) Aproximadamente la mitad de los niños afectados se recuperará completamente, más si solo se encuentra afectado un número limitado de articulaciones. La otra mitad presentará artritis progresiva, desarrollando una incapacidad funcional de moderada a severa. Los síntomas sistémicos rara vez persisten más de 5 años. En la serie de Cincinati, el 48% de los pacientes presentan enfermedad activa a los 10 años o más, posterior al inicio de los síntomas(39,46). EVOLUCION DE LA AIJ SISTÉMICA En este tipo de pacientes es frecuente la presencia de retraso del crecimiento generalizado y pubertad retardada49. La causa es multifactorial. Ya sea metabólica por aumento de las demandas catabólicas secundaria a actividad de la enfermedad; endocrinológica por disminución de los niveles de IGF-1 secundaria a aumento de los niveles de IL-6 y del uso de corticoesteroides debido a su efecto supresivo en los osteoblastos y/o por desnutrición que se puede dar por caquexia secundaria al aumento de los niveles de TFN-α e IL-1; por alteraciones mecánicas por disfunción de la articulación temporomandibular o anorexia secundaria a vómito, úlceras orales y gastritis secundaria al uso de AINEs, esteroides e inmunosupresores. (14,35,49) En este sentidolos niños con AIJ variedad sistémica tienen un mayor riesgo para presentar un crecimiento lineal disminuido. Es importante que esta detención del crecimiento sea detectada a tiempo ya que representa algo irreversible y no deseado. Una detención del crecimiento localizada puede resultar debido a la destrucción del centro de crecimiento como en la micrognatia, maduración ósea acelerada o cierre prematuro de los cartílagos de crecimiento, lo que puede dar lugar a braquidactilia. (14) En un estudio realizado con pacientes con AIJ cuya enfermedad duró más de 10 años el 28% presentaban depresión (7% leve, 21% moderada-severa). El grado de depresión se correlacionaba con la persistencia de la actividad de la enfermedad y las alteraciones causadas. (14) Hay estudios que muestran que los pacientes con AIJ seguidos hasta los 37 años, cerca del 9% al 83% presentan enfermedad que persiste hasta la etapa adulta y 14% a 48% (media de 31%) presentan una pobre actividad funcional. Entre los factores asociados a esta situación se encuentran el retraso en la referencia del paciente y el retraso en el inicio del tratamiento adecuado. Hasta un 72% de los pacientes habían tenido una cirugía relacionada con la enfermedad, principalmente las variedades oligoarticular extendida, poliarticular y sistémica. Los pacientes FR positivo son los que presentan mayor número de cirugías de reemplazo y revisiones. (14,43,50) Hill y colaboradores reportan que de 53 adultos estudiados (con una media de 14.5 años desde el diagnóstico de la AIJ) dos terceras partes del grupo presentaban una enfermedad leve a moderada, con adecuado desarrollo social y profesional. Sin embargo, una tercera parte presentaba una enfermedad severa, con incapacidad progresiva(51). Laaksonen reportó que la enfermedad se había resuelto completamente en el 30% de sus pacientes (media de 16 años desde el inicio de la enfermedad). El 40% presentaba una discapacidad leve a moderada, mientras el 30% presentaba discapacidad severa. La recuperación completa era más común en aquellos pacientes con duración de la artritis activa menor a 7 años (51% de los pacientes) y menos común cuando persistían con actividad por 8 a 16 años (10% de los pacientes) (16). Sin importar el tipo de inicio de la AIJ, el 83% de los pacientes seguidos por Ansell por 15 años eran capaces de trabajar, ir a la escuela y ser autosuficientes. En general, la sinovitis activa tenía tendencia a disminuir conforme pasaba el tiempo, sin embargo al año de inicio de la enfermedad el número de articulaciones involucradas era mayor que a los 3 meses. A los 5 años, había una mejoría importante en todos los grupos, especialmente en muñecas, rodillas y tobillos. Muchas de las articulaciones solo presentaban limitación al movimiento, sin datos de actividad. Reportó 79 pacientes de inicio sistémico, 57% presentaban limitación leve o ninguna, el 25% severa, 4% muy severa, con una tasa de mortalidad de 14%.(52) Basados en reportes de Canadá y Estados Unidos, la tasa de mortalidad reportada es de 0.29/100 pacientes. La mayoría de las muertes en pacientes con AIJ variedad sistémica, debido a SAM, infecciones y complicaciones cardiacas. (43) PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN En base a lo anterior consideramos que la AIJ comprende un universo de entidades en la cuales se distinguen diversos subtipos y en ocasiones no es posible incluir a un paciente dentro de un cuadro específico, lo cual representa un verdadero reto diagnóstico con un consiguiente retraso en el inicio del manejo, elevando el riesgo para el desarrollo de una pobre evolución funcional. El cuadro clínico de la AIJ de inicio sistémico es variable en su presentación así como en su evolución y desenlace. El resultado de estas formas de presentación de la enfermedad varía de un estudio a otro, proyectando distintos escenarios y estadísticas. Pero dentro de este pequeño universo, hay algo que no varía: No contamos con estudios o revisiones que nos muestren el cuadro clínico predominante (si lo hay) en este subtipo de AIJ en la población latina pediátrica, específicamente población mexicana, así como también desconocemos el curso o cursos clínicos que presenta esta enfermedad en nuestra población en específico ni del resultado final de la misma. OBJETIVOS • Describir el cuadro clínico de la Artritis Idiopática Juvenil variedad sistémica en nuestro medio. • Describir la evolución de la Artritis Idiopática Juvenil variedad sistémica en pacientes mexicanos. • Describir factores asociados en nuestra población que condicionen que los pacientes tengan una mala evolución funcional de la enfermedad. HIPÓTESIS El paciente que acude a la consulta del Hospital Infantil de México con diagnóstico de artritis idiopática juvenil de inicio sistémico presenta un daño mayor y persistente que el reportado en la literatura mundial. MÉTODOS Se revisaron los expedientes de los pacientes que acudieron a la consulta de Reumatología en el Hospital Infantil de México Federico Gómez de 1995 a mayo del 2006 que cumplían con criterios diagnósticos para artritis idiomática juvenil variedad sistémica. Criterios de Inclusión: Diagnóstico de AIJ de inicio sistémico de acuerdo a los criterios de la ACR, EULAR e ILAR dentro del periodo de 1995 a mayo del 2006 Criterios de Exclusión: Expedientes incompletos. PLAN DE ANÁLISIS ESTADÍSTICO Se usó estadística descriptiva como son la media, mediana y moda, por medio del programa SPSS para analizar las distintas variables. LIMITACIONES Pacientes vistos únicamente en la consulta externa de Reumatología del Hospital Infantil en los últimos 10 años VARIABLES • Sexo • Edad de inicio de la enfermedad • Edad del paciente al diagnóstico • Tiempo de evolución de la enfermedad al momento actual • Número de articulaciones afectadas • Datos sistémicos: o Exantema o Adenopatías o Hepatomegalia o Esplenomegalia o Serositis o Fiebre • Recaídas o Número de recaídas o Asociación a reactantes de fase aguda • Presencia de remisión o Tiempo a remisión • Muerte o Causa • Presencia de ANA • Presencia de factor reumatoide • Anemia • Tratamiento previo • Tratamiento recibido en la institución • VSG • PCR • Trombocitosis o Al inicio y a los 6 meses de la enfermedad RESULTADOS Se revisaron un total de 56 expedientes de pacientes que acudieron a la consulta externa de Reumatología en el Hospital Infantil de México Federico Gómez durante el periodo comprendido desde enero de 1995 hasta mayo 2006 con diagnóstico de Artritis Idiopática Juvenil de inicio sistémico. Se excluyeron 3 expedientes porque se encontraban incompletos para el análisis y se eliminaron 3 expedientes más debido a que el cuadro clínico no era compatible con los criterios para el diagnóstico de AIJ sistémica. CUADRO 1 – Epidemiología Sexo Femenino 23 (46%) Masculino 27 (54%) Edad al inicio (m) 4a 9m (8m-8a10m) Masculino 5a (1a3m-8a8m) Femenino 4a 5m (8m-8a10m) Edad al Diagnóstico (m) 5a 7m (1a5m-13a2m) Masculino 5a 9m (1a5m-8a9m) Femenino 5a 4m(2a-13a2m)) Fuente: Archivo HIM De los 50 expedientes revisados, 23 (46%) correspondían a pacientes del sexo femenino y 27 (54%) al sexo masculino [Cuadro 1]; con una relación hombre-mujer 1.1:1. La edad de inicio fue de 4 años 9 meses, con una mínima de 8 meses y una máxima de 8 años 10 meses; siendo de 5 años en el sexo masculino y de 4 años 5 meses en el sexo femenino, sin diferencia significativa. La edad al diagnóstico fue de 5 años 7 meses, con una mínima de 1 año 5 meses y una máxima de 13 años 2 meses. El tiempo transcurrido entre el inicio de la sintomatología y el diagnóstico fue de 6 meses, conun intervalo de 6 semanas hasta 72 meses [Cuadro 5]. El pico de inicio de la AIJ de tipo sistémico en nuestra población se muestra en la Figura 1. En la población total se observan 2 picos, uno a los 2 años y otro a los 9 años. El primero representado por la población femenina y el segundo representando a la población masculina. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8 Edad N úm er o de P ac ie nt es Femenino Masculino Total Figura 1 – Edad de Inicio de la AIJ Sistémica De los síntomas sistémicos presentados, el más frecuente al ingreso fue la presencia de adenopatías (64%) y el menos frecuente fue la serositis, la cual sólo se documentó en 2 pacientes (2.2%). A los 6 meses de evolución, el 21.7% de los pacientes continuaba con presencia de fiebre, el 19.6% con adenopatías y el 4.3% con hepatomegalia y esplenomegalia. Once pacientes persistieron con fiebre por más de 6 meses [Cuadro 2]. Cuadro 2 - Síntomas Sistémicos Al Diagnóstico A los 6 meses Más de 6 meses Exantema 25 (50%) 5 (10.9%) 7 (15.6%) Adenopatías 32 (64%) 9 (19.6%) 8 (17.8%) Hepatomegalia 12 (24%) 2 (4.3%) 2 (4.4%) Esplenomeglia 6 (12%) 2 (4.3%) 2 (4.4%) Serositis 2 (4%) 0 1 (2.2%) Fiebre 50 (100%) 10 (21.7%) 11 (24.4%) Fuente: Archivo HIM Treinta y uno de los pacientes (63.3%) cursaron con trombocitosis al diagnóstico (definida como una cifra plaquetaria de 600,000 o mayor). A los 6 meses, el 28.8% (13 pacientes) continuaba con trombocitosis a los 6 meses de evolución [Cuadro 3]. CUADRO 3 - Laboratorios Al Diagnóstico (# de Pacientes) Trombocitosis 31 (63.3%) PCR 43 (91.5%) VSG 45 (90%) ANA 7 (15.2%) FR 3 (6.4%) Anemia 42 (85.7%) Fuente: Archivo HIM El 91.5% (43) de los pacientes presentó Proteína C Reactiva positiva (Valor positivo PCR>0.5mg/dl) al ingreso, con una mediana de 10.4 (0.65-96). Mientras que el 90% (45 pacientes) presentaron velocidad de sedimentación globular aumentada (mayor de 20mm/hora), con una media de 29.96 (8-65mm/hora). El 85.7% (42 pacientes) presentaron anemia al momento del diagnóstico, con una media de hemoglobina de 9.58g/dl [Cuadro 3 y 4]. Cuadro 4 – Valores de Laboratorio Valor PCR 10.4mg/dl (0.65-96mg/dl) (md) VSG 29.96mm/hr (8-65mm/hr) (m) Anemia 9.58 g/dl (7.1-11.5g/dl) (m) Fuente: Archivo HIM Siete pacientes (15.2%) presentaron Anticuerpos Antinucleares (ANA) positivos, mientras que 3 pacientes (6.4%) presentaron factor reumatoide positivo [Cuadro 3] El promedio de articulaciones afectadas fue de 8, variando desde la afección de una sola articulación hasta 30 articulaciones afectadas. [Cuadro 5]. Cuadro 5 - Evolución Número de Articulaciones Afectadas (md) (1-30) 8 Tiempo de Evolución Al Dx (md) (1-72m) 6 meses Tiempo de Evolución total (md) (3-190m) 59 meses Remisión # de Pacientes 40 (80%) Tiempo a Remisión (md) (6-110) 12 meses Defunción # de Pacientes 2 (4%) Recaída # de Pacientes 27 (67.5%) Número de Recaídas (md) (1-7) 2 Asociación a Reactantes de Fase Aguda # de Pacientes 24 (88.9%) Reactantes de Fase Aguda VSG 14 (58.3%) VSG + PCR 10 (41.7%) Actividad (# de Pacientes) Activo 20 (40%) Inactivo 30 (60%) Tiempo de Actividad (md) (3-190m) 36 meses Tiempo de Inactividad (md) (1-79m) 14 meses Fuente: Archivo HIM Cuarenta pacientes (80%) presentaron remisión. Esta fue definida como ausencia de la actividad en cualquier momento durante el curso de la enfermedad tanto clínica como laboratorialmente por un periodo de 6 meses. De estos, el tiempo entre el diagnóstico de la enfermedad y la remisión fue de 12 meses, con un tiempo mínimo de 6 meses y máximo de 110 meses. De los pacientes que presentaron remisión, el 67.5% (27 pacientes) presentaron recaída, con un promedio de 2 recaídas por paciente (rango 1-7). Además en el 88.9% (24 pacientes) esta recaída se asoció a una elevación de los reactantes de fase aguda. [Cuadro 5]. Al momento de la última consulta, el 40% (20 pacientes) persistía con enfermedad activa. De estos pacientes con enfermedad activa, ésta tuvo una duración promedio de 36 meses, con una duración mínima de 3 meses y máxima de 190 meses. Mientras que de los pacientes que no presentaban actividad al momento de la última valoración, el tiempo de inactividad de la enfermedad fue de 14 meses, con un mínimo de 1 mes y máximo de 79 meses [Cuadro 5]. A su ingreso al hospital el 26% de los pacientes, no había recibido ningún tratamiento, mientras que el 58% de los pacientes había recibido algún medicamento tal como antiinflamatorios no esteroideos (AINE), antibióticos o ambos. El 12% había recibido además de lo anterior prednisona, y en menor medida metotrexate, y en un caso metilprednisolona. Con respecto al tratamiento recibido ya en nuestra institución, éste se basó principalmente en el uso de AINEs, metotrexato y esteroide. Cuadro 6 - Tratamiento TRATAMIENTO Frecuencia Porcentaje AINE 2 4% Metrotexate 10 20% Esteroide 21 42% Hidroxicloroquina 7 14% Etarnecept 1 2% Sulfasalazina 1 2% AINE + Esteroide 1 2% AINE+MTX+HCLQ 2 4% AINE+MTX+HCLQ+Sulfasalazina 2 4% AINE+MTX+Esteroide+Etarnecept 2 4% Esteroide+ATB+Gamaglobulina 1 2% Total 50 100% Fuente: Archivo HIM Dos pacientes respondieron únicamente con la administración de un AINE. Además 10 pacientes (20%) remitieron exclusivamente con la combinación de AINE y metotrexate. Veintiún pacientes (42%) ameritaron, además de esta combinación de AINE y metotrexato, el uso de esteroides del tipo de la prednisona o bien durante periodos cortos de la enfermedad 6 pacientes ameritaron bolos de metilprednisolona por actividad importante de la misma. Un total de 11 pacientes requirieron la adición de hidroxicloroquina y 3 pacientes el uso de etarnecept. La sulfasalazina se administró a 3 pacientes, que al igual que el etarnecept, se utilizó cuando los pacientes no respondieron al tratamiento estandar y casi siempre posterior al uso de hidroxicloroquina. Un paciente ameritó uso de gammaglobulina al presentar Síndrome de Activación Macrofágica (SAM). [Cuadro 6] En total, de los 50 casos revisados, se documentaron 2 defunciones. En el primer caso se trató de un síndrome de activación macrofágica secundario a una infección por Virus Ebstein Barr y el segundo fue una defunción por sepsis. No se observó ningún caso de uveítis. DISCUSIÓN Aunque la artritis idiopática juvenil variedad sistémica es un trastorno poco frecuente, en nuestro hospital representa casi la mitad de los casos de artritis idiopática juvenil valorados en la consulta de Reumatología en contraste con el 10-15% de los casos de AIJ reportados en la literatura mundial. Debido a lo anterior y a la falta de datos en cuanto al cuadro clínico y evolución de esta enfermedad en la población latina, particularmente mexicana, se realizó la presente revisión. Este trabajo constituye una pieza importante en este rompecabezas, ya que representa una población importante (50 pacientes) ya que difícilmente se observa un reporte de casos de un centro específico con dicha cantidad de pacientes. Además representa una evaluación del paciente mexicano, lo que nos permite observar como es la evolución de la enfermedad en nuestros pacientes permitiéndonos así definir un pronóstico, ya que actualmente sólo contamos como referencia lo reportado en la literatura anglosajona, que como hemos visto en este trabajo difiere de nuestros datos. En el presente estudio la edad media de inicio de la enfermedad fue de 4 años 9 meses, siendo un poco mayor en pacientes masculinos (5 años) en comparación con los femeninos (4 años 5 meses). Esta edad es menor a la edad reportada por Fantini y Gatinara(53) que es de 6 años. En la literatura se reporta un pico de incidencia máximo a los 2 años en la población total, exhibiendo el sexo masculino otro pico pequeño a los12 años. En nuestro estudio se observaron 2 picos, uno a los 2 años, dado principalmente por la población femenina, y otro a los 6 años, condicionado éste por la población masculina.(1) La edad al diagnóstico fue de 5 años 7 meses, siendo ligeramente mayor en el sexo masculino que en el femenino, aunque sin diferencia significativa. Cabe también destacar que en la literatura se reporta como un factor de riesgo para un mal pronóstico funcional una edad menor de 6 años al diagnóstico. En la literatura revisada(1), así mismo, no se reporta un predominio en cuanto al género. Tampoco en nuestro estudio se apreció una tendencia en cuanto a predominio de la enfermedad en algún género en particular, con una relación hombre:mujer de 1.1:1: en cambio, Fantini y Gatinara(53) reportan ligero predominio en el sexo femenino. El tiempo promedio entre el inicio de la sintomatología y el diagnóstico fue de 6 meses, menor que el reportado por Fantini et al(53) que es de 1.5 años. Aunque hubo algunos casos en los que el diagnóstico se prolongó, siendo el mayor de 72 meses. En cuanto a la duración de la fiebre se refiere en la literatura que una duración prolongada de ésta es un factor de riesgo para una mala evolución funcional de la enfermedad, en el presente estudio encontramos que 11 pacientes (24.4%) presentaron una duración de la fiebre mayor de 6 meses posterior al diagnóstico. El síntoma sistémico que se presentó con mayor frecuencia asociado a la fiebre y a la artritis fueron las adenopatías, en segundo lugar el exantema y posteriormente la hepatomegalia. En cambio, la esplenomegalia reportada en la literatura(14) presente en una cuarta parte de los pacientes, sólo se encontró presente en el 12% de los expedientes revisados. La serositis fue un hallazgo poco común, solo 2 pacientes (4%) lo presentaron. La presencia de estos síntomas sistémicos estuvo asociada a actividad de la enfermedad y a la presencia de recaídas. Cuarenta y dos pacientes (85.7%) presentaron anemia, con una media de 9.58 g/dl y 31 pacientes (63.8%) presentaban trombocitosis al diagnóstico de la enfermedad. La presencia de ambas se relacionó a actividad clínica de la enfermedad. De los pacientes con trombocitosis, 13 (28.9%) la presentaron por 6 meses o más, lo que también está descrito como factor de mal pronóstico de evolución funcional de la enfermedad. Sólo 7 pacientes (15.2%) tuvieron anticuerpos antinucleares positivos (definidos como un valor mayor o igual de 1:160) y 3 (6.4%) presentaron factor reumatoide positivo. El 90% de los pacientes presentaron VSG elevada, con una mediana de 29.96mm/hr, mientras que el 91.5% presentó PCR elevada con una media de 10.4 mg/dl. Ambas se correlacionaban con la actividad clínica del paciente, regresando a niveles normales en la remisión y elevándose en la recaída. De hecho, de los 27 pacientes que presentaron recaída, en 24 de ellos (88.9%) se asoció ésta a elevación de los reactantes de fase aguda. El número de articulaciones afectadas varió desde un curso monoarticular hasta 30 articulaciones afectadas, con una mediana de 8. Este dato es importante ya que Schneider(55) reportó que aquellos que presentan una forma oligoarticular de la enfermedad se asocian a menor tiempo a remisión de la misma. De los 50 expedientes revisados, en 40 (80%) hubo remisión de la enfermedad (definida como un periodo mínimo de 6 meses sin datos de actividad tanto clínica como laboratorial), con un tiempo a remisión promedio de 12 meses, con mínimo de 6 meses y máximo de 110 meses. De aquellos que presentaron remisión, el 67.5% presentó recaída, con una media de 2 recaídas (rango 1-7). Cabe destacar este dato, ya que Fantini et al(53) reportan remisión en el 34.1% de sus pacientes mientras que Weiss(14) reporta remisión en el 60-85% de los pacientes. A su última consulta, de los 50 expedientes revisados, 30 (60%) se encontraban inactivos por un periodo promedio de 14 meses, rango de 1 a 79 meses. Los otros 20 (40%) permanecían con actividad de la enfermedad, con una media de 36 meses activos, rango de 3 a 190 meses. Por otro lado Kimura y Pinho(54) reportan que un 80% de sus pacientes presentan un curso persistente crónico o polifásico de la enfermedad, con un 50% de pacientes con pobre evolución funcional. En cuanto al tratamiento, este no varía al utilizado en el resto del mundo, siendo los AINEs, el metotrexate y los esteroides la piedra angular del tratamiento, utilizando como opciones en aquellos pacientes que no responden inmunomoduladores como hidroxicloroquina y sulfasalazina, y a últimas fechas, terapia biológica como el etarnecept. CONCLUSIONES Los principales reportes sobre AIJ sistémica están basados en estudios en población anglosajona tanto norteamericana como europea sin encontrarse reporte alguno de una serie de casos de AIJ sistémica referente a pacientes latinoamericanos. De acuerdo a los resultados obtenidos podemos definir lo siguiente: • El porcentaje de pacientes con AIJ sistémica vistos en la consulta de Reumatología del HIM Federico Gómez es mayor que el reportado en la literatura mundial(1,14), siendo de 44% versus 10-20%. • La edad media de inicio de la enfermedad fue más temprana en nuestros pacientes. • La incidencia de la AIJ sistémica es mayor a los 2 años, con predominio del sexo femenino y a los 6 años, con predominio del sexo masculino. • Una proporción mayor de nuestros pacientes se presentaba al momento de la última valoración con enfermedad inactiva. • De acuerdo a la hipótesis que se señaló en un principio esta se deshecha ya que los pacientes vistos en la consulta externa de Reumatología del Hospital Infantil de México Federico Gómez con diagnóstico de AIJ sistémica, a pesar de ser más frecuente en nuestro medio, no presentan un daño más severo ni más persistente que el reportado en la literatura mundial(1,14). BIBLIOGRAFIA 1. 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