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Referencias-para-aplicacion-segura-de-tornillos-iliosacros-en-fracturas-yo-luxaciones-sacroiliacas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISION DE ESTUDIOS SUPERIORES 
 
 
 
SECRETARIA DE SALUD PÚBLICA DEL ESTADO DE SONORA 
HOSPITAL GENERAL DEL ESTADO 
“DR. ERNESTO RAMOS BOURS” 
 
 
 
DEPARTAMENTO DE TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA 
TESIS 
 “REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS 
ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O LUXACIONES SACROILIACAS” 
 
PARA OBTENER EL GRADO DE ESPECIALIDAD EN TRAUMATOLOGIA Y 
ORTOPEDIA 
PRESENTA 
DR. CARLOS ALBERTO FRANCO CISNEROS 
ASESOR 
DR. DAVID LOMELI ZAMORA 
HERMOSILLO, SONORA FEBRERO 2009 
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UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
INDICE 
CAPITULO I 
1.1 INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………. 1 
1.2 ANTECEDENTES …………………………………………………………… 2 
1.3 ANATOMÍA …………………………………………………………………... 4 
1.4 BIOMECÁNICA DEL SACRO Y DE LA ARTICULACIÓN SACROILIACA 17 
1.5 INDICACIONES DE LA OSTEOSÍNTESIS PERCUTÁNEA DE LA 
ARTICULACÍON SACROILIACA ............................................................ 
 
20 
CAPITULO II MATERIAL Y MÉTODOS 
2.1 PROBLEMA ………………………………………………………………….. 22 
2.2 HIPÓTESIS …………………………………………………………………… 22 
2.3 OBJETIVO ……………………………………………………………………. 22 
2.4 TIPO DE INVESTIGACIÓN ………………………………………………… 22 
2.5 JUSTIFICACIÓN …………………………………………………………….. 23 
2.6 GRUPO DE ESTUDIO ……………………………………………………… 23 
2.7 DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO Y LA TÉCNICA QUIRÚRGICA 23 
2.8 RECURSOS HUMANOS …………………………………………………… 26 
2.9 RECURSOS FÍSICOS ……………………………………………………… 26 
CAPITULO III RESULTADOS …………………………………………………. 26 
3.1 DISTRIBUCIÓN POR SEXO Y EDAD …………………………………… 27 
3.2 PORCENTAJE DE SEGURIDAD EN LA COLOCACIÓN DE LOS 
TORNILLOS ILIOSACROS ……………………………………………………. 
 
29 
3.3 TIPOS DE SACRO ENCONTADOS EN EL GRUPO DE ESTUDIO … 30 
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3.4 ANGULACIÓN RADIOGRAFICA DE LOS TORNILLOS ILIOSACROS 31 
3.5 MEDICIÓN DEL ALA SACRA ……………………………………………. 33 
CAPITULO IV DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 
4.1 DISCUSIÓN …………………………………………………………………. 36 
4.2 CONCLUSIONES …………………………………………………………... 38 
REFERENCIAS …………………………………………………………………. 38 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
CAPITULO I MARCO TEORICO 
1.1 INTRODUCCION 
La mortalidad referida por las fracturas graves de la pelvis varía desde el 10% 
hasta valores tan altos como del 50% en las fracturas abiertas de la pelvis. La 
mortalidad temprana se debe con más frecuencia a una hemorragia o a un 
traumatismo craneal cerrado, mientras que la tardía se debe a una infección o a 
un fracaso multiorgánico. 
Las lesiones inestables del anillo pélvico, son siempre un difícil y complejo 
problema para el cirujano ortopédico, porque se asocian con una elevada morbi-
mortalidad. La estabilidad del anillo pélvico es la meta vital para el manejo y 
disminución del sangrado; la rehabilitación progresiva y prevenir a largo plazo las 
complicaciones relacionadas con la inestabilidad mecánica mediante la fijación 
interna. 
Para obtener la estabilización de una pelvis severamente dañada es necesario 
lograr una fijación segura de los elementos posteriores de la misma. 
La anatomía de la pelvis, específicamente la articulación sacro ilíaca, presenta una 
dificultad para su localización quirúrgica por cualquier vía ya sea anterior o 
posterior, por un lado el contenido abdominal y las estructuras neurovasculares 
importantes, mientras que por vía posterior los ilíacos sobresalientes, que cubren 
las alas del sacro y esconden la aurícula articular que mide aproximadamente 5 
cms de largo por 3 cms de ancho, en un hueco cubierto por los glúteos. 
Localizar y atravesar percutáneamente esta articulación, es un reto para el más 
hábil de los cirujanos ortopedistas. 
En la literatura mexicana, no encontramos los mapas o las instrucciones, para 
lograr este objetivo sin complicaciones. 
El presente trabajo pretende cubrir este déficit. 
 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
1.2 ANTECEDENTES 
Desde que en siglo XIX Malgaigne describió una fractura luxación de la hemipelvis 
hasta nuestros días las lesiones de este tipo han constituido un reto para los 
ortopédicos del mundo. 
Broke en 1851 hace las primeras observaciones sobre la movilidad de los 
elementos pelvianos. En 1932 Chamberlaim reportó alteraciones postraumáticas 
de la cara anterior de la pelvis que coincidieron con los trabajos de Walheim en 
1984. 
Dennis en 1988 clasifica las fracturas del sacro en tres zonas lesionales: zona I, 
ala sacra; zona II, región foraminal, y zona III, canal vertebral. 
Pennal y cols. Desarrollaron una clasificación mecanicista en la cual las fracturas 
de la pelvis se describen como lesiones de compresión anterior, lesiones de 
compresión lateral o lesiones de cizallamiento vertical. 
Marvin Tile en 1996 modificó el sistema de Pennal para convertirlo en un sistema 
alfanumérico recogiendo tres grupos basados en el concepto de estabilidad de la 
pelvis: A (estable), B (inestable en rotación pero estable verticalmente), C 
(inestable en la rotación y verticalmente) 
Matta y Saucedo en 1989 publica su técnica de fijación posterior con tornillos de 
fracturas sacras y luxaciones sacro ilíacas en decúbito prono. 
Routt cols. En 1993 publica su técnica de fijación percutánea con tornillos 
iliosacros para las roturas sacro ilíacas y fracturas sacras en decúbito supino. 
Actualmente el tratamiento quirúrgico de las lesiones del anillo pélvico se ha 
convertido en el estándar de oro para el manejo de de estas lesiones severas. 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
 La fijación interna ha evolucionado de manera determinante en las últimas tres 
décadas. Antes de 1980, los pacientes con fracturas inestables de pelvis debían 
soportar largos periodos de inmovilización con tracción, en las llamadas 
“hamacas” o espicas y, sobre todo, debían soportar el dolor y las complicaciones 
secundarias a la estasis. 
Los métodos modernos de diagnóstico han permitido la detección de más 
pacientes con lesiones inestables de la pelvis, especialmente de aquéllos con 
fracturas de sacro. 
 Asimismo, la presencia de fracturas de pelvis en pacientes politraumatizados 
generó la necesidad de desarrollar técnicas quirúrgicas especiales, inmovilizarlas 
en forma precoz, y facilitar su cuidado en áreas de terapia intensiva. 
Los esfuerzos conjuntos del grupo de trabajo de fracturas de pelvis en Hannover, 
Alemania, permitieron difundir a toda la comunidad ortopédica la experiencia de 
los centros alemanes de trauma acerca del manejo de las lesiones del anillo 
pélvico. 
En sus propuestas, plantearon los protocolos actuales de manejo inmediato e 
iniciaron los estudios acerca de la biomecánica de la fijación de estas fracturas 
mediante osteosíntesis. 
No existe en la literatura, estudios clínicos ni experimentales, en pacientes 
mexicanos, sobre la fijación percutánea de la articulación sacro ilíaca. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA1.3 ANATOMIA 
 
 El sacro es resultado de la unión de las cinco vertebras sacras. Está situado en 
la parte posterior de la pelvis, por debajo de la columna lumbar y entre los dos 
huesos iliacos. Forma con la columna lumbar un ángulo obtuso, saliente hacia 
adelante, llamado ángulo sacrovertebral anterior o promontorio. Este ángulo mide 
118° en la mujer y 126° en el hombre (bleicher y Beau). 
 
El sacro está excavado, su concavidad es más acentuada en la mujer que en el 
hombre, y mira hacia adelante. Su forma es la de una pirámide cuadrangular, 
aplanada de adelante hacia atrás, de base superior y vértice inferior. Se describen 
en él cuatro caras, una base y un vértice. 
 
Cara anterior. 
 Esta cara es cóncava de arriba hacia abajo y transversalmente. Su parte media 
está constituida por los cuerpos de las cinco vértebras sacras, separadas entre sí 
por cuatro crestas transversales. La altura de los cuerpos vertebrales disminuye 
de arriba hacia abajo, de modo que la cresta transversal comprendida entre la 
segunda y tercera vértebra se sitúa a la mitad de la altura del hueso. 
 
En las extremidades transversales de estas crestas se observan a cada lado 
cuatro orificios, los agujeros sacros anteriores. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
 Estos orificios ovales, con su extremidad interna más amplia, dan paso a las 
ramas anteriores de los nervios sacros y se prolongan hacia afuera por unos 
canales cuya anchura y profundidad disminuye de adentro hacia afuera. Todas 
convergen hacia la escotadura ciática mayor. 
 La primera es ligeramente descendente y la segunda horizontal, en tanto que las 
dos últimas, sobre todo la última son ligeramente ascendentes. La distancia que 
separa cada agujero sacro anterior de la línea media disminuye de arriba hacia 
abajo. 
Las vértebras sacras segunda, tercera y cuarta presentan inserción al músculo 
piramidal en una superficie circunscrita por arriba, por fuera y por debajo por los 
agujeros sacros segundo y tercero. 
 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
 
 
Cara posterior 
 Es convexa y muy irregular. Presenta en la línea media una cresta, la cresta 
sacra, constituida por tres a cuatro tubérculos que alternan con depresiones. Los 
tubérculos son resultado de la fusión de las apófisis espinosas. La cresta sacra se 
bifurca hacia abajo, a la altura del agujero sacro posterior tercero o cuarto, en dos 
columnitas óseas, las astas del sacro. Las astas del sacro divergen de arriba hacia 
abajo y limitan la escotadura sacra o hiatus sacralis en cuyo vértice termina el 
conducto sacro. A cada lado de la cresta se encuentran: 1) el canal sacro, formado 
por la unión de las láminas vertebrales; 2) los tubérculos sacros posterointernos, 
en número de tres a cuatro, dispuestos en serie lineal y vertical y resultantes de la 
fusión de las apófisis articulares; 3) los agujeros sacros posteriores, en número de 
cuatro de cada lado, más pequeños que los anteriores y atravesados por las 
ramas posteriores de los nervios sacros. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
 
 Al igual que los agujeros sacros anteriores, la serie de agujeros sacros 
posteriores, se aproxima poco a poco a la línea media de arriba hacia abajo y 
están un poco más alejados de la línea media que los agujeros anteriores; 4) los 
tubérculos sacros posteroexternos o tubérculos conjugados: son más voluminosos 
que los tubérculos sacros posterointernos, están situados por afuera de los 
agujeros sacros posteriores y resultan de la soldadura de las apófisis transversas 
de las vértebras sacras. “Entre dos agujeros sacros posteriores superpuestos se 
encuentra la base de la apófisis transversa, que parece bifurcarse enseguida y 
unirse por arriba y por debajo con las ramas que le envían las apófisis transversas 
vecinas, para formar unos tubérculos cuya denominación, muy apropiada, es de 
tubérculos de conjunción o tubérculos conjugados” ( Max Posth). 
 
En el intervalo comprendido entre dos tubérculos conjugados vecinos y por fuera 
de ellos se observa una depresión rugosa, perforada por agujeros vasculares y 
llamada fosa cribosa. La primera fosa cribosa es mucho más extensa, profunda y 
rica en agujeros vasculares. 
 
Los músculos espinales se insertan en la cara posterior del sacro, en particular 
sobre la cresta sacra y en los tubérculos sacros posterointernos y posteroexternos. 
En los últimos se inserta también el glúteo mayor. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
 
Caras laterales. 
Las caras laterales son triangulares, de base superior. Se aprecian en ellas dos 
segmentos, uno superior y otro inferior. 
El segmento superior, ancho, corresponde a las dos primeras vértebras sacras. Su 
porción anteroinferior está ocupada por una superficie articular llamada superficie 
auricular, porque el contorno de esta superficie se asemeja al pabellón de la oreja. 
Se articula con una carilla similar del hueso coxal. 
Por detrás de la superficie auricular se encuentra un área irregular rugosa, en la 
cual se distingue la primera fosa cribosa. 
El segmento inferior de las caras laterales corresponde a las tres últimas vertebras 
sacras. Se presentan en forma de un borde grueso romo, rodeado de rugosidades 
destinadas a la inserción de los ligamentos sacro ilíacos. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
 
Base. 
La base del sacro hacia adelante y hacia arriba. 
 
Su parte media presenta de adelante hacia atrás, primero la cara superior 
reniforme del cuerpo de la primera vértebra sacra y después el orificio superior, 
triangular de base anterior, el conducto sacro. Los bordes laterales de este orificio 
son oblicuos hacia abajo, hacia adentro y hacia atrás, y limitan una escotadura 
cuyo vértice inferior corresponde a la extremidad superior de la cresta sacra. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
Sus partes laterales están ocupadas por delante por una superficie lisa, triangular, 
de base externa, cóncava transversalmente, convexa de adelante hacia atrás; es 
la aleta del sacro, la cual está limitada hacia adelante y hacia abajo por un borde 
romo que entra en la constitución del estrecho superior. 
 
Se observa a veces sobre la superficie de la aleta un canal oblicuo hacia adelante 
y hacia afuera determinado por el tronco lumbosacro (Poirier). La parte externa de 
la aleta presenta inserción en una pequeña superficie al músculo iliaco. 
 
Por detrás de la aletas se elevan las apófisis articulares superiores de la primera 
sacra. Su superficie articular, ligeramente cóncava, mira hacia adentro y hacia 
atrás. Las apófisis articulares están separadas de las aletas por dos canales que 
contribuyen a formar los agujeros de conjunción intermedios entre la quinta lumbar 
y el sacro. 
 
 
 
 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
Vértice. 
El vértice está ocupado por una superficie convexa, elíptica, cuyo eje mayor es 
transversal y que se articula con la base del cóccix. La superficie articular inferior 
del sacro, la superficie superior del cóccix y las superficies articulares de las 
vértebras coccígeas, que están incompletamente soldadas, presentan en su parte 
central una pequeña fosita de origen notocordal (R. Dieulafé) 
 
Conducto sacro. 
El conducto sacro forma la parte inferior del conducto raquídeo. Prismáticotriangular hacia arriba, se estrecha y se aplana poco a poco hacia abajo. En su 
extremidad inferior, el conducto sacro está representado por un canal abierto hacia 
atrás y limitado lateralmente por las astas del sacro. 
 
El conducto sacro origina a cada lado cuatro conductos, verdaderos agujeros o 
conductos de conjunción, que se bifurcan muy pronto para abrirse hacia adelante 
y hacia atrás de la superficie del hueso en los agujeros sacros anteriores y 
posteriores. 
 
Articulación saco ilíaca. 
La articulación sacro ilíaca era primitivamente una diartroanfiantrosis, como lo 
constata la constitución fibrocartilaginosa del revestimiento de las superficies 
articulares y sobre todo la existencia normal en el feto de haces ligamentosos 
intraarticulares que unen estas superficies entre sí. Secundariamente, estos 
tractos desaparecen y la articulación adquiere los caracteres de una diartrosis 
(Hakim). 
 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
Pero la disposición de las superficies articulares es tan particular en el hombre 
adulto que esta articulación, por el conjunto de sus caracteres, no se parece a 
ninguna. Si tuviéramos que clasificar en algunos de los géneros de las diartrosis, 
se definiría como una condílea. Las superficies articulares de ésta articulación son 
efectivamente una cóncava y otra convexa, talladas en segmentos elipsoides cuyo 
eje mayor está curvado en el mismo sentido que la superficie articular. 
 
 
Superficies articulares. 
Son las superficies auriculares o aurículas del sacro y del hueso coxal. 
La superficie auricular del sacro está excavada, es una depresión elíptica, 
arqueada, considerada por Farabeuf y Max Posth como un “segmento de canal 
circular cuyo centro el tubérculo conjugado de las vértebras sacras primera y 
segunda”. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
La superficie articular del hueso coxal presenta un abultamiento elíptico alargado 
en forma de media luna, es decir incurvado de la misma forma que el canal de la 
superficie sacra. 
Los bordes del canal sacro son abultados, convexos, con aspecto de rodetes y 
corresponden a los surcos que circunscriben la eminencia de la superficie ilíaca. 
Por consiguiente, cada una de las superficies articulares presenta accidentes 
óseos formados: 1) en la superficie sacra, por el canal de esta superficie y por los 
rodetes que lo limitan; 2) en la superficie ilíaca, por el abultamiento ilíaco y los 
surcos que lo limitan. 
Las superficies articulares están cubiertas por un revestimiento delgado cuya capa 
profunda es cartilaginosa, en tanto que la capa superficial es fibrocartilaginosa. 
 
 
 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
Medios de unión. 
La articulación sacro iliaca presenta, como toda diartrosis, una cápsula articular. 
Esta capsula se confunde en casi toda su extensión con los ligamentos sacro 
ilíacos anterior y posterior. 
Al ligamento sacro ilíaco posterior se le agrega por sus relaciones el ligamento 
iliolumbar. 
Ligamento sacro ilíaco anterior. 
El ligamento anterior se confunde con la cápsula y se extiende en toda la altura de 
la cara anterior o abdominopélvica de la articulación. Está formada por fibras 
transversales que se insertan a 2 mm aproximadamente del revestimiento 
fibrocartilaginoso. 
Este ligamento presenta en cada uno de sus extremos dos haces, que se 
diferencian del resto del plano ligamentoso por su mayor espesor y por la dirección 
de sus fibras, que son oblicuas hacia arriba y hacia afuera: son los llamados 
frenos de la nutación y contranutación, denominados también ligamentos 
anterosuperior y anteroinferior. 
El ligamento anterosuperiorior se extiende de adelante hacia atrás y de adentro 
hacia afuera entre la aleta del sacro y el hueso ilíaco. El ligamento antero inferior 
está situado en la extremidad inferior de la articulación; se extiende desde la 
extremidad superior de la escotadura ciática mayor al borde lateral del sacro y 
sigue una dirección oblicua hacia adentro, hacia abajo y hacia atrás. 
Ligamento sacro ilíaco posterior. 
El ligamento sacro ilíaco posterior está constituido por tres planos ligamentosos: 
superficial, medio y profundo ( Hakim). 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
A. Plano ligamentoso superficial.- Está compuesto por dos a tres fascículos 
paralelos o divergentes, aplanados o delgados, pero resistentes, que 
podrían llamarse ligamentos ilioarticulares; en efecto van desde la ilíaca a 
los tubérculos sacros posterointernos o articulares (Hakim y Canela 
Lazaro). 
B. Plano ligamentoso medio.- Este se compone de haces ligamentos 
secundarios, potentes, escalonados de arriba hacia abajo, por detrás de las 
superficies articulares. Son iliotransversos, porque unen la cresta y la 
tuberosidad ilíaca con las apófisis transversas del sacro, es decir con los 
tubérculos conjugados posteroexternos o transversos que derivan de estas 
apófisis. 
C. Plano ligamentoso profundo.- Está representado por un voluminoso 
ligamento llamado interóseo o ligamento vago, porque los haces que lo 
constituyen están dispuestos sin orden y más o menos inclinados unos 
sobre otros; también se llama ligamento axil, porque el eje alrededor del 
cual se ejecutan los movimientos del sacro pasa por en medio de estos 
fascículos. Se inserta por fuera, en toda la tuberosidad ilíaca, por delante 
del plano medio, en particular sobre la pirámide, y termina por dentro en las 
dos primeras fosas cribosas del sacro. 
Ligamento iliolumbar. 
El sistema de los ligamentos iliotransversos sacros se prolonga hacia arriba por 
dos haces ligamentosos iliotransversos lumbares, uno inferior y otro superior. 
Ligamentos sacro ciáticos. 
Los ligamentos sacro ciáticos son unas cintas fibrosas, anchas, resistentes, 
extendidas en el sacro y el hueso coxal, en el espacio comprendido en estos dos 
huesos en la parte posterolateral de la pelvis. Estos ligamentos son dos a cada 
lado y se denominan ligamentos sacro ciático mayor y menor. 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
1.4 BIOMECANICA DEL SACRO Y DE LA ARTICULACION SACRO ILÍACA 
 
Función del sacro en la postura vertical. Desde los trabajos de Max Posth y 
Farabeuf es habitual considerar al sacro como una cuña encajada entre los dos 
huesos iliacos o, más exactamente, se presenta como la clave de la bóveda 
pélvica, tanto en sentido vertical como en el plano sagital: en el plano vertical 
desde luego, en razón a su forma, pues las dos primeras vértebra sacras son más 
voluminosas que las siguientes. En el plano sagital y teniendo en cuenta que el 
sacro es más ancho por detrás que por delante, se comporta también como una 
cuña de base dorsal ( Lessahft). 
 
 
La tensión de los ligamentos del sacro mantienen la cuña sacra en su posición de 
clave de bóveda (Farabeuf). La forma de las carillas articulares del sacro y de los 
iliacos realizan entre ellas un verdadero encajamiento recíproco, que asegura la 
firmeza del conjunto sacro ilíaco en los desplazamientos del apoyo de un lado 
hacia el otro en el curso de la marcha. Estas descripciones nos dan a conocer la 
importancia del sacro como una pieza intermedia entre la columna lumbar, que es 
móvil, y la cintura pélvica, que lo es poco. 
Sin embargo, esta papel de transición varía según los sujetos: la base del sacropuede estar situada por arriba, a nivel o por debajo de sus superficies articulares, 
lo que modifica el apoyo de la columna lumbar supra yacente y todo el equilibrio 
raquídeo: lo más frecuente es que el cuerpo de la primera vértebra sacra 
sobresalga hacia arriba de los alerones articulares(A:sacro hipobasal), formando el 
relieve del promontorio; esta superelevación facilita la proyección hacia atrás del 
raquis, su movilidad, la formación de la curvatura lumbar y por consiguiente, la 
erección del tronco. La base del sacro puede también situarse al mismo nivel de 
los alerones (B:sacro homobasal) o puede también aparecer como hundida entre 
los alerones (C:sacro hiperbasal). 
 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
La columna lumbar está entonces como amarrada al esqueleto iliaco, oscilando 
por encima del sacro. Cualesquiera que sean las relaciones del sacro con la 
columna lumbar, las fuerzas verticales que le son transmitidas por la quinta 
vértebra lumbar se dirigen, a través de él, hasta las articulaciones sacro iliacas, es 
decir, a sus carillas articulares. El papel de estas carillas depende en parte de su 
forma acodada (lo que se precisará más adelante): digamos no obstante, desde 
ahora, que el cuerno anterior de la carilla iliaca corresponde a la primera vértebra 
sacra y el cuerno inferior a la segunda. 
 
 
Anatomía funcional de la articulación sacro ilíaca. 
Cuando la articulación sacro ilíaca es de tipo móvil (diartroanfiartrosis), sus 
movimientos depende de la forma de las superficies articulares. Éstas tienden, 
como se ha dicho a ser acodadas, en forma de media luna o de pabellón de la 
oreja, de donde toman el nombre de superficies auriculares. Son generalmente 
más amplias en el hueso ilíaco que en el sacro, pero más cóncavas en éste que 
en el ilíaco. Al articularse forman un encajamiento recíproco. Es la superficie ilíaca, 
convexa, la que se embona y desliza en el carril, hueco, del sacro (carabea). En 
realidad, las superficies auriculares ilíacas y sacras presentan relieves más 
variables que los descrito por Farabeuf, con características individuales que se 
deben a los factores indicados anteriormente. 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
En casi todos los casos, la aurícula es plana en los sujetos que tienen curvaturas 
vertebrales poco marcadas. Superficies cóncavas y convexas son más propias de 
la mujer y en personas de edad avanzada, que tienen curvaturas lumbares más 
pronunciadas (A. Delmas) 
Weisl ha precisado, usando el método cartográfico, que las superficies articulares 
son proporcionalmente más largas y más estrechas en el sacro que en el ilion. La 
concavidad del borde dorsal es más marcada en la mujer. Con la edad, los 
relieves de las aurículas aumentan cerca de su borde ventral. La descripción 
clásica (el carril o riel de Farabeuf) parece ser característica sobre todo de sujetos 
de edad avanzada, con curvaturas vertebrales más aparentes que en las personas 
adultas o jóvenes. 
Movimientos de la articulación sacro ilíaca. 
Los movimientos de la articulación sacro ilíaca se producen, en primer lugar, 
cuando se pasa de la posición de decúbito a la posición vertical. Las medidas de 
Weisl (1954) lo confirman: el promontorio se desplaza 5.6 mm+- 1.4mm, y éste es 
el movimiento más importante que produce el paso del estado de reposo al estado 
de actividad en la posición vertical. Es también muy marcado en el curso de los 
movimientos de flexión-extensión. 
La base del sacro y el promontorio basculan: el promontorio desciende y se dirige 
hacia adelante, hacia la cavidad pélvica; este movimiento se llama nutación. La 
contranutación es el movimiento opuesto, en el cual el promontorio se eleva. Los 
movimientos de nutación y de contranutación modifican los diámetros 
transversales de la pelvis, debido a la forma en cuña del sacro. 
 En efecto, el sacro al desplazarse tiende a separar los huesos iliacos, pero de 
manera diferente en la nutación y en la contranutación. 
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REFERENCIAS PARA APLICACIÓN SEGURA DE TORNILLOS ILIOSACROS EN FRACTURAS Y/O 
LUXACIÓN SACROILIACA 
En la nutación, las crestas ilíacas se aproximan y las tuberosidades isquiáticas se 
separan. Por el contrario, la contranutación separa las crestas ilíacas mientras que 
las tuberosidades isquiáticas tienden a aproximarse. La cuña actúa tanto en un 
sentido como en otro. 
 Anteriormente se pensaba que los movimientos de nutación y de contranutación 
se verificaban alrededor de un eje que pasa por el cuerpo de la segunda vértebra 
sacra (Duncan), por el centro de la curvatura de las carillas auriculares o por el 
ligamento axil (Hakim) Weisl estima que el deslazamiento del sacro se hace en 
masa, proyectándose hacia adelante o hacia atrás. En todo caso, se trata de de un 
movimiento angular, alrededor de un eje situado a 5 ó 10 cms por debajo del 
promontorio (Weisl), y no alrededor del eje que pasa por el ligamento axil sacro 
ilíaco. 
El cartílago de revestimiento, muy delgado en el ilíaco, es más grueso en el sacro, 
lo que traduce su función de adaptación a las presiones vecinas de apoyo, es 
decir, a reacciones durante la marcha, pues es el sacro el que absorbe los 
choques debidos al movimiento. 
1.5 INDICACIONES DE LA OSTEOSINTESIS PERCUTANEA DE LA 
ARTICULACION SACRO ILÍACA 
 
La primera consideración para emplear la técnica de reducción iliosacra 
percutánea con tornillos es determinar si la fractura se beneficia de este 
tratamiento. 
 Las fracturas de la articulación sacro ilíaca, que pueden ser reducidas empleando 
técnicas cerradas, son las beneficiarias de este tipo de tratamiento. La experiencia 
y habilidad del equipo quirúrgico, incluido el técnico de radiología, deben tenerse 
en cuenta. 
 
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Esta técnica tiene el riesgo de poder lesionar la raíz nerviosa de L5 y los vasos 
ilíacos anteriores al cuerpo del sacro así como la raíz nerviosa sacro ilíaca en su 
porción intraósea y requerirá una excelente técnica radioscópica y un completo 
conocimiento de la anatomía tridimensional de la pelvis. 
 El procedimiento es una técnica demandante y siempre requiere una larga curva 
de aprendizaje por las limitaciones de la visualización radiográfica y dificultad de la 
interpretación tridimensional de la misma. 
La colocación percutánea de tornillos ilosacros es un atractivo procedimiento, con 
la bien conocida ventaja de proveer una excelente estabilidad biomecánica a 
través de un abordaje mínimamente invasivo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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CAPITULO II MATERIAL Y METODOS 
2.1 PROBLEMA 
Es la frecuente colocación incorrecta de los tornillos iliosacros, lesionando 
estructuras intrapélvicas importantes, o no cumpliendo su función. 
Lo cual, hace plantearnos las siguientes preguntas: 
¿Cómo colocar los tornillos iliosacros en forma segura? 
¿Cuáles son los conceptos básicos que aconseja la literatura universal al 
respecto? 
¿Existe en la literatura una técnica segura para hacerlo? 
¿Es diferente la anatomía sacra de los mexicanos a la de otras razas? 
2.2 HIPÓTESIS 
Si se orienta la colocación de los tornillos iliosacros tomando en cuenta el tipo de 
sacro y en base a ello modificamos el ángulo de entrada en el plano coronal, 
perpendicular al istmo del ala sacra los tornillos se colocarán en forma adecuada 
con un 90% de precisión en 10 modelos cadavéricos.2.3 OBJETIVOS 
Primario: Describir una técnica adecuada para la correcta introducción percutánea 
de los tornillos iliosacros. 
Secundario: Identificar los tipos de sacro, y la medición directa del diámetro del ala 
sacra en pacientes mexicanos. 
2.4 TIPO DE INVESTIGACION 
Experimental básico, abierto, descriptivo y transversal. 
 
 
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2.5 JUSTIFICACIÓN 
Colocación segura de los tornillos iliosacros por vía percutánea; esto disminuirá el 
tiempo quirúrgico, las complicaciones y favorecerá la pronta movilización del 
paciente 
No existe en la literatura mundial, una técnica clara y precisa para la colocación 
percutánea de los tornillos iliosácros. 
2.6 GRUPO DE ESTUDIO 
Modelos cadavéricos mexicanos, que hayan completado la madurez esquelética, 
menores de 70 años, sin historia de patología sacro ilíaca y/o antecedentes de 
enfermedades infectocontagiosas. 
2.7 DESCRIPCION DEL PROCEDIMIENTO Y LA TECNICA QUIRURGICA 
Bajo estrictas normas de ética y trato digno de los pacientes cadavéricos, los 
cuales son trasladados del área de descanso de patología a la sala de 
fluoroscopía. 
Se coloca al paciente en decúbito prono, sobre la mesa radio lúcida de tal manera 
que se pueda visualizar la pelvis en forma adecuada en proyecciones antero 
posterior, de entrada y salida a la misma, se colocan campos quirúrgicos dejando 
expuesta el área glútea, realizamos una incisión vertical de 2 cms en la piel y 
tejido celular subcutáneo (paralela a la mesa quirúrgica). A una distancia de dos 
centímetros lateral a la prominencia de la espina iliaca posterosuperior y 
separamos la fascia de los glúteos en sentido de sus fibras. 
Nuestro punto de entrada en el iliaco para la inserción del tornillo, se localiza 
trazando una línea vertical que corre de la prominencia de la espina iliaca 
posterosuperior a la espina iliaca antero superior, intersectandola con otra línea 
horizontal que corre de la cresta iliaca a la escotadura ciática mayor a una 
distancia de 15-20 mm anterior la cresta del glúteo mayor. Tomando como 
referencia este punto medio, el tornillo de puede colocar caudal o cefálico a él. 
(Matta y Saucedo). 
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Orthopaedics and Related Research. Number 242, pp 83-97, 1989. 
 
 
 
 
Nosotros, preferimos iniciar nuestro punto de entrada 5 mm caudal a éste punto 
medio, tomando en cuenta que en base a nuestra hipótesis el tornillo requerirá una 
inclinación caudocefálica de 20 a 40° en el plano coronal del sacro para su 
adecuada colocación. 
 
Una vez identificado nuestro punto de entrada, iniciamos nuestro túnel con taladro 
y broca de 3.2 mm, atravesando la articulación sacro ilíaca con una angulación de 
10 a 15 grados hacia ventral en el plano axial guiados en la proyección de entrada 
a la pelvis, y una angulación de 20 a 40 (esta angulación es la que se propone en 
base a nuestra hipótesis) grados en la proyección de salida, siguiendo la dirección 
del vestíbulo del ala sacra. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
Tomando en cuenta que nuestro margen de seguridad en la proyección de entrada 
a la pelvis es el límite anterior del conducto sacro hacia atrás, el cual se identifica 
localizando el borde posterior de la primera vértebra sacra y hacia adelante el 
promontorio, el cual se visualiza en dicha proyección en el momento en que se 
superponen en forma tangencial el margen antero inferior de la quinta vértebra 
lumbar y el margen antero superior de la primera vértebra sacra y observando al 
mismo tiempo la continuidad simétrica del anillo pélvico hacia ambos lados. 
 
En el plano coronal nuestro margen de seguridad es el borde superior del foramen 
de S1, el cual se identifica en la proyección de salida, al momento en que se 
visualiza la circunferencia total del foramen posterior de S1 a través del foramen 
anterior (es como si viéramos un túnel de frente). En este momento la sínfisis del 
pubis se interpone entre el cuerpo y foramen de S2, identificamos también la 
plataforma superior e inferior de S1. Esta es realmente una proyección antero 
posterior del sacro. 
 
Cuando se ha llegado al centro del cuerpo de S1, retire el pulsador y corrobore 
mediante una proyección lateral, su colocación adecuada, esto se logra al 
visualizar en forma paralela y congruente ambas escotaduras ciáticas y la broca 
dentro del cuerpo de S1; entonces mediante una broca gemela mida la longitud 
del tonillo a colocar, e introdúzcalo corroborando nuevamente lo antes descrito, 
que generalmente será de una longitud de 70 a 80 mm con arandela. 
 
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Posterior a la colocación de los tornillos, se sutura la herida quirúrgica y se 
traslada nuevamente al paciente a la sala de descanso de patología, donde 
mediante un abordaje longitudinal posterior desde L4 a la línea interglutea se 
diseca el sacro y la articulación sacro iliaca, se realizan cortes longitudinales con 
sierra oscilante en el iliaco desde la cresta hasta nivel la escotadura ciática mayor 
y transversal en la columna lumbar a nivel del espacio intersomático de L4-L5, se 
diseca de las estructuras anteriores y se extrae en una sola pieza, se coloca en 
formol durante 24 hrs. 
Posteriormente se desperiostiza, para corroborar mediante visualización directa la 
adecuada colocación de los tornillos y toma de radiografías simples en proyección 
de entrada y salida. Una vez hecho esto, realizamos cortes axiales de un lado y 
coronales del lado opuesto a nivel del ala del sacro hasta el cuerpo de S1 y la 
articulación sacro ilíaca, para visualización directa de la dirección y colocación de 
los tornillos, así como para la medición directa del ala sacra, la cual se mide a 
nivel del istmo con vernier en sentido axial y coronal. 
2.8 RECURSOS HUMANOS 
Un residente investigador, preparación de especímenes y disección a cargo de 
dos residentes y técnico de patología, un técnico radiólogo un asesor médico y un 
asesor de metodología e investigación. 
2.9 RECURSOS FÍSCOS 
Un equipo quirúrgico de disección ortopédica, un equipo de fluoroscopía, rayos X 
simples y un vernier. 
 
CAPITULO III RESULTADOS 
Se incluyeron en el estudio 10 modelos cadavéricos, nueve del sexo masculino y 
uno femenino, con un rango de edad de los 37 a 66 años. 
 
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3.1 DISTRUBUCION POR SEXO Y EDAD 
 
Distribución por Edades
0
20
40
60
80
100
120
140
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
65
37
66 63
43 48 46 52
58 61
Edad
Rango: 37 a 66 años
Media = 53.9 años
 
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A los cuales se les realizó colocación percutánea de tornillos iliosacros, guiados 
por fluoroscopía, ambas articulaciones en cada paciente, en total se colocaron 20 
tornillos iliosacros. 
 
 
 
 
 
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3.2 PORCENTAJE DE SEGURIDAD EN LA COLOCACIÓN DE LOS 
TORNILLOS 
De los tornillos iliosacros, 19 (95%) se colocaron en forma adecuada y solo uno 
de ellos (5%) en forma incorrecta, el cual violó el ala sacra a nivel posterior, 
creando el fenómeno “dentro-fuera-dentro”; esto debido a no haber entrado a la 
distancia adecuada de la cresta glútea. 
 
 
 
 
19
95%
1
5%
COLOCACIÓN DE TONILLOS ILIOSACROS
CORRECTO
INCORRECTO
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3.3 TIPOS DE SACRO ENCONTRADOS EN EL GRUPO DE ESTUDIO 
Se disecaron 10 sacros de los cuales todos correspondieron al tipo de sacro 
hipobasal. En el cual la base del sacro está situada por arriba de los alerones 
articulares 
 
 
 
 
 
SACRO HIPOBASAL 
 
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3.4 ANGULACION RADIOGRÁFICA DE LOS TORNILLOS ILIOSACROS 
 
La angulación radiográfica del tornillo sacro ilíaco, en el plano axial fue en 
promedio de 13.8° con rangos de 10-20°. Mientras que en el plano coronal fue de 
25.1°, con rangos de 14-40°. 
 
 
 
 
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3.5 MEDICION DEL ALA SACRA 
Se realizaron cortes axiales y coronales del ala sacra para medición del diámetro 
antero posterior y longitudinal respectivamente. Encontrando que el ala sacra en 
más ancha que alta, con un rango antero posterior de 20.5-23 mm, con una media 
de 21.85 mm. Y un diámetro longitudinal con rangos de 13-21 mm, con una media 
de 18.2 mm 
 
 
CORTE AXIAL DEL ALA SACRA. 
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CORTE CORONAL DEL ALA SACRA 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
CAPITULO IV DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 
4.1 DISCUSIÓN 
En nuestro presente trabajo, nosotros realizamos la colocación percutánea de 
tornillos a la articulación iliosacra en 10 modelos cadavéricos mexicanos, guiados 
mediante fluoroscopía y desde luego tomando en cuenta los trabajos realizados 
por Matta y Saucedo, Routt, y cols. Modificando el ángulo de entrada del tornillo, 
de acuerdo a nuestra hipótesis en el plano coronal de 20 a 40°, tomando en 
cuenta el tipo de sacro, logrando una adecuada colocación del tornillo en el 95% 
de los casos. 
 
Para determinar la entrada del tornillo se realizó el experimento con método 
inductivo ensayo-error introduciendo la broca y siguiendo la trayectoria del istmo 
del sacro, guiado por fluoroscopía, los tornillos se aplican por el canal hecho por 
la broca, una vez colocado los tornillos se midieron los ángulos, este ángulo se 
midió en radiografías del modelo de la Proción sacroiliaca extraída del cadáver, 
concluyendo que siempre es necesario angular la broca en sentido caudocefálico 
y así mismo el punto de entrada debe ser caudal al centro del istmo del ala sacra 
para lograr que el blanco sea el cuerpo de S1 
 
El tipo de sacro debe identificarse previo al procedimiento quirúrgico, mediante 
radiografías en proyección de salida de la pelvis, la cual nos muestra una imagen 
coronal del sacro. 
Esta hipótesis surge revisando la anatomía sacra, en la cual según H. Rouviere y 
A delmas, existen tres tipos de sacro siendo el más frecuente de ellos el sacro 
hipobasal en el cual el cuerpo de la primera vértebra sacra se encuentra por arriba 
de los alerones articulares. Lo cual hace necesario colocar el tornillo iliosacro con 
la angulación caudocefálica siguiendo el trayecto del ala del sacro al centro del 
cuerpo de S1. 
Por lo tanto nosotros pensamos que la angulación del tornillo iliosacro en plano 
coronal debe seguir la disposición del ala sacra con respecto al cuerpo de S1, y de 
la aurícula articular que en realidad es un tercio del ala del sacro de ésta manera, 
en el sacro homobasal la trayectoria del tornillo será perpendicular al eje 
longitudinal del sacro, y con una inclinación caudocefálica con respecto a éste en 
el sacro hipobasal. 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
El punto clave para la correcta colocación del tornillo iliasacro es determinar en 
forma correcta el punto de entrada y angulación adecuada con la que se coloca el 
tornillo partiendo desde la tabla externa del iliaco para atravesar la articulación. 
 
Si no se atraviesa en forma adecuada esta articulación el tornillo podría salirse del 
trayecto de ala sacra provocando el fenómeno “dentro-fuera-dentro” y lesionar 
estructuras neurovasculares. 
 
Colocando el tornillo en forma perpendicular al eje del cuerpo solo se lograría la 
correcta colocación en los sacros homobasales, tanto en el hiperbasal como en el 
hipobasal se violaría el istmo del ala sacra. 
 
Además debemos recordar que al introducir una broca desde la tabla externa es 
difícil rectificar la posición una vez que se ha atravesado dicha tabla, por lo cual es 
imprescindible localizar con precisión el punto de entrada, a diferencia de lo que 
sugiere Matta de colocarlo en forma indistinta, ya sea caudal o cefálica al punto 
medio de inserción a través de la tabla externa del iliaco. 
 
En el presente trabajo no encontramos una proporción directamente proporcional 
del diámetro antero posterior del ala sacra con respecto al diámetro cefalocaudal 
de la misa, pero sí una angulación del istmo con respecto al tipo de sacro; por ello 
no basta solamente localizar el sitio de entrada sino también la angulación 
adecuada. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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LUXACIÓN SACROILIACA 
4.2 CONCLUSIONES 
 
Se corroboró la hipótesis de que el ángulo de entrada para la correcta introducción 
del tornillo iliosacro se modifica en el plano coronal de acuerdo al tipo de sacro. 
 
El ángulo que se obtuvo fue de 14 a 40° en sentido caudocefálico en el plano 
coronal del ala sacra con una media de 25.1°. 
 
El ángulo que se obtuvo en plano posteroanterior en el plano axial fue de 10 a 20° 
con una media de 13.8°. 
 
La mayoría de los mexicanos tenemos sacro hiposabal (el 100% de los pacientes 
en el grupo de estudio). 
 
Siguiendo la técnica en discusión se obtendrá un 95% de seguridad en la 
colocación percutánea de los tornillos iliosacros. 
REFERENCIAS 
 
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Funcional. 9° edición MASSON, tomo 2: 16-23, 70-75. 
 
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8. - Attila Poka, MD; and EugeneP. Libby, DO. Indications and Techniques for 
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Orthopaedics and Related Research. Number 329, pp 102-114, 1996. 
 
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Screws: Does Joint Ankylosis or Anatomic Reduction Contruibute to Funcional 
Outcome? J Orthop Trauma. Volume 22, Number 5, May/June 2008. 
 
 
 
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	Portada
	Índice
	Capítulo I. Marco Teórico
	Capítulo II. Material y Métodos
	Capítulo III. Resultados
	Capítulo IV. Discusión y Conclusiones
	Referencias

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