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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA EL TRATAMIENTO DEL YO EN LA INTERVENCIÓN EN CRISIS T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: MEJÍA ROMERO MARÍA ELENA Director: María Luisa González Olivares Dictaminador: María de Lourdes Jacobo Albarran Dictaminador: María Antonieta Gómez Dorantes UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS El presente trabajo esta dedicado a David Paredes Sánchez por apoyarme emocionalmente y psicológicamente a realizar el sueño que tanto anhele e impulsarme a cumplir mis metas personales, académicas y enseñarme el valor de la vida. Muchas Gracias David. También Agradezco a mis profesores de carrera Juana Ávila Aguilar y especialmente a mis asesores del presente trabajo, Maria Luisa González Olivares, Maria de Lourdes Jacobo Albarran, María Antonieta Dorantes Gómez, David Paredes Sánchez, Javier Ramos Cruz.(Coor. Op. SAPTEL) y valoro su valiosa aportación en esta tesina. Agradezco a mis padres, Estefana Romero y Oscar Arturo Mejía a mis hermanos, Ali, Memo, Isabel, Oscar a Enrique Bernal por apoyarme a realizar mi carrera y especialmente a mi hijo Edson por ser parte de la motivación para llegar hasta donde estoy. Reconozco el apoyo de aquellos amigos que me acompañaron a lo largo de mi carrera y me dieron algo especial de ellos, Adi, Nancy, Alma, Neyra, Koris, Gaby, Roberto P., Gina, Izta, Wendy, Ale, Toñita, Roberto G., Isra, David, Estela, Jaime, Alejandro, Lourdes, Irma. INDICE RESUMEN 1 INTRODUCCIÓN 3 CAPÍTULO I. INTERVENCIÓN EN CRISIS 1.1ANTECEDENTES HISTORICOS 10 1.2INFLUENCIAS TEORICAS 17 1.3DEFINICIÓN DE LA CRISIS 18 1.4CARACTERISITICAS DEL ESTADO DE CRISIS 19 1.5DEFINICIÒN DE INTERVENCIÓN EN CRISIS 22 1.6OBJETIVOS 23 1.7TÉCNICAS 25 1.8EVALUACIÓN 32 1.9COMPORTAMIENTO DEL TERAPEUTA EN LA INTERVENCIÓN EN CRISIS 35 CAPÍTULO II. LA ESTRUCTURA DEL YO 2.1 ASPECTOS ESTRUTURALES 38 2.2 DESARROLLO DEL YO 41 2.3 FUNCIONES DEL YO 45 2.4 MECANISMOS DE DEFENSA 51 2.5 ACTIVACIÓN DE LAS FUNCIONES EN EL PROCESOS TERAPÉUTICO 58 CAPÏTULO III. El TRATAMIENTO DEL YO EN LA CRISIS 3.1 EL YO EN LA SITUACIÓN DE CRISIS 60 3.2 LAS FUNCIONES DEL YO ANTE LA SITUACIÓN DE CRISIS 62 3.3 MECANISMOS DE DEFENSA EN LA SITUACIÓN DE CRISIS 67 3.4 TRATAMIENTO DEL YO EN LA INTERVENCIÓN DE CRISIS 71 CAPÍTULO IV. ANÁLISIS CLÍNICO 4.1ALTERACIONES DEL YO EN USUARIOS DE SAPTEL 82 CONCLUSIONES 92 REFERENCIAS 98 RESUMEN En la presente tesina, se integró información con un sustento teórico acerca de dos vertientes; por un lado la intervención en crisis y por el otro la instancia psíquica el “Yo” y sus funciones dentro de la personalidad. El objetivo es analizar el tratamiento del Yo en la intervención en crisis, los aspectos que se trabajan en esta instancia y su relevancia de trabajo en la misma, se describen los elementos integrativos de la intervención en crisis; desde los antecedentes históricos, influencias teóricas, definición de ésta e intervención, los objetivos que se persiguen, técnicas, evaluación y comportamiento del terapeuta ante una situación de crisis. También, se define la instancia del Yo; su surgimiento, desarrollo, las funciones que desempeña está parte de la estructura psíquica, los mecanismos de defensa y el trabajo del yo en el proceso terapéutico. Con base a la integración teórica se describe el Yo en la situación crítica, las funciones del Yo y mecanismos de defensas ante la crisis; se señalan las principales funciones alteradas y los mecanismos más usuales, la importancia del trabajo terapéutico en esta instancia y el tratamiento del Yo netamente en la intervención. En el último apartado, se exponen tres casos clínicos para la vinculación entre la teoría y la práctica las cuales sirven de base para saber, dónde dirigir la intervención y resolución de la crisis, las funciones dañadas del Yo, los mecanismos que se presentan en una situación de emergencia así como la forma de intervenir del terapeuta. Es importante analizar la intervención en el Yo, con el objeto de explorar la información, señalar los aspectos más relevantes en está técnica para el éxito de la misma, ya que, el tratamiento del Yo es fundamental pues, es impactado directamente en el momento. Conocer las funciones y componentes del Yo, nos permite conceptuar de mejor manera en que consiste la intervención, facilitar el restablecimiento y de ésta forma poder alcanzar el equilibrio perdido. Por otra parte como terapeutas es importante reflexionar acerca del trabajo a realizar y las estrategias de intervención a emplear en una situación de crisis. INTRODUCCIÓN Cada vez que salimos o estamos en un lugar. Cuando convivimos o estamos durmiendo en el día y en la noche, no importa el momento, la hora, la fecha en el calendario, la tragedia o accidente, la catástrofe se hace presente, puede ser de manera individual, grupal, global, pero esta ahí, se desorganizanuestras defensas, dejamos de pensar y lo mejor que puede pasar es que el cuerpo reaccione: Estamos ante las puertas de la crisis ¿Qué se hace cuando está se presenta? ¿A quién recurrimos y muchas veces a quién culpamos? Aunque en México contamos, con instituciones de carácter público y privado como son: CENAPRED, SINAPROC, SAPTEL, TELSIDA, etc. Todavía no tenemos una infraestructura lo suficientemente sólida, que nos permita abordar de manera inmediata, efectiva y segura, una situación de crisis. El presente trabajo, tienen el interés y la finalidad de de spertar a todos aquellos lectores, la conciencia de la responsabilidad de atender una situación en crisis. Lo valioso no es que necesariamente, sean profesionales, sino que cualquier persona bien orientada y capacitada se convierta en un agente que pueda trabajar coordinadamente y con otros grupos que contengan fácilmente y lleven a un buen termino cualquier evento que conduzca a una tragedia y consecuentemente deje secuelas. En otras palabras, el presente escrito pretende aportar elementos para la intervención en crisis. Los antecedentes que dieron surgimiento a la actual intervención en crisis, se remontan a las primeras intervenciones que se estaban realizando en hospitales, iglesias, asociaciones comunitarias. La psicoterapia breve fue una gran influencia para la actual intervención en crisis al igual que los trabajos de Lindeman y sus colaboradores, quienes describieron las características que presentaban las personas en una situación funesta, tras observar, que cada persona reaccionaba de diferente manera a la misma situación. Dieron los elementos para plantear teóricamente el conflicto y con esto la intervención para cada tipo de crisis. Posteriormente surgieron instituciones especializadas para atender personas en crisis con ideas suicidas y con el 4 objeto de prevenirlo, también crearon clínicas gratuitas para proporcionar asistencia al manejo de las crisis de los individuos. La intervención ha evolucionado de tal manera que en la actualidad existen una serie de técnicas para intervenir. También han surgido varias instituciones para el servicio de emergencia y prevención de suicidio. Las bases teóricas que conforman la actual intervención en crisis, se desprenden de la teoría de Gerald Caplan, tomó como referencia la teoría de Charles Darwin; la luc ha de existencia entre los organismos vivos y la relación con su medio; consideró que la comunidad humana es un mecanismo adaptable, resultado de la relación de la humanidad y su medio. También consideró la teoría psicológica enfocada a la autorrealización y el desarrollo del ser humano, su motivación y el impulso, dirigida hacia la consecución y reestructuración de metas. Y así mismo el enfoque de Erickson (1963) acerca del desarrollo del ciclo vital, basada esencialmente en los sucesos de la infancia y la transición de cada una de las etapas y esto determinará, la manera de reaccionar del individuo junto con las experiencias vividas en cada una de estas etapas. La última influencia para la conformación de la teoría de crisis surgió de los datos empíricos sobre el estrés vital que manifiestan las personas ante determinadas situaciones. La crisis es un estado de desequilibrio emocional, psicológico, caracterizado por la incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares y encontrar soluciones para la problemática; o bien, es una respuesta a sucesos peligrosos o angustiantes que lo lleva a un desequilibrio. La estrategia de tratamiento para resolver esté estado, es la intervención en crisis; el objetivo principal es reducir las molestias después del suceso traumático, evitar graves consecuencias y ayudar a restablecer el nivel de funcionamiento que tenia antes del suceso. También es considerada como un enfoque preventivo. El estado de crisis se caracteriza por la elevación de tensión, falta de éxito en la respuesta para la solución de problemas, sentimientos de ineficacia, y se presenta un desorden de pensamientos, negación de la problemática y reminiscencias del hecho traumático. Los sentimientos que surgen son: cansancio, agotamiento, desamparo, inadecuación, confusión, ansiedad, síntomas físicos taquicardia, mareos, desmayos. 5 La resolución de la crisis se da a partir de la identificación y divulgación, de pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia de crisis y se concluye con una integración de la situación traumática a su vida. Las estrategias que se utilizan, van de acuerdo a la personalidad del individuo y las habilidades del terapeuta. Lo básico en la intervención en crisis, es el apoyo emocional, (sensibilidad, comprensión, cordialidad, franqueza, trasmitir aceptación) la catarsis va muy ligada con el apoyo emocional y se caracteriza por la expresión libre de sentimientos, emociones, también es importante fijar limites, debatir, retroalimentar, sugerir o dar alternativas y confrontar la realidad. La evaluación para la intervención en crisis es básica ya que ésta, delimitará la pauta para elegir el tipo de estrategia que se usara para el alivio de la situación crítica, donde se considera los siguientes aspectos: se valora la capacidad de la persona para enfrentar de manera eficaz el problema con ayuda externa, la capacidad del individuo para examinar el problema, también se observa el grado motivacional (si la persona puede actuar por si misma) los principales conflictos internos y síntomas, antecedentes de tratamiento y sus experiencias pasadas, el tipo de estructura de cada individuo,. Otro de los aspectos que se deben de considerar en la intervención en crisis, es el comportamiento del terapeuta, se requiere una persona activa, directiva, orientada, ya que se cuenta con el tiempo limitado (se requiere una rapidez de acción por parte del terapeuta). Debe ser flexible, intuitivo en relación con las funciones que tengan que desempeñar, con el fin de reorientar como es debido al paciente en sus aspectos cognoscitivos o conductuales, de acuerdo a la exigencia de cada situación. Por otra parte, es importante aceptar o rechazar las ideas del cliente, es decir, afrontar o dar apoyo según el caso; debe ser capaz de producir condiciones de estímulos adecuados para la personalidad del individuo. Las personas en una situación de crisis presentan un deterioro, descompensación, desequilibrio y esto impacta las funciones principales del Yo. Para 6 comprender estos aspectos, es necesario definir al Yo y su funcionamiento dentro de la personalidad Freud, desarrolló un análisis en la primera tópica 1900, describiendo la relación del sueño con el inconsciente. En este artículo, Freud expone específicamente el conciente, inconsciente y preconciente. En un principio, mencionaba que las psiquis estaba dividida por estas estructuras. En 1923, da a conocer la segunda tópica en el articulo “El Yo y el Ello”, en donde explica que el aparato psíquico esta representado por el Ello, Yo y Súper Yo. El Ello, es una energía psíquica instintiva, con elementos arcaicos y primitivos de origen filogenético denominado “el principio de placer”. El Super Yo, es la autoridad internalizada, representa las normas y la educación trasmitida por los padres y la sociedad. El Super Yo, nace del Yo modificado por la sociedad, diferenciado a partir del otro Yo para identificarse con la autoridad. El Yo no es más que una parte del Ello modificado por el impacto o la interacción de las pulsiones internas y de los estímulos externos. El Yo esta constituido por una modificación del propio Ello. El Yo se encuentra ubicado entre el mundo interno y el externo en una posición tal, que se comporta como receptor de los impulsos que le llegan desde ambos campos. El Yo se desarrolla por medio del mundo externo. permitiendo al individuo contar con los elementosnecesarios para alcanzar la maduración por medio de las percepciones, el afecto que recibe el niño, la vinculación con su madre y la frustración del Yo placentero, es decir, la capacidad que tiene para tolerar el hambre, la sed, el frío o calor, estos aspectos permiten el desarrollo del Yo. Posteriormente, la diferenciación con la madre cuando se percibe como un ser separado de ella, la adquisición del lenguaje, las actividades motoras, la identificación con los padres donde esto permite el surgimiento de la conciencia y percepción del mundo externo. Las funciones del Yo son las siguientes: 7 Prueba de realidad: es la distinción entre los estímulos internos y externos, la exactitud de la percepción conciencia de los estados internos. Juicio: conciencia de lo adecuado y de las probables consecuencias de la conducta futura (anticipar probables peligros), responsabilidades, censura o desaprobación social. Sentido de realidad y sentido de sí mismo: medida en que los acontecimientos externos se experimentan como reales. Regulación y control de afectos e impulsos: la dirección o equilibrio de la expresión de los impulsos, el grado de tolerancia a la frustración, expresión afectiva y la conducta manifiesta. Relaciones objetales: el grado y el tipo de relación de compromiso con los demás. Procesos del pensamiento: la función de los procesos psíquicos, atención, memoria, conceptualización, concentración. Regresión adaptativa: la inducción de nuevas configuraciones que incrementan las potencialidades adaptativas como resultado de integraciones creativas, aumentos de la conciencia de contenido preconsciente e inconsciente. Funcionamiento defensivo: el grado de factores defensivos para la eliminación de ansiedad, depresión. Barrera de estímulo: evitación y aislamiento de determinados estímulos a través de lo sensorial; funcionamiento autónomo, habilidades complejas comprendidas. Funcionamiento sintético-integrativo: nivel de agrupamiento e integración de acontecimientos psíquicos y conductuales, sean o no sean contradictorios. 8 Competencia: supremacía el desempeño de la persona en relación con su capacidad para interactuar con su medio y dominarlo. Otra de las actividades del Yo son las defensivas; referentes a los mecanismos de defensa que utiliza el Yo para neutralizar las ansiedades mediante distintas manifestaciones y manejo de la realidad, impulsos y prohibiciones. Las manifestaciones defensivas básicas son negación, evitación, represión, etc. Dentro del tratamiento; el Yo es de suma importancia ya que esta instancia, es la que permite el ajuste con la realidad y adaptación de ahí la importancia del tratamiento. En una crisis, el Yo es el más afectado por ser el regulador de la vida interna y externa; El tratamiento dependerá de las funciones dañadas o las manifestaciones de la persona. Estas varían de acuerdo a la constitución de la personalidad (historia de vida, experiencias traumáticas pasadas, la relación con su entorno, etc); en ocasiones se alteran todas las funciones del Yo, o puede surgir una negación del suceso, o sentimientos de irrealidad. Las principales características de las funciones del Yo ante la crisis son las siguientes: la prueba de realidad, la persona no puede diferenciar lo interno con lo externo. El juicio no tiene la capacidad para dar alternativas a su problemática, no tiene conciencia para las consecuencias de sus actos. Sentido de sí mismo vive la problemática, como si no fuera real: Regulación y control de afectos e impulsos, carece de control en afectos e impulsos, no cuenta con la capacidad para tolerar la frustración. Relaciones objétales si la situación de crisis fue a consecuencia de un divorcio o muerte de algún ser querido, se presenta un sentimiento de desamparo, inseguridad (se percibe como si perdiera de algo interno). Los procesos de pensamiento se bloquean, disminuye su atención, la memoria, concentración y se puede presentar una regresión, no tiene la capacidad para generar nuevas configuraciones. En cuanto al funcionamiento defensivo, pueden fracasar las defensas o restaurarse, se crea una barrera de estímulos en donde la persona es incapaz de regular los estímulos externos, no tiene una autonomía para pensar y actuar, ni la capacidad para integrar las experiencias o asimilarlas, no tiene la habilidad para interactuar con el medio ambiente. Otro de los aspectos, son los mecanismos de defensa que utiliza el yo en la situación de crisis, los mecanismos típicos en la crisis es la negación y la identificación. Las personas niegan todo lo 9 sucedido o no los aceptan la identificación se presenta en la etapa final de la crisis cuando se ubica en la problemática y la integra a su vida. El tratamiento se enfoca a regular las funciones dañadas de acuerdo con la técnica que se requiera, una vez identificadas las funciones desajustadas. Las catarsis es una actividad de mucha ayuda para la restauración de varias funciones: la prueba de realidad, sentido de sí mismo, regulación de afectos e impulsos, el juicio, procesos de pensamientos, etc. El apoyo emocional, proporciona una contención a estas funciones del Yo principalmente a la prueba de realidad y la regulación de afectos e impulsos. La confrontación, permite ver la realidad y manejar los mecanismos de defensa que pueda recurrir, es parte para la identificación de la problemática e integración a su vida; la directividad y firmeza permite al Yo sostenerlo en el caso de ideas suicidas, o auto agresiones. Estas, son algunas de las actividades que el psicólogo desempeña en la intervención en crisis para el funcionamiento del Yo, esto lo veremos más adelante en el último apartado, en donde se da la vinculación teórica y practica CAPÍTULO I INTERVENCIÓN EN CRISIS Las personas están expuestas constantemente a sucesos funestos dentro del seno familiar, social, laboral, y estos, pueden traer como consecuencia una serie de situaciones traumáticas o trastornos emocionales desencadenando patologías más severas. Toda la gente en ciertas ocasiones de su vida puede vivir una crisis; caracterizada por una perturbación emocional, un colapso, desorden cognoscitivo y físico, de ahí la importancia de una intervención adecuada. El comprender los componentes de la intervención en crisis, nos dará la pauta de analizarla específicamente, a partir de los antecedentes históricos, base teórica, la definición de la crisis, objetivos que se persiguen en la intervención, evaluación, técnicas y por último la actitud del terapeuta dentro de la intervención en crisis. 1.1 Antecedentes Históricos de la intervención en Crisis. Existieron diversos factores que dieron origen a la intervención en crisis. La mayoría de las intervenciones terapéuticas, fueron dirigidas a la urgencia y naturaleza de la situación, pues se requerían atención inmediata, se apoyaba en situaciones de emergencia sin definir o delimitar una teoría en sí de la actividad que se realizaba en los eventos traumáticos, que ha presenciado la humanidad a lo largo de su historia, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial, los trastornos y estrés provocaron problemas personales y familiares se requería una intervención para atender éstas situaciones. En un principio “...está actividad era desarrollada por los cleros, hospitales, o asociaciones comunitarias conocidas como consejerías.” (Weiner, 1992, p. 656). Posteriormente, surgió la psicoterapia breve que es una serie de sesiones a corto plazo con un fin especifico de atender a los soldados con estrés post traumático. (Cullari, 2001) La psicoterapia breve, fue una influencia para la actual intervención en crisis. En la Segunda Guerra Mundial, se utilizó el tratamiento psicológico con el objeto de un tratamiento de neurosis; la actividadestaba más enfocada al estrés postraumático que presentaban los soldados y familiares provocados por la conflagración y eran sometidos a 11 tratamientos cortos donde se realizaban intervenciones para curar el malestar provocado por las experiencias vividas en la guerra. (Weiner1992) “Freud fue el primer psicoterapeuta breve. Observó que los síntomas eran causados por recuerdos traumáticos que habían sido reprimidos u olvidados de sus pacientes en la Segunda Guerra Mundial. Los tratamientos iniciales y experimentales fueron breves, orientados al síntoma y se apoyan fuertemente en la intervención activa del terapeuta. Los primeros tratamientos de Freud, tan solo duraban unas cuantas semanas o meses.” (Coren, 2003 p.199). La pauta que dio origen a determinar la crisis y sus grados, fue en el incendio del centro nocturno. Al observar las manifestaciones de las personas ante el evento traumático, dando como consecuencia reacciones diferentes en cada individuo. Lindemann se ocupo por entender estos procesos y la resolución del duelo que presentaban las personas ante la perdida de un ser querido. Slaikeu (1996) p.6 menciona “El origen de la moderna intervención en crisis se remonta a los trabajos de Eric Lindemann y sus colaboradores, tras el incendio del centro nocturno Coconut Grove, en Boston, el 28 de noviembre de 1942. En lo que fue el más grande incendio de un solo edificio en la historia del país hasta entonces, 493 personas presenciaron cuando las llamas cubrieron a la multitud. Lindemann y otros colaboradores desempeñaron un papel activo en la ayuda a los sobrevivientes, aquellos que perdieron a un ser querido en el desastre”. La obra de Eric Lindemann (1944), describe el tratamiento de las reacciones de duelo en los familiares de las personas que fallecieron en el incendio. Este autor, comparó estas respuestas y observó que la duración dependía de la forma en que cada individuo manejaba su aflicción, angustia y dolor. También explico las fases por las que pasa una persona para sobreponerse ante la perdida y reincorporarse a su medio. La obra de Lindemann y su colaborador Caplan, no sólo contribuyó a formular la teoría sobre la etapa de duelo, sino que también influyó en la creación de las primeras clínicas para casos de crisis. Generalmente estas clínicas estaban anexadas a hospitales ya establecidos. (Weiner, 1992). 12 Gerald Caplan, miembro del Hospital general de Massachusett y de la Escuela de Salud Publica de Harvard, se preocupó por entender la trascendencia de la crisis en la psicopatología de los adultos, al observar que los pacientes manifiestan ciertos periodos de crisis enfrentando sus problemas de una manera desajustada y haber salido menos saludable antes de la crisis, por lo tanto, concluyó que la crisis o transiciones tratadas en forma desorganizada o deficiente generan enfermedades mentales subsecuentes. La intervención en crisis debe considerar la infancia y la adultez temprana. Caplan, se interesó por las diversas transiciones de una etapa a otra que manifiesta el individuo, identificando la importancia de los recursos personales y sociales para la determinación de la crisis en desarrollo. Su objetivo fue procurar el crecimiento positivo y aminorar el riesgo de deterioro psicológico, índica (Slaikeu, 1996). Otros de los sucesos que dieron un mayor auge para la intervención en crisis fue la demanda de la sociedad, para la prevención del suicidio. A principios de la década de 1960, el movimiento de prevención del suicidio creció con rapidez en E.U.A., al apoyarse en parte sobre la teoría de la crisis de Caplan (1964). Se crearon centros como Prevención del Suicidio y Atención en crisis en los Ángeles. (Weiner, 1992) El impulso que recibió la intervención en crisis en esa época, se da a partir del movimiento de la prevención del suicidio. En el año 1953, en la Gran Bretaña, se organizó el grupo de protectores (Movimiento Samaritano). Esta agrupación se propuso a la prevención del suicidio, ofrecían compañía a las personas que se encontraban en una situación de emergencia, en 1958 en la ciudad de Los Ángeles se estableció el primer centro para la prevención del suicidio, así mismo, el uso de la comunicación telefónica como un medio para atender en cualquier momento a la gente que necesitaba el apoyo; este servicio funcionaba las 24 horas del día y los fines de semana , cabe señalar que las personas que brindaban el servicio no eran profesionales, pero lo hacían de un forma inmediata y personal. (Weiner, 1992) 13 Se presentó la urgencia de formar movimientos comunitarios de salud mental en E.U.A, hubo un crecimiento de los centros de prevención para el suicidio. Como medida para ejecutar las recomendaciones de la Comisión del Congresos Estadounidense para la salud y enfermedad mental, en 1963. En concordancia con el propósito de proveer servicios de salud mental en medios comunitarios fue un énfasis en la intervención temprana dirigida a preservar los problemas menores lejanos. El sistema de servicio equilibrado de los años de 1970, identificó cinco áreas de programación: a) servicio, b) administración, c) participación ciudadana, d) investigación y evaluación, e) capacitación del personal. El área de servicios fue dividida en ocho subáreas, dos de las cuales (estabilización de la crisis y crecimiento) incluyendo actividades comprendidas bajo la noción Caplaniana de intervención durante las crisis vitales (Comisión Mixta de Acreditación de Hospitales, 1979 citado en (Slaikeu 1996). La creación de clínicas gratuitas, constituye la aportación más reciente a la intervención de crisis. A fines de la década de 1960 y comienzos de 1970, surgieron numerosas instalaciones en donde se ofrecían tratamientos pocos comunes. El objetivo de dichas instituciones, era proporcionar asistencia para el manejo de las crisis a los individuos que no tenían a donde acudir. En varias y extensas áreas metropolitanas, se abrieron centros de atención para tratar a grupos o situaciónes problemáticas, por ejemplo, derechos de los homosexuales, orientación, etc. (Weiner, 1992) Un objetivo de las clínicas gratuitas, era contar con un personal de tendencia neutra que hablara el lenguaje y compartiera los valores de quienes solicitaban ayuda. Esto dio origen a la creación de varias clínicas por todo Estados Unidos, con lo cual, se modifico la idea que se tenía acerca del tratamiento y atención de la salud mental. “Las clínicas gratuitas de la década de 1960, cumplieron con un importante función: Ofrecían tratamiento para la crisis a individuos que a causa de sus actitudes radicales no tenían acceso a los centros institucionales de salud mental. Sin embargo, con el tiempo muchas organizaciones “tradicionales” empezaron a proporcionar servicios psicológicos de urgencias durante las 24 horas del día.” (Weiner, 1992) 14 En la Ciudad de México, han surgido diversas instituciones que ofrecen orientación y apoyo psicológico por teléfono. En los años setentas, surgió el primer servicio de ayuda telefónica, Asociación Mexicana de Auxilio del Desesperado AMAD, en la iglesia de las Lomas de Chapultepec en 1967 a 1972, se brindó el servicio de ayuda telefónica, posteriormente surgió el Centro de Prevención Contra el Suicidio del Hospital de Emergencia de Coyoacan donde se brindaba ayuda medica y psicológica. En el Hospital de la Raza en la sección de cardiología, se implemento un sistema de comunicación telefónica entre pacientes con afecciones cardiovasculares con el fin de tranquilizarlos en caso de que se presentara estrés o angustia a fin de prevenir un paro cardiaco. (Arteaga, 2002) En 1973 la asociación civil Centro de Integración Juvenil, surgió con el propósito de dar alternativas diferentes, a las de aquella época, para tratamiento y rehabilitación apersonas con problemas de drogadicción. En México, han surgido una infinidad de instituciones que brindan apoyo en situaciones críticas. De 1994 a 1999 la PGJDF por medio del centro de terapia de apoyo se brindó el servicio telefónico de información, orientación e intervención en crisis a victimas sexual CETATEL. En 1999 esta línea cambia a VICTIMATEL. En la actualidad, existen instituciones que ofrecen servicios de orientación y ayuda psicológica por vía telefónica como SAPTEL, LOCATEL, TELSIDA, ACERCATEL, Vive Sin Drogas. (Arteaga, 2002) También, existen centros que ofrecen ayuda psicológica, para tratar diversos problemas emocionales. Se han venido creando diversas agrupaciones en sus diferentes modalidades, que ofrecen sus servicios para dar apoyo psicológico en forma personal; por mencionar algunos: Centro de Atención Psicológica para Crisis de Violación. Asistencia psicológica, apoyo médico y asesoría legal para personas que hayan sufrido abuso sexual. Agrupación Mutua Ayuda: AMA Apoyo moral y orientación espiritual a personas que se han quedado solas u otros tipos de problemas. (Garcia, 2000) Cabe señalar que la intervención en crisis se ha considerado como un elemento importante, puede prevenir la aparición de psicopatologías en etapas posteriores. (Arteaga, 2002). 15 Otras de la instituciones que han realizado todo un programa para auxiliar a las personas en situaciones críticas princip almente en desastres en nuestro país, son organizaciones como el Centro Nacional de Prevención de Desastre (CENAPRED), el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), la Cruz Roja Mexicana mediante el comité nacional de desastre, Sistema nacional de protección civil SEGOB, quien imparte un curso para adquirir los conocimientos psicológicos básicos para la intervención en auxilio a la población en caso de emergencia. Respaldado por la Universidad Veracruzana: Facultad de Psicología, Secretaría de Salud y Asistencia. son quienes se han encargado de abordar esta problemática; se ha trabajado el tema para realizar aportaciones teóricas y han realizado diversos programas preventivos y de mitigación, mientras que a nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud OMS y la Organización Panamericana de la salud entre otras, se han ocupado en hacer algunas investigaciones, Todo esto a dejado como resultado un conocimiento sobre los desastres, el impacto y consecuencias, considerando el área psicológica.(SEGOB, 2003) (Salgado, 2003) García (2000) menciona; “La intervención en crisis ha tenido un proceso conceptual evolutivo y construccionista de poco tiempo. En la Ciudad de Santiago de Querétaro, México, desde el año de 1995, se han compilado materiales y se procura la formación de especialistas que ofrezcan una intervención urgente y un tratamiento corto a personas que pasen por una situación emocional crítica”. Las bondades del Modelo propuesto, permite ser utilizado como primera ayuda emocional, por personas que no cuenten con una formación profesional en el área de la salud mental; esto es, por maestros, orientadores, padres de familia y jóvenes. Actualmente, conocemos los trabajos latinoamericanos sobre la psicología de emergencia y por el Centro de Intervención en Crisis de Jalisco (México). Dentro de los muchos quehaceres con los que cuenta el psicólogo, uno de los más importantes y de mayor atención en nuestros tiempos, es la intervención en crisis, ya que por las actuales condiciones con las que contamos a nivel mundial y nacional; donde el desplazamiento, el secuestro, y la violencia, entre otros; obligan a que cada vez más la población se vea inscrita en situaciones para las que no ha sido enseñada a manejar y es aquí donde el psicólogo entra a fo rmar parte fundamental de todo el equipo con el que cuenta una población para afrontar dichas situaciones de emergencia. 16 Actualmente se han multiplicado en todo el mundo la preocupación por los efectos psicosociales de las emergencias y desastres así como los grupos de psicólogos que se interesan por intervenir en estas circunstancias, conformando los equipos de primera respuesta, organizando sociedades o grupos de intervención locales, creando redes nacionales de ayuda psicológica. (Sinexi, 2002) Las experiencias realizadas con afectados por desastres y catástrofes naturales en algunos países Latinoamericanos como Colombia y México, con individuos y familias que vivieron actos de terrorismo en Israel; tienden a indicar que la adopción de algunos conceptos de la Fortaleza Psicológica, integrados en un modelo psico-educativo y terapéutico, pueden ser útiles como intervención preventiva y post-traumática. (Sinexi, 2002) Las técnicas de intervención en crisis se han desarrollado constantemente desde la aparición de los primeros centros de prevención del suicidio, considerando a la intervención en crisis, como un enfoque preventivo. En el entorno de la salud publica, la prevención es un elemento importante para evitar mayores consecuencias, teniendo tres formas diferentes: la prevención primaria, que se encamina a reducir la incidencia de trastornos; la prevención secundaria busca reducir los efectos dañinos de los sucesos ocurridos y la prevención terciaria, encaminada a reparar el daño hecho mucho tiempo después del suceso original. (Arteaga, 2002) La intervención en crisis se coloca en las secundarias. Los psicólogos han elaborado programas para intervenir en la crisis, como las técnicas psicocorporales; programas conductuales en donde se entrena las persona para la resolución de crisis. El enfoque psico-corporal, muestra una visión distinta de la persona y sus padecimientos; además, ofrece distintos métodos terapéuticos que las ayudan a superar sus traumas dependencias u otros padecimientos catalogados como mentales. Estos métodos cuentan con varias técnicas que trabajan básicamente tres aspectos: cuerpo, mente y energía. Algunas de las principales técnicas que se utilizan son ejercicios bioenergéticos, ejercicios de respiración, el mensaje terapéutico, la danza y la meditación (Salgado, 2003) 17 1.2 Influencias Teóricas de la Intervención en Crisis. La teoría de la crisis esta sustentada ante las respuestas desorganizadas y perturbadoras del individuo u organismo en situaciones de estrés, Caplan (1964), describió las características, desarrollo de la crisis y los eventos perturbadores a los que se enfrentaba el hombre, para él, fue importante considerar las teorías que die ron forma a este planteamiento de la actual intervención en crisis, el desarrollo de la teoría, esta basada en el conocimiento de las diferentes repuestas del ser humano en las etapas de su vida, el desarrollo humano, las acciones correspondientes ante el ambiente de acuerdo a su motivación y la reducción de la ansiedad, propiciada por las experiencias que el hombre vive día con día. Por otra parte, se preocupó por conocer la adaptación del hombre con su medio, ya que este, es un punto crucial en la intervención de la crisis. Uno de los objetivos, es readaptar al individuo a su medio como lo hacia antes de la crisis. (Slaikeu, 1996) “Existen cuatro influencias teóricas de la teoría de la crisis. La primera es la teoría de Charles Darwin sobre la evolución y adaptación de los animales a su ambiente. La idea de Darwin condujo al desarrollo de la ecología humana, cuya hipótesis “la comunidad humana es un mecanismo adaptable esencial en la relación de la humanidad con su medio” citado en (Slaikeu 1996, p 9). La segunda, considera la realización y desarrollo del ser humano conscientemente a la motivación e impulsos sexuales y agresivos. Fue desafiada años más tarde por teóricos como Carl Rogers (1961) y Abraham Maslow (1954), quienes hicieron énfasis en la autorrealización y el crecimiento positivo del hombre. Se enfocaronen la tendencia de los seres humanos hacia la autorrealización y necesidad de enriquecer sus experiencias y ampliar sus horizontes. (Slaikeu 1996,) El enfoque de Erikson(1963) del ciclo vital del desarrollo, proporcionó una tercera influencia para la teoría de la crisis. La visión de Erikson en cuanto a ocho etapas, donde cada una presenta un nuevo reto. La transición o crisis, proporcionó una alternativa para la 18 teoría psicoanalítica primitiva. Menciona que la vida, esta basada en las experiencias pasadas, principalmente en los sucesos de la infancia y de acuerdo con estas experiencias es la manera de reaccionar y enfrentar los problemas. (Slaikeu 1996) La cuarta influencia esta basada en los datos empíricos sobre cómo el ser humano enfrenta y resuelve el estrés. Se observó como el hombre lidia con las situaciones traumaticas como la muerte, los desastres, enfermedades. Holmes y sus colaboradores, demostraron la relación del estrés y la asociación de los sucesos de la vida en el ámbito de salud y enfermedad. (Holmes y Masuda, 1973) citado en (Slaikeu 1996) 1.3 Definición de la Crisis. “La palabra crisis, releva conceptos que son ricos en significado psicológico. El término chino de crisis (weiji) se compone de dos caracteres que significa peligro y oportunidad, concurrentes a un mismo tiempo (Wilhelm, 1967). La palabra inglesa se basa en el griego Krinein, que significa decir. Las derivaciones de la palabra griega, indican que la crisis es a la vez decisión, discernimiento, así como también, un momento crucial durante el que habrá un camino para mejorar o empeorar (Lidell y Scott, 1968)”citado en (Slaikeu 1996, p. 16). Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas. (Weiner, 1992) La teoría de la crisis se basa en el concepto de homeostasis, la palabra hace referencia a algo que no es fijo o inmóvil por el contrario son funciones flexibles y móviles que mantiene al individuo en un estado de relativa estabilidad psicosocial, las estrategias usuales de la persona para ajustarse adaptarse, operan lo suficiente para manejar sus problemas cotidianos. La crisis es una alteración aguda que se experimenta en la conciencia, provocada por la incapacidad del individuo para enfrentarse a sucesos funestos. (Weiner, 1992,) 19 Arteaga (2003) describe “que una crisis es un periodo crucial o momento decisivo en la vida de una persona que en muchos casos tiene consecuencias físicas y emocionales. Una crisis se produce en un periodo limitado de desequilibrio psicológico precipitado por un cambio que da lugar a la necesidad de ajustes internos y al uso de los mecanismos de adaptación externa que rebasa temporalmente la capacidad del individuo”. Así mismo, señala que una crisis es el resultado de la tensión súbita o la acumulación de numerosos problemas de tal manera que los mecanismos normales de enfrentamiento llegan a ser sobrepasados. La crisis corresponde de cierta forma a un momento de dependencia, causado por un evento o situación peligrosa con cierta vulnerabilidad. La crisis a menudo son momentos en los cuales las personas están más receptivas a recibir ayuda. La crisis es una manifestación ante los sucesos peligrosos, se experimenta un estado doloroso, por lo cual se requiere apoyo para aliviar el malestar y volver a un estado de equilibrio. (Kaplan, 1988) Bloom (1963) menciona que la crisis es una primera instancia como consecuencia del suceso que precipito y en segunda por un estado de recuperación lenta. 1.4 Características del Estado de Crisis. ¡Oh, cómo crece este sentimiento hasta mi corazón! Pasión, histeria, desciende; congoja trepadora, tu sitio No está aquí. ¿A dónde está mi hija? (Mackbeth). Slaikeu (1996) describe ciertas características que presenta el individuo en estado de crisis, las cuales son: 20 1.- Hay una elevación inicial de tensión por el impacto de un suceso externo y a su vez una incapacidad en las habilidades para solucionar problemas. 2.- La falta de éxito en estas respuestas para la solución de problemas, esto fomenta el incremento de la tensión, los sentimientos de trastorno y la ineficacia. 3.- En tanto la tensión se incrementa, se moviliza otros recursos para la solución de problemas. En este punto, la crisis puede desviarse por cualquiera de las siguientes opciones: Reducción en la amenaza externa, éxito en las nuevas estrategias de enfrentamiento, redefinición del problema o la renunciación a propósitos fijos que resultan inasequibles. 4.-Sin embargo, si nada esto ocurre, la tensión aumenta hasta un punto límite que da lugar a una desorganización emocional grave. Proceso de la crisis. Suceso----------------Desorden ↓ Negación ↓ Intrusión ↓ Translaboración ↓ Terminación ⇒ El desorden se refiere a las reacciones iniciales en el impacto del suceso. ⇒ La negación conduce al amortiguamiento del impacto 21 ⇒ La intrusión es la abundancia involuntaria de ideas de dolor por los sentimientos acerca del suceso, sea una perdida o alguna tragedia. ⇒ Translaboración es el proceso en el que se expresan, identifican y divulgan pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia de crisis. ⇒ La terminación es la etapa final de la experiencia de crisis y la conducta a una integración de la misma dentro de la vida del individuo. El mismo autor explica que se presentan desordenes en sus pensamientos; no tienen una secuencia, surge un bloqueo por el impacto del suceso en no querer reconocerlo, por el dolor que implica. La negación surge, se afloran una serie de pensamiento relacionados con el dolor y la situación, después se expresan, identifican o divulgan pensamientos, sentimientos, e imágenes del suceso traumático, en la etapa final la experiencia vivida se integra dentro de la vida de la persona. Estos estados no se presentan de la misma manera en cada persona; en ocasiones no se da la negación, se van directamente a la intrusión. Otros, oscilan entre la negación y la intrusión, esto depende de la personalidad del individuo. La desorganización y desequilibrio, no solo se da en el pensamiento, también repercute en lo emocional. En la crisis aflora una serie de sentimientos encontrados; ni la misma persona puede identificar, ya que se manifiesta al mismo tiempo, por otra parte, existe un bloque e incapacidad de manejar el problema por la vulnerabilidad que presenta. Uno de los aspectos más obvios de la crisis es el trastorno emocional grave, o desequilibrio, los sentimientos de tensión, ineficacia y desamparo de la persona en crisis. Con frecuencia, los clínicos presencian no solo reacciones emocionales (llantos, cóleras, aflicción) sino también, enfermedades somáticas (úlceras, cólicos) trastornos de conducta (conflictos interpersonales, insomnio, incapacidad para el desempeño sexual o para llevar adelante su trabajo”. (Slaikeu,1996) 22 En cuanto a la vulnerabilidad, es un debilitamiento de su estructura yoica; reduce sus defensas, el individuo no puede soportar los estímulos externos por que se encuentra expuesto, se manifiesta mayor sensibilidad a consecuencia de la desorganización, se enfoca en el dolor no crea esperanza alguna para salir adelante, cuando la persona piensa en que no es capaz de salir adelante, que todo se ha desintegrado y que no hay nada por defender.Dentro de la crisis se presentan los siguientes sentimientos y síntomas: 1.- Cansancio y agotamiento 2.- Desamparo. 3.- Inadecuación 4.- Confusión 5.- Síntomas físicos 6.- Ansiedad 7.- Desorganización del funcionamiento en sus relaciones laborales 8.- Desorganización del funcionamiento en sus relaciones familiares 9.- Desorganización del funcionamiento en sus relaciones sociales 10.-Desorganización en sus actividades sociales. (Slaikeu,1996) 1.5 Definición de la Intervención en Crisis. “En general, la intervención en crisis se proporciona a personas bajo tensión extrema y con frecuencia, con el propósito de restituirlas al supuesto nivel adecuado de funcionamiento que tenía antes de la crisis” (Shiang y Bongar, 1995) citado en Cullari 2001,p.199) La intervención en crisis, es la estrategia que toma lugar en el momento de una desorganización, después de un evento traumático. Por otra parte se argumenta: Es la capacidad para apoyar urgentemente y atender los problemas dolorosos en que se presente en la vida cotidiana de la persona, la crisis se caracteriza por la incapacidad de un individuo para enfrentarlos de manera satisfactoria, debido a la urgencia con la que se tiene que 23 intervenir , es importante actuar con rapidez y eficacia, el objetivo de la intervención en crisis es aliviar y ayudar a las personas tratar de evitar secuelas más graves a consecuencia del suceso.(Weine r, 1992) Como antes lo había mencionado, la intervención en crisis es un enfoque preventivo por un lado, es una estrategia para prevenir antes de que ocurran los sucesos dolorosos y por el otro lado se aplica como tratamiento después de la situación de crisis y sus consecuencias de lo ocurrido. (Slaikeu 1996). El mismo autor menciona que es un proceso de auxilio y apoyo a las personas o familiares para sobrevivir la situación traumática, de esta manera reducir los efectos emocionales, físicos, cognoscitivos y aumentar la probabilidad de crecimiento, alternativas y habilidades en la persona. Este proceso la divide en dos fases, primeros auxilios y terapia de crisis. Por otra parte la resolución de la crisis se caracteriza por asistir a la persona, para la expresión de sentimientos, adquirir dominio cognoscitivo, físico y emocional sobre la situación de manera que el evento traumático se integre a la vida, de tal forma que la persona se encuentre preparada para futuros eventos. 1.6 Objetivos Weiner (1992) señala los siguientes puntos: El objetivo de la intervención en crisis, es ayudar a la persona a restablecer el nivel de funcionamiento que tenía antes del suceso que precipito la crisis; algunos autores lo definen como la restauración del equilibrio y otros se enfocan en la orientación de la capacidad del individuo para enfrentar la situación. En la terapia, es necesario trabajar con ciertos objetivos para orientar el trabajo del terapeuta. Los cuatro siguientes puntos, constituyen el marco referencial para encauzar el trabajo terapéutico ( Weiner 1992) 24 1.- Alivio de síntoma: el termino síntoma, alude a cualquier malestar del sujeto a buscar tratamiento. Puede tratarse de alteraciones en la conducta de ejecución, comunicación, o estados de aflicción subjetiva. La eliminación de síntomas, es un factor importante para el desarrollo y reorganización de la personalidad. 2.- Restablecer el ajuste individual: El terapeuta debe considerar tres metas, de acuerdo con la complejidad de los problemas del paciente y los recursos que dispongan: a) Prevenir una mayor descompensación. b) Restablecer el nivel de ajuste que existía antes de la crisis. c) Recuperar el nivel óptimo de funcionamiento. La conveniencia de elegir la meta, depende en gran medida de los objetivos que tiene el paciente cuando solicita la terapia de crisis y qué tan dispuesto y franco se muestra en la intervención. Es evidente que el restablecimiento o la adquisición del funcionamiento óptimo de la persona, constituye su mayor beneficio. La consecución de la meta b) y c) depende en gran parte de la habilidad del terapeuta, en particular para manejar la crisis como consecuencia, que es la forma inadecuada en que el cliente enfrenta las situaciones y ayudarlo a adquirir una amplia variedad de mecanismos de adaptación. 3.-Descubrir los factores precipitantes. De modo similar, las crisis no son hechos fortuitos, sino que provienen de una interacción particular de fuerzas en la que el individuo desempeña una función principal. Al iniciar cualquier forma de terapia, por lo regular se encuentran factores precipitantes que precedieron e influyeron para que una persona decidiera solicitar ayuda. 4.-Determinar el origen de la crisis con base a experiencias pasadas y problemas presentes de la personalidad. El colapso psicológico puede sobrevenir después de algún tiempo que se han acumulado los efectos de varios sucesos adversos. Por lo general, sólo se logra comprender los factores precipitantes en función del significado dinámico, simbólico y personal que tiene para el paciente. El terapeuta no sólo debe eliminar el estrés, sino también entender qué es lo que se comunica, lo fundamental son los factores precipitantes y no las causa intra psíquicas por sí 25 mismas, pero tampoco se ignora, ya que el terapeuta sabe que la conducta está determinada por factores precipitantes actuales que se han detectado. Para entender y por lo tanto manejar el carácter subjetivo de los factores precipitantes, se debe considerar también los antecedentes potenciales, por ejemplo, la forma en que el sujeto fue educado durante su infancia, los traumas pasados o simplemente sus patrones de rasgos de la personalidad, y la personas con quienes vive. (Weiner, 1992) 1.7 Técnicas Las técnicas son el paso a seguir para aliviar la aflicción emocional y que la persona en crisis modifique su conducta, pensamiento y emociones, las habilidades del terapeuta para proporcionar la ayuda depende de gran parte, de que tan experto sea para llevar la situación de crisis a la resolución, debe de tener los conocimientos para poder auxiliar y brindar cierto alivio, demostrar interés, aconsejarle, orientarlo, saber escuchar su demanda, su aflicción. Weiner (1992), menciona que el apoyo emocional es una estrategia para lograr la empatía necesaria, para crear una atmósfera de confianza, seguridad, libertad de expresión, el individuo presenta un estado agudo de ansiedad o depresión, se siente incapaz de manejar la situación. Con el apoyo emocional la persona no se percibe solo, sabe que existe alguien que lo comprende, lo escucha hasta brindarle un fuerte respaldo verbal. La perspectiva cognoscitiva de la crisis, menciona que se debe considerar los conocimientos de la persona, las expectativas y la manera de cómo es concebido el suceso, en especial como la situación incide en la estructura de la persona. El desarrollo de la crisis, dependerá del desarrollo de cada etapa por las que ha pasado a lo largo de su vida esto es lo que hace posible una crisis. Weiner (1992) desarrolla los siguientes aspectos para la intervención en crisis: Apoyo Emocional Los siguientes elementos son esenciales para proporcionar el apoyo emocional: a) sensibilidad y comprensión de la situación del paciente y una forma adecuada de comunicar el interés, b) capacidad de trasmitirle cordialidad y aceptación no posesivas y c) habilidad 26 del terapeuta para comunicar sinceridad y franqueza al cliente. Esto es indispensable para obtener el cambio deseado, sin embargo, en la crisis es más difícil conseguirlo debido a la breve duración. Esta fase es la abertura del trabajo terapéutico; dependiendo el tipo de intervención que se utilice en esta fase, será el éxito de la resolución del conflicto. En toda la intervención, el terapeuta tienen que tomarun rol activo, audaz, reflejando la realidad del individuo para que elabore lo sucedido, identifique los sentimientos, pensamientos, que proporcione una retroalimentación, como es percibido por los demás y su reacción ante esto. Catarsis Otras de las técnicas utilizadas en la intervención en crisis es la catarsis, va muy ligada con el apoyo emocional ya que dependiendo la empatía que haya surgido entre el terapeuta y paciente, desahogara con seguridad la situación que propicio la crisis. De modo que el terapeuta debe fomentar que el cliente exprese sus emociones con libertad. Tiene que esforzarse por provocar sentimientos fuertes y permitirle que manifieste emociones intensas. Hay que lograr que el paciente experimente sus emociones, las examine, se compenetre con ellas y las sienta en su totalidad como lo que son. El terapeuta también debe de estar preparado para los accesos emocionales incontrolables que pueda suscitarse cuando la terapia de crisis esta bien conducida. Retroalimentación La retroalimentación activa es básica para la intervención en crisis. El terapeuta debe de estar abierto para comprender lo que le están diciendo para poder responder a la demanda, de esta manera, se fomentará esperanza, optimismo y se abrirá alternativas de pensamiento, ya que al no tener la esperanza de resolver los problema, casi siempre es una de la causa del desajuste. Si el terapeuta es capaz de comunicar con sinceridad la esperanza de que el problema se resolverá, el individuo reaccionara positivamente y empezará a considerar con mayor flexibilidad que opciones tiene. La sensibilidad que se le muestre al paciente, el reconocimiento del interés por parte del terapeuta, su participación activa y el 27 grado de afectividad, dará como resultado una fuerza auxiliar después del debilitamiento por el impacto que ha sufrido. Es importante recalcar, que todo ser humano requiere cierto grado de afecto para sobreponerse del intenso dolor que ha experimentado en la situación de crisis. En la fase de retroalimentación, es importante hacer las preguntas pertinentes para recabar datos relevantes y delimitar la problemática que manifiesta el paciente, ya que en ocasiones, esto es un tanto laborioso por la situación que se encuentra la persona. En general se muestran muy emotivos, confundidos, perplejos, con gran ansiedad, asilados o agitados y por ello, proporcionan pocos datos y no muy confiables. Sus declaraciones son incongruentes, exageradas o distorsionadas en cualquier otra forma. Por otra parte, el terapeuta debe de tener una escucha selectiva para captar la información útil y pasar por alto los detalles secundarios, poco manejables o no tengan una utilidad práctica. No es posible examinar todo lo que dice el cliente en la sesión. En la terapia a corto plazo, sólo se puede atender aspectos de importancia evidente. Una de las tácticas más importantes que debe aprender el terapeuta, es escuchar de modo selectivo, y preciso para llevar el trabajo de una manera eficaz, objetiva, en un corto tiempo. También, es necesario que el terapeuta de crisis ofrezca información veraz sobre el problema de la persona. La mejor manera de lograrlo es mediante una explicación directa, no técnica y breve pero bien fundamentada. Formulación del problema La formulación del problema, debe considerar las variables precipitantes que influyeron el estado de crisis, organizarlas y conocer la situación de la problemática una vez concibiendo este aspecto, se sabrá a donde dirigir la intervención del trabajo, según las habilidades del terapeuta. Las metas que se persiguen y los mecanismos potenciales con los que cuenta el paciente para alcanzar dichas metas, la formulación preliminar de la problemática; se debe conocer los impulsos que actúan en el sujeto, los conflictos consecuentes que ha experimentado y sus mecanismos ineficientes a modo de organizar la 28 información obtenida integrando elementos importantes donde corrija o añada para que se tenga una idea precisa de la situación. Así mismo, evaluar la naturaleza, gravedad del problema y la respuesta potencial del individuo; preguntar acerca de hechos relacionados con el conflicto; alentar y apoyar si es necesario; observar cómo asimila el paciente la retroalimentación. En una sola entrevista debe alcanzar los siguientes objetivos: 1.- Establecer un nivel empatico con la persona. 2.- Reunir los datos necesarios para la evaluación que permita determinar el tratamiento más conveniente. 3.- Formular de manera tentativa el problema e integrar el conflicto precipitante a la estructura de la personalidad. Esto implica elaborar una hipótesis funcional del precipitante y el consecuente peligro que presenta para el individuo. 4.- Ofrecer al cliente cierta perspectiva del problema, lo que incluye explicarle sus mecanismos de adaptación adecuados e inadecuados en relación con dicho problema. 5.- Explorar nuevas formas de adaptación para que el sujeto enfrente la dificultad. 6.- Diseñar una estrategia para conseguir las metas acordadas y formular un contrato terapéutico si se juzga que es necesario un tratamiento de varias sesiones. 7.- Ponerse de acuerdo para visitas futuras. Firmeza y Directividad El terapeuta de crisis debe ser firme y directo cuando proporciona retroalimentación o interpretaciones a la persona. Hay que evitar los comentarios superfluos y las interpretaciones que no vienen al caso; es mejor quedarse callado que hacer observaciones poco pertinentes y preguntas inútiles. El terapeuta principiante, debe determinar cuidadosamente la proporción de comentarios que hace el paciente en comparación con los suyos. La persona al percibir la firmeza y dirección, le dará estructura a sus pensamientos y 29 emociones. Recordemos que el estado de crisis es el desequilibrio una destructuración de la personalidad y es primordial formar las bases para reconstruir lo perdido. Otro punto relevante en el trabajo de crisis, es llevar una actividad directiva, fijar límites firmes, principalmente con personas que presenten conductas destructivas, por ejemplo; las amenazas de suicidios o de homicidios; la conducta desorganizada, en especial la que presenta individuos psicóticos regresivos; la conducta exteriorizada o contraria a las normas; el aislamiento; y la dependencia excesiva. En tales casos, el terapeuta necesita establecer reglas explicitas para detener dichas conductas inadaptadas y ayudar la paciente a controlarse. Ser totalmente directivos, enseñarles paso a paso las actividades que deben realizar o explicarles detalladamente. Confrontación La confrontación es otra técnica utilizada en el proceso terapéutico. Su principal función es refutar las ideas de las personas y el reconocimiento de la naturaleza del problema, esto permitirá, eliminar los pensamientos negativos o formular la situación del conflicto; confrontar en forma directa y enérgica las ideas o la conducta del paciente. Mediante esta técnica, se logra que el sujeto inmovilizado comience a reconsiderar su problema de una manera crítica. La confrontación que va desde preguntas sutiles pero directas para que la persona atienda los aspectos problemáticos que ignora o niega, hasta afirmaciones “de ataque” más evidente y acusatorias, donde se trata de forzar al paciente para que analice su situación con más realismo. La confrontación, es un instrumento poderoso pero también arriesgado, que en manos de un consejero inexperto y ansioso puede ser muy perjudicial. Reforzamiento de los mecanismos de adaptación. La detección y reforzamiento del mecanismo de adaptación, va muy ligado con el trabajo de evaluación, por que este permitirá observar los elementos necesarios para el cambio; existe en la experiencia y capacidad de adaptación del cliente, sólo se requiere que el terapeutadescubra y refuerce estos mecanismos adaptativos. Ello implica determinar qué conductas han sido eficaces antes y fortalecerlas para que satisfagan nuevas necesidades de 30 adaptación. Algunos sujetos cuando acuden con el terapeuta, ya tienen en mente una buena solución, es decir, “realmente saben que hacer” pero por alguna razón se resisten a actuar o son incapaces de hacerlo. Por otra parte Slaikeu (1996), menciona que la intervención en crisis se divide en dos pasos; el primero son los primeros auxilios referentes al primer apoyo psicológico que recibe la persona. Las crisis se caracterizan por un colapso de las capacidades de solución de problemas y enfrentamiento que antes eran adecuadas. La persona en crisis, se siente incapaz de tratar con circunstancias abrumadoras que confrontan en ese momento. La meta primaria del terapeuta, es auxiliar a la persona a dar los primeros pasos concretos hacia el enfrentamiento con la crisis, lo cual, incluye el control de los sentimientos o los componentes subjetivos de la situación y comenzar el proceso de solución de problemas Podemos comenzar por describir primeros auxilios psicológicos o de la intervención en crisis de primera instancia, que abarca la asistencia inmediata y de modo usual la cual lleva sólo una sesión. Los primeros auxilios psicológicos, pretenden de manera primordial proporcionar apoyo, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos de ayuda. En la práctica, se divide en tres subtemas: Otorgar apoyo, reducir el peligro de muerte (como en los casos de maltrato infantil, golpear al cónyuge, suicidio y homicidio) y el enlace con recursos de ayuda (remisión a orientación). El contacto completo de los primeros auxilios se encamina en esta área, nada más no se hace ningún esfuerzo para completar la resolución psicológica de crisis. Por otra parte proporcionar apoyo para que las personas no se perciban solas y puedan soportar las cargas del conflicto. De manera concreta, ello significa permitir a la gente hablar para extender la cordialidad e interés y proporcionar una atmósfera en la que el temor y la ira puedan expresarse. También significa reforzar la firmeza de la gente que sólo está consciente de su propia debilidad durante la crisis. 31 El mismo autor menciona: “La submeta de los primeros auxilios psicológicos, se dirige a la salvación de vidas y la prevención del daño físico durante la crisis y reducir la mortalidad. Es determinante para los primeros auxilios tomar medidas para hacer mínimas las posibilidades destructivas y desactivar la situación. En cualquier caso, la línea de fondo en los primeros auxilios psicológicos, es proporcionar un enlace apropiado, de manera que la persona pueda comenzar a dar pasos concretos hacia la translaboración de la crisis”. (Slaikeu, 1996 p.114) Los cinco elementos de los primeros auxilios psicológicos, son un modelo básico para la solución de problemas. Se delimita el problema para corregir las emociones intensas de la situación de crisis, siguiendo una serie de pasos objetivos, sin olvidar el contacto psicológico y la empatia. Este enfoque incluye los siguientes aspectos. a) Realizar un contacto psicológico. b) Analizar las dimensiones del problema. c) Sondear posibles soluciones. d) Asistir en la ejecución de pasos concretos. f) …Y seguimiento para verificar el progreso. El segundo componente de los primeros auxilios psicológicos, implica la evolución de las dimensiones o parámetros del problema. La indagación se enfoca a tres áreas: Pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato, remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis, en especial el incidente especifico que desató o precipitó la misma. La atención se pone tanto en las fortalezas como en las debilidades durante el periodo de crisis. “El objetivo principal de este segundo aspecto de los primeros auxilios psicológicos es trabajar hacia un orden jerárquico de las necesidades de la persona, dentro de dos categorías: 1) Conflictos que necesitan manejarse de manera inmediata y 2) Conflictos que pueden dejarse después” (Slaikeu, 1996, p.118). En la confusión y desorganización del estado de crisis, las personas con frecuencia tratan de lidiar con todos al mismo tiempo. Muchas veces, existe una pequeña conciencia de lo que debe ser tratado ahora y lo que puede esperar unos días, semana, o un mes. 32 Muchas veces, hay poco tiempo para examinar todos los aspectos del problema y a veces de estas preguntas se posponen. También, con más frecuencia que de manera excepcional, los clientes ofrecen de modo voluntario mucha información de manera que los asistentes, rara vez necesitan dirigir una indagación paso a paso. 1.8 Evaluación Slaikeu, (1996) menciona los siguientes aspectos para poder llevar a cabo una evaluación en la intervención en crisis. Entender la forma de relacionarse del paciente le permitirá al terapeuta tener una concepción de la manera de cómo reacciona la persona y saber a donde dirigir la intervención de acuerdo con la personalidad, tomar en cuenta los detalles importantes acerca de cómo se comporta con lo demás. La evaluación o valoración de la persona es de manera rápida y directa, conforme se va recabando la información, se evalúan varios aspectos de la personalidad y los detonantes de la crisis de esta manera delimitan la intervención. Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada uno implicados en la crisis. Las fuerzas y recursos sociales pueden utilizarse para ayudar una persona arreglárselas con la aflicción de la crisis. Con fundamento en el hecho de que cada crisis ocurre dentro del entorno de los sistemas familiar, de trabajo, vecindario y comunidad; la tarea del medico clínico es determinar cuáles variables ambientales precipitaron la crisis, cuáles mantienen la desorganización, el sufrimiento y cuáles pueden movilizarse para facilitar el cambio constructivo en la situación. Es fundamental escuchar el discurso y la conducta verbal. En la fo rma de cómo es el discurso, nos dará los indicadores para saber el grado de impacto propiciado por la crisis, 33 la técnica a seguir, se dará de acuerdo con la reacción ante el conflicto. Para esto es necesario considerar los siguientes pasos: 1.-No se realiza ningún esfuerzo nuevo. 2.-Expresión de sufrimiento con palabras, acciones, o ambas (conducta depresiva). 3.-Manifestaciones de enojo, verbales (conducta agresiva). 4.-Evasión de la realidad mediante palabras, acciones o ambas (dormir demasiado, fantasear, aparición de psicosis, consumo del alcohol o drogas). 5.-Síntomas neuróticos (conducta fóbica, actos compulsivos o manifestaciones histéricas). 6.-Síntomas somáticos (migraña, úlceras o dermatitis). 7.-Acciones realistas tendentes a resolver la situación (reducir gastos, buscar empleo o regresar al hogar paterno). 8.-Utilización de la capacidad personal para emprender actividades nuevas de crecimiento (prepararse para una nueva ocupación o realizar cambios básicos en el hogar). La conducta y la estructura del discurso son áreas que se deben de evaluar, ya que pueden revelar desórdenes del pensamiento o experiencias emotivas muy intensas de las cuales no se percata la persona. El clínico debe observar también aspectos tales como la libertad con la que habla el paciente. Algunos se muestran evasivos, titubeantes, reservados, emplean monosílabos o incluso enmudecen, en tanto que otros son espontáneos, platicadores, efusivos o evidencian una gran necesidad de hablar. Es esencial determinar, qué ideas predominan en la mente del cliente; el contenido del pensamiento. Se puede recurrir a preguntas más especificas para descubrir lo que piensa el paciente acerca de cuál esel problema y la causa de su malestar. El terapeuta no debe olvidar que los pensamientos, actitudes y preocupaciones de mayor significado emocional muchas veces no se expresan directamente, sino que se puede detectar en las ideas ilógicas, irracionales, involuntarias y apenas meditadas del sujeto. (Weiner,1992 ) 34 Al efectuar ésta, hay que considerar tanto el ánimo como la afectividad. Por ánimo se entiende, el tono emocional general total, más o menos prolongado del individuo; mientras que afectividad, alude a la capacidad de respuesta emocional momentáneamente de éste, que puede variar durante la entrevista de acuerdo con los cambios que haya en el contenido de ideas. Es importante determinar la emoción particular que expresa el sujeto, por ejemplo disgusto, es un estado transitorio inducido por la situación o más bien un signo o indicio representativo de tendencias de conducta persistente. (Weiner,1992 ) Dentro de la evaluación hay que considerar los siguientes aspectos de la personalidad: Variables subsistemas. Patrones para el trabajo, juego, ocio, ejercicio, dieta (hábitos en la alimentación y la bebida), conducta sexual, hábitos de sueño, uso de drogas y tabaco; presencia de cualquiera de los siguientes: suicidio, homicidio o actos agresivos. Métodos habituales para enfrentar el estrés. Sentimientos sobre cualquiera de las conductas expresadas arriba; presencia de sentimientos como ansiedad, cólera, felicidad, depresión y otros. Capacidad para inducir en las circunstancias de la vida. Los sentimientos son manifiestos o encubiertos. Funcionamiento físico general, salud, presencia hay ausencia de tics nerviosos, dolores de cabeza, trastornos estomacales y cualquier otro tipo de malestares somáticos; estado general de relajamiento / tensión; sensibilidad del tacto, visión, gusto, olfato y oído. Naturaleza de las relaciones con la familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo; potenciales y dificultades interpersonales; número de amigos, frecuencia de contacto con amigos y conocidos; el papel asumido con varios amigos íntimos (pasivo, independiente, líder, al mismo nivel); modo en la resolución del conflicto (asertivo, agresivo, introvertido); estilo interpersonal básico (simpático, recelosos, manipulador, explosivo, sumiso, dependiente). 35 Día normal y sueño de noche, imágenes mentales sobre el pasado o el futuro, auto imagen, objetivos de la vida y razones para su validez, creencias religiosas; filosofía de la vida; presencia de cualesquiera de las siguientes: catástrofes, sobre generalizaciones, delirios, alucinaciones, diálogo irracional con uno mismo, racionalizaciones, ideación paranoide; actitudes generales (positivas / negativas) hacia la vida (Slaikeu,1996). 1.9 Comportamiento del Terapeuta en la intervención en la Intervención en Crisis. Weiner (1992) explica la actitud y comportamiento del terapeuta en la intervención en crisis. Debido a la rapidez de acción que se requiere y al tiempo tan limitado con que se cuenta, la terapia de crisis debe estar a cargo de un terapeuta muy bien preparado, activos, directos, bien orientados. El terapeuta, debe causar la impresión de que puede entender los problemas del cliente. Debe mostrarse humanitario e interesado en el conflicto que éste experimenta, pero a la vez, proceder sin perder un segundo para reunir la información que necesita. El terapeuta, debe de estar al mando en todo momento; por lo tanto, es imprescindible que tenga experiencias y haya adquirido habilidad para captar con rapidez las dificultades, determinar la dinámica que encierra y poner en práctica medidas acertadas. Es necesario conseguir los antecedentes importantes con rapidez y sin recurrir en sarcasmos o indiscreciones. En las primeras etapas de la entrevista inicial, el terapeuta de crisis es un diagnosticador que se convierte en una esponja y absorbe toda la información acerca del sujeto. Quizá, posponga la retroalimentación para el final de la entrevista, cuando tenga imagen más completa del individuo en crisis, o tal vez, considere pertinente efectuar intervenciones terapéuticas tentativas, como es el apoyo, antes de reunir todos los datos que necesita para la evaluación. El consejero de crisis, da los pasos de acción más directa; (llama a los padres de la víctima, conduce a la persona a su casa, da curso a la hospitalización de urgencia) sólo cuando la desorganización y el trastorno extremos, impiden al paciente actuar por su propia cuenta. La primera área, se apoya en las técnicas que facilitan la catarsis o sentimientos de translaboración. En la segunda área, el terapeuta asiste a la persona para obtener una 36 comprensión de los planos cognoscitivos y las expectativas que han sido violadas por el incidente de crisis; con la meta de desarrollar nuevos conceptos de uno mismo y de los demás . En el área final (la conductual), se analizan, ensayan y por último, ejecutan nuevas maneras de repuesta y enfrentamiento. Hablar acerca de la intervención en crisis como algo que abarca tres áreas generales: 1.- Establecimiento o simplificación de la comunidad (entre las persona en crisis, con otras personas significativas, con las agencias de asistencia, etc). 2.- Asistir al individuo y a su familia en la percepción correcta de la situación (con un enfoque en el suceso concretos, su significado y los posibles efectos). 3.- Asistir al individuo y a su familia, en el manejo de sentimientos y emociones de un modo abierto. La primera, se refiere a la capacidad del consejero para mostrar empatía, autenticidad y cordialidad hacia el paciente. La efectividad técnica se refiere a la capacidad del consejero para evaluar la mortalidad en casos de suicidio sondear recursos, hacer las consultas adecuadas y cuestiones parecidas. El terapeuta de crisis debe de ser flexible e intuitivo, en relación con las funciones que tenga que desempeñar para lograr reorientar como es debido al paciente en sus aspectos cognoscitivo y conductual. Es decir, que según las exigencias de cada situación, sepa cuándo tiene que ofrecer apoyo o confrontar, ser amistoso o antagónico, aceptar o rechazar las ideas del cliente. CAPÍTULO II LA ESTRUCTURA DEL YO En toda situación de crisis la instancia psiquica que se ve más afectada es el Yo, dado que tiene los medios con la realidad externa y la realidad interna. Si el evento supera la capacidad yoica o bien rompe el equilibrio dinámico. La respuesta es inmediata: se utiliza una serie de mecanismos de defensas, los cuales van a compensar o a equilibrar, el estado que se tenia, pero cuando la defensa falla, surge el conflicto, la angustia crece y se desborda. En toda intervención terapéutica y más aun en aquella donde está manifiesta una crisis. El trabajo se centra en la contención del Yo así como en la identificación de los mecanismos de defensas utilizados, pues no es lo mismo atender a un sujeto que fue victima de un asalto o bien por una situación de duelo o que va por una simple orientación en estado de equilibrio, cada caso lleva consigo una evaluación de estructura psíquica del sujeto. Es por esto que en este capítulo la atención se centra en la estructura psíquica (Ello, Super Yo y los mecanismos que mantienen el equilibrio dinámico del sujeto, el papel del Yo ante situaciones de crisis así como los aspectos que deben considerarse en el Yo ante una situación traumatizante , sustraerlo volverlo al mundo. Freud desarrollo la primera tópica en 1900, en donde describió los procesos del sueño y la relación con el Conciente, Inconsciente, Preconsciente, posteriormente dio a conocer la segunda tópica, considerando al Ello, Yo, y Súper Yo, estas instancias conforman la estructura psíquica, cada una de estas instancias tienen características peculiares que funciona dentro
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