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Una-propuesta-de-prevencion-en-el-area-de-lenguaje

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
IZTACALA 
 
 
 
 
 
UNA PROPUESTA DE PREVENCIÓN EN EL 
ÁREA DE LENGUAJE 
 
 
 
 
 
T E S I N A 
Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : 
L I C E N C I A D O E N P S I C O L O G Í A 
P R E S E N T A : 
F L O R I D A R I T O R O S A S 
 
 
 
 
DICTAMINADORES: 
 
LIC. JULIA CHIMAL PABLO 
MTRA. NORMA CONTRERAS GARCÍA 
LIC. MARIA DE LOS ANGELES HERRERA ROMERO 
 
 
 
 
 
 
 
TLALNEPANTLA, EDO. DE MÉXICO 2006 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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AGRADECIMIENTOS 
 
“Porque no hay mejor herencia que el conocimiento, dedico este trabajo a dos seres 
excepcionales que hicieron de mi un ser servicial: MIS PADRES, quienes al permitirme 
llegar hasta esta meta, me demostraron una parte de su inmenso amor, LOS AMO” 
 
Flor R. R. 
“Saben” 
Un día escuche a un loco poeta que comparaba la vida con un viaje en tren y decía 
que era una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada, 
entendiéndolo de esta manera: 
 
 La vida al igual que el tren solo realiza un viaje, EL DE IDA, el cual esta lleno de 
embarques y desembarques con subidas y bajadas, pues cuando nacemos subimos al tren y 
encontramos a dos personas muy queridas que nos harán conocer el viaje hasta el fin, 
NUESTROS PADRES … , los cuales bajaran en alguna estación, realizando por ello un 
corto paseo, mientras HERMANOS, AMIGOS Y DE MÁS PERSONAS estarán con 
nosotros compartiendo alegrías y tristezas, por lo que al bajarse dejarán recuerdos 
imborrables, siguiendo el viaje lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y 
partidas. 
 
El gran misterio de este viaje es que no sabemos en que estación nos toca descender 
y cuando llegue ese momento, entonces nos separaremos de nuestros seres queridos pero 
con la esperanza de que en algún momento los volveremos a encontrar, quizás en la 
estación principal donde ellos tendrán la emoción de vernos llegar con mucha más 
experiencia de la que teníamos al iniciar el viaje y esto los hará felices por saber que 
HICIERON DE NOSOTROS UN SER SERVICIAL. Pero bajar del tren no es una 
representación de la muerte o el término de una historia No!!! Muchas veces bajamos del 
tren para darnos cuenta de lo que pasa afuera, para contemplar parte de un todo y así 
forjarse sueños y metas que se harán realidad. 
 
 
Hoy puedo decir que ese loco poeta tenía razón pues ahora me toca a mí, bajar del 
tren para crear un nuevo horizonte el cual se lo debo a DIOS por darme le don de la vida y 
en especial a mis PADRES y HERMANOS, porque juntos hemos creado esta historia que 
no tiene fin, ¡MIL GRACIAS!. 
 
Quiero agradecer de igual manera a AMISTADES y personas que conocieron de 
cerca esta historia en la que colaboraron poniendo un granito de buenos deseos y felicidad, 
porque en algún momento de este viaje nos toco compartir asientos muy cercanos y con 
quien sigo compartiendo un asiento muy especial LUISITO, gracias por creer en mí y ser 
totalmente incondicional i love baby. 
 
Además de mis familiares y amigos quiero agradecer a mis ASESORAS por su 
dedicación, el apoyo y la paciencia que me tuvieron en la creación de este sueño para 
hacerlo realidad, ¡MUCHAS GRACIAS!, porque son un ejemplo de mujer a seguir, LAS 
QUIERO y solo les puedo decir que DIOS LAS BENDIGA y que lo que han hecho por mí, 
SE LES MULTIPLIQUE EN DICHA Y FELICIDAD. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
Págs. 
 
Resumen 4 
 
Introducción 5 
 
Capítulo 1: Adquisición y retardo en el desarrollo de lenguaje 8 
1.1-Definición y tipos de lenguaje 9 
1.2-Desarrollo del lenguaje 13 
1.3-El retardo en el desarrollo del lenguaje y las alteraciones de articulación 21 
 
Capítulo 2: Evaluación e intervención en el área de articulación de lenguaje 34 
2.1-Formas de evaluación (médica y psicopedagógica 34 
2.2-Formas de intervención 47 
 
Capítulo 3: La prevención del lenguaje 57 
3.1-Definición 57 
3.2- ¿Para qué prevenir los problemas en el desarrollo del lenguaje? 65 
 
Capítulo 4: Propuesta de prevención en el área de articulación de lenguaje 69 
 
Conclusiones 114 
 
Bibliografía 117 
 
Anexos 121 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
 El propósito de la presente tesina fue “realizar una revisión teórica metodológica del 
lenguaje oral para desarrollar una propuesta de prevención en el área de articulación, para 
niños menores de cinco años”; desde una postura teórica interconductual. 
 
 Está constituida por cuatro capítulos, en el primer capítulo se habla acerca de la 
adquisición y retardo en el desarrollo del lenguaje, en el segundo se expone lo referente a la 
evaluación (médica y psicopedagógica) e intervención en ésta área; en el tercero se señala 
la importancia de la prevención de las dificultades de articulación en el desarrollo del niño 
y finalmente en el cuarto capítulo se expone una propuesta de prevención en articulación de 
lenguaje para niños de sistema escolarizado y no escolarizado, menores de 5 años. 
 
 Se trata de un trabajo donde se propone como alternativa la prevención primaria en 
las dificultades de lenguaje, pues a la fecha es una demanda social y teórica que se hace a 
todo profesionista como es el psicólogo, quien a través del diseño de nuevas estrategias de 
prevención podría contribuir a decrementar el alto índice de casos que actualmente se tiene. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
A lo largo de la historia la comunicación ha cobrado auge por ser el intercambio de 
información compleja y abstracta que se utiliza como código simbólico (lenguaje), el cual 
se establece entre los individuos a través de la representación de símbolos para poder 
comunicarse por medio de diversos canales como el tacto, la mirada, los gestos faciales, 
movimientos corporales, la escritura y por medio de la voz (Hurlock, 1982), de los cuales 
históricamente el habla es el medio de comunicación más usual, pues la mayoría de las 
lenguas existen únicamente en forma hablada, (Fowler, Hodye, Krees & Trew, 1983). 
 
Luo y López (1999) señalan que a pesar de que en la interacción social es común 
comunicarse a través de la escritura y la palabra, el lenguaje oral es el medio de 
comunicación universal (González, 2002) por ser el código simbólico establecido entre las 
personas para expresarse verbalmente y dar origen al habla (Bautista, 1993). Autores como 
Castañedo (1997) y González (2002) mencionan que este tipo de lenguaje toma un alto 
significado dentro de la sociedad como papel decisivo en el desempeño de la inteligencia, 
la cual está en función de las primeras expresiones verbales del niño y su nivel de 
socialización. 
 
Es entonces que para que un individuo desarrolle su competencia comunicativa debe 
tener además de salud e integridad física, una estabilidad emocional, donde el medio pueda 
ofrecer estimulación y ajuste de acuerdo con las características y requerimientos de su nivel 
de desarrollo. Estudios realizados muestran que los niños que ingresana la escuela con 
pobres experiencias lingüísticas corren un alto riesgo de fracasar académicamente ya que la 
adquisición de la capacidad para leer y escribir en parte se desarrolla a partir de la 
exposición temprana en las interacciones madre e hijo (Salsa & Peralta, 2001). 
 
Visto de esta forma, los niños que no tienen un óptimo desarrollo lingüístico a 
temprana edad, se verán afectados en la inserción y la interacción social tanto en el plano 
escolarizado como en el no escolarizado. Pues cuando el niño no alcanza a desarrollar las 
habilidades lingüísticas en función de la etapa evolutiva del lenguaje en la que se 
 
encuentra de acuerdo a sus componentes (fonológico/fonético, morfosintáctico, semántico y 
pragmático) y a un aprendizaje que el niño al nacer no posee con sus semejantes; pero que 
poco a poco va aprendiendo, es probable que haya un retardo en el desarrollo del lenguaje, 
el cual se ve reflejado en diversas alteraciones del habla, entre ellas las de articulación (Luo 
& López, 1999), las cuales de acuerdo a Azcoaga, Bello, Citrinovitz, Derman, Frutos 
(1992) y Luo, López (1999) son notables alrededor de los 6 años, debido a que se cree que 
es la edad en la que el lenguaje de los niños alcanza su corrección articulatoria. 
 
Es así como surge la necesidad de evitar en lo posible el surgimiento de nuevos 
casos, pues estadísticas del INEGI (2000) (censo que se realiza cada 10 años) indican que 
el 31.70% de la población mexicana sufre de alteraciones en el lenguaje, cifras que han ido 
en aumento, pues en 1995 había una incidencia en torno al 10% en niños de edades 
comprendidas entre los 3 y 7 años y para 1997 se incremento este índice en un rango entre 
el 0.2% hasta un 13% (Valles, 1998) y para ello es importante hablar de la prevención, la 
cual es una forma de intervención que tiene como objetivo prever trastornos en el desarrollo 
del lenguaje, de tal forma que parece ser la mejor alternativa que actualmente se tiene para 
evitar el surgimiento de nuevos casos. 
 
A partir de este incremento de casos surge la necesidad de crear nuevas estrategias 
de intervención en dicha área, las cuales resultan convenientes ser dirigidas a nivel primario 
para tener un óptimo desarrollo lingüístico en la población infantil, siendo entonces que es 
así como surge la presente tesina, la cual tiene como objetivo “realizar una revisión teórico 
metodológica del lenguaje oral, para desarrollar una propuesta de prevención en el área de 
articulación para niños menores de 5 años”. 
 
Esta tesina está constituida por cuatro capítulos de los cuales, en el primero se citan 
algunas definiciones de lo que es el lenguaje y se habla acerca de la adquisición y el retardo 
en el desarrollo del mismo; en el segundo se toca el tema de evaluación (medico-
psicopedagógica) e intervención en esta área, por lo que se expone una serie de 
instrumentos de evaluación; en el tercero se citan los diversos niveles de prevención que 
existen y algunos resultados de investigaciones realizadas dando paso al porqué de la 
 
importancia de prevenir las alteraciones de articulación en el desarrollo del niño 
finalmente en el cuarto capítulo se desarrolla una propuesta de prevención en articulación 
de lenguaje para niños de sistema no escolarizado y escolarizado (segundo año de 
preescolar). Por último se presentan las conclusiones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1: ADQUISICIÓN Y RETARDO 
EN EL DESARROLLO DE LENGUAJE 
 
Theron, Paul y Bernard (1980) señalan que uno de los hechos más importantes en la 
historia de la humanidad lo constituye la adquisición del lenguaje por ser el soporte de la 
civilización a partir del cual la especie humana posibilitó el intercambio de estados 
afectivos, facilitó el intercambio de ideas y conocimientos, enriqueció la capacidad mental 
del hombre y dio paso al pensamiento permitiendo la posibilidad de conocer sin tener que 
vivir. 
 
Boada (1986) menciona que entre las características del lenguaje se encuentra la 
producción del verdadero diálogo, característica que hace claramente humana la conducta 
del hombre. La cual comienza a formar parte de la humanidad, desde el momento en el que 
el hombre expresa sus primeras palabras. Sin dejar de lado que existen otros modos de 
comunicarse como puede ser a través del lenguaje simbólico, gestual, corporal y escrito. 
 
Sin embargo cabe señalar que el lenguaje oral es quien constituye un aspecto 
esencial para el desarrollo integral del niño y posteriormente del adulto ya que se le vincula 
en gran medida, con un buen desarrollo del pensamiento, la memoria, la imaginación, la 
capacidad de aprender, de conocer el medio que le rodea y de aprender a transformarlo 
(Johnston & Johnston, 1992). 
 
En función a diversos autores el desarrollo del lenguaje es entendido de diferentes 
maneras, entre las cuales cabe citar las siguientes: 
 
Ribes y Harzem (1990) mencionan que considerando la complejidad de la gramática 
el desarrollo del lenguaje se da según Chomsky de forma innata. Es decir a partir de un 
input lingüístico donde el niño es capaz de generar oraciones bien estructuradas y que 
determina cual es la forma en que deben usarse y comprenderse. 
 
 
Skinner (1983) señala que el lenguaje se produce por simples mecanismos de 
condicionamiento al ser una conducta adquirida en un proceso gradual de condicionamiento 
responsivo reforzado. De esta manera el habla, la escritura y otros usos del lenguaje son 
formas de conductas, de entre las cuales la conducta verbal no es diferente en lo esencial de 
cualquier otra forma de conducta. La conducta verbal se aprende en términos de relaciones 
funcionales entre la conducta y los eventos ambientales, particularmente de sus 
consecuencias, donde el ambiente social es lo que refuerza cierta conducta. 
 
Ribes y Harzem, (1990) hacen mención de que el lenguaje es una conducta 
aprendida que se desarrolla a partir de contingencias en el condicionamiento operante 
donde se establece la dependencia condicional del estimulo y el reforzador respecto de las 
propiedades particulares del responder del organismo. Es decir en las interacciones que hay 
en la conducta verbal entre el organismo y el ambiente que se plantean como arreglos 
funcionales de las contingencias. Donde al ser así, resulta importante recuperar la noción de 
etapa(s) que se utiliza únicamente como herramienta analítica sin tener propiedad intrínseca 
alguna, ya sea como hipotética, analógica o simplemente como un dispositivo que nos 
ayude a comprender la forma en que la progresión de la topografía del lenguaje psicológico 
se relaciona con los cambios en las circunstancias del desarrollo (Kantor & Smith citados 
en Ribes & Harzem, 1990) 
 
 Es entonces que aunado a lo anterior, en el presente capitulo se expondrá todo lo 
relacionado acerca de qué es lenguaje, cómo se va adquiriendo y cuáles son las dificultades 
que surgen dentro del proceso de adquisición. 
 
1.1-Definición y tipos de lenguaje. 
 
A la fecha existen diversas maneras de definir lo que es el lenguaje porque las 
conceptualizaciones varían entre autores y disciplinas. En el caso de la psicología, al igual 
que en otras ramas, no se cuenta con una definición clara, precisa y universal. Sin embargo 
sí se puede señalar a más de un autor que plantea desde puntos muy diferentes y a veces 
semejantes lo que implica o se concibe como lenguaje. 
 
Entre algunos de ellos, se encuentran los siguientes: 
 
Wurst (1973 citado en Frostig, & Müller, 1986), Petty y Starkey s/f citados en 
Hendrick (1990), Sánchez, Canton y Sevilla (1997) plantean que el lenguaje es “un sistema 
de signos vocales que sirve para expresar ideas y sentimientos convencionales, a través de 
la representación simbólica entre significados y significantes efectuados en el pensamiento 
para ser socialmente compartidos…” pp.97, 77 y 67. 
 
Johnston y Johnston (1992) señalan que el lenguaje puede ser entendido como “un 
grupo organizado de relaciones simbólicas aceptadas por una comunidad parlante para 
representar y facilitar la comunicación…” p. 42. 
 
González (2003) menciona que el lenguaje es “aquel fenómeno o función inherente 
del hombre, que como auténtica propiedad de la especie le permite mediante signos y 
símbolos comunicarse con sí mismo y con los demás…” p. 1. 
 
Bautista (1993); Frostig, Müller (1986) y Hernández, (1997) dicen que el lenguaje al 
ser la razón fundamental por la que el hombre crea cultura mientras que los animales no, es 
concebido como “un sistema arbitrario de símbolos abstractos (hablados o escritos), 
reconocidos por un grupo de personas que sirve para comunicar pensamientos y 
sentimientos, a través de las capacidades auditiva y visual…” p. 45, 64 y 189. 
 
Al tratar de generalizar las ideas de los autores antes expuestos, en el presente 
capítulo, el lenguaje será entendido como la capacidad exclusiva del hombre para abstraer y 
generalizar los fenómenos de la realidad objetiva; tomando en cuenta los signos 
convencionales a través de los cuales puede expresar sus sentimientos y pensamientos. 
Entendiendo así que hay diversos tipos de lenguaje, entre ellos los siguientes: el lenguaje 
simbólico considerado como aquella forma de comunicación basada en diversas 
representaciones a partir de un objeto para transmitir un mensaje (un ejemplo de ello es 
cuando el niño usa la madera para representar un coche o un palito para representar una 
cuchara), el lenguaje gestual que consiste en toda serie de expresiones faciales que el ser 
 
humano usa para comunicar un mensaje a través de diversos estados de ánimo (como 
pueden ser sentimientos, emociones e intenciones subjetivas) y el lenguaje corporal que es 
aquel tipo de lenguaje que sirve para comunicar algo a través de señalamiento, 
movimientos y saludos, Goodwyn (2001) y Shaffer (2000). 
 
Sin embargo de acuerdo a Luo y López (1999) en la interacción social resulta más 
importante la palabra y la escritura, por ser la manera más usual de comunicarse y en 
relación al lenguaje oral, se cree que es el medio de comunicación universal. Es entonces 
que se da origen a dos tipos de lenguaje: el oral y el escrito, de los que se expondrá 
solamente al lenguaje oral, por ser considerado como el máximo medio de comunicación 
(González, 2002). 
 
Lenguaje Oral 
 
Morris y Blatt (1989) señalan que el lenguaje oral es el modo de comunicación y 
representación social más utilizado en la interacción humana por no necesitar de ser 
instruido, para su pronunciación de origen, entendiendo así que es el habla o forma externa 
del lenguaje quien depende del funcionamiento de los órganos fonoarticulatorios y la 
respiración que originan los sonidos articulados (llamados fonemas), que al combinarse dan 
origen a las palabras. 
 
Castañedo (1997) y González (2002) mencionan que este tipo de lenguaje (en 
primera instancia), toma un alto significado dentro de la sociedad como papel decisivo en el 
desempeño de la inteligencia, la cual está en función de las primeras expresiones verbales 
del niño y su nivel de socialización. 
 
Rondal y Bredart (1991) dicen que el lenguaje oral aparece como algo intrínseco en 
el ser humano e inseparable de la comunicación, cumpliendo dos funciones (citados en 
Bautista 1993): 
 
 
a) Función ideicorrepresentativa: se refiere a la representación de la realidad, 
creatividad, análisis de la información y conceptualización. 
 
b) Función interpersonal conativa: es el intercambio de información y regulación de 
conductas (propia – ajenas). 
Estas funciones implican las siguientes acciones: 
 
• Aprender a combinar fonemas, palabras y oraciones en secuencias comprensibles 
para los demás. 
 
• Conocer y compartir los significados elaborados socioculturalmente por una 
determinada comunidad lingüística. 
 
• Acceder al uso de las reglas gramaticales que estructuran convenientemente las 
relaciones de la forma – función en el lenguaje. 
 
A modo de “complementación”, cabe señalar que el lenguaje escrito se desarrolla 
después del lenguaje oral y depende de un previo aprendizaje, por lo que es necesario un 
entrenamiento especial para el análisis y síntesis de la palabra sonora y escrita; que se 
desarrolla a través de tres etapas según Dale (1992): 
 
• Elemental, implica fijar la atención en los elementos que componen las letras, en 
cómo deben coordinarse los movimientos y utilizar la pluma y el papel. 
 
• Literal, la atención debe ser fijada principalmente en el dibujo de las letras, 
mientras que la representación de sus elementos y la observación de las reglas técnicas se 
automatizan. 
 
• Escritura coordinada, la atención es fija principalmente en la unificación de las 
letras en la palabra, en conservar el aspecto regular y uniforme de las letras por su tamaño, 
 
inclinación, situación y distribución en el renglón. Para después escribir conforme a las 
reglas ortográficas. 
 
La forma más desarrollada de éste lenguaje, se alcanza cuando el sujeto puede 
exponer por escrito sus pensamientos de manera consecuente y coordinada. 
 
Bautista (1993) señala que a pesar de que la comunicación no se limita a ser 
solamente oral ni escrita, el lenguaje oral es el instrumento o medio de comunicación y 
representación por excelencia. Por lo que resulta importante hacer distinción entre lo que es 
la comunicación, el lenguaje y el habla, y para ello Hurlock (1982) menciona que la 
comunicación, es el intercambio de información que puede hacerse a través de diversos 
canales: como el tacto, la mirada, los gestos de la cara o movimientos del cuerpo y a través 
de la voz. De allí que cuando dos personas se comunican para transmitir información 
compleja y abstracta, se utiliza un código simbólico establecido; es decir, las ideas, los 
objetos o las acciones se representan mediante símbolos que ambos interlocutores deben 
conocer para que la comunicación sea eficaz. Este código simbólico es lo que se conoce 
con el nombre de lenguaje. Y la expresión verbal del lenguaje es lo que se llama habla, 
aquel sistema complejo mediante el cual se convierte una idea en un conjunto de sonidos 
que tienen significado para la persona que los escucha. 
 
De esta manera en la expresión oral del lenguaje, es decir, en el habla, intervienen 
complejos mecanismos mentales y físicos por lo que es importante que el desarrollo del 
niño en función de su lenguaje no se vea obstruido por verse retrasado de acuerdo a su edad 
cronológica. 
 
1.2-Desarrollo del lenguaje. 
 
La adquisición y desarrollo del lenguaje puede ser explicado a través de diversas posturas 
teóricas, de las cuales el interconductismo es una de las que mayor auge tiene por basar sus 
principios en un aprendizaje que se produce por simples mecanismos de condicionamiento 
o también llamado mecanismo de contingencias ya que de acuerdo a Ribes y Harzem 
 
(1990) la definición de condicionamiento se basa en la dependencia o contingencia que hay 
entre una respuesta disponible en el organismo y el estimulo que la sigue. De esta manera 
para que la conducta lingüística se desarrolle en el niño, se necesita llevar a cabo un 
proceso interactivo de evolución conductual, donde es necesario considerar diversos 
elementos, entre ellos los siguientes: 
 
 Condición biológica: engloba las limitaciones orgánicas que se dan en distintos 
órganos del niño, como pueden ser el oído o la lengua al ser mudo o presentar alguna 
alteración en los órganos que articulan los sonidos. Así mismo se tienen las limitaciones a 
nivel cerebral entre ellas las áreas de lóbulos frontal y temporal. Limitaciones que pueden 
ser congénitas o no y se pueden dar durante o después del nacimiento (Theron, Paul & 
Bernard, 1980). 
 
 Ambiente de interacción: Ribes (1985) señalaque cada una de las formas de 
conducta o tipo de interacción del niño con su medio, asume diferentes niveles de 
complejidad a través de su desarrollo, por tanto cada forma particular de interacción va 
pasando por niveles de complejidad creciente. Entre los cuales, la primer interacción se da 
en la díada madre e hijo la cual comienza con miradas y caricias hasta llegar al juego 
donde se van adquiriendo poco a poco los patrones de interacción social que más tarde se 
ponen en practica en otro tipo de ambientes como el escolar y el familiar (con primos, tíos y 
abuelos) (citado en Guevara, Ortega & Plancarte, 2003). 
 
 Estimulación: juega un papel determinante en el desarrollo de cualquier conducta 
aprendida como es el lenguaje. La cual se da o debería de darse no solo con el ambiente 
físico, sino también lingüísticamente ya que de ella depende en gran parte el desarrollo 
normal del lenguaje. Consiste en permitirle al niño un espacio de manipulación con objetos 
y verbalizaciones que van de ser simples a complejas (Heese, 1990). 
 
 Aprendizaje: es la parte fundamental en la que de acuerdo al conductismo la 
conducta verbal es adquirida y desarrollada. Pues de acuerdo a la teoría de Skinner el 
aprendizaje del lenguaje se produce por simples mecanismos de condicionamiento. En un 
 
principio los niños simplemente imitan, para después asociar determinadas palabras a 
situaciones, objetos o acciones (Ribes & Harzem, 1990). 
 
El aprendizaje del vocabulario y de la gramática se hace por condicionamiento 
operante. La gente que se encuentra alrededor del niño recompensa la vocalización de 
enunciados correctos gramaticalmente, la presencia de nuevas palabras en el vocabulario, 
la formulación de preguntas y respuestas, y castiga con la desaprobación todas las formas 
del lenguaje incorrecto, como enunciados agramaticales y palabras obscenas. 
 
Luo y López (1999) indican que a pesar de no existir una explicación satisfactoria 
sobre la adquisición y desarrollo del lenguaje, sí se puede conocer una descripción 
convincente que permita determinar las habilidades lingüísticas de cada niño, en función de 
la etapa evolutiva del lenguaje en la que se encuentre de acuerdo a los componentes del 
lenguaje (fonológico/fonético, morfosintáctico, semántico y pragmático) y a un aprendizaje 
que el niño al nacer no posee con sus semejantes; pero que poco a poco va aprendiendo de 
sus mayores. 
 
La comunicación de los niños progresa a través de una serie de desarrollos 
jerárquicos de acuerdo a su edad. Donde los cambios más significativos se dan en los 
primeros años de vida que van desde el nacimiento hasta a aproximadamente los cuatro ó 
cinco años; edad en la que se cree es cuando el lenguaje del niño está bien establecido, 
aunque con dificultades en articulación y gramática para ser corregidas en los años 
siguientes y contar con un lenguaje bien definido en la adolescencia. Como lo mencionan 
González (2002), Hernández (1997) y Fitzgerald, Strommen, Mckinney (1981), al señalar 
que el lenguaje oral se desarrolla de acuerdo a la edad cronológica y su evolución puede ser 
de la siguiente manera: 
 
 
 
 
 
 
Del nacimiento a los 6 meses 
 
 El menor se centra en cosas como el contacto visual, giros y expresiones cortas y 
reiteradas simples. Por medio de estos actos, comienza a formar conceptos de identidad y 
referencia de conexión con su madre, con quien constituye una díada de comunicación la 
cual se da a partir del llanto indiferenciado (señales de tipo general) y diferenciado (señales 
específicas). 
 
 Aprende muchas cosas que se relacionan con el lenguaje, entre ellas mirar a los ojos 
a la madre y mantener un contacto interpersonal, hacer giros verbales con ella “cuando la 
madre habla – él habla” y formar un patrón para la primera conversación que inicia con la 
asociación del referente a las palabras que oye, en este proceso es donde ocurre una 
expansión y contracción fonémica llamada balbuceos (arrullos). 
 
De esta manera el niño aprende a producir las expresiones prosódicas que señalan 
las contrapartes vocales de la modalidad de las frases. Puede producir el imperativo de 
llorar, el declarativo de cu – cu. Comienzan a explorar los parámetros de su aparato vocal 
hasta aprender a producir vocales abiertas y diferenciar y formar consonantes. Produce 
sonidos halagadores y modifica el tiempo de comienzo de la voz, para producir sonidos con 
voz y sin ella. A este proceso se le denomina lalación, por ser la imitación de sí mismo. 
 
De los 6 a los 12 meses de edad 
 
 A lo largo de este rango de edad, el niño puede contener expresiones más 
prolongadas pero todavía simples. Comienza la producción de por lo menos un par de 
expresiones de una palabra, encadenada u holística e inicia una nueva vía de desarrollo 
motivado por el deseo de codificar el significado en símbolos. Permitiendo así, un 
encadenamiento, a partir de la capacidad para producir el nombre de un objeto mientras 
está presente, como el vocabulario construido de palabras familiares, es decir su lenguaje se 
empieza a construir a través de la imitación de otros (ecolalia). 
 
 
 Es aquí, donde el lenguaje comienza a pasar de simples balbuceos a un lenguaje 
mejor establecido que se caracteriza por la producción de palabras únicas, aunque aún 
pronunciadas de forma no muy clara. Es decir donde el lenguaje se va haciendo cada vez 
más complejo y empiezan a formarse las primeras de verbalizaciones de forma simple. 
 
De los 12 a los 18 meses de edad 
 
 Aquí, el niño puede responder receptivamente a lo mucho que oye. Desarrolla 
expresiones de una palabra, encadenadas y holísticas, encajadas en la diversificada jerga de 
la edad. Pudiéndose notar expresiones sucesivas de una sola palabra, identificadas como 
dos palabras muy juntas que no constituyen una frase. En este momento parece centrarse en 
desarrollar sonidos vocales y continuar el proceso de diferenciación fonética, que da como 
resultado la aparición del inventario de consonantes. Existe una relación secuencial entre el 
lenguaje balbuceado y el lenguaje hablado que le sigue, pues pasa a tener un lenguaje más 
propio al esforzarse a emitir frases de una sola palabra (locución halofrástica). 
 
De los 18 a los 24 meses de edad 
 
 El niño a esta edad tiene un comienzo en todas las áreas sensoriomotoras e inicia a 
formar esquemas que le ayudan a tratar de pronunciar los numerosos objetos materiales y 
acciones que ve en el medio ambiente que le rodea. Se auxilia del empleo de sustantivos, 
preposiciones, verbos y adjetivos que sirven como medio para desarrollar el lenguaje que 
está surgiendo. Comienza a tener experiencias lingüísticas que en consecuencia con la 
aparición de la formación simbólica, le ayudan a aprender un nuevo lenguaje. 
 
 Su vocabulario comienza a ser producido a través de una o dos expresiones 
(locución telegráfica) para aproximarse a formar frases de una palabra corrida. Lo cual le 
permitirá que más tarde ordene la emisión de los elementos, donde la serie de palabras 
ocasionales será cambiada por la pronunciación de las primeras veinte palabras. 
 
 
 
De los 2 años a los 2 años ½ 
 
 Hacia esta edad el niño ha completado el desarrollo sensoriomotor básico lo cual le 
permite formular símbolos que puede usar para transmitir información al tener ideas 
básicas de una conversación. Genera sentido el lugar de la información vieja y nueva en sus 
comunicaciones propias y ajenas. Se da cuenta de que las conversaciones tienen comienzos 
y finales. Es capaz de pronunciar algunas expresiones de dos o tres palabras como 
afirmaciones, aunque aún con dificultad en los significados exactos. 
 
 En este período también comienza a generalizar los usos de los papeles semánticos, 
tales como sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios de tiempo y lugar. Aprende a hablar 
de existencia, no existencia,recurrencia y acción, posesión, situación y atributo. Presta 
atención lentamente al orden de las palabras y comprende la dicotomía sujeto – verbo y 
comienza el avance a expresiones de tres palabras para formar oraciones con núcleo básico, 
es decir el niño es capaz de emitir frases de muchas palabras. 
 
De los 2 años ½ a los 3 tres años 
 
 A los dos años y medio, el niño comienza a construir un conocimiento lógico 
matemático y socioemocional, aprende de cerca los papeles sociales por medio del juego y 
modelado de papeles. Durante este tiempo puede expresar todas las modalidades en una 
forma verbal rudimentaria y puede expresar oraciones primitivas y comienza a elegir reglas 
de discurso. 
 
 El niño hace sus primeros esfuerzos en el terreno de la sustitución de pronombres y 
coordinación de elementos. Comienza la pronunciación de frases con sustantivos 
elaborados que contienen adjetivos. El lenguaje comienza a convertirse en un recurso y el 
sistema de articulación continúa ampliándose hacia la forma adulta. 
 
 
 
 
De los 3 años a los 3 años ½ 
 
 El niño hacia los tres años todavía no tiene un repertorio lingüístico bien formado, 
pero ha hecho un comienzo sustancial en la capacidad para simbolizar y usar el lenguaje 
que ahora es una herramienta funcional. Probablemente tenga un uso coherente de un 
orden aceptable de palabras para oraciones comunes y produzca todos los núcleos, las 
modalidades, algunas transformaciones y algunos nódulos elaborados, por lo menos en 
contextos simples. 
 
Comienza a saber cómo y cuándo usar estos elementos para posteriormente hacia 
los 3 años ½ empezar a resolver las mayores reglas fonológicas del lenguaje adulto y a 
organizar la producción personal del sistema fonético, aunque la producción real de algunos 
fonemas puede retardarse. 
 
De los 3 años ½ a los 4 años 
 
 Surge un registro madre – niño y continua durante un lapso indefinido, generando 
estrategias más generales de aprendizaje en el lenguaje. Hacia esta época es probable que el 
niño tenga un amplio surtido de esquemas sensoriomotrices, los cuales le ayudarán a 
adquirir un funcionamiento simbólico y desarrollar el lenguaje. Ya que la combinación de 
todos estos elementos, más sus experiencias construyen el conocimiento socioemocional y 
lógico matemático. 
 
 A los cuatro años de edad, el niño usa la estructura de lenguaje básico de su familia, 
todavía puede estar aprendiendo cómo usar la transformación y transmisión de bloqueo y 
probablemente no use la inclusión causal. De los cuatro años y medio a los cinco, puede ser 
un hablador maduro funcional en la gramática. 
 
Después de esta edad, el niño continúa puliendo y aumentando su inventario 
fonético. Gradualmente las reglas fonológicas primitivas previamente inducidas son 
reemplazadas por un sistema de reglas maduras. De esta manera aunque su fonología y 
 
articulación deben ser comprensibles, puede no ser así hasta los 6, 7 u 8 años, cuando 
finalmente se desarrolle todo el sistema fonético maduro. 
 
Nieto (1981) al igual que Johnston y Johnston (1992) señalan que el desarrollo del 
lenguaje ocurre paralelo al desarrollo psicomotor debido a que se trata de una evolución 
donde el lenguaje debe entenderse como un proceso integrado dentro del cual, resulta difícil 
establecer momentos claramente diferenciados y donde la variabilidad individual resulta 
evidente. Ya que el desarrollo “normal” del lenguaje depende de las características que 
se presentan en el niño de acuerdo a la edad cronológica. Donde corresponde al menor 
formar su propio vocabulario que va de 0 palabras a 2652 (a los seis años de edad) 
aproximadamente, como se muestra en el cuadro (1), de Smith tomado de Nieto (1981) 
donde se enfatiza en el número de palabras aproximadas que a cierta edad debe pronunciar 
el menor: 
 
 Escala del desarrollo del vocabulario entre los ocho meses y los seis años de edad. 
Edad en años y meses. Número promedio de palabras. 
 
0-8 0 
0-10 1 
1-0 3 
1-3 19 
1-6 22 
 1-9 118 
2-0 272 
2-6 446 
3-0 896 
3-6 1222 
4-0 1540 
4-6 1870 
5-0 2072 
5-6 2289 
6-0 2562 
 Cuadro (1): muestra el promedio de palabras que el niño emite de acuerdo a la edad en años y meses. 
 
Cuando el desarrollo del lenguaje no se asemeja a lo ya citado, es probable que haya 
un retardo en el habla del niño, el cual se ve reflejado en diversas alteraciones como las de 
articulación. Ya que de acuerdo a Johnston y Johnston (1992) el lenguaje comienza a 
desarrollarse de manera normal con el primer llanto del bebé, auxiliándose de él para 
expresar sus necesidades de comunicación y empleándolo como su primer articulación 
bucal, pasando de tener articulaciones simples a otras más complejas, las cuáles surgen 
en el momento en que el lenguaje oral se vuelve una herramienta flexible, funcional e 
interpersonal (alrededor de los cuatro o cinco años de edad). 
 
1.3-El retardo en el desarrollo del lenguaje y las alteraciones de articulación. 
 
Bautista (1993) y Valles (1998) señalan que el retardo en el desarrollo del lenguaje 
es un término genérico utilizado para englobar aquellos retardos en la aparición y/o 
desarrollo del lenguaje, sin que existan síntomas de déficits intelectuales, sensoriales o 
motrices. Se trata de niños cuyo proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje no se 
realiza conforme a las etapas “normativas” que suelen establecerse para determinar los 
hitos del desarrollo lingüístico infantil. Dentro de este retraso se incluyen desde el retraso 
simple del lenguaje, hasta el mutismo, pasando por las disfasias. Las características que se 
presentan en los niños son: 
 
 Aparición de las primeras palabras después de los 2 años. 
 La unión de palabras no aparece hasta los 3 años. 
 Vocabulario reducido a los 4 años. 
 Desinterés comunicativo. 
 La comprensión del lenguaje es superior a la expresión. 
 Existe un importante desarrollo comunicativo del gesto. 
 Inmadurez en la dominancia lateral. 
 
El retraso simple del lenguaje se da a través de diversos grados de severidad que 
tienen que ver con las dificultades presentadas en la articulación del lenguaje. Entendiendo 
como articulación aquellos sonidos del habla que se producen para formar las palabras del 
 
lenguaje, a través de la interrupción o modelación de los flujos de aire, vocalizados y no 
vocalizados, el movimiento de la lengua, los labios, la mandíbula inferior y el paladar así 
como los dientes que se usan para producir algunos sonidos específicos (Nieto, 1981). 
 
Las alteraciones o dificultades en la articulación de lenguaje también llamadas 
dislalias, de acuerdo a autores como Luo, López (1999) y Frostig, Müller (1986) se definen 
como la producción incorrecta de uno ó varios sonidos combinados, cualquiera que sea la 
causa que los genere. La dificultad consiste en pronunciar incorrectamente determinados 
fonemas o algunos grupos de ellos, especialmente los sinfones y otras agrupaciones 
consonánticas. Siendo evidentes las dificultades de omisión, distorsión ó sustitución de 
unos fonemas con otros. 
 
González (2002) y Valles (1998) señalan que éstas dificultades articulatorias se 
suelen dar en diversos trastornos del desarrollo, como la deficiencia mental, parálisis 
cerebral y otras alteraciones neurológicas. Pueden afectar a todos o parte de los fonemas de 
una lengua, siendo más frecuente que afecte más a unos que a otros. En el caso de la lengua 
castellana, son muy frecuentes las dificultades para pronunciar los fonemas /c/, /r/, /s/, 
existiendo así más de una clasificación de dificultades de articulación, como es la siguiente 
(Valles, 1998): 
 
 Dislalia Evolutiva: son dificultades en la articulación que se manifiestan en edades 
tempranas (3-4 años) y son propias del desarrollo evolutivo de los niños: tienen un carácter 
fisiológico y forman parte del aprendizajenormal del lenguaje en su maduración con la 
edad. Su corrección depende del desarrollo integral del niño de acuerdo a su edad 
cronológica ya que a temprana edad el niño aprende por imitación las conductas verbales 
que observa en las personas que le rodean y es en ese intento reproductivo del lenguaje 
donde se producen acercamientos e inexactitudes en las palabras que quiere repetir. 
 
Las dificultades articulatorias con mayor grado de dificultad para su expresión son 
las relacionadas con el fonema / r /. Sin embargo resulta importante tomar consideraciones 
 
si a partir de los 6 años todavía persisten alteraciones en su lenguaje ya que a veces es 
necesaria la intervención logopédica. 
 
 Dislalia Funcional: son las dificultades de articular las palabras correctamente por 
una incorrecta coordinación de los movimientos, que son necesarios para articular los 
fonemas. En este tipo de dislalia no existe ningún trastorno físico ni orgánico, solo existe 
una incapacidad funcional que está originada por una educación defectuosa del habla, por la 
presencia de modelos de imitación lingüísticamente incorrectos y falta de coordinación 
motora. 
 
Los errores típicos de articulación que se producen en este tipo de dificultad son los 
siguientes (Frostig & Müller, 1986): 
 
1) Sustitución: se emite un sonido distinto (se reemplaza), ante la incapacidad de 
pronunciar el originario. Se articula otro en su lugar. La sustitución fonemática puede darse 
al principio, mitad o al final de la palabra. Es el error articulado más frecuente. 
 
2) Omisión: se omiten fonemas, desapareciendo por completo de la palabra 
enunciada. Por ejemplo: “pado” en lugar de “prado”. Omitiendo incluso sílabas: “tevisión” 
por “televisión”. 
 
3) Inversión: se cambia el orden de la secuencia en los fonemas, por ejemplo: “palto” 
por “plato”. 
 
4) Distorsión: cuando la articulación del fonema no se realiza con suficiente nitidez y 
claridad, se aproxima al fonema correcto pero su emisión sonora no tiene suficiente 
definición. 
 
5) Inserción o añadido: un sonido que no le corresponde a una palabra se añade, por 
ejemplo: “arradio” por “radio”. También pueden añadirse sonidos consonánticos. 
 
 
6) Habla infantilizada: cuando la pronunciación de los fonemas adquiere un tono entre 
la distorsión y la ausencia de nitidez o sonoridad en la pronunciación, por lo que a veces 
más que una alteración podría tratarse de un estilo de habla, en ocasiones empleada por el 
niño para llamar la atención de los adultos. 
 
Las dislalias funcionales más frecuentes son las sustituciones y las distorsiones, y 
afectan a una o más consonantes. Cuando las dislalias son múltiples (afectación a 
numerosos fonemas) se les denomina hotentotismo (empleo sustitutivo y abusivo del 
fonema /t/). Además de existir los siguientes tipos de errores que se han tipificado de la 
siguiente manera (Azcoaga, Bello, Citrinovitz, Derman & Frutos, 1992): 
 
 Sigmatismo: alteraciones en la articulación del fonema /s/. 
 Lambdacismo: alteraciones en la articulación del fonema /l/. 
 Rotacismo: alteraciones en la articulación del fonema /r/. 
 Gammacismo: alteraciones en la articulación del fonema /c/, /g/, /k/ y /q/. 
 Deltacismo: alteraciones en la articulación del fonema /d/, y /t/. 
 Mitacismo: alteraciones en la articulación del fonema /m/. 
 Rinoartria: alteraciones en la articulación del fonema /a/, /n/ y /ñ/. 
 Betacismo: alteraciones en la articulación del fonema /b/. 
 Ceceo: sustitución de la /s/ por /c-z/. 
 Checheo: sustitución de la /s/ por la /ch/. 
 Chuitismo: omisión del fonema /ch/. 
 Chionismo: sustitución de la /r/ por la /l/. 
 Epéntesis: adición de un fonema en la palabra. 
 Ficismo: articulación defectuosa del fonema /f/. 
 Hotentotismo: articulación defectuosa de todos los fonemas, sustituyéndolos por el 
fonema /t/. 
 Jotacismo: articulación defectuosa del fonema /j/. 
 Kappacismo: articulación defectuosa del fonema /k/. 
 Mimación: empleo frecuente del sonido /m/ en palabras que no lo contienen. 
 Mitacismo: articulación defectuosa del fonema /m/. 
 
 Nunación: articulación defectuosa del fonema /n/. 
 Ñunación: articulación defectuosa del fonema /ñ/. 
 Picismo: articulación defectuosa del fonema /p/. 
 Seseo: pronunciación de la /c-z/ como /s/. 
 Tetatismo: articulación incorrecta del fonema /t/. 
 Yeísmo: la /ll/ se articula como y. 
 Iotacismo: imposibilidad de articular correctamente /x/y/g/. 
 
En general las dislalias más frecuentes son las que afectan a los fonemas 
correspondientes a las letras r, s, t, f, z, l, ch. Las vocales suelen estar intactas y se articulan 
sin mayores problemas. El grado de comprensión se ve mermado según la cantidad de 
fonemas incorrectos articulados. 
 
 Dislalia Audiógena: se refiere a las dificultades que se atribuyen a una hipoacusia, 
es decir, a un déficit auditivo que dificulta el reconocimiento y la reproducción de aquellos 
sonidos que tienen cierta similitud fonética. El grado de dificultad varía de acuerdo a la 
gravedad de la hipoacusia. Las causas pueden ser muy variadas: desde factores hereditarios 
hasta simples procesos catarrales que desaparecen rápidamente. El primer indicador que 
alerta que se produce esta alteración, es el retraso anormal en la adquisición y el desarrollo 
del lenguaje; siendo el fonema /s/ el que generalmente resulta afectado por poseer más 
armónicos agudos (Bautista, 1993). 
 
 Dislalia Orgánica: es la alteración de la articulación de fonemas debida a 
alteraciones orgánicas de los órganos periféricos del habla y su origen no es neurológico 
central sino malformaciones concretas, anomalías anatómicas, parálisis cerebrales y se les 
denomina también disglosias. Las cuales de acuerdo con Azcoaga, et al. (1992) dependen 
de la ubicación de la mala formación anatómica en los diferentes órganos del habla para ser 
denominadas correspondientemente: 
 
Disglosias labiales: es cuando existe una alteración de la forma, de la movilidad, de la 
fuerza o de la consistencia de los labios. 
 
Entre las alteraciones más frecuentes de disglosias labiales se encuentran las siguientes 
(Luo & López, 1999): 
 
 Labio leporino: es una malformación congénita caracterizada por una fisura de 
mayor o menor amplitud del labio superior. De modo que los movimientos de los labios 
resultan dificultosos, sobre todo los que son para articular correctamente los fonemas /b/, 
/p/, /m/, /f/, /o/, /u/. Al ser un defecto natal, la intervención quirúrgica en los primeros días o 
semanas de después del nacimiento, permite su corrección. 
 
 Labio leporino medio o central: es una malformación originada por la ausencia de la 
unión entre las dos partes nasales internas. Es bastante infrecuente y también tiene 
tratamiento quirúrgico. 
 
 Frenillo labial superior hipertrófico: es un despliegue membranoso que impide o 
limita la movilidad del labio superior. También puede corregirse con intervención 
quirúrgica. 
 
 Fisuras del labio inferior: es el mismo tipo de malformación labial que el labio 
leporino pero que afecta al labio inferior. 
 
 Macrostomía: es un alargamiento de la hendidura bucal que puede estar asociada a 
la malformación de la oreja. Tiene tratamiento quirúrgico indicado para antes del inicio del 
habla. 
 
 Parálisis facial: es ocasionado por un trauma obstétrico (fórceps o compresión 
contra los huesos pelvianos). Algunas afecciones otíticas o cuadros más graves asociados a 
la poliomielitis o difteria. Afecta una sola parte de la cara (unilateral) o a ambas partes 
(bilateral). En lo referido a la articulación, son los fonemas consonánticos /p/, /b/, /m/ los 
más afectados, aunque las vocales también quedan afectadas porque las mejillas no tienen 
suficiente tensión muscular y no existe el movimiento de protusión para la correcta emisión 
de los sonidos /a/, /u/ articulándolas de manera distorsionada. 
 
 Neuralgia del trigémino: es una afectaciónal nervio debido a afecciones dentarias o 
sinusales. 
 
 Heridas en los labios: debido a traumatismos. 
 
Disglosias maxilares: son trastornos de la articulación de fonemas que se dan 
cuando existen malformaciones en uno o ambos maxilares. Pueden ser de origen congénito 
o de desarrollo traumático. Los tipos de alteraciones descritas según Azcoaga, et al. (1992) 
son: 
 
 Malformaciones del maxilar superior y de mandíbulas. 
 Atresia muscular. Empequeñecimiento acentuado de la mandíbula. 
 Progenie. Mandíbula inferior muy predominante. 
 Anomalías dentarias: posición incorrecta. 
 
Disglosias linguales: son las alteraciones en la articulación de fonemas debidas a un 
trastorno orgánico de la lengua, donde de acuerdo a González (2002) algunas causas que 
pueden lesionar este órgano pueden ser: 
 
 Frenillo lingual: es el desarrollo desproporcionado de la tela membranosa que se 
encuentra debajo de la lengua, la cual la mayoría de las veces provoca una articulación 
defectuosa e incluso la falta de ella. 
 
 Anquiloglosia: ocasiona el rotacismo (ausencia de vibración al intentar emitir el 
fonema /rr/). Sin embargo, el rotacismo no siempre es causado por este tipo de lesión. 
 
 Parálisis lingual: es la producida por la lesión del nervio hipogloso (unilateral y 
bilateral). 
 
 Glosectomía: es la pérdida de la sustancia lingual por causas diversa como: 
quemaduras, mordeduras, amputaciones, traumatismos y cáncer. 
 
 Macroglosia: es un aumento desmesurado de la lengua. Suele darse en niños con 
síndrome de down y en algunos casos de retraso mental. Tiene tratamiento quirúrgico. 
 
Disglosias palatinas: son alteraciones de la articulación de fonemas originadas por 
deformaciones del paladar óseo y del velo del paladar. Las clases de disglosias palatinas 
según Luo y López (1999) son las siguientes: 
 
 Fisura palatina: es una malformación congénita en la que dos mitades del paladar no 
se unen en la línea media. Las causas que la originan pueden ser de carácter exógeno, como 
las enfermedades infecciosas, los accidentes y también endógeno, causa hereditaria. 
 
 Paladar corto: esta malformación suele estar acompañada de otras como la debilidad 
muscular y fisura submucosa. En esta anomalía el paladar óseo no se une en la línea pero sí 
la mucosa que lo recubre. Su principal característica es que el niño presenta dificultad para 
soplar con fuerza ya que existe una fuga de aire nasal durante el habla (rinolalia). 
 
 Paladar ojival: suele tener un carácter hereditario y afecta a la producción de los 
fonemas /l/, /d/, /t/. 
 
Disglosias nasales: en las disglosias nasales se da una resonancia que puede ser de dos 
tipos (González, 2002): 
 
 Rinolalias cerradas: se les denomina también hiporrinolalia y su principal 
característica es que existe una alteración en los sonidos de algunos fonemas como /m/, /n/, 
/ñ/ los cuales son cambiados por /b/ o /d/. 
 
Rinolalias abiertas: llamadas también hiperrinolalias: consiste en un paso audible de 
aire a través de la nariz durante el habla, donde se produce una alteración del resonador 
nasal, como consecuencia de la comunicación continua entre la cavidad bucal y la nasal por 
insuficiencia velar, fisura submucosa o parálisis del velo paladar. En este tipo de alteración 
se le da resonancia solamente a las vocales y se le denomina rinofonía y entre las más 
 
frecuentes se encuentran las producidas con la emisión de los fonemas /p/, /t/, que son 
sustituidos por /m/, /n/ y los fonemas /s/, /r/ que suelen no ser pronunciados. 
 
Disglosias dentales: se refiere a las alteraciones que existen cuando hay malformación o 
pérdida de piezas dentarias, las cuales provocan dificultades para articular correctamente. 
Entre estas dificultades de articulación se encuentran las llamadas diastemas, mismas que 
son amplios espacios dentarios que producen diversas series de dislalias, donde se alteran 
los fonemas silbantes de la /s/, /z/ además de perder agudeza (Azcoaga, et al. 1992). 
 
Entre otros tipos de alteraciones también se encuentran las disartrias, las cuales 
consisten en un trastorno de la articulación en la palabra debido a una lesión en el Sistema 
Nervioso Central que afecta a la articulación de todos los fonemas en que interviene la zona 
lesionada. El caso más extenso es la anartría o incapacidad para articular los fonemas de la 
palabra. Y se puede presentar en alguno de los siguientes niveles según Bautista (1993): 
 
Disartria flácida: se produce a nivel de la neurona motriz inferior, generando 
dificultades en la fonación, resonancia y prosodia. 
 
Disartria espástica: se produce en la neurona motriz superior y sus principales 
manifestaciones están en la fonación, resonancia y prosodia. 
 
Disartria atáxica: se localiza en el cerebelo y sus principales manifestaciones son 
fonemas prolongados y se ve afectada la fonación, prosodia y articulación. 
 
Disartria hipocinética: se caracteriza por una afectación en el sistema 
extrapiramidal y sus alteraciones están en la fonación y en la prosodia. 
 
Disartria hipercinética: se localiza en el sistema extrapiramidal y las alteraciones 
lingüísticas están a nivel de fonación, resonancia, prosodia y articulación. 
 
 
A modo de complementación cabe citar otras de las dificultades que suelen darse en 
el retardo del desarrollo: 
 
 Afasias: Son trastornos de origen cerebral en el que existe una dificultad o 
incapacidad para el lenguaje hablado o escrito sin que haya lesión en las vías auditivas ni 
motoras de la fonación; la expresión comprensión lingüística está en mayor o menor grado 
afectada. La afasia del desarrollo o disfasia (sea expresiva o receptiva), según Bautista 
(1993) podría estar delimitada por las características siguientes: 
 
 Dificultades para la interpretación del lenguaje oral. 
 Incoordinación dinámica general. 
 Habla en jerga. 
 Lenguaje telegráfico, ecolalia. 
 En ocasiones, hemiplejia. A veces, hiperquinesia. 
 El retardo verbal puede variar en función de la patología orgánica. 
 
Valles (1998) menciona que la siguiente clasificación de afasias puede explicar su 
origen: 
 
Afasia congénita: referida a la no aparición del lenguaje en niños que, a priori, no 
presentan otros síndromes. Se distinguen tres tipos de lesiones: 
 
 Prenatales (malformaciones craneales, anomalías cromosomitas o cretinismo). 
 Perinatales (anoxia). 
 Postnatales (traumatismo o encefalitis). 
 
Afasia adquirida o infantil: es aquella que tiene lugar una vez que el lenguaje ya ha sido 
adquirido total o parcialmente. 
 
 
 
Independientemente de esta clasificación cabe citar otra donde se logran apreciar las 
distintas áreas del lenguaje más afectado (Luo & López, 1999): 
 
Afasia sensorial o receptiva: la lesión está en la zona de Wernicke. Los sujetos que 
la padecen no comprenden el significado de las palabras, aunque pueden hablar con 
dificultad. 
 
Afasia motora o expresiva: cuando la lesión está en la zona de Broca. En este caso, el 
sujeto comprende el significado de las palabras, pero no puede expresarse. 
 
Afasia mixta: se trata de una lesión más amplia que afecta tanto a las áreas motoras 
como receptivas del lenguaje. 
 
 Mutismo: Es la desaparición total del lenguaje en forma repentina o progresiva que 
puede ser por un fuerte choque emocional de tipo histérico, por enfermedad laringea o de 
“unos días”. Se considera el mutismo electivo o selectivo que puede manifestarse en ciertas 
personas o en determinadas situaciones. Desde una perspectiva del contexto mental se da la 
siguiente clasificación ya que de acuerdo a Launay (1989) en el mutismo es imprescindible 
dicho contexto (citado en Bautista, 1993): 
 
Mutismo neurótico: en la mayoría de los casos se trata de un mutismo parcial o electivo 
con frecuencia asociado a otras manifestaciones. Si persiste más allá de los seis años crea 
importantes limitaciones tanto a nivel escolar comosocial. El mutismo total es excepcional. 
 
Mutismo psicótico: cuando el niño/a tiene entre tres y seis años su cuadro clínico se 
asemeja al del autismo. Puede estar ocasionado por un incidente febril o una separación 
temporal de su entorno habitual. Entre los seis años y la pubertad es difícil el comienzo de 
una evolución psicótica, más bien se trata de un problema de tipo psiquiátrico. 
 
 
 
 
 Tartamudez: Es una alteración en el ritmo del habla y de la comunicación 
caracterizada por una serie de repeticiones o bloqueos espasmódicos durante la emisión del 
discurso. Se presenta como una alteración del lenguaje oral que afecta a la fluidez del habla 
y aparece delimitada por algunas de las características que la identifican (Luo & López, 
1999). 
 
Nieto (1981) señala que la tartamudez es una alteración patológica de la 
comunicación más que del lenguaje ya que consiste en la falta de coordinación motriz de 
los órganos fonadores que se manifiestan en forma de espasmos que alteran el ritmo normal 
de la palabra articulada, en la mayoría de las veces se trata de una manifestación neurótica 
y se le ubica dentro del grupo de las disfemias. 
 
 Ecolalia: es la imitación que hace el niño de los sonidos que escucha pronunciar a 
los demás, pero que no comprende. Comienza alrededor de los nueve a diez meses de edad 
y por ser la primera etapa del desarrollo del lenguaje, donde el niño empieza a reconocer y 
producir el fonema, en una forma que es común a los sonidos efectuados por sus padres y 
por él mismo se llega a confundir con la etapa final del desarrollo del lenguaje (Brain, 
1976). 
 
Nieto (1981) menciona que dentro de la ecolalia el niño no logra delimitar y abstraer 
el contenido ideológico de las palabras al tratar de formar conceptos mentales donde surge 
la “invención” que consiste en una deformación de las palabras que el niño escucha por su 
falta de habilidad en la articulación. De esta manera la ecolalia se puede entender como una 
deficiencia en la articulación de lenguaje que surge a temprana edad, un ejemplo de ella es 
que al pedirle a un niño de 30 meses que repita una determinada palabra solo emita la 
última sílaba de la palabra que oye. 
 
Como se puede notar las alteraciones en el desarrollo del lenguaje son diversas y 
para ser consideradas como alteraciones, antes necesitan ser detectadas y evaluadas a través 
de un diagnóstico, el cual se da a partir de la realización de un proceso de evaluación, que 
puede ser a nivel medico ó psicopedagógico Ibáñez (2002) y Sánchez (1971). 
 
Una vez que se tiene conocimiento acerca de cómo se adquiere el lenguaje y cuáles 
son las dificultades que en su desarrollo se enfrentan cabe hacer mención de cómo se lleva 
acabo el proceso de evaluación e intervención y para ello es necesario retomar lo que en el 
segundo capítulo se expone. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2: EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN EN EL 
ÁREA DE ARTICULACIÓN DE LENGUAJE 
 
Las dificultades en el desarrollo son diagnosticadas a través de una valoración 
médica y psicopedagógica como lo menciona Bautista (1993) e Ibáñez (2002) al señalar 
que considerar ambas evaluaciones permite una atención completa. 
 
 Atención que debe priorizar en la población infantil, pues es la que día a día reporta 
problemas de conducta y aprendizaje como resultado de las dificultades en el desarrollo del 
lenguaje (articulación) (Esquivel, Heredia & Lucio 1994), de tal modo que al ser así, el 
contenido del presente capítulo versará en este punto, evaluación e intervención de los 
problemas de articulación de lenguaje. 
 
2.1-Formas de evaluación (médica y psicopedagógica). 
 
Antes de señalar en qué consiste la evaluación médica y psicopedagógica resulta 
importante partir de lo que se entiende por evaluación del lenguaje y para ello se cita lo 
siguiente: 
 
 La evaluación del lenguaje es definida por Bautista (1993) y Luo, López (1999) 
como un proceso inseparable de la intervención, el cual debido a sus dificultades 
intrínsecas, y sus implicaciones educativas consiste en la toma de decisiones y adaptaciones 
cohesionadas entre diversos profesionales como el médico, el pedagogo y el psicólogo para 
dar origen a un diagnóstico, el cual da la pauta para pasar de la evaluación a la 
intervención. 
 
Gallardo y Gallego (1995) mencionan que la evaluación consta de varias partes 
secuenciales y específicas, entre ellas: 
 
 Detección del problema. 
 
 Evaluación inicial de las conductas problema. 
 Recomendaciones para la intervención. 
 
Y sus principales características son: 
 
1) Permite conocer qué elementos lingüísticos se adquieren en cada una de las etapas de 
desarrollo infantil. 
 
2) Ayuda a determinar el nivel evolutivo de un niño, describiendo su conducta 
lingüística, y comparándola con la secuencia evolutiva. 
 
La evaluación para Sánchez (1971) tiene tres niveles fundamentales: 
 
a) La detección del problema lingüístico inicial. 
 
b) La valoración diagnosticada del lenguaje según el contexto. 
 
c) Las recomendaciones necesarias para la intervención. 
 
 Es entonces que a partir de lo antes expuesto cabe citar a autores como Joseph, 
Stevens y King (1987) quienes mencionan que dentro del proceso de evaluación siempre es 
factible recurrir a otra fuente de información que le permita al profesional contar con más 
datos sobre el diagnóstico a dar y éstas pueden ser: 
 
 La familia. 
 Los test estandarizados y procedimientos no estandarizados. 
 La observación sistemática en el centro escolar. 
 
De lo anterior se puede decir que la evaluación es un proceso que implica la toma de 
desición por parte del profesionista para dar un diagnóstico, del cual dependerá la 
intervención a nivel médico y psicopedagógico, como a continuación se muestra. 
 
Evaluación médica. 
 
Respecto a la evaluación médica, Nieto (1981) señala que consiste en la detección 
de causas biológicas que originan las dificultades en el desarrollo, entre ellas las del 
lenguaje. Es decir, se interpreta que la conducta de la persona puede estar alterada por 
factores de índole biológico, donde las clasificaciones de discapacidades son basadas en las 
características físicas y funcionales de los organismos (Ibáñez, 2002). 
 
De acuerdo a Frostig y Müller (1986) dentro del proceso de evaluación médica no se 
debe excluir la valoración funcional, la cual ayuda a detectar algunos aspectos funcionales 
sobre las alteraciones articulatorias, como puede ser la existencia de malformaciones 
orgánicas, lesiones en el Sistema Nervioso Central, o incoordinación de los órganos 
articulatorios, de tal modo que este tipo de evaluación la puede realizar desde un neurólogo 
ó psiconeurológo hasta un pediatra, pero generalmente quien la realiza es el fonoaudiólogo 
o logofoniatra, es decir un especialista que determina en qué medida una persona entiende y 
usa el lenguaje. Lo cual permite establecer las diferencias entre disglosias, disartrias y 
dislalias, siguiendo los diversos niveles fonéticos en los que de acuerdo a González (2002) 
las dificultades articulatorias se presentan en los niños, los cuales se ordenan entorno a 
cinco tipos de redes: 
 
 Sustitución: ante la dificultad de articular un sonido determinado, el niño le sustituye 
por otro más asequible. 
 
 Omisión: consiste en la omisión del fonema o sílaba que el sujeto no sabe pronunciar. 
 
 Inserción o adición: consiste en introducir o articular una palabra, un sonido vocálico 
insistente en dicha palabra, que le sirve de muletilla para intentar salvar la dificultad que 
representa su producción. 
 
 Distorsión: pueden definirse los sonidos distorsionados aproximados y definidos, 
como aquellos que nos derivan de una sustitución definida, y cuya incorrección se debe, por 
 
el contrario a una mutilación, falta de claridad, o un descuido que origina un sonido 
completo. 
 
 Inversión:error que se produce cuando el sujeto cambia el orden de los sonidos de 
una palabra. 
 Por lo tanto, retomando lo antes expuesto es necesario considerar que en la 
evaluación médica se debe evaluar a más de un factor biológico, esto es hacer una 
evaluación médica en el aparato fonoarticulatorio, el oído y otros trastornos biológicos, 
entre los que a continuación se citan los siguientes (Azcoaga, Bello, Citrinovitz, Derman y 
Frutos, 1992): 
 
 Motricidad facial: se trata de valorar la funcionalidad que poseen los labios y la 
lengua, determinar cuál es su agilidad y flexibilidad así como los movimientos maxilares. 
Es importante observar el control voluntario u otros movimientos musculares que pongan 
de manifiesto anomalías o una adecuada funcionalidad. 
 
 Dinámica respiratoria y de soplo: consiste en la evaluación de la inspiración y 
espiración, la capacidad de retención de aire en los pulmones, la fuerza y duración del 
soplo. Una evaluación rigurosa de estos aspectos requiere la utilización de un espirómetro. 
Para la determinación del tiempo en la espiración bucal puede realizarse cronometrando 
dicha conducta de soplo y comparándola. 
 
 Ritmo: consiste en la evaluación del sentido rítmico asociado a la percepción 
temporal de los sonidos. Es importante determinar los conceptos de duración, intensidad y 
sucesión en los sonidos. Y para ello, se puede llevar a cabo mediante la reproducción 
gráfica y oral de las estructuras rítmicas. 
 
 Habilidades de discriminación auditivo – fonéticas: antes de realizar esta 
evaluación, es importante descartar cualquier alteración auditiva a través de una 
audiometría. Y ya para evaluar ciertas habilidades se utiliza un listado de pares de sílabas y 
 
de palabras con cierta similitud fonética por ejemplo: bala – pala, cara – cada, etc. para 
determinar que sonidos son sustituidos por otros. 
 
Alteraciones orgánicas: consiste en observar los elementos anatómico - fisiológicos de los 
órganos, que intervienen en la articulación de los fonemas, valorando la forma, el tamaño y 
la coordinación entre ellos, así como su funcionamiento durante la emisión vocal. Aunque a 
veces no siempre existe relación directa entre el grado de anomalía estructural o funcional y 
las características del habla. Así, por ejemplo, una lengua deformada o una mala oclusión 
dental no necesariamente dan lugar a algún trastorno articulatorio, como las disglosias. Los 
aspectos a observar de acuerdo a Valles (1998) son los siguientes: 
 
 Cavidad bucal. 
 Tamaño. 
 Forma. 
 Existencia del paladar duro (fisura). 
 Coloración del paladar blando. 
 Posible hipertrofilia adenoide. 
 
Dientes 
 Distemias. 
 Maloclusión. 
 Pérdida de piezas dentales. 
 Erupción dentaria anómala. 
 
Cavidad nasal 
 Rinolalia. 
 Hipertrofias. 
 Pólipos. 
 Malformaciones. 
 
 
 
Lengua 
 Tamaño. 
 Configuración (en los casos de glosectomía). 
 Presencia / ausencia de frenillo lingual. 
 Velocidad y precisión de movimiento. 
 Movimientos distónicos, rigidez y parálisis. 
 Anquiloglosia. 
 Macroglosia. 
 
Labios 
 Parálisis facial. 
 Labio leporino. 
 Asimetría. 
 Tono muscular. 
 Praxias. 
 
Maxilares 
 Traumatismo. 
 Prognatismo. 
 Progenismo. 
 Dismorfias. 
 
Velo del paladar 
 Cierre velofaríngeo. 
 Expresiones faciales (contracción de las alas de la nariz). 
 
Así mismo, González (1989) dice que en la evaluación médica del lenguaje 
(articulación) se deben identificar tres movimientos que influyen sobre la base de relaciones 
que existe entre las acciones de los grupos de músculos agonistas y antagonistas: 
movimientos fijos, movimientos controlados y movimientos balísticos, donde la respiración 
es fundamental debido a que los sonidos del habla son el resultado de la modificación del 
 
aire que pasa desde los pulmones a través de los espacios laríngeos, faríngeos, orales y 
nasales; como son los sonidos consonánticos quienes por su emisión implican una 
obstrucción completa o parcial de la columna de aire saliente en alguna parte del pasaje 
vocal, de acuerdo a cuatro rubros clasificados de la siguiente manera: 
 
1) Con el lugar de la obstrucción. 
 
 Labio – labio (bilabial), formado por dos labios (p), (b), (m). 
 
 Labio – diente (labiodental), formado por el labio inferior colocado contra los dientes 
superiores (f). 
 
 Encía (alveolar), formado por la colocación de la lengua puesta contra el borde de la 
encía (t), (d), (n), (l), (s), (r), (rr). 
 
 Paladar duro, frente o parte superior (palatal), formado por la parte anterior de la 
lengua colocada cerca del paladar duro (ch), (y), (ñ). 
 
 Parte posterior del paladar blando (velar) formado por la parte posterior de la lengua 
colocada contra el paladar blando (k), (g), (x). 
 
2) Con el grado de obstrucción: 
 
 Bloqueo completo con la columna de aire al cerrar los labios o al colocar la lengua 
contra alguna parte del paladar (p), (b), (t), (d), (ch), (k), (g). 
 
 Bloqueo incompleto del aliento, debido a la presencia de un pequeño canal entre los 
labios o entre la lengua y alguna parte del paladar para la emisión del sonido, o en el caso 
de las nasales, al descenso del paladar blando y la emisión del aliento vocalizado a través 
de la nariz. 
 
 
Orales: (f), (s), (x), (l), (r), (rr), (y). 
Nasales: (m), (n), (ñ). 
 
3) De acuerdo con la forma de liberar la corriente vocal: 
 
 Explosivas: (p), (b), (t), (d), (k), (g), (ch). 
 
 Continuadas: (f), (l), (s), (r), (rr), (y), (x), (m), (n), (ñ). 
 
4) De acuerdo a la acción de las cuerdas vocales: 
 
 Consonantes sordas (o respiradas) en las que las cuerdas vocales no vibran: (p), (t), 
(ch), (k), (f), (s), (x). 
 
 Consonantes sonoras en las que las cuerdas vocales vibran: (b), (d), (g), (l), (r), (rr), 
(y), (m), (n), (ñ). 
 
Por lo tanto, de todo lo antes mencionado se puede decir, que a partir de que se tiene 
un diagnóstico médico (existencia o ausencia de factores biológicos/ fisiológicos) es la 
pauta para realizar una evaluación psicopedagógica con la finalidad de poder hacer una 
evaluación completa independientemente de la severidad del caso. Esto, ya que cabe 
retomar la concepción de que la evaluación no es un proceso sencillo y por consiguiente se 
debe tener en cuenta la consideración o descartación de causas biológicas, a partir de las 
cuales la intervención es diferente. 
 
Evaluación Psicopedagógica. 
 
En función a lo qué es la evaluación psicopedagógica, varios autores coinciden con 
la idea de que este tipo de evaluación se refiere a la funcionalidad que tiene el lenguaje de 
acuerdo al aprendizaje en sus diversos contextos, entre ellos Luo y López (1999) e Ibáñez 
(2002), quienes mencionan que al ser así, le corresponde llevar a cabo esta evaluación a 
 
aquel profesionista que está en relación continua con la conducta y enseñanza del 
aprendizaje en el niño, como pueden ser: el psicólogo, el pedagogo o el psicopedagogo, así 
como un especialista en el lenguaje como un terapeuta de lenguaje o un logopeda quien 
previene, evalúa, diagnóstica y da tratamiento a las patologías del lenguaje (oral, escrito y 
gestual) manifestadas a través de trastornos en la voz, el habla, la comunicación y las 
funciones orofaciales. 
 
Para Valles (1998) la evaluación psicopedagógica es un proceso que implica una 
labor con puntos específicos que deben girar en torno a un objetivo, ya que a diferencia de 
la médica no se cuenta con una verdad absoluta, porque los resultados de una prueba se 
prestan a ser interpretados de diversa manera para los profesionistas. Este tipo de 
evaluación debe ser realizado lo más específico posible y para ello en cuestiones de 
dificultades en el lenguaje (articulación) los aspectos que deben evaluarse para su 
detección, son los que están relacionados con la articulación de los fonemas, para 
identificar los diferentes sonidos emitidos por el niño en las situaciones comunicativassiguientes: 
 
 Lenguaje repetido: se realiza utilizando un listado de palabras en las que los sonidos 
a evaluar están situados en las distintas posiciones de la palabra inicial, intermedia o final. 
Y consiste en que el niño repita cada una de las palabras previamente pronunciadas por el 
evaluador. 
 
 Lenguaje dirigido: se hace mediante la presentación de ilustraciones relativas a 
objetos familiares y conocidos, donde el niño debe decir el nombre de cada una de ellas. 
Pueden utilizarse colecciones de lotos fonéticos, lotos de acciones y cómics. 
 
 Lenguaje espontáneo: se lleva a cabo mediante una conversación con el niño y 
también a través de la observación en situaciones de juego y de interacción con el otro. Con 
la finalidad de obtener información sobre los fonemas articulados incorrectamente en 
diferentes situaciones comunicativas. 
 
 
 Incidencia en la escritura: es importante llevar a cabo esta evaluación, debido a que 
las dificultades articulatorias suelen tener una proyección negativa en la escritura, 
produciéndose errores de sustitución de grafemas cuando se escribe, especialmente en la 
escritura ideativa o de composición. Se puede emplear cualquier prueba de escritura. 
 
Así mismo González (2002) menciona que para tener datos más exactos del niño al ser 
evaluado, se deben considerar las siguientes fases: 
 
 Estado de la expresión oral: consiste en realizar una exploración por medio de la 
conversación espontánea y evaluación de sus características. Tomando en cuenta la 
información que pudiera brindar la mamá o familiar acompañante y la información en 
expresión del niño, al motivarlo a hablar mediante el empleo de láminas ilustradas, 
haciéndole preguntas o mostrándole objetos para que los nombre. 
 
 Evaluación del grado de comprensión: se realiza mediante la ejecución de órdenes, o 
comprensión de situaciones que se le muestran a niño mediante la presentación de láminas 
o tarjetas. 
 
 Análisis de la pronunciación: se evalúa prestando atención a omisiones, 
distorsiones, sustituciones e inconstancia. Consiste en la evaluación de su capacidad, si la 
edad lo permite, de diferenciar sonidos similares. 
 
 Exploración del ritmo y fluidez del lenguaje: se evalúa tomando en cuenta la 
lentitud o rapidez del niño con que se expresa, vacilaciones y tropiezos mediante una 
conversación con el otro. 
 
A esto cabe anexar que en una evaluación es importante prestar especial atención a 
la conducta del niño durante la prueba, su capacidad de atención y cooperación, y la 
dinámica de la relación con el familiar o acompañante. De tal modo que a partir de la 
exploración se puedan establecer las conclusiones y diagnóstico presuntivo, que ayudará a 
proponer la pauta de intervención. 
 
Aunado a lo anterior, también se tiene que las dificultades de lenguaje, pueden ser 
evaluadas a través de diversas pruebas, entre ellas, algunas de las que a continuación se 
mencionan (Bautista, 1993): 
 
 Tests estandarizados: se refiere a los tests que han sido aplicados a un gran número de 
sujetos de distintas poblaciones y han demostrado su fiabilidad, por lo que poseen datos 
normativos que permiten realizar comparaciones según las puntuaciones de la escala y las 
equivalencias de edad en la evaluación individual. Los siguientes ejemplos de tests miden 
uno o varios aspectos de la conducta verbal, pero no existe ninguno que evalué todos a la 
vez (a pesar de ser pruebas estandarizadas no son sencillas de adquirir, ni siquiera como 
referencia completa, de ahí que algunos de estos tests se expongan sin/fecha). 
 
 Test Illinois de aptitudes Psicolinguisticas (ITAP) de Kirk, Mc Carthy, y Kird, 
(1968), adaptación española de Ballesteros y Cordero (1984). 
 
 Se trata de un test para evaluar las funciones cognitivas y lingüísticas de la 
comunicación. Es un modelo tridimensional que abarca tres procesos; receptivo, asociativo 
y expresivo, dos canales: auditivo verbal y visual motor y dos niveles de organización: 
representativo y automático. Se considera como la prueba estandarizada más completa. 
 
 Desarrollo de la morfosintáxis en el niño (TSA) de Aguado (1989). 
 
 Es un test que mide el desarrollo de la comprensión y expresión sintáctica en el niño 
de tres a siete años en períodos de tres meses. En comprensión: el niño debe realizar la tarea 
de señalar el dibujo correspondiente a una frase dada y en expresión: el niño repite la frase 
correspondiente al dibujo que se le señala eligiendo entre dos dadas. En niños con 
alteraciones suelen dar puntuaciones muy bajas y se tardan más de media hora en pasarlo. 
 
 
 
 
 
 Test de vocabulario de imágenes Peabody (PPVT), de Duna (s/f). 
 
 Consiste en que el niño elija y señale un dibujo de entre cuatro. Es un test de 
vocabulario de fácil aplicación, con amplia gama (2-16 años) y rápido, pues sólo se pasan 
los ítems correspondientes a cada edad cronológica. 
 
 Prueba de lenguaje oral de Navarra (PLON), de Aguinaga, y cols. (s/f). 
 
 Es un test de los más recientes y presenta varias ventajas que se especifican a 
continuación. 
 
a) Mide aspectos fonológicos, morfosintácticos, semánticos y pragmáticos, siendo uno 
de los pocos que a la fecha ofrece puntuación sobre el uso del lenguaje. 
 
b) Es un test de “screaning” (barrido) y rápido de pasar (entre 8-12 minutos por 
evaluado), por lo que es posible evaluar a una muestra completa en poco tiempo. 
 
c) Presenta tareas distintas para cada una de las edades. 
 
 Prueba de lenguaje oral de Nieto (s/f). 
 
 Es una prueba muy completa que mide el lenguaje gestual y oral en sus aspectos 
productivo y comprensivo, incluyendo integración fonemática, léxico y morfosintaxis. No 
está baremada en España y es laboriosa para pasarla. 
 
 Escalas de desarrollo: permiten determinar el nivel evolutivo comparando la 
conducta lingüística del niño/a con las escalas. La información puede obtenerse por 
observación directa, de los padres o mediante la realización de una serie de tareas. Entre 
algunas de estas escalas, se encuentra la escala de Brunet –Lezine (1982), la cual evalúa 
el desarrollo psicomotor de la primera infancia de acuerdo a la edad cronológica. 
 
 
 Tests no estandarizados: permiten mayor flexibilidad en su aplicación y pueden 
modificarse según las características requeridas por la población. Existen cuatro grupos: 
 
 Producción verbal espontánea: es el procedimiento más completo para realizar la 
evaluación de las dimensiones del lenguaje y del proceso productivo. Consiste en 
recoger una muestra, transcribirla y analizarla. 
 
 Producción verbal provocada: se usa cuando se requieren analizar aspectos del 
lenguaje que no aparecen normalmente en el habla espontánea. Consiste en incitar la 
producción verbal en el niño. 
 
 Comprensión: consiste en pedirle al niño que señale, reconstruya y precise frases, 
para un mejor significado. 
 
 Imitación provocada: proporciona información sobre la capacidad de procesamiento 
auditivo de las frases en ausencia del contexto y la capacidad de memoria. Permite 
establecer comparaciones entre imitación, comprensión y producción, necesarias para 
planear las estrategias de intervención. 
 
 Observación conductual: forma parte de la evaluación del lenguaje en el niño con el 
fin de establecer los objetivos de intervención. Es un método que puede utilizarse en 
contextos naturales o estructurados. 
 
A partir de lo antes señalado cabe decir que la evaluación psicopedagógica es aquel 
proceso que involucra al profesionista psicólogo, pedagogo, psicopedagogo terapista del 
lenguaje o logopeda, a realizar una serie de pruebas dinámicas que en la mayoría de los 
casos es de papel y lápiz con la finalidad de detectar dificultades en el lenguaje del 
paciente. 
 
Por lo tanto, resulta importante mencionar que tanto la evaluación médica como 
psicopedagógica son indispensables debido a que autores como Bautista

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