Logo Studenta

Factores-de-riesgo-en-trombosis-venosa-profunda

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

INSTITUTO NACIONAL DE PEDIATRÍA 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
FACTORES DE RIESGO EN TROMBOSIS VENOSA 
PROFUNDA 
REVISIÓN CUALITATIVA DE LA LITERATURA 
 
TESIS QUE PARA OBTENER EL DIPLOMA DE 
 
HEMATOLOGÍA PEDIÁTRICA 
PRESENTA 
 
ANA LILIA HERNÁNDEZ MORENO 
 
TUTOR: DR. ROGELIO A. PAREDES AGUILERA 
CO-TUTORA: DRA. NORMA LÓPEZ SANTIAGO 
ASESOR 
METODOLÓGICO: M EN C IGNACIO MORA MAGAÑA 
 
MÉXICO MMVII
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
FACTORES DE RIESGO EN TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA 
REVISION CUALITATIVA DE LA LITERATURA 
 
 
 
 
 
 
Dr. José N. Reynés Manzur 
Director General de Enseñanza 
 
 
 
 
 
 
Dra. Mirella Vázquez Rivera 
Jefe del Departamento de Pre y Posgrado 
 
 
 
 
 
 
Dr. Rogelio A. Paredes Aguilera 
Tutor del Trabajo de Tesis 
 
 
 
 
 
 
Dra. Norma López Santiago 
Co-tutor de Tesis 
 
 
 
 
 
M en C. Ignacio Mora Magaña 
Asesor de metodología 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
A Dios el Gran arquitecto, por ser el tiempo y el espacio que son las 
condiciones indispensables de toda existencia física, haciendo abstracción de las 
cuales nada de lo que existe y se percibe objetivamente pudiera ser concebido. 
 
A Fabiola y Octavio, mis padres, quienes son mi pilar y mi fortaleza. 
 
A Don Gilberto Hernández Moya, quién incansablemente me impulsó a seguir 
adelante y se que donde quiera que este lo sigue haciendo. Tu amor hasta hoy es 
correspondido. 
 
A mis Hermanos: Claudia, Karlita, Israel y Katya; recuerden que los 
pensamientos que decidimos tener son los materiales que usamos para pintar la 
tela de nuestras vidas. 
 
A mi Maestro Dr Rogelio Paredes Aguilera, por ser mi instructor y mi guía en el 
conocimiento de la hematología. Por su honestidad y rectitud en bienestar de la 
niñez, mi admiración por siempre. 
 
Al M en C. Dr Ignacio Mora Magaña, por su asesoria en todo momento para 
realización de este trabajo, gracias. 
 
A Carmelita Saldaña, por el reencuentro, gracias por sus inagotables consejos 
que me han ayudado a seguir en el camino. 
 
A los niños del mundo por brindarnos la fuente inagotable de conocimientos. 
 
 Ana Lilia 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A la Dra Norma López Santiago, por ser la vía en mi aprendizaje durante este 
tiempo de formación, gracias. 
 
A la Dra Catalina Taboada Meza, por compartir conmigo su conocimiento y 
experiencia, con mucho cariño. 
 
A la Dra Amalia Bravo Lindoro, por ampliar mis horizontes en medicina 
transfusional, con sincero afecto. 
 
A la Dra Angeles del Campo Martínez, por su amistad y por fortalecer mi amor a 
la hematología. Por estar aquí en todo momento. 
 
A la Dra Angélica Monsiváis Orozco, por su dedicación y paciencia durante mi 
formación. 
 
A Lina Romero Guzmán, por motivarme cada momento a seguir adelante. 
 
A Dinora Aguilar Escobar, mi amiga y compañera durante este trayecto, gracias 
por tus enseñanzas. 
 
A Paty Cardenas, por estar conmigo siempre en este proyecto, con todo mi amor. 
 
Al equipo de trabajo de la biblioteca del INP, por brindarme las herramientas 
para la elaboración de esta tesis incluyendo su incansable búsqueda en el 
material bibliográfico. 
 
A todas aquellas personas, que de alguna manera contribuyeron a la realización 
de esta tesis. 
 
 
CONTENIDO 
INDICE PÁGINA 
I. Resumen 6 
II. Antecedentes 8 
III. Justificación 29 
IV. Objetivos 30 
V. Material y Métodos 30 
IV.1 Estrategias de búsqueda 30 
 IV. 2 Método de revisión 31 
VI. Resultados 33 
VII. Discusión 40 
VIII. Conclusiones 45 
IX. Bibliografía 
VIII.1 Referencias bibliograficas 47 
VIII.2 Referencias bibliograficas de los artículos 
 incluidos en esta revisión 51 
VIII.3 Referencias bibliograficas de los artículos 
excluidos en esta revisión. 53 
 
X. Anexos 54 
 
 6
FACTORES DE RIESGO EN TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA 
Revisión Cualitativa de la Bibliografía 
Dra. Ana Lilia Hernández Moreno*, Dr. Rogelio A. Paredes Aguilera**, Dra. Norma Santiago López 
***, Dr. Ignacio Mora Magaña****. 
*Medico Residente de Hematología Pediátrica INP (Tesista). ** Profesor titular del curso de 
Hematología Pediátrica INP (Tutor de tesis). ***Adscrito al servicio de Hematología Pediátrica (Co-
autor de tesis). **** Jefe Departamento de Metodología de Investigación INP (Asesor de 
metodología). 
 
RESUMEN 
Antecedentes: La trombosis es una obstrucción del flujo de sangre en vasos 
arteriales o venosos. Los tejidos irrigados por ese vaso sufren isquemia que 
evoluciona a necrosis celular. La gravedad de esto depende del tejido afectado. 
En la edad pediátrica su incidencia está asociada al uso de catéteres centrales y a 
la deficiencia congénita de proteínas anticoagulantes naturales como antitrombina 
III, proteína C, proteína S, plasminógeno, factor V Leiden, mutación del gen de la 
protrombina 20210. Justificación: La trombosis venosa profunda puede ser muy 
grave y mortal. Identificar tempranamente los factores que predisponen a un 
paciente a desarrollarla ayudará a dar un tratamiento oportuno, que disminuiría las 
complicaciones y secuelas de esta enfermedad. Objetivos: Identificar los factores 
de riesgo más frecuentemente asociados a trombosis venosa profunda en 
pacientes pediátricos publicados en la literatura especializada. Estrategia de 
búsqueda: Se procedió a recabar información presente en las bases de datos en 
Internet: Pubmed, Lilacs, Artemisa, Imbiomed, utilizando las palabras claves: Deep 
Venous trombosis, childhood. Criterios de Selección: Se incluyeron todos los 
estudios de cohorte en niños con factores de riesgo. Resultados: Solo se 
incluyeron 22 artículos con 24,164 pacientes totales. El catéter venoso central 
asociado a cáncer y trombofilia en 5 artículos, 877 sujetos y desenlace en 35%. El 
cateterismo cardíaco en solo 2 artículos, (1121 sujetos), con trombosis venosa en 
0.5% (54 sujetos). Los factores inmunológicos estuvieronreportados en 3 
artículos, con 290 sujetos de los cuales 39 pacientes (13%) trombosis. Discusión: 
 7
La presencia de catéter venoso central es el factor de riesgo mas frecuentemente 
encontrado para desarrollar trombosis como se refiere en la literatura. 
Conclusiones: La TEV es poco frecuente en edad pediátrica, son necesarios 
estudios multicéntricos para conocer la prevalencia y presencia de condicionantes 
en nuestra población pediátrica y estudios que justifiquen la profilaxis 
anticoagulante en pacientes que tienen un catéter central. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 8
 
FACTORES DE RIESGO EN TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA 
Revisión Cualitativa de la Bibliografía 
Dra. Ana Lilia Hernández Moreno*, Dr. Rogelio A. Paredes Aguilera**, Dra. Norma Santiago López 
***, Dr. Ignacio Mora Magaña****. 
*Medico Residente de Hematología Pediátrica INP (Tesista). 
** Profesor titular del curso de Hematología Pediátrica INP (Tutor de tesis). 
***Adscrito al servicio de Hematología Pediátrica (Co-autor de tesis). 
**** Jefe Departamento de Metodología de Investigación INP (Asesor de metodología). 
 
ANTECEDENTES 
 
La trombosis se considera una obstrucción local del flujo de sangre en algún vaso 
sanguíneo arterial o venoso, que provoca que los tejidos y células irrigados por 
ese vaso, sufran una situación de isquemia, es decir, falta de oxígeno, pudiendo 
producir una lesión en las células que pueden evolucionar a la necrosis o muerte 
celular, que es lo que se conoce como infarto, el cuál será del miocardio, pulmonar 
o cerebral, etc., dependiendo del tejido u órgano afectado. La masa que impide el 
paso de la sangre se llama trombo, y está compuesta de una malla que, por 
factores hemodinámicos, tiene proporciones variables de fibrina y plaquetas, que 
engloban otros elementos celulares de la sangre, como los glóbulos rojos y 
glóbulos blancos. Aunque las arterias y las venas son los sitios más frecuentes de 
aparición de trombosis, también pueden ocurrir en los capilares (microcirculación) 
o dentro de las cavidades del corazón. (1) Las complicaciones de la trombosis se 
originan por los efectos locales de la obstrucción del flujo sanguíneo y 
embolización del material trombótico. (2) 
 
Los trombos venosos van a estar compuestos principalmente de fibrina, eritrocitos, 
y relativamente pocas plaquetas, lo que le dan el aspecto de “trombo rojo”. En las 
venas, los factores más importantes en la aparición de trombosis, van a ser los 
fenómenos de lentitud o estancamiento del flujo sanguíneo unido a situaciones de 
 9
hipercoagulabilidad. La trombosis venosa ocurre preferentemente en las venas de 
los miembros inferiores, y aunque puede ser asintomática produce síntomas 
agudos si causa inflamación de la pared vascular u obstrucción del flujo. (2) 
 
El trombo arterial está formado principalmente por plaquetas agregadas 
reforzadas por hilos de fibrina, lo que le da el aspecto típico de “trombo blanco”. La 
lesión endotelial y la activación plaquetaria son los factores más importantes en la 
fisiopatología de la trombosis arterial, que ocurre usualmente asociada con 
enfermedad vascular preexistente principalmente aterosclerosis. (2)) 
 
 Los términos que se han empleado para definir a estos estados clínicos alterados 
son: Síndrome de Hipercoagulabilidad, Estados Pre-trombóticos y Trombofilias., 
este último termino empleado desde 1963 por Egeberg al referirse a 
padecimientos con tendencia trombótica. 
 
La trombosis venosa profunda (TVP) y el embolismo pulmonar (EP) son 
considerados como una sola enfermedad clínica denominada tromboembolismo 
venoso (TEV), debido al mismo mecanismo patogénico, factores de riesgo que las 
desencadenan, profilaxis, tratamiento y pronóstico. 
 
El tromboembolismo venoso es usualmente una complicación de una enfermedad 
de base principalmente en pacientes hospitalizados pero también puede ser de 
presentación ambulatoria y en pacientes previamente sanos.(3) Durante los años 
70’s Michele en un estudio con fibrinógeno I,(4) mostró que la trombosis venosa se 
presenta mas en pacientes hospitalizados, pero en más del 80% de estos, los 
trombos detectados eran pequeños asintomático y confinados a extremidades y 
probablemente insignificantes clínicamente. Los estudios de autopsia demostraron 
una alta frecuencia de embolismo pulmonar de los cuales la mayoría eran 
pequeños pero el embolismo pulmonar fatal que recuerdan una causa de muerte 
 10
en pacientes hospitalizados prevenible. La frecuencia de trombosis venosa en 
pacientes ambulatorios es mucho más difícil de establecer, es una enfermedad 
asintomática subclínica y que con frecuencia es desconocida, usualmente los 
pacientes cuando tienen síntomas tienen un gran trombo oclusivo de 
aproximadamente 80% y se localiza en la popítlea o en venas mas proximales en 
caso de embolismo pulmonar en pacientes ambulatorios puede ser más frecuente 
y en este caso fatal. (5) 
 
La sospecha clínica de un estado de hipercoagulabilidad debe tenerse presente en 
pacientes con episodios de trombosis recurrente, cuando hay historia familiar de 
trombosis, historia de abortos espontáneos, trombosis en un sitio no habitual, 
trombosis en pacientes pediátricos o jóvenes, en enfermos que han tenido 
múltiples exposiciones a la heparina y en aquellos con fracaso prematuro o 
inexplicable de intervenciones vasculares (revascularización arterial). 
. 
Los estados trombofílicos consisten en un grupo de trastornos clínicos asociados 
con un aumento del riesgo de fenómenos tromboembólicos, los individuos 
afectados tienen mayor tendencia para el desarrollo de trombosis en relación al 
resto de la población general. Es un fenómeno complejo ya que es multifactorial 
comprendiendo causas adquiridas y hereditarias. (6) 
 
 
CAUSAS DE TROMBOSIS ADQUIRIDA 
 
La trombofilia adquirida o secundaria que corresponde a una serie de trastornos 
no genéticos, que aparece como consecuencia de una patología específica o por 
procedimientos diagnósticos, terapéuticos, quirúrgicos o médicos, bajo 
condiciones particulares de cada paciente incluyendo: la presencia de catéter 
venoso central (CVC), anticuerpos antifosfolipidos, cáncer, trastornos 
mieloproliferativos, trombocitopenia inducida por heparina etc.(7,8) 
 11
 
La trombosis venosa es una complicación severa y se presenta en forma 
secundaría en niños, principalmente asociada a la presencia de catéter venoso 
central; sin embargo, es importante para el tratamiento y el restringir su uso 
pudiera comprometer al paciente. La línea venosa central parece ser un factor de 
riesgo para tromboembolismo venoso, en base a su relación anatómica 
encontrada entre catéter y trombina. Los mecanismos patológicos de una línea 
venosa central y tromboembolismo incluyen trauma en la pared del vaso en el sitio 
de inserción, obstrucción del flujo venoso y la presencia intravascular de la 
superficie exterior. 
 
 
CAUSAS DE TROMBOSIS HEREDITARIA 
 
Estos estados protrombóticos se dividen en dos grupos en trombofilia primaria o 
hereditaria que son trastornos genéticos que condicionan trombosis con 
características epidemiológicas y clínicas individuales en la que se incluyen la 
deficiencia congénita de proteínas anticoagulantes naturales como antitrombina III, 
proteína C, proteína S, plasminógeno, factor V Leiden, mutación del gen de la 
protrombina 20210 etc. (9,10,11) Los individuos afectados presentan características 
generales como son: inicio en edad temprana, recurrencia frecuente, historia 
familiar positiva, localización inusual de la trombosis, resistencia al tratamiento con 
heparina, trombosis inexplicada por factores de riesgo conocido y trombosis en 
individuos menores de 45 años. Estos pacientes presentan su primer evento 
trombótico antes de los 25 años de edad y las posibilidades de recurrencia se 
incrementan conforme se incrementa la edad, considerándoseesta entidad 
multifactorial. (12) 
 
Un paciente portador de una trombofilia primaria puede quedar expuesto en 
cualquier momento a un estado mórbido de los que están asociados a algunas 
 12
alteraciones que condicionan trombofilia secundaria (inmovilización prolongada, 
edad avanzada, cirugía, embarazo, uso de anticonceptivos orales, sepsis, 
síndrome antifosfolípido, obesidad, neoplasias, traumatismos extensos o 
colocación de catéteres venosos).y que pueden presentarse simultáneamente. 
 
Otros trastornos pueden reflejar una mezcla de ambos factores genéticos y 
ambientales son la hiperhomocisteinemia y niveles altos de factor VIII (defectos 
en la síntesis de FVIII que incrementan su concentración y/o modificaciones 
postraducionales que inducen una mayor actividad del factor) este último 
considerándose un factor de riesgo independiente 
 
 
EPIDEMIOLOGÍA 
 
La trombosis ha tenido un notable incremento como causa de morbilidad y 
mortalidad en el mundo entero, esto por el desarrollo de las sociedades actuales y 
al adquirir factores de riesgo que se consideran condiciones de la vida moderna. 
Sin embargo a pesar de este aparente desarrollo, existen diferencias raciales, 
geográficas y socioculturales que influyen en cada región en particular en el 
mundo. Por ejemplo se sabe que existen diferencias en la incidencia de algunas 
trombofilias hereditarias, de acuerdo al origen de la población estudiada. A pesar 
de estas diferencias existen muchos factores de riesgo que influyen en la mayor 
parte de la población del mundo, considerándose un problema universal con sus 
particularidades. La epidemiología en el paciente pediátrico es significativamente 
diferente a las de los adultos ya que hay cambios relacionados con la edad en el 
sistema hemostático. La guía del manejo para el tratamiento frecuentemente es 
extrapolada en pacientes pediátricos aunque no es lo adecuado. (13) 
 
En la población adulta los eventos de trombosis venosa se han estimado de 2.5 a 
5%.(14,15) El registro Canadiense de eventos tromboembólicos reporta una 
 13
incidencia en niños de 0.07 eventos por 100,000 y una incidencia de 5.3 por 
10,000 por admisión hospitalaria. (16) En comparación, la incidencia en todos los 
tipos de tromboembolismo venoso en los países bajos se reporta de 0.14 por 
10,000 niños al año. Estados Unidos la tasa es del 4.9 por 10,000 niños al año. 
El registro internacional reporta una incidencia de 0.2 por 10,000 por admisión en 
la unidad de cuidados intensivos neonatales. Un estudio prospectivo alemán de 2 
años, (17) reportó una incidencia de trombosis neonatal de 0.51 casos por 10,000 
nacimientos, la mitad de los casos era venosa y la otra mitad arterial. 79 casos de 
trombosis fueron registrados, 32% fueron trombosis asociada a catéter 
principalmente de vena cava superior y atrium derecho. Monagle en el 2000 
reportó resultados de 405 niños de edades de 1 mes a 18 meses en quienes 
fueron diagnosticados de 1990 a 1996 con trombosis venosa profunda en 
extremidades o embolismo pulmonar posterior al periodo neonatal y con un 
seguimiento a 3 años en 356 niños evaluados la mortalidad relacionada a 
trombosis fue del 2%, se observó recurrencia de trombosis en 8.1% y el 12.4% de 
los niños desarrollaron síndrome postrombótico. (18) 
 
Los niños < 1 año y los adolescentes tienen gran riesgo de trombosis. La edad de 
distribución de la TVP en pediatría mostró un pico bimodal durante el período 
neonatal y adolescencia con una incidencia (venosa y arterial) de 2.4 por 1000 
neonatos admitidos en cuidados intensivos en Ontario Canadá y 0.51 por 10,000 
nacidos en Alemania, y 1.1 en 10,000 por año en adolescentes con una edad de 
15 a 17 años en Estados Unidos. 
 
La incidencia real de la trombofilia primaria no es bien conocida, puesto que no se 
conocen todas las alteraciones genéticas que ocasionan una tendencia mayor a la 
trombosis, se ha estimado una incidencia aproximada en la población general de 
1:2,500 a 1:5,000 (17). El riesgo trombótico entre individuos afectados es muy bajo 
hasta antes de los 15 años y a medida en que se incrementa progresivamente la 
 14
edad, el porcentaje aumenta de 2 a 4% por año. Al llegar a los 50 años edad, del 
50 al 70% de los individuos afectados han desarrollado algún tipo de trombosis. 
 
FACTORES DE RIESGO 
 
El proceso de trombosis involucra diversos factores que predisponen a un 
individuo a sufrir de una oclusión trombótica. Virchow identificó desde el siglo 
pasado los factores que predisponen al desarrollo de la trombosis, 
denominándose “Triada de Virchow”, estos factores son: lesión endotelial, estasis 
venosa y alteraciones en el componente sanguíneo. 
 
En la edad adulta los factores más importantes en la aparición de trombosis 
venosa son la lentitud y estancamiento del flujo sanguíneo aunado a situaciones 
que predisponen a hipercoagulabilidad. Dichos trombos se forman en áreas de 
flujo muy lento y ocurre preferentemente en las venas de los miembros inferiores 
pudiendo ser asintomático o en caso de producir inflamación de la pared vascular 
u obstrucción al flujo se presenta con síntomas agudos. Los pacientes con mayor 
riesgo de tromboembolismo venoso son aquellos con grandes traumatismos 
abdominales o en las piernas, pacientes post operados o con algún tipo de cáncer. 
(19) 
 
En recién nacidos la deformidad de los eritrocitos puede incrementar la viscosidad 
de la sangre y finalmente la activación del sistema de coagulación y sistema 
fibrinolítico secundario a un choque o infección, bomba extracorpórea y daño 
endotelial por un catéter venoso central. (20) 
 
Los trombos arteriales se forman usualmente en sitios con flujo sanguíneo 
turbulento y en zonas endoteliales con placas ateroscleróticas ricas en lípidos y en 
macrófagos y en donde bien por la erosión el endotelio que las cubre con 
exposiciones del colágeno de la íntima o, más frecuentemente, por ulceración de 
 15
la placa (con lo que su corazón lipidíco entra en contacto con la sangre) se 
produce el evento trombótico local. La ruptura de la placa aterosclerótica expone a 
la circulación varias proteínas de la matriz subendotelial (colágeno, etc.) que son 
desencadenantes poderosos del fenómeno trombótico. Estas oclusiones 
trombóticas agudas, también pueden producirse en la oportunidad angioplastia 
transluminal coronaria percutanea, con colocación o no, de prótesis 
endovasculares (stents). 
 
Cuando la ruptura de una placa inestable produce trombosis local pero totalmente 
oclusiva, se produce angina inestable o infarto sin onda que sobre la superficie de 
este trombo, otras plaquetas se siguen agregando (reclutamiento plaquetario), lo 
que aumenta el tamaño del trombo del que se pueden desprender pequeños 
fragmentos (microémbolos plaquetarios), que tienen fuerte expresión de la 
membrana plaquetaria (especialmente glucoproteína Ib/IIIa), que pueden producir 
la oclusión de pequeños vasos miocárdicos originar focos microscópicos de 
necrosis de miocitos. 
 
 
CLASIFICACION POR FACTORES DE RIESGO 
 
A) TIPO ADQUIRIDOS 
 
Catéter venoso central 
La incidencia de trombosis venosa en la edad pediátrica esta asociada 
frecuentemente al uso de catéteres centrales. (1) La presencia de líneas venosas 
centrales se asocia al 90% de los eventos de trombosis venosa en neonatos y el 
66% en los niños. (15) Las manifestaciones clínicas son con frecuencia 
inespecíficas y con síntomas crónicos, como presencia de circulación colateral y 
deficiente vasculatura superficial. Nuss encontró una asociación de evento 
tromboembólico en el 25% de su población asociado a catéter venoso central. (21) 
 16
Schmidt corrobora lo anterior en la unidad de cuidados intensivos neonatales en 
cuyo caso más del 90% de los eventos trombóticos venosos se asoció a catéter 
venoso central. Sin embargo, también fue un factor importante en las trombosis 
arteriales (30%).(15) En 1998 en otro estudio prospectivo realizado por Beck y 
colaboradores reportan una incidencia del 18.3% de evento tromboembólico 
posterior a la colocación de catéter venoso central; con mayor riesgo en los 
primeros cuatro días posterior a su colocación en especial con cáncer. (22) 
Observándose que la incidencia incrementa drásticamente en pacientes críticos. 
 
Otras enfermedades asociadas son prematurez, asfixia neonatal, infecciones 
sistémicas y en otros casos incluye cáncer, trauma, cirugía, lupus eritematoso 
sistémico, enfermedad congénita cardiaca, falla renal y otros desórdenes 
usualmente asociados al tratamiento. 
 
Existen estudios que han demostrado la presencia de eventos de trombosis 
venosa dependiente de la edad, por ejemplo los que mencionan en primer lugar 
que la anticoagulación profiláctica está indicada en pacientes adultos con gran 
riesgos de trombosis venosa tal como reemplazo de rodilla o de cadera con un 
rango de presentación del 40 y 60%,(23,24) y en segundo lugar la anticoagulación 
profiláctica pediátrica no se utiliza para cirugía de costillas o escoliosis porque 
clínicamente los eventos de trombosis en esta población son <1%.(25) Los 
pacientes con desórdenes o enfermedades protrombóticas congénitas, raramente 
se presentan como principal causa de eventos trombóticos hasta la edad adulta 
temprana. En resumen los pacientes pediátricos son relativamente protegidos para 
los eventos trombóticos comparados con los adultos. (26) 
 
Síndrome antifosfolípido 
Existen otros factores de riesgo en la población pediátrica como lo refiere Nuss en 
1995 donde las dos terceras partes de su población estudiada con eventos 
tromboembólicos tenían un padecimiento de base inmunológico. 
 17
 
El síndrome de anticuerpo antifosfolípidos (SAAF) es probablemente la causa más 
común de las enfermedades adquiridas hipercoagulables. Es una enfermedad 
autoinmune multisistémica, que esta causada por trombosis venosa y arterial, 
pérdida fetal recurrente, trombocitopenia, y una variedad de complicaciones 
neurológicas, así como la presencia de anticuerpos circulantes; anticoagulante 
lúpico (ACL) y anticuerpos anticardiolipina ( ac acL). (27) 
 
Múltiples mecanismos de trombofilia en el SAAF se han postulado, pero el 
mecanismo exacto se desconoce; los mecanismos propuestos incluyen inhibición 
de vías anticoagulantes naturales (APC y AT-III), la inhibición de la fibrinólisis y la 
activación endotelial. La presencia del anticoagulante lúpico ha sido implicada en 
casos de trombosis en neonatos, posiblemente como resultado del paso a través 
de la placenta de anticuerpos IgG. Mancon-Johnson MJ en un estudio de 78 niños 
con trombosis, 19(24%) se observó la presencia de anticoagulante lúpico positivo 
y 14(18%) de anticuerpo anticardiolipina positivo. Clínicamente, este grupo incluía 
cinco pacientes con LES, uno con cáncer, y cinco pacientes con síndrome 
postinfeccioso y siete pacientes con SAAF idiopático. (28) 
 
El riesgo de trombosis es del 5.5% por año para pacientes sintomáticos. En 
cambio los pacientes asintomáticos tienen riesgo de trombosis del 1% por año que 
incrementa al 6% en pacientes con altos títulos de anticuerpo. En contraste con el 
0.1% por año en la población general. A diferencia del anticoagulante lúpico, los 
pacientes con síndrome de anticuerpos anticardiolipina; la trombosis venosa y 
arterial, tienen la misma proporción de presentarse. 
 
El SAAF primario en pediatría es muy raro y la enfermedad comienza antes de los 
15 años de edad ocurriendo en solo 2.8% de pacientes estudiados en cohortes 
extensas. Se tienen pocos estudios en niños con este síndrome relacionado con 
trombosis y los datos que influyen en la edad, la prevalencia de varias 
 18
manifestaciones clínicas y el comienzo del SAAF en pediatría son muy limitados. 
(29) Además los criterios diagnósticos son los utilizados para adultos, sin embargo 
no tienen validez en pediatría. 
 
Cáncer 
.El cáncer ocurre aproximadamente en 2.3 casos por 1,000 niños menores de 19 
años y es la segunda causa más común de hipercoagulabilidad adquirida. El 
desarrollo de trombosis en niños con cáncer es probable como resultado de un 
número de factores de riesgo incluyendo la presencia de catéter venoso central, 
agentes quimioterapeúticos entre otros. Aplicada la tríada de Virchow sugiere que 
las células tumorales en forma directa o indirectamente afectan el flujo sanguíneo, 
la pared del vaso y la coagulación mediante la formación de trombina. En general 
existen por lo mínimo cuatro mecanismos distintos por el cual los tumores pueden 
afectar el balance entre la coagulación, la inflamación y fibrinolísis; incrementando 
el riesgo de trombosis; ellos expresan una actividad procoagulante, expresan 
citocinas proinflamatorias e interactúan con otras células para modificar su 
actividad protrombótica. En 1868 Trousseau describió la relación entre cáncer y 
trombosis, pero Billroth reconoció la evidencia histológica de la presencia de 
fibrina en el tumor. El 90% de los pacientes con cáncer tienen anormalidades de la 
coagulación: incremento de fibrinógeno, incremento de otros factores de 
coagulación, incluyendo el factor tisular, los productos de degradación de la fibrina 
y plaquetas. (30) 
 
El riesgo parece mayor en pacientes con tumores cerebrales, cáncer de ovario, 
páncreas y pulmón, esto probablemente refleja la prevalencia e estas formas 
diagnósticas de cáncer en la población general. 
 
El cáncer se presenta del 10 al 20% de la trombosis venosa espontánea. El 15% 
de los pacientes con cáncer tienen trombosis clínica y alrededor del 50% tienen 
trombosis en autopsia. Ocurre más frecuentemente en enfermedad maligna 
 19
avanzada, pero también puede ser el primer signo del inicio de un cáncer y un 
primer episodio de trombosis idiopatica tiene de un 10-20% de probabilidad de 
presentar cáncer al diagnóstico o en los siguientes 24 meses. 
 
El registro Canadiense de eventos tromboembólicos reporta una frecuencia en 
niños con tromboembolismo recurrente y síndrome postflebítico, al cáncer como 
una condición subyacente en casi el 50% de los casos. (15) 
 
Blom WJ y colaboradores en el 2005, (31) reportan un estudio de casos y 
controles, observando un incremento de 7 veces más de riesgo de trombosis 
venosa en presencia de malignidad (OR; 6.7; IC 95%, 5.2-8.6) comparado con 
personas sin malignidad. Pacientes con malignidad hematológica tienen mayor 
riesgo de trombosis ajustado a la edad y sexo (ajustado OR 28.0;IC 95%;4.0-
199.7) y el riesgo de trombosis es mayor en los primeros meses del diagnóstico de 
malignidad ( ajustado OR; 53.5; CI 95%, 8.6-334.3).Además los portadores de la 
mutación del factor Leiden V y cáncer, tienen 12 veces más riesgo comparado con 
los pacientes sin cáncer y sin mutación (ajustado OR;12.1; CI 95%; 1.6-88.4) 
 
En el 2006, Laszlo Bajzar y colaboradores realizan una revisión de la literatura, 
donde exploran la asociación en niños con trombosis y malignidad, discuten la 
epidemiología y las bases diagnósticas y tratamiento de trombosis. Hacen 
referencia a seis estudios de cohorte prospectivos donde evaluaron la prevalencia 
de trombosis en todos los tipos de cáncer en niños, refiriendo un 7.3 a 44% de 
acuerdo a como la trombosis venosa fue diagnosticada. Cuando el diagnostico se 
basó en hallazgos clínicos, la prevalencia se reportó de 7.3, 12.0 y 14.2%. En 
contraste, cuando el diagnóstico fué realizado por pruebas radiográficas la 
prevalencia es del 50 y 44%. Cuando los datos para todos los estudios son 
combinados, se observó que la mayoría de la trombosis se localizó en el sistema 
venoso superior con un porcentaje pequeño de trombosis de seno venoso en el 
 20
SNC (6.9%), un paciente presentó tromboembolismo venoso (1.1%). Todos los 
pacientes con trombosis del seno venoso tenían LAL. (45)) 
 
B) TIPO HEREDITARIO 
Los eventos tromboembólicosen niños son usualmente secundarios a una 
enfermedad primaria tales como deficiencia congénita de proteínas 
anticoagulantes naturales: proteína C, proteína S, antitrombina III, plasminógeno, 
mutación del gen de la protrombina 20210A y la mutación Leiden del factor V de la 
coagulación y su fenotipo la resistencia de proteína C activada, etc.(32,33) La 
trombofilía primaria ocurre en pacientes con un defecto hereditario o adquirido en 
las plaquetas o procoagulantes que componen el sistema de la coagulación. 
 
De las trombofilias primarias las deficiencias de proteína C, proteína S y 
antitrombina III se estima en menos del 15%, de estas deficiencias es más 
frecuente la deficiencia de proteína C con una estimación de 1:500 en 
comparación a la deficiencia de antitrombina IIII de 1: 5,000. (34) La deficiencia de 
proteína C y S cuya presentación es en el periodo neonatal en homocigotos y en 
heterocigotos hasta después de la pubertad. 
 
Deficiencia de la proteína C activada 
La proteína C activada (PCa) es una serin-proteasa con potentes propiedades 
anticoagulantes que actúa limitando la formación del trombo mediante la 
inactivación proteolítica del FVa y del VIIIa, cofactores necesarios para la 
activación de la trombina y del factor Xa. Esta proteína es inhibida por la 
antitrombina y estimulada por la proteína S. La proteína C es activada por la 
trombina y se convierte en un agente anticoagulante y fibrinolítico. La deficiencia 
de proteína C produce trombosis a edades tempranas. Los homocigotos fallecen 
de eventos tromboembólicos en la infancia. El primer informe de la trombofília 
primaria secundaria a la deficiencia de PC se publicó en 1981. (35) 
 
 21
 
 
Resistencia a la proteína C activada (PCa) 
La resistencia a la proteína C activada se encontró como la anormalidad más 
frecuentemente que se presenta en pacientes con una historia de 
tromboembolismo venoso y actualmente es el factor trombofílico congénito más 
común para el desarrollo de embolismo pulmonar (EP) y/o tromboembolismo 
venoso (TEV), siendo causa en más de 50% de los síndromes hereditarios 
trombóticos. Los individuos heterocigotos tienen un riesgo de siete veces mayor 
que el de la población general para desarrollar trombosis venosa profunda. Los 
homocigotos tienen un riesgo 80 veces más y presentarán por lo menos un 
episodio de trombosis durante su vida. Fué en 1993 cuando Björn Dahlbäck (12) 
(demostró una respuesta anticoagulante pobre de la proteína activada el plasma 
de familias trombofilicas escandinavas, observó que la proteína C activada era 
incapaz de prolongar in vitro el valor del tiempo de tromboplastina parcial activada; 
como habría de esperar; es decir su plasma era “resistente” a la acción de la 
proteína C activada, fenómeno que se observó entre pacientes con 
tromboembolismo venoso sus familiares. Se observó un defecto molecular con 
mutación en el codón 506 del gen del factor V dando como resultado una proteína 
con una secuencia de aminoácidos alterada en uno de los tres sitios de anclaje de 
la proteína C activada. Un año después se identificó el defecto molecular como 
una mutación puntual en el factor V (FV). Esta mutación del factor V G1691A, fué 
descubierta en 1994 por Bertina y su grupo de estudio en Leiden. (36) 
Svensson y Tormene describieron que dicha mutación es más común (37,38) en la 
población de origen caucásico; sin embargo su prevalencia varía entre los 
diferentes países de Europa, con mayor prevalencia al norte de 10 a 15% (Suecia) 
y una frecuencia más baja en el sur de aproximadamente 2% (España e Italia), en 
América latina en Estados Unidos se reporta una incidencia del 3.5%,Venezuela 
1.6%, Argentina 5.1%, Costa Rica 2%, Brasil 2% y Chile 3.8%. Es Importante 
recalcar que la mayoría de estos estudios se realizaron mediante estudio 
 22
funcional; no habiéndose realizado un análisis genotípico para demostrar el FV 
mutado. 
 En nuestro país se ha descrito que el 39.2% de los pacientes mestizos con 
antecedentes de trombosis tenían resistencia a la proteína C activada. De estos 
pacientes estudiados, el 10% se asocian a la mutación Leiden del factor V de la 
coagulación. Estos resultados contrastan con los datos provenientes de 
poblaciones caucásicas (prevalencia hasta del 60%). (39) 
 Ulrike (40) en 2001 encontró que la mayor parte de los casos de tromboembolia se 
debían a la mutación del factor V G1691A cuya edad de riesgo es de 0 a 2 años y 
de 16 a 18 años. Muy probablemente asociados a los cambios que sufre el 
sistema trombótico relacionados con la edad del paciente. 
 
Deficiencia de proteína S 
La proteína S es una proteína vitamina K dependiente de una sola cadena 
polipeptídica que es sintetiza en el hígado, su peso molecular es de 70,000 D, está 
compuesta por un dominio GIa (ácido glutámico gamma carboxílico), este dominio 
contiene los sitos de unión importantes para unirse a los fosfolípidos de 
membrana. Dahlbäck y Stenflo (41) demostraron que la PS plasmática se 
encuentra en dos formas: una fracción libre y la otra fracción unida a C4b, que 
tiene implicaciones fisiológicas y diagnósticas definidas. 
Normalmente el 60-70% de las moléculas de proteína S están unidas a la 
proteína C4b del complemento, solamente la forma libre de la proteína S (40%) 
determina la concentración de la misma y por lo tanto su actividad, su 
concentración plasmática es de 20 a 2ug/mL. 
Walker (42) demostró la inactivación del factor V procoagulante por la PC activada 
y que está función era mediada por un cofactor plasmático; asimismo, relacionó 
este cofactor con proteína cuya síntesis depende de vitamina k que descubrieron 
DiScipio y sus colaboradores en 1977. (43) 
Entonces la PS funciona como cofactor de la proteína C activada (PCa) para la 
degradación del FVa y el FVIIa. Para la actividad anticoagulante de la PCa sea 
 23
completa. Requiere además de la proteína S, la actividad sinérgica con el factor V. 
Existen 2 genes para la proteína S localizados en el cromosoma. Se han 
detectado más de 125 mutaciones y polimorfismos del gen de la proteína S. 
 
 
Se han descrito tres tipos de deficiencia se proteína S, tomando en cuenta los 
niveles de proteína S total, proteína S libre y la actividad anticoagulante. La 
deficiencia de tipo I se caracteriza por tener niveles bajos de proteína S total y libre 
(deficiencia cuantitativa), la deficiencia tipo II está caracterizada por niveles 
normales de proteína S total y libre, pero su actividad como cofactor de la PCa 
está disminuida (defecto cualitativo), la deficiencia tipo III presenta niveles 
antigénicos de proteína S total normales, pero niveles reducidos de proteína S 
libre. Desde el punto de vista clínico, se manifiesta como trombosis que se 
presenta en individuos jóvenes, a una edad media de 28 años; el primer episodio 
trombótico se ha presentado entre los 15 y 18 años de edad. Lo sitios más 
frecuentes son TVP y EP, pero también se han reportado casos de trombosis 
venosa axilar, mesentérica intracraneana e infarto arterial cerebral. 
EL EP ocurre con mayor frecuencia en deficiencia de PS (53%) y las recurrencias 
se presentan en el 77% de los casos de déficit de PC y 70% por PS. (44,45) La 
deficiencia hereditaria de PS permanece asintomática en el 68% de los casos; la 
trombosis por esta causa es moderada y recurrente; aparece por primera vez 
alrededor de los 22 años de edad y en el 94% de los casos antes de los 30 años 
de edad. 
 
 
Mutación del gen de la protrombina (factor IIa 20210A) 
La protrombina es el precursor de la trombina, el efector final de la cascada de la 
coagulación que conduce a la formación de fibrina. La protrombina es una enzima 
clave en el equilibrio entre procoagulación y anticoagulación porque promueve la 
coagulación por retroalimentación positiva y también promueve la anticoagulación 
 24
mediante la activación de la vía de la proteína C. Se ha descritouna variante 
genética del gen de la protrombina asociada con un aumento del riesgo de 
trombosis. Esta mutación está localizada en la región 3´-no codificante (3´UTR) de 
este gen y consiste en la sustitución del nucleótido G por el nucleótido A en la 
posición 20210. 
 
La prevalencia de la mutación del gen de la protrombina 20210A se ha encontrado 
de 6-7% entre pacientes consecutivos no seleccionados con trombosis venosa 
profunda; aproximadamente 1 y 2% entre personas sanas y 18% en una serie 
pacientes seleccionados con historia familiar y personal de haber presentado 
eventos trombóticos. El estado heterocigoto de la mutación, está asociado con un 
incremento de 2.8 veces más de padecer trombosis venosa. No se conoce mucho 
sobre el estado homocigoto. (46) Un estudio realizado en Uruguay en el 2000, de 
series de casos describe desde el punto de vista clínico y paraclínico los primeros 
dos casos diagnosticados de portadores de la mutación en el FV o en el FII.(47) 
 
Deficiencia congénita de la antitrombina III (AT-III) 
La antitrombina III (AT-III) fué descrita por Brinkhous en 1939. Es una alfa-2-
globina compuesta por 432 aminoácidos e inactiva a la trombina y a otras 
proteasas, incluyendo a los factores IXa, Xa, XIa, XIIa, y calicreína. 
 
La deficiencia de AT-III fue descrita en 1965 por Egeberg al estudiar una familia 
noruega con problemas tromboembólicos recurrentes. (48) Hoy en día se sabe que 
la prevalencia de esta anormalidad congénita es de 1 en 5,000. Los individuos que 
presentan deficiencias de antitrombina III son generalmente heterocigotos con 
niveles de 40 y 70%. Los eventos trombóticos ocurren durante la segunda década 
de la vida generalmente asociado a cirugía, trauma o embarazo. El riesgo de 
embolismo pulmonar (EP) es de 24% durante el periodo postoperatorio. (49) 
 
 
 25
 
Aumento del factor VIII plasmático 
El factor VIII de la fase fluida de la hemostasia es una proteína clave para el buen 
funcionamiento del sistema de coagulación. El papel real del FVIII plasmático 
elevado como factor de riesgo de trombosis se desconoce aún, existen numerosas 
evidencias recientes que apoyan el hecho de que esta elevación se traduce en un 
factor de riesgo independiente, (50) aunque mas fuerte para trombosis venosa que 
arterial. 
 
El FVIII tiene como función esencial activar al FX funcionando como cofactor de 
una enzima, el FIX activado (FIXa), en presencia de fosfolípidos y calcio, formando 
el complejo X-asa y permitiendo la activación del FX. El FVIII comparte algunas 
semejanzas funcionales y estructurales con el FV y con la ceruloplasmina. Son 
proteínas muy parecidas genéticamente, estructuralmente y funcionalmente. 
Ambos son cofactores inestables, son activados por la trombina y los inactiva la 
proteína C activada. Dada las semejanzas entre FV y FVIII y con base a la 
evidencia actual acerca de la importancia de las alteraciones del FV la generación 
de trombofília, de suponerse que las anormalidades de este último pudieran 
reproducirse, al menos parcialmente, en el FVIII condicionando nuevos tipos de 
trombofília. 
 
La asociación de trombosis y FVIII plasmático elevado apuntan a una 
predisposición genética relacionada con un defecto en la síntesis de FVIII que 
incrementan su concentración y/o modificaciones postraduccionales que inducen 
una mayor actividad del factor o con una disminución de su depuración. 
 
En 1992 Brant John T realiza una revisión de la literatura, donde se analizó la 
evidencia existente acerca del FVIII asociado a trombosis y se concluyó que, en 
tanto se establece completamente la importancia real del factor como causa de 
trombosis, en todo paciente con riesgo de trombosis debe cuantificarse su 
 26
concentración. (51) En un estudio más reciente sugiere que la cuantificación del 
FVIII debe realizarse en forma rutinaria en pacientes en quienes se investiga 
trombofilia. 
 
Se ha descrito por Lensing Anthonie W.A y colaboradores en 1999, que el 
incremento en la concentración de FVIII en pacientes con trombosis venosa 
profunda es de 10 a 15%, mientras que en la población general llega hasta 6 a 
8%. (52) En cambio Rosendaal FR en el 2000 encontró una prevalencia de 11% en 
la población general del 16% en pacientes con riesgo para trombosis. (53) 
 
Un punto importante que debe considerarse siempre es el probable impacto de la 
suma de factores de riesgo trombofílico en un paciente determinado. Se ha 
sugerido que el incremento en el FVIII plasmático podría también sumarse a otros 
factores y potenciar su efecto trombogénico (ejemplo: portadores de la mutación 
Leiden del FV y elevación de FVIII aumenta el riesgo de trombosis). 
 
Hiperhomocisteinemia 
La elevación de la homocisteina plasmática, se asocia a trombosis arterial y 
venosa. El incremento de sus niveles causa alteraciones de la coagulación, 
posiblemente modificando la adhesión plaquetaria, aumento de los metabolismos 
del ácido araquidónico plaquetario o por afección directa del endotelio; incremento 
de los factores V y XII, inhibe la expresión de la trombomodulina y la activación de 
la proteína C. También aumenta la expresión del factor tisular y disminuye la 
expresión de heparánsulfato endotelial. Los niveles de homocisteina son 
influenciados por la cantidad de folato y vitamina B ingeridos en dieta, así como la 
presencia de la enzima metil-tetrahidrofolato-reductasa (MTHFR). Una mutación 
genética en esta enzima es la causa hereditaria más común de niveles elevados 
de homocisteina. 
 
 
 27
El efecto coagulante de la homocisteina se relaciona con el producto de su 
oxidación, liberando radicales libres que producen daño endotelial y activación de 
plaquetas y leucocitos. (54) Por lo tanto la hiperhomocisteinemia afecta los 
mecanismos anticoagulantes naturales del organismo produciendo un estado 
trombofílico facilitando también ateroesclerosis prematura. (55) 
 
La frecuencia de los heterocigotos para la mutación en el gen de la enzima 
MTHFR implicada en la hiperhomocisteinemia se ha descrito de 0 a 1.4% en 
afroamericanos y en más del 15% de los europeos, población del medio oriente y 
en japoneses. Los heterocigotos han sido estimados en un 30% y 40% de la 
población caucásica y cerca del 10% para homocigotos. 
 
En México en los últimos años el grupo de trabajo de Ruiz-Argüelles y 
colaboradores analizaron algunas de las características del sistema hemostático 
de los mestizos mexicanos con trombofilia, encontrando diferentes anormalidades 
en varios de los mecanismos anti-trombótico naturales.56,57 En casi todos los 
pacientes estudiados encontraron que se precisa de la asociación sincrónica de 
varias condiciones tombofílicas para que se presente un episodio vaso-oclusivo. 
Se analizó de manera prospectiva, a lo largo de 70 meses los marcadores 
trombofilicos en un grupo de 100 pacientes mestizos mexicanos consecutivos 
referidos por médicos de diferentes partes del país quienes además de haber 
sufrido un episodio vaso-oclusivo tenían por lo menos un marcador clínico 
asociado con un estado hipercoagulable primario estudiando también una posible 
asociación estadística entre los mismos. Se excluyeron los individuos con otras 
enfermedades malignas, embarazo, puerperio, anticonceptivos orales u otras 
asociadas con trombofilia secundaria. Los resultados mostraron 71/100 mestizo 
fueron mujeres. 6% de los pacientes con algún marcador de trombofilia no se 
encontró ninguna anormalidad en los estudios realizados.58 Se identificaron 67 
pacientes de la mutación C677T del gen MTHFR (18 homocigotos, 20 
masculinos), el fenotipo de la RCPa en 20 pacientes el cual se ha encontrado en 
 28
estudios previos por este mismo grupo de trabajo hasta el 20% de los mestizos 
mexicanos trombofilicos, (59) y la mutación tipo Leiden del gen del factor V se 
encontró en 13 pacientes; sin embargo en México la mayoría de los casos no 
están asociadosa la mutación tipo Leiden del gen del FV, en 11 la mutación 
20210A del gen de la protrombina, 7 deficiencia de PC, 6 de PS en 1 paciente 
deficiencia de antitrombina III. En un estudio previo ellos además de buscar la 
mutación Leiden, Cambridge, Hong Kong y Liverpool del gen del facto V, 
investigaron el haplotipo HR2 del mismo gen, y encontramos que ninguna de estas 
mutaciones genéticas se asoció al fenotipo RPCa en mestizos mexicanos 
trombofilicos. (60) 
 
En nuestro país se han realizado algunos estudios para intentar establecer la 
causalidad entre enfermedad tromboembólica venosa y trombofília Sin embargo 
no existen estudios pediátricos realizados en la población mexicana. Aunque se ha 
tratado de encontrar factores de riesgo en la población adulta. En cuanto al 
tratamiento aun existe mucha controversia ya que no existe literatura suficiente 
para sustentar un tratamiento adecuado en la población pediátrica y lo que hasta 
hoy se ha realizado es en transpolar las guías de tratamiento en pacientes adultos 
a la población infantil; muchas veces sin éxito. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 29
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 30
OBJETIVO GENERAL 
Identificar los factores de riesgo más frecuentemente asociados a trombosis 
venosa profunda en pacientes pediátricos. 
 
ESTRATEGIA DE BUSQUEDA 
Se procedió a recoger la información presente en los centros de documentación e 
información bibliográfica utilizando la base de datos en Internet: Pubmed, Lilacs, 
Artemisa, Imbiomed, utilizando las palabras claves: Deep Venous trombosis in 
childhood 
Se limitó a humanos y a la edad pediátrica, idioma inglés y español. Los artículos 
se clasificaron de acuerdo al nivel de evidencia. 
 
MATERIAL Y METODOS 
Diseño. 
Tipo de Estudio: Revisión cualitativa de la bibliografía. 
 
Criterios de selección 
Criterios de inclusión. 
Se incluirán artículos cuyo diseño metodológico sea cohorte, revisión sistemática. 
Realizados en niños (0 a 18 años). Sin limitación por tiempo o idioma. 
Medidas de impacto 
Primaria: los artículos que se incluirán deben reportar los factores de riesgo: 
catéter venoso central, deficiencia congénita de proteínas anticoagulantes 
naturales como antitrombina III, proteína C, proteína S, plasminógeno, factor V 
Leiden, mutación del gen de la protrombina 20210 y trombosis venosa profunda. 
Secundarias: 
Determinación de niveles de anticoagulantes naturales, FV, FVIII, FIX, estudios de 
gabinete (Ultrasonido –doppler, venografía) 
 
 
 
 31
Criterios de exclusión. 
Se excluirán aquellos artículos en los que la población estudiada incluya adultos o 
adultos mayores y no se puedan separar los datos de la población pediátrica de 
interés. 
 
METODOS: 
Métodos de Revisión: 
Se realizo cribaje del título y resumen de cada cita identificada con la estrategia de 
búsqueda, para valorar si era elegible. Se obtuvo el texto completo de cada 
estudio posiblemente elegible y se tradujeron los estudios cuando fué necesario. 
Se evaluó cada artículo de forma independiente para determinar si el estudio era 
elegible incluyendo los criterios de selección por dos revisores. 
 
Descripción de los estudios: 
Se buscó con las palabras claves: Deep Venous trombosis in childhood y se 
delimitó a solo humanos y edades de 0 a 18 años. Se encontraron en Pubmed, 
276 artículos de solo trombosis venosa profunda, al limitarlo quedaron solo 22 
artículos. No se encontraron artículos en Lilacs, Artemisa, Imbiomed. 
 
Tipos de Medidas de Resultados: 
Se incluyeron todos los artículos que cumplieron los criterios de inclusión 
señalados en este documento sobre factores de riesgo asociados a trombosis. 
Artículos incluidos: Journeycake(i), Male C(ii), Raffini LJ(iii), Maz-Korhölz 
(iv),Massicote MP(v), Jones T(vi), Schumacher G(vii), Hammerer I(viii), Berkum Y(ix), 
Levy DM(x), Hayem G(xi), Vossen CY(xii), Mansilha A(xiii), Coppens M(xiv), Brouwer 
JL(xv), Bank I(xvi), Procare Group (xvii), Tormene D(xviii), Simioni(xix), 
Margaglione(xx), Lawson(xxi), Marks SD(xxii). 
 
 
 
 
 32
Estudios Excluídos: 
Se excluyeron aquellos artículos que eran: Reportes publicados en adultos, en 
animales y revisiones. Artículos excluidos: Bazjar L(xxiii), Conter C(xxiv), Emmerich 
J(xxv), Godoy JMxxvi, Goldenberg(xxvii) NA, Langlois NJ(xxviii), Locht H(xxix), Revel-Vilk 
S(xxx), Steiner M(xxxi), Worly JM(xxxii). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 33
RESULTADOS 
 
En el presente trabajo se realizó una búsqueda sistematizada de la literatura en la 
cual 22 artículos cumplieron los criterios de selección. 
 
 Estos estudios incluyeron un total de 24,164 pacientes. 
 
No existió desacuerdo con la inclusión/exclusión de los artículos, la evaluación de 
la calidad o la extracción de los datos. Los datos disponibles se agruparon y 
analizaron como se presenta a continuación. 
 
Los años de publicación incluyen del año1979 al 2006. 
 
Se determinó la distribución de los artículos estudiados según el país de origen. 
(Anexo 2) 
 
Se clasificaron los artículos de acuerdo a las causas de trombosis. (Anexo 2) 
 
En nuestra revisión, la TEV se encontró asociada a catéter venoso central, 
trombofilia y cáncer en 5 artículos, con 877 sujetos estudiados y de estos 306 con 
el factor de riesgo (35%). El cateterismo cardíaco se reportó en solo 2 artículos, 
(1121 sujetos), con trombosis venosa en solo 0.5% (54 sujetos). Los factores 
inmunológicos estuvieron reportados en 3 artículos, con 290 sujetos de los cuales 
39 pacientes (13%) tuvieron el factor. La trombofilia no tuvo alta incidencia como 
se reporta en estudios previos. 
 
La colocación de catéter venoso central fue el factor de riesgo más 
frecuentemente asociado. Journeycake y colaboradores en el 2006,(61) reportaron 
en un estudio retrospectivo de 287 pacientes diagnosticados con cáncer mas 
CVC en el cuál 21 (7%) se diagnosticó TVP relacionada a catéter de los cuales 
solo 5 presentaron síntomas específicos; 19 de estos 21 pacientes tenían historia 
 34
previa de oclusión de catéter y 10 de estos 19 presentaron infección. Para los 
pacientes con infección y oclusión el factor de riesgo fue de 6.4 veces mayor 
(p<<0.001). 
 
 Male C, (62) en 2003 estudio 85 pacientes pediátricos con LAL que recibieron L- 
asparaginasa en inducción que además tenían CVC para determinar si existía 
asociación entre la localización e inserción del CVC: se encontró que 34% tuvieron 
TVP; 97% se localizó en el sistema venoso superior. Reportando además que la 
inserción percutánea en la vena subclavia tiene un incremento en la incidencia 
(54%) de TVP más que cualquier otra combinación. Mauz Körholz C, (64) en el 
2000, estudio la presencia de factores protrombóticos en pacientes con LAL 
tratados con L asparaginasa en inducción encontró 2.7% de deficiencia proteína C 
tipo I y deficiencia de proteína S 0.9% y antitrombina 0%. 
Massicote MP, (65) en 1998 reporta en 244 pacientes con TVP y presencia de 
CVC localizado en el sistema venoso superior una asociación del 100%; y como 
causa de mortalidad del 3.7% y de morbilidad del 15.9%. Además una incidencia 
relacionada con catéter de 3.5 x 10,000 admisiones hospitalarias. La recurrencia 
se presentó en 6.5% de los niños y el síndrome postflebítico en 9.5%. 
 
Raffini(63) en el mismo año en Estados Unidos estudió a 120 pacientes con 133 
episodios deTEV aguda con historia de CVC en un grupo heterogéneo de 
patologías (fibrosis quistica, malignidad, enfermedades cardiacas, enfermedad de 
células falciformes, LES, etc) además se investigó si eran portadores de alguna 
trombofilia.11 presentaban antecedentes de TEV previo. 19 tuvieron trombosis 
recurrente durante el periodo de seguimiento, siendo la prevalencia del 15.8%. 
6/19 pacientes con trombosis tenían fibrosis quística y 5/6 estaban colonizados por 
B. cepácea. Los catéteres venosos centrales se asociaron más a la trombosis de 
los pacientes con fibrosis quística. 10% fueron heterocigotos para mutación de FV 
Leiden. 
La incidencia de TEV en pacientes con daño del cordón espinal secundario a 
traumatismo fueron analizado por Jones y colaboradores, (66) en 2005, incluyendo 
 35
16,240 pacientes durante un periodo de 11 años. Para todos los casos el periodo 
de incidencia de TEV fue 4.8% durante el ingreso hospitalario, 5.4% dentro de los 
primeros 91 días de estancia y 6% un año después de la hospitalización. La 
incidencia de TEV dentro de los primeros 91 días de hospitalización fue 
mayormente significativa hombres (p<0.001), solo de 181 niños (1.1%) de 13 
años de edad fueron diagnosticados con TEV en este grupo. Los factores 
predictivos fueron la edad, sexo para afroamericanos con paraplejia completa vs. 
tetraplejia. Una edad menor a 14 años fue predictiva para no desarrollar TVP. 
 
En dos estudios en pacientes pediátricos con antecedentes de cateterismo 
cardíaco Schumacher G (67) en su estudio que duro 11 meses, evaluaron las 
complicaciones que ocurrieron durante las siguientes 24hrs. posteriores al 
procedimiento invasivo, que durante 462 cateterizaciones realizadas en 421 
pacientes, los que presentaron complicaciones fueron el 18.2% estas 
complicaciones no fueron letales y fueron las siguientes: arritmias (6.5%) acidosis 
(6.1%) problemas de cateterismo cardiaco arterial y venoso (39% y 0.4% 
respectivamente) pérdida sanguíneas (1.5%). En cambio Hammerer, (68) reportó 
oclusión arterial después de 175 cateterizaciones (17.1%), pero 29 de estas 
posterior a arteriotomias (32.9%) y solo una después de 87 cateterismos arteriales 
percutáneos. 
 
Tres estudios relacionados con TEV y enfermedades inmunológicas fueron 
reportados en nuestra revisión: el primero realizado en Israel por Berkum (69), 
donde se estudiaron niños con manifestaciones clínicas y de laboratorio de SAAF 
que no tenían enfermedad inmune previa y aquellos que no cumplían criterios para 
SAAF pero con manifestaciones clínicas persistente y criterios de laboratorio 
evaluando la influencia de trombofilia hereditaria, 6 de 28 pacientes estudiados 
presentaron un desorden autoinmune de base, el 32.1% se presentó TVP como 
manifestación inicial de SAAF. 70.4% tenían anticuerpos anticardiolipinas 
positivas, 96% anticoagulante lúpico y 72.7% anticuerpos antiβ2-glicoproteína. En 
un 53.3% la trombofilia hereditaria se presentó como un solo evento de SAAF. 
 36
Levy, (70) en el 2003 estudio149 pacientes pediátricos con eventos 
tromboembólicos, LES y SAAF, con profilaxis trombófilica encontrando 21% de 
TEV en los pacientes que tenían ACL positivo, estos eventos fueron trombosis 
venosa cerebral en 9 pacientes, eventos cerebrovascular arterial en 3, TEV en 4 y 
otros 3. La edad promedio del paciente en el primer evento fue de 15.1 años. La 
anticoagulación de larga duración fue prescrita en el 62% de los pacientes. En un 
paciente se identificó ser heterocigoto para el FV Leiden y otro para la mutación de 
la protrombina y otro para MTHFR. 
Hayem, (71) en el 2001 estudió a pacientes con TEV, anticuerpos antiOxLDL con 
hallazgos clínicos y biológicos de SAAF secundario (SAAF II) y su asociación con 
LES. Se encontraron elevación de los niveles de anticuerpos antiOxLDL en 
pacientes con SAAF II en el 39%. Al examinar la correlación entre la elevación de 
antiOxLDL y las manifestaciones clínicas de SAAF II mostró que el anticuerpo 
antiOxLDL está elevado más comúnmente en pacientes con LES e historia de 
TVP que sin ella (p<0.01), pero sin relación con trombosis arterial (p>0.05). 
 
En cuanto a los casos de trombofilia por factores hereditarios, Vossen CY, (72) en 
el 2005 estudio el riesgo del primer evento TEV en portadores para un defecto 
trombofílico y encontró que 26 de 575 (4.5%) pacientes portadores asintomáticos 
experimentaron su primer evento de TVP o EP durante el seguimiento de 7años 
(una media de 5.7 años) comparado con 7 de 1118(0.6%) controles. El 58% de los 
casos de trombosis ocurrió espontáneamente en los portadores y el 43% en los 
controles. Entre los individuos con trombofilia, el riesgo anual del primer evento fue 
de 0.8% y la incidencia más alta fue asociada a deficiencia de antitrombina (1.7%) 
y la más baja a alteraciones del FV Leiden (0.1%). 
Mansilha A y colaboradores, (73) en el 2005 en una muestra de 87 pacientes con 
TVP y antecedentes de trombofilia hereditaria (mutación del FV Leiden, FII 
20210A, MTHFR C677T) encontraron que no hay relación del polimorfismo 
genético y el riego de TEV recurrente (p = 0.5l, 0.62, 0.58 respectivamente). 
 
 37
Con respecto al TEV y portadores de la mutación del gen de la protrombina 
20210A en el 2006 Coppens, (74) reporta los resultados del primer estudio 
prospectivo observacional en familiares de primer grado de pacientes con 
trombosis venosa o ateroesclerosis prematura en los portadores de la mutación 
del gen de la protrombina 20210 A. En este estudio se incluyeron 464 
pacientes; 236 eran portadores (230 heterocigotos), 4 pacientes con eventos 
tromboembólicos y 11 eventos cardiovasculares arteriales (ninguno ocurrió en 
homocigotos). La incidencia anual para el primer evento de TVP fue de 0.37% 
para portadores y 0.12% para no portadores. Para el primer evento cardiovascular 
arterial, la incidencia anual fue de 0.56% para portadores y para no portadores 
0.73%. Los pacientes con recurrencia de trombosis tenían una edad promedio de 
14.8 años. 
 
En el 2005 Brouwer JL, (75) en un estudio de 2 cohortes de 424 pacientes con 
deficiencia de proteína S en cohorte 1 con 39/156 pacientes con deficiencia 
familiar tipo I y en la corte 2 con 81/268 pacientes con deficiencia tipo III. La corte 
1 reportó una incidencia anual de TVP fue de 1.47 y 0.17 por 100 personas año 
en parientes con y sin deficiencia de proteína tipo I respectivamente. La corte 2 no 
demostró diferencia en la incidencia anual de TVP (0.27 en parientes con 
deficiencia tipo III vs. 0.24 en parientes sin deficiencia). Los pacientes con 
deficiencia de proteína S tienen un riesgo de 30% y no se considera factor de 
riesgo para tromboembolismo arterial. 
 
Bank I, (76) en ese mismo año en 584 pacientes con parientes de primer grado con 
niveles altos de FVIII: C, ateroesclerosis prematura y TEV; encontró que 40% 
tenían elevados los niveles de factor VIII: C. La incidencia anual de primer 
episodio fue de 0.34% de familiares de primer grado de pacientes con niveles 
elevados de FVII: C y 0.13% en quienes tenían niveles normales. La incidencia 
anual absoluta en el grupo de pacientes jóvenes con niveles elevados del 
complejo factor VIII fue de 0.16%. 
 38
El Grupo Procare, (77) en el 2003 estudio de 140 pacientes con TVP recurrente y 
mutación del FV Leiden tanto homocigotos como heterocigotos en un periodo de 
seguimiento de 4.5 y 4.15 años respectivamente y uso profiláctico de 
anticoagulación. 108 resultaron heterocigotos La incidencia de recurrencia fue 
mayor en homocigotos en 5.7/100 pacientes año. Los homocigotos tienen mayor 
riesgo de recurrencia (RR 1.8; CI 95% 1.0 a 6.17). 
En Italia se realizaron 3 estudios e en el 2002 y 1 en el 2001, el primero reportado 
por Tormene, (78) quien estudió 143 pacientes asintomáticos portadores y no de un 
defecto protrombótico de 63 familias con alguno de estos defectos que tenían 
diagnósticode TEV y que recibieron tratamiento antitrombótico. 56.6% pacientes 
se descubrieron como portadores del defecto hereditario. 21 pacientes 
presentaron uno o más períodos de riesgo de trombosis. El defecto genético mas 
frecuente fue la mutación del FV Leiden en 41 pacientes (38 heterocigotos). No 
ocurrieron eventos espontáneos de TEV. La incidencia anual en portadores y no 
portadores fue del 0%. 
El segundo reporte lo realizó Simioni, (79) un estudio similar con pacientes con 
TEV y mutación del FV Leiden, se incluyeron 561 familias de 131 casos índices. 
En 313 se documentó ser portadores (299 heterocigotos) de la mutación. 8 
episodios de TEV ocurrieron en portadores asintomáticos, con una incidencia 
anual de 0.67%. El TEV ocurrió en pacientes con antecedentes de la mutación del 
FV Leiden comparada con los no portadores fue de 6.6. 
 El último reporte Italiano en esta revisión realizada por Magaglione, (80) en el 2001 
donde se incluyeron 1238 pacientes, 54.8% de los portadores de la mutación del 
FIIA o V presentaron trombosis en la pierna. Además el EP aislado no tuvo 
relevancia. Lawson, (81) en 1999 en pacientes con trombofilia congénita y TEV 
sintomático con factores de riesgo asociados e historia familiar de trombofilia 
donde se incluyeron 30 niños con episodios TEV. 27 tenían uno o más factores de 
riesgo durante el evento de TEV. 16 de sus familiares de 7 niños se investigaron 
para trombofilia. 1/16 familiares tenía deficiencia de antitrombina III. 3/12 sin 
historia de trombofilia se confirmó mutación del FV Leiden. 
 
 39
En cuanto a la TEV en la edad neonatal se reportó una revisión en Canadá por 
Marks, (82) en el 2005 en 43 pacientes neonatales con condiciones clínicas y 
factores de riesgo y predisponentes con presencia de trombofilia y trombosis de la 
vena renal (TVR) detectado por ultrasonido renal. 7 con historia de catéter venoso 
umbilical y TVR en vena cava inferior. 56% la TVR fue unilateral.74% se asociaba 
a 2 o más eventos. 56% se presentó como falla renal. 43% presentaban anomalía 
protrombótica. 18% deficiencia de proteína C y S. 
 
 
 
 
 40
DISCUSIÓN 
Los estados trombofílicos consisten en un grupo de trastornos clínicos asociados 
con un aumento del riesgo de fenómenos tromboembólicos, los individuos 
afectados tienen mayor tendencia para el desarrollo de trombosis en relación al 
resto de la población general (¡Error! Marcador no definido.). Es un fenómeno complejo ya 
que es multifactorial comprendiendo causas adquiridas y hereditarias¡Error! Marcador 
no definido. que juegan un papel en la evolución, morbilidad y mortalidad de quienes 
la padecen, pudiéndose presentar en cualquier grupo de edad y ambos sexos. 
Para un adecuado abordaje de esta entidad es necesario establecer cuáles son 
los factores de riesgo más frecuentemente relacionados a TEV y sobre todo en la 
edad pediátrica. De este modo se determinaron los factores de riesgo específicos 
incluyendo la presencia de catéter venoso central (CVC), anticuerpos 
antifosfolipidos, cáncer, trastornos, trauma, inmovilización, historia familiar de 
estados trombóticos. 
 
Se analizaron a profundidad 22 artículos que cumplieron los criterios de selección. 
Con un margen amplio de período de publicación y con datos actualizados (1979 - 
2006); Se incluyeron un total de 24,164 pacientes, lo que nos permite tener un 
buen nivel de evidencia. 
 
 Los países en donde se realizaron estos estudios fueron en su mayoría 
anglosajones y europeos. En los datos publicados por autores Mexicanos 
encontramos que se realizaron estudios principalmente en la población 
adulta.¡Error! Marcador no definido.,¡Error! Marcador no definido.,¡Error! Marcador no definido., 
necesitando establecer los factores de riesgo para la población pediátrica. 
 
Se evidenció predominio de la información publicada sobre TVE asociado a 
trombofilia en pacientes pediátricos con un total de 10 artículos y el resto por 
causas de tipo adquirido. (Tabla 2). SIn embargo evaluando en particular los casos 
de trombosis en niños encontramos que la causa principal o los factores de riesgo 
principales son los de tipo adquirido, específicamente asociada a catéter. 
 41
En los estudios analizados en los que se encontró relación con TEV asociada a 
uso de CVC, la mayor parte de los pacientes afectados tenían como patología de 
base un tipo de cáncer y dentro de estos, los que evolucionaban con oclusión de 
catéter o infección son los que presentan mayor riesgo de esta complicación. 
 
Reportes de estudios específicos de la población con cáncer, determinan la 
asociación de TVP y uso de catéteres junto a la administración de L- 
asparaginasa, la cual es conocida como causa de trombosis adquirida como 
complicación. En donde se determinó la relación con el sitio de aplicación del 
catéter, encontrando la mayor incidencia de TVP y en sistema venoso superior, 
(62) lo que muestra que existe alto riesgo de trombosis en este grupo de pacientes 
y deben ser vigilados rigurosamente ya que no puede evitarse por completo el 
uso de catéter central debido a la necesidad de administrar quimioterapia por 
largos periodos y que además proporciona beneficios importantes para el 
paciente. En estudio de Massicote y colaboradores reporta una asociación del 
100% en 244 pacientes un porcentaje elevado en comparación con estudios 
previos. 
Laszlo Bajzar en el 2006 en una revisión de la literatura encontró una incidencia 
del 7.3 a 44% de TEV en todos los tipos de cáncer.(45) El estudio realizado por 
Male y colaboradores muestra una incidencia mayor comparado con un estudio 
previo realizado por Beck en 1998 reportando una incidencia del 18.3%, con 
mayor riesgo en los primeros cuatro días posterior a su colocación en especial con 
cáncer23.El tercer reporte realizado por Mauz-Körholz en el 2000 (64)) estudiaron 
los factores de riesgo protrombóticos en 141 pacientes con LAL tratados con el 
protocolo de inducción COALL-92 y BFM-97 en asociación con L-asparaginasa y 
E. colli, encontraron que el 10% tratados con el protocolo BFM sufrieron trombosis 
durante la inducción a la remisión comparado con 2.1% utilizando el protocolo 
COALL. No encontraron diferencia en la tasa de prevalencia de factores de riesgo 
protrombóticos en ambos protocolos de estudio, resultados muy diferentes 
reportados previamente por Blom y colaboradores donde reportan que los 
 42
portadores de la mutación del FV Leiden y cáncer tienen 12 veces más riesgo 
comparado con los pacientes sin cáncer y sin mutación. (32) 
 
Se encontró otra asociación de TEV y catéter en los pacientes con fibrosis 
quística, (63) en los cuales se enfatizó las causas infecciosas características de 
estos pacientes como factor predisponentes para TEV. 
 
Los estudios en niños que hacen referencia que a TEV y el uso de cateterismo 
cardiaco Schumacher G (67) en su serie de 421 pacientes reporto 
complicaciones de trombosis y Hammerer (68) en 175 cateterizaciones reportó 
oclusión arterial en el 17% con mayor riesgo en arteriotomías. 
 
La trombofília hereditaria hace referencia a trastornos genéticos que condicionan 
trombosis con características epidemiológicas y clínicas individuales en la que se 
incluyen la deficiencia congénita de proteínas anticoagulantes naturales como 
antitrombina III, proteína C, proteína S, plasminógeno, factor V Leiden, mutación 
del gen de la protrombina 20210 etc (.¡Error! Marcador no definido.,¡Error! Marcador no 
definido.,¡Error! Marcador no definido.) Se conoce que los individuos afectados presentan 
características generales: inicio en edad temprana, recurrencia frecuente, historia 
familiar positiva, localización inusual de la trombosis, resistencia al tratamiento con 
heparina, trombosis inexplicada por factores de riesgo conocido y trombosis en 
individuos menores de 45 años, además se considera una entidad 
multifactorial.(¡Error! Marcadorno definido.) 
Coppens, reportó la asociación entre los familiares de primer grado portadores de 
la mutación del gen de la protrombina 20210 A con la presencia de TEV y/o 
ateroesclerosis prematura. (74) Además encontrando que la mayoría eran 
heterocigotos para esta mutación y la trombosis se localizó a nivel cardiovascular. 
En un reporte previo realizado por Simioni y colaboradores en 1997 reportan un 
incremento de 2.8 veces más de padecer trombosis asociado a un estado 
heterocigoto y se conoce poco sobre el estado homocigoto, (¡Error! Marcador no definido.) 
 43
por lo que es necesario la realización de más estudios prospectivos para conocer 
el comportamiento de este factor de riesgo. 
 
En estudio de pacientes con SAAF como manifestación inicial de trombofilia 
hereditaria por Berkum en una población de 28 pacientes reportaron que una 
tercera parte debuto como TVP y que en la mitad de los casos presentaban como 
factor agregado una trombofilia hereditaria debutaron como un SAAF de 
presentación única y no en los casos de recurrencia. 
En el estudio de Levy de pacientes pediátricos de eventos tromboembólicos mas 
LES se reportó que los pacientes con ACL positivo presenta alto riesgo para 
desarrollar eventos tromboembólicos, por lo que debemos considerar necesario el 
uso de terapia anticoagulante prolongada después de un primer evento de 
tromboembolia no antes de este. 
En cambio Hayem realizó un estudio tratando de encontrar relación de la 
trombosis los pacientes con SAAF II y ac antiOxLDL encontrando que se 
relaciona la TEV mayormente a los pacientes con LES y aumento del ac 
antiOxLDL. 
Vossen en su revisión encontró que los eventos de TVP o EP fueron mayores en 
un 4.5% en portadores comparado con controles, siendo desencadenados de 
forma espontánea. El factor de riesgo hereditario más frecuentemente reportado 
fue la deficiencia de antitrombina III. 
En el estudio realizado por Mansilha, en pacientes con algún factor de riesgo 
hereditario no encontraron asociación con la presencia o ausencia de polimorfismo 
genético, lo cuál orienta que no existe mayor predisposición por ningún factor de 
riesgo hereditario en particular en las personas jóvenes con trombofilia congénita. 
 
Coppens encontró que la incidencia para el primer evento de TVP o evento 
cardiovascular arterial en portadores asintomáticos es baja, pero es recomendable 
realizar controles clínicos solo a los familiares de primer grado de los portadores 
de la mutación 20210 A ya que la implicación clínica es limitada. 
 
 44
Brouwer el 2005 en su estudio de 2 cohortes en portadores de deficiencia de 
proteína S tipo I y III, encontró fuertemente ligada a TVP a la deficiencia de 
proteína S predominantemente la tipo I. 
 
Bank en el 2005, encontraron que los pacientes con incremento del FVIII: C, 
aterosclerosis prematura y en sus familiares de primer grado tienen mayor riesgo 
de TEV. Encontrando además que el incremento de 10U/dl del FVIII: C. El 
porcentaje de elevación del FVII: C (40%) es alta en este reporte en comparación 
con dos estudios previos, el primero en 1999(¡Error! Marcador no definido.) donde 
encontraron una elevación del 10 a 15% y Rossendaal en el 2000 reportó 16% de 
incremento en los niveles en pacientes con riesgo para trombosis. (¡Error! Marcador no 
definido.) 
 
El grupo Procare reportó que el riesgo de trombosis es mayor en homocigotos 
para la mutación del FV Leiden, por lo que al detectar este grupo de riesgo esta 
indicado recibir la anticoagulación profiláctica. Tormene no encontró diferencia 
significativa en portadores y no portadores de la mutación del FV Leiden y se 
descubrieron 41 de 143 pacientes portadores del defecto la mayoría heterocigotos. 
(38/41). Simioni reportó un riesgo relativo para TEV en portadores de la mutación 
comparado con los no portadores de 6.6 (IC 95%, 1.1 a 39.8) y Magaglione 
encontró que el 54.8% de pacientes portadores de la mutación FV Leiden o FIIA 
presentaron TEV en pierna. 
 
El estudio de la TVP en la edad neonatal fue estudiado por Marks en el cual 
encontró que la mayoría de eventos de trombosis venosa fue renal y de 
localización unilateral, encontrando asociación con anormalidades protrombóticas, 
las más frecuentes deficiencias de proteína C y S. 
 
 
 45
CONCLUSIONES: 
1. Los eventos de trombosis venosa profunda son poco frecuentes en la edad 
pediátrica. 
 
2. Los factores de riesgo mayormente asociado a trombosis venosa profunda 
son los de tipo adquiridos. 
 
3. El factor de riesgo de tipo adquirido que se asocia principalmente a 
trombosis venosa en niños es el uso prolongado de catéteres venosos 
centrales. 
 
4. Existe asociación entre el uso de catéter central e infección lo que 
condiciona oclusión en el sitio inserción del catéter y la aparición de 
trombosis. 
 
5. Pacientes sometidos a cateterismo cardiaco tienen alto riesgo de presentar 
tromboembolismo agudo; pero comparado con los casos de 
tromboembolismo secundario al uso prolongado de catéter venoso central 
su incidencia es menor. 
 
6. Existe evidencia que un factor de riesgo protrombotico aislado no 
predispone por si solo a trombosis, sino que deben existir relación con otros 
factores de riesgo considerándose una enfermedad multigénica y 
multifactorial. 
 
7. Se necesitan más de tres o cuatro factores de riesgo antes de que ocurra la 
trombosis en adultos jóvenes y niños a diferencia de los adultos. 
 
8. El riesgo trombótico en niños sanos o en aquellos portadores asintomáticos 
de un defecto trombofílico identificado es muy bajo, por lo que no se 
justifica la realización de estudios en pacientes con defectos heredados. 
 46
 
9. En pacientes pediátricos portadores sintomáticos de la mutación del FV 
Leiden no esta justifica el uso de terapia anticoagulante principalmente 
debido a la baja incidencia de tromboembolismo. 
 
10. Los pacientes que presenten una enfermedad tromboembolica deberán 
practicarse pruebas de laboratorio para trombofilia hereditaria, ya que 
pudieran ser portadores de un defecto heredaditario y esto ayudaría a 
prevenir futuros eventos valorando el uso de terapia anticoagulante 
individualizando a cada paciente 
 
11. Pacientes pediátricos con una enfermedad autoinmune principalmente LES 
y presencia de anticoagulante lúpico tienen alto riesgo para desarrollar 
trombosis. Deberá considerarse el uso de anticoagulación en estos casos. 
 
12. Los pacientes con cáncer principalmente LAL y trombofilia tienen riesgo de 
presentar trombosis dependiendo del régimen de quimioterapia utilizado. 
 
13. Se requieren estudios multicéntricos que nos ayuden a conocer la 
prevalencia de los factores de riesgo y la presencia de condicionantes 
asociadas en nuestra población pediátrica, así como la realización de 
estudios que justifiquen el uso profilaxis anticoagulante en pacientes que 
tienen un catéter venoso central. 
 
 
 
 
 
 47
VIII.1 Referencias bibliográficas 
1 Martínez Murillo C, Quintana González S, Gaminio Gómez E, Gutiérrez Romero 
M..Trombosis y factores de riesgo trombótico En Mario Gutiérrez Romero Síndromes 
Hematológicos. Editorial Prado 2006 México 429-460 
1 Walter ID Greaves M, Preston Fe. Investigation and management of inheritable 
trombophia Br J Haematol 2001; 13; 512-28 
1 Maureen Andrew, MD. Edemiology of venous thromboembolic event in “Tromboembolic 
complications during infancy and childhood”. Edition 2000 .B.C Decker Inc, Hamilton 
London. 
1 Michéle David, MD and Maureen Andrew, MD. Venous thromboembolic complications 
in children The Journal of pediatrics September 1993;123:3: 337-346. 
1 Mark H. Meissner, MD, Michael T. Caps, MD, Deep venous thrombosis and superficial 
venous reflux. J Vasc Surg 2000; 32:48-56. 
1 Crowther Mark A, Kelton John G. MD. Congenital Thrombophilic States Associated with 
Venous Thrombosis: A Qualitative Overview and Proposed

Continuar navegando