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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA CATÁLOGO DE SISMICIDAD LOCAL PARA LA CUENCA DE MÉXICO T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: MAESTRO EN CIENCIAS p r e s e n t a: Marcos Roberto Chavacán Ávila Tutor: M. en C. Javier Lermo Samaniego 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. O Captain! my Captain! Our fearful trip is done; The ship has weathered every rack, the prize we sought is won; The port is near, the bells I hear, the people all exulting, While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring. But O heart! heart! heart! O the bleeding drops of red! Where on the deck my Captain lies, Fallen cold and dead. “O Captain! my Captain!” Fragment. Walt Whitman. 1865. Dedicatory To mom, granny and auntie: Our fearful trip is done… This was all for you and I just keep wishing you were all here this time to enjoy. To Luz, my little sister: Who was there for me all time and became my reason when all reason was gone. To my aunt, Ma. de los Ángeles: Thanks for the help and advises. Sorry for the distance. Now, I think it’s finally paying off. To my aunt Norma, who was there for me in my most desperate hour. Thanks for being there and for the advises. Now I know I will never stop learning. To my beloved cousins: Gely, Goya, Stefano and Reno; my uncle Enrique and my little niece Azul. For being a family for me and a shelter during the tempest. To Paola Palafox, Andrés Castro, Luisa Castillo and all their families (too many to mention for I don’t want to skip anyone). Thanks for receiving me in your homes and for all the moral support. To my dear friends: Argelia Dominguez, Claudia Romero, Edgar Chimal, Gerardo Rivas, Alma Martínez and Jorge Soto; Thank you for being the best friends anyone could wish, and for helping me remember there’s also an outside world. To the Band, my good friends Rúl, Humberto, Indy, Arturo, Caro, Jacques, Chucho, Gus and Huico. I’m proud of being your friend. Life would not be the same without you. To my friends Miriam, Ivette, Edith, Claudia, Sugey, Jocelin, Elizabetta, Lety, Paty, Rebeca, Yolo, Duly, Antonieta, Ena, Chío, Daniela, Lizbeth, Nancy, and Nad: each one of you taught me a lot. Life is richer thanks to you. To my friends Bruno, Benjamín Gutiérrez, Didier, Luigi, Giuseppe, Ximenita, Mireille, Kalakita, Almejita, Ampa, and all the Ilusas Team. Life would not be as fun without you. And to all who helped me in any way to arrive at this point. Thank you very much. Agradecimientos A la Universidad Nacional Autónoma de México, mi Alma Mater, institución modelo que me brindó la oportunidad de crecer en todos los aspectos. Sin ella, nada de esto habría sido posible. Al Instituto de Ingeniería de la UNAM, especialmente a la Coordinación de Ingeniería Sismológica, en donde comencé en estos caminos de la sismología y se me apoyó en todo. Al Instituto de Geofísica de la UNAM, en donde cursé las asignaturas de esta maestría que estoy ahora terminando. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el apoyo económico para realizar mis estudios. Al Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras de la UNAM, en cuyas aulas pude complementar mi formación durante mi tiempo como estudiante de posgrado. A todos mis sinodales por los valiosos comentarios que sirvieron para mejorar el presente trabajo, particularmente agradezco a la Dra. Xyoli Pérez Campos por la revisión tan cuidadosa que le dedicó a mi trabajo. A todos los responsables de mantener en operación las redes sismológicas y acelerográficas cuyos datos permitieron la elaboración de esta tesis. A mis queridos maestros, quienes fueron un gran apoyo para mí en las diferentes etapas que pasé durante este periodo de estudios de posgrado, sobre todo en los momentos difíciles: (en riguroso orden cronológico) Marlene, Arturo Licona, Jane, Arturo Salinas, Marlen Alva, Esther, Graciela, Tania Bonatti, Tania Ortiz y Adriana. A todos mis compañeros de la coordinación, especialmente a Benjamín, Moisés y Daniel por su apoyo en cuestiones de cómputo. Y finalmente a mi asesor por la paciencia y por haberme permitido terminar la tesis. Agradecimientos A la Universidad Nacional Autónoma de México, mi Alma Mater, institución modelo que me brindó la oportunidad de crecer en todos los aspectos. Sin ella, nada de esto habría sido posible. Al Instituto de Ingeniería de la UNAM, especialmente a la Coordinación de Ingeniería Sismológica, en donde comencé en estos caminos de la sismología y se me apoyó en todo. Al Instituto de Geofísica de la UNAM, en donde cursé las asignaturas de esta maestría que estoy ahora terminando. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el apoyo económico para realizar mis estudios. Al Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras de la UNAM, en cuyas aulas pude complementar mi formación durante mi tiempo como estudiante de posgrado. A todos mis sinodales por los valiosos comentarios que sirvieron para mejorar el presente trabajo, particularmente agradezco a la Dra. Xyoli Pérez Campos por la revisión tan cuidadosa que le dedicó a mi trabajo. A todos los responsables de mantener en operación las redes sismológicas y acelerográficas cuyos datos permitieron la elaboración de esta tesis. A mis queridos maestros, quienes fueron un gran apoyo para mí en las diferentes etapas que pasé durante este periodo de estudios de posgrado, sobre todo en los momentos difíciles: (en riguroso orden cronológico) Marlene, Arturo Licona, Jane, Arturo Salinas, Marlen Alva, Esther, Graciela, Tania Bonatti, Tania Ortiz y Adriana. A todos mis compañeros de la coordinación, especialmente a Benjamín, Moisés y Daniel por su apoyo en cuestiones de cómputo. Y finalmente a mi asesor por haberme dejado terminar la tesis. CONTENIDO RESUMEN INTRODUCCIÓN 3 Generalidades y Justificación 3 Objetivo 7 Localización del Área en Estudio 7 Metodología 7 Marco Geológico Regional y Local 7 Características de la Sismicidad 14 DATOS SÍSMICOS 24 Selección de los eventos 24 Zonas sismogénicas 32 Mecanismos focales 55 ANÁLISIS DE LA ATENUACIÓN Y PARÁMETROS DE FUENTE 67 Parámetro de atenuación espectral kappa 67 Factor de calidad Q 81 Parámetros de fuente 86 Análisis de las magnitudes 99 DISCUSIÓN DE RESULTADOS 105 Catálogo de Sismicidad y Zonas Sismogénicas 105 Mecanismos Focales y Situación Tectónica 106 Parámetro Kappa 111 Coda Q 111 Parámetros de Fuente 113 Magnitudes 116 CONCLUSIONES 117 REFERENCIAS 118 APÉNDICE A Estaciones utilizadas 126 APÉNDICE B Catálogo de Bravo 132 APÉNDICE C Marco teórico 138 APÉNDICE D Escalas de magnitud para la CM 151 RESUMEN Se conformó el catálogo de sismicidad local para la Cuenca de México (CM) con 218 sismos (magnitudes entre 0.8 y 4.4; profundidades entre0.2 y 34.7 km para los eventos recopilados y 0.1 y 19.5 km para los eventos localizados en este estudio). Al analizar la distribución epicentral de estos sismos, se zonificó la CM en once zonas de sismicidad recurrente que corresponden a tres direcciones de estados de esfuerzos: la primera al sur, con un eje T orientado en una dirección NS; la segunda al poniente, con el eje T orientado en una dirección EW, y finalmente, al norte, centro y nororiente, con el eje T casi SW. Los mecanismos focales coinciden con estos esfuerzos y con estructuras geológicas ya documentadas. Diecisiete eventos del catálogo fueron registrados por instrumentos sismológicos digitales en la Ciudad de México y permitieron obtener por primera vez parámetros de fuente: frecuencia de esquina, momento sísmico, radio de ruptura, caída de esfuerzos, magnitud de momento, energía liberada, aceleración máxima y el parámetro de atenuación kappa, encontrando que su valor cambia con la zona geotécnica en donde se registra el evento. Se determinó también la función Q(f) [Q(f)=(72±5)f0.83±0.05]. Con estos parámetros de atenuación se utilizó un modelo de fuente de Brune para generar espectros teóricos los cuales ajustan a los observados con un coeficiente de correlación promedio de 0.892. Se realizó también un análisis de las magnitudes asignadas a los eventos del catálogo, encontrando que la escala de magnitud de coda actualmente en uso para sismos locales (Havskov y Macías, 1983) es adecuada para este tipo de eventos. CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN I.1. Generalidades y Justificación No es necesario enfatizar la importancia de la evaluación tanto del peligro como del riesgo sísmico sobre todo para una ciudad como la capital mexicana. El hecho ineludible de que la Ciudad de México se encuentra sujeta a los efectos de diversas zonas sismogénicas acentúa por sí mismo este problema que enfrentan sus habitantes y que deben solventar los profesionales responsables de construir la infraestructura capitalina. Esta evaluación es un tema muy extenso y casi imposible de ser resuelto de forma aislada, precisándose, más bien, abordarse de manera multidisciplinaria. La complejidad del problema se comprende mejor al recordar la definición de peligro sísmico, el cual se entiende como “la medida de la frecuencia de ocurrencia de sismos con cierta intensidad, en tanto que riesgo sísmico implica medidas de los daños que con cierta frecuencia pueden presentarse en una estructura” (Ordaz, 1997). En ese mismo trabajo, el Dr. Ordaz menciona la información que se requiere saber para estimar el riesgo sísmico que enfrenta una estructura en un sitio: 1) Ubicación de los temblores potencialmente dañinos 2) Frecuencia de ocurrencia 3) Distribución de sus tamaños1 4) Intensidad en el sitio en cuestión para un sismo de magnitud y posición conocidas 5) Daños que producirá en estructuras con diseño conocido Observando esta lista de datos, se sigue que los primeros cuatro puntos son de la competencia de la sismología, en tanto que el último lo es de la ingeniería civil. Además se desprende que primero se debe conocer el peligro sísmico para luego conocer el riesgo. Por otro lado es conveniente recordar la ubicación de la República Mexicana en una zona de alta sismicidad a nivel global. La actividad sísmica más frecuente (y de hecho la que origina sismos de mayor magnitud) tiene lugar en la costa del Pacífico. Esto no es casual, dado que se trata de un límite convergente de placas tectónicas. Este límite, o zona de subducción, abarca desde las costas de Jalisco hasta la frontera con Guatemala y ha generado la mayor parte de los sismos sentidos con más intensidad en la Ciudad de México (Suárez y Jiménez, 1987), siendo por tal causa, el objetivo de la mayoría de los estudios enfocados a la evaluación del peligro sísmico en la capital. Sin embargo, la costa del pacífico no es la única zona sismogénica que afecta a la Ciudad de México. La otrora Ciudad de los Palacios está situada dentro de la Cuenca de México (CM) y 1 El término tamaño es generalmente usado para designar algún parámetro geofísico (i.e. magnitud, momento) que cuantifique qué tan grande es un sismo determinado y no sus efectos (Nava, 1994). Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México la sismicidad que afecta a esta última fue clasificada por Rosenblueth et al. (1987) en cuatro zonas sísmicas diferentes, de cuya descripción en dicho trabajo se presenta una síntesis a continuación: - La zona de subducción de la placa de Cocos (Figura I.1). Los terremotos generados en ella son los que han tenido las más severas consecuencias para el valle de México. La magnitud máxima registrada desde 1800 ha sido Mw=8.4, correspondiente al temblor de Jalisco de 1932. Los sismos que se originan frente a las costas de Guerrero y Michoacán han tenido sistemáticamente magnitudes menores a la citada. Un análisis de las zonas que son susceptibles de romperse en un solo gran evento indica que el temblor más violento que es razonable esperar que se presente en la brecha de Guerrero, al W de Acapulco, tendrá una magnitud de momento Mw=8.2 y una distancia epicentral en promedio de 250 km a la CM. - La parte de la placa Norteamericana nombrada Acambay en la figura I.1, llamada así en referencia al sismo ocurrido en 1912, de Mw = 7.0 (Urbina y Camacho,1913). Las fallas que producen estos sismos obedecen principalmente a dos fenómenos: el desplazamiento de esta placa con respecto a las oceánicas y la flexión inducida por la fricción de las placas oceánicas cuando llegan a gran profundidad. Los eventos que mayormente pueden afectar a la CM se producen en las intersecciones de las fallas principales o cerca del extremo de fallas cuya longitud ha estado creciendo. El candidato más peligroso (pues es, de hecho, el lugar donde se originó el sismo de 1912 sin producir sismos significativos desde entonces) es la terminación oriental de las dos fallas que definen el graben de Acambay, estructura geológica que se encuentra a 80 km de la CM. - La zona llamada Normal en la figura I.1(izquierda), la cual abarca la parte interior de la placa de Cocos. Las magnitudes observadas decrecen con la distancia a la zona de subducción. Esto es porque la tensión inducida en la placa por el arrastre crece junto con la cercanía a la zona de subducción. El temblor más desfavorable tendría Mw=6.5 y una distancia epicentral de 80 km. - La zona denominada Local comprende la propia CM y en ella se producen temblores debido a la existencia de sistemas de fallas en la provincia geológica conocida como Cinturón Volcánico Mexicano. Los principales sistemas de fallas que cruzan la CM (Figura I.1, derecha) son esencialmente en tres direcciones: NE, SE y E. Aún cuando el mayor sismo reportado sea de Mc=3.7 (Rodríguez et al., 1984), en este trabajo decidieron definir como el de mayor peligrosidad un sismo de magnitud ML= 4.7 y distancia epicentral de 11 km a la CM. Si bien ya es sabido que la zona sismogénica Local no genera sismos de tamaño significativo debemos recordar que así como el peligro está asociado a la magnitud (o al momento, o a otra 3 Introducción medida del tamaño) del sismo, el riesgo está más bien asociado a la intensidad2, esto es, a los efectos que un sismo produce en un lugar determinado, en general distinto al de su origen (Nava, 1994). Es por ello que aunque los sismos de mayor magnitud no ocurran en la zona sísmica Local, los eventos locales podrían llegar a generar intensidades dañinas, sobre todo en lugares cercanos al epicentro. También se debe notar que el efecto de sitio observado al producirse un sismo regional es diferente al observado por un evento local, puesto que son diferentes sus contenidos de frecuencias. Esto significa que las construcciones serán afectadas demanera muy diversa por causa de uno u otro sismo. Otra consideración es que cualquier intento de caracterizar la sismicidad de una región dada, ya sea para analizar la tectónica o para evaluar el riesgo sísmico, tiene que hacer uso de un registro de información relativa a la ocurrencia pasada de sismos en la zona de interés, así como en sus alrededores. Esta información se adquiere gracias a la existencia de catálogos de sismicidad, los cuales son una lista de epicentros, profundidad, tamaño y en el caso de servir como base de estudio de riesgo, incluirán datos sobre los daños u otros efectos (Zúñiga, et al., 2000). Así, como primer paso en la evaluación del peligro, la existencia y confiabilidad de un catálogo resultan una necesidad primaria para la realización de tal estudio. Los dos párrafos anteriores condensan las dos razones específicas que motivan la realización del presente trabajo. En efecto, mejorar el conocimiento de la totalidad de las zonas sismogénicas y contar con un catálogo completo de cada una de ellas, conducirá a una mejor evaluación del peligro sísmico y por consiguiente, del riesgo para la Ciudad de México. 4 Figura I.1. (Izquierda) Zonas sismogénicas que afectan a la CM, según Rosenblueth, et al. (1987). La zona llamada Subducción indica la zona donde se originan los temblores producidos en este límite convergente de placas; la zona llamada Normal indica la zona donde se generan temblores de profundidad intermedia, asociados a rompimientos de la placa de Cocos ya subducida; la zona Acambay indica la región de la placa de Norteamérica donde se originan temblores, haciendo referencia al sismo de Acambay ocurrido en 1912 (Urbina y Camacho, 1913); y finalmente, la zona llamada Local hace referencia a los temblores ocurridos en la Cuenca. (Derecha). Direcciones de los principales sistemas de fallas en la CM (Rosenblueth, et al. 1987). A: esencialmente en dirección NE; B: esencialmente en dirección SE y C: esencialmente en dirección E. 2 La escala más usada en el continente americano es la de Mercalli Modificada y se puede consultar, por ejemplo, en Espíndola y Jiménez (1984). Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México Figura I.2. Arriba: Ubicación del Cinturón Volcánico Mexicano (CVM) con respecto a las placas tectónicas de Rivera, de Cocos y Norteamericana, así su posición dentro de la geografía nacional. En verde se muestra el límite de la CM Los triángulos representan los volcanes activos del CVM. Abajo: Detalle del recuadro mostrando la CM y su entorno geomorfológico más notable (Modificada de Santoyo, et al., 2005). 1: Sierra de las Cruces- Monte Alto; 2: Sierra de Tepotzotlán; 3: Sierra de Tezontlalpan; 4: Sierra de Pachuca; 5: Sierra de Singuilucan; 6: Sierra Nevada-Río Frío; 7: Sierra del Chichinautzin; 8: Sierra Patlachique; 9: Cerro Chiconautla; 10: Sierra de Guadalupe; 11: Sierra de las Pitayas; 12: Sierra de Sta. Catarina y 13: Sierra Calpulalpan. También se muestran con líneas punteadas, las direcciones de fallas predominantes mostradas en la figura anterior. I.2. Objetivo 5 Introducción El objetivo de este trabajo es contribuir al conocimiento de la zona sismogénica Local, estableciendo su catálogo de sismicidad, primer paso para una mejor evaluación del peligro sísmico, y esperando que éste pueda servir como herramienta en futuros estudios de riesgo para un sitio dado dentro de la Cuenca de México. I.3. Localización del Área en Estudio La Cuenca de México se localiza en la porción centro-oriental del Cinturón Volcánico Mexicano, compleja provincia geológica que atraviesa México casi por el centro de costa a costa (Figura I.2). Aproximadamente está delimitada por los paralelos 19º y 20º15´ de latitud Norte y por los meridianos 99º30´ y 98º15´ de longitud Oeste. I.4. Metodología El primer paso fue seleccionar los mejores registros sísmicos que se tenían para la zona de interés, a partir de una base de datos recopilada durante varios años por medio de diferentes redes sismológicas, principalmente la Red Sismotelemétrica del Valle de México (SISMEX) operada por el Instituto de Ingeniería de la UNAM (IdeI); la del Servicio Sismológico Nacional (SSN); la red del Valle de México (RSVM) operada por el Instituto de Geofísica de la UNAM y la red de monitoreo del Volcán Popocatepetl (CENAPRED), así como las redes acelerográficas del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, A.C. (CIRES) y del propio IdeI (Información más detallada sobre estas redes se presenta en el apéndice B y su distribución geográfica general se muestra en la figura II.1B). Se empleó el software de análisis sísmico llamado SEISAN, versión 8.1 (Havskov & Ottemöller, 2005) para localizar los eventos y estimar sus mecanismos simples y compuestos. Posteriormente se utilizó el software DEGTRA (del Dr. Mario Ordaz, IdI-UNAM) para cálculo de espectros de desplazamiento, velocidad y aceleración. Para el análisis de tales espectros y el cálculo de sus parámetros espectrales se programaron algoritmos en Visual Basic para ajustar los datos registrados al modelo de fuente propuesto por Brune (1970). Para esto se requirió hacer un análisis de la atenuación, calculando el parámetro de decaimiento espectral Kappa (Anderson y Hough, 1984) y el factor de calidad Q (ver apéndice A). De esa forma, siendo el momento sísmico uno de los parámetros calculados por los programas, se utilizaron esos valores para calcular la magnitud de momento para cada sismo. De igual manera se calcularon valores de magnitud de duración para los eventos, de tal forma de comparar estos dos datos y establecer una relación, para lo cual se usó el software de análisis estadístico llamado STATISTICA v.1997. I.5. Marco Geológico Regional y Local I.5.1. Cinturón Volcánico Mexicano El Cinturón Volcánico Mexicano (CVM) es un arco volcánico activo de 1200 km de largo (García-Palomo et al., 2000) que se desarrolla sobre la margen SW de la Placa Tectónica de Norteamérica como resultado de la subducción de las Placas de Rivera y de Cocos a lo largo de la llamada Trinchera de Acapulco, en la costa del pacífico mexicano (Figura I.2). Su origen ha sido tema de importantes trabajos (p.ej. Demant, 1978; Nixon et al., 1987; Mooser, 6 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México 1972, etc.) pues es “uno de los arcos volcánicos más complejos y variados de la región circum-pacífica” (Ferrari, 2000). Esta diversidad se refleja en características atípicas para un rasgo geológico de su naturaleza. La más evidente de ellas es la oblicuidad de las porciones central y oriental con respecto a la Trinchera, dado que de forma normal, como ocurre en su porción occidental, el frente volcánico debería ser paralelo a la Trinchera. Esta falta de paralelismo con respecto a la zona de subducción ha sido explicada al proponer que la placa cambia su ángulo de subducción conforme pasa por debajo del continente (Pardo y Suárez, 1993, 1995; Arzate et al., 1995). La presencia de algunos focos alcalinos confirman su complejidad y sugieren que en esta provincia volcánica han intervenido además, otros factores tectónicos (Morán-Zenteno, 1986). El vulcanismo en el CVM es pliopleistoceno, con la mayoría de la actividad volcánica ocurrida dentro de los últimos 2 millones de años (Demant, 1978, Nixon et al., 1987). No existe un consenso en cuanto a la fecha de inicio de la actividad volcánica (García-Palomo et al., 2002) y las edades varían entre las diferentes porciones en que se ha dividido al CVM. El rango de edades manejado en la literatura es de 8 a 30 millones de años (Allan, 1986; Gastil et al., 1979; Mooser et al., 1974). Algo que se ha reconocido es que la actividad volcánica se caracteriza por pulsos de mayor intensidad separados por periodos de actividad reducida (Ferrari, 2000). Por otro lado, la mayoríade los autores coinciden que el CVM está sometido a un régimen de esfuerzos tensionales principalmente en sus partes occidental y central, mientras que en la oriental casi no hay la influencia de estos esfuerzos distensivos (Suter et al., 2001). Hay numerosas fallas activas, entendiendo por falla activa aquélla que presenta evidencias (geológicas, históricas, geodésicas o geofísicas) de movimientos dentro del régimen tectónico actual (Slemmons and Mckinney, 1977). Suter et al. (2001) estudian la parte central del CVM y sostienen que la dirección de los esfuerzos extensivos es perpendicular al eje (i.e. aproximadamente Norte-Sur). Explican que este régimen se debe a dos razones principales: (1) el CVM en su parte central se está colapsando, como resultado de una compensación isostática provocada por su alta elevación y (2) la corteza es muy delgada (e.g., el espesor de la corteza en la parte central del CVM es de 30 a 40 km, mientras que en la parte oriental en donde no se aprecian la extensión cuaternaria, la corteza es de 40 a 50 km y la topografía promedio es mayor). I.5.2. La Cuenca de México en el entorno del CVM Al quedar establecida la complejidad del CVM, no es de extrañarse que la CM, al pertenecer geológicamente al dominio de esta provincia, presente rasgos igualmente complejos, desarrollados junto con gran parte de la historia del CVM y de la porción central de México. Recientemente, Santoyo et al. (2005) presentaron una interpretación de la compleja estructura que actualmente caracteriza el CVM. En dicho trabajo remite al lector a la época superior del periodo Jurásico, momento geológico en que comienza la apertura del Golfo de México provocada por un Rift. Este evento produce grandes esfuerzos a lo largo de una antigua geosutura, generándose a su vez fallamientos profundos. La geosutura es afectada además por vulcanismo extenso, produciendo a su vez un proto-cinturón volcánico y “quebrando” el centro de México. Los fracturamientos del Jurásico serán reactivados en la época del Mioceno 7 Introducción inferior por la cabalgadura de una masa cortical llamada masa de Oaxaca. En la época del Mioceno Superior se genera por fin el CVM debido a la subducción de la placa de Cocos. Así, Santoyo et al. (2005) concluyen que el CVM es una estructura compleja de arcos volcánicos Terciarios sobrepuestos a una corteza originalmente resquebrajada en el Jurásico. Esta teoría, si bien puede generar intensos debates, es un claro testimonio de que la CM y el CVM están unidos no sólo por su complejidad, sino también por su origen. I.5.3. Cuenca de México La Cuenca de México (CM) es una cuenca endorreica (cerrada) y pertenece a las planicies escalonadas (Lugo-Hubp, 1984) que forman parte del CVM; es, además, una extensa altiplanicie lacustre con altitud promedio de 2240 m.s.n.m. y se encuentra rodeada por sierras volcánicas y por abanicos y llanuras aluviales (Vázquez-Sánchez y Jaimes-Palomera, 1989). Los elementos morfológicos más importantes son sus límites naturales y algunos rasgos geológicos internos (Figura I.3). Entre ellos destacan la Sierra de las Cruces-Monte Alto (límite sudoccidental), la Sierra Nevada (límite sudoriental) y la Sierra del Chichinautzin (límite sur), siendo esta última frontera la que cerró la cuenca en el Cuaternario Superior, hace unos 600 000 años (Santoyo et al., 2005). I.5.3.1. Geología Local La columna estratigráfica estudiada en la CM puede resumirse en forma general identificando tres características principales en concordancia precisamente con las tres etapas de la historia geológica que registran: - Calizas generadas en el periodo Cretácico. - Predominantemente rocas volcánicas en el periodo Terciario, iniciando una intensa actividad volcánica. - Vulcanitas que marcan el final del vulcanismo intenso y el cierre de la cuenca, finalizando con depósitos aluviales y lacustres en el periodo Cuaternario. A continuación se presenta de forma resumida las características notables de los diferentes componentes de la columna, información tomada de Vázquez-Sánchez y Jaimes-Palomera (1989), estudio amplio sobre el tema en el cual se puede consultar a mayor detalle la geología de la CM. El resumen gráfico de la Geología de la cuenca se presenta en la figura I.4. I.5.3.1.1. Cretácico 8 La unidad estratigráfica más antigua reconocida es la Formación Xochicalco (Fries, 1960) y aflora únicamente en el límite sudoccidental de la CM. Es una secuencia de calizas calcilutíticas y calcilimolíticas. Se depositó durante el piso Aptiano (piso del Cretácico Inferior, 119 mA aproximadamente) y está cubierta discordantemente por la formación Morelos, también caliza. Esta última se encontró a profundidades de 2060 y 2160m en los pozos exploratorios Mixhuca-1 y Tulyehualco-1 (PEMEX, 1988). Las siguientes unidades Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México litoestratigráficas de este periodo son calizas de diferentes tipos, a continuación en orden geocronológico: - Formación Doctor - Formación Cuautla - Formación Mezcala I.5.3.1.2. Terciario Una intensa actividad volcánica en la CM inicia en este periodo, siendo el primer registro un intrusivo designado Granito Colotepec, seguido de depósitos continentales del Grupo Balsas, conglomerado compacto con matriz limolítica. A continuación se encuentran secuencias volcánicas conocidas como Rocas Volcánicas del Oligoceno Tardío-Mioceno Temprano, constituidas por tobas líticas, cristalinas y vítreas, brechas tobáceas y aglomerados. El registro de la actividad volcánica continúa con la aparición del grupo Pachuca (Geyne, 1956; Segerstrom, 1961), grupo volcánico que representa la actividad eruptiva desde el Oligoceno hasta el Plioceno. Las formaciones que constituyen la mayor parte del espesor del grupo y que tienen grandes afloramientos (Formación Pachuca, Formación Real del Monte, Santa Gertrudis y Vizcaína) consisten en sucesiones de derrames lávicos de composición andesítica y dacítica, interestratificados con brechas volcánicas y tobas. El resto del registro para el Terciario sigue siendo resultado de la actividad volcánica de este periodo, distribuyéndose por toda la cuenca: - Rocas Extrusivas del Mioceno Medio y Tardío: principalmente en los cerros del Elefante, el Judío, los Remedios, el Peñón de los Baños, la base de la Sierra de Guadalupe, de la Sierra de las Cruces, de la Sierra de Tepotzotlán, el cerro Patlachique y al norte de Texcoco. Según Damon (1981) estas extrusivas marcan el inicio de la actividad magmática del CVM. - Depósitos Volcánicos del Plioceno Temprano: Representan un segundo periodo de vulcanismo en el CVM. Localmente afloran en los flancos de las Sierras de las Cruces, Zempoala y Río Frío y en cerros a los lados de la Cuenca. - Formación Otomí: Aflora en lo que se conoce como Sierra de Monte Alto (hacia el norte de la cuenca) - Vulcanitas Máficas del Plioceno Tardío: al norte de la CM. - Formación las Cruces: Definida por Schaepfer (1968) como el conjunto de rocas volcánicas que forman las Sierras de las Cruces y Monte Alto. Forma el límite SW de la CM con una hilera de tres estratovolcanes orientados de NNW a SSE y dividen las cuencas de México y del Río Lerma. Este vulcanismo podría considerarse como representativo del Plioceno Tardío en la CM - Formación Zempoala: porción SW de la CM, tal vez contemporánea a la anterior. - Riolita Navajas - Depósitos Piroclásticos y Clásticos aluviales del Plioceno I.5.3.1.3 Cuaternario 9 Introducción Finalmente, en la secuencia para el Cuaternario queda de manifiesto el predominio en los últimos dos periodos geológicos de la actividad volcánica en la CM, para culminar con los depósitos lacustres, reminiscencia del majestuoso lago de Texcoco. - Formación Llano Grande: pleistoceno Temprano; aflora en la base NW de la Sierra Nevada y forma el volcán del mismo nombre, ancestro del Iztaccíhuatl.- Formación El Pino: Vulcanitas que forman los cerros de la Estrella, el Pino, Chimalhuacán, Chiconautla, Gordo y otros aislados, así como los campos volcánicos de tezontepec-Otumba. - Formación Tláloc: Coladas que forman parte de la Sierra de Río Frío. - Formación Iztaccíhuatl: rocas volcánicas del Iztaccíhuatl y el Nexpayantla (White, 1956) antecesor del volcán Popocatépetl. - Formación Popocatépetl: Estudiada por Carrasco (1985), esta formación edifica al volcán, mismo que fue conformado por cuatro principales secuencias eruptivas, comenzando hace 10 000 años y culminando hace 900 (Robin y Boudal, 1987). - Formación Chichinautzin: se localiza en la Sierra del mismo nombra (límite sur de la Cuenca aunque con afloramientos en toda la CM. - Depósitos aluviales: Afloran formando llanuras aluviales al norte y sur de la CM y se encuentran ampliamente distribuidos en el subsuelo de la porción meridional, rellenando amplios valles socavados en depósitos piroclásticos y clásticos del Plioceno y depresiones tectónicas como el graben de Chalco. Sus espesores máximos (aproximadamente 500m) se encuentran en el centro de las depresiones y se adelgazan hacia las márgenes de la llanura. En las zonas norte y sur, incluyen material poco consolidado (fragmentos con granulometría de grava), arena, limos y arcilla, conteniendo localmente marga, tierra diatomacea, toba, loess y travertino (Fries, 1962). En los pozos Roma-1, Mixhuca-1 y Tulyehualco-1 (PEMEX, 1987), a las profundidades de 74 a 300, 167 a 520 y 330 a 550m, respectivamente, se penetraron conglomerados y brechas con intercalaciones de arcillas, tobas e inclusive derrames basálticos y andesíticos en el pozo Mixhuca-1. - Depósitos lacustres: sedimentos clásticos y productos piroclásticos del volcán Popocatépetl y de la Sierra del Chichinautzin, los cuales se depositaron en un ambiente lacustre. Estos depósitos formaron una gran altiplanicie lacustre (altura promedio: 2 200msnm) desde Zumpango hasta Chalco y desde Texcoco hasta el cerro de Chapultepec (Figura I.5). Los espesores varían entre 30 y 300m, presentándose los mayores en los centros de las planicies de la Ciudad de México, de Texcoco y de Chalco, y disminuyen hacia sus márgenes. Bryan (1948) describe arcillas bentónicas y montmorilloniticas, con carbonato de calcio, diatomeas, ostrácodos e interestratificaciones de ceniza y pómez. 10 Figura I.4. Geología y morfología de la Cuenca (Santoyo et al., 2005). Simbología geológica usual. Para más detalle, consultar también Mooser et al. (1995). Introducción I.5.4. Tectónica y Sistemas de Fallas Alaniz-Álvarez y Nieto-Samaniego (2005) estudian las deformaciones en la parte central de México y concluyen que un lineamiento estructural, denominado Taxco-San Miguel de Allende por Demant (1978), y actualmente reconocido como Sistema de Fallas Taxco-San Miguel de Allende (SFTSMA), es un límite tectónico entre una zona de plataformas continentales y una de mayor batimetría, que cruza el CVM, siendo una discontinuidad cretácica que controló la localización del fallamiento cenozoico de rumbo N-S y NNW-SSE. (Ubicando estas direcciones, serían las representadas por la letra B en la figura I.1). Dentro de la CM hay por lo menos dos fallas importantes cuyas trazas presentan estas direcciones: La falla Chapultepec (Santoyo et al., 2005) y la falla Mixhuca (Figura I.4). Esta última fue estudiada por Pérez-Cruz (1988) utilizando sísmica de reflexión e información de pozos. Por otro lado, Alaniz-Álvarez y Nieto-Samaniego (2005) ubican en el Eoceno el inicio de este evento de deformación, acomodada principalmente por la Falla Mixhuca y concluyen además que hay evidencias de “una gran falla maestra, posterior al desplazamiento de la falla Mixhuca” al sur de la CM y de fallas orientadas EW en el Oligoceno-Mioceno. Este sistema de fallas ya fuera reconocido por Lermo et al. (1995) y denominado Sistema de Fallas La Pera (SFP). Se trata de un sistema de fallas EW que comienza en el Valle de Toluca y termina en los alrededores del volcán Popocatepetl (Lermo-Samaniego et al., 2006). Por último, desde el Mioceno se ha concentrado deformación extensional a lo largo del CVM, activando fallas normales del SFTSMA y fallas NE-SW en la región de Apan, Hidalgo (como por ejemplo, el Sistema de Fallas Apan Tlaloc, SFAT). Este último es un sistema de pilares y fosas tectónicas con rumbo NNE-SSW, controlado por la Zona de Cizalla Tenochtitilan, la cual es una estructura intracontinental con dicha orientación (Cserna et al., 1988). Por lo tanto, podemos decir entonces, que las direcciones principales de fallas en la CM, A,B y C de la figura I.1, están representadas por los sistemas SFAT, SFTSMA y SFP, respectivamente. Figura I.4. Falla Mixhuca, líneas de igual profundidad del basamento Mesozoico en la CM y secciones geológicas (Pérez-Cruz, 1988). Tomado de Alaniz-Álvarez y Nieto-Samaniego (2005). 13 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México I.6. Características de la Sismicidad Dado el complicado panorama que presenta la geología dentro de la CM no es de extrañarse que los orígenes de la sismicidad local no estén del todo claros, pues si bien es cierto la actividad sísmica es de esperarse en una zona con las características geológicas descritas en esta introducción, la génesis precisa de cada uno de los sismos locales no es siempre conocida con certeza. Otro factor que contribuye al desconocimiento del origen de la sismicidad es la falta de estudios sobre el tema, propiciada por la escasez de información sísmica. Hace tan solo 30 años la cobertura sismológica era muy pobre, auque se ha mejorado desde entonces y gradualmente se han ido recopilando registros. En un trabajo previo (Chavacán, 2003) ya se ha enfatizado la importancia del estudio de la sismicidad local y se describe brevemente parte de la historia de la instrumentación sismológica en la CM. Los sismos locales registrados regularmente tienen profundidades de menos de 20 km y magnitudes de coda menores a 4. Espacialmente, la sismicidad está distribuida a lo largo de toda la CM. En los estudios hechos al respecto se han propuesto diferentes fuentes sísmicas para explicar su origen, generalmente relacionadas con los rasgos geológicos cercanos. Estos trabajos se resumen a continuación, presentándose en orden cronológico. Figueroa (1971) es el primero en advertir sobre la alta actividad microsísmica en la CM y el primero en presentar una distribución epicentral (Figura I.5). Reporta una ocurrencia anual promedio de 1900 sismos entre los años de 1963 y 1968. Atribuye la ocurrencia de la sismicidad a las numerosas fallas geológicas que existen dentro de la CM y señala que los sismos son de periodo corto, generalmente con T (periodo) < 0.5 s y estima intensidades entre IIIº y VIº. Es interesante notar que desde este primer acercamiento al tema, las principales zonas sismogénicas ya pueden apreciarse. Existe una mayor densidad de epicentros en las zonas de la Sierra de las Cruces y Mixcoac e incluso reporta enjambres en ellas, además de que propone la existencia de dos fallas debido a la sismicidad asociada a dos de estos enjambres: una definida por 31 temblores en julio de 1950 y 9 temblores de septiembre de 1956 (Falla próxima a la presa de Mixcoac) y la otra por un enjambre de agosto de 1959 (Falla de Ayotuxco. Prince (1974) reporta una secuencia de 17 microsismos localizados al sur de la misma Ciudad de México, reportando intensidades entre IIIº y Vº. Desafortunadamente la escasa cobertura (cuatro estaciones sismológicas permanentes y nueve acelerógrafos de los cuales se dispararon sólo dos, en Ciudad Universitaria y en la Alberca Olímpica) impidió localizar de manera más precisa los sismos, pero se estimó que la zona epicentral estuvo a tan sólo cinco kilómetros al SW de Ciudad Universitaria sin poder calcular la profundidad. Es de notar que si bienlos sismos no presentaron intensidades significativas, las aceleraciones máximas estimadas (37 gales en promedio para las componentes horizontales) corresponden a valores que para sismos de mayor duración sí causarían daños en estructuras vulnerables. 14 Introducción Figura I.5. Primera distribución epicentral para la Cuenca de México (Figueroa, 1971). Nótese la mayor densidad de epicentros en la zonas poniente y surponiente de la ciudad. Havskov (1982) reporta un enjambre sísmico en la zona de Mixcoac ocurrido en febrero de 1981 (2.7 ≤ ML ≤ 3.2) y profundidades entre 0.7 y 1.2 km. Después del evento inicial se implementaron estaciones temporales para registrar los sismos subsecuentes. Los cinco eventos mayores del total registrado fueron analizados espectralmente. Las dos estaciones permanentes más cercanas que registraron los cinco eventos fueron la de Tacubaya y una cercana llamada ABC, operada por el IdI. Finalmente estima un mecanismo de falla normal (rumbo SE, echado casi vertical, ver figura I.12), proponiendo que los eventos pudieron ser causados por un régimen tensional EW cercano, asociado a la tectónica regional, aunque supone que el hundimiento del Valle podría causar una tensión similar que, si bien no originarían los sismos, los dispararían. Rodríguez et al. (1984) estudian la sismicidad en la Sierra del Chichinautzin, caracterizada por un evento principal, ocurrido el 2 de febrero de 1984, al que le fue asignada una magnitud de coda (Mc) de 3.7 y una intensidad hasta de grado VI (MM) en el poblado de Juchitepec. El evento fue localizado en las coordenadas 19.128º N y 98.872º W a una profundidad menor de 17 km. Una red local fue instalada en la zona epicentral, tres días después del sismo principal, la cual fue operada durante diez días, logrando localizar 39 réplicas, con magnitud de coda y profundidad promedio de dos (Mc) y seis kilómetros, respectivamente. La red local constaba 15 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México de sismómetros de periodo corto, cuatro analógicos con registro en papel ahumado y dos digitales, además de que se utilizaron datos de la estación de SISMEX el Pino (IIP), ya desaparecida, que constaba de un sismómetro vertical de periodo corto (T = 1 segundo) y de la estación Panteón (PAN), también del mismo periodo, operada por el Instituto de Geofísica. Ellos concluyen que el sismo principal fue originado en una convergencia de alineamientos geológicos WNW-ESE y NNE-SSW como prueba de actividad tectónica actual. Suárez y Jiménez (1987) describen la sismicidad en el Valle de México como eventos de corta duración que son sentidos como “una fuerte sacudida vertical casi instantánea, seguida por vibraciones rápidas de muy corta duración”. Asocian esta actividad a las “antiguas fallas que formaron la cuenca” y a la “intensa actividad volcánica que existe en el valle”. Para los sismos que describen, estiman magnitudes e intensidades (Figura I.6) y destacan como las zonas de mayor actividad a la poniente y a la sur, destacando en la primera, un sismo ocurrido el 29 de junio de 1952 sentido con intensidad de Vº en las colonias el Capulín, Belén de las Flores, las Palmas, Observatorio, Tacubaya y San Pedro de los Pinos y para el cual estiman una magnitud de 4. Bravo et al. (1988) estudian la sismicidad del Valle de México y recopilan un catálogo con eventos desde el cinco de abril de 1976 hasta el doce de marzo de 1987. Su catálogo reporta los parámetros: fecha, hora, segundos, latitud, longitud, profundidad, magnitud (coda), número de datos usados para la localización y RMS. Presentan también una distribución de epicentros, siendo aparentemente los primeros en clasificar espacialmente la sismicidad, separándola en once zonas sismogénicas que incluían además de la CM, el Valle de Toluca y Atlixco, Puebla (Figura I.7). Figura I.6. Sismicidad reportada por Suárez y Jiménez (1987). Las áreas sombreadas son las estimadas de máxima intensidad. El sismo rotulado como FEB-1984 es el reportado por Rodríguez, et al. (1985). Nótese el gran área de influencia que tuvo con una magnitud de Vº. 16 Introducción Figura I.7. Distribución epicentral de la sismicidad en la CM según Bravo et al. (1988). Clasifican los eventos en 11 zonas sismogénicas. Mota-Palomino, en Cserna et al. (1988), recopila un catálogo de 45 eventos ocurridos en la CM entre los años de 1952 y 1985, a partir de datos de los archivos del Servicio Sismológico Nacional (SSN). Su catálogo contiene fecha, hora (precisión al minuto), latitud, longitud, profundidad (para 20 eventos), ML (para 14 eventos) y zonas sismogénicas. Las zonas que menciona son: Tacubaya (2 sismos), Presa Mixcoac (1 sismo), Col. del Valle (3 sismos), Sta. Cruz Ayotuxco (1 sismo), Lomas de Chapultepec (2 sismos), Contadero (1 sismo), Acopilco (1 sismo), Col. Marte (1 sismo), Iztapalapa (1 sismo), San Miguel Chapultepec (1 sismo), Las Águilas 1 sismo), Coapa (1 sismo), Texcoco (14 sismos), Mixcoac (el temblor reportado por Prince (1974) y 6 de la secuencia reportada por Havskov (1982) ), San Jerónimo y Pedregal (1 sismo), Chimalistac (1 sismo), Santa Fe (1 sismo), Alta Vista-San Ángel (1 sismo), Col. Nápoles (1 sismo), Col. Observatorio (2 sismos). En ese mismo trabajo, presenta otro catálogo (98 sismos) de eventos que los autores consideran relacionados a una estructura regional de cizallamiento (Zona de Cizallamiento Tenoctitlán), cuya influencia tectónica controla a todas 17 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México las fallas superficiales que reportan dentro de la cuenca y así mismo genera la sismicidad de la CM tanto local como regional. El 18 de agosto de 1991 ocurrió un sismo de Mc =2.98 y prof=0.57 km (CENAPRED, 1991) originado en el poniente de la Cd. de México y registrado por 7 acelerógrafos operados por CENAPRED. En ese reporte se presentan espectros de aceleración y aceleraciones pico, siendo la máxima de 8 gales, para la componente EW de la estación de Coyoacán (pozo de 12 m, ver apéndice A). Un sismo importante por haber sido el evento del CVM mejor registrado en su momento ocurrió el 21 de enero de 1995 y fue reportado por UNAM & CENAPRED Seismology Group (1995). Este evento (Mc = 3.9) se localizó en las coordenadas 19.18º N y 98.97º W a una profundidad de 12.5 km y fue registrado por dos estaciones de banda ancha y diez estaciones de periodo corto, aprovechando las entonces recién instaladas redes del Valle de México y de monitoreo del volcán Popocatépetl. Su ocurrencia es atribuida a que en la zona (límite sur de la Sierra del Chichinautzin) existen esfuerzos de extensión dirigidos NS. Se calculó además un mecanismo focal (rumbo 106°, echado 63° y corrimiento –39°) y una magnitud de momento (Mw=3.3) la cual no es mencionada en las conclusiones ni en el resumen, probablemente por la gran diferencia entre ella y la Mc. Lermo et al. (1997) y Lermo et al. (2001) retoman el trabajo de Bravo et al. (1988) y realizan un análisis preliminar de la sismicidad en la CM y en las zonas aledañas. Con un conjunto mayor de datos gracias a la red poco antes instalada por CENAPRED y las mejoras en las redes permanentes del SSN y de SISMEX, presentan una zonificación más detalladas para la CM (Figura I.7), definiendo nueve fuera de la CM y ocho zonas sismogénicas dentro de ella, aunque no presentan un catálogo. En el segundo trabajo mencionado proponen una relación para la atenuación dependiente de la frecuencia, caracterizada por el factor de calidad Q, Q(f)= 59 f 0.9 . I.1 Las zonas sismogénicas interiores a la CM son: - Zonas i y ii: sismicidad en las estribaciones de las Sierras de las Cruces y el Ajusco. Reportan los trabajos previos y un sismo de 3.9 ocurrido el 19 de octubre de 1985 cerca de Tres Marías, así como otros dos, el 3 de julio de 1997 (magnitudes 2.3 y 2.7). - Zona iii: sismicidad en las estribaciones de la Sierrade Río Frío. Reportan los trabajos previos e informan que el enjambre sísmico de Texcoco registrado entre febrero y marzo de 1994, fue constituido por explosiones. - Zona iv: Peñón de los Baños. Reportan un evento de Mc=2.3 con profundidad de 3.7 km. - Zona v: Sierra de Guadalupe: Localizan seis eventos (el mayor con magnitud de 3) de un enjambre sísmico ocurrido el 27 de marzo de 1996 sentido con intensidades entre IV a Vº y otro de magnitud 2.1, el 8 de marzo de 1997. - Zona vi: subcuenca de Apan. Reportan que la actividad sísmica en esta zona se presenta en forma de enjambres. Se instaló una red temporal en ese lugar entre el 25 de febrero y el 2 de marzo de 1997, calculando un mecanismo compuesto para los 13 sismos localizados. 18 Introducción - Zona vii: llamada Juchitepec-Milpa Alta. Incluye la actividad reportada por Rodríguez et al. (1984) y la del sismo del 1995 (UNAM & CENAPRED Seismology Group, 1995), así como otros 12 sismos que localizan durante los años de 1993, 1995, 1996 y 1997. Delgadillo (2001) estudia 220 eventos de la CM y zonas cercanas ocurridos entre los años 1996 y 2000. Separa los agrupamientos principales de la sismicidad en seis zonas y elabora mecanismos focales compuestos para tres de ellas (Figura I.9). La primera región que considera (Región I: Juchitepec-Milpa Alta) es la de la Sierra del Chichinautzin, definiendo un rango de magnitudes de 1 a 2.6 Mc y profundidades de 5 a 15 km. La región II (Distrito Federal) comprende a todos los epicentros dentro de la capital del país; sus magnitudes van de 1.3 a 1.8 Mc con profundidades entre 0.5 a 15 km. Las demás regiones caen fuera de la CM (y una corresponde a la actividad del volcán Popocatépetl). Para las dos zonas descritas presenta mecanismos focales compuestos. Para la zona I estima un plano con rumbo de 215º (azimut) y 55º de buzamiento mientras que para la región II el plano es de 247º y 78.2º. El catálogo que presenta fecha, hora de origen, latitud, longitud, profundidad (y la incertidumbre para cada uno de los últimos tres parámetros), número de estaciones, RMS y magnitud (Coda). Figura I.8. Distribución epicentral de la sismicidad para la CM y zonas cercanas según Lermo et al. (1997). 19 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México Figura I.9. Distribución epicentral durante el periodo de 1996 al 2000, modificado de Delgadillo (2001). Se reasaltaron las dos zonas dentro de la CM, así como sus mecanismos focales. Rodríguez y Cuenca (2001) reportan dos sismos en la CM. El primero ocurrido el 14 de septiembre del 2001 (Mw=2.1), ocurrido en la zona estudiada por Havskov (1982) y el 15 de noviembre de 2001 (Mw =3.3), con coordenadas 19º 32.61’ y 99º 9.6’, en una zona en donde no hay antecedentes de sismicidad. Chavacán (2003) caracteriza la sismicidad de la Sierra del Chichinautzin, y presenta un catálogo en donde estima, además de los parámetros usuales, parámetros de fuente (momento, Mw, caída de esfuerzos, radio de ruptura y frecuencia de esquina) para los eventos mejor registrados. De acuerdo con la sismicidad observada, separó la sismicidad de la Sierra del Chichinautzin en tres zonas: Zempoala, Milpa Alta y Juchitepec (Figura I.10). La sismicidad fue asociada a fallas con rumbo aproximado EW y que habían sido identificadas en estudios geológicos previos. Los mecanismos compuestos calculados se presentan también en la figura. 20 Introducción Figura I.10. Zonificación sísmica para la Sierra del Chichinautzin (Chavacán, 2003). 1: Zona sismogénica de Juchitepec; 2: Zona sismogénica de Milpa Alta; 3: Zona sismogénica de Zempoala. Los mecanismos focales para las dos primeras son compuestos, mientras que el tercero es para el mejor evento. La sismicidad en Toluca se muestra para apreciar mejor el alineamiento casi EW. También se muestran las trazas de las fallas ident5ificadas por trabajos geológicos previos y a las cuales se asocia la sismicidad en las dos primeras zonas. Ortega et al. (2003) estudian la sismicidad de la parte central del CVM con el objetivo de estudiar la atenuación de las ondas S y Lg en un rango de frecuencias de 0.7 a 7 Hz, Ortega y Quintanar (2005) presentan una escala de magnitud local basados en el trabajo original de Richter (1935). En ambos casos la base del trabajo consiste en considerar que el espectro del movimiento de terreno puede ser definido como el resultado de los efectos de fuente, sitio y propagación, separando, de hecho, sus contribuciones, Y = Fuente(f) + Sitio(f) + D(r,f), I.2 donde f representa la frecuencia y r la distancia hipocentral. Fuente(f), Sitio(f) y D(r,f) son los términos que representan las contribuciones de la fuente, el sitio y la propagación, respectivamente. Precisamente, la parte más importante de ambos trabajos es la estimación del término de propagación, el cual agrupa los efectos de la propagación geométrica, la atenuación anelástica y por scattering (Q(f)). En Ortega et al. (2003) parametrizan D(r,f) de manera lineal siguiendo el trabajo de Anderson y Lei (1994) y de Harmsen (1997), de tal forma que ese término represente sus observaciones sin considerar ninguna suposición a priori de D(r,f). Finalmente llegan a Y(fc) = E(fc)+ Sitio(fc) + , I.3 ∑ = n i fcDirLi 0 )()( 21 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México donde Li(r) es una función interpoladora lineal; Di(fc) son valores de nodo tales que D(ri,fc)= Di(fc); n es el número de nodos para cada distancia, considerados al momento de parametrizar D(r,f) y determinados de acuerdo a la distribución de las observaciones con la distancia; E(fc) es llamado término de excitación y representa el nivel de movimiento a una distancia de referencia fijada en 40 km. Este término reemplaza al de fuente (Ecuación I.2) dado que se quiso enfatizar que los datos son observaciones de movimientos de terreno y en realidad se conoce poco de la fuente real. La ecuación matricial resultante de la ecuación I.3 fue resuelta por una regresión lineal minimizando el error y sujetándola a dos condiciones: D(r,fc) es forzado a ser cero en ciertos lugares de referencia y no existe efecto de sitio regional. Esta última suposición puede no ser válida pues diferentes trabajos (i.e. Singh et al. 1995; Cárdenas et al., 1997) han mostrado que existe un efecto regional en la parte central de México, sin embargo, los autores consideran que cualquier amplificación común para diferentes sitios será reflejada en el término de excitación. Al resolver la ecuación I.3 llegan a un modelo para estimar el movimiento del terreno. Como resultado alterno, ajustando iterativamente por prueba y error, Ortega et al. (2003) obtienen el mejor modelo para los parámetros de propagación geométrica , r - 1 0 < r ≤ 100 g(r) = r - 0.2 100 < r ≤ 150 I.4 r - 0.5 150 < r ≤ 300, atenuación por scattering Q(f) = 180 f -0.66, I.5 y un valor general del parámetro de decaimiento espectral (k0=0.04). Ortega y Quintanar (2005) parten de esta premisa para analizar la escala de magnitud local (ML) que utiliza el Servicio Sismológico Nacional. Teniendo los datos de movimiento del terreno, retoman la ecuación I.3 pero ahora el parámetro a modelar (Y) es la amplitud máxima del desplazamiento en un sismograma Wood-Anderson. Toman en cuenta las ecuaciones que definen la magnitud de Richter original (MR) y estiman una corrección por atenuación para la determinación de la magnitud local. La forma del término de propagación es determinada por sus datos y se relaciona con dicha corrección por medio del nivel de referencia que satisface a la definición de Richter. Se relocalizaron 318 eventos (datos de1996 a 2003) de los cuales 201 son dentro de la CM. Para este trabajo, los autores realizaron otra estimación de la propagación geométrica r – 0.5 0 < r ≤ 40r - 0.2 40 < r ≤ 60 g(r) = r – 1.0 60 < r ≤ 100 I.6 r - 1 100 < r ≤ 140 r - 0.2 140 < r ≤ 190 r - 0.5 190 < r ≤ 250 22 Introducción y de la atenuación por scattering (Ecuación I.7) Q(f) = 110 f -0.66. I.7 A partir de la expresión que encuentran para ML ML = log AmpWA + 0.48 log(r/100) + 0.0018 (r-100) + 3 – Sitio, I.8 donde AmpWA es la máxima amplitud en milímetros del sismograma de un Word-Anderson y Sitio es una corrección por estación, concluyen que los valores de magnitud de coda reportados en el Catálogo del SSN, están subvaluados (Figura 1.11), situación que será discutida en el cuerpo del presente estudio. . Figura 1.11. Comparación de la magnitud de duración de coda Mc reportada en el catálogo del SSN contra la magnitud local calculada por Ortega y Quintanar (2005). De acuerdo a sus resultados, la Mc del SSN está subvaluada con respecto a su ML 23 Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México 24 CAPÍTULO II DATOS SÍSMICOS Las redes sismológicas mencionadas en el apéndice B han registrado regularmente eventos producidos por la sismicidad local de la CM. Como se mencionó en el capítulo anterior, el complejo entorno geológico de la cuenca hace factible encontrar diferentes fuentes sismogénicas actuando para componer el conjunto de los sismos observados. Los diferentes autores que han tratado esta situación, han contribuido gradualmente a definir la distribución epicentral para la CM. El objetivo particular de esta parte del trabajo es establecer de forma clara las fuentes sismogénicas dentro de la CM, a partir de la revisión de los trabajos previos y del análisis de la sismicidad más reciente. II.1. Selección de los eventos El primer paso fue buscar los trabajos previos hechos sobre la sismicidad de la zona (ver I.6). Así, al identificar las fechas de los eventos, se buscaron los registros en las bases de datos de las redes sismológicas y acelerográficas cuya cobertura incluía a la CM (Apéndice A). Cuando no se encontraron registros, se recurrió a analizar la información original de cada reporte para evaluarla y tomar sólo datos confiables. Todos los trabajos fueron revisados cuidadosamente para señalar los datos que no pueden ser utilizados actualmente (i.e. porque tienen información incompleta, inexacta o incertidumbre significativa en la determinación de alguno de sus parámetros) y que por ello ya no fueron considerados en la presente recopilación (ver siguiente punto). Una vez conocidas las fechas se procedió a revisar las bases de datos de las redes disponibles. En algunos casos sí fue posible encontrar archivos digitales, por lo que se procedió a analizar los datos que se tenían. La información existente fue evaluada y en cada caso se procedió de diferente manera, explicando los detalles de cada evaluación en los siguientes puntos. II.1.1. Revisión de los primeros trabajos. A pesar del gran valor histórico del trabajo de Figueroa (1971), no fue posible considerar ninguno de los eventos que reporta. La razón es que no presenta datos de tiempo de origen, localizaciones hipocentrales ni de magnitudes. Su gran aportación es ser el primero en hacer notar la gran actividad sísmica local y su distribución epicentral, misma que de forma general, es válida y representa una buena aproximación de la observada actualmente. El segundo trabajo revisado fue el de Prince (1974). Las coordenadas focales son estimaciones y tampoco presenta magnitudes, aunque indica el tiempo de origen. De este trabajo se seleccionó el evento del 12 de julio de 1974 (Tabla II.1, evento identificado con la letra P) debido a que se encontraron dos registros en igual número de estaciones dentro de la base Datos Sísmicos 25 digital. La localización estimada se mantiene por no tener otra manera de localizarlo, pero sí se incluye el evento a fin de analizar los registros digitales. El siguiente estudio, elaborado por Havskov (1982), presenta parámetros de fuente para los sismos de la secuencia de temblores de Mixcoac, ocurrida entre el 4 y el 15 de febrero de 1981. Para este trabajo se seleccionaron todos los eventos que fueron presentados en el trabajo original (Tabla II.1, eventos identificados con la letra H). No se cuenta con los datos digitales para poder hacer una relocalización, no obstante la ubicación presentada en dicho trabajo es confiable dado que se incluyeron los errores en su localización. Havskov (1982) presenta parámetros focales: Fc, R, St y Mo, que fueron calculados considerando una Q=100, así como magnitudes de coda (Mc) y local (ML), mismas que conviene actualizar, considerando que su Mc fue estimada a partir de una expresión para el sur de California, (Real & Teng, 1973) mientras que su ML lo fue con una expresión estimada hace 26 años (Singh & Havskov, 1980). Con el dato de la duración de cada sismo, tomado de Havskov (1982), se calculará más adelante en este estudio un nuevo valor de magnitud para dichos eventos. No obstante, la columna M1 de la tabla II.1 reproduce la Mc reportada. El reporte de Rodríguez et al. (1984) fue ya analizado detalladamente en un trabajo previo (Chavacán, 2003). Toda la información fue recopilada y analizada, seleccionando los sismos que fueron registrados por lo menos en tres estaciones, para localizarlos de nuevo con un modelo de velocidades reciente y el sistema SEISAN. Los eventos son: el sismo principal (7 de febrero de 1984, Mc=3.7) y 20 réplicas (Tabla II.1, eventos identificados con la letra R). Al haber sido calculados recientemente sus parámetros focales y al ser conocido el proceso de su estimación, esos sismos se integran directamente al catálogo sin sufrir modificaciones. La forma en que fue recopilado el catálogo de Bravo et al. (1988) es explicada en el apéndice C. Se trata del primer catálogo elaborado de manera sistemática y cuyos datos de magnitud fueron homogeneizados, pues los autores propusieron una escala de magnitud de duración de coda. Debido a la calidad de su trabajo se incorporó al presente estudio la localización sísmica (epicentral e hipocentral) sin hacerle modificaciones. La magnitud, sin embargo, será revisada más adelante, pues se trata de una magnitud promedio elaborada a partir de una expresión calibrada para California (Apéndice B) aunque los valores asignados en el trabajo original, son reportados en la tabla II.1 (Columna M1). Fueron seleccionados 30 eventos (Tabla II.1, eventos identificados con la letra B) de los 50 que contiene el catálogo (Tabla B.2) pues entre los restantes, algunos no están ubicados dentro de la zona en estudio y otros ya habían sido incorporados a partir de los estudios previos (Havskov (1982) y Rodríguez et al. (1984), ver Apéndice B, punto B.2). Cabe mencionar que las profundidades calculadas por Bravo et al. (1988) para los eventos que habían sido reportados por Havskov (1982) son mayores, lo que amerita una comparación en el capítulo IV de este trabajo. Mota-Palomino recopiló dos catálogos para el trabajo de Cserna et al. (1988) cuyos eventos fueron en su mayoría tomados de los archivos del SSN. El autor sólo consideró los temblores cuya localización fue hecha a detalle, pues en ese entonces aún había un “alto grado de incertidumbre”, ya que era una práctica común referir los epicentros al área donde fueron sentidos. No obstante el cuidado en esta recopilación, se aprecian desventajas. Las más importantes son: Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México 26 - Que no están reportados datos esenciales, como es la hora exacta con precisión a décimas de segundo (lo está sólo al minuto en 45 de los 113 eventos) - Que presenta profundidad hipocentral sólo para algunos eventos (se calcula para 119 eventos y señala que “puede no ser muy precisa por las distribución de las estaciones utilizadas”)y - Que reporta magnitud sólo para 17 de los 115 eventos. Así, de los catálogos de Mota-Palomino se seleccionaron para el presente trabajo los eventos que tuviesen la información más completa (i.e. aquéllos que contasen con los parámetros focales, tiempo de origen y magnitud completos). El primer catálogo tiene incompleta la información del tiempo (precisión al minuto). El segundo catálogo cumple con tener el tiempo de origen a décimas de segundo, pero desafortunadamente ningún evento con magnitud calculada fue generado dentro de la CM y no había sido reportado en un trabajo previo. En efecto, algunos de los sismos reportados ya habían sido analizados previamente [Havskov (1982), Rodríguez et al. (1984), Bravo et al. (1988)] y por ende ya estaban recopilados para el presente trabajo. Otros fueron generados fuera de la Cuenca, como la secuencia de temblores de Toluca (Yamamoto y Mota, 1988) o en las cercanías del volcán Popocatépetl, y por tanto no pertenecen a la zona en estudio (En este trabajo no se consideraron eventos cercanos a dicho volcán). Sin embargo, conviene hacer notar que reporta una secuencia de temblores ocurridos en Texcoco entre el 22 y el 30 de enero de 1973. Conviene tomar con reservas la información de las magnitudes reportadas (son hasta de 3.7 y se presentan en la columna M1 de la tabla II.1), pues aunque la rotula como ML, en realidad no especifica el tipo de magnitud utilizada (esto se analizará en el punto III.4). Dada la importancia de esta zona, se integraron estos eventos al catálogo, si bien su tiempo de origen estuviese reportado con precisión al minuto (Tabla II.1, eventos #1-11). II.1.2. Actividad sísmica reciente analizada y relocalizada También se incluyó actividad sísmica local reciente en este estudio y fue analizada para integrarla al catálogo. Como ya se mencionó en la metodología (I.4), se relocalizaron los eventos con SEISAN. Se contempló usar el algoritmo conocido como HypoDD (Waldhauser y Ellsworth, 2000) para la zona relativamente mejor registrada (Milpa Alta), pero se trata de eventos principales (casi no hay réplicas), muy separados en el tiempo, registrados por redes regionales y sin una densidad significativa en la concentración principal (solo 20 eventos en un área de 10 km2). Se requeriría instalar en esta zona más estaciones permanentes y una red temporal en la zona para contar con más datos y poder usar dicho algoritmo. Los eventos mencionados en el punto anterior (Tabla II.1, eventos #1-63) son los recopilados de los diferentes trabajos previos. Los sismos que serán analizados a continuación fueron relocalizados a detalle para este trabajo, con un modelo de velocidades que se seleccionó para este estudio (Tabla II.2), considerándose todos los registros disponibles para su relocalización e integración al catálogo. Dos sismos notables por el número de estaciones que los registraron ocurren en la primera mitad de la década de los noventa. El primero de ellos fue el sismo del 18 de agosto de 1991 (CENAPRED, 1991), seguido del sismo del 21 de enero de 1995 (Tabla II.1, eventos 95 y 132, respectivamente). Estos sismos marcan el inicio de un conjunto de datos mejor localizados dado el incremento gradual de redes sismológicas y acelerográficas Datos Sísmicos 27 dentro de la CM (ver Apéndice A) y por ende de instrumentos de registro, aunque para el sismo de 1991, en el reporte no se especifica la forma de cálculo de la magnitud asignada y en el de 1995, hay una discrepancia entre las magnitudes calculadas, misma que probablemente indica una expresión inadecuada para el cálculo de la magnitud de coda. Este tema fue ya abordado por Chavacán et al. (2004) y se retomará en el presente trabajo. El valor presentado para estos sismos en la Tabla II.1 (columna M1) como la magnitud reportada en el trabajo original es la magnitud de coda calibrada para México (Havskov y Macías, 1983). El sismo de 1995 fue registrado por estaciones de las redes de Banda Ancha del SSN, de monitoreo del volcán Popocatépetl y SISMEX, y fue analizado a detalle junto con los eventos de 1984 por Chavacán (2003). Dado que Lermo et al. (1997) no presentaron el catálogo de la sismicidad que reportan, se procedió a relocalizarla para integrarla a este trabajo, atendiendo a la zonificación que presentan. Este aspecto se analizará más adelante en este estudio. Del trabajo previo sobre la zona cercana a las poblaciones de Juchitepec y Milpa Alta (Chavacán, 2003) se retomaron todos los sismos, incluyendo los que caen en la zona llamada Zempoala, pues a pesar de estar estrictamente fuera de la CM, su cercanía justifica su inclusión (i.e. la distancia epicentral a Ciudad Universitaria del sismo del 26 de octubre de 1998 es aproximadamente 30 km). Todos estos eventos, relocalizados para este trabajo, se identifican con la letra C, de “catálogo”. II.1.3. Actividad sísmica reciente recopilada. Con objeto de completar el catálogo, incluyendo sismos más recientes, se realizó una búsqueda en diversos medios en donde se ha reportado la sismicidad local más reciente, la cual, si bien no pudo ser relocalizada, se analizó y se incluyeron los mejores datos en el presente catálogo. A continuación se especifican los trabajos revisados, los datos que se preservaron, los descartados y las razones para cada decisión. Del trabajo de Delgadillo (2000) no se consideraron eventos para incorporarlos al presente estudio, pues un análisis detallado de su catálogo, reveló en primera instancia que la mayoría (121 de 220 sismos) caen fuera del área en estudio. Además, otros 53 tienen un menor número de estaciones que en este trabajo o no se les asignó magnitud, por lo que no se consideraron. De los restantes, a casi todos les fue fijada la profundidad, por lo que tampoco se incluyeron aquí. Por último, hay 15 eventos pertenecientes a la zona de Texcoco pero en la zona donde se ha ya reconocido la generación de explosiones, y al ser de magnitud baja, se decidió no incorporarlos a este catálogo. Finalmente, se consultaron los reportes de sismicidad local provistos por las redes que cubren la Cuenca: la red del Servicio Sismológico Nacional (SSN) y la Sismo-Telemétrica del Valle de México (SISMEX). Se revisaron reportes publicados por el SSN [Pacheco et al. (2002); Pacheco et al. (2002b); Pacheco et al. (2003); Pacheco et al. (2003b); SSN (2003)] y por SISMEX [Grupo SISMEX (2000)]; así como reportes en la página web del SSN y reportes internos de SISMEX [Rodríguez et al. (2002); Cuenca y Rodríguez (2004)]. De estos trabajos, se buscaron los eventos que hubiesen sido generados en la CM, cuidando de evitar la duplicidad de eventos, algo factible, pues las dos redes consultadas llegaron a reportar el Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México 28 mismo sismo, que incluso podía ya estar en la base de datos existente. En tal caso, se prefirió siempre la localización que presentase menor error, o bien que estuviese hecha con un mayor número de estaciones. Tabla II.1. Catálogo de sismicidad local para la CM. Además de la sismicidad analizada en este trabajo, se seleccionó la información más confiable de los trabajos previos. Simbología y abreviaturas usadas: #, número del sismo dentro del catálogo; S: fuente de los datos (p: Prince (1974), h: Havskov (1982), r: datos originales de Rodríguez et al. (1984) relocalizados por Chavacán (2003); b: Bravo et al. (1988); m: Cserna et al. (1988), c: este estudio y Chavacán (2003); g: Pacheco et al. (2002); g2: Pacheco et al. (2002b); g3: Pacheco et al. (2003); g4: Pacheco et al. (2003b) gs: Grupo SISMEX (2000), r2: Rodríguez et al. (2002); s: Reporte del SSN, publicado en la pág. Web del SSN; s2: SSN (2003). cr: Cuenca y Rodríguez (2004); Z: Zona sismogénica (Ver punto II.2; I: Ajusco-Tlalpan; II: Mixcoac; III: Juchitepec IV: Milpa Alta; V: Texcoco [subzonas a, b y c; ver texto]; VI: Apan [subzonas a, b y c; ver texto]; VII: Peñón delos Baños; VIII: Sierra de Guadalupe; IX: Sierra de las Cruces; X: Zumpango y XI: Zempoala); GMT, tiempo de origen del sismo en el Greenwich Mean Time; N y W, grados de latitud (norte) y longitud (oeste), respectivamente; H, profundidad hipocentral en km; Rms, error cuadrático medio en su localización; #est,, número de estaciones que registraron el sismo; M1, magnitud calculada en el estudio original de donde fueron recopilados los datos, el tipo de magnitud reportada se especifica en el texto; M, magnitud final para el catálogo, determinada en este estudio, ya sea conservando la magnitud original (en cuyo caso se indica sólo el símbolo =, o estimando un nuevo valor, en cuyo caso, tal acción se explica en el capítulo III); ×, cantidad no reportada en el trabajo original y F, cantidad que se dejó fija en el proceso de localización. # S Z Fecha GMT N W H Rms #est M1 M 1 m V a 1973/01/22 09:32 19.440 98.890 9 × 4 3.7 = 2 m V a 1973/01/22 09:38 19.410 98.890 9 × 4 2.0 = 3 m V a 1973/01/22 09:50 19.420 98.950 9 × 4 2.3 = 4 m V a 1973/01/22 11:09 19.410 98.960 9 × 4 2.5 = 5 m V a 1973/01/22 11:21 19.430 98.950 9 × 4 2.6 = 6 m V a 1973/01/30 00:42 19.500 98.900 8 × 4 2.2 = 7 m V a 1973/01/30 07:46 19.450 98.950 8 × 4 2.2 = 8 m V a 1973/01/30 08:02 19.490 98.910 8 × 4 1.9 = 9 m V a 1973/01/30 08:55 19.490 98.950 8 × 4 2.7 = 10 m V a 1973/01/30 09:00 19.500 98.970 8 × 4 2.3 = 11 m V a 1973/01/30 09:48 19.500 98.960 8 × 4 2.7 = 12 p I 1974/07/12 14:38:27 19.291 99.200 7.0 × 2 3.5 3.7 13 b I 1977/10/12 14:36:26.0 19.291 99.200 7.0 .22 4 3.9 4.1 14 b V b 1979/03/03 05:47:10.0 19.370 98.960 9.8 .09 4 3.2 3.3 15 b V b 1979/03/03 19:24:38.0 19.370 98.950 9.7 .38 4 3.6 3.8 16 b V b 1979/03/03 23:45:13.0 19.360 98.920 13.5 .43 4 3.1 3.2 17 b V b 1979/03/04 05:47:10.0 19.350 98.950 15.0 .37 4 3.0 3.1 18 b V b 1979/03/04 10:21:20.0 19.370 98.980 9.6 .44 4 3.3 3.4 19 b V b 1979/03/04 21:56:09.0 19.360 98.960 9.7 .35 4 3.4 3.6 20 b V b 1979/03/04 23:21:36.0 19.340 98.950 10.7 .36 4 3.0 3.1 21 b V b 1979/03/05 11:48:11.0 19.350 98.980 8.0 .39 4 2.9 3.0 22 b V b 1979/03/05 22:29:53.0 19.360 98.940 9.8 .28 4 3.9 4.1 23 b V b 1979/03/12 21:26:38.0 19.360 98.970 9.0 .33 4 3.6 3.8 24 b V b 1979/03/19 00:03:52.0 19.390 98.930 15.2 .30 4 4.0 4.3 25 h II 1980/02/20 04:23:10.6 19.366 99.172 1.2F 0.0 4 3.1 3.7 26 h II 1981/02/04 13:40:28.7 19.379 99.195 0.7 .05 4 3.4 4 27 h II 1981/02/07 22:40:25.1 19.376 99.204 1.0 .06 4 3.4 4 28 h II 1981/02/07 22:46:56.5 19.379 99.199 1.5 .04 4 3.4 4 29 h II 1981/02/09 02:37:06.6 19.378 99.195 1.4 .01 4 3.1 3.7 30 h II 1981/02/09 05:53:48.4 19.381 99.195 1.6 .02 4 3.3 3.8 31 b I 1981/05/21 07:35:13.0 19.260 99.210 11.0 .49 4 2.8 = 32 b I 1981/05/21 07:37:36.0 19.290 99.160 9.2 .28 4 2.4 2.3 33 b I 1981/05/21 07:42:13.0 19.260 99.210 12.0 .52 4 2.3 2.2 34 b I 1981/05/21 07:43:02.0 19.250 99.160 13.8 .41 4 2.8 = 35 b I 1981/05/21 08:50:22.0 19.250 99.190 10.8 .44 4 2.7 = 36 b V b 1982/06/06 01:44:34.0 19.380 98.910 0.3 .46 4 3.0 = 37 b VI 1982/12/13 16:30:11.1 19.634 98.581 10.25 .43 4 2.9 3.0 38 b II 1983/01/30 18:09:38.0 19.370 99.240 9.4 .18 4 3.5 3.7 Datos Sísmicos 29 39 b III 1983/03/22 03:29:40.0 19.180 98.950 17.9 .43 4 2.8 = 40 b I 1983/11/29 18:56:48.0 19.290 99.230 12.3 .09 4 2.6 = 41 b I 1983/12/04 18:57:32.0 19.290 99.210 18.7 .33 4 2.2 2.1 42 r III 1984/02/07 08:05:00.3 19.111 98.891 9.2 0.2 9 3.7 = 43 r III 1984/02/07 08:49:45.9 19.097 98.883 10.7 0.2 5 3.1 = 44 r III 1984/02/07 14:02:02.5 19.106 98.886 10.2 0.3 5 3.1 = 45 r III 1984/02/14 22:57:14.9 19.128 98.916 6 0.1 3 1.4 = 46 r III 1984/02/15 00:39:34.0 19.123 98.911 7.9 0 3 2.5 = 47 r III 1984/02/15 08:22:38.7 19.112 98.914 7.2 0.1 3 2.6 = 48 r III 1984/02/15 10:30:01.7 19.109 98.948 9.8 0.1 3 1.7 = 49 r III 1984/02/15 11:17:05.0 19.099 98.919 15.3 0.1 3 2.6 = 50 r III 1984/02/15 12:39:03.4 19.1 98.902 17.4 0 3 2.1 = 51 r III 1984/02/15 20:21:08.6 19.127 98.92 9.7 0.1 4 2.5 = 52 r III 1984/02/16 07:18:30.1 19.112 98.936 8 0.1 3 1.3 = 53 r III 1984/02/16 08:47:24.0 19.12 98.943 9.8 0.1 3 1.7 = 54 r III 1984/02/17 07:20:25.8 19.122 98.932 6.2 0.2 3 1.4 = 55 r III 1984/02/17 08:30:43.7 19.108 98.91 9.2 0.1 3 1.3 = 56 r III 1984/02/17 11:39:00.2 19.125 98.912 8.1 0.2 4 1.7 = 57 r III 1984/02/19 01:16:47.6 19.139 98.953 6.2 0.1 3 1.3 = 58 r III 1984/02/20 06:17:45.3 19.133 98.934 7.3 0.1 3 1.3 = 59 r III 1984/02/20 07:52:26.2 19.105 98.898 8.9 0.1 3 1.1 = 60 r III 1984/02/20 15:07:41.1 19.118 98.937 11.6 0.1 3 1.7 = 61 r III 1984/02/21 09:24:58.8 19.136 98.931 8.5 0.2 3 1.7 = 62 r III 1984/02/21 10:15:34.9 19.138 98.938 7.5 0 3 1.1 = 63 b XI 1985/10/19 08:28:36.2 19.060 99.178 8.5 .29 4 3.9 4.0 64 c IX 1985/10/20 05:17:29.0 19.400 99.475 9.0 0.5 3 3.5 = 65 c IX 1986/01/05 10:37:14.8 19.410 99.440 7.0 0.5 4 3.5 = 66 c I 1986/01/05 14:29:34.0 19.300 99.150 7.0 0.5 4 2.5 = 67 c VIa 1986/05/08 18:44:31.0 19.623 98.352 3.0 0.9 8 3.2 = 68 c VIa 1986/05/08 18:48:24.7 19.597 98.360 1.7 0.9 7 2.5 = 69 c VIa 1986/05/08 19:18:49.2 19.818 98.365 0.9 0.9 11 3.0 = 70 c VIa 1986/05/08 19:40:02.3 19.598 98.374 8.0 0.9 6 2.7 = 71 c VIa 1986/05/08 20:40:04.8 19.558 98.411 0.2 0.9 9 2.8 = 72 c VIa 1986/05/09 01:00:39.1 19.589 98.362 8.5 0.9 12 3.4 = 73 c VIa 1986/05/09 01:02:15.1 19.637 98.351 8.8 0.5 5 2.4 = 74 c VIa 1986/05/09 02:07:59.6 19.627 98.367 14.8 0.9 7 3.0 = 75 c VIa 1986/05/09 04:44:47.8 19.693 98.378 10.0 0.4 4 2.6 = 76 c VIa 1986/05/09 10:56:55.1 19.703 98.358 11.0 0.9 4 2.5 = 77 c VIa 1986/05/11 12:27:27.2 19.615 98.345 15.0 0.9 14 3.0 = 78 c VIa 1986/05/12 23:48:27.9 19.638 98.368 19.5 0.9 5 2.5 = 79 c VIa 1986/05/12 23:52:58.2 19.677 98.415 14.4 0.9 10 3.1 = 80 c VIa 1986/05/13 10:54:36.7 19.723 98.359 10.2 0.9 8 2.4 = 81 c VIa 1986/05/13 10:56:57.8 19.677 98.376 10.7 0.7 5 2.5 = 82 c VIa 1986/05/13 15:41:40.1 19.910 98.294 10.8 0.9 7 2.6 = 83 c VIa 1986/05/13 17:21:03.3 19.632 98.371 14.6 0.9 4 2.6 = 84 c VIa 1986/08/30 19:23:44.8 19.667 98.362 3.2 0.9 6 3.1 = 85 c VIa 1986/09/01 03:40:30.5 19.769 98.316 10.6 0.9 13 3.1 = 86 c VIa 1986/09/11 02:16:53.1 19.735 98.335 10.9 0.9 7 2.6 = 87 c VIa 1987/10/20 20:21:31.8 19.853 98.323 3.6 0.9 7 2.9 = 88 c VIa 1987/12/06 04:10:37.6 19.907 98.295 10.7 0.9 9 2.5 = 89 c VIb 1988/03/20 02:03:31.7 19.620 98.519 17.5 0.9 8 2.2 = 90 c VIa 1988/03/28 11:27:53.9 19.547 98.478 19.2 0.9 7 2.2 = 91 c VIa 1990/01/22 17:45:35.5 19.784 98.355 13.5 0.9 8 4.4 = 92 c VIa 1990/05/22 00:17:34.5 19.707 98.305 12.4 0.9 4 3.4 = 93 c VIa 1990/07/11 15:22:24.8 19.560 98.410 14.9 0.9 5 3.1 = 94 c VIb 1990/12/29 13:43:22.1 19.519 98.498 16.4 0.9 6 4.1 = 95 c II 1991/08/18 13:18:13.4 19.380 99.172 10.8 0.5 11 2.9 = 96 c VIb 1992/02/24 20:55:29.7 19.701 98.513 6.0F 0.3 6 3.1 = 97 c VIb 1992/02/24 21:49:15.1 19.656 98.529 8.0F 0.4 6 3.2 = 98 c VIb 1992/02/26 18:06:58.4 19.652 98.436 15.4 0.0 4 2.7 = 99 c VIb 1992/02/28 01:08:45.0 19.684 98.499 7.4 0.0 4 1.5 = 100 c VIb 1992/02/28 02:01:28.8 19.692 98.466 13.0 0.3 4 1.5 = 101 c VIb 1992/02/28 03:58:30.8 19.687 98.430 15.0 0.1 4 0.8 = 102 c VIb 1992/02/28 04:30:00.7 19.718 98.506 6.3 0.3 4 1.5 = 103 c VIb 1992/02/28 07:42:07.4 19.689 98.514 8.9 0.1 4 1.1 = 104 c VIb 1992/02/28 08:54:38.1 19.692 98.513 8.4 0.2 4 1.8 = Catálogo de Sismicidad Local para la Cuenca de México 30 105 c VIb 1992/02/28 10:30:51.9 19.663 98.506 11.0 0.3 4 1.8 = 106 c VIb 1992/02/28 10:43:14.1 19.658 98.494 11.5 0.1 3 1.6 = 107 c VIb 1992/02/28 16:17:25.0 19.607 98.516 12.8 0.2 4 1.4 = 108 c VIb 1992/02/28 18:29:00.9 19.685 98.522 10.0 0.2 4 1.8 = 109 c VIb 1992/02/28 18:30:17.0 19.655 98.512 9.6 0.2 4 1.5 = 110 c III 1993/07/29 10:50:45.7 19.112 98.929 14.4 0.2 8 3.4 = 111 c III 1993/07/30 08:15:42.3 19.117 98.922 12.7 0.2 8 3.2 = 112 c V c 1993/09/23 20:16:32.1 19.402 98.802 0.1 0.2 8 2.7 = 113 c V c 1993/10/16 17:50:36.0 19.419 98.802 0.3 0.0 4 2.9 = 114 c V c 1994/02/25 19:57:49.7 19.347 98.824 0.1 0.2 6 3.0 = 115 c V c 1994/02/25
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