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Dimorfismo-sexual-en-la-expresion-de-QA2-en-las-celulas-del-bazo

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FACULTAD DE CIENCIAS 
 
 
 
 
 
 
DIMORFISMO SEXUAL EN LA EXPRESIÓN DE QA-2 
EN LAS CÉLULAS DEL BAZO 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
 
 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
 
BIÓLOGO 
 
 
P R E S E N T A 
 
CRISTIÁN TOGNO PEIRCE 
 
 
 
TUTOR 
 
Dr. JORGE MORALES MONTOR 
 
 
 
 
2008 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Agradecimientos y dedicatoria 
 
 
Para Cinthia M. Leyva Ruiz, quien es apoyo, motivación y la fuente de mi fuente de 
inspiración. 
 
Doy gracias al Dr. Jorge Morales Montor por su apreciable orientación, tutor y buen 
amigo. 
 
Agradezco a mi hermano Francisco E. Togno Vigil, quien también ha sido un 
importante apoyo y un ejemplo a seguir. 
 
Finalmente, pero de ninguna manera menos importante, agradezco a la Universidad 
Nacional Autónoma de México que mediante la Facultad de Ciencias, del Instituto de 
Investigaciones Biomedicas y de las áreas dedicadas a la cultura, me ha brindado una 
formación profesional competente y actualizada, una visión más clara de la naturaleza, y 
herramientas para retribuir a la sociedad en la que me he formado. 
 
 
 
Tabla de contenidos 
 
 
Resumen ………………………………………………………………………………... I 
 
Antecedentes 
 
Dimorfismo sexual en la incidencia y severidad de enfermedades infecciosas y autoinmunes …....... 1 
 
Causas del dimorfismo sexual en la incidencia y severidad de enfermedades 
 infecciosas y autoinmunes …………………………………………………………………………... 1 
 
La cisticercosis murina por Taenia crassiceps como modelo de estudio del dimorfismo sexual 
inmunológico ………………………………………………………………………………………… 2 
 
Factores inmunológicos relevantes en la resistencia del hospedero contra la cisticercosis ………….. 2 
 
Factores genéticos relevantes en la resistencia del hospedero contra la cisticercosis ……………….. 4 
 
Codificación y estructura de Qa-2 …………………………………………………………………… 4 
 
Expresión de Qa-2 …………………………………………………………………………………… 5 
 
Funciones de Qa-2 …………………………………………………………………………………… 5 
 
Pregunta, hipótesis y objetivos …………………………………………………………. 7 
 
Materiales y métodos …………………………………………………………………... 8 
 
Resultados ……………………………………………………………………………… 11 
 
Discusión ……………………………………………………………………………….. 19 
 
Conclusiones …………………………………………………………………………… 22 
 
Perspectivas …………………………………………………………………………….. 23 
 
Bibliografía …………………………………………………………………………….. 24 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Resumen 
 
 Existe un número considerable de observaciones en las que se han descrito 
diferencias entre los sexos en la intensidad o frecuencia de enfermedades autoinmunes e 
infecciosas. El estudio de las causas de estas diferencias, ha hecho patente que existe 
dimorfismo sexual en el sistema inmune. Se sabe que durante la pubertad comienzan a 
manifestarse diferencias entre los sexos en la expresión de genes, en el desarrollo y 
funcionamiento de las células que participan en las respuestas inmunes, y que los esteroides 
sexuales afectan el desarrollo y función de varios elementos del sistema inmune, lo que 
sugiere que las gónadas participan en la regulación del mismo mediante la producción de 
los esteroides sexuales. 
 
Por otra parte, durante la etapa aguda de la cisticercosis experimental murina por 
Taenia crassiceps, se observa un marcado dimorfismo sexual en la resistencia del 
hospedero contra la infección: los machos son más resistentes que las hembras y esto se 
puede cuantificar por la cantidad de parásitos que se desarrollan en la cavidad peritoneal de 
cada sexo. Además de aportar información sobre el papel del género en la resistencia del 
hospedero, la cisticercosis experimental murina ha sido sumamente útil en el estudio de 
otros factores biológicos de resistencia del hospedero contra esta y otras infecciones. 
 
Los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) Q7 y Q9 que 
codifican a la molécula Qa-2 constituyen uno de los factores genéticos del hospedero más 
relevantes en la resistencia contra la cisticercosis murina por T. crassiceps descritos hasta la 
fecha. Qa-2 es una de las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad de la clase 
Ib más estudiadas. Se sabe que participa en el desarrollo embrionario, en la presentación de 
antígenos, en la selección de poblaciones de linfocitos T CD8+ y en la regulación de las 
células NK. Sin embargo, no se conocen los mecanismos mediante los cuales confiere 
resistencia contra la cisticercosis murina. Debido a que Qa-2 es un factor de resistencia 
contra la cisticercosis, y a que los machos son más resistentes que las hembras, analizamos 
la expresión de Qa-2 en distintas tipos celulares del bazo en ambos sexos mediante 
citometría de flujo para evaluar si la expresión de Qa-2 muestra dimorfismo sexual. 
 
Nuestros resultados indican que en ambos sexos ocurre un aumento en la expresión 
de Qa-2 después de la pubertad, sin embargo, el aumento de la expresión de Qa-2 ocurre en 
todos los grupos celulares analizados en las hembras y es significativamente mayor en 
comparación al aumento en los machos, mientras que en éstos, el incremento en la 
expresión de Qa-2 se limita únicamente a los linfocitos T CD4+ y CD8+. 
 
El incremento en la expresión de Qa-2 en las hembras adultas sugiere que las 
hormonas sexuales femeninas tienen un efecto promotor sobre la expresión de esta 
molécula. 
 
Concluimos que la expresión de Qa-2 se incrementa en el organismo cuando llega a 
la madurez sexual, y a causa de que el incremento en la expresión de Qa-2 es más intenso 
en las hembras, la expresión de Qa-2 en las células del bazo de los animales adultos es 
sexualmente dimórfica. 
I 
 
Antecedentes 
 
Dimorfismo sexual en la incidencia y severidad de enfermedades infecciosas y 
autoinmunes. 
 
 Existe un número considerable de estudios sobre enfermedades infecciosas y 
autoinmunes en los que se reportan diferencias significativas en la frecuencia y severidad 
entre los sexos. Por ejemplo, un estudio que compara la morbilidad y mortalidad entre 
hembras y machos de ratón (Mus musculus) tras 25 días de toxoplasmosis, una infección 
intracelular provocada por el protista Toxoplasma gondii, reporta que en todas las cepas 
estudiadas la morbilidad y mortalidad fueron significativamente mayores en las hembras 
que en los machos. Entre los datos que se presentan, destacan los obtenidos de la cepa 
BALB/K, en la que hembras pierden aproximadamente el 80% de su peso, y su mortalidad 
se aproxima al 77%. En contraste, los machos de la misma cepa tienden a recuperar su peso 
inicial tras 15 días de infección, y a los 25 días su mortalidad se aproximó al 5.9% (1). 
Otro ejemplo es la Schistosomiasis humana provocada por Schistosoma mansoni, una 
infección que tiende a ser más severa en niños menores de 13 años que en individuos de 14 
a 35 años, y entre los adultos, es más severa en las mujeres que en los hombres (2). Por otro 
lado, las admisiones pediátricas por infecciones de vías urinarias de niños recién nacidos y 
hasta 15 años son significativamente mayores que las de niñas de la misma edad (3). 
 
Asimismo, los machos de ratón desarrollan una condición semejante a la diabetes 
mellitus tras la infección por la variante D del virus de la encefalomiocarditis, mientras que 
las hembras controlan la infección sin desarrollar la condición semejante a diabetes (4). 
 
En generallas hembras son más resistentes que los machos a varias infecciones 
bacterianas, pero las hembras también tienden a sufrir con mayor frecuencia e intensidad 
enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple (4 a 8). 
 
Causas del dimorfismo sexual en la incidencia y severidad de enfermedades 
infecciosas y autoinmunes. 
 
A pesar de que hay varios factores relacionados al sexo que afectan la 
susceptibilidad de los individuos a las distintas enfermedades, por ejemplo, la expresión de 
locus vinculados al cromosoma X (9 y 10), o diferencias de hábitos entre los sexos 
relacionados a la exposición a los estadios infectivos de los parásitos, o bien el efecto de los 
esteroides sexuales del hospedero sobre algunos parásitos (11), el efecto de los esteroides 
sexuales sobre el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune ha demostrado ser un 
factor de suma relevancia en la susceptibilidad de los individuos a varias enfermedades (12 
a 17). 
 
Durante la pubertad comienzan a manifestarse diferencias entre los sexos en la 
transcripción de genes relacionados al funcionamiento del sistema inmune, y en la forma en 
que responden a un mismo estímulo. Asimismo, las diferencias encontradas entre los sexos 
tienden a acentuarse conforme los individuos maduran (18). De manera interesante, las 
diferencias inmunológicas entre los sexos disminuyen cuando los individuos se acercan a la 
1 
 
senectud (19). Además, el dimorfismo sexual en la respuesta inmune y en la resistencia que 
confiere a los hospederos ante una infección, se abate con la gonadectomía (la escisión 
quirúrgica de las gónadas); sin embargo, puede ser reestablecida por terapias hormonales 
(20). En conjunto, estas observaciones sugieren que las gónadas participan en la regulación 
de las funciones inmunológicas del organismo mediante la producción de esteroides 
sexuales. 
 
La cisticercosis murina por Taenia crassiceps como modelo de estudio del dimorfismo 
sexual inmunológico. 
 
Otra infección en la que se ha observado un marcado dimorfismo sexual es la 
cisticercosis murina, una infección parasitaria provocada por la larva (cisticerco) del 
cestodo Taenia crassiceps, que naturalmente afecta a roedores y caninos como hospederos 
definitivos (21). Esta infección parasitaria ha sido ampliamente estudiada por aportar 
información sobre los factores biológicos que participan en el desarrollo y desenlace de la 
cisticercosis humana y porcina provocadas por T. solium (22, 23), una infección de 
importancia en nuestro país y que recientemente ha adquirido relevancia global debido a la 
migración de enfermos hacía países que típicamente no presentaban la enfermedad (24). 
 
La infección por T. crassiceps en el modelo murino, se realiza mediante la 
inyección de un número determinado de cisticercos en la cavidad peritoneal del ratón, y la 
resistencia del hospedero se puede evaluar en función del número de parásitos que se 
recuperan de la cavidad peritoneal (carga parasitaria) tras un tiempo de infección 
determinado. Sin importar la cepa de ratón, los machos son más resistentes y desarrollan 
cargas parasitarias hasta 10 veces menores en comparación a las cargas parasitarias 
obtenidas de las hembras (25). Estas observaciones han motivado el estudio de los efectos 
del sexo y de los esteroides sexuales sobre la resistencia del hospedero a la infección. 
 
Además del efecto del sexo sobre la resistencia, se han descrito otras dos clases de 
factores biológicos que afectan la resistencia o susceptibilidad del hospedero a la 
cisticercosis: los factores inmunológicos y los factores genéticos. 
 
Factores inmunológicos relevantes en la resistencia del hospedero contra la 
cisticercosis. 
 
Los linfocitos T CD4+, también llamados linfocitos T colaboradores (del inglés T 
helper Cell) tienen un papel importante en el desenlace de la cisticercosis, así como en 
muchas otras infecciones. Los linfocitos T CD4+ pueden reconocer antígenos presentados 
por un grupo especializado de células llamadas células presentadoras de antígenos (APCs 
por sus siglas en inglés) que es conformado por células dendríticas, macrófagos y linfocitos 
B. Además de presentarle antígenos a los linfocitos T, las APCs confieren señales co-
estimuladoras que son necesarias para la activación de los linfocitos T la primera vez que 
reconocen a un antígeno, es decir durante la activación primaria, en la que los linfocitos T 
tras ser activados proliferan y se diferencian a linfocitos T efectores. Las funciones 
efectoras de los linfocitos T CD4+ son la activación y regulación de otras células del 
sistema inmune, como macrófagos y linfocitos B, mediante la secreción de citocinas y la 
expresión de moléculas de membrana como CD40 ligando, que en conjunto estimulan a las 
2 
 
células blanco del linfocito CD4+ a para ser activadas, inactivadas, proliferar y 
diferenciarse. 
 
Las citocinas son polipéptidos o glucoproteínas de bajo peso molecular que 
participan en la regulación autocrina y paracrina de la activación, diferenciación y 
proliferación celular, y tienen un papel importante en la regulación de las respuestas 
inmunes. La unión de una citocina a su receptor en la membrana de la célula blanco inicia 
una cascada de señalización intracelular mediante la fosforilación de cinasas de la familia 
Yanus, que a su vez fosforilan transductores de señales y activadores de transcripción 
(STAT, por sus siglas en inglés). Una vez que los STAT son fosforilados, forman dímeros 
que son translocados al núcleo en donde interactúan con secuencias del DNA y afectan la 
transcripción de genes. Por otra parte, se pueden clasificar distintas clases de linfocitos T 
CD4+ activados según las citocinas que secretan en Th1 o Th2, aunque se han definido 
muchas más. Las principales citocinas Th1 son el interferón gama (IFN-γ), la Interleucina-2 
(IL-2) y la IL-12. Estas citocinas estimulan a la inmunidad celular que es mediada 
principalmente por macrófagos y linfocitos T CD8+ o citotóxicos, y se han relacionado a la 
resistencia contra infecciones por parásitos intracelulares como T. gondii. Por otro lado, las 
citocinas Th2, entre las que destaca la IL-4 promueven a la respuesta inmune humoral en la 
que participan los eosinófilos, y se han asociado con la resistencia contra infecciones 
diseminadas e infecciones provocadas por helmintos parásitos. Las respuestas inmunes Th1 
y Th2 son mutuamente excluyentes, el desarrollo de una respuesta Th1 inhibe el desarrollo 
de una respuesta Th2 y viceversa (revisado en 26 a 33). 
 
El sistema inmune del ratón le confiere resistencia contra la cisticercosis mediante 
una respuesta tipo Th1 dependiente de IFN-γ e IL-12, en la que se ha sugerido que los 
macrófagos tiene un papel importante mediante la producción de óxido nítrico (22, 34 a 
36). A pesar de que las cepas de ratón susceptibles a esta infección, como la cepa 
BALB/cAnN, montan una respuesta inmune tipo Th1 durante las primeras semanas de 
infección, la producción de INF-γ por las células del bazo cae drásticamente, y para la 
cuarta semana la respuesta tipo Th1 es sustituida por una respuesta tipo Th2, en la que las 
células del bazo responden a los antígenos de T. crassiceps secretando IL-4. Aunado al 
cambio de citocinas, se observa un incremento significativo de la carga parasitaria (37, 38). 
Los mecanismos efectores de la respuesta Th2, como los eosinófilos, no tienen un papel 
relevante en la resistencia del hospedero, y la secreción de IL-4 por los linfocitos es 
desfavorable a la resistencia ya que esta citocina inhibe la secreción de INF-γ (22). Además 
del cambio de Th1 a Th2, durante la cisticercosis experimental murina, se observa la 
inhibición de la respuesta proliferativa de los linfocitos T ante la exposición a antígenos de 
T. crassiceps (39). La supresión de la respuesta proliferativa, es efectuada por células 
mieloides y macrófagos expuestos a los antígenos de T. crassiceps (40 y 41). 
 
En relación a los factoresgonadales, a las cuatro semanas de la infección, los 
niveles sanguíneos de andrógenos (testosterona y dihidrotestosterona) en los machos caen 
en casi 90%, mientras que los de estradiol aumentan aproximadamente 200 veces su valor 
normal. Este cambio hormonal, coincide en el tiempo con el cambio en la respuesta inmune 
tipo Th1 a Th2, y es mediada por efectos del sistema inmune sobre el eje hipotálamo-
pituitaria-gónadas (42). Interesantemente, la eliminación quirúrgica de las gónadas elimina 
3 
 
las diferencias entre los sexos en la carga parasitaria. La reconstitución hormonal del macho 
o la sustitución hormonal de las hembras con andrógenos, le confiere resistencia a los 
ratones, incrementando la respuesta inmune tipo Th1, y la proliferación de los linfocitos de 
bazo ante antígenos del cisticerco. Mientras que la reconstitución hormonal de las hembras 
y sustitución hormonal de los machos con estradiol, aumenta las cargas parasitarias, 
estimula una fuerte respuesta tipo Th2, anula completamente la respuesta Th1 y la respuesta 
proliferativa de los linfocitos de bazo (20). 
 
Factores genéticos relevantes en la resistencia del hospedero contra la cisticercosis. 
 
Por otra parte, se pueden observar marcadas diferencias en la resistencia a la 
cisticercosis entre distintas cepas de ratón. Estas diferencias están determinadas por factores 
genéticos (25, 43). Los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC por sus 
siglas en inglés) son sumamente polimórficos, es decir, existen varios alelos distintos que 
codifican a cada uno de estos genes, y los alelos tienden a variar considerablemente entre 
los individuos de una población. Algunos de estos alelos se relacionan a la resistencia de 
los individuos a varias infecciones. Los genes Q7 y Q9 del MHC, que codifican a la 
molécula Qa-2 son uno de los factores genéticos más relevantes en la resistencia contra la 
cisticercosis murina, y que define las diferencias en susceptibilidad entre las cepas 
BALB/cAnN Qa-2 negativa (Qa-2-) sumamente susceptible y BALB/cJ Qa-2 positiva (Qa-
2+), que es relativamente resistente (43). De manera que la transfección del gen Q9 confiere 
resistencia a los ratones de la cepa BALB/cAnN que no tienen el gen, y se ha relacionado a 
la resistencia con el nivel de expresión de Qa-2 (44). 
 
Interesantemente, no parece ocurrir supresión de la respuesta proliferativa de los 
ratones de la cepa C57BL/6 infectados, y esta cepa desarrolla una respuesta inmune tipo 
Th1 contra la infección que no es sustituida por Th2 (35). A pesar de estos 
descubrimientos, la participación de Qa-2 sobre el sistema inmune es compleja (45), y aún 
no se han definido los mecanismos mediante los cuales Qa-2 confiere resistencia contra la 
cisticercosis (44). 
 
Codificación y estructura de Qa-2. 
 
Qa-2 es una molécula de la clase Ib, también llamada clase I no clásica del MHC. 
La cadena alfa de Qa-2 es codificada por los cuatro genes semejantes Q6, Q7, Q8 y Q9 que 
están ubicados junto al locus H-2D en la región Qa del MHC en el cromosoma 17 del ratón. 
Los genes que codifican a Qa-2 han evolucionado por duplicación génica, el par Q6 y Q8 
mantienen 99% de identidad entre si, así como el par Q7 y Q9, sin embargo los pares solo 
mantienen 93% de identidad entre ellos (46, 47). Qa-2, al igual que las moléculas de las 
clases Ia (también llamados antígenos clásicos de trasplantación) está formado por una 
cadena alfa, una beta 2 microglobulina y un péptido. La cadena alfa posee 3 dominios 
extracelulares; entre los dominios alfa 1 y 2 se forma una cavidad en la que el péptido es 
incorporado y estabilizado por puentes de hidrógeno, interacciones hidrofóbicas y fuerzas 
de van der Waals. El dominio alfa 3 interactúa con la beta 2 microglobulina. Los tres 
elementos del complejo son necesarios para mantener la estabilidad de la molécula (48 a 
51). Qa-2 puede cargar una gran diversidad de péptidos derivados de proteínas de origen 
citoplasmático, procesadas por el proteosoma y transportadas al retículo endoplasmático 
4 
 
por las proteínas TAP. El péptido es ensamblado en Qa-2 antes de que el complejo 
abandone el retículo endoplasmático (51 a 53). 
 
 A diferencia de los genes de la clase Ia del MHC que se caracterizan por ser 
extraordinariamente polimórficos, Qa-2 es poco polimórfico, lo que sugiere que hay 
presión selectiva sobre la conservación de su secuencia (47). Qa-2 también difiere de las 
moléculas de la clase Ia por poseer una cola citoplasmática truncada y carecer de un 
dominio hidrofóbico transmembranal, el cual ha sido sustituido por una cola de 
glicosilfosfatidilinositol (GPI por sus siglas en inglés) que únicamente se extiende a la capa 
exterior de la bicapa lipídica (47 a 50). Se han descrito tres isoformas de Qa-2, la forma 
canónica anclada a la membrana y dos formas solubles que también forman complejos con 
Beta-2 microglobulina y péptido. La forma canónica es transcrita por los cuatro genes y su 
producto es de 40kDa. La forma soluble es estructuralmente semejante a la forma canónica, 
pero pesa 39kDa y es el producto de transcritos alternativos de los genes Q7 y Q9 que 
carecen del exón 5, en el que se codifican las instrucciones para el enlace del GPI y de una 
región hidrofóbica (50, 54 a 58). 
 
Expresión de Qa-2. 
 
La forma canónica de Qa-2 se expresa con intensidades variables en casi todos los 
órganos del organismo, exceptuando al sistema nervioso central, y concentrándose en el 
bazo, los nódulos linfáticos, el timo y particularmente en los linfocitos T maduros. La 
mayor transcripción y secreción de la forma soluble ocurre en los linfocitos T tras haber 
sido activados. 
 
 En general, las citocinas tienen un papel importante en la regulación de la expresión 
de las moléculas del MHC. La transcripción de Qa-2 es promovida por la citocina INF-γ 
(57, 59 y 60), y probablemente sea inhibida por IL-10 como ocurre con otras moléculas del 
MHC (61). Además de los elementos de respuesta a citocinas en los genes de la clase I del 
MHC, se encuentran elementos de respuesta a hormonas como el ácido retinoico (62). Los 
productos de los genes del MHC desempeñan roles críticos en los procesos inmunes. A 
pesar de que Qa-2 es una de las moléculas de la clase Ib del MHC más estudiadas, su 
participación en la respuesta inmune aún no ha sido completamente descrita (56). Qa-2 
participa en varias funciones clásicas de las moléculas de la clase I del MHC, pero además 
está involucrada en el desarrollo embrionario y puede participar en la transmisión de 
señales hacia el interior de las células en que esta molécula se expresa. 
 
Funciones de Qa-2. 
 
 Las moléculas de la clase I del MHC típicamente están involucradas en la 
presentación de antígenos a los linfocitos T CD8+, en la selección de linfocitos CD8+ en el 
timo, y en la inhibición de la actividad citocida de las células NK. Qa-2 interactúa con los 
TCR del tipo alfa/beta (63) y es capaz de activar la respuesta citotóxica de los linfocitos T 
CD8+, permitiendo al sistema inmune reconocer y eliminar a las células tumorales en 
transplantes singénicos, el rechazo de tumores embrionarios (64 a 67), y la generación de 
respuestas de rechazo alogénico (63). Qa-2 al igual que algunas moléculas de la clase Ia 
del MHC protege a las células en que se expresa de la actividad citotóxica de las células 
5 
 
NK activadas, probablemente mediante la interacción con receptores de inactivación en las 
células NK (68). La capacidad de Qa-2 para proteger a las células de la actividad citotóxica 
de las NK es congruente con su expresión en sitios inmuno-privilegiados como el ojo y los 
testículos (57, 69). Ya que el dominio alfa 3 de Qa-2 varía significativamente del dominio 
alfa 3 de las moléculas de la clase Ia, y parece estar limitado para interactuar con el 
correceptor CD8, se ha sugerido que Qa-2 no participa en la selección tímica de linfocitos T 
CD8 (51, 67), y que los linfocitos reactivos a Qa-2 son seleccionados por moléculasde la 
clase Ia (63), sin embargo no hay evidencia contundente que descarte la participación de 
Qa-2 en la selección tímica de linfocitos T CD8+. 
 
Por otro lado, la presencia de Qa-2 favorece el desarrollo de las poblaciones de 
linfocitos intraepiteliales del intestino (iIELs) con TCR alfa/beta y CD8 alfa/alfa mediante 
mecanismos que no han sido definidos. Los iIELs se han asociado a funciones inmuno 
reguladoras locales en el intestino y no parecen participar en respuestas inmunes antígeno 
específicas (70). 
 
De manera interesante, los genes Q7 y Q9 confieren el fenotipo Ped (del inglés 
desarrollo embrionario preimplantacional) rápido, que se caracteriza por un mayor número 
de divisiones celulares y sobrevivencia de los embriones en comparación a los ratones con 
el fenotipo Ped lento (71 a 75). El entrecruzamiento de Qa-2 en la superficie de las células 
de embriones o de linfocitos T en presencia de señales co-estimuladoras, induce una fuerte 
respuesta proliferativa, aún en ausencia de reconocimiento antigénico (76). Al menos uno 
de los mecanismos mediante el cual Qa-2 puede conferir el fenotipo Ped rápido y estimular 
la proliferación de los linfocitos T, es la trasmisión de señales mitogénicas al interior de la 
célula en respuesta al entrecruzamiento. A pesar de que no se ha identificado un ligando 
para Qa-2, es probable que alguna molécula expresada durante el desarrollo embrionario 
induzca el entrecruzamiento de Qa-2 en la superficie de las células del embrión (76, 53). El 
entrecruzamiento de Qa-2 sobre la membrana, lo asocia a proteínas transmembranales y al 
citoesqueleto, en donde puede interactuar con proteínas involucradas en la transmisión de 
señales posiblemente ubicadas en balsas lipídicas (77, 78) Además de conferir mayor 
número de divisiones y sobrevivencia a los embriones, Qa-2 se asocia a diferencias 
fisiológicas entre las cepas Ped rápido (Qa-2+) y Ped lento (Qa-2-), entre las diferencias 
descritas se ha reportado que los ratones Ped rápido poseen mayor peso y presión sistólica 
en ambos sexos, y mayor peso de los pulmones en relación al peso corporal en las hembras 
en comparación de los ratones Ped lento (79). 
 
A pesar de que se conoce el papel de Qa-2 en la resistencia a la cisticercosis murina, 
y el papel de los esteroides sexuales en la misma, aún no han sido definidos los 
mecanismos mediante los cuales Q-a2 confiere resistencia contra la cisticercosis o si está 
relacionada al dimorfismo sexual en la resistencia contra esta infección. 
 
Ya que Qa-2 es una molécula de interés inmunológico, y que varios de los factores 
inmunológicos que confieren resistencia contra la cisticercosis murina por T. crassiceps 
presentan dimorfismo sexual, en la presente Tesis hacemos una comparación entre machos 
y hembras de la expresión de Qa-2 en las células del bazo, antes y después de la pubertad. 
6 
 
 
Pregunta 
 
¿Hay dimorfismo sexual en la expresión de Qa-2 en las células del bazo? 
 
 
Hipótesis 
 
La expresión de Qa-2 es mayor en las células del bazo de los machos adultos que en las 
hembras adultas y en ambos sexos antes de la pubertad. 
 
 
Objetivo general 
 
Determinar si la expresión de Qa-2 es mayor en las células del bazo de alguno de los 
sexos antes o después de la pubertad 
 
Objetivos específicos 
 
Evaluar si existen diferencias significativas entre machos y hembras, antes y después de 
la pubertad en: 
 
1) el porcentaje y media de la intensidad de la señal de Qa-2 en células del bazo que 
expresan Qa-2 
 
2) el porcentaje y media de la intensidad de la señal de Qa-2 en linfocitos CD4+/Qa-
2+ 
 
3) el porcentaje y media de la intensidad de la señal de Qa-2 en linfocitos CD8+/Qa-
2+ 
 
4) el porcentaje y media de la intensidad de la señal de Qa-2 en células dobles 
positivas (CD4+/CD8+/Qa-2+) 
 
5) el porcentaje y media de la intensidad de la señal de Qa-2 en células dobles 
(CD4-/CD8-/Qa-2+) 
 
7 
 
Materiales y métodos 
 
Animales. 
 
 En el presente estudio se emplearon 4 grupos de ratones, cada grupo de 8 
individuos. El primer grupo fue conformado por hembras de 4 semanas de edad, el 
segundo grupo por machos de edad igual a la del primer grupo. El tercer y el cuarto grupo 
fueron conformados por ratones de poco más de nueve semanas de edad, hembras y 
machos, respectivamente. Todos los ratones fueron de la cepa C57BL/6 K2, y se 
mantuvieron con agua y alimento ad lividum, en las instalaciones libres de patógenos del 
bioterio del Instituto de Investigaciones Biomédicas (UNAM). 
 
Obtención de células del bazo. 
 
Todos los ratones fueron sacrificados el mismo día por asfixia en una cámara de 
CO2. Inmediatamente después del sacrificio de cada animal, se lavó el abdomen con etanol 
y se retiró el bazo a través de una incisión hecha en el cuadrante superior izquierdo del 
abdomen. Los bazos fueron colocados en cajas Petri individuales estériles con 2 ml de PBS 
(0.15M NaCl, 0.01M amortiguador sodio fosfato, pH 7.2) esterilizado y mantenidos a 4°C. 
 
Posteriormente, los bazos fueron disgregados presionándolos suavemente entre 
mallas de nylon (Nylon Mesh 150 Micron 12"x24" de Small Parts. Cat CMN-0149-D) con 
un émbolo de jeringa estéril; una vez que los bazos fueron disgregados, el contenido de las 
cajas Petri se lavó agregando 2 ml más de PBS y agitando las cajas para suspender a las 
células. 
 
El contenido de las cajas Petri fue transferido a tubos Falcon de 25 ml, los tubos 
fueron centrifugados durante 5 minutos a 4°C 1,200 RPM, provocando la precipitación de 
las células al fondo del tubo. El sobrenadante de los tubos fue decantado y sustituido por 1 
ml de PBS y 1 ml de amortiguador de lisis (NH4Cl 0.15 M, KHCO3 1.0 M, Na2EDTA 0.1 
mM y H2O, pH a 7.2-7.4) durante 10 minutos a temperatura ambiente para eliminar a los 
eritrocitos. 
 
Se repitieron 2 ciclos de centrifugado (como el descrito anteriormente) y sustitución 
del sobrenadante con PBS fresco para lavar las células. 
 
Finalmente, las células del bazo de cada muestra se contaron y ajustaron a 1 x 106 
células/100 microlitros (uL) de amortiguador para FACS (PBS pH. 7.4 complementado con 
2% de suero fetal bovino y 0.02% de azida de sodio). En este punto se evaluó la viabilidad 
de las células (> 95%) por tinción en azul de tripano. 
 
Tinción de proteínas de membrana. 
 
 Se transfirieron 50 uL de cada muestra por pozo a una placa de 96 pozos con fondo 
curvo, posteriormente se agregaron los anticuerpos anti-CD4 conjugado con APC, anti-
CD8 conjugado con Cy5 y anti-Qa-2 conjugado con biotina (todos los anticuerpos fueron 
8 
 
de Becton & Dickinson [BD Biosciences]). Posteriormente la placa se agito suavemente 
con un vórtex y se incubó durante 15 minutos a 4°C en oscuridad. 
 
 Después de la primera incubación se realizaron dos lavados, cada lavado consistió 
en la centrifugación de la placa empleando el protocolo mencionado anteriormente, una vez 
que las células se precipitaron en los pozos, se retiro el sobrenadante y se agregaron 200 uL 
de amortiguador para FACS y la placa se agitó suavemente en vórtex. 
 
 Después de la segunda incubación se agregaron 200 uL por pozo de Estreptoavidina 
conjugada con PE y se incubó durante 15 minutos a 4°C en oscuridad, inmediatamente 
después de la segunda incubación proseguimos al análisis de las muestras. 
 
Análisis citométrico de flujo. 
 
 Se analizaron 2x105 células por muestra en un citómetro de flujo FACsCalibur 
empleando el programa CellQuest (Becton & Dickinson). 
 
 Analizamos la distribución del tamaño y granularidad de las células en una gráfica 
de puntos, y definimos una región correspondiente a las células viables a la que llamamos 
“BAZO” (Fig. 1). 
 
 
 
Figura 1. Distribución de las células 
capturadas por tamaño (eje de las x) y por 
granularidad (eje de las y), en el extremo 
izquierdo de la gráfica se puede observar el 
límite de la región bazo, en la que se 
ubican los eventos que corresponden a las 
células viables. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los eventoscontenidos en la región “BAZO” fueron agrupados en un segundo diagrama de 
puntos según la expresión de los marcadores CD4 (eje de las x) y CD8 (eje de las y), y 
según la expresión del marcador CD4, CD8, ambos o por la ausencia de ambos se 
incluyeron en las regiones CD4+, CD8+, dobles positivas o dobles negativas 
respectivamente (Fig. 2) 
9 
 
Figura 2. Cada cuadrante contiene a un 
grupo discreto de células definido por la 
expresión de los marcadores CD4 (eje de 
las x) y CD8 (eje de las y). 
 
En el cuadrante superior izquierdo se 
ubican las células CD4-/CD8+, en el 
superior derecho las células dobles 
positivas (CD4+/CD8+), en el cuadrante 
inferior derecho las células CD4+/CD8- y 
en el cuadrante inferior izquierdo las 
células dobles negativa (CD4-/CD8-) 
 
 
Una vez que se definieron los grupos celulares por la expresión de los marcadores arriba 
mencionados, se evaluó tanto el porcentaje como la intensidad de la señal de Qa-2 en cada 
grupo celular. 
 
Análisis estadístico 
 
Los datos de porcentajes fueron transformados a la raíz cuadrada de su arcoseno con el 
propósito de normalizar su distribución. La raíz cuadrada del arcoseno de los porcentajes, y 
los valores de la intensidad de la señal de Qa-2 se analizaron mediante ANOVA de dos 
factoriales (sexo y edad). Empleamos la prueba de Tukey para determinar si las diferencias 
encontradas son estadísticamente significativas con los programas Statistica (StatSoft, Inc. 
[2001]. STATISTICA [data analysis software system], version 6. www.statsoft.com.) y 
GraphPad Prism version 5.01 (for Windows, GraphPad Software, San Diego California 
USA, www.graphpad.com”). Consideramos diferencias estadísticamente significativas 
aquellas cuyo valor de P < 0.05. 
 
10 
 
Resultados 
 
1. Porcentajes de grupos celulares definidos por CD4 y CD8 en el bazo. 
 
La Tabla 1 muestra valores representativos del porcentaje de cada grupo de células 
definido por la expresión de los marcadores (CD4, CD8, ambos o ninguno) que obtuvimos 
del bazo. En todos los casos, el porcentaje de células doble negativas (CD4-/CD8-) es 
significativamente mayor a los demás grupos. El segundo grupo más abundante son las 
células CD4+, y poco menos abundantes las células CD8+. En todos los individuos 
encontramos una pequeña población (aproximadamente el 1% del total de las células del 
bazo que obtuvimos) de células que expresan tanto el marcador CD4 como el marcador 
CD8 (CD4+/CD8+) con intensidades de señales medias comparables a la de los linfocitos 
CD4+ o CD8+ (Fig. 2). 
 
Tabla 1. 
 
 
Porcentaje de células por cuadrante 
 
Machos 
 
Hembras 
 
Prepúberes 
 
 
Adultos 
 
 
Prepúberes 
 
 
Adultos 
 
CD4+ 
 
27.38 28.65 23.83 27.07 
CD8+ 
 
13.84 14.01 11.90 14.10 
CD4+/CD8+ 
 
1.13 0.85 0.56 1.11 
CD4-/CD8- 
 
57.65 56.49 63.71 57.72 
 
2. Efecto de la edad y el sexo sobre la expresión de Qa-2 en las células del bazo. 
 
Qa-2 se expresa en las células del bazo en hembras y machos prepúberes. El 78.75% 
de las células del bazo de las hembras prepúberes expresan Qa-2 (Qa-2+), así como el 
73.8% de las células del bazo de los machos. No hay diferencias significativas en el 
porcentaje de células Qa-2+ entre los sexos antes de la pubertad (Fig. 3B) 
 
La media de las intensidades de las señales leída por el FACS para la fluorescencia 
de PE (el cromóforo empleado para marcar a Qa-2) indica la densidades medias con que 
Qa-2 se expresa en la membrana de las células analizadas. 
 
La intensidad de la señal de Qa-2 en las células del bazo de las hembras prepúberes 
fue 923 (unidades arbitrarias) y de los machos prepúberes 877, estas diferencias tampoco 
son estadísticamente significativas (Fig. 3C). 
11 
 
Figura 3. (Expresión de Qa-2 en células bazo). A) Histogramas representativos de la señal 
de Qa-2 leída en el bazo. El eje de las x del histograma corresponde a la intensidad de la 
señal, el eje de las y corresponde al número de eventos. La línea horizontal en el lado 
derecho del histograma define el área en la cual la señal de Qa-2 es positiva y distinguible 
de la fluorescencia celular y del pegado inespecífico de la estreptoavidina-PE. B) 
Porcentaje de células del bazo Qa-2+. Nótese que el eje de las Y va de 40% a 100%. Cada 
punto representa un dato independiente, k=8. Las letras sobre cada columna indican si los 
grupos son iguales o difieren (letras diferentes denotan diferencias estadísticas P<0.05). C) 
comparación de la intensidad de la señal de Qa-2 entre los grupos de animales. 
 
 
3. El porcentaje de células del bazo Qa-2+ y la intensidad de la señal de Qa-2 en las 
células del bazo aumentan en ambos sexos después de la pubertad, y con mayor 
intensidad en las hembras. 
 
En las hembras adultas el 87.95%, de las células del bazo es Qa-2+, y en los 
machos adultos el 81.78% de las células del bazo son Qa-2+, las diferencias entre las 
hembras adultas y las prepúberes son significativas (P < 0.001), así como entre los machos 
antes y después de la pubertad (P 0.001, Fig. 3 B). El porcentaje de células del bazo Qa-2+ 
es mayor en las hembras adultas en comparación al porcentaje de células del bazo Qa-2+ en 
los machos adultos (P 0.004 Fig. 3 B). 
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Hembra Adulto
Macho Adulto
Macho Prepúber
Hembra Prepúber
A B
40
60
80
100
%
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 C
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Prepúber
Adultoa
b
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Prepúber
Adulto
M
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h
o
H
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b
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0
500
1000
1500
2000
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l 
d
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 Q
a
-2
a
b
a, b
c
C
Figura 3
12 
 
La intensidad de la señal de Qa-2 en las células del bazo de los machos adultos es 
1057, y presenta un aumento en comparación a los machos prepúberes (P 0.012). La 
intensidad de la señal de Qa-2 en las células del bazo de las hembras adultas es de 1315 y 
es significativamente mayor al de las hembras prepúberes (P< 0.001), y a la de los machos 
adultos (P< 0.001, Fig. 3 C). Asimismo, el incremento en la intensidad de la señal de Qa-2 
en las células del bazo es el doble en las hembras en comparación al incremento en los 
machos después de la pubertad, es decir, la edad potencia las diferencias entre los sexos (F 
7.52, P 0.01, Fig. 3 C). 
 
4. Expresión de Qa-2 en linfocitos CD4+/CD8-. 
 
Interesantemente, el porcentaje de linfocitos CD4+/Qa-2+ es mayor en las hembras 
prepúberes en comparación a los machos de la misma edad (Fig. 4 B, en las hembras 
prepúberes el 95.9 % de los linfocitos CD4+ son Qa-2+, mientras que en los machos 
prepúberes el 93.46%, P 0.009). 
 
Qa-2+
Prepúber
Adulto
M
ac
h
o
H
e
m
b
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0
500
1000
1500
2000
2500
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 Q
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b
a, b
c
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Hembra Adulto
Macho Adulto
Macho Prepúber
Hembra Prepúber
Prepúber
Adulto
M
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92
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 C
D
4
+
/Q
a
-2
+
A B
C
a
b
c
d
Figura 4
13 
 
Figura 4. (Expresión de Qa-2 en linfocitos CD4+ [CD8-]). A) Histogramas representativos 
de la señal de Qa-2 obtenida de los linfocitos CD4+ del bazo. B) Gráfica del porcentaje de 
células en el bazo CD4+/Qa-2+. Nótese que el eje de las Y va de 90% a 100%. C) Gráfica 
de la intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos CD4+. 
 
 
El porcentaje de linfocitos CD4+/Qa-2+ aumenta en ambos sexos después de la 
pubertad (Fig. 4 B, en las hembras adultas el 99.3% de los linfocitos CD4+ son Qa-2+, así 
como el 97.6% de los linfocitos CD4+ del bazo en los machos adultos, en ambos casos P < 
0.001). El porcentaje de linfocitos T CD4+/Qa-2+ del bazo en las hembras adultas es 
mayor que el de los machos adultos (P < 0.001). 
 
La intensidad de la señal de Qa-2 en la membrana de los linfocitos CD4+ de las 
hembras prepúberes es 1290, y en los machos prepúberes es 1125, pero estas diferencias no 
son significativas (Fig. 4 C). 
 
La intensidad de la señal de Qa-2 en la membrana de los linfocitos CD4+ es mayor 
en los adultos que en los prepúberes, en las hembrasadultas la intensidad de la señal de Qa-
2 en la membrana de los linfocitos T CD4+ es 1758, y en los machos adultos 1415 (P < 
0.001 y P 0.044, respectivamente). La intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos T 
CD4+ es mayor en las hembras adultas en comparación a los machos adultos (P 0.013, Fig. 
4 C). 
 
5. Expresión de Qa-2 en linfocitos CD4-/CD8+. 
 
Así como en los linfocitos T CD4+, el porcentaje de linfocitos CD8+/Qa-2+ es 
mayor en las hembras prepúberes en comparación a los machos de la misma edad, en las 
hembras prepúberes el 98.16% de los linfocitos T CD8+ es Qa-2+, y en los machos 
prepúberes 97.5% (P 0.037, Fig. 5 B). Las diferencias entre los sexos de porcentaje de 
linfocitos CD8+/Qa-2+ desaparecen después de la pubertad, pues el aumento de linfocitos 
CD8+/Qa-2 observado por la edad únicamente es significativo en los machos adultos en 
comparación a los machos prepúberes (P < 0.001, Fig. 5 B). 
 
La intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos T CD8+ presenta un patrón 
opuesto al patrón observado en el porcentaje de este mismo grupo de células. La intensidad 
de la señal de Qa-2 en los linfocitos CD8+ de las hembras prepúberes es 1784, y en los 
machos prepúberes es 1666, las diferencias en la intensidad de la señal de Qa-2 en los 
linfocitos T CD8+ no son significativas entre ambos sexos antes de la pubertad (Fig. 5 C). 
Sin embargo, después de la pubertad, la intensidad de la señal de Qa-2 en las hembras 
adultas es 2651, lo que representa un aumento de casi el 50% de la intensidad de la señal de 
Qa-2 en los ambos sexos prepúberes (P < 0.001 en ambos casos), y es mayor en 
comparación a la intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos CD8+ de los machos 
adultos (P 0.003, Fig. 5 C). 
 
 También en este caso, la edad interactúa con el sexo sobre las diferencias 
observadas en la intensidad media de Qa-2 (F 5.074 y P 0.032) 
 
14 
 
 
Figura 5. (Expresión de Qa-2 en linfocitos CD8+ [CD4-]). A) Histogramas representativos 
de la señal de Qa-2 obtenida de los linfocitos CD8+ del bazo. B) Gráfica del porcentaje de 
células en el bazo CD4+/Qa-2+. Nótese que el eje de las Y va de 90% a 100%. C) Gráfica 
de la intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos CD8+. 
 
 
6. Expresión de Qa-2 en células del bazo CD8+/CD4+ (Dobles positivas). 
 
El porcentaje de células en el bazo dobles positivos que expresa Qa-2+ es de 
99.87% en las hembras prepúberes, y 99.69 en los machos de la misma edad. Antes de la 
pubertad las diferencias en el porcentaje de dobles positivos Qa-2+ no es significativo (P 
0.167, Fig. 6 B). Después de la pubertad, el porcentaje de dobles positivos que expresa Qa-
2 aumenta en las hembras en comparación a los individuos prepúberes de ambos sexos (P 
0.017 en comparación a las hembras prepúberes, y P < 0.001 en comparación a los machos 
prepúberes). El porcentaje de dobles positivos Qa-2+ en el bazo de las hembras adultas es 
Prepúber
Prepúber
Adulto
M
ac
h
o
H
e
m
b
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0
1000
2000
3000
4000
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Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Hembra Adulto
Macho Adulto
Macho Prepúber
Hembra Prepúber
A
Adulto
90
92
94
96
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100
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b b
b
M
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h
o
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m
b
ra
B
C
Figura 5
15 
 
99.98%, y en el bazo de los machos adultos 99.87% en los machos adultos. La diferencia 
en el porcentaje de dobles positivos Qa-2+ en el bazo entre ambos sexos de individuos 
adultos tiende a ser significativa (P 0.051). 
Figura 6. (Expresión de Qa-2 en células CD4+/CD8+ [dobles positivas]). A) Histogramas 
representativos de la señal de Qa-2 obtenida de las células CD4+/CD8+ del bazo, nótese el 
corrimiento de la cura hacia la derecha. B) Gráfica del porcentaje de células en el bazo 
CD4+/CD8+/Qa-2+. Nótese que el eje de las Y va de 99% a 100%. C) Gráfica de la 
intensidad de la señal de Qa-2 en las células CD4+/CD8+. 
 
 La intensidad de la señal de Qa-2 en las células dobles positivas presenta un patrón 
semejante al de la intensidad de la señal de Qa-2 en los linfocitos CD8+. En las hembras 
prepúberes el valor de la intensidad de la señal es 4552, en los machos prepúberes 4159. La 
intensidad de la señal de Qa-2 en las células dobles positivas es de 4565 en los machos 
adultos. Ninguna de las densidades medias mencionadas anteriormente difiere 
significativamente. En contraste, la intensidad de la señal de Qa-2 en las hembras adultas 
Prepúber
Adulto
M
ac
h
o
H
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b
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99.0
99.2
99.4
99.6
99.8
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Prepúber
Adulto
M
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b
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Hembra Adulto
Macho Adulto
Macho Prepuúber
Hembra Prepúber
A B
C
Figura 6
16 
 
es 6007, y es significativamente mayor a la de los demás grupos (P < 0.001 en todos los 
casos, Fig. 6 C). 
 
 Al igual que en los linfocitos CD4-/CD8+, la edad potencia el efecto del sexo sobre 
las diferencias en la intensidad de la señal de Qa-2 en la membrana de los dobles positivos 
(F 5.92, P 0.021) 
 
Cabe resaltar que tanto el porcentaje de células Qa-2+, y especialmente la intensidad 
de la señal de Qa-2 son considerablemente mayores en las células dobles positivas en 
comparación a los demás grupos analizados en este trabajo, o previamente reportada. 
 
7. Expresión de Qa-2 en células del bazo CD8-/CD4- (Dobles negativas). 
 
Las células del bazo que no expresan ni el marcador CD4 ni tampoco el marcador 
CD8 son un grupo heterogéneo de células entre las que se encuentran linfocitos B, 
macrófagos y células dendríticas. 
 
 El porcentaje de células del bazo dobles negativas Qa-2+ en las hembras prepúberes 
es 66.27%, en las hembras adultas 70.4%, en los machos prepúberes 57.3%, y en los macho 
adultos 63.4%, sin embargo, el porcentaje de dobles negativas Qa-2+ es sumamente 
variable hacia el interior de cada grupo, por lo que las diferencias entre los sexos y las 
edades en el porcentaje de dobles negativas Qa-2+ no es significativo (Fig. 7 B). 
 
 Contrariamente al patrón observado en el porcentaje de células dobles negativas Qa-
2+ en el bazo, la media de la densidad presenta un patrón de expresión dimórfica bien 
definido. 
 
La intensidad media de Qa-2 en las células dobles negativas del bazo en las hembras 
prepúberes es 551, en los machos prepúberes es 513, y no difieren entre si. Tampoco difiere 
la media de la intensidad de las células dobles negativas del bazo en los machos adultos que 
es 517. Pero la intensidad media de las células dobles negativas en el bazo de las hembras 
adultas es 759, y representa un incremento considerable en comparación a los demás grupos 
(P < 0.001 en todos los casos, Fig. 7 C), 
 
El efecto del sexo sobre las diferencias en la intensidad de la señal de Qa-2 en las 
células dobles negativas del bazo también es potenciado por la edad (F 12.8, P 0.001) 
17 
 
 
Figura 7. (Expresión de Qa-2 en células CD4-/CD8- [dobles negativas]). A) Histogramas 
representativos de la señal de Qa-2 obtenida de las células CD4-/CD8- del bazo, nótese el 
corrimiento de la curva hacia la izquierda. B) Gráfica del porcentaje de células en el bazo 
CD4-/CD8-/Qa-2+. Nótese que el eje de las Y va de 30% a 100%. C) Gráfica de la 
intensidad de la señal de Qa-2 en las células CD4+/CD8+ 
Prepúber
Adulto
M
ac
h
o
H
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0
500
1000
1500
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a a a
b
Prepúber
Adulto
M
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40
60
80
100
%
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s
 Q
a
-2
+
a
a
a
a
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Qa-2+
Figura 7
Hembra Adulto
Macho Adulto
Macho Prepúber
Hembra Prepúber
A B
C
18 
 
Discusión 
 
En el presente estudio describimos los efectos del sexo y de la edad sobre la 
expresión de Qa-2 en las células del bazo. Qa-2 es una molécula de la clase Ib del MHC 
que ha sido relacionada con varias funciones inmunes como el rechazo de tumores, 
generaciónde tolerancia y resistencia del hospedero contra la cisticercosis por T. 
crassiceps. 
 
Previamente se reportó que Qa-2 se expresa principalmente en los linfocitos T 
maduros, y que la expresión de esta molécula aumenta en los linfocitos T activados. La 
expresión de Qa-2 en otras células como los linfocitos B es drásticamente menor en 
comparación a su expresión en los linfocitos T (80). Por esta razón decidimos prestar 
especial interés en la expresión de Qa-2 en los linfocitos T. 
 
Debido a que en el momento de realizar este estudio no contábamos con el material 
necesario para evaluar la expresión de Qa-2 en otras células de interés, como los 
macrófagos y las células dendríticas, omitimos el análisis del efecto del sexo y la edad 
sobre la expresión de Qa-2 en estas poblaciones celulares, sin embargo, la mayoría de los 
linfocitos B, macrófagos y células dendríticas quedaron incluidos en la categoría de células 
dobles negativas (CD4-/CD8-). Nuestros resultados están en acuerdo con lo publicado por 
Tian y colaboradores (80), la expresión de Qa-2 es menor en las células dobles negativas en 
comparación a los linfocitos T. Sin embargo, las células que denominamos dobles positivas 
(CD4+/CD8+) presentan un porcentaje mayor de células Qa-2+, e intensidades medias de 
señal mucho mayores en comparación a los linfocitos CD4+ o a los linfocitos CD8+. 
 
Se ha reportado la presencia de linfocitos T maduros en la periferia que expresan los 
marcadores CD4 y CD8 simultáneamente (linfocitos CD4+/CD8+) en varios mamíferos 
como monos, cerdos y ratas. A este conjunto de linfocitos se les atribuyen funciones 
efectoras y de memoria inmunológica, o que se encuentran en proceso de maduración hacia 
linfocitos CD4+/CD8- (82 a 85). Ya que el grupo que denominamos “células dobles 
positivas” expresa intensidades medias de señal de CD4 y CD8 equiparables a los linfocitos 
T CD4+ y a los linfocitos T CD8+, y que además expresan niveles elevados de Qa-2, una 
molécula que ha sido empleada como criterio para definir linfocitos T maduros (58, 59), 
suponemos que esta población se trata en realidad de linfocitos T maduros dobles positivos 
(CD4+/CD8+) que podrían tener funciones efectoras y de memoria inmunitaria. La 
expresión de Qa-2 en las células dobles positivas tiene un incremento notable en las 
hembras adultas después de la pubertad, lo que sugiere que esta molécula podría tener una 
función relevante en este grupo celular, y que las células dobles positivas poseen una 
síntesis activa de proteínas, es decir, un metabolismo activo. 
 
Tanto el porcentaje de células Qa-2+ como la intensidad media con que Qa-2 se 
expresa en la membrana celular tienden a aumentar en ambos sexos después de la pubertad. 
Sin embargo, el incremento pos-pubertad en el porcentaje o la intensidad de la señal de Qa-
2 no afecta a todas las células del bazo del macho, pero si a la intensidad de la señal de Qa-
2 en todos los grupos celulares analizados de las hembras. Estos resultados están en 
acuerdo con estudios previos en donde se reporta que durante la pubertad la expresión de 
19 
 
varios genes relacionados a la respuesta inmune incrementa y se diferencia entre los 
machos y hembras (18). Nuestros resultados sugieren que las hormonas sexuales femeninas 
son un factor que promueve la expresión de Qa-2, y que los andrógenos u otras hormonas, 
como podría ser la dehidroepiandrosterona (DHEA) podrían tener efecto sobre algunos 
tipos celulares como los linfocitos T CD4+ y los linfocitos T CD8+, pero no en las células 
dobles positivas o dobles negativas. 
 
Interesantemente encontramos que los efectos del sexo y la edad varían entre los 
grupos celulares analizados; estas diferencias pueden ser el resultado de variaciones entre 
los distintos tipos celulares en los mecanismos de regulación de la expresión de Qa-2 (80), 
como pueden ser la síntesis de proteínas, el procesamiento antigénico, la regulación de las 
moléculas TAP, la síntesis de las cadena alfa de Qa-2, y de la Beta-2-microglobulina (51, 
53, 80). En el caso de que el efecto de la edad sea causado por los esteroides sexuales, las 
diferencias pueden ser el resultado en variaciones en la expresión de receptores a las 
hormonas entre los distintos grupos celulares. Sin embargo, la expresión de Qa-2 aumentó 
en todos los grupos celulares analizados del bazo de las hembras después de la pubertad, lo 
que sugiere que el efecto de la edad podría extenderse a otros órganos y a otras moléculas 
del MHC. 
 
A pesar de que en este estudio no evaluamos la expresión de Qa-2 en animales 
infectados con el cisticerco de T. crassiceps, y que no podemos descartar la posibilidad de 
que durante esta infección la expresión de Qa-2 sea mayor en los machos, especialmente 
porque durante la fase aguda de la infección los niveles de INF-γ son mayores en este sexo 
en comparación a las hembras (35), y a que se ha demostrado que esta citocina promueve la 
expresión de Qa-2 (57). Nuestros resultados demuestran que la expresión de Qa-2, al 
menos en condiciones fisiológicas es mayor en las hembras. Por otro lado, el dimorfismo 
sexual en la resistencia del hospedero contra la cisticercosis murina se mantiene aún en las 
cepas de ratón que no expresan Qa-2 (25), lo anterior se contrapone fuertemente a la idea 
de que Qa-2 tiene un papel central en las diferencias en la resistencia a la cisticercosis 
murina entre los sexos, y sugiere que la participación de Qa-2 en la cisticercosis murina 
quedaría subyugada a otros elementos de mayor relevancia, que a su vez son modulados 
por los esteroides sexuales como: la maduración de las células presentadoras de antígenos, 
la respuesta proliferativa de los linfocitos T a los antígenos de T. crassiceps y el perfil de 
citocinas Th1/Th2, que merecen mayor atención para comprender los efectos del sexo sobre 
las diferencias en la resistencia del hospedero contra la cisticercosis murina por T. 
crassiceps. 
 
 Más allá de las diferencias observadas entre los sexos en la resistencia contra la 
cisticercosis, el dimorfismo sexual de Qa-2 puede tener varias consecuencias de interés, la 
primera de ellas sería el incremento en la tolerancia de las células NK relacionadas a la 
inmunidad innata, y por el contrario, una mayor tendencia a la activación de los linfocitos 
CD8+ (pertenecientes a la inmunidad adaptativa) restringidos al reconocimiento de 
antígenos presentados por Qa-2. Lo anterior también está en acuerdo con Lamanson y 
colaboradores sugieren que la inmunidad adaptativa es promovida en las hembras sobre la 
inmunidad innata (18). 
 
20 
 
Además de tener un papel en la polarización hacia la respuesta inmune adaptativa en 
las hembras adultas, las diferencias en la expresión de Qa-2 también podrían generar 
diferencias entre los sexos adultos en la composición de los linfocitos intraepiteliales del 
intestino (iIELs, por sus siglas en inglés), ya que se ha relacionado la expresión de esta 
molécula con un incremento en el porcentaje de linfocitos CD8+, TCR α/β, CD8 α/α entre 
los iIELs (70). Recientemente se ha relacionado a los linfocitos CD8+ restringidos a las 
moléculas de la clase Ib del MHC como Qa-2 con el desarrollo de enfermedades 
autoinmunes (81), ya que Qa-2 se expresa más en las hembras, sexo en el que ciertas 
enfermedades autoinmunes son más frecuentes (5, 7 y 8); cabe la posibilidad de que exista 
una relación entre el incremento en la expresión de moléculas de la clase I del MHC en las 
hembras y la pérdida de tolerancia del sistema inmune hacia el propio organismo o con la 
morbidez de las enfermedades autoinmunes. 
 
21 
 
Conclusiones 
 
La expresión de Qa-2 en las células del bazo aumenta después de la pubertad en 
ambos sexos, sin embargo, este incremento varía entre los sexos y es claramente mayor en 
las hembras adultas en comparación a los machos adultos, conduciendo a dimorfismo 
sexual en la expresión de Qa-2 después de la pubertad. 
 
El incremento ocurrido tras la pubertad en la expresiónde Qa-2 en el bazo de las 
hembras, no solo es mayor en comparación al incremento en los machos, sino que en las 
hembras se extiende a células linfoides y células no linfoides, mientras que en los machos 
se limita a los linfocitos T CD4+, y a los linfocitos T CD8+. 
 
El incremento en la expresión de Qa-2 en las células dobles negativas (CD4-/CD8-) 
es relevante en el aumento neto de la expresión de Qa-2 observado en el bazo de las 
hembras, mientras que en los machos no hay cambios significativos en este grupo celular, 
ni tampoco en las células dobles positivas (CD4+/CD8+). 
 
La mayor expresión de Qa-2 ocurre en las células dobles positivas (CD4+/CD8+), 
que emiten más del doble de intensidad de señal en comparación a los linfocitos CD4+ 
(CD8-) y a los linfocitos CD8+ (CD4-). 
 
22 
 
Perspectivas 
 
En el presente estudio describimos diferencias antes y después de la pubertad en la 
expresión de Qa-2 en las células del bazo de ambos sexos; estas diferencias podrían ser 
generadas por el efecto de los esteroides sexuales, lo que queda por ser definido, así como 
los órganos a los que se extienden las diferencias en la expresión de Qa-2, lo cual podría 
proporcionar información sobre el significado biológico de las diferencias en la expresión 
de Qa-2 después de la pubertad. 
 
A pesar de que después de la pubertad la expresión de Qa-2 en células del bazo en 
condiciones fisiológicas, es mayor en las hembras en comparación a los machos, es posible 
que este patrón se invierta durante la infección por T. crassiceps causante de la cisticercosis 
murina, lo cual también queda por ser analizado con el fin de entender mejor la 
participación de Qa-2 en la infección. 
 
Por otro lado, encontramos que la expresión de Qa-2 es mucho mayor en las células 
dobles positivas (CD4+/CD8+) en comparación a cualquier otro grupo celular. Es probable 
que estas células sean en realidad linfocitos T maduros, lo que queda por ser confirmado, 
así como si Qa-2 tiene un papel relevante en este tipo celular. 
 
Finalmente, no ha sido claramente definido hasta dónde se extiende el dimorfismo 
sexual en la expresión de moléculas del MHC tanto de la clase I como de la clase II, así 
como la posibilidad de que estas diferencias estén implicadas en las diferencias observadas 
entre los sexos en la susceptibilidad o frecuencia a las distintas enfermedades. 
 
 
 
 
 
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13 
 
31 
	Portada
	Tabla de contenidos
	Resumen
	Antecedentes
	Pregunta, hipótesis y objetivos
	Materiales y métodos
	Resultados
	Discusión
	Conclusiones
	Bibliografía

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