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Frecuencia-de-incendios-forestales-su-relacion-con-la-precipitacion-y-la-riqueza-de-especies-vegetales-en-la-cuenca-del-Rio-Magdalena-DF-Mexico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
 MÉXICO 
 
 FACULTAD DE CIENCIAS 
 
 
 FRECUENCIA DE INCENDIOS FORESTALES, 
 SU RELACIÓN CON LA PRECIPITACIÓN 
 Y LA RIQUEZA DE ESPECIES VEGETALES, 
 EN LA CUENCA DEL RÍO MAGDALENA, D. F., MÉXICO 
 
 
 
 
 T E S I S 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE : 
 B I Ó L O G A 
 P R E S E N T A : 
 ARIADNA FLORES RODRÍGUEZ 
 
 
 
 DIRECTORA DE TESIS: DRA. MARÍA DE LOURDES VILLERS RUÍZ 
 CO-DIRECCIÓN: DRA. BEATRÍZ MARGARITA LUDLOW WIECHERS 
 
 2006 
 
 FACULTAD DE CIENCIAS 
 UNAM 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Hoja de Datos del Jurado 
1. Datos de la alumna 
 Flores 
 Rodríguez 
 Ariadna 
 56 44 32 12 
 Universidad Nacional Autónoma de México 
 Facultad de Ciencias 
 Biología 
 097141103 
2. Datos de la Tutora 
 Dra 
 María de Lourdes 
 Villers 
 Ruíz 
3. Datos de la Co-Tutora 
 Dra 
 Beatríz Margarita 
 Ludlow 
 Wiechers 
4. Datos del sinodal 1 
 Dra 
 Lucía Oralia 
 Almeida 
 Leñero 
5. Datos del sinodal 2 
 M en C 
 Nelly 
 Diego 
 Pérez 
6. Datos del sinodal 3 
 Dra 
 Silvia 
 Castillo 
 Argüero 
7. Datos del trabajo 
 Frecuencia de incendios forestales, su relación con la precipitación y la riqueza de 
 especies vegetales, en la cuenca del río Magdalena, D. F., México. 
 60 p 
 2006 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
A la Dra. Lourdes Villers Ruíz por haberme apoyado, tenido paciencia y por sus sabios 
consejos que me sirvieron de gran ayuda para la realización de esta tesis. 
 
A la Dra. Beatriz Ludlow Wiechers, por haber hecho exhaustivas revisiones, por el 
carisma que siempre demuestra y por escucharme demostrando su gran amistad. 
 
A la Dra. Lucia Almeida Leñero, por las revisiones de redacción y en la parte 
fitosociológica. 
 
A la M. en C. Nelly Diego Pérez, por ser una de mis mejores maestras de botánica y 
por sus importantes correcciones. 
 
A la Dra. Silvia Castillo Argüero, por sus invaluables conocimientos en ecología los 
cuales me sirvieron para mejorar esta parte del trabajo. 
 
A la Biol. Verónica Aguilar Zamora, por su apoyo desinteresado en resolver mis 
problemas de cartografía, y ser una buena amiga. 
 
Al M. en C. Víctor Ávila Ackerberg, por su gran conocimiento en los bosques de la 
cuenca del río Magdalena y su gran apoyo en el campo. 
 
A la M. en C. Beatriz González Hidalgo, por su gran ayuda brindada en la determinación 
de ejemplares botánicos. 
 
A la M. en C. Julieta Jujnovski Orlandini, por proporcionarme mapas altitudinales de la 
CRM, para la elaboración de la cartografía de esta tesis. 
 
Al Ing. Ángel Joaquín Lara, encargado de los asuntos relacionados con incendios 
forestales de la CORENA, por su gran apoyo en proporcionarme los datos de incendios 
forestales. 
 
Al M. en C. Ángel Terán Cuevas, Subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental, del 
SMN, por la ayuda recibida con los datos de precipitación. 
 
A mis compañeros Julio, Mony y Fabiola del taller de Evaluación de bosques templados, 
por su compañía y apoyo en el trabajo de campo. 
 
A todos mis compañeros del laboratorio de Ecosistemas de Montaña y de CCA Vero, 
Ana Elisa, Charly, Julieta, Mariana, Miriam, Yedid, Víctor, Alia, Silvia y Toño, por hacer 
más ameno y llevadero el trabajo en el laboratorio. 
 
 
 
 
 
DEDICADO A: 
 
 
Mi Mami Conchita, por ser uno de mis más grandes apoyos y nunca dejarme caer e impulsarme a 
que le pusiera todo mi empeño a cada cosa que realizaba desde que era una niña. 
 
A mi Abue Eva, quien siempre me cuido y lo sigue haciendo como una segunda madre. 
 
A mi hermanito Jorgito y a su pequeño hijo Alexei, espero que siempre sean muy felices, los 
quiero mucho. 
 
Al resto de toda mi gran y maravillosa familia, si volviera a nacer y me dieran a escoger, los 
escogería de nuevo. 
 
A mis muy queridas amigas Olga, Paola y Tania las mejores que alguien pueda soñar. 
 
A mis amigos Biólogos Arlet, Chio, Choco, Dulce, Edith, Julio, Lorena, Luis, Luz, Mireille, 
Tony y Rafael, por haberme apoyado en este largo proceso. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 “En el fondo, los científicos somos gente con suerte: 
 podemos jugar a lo que queramos durante toda la vida”. 
 Lee Smolin, Físico teórico y cosmólogo. 
 
 
ÍNDICE 
RESUMEN .......................................................................................................................1 
1. INTRODUCCIÓN..........................................................................................................2 
1.1 Incendios forestales.............................................................................................................................. 3 
1.2 Factores que intervienen en la presencia de los incendios ............................................................. 3 
1.3 Vegetación y frecuencia de los incendios forestales........................................................................ 4 
2. OBJETIVOS.................................................................................................................7 
2.1 Generales ............................................................................................................................................... 7 
2.2 Particulares ............................................................................................................................................ 7 
3. ÁREA DE ESTUDIO ....................................................................................................8 
3.1 Localización ........................................................................................................................................... 8 
3.2 Comunidades vegetales y flora ........................................................................................................... 9 
3.3 Estatus legal ........................................................................................................................................ 10 
3.4 Actividades humanas.......................................................................................................................... 11 
4. MÉTODO....................................................................................................................12 
4.1 Revisión documental .......................................................................................................................... 12 
4.1.1 Incendios forestales ....................................................................................................................... 12 
4.1.2 Precipitación................................................................................................................................... 13 
4.2 Cartografía ...........................................................................................................................................14 
4.3 Selección de sitios de muestreo y trabajo de campo...................................................................... 15 
4.4 Análisis de datos ................................................................................................................................. 17 
4.5 Frecuencia de incendios..................................................................................................................... 17 
4.6 Índices de similitud y análisis de cobertura..................................................................................... 18 
5. RESULTADOS...........................................................................................................19 
5.1 Estadísticas de incendios .................................................................................................................. 19 
5.2 Estadísticas de precipitación............................................................................................................. 21 
5.3 Relación precipitación-incendios ...................................................................................................... 22 
5.4 Coeficiente de correlación y umbral de precipitación..................................................................... 24 
5.5 Frecuencia de incendios en la cuenca del río Magdalena .............................................................. 25 
5.5.1 Frecuencia de incendios en los años de 1997 y 1998................................................................... 27 
5.6 Riqueza de especies vegetales en la cuenca del río Magdalena ................................................... 29 
5.6.1 Relación de la frecuencia de incendios forestales y la riqueza de especies vegetales por 
comunidad............................................................................................................................................... 32 
5.6.2 Especies de áreas incendiadas ..................................................................................................... 39 
6. DISCUSIÓN ...............................................................................................................41 
7. CONCLUSIONES.......................................................................................................46 
8. LITERATURA CITADA ..............................................................................................48 
9. ANEXOS ....................................................................................................................54 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE DE FIGURAS Y ANEXOS 
 
Figura 1. Localización de la CRM, D. F. ..........................................................................................8 
Figura 2. Diagrama de la metodología...........................................................................................12 
Figura 3. Localización de estaciones meteorológicas e incendios por año en la CRM, D. F. ..........14 
Figura 4. Superficie afectada y número de incendios promedio de 1995 a 2004 en la CRM, D. F. ...19 
Figura 5. Estratos afectados por comunidad, en la CRM, D. F. ......................................................21 
Figura 6. Precipitación-incendios acumulados de 1995-2004. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm. 
 Comunidad de Quercus y otras comunidades................................................................22 
Figura 7. Precipitación-incendios acumulados de 1995-2004. Estación el Gavilán 3 700 m snm. 
 Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii............................................................23 
Figura 8. Precipitación-incendios acumulados de 1997-1998. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm. 
 Comunidad de Quercus y otras comunidades................................................................23 
Figura 9. Precipitación-incendios acumulados de 1997-1998. Estación el Gavilán 3 700 m snm. 
 Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii............................................................24 
Figura 10. Localización de las áreas incendiadas en la CRM, D. F. de 1995 a 2004........................26 
Figura 11. Localización de áreas incendiadas durante los meses de enero a mayo del año 1998, en 
 la CRM, D. F. ...............................................................................................................28 
Figura 12. Localización de parcelas muestreadas con y sin presencia de incendios de 1995-2004, 
 en la CRM, D. F. ...........................................................................................................31 
Figura 13. No. de especies por familia en la comunidad de Quercus en áreas incendiadas y no 
 Incendiadas en la CRM, D. F. ......................................................................................32 
Figura 14. No. de especies por familia en la Comunidad de Abies religiosa, en áreas incendiadas y 
 no incendiadas en la CRM, D. F. ..................................................................................35 
Figura 15. No. de especies por familia en la Comunidad de Pinus hartwegii, en áreas incendias y 
 no incendiadas en la CRM, D. F. ..................................................................................38 
Anexo 1. Parajes de la cuenca del río Magdalena, D. F. 
Anexo 2. Formato de campo 
Anexo 3. Incendios forestales en la CRM, D. F. de 1995 a 2004 
Anexo 4. Lista de especies por familia para la CRM, D. F. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE DE TABLAS 
 
Tabla 1. Características de las estaciones meteorológicas del área de estudio.............................13 
Tabla 2. Localización de parcelas muestreadas en la CRM, D. F. ..................................................16 
Tabla 3. Número total de incendios forestales y superficie afectada por comunidad, año y mes 
 para la CRM, D. F. ...........................................................................................................20 
Tabla 4. Frecuencia de incendios por comunidad y año en la CRM, D. F. ......................................25 
Tabla 5. Número de especies por familia en las zonas estudiadas de la CRM, D. F. ......................29 
Tabla 6. Tabla fitosociológica de las comunidades de áreas no incendiadas e incendiadas..........30 
Tabla 7. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. Comunidad de Quercus ......................33 
Tabla 8. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Quercus de la CRM, 
 D. F ….............................................................................................................................34 
Tabla 9. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. comunidad de Abies religiosa..............36 
Tabla 10. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Abies religiosa de la 
 CRM, D. F. .....................................................................................................................36 
Tabla 11. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. Comunidad de Pinus hartwegii...........38 
Tabla 12. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Pinus hartwegii, de la 
 CRM, D. F. .....................................................................................................................39 
Tabla 13. Lista de especies vegetales en áreas incendiadas, en la CRM, D. F. ..............................40 
 
 
RESUMEN 
Se considera como un incendio forestal a la propagación libre del fuego sobre la 
vegetación forestal, para que se produzca se necesita una fuente de calor que puede 
provenir de la radiación solar que seca la vegetación y de la flama que inicia el fuego, el 
cual depende del oxígeno que se encuentra disponible en la atmósfera y del 
combustible que proviene de la vegetación forestal disponible. 
Las prolongadas sequías incrementanel número de incendios forestales. En países 
tropicales, si la precipitación cae por debajo de los 100 mm por mes ó por un período de 
2 o más semanas sin lluvia la vegetación presentará contenidos de humedad muy bajos 
por lo cual estará disponible a incendiarse con facilidad. La baja precipitación es uno de 
los factores que intervienen en la frecuencia de incendios y esta a su vez en la riqueza 
de especies; la frecuencia de incendios se define como el lapso de tiempo entre un 
incendio y otro, que junto con la estacionalidad, la extensión y el tipo de incendio, 
constituyen el régimen de incendios. 
El trabajo se desarrollo en la cuenca del río Magdalena, en el D. F., por ser una zona 
muy importante tanto florística como hidrológicamente, ya que forma parte del suelo de 
conservación de la Ciudad de México. Por lo que se plantearon los siguientes objetivos: 
a) conocer la relación que existe entre un incendio forestal con la precipitación pre-
incendio en la cuenca del río Magdalena en el período de 1995 a 2004, por medio de 
revisiones documentales sobre la precipitación e incendios ocurridos en este período de 
tiempo, así como sus respectivos análisis y comparaciones, b) encontrar las diferencias 
de riqueza y cobertura de especies entre áreas incendiadas y no incendiadas durante el 
período de 1995-1998, para las comunidades de Quercus, Abies religiosa y Pinus 
hartwegii, a través del trabajo de campo, índice de similitud de Jaccard y análisis 
cartográfico. 
 Los incendios forestales ocurren principalmente en marzo y abril; las comunidades de 
Abies religiosa y Pinus hartwegii fueron las más afectadas con un mayor número de 
incendios y superficie. El total de incendios ocurridos durante el período estudiado 
(1995-2004) fue de 157. En las áreas no incendiadas se registraron, 106 especies, 54 
géneros y 31 familias, para las áreas incendiadas se contabilizaron un total de 109 
especies, 54 géneros y 30 familias. En este trabajo se concluye que cuando la 
precipitación es menor a 25 mm, los incendios se incrementan. Después de cinco años 
de ocurrir un incendio el número de especies comunes entre las diferentes 
comunidades estudiadas está entre el 17% y 40% y la cobertura en áreas incendiadas 
fue menor que en las no incendiadas. 
 
 
 
 
 
 
 
1. INTRODUCCIÓN 
1.1 Incendios forestales 
Los incendios siempre han sido un factor natural muy importante en la estructura de la 
vegetación, ya que presentan una influencia fundamental sobre las especies y su 
historia de vida, así como en las características y procesos del ecosistema, tal es el 
caso del ciclo del carbono, los nutrientes, la productividad y la diversidad. 
Se considera como un incendio forestal a la propagación libre del fuego sobre la 
vegetación forestal, para que se produzca se necesita una fuente de calor que puede 
provenir de la radiación solar que seca la vegetación y de la flama que inicia el fuego, 
su desarrollo depende del oxígeno que se encuentra disponible en la atmósfera y del 
combustible que proviene de la vegetación forestal disponible. La presencia y 
características de estos elementos influirán sobre la intensidad del incendio (Rodríguez, 
1996). 
Los incendios forestales se clasifican en naturales e inducidos, o por el tipo de estrato 
al que afectan. Los naturales son ocasionados principalmente por rayos, en situaciones 
muy raras y poco documentadas, por caídas de piedras, chispas, etc. Estos han influido 
en la evolución de las comunidades vegetales en muchas partes del mundo. En algunas 
comunidades este tipo de incendios son tan raros y a menudo tan intensos, que 
condicionan a la vegetación a retroceder a las primeras etapas de la sucesión ecológica 
(Spurr y Barnes, 1980; Bond y Van Wilgen, 1996; Trabaud, 1998). Los incendios 
provocados o inducidos, se efectúan desde hace muchos años con la finalidad de 
aumentar las áreas agrícolas y de pastoreo, en algunos casos estas quemas se realizan 
de manera estratégica reduciendo los efectos negativos de estas perturbaciones (Spurr 
y Barnes, 1980; Rodríguez, 1996). 
Por el tipo de estrato al que afectan, los incendios forestales se clasifican en: 
superficiales, subterráneos y de copa; en los primeros se consumen, los combustibles 
superficiales como hierbas, zacates, leñas u hojarasca, quemando algunas veces la 
base de los árboles. Cuanto mayor sea la cantidad de materia acumulada en la 
superficie, mayor será la intensidad del incendio; la mortalidad de los arbustos y árboles 
dependerá de cada especie, la edad y el hábito de enraizamiento. Los pinos jóvenes 
pueden sucumbir a un incendio superficial, mientras que los individuos más viejos de la 
misma especie sobreviven debido a la mayor protección que les brinda el cambium y 
una corteza más gruesa así como una mayor altura de la copa sobre las llamas. La 
sobrevivencia posterior a un incendio superficial, en la mayor parte de las especies de 
árboles resistentes al fuego, no está determinada por el daño al cambium del tallo, sino 
por su susceptibilidad al deterioro de las raíces y a las condiciones finales de la copa 
por el efecto de los gases calientes que se elevan sobre las llamas (Spurr y Barnes, 
1980; Rodríguez y González, 2004). 
En los incendios subterráneos se quema el mantillo y raíces bajo la superficie del 
suelo o la materia orgánica acumulada en las fracturas de los afloramientos de rocas; 
no tienen llamas y pueden matar a la mayor parte de las plantas con raíces que crecen 
sobre la materia orgánica. Generalmente tienen una combustión lenta y generan 
temperaturas muy altas. Este tipo de incendios tienden a persistir y normalmente 
funcionan como fuentes de reignición de los incendios superficiales. 
En los incendios de copa, el fuego consume la totalidad de los árboles, propagándose 
tanto de copa en copa como superficialmente. Las coniferas son las más susceptibles a 
los incendios de copa, debido a la alta combustibilidad de su follaje (Spurr y Barnes, 
1980; Bond y van Wilgen, 1996; Rodríguez, 1996). 
1.2 Factores que intervienen en la presencia de los incendios 
Existen algunos factores que influyen en la presencia del fuego como el tipo de 
combustible y el tiempo atmosférico. Los combustibles están representados por los 
materiales vegetales que pueden quemarse, ya sean vivos o muertos (Bessie y 
Johnson, 1995; Martín et al., 1998; Martínez-Martínez, 2003). El tiempo atmosférico es 
el factor de mayor variabilidad en un incendio forestal y los principales elementos que 
influyen sobre su comportamiento son las temperaturas elevadas, baja humedad 
relativa, la dirección y velocidad del viento y días consecutivos sin precipitación (García 
de Pedraza y García, 1987; Trabaud, 1998). De echo las prolongadas sequías 
incrementan la vulnerabilidad a incendiarse de la vegetación, en países tropicales si la 
precipitación cae por debajo de los 100 mm por mes ó por un período de 2 o más 
semanas sin lluvia, la vegetación presenta contenidos de humedad muy bajos por lo 
cual estará disponible a incendiarse con facilidad (Goldammer y Seibert, 1990; Villers et 
al., 2000). 
El fuego obedece a un conjunto de factores biológicos y socio-económicos, que 
explican su ocurrencia y propagación, y a la vez permiten de alguna manera aumentar 
su prevención y reducir sus efectos (Martín et al., 1998). Los biológicos se refieren a las 
variables que condicionan la inflamabilidad como, la humedad de la planta, la cantidad y 
naturaleza de los materiales volátiles (como la resina), y la superficie vegetal. Por otra 
parte los sociales son las prácticas asociadas a las actividades económicas, las vías de 
acceso y las acciones de prevención, combate y control de incendios (Martínez-
Martínez, 2003). 
1.3 Vegetación y frecuencia de los incendios forestales 
La frecuencia se define como la recurrencia de incendios en un área dada sobre el 
tiempo, que junto con la estacionalidad, la extensión y el tipo de incendio, constituyenel 
régimen de incendios (Gill, 1975 en Whelan, 1995). 
El potencial de la frecuencia de incendios en un sitio dependerá principalmente de dos 
factores, el tiempo requerido para construir una carga de combustible disponible desde 
el último incendio y la frecuencia de igniciones. El patrón que se presenta en los 
estudios de la historia de los incendios, está basado en el concepto de ocurrencia 
cíclica del incendio regulado por la acumulación de combustible, la inflamabilidad y 
ocurrencia de las sequías. De esta forma se producen incendios de diferentes 
intensidades: desde los superficiales frecuentes y ligeros que reducen las 
acumulaciones de combustible, hasta incendios de copa, raros pero intensos que llegan 
a quemar grandes extensiones de bosques. 
La gran mayoría de las comunidades vegetales del mundo se han quemado a 
intervalos más o menos frecuentes durante miles de años. Actualmente las 
comunidades están, determinadas por la delimitación de las granjas, rancherías y 
poblaciones en zonas forestales, además de los cruces de carreteras y caminos por el 
bosque, provocando que en Norteamérica los incendios continúen siendo el factor de 
deterioro más importante en la mayor parte de la vegetación (Spurr y Barnes, 1980). 
Algunos estudios que se han realizado sobre la frecuencia son conteos informales de 
la ocurrencia de incendios, a través del registro de las cicatrices en los anillos de 
crecimiento de los árboles incendiados (Heinselman, 1973 y Arno y Snack, 1977 en 
Johnson y Gutsell, 1994). Estos se hicieron principalmente en el chaparral, los bosques 
boreal, subalpino, alpino y de pino en el norte de EUA. 
La vegetación actual es el resultado del equilibrio ecológico con el medio ambiente, uno 
de cuyos elementos es el fuego. Evolutivamente los incendios han actuado como una 
fuerza de selección sobre las plantas, aumentando el rebrote de yemas, incrementando 
la floración, entre otros. Sin embargo, la intervención del hombre hace que se modifique 
la vegetación, llegándose en ocasiones a resultados indeseables alterando el ambiente 
hasta niveles perjudiciales para el hombre, como el daño a la regeneración, por el 
debilitamiento del arbolado adulto, la susceptibilidad del ataque de plagas y 
enfermedades y la reducción del valor económico de los productos forestales (Rojo et 
al., 2001; Bond y van Wilgen, 1996). 
 Los incendios juegan un papel importante en la regeneración de algunas 
comunidades vegetales, esto es debido a que la selección natural ha favorecido el 
desarrollo de características que hacen que algunas plantas sean dependientes al 
fuego y por lo tanto más inflamables que otras que no lo son, teniendo como resultado 
la dominancia de especies y las asociaciones vegetales (Mutch, 1970; Spurr y Barnes, 
1980). Cuando los incendios suceden con demasiada frecuencia, pueden ocurrir 
cambios notables en las poblaciones vegetales ya que ciertas especies pueden 
desaparecer, reduciendo la biodiversidad del lugar, asimismo los intervalos entre fuegos 
sucesivos determinan la permanencia de las especies y de las comunidades (Trabaud, 
1998). 
Las características del incendio son determinadas por la respuesta de la vegetación a 
la sequía por ejemplo, algunas plantas del mediterráneo muestran adaptaciones a este 
fenómeno, como la tendencia a reducir la evapotranspiración durante la estación seca, 
disminuyendo el tamaño de las hojas y haciéndolas más compactas. La pérdida de 
agua en la planta esta controlada por la transpiración; las variables que influyen en esta 
son a) la radiación solar, temperatura, humedad atmosférica y viento y, b) fisiológicas y 
morfológicas como la estructura de la hoja y el grado de abertura de los estomas 
(Martín et al., 1998). Al perder agua por estas adaptaciones las plantas corren el riesgo 
a ser inflamables pero si la planta permanece con suficiente humedad, tal inflamabilidad 
no se produce. Sin embargo existen algunas especies de plantas que se incendian a 
pesar de que estén húmedas, debido a la cantidad de substancias volátiles que 
presentan, como es el caso de los eucaliptos (Elvira y Lara, 1989). Otros factores, que 
intervienen en la intensidad y velocidad de propagación del fuego son las características 
propias de la vegetación, como el grado de combustibilidad, que depende de la 
composición de la planta, densidad, calor específico y compactación de sus 
componentes. Una estructura de arbolado abierta, con abundante matorral y pasto 
seco, tiene muchas más posibilidades de arder que una con densidad elevada, que 
impide el crecimiento de un matorral vigoroso (Martín et al., 1998). 
En casi todo el mundo, la dominancia de los bosques de Pinus y Quercus sobre otras 
especies se debe a los incendios. Incluso las extensas áreas de bosque mixto de Abies 
y Pinus en los bosques boreales de Norteamérica y Eurasia están estructurados, en 
gran parte, por los incendios forestales (Bloomerg, 1950 en Spurr y Barnes, 1980). 
En México, los incendios en su mayoría son de tipo superficial y una de las 
principales causas de deterioro de las zonas forestales, por la pérdida de biodiversidad 
y de recursos naturales. Además debido a su espectacularidad es uno de los 
fenómenos que mayor impacto causan en la opinión pública, atribuyéndoles 
equivocadamente que son la principal causa de la deforestación. 
Los incendios naturales constituyen aproximadamente el 5% de los incendios en el 
país; casi la totalidad de los incendios ocurridos (95%), se deben a causas humanas, ya 
sean por accidente, intencionalidad o negligencia. En particular, cerca del 60% de los 
incendios forestales, en México, tienen su origen en el uso del fuego con fines 
agropecuarios y silvícolas (Santiago et al., 1999 en Martínez-Martínez, 2003). 
Los estados con mayor número de incendios son el Estado de México con 1948 
incendios en promedio al año, seguido por el Distrito Federal con un total de 1111 
incendios anuales. A pesar de la gran cantidad de incendios forestales que ocurren en 
el Distrito Federal, la superficie afectada es baja en comparación con los demás 
estados de la República, por lo que ocupa el lugar 21 con relación a la superficie 
afectada al año (SEMARNAT, 2004). 
La presente investigación se realizó en la cuenca del río Magdalena (CRM), en el D. 
F., por ser una zona muy importante tanto a nivel florístico como hidrológico, formando 
parte del suelo de conservación de la Ciudad de México. 
 
2. OBJETIVOS 
2.1 Generales 
• Conocer la frecuencia de los incendios forestales y su relación con la 
precipitación pre-incendio en el período de 1995 a 2004 en la cuenca del río 
Magdalena, D. F. 
• Encontrar las diferencias de riqueza y cobertura entre las áreas incendiadas y no 
incendiadas para las comunidades de Quercus, Abies religiosa y Pinus hartwegii. 
. 
2.2 Particulares 
• Analizar la relación entre el número de incendios y la precipitación que cae 15 
días antes de estos. 
• Encontrar el umbral de precipitación, en el cual por debajo de este, se presentan 
con mayor frecuencia los incendios. 
• Determinar cuales fueron las comunidades más afectadas según el número y 
frecuencia de incendios durante el período de 1995-2004. 
• Comparar áreas incendiadas en el período de 1995 a 1998, y no incendiadas 
mediante el índice de similitud de Jaccard. 
 
3. ÁREA DE ESTUDIO 
3.1 Localización 
La cuenca del río Magdalena se encuentra en la Cordillera Volcánica Transmexicana 
entre los 19º14’35” y 19º17’53” N y los 99º15’06” y 99º20’18” W (Ávila-Ackerberg, 2004). 
Con una dirección SW-NE, forma parte de la cuenca de México en la vertiente 
occidental de la sierra de las Cruces (Ávila-Ackerberg, 2002) en la región de la Sierra 
del Chichinautzin; constituye el parteaguas entre las cuencas de México y del Balsas 
(García Falcón, 1979 en: Nieto, 1995). La CRM dentro del Distrito Federal comprende 
en su mayoría a la delegación Magdalena Contrerascon un 78%, la delegación Álvaro 
Obregón 5% y Cuajimalpa 17% (Figura 1) (Ávila-Ackerberg, 2004). Limita al N con los 
pueblos de San Bartolo Ameyalco, Santa Rosa y el Desierto de los Leones con el paraje 
de la Cruz de Coloxtitla y el cerro San Miguel; al S con los montes de la Hacienda de la 
Eslava y el Ejido San Nicolás Totolapan; al oriente colinda con el pueblo de San Nicolás 
Totolapan y al poniente con el municipio de Ocoyoacac en el Estado de México (Ávila-
Ackerberg, 2002). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Localización de la CRM, D. F. 
3.2 Comunidades vegetales y flora 
La vegetación de la CRM se caracteriza por el predominio de elementos holárticos en el 
estrato arbóreo, y neotropicales en los estratos arbustivo y herbáceo, formando un 
complejo mosaico con los elementos autóctonos (Rzedowski, 1994). 
Biogeográficamente se ubica en una zona de gran influencia neártica, existen además 
elementos de origen neotropical antiguo y nativos que la caracterizan (Luis, 1985). Las 
comunidades vegetales crecen en un relieve montañoso, en el cual existen indicios de 
algunos conos volcánicos con estructuras muy erosionadas o sepultadas por 
formaciones posteriores, como el cerro San Miguel y el de La Palma (Carabias, 1976). 
En la CRM la altitud aumenta en dirección NE a SW en ambos lados del río 
Magdalena. El cerro más alto es “El Muñeco” con 3 850 m snm, y se encuentra en el 
extremo SW de la cuenca. 
Para los fines de esta tesis se utilizaron tres tipos de comunidades vegetales, 
descritas por Rzedowski (1978) para la República Mexicana así como algunas unidades 
de vegetación propuestas por Ávila-Ackerberg (2004) para la CRM. 
Las comunidades vegetales se encuentran desde los 2 570 m snm en el NE, donde se 
separa el área protegida de la zona urbana. A partir de esta altitud y hasta los 3 000 m 
snm se localiza la comunidad de Quercus cuyas principales especies son Quercus 
rugosa y Q. laurina, (Ávila-Ackerberg, 2002), desarrollandose en suelos de tipo Feozem, 
en pequeñas porciones; a los 2600 m snm se forma el Feozem hápico intercalado con 
Litosol y Andosol húmico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1998). En esta parte de la 
cuenca se presenta el subtipo climático C (w2) (w) (i’) g, templado subhúmedo, el más 
húmedo de los subhúmedos, con lluvias en verano y un cociente de P/T mayor de 55.0; 
temperatura media anual entre 12° y 18° C, con poca oscilación térmica y marcha de la 
temperatura tipo Ganges y precipitación de 1 200 mm (García, 1988 y García et al., 
1997). 
De los 3 000 a los 3 600 m snm se desarrolla la comunidad de Abies religiosa (Ávila-
Ackerberg, op. cit.) estableciéndose en suelos de tipo Andosol, que es el más 
abundante en la cuenca, el Andosol mólico se presenta entre los 3 000 a los 3 100 m 
snm; el tipo Litosol, aparece en la porción N de la zona, entre el río Magdalena y los 
cerros Meyúca y Cajetes y al W, en el límite con la delegación Álvaro Obregón, entre los 
3 300 y 3 400 m snm, este tipo de suelo esta intercalado con suelos de tipo Andosol 
húmico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1988). El clima en este bosque es Cb’ (w2) (w) i g, 
semifrío con verano fresco largo, el más húmedo de los subhúmedos, con lluvias en 
verano, cociente de P/T mayor de 55.0; temperatura media anual entre 5° y 12° C, 
isotermal y marcha de la temperatura tipo Ganges. Precipitación mayor a 1 500 mm 
(García, 1988 y García et al., 1997). 
La comunidad de Pinus hartwegii se establece desde los 3 600 hasta los 3 750 m 
snm, se desarrolla sobre un suelo de tipo Andosol, (Ontiveros, 1980) acompañado en la 
porción SW en el límite del Estado de México por una pequeña unidad de Andosol 
ócrico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1988). El tipo climático en esta comunidad vegetal 
es el mismo que en la comunidad de Abies religiosa. 
Ávila-Ackerberg (op. cit.) registró para la zona un total de 532 especies vegetales que 
pertenecen a 92 familias y 274 géneros. Las familias con mayor número de especies 
son Asteraceae 14%, Poaceae 8%, Cruciferae 4% y Fabaceae 4% y las de mayor 
número de géneros son Asteraceae 39, Poaceae 21, Cruciferae 12 y Fabaceae 12. Los 
géneros con más especies en el área son Eupatorium 13, Senecio 13 y Salvia 12. 
El estrato herbáceo es el que presenta mayor número de especies con 
aproximadamente el 68% (361 spp.) seguido del arbustivo con 13% (70 spp.), el 
arbóreo con 10% (55 spp) y los estratos restantes (herbáceo y rastrero) con 8% (45 
spp). 
3.3 Estatus legal 
Actualmente la zona de estudio cuenta con un acuerdo de protección realizado en 
1932, en el que se declaró “Zona Protectora Forestal Bosques de la Cañada de 
Contreras” con una extensión de 3 100 ha, y posteriormente un decreto presidencial en 
el que se declara “Zona de protección forestal del río Magdalena” en mayo de 1947, a la 
zona comprendida por “una faja de 12 Km desde el nacimiento del río hacía aguas 
abajo y 500 metros a cada lado de su cauce”. Por otro lado, el Programa de 
Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal, publicado en 2000, se contrapone 
parcialmente tanto al acuerdo como al decreto, ya que en este Programa se considera 
como área natural protegida una superficie de solo 215 ha con categoría de Zona 
Protectora Forestal (Ávila-Ackerberg, 2004). 
En el laboratorio de Estudios de Montaña del Departamento de Ecología y Recursos 
Naturales de la Facultad de Ciencias, UNAM, se han efectuado varios estudios en esta 
zona y se ha tomado como extensión total de la cuenca lo que corresponde al 
parteaguas de la misma que son 2 925 ha (Ávila-Ackerberg, op. cit.) y que es el criterio 
a seguir en este trabajo. 
3.4 Actividades humanas 
Las actividades económicas que se desarrollan en la cuenca son la agricultura, la 
ganadería y el turismo (Ontiveros, 1980). El régimen de tenencia de tierra en la CRM en 
su mayoría es comunal. La mayor parte es propiedad de la comunidad de Magdalena 
Atlitic y existen zonas de litigio con el ejido de San Nicolás Totolapan (693 ha) y la 
comunidad de San Mateo Tlaltenango (357 ha) (Ávila-Ackerberg, op. cit.). 
 
4. MÉTODO 
La metodología propuesta en este trabajo, consistió principalmente en la revisión 
documental, trabajo de campo y análisis de datos, que se desarrollaron como se 
muestra en la Figura 2. 
 
RReevviissiióónn ddooccuummeennttaall 
Obtención de registros de incendios y de precipitación para el período de 1995 
al 2004 
 FFuueenntteess ccaarrttooggrrááffiiccaass 
• Tablas de datos con los registros de incendios forestales • Mapas de parajes (CORENA, 2003) 
• Tablas de datos de precipitación quincenal y mensual • Ortofotos digitales escala 1:20000 (INEGI, 1999) 
• Mapa de unidades de vegetación escala 1:20000 (Ávila, 2004). 
 
CCaarrttooggrraaffííaa 
 • Representación espacial de las áreas incendiadas 
• Localización de estaciones 
meteorológicas 
• Comparación de las 
comunidades vegetales 
muestreadas 
• Análisis estadístico por 
comunidad y presencia de 
especies 
• Determinación del material no 
determinado en campo 
AAnnáálliissiiss ddee ccoorrrreellaacciióónn 
 
Relación entre la precipitación y 
los incendios 
GGrrááffiiccaass 
 
• De incendios 
• Precipitación 
• Relación incendio- precipitación 
Localización de sitios de muestreo:
Áreas no incendiadas y por mayor 
frecuencia de incendios. 
TTrraabbaajjoo ddee ccaammppoo 
Muestreos de vegetación en áreas 
incendiadas y no incendiadas 
Diferencias entre comunidades 
incendiadas y no incendiadas 
Mapas de frecuencia de incendios y áreas 
dañadas 
ÍÍnnddiicceess 
 
 
• Análisis de la frecuencia de 
incendios. 
 
 
 
 
Umbral de precipitación en el cual 
se incrementa el número de 
incendios 
 
• Índices de frecuencia de 
incendios 
 
Conclusiones
 
 
 
 
 
Figura 2. Diagrama de la metodología 
4.1 Revisión documental 
4.1.1 Incendios forestales 
Con el fin de llevar a cabo el análisis de la frecuencia de incendios de la CRM para los 
años de1995 a 2004, se hizo una búsqueda de información sobre los reportes de 
incendios forestales que ocurrieron en dicha zona; estos datos fueron proporcionados 
por el departamento de incendios forestales de la Coordinación de Recursos Naturales 
del Distrito Federal (CORENA), la cual es la encargada de realizar el levantamiento de 
datos de cada incendio en el Distrito Federal y hacer registros en el momento de estos, 
para su posterior análisis. 
Se consultaron todos los folios existentes de incendios forestales del Distrito Federal, 
los cuales fueron solo del período 1995-2004, debido a que para años anteriores no se 
tienen registrados los incendios. Se eligieron aquellos que correspondían a la cuenca 
del río Magdalena; cada folio cuenta con información precisa de cada evento y área 
afectada por el incendio, los datos están registrados por delegaciones, predios y 
parajes, el tipo y la superficie afectada por hectárea, esto es, si se dañó arbolado 
adulto, arbusto, ó herbáceas; la fecha, la hora de reporte y extinción del fuego, así como 
las causas del incendio. 
Los datos utilizados fueron la localización del incendio, el tipo de superficie, el tamaño 
del área afectada en hectáreas y la fecha del siniestro. No se utilizaron los demás datos 
porque no se relacionaban con los objetivos propuestos. Los informes de incendios se 
organizaron en tablas con los registros diarios por año, que incluyen fecha del incendio, 
delegación, predio, paraje y el tipo de superficie afectada. 
4.1.2 Precipitación 
Para este análisis se utilizó una base de datos proporcionada por el Servicio 
Meteorológico Nacional (SMN) de dos estaciones cercanas al área de estudio (Tabla 1). 
La precipitación se analizó a nivel quincenal para los años de 1995 a 2004 y se 
correlacionó con el número de incendios. Los datos de precipitación se organizaron por 
estación meteorológica, año y quincena. 
Tabla 1. Características de las estaciones meteorológicas del área de estudio 
Coordenadas geográficas UTM* ESTACION 
Longitud Latitud 
Altitud m snm 
PRESA ANZALDO 476226 2137488 2 400 
EL GAVILÁN 463517 2129432 3 700 
* Universal Transverse Mercator Zona 14. 
 
En el análisis de la relación entre la precipitación y los incendios se dividió la cuenca en 
dos subtipos climáticos con base en el mapa de climas de México de García et al. 
(1997). La información de la estación Presa Anzaldo se relacionó con los incendios 
localizados en el tipo climático C (w2) (w) (i’) g, donde se desarrollan la comunidad de 
Quercus y otros tipos de comunidades, estas se encuentran entre los 2 500 y los 3 000 
m snm. Los incendios ocurridos entre los 3 000 y los 3 870 m snm se relacionaron con 
la estación el Gavilán, correspondientes al subtipo climático Cb’(w2)(w) i g, en este 
lapso altitudinal crecen las comunidades de Abies religiosa y de Pinus hartwegii (Figura 
3). Es importante señalar que las estaciones meteorológicas alcanzan un radio de 
cobertura de 40 Km (Turner y Lawson, 1978). 
 
Figura 3. Localización de estaciones meteorológicas e incendios por año en la CRM, D. F. 
 
4.2 Cartografía 
Con el propósito de tener una representación espacial de la frecuencia de incendios y la 
superficie afectada por comunidad vegetal, se utilizó como base un mapa de parajes del 
Distrito Federal proporcionado por la CORENA (Anexo 1), así como ortofótos digítales 
de la CRM escala 1:75 000, (INEGI, 1999) y un mapa de unidades de vegetación y uso 
de suelo escala 1:20 000, realizado por Ávila-Ackerberg (2004). 
Se elaboró un mapa de comunidades vegetales y uso de suelo a partir del mapa de 
Ávila-Ackerberg (op. cit.), y siguiendo la clasificación propuesta por Rzedowski (1978) 
para la vegetación de los bosques templados. Las categorías en este mapa fueron las 
comunidades de Quercus, Abies religiosa, Pinus hartwegii, agricultura, asentamientos 
humanos y otras comunidades, en esta última categoría se agruparon las unidades de 
vegetación propuestas por Ávila-Ackerberg (2004) de bosque mixto y mesófilo, matorral 
de Furcrea parmentieri, bosque de galería y pastizal. 
Con la tabla general de incendios, el mapa de unidades de vegetación y uso de suelo 
y el mapa de parajes, se determinó la vegetación afectada por incendios de cada 
paraje, para los años de 1995 a 2004. Así mismo, se realizó un mapa de localización de 
puntos de frecuencia de incendios para todos los años. Además con las ortofótos 
digitales se elaboró un mapa de áreas con mayor frecuencia de incendios del año 1998. 
4.3 Selección de sitios de muestreo y trabajo de campo 
El trabajo de campo se realizó para encontrar las diferencias de riqueza de especies y 
cobertura entre áreas incendiadas y no incendiadas en tres comunidades vegetales de 
la CRM, las cuales fueron Quercus, Abies religiosa y Pinus hartwegii, ya que 
presentaron una mayor ocurrencia de incendios, además de que tienen una amplia 
cobertura dentro de la CRM. En la categoría de otras comunidades no se llevo a cabo el 
muestreo, ya que el número de incendios fue escaso. 
En cada comunidad, se seleccionaron seis parcelas de las cuales tres fueron 
incendiadas y tres no incendiadas (Tabla 2). Para la determinación de las incendiadas, 
fueron seleccionados parajes que presentaron dos o más años con quemas durante el 
período de 1995 a 1998 y al menos un incendio en cada año. Se eligió este lapso de 
tiempo para homogeneizar los datos, esto es, tener los mismos años de quema, 
crecimiento de la vegetación y el mismo rango de tiempo sin incendios, además en el 
año de 1998 se registró un gran número de incendios en la cuenca y en la República 
Mexicana, afectando gran parte de la vegetación; mientras que en los años posteriores 
(1999 a 2004) los incendios forestales fueron pocos. Para elegir los levantamientos se 
utilizaron las tablas de datos de incendios y el mapa de localización de puntos de 
frecuencia de incendios. 
El tamaño de cada parcela fue de 25 x 25 metros (625 m2), y el levantamiento de 
datos se realizó con base en la metodología de la escuela fitosociológica de Zürich-
Montpellier (Braun-Blanquet, 1979; Mueller-Dombois y Ellenberg, 1974), adaptado para 
montañas tropicales por Van der Hammen et al. (1989). El muestreo de las parcelas, se 
llevo a cabo durante el período de febrero a julio del 2004, y en cada una se obtuvo la 
siguiente información (Anexo 2). 
• Nivel de deterioro de manera cualitativa (presencia de basura, ganadería, etc.). 
• Inventario de especies. 
• Porcentaje de cobertura por especie y estrato vegetal. 
 
Con los valores obtenidos de cobertura de especies se realizó una tabla 
fitosociológica. 
Las especies no identificadas en campo, se colectaron, etiquetaron y prensaron para 
su posterior determinación en laboratorio siguiendo la clasificación de Rzedowski y 
Rzedowski (2001). 
 
Tabla 2. Localización de parcelas muestreadas en la CRM, D. F. 
Coordenadas UTM Presencia de incendios 
Tipo de 
comunidad Parcela 
Altitud 
m snm 
Longitud Latitud 
Paraje 
SI NO 
Años de 
incendio 
No. de 
veces 
incendiado
Quercus 1 2700 472406 2132424 Cerca de la planta potabilizadora X 
Quercus 2 2700 472235 2132827 Planta potabilizadora X 
Quercus 3 2744 472237 2133017 Cazulco X 
Quercus 4 2900 471995 2133110 Meyúca medio X 1995, 1996, 1997, 1998 18 
Quercus 5 2929 471909 2133127 Meyúca X 1995, 1996, 1997, 1998 18 
Quercus 6 2927 471972 2133197 Meyúca X 1995, 1996, 1997, 1998 18 
Abies religiosa 7 3420 467666 2129933 Cerca de Temamatla X 
Abies religiosa 8 3325 467785 2129004 X 
Abies religiosa 9 3253 468398 2129835 Cerca de las truchas X 
Abies religiosa 10 3440 468362 2132249 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 
Abies religiosa 11 3478 468317 2132005 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 
Abies religiosa 12 3476 468365 2131897 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 
Pinus hartwegii 13 3672 465043 2129475 Faldas del C. Palma X 
Pinus hartwegii 14 3510 4651052128520 Cerca de Cieneguillas X 
Pinus hartwegii 15 3594 464934 2128609 Faldas del C. Gavilán X 
Pinus hartwegii 16 3675 464809 2129706 Vaca muerta X 1996, 1998 2 
Pinus hartwegii 17 3580 468265 2127739 Entre Nezehuiloya y Loma de Coyote X 
1995, 1996, 
1998 5 
Pinus hartwegii 18 3649 468919 2127742 Loma de Coyote X 1995, 1996, 1999 5 
4.4 Análisis de datos 
En el análisis del comportamiento de los incendios en relación con la precipitación, se 
elaboraron gráficas y tablas mensuales, sobre: 
• El número de incendios por comunidad. 
• El tipo de estrato afectado (arbóreo, arbustivo y herbáceo) por incendios 
forestales anual y mensual. 
• Relación entre precipitación-incendios por periodos de 15 días. 
 
Con las tablas de precipitación y de incendios forestales se realizó un análisis 
estadístico de correlación entre la cantidad de lluvia de los días previos al incendio y el 
número de incendios. Además, se obtuvo por quincena la cantidad mínima de 
precipitación para determinar su umbral, esto es, la cantidad de lluvia mínima necesaria 
por arriba de la cual los incendios disminuyen (Villers et al., 2000). 
4.5 Frecuencia de incendios 
Para determinar la frecuencia de incendios se utilizaron los datos de la tabla general de 
incendios. Este análisis se realizó para las comunidades de Quercus, Abies religiosa, 
Pinus hartwegii y la categoría de otras comunidades que representa la vegetación no 
muestreada en campo, la cual comprende al bosque de Pinus spp., mixto, de galería, 
matorral Furcrea parmentieri y las zonas de plantación forestal. 
La frecuencia de incendios indica la regularidad de la presencia de incendios en un 
lugar, se obtiene del número de incendios producido en un momento determinado, es 
decir, la cantidad promedio de incendios que ocurren en cierto tiempo en un 
determinado lugar (Magaña, 1985). Para lo cual, se cálculo la frecuencia de incendios 
de cada año y para el período de 1995 a 2004. Posteriormente se calculó la frecuencia 
por comunidad vegetal para el mismo período. 
 
 
 
4.6 Índices de similitud y análisis de cobertura 
Los resultados de riqueza de los levantamientos fitosociológicos se compararon por 
comunidad vegetal mediante un índice de similitud, el cual determina la semejanza en la 
composición de especies entre un par de muestreos (Southwood, 1978; Brower y Zar, 
1984; Jongman et al., 1995; Dixon, 2001; Stiling, 2002). En este estudio, se aplicó el 
índice de Jaccard, por ser el más utilizado en estudios fitosociológicos (Jongman et al., 
1995), este índice es la proporción de especies comunes en dos sitios. Es decir, que 
tanto se parece una determinada área a otra, dentro de una misma comunidad. Este 
índice va de 0 a 1, donde 0 significa que no existe similitud y 1 es similitud total o del 
100%, para lo cual se utilizó la siguiente fórmula: 
 
Índice de similitud de Jaccard = c___ 
 a+b+c 
Donde: 
 
a = número de especies de la parcela a que no existen en la b 
b = número de especies de la parcela b que no existen en la a 
c = número de especies que tienen en común ambas parcelas 
 
Las coberturas de las especies en áreas no incendiadas e incendiadas para una 
misma comunidad, se analizaron a partir de la tabla fitosociológica. 
 
5. RESULTADOS 
5.1 Estadísticas de incendios 
El número total de incendios forestales en la CRM de 1995 a 2004 fue de 157 (Anexo 
3). La temporada en la que se presentaron fue en los meses de enero a mayo, aunque, 
en algunos años se extendieron hasta junio. La mayor incidencia ocurrió en el mes de 
marzo con 41 incendios; la mayor superficie afectada fue en abril con un total de 390 ha 
(Figura 4). 
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio
N
o.
 d
e 
in
ce
nd
io
s
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
Su
pe
rfi
ci
e 
af
ec
ta
da
 (h
a)
Número de Incendios Superficie afectada 
Figura 4. Superficie afectada y número de incendios de 1995 a 2004 en la CRM, D. F. 
 
El año donde se presentó el menor número de incendios fue 2004 con solo un 
incendio, seguido por 2000, 2001 y 2002 con 2 incendios forestales. El mayor número 
de incendios anuales (80), ocurrió en 1998. La menor superficie afectada fue en el año 
2000, con solo 0.6 ha; y la mayor fue en 1998 con 612.6 ha. El promedio de incendios y 
área afectada de 1995 a 1997 fue de 19 incendios y 34 ha. A partir de 1999 hasta 2004, 
el número promedio de incendios disminuyó a 3 y la superficie afectada a 4 ha. 
Al analizar el número de incendios forestales por comunidad se encontró que en la 
categoría de otras comunidades ocurrieron 14 incendios, en la comunidad de Quercus 
29, en la de Pinus hartwegii 47, por su parte Abies religiosa registró la mayor cantidad 
de incendios con un total de 67. La única comunidad que se incendio en los 10 años de 
estudio fue la de Pinus hartwegii. 
De igual manera que con el número de incendios las comunidades menos afectadas 
superficialmente fueron, la categoría de otras comunidades con 18.04 ha y Quercus con 
18.2 ha, la que ocupo el tercer lugar fue Abies religiosa con 138.5 ha, mientras que la 
comunidad con mayor daño superficial fue Pinus hartwegii con 564.7 ha (Tabla 3). 
 
Tabla 3. Número total de incendios forestales y superficie afectada por comunidad, año y mes 
para la CRM, D. F. 
Comunidad Año Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio 
No. de 
incendios 
Sup. afectada 
Total 
1995 0 0 0 0 1 0 1 1.5 
1997 2 4 3 2 1 0 12 5.1 
1998 0 3 5 0 4 1 13 7.5 
1999 0 0 1 0 0 0 1 3 
2000 0 0 0 0 1 0 1 0.2 
Quercus 
2003 0 0 0 0 1 0 1 1 
Total por 
comunidad 2 7 9 2 8 1 29 18.2 
1995 0 0 1 3 1 0 5 12.03 
1996 1 2 0 3 1 1 8 9.6 
1997 5 6 3 1 1 0 16 16.8 
1998 3 1 8 7 14 1 34 89.6 
1999 0 0 2 0 0 0 2 1 
2002 0 0 1 0 0 0 1 1.5 
Abies religiosa 
2003 0 0 1 0 0 0 1 8 
Total por 
comunidad 9 9 16 14 17 2 67 138.5 
1995 0 0 0 6 1 0 7 43.1 
1996 0 0 0 1 1 0 2 6.5 
1997 2 3 0 0 0 0 5 3.3 
1998 1 2 12 4 5 0 24 501.5 
1999 0 0 1 2 0 0 3 5.7 
2000 0 1 0 0 0 0 1 0.4 
2001 0 0 1 0 1 0 2 2.7 
2002 0 0 0 1 0 0 1 0.5 
2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 
Pinus hartwegii 
2004 0 1 0 0 0 0 1 0.9 
Total por 
comunidad 3 7 15 14 8 0 47 564.7 
1997 0 0 1 1 0 0 2 3.02 
1998 2 3 0 1 3 0 9 14.04 
1999 0 1 0 0 0 0 1 0.2 
*Otras 
Comunidades 
2003 0 0 1 0 1 0 2 0.8 
Total por 
comunidad 2 4 2 2 4 0 14 18.04 
TOTAL 16 27 42 32 37 3 157 739.5 
*Bosque de Pinus sp., Bosque mixto, Bosque mesófilo, Matorral Furcrea parmentieri, Bosque de galería, Plantación Forestal. 
 
El tipo de estrato que presentó un daño mayor en todas las comunidades fue el 
herbáceo con 702.9 ha afectadas, donde la comunidad de Pinus hartwegii presentó la 
mayor afectación, seguido por la de Abies religiosa, Quercus y el resto de las 
comunidades. El daño al estrato arbóreo fue de solo 12 ha en Pinus hartwegii y 2 ha en 
Abies religiosa, y sólo ocurrió durante 1998 (Figura 5). 
 
0
100
200
300
400
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Árboles Arbustos Herbáceas 
 Figura 5. Estratos afectados por comunidad vegetal, en la CRM, D. F. 
5.2 Estadísticas de precipitación 
La precipitación anual de la CRM registrada en la estación Presa Anzaldo fue de 641.8 
mm para el período 1995-2004, mientras que para la estación El Gavilán fue de 761.4 
mm. Cabe recordar que las comunidades correspondientes a cada estación son 
Quercus y la categoría de otras comunidades para la estación Presa Anzaldo, las 
comunidades de Abies religiosa y Pinus hartwegii para El Gavilán. 
La temporada de lluvia se presenta principalmente durante los meses de mayo a 
octubre (García, 1965), extendiéndose en algunos años hasta noviembre. La 
precipitación en la temporada húmeda en la estación Presa Anzaldo fue de 574.2 mm y 
en la estación El Gavilán de 622.04 mm. 
La época de sequía es de noviembre a abril (García,1965), ampliándose también en 
algunos años como 1997 y 1998 hasta mayo o junio; la precipitación en la estación 
Presa Anzaldo y El Gavilán, en la temporada seca, fue de 67.6 mm y 76.5 mm 
respectivamente. 
5.3 Relación precipitación-incendios 
La relación que existe entre la precipitación previa a los incendios y el número de 
incendios, de 1995 a 2004, se presenta en las Figuras 6 y 7. Excepto para el año 2001 
por no contar con los registros de precipitación. 
Esta comparación se hizo en acumulados quincenales en los periodos de diciembre a 
junio de cada año, ya que los incendios ocurridos en la cuenca fueron solo durante esta 
época. 
En el área que corresponde a la estación Presa Anzaldo la cantidad de precipitación 
fue de 642 mm y el número de incendios de 63, mientras que en la de El Gavilán la 
precipitación fue de 697.5 mm y el número de incendios de 92. La diferencia encontrada 
en el número de incendios entre las estaciones meteorológicas se debe a la superficie, 
ya que en las altitudes mayores la vegetación pertenece a Pinus hartwegii y Abies 
religiosa, donde la suma de sus áreas da un total de 2 453 ha mientras que en Quercus 
y otras comunidades es de 473 ha. Esto quiere decir que en las comunidades 
correspondientes a la estación el Gavilán hay 8 incendios por cada 223 ha y en las de 
Presa Anzaldo 31 incendios por cada 223 ha. 
 
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Figura 6. Precipitación-incendios de 1995-2004. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm, Comunidad de 
Quercus y otras comunidades. 
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Figura 7. Precipitación – incendios de 1995-2004. Estación el Gavilán 3 700 m snm, Comunidad de Abies 
religiosa y Pinus hartwegii. 
 
En el año de 1998 se presentó un aumento considerable en el número de incendios y 
una baja de precipitación; debido a esto se hicieron gráficas a partir de 1997, ya que 
este año fue el segundo en presentar mayor número de incendios (Figuras 8 y 9). 
 
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Figura 8. Precipitación-incendios de 1997–1998. Estación Presa Anzaldo, 2 400 m snm. Comunidad de 
Quercus y otras comunidades. 
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Figura 9. Precipitación-incendios de 1997–1998. Estación el Gavilán, 3700 m snm. Comunidad de Abies 
religiosa y Pinus hartwegii. 
 
A diferencia de los resultados obtenidos en la relación precipitación-incendios para 
1995 a 2004, el análisis particular de 1997-1998 muestra que la estación con mayor 
precipitación y menor número de incendios, en las quincenas previas a los incendios 
fue la de Presa Anzaldo, en las épocas secas la precipitación fue de 304.1 mm y el 
número de incendios registrados fue de 51; por el contrario la precipitación de la 
estación El Gavilán en la misma época fue de 265.51 mm y el total de incendios fue de 
64. Lo que significa que en estos años por cada 223 ha, en las comunidades 
correspondientes a la Presa Anzaldo existen 24 incendios y en las de El Gavilán solo 6. 
5.4 Coeficiente de correlación y umbral de precipitación 
El análisis de correlación muestra que no existe una relación inversamente proporcional 
entre el número de incendios y la cantidad de lluvia 15 días antes de un incendio. Para 
la estación El Gavilán el coeficiente de correlación fue de -0.3 y para la estación Presa 
Anzaldo el coeficiente fue de -0.2. 
Los datos gráficos demuestran que para los años de 1995 a 2004 el umbral de 
precipitación para la CRM fue de 25 mm, esto significa que por debajo de este existe 
una mayor ocurrencia de incendios. 
5.5 Frecuencia de incendios en la cuenca del río Magdalena 
En la CRM, se presentó una frecuencia de 3 incendios por año en el período de 1995-
2004. Los meses que presentaron mayor frecuencia de incendios fueron marzo con 4.1 
y mayo con 3.7. Omitiendo el excesivo número de incendios del año 1998, para evitar 
un sesgo, la frecuencia de incendios anual para la cuenca fue de 1.4 y los meses con 
mayor frecuencia fueron febrero y marzo con 2.2 y 2.1 respectivamente. Para cada 
comunidad vegetal, existe una variación en la frecuencia de incendios de manera tal 
que en la comunidad de Quercus el número promedio de incendios en el período 
estudiado fue de 0.5, para Abies religiosa de 1.1, en Pinus hartwegii de 0.8 y para las 
otras comunidades de 0.2 (Tabla 4 y Figura 10). 
Tabla 4. Frecuencia de incendios por comunidad y año en la CRM, D. F. 
Comunidad Año Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio No. total de incendios Frecuencia de 
incendios por año 
1995 0 0 0 0 1 0 1 0.2 
1996 0 0 0 0 0 0 0 0 
1997 2 4 3 2 1 0 12 2 
1998 0 3 5 0 4 1 13 2.2 
1999 0 0 1 0 0 0 1 0.2 
2000 0 0 0 0 1 0 1 0.2 
2001 0 0 0 0 0 0 0 0 
2002 0 0 0 0 0 0 0 0 
2003 0 0 0 0 1 0 1 0.2 
Quercus 
2004 0 0 0 0 0 0 0 0 
Frecuencia por comunidad 0.2 0.7 0.9 0.2 0.8 0.1 29 0.5 
1995 0 0 1 3 1 0 5 0.8 
1996 1 2 0 3 1 1 8 1.3 
1997 5 6 3 1 1 0 16 2.7 
1998 3 1 8 7 14 1 34 5.7 
1999 0 0 2 0 0 0 2 0.3 
2000 0 0 0 0 0 0 0 0 
2001 0 0 0 0 0 0 0 0 
2002 0 0 1 0 0 0 1 0.2 
2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 
Abies religiosa 
2004 0 0 0 0 0 0 0 0 
Frecuenciapor comunidad 0.9 0.9 1.6 1.4 1.7 0.2 67 1.1 
1995 0 0 0 6 1 0 7 1.2 
1996 0 0 0 1 1 0 2 0.3 
1997 2 3 0 0 0 0 5 0.8 
1998 1 2 12 4 5 0 24 4 
1999 0 0 1 2 0 0 3 0.5 
2000 0 1 0 0 0 0 1 0.2 
2001 0 1 0 0 1 0 2 0.3 
2002 0 0 0 1 0 0 1 0.2 
2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 
Pinus hartwegii 
2004 0 1 0 0 0 0 1 0.2 
Frecuencia por comunidad 0.3 0.8 1.4 1.4 0.8 0 47 0.8 
1995 0 0 0 0 0 0 0 0 
1996 0 0 0 0 0 0 0 0 
1997 0 0 1 1 0 0 2 0.3 
1998 2 3 0 1 3 0 9 1.5 
1999 0 1 0 0 0 0 1 0.2 
2000 0 0 0 0 0 0 0 0 
2001 0 0 0 0 0 0 0 0 
2002 0 0 0 0 0 0 0 0 
2003 0 0 1 0 1 0 2 0.3 
*Otras Comunidades 
2004 0 0 0 0 0 0 0 0 
Frecuencia por comunidad 0.2 0.4 0.2 0.2 0.4 0 14 0.2 
Frecuencia de incendios en la CRM 1.6 2.8 4.1 3.2 3.7 0.3 157 2.6 
*Bosque de Pinus sp., Bosque mixto, Bosque mesófilo, Matorral Furcrea parmentieri, Bosque de galería, Plantación Forestal. 
N= año con mayor frecuencia de incendios 
 
 Figura 10. Localización de las áreas incendiadas en la CRM, D. F. de 1995 a 2004
5.5.1 Frecuencia de incendios en los años de 1997 y 1998 
Los años 1997 y 1998 presentaron la mayor frecuencia de incendios de todo el período 
de estudio, la cual fue de 6 incendios por mes para 1997 y 13 para 1998. Dado que en 
este último año también ocurrió un gran daño en la superficie de la CRM, se ubicaron 
los parámetros de la frecuencia de incendios y el área dañada en un mapa de 
comunidades vegetales, definiendo el tipo de bosque afectado por mes durante todo 
ese año. 
El análisis de la fotointerpretación pone de manifiesto que el tipo de comunidad con 
mayor superficie afectada fue la de Pinus hartwegii con 501.5 ha, también indica que 
Abies religiosa fue la que presentó una mayor frecuencia con 6 incendios por mes en 
1998 (Figura 11). 
 
 
 
 Figura 11. Localización de áreas incendiadas durante los meses de enero a mayo del año 1998 en la CRM, D. F. 
5.6 Riqueza de especies vegetales en la cuenca del río Magdalena 
Los datos de cobertura de cada especie por comunidad para las 18 parcelas (Figura 12) 
se presentan en la Tabla 6. En total se registraron 139 especies correspondientes a 72 
géneros y 37 familias (Anexo 4), las cuales se distribuyen en las tres comunidades 
muestreadas. Los porcentajes de cobertura en los diferentes estratos fueron de 34% en 
el rasante, 63% en el herbáceo, 33% en el arbustivo y 39% en el arbóreo. 
En las áreas no incendiadas se registraron, 91 especies, 55 géneros y 31 familias, en 
las incendiadas se contabilizaron un total de 85 especies, 52 géneros y 28 familias. 
Las familias Asteraceae con el 21% de especies, Solanaceae con el 10% y Lamiaceae 
y Poaceae con el 8% fueron las más dominantes en las áreas no incendiadas; mientras 
que en áreas incendiadas fueron las familias Asteraceae con el 28%, Poaceae con el 
7% y Caryophyllaceae con el 6% (Tabla 5). 
 
Tabla 5. Número de especies por familia en las zonas estudiadas de la CRM, D. F. 
 Áreas no incendiadas Áreas incendiadas 
Familia No. de especies No. de especies 
1 Agavaceae 0 1 
2 Amaranthaceae 1 0 
3 Amaryllidaceae 0 1 
4 Apiaceae 1 2 
5 Aspleniaceae 1 0 
6 Asteraceae 19 24 
7 Caryophyllaceae 4 5 
8 Clethraceae 1 0 
9 Commelinaceae 0 1 
10 Crassulaceae 0 2 
11 Cupressaceae 1 0 
12 Ericaceae 1 4 
13 Fabaceae 0 2 
14 Fagaceae 2 2 
15 Garryaceae 1 0 
16 Geraniaceae 2 3 
17 Grossulariaceae 1 1 
18 Hydrophyllaceae 2 1 
19 Lamiaceae 7 4 
20 Loganiaceae 1 2 
21 Lomariopsidaceae 1 0 
22 Lythraceae 1 1 
23 Onagraceae 2 2 
24 Orobanchaceae 1 1 
25 Oxalidaceae 1 1 
26 Pinaceae 3 3 
27 Poaceae 7 6 
28 Polygalaceae 1 0 
29 Pteridaceae 3 3 
30 Pyrolaceae 1 0 
31 Ranunculaceae 1 1 
32 Rhamnaceae 0 1 
33 Rosaceae 6 4 
34 Rubiaceae 4 2 
35 Scrophulariaceae 4 4 
36 Smilacaceae 1 0 
37 Solanaceae 9 1 
 Totales 91 85 
 
Tabla 6. Tabla fitosociológica de las comunidades de áreas no incendiadas e incendiadas 
No. de levantamiento 13 15 14 16 18 17 7 9 8 11 12 10 3 1 2 5 6 4 
 
Altitud m snm 3672 3594 3510 3675 3649 3580 3420 3253 3325 3478 3476 3440 2744 2700 2700 2929 2927 2900 
Cobertura (%) de: 
arbóreo 50 10 50 30 60 15 70 40 70 1 5 0 60 75 45 50 60 10 
arbustivo 0 0 0 0 -1 0 50 60 70 80 40 50 65 5 90 30 60 2 
herbáceo 95 95 80 90 80 30 60 80 15 50 40 45 45 20 40 90 90 90 
rasante 30 60 70 15 80 
E
strato 
50 60 90 25 60 20 1 20 10 10 1 1 0 
Presencia/ausencia de incendios No I. No I. No I. I. I. I. No I. No I. No I. I. I. I. No I. No I. No I. I. I. I. 
Comunidad Pinus hartwegii Abies religiosa Quercus 
A Pinus hartwegii 40 10 50 30 60 15 
H Festuca tolucensis 90 90 50 80 80 50 
H Oxalis sp. 2 10 2 1 -1 -1 
AR Penstemon campanulatus 1 2 5 3 -1 1 1 5 
Eupatorium schaffneri -1 -1 1 -1 H 1 -1 
H Potentilla candicans -1 2 -1 -1 -1 
Helenium scorzoneriaefolium 5 5 -1 H -1 
H Eryngium sp. 1 -1 1 -1 
Cuphea aequipetala -1 1 -1 H 
H Potentilla rubra -1 -1 
Drymaria molluginea -1 -1 -1 H 
H Ranunculus multicaulis -1 1 -1 
Vaccinium caespitosum. -1 AR -1 
H Drymaria leptophylla -1 -1 
H Lamium purpureum -1 -1 
H Poaceae 3 2 
A Abies religiosa 60 50 70 1 -1 
AR Senecio angulifolius 60 25 70 -1 -1 -1 
AR Acaena elongata /sp. -1 40 30 30 3 
AR Senecio cinerarioides -1 80 5 50 
H Lupinus montanus -1 -1 -1 1 1 5 -1 
AR Salvia gesneriflora y sp. 5 10 2 5 
AR Senecio barba-johannis 5 1 -1 -1 -1 50 
AR Fuchsia thymifolia 5 1 3 1 -1 1 
AR Baccharis conferta -1 30 -1 -1 
H Brachypodium pringlei 50 
R Alchemilla vulcanica 10 30 
H Poaceae 7 60 
AR Ribes ciliatum y sp. 2 3 
AR Buddleja parviflora -1 4 
H Muhlenbergia quadridentata y sp- 3 1 20 
H Penstemon gentianoides -1 1 
H Hedyotis pygmaea 1 -1 
AR Monnina ciliolata 1 1 
H Monotropa uniflora -1 -1 
H Senecio toluccanus -1 -1 
 Eupatorium sp 1 3 
H Physalis chenopodifolia 3 
H Senecio argutus 5 
H Gnaphalium sp 1 1 5 
H Poceae 5 2 
H Geranium 3 1 -1 
H Sibthorpia repens 2 
A Quercus rugosa 20 60 40 30 60 20 
A Quercus laurina 20 40 1 
AR Ceanothus caeruleus 20 10 3 
H Pasto sp -1 1 -1 -1 90 80 
AR Garrya laurifolia 20 -1 -1 
H Conopholis alpina -1 5 -1 
AR-H Archibaccharis serratifolia -1 1 1 
A Arbutus xalapensis 1 1 1 
H Eupatorium sp. 2 30 -1 
H-AR Archibaccharis asperifolia 3 2 
H Adiantum andicola -1 -1 
AR Bouvardia ternifolia 2 -1 
H Cologania angustifolia -1 -1 
H Manfreda pringlei -1 -1 
AR Salvia aff. microphylla -1 -1 
AR Solanum nigrescens 50 
AR Solanum pseudocapsicum 30 
H Salvia elegans 20 
AR Solanum americanum 10 
H Salvia stricta 10 
H Poaceae 1 10 
H Amaranthus viridis 3 
A Clethra mexicana 15 
AR Eupatorium rivale 2 
H Alchemilla procumbens y sp. 30 10 30 50 70 5 -1 80 20 40 20 -1 -1 
R Briofitas -1 -1 3 -1 20 90 15 -1 5 -1 2 -1 1 
A Pinus sp. -1 -1 1 2 2 1 
AR Senecio sp 15 -1 
H Cirsium sp. 5 -1 -1 
H Solanum demissum 2 -1 
AR Buddleja cordata 2 -1 
 Solanum sp. -1 2 -1 
H Drymaria effusa -1 -1 -1 -1 -1 -1 -1 
H Cinna poiformis -1 -1 1H Cheilantes sinuata -1 -1 
H Phacelia platycarpa -1 -1 
H Drymaria villosa -1 -1 
 
Especies con cobertura menor a 1 y baja abundancia 
H Arenaria bryoides 13.1, AR Eupatorium glabratum 12.1, H Senecio jacalensis 11.1, AR Stevia ovata 9.1, H Conyza filaginoides 5. 1, H-T Didymaea alsinoides 
1.1, H Penstemon barbatus 5.1, AR Salvia mexicana 1.1, H Solanum corymbosum 2.1, H Senecio multidentatus 4.1, AR Baccharis thesioides 14.<1, H Erigeron 
galeottii 17.<1, H Gnaphalium arizonicum 13.<1, H Hieracium mexicanum 14.<11, H Penstemon roseus 14.<1, H Salvia purpurea 15.<1, H Senecio roseus 
18.<1, AR Vaccinium geminiflorum 17.<1, H Asplenium monanthes 7.<1, AR Baccharis multiflora 9.<1, AR Comarostaphylis discolor 12.<1, AR Eupatorium 
petiolare 7.<1, H Senecio callosus 11.<1, H Senecio procumbens 12.<1, AR Solanum cervantessii 9.<1, H Bidens triplinervia 2.<1, H Castilleja scorzonerifolia 
aff. 6.<1, A Cupressus lusitanica 1.<1, AR Cestrum anagyris 1.<1, H Cheilantes hirsuta 5.<1, H Cheilantes marginata 4.<1, H-T Didymaea floribunda 3.<1, H 
Elaphoglossum tectum 1.<1, AR Fuchsia microphylla 5.<1, H Lopezia miniata 1.<1, A Prunus serotina subsp. capuli 1.<1, AR Sedum oxypetalum 5.<1, T Smilax 
moranenesis 1.<1, H Stachys coccinea 5.<1, AR Sedum bourgaei 18.<1, AR Salvia microphylla 9.<1, H Agave macroculmis 5.1, H Senecio gerberifolius 18.<1, 
H Erodium cicutarium aff 11.<1, H Erodium cicutarium 10.<1, H Nama dichotomum var. dichotomumm 9.<1 
H Arenaria sp 10.<1; H Rubiacea 14.1; H Geranium 3, 9.1; H Poacea 4, 15.1; H Commelina 17.<1; H Geranium 11, 11.<1; H Geranium 2, 12.<1; H Geranium 
4, 7.<1; H Poacea 6, 12.<1; H Poacea 2, 13 .<1; Asteraceae 1, 17.<1; Erigeron sp, 17.<1; Eupatorium.3, 18.<1; H Cheilantes sp. 7.<1; H Osmorhiza, 1 4.1 
 
*A: Árbol, AR: Arbusto, H: Herbácea, H-T: Herbacea Trepadora, T: Trepadora. 
 
 
Figura 12. Localización de parcelas muestreadas con y sin presencia de incendios de 1995 a 2004, en la CRM, D. F. 
5.6.1 Relación de la frecuencia de incendios forestales y la riqueza de especies 
vegetales por comunidad 
Comunidad de Quercus 
El número de veces que se incendio la comunidad de Quercus durante el período 1995-
1998 fue de 26, de las cuales en las parcelas muestreadas ocurrieron 18 siniestros. La 
frecuencia de incendios forestales fue de 1.1, presentándose el mayor número en los 
meses de febrero y mayo. Para el año de 1998 la frecuencia de incendios fue de 2.2. 
El área correspondiente a esta comunidad es de 180 ha, los levantamientos se 
realizaron entre los 2 700 a los 2 929 m snm. Como resultado se obtuvo un total de 28 
familias, 40 géneros y 59 especies. El porcentaje de cobertura arbórea fue del 50%, 
42% en el estrato arbustivo, 63% en el herbáceo y 7% en el rasante. 
En las áreas no incendiadas se registraron 33 especies y en las incendiadas 29, estas 
se distribuyen en las familias mostradas en la Figura 13. La distribución de la cobertura 
en áreas no incendiadas fue del 60% en el estrato arbóreo, 53% en el arbustivo, 35% 
en el herbáceo y en el rasante de 13%. En la áreas incendiadas fue de 40% en el 
arbóreo, 31% en el arbustivo, 90% en el herbáceo y en el rasante de 0.7%. 
0
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Familias
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Áreas incendiadas Áraes no incendiadas 
Figura 13. No. de especies por familia en la comunidad de Quercus en áreas incendiadas y no 
incendiadas en la CRM, D. F. 
 
La familia mejor representada en esta comunidad es la Asteraceae con 7 especies en 
áreas no incendiadas y 5 en las incendiadas. Existen varias familias con una especie 
representativa, pero la Rosaceae, especialmente, cuenta con una especie que 
comparten los dos tipos de áreas. 
Las especies que se encuentraron tanto en las zonas no incendiadas como en las 
incendiadas fueron Quercus rugosa, Q. laurina, Archibaccharis serratifolia, A. 
asperifolia, Fuchsia thymifolia, Adiantum andicola y Conopholis alpina. 
El índice de similitud de Jaccard realizado para la comunidad de Quercus entre las 
áreas no incendiadas y las incendiadas fue de 0.16. La similitud más baja (0.04) se 
presentó entre una parcela incendiada y una no incendiada (2 y 5), la más alta (0.26) se 
encontró entre las parcelas incendiadas 4 y 6 (Tabla 7). 
 
Tabla 7. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. 
Comunidad de Quercus 
 Parcelas no incendiadas Parcelas incendiadas 
 1 2 3 4 5 6 
1 1 0.24 0.12 0.11 0.11 0.15 
2 1 0.13 0.13 0.04 0.18 
3 1 0.04 0.07 0.08 
4 1 0.19 0.26 
5 1 0.24 
6 1 
La comparación de la cobertura por especie del total de parcelas, de la comunidad de 
Quercus (Tabla 8), indica el número de veces que aparece cada especie en los dos 
tipos de áreas y la cobertura en porcentaje de cada una. 
Existen 30 especies con mayor porcentaje de cobertura para esta comunidad de las 
cuales el 60% pertenece a parcelas no incendiadas, 37% a parcelas incendiadas y solo 
Adiantum andicola presentó la misma cobertura en ambos sitios. Las especies con 
mayor cobertura en áreas no incendiadas fueron Quercus rugosa (40%), Q. laurina 
(30%), Senecio barba-johanis (25%), Solanum nigrescens (50%), S. pseudocapsicum 
(30%) y Salvia elegans (20%). 
Las especies con mayor cobertura en las áreas incendiadas fueron Ceanothus 
caeruleus (11%), Arbutus xalapensis (1%), y Bouvardia ternifolia (1.3%). 
 
 
Tabla 8. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Quercus de la CRM, 
D. F. 
 Áreas no Incendiadas Áreas Incendiadas 
Familia 
Especies con mayor presencia 
y cobertura >1% 
No. de parcelas en las 
que aparece la 
especie 
Porcentaje de 
cobertura de la 
especie 
No. de parcelas en las 
que aparece la 
especie 
Porcentaje de 
cobertura de la 
especie 
Fagaceae Quercus rugosa 3 40 3 37 
Fagaceae Quercus laurina 2 30 1 1 
Asteraceae Senecio barba-johannis 2 25 0 0 
Solanaceae Solanum pseudocapsicum 1 30 0 0 
Lamiaceae Salvia elegans 1 20 0 0 
Rhamnaceae Ceanothus caeruleus 0 0 3 11 
Solanaceae Solanum americanum 1 10 0 0 
Lamiaceae Salvia stricta 1 10 0 0 
Garryaceae Garrya laurifolia 3 7 0 0 
Orobanchaceae Conopholis alpina 2 3 1 0.5 
Asteraceae Archibaccharis serratifolia 2 0.8 1 1 
Ericaceae Arbutus xalapensis 0 0 3 1 
Asteraceae Archibaccharis asperifolia 1 3 1 2 
Asteraceae Senecio angulifolius 2 0.5 0 0 
Onagraceae Fuchsia thymifolia 1 1 2 0.8 
Rubiaceae Bouvardia ternifolia 0 0 2 1.3 
Pteridaceae Adiantum andicola 1 0.5 1 0.5 
Fabaceae Cologania angustifolia 0 0 2 0.5 
Agavaceae Manfreda pringlei 0 0 2 0.5 
Lamiaceae Salvia aff. microphylla 0 0 2 0.5 
Amaranthaceae Amaranthus viridis 1 3 0 0 
Clethraceae Clethra mexicana 1 15 0 0 
Asteraceae Eupatorium rivale 1 2 0 0 
Solanaceae Solanum nigrescens 1 50 0 0 
Fabaceae Lupinus montanus 0 0 1 0.5 
Rosaceae Alchemilla procumbens y sp. 0 0 1 0.5 
Asteraceae Baccharis conferta 0 0 1 0.5 
Loganiaceae Buddleja cordata 1 0.5 0 0 
Pteridaceae Cheilantes sinuata 1 0.5 0 0 
Caryophyllaceae Drymaria villosa 0 0 1 0.5 
 
Comunidad de Abies religiosa 
El número de incendios en esta comunidad durante el período de 1995-1998 fue de 63, 
de los cuales 5 ocurrieron en las parcelas muestreadas. Los meses con mayor número 
de incendios fueron abril y mayo. La frecuencia fue de 2.6 y en el año de 1998 fue de 
5.7 incendios. 
La superficie de esta comunidad es de 1 441 ha, los levantamientos de las parcelas se 
realizaron entre el intervalo altitudinal de los 3 253 a 3 478 m snm. El número total

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