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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS FRECUENCIA DE INCENDIOS FORESTALES, SU RELACIÓN CON LA PRECIPITACIÓN Y LA RIQUEZA DE ESPECIES VEGETALES, EN LA CUENCA DEL RÍO MAGDALENA, D. F., MÉXICO T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE : B I Ó L O G A P R E S E N T A : ARIADNA FLORES RODRÍGUEZ DIRECTORA DE TESIS: DRA. MARÍA DE LOURDES VILLERS RUÍZ CO-DIRECCIÓN: DRA. BEATRÍZ MARGARITA LUDLOW WIECHERS 2006 FACULTAD DE CIENCIAS UNAM UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Hoja de Datos del Jurado 1. Datos de la alumna Flores Rodríguez Ariadna 56 44 32 12 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Biología 097141103 2. Datos de la Tutora Dra María de Lourdes Villers Ruíz 3. Datos de la Co-Tutora Dra Beatríz Margarita Ludlow Wiechers 4. Datos del sinodal 1 Dra Lucía Oralia Almeida Leñero 5. Datos del sinodal 2 M en C Nelly Diego Pérez 6. Datos del sinodal 3 Dra Silvia Castillo Argüero 7. Datos del trabajo Frecuencia de incendios forestales, su relación con la precipitación y la riqueza de especies vegetales, en la cuenca del río Magdalena, D. F., México. 60 p 2006 AGRADECIMIENTOS A la Dra. Lourdes Villers Ruíz por haberme apoyado, tenido paciencia y por sus sabios consejos que me sirvieron de gran ayuda para la realización de esta tesis. A la Dra. Beatriz Ludlow Wiechers, por haber hecho exhaustivas revisiones, por el carisma que siempre demuestra y por escucharme demostrando su gran amistad. A la Dra. Lucia Almeida Leñero, por las revisiones de redacción y en la parte fitosociológica. A la M. en C. Nelly Diego Pérez, por ser una de mis mejores maestras de botánica y por sus importantes correcciones. A la Dra. Silvia Castillo Argüero, por sus invaluables conocimientos en ecología los cuales me sirvieron para mejorar esta parte del trabajo. A la Biol. Verónica Aguilar Zamora, por su apoyo desinteresado en resolver mis problemas de cartografía, y ser una buena amiga. Al M. en C. Víctor Ávila Ackerberg, por su gran conocimiento en los bosques de la cuenca del río Magdalena y su gran apoyo en el campo. A la M. en C. Beatriz González Hidalgo, por su gran ayuda brindada en la determinación de ejemplares botánicos. A la M. en C. Julieta Jujnovski Orlandini, por proporcionarme mapas altitudinales de la CRM, para la elaboración de la cartografía de esta tesis. Al Ing. Ángel Joaquín Lara, encargado de los asuntos relacionados con incendios forestales de la CORENA, por su gran apoyo en proporcionarme los datos de incendios forestales. Al M. en C. Ángel Terán Cuevas, Subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental, del SMN, por la ayuda recibida con los datos de precipitación. A mis compañeros Julio, Mony y Fabiola del taller de Evaluación de bosques templados, por su compañía y apoyo en el trabajo de campo. A todos mis compañeros del laboratorio de Ecosistemas de Montaña y de CCA Vero, Ana Elisa, Charly, Julieta, Mariana, Miriam, Yedid, Víctor, Alia, Silvia y Toño, por hacer más ameno y llevadero el trabajo en el laboratorio. DEDICADO A: Mi Mami Conchita, por ser uno de mis más grandes apoyos y nunca dejarme caer e impulsarme a que le pusiera todo mi empeño a cada cosa que realizaba desde que era una niña. A mi Abue Eva, quien siempre me cuido y lo sigue haciendo como una segunda madre. A mi hermanito Jorgito y a su pequeño hijo Alexei, espero que siempre sean muy felices, los quiero mucho. Al resto de toda mi gran y maravillosa familia, si volviera a nacer y me dieran a escoger, los escogería de nuevo. A mis muy queridas amigas Olga, Paola y Tania las mejores que alguien pueda soñar. A mis amigos Biólogos Arlet, Chio, Choco, Dulce, Edith, Julio, Lorena, Luis, Luz, Mireille, Tony y Rafael, por haberme apoyado en este largo proceso. “En el fondo, los científicos somos gente con suerte: podemos jugar a lo que queramos durante toda la vida”. Lee Smolin, Físico teórico y cosmólogo. ÍNDICE RESUMEN .......................................................................................................................1 1. INTRODUCCIÓN..........................................................................................................2 1.1 Incendios forestales.............................................................................................................................. 3 1.2 Factores que intervienen en la presencia de los incendios ............................................................. 3 1.3 Vegetación y frecuencia de los incendios forestales........................................................................ 4 2. OBJETIVOS.................................................................................................................7 2.1 Generales ............................................................................................................................................... 7 2.2 Particulares ............................................................................................................................................ 7 3. ÁREA DE ESTUDIO ....................................................................................................8 3.1 Localización ........................................................................................................................................... 8 3.2 Comunidades vegetales y flora ........................................................................................................... 9 3.3 Estatus legal ........................................................................................................................................ 10 3.4 Actividades humanas.......................................................................................................................... 11 4. MÉTODO....................................................................................................................12 4.1 Revisión documental .......................................................................................................................... 12 4.1.1 Incendios forestales ....................................................................................................................... 12 4.1.2 Precipitación................................................................................................................................... 13 4.2 Cartografía ...........................................................................................................................................14 4.3 Selección de sitios de muestreo y trabajo de campo...................................................................... 15 4.4 Análisis de datos ................................................................................................................................. 17 4.5 Frecuencia de incendios..................................................................................................................... 17 4.6 Índices de similitud y análisis de cobertura..................................................................................... 18 5. RESULTADOS...........................................................................................................19 5.1 Estadísticas de incendios .................................................................................................................. 19 5.2 Estadísticas de precipitación............................................................................................................. 21 5.3 Relación precipitación-incendios ...................................................................................................... 22 5.4 Coeficiente de correlación y umbral de precipitación..................................................................... 24 5.5 Frecuencia de incendios en la cuenca del río Magdalena .............................................................. 25 5.5.1 Frecuencia de incendios en los años de 1997 y 1998................................................................... 27 5.6 Riqueza de especies vegetales en la cuenca del río Magdalena ................................................... 29 5.6.1 Relación de la frecuencia de incendios forestales y la riqueza de especies vegetales por comunidad............................................................................................................................................... 32 5.6.2 Especies de áreas incendiadas ..................................................................................................... 39 6. DISCUSIÓN ...............................................................................................................41 7. CONCLUSIONES.......................................................................................................46 8. LITERATURA CITADA ..............................................................................................48 9. ANEXOS ....................................................................................................................54 ÍNDICE DE FIGURAS Y ANEXOS Figura 1. Localización de la CRM, D. F. ..........................................................................................8 Figura 2. Diagrama de la metodología...........................................................................................12 Figura 3. Localización de estaciones meteorológicas e incendios por año en la CRM, D. F. ..........14 Figura 4. Superficie afectada y número de incendios promedio de 1995 a 2004 en la CRM, D. F. ...19 Figura 5. Estratos afectados por comunidad, en la CRM, D. F. ......................................................21 Figura 6. Precipitación-incendios acumulados de 1995-2004. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm. Comunidad de Quercus y otras comunidades................................................................22 Figura 7. Precipitación-incendios acumulados de 1995-2004. Estación el Gavilán 3 700 m snm. Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii............................................................23 Figura 8. Precipitación-incendios acumulados de 1997-1998. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm. Comunidad de Quercus y otras comunidades................................................................23 Figura 9. Precipitación-incendios acumulados de 1997-1998. Estación el Gavilán 3 700 m snm. Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii............................................................24 Figura 10. Localización de las áreas incendiadas en la CRM, D. F. de 1995 a 2004........................26 Figura 11. Localización de áreas incendiadas durante los meses de enero a mayo del año 1998, en la CRM, D. F. ...............................................................................................................28 Figura 12. Localización de parcelas muestreadas con y sin presencia de incendios de 1995-2004, en la CRM, D. F. ...........................................................................................................31 Figura 13. No. de especies por familia en la comunidad de Quercus en áreas incendiadas y no Incendiadas en la CRM, D. F. ......................................................................................32 Figura 14. No. de especies por familia en la Comunidad de Abies religiosa, en áreas incendiadas y no incendiadas en la CRM, D. F. ..................................................................................35 Figura 15. No. de especies por familia en la Comunidad de Pinus hartwegii, en áreas incendias y no incendiadas en la CRM, D. F. ..................................................................................38 Anexo 1. Parajes de la cuenca del río Magdalena, D. F. Anexo 2. Formato de campo Anexo 3. Incendios forestales en la CRM, D. F. de 1995 a 2004 Anexo 4. Lista de especies por familia para la CRM, D. F. ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Características de las estaciones meteorológicas del área de estudio.............................13 Tabla 2. Localización de parcelas muestreadas en la CRM, D. F. ..................................................16 Tabla 3. Número total de incendios forestales y superficie afectada por comunidad, año y mes para la CRM, D. F. ...........................................................................................................20 Tabla 4. Frecuencia de incendios por comunidad y año en la CRM, D. F. ......................................25 Tabla 5. Número de especies por familia en las zonas estudiadas de la CRM, D. F. ......................29 Tabla 6. Tabla fitosociológica de las comunidades de áreas no incendiadas e incendiadas..........30 Tabla 7. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. Comunidad de Quercus ......................33 Tabla 8. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Quercus de la CRM, D. F ….............................................................................................................................34 Tabla 9. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. comunidad de Abies religiosa..............36 Tabla 10. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Abies religiosa de la CRM, D. F. .....................................................................................................................36 Tabla 11. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. Comunidad de Pinus hartwegii...........38 Tabla 12. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Pinus hartwegii, de la CRM, D. F. .....................................................................................................................39 Tabla 13. Lista de especies vegetales en áreas incendiadas, en la CRM, D. F. ..............................40 RESUMEN Se considera como un incendio forestal a la propagación libre del fuego sobre la vegetación forestal, para que se produzca se necesita una fuente de calor que puede provenir de la radiación solar que seca la vegetación y de la flama que inicia el fuego, el cual depende del oxígeno que se encuentra disponible en la atmósfera y del combustible que proviene de la vegetación forestal disponible. Las prolongadas sequías incrementanel número de incendios forestales. En países tropicales, si la precipitación cae por debajo de los 100 mm por mes ó por un período de 2 o más semanas sin lluvia la vegetación presentará contenidos de humedad muy bajos por lo cual estará disponible a incendiarse con facilidad. La baja precipitación es uno de los factores que intervienen en la frecuencia de incendios y esta a su vez en la riqueza de especies; la frecuencia de incendios se define como el lapso de tiempo entre un incendio y otro, que junto con la estacionalidad, la extensión y el tipo de incendio, constituyen el régimen de incendios. El trabajo se desarrollo en la cuenca del río Magdalena, en el D. F., por ser una zona muy importante tanto florística como hidrológicamente, ya que forma parte del suelo de conservación de la Ciudad de México. Por lo que se plantearon los siguientes objetivos: a) conocer la relación que existe entre un incendio forestal con la precipitación pre- incendio en la cuenca del río Magdalena en el período de 1995 a 2004, por medio de revisiones documentales sobre la precipitación e incendios ocurridos en este período de tiempo, así como sus respectivos análisis y comparaciones, b) encontrar las diferencias de riqueza y cobertura de especies entre áreas incendiadas y no incendiadas durante el período de 1995-1998, para las comunidades de Quercus, Abies religiosa y Pinus hartwegii, a través del trabajo de campo, índice de similitud de Jaccard y análisis cartográfico. Los incendios forestales ocurren principalmente en marzo y abril; las comunidades de Abies religiosa y Pinus hartwegii fueron las más afectadas con un mayor número de incendios y superficie. El total de incendios ocurridos durante el período estudiado (1995-2004) fue de 157. En las áreas no incendiadas se registraron, 106 especies, 54 géneros y 31 familias, para las áreas incendiadas se contabilizaron un total de 109 especies, 54 géneros y 30 familias. En este trabajo se concluye que cuando la precipitación es menor a 25 mm, los incendios se incrementan. Después de cinco años de ocurrir un incendio el número de especies comunes entre las diferentes comunidades estudiadas está entre el 17% y 40% y la cobertura en áreas incendiadas fue menor que en las no incendiadas. 1. INTRODUCCIÓN 1.1 Incendios forestales Los incendios siempre han sido un factor natural muy importante en la estructura de la vegetación, ya que presentan una influencia fundamental sobre las especies y su historia de vida, así como en las características y procesos del ecosistema, tal es el caso del ciclo del carbono, los nutrientes, la productividad y la diversidad. Se considera como un incendio forestal a la propagación libre del fuego sobre la vegetación forestal, para que se produzca se necesita una fuente de calor que puede provenir de la radiación solar que seca la vegetación y de la flama que inicia el fuego, su desarrollo depende del oxígeno que se encuentra disponible en la atmósfera y del combustible que proviene de la vegetación forestal disponible. La presencia y características de estos elementos influirán sobre la intensidad del incendio (Rodríguez, 1996). Los incendios forestales se clasifican en naturales e inducidos, o por el tipo de estrato al que afectan. Los naturales son ocasionados principalmente por rayos, en situaciones muy raras y poco documentadas, por caídas de piedras, chispas, etc. Estos han influido en la evolución de las comunidades vegetales en muchas partes del mundo. En algunas comunidades este tipo de incendios son tan raros y a menudo tan intensos, que condicionan a la vegetación a retroceder a las primeras etapas de la sucesión ecológica (Spurr y Barnes, 1980; Bond y Van Wilgen, 1996; Trabaud, 1998). Los incendios provocados o inducidos, se efectúan desde hace muchos años con la finalidad de aumentar las áreas agrícolas y de pastoreo, en algunos casos estas quemas se realizan de manera estratégica reduciendo los efectos negativos de estas perturbaciones (Spurr y Barnes, 1980; Rodríguez, 1996). Por el tipo de estrato al que afectan, los incendios forestales se clasifican en: superficiales, subterráneos y de copa; en los primeros se consumen, los combustibles superficiales como hierbas, zacates, leñas u hojarasca, quemando algunas veces la base de los árboles. Cuanto mayor sea la cantidad de materia acumulada en la superficie, mayor será la intensidad del incendio; la mortalidad de los arbustos y árboles dependerá de cada especie, la edad y el hábito de enraizamiento. Los pinos jóvenes pueden sucumbir a un incendio superficial, mientras que los individuos más viejos de la misma especie sobreviven debido a la mayor protección que les brinda el cambium y una corteza más gruesa así como una mayor altura de la copa sobre las llamas. La sobrevivencia posterior a un incendio superficial, en la mayor parte de las especies de árboles resistentes al fuego, no está determinada por el daño al cambium del tallo, sino por su susceptibilidad al deterioro de las raíces y a las condiciones finales de la copa por el efecto de los gases calientes que se elevan sobre las llamas (Spurr y Barnes, 1980; Rodríguez y González, 2004). En los incendios subterráneos se quema el mantillo y raíces bajo la superficie del suelo o la materia orgánica acumulada en las fracturas de los afloramientos de rocas; no tienen llamas y pueden matar a la mayor parte de las plantas con raíces que crecen sobre la materia orgánica. Generalmente tienen una combustión lenta y generan temperaturas muy altas. Este tipo de incendios tienden a persistir y normalmente funcionan como fuentes de reignición de los incendios superficiales. En los incendios de copa, el fuego consume la totalidad de los árboles, propagándose tanto de copa en copa como superficialmente. Las coniferas son las más susceptibles a los incendios de copa, debido a la alta combustibilidad de su follaje (Spurr y Barnes, 1980; Bond y van Wilgen, 1996; Rodríguez, 1996). 1.2 Factores que intervienen en la presencia de los incendios Existen algunos factores que influyen en la presencia del fuego como el tipo de combustible y el tiempo atmosférico. Los combustibles están representados por los materiales vegetales que pueden quemarse, ya sean vivos o muertos (Bessie y Johnson, 1995; Martín et al., 1998; Martínez-Martínez, 2003). El tiempo atmosférico es el factor de mayor variabilidad en un incendio forestal y los principales elementos que influyen sobre su comportamiento son las temperaturas elevadas, baja humedad relativa, la dirección y velocidad del viento y días consecutivos sin precipitación (García de Pedraza y García, 1987; Trabaud, 1998). De echo las prolongadas sequías incrementan la vulnerabilidad a incendiarse de la vegetación, en países tropicales si la precipitación cae por debajo de los 100 mm por mes ó por un período de 2 o más semanas sin lluvia, la vegetación presenta contenidos de humedad muy bajos por lo cual estará disponible a incendiarse con facilidad (Goldammer y Seibert, 1990; Villers et al., 2000). El fuego obedece a un conjunto de factores biológicos y socio-económicos, que explican su ocurrencia y propagación, y a la vez permiten de alguna manera aumentar su prevención y reducir sus efectos (Martín et al., 1998). Los biológicos se refieren a las variables que condicionan la inflamabilidad como, la humedad de la planta, la cantidad y naturaleza de los materiales volátiles (como la resina), y la superficie vegetal. Por otra parte los sociales son las prácticas asociadas a las actividades económicas, las vías de acceso y las acciones de prevención, combate y control de incendios (Martínez- Martínez, 2003). 1.3 Vegetación y frecuencia de los incendios forestales La frecuencia se define como la recurrencia de incendios en un área dada sobre el tiempo, que junto con la estacionalidad, la extensión y el tipo de incendio, constituyenel régimen de incendios (Gill, 1975 en Whelan, 1995). El potencial de la frecuencia de incendios en un sitio dependerá principalmente de dos factores, el tiempo requerido para construir una carga de combustible disponible desde el último incendio y la frecuencia de igniciones. El patrón que se presenta en los estudios de la historia de los incendios, está basado en el concepto de ocurrencia cíclica del incendio regulado por la acumulación de combustible, la inflamabilidad y ocurrencia de las sequías. De esta forma se producen incendios de diferentes intensidades: desde los superficiales frecuentes y ligeros que reducen las acumulaciones de combustible, hasta incendios de copa, raros pero intensos que llegan a quemar grandes extensiones de bosques. La gran mayoría de las comunidades vegetales del mundo se han quemado a intervalos más o menos frecuentes durante miles de años. Actualmente las comunidades están, determinadas por la delimitación de las granjas, rancherías y poblaciones en zonas forestales, además de los cruces de carreteras y caminos por el bosque, provocando que en Norteamérica los incendios continúen siendo el factor de deterioro más importante en la mayor parte de la vegetación (Spurr y Barnes, 1980). Algunos estudios que se han realizado sobre la frecuencia son conteos informales de la ocurrencia de incendios, a través del registro de las cicatrices en los anillos de crecimiento de los árboles incendiados (Heinselman, 1973 y Arno y Snack, 1977 en Johnson y Gutsell, 1994). Estos se hicieron principalmente en el chaparral, los bosques boreal, subalpino, alpino y de pino en el norte de EUA. La vegetación actual es el resultado del equilibrio ecológico con el medio ambiente, uno de cuyos elementos es el fuego. Evolutivamente los incendios han actuado como una fuerza de selección sobre las plantas, aumentando el rebrote de yemas, incrementando la floración, entre otros. Sin embargo, la intervención del hombre hace que se modifique la vegetación, llegándose en ocasiones a resultados indeseables alterando el ambiente hasta niveles perjudiciales para el hombre, como el daño a la regeneración, por el debilitamiento del arbolado adulto, la susceptibilidad del ataque de plagas y enfermedades y la reducción del valor económico de los productos forestales (Rojo et al., 2001; Bond y van Wilgen, 1996). Los incendios juegan un papel importante en la regeneración de algunas comunidades vegetales, esto es debido a que la selección natural ha favorecido el desarrollo de características que hacen que algunas plantas sean dependientes al fuego y por lo tanto más inflamables que otras que no lo son, teniendo como resultado la dominancia de especies y las asociaciones vegetales (Mutch, 1970; Spurr y Barnes, 1980). Cuando los incendios suceden con demasiada frecuencia, pueden ocurrir cambios notables en las poblaciones vegetales ya que ciertas especies pueden desaparecer, reduciendo la biodiversidad del lugar, asimismo los intervalos entre fuegos sucesivos determinan la permanencia de las especies y de las comunidades (Trabaud, 1998). Las características del incendio son determinadas por la respuesta de la vegetación a la sequía por ejemplo, algunas plantas del mediterráneo muestran adaptaciones a este fenómeno, como la tendencia a reducir la evapotranspiración durante la estación seca, disminuyendo el tamaño de las hojas y haciéndolas más compactas. La pérdida de agua en la planta esta controlada por la transpiración; las variables que influyen en esta son a) la radiación solar, temperatura, humedad atmosférica y viento y, b) fisiológicas y morfológicas como la estructura de la hoja y el grado de abertura de los estomas (Martín et al., 1998). Al perder agua por estas adaptaciones las plantas corren el riesgo a ser inflamables pero si la planta permanece con suficiente humedad, tal inflamabilidad no se produce. Sin embargo existen algunas especies de plantas que se incendian a pesar de que estén húmedas, debido a la cantidad de substancias volátiles que presentan, como es el caso de los eucaliptos (Elvira y Lara, 1989). Otros factores, que intervienen en la intensidad y velocidad de propagación del fuego son las características propias de la vegetación, como el grado de combustibilidad, que depende de la composición de la planta, densidad, calor específico y compactación de sus componentes. Una estructura de arbolado abierta, con abundante matorral y pasto seco, tiene muchas más posibilidades de arder que una con densidad elevada, que impide el crecimiento de un matorral vigoroso (Martín et al., 1998). En casi todo el mundo, la dominancia de los bosques de Pinus y Quercus sobre otras especies se debe a los incendios. Incluso las extensas áreas de bosque mixto de Abies y Pinus en los bosques boreales de Norteamérica y Eurasia están estructurados, en gran parte, por los incendios forestales (Bloomerg, 1950 en Spurr y Barnes, 1980). En México, los incendios en su mayoría son de tipo superficial y una de las principales causas de deterioro de las zonas forestales, por la pérdida de biodiversidad y de recursos naturales. Además debido a su espectacularidad es uno de los fenómenos que mayor impacto causan en la opinión pública, atribuyéndoles equivocadamente que son la principal causa de la deforestación. Los incendios naturales constituyen aproximadamente el 5% de los incendios en el país; casi la totalidad de los incendios ocurridos (95%), se deben a causas humanas, ya sean por accidente, intencionalidad o negligencia. En particular, cerca del 60% de los incendios forestales, en México, tienen su origen en el uso del fuego con fines agropecuarios y silvícolas (Santiago et al., 1999 en Martínez-Martínez, 2003). Los estados con mayor número de incendios son el Estado de México con 1948 incendios en promedio al año, seguido por el Distrito Federal con un total de 1111 incendios anuales. A pesar de la gran cantidad de incendios forestales que ocurren en el Distrito Federal, la superficie afectada es baja en comparación con los demás estados de la República, por lo que ocupa el lugar 21 con relación a la superficie afectada al año (SEMARNAT, 2004). La presente investigación se realizó en la cuenca del río Magdalena (CRM), en el D. F., por ser una zona muy importante tanto a nivel florístico como hidrológico, formando parte del suelo de conservación de la Ciudad de México. 2. OBJETIVOS 2.1 Generales • Conocer la frecuencia de los incendios forestales y su relación con la precipitación pre-incendio en el período de 1995 a 2004 en la cuenca del río Magdalena, D. F. • Encontrar las diferencias de riqueza y cobertura entre las áreas incendiadas y no incendiadas para las comunidades de Quercus, Abies religiosa y Pinus hartwegii. . 2.2 Particulares • Analizar la relación entre el número de incendios y la precipitación que cae 15 días antes de estos. • Encontrar el umbral de precipitación, en el cual por debajo de este, se presentan con mayor frecuencia los incendios. • Determinar cuales fueron las comunidades más afectadas según el número y frecuencia de incendios durante el período de 1995-2004. • Comparar áreas incendiadas en el período de 1995 a 1998, y no incendiadas mediante el índice de similitud de Jaccard. 3. ÁREA DE ESTUDIO 3.1 Localización La cuenca del río Magdalena se encuentra en la Cordillera Volcánica Transmexicana entre los 19º14’35” y 19º17’53” N y los 99º15’06” y 99º20’18” W (Ávila-Ackerberg, 2004). Con una dirección SW-NE, forma parte de la cuenca de México en la vertiente occidental de la sierra de las Cruces (Ávila-Ackerberg, 2002) en la región de la Sierra del Chichinautzin; constituye el parteaguas entre las cuencas de México y del Balsas (García Falcón, 1979 en: Nieto, 1995). La CRM dentro del Distrito Federal comprende en su mayoría a la delegación Magdalena Contrerascon un 78%, la delegación Álvaro Obregón 5% y Cuajimalpa 17% (Figura 1) (Ávila-Ackerberg, 2004). Limita al N con los pueblos de San Bartolo Ameyalco, Santa Rosa y el Desierto de los Leones con el paraje de la Cruz de Coloxtitla y el cerro San Miguel; al S con los montes de la Hacienda de la Eslava y el Ejido San Nicolás Totolapan; al oriente colinda con el pueblo de San Nicolás Totolapan y al poniente con el municipio de Ocoyoacac en el Estado de México (Ávila- Ackerberg, 2002). Figura 1. Localización de la CRM, D. F. 3.2 Comunidades vegetales y flora La vegetación de la CRM se caracteriza por el predominio de elementos holárticos en el estrato arbóreo, y neotropicales en los estratos arbustivo y herbáceo, formando un complejo mosaico con los elementos autóctonos (Rzedowski, 1994). Biogeográficamente se ubica en una zona de gran influencia neártica, existen además elementos de origen neotropical antiguo y nativos que la caracterizan (Luis, 1985). Las comunidades vegetales crecen en un relieve montañoso, en el cual existen indicios de algunos conos volcánicos con estructuras muy erosionadas o sepultadas por formaciones posteriores, como el cerro San Miguel y el de La Palma (Carabias, 1976). En la CRM la altitud aumenta en dirección NE a SW en ambos lados del río Magdalena. El cerro más alto es “El Muñeco” con 3 850 m snm, y se encuentra en el extremo SW de la cuenca. Para los fines de esta tesis se utilizaron tres tipos de comunidades vegetales, descritas por Rzedowski (1978) para la República Mexicana así como algunas unidades de vegetación propuestas por Ávila-Ackerberg (2004) para la CRM. Las comunidades vegetales se encuentran desde los 2 570 m snm en el NE, donde se separa el área protegida de la zona urbana. A partir de esta altitud y hasta los 3 000 m snm se localiza la comunidad de Quercus cuyas principales especies son Quercus rugosa y Q. laurina, (Ávila-Ackerberg, 2002), desarrollandose en suelos de tipo Feozem, en pequeñas porciones; a los 2600 m snm se forma el Feozem hápico intercalado con Litosol y Andosol húmico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1998). En esta parte de la cuenca se presenta el subtipo climático C (w2) (w) (i’) g, templado subhúmedo, el más húmedo de los subhúmedos, con lluvias en verano y un cociente de P/T mayor de 55.0; temperatura media anual entre 12° y 18° C, con poca oscilación térmica y marcha de la temperatura tipo Ganges y precipitación de 1 200 mm (García, 1988 y García et al., 1997). De los 3 000 a los 3 600 m snm se desarrolla la comunidad de Abies religiosa (Ávila- Ackerberg, op. cit.) estableciéndose en suelos de tipo Andosol, que es el más abundante en la cuenca, el Andosol mólico se presenta entre los 3 000 a los 3 100 m snm; el tipo Litosol, aparece en la porción N de la zona, entre el río Magdalena y los cerros Meyúca y Cajetes y al W, en el límite con la delegación Álvaro Obregón, entre los 3 300 y 3 400 m snm, este tipo de suelo esta intercalado con suelos de tipo Andosol húmico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1988). El clima en este bosque es Cb’ (w2) (w) i g, semifrío con verano fresco largo, el más húmedo de los subhúmedos, con lluvias en verano, cociente de P/T mayor de 55.0; temperatura media anual entre 5° y 12° C, isotermal y marcha de la temperatura tipo Ganges. Precipitación mayor a 1 500 mm (García, 1988 y García et al., 1997). La comunidad de Pinus hartwegii se establece desde los 3 600 hasta los 3 750 m snm, se desarrolla sobre un suelo de tipo Andosol, (Ontiveros, 1980) acompañado en la porción SW en el límite del Estado de México por una pequeña unidad de Andosol ócrico (Álvarez, 2000 y COCODER, 1988). El tipo climático en esta comunidad vegetal es el mismo que en la comunidad de Abies religiosa. Ávila-Ackerberg (op. cit.) registró para la zona un total de 532 especies vegetales que pertenecen a 92 familias y 274 géneros. Las familias con mayor número de especies son Asteraceae 14%, Poaceae 8%, Cruciferae 4% y Fabaceae 4% y las de mayor número de géneros son Asteraceae 39, Poaceae 21, Cruciferae 12 y Fabaceae 12. Los géneros con más especies en el área son Eupatorium 13, Senecio 13 y Salvia 12. El estrato herbáceo es el que presenta mayor número de especies con aproximadamente el 68% (361 spp.) seguido del arbustivo con 13% (70 spp.), el arbóreo con 10% (55 spp) y los estratos restantes (herbáceo y rastrero) con 8% (45 spp). 3.3 Estatus legal Actualmente la zona de estudio cuenta con un acuerdo de protección realizado en 1932, en el que se declaró “Zona Protectora Forestal Bosques de la Cañada de Contreras” con una extensión de 3 100 ha, y posteriormente un decreto presidencial en el que se declara “Zona de protección forestal del río Magdalena” en mayo de 1947, a la zona comprendida por “una faja de 12 Km desde el nacimiento del río hacía aguas abajo y 500 metros a cada lado de su cauce”. Por otro lado, el Programa de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal, publicado en 2000, se contrapone parcialmente tanto al acuerdo como al decreto, ya que en este Programa se considera como área natural protegida una superficie de solo 215 ha con categoría de Zona Protectora Forestal (Ávila-Ackerberg, 2004). En el laboratorio de Estudios de Montaña del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias, UNAM, se han efectuado varios estudios en esta zona y se ha tomado como extensión total de la cuenca lo que corresponde al parteaguas de la misma que son 2 925 ha (Ávila-Ackerberg, op. cit.) y que es el criterio a seguir en este trabajo. 3.4 Actividades humanas Las actividades económicas que se desarrollan en la cuenca son la agricultura, la ganadería y el turismo (Ontiveros, 1980). El régimen de tenencia de tierra en la CRM en su mayoría es comunal. La mayor parte es propiedad de la comunidad de Magdalena Atlitic y existen zonas de litigio con el ejido de San Nicolás Totolapan (693 ha) y la comunidad de San Mateo Tlaltenango (357 ha) (Ávila-Ackerberg, op. cit.). 4. MÉTODO La metodología propuesta en este trabajo, consistió principalmente en la revisión documental, trabajo de campo y análisis de datos, que se desarrollaron como se muestra en la Figura 2. RReevviissiióónn ddooccuummeennttaall Obtención de registros de incendios y de precipitación para el período de 1995 al 2004 FFuueenntteess ccaarrttooggrrááffiiccaass • Tablas de datos con los registros de incendios forestales • Mapas de parajes (CORENA, 2003) • Tablas de datos de precipitación quincenal y mensual • Ortofotos digitales escala 1:20000 (INEGI, 1999) • Mapa de unidades de vegetación escala 1:20000 (Ávila, 2004). CCaarrttooggrraaffííaa • Representación espacial de las áreas incendiadas • Localización de estaciones meteorológicas • Comparación de las comunidades vegetales muestreadas • Análisis estadístico por comunidad y presencia de especies • Determinación del material no determinado en campo AAnnáálliissiiss ddee ccoorrrreellaacciióónn Relación entre la precipitación y los incendios GGrrááffiiccaass • De incendios • Precipitación • Relación incendio- precipitación Localización de sitios de muestreo: Áreas no incendiadas y por mayor frecuencia de incendios. TTrraabbaajjoo ddee ccaammppoo Muestreos de vegetación en áreas incendiadas y no incendiadas Diferencias entre comunidades incendiadas y no incendiadas Mapas de frecuencia de incendios y áreas dañadas ÍÍnnddiicceess • Análisis de la frecuencia de incendios. Umbral de precipitación en el cual se incrementa el número de incendios • Índices de frecuencia de incendios Conclusiones Figura 2. Diagrama de la metodología 4.1 Revisión documental 4.1.1 Incendios forestales Con el fin de llevar a cabo el análisis de la frecuencia de incendios de la CRM para los años de1995 a 2004, se hizo una búsqueda de información sobre los reportes de incendios forestales que ocurrieron en dicha zona; estos datos fueron proporcionados por el departamento de incendios forestales de la Coordinación de Recursos Naturales del Distrito Federal (CORENA), la cual es la encargada de realizar el levantamiento de datos de cada incendio en el Distrito Federal y hacer registros en el momento de estos, para su posterior análisis. Se consultaron todos los folios existentes de incendios forestales del Distrito Federal, los cuales fueron solo del período 1995-2004, debido a que para años anteriores no se tienen registrados los incendios. Se eligieron aquellos que correspondían a la cuenca del río Magdalena; cada folio cuenta con información precisa de cada evento y área afectada por el incendio, los datos están registrados por delegaciones, predios y parajes, el tipo y la superficie afectada por hectárea, esto es, si se dañó arbolado adulto, arbusto, ó herbáceas; la fecha, la hora de reporte y extinción del fuego, así como las causas del incendio. Los datos utilizados fueron la localización del incendio, el tipo de superficie, el tamaño del área afectada en hectáreas y la fecha del siniestro. No se utilizaron los demás datos porque no se relacionaban con los objetivos propuestos. Los informes de incendios se organizaron en tablas con los registros diarios por año, que incluyen fecha del incendio, delegación, predio, paraje y el tipo de superficie afectada. 4.1.2 Precipitación Para este análisis se utilizó una base de datos proporcionada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de dos estaciones cercanas al área de estudio (Tabla 1). La precipitación se analizó a nivel quincenal para los años de 1995 a 2004 y se correlacionó con el número de incendios. Los datos de precipitación se organizaron por estación meteorológica, año y quincena. Tabla 1. Características de las estaciones meteorológicas del área de estudio Coordenadas geográficas UTM* ESTACION Longitud Latitud Altitud m snm PRESA ANZALDO 476226 2137488 2 400 EL GAVILÁN 463517 2129432 3 700 * Universal Transverse Mercator Zona 14. En el análisis de la relación entre la precipitación y los incendios se dividió la cuenca en dos subtipos climáticos con base en el mapa de climas de México de García et al. (1997). La información de la estación Presa Anzaldo se relacionó con los incendios localizados en el tipo climático C (w2) (w) (i’) g, donde se desarrollan la comunidad de Quercus y otros tipos de comunidades, estas se encuentran entre los 2 500 y los 3 000 m snm. Los incendios ocurridos entre los 3 000 y los 3 870 m snm se relacionaron con la estación el Gavilán, correspondientes al subtipo climático Cb’(w2)(w) i g, en este lapso altitudinal crecen las comunidades de Abies religiosa y de Pinus hartwegii (Figura 3). Es importante señalar que las estaciones meteorológicas alcanzan un radio de cobertura de 40 Km (Turner y Lawson, 1978). Figura 3. Localización de estaciones meteorológicas e incendios por año en la CRM, D. F. 4.2 Cartografía Con el propósito de tener una representación espacial de la frecuencia de incendios y la superficie afectada por comunidad vegetal, se utilizó como base un mapa de parajes del Distrito Federal proporcionado por la CORENA (Anexo 1), así como ortofótos digítales de la CRM escala 1:75 000, (INEGI, 1999) y un mapa de unidades de vegetación y uso de suelo escala 1:20 000, realizado por Ávila-Ackerberg (2004). Se elaboró un mapa de comunidades vegetales y uso de suelo a partir del mapa de Ávila-Ackerberg (op. cit.), y siguiendo la clasificación propuesta por Rzedowski (1978) para la vegetación de los bosques templados. Las categorías en este mapa fueron las comunidades de Quercus, Abies religiosa, Pinus hartwegii, agricultura, asentamientos humanos y otras comunidades, en esta última categoría se agruparon las unidades de vegetación propuestas por Ávila-Ackerberg (2004) de bosque mixto y mesófilo, matorral de Furcrea parmentieri, bosque de galería y pastizal. Con la tabla general de incendios, el mapa de unidades de vegetación y uso de suelo y el mapa de parajes, se determinó la vegetación afectada por incendios de cada paraje, para los años de 1995 a 2004. Así mismo, se realizó un mapa de localización de puntos de frecuencia de incendios para todos los años. Además con las ortofótos digitales se elaboró un mapa de áreas con mayor frecuencia de incendios del año 1998. 4.3 Selección de sitios de muestreo y trabajo de campo El trabajo de campo se realizó para encontrar las diferencias de riqueza de especies y cobertura entre áreas incendiadas y no incendiadas en tres comunidades vegetales de la CRM, las cuales fueron Quercus, Abies religiosa y Pinus hartwegii, ya que presentaron una mayor ocurrencia de incendios, además de que tienen una amplia cobertura dentro de la CRM. En la categoría de otras comunidades no se llevo a cabo el muestreo, ya que el número de incendios fue escaso. En cada comunidad, se seleccionaron seis parcelas de las cuales tres fueron incendiadas y tres no incendiadas (Tabla 2). Para la determinación de las incendiadas, fueron seleccionados parajes que presentaron dos o más años con quemas durante el período de 1995 a 1998 y al menos un incendio en cada año. Se eligió este lapso de tiempo para homogeneizar los datos, esto es, tener los mismos años de quema, crecimiento de la vegetación y el mismo rango de tiempo sin incendios, además en el año de 1998 se registró un gran número de incendios en la cuenca y en la República Mexicana, afectando gran parte de la vegetación; mientras que en los años posteriores (1999 a 2004) los incendios forestales fueron pocos. Para elegir los levantamientos se utilizaron las tablas de datos de incendios y el mapa de localización de puntos de frecuencia de incendios. El tamaño de cada parcela fue de 25 x 25 metros (625 m2), y el levantamiento de datos se realizó con base en la metodología de la escuela fitosociológica de Zürich- Montpellier (Braun-Blanquet, 1979; Mueller-Dombois y Ellenberg, 1974), adaptado para montañas tropicales por Van der Hammen et al. (1989). El muestreo de las parcelas, se llevo a cabo durante el período de febrero a julio del 2004, y en cada una se obtuvo la siguiente información (Anexo 2). • Nivel de deterioro de manera cualitativa (presencia de basura, ganadería, etc.). • Inventario de especies. • Porcentaje de cobertura por especie y estrato vegetal. Con los valores obtenidos de cobertura de especies se realizó una tabla fitosociológica. Las especies no identificadas en campo, se colectaron, etiquetaron y prensaron para su posterior determinación en laboratorio siguiendo la clasificación de Rzedowski y Rzedowski (2001). Tabla 2. Localización de parcelas muestreadas en la CRM, D. F. Coordenadas UTM Presencia de incendios Tipo de comunidad Parcela Altitud m snm Longitud Latitud Paraje SI NO Años de incendio No. de veces incendiado Quercus 1 2700 472406 2132424 Cerca de la planta potabilizadora X Quercus 2 2700 472235 2132827 Planta potabilizadora X Quercus 3 2744 472237 2133017 Cazulco X Quercus 4 2900 471995 2133110 Meyúca medio X 1995, 1996, 1997, 1998 18 Quercus 5 2929 471909 2133127 Meyúca X 1995, 1996, 1997, 1998 18 Quercus 6 2927 471972 2133197 Meyúca X 1995, 1996, 1997, 1998 18 Abies religiosa 7 3420 467666 2129933 Cerca de Temamatla X Abies religiosa 8 3325 467785 2129004 X Abies religiosa 9 3253 468398 2129835 Cerca de las truchas X Abies religiosa 10 3440 468362 2132249 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 Abies religiosa 11 3478 468317 2132005 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 Abies religiosa 12 3476 468365 2131897 Cruz de Coloxtitla X 1995,1997, 1998 5 Pinus hartwegii 13 3672 465043 2129475 Faldas del C. Palma X Pinus hartwegii 14 3510 4651052128520 Cerca de Cieneguillas X Pinus hartwegii 15 3594 464934 2128609 Faldas del C. Gavilán X Pinus hartwegii 16 3675 464809 2129706 Vaca muerta X 1996, 1998 2 Pinus hartwegii 17 3580 468265 2127739 Entre Nezehuiloya y Loma de Coyote X 1995, 1996, 1998 5 Pinus hartwegii 18 3649 468919 2127742 Loma de Coyote X 1995, 1996, 1999 5 4.4 Análisis de datos En el análisis del comportamiento de los incendios en relación con la precipitación, se elaboraron gráficas y tablas mensuales, sobre: • El número de incendios por comunidad. • El tipo de estrato afectado (arbóreo, arbustivo y herbáceo) por incendios forestales anual y mensual. • Relación entre precipitación-incendios por periodos de 15 días. Con las tablas de precipitación y de incendios forestales se realizó un análisis estadístico de correlación entre la cantidad de lluvia de los días previos al incendio y el número de incendios. Además, se obtuvo por quincena la cantidad mínima de precipitación para determinar su umbral, esto es, la cantidad de lluvia mínima necesaria por arriba de la cual los incendios disminuyen (Villers et al., 2000). 4.5 Frecuencia de incendios Para determinar la frecuencia de incendios se utilizaron los datos de la tabla general de incendios. Este análisis se realizó para las comunidades de Quercus, Abies religiosa, Pinus hartwegii y la categoría de otras comunidades que representa la vegetación no muestreada en campo, la cual comprende al bosque de Pinus spp., mixto, de galería, matorral Furcrea parmentieri y las zonas de plantación forestal. La frecuencia de incendios indica la regularidad de la presencia de incendios en un lugar, se obtiene del número de incendios producido en un momento determinado, es decir, la cantidad promedio de incendios que ocurren en cierto tiempo en un determinado lugar (Magaña, 1985). Para lo cual, se cálculo la frecuencia de incendios de cada año y para el período de 1995 a 2004. Posteriormente se calculó la frecuencia por comunidad vegetal para el mismo período. 4.6 Índices de similitud y análisis de cobertura Los resultados de riqueza de los levantamientos fitosociológicos se compararon por comunidad vegetal mediante un índice de similitud, el cual determina la semejanza en la composición de especies entre un par de muestreos (Southwood, 1978; Brower y Zar, 1984; Jongman et al., 1995; Dixon, 2001; Stiling, 2002). En este estudio, se aplicó el índice de Jaccard, por ser el más utilizado en estudios fitosociológicos (Jongman et al., 1995), este índice es la proporción de especies comunes en dos sitios. Es decir, que tanto se parece una determinada área a otra, dentro de una misma comunidad. Este índice va de 0 a 1, donde 0 significa que no existe similitud y 1 es similitud total o del 100%, para lo cual se utilizó la siguiente fórmula: Índice de similitud de Jaccard = c___ a+b+c Donde: a = número de especies de la parcela a que no existen en la b b = número de especies de la parcela b que no existen en la a c = número de especies que tienen en común ambas parcelas Las coberturas de las especies en áreas no incendiadas e incendiadas para una misma comunidad, se analizaron a partir de la tabla fitosociológica. 5. RESULTADOS 5.1 Estadísticas de incendios El número total de incendios forestales en la CRM de 1995 a 2004 fue de 157 (Anexo 3). La temporada en la que se presentaron fue en los meses de enero a mayo, aunque, en algunos años se extendieron hasta junio. La mayor incidencia ocurrió en el mes de marzo con 41 incendios; la mayor superficie afectada fue en abril con un total de 390 ha (Figura 4). 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio N o. d e in ce nd io s 0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 Su pe rfi ci e af ec ta da (h a) Número de Incendios Superficie afectada Figura 4. Superficie afectada y número de incendios de 1995 a 2004 en la CRM, D. F. El año donde se presentó el menor número de incendios fue 2004 con solo un incendio, seguido por 2000, 2001 y 2002 con 2 incendios forestales. El mayor número de incendios anuales (80), ocurrió en 1998. La menor superficie afectada fue en el año 2000, con solo 0.6 ha; y la mayor fue en 1998 con 612.6 ha. El promedio de incendios y área afectada de 1995 a 1997 fue de 19 incendios y 34 ha. A partir de 1999 hasta 2004, el número promedio de incendios disminuyó a 3 y la superficie afectada a 4 ha. Al analizar el número de incendios forestales por comunidad se encontró que en la categoría de otras comunidades ocurrieron 14 incendios, en la comunidad de Quercus 29, en la de Pinus hartwegii 47, por su parte Abies religiosa registró la mayor cantidad de incendios con un total de 67. La única comunidad que se incendio en los 10 años de estudio fue la de Pinus hartwegii. De igual manera que con el número de incendios las comunidades menos afectadas superficialmente fueron, la categoría de otras comunidades con 18.04 ha y Quercus con 18.2 ha, la que ocupo el tercer lugar fue Abies religiosa con 138.5 ha, mientras que la comunidad con mayor daño superficial fue Pinus hartwegii con 564.7 ha (Tabla 3). Tabla 3. Número total de incendios forestales y superficie afectada por comunidad, año y mes para la CRM, D. F. Comunidad Año Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio No. de incendios Sup. afectada Total 1995 0 0 0 0 1 0 1 1.5 1997 2 4 3 2 1 0 12 5.1 1998 0 3 5 0 4 1 13 7.5 1999 0 0 1 0 0 0 1 3 2000 0 0 0 0 1 0 1 0.2 Quercus 2003 0 0 0 0 1 0 1 1 Total por comunidad 2 7 9 2 8 1 29 18.2 1995 0 0 1 3 1 0 5 12.03 1996 1 2 0 3 1 1 8 9.6 1997 5 6 3 1 1 0 16 16.8 1998 3 1 8 7 14 1 34 89.6 1999 0 0 2 0 0 0 2 1 2002 0 0 1 0 0 0 1 1.5 Abies religiosa 2003 0 0 1 0 0 0 1 8 Total por comunidad 9 9 16 14 17 2 67 138.5 1995 0 0 0 6 1 0 7 43.1 1996 0 0 0 1 1 0 2 6.5 1997 2 3 0 0 0 0 5 3.3 1998 1 2 12 4 5 0 24 501.5 1999 0 0 1 2 0 0 3 5.7 2000 0 1 0 0 0 0 1 0.4 2001 0 0 1 0 1 0 2 2.7 2002 0 0 0 1 0 0 1 0.5 2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 Pinus hartwegii 2004 0 1 0 0 0 0 1 0.9 Total por comunidad 3 7 15 14 8 0 47 564.7 1997 0 0 1 1 0 0 2 3.02 1998 2 3 0 1 3 0 9 14.04 1999 0 1 0 0 0 0 1 0.2 *Otras Comunidades 2003 0 0 1 0 1 0 2 0.8 Total por comunidad 2 4 2 2 4 0 14 18.04 TOTAL 16 27 42 32 37 3 157 739.5 *Bosque de Pinus sp., Bosque mixto, Bosque mesófilo, Matorral Furcrea parmentieri, Bosque de galería, Plantación Forestal. El tipo de estrato que presentó un daño mayor en todas las comunidades fue el herbáceo con 702.9 ha afectadas, donde la comunidad de Pinus hartwegii presentó la mayor afectación, seguido por la de Abies religiosa, Quercus y el resto de las comunidades. El daño al estrato arbóreo fue de solo 12 ha en Pinus hartwegii y 2 ha en Abies religiosa, y sólo ocurrió durante 1998 (Figura 5). 0 100 200 300 400 500 600 Quercus Abies religiosa Pinus hartwegii Otras comunidades Comunidad Su pe rf ic ie a fe ct ad a en h a Árboles Arbustos Herbáceas Figura 5. Estratos afectados por comunidad vegetal, en la CRM, D. F. 5.2 Estadísticas de precipitación La precipitación anual de la CRM registrada en la estación Presa Anzaldo fue de 641.8 mm para el período 1995-2004, mientras que para la estación El Gavilán fue de 761.4 mm. Cabe recordar que las comunidades correspondientes a cada estación son Quercus y la categoría de otras comunidades para la estación Presa Anzaldo, las comunidades de Abies religiosa y Pinus hartwegii para El Gavilán. La temporada de lluvia se presenta principalmente durante los meses de mayo a octubre (García, 1965), extendiéndose en algunos años hasta noviembre. La precipitación en la temporada húmeda en la estación Presa Anzaldo fue de 574.2 mm y en la estación El Gavilán de 622.04 mm. La época de sequía es de noviembre a abril (García,1965), ampliándose también en algunos años como 1997 y 1998 hasta mayo o junio; la precipitación en la estación Presa Anzaldo y El Gavilán, en la temporada seca, fue de 67.6 mm y 76.5 mm respectivamente. 5.3 Relación precipitación-incendios La relación que existe entre la precipitación previa a los incendios y el número de incendios, de 1995 a 2004, se presenta en las Figuras 6 y 7. Excepto para el año 2001 por no contar con los registros de precipitación. Esta comparación se hizo en acumulados quincenales en los periodos de diciembre a junio de cada año, ya que los incendios ocurridos en la cuenca fueron solo durante esta época. En el área que corresponde a la estación Presa Anzaldo la cantidad de precipitación fue de 642 mm y el número de incendios de 63, mientras que en la de El Gavilán la precipitación fue de 697.5 mm y el número de incendios de 92. La diferencia encontrada en el número de incendios entre las estaciones meteorológicas se debe a la superficie, ya que en las altitudes mayores la vegetación pertenece a Pinus hartwegii y Abies religiosa, donde la suma de sus áreas da un total de 2 453 ha mientras que en Quercus y otras comunidades es de 473 ha. Esto quiere decir que en las comunidades correspondientes a la estación el Gavilán hay 8 incendios por cada 223 ha y en las de Presa Anzaldo 31 incendios por cada 223 ha. 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 19 95 / E ne /1 19 95 /F eb /1 5 19 95 /A br /1 19 95 /M ay /1 5 19 95 /D ic /1 19 96 /E ne /1 5 19 96 M ar /1 19 96 /A br /1 5 19 96 /J un /1 19 96 /D ic /1 5 19 97 /F eb /1 19 97 /M ar /1 5 19 97 /M ay /1 19 97 / J un /1 5 19 98 / E ne /1 19 98 /F eb /1 5 19 98 /A br /1 19 98 /M ay /1 5 19 98 /D ic /1 19 99 /E ne /1 5 19 99 /M ar /1 19 99 /A br /1 5 19 99 /J un /1 19 99 /D ic /1 5 20 00 /F eb /1 20 00 /M ar /1 5 20 00 /M ay /1 20 00 /J un /1 5 20 01 20 02 /F eb /1 20 02 /M ar /1 5 20 02 /M ay /1 20 02 /J un /1 5 20 03 /E ne /1 20 03 /F eb /1 5 20 03 /A br /1 20 03 /M ay /1 5 20 03 /D ic /1 20 04 /E ne /1 5 20 04 /M ar /1 20 04 /A br /1 5 20 04 /J un /1 Quincena Pr ec ip ita ci ón (m m ) 0 2 4 6 8 10 12 14 N o. d e in ce nd io s Incendios pp. Figura 6. Precipitación-incendios de 1995-2004. Estación Presa Anzaldo 2 400 m snm, Comunidad de Quercus y otras comunidades. 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 19 95 / E ne /1 19 95 /F eb /1 5 19 95 /A br /1 19 95 /M ay /1 5 19 95 /D ic /1 19 96 /E ne /1 5 19 96 M ar /1 19 96 /A br /1 5 19 96 /J un /1 19 96 /D ic /1 5 19 97 /F eb /1 19 97 /M ar /1 5 19 97 /M ay /1 19 97 / J un /1 5 19 98 / E ne /1 19 98 /F eb /1 5 19 98 /A br /1 19 98 /M ay /1 5 19 98 /D ic /1 19 99 /E ne /1 5 19 99 /M ar /1 19 99 /A br /1 5 19 99 /J un /1 19 99 /D ic /1 5 20 00 /F eb /1 20 00 /M ar /1 5 20 00 /M ay /1 20 00 /J un /1 5 20 01 20 02 /F eb /1 20 02 /M ar /1 5 20 02 /M ay /1 20 02 /J un /1 5 20 03 /E ne /1 20 03 /F eb /1 5 20 03 /A br /1 20 03 /M ay /1 5 20 03 /D ic /1 20 04 /E ne /1 5 20 04 /M ar /1 20 04 /A br /1 5 20 04 /J un /1 Quincena P re ci pi ta ci ón (m m ) 0 2 4 6 8 10 12 14 N o. d e in ce nd io s Incendios pp. Figura 7. Precipitación – incendios de 1995-2004. Estación el Gavilán 3 700 m snm, Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii. En el año de 1998 se presentó un aumento considerable en el número de incendios y una baja de precipitación; debido a esto se hicieron gráficas a partir de 1997, ya que este año fue el segundo en presentar mayor número de incendios (Figuras 8 y 9). 0 20 40 60 80 100 120 97 / E ne /1 97 /E ne /1 5 97 /F eb /1 97 /F eb /1 5 97 M ar /1 97 /M ar /1 5 97 /A br /1 97 /A br /1 5 97 /M ay /1 97 /M ay /1 5 97 /J un /1 97 / J un /1 5 97 /D ic /1 97 /D ic /1 5 98 / E ne /1 98 /E ne /1 5 98 /F eb /1 98 /F eb /1 5 98 M ar /1 98 /M ar /1 5 98 /A br /1 98 /A br /1 5 98 /M ay /1 98 /M ay /1 5 98 /J un /1 98 / J un /1 5 98 /D ic /1 98 /D ic /1 5 Meses Pr ec ip ita ci ón (m m ) 0 2 4 6 8 10 12 14 N o. d e in ce nd io s Incendios pp. Figura 8. Precipitación-incendios de 1997–1998. Estación Presa Anzaldo, 2 400 m snm. Comunidad de Quercus y otras comunidades. 0 20 40 60 80 100 120 97 / E ne /1 97 /E ne /1 5 97 /F eb /1 97 /F eb /1 5 97 M ar /1 97 /M ar /1 5 97 /A br /1 97 /A br /1 5 97 /M ay /1 97 /M ay /1 5 97 /J un /1 97 / J un /1 5 97 /D ic /1 97 /D ic /1 5 98 / E ne /1 98 /E ne /1 5 98 /F eb /1 98 /F eb /1 5 98 M ar /1 98 /M ar /1 5 98 /A br /1 98 /A br /1 5 98 /M ay /1 98 /M ay /1 5 98 /J un /1 98 / J un /1 5 98 /D ic /1 98 /D ic /1 5 Meses Pr ec ip ita ci ón (m m ) 0 2 4 6 8 10 12 14 N o. d e in ce nd io s Incendios pp. Figura 9. Precipitación-incendios de 1997–1998. Estación el Gavilán, 3700 m snm. Comunidad de Abies religiosa y Pinus hartwegii. A diferencia de los resultados obtenidos en la relación precipitación-incendios para 1995 a 2004, el análisis particular de 1997-1998 muestra que la estación con mayor precipitación y menor número de incendios, en las quincenas previas a los incendios fue la de Presa Anzaldo, en las épocas secas la precipitación fue de 304.1 mm y el número de incendios registrados fue de 51; por el contrario la precipitación de la estación El Gavilán en la misma época fue de 265.51 mm y el total de incendios fue de 64. Lo que significa que en estos años por cada 223 ha, en las comunidades correspondientes a la Presa Anzaldo existen 24 incendios y en las de El Gavilán solo 6. 5.4 Coeficiente de correlación y umbral de precipitación El análisis de correlación muestra que no existe una relación inversamente proporcional entre el número de incendios y la cantidad de lluvia 15 días antes de un incendio. Para la estación El Gavilán el coeficiente de correlación fue de -0.3 y para la estación Presa Anzaldo el coeficiente fue de -0.2. Los datos gráficos demuestran que para los años de 1995 a 2004 el umbral de precipitación para la CRM fue de 25 mm, esto significa que por debajo de este existe una mayor ocurrencia de incendios. 5.5 Frecuencia de incendios en la cuenca del río Magdalena En la CRM, se presentó una frecuencia de 3 incendios por año en el período de 1995- 2004. Los meses que presentaron mayor frecuencia de incendios fueron marzo con 4.1 y mayo con 3.7. Omitiendo el excesivo número de incendios del año 1998, para evitar un sesgo, la frecuencia de incendios anual para la cuenca fue de 1.4 y los meses con mayor frecuencia fueron febrero y marzo con 2.2 y 2.1 respectivamente. Para cada comunidad vegetal, existe una variación en la frecuencia de incendios de manera tal que en la comunidad de Quercus el número promedio de incendios en el período estudiado fue de 0.5, para Abies religiosa de 1.1, en Pinus hartwegii de 0.8 y para las otras comunidades de 0.2 (Tabla 4 y Figura 10). Tabla 4. Frecuencia de incendios por comunidad y año en la CRM, D. F. Comunidad Año Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio No. total de incendios Frecuencia de incendios por año 1995 0 0 0 0 1 0 1 0.2 1996 0 0 0 0 0 0 0 0 1997 2 4 3 2 1 0 12 2 1998 0 3 5 0 4 1 13 2.2 1999 0 0 1 0 0 0 1 0.2 2000 0 0 0 0 1 0 1 0.2 2001 0 0 0 0 0 0 0 0 2002 0 0 0 0 0 0 0 0 2003 0 0 0 0 1 0 1 0.2 Quercus 2004 0 0 0 0 0 0 0 0 Frecuencia por comunidad 0.2 0.7 0.9 0.2 0.8 0.1 29 0.5 1995 0 0 1 3 1 0 5 0.8 1996 1 2 0 3 1 1 8 1.3 1997 5 6 3 1 1 0 16 2.7 1998 3 1 8 7 14 1 34 5.7 1999 0 0 2 0 0 0 2 0.3 2000 0 0 0 0 0 0 0 0 2001 0 0 0 0 0 0 0 0 2002 0 0 1 0 0 0 1 0.2 2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 Abies religiosa 2004 0 0 0 0 0 0 0 0 Frecuenciapor comunidad 0.9 0.9 1.6 1.4 1.7 0.2 67 1.1 1995 0 0 0 6 1 0 7 1.2 1996 0 0 0 1 1 0 2 0.3 1997 2 3 0 0 0 0 5 0.8 1998 1 2 12 4 5 0 24 4 1999 0 0 1 2 0 0 3 0.5 2000 0 1 0 0 0 0 1 0.2 2001 0 1 0 0 1 0 2 0.3 2002 0 0 0 1 0 0 1 0.2 2003 0 0 1 0 0 0 1 0.2 Pinus hartwegii 2004 0 1 0 0 0 0 1 0.2 Frecuencia por comunidad 0.3 0.8 1.4 1.4 0.8 0 47 0.8 1995 0 0 0 0 0 0 0 0 1996 0 0 0 0 0 0 0 0 1997 0 0 1 1 0 0 2 0.3 1998 2 3 0 1 3 0 9 1.5 1999 0 1 0 0 0 0 1 0.2 2000 0 0 0 0 0 0 0 0 2001 0 0 0 0 0 0 0 0 2002 0 0 0 0 0 0 0 0 2003 0 0 1 0 1 0 2 0.3 *Otras Comunidades 2004 0 0 0 0 0 0 0 0 Frecuencia por comunidad 0.2 0.4 0.2 0.2 0.4 0 14 0.2 Frecuencia de incendios en la CRM 1.6 2.8 4.1 3.2 3.7 0.3 157 2.6 *Bosque de Pinus sp., Bosque mixto, Bosque mesófilo, Matorral Furcrea parmentieri, Bosque de galería, Plantación Forestal. N= año con mayor frecuencia de incendios Figura 10. Localización de las áreas incendiadas en la CRM, D. F. de 1995 a 2004 5.5.1 Frecuencia de incendios en los años de 1997 y 1998 Los años 1997 y 1998 presentaron la mayor frecuencia de incendios de todo el período de estudio, la cual fue de 6 incendios por mes para 1997 y 13 para 1998. Dado que en este último año también ocurrió un gran daño en la superficie de la CRM, se ubicaron los parámetros de la frecuencia de incendios y el área dañada en un mapa de comunidades vegetales, definiendo el tipo de bosque afectado por mes durante todo ese año. El análisis de la fotointerpretación pone de manifiesto que el tipo de comunidad con mayor superficie afectada fue la de Pinus hartwegii con 501.5 ha, también indica que Abies religiosa fue la que presentó una mayor frecuencia con 6 incendios por mes en 1998 (Figura 11). Figura 11. Localización de áreas incendiadas durante los meses de enero a mayo del año 1998 en la CRM, D. F. 5.6 Riqueza de especies vegetales en la cuenca del río Magdalena Los datos de cobertura de cada especie por comunidad para las 18 parcelas (Figura 12) se presentan en la Tabla 6. En total se registraron 139 especies correspondientes a 72 géneros y 37 familias (Anexo 4), las cuales se distribuyen en las tres comunidades muestreadas. Los porcentajes de cobertura en los diferentes estratos fueron de 34% en el rasante, 63% en el herbáceo, 33% en el arbustivo y 39% en el arbóreo. En las áreas no incendiadas se registraron, 91 especies, 55 géneros y 31 familias, en las incendiadas se contabilizaron un total de 85 especies, 52 géneros y 28 familias. Las familias Asteraceae con el 21% de especies, Solanaceae con el 10% y Lamiaceae y Poaceae con el 8% fueron las más dominantes en las áreas no incendiadas; mientras que en áreas incendiadas fueron las familias Asteraceae con el 28%, Poaceae con el 7% y Caryophyllaceae con el 6% (Tabla 5). Tabla 5. Número de especies por familia en las zonas estudiadas de la CRM, D. F. Áreas no incendiadas Áreas incendiadas Familia No. de especies No. de especies 1 Agavaceae 0 1 2 Amaranthaceae 1 0 3 Amaryllidaceae 0 1 4 Apiaceae 1 2 5 Aspleniaceae 1 0 6 Asteraceae 19 24 7 Caryophyllaceae 4 5 8 Clethraceae 1 0 9 Commelinaceae 0 1 10 Crassulaceae 0 2 11 Cupressaceae 1 0 12 Ericaceae 1 4 13 Fabaceae 0 2 14 Fagaceae 2 2 15 Garryaceae 1 0 16 Geraniaceae 2 3 17 Grossulariaceae 1 1 18 Hydrophyllaceae 2 1 19 Lamiaceae 7 4 20 Loganiaceae 1 2 21 Lomariopsidaceae 1 0 22 Lythraceae 1 1 23 Onagraceae 2 2 24 Orobanchaceae 1 1 25 Oxalidaceae 1 1 26 Pinaceae 3 3 27 Poaceae 7 6 28 Polygalaceae 1 0 29 Pteridaceae 3 3 30 Pyrolaceae 1 0 31 Ranunculaceae 1 1 32 Rhamnaceae 0 1 33 Rosaceae 6 4 34 Rubiaceae 4 2 35 Scrophulariaceae 4 4 36 Smilacaceae 1 0 37 Solanaceae 9 1 Totales 91 85 Tabla 6. Tabla fitosociológica de las comunidades de áreas no incendiadas e incendiadas No. de levantamiento 13 15 14 16 18 17 7 9 8 11 12 10 3 1 2 5 6 4 Altitud m snm 3672 3594 3510 3675 3649 3580 3420 3253 3325 3478 3476 3440 2744 2700 2700 2929 2927 2900 Cobertura (%) de: arbóreo 50 10 50 30 60 15 70 40 70 1 5 0 60 75 45 50 60 10 arbustivo 0 0 0 0 -1 0 50 60 70 80 40 50 65 5 90 30 60 2 herbáceo 95 95 80 90 80 30 60 80 15 50 40 45 45 20 40 90 90 90 rasante 30 60 70 15 80 E strato 50 60 90 25 60 20 1 20 10 10 1 1 0 Presencia/ausencia de incendios No I. No I. No I. I. I. I. No I. No I. No I. I. I. I. No I. No I. No I. I. I. I. Comunidad Pinus hartwegii Abies religiosa Quercus A Pinus hartwegii 40 10 50 30 60 15 H Festuca tolucensis 90 90 50 80 80 50 H Oxalis sp. 2 10 2 1 -1 -1 AR Penstemon campanulatus 1 2 5 3 -1 1 1 5 Eupatorium schaffneri -1 -1 1 -1 H 1 -1 H Potentilla candicans -1 2 -1 -1 -1 Helenium scorzoneriaefolium 5 5 -1 H -1 H Eryngium sp. 1 -1 1 -1 Cuphea aequipetala -1 1 -1 H H Potentilla rubra -1 -1 Drymaria molluginea -1 -1 -1 H H Ranunculus multicaulis -1 1 -1 Vaccinium caespitosum. -1 AR -1 H Drymaria leptophylla -1 -1 H Lamium purpureum -1 -1 H Poaceae 3 2 A Abies religiosa 60 50 70 1 -1 AR Senecio angulifolius 60 25 70 -1 -1 -1 AR Acaena elongata /sp. -1 40 30 30 3 AR Senecio cinerarioides -1 80 5 50 H Lupinus montanus -1 -1 -1 1 1 5 -1 AR Salvia gesneriflora y sp. 5 10 2 5 AR Senecio barba-johannis 5 1 -1 -1 -1 50 AR Fuchsia thymifolia 5 1 3 1 -1 1 AR Baccharis conferta -1 30 -1 -1 H Brachypodium pringlei 50 R Alchemilla vulcanica 10 30 H Poaceae 7 60 AR Ribes ciliatum y sp. 2 3 AR Buddleja parviflora -1 4 H Muhlenbergia quadridentata y sp- 3 1 20 H Penstemon gentianoides -1 1 H Hedyotis pygmaea 1 -1 AR Monnina ciliolata 1 1 H Monotropa uniflora -1 -1 H Senecio toluccanus -1 -1 Eupatorium sp 1 3 H Physalis chenopodifolia 3 H Senecio argutus 5 H Gnaphalium sp 1 1 5 H Poceae 5 2 H Geranium 3 1 -1 H Sibthorpia repens 2 A Quercus rugosa 20 60 40 30 60 20 A Quercus laurina 20 40 1 AR Ceanothus caeruleus 20 10 3 H Pasto sp -1 1 -1 -1 90 80 AR Garrya laurifolia 20 -1 -1 H Conopholis alpina -1 5 -1 AR-H Archibaccharis serratifolia -1 1 1 A Arbutus xalapensis 1 1 1 H Eupatorium sp. 2 30 -1 H-AR Archibaccharis asperifolia 3 2 H Adiantum andicola -1 -1 AR Bouvardia ternifolia 2 -1 H Cologania angustifolia -1 -1 H Manfreda pringlei -1 -1 AR Salvia aff. microphylla -1 -1 AR Solanum nigrescens 50 AR Solanum pseudocapsicum 30 H Salvia elegans 20 AR Solanum americanum 10 H Salvia stricta 10 H Poaceae 1 10 H Amaranthus viridis 3 A Clethra mexicana 15 AR Eupatorium rivale 2 H Alchemilla procumbens y sp. 30 10 30 50 70 5 -1 80 20 40 20 -1 -1 R Briofitas -1 -1 3 -1 20 90 15 -1 5 -1 2 -1 1 A Pinus sp. -1 -1 1 2 2 1 AR Senecio sp 15 -1 H Cirsium sp. 5 -1 -1 H Solanum demissum 2 -1 AR Buddleja cordata 2 -1 Solanum sp. -1 2 -1 H Drymaria effusa -1 -1 -1 -1 -1 -1 -1 H Cinna poiformis -1 -1 1H Cheilantes sinuata -1 -1 H Phacelia platycarpa -1 -1 H Drymaria villosa -1 -1 Especies con cobertura menor a 1 y baja abundancia H Arenaria bryoides 13.1, AR Eupatorium glabratum 12.1, H Senecio jacalensis 11.1, AR Stevia ovata 9.1, H Conyza filaginoides 5. 1, H-T Didymaea alsinoides 1.1, H Penstemon barbatus 5.1, AR Salvia mexicana 1.1, H Solanum corymbosum 2.1, H Senecio multidentatus 4.1, AR Baccharis thesioides 14.<1, H Erigeron galeottii 17.<1, H Gnaphalium arizonicum 13.<1, H Hieracium mexicanum 14.<11, H Penstemon roseus 14.<1, H Salvia purpurea 15.<1, H Senecio roseus 18.<1, AR Vaccinium geminiflorum 17.<1, H Asplenium monanthes 7.<1, AR Baccharis multiflora 9.<1, AR Comarostaphylis discolor 12.<1, AR Eupatorium petiolare 7.<1, H Senecio callosus 11.<1, H Senecio procumbens 12.<1, AR Solanum cervantessii 9.<1, H Bidens triplinervia 2.<1, H Castilleja scorzonerifolia aff. 6.<1, A Cupressus lusitanica 1.<1, AR Cestrum anagyris 1.<1, H Cheilantes hirsuta 5.<1, H Cheilantes marginata 4.<1, H-T Didymaea floribunda 3.<1, H Elaphoglossum tectum 1.<1, AR Fuchsia microphylla 5.<1, H Lopezia miniata 1.<1, A Prunus serotina subsp. capuli 1.<1, AR Sedum oxypetalum 5.<1, T Smilax moranenesis 1.<1, H Stachys coccinea 5.<1, AR Sedum bourgaei 18.<1, AR Salvia microphylla 9.<1, H Agave macroculmis 5.1, H Senecio gerberifolius 18.<1, H Erodium cicutarium aff 11.<1, H Erodium cicutarium 10.<1, H Nama dichotomum var. dichotomumm 9.<1 H Arenaria sp 10.<1; H Rubiacea 14.1; H Geranium 3, 9.1; H Poacea 4, 15.1; H Commelina 17.<1; H Geranium 11, 11.<1; H Geranium 2, 12.<1; H Geranium 4, 7.<1; H Poacea 6, 12.<1; H Poacea 2, 13 .<1; Asteraceae 1, 17.<1; Erigeron sp, 17.<1; Eupatorium.3, 18.<1; H Cheilantes sp. 7.<1; H Osmorhiza, 1 4.1 *A: Árbol, AR: Arbusto, H: Herbácea, H-T: Herbacea Trepadora, T: Trepadora. Figura 12. Localización de parcelas muestreadas con y sin presencia de incendios de 1995 a 2004, en la CRM, D. F. 5.6.1 Relación de la frecuencia de incendios forestales y la riqueza de especies vegetales por comunidad Comunidad de Quercus El número de veces que se incendio la comunidad de Quercus durante el período 1995- 1998 fue de 26, de las cuales en las parcelas muestreadas ocurrieron 18 siniestros. La frecuencia de incendios forestales fue de 1.1, presentándose el mayor número en los meses de febrero y mayo. Para el año de 1998 la frecuencia de incendios fue de 2.2. El área correspondiente a esta comunidad es de 180 ha, los levantamientos se realizaron entre los 2 700 a los 2 929 m snm. Como resultado se obtuvo un total de 28 familias, 40 géneros y 59 especies. El porcentaje de cobertura arbórea fue del 50%, 42% en el estrato arbustivo, 63% en el herbáceo y 7% en el rasante. En las áreas no incendiadas se registraron 33 especies y en las incendiadas 29, estas se distribuyen en las familias mostradas en la Figura 13. La distribución de la cobertura en áreas no incendiadas fue del 60% en el estrato arbóreo, 53% en el arbustivo, 35% en el herbáceo y en el rasante de 13%. En la áreas incendiadas fue de 40% en el arbóreo, 31% en el arbustivo, 90% en el herbáceo y en el rasante de 0.7%. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 As te ra ce ae So la na ce ae Pt er id ac ea e Fa ga ce ae La m ia ce ae O na gr ac ea e R ub ia ce ae Fa ba ce ae Sc ro ph ul ar ia ce ae O ro ba nc ha ce ae Pi na ce ae R os ac ea e Ag av ac ea e Am ar yl lid ac ea e Ap ia ce ae C ar yo ph illa ce ae C ra ss ul ac ea e Er ic ac ea e R ha m na ce ae Am ar an th ac ea e C le th ra ce ae C up re ss ac ea e G ar ry ac ea e Lo ga ni ac ea e Po ac ea e Sm ila ca ce ae Familias N o. d e es pe ci es Áreas incendiadas Áraes no incendiadas Figura 13. No. de especies por familia en la comunidad de Quercus en áreas incendiadas y no incendiadas en la CRM, D. F. La familia mejor representada en esta comunidad es la Asteraceae con 7 especies en áreas no incendiadas y 5 en las incendiadas. Existen varias familias con una especie representativa, pero la Rosaceae, especialmente, cuenta con una especie que comparten los dos tipos de áreas. Las especies que se encuentraron tanto en las zonas no incendiadas como en las incendiadas fueron Quercus rugosa, Q. laurina, Archibaccharis serratifolia, A. asperifolia, Fuchsia thymifolia, Adiantum andicola y Conopholis alpina. El índice de similitud de Jaccard realizado para la comunidad de Quercus entre las áreas no incendiadas y las incendiadas fue de 0.16. La similitud más baja (0.04) se presentó entre una parcela incendiada y una no incendiada (2 y 5), la más alta (0.26) se encontró entre las parcelas incendiadas 4 y 6 (Tabla 7). Tabla 7. Índice de similitud de Jaccard para la CRM, D. F. Comunidad de Quercus Parcelas no incendiadas Parcelas incendiadas 1 2 3 4 5 6 1 1 0.24 0.12 0.11 0.11 0.15 2 1 0.13 0.13 0.04 0.18 3 1 0.04 0.07 0.08 4 1 0.19 0.26 5 1 0.24 6 1 La comparación de la cobertura por especie del total de parcelas, de la comunidad de Quercus (Tabla 8), indica el número de veces que aparece cada especie en los dos tipos de áreas y la cobertura en porcentaje de cada una. Existen 30 especies con mayor porcentaje de cobertura para esta comunidad de las cuales el 60% pertenece a parcelas no incendiadas, 37% a parcelas incendiadas y solo Adiantum andicola presentó la misma cobertura en ambos sitios. Las especies con mayor cobertura en áreas no incendiadas fueron Quercus rugosa (40%), Q. laurina (30%), Senecio barba-johanis (25%), Solanum nigrescens (50%), S. pseudocapsicum (30%) y Salvia elegans (20%). Las especies con mayor cobertura en las áreas incendiadas fueron Ceanothus caeruleus (11%), Arbutus xalapensis (1%), y Bouvardia ternifolia (1.3%). Tabla 8. Comparación de la cobertura de especies en la comunidad de Quercus de la CRM, D. F. Áreas no Incendiadas Áreas Incendiadas Familia Especies con mayor presencia y cobertura >1% No. de parcelas en las que aparece la especie Porcentaje de cobertura de la especie No. de parcelas en las que aparece la especie Porcentaje de cobertura de la especie Fagaceae Quercus rugosa 3 40 3 37 Fagaceae Quercus laurina 2 30 1 1 Asteraceae Senecio barba-johannis 2 25 0 0 Solanaceae Solanum pseudocapsicum 1 30 0 0 Lamiaceae Salvia elegans 1 20 0 0 Rhamnaceae Ceanothus caeruleus 0 0 3 11 Solanaceae Solanum americanum 1 10 0 0 Lamiaceae Salvia stricta 1 10 0 0 Garryaceae Garrya laurifolia 3 7 0 0 Orobanchaceae Conopholis alpina 2 3 1 0.5 Asteraceae Archibaccharis serratifolia 2 0.8 1 1 Ericaceae Arbutus xalapensis 0 0 3 1 Asteraceae Archibaccharis asperifolia 1 3 1 2 Asteraceae Senecio angulifolius 2 0.5 0 0 Onagraceae Fuchsia thymifolia 1 1 2 0.8 Rubiaceae Bouvardia ternifolia 0 0 2 1.3 Pteridaceae Adiantum andicola 1 0.5 1 0.5 Fabaceae Cologania angustifolia 0 0 2 0.5 Agavaceae Manfreda pringlei 0 0 2 0.5 Lamiaceae Salvia aff. microphylla 0 0 2 0.5 Amaranthaceae Amaranthus viridis 1 3 0 0 Clethraceae Clethra mexicana 1 15 0 0 Asteraceae Eupatorium rivale 1 2 0 0 Solanaceae Solanum nigrescens 1 50 0 0 Fabaceae Lupinus montanus 0 0 1 0.5 Rosaceae Alchemilla procumbens y sp. 0 0 1 0.5 Asteraceae Baccharis conferta 0 0 1 0.5 Loganiaceae Buddleja cordata 1 0.5 0 0 Pteridaceae Cheilantes sinuata 1 0.5 0 0 Caryophyllaceae Drymaria villosa 0 0 1 0.5 Comunidad de Abies religiosa El número de incendios en esta comunidad durante el período de 1995-1998 fue de 63, de los cuales 5 ocurrieron en las parcelas muestreadas. Los meses con mayor número de incendios fueron abril y mayo. La frecuencia fue de 2.6 y en el año de 1998 fue de 5.7 incendios. La superficie de esta comunidad es de 1 441 ha, los levantamientos de las parcelas se realizaron entre el intervalo altitudinal de los 3 253 a 3 478 m snm. El número total
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