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Evaluación del currículum de matemáticas de básica secundaria y técnica media, desde el contexto sociocultural de estudiantes de educación pública. Tesis que para obtener el grado de: Maestría en Educación presenta: Eddy Fernanda Contreras Quinche CVU 563740 . Asesor tutor: MAE. María Teresa Guel Macías Asesor titular: Dra. Bethania Arango Hisijara Zipaquirá en Cundinamarca, Colombia Diciembre 2014 ii Dedicatoria A Mila, mi pequeño milagro. iii Agradecimientos A la comunidad educativa de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, por su colaboración durante mi proceso investigativo. A mis compañeros docentes de área por su buena voluntad de compartir sus saberes y opiniones. A mis maestros tutores por su incondicionalidad y permanente acompañamiento en el desarrollo de mi estudio. A mis maestros asesores titulares, por su constante apoyo y sus valiosos aportes. iv Evaluación del currículum de matemáticas de básica secundaria y técnica media, desde el contexto sociocultural de estudiantes de educación pública. Resumen Se hace relevante destacar la matemática en la vida diaria, pues como ciencia básica abre la mente humana hacia la comprensión de la información adquirida de manera continua. Además de la creatividad, propicia el pensamiento espacial y abstracto, la toma de decisiones, el pensamiento crítico y analítico, así como destrezas y habilidades propias para enfrentar desafíos cotidianos (Pérez, 2009). Por esta razón la presente investigación se basó en el estudio del marco curricular del área de matemáticas en la Institución Educativa Municipal (I.E.M.) Técnico Luis Orjuela en los niveles de básica secundaria y media técnica, con el fin de reestructurarlo acorde con las necesidades socioculturales de los estudiantes. De esta manera, bajo la investigación cualitativa y por medio de entrevistas a docentes del área y a estudiantes, así como de la evaluación diagnóstica del currículo manejado, se obtuvo mediante la triangulación de los datos recolectados el contraste entre los elementos del marco curricular que se debieron incluir y aquellos que se debieron mejorar, tales como objetivos generales, específicos y para cada nivel, malla curricular, unidades didácticas, horizonte del área, que incluye fines de la educación en matemáticas, visión, misión y metas de calidad, formato para desarrollo de planes de mejoramiento, estrategias metodológicas y recursos sugeridos y criterios de evaluación del área. A partir de este punto se empezó a responder la pregunta orientadora, que abarca la propuesta de una estructura curricular basada en elementos integradores al contexto socioeconómico de los estudiantes atendidos por la institución, teniendo en cuenta los aportes y opiniones de los v mismos beneficiarios, quienes a su vez, abrieron la posibilidad de pensar en nuevos planteamientos direccionando los hallazgos encontrados en el estudio realizado hacia las demás áreas de conocimiento. Así mismo, se determinó como factor clave la importancia de establecer transversalización entre el currículo formal y el práctico rodeando los procesos formativos con situaciones cotidianas, para generar procesos significativos de aprendizaje metacognitivos. vi Índice Resumen……………………………………………………………………………… iv Índice…………………………………………………………………………………. vi Índice de tablas..……………………………………………………………………... viii Índice de figuras…………………………………………………………………… ix Capítulo 1: Planteamiento del problema…………………………………………... 1 1.1 Antecedentes………………………………………………………………... 2 1.2 Contexto…………………………………………………………………….. 7 1.3 Definición del problema……………………………………………………. 10 1.4 Objetivos……………………………………………………………………. 12 1.4.1 Objetivos específicos…………………………………………………. 12 1.5 Justificación………………………………………………………………… 13 1.6 Delimitación del estudio……………………………………………………. 16 1.7 Limitaciones del estudio……………………………………………………. 17 Capítulo 2: Marco teórico……………...………………………………………… 19 2.1 Matemática y sociedad……………………………………………………… 20 2.1.1 Impacto de la matemática en la cultura……..………………………… 21 2.2 La estructura curricular ……………………………………………………... 22 2.2.1 Conceptualización…………………..…………………………………. 24 2.2.2 Fuentes curriculares……………..…………………………………….. 27 2.2.3 Evaluación curricular……………………..…………………………… 34 2.2.3.1 Metodología de la evaluación curricular………………..……... 36 2.3 Lineamientos curriculares del área de matemáticas………………………… 39 2.3.1 Estándares básicos de competencias en matemáticas…...…………….. 43 2.4 Educación para el desarrollo………………………………………………… 50 2.4.1 Formación sociocultural …………...………………………………….. 51 2.4.2 Educación para el desarrollo en el contexto colombiano……………… 54 Capítulo 3: Método…………………………………………………………….. 59 3.1 Método de investigación…………………………………………………….. 59 3.1.1 Etapas de la investigación cualitativa………..………………………... 62 3.2 Población, participantes y selección de la muestra………………………….. 64 3.3 Instrumentos de recolección de datos……………………………………….. 65 3.3.1 Formato de consentimiento...………………………………………….. 67 3.4 Procedimiento en la aplicación de los instrumentos………………………… 68 3.5 Estrategias de análisis de datos……………………………………………… 70 vii Capítulo 4: Análisis y discusión de resultados…………….…….....……………… 72 4.1 Análisis de resultados………………………………………………...……. 72 4.1.1. Análisis de la estructura curricular evaluada………………………… 73 4.1.2 Identificación de los elementos curriculares susceptibles de mejora…. 81 4.1.3 Identificación de los elementos curriculares faltantes………………... 83 4.1.4 Análisis de las entrevistas…………………………………………….. 85 4.1.4.1 Categorización…………..……………………………………. 85 4.2 Triangulación………………………………………………………………. 89 Capítulo 5: Conclusiones……………………………………………………………. 92 5.1 Hallazgos…………………………………………………………………… 92 5.2 Recomendaciones…………………………………………………………... 98 5.3 Futuras investigaciones…………………………………………………….. 99 Referencias…………………………………………………………………………... 101 Apéndices…………………………………………………………………………….. 106 Apéndice A: Formato instrumento de evaluación curricular……………………. 106 Apéndice B: Entrevista para docentes y para estudiantes……………...………... 107 Apéndice C: Formato de consentimiento………………………………………... 112 Apéndice D: Ejemplos de formatos diseñados y estructurados para los elementos faltantes y susceptibles de mejora sucesivamente………………….... 113 Currículum Vitae………………………………………………………………….. 123 viii Índice de tablas Tabla 1: Elementos constitutivos del Eje Transversal: Valores a la luz de la epistemología y fundamentos curriculares………………………………………… 28 Tabla 2: Elementos constitutivos del Eje Transversal: Aplicación de fundamentos curriculares………………………………………………………………………… 30 Tabla 3: Estándares básicos de matemáticas para básica secundaria y media técnica...........................................................................................................……… 46 Tabla 4: Resultados obtenidos por el docente 1……………………………………. 74 Tabla 5: Resultados obtenidos por el docente 2 …………………………………... 77 Tabla 6: Plan de mejoramiento para los elementos evaluados con ponderación regularmente aceptable…….……………………………………………………… 82 Tabla 7: Triangulación de los datos obtenidos……………………………………...90 ix Índice de figuras Figura 1: Reporte histórico de resultados en matemáticas de estudiantes de undécimo grado de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela en el examen Saber 11………... 6 Figura 2: Relación entre los componentes curriculares……………………………... 24 Figura 3: Modelo de concepción, organización y evaluación del currículo………… 39 Figura 4: Panorámica de las estrategias de aprendizaje……………………………... 57 Figura 5: Categorías de análisis a partir de entrevistas realizadas a docentes y estudiantes…………………………………………………………………………... 86 1 1. Planteamiento del problema El propósito del presente estudio investigativo consiste en la evaluación y diseño de una estructura curricular para el área de matemáticas en los niveles de básica secundaria y media técnica en la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, capaz de consolidar metodologías adecuadas que permitan la integración de contenidos con la realidad sociocultural de los estudiantes. Al abordar esta temática, se considera necesario ahondar en el concepto de currículo como un conjunto de elementos determinantes que desde diferentes puntos de acción convergen en un mismo fin. Casarini (1999), menciona estos elementos llamándolos fuentes curriculares entre las cuales especifica la sociedad, el aprendizaje, la enseñanza, el conocimiento y la institución. De esta manera es posible considerar la formación integral del individuo más allá de la implementación de un plan de estudios, sino que se piensa en el ser humano como un ser social, cuyo proceso de aprendizaje se relaciona con el contexto en el cual se desenvuelve y del cual se retroalimenta constantemente. En este sentido, indica García (2011) la importancia de establecer un modelo educativo curricular basado en competencias que perfilen en los estudiantes un aprendizaje permanente venido del manejo adecuado de la información, con el fin de guiar hacia la toma de decisiones en situaciones presentadas en su contexto social y cultural, hacia la sana convivencia y en general hacia una vida social de calidad. No obstante, teniendo conocimiento de los lineamientos establecidos para el área de matemáticas, es evidente que no en todos los casos, éstos se ejecutan de forma eficaz. 2 Es el caso de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, donde puede notarse la deficiencia existente en cuanto al proceso de enseñanza - aprendizaje en el área de matemáticas, pues se parte de una estructura curricular incompleta y obsoleta, que no articula sus elementos con el entorno social y cultural de la comunidad educativa. De allí surge la necesidad de desarrollar un currículo acorde con las expectativas actuales, que se adapte eficazmente a las exigencias del medio que rodea a los estudiantes. 1.1 Antecedentes La importancia de establecer un marco curricular para el área de matemáticas radica en entender la necesidad de construir un conocimiento matemático a través de todo el proceso formativo del individuo, de tal forma que pueda verse reflejado en su posterior aplicación, teniendo en cuenta características de análisis lógico, representaciones mentales de modelos matemáticos traducidos a situaciones cotidianas y la capacidad de generar un pensamiento abierto, crítico y objetivo. Desde este punto, se tiene que la preparación académica para la vida incluye entonces, la exploración y desarrollo de habilidades y aptitudes matemáticas con las cuales enfrentar la toma de decisiones, abordar metodologías y estrategias en planificación de proyectos de vida y la preparación para asumir retos y perseguir metas en el contexto del cual el individuo hace parte. La necesidad de investigar la problemática propuesta surge alrededor de los esquemas educativos curriculares ligados a la práctica social, los cuales abordan todo el proceso intelectual del ser humano teniendo como eje su dimensión socioafectiva y cultural, puesto que al ser un estándar conocido y estudiado, en ocasiones no se evidencia una implementación eficaz del mismo. 3 Según Avendaño y Parada (2013), el sistema escolar debe estar direccionado hacia la construcción de conocimientos sistematizados, significativos y con sentido, capaces de contribuir a las características sociales del entorno abocado a crisis que por diferentes factores se hace desconocido para las instituciones educativas. En este sentido, se hace pertinente la adopción de un currículo que se acerque a una selección de elementos culturales orientados a la formación e integración secuencializada y continua de los estudiantes en cuanto a contenidos formales, esquemas mentales, habilidades, competencias y valores dados a la comunicación asertiva. Abordar la temática curricular es un desafío que no solamente requiere entender el concepto como tal, es necesario pensarlo en los diferentes contextos donde se implementa como parte imprescindible de la labor formativa. Su evolución ha ido a la par con los constantes cambios que han sufrido el entorno educativo, la familia y la sociedad, como parte fundamental del crecimiento personal del ser humano y su ejercicio dentro de la comunidad a la cual pertenece. Al hablar de marco curricular es posible encontrar un concepto bastante amplio como para establecer una definición específica. Para quienes permanecen inmersos en el contexto educativo, la palabra currículo tiende a asociarse directamente con el plan de estudios que ofrece la institución educativa en un programa académico integral, pero no puede dejarse de lado que el currículo implica también el desarrollo del individuo como ser social y cultural, susceptible de transformación. Stenhouse (1987) propone un concepto de currículo a través de tres definiciones dadas por Neagley y Evans (1967), Inlow (1966) y Johnson (1967), quienes se orientan en la planificación y organización de estructuras enfocadas al proceso de aprendizaje en 4 el aula, lo que se entiende por teoría curricular. Por otra parte el currículo práctico se visualiza como la experiencia de los estudiantes durante el proceso de enseñanza (Kansas, 1958; citado por Stenhouse, 1987). Desde este punto de vista es factible llevar a las aulas un currículo real, basado en las metas propuestas en un currículo teórico. La relevancia de atender esta problemática bajo la investigación cualitativa radica en que además de la formación académica, la escuela pretende guiar al estudiante hacia la creación de su proyecto de vida, acorde con su desarrollo libre, ético y moral. De esta manera es posible obtener calidad en el proceso de enseñanza – aprendizaje, pues es indispensable que el currículo enmarque la necesidad de crecer como individuo y como ser social dentro de su perspectiva de calidad de vida. En la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, se aborda la práctica curricular del área de matemáticas con grandes diferencias a las planteadas por el currículo teórico, teniendo en cuenta que algunos de los parámetros establecidos no dejan entrever la relación de ésta disciplina con el entorno sociocultural de los estudiantes, que según los datos consultados a través de la secretaría de la institución, y con respecto a las hojas de registro de matriculados, corresponde a estratos uno y dos. La mayoría de los estudiantes, en particular los cursos pequeños (grados sextos, séptimos, y algunos de octavo) presentan serias dificultades no solo académicas sino comportamentales. A nivel del área de matemáticas les cuesta trabajo concentrarse y tomar la clase con seriedad y altura, pues la constante indisciplina de algunos hace que toda la clase se desordene, retrasando las actividades y temáticas programadas. Además, se observa manejo inadecuado de expresiones orales y escritas, bajo nivel de inteligencia interpersonal (no manejan asertividad en la expresión y control de sus emociones), y a 5 menudo no manejanlas competencias matemáticas necesarias para estar en el grado correspondiente. Todos estos aspectos interfieren directamente con la labor docente convirtiéndose en determinado momento en una situación frustrante, pues la pérdida de la asignatura asciende a niveles altos. Es relevante entonces preguntarse por la necesidad de tomar como análisis, la correlación actual existente entre el proceso educativo de estos jóvenes y el contexto del que hacen parte, es decir, cómo puede afectar la formación académica descrita en el currículo y aplicada hacia la articulación con su proyecto de vida, de manera positiva al comportamiento social, cultural y familiar de los estudiantes. Partiendo de este análisis es posible sugerir el desarrollo de un modelo de marco curricular que pueda ajustarse a las exigencias que depara la calidad educativa. La importancia de realizar ésta investigación trasciende hacia la búsqueda de una oportunidad de mejora en cuanto al proceso de enseñanza en el área de matemáticas, pues en la I.E.M. Técnico Luis Orjuela se tienen niveles bajos en desempeños y competencias evaluadas a nivel interno, lo cual se refleja claramente en las pruebas oficiales nacionales, situación que se presenta año tras año. En la figura 1 se muestra el reporte histórico del examen de estado de la educación media “Saber 11”, realizado por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación, ICFES. 6 Figura 1. Reporte histórico de resultados en matemáticas de estudiantes de undécimo grado de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela en el examen Saber 11. Este reporte muestra a través de un gráfico de líneas los resultados obtenidos por los estudiantes de undécimo grado desde el año 2010 hasta el año 2013 en la prueba de matemáticas. En él, se evidencia la ubicación de los estudiantes en nivel bajo del promedio teórico, y además se señala una caída progresiva en los mismos a través del tiempo. Los esfuerzos por mejorar la calidad del proceso educativo tanto por parte del equipo docente del área, como por los directivos, aunque no han sido del todo en vano, se develan transitoriamente evidenciando falta de concordancia con metodologías y 7 estrategias enfocadas hacia una didáctica motivadora e integradora de procesos formativos en valores y aplicables a la vida cotidiana. En el contexto institucional es relevante y urgente plantear un cambio de paradigma al tratarse del currículo que se practica para el área de matemáticas, partiendo de dos grandes características susceptibles de mejorar para el entorno en cuestión. En primer lugar, un marco curricular para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica que se halla disparejo e incompleto; y en segundo lugar, la articulación del mismo al contexto social y cultural de la comunidad educativa. De esta manera se pretende establecer un estudio investigativo cualitativo con el cual pueda articularse en un compendio curricular para el área de matemáticas, una estructura coherente con los diferentes grados escolares desde sexto hasta undécimo, planteando para cada uno posibilidades prácticas y efectivas de implementación de los conocimientos aprendidos por los estudiantes en sus diferentes facetas y dentro de su realidad social. 1.2 Contexto El trabajo de investigación se llevó a cabo en la I.E.M. Técnico Luis Orjuela de Zipaquirá (Cundinamarca, Colombia), institución de carácter público, donde se albergan alrededor de 800 estudiantes en básica secundaria y media técnica. El contexto social en el que se encuentra la institución comprende los niveles socioeconómicos uno y dos, atendiendo de ésta manera población de bajos recursos en su inmensa mayoría. Además, se trabaja con 3 estudiantes dentro del programa de inclusión social, quienes presentan dificultades cognitivas y físicas, pero para quienes no se tiene un programa curricular especial que atienda sus necesidades. 8 Reseñando brevemente la historia de la institución, a través de la documentación se conoce que en 1991 nace la Corporación Educativa Luis Orjuela, según el acuerdo municipal 01 del mismo año. Ya en 1992 se modificó el nombre por Instituto Municipal Luis Orjuela y en 1994 se gradúa la primera promoción Técnico Comercial. Para el Año 2000 la institución recibe la aprobación en Técnica Media Procesador de Datos Contables y en 2001 recibe la aprobación Técnica Media en Procesamiento de Alimentos. En el año 2003 se fusionan las sedes: Luis Orjuela, El Cedro, Mariscal Sucre, San Antonio y Rafael Pombo. La Misión de la institución se establece en el manual de convivencia y se enfoca a ofrecer los ciclos preescolar, primaria, secundaria y media técnica formando personas en y para la vida, a través de principios, valores y conocimientos inherentes a las modalidades de procesamiento de alimentos y la de gestión contable y empresarial, aplicando la tecnología en la solución de problemas que le permitan satisfacer necesidades individuales y sociales en pro de un excelente desarrollo humano. La visión de la institución es posicionar a la I.E.M. Técnico Luis Orjuela como institución educativa formadora de personas que aporten cambios sustanciales para el desarrollo humano productivo y sostenible, económico y social practicando valores para la convivencia mejorando la calidad de vida. La investigación se realizó en la sede principal Luis Orjuela, sede de los niveles de básica secundaria y media técnica. En los grados sextos y séptimos es donde actualmente se presenta mayor concentración de estudiantes con nivel académico bajo en el área y mayor índice de indisciplina. En los demás grados puede notarse el aumento de interés y motivación por su proceso de aprendizaje, así como autocontrol y actitud 9 respetuosa y diligente para con sus superiores. Como se mencionó anteriormente, la mayor parte de la población estudiantil corresponde a estratos 1 y 2, provenientes de hogares rotos y disfuncionales, estudiantes con problemas de convivencia y tolerancia, agresivos, con falta de valores y de metas claras. A pesar de las dificultades, no se puede desconocer que hay estudiantes sobresalientes, que sin importar sus problemas personales, familiares o económicos, se les ve la motivación y las ganas de salir adelante. Con respecto a la planta física de la institución, se debe reconocer que el edificio se encuentra en condiciones de abandono, la estructura tiene entre 90 y 100 años y no ha sido restaurada debido a los costos que esto conlleva, pues está declarada como patrimonio nacional. Se ha notado que este factor influye también en la desmotivación y deserción de los estudiantes. En la actualidad no se cuenta con herramientas tecnológicas para llevar a cabo las clases, pues el aula virtual de la institución está siendo ocupada como aula especializada del área de ética y valores. En ella se encuentra a disposición un tablero digital, proyector y equipo de cómputo como instrumentos tecnológicos, pero el proyector se encuentra fuera de servicio pues el cable de conexión al equipo de cómputo está averiado desde hace dos años aproximadamente. Los docentes del área de matemáticas cuentan con los recursos del bibliobanco (textos escolares, calculadoras científicas y juegos matemáticos), los cuales se encuentran a disposición de las clases, siempre y cuando la persona encargada del mismo preste el servicio a las horas preestablecidas. No se cuenta con aula especializada para el área, ni con equipos de cómputo o software especializado. Como recursos, solamente se tiene el aula de informática, la cual es 10 compartida con el docente de dicha área quien la administra, y los demás docentes que solicitan su préstamo. 1.3 Definición del Problema En la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, en los niveles de secundaria y media técnica se presenta como situación particular en el área de matemáticas,un nivel alto de reprobación académica según los análisis realizados bimestre tras bimestre por los docentes del área con el apoyo de la coordinación académica. En grupos de un promedio de 35 estudiantes, se evidencian entre 12 y 20 estudiantes con notas inferiores a 3.4 sobre 5.0, calificación que se define en el documento de evaluación como nivel básico. A pesar de los múltiples esfuerzos de los docentes por diseñar e implementar estrategias de aula innovadoras, no se ha podido conseguir subir significativamente el nivel académico en matemáticas de dichos estudiantes. A esta situación debe sumársele la falta de voluntad e interés por parte de los estudiantes de asumir la matemática como área fundamental en su proceso educativo, pues la concepción que se visualiza por parte de ellos hacia la asignatura es desoladora. Con dificultad realizan labores extraescolares e investigación productiva, se perciben actitudes de desgano y desinterés frente a los temas tratados, dado que, según ellos mismos, no existe relación alguna con sus vivencias diarias. De este mismo modo, puede sostenerse que no existe una reforma curricular al área de matemáticas que logre adaptarse a las transformaciones que han venido siendo parte no solo del entorno institucional, sino de la educación a nivel general, pues según los registros encontrados en actas de consejo académico y consejo directivo de la institución, la aprobación para el último cambio en la estructura curricular e 11 implementación en el área de matemáticas se dio en el año 2010. El documento que se trabaja en el área no sostiene cambios radicales en cuanto a la inclusión de competencias sociales, que logren enmarcar el proceso de enseñanza en aquellos aspectos relevantes susceptibles de aprovechar como medio para el aprendizaje de esta área, como por ejemplo proyectos comunitarios, proyectos institucionales (proyecto ambiental, proyecto de educación sexual, proyecto de tiempo libre, entre otros) y articulación con otras áreas del saber. Con respecto a la transversalización de la matemática como ciencia dentro de la cultura y la sociedad, Guzmán (2007) resalta la importancia de vincular el pensamiento matemático como parte indispensable en el progreso de las comunidades, visto desde el desarrollo colectivo sensible ante la toma de decisiones y más aún ante los problemas cotidianos que interfieren en la formación de los jóvenes. Al entender la importancia de enfrentar los cambios inminentes en la educación matemática desde una postura sociocultural, se piensa en la afectación directa de la estructura didáctica tradicional, en la que el docente actúa como parte activa del proceso de aula, dejando a un lado la participación del estudiante. La transformación empieza a darse cuando ambas partes se comunican de manera bidireccional y existe una constante retroalimentación y evaluación del proceso de enseñanza – aprendizaje de la matemática, generada a partir de las experiencias cotidianas y su relación con la puesta en práctica de los conocimientos y conceptos propios del área (Blanco, 2011). A partir de todas estas grandes dificultades que se presentan en el entorno educativo, y teniendo como necesidad la creación e implementación de un currículo inmerso en el proyecto educativo institucional, acorde con los lineamientos legales 12 nacionales vigentes y en pro de la tan anhelada calidad educativa, se propone como problema a investigar la evaluación curricular de la matemática como área fundamental a nivel de educación básica secundaria y media técnica, y su articulación con el contexto determinado por la institución donde labora la investigadora. De esta manera, tal problema se plantea a través de la siguiente pregunta: ¿Qué componentes curriculares deben integrarse a los procesos de formación de matemáticas en básica secundaria y media técnica, en el área de matemáticas, desde una perspectiva sociocultural de los estudiantes de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela? 1.4 Objetivos Evaluar el currículo para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica, integrando procesos de formación sociocultural de los estudiantes de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela. 1.4.1 Objetivos Específicos. • Reconocer los componentes curriculares que se trabajan actualmente para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela. • Identificar dentro del marco curricular para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, los elementos susceptibles de mejora, así como aquellos que no se encuentran definidos, para incluirlos en el documento curricular. • Redefinir los componentes curriculares a mejorar para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica, teniendo en cuenta como característica 13 principal su relación con el contexto sociocultural de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela. 1.5 Justificación El presente trabajo investigativo está enfocado hacia el desarrollo de un marco curricular para el área de matemáticas en básica secundaria y media técnica, a partir de componentes y metodologías que puedan integrarse al entorno social y cultural de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, con el fin de establecer un proceso de enseñanza – aprendizaje de la matemática orientado a la formación integral de individuos. De allí que la importancia de ésta investigación radique en complementar y mejorar uno de los elementos principales de la labor pedagógica como lo es la estructura curricular. Teniendo en cuenta la teoría curricular, Casarini (1999) hace referencia a las fuentes curriculares dentro de las cuales se encuentran la sociedad, el aprendizaje, la enseñanza, el conocimiento y por supuesto la institución. Dichas fuentes curriculares por sí solas no conforman el currículo. Su interacción y la convergencia hacia el mejoramiento de la calidad del proceso educativo hace que sea necesario tenerlas en cuenta como un todo, es decir, como un conjunto que se retroalimenta constantemente y que apunta a un mismo fin. Considerando que el hombre es un ser social, se entiende que su aprendizaje es un proceso que se lleva a cabo durante toda su vida, por lo cual su entorno influye directamente en el desarrollo de todas sus dimensiones. De esta manera es necesario y relevante que el currículo contenga el espacio dedicado a promover desde la escuela, la educación del estudiante en sociedad, con el objetivo de aportar a un sentido de 14 convivencia ética y moral, así como a la formación de estudiantes analíticos, solidarios, justos, responsables, generadores de cambios y consecuentes con sus actos. El currículo también se conforma por los procesos de enseñanza – aprendizaje, los cuales deben presentarse de manera estructurada y definida, representando la forma en la cual son aprehendidos los conceptos teóricos y prácticos por los estudiantes. Tal como plantean Angulo y Blanco (1994), mencionando a Boomer (1982), el aprendizaje en el aula tiene como actor principal al estudiante, quien debe reflexionar acerca de su experiencia y percibir el propósito de ésta. Es relevante aclarar que estos procesos no se construyen improvisadamente. El diseño de estrategias y metodologías pedagógicas debe estar apoyado por quienes actúan directamente en este contexto día a día: docentes y estudiantes. Es justamente a través de sus experiencias de aula de donde parte la necesidad de iniciar una transformación que redimensione la manera de enseñar y aprender. De esta manera se considera que los contenidos curriculares se van implantando tentativamente para ser experimentados en la práctica, con lo cual pueden ir siendo valorados y ajustados sobre la marcha (Gimeno, 1998). En este punto, debe establecerse con claridad y eficacia el plan de estudios que hace parte de la estructura curricular,considerando el entorno en el cual se desenvuelven los estudiantes, pues la relación que las temáticas tienen con su cotidianidad es fundamental para su futuro desempeño ya sea en una profesión o en un oficio. La participación de la institución como parte esencial del currículo se analiza desde la orientación a la formación integral de personas capaces de vivir en sociedad. La institución debe estar prepara para perseguir sus metas, contando con las herramientas y 15 recursos adecuados para llevar a cabo el proceso educativo, teniendo en cuenta que éste se encuentra en constante cambio. En este sentido puede afirmarse que la adecuación curricular es un precedente que debe sentar la institución educativa como parte de sus políticas de calidad, en aras del mejoramiento en la formación de sus educandos. Este proceso debe ser entendido como el logro de los aprendizajes pertinentes y significativos, en concordancia con las necesidades de la comunidad y de la realidad de su entorno, en el tiempo y cultura actual. La garantía del funcionamiento en la práctica de esta transformación se evidencia en la articulación de la acción docente con el contexto curricular, así como la coherencia de los contenidos plasmados y llevados al aula, a lo largo de la vida escolar de los estudiantes (Tabash, 2001). Tomando como base la argumentación anterior, es posible establecer que los directamente beneficiados con la presente investigación, serán los estudiantes de básica secundaria y media técnica de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, pues es a ellos a quienes va dirigido todo el proceso de mejora curricular. No puede dejarse de lado que los docentes del área de matemáticas también se verán favorecidos, pues son quienes proponen la implementación del currículo en sus clases. Así, se espera que el desarrollo de un marco curricular con las características mencionadas para el área de matemáticas, provoque en la comunidad educativa un impacto positivo, al reconocer en su entorno social y cultural los planteamientos conceptuales enmarcados en el proceso de enseñanza. Enseñar va más allá de impartir contenidos a través de un tablero, pues hoy en día se direcciona hacia la valoración del estudiante como ser único e irrepetible dándole 16 prioridad a la formación de su personalidad, sus actitudes, sus aptitudes, sus emociones y sus habilidades, con el fin de guiarlo hacia la concepción de un proyecto de vida con el cual sienta la voluntad de contribuir a la sociedad de la cual hace parte, así como la necesidad de crecer y desarrollarse como individuo pensante y consciente. Esencialmente cobra valor la condición de integrar los elementos curriculares a la práctica de la labor docente, a través de la innovación de metodologías vanguardistas de la mano de la globalización, entendida como aporte imprescindible de los procesos educativos, y asimismo como el conocimiento sobre las dimensiones que se recogen a partir de las fuentes curriculares y que se concretan en la formación de los estudiantes. 1.6 Delimitación del estudio Los parámetros a tenerse en cuenta para llevar a cabo la presente investigación dejan entrever el espacio y el tiempo que se dedicarán a la misma. A continuación se especifican dichos parámetros. En cuanto al espacio físico, la investigación se llevará a cabo en las instalaciones de la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, escuela oficial ubicada en zona urbana del municipio de Zipaquirá en Cundinamarca, Colombia. Cabe aclarar que el estudio tendrá lugar en la sede principal de la institución, puesto que es allí donde actualmente se reúnen los estudiantes de los niveles de básica secundaria y media técnica. Con respecto a la delimitación temporal, teniendo en cuenta la complejidad del trabajo investigativo, se considera que éste puede realizarse en un período de diez meses, contemplados desde agosto de 2013 hasta mayo de 2014. En relación a la temática se tomará como punto de partida la estructura curricular actual con la que cuenta el área de matemáticas. En este caso se debe abordar el 17 currículo como herramienta pedagógica y su orientación hacia la formación en responsabilidad social. La metodología a tener en cuenta parte de la investigación cualitativa, por lo cual se tratarán herramientas propias, tales como entrevistas semiestructuradas a docentes y estudiantes y el diagnóstico del currículo actual por medio de un formato diseñado para tal fin. La población que hará parte de la presente investigación comprende estudiantes de los niveles de básica secundaria (grado sexto a noveno) y media técnica (grados décimo y undécimo), siendo alrededor de 420 alumnos. De esta manera es posible escoger una muestra significativa para la aplicación de posibles encuestas, que brinde resultados confiables en la investigación. Además se cuentan con tres docentes del área de matemáticas y los directivos docentes. En cuanto a los niveles de preescolar y primaria, no aplica el presente estudio, ya que la reforma curricular para los mismos se está llevando a cabo mediante otro proyecto. 1.7 Limitaciones del estudio En el presente trabajo investigativo se tiene como posible restricción la falta de colaboración de estudiantes y docentes participantes en el mismo. Es probable que debido a la conveniencia de seguir con el ritmo de trabajo de aula con el que se ha venido guiando la asignatura de matemáticas, los docentes del área se muestren reacios a aportar su colaboración para el desarrollo de la investigación. Además, el hecho de romper un paradigma de este tipo, se presenta como un desafío que no todos los profesionales de la educación quieren tomar, y más aún cuando su experiencia y años de labor indican una constante rutina pedagógica. 18 Es posible también que los estudiantes se presenten renuentes a colaborar con la investigación, pues muchos no muestran interés en el área y se limitan simplemente a seguir los patrones tradicionales de la clase magistral. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que la presente investigación debe ser conocida y avalada por parte de los directivos docentes de la institución, con lo cual se cuenta como posible limitación que no se autorice la realización del estudio por parte de los directivos. Teniendo en cuenta los riesgos y posibles limitaciones que puedan darse durante el estudio investigativo, se toma conciencia sobre la importancia de exponer adecuadamente ante la comunidad educativa la metodología, la relevancia y los beneficios que trae para la institución y sus integrantes, el desarrollo de un marco curricular para el área de matemáticas articulando metodologías que aporten a su formación sociocultural. 19 2. Marco teórico Los diferentes componentes del currículo escolar lo plantean como el eje del sistema educativo, suponiéndolo como el medio por el cual se establecen metodologías, contenidos, estrategias, cronogramas, recursos y valoraciones, que permiten guiar la formación integral del estudiante, pues debe integrar además, herramientas que permitan la articulación del plan de estudios con la educación para el desarrollo social. La fundamentación teórica del presente trabajo investigativo se basa principalmente en el currículo como marco del proceso de enseñanza – aprendizaje de las matemáticas, teniendo en cuenta que éste se propone como el conjunto de elementos que desde diferentes perspectivas apuntan hacia un mismo fin: la consecución del logro educativo. Es imprescindible establecer una base teórica sobre la cual desarrollar la presente investigación. Por lo tanto, la temática a tratar se enfoca en principio, en la importancia de la matemática como área fundamental en la sociedad y el impacto que ésta tiene a nivel cultural. En segundo lugar, se aborda el marco general curricular partiendo de la conceptualización desde diferentes perspectivas. Entercer lugar se plantean los lineamientos curriculares específicamente para el área de matemáticas, con los cuales se definirán los estándares básicos de competencias que tienen lugar. Así mismo, se trata en cuarto lugar, la educación para el desarrollo como preámbulo a la integración de los componentes pedagógicos a la formación sociocultural y ciudadana. Por último y no menos importante, se tendrá en cuenta la matemática dentro del proceso de enseñanza – 20 aprendizaje en la actualidad y sus implicaciones dentro de la transversalización con otras áreas. 2.1 Matemática y sociedad Un enigma difícil de resolver es la aplicabilidad de las matemáticas en el mundo real, pues es una de las preguntas más frecuentes con la que se encuentran los docentes de matemáticas por parte de sus estudiantes, y tiene que ver con la relación entre ésta disciplina y su influencia en la sociedad. No es fácil responder a este interrogante sin dejar de pensar en que ésta asignatura es vista por la mayoría de educandos como una de las más complejas y monótonas. Pues si bien la matemática es una de las áreas fundamentales en el currículo escolar, sus potencialidades van más allá del aula (Guzmán 1995). Tal como lo plantea Forero (2009), la enseñanza de la matemática es de carácter social, donde docentes y estudiantes convergen en un plano comunicativo en el cual se centran en la creación de espacios de representación de contextos reales. Así, al enseñar matemáticas no solo se enseñan principios, conceptos, métodos y procedimientos, sino formas de pensar, hacer y comunicar matemáticas. La matemática vista como ciencia exacta donde solamente intervienen números y operaciones, se convierte en un obstáculo para quienes no tienen el dominio suficiente en cuanto a estos dos elementos. Más allá de los procedimientos matemáticos, la sociedad debe asumir esta ciencia como una fuente de racionamiento crítico, una experiencia para llevar a cabo la cotidianidad de su entorno y provocar grandes transformaciones en cualquiera de las ciencias con las que le sean relacionadas. 21 2.1.1 Impacto de la matemática en la cultura. La aprehensión de conceptos matemáticos y el dominio de competencias generan un sinfín de valores implícitos en la manera de actuar y de pensar del ser humano. Estos valores están asociados con hábitos y costumbres como la lectura, la escritura, la investigación, manejo de vocabulario, entre otros. No es de extrañar entonces, que se diga popularmente que las matemáticas se hallan en todo lugar. Es cuestión de saber interpretar los contenidos adquiridos de manera significativa, posibilitando la repercusión en la formación y práctica de la ética y la moral. Es fundamental poder generar desde el aula, la confianza para resolver dificultades económicas, sociales, emocionales, o de cualquier índole, basándose siempre en valores como la solidaridad, el respeto, la honestidad y la tolerancia (Castañeda, 2006). Por otro lado, Castañeda (2006) afirma que la aplicación de los conocimientos en matemática optimiza el dominio del espacio y el tiempo organizando y gestionando los recursos de la manera más eficaz. El ser humano, como ser social, necesita contar con la destreza para relacionarse con las constantes transformaciones a las que se ve abocado, pues la globalización da paso al desarrollo y uso de nuevas tecnologías. Dichas destrezas se adquieren superando los niveles de complejidad de las competencias matemáticas establecidas en el currículo escolar. En relación con las demás ciencias, Castañeda (2006) plantea que las matemáticas se integran ya sea directa o indirectamente, con el fin de complementar el tejido de contenidos teóricos y prácticos, abiertos a la reestructuración según las necesidades. Hoy en día, la mayor parte de los profesionales deben evidenciar tener aptitudes matemáticas, pues la técnica que se ejecuta así lo requiere. Así mismo, en el campo industrial, 22 médico, físico – químico, en actividades como arquitectura, música, ingenierías, artes, deportes, las matemáticas se emplean formulando expresiones y procedimientos cuya función es explicar y eventualmente dar solución a fenómenos contenidos en éstas, así como soportar los fundamentos teóricos. Con las matemáticas, el individuo es capaz de predecir y sustentar condiciones especiales en cualquier contexto del universo. Como toda ciencia, las matemáticas aún pueden seguir redefiniéndose desde la perspectiva de la verdad como herramienta de las actividades cotidianas del ser humano, y en el ámbito escolar del estudiante. 2.2 La estructura curricular Los diferentes componentes del currículo escolar lo plantean como el eje del sistema educativo, suponiéndolo como el medio por el cual se establecen metodologías, contenidos, estrategias, cronogramas, recursos y valoraciones, que permiten guiar la formación integral del estudiante, pues debe integrar además, herramientas que permitan la articulación del plan de estudios con la educación para el desarrollo social. Dichos componentes, son nombrados por Casarini (1999), como fuentes curriculares, las cuales se determinan desde la concepción social, los procesos de enseñanza – aprendizaje, el conocimiento y la institución. Desde allí, se sustentan un sinfín de respuestas que dan solución a la problemática que se desprende del proceso educativo, y que además los docentes están llamados a implementar en pro de la calidad de la educación integral de los estudiantes. Gimeno y Pérez (1992), afirman que emprender el tema del currículo es una tarea compleja que conlleva no solamente repasar el concepto desde su misma aparición, sino los diferentes contextos en los cuáles éste tiene lugar. A través del tiempo y desde su 23 concepción el currículo se ha adaptado a las constantes transformaciones de las que ha sido parte de la sociedad, incluyendo el entorno educativo y cultural, donde inevitablemente se ha convertido en motivo central de debate debido a su amplia definición. Angulo y Blanco (1994), contribuyen con diversas opiniones acerca del concepto de currículo acercándose desde sus propias perspectivas hacia el currículo como característica importante e imprescindible en el ámbito educativo. Además, se integran otros factores no menos relevantes que interfieren en el proceso enseñanza – aprendizaje como el entorno sociocultural de los individuos y el desarrollo familiar, pues son rasgos que los docentes descubren a diario en sus aulas y que indiscutiblemente deben estar ligados en el diseño curricular de las instituciones educativas. Por otro lado, Díaz (2002) propone la estructura curricular como una relación de elementos pedagógicos que se determinan a partir de cuatro preguntas: ¿qué enseñar?, ¿cuándo enseñar?, ¿Cómo enseñar?, y ¿qué, cómo y cuándo evaluar? A parir de estas preguntas surge entonces un vínculo intuitivo entre los componentes curriculares que pueden observarse en la figura 2. 24 Figura 2. Relación entre los componentes curriculares. Es válido mencionar que los fundamentos del currículo ocupan un lugar destacado en el campo de la educación, no obstante el concepto del mismo es muy relativo, donde cada autor ajusta su definición en vinculación con su campo de acción. 2.2.1 Conceptualización. Dentro del contexto educativo, la palabra currículo generalmente se asocia de forma directa con las directrices que establece una institución educativa con el fin de ofrecer un programa académico integral de acuerdo con la sociedad en la que ésta se desenvuelve. Sin embargo, no puede dejarse de lado que el currículo implica también el desarrollo del ser humano, partiendo de una serie importante de características socio- culturales susceptibles de cambio. Lafrancesco (2004), plantea que en cuanto a las definiciones que componen el currículo, es posible encontrarsecon nociones referidas al conjunto de elementos de un programa de estudios, o tal vez un planteamiento prescriptivo de logros educativos. Otras lo relacionan como un conjunto de acciones pedagógicas que al llevarse a cabo 25 determinan un objetivo o una meta a seguir. Sin importar lo sugerido, todas estas definiciones, a pesar del paso del tiempo, convergen en el sentido de integrar planes, objetivos, prácticas, estrategias o acciones para lograr alcanzar los propósitos instaurados, y se apartan en la concepción donde se ubican, ya sea como un documento normativo, como una gestión disciplinar o como un proceso pedagógico. Angulo y Blanco (1994), se acercan al currículo bajo tres concepciones fundamentales: currículo como contenido, como planificación y como realidad interactiva. Al hablar de currículo como contenido, se hace referencia a los conocimientos disciplinares propios que han de estudiarse, es decir a las asignaturas orientadas en cada grado. Para este caso, el currículo entonces comprende los planes de estudios ofrecidos por las instituciones educativas, los cuales deben ajustarse a las normas legales planteadas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN). Gagné (1987) estipula el currículo como una secuencia de unidades de contenido capaces de ser enseñadas mediante metodologías simples y habiendo sido superadas por el alumno. Si se vuelve la mirada hacia la pedagogía tradicional, puede compararse directamente con esta definición, puesto que las clases magistrales caben dentro de este entorno plano y monótono. Reducir el concepto de currículo a este contexto aporta elementos de manera deficiente a la transformación educativa. Tomando el currículo como planificación educativa, se entiende como la formulación de estrategias direccionadas de tal forma que se enfoquen a alcanzar el logro educativo en una institución. En este punto Angulo y Blanco (1994) comentan el currículo como un conjunto de intenciones educativas y de entrenamiento, que bien organizadas concluyen en aquello que se debe enseñar y aprender, junto con sus 26 herramientas y metodologías. El currículo se muestra aquí, como la relación entre los distintos elementos que lo conforman tales como objetivos, estrategias, instrumentos, materiales, evaluación, análisis de costos, áreas, asignaturas, entre otros. Así mismo, Beauchamp (1981), se acerca al concepto de currículo argumentando el contenido de ciertos elementos como los enunciados sobre intenciones para usar el documento como guía en el orden de la planificación escolar, enunciados que describan abiertamente objetivos escolares y su respectivo cuerpo para la realización de los mismos, y enunciados que definan la forma valorativa que pueda determinar la efectividad y funcionalidad del currículo trabajado. Sin embargo, el currículo pensado como acciones operativas puras, no es la mejor guía para llevar a cabo los procesos de enseñanza – aprendizaje requeridos en la búsqueda de la calidad educativa. El currículo visto como realidad interactiva supone todo aquello que puede sucederle a los estudiantes en la escuela, como resultado del seguimiento e implementación del proceso pedagógico establecido (Angulo y Blanco, 1994). El sentido que toma el currículo entonces, está orientado a las relaciones existentes entre un documento escrito que plantea claramente metas y objetivos educativos y las correspondientes acciones que deben ejecutarse para alcanzarlos. De este modo, y para efectos de la presente investigación, el concepto de currículo toma una nueva forma, al hacer converger los planteamientos anteriores. El currículo debe estar enmarcado en un conjunto de elementos caracterizados por contener no solamente un plan de estudios acorde con los lineamientos entablados por el Ministerio de Educación Nacional, sino una base teórica en la cual sustentar las metodologías y estrategias que guían el proceso de enseñanza – aprendizaje, así como las respectivas 27 conexiones entre estos elementos y el contexto real de los educandos. Al respecto, Murillo y otros (2009, p. 12) afirman que “la educación y el currículo deben ser construidos con la participación de los representantes de todos los estamentos que hacen parte de la comunidad educativa; de aquí la importancia de que el currículo sea permeabilizado por los elementos relevantes del contexto en que se desenvuelven los seres humanos”. Además, Quiroz y Mesa (2011), sustentan a través de su investigación que la formación ciudadana en la educación tanto en el nivel de básica secundaria como en el de media o media técnica, toma forma desde el proyecto educativo institucional, el currículo y el plan de estudios, acogiendo los elementos que estos procesos involucran y transformándolos desde un sentido ético, político y civil. La estructura curricular para el área de matemáticas en la I.E.M. Técnico Luis Orjuela se recoge en principio desde los lineamientos mandados por el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y se intenta orientar bajo el modelo pedagógico social cognitivo, pues es el que se ajusta al contexto de la comunidad educativa, pretendiendo involucrarla de manera natural y real desde sus problemáticas, en todo el proceso educativo y más específicamente en la enseñanza de la matemática. 2.2.2 Fuentes curriculares. Los elementos del currículo referenciándolos como fuentes curriculares, interactúan entre sí y apuntan desde diferentes perspectivas hacia la fundamentación del currículo. Entre dichas perspectivas se cuentan la sociedad, el proceso enseñanza - aprendizaje, el conocimiento y por supuesto la institución. A partir de estos pilares se sustentan un sinnúmero de respuestas que dan solución a la problemática que hace parte del proceso educativo, y que además los docentes están 28 llamados a implementar en pro de la calidad de la educación integral de los estudiantes (Casarini, 1999). En un estudio investigativo realizado por Liendo y Lúquez (2007), acerca de la transversalidad entre la práctica pedagógica de la educación básica y las fuentes curriculares se analiza a través del método cualitativo con enfoque fenomenológico, la conexión entre los contenidos, los objetivos, la metodología, la programación y el proceso de evaluación y, la praxis docente . A través de la caracterización epistemológica del currículo se busca considerar la educación en valores como un contenido en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Dicho estudio fue realizado en nueve escuelas de básica secundaria entre públicas y privadas de la ciudad de Maracaibo en Venezuela, y muestra las observaciones realizadas a los elementos que constituyen la transversalidad entre los valores y los fundamentos curriculares. En la tabla 1 se muestran los resultados a dichas observaciones. Tabla 1. Elementos constitutivos del Eje Transversal: Valores a la luz de la epistemología y fundamentos curriculares 29 Los resultados muestran con respecto a las observaciones realizadas, que el 38,58% siempre orienta el modelo pedagógico y la práctica curricular hacia la finalidad educativa nacional, en torno al conocimiento y la investigación en el aula. Así mismo, se obtuvo un porcentaje del 34,96% de algunas veces para el mismo planteamiento y, un 26,47% de observaciones registradas para un cumplimiento nulo en cuanto a la circunscripción de la epistemología y fundamentos curriculares de la educación básica. En ese orden de ideas, se vislumbra un 61,43% de observaciones entre nunca y algunas veces, para el cumplimiento de la finalidad educativa nacional dentro de los modelos pedagógicos estudiados. Un resultado alarmante teniendo en cuenta que el proceso educativo ha venido siendo reestructurado buscando como objetivo alcanzar la calidad en los procesos escolares. Liendo y Lúquez (2007) tienen en cuenta éstos antecedentes teórico – prácticosque se manifiestan en la epistemología del currículo, estableciendo una relación directa con la labor docente, pues ésta determina todos los componentes curriculares. En la tabla 2 las investigadoras evalúan la incidencia de la aplicación de los fundamentos curriculares en la formación humanística de los educandos. 30 Tabla 2. Elementos constitutivos del Eje Transversal: Aplicación de fundamentos curriculares Con respecto a la aplicación de los componentes curriculares, los datos recolectados de la observación, muestran un porcentaje de 38,57% con el cual siempre se cumple la función sociocultural, la integración teórico – práctica pedagógica y la autonomía moral, dentro del currículo escolar. Así mismo, se evidencia que lo anterior se cumple algunas veces en un 32,75%, dejando por último un resultado del 28,68% en el cual no se integran los componentes mencionados. Es relevante mencionar como este estudio demuestra que existe un 61,43% en las observaciones de las dos últimas columnas, resaltando la indiferencia de la vinculación del fundamento social y cultural en la estructura curricular a nivel institucional. Liendo y Lúquez (2007), afirman con su estudio que en las escuelas observadas existe una amplia brecha entre los fundamentos teóricos que sustentan sus modelos 31 pedagógicos y la práctica de aula, donde debieran llevarse a cabo. Esto incide en la formación deficiente que se brinda a los educandos en cuanto a su dimensión social y cultural, y los respectivos componentes éticos y morales que la acompañan. La fuente sociocultural como la menciona Casarini (1999) tiene en cuenta aquellas características que el educando debe aprender en la escuela para comportarse como un individuo analítico, receptivo, capaz de convivir en sociedad bajo las normas y la moral establecidas, con una ética propia del ser humano solidario, justo, responsable, generador de cambios y consecuente con sus actos. En este medio, el estudiante debe desenvolverse a partir no solamente de los conocimientos adquiridos previamente desde los contenidos, sino también del ejemplo que como docentes se aportan en las prácticas de aula. De esta manera se articulan las necesidades socioculturales y el proceso educativo. Al hablar sobre la fuente psicopedagógica, Nieda y Macedo (1997), establecen que ésta se basa en dos componentes: el psicológico y el pedagógico. El primero, tiene en cuenta los procesos de desarrollo del aprendizaje de los educandos, teniendo en cuenta que no solo se aprenden conceptos, sino también sentimientos, emociones, actitudes, aptitudes, valores, entre otros aspectos. El saber cómo enseñar estos aspectos hace parte de la práctica docente que quizá más cuesta trabajo, pues cada estudiante es único e irrepetible, así como su forma de adquirir conocimientos, y cada uno asimila en espacios y tiempos diferentes lo que el maestro quiere llevar al aula. El componente pedagógico hace parte de la tarea de entablar en el aula una integración entre la teoría y la práctica, pues es de esta manera que el estudiante puede desenvolverse como actor principal de su proceso educativo. Al involucrarlo y hacerlo partícipe de los 32 conocimientos que recibe, se está contribuyendo a la metacognición, así como a formar un estudiante con personalidad y un carácter definido y consistente, que probablemente desembocará en el diseño de un proyecto de vida claro y preciso. Según Nieda y Macedo (1997), los procesos de enseñanza - aprendizaje también tienen gran participación en el currículo, pues además de estar bien definidos y estructurados, deben representar la forma en la cual se abordan los conceptos teóricos y prácticos para llegar a los estudiantes de forma eficaz. La preparación de estos procesos no se constituye desde la improvisación, es decir, debe existir un diseño apoyado por quienes están inmersos en este contexto día a día: los docentes y los estudiantes. A través de sus experiencias de aula se puede emprender la labor de mejorar mediante el currículo la manera de enseñar y de aprender. Ibañez (2011), plantea en su estudio investigativo acerca del saber pedagógico, la relación entre éste proceso y los actores del mismo, con el fin de determinar la importancia de su interacción en pro de la calidad educativa. La investigación se basa en el método cualitativo con enfoque de caso colectivo. Se llevó a cabo por medio de encuestas abiertas en un grupo de mil estudiantes de diecisiete carreras de pedagogía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Chile, quienes evidenciaron sus percepciones acerca de la relación e interacción docente – estudiante y estudiante – estudiante. Como resultado Ibañez (2011), comenta la importancia de considerar las emociones como parte del fundamento de las acciones pedagógicas en la dinámica de aula, haciéndolos conocer por los docentes de las instituciones encuestadas con el fin de lograr un proceso valorativo por parte de los mismos. De este proceso se obtuvo la adscripción formal de más de un centenar de docentes interesados en 33 participar en la evaluación de la interacción en aulas del sistema escolar. Esta evaluación fue realizada en cursos (párvulos, básica, media, diferencial y técnico profesional, incluyendo algunos cursos vespertinos), de siete establecimientos educativos públicos. Ibañez (2011), concluye en su investigación que los docentes manifiestan que a través de los cuestionarios y entrevistas realizadas pudieron tener en cuenta aspectos emocionales de sus estudiantes que antes no conocían, lo cual les aporta a la mejora de la práctica de aula. Además, los maestros aceptan tener la mente abierta al cambio, con el fin de realizar transformaciones puntuales en su metodología, gracias a las percepciones de sus estudiantes. Ello contribuye a tomar en cuenta otras dimensiones en cuanto al saber pedagógico impartido. En definitiva, el papel que juegan las emociones de los estudiantes en la conexión con el docente, es crucial para integrar procesos del saber pedagógico. Por otro lado, al señalar los procesos de aprendizaje desde una perspectiva cognitivista, inmersa en un contexto sociocultural, se puede relacionar casi de inmediato con uno de los autores más representativos de esta teoría: Vigotsky. Sus planteamientos determinaron una pauta importante en cuanto a la visión del desarrollo cognitivo del individuo desde su niñez a partir de su entorno social y su interacción con el mismo. Debido a que la escuela es un medio social formador e integrador de conocimiento, es necesario adaptar el proceso de enseñanza a los factores culturales que apuntan al estudiante, orientándolos con herramientas que hagan frente a su realidad social, y apoyando de esta manera la apropiación de conocimientos notando que las personas aprenden mejor si relacionan los nuevos saberes con experiencias reales propias de su diario vivir, es decir, de la interacción con su entorno (Chaves 2001). 34 Puede decirse entonces que los procesos sociales y emocionales afectan directamente el aprendizaje y desarrollo del individuo haciendo de él parte activa en la transformación de su propia comunidad. Vincular de manera efectiva la enseñanza en el aula con aplicaciones reales y cotidianas suele ser un medio eficaz en el cambio de conductas de aprendizaje en los alumnos. En el proceso educativo no pueden apartarse los estilos de aprendizaje, pues corresponden a la manera casi particular que posee cada ser humano cuando de aprender se trata y que involucra la parte psicológica, afectiva, cognitiva y fisiológica. El aspecto cognitivo, se relaciona con la manera en que el estudiante estructura el contenido y le da forma y utilidad a los conceptos que ha aprendido; así es posible que lo realice desde un aspecto visual, kinestésico y auditivo, dependiendode la manera más sencilla para acceder al conocimiento, además concibiéndolos a unos como complemento de los otros. Según los estilos, se pueden analizar las actitudes de los individuos; lo que ayuda a establecer pautas en la creación e implementación de estrategias de enseñanza en el aula, como lo referencia Navarro (2008). 2.2.3 Evaluación curricular. El enfoque teórico – práctico del currículo permite dimensionarlo como todo un sistema donde interaccionan todos sus elementos entre sí, con el fin de abarcar una meta educativa. Como en todo sistema, se hace necesario establecer una evaluación que permita redireccionar los procesos buscando mayor eficiencia. Según Fernández (1998), ésta evaluación curricular adquiere mayor relevancia cuando es capaz de reproducir información que reoriente las metodologías, elementos y estructuras. Por lo tanto debe diseñarse como un mecanismo de control constante del funcionamiento curricular y sus resultados. 35 Según Brovelli (2001), la evaluación curricular en la actualidad se constituye como un aspecto fundamental en la consecución del logro educativo. En todo proceso de acción es necesario, ya sea en forma continua o en determinados lapsos de tiempos, establecidos en base a cronogramas de trabajo, hacer un alto en el camino para realizar un análisis de los avances y logros, de tal forma que puedan reajustarse los componentes que lleven a volver más eficaz el proceso. A lo largo de la historia desde la etapa tyleriana que inició en 1930, hasta la época actual del profesionalismo, pasando por la época de la inocencia y la etapa del realismo, la preocupación de evaluar el currículo se ha convertido en fundamental (Casarini, 1999). La evaluación se realiza por medio de ciertos elementos y dentro de situaciones relevantes, tales como el manejo de evidencias de aprendizaje o tablas de comparación donde se hallan ubicados los progresos del estudiante en diferentes grados de profundización, con base en las competencias que se estén valorando, aunque es necesario fundamentarla cabal y significativamente en su proceso de aplicación para poder lograr una verdadera evaluación constructiva (Clark, 2006). Brovelli (2001, p. 103), plantea que “el interés por la evaluación curricular ha aumentado como consecuencia de nuevas ideas que cobran fuerza en el discurso pedagógico actual, tales como la mayor autonomía y responsabilidad social de las instituciones; la preocupación por buscar mayor coherencia y eficacia en su funcionamiento y resultados; el desarrollo profesional del profesorado”. Así, la evaluación suele verse como un proceso intrínseco al currículo, y por ende, debe darse acorde al mismo, revisando y valorando continuamente su diseño, su desarrollo y su implementación. 36 2.2.3.1 Metodología de la evaluación curricular. El proceso metodológico de evaluación se basa en la indagación de los elementos constitutivos del currículo escrito (finalidades, objetivos, propósitos, contenidos programáticos, grado de explicitación, organización, actividades de aprendizaje, modalidades de evaluación, estrategias didácticas) con base en criterios de relación, secuencia, vigencia y viabilidad (Díaz, 2002). Glazman (2005), plantea el proceso de la evaluación curricular bajo los siguientes pasos: • Justificación de la importancia de su aplicación, determinando el propósito (mejora del programa curricular, definición de compromisos y responsabilidades, análisis de cambios, etc.) • Identificar los aspectos más significativos a evaluar como parte del ámbito curricular (metodología, recursos, objetivos, etc.) • Ubicar y establecer comunicación con los actores del proceso curricular (administradores, coordinadores, rectores, estudiantes, padres de familia, docentes, etc.) Al tener en cuenta los anteriores indicadores, se puede considerar la factibilidad de la evaluación tomando en consideración sus efectos, las limitaciones y los recursos disponibles. Así se mide la viabilidad técnica y procedimental de la evaluación, brindando credibilidad a los resultados. Técnicamente, el soporte consiste en planear el qué, el cuándo y el cómo se recogerá la información para ser analizada y valorada. Finalmente, se debe estructurar la toma de decisiones acerca de los hallazgos realizados 37 con el fin de redactar un informe evaluativo que pueda comunicarse posteriormente (Glazman, 2005). En el momento de realizar la evaluación al currículo, como señala Casarini (1999), pueden evidenciarse ciertas áreas de oportunidad que se manifiestan a través de de avances en la apropiación de conocimientos, tomando por ejemplo como base las pruebas estandarizadas que se aplican a nivel nacional. Dichas oportunidades se constituyen en un gran reto no solo para las instituciones por del sector curricular a evaluar, sino para el sistema educativo colombiano en general y en todos los niveles de acción, lo cual se presenta como un desfase educativo existente entre los países subdesarrollados o llamados del tercer mundo respecto a los de nivel desarrollado o de primer mundo. Se hace relevante también gestionar una reestructuración de las correspondientes acciones que conforman el currículo con respecto a la valoración de modelos y procesos de socialización (Casarini, 1999), puesto que al parecer, la práctica de antivalores y su abrupta generalización ha venido a contrarrestar la acción educativa. Todo ello se comenta por la constante presencia en las instituciones de consumo de drogas e inhalantes, robo de artículos y pertenencias, falsificación de documentos (credenciales), ausentismo escolar premeditado sin conocimiento de padres, aumento en los índices de violencia entre alumnos, matoneo escolar, mal uso de herramientas de internet, entre otras. Un aspecto que se vislumbra en la actualidad en la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, es la falta de permanencia en la institución, pues la deserción debida a problemas por conducta, disciplina, nivel académico, problemas familiares como desintegración social 38 o familias disfuncionales, etc., se tiende como un tema que el currículo debe conformar en forma explícita, y no únicamente considerar como una frase a llevar a cabo. Aunque como comenta Casarini (1999), tendría que delimitarse los resultados que se encuentren más allá del poder de influencia de la escuela y establecer la verdadera evaluación, la cual debe partir del análisis de los procesos internos de cada institución a cargo de los profesores, y no de personas externas con modelos, parámetros o formatos ajenos a las circunstancias o contextos institucionales. De este modo, puede llegarse al análisis del fragmento escrito y poder concluir en condiciones de mejora en determinados aspectos. Esto es enfocarse en lo particular y no en lo universal. Todo ello recae entonces en la forma de aplicación del currículo formal o escrito hacia el real o práctico. Dado que el segmento escrito, cultural, epistemológico, social y filosófico puede estar constituido en forma adecuada y validada, la problemática del funcionamiento y aplicabilidad de la misma radica en la implementación del currículo teórico en la práctica escolar. En síntesis, Fonseca (2009), sugiere un modelo que recoge la concepción, organización y evaluación del currículo en tres niveles, un nivel macro que comprende documentos normativos, un nivel meso donde se evidencia la contextualización a nivel institucional y un nivel micro dado en el entorno de los docentes de área. Los tres niveles se encuentran interrelacionados y permiten características de flexibilidad y apertura. En la figura 3 puede observarse el modelo planteado. 39 Figura 3. Modelo de concepción, organización y evaluación del currículo. 2.3 Lineamientos curriculares del área de Matemáticas El órgano de máximo control en materia de educación a nivel nacionales el Ministerio de Educación Nacional, MEN, al cual se acude a sus direccionamientos de manera concisa y sin preámbulos, con el fin de abordar el presente apartado. Con respecto a la generalización de los lineamientos curriculares, el MEN (1998) los establece como el insumo que tiene por objetivo fomentar el estudio de la fundamentación pedagógica de las disciplinas, así como el intercambio de experiencias de los diferentes contextos institucionales, a través de estrategias creativas y formativas en investigación. El objetivo principal de los lineamientos es orientar a las instituciones educativas hacia la organización, implementación y evaluación del currículo teórico – práctico de las diferentes áreas del conocimiento. 40 En este caso en particular, se tienen en cuenta los lineamientos curriculares para el área de matemáticas, pues es la disciplina que sustenta la presente investigación. A partir de dichos lineamientos, el MEN (1998) genera distintas posibilidades de estructurar los currículos de matemáticas, su implementación y posterior evaluación, buscando que las instituciones educativas del país adapten a su Proyecto Educativo Institucional, PEI, los direccionamientos pre-escritos que fundamentan la formación de estudiantes analíticos, racionales y con criterio. Con respecto a los referentes curriculares, el MEN (1998) especifica las siguientes preguntas que cada institución debe responderse con el fin de abarcar cabalmente el proceso de enseñanza – aprendizaje de las matemáticas: • ¿Qué son las matemáticas? • ¿En qué consiste la actividad matemática en la escuela? • ¿Para qué y cómo se enseñan las matemáticas? • ¿Qué relación se establece entre las matemáticas y la cultura? • ¿Cómo se puede organizar el currículo de matemáticas? • ¿Qué énfasis es necesario hacer? • ¿Qué principios, estrategias y criterios orientarían la evaluación del desempeño matemático de los alumnos? Al dar respuesta a estas preguntas, las instituciones se ubican en el contexto curricular para el área de matemáticas, generando para sí mismas la opción de reestructurar una propuesta de contenidos en esta disciplina, con el objetivo de abarcar la formación del estudiante de manera integral. Es necesario entonces, que el docente 41 conozca también que su papel en este punto es primordial, pues es el encargado de guiar la enseñanza de las matemáticas, de tal manera que logre acercar a los estudiantes los contenidos tanto teóricos como prácticos, teniendo como soporte estrategias basadas en la motivación, la creatividad, la innovación y la curiosidad. Relacionando los anteriores aspectos, puede deducirse que en la actualidad lo que prima no es la memorización de los contenidos por parte del estudiantado, sino la capacidad de tomar los conocimientos adquiridos y aplicarlos a su realidad sociocultural, dentro del sentido analítico y crítico que el docente debe ayudar a generar. Así mismo, el estudiante debe considerarse el actor principal de su proceso de aprendizaje, tomando conciencia de su rol como investigador y generador de ideas. En sí, el aprendizaje de matemáticas, según el MEN (1998), debe soportar al alumno en cuanto a la toma de decisiones, a partir del razonamiento y la resolución de problemas, la comunicación, modelación, elaboración, comparación y ejercitación de procedimientos. Además, los conocimientos en matemáticas deben estar soportados en el desarrollo del pensamiento numérico, espacial, métrico, aleatorio, variacional, entre otros. De igual forma, estar enmarcados dentro de los sistemas numéricos, geométricos, sistemas de medidas, de datos y sistemas algebraicos y analíticos. No debe dejarse de lado, tal como lo plantea el MEN (1998), la inclusión del contexto social en el currículo, desde las condiciones locales e internacionales a las que está expuesto, así como las interacciones y creencias propias del grupo al que pertenece. En la I.E.M. Técnico Luis Orjuela, el contexto institucional insta a participar activamente en la incorporación de metodologías curriculares nuevas que permitan la interacción de los estudiantes con su entorno. Es de especial cuidado anotar que la 42 mayor parte de los estudiantes del básica secundaria y media técnica corresponden a estratos uno y dos, por lo cual sus condiciones socioeconómicas están en un nivel bajo. Debido a esta característica, se hace más que necesario, urgente, implementar un currículo teórico – práctico en el área de matemáticas que logre encerrar las carencias sociales y culturales de los educandos, con el fin de integrar su formación académica en el proyecto de vida. Ruiz y Villa (2009), plantean en su investigación la modelación de las matemáticas fundamentada en la base científica que explica fenómenos, abarca y resuelve problemas de otras ciencias o para avanzar en teorías que trascienden generalmente a otros contextos diferentes al matemático. Sugieren que es el docente quien a través de la modelación soportada en los lineamientos curriculares matemáticos, aborda a sus estudiantes proporcionando motivación e interés por la asignatura debido a la falta de conocimiento de la vinculación de ésta con el mundo real. Sobre la resolución de problemas, Ruiz y Villa (2009, p. 9), citan a Mesa (1998), investigador que afirma que las situaciones problema en el contexto escolar se visualizan como “un espacio de interrogantes frente a los cuales el sujeto está abocado”. Así, este autor sugiere que sea el maestro quien presente situaciones de este tipo a sus estudiantes, con el fin de inducirlos hacia la formulación de hipótesis, desarrollo de estrategias de resolución de problemas, verificación e interpretación de resultados, generalización de soluciones y finalmente hacia la adquisición de confianza en el uso de las matemáticas. Así mismo, Obando y Muñera (2003, p. 185), basan su trabajo investigativo posterior a la publicación de los lineamientos curriculares de matemáticas, evidenciando la resolución de problemas como “un contexto de participación en el que los estudiantes 43 al interactuar entre ellos mismos, y con el profesor, a través del objeto de conocimiento, dinamizan su actividad matemática, generando procesos conducentes a la construcción de nuevos conocimientos”. De esta manera se contribuye a crear espacios significativos que promuevan el desarrollo del pensamiento del estudiante. 2.3.1 Estándares básicos de competencias en matemáticas. En este aspecto el MEN es claro al emitir el desglose de los contenidos de matemáticas que deben impartirse a lo largo del proceso educativo, y para este caso en particular, en los niveles de básica secundaria y media técnica. Estos contenidos se dan a partir de reestructuraciones realizadas al marco curricular del área señalada durante los últimos años y según las transformaciones que tienen lugar en el entorno escolar y social. Es así como la comunidad educativa debe ir adaptándose a los cambios que trae consigo la globalización, y debe fortalecer los procesos de enseñanza en cuanto a las formas de aprendizaje que los estudiantes evidencian según sus condiciones. Posada y otros (2005), plantean los estándares básicos de competencias en matemáticas como un conjunto de elementos que interactúan con el fin de darle sentido y significado al aprendizaje en esta disciplina. Dichos elementos tienen que ver con los procesos, los conceptos y los contextos que se estructuran desde los lineamientos curriculares expedidos por el MEN (2003). El dominio de las competencias básicas se argumenta con la consideración de herramientas mediante las cuales se lleva a cabo el pensamiento lógico y matemático, dentro y fuera del aula. Estas herramientas corresponden a la utilización de conceptos, proposiciones, sistemas y estructuras matemáticas. 44 Las competencias matemáticas necesitan de ambientes
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