Logo Studenta

Tesis-Multimorbilidad-y-autopercepcion-de-salud

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey 
Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud 
 
 
 
 
 
 
“Multimorbilidad en adultos mayores mexicanos de la comunidad: combinaciones de 
condiciones crónicas de salud asociadas a pobre autopercepción de salud” 
 
 
presentada por 
 
Rodrigo Cruz Flores 
 
para obtener el grado de 
 
Especialista en Geriatría 
 
 Programa Multicéntrico de Especialidades Médicas 
Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud - Secretaría de Salud del Estado de Nuevo 
León 
 
 
 
 Director de tesis: Codirector de tesis: 
Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga Dr. Salvador Bruno Valdovinos Chávez 
 
 
 
 
 
Monterrey, Nuevo León, México Octubre, 2019 
Eecutl• de Med Id na y 
Clendas de la Salud 
TecSalud 
Los Integrantes del Comité aprueban la tesis de Rodrigo Cruz Flores, que 
presenta para cubrir el requisito parcial de obtención del grado de: 
ESPECIALISTA EN GERIATRÍA 
Comité de Te · 
Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga 
Director de Comité de Sinodales 
Sinodal 
mesto Macías Osuna 
Sinodal 
Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga 
Director Académico del programa en Geriatría 
2 
3 
 
Dedicatoria 
A mis profesores de la especialidad, por siempre buscar momentos para enseñarnos algo 
nuevo y por su amistad. 
 
A mis compañeros residentes de generación, por estar ahí en las buenas y en las malas, 
por empujarme a ser mejor. Fueron y seguirán siendo mi familia. 
 
A mi pareja por ser mi incansable soporte. 
 
A mis papás y a mis hermanos, pues les debo todo lo que soy. 
 
Y a mis abuelos, quienes ya descansan, por enseñarme los matices de la vejez. 
 
 
4 
 
Agradecimientos 
 
Dr. Abel J. Barragán Berlanga 
Dr. Salvador B. Valdovinos Chávez 
Dr. Rafael Samper-Ternent 
Dra. María E. Camacho-Hughes 
Dra. Rebeca Wong 
 
Gracias por sus valiosas contribuciones y su orientación para la realización de este 
trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Glosario 
OMS: Organización Mundial de la Salud 
ENASEM: Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México 
EGPRN: European General Practice Network 
NICE: National Institute for Health Care and Excellence 
LASI: Longitudinal Aging Study in India 
SAGE: Study of global AGEing and adult health 
IMSS: Instituto Mexicano del Seguro Social 
ENSANUT: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 
IMC: índice de masa corporal 
CART: análisis por árbol de clasificación y regresión 
SPSS: Statistical Package for the Social Sciences 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
Tabla de contenidos 
Dedicatoria ......................................................................................................................3 
Agradecimientos ..............................................................................................................4 
Glosario ...........................................................................................................................5 
Tabla de contenidos .........................................................................................................6 
Índice de tablas ................................................................................................................8 
Índice de figuras ..............................................................................................................9 
Resumen ........................................................................................................................ 10 
Capítulo 1. Planteamiento del problema ......................................................................... 11 
1.1 Antecedentes ........................................................................................................ 11 
1.2 Planteamiento del problema ................................................................................. 13 
1.3 Objetivos general y específico de la investigación ................................................ 13 
1.3.1 Objetivo general ............................................................................................ 13 
1.3.2 Objetivos específicos ..................................................................................... 13 
1.4 Justificación ......................................................................................................... 14 
1.5 Alcance del estudio .............................................................................................. 15 
Capítulo 2. Marco teórico .............................................................................................. 16 
Capítulo 3. Metodología ................................................................................................ 22 
3.1 Diseño y población del estudio ............................................................................. 22 
3.2 Variables .............................................................................................................. 24 
3.2.1 Enfermedades crónicas no transmisibles ........................................................ 25 
3.2.2 Enfermedades crónicas transmisibles ............................................................. 25 
7 
 
3.2.3 Síndromes geriátricos .................................................................................... 25 
3.2.4 Síntomas crónicos ......................................................................................... 26 
3.2.5 Limitación funcional ..................................................................................... 26 
3.2.6 Deterioro cognitivo ....................................................................................... 26 
3.2.7 Sanos ............................................................................................................ 27 
3.3 Análisis estadístico ............................................................................................... 27 
Capítulo 4. Resultados ................................................................................................... 30 
Capítulo 5. Análisis y discusión de resultados ................................................................ 34 
Capítulo 6. Conclusión .................................................................................................. 38 
Referencias .................................................................................................................... 39 
Currículum Vitae ........................................................................................................... 45 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
Índice de tablas 
Tabla 1…………………………………………………………………………………30 
Tabla 2…………………………………………………………………………………31 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Índice de figuras 
Figura 1…………………………………………………………………………………..33 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10 
 
Resumen 
La multimorbilidad es altamente prevalente en adultos mayores a nivel global y se 
le ha asociado a desenlaces adversos; no obstante, no existe aún un consenso sobre su 
definición y su estudio ha sido mínimo en países en desarrollo, donde el contexto 
epidemiológico es distinto. El reporte de autopercepción de salud se ha propuesto como un 
indicador que podría ayudar a conocer mejor el estado de salud de las personas que viven 
en entornos donde el diagnóstico de enfermedades propiamente se ve limitado. Este estudio 
se realizó con el objetivo de describir las combinaciones de condiciones crónicas de salud 
(además de enfermedades) más asociadas a un reporte de pobre autopercepción de salud 
en adultos mayores de la comunidad. Se incluyeron a un total de 9,157 adultos de 60 años 
o más de la ronda 2012 del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento enMéxico y se 
realizó un análisis con árbol de clasificación y regresión para determinar las combinaciones 
más significativas de condiciones crónicas de salud. La prevalencia de pobre 
autopercepción de salud fue de 15.6% y las combinaciones más importantes asociadas a 
este desenlace fueron: 1) fatiga severa, limitación funcional e hiporexia/disfagia, 2) fatiga 
severa, limitación funcional, dificultad en mantener equilibrio/balance, hipertensión, 3) 
fatiga severa, dolor crónico, mareos/desmayos frecuentes, diabetes. Las variables que más 
frecuentemente formaron parte de las combinaciones fueron condiciones crónicas distintas 
a enfermedades, tal como síntomas crónicos, síndromes geriátricos y limitaciones 
funcionales, pudiendo significar que son más informativas que el reporte de enfermedades 
al abordar al adulto mayor en el contexto de nuestro país. El concepto de multimorbilidad 
en países como el nuestro podría beneficiarse de ser más amplio y así comprender mejor 
las necesidades de los individuos que envejecen con múltiples condiciones de salud.
11 
 
Capítulo 1. Planteamiento del problema 
 
1.1 Antecedentes 
Se estima que para el año 2050, la proporción de aquellas personas de 60 años o 
más se triplicará, con un incremento paralelo en condiciones crónicas [1]. La 
multimorbilidad, definida como la coexistencia de dos o más condiciones crónicas en un 
individuo [2], está presente en 55-98% de adultos mayores [2,3], y predice un riesgo 
incrementado de deterioro funcional, pobre calidad de vida, mayor uso de servicios de 
salud y mortalidad incrementada [4]. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha etiquetado a la multimorbilidad 
como una “epidemia global”, siendo responsable del 63% de las 57 millones de muertes a 
nivel mundial en el 2008 [1]. Adicionalmente, la multimorbilidad es responsable del 65% 
del gasto total en salud en países de alto ingreso por uso excesivo de los servicios de salud 
[1]. Es así como la multimorbilidad se ha establecido como un reto para sistemas de salud 
alrededor del planeta. No obstante, la falta de un consenso en cuanto a su definición ha 
creado dificultades para la obtención de conclusiones respecto a su impacto en la población 
geriátrica compleja, atendida de manera insuficiente por un sistema de salud 
tradicionalmente orientado hacia enfermedades individuales [5]. 
En años recientes, los avances tanto en intervenciones clínicas como en salud 
pública han llevado a un incremento en la expectativa de vida, incrementando también el 
número de personas con multimorbilidad [5,6]. Estos cambios han tenido un mayor 
impacto en países de bajo y mediano ingreso, donde las poblaciones en envejecimiento 
están experimentando cambios en su estilo de vida y en exposiciones ambientales [5]. 
12 
 
Las investigaciones sobre multimorbilidad se han realizado mayormente en países 
desarrollados, donde la sobremedicalización y el uso excesivo de pruebas diagnósticas es 
más común [3]. Sin embargo, la carga que la multimorbilidad representa difiere en países 
en desarrollo pues sistemas de salud con recursos limitados enfrentan también los costos 
adicionales relacionados a una alta prevalencia de enfermedades transmisibles [5]. 
Además, en estos países y regiones rurales, un pobre desarrollo y acceso limitado a 
servicios de salud afecta fuertemente la validez del concepto de enfermedad propiamente 
[3]. 
Ante la problemática anterior, previamente se ha propuesto al reporte de 
autopercepción de salud como un indicador que podría representar una ventaja frente al 
contexto de los países desarrollados, en los que el autoinforme de diagnósticos o 
enfermedades específicas podría tener un mayor valor como indicador de la salud de la 
población. Además, se ha descrito previamente su asociación significativa con mortalidad, 
salud poblacional y, a nivel individual, su capacidad para predecir mortalidad en adultos 
mayores ajustado por nivel socioeconómico y comorbilidades [7, 8, 9]. 
Es así como, además de una falta de consenso sobre la definición de 
multimorbilidad, la diferencia contextual que existe entre países de bajo y mediano ingreso 
y países desarrollados amerita una evaluación del concepto de multimorbilidad en el adulto 
mayor bajo estas condiciones especiales, posiblemente englobando entidades no 
catalogadas como enfermedades propiamente, tal como la autopercepción de salud, además 
de otras condiciones crónicas de salud de relevancia en el adulto mayor como síndromes 
geriátricos, síntomas, deterioro cognitivo y limitación funcional. 
 
13 
 
1.2 Planteamiento del problema 
Con el fin de intentar comprender mejor el envejecimiento de los mexicanos que 
viven con múltiples condiciones crónicas de salud, lo descrito en el apartado anterior nos 
lleva a formular la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son las combinaciones de 
condiciones crónicas de salud más fuertemente asociadas a pobre autopercepción de salud 
en adultos mayores mexicanos de la comunidad? 
 
1.3 Objetivos general y específico de la investigación 
1.3.1 Objetivo general 
Identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud con mayor 
asociación a pobre autopercepción de salud en adultos mayores mexicanos de la 
comunidad. 
1.3.2 Objetivos específicos 
1.- Estimar la prevalencia de pobre autopercepción de salud, enfermedades crónicas 
no transmisibles, enfermedades crónicas transmisibles, síntomas crónicos, deterioro 
cognitivo, síndromes geriátricos y limitación funcional en adultos mayores mexicanos de 
la comunidad. 
2.- Describir las diferencias en la prevalencia de pobre autopercepción de salud 
entre aquellos con enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades crónicas 
transmisibles, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, síndromes geriátricos y limitación 
funcional. 
3.- Describir las características sociodemográficas de aquellos con pobre 
autopercepción de salud. 
14 
 
4.- Describir las diferencias en la prevalencia de pobre autopercepción de salud en 
relación con factores sociodemográficos. 
 
1.4 Justificación 
México, al igual que otros países en desarrollo, se encuentra en transición 
epidemiológica, transformando el reto de la multimorbilidad a uno que difiere del descrito 
en países desarrollados. En resultados del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en 
México (ENASEM), el cual es el primer estudio longitudinal de adultos mayores de la 
comunidad en México que analiza las dinámicas de la salud con una perspectiva 
socioeconómica amplia, se describe que más allá de las enfermedades crónicas no 
transmisibles, las enfermedades transmisibles continúan afectando la salud y mortalidad 
general de los adultos mayores mexicanos. Por lo tanto, el envejecimiento actual en países 
en desarrollo podría estar más influenciado por enfermedades transmisibles de lo que se 
pensaba anteriormente [10]. 
En países en desarrollo (incluyendo a México), no se ha estudiado a la 
multimorbilidad en poblaciones representativas de manera extensa, y se ha hecho 
únicamente bajo el modelo de conteo de enfermedades autorreportadas. Sin embargo, en 
el mismo ENASEM, se ha descrito previamente que la prevalencia de condiciones médicas 
en adultos de 65 años o más es de alrededor de 35% para una sola condición, y de 20% 
para dos o más condiciones. Cabe resaltar que solo se tomaron en cuenta diabetes, cáncer, 
enfermedad respiratoria, ataque cardíaco, infarto cerebral, artritis y fracturas [11]. Aún y 
cuando las proporciones son importantes, queda determinar qué impacto tienen las 
enfermedades sobre otros desenlaces diferentes a la mortalidad y que se centran en el 
15 
 
paciente y su calidad de vida, tal como la propia autopercepción de salud o el 
empeoramiento de esta en el tiempo, así como la interacción de estas con las otras 
condiciones crónicas de salud ya mencionadas. 
 
1.5 Alcance del estudio 
En el presente estudiose busca la descripción de combinaciones y patrones de 
condiciones crónicas de salud en un momento determinado asociadas a una pobre 
autopercepción de salud en los adultos mayores de la comunidad mexicana. Los resultados 
pueden ayudar a determinar cuáles factores de la definición propuesta para esta población 
son realmente relevantes para predecir desenlaces adversos adicionales a la mortalidad en 
la población geriátrica mexicana. Aquellos factores de la definición propuesta que resulten 
relevantes podrían formar parte de este nuevo constructo de multimorbilidad en el adulto 
mayor mexicano con el fin de informar de mejor manera al personal de salud acerca de las 
prioridades de la atención médica de estos grupos vulnerables una vez que se evalúe su 
desempeño de manera prospectiva en estudios subsecuentes. 
 
 
 
 
 
16 
 
Capítulo 2. Marco teórico 
El creciente número de personas que sufren por múltiples condiciones crónicas ha 
recibido la atención e interés de la comunidad científica durante la última década; no 
obstante, aún persisten discrepancias acerca del concepto y la operacionalización de 
multimorbilidad [12]. 
Los conceptos de comorbilidad y multimorbilidad se han usado de manera 
intercambiable por años, y solo recientemente se hizo una distinción clara entre ambos 
[12]. Feinstein definió comorbilidad como “cualquier entidad clínica que ha ocurrido o que 
podría ocurrir durante el curso clínico de un paciente que padece una enfermedad índice 
bajo estudio” [13]. En contraste, multimorbilidad no considera una enfermedad índice y 
permite el estudio de condiciones coexistentes en un individuo sin importar la relación que 
guarden entre ellas. La definición de la OMS de “dos o más condiciones crónicas de salud 
en un mismo individuo” [14], además de ser la definición más ampliamente utilizada en la 
literatura científica, permite la consideración de otros aspectos clínicos y no clínicos aparte 
de las enfermedades. Estos aspectos han demostrado ser de gran relevancia en el estudio 
del adulto mayor. 
En la búsqueda de una definición más integral, propuestas recientes del European 
General Practice Research Network (EGPRN) [15] y el National Institute for Health Care 
and Excellence (NICE) [16] han incluido factores biopsicosociales, factores de riesgo 
somáticos, condiciones de salud mental, complejos sintomáticos, deterioros sensoriales y 
abuso de sustancias, ampliando así el enfoque del constructo. Estos esfuerzos van en línea 
con el cambio paradigmático que se necesita para el paciente complejo de la actualidad; un 
17 
 
cambio orientado hacia desenlaces y metas centradas en el paciente en lugar de metas 
centradas en enfermedades individuales. 
En el 2018, la Academy of Medical Sciences [5] publicó un reporte declarando que 
la multimorbilidad es un tema de investigación prioritario en la agenda de salud global y 
describieron sus recomendaciones para homogeneizar y avanzar la investigación en este 
tema. Propusieron una definición que incluya enfermedades crónicas físicas no 
comunicables, condiciones crónicas mentales, y enfermedades transmisibles crónicas. 
Sin importar la definición utilizada, la multimorbilidad apunta a ser más que solo 
la suma de condiciones crónicas independientes o condiciones derivadas de una 
enfermedad índice; apunta a reconocer la existencia de perfiles complejos que incluyan 
condiciones psicosociales y limitaciones funcionales, lo cual se relaciona cercanamente al 
concepto de “paciente complejo”. 
El concepto de paciente complejo reconoce que los pacientes que sufren de 
limitantes funcionales y de salud enfrentan retos no médicos y sociales que regularmente 
no son tomados en cuenta en el abordaje tradicional de la atención médica. Es así como 
pacientes y personal de salud sufren dificultades para priorizar decisiones terapéuticas 
basándose en preferencias de los pacientes y juicio clínico [17]. Este escenario es un 
ejemplo cotidiano de la práctica en Geriatría, y las estrategias para identificar 
efectivamente y priorizar las necesidades de pacientes con multimorbilidad deben ser 
desarrolladas pues multimorbilidad consistentemente predice una pobre autopercepción de 
salud, discapacidad funcional y muerte. Además, los adultos mayores con multimorbilidad 
comúnmente priorizan cambios en funcionalidad, autopercepción de salud, y calidad de 
18 
 
vida por sobre el desenlace usual de mortalidad, y la trayectoria de salud de estos otros 
desenlaces podría ser más relevante en este contexto [18]. 
Sin embargo, las poblaciones del mundo y el envejecimiento son heterogéneas, y 
esto puede complicar aún más la adopción de una definición universal de multimorbilidad, 
añadiendo aún más complejidad a esta situación. Muchos de los países en desarrollo se 
encuentran bajo una transición epidemiológica veloz aunada al aumento de la carga de 
enfermedades crónicas no transmisibles. En estos países, esta interacción coexiste con una 
carga importante de enfermedades crónicas transmisibles como tuberculosis y la infección 
por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Este escenario ha sido considerado uno 
de complejidad incrementada, usualmente resultando en pobres desenlaces y mayores 
gastos en salud [19]. 
Los adultos mayores usualmente sufren de condiciones crónicas que afectan su 
calidad de vida a causa de los síntomas y limitaciones desarrolladas como complicaciones 
y a los efectos adversos de las intervenciones terapéuticas. En países en desarrollo, los 
adultos mayores tienen un mayor riesgo de sufrir estas consecuencias por características 
socioeconómicas y culturales, incluyendo baja ingesta nutricional, pobre calidad de los 
servicios de salud, y falta de educación y acceso a cuidados en salud [20]. 
Existe un insuficiente y heterogéneo volumen de trabajos publicados sobre 
multimorbilidad en países en desarrollo. De relevancia, un análisis transversal de una 
encuesta piloto del Longitudinal Aging Study in India (LASI) en 2010 describió una 
prevalencia de multimorbilidad del 9% en 1,683 adultos mayores de 45 años. Además, 
aquellos con multimorbilidad tuvieron un mayor riesgo de discapacidad para actividades 
básicas de la vida diaria y pobre autorreporte de estado de salud [21]. Sin embargo, debido 
19 
 
al pequeño tamaño de muestra, los resultados no pudieron ser tomados como 
representativos de esa población. 
En América Latina, la multimorbilidad ha sido escasamente estudiada de manera 
formal. De relevancia, el Study of global AGEing and adult health (SAGE) de la OMS 
encuestó a 2,733 adultos mayores mexicanos de la comunidad y obtuvo una prevalencia de 
multimorbilidad del 63.89% [1]. Asimismo, el Instituto Mexicano del Seguro Social 
(IMSS) estudió los expedientes electrónicos de 77,573 adultos mayores de cuatro 
diferentes unidades de Medicina Familiar, entre los que se encontró una prevalencia de 
multimorbilidad del 50% [22]. 
No obstante, la conceptualización y operacionalización de multimorbilidad en los 
estudios mencionados fue heterogénea, y no hay mención de desenlaces asociados. En 
general se utilizó el conteo de enfermedades autorreportadas, sin embargo, la cantidad de 
enfermedades incluidas dependió de la disponibilidad de datos. Una pobre autopercepción 
de salud, el cual es un importante predictor de mortalidad, ha sido descrito en países de 
bajo y mediano ingreso asociado al régimen mixto de condiciones crónicas e infecciosas 
[23]. Además, particularmente en México, un riesgo significativamente más alto de 
mortalidad ha sido descrito en adultos mayores que padecen a la vez enfermedades crónicas 
no transmisibles y transmisibles [24]. Este escenario epidemiológico difiere del estudiado 
en países desarrollados, ameritando un abordaje distinto del concepto de multimorbilidad 
en este contexto. 
Las discusiones en torno a qué debería de formar parte de la definición de 
multimorbilidaden distintos contextos, como bien se ha detallado, han tenido resultados 
diversos. En el adulto mayor, la definición clásica de multimorbilidad de “dos o más 
20 
 
condiciones” podría tener escaso poder discriminativo por la alta variación en estado de 
salud de esta población [3]. Con el fin de mejorar la atención médica, sobre todo en países 
en desarrollo, los conceptos modernos de multimorbilidad deberían incluir componentes 
médicos y sociales para poder atender todo el espectro de factores que conllevan a la 
complejidad [17]. No obstante, se ha descrito que la operacionalización de factores sociales 
es difícil [25]. 
Las enfermedades han sido incluidas en todas las definiciones de multimorbilidad, 
sin embargo, no siempre logran explicar la experiencia del paciente en cuanto a síntomas 
y necesidades. Asimismo, las necesidades de los pacientes y la experimentación de 
síntomas no necesariamente indica que existan enfermedades subyacentes. Si el concepto 
solo engloba enfermedades, podría no reflejar las perspectivas de los pacientes. Los 
síntomas constituyen un factor importante para predecir mortalidad en línea con las 
enfermedades [25]. Además, en países en desarrollo, la operacionalización de 
multimorbilidad requeriría de la inclusión de síntomas y otros problemas asociados a la 
salud además de enfermedades concretas para potencialmente evitar un sesgo por 
infrarreporte de enfermedades, ya que se ha descrito como un problema asociado a acceso 
limitado a servicios de prevención primaria [26]. 
Los factores de riesgo solo contribuyen a la definición de multimorbilidad cuando 
ocurren en combinación con otras condiciones crónicas [15]. El incluir condiciones agudas 
podría no ser deseable pues inflan las tasas de multimorbilidad de manera indeseable [27]. 
Se ha descrito también que más que las condiciones crónicas por si mismas, las limitaciones 
funcionales y síndromes geriátricos en conjunto son más importantes para predecir pobre 
autopercepción de salud y mortalidad en adultos mayores [28]. 
21 
 
Los índices de multimorbilidad podrían ser mejores que solo contar condiciones 
individuales para detectar ciertas circunstancias importantes para el paciente, como el 
distrés psicológico. Sin embargo, la mayoría de los índices de morbilidad miden 
comorbilidad y no multimorbilidad, además de que han sido validados en escenarios fuera 
de la comunidad y ofrecen un punto de vista simplístico. La falta de un índice adecuado de 
multimorbilidad podría ser porque factores sociales, psicológicos y emocionales no han 
sido considerados [29]. 
Es así como, en el marco del concepto de paciente complejo (y específicamente en 
el contexto de los países de bajo y mediano ingreso), una definición adecuada de 
multimorbilidad para adultos mayores mexicanos de la comunidad probablemente incluiría 
síntomas crónicos además de enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles, 
síndromes geriátricos, deterioro cognitivo y limitación funcional.
22 
 
Capítulo 3. Metodología 
 
3.1 Diseño y población del estudio 
Es un estudio observacional, transversal y descriptivo realizado con el objetivo de 
identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud (enfermedades crónicas no 
transmisibles y transmisibles, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, síndromes geriátricos 
y limitación funcional) más asociadas a una pobre autopercepción de salud en adultos 
mayores mexicanos de la comunidad, además de conocer la prevalencia y distribución de 
estas condiciones de salud en relación a factores sociodemográficos. Este estudio fue 
aprobado por el Comité de Ética en Investigación y el Comité de Investigación de la 
Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y se 
le asignaron los folios P000174-Multimorbilidad-MX-CEIC-CR002 y P000174-
Multimorbilidad-MX-CI-CR002. 
La información para este estudio fue obtenida a partir del Estudio Nacional de Salud 
y Envejecimiento en México (ENASEM) [30]. El ENASEM es un estudio longitudinal y 
nacionalmente representativo de áreas urbanas y rurales que contiene información de 
adultos de 50 años y más residentes de México, así como de sus esposas o parejas. El 
ENASEM fue diseñado para examinar el proceso de envejecimiento y evaluar el impacto 
de este sobre salud, funcionalidad y mortalidad desde una perspectiva socioeconómica 
amplia. En el 2001 se realizó la encuesta basal, y las encuestas de seguimiento se realizaron 
en 2003, 2012, 2015 y 2018. En el 2001 hubo representación de adultos nacidos en 1951 o 
antes, y en 2012 se agregó una nueva muestra de adultos nacidos entre 1952 y 1962. 
23 
 
El ENASEM permite examinar el proceso de envejecimiento en poblaciones que 
han sobrevivido enfermedades infecciosas durante la infancia, con gran disparidad 
socioeconómica y poco soporte institucional durante su ciclo de vida. Además, con las 
diferentes rondas que se han llevado a cabo, el ENASEM se ha establecido como una 
herramienta importante para el análisis longitudinal de la salud de los adultos mayores 
desde la perspectiva de curso de vida. Aún y cuando la información es obtenida a través 
del autorreporte, la ronda 2012 seleccionó por primera vez una submuestra en la que se 
recolectaron medidas antropométricas, cifras tensionales, pruebas de desempeño físico y 
biomarcadores séricos, permitiendo la comparación entre información autorreportada y 
mediciones objetivas. Además, permite la realización de comparaciones con estudios 
similares en otros países, tal como el Health and Retirement Study en los Estados Unidos 
de América y ha mostrado validez externa en cuanto a condiciones crónicas de salud al 
compararlo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012 [31]. Esta 
ronda además mostró consistencia con las dos rondas previas en cuanto a los resultados de 
los principales indicadores de salud, prevalencia de la discapacidad física, factores de 
riesgo y comportamientos relevantes para la salud [31]. Por las características descritas, se 
eligió a esta ronda para el presente estudio, ya que además permitirá estudios subsecuentes 
con esta población utilizando la submuestra de esta misma ronda, así como las rondas de 
2015 y 2018. 
Para la obtención de los datos de los participantes de este estudio se ingresó al portal 
http://www.enasem.org/index_Esp.aspx para descargar la base de datos de la ronda 2012 
del ENASEM que fue respondida directamente por los participantes. En esta ronda se 
realizaron un total de 14,448 entrevistas directas. 9,160 (63.40%) de los participantes tenían 
http://www.enasem.org/index_Esp.aspx
24 
 
edad de 60 años o más, de los cuales el 99.97% (9,157) respondieron a la pregunta “¿Diría 
usted que su salud es…?” con las respuestas “excelente, muy buena, buena, regular o 
mala”. Por lo tanto, 5,271 participantes que tenían menos de 60 años y 17 que no reportaron 
edad fueron excluidos y se añadieron tres más que no respondieron a la pregunta referente 
a autopercepción de salud con alguna de las opciones mencionadas anteriormente. 
 
3.2 Variables 
Se eligió al reporte de autopercepción de salud como la variable dependiente del 
estudio. Las respuestas se dicotomizaron en dos grupos: “pobre” y “no pobre”; la categoría 
“no pobre” incluyó las respuestas excelente, muy buena, buena, y regular, mientras que la 
categoría “pobre” fue representada por la respuesta del mismo nombre. 
Se incluyeron también covariables sociodemográficas: edad, sexo, años de 
escolaridad, estado civil y región. La edad se utilizó como variable continua y también 
como categorías (60-69, 70-79, 80 y más). Años de escolaridad se utilizó también como 
variable continua y como categorías (0 años, 1-6 años, 7 años o más). Estado civil se 
categorizó en tres grupos (soltero/divorciado, casado/unión libre, viudo). Región se 
categorizó en urbana y rural, con un punto de corte de menosde 100 mil habitantes para 
rural. 
El resto de covariables utilizadas fueron etiquetadas como condiciones crónicas de 
salud y se dividieron en siete dominios: enfermedades crónicas no transmisibles, 
enfermedades crónicas transmisibles, síndromes geriátricos, síntomas crónicos, deterioro 
cognitivo, limitación funcional, y sanos. 
25 
 
3.2.1 Enfermedades crónicas no transmisibles 
Se les preguntó a los participantes “¿Alguna vez le ha dicho un doctor o personal 
médico que usted tiene (hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedad pulmonar, ataque al 
corazón, enfermedad vascular cerebral, artritis/reumatismo)? La respuesta se dicotomizó 
en sí/no. Además, para crear la variable obesidad se utilizó el índice de masa corporal 
(IMC) calculado dividiendo el peso autorreportado (kilogramos) entre la la talla 
autorreportada (metros) al cuadrado [31], considerando un IMC igual o mayor a 30 como 
obesidad. 
3.2.2 Enfermedades crónicas transmisibles 
Se les preguntó a los participantes “En los últimos dos años, ¿le ha dicho un doctor 
o personal médico que usted tenía (infección hepática, tuberculosis)?” La respuesta se 
dicotomizó en sí/no. 
3.2.3 Síndromes geriátricos 
Son condiciones crónicas de salud que no pertenecen a categorías específicas de 
enfermedad, son complejas por su origen multifactorial y han mostrado tener un impacto 
substancial sobre la calidad de vida y el estado de salud específicamente del adulto mayor 
[32]. Se incluyeron caídas (autorreportada como una o más en los últimos 2 años), deterioro 
visual (visión autorreportada como regular, mala o legalmente ciego), deterioro auditivo 
(audición con uso de auxiliar auditivo autorreportada como regular, mala o legalmente 
sordo), dolor (autorreportada como sufrir de dolor físico a menudo), síntomas depresivos 
(puntaje igual o mayor a 5 en el cuestionario de tamiz para depresión de ENASEM [33]), 
incontinencia urinaria (autorreportada como pérdida involuntaria de orina en contexto de 
esfuerzo o urgencia de manera frecuente en los últimos 2 años), dificultad en mantener 
26 
 
equilibrio/balance (autorreportada como dificultad frecuente para mantener 
equilibrio/balance) e hiporexia/disfagia (autorreportada como menor ingesta oral por falta 
de apetito, problemas digestivos, dificultades para masticar o tragar en los últimos dos 
años). Las respuestas se dicotomizaron como sí/no. 
3.2.4 Síntomas crónicos 
Se les preguntó a los participantes “Durante los últimos 2 años, ¿ha tenido alguno 
de los siguientes problemas o molestias frecuentemente? Las respuestas posibles fueron 
hinchazón frecuente en los pies o en los tobillos (edema de extremidades inferiores), 
dificultad en respirar, jadeo o tos, o producción de flema (disnea), mareos/desmayos, sed 
intensa, fatiga severa o agotamiento severo, dolor de estómago/indigestión/diarrea. Las 
respuestas se dicotomizaron como sí/no. 
3.2.5 Limitación funcional 
Fue dicotomizada como sí/no. La categoría “sí” se conformó por aquellos 
participantes que reportaron necesidad de ayuda en una o más actividades básicas de la 
vida diaria (caminar, bañarse, comer, ir a la cama, usar el excusado) o 2 o más actividades 
instrumentales de la vida diaria (preparar una comida caliente, hacer compras de 
víveres/mandado, tomar sus medicamentos (si toma alguno o tuviera que tomar alguno), 
manejar dinero) [34]. 
3.2.6 Deterioro cognitivo 
Se evaluó en ENASEM por medio del Examen Cognoscitivo Transcultural el cual 
está validado como tamizaje para evaluación epidemiológica y transcultural del 
funcionamiento cognitivo en individuos. Puede evaluar los dominios de aprendizaje verbal, 
memoria verbal, habilidades visuoconstructivas, memoria visual, atención, orientación, 
27 
 
fluencia verbal, y numeración. Se definió a los sujetos con deterioro cognitivo como 
aquellos que tuvieron un desempeño de 1.5 desviaciones estándar o menos por debajo de 
lo esperado para su edad o años de escolaridad completados con base en tablas de referencia 
previamente publicadas para la población de ENASEM [35]. Se dicotomizó como sí/no. 
3.2.7 Sanos 
Para el presente estudio, se definió a los sujetos sanos como aquellos que no 
presentaron alguna de las condiciones crónicas de salud previamente descritas y la variable 
se dicotomizó como sí/no. 
 
3.3 Análisis estadístico 
Los datos descriptivos se reportaron como medias y desviaciones estándar para las 
variables continuas y porcentajes para variables categóricas, utilizando además la prueba t 
para muestras independientes o la ji cuadrada de Pearson de acuerdo con el tipo de variable 
para comparar los grupos que reportaron pobre autopercepción de salud contra los que la 
reportaron en mejor estado. 
Para identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud asociadas a 
pobre autopercepción de salud, se utilizó el análisis por árbol de clasificación y regresión 
o CART (por sus siglas en inglés). Esta estrategia analítica forma parte del conjunto de 
métodos conocido como árboles de decisión, los cuales fueron desarrollados inicialmente 
como una herramienta para clasificar o segmentar audiencias diana para el mercadeo de 
productos. No obstante, en los últimos años se ha incrementado su uso en investigaciones 
en salud para identificar subgrupos significativos y mutuamente excluyentes de la 
28 
 
población cuyos miembros comparten características que faciliten u obstaculicen el 
comportamiento de salud de interés [36]. 
CART es un método no paramétrico que examina todas las variables independientes 
que podrían fungir como divisores (incluyendo variables categóricas con valores 
numéricos) y selecciona la que resulte en grupos binarios que tengan la mayor diferencia 
con respecto a la variable dependiente y de acuerdo con criterios establecidos para la 
división. Es así como el nodo parental se divide en dos nodos filiales de acuerdo con la 
variable independiente seleccionada por el método. La división óptima es aquella con la 
mayor reducción en un índice de impureza, el cual mide la extensión de un error de 
clasificación en cada nodo, siendo el más utilizado el índice Gini. El procedimiento de 
crecimiento del árbol continúa evaluando el resto de las variables independientes para 
determinar qué variable resulta en una mejor división y así se siguen formando nodos 
filiales binarios de cada nodo superior. El procedimiento finaliza hasta que se alcance la 
regla establecida para detener el crecimiento y, en el punto donde ya no se realizaron 
divisiones, se crea un nodo terminal. Los nodos terminales son subgrupos mutuamente 
excluyentes y exhaustivos de la población estudiada. El producto del análisis con CART 
es una estructura multinivel que se asemeja a las ramas de un árbol [36]. 
Existen otros métodos además de CART dentro del análisis con árboles de decisión, 
sin embargo, se ha considerado que CART es el mejor de los métodos comúnmente 
utilizados para seleccionar la variable independiente con mayor diferencia con respecto a 
la variable dependiente y ya ha sido utilizado en un estudio similar a este [28]. 
En este estudio se utilizaron los siguientes criterios para detener el crecimiento del 
árbol: una profundidad máxima de cinco divisiones con un tamaño de nodo mínimo de 50 
29 
 
sujetos, requiriendo que se incrementara el parámetro de complejidad por un mínimo de 
0.001 (valores mayores producen árboles más pequeños), y utilizando el índice de impureza 
de Gini para determinar las divisiones nodales. Es así como el método CART continúa 
eligiendo la mejor variable para dividir los subgrupos y la cadena de nodos filiales 
resultantes conformaría una combinación de variables exhaustiva. 
Para construir el modelo, se utilizó el reporte de pobre autopercepción de salud 
como variable dependiente y se incluyeron todas las variables sociodemográficas y 
condiciones crónicas de salud antes descritas con el fin de evaluarsu capacidad 
discriminatoria respecto a los demás predictores en relación con la variable dependiente. 
Se dividió aleatoriamente a la población del estudio en un grupo de entrenamiento (70%) 
y otro de validación (30%) y se obtuvieron los mismos resultados en los árboles de ambos 
grupos en las tres ocasiones que se realizó este proceso para las combinaciones de 
condiciones más asociadas a la variable dependiente, no así para algunas combinaciones 
que resultaron menos relevantes por menor frecuencia. Posteriormente, se utilizó 
validación cruzada diez veces sobre toda población del estudio y se obtuvo el árbol final. 
No se utilizó el método de pruning como criterio para detener el crecimiento pues resultó 
en un árbol con menos de cinco divisiones. Se utilizó la versión 21.0 del Statistical Package 
for the Social Sciences (SPSS) para todos los análisis descritos. 
 
 
 
 
 
30 
 
Capítulo 4. Resultados 
La tabla 1 presenta las características sociodemográficas de toda la población del 
estudio, así como la comparación de estas características entre ambas categorías de 
autopercepción de salud. El 15.6% de los participantes reportó pobre autopercepción de 
salud; estos fueron mayores y con menor escolaridad (media de edad 71.2±7.8 y media de 
años de escolaridad 3.2±3.4) que los que no la reportaron pobre (69.5±7.5 y 5.1±4.6 
respectivamente). También, aquellos con pobre autopercepción de salud fueron con mayor 
frecuencia mujeres, vivían en región urbana y no tenían pareja. 
Tabla 1 Autopercepción de salud y características sociodemográficas 
 Total 
N 
 
Autopercepción de 
salud no pobre 
N (% de fila) 
Autopercepción de 
salud pobre 
N (% de fila) 
 9,157 7,733 (84.4) 1,424 (15.6) 
Edad** 
Media (DE)a 69.8 (7.5) 69.5 (7.5) 71.2 (7.8) 
Años de escolaridad** 
Media (DE)a 4.8 (4.5) 5.1 (4.6) 3.2 (3.4) 
 N (% de columna) N (% de fila) N (% de fila) 
Sexo*** 
Hombre 4,164 (45.5) 3,609 (86.7) 555 (13.3) 
Mujer 4,993 (54.5) 4,124 (82.6) 869 (17.4) 
Categorías de edad*** 
60-69 5,133 (56.1) 4,441 (86.5) 692 (13.5) 
70-79 2,901 (31.7) 2,397 (82.6) 504 (17.4) 
80+ 1,123 (12.3) 895 (79.7) 228 (20.3) 
Regiónb*** 
Urbana 3,786 (41.3) 3,115 (82.3) 671 (17.7) 
Rural 5,371 (58.7) 4,618 (86.0) 753 (14.0) 
Estado civil** 
Soltero/divorciado 1,012 (11.1) 844 (83.4) 168 (16.6) 
Casado/unión libre 5,943 (64.9) 5,075 (85.4) 868 (14.6) 
Viudo 2,202 (24.0) 1,814 (82.4) 388 (17.6) 
Años de escolaridadc*** 
0 años 1,936 (21.1) 1,480 (76.4) 456 (23.6) 
1-6 años 4,949 (54.0) 4,146 (83.8) 803 (16.2) 
7 años o más 2,136 (23.3) 1,988 (93.1) 148 (6.9) 
* p < 0.05 
** p < 0.01 
*** p < 0.001 
Nota: los valores p indican los resultados con respecto a la presencia o no de pobre autopercepción de salud de la prueba t d e student con bootstraping 
para las variables continuas y prueba ji cuadrada para variables categóricas. Se utilizó bootstraping por incumplimiento de requisitos tanto para usar la 
prueba sin este método como para la U de Mann-Whitney. 
a Desviación estándar (DE) 
bRegiones rurales tienen < 100,000 habitantes 
c136 participantes no respondieron acerca de su escolaridad. 
31 
 
 
La tabla 2 muestra las frecuencias de todas las condiciones crónicas de salud y de 
sujetos sanos en la población del estudio, así como la comparación de estas frecuencias 
Tabla 2 Autopercepción de salud y condiciones crónicas de salud 
 Total 
N (% de columna) 
Autopercepción de salud 
no pobre 
N (% de fila) 
Autopercepción de salud 
pobre 
N (% de fila) 
 9,157 (100.0) 7,733 (84.4) 1,424 (15.6) 
Enfermedades crónicas no 
transmisibles** 
 
Hipertensión 4,470 (48.8) 3,538 (79.1) 932 (20.9) 
Diabetes 2,275 (24.8) 1696 (74.5) 579 (25.5) 
 Cáncer 216 (2.4) 162 (75.0) 54 (25.0) 
Enfermedad pulmonar 576 (6.3) 414 (71.9) 162 (28.1) 
Ataque al corazón 393 (4.3) 275 (70.0) 118 (30.0) 
Enfermedad vascular 
cerebral 
220 (2.4) 143 (65.0) 77 (35.0) 
Artritis/reumatismo 1,500 (16.4) 1090 (72.7) 410 (27.3) 
Obesidad 1,892 (20.7) 1567 (82.8) 325 (17.2) 
Enfermedades crónicas 
transmisibles 
 
Infección hepática** 166 (1.8) 110 (66.3) 56 (33.7) 
Tuberculosis 28 (0.3) 22 (78.6) 6 (21.4) 
Síndromes geriátricos 
Caídas** 3,927 (42.9) 3105 (79.1) 822 (20.9) 
Deterioro visual** 4,083 (44.6) 3,186 (78.0) 897 (22.0) 
Deterioro auditivo 133 (1.5) 114 (85.7) 19 (14.3) 
Dolor crónico** 3,611 (39.4) 2,620 (72.6) 991 (27.4) 
Dificultad en mantener 
equilibrio/balance** 
723 (7.9) 420 (58.1) 303 (41.9) 
Hiporexia/disfagia** 565 (6.2) 352 (62.3) 213 (37.7) 
Síntomas depresivos** 4,095 (44.7) 3,086 (75.4) 1,009 (24.6) 
Incontinencia urinaria** 2,023 (22.1) 1,507 (74.5) 516 (25.5) 
Síntomas crónicos** 
Edema de extremidades 
inferiores frecuente 
2,483 (27.1) 1,799 (72.5) 684 (27.5) 
Disnea frecuente 1,726 (18.8) 1,234 (71.5) 492 (28.5) 
Mareos/desmayos 
frecuentes 
2,072 (22.6) 1,447 (69.8) 625 (30.2) 
Sed intensa frecuente 1,084 (11.8) 776 (71.6) 308 (28.4) 
Fatiga severa frecuente 2,098 (22.9) 1,378 (65.7) 720 (34.3) 
Dolor de estómago 
frecuente 
2,019 (22.0) 1,506 (74.6) 513 (25.4) 
Deterioro cognitivo* 996 (10.9) 817 (82.0) 179 (18.0) 
Limitación funcional** 1,746 (19.1) 1,117 (64.0) 629 (36.0) 
Sanos** 439 (4.8) 436 (99.3) 3 (0.7) 
* p < 0.05 
** p < 0.001 
Nota: los valores p indican los resultados de la prueba ji cuadrada para variables categóricas con respecto a la presencia o no de pobre autopercepción 
de salud. 
32 
 
entre ambas categorías de autopercepción de salud. Las condiciones crónicas de salud más 
prevalentes en la población total fueron hipertensión (48.8%), síntomas depresivos 
(44.7%), deterioro visual (44.6%), caídas (42.9%), dolor crónico (39.4%) y edema de 
extremidades inferiores frecuente (27.1%). El 4.8% de los participantes no reportaron 
alguna de las condiciones crónicas de salud evaluadas. 
Las frecuencias más altas de pobre autopercepción de salud se observaron en 
aquellos que reportaron padecer dificultad en mantener equilibrio/balance (41.9%), 
hiporexia/disfagia (37.7%), limitación funcional (36.0%), enfermedad vascular cerebral 
(35.0%), fatiga severa frecuente (34.3%) e infección hepática (33.7%). Sólo tres sujetos 
(0.7%) de la categoría sanos reportaron pobre autopercepción de salud. 
La figura 1 muestra el árbol obtenido mediante el análisis CART utilizando el 
reporte de pobre autopercepción de salud como variable dependiente. Siguiendo la 
numeración de nodos, la combinación de fatiga severa, limitación funcional e 
hiporexia/disfagia (nodos 0, 2, 6, 14) fue la asociada al más alto porcentaje de reporte de 
pobre autopercepción de salud (63.5%), seguida por la combinación (nodos 0, 2, 6, 13, 26, 
48) de fatiga severa, limitación funcional, dificultad en mantener equilibrio/balance e 
hipertensión (63.2%). La tercera combinación más asociada (55.5%) fue fatiga severa, 
dolor crónico, mareos/desmayos frecuentes y diabetes (nodos 0, 2, 5, 12, 24, 44). La cuarta 
combinación (nodos 0, 2, 6, 13, 25, 46) más asociada fue fatiga severa, limitación funcional 
y diabetes (53.6%). En contraparte, el menor porcentaje de reporte de pobre autopercepción 
de salud (2.7%) fue observado en aquellos que no reportaron fatiga severa, limitación 
funcional, dolor crónico, síntomas depresivos y mareo/desmayos frecuentes (nodos 0, 1, 3, 
7, 15, 27). 
33 
 
 
Figura 1 Análisis con árbol de clasificación y regresión para pobre autopercepción de 
salud. 
Nota: se muestran sólo los resultados de las combinaciones de condiciones crónicas de salud (nodos terminales) que están más asociadas a pobre 
autopercepción de salud, así como la combinación que termina en el nodo 27, la cual tiene la menor asociación. 
 
 
n=99 
63.5% 
n=67 
63.2% 
n=23 
43.4% 
n=81 
53.6% 
n=106 
37.3% 
n=76 
55.5% 
n=100 
34.6% 
n=41 
33.9% 
n=50 
18.1% 
n=78 
2.7% 
34 
 
Capítulo 5. Análisis y discusión de resultados 
Los resultados del presente estudiocontribuyen a crear mayor evidencia a favor de 
la relevancia que condiciones de salud distintas a las enfermedades tradicionales pueden 
tener en la percepción de los adultos mayores acerca de su estado de salud global. 
Controlando los factores sociodemográficos descritos al ser incluidos en el modelo CART, 
las variables que el análisis determinó como las más importantes para realizar las divisiones 
del árbol fueron fatiga severa crónica, limitaciones funcionales y otros síntomas crónicos 
y síndromes geriátricos por encima de los diagnósticos específicos como las enfermedades 
crónicas no transmisibles y transmisibles. Aún y cuando la diabetes y la hipertensión 
alcanzaron a ser incluidas en algunas de estas combinaciones como la última variable de la 
combinación, este aspecto podría indicar que los complejos sindromáticos que desarrollan 
las personas con enfermedades diagnosticadas obedecen a descontrol de la patología 
subyacente, o a patologías no diagnosticadas aún. No obstante, los hallazgos van en línea 
con el concepto de paciente complejo [17] así como con los resultados del estudio de 
Koroukian y sus colaboradores [28], pues los síntomas crónicos, síndromes geriátricos y 
limitaciones funcionales fueron relevantes en cuanto al reporte de una pobre 
autopercepción de salud; además y como se describió anteriormente, la ausencia de estos 
factores en combinación se vio en mayor frecuencia en aquellos que no reportaron una 
pobre autopercepción de salud. Es así como los síntomas crónicos, limitaciones funcionales 
y síndromes geriátricos, capturando de mejor manera la percepción del individuo, deberían 
recibir por lo menos la misma atención que las enfermedades por el personal de salud 
durante la evaluación rutinaria y en estudios epidemiológicos en población mexicana que 
vive en la comunidad. 
35 
 
Asimismo, nuestro estudio apoya las definiciones propuestas por la EGPRN y NICE 
[15,16] que buscan ampliar el enfoque de multimorbilidad más allá del conteo de 
enfermedades individuales. La autopercepción de salud, que ha mostrado también ser un 
buen indicador de satisfacción con la vida [7], se ve afectada en nuestro estudio por la 
presencia de síntomas y limitaciones funcionales, estando así también en relación con la 
noción de que las enfermedades por si mismas no logran explicar la experiencia del 
paciente en cuanto a síntomas y necesidades [25] y sería importante evaluar otros 
desenlaces como mortalidad en este sentido. 
Existe una alta prevalencia de condiciones crónicas de salud distintas a 
enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles en la población estudiada, muchas 
de ellas con mayor prevalencia que las mismas enfermedades. Este hallazgo podría 
obedecer a la noción de que en los países en desarrollo el acceso limitado a atención 
primaria oportuna y de calidad limita el diagnóstico de enfermedades, y podría fortalecer 
la sospecha de que en estudios epidemiológicos en estos contextos podríamos hacer uso de 
estos indicadores como sucedáneos de un estado patológico. Estudios de laboratorio 
podrían confirmar esta sospecha como ya se comentó previamente [26], y de ser así, 
podrían impactar en la manera en la que se desarrollen pautas de atención a las personas en 
la comunidad, con un mayor enfoque en la identificación de estas distintas condiciones 
crónicas. Particularmente en cuanto a los síntomas crónicos, recientemente se publicó que 
en adultos mayores de la comunidad en Estados Unidos existe una alta carga sintomática 
caracterizada más frecuentemente por la concurrencia de dolor y fatiga; asociándose un 
mayor número de síntomas reportados con desenlaces adversos como limitación funcional 
y caídas [37]. En nuestro estudio, la fatiga severa frecuente fue la principal variable divisora 
36 
 
en el análisis CART, y el dolor crónico se vio implicado como variable relevante también. 
En este rubro, la fatiga ha sido estudiada poco en el contexto de la comunidad; no obstante, 
en un estudio prospectivo en Escocia niveles altos de fatiga se asociaron a mortalidad por 
cualquier causa de manera independiente [38] y en otro estudio en Suecia, un reporte de 
pobre autopercepción de salud se asoció fuertemente con fatiga [39] tal como lo vemos en 
nuestro estudio. Asimismo, se han descrito previamente niveles elevados de interleucina 6 
y proteína C reactiva en aquellas personas que reportan pobre autopercepción de salud, y 
se teoriza que la manifestación de esta alteración biológica podría ser la fatiga [39], la cual 
también ha sido descrita como el primer síntoma de fragilidad que se manifiesta en el adulto 
mayor en la guía del International Conference of Frailty and Sarcopenia Research para la 
identificación y atención de la fragilidad física [40]. Definitivamente el estudio de estas 
condiciones crónicas es un área que requiere mayor abordaje en la investigación en 
poblaciones que viven en la comunidad. 
En línea con lo reportado previamente [7], existe una importante proporción de 
adultos mayores en México que reporta una pobre autopercepción de salud y en general 
suelen ser personas ser del sexo femenino y con baja escolaridad. No obstante, y como se 
mencionó anteriormente, al incluir las variables sociodemográficas en el modelo de análisis 
por CART ninguna resultó ser una variable divisora más significativa que las propias 
condiciones crónicas de salud. En línea con esto, aquellos individuos que no reportaron 
alguna de las 26 condiciones crónicas evaluadas, tuvieron un mínimo reporte de pobre 
autopercepción de salud. 
Nuestro estudio tiene la fortaleza de ser el primero con datos de adultos mayores 
mexicanos que viven en la comunidad que busca la identificación de combinaciones de 
37 
 
condiciones crónicas de salud asociadas a pobre autopercepción de salud y que además 
utiliza el método CART para realizar el análisis. La ventaja de este método radica en que 
no se centra en variables por separado como lo hacen los modelos de regresión tradicionales 
y así nos permite evaluar las combinaciones relevantes que pueden surgir de un gran 
número de variables predictoras, el cual fue el objetivo principal de este estudio. 
En cuanto a las limitantes, los datos fueron obtenidos mediante el autorreporte, por 
lo que no tenemos la certeza de que sea información real. No obstante, se ha descrito 
previamente buena concordancia entre al autorreporte de enfermedades y el expediente 
médico [41]. También, el estudio es de un diseño transversal y por lo tanto no nos permite 
evaluar las trayectorias de estas combinaciones de condiciones crónicas de salud en el 
tiempo junto con otros desenlaces como un empeoramiento de la autopercepción de salud 
y mortalidad. Sin embargo, los hallazgos del estudio sirven como generadores de hipótesis 
ante la escasez de información similar al respecto en países en desarrollo como el nuestro 
y es así como se podría establecer una línea de investigación para poder fortalecer los 
hallazgos de este. 
 
 
 
 
 
 
38 
 
Capítulo 6. Conclusión 
El reporte de autopercepción de salud pobre en los adultos mayores mexicanos 
estudiados sucedió con una frecuencia considerable, lo que teóricamente los coloca en 
mayor riesgo de desenlaces adversos. Parece ser que esta percepción negativa del estado 
de salud propio está mayormente condicionada por la existencia de combinaciones de 
condiciones crónicas de salud distintas a las enfermedades propiamente en un mismo 
individuo, más que por la existencia de estas enfermedades. 
Por este motivo, el estudio de la multimorbilidad en países como el nuestro podría 
beneficiarse de una expansión del concepto hacia los terrenos de la complejidad, 
incluyendo en su evaluación condiciones que no pertenecen a categorías discretas de 
enfermedad, tal como los síntomas crónicos, los síndromes geriátricos, el deterioro 
cognitivo y las limitaciones funcionales. Estudios subsecuentesdeberán considerar a estas 
condiciones crónicas para estudiar sus comportamientos en el tiempo con relación a 
mortalidad, desarrollo de fragilidad y utilización de recursos de salud con el fin de que 
tanto los clínicos como los gestores de políticas en salud podamos comprender de mejor 
manera el envejecimiento de las personas que viven con múltiples condiciones crónicas de 
salud y sus necesidades. 
 
 
 
 
 
39 
 
Referencias 
1. Garin N, Koyanagi A, Chatterji S, Tyrovolas S, Olaya B, Leonardi M, et al. Global 
multimorbidity patterns: a cross-sectional, population-based, multi-country study. 
Journals Gerontol - Ser A Biol Sci Med Sci 2016;71(2):205–14. 
2. Marzetti E, Vetrano DL, Lopez Samaniego L, Rodríguez-Mañas L, Roller-
Wirnsberger R, Lattanzio F, et al. Frailty and multimorbidity: a systematic review 
and meta-analysis. Journals Gerontol Ser A 2018;XX(Xx):1–8. 
3. Vetrano DL, Calderón-Larrañaga A, Marengoni A, Onder G, Bauer JM, Cesari M, 
et al. An international perspective on chronic multimorbidity: approaching the 
elephant in the room. Journals Gerontol - Ser A Biol Sci Med Sci 2018;73(10):1350–
6. 
4. Hindle J V, Rockwood K, Parker S, Clegg A, Sayer AA, Yarnall AJ. New horizons 
in multimorbidity in older adults. Age Ageing 2017;46(6):882–8. 
5. The Academy of Medical Sciences. Multimorbidity: a priority for global health 
research. 2018;(abril):1–127. 
6. Calderón-Larrañaga A, Vetrano DL, Ferrucci L, Mercer SW, Marengoni A, Onder 
G, et al. Multimorbidity and functional impairment–bidirectional interplay, 
synergistic effects and common pathways. J Intern Med 2018;255–71. 
7. Wong R, Peláez M, Palloni A. Autoinforme de salud general en adultos mayores de 
América Latina y el Caribe: su utilidad como indicador. Rev Panam Salud 
Publica/Pan Am J Public Heal. 2005;17(5–6):323–32. 
8. Idler EL, Benyamini Y. Self-rated health and mortality: a review of twenty-seven 
community studies. J Health Soc Behav. 1997;38(1):21–37. 
40 
 
9. McGee DL, Liao Y, Cao G, Cooper RS. Self-reported health status and mortality in 
a multiethnic US cohort. Am J Epidemiol. 1999;149(1):41–6. 
10. Wong R, Michaels-Obregon A, Palloni A. Cohort profile: the Mexican Health and 
Aging Study (MHAS). Int J Epidemiol 2017;46(2):e2. 
11. Patel K V., Peek MK, Wong R, Markides KS. Comorbidity and disability in elderly 
Mexican and Mexican American adults: findings from Mexico and the southwestern 
United States. J Aging Health 2006;18(2):315–29. 
12. Diederichs C, Berger K, Bartels DB. The measurement of multiple chronic diseases 
- a systematic review on existing multimorbidity indices. Journals Gerontol - Ser A 
Biol Sci Med Sci 2011;66 A(3):301–11. 
13. Fernández-Niño JA, Bustos-Vázquez E. Multimorbilidad: bases conceptuales, 
modelos epidemiológicos y retos de su medición. Biomédica 2016;36(2):188. 
14. World Health Organization. World report on ageing and health. 2015;1–260. 
15. Lietard C, Le Reste JY, Argyriadou S, Bower P, Barais M, Van Royen P, et al. The 
European General Practice Research Network presents a comprehensive definition 
of multimorbidity in family medicine and long term care, following a systematic 
review of relevant literature. J Am Med Dir Assoc 2013;14(5):319–25. 
16. National Institute for Health and Care Excellence. Multimorbidity: clinical 
assessment and management. Natl Guidel Cent 2016;(septiembre):443. 
17. Whitson HE, Akushevich I, Hastings SN, Zullig LL, Beadles C, Maciejewski ML, 
et al. A systematic review of conceptual frameworks of medical complexity and new 
model development. J Gen Intern Med 2015;31(3):329–37. 
18. Smith CD, Ouellet J, Tinetti ME, Dodson JA, Matlock D, Masoudi FA, et al. 
41 
 
Framework for decision-making for older adults with multiple chronic conditions: 
executive summary of action steps for the AGS Guiding Principles on the Care of 
Older Adults with Multimorbidity. J Am Geriatr Soc 2019; 0(0):1-9. 
19. Roderick P, Colagiuri S, Oni T, Levitt NS, McGrath N, May CR, et al. Chronic 
diseases and multi-morbidity - a conceptual modification to the WHO ICCC model 
for countries in health transition. BMC Public Health 2014;14(1):1–7. 
20. Salisbury C, Metsemakers J, Knottnerus JA, Swain S, van den Akker M, Pati S, et 
al. Prevalence and outcomes of multimorbidity in South Asia: a systematic review. 
BMJ Open 2015;5(10):e007235. 
21. Arokiasamy P, Uttamacharya, Jain K. Multi-morbidity, functional limitations, and 
self-rated health among older adults in India: cross-sectional analysis of LASI pilot 
survey, 2010. SAGE Open 2015;5(1). 
22. Mino-León D, Reyes-Morales H, Doubova S V., Pérez-Cuevas R, Giraldo-
Rodríguez L, Agudelo-Botero M. Multimorbidity patterns in older adults: an 
approach to the complex interrelationships among chronic diseases. Arch Med Res 
2017;48(1):121–7. 
23. Samper-Ternent R, Michaels-Obregon A, Wong R, Palloni A. Older adults under a 
mixed regime of infectious and chronic diseases. Salud Publica Mex 
2012;54(5):487–95. 
24. González-González C, Palloni A, Wong R. Mortality and its association with 
chronic and infectious diseases in Mexico: a panel data analysis of the elderly. Salud 
Publica Mex 2015;57(01):S39–45. 
25. Olivarius N de F, Reventlow S, Køster-Rasmussen R, Willadsen TG, Jarbøl DE, 
42 
 
Bebe A, et al. The role of diseases, risk factors and symptoms in the definition of 
multimorbidity – a systematic review. Scand J Prim Health Care 2016;34(2):112–
21. 
26. Kumar A, Wong R, Ottenbacher KJ, Al Snih S. Prediabetes, undiagnosed diabetes, 
and diabetes among Mexican adults: findings from the Mexican Health and Aging 
Study. Ann Epidemiol 2016;26(3):163–70. 
27. Xu X, Mishra GD, Jones M. Evidence on multimorbidity from definition to 
intervention: an overview of systematic reviews. Ageing Res Rev 2017;37:53–68. 
28. Koroukian SM, Schiltz N, Warner DF, Sun J, Bakaki PM, Smyth KA, et al. 
Combinations of chronic conditions, functional limitations, and geriatric syndromes 
that predict health outcomes. J Gen Intern Med 2016;31(6):630–7. 
29. Hoffmann W, Diederichs CP, Ellert U, Bartels DB, Wellmann J, Berger K. How to 
weight chronic diseases in multimorbidity indices? Development of a new method 
on the basis of individual data from five population-based studies. J Clin Epidemiol 
2012;65(6):679–85. 
30. ENASEM, Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México, (2019). Archivos 
de Datos y Documentación (uso público). Estudio Nacional de Salud y 
Envejecimiento en México, (Base de datos ronda 2012). Obtenido de 
www.ENASEM.org en [marzo 2019]. 
31. Wong R, Michaels-Obregón A, Palloni A, Gutiérrez-Robledo LM, González-
González C, López-Ortega M, et al. Progression of aging in Mexico: the Mexican 
Health and Aging Study (MHAS) 2012. Salud Publica Mex 2015;57(1):S79–89. 
32. Inouye SK, Studenski SA, Tinetti ME, Kuchel GA. Geriatric syndromes: clinical, 
http://www.enasem.org/
43 
 
research and policy implications of a core geriatric concept. J Am Geriatr Soc 
2007;55(5):780–91. 
33. Aguilar-Navarro SG, Fuentes-Cantú A, Ávila-Funes JA, García-Mayo EJ. Validez 
y confiabilidad del cuestionario del ENASEM para la depresión en adultos mayores. 
Salud Publica Mex 2007;49(4):256–62. 
34. Veeranki SP, Downer B, Jupiter D, Wong R. Arthritis and risk of cognitive and 
functional impairment in older Mexican adults. J Aging Health 2017;29(3):454–73. 
35. Mejía-Arango S, Wong R, Michaels-Obregón A. Normative and standardized data 
for cognitive measures in the Mexican Health and Aging Study. Salud Publica Mex 
2015;57(0 1):S90–6. 
36. Lemon SC, Roy J, Clark MA, Friedmann PD, Rakowski W. Classification and 
regression tree analysis in public health: methodological review and comparison 
with logistic regression. Ann Behav Med. 2003;26(3):172–81. 
37. Patel KV, Guralnik JM, Phelan EA, Gell NM, Wallace RB, Sullivan MD, et al. 
Symptomburden among community-dwelling older adults in the United States. J 
Am Geriatr Soc. 2019;67(2):223–31. 
38. Basu N, Yang X, Luben RN, Whibley D, Macfarlane GJ, Wareham NJ, et al. Fatigue 
is associated with excess mortality in the general population: Results from the EPIC-
Norfolk study. BMC Med [Internet]. 2016;14(1):1–8. Disponible desde: 
http://dx.doi.org/10.1186/s12916-016-0662-y. 
39. Engberg I, Segerstedt J, Waller G, Wennberg P, Eliasson M. Fatigue in the general 
population- associations to age, sex, socioeconomic status, physical activity, sitting 
http://dx.doi.org/10.1186/s12916-016-0662-y
44 
 
time and self-rated health: the northern Sweden MONICA study 2014. BMC Public 
Health. 2017;17(1):654. 
40. Dent E, Morley JE, Woodhouse L, Fried LP, Woo J, Aprahamian I, et al. Physical 
frailty: ICFSR international clinical practice guidelines for identification and 
management. J Nutr Health Aging. 2019;1–17. 
41. Okura Y, Urban LH, Mahoney DW, Jacobsen SJ, Rodeheffer RJ. Agreement 
between self-report questionnaires and medical record data was substantial for 
diabetes, hypertension, myocardial infarction and stroke but not for heart failure. J 
Clin Epidemiol. 2004;57(10):1096–103. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
45 
 
Currículum Vitae 
 
DATOS PERSONALES 
Nombre completo: Rodrigo Cruz Flores 
Fecha de nacimiento: 18 de septiembre de 1989 
Edad: 30 años 
Nacionalidad: mexicano 
Sexo: Masculino 
Domicilio: 20 de noviembre 317-B Lomas del Valle, San Pedro Garza García, N.L., 
México 
Celular: 8110774867 
Correo electrónico: rodrigo.cruzf@gmail.com 
 
POSGRADO 
Especialidad en Geriatría 
Marzo 2016-presente 
Programas multicéntricos de especialidades médicas del Tecnológico de Monterrey y 
Secretaría de Salud de Nuevo León. 
Jefe de residentes de Geriatría actualmente. 
Rotación en investigación en el Instituto Nacional de Geriatría de la Ciudad de México en 
agosto 2019. 
Rotación en Clínica de Cáncer en el Adulto Mayor/Oncogeriatría del Instituto Nacional de 
Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de la Ciudad de México en septiembre 
2019. 
mailto:rodrigo.cruzf@gmail.com
46 
 
Rotación clínica/investigación en Division of Geriatrics at the University of Texas Medical 
Branch/Sealy Center on Aging en Galveston, TX, EUA de 1 de septiembre a 30 de 
noviembre 2018. 
 
LICENCIATURA 
Médico Cirujano Partero 2008-2014 Universidad de Monterrey (UDEM) 
Reconocimientos: 
Magna Cum Laude 
Graduado de Programa de Honores en Liderazgo - 6ª generación 
 
PARTICIPACIONES EN CONGRESOS 
15th Congress of the European Geriatric Medicine Society 
Cracovia, Polonia – septiembre 2019 
Cartel – Expanding the scope of multimorbidity in low- and middle-income countries: 
prevalence of chronic health conditions in community-dwelling older adults in Mexico. 
VIII Congreso científico internacional del Colegio Nacional de Medicina Geriátrica 
Mérida, Yucatán - agosto 2019 
Cartel – Prevalencia de síndromes geriátricos en adultos mayores mexicanos de la 
comunidad con multimorbilidad. 
The 22nd Annual Forum on Aging at University of Texas Medical Branch 
Galveston, TX, EUA - octubre 2018 
Cartel – Defining multimorbidity among older adults in Mexico: a literature review. 
XL Congreso Nacional del Colegio de Medicina Interna de México 
47 
 
León, Gto. - noviembre 2017 
Cartel – Trombocitopenia como presentación de sarcoidosis: reporte de caso. 
VI Congreso científico internacional del Colegio Nacional de Medicina Geriátrica 
Pto. Vallarta, Jal. - agosto 2017 
Cartel – Prevalencia de fragilidad en el adulto mayor hospitalizado y su asociación con la 
presencia de enfermedades crónicas no degenerativas. 
 
ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES 
Presidente – Phi Delta Epsilon, Capítulo Epsilon Alpha 2012-2013 
Capítulo de estudiantes de medicina de la Fraternidad Internacional de Medicina Phi Delta 
Epsilon, una organización que promueve el liderazgo, filantropía y educación a través de 
las acciones de sus miembros. 
Tesorero – Phi Delta Epsilon, Capítulo Epsilon Alpha 2010-2011

Continuar navegando