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Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud “Multimorbilidad en adultos mayores mexicanos de la comunidad: combinaciones de condiciones crónicas de salud asociadas a pobre autopercepción de salud” presentada por Rodrigo Cruz Flores para obtener el grado de Especialista en Geriatría Programa Multicéntrico de Especialidades Médicas Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud - Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León Director de tesis: Codirector de tesis: Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga Dr. Salvador Bruno Valdovinos Chávez Monterrey, Nuevo León, México Octubre, 2019 Eecutl• de Med Id na y Clendas de la Salud TecSalud Los Integrantes del Comité aprueban la tesis de Rodrigo Cruz Flores, que presenta para cubrir el requisito parcial de obtención del grado de: ESPECIALISTA EN GERIATRÍA Comité de Te · Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga Director de Comité de Sinodales Sinodal mesto Macías Osuna Sinodal Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga Director Académico del programa en Geriatría 2 3 Dedicatoria A mis profesores de la especialidad, por siempre buscar momentos para enseñarnos algo nuevo y por su amistad. A mis compañeros residentes de generación, por estar ahí en las buenas y en las malas, por empujarme a ser mejor. Fueron y seguirán siendo mi familia. A mi pareja por ser mi incansable soporte. A mis papás y a mis hermanos, pues les debo todo lo que soy. Y a mis abuelos, quienes ya descansan, por enseñarme los matices de la vejez. 4 Agradecimientos Dr. Abel J. Barragán Berlanga Dr. Salvador B. Valdovinos Chávez Dr. Rafael Samper-Ternent Dra. María E. Camacho-Hughes Dra. Rebeca Wong Gracias por sus valiosas contribuciones y su orientación para la realización de este trabajo. 5 Glosario OMS: Organización Mundial de la Salud ENASEM: Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México EGPRN: European General Practice Network NICE: National Institute for Health Care and Excellence LASI: Longitudinal Aging Study in India SAGE: Study of global AGEing and adult health IMSS: Instituto Mexicano del Seguro Social ENSANUT: Encuesta Nacional de Salud y Nutrición IMC: índice de masa corporal CART: análisis por árbol de clasificación y regresión SPSS: Statistical Package for the Social Sciences 6 Tabla de contenidos Dedicatoria ......................................................................................................................3 Agradecimientos ..............................................................................................................4 Glosario ...........................................................................................................................5 Tabla de contenidos .........................................................................................................6 Índice de tablas ................................................................................................................8 Índice de figuras ..............................................................................................................9 Resumen ........................................................................................................................ 10 Capítulo 1. Planteamiento del problema ......................................................................... 11 1.1 Antecedentes ........................................................................................................ 11 1.2 Planteamiento del problema ................................................................................. 13 1.3 Objetivos general y específico de la investigación ................................................ 13 1.3.1 Objetivo general ............................................................................................ 13 1.3.2 Objetivos específicos ..................................................................................... 13 1.4 Justificación ......................................................................................................... 14 1.5 Alcance del estudio .............................................................................................. 15 Capítulo 2. Marco teórico .............................................................................................. 16 Capítulo 3. Metodología ................................................................................................ 22 3.1 Diseño y población del estudio ............................................................................. 22 3.2 Variables .............................................................................................................. 24 3.2.1 Enfermedades crónicas no transmisibles ........................................................ 25 3.2.2 Enfermedades crónicas transmisibles ............................................................. 25 7 3.2.3 Síndromes geriátricos .................................................................................... 25 3.2.4 Síntomas crónicos ......................................................................................... 26 3.2.5 Limitación funcional ..................................................................................... 26 3.2.6 Deterioro cognitivo ....................................................................................... 26 3.2.7 Sanos ............................................................................................................ 27 3.3 Análisis estadístico ............................................................................................... 27 Capítulo 4. Resultados ................................................................................................... 30 Capítulo 5. Análisis y discusión de resultados ................................................................ 34 Capítulo 6. Conclusión .................................................................................................. 38 Referencias .................................................................................................................... 39 Currículum Vitae ........................................................................................................... 45 8 Índice de tablas Tabla 1…………………………………………………………………………………30 Tabla 2…………………………………………………………………………………31 9 Índice de figuras Figura 1…………………………………………………………………………………..33 10 Resumen La multimorbilidad es altamente prevalente en adultos mayores a nivel global y se le ha asociado a desenlaces adversos; no obstante, no existe aún un consenso sobre su definición y su estudio ha sido mínimo en países en desarrollo, donde el contexto epidemiológico es distinto. El reporte de autopercepción de salud se ha propuesto como un indicador que podría ayudar a conocer mejor el estado de salud de las personas que viven en entornos donde el diagnóstico de enfermedades propiamente se ve limitado. Este estudio se realizó con el objetivo de describir las combinaciones de condiciones crónicas de salud (además de enfermedades) más asociadas a un reporte de pobre autopercepción de salud en adultos mayores de la comunidad. Se incluyeron a un total de 9,157 adultos de 60 años o más de la ronda 2012 del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento enMéxico y se realizó un análisis con árbol de clasificación y regresión para determinar las combinaciones más significativas de condiciones crónicas de salud. La prevalencia de pobre autopercepción de salud fue de 15.6% y las combinaciones más importantes asociadas a este desenlace fueron: 1) fatiga severa, limitación funcional e hiporexia/disfagia, 2) fatiga severa, limitación funcional, dificultad en mantener equilibrio/balance, hipertensión, 3) fatiga severa, dolor crónico, mareos/desmayos frecuentes, diabetes. Las variables que más frecuentemente formaron parte de las combinaciones fueron condiciones crónicas distintas a enfermedades, tal como síntomas crónicos, síndromes geriátricos y limitaciones funcionales, pudiendo significar que son más informativas que el reporte de enfermedades al abordar al adulto mayor en el contexto de nuestro país. El concepto de multimorbilidad en países como el nuestro podría beneficiarse de ser más amplio y así comprender mejor las necesidades de los individuos que envejecen con múltiples condiciones de salud. 11 Capítulo 1. Planteamiento del problema 1.1 Antecedentes Se estima que para el año 2050, la proporción de aquellas personas de 60 años o más se triplicará, con un incremento paralelo en condiciones crónicas [1]. La multimorbilidad, definida como la coexistencia de dos o más condiciones crónicas en un individuo [2], está presente en 55-98% de adultos mayores [2,3], y predice un riesgo incrementado de deterioro funcional, pobre calidad de vida, mayor uso de servicios de salud y mortalidad incrementada [4]. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha etiquetado a la multimorbilidad como una “epidemia global”, siendo responsable del 63% de las 57 millones de muertes a nivel mundial en el 2008 [1]. Adicionalmente, la multimorbilidad es responsable del 65% del gasto total en salud en países de alto ingreso por uso excesivo de los servicios de salud [1]. Es así como la multimorbilidad se ha establecido como un reto para sistemas de salud alrededor del planeta. No obstante, la falta de un consenso en cuanto a su definición ha creado dificultades para la obtención de conclusiones respecto a su impacto en la población geriátrica compleja, atendida de manera insuficiente por un sistema de salud tradicionalmente orientado hacia enfermedades individuales [5]. En años recientes, los avances tanto en intervenciones clínicas como en salud pública han llevado a un incremento en la expectativa de vida, incrementando también el número de personas con multimorbilidad [5,6]. Estos cambios han tenido un mayor impacto en países de bajo y mediano ingreso, donde las poblaciones en envejecimiento están experimentando cambios en su estilo de vida y en exposiciones ambientales [5]. 12 Las investigaciones sobre multimorbilidad se han realizado mayormente en países desarrollados, donde la sobremedicalización y el uso excesivo de pruebas diagnósticas es más común [3]. Sin embargo, la carga que la multimorbilidad representa difiere en países en desarrollo pues sistemas de salud con recursos limitados enfrentan también los costos adicionales relacionados a una alta prevalencia de enfermedades transmisibles [5]. Además, en estos países y regiones rurales, un pobre desarrollo y acceso limitado a servicios de salud afecta fuertemente la validez del concepto de enfermedad propiamente [3]. Ante la problemática anterior, previamente se ha propuesto al reporte de autopercepción de salud como un indicador que podría representar una ventaja frente al contexto de los países desarrollados, en los que el autoinforme de diagnósticos o enfermedades específicas podría tener un mayor valor como indicador de la salud de la población. Además, se ha descrito previamente su asociación significativa con mortalidad, salud poblacional y, a nivel individual, su capacidad para predecir mortalidad en adultos mayores ajustado por nivel socioeconómico y comorbilidades [7, 8, 9]. Es así como, además de una falta de consenso sobre la definición de multimorbilidad, la diferencia contextual que existe entre países de bajo y mediano ingreso y países desarrollados amerita una evaluación del concepto de multimorbilidad en el adulto mayor bajo estas condiciones especiales, posiblemente englobando entidades no catalogadas como enfermedades propiamente, tal como la autopercepción de salud, además de otras condiciones crónicas de salud de relevancia en el adulto mayor como síndromes geriátricos, síntomas, deterioro cognitivo y limitación funcional. 13 1.2 Planteamiento del problema Con el fin de intentar comprender mejor el envejecimiento de los mexicanos que viven con múltiples condiciones crónicas de salud, lo descrito en el apartado anterior nos lleva a formular la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son las combinaciones de condiciones crónicas de salud más fuertemente asociadas a pobre autopercepción de salud en adultos mayores mexicanos de la comunidad? 1.3 Objetivos general y específico de la investigación 1.3.1 Objetivo general Identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud con mayor asociación a pobre autopercepción de salud en adultos mayores mexicanos de la comunidad. 1.3.2 Objetivos específicos 1.- Estimar la prevalencia de pobre autopercepción de salud, enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades crónicas transmisibles, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, síndromes geriátricos y limitación funcional en adultos mayores mexicanos de la comunidad. 2.- Describir las diferencias en la prevalencia de pobre autopercepción de salud entre aquellos con enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades crónicas transmisibles, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, síndromes geriátricos y limitación funcional. 3.- Describir las características sociodemográficas de aquellos con pobre autopercepción de salud. 14 4.- Describir las diferencias en la prevalencia de pobre autopercepción de salud en relación con factores sociodemográficos. 1.4 Justificación México, al igual que otros países en desarrollo, se encuentra en transición epidemiológica, transformando el reto de la multimorbilidad a uno que difiere del descrito en países desarrollados. En resultados del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México (ENASEM), el cual es el primer estudio longitudinal de adultos mayores de la comunidad en México que analiza las dinámicas de la salud con una perspectiva socioeconómica amplia, se describe que más allá de las enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades transmisibles continúan afectando la salud y mortalidad general de los adultos mayores mexicanos. Por lo tanto, el envejecimiento actual en países en desarrollo podría estar más influenciado por enfermedades transmisibles de lo que se pensaba anteriormente [10]. En países en desarrollo (incluyendo a México), no se ha estudiado a la multimorbilidad en poblaciones representativas de manera extensa, y se ha hecho únicamente bajo el modelo de conteo de enfermedades autorreportadas. Sin embargo, en el mismo ENASEM, se ha descrito previamente que la prevalencia de condiciones médicas en adultos de 65 años o más es de alrededor de 35% para una sola condición, y de 20% para dos o más condiciones. Cabe resaltar que solo se tomaron en cuenta diabetes, cáncer, enfermedad respiratoria, ataque cardíaco, infarto cerebral, artritis y fracturas [11]. Aún y cuando las proporciones son importantes, queda determinar qué impacto tienen las enfermedades sobre otros desenlaces diferentes a la mortalidad y que se centran en el 15 paciente y su calidad de vida, tal como la propia autopercepción de salud o el empeoramiento de esta en el tiempo, así como la interacción de estas con las otras condiciones crónicas de salud ya mencionadas. 1.5 Alcance del estudio En el presente estudiose busca la descripción de combinaciones y patrones de condiciones crónicas de salud en un momento determinado asociadas a una pobre autopercepción de salud en los adultos mayores de la comunidad mexicana. Los resultados pueden ayudar a determinar cuáles factores de la definición propuesta para esta población son realmente relevantes para predecir desenlaces adversos adicionales a la mortalidad en la población geriátrica mexicana. Aquellos factores de la definición propuesta que resulten relevantes podrían formar parte de este nuevo constructo de multimorbilidad en el adulto mayor mexicano con el fin de informar de mejor manera al personal de salud acerca de las prioridades de la atención médica de estos grupos vulnerables una vez que se evalúe su desempeño de manera prospectiva en estudios subsecuentes. 16 Capítulo 2. Marco teórico El creciente número de personas que sufren por múltiples condiciones crónicas ha recibido la atención e interés de la comunidad científica durante la última década; no obstante, aún persisten discrepancias acerca del concepto y la operacionalización de multimorbilidad [12]. Los conceptos de comorbilidad y multimorbilidad se han usado de manera intercambiable por años, y solo recientemente se hizo una distinción clara entre ambos [12]. Feinstein definió comorbilidad como “cualquier entidad clínica que ha ocurrido o que podría ocurrir durante el curso clínico de un paciente que padece una enfermedad índice bajo estudio” [13]. En contraste, multimorbilidad no considera una enfermedad índice y permite el estudio de condiciones coexistentes en un individuo sin importar la relación que guarden entre ellas. La definición de la OMS de “dos o más condiciones crónicas de salud en un mismo individuo” [14], además de ser la definición más ampliamente utilizada en la literatura científica, permite la consideración de otros aspectos clínicos y no clínicos aparte de las enfermedades. Estos aspectos han demostrado ser de gran relevancia en el estudio del adulto mayor. En la búsqueda de una definición más integral, propuestas recientes del European General Practice Research Network (EGPRN) [15] y el National Institute for Health Care and Excellence (NICE) [16] han incluido factores biopsicosociales, factores de riesgo somáticos, condiciones de salud mental, complejos sintomáticos, deterioros sensoriales y abuso de sustancias, ampliando así el enfoque del constructo. Estos esfuerzos van en línea con el cambio paradigmático que se necesita para el paciente complejo de la actualidad; un 17 cambio orientado hacia desenlaces y metas centradas en el paciente en lugar de metas centradas en enfermedades individuales. En el 2018, la Academy of Medical Sciences [5] publicó un reporte declarando que la multimorbilidad es un tema de investigación prioritario en la agenda de salud global y describieron sus recomendaciones para homogeneizar y avanzar la investigación en este tema. Propusieron una definición que incluya enfermedades crónicas físicas no comunicables, condiciones crónicas mentales, y enfermedades transmisibles crónicas. Sin importar la definición utilizada, la multimorbilidad apunta a ser más que solo la suma de condiciones crónicas independientes o condiciones derivadas de una enfermedad índice; apunta a reconocer la existencia de perfiles complejos que incluyan condiciones psicosociales y limitaciones funcionales, lo cual se relaciona cercanamente al concepto de “paciente complejo”. El concepto de paciente complejo reconoce que los pacientes que sufren de limitantes funcionales y de salud enfrentan retos no médicos y sociales que regularmente no son tomados en cuenta en el abordaje tradicional de la atención médica. Es así como pacientes y personal de salud sufren dificultades para priorizar decisiones terapéuticas basándose en preferencias de los pacientes y juicio clínico [17]. Este escenario es un ejemplo cotidiano de la práctica en Geriatría, y las estrategias para identificar efectivamente y priorizar las necesidades de pacientes con multimorbilidad deben ser desarrolladas pues multimorbilidad consistentemente predice una pobre autopercepción de salud, discapacidad funcional y muerte. Además, los adultos mayores con multimorbilidad comúnmente priorizan cambios en funcionalidad, autopercepción de salud, y calidad de 18 vida por sobre el desenlace usual de mortalidad, y la trayectoria de salud de estos otros desenlaces podría ser más relevante en este contexto [18]. Sin embargo, las poblaciones del mundo y el envejecimiento son heterogéneas, y esto puede complicar aún más la adopción de una definición universal de multimorbilidad, añadiendo aún más complejidad a esta situación. Muchos de los países en desarrollo se encuentran bajo una transición epidemiológica veloz aunada al aumento de la carga de enfermedades crónicas no transmisibles. En estos países, esta interacción coexiste con una carga importante de enfermedades crónicas transmisibles como tuberculosis y la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Este escenario ha sido considerado uno de complejidad incrementada, usualmente resultando en pobres desenlaces y mayores gastos en salud [19]. Los adultos mayores usualmente sufren de condiciones crónicas que afectan su calidad de vida a causa de los síntomas y limitaciones desarrolladas como complicaciones y a los efectos adversos de las intervenciones terapéuticas. En países en desarrollo, los adultos mayores tienen un mayor riesgo de sufrir estas consecuencias por características socioeconómicas y culturales, incluyendo baja ingesta nutricional, pobre calidad de los servicios de salud, y falta de educación y acceso a cuidados en salud [20]. Existe un insuficiente y heterogéneo volumen de trabajos publicados sobre multimorbilidad en países en desarrollo. De relevancia, un análisis transversal de una encuesta piloto del Longitudinal Aging Study in India (LASI) en 2010 describió una prevalencia de multimorbilidad del 9% en 1,683 adultos mayores de 45 años. Además, aquellos con multimorbilidad tuvieron un mayor riesgo de discapacidad para actividades básicas de la vida diaria y pobre autorreporte de estado de salud [21]. Sin embargo, debido 19 al pequeño tamaño de muestra, los resultados no pudieron ser tomados como representativos de esa población. En América Latina, la multimorbilidad ha sido escasamente estudiada de manera formal. De relevancia, el Study of global AGEing and adult health (SAGE) de la OMS encuestó a 2,733 adultos mayores mexicanos de la comunidad y obtuvo una prevalencia de multimorbilidad del 63.89% [1]. Asimismo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estudió los expedientes electrónicos de 77,573 adultos mayores de cuatro diferentes unidades de Medicina Familiar, entre los que se encontró una prevalencia de multimorbilidad del 50% [22]. No obstante, la conceptualización y operacionalización de multimorbilidad en los estudios mencionados fue heterogénea, y no hay mención de desenlaces asociados. En general se utilizó el conteo de enfermedades autorreportadas, sin embargo, la cantidad de enfermedades incluidas dependió de la disponibilidad de datos. Una pobre autopercepción de salud, el cual es un importante predictor de mortalidad, ha sido descrito en países de bajo y mediano ingreso asociado al régimen mixto de condiciones crónicas e infecciosas [23]. Además, particularmente en México, un riesgo significativamente más alto de mortalidad ha sido descrito en adultos mayores que padecen a la vez enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles [24]. Este escenario epidemiológico difiere del estudiado en países desarrollados, ameritando un abordaje distinto del concepto de multimorbilidad en este contexto. Las discusiones en torno a qué debería de formar parte de la definición de multimorbilidaden distintos contextos, como bien se ha detallado, han tenido resultados diversos. En el adulto mayor, la definición clásica de multimorbilidad de “dos o más 20 condiciones” podría tener escaso poder discriminativo por la alta variación en estado de salud de esta población [3]. Con el fin de mejorar la atención médica, sobre todo en países en desarrollo, los conceptos modernos de multimorbilidad deberían incluir componentes médicos y sociales para poder atender todo el espectro de factores que conllevan a la complejidad [17]. No obstante, se ha descrito que la operacionalización de factores sociales es difícil [25]. Las enfermedades han sido incluidas en todas las definiciones de multimorbilidad, sin embargo, no siempre logran explicar la experiencia del paciente en cuanto a síntomas y necesidades. Asimismo, las necesidades de los pacientes y la experimentación de síntomas no necesariamente indica que existan enfermedades subyacentes. Si el concepto solo engloba enfermedades, podría no reflejar las perspectivas de los pacientes. Los síntomas constituyen un factor importante para predecir mortalidad en línea con las enfermedades [25]. Además, en países en desarrollo, la operacionalización de multimorbilidad requeriría de la inclusión de síntomas y otros problemas asociados a la salud además de enfermedades concretas para potencialmente evitar un sesgo por infrarreporte de enfermedades, ya que se ha descrito como un problema asociado a acceso limitado a servicios de prevención primaria [26]. Los factores de riesgo solo contribuyen a la definición de multimorbilidad cuando ocurren en combinación con otras condiciones crónicas [15]. El incluir condiciones agudas podría no ser deseable pues inflan las tasas de multimorbilidad de manera indeseable [27]. Se ha descrito también que más que las condiciones crónicas por si mismas, las limitaciones funcionales y síndromes geriátricos en conjunto son más importantes para predecir pobre autopercepción de salud y mortalidad en adultos mayores [28]. 21 Los índices de multimorbilidad podrían ser mejores que solo contar condiciones individuales para detectar ciertas circunstancias importantes para el paciente, como el distrés psicológico. Sin embargo, la mayoría de los índices de morbilidad miden comorbilidad y no multimorbilidad, además de que han sido validados en escenarios fuera de la comunidad y ofrecen un punto de vista simplístico. La falta de un índice adecuado de multimorbilidad podría ser porque factores sociales, psicológicos y emocionales no han sido considerados [29]. Es así como, en el marco del concepto de paciente complejo (y específicamente en el contexto de los países de bajo y mediano ingreso), una definición adecuada de multimorbilidad para adultos mayores mexicanos de la comunidad probablemente incluiría síntomas crónicos además de enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles, síndromes geriátricos, deterioro cognitivo y limitación funcional. 22 Capítulo 3. Metodología 3.1 Diseño y población del estudio Es un estudio observacional, transversal y descriptivo realizado con el objetivo de identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud (enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, síndromes geriátricos y limitación funcional) más asociadas a una pobre autopercepción de salud en adultos mayores mexicanos de la comunidad, además de conocer la prevalencia y distribución de estas condiciones de salud en relación a factores sociodemográficos. Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación y el Comité de Investigación de la Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y se le asignaron los folios P000174-Multimorbilidad-MX-CEIC-CR002 y P000174- Multimorbilidad-MX-CI-CR002. La información para este estudio fue obtenida a partir del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México (ENASEM) [30]. El ENASEM es un estudio longitudinal y nacionalmente representativo de áreas urbanas y rurales que contiene información de adultos de 50 años y más residentes de México, así como de sus esposas o parejas. El ENASEM fue diseñado para examinar el proceso de envejecimiento y evaluar el impacto de este sobre salud, funcionalidad y mortalidad desde una perspectiva socioeconómica amplia. En el 2001 se realizó la encuesta basal, y las encuestas de seguimiento se realizaron en 2003, 2012, 2015 y 2018. En el 2001 hubo representación de adultos nacidos en 1951 o antes, y en 2012 se agregó una nueva muestra de adultos nacidos entre 1952 y 1962. 23 El ENASEM permite examinar el proceso de envejecimiento en poblaciones que han sobrevivido enfermedades infecciosas durante la infancia, con gran disparidad socioeconómica y poco soporte institucional durante su ciclo de vida. Además, con las diferentes rondas que se han llevado a cabo, el ENASEM se ha establecido como una herramienta importante para el análisis longitudinal de la salud de los adultos mayores desde la perspectiva de curso de vida. Aún y cuando la información es obtenida a través del autorreporte, la ronda 2012 seleccionó por primera vez una submuestra en la que se recolectaron medidas antropométricas, cifras tensionales, pruebas de desempeño físico y biomarcadores séricos, permitiendo la comparación entre información autorreportada y mediciones objetivas. Además, permite la realización de comparaciones con estudios similares en otros países, tal como el Health and Retirement Study en los Estados Unidos de América y ha mostrado validez externa en cuanto a condiciones crónicas de salud al compararlo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012 [31]. Esta ronda además mostró consistencia con las dos rondas previas en cuanto a los resultados de los principales indicadores de salud, prevalencia de la discapacidad física, factores de riesgo y comportamientos relevantes para la salud [31]. Por las características descritas, se eligió a esta ronda para el presente estudio, ya que además permitirá estudios subsecuentes con esta población utilizando la submuestra de esta misma ronda, así como las rondas de 2015 y 2018. Para la obtención de los datos de los participantes de este estudio se ingresó al portal http://www.enasem.org/index_Esp.aspx para descargar la base de datos de la ronda 2012 del ENASEM que fue respondida directamente por los participantes. En esta ronda se realizaron un total de 14,448 entrevistas directas. 9,160 (63.40%) de los participantes tenían http://www.enasem.org/index_Esp.aspx 24 edad de 60 años o más, de los cuales el 99.97% (9,157) respondieron a la pregunta “¿Diría usted que su salud es…?” con las respuestas “excelente, muy buena, buena, regular o mala”. Por lo tanto, 5,271 participantes que tenían menos de 60 años y 17 que no reportaron edad fueron excluidos y se añadieron tres más que no respondieron a la pregunta referente a autopercepción de salud con alguna de las opciones mencionadas anteriormente. 3.2 Variables Se eligió al reporte de autopercepción de salud como la variable dependiente del estudio. Las respuestas se dicotomizaron en dos grupos: “pobre” y “no pobre”; la categoría “no pobre” incluyó las respuestas excelente, muy buena, buena, y regular, mientras que la categoría “pobre” fue representada por la respuesta del mismo nombre. Se incluyeron también covariables sociodemográficas: edad, sexo, años de escolaridad, estado civil y región. La edad se utilizó como variable continua y también como categorías (60-69, 70-79, 80 y más). Años de escolaridad se utilizó también como variable continua y como categorías (0 años, 1-6 años, 7 años o más). Estado civil se categorizó en tres grupos (soltero/divorciado, casado/unión libre, viudo). Región se categorizó en urbana y rural, con un punto de corte de menosde 100 mil habitantes para rural. El resto de covariables utilizadas fueron etiquetadas como condiciones crónicas de salud y se dividieron en siete dominios: enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades crónicas transmisibles, síndromes geriátricos, síntomas crónicos, deterioro cognitivo, limitación funcional, y sanos. 25 3.2.1 Enfermedades crónicas no transmisibles Se les preguntó a los participantes “¿Alguna vez le ha dicho un doctor o personal médico que usted tiene (hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedad pulmonar, ataque al corazón, enfermedad vascular cerebral, artritis/reumatismo)? La respuesta se dicotomizó en sí/no. Además, para crear la variable obesidad se utilizó el índice de masa corporal (IMC) calculado dividiendo el peso autorreportado (kilogramos) entre la la talla autorreportada (metros) al cuadrado [31], considerando un IMC igual o mayor a 30 como obesidad. 3.2.2 Enfermedades crónicas transmisibles Se les preguntó a los participantes “En los últimos dos años, ¿le ha dicho un doctor o personal médico que usted tenía (infección hepática, tuberculosis)?” La respuesta se dicotomizó en sí/no. 3.2.3 Síndromes geriátricos Son condiciones crónicas de salud que no pertenecen a categorías específicas de enfermedad, son complejas por su origen multifactorial y han mostrado tener un impacto substancial sobre la calidad de vida y el estado de salud específicamente del adulto mayor [32]. Se incluyeron caídas (autorreportada como una o más en los últimos 2 años), deterioro visual (visión autorreportada como regular, mala o legalmente ciego), deterioro auditivo (audición con uso de auxiliar auditivo autorreportada como regular, mala o legalmente sordo), dolor (autorreportada como sufrir de dolor físico a menudo), síntomas depresivos (puntaje igual o mayor a 5 en el cuestionario de tamiz para depresión de ENASEM [33]), incontinencia urinaria (autorreportada como pérdida involuntaria de orina en contexto de esfuerzo o urgencia de manera frecuente en los últimos 2 años), dificultad en mantener 26 equilibrio/balance (autorreportada como dificultad frecuente para mantener equilibrio/balance) e hiporexia/disfagia (autorreportada como menor ingesta oral por falta de apetito, problemas digestivos, dificultades para masticar o tragar en los últimos dos años). Las respuestas se dicotomizaron como sí/no. 3.2.4 Síntomas crónicos Se les preguntó a los participantes “Durante los últimos 2 años, ¿ha tenido alguno de los siguientes problemas o molestias frecuentemente? Las respuestas posibles fueron hinchazón frecuente en los pies o en los tobillos (edema de extremidades inferiores), dificultad en respirar, jadeo o tos, o producción de flema (disnea), mareos/desmayos, sed intensa, fatiga severa o agotamiento severo, dolor de estómago/indigestión/diarrea. Las respuestas se dicotomizaron como sí/no. 3.2.5 Limitación funcional Fue dicotomizada como sí/no. La categoría “sí” se conformó por aquellos participantes que reportaron necesidad de ayuda en una o más actividades básicas de la vida diaria (caminar, bañarse, comer, ir a la cama, usar el excusado) o 2 o más actividades instrumentales de la vida diaria (preparar una comida caliente, hacer compras de víveres/mandado, tomar sus medicamentos (si toma alguno o tuviera que tomar alguno), manejar dinero) [34]. 3.2.6 Deterioro cognitivo Se evaluó en ENASEM por medio del Examen Cognoscitivo Transcultural el cual está validado como tamizaje para evaluación epidemiológica y transcultural del funcionamiento cognitivo en individuos. Puede evaluar los dominios de aprendizaje verbal, memoria verbal, habilidades visuoconstructivas, memoria visual, atención, orientación, 27 fluencia verbal, y numeración. Se definió a los sujetos con deterioro cognitivo como aquellos que tuvieron un desempeño de 1.5 desviaciones estándar o menos por debajo de lo esperado para su edad o años de escolaridad completados con base en tablas de referencia previamente publicadas para la población de ENASEM [35]. Se dicotomizó como sí/no. 3.2.7 Sanos Para el presente estudio, se definió a los sujetos sanos como aquellos que no presentaron alguna de las condiciones crónicas de salud previamente descritas y la variable se dicotomizó como sí/no. 3.3 Análisis estadístico Los datos descriptivos se reportaron como medias y desviaciones estándar para las variables continuas y porcentajes para variables categóricas, utilizando además la prueba t para muestras independientes o la ji cuadrada de Pearson de acuerdo con el tipo de variable para comparar los grupos que reportaron pobre autopercepción de salud contra los que la reportaron en mejor estado. Para identificar las combinaciones de condiciones crónicas de salud asociadas a pobre autopercepción de salud, se utilizó el análisis por árbol de clasificación y regresión o CART (por sus siglas en inglés). Esta estrategia analítica forma parte del conjunto de métodos conocido como árboles de decisión, los cuales fueron desarrollados inicialmente como una herramienta para clasificar o segmentar audiencias diana para el mercadeo de productos. No obstante, en los últimos años se ha incrementado su uso en investigaciones en salud para identificar subgrupos significativos y mutuamente excluyentes de la 28 población cuyos miembros comparten características que faciliten u obstaculicen el comportamiento de salud de interés [36]. CART es un método no paramétrico que examina todas las variables independientes que podrían fungir como divisores (incluyendo variables categóricas con valores numéricos) y selecciona la que resulte en grupos binarios que tengan la mayor diferencia con respecto a la variable dependiente y de acuerdo con criterios establecidos para la división. Es así como el nodo parental se divide en dos nodos filiales de acuerdo con la variable independiente seleccionada por el método. La división óptima es aquella con la mayor reducción en un índice de impureza, el cual mide la extensión de un error de clasificación en cada nodo, siendo el más utilizado el índice Gini. El procedimiento de crecimiento del árbol continúa evaluando el resto de las variables independientes para determinar qué variable resulta en una mejor división y así se siguen formando nodos filiales binarios de cada nodo superior. El procedimiento finaliza hasta que se alcance la regla establecida para detener el crecimiento y, en el punto donde ya no se realizaron divisiones, se crea un nodo terminal. Los nodos terminales son subgrupos mutuamente excluyentes y exhaustivos de la población estudiada. El producto del análisis con CART es una estructura multinivel que se asemeja a las ramas de un árbol [36]. Existen otros métodos además de CART dentro del análisis con árboles de decisión, sin embargo, se ha considerado que CART es el mejor de los métodos comúnmente utilizados para seleccionar la variable independiente con mayor diferencia con respecto a la variable dependiente y ya ha sido utilizado en un estudio similar a este [28]. En este estudio se utilizaron los siguientes criterios para detener el crecimiento del árbol: una profundidad máxima de cinco divisiones con un tamaño de nodo mínimo de 50 29 sujetos, requiriendo que se incrementara el parámetro de complejidad por un mínimo de 0.001 (valores mayores producen árboles más pequeños), y utilizando el índice de impureza de Gini para determinar las divisiones nodales. Es así como el método CART continúa eligiendo la mejor variable para dividir los subgrupos y la cadena de nodos filiales resultantes conformaría una combinación de variables exhaustiva. Para construir el modelo, se utilizó el reporte de pobre autopercepción de salud como variable dependiente y se incluyeron todas las variables sociodemográficas y condiciones crónicas de salud antes descritas con el fin de evaluarsu capacidad discriminatoria respecto a los demás predictores en relación con la variable dependiente. Se dividió aleatoriamente a la población del estudio en un grupo de entrenamiento (70%) y otro de validación (30%) y se obtuvieron los mismos resultados en los árboles de ambos grupos en las tres ocasiones que se realizó este proceso para las combinaciones de condiciones más asociadas a la variable dependiente, no así para algunas combinaciones que resultaron menos relevantes por menor frecuencia. Posteriormente, se utilizó validación cruzada diez veces sobre toda población del estudio y se obtuvo el árbol final. No se utilizó el método de pruning como criterio para detener el crecimiento pues resultó en un árbol con menos de cinco divisiones. Se utilizó la versión 21.0 del Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) para todos los análisis descritos. 30 Capítulo 4. Resultados La tabla 1 presenta las características sociodemográficas de toda la población del estudio, así como la comparación de estas características entre ambas categorías de autopercepción de salud. El 15.6% de los participantes reportó pobre autopercepción de salud; estos fueron mayores y con menor escolaridad (media de edad 71.2±7.8 y media de años de escolaridad 3.2±3.4) que los que no la reportaron pobre (69.5±7.5 y 5.1±4.6 respectivamente). También, aquellos con pobre autopercepción de salud fueron con mayor frecuencia mujeres, vivían en región urbana y no tenían pareja. Tabla 1 Autopercepción de salud y características sociodemográficas Total N Autopercepción de salud no pobre N (% de fila) Autopercepción de salud pobre N (% de fila) 9,157 7,733 (84.4) 1,424 (15.6) Edad** Media (DE)a 69.8 (7.5) 69.5 (7.5) 71.2 (7.8) Años de escolaridad** Media (DE)a 4.8 (4.5) 5.1 (4.6) 3.2 (3.4) N (% de columna) N (% de fila) N (% de fila) Sexo*** Hombre 4,164 (45.5) 3,609 (86.7) 555 (13.3) Mujer 4,993 (54.5) 4,124 (82.6) 869 (17.4) Categorías de edad*** 60-69 5,133 (56.1) 4,441 (86.5) 692 (13.5) 70-79 2,901 (31.7) 2,397 (82.6) 504 (17.4) 80+ 1,123 (12.3) 895 (79.7) 228 (20.3) Regiónb*** Urbana 3,786 (41.3) 3,115 (82.3) 671 (17.7) Rural 5,371 (58.7) 4,618 (86.0) 753 (14.0) Estado civil** Soltero/divorciado 1,012 (11.1) 844 (83.4) 168 (16.6) Casado/unión libre 5,943 (64.9) 5,075 (85.4) 868 (14.6) Viudo 2,202 (24.0) 1,814 (82.4) 388 (17.6) Años de escolaridadc*** 0 años 1,936 (21.1) 1,480 (76.4) 456 (23.6) 1-6 años 4,949 (54.0) 4,146 (83.8) 803 (16.2) 7 años o más 2,136 (23.3) 1,988 (93.1) 148 (6.9) * p < 0.05 ** p < 0.01 *** p < 0.001 Nota: los valores p indican los resultados con respecto a la presencia o no de pobre autopercepción de salud de la prueba t d e student con bootstraping para las variables continuas y prueba ji cuadrada para variables categóricas. Se utilizó bootstraping por incumplimiento de requisitos tanto para usar la prueba sin este método como para la U de Mann-Whitney. a Desviación estándar (DE) bRegiones rurales tienen < 100,000 habitantes c136 participantes no respondieron acerca de su escolaridad. 31 La tabla 2 muestra las frecuencias de todas las condiciones crónicas de salud y de sujetos sanos en la población del estudio, así como la comparación de estas frecuencias Tabla 2 Autopercepción de salud y condiciones crónicas de salud Total N (% de columna) Autopercepción de salud no pobre N (% de fila) Autopercepción de salud pobre N (% de fila) 9,157 (100.0) 7,733 (84.4) 1,424 (15.6) Enfermedades crónicas no transmisibles** Hipertensión 4,470 (48.8) 3,538 (79.1) 932 (20.9) Diabetes 2,275 (24.8) 1696 (74.5) 579 (25.5) Cáncer 216 (2.4) 162 (75.0) 54 (25.0) Enfermedad pulmonar 576 (6.3) 414 (71.9) 162 (28.1) Ataque al corazón 393 (4.3) 275 (70.0) 118 (30.0) Enfermedad vascular cerebral 220 (2.4) 143 (65.0) 77 (35.0) Artritis/reumatismo 1,500 (16.4) 1090 (72.7) 410 (27.3) Obesidad 1,892 (20.7) 1567 (82.8) 325 (17.2) Enfermedades crónicas transmisibles Infección hepática** 166 (1.8) 110 (66.3) 56 (33.7) Tuberculosis 28 (0.3) 22 (78.6) 6 (21.4) Síndromes geriátricos Caídas** 3,927 (42.9) 3105 (79.1) 822 (20.9) Deterioro visual** 4,083 (44.6) 3,186 (78.0) 897 (22.0) Deterioro auditivo 133 (1.5) 114 (85.7) 19 (14.3) Dolor crónico** 3,611 (39.4) 2,620 (72.6) 991 (27.4) Dificultad en mantener equilibrio/balance** 723 (7.9) 420 (58.1) 303 (41.9) Hiporexia/disfagia** 565 (6.2) 352 (62.3) 213 (37.7) Síntomas depresivos** 4,095 (44.7) 3,086 (75.4) 1,009 (24.6) Incontinencia urinaria** 2,023 (22.1) 1,507 (74.5) 516 (25.5) Síntomas crónicos** Edema de extremidades inferiores frecuente 2,483 (27.1) 1,799 (72.5) 684 (27.5) Disnea frecuente 1,726 (18.8) 1,234 (71.5) 492 (28.5) Mareos/desmayos frecuentes 2,072 (22.6) 1,447 (69.8) 625 (30.2) Sed intensa frecuente 1,084 (11.8) 776 (71.6) 308 (28.4) Fatiga severa frecuente 2,098 (22.9) 1,378 (65.7) 720 (34.3) Dolor de estómago frecuente 2,019 (22.0) 1,506 (74.6) 513 (25.4) Deterioro cognitivo* 996 (10.9) 817 (82.0) 179 (18.0) Limitación funcional** 1,746 (19.1) 1,117 (64.0) 629 (36.0) Sanos** 439 (4.8) 436 (99.3) 3 (0.7) * p < 0.05 ** p < 0.001 Nota: los valores p indican los resultados de la prueba ji cuadrada para variables categóricas con respecto a la presencia o no de pobre autopercepción de salud. 32 entre ambas categorías de autopercepción de salud. Las condiciones crónicas de salud más prevalentes en la población total fueron hipertensión (48.8%), síntomas depresivos (44.7%), deterioro visual (44.6%), caídas (42.9%), dolor crónico (39.4%) y edema de extremidades inferiores frecuente (27.1%). El 4.8% de los participantes no reportaron alguna de las condiciones crónicas de salud evaluadas. Las frecuencias más altas de pobre autopercepción de salud se observaron en aquellos que reportaron padecer dificultad en mantener equilibrio/balance (41.9%), hiporexia/disfagia (37.7%), limitación funcional (36.0%), enfermedad vascular cerebral (35.0%), fatiga severa frecuente (34.3%) e infección hepática (33.7%). Sólo tres sujetos (0.7%) de la categoría sanos reportaron pobre autopercepción de salud. La figura 1 muestra el árbol obtenido mediante el análisis CART utilizando el reporte de pobre autopercepción de salud como variable dependiente. Siguiendo la numeración de nodos, la combinación de fatiga severa, limitación funcional e hiporexia/disfagia (nodos 0, 2, 6, 14) fue la asociada al más alto porcentaje de reporte de pobre autopercepción de salud (63.5%), seguida por la combinación (nodos 0, 2, 6, 13, 26, 48) de fatiga severa, limitación funcional, dificultad en mantener equilibrio/balance e hipertensión (63.2%). La tercera combinación más asociada (55.5%) fue fatiga severa, dolor crónico, mareos/desmayos frecuentes y diabetes (nodos 0, 2, 5, 12, 24, 44). La cuarta combinación (nodos 0, 2, 6, 13, 25, 46) más asociada fue fatiga severa, limitación funcional y diabetes (53.6%). En contraparte, el menor porcentaje de reporte de pobre autopercepción de salud (2.7%) fue observado en aquellos que no reportaron fatiga severa, limitación funcional, dolor crónico, síntomas depresivos y mareo/desmayos frecuentes (nodos 0, 1, 3, 7, 15, 27). 33 Figura 1 Análisis con árbol de clasificación y regresión para pobre autopercepción de salud. Nota: se muestran sólo los resultados de las combinaciones de condiciones crónicas de salud (nodos terminales) que están más asociadas a pobre autopercepción de salud, así como la combinación que termina en el nodo 27, la cual tiene la menor asociación. n=99 63.5% n=67 63.2% n=23 43.4% n=81 53.6% n=106 37.3% n=76 55.5% n=100 34.6% n=41 33.9% n=50 18.1% n=78 2.7% 34 Capítulo 5. Análisis y discusión de resultados Los resultados del presente estudiocontribuyen a crear mayor evidencia a favor de la relevancia que condiciones de salud distintas a las enfermedades tradicionales pueden tener en la percepción de los adultos mayores acerca de su estado de salud global. Controlando los factores sociodemográficos descritos al ser incluidos en el modelo CART, las variables que el análisis determinó como las más importantes para realizar las divisiones del árbol fueron fatiga severa crónica, limitaciones funcionales y otros síntomas crónicos y síndromes geriátricos por encima de los diagnósticos específicos como las enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles. Aún y cuando la diabetes y la hipertensión alcanzaron a ser incluidas en algunas de estas combinaciones como la última variable de la combinación, este aspecto podría indicar que los complejos sindromáticos que desarrollan las personas con enfermedades diagnosticadas obedecen a descontrol de la patología subyacente, o a patologías no diagnosticadas aún. No obstante, los hallazgos van en línea con el concepto de paciente complejo [17] así como con los resultados del estudio de Koroukian y sus colaboradores [28], pues los síntomas crónicos, síndromes geriátricos y limitaciones funcionales fueron relevantes en cuanto al reporte de una pobre autopercepción de salud; además y como se describió anteriormente, la ausencia de estos factores en combinación se vio en mayor frecuencia en aquellos que no reportaron una pobre autopercepción de salud. Es así como los síntomas crónicos, limitaciones funcionales y síndromes geriátricos, capturando de mejor manera la percepción del individuo, deberían recibir por lo menos la misma atención que las enfermedades por el personal de salud durante la evaluación rutinaria y en estudios epidemiológicos en población mexicana que vive en la comunidad. 35 Asimismo, nuestro estudio apoya las definiciones propuestas por la EGPRN y NICE [15,16] que buscan ampliar el enfoque de multimorbilidad más allá del conteo de enfermedades individuales. La autopercepción de salud, que ha mostrado también ser un buen indicador de satisfacción con la vida [7], se ve afectada en nuestro estudio por la presencia de síntomas y limitaciones funcionales, estando así también en relación con la noción de que las enfermedades por si mismas no logran explicar la experiencia del paciente en cuanto a síntomas y necesidades [25] y sería importante evaluar otros desenlaces como mortalidad en este sentido. Existe una alta prevalencia de condiciones crónicas de salud distintas a enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles en la población estudiada, muchas de ellas con mayor prevalencia que las mismas enfermedades. Este hallazgo podría obedecer a la noción de que en los países en desarrollo el acceso limitado a atención primaria oportuna y de calidad limita el diagnóstico de enfermedades, y podría fortalecer la sospecha de que en estudios epidemiológicos en estos contextos podríamos hacer uso de estos indicadores como sucedáneos de un estado patológico. Estudios de laboratorio podrían confirmar esta sospecha como ya se comentó previamente [26], y de ser así, podrían impactar en la manera en la que se desarrollen pautas de atención a las personas en la comunidad, con un mayor enfoque en la identificación de estas distintas condiciones crónicas. Particularmente en cuanto a los síntomas crónicos, recientemente se publicó que en adultos mayores de la comunidad en Estados Unidos existe una alta carga sintomática caracterizada más frecuentemente por la concurrencia de dolor y fatiga; asociándose un mayor número de síntomas reportados con desenlaces adversos como limitación funcional y caídas [37]. En nuestro estudio, la fatiga severa frecuente fue la principal variable divisora 36 en el análisis CART, y el dolor crónico se vio implicado como variable relevante también. En este rubro, la fatiga ha sido estudiada poco en el contexto de la comunidad; no obstante, en un estudio prospectivo en Escocia niveles altos de fatiga se asociaron a mortalidad por cualquier causa de manera independiente [38] y en otro estudio en Suecia, un reporte de pobre autopercepción de salud se asoció fuertemente con fatiga [39] tal como lo vemos en nuestro estudio. Asimismo, se han descrito previamente niveles elevados de interleucina 6 y proteína C reactiva en aquellas personas que reportan pobre autopercepción de salud, y se teoriza que la manifestación de esta alteración biológica podría ser la fatiga [39], la cual también ha sido descrita como el primer síntoma de fragilidad que se manifiesta en el adulto mayor en la guía del International Conference of Frailty and Sarcopenia Research para la identificación y atención de la fragilidad física [40]. Definitivamente el estudio de estas condiciones crónicas es un área que requiere mayor abordaje en la investigación en poblaciones que viven en la comunidad. En línea con lo reportado previamente [7], existe una importante proporción de adultos mayores en México que reporta una pobre autopercepción de salud y en general suelen ser personas ser del sexo femenino y con baja escolaridad. No obstante, y como se mencionó anteriormente, al incluir las variables sociodemográficas en el modelo de análisis por CART ninguna resultó ser una variable divisora más significativa que las propias condiciones crónicas de salud. En línea con esto, aquellos individuos que no reportaron alguna de las 26 condiciones crónicas evaluadas, tuvieron un mínimo reporte de pobre autopercepción de salud. Nuestro estudio tiene la fortaleza de ser el primero con datos de adultos mayores mexicanos que viven en la comunidad que busca la identificación de combinaciones de 37 condiciones crónicas de salud asociadas a pobre autopercepción de salud y que además utiliza el método CART para realizar el análisis. La ventaja de este método radica en que no se centra en variables por separado como lo hacen los modelos de regresión tradicionales y así nos permite evaluar las combinaciones relevantes que pueden surgir de un gran número de variables predictoras, el cual fue el objetivo principal de este estudio. En cuanto a las limitantes, los datos fueron obtenidos mediante el autorreporte, por lo que no tenemos la certeza de que sea información real. No obstante, se ha descrito previamente buena concordancia entre al autorreporte de enfermedades y el expediente médico [41]. También, el estudio es de un diseño transversal y por lo tanto no nos permite evaluar las trayectorias de estas combinaciones de condiciones crónicas de salud en el tiempo junto con otros desenlaces como un empeoramiento de la autopercepción de salud y mortalidad. Sin embargo, los hallazgos del estudio sirven como generadores de hipótesis ante la escasez de información similar al respecto en países en desarrollo como el nuestro y es así como se podría establecer una línea de investigación para poder fortalecer los hallazgos de este. 38 Capítulo 6. Conclusión El reporte de autopercepción de salud pobre en los adultos mayores mexicanos estudiados sucedió con una frecuencia considerable, lo que teóricamente los coloca en mayor riesgo de desenlaces adversos. Parece ser que esta percepción negativa del estado de salud propio está mayormente condicionada por la existencia de combinaciones de condiciones crónicas de salud distintas a las enfermedades propiamente en un mismo individuo, más que por la existencia de estas enfermedades. Por este motivo, el estudio de la multimorbilidad en países como el nuestro podría beneficiarse de una expansión del concepto hacia los terrenos de la complejidad, incluyendo en su evaluación condiciones que no pertenecen a categorías discretas de enfermedad, tal como los síntomas crónicos, los síndromes geriátricos, el deterioro cognitivo y las limitaciones funcionales. Estudios subsecuentesdeberán considerar a estas condiciones crónicas para estudiar sus comportamientos en el tiempo con relación a mortalidad, desarrollo de fragilidad y utilización de recursos de salud con el fin de que tanto los clínicos como los gestores de políticas en salud podamos comprender de mejor manera el envejecimiento de las personas que viven con múltiples condiciones crónicas de salud y sus necesidades. 39 Referencias 1. Garin N, Koyanagi A, Chatterji S, Tyrovolas S, Olaya B, Leonardi M, et al. Global multimorbidity patterns: a cross-sectional, population-based, multi-country study. 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Rotación en Clínica de Cáncer en el Adulto Mayor/Oncogeriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de la Ciudad de México en septiembre 2019. mailto:rodrigo.cruzf@gmail.com 46 Rotación clínica/investigación en Division of Geriatrics at the University of Texas Medical Branch/Sealy Center on Aging en Galveston, TX, EUA de 1 de septiembre a 30 de noviembre 2018. LICENCIATURA Médico Cirujano Partero 2008-2014 Universidad de Monterrey (UDEM) Reconocimientos: Magna Cum Laude Graduado de Programa de Honores en Liderazgo - 6ª generación PARTICIPACIONES EN CONGRESOS 15th Congress of the European Geriatric Medicine Society Cracovia, Polonia – septiembre 2019 Cartel – Expanding the scope of multimorbidity in low- and middle-income countries: prevalence of chronic health conditions in community-dwelling older adults in Mexico. VIII Congreso científico internacional del Colegio Nacional de Medicina Geriátrica Mérida, Yucatán - agosto 2019 Cartel – Prevalencia de síndromes geriátricos en adultos mayores mexicanos de la comunidad con multimorbilidad. The 22nd Annual Forum on Aging at University of Texas Medical Branch Galveston, TX, EUA - octubre 2018 Cartel – Defining multimorbidity among older adults in Mexico: a literature review. XL Congreso Nacional del Colegio de Medicina Interna de México 47 León, Gto. - noviembre 2017 Cartel – Trombocitopenia como presentación de sarcoidosis: reporte de caso. VI Congreso científico internacional del Colegio Nacional de Medicina Geriátrica Pto. Vallarta, Jal. - agosto 2017 Cartel – Prevalencia de fragilidad en el adulto mayor hospitalizado y su asociación con la presencia de enfermedades crónicas no degenerativas. ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES Presidente – Phi Delta Epsilon, Capítulo Epsilon Alpha 2012-2013 Capítulo de estudiantes de medicina de la Fraternidad Internacional de Medicina Phi Delta Epsilon, una organización que promueve el liderazgo, filantropía y educación a través de las acciones de sus miembros. Tesorero – Phi Delta Epsilon, Capítulo Epsilon Alpha 2010-2011
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