Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ADVERTENCIA Esta obra posee CONTENIDO HOMOERÓTICO, es decir tiene escenas sexuales explícitas de M/M y por ello es solo apto para mayores de 18 años. Como grupo de traducciones, hacemos este trabajo sin ánimo de lucro y como un hobby. Un trabajo que consiste en traducir un libro del inglés al español, corregirlo y editarlo; todo ello lo mejor que podemos. Para que podamos seguir beneficiándonos de la buena lectura y para poder mantenerlo de forma segura y privada queda total mente prohibido compartir ni hacer publicidad de nuestros libros fuera de esta web. Queda terminantemente prohibido modificar los archivos de los proyectos del grupo. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 01: El Lobo De Remy Libro 02: El Lobo De Rafe Libro 03: El Lobo De Theo Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 4 Kelex Resumen Theo es un Cambiaformas pantera, atrapado entre dos mundos. Criado dentro de un Orgullo1 de leones, es un paria, lo que sólo amenaza con empeorar cuando se da cuenta de que también es el compañero de un lobo. ¿Su familia todavía lo amará cuando se enteren de que está destinado a estar con algo tan vil como un perro? Mitch no está interesado en el apareamiento. El destino no va a forzar su mano y no se inclinará ante nada ni nadie. Eso es hasta que un misterioso lobo ataca al compañero de Mitch y casi lo mata. Pronto, Mitch se da cuenta de lo mucho que ya se preocupa por su pantera y no va a dejar que ninguno de los dos lados los separe. Todo lo que Mitch tiene que hacer es cazar a un asesino y ganarse a un orgullo lleno de leones enojados. Bastante fácil, ¿verdad? ADVERTENCIA: M / M, ANAL, BONDAGE, SEDUCCIÓN FORZADA, SUSPENSIÓN, VIGILANCIA, DISCIPLINA, SPANKING, JUGUETES DEL SEXO, TORTURA, Y HUMILIACION 1 Nota del traductor: Pride en ingles, en español no existen nombres específicos para la mayoría de agrupaciones de animales, en ingles pride u orgullo es una familia o manada de felinos, en este caso leones. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 5 Kelex Dedicatoria: A Aris – a ti bestia atractiva, a ti. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 6 Kelex Capítulo Uno Hace tres años… Theo Leonhardt miró fijamente a los muchos rostros que lo miraban, la boca cada vez más seca cuando las náuseas se alzaron en su estómago. El sudor recorrió su frente cuando fue consciente de lo que estaba sucediendo. Las lágrimas le mordieron los lacrimales al sentir el aguijón de la traición, pero se negó a arrojar una sola y dejar que los que rodeaban la hoguera lo vieran como más débil de lo que ya suponían. —Bueno, Theodore, ¿aceptas el reto? —preguntó Titus el tío de Theo en una voz profunda, enérgica. Theo odiaba a su tío, siempre lo había hecho. Y el sentimiento era mutuo. Nunca había recibido una palabra amable de su tío en cualquier sentido mientras crecía. Siempre había tratado a Theo como algo que Titus había pisado, y Theo siempre se había sentido bajo sus pies. Titus sonrió satisfecho mientras esperaba la respuesta de Theo. Theo nunca había sido lo suficientemente fuerte, lo bastante masculino, para que su tío le mostrara respeto. Y no ayudó que Theo siguiera los pasos de su madre y fuera una pantera, no un león como su poderoso padre. Como su único hijo, había sido una gran decepción para muchos en su territorio. Por la ley del Orgullo, Theo era ahora el nuevo alfa dado que su padre había muerto y también por la ley del orgullo, cualquier Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 7 Kelex miembro de la familia podría desafiar a Theo por ese puesto. Eventualmente Theo lo esperaba. Ninguno de ellos quería ser liderado por una pantera. Pero lo que Theo no había esperado era que el desafío llegara antes de que el cuerpo de su padre se enfriase. Y el retador sólo empeoró la situación. Theo trató de inhalar aire en los pulmones, pero sentía tanto dolor que incluso esa acción le dolió. El primo de Theo, Aris, estaba en el centro del orgullo, con los puños en las caderas mientras miraba a Theo. Los hermanos de Aris, Avery y Alec estaban sentados detrás de él. Los tres habían sido más como hermanos de Theo, que primos. ¿Por qué le desafiaría Aris cuando el padre de Theo había muerto hace menos de un día? ¿Dónde estaba el respeto? Enojado, Theo buscó en los ojos de su primo, tratando de determinar por qué Aris no había esperado hasta que las cenizas del padre de Theo fueran lanzadas a los vientos y el período de duelo hubiese terminado. ¿Theo significaba tan poco para Aris? El hecho era que Theo no quería dirigir. No era un alfa como su padre. Aris sabía esto, al igual que muchos dentro del orgullo. La comunidad ahora miraba fijamente, esperando ver si Theo lucharía por su papel o si saldría corriendo. Las panteras eran criaturas solitarias que no tenían manadas, pero Theo había llegado a apreciar la familia y las conexiones que tenía dentro de su familia. Su cuerpo se estremeció mientras miraba a su primo. Aris era un alfa en todos los sentidos de la palabra. El padre de Theo a Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 8 Kelex menudo los había comparado para disgusto de Theo. Aunque Theo sabía que su padre lo amaba, también sabía que había una sensación de pesar en su padre por no tener un duro león como hijo. Comparar las panteras con los leones era como comparar las manzanas con las naranjas, simplemente no funcionaba. Las panteras no eran tan fuertes como los leones, y no era culpa de Theo que no siempre podía estar a la altura de la ocasión. Había hecho todo lo posible por hacer que su padre estuviera orgulloso, pero sabía que había sido demasiado poco. Theo sabía que Aris sería un buen alfa. Aris era inteligente como un látigo, fuerte como un buey, y aparte de su falta de moderación en el día de hoy, por lo general tenía la cabeza más fría. Los dos habían hablado largamente con los años. Habían sido cercanos, e incluso habían discutido lo que haría Theo cuando su padre muriera. Theo había pensado en apartarse y dejar que su primo tuviera el papel para el que estaba hecho. Pero eso no significaba que Theo tuviera que ponérselo fácil a Aris ahora. Si Aris quería una pelea de desafío, obtendría una. Theo lo haría lo mejor que pudiera, sabiendo que nunca sería capaz de superar físicamente a su primo una vez que cambiaran. Tal vez algunos golpes ayudarían a liberar el dolor que sentía después de perder a su padre. El dolor físico siempre le ayudaba a sentirse entumecido por el dolor que había sentido toda su vida por no ser suficiente. —Acepto tu desafío. Los ojos de Aris brillaron, y su rostro cayó ligeramente antes Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 9 Kelex de que pareciera recuperarse y volviera a poner su expresión más feroz. —Luchamos, aquí y ahora, y terminamos con esto. Theo entrecerró los ojos y miró a su primo. ¿Por qué la prisa? —Correcto. Aris se acercó más y empujó a Theo hacia atrás, alejándose de la hoguera alrededor de la que el orgullo se había sentado para llorar al padre de Theo. —Mi padre iba a desafiarte, y no podía dejar que eso sucediera. Él te destruiría si pudiera —susurró Aris una vez que estaban fuera de alcance. —Quiere expulsaros a ti y a tu madre del orgullo. Sé que no quieres liderar y esta era la única manera que pude ver. Parte de la ira abandonó a Theo. Aris le había desafiado para protegerle de Titus. Titus no podía liderar. Habría acabado con el orgullo. —De acuerdo —dijo Aris antes de mirar por encima del hombro para ver al resto de los Cambiaformas acercarse a ver como se desarrollaba la escena. Aris devolvió su mirada a Theo. —Necesito que hagas una gran actuación. Intentaréno hacerte demasiado daño, pero tenemos que hacerlo convincente. Y una última cosa: pelea. No te preocupes por lastimarme. No le dejaré exiliaros a ti y a tu madre del orgullo. Eres mi familia y tu lugar está aquí con nosotros. El pecho de Theo se tensó ante la preocupación de Aris. Asintió, incapaz de conseguir que las palabras que quería Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 10 Kelex decirle escaparan de su garganta cerrada. Después de esta pelea, sería un beta en el orgullo, y estaba bien con eso. Pero no podían ser exiliados. Su madre era demasiado vieja para empezar de nuevo, sobre todo después de perder al amor de su vida. Una buena pelea les permitiría permanecer dentro de la comunidad y permitiría que su madre estuviera protegida. Theo podía sobrevivir fuera del orgullo: tenía un trabajo en la comunidad humana, una forma de ayudar a encubrir la existencia del orgullo. Como detective, ayudó a difuminar las líneas entre sus mundos y a mantener vigilados a aquellos que podrían amenazar la existencia del orgullo. Había tomado el trabajo para hacer que su padre estuviera orgulloso de él, pero pronto se dio cuenta de que amaba el trabajo policial. Sus reflejos y sentidos mejorados le habían convertido en uno de los destacados en la fuerza. Pero no había sido suficiente. Algunos en el orgullo lo vieron como otra forma en que Theo era diferente de ellos. Esas diferencias fueron lo que lo puso en la situación actual. Aris se quitó la ropa, dejándola caer en un charco antes de cambiar a su forma de león. Theo observó como Aris rondaba a su alrededor en un pequeño círculo. Theo captó una visión de su madre corriendo hacia él. Se detuvo a unos centímetros mientras él se quitaba las botas. —No hagas esto, Theo. Sólo corre —dijo en voz baja. —Es más poderoso que tú. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 11 Kelex Theo capturó la mirada de su madre. —Lo sé, pero tengo que hacer esto. —¡No! No, no lo haces. Podemos huir, cariño. Podemos ir muy lejos. No te veré morir esta noche, no después de haber perdido a tu padre. Theo sintió la atracción de algo desconocido, algo que siempre había sentido. Estaba atado a esta área. Algo lo retenía aquí como si su cola estuviera clavada en la tierra. No podía correr. El destino estaba a la vuelta de la esquina, y él lo sabía. Theo se sacó la camisa por la cabeza y la dejó caer sobre las botas antes de desabrocharse el cinturón. —Créeme. Estaré bien. Su madre lo abrazó con fuerza. Ella se apartó, con lágrimas en las pestañas mientras se alejaba. Rompió su corazón verla tan preocupada, pero ahora con el orgullo rodeándoles, no podía decirle que sabía que estaría bien. Después Theo dejó caer los pantalones vaqueros y los boxers y los echó a un lado, cambió a su forma de pantera y rondó en un gran círculo, mirando a Aris. Aris se acomodó en el otro lado, observándole de cerca. En lugar de esperar a que Aris saltara, lanzó el primer golpe, rozando sus garras a lo largo del lado de Aris. Aris rugió de dolor, el sonido vibró a través del cuerpo de Theo, antes de devolver el golpe y atrapar el lado de Theo. Aris se abalanzó y empujó a Theo al suelo, mordiéndole el hombro antes de arrojarlo a través del círculo. Theo se recuperó Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 12 Kelex rápidamente y se lanzó hacia Aris, arañando la espalda del león antes de que Aris lo lanzara de nuevo. La lucha siguió por lo que parecían horas. Los aplausos surgieron de diferentes grupos cuando cada uno lanzaba un buen golpe. Theo sabía que estaba herido, pero también sabía que eran cortes superficiales. Si Aris realmente hubiera querido herirlo, Theo estaría en un montón de dolor ahora. Theo cojeó levemente, haciéndolo parecer más agotado y cansado de lo que realmente estaba. El olor de la sangre llenó el aire, ambos hombres heridos, Aunque Theo llevara más marcas. Theo reunió toda su energía para saltar a través del círculo y fijar a su primo en el suelo. Tomó a Aris por la garganta y mordió cuidadosamente. Aris soltó un rugido y los arrojó a ambos al suelo, inmovilizando a Theo. Aris soltó un rugido masivo y mordió a Theo de la misma manera, el dolor insoportable pero no suficiente para estorbar a Theo. Theo soltó un grito penetrante y cayó cojo, el agotamiento arrebatando la fuerza de sus extremidades. Había tenido que soportar la muerte de su padre. Había tenido que defender a su madre. Había tenido que tratar de luchar por el orgullo. Y ahora esto. No tenía nada más. Ya no tenía fuego para pelear. Theo estaba tendido en el suelo, su primo lo soltó y permaneció cerca, planeando sobre él. Aris apretó su hocico contra Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 13 Kelex Theo y ronroneó suavemente durante una fracción de segundo antes de cambiar a su forma humana y levantarse para pararse sobre Theo. Theo cambió también, su cuerpo tierno mientras se movía. Miró a Aris y vio tanta sangre. Su primo estaba cubierto de heridas. Theo se miró y se dio cuenta de que también estaba recubierto. Titus corrió hacia el lado de Aris y levantó uno de los brazos de Aris en alto. —¡El nuevo líder del orgullo! Theo se sentó y observó cómo el orgullo formaba un anillo apretado alrededor de Aris y gritaba sus alabanzas. Nadie gritó ninguna alabanza a Theo, pero todos habían estado de luto por la pérdida de su rey. Theo colocó los codos sobre las rodillas y se pasó las manos por el pelo por un momento, cansado y listo para estar solo. Se levantó después de unos momentos y recogió su ropa. —Podría haberte lastimado más —dijo su madre detrás de él. Theo se metió en los vaqueros y los levantó antes de mirar a su madre. Vio el conocimiento en sus ojos cuando la miró de vuelta. —Podría haberlo hecho, pero no lo hizo. —Hiciste esto por mí, ¿verdad? Theo miró la tierra. —Lo hice por los dos. —Las panteras son criaturas solitarias. No necesitamos el orgullo. Theo la miró. —No quiero que empieces de nuevo. Los Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 14 Kelex necesitas. La tía Beea se acercó y rodeó a su madre con un brazo. —Y os necesitamos a ambos. No me imagino estar aquí sin ti a mi lado, amiga mía. Estás de luto, necesitas tiempo. Lo que acaba de hacer tu hijo fue admirable. —Me alegro cada día de que Aris se te parezca, tía Beea —dijo Theo mientras miraba por encima del hombro a su tío que sonrió con satisfacción a Theo. —Cómo lidias con ese hombre está más allá de mí. Beea sonrió. —Nuestra pareja es elegida para nosotros, y he hecho lo mejor que pude con la vida que me dieron. Me aseguré de que nuestros hijos fueran más fuertes de lo que su padre podría ser, pero si lo repites, te llamaré mentiroso. Theo asintió, con la mirada fija en su tío. —Necesito alejarme. No puedo quedarme aquí ahora mismo. —Se volvió para tirar de su camisa y se metió en las botas antes de salir del círculo. —¿Y qué vas a hacer con el débil, Theo? —Preguntó el tío de Theo a Aris en voz alta, antes de que Theo pudiera alejarse. —¿Quieres desterrarlo a él y a su madre? Las panteras no tienen cabida en este orgullo. Theo se volvió y gruñó ante su tío. Aris se interpuso entre los dos y miró fijamente a Theo. —Theo es mi sangre y luchó con fuerza. Él es el único hijo de Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 15 Kelex nuestro gran líder Arturo y merece nuestro respeto. Como líder del orgullo, le doy la bienvenida a él y a mi bella tía para que permanezcan en nuestro orgullo, dentro de la familia que tenemos aquí, para siempre. —¡Qué! No es león, ni su madre. No merecen estar aquí ahora que mi hermano se ha ido —gritó Titus. —Theo ya rompió las reglas del orgullo trabajando con los humanos. —Son nuestra familia —gritó Alec. Avery se acercó al lado de Alecy asintió, cruzando los brazos sobre el pecho y enfrentando a su padre. Aris rugió en voz alta, tranquilizando a todo el mundo. —¿Quieres desafiarme, padre? Los ojos de Titus se abrieron por un momento mientras miraba a su hijo. —¿Lo eliges por encima de mí? —Elijo hacer lo correcto —respondió Aris. Aris se volvió para mirar a Theo. —Es de la sangre de tu hermano. ¿No tienes suficiente amor en tu corazón por Arturo para respetar a Theo? Titus dirigió su mirada a Theo. —Si hubiera sido un león, podría haberlo respetado. No lo es. Es débil, y no respeto la debilidad. Aris gritó de nuevo, tranquilizando a su padre. —Él tiene mi respeto. Tiene el respeto de mis hermanos. Y eso es suficiente para mí. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 16 Kelex Titus gruñó a Aris, pero después de unos pocos momentos tensos, retrocedió. Theo sintió que su corazón latía a ritmo rápido en su pecho y supo que era hora de que saliera. Un poco de distancia le sentaría bien. —No te vayas, Theo —gritó Aris. —Tú y tu madre vendréis a mi cabaña, y vamos a compartir el pan. Titus dio un paso hacia la cabaña de Aris, pero Aris colocó una mano en el centro del pecho de su padre. —Solo. Alec y Avery se colocaron delante de Titus, creando una pared de músculo que Titus tendría que empujar para llegar a la cabaña. Theo apenas podía respirar ante la solidaridad que sus primos le demostraban. ¿Cómo podría haber dudado alguna vez de ellos? Se volvió hacia su primo, agradecido por la oferta. Aris había cementado el lugar de Theo y su madre en el Orgullo he ido contra Titus en el proceso. Después de asentir, Theo tomó la mano de su madre y siguió a Aris a la cabaña. Una vez dentro, Arrabella y Anastasia, las hermanas gemelas de Aris esperaban a ambos con cajas de primeros auxilios listas. Una funda de lona cubría el sofá, lista para actuar como punto de triage2. Arrabella se levantó con una sonrisa en su rostro. —Ven aquí, Theo, y déjame que te cosa. Entonces puedes ir a lavar toda esta mugre. 2 Nota del traductor: Triage (termino de origen francés) es un método que se utiliza para organizar la atención a las personas según los recursos existentes y la urgencia y necesidad de la atención. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 17 Kelex Theo puso los ojos en blanco. —Espero que tus puntos de sutura en la piel sean mejores que esa horrible colcha que les diste a mi padres por Navidad. Después de que Arrabella golpeó a Theo juguetonamente en el estómago, ella lo empujó para sentarlo en el sofá. —Sólo por eso, voy a asegurarme de que las puntadas sean desiguales y feas. Anastasia comenzó a limpiar una herida en el costado de Aris mientras se subía los vaqueros. —¿No puedes dejarme poner los malditos pantalones antes de jugar a la niñera? —¿Quieres sangre por toda tu ropa? —preguntó Anastasia. La madre de Theo los miró a todos. —Voy a ver lo que podemos hacer para la cena. Anastasia alzó la cabeza. —No, tía Mercia. Ya hemos comenzado la cena. Sólo siéntate y relájate. La madre de Theo sacudió la cabeza. —No puedo sentarme y relajarme, chicas. Voy a poner la mesa. Arrabella vio salir de la habitación a la madre de Theo. —¿Cómo está? —No está bien. Pero mejor de lo que esperaba, supongo, no es que nadie pueda realmente saber qué esperar en esta situación —dijo Theo suavemente. Arrabella comenzó a atender una de las heridas de Theo. Ella estuvo callada por un momento. —¿Qué pasa contigo? ¿Te Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 18 Kelex quedarás? —Estaría mejor si tu hermano no me hubiera pateado el culo. —¡Oye! Te dije que no tenía otra opción —exclamó Aris. Theo se puso serio mientras miraba fijamente a Aris. —Gracias por lo que has hecho por nosotros. Aris se apartó de Anastasia y cayó de rodillas ante Theo. —Eres más un hermano que un primo. Avery y Alec dirían lo mismo si estuvieran aquí, en lugar de desviando la ira de nuestro padre. Independientemente de lo que cambie, tú eres un gato, igual que nosotros. La misma sangre que fluye en nuestras venas fluye por las tuyas, y tu sitio está aquí, dentro del Orgullo. Theo estaba abrumado de emoción mientras miraba fijamente a Aris. —No puedo imaginar lo difícil que fue para ti ponerte en pie contra tu padre. Odio que tengas que lidiar con su ira ahora, todo por mi culpa. —Titus es todo aire caliente y ninguna mordedura. Hay tres leones grandes que te cuidan ahora... —Y dos leonas —dijo Arrabella bruscamente. —Por no hablar de Roman y Tiberio. Cuando finalmente lleguen aquí, estarán a nuestro lado —dijo Aris, ignorando el comentario de su hermana. —Roman y Tiberio comenzaron su propio orgullo. No tienen nada que decir aquí —dijo Theo, confundido. —Y no son hijos de Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 19 Kelex Titus. —Siguen siendo mis hermanos y protegerán a nuestra madre, como siempre lo han hecho. Crecieron en este Orgullo y ayudarán si es necesario. Theo asintió, sorprendido por el apoyo que estaba recibiendo. —No puedo pediros a todos que vayáis en contra de vuestro padre. Es demasiado. No valgo la pena empezar una guerra civil. —Él no vale la pena. Tú sí —dijo Aris. —Le he permitido demasiado porque es mi padre, pero no le permitiré echarte lejos de nuestra familia. Va demasiado lejos con esto. Theo sacudió la cabeza. —Sólo déjalo ir. No voy a tener una guerra entre el Orgullo. Mientras Titus me deje a mí y a mi madre solos, nos quedaremos. Aris asintió con la cabeza. —Entonces le haré entender que tiene que dejaros a solas. Si no... Theo hizo una mueca, sabiendo que Aris estaba creando una brecha incurable entre él y su padre. —Titus puede ser un idiota, pero es tu padre. No destruyas el enlace que te queda. Un día, tal vez no lo tengas y te arrepentirás de esto. —Tu padre era más un padre para mí que el mío. Su ejemplo nos mostró cómo ser mejores leones. —Aris se levantó y miró a Theo. —Después de la pérdida de tu padre, no quiero que te Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 20 Kelex preocupes por nada. Yo me encargaré de mi padre y me aseguraré de que ambos podáis sufrir en paz, en vuestro propio hogar, rodeados de la familia que os ama. Theo pasó el bulto en su garganta. —No sé cómo agradecerte. Aris sonrió tristemente. —Sólo se fuerte para tía Mercia. Ella te necesita. Theo asintió y miró hacia la cocina. Empezó a ponerse de pie, pero fue arrastrado de vuelta al sofá por Arrabella. —Cuando acabe contigo primero, primo. No queremos que estas heridas se infecten. Arrabella comenzó a limpiar la sangre del hombro de Theo mientras se inclinaba para besarle la mejilla. —Tus padres siempre protegieron a mi madre y a mis hermanos de la rabia de nuestro padre. Ahora es nuestro turno para protegeros a ambos de él. Deja que mis hermanos hagan lo que necesitan. Theo miró a su hermosa prima y supo que era tan bondadosa como su madre. —No sé qué decir. Arrabella sonrió. —Di que tienes hambre. Anastasia y yo preparamos suficiente comida para un ejército. Theo rio entre dientes, la primera risa desde que su padre había resultado herido. Arrabella le dio un rápido apretón antes de atender sus heridas una vez más. Theo miró a su familia, sabiendo que había sido bendecido teniendo más que suficiente amor en su vida. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 21 Kelex * * * * En la actualidad Mitch se recostó en la barandilla del porche de Ty, a punto de irrumpir en el interior y discutir sobre los seres humanos ahora en la propiedad. Apretó los puños, sabiendo que tenía delante la pelea de su vida. ¿Cuál era el gran trato de estar acoplado? No lo sabía.Habían logrado existir durante más de un siglo sin compañeros y todo había estado bien. Ahora, tenían toda una nueva dinámica, que amenazaba con destruirles a todos. Aflojó los puños y se sacudió las manos por los muslos cubiertos por vaqueros, tratando de controlar su cólera. Sus hermanos estaban jugando a Dios con toda su vida, no sólo la de los cuatro hermanos, sino las dos docenas de otras almas que habían puesto su confianza y su vida en sus manos. Ty se había levantado y asumido la responsabilidad de lobo alfa, y estaba arriesgando a todo el mundo. Mitch planeó abrir los ojos de su hermano y obligarle a ver qué mala decisión era dejar que los seres humanos se quedaran. Se acercó a la puerta y levantó la mano para llamar, pero se detuvo justo cuando su puño se cernía sobre la madera. Un rico, cálido aroma se deslizó por su camino. Giró ligeramente la cabeza e inhaló profundamente, dejando que el aroma se acumulara en sus Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 22 Kelex pulmones. Su polla se endureció inmediatamente mientras se quedaba congelado, su cuerpo rígido como una tabla. ¿Otra pareja? Los hermanos estaban cayendo como malditas fichas de dominó, los compañeros saliendo de la carpintería después de una larga espera. Pero ¿qué sucedería cuando Mitch se negará a recibir la llamada? Inhaló de nuevo, su mente obligando a su cuerpo a darse la vuelta para echar un vistazo a con lo que el destino quería asfixiarlo. Cuando lo hizo, vio una pantera negra acechándole directamente. El animal era grácil y saltó a la barandilla del porche de un solo salto, siseando mientras miraba a Mitch. Un profundo dolor comenzó en los lomos de Mitch, el cambio amenazando con hacerse cargo. Quería perseguir a la pantera en el bosque y tomarla violentamente, garras, dientes y todo. Mitch apretó la mandíbula y sintió el sudor romper a lo largo de la línea de su cabello. No sucumbiría. Se negaba. En un instante, la pantera cambió a la forma de un varón humano, el hombre más guapo en que Mitch había puesto jamás los ojos. Desnudo, alto y glorioso, el hombre estrechó los ojos hacia Mitch, sin vergüenza de su desnudez. No tenía razón para avergonzarse. El Cambiaformas era sorprendente. —Estoy buscando a mi compañero, Rafe Riguerez. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 23 Kelex El compañero de Ty. Incluso si él no quería a los seres humanos en la propiedad, Mitch no iba a entregar a sus hermanos, ni siquiera a sus compañeros. —Creo que te has equivocado de lugar, amigo. —He encontrado el coche de Rafe abajo en las cabañas, así que sé que está por aquí. —El tipo olisqueó a Mitch. —Es posible que no seas el que olí, pero olí un lobo en la casa de un asesino que estábamos buscando. Sé que alguien de esta guarida3 está involucrado, ya que es la única guarida en kilómetros. Añade el coche por la carretera y yo diría que Rafe está aquí. Mitch gruñó al hombre. No estaba preparado para igualar el ingenio del tipo, no cuando su libido estaba haciendo horas extras. Buscó lo primero que pudiera usar para evadir la conversación. —Estás invadiendo. Deja nuestra tierra. —Mitch apretó los dientes y comenzó a caminar por el porche de vuelta a su propia cabaña. —¿Alguna vez has oído hablar de una cosa que se llama causa probable? Y tengo serias dudas de que vayas a llamar a la policía, yo soy policía y vosotros sois un grupo de perros salvajes —gritó la pantera mientras comenzaba a seguir a Mitch. —Dime dónde está mi compañero y te dejaré. Mitch se detuvo y se volvió para mirar al cambiaformas, con la mirada a la deriva sobre la forma del hombre una vez más involuntariamente. Mitch sintió sus bolas apretarse con una intensa necesidad cuando notó la larga y gruesa polla que tenía el 3 Nota del Traductor: Den o guarida es el lugar donde viven las manadas de lobos. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 24 Kelex cambiaformas. Contuvo un grito en la garganta. —¡No sé dónde está tu pareja! —No fue una mentira completa. Mitch no sabía exactamente en qué parte de la guarida estaba el ser humano. —Y tienes que irte antes de que te metas en problemas. Venir aquí sólo no fue una gran idea. —¿Eso es una amenaza, perro? —El hombre se acercó a Mitch y tomó una inhalación profunda después de que su mirada parecía a la deriva hasta la dura polla de Mitch. —Yo diría que tu ladrido es peor que tu mordisco. No me harás daño, ni dejarás que nadie aquí me hiera. —No me empujes a menos que estés listo para averiguarlo, gato. —Los Cambiaformas felinos y de lobo raramente eran amigables entre sí, ya que su tipo no se mezclaba. Así que ¿por qué demonios su compañero era un jodido gato? —¿Y por qué crees que no voy a hacerte daño? —Soy tu compañero —dijo el gato con una sonrisa de suficiencia. El cambiaformas se acercó y se apoyó contra el cuerpo de Mitch, frotando su propia polla endurecida contra el muslo. El hombre levantó una mano al pelo de Mitch y movió los dedos en los mechones. —Así que dime donde está Rafe. Mitch salió del abrazo del hombre y se dirigió hacia su cabaña. —Sal de nuestra tierra, gato. —Mi nombre es Theo, no gato —dijo el hombre desde detrás de Mitch. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 25 Kelex —Como si me importara cuál es tu nombre —replicó Mitch sin volverse a mirar al cambiaformas. Sabía que si se daba la vuelta, sucumbiría y Theo estaría atado en su cabaña antes de una hora. Oh, está bien, le importaba el nombre del hombre, pero iba a trabajar muy duro para olvidarlo. A medida que se acercaba a su cabaña, casi esperaba que Theo lo siguiera, pero estaba contento de que el hombre salió de la guarida. Bueno, feliz era una forma de describirlo, pero era más como un corazón roto. Mitch pasó a través de su cabaña y fue directamente al cuarto de baño. Puso la ducha al máximo de frío y se quitó cada prenda de ropa antes de saltar bajo el chorro. Su dura polla sobresalía ante él, negándose a bajar, no importa cuánto tiempo estuvo bajo el agua helada. Mitch palmeó la longitud y trató de aliviarse, pero cuanto más se acariciaba, más alto crecía el fuego dentro de él. Y la necesidad de perseguir a su presa y reclamar al hombre que era suyo. Theo. Mitch apoyó la frente en la pared de la ducha y respiró hondo, todavía oliendo un aroma débil del cambiaformas en su nariz. Era más fuerte que la necesidad. Mitch no creía en el amor predestinado y no se vería obligado a estar con alguien que no quería. ¿Y un cambiaformas gato? No, ni hablar. Ya estaba cabreado porque sus hermanos habían traído seres humanos a la guarida, así que no podía subir la apuesta y traer un condenado gato. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 26 Kelex Cuando su piel estaba empezando a ponerse azul, finalmente cerró el agua, su polla dura como una tabla. Se miró al espejo y se gruñó a sí mismo mientras se secaba con una toalla. Mitch era el gruñón residente y le gustaba el título. Las bolas azules no iban a hacer nada para ayudar a su perpetuo mal humor. Se subió a la cama, aún medio mojado. Las sabanas se adherían a su piel húmeda cuando llegó entre sus piernas para bombear su eje. Pero fue en vano. Cuanto más tiempo acariciaba su longitud, más difícil parecía llegar a la cima que siempre había sido fácil de encontrar por su propia mano. Jodido gato. ¿Por qué Theo tenía que venir y arruinarle para siempre? Mitch dio un puñetazo a un lado de la cama. Fue a causa de los seres humanos. Si sus hermanos nunca los hubieran llevado a casa, Theo no habría llegado acechando a su vida. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 27 Kelex Capítulo Dos Theo observó a su compañero entrar en el recinto, la marca del lobo estampada en el cuello. Sabía quecorrería bajando hasta el hombro de Rafe, un serpenteante camino de carne dañada que llevaba la marca del hombre lobo. Por supuesto, nadie más en el edificio iba a verlo, ni siquiera Rafe. Verían la piel fresca, sin mancha. Theo vio una advertencia para todos los demás Cambiaformas. Rafe era intocable, al menos para aquellos Cambiaformas que seguían las reglas. La tristeza llenó a Theo por un momento. Theo se había sentido solo durante años, sabiendo que tendría dificultades para encontrar un compañero dentro de su propia comunidad. Los leones se veían como superiores a las panteras y aunque fue aceptado por su orgullo, no era visto como un compañero potencial. Y puesto que los leones eran libres de aparearse con quien ellos eligieran, eso dejó a Theo en el frío. No había compañero destinado para un Cambiaformas felino. Theo sintió una emoción cuando su mente se volvió hacia el lobo que había encontrado dos noches antes. Pelo oscuro y viril, había sido completamente masculino de una manera que había excitado a Theo. Pesadamente musculoso y alto, sólo pensar en el lobo de Theo era suficiente para que se le hiciera la boca agua y su polla se hinchara. Theo había soñado con el hombre la noche anterior, visiones de un reclamo, esclavitud y sexo áspero llenando Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 28 Kelex su cabeza. Había sido suficiente para empuja a Theo por el borde. Había despertado con las sábanas empapadas y el cuerpo dolorido por el abuso de sí mismo. Sin embargo, su lobo se había alejado de él, lo dejó allí solo en la fría noche de montaña. Se suponía que los lobos se volvían locos con una única idea en la mente cuando encontraban a su pareja. Theo había esperado estar atado en la cabaña del lobo y se reclamado aquella noche. Había estado un poco decepcionado cuando no había ocurrido y el lobo se había ido. Quizás fue lo mejor. Acoplarse a un lobo solamente habría dado más razones a su orgullo para querer que se fuese. Theo todavía pisaba hielo fino con una pequeña facción dentro de su comunidad, pero afortunadamente, la mayoría guardada las bocas cerradas debido a su respeto por Aris. Theo inhaló profundamente, el olor del hombre que había tomado a Rafe llenó su nariz. Había una sensación inquietante. Estaba feliz de que no fuera el mismo lobo que había encontrado cuando había estado allí en busca de Rafe. No es que hubiera sido probable. Un lobo que había encontrado a su compañero no quería a nadie más. Debería haber estado más molesto por ese hecho. El único emparejamiento gato y perro del que había oído hablar no había ido bien. Los Cambiaformas gato evitaban a los lobos como a la peste, por una buena razón. Puede que todos fuesen cambiaformas, pero eran de dos mundos completamente diferentes. Sin embargo, Theo Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 29 Kelex no podía ignorar las sensaciones corriendo a través de su cuerpo. Incluso ahora, quería volver a la montaña para dejar que su compañero le reclamara. Theo se preguntó si Rafe sentía el mismo instinto como un ser humano. ¿Rafe quería ir a su amante y someterse ahora mismo? Eso iba a hacer el trabajo con el hombre difícil en el mejor de los casos. Con ambos en la misma situación, tendrían suerte de conseguir realizar cualquier tarea. —Ya era hora de que vinieras al trabajo. ¿Qué demonios ha pasado? —preguntó Theo a través del cuarto mientras Rafe se acercaba. Rafe miró a su alrededor con desconfianza, sin hablar hasta que apoyó la cadera en la esquina del escritorio de Theo. —Me ataron arriba. Literalmente. Tenemos que hablar, en privado. Theo se levantó de la silla y cogió la chaqueta. Se la puso mientras miraba a Rafe. —Creo que sé a dónde se dirige esto. — Theo asintió con la cabeza hacia la puerta. —Vamos. Una vez que la pareja descendió por las escaleras y estuvieron sentados en el coche de Theo, Rafe finalmente se calmó un poco. — ¿Quieres empezar, o lo hago yo? —dijo Theo. —¿Tú? ¿Qué noticias tienes? —Preguntó Rafe. Theo apoyó las palmas de las manos en el volante y observó a algunos agentes de uniforme tirar de un ser humano con las manos Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 30 Kelex esposadas, tratando de averiguar por dónde empezar. —Sé que los lobos te tenían. Sé que fui a la montaña para buscarte y me encontré con uno de ellos. Me vio y hablé con él. Negó que estuvieras allí, pero yo lo sabía. Fui de cabaña en cabaña, pero fui expulsado. —¿Cómo lo supiste? —Preguntó Rafe. —Olí lobos en la casa de Martin. Hay una sola guarida en kilómetros, así que decidí comprobarlo después de que desapareciste. Cuando me encontré con tu coche en las cabañas por la montaña, supe que tenías que estar allí. —Theo se detuvo y miró la marca que descansaba sobre el cuello de Rafe, tratando de decidir hasta dónde tenía que ir diciéndole a su compañero lo que sabía. Tomó una respiración profunda, sopesando sus opciones. Rafe probablemente tenía un montón de preguntas acerca de su tipo, a pesar de que los lobos y gatos no eran de la misma raza. Pero sobrenatural era sobrenatural, así que podía ayudar a Rafe un poco. —También veo que has sido reclamado. La cara de Rafe se volvió de color rojo brillante, y bajó la mirada hacia las manos descansando en su regazo. Un silencio incomodo se desplegó entre ellos hasta que finalmente Rafe habló. —Me hizo algo, Theo. Hice cosas de las que no estoy orgulloso. Creo que me metió algo, una droga, algo, para que lo quisiera. Theo sabía que su compañero estaba tratando de aferrarse a la realidad que conocía, lo conocido era mucho más fácil que lo Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 31 Kelex desconocido. Pero si Rafe era verdaderamente un compañero, su mundo estaba justo a punto de saltar dentro del mundo de lo paranormal. Tal vez la noticia le llegaría más fácilmente de alguien a quien conocía. —Si eres su compañero, entonces no es una droga. Nunca he conocido a un compañero humano, pero no es imposible, especialmente para una manada de excomulgados como la suya. —¿Excomulgados? —La manada de Ty se formó a partir de los restos de otras manadas, los que habían sido expulsados o eran supervivientes de otras manadas. El padre de Ty y sus hermanos había sido el alfa de una manada a unos 200 kilómetros al sur de aquí. Sus padres fueron sacrificados hace mucho, mucho tiempo, y ellos fueron sacados en secreto siendo niños por la mano derecha del alfa, un mestizo llamado Lobo Blanco4. Algunos otros de la manada escaparon también, y se convirtió en el alfa de esa manada hasta que Ty alcanzó la mayoría de edad. Otros inadaptados han llegado a la guarida a lo largo de los años, protegidos por los cuatro hermanos. Rafe cruzó los brazos sobre el pecho. —Este Lobo Blanco era un mestizo. ¿Qué quieres decir? —Era mitad nativo americano, mitad lobo —contestó Theo. 4 Nota del Traductor: White Wolf – Lobo Blanco, se deja sin traducir al ser utilizado como nombre propio. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 32 Kelex —¿Los seres humanos pueden ser transformados en hombres lobo? —La mano de Rafe se deslizó hasta frotar el parche de piel que llevaba la marca. —Si son mordidos, ¿pueden cambiar? —No es tan simple como un mordisco —dijo Theo, viendo como Rafe se calmaba visiblemente. —La madre de Lobo Blanco era un lobo. Fue violada por un ser humano antes de su primer cambio, por lo que era joven y sin el poder para defenderse del humano. Sé que fuiste mordido. Puedo ver tu marca, pero no puede cambiarte. Rafe bajó el parasol y se miró en el espejo, pasando la mirada por encima de la piel. —No veo nada. —Los seres humanos no pueden. Los cambiaformas sí. Esto demuestra que has sido reclamado y ahora estás protegido —dijoTheo, sintiendo una pequeña punzada de celos dando vueltas en su estómago. —El hombre que conocí, otro lobo, estoy seguro de que no fue el que te reclamó, pero no sé cuál era. Rafe se encogió de hombros. —Difícil de decir. Sólo conocí a dos, Ty y Hank. —¿Quién te reclamó? Rafe suspiró profundamente, como si no quisiera compartirlo. —Ty. —El compañero del alfa. Disparas en lo alto de la escala —se rio Theo. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 33 Kelex —Yo no pedí esto, Theo —dijo Rafe. —Quiero dejar de sentirme así. Afirmas que no es una droga, pero el destino no puede ser tan cruel. —¿Cruel? El destino sacó todo el trabajo duro fuera de la ecuación para ti. Sin citas sin fin, sin malas relaciones. Esta es la persona con la que se supone que debes estar. —No es tan simple. Suenas como Ty ahora. —Rafe sacudió la cabeza, riendo sardónicamente. —En cuanto a cuál era el hermano que conociste, los ojos de Ty eran naranja brillante y los de Hank amarillos. Su lobo tenía hermosos ojos verdes brillantes. —Ninguno de ellos. Debe ser Paul o Mitch. —Theo iba a tener que averiguar cuál de ellos. —Así que, ¿qué más descubriste? —Encontré a Remy Martin y lo entrevisté —dijo Rafe con una ligera sonrisa. Theo se incorporó en su asiento. —¿Sí? ¿Y qué dijo el Sr. Martin? —Siéntate y escucha esto —dijo Rafe. —Remy Martin afirma que fue violado por el guarda. Hank dice que estaba protegiendo a Remy y las cosas se le fueron de las manos. —Entonces, ¿por qué corrió Martin? —¿Miedo? Acababa de presenciar en la vida real como un hombre lobo mataba a un hombre. Y supongo que entiendes lo que es Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 34 Kelex la conexión entre compañeros. Puedo dar fe de que como un ser humano, es jodidamente confuso como el infierno. Apenas puedo ver claro ahora mismo. —¿Sexo en el cerebro? —Preguntó Theo. La cara de Rafe se puso muy roja. —Rafe, no hay nada de qué avergonzarse conmigo. Entiendo lo que está pasando. Una reclamación es algo muy poderoso. Le anhelarás a partir de ahora, sobre todo si los dos no estáis cerca físicamente. Cuanto más te alejes de él, más tu cuerpo va a añorarle. Rafe levantó la cabeza. —¿Qué? ¿Así que esto no va a desaparecer? —¿Irse? —Theo rio. —No es fácil. Sólo empeorará cuanto más tiempo estés lejos de él. Rafe golpeó el tablero y cayó hacia atrás contra el asiento. Su respiración se aceleró y su cuerpo se quedó flácido. Theo le dio un minuto a su compañero. El chico se merecía más que eso con lo que estaba pasando en su cuerpo y mente. Cuando la respiración de Rafe se calmó un poco, Theo puso una mano sobre su hombro. —Los cambiaformas gato no son exactamente igual que los lobos, pero sí comparten algunas similitudes. Si puedo ayudarte a entender algo de esto, estoy aquí para ti. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 35 Kelex Rafe estaba en silencio, mirando al frente, a la nada. —¿Podemos cambiar el tema? —Bien —dijo Theo. —¿Descubriste algo más sobre Martin? —Remy afirma que el guarda había matado a otros. Supuestamente Aaron Collins se implicó a sí mismo en la muerte de varios otros hombres donde supuestamente enterró los cuerpos. Creo que tenemos que tener a los chicos de IT5 profundizando un poco más en el ordenador de Collins para ver si pueden encontrar otras conversaciones en línea y ver si pueden coincidir con cualquier informe que encontremos de personas desaparecidas en la zona. Y también podemos sacar un perro rastreador de cadáveres a la zona para ver si es capaz de detectar cualquier cosa. Todo lo que necesitamos es un diente o una gota de sangre y podemos tener un punto de partida. —De acuerdo —dijo Theo. —¿Crees la historia de Remy? —Me duele la cabeza en este momento, no sé qué pensar —dijo Rafe con sinceridad. —Pero creo que lo hago. Aunque, Remy podría haber atraído a Collins a la cabaña para hacer eso. Sobrevino una lucha y Collins utilizó todo lo que pudo para defenderse y alejarlos, comenzando él mismo el incendio. Los dos pueden haber matado a los demás y tratan de echarle la culpa a Collins, si de hecho hay otros. 5 Nota del Traductor: IT Tecnología Informática en este contexto grupo de expertos informáticos que investigan crímenes para la policía Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 36 Kelex —Así que tenemos que encontrar estos supuestos muertos y ver si podemos conectarlos a Collins para limpiar a Remy y Hank — preguntó Theo. —Te dije que no era lo que pensabas. Bienvenido al agujero del conejo. Rafe frunció el ceño a Theo. —Sólo quiero cerrar este condenado caso para dejar todo esto detrás de mí y olvidar que esta mierda ha pasado. —Eso no va a ser posible, lo sabes, ¿verdad? No importa lo duro que desees que no sea verdad, eres un compañero, Rafe. Rafe se volvió para mirar por la ventana, su cuerpo aún palpitante de necesidad. El sudor perlaba su frente, y su polla palpitaba en los pantalones mientras la verdad le penetraba. —No me estás jodiendo, ¿verdad? —Ojala lo estuviera haciendo, Rafe. Puedes luchar contra la llamada. No es fácil, pero se puede luchar contra ella. Siempre sabrás que está ahí fuera. Sentirás si está cerca. Y él… Rafe dejó caer la cabeza en el reposacabezas y levantó la vista hacia el techo del coche. —¿Él que, Theo? —Nada. No es importante. Rafe levantó la cabeza y se volvió para mirar a su compañero. —¿Él qué? —No quieres saberlo. Déjalo —dijo Theo siseando. —Creo que merezco saberlo —exigió Rafe. Theo sabía que el Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 37 Kelex lobo podría sufrir si no tenía a su compañero a su lado, ahora que había reclamado a Rafe. Una vez que ellos estaban unidos, estarían siempre atados. Cuando se forjaba el vínculo, tenía que ser alimentado continuamente. Si estaban separados demasiado tiempo, Ty sufriría. —No es fácil para un Cambiaformas no estar con su pareja, eso es todo. —Theo golpeó el volante con el pulgar y evitó la mirada de Rafe. —Él va a sufrir físicamente, ¿no es así? —Preguntó Rafe. Theo volvió a mirar a Rafe, sorprendido de que su compañero hubiera captado eso. —Después de un tiempo, sí. —Si no me quedo con él, tendrá dolor físico. Estupendo. Me encanta la culpabilidad que cayó en mi regazo. —No lo permitas, Rafe. No eres uno de nosotros. No entiendes nuestras formas ni estás obligado a seguir nuestras reglas. Tienes que elegir lo que quieres o siempre te resentirás —respondió Theo. Rafe asintió mientras se golpeaba el pecho. —Sí, pero la idea de él sufriendo duele. Tenemos que resolver este caso y cerrarlo, para que pueda tomar un tiempo libre y escapar. Muy lejos. Theo sonrió. —Suena como un plan. Vamos dentro. Puedes ponerte al día con los frikis del laboratorio de informática, y voy a ver si podemos traer un perro a la escena hoy. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 38 Kelex * * * * A la mañana siguiente, Theo estaba supervisando la excavación, el aroma de la tierra recién removida llenado su nariz. También había otro aroma a la deriva a su alrededor que no podía ignorar. Los perros de la escena del crimen habían conseguido un éxito, encontrando sangre debajo de la cabaña quemada en la que Martin había sido violado. Una vez que Theo lo había despejado con el equipo de forenses, arrasaron parte de la cabaña para permitirles tener espacio para empezar a cavar debajo de donde había estado la trampilla de la vieja cabaña. Theo se perdió en sus pensamientos, su mirada penetrante en el bosque por encima de la cabaña. Sabía que su pareja estaba allí, observándolo. Theo podía sentir su mirada ardiente, y estaba haciendo un número en su mente y cuerpo. Todo lo que podía pensar era en cambiara la forma de pantera y correr entre los árboles, esperando que su pareja le cazara. Theo recibió un codazo en las costillas, y se dio cuenta de que su compañero estaba allí, hablando con él y entregándole un café. ¿Theo había estado tan fuera de sí? Se volvió a mirar a Rafe, un gruñido atrapado en los labios. Agarró el café y tomó un largo sorbo, su mirada de nuevo a la deriva en el bosque. Rafe suspiró. —Estoy muy bien, gracias por preguntar, Theo. Theo le volvió la mirada a Rafe. —Él está aquí. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 39 Kelex —¿Quién? —Rafe alzó la vista al bosque. —El hermano que conocí la noche que fui a buscarte. Está rondando ahí arriba en el bosque, observándonos. Rafe alzó la vista a la montaña. —¿Qué importa, siempre y cuando se mantenga fuera del camino? La línea de su propiedad comienza en algún lugar allá arriba. Siempre y cuando se mantenga en su tierra, no hay mucho que podamos hacer. Theo drenó el último sorbo del café y lo arrojó a un cubo de basura improvisado. Se cruzó de brazos y volvió a mirar hacia arriba. —Puedo sentir sus ojos en mí. Es sólo incómodo. —Theo se detuvo y miró a Rafe. —¿Qué tienes ahí? Rafe puso su taza en el borde del porche y le dio algunos archivos a Theo. —Parece que nuestra víctima, Aaron Collins, era un hombre ocupado. Ha tenido cientos de conversaciones con hombres homosexuales en el último par de años. TI seleccionó estos catorce. Todos ellos terminaron con Collins dándoles la dirección a los hombres para reunirse con él en otras ciudades cerca de la reserva. Los cinco que he resaltado están en las listas de personas desaparecidas en el área tri—estatal. —¿Detectives? —Gritó una voz mientras la excavadora se quedaba inmóvil. Theo rodeó el equipo para seguir el sonido de la voz que había llamado. Uno de los policías uniformados que había estado de servicio señaló el suelo por debajo de la excavadora. Tan pronto Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 40 Kelex como se acercó, vio un dedo huesudo a través de la tierra apuntando al cielo. Se detuvo y se volvió hacia Rafe. Theo miró a la media docena de hombres que miraban fijamente el hueso. —Esta zona es ahora una escena del crimen más grande, chicos. Vamos a ir con cuidado y asegurarnos de registrar todo lo que encontremos. —Theo se volvió a Rafe y en voz más baja esbozó el resto de su plan. —Voy a llamar al capitán, mientras, puedes traer de nuevo a los forenses. Asegúrate de que les dices que traigan múltiples bolsas para cadáveres, por si acaso. —Por supuesto. Asegúrate de que los uniformados cuidan lo que tocan. No quiero ningún movimiento equivocado aquí. Necesitamos envolver este caso rápidamente para poder cerrar la puerta a todo este desastre —contestó Rafe. Theo asintió, mientras Rafe se alejaba, su mirada a la deriva de nuevo a la montaña. * * * * El sol se ponía en el día más difícil de la vida de Mitch. Corrió a través de la ladera de la montaña, sus patas golpeando el duro terreno rocoso, tratando de vencer el deseo de su sistema. El sudor recubrió su cuerpo, bajo la piel, por su esfuerzo. Necesitaba agotarse para ignorar la necesidad que fluía por sus venas. El hecho de que Theo estuviera justo debajo, en la escena del crimen, no facilitaba las cosas. Su compañero estaba a sólo unos metros de él y Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 41 Kelex parecía condenadamente bueno para el gusto de Mitch. Ya era bastante malo que la manada estuviera ligada a los asesinatos en la reserva que poseían, eso abrió la puerta a la posibilidad de que toda la guarida fuera descubierta. La policía humana peinando el valle no era una gran manera de sacarlos. Los hermanos de Mitch se habían metido en los asuntos humanos y comenzaron esta tormenta de mierda. Pero para rematar todo, el gato era un policía, y tenía la nariz demasiado cerca de los negocios de la guarida. Podría ser casi imposible para Mitch mantenerse lejos de la pantera si estaba tan cerca. Sea lo que fuere lo que la policía estaba haciendo, necesitaban conseguir su mierda hecha y largarse, antes de que Mitch se perdiera. Ya estaba a punto de perderse. Cada vez que Mitch se detenía para recuperar el aliento, parecía estar en un lugar donde podía ver a Theo perfectamente. No se detuvo allí a propósito, por supuesto. Mitch no quería un compañero. Se negó a tener un compañero forzado en él. No importaba lo delicioso que pareciera el hombre. Mitch se negó a ir allí. Sin embargo, no podía quedarse demasiado lejos sabiendo que Theo estaba tan cerca. La polla de Mitch había estado dura todo el día, lista para forjar el vínculo con la pantera. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 42 Kelex ¡Una puta pantera! Él gruñó y empezó a correr de nuevo. Después de otra media hora de carrera dura, la debilidad comenzó a filtrarse en su cuerpo. Había estado cambiado y corriendo durante todo el día. Era la única manera de impedirse a sí mismo reclamar al hombre como suyo. Desaceleró y olió a su hermano Ty cerca. Ty también había estado rondando los bosques todo el día, más que probablemente vigilando lo que estaba ocurriendo abajo. Mitch había evitado a Ty pero decidió vagar por el camino hacia donde se dio cuenta que estaba su hermano. Mitch dejó escapar un aullido cuando se acercó, dejando que Ty supiera que era uno de los suyos. Mitch cambió a su forma humana cuando notó que su hermano llegó y se sentó junto a él. —¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Mitch. —No me diste la oportunidad de presentarte a mi compañero antes de perder la calma. Él es el poli allá abajo —dijo Ty mientras señalaba en la dirección general de Rafe. Mitch gruñó un poco antes de inclinarse hacia delante y entrecerrar los ojos mientras miraba al humano reclamado. Theo había llegado a la propiedad en busca de su compañero, el otro policía. —El más bajo de los dos. Ya veo tu marca. Ty suspiró mientras miraba a Mitch. —¿Qué demonios ha sucedido contigo los últimos días? Has estado más loco de lo habitual —agregó Ty. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 43 Kelex Mitch no se volvió para mirar a Ty, pero bajó la mirada hacia su compañero. —¿Ese otro policía que trabaja con tu pareja? —No trates de cambiar de tema, Mitch. Mitch se volvió hacia Ty, cruda necesidad fluyendo a través de él. —¿Quién es el Cambiaformas gato? Ty miró a su hermano, una mirada de preocupación cruzó su cara. —Creo que es el socio de Rafe, ¿por qué? Mitch se volvió para mirar a Theo sin responder a la pregunta. Ty no entendería por qué Mitch se negaba a un compañero. Ninguno de ellos lo haría. —¿Por qué todas las preguntas sobre el gato? ¿Qué no me estás diciendo? —El gato entró en nuestra propiedad en busca de su compañero. Él sabía que lo tenías —dijo Mitch finalmente. —¿Y no pensaste que era importante decírselo a alguien? —Preguntó Ty. Mitch pudo escuchar la rabia en la voz típicamente controlada de su hermano. Mitch se volvió y dio una amplia sonrisa cómplice a Ty. —No quería interrumpir tu festival de amor. —¿Qué más tienes que decir? —Preguntó Ty, ignorando el sarcasmo de Mitch. —No mucho. El sabía que Rafe estaba allí y lo quería en libertad. Le dije que saliera a la carretera y nos dejara en paz. Tan simple como eso. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 44 Kelex Ty observó de cerca a Mitch. —Hay mucho más en esta historia. Puedo sentirlo. Mitch se puso de pie y cambió. Tan pronto como él estaba de vuelta en forma de lobo, Mitch chasqueó sus mandíbulas a pulgadas de la cara de Ty antes de salir corriendo hacia el bosque. Su hermano no se inmutó, pero Mitch había hecho su punto. El tema del gato había terminado, y Mitch no cambiaría de opinión. Corrió hacia el bosque, dispuesto a escapar de larenovada oleada de lujuria en sus venas. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 45 Kelex Capítulo Tres Después de un largo día en la escena, Theo estaba agotado. Se habían recuperado varios cuerpos y los habían enviado a la morgue. Los CSI6 todavía estaban cubriendo el terreno, en busca de más pruebas, pero Theo había estado trabajando durante dieciséis horas y el jefe los había dicho a él y Rafe que dejaran que el laboratorio de criminalística se hiciera cargo de la zona. Era casi medianoche y Theo necesitaba descansar, pero eso era lo más alejado de su mente. A pesar de que estaba cansado y dolorido, la sangre de Theo todavía corría en sus venas. Podía sentir la presencia del lobo y sabía que no podía marcharse hasta que pusiera los ojos en el hombre y hablase con él. Ellos tendrían que lidiar con su condición de pareja con el tiempo, sin importar si el lobo no parecía dispuesto a reconocerlo. La simple presencia del lobo y la incapacidad de Theo para alejarse hablaban claro en su mente. Si el hombre lobo no quería un compañero, ¿por qué había permanecido en el bosque todo el día y la noche? Theo se alejó a los bordes de la escena y se deslizó en el asiento de su coche patrulla. Encendió el motor, sabiendo que necesitaba ocultar el vehículo en algún lugar para que sus compañeros de azul no se dieran cuenta de que todavía estaba 6 Nota del Traductor: CSI Crime Scene Investigation Investigación de la escena del crimen, en este contexto grupo de peritos forenses y criminólogos que trabajan investigando los crímenes. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 46 Kelex allí. Se detuvo sobre las piedras trituradas, el sonido de ellas alto en sus oídos, sólo ligeramente más bajo que el ruido que su corazón estaba haciendo. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, aparcó entre otras dos cabañas abandonadas y apagó el motor. Se deslizó hacia el aire fresco de la montaña y comenzó a quitarse las capas de ropa, reprendiéndose en silencio. ¿Por qué perseguir a un hombre que se decía desinteresado? Theo no era del tipo de mendigar, sin embargo no podía ignorar la atracción que había sentido desde hace días. Cuando estuvo completamente desnudo, se agachó y cambió, su pantera tomando forma rápidamente. Dejó escapar un grito salvaje y se lanzó contra los matorrales detrás de las cabañas, dejando a sus sentidos conducirlo hacia el hombre que buscaba. Se abrió camino entre los árboles, cortando a través de las raíces y zarzas en su caminata a través del bosque oscuro. Había pasado demasiado tiempo desde que había estado en forma de pantera y realmente tuvo la oportunidad de correr. Theo se empujó con más fuerza, obligando a sus miembros a moverse más y más rápido. La carrera fue estimulante y le ayudó a olvidar la confrontación que probablemente tendría una vez que llegase a su destino. Se encontró con el lobo con demasiada facilidad. El hombre estaba esperando a Theo, descansando en un lugar con vistas a la escena del crimen, aún muy iluminado con el equipo de CSI en su lugar. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 47 Kelex El lobo se volvió hacia Theo, sus ojos verdes brillando con violencia. Antes de que Theo pudiera hacer un sonido, el lobo estaba encima de él, sujetándolo contra la tierra compacta. Pero Theo era más sigiloso que eso. Rápidamente salió de debajo de la criatura y corrió hacia el bosque, tentando al lobo a perseguirlo, como era la naturaleza de la bestia. Theo miró por encima del hombro, emocionado de ver que el lobo de hecho sí le seguía. Theo se hundió en la tierra y voló a través de todo el suelo del bosque, dejando que el perro se quedase atrás. Los lobos podrían ser más fuertes que las panteras, pero definitivamente no eran más rápidos. El corazón de Theo palpitaba en su pecho, una mezcla de entusiasmo, miedo y euforia. El sudor recubría su cuerpo, el ejercicio haciendo crecer la necesidad por el lobo en lugar de disminuir, especialmente teniendo en cuenta la persecución. El deseo de Theo fue creciendo con cada golpe de sus patas contra la tierra. Sus pulmones ardían, el aire se arrastró a través de él haciendo poco para enfriar su ardor. Theo sintió que el hombre se acercaba más y más cerca a medida que su resistencia se desvaneció. Al parecer un lobo podría no ser más rápido, pero podría tener más resistencia. Cuando Theo se volvió para atravesar un bosquecillo de raíces entrelazadas levantadas del suelo, sintió al lobo saltar sobre él y atraparlo de nuevo. Theo gruñó mientras trataba en vano de sacarse al hombre de encima. Se retorció bajo el lobo, tratando de escapar y continuar su persecución, cuando sintió que la polla del Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 48 Kelex lobo le perforaba el culo. Toda la lucha salió de él cuando el lobo lo montó, allí en el suelo del bosque. Con el culo lleno, dejó escapar un medio grito, medio gruñido, no estando completamente seguro de que estaba preparado para una reclamación allí, en el acto. El lobo parecía tener otras ideas mientras estrechaba sus fuertes fauces y mordía el cuello de Theo. Apresado en su lugar, Theo tomó la reclamación áspera, animal. Los embates lo empujaban más lejos en la masa de hojas y ramitas. Sabiendo que lo sentiría más en su forma humana, Theo consideró el cambio, pero arruinaría el efecto pistón de lo que su compañero hizo mientras llenaba su culo. Theo se relajó contra las poderosas oleadas de la polla del lobo y pronto sintió el oleaje de semen caliente llenándolo. Cuando el lobo soltó su cuello, Theo cambió inmediatamente, el poderoso lobo todavía incrustado en su culo. Miró por encima del hombro a la bestia, la profunda mirada verde penetrándole tanto como la polla todavía dura dentro de él. —Cambia. —Theo no se acoplaría con la bestia en forma de animal cuando era un ser humano. El lobo empezó a retroceder. Theo estrechó la pata del lobo y se negó a dejarlo ir. —Cambia, bastardo. Frente a mí después de lo que acabas de hacer. El hombre finalmente cambió, revelando la misma forma fina que Theo había visto cuando lo había encontrado antes. —Mira a Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 49 Kelex quien llamas bastardo, gato. Theo dejó escapar un profundo suspiro y se inclinó hacia adelante, tirando de la polla del hombre lobo. El hombre no tenía nada de eso, agarrando a Theo alrededor de la cintura y volviendo a hundirse en su interior. —Si me desprecias tanto, ¿Por qué reclamarme? —No te reclamé. Simplemente te folle porque quería. Igual que voy a tener que volver a hacerlo porque se siente demasiado bueno. Theo cerró los ojos y dejó que sus ojos rodaran hacia atrás en su cabeza y el lobo empujó aún más profundo. —¿Puedes al menos decirme tu jodido nombre? El lobo se congeló por encima de Theo. Después de un instante, salió del cuerpo de Theo y le rodó sobre su espalda. Cuando Theo fue capaz de ver al hombre, una vez más, el lobo sacudió la cabeza. —Sé que soy un bastardo egoísta a veces, pero no soy tan malo. O eso pensé. Soy Mitch. Mitch. El lobo enojado, melancólico, si los rumores debían creerse. Theo debería haberlo sabido simplemente por su furiosa actitud. Pero entonces, si otros rumores eran ciertos, había alguna razón para que Mitch estuviera enojado. Theo observó como el hombre se reposicionó en su culo. Mitch levantó las piernas de Theo y se acercó, presionando el glande contra el culo de Theo. Ahora cara a cara, había algo más íntimo Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 50 Kelex acerca de su acoplamiento. Theo podría mirar hacia arriba y ver las emociones corriendo por la cara de Mitch mientras follaba a Theo. —Eres Theo. Y estás en mi montaña, tentándome a follarte,así que lo hice. —Mitch se hundió profundamente en el interior del culo de Theo. —Como planeo hacer de nuevo. —Recuerdas mi nombre —dijo Theo, con una sensación de suficiencia. Mitch se congeló, sosteniéndose con los brazos musculosos. —Sí ¿Y? —La otra noche dijiste que no te importaba cuál era mi nombre. Al parecer, mentiste. El lobo gruñó profundamente. —No arruines mi estado de ánimo. Ha pasado demasiado tiempo desde que he conseguido un poco de culo. Theo dejó que las palabras le atravesaran, sabiendo que el lobo mintió. Si Theo fuera simplemente un pedazo de culo, Mitch no habría acechado el bosque todo el día y la mayor parte de la noche esperándole. Independientemente de lo que hubiera entre ellos, Mitch se sentía demasiado condenadamente bien dentro de él para preocuparse por la semántica. Theo rodó las caderas para encontrarse con cada golpe de Mitch mientras el hombre lobo entraba en su culo. —Maldición, te sientes tan bien —dijo Mitch en voz baja Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 51 Kelex mientras se cernía sobre Theo. Theo observaba la luz que se filtraba a través de los árboles iluminando partes del cuerpo fuerte de Mitch mientras le follaba. La mayor parte del hombre estaba en la sombra, pero el débil resplandor de la luna proyectaba un sendero luminoso a lo largo de las líneas curvas de cada uno de los delineados músculos de Mitch. Theo pudo ver algunos, sus ojos mejor que los humanos, pero aún así no podía ver todo el cuerpo. A medida que el hombre lobo golpeó en Theo, observaba el espectáculo delante de él, deleitándose en la masculinidad y poder que poseía su compañero. Agresivo y dominante, Mitch era todo masculino, tal y como a Theo le gustaban. Pasó las manos a lo largo de la tabla de los abdominales de Mitch cuando el hombre lo folló. Podía sentir la forma en que el cuerpo de Mitch se movió mientras llenaba a Theo. Mitch miró a Theo, sus brillantes ojos verdes crecían más y más brillantes con cada embestida de su polla. Incluso si el lobo quería ignorar el vínculo entre ellos, la emoción iluminando aquellos ojos sólo demostró que también lo sentía. Theo se echó hacia atrás, amando la sensación de ser dominado y poseído. Su cuerpo temblaba cada vez más con cada golpe. La conexión que compartía con Mitch en ese momento le hizo sentir como si perteneciera a algo más grande que él mismo. Marginado en su propio orgullo, siempre supo que había sido tolerado por la mayoría ahí. Estaba con ellos, pero no del todo. Aquí y ahora estaba para siempre ligado a otro ser, lo que de por sí era Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 52 Kelex un afrodisíaco. Inclinó la cabeza hacia atrás para ver las estrellas parpadeantes a través del dosel, las sensaciones que Mitch creó en su cuerpo haciéndole sentir en armonía con todo lo que le rodeaba. Incluso con el reclamo animal y brutal, Theo sabía que los dos se aparearon para siempre. Esto era lo que le había atado a este lugar y no le había dejado ir años antes. Había sentido que estaba en los bordes de su propio destino, y ahora sabía cuál era ese camino. Mitch. Theo sintió las oleadas de placer que cursaban a través de sus venas, cada terminación nerviosa y sinapsis ardiendo. El sudor recubría su cuerpo como una cruda necesidad que lo quemaba vivo. Mitch intensificó el fuego, lo impulsó cada vez más alto con cada golpe magistral. Theo bloqueó su mirada con el brillante jade sólo unos segundos antes de que el orgasmo lo arrasara. Semen fluyó desde la punta de su polla y se disparó a través de su abdomen, cuando un rugido fue arrancado de la garganta de Mitch. La bestia del hombre por encima de él se puso rígida antes de que Theo sintiera una oleada de calor en su culo. Mitch agarró las caderas de Theo con tanta brusquedad que Theo sabía que iba a tener magulladuras allí por la mañana. Chorro tras chorro llenó el culo de Theo cuando Mitch se descargó en él, completando el poderoso reclamo. Tan pronto como terminaron, Mitch salió y se alejó, con el rostro en la sombra. Se sentó en el suave musgo cerca de la base de Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 53 Kelex uno de los fuertes árboles, la luna solamente atrapando pequeñas curvas de su cuerpo. Theo se alzó sobre los codos tratando de ver a través del espacio oscuro, sus ojos capaces de ver fácilmente en la baja luz. Entrecerró los ojos cuando vio lo que parecía ser repulsión en el rostro de Mitch. Mitch se apoyó contra el árbol, arrugando la nariz mientras miraba a Theo con los ojos muertos y fríos. —Vete a casa, Theo. No te quieren aquí. Theo sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Se le secó la boca mientras trataba de pensar en las palabras a decir, para preguntar qué había cambiado tan rápidamente. Hace unos instantes, el hombre lobo había sucumbido a la necesidad que ambos sentían. Theo había encontrado su nuevo hogar. Y ahora le empujaban lejos. De nuevo. ¿Alguna vez encontraría el lugar al que pertenecía? —No quieres decir eso. —El cerebro de Theo estaba a tope, tratando de encontrar la manera de conseguir que Mitch abriera los ojos y la mente. —Estamos destinados a estar juntos. Acabas de reclamarme. —Me rasqué una picazón. Ahora está hecho y terminado y podemos marcharnos. Los gatos se aparean con quien ellos quieren. Encontrarás a otra persona. Theo se sintió enfermo. —Tú no vas a encontrar a alguien más. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 54 Kelex —¿Quién lo dice? Me niego a creer que soy una víctima de mi propio destino. No voy a sentarme y dejar que la vida me suceda. Hago mi propio destino —dijo Mitch, su cara retorciéndose en una mueca. Theo contempló furiosamente a Mitch, pensando que tenía que estar escuchando una locura. Su mirada bajó y vio que Mitch seguía estando duro, todavía listo para más. Eso no encajaba con las palabras procedentes de su boca. —Tú me quieres, incluso ahora, a pesar de tu disgusto ante la idea. —Por supuesto que te quiero. Pero te probé y no puedo tener más. —¿Por qué? ¿Sería tan erróneo ver dónde va esto? Mitch se puso de pie y miró a Theo. —No seré forzado a una relación con un gato. Así que vete. Corre de nuevo al árbol en que vives. Encuentra algún otro primo para atar con un para siempre. No conseguirás uno de mí. Theo se levantó cuando Mitch cambió rápidamente a su forma de lobo y se internaba en el bosque. Parte de Theo quería cambiar y darle caza, pero no rogaría por las atenciones del hombre. Se había hecho obviamente claro. Mitch era un idiota y acababa de tomar más de lo que Theo estaba dispuesto a darle. Theo no le daría nada más al idiota. Se dejó caer de nuevo al suelo del bosque, recostándose para mirar las estrellas una vez más. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 55 Kelex ¿Por qué el destino tenía que ser tan cruel? Hace unos instantes, pensó que sus estrellas se alineaban. Ahora, se dio cuenta de lo equivocado que había estado. Nada se alineaba para él de todos modos. ¿Por qué esto sería diferente? Theo cerró los ojos, dejando que el frío aire de la montaña le lavara. Podía sentir los restos de Mitch resbalando de su cuerpo, y de repente se sentía sucio. Todo lo que podía pensar era en ducharse y fregar los toques del hombre de su piel. * * * * Un par de semanas más tarde, Mitch miró hacia abajo de la montaña y en el valle. Sabía que su compañero estaba allí en alguna parte. ¿Su compañero? El gato no era su compañero. Mitch no sería succionado en las mismas relaciones forzadas a las que sus hermanos habían sucumbido. Era más fuerte que eso. Podía soportar el dolor de la separación, que ya se había hundido en sus huesos, haciéndole apretar los dientes. A medida que empeoraba, ¿sería capaz de luchar contra la necesidad?¿El dolor le haría sucumbir? Sin embargo, Mitch se preguntó si había algo más en la atracción. ¿Por qué había vagado por la montaña todas las noches desde que la pantera se había ido con la esperanza de encontrar a Theo rondando el bosque? Tal vez el destino sabía una cosa o dos. No lo sabía y su mente daba vueltas tratando de averiguar qué demonios tenía que hacer. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 56 Kelex Lo que Mitch sabía es que un sabor no había sido suficiente. A medida que cada minuto pasaba, Mitch solamente quería al gato más y más. Mitch no debería haber perdido el control y pensado que una noche podría enfriar el fuego en sus entrañas. Ahora que había probado el cuerpo de Theo, tenía que tenerlo de nuevo. Mitch se preguntó si el Cambiaformas estaría de acuerdo en ser su amante, sin toda la basura de mierda del acoplamiento. Pero aceptar a Theo como su amante, ¿no sería lo mismo que sus hermanos y sus relaciones provisionales? Ninguno de los dos humanos había aceptado un para siempre con Hank y Ty, al menos no todavía, por lo que en la actualidad, su hermanos tampoco estaban apareados oficialmente. Con el tiempo, se esperaba que se hicieran votos permanentes. Y no había manera de que siguiera por ese camino. Mitch tenía que ser fuerte y mantenerse alejado de Theo, como lo había hecho durante las últimas dos semanas. No importa cuánto la llamada sonaba en su cabeza, no importa lo mucho que quería bajar al valle y encontrar a Theo, no importa lo mucho que quería tocar y probar el sabor de la pantera de nuevo, no podía seguir esa ruta. Cambió a su forma humana y descansó sobre una roca con vistas al valle, preguntándose qué estaba haciendo su pa-Theo. ¿Se estaba moviendo adelante con su vida, Mitch un recuerdo olvidado? No era probable devastado con esa marca que Mitch había dejado en su cuello. Mitch rio satisfecho, sabiendo que la marca era profunda y evitaría que cualquier cambiaformas se Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 57 Kelex interesase en tomar a su compañero. Mitch se gruñó a sí mismo. No quería un compañero, y no tenía ningún derecho a evitar que Theo tratase de encontrar a otra persona, pero la idea de la pantera con otro hizo salir el conjunto de dientes de Mitch. Si Mitch encontrase a Theo con un hombre, desgarraría las extremidades del intruso miembro a miembro. Soltó un suspiro. La guerra en su interior era demasiado fuerte. Quería a Theo, sin embargo, luchaba con uñas y dientes. El instinto, la reacción dentro de su cuerpo le gritaba que encerrase a Theo y le protegiese con cada onza de su ser. Y lo que era suyo era suyo, de nadie más. No era culpa de Theo que Mitch no pudiese pensar con claridad. Algún día Theo encontraría a otro, y Mitch tendría que superarlo. Pero con la forma en que se sentía ahora, no creía que eso fuera posible. Cada día, la necesidad se hacía más fuerte, y el luchaba con más y más de su fuerza. El dolor era soportable, pero pronto, podría no serlo. Sólo habían pasado dos semanas, y ya se estaba volviendo loco. ¿Finalmente mejoraría, o iba a sucumbir a la locura? Su mirada se lanzó a un lado cuando vio movimiento a través del bosque y el brillo de color rojo. ¿Paul? Paul había parecido bastante absorto en el ordenador en que estaba trabajando cuando Mitch lo había visto por última vez, pero cuando venía la necesidad de correr, venía. Mitch aulló a su hermano, haciéndole saber su ubicación. Mitch también añadió un Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 58 Kelex tono a su aullido, asegurándose de que Paul se mantendría al margen. Mitch no estaba preparado para cualquier empresa. Pronto, resonaron sonidos en el bosque cerca de Mitch, y él soltó una maldición en voz baja. ¿Por qué Paul sentía la necesidad de interrumpir su tiempo a solas? Volvió la cabeza para ver una elegante cabeza de pantera negra a través del claro. Su cuerpo se tensó de inmediato con una cruda necesidad, su corazón palpitaba locamente mientras se estremecía en su pecho. Brillantes ojos ámbar le miraron fijamente durante un largo momento. ¿Eran esos ojos los que había visto abajo, el color dorado tomando un tinte rojo en la distancia? Theo cambió a la forma humana, la luz de la luna bañando su cuerpo desnudo en un resplandor plateado. La polla de Theo ya estaba engrosándose y sobresaliendo delante de él, al igual que la de Mitch. Mitch sintió sus bolas apretarse cerca de su cuerpo y llenarse de semillas, listas para tomar a su compañero una vez más. Allí fueron sus planes para permanecer lejos del gato. —¿Qué haces aquí? —Preguntó Mitch. —Traje noticias de la excavación. Hemos encontrado pruebas suficientes para acusar de todas las muertes al guarda, por lo que Remy es un hombre libre. —¿No serían Hank y Remy las mejores personas a las que decirles eso? Realmente no me afecta —dijo Mitch. Le afectaba. Hank era su hermano y Mitch se preocupaba por él tanto como Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 59 Kelex cualquiera de los otros, incluso si Mitch estaba enojado con Hank y Ty tomando compañeros humanos. Y cualquier cosa de Theo parecía asunto de Mitch, no importa lo que fuera. —Ya se lo he dicho. Ya que estaba aquí, pensé que te lo diría, también —dijo Theo en voz baja. La presión se acumulaba en el pecho de Mitch. La pantera había querido verlo. ¿Estaba en tan mala forma como Mitch? No importaba. Mitch tenía que empujarlo antes de perder el control. —Ya me lo has dicho. Puedes irte ahora. —Realmente eres un bastardo —dijo Theo antes de girar y dirigirse al bosque. —Sí —contestó Mitch observando el cuerpo desnudo de Theo mientras la pantera se alejaba. El deseo le inundaba y casi le hizo caer de rodillas. Mitch quería otro sabor. Sólo uno más. —No, espera. Theo se detuvo y miró por encima del hombro. —¿Qué? Mitch bajó una mano para acariciar su polla. —Te necesito. —¿Quieres un pedazo de culo, para poder decirme que me vaya de nuevo? No en tu vida. —¿No lo sientes? —Preguntó Mitch. Theo se volvió hacia Mitch. —¿No siento, qué? —¿La llamada? Me está volviendo loco —respondió Mitch. Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 60 Kelex —Como te gusta recordarme, soy un hombre gato, así que no reacciono de la misma manera. No siento la llamada. Esa es tu cruz para soportar. Mitch acarició en serio su polla, el pre-semen escurría de la cabeza haciendo que su mano se deslizara fácilmente arriba y abajo del eje. La mirada de Theo se desvió hacia el movimiento, todo su cuerpo tensándose mientras observaba a Mitch masturbarse. Mitch notó los labios de Theo separándose y su respiración volviéndose superficial. —Quieres que te tome. Quieres que abuse de tu sexy cuerpo. Theo dio un vacilante paso hacia atrás cuando Mitch se acercó más. —No, no quiero que me uses así. Mitch sonrió, volviéndose de repente encantador. Diría casi cualquier cosa para obligar a su compañero a decir que sí. —Incluso ahora se te hace la boca agua por probar el semen que escapa de mi eje. Sé que lo puedes oler en el aire. Theo tragó saliva cuando Mitch dio otro paso más. —¿Quieres tragarte mi semen, Theo? ¿Quieres chupar mi polla entre tus labios suaves y dejar que te alimente con mi polla? Theo se quedó paralizado, su mirada fija en la polla de Mitch. Los signos reveladores del deseo de Theo estaban allí. Su polla estaba totalmente dura y la cabeza rozaba el ombligo. Su cuerpo temblaba ligeramente. El latido de su corazón se Los Lobos Del Monte Alexis Libro 3: El Lobo De Theo 61 Kelex elevó, el sonido sólo ligeramente inferior en los oídos de Mitch que el suyo. Mitch observó los labios entreabiertos de Theo y se imaginó empujando su polla dentro de la tierna carne. Y después de arrojar su carga hacia abajo por la garganta de Theo, rodaría a
Compartir