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Los 10 peores desastres nucleares de la historia.
Omicrono 
Mucho se habla y se critica la energía nuclear por sus grandes peligros. Personalmente, soy un gran defensor de este tipo de energía, y creo fuertemente que es el irremediable presente y futuro hasta que sea viable la fusión de hidrógeno a escala comercial. Pero esto no quita que un pequeño fallo en una central nuclear suponga una catástrofe terrible, como se ha demostrado con los años. Como testimonio. os presentamos algunos de los peores desastres nucleares de la historia.
Three Mile Island (1979)
Este accidente ocurrió no hace demasiado en Pennsylvania y es uno de los mayores desastres nucleares en la historia de los EEUU. Supuso un fuerte golpe a una industria que por aquel entonces empezaba a sufrir fuertes acometidas por sus riesgos. Pese a que se mezclaron errores humanos y de la maquinaria, no hubo que lamentar víctimas importantes tras el problema con el segundo reactor.
Reactor Nuclear SL-1(1961)
Debemos dar gracias a que, a pesar de lo precario de la tecnología nuclear en esa época, tan solo hubo 3 muertos en lo que pudo ser una gran catástrofe. ¿El problema? Quitar indebidamente una barra de control en el reactor SL-1 de Idaho, un error humano incomprensible, como la mayoría.
Kyshtym (1957)
¡Ah, la madre Rusia! Cómo apostaron por la energía nuclear desde un principio los soviéticos y qué errores cometieron (véase Chernobyl en la siguiente parte). Cuando aún existía la URSS, esta central sufrió un grave problema causando una explosión terrible. Ni el gobierno, ni ningún organismo públic, han confirmado cifras, pero parece ser que hubo más de 8.000 muertos. El poder de la fisión nuclear en una devastación sin precedentes.
Windscale (1957)
En el mismo año que el accidente ruso, la central de Windscale en Reino Unido tuvo otro serio accidente. Lo que podía haber sido una catástrofe de dimensiones inimaginables se convirtió “tan solo” en una gran pérdida. Se cree que más de 200 personas murieron directa o indirectamente a causa de este accidente.
Lucens (1969)
Un fallo con derretimiento parcial de uno de los reactores en una caverna de pruebas en Suiza es probablemente el mejor ejemplo de cómo controlar un problema nuclear. Tras el accidente, la cueva fue parcialmente descontamidada y herméticamente sellada. No hay que lamentar pérdidas humanas ni animales. Los suizos ganándose la fama de eficientes y eficaces, casi igual que los rusos.
Goiânia (1987)
Para empezar con esta entrega vamos a hablar de un curioso incidente ocurrido en Brasil. Aquí no hablamos de fallos en centrales nucleares sino de robo de material radiactivo de un hospital abandonado. Además de varias muertes directamente relacionadas con este robo y la falta de cuidado de los ladrones en su manejo, hubo más de 100.000 personas afectadas en menor medida por esta “fuga”.
Buenos Aires (1983)
Poco antes del robo en Brasil, en Argentina consiguieron evitar un grave desastre nuclear. Durante la recolocación de una de las barras de control surgió un problema que causó la muerte de 4 personas y problemas en uno de los reactores. A parte de eso no hubo que lamentar más daños importantes y la avería quedó en un gran susto y menos bajas de las normales en un incidente nuclear.
Saint-Laurent (1969)
Parecido a lo que sucedió en Buenos Aires, en Francia supieron controlar satisfactoriamente un fallo en su centra nuclear. Cierto es que no hubo grandes problemas ni pérdidas reseñables. Pero una vez más, cuando surge un problema en una central nuclear, debemos ponernos en alerta porque el peligro es real, aunque luego no acabe sucediendo nada.
Chernobyl (1986)
¿Quién no se esperaba este desastre? Nadie, imagino. El desastre que allí ocurrió, probablemente el peor de la historia, es también el más famoso. Nada pudo salir peor: una central vieja y obsoleta que se mantenía abierta por motivos económicos a pesar de las carencias; fallos humanos durante unas pruebas de alto rendimiento; además de cambios de turno sin comunicación entre los grupos condujeron a este desastre. Se produjeron más de 6000 muertes directamente relacionadas con el accidente (muchos de los cuales fueron los operarios que heroicamente se dedicaron a controlar el desastre), además de las malformaciones, cánceres y desplazamientos de cientos de miles de personas por motivos de seguridad o por la radiación absorbida. Un completo desastre que nos recuerda una vez más el peligro de estas centrales.
Fukushima (2011)
Otro que todo el mundo veía venir. El accidente de Fukushima es con diferencia el que más atención mediática ha recibidio en los últimos tiempo, llegan incluso a compararse con el anteriormente mencionado de Chernobyl. Para los que no lo recuerden, la central está situada cerca de la costa y sufrió graves fallos debido a un terremoto de grado 9, y sobre todo por el subsiguiente Tsunami que lo acompañó. Esto produjo que 3 de los 6 reactores fallaran y se produjera el desastre. No hubo demasiadas muertes, pero el peligro de la radiación vertida al mar y repartida por la zona aún es hoy tema de debate.
Y con esto termina nuestra lista de desastres nucleares, pero no antes sin una pequeña reflexión sobre la viabilidad o no de esta energía. Existe una tendencia clara a demonizar en los medios de comunicación todo lo que contenga la palabra “nuclear” o “radiactivo” sin reflexión alguna. Si bien no es la panacea, la energía nuclear es claramente el presente y futuro a corto plazo. En cuanto a los accidentes, habéis podido comprobar que muchos de ellos son simplemente pequeños fallos sin grandes consecuencias ¡y estamos hablando de los 10 peores de la historia!
Si a esto le añadimos que desde Chernobyl solo hemos tenido el desastre de Fukushima (recuerdo que tras un terremoto + Tsunami la central aún se mantiene en parte en pie y las emisiones están bien controladas); y que a excepción de las malas prácticas de la URRSS ninguno de los fallos entra en el “top 10” desastres de la historia (solo el accidente del Prestige en Galicia ya es tanto o más devastador que Fukushima); no me parece algo tan peligroso.
Y todo esto sin olvidar que con la misma cantidad de Uranio que de carbón, el material radiactivo permite obtener 3.000.000 la energía que nos da el combustible fósil, con la ventaja de que sus residuos pueden proveer de energía térmica a una ciudad pequeña durante décadas de forma segura. Claro que todo esto es irrisorio frente a los costes mínimos y cero emisiones del hidrógeno en centrales de fusión que se construirán en los próximos años y con las que 25 gramos de H2 deberían ser necesarios para abastecer de energía a una familia durante toda su vida. ¡Eso es el futuro, señores!

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joana Hernández