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SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y SUPERIOR DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN Y SUPERACIÓN DOCENTE DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN NORMAL ESCUELA NORMAL SUPERIOR PÚBLICA DEL ESTADO DE HIDALGO CICLO ESCOLAR 2019-2020 SEGUNDO SEMESTRE CURSO: DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL Y APRENDIZAJE TRABAJO: REPORTE DE LECTURA CAÍTULO 1 Y 3 DE LIBRO “EDUCACIÓN EMOCIONAL” ELABORÓ: WENCESLAO RESÉNDIZ AGUILAR ASESOR: MA. ASUNCIÓN CÁZARES GÓMEZ PACHUCA DE SOTO, HIDALGO; A 01 DE ABRIL DE 2020 REPORTE DE LECTURA CAPÍTULO 1 DEL LIBRO “EDUCACIÓN EMOCIONAL” El bienestar es el objetivo de la educación. Sin embargo, no podemos hablar solamente de bienestar individual, sino debe ir ligado al colectivo. Se logra a través del control de las emociones negativas, lo cual se aprende mediante la educación, palabra con un significado amplio que incluye a la escolarización, que se da en el ámbito de la educación formal. En esta época la “educación” se da en contextos escolares, familiares y organizativos. No podemos dar por hecho que los niños aprenden en el seno familiar las bases emocionales que los sustenten toda su vida, ahora la educación formal adquiere una responsabilidad compartida, de generar competencias sociales y emocionales, básicas para la vida y el bienestar. La educación emocional debe iniciarse desde los primeros momentos de la vida y debe estar presente en todo el ciclo vital. No solo aplica en el contexto de educación formal, por lo que todo individuo es capaz de acceder a ella. Investigaciones recientes muestran que hay resultados positivos a través de la educación emocional. Sin embargo, hay que tener presente que esta debe darse bajo programas que reúnan condiciones mínimas de calidad y tiempos de dedicación. Es indispensable que en la educación emocional haya principios éticos y morales. Debe existir un equilibrio entre emoción y razón. Al hablar de moral, nos referimos a la moral autónoma, la cual nos lleva mostrar comportamientos moralmente aceptables y de esta forma llegar al bienestar. Una educación emocional sin moral podría ser peligrosa, ya que, llegar a un bienestar individual a costa de los demás es contrario a lo anterior expuesto. Por otro lado, violar las normas morales conlleva a generar costos emocionales (negativos), por lo que es importante en la educación emocional y educación moral que los niños aprendan cuál es el comportamiento moral apropiado a través de emociones intensas. Lo importante es llegar a experimentar la satisfacción emocional que resulta de hacer el bien. De esta manera aprenderán que comportarse mal tiene efectos negativos sobre el bienestar y que solamente un comportamiento moralmente aceptable es el que hace posible el bienestar emocional. La educación emocional no puede lograrse solo con acciones bienintencionadas en los centros educativos, más bien, hace falta definir programas a ejecutar con objetivos planteados que tengan como resultado el bienestar individual y colectivo. Es necesario asignar espacios y tiempos, actividades que generen emociones positivas ya sean individuales o sociales, de carácter humorístico y divertido, generando climas de seguridad para los alumnos y profesores. Para ello un modelo ecológico de intervención se estructura de la siguiente manera: 1.- Establecer la relación entre educación emocional y bienestar. 2.- Desarrollar métodos para la evaluación del proceso de la educación emocional. 3.- Aplicar los hallazgos de las investigaciones a la práctica. CAPÍTULO 3 DEL LIBRO “EDUCACIÓN EMOCIONAL” Las emociones nos acompañan diariamente, forman parte de nuestra esencia y deben educarse y desarrollarse para convivir mejor con uno mismo y con los demás. Es necesario que la educación emocional se inicie en las primeras etapas de la vida, cuando las posibilidades de que sea efectiva son mayores. Por ejemplo, el primer sistema de comunicación del bebé es el llanto, posteriormente se desarrolla el habla con lo que se hace necesario poner nombre a lo que nos pasa, este es el mejor momento en que el adulto puede ayudar al niño a expresar sus emociones y comprender sus sentimientos. De esta manera el padre se convierte en el referente y ejemplo del niño, pero para ello es necesario que él haya desarrollado competencias emocionales previamente. Así podrá generar un clima de seguridad, respeto y confianza ante los niños que desea educar. Recordemos que el adulto puede contagiar su estado anímico mediante su tono de voz, gestos, contacto físico, etc. La metodología didáctica se fundamenta en diversos enfoques, entre ellos el enfoque constructivista, el modelo sistémico y la orientación humanista. El enfoque constructivista parte de un enfoque de la concepción de un proceso de construcción personal de significados a lo largo de su vida. El modelo sistémico concede gran importancia tanto al papel del niño como al del adulto y el poder de la comunicación como mecanismo de relación interpersonal. El enfoque humanista propone actividades que ayuden al niño a pensar y descubrir sus propios valores. En la educación infantil puede utilizarse como recursos de trabajo la música, los títeres, los cuentos y el juego. La música fomenta el despertar de emociones y fluir en ellas. Los títeres fomentan dinámicas para desarrollar los vínculos emocionales. Los cuentos son un recurso para canalizar emociones. El juego facilita la interacción y expresión libre de sentimientos y emociones. Mediante diversas dinámicas se puede favorecer la comprensión emocional y el aprendizaje funcional. En la educación primaria el educador toma el papel de mediador de aprendizaje. Su actitud debe ser flexible, abierta y empática, ya que será el quien dinamice al grupo. La educación emocional propone potenciar competencias tales como expresar sentimientos y emociones, buscar soluciones ante problemas y conflictos, escuchar y respetar las opiniones, etc. Puede lograrse mediante algunas dinámicas como: juegos de simulación, diálogo de dos, grupos de discusión, reflexión individual, etc. En educación secundaria se necesita que el profesor sea muy creativo y original para fomentar la motivación, interés y participación de los jóvenes. Las actividades pueden ser juegos de simulación, dinámica de grupos, grupos de discusión. La mejor forma de llevar a cabo la educación emocional es mediante un programa con perspectivas de continuidad. Debe contener objetivos, contenidos, actividades de evaluación, con la finalidad de conseguir los objetivos planteados y así desarrollar competencias emocionales.